• mi inspiracion es la pasion por todo lo que hago - Milagro Sanchez

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    Lucas es el irreconocible que salvo a Jacqueline de una acometida a manos de otro estudiante. Jamas se habia fijado en este enigmatico chico hot y tatuado, pero desde ese momento se lo encuentra por todas partes. La atraccion entre ellos es instantanea y arrolladora. Pero ?puede Jacqueline confiar en el o acabaran los misterios de Lucas interponiendose entre ellos? Juntos lucharan contra el mal y la responsabilidad, pero ademas van a descubrir el poder inesperado del amor.

  • 3 Libros De Inspiración Para Conectar Con Tu Pasión

    https://www.thekeyitem.com/blog/es/2017/05/3-libros-de-inspiracion-para-conectar-con-tu-pasion

    30 may 2017 — ¡Hola seguidores de “The Key Item”! Soy Cynthia, la prima de Nathalia. Me gradué de Tuft University en Relaciones Internacionales ...

  • Frases motivadoras sobre: pasión, trabajo, viajes ...

    https://trabajarporelmundo.org/frases-motivadoras/

    Hay citas de autores, frases de pasión, trabajo, viajes, éxito y mucho más. ... El trabajo es una de las tareas con las que posiblemente cumples todos los ...

  • Las 125 mejores frases de inspiración - Psicología y Mente

    https://psicologiaymente.com/reflexiones/frases-de-inspiracion

    Sabemos que todas las que has deseado con todo tu corazón. 38. Dos caminos terminaban en un bosque , yo tomé el menos transitado, y eso ha marcado toda la ...

  • 70 frases de Pasión (para dedicar a tu pareja o amigos)

    https://estilonext.com/frases-y-reflexiones/frases-de-pasion

    Renunciar a mi pasión es como desgarrar con mis uñas una parte viva de mi corazón. ... Cualquier otra forma de existencia será otro aburrido libro en la ...

  • Marwan: "Mi inspiración es la vida propia" - VAVEL Media

    https://vavel.media/es/2015/05/13/libros/488428-marwan-mi-inspiracion-es-la-vida-propia.html

    13 may 2015 — Y para escribir mi libro anterior fui animado por la gente que me seguía en ... porque ahora vivo de mis libros, pero sobre todo es pasión.

  • 17 frases a tener en cuenta sobre el poder de los libros y la ...

    https://www.comunidadbaratz.com/blog/17-frases-a-tener-en-cuenta-sobre-el-poder-de-los-libros-y-la-lectura/

    8 abr 2016 — Leer es soñar con los ojos abiertos. Creo que algo muy mágico puede suceder cuando se lee un buen libro. (JK Rowling); La lectura a todos nos ...

  • Steve Jobs y 12 reflexiones para la inspiración - Social Media ...

    https://www.socialmediaycontenidos.com/steve-jobs-y-12-reflexiones-para-la-inspiracion/

    29 jun 2021 — Pero mi propósito con este post no es hacer una enumeración de frases ... El emprendedor del futuro es, ante todo, un creador de productos, ...

  • 3 Formas de Descubrir lo que de verdad te gusta (tu pasión)

    https://coachdelaprofesional.com/3-formas-de-descubrir-tu-pasion/

    31 mar 2015 — Por ejemplo, cuando empecé con mi negocio después de la etapa de ... me apasiona, pues hago todo lo mejor que puedo con lo que tengo, ...

  • Matrimonio pactado de Rosa Saenz

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  • La historia de una obsesion de Ava Mayer

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    Estaba acostumbrada a tenerlo todo en la vida, el dinero podia comprar casi cualquier cosa.
    Menos una, el amor.
    Cuando Liam entro en mi vida, sone con convertirme en una mujer diferente y con ser feliz. Pero el estigma de mi apellido me perseguiria siempre, poniendo en juego mi felicidad.
    Y a veces, solo desear no era suficiente. Por el amor habia que luchar , ?pero fui lo bastante fuerte para hacerlo?

  • Los Propietarios del Miedo de Sebastian Abdala

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    Es un compendio de relatos, acerca de distintas situaciones donde el miedo es el desencadenante… Pero no miedo de terror, si no miedos a, por ejemplo, la soledad.

