• nunca digas de este vodka no bebere pdf gratis - L. White

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    Todos tenemos lunes malos, pero ninguno tan horrible como el primero tras las vacaciones de verano. Si a eso, se le sumaba que a Mia no le gustaba el trabajo que ejercia en el bufete…
    ?podia haber lunes peor?
    Si. Podia.
    Su socio le pide que, para variar, lleve uno de esos casos que te pueden cambiar la vida, y encima se entera de que el abogado de la parte contraria es un antiguo companero de la universidad: Kevin Morales. Timido, friki e introvertido…
    !Deberia ser pan comido!
    Pero las cosas no son siempre como una las imagina, y Kevin se ha vuelto un hombre seguro, arrogante y descarado.
    ?Un tipo malo?
    Nunca le llamaron la atencion… pero ya se sabe. Nunca digas de este agua… no bebere.

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    Nunca digas de este Vodka ¡no beberé! © 2018, L. White. © Corrección: Lucía Brisbane. © Cubierta e interior: Leticia Blanco. © Imagen cubierta: Fotolia.

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  • Nunca digas de este Vodka ¡no beberé! (Estaciones nº 2)

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  • Tequila, sal y pimienta. Verano (Estaciones 1) de L. White

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    ?Alguna vez has pensado en el?
    ?Habra pensado el en ti?
    Las amigas de Tali tienen una sorpresa para ella, se la llevan de vacaciones a Maspalomas.
    Lo que no sabe es que alli se encontrara fortuitamente con Oscar, su gran amor de la adolescencia, con quien perdio la virginidad y del cual nunca mas volvio a saber.
    Ella no ha podido olvidarlo y el la odia por haberse marchado. Entre noches de copas y dias de playa los dos comenzaran una lucha interna por lo que sienten.
    El pasado no sera lo unico que tengan en contra, una persona del presente no estara dispuesta a consentir esta relacion y hara todo lo posible por evitarla.
    ?Seran capaces de superar la adversidad y dejarse llevar?

  • Empiezo a recordarte de Noe Casado

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    A nadie le sienta bien que le den planton, pero solo duele la primera vez. Para cuando vuelve a ocurrir, uno ya esta anestesiado. Eso, al menos, es lo que quiere creer Pierce, por lo que al abandono de su ultima
    pareja no le dedica siquiera cinco minutos de su tiempo, y menos aun cuando toda su atencion esta centrada en la remodelacion de un antiguo palacete renacentista, propiedad de su familia, que quiere convertir en hotel de lujo.

  • Madonna. Un Psicodrama de Antonio Zarate Canela

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    Madonna: Un Psicodrama, una novela perversa de amor, amores enfermizos, amores puros, amores torcidos, abusivos, egoistas, perversos, amores reales,
    Porque al final lo que mueve al mundo es el amor, sin importar que tan sucio sea.

  • Hermanastra de Jennifer Donnelly

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    Isabelle no es la preciosa muchacha que ha enamorado al principe tras perder un zapato de cristal, sino la hermanastra fea que se ha cortado los dedos de los pies para lograr meterlos en el zapato de Cenicienta. Y ese zapato. se esta llenando de sangre.
    Cuando el principe descubre el engano, la rechaza y condena a su familia al desprecio del pueblo. Pero ella cree que se lo tiene merecido: queria ser como Cenicienta y solo ha conseguido ser mala y celosa. Ahora tiene la oportunidad de cambiar su destino y demostrar lo que las hermanastras feas siempre han sabido: ni siquiera un corazon roto basta para someter a una chica.
    NO TE CONFORMES CON ROMPER EL CUENTO DE HADAS. HAZLO ANICOS.

  • Lo que no pude contarte de Adriana Moragues

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    La cantautora Adriana Moragues debuta en el mundo literario con una historia en la que los sentimientos laten con fuerza y la musica envuelve cada pagina.

  • Piso para dos de Beth O'leary

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    Tiffy y Leon comparten piso.
    Tiffy y Leon comparten cama.
    Tiffy y Leon no se conocen.

  • La Muneca en el Cajon de Julio Poder

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    Alma era una joven promesa.
    Bella, inteligente, pura.
    Estudiante de medicina.
    Y con un crush por su profesor.

  • A la orilla del rio de Robyn Carr

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    Los habitantes del tranquilo pueblo de Grace Valley eran como una gran familia… y a todos les encantaba meterse en los asuntos ajenos.

  • Las voces de Carol de Clara Penalver

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  • Mi divan de A.r. Morena

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    A veces necesitamos un duro golpe para ser conscientes, de una manera psicofisica, de en lo que se esta convirtiendo nuestra vida y si de paso, ese golpe nos manda a kilometros de la mierda autocompasiva en la que nos estamos rebozando desde hace unos meses, pues mucho mejor.
    No siempre lo mejor es lo mas aparente, muy por el contrario, lo completamente opuesto suele ser lo que mas nos atrae.

  • El dilema de Espana de Luis Garicano

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    Espana se enfrenta, en los proximos anos, a una encrucijada historica. Por un lado, se le presenta un camino aparentemente facil, el del estatismo y el populismo, la via hispana al subdesarrollo seguida por Venezuela y por Argentina, por la que Espana siempre se ha visto tentada. Por el otro, esta una senda que exige cambios importantes a corto plazo, pero que puede hacer que la economia y la sociedad sean mas productivas.
    Elegir el segundo camino supone llevar a cabo reformas al menos en tres areas prioritarias: la educacion, para que sea menos memoristica y se centre mas en los aspectos analiticos; las instituciones economicas, para asegurar un mercado mucho mas transparente, y las instituciones politicas, para incrementar la calidad de nuestras elites y que de verdad rindan
    cuentas ante los ciudadanos.
    En este libro, el economista y catedratico de la London School of Economics Luis Garicano apuesta decididamente por esta segunda via, basada en la inversion en capital humano, la reforma en profundidad del Estado y de la justicia, y el obligado cumplimiento de las normas, y propone una vision realizable de lo que Espana tiene que hacer para salir del marasmo en el que se encuentra.

  • La sangre no miente de Walter Kirn

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    En el verano de 1988, Walter Kirn (entonces un aspirante a escritor que hacia frente a un padre complicado y un matrimonio en crisis) se disponia a realizar un encargo de lo mas peculiar que cambiaria su destino para siempre: llevar personalmente un perro tullido desde su casa en Montana hasta un apartamento en Nueva York propiedad de Clark Rockefeller, un misterioso joven, banquero y coleccionista de arte que acababa de adoptar el perro por internet. Este hecho dio paso a una amistad de quince anos que condujo a Kirn a lo mas profundo del privilegiado mundo de un nino rico y excentrico, finalmente desenmascarado como un impostor en serie que ocultaba otros delitos mucho mas graves: el secuestro de su propia hija y un brutal asesinato cometido anos antes, en 1985.
    Combinando sus propias memorias, el reportaje periodistico y las mejores tecnicas narrativas, La sangre no miente es el relato de una autoinvencion en busca de un ascenso social imparable que expone las capas de corrupcion y ambicion de uno de los grandes estafadores norteamericanos.

  • La casa de 1908 de Giulia Alberico

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    Los objetos que nos rodean pueden parecernos en ocasiones el emblema de lo que pasa, de lo que se reduce a polvo, pero lo cierto es que muchas veces llegaron antes que nosotros y nos sobreviviran. La casa de este bello relato nos habla en primera persona de las generaciones que acogio y nos cuenta su historia y la de los personajes segun lo que ocurre en sus estancias. Preocupada por su futuro, y sin poder intervenir directamente sobre las decisiones acerca de su destino, es testigo de las vicisitudes de sus duenos, sobre las que extiende una mirada no exenta de ternura.

  • No robaras de Blas Ruiz Grau

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  • Un coronel para lady Briana (Soldados valerosos 1) de Veronica Mengual

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    Lady Briana, a pesar de su juventud, sabe que jamas podra amar a nadie, tanto como ama al coronel Frederick Burns. Por eso le es imposible guardar sus sentimientos y decide declararse antes de que el parta a la guerra contra Napoleon.
    Cuando el coronel Frederick Burns regresa, pocos saben que no ha podido dejar de pensar en la joven lady Briana, la hermana de su mejor amigo. Por eso, cuando este le hace llegar una invitacion para celebrar una fiesta campestre, esta decidido a aceptar. Y mas aun si dicha fiesta es para buscarle un marido a lady Briana.
    Los enredos y malentendidos se sucederan. ?Seran demasiados los obstaculos para que uno sepa los sentimientos del otro?
    Dejate atrapar por una novela historica cargada de romanticismo de la mano de Veronica Mengual.

