• no te fies de un bandido - Bel Frances

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    La confianza, a veces, es fruto de la desesperacion.
    En el otono de 1813, la derrota de las tropas de Napoleon Bonaparte es inminente, y con ella, su caida del trono de Francia.
    La condesa de Mirecourt vive alejada de su familia en la corte del Emperador. Frecuenta los bailes, participa de la vida social de la aristocracia y hasta se codea con la emperatriz Maria Luisa, quien le tiene un sincero afecto. Sin embargo, la crisis politica que se avecina le hace comprender que es imperioso reunir a su familia. Inicia, entonces, un arriesgado viaje para lograrlo; un viaje que la llevara desde Paris hasta los Estados Unidos de America.
    Jacques Bonnier, un bandido irredento y mujeriego, se cruza en el camino de la Condesa y, deslumbrado por su belleza, aplaza la posibilidad de asaltarla para acompanarla en su travesia.
    Ella, aun a sabiendas de quien es Jacques, necesitara contar con su ayuda y se encomendara a su coraje para llegar a destino. Entre la confianza y la desconfianza, atravesaran el oceano y deberan enfrentar las peripecias de una aventura que los unira para siempre de un modo impensado

  • NO TE FIES DE UN BANDIDO | BEL FRANCES | Casa del Libro

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  • No te fíes de un bandido Versión Kindle - Frances, Bel

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  • NO TE FIES DE UN BANDIDO - BEL FRANCES - Agapea

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  • No te fíes de un bandido - Bel Frances - El Rincón de la ...

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    En esta web hay 15174 fichas de libros, 1659 autores, 1496 artículos y 7064 críticas. Blog colaborador.

  • NO TE FÍES DE UN BANDIDO (ebook) - Popular Libros

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    NO TE FÍES DE UN BANDIDO 4,78€ Ahora un 5% descuento. Descarga inmediata. La derrota de Napoleón es inminente. La condesa de Mirecourt vive alejada de su ...

  • No te fíes de un bandido | Bel Frances - Editorial Vestales

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    La confianza, a veces, es fruto de la desesperación. En el otoño de 1813, la derrota de las tropas de Napoleón Bonaparte es inminente, y con ella, ...

  • No Te Fies De Un Bandido por FRANCES BEL

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    Reseña del libro No Te Fies De Un Bandido. La derrota de Napoleón es inminente. La condesa de Mirecourt vive alejada de su familia en la corte; ...

  • no te fies de un bandido - frances, bel - Librería Jarcha.

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    NO TE FIES DE UN BANDIDO. FRANCES, BEL. 12,00 €. IVA incluido. Consultar disponibilidad. Editorial: VESTALES; Materia: Romántica y erótica ...

  • El lejano pais de los estanques de Lorenzo Silva

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    El cuerpo desnudo de una joven austriaca pende atado de las manos en un chalet mallorquin. Ni los signos de violencia, ni la pestilencia de una muerte estival ocultan su inquietante belleza. En el revolver hallado en la basura abundan las huellas de una sesentona suiza de fama libertina, pero la vida turbia de la joven, Eva Heydrich --un ser irresistible consagrado tanto al placer como a la destruccion--, sugiere que la sencillez del crimen es tan solo la punta de un iceberg.
    En Madrid, la Guardia Civil confia el caso al experimentado sargento Ruben Bevilacqua, o <> para sus companeros, ex-psicologo desempleado para quien Jung era solo un aficionado, y a la inexperta agente Virginia Chamorro, cuya eficacia policiaca sera puesta a prueba por primera vez. De incognito entre nudistas teutones, turistas desenfrenados y mafiosos locales, Bevilacqua y Chamorro se adentraran en el reverso oscuro de una apacible urbanizacion mallorquina tratando de desentranar los ultimos dias de la joven asesinada.

  • Una cancion de amor – Mercedes Alonso de Mercedes Alonso

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    ?Es posible que solo nos enamoremos total y absolutamente una vez en la vida?

  • Furia Un thriller psicologico de amor, misterio y suspense (Suspenso romantico 3) de Pablo Poveda

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    No podia disimular su expresion corporal, por mucho que deseara pasar desapercibido. Los musculos de la cara se le habian encogido. Su rostro blanquecino despertaba la curiosidad de los que caminaban en direccion contraria a el. El barrio estaba despierto, las mesas de los bares ocupaban las terrazas de la calzada y las parejas de enamorados paseaban de la mano para disfrutar del sol dominical. Habia vuelto a despejarse el cielo, a salir el sol y todo pronosticaba que seria un domingo de ensueno. No obstante, lo que parecia una estampa primaveral y castiza, llena de color y energia, no lo era para el arquitecto, que caminaba hacia su domicilio tras haberse apeado del coche. Despues de contemplar como el vehiculo se perdia a lo lejos por el final de la calle, la voz de aquel hombre todavia resonaba en su cabeza. De pronto, levanto su mano a la altura del esternon y sintio los latidos del corazon golpeando la puerta de su pecho. No era miedo lo que arrastraba. Tampoco era el odio lo que le hacia bombear asi. Una extrana sensacion, poco habitual en el y, afortunadamente, casi desconocida: furia. Mientras la lengua coloquial hablaba de esta como un mero enojo, para Don significaba algo mas que eso. Los romanos habian llamado Furias a las diosas violentas engendradas con la sangre de los testiculos de Urano, dos temibles criaturas capaces de enloquecer al propio Zeus. Para el arquitecto, aquella historia mitologica tenia sentido. Enfurecer, en el maximo esplendor de la expresion, era lo que habia evitado durante tanto tiempo a traves de sus actos, sus cambios de personalidad, de profesion e incluso de apariencia. Un trabajo de artesano al que habia dedicado toda una existencia y que estaba a punto de convertirse en pedazos a causa del infortunio. Lo que menos le preocupaba era perder todo lo que habia conseguido. Despues de todo, lo material carecia de sentido para el. Sin embargo, temia perder a Marlena. Temia que, a causa de un descontrolado y frenetico ataque, perdiera la cordura y se convirtiera en alguien totalmente irreconocible para ella. Tres dias. Eso era todo lo que tenia en sus manos para encontrar el modo de salir airoso. Si es que existia. Frente a la puerta del edificio, encontro su reflejo en el cristal que habia tras la reja negra. Tenia el cabello despeinado a causa del temporal matutino, bolsas en los ojos y un semblante cadaverico. A diferencia de la mente, el cuerpo no tardaba en manifestar los excesos que el propio dueno era capaz de darle. Demasiados viajes en pocos dias, largas horas de coche, cortas noches de sueno y una fatidica visita inesperada que le ponia en jaque por momentos. Se mecio el pelo, introdujo la mano en el bolsillo de su pantalon y saco un juego de llaves metalicas. Despues abrio la puerta. Antes de subir el escalon de la entrada, un pequeno gorrion se poso sobre el bordillo. Era pequeno, redondo y tenia las plumas de color marron. Don observo al pajarillo como cantaba, libre y sin miedo ante la presencia humana del arquitecto. En un lapso, se imagino a si mismo agarrandolo con la mano y apretando el puno con fuerza hasta ahogarlo. Asi se sentia el en esos momentos. Confundido, meneo la cabeza para olvidar el desagradable pensamiento y comprobo que el ave ya se habia marchado. No era su mejor momento, aunque el peor todavia estaba por llegar. Cuando cruzo el umbral de su apartamento, nada de lo que habia frente a sus ojos volvia a ser como lo habia sido antes: el sofa, las cortinas blancas de tela, la television de pantalla plana, la cadena de musica, su coleccion de discos de musica clasica, la estanteria de libros... El unico refugio en el que se sentia recogido tras una jornada de trabajo, tras una actuacion temeraria o un desencuentro con la vida, ahora, se habia convertido en un lugar extrano, aseptico y sospechoso. Habitar entre aquellas cuatro paredes no seria lo mismo. Cerro de un golpe y paso el seguro de la puerta. Despues camino con sigilo hasta las habitaciones y se aseguro de que no hubiera nadie, al menos, esperando alli dentro. Mientras muchos madrilenos pasaban el mediodia dando una vuelta por el centro de la ciudad o visitando el parque del Retiro, Don estaba dispuesto a encontrar cada uno de los dispositivos de espionaje que habian instalado en su vivienda para controlar sus movimientos. Cada rincon era un buen lugar para escuchar, ver o sentir al arquitecto. Paso las cortinas, se acerco al sofa y observo las instantaneas que habia encontrado bajo el mueble. Agarro las fotos en las que aparecian los cadaveres de Ferrec y Baumann y puso a un lado la de Marlena. Despues se dirigio al fregadero, cogio una caja de cerillas del mueble de la cocina y prendio fuego a las imagenes. Como una cinta de video acelerada, los fotogramas de su ultimo viaje pasaron a toda velocidad por sus ojos mientras las imagenes se doblaban entre llamas hasta reducirse a cenizas. Ambos eran historia y ahora debia centrarse en ese misterioso hombre de pelo canoso y mirada gelida. Ni siquiera sabia como se llamaba, pero ese era un asunto que resolveria mas tarde. Miro el reloj y comprobo que eran las once y media de la manana, una hora perfecta para poner patas arriba el apartamento. Mientras intentaba idear que hacer con las horas que tenia por delante, decidio empezar por limpiar su apartamento de una vez por todas. Desconecto la conexion de red, de telefono y comprobo las lamparas de las habitaciones. Ni rastro, pero no se iba a dar por vencido tan rapido. Busco con esmero, en los armarios, en el cuarto de bano y bajo los cojines del sofa hasta que, hastiado, se sento por un segundo para recuperar el aliento y volvio a comprobar la hora en el reloj que habia junto al televisor. Un reloj redondo de sobremesa marcaba las tres de la tarde con sus agujas. Era de color negro, cuadrangular y tenia una esfera dorada en el centro. Un objeto de decoracion por el que habia pagado mas de cuatro mil euros en una subasta y por el cual no tenia el mas minimo aprecio. De pronto, el arquitecto recordo que solo habia dado cuerda una vez al artefacto, el mismo dia que se lo llevaron a su casa. De aquello habia pasado mas de medio ano, por lo que, en caso de funcionar, detalle del que dudaba, el reloj debia seguir sin el cambio de horario de invierno. Tomo un angulo recto y saco el telefono movil de su bolsillo para comprobar la hora. El telefono indicaba las tres de la tarde. Alguien lo habia puesto en hora. Se acerco al aparato y lo observo de cerca. Podia ver su rostro reflejado en el pendulo dorado que colgaba del viejo reloj. En el centro, bajo las agujas, habia un pequeno lunar oscuro que se convirtio en una lente a medida que acercaba la vista. --Malditos hijos de perra... --dijo hacia sus adentros. Un ano era demasiado tiempo para haber convivido en el mismo apartamento. Las escuchas y las imagenes habrian sido suficientes para recabar informacion sobre el arquitecto y seguir sus pasos, saber cuando entraba y salia para que nunca les cogiera desprevenidos. Probablemente, aquella era la unica camara en todo el salon, pero con una les bastaba. Estaba colocada en un lugar estrategico desde el que podia capturar todo lo que sucedia en la habitacion y en la cocina contigua. Sabian que Don pasaba la mayor parte del tiempo alli, ya fuera por las mananas, durante sus sesiones de ejercicios, o por las noches frente al ordenador. Lo habian visto todo: su intimidad, sus rutinas, sus ataques insanos de agresividad, las mujeres con las que se acostaba y como maquinaba los planes para encontrar a sus victimas.

