• mi querida espana - Luis del Val

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    El periodista y escritor Luis del Val hace un recorrido costumbrista de Espana con las peculiaridades, usos y practicas de sus habitantes [?]a veces contradictorias, a veces exageradas[?], que caracteriza la personalidad de nuestro pais.

  • Mi querida España - Luis del Val | PlanetadeLibros

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    24 may 2018 — El periodista y escritor Luis del Val hace un recorrido costumbrista de España con las peculiaridades, usos y prácticas de sus habitantes ...

  • MI QUERIDA ESPAÑA | LUIS DEL VAL | Casa del Libro

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    Sinopsis de MI QUERIDA ESPAÑA. Divertida e irónica reflexión sobre la España actual. Españoles sin complejos. El periodista y escritor Luis del Val hace un ...

  • Mi querida España (Fuera de colección) Versión Kindle

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    Mi querida España (Fuera de colección) Versión Kindle ... El periodista y escritor Luis del Val hace un recorrido costumbrista de España con las peculiaridades, ...

  • Mi querida España (Fuera de colección) Tapa blanda - Amazon

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    Mi querida España (Fuera de colección) : Val, Luis del: Amazon.es: Libros.

  • MI QUERIDA ESPAÑA - LUIS DEL VAL | Alibrate

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  • Mi querida España - Luis del Val -5% en libros | FNAC

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    Mi querida España, libro o eBook de Luis del Val. Editorial: Espasa. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Mi querida España - Letrame Grupo Editorial

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    Este libro es una recopilación de mi trabajo como periodista, una cobertura crítica de lo que pasó en España en los últimos años – entre el tema del ...

  • Mi querida España - Val, Luis del | 978-84-670-5241-1

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    Resumen del libro. El periodista y escritor Luis del Val hace un recorrido costumbrista de España con las peculiaridades, usos y prácticas de sus habitantes ...

  • MI QUERIDA ESPAÑA - LAIE

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    MI QUERIDA ESPAÑA ... Editorial Espasa Calpe, S.a. ... El periodista y escritor Luis del Val hace un recorrido costumbrista de España con las peculiaridades, usos y ...

  • MI QUERIDA ESPAÑA (Libro en papel) - Unebook.

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    MI QUERIDA ESPAÑA, LUIS DEL VAL, 19,90€. El periodista y escritor Luis del Val hace un recorrido costumbrista de España con las peculiaridades, ...

  • El asesino del patinete de Olaf Serra

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    Andrew Morales es detective de homicidios en la Policia de Seattle. Debera hacer frente a uno de los casos mas complejos de su carrera, y hacer todo lo posible para detener a un asesino en serie que ha empezado a aterrar la ciudad. Su sena caracteristica es atacar a sus victimas montado en un patinete electrico. No deja rastro alguno, no existe relacion entre las victimas y es toda una incognita su identidad. La investigacion sera toda una carrera de obstaculos, mientras importantes cambios en su vida personal le haran replantearse sus prioridades. Nadie es lo que parece a simple vista, y en ocasiones, es necesario rebuscar en su interior para descubrir un oscuro secreto que lucha para salir a la luz.

  • Un canalla con mucha suerte (Lemonville 1) de Ella Valentine

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    Lemon Pie sabia muchas cosas de la vida, pese a tener solo 28 anos. Sabia, por ejemplo, que mentir estaba mal. Sabia tambien que el chantaje era imperdonable en el seno de su familia, y en el resto de su entorno, ya que estaba. Sabia que el amarillo y el rosa fucsia casaban bien, pero no estaban bien vistos en su pueblo, aunque no sabia el motivo. Sabia que una falda por encima de la rodilla en un pueblo como el suyo, en las profundidades de Alabama, era una afrenta a la comunidad. Incluso a Dios, si se apuraba. Sabia que la competitividad podia ser peligrosa, sobre todo cuando las personas perdian de vista los verdaderos motivos de sus acciones. Y sabia, sobre todas las cosas, que Sherilyn Foster era el demonio en persona. Una zorra presuntuosa que pensaba que disimulaba por el simple hecho de ponerse vestidos sesenteros y colgarse una fina cruz de oro blanco del cuello. Y no es que tuviera nada contra Sherilyn. No, por Dios, ella hacia ya mucho tiempo que habia asumido que no podia competir contra su carita de nina buena y su cabello rubio e impoluto. Sherilyn jamas habia tenido pecas, al contrario que ella, que tenia toda la cara llena. Nunca habia dicho una palabra mas alta que otra, ni siquiera cuando eran ninas, cuando Lemon hablaba como si fuese un camionero en un descampado, segun palabras textuales de su madre. Sherilyn mantenia la compostura incluso en los peores momentos, como aquella vez que al pastor Johnson se le escapo un eructo en medio del sermon. Lemon apenas pudo contener la risa, pero Sherilyn siguio sonriendo sin despegar los labios como si no hubiese pasado nada. Era perfecta. Por eso la odiaba. --Fijate en eso, tesoro. --Su madre se acerco a ella y senalo a Sherilyn, que en aquel momento reia como una hurraca de algo que James habia dicho--. No puedo creerme que encaje tan bien entre nosotros. Tengo que reconocerlo, nos has provocado a tu padre y a mi infinitos dolores de cabeza, y bien sabe Dios que no me gustaba la idea de imaginar a mi ninita en una ciudad tan grande como Nueva York, pero… --Mama... --Intento frenarla, pero fue inutil. --Tienes que entendernos, Lemoncito. Eres nuestra unica nina. Dejar que te fueras nos partio el alma en dos. --Su suspiro fue tan dramatico que Lemon tuvo que poner todo su empeno en no rodar los ojos--. Cuando, ademas, nos dijiste que por fin te habias echado un novio, pero era neoyorkino... --Sus labios se fruncieron de disgusto--. Ya sabes como es la gente alli. Las familias no se crian con nuestra moralidad. --De nuevo suspiro, y de nuevo Lemon quiso rodar los ojos. O correr. En cambio, no hizo ni una cosa, ni la otra--. Estaba aterrorizada. Ya te imaginaba trayendo a un chico lleno de tatuajes o sabe Dios que locuras mas. Quiso decirle a su madre que estar lleno de tatuajes no era una locura, pero sabia que era inutil. No la culpaba. Se habia criado rodeada de personas que esperaban de ella que fuera la perfecta dama surena. No podia comprender como habia mujeres que necesitaban realizarse de otro modo que no fuera casarse, cocinar y tener hijos. Y Lemon lo intentaba, de verdad lo intentaba. Quiza por eso estaba metida en aquel lio, por intentarlo demasiado. --Lo que quiero decir --prosiguio su madre, que no habia dejado de hablar en ningun momento--. Es que necesite algo mas que un poquito de Bourbon en el te para soportar la espera. ?Entiendes lo que quiero decir? --Asintio. Lo cierto es que no sabia a donde queria llegar. O si, lo sabia, pero le daba tanto miedo que prefirio guardar silencio--. Y, en cambio, aqui estas, con un hombre guapisimo, con clase, educacion y que ha sabido ganarse a los habitantes de Lemonville en cuestion de horas. --Sonrio, la abrazo por los hombros y la miro con todo el amor maternal del mundo concentrado en sus ojos--. Puede que no hayamos dicho esto muy a menudo, sobre todo los ultimos tiempos, pero papa y yo estamos muy, muy muy orgullosos de ti, Lemon. No podias haber escogido un novio mejor. Su orgullo era tal que Lemon volvio a centrar su mirada en James, que hablaba gesticulando con las manos frente a varios vecinos de su pequeno y encantador pueblo. Los tenia en el bote, el maldito. Si su madre supiera... Si tuviera una minima idea de lo que habia hecho... Pero no lo sabria. Lemon solto aire y enderezo los hombros. No podia ni siquiera pensar en ello. Se habia metido en el mayor lio de su vida y comprendio, viendo a James Baker reir con la idiota de Sherilyn de nuevo, que salir de el iba a costarle mas que una disculpa y una sonrisa inocente. Si tan solo hubiese mantenido la boca cerrada aquel dia... 2 Lemon Todo empezo con aquella llamada. Lemon estaba acostumbrada a recibir todos los viernes a las seis de la tarde, ni un minuto mas, ni un minuto menos, la llamada semanal de su madre. Daba igual que Lemon le dijera que a esa hora aun estaba en el bufete de abogados en el que trabajaba o que estaba mal visto recibir llamadas personales en horario laboral. Annabeth Pie era una mujer de costumbres e ideas fijas, si se habia empenado en llamar a su hija todos los viernes por la tarde a aquella hora, lo seguiria haciendo hasta el fin de sus dias. O como diria ella: hasta que Dios se lo permitiera. Si algo habia aprendido Lemon a lo largo de los anos era a capear con inventiva el caracter inflexible de su madre. Como hizo aquella vez que le compro un vestido amarillo lleno de lazos y volantes para la fiesta de final de curso de septimo grado y Lemon se lo cambio en el bano del instituto porque con el parecia un cupcake de limon. O aquella otra en la que le prohibio escuchar musica rock porque sus letras eran poco adecuadas para una chica de su edad y acabo escondiendo los discos de sus grupos favoritos dentro de caratulas de bandas cristianas. O su favorita: aquella noche en la que su madre invito a cenar al pastor Johnson al cumplir los dieciocho para que le hablara de la importancia de mantener intacta su flor y ella fingio ser la muchacha casta y pura que sus padres esperaban cuando lo cierto era que hacia dos anos que se habia desflorado con el hijo mediano de los Marshall en el sofa de su garaje. --Te lo puedes creer, ?carino? --pregunto su madre afligida. --Para nada. --Lemon respondio una frase al azar sin dejar de leer el informe que tenia entre las manos. Otra de las cosas que Lemon habia aprendido a hacer a lo largo de los anos era a convertir en ruido de fondo el parloteo incesante de su madre mientras seguia trabajando, porque ella solia aprovechar aquella charla semanal para ponerla al corriente sobre todos los chismorreos del pequeno pueblo sureno de Alabama del que huyo al empezar la universidad y a Lemon, lo cierto, es que no le importaban lo mas minimo. --Desde luego, Lemonville ya no es lo que era. Me parece inadmisible que tu padre haya dado permiso a ese zarrapastroso para que abra un local de dudosa reputacion. Aquello llamo la atencion de Lemon, que levanto los ojos del papel y miro el aparato que habia puesto en manos libres con el ceno fruncido. --?Un local de dudosa reputacion en Lemonville? --Eso mismo le pregunte yo a tu padre: ?un local de dudosa reputacion en Lemonville? Es indignante, sumamente indignante. Como alcalde debe garantizar el decoro en nuestra comunidad, pero el no deja de decir que un pub irlandes no puede ser considerado como tal y que, aunque a el tampoco le haga gracia, no tiene un motivo justificado para prohibir su apertura. Como si no supiera la fama que tienen los irlandeses... --Chasqueo la lengua contra el paladar indignada y Lemon puso los ojos en blanco. Era tipico de su madre prejuzgar a la gente dejandose llevar por los estereotipos, estereotipos que, por otra parte, la mayoria de las veces no tenian ni pies ni cabeza--. Por cierto, carino, ?recuerdas a Joanne Williams? --prosiguio ella que era toda una experta en enlazar temas sin conexion alguna. --Si, mama, estudiamos juntas. --Lemon fijo sus ojos de nuevo en el informe y se preparo para volver a desconectar de la conversacion. --Pues no te lo vas a creer, pero se ha prometido. Me lo conto Daisy en nuestra partida de bridge semanal, se lo conto la peluquera mientras le hacia la permanente. !Joanne comprometida! ?Quien lo hubiera dicho? Con lo poco agraciada que es la pobre, con esos dientes de raton y esas piernas de jugador de futbol... Yo no digo que no sea buena chica, pero guapa, lo que se dice guapa, no es. Lemon volvio a poner los ojos en blanco, esta vez acompanando el gesto con un movimiento negativo de cabeza. Para su madre, la rectitud y el decoro tenian que ir acompanados con un buen envoltorio. --Me alegro por ella, mama. --Yo tambien, hija, porque todos creiamos que se quedaria solterona. Y hablando de solteronas... --Lemon tenso la mandibula anticipandose a su siguiente intervencion--: ?Cuando vas a sentar la cabeza, carino? Te pasas el dia trabajando y, aunque me parece respetable que una mujer tenga sus aspiraciones profesionales, creo que ha llegado el momento de que empieces a pensar en el futuro. Te acercas a la treintena, si esperas demasiado los mejores hombres ya habran volado. --Eso no me preocupa, mama. --Pues deberia. No siempre seras una chica bonita. Un dia te despertaras con el pecho caido, el pelo canoso y la cara llena de arrugas y, entonces, ?quien crees que querra casarse contigo?. -- Su madre hizo un chasquido reprobatorio con la boca--. Por suerte yo tengo el candidato perfecto para ti. Es un hombre guapo, educado, tiene buena percha y trabaja como vendedor de seguros en el pueblo de al lado. Es el sobrino de Betty, del supermercado. Le conoci el otro dia en la cafeteria de Ashton y me parecio un buen partido. Lemon evito decirle todo lo que pensaba sobre aquello, que era mucho. Para ella, su prioridad era su trabajo. No tenia pensado casarse, al menos a corto plazo, y menos con un vendedor de seguros de Alabama. En vez de eso, para evitarse una discusion esteril con ella, dijo en tono conciliador: --No me interesa en este momento conocer a nadie, mama. Ademas, tampoco tengo tiempo. --Bueno, Lemoncito, ya os conocereis cuando vengas a Lemonville para el 4 de julio. Lemon cogio aire, se paso una mano por el pelo con actitud nerviosa y decidio que habia llegado el momento de tener esa discusion que hacia semanas que estaba retrasando. --Ya. Sobre eso, mama... Veras, no creo que pueda ir a Lemonville el 4 de julio.

