no soy mi adn
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no soy mi adn - Manel Esteller
https://gigalibros.com/no-soy-mi-adn.html?Puedo heredar las enfermedades de mis padres o abuelos? ?Es posible que mis hijos hereden las mias? ?Hasta que punto una disciplina como la epigenetica puede tener repercusion en la prevencion y tratamiento de enfermedades como el cancer, el Parkinson o el Alzheimer?Y, sobre todo, ?que es la epigenetica?Manel Esteller, todo un referente internacional en el ambito de la epigenetica y un excelente comunicador, responde a estas y a otras muchas preguntas en este esclarecedor libro. Y lo hace de una forma muy ilustrativa. A partir de doce ejemplos basados en casos reales y cotidianos, Esteller expone las claves para entender mejor las bases de esta disciplina cientifica y ofrece un panorama de las infinitas posibilidades que genera su estudio. De este modo, los conceptos teoricos encuentran su aplicacion practica en los consejos para llevar una vida saludable que nos permita, en la medida de lo posible, prevenir el desarrollo de alguna de estas enfermedades.
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No soy mi adn Editorial RBA
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NO SOY MI ADN - LAIE
https://www.laie.es/es/libro/no-soy-mi-adn/9788490568347/504108Manel Esteller, todo un referente internacional en el ámbito de la epigenética, responde a muchas preguntas en este libro.
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No soy mi ADN. El origen de las enfermedades y cómo ...
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No soy mi ADN - Manel Esteller - Babelio
https://es.babelio.com/livres/Esteller-No-soy-mi-ADN/36331Críticas, citas extractos de No soy mi ADN de Manel Esteller. #NoSoyMiADN de Manel Esteller ... Añadir crítica. Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...
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Una destacada aprendiz de Regina R.
https://gigalibros.com/una-destacada-aprendiz.html--En B & D Energy, nos enorgullecemos de dos cosas: de conseguir que la gente tenga la energia que necesita en la forma que desea, y de ganar dinero. Durante los ultimos tres anos, hemos conseguido llevar a cabo lo primero y ahora ha llegado el momento de lograr lo ultimo. Tenia a todos los ejecutivos junior reunidos en la sala de juntas. Durante los ultimos tres anos, mi compania de gas natural se habia enfocado en adaptar nuestras necesidades al publico en general. Nos ramificamos y ampliamos a toda la costa este, pero ahora habia llegado el tiempo de enfocarnos en obtener algo de dinero. --Si bien la compania ha estado creciendo, no podemos dejar de comparar los ultimos tres anos con los diez anteriores, y las cifras muestran que nuestras ventas e ingresos en realidad han disminuido --dijo Norman. --Ahora, ?cual es la explicacion instintiva a esa afirmacion? --Nuestra expansion --respondio Julian. --Esa es la respuesta habitual, si. Ahora, ?alguien puede decirme por que esa es una explicacion mediocre? --Porque la expansion a otros estados deberia significar mas consumidores, aunque no deberiamos olvidar las deudas que estamos contrayendo para conseguir el dinero --explico Julian. --?Alguien mas en la habitacion esta despierto? --pregunte--. ?Anderson es el unico ejecutivo que vino a trabajar hoy? Los murmullos de los ejecutivos junior incompetentes rebotaban en la habitacion, y todo lo que podia hacer era suspirar. Julian Anderson era el unico hombre prometedor del grupo, pero incluso el necesitaba un poco de refinamiento. Norman Dyer era mi mano derecha, sin mencionar que tambien era el hombre al cual le compre la compania hace ocho anos. Le estaba yendo bien solo, pero tenia miedo de diversificarse y le asustaba llevar su compania al siguiente nivel. No se puede dirigir una empresa en la base del temor, asi que entre y decidi hacerlo por el. Al principio estaba molesto. ?Por que confiaria en un hombre mas joven, como yo, que entro con un traje a medida y una serie de empresas con las que solo habia pasado unos pocos anos, proclamando que podia resolver todos sus problemas de repente? Incluso, si me pongo en su lugar, hubiera olido a estafa. Pero estaba seguro de mi mismo y le dije que podia pasar dos semanas mejorando todo lo que lo rodeaba, sin costo alguno. Si no le gustaban los cambios y no veia la mejora, yo seguiria mi camino y el ni siquiera tendria que pagarme. Demas esta decir que probe mi punto. Las cosas mejoraron y me pagaron. --?Puedo descartar la primera idea? --pregunto Julian. --Eso es mejor que lo que todos los demas estan haciendo --contesto Norman. --Suponiendo que las proyecciones nos hagan tener utilidades el proximo trimestre, ?por que no ampliamos los contratos con el gobierno? --agrego Julian--. Estamos estancados en Baton Rouge por el amor de Dios, y estamos a una hora de distancia de Nueva Orleans. Solo los contratos de la marina ayudarian a esta compania. --Esta bien --dije--. Suponiendo que eso sea bueno para nuestra imagen, ?por que no comienzas a investigar esa avenida, Julian? De esa forma, si lo hacemos, sera algo que podras usar en tu curriculum. Esa declaracion empapo el paladar de la perezosa sala de ejecutivos junior que habia reunido. De repente, sus bocas estaban riendose como hienas listas para dar un mordisco a la carne que se les presentaba, y yo estaba mas que feliz de complacerlos. A veces solo basta un poco de tentacion para generar resultados. Y crear tentacion es lo que hago mejor. --?Que hay de este trato "del gas"? --pregunto otro ejecutivo--. ?Que pasa si nos metemos en eso? --Unete a la investigacion --dije. --?Que nos impide expandirnos a la costa oeste? --agrego otro. --!Investigacion! --exclame. --?Que pasa con las obras de caridad? --comento alguien mas--. ?La empresa dona dinero? En esta cultura, si una empresa apoya una causa de caridad, generalmente produce mas ingresos con su actividad principal. --Profundiza en eso y luego vuelve a mi --sugeri--. En realidad, es una idea en la que he estado pensando en las ultimas semanas, pero no he tenido tiempo para analizarla en detalle. --?Algo mas? --pregunto Norman. Despues de algunos latidos de silencio, asenti con la cabeza. La habitacion se comenzo a desocupar cuando los entusiasmados ejecutivos se retiraban charlando sobre sus nuevas tareas. Arregle los archivos frente a mi, preparandolos para volver a colocarlos en mi maletin, pero luego una mano ligera se poso sobre mi hombro. --?Si, Norman? --le pregunte. --Tengo algo que preguntarte. --Algo que no era apropiado para la reunion, supongo. --Correcto. Es mas un… favor personal. Lance mi mirada hacia el antes de asentir, diciendole que podia continuar. Si habia algo que disfrutaba de Norman Dyer, era el hecho de que nunca pidio nada. Era ingenioso, tenia conexiones con personas que abarcaban tres rolodex completos y tenia una cabeza decente sobre sus hombros. Despues de todo, el era quien habia construido la compania para convertirse en la compania de gas natural mas utilizada en Luisiana. Yo solo acababa de llegar, aunque la converti en la compania de gas mas utilizada en la costa este.--Bueno, escupelo, Dyer. ?Que es? --Realmente me ayudaria si lo consideraras. --Norman, en todos los anos que te conozco, nunca me has pedido nada. Valoro mucho tu amistad, no solo tu actitud y conocimiento profesional. Haria casi cualquier cosa por ti. Tu lo sabes. ?Que diablos es, hombre? --Ciara esta en casa. Ya termino la universidad. --Bueno, apuesto a que es divertido para tu nueva esposa --le dije, sonriendo. --Ella esta creando un infierno en la casa, Matt. Me refiero a un infierno serio. Y esta haciendo enojar a Kayla. --Estoy bastante seguro de que Kayla todavia esta pasando por la pubertad, por lo que cualquier cosa puede molestarla. --No es divertido. --Eso es lo que obtienes por casarte con alguien que es solo unos anos mayor que tu hija. ?Que edad tiene Ciara ahora? ?Veintitres? --Veintidos. --?Y Kayla? Meti mis manos en mis bolsillos y espere a que Norman respondiera. Me encantaba fastidiarlo sobre su nueva esposa. Ella era la belleza exotica estereotipica: rasgos finos y delgados, piernas largas, cabello oscuro con ojos profundos y melancolicos a juego. Incluso si ella simplemente estaba mirando al espacio, parecia como si estuviera tratando de descubrir el origen del universo mismo. --Veintiseis --respondio, casi en un murmuro. --Ella nunca envejece --dije, riendome--. ?Y que es lo que necesitas? --Ciara es una chica inteligente. Realmente lo es, pero nos esta volviendo locos. Tenerla en la casa es demasiado para los dos. Ella necesita algo para ocupar su tiempo y que coincida con su titulo. --Ella fue a Dartmouth College, ?verdad? ?Cual es su titulo? --Licenciatura en negocios. --Igual que su padre, ya veo. --Honestamente, no lo supe hasta la mitad de su carrera universitaria. Cuando llegaba a casa, la unica cosa de la que hablaba era de fiestas, alcohol y chicos. --Suena como una nina salvaje, pero de nuevo, ella siempre ha sido asi. --Me encogi de hombros. --Ella no tiene ningun deseo de conseguir un trabajo decente, ningun deseo de mudarse, ningun deseo de comenzar una vida propia. Se queda sentada en la casa fastidiando a Kayla y a mi, y provocando el huracan de maldad que le gusta crear. --No te mentire. Es facil hacer enojar a Kayla. Yo tambien lo haria por diversion si pudiera... Ahora, ?que es lo que necesitas, Norman? --Me preguntaba si tenias una pasantia aqui que ella pudiera tomar. La solicitud me sorprendio por un segundo. ?Queria que tomara a su hija gamberra como pasante? Eramos una compania de gas natural y de los labios de esa joven se escupia suficiente aire caliente como para volar la mitad de las plataformas petroliferas de Luisiana. --Eso la sacaria de la casa --agrego Norman--. Le daria algo de experiencia en el campo en el que consiguio su titulo, y eso nos daria a Kayla y a mi algun tiempo para respirar. --Y para tirar, supongo. --Matt. --Oye, tu eres el que esta preguntando. --Puedo darme cuenta que no estas muy interesado. --Me estas pidiendo que aborde a una persona que incluso tu describes como una salvaje. Si, estoy un poco indeciso de hacerlo. --Solo piensalo por un segundo, ?de acuerdo? --pregunto--. Mira a estos ejecutivos que acaban de salir de esta habitacion. Has cogido a un grupo de idiotas inadaptados y los has convertido en trozos de carne de primera calidad para el mundo de los negocios. Las ideas que arrojaron aqui son muy buenas, y es por tu tutela. --No me tienes que besar el culo en este caso, Norman --le dije, sonriendo. --No, estoy hablando en serio. Si hay alguien que puede poner a Ciara en forma, eres tu. Honestamente no me importa sobre que sea la puta pasantia, siempre y cuando tenga algo aqui en lugar de algo en mi casa. --Te das cuenta de que estas hablando de tu propia hija, ?verdad? --Mira, todo lo que digo es que Ciara necesita un poco de orientacion. --?Orientacion que su propio padre no puede darle? --Mira, Matt, las cosas fueron dificiles. Cuando Abby murio... Norman dirigio su mirada por la ventana, y en el momento en que sus ojos comenzaron a brillar, supe que aceptaria la pasantia. Sabia que fue una experiencia dificil cuando su esposa murio. Fue una de las cosas que fortalecio nuestra amistad. Entendi su dolor por perder a su esposa, porque yo habia perdido la mia hace poco mas de una decada. Norman al principio no habia tenido ningun deseo por crear alguna relacion sustancial con alguien, y mucho menos con una mujer, pero luego lo vi rebotar de mujer en mujer hasta que un dia tomo la decision de casarse con una joven bastante idiota solo unos pocos anos mayor que su hija.--Lo se Norman, creeme. Lo entiendo. Si hay alguien en esta jodida compania que te ayudara, soy yo. Pero tienes que entender que no soy padre… --Eso es cierto. No lo eres. Todo lo que estoy preguntando es si hay alguna pasantia que mi hija pudiera solicitar. Ella necesita la experiencia por si alguna vez quiere hacer algo con su titulo o con su vida. Todo el mundo sabia que Ciara habia empeorado cuando Abby fallecio, pero era algo que Norman no sabia como manejar. El habia estado lidiando con su propia perdida, y Ciara necesitaba a su padre, cuando llego el momento, ella no lo tuvo. Al menos, asi fue como lo vi. --Ni siquiera tienes que pagarle --agrego, mientras volvia su mirada hacia mi. --Le pagare por la pasantia, pero tendre que descubrir donde encajara mejor. Seria una mala idea ponerla como pasante para los ejecutivos junior. Esos tipos se la comerian viva. --Entonces, ?lo haras? --pregunto. --Si, lo hare. --Muchas gracias, Matt. En serio. Solo informame que hara y cuando comenzara. Le dire esta noche que tenemos algo. --Te avisare cuando lo tenga. Norman se retiro del salon, y pase mi mano por mi cabello. No podia creer que acabara de acordar asumir tener al mismisimo diablo entre mis pasantes. Ciara causaba problemas dondequiera que fuera, y parecia enorgullecerse de ello. Ella era obviamente inteligente. Obtener una licenciatura en negocios de una escuela de la Ivy League no era poca cosa, pero no tenia dudas. Era facil ver por que Kayla la queria fuera del camino. No podria acercarla a los ejecutivos junior. Esos hombres no se la comerian viva porque era una joven sin experiencia, sino porque era hermosa. Incluso yo podia apreciar la belleza femenina mas joven cuando se presentaba de la manera adecuada, y Ciara era el ejemplo perfecto de la forma femenina apropiada. Tenia tetas grandes, una cintura pequena y un trasero en el que podias botar una moneda. Norman habia hecho solo medio esfuerzo para criar a una hermosa hija que lo unico que haria seria coquetear con los ejecutivos todo el dia. Si iba a ser pasante en esta compania, al menos tendria que obtener algo de su trabajo, pero si no podia fraternizar con los ejecutivos junior, realmente habia un solo lugar donde podria vigilarla y moldearla de la forma en que Norman queria que lo hiciera. Debia tenerla a mi lado. La unica opcion que tenia era hacerla mi asistente personal. Durante anos me habian estado diciendo que buscara una secretaria, pero no queria gastar dinero solo para que alguien se sentara fuera de mi oficina. Pero una asistente personal haria mas que solo contestar el telefono. Realmente podria ayudarme con algunos trabajos y me dejaria tiempo para hacer cosas mas importantes. El unico problema seria mantenerla distraida de los jovenes que circulan por este lugar. Si esos muchachos la vieran realmente, estarian encima de ella. Y a ella le encantaria. Tener la atencion de los hombres para una chica que sabe lo sensual que es, es como encender los focos de un escenario, entraria en escena y ya no podria controlarla, ni a ellos. Si hay algun hombre en esta compania que puede controlarse con una mujer hermosa, ese soy yo, por no mencionar la relacion personal que tengo con su padre. Tenerla a mi lado y trabajar conmigo no solo representaria una oportunidad de tutoria, sino que la mantendria a salvo. Podre espantar a los perros hambrientos y mostrarle que el lugar de trabajo no es un lugar de confraternizacion. Eso es algo que una chica escandalosa como Ciara realmente necesita aprender. Confiaba en mi mismo, asi como en mi relacion con su padre, mas que nada en este planeta, asi que me dirigi a recursos humanos para notificarles sobre mi decision y tuve que hacerles saber que tenian que hablar con la contabilidad para liberar los fondos necesarios para contratar a Ciara Dyer como mi asistente personal. 2 CIARA Me acoste en mi cama y busque imagenes en mi aplicacion de citas. Cada vez que encontre a alguien que coincidia conmigo, me senti muy decepcionada. Ninguno de esos chicos justificaba ningun tipo de esfuerzo. Ninguno de ellos parecia tener experiencia debajo de sus cinturones. Yo queria un hombre, alguien que pudiera usar su lengua para algo mas que sobreestimar su destreza sexual. Queria a alguien exitoso que tuviera sed de exito tanto como sed de mi cuerpo. Estos muchachos eran todos jovenes, tontos y yo habia tenido suficiente de eso en Dartmouth. Un golpe en la puerta sono en mi habitacion de la infancia, y mi telefono me golpeo la cara. Gruni, tirando mi telefono al piso. Entonces escuche que se abria la puerta antes de que la voz de mi hermana sonara. --Ciara, es hora de cenar. --Paso --dije. --Ciara, vamos. No puedes simplemente ignorar el mundo para siempre. --No lo se. Puedo hacer lo que sea que me proponga, Alba. Ella se cruzo de brazos, y una sonrisa burlona me cubrio la cara. Me encantaba fastidiar a mi hermana. Era mi actividad favorita despues de molestar a la nueva esposa de papa. --Vamos --insistio ella--. ?Por que no te unes a nosotros para la cena? --Porque nunca hicimos lo de la "familia" hasta que Kayla aparecio en la escena. Ahora todo es "sentarse a la mesa a cenar" y "ver una pelicula familiar" y "no salir los viernes porque es noche de familia". ?Quien demonios hace eso? --Eso es lo que hacen las familias normales --dijo Alba. --Bueno, no hemos sido una familia normal desde que mama murio. Mama murio cuando tenia quince anos. Maldito cancer. Se arrastro sobre ella como un fantasma y la tomo antes de que supieramos lo que estaba pasando. Fue su autopsia la que revelo el cancer, no los medicos que habian declarado que querian "salvar su vida". Claro, me dolio. Pero tambien tuve que planear el funeral. Tambien tuve que estrechar la mano de aquellos que vinieron con comida durante semanas. Tambien tuve que obligar a mi padre a comer mientras Alba se encerraba en sus estudios porque nadie mas sabia que diablos hacer con ellos mismos. Lo menos que podian dejarme hacer ahora era comer en mi estupida habitacion. --Entiendo tu punto, lo entiendo. De verdad lo hago. Pero estas viviendo bajo su techo, y no parece que planees mudarte pronto. Si quieres vivir aqui, debes seguir sus reglas. --?Te refieres a las reglas de Kayla? --le pregunte. --Las reglas de quien sea. Y si no quieres, entonces adelante. Come en tu habitacion todas las noches. Deja todos tus montones de ropa sucia y platos de comida a medio comer en cualquier lugar que desees. --?Estas molesta porque mi habitacion es mejor que la tuya? --le pregunte, sonriendo. --?Mejor? Huele como un vertedero de basura. ?Alguna vez lavas la ropa? --Cuando lo necesito, seguro. Pero de todos modos estoy descansando desnuda, ?quien necesita ropa limpia? --Ugh. Baja a cenar, Ciara. Deja de ser una perra. --?Por que no consigues un apartamento conmigo? --le pregunte mientras se volvia para irse--. Seria mas barato para las dos. --Buen intento. Eres una perra odiosa. Estoy muy bien viviendo con papa y su juguete, y lo hare hasta que termine mis estudios de posgrado. --Oh si. El master en Musica. ?Que planeas hacer con eso? --Convertirme en uno de los mejores directores femeninos del mundo. --Suena apasionante. --Mejor que obtener un titulo en negocios para tratar de llamar la atencion de papa. --No obtuve ese grado para el. Lo tengo porque quiero dirigir mi propia empresa algun dia. Quizas empiece mi propio negocio. Franquicia. Diversificarme. Dominar la costa oeste antes que papa o algo asi. --Bueno, para alguien que quiere apoderarse del mundo o lo que sea, tu actitud es de una mujer bastante perezosa. --No soy perezosa. Solo estoy esperando mi momento. No te iras hasta que baje a cenar, ?cierto? --No. --?Puedo bajar desnuda? --le pregunte. --Solo si quieres que