mirta torres biografia
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mirta torres biografia - Mirta Torrez
https://gigalibros.com/mariana-8230-siempre-mariana.htmlNovela romantica con detalles historicos que tiene todas las pasiones, sentimientos,diferencias sociales, ambicion,venganza, traiciones. De a ratos es una historia romantica y por momentos se carga de suspenso y accion y se vuelve un thriller.
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Mirta Torres | PlanetadeLibros
https://www.planetadelibros.com.mx/autor/mirta-torres/000039768Encuentra los últimos libros de Mirta Torres y descubre toda su bibliografía, sus mejores novelas y su biografía en Planetadelibros.
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Mirta Torres | PDF | Escritura | Aquisición de idioma - Scribd
https://es.scribd.com/doc/51117237/mirta-torresMirta Torres es especialista en Didáctica de la Lectura y la Escritura, coordina ... Corrientes), asegurando la presencia de libros en el aula, ...
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La alfabetizacion en los primeros años de la escuela primaria
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL005370.pdfpor M Torres · Mencionado por 5 — Mirta Torres es especialista en Didáctica de la Lectura y la Escritura. ... teriales escritos en el aula, asegurando la presencia de libros en el aula, ...
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LENGUA
https://documen.site/download/lengua_pdfMirta Torres • Andrea Fernández • María Andrea Moretti ... cas de aula, la entrega de libros de edición Bicentenario para todos los niños de 1.º a 6.
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MARTA TORRES | Casa del Libro
https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/marta-torres/128462Biografía del autor. María Torres es profesora en Letras Modernas, especialista en literatura infantil-juvenil y Educación teatral.
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Programa educativo SER escuelas: estuvo Mirta Torres
https://saltoenred.com.ar/programa-educativo-ser-escuelas-estuvo-mirta-torres/25 abr 2019 — Mirta Torres es especialista en Didáctica de la Lectura y la Escritura. Coordina la producción de materiales de alfabetización para docentes ...
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El canto de las montanas de Nguyen Phan Que Mai
https://gigalibros.com/el-canto-de-las-montanas.htmlMi abuela me decia que, cuando mueren, nuestros antepasados no desaparecen, sino que siguen protegiendonos. Y ahora siento que ella me protege mientras enciendo una cerilla y prendo una varilla de incienso. En el altar de los antepasados, detras de la campana de madera y de las bandejas de comida humeante, los ojos de mi abuela brillan cuando la llama de color azul anaranjado prende el incienso. Agito la varilla para apagarla y, al tiempo que se consume sin llama, las espirales de humo y el aroma ascienden hacia el Cielo, llamando al espiritu de los muertos para que regresen. --Ba oi --susurro, alzando el incienso por encima de la cabeza. Entre la niebla que difumina la frontera entre nuestros dos mundos, la abuela me sonrie. --Te echo de menos, abuela. Una rafaga de viento entra por la ventana y me acaricia el rostro, tal como hacia mi abuela. --Huong, querida nieta. --Los arboles que crecen junto a la ventana susurran sus palabras--. Estoy aqui contigo, siempre estoy contigo. Coloco la varilla en el tazon situado delante del retrato de mi abuela. Sus suaves rasgos brillan con el perfume del incienso. Contemplo las cicatrices de su cuello. --?Te acuerdas de lo que te dije, querida? --murmura su voz entre las ramas incansables--. Los retos que los vietnamitas han tenido que afrontar a lo largo de su historia son tan altos como las mas altas montanas. Si nos detenemos demasiado cerca, no podemos ver las cumbres. Si nos alejamos de las corrientes de la vida, podremos tener una vision completa... Rojo sobre blanco Hanoi, 1972-1973 La abuela me da la mano mientras caminamos en direccion al colegio. El sol es como una gran yema de huevo que se asoma entre una hilera de casas con tejado de hojalata. El cielo es tan azul como la falda favorita de mi madre. Me pregunto donde estara. ?Habra encontrado a mi padre? Me sujeto el cuello de la chaqueta mientras el viento se abre paso y arremolina una nube de polvo. La abuela se inclina y me pone un panuelo sobre la nariz. Mi mochila del colegio le cuelga del brazo y se tapa la cara con la palma de la mano. Volvemos a ponernos en marcha en cuanto se disipa el polvo. Por mucho que me esfuerce, no oigo cantar a los pajaros. Busco, pero no encuentro ni una sola flor a lo largo del camino. No hay hierba a nuestro alrededor, solo montones de ladrillos rotos y metal retorcido. --Guayaba, ten cuidado. --La abuela tira de mi para alejarme del crater de una bomba. Me llama por mi apodo, Guayaba, para protegerme de los malos espiritus que, segun ella cree, rondan la tierra en busca de ninos hermosos para secuestrarlos. Dice que mi nombre verdadero, Huong, que significa 'fragancia', los atraeria. --Cuando vuelvas a casa tendras tu comida favorita, Guayaba --me dice la abuela. --?Sopa pho con fideos? --La felicidad hace que me salte un escalon. --Si... Los ataques aereos no me han dejado cocinar, pero ahora esta todo en calma, asi que vamos a celebrarlo. Antes de que pueda contestar, una sirena rompe nuestro momento de paz. Una voz femenina grita desde un altavoz atado a un arbol. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Se acercan los bombarderos americanos a Hanoi. Estan a cien kilometros de distancia. --!Oi troi dat oi! --La abuela invoca al Cielo y a la Tierra. Corre tirando de mi. Rios de gente salen de las viviendas como si fueran hormigas huyendo de un hormiguero destrozado. A lo lejos, desde lo alto de la opera de Hanoi, aullan las sirenas. --Por aqui. --La abuela corre hacia un refugio antiaereo excavado al borde del camino. Tira de la pesada tapa de hormigon. --!No hay sitio! --grita una voz desde abajo. En el interior del agujero redondo, en el que solo cabe una persona, hay un hombre medio arrodillado. El agua fangosa le llega hasta el pecho. La abuela se apresura a cerrar la tapa. Tira de mi hacia otro refugio. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Los bombarderos americanos se aproximan a Hanoi. Estan a sesenta kilometros de distancia. Las fuerzas armadas se disponen a rechazarlos. --La voz femenina parece mas imperiosa. Las sirenas son ensordecedoras. Vamos refugio tras refugio, pero estan todos llenos. Delante de nosotras, la gente se precipita de un lado a otro como pajaros con las alas rotas, abandonando bicicletas, carros, bolsos. Una nina pequena, sola, llama a gritos a sus padres. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Los bombarderos americanos se acercan a Hanoi. Estan a treinta kilometros de distancia. Aturdida por el miedo, tropiezo y me caigo. La abuela me levanta. Tira mi mochila del colegio a un lado de la calle y se agacha para que me suba a su espalda. Me sujeta las piernas con las manos y echa a correr. Un ruido ensordecedor se aproxima; se oyen explosiones lejanas. Me agarro a los hombros de la abuela con manos sudorosas, aplasto la cara contra su cuerpo. --!Atencion, ciudadanos! !Atencion, ciudadanos! Se acercan mas bombarderos americanos a Hanoi. Estan a cien kilometros de distancia. --Corred al colegio, no van a bombardearlo --grita la abuela a un grupo de mujeres que cargan con ninos en brazos o a la espalda. A los cincuenta y dos anos, la abuela es fuerte. Pasa corriendo junto a las mujeres y se pone a la altura de las que van delante. Entre sacudidas presiono la cara contra su largo cabello negro, que huele como el de mi madre. Mientras pueda olerlo estare a salvo. --Huong, corre conmigo. --La abuela se acuclilla delante de mi colegio, jadeando. Tira de mi hacia el patio y se mete en un refugio vacio situado junto a un aula. Me deslizo a su lado y el agua me llega hasta la cintura; me agarra con manos heladas. Hace un frio horrible. Estamos a principios del invierno. La abuela se incorpora para cerrar la tapa. Me abraza y el latido de su corazon palpita en mi sangre. Agradezco a Buda que nos haya dado este refugio en el que cabemos las dos. Tengo miedo por mis padres, que estan en el frente. ?Cuando volveran? ?Habran visto al tio Dat, al tio Thuan, al tio Sang? Las explosiones se acercan. El suelo se mece como si fuera una hamaca. Me tapo los oidos con las palmas de las manos. El agua sube de golpe, me moja la cara y el pelo, me nubla la vista. El polvo y las piedras se cuelan por una pequena hendidura y me caen en la cabeza. Se oye el fuego antiaereo. Hanoi devuelve el ataque. Mas explosiones. Sirenas. Gritos. Intenso olor a quemado. La abuela se lleva las manos al pecho. --A Di Da Phat, Nam Mo Quan The Am Bo Tat. --De sus labios sale un torrente de plegarias a Buda. Cierro los ojos y la imito. Las bombas siguen rugiendo. Sobreviene un minuto de silencio. Un ruido estridente. Me encojo de miedo. Una tremenda explosion nos impulsa hacia la tapa del refugio. El dolor me oscurece los ojos. Aterrizo con los pies sobre la barriga de la abuela. Tiene los ojos cerrados, las manos parecen una flor de loto en su pecho. Reza mientras el ruido atronador desaparece y se elevan los gritos de la gente. --Abuela, tengo miedo. Tiene los labios azules, tiembla de frio. --Ya lo se, Guayaba... Yo tambien tengo miedo. --Abuela, si bombardean el colegio, ?se... se hundira este refugio? Se agita en el reducido espacio y me atrae hacia sus brazos. --No lo se, carino. --?Si se cae moriremos, abuela? Me abraza con fuerza. --Guayaba, si bombardean el colegio, quiza el refugio se nos caiga encima, pero solo moriremos si Buda lo consiente. No morimos aquel dia de noviembre de 1972. Despues de que las sirenas anunciaran el final del bombardeo, la abuela y yo salimos, temblando como hojas, y avanzamos tambaleantes por la calle. Se habian derrumbado varios edificios, los escombros cubrian el camino. Reptamos tosiendo por montones de cascotes. Los ojos me ardian con las espirales de humo y polvo. Agarre con fuerza la mano de la abuela mientras contemplaba a las mujeres que se arrodillaban y aullaban junto a los muertos cuyos rostros habian cubierto con ajadas alfombrillas de paja. Las piernas de los cadaveres nos apuntaban. Piernas mutiladas, cubiertas de sangre. De una piernecita colgaba un zapato rosa. La nina muerta tendria mi edad. Empapada, cubierta de barro, la abuela tiro de mi, cada vez mas deprisa, y pasamos junto a trozos humanos dispersos, casas derruidas. Sin embargo, al lado de la sombra del bang, nuestra casa se alzaba bajo un sol glorioso e incoherente. Habia escapado de milagro. Solte la mano de la abuela y corri hacia la puerta de entrada. La abuela me ayudo a cambiarme a toda prisa y me metio en la cama. --Quedate en casa, Guayaba. Baja si vuelven los aviones --dijo, senalando el refugio antiaereo que mi padre habia excavado en el suelo, junto a la entrada del dormitorio. El refugio era lo bastante grande para las dos y estaba seco. Preferia refugiarme ahi, bajo la atenta mirada de mis antepasados, cuya presencia irradiaba el altar familiar situado en lo alto de la estanteria. --Pero... ?adonde vas, abuela? --pregunte. --A mi colegio, a ver si mis alumnos necesitan ayuda. --Me arropo con nuestra fina manta. --Abuela, es peligroso... --Esta a dos manzanas, Guayaba. Volvere corriendo en cuanto oiga la sirena. ?Me prometes que te quedaras aqui? Asenti. La abuela se dirigio a la puerta de la casa, pero volvio a mi cama. Me calento el rostro con la mano. --?Me prometes que no saldras a curiosear? --Chau hua --conteste con una sonrisa para tranquilizarla. Nunca me dejaba ir sola a ningun sitio, ni siquiera durante los meses sin bombardeos. Siempre habia temido que me perdiera. Me preguntaba si mi tia y mis tios tendrian razon cuando afirmaban que la abuela me sobreprotegia porque sus hijos habian sufrido cosas terribles. Cuando la puerta se cerro a su espalda, me levante y cogi un cuaderno. Moje la plumilla en el tintero. <
>, escribi, empezando una nueva carta para mis padres sin dejar de preguntarme si les llegaria alguna vez. Se desplazaban con las tropas y no tenian direccion fija. Estaba leyendo otra vez Bach Tuyet va bay chu lun, inmersa en el mundo magico de Blancanieves y sus amigos, los siete enanitos, cuando la abuela volvio a casa con mi mochila del colegio colgada del brazo. Le sangraban las manos, heridas al haber intentado rescatar a las personas enterradas bajo los cascotes. Me atrajo hacia su pecho y me abrazo con fuerza. Esa noche, me deslice bajo nuestra manta mientras escuchaba las oraciones de la abuela y el ritmico sonido de la campana de madera. Rezaba para que Buda y el Cielo terminaran con la guerra. Rezaba para que mis padres y tios regresaran sanos y salvos. Cerre los ojos y me sume a sus oraciones. ?Estaban vivos mis padres? ?Me echaban tanto de menos como yo a ellos? Queriamos quedarnos en casa, pero una notificacion urgente de las autoridades ordeno a los ciudadanos que evacuaramos Hanoi. La abuela tenia que guiar a sus alumnos y a sus familias a un lugar remoto en las montanas, donde seguiria impartiendo clases. --Abuela, ?adonde vamos? --pregunte. --A un pueblo que se llama Hoa Binh. Alli no podran encontrarnos las bombas, Guayaba. Me pregunte quien habria elegido un nombre tan bonito para un pueblo. Hoa Binh eran las palabras que llevaban en las alas las palomas pintadas en las paredes de mi colegio. Hoa Binh en mis suenos era de color azul, el color del regreso a casa de mis padres. Hoa Binh significaba algo sencillo, intangible y valiosisimo: 'paz'. --?Esta muy lejos ese pueblo, abuela? ?Como vamos a ir? --Andando. Esta solo a cuarenta y un kilometros. Si vamos juntas, podremos hacerlo, ?no crees? --?Y la comida? ?Que comeremos? --No te preocupes. Los campesinos nos daran comida. En momentos de crisis la gente es buena --contesto con una sonrisa--. ?Me ayudas a hacer el equipaje? Mientras nos preparabamos para el viaje, la voz de la abuela se elevo en una cancion. Tenia una voz preciosa, igual que mi madre. Se divertian inventando canciones tontas, cantando y riendo. Cuanto echaba de menos aquellos momentos tan felices. Cuando la abuela cantaba, los grandes campos de arroz abrian sus brazos verdes para recibirme, las ciguenas me llevaban en sus alas, los rios me arrastraban con la corriente. La abuela extendio un panuelo. Apilo nuestra ropa en el centro y anadio mi libreta, la pluma, el tintero y el material que ella empleaba para dar clase. Puso encima de todo la campana de rezos y luego ato las esquinas opuestas para hacer un hatillo que pudiera echarse al hombro durante el viaje. Del otro se colgo un largo tubo hecho con una cana de bambu, lleno de arroz crudo. Habia preparado ya mi mochila del colegio con agua y comida para el camino. --?Cuanto tiempo estaremos fuera, abuela? --No lo se, quiza un par de semanas. Me plante delante de la estanteria y pase las manos por el lomo de los libros. Cuentos de hadas vietnamitas. Cuentos rusos. La bija del vendedor de pajaros, de Nguyen Kien, La isla del tesoro, de un autor extranjero cuyo nombre no se pronunciar. -
Nuestro destino (Destino 2) de Raquel Diaz
https://gigalibros.com/nuestro-destino-destino-2.htmlCuantas veces esta permitido equivocarse?
Cristian ha cometido un gran error. Se marcho buscando respuestas, desesperado por encontrarse y por descubrir quien es realmente el amor de su vida, arriesgandose a perderlo.
Catalina no esta dispuesta a sufrir mas, prefiere alejarse de todo y volver a recuperar esa coraza que la aleja del dolor.
Dos personas que se encuentran en un determinado momento, que se despiertan el alma y que de repente se pierden.
El intentara recuperarla a toda costa, pero ella no se dejara convencer tan facilmente.
Un amor renido y peleado, un amor dispuesto a todo, un amor incapaz de atender a razones.
Y es que, cuando el destino juega sus propias cartas ?que pueden hacer? Unicamente... Dejarse llevar. -
El rey de las muertas de Laura Cruz
https://gigalibros.com/el-rey-de-las-muertas.htmlAlexander era El Nigromante.
El Hechicero Negro.
El Rey de las Tinieblas.