  • Jugando con una serpiente de Silvia Garcia Ruiz

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    Suburbios de Londres, 1803 --!No puedo creer que ese mocoso aun este vivo! --gritaba Hal, uno de los rufianes de los barrios bajos de Londres para quien los ninos de la calle solo eran una herramienta para enriquecerse. --Por lo menos, su hermano es rapido y aprende a matar con facilidad, pero ?para que nos sirve el y su cara bonita? --pregunto Hugh, otro de los andrajosos tipos que miraban al mugriento nino, que, cansado, hambriento y lleno de golpes de su ultima aventura, se habia derrumbado en el suelo del viejo almacen que esos tipos usaban como escondite en sus distintos trapicheos. --Si no sabe robar y no puede matar, tal vez con ese bonito rostro nos sirva para otra cosa... --declaro maliciosamente Hal, alzando el rostro del nino de bonitos cabellos rubios, consiguiendo con ello que unos airados ojos azules se clavaran en el y que el chiquillo, al que todos creian rendido, sacara unas ultimas fuerzas de su cansado cuerpo para morder la mano que se atrevia a tocarlo--. !Mierda de mocoso! !Me ha mordido! --exclamo Hal con indignacion mientras apartaba de una sonora bofetada al rapaz que habia reclamado su sangre con un mordisco. --Ya sabes que no puedes hacerle dano, o de lo contrario el jefe tendra problemas a la hora de controlar al Cuchillas. --Su hermano si nos sirve: ha aprendido a matar como todo un asesino, pero este bribonzuelo es un completo inutil. No veo por que motivo nuestro jefe no se deshace de el. --Yo tampoco lo se. Parece como si estuviera esperando algo de este mocoso. Ni siquiera se ha dignado darle un nombre como a los demas chiquillos que estan a su cargo. --Si, pero a los demas ya nos ha quedado claro como se llama este crio, ?verdad, Inutil? -- declaro Hal entre carcajadas, recibiendo a cambio una fria mirada llena de furia que el nino, a pesar de su precaria situacion, todavia se permitia exhibir--. !No me gusta como me miras, mocoso! --grito Hal sin saber por que lo incomodaba tanto esa molesta mirada, al tiempo que levantaba al andrajoso nino del suelo, agarrandolo por el cuello de la camisa. El pequeno no hablo ni emitio queja alguna. Simplemente se limito a seguir mirando desafiante a ese sujeto, quitandole el poder que este ejercia sobre el gracias a sus amenazas al mirarlo sin miedo o al no retroceder frente a el. Cuando el chiquillo sonrio con ironia a su inutil intento de intimidacion, Hal sintio un inexplicable acceso de miedo ante esa sonrisa e intento ocultar rapidamente su debilidad con los punos. --!Insolente mocoso! --grito levantando la mano para borrar del rostro de ese nino esa sonrisa que tanto lo molestaba. Hasta que su mano fue detenida por una serena y dulce voz que todos temian mas que ninguna otra cosa, ya que sabian como se las gastaba el frio hombre que gobernaba los suburbios de Londres. --?Que te he dicho acerca de maltratar mi mercancia? ?Es que acaso quieres perder esa mano, Hal? --pregunto un individuo vestido con unas elegantes ropas negras al que todos llamaban <>, y a cuyos despiadados ojos no pasaba desapercibida ninguna de las malas acciones de ese lugar, tanto las que el mandaba llevar a cabo como las que otros hacian sin su permiso. Hal temblo de puro miedo y se apresuro a soltar al muchacho y a ocultar esa mano que no sabia si perderia ese dia, porque las acciones del Cuervo siempre eran impredecibles para los que desobedecian su mandato: en un momento te estaba sonriendo y al siguiente habia atravesado tu corazon con su cuchillo. Por fortuna para Hal, la mirada retadora que ese mocoso aun mantenia hacia ellos, observandolos como si fueran basura, molesto tanto al Cuervo como lo habia hecho con ellos. Y, dejando a un lado su castigo, el rey de los suburbios dirigio sus pasos hacia el insultante nino que, sin poder alguno, aun osaba desafiarlo. --?Donde esta mi dinero? --exigio el Cuervo al mugriento crio de apenas diez anos. Y este, por toda respuesta, le dirigio una sonrisa ironica mientras se alzaba de hombros y le mostraba sus manos vacias--. Si no eres de utilidad para el trabajo de las calles, en donde lo unico que tienes que hacer es arrebatarles la bolsa a los incautos, tendre que utilizarte de otra manera... --advirtio senalandolo con su baston negro, en cuya empunadura siempre llevaba la amenazante cabeza de un cuervo, recordandole asi a todo el mundo cual era su nombre y el poder que tenia en ese lugar, en donde el los manejaba a todos bajo sus firmes alas. --Asi pues, dime, pequeno infeliz, ?en que tipo de trabajo podria utilizarte? ?Tal vez en alguna fabrica mugrienta donde los ninos mueren a decenas cada semana? ?O quiza podria reservarte para el disfrute de algun vicioso noble al que puedas entretener con tu bonito rostro...? --intento amenazar el Cuervo. Pero el mocoso, ante sus palabras y al contrario que sus hombres, no retrocedio--. !Contestame! !Se que puedes hablar: te he oido murmurar junto a tu hermano en mas de una ocasion! --lo increpo airadamente el Cuervo, perdiendo la poca paciencia que tenia para luego volver a serenarse, intentando ocultar el monstruo que era detras de una encantadora mascara que podia enganar a quienes no lo conocieran, pues siempre habria algun incauto en esas calles que se dejaria enganar por su siempre impecable presencia y amistoso rostro. >>Se que no eres idiota, pero lo pareces cada vez que me provocas a mi o a mis hombres. No se por que te niegas a hablar desde que os recogi a tu hermano y a ti, sacandoos de las frias calles y dandoos un hogar --continuo el Cuervo, fingiendo ser el alma caritativa que nunca seria, consiguiendo que el nino tan solo sonriera ironicamente ante esas palabras en las que ahora ya no creia, pero en las que una vez confio. --!Ahi esta otra vez esa sonrisa impertinente que tanto me molesta y esa mirada audaz con la que te atreves a desafiarme! Esos rebeldes actos tuyos son los que me motivan a permitir que mis hombres te aleccionen. Y si sobrevives a sus lecciones en esta ocasion, tal vez te ganes un nombre. Si no..., bueno, simplemente moriras a causa de un desgraciado accidente que excusaremos ante tu hermano. Despues de todo, quiero seguir utilizando los fabulosos talentos para la muerte que tiene el Cuchillas, de los que un nino bonito como tu carece... Hal, Hugh... Es todo vuestro --sentencio el Cuervo, despreocupandose de la airada mirada que lo perseguia reclamando su sangre y sin inquietarse demasiado por ella, ya que, despues de ese dia, no volveria a ver mas a ese impertinente nino. O eso era lo que el creia... * El Cuervo habia ordenado a sus secuaces que le dieran una leccion a ese mocoso lejos de la ciudad, en un lugar desde donde los rumores no pudieran llegarle a su hermano. Y, asi, esos dos vengativos sujetos habian llevado al nino sin nombre hasta las afueras, en donde habian oido que se encontraba instalado un viejo campamento gitano. Con sus coloridos carromatos agrupados en torno a una enorme fogata, este mostraba una bulliciosa multitud llena de vida y alegria que cantaba y bailaba con jubilo, pero pronto la presencia de los compinches del Cuervo acabo con sus risas y apago sus canciones. Ese generoso pueblo nomada viajaba por todo el mundo aceptando entre ellos a cualquiera que quisiera acompanarlos, consiguiendo unos espectaculos muy entretenidos y exoticos con los que se ganaban unas monedas, entre los que destacaban una voluptuosa mujer de rasgos orientales que danzaba con cuchillos o un extrano hombre procedente de la lejana India que hacia bailar a una peligrosa serpiente al son de una humilde flauta. A los gitanos nunca les habian gustado los escandalosos tipos de la ciudad que, cuando iban a visitarlos, llamaban demasiado la atencion sobre su campamento y en ocasiones provocaban que los nobles los miraran con reprobacion y pensaran dos veces si permitirles acampar en sus tierras. Pero como dejaban buenas propinas, y como conocian la temible reputacion de los hombres del Cuervo, todos en el campamento guardaron silencio e intentaron no atraer la atencion sobre sus mujeres o sobre los mas debiles del clan, que podian verse avasallados por esos granujas. Cuando los secuaces del Cuervo acudian a su campamento, las bocas de ese pacifico pueblo siempre se mantenian en silencio, dejandoles hacer lo que les diera la gana, pero en esa ocasion no pudieron evitar protestar al ver como dos hombres intimidaban a un nino de apenas diez anos que, a pesar de su maltrecho aspecto, permanecia con la cabeza bien alta ante sus maltratadores. --Pero ?que le estais haciendo? !Si tan solo es un nino! --gritaron con indignacion algunas de las mujeres, siendo retenidas por los hombres para evitar que corrieran en auxilio de ese pequeno, pues esa bondadosa accion unicamente atraeria la ira del Cuervo hacia ellos. --!Mejor meteos en vuestros asuntos si no quereis ocupar su lugar! !El Cuervo nos ha dado permiso para aleccionar a este mocoso, y eso estamos haciendo! --grito Hal, arrancando la botella de vino de las manos de uno de los hombres del campamento, que ante esos conocidos matones de los suburbios de Londres no pudo hacer otra cosa mas que agachar la cabeza mientras apretaba con furia los punos. --Veamos si despues de esto sigue negandose a hablar... --apunto Hugh burlonamente, arrojandolo a un pozo. Los gritos aterrados de las mujeres silenciaron el del nino, que en esta ocasion no pudo guardar silencio. --No os preocupeis, no es profundo y hace anos que esta seco. Lo mas que le ha podido pasar a ese mocoso es un dolor de trasero. Eso si: no podra salir de ahi salvo que use una cuerda. Ahora comprobaremos si la oscuridad y el miedo doblegan el rebelde caracter y la fiera mirada de ese mierdecilla. Y si no aprende la leccion, nos desharemos de el. Los hombres del campamento, sintiendose impotentes, intentaron apartar del pobre nino la atencion de esos despreciables sujetos que lo habian convertido en el blanco de su crueldad para que, mientras esos canallas bebian junto a la hoguera y charlaban animadamente con ellos, las mujeres pudieran deslizar con disimulo algunos restos de la cena hacia el fondo del pozo. Los leves tirones de impaciencia que el nino daba a la cuerda en sus intentos por alcanzar su comida eran toda la prueba que tenian de que continuaba con vida, pues no se veia nada en la negrura del pozo. * Un rato mas tarde, en mitad de la noche, la bebida y el entretenimiento ya no eran diversion suficiente para esos tipos, y al no oir ningun grito procedente del pozo, los dos rufianes se percataron de que no habian logrado doblegar el espiritu del chiquillo. --Me pregunto si ese mocoso chillara si le arrojamos algo aterrador... --musito cruelmente Hal mientras fijaba los ojos en uno de los espectaculos del campamento gitano, en el que un extrano hombre con un punto rojo sobre la frente y un turbante en la cabeza tocaba una rara flauta para hacer bailar a una aterradora serpiente. --!Cuidado! Este animal es extremadamente peligroso: una sola mordedura puede llevarte a la muerte --previno el hombre, deteniendo la melodiosa musica de su flauta, con lo que la serpiente por poco no mordio la osada mano del insolente que se atrevia a acercarse a ella. Luego, para calmarla, prosiguio con su cancion hasta que volvio a meterse en su cesta, no sin antes dedicar una desdenosa mirada al hombre, que no le gustaba, y hacerle una ultima advertencia al ensenarle los afilados colmillos que tenia en sus fauces, repletos de un mortifero veneno. Tras cerrar la cesta, el hindu se apresuro a alejarse con su peligrosa amiga hacia un lugar lo suficientemente apartado de esos sujetos y de su crueldad, pero sus viejas manos no fueron lo bastante rapidas y uno de ellos le arrebato la canasta para arrojarla de inmediato al pozo. Sabiendo lo peligroso que era ese animal, todos los miembros del campamento lloraron en silencio por el terrible destino de ese pequeno al que no habian podido ayudar por miedo. Las mujeres dejaron que sus lagrimas se derramaran abiertamente por sus rostros a la vez que rezaban por el alma de ese nino, mientras que los hombres apretaban sus punos, furiosos consigo mismos por no hacer nada y con esos dos malnacidos que habian sido tan crueles con un simple nino unicamente porque su mirada los molestaba. --Hasta los condenados tenian derecho a defenderse cuando los arrojaban ante las bestias -- proclamo el hindu Ranjit en voz alta mientras negaba con la cabeza, apenado por la vida que se habia desperdiciado. --!Oh! ?Es que no estais contentos con nuestro castigo? Esta bien, que no se diga que no somos misericordiosos: arrojemosle algo a ese mocoso con lo que pueda defenderse... --se burlo Hal. Y, arrebatandole la flauta a Ranjit de sus viejas manos, la lanzo a la oscuridad del pozo. --!Ahi tienes tu arma para defenderte de la bestia, mocoso! --grito Hugh, uniendose a las burlas de su amigo. Ranjit no era especialmente valiente, pero aun asi, ante las despiadadas burlas de esos dos despreciables sujetos, no pudo evitar emitir su opinion en voz alta para borrar sus complacidas sonrisas. --Y a pesar de su cruel castigo, no he oido ni un solo grito ni una sola palabra salir de la boca de ese chiquillo. El silencio se hizo en medio del campamento, y cuando los furiosos ojos de los secuaces del Cuervo posaron sus miradas en el viejo Ranjit para convertirlo en el nuevo blanco de su ira, como si ese nino hubiera estado esperando el momento oportuno para llamar la atencion de sus torturadores, la musica de una melodiosa flauta comenzo a sonar burlandose de ellos con su insolencia, haciendoles saber que el todavia estaba en pie y usaba las armas que le habian entregado en son de broma para devolverles la burla a esos despiadados tipos que unicamente querian su muerte. --Muy bien. Veamos cuanto dura esa melodia... --repuso Hal burlon, alejandose del pozo junto a su amigo, creyendo que el joven tan solo habia pospuesto ligeramente el momento de su muerte, que no tardaria en llegar. * --!?Tres dias?! !?Me estais diciendo que ese mocoso lleva tres dias en ese pozo, tocando una punetera flauta, y que no os atreveis a bajar porque lo habeis encerrado con una maldita serpiente venenosa?! --grito el Cuervo, muy descontento, a sus secuaces. --En el campamento nos han dicho que ese bicho es extremadamente peligroso, y cada vez que le arrojamos la cuerda al nino para subirlo, el tira de ella con todas sus fuerzas... Tememos caer junto a el y ese mal bicho. --Os encargo una tarea muy simple: darle una leccion a un nino..., !?y me venis con esto?! Es mas que evidente que si ese chiquillo ha sobrevivido, esa serpiente no es tan venenosa como todos dicen. Por esta vez voy a ir con vosotros para sacar al maldito crio del pozo..., aunque aun no tengo claro si no deberia arrojaros a vosotros a el --manifesto el Cuervo ofuscado, apresurandose a seguir a sus hombres hasta el campamento gitano para no retrasar por mas tiempo la leccion que debia recibir ese chiquillo. Cuando el Cuervo llego junto al pozo, los gitanos, que siempre habian temido su presencia, huyeron nuevamente de el. Pero en esta ocasion al Cuervo no le pasaron desapercibidos los gestos que varios de esos hombres intentaban ocultar frente a el: unas complacidas sonrisas asomaban a sus rostros, apreciando en secreto el valeroso desafio que un simple nino estaba planteandole al senor de los barrios bajos de Londres. --!Tu, baja a por el! --grito el Cuervo con furia, senalando a Hugh para que se atara una cuerda en torno a la cintura, y, tras asegurarla enrollandola alrededor de un arbol cercano, el rufian descendio por el resbaladizo pozo con dificultad. Cuando oyeron que Hugh llegaba hasta el fondo, la musica de la flauta ceso. Y al contrario que el silencioso chiquillo, el hombre grito, lleno de dolor y agonia, dejando claro a los presentes que la vibora que habia favorecido al pequeno habia reclamado la vida del maleante. --!Escuchame bien, mocoso! !Si no sales de ese pozo voy a matar a todas las personas del campamento! !Y si pese a ello todavia sigues empecinado en continuar ocultandote en ese agujero, recuerda que tengo la vida de tu hermano en mis manos! Unos momentos despues, por toda respuesta, la cuerda se tenso y el nino comenzo a escalar el pozo hacia su libertad. Una vez que llego arriba, Hal cogio airadamente la mano del nino con la que se agarraba al borde del pozo. Su impaciencia por vengarse de ese chiquillo lo llevo a olvidar la peligrosa presencia que el pequeno mantenia junto a el: para asombro de todos, el nino no mantenia a la serpiente encerrada en su cesta, sino que la llevaba enrollada en un brazo, y el reptil, sin consentir que nadie se acercara a su pequeno protegido, mordio la mano del furioso individuo, lo que le provoco la muerte. Tras la caida de Hal, el nino salio por su propio pie del pozo con la serpiente aun enrollada en torno a su brazo. Ranjit, tras ver la imperturbable presencia de ese chiquillo y sus frios ojos azules, tan desafiantes como los de una serpiente, solo fue capaz de realizar una profunda reverencia al tiempo que murmuraba algo en un extrano idioma. Posteriormente, Ranjit repitio sus palabras en el idioma comun para que todos lo entendieran: --Naga... El dios serpiente... Ranjit creia que ese nino era uno de los nagas, dioses serpiente hindues que adoptaban forma humana y que su pueblo veneraba. Y entonces el pequeno, sonriendo maliciosamente a su enemigo, hablo por primera vez para declarar ante todos: --Me llamo Snake.