  • El rey del Honka-Monka de Tomas Gonzalez

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    Despues de la tragedia se quedaron todavia por un tiempo en Bogota. Pasadas las molestias del entierro, las palmadas en el hombro, la piedad de gente que apenas conocia, el perdio la fortaleza que se le habia visto despues de la noticia y durante las ceremonias que siguieron. Y entonces a ella, que habia sufrido de desmayos primero y luego habia sido sacudida por crisis nerviosas que debieron ser calmadas con enormes dosis de Valium, le toco oirlo llorar a altas horas de la noche, encerrado en el bano, con gemidos contenidos de persona corpulenta. No volvio a tocar un pincel y amontono los cuadros, sin mirarlos, en una especie de bodega que habia bajo la escalera. Y aunque seguia siendo una persona silenciosa y afable, se le podia notar cierto desgano, cierta agresividad refrenada. Todavia andaba con muchos amigos, pero ahora se quedaba alelado mientras los otros hablaban, mirando al vacio con ojos desolados. A veces bebia demasiado y terminaba dejando su pesado corpachon colgado de la silla. Los amigos lo cargaban entonces y Lucia los veia entrar, sudando, los tragos pasmados por el esfuerzo de bajarlo del carro y subirlo hasta la alcoba. Lucia les servia un trago, les ponia un disco, conversaba un poco, los besaba en la mejilla y los echaba. Despues de un ano de verlo como roto e inmovilizado, ella empezo a preocuparse. Con los cuadros terminados se habia logrado montar una exposicion que resulto ser un relativo exito, tratandose de un pintor todavia joven y poco conocido. Pero si en condiciones normales el exito le producia cierta desconfiada curiosidad, ahora lo dejaba indiferente. Lucia tuvo que disfrutar sola con las resenas donde se alababa su extrema habilidad y se le auguraba un futuro promisorio; y solo ella pudo alegrarse por la rapida venta de los cuadros y recibir unos dineros que llegaban bien, aunque en el fondo no los necesitaran. Entonces metieron los muebles en un deposito, alquilaron la casa y se fueron. Volaron a Los Angeles. Alquilaron un carro. Al principio el parecio aliviado con el cambio, y por momentos se le pudo ver alegre con aquel vagabundeo que los metia veloces entre naranjales infinitos y despues los hacia entrar a los deslumbrantes paisajes resecos de Nuevo Mexico y Arizona. Vieron soles enormes desaparecer entre piedras y cactus; vieron camiones lejanos titilando en la distancia requemada. Se quedaban un par de dias en algun motel o cabana y despues volvian a meterse en los paisajes gigantescos, donde podia sentirse al mismo tiempo la sensacion de la inmovilidad y del vertigo. Y si viajaban de noche, el incluso podia poner musica, subir el volumen y dejar que el sonido de mandolinas saliera por las ventanillas y se fuera como chispeando contra la enorme oscuridad. Pero fue un entusiasmo fugaz. Antes de llegar a Nueva Orleans su mal genio volvio a acentuarse. Se quejaba de la monotonia de hoteles y autopistas, hacia comentarios sarcasticos sobre la pulpa insipida en que los gringos convertian todo lo que tocaban y se burlaba de los cuadros de Picasso que colgaban sobre los inodoros de los hoteles. Cuando llegaban a algun hotel, se quedaba esperando a que ella saliera de la oficina con la llave, y entonces estacionaba el carro, entraba al cuarto y se tiraba a la cama sin ayudar a bajar nada, sin lavarse los dientes, sin desvestirse siquiera. Y al dia siguiente Lucia debia cargar maletas y maletines, y entregar la llave en la oficina. En Nueva Orleans se alojaron en el barrio frances en un apartamento bello y polvoriento que les alquilo una senora que tenia los dientes podridos y parecia la bruja de Hansel y Gretel. Salieron de dia a pasear por las aguas lodosas del Misisipi en un pequeno vapor de aspas rojas, cargado de turistas, que navegaba bien aunque pareciera de confite y caramelo; por la noche recorrieron Bourbon Street, mezclados con los demas turistas a medio emborrachar que recorrian la calle de arriba abajo oyendo musica y mirandose los unos a los otros. Y aquella primera noche, rematada en un bar donde un pianista musculoso que tenia nariz quebrada de boxeador le dedico a Lucia una version algo desvencijada de Farolito, el parecio divertirse. Durmio mal, sin embargo. A las cuatro de la manana, sentado en el balcon frente a un cenicero repleto de colillas, miraba pasar los ultimos borrachos. Y a las diez miraba su desayuno con cara cenuda y cenicienta. Ella le recordo, en el tono mas severo del que era capaz, que no era solo el quien habia sido golpeado por la desgracia. Se quedaron cuatro dias en Nueva Orleans. A pesar de los comentarios sarcasticos que debia oir de tiempo en tiempo, Lucia se sintio fascinada por esa ciudad alegre, un poco sucia y un poco fermentada, tan parecida a las ciudades del Caribe. Como pasa a veces con la gente silenciosa, el parecia certero cuando hablaba; pero si alguien se hubiera puesto exigente, lo del Disney World para borrachos o lo de los prostaticos tocando clarinete habrian resultado apenas intentos debiles de hacerle dano a un sitio que resultaba dificil dejar de querer. Lucia se quedaba un rato callada, mirandose las manos, y despues de darle la razon volvia a dejarse llevar por un bullicio y un movimiento que la deslumbraban. En Nueva Orleans entregaron el carro, que con su olor a resinas sinteticas, sus blanduras plasticas y sus peluches a base de petroleo habia empezado a asquearlo a fondo, y se fueron para el norte en el camarote-litera de un enorme tren expreso. Por la noche, mientras pasaban postes y fabricas sombrias, mientras el dormia o fingia dormir en la litera, Lucia miraba la eternidad que cada cierto tiempo abrian hacia el este los relampagos de una tormenta cercana. Horas despues se acosto y lo sintio llegar, innecesariamente brutal -- dulce y carinosa, ella nunca se le habia negado--, arrancandole la ropa a manotazos y penetrandola, rasgando y magullando, mientras el tren pitaba feroz, metido ahora en la tormenta masiva que azotaba las ventanillas y revolcaba los arboles vertiginosos y relumbrados. El climax fue rapido y aterrador, y parecio venirles desde el corazon mismo de las tinieblas. Dias despues, sin camisa, el miraba llover por la ventana. Aunque estuvieran todavia en plena primavera, sobre la ciudad habia caido una ola de calor y lluvia que la oscurecia y la hacia aun mas densa. Frente al hotel un hombre despatarrado dormia aferrando una botella de vino en la mano derecha. Lucia habia salido temprano y esta vez ni se habia tomado el trabajo de invitarlo. Cuando lo llamo a mediodia para decirle que todavia se demoraba otro par de horas, el le contesto que podia demorarse lo que quisiera; cuando regreso, a eso de las cuatro de la tarde, lo encontro sin camisa, mirando llover por la ventana. El hombre despatarrado se habia despertado y, sin levantarse, sin soltar la botella ni quitarle la cara barbuda a la lluvia, le pedia plata a la gente que pasaba. Dejo de llover. Visitaron a un amigo pintor que se vestia de negro, llevaba el pelo muy corto y usaba una gotera de oro en una oreja pulcra y rosada como un caracol. Tenia un estudio grande, donde producia cantidades abrumadoras de animales como electrizados sobre fondos de colores primarios. Despues de dos tragos empezaron a recorrer el estudio mirando esa serie infinita de imagenes -- vendidas, ciertamente, mucho antes de que empezaran a ser pintadas--. <>, dijo el, y Lucia lo miro con ojos muy abiertos. El amigo no parecia ofendido, pero tampoco encontraba que decir. Sonrisa cordial y ojos helados, menciono los tiempos, que cambiaban. Lo de la puta fabrica fue lo unico que dijo hasta el final de la visita. Para salvar las apariencias, ella tuvo que sostener la conversacion con su ingles precario mientras un macaco endemoniado la miraba desde uno de los oleos. El cielo se habia cerrado otra vez y habia tomado el color del cemento. De regreso al hotel, Lucia sintio ganas de llorar. El domingo siguiente miraban a un maromero chino que con dos palos lograba mantener otro en el aire, golpeandolo constantemente hasta dar la sensacion de que flotaba. La pequena plaza era un caos de prestidigitadores, equilibristas y musicos. Jovenes de pelo verde y pantalones de cuero fosforecian de palidez bajo el sol. Despues de hacer flotar el palo, el maromero chino empezo a escupir candela, pero solo Lucia pudo verla, porque el estaba sentado en una banca, encorvado bajo sus grandes espaldas, mirandose los zapatos. De regreso al hotel vieron a una viejita en patines, con la cabeza canosa llena de flores plasticas de colores. Cruzo frente a Lucia y le sonrio, afectuosa y feliz. --?La viste? --pregunto ella. El no contesto. Lucia dijo que habia visto a una viejita en patines con el pelo lleno de flores plasticas de colores. --?Y que queres? --pregunto el. Y entonces pregunto que si ella queria que el se orinara de la risa. Para la primavera siguiente el pellejo le colgaria de los huesos como a un buey enfermo. Despues de la partida de Lucia --lo dejo, por supuesto, incapaz de aguantar por mas tiempo esa mezcolanza de apatia y crueldad-- se sintio aliviado, como si le hubieran quitado un morral de encima. Camino liviano por las calles, sin rumbo. Entraba a los bares, salia de los bares, disfrutaba de una inmediatez que por su intensidad abolia el pasado por completo. A la senora que le alquilo el cuarto, unas roidas, joyas baratas y una actitud impersonal algo ingenua, le dijo que se llamaba Boris y se dedicaba a la reparacion de instrumentos. Adorno la mentira con algunos detalles y dejo aparecer el gesto mas parecido a una sonrisa que habia tenido o iba a tener en mucho tiempo. Y se instalo en un cuarto que olia a humedad y a estiercol de palomas. Las palomas venian de todas partes y anidaban en el alfeizar de las ventanas. La primera manana fue despertado por su arrullo desapacible y por el aleteo sordido que producian cuando llegaban o se iban del alfeizar. No sin esfuerzo abrio la ventana, que habia sido pintada muchas veces sin nunca abrirse y estaba soldada al marco, y vio dos nidos, cada uno con un par de pichones implumes y ciegos. Blandos reptiles del Apocalipsis, gargolas repugnantes, abrieron sus desmesurados picos con avidez primordial y cayeron al vacio como pequenos demonios, para estrellarse y desaparecer tres pisos mas abajo, entre pedazos de ladrillo, pedazos de alambre, sillas desbaratadas y colchones sucios, todos desperdigados en el patio que correspondia al edificio. Dos edificios vecinos estaban abandonados: uno tenia las ventanas tapiadas y parecia un enorme nicho funerario, del otro entraban y salian las palomas. Y del reguero de ladrillos del patio brotaban pequenos arboles, muy proporcionados, frescos y de un verdor absurdo para aquellos lugares donde no llegaba nunca el sol. Durante el verano durmio de dia y camino sin rumbo por las noches. Tal como se habia anunciado desde la primavera, el verano llego especialmente caliente y sofocante: llovia mucho y antes de cada aguacero el aire se ponia espeso y aplastaba. Metido en una penumbra de persianas bajadas el sudaba en pantaloncillos, durmiendo o mirando girar un ventilador de aspas metalicas que sonaba como si alguien estuviera sacudiendo una bolsa con clavos o monedas. Por la noche se ponia la ropa sobre el cuerpo todavia encharcado de sudor y salia a la calle despues de sacar un par de billetes del sobre donde Lucia le habia dejado una suma grande, tan grande al menos como irian a ser sus necesidades durante el verano, dinero que el ni habia pedido ni habia rehusado. Despues de caminar un rato se metia a cualquier bar, pedia una cerveza y se sentaba a mirar la television. En las tinieblas del bar alumbraba el verde del pasto en estadios donde hombres de mandibula cuadrada escupian y rasgaban el aire con miradas diamantinas. Senoras de ojos azules abrazaban con amor cajas de detergente mientras maridos vestidos con camisas impecables las miraban complacidos. Una pareja de novios se arrebataba una galleta de chocolate y se reia. La espuma de su cerveza se desvencijaba poco a poco, regresando de una elaborada e ilusoria estructura a la sencilla repugnancia del liquido plano y ahora tibio, que el bebia sin asco y casi sin pensarlo. En la pared de los banos, vulvas humilladas recibian falos en los que el orgullo masculino se sumaba a la propia torpeza del dibujo para plasmar una vanagloria atroz que alcanzaba los ultimos limites posibles de la fealdad. Cuando algun fanatico del beisbol le palmoteaba la espalda, sin sospechar que no se trataba de un camarada sino de alguien que solo miraba el verde puro, abstracto e irreal de los prados lejanos, el encogia sus hombros anchos, cada vez mas huesudos, de modo que el fanatico dejaba congelar un poco la sonrisa, enfriar sus ojos entusiastas, y retiraba el brazo, consciente de que habia tocado un territorio profundo y prohibido. Despues de mantener por horas el codo sobre la barra y la mandibula apoyada en la palma de la mano, salia del bar a la hora de cerrar con el hombro derecho cubierto por la ceniza de los incontables cigarrillos que habian ardido entre sus dedos mientras miraba a los novios que se disputaban las galletas de chocolate. Caminaba por calles que olian a orines, llenas de periodicos y paraguas desmembrados, y se dirigia hacia los parques del rio. En las bancas dormian los hombres desplomados. El movil reflejo de un aviso de Pepsi-Cola flotaba sobre las aguas oscuras. A veces dormia en una banca, como los otros, a veces se amanecia viendo bajar las aguas sucias hacia el mar. Cuando llegaba al cuarto se tomaba un trago grande, para escapar del aleteo de las palomas, y se tiraba en la cama a sudar y a sonar con un pasado que regresaba en imagenes descoyuntadas y revolcadas, como si por su memoria acabara de pasar un viento furibundo. Sin hablar casi con nadie, sin lavar su ropa, sin preocuparse por su creciente mal olor, se le fue pasando el verano. El pintor de animales endemoniados lo invito un dia a una fiesta a la que irian amigos comunes, pero el no fue, por supuesto. Ni siquiera penso que resultaria dificil entenderse con gente demasiado inteligente, que el buen gusto de una rebeldia aparente iba a hastiarlo o que las minimas formas convencionales de trato irian a resultarle insoportables. En un tono neutro dijo, sin mas, que no queria ir; miro con sencillez al pintor de animales electrizados, como se mira y entiende un cactus o una rosa, le dio la espalda y lo olvido por completo. El clima todavia no empezaba a refrescarse. Los hidrantes elevaban de dia chorros de agua en los que se banaban los ninos como pajaros; de noche caian contra el espejo del asfalto como si arrastraran carros y edificios, sirenas y neones, y los aniquilaran en un cataclismo espectacular contra la tierra. El recorria las noches del verano metiendose por sitios profundos, recovecos turbios, pero casi siempre buscando terminar la noche bajo cielo abierto. Por algun tiempo anduvo con una mujer morena que tenia el tatuaje de una culebra en el estomago. Con ella entro y salio de bares, con ella paso dias en cuartos de hoteles desastrados, que tenian baneras negras y cortinas espesas y raidas, y que parecian estar mas hondo que los trenes subterraneos cuyo ruido los calaba por completo. Envuelta en la luz de mecheros de alcohol, la vio hacer brillar jeringas, la vio casi desaparecer de placidez en el fluido de su propia sangre como quien se deja llevar por un ancho rio hacia el olvido. Aparte de que se hacia llamar Boris, ella no supo ni quiso saber nada de su vida. Se poseian con lujuria y sin ternura. Se encontraban al azar, sin alegria y de un modo fatal, como si dioses desganados hubieran tenido el momentaneo capricho de arrimarlos. Se despedian sin darse cuenta, desapareciendo el uno del otro como desaparecen las personas en los suenos. Cada cierto tiempo recibia cartas con estampillas de animales, plantas tropicales, proceres. Las dejaba sin abrir hasta que llegaba una nueva y entonces leia las dos con desatencion, chismes lejanos, historias de amigos que ya habia olvidado, formas afectivas que de lo puro marchitas ya ni tristeza producian. A veces se quedaba largos ratos mirando el azul intenso de las grandes mariposas, y a duras penas leia la letra abierta, pulcra, femenina, que le hablaba de gente que para el ya estaba muerta. Las orquideas, las mariposas de Muzo, los heroes de mirada ingenua, en la barra de un bar, en su propio cuarto, en los hoteles, eran despojos minimos y nitidos de un inmenso naufragio que a estas alturas ya ni centro tenia, ni periferia. En un sobre le llegaron las paginas dobladas de un periodico, donde se hablaba de el y se reproducia uno de sus cuadros. Las miro y volvio a doblarlas como si fueran un documento amarillo y apolillado, un poco repugnante, que hablaba de gente remota, desde hacia mucho tiempo convertida en polvo. Para entonces el pelo le habia crecido demasiado y se lo habia agarrado atras con un caucho. Su frente se veia muy amplia, sus ojeras muy grandes. Los vientos empezaron a soplar mas frescos. Las camisas de pana que habia traido de Bogota le colgaban abundantes y le daban una apariencia mistica. Se afeitaba cuando el roce de la barba con la almohada empezaba a fastidiarlo, cada tres o cuatro dias, sin espejo, rapido y sin preocuparse por los parches de barba que quedaran. Una vez, ya casi de madrugada, lo sorprendio un aguacero mientras miraba bajar el agua del rio para el mar. Camino despacio bajo la lluvia y sintio que uno de sus zapatos estaba roto. La noche siguiente, en un baratillo que abria las veinticuatro horas, compro unos tenis que al principio casi cegaban de blancura en contraste con su ropa oscura, pero que rapidamente se fueron curtiendo con el polvo de calles y bares hasta ponerse casi negros, y que serian usados sin lavarse nunca y de un modo continuo hasta su disolucion total. Otra noche un hombre tan flaco y grande como el mismo le pidio cuarenta y tres centavos que le faltaban para una botella de vino. Con uno de los billetes que le dejara Lucia compraron una botella de conac caro y se sentaron a beber frente al rio. Un pequeno velero, con solo una luz verde en lo alto del mastil y las velas desplegadas, paso remontando la corriente en la oscuridad, como una mariposa nocturna. El hombre dijo ser sueco. Durante la noche dijo ser exmarino mercante, exingeniero, exgeologo. Tambien era aleman, y el entonces lo dejo hablar, sin creer ni dejar de creer, como el que se deja acompanar por el ruido del agua que baja entre las piedras. La noche era limpia y las luces de los aviones se movian muy nitidas contra la negrura compacta del cielo. Una rata larga paso en la oscuridad y desaparecio en un bote de basura volcado. El sueco, ya borracho, termino una historia que lo habia conmovido y agitaba los hombros bajo el peso de sollozos vigorosos. Se bebio un trago grande. Parecio aliviado de la angustia que le habia producido su propia ficcion y siguio hablando sin parar, como saltando un abismo a cada instante, creyendose por turnos extopografo, finlandes, exgeologo, exmarino, holandes, unas veces arruinado por los viajes, otras por las mujeres, el juego y el alcohol. Como esa noche pasaron muchas. Las personas desaparecian y volvian a aparecer. A traves del sueco conocio mucha gente. Habia ajedrecistas fetidos, borrachos y caballerosos, muy raidos, que jugaban partidos a veces insensatos, a veces brillantes; habia hombres abstraidos que garrapateaban incansablemente cosas en cuadernos sucios; habia gente que con el alcohol comenzaba a discutir minucias a grandes voces y con gestos ampulosos y violentos, como si estuvieran en juego los destinos ultimos. Noches largas durante las cuales probo por primera vez vinos dulces que llevaban nombres como Rosa Salvaje de Irlanda, o Pajaro del Trueno, los mas baratos tal vez sobre la Tierra; noches que terminaban en un reguero de papeles y botellas quebradas que chispeaban despues con el sol mientras los hombres que las bebieron, desperdigados ahora, quedaban caidos en bancas, donde respiraban apenas entre su propia sombra, o intrincadamente ocultos en las grietas del cemento, como si fueran cucarachas o murcielagos. Las hojas empezaron a caer copiosas y a acumularse junto a las basuras de los parques. El caminaba metido en una gabardina demasiado larga, aunque corta de mangas, como las de los espantapajaros de las tiras comicas. La habia comprado por dos dolares a un amigo que ofrecia mercancia vieja, casi basura, en la plazoleta donde habia una escultura que representaba un dado gigantesco. Por algunos dias alcanzo a sentir el espeso olor acumulado de anteriores propietarios, sedimento oscuro que se perdia en los origenes de la raza humana, pero ahora su propio olor habia tomado posesion, o se habia tal vez integrado al antiguo, y ya no lo sentia. Y como la caldera del edificio aun no habia sido encendida, muchas veces el llegaba y se tiraba a la cama con la gabardina puesta, mientras afuera arrullaban las horripilantes palomas, a sonar con un pasado que cada vez le llegaba mas trocado y equivoco. A finales de septiembre recibio una carta donde se anunciaba la llegada de un pariente para principios de octubre. La carta decia que ellos estaban muy preocupados por la falta de noticias, y el tuvo que hacer un esfuerzo para recordar de cuales <> se trataba. A la duena del cuarto todo en la vida, al parecer, le importaba un bledo, y se encogio de hombros cuando el le dijo que se iba. Recibio la llave sin mirarlo y no se tomo siquiera el trabajo de levantar los ojos para verlo salir con su pequeno maletin en la mano y perderse en una noche excepcionalmente calida, aunque llena de bruma. Horas despues la mujer entraria al cuarto y meteria medias rotas, tubos de papel higienico y colillas en una bolsa de plastico negro. Lo haria con gestos mecanicos, sin siquiera odiar, sin recordar siquiera a la persona que habia dejado tras de si semejante basural. Se metio en un hotel pequeno, al frente de una avenida que cruzaba la ciudad de este a oeste, apretujado entre un almacen de almohadas y colchones demencialmente desordenado y una ferreteria polvorienta. Alquilaban cuartos por horas, dias, semanas, anos, tal vez siglos. Al otro lado de la avenida habia un parque con columpios y balancines oxidados, donde alumbraban por la noche los botes de basura a los que hombres oscuros metian fuego y despues rodeaban para calentarse. Su cuarto tenia un inodoro rajado minuciosamente, como una cascara de huevo, y un lavamanos mugroso. No habia ni ducha ni ropero. Ni el ni las demas personas que entraban y salian parecian ya necesitarlos. Se salia del hotel por corredores y escaleras iluminados por debiles lamparas de neon que soltaban luz nebulosa. Todas las noches, al lado de las canecas de basura y de la escalera que bajaba del hotel a la acera, habia un viejo que se acurrucaba para dormir protegido del viento. Mantenia la cabeza metida en una bolsa de plastico negro a la que le habia hecho orificios para respirar. Una vez el le ofrecio dinero, pero el hombre no quiso recibirlo; dejo en cambio oir una voz aspera y gruesa que venia de las profundidades de su cerrada noche de plastico, y le dijo que se llevara su dinero para otra parte, que nadie le estaba mendigando. Por entonces habia empezado a dibujar con carboncillo a la gente de los bares. Una noche quisieron comprarle el dibujo que habia hecho de modo mecanico sobre una servilleta, y que mostraba a un hombre pequeno sentado en una banca alta, encorvado sobre la barra del bar, a la vez envuelto en si mismo y echado para adelante, como un ave de rapina o un demonio. Esa vez no quiso recibir dinero, aunque no tuvo inconveniente en dejarse invitar a un par de tragos que, como siempre, le duraron hasta que cerraron el sitio. Pero despues decidio comprar un revolver que le ofrecian por ahi, conto lo del sobre y vio que le alcanzaba para el arma y solo le sobraba algun ripio. Entonces comenzo a dibujar a la gente y a recibir lo que quisieran dar por los dibujos. Los retratos eran tan oscuros como los bares, y las personas, aunque todavia identificables, aparecian a medio tragar por las tinieblas. Pero el limite de la oscuridad no se adivinaba en el bar (esquinas que, aunque invisibles, estuvieran alli; estructuras que, sin ser vistas, llenaran el alma con la luz de su logica, tranquilizandola), sino que se perdia sin remedio en un abismo sin fondo. El reflejo de unas gafas, una mano cundida de anillos de plata, eran creados con la nitidez necesaria para que todo lo demas cayera en el vientre horroroso de lo oscuro. Sin embargo, la gente, metida en su sopor de alcohol y cigarrillo, rara vez se horrorizaba; miraba el dibujo con interes, sorprendida por la evidente habilidad del dibujante, hablaba un rato con el, le ponia las manos en el hombro y se mostraba casi siempre generosa. Tan pronto recogia lo necesario para pagarse la noche de hotel, la comida y los tragos, el dejaba de dibujar y se quedaba otra vez en la barra, inmovil y en silencio. Pagaba el hotel cada madrugada. Llegaba poco antes de que saliera el sol y le daba el dinero al empleado sonoliento, que le entregaba una llave atada a una lamina metalica de apariencia carcelaria y le devolvia el maletin repleto de ropa sucia que habia dejado en la oficina al salir. Caminaba por escaleras inundadas de luz lechosa --el revolver, helado, subia metido en una media entre la ropa-- y entraba a un cuarto que cada noche era distinto. Todos tenian espejos desportillados y borrosos e inodoros rajados, pero unos daban a la avenida y otros a pasadizos oscuros donde las ratas hacian sonar las latas en las basuras. A el todos le daban lo mismo. Por las delgadas paredes llegaban sonidos que a veces eran vagos, sollozos lejanos que se fundian con los ruidos del vapor en los tubos de la calefaccion, disputas deshilachadas; pero a veces eran demasiado nitidos, bofetadas en cuartos adyacentes, gemidos sexuales, carcajadas crueles.