  • La maldicion de la inteligencia de Carmen Sanz Chacon

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  • Mas alla de lo visible de Edgar Rojas

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    Una chica llamada Dasha recibe una visita misteriosa e inesperada. Se trata de Alexandra, quien afirma venir del pasado, exactamente del ano 1925.
    Desde el primer contacto que tienen ambas, la vida de Dasha cambia drasticamente. Ahora, tiene que hacerse cargo de esta visitante y asegurarse de que este segura en el presente. Ademas, ella le ensena muchas lecciones sobre vivir sin tecnologia, las cuales ayudan mucho a Dasha en ese presente repleto de celulares, tablets, apps, videojuegos y redes sociales.

  • Un rincon del mundo de Christina Baker Kline

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  • La ultima alternativa de Valeriano Lopez Segura

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    Cuando Guillermo Sanchez conocio al amor de su vida poco podia suponer que no fue por casualidad. Pasados los anos, enfrascado en su vida como reportero y sin haber podido olvidarla, descubre extranas coincidencias que le devolveran a aquellos maravillosos anos en lo que compartio su vida con ella. Sin embargo, las casualidades no existen cuando el mundo esta en peligro y para cada incognita habra una explicacion que encontrar. Junto a su nuevo amigo, el profesor Winston Sahr, descubrira la verdad oculta tras la vida de su amor de juventud, lo cual terminara desencadenando una trepidante aventura que no dejara un minuto de tranquilidad a nuestros protagonistas. El mundo tal y como lo conocemos esta a punto de cambiar y solo la busqueda de dicha verdad podra salvarnos a todos.

  • Canela y miel (Un te con amor 3) de Mar P. Zabala

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    Tercera y ultima entrega de la trilogia paranormal <> de Mar P. Zabala.

  • Que tengo de malo de Maria Jose Caro

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    “Me quede en silencio asustada de lo que pudiera pensar. Pero ella introdujo la mano en su casaca de jean y me ofrecio un cigarro. Cuando lo acepte, entendi que ella podia convencerme de cualquier cosa”.

  • Mi viaje AMarte de Sonia Soriano Ramon

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    Un dia me levante decidida a cambiar mi vida. Trague saliva, me comi los miedos, hice la maleta y sali corriendo. En el viaje he aprendido y desaprendido, sufrido, llorado, reido, enamorado locamente para caer al vacio, levantado, encontrado a mi misma y a la felicidad. Te hablo del amor, desamor y la vida en forma de prosa y poesia, con la esperanza de tocar tu corazon.

  • Montaneros, una cuestion de fuerza de Jose De La Rosa

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    Si hay una familia de hombres hoscos y salvajes esos son los Mountain. Viven en las montanas, de las que se creen sus duenos, por encima del resto de habitantes del idilico pueblo de Great Peak. Un paraiso que, de salir adelante el proyecto minero del tio Rhett, dejara de serlo en breve.
    Cuando Carlisle Mountain descubre que Elizabeth ha vuelto al pueblo, no da credito. La ultima vez que se vieron ella le juro que nunca perdonaria lo que le habia hecho y que jamas, jamas, regresaria a las montanas. Entonces, ?que ha traido de vuelta a casa a aquella muchacha desgarbada y divertida de la que siempre estuvo enamorado?
    Pero la mujer que se fue no es la misma que ha vuelto. En esta ocasion trae un cometido y un estudiado plan de venganza sobre Carlisle y su familia.
    Ademas, otro misterio se cierne sobre las cumbres heladas: una aparicion, una figura velada que solo parecen poder ver los Mountain, una vision que, segun las leyendas, solo se manifiesta cuando se aproximan desgracias.
    <> es la segunda entrega de la serie <> despues del exito de <>.

  • Nunca digas de este Vodka !no bebere! de L. White

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    Todos tenemos lunes malos, pero ninguno tan horrible como el primero tras las vacaciones de verano. Si a eso, se le sumaba que a Mia no le gustaba el trabajo que ejercia en el bufete…
    ?podia haber lunes peor?
    Si. Podia.
    Su socio le pide que, para variar, lleve uno de esos casos que te pueden cambiar la vida, y encima se entera de que el abogado de la parte contraria es un antiguo companero de la universidad: Kevin Morales. Timido, friki e introvertido…
    !Deberia ser pan comido!
    Pero las cosas no son siempre como una las imagina, y Kevin se ha vuelto un hombre seguro, arrogante y descarado.
    ?Un tipo malo?
    Nunca le llamaron la atencion… pero ya se sabe. Nunca digas de este agua… no bebere.

  • El pequeno libro de la inversion en valor de Christopher H. Browne

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    Hoy en dia hay muchas maneras de ganar dinero en los mercados, pero la unica que ha mantenido su exito a lo largo de los anos es la de la inversion en valor, una estrategia que consiste en comprar acciones de aquellas companias que se negocian por debajo de su valor intrinseco y obtener beneficios de su rendimiento a largo plazo.

  • Un jardin entre vinedos de Carmen Santos

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  • La ultima vez que me dijiste adios de Ray Bolivar

