• miss nicholls jf morgan - J.F. Morgan

    https://gigalibros.com/miss-nicholls.html

    Cloe Nicholls venera el amor verdadero, ese sentimiento puro de novela victoriana, inexistente en la realidad; una utopia que, asume, jamas conocera. Asi discurre su aburrida relacion con el hombre que su padre ha elegido para ella. Este posee todas las cualidades para enamorar a Cloe, pero no logra alojar ese turbador sentimiento en su corazon.

  • Miss Nicholls - J.F. Morgan | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-miss-nicholls/310435

    10 mar 2020 — Por qué leer Miss Nicholls ... Una historia de amor que no decepcionará a las seguidoras del género. ... Una novela de corte romántico con un toque ...

  • Miss Nicholls (Romántica) Versión Kindle - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Miss-Nicholls-J-F-Morgan-ebook/dp/B08512F9B1

    Mirar en el interior de este libro. Miss Nicholls (Romántica) de [J.F. Morgan]. Sigue al autor.

  • Miss Nicholls : Morgan, JF - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Miss-Nicholls-J-F-Morgan/dp/B08579P94S

    Miss Nicholls : Morgan, J.F.: Amazon.es: Libros.

  • JF Morgan (Contemporánea) - Miss Nicholls Autora - ¡¡Ábrete ...

    https://www.abretelibro.com/foro/viewtopic.php?f=14&t=110312

    15 mar 2020 · 9 publicaciones · 2 autores

  • Miss Nicholls by J.F. Morgan - Goodreads

    https://www.goodreads.com/es/book/show/51792265

    Miss Nicholls book. Read 3 reviews from the world's largest community for readers. Cloé Nicholls venera el amor verdadero, ese sentimiento puro de novela...

  • MISS NICHOLLS (EBOOK) - J.F. MORGAN - EB9788408224259

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  • Miss Nicholls | E-book | J.F. Morgan | Nextory

    https://www.nextory.es/libro/miss-nicholls-11144399/

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  • Reseña - Miss Nicholls - Aeternam Dea

    https://aeternamdea.blogspot.com/2020/03/resena-miss-nicholls.html

    30 mar 2020 — Miss Nicholls, de J.F. Morgan ... Tras la buena experiencia debido a uno de los libros previos de la autora, estaba asegurada la lectura de ...

  • Miss Nicholls (ebook) - Librería UNAL

    https://www.libreriaunal.com/ebook/miss-nicholls_E1000470906

    Miss Nicholls, J.F. MORGAN, $19900.00. Cloé Nicholls venera el amor verdadero, ese sentimiento puro de novela victoriana, inexistente en la realidad; una .

  • La Marquesa de Connemara de J.f. Morgan

    https://gigalibros.com/la-marquesa-de-connemara.html

    Francia, 1851.

  • El sueno de Silen de Cristina Rodriguez Trueba

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  • ?Nunca? Jamas de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/nunca-jamas.html

    Sharon Morris estaba dispuesta a realizar su nuevo trabajo eficientemente, pero el caracter de su jefe dejaba bastante que desear. Pero cuando Evan Weixler le salvo la vida y tuvo que depender de el, acabo perdiendo su corazon y se dio cuenta que tendria que amoldarse a sus deseos si queria que funcionara su relacion. No sabia si seria capaz de hacerlo.

  • Flor de sal de Susana Lopez Rubio

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    Ano 1914. Acaba de estallar la Gran Guerra y Julieta Carrion de la Vega llega con 16 anos a Bolivia procedente de Espana, para reencontrarse con su padre, don Gonzalo Carrion, que dirige una mina de estano en la ciudad de Potosi. Huerfana de madre, Julieta adora a su padre, o al menos la imagen idilica que tiene de el, pero muy pronto choca con la dura realidad. Don Gonzalo emplea ninos para trabajar en la mina, y padre e hija tienen un primer y tremendo enfrentamiento. No solo eso, Julieta descubre que, desde hace anos, su padre tiene una amante, Adela, una atractiva y peligrosa mestiza.

  • Seducido (Trilogia Deseo 2) – J. Kenner de J. Kenner

    https://gigalibros.com/seducido-trilogia-deseo-2-8211-j-kenner.html

    Erotismo, sensualidad e intensas emociones se funden para volver a emocionarnos en esta segunda entrega de la trilogia <>, de la aclamada autora de best sellers J. Kenner.

  • La fiera y el infausto de Desiree Alvarez

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    Zendalure, una caverna esril situada en Terraverno, se ve privada de agua y oxigeno tras la filtracion de lava volcanica procedente de la superficie. Belhaldy Vrammoryn, primogenita de la lider zendaluri, decide emplear sus conocimientos arcanos en ayudar a su madre a resolver la situacion sin saber que detras de lo que parece una fortuita catastrofe natural se esconden diversas personalidades de la ciudad conspirando en aras de sus propios intereses asi como un extendido culto a los dioses paganos condenados por Latro (la inmisericorde deidad que tiraniza sus vidas). El dia a dia de la raza esril esta marcado por perfidas traiciones, por lo que esta intriga no arredra a Belhaldy... pero si marcara para siempre a su nuevo esclavo: un guerrero humano recien capturado que solo puede sentir horror ante la extrema crueldad de las sanguinarias elfas oscuras... y la acuciante necesidad de escapar de Terraverno a cualquier precio.

  • Las espias de Buenos Ayres de Mariana Guarinoni

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    Mujeres espias, intrigas politicas, pasiones y amores prohibidos sobre el final del Virreinato del Rio de la Plata. Un fresco excepcional de una epoca dificil que muestra claramente las estrategias de supervivencia de las mujeres de la epoca, asi sean ricas o indigentes.

  • Matrimonio por Contrato de Anna Sanz

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    Eve es una chica normal, todo lo normal que puede ser una persona, claro, tal vez por eso, cuando Daniel, el hombre con quien pasa una noche de borrachera, aparece en su trabajo y le pide que se case con ella no puede creerselo. Al menos no puede creerselo hasta que el insufrible millonario le explica el por que quiere casarse con ella.

  • El blanco color del odio (Cronicas de las Camaras 1) de Abigail Villalba Sanchez

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    Las Camaras son el ultimo resquicio de rebeldia de aquellos que son como Ertael: angeles caidos, malditos por la furia de Dios y condenados a una existencia de permanente sufrimiento. Pero alli, ocultos a la vista de El, los angeles se deshacen de su luz y buscan entre las sombras ese momento de paz que tanto anhelan… pues, por encima del dolor, se alza el orgullo que busca la libertad.

  • Secretos 2, Christian Martins de Christian Martins

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    < Las preguntas que vuelan por su cabeza son demasiadas y ella no tiene respuestas para ninguna.
    Adentrate en esta segunda entrega de "Secretos" y vive junto a los personajes el misterio y la pasion... >>

  • La acabadora de Michela Murgia

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    Fillus de anima. Asi es como llaman a los ninos engendrados dos veces, por la pobreza de una mujer y por la esterilidad de otra. De este segundo parto era hija Maria Listru, fruto tardio del alma de Bonaria Urrai. Cuando la anciana se detuvo bajo el limonero a hablar con la madre de Maria, Anna Teresa Listru, la nina tenia seis anos y era el error despues de tres aciertos. Sus hermanas eran ya unas senoritas, asi que ella jugaba sola en el suelo a hacer un pastel de barro amasandolo con hormigas y poniendo el esmero de una mujercita. Las hormigas movian sus rojizas patas entre la masa mientras iban muriendo lentamente bajo las decoraciones de flores silvestres y el azucar de arena. Al cruento sol de julio, el pastel le crecia en las manos, hermoso como a veces lo son las cosas malas. Cuando la nina levanto la cabeza del barro, vio a su lado a la tia Bonaria Urrai a contraluz, sonriendo con las manos apoyadas en su vientre seco, satisfecha por algo que Anna Teresa Listru acababa de darle. Que era exactamente, Maria no lo comprendio hasta pasado un tiempo. Se marcho con la tia Bonaria ese mismo dia, con el pastel de barro en una mano y en la otra un cesto lleno de huevos frescos y perejil, miserable viatico de agradecimiento. Aunque sonreia, la nina intuia que en alguna parte habria un motivo para llorar, pero no consiguio que le viniera a la mente. Tampoco pudo conservar el recuerdo del rostro de su madre mientras se alejaba, como si la hubiera olvidado hacia ya tiempo, en el momento misterioso en que las hijas deciden por si solas con que es mejor amasar el barro de los pasteles. En cambio, durante anos recordo el cielo ardiente y los pies de la tia Bonaria calzados con sandalias, uno asomando por el borde de la falda negra y el otro oculto debajo, en una alternancia muda cuyo ritmo las piernas seguian con dificultad. La tia Bonaria le proporciono una cama solo para ella en un dormitorio lleno de santos, todos malos. Alli, Maria comprendio que el paraiso no era un sitio para ninos. Dos noches paso en silencio, escudrinando con ojos bien abiertos la oscuridad para sorprender lagrimas de sangre o destellos en las aureolas. La tercera noche se dejo vencer por el miedo al Sagrado Corazon, que apuntaba hacia su pecho chorreante con un dedo que el peso de tres rosarios hacia visiblemente amenazador. No aguanto mas y grito. Menos de un minuto despues, la tia Bonaria abrio la puerta y encontro a la nina de pie junto a la pared, abrazando la almohada de basta lana escogida como peluche defensor. Luego miro la imagen sangrante, que le parecio mas proxima a la cama que nunca. Cogio el Sagrado Corazon y se lo llevo sin decir palabra; al dia siguiente desaparecieron tambien del mueble la pila de agua bendita con el altorrelieve de santa Rita y el cordero mistico de escayola, de pelaje crespo como un perro vagabundo y feroz como un leon. Maria tardaria un poco en volver a rezar el avemaria, y lo haria en voz baja, para que la Virgen no la oyera y la tomara en serio en la hora de nuestra muerte, amen. No resultaba facil calcular los anos de la tia Bonaria por aquel entonces, pero eran anos detenidos desde hacia tiempo, como si hubiera envejecido de golpe por decision propia y luego se hubiera limitado a esperar pacientemente a que el tiempo la alcanzara con retraso. Maria, en cambio, habia llegado demasiado tarde incluso al vientre de su madre y de inmediato se habia acostumbrado a ser la ultima preocupacion de una familia que ya tenia demasiadas. Sin embargo, en casa de aquella mujer experimentaba la insolita sensacion de haberse vuelto importante. Cuando por la manana dejaba la puerta a su espalda y apretaba la enciclopedia entre las manos camino del colegio, tenia la certeza de que, si se volvia, la encontraria alli, mirandola, apoyada contra el quicio como si sujetara las bisagras. Maria no lo sabia, pero la anciana la observaba sobre todo de noche, en esas noches corrientes sin ningun pecado al que culpar de estar despierto. Entraba en el dormitorio a hurtadillas, se sentaba frente a la cama de la nina y la miraba en la oscuridad. Aquellas veladas, Maria, que creia ser la primera de todas las preocupaciones de Bonaria Urrai, dormia sin sentir aun el peso de ser la unica. En Soreni comprendian sobradamente las razones de Anna Teresa Listru para haberle dado su hija menor a la anciana. Desatendiendo los consejos de la familia, habia hecho un mal matrimonio y se habia pasado los quince anos siguientes quejandose de aquel hombre que solo sabia hacer bien una cosa. Con las vecinas, Anna Teresa Listru se complacia en lamentarse de que su marido no habia conseguido serle util ni en la muerte, pues ni siquiera habia tenido el detalle de morir durante la guerra a fin de dejarle una pension. Declarado no apto, Sisinnio Listru habia acabado sus dias tan estupidamente como los habia vivido, aplastado igual que un grano de uva en el lagar bajo el tractor de Boreddu Arresi, para quien trabajaba de vez en cuando como aparcero. Al quedar viuda con cuatro hijas, Anna Teresa Listru habia pasado de la pobreza a la miseria y aprendido a hacer el puchero, aseguraba, hasta con la sombra del campanario. Ahora que la tia Bonaria le habia pedido a Maria como hija, no acababa de creerse que pudiera echar todos los dias a la olla dos patatas de las tierras de los Urrai. Si el precio era la criatura, pues muy bien: a ella, criaturas aun le quedaban tres. En cambio, nadie entendia realmente por que, a su edad, la tia Bonaria Urrai se habia hecho cargo de la hija de otra. Los silencios se alargaban como sombras cuando la anciana y la nina pasaban por la calle juntas, suscitando comentarios a media voz entre la vecindad. Bainzu el estanquero se regodeaba con la idea de que un rico tambien necesitaba en la vejez dos manos que le limpiaran el culo. Pero Luciana Lodine, la hija mayor del fontanero, no veia la necesidad de buscar una heredera para que hiciera lo que podia hacer cualquier sirvienta bien pagada. A Ausonia Frau, que de culos sabia mas que una enfermera, le gustaba poner fin a la conversacion sentenciando que ni siquiera la zorra quiere morir sola, y llegados a ese punto nadie anadia nada. Por supuesto, si no hubiera sido rica, Bonaria Urrai habria acabado como todas las que se quedan sin hombre, que no es precisamente teniendo una fill'e anima. Viuda de un marido que no habia llegado a desposarla, en otras condiciones quiza habria sido prostituta, o monja, con los postigos siempre cerrados y vestida de negro hasta el ultimo aliento. El vestido de novia se lo habia robado la guerra, aunque en el pueblo se decia que no era verdad que Raffaele Zincu hubiera muerto en las riberas del Piave, donde se habian librado terribles combates: lo mas probable es que, con lo espabilado que era, hubiera encontrado hembra alli y se hubiera ahorrado el viaje de vuelta para dar explicaciones. Tal vez por eso Bonaria Urrai era vieja desde joven, y ninguna noche se le antojaba a Maria tan negra como su falda. Pero el pais estaba repleto de viudas de maridos vivos; eso lo sabian las mujeres que chismorreaban y tambien Bonaria. Por ese motivo, cuando iba por la manana a comprar el pan recien hecho, andaba con la cabeza alta sin pararse nunca a hablar y volvia directa a casa como la rima de una octava cantada. En la decision de adoptar una fill'e anima, lo mas dificil para Bonaria no habia sido ni mucho menos la curiosidad de la gente, sino la reaccion inicial de la nina. Despues de seis anos compartiendo el aire de un solo cuarto con sus tres hermanas, era evidente que el espacio que Maria consideraba propio no iba mas alla de lo que podia abarcar con un brazo. La llegada a la casa de Bonaria Urrai trastoco esa geografia interior; entre aquellas paredes, los espacios unicamente suyos eran tan amplios que la pequena tardo semanas en comprender que en las puertas de las numerosas habitaciones cerradas no apareceria nadie diciendo: <>. Bonaria Urrai jamas cometio el error de invitarla a que se sintiera en su hogar, ni dijo ninguna de esos topicos que suelen decirse para recordar a los invitados que no estan en su casa. Se limito a esperar a que los espacios que durante anos habian permanecido vacios tomaran gradualmente la forma de la nina, y cuando, al cabo de un mes, todas las puertas de las habitaciones habian sido abiertas para siempre, tuvo la sensacion de no haberse equivocado dejando que la casa se adaptara. Una vez que se sintio segura de la nueva confianza adquirida con aquellas paredes, Maria empezo a mostrar poco a poco mayor curiosidad por la mujer que la habia llevado a vivir con ella. --?De quien es hija usted, tia? --pregunto un dia, mientras comia menestra. --Mi padre se llamaba Taniei Urrai, era ese senor de ahi... Senalo la vieja fotografia amarillenta colgada sobre la chimenea, en la que Daniele Urrai, tieso con un chaleco de pana, aparentaba unos treinta anos. A la nina podia parecerle cualquier cosa excepto el padre de la anciana que tenia delante, incredulidad que Bonaria leyo en su cara sonrosada. --Ahi era joven, yo aun no habia nacido --preciso. --?Y no tuvo madre? --insistio Maria, que no estaba muy familiarizada con la idea de que se pudiera ser hija de un padre. --Claro que si, se llamaba Anna. Pero ella tambien murio hace muchos anos. --Como mi padre --anadio, seria, la pequena--. A veces lo hacen.