  • La ciudad de las sombras de Victoria Alvarez

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    En 1923, Helena Lennox tiene diecisiete anos y un unico deseo: sustituir las calles de Londres por una vida de aventuras y excavaciones en tierras lejanas. En consecuencia, cuando sus padres se marchan a la India para investigar la desaparicion de unos arqueologos, ella decide acompanarlos. unos dias despues y a escondidas. Son muchas las leyendas que circulan en torno a la ciudad fantasma de Bhangarh, pero Helena nunca ha creido en las supersticiones. No obstante, el principe Arshad de Jaipur (si, ese que odia a los ingleses) le insiste en que se equivoca: Bhangarh esta maldita y al anochecer, cuando el palacio real se tine de oscuridad, todo el que se adentra en sus muros desaparece sin dejar ni rastro. En su recorrido por la exotica India de los anos veinte, Helena se ve envuelta en una investigacion en la que solo una verdad parece salir constantemente a la luz: nadie regresa de la ciudad de las sombras.

  • La noche sobre Berlin de Ariadna Lopez-tevar

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    MISTERIO Y ROMANCE. Berlin, 2018. Johanna Aldrich es un editora de novelas lesbicas que solo vive para su trabajo. Gracias a su dedicacion, ha logrado labrar una importante carrera y convertirse en empresaria de exito. Algunos hechos insospechados en su empresa, junto a la aparicion de una nueva mujer en su vida, conseguiran remover los cimientos que creia solidos hasta ese momento.
    Una novela de misterio y amor que desvelara tambien muchos de los entresijos del mundo editorial y de la fabricacion de libros superventas.

  • La camara oscura de Rebeca R. Rodriguez

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    Jeriel es una muchacha especial con habilidades poco comunes que despierta el interes de cualquier persona. Sin embargo, sus padres creen que ha sido poseida por un ente perturbador que amenaza con sus vidas. Debido a su fanatismo, los padres deciden ofrecer a su hija en sacrificio para liberar su alma. Esa noche Jeriel lucha por su vida y consigue escapar.Sola, deshidratada y muerta de miedo, se adentra en la espesura de un bosque donde es rescatada por un hombre que cambiara su vida como jamas penso que podria ocurrir.

  • Un lugar en tu corazon de Amaya Evans

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    Violet estaba sentada frente al espejo, mirando su rostro completamente rojo. No podia evitar que adquiriera ese tono, cuando se enojaba o estaba triste y lloraba mucho. No era como su hermana que hasta un desmayo le quedaba bien, por lo hermosa que era. A ella en cambio, todo le quedaba mal, siempre tenia que esforzarse mas que Rose para obtener las cosas y para que algun gesto elegante le saliera perfecto. En su hermana Rose todo era natural -- penso aburrida. Violet--hija, el carruaje nos espera--le dijo su madre, tocando la puerta de su habitacion para apresurarla. --Ya voy, mama--todavia estaba molesta por lo que su hermana le habia dicho. Siempre se las arreglaba para hacerla llorar o al menos hacerla sentir mal. Ahora tendria que ir a la casa de Christopher con la cara roja y el pensaria que era horrible. Seguramente su hermana ya estaba dentro del carruaje, y le constaba que se habia levantado casi de madrugada haciendo que Rita, su doncella le ayudara en todos los menjurjes que le ponia a su cuerpo y a su rostro supuestamente para verse mas hermosa. Rose ya se veia como la marquesa de Eaden, viviendo en la enorme casa de Christopher con 50 o mas sirvientes a sus servicio. Violet se vio una vez mas en el espejo, arreglo su cabello. El tono cobrizo de este, la hacia ver simple y normal, su baja estatura y su tez algo rolliza, no ayudaban mucho a que los pretendientes hicieran fila en la puerta de su casa. Solo sus ojos en un extrano color violeta, la hacian diferente en un buen sentido. Su padre decia que sus dos hijas eran las mas hermosas flores de su jardin y por eso a cada una le habia dado nombre de flor, pero la sorpresa fue cuando ya con el nombre Violet, sus padres comenzaron a notar que sus ojos empezaron a cambiar de un tono oscuro de azul a un tono violaceo. Muchas personas curiosas se acercaban mucho para ver si era cierto y entonces se sentia como una rareza en una feria. -- ?Vas a venir o nos haras esperar toda una vida hasta que sientas que te ves bien?--le pregunto su hermana entrando arbitrariamente por la puerta de su habitacion, sin siquiera tener la cortesia de golpear antes. Se veia muy hermosa, aunque le doliera reconocerlo, su cabello rubio recogido en la parte de arriba, estaba adornado a los lados con dos hermosas hebillas en forma rosas, que su padre le habia traido de la india. Llevaba un vestido de tarde hecho en seda, la parte izquierda y derecha del vestido eran en dos tonos de verde y las separaciones en tonos dorados, en la mitad la tela era de color crema liso que hacia perfectamente juego con los otros dos colores y estaba decorado con perlas. Las mangas en forma de tulipan, que estaban muy de moda, decoradas con hilos dorados trenzados en los bordes. Zapatillas de color crema y una estola en cashimir completaban el hermoso conjunto, que solo realzaba la belleza de su hermana. --Suspiro aburrida--ya estoy lista, estaba por bajar. --Gracias a Dios, de todas formas no habrias podido hacer nada mas--le dijo de manera desdenosa. --Gracias querida hermana, tu siempre tan atenta. --Solo digo la verdad--le respondio con su actitud ingenua, con la que se ganaba a todo el mundo. Violet, no queria discutir, asi que solo paso a su lado y se dirigio a las escaleras, sintiendo que su mirada la seguia de cerca. Ella habia escogido un vestido mas recatado, pero a su manera de verlo, muy bonito. En muselina blanca con algunos toques de azul rey en el escote y el dobladillo, las mangas eran cortas adornadas en encaje. Su tocado era de estilo griego, pues le gustaba ocultar su cabello y los guantes largos junto con sus zapatillas eran de color blanco. Mientras bajaba las escaleras se preguntaba porque sus padres estaban tan obsesionados con casarlas con hombres de la alta sociedad. Ella se sentiria feliz de poder casarse con un hombre que la quisiera y le diera una vida comoda, sin tanta opulencia y banalidad, pero nada podia hacer ante la voluntad de su padre que siempre habia querido lo mejor para su familia y es por eso que se habia esforzado tanto en llegar tan lejos , el era muy pobre cuando comenzo en los negocios, su madre le habia contado que era un pandillero en la ciudad de Nueva York y que a base de juegos y apuestas , se habia hecho una pequena fortuna, que luego tuvo la buena de cabeza, de invertir en un pequeno negocio de construccion. Pues era muy aficionado a todo lo que tenia que ver este tema. Su abuelo Charles, el padre de su padre, era albanil y siempre lo llevo de pequeno a su trabajo, le inculco el amor por las construcciones, le enseno los diferentes tipos de materiales que se usaban, le mostro como trabajaba, siempre buscando la perfeccion en lo que hacia. Su padre desvio un poco el camino cuando crecio, pero cuando tuvo el dinero en sus manos para poder hacer algo bueno con su vida, se acordo de su padre y sus ensenanzas e invirtio en ello. Ahora era el dueno de todo un imperio de la construccion y todo el mundo lo buscaba, ya que tenia fama de hacer las mejores casas adosadas del Reino Unido, pero la sociedad era tan cerrada que no olvidaban los origenes de nadie y ellos a pesar de ser un hombre respetable, y tener mucho dinero, seguian pensado que era un simple comerciante nuevo rico y esa misma percepcion que tenian de el, la hacian extensiva a su familia. No pasaba mucho, pero algunas veces ella podia sentir el escrutinio de los demas sobre ella y su hermana. Otras veces la hicieron sentir incomoda con algunos comentarios fuera de lugar. Por eso sus padres querian a como diera lugar, buenos matrimonios para sus hijas, de preferencia con la nobleza. -- !Hija por Dios! Ya era hora--dijo su madre. -- !Ya estoy aqui! -le respondio--Solo el saber que veria a Christopher, le daba dolor de estomago, pero saber que solo tendria ojos para su hermana y ni siquiera se daria cuenta de que ella estaba alli, le daban ganas de vomitar. --Nina, vamos a la casa de un marques, no a la casa de tu tia o a la modista. El nos espera a las seis de la tarde y falta media hora. No quiero tener que ir con prisas. --Bueno madre, ya estoy aqui, ya podemos irnos--le dijo con cierta impaciencia. Su madre la reprendio con la mirada y se dirigio al coche. Rose la siguio y su padre y ella entraron de ultimos. El trayecto fue mas bien tranquilo, cada uno sumido en sus pensamientos, hasta que llegaron a la imponente residencia del marques. El mozo salio a recibirlos en la verja de la entrada y el cochero dio sus nombres a lo que el enseguida respondio con una sonrisa, al tiempo que abria la puerta para dejar pasar el coche hacia el patio. Llegaron a la entrada principal donde el mayordomo, los esperaba y le dijo a un sirviente con librea que los ayudara a bajar y los hiciera pasar al salon azul. Casi enseguida de haber entrado, al elegante vestibulo, un par de criadas se acercaron y saludando con una reverencia, las ayudaron a quitarse abrigos y sombreros. Luego el mayordomo los llevo a todos al salon azul, donde habia enormes retratos de antepasados de Christopher. Una habitacion hermosa, calida y acogedora. Acto seguido, ellos fueron anunciados y Christopher, el marques de Eaden, se levanto para saludarlos. Con una enorme sonrisa, se acerco y Violet se quedo sin habla, como siempre que lo veia. Estaba vestido con un frac de doble botonadura en color negro, camisa blanca de lino, cuello alto, pantalon de lino que se ajustaba a sus muslos. Su cabello negro corto peinado hacia adelante en los laterales, lo hacia ver muy varonil y su rostro siempre adusto, pero tan atractivo. Violet solia mirarlo cuando el no se percataba y observaba detenidamente el tono bronceado de su piel, color que habia adquirido por tanto tiempo al sol, pues le encantaba cabalgar. Su menton fuerte y labios gruesos, le hacian desear besarlo y en muchas ocasiones sola en su habitacion, se lo habia imaginado observandola con esos ojos gris plomo, que la hacian estremecer cuando la miraban, apoderandose de sus labios hasta dejarla sin aliento. Era un sueno recurrente y sin embargo tan alejado de la realidad que al volver a esta, dolia demasiado. --Buenas tardes, saludo Christopher--Senora Amelia, siempre tan hermosa--le dijo a su madre. Su madre estaba feliz con el cumplido y le dio la mano para que el la besara-- Excelencia, siempre tan galante. Christopher le dio la mano a su padre-- Senor Prescott, un placer tenerlos a todos en mi casa. --Muchas gracias, su excelencia, estamos honrados de su invitacion y bueno, muy complacidos por el motivo de esta. Violet se pregunto cual seria ese motivo, del que su padre hablaba. A ella solo le habian dicho que era una invitacion formal del marques, pero nada mas. --Senorita Rose, se ve usted deslumbrante--la miro con deseo, con todo el amor con el que ella queria la mirara. --Muchas gracias, su excelencia. Me arregle asi para usted ?le agrada? -- !Rose!--la reprendio su madre--Ese no es el comportamiento adecuado para una senorita. --No se preocupe--el marques se dirigio a su madre--la senorita Rose nunca podra hacer nada que me haga pensar mal de ella--le sonrio. Rose solo movia las pestanas como si fuera la mas ingenua, modesta y dulce de las criaturas. --Senorita Violet ?Como se encuentra? Me han dicho que estaba un poco indispuesta. --Oh si, pero solo fue un resfriado--recordo que la ultima vez que Rose habia querido salir al parque con el, su madre le habia dicho que si no iba debidamente escoltada por una dama de compania y Violet, no podria ir. Su madre lo hacia con una segunda intencion; que el marques le presentara algun amigo o conocido de la nobleza, que pudiera emparejar con ella. Por eso ella habia dicho que se sentia terrible, de esa manera no tenia que salir con ellos y pasar por el martirio de ver a Christopher junto a su hermana.