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    En la esquina de Montera, antes de llegar a Gran Via, hay una puta que siempre me tira los tejos. Tiene los ojos grandes y es muy guapa. El pelo le cae rizado hasta la cintura y cuando mira lo hace con tanta intensidad que una se acojona. Me atrae el color de su piel y los labios, pero jamas me atreveria a besarla. La unica vez que bese a una mujer estaba demasiado borracha, demasiado cansada y demasiado perdida. Pienso mientras bebo un sorbo del delicioso Cafe Matte que sirven en el Starbuck de Sol. Todos los sabados vengo aqui y todos los sabados ocurre lo mismo. El chico de ojos claros sonrie y es amable. Su companera toma nota y cuando el pedido esta listo sonrien otra vez. Ni se sabe el dinero que he gastado en cafes y ni siquiera se su nombre. En cambio, el de la puta si lo se. Se llama Elena y es de Republica Dominicana. En cuanto me dijo el nombre pense en Elena de Troya. --Nina, oyeme, muchacha. --Apenas llevaba una semana en el despacho y tenia prisa. Cuando me di la vuelta casi chocamos. --Perdon. --Nada, no tiene importancia. --Usaba un perfume caro y zapatos de tacon, un lunes a las ocho treinta de la manana. Yo tambien usaba tacones, pero no escandalosos. --Me encantan tus ojos, que lo sepas. --Asi me dijo en medio del gentio, del frio y yo con la ansiedad en el medio del pecho porque el trabajo era nuevo nuevisimo y no queria llegar tarde asi que cuando dijo aquello fue como, !tragame tierra! La verdad, no sabia que hacer. No tenia ni la menor idea de como salir del paso. Recuerdo que baje la cabeza por la verguenza y ella aprovecho para acariciarme el rostro. --No tengas miedo, yo te voy a cuidar. --Me escabulli como pude, sofocada y con un palpito en el pecho que casi me mata. En la oficina ese dia las cosas no fueron bien. Mi jefe me miraba y me miraba como si no tuviera otra cosa que hacer. Entraba a mi despacho, hacia un par de llamadas y de nuevo venga a mirarme. Hasta que me lo dijo. --A ti te pasa algo. --?Que? --Fue lo unico que atine a responder. Con los nervios tire las hojas al suelo y un cenicero de porcelana de lo mas hortera que me jefe insistia en mantener sobre mi mesa por si me daba por fumar. De repente el chico de Starbuk me interrumpe y me quedo cortadisima. --Hola. --Me acomodo un mechon de pelos lo mejor que puedo. El chico sonrie y le devuelvo la sonrisa. Senala hacia la ventana. Al principio no comprendo. --!Ah! Gracias. --Es Isabel. Me hace senas desde la calle. Salgo deprisa. Fuera hace frio. --Pero, ?que haces aqui? ?Por que no entras? --Me estampa dos besos euforicos. --!Lo consegui, lo consegui! --No entiendo una palabra. --!Nina! --Casi me sacude--. Juanjo, ayer nos liamos. --?Como? --Asi misma me quede yo. Hemos pasado la noche juntos. No te lo vas a creer. --Pone carita de mujer fatal--. Soy mala, tia, muy mala. Isabel es mi amiga del alma. Tiene dos crios y un perro hermoso. Me duele decirlo, pero la vida le va mejor que a mi. Liga mucho y es independiente. Todo esto desde que se separo de su marido. --Entonces, ?que vas a hacer? --Me voy, tia. --Solo pase a avisarte. --Pero ?no ibamos de tiendas? --Otro dia, cielo. Juanjo me esta esperando. --Me planta otra vez dos besos y me extiende un billete de veinte euros--. Tomate el cafe a mi salud y deseame suerte. --No hace falta que me invites. --!Que si!, mujer. Otro dia me lo devuelves. --Dice antes de cruzar la calle y perderse en direccion al metro. Un cuarto de hora mas tarde dudo entre Zara y Mango. Las dos tiendas estan atestadas de gente y no estoy de humor. En realidad solo deseaba conversar con Isabel y contarle un par de verdades. El telefono suena en ese momento. Es mi madre. No lo cojo. Regreso a casa sin prisa. A las 9: 30 abro la puerta. Un minuto despues llega Miguel. Lo primero que hace es servirse una copa de vino tinto. Estoy en la terraza contemplando las nubes. --Hola, cielo. --Me rodea la cintura con sus brazos. No contesto. --?Pasa algo? --Me volteo. --Anoche no viniste. --Ya, bueno. Los sabados quedo con los amigos. --Se da un trago. --Miguel, por favor. --Huele a perfume barato y a puta africana. No tengo nada en contra de los negros, pero su olor es inconfundible y llevo justo cuatro semanas, cuatro semanas oliendo el mismo olor en la ropa, en su cuerpo. Me mira a los ojos. --Eva, todo esta bien. Se que he estado distante estos meses. --Distante es cinco meses sin follar--. Se que a veces no estoy. --En realidad nunca esta. Entre pitos y flautas pasa mas tiempo, segun el con sus padres que en su casa, porque esta tambien es su casa, en la hipoteca a treinta anos dice, Miguel y Eva. Bebe vino otra vez, me acaricia la pierna. Odio cuando hace eso. Odio cuando dice que no pasa nada mientras el mundo se cae a pedazos. Asi llevamos seis meses, fingiendo que no pasa nada. Yo no se que pensar. Me gustaria que las cosas fueran igual que antes. Lo unico que hago es llorar por los rincones. Tal vez necesito ayuda o darle una patada en el culo, como dice Isabel. --Eva --repite--, no pasa nada. --Me deshago de su abrazo y entro en la casa. El me sigue y me toca el culo. Doy un respingo. --?Que haces? --Nada. --Sonrie burlon. --?Como que nada? --De nuevo se da un trago, pero esta vez es diferente. Lo se por el modo en que me mira. Deja la copa sobre la mesa y se dirige al cuarto. Tocan a la puerta. Es Angel, uno de los amiguitos de Miguel. Cuando me ve se queda extranado. <> El telefono suena otra vez, lo ignoro. --?No vas a entrar? --Claro, claro. --?Que tal la fiestecita? --Angel se lleva la mano a la nuca. Se que esta nervioso. Al final no tiene la culpa. Nunca, nadie tiene la culpa. La histerica soy yo, la loca soy yo. --?Que fiesta? La peste a alcohol casi me derriba. <> Voy al salon en busca de una cajetilla de cigarros. Necesito fumar o lanzarle un bolardo a alguien a la cabeza. --!Eva!, !Eva! --Grita Miguel desde la habitacion. Lo ignoro. Solo pienso en la cajetilla de cigarros. Deberia estar en algun lugar del salon. Entonces me doy cuenta de que Miguel esta parado en la puerta con una mochila en la mano. --?Donde estan los vaqueros nuevos? --No comprendo lo que esta pasando--. !Eva! --Sube el tono de voz. ?Donde estan los vaqueros? --Tocan a la puerta. Empiezo a ponerme nerviosa. --?Que vaqueros? --Miguel resopla. --Los nuevos, Eva, los nuevos. --De nuevo tocan a la puerta. Debe ser la vecina de al lado, le encanta tocar a la puerta cuando discutimos. --No lo se. --Miguel se impacienta. Angel le toca el brazo y le dice algo en voz baja que lo contiene. Regresa a la habitacion sin decir una palabra. Encuentro los cigarros en la cocina, escondidos en el ultimo cajon. Ahi los habia puesto tres anos atras, justo cuando conoci a Miguel. La cajetilla contiene un papel que desenrollo. Leo la primera linea y casi me echo a llorar. Dice lo siguiente: para la Eva del futuro. Si estas de los nervios hazme caso, deja el puto cigarro y cuida tu relacion. Estrujo el papel y lo dejo caer al suelo. Ese ha sido mi lema durante los ultimos tres anos, cuidar de la relacion, tragar y callar como si no hubiera un limite, como si la vida se tratara unica y exclusivamente del otro. No quiero llorar, me lo repito una y otra vez hasta que el portazo desencadena la rabia y el dolor. Lloro porque se que mi mundo, el maldito mundo que tarde tres anos en construir esta a punto de irse a la mierda. La habitacion esta hecha un asco. Miguel ha revuelto los cajones y el armario. Sobre la cama, encuentro su movil. No quiero hacerlo, pero me acerco. Dudo entre abrir el wasap o no. El mensaje en la pantalla tiene mala pinta, pero cuando lo abro es devastador. --?Asi es como te gustan? --En la foto, una morena ensena las tetas. Todavia sigo en shock cuando me percato de la presencia de Miguel. Esta en la puerta de la habitacion con el rostro desencajado. Ni siquiera soy capaz de hablar porque en mi interior tengo un incendio que ha empezado a devorarme. Me tiembla la mano y abro mucho los ojos cuando lo escucho hablar. --!Pero! ?Que cono haces? !Joder! --Me arrebata el movil de la mano y me lanzo sobre el. Capitulo 2 No se que dia es ni donde estoy. El techo esta pintado de blanco y a mi lado hay una persona. La cabeza me duele horrores. --!Eva, Eva! !Gracias a Dios, estas bien! --Intento hablar, sin embargo me doy cuenta de que es imposible. Solo de pensar en abrir la boca me recorre un corrientazo de dolor. Mama esta muy desmejorada. Las ojeras le llegan hasta las rodillas y parte del maquillaje se le ha corrido. Mi madre quiere hablar, pero no le salen las palabras. En vez de eso me abraza y llora. --!Hija!, !perdoname! !Pense que te perdia!, !de verdad! --Mis ojos deben reflejar sorpresa, ansiedad o espanto porque se apresura a explicarme--. Llevas tres dias inconsciente, Evita, !tres dias! --Se enjuga las lagrimas--. !Ahora, Miguel no se va a ir de rositas! !Va a pagar por esto, ya contrate un abogado! !Nadie le pega a mi hija!, !no senor! La cabeza me da vueltas. Me siento aturdida y desbordada. Afuera escucho gritos. No puede ser. <> La puerta se abre y empujan a alguien. Detras entra Miguel afeitado y lustroso, esta guapisimo. --!Evita! --Se arrodilla ante la cama--. !Mi amor! ?estas bien? --Me toma la mano, la aprieta, la besa--. Cielo, !menudo susto me has dado! Todo es tan subito que mi madre se ha quedado paralizada. Cuando reacciona, mi primo Jorge ya esta en pie. <> --!Pero!, ?como te atreves a empujarme? --Grita Jorge. Dos medicos entran en la habitacion y detras un policia. --!Senores!, !esto no puede ser! !Tienen que salir de la habitacion de inmediato! --Miguel esta frente a mi primo con los punos apretados. Cuando quiere es adorable, pero es un hombre con caracter y si quisiera, podria hacerle mucho dano a Jorge. Se pasa la mitad del tiempo entrenando en el gimnasio para estar en forma, aunque no tiene una gota de grasa. Jorge, por el contrario, es como una hoja debilucha arrastrada por el viento. --!Yo tengo derecho, es mi mujer! --Dice Miguel--. !Ni ella --senala a mi madre--, ni nadie puede quitarme ese derecho! !Yo la traje, esta viva por mi! --Lo unico que le falta es golpearse el pecho y orinar en derredor. Esta muy mono. --!Hijo de puta! --Grita mi madre y se abalanza sobre el. El policia la contiene. Yo no puedo mas de la ansiedad. Me retuerzo en la cama como una loca. El medico llama a una enfermera y se sienta mi lado. --Tranquila, Eva. Muy pronto vamos a solucionar esto. No te preocupes. --La enfermera inyecta una solucion en el suero y el panico se convierte en una sensacion placentera, en un deseo enorme de dormir. Capitulo 3 Cuatro semanas mas tarde me encuentro mas recuperada. Los medicos me han explicado que ademas de la fisura en la mandibula han debido tratarme la anemia. Abro los ojos cuando mencionan el tema de la anemia. Por suerte no era grave, pero tienen que estudiarlo. Miguel ha venido todos los dias a verme por la manana y por la tarde. Una vez se presento con flores y casi me muero de la alegria. Se pasa de carinoso y yo me derrito en cuanto lo veo. Es tan varonil que he estado a punto de saltarle encima un par de veces y desnudarlo, pero me contengo, una tiene orgullo y dignidad. No se lo que ha hecho para no coincidir con mi madre. De alguna forma lo han arreglado para evitar encuentros desagradables y lo agradezco. Ahora mismo lo que necesito es tranquilidad. Mi madre insiste en seguir adelante con la denuncia. Miguel no ha mencionado el tema ni una vez, pero se su opinion. En el reporte medico dice que me rompi la mandibula contra una superficie solida e irregular, debido a un resbalon. Mama lo ha repetido una y otra vez desde el primer dia. No se cree una mierda. La vispera del alta recibo la visita inesperada del medico. Es un hombre alto y amable, debe rondar los sesenta anos.

  • Locura de amor (Locura 1) de Virginia Camacho

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    Samantha Jones y Heather Calahan no podian ser las mujeres mas opuestas entre si: la una es una afable y pobre anciana que se lamenta por haber perdido su oportunidad de amar y ser amada, y que sin embargo, todos a su alrededor casi veneran por su alma generosa; mientras que Heather es una hermosa y millonaria joven de veintitres anos, adicta a las drogas y a las fiestas que lo tiene todo, y sin embargo odia su vida, a sus padres, pero por sobre todo, a Raphael Branagan, su prometido.
    El destino ha decidido enredarlo todo para que asi, al menos una de las dos encuentre al fin su camino y viva una segunda oportunidad.