  • Cuanto mas lejos mejor, mi amor de Becca Devereux

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    Siete de la tarde de un domingo cualquiera. Como todos los domingos, me preparo para ir al club al que pertenezco desde hace dos anos y medio. Siempre quedamos en el mismo bar. Lo regenta el hermano de Cris, una de las integrantes del club, y alli nos sentimos como en nuestra propia casa. ?De que va mi club? Bueno... es un poco raro de explicar. Solo te dire que hace dos anos y medio mi vida era una autentica mierda. Me quede sola. Literalmente. Despues de un desengano amoroso del que prefiero no hablar, que conste que ya lo he superado, ejem, me vi mas sola que la una y enterrando mis penas en helado de chocolate. Entonces me tropece por casualidad con Lina, aunque yo sigo pensando que fue obra de mi angel de la guardia, que despues de ver lo mal que lo habia pasado, decidio echarme un cable. Lina me presento a Cris. Decian haber formado un exclusivo club que consistia basicamente en beber margaritas, despotricar del sexo contrario y apoyarnos mutuamente. El club de las solteras. ?La unica norma para entrar en el? No permitir, bajo ningun concepto, que un tio te volviese a romper el corazon. Lina tiene un dicho que repite constantemente para que no se nos olvide: el hombre es el unico animal que tropieza dos veces con la misma piedra. La mujer es mas lista y la siguiente vez la esquiva. Despues llegaron Lola y Maria. Asi, cuando nos dimos cuenta, eramos un grupo de seis mujeres que se apoyaban mutuamente entre si. Dispuestas a dar una palmadita en la espalda de la otra cuando habia tenido un dia horrible, o a dar un tiron de oreja cuando una de nosotras cometia un error. Ese es nuestro club. Nos aconsejamos, nos reimos, bebemos margaritas y lo pasamos en grande. No hay excusa para no quedar porque aquel es, sin lugar a duda, el mejor dia de la semana. Hablamos sin tapujos sobre sexo, trabajo o nuestros problemas. Nos escuchamos sin juzgar y nos divertimos de lo lindo. Tengo tal conexion con estas mujeres que ya las considero mi familia. Una familia de mujeres, algunas de ellas madres, otras separadas, triunfadoras o unas completas guerreras, que se escuchan sin juzgar y se quieren incondicionalmente. El club de las solteras donde el unico requisito es aprender a vivir sin un tio porque, ?de verdad tengo que decirlo? !Sola se esta mejor! Hoy estoy de buen humor. En realidad, todos los domingos lo estoy. Me lo paso genial con las chicas y estoy deseando conocer el ultimo ligue con el que Lina se ha ido a la cama. Escuchar sus aventuras de Tinder es mas entretenido que una telenovela de Netflix. Aunque tambien estoy preocupada por Maria y la crisis adolescente de su hija. A su ex le ha dado por hacer de "buen" padre y ahora intenta comprar a la nina con entradas a conciertos y ropa de marca. Pobre Maria, ultimamente no levanta cabeza. Menos mal que ahi estamos nosotras para apoyarla. Estoy tan ensimismada en mis pensamientos que cruzo el paso de peatones sin mirar. Sucede tan deprisa que ni siquiera me da tiempo a pensar. Un fuerte golpe en la espinilla me tira de boca sobre la carretera. Escucho el derrape de unas ruedas y a alguien maldecir en voz alta. Y entonces si que aullo de dolor. Tengo la rodilla en carne viva y las palmas de las manos magulladas porque he conseguido apoyarlas antes de caerme al suelo. Uf, al menos no me he roto nada. --?Te encuentras bien? Lanzo una mirada furiosa al motorista que acaba de atropellarme. Camiseta de un grupo de rock, vaqueros desalinados y brazos tatuados. Menudas pintas. Me estoy poniendo de pie cuando me agarra de la cintura. --?Que haces? --le espeto furiosa, y me aparto de mala manera. Ni en broma permitiria que un tio con aspecto de malote me pusiera una mano encima--. ?Primero me atropellas y luego me manoseas? El motorista se sobresalta y retrocede. Se quita el casco y me observa con una mezcla de estupor y enfado. Esa mirada chulesca confirma mis peores sospechas. Es la clase de hombre que evito como la peste. No hay mas que verlo. --No te estaba sobando, intentaba ayudarte. Sobando. Brrr... menuda palabra mas desagradable. Pero que se puede esperar de un hombre con semejante apariencia. ?Que tendra? ?Treinta anos? Ni siquiera se ha afeitado. Por Dios, tambien tiene las manos tatuadas. Alguien deberia decirle que le costara encontrar un trabajo decente con esa pinta de motorista grenudo. Ladea la cabeza y me dedica una sonrisa pretenciosa. --?Me quito la camiseta para que me veas mejor? Pongo cara de asco. --Ay, no. Ya he visto toda la mercancia y no hay necesidad de desenvolverla --me agacho para recoger mi bolso y no lo encuentro por ninguna parte--. Es culpa tuya. Deberias conducir con mas cuidado. --La furgoneta que hay aparcada delante del paso de peatones me ha cortado la visibilidad. --Que excusa tan barata... Cuando veo que sostiene algo en la mano, me pongo colorada al ver que es mi ropa interior. Tengo la absurda mania de llevar ropa interior de repuesto dentro del bolso. No se para que, si llevo tanto tiempo sin acostarme con alguien que a estas alturas podria volver a ser virgen. Toda la culpa la tiene Lina y sus consejitos sobre ir preparada por si acaso. El motorista sostiene mi tanga de encaje con un dedo y una sonrisa traviesa en los labios. --Hagas lo que hagas ponte bra... Se lo arrebato antes de que pueda terminar la frase. Menudo cretino. Encuentro mi bolso debajo de un coche y meto a toda prisa el resto de las pertenencias mientras el ni siquiera se digna a ayudarme. --?No me vas a decir como te llamas? Me vuelvo hacia el con cara de poker. A ver ?este tio de donde se ha escapado? Supongo que en algun lugar de su cerebro la unica neurona que le queda ha debido de pensar que despues de atropellarme lo podria encontrar remotamente atractivo. --Claro, primero me atropellas y luego te digo mi nombre. ?Tambien quieres mi numero? --No estoy tan desesperado. Le doy un empujon con el hombro para quitarmelo de encima. Menudo energumeno. Tampoco se de que me sorprendo. En mi trabajo estoy acostumbrada a lidiar con tipos desagradables y ya deberia estar curada de espanto. --Espera, guapa. Me vuelvo hacia el con cara de pocos amigos. --No me llames guapa. Es sexista. Me mira confundido y estoy a punto de reirme. Pobrecillo. Seguro que la palabra sexista no la conoce su reducido vocabulario. --Te dejas tu juguetito. Me lanza el estimulador de clitoris y esta a punto de darme un infarto. Dios de mi vida, esto es el colmo. Lo cojo al vuelo, respiro profundamente y finjo no sentirme avergonzada. Soy una mujer moderna que vive su sexualidad como le da la gana, ?no? --Gracias --respondo con fingida chuleria. --De nada, mujer. Pero si quieres llamar la atencion del proximo desconocido que se te cruce, no hagas que te atropelle. Lo puedes invitar a un cafe. Es mas efectivo. Me meto el dedo en la boca y finjo vomitar. El se rie. Le doy la espalda y camino con decision hacia el bar. Espero no volver a verlo en la vida. --!Adios, guapa! Me despido de el ensenandole el dedo corazon y lo escucho reirse mas fuerte. Si es que... todos los tios son iguales... *** Cuando llego a nuestra mesa, la ultima del fondo con un desgastado sofa rojo, todas me miran horrorizadas. Maria se levanta con un panuelo en la mano y hace de madre, como siempre. --Llevo un botiquin en el bolso. No te muevas. --No hace falta que... --?Que te ha pasado? --pregunta Lola. --Un gilipollas en moto me ha atropellado --me dejo caer en el sofa con expresion resentida. Ahora me arrepiento de no haberlo puesto en su sitio--. !Estoy bien! Maria hace caso omiso a mis quejas y me desinfecta la herida de la rodilla. --Y luego diran aquello de: !mujer tenias que ser! Cuando nosotras conducimos --dice Lina, poniendo los ojos en blanco--. ?Que tal en el trabajo? Dime que traes esa cara por lo del atropello y no porque no consigues imponerte. Desvio la mirada hacia un punto fijo de la pared. Aprovecho que Raul, el hermano de Cris, mira en nuestra direccion para pedirle un coctel margarita y asi evitar la mirada inquisitiva de Lina. Ella se toma mi silencio como una respuesta y resopla. --?Hace falta que te diga que eres la jefa de esa panda de cretinos? Si tu no te impones, nadie ira a rescatarte. Eres su jefa, actua como tal. --No me soportan. --Mejor. El jefe siempre cae mal. Eres su jefa, no tienes que ser su amiga. Agacho los hombros y le doy un sorbo al margarita que Raul acaba de dejar sobre la mesa. --Hoy estas especialmente arrebatadora --le dice Raul a Lina. Ella le dedica una mirada glacial. --Largate. El hace caso omiso a su orden y se sienta a mi lado. No se soportan y nadie sabe por que. Al principio se llevaban bien, pero algo tuvo que suceder hace un ano y medio para que desde entonces se traten de esa forma. Raul la provoca con sus insinuaciones y Lina lo despacha sin miramientos. --?Que se cuentan mis chicas? --?Por que no te largas? Es una reunion de mujeres, por si no te has dado cuenta --le espeta Lina. --Porque me encanta estar con vosotras. Tecnicamente ya soy uno mas, ?no? --el le guina un ojo.--Raul... --le pide su hermana. El pone los ojos en blanco, se levanta y le lanza un beso a Lina. Ella finge que no lo ha visto y se vuelve hacia mi. --?Por donde ibamos? --?Que tal esta Martina? --le pregunto a Maria, con tal de desviar la atencion. --Ha suspendido matematicas, y su padre la llevo el viernes a comprarse un movil como premio. ?Que os parece? Me hace quedar como la mala de la pelicula. Ayer le quite el movil para que estudiase para el examen de recuperacion y me grito que me odiaba. Lo proximo sera decirme que se quiere ir a vivir con su padre. --!No dira eso! --la tranquiliza Lola--. Ya sabes el caracter que se gastan a esa edad. Pero en el fondo Martina conoce la verdad. Su padre viaja de un sitio a otro y solo esta con ella los fines de semana. Sabe que quien se desvive por ella eres tu. --No lo tengo tan claro --Maria se vuelve hacia Cris con lagrimas en los ojos--. A veces preferiria ser madre soltera. El rostro de Cris se ensombrece y se forma un silencio muy incomodo. Maria se arrepiente de inmediato y le coge la mano. --!Perdon! No se ni lo que digo. Ay... normal que Martina no me soporte. ?Creeis que soy una mujer insoportable?

  • El juego de la memoria de Felicia Yap

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    En la realidad de El juego de la memoria existen dos tipos de personas: los Uno, que pueden recordar solo un dia, el de ayer euros y los Duo, que tambien recuerdan el dia de antes de ayer y que, por lo tanto, pertenecen a la clase privilegiada. Claire y Mark Evans forman un matrimonio mixto, algo poco comun. Claire, Uno, es ama de casa, y Mark, Duo, es un exitoso novelista que se prepara para lanzar su carrera politica. Aparentemente son el ejemplo perfecto de la politica de tolerancia e igualdad, hasta que en la orilla de un rio aparece el cuerpo de una mujer. A partir de entonces, el enigmatico detective Hans Richardson entra en sus vidas y empieza la investigacion en un mundo en el que la memoria es muy fragil.

  • La trama oculta de Jose Maria Merino

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    ?Que lector no ha querido conocer los secretos de un gran escritor? Jose Maria Merino, uno de los principales culpables del actual buen estado de la narrativa breve en Espana, nos regala algunas claves de su literatura.

  • El destino de Elisabeth de Laura Frantz

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    Lady Elisabeth Lawson lleva haciendo encajes desde que tenia cinco anos. Su tranquilo mundo se pone patas arriba cuando en el Williamsburg colonial la paz salta por los aires en visperas de la Revolucion Americana. Su prometido la abandona y por si fuera poco, la acusan de ser una espia britanica. Todos odian a los britanicos, asi que ella se queda sola, sin nadie que la apoye salvo Patriot Noble Rynallt, un hombre que ya tiene suficientes enemigos de por si. ?Y que hacer ahora? ?Podra confiar en el? ?Se quedara con los revolucionarios o se mantendra fiel a sus raices britanicas?

  • Subastada de Mia Ford

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    Katrina Donovan Nunca pense que cuatro palabritas pudieran tener tanto impacto en mi vida. Si me hubieras dicho ayer, o incluso esta manana, que los planes que habia trazado tan cuidadosamente para mi futuro desaparecerian al girar una tarjeta, habria dicho que estabas loco. Por otra parte, yo era la hija de Tommy Donovan, y Tommy Donovan posiblemente tuvo la peor suerte de cualquier jugador al este del Mississippi. Viviamos en un pequeno apartamento, encima de un bar de mala muerte, desde que mi madre murio de cancer hacia diez anos y el aposto todo lo que teniamos. Recuerdo que un dia llegue de la escuela y encontre un camion de mudanzas alquilado, frente a nuestra bonita casa de los suburbios. Mi padre cargo nuestras pertenencias en la parte trasera a un ritmo acelerado, como si tuvieramos que irnos lo mas rapido posible porque algo maligno se dirigiera hacia nosotros. Me quede alli, con mi pequeno uniforme escolar y los libros aferrados a mi pecho, preguntandome que pasaba. Me dijo que me subiera al camion y me quedara callada. Hasta el dia de hoy, no se que paso exactamente o por que tuvimos que irnos tan rapido, aparte de que habia perdido nuestra casa y la mayoria de nuestras posesiones jugando a las cartas. Pense que ya habian terminado sus dias de juego porque no teniamos nada mas que perder. Supongo que me equivoque. --Me van a matar --dijo mi padre en voz baja, como si estuviera hablando consigo mismo, o con alguien que no fuera yo. Mire hacia arriba, desde el otro lado de la mesa de naipes plegable que habiamos encajado en un rincon de nuestra cocina, y frunci el ceno. Por un momento, pense que habia imaginado su voz porque estaba sumida en mis propios pensamientos. Ya casi no hablabamos, ni siquiera el domingo, el unico dia que nos sentabamos a comer juntos. A mi madre le encantaban las cenas familiares de los domingos y no permitia que nada interfiriera en ellas, incluso los malos habitos o adicciones de mi padre. --No pido mucho, Tommy Ray Donovan --solia decir ella, aunque no podia recordar el sonido de su voz. Era irlandesa y tenia un encantador acento que esperaba heredar algun dia--. No tienes que ir a la iglesia, pero al menos puedes sentarte una hora y comer con tu familia. Nunca entendi su entonacion irlandesa. Mi voz es ronca y mi lengua afilada como la de todos los demas en el vecindario. Ademas, la cena de los domingos ya no era tan importante como antes. Supongo que ahora solo hacemos lo justo para honrar su memoria. Muchos domingos, mi padre se va antes de que yo me levante de la cama y no vuelve hasta la hora de abrir el bar para el almuerzo del lunes. Nunca hemos estado muy unidos. Yo era una nina de mama y el preferia la compania de sus companeros de juego a su familia. Ahora, simplemente compartiamos un espacio vital, no un hogar. Rara vez hablabamos, porque ninguno de los dos tenia mucho que decir al otro. Era como si todo estuviera dicho y no hubiera necesidad de decir nada mas. Estabamos esperando que pudiera entrar en una buena universidad para perseguir mis propios suenos y dejar atras mi antigua vida. A veces, me preguntaba si volveria a ver a mi padre despues de que me fuera a la universidad; si sobreviviria sin mi o si, simplemente, beberia hasta morir sin que yo estuviera cerca para cuidarlo. Ni siquiera se si me importaria, en el caso de que eso sucediera. Lo observe por un momento sin decir una palabra. Tenia la cabeza gacha y parecia murmurar para si mismo, mientras recogia la comida de su plato con un tenedor. No habia comido ni un bocado del pastel de carne que habia hecho, ni el pure de patatas instantaneo que habia cubierto con mantequilla y sal. Nunca ganaria un premio de cocina, pero nos permitimos el lujo de la carne una vez a la semana. Normalmente, devoraba lo que le ponia delante, como un hombre hambriento. Luego pedia mas antes de que pudiera darle un bocado. Sabia que algo tenia que estar muy mal si se dedicaba a pinchar el pastel de carne con el tenedor en vez de meterselo en la boca. --?Le ocurre algo al pastel? --Habia probado un trozo y estaba muy bueno, o tan bueno como podia estar mi version de pastel de carne. No me gustaba mucho la carne, lo que me venia bien ya que rara vez podiamos comerla. No me malinterpretes, no eramos pobres ni pasabamos hambre, pero andabamos siempre escasos de dinero, a pesar de que el bar era un buen negocio la mayoria de las noches. Sabia que mi padre se embolsaba mucho del dinero que venia de la caja y eso estaba bien. Era su negocio, su vida y tenia pensado salir de alli pronto, con o sin su ayuda. --?Necesitas ketchup? --Le entregue la botella. --No --dijo en voz baja. --Entonces, ?que te pasa? --?Has oido lo que he dicho? --Sono, irritado. --Supongo que no. --Deje el tenedor a un lado. Respire hondo y lo sostuve mientras ponia las manos en mi regazo y formaba dos punos apretados. Tenia la sensacion de que ese dia era igual que el que llegue a casa y lo vi cargando el camion de la mudanza. Algo malo se nos venia encima otra vez. Lo sabia. Me prepare para lo peor. --Me van a matar --susurro. Dejo el tenedor y presiono las palmas de las manos contra la mesa, una a cada lado del plato, como si tratara de evitar que la mesa flotara en el aire. Miro hacia arriba con lagrimas en los ojos--. Me van a matar. Y no puedo evitarlo. Sacudi la cabeza para asegurarme de que habia escuchado bien. Recorri su cara un segundo con la mirada y tuve la sensacion de estar mirando a un extrano. No me habia dado cuenta de lo viejo y castigado que estaba. Solo tenia cincuenta y siete anos, pero parecia estar mas cerca de los cien. Su rostro, que antes era agradable, era regordete y rojo por la bebida. Pequenas venas azules trazaban un mapa en sus abultadas ojeras y a traves de su engrosada nariz. Su piel estaba cenicienta, como la de un hombre que no habia visto el sol en mucho tiempo. Habia engordado y estaba perdiendo el pelo. Y tenia grandes lagrimas en los ojos. Eso fue lo que me pillo desprevenida, dandome a entender que algo andaba mal. Nunca habia visto a mi padre llorar. Ni siquiera cuando enterraban a mi madre. --?Quien va a matarte? --Force una pequena sonrisa de incredulidad. Mi padre no era bromista, pero no creia que hablara en serio, aunque su expresion indicaba que lo era.--. Jesus, papa, ?que has hecho? Respiro hondo y se estremecio. Cuando saco las palmas de las manos de la mesa, dejaron un perfecto perfil de sudor en la superficie. Las froto y evito mirarme a los ojos. --Tengo deudas. --Se limpio la nariz en el dorso de la mano--. Tengo deudas con alguna gente. --?Que clase de deudas? --Ya imaginaba la respuesta, pero queria que confesara en voz alta. Cruce los dedos sobre mi regazo para que no me temblaran las manos--. Papa, ?que deudas y que gente? Levanto la vista por un segundo y luego, rapidamente, miro la placa que aun estaba frente a el. Parecia que estaba rezando mientras decia en voz baja. --Deudas de juego. Y quienes son las personas no importa, solo que quieren su dinero para fin de mes o me mataran. Tome aire con lentitud y lo deje salir igual de despacio. Era triste, pero no me sorprendia lo que acababa de escuchar. Sinceramente, me sorprendia que no hubiera pasado antes. --?Cuanto debes, papa? --Hice la pregunta con calma, aunque por dentro estaba destrozada --. ?Papa? Mirame y dime cuanto debes. Levanto los ojos lentamente y dejo escapar un largo suspiro. Se limpio los mocos con la mano otra vez y se froto un nudillo de la otra mano bajo los ojos. --Setenta y cinco mil dolares. --!Jesucristo, papa! ?Como puedes perder setenta y cinco mil dolares jugando a las cartas? --Ladre sin querer y se estremecio ante el tono de mi voz, como un cachorro reganado por su dueno. Alce los punos y los coloque en la mesa, como si estuviera lista para golpear al aire o a su nariz. --Lo perdi jugando a las cartas. Tambien, apostando a los caballos. No pude evitar que se me abriera la boca e incline la cabeza, como si me pesara una tonelada. --?Caballos? Papa, ?que cono sabes tu de caballos? --No uses ese lenguaje en esta casa. --Fruncio el ceno--. Tu madre no lo aprobaria. --!Mi madre tampoco aprobaria que perdieras setenta y cinco mil dolares! --Grite. De repente me puse furiosa con el y no pude evitar golpear la mesa con los punos--. Oh, Dios mio,

  • Lo extraordinario de Fran Zabaleta

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    Un hombre que quiere desaparecer. Un paraiso envuelto en leyendas. Una busqueda milenaria a punto de terminar.

  • La venganza del profesor de matamaticas de Jordi Sierra I Fabra

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    El temido profesor de matematicas esta a punto de jubilarse, aunque sigue en su empeno de que sus alumnos comprendan la importancia de su asignatura. Cuando es victima inesperada de una broma preparada para otra persona, decide dar una leccion a tres de sus alumnos que no podran olvidar. Deberan ir a su casa y pasar una serie de pruebas para poder aprobar la asignatura.

  • Jamas te enamores de mi, Ivy Bass de Ivy Bass

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    Los privilegiados, elegantes y encantadores hijos de la clase alta argentina no pueden escapar a los escandalos. Su controversial vida social esta rodeada de lujos, fiestas e hipocresia.
    Bianca, la joven y hermosa heredera de un rico legado y una “it girl” en su momento, trata de sobrevivir a la presion de una posible bancarrota mientras debe enfrentarse a un compromiso impuesto para salvar la reputacion de lo que queda de su familia disfuncional. Un matrimonio por interes amenazado por los oscuros secretos y el picante de las noches de fiesta de las sociedades secretas mas poderosas y ricas de Buenos Aires.
    Pero aun mas importarte, Bianca jamas imagino que el compromiso estaria puesto a prueba por un joven guapisimo, problematico y rebelde que dara vuelta a su mundo como un peligroso amor imposible, como un tornado dispuesto a sacudir toda sus fibras sensibles.
    Este libro es el placer culposo que revelara los secretos de la sociedad rica y adinerada de la ciudad. Amistades traicionadas, amores repentinos y tentacion por doquier. ?Cuanto serias capaz de hacer por amor? ?Soportarias ir contra el mundo solo por el?

  • Mujer abrazada a un cuervo de Ismael Martinez Biurrun

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    Como obsequio por su inminente licenciatura en Medicina, cruz Montenegro recibe de su padre el encargo de investigar un insolito caso que pone en cuestion toda la historia de la epidemiologia europea: un bebe ha muerto con sintomas de peste bubonica en un pueblo del Pirineo, cuatrocientos anos despues del ultimo brote que asolo el valle. En su busqueda, Cruz se adentrara en el misterio de una memoria colectiva en la que todavia laten la leyenda de una maldicion, un romance prohibido, un untador y una extrana figura con rostro de cuervo caminando entre los enfermos.