  • Casi compatibles de Anna Garcia

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    Elliott y Rachel no son compatibles porque tienen un pasado muy diferente.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque viven en barrios totalmente distintos.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque tienen trabajos muy dispares.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque sus amigos no tienen nada en comun.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque sus hobbies no tienen nada que ver.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque tienen diferentes prioridades en la vida.
    Elliott y Rachel si son compatibles porque los entrometidos de sus amigos asi lo deciden y porque, a veces, un 49% de compatibilidad es suficiente para darse cuenta de lo perfectos que son el uno para el otro.
    Son. Casi compatibles.

  • Mentiras peligrosas de Becca Fitzpatrick

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  • Marinka, una rusa nina vasca de Rodolfo Luna Almeida

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    La sirena del Habana pita dos veces en el muelle de Santurce y la chimenea lanza una fuerte bocanada gris. La nota, grave y sostenida, es la unica musica que hiere el silencio de la despedida. Aferrada a la baranda de cubierta, Marina siente que el alfiler de gancho que prende la tarjeta hexagonal de carton DEPARTAMENTO DE ASISTENCIA SOCIALDELPAIS VASCO – EXPEDICION A LA URSS – No 1391 atraviesa su tapadito, su blusa blanca y va a clavarse en el medio del corazon. Una arana negra y opresora se le instala en el pecho y en el pensamiento. La inocencia de sus diez anos, rasgada sin aviso por la guerra civil, no puede presentir que su vida estara signada por lo que se pierde, lo que naufraga tras la ultima espuma de la estela y queda para siempre en la distancia. Es sabado, 13 de junio de 1937. Va a cumplirse un ano del levantamiento militar contra la Republica, en julio de 1936, frustrado en las principales ciudades de la peninsula pero que ha hecho pie en las provincias mas conservadoras y en los territorios coloniales espanoles de Marruecos, al norte de Africa. Los sublevados confiaban en apoderarse de Madrid y otras ciudades rapidamente y los ha sorprendido una fuerte resistencia popular, de los sindicatos y partidos de izquierda, que han enfrentado a los golpistas con las armas arrebatadas en los cuarteles rebeldes, sobrepasando las vacilaciones del gobierno republicano e incluso las de sus propios dirigentes y han formado milicias obreras por toda Espana. El fracaso inicial del golpe desata la guerra civil. La resistencia popular --particularmente en Cataluna-- deriva en insurreccion, como las de los campesinos y mineros asturianos de 1933 y 1934. Los trabajadores toman el control de numerosas industrias, abandonadas por sus patrones, quienes huyen a la zona controlada por los amotinados. Se colectivizan fabricas, fincas, transportes, el abastecimiento y otros servicios. El orden publico es asegurado por las milicias obreras, asi como el peso del enfrentamiento militar a los golpistas. Ante la crisis del gobierno civil y sus instituciones, el funcionamiento de la vida cotidiana queda en manos de los comites antifascistas, que son el verdadero gobierno en municipios y ciudades. En su lucha contra el alzamiento, los humildes de Espana ven llegada la hora de sacudirse siglos de explotacion e injusticias y arremeten contra los simbolos del poder: el Ejercito, los terratenientes, la Iglesia. Una revolucion social, con foco en Barcelona, atraviesa toda la peninsula. Los alzados, apoyados por las organizaciones paramilitares de la Falange fascista y el Requete carlista, los propietarios de tierras y la Iglesia catolica constituyen gobierno en Burgos y depositan el mando en manos del opaco general Franco luego de la muerte accidental del general Sanjurjo, lider original de los conjurados. En un par de meses, dominan la tercera parte del territorio nacional, una cuna recostada en la frontera con el Portugal fascista de Salazar que va desde Algeciras a La Coruna y que alcanza los Pirineos cortando en dos a la Espana republicana. Al norte queda aislada la franja cantabrica que componen Asturias, Santander, Vizcaya y Guipuzcua. Desde el centro hacia el levante --con Madrid, que tras rechazar varios ataques ha frenado a los sublevados en los suburbios de la ciudad-- el gobierno de la Republica controla Cataluna, Valencia, Murcia, Castilla la Nueva y una parte de Andalucia. La provincia de Vizcaya, bloqueada por mar y por tierra, resiste en el norte la ofensiva del ejercito franquista y es castigada sin piedad por su aviacion que busca destruir fabricas, estaciones, puertos, carreteras y por sobre todo la moral de roca del pueblo vasco. El 26 de abril de 1937, lunes de mercado en Guernica, los modernos bombarderos y cazas de la Legion Condor alemana experimentan las tacticas de bombardeo abierto e indiscriminado de ciudades. Como la Aviacion Legionaria Italiana en Durango un mes antes, en sucesivas oleadas lanzan bombas explosivas e incendiarias y ametrallan a mansalva a la indefensa poblacion que huye al monte para refugiarse. Una conmocion sacude a Euskadi. Su legendaria ciudad, al pie de cuyo roble los lehendakari juran sus fueros, arde entre escombros e incendios. Centenares de muertos y de heridos quedan en las calles. La denuncia de la barbarie recorre el mundo; los atacantes, cinicamente, adjudican la masacre a la propia Republica. En cielo iberico, el fascismo espesa las nubes que dos anos mas tarde descargaran su tormenta belica sobre toda Europa. La guerra, anunciada hace un ano por radio con estremecimiento de rayo, se ha convertido en una lluvia pertinaz, incesante, que permea toda cotidianeidad con su humedad de muerte, empapa la piel, los huesos y las conversaciones, las rutinas y los juegos. Bilbao esta en vigilia ante los bombardeos. Soldados del Euzko Gudarostea --el ejercito vasco-- y milicianos de la anarquista Confederacion Nacional del Trabajo-Federacion Anarquista Iberica (CNT-FAI) y de la socialista Union General de Trabajadores (UGT), cruzan las calles a toda hora hacia un frente cada vez mas cercano; ya se escucha el sordo tronar de la artilleria y los resplandores de las explosiones tras los montes que rodean la ciudad. Los edificios estan protegidos por sacos de arena, las luces reducidas al minimo por las noches. En las paredes, en el tranvia, en el mercado, los carteles convocan a la defensa, llaman a alistarse, a organizar la retaguardia. El bloqueo se hace sentir en la escasez de alimentos y de cualquier insumo. La vida ha cambiado brutalmente para todos los bilbainos, pero los ninos la sufren de manera especial. Muchos tienen al padre, al hermano, combatiendo en el frente. Muchos han quedado huerfanos. Las bombas han sepultado los dias de antes, pareciera que siempre han sido asi, como ahora. En el patio de la escuela, en las aceras del barrio, juegan a la guerra. Se dividen los bandos. Todos quieren estar en el bando republicano. Entonces, para poder armar un bando fascista, se sortea quienes son quienes. Con palos y maderas se improvisan fusiles y pistolas; con hojas de periodicos y cajas de carton, cascos y gorros militares; el empedrado es ya el campo de batalla de Guadalajara, ya el de Jarama, ya el de Madrid. Los vencedores dan paseo a los prisioneros, fusilados sobre las paredes de la escuela o en el muro de San Rafael. La recreacion de las escenas escuchadas en la mesa familiar, en los corrillos de esquina o vividas en estos largos meses, se supera en realismo. En los ultimos paseos, el nino que comanda el peloton de fusilamiento hace brotar cintas rojas cuando da el tiro de gracia al hijo de puta fascista o al sucio rojo, segun sea el caso. En los primeros meses de 1937, con las tropas de Franco cerrando el cerco sobre Bilbao, el gobierno autonomo de Euskadi decide evacuar a los ninos de entre 5 y 14 anos. Protege su futuro frente a los bombardeos cada vez mas frecuentes. Tras la salvaje destruccion de Guernica, el recrudecimiento de los ataques aereos a la capital y con los sublevados a punto de quebrar el Cinturon de Hierro --la linea de fortificaciones que protege Bilbao-- y emplazar sus canones en los cerros para disparar a voluntad sobre la ciudad, el padre de Marina, con el corazon en el puno, finalmente accede al pedido de evacuacion. Poner la vida de sus hijos a resguardo de las bombas pesa mas que separarse de ellos. Primero es Felix, el mayor, quien partio hacia Francia. Ahora es Marina la que prepara su maleta junto a la prima Emilia, la hija mayor de la hermana de su madre, quien ha venido de Asturias a la casa de la calle Zabala 25 piso segundo mano derecha, para ayudar al tio en la crianza de los ninos desde que enviudo hace ya cinco anos. --Te he puesto lo necesario de ropa y algo de comida para el viaje --Emilia intenta que su voz suene lo mas natural posible para no cargar a la nina con eso que le roe el alma desde la partida de Felix. --?Me estas escuchando, Chatilla? Carita ancha y proporcionada, frente limpia, dos gotas de miel que se alargan almendradas bajo unas cejas decididas, nariz pequena --Chatilla--, lacia melena castana peinada al costado con mono. Pequeno y fibroso, pura inquietud, su cuerpo gira y queda de espaldas a la ventana cuyos vidrios estan cruzados con cintas de papel engomado. --Si, Emilia. --Tienes una hogaza de pan, un poco de queso y un huevo duro --sabe que es insuficiente pero es todo lo que ha podido conseguir.-- Se obediente con los maestros y cualquier cosa que te haga falta se la pides a ellos. Tantas veces con su hermano han tenido que tomar el tranvia y llevarle el almuerzo a su padre a la fabrica de amianto donde trabaja. Lo han visto comer en silencio, las manos callosas desanudando el atado, cortando la txistorra con la navaja sobre la rebanada de pan, el humo que sube de la marmita de alubias hacia las pestanas blancas de amianto, el overol engrasado. Y ahora es la prima, que ha hecho de madre para ellos, la que prepara su atado de comida para el viaje. Los delgados dedos de Marina cierran la pequena maleta de carton entelado con refuerzos de cuero y remaches de bronce. Cuando la prima madre y la prima hija ajustan la correa, las manos enciman las manitos en un gesto que ambas quisieran eterno. Las calidas alas de una gallina abrazando el temblor de sus pollitos. --Ya es hora de partir --dice el padre quedamente mientras se pone el saco y se calza la boina; no quiere interrumpir el momento. Bajan los dos pisos por la escalera. Marina desliza su mano sobre la baranda; pareciera llevarse en la palma el recuerdo de la madera o tal vez dejar un rastro de su propio tacto para senalar el regreso. Cuando llegan a la puerta del edificio no mira hacia atras, aprieta fuerte la mano de su prima, el padre carga la maleta y salen. No han caminado una cuadra por Zabala hacia la calle de San Francisco cuando un toque estridente y fatal anuncia el ataque. Saben que cuando suenen las tres sirenas cortas apenas tendran tiempo de correr al refugio calle abajo siguiendo las vias del tren hasta el tunel, antes de que los Heinkel abran sus barrigas celesteblanquecinas pariendo el terror y la muerte. Los bombarderos alemanes e italianos vuelan cada vez mas bajo y a plena luz del dia ante la debil oposicion de la defensa antiaerea y la aviacion republicana. El terror es mayor cuando la ciudad esta en pleno movimiento. La alarma, las corridas, el silencio, el crescendo del ronroneo de los motores, las nubes breves de la artilleria pespunteando el cielo, el aullido de panico de los Stukas lanzados en picada, la jauria desatada de las bombas incendiarias buscando su presa, el aire que hace vacio en los oidos y en el alma, el estallido sordo primero e inmediatamente atronador del impacto, el suelo que tiembla, los olores del miedo, los incendios. Desde hace meses, casi diariamente, el bombardeo repite la misma secuencia. Para Marina cada vez tiene la fuerza de un nacimiento hacia atras. De la muerte a la vida. Del utero de piedra humedo y oscuro del refugio a la sobrevivencia. Entran al tunel al tiempo que la primera bomba impacta alla lejos hacia el lado de los astilleros.