  • Dos vidas de Jay Asher

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  • Cualquiera menos tu, Gema Samaro de Gema Samaro

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    Alicia estaba deseando que llegaran las vacaciones para librarse durante unos dias de su jefe y de su ex, y tiene la mala suerte de encontrarselos a los dos en Ibiza.
    La culpable de que haya elegido ese destino es Amanda, la amiga loca que la convencio para que le acompanara a reencontrarse Michael, un camarero buenorro que conocio en la isla hace cuatro anos y con el que tiene asuntos pendientes.
    Mario, Lord Cactus, es el jefe de Alicia. Esta para caerse de espaldas, guapo, sexy, carismatico, pero tambien borde, exigente, duro y avasallador como el solo.
    Mario nunca descansa, ni en vacaciones. De hecho, acude a Ibiza a supervisar lo que esta haciendo su hermano Tristan con la empresa familiar. Aunque, esta vez hay algo mas que le mueve a hacer ese viaje y que se llama Sacha.
    Con lo que no contaba era con la presencia permanente de la tocapelotas de su empleada, Alicia, una adicta al trabajo como el, pero sin puas, que parece dispuesta a desquiciarle mucho mas de lo que suele hacerlo en la oficina.
    Alicia tampoco lo soporta, pero en Ibiza le necesita para vengarse de Oliver, su ex, y tiene un plan.
    Un plan que es un churro y que va a cambiarlo todo por completo.

  • La Rendicion del Highlander (Penword 3) de Arlette Geneve

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    Marina es una noble y decidida mujer que se encuentra ante la decision mas dificil de su existencia; elegir entre el amor de su vida o la lealtad a su familia. Su mejor amigo va a ser ahorcado, y en su desesperacion para tratar de liberarlo, acude a la unica persona que puede ofrecerle la ayuda que necesita, Brandon McGregor, un laird arrogante, posesivo, y del que esta irremediablemente enamorada. Sin embargo, el escoces la desprecia porque la cree una manipuladora sin sentimientos. Una arpia traidora e indigna de confianza. Marina llega a una encrucijada de dificil eleccion, si salva a su amigo, debe traicionarlo a el, y Brandon no piensa perdonar sus intrigas y maquinaciones.
    Marina tendra que pagar el precio que el Laird de Ruthvencastle le imponga.

  • 6 canciones para ti (Let’s Rock) de Natalia Sanchez Diana

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    Han pasado cinco meses desde la despedida en el aeropuerto. Nicolette se ha centrado en la universidad, escondiendose en su refugio de acuarelas y pinceles para no pensar en el. Smoking Wild Demons es el grupo revelacion Y Danny Blackdadder, su estrella. Pero despues de la gira, el solo piensa en regresar a Espana para ver a la chica que ha inspirado sus canciones. Aunque el peso de la fama, la presencia de los paparazzi y su agenda apretada lo complican todo, Danny se ha propuesto que Nicolette pierda el miedo. 6 canciones. 6 momentos. Una historia de amor, Rock’n’roll y pequenos tatuajes que lo significan todo. Saga Let’s Rock 2

  • La chica que dibujaba sonrisas de Ada Lewis

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    Cuando Claire le ofrece a Nora pasar unas semanas en un apartamento de su familia en Londres no duda en aceptar la propuesta.
    Nora necesita escapar de su pasado, del dolor que le persigue desde hace anos. Por eso ve el viaje como una gran oportunidad de alejarse de Barcelona y de todo lo que ello conlleva.
    Pero lo que nunca habria imaginado es que en Londres conoceria a alguien que le haria replantearse todo lo que habia creido sentir hasta ahora. Y aprendera que el pasado te persigue por mucho que huyas de el.

  • Comunidad de Ann Patchett

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    Un domingo por la tarde en el sur de California, Bert Cousins aparece sin invitacion previa en la fiesta del bautizo de Franny Keating. Antes de terminar el dia, ha besado ya a la madre de Franny, Beverly, y ha puesto en marcha la disolucion de dos matrimonios y la union de dos familias. Comunidad explora los ecos que este encuentro fortuito despierta a lo largo de cinco decadas en la vida de los cuatro progenitores y los seis hijos involucrados. Los ninos Keating y Cousins pasan los veranos juntos en Virginia, donde forjan un vinculo duradero basado en la desilusion respecto a sus padres y el afecto extrano y sincero que crece entre ellos. Cuando Franny, a los veinte anos de edad, comienza una relacion con el legendario autor Leon Posen y le habla de su familia, la historia de sus hermanos deja de pertenecerle. La infancia de Franny se convierte en la base de un libro de gran exito de Posen, lo que termina por llevarlos a aceptar sus perdidas, sus sentimientos de culpa y el vinculo profundamente leal que sienten entre si. Contada con tanto humor como desgarro, Comunidad es una reflexion sobre la inspiracion, la interpretacion y la propiedad de las historias. Es un relato tierno y brillante basado en los grandes lazos del amor y la responsabilidad que nos unen.

  • Mi bombero dominante de Anastasia Lee

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    Lisa es una bombera que desea comenzar una nueva vida. Luego de romper su compromiso con un hombre que la enganaba, ha decidido concentrarse en su carrera; batallar el fuego y salvar personas. Sin embargo, bajo su fachada fuerte y feminista yacen muchas inseguridades y soledad.
    La noche antes de su primer dia de trabajo en un destacamento nuevo, se emborracha y tiene un torrido encuentro casual con un misterioso hombre de cabello negro y un dragon tatuado en su brazo. A la manana siguiente, ademas de una enorme resaca, Lisa descubre que ese hombre misterioso es Jack, jefe del departamento de bomberos, y su nuevo jefe.
    Su caracter dominante choca con el de Lisa, pero a la vez una potente atraccion les impide trabajar juntos.
    ?Podran Lisa y Jack llegar a un tratado que les permita trabajar juntos? ?o se rendiran a la lujuria? ?y cuando esa lujuria se convierta en amor?

  • Asi es como la conoci de Luciana V. Suarez

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  • La caricia del verdugo de Alejandro Feito

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    Radu Dumukrat no es un sicario cualquiera, es tal vez el ultimo de los mulobeng, una antigua casta de guerreros y asesinos de etnia romani. Santiago Matesanz, alias el Segador, es un criminal convicto, antiguo miembro de la organizacion corsa conocida como la cofradia de Partinello. Diferentes, aunque igualmente letales, ambos se ven forzados a aceptar sendos trabajos que les llevaran a sumergirse en una cruel lucha de poder entre los mas poderosos carteles de la droga de la costa azul; una guerra que tenira de sangre las calles de la vieja ciudad de Marsella. Antagonistas mortales a pesar de no haberse conocido siquiera, cada uno debera enfrentar los mas oscuros secretos de su pasado al verse inmersos en un intrincado dedalo de enganos, mascaradas y traiciones.

  • Aunque tu y yo nunca, tu y yo siempre de Ariadna Tuxell

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    Gala es azafata de vuelo y adora su profesion. Disfruta viajando por el mundo junto a sus dos companeras de trabajo, Aitana y Dafne, quienes se han convertido en sus inseparables amigas y con las que comparte muchas horas de su vida.

  • ?Viernes o te vas?: Querido destino, no seas cabron de Nina Minina

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    Seamos serios y pongamonos en situacion. Imaginate por un momento que un buen sabado te levantas de la cama con un resacon en las venas brutal y que unos seres friquibundos, que no conoces de nada, han invadido tu espacio vital y estan dilapidando tus ultimas reservas de ibuprofeno. Ademas, la que dice ser tu amiga, te diagnostica el sindrome de Korsakoff y se queda tan pancha. A ver, veamos. ?a ver si va a ser verdad?, porque tu. lo de ayer como que no lo recuerdas mucho, ?verdad?
    Por lo visto, alguien perdio la brujula al completo y todas las sospechas apuntan directamente hacia ti, y yo me pregunto: ?Por que tuve que beberme hasta el agua de los floreros justo el dia en el que supuestamente iba a conocer al amor de mi vida? Querido destino, ?como puedes ser tan cabron?
    Una alocada historia sobre poderes ancestrales y sirenos.

  • La sonrisa de los pajaros de Lea Velez

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    Alma, periodista y escritora de treinta y cuatro anos, regresa a Paraiso, la urbanizacion en pleno campo en la que vivio hasta la adolescencia, veinte anos despues de que un tragico accidente acabara con su
    felicidad familiar. Llamada por un impulso inconsciente, alquila la casa en plena naturaleza donde crecio para tratar de reencontrarse con los recuerdos, en la esperanza de que sirvan de respuesta a sus preguntas vitales.

  • Lo primero es no hacer dano de Sonia A. Kirchen

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    En la vida todo suma, lo bueno, lo malo y lo regular. Es una sucesion de desajustes que conseguimos falsear hasta enderezarlos, creyendo que cuanto nos ocurre conviene, animados por un falso eslogan de bienestar.
    Pero ?que pasa si no te sientes duena de tus decisiones?
    ?Si amas tu profesion, mas no ejerces como deseas?
    ?Si las mentiras comienzan a ser menu de plato fijo?
    ?Si piensas mas en Thor que en tu marido?
    ?Que sucede cuando ya no eres feliz?
    Yo vi mi tiempo tan <> que de nuevo me guie por la sabiduria de Coral, experta en como disfrutar bajo cualquier circunstancia y docta en exprimir el jugo a los segundos hasta la ultima gota.
    Siguiendo su consejo, me traslade a Albricias, y ni en mil anos habria sospechado lo que el destino tenia previsto para una estirada pediatra de ciudad, ni como cambiaria mi manera de enfrentarme al misterio, al panico, a la perversidad, a la perdida y al amor.
    Y asi, sin pretenderlo, me codee con la maldad. con la muerte, y escapando de su guadana, consegui que mis semanas fueran de siete vidas.