  • Andrea, mi otra yo de Mauro Pavon Martinez

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    El calor se sentia espantoso, era ese verano en los cuales aun hay mucha luz de dia, este ano (2011) particularmente es muy caluroso, la temperatura no baja y el reloj ya marca las 6 de la tarde, viernes y siendo recien llegada a esta ciudad, a la que le llaman "Angelopolis" me daba risa ese nombre, lo unico que se me ocurria era ponerme a checar el Face; la ciudad parecia un volcan donde sus habitantes sabiendo que era viernes, salian del trabajo o de las universidades y atiborraban los bares y restaurantes en busca de diversion y de "relax" , tomarse una cerveza bien fria, un vodka con hielos, seria una estupenda idea, pero para alguien que no es tan social como yo, era algo que sonaba dificil. Tenia poco de haber llegado a esta ciudad y el trabajo en el que me encontraba no me permitia socializar con personas de mi edad, eran ya 2 meses desde que llegue y casi no habia salido, tuve novio hace cerca de 5 meses, el haber terminado habia dado un giro a mi vida, pero faltaba esa chispa que le da una persona especial a tus dias, no soy muy sexual, pero si, ya hacia falta, sentir el calor de alguien, el roce, la caricia, el murmullo de palabras que nos hechicen y nos llenen de magia, estaba sumida en mis pensamientos cuando escuche la voz de mi madre !Andrea! Te hablan por telefono... -Pense- ?quien puede ser?, mientras corri a contestar, tarde, ya habian colgado, le pregunte a mi madre y me dijo que no le dieron nombre, las amistades en estos momentos eran sumamente entranables; con el cabello recogido, mi short, mi playera y mi lap top sali a la terraza de la casa a buscar algo en la red, puse musica, y comence a revisar mi Facebook, habia un amigo en especial, Marc, Marcos Ledezma, lo habia conocido aqui en la red y era en verdad un buen prospecto, como amigo y como algo mas, en platicas anteriores habiamos tomado temas clasicos como, de donde eres, que haces, como eres, que te gusta, hasta llegar a ese tema un tanto tabu de la sexualidad, creo que ambos teniamos esa inquietud de saber mas el uno del otro sobre ese tema, pero habia quedado inconcluso dos dias antes. Cuando ingrese mi contrasena pense "ojala lo encuentre" de pronto mis deseos fueron hechos realidad, cuando al abrir la pagina ya habia mensajes de el, saludando y diciendo: -?Por que no me contestas? te marque a tu casa- -?Sigue descompuesto tu celular?- De inmediato vi que estaba en linea y lo salude, comenzo diciendo que habia estado pensando en mi, que lo que habiamos estado platicando lo dejo impaciente por conectarse de nuevo, por lo que le dije: -Eres un cachondo jajaja- -Claro que no, pero no consigues platicar ese tema con todas- -Perdon, o sea que ?soy una loca?- -Jajajaja claro que no, me gusta platicar contigo, pero mas de ese tema, por ser "prohibido" tal vezSentia la curiosidad de saber como era fisicamente, solo lo habia visto por foto y la descripcion clasica de cada quien, pero algo me llamaba mucho la atencion y comence a "echarle lena al fuego" -Oye Marc, por que no nos vemos y mejor platicamos eso en personaNo sabia que estaba haciendo, ?me habia vuelto loca? Por que estaba citando a un tipo que no conozco y que realmente no se si es real, digo la edad, la descripcion etc. Estaba meditando todo eso cuando el contesto: -No funciona mi coche, tardaria mucho en llegar hasta donde vives, dices que es al sur de la ciudad y yo vivo al oriente, aunque aqui las distancias son mas cortas que de donde vienes temo que tardaria mucho en llegar en el transporte, en verdad me dan muchas ganas de verte, creo que con lo que me has dicho de ti, me imagino a una mujer muy hermosa, con tu cabello rizado cayendo sobre tus hombros, tus ojos grandes, con esas cejas bien delineadas, las pestanas, en fin, creo que es mejor que no hayas puesto fotos en tu face, en mi mente eres alta, ni muy delgada, ni tampoco gorda, estas en tu peso ideal, sin esa figura de modelo que ahora suelen copiar las mujeres, me atraes mucho, sobre todo por lo que hemos platicado, dejando aparte el tema sexual, aclaro- -Es curioso pienso lo mismo, me caes muy bien, me inspiras confianza, no suelo ser asi, creeme, soy muy timida, pero en este caso, me voy a atrever a irte a buscar, dime donde y voy a verte, yo tengo coche- (mi viejo coche estaba mas que puesto de seguro a llevarme a donde fuera) Se hizo una pausa que a mi me parecio eterna, de repente vi su respuesta. -Mira a dos cuadras de mi casa hay un Italian Coffe, ya sabes de esos que hay en todas partes, esta en un centro comercial llamado Plaza del Sol, tu dime en que tiempo llegas y te veo ahi- -Esta bien dame 30 minutos creo saber donde es, espero no perderme- -?Como vienes vestida? para reconocerte- -Ya pasame una foto no seas asi- -No, me agrada esto de tenerte con la intrigaSonrei -Voy con...- <<Aqui me quede paralizada, no sabia que escribir, que llevar>> -Mira, voy de mezclilla y una blusa sencilla- -Pero, dime color por lo menos, hay un mundo de gente vestida igual- -Jajaja ok, mejor de vestido, de esos largos, floreado con blanco, sin mangas, me suelto el cabello, me pongo algo en la cabeza, una diadema blanca- -Ok yo voy con un pantalon azul, de esos con pinzas informal, playera amarilla con rayas azulesActo seguido me meti a la regadera como una bala, mi madre me vio y me pregunto -ahora ?que te pasa?- sin contestar solo corria de un lado a otro. Yo no sabia, si solamente era un cafe, si se tornaria mas "candente" esa cita, por lo que me bane, me puse un perfume floral, discreto pero de esos que no se olvidan, me maquille, solte mi cabello poniendole solo mousse, el vestido "primaveral" que llevaba era perfecto algo cenido a mi torso, con poco escote, pero dejando ver algo de mi busto, era largo y fresco, pense en llevar tacones, unos no muy altos, por lo que las sandalias de tacon fueron las idoneas, la ropa interior tambien fue escogida con cuidado, lista, !hora de conocer a Marc! Avise a mi madre que iria a tomar un cafe, sali corriendo, arranque el coche y me subi al periferico, esperen, yo no se andar en esta ciudad, ok no debe ser muy dificil, me dije y segui adelante, despues de cerca de 20 minutos dando vueltas sono mi celular, ahi me di cuenta de que ya no tenia bateria, era el, me dijo: -Donde andas- -Eso quisiera saber- -?Estas lejos?- -Realmente no lo se, estoy perdida, en serio- -Dime que ves por ahi- -Mmm a lo lejos veo una salida hacia la autopista- -No, no la tomes, regresa, ya te pasaste, es mas estas....mira detente en la proxima gasolinera- -Ok y luego ?que vas a hacer?- -Voy por ti en un taxi – -Dame 10 minutos- -Ok te espero, vengo en un Tsuru blancoPasaron 10 minutos y nada, media hora, le marque y no contesto, el celular se apago, ya no habia pila, esto es el colmo, que hago esperando a un desconocido que quizas ni venga -pense- por lo que arranque y me retire, tome el retorno y avance uno o dos kilometros cuando de repente.... el ruido de algo en el motor, luego comenzo a bajar la intensidad de las luces, hasta que el coche se apago por completo, ya era de noche, estaba obscuro, yo ahi sola con un coche descompuesto en medio de un periferico solitario, con un celular descargado !Perfecto! No pasaron ni 5 minutos cuando de un auto negro se bajo y camino hacia a mi un tipo alto, cabello castano claro, delgado, ojos grandes y mirada intensa, saludo y dijo: -Tienes un problema ?eh?- Estaba paralizada de miedo, a la vez me sentia aliviada de ver a alguien que pudiera ayudar en esa situacion tan estupida. -Gracias, si, al parecer el coche se quedo sin bateriaUna luz alumbro su rostro y pude reconocer a Marc, visiblemente emocionada grite !Marc! -Tu debes ser Andrea, quiero disculparme por tardar tanto pero no consegui taxi y le pedi a un amigo su coche, en fin, al ver que no estabas segui el camino y vi en la oscuridad el coche en el acotamiento, no crei que fueras tu, pero me alegro de haberme detenidoEn ese momento me senti tan protegida y tan segura, solo alcance a abrazarlo y decir: -Gracias a Dios- -Hola- -Hola, ves lo que paso- dijo mirandome fijamente a los ojos Nos quedamos asi, abrazados mirandonos a los ojos, baje la mirada y vi esa boca que invitaba a ser besada, de pronto senti la fuerza de sus brazos que me rodeaban, una extrana cosquilla bajaba de mi espalda hasta mi entrepierna, el se quedo mirandome me acerco a su cara con la mano en mi barbilla y acto seguido mis labios estaban recibiendo el beso mas intenso y apasionado que hubiera tenido jamas, sus avidas manos recorrian mi espalda, bajando justo hasta donde inician mis nalgas, regresando a acariciar mi espalda hasta llegar a la base del cuello, entrelazaba mi cabello, dejando esa corriente electrica en mi piel que me cubria toda, seguia besando intensamente mientras me embriagaba en el aroma varonil de su locion, baje timidamente las manos hasta su trasero, toque y senti esas nalgas duras y el respondio pegando su cuerpo al mio, ahi fue donde senti ese miembro duro, se agolpaba contra mi pubis, como pidiendo salir, en ese momento no era yo, estaba totalmente transformada, la noche increiblemente calurosa, el calor de el, su cuerpo, el mio, mis ganas, todo se habia conjugado para volverme una loca que solo deseaba ser amada, poseida, sometida a lo que el quisiera; mis pezones se habian endurecido, seguiamos abrazados y sentia como su boca besaba mi cuello bajando hacia mi pecho, su mano bajaba el tirante de mi vestido, mientras la otra sobaba freneticamente mis nalgas tratando de subir el vestido, mi mano como si tuviera vida propia, llego hasta ese miembro que pedia ser tocado y liberado del pantalon, yo lo sobaba, dandome cuenta del tamano, no era enorme pero se sentia bastante grueso, a no ser por la tela del pantalon, fuera lo que fuera, prometia estar no solo bien, si no, delicioso. Ya tenia los dos tirantes del vestido abajo, mis grandes pechos estaban fuera, siendo besados y acariciados de una manera exquisita por esa boca experta, tomaba el pezon y lo lamia de una forma desquiciante, las caricias, que me daba en toda mi espalda, cuello, eran de lo mas delicioso que se pueda uno imaginar, recargados contra el coche, cobijados por la obscuridad y la soledad de la noche, la pasion nos tenia totalmente locos, yo seguia tocando y tratando de liberar a ese pene, mientras el solo balbuceaba algo mientras no dejaba de gozar mis pechos, cualquiera que llegaba a esa parte de mi cuerpo podia hacer lo que quisiera de mi, pero mas aun cuando sabian como besarlos, al fin el cierre bajo, el cinturon y el boton del pantalon cedieron, ahora era bajar su boxer y tendria en mis manos a ese miembro que ya pedia a gritos que yo lo tomara con mi mano y lo llevara hacia mi boca, el dejando mis pechos, se dejo caer un poco hacia atras, yo me hinque en el pasto, observe asi con la poca luz que habia y vi como ese miembro delicioso se movia de un lado a otro invitandome a tomarlo con mis labios, cuando al fin lo meti a mi boca, escuche ese ligero !ahhh! que suelen hacer los hombres cuando estan totalmente perdidos en el placer, chupaba y lamia a lo largo de ese delicioso miembro que vibraba con el roce de mi lengua, mientras una de mis manos habilmente ya estaba jugando con mi clitoris, sintiendo como estaba totalmente mojada por la excitacion y la adrenalina de poder ser vistos o descubiertos, aunque para ser realistas era muy dificil ya que era una oscuridad total ademas de lo solitario que estaba ese rumbo, el empujaba fuerte el miembro dentro de mi boca, mientras acariciaba mi cabello y me decia en voz baja.

  • La decision de Scarlet de Lia Martinez

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    Cuando Scarlet creia que su vida volvia a estar encaminada tras su ruptura con Ian, un acontecimiento en la vida de ambos, hara que esta se plantee tomar una de las decisiones mas dificiles e importantes a las que jamas se haya tenido que enfrentar.
    Un accidente, un Reality Xtrem y un dispositivo de busqueda, la llevaran hasta un pais desconocido para ella y para su peculiar grupo de amigas virtuales, que no dudaran en dejarlo todo para unirse a ella.
    Su amistad, carino, valor y sentido del humor, ayudaran a Scarlet a seguir adelante en este duro capitulo de su vida.
    Una historia repleta de ternura, dolor, tension y todo lo que necesites para pasar un buen rato.
    ?Tomara Scarlet las decisiones correctas y adecuadas o se catapultara en el mayor error de su vida arrastrando con ella a su grupo de amigas?
    Adentrate en esta maravillosa historia y acompana a nuestra amiga en la locura de su existencia donde los lazos de la amistad estan por encima de todo.

  • ?Hay alguien ahi fuera? – Marian Keyes de Marian Keyes

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    Anna Walsh protagoniza esta cuarta novela de la saga de la peculiar y entranable <>.

  • Un capricho del corazon de Kate Ross

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    siempre, tiene la costumbre de dejarme abandonada en terrenos desconocidos. A veces pienso que es para poner a prueba mis capacidades y que me esta observando desde algun lugar, orgullosa y expectante con que haga las cosas como ella quiere. Otras, solo pienso que me tuvo demasiado joven y que a veces soy un impedimento para su diversion, por lo que me abandona. La primera vez fue en un restaurante cuando tenia cinco anos. Su cantante indie favorita del momento estaba en el mismo local, por lo que arrastro a papa con ella para que las fotografiaran juntas. Casi me pierdo buscandolas. La segunda ocasion fue durante mi graduacion de primaria. Termine pasando la fiesta con Marc, un nino de mi salon con el que nunca hablaba, porque ellos se sentaron con el director y sus familias. La tercera durante la boda de la tia Anastasia, y ahora, casi es un habito que me dejen a solas en la sala de los vecinos, los Jones, mientras ellos disfrutan con sus nuevos mejores amigos en su salon de juegos a las apuestas. Es asi como hemos de costearnos un auto nuevo. Molesta con ella y con papa, su alcahueta en partes iguales, me abrazo a mi misma y me dirijo al jardin de los Jones. Tienen cerezos que justamente estan floreciendo en esta epoca del ano. Alli tambien estan sus dos hijos, gemelos, llamados Dean y Liam. Estan sentados en una escalera que da con un granero en el que su padre almacena la podadora con la que tambien corta el cesped de mi casa a cambio de una cerveza con papa. Liam le dice algo Dean y este afirma, no responde a cada comentario de su hermano. Mis vecinos siempre han sido excentricos, pero sus hijos los superan, en especial Dean. Hay tantos rumores alrededor de el, desde sectas a ventas de drogas. Que la mayoria de las personas no se acercan a el sin importar que sea inteligente y el capitan del equipo de lacrosse. Yo solo pienso que corrio la mala suerte de ser demasiado timido o introvertido al lado de su hermano. En lugar de acercarme, me detengo como siempre tras un cristal, en esta ocasion el de la ventana de la cocina de la Senora Jones y los observo. Ambos poseen cabello cafe, se lo cortan igual. Casi tienen la misma contextura, creo que Dean, es un poco mas ancho. Se que poseen exactamente los mismos ojos azules verdosos. Presiono mi palma contra el cristal, manchandolo con mi aliento, mirandolos interactuar entre ellos. Son tan parecidos, fisicamente, imposibles de diferenciar a menos que te digan lo contrario, pero tan diferentes. El lenguaje corporal de Liam mientras habla grita pasion. El de Dean, mientras escucha, resentimiento. Me empapo con la vision de ambos, pero, sobre todo, con la de este ultimo. Con su aura oscura. Con su expresion desolada. Con su mirada recelosa. Tengo tantas ganas de abrazarlo, que duele. -- ?Divirtiendote? Salto y me alejo con el sonido de la voz de mama. Ella esta bajando las escaleras. Se ve tan bonita como siempre en un vestido veraniego. Sus rizos estan atados en un lindo mono en la cima de su cabeza. Su mano sostiene una copa con vino tinto. Aliso la falda de mi uniforme para intentar distraer su atencion del temblor de mis dedos. En especial, ella no puede darse cuenta de mi obsesivo y patetico pasatiempo. Se que me enviaria a un convento si lo supiera. --Quiero ir a casa --digo--. Ya cenamos, ?puedo? --Si --responde sorprendiendome, pues rara vez me permite volver sin despedirme. Es una obsesiva compulsiva con los buenos modales--. Pero antes debes contestarme algo. Trago. Conozco esa mirada en su rostro. Es la mirada de, yo se que escondes algo... -- ?Que cosa? -- ?Cual de los dos te gusta mas? -- ?Ah? --Me oiste, Elizabeth. No me gusta repetir dos veces. --Pero mama... Se acerca, ahora es la curiosidad lo que predomina en sus facciones. No se que hacer, nunca le he dicho a nadie sobre esto. Nunca le he confesado a nadie que mi pasatiempo, es espiar a mis vecinos. Y mucho menos, que me toco pensando en ellos. Mis mejillas se sonrojan mucho mas al pensar en eso. Siempre trato de ser tan discreta, pero aun asi, siento que lo sabe. Que ella y papa estan al tanto. -- ?Cual, Elizabeth? --Insiste. Separo los labios para responder, pero me interrumpe--. Piensalo bien pequena, son de buena familia, pero mientras Liam es dulce y amable, Dean es tachado como un monstruo. Es cierto que es inteligente y probablemente sera exitoso, pero es un chico peligroso. Se como es. Al principio la adrenalina opaca la realidad, te sientes al limite, volando y luego cuando se acaba, la caida es dura. No quiero eso para mi ninita. Puedo identificar autentica preocupacion por mi en su tono de voz. Eso es raro... Mama suele renirme porque hago las cosas mal y quiere que sea mejor, quiere tener a alguien de quien estar orgullosa y a quien exhibir, pero la mayoria de las ocasiones, no se preocupa de nada mas. No de mi estado emocional, no de mi autoestima... Ese es papel de papa. Muerdo el interior de mi mejilla, mi corazon se resiente ante lo que estoy a punto de decir. Convenzo a mi consciencia de que solo es para salir del paso, pero, aun asi, se siente tan mal. Casi como si me traicionara a mi misma, como si lo traicionara, aunque ni siquiera he llegado al punto en el que deposite su confianza en mi. Me doy la vuelta y regreso a mi posicion de acosadora, mirandolos, buscando cualquier gesto en el que me impida decir lo que mama espera oir. Lo unico que obtengo es indiferencia. --Liam, me llama la atencion. Y justo cuando digo las palabras, su cabeza se eleva y casi puedo leer sus labios. No se si estoy loca, pero tambien imagino un destello de decepcion en sus ojos. Anguilla, territorio britanico de ultramar, me abrio sus puertas con la mas linda vision aerea que he tenido en anos: un mar azul que se aclara hasta fundirse con el blanco de la arena, montanas hechas de diferentes motitas de verde, techos rojos y palmeras. Lo primero que hago al bajarme de la avioneta que me trajo desde San Martin, otra isla a ocho kilometros, pero mas poblada, es tomar una honda bocanada de aire. Mi nariz cosquillea adaptandose a la sal hasta que me refugio dentro del pequeno aeropuerto. Rostros desconocidos me observan con curiosidad mientras pego mi frente a la ventana panoramica de cristal con vista a la playa, anonada con el paraiso que me rodea, esperando mi maleta. Pensaran que soy una loca inglesa a la que le falta un tornillo, pero no me importa en lo absoluto. He venido aqui escapando de basar mis acciones en lo que deseen los demas, asi, que pueden besar mi trasero. Para probarlo saco mi telefono y me tomo selfies haciendo caras, coloco labios de pato de Kylie y subo un monton de historias. Para cuando he terminado ya no se molestan en ocultar sus expresiones aburridas y consternadas. Les sonrio. Mi maleta ya ha salido y no tengo problemas bajandola, asi que hago una salida triunfal ocultando mi cara con el sombrero. Este viaje se trata de mi, no de ellos. Es todo lo contrario a lo que hubiera pasado en Londres. --Senorita Black, ?es usted? --Es un senor de cuarenta anos en traje con barba prominente. Sostiene un cartel con mi nombre. Hay un corazon arriba del palito de la i. Asiento--. Debo llevarla al resort, pero necesito confirmar su identidad. Me llamo Edward. Le ofrezco mi mano al chofer que contrato la agencia. El la estrecha con duda, pero su seno se relaja cuando le enseno mi pasaporte y confirma que soy yo. No se me ocurre que tipo de crimen podria cometer alguien haciendose pasar por mi, no soy rica, pero supongo que es algo bueno. No tendre que preocuparme por la seguridad. --Permitame --dice robando el mango de mi pequena maleta de mis manos y metiendola en el maletero --. Listo. --Se sacude el polvo y abre la puerta del asiento trasero del Cadillac estacionado frente al aeropuerto--. Por favor. --Gracias --susurro adentrandome en un viaje al pasado. El coche, aunque antiguo, esta bien cuidado, el cuero debajo de mi se siente nuevo. No hay ningun tipo de mal olor dentro, ni a gasolina o contaminacion, nada. Es perfecto. Despues de un largo viaje relajo mi cabeza contra el espaldar del asiento. Sister Rosetta suena de fondo. Lo ultimo que veo antes de quedarme dormida y perderme el camino es la sonrisa de Edward a traves del retrovisor. **** Llevo mas de veinticuatro horas sin dormir, asi que mi siesta continua en la habitacion de Anguilla Ville, el resort, en su comoda y gigantesca cama con sabanas de algodon. Ni siquiera desempaco o me cambio para estar mas comoda, sueno con osos de goma, tragos de vodka y conmigo vestida de sirena. Doce horas mas tarde, me levanto preguntandome donde esta mi principe encantado. Froto mis ojos con actitud perezosa, me levanto y doy pasos vacilantes en la oscuridad hasta alcanzar las persianas. Cuando las abro descubro que el exterior luce exactamente igual que el anterior. Arrugo la frente y tomo mi telefono para ver la hora en la pantalla.