  • Mordiscos de Terror de Vicente Silvestre Marco

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    Antes de sumergirte de lleno en la lectura permiteme darte las gracias. Esta obra no tendria ningun sentido sin que tu formes parte de ella, sin un lector que recorra este sendero de pensamientos, hilados en palabras, y lo recree en su imaginacion. El texto que tienes frente a ti consiste en una recopilacion de los mejores relatos que he escrito durante los ultimos anos. Su hilo conductor es el terror en sus multiples representaciones, desde el mas ajeno, crudo y brutal, hasta el mas cercano, aquel que puede estar ocurriendo a la vuelta de la esquina, oculto bajo un velo de normalidad. Todos ellos tienen como objetivo removerte en tu asiento, producirte ese inquietante y adictivo cosquilleo ante el inminente desastre y el horror que lo acompana. Si disfrutas con la lectura y deseas ayudarme a que continue con mi trabajo como escritor puedes hacerlo con algo tan sencillo como publicar tu opinion en la pagina de "Mordiscos de Terror", en Amazon. Esto me proporcionara una mayor visibilidad y que asi pueda dedicarle mas tiempo y esfuerzo a la escritura. Y ya, sin mas demora, espero que tengas unos... Felices mordiscos. El regalo de Dante La mosca se mantuvo inmovil durante medio minuto. Empezo a caminar en una diagonal ascendente, cruzando el ventanal nocturno. Apresurada, salto y dibujo una espiral justo antes de iniciar una serie de lanzamientos contra el cristal. Una, dos, tres y hasta cuatro veces se abalanzo con su cuerpo, zumbando como protesta tras cada embiste infructuoso. Despues del ultimo impacto recorrio unos pocos centimetros y se detuvo en la imagen reflejada de un hombre joven, justo en el centro del iris. El hombre se llamaba Dante y llevaba una hora contemplando la erratica danza del insecto sobre el cristal. Pasaron dos minutos mas y la mosca no parecia dispuesta a seguir moviendose. Dante extendio el brazo con lentitud hacia la mosca y, en un centelleante movimiento, la mano se lanzo contra el cristal. No hubo sonido alguno. La mosca quedo atrapada entre los dedos indice y pulgar, panza arriba, moviendo frenetica las patas y la cabeza. La imagen reflejada del hombre sonrio, pero era una sonrisa hueca, carente de satisfaccion. Los labios regresaron al hieratismo original. Con un ademan florido, cargado de dramatismo, los dedos que sostenian el insecto regresaron al ventanal y se detuvieron al entrar en contacto con la fria superficie. A continuacion, el dedo indice se deslizo, presionando, hasta que la estructura de la mosca crujio y el juego se detuvo por completo. Dante se incorporo, recorrio desnudo el elegante salon, decorado con muebles oscuros que pretendian aparentar una manufactura de roble o algun otro arbol que llevaba extinto miles de anos; se detuvo unicamente para servirse un vaso de wiski con hielo en el aparador de las bebidas y siguio su camino hasta el alto espejo de cuerpo entero que quedaba justo al lado de la cabina de tejidos. Dio un largo trago. Agito distraido la bebida. Apenas sintio la humedad punzante del hielo, condensada en las paredes de vidrio del vaso. Contemplaba su propio cuerpo con la curiosidad de un desconocido peligroso. Suspicaz. Hosco. Era un cuerpo sin las imperfecciones de eras pasadas, suspendido en la plenitud fisica de la veintena. Un nucleo cohesionado de carne, huesos, musculos, organos y fluidos, donde todo defecto habia sido arrancado o corregido. Podria observar su superficie durante toda una vida -- teniendo en cuenta que vida e inmortalidad eran sinonimos, al menos en teoria-- y jamas encontraria pecas u otros heterogeneos cambios en la pigmentacion de la dermis, verrugas, vello corporal o elementos innecesarios como los pezones. Conservaba los genitales ya que, aunque existian infinidad de programaciones capaces de estimular los centros neuralgicos del placer, el sexo resultaba un elemento casi protocolario en muchos de los eventos; ademas, ofrecia la posibilidad de concebir descendencia a traves de los Bancos de natalidad, siempre que estuviera dispuesto a sacrificar muchos de sus privilegios y, por supuesto, filtrara su semilla por todas las modificaciones geneticas exigidas a todo ser humano digno de ser llamado como tal. Sin embargo, aquella idea le provocaba un profundo rechazo intelectual. No podia imaginar ningun motivo de peso para traer una nueva vida a aquel mundo. Un mundo tan puro, tan perfecto, que le aranaba los sentidos con su complacencia. --Perfecto. Una palabra agrietada, escupida, y con ella Dante estrujo el vaso de cristal provocando una pequena lluvia de fragmentos plateados. Un irregular colmillo de vidrio quedo anclado en la palma de la mano y la cara interna de los dedos. La sangre fluia, deslizandose por el antebrazo hasta el codo, en un riachuelo invertido, para acabar cayendo como una llovizna roja; repiqueteando en el suelo hasta entonces impoluto. El dolor no llegaba. Tan solo un misero hormigueo que le indicaba que el tejido estaba danado. El Eco. Un efecto secundario, supuestamente beneficioso, de mantenerse joven durante siglos. Regeneracion tras regeneracion los nervios se tornaban opacos a las sensaciones. Por supuesto, podia utilizar un programa o un simulador para creer que sentia dolor, pero habria sido una mentira mas, no muy diferente a ese extrano escenario que le parecia el mundo real. Trato de evocar el recuerdo del dolor clavando el improvisado cuchillo en su pecho. Percibio la resistencia osea de una de sus costillas y continuo arrastrando el vidrio hasta abrir una horrible sonrisa encarnada. Luego otra y otra mas. Las heridas se abrian como bocas timidas y hambrientas. El hormigueo se habia extendido por la totalidad de su torax, pero nada mas. Durante un segundo considero la posibilidad de perforarse el globo ocular, sin embargo, sabia que no supondria ninguna diferencia y la regeneracion de organos era mas lenta que la de los tejidos superficiales. Una molestia innecesaria. Arrojo el pedazo de vidrio a un lado, hastiado, y programo la cabina de tejidos. Mientras se hallaba sumergido en el gel de la capsula que sanaria su cuerpo intento recordar algo de su primera centuria, un recuerdo que le trajera sentimientos autenticos, experiencias de cuando todavia se sentia vivo; pero el pasado se le escurrio una vez mas en aquel sumidero interno donde la memoria, la imaginacion y los suenos formaban una emulsion indivisible. Dante. En el salon. Una hora mas tarde. El cuerpo renovado y vestido con un esmoquin cuyo diseno llevaba de moda los ultimos cincuenta anos, aunque su origen se remontaba a los albores de la Humanidad, cuando los pre-humanos apenas vivian mas alla de unas pocas decadas y andaban divididos en agrupaciones territoriales que compartian rudimentarios elementos culturales. El rostro de Dante estaba banado por la luz verdosa de una fulgurante pantalla virtual que flotaba frente a el. Un formulario de aceptacion de normativas, con letra minuscula, ilegible; al final del documento, con caracteres ampliados: Aceptar Envio y, a escasa distancia, Cancelar Envio. La luz parpadeaba, saltando juguetona, de una opcion a otra y asi permanecio durante un largo minuto. La pantalla resulto invadida por la imagen de un hombre --el nombre de Arcadio suspendido en el margen inferior-- y el sonido intermitente de un telefono. --Responder. El mismo rostro aparecio ahora en movimiento; de fondo se escuchaba musica de salon y conversaciones alborotadas. Ambos se saludaron con educacion y Dante percibio en Arcadio aquel tono zalamero que tanto lo asqueaba.