Kayla te vea como una competencia. --Eso podria ser divertido --le dije, sonriendo. --No hagas eso. Ven ya. Ven a comer. Honestamente, no queria. Hubiera sido mas feliz subiendome a mi automovil y conducir por la carretera para conseguir una hamburguesa. Pero para hacer eso tendria que justificarme con mi padre y luego enfrentar la idiota mirada de "mama" de Kayla. Que desastre. Me levante de la cama y recogi mi cabello en un mono. Cogi mi telefono y lo meti en mi bolsillo trasero. Si me aburro en la mesa, simplemente seguiria deslizando. Incluso si los muchachos de mi telefono no supieran absolutamente nada sobre lo que necesitaba una chica como yo, al menos serian guapos de ver. Pero cuando llegue a la mesa, una bomba cayo sobre mi que me hizo olvidar sus caras en un abrir y cerrar de ojos. --Te consegui una pasantia en la empresa, Ciara --anuncio papa. --Espera. ?Que? --Seras la asistente personal de Matt Benjamin --dijo, sonriendo. --!Oh, eso es fabuloso! --exclamo Kayla--. Carino, ?como demonios pudiste conseguir algo asi? --Probablemente le chupo el pene o algo asi --murmure. Alba me dio un codazo mas fuerte de lo que esperaba, y me frote la caja toracica. Aparentemente, papa no me escucho. Estaba demasiado ocupado contemplando los profundos ojos oscuros de su exotica prostituta legal. --Vas a trabajar para el, desde manana --aclaro. --Eso no es necesario, papa. Ya he postulado para algunos puestos gerenciales de tiempo completo en varios lugares. Estare bien. --Me costo mucho convencerlo para obtener este puesto, y con Matt nada menos. Cualquiera clamaria por este trabajo. --Entonces dejalos clamar por eso. Estoy esperando saber de mis aplicaciones. --Sera bueno para ti, Ciara --intervino Kayla. --Si --dije, mirandola--. Me sacaria de la casa. Ella no mordio el anzuelo. Kayla solo se encogio de hombros y tomo un sorbo de vino. --Comienzas a las ocho de la manana --dijo papa. --?Ocho de la manana? !Papa! ?Por que diablos te interesas por mi ahora? --!Ciara! --exclamo Kayla. --?Por que de repente tienes interes en mi ahora, papa? --reformule mi pregunta sin siquiera mirarla. --Eres mi hija. Siempre he tenido interes en ti. --?Es por eso que no sabias lo que estaba estudiando hasta la mitad de mi carrera? -- pregunte. --Llegabas a casa y hablabas mas de chicos que de cualquier otra cosa. ?Como se supone que iba a saberlo? --Con solo preguntarme, papa. Kayla puso los ojos en blanco y, de repente, quise tirarle un punado de la ensalada que tenia enfrente. Ella era altanera, era una mocosa, y gastaba el dinero de mi padre casi tan rapido como el lo ganaba. --?Por que no usas ese costoso titulo tuyo para algo mas que un cargo gerencial basico? -- pregunto ella. --?Que? ?Como casarme con alguien rico? --le pregunte. --Es suficiente. Ciara --Papa alzo la voz--. Ya hemos terminado. Tuve una larga conversacion con Matt, y el te recibira manana. O apareces o no tendras lugar en esta casa. --No lo puedo creer, ?estas bromeando? --le pregunte. Alba me dio un codazo otra vez, y patee su espinilla debajo de la mesa. Si realmente pensaba que iba a retroceder en esta pelea, estaba muy equivocada. --Levantate temprano manana y ve a tu nuevo trabajo. Es una pasantia remunerada y todo. Quince dolares por hora, con el potencial de crecer si deseas permanecer mas de un ano. Y si no quieres ir, entonces haz las maletas. --?En serio me vas a echar si no aparezco? --pregunte. --Levantas un infierno constantemente en esta casa --intervino Kayla--. Lo menos que puedes hacer es ser productiva antes de llegar a casa y hacerlo. Mire a Kayla y a mi padre antes de descubrir el verdadero sentimiento detras de sus ojos. De eso se trataba todo esto. A Kayla no le gustaba tenerme cerca, asi que papa me estaba tirando a algun lado donde sabia que estaria a salvo, para que su hermosa esposa no tuviera que lidiar conmigo. No podria soportar mas esto. Arroje mi servilleta sobre mi plato, trague el te que tenia delante y me levante. ?Que demonios estaba haciendo? ?De repente se intereso en mi? !No se ocupaba de mi desde que tenia quince anos! Desde que mama murio. ?Por que demonios penso de repente que ahora tenia algo que decir en mi vida? Tenia veintidos anos y tenia una buena cabeza sobre mis hombros. Claro, alborote un poco las cosas en esta casa. Tambien me gustaba mirar a hombres ardientes. Pero, ?a que mujer no? --Que demonios. --Golpee la puerta de mi habitacion detras de mi antes de arrojarme de nuevo sobre mi cama. ?Por que mi padre no podia seguir jugando solo a la "casa" con su esposa Barbie? ?Por que diablos tenia que arrastrarme a eso? Ya no queria estar en la casa, asi que busque las llaves del auto, agarre mi bolso y revise para asegurarme de que tenia la tarjeta de credito de papa. Luego me aventure a salir por la puerta antes de que alguien pudiera detenerme. Si el gustaba de personas que gastaban su dinero mas rapido de lo que podia contarlo, entonces eso era lo que yo empezaria a hacer. Si el queria jugar a la familia feliz, seria la chica caprichosa, consentida y divertida de papi. Mal gastaria su sueldo, total bien poco le importaba que la "mami" reventara sus tarjetas de puro gusto. Subi a mi auto y maneje al bar mas cercano. Comi algo y pronto ya habia bebido cuatro tragos. Me reia con el camarero mientras se inclinaba y me sonreia, y por un breve segundo, pense en llevarlo a casa. Si realmente quisiera enfadar a mi padre, podria despertarme con un chico en mi habitacion a la manana siguiente, pero habia algo atractivo acerca de tener sexo borracha en el auto que se me hizo agua la boca. Pero un letrero de neon atrapo mi mirada por la ventana, asi que me volvi para ver que era. El cartel parpadeante decia <
>, y me atrajeron sus colores. Pague mi cuenta y deje una cantidad insana de propina para el hermoso hombre que hizo mis bebidas. Luego sali del bar y cruce la calle. Mis labios sonreian y mi nariz estaba entumecida, y cuando pude tomar un respiro decente, un hombre estaba agarrando mi teta. --?Estas segura de que quieres hacer esto? --pregunto. --!Adelante! --exclame. El alcohol entumecio el dolor de los piercings, y por un momento, lo olvide todo. Me olvide de mi madre muriendo y del funeral. Me olvide de todas las manos que tuve que sacudir. Me olvide de caminar sola ocho kilometros hasta su tumba todos los dias porque papa no podia soportar llevarme. Me olvide de todos los chicos que me gustaron y de los que no pude hablar con mi madre y de todos los consejos que no se habian dicho porque papa estaba demasiado incomodo con esos temas. Me olvide de como papa desfilo a diferentes mujeres cada semana antes de que nos diera cuenta de que se estaba casando con Kayla. Olvide de como el no estuvo presente en el momento de subir al escenario para obtener mi diploma universitario. ?Como podia haberlo olvidado? Claro, el habia llegado para abrazarme despues de la ceremonia, pero la mirada en sus ojos me decia que habia algo mas importante. Junto con los chupones en el cuello de Kayla, era facil darse cuenta de con que se habia enredado y que era mucho mas importante que la graduacion de su hija menor. Sone con dirigir mi propio negocio algun dia. Suenos de convertir mi propio negocio en un conglomerado. Suenos de intervenir como el CEO de una empresa. Suenos de tener suficiente dinero como para comprar una empresa, como lo hizo Matt Benjamin con la de mi padre. Espera. Iba a trabajar para Matt Benjamin. Iba a trabajar a su lado... Esto en realidad podria ser util para mi. --Aqui tienes --dijo el tipo--. ?Como se sienten? Mire hacia abajo a mis piercings de pezon y sonrei. Las barras eran de oro rosa y tenian pequenas bolas de discoteca en cada extremo. Atraparon la luz y brillaban todos los colores que pude imaginar, y eran perfectos para alguien como yo. Desde nina nunca pude elegir que color era mi favorito. El amarillo era tan brillante. El rojo era tan sensual, y el azul simplemente llamaba la atencion. ?Por que no podria tener todos los colores? Bueno, ahora lo tenia, alli mismo en mis tetas. -
La sombra de la Ruta de la Seda de Colin Thubron
https://gigalibros.com/la-sombra-de-la-ruta-de-la-seda.htmlEl viajero experimentado emprende la ruta. Cuarenta anos atras visito algunos de los lugares, asi que ciertos tramos del camino los conoce ya. Si, le resultan familiares pero a la vez distintos, pues los tiempos ahora son otros, otros los regimenes que los gobiernan, otros los terrores. El tambien era una persona diferente.
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El matrimonio amateur de Anne Tyler
https://gigalibros.com/el-matrimonio-amateur.html -
Arenas del pasado de Alberto Vazquez Herrera
https://gigalibros.com/arenas-del-pasado.htmlEllos estaban predestinados a permanecer juntos por siempre. El destino es inalterable, y como tal, interviene de manera tajante. Despues de una abrupta separacion entre Alejandro y Patricia por medio de eventos desafortunados, donde ven truncado su amor de juventud, muchos anos despues se vuelven a encontrar. Ella, ahora una mujer madura, confiesa un secreto guardado durante muchos anos y desata una busqueda por un pasado intangible. La historia se desarrolla en diferentes tiempos, donde se relatan todos los aspectos de los protagonistas. Alejandro y Patricia ignoran que su pasado esta cerca, pues de forma misteriosa, este se adhiere indescriptiblemente a su presente. Llegan a un punto culminante donde nuevamente el destino interviene de manera tragica.
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Cazame si puedes. La cazafortunas de Eva River
https://gigalibros.com/cazame-si-puedes-la-cazafortunas.htmlSamuel miro a su hermano directamente a los ojos, con una mirada seria, mientras negaba con la cabeza. --Lo has hecho de nuevo. Me gustaria que entendieras que no puedo estar resolviendote la vida a diario --dijo. --Yo no te pedi que lo hicieras... --!No puedo permitir que mi hermano este preso en cualquier calabozo con prostitutas y drogadictos! --Son gente muy agradable, !si supieras! --?Cuando vas a madurar? --Quiza cuando sea una fruta, ?eh? --Maldicion, Jake --aullo--. No puede ser tan dificil no meterse en problemas durante alguna temporada. Mama estaba de los nervios y papa... ya sabes. --Basta, Samuel. Solo fue una maldita pelea en un bar... Esos polis siempre exageran las cosas. Ademas, deberias estar orgulloso de mi. --Samuel lo miro con absoluta indignacion--. Tio, un tipo enorme estaba golpeando a una chica, yo no iba a permitir algo asi. --Y me imagino que no podias ayudar sin destrozar la propiedad privada, crear desorden publico y atentar con la seguridad de un monton de personas. --Vale, lo admito, la situacion se descontrolo un poco. Pero no es para tanto... --Si es para tanto. Es la sexta vez en este ano en que te saco de la carcel y apenas estamos en mayo. --Te pagare cada maldita fianza, ?de acuerdo? --No es el dinero lo que me preocupa, es tu actitud, tu inmadurez, tienes mas de treinta... Jake suspiro y espero a que su hermanito mayor terminara con la misma cantaleta de siempre. Que no tenia estudios, que no tenia ningun trabajo honorable, que vivia de excesos a costillas de su familia, que era el ser mas irresponsable que conocia y que basicamente era un crio al que ya empezaban a marcarsele las patas de gallo. Samuel era la version completamente distinta de su hermano. Un hombre de exito que habia labrado una gran fortuna gracias a su empresa de seguridad informatica, una de las mas reconocidas de los Estados Unidos; ademas era un hombre serio y responsable. --?Que es esto? --pregunto Jake, interrumpiendo la perorata del otro y tomando una llamativa invitacion del escritorio de su hermano. --Una de esas estupideces de Vacaciones Venus. --Joder, tio. ?Estas buscando esposa? --Por supuesto que no. Esa gente solo pretende embaucarme y se encargan cada ano de enviar una invitacion, como si yo fuera a participar en semejante sandez. --Oye, pero debe haber tias buenas. --Son puras cazafortunas... --Eso esta claro, pero no por ello dejan de ser bellas. Mira, faltan dos meses. Vaya, ?por que no vas? --?Estas loco? Esas mujeres no se diferencian demasiado de una prostituta, solo que sus ganancias van mucho mas alla y la compania te saca hasta los organos mas vitales por estar un mes en su hotel para que te roben la fortuna. Ni loco participaria en algo asi. --No hablo de que te cases, Samuel. Solo diversion. ?Sabes?, estaria genial beneficiarse de ellas. No creo que seas tan tonto como para desaprovechar semejante oportunidad de tener un monton de mujeres a tus pies. Un mes rodeado de bellezas y luego te las sacudes y ya esta. --?Crees que yo soy como tu? --Recuerdo que hace algunos anos lo eras, tio. Fuiste mi mentor, de hecho. --Era demasiado joven y estupido... --Vamos, no tienes nada que perder. Siempre tomas tus vacaciones en julio... --Mis vacaciones ya estan planeadas. --?Ah, si, adonde? --Voy a Egipto a... --Dios, eres tan aburrido, Sam. Apostaria cualquier cosa a que vas solo. --!No tiene nada de malo ir solo! --Claro que lo tiene si cada jodido ano es asi y si tienes una vida social comparada a la de un oso en invierno, si estas podrido en dinero y puedes pagar el maldito hotel, si tienes dos anos de no salir con una chica... Por Dios, comparar Egipto con un hotel lleno de jovencitas dispuestas a hacer lo que sea por ti... ni siquiera tendras competencia, los demas seran puros viejos... A veces dudo que seas mi hermano. 1 Dos veces al ano un grupo de personas de la Compania Venus se encargaba de contactar a los solteros mas adinerados del pais para invitarlos a sus famosas vacaciones. En pleno 2015 ya nadie se andaba con rodeos y no era cosa de sorprender un evento semejante a este. La logistica era sencilla. La compania contactaba a los solteros y solteras, generalmente personas de mediana edad con cuentas de muchisimos ceros, y les ofrecian unas vacaciones exclusivas de un mes en su hotel en California donde encontrarian al amor de sus vidas. Mientras por otra parte recibian solicitudes de mujeres y hombres entre veinticinco y treinta anos dispuestos a emprender el mismo viaje y conquistar alguna billetera. Al Hotel Venus le solian llamar <
>. En el solo habia espacio para cien personas, cincuenta millonarias y cincuenta cazafortunas, todas y cada una de ellas muy bien analizadas. Los y las cazafortunas eran personas academicamente preparadas, de gran belleza y buenos modales; debia ser asi para que el evento fuera un exito, con ello la mercancia se hacia muy apetecible para quien estaba dispuesto a ofrecer su fortuna a cambio de una muy buena compania. Sophia por poco y perdio la compostura cuando vio el remitente del sobre: Venus Company. Sus manos temblaban al abrir el sobre y la garganta se le secaba en exceso. --Madre, me va a matar de los nervios --le dijo Julia--. ?Que dice, que dice? --Calmate, querida, que me pones mas nerviosa. --Sus ojos bailaron de oeste a este a traves del papel mientras leia la carta--. Oh, Dios mio, Julia, !has sido aceptada! Por fin pondras en practica todo lo que te he ensenado. Julia sonrio con nerviosismo y no pudo evitar morderse el labio inferior. --!Deja de hacer esa obscenidad, Julia! Me pones enferma cada vez que sales con alguna de tus vulgaridades. No podras hacer eso en el hotel o de lo contrario ninguno de esos hombres apostara por ti. !Seras la verguenza! --Lo siento, madre. Por supuesto que no volvera a suceder. --Eso espero. He trabajado mucho para pulirte y convertirte en el mejor trofeo, no puedes echarlo a perder. Julia quiso arrugar el ceno y recordarle a su madre que ese < > solo habia consistido en ordenes y reganos mientras que la que habia hecho y pagado todo y seguiria haciendo todo era ella. --No va a suceder asi. Regresare con un diamante en mi anular y tendremos la vida de reinas que merecemos. --Bien. Solo quedan dos semanas para que empiece todo. Tenemos que tener calma. Contratare a un entrenador personal y a un estilista. Ademas, debemos ir a la biblioteca, debes releerte los clasicos. --Mama... --!No me llames asi! --Disculpe, madre... Creo que es innecesario. Me mato cada dia haciendo dietas y ejercicio y esos libros ya me los he leido al menos tres veces... --No digas tonterias. Esos viejos solo saben hablar de libros... Ademas, necesitas saber mas de deportes, politica, cultura general..., oh, no olvidemos la musica clasica y visitar la opera y el teatro este fin de semana. Quiza deberias retomar tus clases de piano y pintura. Hay tanto por hacer... --Madre... --!Silencio! ?Es que no entiendes que debes ser la mujer perfecta? No soportaria que pierdas tu oportunidad, hemos esperado cada dia a que cumplieras los veinticinco anos y a que Venus te aceptara, no me puedes fallar. Seria un fracaso estrepitoso si regresas como una mujer soltera, todas nuestras amigas se burlarian de ti y recuerdalo: viviriamos en la miseria, entre gente vulgar, sin ningun lujo. Lo hemos apostado todo y nuestra unica opcion es ganar. --Lo que usted diga. Siento haberla interrumpido. Loren abrio la puerta e inmediatamente se encandilo con la sonrisa de su sobrina. --Tia, me han aceptado en Venus --chillo Julia. --Jul, carino, ni que te estuvieran dando una beca de arte en Italia. --!No seas asi! Julia entro al piso de su tia y se repantigo en el sofa rojo pecado de la sala de estar. Si Sophia la hubiera visto habria pegado el grito en el cielo. --Cielo, sabes que a mi no me gusta en absoluto ese evento. No consigo entender por que demonios tienes que venderte de esa manera. Tu, tu… --Yo, yo… Yo crei que te gustaria verme feliz. Sabes el monton de cosas que he hecho para poder ser una buena candidata y conseguir mi meta. Ahora estoy muy cerca… --?Tu meta? Esa es la meta de la perra de tu madre. --!Tia! Loren era una mujer exotica. A sus cincuenta anos tenia una melena roja hasta el final de la espalda, unas cejas oscuras con arcos infinitos que casi tocaban el cielo, unos labios del rojo mas apasionado del universo y un closet lleno de prendas coloridas de esas que hasta en la luna se ven. Ademas, tenia una carcajada estrepitosa, una legua perfida y una forma de vivir excitante. Exactamente todo lo que Julia habia aprendido a no ser, porque eso no era otra cosa que vulgaridad, decia su madre. Por supuesto Sophia no soportaba a su cunada y viceversa. --Jul, eres una mujer capaz. Joder, que no necesitas perseguir a un viejo decrepito solo por su cuenta bancaria. Eres una jodida cirujana, podrias conseguir perfectamente un trabajo y labrarte una vida independiente, divertirte, pagar tus propias bragas, financiar tus borracheras, invitar a cenar a un guaperas, enamorarte, tener un monton de pequenos demonios, engordarte un poco… --!Dios! No continues. Yo no soy asi, ni lo voy a ser nunca. ?Trabajar? ?Amor? Tia, ambas sabemos que eso no existe. --Muchas personas del mundo trabajan y otra buena parte buscan trabajo. --!Los pobres! Pero no hablaba de eso, sino del amor. --Dios mio, pero que chica tan tonta. Julia adoraba a su tia, pero en momentos como esos no podia evitar darle razon a su madre. --Tia Loren, ?donde esta tu amor? Porque hasta donde se no tienes ninguno… Loren la fulmino con la mirada. -
Las cenizas del cielo de Mariano Gambin
https://gigalibros.com/las-cenizas-del-cielo.htmlSiempre se ha pensado que el incendio de la iglesia de San Agustin en La Laguna se debio a un cortocircuito. Nada hacia pensar que el origen del fuego fuera otro. Hasta hoy.