  • La flor y nata de Mamen Sanchez

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    La joven protagonista de nuestra novela, una periodista recien salida de la facultad y del cascaron, se ha criado, literalmente, entre la flor y nata de la sociedad, esa misma que cada semana aparece retratada en las paginas de la revista de su familia.

  • El ermitano del Rey de Julio Manuel De La Rosa

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    A punto de redactar testamento, Benito Arias Montano encuentra un papel olvidado con un nombre escrito: Desiderii. Desiderii es Erasmo de Rotterdam y ese papel le recuerda la voluntad perdida de haber elaborado una biografia sobre el maestro humanista.
    El que fuera capellan de Felipe II comienza asi un viaje en el que nos habla de unos anos cruciales para la historia y el pensamiento de la Europa del siglo XVI.
    El concilio de Trento, la redaccion de la Biblia Regia o los oscuros pasadizos por los que se deslizaba la Inquisicion Espanola son algunos de los acontencimientos que rememora este gran humnista espanol, al mismo tiempo que abre las puertas de ese paraiso personal que fue la pena de Alajar (Sierra de Aracena, Huelva), portal de sus recuerdos mas intimos y sus reflexiones sobre filosofia y alquimia.

  • Que la vida te de todo lo que merezcas de Leire Milanesi

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    Toda la escena parece sacada de una mala pelicula americana. David cuelga de su propia corbata atada a la lampara y las zapatillas se le han caido al suelo dejando al descubierto sus pies desnudos. El Gran Hombre se fija en sus dedos que miran hacia arriba. Por ellos gotea la orina del joven muerto que forma un charquito amarillo en el suelo. <>. Aunque le cueste admitirlo, al Gran Hombre le ha sorprendido la profesionalidad de Harry, que ahora esta apostado a su lado, como si fueran dos camaradas. Desde el momento en que lo conocio, penso de el que era un animal, un ser violento que solo servia para intimidar, amenazar o dar palos. Sin embargo, ha eliminado las pocas pruebas que han dejado de una forma tan metodica que el Gran Hombre no ha podido evitar admirarlo. Y ahora Harry, a su lado, mira el resultado de su trabajo con orgullo. Incluso hace un gesto de asentimiento con la cabeza. --Creo que da el pego --dice--. Fijo que esto pasa por un suicidio. El Gran Hombre prefiere no contestar. Ha intentado por cualquier medio posible que David no lo fastidiase todo como lo ha hecho, que las cosas no llegaran hasta donde han llegado. Pero no ha sido posible y ahora la sensacion de fracaso esta tan presente como si cargara una loza sobre sus hombros. --Vamos, hermano, no te hagas mala sangre. El se lo ha buscado. A Harry le gusta llamarlo hermano, pero el Gran Hombre se alegra de que no sea su hermano. Ni siquiera podria ser su amigo, es demasiado imprevisible. Por eso no puede dejar que del siguiente paso se encargue el. --Deja que me ocupe yo de la mujer --dice--. Esto no se puede repetir. --?Que quieres que te diga, hermano? Si me hubiera encargado yo desde el principio, nada de esto habria sucedido. --No te acerques a ella. Lo estropearas todo. Harry se rie, pero no esta contento. Le molesta ese aire de superioridad que emplea siempre con el. --Ya veremos --contesta y se aleja. Cuando se marcha deja tras de si su aliento a tabaco y su olor a perfume barato que se aplica despues de afeitarse. El Gran Hombre lo ve dirigirse hacia la puerta del piso. Los atisbos de admiracion que ha sentido por el se han desvanecido. Ahora vuelve a despreciarlo. Harry representa todo lo que el detesta. El instinto contra la razon, la doctrina contra las ideas... Por eso se arrepiente de lo que ha sucedido esta noche, de haber cedido a sus impulsos, de haberse puesto en sus manos. Al dedicarle la ultima mirada al cadaver de David, antes de irse, siente la necesidad inevitable de disculparse, de pedirle perdon. Pero sabe que ya todo es inutil. CAPITULO I Seis, seis, dos. Son las cartas que estan sobre la mesa. No se puede tener mas suerte. Vuelvo a mirar las mias --un seis de picas y un as de corazones--. He ligado un trio que me puede hacer recuperar en una sola mano los ochocientos euros que llevo perdidos. Un buen jugador de poquer pensara que puedo llevar cualquier cosa, porque ese es precisamente mi problema. Soy una jugadora compulsiva que juega todas las manos. De hecho, la unica razon por la que juego en una de estas timbas ilegales es porque yo misma me he registrado como adicta al juego en todos los casinos de Tenerife y, cuando tengo una crisis, estos son los unicos sitios en los que puedo entrar. Por desgracia, en tugurios como este les importan bastante poco mis problemas. Me toca apostar y empiezo flojo. No quiero asustar a mis rivales. Si se huelen que llevo algo, se retiraran y sacare poco dinero, asi que pongo una ficha negra de cien en el bote. Todos me cubren la apuesta y yo empiezo a frotarme las manos. Todos menos unos que arrastra el solito la totalidad de sus fichas hacia el centro de la mesa. Unos mil y pico euros. Lo miro fijamente y me pregunto que llevara para hacer una apuesta como esa. Los demas jugadores se retiran y solo quedo yo. Esta claro que tengo la mejor mano, asi que no me da miedo. Sacristan es un gorrilla enclenque que se saca una pasta en el aparcamiento del Hospital Universitario. Por la noche, acude a timbas de poquer como esta a jugarse las propinas de los coches que vigila y casi siempre acaba perdiendolo todo. En el argot se le considera un pescado o un fish. Como a mi. Unos pringados que nos dejamos los cuartos para que los buenos jugadores se vayan satisfechos a casa. Tambien se ven por estos antros a algunos profesionales que viven de desplumar pescadillas, pero no muchos. Casi todos son peninsulares que vienen de vacaciones y que aprovechan para ver si los pescados se las pagamos. Casi siempre lo consiguen. --?Cuanto hay? --le pregunto al crupier para saber lo que tengo que apostar. Es un chico joven al que es la primera vez que veo por aqui. Muy profesional y serio se pone a contar las fichas. --Mil cincuenta --dice. Yo tengo unos mil trescientos. Es una pena, porque el imbecil de Sacristan ha espantado a los demas y ahora no sacare tanto como pensaba. --Vale, all in --digo. --Espera --me detiene el gorrilla--. ?Cuanto tienes? --Mil trescientos --respondo. Sacristan se vuelve hacia el tipo que esta sentado en un sofa en un extremo de la habitacion y que no pierde detalle. Todos alli sabemos quien es. Su apellido es Martel y le llaman por el. Nadie tiene ni idea de cual es su nombre de pila. Es el que organiza la timba y el usurero que presta dinero a ludopatas como Sacristan y yo. --?Me cubres, Martel? --pregunta el gorrilla. Martel mira las cartas y luego me mira a mi. --Claro --dice--. Dale mil mas --le ordena al crupier. Este le obedece y le entrega un nuevo monton de fichas. --Vale, veo tus mil tres cientos. --?All in? --me pregunta el crupier por si quiero pedir prestado yo tambien. Me lo pienso. Miro sus cartas, que estan bocabajo. Debe de tener el otro seis. Ha ligado un trio y se cree que me va a desplumar. Con as seis le gano seguro --Yo te cubro, Karo --dice una voz con acento peninsular desde el otro extremo de la sala. Todos los jugadores giramos nuestras cabezas hacia el. Es un tipo con barba y pelo cano peinado a modo de cresta, en plan moderno. Y va vestido con traje azul marino y corbata roja, como si acabase de salir de la oficina hace un momento. Esta sentado en la pequena barra donde se sirven las bebidas y sostiene un whiskey con hielo en la mano. No lo he visto en mi vida. --?Nos conocemos? --le pregunto. --No, pero seguro que tienes la mejor mano. Es un buen negocio. --Bueno --le digo al crupier--, vamos a ver el turn. El chico aparta una carta y pone sobre el tapete la siguiente. Es un as. Las cartas comunitarias son seis, seis, dos, as. Tengo un full house. Mi noche se acaba de volver tan luminosa como si acabara de salir el sol, pero debo disimular para que no se me note. Solo hay una cosa que la puede mejorar y esta a punto de ocurrir. Sacristan toma aire y arrastra el resto de los mil que le ha prestado Martel hasta el centro de la mesa. Tiene un trio de seis, estoy segura. Se va a jugar todo lo que pueda porque cree que le ha tocado la loteria, cuando en realidad el decimo bueno lo tengo yo. Me vuelvo entonces hacia mi prestamista misterioso y le pregunto con la cabeza. El saca una tarjeta de credito de color negro y la pone sobre la mesa. --Adelante --dice. --Los veo --le digo al crupier y este anade las fichas. --?All in? --vuelve a preguntarnos el crupier viendo que cada uno tenemos nuestra propia financiacion. --Cuidado, Karo, este lleva algo --dice otro jugador. Se llama Anselmo, tiene unos sesenta anos y me conoce desde hace tiempo. Casi siempre se muestra condescendiente conmigo porque soy una mujer y se cree en el deber de protegerme. No me molesta demasiado, es de otra generacion. El crupier levanta la ultima carta. Un cinco de corazones. Ya esta todo hecho, solo necesito saber cuanto le voy a sacar al pringado del gorrilla y llevarme mi dinero. --?Ocho mil? --le pregunta Sacristan a Martel. Este asiente y el crupier coloca las fichas --Cuidado, Karo --me advierte Anselmo, pero yo voy lanzada. He ligado un full de seis y ases y ahora pienso en cuanto tengo que subir la apuesta para que el gorrilla no se eche atras. O al menos para que no lo haga Martel, que es el que va a decidir. --?Once mil? --le pregunto al mio, que asiente con el whiskey en la mano--. Once mil, entonces. Sacristan se acaricia el menton con el pulgar intentando ver a traves de mis cartas que es lo que llevo. A mi tambien me gustaria saber con que ha apostado tan fuerte. ?Doble pareja o el trio de seis? En cualquier caso, gano yo. --Subo a quince --dice satisfecho. --No te emociones --responde Martel--, que como sea un farol vas a tener que ampliar ese descampado en el que te aparcan los coches para pagarme. --Venga, Martel, que lo tengo ganado. Cubreme. ?Lo tiene ganado? Muy seguro lo veo. Solo hay una mano que me gane. Solo una entre las decenas que puede tener. --No, esto se acaba aqui --Martel se dirige de nuevo al crupier--. Cubrele la apuesta y que levanten las cartas. El crupier coloca las fichas que faltan hasta los once mil euros y luego me mira para que ensene mi mano. Yo levanto mi as seis. Confirmo mi full y sonrio feliz. Una felicidad que se nubla al instante cuando veo que la boca de hiena de Sacristan suelta una carcajada. Se me eriza el vello de la nuca, como si el mismo silencio que se ha hecho a mi alrededor fuera el de mi funeral. El gorrilla levanta sus cartas y veo dos malditos ases como si fueran dos lapidas con mi nombre. --!Joder! --dice uno de los jugadores. --!Full de ases y seis! --exclama Anselmo--. Mira que te lo dije, Karo, que tuvieras cuidado. Yo lo oigo todo como si fuera la television sonando de fondo. Tengo delante de mis ojos la unica mano que podia ganarme. ?Cuantas veces se pierde con un full house? No tengo ni idea, pero muy pocas. Tan pocas que a todos se les han quitado las ganas de seguir jugando. Empiezan a levantarse y se dirigen a la barra a cambiar sus fichas. --Si es que... Mira que ponerte a jugar con profesionales --me dice el gorrilla con sorna. Su cuerpo enclenque parece haberse inflado y ahora hasta se asemeja a un hombre de verdad. Se cree un tiburon el muy idiota. Me dan ganas de pegarle una hostia. Cuando la sala se ha quedado practicamente vacia, me levanto de la mesa como si estuviera sonambula. Aun me resisto a apartarme de las cartas. Mi as y mi seis siguen frente a mi. Me pregunto que es lo que he hecho mal. Revivo una y otra vez las fases del juego, como si esta vez pudiera ganar la partida. --Tranquila, Karo, estas cosas pasan --dice Martel. --Y tanto que pasan. Sobre todo, a mi. --Tomate un whiskey, estas invitada. No tengo animos ni para darle las gracias, aunque el whiskey lo voy a pagar yo con la comision que le he hecho ganar. Me acerco a la barra y le pido un ron a Juanito, el whiskey me sentaria mal. --Lo siento, Karo --me dice el camarero cuando me pone la copa. Mi prestamista esta a mi lado, mirandome. --Supongo que el trato es el de siempre. Diez por ciento al mes --le digo. Estaba tan confiada en que iba a ganar que he aceptado el dinero sin establecer las condiciones. Vaya una lumbrera. --No te preocupes por la deuda, ya lo resolveremos. Estoy de tu parte. --El prestamista comprensivo --respondo con la vista hundida en mi vaso. El tipo se levanta, recoge su tarjeta y siento su mano sobre mi hombro antes de verlo irse. --Espera --lo detengo. --?Si? --No soy una puta. No voy a prestarme a nada raro para reducir la deuda. No, no soy una puta. Solo una profesora interina de Historia que no sabe que cono hace en un sitio como este. --Es bueno saberlo --responde mientras sale por la puerta. Es vasco, estoy segura. Por su acento. No es muy pronunciado, pero me ha parecido identificarlo. Hace tres dias estaba en una terapia de grupo y todos me felicitaban por llevar dos meses sin jugar y ahora me encuentro arruinada y viendo mi vida pasar ante mis ojos. La sala se ha vaciado sin que me haya dado cuenta y yo solo tengo energias para encender de nuevo mi movil y mirar las llamadas perdidas de David. Dos llamadas la anterior madrugada que tenia que haber contestado. Tal vez asi las cosas habrian sido diferentes. El estaria vivo y yo no me habria jugado mis pocos ahorros mas otros doce mil euros en una partida de cartas. Desde luego no habria recibido el mensaje de mi excunada, hace tres horas y cincuenta y dos minutos. <>. Las manos me tiemblan tanto que me cuesta introducir la llave en el contacto y arrancar. No estoy segura de si es por el frio humedo y nocturno de La Laguna, porque mis problemas economicos se han multiplicado en una sola noche o por la impresion de saber que David esta muerto. Comprendo que Agatha, mi excunada, me haga responsable de lo ocurrido, yo misma me siento como si hubiese apuntado una pistola a su pecho y disparado con ella. Una imagen se me viene a la mente con una claridad que casi parece que la este viviendo en este momento. David esta sentado en el sofa del piso que compartiamos en La Salle. Tiene la mano apoyada en la frente, con la vista fija en el suelo, y mueve la cabeza diciendo que no como si la sola idea de que lo deje le resulte imposible. Yo he metido mis cosas mas urgentes en una bolsa de viaje que ahora esta aparcada junto a la mesa del comedor y me encuentro sentada frente a el sin saber muy bien como actuar.