  • El dia de los enamorados (Fuego y Hielo 1. 5) de Mike Lightwood

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    Todavia no me puedo creer que Sergio sea mi novio. En serio. ?Como se superan estas cosas? Ha pasado mas de un mes desde la primera vez que nos besamos, y todavia soy incapaz de creerme que esto me este pasando a mi de verdad. ?Como se acostumbra uno a estar saliendo con el chico mas perfecto de todo el universo? A veces pienso que es todo un sueno, pero entonces toco la pulsera negra de mi muneca que me regalo en Reyes y me doy cuenta de que no, de que esta es mi realidad. Una realidad que ha cambiado mucho en las ultimas semanas. Y, ahora mismo, no podria ser mas perfecta. Bueno, vale. Tal vez este exagerando un poco. Siendo objetivo, se que Sergio no es perfecto; despues de todo, nadie podria serlo. Pero para mi si que lo es, y eso es lo unico que importa. Despues de todo el sufrimiento que he tenido que pasar durante el ultimo ano, despues de toda la mierda que he vivido por culpa de ser como soy y de amar como amo, por fin he encontrado a un chico que me quiere tal y como soy. Que no se averguenza de mi ni de lo que hace conmigo, al contrario que Dario. Un chico que me cuida. Que me trata bien. Que aporta felicidad a mi vida. Y lo cierto es que, ultimamente, empiezo a tener muchas razones para ser feliz. O, al menos, para intentarlo, que ya es algo. Porque en realidad no todo es tan bonito, claro. Desde luego, mi vida dista mucho de ser perfecta, aunque haya momentos en los que piense que lo es. Todavia me despierto cubierto en sudor muchas noches, llorando y temblando de miedo tras haber tenido alguna nueva pesadilla con los (gilipollas) antiguos companeros del instituto. Porque si, ya son oficialmente mis antiguos companeros. Ya no estudio alli y, con suerte, no tendre que verlos nunca mas. Ha costado un poco pero, con la ayuda de Ana y de Fer, he sido capaz de contar todo lo que estaba pasando. La directora se indigno mucho al enterarse, como era de esperar, mientras que mi tutor no dejaba de culparse por no haberlo visto antes. En parte, yo tambien lo culpaba, pero claro... ?como iba a saber algo que siempre ocurria a sus espaldas? De momento, van a expulsarlos temporalmente, aunque tambien estan valorando si expulsarlos de forma definitiva, como castigo por los meses de agresiones y el incidente en los vestuarios. Todavia se me revuelve el estomago y se me llenan los ojos de lagrimas al recordarlo. Me han asegurado que, como minimo, van a tomar medidas disciplinarias muy serias contra ellos. Pero, por peticion de Ana y mia, eso no ocurrira hasta que yo me haya ido del pueblo, asi que de momento estan haciendo como si no hubiera pasado nada. No queremos que tomen represalias contra mi mientras yo todavia siga ahi. Despues de todo, aunque los expulsen del instituto, nada les impediria pegarme una paliza por la calle. Y, despues de haberlos delatado, seguramente se asegurarian de que no lo contara. No he delatado a Dario. Sinceramente, no se por que no lo he hecho. Una parte de mi es consciente de que, en realidad, el nunca participo en los ataques. Nunca me agredio, nunca me insulto junto a Carlos y a los otros cuando se metian conmigo. Pero en realidad tampoco es que hiciera nada por evitarlo en ningun momento. No hizo nada por protegerme, por detener a los demas, por decirle a alguien lo que estaba pasando, el infierno que me estaban haciendo vivir dia tras dia. Una parte de mi queria venganza. Era mi palabra contra la suya y sabia que, si decia algo, nadie podia rebatirmelo despues de todo lo que habia pasado. Pero no queria hacerlo. No podia hacerlo. Supongo que, muy en el fondo, hay otra parte de mi que todavia le quiere. Tal vez una parte de mi todavia este enamorada de el, del Dario que fue un dia. Tal vez siempre lo este. En cualquier caso, ya es demasiado tarde. Yo estoy enamorado de Sergio, y eso lo tengo muy claro. No se puede amar a dos personas a la vez, y el momento de Dario ya paso hace tiempo; el mismo se encargo de que pasara. Ahora Dario esta en el pasado, mientras que Sergio es mi presente. Y, por cursi que suene, tambien mi futuro. Y mi futuro parece prometedor. De momento, mi madre y yo nos estamos quedando en casa de Maria y Dani. Pero el piso es pequeno, de solo dos habitaciones, asi que yo estoy durmiendo en una habitacion diminuta que Dani utilizaba de estudio mientras mi madre duerme en el sofa. Insisti para que me dejara dormir ahi a mi, pero ella no quiso ni oir hablar del tema. Aun asi, esta claro que esta situacion solo va a ser temporal. Lo bueno es que mi madre y Maria han estado mirando pisos, y han encontrado un piso perfecto para los tres. O, mas bien, los cuatro, si contamos a Dani. Pensaba que a mi hermana no le haria mucha gracia tener que vivir otra vez con su madre y su hermano pequeno, pero resulto ser todo lo contrario: no podia estar mas emocionada de volver a estar con nosotros. No puedo decir que se lo reproche, porque yo tambien lo estoy. Ahora podemos ser por fin la familia que nunca fuimos con nuestro padre. Todavia me duele pensar en el, y se que es un dolor que no va a desaparecer nunca. Y no porque le quiera, ni porque lo eche de menos, porque no es asi. Lo unico que echo de menos es el padre que nunca tuve, el padre que podria haber tenido. Pero, al igual que con Dario, su tiempo ya paso, y ahora solo puedo centrarme en el presente. Un presente que ahora mismo esta bastante ajetreado, porque hemos estado mirando institutos donde pudiera empezar de nuevo. No es facil cambiar de centro a mitad del curso, aunque Ana y la directora han hecho todo lo posible por ayudarme. Inicialmente lo que hicimos fue preguntar en el instituto al que va Sergio, pero no quedaban plazas disponibles. Al principio fue una decepcion pero, despues de todo, tan solo quedan unos meses de instituto antes de que se vaya a la universidad, asi que tampoco habriamos coincidido mucho de todos modos. Lo bueno es que hemos encontrado otro, que ademas esta cerca de la facultad donde quiere estudiar Sergio, asi que el curso que viene podremos ir a clase juntos cuando coincidan nuestros horarios, y tambien vernos despues con mayor facilidad. Incluso me ha dicho que podria recogerme alguna vez despues de las clases y, sinceramente, solo de imaginarlo me muero de la emocion. Mi madre y yo vamos a ir la semana que viene a hablar con el director del instituto para contarle mi caso, aunque ella ya se lo ha comentado por encima por telefono. Si todo va bien, solo quedara hacer el traslado de expediente y matricularme alli para poder empezar. Me da vertigo imaginarmelo, saber que estoy al borde de una nueva vida totalmente diferente, pero al mismo tiempo estoy tan emocionado que no puedo evitar pensar en ello a todas horas... como en este mismo momento, cuando deberia estar atento a otras cosas. --Oscar --dice entonces la voz de Fer, sobresaltandome, a tan solo unos centimetros de mi--. ?Te das cuenta de que acabo de cargarme a todo tu equipo solo con Greninja?

  • La edad de la luz de Whitney Scharer

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    Modelo de portada, musa de Man Ray y reportera grafica durante la segunda guerra mundial, Lee Miller fue una artista casi desconocida por el publico no iniciado. En esta novela intima y vibrante, Whitney Scharer recorre las multiples facetas de la vida de esta fotografa extraordinaria para otorgarle el merecido reconocimiento que su epoca le nego.

  • Desde el dia en que te concebi de Manu Ponce

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    Ni en mis peores pesadillas me habria imaginado teniendo un gremlin en mi interior. Nunca debi permitir que Marcos jugara conmigo a mamas y papas cuando nos habiamos bebido hasta los charcos de los tejados. --Eres lo mas bonito que han visto mis ojos, juntamente con el Martini que me acaba de guinar un ojo. --No quiero tener que pelearme con el Martini, pero si es necesario lo hare. --Tranquilo, Rocky, deja los punos para el gimnasio. Ahora besame, besame mucho, como si fuera esta noche la ultima vez -- le canto entre risas. --Espero que no sea la ultima vez. Aunque si la es, espero que sea memorable. No voy a dejar que bebas mas, o de lo contrario debere llevarte a La Voz. --Damelo todo papito, hazme temblar - (para que lo llamaria papito, al final fue demasiado literal). --Vas a ver lo que es bueno, pequena zarigueya. Y ahi fue como la semillita de papa y la de mama jugaron al gato y al raton y uno se comio al otro; y ahora la gatita, que soy yo, se pasa el dia vomitando bolas de pelo, bueno, de pelo no, pero ya entendeis. Las pastillas anticonceptivas, que me tomo desde hace mas de diez anos, se habian tomado las copas que a mi me sobraban en el cuerpo y ese 0,1% de error se habia despertado bailando la Sarandonga para darnos mas de un quebradero de cabeza. Maldito 0,1 por ciento... Me desperte un dia con mas ganas de vomitar que Britney Spears de raparse el pelo y asi me tire meses y meses y meses. Un dia, al volver a la panaderia para achuchar a Candela, fue cuando, al verme mala cara, me pregunto que me pasaba. En cuanto le dije como me encontraba me mando de cabeza a la farmacia a comprarme un Predictor entre sonrisa y ojos vidriosos y llenos de luz. Mas que un Predictor en este momento necesito un Predator, por si da positivo y preciso que me maten. --Corre nina, yo te acompano si hace falta, pero en cuanto lo tengas vente directa a la panaderia. No quiero perderme esto por nada del mundo. --Esta bien... Una vez comprado el palito donde echar el chorrito, hasta me ha salido una rima por los nervios, me meti en el bano de la panaderia para echar el mencionado chorrito, que asi lo llamo Maruja; y me sente en la taza mientras Candela me esperaba tras la puerta. --Es que no tengo ganas Cande. --Que si mujer, shiiiiiiiiiiii, escucha como lo hago e imitalo, como si fueras un mimo. Shiiiiiii - abre el grifo para que el sonido del agua me genere ganas de hacer pis. Me concentro todo lo que puedo y mas en el sonido del agua hasta que consigo soltar un leve hilillo. Espero que sea suficiente. Es lo que tiene haber evacuado justo antes de salir de casa. Salgo y le doy el palito a Candela antes de lavarme las manos. Dice que tenemos que esperar unos minutos antes de que esas rayas dibujadas por Lucifer aparezcan. Me muerdo las unas de las manos mientras espero, mas nerviosa que Paquirrin en un test de inteligencia. Ya no me quedan unas, y apenas ha pasado un minuto. Me comeria las del pie por el ansia, pero la verdad es que me da demasiado asquete, y comerme las de Candela no es una opcion. Al saber donde ha estado esa mano. ?Alrededor de la verga de mi exjefe, por ejemplo? --Sara, ya sale. !Que nervios! --Que sea rapido, como cuando se retira la cera de las ingles. Por favor. Candela lo mueve un poco, como cuando quieres bajar el mercurio del termometro y entonces aparece. Primero se desdibuja una raya hasta hacerse mas intensa y despues... --Felicidades, Sara, !vas a ser mama! --Mierda. Me compro una caja de doce test por Amazon, que me llega al momento, y me los hago todos a lo largo del dia. La verdad es que solo les ruego a las virgenes habidas y por haber con estampita propia a lo largo de Espana que me saquen de este lio, pero parece que se han ido a hacer las unas y me ignoran como a la mierda. Hago un camino de Predictor hasta la habitacion, donde me he tumbado en la cama con una caja en la mesita de noche para darle la mala noticia a Marcos. He comprado un chupete que pone papa para regalarselo. Lo que para mucha gente puede ser la mejor noticia de sus vidas, sobre todo para la que lo desea fervientemente, pero no consigue concebir, para mi es una retorcida y macabra historia a lo Stephen King. Odio a los ninos, que le vamos a hacer. Los odio desde tiempos inmemoriales, creo que desde que tenia uso de razon y ahora no es momento de cambiar, aunque se me venga encima esta mochila que no quiero cargar. Nunca he querido tener hijos, obviamente, pero supongo que ahora que ya esta el kinder sorpresa dentro, o el bollo en el horno, como diria Candela, hay que apechugar; si no, no deberia haberme emborrachado, abierto de patas, ni dejar que la mazorca de Marcos me hiciera volar. Escucho el tintineo de las llaves y la puerta abrirse. Me pongo mas nerviosa que la duquesa de Alba sosteniendo con uno de sus pechos un flan casero. Veo que avanza siguiendo los Predictor. Los he pegado al suelo con celo para que no vea el resultado y si no es muy listo y no ha visto uno antes por algun susto con una exnovia, no sabra ni lo que son, cosa que me beneficia si le quiero dar yo la sorpresa con el chupete personalizado. Escucho los pasos cada vez mas cerca, y si no supiera que tengo el corazon mas duro que un roble y mas sano que un corazon de melon, creeria que estoy sufriendo un infarto. La puerta de la habitacion se abre y veo a un Marcos trajeado que deja el maletin en un lado del cuarto mientras me sonrie mirandome a los ojos. La verdad es que tengo al chico mas guapo de Espana durmiendo en mi cama, bueno, en la suya. Digo de Espana y no del mundo, como falsamente dicen la mayoria de las mujeres con marido pibon, porque no han visto los certamenes de mister que he visto yo, si no se replantearian muchas cosas. Sinceridad y verdad a la cara, senoritas. --?Y ese camino de palos nena? ?Te ha dado por ser creativa hoy? --La verdad es que queria hablar contigo de algo. Sientate, anda. --Claro, aunque, la verdad, me estas asustando un poco. --Tambien lo estoy yo - veo que se sienta y tomo la caja entre mis manos antes de dejarsela en las suyas. --?Que es esto, Sara? --Abrelo.

  • ?A todo riesgo o a terceros? (Sensaciones 1) de Mia Alcaraz

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    Trabajar duro es para Paula la unica opcion viable para poder conservar lo poco que le queda de su padre.