  • Susurrame al oido de Yolanda Montiel

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    ?Pondrias la mano en el fuego por la persona a la que confias tu cuerpo?

  • Donde menos lo esperas de Brianne Miller

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    El amor es como una caja de bombones, nunca sabes el sabor que te puede tocar. Por desgracia a mi siempre me tocan los bombones amargos, los que te dejan mal sabor de boca y poco a poco te van quitando las ganas de seguir probando el resto. Mi ultimo bombon no era demasiado guapo, ni demasiado brillante, ni demasiado carinoso. Era mas como el insulso bombon de chocolate blanco con arroz inflado que la mayoria de las personas deja para el final. Crei que eligiendo ese bombon no corria peligro de terminar desilusionada, pero por desgracia me equivoque. Archie se dedica a vender coches, un empleo sencillo y sin demasiadas preocupaciones en el que le pagan a comision. Si no hay venta no hay dinero, asi de sencillo, por eso me tocaba a mi el ochenta por ciento de las veces invitarle a el a cenar. Pero no me importaba porque era tan ilusa que pensaba que me queria... que tonta fui. No me di cuenta cuando me quedaba encerrada en casa porque el queria quedar con sus amigos y decia que aun no se sentia preparado para compartirme con ellos, ni aquella vez que le llamo su madre y aun teniendome delante de el vestida unicamente con un corpino de encaje y un tanga a juego, le dijo que viniera a ver lo bien pintadas que le habian quedado las paredes del pasillo. Ahora se que fui una tonta y que todo el tiempo me engano. Quien sabe... tal vez no era su madre quien llamo sino la muchacha de veintipocos anos con la que salia a mis espaldas y que descubri por casualidad gracias a Facebook, que curiosamente me sugirio el perfil secreto de Archie como nueva amistad. Pero todo eso es pasado desde hace seis meses, ahora solo quiero centrarme en mi trabajo y olvidarme del resto de bombones de mi caja, porque posiblemente nunca mas vuelva a probarlos y terminen por caducarse. Miro la hora en el enorme reloj de numeros plateados de la oficina y apago el ordenador con un suspiro. Soy supervisora de una importante cadena de franquicias y por lo general me encanta mi trabajo, excepto cuando Brandon, el responsable del departamento comercial, empieza a insistir de manera agobiante en que salga con el. Como si hubiera oido mis pensamientos el aludido se acerca a mi mesa sonriendome de la forma que tanto detesto y se sienta en ella con toda la poca verguenza que le caracteriza. --Levanta de ahi, Brandon, por favor --ordeno sin apartar la mirada de mi ordenador. --Estas muy quisquillosa hoy, Ash. ?Es que no has tomado cafe esta manana? --Para ti sigo siendo la senorita Lowell. --Parece que hoy te has levantado con el pie izquierdo, nena. A pesar de la burla hace lo que le pido, pero se pone en cuclillas a mi lado con los brazos cruzados sobre mi escritorio. --?Cuando vas a quedar conmigo? --pregunta. --Nunca --respondo sin dedicarle ni una triste mirada. --?Y por que no? --Porque no me da la gana. --Dejame invitarte a cenar. --No tengo hambre. --!Vamos, Ash! Tendras que comer, ?no? --Te he dicho que no me llames Ash. Y si, tengo que comer, pero para tu informacion ya he quedado con alguien. --?Con Jodi? --bufa-- Pues cancelalo. --Ni lo suenes, prefiero mil veces cenar con ella a hacerlo contigo. Con un suspiro de derrota se pone de pie al fin, devolviendome mi espacio personal. --Algun dia terminara aceptando, senorita Lowell. --No se si lo dice como amenaza o como promesa--. No pienso darme por vencido. --Pues te aseguro que estaras desperdiciando un tiempo precioso. Brandon al fin se marcha y puedo respirar tranquila. Es incomodo, bochornoso y desesperante que insista en quedar conmigo de esa manera. ?Es que no sabe aceptar una negativa? Me tiene harta con sus intentos de seducirme, desde que se entero por casualidad de que lo habia dejado con Archie no deja de incordiar con lo mismo, y aunque yo no suelo llevar tacones de aguja como mi mejor amiga, estoy segura de que si le pido uno prestado para clavarselo a Brandon en la frente me lo dejara sin rechistar. Jodi llega a la oficina en ese momento y se apoya en mi escritorio con una sonrisa. --?Nos vamos o que? --pregunta-- Me muero de hambre. --Si, es que he tenido aqui a Brandon otra vez. --?Ese capullo sigue molestandote? --se ofende-- Al final voy a tener que darle una paliza... Su comentario me hace reir y me engancho de su brazo para salir de la oficina. --?Crees que yo no se defenderme sola o que? --protesto-- Me tratas como si fuera una nina pequena. --Eres tonta, eso es lo que eres. No quiero que vuelvas a pasar por nada tu sola, para eso estan las amigas. --Ya tuve suficiente con la bronca de Stacy, no empieces tu tambien. Stacy es otra de mis mejores amigas. Nos conocimos cuando se unio a la franquicia hace ya unos anos y desde entonces las tres nos hemos hecho inseparables. --Vale, ya paro... --protesta Jodi. --Asi me gusta, que seas obediente. Me aparto de ella con una carcajada cuando levanta el bolso para darme con el. Cenamos en un restaurante cercano, y aunque estoy algo cansada mi amiga insiste en ir a tomar algo a algun pub. --Tengo ganas de acostarme --me disculpo. --!Vamos, Ash! No has salido desde que dejaste al pringado que tenias por novio, es hora de que empieces a conocer chicos de nuevo. --No, gracias, mi caja de bombones caduco. --?Como dices? --Olvidalo --respondo sonriendo--. Me voy a casa, en serio. --Ashley Lowell --protesta cruzandose de brazos delante de mi--, como se te ocurra dejarme tirada esta noche te juro que no te lo perdonare jamas. --?Y para que quieres que te acompane? Conoceras a un tio y te iras a bailar con el, no me apetece beber sola de nuevo. --Te prometo que no voy a apartarme de ti --dice con las manos unidas--, sere como una lapa. Por favor... --Esta bien... Entramos al pub de siempre y Justin, el portero, nos saluda con una sonrisa. --Crei que ya no veniais --nos dice. --?Y perdernos ver a nuestro macizo favorito? --bromeo-- Ni de broma. --Que no te engane, tenia pensado irse a casa --me delata Jodi. --!Ten amigas para esto! --rie Justin-- Tranquila, carino, que lo importante es que estes aqui. Miro a Jodi con una ceja arqueada haciendo reir a Justin, que nos besa a ambas en la mejilla. Es una pena que sea gay, en serio... seria el unico hombre con el que romperia mi decision de no fijarme mas en ninguno de ellos, pero creo que antes de que el se fije en una chica se congelara el Infierno. --Portaos bien --dice al abrirnos la puerta. --Sabes que somos muy buenas --responde Jodi con un mohin. --Ash tal vez, pero tu... Encontramos una mesa vacia al final del local y me voy hasta ella mientras Jodi pide nuestras cervezas. El ambiente esta bastante bien, hay gente pero sin llegar a ser agobiante y en la pista se puede bailar con libertad de movimientos. Jodi me tiende mi cerveza y se apoya en la mesa con un suspiro. --?No te sientas? --pregunto. --Me duele el culo de estar sentada --responde. --Has estado toda la tarde fuera de la oficina. --Si, pero he pasado mas tiempo en el coche que en las tiendas. ?Por que no bailamos un poco? --Me tomo esta y me voy a casa --aviso. --?Por que? --protesta con un mohin. --Porque estoy muy cansada, manana trabajamos y al menos yo no podre mantenerme en pie si me quedo mas tiempo. --Eres una aguafiestas --protesta Jodi. --El mundo no gira alrededor de ti, mona. --Eso quisiera yo... Levanto la vista con una sonrisa y me quedo helada en el sitio al ver al hombre mas guapo que he visto en mi vida. Es bastante alto, puede rondar el metro ochenta, de hombros anchos y cintura estrecha. Se pueden adivinar unos buenos pectorales debajo de la camiseta blanca que lleva puesta y tiene unos biceps de esos que toda chica se muere por tocar. Lleva el pelo castano corto por los lados y algo mas largo por arriba, y los mechones se entrecruzan haciendole parecer un chico malo. Tiene una mirada risuena en sus ojos castanos, una sonrisa de infarto que dibuja dos hoyuelos en sus mejillas y una barba de tres dias que le hace parecer mucho mas atractivo e interesante. Soy muy mala para las edades pero no parece ser mucho mas joven que yo, tres o cuatro anos tal vez... pero no mucho mas. Ni siquiera me he dado cuenta de que tenia la mirada fija en mi durante mi escrutinio. Sin apartarla, se bebe el ultimo trago de su cerveza con una sonrisa absolutamente irresistible, deja el botellin sobre la mesa y se acerca a nosotras con paso decidido. --!Madre mia! --susurra mi amiga a mi lado-- Ese hombre tiene una mirada quemabragas total. Le doy un codazo sonriendo pero no puedo apartar mis ojos de el. Es como un dios griego que lo llena todo a su paso. La ropa le sienta de muerte, y eso que solo lleva una camiseta de manga corta y unos vaqueros normalitos... En cuanto llega a nuestra mesa apoya los codos en ella y acerca su cara a la mia sin dejar de sonreir, consiguiendo que mi corazon se salte un latido. --?Donde has estado escondida durante toda mi vida? --susurra.

  • El secreto de Amara de Susana Aguilera Sanchez

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    Amara es una adolescente que siempre se sitio diferente, mas del otro mundo que de este. Quizas es por culpa de su nombre que significa “Eternidad”. La maldita Eternidad que la persigue en cada rincon, en cada dia, en cada momento en que percibe cosas que no deberia, que no son de este mundo y no tendria que saber. Por eso Amara es distinta y todos en casa la rechazan.
    Este verano su padre el ultimo Marques de Aguilas se ha empenado en que pasen el verano en su antiguo Mayorazgo, un olvidado castillo en el valle del Tietar; el lugar mas recondito y alejado de la civilizacion. !Y encima sin cobertura ni wifi! Menos mal que hay un jardinero muy interesante…

  • Cena de gala de F. Carod

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    Todos los matrimonios tienen problemas pero hay algunos que no tienen vuelta atras. Despues de diez anos de matrimonio, Abigail e Inaki festejan este dia con una gran cena de gala en el salon Montana Azul, sin embargo, cerca de la media noche, Inaki lleva a su esposa a un mirador en donde le tiene preparada una sorpresa, pero Abigail regresa al salon en lagrimas: Inaki ha desaparecido.

  • De puno y letra de Rita Black

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    ?Quien escribe cartas en estos dias? Nadie, excepto Emma y Raul.

  • Mi marido es de otra especie de Yukiko Motoya

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    San dejo de trabajar despues de su boda. Un dia observa con cierta alarma que su cara y la de su marido se parecen cada vez mas. El marido, que proclama no querer <>, engulle toneladas de comida apoltronado en el sofa mientras ve la television. San se pregunta, desconcertada, si no se habra casado con un ser que no pertenece a la especie humana. Finalmente, los rasgos de la pareja se empiezan a mezclar…

  • Tienes que entenderlo de Sophie Saint Rose

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    Lama se va a vivir a los Estados Unidos siguiendo un impulso. Pensaba que iba a ayudar a su amiga Ninette, que iba a traer al mundo a sus trillizas, pero se llevo una sorpresa al conocer al hombre de su vida. Al fin le habia encontrado. Aunque se resistia un poco, le conseguiria. Era el destino y cierto destino es imposible de cambiar. ?O no?

  • Oasis Diner de M.a. Vegara

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    En algun lugar entre Albuquerque y la pequena localidad de Grants, en pleno desierto de Nuevo Mexico, existe un extrano bar de carretera llamado “Oasis Diner”, donde habita una oscura presencia que atrae a los viajeros que se desplazan a lo largo de la interestatal 40. Sin embargo, no todos podran sentir la misteriosa atraccion de este lugar; solo aquellos a los que el Oasis Diner elija seran capaces de percibir su siniestra y tenebrosa llamada.
    Un lugar perdido en mitad de ninguna parte, donde el tiempo se detiene y en el que el terror no tiene rostro. Un terrible lugar del que no podras escapar si los extranos seres que lo habitan deciden pronunciar tu nombre, el cual dejara de pertenecerte para permanecer eternamente escrito entre las fantasmagoricas sombras del mas alla.

  • Ni el es un juego… Ni tu el amor de mi vida de Ariadna Baker

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    Alex irrumpe en la vida de Estela inesperadamente.
    Un encuentro fortuito entre un padre soltero que ha conseguido una plaza como ginecologo en el hospital de la isla y Estela, trabajadora de la guarderia que cuidara de su hija, hara que entre ellos todo se convierta en mucho mas.
    Una relacion que podria terminar cuando un hecho inesperado en la vida de Estela cambia todo su mundo.
    El secreto que esconde Alex la lleva a huir y a comenzar un viaje que cambiara todo su mundo.
    Una relacion con altibajos. Una novela donde el erotismo tomara el control y el deseo los llevara al limite.
    Una historia donde nada fue, es ni sera lo que parece.

  • Como Escribir Textos Tecnicos o Profesionales de Felipe Dintel

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    No solo los literatos o periodistas deben dominar el oficio de escribir. En cualquier profesion o actividad empresarial, la comunicacion escrita es un elemento fundamental para asegurar la eficacia de cualquier iniciativa. Saber expresarse con claridad y correccion facilita el logro de los objetivos profesionales. Y la elaboracion de un texto es un proceso metodico que es preciso aprender. Esta guia proporciona las claves para: Ordenar las ideas y organizar la informacion de que se dispone. Fijar (y conseguir) objetivos. Adaptar el tipo de lenguaje a su destinatario. Emplear la presentacion mas adecuada para la finalidad del documento. Las Guias del escritor son una serie de manuales practicos ideados como ayuda y apoyo para todos los que deseen dominar el oficio de escribir. A traves de ejemplos, ejercicios y utilisimas orientaciones, cada volumen cubre algun aspecto fundamental de la creacion literaria. Una coleccion imprescindible para escritores noveles, redactores y estudiantes en general.