El Monstruo del Reino Prohibido. -
Objeto de amor de Edna O'brien
https://gigalibros.com/objeto-de-amor.htmlEstos extraordinarios relatos de Edna O’Brien, publicados por primera vez en castellano en una edicion a cargo de Marta Orriols, son una muestra brillante de la capacidad de su autora para manejar tramas y para manipular cada palabra con el detalle de una artesana y la delicadeza de una amante.
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Distinta Clara de Alba Ballesta
https://gigalibros.com/distinta-clara.htmlLaia Crespo (veintipocos, hija unica) estudia un master en la Universidad de Barcelona, adonde se ha mudado, harta de viajes en tren desde Vilanova; sus padres no terminan de asimilar su ausencia. Comparte piso con otra chica y trabaja en una libreria-cafe. Un domingo, mientras echa un vistazo a una caja de libros de adolescencia que su madre le ha apartado, redescubre un pequeno volumen de poemas: Obras Completas de Clara Dubasenca (Tomo III).
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Persefone a traves del espejo de Sandra Andres Belenguer
https://gigalibros.com/persefone-a-traves-del-espejo.htmlEl agua tenia el color de una melodia muerta. Fue su primer pensamiento antes entender que no tenia la menor posibilidad de luchar. Desde arriba, un monstruo embestia su cuerpo, lo aprisionaba entre sus garras, y empujaba, empujaba, empujaba... Desde las profundidades, hordas de dedos tiraban de sus pies con avidez. Sintio sus huesos tatuados de podredumbre hendir su carne, y tras gritar comprendio su error. Cientos de burbujas, como espectros entre las sombras, se arremolinaron a su alrededor. Habia perdido el poco aire que le quedaba. No inspires. Pero la necesidad de hacerlo, el acto reflejo de buscar oxigeno, le insto a abrir los labios. Su corazon amenazaba con quebrarse a cada latido, alli abajo, en las tinieblas. Se lo imagino astillandose en miles de fragmentos que reflejarian a aquellos a los que amaba; un caleidoscopio con recuerdos y suenos que moririan en el vacio. !No inspires! ?Cuanto podia aguantar? En cualquier momento sus pulmones darian la terrible orden de aspirar y colapsarian para siempre. Se removio en un intento por liberarse, pero la bestia de las profundidades persistio en su acometida, al tiempo que las presencias abismales reclamaban su ultimo aliento. A sus oidos llego un sonido extrano, distorsionado por el eco que reinaba ahi abajo. Se quedo inmovil unos segundos, una eternidad. Eran suplicas, clamores descarnados de hombres, mujeres y ninos que pronunciaban su nombre. Justo entonces, el instinto le obligo a dar una gran bocanada. Los pulmones se dilataron, las fosas nasales inhalaron sin ofrecer resistencia...Y las aguas de muerte rompieron las compuertas. Un trueno restallo en su cabeza, una llamarada prendio su pecho. El momento critico se acercaba. Las criaturas que aferraban sus tobillos tironearon con mas fuerza y sumieron su cuerpo en un remolino... Entreabrio los ojos y pudo distinguir ciudades y templos sumergidos, bovedas derruidas, esfinges olvidadas, laberintos de calles sinuosas y paramos que vigilaban sirenas de ojos ponzonosos. Las sombras se retorcieron e incrementaron la velocidad, como si su naturaleza ancestral hubiera advertido que el cuerpo que transportaban se abandonaba demasiado pronto a un destino que no le pertenecia. Semiinconsciente, sintio como alguien aferraba su cuerpo, lo alzaba en el aire y finalmente lo depositaba en tierra firme. Tosio con violencia, vomitando regueros de agua turbia. Para cuando fue capaz de abrir los ojos, trato de convencerse de que aquello era solo una pesadilla creada en los sotanos mas siniestros de su mente. Ante si, una calavera le atravesaba con su mirada de simas infinitas. Mostraba una sonrisa sardonica, de dientes podridos, desiguales y rotos. Una capucha de jirones negros cubria buena parte de su craneo y de vez en cuando los insectos se asomaban bajo la tela. Sujetaba un gran remo de barca, hecho de huesos humanos. Realizo una reverencia y le tendio su mano cadaverica. Cuando hablo, su voz parecia provenir del dolor de mil almas. --Hemos estado esperando su llegada, majestad. 1 Las historias mas bellas siempre comienzan con una destruccion. JACK LONDON A Casey le encantaba Halloween. Por eso habia elegido aquel lugar para quedar con Vera. Cuando era pequena, recorria las calles del Sur de Filadelfia con sus amigos para recoger caramelos. Lo que mas anoraba de todo eso era disfrazarse: de bruja, de pirata, de zingara, de vampiresa... Estar dentro de otra piel por una noche suponia para ella una magia dificil de superar. Y asi fue hasta que comenzo a devorar libros. Sonrio para si. Los libros eran como hechizos esperando ser descubiertos, y ella se consideraba una buena maga. Al menos, asi habia sido hasta hacia unos dias... Ahora, un incomodo hormigueo recorria su pecho cuando trataba de leer y lo que era peor, cuando intentaba escribir. --!Ey! !Casey! Una mano sobre su brazo la obligo a girarse. --!Tia, que cambiada estas! --Vera se echo a reir y su pelo, rizado a lo afro, parecia bailar en torno a sus pendientes de aro--. !Te he extranado un monton! Las dos amigas se abrazaron con fuerza. La habia echado tanto de menos durante ese verano. Vera le guino un ojo antes de mirar descaradamente a su alrededor. --!Guau, no conocia este local! Me has hecho venir aqui por los adornos de Halloween, te conozco. Pues que sepas que aun te quedan unas semanas, fantasmita. Tenia razon. Casey siempre iba a Tinsel, un bar en pleno centro de la ciudad, cuando alguna festividad estaba cerca. En Navidad, engalanaban el interior con luces, regalos, arboles, bastoncillos de caramelo gigantes... Ahora, aunque todavia eran finales de septiembre, Tinsel ya ofrecia a sus clientes un espeluznante mosaico de munecos de porcelana, calabazas sonrientes, caretas de payasos asesinos y aranas colgadas por doquier. --No sabes cuanto me alegro de verte, Vera --dijo abrazandola de nuevo. La emocion hizo enrojecer sus ojos. ?Tan sola se habia sentido?--. Tu tambien estas... --?Mas guapa? ?Sexy? ?Irresistible? ?Clavadita a Beyonce? --ambas rieron al unisono mientra Vera se sentaba junto a ella--. Nah, lo que pasa es que como ya no puedo ponerme mas morena de lo que soy, mis primas de la costa Oeste decidieron llevarme por el camino del exceso. --?Fuiste a Las Vegas? --!Que dices! !No he salido del paseo de la fama de Los Angeles en todo el verano! -- jugueteo con el frasco decorativo de ojos de cristal que habia sobre la mesa e hizo un gesto al camarero para que trajera dos refrescos--. Piensalo, ?y si me hubiera topado con Spielberg, o con Tarantino? !Imaginate! Vera queria ser guionista o directora de cine, o las dos cosas. Su caracter extrovertido y el hecho de coincidir en muchas asignaturas en el Instituto de Artes Creativas habia hecho inseparables a las dos chicas. No se habian visto en todo el verano y las ganas de ponerse al dia, tomar ese batido helado que vendian en la cafeteria de la esquina y hablar de lo que cada una habia planeado para su futuro en la universidad, se multiplicaron por mil. --?Y tu? ?Que tal estos dos meses? --la sonrisa de Vera perdio intensidad, solo durante una fraccion de segundo. Despues anadio--: ni me lo digas. Seguro que has devorado todos los libros de la biblioteca, senorita Hermione Granger. En eso tu madre lleva razon: !te va a salir humo por las orejas! Pero ya lo arreglaremos, claro que si... En realidad, penso Casey, ?que he hecho durante el verano? Su expresion alegre se torno livida. No me acuerdo de nada... ?Pero como no voy a acordarme? El corazon comenzo a martillearle en los oidos. ?Que...que diablos me esta pasando? --Ademas --Vera siguio parloteando, animada--, tienes que invitarme a una hamburguesa. Chica, la verdad es que Silk City Diner no es un mal sitio para trabajar... ademas esta en pleno centro. Casey habia comenzado a trabajar los fines de semana en una cafeteria para que su madre y ella pudieran pagar las facturas mas desahogadamente. Eso si lo recordaba, pero... La musica del bar incremento su volumen y el pulso de Casey se disparo de nuevo. Algo no va bien, algo no encaja, algo no... El camarero dejo las bebidas sobre la mesa, con pajitas rojas a juego, y se fue. En cuanto Vera me ha preguntado por el verano... He empezado a sentirme... --?Casey? --Si, si, claro, !eso esta hecho! Manana empiezan las clases, ?te parece si quedamos el sabado? --!Cuenta con ello! --Eso si, si mi jefe se entera de que te sirvo una hamburguesa gratis, !le dara algo! --?Es uno de los tipicos cabrones, no? Como Reed o Harris, pero a lo bestia... Las dos amigas conocian a Dennis Reed del curso anterior. Habian elegido apuntarse a uno de sus famosos talleres de Escritura Creativa y la experiencia habia sido, cuanto menos, surrealista. Reed se habia ganado a pulso todos los rumores que lo tachaban de extravagante, lunatico y estricto. Sin embargo, a Casey le cayo bien. Comprendio que ese aire de profesor excentrico cuadraba bastante con el mundo de la literatura, aunque todavia no pudiera perdonarle que le hiciera recitar varias veces su propio relato delante de toda la clase y de mil formas posibles. <
>. Casey sonrio para sus adentros al recordarlo. Maldito Reed... Aun asi, se habia convertido en su profesor favorito y estaba ansiosa por comenzar el nuevo curso en una de sus clases. --A ver... --Casey simulo pensarlo un momento para seguir la broma de Vera--, digamos que Thanos se queda corto a su lado. --!Vaya! Si desapareces, ?puedo quedarme con tu cazadora blanca? --!Ya quisieras! --Lo digo para tapar la cara de ese payaso de ahi --senalo la careta con un comico gesto de miedo--. Eres una friki, ?lo sabias? Mira que traerme a este sitio... Casey se relajo un poco y rio con ganas. --Oye --respondio--, que esto no esta nada mal. ?Y tu quieres ser guionista? --Ya, pero no hacian falta los tarros de ojos ni las aranas. --Es que han pensado en todo, para darle ambiente --iba a darle un sorbo a su refresco cuando vio una mariposa negra aletear hasta posarse en su mano--. !Anda! !Incluso han llenado el local con mariposas! --?Que? ?De que hablas? --Bueno, justo aqui hay una --el insecto ascendio hasta su brazo--, fijate. Los ojos de Vera le devolvieron una mirada confusa. --Casey... ?Estas bien? --Pues claro --la chica seguia embelesada contemplando a la mariposa. Era increible que les permitieran tener insectos vivos en el local--, ?por que lo dices? Su amiga se mordio los labios antes de responder. --No hay... No hay ninguna mariposa, Casey. -
En carrera al amor de Mary Kate Williams
https://gigalibros.com/en-carrera-al-amor.htmlElla:
Disfruto del olor de las calles, la emocion y la incertidumbre de correr en la clandestinidad. Me gusta este mundo, pero me mantuve al margen porque aun era joven. Este ano es diferente. Todo es muy diferente. Este ano soy la chica que da la partida. Lo que no estaba en mis planes, era ver el regreso de Felix a las pistas. Yo lo habia visto sufrir, lo vi realmente mal. Ni siquiera estaba segura de que este fuera un buen momento para volver. Pero de alguna manera confiaba en el. Creia en el.
Si tan solo supiera las veces que me quede viendolo cada vez que podia, las ganas que me daban de acercarme y fundirme en el. Es la tentacion hecha carne para mi.
Puede que sufra, pero tambien puede que seas inmensamente feliz en el lugar correcto. A mi me parece que eso es lo que voy a vivir. -
Los mellizos no deseados del multimillonario de Ciara Cole
https://gigalibros.com/los-mellizos-no-deseados-del-multimillonario.html -
Xadia, la lectora de sangre de Ana Idam
https://gigalibros.com/xadia-la-lectora-de-sangre.htmlXadia es una sanguira que tiene que escapar junto a su padre, cuando su madre, Askara, es testigo de la intencion que tiene el actual rey de Tierra Doria de acabar con su vida. Kares es el yor que llegara a su refugio, soterrado bajo el baul de una biblioteca, con la intencion de cumplir las ordenes de Askara. Xadia debera separarse de su padre y atravesar las hostiles comarcas de Tierra Doria para ponerse a salvo. Durante ese viaje, al lado de Kares, ni el rey ni los sentimientos se lo pondran facil. Una historia de magia, de razas poderosas y de Diosas que exigen su pago atavico, en la que no solo la usurpacion del trono sera lo que defina su devenir; el amor, el peligro, el ansia de poder y, finalmente, la sangre, seran lo que dibuje su destino.