  • En un pais extrano de Charles Cumming

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    Seis semanas antes de asumir la direccion del MI6 y convertirse en la primera mujer que encabeza uno de los servicios de espionaje mas prestigiosos del mundo, Amelia Levene desaparece sin dejar rastro, provocando asi la crisis mas grave que la institucion ha vivido en una decada. Los altos mandos se encuentran en un trance: no solo tienen que encontrar a Levene, sino que la tarea tiene que realizarse en el mas absoluto secreto si quieren evitar un duro golpe a la imagen y credibilidad del MI6. Asi pues, la mejor opcion que les queda es acudir a Thomas Kell, un agente al que despidieron del cuerpo ocho meses atras por presuntas torturas a un detenido durante una antigua mision en Kabul.

  • La pareja imperfecta de Becca Devereux

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    Una apuesta…
    Un trato tentador…
    … Y un mes para fingir que son la pareja perfecta.
    Javi es excentrico y odia las ataduras. Andrea es policia, independiente y testaruda.
    A ambos les gusta estar solteros. Y les gusta todavia mas cuando se conocen. Porque son muy diferentes. Porque no se soportan. Y porque consiguen sacar al otro de sus casillas.
    Pero ahora van a fingir que son la pareja perfecta delante de todo el mundo. Y el roce hace el carino. Y del odio al amor hay un paso… O quiza unos cuantos. Y, quien sabe, puede que despues de todo sean la pareja imperfecta mas perfecta que existe.

  • LOS CADAVERES NO SUENAN de Enrique Laso

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    Aquel tipo habia estado paseando con su perro un par de horas al menos, tratando de hacer tiempo para no incordiar en casa, mientras su hijo y su esposa se afanaban en preparar una cena suculenta a base de pavo bien horneado, pure de patatas, salsa de arandanos, sidra y, de postre, un delicioso pastel de calabaza. Mas tarde le tocaria a el recoger la mesa y hacer toda la fregaza. Era un intercambio de labores justo, aunque detestase limpiar platos. Pero merecia la pena. No todos los dias era Accion de Gracias. Habia recorrido aquellos aridos caminos, endurecidos por las primeras heladas otonales, cientos de veces, y casi podria decirse que los conocia mejor que cada palmo de su cuarto de matrimonio. En realidad no se cansaba de ellos, pues su belleza silvestre emborronaba un pasado plagado de amplias avenidas, polucion y ensordecedor ruido de coches. Seguramente ese fue el motivo que le llevo a percatarse de inmediato de que algunos arbustos ubicados a la derecha de la senda que estaba siguiendo se encontraban levemente aplastados. La curiosidad le hizo adentrarse entre la maleza, imaginando que con suerte se toparia con algun tejon revoltoso, un zorro asustadizo o una mofeta. Apenas habia sacado de uno de los bolsillos de su pantalon de explorador su Smartphone, con la intencion de sacar una fotografia medianamente decente de lo que quiera que alli estuviese aguardando, para luego mostrarla ufano a su familia, los ladridos de su perro le sobresaltaron. Se encontraba a solo unos pasos de el, y parecia haber encontrado algo realmente interesante. El hombre penso que posiblemente se trataria del cuerpo sin vida de algun pequeno animal, de modo que se aproximo con cierta aprehension. Cinco anos de vida en plena naturaleza aun no habian logrado adaptar al broker de Wall Street que habia sido durante dos decadas al mundo salvaje, y ese antiguo yo se revolvia en sus entranas con frecuencia, tratando de volver a dominar una vida que se habia vuelto de lo mas apacible. --?Que sucede, Duke? -- inquirio, como si su pequeno Beagle pudiera contestarle o comprendiese el ingles. El tipo se acerco con una sonrisa en los labios, mofandose de su propia inocencia, y recordando las cientos de charlas que ya habia mantenido con Duke. Pero de subito una imagen horrible le arrebato la dicha y la torno de inmediato en una mezcla malsana de repugnancia y panico. Su Beagle olisqueaba un punado de huesos que, sin lugar a dudas, y pese a que el no era ningun experto ni en medicina, ni en paleontologia, ni mucho menos en antropologia, eran humanos.

  • Bajo las llamas de Herve Le Corre

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    EL GRAN MAESTRO DEL CRIMEN FRANCES
    RETRATA LOS ULTIMOS DIAS DE LA COMUNA
    EN UNA NOVELA DE LA ESTIRPE DE LOS MISERABLES

  • Amor y asco de @srtabebi

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    No necesitas ser seguidor o seguidora de @srtabebi para que te hagas con este libro siempre y cuando te guste que te hablen sin pelos en la lengua, con un lenguaje directo, librepensador y un marcado sarcasmo. Asi es Bebi que con su lenguaje particular ha revolucionado las redes, y ahora tambien las librerias, convirtiendo a este libro en un bestseller. Asi es este libro, un discurso activista en defensa de los derechos sociales, la ira con la que la autora se enfrenta a hechos injustamente cotidianos, pero sin dejar de lado sus devenires amorosos. De eso va el libro, como la vida misma: de amor y asco.