  • Rosas amarillas para conquistar a la senorita Remington de Ana F. Malory

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    Lancaster, Reino Unido, 1840 Demasiado excitada como para permanecer sentada, la joven senorita Elizabeth Grant caminaba de un lado a otro del dormitorio deteniendose de tanto en tanto frente al espejo del tocador. Estudiaba con atencion la imagen que este le devolvia, sonreia satisfecha y reanudaba el paseillo ante la divertida mirada de su prima Anna. --No comprendo como puedes estar tan tranquila --manifesto la muchacha, revisando por enesima vez su aspecto, atusandose los rizos que le enmarcaban el rostro y ahuecando el abullonado de las mangas de su vestido antes de girarse hacia su prima con una deslumbrante sonrisa en los labios--. ?No estas emocionada? Yo siento que podria estallar de un momento a otro, tan alborotada estoy --concluyo con una risita de puro jubilo. --Es comprensible, estas a punto de asistir a tu primer baile --senalo Anna, coreando la risa de Beth al ver que sus palabras no hacian mas que avivar el entusiasmo de la mas joven, y contagiandose del mismo. A fin de cuentas, esa tambien seria su primera temporada, aunque su edad distara mucho de ser la de una debutante. La inesperada muerte de sus padres tres anos atras la habia mantenido largo tiempo sumida en el dolor, la tristeza y el duelo, alejada de los salones y reuniones. Detalle este que, dado su caracter extrovertido, y a decir de su tia un tanto levantisco, le traia sin cuidado. Intentaria disfrutar de las fiestas y el baile como cualquier otra joven, sin importarle que el resto de la sociedad la considerara, a sus veintiun anos, poco menos que una solterona. A lo largo de aquella semana su tia Clarissa la habia abrumado con interminables sermones sobre como tenia que comportarse en el baile de presentacion de Beth. Ante todo, debia evitar ponerse en evidencia, pensando siempre en su futuro y en el de su prima que, con seguridad, esa misma temporada lograria prometerse con algun respetable y, por supuesto, adinerado caballero. --Con suerte, siempre y cuando tu conducta sea intachable, tu tambien encontraras esposo. Estas habian sido sus palabras la noche anterior. Palabras que en ese instante resonaban en su cabeza casi como una amenaza. <>. Ni mucho menos estaba en contra del matrimonio, pero tampoco lo consideraba una obligacion. Si algun dia se casaba lo haria por amor y no porque el caballero fuera adecuado, acaudalado y socialmente conveniente. Tampoco porque la sociedad asi lo dictara. --No tienes de que preocuparte. --Tranquilizo a Beth con una calida sonrisa, olvidandose de las monsergas de su tia y de un futuro que, por el momento, no le inquietaba lo mas minimo--. Causaras sensacion. Estas preciosa. --Eres muy amable, Anna, y me encantaria poder decir que tambien tu luces estupenda, pero... las dos sabemos que ese vestido rosa que mama ha escogido para ti no es precisamente favorecedor --apostillo con un mohin de disculpa. Anna se acerco al espejo, contemplo su imagen y dejo escapar un suspiro de resignacion. --Tu madre queria asegurarse de que esta noche fueras tu la que brillara, y para ello me ha convertido en una col rosa --senalo con gesto comico--. Creo que, de haber podido, habria hecho lo mismo con el resto de invitadas --anadio, muy seria. Su expresion solemne no logro enganar a Beth y un segundo despues ambas estallaban en carcajadas. --Llevas razon, pero no lo ha hecho con maldad, aunque he de reconocer que se le ha ido un poco la mano. Continuaban riendo cuando la puerta del dormitorio se abrio sin previo aviso. --?Que escandalo es este? --pregunto Clarissa, horrorizada. --Ha sido culpa mia, le contaba a Beth... --Dios bendito --la interrumpio con apurados movimientos de las manos--, a este paso terminare de los nervios --dijo mas para si que para las muchachas, que la observaban con fingida seriedad. Tomo aire y lo expulso despacio antes de volver a hablar--. Los invitados comienzan a llegar y debemos recibirlos como corresponde. Sabeis lo que debeis hacer, ?verdad? --pregunto al tiempo que las hacia abandonar la estancia y, saliendo tras ellas, acomodaba los volantes del vestido de su hija--. Anna… --?Si, tia? --Espero que recuerdes todo cuanto te he dicho estos ultimos dias. --Por supuesto que lo recuerdo, tia. --Clarissa, satisfecha, se les adelanto, dedicandoles una ultima mirada antes de comenzar a bajar las escaleras--. ?Como olvidarlo si ha pasado toda una semana martirizandome con ello? --susurro en cuanto la mujer les dio la espalda. --?Has dicho algo? --inquirio aquella, deteniendose para mirarla por encima del hombro. --!Oh! Nada importante, tia. --Beth a duras penas podia contener la risa--. Que puede estar tranquila, no se me ha olvidado ni una sola palabra de cuantas me ha dicho. --Confio en que asi sea, querida. --Respiro despacio y bajo a reunirse con su esposo, que ya recibia a los primeros invitados. *** Clarissa se sentia exultante; todos elogiaban su fiesta y comentaban lo encantadora que era su hija Elizabeth. Prueba de ello era que su carne de baile se habia completado en un abrir y cerrar de ojos, y varios caballeros, los menos avispados, habian perdido la oportunidad de disfrutar de su compania durante la danza. Anna tambien habia bailado, aunque preferia permanecer en un segundo plano. No resultaba agradable exhibirse con aquel horrible vestido lleno de lazos, sin mencionar que la mayoria de caballeros alli presentes solo tenian ojos para las mas jovenes de la reunion. Hacia un buen rato que observaba a las parejas moverse en el centro del salon, cuando diviso entre el gentio al senor Taylor. Recordo entonces que el nombre del caballero figuraba dos veces en su carne; por lo tanto, la buscaba. Habia bailado con el al inicio de la velada y sabia que sus pies no soportarian un nuevo encuentro con los desmanados zapatos del joven. Sin rastro de remordimiento, huyo, mezclandose entre los invitados que bordeaban la pista de baile, hasta despistarlo. Terminar junto a una de las puertas que daban al jardin le sirvio para escabullirse fuera y librarse asi de la tortura que supondria bailar con el. El aire fresco de la noche la hizo estremecer, pero preferia pasar frio a volver a la atestada sala donde, con total seguridad, el senor Taylor continuaria buscandola, al menos durante unos minutos. Con pasos distraidos y sin apenas ser consciente de ello, tomo el camino que conducia a los rosales. Era su lugar favorito del jardin, porque le gustaban las rosas, en especial las amarillas. Eran flores hermosas y delicadas, pero a la vez temibles, con sus grandes y afiladas espinas; le fascinaban. Le recordaban un poco a si misma: de apariencia fragil y fuerte caracter. Quizas por eso la cautivaban. Durante la caminata se cruzo con varias parejas, unas paseaban sin mas para descansar del barullo del salon, otras buscaban rincones un poco mas discretos, con seguridad para decirse palabras de amor e, incluso, besarse con pasion, penso, suspirando. Se pregunto si alguna vez hallaria un hombre que se fijara en ella. Cierto que habia despertado el interes de varios caballeros, pero, a su modo de ver, eran demasiado jovenes o demasiado mayores. Tal vez su aspecto menudo, carente de sugerentes curvas, su cabello anaranjado, herencia de su padre, y sus ojos tremendamente verdes, no fueran del agrado de los hombres que ella consideraba interesantes.

  • Cuerpos Malditos de Lucia Baskaran

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    ?Viste tu vida pasar por delante de tus ojos antes de morir? ?Era yo la protagonista de alguna de esas imagenes? ?Cual fue tu ultimo pensamiento? ?Llegaste a quererme alguna vez? ?Para quien eran esas flores?

  • En el Cafe de Africa de Mia Muler

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    Esta novela tiene una pretension, y es la de hacerte vibrar. La personalidad de Africa es el resultado de su vida. De una infancia que nunca comprendio, de una adolescencia en la que se sintio demasiado desamparada y de una dependencia emocional general que la hace actuar de una manera particular. Sus miedos a no ser aceptada o querida han hecho que se haya pasado la vida siendo una esclava de ella misma, cuidando, preocupandose y ocupandose de todos, menos de ella. Pero ?quien es Africa en realidad? ?Se dara la oportunidad de conocerse? ?Y de vivir su propia vida por fin? La desaparicion de Africa Aquella manana fue mas complicada de lo que podia parecer a simple vista. Todo el mundo preguntaba por Africa y alli no habia rastro de ella, ni una nota escrita encima de la barra o al lado de la caja como solia dejarme, ni un mensaje en el buzon del movil --con alguna explicacion para su acusada ausencia--; nada de nada. Y yo me iba desesperando por momentos. --Buenos dias, ?puedes avisar a Africa, por favor? --No esta, lo siento. --?Cuando estara? Tengo el camion cargado con su pedido, y esta mal aparcado. --No se que decirle, lo siento. --Mas lo siento yo, oiga, ?ya me dira que hago ahora? --Mientras, se alejaba soltando bufidos y gesticulando con los brazos. Aquello era muy extrano, ella nunca habia desaparecido de aquel modo, ?y si le habia pasado algo? Pero ?que le iba a pasar? Mi Africa estaba sana, sanisima, se cuidaba a extremos. No me habia comentado que tuviera cita en el medico, ni visita en casa de algun proveedor. Yo estaba bastante preocupada y ya estaba empezando a desvariar. No era propio de ella tal actitud, alguna cosa estaba pasando. Africa y yo nos conociamos desde hacia siete anos, cuando apareci una tarde, no se si de casualidad --aunque dicen que no existen--. Nunca habia estado en aquel pueblecito de costa, cercano a Barcelona, con nombre peculiar: Vilassar de Mar. Un pueblecito entre el mar y la montana en la costa del Maresme. Yo estaba teniendo un muy mal dia; horroroso, mas bien. Habia llegado hacia tres dias desde Cadiz; si, la otra punta del mapa. Era donde habia vivido los ultimos siete anos, pero en pocos dias iba a quedarme sin trabajo y, en consecuencia, sin casa. Trabajaba en un restaurante de subjefa de cocina, pero ese ano el propietario habia decidido cerrar todo el invierno para reformar el local y ampliarlo, y de eso modo poder ofrecer mas y mejor servicio. Y de un plumazo se cargaba a las doce personas que estabamos en plantilla. En Cadiz, me habia hecho mi hogar y mi lugar, tenia buenisimos amigos, me gustaba mi trabajo; incluso, habia aprendido, por fin, a surfear y me encantaba. Vivia feliz alli y no estaba en mis planes marcharme, pero, de un dia para otro, se trucaron. A mi Sevilla natal tampoco podia volver, la zona del sur estaba muy mal de trabajo, y mas, a finales de verano, la temporada se estaba acabando. Nos facilitaron la salida y nos dieron unos dias de vacaciones pagados, que muchos aprovecharon para pasar con sus familias e ir pensando en su nuevo futuro. Pero que yo, y dadas mis circunstancias, ni familia, ni hijos... por no tener, no tenia ni pareja, sali de alli, disparada, rumbo hacia Barcelona. Habia oido que en Cataluna habia movimiento de trabajo, sobre todo en hosteleria, que era mi profesion. Mi formacion en alta cocina me habia proporcionado siempre buenos trabajos, como cocinera, subchef, que me permitian vivir bien, aunque ahora iba a aceptar cualquier cosa, hasta de camarera si se prestaba. Vivia demasiado al dia y no tenia ahorros para subsistir ni dos meses. Me plante en la capital catalana, habia hablado con mi primo por telefono dos dias antes, el vivia en Barcelona, habia partido hacia alli algunos anos antes, casi en la misma situacion que yo tenia ahora, y le habia ido muy bien. Le di una sorpresa en el restaurante donde sabia que trabajaba, y despues de los achuchones pertinentes y una alegria barbara de vernos -- habiamos crecido en Sevilla, nuestros padres eran vecinos, y habiamos mantenido siempre el contacto--, su jefe me comento que un conocido estaba montando un restaurante y quizas buscaba personal; lo llamo y aquella misma tarde tuve mi primera entrevista. Estaba convencida de que ese puesto de trabajo seria mio, la necesidad hizo que me ilusionara en exceso, pero resulto ser un engano. Lo que parecia que tenia que ser el trabajo de mi vida, resulto ser una estafa y una tomadura de pelo. Para entrar en el negocio te pedian un deposito economico --<>, dijeron--, con el que se suponia, yo seria el subchef de cocina. Pretendian que fueramos socios desde el inicio del proyecto y que, juntos, sin conocernos de nada, montaramos un restaurante asociandonos con cada especializacion (chef, subchef, cocinero, jefe de sala, camareros... todos socios). Eso si, gestionado por el entrevistador, creador de tal ideal y fantasia. Al salir de alli, decepcionada y mas nerviosa de lo que habia llegado, llame de nuevo a mi primo para contarle. Estaba perdida, el tiempo se me iba acabando y no sabia ni por donde empezar. El me recomendo que me fuera hacia el Maresme, y asi empezo mi peregrinacion por todos los pueblecitos de la costa catalana. Volveria a empezar de cero en cualquier otro lugar y necesitaba un trabajo con urgencia Y, entonces, conoci a Africa. Ni se como llegue a ese precioso lugar, ese espacio lleno de colores, luces tenues e indirectas, flores frescas, musica agradable, un olor a angeles benditos caidos del cielo... y pronto lo descubriria. Entre en su maravillosa cafeteria, era ultima hora de la tarde, me habia pasado el dia preguntando y ofreciendome para trabajos de camarera, dependienta y hasta charcutera... Sin suerte. Llevaba recorriendo bares y restaurantes cuatro dias, habia peregrinado por casi todos sus pueblos costeros y empezaba a estar desesperada. No estaba resultando ser tan sencillo como me habian dicho y estaba agotada. Aquel pueblo, Vilassar de Mar, era un pueblo costero a pie de carretera; lo cruzaba la via del tren y lo decoraban unas callecitas muy bien cuidadas, con flores colgantes de los balcones, con las puertas y los marcos de las ventanas conjuntados con el barrio, con sus gentes discretas y amables. Nada que ver con la gente de Andalucia, aqui eran silenciosos, un poco cerrados, te miraban con un poco de desconfianza al principio, para luego proseguir con un interrogatorio. Hasta que decidian que eras buena gente, y luego, te sonreian y ayudaban si podian. Aquellas gentes hacian muchas preguntas. Yo, que no tenia nada que esconder y muchas ganas de encontrar algun trabajo y lugar donde vivir, contestaba con impetu y entrega a la espera de alguna recomendacion u ofrecimiento, pero no llego. Me sentia muy cansada, hacia mucho calor, tenia hambre, sed y no habia cogido ningun lugar donde dormir aquella noche. Mi cerebro ya no daba para mas. A malas, dormiria en la estacion de tren, no seria la primera vez. Entre en el cafe de Africa, sin pensar, ya no me quedaban energias, cruce la barra me quedaba a mano izquierda; a mano derecha, habia unas cuantas mesas. Al final, se vislumbraba una luz y, como luciernaga a su trampa, alli que me dirigi. Se abria un espacio, como un saloncito, con ventanas grandes que dejaban entrever el patio exterior. Me enamore de ese lugar y alli me quede. Era una estancia con un encanto especial, olia a fresco; sus lamparas de Tiffany colgaban del techo y proporcionaban una luz indirecta a todo el espacio, dandole un toque sofisticado y relajante.