  • Paris para uno y otras historias, Jojo Moyes de Jojo Moyes

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    De la autora de Yo antes de ti, una sensacional coleccion de relatos llenos de romanticismo, humor y emocion.

  • Conversacion bajo la lluvia de Jessica Machado

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    Era de dia, era de noche, era de tarde. Era un tiempo sin tiempo. Fueron horas, minutos, segundos que no pasaron y que se esfumaron en el viento.
    Las estrellas brillaban, el cielo era unicamente alumbrado por la luz de la luna, el sol cegaba a la vista, los pajaros y los grillos cantaban todos al mismo tiempo.
    Era una cupula de cristal en la que el tiempo no pasaba, donde el tiempo no existia.
    Era su cuarto. Ese lugar magico y tragicamente real que me tomaba como rehen. La musica sonaba y al mismo tiempo el silencio era impregnable.
    Diez anos despues de dejar de ver a su primo del cual se enamoro perdidamente al ser solo una adolescente, ella intentara hacerle saber sus sentimientos. ?Lograra encontrar la valentia de decirle lo que ha callado por anos?

  • El Jefe esta prohibido de Pia Brooks

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    Capitulo 1 Llueve. No es que no me guste la lluvia, lo haria si supiera que con ello caminaria con alguien bajo las pequenas gotas para ir a ninguna parte solo por cogernos de la mano y pasar el tiempo juntos, pero si lo que tengo que hacer es encerrarme todo el dia en una oficina enorme que parece pequena de la cantidad de personas que estamos trabajando en ellas, la cosa cambia un poco. Soy una tia algo peculiar, me lo recuerdo mientras compruebo por decima vez que he cerrado el coche, siempre me ha dado panico pensar que cuando salga no va a estar donde lo deje. Como si fuera tan facil robar un coche. Me coloco el panuelo del cuello con doble nudo a pesar de que se a ciencia cierta que en cuanto haga un poco de calor me entrara un agobio tremendo mientras consigo quitarmelo. Los tacones resuenan en la entrada del edificio, tan blanca y perfecta como todo lo que alli sucede. Una compania de modelos en la que se cuida de todo, hasta el minimo detalle. No me gusta en exceso la ropa que tengo que llevar pero, entiendo, o quiero entender, que para fotografiar diosas no puedo ir de cualquier manera. Llamo al ascensor y repiqueteo en el suelo mientras estiro un poco de ambas mangas de la americana. Por fin se abre, este maldito ascensor se rompera en algun momento. Siempre tardando un siglo. Me subo y agradezco que nadie mas lo haga. No estoy a gusto en los espacios cerrados que encima quieren albergar mas gente de lo que se debe. Pone maximo seiscientos kilos, pero no hace falta apurar por el amor de dios, que la gente quedandose en quinientos noventa y nueve va con una sensacion de seguridad que acojona. En el ultimo momento alguien detiene el ascensor. Genial. Solo veo un reloj demasiado caro en un primer momento, despues, Tom Harper, jefe de la compania se deja ver. Sube sin disculparse por la interrupcion. Supongo que eso de que el edificio sea tuyo te da una autoridad prepotente. Tendremos mas o menos la misma edad, pero a mi, el, me parece mucho mas mayor. Se podria esperar de un chico de treinta anos, de muy buen ver y forrado, que aprovechase para ligar con las modelos que entran y salen de este santo edificio, pero no. Y eso, lo hace mucho mas irritante. Trata a todo el mundo como si fueramos maquinas, sin sentimientos y ademas, sin horarios. Nunca es voluntario nada en cuanto al trabajo extra se refiere. Le miro un instante. Tiene la mirada fija en su carisimo reloj, como si no entendiese por que tardamos tanto en llegar a la planta correcta. Es verdad. Estaba tan distraida en criticar mentalmente a mi extrano jefe que no habia caido en la cuenta de que no oigo ya el ruido del motor. - ?Se ha parado? -Mi voz ha tenido que sonar dos tonos por encima de lo que deberia. Tom Harper me mira evaluandome con sus grandes ojos marrones y oscuros. -Digame que no se ha parado. -Nos sacaran en unos instantes, no se preocupe. -Su voz calmada me irrita mas. Intento sacarme el panuelo de la garganta. Este espacio es muy pequeno. ?Que hay del oxigeno? ?Por que no nos sacan ya? ?Es que da igual que vaya a morir el jefe de la estupida compania? Respira, Catherine. Mi voz me habla para que intente ser racional, pero eso es imposible. ?Por que el panuelo no se quita? Mi mano tiembla un poco. -Relajese. -Las manos tranquilas y seguras del jefe me quitan el panuelo desanudando sin prisa el lio que se habia hecho. -Quite. -Necesito salir de aqui ya. Me deshago de la americana y abro los primeros botones de la camisa para que vuelva el aire en mi pecho. -Tiene que relajarse, por dios. -Su voz parece mas irritada y me pregunto si tambien es claustrofobico. No, no lo parece. Esta demasiado tranquilo. Se quita la chaqueta de su traje y aunque debe haberle costado un dineral la dobla y la deja en el suelo. -Venga. -Su mano rodea mi muneca y sin parar de intentar tomar aire le sigo. Me sienta en el suelo y pone su chaqueta detras de mi cabeza. - ?Como se llama? -No le contesto. Ni si quiera sabe quien soy y eso que hago la mayoria de las fotos que le hacen ser tan estupidamente rico. - ?Trabaja aqui o viene a alguna reunion? -Idiota. -Es lo primero que sale de mi boca y no puedo evitarlo. Voy a morir y a pesar de haber sacrificado gran parte de mi vida social por ser la mejor en lo que hago no me reconoce ni mi jefe. Si salgo con vida de esto quiza deberia reconsiderar mis prioridades. -Me aprieta el sujetador. -Lo menciono en alto mientras empiezo a ver borroso. ?No piensan ni si quiera intentar sacarnos de aqui? - ?Me oye? -Noto que empieza a trastear por debajo de mi camiseta con decision. Un minuto despues puedo subir bajar el pecho algo mejor. Ha abierto el clic del sosten. Su nariz esta muy cerca de la mia y si no estuviera tan mareada me podria fijar bien en la fina linea de sudor que enmarca su musculado cuello. -Ya nos van a sacar de aqui. -Intenta levantarse y yo necesito que siga apretando su mano con la mia asi que le retengo. Me mira con intensidad. -Hable de lo que sea. No pienses en el hecho de que estamos encerrados. O de que, por lo visto, soy un idiota. -Se sonrie un poco cuando se insulta asi mismo. -Me llamo Catherine. Soy su fotografa estrella. -Me encojo de hombros y espero solo morir asfixiada. -Pero claro, usted esta muy pendiente de ir al gimnasio y a clases de como ser un borde y ni siquiera sabe ponerme cara. -En realidad. -Se acerca tanto para contestarme que mientras que susurra a mi oido puedo aspirar su fragancia a jabon limpio y masculinidad. -No deberia hablarme asi y menos si me dice su nombre. -Se rie un poco y eso hace que me encoja. ?Es excitacion lo que he sentido? -Se que usted piensa que no, pero, saldremos de esta y se arrepentira de todo en cuanto se le pase el ataque de panico. Quiero contestarle que solo le he dicho lo que todo el mundo piensa. Que no me confunde con su sonrisa encantadora y su cuerpo mas que visible con el sudor haciendo que se transparenten sus abdominales por la camisa blanca de algodon. Pero un tintineo agudo me lo impide. Las puertas se abren y veo al padre del jefe poner mala cara. El senor Harper tampoco era muy amable con los empleados cuando estaba a cargo. Hay mucha otra gente que se preocupa por el estado de salud de Tom. La gente se arremolina y se va conforme hablan con el. Ha podido salir con mucha elegancia a pesar de tener que subir con su propia fuerza la separacion entre donde se ha quedado atascado el ascensor y el piso desde el que nos han abierto. Las voces se van alejando un poco y me pregunto por un instante si es que piensan dejarme aqui. Claro, el senorito ya ha salido. A las empleadas que nos den. -Hay una empleada abajo. -La voz de Tom Harper no expresa emocion alguna. Posiblemente me saca de aqui por cortesia antes de despedirme. Pero, ahora mismo, poco me importa. El aire esta entrando por el hueco a bocanadas hasta mi y eso, es lo unico que importa. -Senorita. -Un bombero cae dentro a mi lado. Es bastante alto y me mira con amabilidad. - ?Esta bien? -Asiento sin mucha conviccion. - ?Es claustrofobica? -Asiento mientras me tiembla un poco el cuerpo. Tengo ganas de llorar. -La saco. Sus fuertes brazos me elevan y solo tengo que darle las manos a otro bombero que me tiende las suyas cuando yo ya estoy practicamente fuera. -Gracias. -Alcanzo a decir en el momento en el que ese primer bombero, apuesto por cierto, me lanza una sonrisa al salir detras de mi. -Deberia tomarse el dia libre. Su jefe lo comprendera. -Me da una botella de agua y se va tras preguntarme varias veces si necesito algo. "Su jefe lo comprendera". !Por supuesto que no! Porque ni siquiera ha tenido la decencia de esperar a que saliera de ese ascensor. Mi reloj digital pita y me percato de la hora que es. Tardisimo. Deberia estar en la sesion de fotos que llenaran las hermosas calles para este otono. Corro como puedo por las escaleras los pisos que quedan a pesar de que deberia sentarme para recomponerme. Al llegar al piso numero once abro la puerta que da al estudio y me doy de lleno con alguien que parece estar dispuesto a romper mi nariz con su hombro. -Es usted un iman de mala suerte. -Miro a mi jefe atonita. -Me ha manchado el traje. - Observo su perfecta chaqueta con un puntito de sangre que debe haber salido de mi nariz. -Va a hacer las fotos de otono usted, senor Harper. -Sin decir nada mas doy media vuelta para irme directamente por las escaleras hacia mi coche.