Una extrana muerte en la catedral pone al inspector Galan y a sus hombres en la senda de un asesino que busca un objeto muy determinado, de valor incalculable, tras cuya pista se encuentra toda la policia europea.
Marta Herrero se dispone a enfrentar los trabajos arqueologicos previos a la rehabilitacion de la iglesia. Una labor facil y rutinaria, a priori. No sabe lo que se va a encontrar desde que desentierre la primera losa sepulcral.
Sandra Clavijo y Luis Ariosto investigan la desaparicion de dos personas hace mas de cincuenta anos. Sus pesquisas se estrellaran con oscuros secretos que tal vez nunca deban ser revelados. -
Te envolvi en besos (Por amor 03) de Maria Beatobe
https://gigalibros.com/te-envolvi-en-besos-por-amor-03.htmlDe lo siguiente que tenia recuerdos era del sonido de la ambulancia y del revuelo que se habia formado en la calle. Por un momento crei que todo era un sueno o que estaba viviendo una realidad paralela, pero no. Era real como la vida misma y a mi amiga acababan de atropellarla. Me sentia totalmente anegada y aturdida. Esto no podia estar pasandole a ella. Note que Gael me abrazaba con fuerza mientras de reojo veia como metian a Noe en la ambulancia. Acababa de caer en la aplastante realidad. Seguia inconsciente. Yo solo queria zafarme de el y correr a abrazar a mi amiga, pero los sanitarios tampoco me lo permitieron y le pidieron a Gael que me retuviera. Estaba temblando. !Noe! No hacia mas que repetir su nombre como si de un mantra se tratara. Queria pensar que, cuanto mas lo gritara, antes despertaria. Pero mis fuerzas flaquearon cuando vi que cerraban las puertas traseras de la ambulancia con un sonido que me partio el corazon. --Vamos, Naira, seguiremos a la uvi movil hasta el hospital --dijo Gael mientras me ponia la mano en la espalda. ?Habia dicho uvi? ?Tan mal estaba que necesitaba una ambulancia de ese calibre? Yo lo vivia todo como fuera de mi; en algunas ocasiones incluso tenia la sensacion de levitar. Agradeci que Gael estuviera conmigo en ese momento; si no, probablemente habria terminado desmayada junto al cuerpo de mi amiga. Le mire agobiada hasta que consegui decir una palabra. --Vamos. Subimos al coche y nos pusimos el cinturon de seguridad a toda velocidad. Gael arranco resuelto y corrimos al hospital que nos habian indicado los sanitarios. Conducia rapido, pero no tenia miedo; en ese instante, por lo que sentia verdadero panico era por mi amiga. Zigzagueo con maestria entre los coches hasta que vi de lejos la ambulancia que trasladaba a Noe. --!Esta alli! --grite senalando con el dedo y mirando despues a Gael--. ?La ves? Fruncio el ceno, concentrado, y giro el volante para cambiarse de carril y adelantar a un par de coches. Al final, la alcanzo y se puso tras ella, mientras el sonido de la sirena me hacia ser consciente de la gravedad de la situacion. Notaba de vez en cuando la mirada fugaz de Gael sobre mi, preocupado por como me encontraba. En apenas diez minutos llegamos al hospital. La ambulancia se metio por una via en la que una senal avisaba de que era un acceso restringido a vehiculos especiales. Me daban ganas de tirarme del coche en marcha y correr hacia la camilla en la que iba mi amiga, agarrarla de la mano y no soltarla hasta que despertara. Aparcamos en el garaje y sali del vehiculo casi antes de que Gael pudiera apagar el motor. Sentia como me seguia con premura. Corri despavorida mientras buscaba el modo de llegar a urgencias. Vi muchos carteles que dirigian hacia alli, pero el panico me tenia tan paralizada que no era capaz de descifrar ninguno de ellos. Gael debio de notar mi miedo y tomo el mando. --Ven conmigo --dijo mientras me cogia de la mano y caminaba con ligereza. Finalmente, llegamos a la sala de espera de urgencias. Era una estancia en tonos grises que, a pesar del calor que hacia en la calle, desprendia un frio paralizante. Nos cruzamos con un ir y venir de personal sanitario, y me sentia hasta mareada de tanto mirar hacia los lados. Apenas vi la ventanilla de informacion, me dirigi directamente alli. --Hola --dije alterada y con palpitaciones--. ?Como esta Noemi? La chica que estaba al otro lado intento calmarme. Era joven, de pelo largo moreno y lacio, y con una pequena placa en el uniforme que rezaba Estela Martin. Nos atendio con una sonrisa amable, que no perdio tras mi acelerada pregunta. --A ver, tranquila, necesito que me des mas datos. ?Como se apellida? --me pregunto solicita. --Soler, se apellida Soler --respondi casi metiendo la cabeza por la ventanilla. La chica tecleo con soltura en su ordenador el apellido de mi amiga. La espera se me hizo eterna. --Pues... no me aparece nada. Espera que pruebe otra vez. De nuevo, volvio a pulsar las teclas y note que la ansiedad crecia en mi por segundos. Como no me dijera algo ya, iba a explotar y me iba a poner a gritar sin parar hasta que me dejaran ver a mi amiga. La recepcionista volvio a decirme lo mismo: --Lo siento, pero no aparece en el ordenador --respondio al fin, negando con la cabeza. --!Como que no aparece! --chille--. !Tiene que estar! !Una uvi la acaba de traer! Pruebe otra vez, por favor, !pruebe otra vez! En ese momento, Gael me cogio por la cintura, dio un paso adelante y se hizo cargo de la situacion. --Disculpe, acaban de trasladarla en una uvi movil --dijo con educacion mientras yo esperaba a punto del infarto. --!Ah! Es la chica que acaba de llegar. --De repente, la recepcionista se percato de la persona por la que preguntabamos--. Aun no estan los datos actualizados en el ordenador. Esperadme un momento, que voy a consultarlo. Y desaparecio tras aquellas puertas color plata.
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Companias peligrosas de Cassie Miles
https://gigalibros.com/companias-peligrosas.htmlAnya Bouchard Parrish era una madre soltera que vivia con su hijo en una institucion donde el pequeno recibia una educacion privilegiada. Todo parecia encajar en su sitio. Sin embargo, Anya jamas se habia sentido mas inquieta… y mas atraida hacia un hombre que cuando estaba con Roman Alexander, el guapisimo ejecutivo que no dejaba de observarla. Ademas, Anya no podia quitarse de la cabeza la sensacion de que le ocultaba algo. Y era cierto, porque Roman Alexander tenia una mision secreta…
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Churros con chocolate de Tessa Cooper
https://gigalibros.com/churros-con-chocolate.htmlHugo aparecio sin avisar, bueno, sin avisar no, que era una fiesta de exalumnos de mi antiguo colegio. Lo que quiero decir es que no esperaba volver a verlo. Nunca. Y alli estaba el, acercandose hacia mi acompanado de mi mejor amiga, mirandome con esos ojos que me atravesaban y la mejor sonrisa que nunca he visto.
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El diablo de Milan de Cathryn De Bourgh
https://gigalibros.com/el-diablo-de-milan.htmlLucio Valenti, soltero y millonario y guapo como un demonio, era un visitante asiduo al exclusivo club de mujeres pagas cuando se acerco un dia al dueno del establecimiento con ese insolito pedido. --Necesito una virgen, Paolo--dijo. No bromeaba, no solia bromear con esas cosas. El dueno del prostibulo lo miro algo sorprendido. --Pero una virgen no es tu estilo--dijo con cierto reparo el dueno del burdel de lujo. --Lo se pero la necesito ?y no dicen que la necesidad tiene cara de hereje? --Si, supongo que si pero hoy dia es un poco dificil. A menos que... Vaya ?entonces quieres probar cosas nuevas entrenando a una novata en la cama? Galiani penso que su cliente bromeaba. El solo tenia mujeres sofisticadas y bien entrenadas, que conocian bien su oficio pero que lucian como verdaderas damas formaban parte de su exclusivo club privado "de compania". El era uno de sus duenos, manejaba el negocio de la prostitucion vip con suma cautela, usando de pantalla que alli se brindaban acompanantes y traductores para los viajeros extranjeros. Mediante un complejo y sofisticado metodo de sobornos, Galiani tenia montado un negocio muy rentable. Una fachada para conseguir acompanantes discretos y amantes sofisticadas para millonarios aburridos y ansiosos de sexo sin compromisos como Lucio Valenti. --No, no se trata de ensenar esta vez-- confeso Valenti con un gesto de cautela --pero necesito una virgen hermosa y tierna, tu conoces bien mis gustos pero esta vez debe ser autentica. No le dijo la razon pero lo cierto es que si su mejor cliente pedia una virgen y el dueno de la agencia debia conseguirla. --Escoge alguna que sea de mi agrado Paolo y luego, debera firmar un contrato. --?Y que contrato es ese? --Menos pregunta Dios y perdona amigo. Haz lo que te pido, realiza una seleccion y luego me avisas. Si alguna me agrada y decido cerrar el trato, te pagare una cifra de tres ceros. Pero debe ser perfecta para mi y dispuesta a firmar el contrato. --Pero ?por que una virgen mi viejo amigo? ?No puede ser una chica de mi agencia de compania? Tengo las mujeres mas cotizadas del negocio. Hermosas y saludables, de buen nivel intelectual. El millonario lo nego con un gesto de desden. --Es que ya conozco a las chicas de aqui y ninguna serviria. ?Crees que puedas conseguir lo que te pido o debere buscarme una agencia que si lo haga? La amenaza fue contundente. --Oh no sera necesario. Vere que puedo hacer por ti viejo amigo, solo dame un poco de tiempo. Hoy dia cuesta mucho encontrar una virgen hermosa y dispuesta a firmar un contrato. Temo que deberas decirme que clase de contrato sera ese. --Vamos, tu eres convincente Paolo, ve al sur, consigue una chica hermosa y decente para mi, sabes que no tengo tiempo para andar buscando, los negocios son primero. Pero para que estes tranquilo quiero decirte que es un tema de negocios tambien. Un absurdo testamento que me obliga a casarme, de eso se trata. Si, mi padre dice que si no me caso este ano dejara el negocio en manos de mi hermano menor. No tiene derecho a hacerlo, pero lo hara. --Una esposa. Que interesante. Hubieras empezado por ahi. --Es que el asunto no me hace gracia, sabes bien lo que pienso al respecto. Debo atarme a una mujer y no me atrae casarme con una de tus rameras. Al menos consigue una virgen, una chica decente dispuesta a casarse conmigo y a obedecerme. Pero es importante que entienda eso, sera una boda forzada si, una fachada para que pueda seguir haciendo lo que me plazca pero si llevo una ramera nadie me creera. No te pediria esto si no estuviera desesperado. El tiempo es oro ya has oido el refran ?verdad? --Si, por supuesto. Vere que puedo hacer. Pero necesitare algo de tiempo y de dinero para mover contactos. --Por supuesto, ve... ve y luego avisame. Es que lo que no tengo es demasiado tiempo. Enviame fotos primero, necesito verlas--dijo y le extendio un cheque de tres ceros para que empezara a moverse. El senor Galiani penso que lo conseguiria, no sabia como pero no podia perderse la cifra de seis ceros que le ofrecia ese millonario. Cuando este se marcho busco en su portatil el banco de datos que tenia. Habia diez chicas que acababan de entrar y una de ellas tenia una cara de angel, era rubia y parecia virgen, aunque no lo era por supuesto. Habia un lugar donde se operaban las mujeres que querian recuperar su virginidad... Pero tenia pechos operados, eso era una desventaja, se daria cuenta, ese millonario no era tonto. No, necesitaba mas que una cara inocente. Tenia que ser una autentica virgen dispuesta a vender su virginidad. No solo su virginidad, su cuerpo y su alma para ser la acompanante de un italiano guapo y millonario. Vamos, el trato no era tan malo. Tendria un marido. ?No era el sueno de una virgen? ?Tener un hombre joven, millonario y dispuesto a casarse con ella? solo que hoy dia las virgenes jovenes escaseaban. Era un pedido dificil, lo conseguiria si pero esta vez no podia hacerlo solo. Hizo un par de llamadas y cito en su oficina a uno de sus buscadores de modelos principiantes dispuestas a salir con millonarios por dinero y fama. Era un tipo leal y discreto que se manejaba en la web y tenia muy buen trato con las chicas. Ernesto Schiavi. Alto, de largas piernas y porte intelectual era quien manejaba las redes y era ademas un experto programador y antiguo hacker sin trabajo. --Bueno, tenemos un pedido especial mi amigo. Buen dinero si te mueves rapido y me das lo que te pido. --?De veras? ?De que se trata?--quiso saber. --Una virgen inocente que este dispuesta a vender su virginidad a un millonario a cambio de dinero y estabilidad. Cuando supo los detalles Ernesto vacilo. --?Y donde demonios esperas encontrar una chica asi? Porque lo que quiere ese millonario no existe, ?te das cuenta? Al senor Paolo no le agradaba esa palabra. --Para mi no existe no es una palabra valida, amigo. Esfuerzate. Buscame a la chica. Te enviare a tu portatil el perfil del millonario y el tipo de chica que le agrada. Pero Ernesto penso que no lo conseguirian. --?Y donde debo buscar una virgen? Deberia ir a la preparatoria y eso seria ilegal. Porque ninguna chica universitaria es virgen ni tampoco... --Bueno, tengo algunas ideas. Creo que primero deberas viajar al sur, alli las jovenes son mas recatadas y conservadoras. --Ni tanto... es una idea un poco falsa y estereotipada del sur, hoy dia las cosas han cambiado, hay mas libertad que antes, aun en los pueblos pequenos de Napoles. --Bueno, investiga eso. Se que no sera facil pero es mucho dinero en juego y todo debe ser perfectamente legal. Perfectamente legal era una expresion ambigua en ese negocio. Hasta ahora habia sido legal pero,
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Besadas por el fuego de Montse Godrid
https://gigalibros.com/besadas-por-el-fuego.htmlCuando Aspasia de Mileto mando tallar unos pendientes-amuletos para protegerse de la envidia que generaba su historia de amor, no imagino que conectarian la Antigua Grecia con Galilea al llegar estos hasta Maria Magdalena. Posteriormente, la reina Blanca de Anjou los recupero al sur de la Corona de Aragon. Y desembocan de manera inexorable en la provincia de Alicante en la actualidad, donde ayudan a desentranar un gran misterio. Sus duenas son a la vez transmisoras de valiosos conocimientos y de un potente elixir magico.
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El pais de los crepusculos de Sebastia Bennasar
https://gigalibros.com/el-pais-de-los-crepusculos.htmlHa llegado el frio en la Vall de Boi. Y, con las primeras nevadas, tambien ha llegado un implacable asesino que va dejando cadaveres torturados y martirizados en las iglesias de este valle, todas ellas Patrimonio de la Humanidad. El comisario Jaume Fuster -un hombre que no teme a nada ni a nadie- tendra que combatir viejas supersticiones medievales en medio de la belleza del lugar, donde todo vuelve, tambien los lobos.