  • Tras las huellas del lobo (Volumen independiente), Lola P. Nieva de Lola P. Nieva

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  • Rompete, corazon de Cristina Lopez Barrio

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    Blanca Oliveira pronto se arrepentira de haber regresado al caseron familiar del monte Abantos donde hace trece anos desaparecio su hija Alba sin dejar rastro. A los pocos meses de instalarse alli con Ricardo, su nuevo marido, y las dos hijas que le quedan, desaparece otra de ellas. La historia se repite: la edad de las ninas, el inspector de policia encargado de resolver el caso, la unica pista, una cinta roja hallada en el jardin, la muerte de un caballo, el cuento de hadas relacionado con la historia de la familia que pesa sobre cada uno de sus miembros como una maldicion.

  • Breve historia de una senorita espanola de Angel Buquerin

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    Junio de 1931. El fervor inunda Madrid con la inauguracion de la nueva plaza de toros de Las Ventas. En medio de la celebracion conocemos a la bella Paloma, sobrina de Curro, dueno de una popular taberna cerca de la plaza. La joven, que ha alcanzado la mayoria de edad con la proclamacion de la Segunda Republica, es consciente del nuevo mundo que se abre ante ella y vive la epoca con ilusion y con el deseo de llegar a ser una gran actriz en el incipiente cine sonoro.

  • Tu perfume al atardecer (Hielo y fuego 3) de Anna Soler

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    Cuando Neil Montana decide alistarse en el ejercito no sabe hasta que punto su vida cambiara por completo. Testarudo como una mula y acostumbrado a ser el mediano de cuatro hermanos, Neil se niega a dar su brazo a torcer. Necesita un cambio, alejarse todo, pero en especial de Ivy Campbell, la unica chica que parece haberle robado el corazon al joven vaquero.Neil no estaba preparado para el amor. Renegaba de aquellos confusos sentimientos y preferia ignorarlos. De esa manera huye, sin mas salida que enganarse a si mismo. Pero ni la distancia ni la guerra logran apaciguar ese amor en su corazon.Ivy siempre estuvo enamorada de Neil Montana, el era su amor platonico, pero nunca comprendio sus razones para marcharse de esa manera. Un unico beso la unia a Neil en aquel atardecer de Texas, un beso que mantenia viva su esperanza hasta su vuelta. Pero un giro inesperado hace peligrar ese reencuentro, un accidente lo cambiara todo y volvera a Neil un hombre amargado y resentido por la sombra de su pasado.?Sera Ivy capaz de romper esa coraza para llegar a su corazon? ?Afrontara Neil los peligros del amor? El orgullo podia separarlos o unirlos para siempre.

  • Eternity. Al Borde del Abismo de Ana Maria Piedrahita

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    Melyan era una princesa elfa que vivia en un pueblo llamado Ystram, habia llegado alli huyendo de su pueblo natal, Innat, por una promesa que realizo cuando era una nina. Un dia cualquiera en aquel lugar aparecio un joven brujo que llamo su atencion por el brillo especial de sus ojos, su nombre era Misrath, el elegido para llevarla de vuelta a su pueblo.

  • El chico del calendario de Candela Rios

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    Doce meses, una chica, miles de motivos por los que no debe enamorarse de ella.

  • Mucho mas que lady de A. R. Cid

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    Dulce, tierna, callada, atenta. Lady Kate es todo lo que un marido puede ansiar, todo menos feliz.
    A solo unos dias de que su padre le comunique el nombre de su futuro marido, lady Kate conoce a un hombre peligroso, de hermosos ojos verdes, que le hace una extrana proposicion.
    Solo tiene que huir a su lado, dejarse llevar. Lo que nunca penso es que todo su mundo, su pasado, ella misma, podria desaparecer a su lado. ?Y si todo lo que crees saber es mentira?
    Lo desea, negarlo seria como tratar de tapar el sol con un dedo. A su lado esta descubriendo placeres indescriptibles y su ausencia era insoportable.
    Al final sera una decision compleja: ?Perdonarlo y amarlo o vengarse por lo que jamas debio ocurrir? ?Podra ese caballero de ojos verdes mantenerla a salvo y darle todo lo que siempre debio pertenecerle?

  • Las chicas buenas tambien pueden ser malas, Sarah Myers de Sarah Myers

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    Se podria definir a Wendy como; una buena chica.

  • Lecciones de amor de Ali Cronin

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    Cuatro chicas, tres chicos. Casi 18 anos. Todos tan reales como tu.

  • Martes (Atemporal 2) de E. L. Todd

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    Superar lo de Hawke es lo mas dificil que he tenido que hacer en mi vida.

  • Gritar que sigo viva de Blanca Fernandez Soriano

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    Descubre la poesia de Blanca Fernandez. Esa mirada al mundo esperando una respuesta en cada uno de sus pasos y al propio tiempo se pregunta poeticamente si su ausencia es responsable. Y no hicimos nada frente a la destruccion de lo que supuso un aislamiento de la palabra, de la naturaleza, los cuerpos... con una madurez, ya integrada en su juventud. Pero hay algo profundo en esa integracion del otro…Tu y yo somos lo mismo. Mas no olvida como componentes de su creacion: la tradicion, el cuento, la mirada hacia los que aun perdidos han sido habitados...y aunque metafora, son espejo. Hay un sentir que es habitar poeticamente, pese a que la cronologia – costumbre- semeje matar el tiempo... un tiempo que vivimos y quizas ya no posee el aroma de antano. Mas como diria Pavese, “hasta el dolor puede ser creador”. Hay un latir y el corazon que es el centro de toda poesia. La continua exclamacion ante la perdida de lo amado- pues vas, amor exanime, al unico lugar adonde no puedo seguirte- no excluye el amor pese a que creamos lo contrario: “No es el amor quien muere, somos nosotros mismos”, que diria Luis Cernuda. Pero hay un retorno a las estaciones del tiempo, a los objetos cotidianos que semejan ser contemplados ex novo, las sensaciones del cuerpo, los colores, los animales... En resumen, una mirada que no capta sino que parece querer concebir Nuevos aires...y respiro. La poesia semeja devenir himno en ese Partire que quizas recoja lo vivido y lo ofrece en solidaridad con los otros y esa afirmacion del amor y al mundo, escuchando su voz interior y plasmandola en palabras cuando llegan o esperando cuando se ocultan -Verso libre- y con la mirada atenta a las sorpresas del exterior, salvadoras -gente leyendo poesia en el autobus-. Y buscar los centros de reposo, sorprendidos en lo cotidiano -quietude de l’hiver- ternura en los recuerdos – requiem. Tambien hay rebeldia ante la mentira, y un descubrir el poder de la palabra o ese amor que corporeiza en los gestos amorosos en la piel y la mirada...el silencio...el respiro... el universalizar al otro y lo otro y fundirlos en los elementos... y la cancion propia que es poesia y la del otro que se entrana nuestro acontecer, y el ritmico canto a la naturaleza... Yo escribo. Y mientras el sol cae, cae, cae sobre nosotros. Eres poeta, sigue escuchando los balbuceos, los ritmos...Contempla los gestos de las gentes y las sonoridades del universo. Joaquin Verdu de Gregorio Indice Autobiografia a la manera de Gloria Fuertes Destruccion Oda al mundo Lengua y literatura En la estacion Yahoos Bifurcacion No puedo perdonar al invierno. El silencio del abandono Una mota de polvo Suplentes 2:30 AM Ansiedad Zapatos borgona Cuentos Resiliencia Adelante Soy un pato Bailar bajo la lluvia Yo voy de rojo, ellos de naranja. No lo hago a proposito, pero no puedo evitarlo La lucha Me sale escribir. Que retumbe Saltar sobre un lecho de piedras, Corazon en emigrante “Abrigada” Verso libre Pero a veces. Y entonces fuego. La douce quietude de l'hiver Cosas trascendentales Guia para la supervivencia en casos extremos Requiem Fortaleza Puedes escribir los versos mas tristes esta noche o llamar a mi puerta y preguntar que tal. Parecia que todo estaba perdido. Frente unido Mis palabras Besarte al final del mundo Quedate con quien te siga abrazando cuando te quedes dormido Merida Respirar El puto condicional Bisiesto Guerra y paz Sinceramente Despertar Capturada en el silencio Atardecer en Debob En un cajon Caminos de ida Autobiografia a la manera de Gloria Fuertes Galardonado en el XIX premio de poesia de Aspe 2018 convocado por la Concejalia de Cultura del Ayuntamiento de Aspe Naci no muy lejos del mar piel rosa y olor a sal, con fuerza de tormentas en mi garganta. Desde entonces me cantaron, me leyeron a Gloria y se inventaron mil historias al momento, y asi creci, mecida entre realidad y ficcion. Llevada en brazos empece a viajar, aun no he parado. A los seis meses ya saludaba por la calle, y al ano la recorria de arriba a abajo. Rei la mayor parte del tiempo y, en cuanto supe, pase el resto escribiendo. Ame desde entonces las palabras, aunque no siempre era correspondido: pase muchos meses muda. Quise ser mas alta, mas guapa y mas rapida, mas graciosa. Sobre todo, mas valiente. Tarde mucho en quererme, tuve mucho miedo. Pase los doce encerrada en banos y a los trece rompi con todo. No sabia contestar a ninguna pregunta, apenas puedo aun. Dude todo el tiempo, me quiero por ello. Adopte por entonces mi primer perrito, era mayor, aun en ocasiones llora en suenos. Mas tarde vino el primer felino, asi el segundo y luego el tercero, que practicamente se colo en casa. Me cambiaron la vida, yo lucho por cambiar la suya. A los quince conoci la amistad -por ellas ahora vivo, vivir, pero de verdady a los diecisiete conoci el amor, el del bueno, el que merecia, -me costo reconocerme eso-. Lo escribi todo en servilletas, mesas y pantallas que nunca sabran de que hablaba. Por todo lo que se me ha olvidado, sigo escribiendo. Por todo lo que me debo, sigo viviendo. Destruccion Oda al mundo Nos separaron con grandes muros, palabras de gigantes y mucho miedo. Tu y yo, que es lo mismo. Y no hicimos nada. Bebieron el agua de cada rio, cada oceano. Quemaron cada arbol, cada esbozo de vida. Una Madre muriendo a manos de sus hijos. Y no hicimos nada. Vendieron nuestros cuerpos como suyos. Nos humillaron, nos utilizaron. Nos mataron. Y no hicimos nada. Acabaron con todo lo que fue alguna vez valioso. Crecimos en mentiras, unas prioridades cambiadas. Y no hicimos nada Preferimos huir, escondernos. Los pocos valientes perdieron la batalla. Una esperanza perdida en miradas. Y ni siquiera entonces hicimos nada. Lengua y literatura Despues de todo este tiempo, no puedo evitar echar de menos el futuro. Mirar la luna, a tu lado, y pensar que nos observa. Caernos, juntos, en un pozo infinito de irrealidad. Porque pretendi ser Alicia y olvide que, hasta ella, tuvo que despertar. Y tu quisiste ser el Principe Azul fuera cual fuera el cuento que yo habitase, pero te quedaste en sapo. Fue un desastre. Asi que acabamos tirados con otros restos de cuentos superficiales. Y, en ese momento, (ya no se ahora) no te parecio suficiente. Cogiste tu corona de papel albal y, literalmente, corriste como rana que lleva el diablo. Y, mirame, ahi me quede. Esta nada de mi que se pregunta sobre una conjugacion diferente una que me permita, no se, quizas olvidar. Y, ahora, miras a la luna y la confundes con mis ojos. Y no puedo evitar, despues de todo este tiempo, desear que morir de amor solo hubiese sido

  • CEO Temporal de Lexy Timms

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    !La autora de Best Sellers del USA Today, Lexy Timms te trae una sexy y dulce novela romantica que te tendra apoyando a la mas debil todo el tiempo!