  • El doctor (Seleccion RNR) de Bel Diciembre

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    La casa era imponente. En medio de la campina inglesa, sus muros grises se alzaban majestuosos. Con una altura de tres pisos, mas de mil metros cuadrados por planta y una extension de casi tres mil hectareas, no cabia duda de que la mansion del Conde de Gloucester era una muestra del poderio de aquel noble ingles. Martin caminaba despacio intentando seguir el ritmo que su padre, con la pierna lesionada, no tenia mas remedio que tener. Pero eso le permitia apreciar con mayor capacidad toda la inmensidad del lugar en el que se encontraba. Sin embargo, su padre no paraba de grunir y resoplar. --No te preocupes. Vamos con tiempo suficiente. --Martin intento tranquilizarle sabiendo que el sufria siempre por mantener lo que consideraba las minimas formas, y entre las que se encontraba el guardar una correcta puntualidad. --Lo se, hijo, pero me siento un inutil viendo como debes contener tu paso. La edad no perdona y esto solo es una muestra de lo que puede pasarme en un futuro muy cercano. --No digas tonterias. No hay ningun futuro cercano que anuncie calamidades y, cuando llegue el futuro lejano al que te refieres, tendras tu propia casa y el jardin en la misma puerta para poder regarlo si quieres desde la misma ventana, sentado en tu butaca. De eso me encargo yo, te lo aseguro. El senor Golsmith miro a su hijo con orgullo. Tenia ya veintisiete anos y habia heredado la hermosura de su madre, pero con una masculinidad propia. El color de su pelo era rubio mientras que sus ojos se acercaban al gris profundo abandonando el azul. Sin embargo, estaban siempre brillantes, muestra de una fuerte personalidad, curiosa y avida de conocimientos, que disfrutaba con lo nuevo y lo antiguo sin distincion. El cuerpo atletico era el de alguien que siempre ejercia algun que otro ejercicio fisico y todos los esfuerzos realizados por su educacion se dejaban ver en sus gestos y maneras, propias de cualquier miembro de la aristocracia. El senor Golsmith nunca habia ahorrado una sola libra en esa formacion pero, ademas, habia tenido la inmensa suerte de que el marques de Standford, con quien estuvo trabajando durante mas de veinte anos, le dejo en herencia una cantidad que para John Golsmith fue toda una fortuna. Aquel dinero se dedico en su integridad a su unico hijo a quien, con catorce anos, envio al mejor college de Inglaterra. Conocia los riesgos de esa decision. Relacionarse con la aristocracia cuando tus origenes eran tan humildes como los que correspondian a un simple jardinero no iba a ser facil para su hijo. Pero tambien era cierto que los tiempos estaban cambiando y que ya no era imprescindible poseer un titulo nobiliario para acceder a las mejores posiciones e, incluso, ser miembro del Parlamento. Martin demostro ser un muchacho con una tremenda personalidad. Nunca se acomplejo ni se amilano ante sus companeros de altisima clase social. Muy al contrario, su caracter bondadoso, su liderazgo natural y su privilegiada capacidad intelectual le granjearon, en muy poco tiempo, grandes amigos entre los que se contaban el vizconde de Ressy y el conde de Charmington. Junto con ellos, estudio aquellos primeros anos y nunca perdieron la amistad pese a que cada uno escogio caminos diversos para completar su formacion, desde el mundo de las finanzas para el conde de Charmington hasta la formacion en naviera militar preferida por el vizconde de Ressy, pasando por los estudios de medicina que habian sido la pasion de su hijo desde que, a los ocho anos, se habia quedado sin madre por una enfermedad que fue tan devastadora como cruel y repentina. El orgullo de ir conociendo como su hijo iba progresando personalmente fue un sentimiento mucho mas poderoso que la anoranza de no verlo mas que muy de vez en cuando. Durante todos aquellos anos se habian escrito cartas casi con frecuencia semanal y en todas ellas su hijo siempre le informaba de los mas nimios detalles, al tiempo que nunca olvidada transmitirle un carino que parecia ser incombustible a la distancia sin que nunca mediara un solo reproche. Era una prueba mas del caracter bondadoso de aquel muchacho, que habia sido siempre una constante en su personalidad. Sin embargo, lo cierto era que cada vez que lo miraba, John Golsmith veia a un hijo fisicamente muy diferente y a veces temia no poder reconocerlo en la siguiente ocasion. No era de extranar, la visitas que siempre suponian el traslado del padre donde estuviera su hijo, solo se producian una o dos veces como mucho al ano, y por muy breve tiempo. Para John Golsmith no era facil viajar porque suponia abandonar su trabajo y tenia un coste importante. Traer a Martin a su lado tampoco era simple. Los jardineros siempre vivian en casas muy humildes y pequenas ubicadas en las propiedades que cuidaban. Pero, por encima de todo, Mr. Golsmith queria evitar que su hijo tuviera que conciliar de una manera excesiva sus posibilidades y entorno con lo que significaba su propia familia

  • Bajo cielos lejanos de Sarah Lark

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  • La pintora de estrellas de Amelia Noguera

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    Una historia sobre el exilio, la guerra, la traicion y el amor no correspondido. Un relato sobre el valor de una mujer y la memoria de un hombre que necesita redimir su pasado.

  • Finge que me quieres de Lucy Score

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    Una casa, un trabajo y un novio increible durante un mes. ?Que podria salir mal?

  • Secretos bajo mi piel de Susana Mohel

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    !Boom! Suena el primer golpe. ?Que diablos? !Boom! Aqui va otra vez, freno en seco, obligando al coche de atras, a pararse tambien. Miro por el espejo retrovisor y solo alcanzo a ver una pequena cabeza oscura reclinada sobre el volante. !Lo que me faltaba! Encabronado, abro la portezuela de mi recien estrenada camioneta dispuesto a enfrentar al imbecil que me acaba de chocar. Estoy listo para dar pelea. El dia que habia comenzado como uno realmente malo, acaba de convertirse en una verdadera mierda. Y lo que es peor, todavia no he dado con un plan para salir a flote. Maldicion. Al llegar a la puerta del viejo Toyota, me encuentro con que el conductor es una mujer, una que, de hecho, parece bastante joven. El sonido de las risas de un nino pequeno me deja ver que no viene sola. Bueno, al menos para alguien esto ha sido de lo mas entretenido. Abro la portezuela, con la intencion de ver que tan graves han resultado ser sus heridas, a la velocidad a la que ibamos probablemente no se trate mas que de una contusion o algo por el estilo. Le toco el hombro, mi rabia se ha transformado en preocupacion y, a pesar del dolor de cabeza que amenaza con reventarme las sienes, tengo que actuar rapido. Por fortuna, ella se mueve, levantando su cabeza voltea a verme y me encuentro con los ojos verdes mas impresionantes que he visto alguna vez. --?Esta usted bien? --Atino a preguntarle. Mentalmente me doy una bofetada, claramente no se encuentra bien, no estoy del todo seguro de que sea a causa del accidente, pero la chica esta en un claro estado de shock. --Voy a llamar a la ambulancia --le informo al ver la herida sangrante que tiene en la frente. Ella abre los ojos todavia mas, aterrada con el sonido de mis palabras. --Alguien tiene que atenderte --trato de persuadirla para que acepte. Con la cabeza, hace una negacion casi imperceptible, pero he captado con claridad su mensaje. Esta aterrorizada, ?de que? Esa pregunta salta una y otra vez. --Necesito irme, irme lejos --la escucho murmurar, mientras freneticamente mira hacia todos lados --. Mi hija, mi hija. --Tranquila --le digo tomandola por los hombros, la nina esta tranquila, creo que para ella esta en medio de un parque de diversiones. Intenta levantarse, pero, con mis manos todavia sobre sus hombros, la detengo. Me tomo un momento para observarla mejor, es bastante joven, no creo que tenga mas de veintitres, lleva una larga mata de cabello oscuro recogido en un mono suelto, bueno, el intento de este. Lleva puesta una vieja camiseta que le queda enorme y unos jeans bastante gastados. Sin embargo, el coche esta casi escrupulosamente limpio y la nina se ve bien cuidada. De nuevo, como un anuncio de neon la pregunta titila, ?de que huye? --?Tienes seguro? --Le pregunto volviendo al aspecto practico, sus problemas no son los mios, lo importante aqui es resolver el asunto de su herida y que la vida siga, ya me encargare de hacer que arreglen la defensa de mi camioneta, no es como que voy corto por un par de dolares. --Necesito irme --repite. --No puedes conducir en ese estado --susurro apartando el cabello de su rostro, buscando con mis dedos la herida, que sigue sangrando. No tardo mucho en encontrarla, es un corte de menos de dos centimetros, que seguramente se hizo al golpearse con el volante. Tomo del bolsillo trasero de mi pantalon el panuelo de lino que siempre llevo conmigo --y que hoy me siento especialmente agradecido de traer-- y, haciendo algo de presion, cubro la herida con ella. La chica se dobla, creo que en medio del subidon de adrenalina que esto le ha causado, no es consciente del dolor. --Ok --le digo tras un minuto de silencio--, creo que ya esta. ?Sabes? Las heridas en la cabeza suelen ser bastante escandalosas, sangran mucho, varios sustos se llevo mi madre conmigo cuando era nino, en ese entonces era bastante inquieto y nunca paraba de hablar. Si, aunque usted no lo crea, en ese entonces era peor.

  • Mujeres sin tacones que vuelan alto de Yolhanda Munoz

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    Bien podrias ser tu la protagonista de este libro, porque todas somos un poco Olivia.

  • Morder la manzana: La revolucion sera feminista o no sera de Leticia Dolera

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    Es este uno de esos libros esenciales que nacen de la necesidad y de la urgencia. Porque Leticia Dolera necesita contar por que es feminista y por que todas deberiamos serlo. Un camino vital en el que se ha encontrado con personas inspiradoras, lecturas reveladoras, anecdotas --de las buenas, de las malas y de las peores-- vividas muy de cerca o en primera persona.
    Este libro es tambien la historia de mujeres valientes que marcaron el camino y cuyo ejemplo nos ayuda a despertar nuestras conciencias y tambien a ensenar a las mas jovenes.
    Empezando por Eva, la primera que mordio la manzana, esta es una historia sobre todas las mujeres. Porque Leticia Dolera nos invita a abrazar una causa, que es la de todas las personas que sonamos con una sociedad justa.
    Por mucho que nos hayan repetido que Eva peco al morder la manzana, nosotras sabemos que aquello fue precisamente lo que la hizo sabia. Entonces ?que?, ?te apetece una? Una obra de empoderamiento feminista para todas las edades.