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No todo se compra de Patricia Gomez Martin
https://gigalibros.com/no-todo-se-compra.htmlNo creas que he tenido una infancia mala, por fortuna, doy gracias cada dia. No he sido maltratada, violada, ni cualquier otra barbaridad parecida. No soy hija de padres separados; no he sido discriminada en el colegio ni motivo de burlas; no era una alumna de diez ni de tres. Mas bien de seis de nota media. Y asi podria considerar mi vida, con un seis de nota media. Estudiante normal, amigos normales, viviendo en un casa normal, con una familia normal. Mido un metro con sesenta centimetros. Mi peso no te lo digo porque no me quiero mosquear. No soy ni rubia ni morena, y mi pelo no es ni liso ni rizado: simplemente tiene vida propia. Por lo general, no se si ya te has dado cuenta, soy una mujer de lo mas normal del mundo. Rozando tanto lo corriente, que mi habilidad era pasar completamente desapercibida. Como por arte de magia, podia estar y no estar en el mismo sitio. Vamos que nadie se daba cuenta que yo estaba, y eso tiene una ventaja muy importante y es que, a veces, sin quererlo, y otras queriendo, he llegado a escuchar conversaciones que no deberia. Si, lo reconozco, depende de la situacion, soy un poco cotilla. Asi durante anos he oido en las clasicas fiestas de adolescentes, los amores de verano que habia entre unos y otros, las envidias de algunas tipo <
> o, < >. Vamos, conversaciones sin fundamento. Pero hubo un dia, en la que por casualidades del destino estaba en el sitio equivocado, o correcto, depende de como lo mires. Cansada de la conversacion repetitiva de mi amiga (pongamosle que se llama Ana, porque como se entere que te lo cuento, me va a traer por la calle de la amargura), de que se estaba enamorando del muchacho que iba a la barra a coger una copa y, por accidente, se choca con el. Y en el momento en que lo mira para decirle: <> se queda en el < > mientras piensa con cara de bobalicona: < >. La tipica escena tonta en la que pareces una estupida adolescente de risa nerviosa cuando ya tienes una edad para tontear sin hacer el estupido, y te pasas toda la noche observando como un ave rapaz que esta esperando el momento justo para atacar. Pues eso, que como me canse y no me atrevi a decirle para que no se mosqueara < >, pues decidi ir yo misma a por una copa. Pero al ser estudiante, y que no conseguia nunca una beca, a pesar de rellenar todo el papeleo de la solicitud (!que menuda burocracia!), y sacar buenas notas, siempre iba bastante pelada de dinero. Asi que como se dice en mi tierra, "a falta de pan, buenas son tortas", tengo mis propias tecnicas de supervivencia, y decidi pasar con sigilo por la zona mas apartada de la barra, la que los camareros utilizan como almacen y servirme yo misma. Pero claro, te tienes que conformar con lo que haya en el momento, unas veces whisky, otras ron, y otras un simple refresco. A veces con hielo y otras sin el. Mi lema es: "Si es gratis, no te quejes". El plan es sencillo: te acercas a la barra como distraida, eso si, ya tienes que llevar dos vasos en la mano; si, dos vasos. Y cuando llama al camarero mi complice, que es alguna guapa escotada tan pasada de copas que acepta tontear con el barman y entretenerlo, dejandome a mi via libre, a cambio de una copa gratis, paso por debajo de la puertecilla de la barra y me meto en el hueco que hay entre las cajas y bidones de cerveza para descubrir cual sera el botin sorpresa con el que me apropiare y me tendre que conformar. Bueno, pues ese dia, cuando yo nunca habia tenido miedo a ser pillada en mitad de mi mision "salvar al borracho de turno que no lleva un duro encima", justo en ese momento, escuche unos pasos, demasiados alterados, entre cuchicheos. < >, me dije mientras el corazon me iba a mil por hora. Quizas si no me movia, como estaba en una zona oscura, lejos de cualquier foco de luz, podrian no descubrirme. Ademas, justo al lado, estaba la puerta de salida de emergencia. Asi que pense rapidamente que tenia dos alternativas. La primera quedarme quieta donde estaba y ni respirar, por si se iban sin verme, y la segunda, en caso de ser pillada, salir huyendo por la puerta de emergencia y correr como si se me fuese la vida en ello sin olvidarme de rezar para que no me cogieran y, por supuesto, en el caso de salir airosa de ahi, no volver nunca al local. Asi, que agachada y escondida como estaba, centre todas mis fuerzas en escuchar lo que decian, para tener muy claro cual era el momento ideal para mi huida. < > Ahora si, tierra tragame, daria cualquier cosa por estar en ese momento con Axel, el protagonista de la obra de Julio Verne, y su tio de viaje al centro de la tierra. Se me habian agudizado tanto los sentidos que parecia que olia hasta caucho de la empunadura de la pistola que tenian que preparar. No me habian temblado tanto las piernas, desde que vi aquella pelicula en la que una rata gigante devora a un viandante por una calle solitaria. No me quedaba otra alternativa que pensar; tendria que salir de mi escondite a la mayor brevedad posible, y huir. Desaparecer de ese sitio, que nadie me relacionase con esa conversacion, con esos dos tipos, a los que aun no les habia visto ni las caras, su voz no la habia escuchado antes, y tampoco queria saber nada de ese despacho y esa arma que estaba esperando entrar en accion. ?A quien se referirian? ?A quien habra citado a esa hora? ?Cual sera el motivo de tanto enfado y secretismo? No, no y no. Mejor no saber. De repente, se escucho un buen golpe. Un vaso estrellado contra el suelo salto en mil pedazos. Dos muchachos se estaban peleando a dos metros de distancia. Al parecer, el flirteo de uno de los jovenes con la novia de otro habia des- encadenado la disputa. En ese momento decidi salir, ya nadie deberia notar mi presencia, todos estarian mirando la discusion. Al levantarme de mi escondite vi claramente como uno de los dos golpeaba al otro con uno de los taburetes en plena cara. El joven cayo al suelo, debio de quedar inconsciente ya que no hacia ningun movimiento para intentar defenderse. En ese mismo instante una oleada de panico lleno el local, y todo el mundo empezo a salir en estampida tanto por la puerta principal como por la de emergencia que era por la que yo tenia planeado escapar, asi que de nuevo y por segunda vez, desapareci esa noche. No domino las artes escenicas y mucho menos las sobrenaturales; tengo mi lugar donde resguardame, donde tomarme un cafe a las siete de la manana despues de una noche de fiesta. Un sitio publico que para mi es secreto. Todo el mundo lo conoce, menos la gente que me rodea. Soy una persona muy reservada y necesito mi espacio en el que desintoxicarme de la vida social, donde pueda entrar y no decir buenos dias, vamos, que no me molesto en soltar un grunido a lo cromanon. Cuando entro, ahi siempre esta ella, detras de la barra, con su mejor sonrisa, a veces transparente, a veces enigmatica. Pero siempre se la ve tranquila. Es esa mujer que yo pensaba que no me conocia pero que siempre sabia como me encontraba. Cada dia me pone mi cafe con un motivo diferente en la espuma; corazones, caras alegres, treboles. Nunca he cruzado una palabra con ella, excepto los primeros dias, y solo para hacer mis pedidos. Pero esta mujer, que no se ni como se llama, aunque creo que una vez la llamaron Soledad (nombre que le va como anillo al dedo a lo que yo busco, pero no estoy muy segura), tiene un poder extrasensorial, y estoy convencida de ello. Nuestra relacion se basa en: entro por la puerta y busco su mirada mientras me siento en la mesa mas apartada de la multitud, y sin pronunciar una sola palabra entre nosotras. Ella sabe si he tenido un buen dia y me pone mi cafe con su sonrisa espumosa; si tengo un mal dia, mi cafe llevara un trebol o un corazon espumoso acompanado de un bombon de chocolate con leche relleno de galleta y chocolate blanco. Es un misterio de la historia en que se basa para servirme, pero siempre acierta con mi estado animico. Intente en varias ocasiones enganarla llegando a la cafeteria con la cara seria sin tener motivos, para conseguir mi premio consolador, pero nada. Sin embargo, eso no era el unico motivo que me embriagaba de aquel lugar. Los grandes ventanales del local permitian ver a la gente que entraba y salia, a pesar de tener un vinilo con la imagen corporativa. Al fondo, un gran mural de papel pintado con un paisaje de cualquier isla perdida, imagen tan relajante que te permite imaginarte desaparecida en esa arena, dejando tu mente en blanco, y con tanta tranquilidad que se te olvida hasta respirar. Pero no, mi estado de nervios por los acontecimientos ocurridos no me iba a permitir relajarme, como hacia cada manana sentada en los comodos sofas de grandes cojines de plumas y dejar volar mi imaginacion. No querer saber mas del asunto de la pistola y no parar de pensar en ello resultaba complicado para que mi corazon dejara de latir a marchas forzadas. -
Amor, ultima llamada de Esther Mor
https://gigalibros.com/amor-ultima-llamada.htmlEsta es una historia sobre el peso de la culpabilidad, el amor profundo y desgarrador, las heridas en el corazon y las segundas oportunidades. Una novela en la que la protagonista arrastra un fantasma a su espalda que le impide ser feliz. Alex, que tambien posee sus propios problemas, pero lucha contra ellos, aparecera en su vida y la pondra patas arriba con su arrolladora personalidad y optimismo, rompiendo los diques de contencion que Lidia se habia construido para proteger sus sentimientos y seguir culpandose de un hecho desgraciado que marco su vida. (Benjamin Ruiz)
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Mujeres de Camborne de Pilar Lepe
https://gigalibros.com/mujeres-de-camborne.htmlDos bellas historias unidas por lazos de sangre:
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Judas y otros ensayos sobre lo divino y lo humano de Thomas De Quincey
https://gigalibros.com/judas-y-otros-ensayos-sobre-lo-divino-y-lo-humano.htmlThomas de Quincey estaba comprometido con la inteligencia, la verdad, el humor y las polemicas. Este volumen recoge algunos de sus trabajos mas definitivos sobre Judas Iscariote, suicidio y supersticion.
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Rompe tu silencio, Fabiana Peralta de Fabiana Peralta
https://gigalibros.com/rompe-tu-silencio-fabiana-peralta.htmlNoah Miller es detective en Nueva York, ciudad en la que vive inmerso en su trabajo y renegando de sus origenes. A menudo disfruta de la compania de alguna mujer, pero se siente vacio en una vida que no le satisface.
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Los angeles feroces de Jose Ovejero
https://gigalibros.com/los-angeles-feroces.html“Estas entrando en un mundo como el tuyo. Habra algunas cosas que te extranen, pero es posible que se deba no a que son nuevas, sino a que te has acostumbrado tanto a ellas que ya no las ves.” Es un mundo que parece a punto de desmoronarse, como el tuyo. Y en el tiene que sobrevivir Alegria, una joven cuya sangre es particularmente valiosa, porque ni enferma ni envejece. De ello se ha dado cuenta Castor, un politico en horas bajas que sabe que tiene que ofrecer algo nuevo, algo con lo que volver a ilusionar a sus votantes. Pero tambien el Loco ha descubierto que la sangre de Alegria es especial; y le ha prometido a la Santa Muerte, de la que es adorador, que va a acabar con esa sacrilega que podria vivir para siempre.
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Cuando me veas, Laura Gallego de Laura Gallego
https://gigalibros.com/cuando-me-veas-laura-gallego.html?Quien o que es? ?Que intenciones tiene? ?Una amenaza desconocida o una luz en la oscuridad? ?Tiene algo que ver con el caso del "chico de la azotea"?
Extranos sucesos inexplicables. Un secreto. Una muerte repentina. Una investigacion. !Descubre que hay detras!
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Sexo y Dinero de Blanca Moral
https://gigalibros.com/sexo-y-dinero.htmlIdolo Sexual: Sexo y Romance con la Estrella de Rock y la Fan Virgen
No soy una chica facil. No soy chica de polvos de una noche.
De hecho, soy virgen. A mis 19 anos.
Pero es dificil resistirse a mi idolo de la adolescencia.
Al mejor cantante de Rock del pais.
El final del concierto termino en su cama.
El ultimo sitio en el que esperaba encontrarme.
El sueno de toda fan hecha realidad.
La mejor noche de mi vida.
Sin embargo, ?que podia hacer al despertarme?
Vi sus abdominales de acero, su sonrisa traviesa durmiendo.
Abrumada por tener al hombre de mis suenos al lado. corri.
Recogi mi ropa, incluyendo las bragas en la lampara del techo, y corri.
Sin embargo, Angel King no iba a rendirse tan facilmente.
Yo habia sido el mejor polvo de su carrera.
Virgen, joven, entregada, servicial. Enamorada.
Intente resistirme, pero el era todo lo que queria.
Rompio todos mis esquemas. Me demostro quien era de verdad.
Y me enamore perdidamente, sin vuelta atras. -
Ni tu eres un principe ni yo he perdido un zapato de Patty Mcmahou
https://gigalibros.com/ni-tu-eres-un-principe-ni-yo-he-perdido-un-zapato.htmlLa vida de Malena era casi perfecta hasta que, el dia antes de su boda, su futuro marido le comunica que su relacion ha sido una equivocacion y que no va a casarse con ella. Hundida en la mas profunda de las tristezas, acepta el plan de Vicky, su mejor amiga, que la anima a aprovechar el viaje de novios y tomarse unas vacaciones juntas. Lo que ella no imagina es que ese viaje cambiara su vida para siempre, pues alli conocera a Donatello, un descarado italiano de preciosos ojos verdes que la desconcierta por completo.
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Margaritas para Lucia, Lorena Doncel de Lorena Doncel
https://gigalibros.com/margaritas-para-lucia-lorena-doncel.html -
La ultima alternativa de Valeriano Lopez Segura
https://gigalibros.com/la-ultima-alternativa.htmlCuando Guillermo Sanchez conocio al amor de su vida poco podia suponer que no fue por casualidad. Pasados los anos, enfrascado en su vida como reportero y sin haber podido olvidarla, descubre extranas coincidencias que le devolveran a aquellos maravillosos anos en lo que compartio su vida con ella. Sin embargo, las casualidades no existen cuando el mundo esta en peligro y para cada incognita habra una explicacion que encontrar. Junto a su nuevo amigo, el profesor Winston Sahr, descubrira la verdad oculta tras la vida de su amor de juventud, lo cual terminara desencadenando una trepidante aventura que no dejara un minuto de tranquilidad a nuestros protagonistas. El mundo tal y como lo conocemos esta a punto de cambiar y solo la busqueda de dicha verdad podra salvarnos a todos.
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El arrebato de las golondrinas de Josep Capsir
https://gigalibros.com/el-arrebato-de-las-golondrinas.html?Que harias su tuvieses la oportunidad de matar al asesino de tu mujer?
Sergio Azorin vio truncada su felicidad diecisiete anos atras. Alguien la rompio bruscamente y desde ese momento su vida se convirtio en un calvario. Ahora las heridas vuelven a sangrar, los viejos fantasmas regresan para atormentarle y ese hombre que tanto dano le hizo debe morir. ?Sera capaz de cometer un crimen a sangre fria? ?Sera capaz de convivir con ello?
El arrebato de las golondrinas es una historia policiaca, plagada de pasion, de lealtad y de sentimientos encontrados banados en sangre. -
Dale vida a tu cerebro de Raquel Marin
https://gigalibros.com/dale-vida-a-tu-cerebro.htmlRaquel Marin nos explica que tiene el cerebro, como funciona y que debemos comer para mantenerlo joven.
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Tal para Cual (Amores a flor de piel 3) de A.m. Silva
https://gigalibros.com/tal-para-cual-amores-a-flor-de-piel-3.htmlNOTA: CAMBIO DE PORTADA.
Raquel es una exitosa disenadora de interiores que sabe lo que quiere y no tiene ningun reparo a la hora de imponer su voluntad. Pero nada es permanente y, de un dia para otro, su perfecta vida da un giro de ciento y ochenta grados. Completamente arruinada acepta el reto que se le presenta y se marcha a Londres para poder ejercer su profesion. Sin embargo, nada mas llegar descubre que las cosas no van a ser como ella imaginaba.
Bastian Drake es un arquitecto de renombre internacional. Es un obseso del control y esta acostumbrado a que su palabra sea ley. Vive por y para su empresa hasta que la mujer que le hizo perder la cabeza un ano atras vuelve a irrumpir en su ordenada vida para ponerla del reves. Eso... si el lo permite.
Raquel tiene que hacer frente al mal genio de su jefe dia tras dia si quiere sobrevivir. ?O sera el quien tendra que hacerlo? Porque ella es una mujer de armas tomar que lo unico que quiere es otra oportunidad para seguir adelante.
Ninguno da su brazo a torcer. ?Derrotara el amor al orgullo? -
La psiquiatra de Wulf Dorn
https://gigalibros.com/la-psiquiatra.htmlEl caso de una paciente maltratada y aterrorizada se convierte en la pesadilla de la psiquiatra Ellen Roth. La mujer teme ser raptadas por el hombre del saco. Se lo susurra a Ellen y luego desaparece sin dejar rastro. Nadie la ha visto ni sabe nada de ella. Ellen quiere encontrarla. Pero cuando lo intenta, se ve involucrada en un macabro juego del que no sabe como salir para salvar a la paciente y a si misma. Solo puede intentar encajar las piezas de un rompecabezas diabolico. Mientras se precipita a un abismo de violencia, paranoia y terror, descubre que los problemas nunca no se arreglan solos…
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Arrancame el Alma (Arrancame el Corazon 2) – Kris buendia de Kris Buendia
https://gigalibros.com/arrancame-el-alma-arrancame-el-corazon-2-8211-kris-buendia.htmlPara el capitan Luke Warren, haber encontrado el amor fue una de las mejores cosas que pudieron ocurrirle en su vida. La famosa actriz Jessica Sparkle no habia sido mas feliz en su vida hasta ahora al lado de su capitan. Su carrera a tope, una familia solida y un marido esperandola en casa es algo que fortalece su corazon dia a dia. ?El amor lo puede todo? Aunque Luke Warren sea ahora feliz y ya no el hombre mal humorado de antes, hay algo que no ha cambiado, y es el odio que siente sobre la fama. Ahora se encuentra felizmente casado con una de las mujeres mas famosas del mundo, algo con lo que tiene que lidiar todos los dias. ?Que pasara si un dia se dan cuenta que su matrimonio pende de un hilo? ?Jessica estaria dispuesta a renunciar a su carrera y dedicarse a su matrimonio para ser madre y esposa a tiempo completo? Si antes, que se arrancaran el corazon por amor habia sido un maravilloso milagro en sus vidas, ahora, arrancarse el alma, sera un doloroso castigo.
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Traicionada de Danielle Steel
https://gigalibros.com/traicionada.html -
Dulce y salado de Margarita B. Sainz
https://gigalibros.com/dulce-y-salado.htmlMartin no quiere ningun tipo de compromiso.
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Lua de Vanessa Requena Fernandez
https://gigalibros.com/lua.htmlLa vida de Lua es un desastre: Sin trabajo, sin pareja y con una familia que es como las termitas. Si quiere ser feliz, tendra que hacer algo mas que plantarse con sus rizos en una ciudad nueva… !Una comedia que no te dejara indiferente!
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Un alma candida de Elizabeth Taylor
https://gigalibros.com/un-alma-candida.html -
La decision de John (Slow Death 5) de Antiliados
https://gigalibros.com/la-decision-de-john-slow-death-5.htmlJohn Wells, bajista del grupo Slow Death, siempre se ha caracterizado por ser una persona serena, que se preocupa por los suyos, hasta incluso se podria decir que en ocasiones demasiado. Sin embargo, todo su mundo se ve agitado cuando Nate el primo de la esposa de su amigo Henry, aparece con la intencion de conquistarle y remueve sus sentimientos.
No obstante, John, aloja en su corazon el recuerdo del primer amor. Una mujer que ha cambiado tanto en los ultimos anos que ni el mismo la reconoce cuando regresa a su vida. -
Un cura me obligo a casarme con dos primas de Fernando Neira
https://gigalibros.com/un-cura-me-obligo-a-casarme-con-dos-primas.htmlDespues de dos anos trabajando como medico para una ONG en una lejana aldea de la India, llega la hora de la partida para nuestro protagonista pero entonces un monje capuchino que llevaba toda la vida trabajando para aligerar el sufrimiento de esa pobre gente, le pide un favor que no solo choca frontalmente contra la moral de ese sacerdote catolico sino que a todas luces resulta inasumible para un europeo.