  • Mentiras en La Hora del Te de Susana F. Ameijeiras

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    Consiguio vaciar su habitacion de cualquier trasto inutil a la misma velocidad que eliminaba de su interior todo pensamiento inservible. Los dos habitaculos se eliminaron a la vez sin haberse puesto de acuerdo. Ya no quedaba nada a lo que poder echar mano para seguir buscando; habia agotado todos sus recursos: los externos y tambien los internos. Estaba vacio. --Senor... La cabeza del senor se dio la vuelta muy despacio; le costaba despegar su cuerpo erguido mirando a traves de aquella enorme cristalera que, de manera curiosa, todavia estaba brillante y limpia. La cristalera era la unica superviviente de todo aquello; quizas, aquel senor todavia la necesitaba para algo. --Dime, Carlos. --Creo que ya esta todo, senor. --Querras decir que ya no queda nada. Carlos balbuceo. --Puede que, para usted, senor, no quede nada, pero yo le aseguro que, para mi, irme de aqui hace que comience todo. El senor levanto las cejas; en realidad, las retorcio de una manera extrana. Aquellos ojos parecian moverse de una manera poco usual detras de sus pequenas gafas cada vez que al senor le llamaba algo la atencion. --Entonces, nos vamos ya, senor. --Estoy listo. Carlos conducia el coche mientras aquel hombre iba detras. Una de sus cejas habia quedado arqueada, sintoma inequivoco de que algo estaba pensando. Tal vez su cabeza todavia seguia sin estar vacia del todo; quizas, todavia se agarraba a algo. Siendo sinceros, aquel hombre a poca cosa podia agarrarse, ya que, por no tener, no tenia ni un hogar. Lo habia perdido todo o casi todo. --Carlos, ?has guardado el dinero donde te dije? --Si, senor --contesto Carlos--. ?Sigue queriendo que lo traspase a la cuenta que me dio? --Si, hazlo cuando puedas, gracias. Carlos miraba de vez en cuando a aquel hombre por el espejo retrovisor. Habia sido su mano derecha durante muchos anos, su chofer, su asistente personal, su chico de los recados... Si Carlos no habia fallado, entonces, ?que habia sido lo que habia provocado aquel desastre? Carlos era solo un chico normal, sin mas. No tenia pretensiones; no buscaba reconocimiento. Cualquier persona lo habria etiquetado, tal vez, de pusilanime o, quizas, habria pensado que carecia de objetivos, de foco, de ilusion, de reconocimiento... Todo lo que se le ocurria pensar a aquel hombre eran etiquetas, muchas etiquetas. Todo lo pasaba por una etiqueta. Era posible que las etiquetas pudieran resolver sus dudas. Quizas una mala colocacion de estas habia producido todo aquel caos que lo habia llevado a perder anos de trabajo. Una mala organizacion, un mal enfoque como lider... --Senor, ?se encuentra bien? El hombre levanto despacio la mirada. --Si, estoy bien. Mas de media hora en el coche casi habia conseguido que aquel hombre terminara echandose una pequena cabezada en el asiento de atras, pero ya habian llegado a su destino y debia bajarse. --Senor, deje que le abra la puerta. --Gracias, Carlos. El hombre miro aquella oficina donde debia dejar las llaves de todas sus posesiones. Algo le agarro el pecho. Suspiro levemente y se volvio a sentar. --Senor, debe hacerlo y, cuanto antes, mejor. --Lo se, Carlos, lo se. Hubo un silencio pequeno, o no. --Carlos, ?tienes dinero en la cartera? Creo que necesito dar un paseo, tomar el aire y beber un vaso de agua. Carlos lo miro, sin juicio, solo lo miro. Eran muchos anos con el. Lo normal era que Carlos quisiera asegurarse de que el senor estuviera bien. --Tome, senor, lo espero en el coche. Aquel hombre entro en una cafeteria. Intuitivamente, se sento en la mesa con menos atractivo de todas: la que estaba justo al lado de la puerta de la cocina y por la que salian todos los olores cuando algun camarero la abria. El sitio no podia reflejar mejor el valor que se daba a si mismo: ninguno. --Un cafe, por favor --pidio de manera correcta aquel hombre con el hilo de voz justo para ser amable con alguien una vez mas. El camarero poso un pequeno tazon con algo de leche y dos gotas de cafe. Aquel hombre miro la taza, un poco antigua y con restos de lo que podria haber sido el cafe anterior alli vertido. <>, penso. El senor abrio despacio el sobre del azucar, tambien malogrado por la torpeza del camarero al depositar el cafe encima de la mesa, y comenzo a fijarse como aquellos pequenos granos caian de una manera casi perfecta: no habia una sola arena de aquel azucar que se desviara hacia ningun lado. Siendo el un hombre que, en sus mejores tiempos, tomaba cafe casi a diario, el olor que desprendia aquella mezcla comenzo a parecerle muy desagradable. Su estomago termino por rechazar aquel olor y dejo el cafe. En ese momento en que no tenia ni un cafe que tomar, comenzo a sentir una extrana emocion que no controlaba. Se asusto; aquel hombre siempre lo controlaba todo. Fueron quizas los dos peores segundos en mucho tiempo: sudor, desesperacion, miedo, nervios... Por una vez en su vida sintio lo que siempre habia tenido miedo de sentir: vacio, desesperanza y ansiedad. --Ja, ja, ja. --Algo interrumpio la lucha interna de aquel hombre; unas risas y unas voces que venian de algun sitio llamaron su atencion. El senor miro. Llamo al camarero. --Un boligrafo, un papel y un vaso de agua. --Si, caballero. --Ah, una ultima cosa --continuo el senor--. Llevese este cafe y planteese cambiar de marca. Escribio y escribio, etiqueto y etiqueto; las anotaciones se iban amontonando en la mesa. Pidio mas y mas papel. Sus manos sudorosas empezaron a temblar al no poder seguir el ritmo intenso de su escritura. Carlos ya se habia asomado a la cristalera, tambien brillante (quizas lo unico brillante), de la cafeteria, pero Carlos esperaba; Carlos no tenia prisa. Solo era una persona fiel con ganas de seguir sirviendo a su senor. Carlos no protestaba. Aquel hombre dejo el boligrafo, pidio un whisky y respiro, siempre cabizbajo, pero respiro. Tras pagar la cuenta, salio en busca de Carlos, que esperaba pacientemente en el vehiculo. --Carlos, a mi casa. --Senor... --Lo se, tengo que devolver las llaves, pero todavia me queda algo por coger. Por favor, a mi casa. Carlos no dijo nada, arranco el coche y dejo a aquel hombre justo en la entrada de su casa. El senor abrio el portal, subio las escaleras y abrio la puerta. Solo fueron unos minutos. --Ya esta, Carlos, ahora vamos al banco. --No se preocupe, senor; eso ya lo hago yo como usted me mando. --No, Carlos, hay cambio de planes; yo me encargo del dinero. --Como usted quiera. El senor se fue, tal vez a cualquier habitacion de un hostal. Devolvio las llaves de todas sus pertenencias y tuvo muy claro lo que tocaba hacer a partir de ese momento. Carlos tambien se fue. Sus caminos no se volvieron a juntar.

  • Alianza de A.g. Keller

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    El dia que el principe Kadar regresa a palacio en compania de Kelly, su novia britanica, despues de pasarse siete anos viviendo en Londres, se entera que esa noche se celebrara en su nombre un banquete para anunciar al mundo entero, su compromiso. Un acuerdo pactado por sus padres hace quince anos, con la princesa Amira; una desconocida para el.

  • Arrowood de Mick Finlay

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  • El lector de Spinoza de Javier Saez De Ibarra

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    Este esplendido libro de relatos demuestra que aun se puede escibir uene literatura [Babelia, El Pais]. Con una prosa compleja, arriesgada y brillante, Javier Saez de Ibarra emplea distintois registros literarios en los difentes contenidos de estos cuentos en los que demuestra una gran experiencia y un profundo trabajo.

  • Con la espada de mi boca de Ines Garland

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    Relatos de iniciacion sexual, amorosa y emocional de adolescentes, jovenes y adultos en una sociedad en pleno cambio, que conforman el universo personal de la autora.

  • Bailamos 1 de Chris Razo

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  • A mis pies de Candis Benitez

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    Celine Walton, una mujer de caracter fuerte, exitosa a la par de hermosa, tuvo que cambiar radicalmente su forma de ser, encerrando su corazon en una fortaleza donde no pudieran destrozarlo nuevamente, negandose la oportunidad de amar.Tiene a todo el mundo a sus pies, haciendo solo su voluntad, y no ha permitido que ningun hombre la haga perder la cabeza al punto de pensar en un futuro juntos.Zacharias Raimond -Zac-, llega a su vida como un huracan que arrasa con todo a su paso.

  • Amor en el desierto de Maribel Roa

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    Samira Leibe es una mujer como la mayoria de las mujeres de la faz de la tierra, luchadora, segura y enamorada. Sin embargo, un dia todo salta por los aires. Un matrimonio que se esfuma, una inseguridad que se apodera de ella y una batalla de sentimientos que la deja devastada.
    Un dia, su confidente y mi mejor amiga, Cayetana, le propone embarcarse en una aventura, ir a visitar el pais vecino de vacaciones y hacer una ruta por las kasbahs. Sin saber muy bien por que, acepta.

  • El ultimo francotirador de Kevin Lacz

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    Esta es la historia de un equipo de operaciones especiales, el grupo SEAL llamado los <>, que participo en la batalla de Ramadi en 2006. Conociamos sus hazanas de guerra a partir de las memorias de uno de sus miembros, Chris Kyle, pero la version que nos ofrece Kevin Lacz, el ultimo superviviente del grupo, basada en su diario personal de campana, resulta enriquecedora, y muy distinta, ya que no nos habla de heroes individuales, sino de la accion de un colectivo. Porque esta salvaje forma de guerra -el acecho, el disparo lejano que puede matar a un inocente, la respuesta de los insurgentes.- no es obra de maquinas de matar, sino de seres humanos que no podrian resistir la tension sin el contrapunto de la camaraderia. Kevin Lacz, conocido en el grupo como Dauber, nos muestra en estas paginas la historia real de unos hombres destruidos por la guerra.