  • Navegando hacia el amor (Amor es una historia) de Esther Llull

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    En el verano, al alargarse las tardes, la playa se convierte en atomos que se lleva el viento, estrellas que rutilan en los corazones de sus paseantes, mar, nube y cielo reunidos intencionadamente para asociar las partes desperdigadas de una vision. La vision de Claire de esa isla es un hecho de un unico atomo unido. El ruido y el crepitar de las olas no disgustan ni atemorizan a Claire, que queria aceptarlos, como si alimentara su poder y esplendor, viendo tambien como se alimentaba la playa con los tesoros que las olas escondian. Los rayos del sol inciden como flechas sobre un manojo de olas deshechas y son un torbellino que se hunde. Y la playa es dorada. Y la espuma que se desliza sobre la playa es muy blanca. Claire esta tomando fotos en la Isla Azul, una isla natural llena de interesantes plantas, aves marinas y animales invertebrados, es una isla deshabitada cerca de su ciudad, Willow Bay, que esta a solo veinte minutos de distancia. Ella ha venido a la isla, sobre todo, para hacer una excursion y respirar la brisa del mar, y tambien para buscar un ave, un ave centenaria que habitaba las antiguas aguas de la isla, ella dibuja en uno de sus cuadernos la imagen de un pajaro, es profesora de biologia y esta haciendo un curso de enriquecimiento de verano para algunos alumnos de secundaria de ese verano. La isla tiene un ambiente romantico y tranquilo. La superficie del mar se hace despacio transparente, y esta destellante y rizada hasta que oscuras barras de sombras borran el trasfondo y se hacen opacas. Un arco de fuego arde en el borde del horizonte, y a su alrededor el mar lanza llamas doradas. El sol proyecta luces amarillas y verdes en el cielo. La luz incide en la superficie del agua, y le da transparencia a una ola. Y luego a otra. Una pompa de agua se forma en el orificio de una tabla, y lenta y densa crece y crece. Se ven las burbujas surgiendo del fondo del mar. El sol se alza mas. Olas azules, olas verdes, dibujan rapidos contornos de lineas en la playa, rodeando un hierro vertical clavado en la arena, y dejando aqui y alla, superficies encharcadas sobre los canales de agua. En la playa, los pajaros cantan al amanecer sin orden ni concierto, esporadicamente, en aquel seto o arbusto, ahora cantan a coro en sonido agudo y cortante. Luego, aisladamente. Las rocas quiebran la corriente de la danza, la resquebrajan, la estremecen. Y despues alargandose, en suaves y sinuosos pliegues, la lenta marea mece a Claire y la mece como si se tratase de un cuerpo fluido. Pero su cuerpo esta quieto y esta duro, se para, por un momento, para volverse y mirar una vez mas al mar y tomar alguna foto. En ese momento se acuerda de Christine. Saca el movil del bolsillo trasero de su pantalon porque recibe un mensaje, se trata de Christine: "SOS". Necesita su ayuda. Sus tres mejores amigas en Willow Bay cuando estaban en el instituto se han puesto de acuerdo y todas se van a casar ese verano. Ella es la unica que todavia no ha decidido que hacer con su vida. Ahora coge su pequeno bote motora que tiene anclado en el puerto y se vuelve para la ciudad. En la Isla Azul hay un faro tambien que quiebra la linea azul de la marea. Cuando va llegando al puerto aparca en uno de los muelles. Y sale hacia fuera donde el camino son tablas de madera. Cuando sigue, sale a su paso alguien que viene hacia ella cargado con un cubo de cebo, pero se vuelve para atras para saludar a un pescador, y al volverse no puede verla a ella y ambos se chocan. --Oye. El casi se desequilibra en el borde del muelle y al empujarse hacia dentro pone parte del cubo con los peces pequenos sobre ella. --Buena captura --dice ella. --En serio, sabes un poco de bicarbonato de sodio saca eso de inmediato... En este caso, tal vez mucho bicarbonato de sodio. El recoge algunos peces pequenos que se han quedado prendados en la gabardina de ella. --Disculpa. Ella entonces se coloca su mochila sobre el hombro y sigue su paso. Pero cuando ella se aleja, Tom se da cuenta que hay algo en el suelo, es un cuaderno de notas encuadernado en piel de cuero, y sospecha que se le ha debido caer a ella con el ajetreo. Lo recoge y se pone de pie y trata de mirar si todavia puede llamarla para darselo. En el cuaderno dice "Guia de campo". --Oye, joven, te olvidaste tu cuaderno. Pero ella ya se ha alejado y no puede oirle. Luego Claire se ha citado con Christine para la boda, ella esta planeando como los va a sentar a los invitados y ambas hablan de como hacerlo. --Mama y papa, Karl y Dan, ?donde voy a ponerlos? Ahora entra Claire con dos cafes de carton para llevar. --Estoy aqui. --Oh, gracias a dios, oh, dios mio, me estoy muriendo... --Lo siento, me tuve que cambiar, es una larga historia... Esto es para ti --ella le entrega su cafe. --Oh, gracias, eres un salvavidas. --Bien. Ahora se sientan y se ponen a ver el cuadro que ella ha dibujado en frente de su mesa, donde tiene colocadas las figuras de las mesas y pequenos botones con los nombres de los invitados. --?Que esta mal? --le pregunta Claire. --Bien, sabes como la gente planea sus bodas durante meses y meses hasta el mas ultimo detalle... --Como alguien que va a estar en tres bodas este mes. Y ?que es ahora? --Bien, Mark acaba de decidir invitar a dos de sus companeros de trabajo a la boda. --Oh, no es bueno. --Sigo diciendole que no puede hacer estas decisiones de ultimo minuto con la boda a solo tres semanas de distancia. --Esta bien, dejame ver, se ve bastante bien, um, y ?si lo hicieramos de este modo? --Uh, no, no podemos poner a mi tia Gladys al lado de la tia Bea, han estado en una pelea durante anos. --Todo esta bien. ?Y si nosotros...? --Intente eso, oh, eso podria funcionar, y luego podemos poner a ella aqui, y a ella alli, genial. Ahora solo queda un lugar en la mesa principal para... hmm... --Jason... --dice Claire cuando ve su boton. --Sabes que podemos ponerlo en otro lugar. --No, ?por que? --Claire, no quiero sentar a tu ex novio en tu mesa, me siento lo suficientemente culpable si no te viene bien. --No debes sentirte culpable, es uno de los mejores amigos de Mark, y ademas fue invitado mucho antes de que rompieramos. De todos modos, terminamos las cosas porque tomo un trabajo en otro estado, no porque quisieramos que las cosas terminaran y me pidio que fuera con el... --Sabiendo que tu familia estaba aqui, mas tu trabajo de profesora que te encanta tanto. Jason, de todos modos, deberia haber entendido eso. --Y yo entiendo cuanto significa su trabajo para el, es una lastima que nuestros trabajos no estuvieran en el mismo lugar, en el mismo tiempo... --Bueno ?estas deseando verle? --Ha pasado un ano, sabes que tengo un plan para mi vida y el no puede realmente deshacer gran parte de eso, soy una chica adulta... Por tanto, ella coge el boton y lo pone a el en la mesa sentado junto a ella, en la misma mesa que estaran sus otras dos mejores amigas, que seran las damas de honor, Bridget y Amber, sentadas con sus respectivos novios. --Puedo manejarlo --dice ella convencida y sonrie a su amiga Christine

  • El heredero de Rafael Tarradas Bulto

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    Un majestuoso lando avanza en direccion a la imponente finca de los Marques. Con tan solo siete anos, la pequena Josefa entra a trabajar como sirvienta en la casa, incapaz de imaginar como su presencia cambiara para siempre la historia de dos poderosas familias.