Esa misma manana se ha enterado que un policia corrupto pretende a dos jovenes de esa etnia y para salvarlas de ese cruel destino, el cura le pide que se case con ellas y se las lleve a Espana.
Nuestro protagonista no tarda en descubrir durante la boda que aunque ese santurron le habia asegurado que las hindues sabian que era un matrimonio ficticio, eso no era cierto al oir que esas dos primas juraban ser sus eternas companeras. -
Olvide Decirte Quiero de Monica Carrillo
https://gigalibros.com/olvide-decirte-quiero.htmlTras sufrir un terrible accidente de coche, en la difusa linea que separa la vida de la muerte, a Malena se le aparecen todas las palabras que se quedaron sin decir: palabras de amor, de perdon, de amistad, de reconocimiento... Por su mente desfilaron todos sus amores, los felices y los fallidos: aquel que la hizo sufrir, aquellos otros que le sirvieron para olvidar y su amor actual, a quien tanto debe y de lo cual hasta ahora no se habia dado cuenta; su mejor amiga, a la que olvido decir <
> antes de que se fuera; su familia y, sobrevolandolo todo, el personaje de su perrita Mia, una figura entranable, divertida y sorprendente que conseguira encauzar el destino de Malena para que nunca mas olvide decir < >. -
En el momento adecuado de Ana Castellar
https://gigalibros.com/en-el-momento-adecuado.htmlDos almas que buscan encontrarse.
Dos personas que necesitan darle algo de color a sus vidas. -
Hijos de Atenea de Mercedes Pinto Maldonado
https://gigalibros.com/hijos-de-atenea.htmlMe llamo Bahati, y mi nombre significa <
>. Naci en Angola, cerca de Dondo, por casualidad. En mi tierra casi todos los pueblos son nomadas y nacemos por azar en cualquier lugar de la sabana. Pertenezco a la tribu Khoisan, o San, o Bosquimana, que seguramente te resultara mas familiar. Creo que soy el unico bosquimano llamado Bahati. Mi madre debio ponerme el nombre de mi padre, como manda la tradicion entre los de mi pueblo, pero este tuvo el desacierto de acoger a una segunda mujer bajo su techo cuando yo aun estaba en periodo de gestacion y ella, por despecho, decidio bautizarme con el nombre del jefe de una tribu herera que se cruzo con la nuestra cuando sintio el primer dolor del parto. Lo cierto es que aunque fue ella, mi madre, quien escogiera mi nombre en un arrebato de celos, nunca me llamo Bahati, decia que ningun san que se preciara podia tener un nombre que no necesitara al menos un par de golpes de lengua para pronunciarlo. En mi clan tambien estaban de acuerdo con esta idea y, como, segun decian, era el nino mas negro nacido entre ellos, carente del bronce dorado que caracteriza a mi etnia, comenzaron llamandome < >. Discutian sobre mi color, pero el brujo concluyo: < >. No obstante, al principio mi progenitora me llamo solo < >, como era hijo unico... Mas tarde, cuando empece a caminar, decidio que < > era mucho mas descriptivo para nombrarme, porque todos nuestros vecinos decian que nunca hubo en la historia de mi pueblo un bosquimano que con dos anos caminara mas rapido que su madre. Y este fue el primer golpe de suerte que hizo honor a mi nombre: gracias a mi paso largo pude aprender a leer y escribir. Que ironia, anos despues muchos blancos volvieron a llamarme < > y apodos parecidos. Esta es mi historia, la de un hombre nacido entre las gentes mas parias del planeta y vendido a los esclavistas, que gracias a su suerte y curiosa e impar educacion siempre se sintio libre. CAPITULO I: Mi maestro Papalu Recuerdo con bastante claridad la primera vez que vi al padre Luis. No debia tener mas de cuatro anos, pero aquel hombre que asomaba su cabeza, tan calva como blanca, a un grueso y negro tronco me impresiono tanto, que aun hoy puedo cerrar los ojos y evocarlo con absoluta fidelidad. Me quede paralizado. Hasta entonces no habia tenido noticia alguna de que un ser humano pudiera ser blanco, y aun menos blanco y negro a la vez. Me di un buen susto. Hasta tal punto que, cuando acerco su nivea mano a mi cabeza, de un salto, me puse a correr y no pare hasta que me quede sin aire, cosa que hasta el momento crei imposible; esta fue la primera vez en mi vida que me quede sin aliento mientras corria por la sabana. Extenuado, me sente bajo un arbol y alli pase horas invocando, a mi manera de nino, el favor de los espiritus de mis antepasados. Hasta que mi madre, enfadada como jamas la vi, me encontro y me llevo hasta el poblado a rastras. Por entonces ya no me llamaba < >, sino < >, a secas. Asi que para mi clan yo era < >. De esta manera mi madre y los miembros de mi tribu podian cliquear la lengua al nombrarme, como debia ser tratandose del nombre de un san. --?A ti que te pasa, Pasolargo? Llevamos toda la manana buscandote --dijo mi madre, sin resuello--. Si vuelves a escaparte te cortare esas piernas de guepardo enano. Arrastrado por la mano de mi madre, no pare de llorar hasta que llegue a casa. Me imaginaba sin piernas, como el hombre < >, deslizandome bajo un extrano tronco durante toda mi vida, vagando solo por la sabana como un espiritu maligno arrojado del otro mundo. Al caer la noche mi estomago pidio alimento, pero mi madre se nego a cogerme en su regazo y permitir que un nino tan desobediente se acercara a sus pechos. Hasta entonces me habia amamantado, era hijo unico y no habian nacido hermanos que usurparan mi privilegiado puesto. Una pesadilla me desperto en la madrugada y me deslice por el suelo con sigilo hasta meterme en las pieles de mis padres, donde dormian los cuatro: mi padre, mi madre y la segunda esposa de mi padre con su primera hija agarrada al pecho. !Como la envidie! Como era costumbre y deber de una mujer san, mi madre, a pesar de la ofensa que supuso para ella compartir a su esposo cuando solo llevaban unos meses de relacion, dormia junto a el. Pero solo eso; era una mujer de fuerte caracter y gran voluntad, fria y distante, si, pero muy autosuficiente y trabajadora. Creo que ya desde tan temprana edad no volvio a yacer con hombre alguno. Mis tripas, doloridas por el vacio, finalmente me llevaron a sisar unos trozos de carne de la despensa de la tienda vecina, pero ella me sorprendio en plena faena: --Muy bien, Pasolargo, como veo que tienes edad suficiente para correr y robar, a partir de ahora iras con tu padre de caza y comeras lo que consigas en la sabana, mis pechos estan secos para ti --me murmuro al oido mientras algo caliente resbalaba por el interior de mis muslos, de puro susto. No obstante, cuando a la manana siguiente vi a los hombres untar el veneno en sus flechas para salir a la caza del antilope, decidi que podria alimentarme de raices, hormigas y pequenos lagartos mientras crecia lo suficiente. De todas formas, mi timido intento de participar en el ritual de la caza fue baldio; cada vez que me acercaba, mi padre me daba un puntapie y me instaba a no molestar durante una tarea que requeria tanta concentracion y cuidado. De manera que seria un cazador, si, pero de insectos, mucho menos peligrosos y mas accesibles para un nino de cuatro anos. La curiosidad, que siempre ha sido una de mis senas de identidad y culpable de mi destino, me llevo a buscar el asentamiento del hombre blanco que caminaba bajo el tronco negro. Poco mas de una hora tarde en encontrarlo, siguiendo el cauce de un rio seco. Estaba sentado bajo un arbol, con la espalda apoyada en su tronco. Con la mano izquierda sostenia lo que a mi me parecio un trozo de madera lleno de finas y blancas hojas, y que miraba con mucha atencion, y en la derecha tenia un fruto extrano que de vez en cuando mordia distraidamente. Bajo lo que, despues de observarlo con tiempo y detenimiento, ya no me parecia un tronco negro, sino una extrana manera de cubrir el cuerpo poco adecuada para soportar el sol abrasador de Angola, asomaban sus pies, envueltos en una red hecha de tiras de piel. Me quede rezagado, escondido tras un arbusto, seguro de que no podria verme. Mientras lo observaba, poco a poco fue desapareciendo mi desconfianza; no parecia agresivo, al contrario, daba la sensacion de ser tranquilo y pacifico. Sin levantar la vista del objeto de madera, dejo el fruto sobre su regazo, saco otro igual de un zurron que tenia a la derecha y me lo mostro. Comprendi que no estaba tan camuflado entre los matorrales como yo creia; desde luego lo mio no era la caza por mas rapidos y largos que fueran mis pasos. Temeroso, sali de mi escondrijo y avance hacia el. Me moria por darle un mordisco a la bola rosada que me ofrecia. La cogi de un tiron y le hinque los dientes con frenesi, con los musculos tensos, preparados por si habia que salir corriendo. El fruto estaba muy, muy rico. El se quedo mirandome con una sonrisa bonachona que termino por conquistarme. Vencido el miedo, me puse a curiosear; era mi debilidad. Observe con atencion sus ropas, sus sandalias, su libro, su rostro... Me di todo el tiempo que necesite y el se dejo hacer. Estaba tan absorto en mi estudio que olvide el posible peligro que me acechaba. Despues me hizo una pregunta, que naturalmente no entendi. La repitio y pense que seguramente querria saber mi nombre. !Todo el mundo preguntaba por mi curioso nombre!, les gustaba como lo pronunciaba, y el, por mas extrano que fuera su exterior, no podia ser menos. Asi que dije: < >. Puso su mano blanca sobre mi negro pecho y repitio: < >, < > se le resistio, no tenia la lengua entrenada para pronunciar los sonidos del pueblo san. Luego se llevo la mano al corazon y dijo: < >, que asi lo llamaban los miembros de la tribu con la que vivia. Pero como las dos ultimas letras no conseguia pronunciarlas, despues de una hora y un ciento de intentos solo consegui decir < >. Coincidimos en que si, que se llamaba Papalu, y punto. El pobre, agotado, asintio por fin y acepto el curioso alias, que mas tarde adoptaria el resto de sus conocidos en el asentamiento. A partir de ese dia mis visitas a la vivienda de Papalu fueron diarias. Al principio con la desaprobacion de mi madre y la consiguiente reganina a mi regreso; pero a los pocos dias me siguio y, cuando me vio conversando con el hombre blanco y comprobo el amable trato que me proferia, cedio conforme. Era una mujer muy intuitiva y supo que Papalu no podia ser una mala compania. La razon por la que cada dia, durante anos, iba en su busca no podria expresarla con exactitud o, mejor dicho, no me faltaban motivos, aunque ninguno de ellos la explique: por la manzana que casi siempre me regalaba, porque era una excusa para correr siete kilometros diarios, porque me empene en conocer su lengua, porque me hablaba de tierras lejanas, porque me hacia sentir querido e importante... Que se yo. Lo cierto es que no pasaron muchos meses para que mi interes por lo que contaban sus libros se convirtiera en el motivo principal de nuestros encuentros. La primera palabra que aprendi a escribir fue < >, sin saber siquiera que en realidad lo que Papalu habia dibujado con un palo sobre la tierra era una cadena de letras combinadas de una forma muy concreta para formar el nombre escrito del fruto que tanto me gustaba. Simplemente observe con atencion un buen rato y lo imite con mi palo. Todo empezo porque un buen dia mi maestro se nego a que hurgara en su zurron para coger la manzana. Habia llegado la hora de que la pidiera por su nombre. --Ah, no, Bahati. Hoy, si quieres la manzana tendras que pedirla --protesto agarrando la cuerda que cerraba su bolsa. Yo insisti senalando el morral con enfado. Pero el lo coloco tras su espalda y se puso a leer como si no estuviera; aunque por mas que lo intentaba no conseguia concentrarse: yo no paraba de molestar a su alrededor, saltando y tirando piedras a un matorral. Asi que cerro su libro, saco la manzana de la alforja y comenzo la primera leccion de toda una ensenanza que me convertiria en un individuo unico en mi pueblo y que me brindaria la asombrosa oportunidad de contar mi historia en primera persona y en un perfecto castellano. -
Guerrera Oscura de Laura Cruz
https://gigalibros.com/guerrera-oscura.htmlLas sombras habian comenzado a cobrar fuerza en el mundo, su presencia, abarcaba casi cada uno de todos los rincones de cualquier espacio. Aquellos que habian podido escapar de esta amenaza, aun permanecian temblorosos ante el impacto que habia generado la presencia de todo este mal en algun momento de sus vidas. Aunque el bien habia hecho lo posible por combatir a estas legiones de la oscuridad, parecia que con cada batalla que se llevaba a cabo, estas cobraban mas fuerza. Liderados por el propio demonio, estos habian conseguido un dominio absoluto del planeta, volando en pedazos cada campamento, cada asentamiento, cada pueblo, sembrando el terror y dominando a las personas, logrando la manipulacion absoluta que los llevaria a colaborar con ellos. El reclutamiento era masivo, aquellos que se resistian, eran asesinados, y muchos, simplemente habian tratado de salvar sus vidas al enganar a estos militantes del mal, los cuales, habian generado tantas muertes y asesinatos. Habia quedado absolutamente claro que no estaban en medio de ningun juego. Cada una de las pruebas que habian tenido que afrontar los miembros de esta leccion, eran determinantes, y en muchas, la muerte era caracteristica de ellas. Si no podian cumplir con su objetivo, debia morir, ya que, la conviccion de que el mundo necesitaba una raza mejor, estaba siempre latente presionando a los debiles a ser mucho mejores. Muchos habian nacido en medio de todo este desastre, no habian conocido un mundo normal y libre, lo unico que habian hecho era huir durante toda su vida, y entre ellos se encontraba Rayne, una joven humana que habia entendido que la unica forma de poder sobrevivir era codeandose con los demonios. La historia de Rayne no era demasiado interesante, al menos, no hasta ahora, habia tenido una vida llena de miedos y temores, ya que, habia nacido en un asentamiento que habia sido tomado por los demonios de la legion de la oscuridad. Su madre apenas estaba embarazada cuando habia sido atacada por estos sujetos. Con la intencion de salvar a su bebe y su propia vida, habia intentado escapar, pero habia sido atrapada. Las ordenes de los tenientes de estas hordas oscuras, era asesinara absolutamente todo lo que se resistieran, pero la piedad se habia aduenado de aquellos soldados, los cuales no habian tenido el corazon para asesinar a una mujer embarazada. Habia sido tomada y llevada a un campamento, el cual, se habia convertido en el hogar de esta mujer, la cual habia sido separada definitivamente de su entorno y su familia. Nunca mas habia vuelto a ver a su esposo, sus padres, se habian quedado dentro de una cabana que habia sido incendiada en medio del ataque. Aquel sufrimiento, habia hecho que finalmente aquella mujer colapsara, rompiendo fuente en el momento menos indicado. Su parto fue asistido, y aunque trato de hacer lo posible por mantenerse consciente, Lucila habia fallecido tras dar a luz a su hija. Necesitaba verla a los ojos, y cuando pudo ver a aquella pequena nina llorando con una fuerza increible, supo que finalmente habia llegado al mundo su razon de felicidad mas grande. Todo lo que habia hecho estaba destinado a salvarle la vida a esta pequena bebe, la cual, habia sido tomada en brazos por uno de los soldados de aquel lugar, mientras este, veia con ojos frios y distantes como aquella mujer se despedia de la vida. Lucila ni siquiera habia llegado a tener en brazos a su hija, ya que, cuando le fue acercada, esta simplemente sonrio, cerro sus ojos y se desvanecio. Su corazon dejo de latir unos pocos segundos despues, pero al menos, se habia marchado del mundo Consciente de que su hija habia nacido sana y salva. Esto, habia dejado en manos del mal a una pequena nina que no habia conocido otra forma de ver el mundo. Entre demonios y humanos, Rayne habia crecido en un campamento en el cual, preparaban a los mas aguerridos