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Pedro. Perdon (Los trajeados 1) de Nanda Gaef
https://gigalibros.com/pedro-perdon-los-trajeados-1.htmlMuchas veces los deseos se convierten en realidad; sin embargo, no siempre traen la tan ansiada felicidad.
El siempre alegre y sonriente Pedro crecio deseando que su mejor amigo, Daniel, fuera su hermano. Al descubrir que es asi, no puede soportar conocer, por boca de terceros, que su madre y su mejor amigo -ahora hermano- le han ocultado esa informacion durante treinta anos.
Ciego por el rencor y la desilusion, se aisla de todos, toma malas decisiones y, presionado por su pasado, huye para buscar el apoyo de su mejor amiga, Fatima.
En su huida conoce a Paula, una mujer diferente a las que a el le gustan, pero que no pasa desapercibida a sus ojos. Para su sorpresa, Paula no cae rendida ante su encantadora sonrisa y conquistarla se convierte en un desafio para Pedro.
Pero sus errores de juventud lo persiguen alla donde va y no le permiten seguir con su vida. La culpa le pesa y le impide seguir adelante. -
El Rey de Daguelna de Luis Hernandez
https://gigalibros.com/el-rey-de-daguelna.html -
Las 48 leyes del poder de Robert Greene
https://gigalibros.com/las-48-leyes-del-poder.htmlComo llegar a lo mas alto y quedarse alli…
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Igor (Santo Grial del Underground) de Fabiana Peralta
https://gigalibros.com/igor-santo-grial-del-underground.htmlEn principio, no es un impedimento para entablar una relacion que el chico que te gusta tenga seis anos mas que tu. Sin embargo, si que lo es cuando tu tienes trece pero aparentas doce, y el tiene veinte y es uno de los chicos mas populares del vecindario. En ese caso, solo puedes aspirar a que cuando te salude te revuelva el pelo, porque eres invisible para el y estas fuera de sus limites.
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El Novio de mi Hermana de Nahomy Rodriguez
https://gigalibros.com/el-novio-de-mi-hermana.htmlAnne Salvyn se ha graduado de abogada, poniendo en pausa su sueno de ser fotografa para continuar con el legado familiar. Y viendose envuelta en la desmedida manipulacion de su familia, encontrara apoyo y comprension en quien menos lo espera, Nataniel Rousse, el novio de su hermana.
Ese apuesto hombre que suele mirarla en secreto y en silencio cuando nadie los ve. El que, asqueado de ser tan correcto, y cansado de vivir en una mentira, despertara en ella la chispa de una indebida pasion contra la que no podran batallar.
Una apasionada historia de amor, que rompera las barreras de lo debido y se colara en tu corazon para enfrentar el miedo a ser feliz. -
El milagro metabolico de Dr. Carlos Jaramillo
https://gigalibros.com/el-milagro-metabolico.htmlA todos nos gusta comer. Pero lo hacemos mal y cada dia peor. Enganados por la industria alimentaria, la publicidad, las fake news gastronomicas y los consejos nutricionales de la tia Bertha, con cada bocado tomamos decisiones nefastas que nos enferman, nos engordan y nos roban energia. ?Como detener esta espiral? ?A quien creerle y a quien no? ?Como cambiar de habitos sin volvernos rigidos y aburridos?
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El regreso de Sarah Ellen (Tu me ves 4) de Gemma Herrero Virto
https://gigalibros.com/el-regreso-de-sarah-ellen-tu-me-ves-4.htmlUna casa en la que nunca entra la luz del sol, una madre obsesiva, una nina con una extrana enfermedad, un bosque oscuro en el que es mejor no adentrarse…
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Seduciendo Al Jefe de Mia Ford
https://gigalibros.com/seduciendo-al-jefe.htmlCliff Sali del ascensor y respire profundamente. Era lunes, el peor dia de la semana para la mayoria, pero el dia en que me senti vivo despues de un largo fin de semana de aburrimiento. Me encantaba trabajar desde siempre. Me encantaba el desafio, el dominio, probarme a mi mismo que estaba ganando en el juego de la vida. La gente pensaba que no era un juego… bueno, se equivocaban o, simplemente, estaban demasiado asustados para jugar. Asi es como siempre lo he visto yo y me ha ido bien. Sonrei mientras veia a mis empleados corriendo de un lado a otro para realizar sus tareas y mantener los trabajos a los que se aferraban desesperadamente. Tenia un gran personal y estaba muy agradecido, aunque tambien les pagaba muy bien. Probablemente, por eso trabajaban tan duro. Si hicieran el mismo trabajo para cualquier otra compania ganarian la mitad del dinero. Era un hecho. Tenia muchas aspiraciones y siempre estaba haciendo cosas. Cuando tenia tiempo libre me aburria, a menos que hiciera deporte. Me encantaba estar en movimiento para no oxidarme. No entiendo que haya gente tan holgazana. Camine por el pasillo ignorando a toda la gente que me sonreia. La mayoria de ellos eran solo <
> que pensaban que si conseguian mi favor les ayudaria a escalar puestos, pero la unica forma de subir la escalera era ganandosela. A diferencia de la mayoria de las empresas, no le daba los buenos trabajos a la gente que conocia. Eso era estupido. Yo le daba los trabajos a la gente que los merecia. Por eso mi compania habia crecido tanto y solo tenia treinta y dos anos. Estaba entrando en mi oficina cuando me di cuenta de que Margot, mi secretaria, estaba acompanada de una mujer alta, esbelta, con unas curvas increibles, una cara preciosa, una sonrisa muy dulce y el cabello largo de color castano. Y esos ojos… vaya, podria perderme en ellos. Era preciosa y, por un momento, hasta me puse nervioso en su presencia. No podia recordar la ultima vez que me habia puesto nervioso por algo, pues desde hacia mucho tiempo habia eliminado las emociones y las expectativas de mi vida. --?Que sucede? --pregunte. --Hola, Cliff --dijo Margot, con esa dulce sonrisa que habia llegado a apreciar. Era la persona mas pomposa que habia conocido --. Esta es Sadie Blane. --Hola, Sadie Blane --dije. Ella me saludo y yo empece a alejarme. Estaba muy ocupado y no tenia tiempo para conocer a nadie a primera hora de la manana. --Cliff. --Margot me detuvo--. Sadie se va a hacer cargo de mi puesto de trabajo. Es su primer dia. Estaba confundido. --?Como? ?Que quieres decir? Ella suspiro. --Te lo dije el otro dia, pero no lo supe hasta ayer a ultima hora y tu ya no estabas. Tampoco pude localizarte por telefono, pero recursos humanos le ha dado la aprobacion. --?De que estas hablando, Margot? --Lo dejo --dijo--. Mi madre esta empeorando. Necesito cuidarla durante un tiempo. --Siento oir eso --dije--. Lo entiendo, pero esto es demasiado repentino. Tendrias que habermelo dicho con tiempo. --Lo se y lo siento, pero Sadie es fantastica. Se acaba de graduar con honores en la estatal de Ohio. --Genial --dije--. Yo fui a Pitt, asi que lo mismo terminamos odiandonos. --Sonrei para hacerle saber que estaba bromeando--. Encantado de conocerte --dije--. Esta bien, ponla al corriente de todo, y Margot, lamento que te vayas. Cuidate. --Lo hare. Gracias. Entre en mi oficina. Estaba molesto porque Margot se iba. Era una secretaria increible. Llevaba tres anos conmigo y conocia la empresa por dentro y por fuera. Demonios, mas importante aun, me conocia por dentro y por fuera. Iba a hacer falta una persona especial para reemplazarla y no estaba tan seguro de que Sadie lo fuera. Pero era muy hermosa. Eso no lo podia ignorar. No dejaba de pensar en lo que podria haber sido conocerla en un club nocturno, invitarla a bailar y luego ver a donde nos llevaba la noche… Si, eso habria sido genial. Mire por la ventana de mi oficina a traves de la rendija de las persianas venecianas. Maldicion. Esas caderas… las piernas tan largas y delgadas, suaves pero tonificadas. Senti mi polla agitandose en mis pantalones. Me estaba excitando mucho. Joder. Me iba a costar acostumbrarme a la nueva secretaria. Intentaba mantener la regla de no salir nunca con nadie con quien trabajara, pues era como abrir la puerta a un enorme desastre. Podian salir mal demasiadas cosas, especialmente, al ser un hombre con dinero. La gente intenta aprovecharse de eso. Me sente detras de mi escritorio y puse los pies en alto. Agarre mi bola de estres y empece a apretar lentamente la mano alrededor de ella. Me vendria bien aliviar la tension que ya estaba sintiendo. Eran las ocho de la manana, pero llevaba levantado desde las tres. Siempre me despertaba a esa hora. Era la mejor manera de empezar el dia. Me despertaba, hacia pesas y luego salia a correr. Por ultimo, tomaba un buen desayuno sobre las seis de la manana. Luego pasaba una hora en el tanque de aislamiento sensorial, donde tenia las meditaciones mas increibles que uno podia imaginar. Era maravilloso. Sin embargo, incluso con todas esas practicas que ponian mi cuerpo y mi mente en un lugar armonioso, seguia siendo un manojo de nervios cuando llegue al trabajo. La verdad es que me sentia un poco sin rumbo desde que rompi con mi exnovia Alice dos semanas antes. No esperaba que me afectara de la manera en que lo habia hecho, pues tenia problemas para dejarla ir. No estaba listo para un compromiso a largo plazo en este momento de mi vida, pero cuanto mas envejecia mas dificil me resultaba recuperarme de las relaciones. ?Que me estaba pasando? ?Estaba empezando a sensibilizarme? ?Se estaba acercando la etapa de ser padre? Me estaba volviendo un solitario. Lo sabia. Al principio, cuando acababa el dia y volvia a mi casa vacia, enorme y solitaria me invadia una sensacion de felicidad. Era libre para hacer lo que quisiera. No tenia responsabilidades. Pero ahora empezaba a parecerme triste. Estaba solo todo el tiempo. Bueno, tenia amigos y me divertia bastante, pero la mayoria de ellos estaban empezando a sentar la cabeza y yo habia empezado a salir solo. A veces traia a alguien a casa, aunque estaba cansado de las relaciones sin sentido. Por otro lado, me costaba entregarme a una mujer. Tenia miedo de hacerlo, aunque no estaba seguro de la razon. Quizas era miedo al compromiso y a perder el control. Siempre habia pensado que algun dia tendria esposa e hijos, pero no queria que eso sucediera pronto. Quizas, al evitar las relaciones me estaba alejando de la verdadera felicidad. Me servi una gran taza de cafe negro. Bebi el fuerte elixir de la cafeina y pense en los fallos que habia en mi vida personal. ?Por que pensaba tanto en esto ultimamente? La puerta se abrio en ese momento y aparecio Sadie. Estaba sola, asi que me figure que Margot se habia ido y que nunca la volveria a ver despues de tres anos trabajando para mi. La rabia estaba hirviendo a fuego lento dentro de mi, ya que era obvio que la nueva secretaria no tenia ni idea de lo que estaba haciendo. Tenia que ponerla en su lugar rapidamente y establecer el orden jerarquico. No era su maldito amigo para que irrumpiera asi en mi despacho, era su jefe. --Ronald Gilding ha llamado --dijo Sadie--. Confirmo la reunion para las diez en punto, pero solo dispone de una hora y no de dos. --?Sabes que tienes que llamar a la puerta antes de entrar? -- Ella me miro como si le hubieran dado una patada en la boca del estomago--. Te he hecho una pregunta --repeti. Se lamio los labios nerviosamente y comenzo a tartamudear. --Lo siento… yo… yo solo pense… --No se entra en mi despacho sin llamar a la puerta. ?Me he explicado bien? Sera mejor que aprendas como funcionan las cosas por aqui muy rapido si quieres durar, ?me entiendes? --Eh, si --dijo--. Lo siento mucho. Salio de la oficina y entonces me di cuenta de algo interesante. --Detente --dije. Ella se quedo congelada--. Ven aqui. --Hice un gesto con el dedo. Camino lentamente hasta mi mesa. Estaba rigida y nerviosa, pero tambien guapisima. Maldicion. Mi polla se ponia mas dura a cada segundo que pasaba con ella. Pense en inclinarla sobre el escritorio y destrozar su cono apretado y humedo. Queria soltar mi carga dentro de ella. --?Que es eso que llevas puesto? --le pregunte. Senale el collar alrededor de su cuello. Era una larga cadena de oro con un corazon colgando de ella. El corazon tenia una daga atravesandolo. La pieza era interesante. --Un amigo me lo regalo. --?Que clase de amigo? --Un amigo de la familia. Por mi graduacion universitaria. --Ese amigo… ?tiene mas o menos la misma edad que tu padre? --pregunte. Ella tuvo que inclinarse para que yo pudiera observarlo de cerca, aunque tambien le eche una mirada a su precioso escote. --Si --dijo--. El es… --?Crees que ese amigo quiere follarte? --le pregunte. Ella se puso muy nerviosa mientras la pregunta flotaba en el aire. No se movio. --?Que? Eso es… --?Suena raro? Bueno, este collar es un regalo romantico. ?Que clase de hombre le da esto a la hija de su amigo que tiene la mitad de anos que el? Empezo a parpadear rapidamente mientras trataba de pensar. --Ya habias pensado en eso antes, ?verdad? --Yo… realmente, no lo se… --tartamudeo. --Oh, si que lo sabes… ?Te atrae ese amigo? --No --dijo, demasiado rapido. --?Por que? ?Porque es mayor? Aun asi, ?es atractivo? ?O te atrae su edad y experiencia? ?Tal vez su estatus? ?O te atraen otras habilidades? Estaba disfrutando de la conversacion. Me estaba divirtiendo mucho escarbando en su cerebro y viendo sus reacciones. Ella no se enfado, solo se asusto, se puso nerviosa y se ruborizo. Si la conociera diria que incluso se estaba excitando. Pues ya eramos dos. En cinco segundos podria estar muy dentro de ella. --No lo se… yo… --No sabia que decir. --Bueno, a pesar de que no sabes que responder, has elegido llevar el collar. ?Tu familia sabe que el te lo regalo? ?O te lo dio en privado? --En privado --dijo. --?Y no se lo has dicho a tu familia? --No, no lo saben. --?Por que no? --Porque… --Porque podrian pensar que hay algo mas entre vosotros dos. No hago suposiciones de la nada. ?Alguna vez has fantaseado con ese tipo? ?Alguna vez has fantaseado con alguien a quien no puedes tener? --Tengo que volver al trabajo. --Se irguio de repente. --Bien --dije--. Pero no te olvides de llamar a la puerta la proxima vez. Y no pierdas ese collar. Te queda muy bien. No dijo nada, pero se detuvo un momento como si quisiera decir algo. Luego salio del despacho. Suspire con una sonrisa mientras me relajaba en mi silla. Capitulo 2 Sadie Me servi una taza de cafe y me sente de nuevo frente a mi mesa. Estaba casi temblando despues del encuentro que acababa de tener con Cliff. Habia sido tan condenadamente intenso... No podia dejar de repetirlo en mi cabeza. Debi haberme puesto furiosa. Deberia haberme sentido casi violada. El tipo me habia preguntado a quemarropa sobre sexo, alguien que acababa de conocer. Mi jefe… Debi haberme sentido terriblemente ofendida y enojada, pero no lo estaba. No, no lo estaba. Habia cometido un fallo al no llamar a la puerta. ?En que estaba pensando para irrumpir asi en su oficina? Mierda. Que estupida. Y jamas me habria imaginado que tendriamos esa conversacion. El me habia reganado y me senti como una nina, como si fuera inferior a el, ya que con un chasquido de dedos podia echarme a la calle cuando quisiera. Margot me habia advertido de que era un hombre muy intenso. Ella habia tenido que dejar su trabajo de repente y a mi me habian llamado de la agencia de inmediato. Conseguir un trabajo no habia sido nada facil porque me habia graduado en filosofia. No me plantee trabajar en el mundo de los negocios hasta que asisti a un seminario el otono pasado y me di cuenta de que deberia haber estudiado algo relativo a los negocios. Podria haberme dedicado a ejercer como profesora universitaria, ya que era de los pocos trabajos para los que estaba realmente cualificada en base a mi educacion, pero no me apetecia dedicarme a eso. Me habia mudado de Columbus a Nueva York hacia cuatro semanas y habia esperado a que sonara el telefono. Ayer, finalmente, sono. Y ahora estaba aqui. Tenia que conseguir que esto funcionara. En el momento en que vi a Cliff mi corazon se derritio. Senti que me iba a desmayar. El era perfecto. Poderoso, fuerte y sexy. Sus ojos eran penetrantes y su cuerpo era duro como una roca. Podia ver sus musculos debajo de su traje ajustado. Era un tipo decidido y esperaba que todos actuaran de la misma manera. Me di cuenta de que no tenia tiempo para nadie que no estuviera de acuerdo con el. Y eso me atrajo. En el momento en que lo conoci senti algo especial. No era solo el hecho de que fuera mi jefe. Era algo diferente… una fuerte conexion. Y eso era peligroso. Tenia demasiado trabajo por delante para dejar que un hombre me desestabilizara. No tenia tiempo para un romance. Por supuesto, no es que pensara que el quisiera tener un romance conmigo. Probablemente, tenia una mujer diferente en su cama cada noche. ?Por que perderia el tiempo con alguien como yo? De todos modos, no debia pensar en esos terminos. Queria convertirme en alguien importante en el mundo de los negocios y necesitaba aprender sobre este mundillo desde cero. Ahora que trabajaba en Jones Global, por fin tenia la oportunidad de aprender y tener un buen curriculum. Esperaba durar al menos un ano en esta empresa y no arruinarlo. Mierda. Tenia que centrarme, pero es que el me habia afectado. La forma en que hablaba, el dominio cuidadoso y tranquilo, los ojos sin emociones, la mirada fria, el susurro profundo de su voz, la forma en que habia tocado mi collar... Todo era tan caliente. Podia sentir su mirada moviendose sobre mi, rodando sobre mi cuerpo, y estaba segura de que habia mirado mi escote. Debi haberme puesto algo menos sexy, aunque me alegre de que me mirara y le gustara lo que habia visto. Hice las tareas diarias que me asignaron y trate de concentrarme. Pense que deberia haber pedido ayuda a alguien, pero no queria parecer una inepta. Me gustaba el trabajo, y me habia encantado oir a Cliff empleando ese tono de mando conmigo, ese angulo seductor y la forma en que me habia mirado directamente mientras me preguntaba si mi amigo de la familia (que era el mejor amigo de mi padre) queria follarme. Estaba segura de que si. Se llamaba Daniel Pace y era el mejor amigo de mi padre desde hacia muchos anos. Siempre habia sabido que sentia algo por mi. A veces me habia dado cuenta de que sus ojos acariciaban mi cuerpo. El dia que me gradue me dio ese regalo. Me llevo a un lado durante la fiesta en mi casa y me dijo que queria que tuviera el colgante. < >, me habia dicho. Y luego agrego que debia mantener en secreto que me lo habia dado. < >, habia argumentado. Eso lo resumia todo. No tenia ni idea de las expectativas de Daniel, sobre todo, porque me fui de casa al dia siguiente para venir a Nueva York. El collar era precioso y cada vez que lo tocaba pensaba en el. Tal vez eso era lo que el queria, ya que nunca habia pensado en Daniel de esa manera hasta que me dio el collar. A partir de ese momento empece a pensar en el de otra manera. Era un hombre guapo, pero era veinte anos mayor que yo. ?Como habia podido Cliff saber todo eso solo por el collar? ?Quizas por la forma en que respondi? Ese tipo conocia a la gente casi instantaneamente. Era como un depredador midiendo a su presa. Todo eso era tan seductor... Era como si rezumara sensualidad por sus poros. No podia evitar sentirme lujuriosa. A la hora de mi almuerzo entre en la sala de descanso y decidi tomar un sandwich de la maquina expendedora. No tenia mucho tiempo para almorzar, ya que tenia mucho que hacer y aprender. Coloque un dolar en la ranura y espere a que saliera el sandwich, pero hacia la mitad del proceso la maquina se bloqueo. Mierda. Aprete el boton unas cuantas veces y luego golpee la maquina con frustracion. -
Capitan Struk de Thiago Silva
https://gigalibros.com/capitan-struk.htmlStruk fue probado en el corazon del oceano. Se recupera y en poco tiempo, encara una mision de rescate compleja.