  • Siempre Nosotros de Anna Olsson

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    Charlie: Gracias. Yo: Cuentame que haces en Barcelona ?Por que te has venido a vivir aqui? Charlie: No vivo aqui, cambie mi ubicacion para encontrar personas y te encontre a ti Yo: !Ya veo! Charlie: Tengo problemas con mi ordenador, te dejo mi numero de Whatsapp. Yo: Ok, te agrego. Mi corazon se acelero, que rapido mostro interes por mi. Aparece su foto de perfil en Whatsapp, con su misma foto de perfil de la red social, es tan atractivo y misterioso, ese porte de hombre que tiene, ojala pueda conversar con el, lastima que esta tan lejos, pero me dejo fantasear que pudiera estar con el hasta tener un encuentro sexual, una nunca sabe, quiero conocerlo mas para saber si es el adecuado, es el primer hombre de otro pais que le doy mi numero de Whatsapp para conversar, me siento nerviosa, aun no intercambio palabras con el, lo saludo. Yo: !Hola, soy Laura! Charlie: Hola estoy aqui. Yo: Ya te vi Que foto de perfil tiene, en su camiseta se marcan todos sus musculos, pareciera que estuviese desnudo y su pelo suelto, pero no largo, tiene cierto aire de libertad Charlie: Estaba ocupado en mi nueva empresa. Yo: Muy bien ?Empresa de que? Charlie: !Te lo dire cuando nos veamos cara a cara! Yo: ?Vienes a Espana? Yo: Hola Yo: Hi Yo: ?Estas? Charlie: No, estoy ocupado, es todo, en mi nueva empresa, te lo dije. Charlie: Viajo a veces a Espana, me encanta el pais, el clima, el ambiente, caminar por la ciudad, me gusta hacerme fotos y en verano ir a la playa. Yo: A mi tambien me gusta el verano. Charlie: Estoy haciendo mi nueva empresa. He trabajado arduamente en tener mi propia empresa, no quiero que nadie me de ordenes, me harte de jefes autoritarios y largas horas en el trabajo. Yo: Tienes razon tiene Charlie, un poco de libertad no viene nada de mal. Charlie: Me has caido bien, dame tu Facebook. Laura: Laura Garcia, ?Y tu? Charlie: Charlie Hawks. Yo: Cuentame ?cual es tu nueva empresa? Acepte su solicitud de amistad, por mientras hablaba con el por Whatsapp Charlie no volvio a contestar, esta vez se desconecto, seguramente debe estar ocupado en su trabajo, con lo guapo que esta, o quizas me dejo de hablar porque no le guste, que ganas de hablar con el tengo. Me desanime un poco, algo tiene Charlie de especial, me fui a dormir sin saber nada de el. Aunque de todas formas sino le hubiese gustado no me habria pedido mi Facebook. En mi trabajo no podia dejar de verlo, miro mi Facebook para ver su perfil, tiene albumes de fotos, me he puesto a ver un album de un viaje que hizo a Barcelona. Ya estuvo aqui, en la rambla, en la torre Agbar, en el paseo maritimo, en la estatua de Cristobal Colon, en la plaza de Cataluna, en Montjuic de noche mirando el espectaculo de la fuente con luces, aparece en las fotos con mujeres; rubias, morenas, casi todas altas, parecen modelos, va vestido con esa chaqueta de cuero que usa, en casi todas sale asi, se nota que le gusta la ciudad y la disfruta. Le apasiona viajar, tiene fotos en Paris, Dublin, Varsovia, Roma y siempre con la misma chaqueta negra. Aparece en linea en el Whatsapp, lo saludo, pero no contesta, lo mismo en Facebook, aparece en linea, tambien le hablo y tampoco contesta, se sale de linea de ambos y otra vez desaparece. Mi amigo Francisco me invita a comer a un restaurant, me quedo con la sensacion de donde estara Charlie. Mientras comiamos con Francisco salio el tema de los amores a distancia, me dice que es muy peligroso, porque no sabes quien esta detras de las personas, que a veces no son ellas, o a veces simplemente mienten, por supuesto en ese momento pensaba en Charlie y de momento es real, sus fotos muestran que existe, un perfil falso no tiene tantas fotos como el, esa chaqueta y esos viajes que hace lo hacen mas atractivo. Me gustaria verlo en persona para no escuchar mas cosas malas sobre los amores a la distancia. La situacion me hacia pensar, que ganas de conocerlo en persona, para conocer su caracter y forma de pensar, seguramente tiene mucho que aportar, ha viajado mucho, cuantas experiencias tiene para contar. Le pregunte a Francisco que opina si yo tuvieses un amor a distancia, con gracia me contesta que eso no tiene ningun futuro y que no existe tal cosas, que todo ese mundo de amores a distancia son una mentira y que no sirve para nada, me recomendo que me busque a alguien de aqui, alguien a quien pueda tocar, yo le contesto que todos los hombres aqui solo piensan en sexo y que me molestan mucho, que aun no encuentro a alguien que me guste, asi que de momento prefiero estar soltera. Francisco me sale con que el no es como el resto de los hombres que solo piensan en sexo, que hay algo mas que eso, existe la conexion, el amor o ver las estrellas desde un mirador, me miraba a los ojos mientras yo escuchaba sus palabras. Sali del trabajo, rumbo a casa en el bus, estaba pendiente de el en el chat, aparece y se va y su foto se mantiene, no la cambia, ojala pueda hablar con el mas tarde. Llego a casa y hago la misma rutina de siempre, me voy a la ducha, mientras me bano y cae el agua sobre mi, me viene un intenso deseo por Charlie, cada gota de agua me estimula a pensar en el, me gustaria tenerlo aqui y que se banara conmigo, sentir su cuerpo en el agua y que abrace con todo su cuerpo, hacer el amor en la ducha y luego quedar abrazada entre sus brazos. Mientras me seco despues de disfrutar de la ducha, le mando un mando un mensaje por Whatsapp, lo saludo. Charlie: Estaba ocupado. Charlie, voz de audio: Hola Laura, he estado muy ocupado haciendo mis proyectos. !Uf! Que voz tiene, una voz grave de hombre de verdad, ahora me gusta mas, si hubiese estado en mi cama me hubieses tocado mientras lo escucho, pero aun estaba levantada y con mucha hambre, mientras hago mi cena intente hablar con el, ojala este disponible, no quiero perder contacto con el. Yo: Hola ?Estas? Charlie: Si, Aqui estoy. Yo: Si quieres hablamos manana, me has dicho que estas muy ocupado. Charlie: Hablemos ahora, estoy descansando, he tenido un dia muy duro. Yo: ?Como has estado? Charlie: Trabajando mucho, todo el dia, ahora abrazo la independencia economica, como te conte cada dia quiero tener mas libertad y ya quiero viajar. Me mando una foto trabajando en su ordenador, puedo verlo, sonriente mientras teclea, en quien sabe que cosas, sus asuntos, sus creaciones, en todas las cosas que hace resalta mucho sus musculos y su virilidad, aun no me dice de que se trata su empresa. Para no ser menos le mande una foto mia en mi oficina trabajando, aun no quiero que me vea de cuerpo entero, soy un poco timida y de momento quiero que sea asi. Charlie: !Eres increible! Me pregunto como seras en vivo. Yo respondi que no lo se, mientras estaba sonrojada, aunque me siento un poco gorda, pero tengo grandes pechos y anchas caderas, aunque solo vio mi cara y ya me daba un poco de verguenza el solo hecho de pensar que llegara el dia que me viera desnuda. Nuevamente Charlie no me responde mas, sale en linea, no me contesta, luego aparece como fuera de linea, supongo que mientras estaba en linea hablaba con otras personas o con otras mujeres, a veces la gente no habla por Whatsapp, pero aun asi aparece como conectada, ojala sea este el caso. De nuevo estoy en el trabajo, otra vez miro su perfil, aparece conectado y desconectado, no se que esta haciendo y tampoco me escribe o me llama. Cuando ya por fin estoy concentrada en mi trabajo, me manda una foto, de fondo sale el Big Beng y me dice: El Big Beng esta bien para caminar por la ciudad y luego compartir una cerveza. Que felicidad, pense que se habia olvidado de mi, que bien se ve ahi, en ese sito, en ese lugar, ya me imaginaba caminando con el en Londres, juntos, de la mano, como en aquel sueno. Me puse a ver sus fotos en Facebook, en sus viajes, esa barba mal cuidada que tiene mientras esta su viaje en algun bosque de Mexico, o andando en bicicleta en algun camino rural de no se donde, o tirandose en paracaidas desde un avion, practicando deportes extremos o andando en moto. Asi estuve todo el dia en la oficina, mirandolo cada vez que pude. Y otra vez estoy en casa, teniendo la misma rutina de siempre, que ganas de salir por ahi a divertirme, pero no puedo, a veces el trabajo me consume mucho y parece que todos los dias son iguales, cuando estoy cenando la comida que me parece que ceno todos los dias lo mismo. Me llama Charlie por telefono, pero la llamada se corta y la conversacion sigue por Whatsapp, sentia mi corazon latir inmediatamente y me puse muy nerviosa, era el, no sabia que hablar con el, como si tuviese la mente vacia. Charlie: Hola ?Estas por ahi? Yo: Si, aqui estoy. Charlie: Veras, tengo ganas de relajarme un rato, de pasarla bien. Yo: Que bien, yo tambien tengo ganas de pasarla bien. Charlie: Genial. Yo: ?Que tienes pensado hacer? Charlie: Estoy pensando en ir a Barcelona, me gusta mucho esa ciudad es muy intensa y se pasa muy bien. Charlie: Juntemonos, la pasaremos muy bien. Yo: Si, juntemonos. Charlie: Yo llegare el viernes. Viene a Espana, mi corazon se acelera, este hombre que estoy viendo en fotos y hablo con el por chat por fin viene a Espana !Que bien! No tendre que esperar tanto tiempo o anos como he escuchado por ahi de gente que se conoce por internet, creo que he tenido un poco de suerte y ha sido poco tiempo de espera, ademas vive en un pais que esta al lado y viene muy seguido, es como que todo se cruza para que nos conozcamos, y el chat continua: Charlie: He visto tus fotos en Facebook, eres muy atractiva. Yo: Gracias, mientras me sonrojaba en mi interior, que bueno que no me vio, pero no se porque se fija en mi, no tengo nada atractivo. Charlie: Eres muy hogarena, seguro seras una buena esposa, con muchos hijos. Yo: La verdad me quiero casar y tener hijos, tener mi familia, creo que ya es hora de hacerlo, es un proceso natural y tenerla con el hombre adecuado y al que amo. Charlie: Yo no, quiero pasarla bien y disfrutar de la vida. En ese momento fue como una pequena desilusion, el hombre que tanto me gusta no quiere casarse ni tener hijos, quizas sea un defecto que tiene el, aun asi, esta muy bueno y lo quiero conocer, me dan ganas de tocarme pensando en el, pero en vivo creo que es mejor, aunque tocarme pensando en el no me vendria nada de mal, hace un ano que no tengo sexo y no aguanto la espera. Tengo en mi mente sus fotos que es lo unico que tengo de el, y me estoy empezando a humedecer y la conversacion continua mientras pienso todas estas cosas. Charlie: Insisto que eres muy hermosa, me haces fantasear. Yo: !Que! Charlie: Tu sabes, fantasear, imaginarte desnuda o en vestida con hermosa lenceria muy fina. Yo: Parece que solo quieres sexo. Charlie: Claro que me gusta el sexo, soy hombre y lo disfruto mucho, mientras mas mujeres mejor, me gustas mucho de verdad y fantaseo contigo, yo quiero pronto ir a Barcelona a caminar, disfrutar y hacerme fotos por la ciudad. Yo: Bueno, ya llegara el viernes para que nos juntemos, yo tambien quiero conocerte. Charlie: Si no fueses tan timido te pediria una foto sexy. Yo: ?Como una foto sexy? No te entiendo. Charlie: Una foto tuya mostrando tu belleza de mujer. Yo: Si piensas que te voy a mandar una foto desnuda te equivocas, yo no soy de esas mujeres.

  • La catadora de Hitler de V.s. Alexander

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    ?Hitler se suicido o fue asesinado por uno de sus mas cercanos colaboradores? Basandose en la estremecedora historia de Margot Wolk, V. S. Alexander ha escrito un absorbente thriller que pone en duda lo que sabemos sobre la muerte del Fuhrer. Cuando los bombardeos de los Aliados comienzan a caer sobre Berlin, los padres de Magda deciden enviarla con sus tios a las montanas, donde le consiguen un trabajo en el Berghof, el lugar de descanso de Hitler. Tras una serie de rigurosos examenes fisicos y mentales, es asignada a la cocina. ?Su labor? Formara parte del grupo de mujeres dedicadas a catar los alimentos del Fuhrerpara asegurarse de que no esten envenenados. En medio de la belleza de los Alpes bavaros, poco a poco Magda se olvida de los horrores de la guerra y del peligro que arrastra su nuevo trabajo. Sin embargo esta aparente calma se esfumara cuando conozca al capitan de las SS Karl Weber, un conspirador que intenta convencerla de que el Fuhrer debe morir y ella es la pieza mas importante de un complot que pondra a prueba su inteligencia y lealtad. La novela inspirada en la vida de Margot Wolk, catadora del Fuhrer.

  • Divorciadas Futbol Club de Antonio Sanchez

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    Una novela romantica en la que abunda el humor y que sacara mas de una sonrisa a sus lectores con las historias de amor de estas tres jovenes divorciadas.

  • Razones para odiar a Bruno Ballester de Alex Divaro , Fanny Ramirez

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    Se suponia que seria una noche tranquila para Camila, dejaria la energia fluir, escucharia musica y escribiria un rato. En cambio termino inmiscuyendose con uno de los escritores mas vendidos del pais, al criticar las partes eroticas de sus novelas. Sin embargo, es esa ocurrencia la que logra sacar del tedio en el que se encontraba esa noche, a Bruno Ballester, que con alevosia se dispone a fastidiarla por tal osadia.

  • Voluntad de Jeroen Olyslaegers

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  • La chica que lo tenia todo de Jessica Knoll

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    El thriller revelacion del ano, del que muy pronto se estrenara la pelicula basada en esta adictiva novela.

  • El ultimo francotirador de Kevin Lacz

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    Esta es la historia de un equipo de operaciones especiales, el grupo SEAL llamado los <>, que participo en la batalla de Ramadi en 2006. Conociamos sus hazanas de guerra a partir de las memorias de uno de sus miembros, Chris Kyle, pero la version que nos ofrece Kevin Lacz, el ultimo superviviente del grupo, basada en su diario personal de campana, resulta enriquecedora, y muy distinta, ya que no nos habla de heroes individuales, sino de la accion de un colectivo. Porque esta salvaje forma de guerra -el acecho, el disparo lejano que puede matar a un inocente, la respuesta de los insurgentes.- no es obra de maquinas de matar, sino de seres humanos que no podrian resistir la tension sin el contrapunto de la camaraderia. Kevin Lacz, conocido en el grupo como Dauber, nos muestra en estas paginas la historia real de unos hombres destruidos por la guerra.

  • La viuda y el escoces de Julia London

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    Lady Chatwick, Daisy Bristol, se habia quedado viuda, y el testamento de su difunto esposo la obligaba a casarse otra vez, so pena de perder la herencia de su hijo, Ellis. Tras recibir una carta de Robert, su primer amor, Daisy decidio marcharse de Londres.

  • Entre telas y jazmines de Delfina Farias

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    Canuelas es uno de los 135 partidos de la provincia de Buenos Aires, limita con los partidos de General Las Heras, Marco Paz y la Matanza, al noroeste con el partido de Ezeiza, al este con el partido de San Vicente y General Paz, al sur con el partido de Montes y Lobos. Su nombre proviene de unas totoras que los primeros agrimensores encontraron en la zona. Los tecnicos eran espanoles, por esa razon llamaron a las plantas con el nombre que reciben en su pais, Canuelas. En 1836 el estanciero John Miller introdujo el primer toro de pedigri y en 1889 comenzo a funcionar La Martona, Canuela fue declarada cuna de la industria lechera Nacional. Su vida economica comprende la agricultura, la ganaderia y el turismo rural. Las estancias de la zona son muy requeridas por gente extranjera o de muy alto nivel economico buscando la paz y tranquilidad que ellas ofrecen en un marco de vegetacion y comodidad. En un barrio de casas bajas, de clase media y trabajadora, desde su mas temprana edad y hasta dos meses atras, Alma vivio con su abuela, que era profesora de varios idiomas, una mujer luchadora, mitad sangre alemana mitad criolla, quien, con su marido, fallecido diez anos atras, la criaron con sacrificio y mucho teson, inculcandole las buenas costumbres y buenos modales. Ella fallecio de muerte natural por su avanzada edad dejandola sumida en una profunda tristeza. Hija de padre abandonico y madre ausente, a quien jamas termino de conocer, porque cada vez que aparecia, solo era para pedir dinero a sus padres y desaparecer tan rapido como habia llegado, muchas veces sin dirigirle la palabra; ya hacia diez anos que no sabia nada de ella. La abuela la habia instruido en todo lo que ella sabia, preparandola para el momento de su partida. Hablaba y escribia a la perfeccion ingles, frances y aleman, como su lengua madre, todo el trabajo que la abuela tenia al dia de su partida paso a sus manos. Tres empresas importadoras contrataban su servicio, traduciendo documentos de vital importancia provenientes del extranjero. La anciana, le habia puesto la casa a su nombre y le habia comprado un auto, para que se movilizara, su nieta era su debilidad, la luz de sus ojos, con tan solo dieciocho anos, se ganaba la vida sin necesidad de salir de su casa, pues siempre le enviaban el trabajo y pasaban a retirarlo, al ser documentacion importante no deseaban que pasase por muchas manos, solo en contadas oportunidades ella se acercaba al centro de Buenos Aires. Alma era delgada, apenas media metro sesenta, su cabello era del color del trigo y ojos de un increible color turquesa, iguales a los de sus abuelos y aunque era muy bonita, vestia siempre con ropas sueltas, para pasar inadvertida, pues era muy timida. Su deporte favorito era la acrobacia en tela, aunque se relacionaba en el gimnasio con mucha gente de su edad, su unico y verdadero amigo era Ivan, un vecino mayor que ella, que era gay, a quien la abuela siempre pedia que la cuidara, cuando que salian. Los abuelos de ambos habian sido grandes amigos. Otra actividad que la relajaba era cuidar el invernadero de la estancia situada a unas pocas calles de su casa, por lo que le pagaban una fortuna por hacerlo; iba una vez al dia, a remover su tierra, regarlas y trasplantarlas. La duena de la estancia, Ines, era una mujer de unos cuarenta anos, alta, con un fisico que no representaba la edad que tenia, era, ademas su madrina ya que habia sido amiga de su madre. Los sabados y domingos la contrataban de un Club nocturno, del centro de la ciudad de Buenos Aires para que realizara acrobacia en tela, cuando se vestia para realizar su trabajo, se ponia una peluca negra para esconder su llamativo pelo y se enojaba con su amigo que se mataba de risa por ello. El siempre la acompanaba y aprovechaba para deleitarse los ojos con famosos y ricos empresarios, puesto que el lugar era exclusivo, solo frecuentado por gente muy importante y de alto nivel economico. Sebastian era amigo de ellos, o ansiaba serlo, Ivan le tenia desconfianza, su intuicion le decia que lo unico que queria era conquistar a Alma, por supuesto ella opinaba todo lo contrario, cuando ocurria eso se armaba una discusion padre. Sebastian tenia una agencia de viaje e inmobiliaria, alquilaba estancias o casas para fines de semana, entre ellas estaba la estancia de Ines, quien tampoco veia con buenos ojos, que el se cercara demasiado a Alma, y una tarde asi se lo dejo ver. --Escuchame Almita, no me gusta que esten solos, es mas no me gusta Sebastian, tiene algo, no se que, pero no me agrada la forma en que te mira --ella la miro con una sonrisa picara, que era para comersela. --!Vamos Ines!, solo es un amigo, como lo es Ivan --la madrina la miro mal, levantando los ojos al cielo. --Mira nena, ese no quiere ser tu amigo, ese es un vivo, no lo compares con Ivan, el es --justo en ese momento entraba el, se paro frente a ellas y tomandose la cintura con las dos manos, exclamo. --Sigue hablando de mi, que tengo la espalda ancha y aguanto -- Alma se tiro a sus brazos y el la abrazo muy fuerte, ante la atenta mirada de Ines que no paraba de reir. --Pero no he terminado de hablar --afirmo, tratando de contener la risa --le estaba diciendo que no me gusta Sebastian, no me gusta como la mira--el amigo la aparto de sus brazos observandola. --?Viste que yo tengo razon? ese quiere algo mas, quiere sexo, conozco bien a los de su clase --concluyo serio. --Ustedes estan locos, el es bueno, no es como ustedes dicen, aparte dijo sentandose --ya soy una mujer -- los dos la miraron y sonrieron. --Vos sos una nina aun, una nina que no sabe nada de la vida, ni de los hombres, por favor cree en nosotros, sabes que los tres sin serlo somos una familia, siempre estaremos a tu lado, siempre, ?entiendes eso? --afirmo el, levantandola de los hombros y estrechandola otra vez en sus brazos. Alma amaba a esos dos locos, era lo unico que tenia en la vida, a ella tampoco le agradaba Sebastian, solo lo hacia para hacerlos enfadar, aunque jamas habia estado con un hombre sabia que el no era el indicado. El destino ya habia trazado planes para ella y estaba muy cerca de conocer al hombre de su vida, al hombre mas romantico y fiel que toda mujer quisiera a su lado, ese que, con solo mirarte te llena el alma, el que le robara una sonrisa o tal vez llorara a mares, las cartas del destino estaban echadas y todos los astros se complotaban a su favor, el ya estaba, sin que ella lo supiera, muy cerca. --Bueno, ?vamos a la estancia? Manana llegan dos hombres que la alquilaron por un mes, dice que vienen a descansar --expreso Ines, acomodando todo y agarrandolos de los brazos, prontos para salir. --Yo me tengo que ir al gimnasio, hoy me traen una maquina nueva y quiero estar ahi cuando llegue, vayan las dos, a la noche cenamos los tres juntos, despues tengo una cita -- hizo un movimiento con sus manos y los tres se largaron a reir. Ivan tenia dos gimnasios, que se localizaban en puntos estrategicos de la ciudad y a pesar de ser una gran persona y un buen amigo, no tenia suerte en el amor. --Portate bien y ten cuidado -- aunque el ya tenia veintinueve anos Ines siempre se preocupaba por los dos, al ser soltera y sin hijos, ellos eran sus hijos de corazon, las abrazo a las dos, les hizo cosquillas y se marcho.