  • La esposa del asesino de Bill Floyd

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    ?TE CONOZCO? Alce la mirada del refrigerador donde comparaba la variedad de comidas congeladas mientras limitaba las opciones de acuerdo a los gustos y placeres de Hayden, y me encontre con un caballero mayor que me veia fijamente arqueando las cejas despues de haberme hecho esa pregunta. Un sujeto de apariencia saludable, robusto, con la cabeza cubierta de cabello entrecano, probablemente de sesenta y tantos anos que llevaba un sueter casual y pantalones de mezclilla azul. Nada para alarmarse, aparentemente. Era tarde, casi la medianoche de un viernes, mi hora favorita para hacer las compras de la semana porque usualmente podia evitar este tipo de encuentros. No era fan de la conversacion ociosa con los vecinos ni con nadie en particular; si podia evitarla, mejor. Esa noche, cuando entre al supermercado Harris Teeter y las puertas automaticas se abrieron a mi paso con un sonido suave como el de las esclusas de una nave espacial, me parecio como si tuviera para mi sola toda la tienda. Tuve esa sensacion de limpieza, soledad y seguridad que solo se siente en los lugares publicos cuando estan vacios. Claro que no estaba realmente sola: los empleados adolescentes se recargaban con somnolencia en la zona de las cajas, un par de hombres solitarios --noctambulos y no profesionistas-- se paseaban por el pasillo de la cerveza para matar un poco el tiempo antes de volver a los sofas de sus casas. Uno de esos tipos me estaba mirando las nalgas: lo vi voltear hacia mi trasero gracias a uno de los espejos parabolicos que colgaban de los postes encalados del techo tipo bodega. A mi edad podria haberlo tomado como un cumplido, pero mas bien me hizo sentir insegura, asi que empuje mi carrito un poco mas rapido. La mayoria de las veces la clientela que iba a estas horas era gente completamente ensimismada, con tan pocas ganas de encontrarse con mi mirada como yo con la suya. Eso era exactamente lo que mas me gustaba. Pero ahora este hombre mayor me miraba fijamente a la cara y su pregunta no habia sido grosera, asi que negue con la cabeza y le conteste amablemente: --Creo que no. --?Leigh Wren? --aventuro. Aliviada al oir ese nombre, busque en mis recuerdos pensando de donde podria conocerlo. Claro que me parecia familiar. Algo se removia en los pozos mas profundos de mi mente, una palida imagen que no terminaba de tomar forma. Mis compromisos sociales habian sido pocos y mas espaciados de lo que me hubiera gustado admitir; la mayor parte del tiempo solo eramos Hayden, la oficina y yo, y asi me parecia bien, gracias, asi que supuse que habia conocido a este hombre en algun asunto relacionado con el trabajo. Tuve un instantaneo sentimiento de culpa por no poder ubicarlo claramente. Aunque, para ser honesta, no tenia nada particular que lo distinguiera; era un tipo comun de Cary. Hasta podia imaginarme su coche en el estacionamiento con un pez cristiano fijado a un lado de la matricula y una estampa de la campana Bush/ Cheney del otro. --Si, soy yo --conteste--. Disculpe, ?quien es usted? Le extendi la mano. Me la tomo y los ojos le cambiaron. Destellaron y parpadearon. Respiro profunda y tremulamente mientras proferia: --Mi nombre es Charles Pritchett. Nunca he tenido que usar un nombre que no fuera el mio, porque nunca he estado avergonzado de ser quien soy. Tu verdadero nombre es Nina Mosley y el 8 de noviembre de 1997 tu esposo, Randall Roberts Mosley, asesino a mi hija Carrie. El mundo entero se hizo pequeno. Mi mano se quedo paralizada, igual que mis otras extremidades, pero podia sentir la presion que Charles Pritchett ejercia en ella: hacia que mis nudillos crujieran y apretaba mis dedos entre si. Trate de zafarme, pero me sujetaba con fuerza; ahora sus ojos parecian unos faros. Temblaba de pies a cabeza; era evidente que habia ensayado este momento durante mucho, mucho tiempo y ahora que finalmente habia llegado, el padecia una reaccion cercana al debilitamiento, una excitacion que estallaba en cada uno de sus nervios. En este estado de emocion incluso hubiera podido levitar; era obvio que el senor Pritchett estaba viviendo un momento de verdadera trascendencia personal. Y la unica frase que yo podia pensar en decirle era: La palabra correcta es <>. Pero aparentemente no me salia la voz. Mi garganta estaba cerrada conteniendo un horrible alarido que esperaba surgir libremente si me atrevia a abrir la boca. Me dolian los dientes. Senti nauseas y panico. Quise irme a la velocidad de la luz y volver a mi bendito y familiar aislamiento. Me habia olvidado del carrito medio lleno de comida, con la fruta empacada impecablemente (uvas verdes porque a Hayden no le gustan las moradas debido a que poseen demasiadas semillas) y las carnes y los quesos cerrados al vacio, las barras nutritivas para mi y el cereal azucarado para mi hijo. Trate de liberarme de Pritchett y me eche para atras, golpee el carrito que giro chirriando sobre sus inestables llantas y se quedo atorado entre la puerta helada del congelador y mis nalgas. El seguia aferrado a mi mano y hablaba en tonos cada vez mas altos. --Me tomo mucho tiempo encontrarte, Nina, y tambien bastante dinero. Te ves tan diferente a la ultima vez que te vi en el juicio. Tienes el cabello de otro color y perdiste mucho peso. ?Te pintaste el pelo para que la gente no te reconociera? Supongo que lo entiendo: eso de que quieras disociarte de tu pasado. Pero veras, yo no puedo darme ese lujo --la saliva se le juntaba detras de los dientes apretados--. Yo vivo con mi pasado todos los dias, cada momento que mi hija no esta desde entonces. Se fue. Ya se que la policia dijo que todo lo habia hecho tu esposo, pero para mi tu nunca quedaste libre de culpa, para nada. Por eso estoy aqui ahora, Nina. Vine a ponerte en evidencia. Voy a destrozar esta tonta ficcion de vida que te hiciste, les voy a ensenar a todos quien eres de verdad. --Disculpe, ?esta todo bien? Intervino otra voz y me volvi hacia ella solo para encontrarme con el mira-nalgas que estaba parado ahi junto con un cajero ligeramente detras de el, ambos mirandonos a Pritchett y a mi con algo de preocupacion. El cajero parecia electrificado, como si esperara cualquier pretexto para llegar a las manos y saltarle encima a Pritchett; seguramente en su cabeza adolescente bullian fantasias agresivas contra el hombrecito. A lo mejor Pritchett le recordaba a algun patriarca dominante de su propia historia. El mira-nalgas estaba mucho mas tranquilo, sostenia holgadamente su canasta verde olivo llena de productos de porciones individuales con una tension que sugeria que ya habia estado antes en confrontaciones como esta y que generalmente salia del lado ganador. Quiza fuera un ex militar. O quiza solo fuera un bravucon de bar. Pritchett solto finalmente mi mano, pero siguio hablando, ahora dirigiendo sus comentarios a los seudointerlocutores. --?Saben quien es ella? ?Quien era su esposo? Apuesto a que se acuerdan de su nombre. -- Sacudio un dedo esqueletico frente a mi cara; las palabras le salian como en avalancha, apenas controladas--. ?Llamamos a la policia, Nina? ?Quieres reportar este <>? Porque a mi me encantaria. Disfrutaria tener la oportunidad de alertar a las autoridades locales sobre la persona que ha estado viviendo entre ellos durante los ultimos seis anos. El mira-nalgas estaba harto. Puso su canasta en el piso y se puso entre Pritchett y mi cuerpo. Yo seguia retrocediendo, pero no podia apartar la mirada del viejo. Le habian asomado lagrimas a los ojos y el triste peso emocional que acababa de soltar estaba a punto de fulminarlo. El miranalgas dijo: --No se cual sea su problema, senor, pero creo que debe dejar a la dama en paz. El cajero le dijo a Pritchett que era un imbecil. Pritchett alzo las manos con las palmas hacia afuera y retrocedio algunos pasos. Con una voz mas firme volvio a sugerir que llamaramos a la policia. Los altavoces cambiaron de una cancion de los Commodores a Take on me. En un nivel inconsciente, en un murmullo, entendi que de ahora en adelante cada vez que escuchara la trillada melodia de esos sintetizadores seria como la banda sonora de este momento de cisma. Pritchett grito hacia mi: --?Donde esta Hayden esta noche, Nina? Deberias cuidarlo con mas atencion. Yo no cuide a Carrie con la suficiente atencion y ya ves lo que le paso. Tu sabes lo que el le hizo. Eso basto para que, por fin, diera la vuelta y me echara a correr lejos de ahi resbalando y enderezando el paso mientras iba por el pasillo hacia el frente de la tienda. Las puertas automaticas no se abrieron tan rapido y choque contra una de ellas. Al dia siguiente habria un largo moreton a lo largo de mi brazo, desde el hombro hasta el codo. Pero justo en ese momento no lo senti; en ese momento mi mano seguia latiendo en recuerdo de que Pritchett me habia agarrado sin que yo me pudiera soltar unos minutos antes. II Yo misma habia hecho bromas cuando construyeron el centro comercial justo al lado de nuestro fraccionamiento, humor acido sobre cuanto mas conveniente iba a ser este que el otro que estaba a ocho kilometros de distancia. Y justo esa noche le agradeci a Dios que estuviera tan cerca. Un giro a la izquierda al salir del estacionamiento, luego un semaforo en la entrada de Kensington Arbor, que me pase sin siquiera pisar el freno. Despues un giro a la derecha: tome la curva con un giro tan apretado que las llantas rechinaron. Menos de cuatro minutos despues de que sali del supermercado, estaba estacionando mi carro enfrente de la casa de los McPherson. La calle estaba en silencio; las casas, amplias y modernas, habian sido construidas muy juntas, con un patio minimo entre ellas. La humedad del aire nocturno se concentraba en anillos brillantes alrededor de los faroles. La luz del porche delantero de los McPherson estaba encendida, pero no se veia nada extrano desde afuera. Pero bueno, en este vecindario, en este asentamiento ordinario de hogares familiares comunes y casas urbanas que se habia convertido en nuestro refugio, nada parecia extrano jamas. Nuestra casa estaba tres cuadras adelante, una casa citadina con un lugar de estacionamiento y un agradable patio trasero donde Hayden jugaba. Por lo general no lo dejaba pasar la noche fuera de casa, pero me habia rogado toda la semana y yo sabia que tenia que hacer las compras de medianoche, asi que al final cedi y deje que se quedara a dormir con su amigo Caleb. Una Yukon rojo quemado estaba estacionada a media banqueta. Era el coche <> de la mama de Caleb; sin duda, ahora el espacio del garaje lo ocupaba el Escalade que Doug McPherson le habia comprado a su esposa en Navidad. Cerre suavemente la puerta de mi carro y me deslice por su patio, mirando la calle de arriba abajo para confirmar que no hubiera nada fuera de lo normal, aunque no hubiera podido decir si algo lo estaba. Solo habia venido unas cuantas veces a esta parte del vecindario. Hayden tenia un celular y habia considerado llamarle desde que sali corriendo de la tienda, pero me choco la idea de despertar a todo mundo si nadie estaba en verdadero peligro. Y aunque Charles Pritchett pudiera tener cuentas pendientes conmigo, con toda seguridad no le haria nada a mi hijo. Con toda seguridad no me habia amenazado tan abiertamente como yo habia pensado. Con toda seguridad no lo haria, no despues de lo que le habian hecho a su propia carne y sangre... ?Donde esta Hayden esta noche, Nina? Deberias cuidarlo con mas atencion. Mire la calle de arriba abajo otra vez. Unos cuantos carros estaban estacionados en las puertas de los garajes o a lo largo de la calle, pero no habia siluetas encorvadas detras de los parabrisas y nadie observaba desde las oscuras ventanas de las casas. Los hogares estaban amontonados tan juntos que parecian centinelas o las paredes de un laberinto. Usualmente yo apreciaba ese tipo de sensaciones, me gustaba la idea de que habia encontrado una fortaleza, pero de algun modo siempre habia intuido que ese sentimiento se podia volver en contra mia. ...Pero nunca estuve preparada para que sucediera. En el ultimo momento decidi no tocar el timbre. Los McPherson ya tenian sus dudas sobre mi, seguro, pero esperaba que solo fueran dudas como por que era soltera a mi edad y cosas como: <> y <>, ese tipo de comentarios que habia oido de pasada de cualquier cantidad de conocidos con bastante regularidad y que habia ignorado sistematicamente. Yo podia soportar el aislamiento de mis iguales; de hecho, habia aprendido a apreciarlo, pero mi hijo necesitaba tener amigos y no queria que no los tuviera por mi culpa. El estaba en una edad en la que la soledad podia convertirse en la mejor forma de resolver sus dificultades; la siguiente parada era la alienacion y despues, cuando fuera un adolescente, yo misma tendria que revisar su closet para asegurarme de que no tuviera escondido un rifle de asalto. No siempre fui propensa a imaginar lo peor. Fue una habilidad aprendida, una destreza de condicionamiento involuntario. Gabby McPherson me dio un breve tour de orgullo domestico la primera vez que lleve a Hayden a jugar, pero yo ya estaba familiarizada con la disposicion de la casa; habia investigado los planos de todos los modelos cuando empece a buscar una propiedad aqui. Ella no habia hecho nada original con los interiores; los muebles y el acomodo estaban sacados directamente de Martha Stewart... hace cinco anos. El lugar donde se suponia que los ninos iban a dormir estaba en una estancia al costado de la casa y atravese con ligereza el patio para asomarme por la ventana. Solo Dios sabe que me habrian hecho los vecinos si me hubieran visto, pero la verdad, me importaba un carajo. No me habria opuesto a que una patrulla pasara por la calle: ya habia pensado en llamar una, pero esperaba que Pritchett hubiera obtenido cualquier satisfaccion que buscara al confrontarme en la tienda y que ahora nos dejara en paz. Mas no lo creia. Mi corazon latia demasiado rapido; podia sentir mi pulso en el cuello y me costaba trabajo tragar saliva

  • Atentamente tuyo de Josephine Lys

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    Cuando Eleanor Bradford conocio a Nicholas Brame, conde Wiltshire, en el baile de su amiga Mary Beth Benning, las primeras palabras que vinieron a su mente fueron: presuntuoso, atractivo, libertino, irresistible. Su amiga la habia prevenido de hombres como el, y la fama del Conde lo precedia a donde fuera. Despues de la muerte de su padre y de haberse hecho cargo de su familia, lo ultimo que queria Eleanor era arruinar su temporada de presentacion con las galanterias de ese tipo de hombre. Pero ?seria capaz de hacerlo? Cuando Nicholas Brame vio a Eleanor Bradford entrar al baile que ofrecia la familia Benning, supo que la invitaria a la pista en la primera oportunidad y, mientras bailaba con ella, las primera palabras que vinieron a su mente fueron: malcriada, hermosa, rebelde, irresistible. A pesar de sus treinta anos, Nicholas no queria saber nada con jovencitas casaderas, y en especial, nada con Eleanor. Pero ?seria capaz de olvidarla? Un fin de semana compartido en la campina hace que ambos se conozcan mejor y que compartan sus secretos y dolores mas intimos, lo que los hara pensar en profundizar su vinculo. Sin embargo, el marque de Lavillee, nuevo marido de la madre de Eleanor, tiene otros planes para ella: casarla con su sobrino en Francia para asi aduenarse de su fortuna. La obligara con una feroz amenaza a desairar al hombre que ama y partir hacia Paris. Un ano y medio despues, tras la muerte de su familia, y todavia soltera, Eleanor regresara a Londres, donde sufrira el desprecio de Nicholas. A pesar de todo, el destino parece guardar una ultima carta y hara que, para salvaguardar su honor, deban casarse. "Un matrimonio por conveniencia", acordaran. Pero ?alguno de los dos creera esa mentira? Con maestria y elegancia, Josephine Lys nos deslumbra con otra historia de amor ambientada en el periodo de la Regencia inglesa.

  • Hijos que callan, gestos que hablan de Susana Fuster

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    La adolescencia es una etapa complicada, tanto para los adolescentes como para quienes <>. Una gran mayoria de padres con hijos adolescentes en casa se quejan de lo mismo: falta de comunicacion. Y quiza ahi reside gran parte del error. Los adolescentes estan diciendo muchas cosas, el problema es que no sabemos interpretar correctamente lo que comunican con su mirada, sus expresiones faciales, su postura, sus gestos, su voz o incluso la ropa que visten.

  • Novia a la fuga de Eva River

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    Una mujer hermosa. Varada en mitad de una solitaria carretera de Texas. Vestida de novia. Muy cabreada. Con un cochazo… probablemente robado. Y el FBI en su busca.
    Definitivamente ese era el tipo de problema que Nick McCloud no necesitaba.

  • El ascenso de las dos serpiente de Max Gladstone

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    Una plaga de demonios han saboteado las reservas de agua de Dresediel Lex. Para averiguar quien esta detras y reparar el dano, el Rey de Rojo envia a Caleb Altemoc, hijo de Temoc, el ultimo de los sacerdotes de los antiguos dioses y protagonista de La primera y ultima nieve, un joven especializado en gestion de danos, que tambien se saca algo de dinero apostando. Una vez alli, Caleb se encuentra con Mal, una saltadora de tejados de la que queda inmediatamente prendado. Desde el principio, Caleb y Mal estan unidos por el deseo, la magia y el azar, atrapados en un juego peligroso donde dioses y humanos son meros peones. Ambos yacen en el agua y bailan sobre el fuego, mientras las dos serpientes que duermen bajo la tierra empiezan a despertarse. y estan hambrientas.