  • Solo volver a empezar, Loren Mills de Loren Mills

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    Ser agente de la CIA es para Zoe el trabajo de su vida. Al menos, hasta que mataron a su prometido y ocho anos despues le informan de que tiene que trabajar con el agente encubierto que le asesino.
    Noah White, un hombre serio y dedicado cien por cien a su trabajo, despertara en ella el odio y el rencor de los actos pasados, pero no seran los unicos sentimientos que surjan entre ambos. Una mision, un viaje, su mejor amigo David y sus dos companeros de armas bastaran para que Zoe descubra que Noah no es el hombre duro que aparenta ser.
    Dos almas destrozadas por la perdida y el dolor descubriran que para el amor siempre existe una segunda oportunidad.
    Solo hay que volver a empezar.

  • La Torre Tesla de Ruben Azorin Anton

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    Siga a ese coche>>. Largo siempre mi frase romantica contra la pegadiza melodia de saludo cuando subo a un City Cab. Soy un clasico y la he usado en cientos de ocasiones en los casi ocho anos que las calles de Clifton me ven defenderme como detective privado. No se si esa copla fue pensada expresamente para el cine, pero desde que en las grandes ciudades no se pueden poseer, ni mucho menos usar, vehiculos particulares, no le queda razon de ser. De hecho, en la persecucion que acabo de iniciar casi muere antes de brotar de mis labios, obligados a invocar con siglas absurdas una APP que ajusta automaticamente mi ruta a la deriva del vehiculo que he senalado como target. ?Que seria de Frank Bullitt si no pudiese romper las reglas? Si en su persecucion no se pudiese saltar una sola senal de trafico ni exceder el limite de velocidad, si no pudiese derrapar... Ahora los flujos de circulacion de vehiculos autonomos estan regulados. No hay, no queda, ninguna emocion humana en ninguna carrera. Prefiero no hablarle. Solo mi dispositivo movil, magia sin alma, dicta el camino a una maquina carente de pasion. Si. Soy un amante del cine negro. Del antiguo y verdadero cine negro. Quiza por eso me hice detective privado cuando me expulsaron del cuerpo de policia y me uni a los ciudadanos de ninguna parte. El cine mantiene mi vana frase con vida al rescatarla de la realidad. Se vendio bien la campana de reciclaje de vehiculos propios previa a su rapida prohibicion, ?verdad? Las tasaciones personalizadas que nos ofrecio el Gobierno para retirarlos junto a la campana de concienciacion y multas, consiguieron que una gran mayoria de la poblacion las aceptasemos. El resto sencillamente los perdio. Ya no serian necesarios los garajes, los vados ni las plazas de aparcamiento. Los nuevos motores electricos no contaminarian. La conduccion con piloto se limitaria, y solo en determinados casos, a policia, bomberos o ambulancias. Asi se evitaria el cansancio frente al volante y los errores humanos. Esto reduciria drasticamente los accidentes. Cualquier ciudadano identificado podria disponer de una Cab en menos de cinco minutos, a cualquier hora, en cualquier lugar. Todo eran ventajas. Y lo fueron, no podemos negarlo. Pero ?que opinais de la nueva <>? Con la Trans Tax nos la colaron. Debemos tener el carnet de tripulante para ser usuarios de taxis, aunque no los lleguemos a utilizar. Y no es facil obtenerlo, casi mas complicado que el antiguo examen del carnet de conducir y con la exigencia de un certificado de procedencia virtuosa y convicciones moderadas. Un simple plastico sin fotografia y sin codigos que muestra el nombre del propietario cuando confirma su huella. En el mio se rotula Philippe Hawk con tinta electronica. Preferiria la traduccion de mi apellido al espanol, como me llaman los que me conocen, Halcon. Os dire tambien que al principio las carreras eran tan economicas como el transporte publico, pero hoy los costes se asemejan a los de un taxi de antano. Otro handicap, en cuanto a nuestra profesion se refiere, es no poder hacer las rondas de vigilancia desde el coche. Ha supuesto el punto final a la estrategia del cazador que acecha desde el fondo de su asiento los ciclos rituales