para ser parte de la legion oscura. Esto, no era una tarea facil, ya que, se requeria de una preparacion muy fuerte y atravesar pruebas que ponian en el fuego la verdadera conviccion y compromiso que tenian con la oscuridad. Se le habia negado el derecho de tener una vida normal, no habia conocido a sus verdaderos padres y mucho menos habia tenido la oportunidad de conocer los buenos sentimientos de los seres humanos. Aunque los demonios simplemente estaban listos para seducir y destruir la vida de los seres humanos, esta especie podia ser neutralizada si se alimentaban los buenos sentimientos de la humanidad. La guerra, estaba basada precisamente en desaparecer por completo la posibilidad de que las personas amaran, se enamoraran, o llevaron a cabo acciones totalmente genuinas y de corazon, algo que dejaba sin ningun tipo de opcion a los demonios. Mientras estos pudiesen tener el control de la parte mas negativa de las personas, estos estarian obligados ante sus ordenes. El principal objetivo de Mephisto, era erradicar por completo esos grupos rebeldes que se habian generado en diferentes partes del planeta, los cuales trataban de sugestionar a las personas para que plantaran una posicion solida en contra del lider del mal. Estos, eran perseguidos y acosados constantemente por los demonios, los cuales, no habian podido radicar la totalidad de los focos de amenaza. Este grupo de personas, constantemente se trasladaban de un punto a otro, yendo de la posibilidad de ser atacados y asesinados, pero cada vez el grupo se hacia mucho mas grande. Rayne habia vivido durante 20 anos en aquel asentamiento, no habia conocido absolutamente nada mas del mundo, no habia podido compartir los lugares hermosos que la naturaleza habia proporcionado al planeta, lo unico que conocia eran las paredes que habian sido levantadas. Grandes muros de contencion que permanecian imponentes ante los ojos de aquellos que no podian salir de alli hasta que estuviesen listos. Rayne simplemente era una aprendiz, una amante de las artes oscuras, peleadora de una manera indescriptible, y bajo la tutela de uno de los tenientes mas temidos de ese asentamiento. Este, habia logrado ver el gran potencial que tenia Rayne en su sangre, y aunque era una humana, una simple y corriente chica de la raza mas debil, esta parecia tener un corazon indomable, dispuesto a enfrentar a cualquiera para demostrar quien era realmente. Mientras estuviese encerrada en este lugar, Rayne experimentaba una desesperacion tremenda ya que imaginaba que habia un mundo mucho mas atractivo esperando por ella, alli, afuera mas alla de los muros. Pero la unica autorizacion que necesitaba para esto era la de Mephisto, un demonio totalmente devastador que pocos habian visto en persona. Mephisto era tan alabado y respetado, que solo unos pocos humanos habian tenido la posibilidad de verlo directamente a los ojos. Los rumores decian que su forma humana era realmente imponente, era fuerte, sofisticado, intenso y muy atractivo, y esto, habia despertado enormemente la curiosidad de Rayne. Durante los ultimos dias, se habia corrido el rumor del surgimiento de una fuerza enemiga muy intensa, la cual, debia ser erradicada por las legiones de la oscuridad. Esta, habia escuchado muy constante mente que se estaba preparando un nuevo ejercito para contraatacar la rebelion, ante lo que, Rayne habia destacado tremendamente en los ultimos entrenamientos, pues consideraba que estaba lista para ser parte de estas nuevas guerras. -- Parece que te estas esforzando mucho mas. Eso me agrada. -- Dijo Adriel, el teniente que lideraba las tropas de entrenamiento donde participaba Rayne. Esta chica, evadia algunos obstaculos, corria con la fuerza del viento, era ligera, agil, y podia evadir los ataques de aquellos que habian sido dispuestos para ser obstaculos para los aprendices. Esta chica parecia proyectar una energia que era totalmente incomparable e indetenible. Tenia un potencial de pelea brutal, y esto, hacia que se dibujara una sonrisa tremenda en los ojos de los demonios que la visualizaban. Lo mas importante para estos seres de oscuridad era poder reclutar a soldados valiosos como Rayne, y aunque era joven y aparentemente fragil, habia comenzado a demostrar que su potencial iba mas alla de una simple chica con aspecto delicado. La belleza de Rayne habia hecho que cautivara enormemente a muchos de estos demonios, los cuales, tenian completamente prohibido involucrarse con humanos. La raza debia evolucionar, asi que, mezclarse con humanos que era completamente absurdo. Necesitaban hacer que las razas fueran mucho mas poderosas e intimidantes, y un demonio que se mezclara con una humana simplemente estaria degradando su potencial de poder. Durante las ultimas sesiones de entrenamiento, Adriel habia visualizado con mucho detalle la manera en que Rayne se habia esforzado. Mientras otros simplemente se detenian a vomitar por el agotamiento, la chica seguia adelante como si tuviese una fuerza de energia inagotable que la movia con todo el impetu. En sus brazos, habia una potencia tremenda, esquivaba los ataques y detenia algunas de las embestidas de los soldados, los cuales, no tenia ninguna piedad con ella, a pesar de que era una simple chica. Rayne no estaba dispuesta a mostrar un poco de fragilidad o debilidad, ella debia ser parte de las tropas de las legiones, asi que, su limite estaba en el cielo. El principal incentivo que habia llevado a la chica a comportarse de una manera tan aguerrida y fuerte era salir de aquel reino, ya que, estaba cansada de vivir encerrada y poder ver el mundo exterior simplemente trepando se a los arboles. Era la unica manera en que podia ver mas alla de los muros. En dos oportunidades habia intentado escapar, y habia recibido fuertes castigos por parte de los tenientes, los cuales, la habian azotado tremendamente, dejando marcas en su espalda que, hasta el dia de hoy, permanecian para recordarle cuales serian las consecuencias de los traidores. Si Rayne no habia muerto en esos intentos de escape era porque de alguna u otra forma contaba con una proteccion energetica su alrededor. Por menos de eso, otros habian sido asesinados de inmediato atravesados con lanzas, decapitados o ahorcados. Los demonios no tenian ningun tipo de piedad, ese sentimiento no corria por sus corazones. De hecho, se dudaba tremendamente de la existencia de un corazon en el interior de estos seres. El obstaculo mas dificil era escalar por un muro donde solo tenia una cuerda a su disposicion la cual estaba cubierta de espinas. Aquellos que fuesen capaces de subir por aquella cuerda destruyendo por completo sus manos, simplemente confiando en su fortaleza y en su equilibrio, serian capaces de entrar directamente a las legiones y abandonar por completo el calificativo de "aprendiz". Rayne habia hablado con Adriel aquella tarde, y habia asegurado que estaba lista para trepar la muralla de los lamentos. -- No creo que seas capaz de hacerlo, Rayne. Pero si quieres intentarlo, debes estar consciente de que puedes morir al caer desde esa altura. -- No caere... Me he preparado mucho en los ultimos anos para enfrentar ese muro. Dame la oportunidad de demostrarte que estoy lista para entrar a las legiones. -- Esta tarde, al terminar los entrenamientos, citare a todos para que contemplen tu intento. Recuerda, deberas enfrentar una posible muerte, la verguenza o el escarnio. La conviccion que se veia en los ojos de Rayne, era impresionante, ella creia en si misma, y era la unica manera de mantenerse en pie, ya que, en un contexto como este, la confianza no era algo que estuviese presente siempre. Si queria salir adelante, debia demostrar por sus propios medios que podia lograr cualquier cosa, asi que, simplemente era cuestion de creer. El sueno de Rayne siempre habia sido empunar una de las espadas negras del reino, ya que, estas solamente podian ser poseidas por aquellos guerreros de alto estandar. Podia ver como muchos de estos demonios eran acompanados de humanos que cabalgaban esas bestias negras que lucian totalmente aterradoras. Estos, eran los vehiculos utilizados para poder desplazar todo el mal por el planeta. Su poder, alcance y devastacion, se habia hecho completamente inevitable, y cuando los ejercitos se movilizaban, ya no habia marcha atras. Era su oportunidad para ser parte de una de estas embestidas en contra de los rebeldes, los cuales, trataban de hacer que el bien surgiera de forma absoluta y el mal cayera para siempre. Era posible que el aspecto de Rayne enganara, ya que, era una mujer delgada, delicada, un poco silenciosa y sublime, pero sabia que podia empunar una de estas espadas oscuras, y luchar por los ideales de Mephisto. Habia escuchado hablar tantas veces sobre este demonio, que habia comenzado a tener suenos y fantasias en las cuales lo veia por primera vez. Pero estos suenos tenian una caracteristica bastante particular, ya que, siempre estaban llenos de lujuria y mucho sexo. Esto resultaba bastante curioso para Rayne, ya que, esta era una chica virgen que nunca habia estado involucrada en actos sexuales. No sabia como eran estas orgias de las cuales habia escuchado hablar. Mucho menos estaba dispuesto a entregarle su cuerpo a alguien de aquel lugar donde la maldad, el dolor y la tortura siempre eran caracteristicas del dia a dia. Pero, aunque estos suenos resultaban bastante curiosos, disfrutaba de ellos, le gustaba tener en su mente durante el despertar en las mananas, esas imagenes vividas que habia experimentado durante la noche, algo que resultaba bastante extrano, pero agradable. Con esta conviccion de poder convertirse en una de estos soldados, Rayne finalmente se encontraba a punto de enfrentarse a que el muro de los lamentos. Cuando Adriel dio la indicacion, esta corrio tan rapido como pudo hacia este, sus manos sujetaron la cuerda llena de espinas, y rapidamente se incrustaban en su carne, haciendo que esta sangrara desde el primer segundo. Rayne desconecta su mente de su cuerpo, trata de canalizar el dolor desde otra perspectiva y lo disfruta, mientras sus pies se posan firmemente sobre la muralla, comenzando a ascender a un ritmo intimidante. Era una de las primeras mujeres que se habia enfrentado a este muro, y aunque Adriel sabe que la chica tiene un poder increible, aun no confia plenamente en sus habilidades. Lagrimas corren por los ojos de Rayne, mientras las gotas de sangre comienzan a caer hacia el vacio, ya que, mientras mas rapido se mueve, mayor es la altura que comienza alcanzar. El panico la invade, pero no puede permitirse que este sentimiento la inmovilice. Bajo sus ojos el vacio la amenaza, mientras sus manos imploran que pare. Solo faltan algunos metros, pero parece que fuesen kilometros. Su necesidad de demostrar que puede hacer cualquier cosa la motivan, y los ojos de Adriel se muestran impresionados ante tal nivel de decision. Cuando sus pies llegaron al final de la muralla, la sensacion fue indescriptible algo que no pidio explicar con palabras, pero sus lagrimas pasaron a ser de dolor a felicidad. Habia conquistado ese muro imponente, y esto solo podia significar su entrada a las legiones, aunque fuese como aprendiz, pero tenia un lugar seguro.
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Aqui y Ahora de Paul Auster & J. M. Coetzee
https://gigalibros.com/aqui-y-ahora.htmlAunque llevaban anos leyendose mutuamente y estaban en contacto desde 2005, Paul Auster y J.M. Coetzee no se conocieron en persona hasta febrero de 2008, cuando Auster y su esposa, la novelista y ensayista Siri Hustvedt, asistieron al Adelaide Literary Festival, en Australia. Poco despues Auster recibio una carta de Coetzee proponiendole embarcarse en un proyecto comun en el que <
>. Aqui y ahora es el resultado de esa propuesta: un dialogo epistolar entre dos grandes escritores que se convirtieron en grandes amigos. El deporte, la paternidad, la crisis economica, el arte, el incesto, las malas criticas, la infancia, el matrimonio, el amor... son solo algunos de los temas que tratan en los tres anos que cubren estas cartas. Llena de citas, anecdotas personales y referencias cinematograficas, esta correspondencia ofrece un retrato intimo de dos de los escritores contemporaneos mas interesantes. < > A lo cual Coetzee replico: < > -
El ultimo pueblo maldito de J. R. Frau Castro
https://gigalibros.com/el-ultimo-pueblo-maldito.html?Que extrano misterio se esconde tras la desaparicion de Alba Vadell? Despues de tres meses de intensa e infructuosa busqueda, la investigacion policial ha llegado a un punto muerto y esta a punto de cerrase. El teniente Alex, que esta al mando del caso, se encuentra dentro de un laberinto sin salida. La opinion publica culpa a las fuerzas del estado del fracaso de la investigacion y los altos mandos buscan una cabeza de turco sobre el que cargar las culpas. Cuando todo parecia haber acabado, un giro inesperado en los acontecimientos arroja algo de luz sobre el asunto. El teniente Alex hallara nuevas pruebas que revelaran una realidad que va mas alla de cualquier razonamiento logico. ?Que tenia Alba de especial para que desapareciera? ?Quien, o que, es la extrana sombra con la que suena su hija Ana? ?Por que el CESID oculta datos relevantes para el esclarecimiento de los hechos? Para encontrar las respuestas, Alex debera adentrarse en un camino repleto de obstaculos y conspiraciones, donde descubrira que no siempre lo mas logico nos conduce a la realidad. Cuando Alex descubra toda la verdad quiza ya sea muy tarde, incluso para salvar a su propia hija.
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La gente en los arboles de Hanya Yanagihara
https://gigalibros.com/la-gente-en-los-arboles.htmlEl debut literario de la autora de Tan poca vida., el fenomeno editorial que ha cautivado a mas de un millon de lectores.
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Con solo una caricia de Eva Gil Soriano
https://gigalibros.com/con-solo-una-caricia.html?Podra Valerio conquistar el amor de una seria ejecutiva como Noelia?
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El enigma de Leon (Investigador Pedro Iniesta 3) de Francisco Sempere Sanchez
https://gigalibros.com/el-enigma-de-leon-investigador-pedro-iniesta-3.htmlPedro Iniesta sale literalmente del fango del rio Guadalquivir para embarcarse en otro misterioso caso que le llevara al limite fisico y mental. En la mente de este sicario es donde reside su peor enemigo.
Dos historias que confluyen y nos llevaran a comprobar como las ambiciones del ser humano permanecen inalteradas a lo largo de los siglos.
No importa que nos encontremos en la Cordoba de los Omeya o en el Munich del siglo XXI, diez siglos despues el acero sigue siendo la unica forma efectiva para resolver los conflictos.
Hay una diferencia, pero solo es en las formas: lo que antes se solucionaba con una daga hoy dia se arregla con una 9 mm.
El hampa en tierras de Castilla va a recibir la siempre incomoda visita de Pedro Iniesta, al igual que diez siglos atras recibiera a otro asalariado del gremio con parecidas intenciones. -
Xira de Belen Miguez Ferro
https://gigalibros.com/xira.htmlEl ano en que Alicia pierde a su abuela entendera como sobrellevar su perdida. Ese verano Alicia descubrira que algunas leyendas pueden ser reales. Una de ellas guarda el secreto de su familia. Despues de leer el libro cada vez que veas una mariposa tu imaginacion volvera a Xira. La fantasia transforma las leyendas en realidad.
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Una familia imperfecta, Pepa Roma de Pepa Roma
https://gigalibros.com/una-familia-imperfecta-pepa-roma.htmlNarrada en primera persona por su protagonista, Candida, Una familia imperfecta es el relato de una profunda crisis vital, cuyo desarrollo y consecuencias resultaran reconocibles para muchos lectores.