  • Fuera de juego – Chus Iglesias de Chus Iglesias

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    El desahogo de Alba despues de aquel partido, en el que habia insultado al arbitro a placer, no tenia comparacion con la verguenza que empezaba a sentir y mas cuando descubrio que David seria el nuevo tecnico de prevencion de riesgos y abogado de la asesoria en la que ella trabaja en Santiago de Compostela. Lo que esta claro es que el no ha llegado en son de paz precisamente, cuando ha comprobado que era la misma ninata del campo de futbol.
    Este hombre es un ligon empedernido que no esta dispuesto a atarse a nadie, aunque las cosas siempre pueden cambiar si te encuentras con alguien mas terco que tu, dispuesto a fastidiar lo que sea necesario.
    Despues de numerosas discusiones por temas de trabajo, que han llevado a su jefe a preocuparse por su relacion, este los enviara a Suiza en un viaje de negocios, alli quizas el le cuente ese secreto que tanto lo atormenta y por lo que muchos de sus amigos le han dado la espalda, y hace que por veces tenga ese humor de perros. Tambien podras descubrir lo bonito que es este pais y su sabrosa gastronomia, asi como la vida de los numerosos emigrantes que alli viven. Si te intriga su historia tambien descubriras con ellos esos amaneceres que tanto le gustan a David y por que ha aprendido a valorar tanto esas pequenas cosas que nos da la vida.
    Y ese local que es frecuentado por Yago el fiscal y Valeria la policia. Todos hablan de el y nadie sabe quienes son los duenos, otra grata sorpresa.
    En este libro descubriras los amorios de los protagonistas y sus amigos, un caso de acoso escolar y otro de violencia de genero por parte de la companera de trabajo de Alba, asi como bonitos amaneceres que dan nombre a esta saga.

  • Dejate llevar de Tierra Salvaje

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    El sol entraba a raudales por la cristalera de la galeria. Un ligero sopor producido por el bochorno y por el calor de su piel se apoderaba de mi. Incluso el ruido de algun que otro coche pasando por la carretera inducia al sueno. No queria quedarme dormida, pero si seguiamos unos minutos mas asi recostados en el sofa y abrazados eso seria lo que pasaria. De pronto, oi su voz junto a mi oido: Deseo que me hagas un favor… Algo me hacia pensar que ese favor iba a ser sexual, pero lo que me pidio no tenia nada que ver con lo que yo habia pensado. ?Me traerias agua? Me quede atonita, porque no es el tipo de personas que pida a los demas lo que puede hacer el mismo, pronto comprendi que esto tenia trampa. Para ver si descubria un poco mas sobre su deseo me hice la haragana y me acomode en su regazo. ?No quieres cumplir con mi deseo? Su voz comenzaba a sonar traviesa, quedando claro que habia segundas intenciones y produciendome un cosquilleo en el conito. Yo conocia muy bien ese tono almibarado y peligroso a partes iguales. Hice el ademan de levantarme, pero entonces me cogio por la cintura y me volvio a sentar. Acerco sus labios a mi oreja y rozandola susurro: Eso si… ?podrias traermelo desnuda? !Lo sabia! !Habia gato encerrado! Me eche a reir, al tiempo que me rebelaba: !Tu estas chiflado! !Las cortinas estan abiertas, me podrian ver desde la calle! Seguro que se te ocurre alguna forma para que nadie pueda verte… Gire la cabeza para mirarle y vi en sus ojos aquella mirada que me provocaba siempre deliciosos escalofrios, traviesa, picara, ligeramente malvada y llena de complicidad. No hacia falta que me dijese que era lo que queria exactamente que yo hiciese. Ya lo sabia… Pretendia que cruzase la galeria desnuda y a cuatro patas. La idea hizo que mil sensaciones se centraran en mi entrepierna y no tuve la menor duda de que iba a hacer lo que el me pedia, pero aun asi, crei que ese era un buen momento para protestar y prolongar ese momento tan excitante, previo a un acto en si. Si vengo caminando a cuatro patitas no puedo traerte el vaso de agua. Bueno, traeme una botella asi no tendras ningun problema. !Ah! Y antes de venir tocate un poquito. Me eche a reir entre protestas, con lo cual me gane otro minuto mas de masturbacion. No puedo negar que, mientras me quitaba la ropa en la habitacion estaba un algo inquieta. Me daba verguenza hacer el recorrido a cuatro patas y desnuda, pero cuando introduje la mano entre mis piernas y toque mi conito comprendi que la excitacion era mucho mayor que el pudor. Cogi la botellita con agua que habia sobre la mesita de noche y me dirigi hacia la galeria. El seguia sentado en el sofa, al fondo de la galeria. No dijo nada, simplemente se quedo esperando. Tuve un breve momento de duda. Me dieron ganas de pasar la galeria corriendo y tirarme en sus brazos, para intentar escapar de la situacion, pero antes de darme cuenta mis rodillas y las palmas de mis manos ya se encontraban en el suelo. Agarre el botellin como pude y comence a gatear. Caminaba lentamente, tratando de hacerlo con la mayor elegancia posible y manteniendo la cabeza alta para poder mirarle a la cara y no perderme ninguna de sus expresiones. Pero el se limitaba a sonreir. Aquella sonrisa juguetona que conseguia doblegar mi voluntad… Llegue hasta sus pies y tras darle el agua intente levantarme, pero poniendo una mano sobre mi hombro me impidio hacerlo. Me quede de rodillas entre sus piernas mientras sus manos descendian hasta mis pechos desnudos y comenzaban a acariciarlos produciendome pequenos escalofrios. Sus labios se posaron sobre los mios y nuestras lenguas se encontraron… De pronto su boca se separo de la mia para acercarse a mi oreja y susurrarme… Acabo de recordar que aun tenemos una tarea pendiente… De nuevo una oleada de punzadas se centraron en mi cono. Bien sabia yo cual era esa tarea pendiente… Aunque habiamos hecho algun escarceo en el terreno de sexo anal, su gruesa polla nunca habia conseguido entrar del todo en mi culito. El siempre habia sido muy cuidadoso y me preparaba, a conciencia, pero el tamano de aquella verga siempre habia superado mi capacidad. Aunque si que era cierto que cada vez conseguiamos ir unos centimetros mas alla. En el ultimo intento habiamos llegado a la conclusion de que el siguiente seria el definitivo. Se puso en pie y me insto a que le siguiera. No creo que haga falta decir de que forma tenia que seguirle yo. Asi que de nuevo tuve que de nuevo me vi gateando por el suelo de madera… Al llegar a la habitacion, me dijo que me pusiera de rodillas apoyada sobre la cama y que le esperaba asi sin moverme. --?A donde vas? --Ya lo veras - De nuevo aquella sonrisa - Tu no te muevas, eh… no me hagas trampa. Tardo varios minutos en volver en los cuales le oi abrir cajones y revolver entre objetos, mientras yo me preguntaba que demonios seria lo que buscaba. Hasta que, por fin, oi sus pasos volviendo al dormitorio. --Cierra los ojos… --?Que has traido? --Enseguida lo sabras… Tu cierra los ojos… Segun lo hice note que se inclinaba hacia mi y algo frio y redondeado toco mis labios. Saque la lengua para explorarlo y enseguida comprendi que era algo de cristal. Lo recorri con la lengua como si de una polla se tratase, pero era pequeno, apenas unos cinco centimetros y aunque al principio la forma iba creciendo llegaba un punto en que se reducia de forma considerable. Tenia forma de …. --!Es como un plug! !Es un tapon de cristal de botella que tiene la forma de un plug! ?Que piensas hacer con eso? --?Hace falta que te lo explique? Ja, ja, ja… Seguro que ya lo has adivinado. Subete a la cama y quedate a cuatro patas… Proteste un poco para hacerme la interesante, pero los dos sabiamos que mi negativa era mentira y que en unos pocos minutos aquel tapon estaria en mi culito. Dicho y hecho… un poco de crema, un par de dedos abriendo, con delicadeza, mi agujerito y el taponcito de cristal ya estaba colocado. Me sentia extrana con aquello alli dentro. Por mucho que lo intentara no podia cerrar mi culito, pero lejos de ser molesta, la sensacion era de lo mas excitante. No pude evitar la tentacion de llevar mi mamo a la entrepierna y empezar a acariciarme el clitoris, mientras ois como el se quitaba la ropa y abria el envase de un preservativo… No tarde en sentir su polla caliente y dura tanteando entre mis piernas para despues perforarme de una sola embestida hasta el fondo de mis entranas. Mi espalda se encorvo ante el placer de sentir aquella verga llenandome por completo. Pero ante semejante invasion el tapon de cristal comenzo a escaparse de su apretado encierro. Sin dejar de follarme, el apreto de nuevo el tapon pos su base y lo volvio a enterrar dentro de mi, dejando el dedo sobre el para que mis dos agujeritos estuviesen llenos. Jamas habia sentido algo asi. La presion de aquel objeto en mi ano aumentaba todas las sensaciones de mi cuerpo, de forma que jamas habia notado su polla tan grande dentro de mi, ni mi clitoris tan sensible. Tal fue la intensidad de aquellos estimulos que apenas tarde unos minutos en comenzar en moverme como una loca, aplastando mis nalgas contra su pelvis para enterrar su polla lo mas profundamente posible para correrme en un orgasmo largo e intenso mientas mi cono se abria y cerraba sobre su miembro y mi ano lo hacia sobre el tapon de cristal. Cai de bruces sobre la cama, rendida, satisfecha e impresionada, mientras mis dos agujeros se libraban de sus respectivas invasiones. Nos tumbamos en la cama, abrazados, hablando durante un rato de lo que habia sucedido. Ambos sorprendidos gratamente de aquella experiencia. Lo unico que me la empanaba un poco era el no haberle dado tiempo a el de correrse y por supuesto era algo que queria remediar. Asi que nada mas haberme recuperado de aquel maravilloso orgasmo, mis manos se deslizaron hasta su entrepierna para descubrir que su ereccion seguia en tan buen estado como minutos antes.

  • El enebro de Barbara Comyns

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    Bella Winter tiene una cicatriz en la cara a raiz de un accidente de coche; conducia su novio, un tipo tacano que no la apreciaba. Embarazada de un inmigrante al que conocio en una fiesta en un piso cochambroso de Bayswater y nunca mas volvio a ver, tiene ahora una nina de meses negra, que oculta a su madre, una mujer que nunca parece haberla querido. Pero encuentra un trabajo que le encanta en una pequena tienda de antiguedades en Richmond, hace nuevos amigos y empieza a tener la sensacion de que la vida al fin le sonrie. El pasado, como no, vuelve, pero tal vez en condiciones que permitan reconciliarse con el; y el presente abre nuevos horizontes, quiza enganosos pero en principio muy felices.

  • Tres dias y una vida de Nuria Rivera

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    Un amor de verano a orillas del mediterraneo.

  • El reino de Goncalo M. Tavares

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    El reino reune las cuatro novelas cortas Un hombre: Klaus Klump, La maquina de Joseph Walser, Jerusalen y Aprender a rezar en la era de la tecnica, escritas por Tavares entre 2003 y 2007. Estamos ante una de las obras fundamentales de uno de los mejores autores europeos contemporaneos, que invita a reflexionar sobre un contexto politico de enorme actualidad: la libertad del individuo en sociedad, la violencia y el poder del Estado o las relaciones sociales. El Tavares de El reino es <>, como recuerda Vila-Matas, <>.

  • La Prometida Virgen de Gema Perez

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    Una princesa de cuento.
    Joven, atractiva, virgen.
    Un Rey que va a venderla.
    Un Matrimonio de Conveniencia.

  • Enredos de amor (Los hermanos Smith 0) de Brenda Ford

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    --!Feliz cumpleanos, hermano! --Angelo me golpea fuerte en la espalda--. Treinta y cinco anos. ?Quien lo hubiera pensado? No creo que ninguno de nosotros creyera que vivirias tanto tiempo. --!Tio!, --Salta mi hermano menor, Nelson--. No seas tan insensible. --?Que? ?Por que soy insensible? Solo digo... --Angelo, si no entiendes lo que Nelson esta diciendo, entonces necesitas un golpe, --se une Wesley. Como siempre, cuando estamos todos juntos, acabamos teniendo una discusion de algun tipo. Supongo que eso es lo que obtienes por poner a seis hermanos en una habitacion, por lo que cualquier cumpleanos es una pesadilla. Incluso si es el mio, lo que deberia ser mucho mas digno, ya que hay una diferencia de edad de trece anos entre yo y el proximo en la linea, Oliver. Pero este argumento lo entiendo. Al menos, comprendo el punto de vista de Nelson y Wesley. Este es un cumpleanos particularmente dificil para mi porque nuestros padres tambien tenian treinta y cinco anos cuando un accidente automovilistico los mato hace dieciseis anos, dejandome a cargo de Oliver, que tenia solo seis anos en ese momento. Angelo y su hermano gemelo no identico, Alex, que tenian casi cinco anos. Wesley, que acababa de cumplir tres anos, y Nelson, que tenia dos. Decir que no fue facil seria quedarse corto. El hermano de nuestra madre vino de Inglaterra para cuidarnos por un tiempo, pero aun asi hice la mayor parte del trabajo. Luego, cuando cumpli los veintiun anos, todo recayo sobre mi, incluyendo la gestion de la exitosa compania de marketing de nuestro padre. He estado demasiado ocupado. La vida ha sido una locura desde que puedo recordar. --No importa. --Levanto mi botella de cerveza en alto para callarlos a todos--. No estoy enojado. ?Podemos pasar una buena noche en lugar de causar la misma mierda de siempre? --Si, claro. --Alex me da una palmada en el brazo--. En lugar de meternos unos contra otros, deberiamos estar dandote cana al ser tu cumpleanos. --Eso no es lo que quise decir… --Lo intento, pero por supuesto, nadie me esta escuchando. Ahora tienen un objetivo comun y es atormentarme. Sera mejor que me prepare. --Si, creo que tenemos que hablar de tu edad, hermano, -- Oliver sonrie--. Tu edad y el hecho de que no te hayas asentado. Quiero decir, ?que otro hombre de treinta y cinco anos conoces que nunca antes haya tenido una relacion a largo plazo? --!Porque no tengo tiempo!, --Grito. --El tiempo es una puta mierda. Tienes que conseguirlo. Si quieres encontrar a la mujer adecuada, debes hacerlo. --Bueno, tal vez no he encontrado a la mujer correcta --Me encojo de hombros--. Quiza llegue algun dia. De todos modos, ?por que demonios os importa? --Sabes… --Angelo se une, usando la voz que suele utilizar para causar problemas y que me lleva al limite. Parece que mi intento de quitarmelos de encima no ha ayudado--. Creo que conozco a alguien que es perfecta para ti. Alguien que es lo suficientemente caliente como para que te interese para siempre, pero tambien inteligente para que puedas conversar. --Claro, claro. --Pongo los ojos en blanco dramaticamente--. Y decidiste decirmelo ahora. --Bueno, hay una cosa que usaras como excusa para no salir con ella, pero creo que deberias mirar mas alla de eso, por una vez, y darle una oportunidad a la chica. --?Ella tiene una cabeza extra o algo asi? Vamos, sabes que no soy superficial. --Entonces, ?por que nunca le has dado una oportunidad a alguien? Y no digas que por falta de tiempo. --Alex me guina un ojo. --Me lleva mucho tiempo dirigir la empresa y cuidar de vosotros, bastardos. --Ahora somos todos adultos. Incluso Nelson tiene dieciocho anos. Ya no necesitas cuidarnos mas. Y no olvides que Angelo y Oliver trabajan para la empresa. Sabemos que el negocio practicamente funciona solo en estos dias. No es necesario preocuparte tanto. --Alex, ?quieres parar? No quiero pensar en eso. Solo quiero tomar unas copas y pasar una buena noche con todos vosotros. ?Es pedir mucho? A decir verdad, En estos dias he estado considerando como seria tener una relacion adecuada. He pasado tanto tiempo cuidando a otras personas que no me he cuidado a mi mismo, y seria bueno hacerlo. La idea de tener una esposa y una familia propia es emocionante… pero por otro lado, no he conocido a nadie que encaje en mi vida. No se exactamente lo que estoy buscando, a pesar de la insistencia de mi hermano de que no soy superficial. Es por eso que nunca les digo nada real sobre mi. --Pero no podemos tenerte con alguien como Maria de nuevo. --!Alex, dejalo! Se que se volvio loca y acosadora, pero no volvere a cometer ese error. Se suponia que iba a ser una aventura de una noche, nada mas. --Luego estaban Rebecca y Sally… --Esta bien, gracias. --Resoplo con burla--. No he tomado las mejores decisiones, lo admito, pero se supone que mi trigesimo quinto cumpleanos es una celebracion sobre todo lo que es bueno para mi. Se imagina que no debes atosigarme a menos que te lo pida… --Brad, hablo en serio acerca de conocer a alguien que creo que es perfecto para ti, --continua Angelo--. ?Por que no me das la oportunidad de presentartela? La conoces… --Si fuera tan perfecta como dices y ya la conozco, ?no estaria ya con ella? No estoy completamente ciego para todo. --No, porque siempre vas a por las chicas equivocadas. Mira, Brad, queremos que seas feliz. --Asiente otro de mis hermanos, de acuerdo con la preocupacion de Angelo--. No queremos que te sientas solo, y pretendemos que abras un poco tu mente… --No deseo escucharlo. --Acabo el resto de mi cerveza en un instante--. Dejenme salir a algun lado. No puedo quedarme sentado en la casa y escucharlos dandome esta mierda. --Brad, estas malinterpretando mis intenciones. Todo lo que quiero hacer es ayudar… Pero ya habia salido por la puerta, en direccion al club nocturno, necesitando musica a todo volumen y cerveza como distraccion de esta pesadilla. Aunque ya estoy luchando con mi edad y mi vida, no necesito que mi hermano siga a delante. Incluso si sus intenciones son todas buenas. Una mujer hermosa se contonea hacia mi, haciendo obvio que me desea. Ella tiene ese brillo descarado en sus ojos y se con certeza que podria llevarla a los banos y que tendria mi polla en su boca en un instante, dandome una liberacion muy necesaria… Entonces, ?por que no lo hago? ?Que me pasa? Parece que mi edad y la pequena charla que tuve con mi hermano todavia me esta afectando, jugando en mi mente. Todos mis hermanos tuvieron la oportunidad de trabajar para la empresa familiar cuando llegaron a la edad suficiente, pero Angelo fue el primero en hacerlo. Estaba emocionado de trabajar conmigo. Oliver lo disfruta ahora, pero solo aparecio cuando los tiempos se pusieron dificiles. Yo y Angelo probablemente estamos mas cerca que cualquiera de mis otros hermanos, asi que el me conoce mejor.