  • Caza a la mentirosa de Kayla Leiz

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    o 1 [?] Estupendo Chloe, esta vez te has lucido. – Se dijo a si misma mientras se lamentaba por trigesima vez desde que habia entrado en el pub. – Ahora apechuga y carga con las consecuencias. Chloe Summers, de veinticinco anos, estaba en un problema. En un problema grave. Llevaba en el pub una hora esperando que su cita llegara. Solo que su cita no sabia que ella estaba alli. O mejor dicho, no sabia que "ella" era su cita. entirosa Abrio el pequeno bolso y saco la hoja arrugada de haber estado manoseandola durante demasiado tiempo en el trayecto en taxi hasta alli y leyo de nuevo. Hola Storm. Soy Sunny, ya se que no es lo que esperabas pero esta soy yo y, como no pensaba que tu fueras asi - en el caso de que sea igual que en la foto que me envio, en otro caso mejor pasar del tema porque no es cuestion de poner tambien en juego la Caza a la M desconfianza aparte de la mentira - pues te mande una foto que encontre por internet. Espero que me disculpes y… [?] !Como demonios le voy a decir eso! – Exclamo sobresaltando al camarero de la barra quien la miro como si hubiera bebido de mas y no la cola con lima que le habia servido hacia tres cuartos de hora. Agacho la cabeza y cerro los ojos. Vale, no tenia pensado mandarle ninguna foto pero habia insistido tanto… Y cuando ella le pidio la suya y la tuvo al dia siguiente no pudo apartar los ojos de el. ?De verdad era asi Storm? No podia Encarni Arcoya Alvarez - 4 Esc s rirto t r o as sExc x om o u m lgad a a d s s ser, en serio, un hombre de ese calibre no podia seguir soltero en la vida; ni siquiera podia existir de verdad pero el le aseguro que era una foto de verdad. En ella, un hombre enfundado en unos pantalones de cuero negro ajustados a sus piernas y comprimiendo, estaba segura, su contorno y el paquete, que sobresalia peligrosamente, hasta llegar a una cintura estrecha. Lo siguiente era una cazadora negra que llevaba con la cremallera subida pero solo hasta medio pecho y, debajo de la misma, no tenia nada. Podia verse el torso al descubierto con el vello oscuro en un triangulo invertido que se perdia por dentro de esa cazadora. Era musculoso sin llegar al exceso y poseia unos amplios hombros para entirosa albergar a semejante hombre. Debia ser bastante alto por lo que habia visto y estaba apoyado sobre una Harley, como si a ella no le fascinaran las motos de por si. Encima una Harley-Davidson FLH e Hydra Glide de los anos 60. Tuvo que tomar varias respiraciones antes de poder seguir inspeccionando la fotografia. Caza a la M Su rostro ya de por si la dejo impactada la primera vez que vio la foto, un menton cuadrado, rasgos suaves pero endurecidos al mismo tiempo, una nariz con presencia que enmarcaba su cara y le daba mas poder para dirigir a los demas. Sus ojos eran de color ambar que llamaban la atencion envueltos en unas pestanas largas de color oscuro como sus cejas y su pelo, corto y de punta por delante pero de largo hasta la nuca. Sus labios eran gruesos pero no en demasia, el inferior mas que el superior. !Ese hombre exudaba peligro y poder por partes iguales! Habia dedicado las siguientes horas a buscar por internet montones de imagenes para ver si daba

  • La sensacion de lo que ocurre de Antonio Damasio

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    ?Como puede nuestra mente llegar a conocer? ?Como podemos tener sensacion y consciencia del ser? ?De que manera se produce la transicion de la ignorancia y la inconsciencia al conocimiento y a la identidad del ser? Estas son las preguntas que plantea y responde en este libro Antonio Damasio, uno de los mayores expertos mundiales en neurologia.

  • La chica que lo tenia todo de Jessica Knoll

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    El thriller revelacion del ano, del que muy pronto se estrenara la pelicula basada en esta adictiva novela.

  • Tu camino, mi destino (Destino 1) de Marcos Olmos Gonzalez

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    Todas las personas seguimos un camino. En ocasiones, es el elegido por nosotros, sin embargo, a veces, es el camino el que nos elige, quizas por circunstancias de la vida o por algun suceso imprevisto. Marta y Helio son dos personas con caminos muy diferentes. En el plano laboral, el pinta cuadros de chicas desnudas, ella trabaja en el departamento de marketing de una empresa de renombre. En el plano sexual, el disfruta del sexo sin tabues, ella lleva vida monastica a consecuencia de una relacion anterior fallida. El vive en Madrid, ella en Granada. Sin embargo, sus caminos se cruzan y justo en ese momento se produce un caos de acontecimientos regidos por el destino. o por el libre albedrio. tu que piensas ?crees en el destino?Amor, humor, intriga y sexo se unen para dar a luz un libro que te enganchara desde el principio y que te dejara con ganas de mas. bienvenido/a a la saga Destino.

  • Seducida por la tentacion Trilogia Tentacion de Helena Sivianes

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    Tres anos, eso es lo que he perdido de mi vida, tres anos que le regale para que me tratara como el quisiera, cuando todo me parecia maravilloso y los dias de color de rosa. Pero he sufrido, he llorado luchando por una relacion que no llegaba a ningun lado. Por fin veo la luz. Las lagrimas son solo eso, lagrimas. He derramado demasiadas durante dos meses. Cuando empezaba a encontrarme bien, a salir del agujero, el aparecia otra vez en mi vida para hundirme mas en la miseria, hacerme sentir debil y totalmente dependiente de el. Fue muy doloroso como ocurrio todo, de la noche a la manana. Como fui tan idiota para no darme cuenta antes. Senales habia, pero yo estaba enamorada, o eso creia. Ahora, tras todo este tiempo alejados el uno del otro, me he dado cuenta de que no es asi. Llamemosle rutina, eso es lo que era mi vida, comoda, sencilla y sin complicaciones, y ahora era el quien necesitaba de mi, quien me lo iba a decir. --!He dicho que te olvides de mi! --le grite a Pedro tras la puerta de mi apartamento--. !No quiero volver a verte! !Tu lo jodiste todo y yo no quiero ni necesito arreglarlo, haz que te entre en esa cabeza tan dura que tienes! --Venga, Dani, no seas cria, los vecinos te estan escuchando, dejame entrar y lo hablaremos --intentaba calmarme con su voz seductora, como tantas otras veces lo habia hecho, con exito. --No gritare mas, pero hazme el favor de irte --consegui decir, mas calmada--. Por favor, vete, no me hagas mas dano --dije mientras deslizaba la espalda por la puerta de entrada de mi apartamento. Estuve asi varios minutos, en esa posicion, sin decir nada, aguantando las lagrimas para poder escuchar el sonido de sus pasos alejarse de la puerta, y sin darme cuenta me quede dormida abrazada a mis piernas. Los encuentros con el siempre me dejaban agotada emocionalmente. Desde hacia dos semanas venia un dia si y otro tambien en mi busqueda. Le habia dado la opcion de explicarse cuando todo ocurrio, pero despues de dos meses perdio su oportunidad, yo habia pasado pagina y no queria seguir sabiendo de el. Hice caso a mis amigas, Tere y Merche. El siempre supo que decir y como decirlo, aunque a mi me cabreara, pero gracias a ellas ahora me sentia bastante mejor. --Lavate la cara, peinate y quitate ese maldito pijama --me decia Merche los primeros dias tras dejarlo con Pedro--, aqui no se acaba el mundo, asi que arriba y vamonos, no me seas idiota. Y asi fue, me sacaron de casa, me obligaron a arreglarme, me ayudaron a concentrarme en mi trabajo y aqui estoy, dos meses despues. Pensaba que todo estaria mejor, no sabia que el volveria a las andadas, no les quise decir nada, pero... Sono el timbre de casa y me desperte sobresaltada. Aun estaba sentada en el suelo, apoyada en la puerta. Me levante despacio y atisbe a traves de la mirilla de la puerta. Ahi estaban mis dos amigas y traian cara de pocos amigos. Joder con la vecina cotilla, maldito sea el dia en que le di el numero de estas dos para casos de emergencia. --No te hagas la tonta y abrenos la puerta, que te estamos escuchando respirar detras. --Tere y su impaciencia. Descorri la cadena que habia echado hacia un rato, cuando aparecio Pedro, y abri la puerta. Sabia que mi cara no era la mejor para recibirlas; seguro que parecia un oso panda, con el rimel y la sombra de ojos por toda la cara, y encima me acababa de despertar, asi que las ojeras no beneficiarian mi look y denotarian mi estado de animo. --Antes de que digais nada --las senale con el dedo--, me lo dijisteis y soy una completa idiota, asi que ayudadme a recoger esto un poco, me ducho, me visto y nos vamos, no quiero pasar ni un solo minuto mas aqui hasta el momento de tirarme a dormir la mona en mi cama. Y dicho y hecho; no abrieron la boca y, como si estuvieran en su casa --a veces pienso que si, porque estan mas aqui que en las suyas--, se fueron a la cocina, sirvieron tres copas de lambrusco y se dedicaron a recoger un poco el estropicio que tenia por mi salon. Siempre me decian que no entendian como podia trabajar en medio de aquel caos, pero ese caos era mi paraiso. --De verdad, Daniela Garcia, no se como consigues trabajar aqui --me gritaba Merche, la responsable del grupo. Buenos consejos y un punto de humor algo seco, pero aun asi la queria con toda mi alma. Si no fuera de ese modo, seguro que no seria mi amiga. Merche es alta, con un cuerpo de infarto, pelo largo y negro, unos impresionantes ojos azules y todo curvas y elegancia. Si tuviera que decir a quien me recuerda, sin duda seria a la actriz Megan Fox, aunque desde luego Merche es mucho mas guapa. --Y date prisa en arreglarte si no quieres que entre en la ducha y te corte el agua caliente. --No seas borde, Merche --la critico Tere--, entra y hazlo del tiron, ?no ves que le hace falta agua helada para aclararse las ideas? --Y esta es mi terremoto, mi rubia, aunque de tonta no tiene un pelo, alocada, extrovertida, sin pelos en la lengua y otro bellezon donde los haya, algo mas baja que Merche y con curvas mas redondeadas. La jodida estaba buena a reventar; y es que con esas curvas, el pelo tan rubio, los ojos verdes, los labios carnosos y la gracia natural para hablar tenias que quererla si o si. Aquella bruja era mi bruja particular y, como si lo viera venir, sali corriendo de la ducha y la vi entrar, tambien corriendo, con un vaso lleno de hielos que me tiro por la cabeza. --!Seras gilipollas! --le grite mientras intentaba aguantar la risa--. Anda, vete para el salon que en diez minutos estoy lista. Cuando sali de mi habitacion las dos se quedaron mirandome. Sabia que aprobaban lo que veian. Les dije que no queria estar alli, que necesitaba a toda costa salir de fiesta; ese idiota no me amargaria una noche mas y estaba decidida a dejarlo claro. --Pero, chica, que guapa estas --me regalo Merche--. ?Ese vestido es nuevo? Me habia decidido por uno rojo de tirantes finos y corte a medio muslo que resaltaba las formas de mi cuerpo. Cuando me di la vuelta, vieron que la parte trasera dejaba poco a la imaginacion, pues el vestido muestra mi espalda casi hasta donde empieza a perder su nombre. --Joder, chica, estas para que te echen un polvo de los de multiorgasmos --primera de la noche--, y si no lo hacen avisame que le pateo el culo. Esta noche las chicas estaban de acuerdo en darme una tregua y no hablaron nada de lo que habia pasado poco antes de que llegaran a mi casa. Era viernes y me veian animada para una noche de fiesta en Sevilla que con nuestros veintiocho anos no podiamos desperdiciar. Fuimos a cenar y acabamos en la terraza Bilindo. Despues se quedarian en casa; las necesitaba cerca de mi. Al dia siguiente no trabajaban y yo tenia que terminar el papeleo de la fiesta que estaba organizando para un congreso en un hotel y cerrar el catering. La noche estaba siendo increible. Bebimos lo justo porque tenia que estar despejada y no levantarme muy tarde, asi que a eso de las cuatro de la manana decidimos regresar. En mi casa tenian disponible la habitacion de las visitas, aunque en el armario habia mas ropa que la que una visita esporadica podria usar. Y asi fue como mi tarde espantosa se convirtio en una noche de chicas, risas y diversion

  • Un amor de cinco estrellas (A city of love 3) de Mabel Diaz

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    Aleksandar es el maitre del hotel de super lujo Ragusa Princess Palace, en Dubrovnik. Es un hombre tranquilo y con buen humor hasta que llega Erika para poner a prueba su paciencia.
    Erika esta en la Perla del Adriatico con una mision que debe llevar a cabo en tan solo seis dias. Sin embargo, no espera encontrarse con Alek y que todo lo planeado corra el riesgo de fracasar.
    A todo esto hay que sumar una vaca del chocolate dispuesta a ponerle las cosas dificiles a los dos.
    ?Quien se saldra con la suya y conseguira sus objetivos?

  • Los Horcher de Elisabeth Horche

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    Berlin, 1904. Gustav Horcher, cumpliendo su sueno, abre un restaurante en el corazon de la capital alemana. Pocos anos despues, las dos guerras mundiales y el regimen de Hitler determinaran la vida del pais y sus habitantes.