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Tu y yo de Niccolo Ammaniti
https://gigalibros.com/tu-y-yo.htmlLA noche del dieciocho de febrero de dos mil me acoste temprano y me dormi enseguida, pero a media noche me desperte y ya no pude conciliar el sueno. A las seis y diez, tapado hasta la barbilla con el edredon, respiraba por la boca. La casa estaba en silencio. No habia mas ruidos que el de la lluvia batiendo contra la ventana, el que hacia mi madre en el piso de arriba yendo y viniendo del dormitorio al cuarto de bano, y el del aire que entraba y salia por mi traquea. No tardaria mi madre en venir a despertarme para llevarme con los otros. Encendi la lampara con forma de grillo que tenia en la mesita. La luz verde pinto un rincon de cuarto en el que se veia la mochila llena de ropa, el chaqueton y un bolso con las botas y los esquis. Entre los trece y los catorce anos di un estiron tremendo, como si me hubieran dado abono, y supere en altura a todos los de mi edad. Mi madre decia que me habian estirado dos caballos de tiro. Me pasaba un monton de tiempo ante el espejo, mirandome la piel blanca llena de pecas, el vello de las piernas. En la cabeza me crecia una mata de pelo castano entre la que asomaban las orejas. La pubertad habia remodelado mis facciones y me separaba los ojos verdes un narizon enorme. Me levante y meti la mano en el bolsillo de la mochila, apoyada junto a la puerta. --La navaja esta. Y la linterna. Todo --dije en voz baja. Los pasos de mi madre en el pasillo. Debia de llevar los zapatos azules de tacon alto. Me meti en la cama, apague la luz y fingi que dormia. --Lorenzo, arriba, que es tarde. Alce la cabeza de la almohada, me frote los ojos. Mi madre subio la persiana. --!Que dia tan horrible!… Esperemos que sea mejor en Cortina. La luz tetrica del alba dibujaba su fina silueta. Se habia puesto la falda y la chaqueta gris que usaba en las ocasiones importantes. El sueter de cuello redondo. Las perlas. Y los zapatos azules de tacon alto. --Buenos dias --dije bostezando, como si acabara de despertar. Mi madre se sento en la cama. --?Has dormido bien, cielo? --Si. --Voy a prepararte el desayuno… Tu, mientras, lavate. --?Y Nihal? Me peino el pelo con los dedos. --A esta hora duerme. ?Te dio las camisetas planchadas? Dije que si con la cabeza. --Venga, levantate. Eso queria yo, pero algo me oprimia el pecho. 1 --?Que pasa? Le tome la mano. --?Me quieres? Ella sonrio. --Pues claro que te quiero. --Se puso en pie, se miro en el espejo que habia junto a la puerta y se aliso la falda--. Va, arriba. ?Tambien hoy hay que insistirte para que te levantes? --Un beso. Se inclino sobre mi. --Que no te vas a la mili, que te vas de semana blanca. La abrace, hundi la cabeza en el cabello rubio que le caia por la cara y pegue la nariz a su cuello. Olia bien. Me hacia pensar en Marruecos. Callecitas muy, muy estrechas, llenas de tenderetes con polvos de colores. Aunque yo nunca habia estado en Marruecos. --?A que hueles? --A jabon de sandalo. El que uso siempre. --?Me lo prestas? Enarco una ceja. --?Para que? --Para lavarme con el y llevarte conmigo. Retiro las mantas. --?Lavarte? !Que novedad! Va, tonto, si ni te acordaras de mi. Por la ventanilla del BMW iba mirando la tapia del zoo, cubierta de carteles electorales mojados. Alla arriba, en la jaula de las rapaces, se veia un buitre posado en una rama seca. Parecia una vieja de luto durmiendo bajo la lluvia. La calefaccion del coche me sofocaba y las galletas se me habian atragantado en la garganta. Cesaba la lluvia. Una pareja, gordo el, delgada ella, hacia gimnasia en las escaleras cubiertas de hojas mojadas del museo de arte moderno. Mire a mi madre. --?Que pasa? --pregunto, sin apartar los ojos de la carretera. Infle el pecho queriendo imitar la voz grave de mi padre. --Arianna, a ver si lavas el coche que parece una pocilga rodante. No se rio. --?De tu padre te has despedido? --Si. --?Que te ha dicho? --Que no haga tonterias ni esquie como un loco. --Hice una pausa--. Y que no te llame cada cinco minutos. --?Eso ha dicho? --Si. Cambio de marcha y torcio en la Flaminia. La ciudad empezaba a llenarse de coches. --Llamame cuando quieras. ?Lo llevas todo? ?Musica? ?El movil? --Si. El cielo gris gravitaba sobre los tejados y entre las antenas. --?Y la bolsa de las medicinas la has cogido? ?Has echado el termometro? --Si. Un muchacho en una moto reia con el movil metido bajo el casco. --?Y el dinero? --Si. Cruzamos el puente sobre el Tiber. --Lo demas creo que lo miramos anoche. Lo llevas todo. --Si, lo llevo todo. Estabamos parados en un semaforo. En un Cinquecento habia una mujer mirando al frente. Por la acera pasaba un anciano tirando de dos perros labradores. En un arbol pelado cubierto de bolsas de plastico que sobresalia del agua color barro habia una gaviota posada. Si hubiera venido Dios y me hubiera preguntado si queria ser esa gaviota, habria dicho que si. Me quite el cinturon de seguridad. --Dejame aqui. Mi madre me miro como si no hubiera entendido. --?Como aqui? --Si, aqui. El semaforo se puso en verde. --Para, por favor. Pero ella arranco. Suerte que delante llevabamos un camion de la basura que nos frenaba. --!Mama! Que pares. --Ponte el cinturon. --Te digo que pares. --?Por que? --Porque quiero llegar solo. --No lo entiendo… Alce la voz: --!Para, por favor! Mi madre se aparto a un lado, apago el motor y se echo el pelo hacia atras. --?Y ahora que pasa? Lorenzo, por favor, no empecemos. Sabes que a estas horas no razono. --Pasa que… --Aprete los punos--. Que todos vienen solos. Y yo no puedo presentarme contigo. Quedaria fatal. --A ver si lo entiendo… --Se froto los ojos--. ?Quieres que te deje aqui? --Si. --?Y no puedo darles las gracias a los padres de Alessia? Me encogi de hombros. --No hace falta. Se las doy yo. --Ni hablar. --Y giro la llave de contacto. Me arroje sobre ella. --No… No… Por favor. Me rechazo. --?Se puede saber que te pasa? --Que quiero ir solo. No puedo llegar con mi madre. Se reirian de mi. --!Que tonteria! Quiero ver si todo va bien, si puedo hacer algo. Me parece lo menos. No soy grosera como tu. --No soy grosero. Soy como todos. Puso el intermitente. --No. De ninguna manera. No habia calculado yo que mi madre se empenaria tanto. Me estaba poniendo rabioso. Empece a darme punetazos en las piernas. --?Que haces? --Nada. --Agarre la manivela de la puerta con tanta fuerza que los nudillos se me pusieron blancos. Podia arrancar el retrovisor y romper el cristal de la ventanilla. --?Por que eres tan chiquillo? --Eres tu, que me tratas como a un… gilipollas. Me fulmino con la mirada. --No digas palabrotas. Sabes que no lo soporto. Y no hay necesidad de que me montes un numero. Di un punetazo en el salpicadero. --!Mama, quiero ir solo, maldita sea! --Me atragantaba de puro rabioso--. Vale. Pues no voy. Ya puedes estar contenta. --Mira que me enfado, Lorenzo. Yo tenia una ultima baza. --Todos dijeron que irian solos. Yo soy el unico que va siempre con su mamaita. Por eso tengo problemas. --Ahora no me eches a mi la culpa de tus problemas. --Papa dice que debo ser independiente, que debo hacer mi vida, que debo despegarme de ti. Mi madre entrecerro los ojos y apreto los finos labios como para impedirse hablar. Se volvio a mirar los coches que pasaban. --Es la primera vez que me invitan… ?Que pensaran de mi? --segui yo. Miro a un lado y a otro como buscando a alguien que le dijera que hacer. Le cogi la mano. --Mama, estate tranquila… Sacudio la cabeza. --No, no estoy nada tranquila. Con el brazo cinendo los esquis, la bolsa con las botas en la mano y la mochila a cuestas, vi a mi madre dar media vuelta. Me despedi y espere a que el BMW desapareciera puente adelante. Eche a andar por viale Mazzini. Pase el edificio de la RAI. Unos cien metros antes de Col di Lana reduje el paso, mientras el corazon se me aceleraba. La boca me sabia amarga, como si hubiera chupado un alambre de cobre. Con todo aquello encima iba agobiado, y el plumifero era una sauna. Llegue al cruce y asome la cabeza por la esquina. En la otra punta, ante una iglesia moderna, habia un gran Suv Mercedes, y Alessia Roncato, su madre, el Sumerio y Oscar Tommasi estaban metiendo el equipaje en el maletero. Un Volvo se detuvo junto al Suv y de el se apeo Riccardo Dobosz, que se reunio con los otros. Un instante despues se apeo tambien el padre de Dobosz.
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Always lo mejor de mi de Beatriz Saiz
https://gigalibros.com/always-lo-mejor-de-mi.htmlRebeca Donovan es una excelente doctora que va a casarse con el hombre de sus suenos y que tiene una vida absolutamente perfecta... ?o no?
Ethan Hawks es uno de los mejores DJ del mundo, al que le gusta su vida tal y como esta y que, no solo no cree en el amor, sino que tampoco quiere ningun tipo de compromiso.
Las vidas de Ethan y Rebeca se cruzan por culpa del destino, aunque ellos no crean en esas cosas, y entonces todo cambia... ?para bien?
Si crees tanto en el destino como en el amor, no debes de perderte esta preciosa historia que te removera por dentro. Y es que: "A veces hace falta un ramalazo de locura para construir un destino." Marguerite Yourcenar. -
La ley de la sangre (Los guardianes del sello 1) de Sarah Mcallen
https://gigalibros.com/la-ley-de-la-sangre-los-guardianes-del-sello-1.htmlAquel hombre enorme se acercaba a ella, cerniendose sobre su cuerpo y atravesandola con aquella mirada del color del mar de las islas virgenes, entre verde y azulada. Su largo cabello negro le caia sobre una parte de su rostro, aunque aquello no impedia a Roxie apreciar lo increiblemente atractivo que era. Poseia una fuerte mandibula y en su menton se podia apreciar un hoyuelo, que lo partia en dos. Su nariz griega parecia haber sido esculpida por el mismisimo Miguel Angel y sus labios, carnosos, dejaban entrever unos perfectos y blancos dientes de los que... !Por Dios! Sobresalian unos afilados colmillos. Roxie retrocedio, pegando todo lo que pudo su espala a la pared. --No debes temerme. --pronuncio, con una voz ronca que hizo estremecer a la mujer, haciendola sentirse excitada a la vez que el temor desaparecia de su cuerpo. --Claro que deberia temerte, eres peligroso. --se oyo decir a si misma, con la voz jadeante, como si hubiera estado haciendo ejercicio. El hombre sonrio de medio lado, dejando aun mas expuesto uno de sus largos colmillos. --Soy peligroso, mujer, tienes razon, pero en estos momentos estoy muerto de hambre y lo unico que quiero es comerte. --sus ojos brillaron de un modo aterrador, haciendo que a Roxie se le cortara la respiracion--. No le negarias alimento a un hombre moribundo, ?verdad? Y entonces se abalanzo sobre ella. Roxie se desperto gritando y respirando dificultosamente, con la frente empapada de sudor y... con la entrepierna totalmente humeda. Le habia vuelto a pasar. Habia vuelto a sonar con ese hombre, o mas bien, con esa especie de vampiro. Hacia casi un ano, desde que cumplio los veinticinco, que aquellos suenos extranos de lugares que no conocia, como oscuras tumbas y cuevas ocultas, la atormentaban. Pero sobre todo, aquel hombre de ojos aguamarina que parecia perseguirla. Sonaba con el una y otra vez. Se levanto de la cama empapada de su propio sudor y se dirigio a la ducha. Se quito la camiseta de tirante y sus pequenas braguitas, pues hacia demasiado calor en aquella epoca del ano para dormir con mas ropa. Aun mas, teniendo en cuenta su pequeno y caluroso loft, que solo contaba con una ventana que daba a un estrecho y oscuro patio de luces. Se metio bajo el chorro del agua y cerro los ojos, respirando profundamente. Le faltaban cuatro dias para cumplir veintiseis anos y aquello la hacia sentir tremendamente apenada. Hacia tres anos que habia perdido a sus padres en un tragico accidente de coche y desde entonces, cada ano que cumplia sin ellos solo le hacia darse cuenta de lo sola que estaba. No tenia hermanos, sus abuelos hacia anos que habian muerto y tampoco se sentia suficientemente centrada como para mantener una relacion estable con ningun hombre. Menos mal que aun le quedaba su amiga, Max. Maxine Scott habia sido su mejor amiga desde el jardin de infancia. Sus madres habian sido amigas y cuando la madre de Max fallecio a causa de una terrible y larga enfermedad, que dejo marcada a su amiga para siempre, Max paso a vivir con su familia, ya que nunca habia conocido a su padre. Sus padres eran a quien su madre habia dejado como tutores, en caso de que muriera, como finalmente ocurrio. Asi que ahora solo se tenian la una a la otra. Roxie salio de la ducha, se envolvio en una toalla y descalza, dejando las huellas de sus pies humedos en el suelo, se acerco a su armario, para sacar unas mallas negras, un pequeno top blanco y unas deportivas. Necesitaba salir a correr para despejarse e ir a la pequena redaccion del periodico donde trabajaba, centrada en lo que debia de estar. Se vistio apresuradamente y se recogio el cabello mojado en una coleta alta. Al trote bajo las escaleras desde el cuarto piso donde vivia y salio al exterior, corriendo a paso ligero, como a ella le gustaba. Hacia poco que habia amanecido y habia pocas personas por la calle. Pese a ser un dia caluroso, la brisa de la manana era bastante reconfortante. Cuando llevaba un par de kilometros corriendo, sintio un repentino mareo. Se paro en seco y apoyo la mano en la pared de uno de los edificios, para no caerse. La imagen de una roca tallada con un extrano simbolo aparecio en su mente. Roxie se puso la mano en la cabeza y la sacudio. --Roxanne, centrate. --se dijo a si misma--. Estos suenos te estan volviendo loca. --?Te encuentras bien? Un joven que tambien estaba corriendo se le acerco, mirandola con preocupacion. --Si, no te preocupes, estoy perfectamente. --alzo el rostro hacia el, sonriendo para tranquilizarlo. El joven abrio la boca y se la quedo mirando como si le hubiera dado una apoplejia. Roxie suspiro. Sabia que causaba aquel efecto en los hombres. Su bonito cabello negro siempre se veia reluciente y le caia hasta su cintura. Sus ojos, de un extrano color azul oscuro, que en ocasiones casi parecian violetas, eran grandes y rasgados, rodeados de unas largas y espesas pestanas oscuras. Tenia la nariz recta y los pomulos altos, ademas de unos labios gruesos por los que hubiera matado cualquier adicta a la cirugia estetica. Eso, acompanado de su metro setenta de estatura, su cuerpo esbelto y tonificado, de largas piernas, cintura estrecha y sus pechos llenos, hacia de ella una mujer con un increible atractivo sexual para el sexo opuesto. --Quiza sea mejor que te acompane a tu casa, para asegurarme que llegas sana y salva. --el chico se irguio y contrajo sus biceps, para que ella se percatara de que estaba en muy buena forma. Y lo cierto es que no estaba mal. Tenia un cuerpo atletico y su rostro era realmente atractivo, pero como solia ocurrirle, a ella no le despertaba ningun tipo de deseo. Como diria Max, ella estaba muerta de cintura para abajo. --Te lo agradezco, pero no hace falta. --trato de pasar junto a el, pero el chico se movio, cortandole el paso. --No es ninguna molestia y me dejarias mas tranquilo. --sonrio, tratando de mostrarse encantador--. Vamos, nena, soy un conversador muy divertido. --?Nena? --se indigno--. ?Desde cuando tenian aquellas confianzas? --No lo discuto, pero prefiero ir sola, gracias, yo no soy muy buena conversadora por las mananas. --se desplazo hasta el otro lado, pero de nuevo el musculitos se interpuso en su camino. --No hace falta que hablemos, si tu no quieres. --le guino un ojo--. Se otras maneras en las que podemos divertirnos. --No estoy interesada, gracias. --se dio media vuelta para marcharse en otra direccion, y que no pudiera volver a bloquearle el paso. Pero una mano callosa la tomo por el brazo, impidiendole que pudiera moverse. --Vamos, guapa, no te hagas la estrecha. --Sueltame. --exigio. --?Y si no quiero? --alzo las cejas, yendo de sobrado. Con un rapido movimiento que habia aprendido en las clases de defensa personal, le dio un giro al musculoso brazo masculino, haciendo que el chico chillara, dolorido. --Me soltaras de todos modos. --le dio una patada en la parte trasera de la rotula, haciendolo caerse de rodillas, mientras ella se desembarazaba de su mano y reanudaba su trote, de vuelta a casa. --Maldita, zorra. --le oyo insultarla--. Eres una puta bollera, seguro. Tipico, penso Roxie, aquello le solia ocurrir cuando daba calabazas a aquel tipo de machitos, que se creian irresistibles por el simple hecho de tener unos brazos del tamano de unas vigas, que por otro lado eran proporcionalmente opuestos al tamano de sus pequenos cerebros. Llego a su edificio y cuando estaba abriendo la puerta de su casa oyo su movil sonar con insistencia, con el tono de Shallow, de Lady Gaga, que tanto le gustaba. Tomo el movil, miro la pantalla y sonrio alegre. --Hola, hola, caracola. --?Donde te habias metido? --se oyo la pizpireta voz de Max al otro lado de la linea telefonica--. Te he llamado seis veces, estaba a punto de llamar a la policia. --No seas exagerada, loca. --rio--. Habia salido a correr. --Y cuantas veces te he dicho que no salgas a correr sin tu movil. --la regano--. ?Y si te ocurriera algo? --De acuerdo, mama, lo recordare para la proxima vez. --Siempre dices lo mismo. --refunfuno, y tenia razon. --?Me llamabas por algo en especial? Entro en el bano y tomo una toalla pequena, con la que se seco el sudor de la frente y el cuello. --Si, queria decirte que ya he reservado mesa para el viernes en el restaurante que tanto te gusta. --Genial. --dijo, sin mucho animo. --Vamos, fea, no quiero verte asi, ?vale? --sabia perfectamente lo que Roxie estaba sintiendo --. Es tu cumpleanos y vamos a celebrarlo por todo lo alto. --Loca, no se... --Nada de no se. --la corto--. El viernes nos arreglaremos, saldremos a cenar y despues nos iremos a bailar, y con un poco de suerte, igual tambien echamos un polvo. Roxie rio. --Seguro que tu tienes mas suerte que yo en eso. --Porque eres demasiado exigente, ademas de fea, claro. --rio, divertida. Ambas se partieron de risa. Desde que iban al instituto, Max le habia puesto el mote de fea, por ser todo lo contrario, mientras que ella la solia llamar loca, pero en este caso, su amiga si era una loca encantadora. --Yo llevare a Grayson a la cena, ultimamente estamos medio saliendo. --reconocio. Grayson era el guapo vecino de Max y en ocasiones quedaban para desfogarse mutuamente. Aunque como siempre le pasaba, cuando la cosa se ponia un poco seria, su amiga ponia distancia de por medio.