  • Frecuencia modulada, Gonzalo Castro de Gonzalo Castro

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    A veces la amistad con un amigo se convierte en fascinacion por su novia. Quiza esto no deba resultar tan extrano: los mismos rasgos que hicieron que nos acercaramos a esa persona aparecen potenciados en alguien del sexo opuesto que lo acompana y tambien disfruta de nuestra presencia. El problema con esa situacion es que nos lleva a decidir por la lealtad o por lo que dicen nuestros sentimientos.

  • Me vuelves Loco con solo una Mirada (Casados 1) de Olivia Saint

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  • Lady V. no quiere casarse de Veronica Mengual

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    Lady V. ha resuelto ser una mujer sofisticada, sin ataduras, desdenosa de los compromisos. No le importan, incluso, las maledicencias y las murmuraciones que se hacen sobre su nombre. La libertad en su vida cotidiana, la liberalidad en el amor, la espontaneidad de sus decisiones la guian hasta que optar se le haga ineludible: hasta que su deseo la obligue a elegir.

  • Vuelveme a enamorar de Sarah Rusell

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    Martina despierta sin poder imaginarse que lleva un mes en el hospital, en coma, tras un accidente. No solo ha perdido la memoria, tambien todo su mundo.
    Nelson, un chico que va a verla al hospital y al que ella no reconoce, la ayudara.
    Nelson y Martina mantenian una relacion y el estara alli en cada momento para ayudarla a que los recuerdos vuelvan a su mente.
    ?Volvera a enamorarse de el?

  • Amor de Hanne Orstavik

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    Esta es la historia de Vibeke, una madre soltera, y de su hijo, Jon. Se acaban de trasladar a una pequena localidad perdida en el norte de Noruega. Es el dia antes del noveno cumpleanos del nino y una feria ambulante ha llegado al pueblo. Mientras la madre se dirige a la biblioteca, Jon recorre las calles vendiendo numeros de la loteria de su club deportivo. En esa noche fria de invierno, son dos personas que viajan separadas. Esta es una envolvente e implacable novela que ahonda en la relacion entre una madre y su hijo, una historia sobre el amor o su ausencia.

  • La locura de Dangelys (Trilogia Locura 3) de Chloe Magne

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    Dangelys Neymar es, probablemente el icono femenino juvenil mas famoso de Brasil, mediaticamente hablando. Y no por casualidad. Pocas modelos pueden presumir del carisma, el angel y el exito que logra cosechar en poco tiempo tras desfilar en Paris y aparecer en la portada de la edicion francesa de Vogue. Nacio para comerse el mundo. Por eso sorprendera a todos despues de la boda de Chloe y Gael con la noticia de su firme decision de abandonar la industria de la moda para mudarse a New York y centrarse en sus estudios de Criminologia. Sobretodo a Lucas, que escuchara de los labios de la viva encarnacion de la mujer con caracter, duena de una personalidad arrolladora y exotica belleza, como le exigira desaparecer de su vida y prometerle que no volvera a verla nunca mas.

  • Al escondite ingles de Reina Gonzalez Rubio

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  • Amante y Cautiva (Millonarios italianos 2) de Florencia Palacios

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    En un oscuro rincon de una ciudad italiana perdida en la lujuria y el vicio, una guapa e inocente chica es subastada y vendida al mejor postor. Pero ella esta feliz pues acaba de escapar de la miseria y el terror.
    No imagina que ese guapo millonario italiano que ha pagado por ella tanto dinero, quiero algo mas que su virginidad. la quiere a ella por entero, cautiva y prisionera.

  • La caverna de Jose Saramago

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    Con las dos novelas anteriores Ensayo sobre la ceguera y Todos los nombres, este nuevo libro de Jose Saramago, forma un triptico en que el autor deja escrita su vision del mundo actual.

  • Esta noche dime que me quieres de Federico Moccia

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    Tancredi es uno de los hombres mas ricos del mundo. Joven, apuesto y brillante, es incapaz de entregarse al amor por culpa de un terrible incidente ocurrido anos atras. Sofia era una joven promesa del piano, hasta que una estupida discusion con su novio Andrea cambio su vida para siempre. Alegre y sonadora, decidio aparcar su carrera y sus suenos para cuidar de Andrea, en silla de ruedas tras aquella fatidica noche. Tancredi y Sofia. Dos mundos diferentes, opuestos, como el dia y la noche, se veran unidos, al fin, por la lluvia y el destino.

  • Tormenta de guerra de Victor Maya

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    Mare Barrow aprendio que toda victoria tiene un precio cuando fue traicionada por Cal. Ahora, decidida a proteger su corazon y a asegurar la libertad de los Rojos y los nueva-sangre como ella, Mare resuelve derrocar el reino de Norta de una vez por todas. comenzando con su nuevo monarca, el rey Maven. Pero ninguna corona se conquista sola y antes de que los Rojos se levanten, Mare debe unirse al muchacho que le rompio el corazon para poder vencer al joven que casi acaba con ella. La guerra esta a punto de estallar, y aquello por lo que Mare ha dado su vida se encuentra en juego. ?Sera suficiente lograr la victoria para destronar a los reinos Plateados o se acallara a la Nina Relampago para siempre?

  • Cronica jonda de Silvia Cruz Lapena

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    Cronica jonda es una road movie flamenca, un viaje por Espana y por el tiempo, con desvios que llevan a festivales de musica en Amsterdam y a hospitales al borde del colapso.