  • Ciudad berraca de Rodrigo Ramos Banados

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    <>. <>. <>. Las frases fueron escritas con pintura roja en las murallas, delante de la fila de extranjeros que culebreaba por las soleadas calles de Antofagasta hasta el edificio de la gobernacion, a un costado de la plaza Colon, la plaza principal de la ciudad y centro social antes de la construccion del mall. Tambien la llamaban la plaza de los gitanos, pues ellos se banaban en las dos fuentes de agua casi todo el ano, a excepcion del invierno, cuando el municipio secaba los platos. Era junio el unico mes cuando se sentia realmente el frio y los colombianos se abrigaban hasta el cogote. El resto del ano caminaban con camisetas, sueltos, extrovertidos, alegres, y esa alegria, esa verborrea y esa sensualidad de cuerpos libres contrastaban con ciertas personas de alli, de movimientos apretados como robots viejos y miradas punzantes, como si en sus ojos tuvieran dos porciones de fuego lanzadas por el canon de un averno intestino para incinerar lo que parecia malo. Eso, lo malo, era sin duda lo que no se conocia, lo distinto, como el raro entusiasmo que puede ser el carnaval de una nueva vida, la alegria de una nueva oportunidad de los extranjeros que semanas antes habian sido desahuciados por la guerrilla. Para esos muertos, llegar a Antofagasta era como alcanzar el cielo que dibujan los Testigos de Jehova en su tornasol revista Atalaya, aunque en este caso fuera un atosigante paisaje ocre sacado de las cronicas marcianas. Pocos en la provincia se esforzaban por conocer a los extranos, pues pertenecian a un mundo pequeno y aislado, lleno de divertidos prejuicios socarrones. Un mundo que era como un enorme cementerio de neumaticos de camiones mineros, de esos que parecen escarabajos fosilizandose a un costado de la Panamericana, porque las carreteras, en el norte de Chile, estan llenas de fosiles industriales. Y viajar por ellas hace sudar el culo, sobre todo en el momento en que el sol desvanece la sombra al punto de hervir la piel y aturdir la vista hasta partir el paisaje en minusculos granos rojos como los de la granada. A los colombianos sobrevivientes solo les quedaba disfrutar del nuevo mundo desertico al que en las revistas economicas comparaban con Bahrein, pero esto no era ni la periferia de Bahrein ni nada parecido y tocaba celebrar la vida en una tierra extrana, sin importar lo que dijera el resto; por eso la musica, la parranda, la soltura y el baile. Y claro que no les iban a asustar las miradas recelosas si venian de la guerra. Y por supuesto que las miradas eran punzantes si estos inmigrantes querian transformar esto en Antofalombia. A la plaza Colon tambien la llamaban la plaza de las palomas, la de los lustrabotas, la de los jubilados y la de los libreros, esto ultimo por dos hombres que recopilaban articulos del diario sobre las anejas salitreras transformandolos en libros, que vendian bien. Los pampinos habian adornado con tanta obsesion el pasado, ese pasado de chusca, sudor, sol y balas, que lo habian convertido en una suerte de eden, negando el presente, encuevados en sus villas. A la plaza le decian asimismo la de los colombianos, porque acampaban de madrugada en sus recovecos esperando turno para legalizar los papeles en la oficina de extranjeria que estaba al frente, y armaban alli pequenas rumbas de un hibrido entre cumbia, salsa y regueton. Hasta un platano habia brotado de la nada a un costado de la plaza, justo donde pernoctaban los colombianos, y ese perturbador arbol, de tallo laxo como el miembro de un caballo negro, horrorizaba a los nativos, pues de un dia para otro se habia transformado en el simbolo de eso que llamaban despectivamente una ciudad bananera, una ciudad del tropico. Pero esto era Chile, el frio Chile, el antartico Chile, el sureno Chile, el europeo Chile y el blanco Chile: un pais sin platanos. Cada tanto los rayados eran borrados con pintura por la municipalidad luego de las cartas tipo denuncia de xenofobia que aparecian en El Mercurio de Antofagasta, el diario que masificaba la manera de pensar de los poderosos, con un tiraje promedio de ocho mil ejemplares en una ciudad de al menos cuatrocientos mil habitantes. Cartas firmadas por una elite progre o de izquierda o influenciada por los jesuitas, que habia adoptado como forma de vida la defensa hacia los extranjeros, pues no soportaba el maltrato que le daban algunos de los antofagastinos, sus coterraneos. Los colombianos habian arribado en oleadas desde Buenaventura y Cali, aunque ellos decian que provenian del Valle del Cauca y algunos lo imaginaban como un valle de moscas y sangre en cuyo corazon podria estar la hacienda de Escobar en decadencia, con hipopotamos canibales, tesoros llenos de billetes y cocaina de la buena enterrada por alguna parte. Llegaron desplazados por la guerrilla interna, con la esperanza de vivir tranquilos en una ciudad que, segun habian escuchado, demandaba trabajo para la mineria, donde se pagaba bien y donde se podian hacer negocios de los buenos y de los otros, y enviar el dinero seguro, que se multiplicaba en Colombia, por Ria o Western Union. Pronto, en la noche, y a veces frente a la mirada indiferente de los madrugadores inmigrantes, los rayados xenofobos resurgian como un terco sarpullido ante los rostros a los que solo podia ahuyentar una rafaga de balas en la fogosa vegetacion del valle, del famoso Valle del Cauca. En esa sucesion de escritos y borrados se encontraba la ciudad cuando, en la primavera de 2012, arribo la familia Parrada Castillo. Entre esos afrodescendientes latinoamericanos, o negros latinos, o colombianos negros, o colombianos de Tumaco, o negros pobres, o grones, o simplemente negros, estaba Jean, un chico de dieciseis anos que llego con la mision de ayudar a su padre, asi se lo encomendo, en todo lo que le solicitara. Habia que sobrevivir. Pero el chico sabia que su padre era imprevisible y que, de un dia para otro, podia desaparecer del mapa, y por eso todo lo que le decia le entraba por una oreja y le salia por la otra como un eructo. El apoyo, le diria su padre, consistia en cargar sacos, tirar de un carreton, cuidar la fruta o, cuando tuvieron casa, quedarse protegiendo a sus dos hermanos menores mientras los padres vendian las papas rellenas que cocinaban afuera de la casa en una olla ennegrecida por la quema del fuego a lena; a su madre no le gustaba prepararlas de otra forma, o mas bien no habia gas para hacer funcionar la cocina. Eso fue en un principio, porque las cosas mejoraron con el paso de los dias y en esa ciudad berraca que vivia su esplendor economico --gracias al precio del cobre que estaba en las nubes de la bolsa de valores de Londres-- el billullo empezo a llegar a todos. Ni hablar de estudios, pues Jean habia cursado hasta lo que en Chile denominan el primero medio; le quedaban pendientes tres cursos o tres anos para alcanzar la posibilidad de hacer estudios superiores, algo que estaba por completo descartado por su padre. El problema para Don Parrada era que el adolescente Jean, de mirada esquiva cuando le hablaba, no tenia entre sus planes desarrollar una vida tan simple, ni menos ser lo mismo que su padre: un desplazado que se las arreglaba, en cada lugar adonde iba, trabajando en cualquier cosa aunque en nada fuera de la ley, aclaraba tocandose la barbilla como filosofo; y asi lo repetia como mantra cuando iba camino a Chile, nada fuera de la ley, aunque por experiencia sabia que la ley de la calle era mucho mas efectiva al momento de condenarte que la otra, esa ley que se podia comprar. El senor Parrada estaba condenado por la calle de Tumaco a la pena de muerte. Su hijo, mientras su padre le repetia con obsesion lo que tenia que hacer cuando la familia avanzaba por los serpenteantes caminos costeros del sur de Peru, se imaginaba en cambio conduciendo un tanque. Lo hacia para sentirse protegido. Le gustaba jugar a los militares, a la guerra. La madre, cuando Jean tenia cinco anos, le habia regalado una bolsa con soldaditos de plastico, a la cual se sumo otra y otra mas hasta juntar una cantidad considerable. Una de ellas venia con unos tanques similares a los vehiculos blindados del ejercito colombiano. Eran los dias en que los militares, paramilitares, las FARC y las AUC --y luego otras guerrillas y hasta la policia-- mantenian incendiada la selva cocalera y la propia ciudad de Tumaco, conocida como la perla del Pacifico, dejando un monton de muertos, heridos, viudas y huerfanos. Jean imaginaba a las tanquetas circulando por la ciudad y los bosques en llamas. Aunque era solo un juego, esos dias tambien le tocaba observar como llegaban a relajarse a Tumaco los milicianos, algunas veces sin el uniforme, cuando bebian como quien lo pasa bien entre amigos, y entonces nadie entendia nada. Sin la metralleta eran criaturas normales, a veces eran los mismos del barrio. Lo cierto es que cualquiera ahi podia llegar a ser un militar y tambien cualquiera podia sembrar una hectarea de coca bien plantada. Armas, en este Vietnam colombiano, se podian conseguir en todas partes. Pero Jean guardaba la esperanza. Incluso mas alla de las limitaciones que le imponian los chilenos, que lo tildaban de grone, colombiano y pobre; lo ultimo era lo que mas le molestaba, pues el queria prosperar. No era lo que pensaba el bando de los anticolombianos del Chascon Marcos, cuyos miembros rayaban las paredes de Antofagasta y argumentaban en favor de su espontaneo odio. Una de las razones mas comunes que daban en contra de los colombianos era que se habian tomado la calle Condell, aquella donde antes proliferaban con cierta modorra los locales nocturnos para trabajadores, unos borrachines que se deshacian en sudor viendo girar los pollos en una asadora gigante mientras picoteaban papas fritas en cambuchos de carton. Ahora cuanto habia cambiado la ciudad desde que llegaron los colombianos, cuyas mujeres habian destruido las familias y elevado las cifras de enfermedades de transmision sexual como la sifilis, segun habia dicho el intendente a la prensa, ante el escozor de los progres. Estos observaban la inmigracion como un proceso en el cual, en el futuro, de la misma forma como habia sucedido en Nueva York, los turistas podrian visitar la Little Colombia de Antofagasta, la Antofalombia y hasta la Antofalopa.

  • Girasoles para Lu de Lorena Fuentes

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    El amor puede sanarte y hacerte feliz, sin embargo, muchas veces intentado proteger a quienes amamos, terminamos lastimandolos sin pensarlo.
    Lucia Chapman crecio enamorada de su mejor amigo, habia aprendido que el primer amor podia ser real, sus padres eran el vivo ejemplo.
    Matthew Mraz sentia miedo por amar a la hija de sus padrinos, ella era su familia, no de sangre, pero si por eleccion.
    Hay sentimientos que son inevitables y traeran consecuencias, mientras que un error puede marcar sus vidas para siempre, cambiando el rumbo de sus destinos.
    Lucia volvera a Nueva York creyendo que podra evitar reencontrarse con Matthew.
    Ambos tendran que alzar la bandera blanca de la paz, por el eslabon que los mantuvo unidos durante su adolescencia, su primo Sean. En el camino aprenderan a perdonar, para asi poder alcanzar la felicidad.
    Girasoles para Lu es la historia de los ninos que conociste en la Serie Nos Pertenecemos, demostrando una vez mas, que hay almas que nacen para estar juntas.

  • El regalo Perfecto (La Profesional 4) de Kris Buendia

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    No soy un hombre alegre que le guste compartir con los demas. Y mucho menos compartir a mi familia con tanta gente aun asi sea nuestra propia familia. Mientras veo dormir a mi mujer, me pregunto lo siguiente: ?Podria ser mas feliz? Pense que esta clase de gloria no existia, o que yo era una persona que estaba muy lejos de serla. Lo unico que se es que cada dia soy feliz con ella y mi hijo. Son mios, es mi imperio, por lo que respiro cada dia. Muy pronto sera noche buena y se cual es el regalo perfecto, mi esposa me ha estado insistiendo sobre una cosa desde que nuestro hijo cumplio tres. Eso fue hace dos anos, pero es porque he estado evadiendo el tema porque me rehuso a negociar sobre ello. Hablando de regalos. ?Que le regalarian a alguien que lo tiene todo? Creo que mi mujer y yo estamos metidos en un grave problema. La amo y quiero hacerla feliz siempre; como lo soy yo desde que la escuche cantar y me atrapo con su valentia y belleza de mujer. Es una promesa que le hice a ella y a la vida misma: Toda una vida. En todas las posiciones posibles.

  • Complices de Estefania Jimenez

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    Un valiosisimo diamante. Un misterioso cuadro de Picasso con una historia oculta. Aire, el ladron mas embaucador y atractivo del mundo. . y Sofia, que puede caer en sus redes. A Sofia, joven directora de seguridad, la contrata su tio, el poderoso magnate del mundo del arte Ricardo Marquez, para que proteja su coleccion privada.

  • LA CLAUSULA: Piensalo bien antes de firmar de Mirian G. Blanco

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    Cuando se te aparezca una oportunidad… !tomala!
    Y eso fue lo que Melisa Baker hizo cuando Tyler Mccartney le propuso un descabellado contrato. La idea de ocupar el puesto de secretaria en una de las empresas mas prestigiosas a nivel internacional, !era realmente tentadora! Pero ser la <> del hombre mas sexy del planeta Tierra, aun lo hacia mas emocionante.

  • El Mandamas de Clara Montecarlo

    https://gigalibros.com/el-mandamas.html

    El era el Alfa y el Omega.
    Y todo con lo que una mujer podia sonar.