Liderando a un equipo entrenado, enfrenta sus miedos y vuelve al mar. Debe traer a su compatriota a casa sin volcar una gota de sangre. -
Lo que quedo de ti de Sarah Everett
https://gigalibros.com/lo-que-quedo-de-ti.htmlAdictiva, encantadora y llena de sorpresas. Perfecta para fans de Jandy Nelson y Jenny Han. Una novela inteligente escrita con un gran sentimiento. De la noche a la manana, la vida de Addison Sullivan ha dado un vuelco de lo mas extrano. Mientras viajaba en autocar de vuelta a casa, charlando tranquilamente con un pasajero de su edad, el vehiculo ha patinado en el suelo helado y se ha estrellado. Addie ha salido ilesa del accidente, salvo por los olvidos que sufre de vez en cuando y algo mas. De repente, el desconocido del autobus parece estar en todas partes. En el centro comercial. En el instituto. En la puerta de su casa. Addie ni siquiera sabe su nombre, pero no puede dejar de pensar en el. En su sonrisa. En su desparpajo.
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El Mal de la Muerte de Marguerite Duras
https://gigalibros.com/el-mal-de-la-muerte.htmlEl mal de la muerte contempla a un hombre aquejado de un mal terrible, devastador, que lo mata en vida: el de la impotencia de amar. Este hombre, en un intento desesperado de supervivencia, alquila por unas noches a una joven en cuyo cuerpo el espera aun encontrar, al menos por primera y ultima vez, esa vida que se le va, que se le ha ido ya, o que jamas tuvo. Pero, entre los gemidos del sexo, en el revuelo de las sabanas, semejante al de las olas del oscuro mar que les rodea, ella no percibe en el otra cosa que los estertores de una muerte irremediable.
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Emma Roulotte, es usted de Norberto Luis Romero
https://gigalibros.com/emma-roulotte-es-usted.htmlEl muchacho desciende del coche de linea en medio de un paramo. Esta solo, con su maleta, a la orilla del camino de tierra. El ronquido del motor se aleja a sus espaldas y el corazon se le encoge en un puno ante tanta desolacion. A un par de kilometros, unas debiles luces parecen luciernagas aletargadas. Hace frio. Se sube el cuello del abrigo, escruta la noche y decide dirigirse rumbo a las luciernagas que salpican un cielo sin estrellas ni luna. Apenas ve el camino, pero siente la tierra dura y reseca bajo la suela de sus zapatos. ?Que viene a hacer a este pueblecito abandonado de la mano de Dios, sepultado bajo un cielo inhospito?: debe entregar un paquete, y a la manana siguiente seguir su camino rumbo a otra ciudad. Reflexiona acerca de aquel extrano pedido; casi un capricho, que le retrasara el viaje, y decide tomarselo con calma; tampoco tiene demasiada prisa, pues el motivo de su desplazamiento es vago, impreciso, se diria que desconoce la verdadera razon que lo impulsa a este viaje. Pero en su fuero interno, a pesar de tanta niebla, aguarda una aventura que quiebre la rutina de su vida insipida. Sabe que todo viaje tiene algo de iniciatico y lleva implicito un renacimiento interior: partir es morir un poco, y llegar es nacer en un lugar distante al de partida, donde ni hay vinculos ni memoria. Se detiene a las puertas del pueblo, palpa en sus bolsillos y descubre, con fastidio, que perdio las senas del destinatario del paquete. No puede recordarlas: apenas se habia detenido a mirarlas. Su memoria confusa desgrana apellidos posibles. Recuerda que se trataba de un escritor, pero no retuvo las senas. Vacila un instante, ya en mitad de una calle, con la maleta abandonada a su lado. No tiene a donde dirigirse y un sabor amargo de indefension lo sobrecoge, como a un nino perdido de sus padres. Ve las ventanas cerradas, las casas y las calles sumidas en un silencio casi solemne, algun que otro perro vagabundo husmeando en los contenedores de basura, pero a ningun humano. El sentimiento de indefension se acentua, y acude a su memoria una manana lejana, cuando se separo de sus padres en unos grandes almacenes y se vio rodeado por una multitud de desconocidos, que lo observaban con incredulidad y misericordia; evoca a aquella senora gorda y amable, que se le acerco a secarle las lagrimas, y se le humedecen los ojos. Se averguenza de dejar brotar sus sentimientos, y recapacita: ya no tengo cuatro anos. Decide entonces internarse en las calles adyacentes en busca de alguna cafeteria. Son alrededor de las dos de la madrugada y todo esta cerrado. La angustia crece y con ella resurge el nino. Si al menos apareciese la mujer gorda y maternal, le diria que esta buscando a un escritor; aunque no este seguro de haberlo leido en el anverso del sobre extraviado. Va por el pueblo a lo tonto, sin hallar una mano salvadora, su Deus ex machina. Mira el reloj: lleva mas de una hora recorriendo calles penumbrosas, apenas iluminadas por farolas demasiado debiles y espaciadas, y hay rincones tan oscuros como la boca de un lobo salvaje, que lo llenan de zozobra y temor. Vuelve a evocar a la mujer gorda, y en ese instante, justo cuando esta se inclina hacia el con un panuelo inmaculado, dispuesta a enjugarle las lagrimas, oye ruidos, pero no puede ver nada por la noche tan cerrada. Es entonces cuando el autor se apiada y decide que la noche no este oscura como boca de lobo salvaje, y pone en el cielo una luna redonda y blanca. El rostro se le ilumina con un brillo de esperanza y acelera la marcha, decidido. Por fin ve un coche detenido en una esquina. Es un deportivo rojo. Se acerca y golpea suavemente el cristal de la ventanilla. En el interior, un hombre de unos cuarenta anos, delgado, con evidentes huellas de alcoholismo en sus ojos, baja ligeramente el cristal, y con un gesto mudo y agrio le pregunta que quiere. Desconcertado ante la soberbia del conductor y sin soltar su maleta, el muchacho le pregunta si conoce algun hotel o pension. El hombre se queda mirandolo fijamente y le dice que el no es de alli, que tiene mucha prisa, pues anda en busca de una muchacha llamaba Emma, para pedirle perdon, rogarle que le sugiera un titulo para su libro que, por cierto, quiere dedicarselo. Sin despedirse, aprieta el acelerador a fondo y desaparece envuelto en una nube de polvo. ?Seria este, acaso, el escritor que estaba buscando? Desconcertado, el muchacho sigue deambulando, hasta que se topa con unas vias de tren y las sigue con la certeza de que hallara una estacion en la cual, probablemente, quede algun viajero rezagado. No tarda en divisar las luces del anden a lo lejos, pero cuando llega descubre la sala de espera y las oficinas cerradas. En una pizarra lee que el proximo tren pasara a las nueve de la manana. Abatido, desea fervientemente que se le aparezca aquella mujer solicita, con el panuelo impecable, dispuesta a consolarlo; pero la soledad de la estacion es inmensa, apabullante; y la indiferencia del autor, flagrante. Resignado, se acomoda en un banco lejos de las luces, dispuesto a permanecer alli hasta que el sueno lo venza. Dentro de su desgracia tiene suerte: el frio ha disminuido y el aire se ha templado merced a un subito arranque de bondad del autor. Pone la maleta en su regazo, la abre y saca un paquete, un envoltorio de papel marron, sujeto con una fina cuerda de canamo. Lo observa por todos lados buscando las senas del presunto destinatario, pero no hay un solo trazo. Decide abrirlo (no sin remordimiento y pudor), ilusionado con hallar alguna pista. Es una caja de carton blanco, del tamano aproximado al de una de zapatos. Envuelta con sumo cuidado en fino papel de arroz, halla una segunda caja de madera lacada, con una campina inglesa y una casa humilde al fondo, oculta a medias entre frondosos robles, pintada en la tapa. Levanta el cierre de laton diminuto y la abre. Esta vacia, y en las paredes interiores lacadas de bermellon ve unas ligeras raspaduras que le hacen pensar que contuvo algo rigido y muy ajustado, acaso otra caja. Decepcionado, se apresura a cerrarla, y cuando va a envolverla, cae de entre los papeles una tarjeta de cartulina. La recoge y lee: <
>. Una nota sin sentido, que no le vale de nada. Reflexiona que su intencion nunca fue mas alla de entregar el paquete, alojarse esa unica noche en casa del destinatario, y a la manana siguiente salir en el primer coche de linea rumbo a su destino final. Pero el muchacho no habia contado con la injusticia y arbitrariedad del autor: el coche de linea retrasado casi cinco horas por un desperfecto mecanico, la perdida del sobre con las senas, la noche impenetrable, esa caja vacia… Vuelve a meter el paquete en la maleta, echa un vistazo a su alrededor confirmando la desolacion y se dispone a dormir, resignado a su destino cruel, con el unico pensamiento de buscar al presunto escritor al dia siguiente, cuando los habitantes del pueblo hayan salido del sueno y la luz invada las calles. Entregara la caja y seguira su camino. A estas alturas del relato, es el autor quien se pierde en los meandros de la narracion, en su malograda estructura, es el quien se siente traicionado por la imaginacion, y no tiene la menor idea de como proseguir con la historia. Aguarda ante el teclado a que una solucion de continuidad llegue de un momento a otro como un milagro, como un Deus ex machina similar a la senora gorda de los grandes almacenes. Se ve tentado a arrojar el principio a la papelera y comenzar otro: imagina un relato interminable, confeccionado unicamente con principios; pero recuerda que ya lo hizo magistralmente Italo Calvino, deja de lado esta idea y recupera su atencion en el muchacho adormecido, abandonado a su albur sobre las rigidas tablas de madera de un banco, con la maleta bajo su cabeza a modo de almohada, y se compadece una vez mas, victima de esa confusion de sentimientos adversos hacia los personajes imaginarios, cuando estos amenazan con descontrolarse, romper el hilo sutil que los maneja y obrar a su propio albedrio. Duda entre incorporar uno nuevo o hacer que llegue el alba y con su luz brillante despeje las sombras. Tiene que escoger entre estas dos opciones, porque no se le ocurre una tercera mejor, y, sin pensarlo, opta por la primera. Ella esta alli, de pie ante al banco, con una mirada tranquila y limpia, pues parece tener conciencia de su oportuna llegada. El muchacho despierta sobresaltado, se incorpora y ensaya cierta compostura. Confundido ante esta subita presencia, se disculpa torpemente. Ella le muestra una sonrisa comprensiva. El se pone de pie, parpadea para quitarse los restos de sueno y en su mente se perfila, como un destello, la mujer de los grandes almacenes. Pero esta es joven y delgada, viste de azul palido, y lleva la cabeza tocada graciosamente con una pamela de paja. Ella toma la iniciativa, y a la par que extiende una mano timida y menuda, le dice: --Buenas noches…Soy Emma. El le sonrie. Ella advierte su desconcierto y se apresura a aclararle: --Me envia el autor. Se tranquiliza, pero reflexiona y le pregunta: --?Un hombre ojeroso, con un deportivo rojo? Dijo que buscaba a una tal Emma. --No sera a mi --contesta ella, decidida. --En ese caso…encantado de conocerla. Soy… --y se calla, vacila, porque desconoce su propio nombre. --Carlos --le dice ella. Y le tiende una mano diminuta. Carlos se sorprende y a la vez se siente reconfortado cuando conoce su propio nombre, tiene por fin una identidad y deja de ser sencillamente < >. Intenta explicarle su situacion, balbucea. --No es necesario --se anticipa ella--, se por que esta aqui, y hare cuanto este en mis manos: es muy triste ser un personaje perdido en la bruma, en las veleidades de un autor ocioso. En este punto de la narracion, el autor hace oidos sordos al comentario de la muchacha, obvia unas cuantas horas muertas entre los protagonistas y da un salto en el tiempo y el espacio: pasa la accion al dia siguiente, cuando ambos estan frente a frente, tomando un cafe en un bar. Son las seis y cinco de la manana, comienzan a pasar por la calle los primeros madrugadores. Carlos mira el paisaje a traves de los cristales del bar, y ve, por encima del hombro de su companera, que el pueblo es mas extrano de lo que le habia parecido en la oscuridad, y su estrafalaria arquitectura le parece mas una gran escenografia que un pueblo real. Ve, tambien, el sol recostado con indolencia sobre el horizonte, con su cabellera de oro desparramada sobre los campos de encarnadas amapolas, que retienen, en su corola suave, tremulas gotas de llanto nocturno. Y aunque no menciona el magnifico espectaculo que se despliega ante sus ojos, la belleza de la descripcion y la metafora del rocio tan magistralmente elaborada, hacen que Emma no se resista a dejar escapar un suspiro profundo, suspiro que se sustrae a la sagacidad de Carlos, todavia absorto en las amapolas humedas. Ella apenas habla, sabe que su presencia es arbitraria, prefiere guardar silencio y beberse a pequenos sorbos el cafe, junto a este muchacho, a estas horas intempestivas, despues de haber pasado la noche charlando con el en aquel banco incomodo, y evita pensar en lo ocurrido durante la elipsis. Tiene conciencia cabal de su casi nula existencia como personaje, de su escasa relevancia, y se ve a si misma como un simple convencionalismo literario: se identifica con uno de esos tipicos grabados alegoricos de la Salvacion, y se imagina cubierta con una suave tunica blanca, con un candil en una mano en alto, y descansando sobre una filacteria que reza: Salvatio. Al fondo del dibujo, unas almas se mueven como fantasmas sin rumbo en la penumbra, como escritores en busca de la pluma e inspiracion perdidas. < >, piensa. Carlos, en cambio, ha recobrado animos, habla mucho y no deja de agradecer a Emma su compania. Esta le sugiere que deje de buscar al destinatario del paquete, pues tiene la corazonada de que no existe, y el autor no penso en ningun momento en hacerlo figurar en el cuento. Carlos se siente desfallecer. Insiste en su obligacion de seguir buscando, pues no cree que el autor sea capaz de jugarle tan mala pasada arrojandolo, sin ton ni son, al vacio de una pagina en blanco. Emma le explica que las reglas del juego literario, de las cuales el autor es inocente debido a su torpeza narrativa, son insondables. --Seria una injusticia --se lamenta el. Y se queda pensativo, con la mirada fija en los brazos desnudos de Emma. Ella le palmea una mano, consolandolo. Esta dispuesta a ayudarlo a salir airoso. Le promete que hara lo posible por ser un buen personaje y que hablara con el autor para convencerlo de que incluya un final feliz. --Se lo agradezco --le dice el, conmovido--. Pero tengo que cumplir con mi obligacion. Abre la maleta, saca el paquete, lo desenvuelve y le ensena la caja de madera lacada. --Es preciosa. Podria entregarmela a mi, y asunto concluido. --Imposible. Busco a un escritor, y, que yo sepa, usted no lo es. --Podria haberle mentido… --No lo creo. Usted es incapaz de mentir, y no estoy en condiciones de abandonar la empresa, aunque no se como salir del paso. --Yo tampoco lo se… Hasta aqui llega mi conocimiento, el resto es pura intuicion. Solo tengo claro que estoy para ayudarlo. Y ambos se abisman en un silencio fulminante. --Quizas hiciera falta un tercer personaje --argumenta Emma. Pero se equivoca: el autor no tiene intenciones de introducirlo, ni sabe como hacerlo. Vuelven a sumirse en un silencio reflexivo. En sus rostros asoma un halo de impotencia. Estan solos y son las seis y media de la manana, en un bar y un pueblo desconocidos. --?Como que desconocido? --Carlos despierta de sus elucubraciones--. ?Acaso usted no es de aqui? --No. --?No dijo que estaba aqui para ayudarme? --Si, pero no se como hacerlo. Y no soy de este pueblo. --?De donde es, entonces? --No lo se; ese, justamente, es mi problema. De aqui, de alla… Voy con mi caravana de un sitio a otro… Probablemente soy de otro cuento. Pero, de momento, podriamos preguntar a alguien si conoce a algun escritor que viva por aqui. Es una manera de comenzar. --Si, pudiese ser… pero ahora me ha hecho dudar de su verdadera existencia --y hay un toque de amargura en su voz--. De todas formas, nada se pierde con intentarlo --resuelve, poniendose de pie y dejando un billete de cinco rublos sobre la mesa. --?Por que ese billete? --No tengo otra moneda. Lo siento --intenta explicarse Carlos, tambien desconcertado. --Ya me lo figuro --rezonga ella--, el autor ha estado leyendo a Gorki estos dias --y suspira ante semejante extravagancia. Una vez en la calle, acuerdan hacerse pasar por marido y mujer para no instigar rumores malintencionados. --Sera necesario un plan --propone Carlos, buscando un modo practico de hacer las cosas. --No hara falta: tal vez el autor ya tenga uno. Continuan sin rumbo, preguntando, mirando aqui y alla, y perciben que el autor siempre pone pueblos iguales, seguramente parecidos al de su infancia. Carlos, a pesar de la agradable compania, no deja de cavilar sobre la contrariedad del destino, aunque tambien ve en el la oportunidad de una aventura, acaso la primera de su viaje. --?Y si llamasemos a aquella casa? --Emma senala una casita que destaca del resto por su jardin lleno de rosas trepadoras que se enroscan en una pergola y estallan en multicolores capullos, como efimeros fuegos de artificio. --Ya estamos con las rosas --dice Carlos -
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https://gigalibros.com/el-anillo-de-polidoro.htmlEn una ciudad sumida en el caos, Apolofanes se enfrenta a su mision mas dificil. Un anillo sera su salvoconducto para adentrarse en los lugares mas oscuros y secretos. La vida de la mujer que ama esta en peligro y el destino de Esparta depende de su libertad. Ambientada en una ciudad guerrera, maltrecha por el hierro y el fuego, Andrea Maggi atrapa al lector con una apasionante novela historica, un protagonista inteligente y astuto que no se detiene ante nada y una mujer independiente que quiere escribir su propio destino.