  • Entregarse a lo Prohibido (Entregarse 1) de Priscilla West

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    --?Ya te vas? Hice todo el esfuerzo que pude para no despertar a mi companera de apartamento mientras juntaba la pila de documentos del cliente que descansaba sobre la mesa de la habitacion del hotel. Riley Hewitt tenia sueno pesado, especialmente si habia salido y bebido la noche anterior, su pasatiempo de vacaciones preferido. Por eso me sorprendio cuando levanto la cabeza rubia rojiza de debajo de las sabanas. Aparentemente, no habia hecho el silencio suficiente. --Perdoname por despertarte. Me tengo que encontrar con Richard abajo en unos minutos, asi que solo estoy recogiendo las cosas. --La noche anterior habia estado leyendo cuidadosamente la estrategia de cliente con mi supervisor, Richard Hamm, en su habitacion del hotel, como si ya no la hubiesemos examinado decenas de veces la ultima semana. Cuando volvi a mi habitacion, examine nuevamente los materiales, memorizando cada detalle, reproduciendo mentalmente la secuencia de eventos que llevarian a conseguir este cliente para nuestra compania. Cerrar este trato significaria mucho para mi carrera: las empresas de gestion de patrimonios prestigiosas no tenian la costumbre de dejar que analistas con apenas tres anos de experiencia volaran a Ciudad del Cabo, Sudafrica, para captar clientes de mil millones de dolares. Habia sido solo gracias a una serie de acontecimientos afortunados --un grupo de empleados de alto rango que renuncio para comenzar su propia empresa, mi reciente ascenso y un encuentro casual con uno de los directores en la cafeteria-- que me encontraba en esta situacion. Decir que esto era algo grande seria subestimarlo. --No te preocupes. --Bostezo y se restrego un ojo sonoliento mientras hacia un ruido que sono como algo entre un gemido y un gorjeo--. De todos modos, me queria levantar. Desayunar algo, ir a ver algo de television extranjera. No todos los dias puedes ver a Abelardo hablando en afrikaans. ?Estas lista para la reunion? Dios, eso espero. Deberia estarlo despues de tanta practica y preparacion. Por suerte, las mariposas que revoloteaban en mi vientre me daban mas energia que la que una taza de cafe podria darme jamas. --Creo que estoy lista. Ademas, Richard es quien se encargara de la mayor parte de la conversacion. Tiene anos de experiencia en esto. Yo solo estoy como apoyo. Su sonrisa de victoria destello--: Y para ser el rostro bonito. Lo haras excelente, Srta. Egresada de Harvard. Le saque la lengua juguetonamente. Riley era de Staten Island y realizo los estudios superiores en NYU. Aunque ambas terminamos trabajando en el mundo de las finanzas, Riley era una contadora especializada en asuntos impositivos para corporaciones gracias a la orientacion de sus padres y, con frecuencia, me recordaba que su trabajo era mucho menos emocionante que el mio. Sin embargo, ella generaba muchas de sus emociones durante sus descansos. La puerta de su dormitorio que giraba permanentemente garantizaba que siempre tuviera una historia jugosa para contar en nuestras "noches de cita" de mojitos y comida mexicana semanales. Al observarla examinar un menu de servicio de habitacion reflexione por millonesima vez que tenia una suerte increible al tenerla en mi vida. Nos habiamos conocido en un seminario insensibilizador, al que nos enviaron del trabajo, sobre la Expansion de la Productividad Corporativa en la Facultad de Negocios Stern de la NYU, donde no aprendimos absolutamente nada acerca de como expandir la productividad corporativa y casi todo acerca de cada una durante un periodo de tres horas. Desde entonces, ella ha sido el yin de mi yang, la guerrera de fin de semana de mi bibliotecaria. Con frecuencia, bromeabamos acerca de enviarle a NYU una linda canasta con frutas en agradecimiento, aunque Riley siempre respondia: "los doscientos mil que deje alli para un titulo en Filosofia es suficiente agradecimiento". Aun asi, no podia suprimir la ola de alegria que me inundaba cada vez que pasaba frente a la imponente facultad de negocios de acero y vidrio mientras caminaba hacia el gimnasio; sabia que, sin Riley, mi estadia en Manhattan hubiese sido tan fria y solitaria como los anos en Harvard. Cuando le conte que iba a hacer un viaje de negocios a Ciudad del Cabo por una semana, insistio en usar sus vacaciones para acompanarme, para mi satisfaccion. Pasar el rato con ella en la playa seria mucho mas divertido que tomar sol sola o --que Dios no lo permita-- con Richard. Guarde el ultimo de los expedientes, cerre la mochila y me alise la blusa celeste y la falda de tubo negra. El atuendo habia sido meticulosamente combinado para mezclar profesionalismo y estilo. Formaba parte de la estrategia. --?Como me veo? --Te confiaria mis millones de dolares (si los tuviera). --Esperemos que el chico malo multimillonario Vincent Sorenson piense lo mismo. --Te he visto trabajar sin parar para esta reunion durante un mes. Estas mas que preparada, nena. De cualquier manera, esta noche nos vamos a divertir. No te olvides de eso. Por supuesto, una tarde y una noche completas de aventura con Riley: la dulce recompensa por despertarme condenadamente temprano para captar un cliente que, segun mis investigaciones, era muy dificil. Saludando con la mano, sali de la habitacion del hotel y baje por el ascensor hasta el vestibulo para encontrarme con Richard. Mientras daba un paso hacia las baldosas de marmol y los tacos golpeteaban, verifique la hora. Las 7:30 a. m. en punto. Habiamos acordado encontrarnos una hora antes de la reunion, para darnos tiempo suficiente para caminar las pocas cuadras que separaban el hotel del edificio de la oficina del cliente y repasar cualquier detalle de ultimo momento que hubiera surgido durante el sueno. Dios sabe lo que sone con este momento. Bueno, mas bien parecian pesadillas. Y por alguna extrana razon, todas terminaban conmigo en ropa interior. Localice a Richard sentado sobre el borde de un comodo sillon, con los ojos pegados a su Blackberry. El traje de color gris pizarra y la corbata cerulea lo hacian parecer mas joven. Solo unos pocos mechones de canas revelaban que se acercaba a los cuarenta. --Buenos dias --lo salude. --?Ya desayunaste, Kristen? --me pregunto sin levantar la vista de su Blackberry. Aunque sus malos modales me habian irritado al principio, los ultimos seis meses que trabaje con el me habian ensenado a tener conversaciones enteras sin hacer contacto visual ni siquiera una vez. A menos, por supuesto, que el tema fuera el dinero. En ese caso, Richard era todo oidos. --Tome un jugo de naranja y comi una barra de granola, pero tomaria un cafe. --Pongamonos en marcha entonces. Podemos detenernos a tomar uno. --Tomo su maletin y lo segui al salir del hotel. Cuando nos marchamos del alero del area de valet, la vista del oceano a lo lejos me ayudo a calmar los nervios. Una brisa de manana temprano me despeinaba y el sol de mediados de junio resplandecia. Al tiempo que caminabamos tranquilamente por las calles transitadas de Ciudad del Cabo, disfrutaba de la vista, de los aromas y de los sonidos que no habia observado ayer por haber estado tan ocupada con la preparacion. Altos edificios corporativos que penetraban el cielo, bocinas de autos que sonaban, una mezcla eclectica de personas que viajaban al trabajo, un McDonald's aparentemente en cada esquina... de muchas maneras, me recordaba a Manhattan. Aun asi, la mezcla de colores brillantes, lenguas desconocidas y oleadas de surfistas con rastas que se dirigian hacia la playa para atrapar alguna ola matutina le daba a este lugar su encanto propio. En el camino, nos detuvimos a tomar un cafe y Richard aprovecho la oportunidad para repasar nuestra estrategia. --Cuando entremos al edificio, quiero que seas puras sonrisas, Kristen. Quiero verte los dientes en todo momento. Yo me encargare de la mayor parte de la conversacion, pero tu tambien juegas un papel importante. Puede que los clientes tengan mas dinero que algunos paises pero, primero y principalmente, son personas. Las personas tienen emociones. Los hombres, en particular, son debiles ante el encanto femenino. Tu los ablandas y yo los moldeo. --Solia decir este tipo de pendejadas diariamente, sin absolutamente nada de ironia. Es como si mi papel pudiera reemplazarse por un carton recortado con tetas. Genial. El cumplido con doble sentido de Richard me irrito, pero no me encontraba en una posicion como para estorbar. Aunque hubiera muchas mujeres en el mundo de las finanzas, las esferas mas altas consistian en clubes de hombres con sus propias reglas. No decia nada cuando Richard hacia esos comentarios sexistas, pero eso no significaba que fuera a comprometer mi integridad personal si alguna vez me sugeria que avanzara un poco mas que una sonrisa. Despues de haber estado tres anos en este negocio despiadado, muy pocas cosas podian conmocionarme. --Bien. Un enfoque impulsado por las emociones. --Use sus propias palabras para demostrarle que lo comprendia. Sonrio. --Yo lo llamo el Sistema Hermano. Segun mi experiencia, Vincent es Tipo B. Un aficionado, apasionado por las actividades recreativas, que en realidad no sabe bien como dirigir una compania pero que tuvo mucha suerte. Un CEO desenfrenado y que no se preocupa por los detalles pero que es bueno para delegar responsabilidades a sus vicepresidentes. Al tipo le encanta surfear y machacarsela. Tenia mis dudas acerca de su valoracion, pero me las reserve. Vincent habia comenzado como un surfista avido y fabrico una camara economica a prueba de agua que sujeto a su tabla de surf, lo que le permitia filmar sus logros. Pronto, la generacion de deportistas extremos de YouTube clamaba por una camara similar para sujetar a sus tablas de surf/cuerdas de puentismo/patinetas/paracaidas, y la compania que Vincent construyo de cero generaba miles de millones de ingresos. Mi investigacion habia pintado a Vincent Sorenson como una persona adicta al trabajo --su imperio se habia expandido e incluia un programa de television de deportes extremos, una linea de ropa y tablas de surf hechas a medida--, pero si Google Images pudiera opinar, diria que era un fanatico de la playa todo tatuado, con un bronceado oscuro y ojos con parpados pesados. Un vago con tatuajes y abdominales marcados. Richard continuo mientras cruzabamos la calle. --Estos tipos son bastante predecibles. Todas las demas empresas de gestion de patrimonios que se disputan su dinero se ven exactamente igual sobre el papel. Le hablaran acerca de coeficientes alfa, dividendos, fondos de cobertura, y el no lo va a entender. Queremos que nuestro enfoque destaque. Al demostrar tu interes en lo que a el le apasiona ganaras la mitad de la batalla. Observa, te apuesto a que vestira una camiseta, shorts y sandalias cuando nos reunamos con el. Mi sensibilidad a las suposiciones iniciales incorrectas se activo, pero no iba a discutir con Richard. Nuestra estrategia estaba establecida. Afortunadamente, la confianza de Richard ayudo a mitigar la constante sensacion de que todavia no estabamos preparados. Parecia la ansiedad por los examenes que senti durante toda la etapa de facultad, excepto que ahora fracasar significaba perder millones de dolares en lugar de perder algunos puntos en el promedio general. Cuando llegamos a destino, apenas reconoci la estructura de la torre de nuestra investigacion. --?Vincent es el propietario de este edificio? --No. La compania solamente alquila algunas oficinas en el vigesimo tercer piso para pequenas operaciones en el area. El viene aqui principalmente a surfear. Me asegure de fijarme la sonrisa antes de pasar por la puerta giratoria de la entrada. Luego de registrarnos, subimos por el ascensor hasta el piso de Vincent donde una recepcionista nos acompano hasta su oficina. --Solo golpeen --dijo antes de regresar a su puesto. --?Estas lista? --me pregunto Richard al acercar los nudillos a la puerta. Alli estabamos. Inspire profundamente y lo mire a los ojos: --Hagamoslo. Golpeo la puerta y escuche una voz claramente masculina que nos decia que entraramos. Elevando las comisuras de los labios para darle a mi sonrisa esa ventaja extra, segui a Richard que me guiaba hacia dentro. Mi sonrisa se desvanecio al ver al hombre que estaba sentado detras del escritorio. Se encontraba sereno y poseia un refinamiento masculino que era mas digno de un modelo de Calvin Klein que de un CEO de Fortune 500. Mientras miraba fijamente esos ojos marrones intensos, la nariz pronunciadamente grabada y la boca seductivamente tallada, ubicada en una estructura osea sin duda alguna disenada por un artesano experto, pense por un segundo que habiamos ingresado al estudio de una sesion fotografica. Pero no habia dudas de que este era Vincent Sorenson, en carne y hueso. Las horas que habia pasado analizando sus imagenes con la excusa de la investigacion no me habian preparado --no habrian podido prepararme-- para el real. En la foto mas actual que habia podido conseguir, se encontraba en el mar con el agua hasta la cintura y se acercaba a la orilla con una sonrisa radiante que hacia que se te detuviera el corazon, como si fuese algun tipo de dios sexual mistico ansioso por reclamar sus ofrendas. No resultaba dificil imaginarse a virgenes que se sacrificaban voluntariamente por el. Pero la foto se habia sacado hacia meses y en aquel entonces tenia el cabello rubio oscuro corto. Ahora caia enmarcandole los rasgos como un retrato listo para la exposicion en un museo. Por un instante, lo unico en lo que podia pensar era como se sentiria deslizar las manos por esos mechones sedosos. Mis pasos aminoraron la marcha para igualar el ritmo de la respiracion mientras lo observaba ponerse de pie con elegancia y rodear su gran escritorio de roble, para disminuir la distancia que nos separaba con una destreza sobria. Luego de estrechar la mano de Richard, se quedo de pie frente a mi. Frunciendo el entrecejo con mucha curiosidad, sus hermosos ojos se mantuvieron fijos en los mios, evaluando y analizando con astucia. Me senti extranamente vulnerable y expuesta bajo el peso de aquella mirada, como si estuviese sin ropa, desnuda ante el.