  • La Nave de Terry Pratchett

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    En alguna parte, lejos, muy lejos, una nave espera para llevar a los gnomos a casa, al lugar del que llegaron... Ante la amenaza que ahora supone la cantera para el hogar de los gnomos, uno de estos, Masklin, es consciente de que necesitan encontrar la forma de ponerse en contacto con esa nave. Para ello tiene que ir a Florida (donde quiera que quede eso) y asistir al lanzamiento de un satelite de comunicaciones (fuera lo que fuese eso). Es un plan ridiculo, imposible, pero Masklin no lo sabe, asi que intenta llevarlo a cabo de todos modos. Y el primer paso es hacer ese viaje en otro, aunque este es un poco diferente a los que ya conoce: un camion con alas, el Concorde. Lo unico que se propone es robar uno de aquellos vehiculos que llaman coches. Pero cuando uno solo mide diez centimetros en un mundo de humanos, las cosas tienen la desagradable costumbre de complicarse mucho.

  • Todo lo que perdi (Una caja de discos viejos y unas gafas de sol de 1), Cristina Prada de Cristina Prada

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    Cande Martin ha vuelto a Madrid porque su hermano Rodri la necesita. Pero la ciudad sigue llena de los recuerdos que lleva tres meses tratando de olvidar y, sobre todo, sigue llena de el, de Sergio Herranz.

  • Caramelo Explosivo de Laura Lago

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    Mi padre esta en la carcel desde antes de que naciera. Dejo a mi madre con un bombo de tres pares de narices y yo nunca llegue a conocerlo. Mi madre, que nunca llego a casarse con el, se desentendio de su relacion a los pocos anos. Mi padre no tuvo ningun cuidado en portarse bien para salir antes, como muchos otros presos. En su caso, la legislacion espanola y el orden de las carceles se cumple a rajatabla. Por vete a saber que (lo mismo ha matado a alguien ahi dentro que ha estado pasando droga bajo la mirada “despistada” de los funcionarios) se le han ido aumentando los anos de la condena y no tiene pinta de que vaya a salir muy pronto. Por suerte, antes de que lo metieran en chirona se aseguro de dejarnos un buen colchon lleno de dinero. Mi madre no me lo conto hasta que no fui mayor de edad, pero al parecer todavia nos llega el dinero que amaso mi padre mientras estuvo en la calle. Es toda una suerte que se empene en seguir preso: si se llega a enterar de que mi madre iba a dejarlo poco despues de que le entrullaran, dudo que le hubiese dejado la maleta llena de pasta y los dos bidones llenos de billetes de diez mil pesetas. Digo todo esto no para darte pena. No necesito darte pena. Aunque tenga a mi viejo en la carcel, nunca he notado su ausencia. Mi madre se ha cuidado de estar sola y ha hecho siempre lo que le ha dado la gana. Se nota que le van los piezas; la mitad de los tios con los que ha estado o han entrado en la carcel o han salido de ella, pero todos por delitos blancos. O, como es el caso del ultimo, tampoco es que le quede demasiado para que lo pillen y lo encierren de una vez. Pero no voy a adelantar acontecimientos: estoy hablando de mi. Como decia, el dinero que nos dejo mi padre nos ha proporcionado una vida tranquila. La gente con la que mi madre se ha enrollado estos anos le ha dado contactos y negocios con los que mantenerse a flote, y no me da verguenza afirmar que me he criado rodeada de lujos comprados con dinero negro. Tampoco es que me diferencie demasiado de cualquiera de los hijos de los politicos que vemos en la tele cada dia, despues de todo. Me he educado en institutos privados y me he codeado con la flor y nata de la sociedad espanola. ?Sabeis eso que dicen de que algunos politicos tienen amigos narcotraficantes, y todo eso? Bueno, pues en mi caso es verdad. No querais saber los apellidos que tenian algunos de mis companeros de clase, que se sentaban en el pupitre de al lado sin saber que mi madre era una de las cabecillas de las bandas de la droga que trafican en la frontera. Lo que si sabian, de todos modos, era que yo conocia a la gente adecuada para que les pasase marihuana, coca o lo que les apeteciera en el momento. Yo me sacaba una pasta y procuraba no meterme nada para no perder la cuenta. Siempre he sido mas lista que los demas. Incluso mas lista que mi madre, que se las ha arreglado para seguir surfeando la ola todo este tiempo sin llegar a caerse. Mientras que sus queridos caian como moscas cada vez que la policia abria una investigacion, y aunque a mi madre la han llamado a declarar en varias ocasiones, siempre ha sabido estar un paso por delante para evitar sufrir el mismo destino que mi padre. Yo soy igual. Quiza todavia mas lista. Todavia soy joven y la gente tiende a infravalorarme, pero yo se que puedo hacer muchas cosas que otros no pueden. Si ellos supieran... Hoy, mi madre va a ir a visitar a su prometido, del cual ya os he hablado antes. Yo voy con ella. Me he alisado el pelo y me he pintado los ojos con el doble de cuidado que siempre. Hasta me he puesto algo de brillo y me he vestido con una de mis camisetas nuevas, amplia y atrevida aunque no llega a tener escote. Tengo el cuerpo fibroso y no destaco por las curvas. Despues de tantos anos practicando aikido (mi madre me apunto desde que cumpli los siete anos con la esperanza de hacer de mi una mujer autosuficiente y sin miedo), no tengo tanto pecho como algunas de mis amigas ni mi culo destaca en plan Kardashian. Lo que si tengo son unos brazos firmes y unas piernas que ya las quisieran muchas, y un vientre plano en el que se podrian partir nueces. Pero mi cuerpo no importa cuando se puede mirar como lo hago yo. Y creedme, nunca he necesitado insistir demasiado para enrollarme con los tios que me han interesado desde que cumpli los quince anos.

  • Kemet de Yair Padilla Miranda

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    Egipto desde tiempos antiguos ha sido gobernado por sus grandes faraones, quienes eran la cabeza del gran imperio, duenos del poder absoluto. Tradicionalmente, el trono estaba destinado al varon de la familia real, sin embargo, pocas mujeres tuvieron el honor de ocupar el trono. Tausert la quinta y ultima reina-faraon de la dinastia XIX. Descendiente de los multiples hijos de Ramses II, por cuyas venas no corria sangre real, logra ascender y tomar las riendas del poder en un periodo de anarquia y caos. El futuro esta en sus manos, y sin importar cuantos se revelen contra ella, sacara el imperio adelante.

  • Kryptos de Blas Ruiz Grau

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    Un thriller actual en el que Blas Ruiz Grau, con la colaboracion de Bruno Nievas, Cesar Perez Gellida, Gabri Rodenas y Roberto Lopez-Herrero, difumina los limites de la legalidad y nos hace preguntarnos en manos de quien estamos.

  • La maldicion de los Borbones: De la locura de Felipe V a la encrucijada de Felipe VI, Jose Zavala de Jose Zavala

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  • La esposa inocente de Amy Lloyd

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  • Touchdown de Ludmila Ramis

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    Un amor abstracto se delimito con cada mirada, palabra y accion, hasta definirse como una relacion fascinante en su sencillez, y, a veces, en su complejidad.
    Kansas Shepard es una espontanea y comica universitaria que siempre termina enredada en lios que no ocasiona. Malcom Beasley, por otro lado, es del tipo de personas que evitan todos los problemas. El sigue una rutina estructurada y permanece lejos de los rebeldes ciclones de los sentimientos humanos y de los imprevistos.
    Cuando estas dos personalidades deben vivir bajo el mismo techo, la coexistencia, que parecia imposible en un principio, resulta ser el detonante de una aventura que terminara por arrasar tanto con el corazon de Kansas como con el del jugador de los Jaguars, el numero 27.
    ?El resultado?
    Un touchdown.

  • El susurrador de Donato Carrisi

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    Goran Gavila, jefe de un equipo de criminologos, se enfrenta a uno de los homicidios mas misteriosos y perturbadores de su carrera: seis brazos derechos que conducen a cinco cuerpos. Pero ?a quien pertenece el sexto? Mila Vasquez, una investigadora especializada en la busqueda de personas desaparecidas, se une a las pesquisas. Los metodos del asesino no se parecen a nada de lo que han visto antes y cada vez que creen estar acercandose al culpable, en realidad se adentran mas y mas en un juego de pesadillas, aceptando un continuo desafio que los obligara a mirar hacia la oscuridad que todos llevan en su interior.

  • Una mujer diferente de Carol Robbins

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    En el corazon de Hannah Fryman ya no queda sitio para nadie. Tan solo para su adorada hermana, su proxima sobrina en camino y su incipiente carrera como pintora, por la que lucha con teson todos los dias y a todas horas para intentar conseguir por fin el sueno de su vida. Escocia es su refugio y solo alli, junto a su familia, disfruta de las cosas buenas de la vida que le hacen autenticamente feliz. Si. Hannah huye del amor, decepcionada por la tormentosa relacion que ha mantenido hasta hace unos meses. Lo ultimo que desea es volver a complicarse la vida con un hombre. No, definitivamente. Enamorarse no se encuentra entre sus proximos planes.

  • Torpe de mi de Patricia C. Ramos

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    ?Que haces cuando te das cuenta que te has estancado en algun punto en tu vida?

  • La hija de la espanola de Karina Sainz Borgo

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    SE PUEDE PERDER TODO. SE PUEDE EMPEZAR DE NUEVO. SOLO SI ERES OTRA.

  • El hostal de las ilusiones, Debbie Macomber de Debbie Macomber

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    Una deliciosa novela de amistad, perdon y nuevos comienzos.

  • El otro lado del silencio de Philip Kerr

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    Un decima entrega de la serie protagonizada por el detective Bernie Gunther. Regresa Philip Kerr con la serie de detectives mas celebrada por los lectores.

  • Te pintare un mundo de colores de Paloma Perez

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    Martina no volvera a ser la misma desde que sufre un atraco en la sucursal donde trabaja. Y no sera por el miedo que pasa, sino por la sensacion que le produce uno de los atracadores. Unos ojos que consiguen helarle el alma, pero que tambien le ensenaran que solo se pisan los que bailan. No puedo dejar de pensar en aquellos minutos, en aquel dia que marco mi vida pasa siempre. No puedo dejar de recordar los pasamontanas que cubrian las caras de aquellos hombres, pero, sobre todo, no puedo olvidar esos ojos. Esa mirada que me traspaso y que no puedo sacar de mi mente ni un solo segundo. Esos ojos que intentaban tranquilizarme a pesar de estar amenazandome de muerte. Esos ojos que no pudieron hacerme dano.

  • Consecuencias Peligrosas (Peligrosa 3) de Nerea Vara

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    La historia de Wendy y Josh ha sufrido miles de altibajos pero a pesar de todo, Josh siempre ha querido estar con su mocosa. Desgraciadamente, la encuentra en la cama con Gary…
    Como todos los actos, este tambien tendra consecuencias.
    ?Se marchara Josh de viaje sin ella? Y si lo hace… ?regresara? ?Y que va a hacer Wendy con su vida? Necesita definir su situacion con Gary, el cual se encuentra viviendo en su casa… y su situacion con Josh, a quien no puede sacar de su cabeza.