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La prisionera espartana de Africa Ruh
https://gigalibros.com/la-prisionera-espartana.htmlEsparta, 465 a. C. Cinisca se siente fuera de lugar: mientras su padre y su hermano se preparan para la guerra y su madre y su hermana sirven a la ciudad dandole hijos, ella se escabulle a contarles historias a los ninos esclavos. Pero sabe que es el hazmerreir de las otras muchachas y que, antes o despues, debera cumplir con su deber como espartana y formar su propia familia.
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El optimismo de la voluntad de Jorge Herralde
https://gigalibros.com/el-optimismo-de-la-voluntad.htmlDurante cuarenta anos nos dice Juan Villoro en el prologo Herralde ha dirigido su editorial, Anagrama, con el intrepido placer de quien organiza una fiesta en una pais con toque de queda. Y sobre los preparativos y los invitados de este convite nos habla su organizador en El optimismo de la voluntad: un collage de homenajes a autores y editores “Sergio Pitol, Carlos Monsivais, Ricardo Piglia, Roberto Bolano, Mario Muchnik, Arnaldo Orfila, entre otros”, ademas de notas sobre la experiencia de editar en el contexto latinoamericano. Como recuento historico la obra es imprescindible y como lectura es uno de los libros mas memorables que se hayan escrito sobre el tema.
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No lo llames pasion de Noelia Amarillo
https://gigalibros.com/no-lo-llames-pasion.htmlYo era una mujer felizmente casada, con dos hijas maravillosas y un marido estupendo. O eso creia. Porque hace seis anos descubri que me estaba poniendo los cuernos. Pero, ojo, no unos cuernos pequenitos y disimulados, no. Unos que envidiarian incluso los miuras de pura raza. Grandes, voluminosos y afilados. De esos que todo el mundo ve menos la interesada, que, en este caso, era yo. Asi que deje de estar felizmente casada. Me divorcie, me compre un piso tan lobrego como mi alma y me mude a el con mis hijas.
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Tras el largo viaje de Lisa Aidan
https://gigalibros.com/tras-el-largo-viaje.htmlActual, romantica y encantadora historia sobre amores prohibidos, reencuentros y regresos.
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Mater familias de Lindsey Davis
https://gigalibros.com/mater-familias.htmlCelebrar una subasta en julio es un craso error. ?Quien queda en Roma entonces? Los que pueden escapar han huido ya a sus retiros campestres en regiones mas frescas de Italia. Los demas yacen en su lecho de muerte o se han quedado aqui para esquivar a sus parientes. Es inutil intentarlo. A todo el mundo se le pega la tunica al cuerpo; el sudor resbala por los cuellos grasientos. A los mozos de cuerda se les caen las cosas y se marchan resoplando con fastidio. Los vendedores vacilan y los compradores no cumplen. Los rotulos se pierden. Los pagos, idem. Los perros pululan y ahuyentan a los compradores. Mas tarde, alguien senala que no se llego a colgar ningun anuncio de la subasta en el Foro. Los subastadores de la competencia no se molestan en regodearse por tus pobres ingresos: hace demasiado calor. Mi padre posee una casa de subastas y en plena canicula se refugia en su villa junto al mar. Sus empleados mantienen el negocio familiar renqueando. Siempre es una epoca tranquila. No cambio nada en el ano de los consules Tito Aurelio Fulvo y Marco Asinio Atratino, salvo que antes de una venta en julio, nuestros empleados hallaron un cadaver. * * * Me encontraba en Roma. Habia estado en la costa, obligada por mi madre, <
>, decia ella, durante una enfermedad que estuvo a punto de matarme. Ella me llevo a la finca familiar, al sur de Ostia. Despues de tres semanas de agobiantes cuidados, estaba impaciente por regresar. Un amigo me habia encontrado medio muerta en mi vivienda de Roma y amablemente me habia salvado la vida, de modo que queria agradecerselo, y me parecio que ya me hallaba lo bastante recuperada para la vida urbana. A lo mejor estas pensando que ese amigo y yo eramos amantes. Pues te equivocas. Habia un dia de viaje hasta Roma por la Via Ostiense. Lo hice en un carro destartalado y fue agotador. Entre en mi silenciosa y sofocante vivienda del Aventino sintiendome demasiado debil. Guarde cama dos dias, alimentandome de una cesta de exquisiteces enviada por mi madre. Sola y triste, comia con deleite recostada en los cojines, convaleciente. No tenia apetito, pero en otro tiempo habia vivido en la calle pasando hambre. Detestaba desaprovechar comida. En poco tiempo habia lamido hasta el ultimo plato de ensalada de aspic. Tendria que valerme por mi misma, o volver con mis padres arrastrandome ignominiosamente. Ni hablar. Aun asi, los quiero. Me adoptaron cuando era una adolescente desesperada e infestada de piojos, una adolescente dificil a la que trataron con lealtad y afecto, cuando otros no quisieron saber nada de mi. Habian convertido un alma perdida de la lejana Britania en una hija romana bastante normalita. Ahora era una viuda independiente de veintinueve anos, pero aun asi habia tenido que lloriquear y protestar para que me dejaran regresar a Roma, montando una pataleta igual que mis hermanas pequenas cuando querian sandalias nuevas. < >, habian exclamado mis padres burlonamente. Asi que ahora tenia que atenerme a mi afirmacion de que ya estaba bien. Consegui ponerme una tunica con esfuerzo. Baje lentamente por un tramo de escalera exterior hasta una galeria. Esta estructura medio podrida, que llaman escalera de incendios, era inaccesible para la mayoria de inquilinos. Discurria alrededor del vacio patio interior, una vieja lavanderia ahora abandonada. Vivia en el edificio del Aguila, en la plaza de la Fuente: una de las numerosas casas de viviendas oscuras, desvencijadas y apestosas donde los romanos pobres y miserables, la mayoria, soportamos lo que pasa por ser vida. El edificio estaba dividido en un monton de viviendas deficientes y era proclive a despedir olores nauseabundos. Lamento decir que pertenecia a mi padre, lo que no anadia lustre a su reputacion, que ya era bastante mala por su trabajo de investigador privado. A la gente le asombraba que tuviera suficiente dinero para poseer un edificio, pero parecian entenderlo cuando se enteraban de que tambien era subastador, profesion que se relaciona con la riqueza. Yo tambien era investigadora. La opinion publica era aun mas dura conmigo, porque una mujer respetable debe quedarse en su casa todo el dia. Deberia estar tejiendo en mi telar en un refinado atrio, o pegando a mi joven esclava o fornicando con un porteador de literas en lugar de mi marido. Que tonteria. < > era una palabra obscena para mi madre, mis hermanas y yo. Tampoco poseia ninguna joven esclava, y hacia diez anos que mi marido habia muerto. Yo trabajaba, aunque no lo pareciera en ese momento. * * * Descendi por la empinada escalera, deteniendome cada poco. Siempre era conveniente andarse con cuidado en aquel edificio por si una parte se derrumbaba. ?Quien quiere una espalda rota y el pelo estropeado? Me estaba probando a mi misma. Si me sentia debil, tenia una habitacion junto a la galeria del primer piso, donde podia tumbarme en un viejo divan para recobrar fuerzas. Tambien podia gritar hasta quedarme ronca, lo que quizas haria aparecer a Rodan, el portero del edificio. Si le daba instrucciones claras y algo de calderilla, iria en busca de ayuda. No fue necesario. Logre llegar a la galeria. Me sentia mejor de lo que esperaba. La gelatinosa ensalada de aspic tiene muchas bondades. Por muy molesta que estuviera Helena Justina por mi marcha, sabia como dejarme claro que seguia necesitando una madre. Yo era la mas alocada de sus cuatro testarudos hijos, pero no iba a permitir que me esfumara. Me apoye en lo que pasaba por barandilla, descargando el peso con cautela. Un liquen especialmente desagradable indicaba las zonas podridas. Si se tocaba, la mano se manchaba de un limo gris verduzco. Su textura era aun peor que los excrementos de paloma, de los que tambien habia en abundancia. Por una vez, Rodan estaba a la vista. Era un antiguo gladiador, pero sus cicatrices se debian a cobrar alquileres entre pobres violentos mas que a sus luchas en la arena. El viejo, una bola de grasa, estaba en el porche discutiendo, su reaccion habitual a cualquier peticion. Su interlocutor era un recadero al que reconoci de la casa de subastas de mi padre. Los observe. Los mensajeros en Roma estan acostumbrados a las discusiones, pero Ciro, permanecia en silencio, dejando que la inutil agresividad de Rodan le resbalara. Si Ciro habia venido de la Saepta Julia, donde estaba la oficina, la caminata habia sido larga y coronada por una empinada ascension al Aventino. Se estaba tomando un respiro por si tenia que dar media vuelta y regresar sin cumplir con su mision. La pulcritud del mensajero contrastaba con la fea cabeza afeitada de Rodan y las manchas de sudor de su andrajosa tunica. Ciro tenia cuarenta y tantos anos, el pelo corto, calzaba sandalias con cordones y vestia una tunica blanca, floja por el calor pero no sucia. Era delgado, pero no por pasar hambre. Mi padre aun recordaba lo que significaba la pobreza, asi que era un patron justo. Tampoco machacaba a sus empleados con palizas asiduas, al contrario que muchos otros en nuestra ciudad supuestamente civilizada. Rodan tambien era un empleado de mi padre, pero era un caso perdido. Llame a Ciro. Al verme, Rodan se metio en su apestoso cubiculo. Ciro cruzo el patio y alzo la mirada hacia el primer piso, donde estaba yo. Mareada aun, intentaba no tambalearme. --!Flavia Albia! Nos habian dicho que estabas en casa. --Parecia aliviado de haberme encontrado--. ?Sabes si tu padre vendra pronto a la ciudad? --Lo siento, Ciro, estamos en julio. Falco sale en un bote cada dia, con una mano pegada a una cana de pescar y la otra a una calabaza llena de vino. --?Pican los peces? --No; simplemente esta alli con un absurdo sombrero, sumido en ensonaciones. Pero de vez en cuando desembarca con una estatua muy hermosa que asegura haber encontrado flotando en la corriente... Esta emulando a su propio padre. --A menudo mi abuelo volvia a casa remando despues de pasar el dia en el agua, con un pequeno esquife a remolque lleno de esplendidas obras de arte griegas < >. Que estupenda forma de evitar los aranceles de importacion para un subastador. Con los ojos muy abiertos y absoluta desfachatez, Gemino podia hacer que la historia sonara casi creible. El personal de la casa de subastas sabia que mi padre me otorgaba la autoridad para actuar en su nombre, de modo que le ofreci mi colaboracion. --Ciro, tendras que conformarte conmigo. ?En que puedo ayudarte? El se encogio de hombros. --Oh, nada que no podamos solucionar nosotros, pero el capataz de los mozos ha pensado que debiamos decirselo al patron. Resulta que estan preparando la venta de los Calixto. Uno de los muchachos levanto la tapa de un cofre grande..., y se encontro con un cadaver acurrucado en su interior. Eso me revivio. Le dije que llamara a una silla de manos y que lo acompanaria. II La mejor manera de soportar un trayecto en silla de manos es cerrar los ojos, aferrarse a una parte que no este demasiado astillada y meditar sobre el significado de la vida. Por lo general evito la filosofia, pero necesitaba apartar mis pensamientos de los porteadores que me llevaban dando tumbos. Corrian cuesta abajo por el escarpado Aventino, que tiene malas calzadas y la pendiente de una hipotenusa, haciendome temer lo peor. ?Que es esto? ?Una mujer que habla de hipotenusas? Bueno, cuando Falco y Helena me adoptaron, me dieron una educacion de lo mas generosa, que yo absorbi como si fuera un nuevo manjar. La devore hasta que supe mas que la mayoria de mujeres y tambien muchos hombres. Consulto textos como si tal cosa y escribo mis propias notas; cuando quiero alardear, las escribo en griego. A veces incluso con los acentos correspondientes. Otra cuestion es que Apolonio, el camarero jefe del Astrologo, nuestra pesima fonda local, habia ensenado geometria. Desde que le habian obligado a abandonar la ensenanza anos atras, habia servido grandes cantidades de adulterado vino de Falerno en la taberna de mi tia, esperando a que mejoraran las circunstancias para poder abrir una nueva escuela a pie de calle. Bajo el reinado del actual emperador, Domiciano, eso no iba a ocurrir. La gente no malgasta dinero en educacion para sus hijos cuando un tirano puede hacerlos ejecutar en cuanto se hagan mayores. Intenta disertar sobre Euclides con el carcelero en una celda para condenados a muerte: el muy estupido te azotara hasta que apenas puedas ir tambaleandote hasta los leones. De modo que, gracias a mis padres y a un camarero, llegue colina abajo y hasta el Campo de Marte meditando sobre triangulos. Por lo demas, rogue que no aparecieran perros callejeros y los porteadores me dejaran caer. O echaran a correr. Eso seria peor. Como sea, me transportaron sana y salva hasta la Saepta Julia, una elegante casa de cambio de dos plantas con galerias, en la que mi padre, como su padre antes que el, tenian alquilado un almacen para sus antiguedades mas valiosas. Arriba tambien tenian una oficina donde amontonaban toda la basura que no podian vender, un lote de cosas horrorosas a las que estupidamente les habian tomado carino. Era uno de esos edificios grandiosos tan propios de Roma. Nuevo aun, combinaba su coste desorbitado con la belleza y la funcionalidad, si es que alguien recordaba su funcion original. Habia sido un centro de votacion, pero los emperadores no podian arriesgarse a aceptar la democracia, asi que ya no se celebraban autenticas elecciones. En lugar de votar, ahora los hombres acudian alli para dejarse ver, y tambien a comprar joyas para sus amantes a fin de que estas se pavonearan. Aunque ya no era necesaria para fines politicos, Domiciano habia costeado una lujosa reconstruccion de la Saepta despues de que un gran incendio arrasara la zona durante el reinado de su hermano Tito. Tito apenas habia durado un par de anos. Algunos creian que era cosa de Domiciano. En mi familia no deciamos nada porque insultar a Domiciano equivalia a un suicidio. El decia que era un dios, asi que todos nos habiamos vuelto profundamente religiosos. Con suerte, los autenticos dioses o algun humano furioso se encargarian del monstruo que nos gobernaba. Los adivinos charlatanes que profetizaban cuando moriria Domiciano proliferaban tanto como los vendedores de ajos. En ocasiones, el adivino era lo bastante bueno como para verlas venir, y se las piraba. Pero en general Domiciano acababa enviandolos a la muerte... junto con muchas otras personas, un par de las cuales probablemente habian conspirado para asesinarlo. Alguien acabaria por realizar la hazana. En el aire se olia a complot. * * * Ciro me condujo a la oficina, donde me deje caer en un trono de piedra que llevaba tantos anos en la casa de subastas que nadie queria venderlo, ni siquiera cuando algun idiota con infulas monarquicas ofrecia dinero en efectivo y su propio transporte. El trono era uno de los muchos articulos que habia rescatado del fuego mi primo Gayo, quien, al iniciarse el incendio, primero habia sacado todas las existencias y solo despues habia regresado a la Saepta para salvar vidas. Habia perdido la suya al derrumbarse el amplio tejado de madera de cedro. Yo apreciaba a Gayo. Despues de su heroico deceso, lo cierto era que ya no me gustaba ir alli. Ese dia mi intranquilidad duro poco. En cuanto me sente, el capataz de los mozos, Gornia, me informo de que el cadaver estaba, en realidad, en el portico de Pompeyo. Alli era donde se iba a celebrar la subasta de Calixto. Yo habia pasado por delante de camino a la Saepta. Los romanos se distinguen tambien por hacerte perder el tiempo. No es mi estilo. Yo soy agil y organizada. Ahorro energia. Por los dioses, sobre todo cuando aun estoy recuperandome de una virulenta disenteria. Sin embargo, se