  • No puedo fiarme de ti de Sophie Saint Rose

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    La necesidad y la desesperacion llevaron a Jeanine Patterson a Dobbs Hill, pero sabia que no hacia lo correcto al buscar a esa parte de la familia para pedir ayuda. Su madre se lo habia advertido claramente.
    Todo lo que veia a su alrededor era tan idilico... Pero Greyson no la queria alli y no dudaba en dejarselo claro cada vez que tenia oportunidad.

  • La historia de Elizabeth Cromwell y Edric Rouhtown de Carlos Salas

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    Elizabeth Cromwell, regresaba a Londres luego de unos largos cinco anos de vivir en escocia con su tios, encontrandose con un pequeno accidente en el camino, el cual la llevo a saber a traves del tiempo, que no todo en su libros era mentira como solia decirle su madre.
    Edric Rouhtown maldecia el clima y los malos estados de los caminos, lo unico que el deseaba era llegar a la casa de su hermana a tiempo para el nacimiento de su sobrino, sin saber que aquella joven dama que lo ayudaria, en realidad seria su destino eterno.

  • El asesinato de Harriet Krohn (Inspector Sejer 7) de Karin Fossum

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    La septima entrega de la serie del inspector Konrad Sejer.

  • ADN. El secreto de la vida de James D. Watson

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  • El sindrome de Lisboa de Eduardo Sanchez Rugeles

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    Un ano despues de la desaparicion de Lisboa, el mundo seguia en el mismo lugar. Los agoreros del desastre tuvieron que resignarse al paso de los dias, a la repeticion incesante de las horas, como si nada hubiera ocurrido, como si la perdida de mas de quinientas mil almas hubiera sido una experiencia fugaz y sin importancia. El Juicio Final, anunciado por profetas exaltados, quedo suspendido hasta nuevo aviso. La existencia mantuvo su rumbo errante a pesar de que, segun los expertos, el eje de rotacion del planeta sufrio un grave e imperceptible desplazamiento. Las mareas y los vientos adoptaron comportamientos erraticos, una masa de niebla se agolpo sobre los cielos lejanos del Caribe, pero el sol continuo su recorrido tranquilo y, pasados los meses de zozobra, los pueblos de la Tierra aprendieron a convivir con la memoria de la tragedia. Pero a pesar de que las vidas humanas siguieron adelante, existe un antes y un despues de Lisboa. Desde que estallo la desembocadura del Tajo, el tiempo transcurrido es una experiencia cotidiana de la inanidad y el vacio. La fatalidad que destruyo Portugal fue una bisagra en la trama del mundo, el punto de giro de un argumento macabro y absurdo, una prueba fehaciente de nuestro desamparo frente a los impredecibles designios de Dios, el Azar o la Nada. Un ano despues de la desaparicion de Lisboa, tres anos despues de la pandemia, me encuentro en el mismo lugar. Hace frio. Las moscas revuelan alrededor de las servilletas usadas, tiradas en el suelo. El televisor, anclado en la esquina de la barra, muestra imagenes intermitentes de un concierto benefico. No tenia conciencia de la efemeride, Gimenez fue el que se acordo: <>. Limpiaba los filtros de cerveza, parecia hablar para si mismo, disgustado por su buena fortuna. Las visiones me invadieron de lleno, como si se tratara de un acontecimiento reciente. Las lagrimas de Tatiana acapararon el recuerdo. El fin de Lisboa coincidio con nuestro hundimiento. Me distraigo con el concierto, reconozco a The Edge, el guitarrista de U2, envejecido y enlutado. <>, anuncia el cintillo del noticiero, sobre una marea de gente que conmemora el aniversario de la hecatombe. No se escucha nada. Gimenez mira la television a diario, pero nunca la oye. Me incorporo en la silla, inclino el cuerpo sobre la barra; el control remoto, envuelto en cinta plastica, descansa al lado de una pila de vasos. Subo el volumen, la cancion elegiaca se cuela entre el polvo. Una pelicula de grasa porcina cubre la pantalla, provocando el efecto de un filtro amarillo, de un Bono con hepatitis. Miro a mi alrededor, enfocando mi desconsuelo en las fotografias colgadas en la pared y en una estanteria sobre la que reposan algunas medallas de laton. El barullo de los mediodias fue silenciado por la carestia. Gimenez limpia los filtros de sifones estropeados, a la espera de clientes que no volveran, pero que, con sus idas y vueltas, alegrias y pesares, escribieron la historia privada de Bello Monte. Cierro los ojos. Recupero el abrazo de Tati. Los primeros rumores sobre lo que habia ocurrido al otro lado del mundo nos permitieron acercarnos. El miedo a lo desconocido develo la profundidad de nuestros lazos y, durante unas horas, mientras no supimos lo que estaba pasando, cuando solo sabiamos que en algun lugar lejano habia ocurrido lo impensable, nuestro amor arriesgo sus ultimos estertores. La informacion era imprecisa. Los medios, como era habitual, apostaron por la censura. Internet cayo, junto con todos los servicios de telefonia. La muerte de las redes sociales alento la desesperanza de aquellos que habian reemplazado los sinsabores de la realidad por una existencia virtual y alternativa. Solo se sabia que un terremoto o algo parecido habia devastado una parte de Europa y que, en cualquier momento, podia ocurrir una replica. El temor por la suerte de los seres amados poblo las iglesias de noveles feligreses, porque muchos de los hijos y hermanos de nuestros amigos, de nuestros vecinos, de nuestra urbanizacion, de nuestra ciudad, de nuestro pais, hacia tiempo que se habian mudado de continente, en busca de la serenidad perdida. Y en las calles, en las panaderias, en las colas de los automercados, empezo a circular la idea de que habia comenzado el fin del mundo. La peninsula iberica, comentaban los mas entusiastas, habia desaparecido. Al tercer dia, cuando la angustia le habia dado la palabra a los fanaticos, cuando la incertidumbre amenazaba con incendiar las embajadas, el Alto Mando Militar, en cadena de radio y television, informo lo que en el resto del planeta era un hecho confirmado y fehaciente. Me costo creerlo. Tati lloraba sobre mi hombro, repitiendo en voz baja: <>. Los estragos en la ciudad de Lisboa eran incuantificables. <>. Un ano despues, permanezco mirando el concierto en la barra de Gimenez, desganado e incredulo. Sin nada que hacer, sin nada que perder, con las emociones revueltas por las revelaciones de Moreira, el abandono de Tatiana y la marca indeleble de los ultimos duelos... los demasiados duelos. En Berlin, Lady Gaga interpreta una balada con arreglo de piano. La multitud, conmovida y drogada, la observa en silencio. Explosiones distantes. La batalla continua en la autopista Francisco Fajardo. Estelas de polvora acompanan la brisa. De vez en cuando se escucha algun disparo o el grito desesperado de una arenga libertaria, pronunciada por algun estudiante cautivo o moribundo. Los combates son parte del paisaje, pero no hay esperanza ni ambicion. Lo unico que queda es el hastio inagotable de nuestras vidas anuladas y los fuegos fatuos de la resistencia, condenados a desaparecer.

  • Erotissima de Venus Sade

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    Cleo, una joven madrilena rebelde y desencantada que canaliza sus frustraciones en el sexo, se ve envuelta junto a sus amigos en unos hechos misteriosos que los ponen en peligro de muerte.

  • Cuervo Judio de Katy Molina

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    En mitad de la inmensa llanura se levantaba imponente una cortina de humo espeso. En ella se reflejaban las caras de horror y los gritos agonicos de millones de judios que se despedian de la vida sin mas remedio.

  • El reino imposible de Yeyo Balbas

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    Una apasionante novela sobre el fin del reino visigodo y los inicios de la conquista musulmana de la peninsula iberica. Yeyo Balbas nos regala una recreacion magistral llena de epica y personajes extraordinarios.

  • El secreto de Helena de Lucinda Riley

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    Una casa magica.
    Un verano para recordar.
    Amor y secretos bajo el sol chipriota.

  • Nico, por favor de A. M. Irun

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    Recuerdo como le conte a Raul que creia estar colada por una chica. Estabamos en la biblioteca de la Facultad. Ambos cometimos la insensatez de querer convertirnos en periodistas y desde que nos conocimos durante el primer dia de carrera ya no nos hemos vuelto a separar. Estabamos sentados frente a frente, con un monton de folios y fotocopias esparcidos por la mesa, subrayabamos y haciamos anotaciones al margen de nuestros apuntes. Cualquiera que nos hubiera visto desde fuera hubiera pensado que estabamos estudiando, pero un zoom a la mesa habria revelado que las notas al margen eran monigotes y el subrayado localizaba palabras a lo largo del texto con el que formar nuevas frases. Raul me paso un folio con su subrayado especial. Lei las palabras resaltadas: “Esto es… un… sopor”. Me rei y la bibliotecaria me chisto pidiendo silencio. Nos quedamos mirando un momento y Raul pudo ver como mi gesto cambiaba, me mordia el labio y le miraba con preocupacion. --?Que te pasa? --susurro Raul. La bibliotecaria volvio a chistar. Alcance mi movil, reflexione durante unos segundos y le escribi un mensaje. “Creo que me he enamorado”. Cuando Raul lo leyo no pudo contener la sonrisa y se recoloco en el asiento. “Vamos a la cafeteria y me lo cuentas”. Envio el mensaje y me miro. Negue con la cabeza. “No podria contarte esto en voz alta”. Raul escribio a toda velocidad. “?Por que?”. Volvi a morderme el labio. Los pulgares me temblaban. “Porque es una chica”. Escribi lo mas rapido que pude y le di a enviar sin pensarlo dos veces. Los ojos de Raul se abrieron como platos. En ese momento, se le pasaron mil cosas por la cabeza, como mas tarde me confesaria. Que si ya sabia que me iba el rollo bollo, que si pobre de mi, que si pobres de mis padres, que si ahora voy a vivir como yo quiero. Tardo unos segundos en volver a escribir. “Vale. Me lo cuentas cuando quieras :)” Sabia que necesitaba tiempo, que primero tenia que asumirlo yo para poder contar mi historia. Pero tambien sabia que Raul no iba a dejar que me lo callara mucho tiempo mas. H a b ia a bie rt o u n a r e n dij a d el a r m a rio y la lu z m e c e g a b a , p e r o la b ris a q u e e n t r a b a p a r e c ia d ulc e y s u a v e. Capitulo 2 La chica del metro Lo que no recuerdo muy bien es cuando me fije en esa chica. Simplemente, un dia la vi. Bueno, ya la habia visto varias veces antes como parte de ese elenco de extras que me acompanan todas las mananas en el metro y que me dan cierta sensacion de seguridad y casi familiaridad. Pero un dia, no se cual, la mire. Ya he comentado que tiene ese tipo de belleza que solo muestra a quien ella quiere, asi que es probable que fuese ella quien eligiera el dia para mostrarse a mi. Y yo pique. Un dia tras otro. Suele calzar zapatillas de deporte. Alguna vez botas. Siempre vaqueros y una cazadora azul marino con capucha y con pinta de ser muy calentita. Nunca la he visto con el pelo recogido. Lo lleva suelto, negro y de un liso que solo puede ser recien planchado. Y solo en una ocasion, la he visto con gafas, asi que supongo que de normal usa lentillas. Me sudan las manos. Las tengo metidas en el bolsillo de la cazadora y manoseo el papel doblado con mi nombre y mi numero de telefono. Las saco para que se sequen. Tomo aire. Llega un tren y miro el reloj. No es este. Dejo que el mundo entre y salga mientras yo apoyo la espalda en la pared de la estacion. El siguiente tren llegara en dos minutos, anuncia el cartel luminoso. Visualizo la situacion. Siempre me viene bien cuando estoy nerviosa. Bajamos en la misma estacion, con un monton de personas mas porque es un punto neuralgico de la red de metro. Me hare un hueco entre la gente, le tocare el hombro y le dare el papel. No creo que le diga nada. Estoy segura de que lo entendera. Tendria que haber traido un libro, meterle el papel entre las paginas y decirle que se le habia caido o algo asi. Normalmente va con los auriculares escuchando musica y moviendo los labios mientras canta tan bajito que ni su nariz podria escucharla, pero la he visto alguna vez con El senor de los anillos. Muy pocas veces. Seguro que lo coge con muchas ganas por las mananas pero luego se arrepiente de cargar con semejante tocho en la mochila todo el dia. Durante todo este tiempo he estado inventandome una personalidad para ella. Me imagino haciendo escapadas de fin de semana con ella, alquilando un coche y discutiendo por que musica poner (a mi me gusta Lady Gaga y a ella Kings of Leon). Estudia Fisioterapia o Educacion Fisica porque siempre le ha gustado el deporte, sobretodo el balonmano. Seguro que es una buena extremo: delgada pero musculosa y agil. El eco del tren que llega por el tunel me saca de mi mundo de fantasia y noto que algo me hace sombra repentinamente. Cuando levanto la vista, veo a un equipo de jugadores de baloncesto que se van a meter en mi mismo vagon. Nuestro vagon. No, no, no, no. No puede ser. Son como torres enormes y estan especializados en hacer bloqueos y pantallas. Me van a joder el plan. Les miro con odio pero apenas perciben mi existencia desde sus dos metros de altura. Mierda. Capitulo 3 El parto Una vez la chica del metro se sento junto a mi. Casi se me salio el corazon del pecho. Incluso ahora mientras lo recuerdo estoy empezando a tener palpitaciones. Yo habia encontrado un asiento libre en nuestra zona del vagon y me lance a el. Habia salido a correr el dia de antes despues de mucho tiempo sin hacerlo y no podia con mi vida ni con mis muslos. Estaba tan cansada que me daba igual si la chica del metro subia o no. Pero subio y, llamalo casualidad, llamalo destino, la senora que estaba sentada a mi izquierda se levanto y salio del vagon, por lo que la chica aprovecho y se sento a mi lado. Tarde un poco en darme cuenta de eso. Como digo, estaba agotada y todavia era martes. Como hoy. Levante la vista y me vi reflejada en la ventana de enfrente. Al estar en un tunel, la ventana se habia ennegrecido y hacia de espejo. Entonces la vi sentada a mi lado, aunque mirando hacia otro lado. Me quede paralizada, como si tuviera a un doberman salivando y mostrando sus dientes afilados justo en mi oreja. Llevaba los auriculares, como siempre, tenia una mano apoyada en la barandilla junto a su asiento y la otra en su muslo derecho que estaba a un dedo del mio. Sin pensarlo dos veces, hice desaparecer esa distancia y pegue mi muslo al suyo. El calor me inundo. Era agradable y horrible a la vez. Se me acelero el corazon y empece a respirar de manera entrecortada, pero no separe el muslo y ella tampoco lo retiro. Veia por la ventana que ella seguia mirando hacia el otro lado, pero su mano derecha ganaba terreno milimetro a milimetro en su muslo, hasta que su dedo menique rozo mi pierna. Quise gritar, quise abrazarla, besarle. No dejaba de sonreir. Entonces, como ahora, alguien interrumpio el momento. Una embarazada habia puesto su bombo justo delante de mis narices y carraspeo un par de veces. Pille la indirecta y le cedi el asiento. La muchedumbre y mi estado de estupor hicieron el resto y me deje arrastrar hacia el fondo del vagon, lejos de aquel menique. Maldije a todo el tren, embarazada y bebe incluidos, de la misma manera que ahora maldigo al equipo de baloncesto que tengo delante y que no paran de reir y hablar muy alto (en todos los sentidos) y que apenas me dejan ver la puerta de entrada por la que tiene que hacer aparicion mi chica. Mi chica. Siento hormigas en el estomago cada vez que lo pienso. Llegamos a su parada y entra puntual al vagon. La veo entre el poco espacio que hay entre los cuerpos de los jugadores y veo que tambien le sorprende y le fastidia de alguna manera su presencia, pero no alcanza a verme. Pienso que en algun momento se iran y tendre via libre para mirarla. Pero no. Permanecen en el vagon durante todo el trayecto y se bajan en la misma parada que nosotras y que la mayoria de la gente. Avanzamos en manada, casi arrastrandonos y empujandonos unos a otros. Los jugadores de basket estan en todo momento entre la chica del metro y yo, haciendome pantalla. No puedo hacerme un hueco de manera elegante. Tendria que empezar a dar codazos o escurrirme de manera poco natural entre la gente. Veo que se escapa, que es arrastrada por la masa a lo largo del intercambiador hasta que el camino se bifurca y ella toma una salida y yo la otra. Me niego. No he reunido todo el valor que tengo y que no es mucho para que al final me vuelva a casa con las manos vacias. Me doy media vuelta y lucho a contracorriente para seguir los pasos de la chica. Tengo que darle el papel como sea. !Como sea! Parece un parto. Sudo. Empujo, la gente me mira mal, me pisa. Yo tambien piso y pido perdon cada dos pasos. Conforme avanzo, noto que la masa se hace menos densa, que hay mas hueco, y respiro aliviada. Corro hacia la otra salida, busco con la mirada a la chica y la encuentro subiendose a otro tren. --!Espera! --le grito. Ha sido una tonteria gritarle, lo se, me ha salido de muy adentro, de donde salen las cosas sin sentido. Pero la chica se gira y me ve. Le saludo con la mano y con la sonrisa mas bonita que tengo, pero nada mas. Estoy paralizada. La empujan hacia el interior del vagon y ella me mira con gesto triste. Le miro extranada y ella niega con la cabeza. El tren emprende la marcha y desaparece de la estacion.

  • El Confidente de Helene Gremillon

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  • La cima mas profunda de Michel Crisol

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    “!Arriba, arriba! Yo siempre ascendia guiada por el instinto mas certero, confiada en mi empeno y la fuerza de mi cuerpo. Sorteaba cualquier obstaculo de la roca, rapido, sin esfuerzo; al reves de lo que hacia con los enigmas de mi vida… ?Como no iba a lanzarme tras la leyenda, ojos vendados y corazon en la mano, a cambiarlo todo?”.

  • El ranchero contrata a una cocinera de Misty M. Beller

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    Cuando la Guerra Civil obliga a una bella muchacha del Sur a un rancho de ganado rudo en Texas, el amor es lo ultimo que espera encontrar.

  • El asesinato del hombre perfecto de Elizabeth Gill

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    Una obra de teatro excepcional, su singular autor y el productor, melodramatico y desmesurado. Una joven encantadora y su prometido: el intelectual lord Charles Kulligrew. Un millonario siniestro, un profesor despistado, su intransigente hermana y… el Tigre.