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La elite de Kiera Cass
https://gigalibros.com/la-elite.htmlNo soplaba el aire en Angeles, y me quede un rato alli tendida, inmovil, escuchando el sonido de la respiracion de Maxon. Cada vez era mas dificil pasar con el un momento realmente tranquilo y placido. Intentaba aprovechar al maximo esos ratos, y me alegraba comprobar que cuando el parecia estar mas a gusto era cuando nos encontrabamos a solas. Desde que el numero de chicas de la Seleccion se habia reducido a seis, se mostraba mas ansioso que al principio, cuando eramos treinta y cinco. Me imagine que pensaria que tendria mas tiempo para hacer su eleccion. Y aunque me sentia culpable al pensarlo, sabia que yo era el motivo por el que deseaba ese tiempo de mas. Al principe Maxon, heredero al trono de Illea, le gustaba. Una semana atras me habia confesado que, si yo admitia que sentia lo mismo, sin reservas, acabaria con el concurso. Y a veces yo acariciaba la idea, preguntandome como seria estar con Maxon, sin nadie mas, solo nosotros dos. Sin embargo, el caso era que no era solo mio. Habia otras cinco chicas alli, chicas con las que salia y a las que susurraba al oido, y yo no sabia como tomarme aquello. Y ademas estaba el hecho de que aceptar al principe implicaba asumir tambien una corona, idea que solia pasar por alto, aunque solo fuera porque no estaba segura de que podia significar para mi. Y luego, por supuesto, estaba Aspen. Tecnicamente ya no era mi novio --habia roto conmigo antes incluso de que escogieran mi nombre para la Seleccion--, pero cuando se presento en el palacio como soldado de la guardia, todos los sentimientos que habia intentado borrar invadieron de nuevo mi corazon. Aspen habia sido mi primer amor; cuando le miraba... era suya. Maxon no sabia que Aspen estaba en el palacio, pero si sabia que habia dejado atras una historia con alguien, algo que intentaba superar, y habia accedido a darme tiempo para pasar pagina mientras el intentaba encontrar a otra persona con quien pudiera ser feliz, si es que yo no me decidia. Mientras movia la cabeza, tomando aire justo por encima de mi cabello, me lo plantee: ?como seria querer a Maxon, sin mas? --?Sabes cuanto tiempo hace que no miraba las estrellas? --pregunto. Me acerque un poco mas sobre la manta para protegerme del frio: la noche era fresca. --Ni idea. --Hace unos anos un tutor me hizo estudiar astronomia. Si te fijas, veras que las estrellas, en realidad, tienen colores diferentes. --Espera. ?Quieres decir que la ultima vez que miraste las estrellas fue para estudiarlas? ?Y por diversion? Chasqueo la lengua. --Por diversion... Tendre que hacerle un hueco a eso entre las consultas presupuestarias y las reuniones del Comite de Infraestructuras. Oh, y las de estrategia para la guerra, que, por cierto, se me da fatal. --?Que mas se te da fatal? --pregunte, pasandole la mano por la camisa almidonada. Animado por el contacto, Maxon trazo circulos sobre mi hombro con la mano con la que me rodeaba la espalda. --?Por que quieres saber eso? --respondio, fingiendose importunado. --Porque aun se poquisimo de ti. Y da la impresion de que eres perfecto en todo. Resulta agradable comprobar que no es asi. El se apoyo en un codo y se quedo mirandome. --Tu sabes que no lo soy. --Te acercas bastante --replique. Sentia los pequenos puntos de contacto entre nosotros. Rodillas, brazos, dedos. El sacudio la cabeza y esbozo una sonrisa. --De acuerdo. No se planear guerras. Se me da fatal. Y supongo que seria un cocinero terrible. Nunca he intentado cocinar, asi que... --?Nunca? --Quizas hayas observado el monton de gente que te atiborra de pastelillos a diario, ?no? Pues resulta que a mi tambien me dan de comer. Se me escapo una risita tonta. En mi casa yo ayudaba a preparar casi todas las comidas. --Mas --exigi--. ?Que mas se te da mal? El me agarro y se coloco muy cerca, con un brillo en sus ojos marrones que indicaba que escondian un secreto. --Hace poco he descubierto otra cosa... --Cuentame. --Resulta que se me da terriblemente mal estar lejos de ti. Es un problema muy grave. Sonrei. --?Lo has intentado? El fingio que se lo pensaba. --Bueno..., no. Y no esperes que empiece a hacerlo ahora. Nos reimos sin levantar la voz, agarrados el uno al otro. En aquellos momentos, me resultaba facilisimo imaginarme que el resto de mi vida podia ser asi. El ruido de pisadas sobre la hierba y las hojas secas anunciaba que alguien se acercaba. Aunque nuestra cita era algo completamente aceptable, me senti algo violenta, y ergui la espalda de inmediato, para quedarme sentada sobre la manta. Maxon tambien lo hizo. Un guardia se acercaba a nosotros rodeando el seto. --Alteza --dijo, con una reverencia--. Siento importunarle, senor, pero no es conveniente permanecer aqui fuera tanto tiempo. Los rebeldes podrian... --Comprendido --replico Maxon, con un suspiro--. Entraremos ahora mismo. El guardia nos dejo solos. Maxon se volvio hacia mi: --Otra cosa que se me da mal: estoy perdiendo la paciencia con los rebeldes. Estoy cansado de enfrentarme a ellos. Se puso en pie y me tendio la mano. Se la cogi y observe la frustracion en sus ojos. Los rebeldes nos habian atacado dos veces desde el inicio de la Seleccion: una vez los nortenos (simples perturbadores), y otra vez los surenos (cuyos ataques eran mas letales). Y no tenia mucha experiencia al respecto, pero entendia muy bien que estuviera agotado. Maxon estaba recogiendo la manta y sacudiendola, descontento por que nos hubieran interrumpido de aquel modo. --Eh --dije, llamando su atencion--. Ha sido divertido. El asintio. --No, de verdad --insisti, dando un paso adelante. El cogio la manta con una mano para tener el otro brazo libre y rodearme con el--. Deberiamos repetirlo algun otro dia. Puedes contarme de que color es cada estrella, porque la verdad es que yo no lo veo. --Ojala las cosas fueran mas faciles, mas normales --repuso el, con una sonrisa triste. Me acerque para poder rodearlo con los brazos. Maxon dejo caer la manta para abrazarme. --Siento ser yo quien desvele el secreto, alteza, pero, incluso sin guardias, no tiene usted nada de normal. Relajo algo el gesto, pero seguia serio. --Te gustaria mas si lo fuera. --Se que te resultara dificil de creer, pero a mi me gustas tal como eres. Lo unico que necesito es mas... --Tiempo. Ya se. Y estoy dispuesto a dartelo. Lo que me gustaria saber es si al final querras quedarte conmigo, cuando pase ese tiempo. Aparte la mirada. Eso no podia prometerselo. Habia sopesado lo que significaban Maxon y Aspen para mi, de corazon, una y otra vez, pero no estaba segura... Salvo, quiza, cuando estaba a solas con uno de los dos. En ese momento, estaba tentada de prometerle a Maxon que seguiria a su lado para siempre. Pero no podia. --Maxon --susurre, viendo lo desanimado que parecia al no obtener una respuesta--. Aun no te puedo decir eso. Pero lo que si puedo decirte es que quiero estar aqui. Quiero saber si tenemos... --dije, y me quede cortada, sin saber como plantearlo. --?Posibilidades? Sonrei, contenta al ver lo bien que me entendia. --Si. Quiero saber si tenemos posibilidades de que lo nuestro funcione. El me aparto un mechon de pelo y me lo puso detras del hombro. --Creo que si, que hay muchas posibilidades --contesto, con toda naturalidad. --Estoy de acuerdo, pero, solo... dame tiempo, ?vale? Asintio. Parecia mas contento. Asi era como yo queria que acabara nuestra noche juntos, con cierta esperanza. Bueno, y quizas algo mas. Me mordi el labio y me acerque a Maxon, diciendolo todo con la mirada. Sin dudarlo un segundo, se inclino y me beso. Fue un beso calido y suave. Hizo que me sintiera deseada. De hecho, quise mas. Podria haberme quedado alli horas, pidiendo mas. Sin embargo, Maxon enseguida se echo atras. --Vamonos --dijo, sonriente, tirando de mi en direccion al palacio--. Mas vale que entremos antes de que lleguen los guardias a caballo, con las lanzas en ristre. Cuando me dejo en las escaleras, senti el cansancio de golpe, como si me cayera un muro encima. Practicamente me arrastre hasta la segunda planta, pero, al rodear la esquina para llegar a mi habitacion, de pronto me desperte de nuevo. --!Oh! --exclamo Aspen, sorprendido el tambien al verme--. Debo de ser el peor guardia del mundo; todo este rato he supuesto que estarias dentro de tu habitacion.
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Un verano tenebroso de Dan Simmons
https://gigalibros.com/un-verano-tenebroso.html -
Papeles falsos de Valeria Luiselli
https://gigalibros.com/papeles-falsos.htmlA diferencia de muchos cementerios en Europa, San Micheleno es un destino tan frecuente para el turismo necrologico intelectual y por eso no existen guias ni mapas precisos, ni mucho menos una lista con las coordenadas de sus muertos celebres, como los que hay a la entrada de cementerios como Montparnasse o el Pere Lachaise. En San Michele se encuentran otros personajes conocidos --Ezra Pound, Luchino Visconti, Igor Stravinsky, Sergei Diaghilev-- y sus tumbas estan senaladas, pero en un letrero apenas visible, frente a la pequena seccion apartada donde reposan sus restos. Si uno no sabe que los extranjeros notables estan separados de los venecianos comunes --como si en una necropolis tambien fueran inevitables los ghettosartisticos--, puede pasar horas deambulando entre los Antoninos, Marcelinos y Francescos, sin saber que nunca encontrara ahi ecos de Los cantos ni reverberaciones de La consagracion de la primavera. San Michele es una isla rectangular, aislada de Venecia por un brazo de agua y una muralla. Vista desde un avion, la isla del cementerio podria parecer un enorme libro de tapa dura: uno de esos diccionarios robustos, pesados, donde descansan eternamente las palabras como esqueletos en descomposicion. Hay algo de ironico en el hecho de que Joseph Brodsky este enterrado ahi, frente a la ciudad en la que siempre estuvo y siempre quiso estar solo de paso. Tal vez el poeta hubiera preferido una sepultura lejos de Venecia. A fin de cuentas, la ciudad era para el como un <
> o, si se quiere una metafora mas literaria, una Itaca cuya fuerza atractiva consistia en estar siempre lejana, en ser siempre un lugar efimero, imaginado. Se suma a esto que Brodsky declaro durante una entrevista que queria ser sepultado en los bosques de Massachusetts, o que quizas hubiese sido correcto que el cadaver regresara a su natal San Petersburgo. Pero supongo que no tiene sentido especular sobre los deseos postumos de una persona. Si la voluntad y la vida son dos cosas imposibles de separar, la muerte y el azar lo son tambien. SERGEI DIAGHILEV (1877-1979) Despues de buscar la tumba de Brodsky durante varias horas y no haber encontrado siquiera la de Ezra Pound, estuve a punto de tirar la toalla. En lo que reunia fuerzas para encaminarme a la salida del cementerio, me sente a la sombra de un arbol y me fume un cigarro. En su ensayo Correr tras el propio sombrero, Chesterton decia que de encontrarse frente a una vaca en una caminata por el campo, solo un verdadero artista podria pintarla; mientras que el, no sabiendo copiar las piernas traseras de los cuadrupedos, preferia pintar el alma misma de la vaca. Yo, que ni soy artista ni soy Chesterton, no sabria como hacer ninguna de las dos cosas. Nunca he sido como esa clase de personas --a las que envidio profundamente-- que son capaces de perderse en la meditabunda contemplacion del vuelo de un pajaro, en el trabajoso ir y venir de las hormigas, en la suspension beatifica de una arana que cuelga en sus propias viscosidades. Soy, desafortunadamente, demasiado impaciente para encontrar poesia en los ritmos suaves de la naturaleza. Pero en un cementerio no hace falta tener una sensibilidad especial hacia los reinos animal y vegetal: basta permanecer sentado en silencio lo que dura un cigarro prendido, para dejarse poseer por la vitalidad que florece entre las tumbas. Bajo los cipreses, como manecillas de gigantescos relojes de sol, el tiempo se ensancha y fluye. Quiza sea el silencio mismo el que magnifique los aleteos freneticos de los insectos; tanta calma, la que trastorne el languido reptar de los lagartos; tanta muerte, la responsable de animar las hojas morbidas de los chopos. Bien dice un sabio desconocido: < >. Estaba por apagar mi cigarro cuando estallo una algarabia de graznidos. Primero unos pocos, y luego decenas, tal vez centenares --como si el graznido, al igual que la risa, fuera algo contagioso entre las aves. Henri Bergson aseguraba que la risa solo puede surgir si su objeto es, o se asemeja, a lo propiamente humano; que un gato o un sombrero no pueden provocarnos risa, al menos que veamos en ellos una expresion, una forma, o una actitud humana. Puede ser. Puede que, al menos de lejos, esos graznidos de pajaro fueran como las carcajadas de viejos tuberculosos, y que solo por eso yo estallara tambien en una carcajada en medio del silencio. En todo caso, si no me di por vencida en el empeno de encontrar la tumba de Brodsky, fue por el buen humor que me provoco de subito esa tertulia de gaviotas broncas. Si no encontraba al poeta, podia al menos averiguar si si eran graznidos o mas bien viejos venezianos al borde de la muerte. Ademas, ?por que no correr tras una tumba o tras unos pajaros si Chesterton, tan gordo, tan digno y tan inteligente, era capaz de correr tras un sombrero? EZRA POUND (1885-1977) Las tumbas de los extranjeros celebres del cementerio no solo se encuentran en un recinto apartado de los venecianos comunes (no vaya a ser que un gondolero se acueste junto a la mujer de Stravinsky), sino que incluso entre los extranjeros hay divisiones. Los rusos que frecuentaban Venecia, por un lado; los demas, por otro. Lo extrano e ironico es que Joseph Brodsky no descansa con la intelligentsia moscovita ni leningradense, sino en un recinto diferente, a un lado de su gran enemigo Ezra Pound. La tumba del ruso, a diferencia de las demas, no esta senalada en un cartel oficial del cementerio a la entrada del recinto, sino que algun alma benevolente escribio su nombre con liquid paper entre el nombre del poeta de Los cantos y la flecha que indica la direccion de ambas tumbas: RecintoEvangelicoEzraPound(IosifBrodskji) Imagine que encontraria al menos un punado de groupies afanados en dejar un amuleto o un beso sobre la tumba de Brodsky. Pero quizas Brodsky sea menos celebre que Julio Cortazar o que Jim Morrison, y yo simplemente guardaba el mal sabor de boca que me habian dejado tiempo atras los cementerios franceses. Pero en el Recinto Evangelico no habia nadie. Nadie, salvo una anciana, cargada con todo tipo de bolsas de mercado llenas de bartulos, parada frente a la tumba de Ezra Pound. No preste mucha atencion y me encamine directamente hacia el ruso, como si marcara mi bando: tu con Pound, pues yo con Brodsky. JOSEPH BRODSKY (1940-1996) Sobre la tumba de Brodsky, inscrita con las fechas 1940-1996 y su nombre en cirilico, habia chocolates, plumas y flores. Pero sobre todo, chocolates. No habia, como suele haber en casitodas las tumbas de los cementerios italianos, un retrato del difunto incrustado en la lapida. Habia esperado con ansiedad ver el ultimo rostro de Joseph Brodsky. En su libro sobre Venecia, Marca de agua, Brodsky escribe: < >. De una forma laxamente paradojica, el anonimato es una caracteristica de la ausencia: es la ausencia de caracteristicas. Un rostro joven es anonimo; esta vacio de expresiones y de rasgos que lo identifican y nombran. A medida que envejece, adquiere las huellas que lo distinguen de los demas. Una cara que se va arrugando es cada vez menos anonima. Pero mientras un rostro envejece y adquiere mayor definicion, se expone, al mismo tiempo, a mas y mas miradas de desconocidos --o, para seguir con la imagen de Brodsky, a mas espejos de cuartos de hotel por donde han pasado tantos reflejos que todos devuelven el mismo semblante, deshecho como sus camas deshechas. Asi, un rostro tambien va perdiendo la definicion que ha ido tomando con los anos, como si a fuerza de ser visto tantas veces a traves de ojos ajenos, tendiera a volver a su principio informe. De esta manera, el exceso de definicion que adquiere un semblante con el tiempo, y que culminaria tal vez en un monstruoso exceso de identidad --en una mueca--, se contrarresta con la simultanea perdida de esa identidad. Es quiza por ese motivo que todos los bebes y todos los ancianos se parecen entre si sin parecerse a nadie en particular. En el principio y en el trecho final los rostros son anonimos. Es logico, entonces, que un muerto ya no tenga rostro alguno. Las caras de los muertos deben ser, en todo caso, como las que vislumbro Ezra Pound en el metro de Paris: < >. Sobre la lapida de Brodsky no habia ningun retrato. Era justo que no existiera ese sello definitivo de identidad; era mas honesto el gris liso y opaco de la piedra --reflejo del anonimato de un hotelmensch por excelencia, hombre de muchos cuartos de hotel, muchos espejos, muchas caras. Mejor detenerse frente a la tumba y tratar de recordar alguna fotografia deBrodsky sentado en una banca de Brooklyn, o traer a la memoria una de esas grabaciones de su voz, al mismo tiempo poderosa y quebradiza, como de quien ha pasado muchas horas en soledad y ha adquirido contundencia a base de dudar: Un arbol. Su sombra, y la tierra; las raices que la penetran y se aferran. Monogramas entretejidos. Barro y piedras firmes. Las raices se entretejen y mezclan. Las piedras tienen una masa propia que las libra de la atadura de un arraigo normal. Esta piedra se sujeta firmemente. Uno no puede moverla ni desenterrarla. Las sombras de un arbol atrapan al hombre, como las redes a los peces. El resultado de un encuentro largamente esperado con un desconocido suele ser decepcionante. Lo mismo con un difunto, solo que en este ultimo caso no hace falta disimular nuestra decepcion: un muerto, en ese sentido, es siempre mas agradable que un vivo. Si al llegar frente a el nos damos cuenta de que en realidad no teniamos nada que hacer ahi, que lo entretenido era buscar su tumba y lo de menos era encontrarla --?que cosa dirian las piedras de Venecia que no le hayan dicho ya a Ruskin hace mas de un siglo y medio?--, podemos darnos la media vuelta a los pocos minutos y el muerto no nos lo reprochara. Con los muertos no hace falta ser bien educados, aunque la religion haya intentado inculcarnos siempre un comportamiento absurdamente decoroso en las misas y en los cementerios. Guardar silencio, rezar y caminar despacio con la cabeza gacha, las manos dobladas a la altura del vientre, son costumbres que poco le importan a quien reposa bajo tierra. Por eso resulto tan oportuna la anciana que habia estado parada junto a la tumba de Pound -- segun me parecia hasta ese momento, en una meditacion profunda. La mujer se arrimo a la sombra del arbol donde estabamos Brodsky y yo en un silencio ya incomodo, y se empezo a rascar las piernas como si tuviera pulgas o lepra. Despues de rascarse se acerco un poco mas y se detuvo frente a la sepultura de Brodsky. Con toda tranquilidad, como quien efectua labores domesticas de rutina, empezo a guardarse los chocolates que le habian dejado al poeta. Cuando habia terminado con estos, se guardo tambien las plumas y los lapices. Despues, como para no quedar mal, le dejo una flor que, supongo, se habia robado de la tumba de Pound. Imagine, por la familiaridad con la que se movia entre las dos tumbas, que era una vieja amiga de los poetas, o quiza la duena de la pension donde Brodsky se hospedo en algunos de sus viajes a Venecia. Le pregunte, timida y balbettando en mi italiano fracturado, si habia conocido a Joseph Brodsky, y si lo habia venido a visitar. < >. La anciana suspiro y se agacho para rascarse otra vez las piernas; recogio las bolsas pesadas, llenas de souvenirs necrologicos, y salio del Recinto Evangelico, como los venados del poema de W. H. Auden que Brodsky siempre citaba: silently and very fast. -