que no debo mostrarme impaciente, porque con esta gente irritante solo se consigue empeorar las cosas. Mi silla de manos se habia ido, asi que les pedi que me consiguieran otra. El portico quedaba a la vuelta de la esquina, caminando un corto trecho, motivo por el que la familia Didio lo preferia para las subastas, pero yo me sentia molida. Los empleados sabian que habia estado muy enferma, hecho que habia provocado una tormenta familiar. Asi pues, Gornia, que esos dias tenia tambien el aspecto apergaminado de un espectro del inframundo, dijo que llamaria a nuestro carretero Felix y su mula Coces; ellos me llevarian al monumento de Pompeyo en su carreta de reparto. Acepte. A Felix nunca le habia caido bien, pero era un buen carretero. Y Coces era un primor. En Roma, la mayor parte del transporte rodado esta prohibido durante el dia. Felix llevaba siempre un tablon y unos cubos sucios en la carreta para parecer un albanil, pues estos tienen permiso. * * * Felix sabia que yo tenia prisa, asi que callejeo tranquilamente como un guia turistico. En lugar de doblar la esquina y recorrer el corto trecho, dio un amplio rodeo por el Panteon y las Termas de Agripa. El gentio que suele pulular por alli nos entorpecia una y otra vez, obligandonos a ir a paso de tortuga. Por fin llegamos al teatro de Pompeyo, que se encuentra en el extremo opuesto del enorme y bullicioso complejo, y luego avanzamos despacio pegados a uno de los laterales hasta que al final me dejo frente a una entrada, practicamente en el mismo sitio del que habiamos partido. !Gracias, Felix! El monumento a Pompeyo tambien lo habia reconstruido Domiciano tras el incendio. Todo nuevo gobernante debe meterle mano a la ciudad segun su gusto y poner su nombre en grandes inscripciones. Si quiere parecer aun mas benevolente, gasta su propio dinero en nuevos proyectos, o afirma hacerlo. Imagino que en el erario publico hay funcionarios que conocen la verdad. El portico tenia su esplendido anfiteatro de piedra en un extremo, bajo el alto templo dedicado a Venus Victoriosa; detras se extendia un vasto jardin rodeado por un peristilo, por donde paseaba la gente a la sombra de los platanos, y, como todo el mundo sabe, unas grandes letrinas publicas en el lugar mancillado por el asesinato de Julio Cesar cuando se dirigia a una sesion del Senado. Para la mentalidad romana (bueno, la mentalidad cerril del emperador Augusto), el lugar del crimen era demasiado horrible para que pudiera usarse de nuevo como curia. Se conmemoraba asi a Bruto y Casio, hasta donde era legal recordarlos, con unas buenas letrinas. Mi padre, republicano hasta la medula, mascullaba a veces que la gente deberia recordar que no solo habian sido Bruto y Casio quienes habian apunalado valientemente a Cesar, sino tambien otros sesenta senadores opuestos a la dictadura, a los que, sin embargo, se habia olvidado. Teniamos que hacerlo callar. Cualquier espia podia denunciarlo a Domiciano por hablar de dagas. Los usuarios de las letrinas podian contemplar el amplio jardin rodeado de bonitas columnas. En un extremo habia una galeria de estatuas griegas tras esplendidas cortinas de brocado de oro. Se trataba de uno de los pocos lugares donde las mujeres podian pasearse en publico solas. Y asi, los hombres podian echar una relajante meada y luego observar a las mujeres que contemplaban las desnudas estatuas griegas y sacaban ideas. No era extrano que el portico de Pompeyo fuera tan popular. A los romanos les encantaba acudir alli y pasear por el peristilo. Ademas de la galeria de arte, habia tiendas para explorar. Las zonas abiertas se utilizaban para reuniones publicas, incluyendo subastas. Mi abuelo preferia el portico para sus ventas: segun el, no tenia nada que ver con el hecho de que fuera un legendario mujeriego. Mi padre, hombre felizmente casado, perpetuo la practica porque el portico se encontraba a una comoda distancia de la Saepta Julia. Que yo supiera, jamas habia aparecido un cadaver mientras se preparaba un catalogo de articulos. Me alegre al ver que el cofre se encontraba al aire libre. Era grande, rectangular y reforzado, del tipo que tienen los ricos en casa para guardar sus enseres de valor. Los mas presuntuosos lo colocan en el atrio, a fin de impresionar a las visitas en cuanto entran en la casa. Nuestros empleados holgazaneaban a la sombra entre arbustos ornamentales, algunos comiendo panecillos rellenos. No son faciles de intimidar, pero me fije en que todos se mantenian alejados del cofre. Lo habian cubierto con una gruesa tela que se parecia sospechosamente a las esplendidas cortinas doradas de la galeria de arte. Lo habian hecho para mitigar el efecto del sol sobre el cuerpo en descomposicion, pero en cuanto me vieron llegar apartaron la tela. Era una pieza con imponentes herrajes que se sostenia sobre cuatro recias patas. Los cierres parecian muy resistentes. Me pregunte por que querria alguien venderlo, a menos que estuviera en la ruina, y no era eso lo que habia oido sobre los Calixto, hombres de negocios muy conocidos. Entonces observe que las partes de madera mostraban huellas de haber sido danadas por el fuego. El personal me ofrecio mostrarme el cadaver. Aunque yo no habia expresado queja alguna por haberlos encontrado comiendo en horario de trabajo, repare en que guardaban sus viandas y adivine lo que ocurria. Lo que aguardaba en el cofre era repugnante; habian apostado a que vomitaria. Bueno, eso me sirvio de aviso. Con una sena indique que levantaran la tapa, al tiempo que me armaba de valor. Mire el interior, vi todo lo que necesitaba ver, oli el espantoso hedor y luego hice gestos perentorios. El mozo cerro la tapa de un golpe y retrocedio rapidamente entre arcadas. Yo reprimi un grito, logrando a duras penas conservar una postura digna. Un ataque agudo de disenteria constituye un buen entrenamiento para el autodominio. -
Perversa fantasia (El Asesino de las rubias 3) de Sebastian Listeiner
https://gigalibros.com/perversa-fantasia-el-asesino-de-las-rubias-3.html?Supiste algo de Thomas y los otros? --Randy y Melody continuan haciendo trabajados administrativos en Alaska, castigados como si fueran ninos --respondio masticando bronca--; y de Thomas ni noticias. ?Crees que haya hecho alguna locura? --No lo se; ni siquiera puedo imaginar lo duro que fue todo aquello para el. --!La encontre! --vocifero haciendo saltar a Stephanie de su silla--. Al fin sabremos quien era esa mujer. --Necesitamos su nombre, direccion, antecedentes; todo. --En un segundo podre decirte hasta su crema dental favorita --respondio con una sonrisa dibujada en los labios. --Ojala pueda darme las respuestas que busco o cuanto menos guiarme hacia ellas. --No vas a creerlo, pero tenemos un problema grande como esta nacion --farfullo sin quitar los ojos de su monitor. --No me asustes, ?de que se trata? --Nuestra mujer misteriosa es Madelyn Gagnon --Imposible... --susurro mientras llevaba las manos a su rostro palido. --Esto no me gusta nada amiga; tal vez sera mejor que desistas de hacer este viaje. Si la ministro de educacion canadiense estuvo en esa subasta, significa que lidiamos con gente muy peligrosa; una red que ni siquiera podemos imaginar donde termina. --Voy a necesitar que me proporciones toda la informacion que puedas recabar de esa maldita -- insistio tragando saliva, fingiendo fortaleza. --?Sabes que es una locura, cierto? --?Tienes otra idea para llegar hasta Daisy Corvelo? --Thomas es un hombre inteligente, astuto y demente que de seguro puede arreglarselas solo -- respondio tomandola de las manos. --El haria esto y mas por cualquiera de nosotros. --No me malinterpretes --carraspeo--, sabe Dios que amo a Thomas y estare siempre a su disposicion, pero esto es muy grande; es un mundo que no conocemos. --Por eso debemos prepararnos bien, no debemos dejar ningun detalle librado al azar. Estaba aterrada. Desplomada en el sillon que adornaba la sala de comandos en el departamento de su buena amiga, simulaba que dormia mientras pensaba que la mision suicida que tenia por delante bien podria ser lo ultimo que hiciera Stephanie Turner. No podia recordar cuando fue que tomo la decision de hacer justicia por mano propia. Sin embargo, pese a su impetu soberbio y osadia caprichosa, resultaba innegable que la fuerza que la movia tenia su raigambre en algo mucho mas profundo que cualquier conviccion, en algo invisible, en esa cosa indescriptible que nos ata y nos empuja a realizar cualquier locura por mas demente que fuera; esa pulsion inmanejable que recorre las venas y la sangre y va directo, no al cerebro, sino al corazon; fiel y leal promotor de aquellas irreversibles situaciones que no tienen solucion ni sentido. Solo un sentimiento de ese calibre podia explicar o dar respuesta a los incontables e inimaginables caminos sinuosos que estaba por recorrer en soledad, apenas con la compania perpetua pero vacia de un dolor que habia hecho propio, tatuandoselo en la sangre como si fuera un juramento, un pacto indeleble con la muerte. Entrada la madrugada, bajo el monopolio absoluto del silencio alarmante, Charlotte termino la expedicion que la llevo mucho mas lejos de lo que pensaba y aunque la recompensa fue bien recibida, las consecuencias del hallazgo encendian todas las alarmas de la operacion por venir. --Si ya estabas sorprendida, espera a que te comparta lo que descubri buceando en las alcantarillas inexpugnables de Internet. --Me estas asustando. --Existe un mito, una leyenda urbana sobre una mujer misteriosa que se pasea por las calles de Canada a altas horas de la madrugada, recaudando el dinero de largas y agotadoras noches de lujuria --solto como un murmullo. --No entiendo nada lo que estas diciendo --se quejo Stephanie mientras se desperezaba. --Segun entiendo, en las calles de la capital hay un amplio catalogo de oferta sexual. --?Prostitucion, explotacion de personas? --pregunto frunciendo el ceno. --Me inclino mas por la prostitucion; pero seguramente ambas. --?Y que tiene que ver eso con la ministra? --Las muchachas deben dar el dinero de esas relaciones furtivas a sus representantes. --Cafishios querras decir --refuto vehemente. --Y esos sinverguenzas, a su vez, pasan toda la recaudacion a una mujer a la que apodan << La dama de plata >> --Sigo sin ver la conexion... --Pues, estoy casi segura que << La dama de plata >> no es otra que Madelyn Gagnon. --?Dices que la ministro de educacion canadiense pasa las noches recolectando dinero de la prostitucion? --pregunto con los ojos a punto de salirse de sus orbitas. --Y quien sabe de que otras actividades tambien --suspiro abatida, elevando las pestanas--, despues de todo, no te olvides que estaba en ese hotel donde lo que se subastaba no eran diamantes u objetos historicos. --Eran ninos y ninas, lo se. --Stephie, te lo pido por enesima vez, recapacita --suplico. --Necesito encontrar la forma de acercarme a ella. --Pide una audiencia. --No voy a entrevistarme con la ministro sino con la mujer misteriosa que dirige las miserias de la luna. --?Y como haras eso sin que te maten o algo peor? --Debo ser una mas de ese mundo. --?Acaso estas demente? --grito tan alto que las puertas parecieron temblar--. ?Piensas ir a prostituirte a un pais extranjero solo para acercarte a una mujer que bien podria no existir? --?Tienes una idea mejor? --Cualquier idea es mejor que esa --replico desaforada. --Te escucho --dijo cruzandose de brazos. --Quedate aqui y continuemos combatiendo el crimen. --Me despidieron, ?lo olvidas? --Entonces busca un empleo en un restaurante, en una cadena de ropa, como secretaria de un estudio de abogados, como maestra jardinera; ?por que no puedes hacer algo normal? --Estamos combatiendo el crimen Charlotte; solo que a otra escala. --A una escala mas alla de nuestras posibilidades --se lamento--. ?Que ocurrira si te descubren? --Ruego a Dios que eso no suceda. << Bienvenidos a la Ciudad de Ottawa >> fue la frase que la recibio en el aeropuerto internacional de Canada dando inicio a una autentica odisea. Temblorosa y al borde del colapso emocional, se subio a un taxi con destino a los suburbios, sitio donde esperaba entrar en contacto con ese mundo oscuro que se desarrollaba a plena vista al margen de la realidad. Luego de registrarse en un hotel de mala muerte, se vistio con lo mas provocativo que aguardaba en su equipaje y se dirigio a un bar donde, segun las malas lenguas, paraban a descansar las trabajadoras de la noche que alquilaban su intimidad y fingian el placer que no se compra con dinero. Copa tras copa soportaba los cotilleos inaudibles de los viejos clientes que parecian encastrarse con las mesas redondas que destilaban vulgaridad, a la vez que se regocijaban en lo malicioso de sus pensamientos cuando de tanto en tanto algun ebrio ponia de manifiesto la perversidad de sus fantasias mas retorcidas. --Cantinero, un whisky doble por favor --ordeno una mujer sentandose en la barra, con largas medias de red y una falda de jean tan corta que apenas cubria sus nalgas. Entretanto, con la frente en alto y una altaneria impropia de su repertorio, Stephanie abandono la comodidad de su mesa junto a la ventana y emulando el espejo en el que esperaba reflejarse copo el centro de la escena, ansiosa de no pasar desapercibida. --Cantinero, sirvame un Martini --ordeno mientras cruzaba las piernas ensenando la sensualidad que solia esconder en su vida rutinaria. --Enseguida senorita --respondio el barman guinandole un ojo. Pese a sus esforzados intentos por parecer una clienta mas, una habitue de las rondas nocturnas tenidas de fetiches inenarrables, su falta de tacto y gestos mas ampulosos de lo necesario la dejaban en evidencia, haciendola pasar mas por policia infiltrada que mujer de la noche. --?Acaso estas siguiendome? --pregunto aquella mujer pelirroja en medio de un callejon tenebroso. --Solo queria hablar contigo. --Te vi coqueteando en el bar; sea cual fuere tu propuesta, la respuesta es no. --Pero ni siquiera escuchaste lo que tengo para decir. --Ese es el punto --dijo mientras hurgaba en su cartera--. No perteneces a este ambiente, sal de aqui mientras puedas. --?Por que dices que no pertenezco? --En primer lugar tu acento, ?americana, cierto? --sonrio--. Y en segundo lugar eres demasiado espamentosa, poco sutil; lo que me dice que eres policia o periodista. --Soy extranjera, si --respondio--. Y estoy buscando ganarme la vida, tengo problemas economicos y ya no se que hacer. --Este es un viaje de ida; mejor prueba otra cosa --respondio mientras encendia un cigarrillo. Stephanie quedo en silencio sin saber como doblegar las intenciones de una mujer obstinada que, pese a su distancia, la estaba protegiendo de un monstruo mas grande que la inmensidad de la noche misma. --?Cindy por que no estas trabajando? --pregunto un hombre de mediana edad con la camisa desabrochada, ensenando sus pectorales-- Estas haciendome perder dinero. --Estaba teniendo una conversacion con una amiga --se excuso con la mirada hacia abajo. --?Acaso esa conversacion va a volvernos millonarios? --pregunto mordaz. --Disculpe senor, yo solo... Una bofetada furiosa fue lo que Stephanie recibio por pretender hablar cuando no le era permitido. --Quiere trabajar para ti --se apuro la pelirroja intentando calmar las aguas. --?Es eso cierto? --pregunto fingiendo simpatia. --Ya no estoy segura --respondio Stephanie acariciando su mejilla adolorida. --?De donde eres preciosa? --Norteamerica --respondio timidamente. --Ya veo --susurro mientras la rodeaba con la mirada--. Seras una estrella por aqui, ya puedo sentir el dulce candor de los billetes en mis manos.
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La dama lo arriesga todo de Stephanie Laurens
https://gigalibros.com/la-dama-lo-arriesga-todo.htmlEl enigmatico Neville Roscoe, de una mas que dudosa reputacion, vivia completamente al margen de la sociedad, unicamente fiel a su propio codigo de honor. hasta que se vio desafiado por la unica mujer que no podia hacer suya.