Una esposa para el highlander (Fuego y corazon 1) de Sonia Lopez Souto
https://gigalibros.com/una-esposa-para-el-highlander-fuego-y-corazon-1.htmlLa manana venia fria, propia de la epoca, pero ninguno de los presentes se quejaba, pues sabian que en breve no les preocuparia el tiempo. La batalla estaba frente a ellos, en una tensa espera, a que uno de los dos bandos avanzase hacia el otro. No hacia tanto los Ross habian vencido a los MacKay en una lucha pareja, donde el jefe de los ultimos habia sido asesinado de forma justa, pero aun asi ahora los MacKay buscaban venganza. Aquella era una disputa que nunca tendria fin, pues los hombres de las Highlands eran muy orgullosos y no admitian la derrota facilmente. -Hijo -el jefe de los Ross llamo a Conall-, algun dia sera tu turno para liderar a tu clan contra sus enemigos. No has de titubear jamas. El miedo es valido, nadie te dira que no lo sientas, pero nadie te apreciara si lo demuestras. Has de ocultarlo, disfrazarlo para que nadie sepa nunca que el jefe del clan es como los demas. Has de ser fuerte y leal, seguro de lo que haces y valiente hasta la admiracion. No dejes que nadie dirija tu vida o te diga como cuidar de tu pueblo. Solo tu sabes lo que es bueno para el clan, pues ese es el deber del jefe. ?Lo has entendido, hijo? -Si, padre -asintio el joven de dieciseis anos, tratando de aparentar una valentia de la que el mismo dudaba. Y sin embargo, no se echaria atras cuando la batalla se iniciase. Aquella era su primera batalla y queria demostrarle a su padre que podria hacerlo bien. Queria que el jefe del clan estuviese orgulloso de el, que supiese que seria un digno sucesor cuando llegase la hora de tomar el control. -?Que harias ahora? -senalo hacia los guerreros del otro clan, que esperaban una senal para iniciar la lucha. -Ellos han perdido a su jefe en el ultimo enfrentamiento -dijo, despues de pensar en ello-. Quieren venganza y, por tanto, deberiamos dejar que den el primer paso. -Porque nosotros no hemos hecho nada malo -sentencio su padre, con el pecho henchido de orgullo por aquella respuesta-. Solo nos defendemos. Y asi era como se justificaba la rivalidad entre clanes. Uno moria a manos del otro, pero nadie creia tener la culpa de lo que pasaba, pues en la guerra todo valia. La batalla empezo poco despues, cuando el nuevo jefe de los MacKay, un joven al que habian dejado sin padre de la forma mas inesperada, dio la senal. Y aunque poco antes habian perdido contra los Ross, en esta ocasion estaban mas preparados y pronto se noto en el campo de batalla. -Gavin -grito el jefe de los Ross por encima del ruido de la batalla-, ve con mi hijo y protegelo con tu vida. Si le pasa algo malo, tu sufriras las consecuencias. Cuando la pelea llego a sus puertas, creyeron que podrian ganar, como en el anterior enfrentamiento, pero parecia que el dolor de haber perdido a su jefe daba mas fuerza y determinacion a los MacKay, pues estaban acorralando a sus guerreros como si de un rebano de ovejas se tratase. -Saldra con vida de aqui, senor -le prometio el hombre, que veia como varios MacKay estaban cercando al hijo del jefe. Corrio a socorrerlo, seguro de que este cumpliria la amenaza si su hijo moria en la batalla. Era un lider justo, pero cuando se trataba del muchacho se volvia irracional, lo que lo hacia muy peligroso a ojos de Gavin-. Cuidado. Detras de ti, Conall. El joven guerrero esquivo por muy poco, una estocada a traicion. Parecia como si los MacKay quisiesen vengar a su jefe muerto matando al unico heredero de los Ross. No les garantizaba que el clan sucumbiese, pues para ganarse el puesto de jefe habia que demostrar que valias o nadie te seguiria, pero seria un duro golpe en ese momento. -Espalda con espalda, muchacho -le dijo despues, pegado a el. Durante largo tiempo lucharon asi, defendiendose el uno al otro, alejandose lentamente del fragor de la batalla. Si el joven queria quedarse, no lo dijo, aunque Gavin podia ver como su cuerpo se iba tensando a medida que veia lo que pretendia hacer. -Mi padre me necesita -dijo al fin, cuando ya estaban en el limite del campo de batalla-. Aqui no podre ayudarle. -Tu padre te quiere a salvo, muchacho -replico Gavin. -?Mientras nuestros hombres mueren? -se quejo el-. No es asi como debo dirigir el clan cuando releve a mi padre. El mismo me dijo no hace tanto que debo ser valiente y decidido para que me respeten. ?Que diria mi gente, o mi padre, si me ven huir del campo de batalla cuando todo se pone feo? ?Acaso mi vida vale mas que la de los demas solo por ser el hijo del jefe? Nadie me seguira si hago eso. -Si mueres hoy, no podras hacer nada -lo detuvo, cuando Conall hizo el amago de regresar a la batalla-, ni nadie te podra seguir en un futuro. En ocasiones, hay que... -Al menos, morire protegiendo a mi gente -se libero de su agarre y corrio hacia los hombres que habian cercado a varios Ross antes de que Gavin pudiese terminar lo que le estaba diciendo. No se refugiaria en la distancia, como un cobarde que teme enfrentar a la muerte. Lucharia, asi se encontrase con ella cara a cara. Demostraria que era un digno hijo de su padre. Aquella estaba resultando ser una lucha muy diferente a la que le habian relatado meses atras. Y su padre, seguro de que venceria de nuevo, habia decidido dejarle ir con el despues de insistirle, pero al parecer, estaba arrepentido de ello y por eso lo queria lejos de la contienda. Se sentia frustrado y decepcionado de que el hombre al que mas admiraba creyese que no seria capaz de luchar en iguales condiciones que el resto, pero le demostraria que podia hacerlo. Estaba decidido a ser el guerrero que su padre esperaba que fuese algun dia. -Conall -Gavin lo siguio al momento, pero no pudo parar al joven, que ya estaba metido en una lucha a muerte con un MacKay que le doblaba en tamano-. Tan terco como su padre. Sera un digno sucesor... si no lo matan antes. Acudio en su ayuda, y aunque la mano ejecutora fue la de Gavin, el merito se lo llevaria Conall por la astucia con la que se lo puso en bandeja. Despues de aquello, lucharon codo con codo, reduciendo las filas de MacKay. A pesar de la intensa lucha, a nadie le paso desapercibido que el joven estaba entre ellos, arriesgando su vida por salvar a su clan. Y aunque no lo habia hecho por eso, su audacia le hacia mas merecedor de ser el jefe cuando llegase la hora de que su padre se retirase. De repente, alguien grito a lo lejos y poco a poco la lucha se fue deteniendo. No porque hubiese un claro vencedor, sino porque el clan MacKay habia sido vengado, y los Ross empezaban a pedir la retirada, ahora que su jefe estaba mortalmente herido. -Vamos, muchacho -Gavin tiro de Conall, que parecia ido. Habia escuchado el aviso de que su padre estaba herido y solo podia pensar en buscarlo, aun a riesgo de su propia vida, pero Gavin no se lo permitio. Si el jefe del clan moria finalmente, Conall seria el sucesor mas evidente, asi que debia asegurar su supervivencia ahora mas que nunca. La huida del campo de batalla fue facil, pues los MacKay no los persiguieron, pero el regreso a casa resulto duro y doloroso, viendo como la vitalidad del jefe se apagaba por momentos. Muchos temian que no llegase vivo a su casa y otros simplemente se negaban a pensar en lo peor. -Muchacho -Gavin se acerco a Conall durante la vigilia del segundo dia-, tu padre desea hablar contigo. Yo te relevo en la vigilancia, ve con el ahora. Conall se levanto de mala gana, pues sabia que sucederia a continuacion y lo temia casi tanto como habia deseado conseguirlo cuando era tan solo un nino. Se habia estado preparando para ello toda su vida, pero no se sentia tan merecedor ahora que estaba a punto de pasar. -La humildad es una buena cualidad -le decia a menudo su padre-, pero la valentia y el liderazgo lo son mas. No olvides ser clemente con aquellos que te daran luego su lealtad, pero se implacable con los que te traicionaran a cada rato. Los consejos de su padre siempre eran tan genericos, que temia no saber ponerlos en practica, llegado el momento. Se habia ido quedando con las palabras mas importantes: humildad, clemencia, valentia, liderazgo... y esperaba que su instinto fuese suficiente para saber cuando ejercerlas todas ellas. -Padre -lo llamo al ver que tenia los ojos cerrados. -Conall -la mirada febril de su padre le atraveso hasta el alma-, hijo mio. Me temo que no vere el amanecer de un nuevo dia. -No digas eso, padre. Eres fuerte -lo regano-, aguantaras. Llegaremos muy pronto a nuestro hogar y Edna curara tus heridas. -Ya he vivido para verte convertido en un hombre -le dijo con orgullo en la voz-, no me importa partir ahora de este mundo, sabiendo que seras un gran lider tambien. -Todavia tengo mucho que aprender, padre -insistio. -Lo unico que te falta ahora es la experiencia, hijo, y esa solo se consigue siendo el jefe -una gorjeante tos acudio a el, interrumpiendolo. Cuando se repuso, sujeto la mano de Conall para que le prestase atencion-. Recuerda que el clan siempre ha de ser lo mas importante. No dejes que caiga en desgracia. Pase lo que pase, lucha por y para el. No lo abandones nunca. -Lo hare, padre -prometio-. La gloria del clan continuara en lo mas alto, pero tu todavia tienes que... -Me muero, Conall -lo interrumpio- y no hay nada que se pueda hacer. -Estamos llegando a casa, padre. Edna podra... -No -lo detuvo una vez mas-, de esta no salgo ya, hijo, no importa lo que haga. Un guerrero sabe cuando ha llegado su hora y esta es la mia. Pero no has de estar triste, pues te he preparado bien y sabras estar a la altura. -No quiero estar a la altura todavia, padre -se negaba a dejarlo ir de una forma totalmente egoista. No se sentia preparado para lo que se avecinaba. Habia esperado ser mas mayor cuando el peso del liderazgo recayese sobre sus hombros, pero las circunstancias eran otras y odiaba mas que nunca, ser el hijo del jefe. No queria lidiar con la perdida de su padre, al mismo tiempo que con conservar la direccion del clan, pues sabia que muchos intentarian hacerse con ella, a pesar de todo. -?Crees que yo estaba mas preparado en su momento para asumir el mando del clan? Tu abuelo ni siquiera se molesto en explicarme como funcionaba la politica entre clanes o como debia dirigirme al rey. El solo se preocupo de convertirme en el mejor guerrero, pues solo creia en el poder de la espada. Yo te he dado todas las herramientas, hijo, es el momento de que las uses. Asegura la existencia del clan primero, y luego ya lidiaras con el rey. No dejes que los MacKay se apoderen de lo que es nuestro. Nada importa ahora mas que acabar con las muertes. Deben saber que los Ross no somos unos cobardes y que, hagan lo que hagan, no podran destruirnos. -Lo sabran, padre -le prometio. El guerrero cerro los ojos un momento y dejo salir el aire de sus pulmones en un suspiro profundo. Conall espero a que los abriese de nuevo para continuar hablando, pero solo cuando noto que no respiraba comprendio que no lo haria. Su padre habia muerto. Por un momento permanecio junto a el, temeroso de no ser capaz de cumplir con lo que se esperaba de un jefe de clan. Le temblaban las manos y las lagrimas amenazaban con escapar a su control. No queria parecer un nino ante todos, pero no podia sentirse de otro modo despues de la muerte de su padre. Cuando consiguio tranquilizarse, se levanto y cuadro los hombros. -Mi padre ha muerto -anuncio a todos en voz alta-. Nos vamos a casa. Hay que darle una sepultura decente, digna del gran jefe que ha sido para todos nosotros. No me veo digno de ocupar su lugar, pero hare lo imposible por serlo y por defender a los nuestros de cualquier enemigo que se presente ante nuestras puertas. Una vez repuestos de las bajas, mi padre sera vengado. Esto no quedara asi. Los vitores y aplausos irrumpieron en la tranquilidad del claro en el que se habian apostado y Conall penso que, tal vez, aquello no fuese tan mal, que podria ser un buen jefe para su clan. Al menos lo intentaria, guiado por todos los consejos que su padre le habia dado a lo largo de los anos en su joven vida. En cuestion de minutos, la compania estaba preparada y continuaron su camino. El jefe habia sido amortajado por sus hombres para que soportase el viaje, pero se dieron tanta prisa como les fue posible para que el tiempo no le ajase el cuerpo y fuese inservible para mostrarlo a todo su pueblo en su ultimo adios, como dictaba la tradicion. -Apenas quedan unas millas para llegar -le informo Gavin a Conall-. Tal vez deberia adelantarse alguien para... -No -lo interrumpio-. Yo sere quien lo anuncie. No quiero que mi madre lo sepa por ningun otro. -?No crees que lo sabra cuando no lo vea llegar al frente de su ejercito? Deberias prevenirla para que no llore ante el pueblo cuando lo... -Si llora sera porque amaba a mi padre -lo freno de nuevo -. El pueblo lo entendera y se congraciara con ella. Gavin no dijo nada mas al ver el enfado del joven, pero se sintio arder por dentro de rabia. Siempre habia estado al lado del jefe del clan, aconsejandolo y siendo su segundo al mando, y habia esperado conservar el puesto despues de que este claudicase a favor de su hijo, pero temia que al joven no le atrajese la idea, despues de como le habia rebatido cada una de sus ideas. Decidio guardar silencio y esperar a que estuviesen solos para abordar el tema. No permitiria que un hombre mas joven le robase un puesto que se habia ganado con sudor y sangre. La entrada a la fortaleza no se parecia a lo que Conall se habia imaginado cuando partieron a la guerra. No habia flores a su paso, ni saludos euforicos; no habia aplausos ni gritos de emocion; solo un silencio sepulcral y tension en el ambiente. Podia escuchar los murmullos a su alrededor por ser el quien encabezaba la marcha, o tal vez era solo su mente la que lo percibia, preocupado porque no fuese aceptado como nuevo jefe. Aunque era el heredero, otros se podian presentar para el puesto igualmente y tendria que vencerlos en una lucha cuerpo a cuerpo. Si su padre estuviese vivo y claudicase en su favor, habria sido muy diferente, pues nadie podria cuestionar al jefe, pero habia muerto y le faltaria su respaldo. Tendria que ganarselo. -Hijo mio -su madre se acerco a el, tan entera como pudo fingir, y lo abrazo, para susurrarle-. Debemos hablar en privado cuanto antes. No era habitual que una mujer se inmiscuyese en asuntos politicos, pero su padre siempre habia buscado el consejo de su esposa, por lo que Conall no rechazaria su ayuda, ahora que mas la necesitaba. Sin embargo, no permitiria que gobernase sus acciones por completo pues eso solo lo haria parecer mas debil. Debia encontrar un equilibrio. -Lo haremos, madre -le prometio, antes de dirigirse a su pueblo-. Mi padre, vuestro jefe, ha muerto en batalla. Ha sido un gran lider y un mejor guerrero, si cabe. Se que lo honrareis en su memoria y pronto le daremos, juntos, un adios que se recordara a traves de los tiempos. Ha llegado su momento de descansar y se ira con todos los honores. El pueblo aclamo sus palabras con gestos, pues la pena les podia. Un gran lider se habia ido, dejandolos huerfanos al igual que a su unico hijo. La incertidumbre ganaba ahora, pues aunque muchos esperaban que Conall fuese el jefe, sabian que muchos otros querrian reclamar el puesto. Y no habia nada tan malo como las luchas internas para que un clan acabase en la ruina. -Hijo -Innes Ross miro hacia Conall con ojos preocupados, ahora que estaban solos-, tu padre ha muerto sin pasarte el mando oficialmente y tienes que afianzar tu derecho a la sucesion cuanto antes. Intentaran arrebatartelo y... -Ahora es mas importante enterrar a padre -la detuvo-. Ya me preocupare de eso despues. -No, hijo -tiro de su brazo para que le prestase atencion-. Es lo primordial. Usaran el tiempo de luto para... -Ya basta, madre -grito, molesto por su insistencia, pero mas todavia porque sabia que tenia razon. Y aun asi, no se la queria dar porque necesitaba tiempo para asimilar lo que estaba pasando-. Respetaran el luto porque, si no lo hacen, el pueblo no los aceptara, asi que dejalo estar. -Yo puedo ocuparme de todo -le rogo-, mientras hablas con los hombres en busca de su apoyo. -No hare politica mientras el cuerpo de mi padre todavia se esta enfriando, madre. -La politica se debe hacer siempre, hijo -le replico. -?No tienes corazon? ?Acaso no te duele su muerte? -Mi corazon esta roto en mil pedazos -Innes se permitio dejar ir una solitaria lagrima-, pero si pierdes el clan, sera peor, hijo. Una madre no puede dejar de serlo jamas. -No perdere nada, madre -la tomo de las manos con mas calma, ahora que veia cuanto sufria-. Te prometo que voy a ser elegido por el pueblo. No te preocupes mas por eso. Innes acepto lo que su hijo decia y deseo que estuviese en lo cierto, porque de no ser asi, lo perderian todo. Podrian volver a su clan, pero no serian nadie importante en el, no tendrian privilegios mas alla de ser la hermana y sobrino del jefe. Innes estaba acostumbrada a dirigir la casa, a dar ordenes a mucha gente, y no queria abandonar aquello, si no era a favor de la esposa de su hijo. Esposa que todavia no tenia porque no era mas que un nino, aunque Conall se empenase en hacerle creer que ya era un hombre por haber sobrevivido a su primera batalla real. Se propuso hablar con los hombres mas influyentes de los Ross para que jurasen apoyar a Conall cuando llegase el momento de votar, pero se esconderia de el. Lo que no se podia permitir ahora era despertar la ira de su hijo, pues se veria con malos ojos y lo perjudicaria a la hora de elegir un nuevo jefe. Debia ser discreta para que, llegado el dia, nadie dudase de que Conall era el hombre ideal para ser el lider del clan Ross.
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Yo tambien tengo mi Amor de Sophie Rose
https://gigalibros.com/yo-tambien-tengo-mi-amor.htmlPREPARATE PORQUE NUNCA SABES A DONDE NOS LLEVA EL DESTINO Y EL JUEGO DEL AMOR
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Tras la muerte de don Juan de Sylvia Townsend Warner
https://gigalibros.com/tras-la-muerte-de-don-juan.html“Tras la muerte de don Juan” aborda un tema espanol, la fi-
?gura de don Juan, a partir de la opera de Mozart, “Don Giovanni”, en el punto en que el autor del libreto, Lorenzo Da Ponte, dejo la historia: su muerte.
Escrita al mismo tiempo en que la escritora estaba implicada en el apoyo a la Republica espanola, publicando articulos y relatos sobre la guerra, y realizando una intensa labor de activismo politico, puede considerarse, en palabras de su autora, “una parabola [?] o una alegoria [?] de la quimica politica de la guerra espanola, con el don Juan [?] convirtiendose en el fascista del texto”. -
El fin de Oz de Danielle Paige
https://gigalibros.com/el-fin-de-oz.htmlBasada en El mago de Oz, llega la cuarta y ultima entrega de esta serie juvenil best sellerinternacional.
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Camila. Creando Ilusiones. Bilogia Completa. de Sara M. James
https://gigalibros.com/camila-creando-ilusiones-bilogia-completa.htmlMe ganaba la vida como podia, vendiendo telas en un mercado y nunca habia ansiado otra vida, hasta que Rodrigo aparecio y todo mi mundo cambio.
Yo, al contrario de lo que el pensaba, no era la mujer adinerada que creia conocer. Y cuando mi mundo se desmorono por completo, el amor parecia no ser suficiente.
Cuando el corazon manda, las locuras toman las riendas de la razon. Pero las verdades siempre acaban saliendo a la luz y tenemos que pagar las consecuencias. No obstante, siempre hay que luchar. Hasta el final. Tal vez, entonces, puede que lo que comenzo como una locura, se convierta en realidad. -
Leon Kamikaze de Alvaro Garcia Hernandez
https://gigalibros.com/leon-kamikaze.htmlMe llamo Leon, Leon Kamikaze. Nunca tuve una familia ni siquiera unos amigos. Me enamore una vez… He tenido tres vidas. En la primera, el mundo me rechazo. En la segunda, todos me odiaron. En la tercera, aun no se quien soy. Me llamo Leon, Leon Kamikaze, y este es el rastro que me ha traido hasta AQUI. Libro ganador del Premio Gran Angular 2016
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El enebro de Barbara Comyns
https://gigalibros.com/el-enebro.htmlBella Winter tiene una cicatriz en la cara a raiz de un accidente de coche; conducia su novio, un tipo tacano que no la apreciaba. Embarazada de un inmigrante al que conocio en una fiesta en un piso cochambroso de Bayswater y nunca mas volvio a ver, tiene ahora una nina de meses negra, que oculta a su madre, una mujer que nunca parece haberla querido. Pero encuentra un trabajo que le encanta en una pequena tienda de antiguedades en Richmond, hace nuevos amigos y empieza a tener la sensacion de que la vida al fin le sonrie. El pasado, como no, vuelve, pero tal vez en condiciones que permitan reconciliarse con el; y el presente abre nuevos horizontes, quiza enganosos pero en principio muy felices.
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La Heredera del Sello (La Orden de los Varones 2) de Antia Eiras
https://gigalibros.com/la-heredera-del-sello-la-orden-de-los-varones-2.htmlAlaina O’Brien es una mera becaria que trabaja en el museo nacional de Escocia, con la unica intencion, en su anodina vida, de acabar su doctorado en historia y arqueologia. Pero una noche de fiesta en Edimburgo, su mundo se trunca cuando unos desconocidos intentan atacarla, si bien no se espera ser salvada por un misterioso y <
>. Lo que ella no sabe, es que el peligro esta mas cerca de lo que piensa y que la oscuridad la quiere para sus propios fines. -
La senora Stendhal, Rafel Nadal de Rafel Nadal
https://gigalibros.com/la-senora-stendhal-rafel-nadal.htmlCuando el ultimo dia de la guerra una bala se lleva la vida de una joven madre en un tiroteo en la plaza de Sant Pere de Girona, el destino de Lluc queda para siempre atado al de la senora Stendhal, que lo criara como si fuera hijo suyo. La fuerza de la madre adoptiva, la rebeldia del joven Dani y la sabiduria del abuelo Didac acompanaran la mirada inocente del nino por un paisaje cargado de emociones y promesas. Hasta que choque con el ansia de venganza de los ganadores, decididos a saldar cuentas. Despues del exito internacional de La maldicion de los Palmisano, Rafel Nadal vuelve a la posguerra con su obra mas madura; una novela, entre realidad y ficcion, que cierra el ciclo del autor sobre los bandos, el destino y la libertad individual.
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La piel de Mica de Paloma Bravo
https://gigalibros.com/la-piel-de-mica.htmlEsta es la historia de Micaela, veinte anos de su vida, de intentar trabajar y querer en un mundo que a veces no la quiere. Sus amores, sus jefes y, sobre todo, su ex. Una vida en la que se mezcla el amor y el trabajo, y en la que a veces todo falla al mismo tiempo.
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La leyenda de Greg de Chris Rylander
https://gigalibros.com/la-leyenda-de-greg.htmlUn joven descubre que su destino podria estar totalmente corrompido en esta divertidisima aventura de fantasia middle grade.
Una serie ideal para los fans de Rick Riordan. -
Sobre los puentes de Paris de Africa Ruh
https://gigalibros.com/sobre-los-puentes-de-paris.htmlLa mejor duelista de Paris se enfrenta a tres amenazas: un asesino enmascarado, un complot contra el Rey y los encantos de un joven aristocrata.
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Siete inviernos despues de Francisco Villegas Rodriguez
https://gigalibros.com/siete-inviernos-despues.htmlLa doctora paseaba con calma entre el ajetreo del final de la tarde hacia la parada del autobus. La brisa, algo mas fresca a esa hora, se colaba entre las casas del residencial saturada de aroma a brotes verdes. Se hizo a un lado, sin llegar a detenerse, para esquivar a dos chavales que se perseguian entre carcajadas, y contemplo con agrado los tonos rojizos y azules del anochecer mientras las farolas de la calle ganaban en intensidad. Inspiro un par de veces para disfrutar de la sensacion. Procedente de alguna casa cercana una musica violenta ponia la nota discordante, pero cuando el volumen comenzaba a resultar molesto se desvanecio de repente. En el silencio, le parecio escuchar un grito que pedia auxilio. Se detuvo atenta. El grito se repitio desesperado: <>. Por encima de la valla, a su izquierda, un hombre junto a un ventanal abierto se agarraba la cabeza y volvia a gritar. Sin pensarlo demasiado empujo la cancela y recorrio a toda prisa el camino de grava que ascendia por el cesped. --Soy medico --dijo al llegar junto al hombre--, ?que le pasa? --Lo sujeto por los brazos. --!Es mi hijo! --exclamo espantado, la mirada vuelta hacia el salon. --!Calmese! --Tuvo que zarandearlo un poco--. ?Donde esta su hijo? El hombre senalo tras el ventanal y cuando ella entro, a la tenue luz de un par de lamparas pudo ver dos cuerpos tendidos en el suelo. Uno de mujer, con el vestido subido hasta el pecho dejando a la vista la ropa interior, la cara congestionada vuelta hacia ella y los ojos demasiado abiertos pero sin ver. A un par de metros, un muchacho tumbado boca arriba con un charco de sangre que se extendia bajo su cabeza respiraba con dificultad. Se arrodillo a su lado y le cogio la muneca; habia pulso, aunque debil. Se volvio hacia la puerta. Junto al padre habia un par de vecinos mas. --Avisen al enfermero del centro de salud --ordeno--, que venga con la mochila de parada, y a emergencias, digan que hemos comenzado la reanimacion. !Y a la policia! --grito cuando los otros dos ya se alejaban hacia la calle. El padre se acuclillo a su lado. Lloraba. --Dios mio, no, no dejes que muera. --!Digame como se llama su hijo! --Leandro, se llama Leandro. La respiracion del chaval sonaba a burbujas. Le abrio la boca y le limpio los restos de algo espeso. Mientras actuaba no cesaba de repetir como un mantra el nombre del nino. El pulso seguia debil y cuando paso una mano por detras de la cabeza una parte del craneo cedio bajo sus dedos; al retirarla estaba cubierta de sangre. Mando al padre a por una toalla limpia y se la coloco con cuidado bajo la cabeza. --No lo vamos a mover hasta que lleguen los sanitarios --dijo mientras con disimulo se limpiaba la mano en el pantalon. Se acerco a la mujer para asegurarse y regreso junto al nino. Un policia local muy joven se asomo por la hoja abierta del ventanal. --?Que ocurre...? --comenzo con voz segura, aunque al ver el cadaver se interrumpio en seco con una mano en la boca y la cara tan palida que la doctora temio que se fuera a desmayar. --Oiga --le dijo--. !Oiga! --Consiguio que apartara los ojos de la muerta. --?Que ha pasado? --volvio a preguntar con voz temblorosa y la mano aferrada al marco. --Alguien los ha atacado --explico ella--. La mujer ha muerto. --Por el padre, evito decir que el nino estaba muy mal--. ?Puede confirmar que se ha dado el aviso a emergencias? El policia parecio agradecer la sugerencia y salio. Al instante la sirena de una ambulancia se escucho cada vez mas cercana hasta detenerse frente a la casa y el equipo de emergencias entro escoltado por el mismo policia, seguidos por el enfermero de su consulta. Ella les resumio la situacion y comenzaron a estabilizar al nino. Se aparto unos pasos hacia el padre, que desde cierta distancia contemplaba al muchacho mientras los de emergencias se ocupaban de el. Las lagrimas brotaban mansas, mezcladas en la mejilla derecha con la sangre que goteaba de cuatro aranazos paralelos bastante profundos. Quiso saber como se los habia hecho, pero el, absorto en su hijo, no parecio escucharla. --?Se pondra bien? --pregunto sin desviar la mirada. Ella lo miro de lado sin saber que responder. Fuera ya habia oscurecido; el reflejo anaranjado de las luces de la ambulancia iluminaba intermitente el techo del salon y entrecortaba los movimientos de los presentes, como si la alarma de incendios se hubiese disparado en mitad de una representacion. Miro a su alrededor mientras una angustiosa sensacion de futilidad le oprimia la garganta y tuvo la acuciante necesidad de curar los aranazos de la cara de aquel hombre. --Esta en buenas manos, seguro que si --mintio mientras empapaba una gasa. Martes, 6 de mayo de 2008 * 21:50 h Empujado por la calida brisa, el visillo proyectaba una inquieta mancha de luz con un vaiven como el de las olas en una orilla lejana. La pantalla de un telefono olvidado sobre la mesilla de noche refulgia con la cadencia irregular de un faro averiado cada vez que la mancha de luz lo salpicaba. La cortina se apaciguo y el telefono, contagiado por la urgencia de la llamada, desperto con exigente zumbido y emprendio un insensato viaje por encima del tablero. A tres dedos del filo, la vibracion se detuvo y dejo en el ambiente la calma de un mal presagio. Un instante despues, resuelto, el movil reanudo su danza. El tono de llamada se interrumpio con un chasquido. --Si. --?Ernesto...? --Un hilo de voz temblorosa. De fondo, otras voces; en la distancia, una sirena. --?Estefano? --Preocupado--. ?Eres tu, Estefano? ?Estas bien? --Han matado a Blanca. --Una pausa--. Leandro esta malherido. --Otra pausa, un sollozo--. Lo llevan al hospital. --!Dios mio! Pero, ?que os ha pasado? --Yo... no lo se. --Una voz distante le ordenaba poner fin a la llamada--. Ahora no puedo hablar. ?Puedes ir al hospital hasta que yo llegue? Viernes, 13 de enero de 2017 * 21:30 h Ernesto Perez Quiroga se despidio de su ultimo paciente de la tarde. Cerro la libreta, desconecto el ordenador y salio al recibidor con la bufanda en el cuello y su abrigo largo y negro sobre el brazo. --Que tenga un buen fin de semana, doctor Quiroga --dijo la secretaria con una sonrisa. --Igualmente, Carolina --respondio el tirando de la puerta--. Hasta el lunes. Hacia mucho frio esa noche, y el contraste de las calles ahora vacias y en penumbra con el bullicio y la iluminacion de la recien terminada Navidad acentuaba la gelida sensacion. Para el frio del invierno, Ernesto se calzo los guantes y se ajusto el cuello del abrigo; para mitigar el de dentro, sin pararse a pensarlo, decidio que era el momento de comprar un teleobjetivo que acechaba desde hacia meses. Con esa idea consiguio hacer a un lado la anoranza de otras Navidades y disfrutar del paseo. Le gustaba el frio; le gustaba pasear bien abrigado por las calles de Granada en invierno y volver despues al calor de un buen fuego en la chimenea, un te negro bien caliente y una buena novela. En algunas ocasiones, de rodillas frente al toril de sus recuerdos, se atrevia a abrir el porton y reconocer, al compas de las cornadas, que todo aquello no eran mas que los sustitutos de un hogar y una familia. Tiempo atras, poco despues de la muerte de Estefano y su propio divorcio, pensar en eso le resultaba demasiado doloroso. Aun asi, mas a menudo de lo saludable, se deslizaba con cruel determinacion hacia ese espinoso paisaje, forastero entre las lapidas de su pasado, como si hurgar en ese dolor y paladear su sabor amargo fuese un perverso antidoto contra el olvido. Pasaron los anos, las llagas cicatrizaron y el pesar por sus perdidas, igual que la punzada de un hueso roto en dias de lluvia, quedo reservado solo para fechas senaladas, como un recordatorio en el almanaque de la cocina o una pregunta sin responder. Y asi, excepcion hecha de esos aniversarios de venerada melancolia, su vida transcurria placida y previsible con la tranquilidad de quien, por fin, ha aceptado que algunos lugares no son para el. Cruzaba Trinidad en diagonal hacia calle Duquesa cuando noto la vibracion del movil en el bolsillo de su camisa. El aire helado se le colo hasta el pecho al desabrochar el abrigo para alcanzar el telefono.
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La ciudad que no descansa de Douglas Preston
https://gigalibros.com/la-ciudad-que-no-descansa.htmlLa hija de un millonario aparece muerta. Y sin cabeza.