de su presa. Ya no hay interminables cinturones de vehiculos aparcados en las calles, ni dobles filas entorpeciendo el trafico. Ya no hay hamburguesa en bolsa de papel. Para evitar un mal uso de los City Cabs autonomos, como por ejemplo dormir o resguardarte en ellos, si superas los quince minutos estacionado, el propio vehiculo te alerta de que envia una senal a la policia. Si ignoras el aviso, en pocos minutos eres desalojado. Asi que, aunque se pudiese conducir, un vehiculo con pasajero parado mas de diez minutos levantaria sospechas. Tampoco se puede llevar arma sin licencia o el coche la detectaria y tambien avisaria de inmediato a la policia. Con este sencillo sistema de seguridad detuvimos a cientos de incautos en mis anos en el Departamento como agente. Pobres diablos que nunca sabian como los habiamos descubierto. No eran tan inocentes, claro esta, los delincuentes profesionales, con los que aprendiamos ciertos trucos. De forma que he tenido que alquilar un cuartucho de hotel en la ciudad a la que me ha llevado mi nuevo caso. La misma ciudad, por cierto, en la que habia trabajado de policia y a la que habia prometido no regresar. No creo que mi vuelta le sorprenda a nadie. Mi palabra nunca ha tenido mucho valor, ni siquiera para mi. Ademas, esta vez no se trata de una esposa celosa y no iba a dejar escapar un encargo por un precipitado calenton que tuve hace varios anos. Volviendo a mi nuevo caso, ando tras mi objetivo. Varon de mediana edad. Raza caucasica. Estatura, 1,80 metros, y pelo oscuro. No se si sospecha que le sigo, pero aunque asi sea, tampoco podra hacer demasiado, esta igual de atrapado que yo. La persecucion es sencilla. El cambio de la circulacion caotica de hace solo unos anos por la ordenada y silenciosa actual ha sido sorprendente y tiene mas pros que contras. A mi me sigue gustando recalcar mis contras; es una cruzada personal. Nos estamos alejando del casco urbano y aqui no hay casi trafico. Solo circulamos tres vehiculos por la carretera y pronto sere descubierto. Hago una foto al identificador que persigo y una llamada. --Hola, Margaret. --?Halcon? --El mismo. Pasaba por la ciudad y he pensado que estaria bien que nos vieramos. --?Que quieres, Halcon? Tengo trabajo. --Solo un pequeno favor, por los viejos tiempos. Te acabo de enviar el identificador de un vehiculo. ?Podrias enviarme un split de seguimiento al movil? --Ni lo suenes, Halcon. --Me rompes el corazon, companera. Pero ha sido un placer escucharte despues de tanto tiempo. --Lo mismo digo. Adios, Halcon. Maldicion. Si no quiero perderlo he de continuar tras el. Amplio la distancia. El otro vehiculo toma una carretera interminable que conecta Nueva York con Nueva Jersey. Dejamos los edificios y entramos en amplias extensiones de terreno cada vez mas despoblado a ambos lados de la carretera. No me gusta, nos estamos alejando demasiado. Mis temores se ven confirmados por un aviso del altavoz interno. --Este vehiculo no tiene autorizacion para circular fuera del casco urbano. Por favor, elija otro destino. Caso omiso a la advertencia y, como estaba escrito, pocos metros despues el vehiculo se detiene e insiste en que elija otro destino. Vuelvo a recurrir al telefono movil. --Margaret... --Dime... Tendre que desplegar todo mi encanto personal para persuadirla. Necesito su ayuda si no quiero tirar por la borda estos dias de trabajo. Sin embargo, la situacion cambia radicalmente cuando mi perseguido se detiene a unos cien metros delante de mi. Nadie se apea. No creo que sea de corto recorrido, como en el que yo viajo. Y, aun asi, alli esta. Parado. Obviamente me ha descubierto. No puede ser nada bueno. --?Sigues ahi, Halcon? --pregunta mi antigua companera, de la que ya me habia olvidado. --Claro, muneca. Solo queria pedirte perdon por haberte puesto en un compromiso. Sabes que no soy asi. Cuelgo antes de escuchar su respuesta sarcastica o irritada. Ahora me preocupa mas la situacion en la que me encuentro. ?Alguien me ha tendido una trampa? Indico fin de trayecto para acallar la molesta voz del coche repitiendose. Alli estamos los dos City Cabs. Solos. Sin nadie en kilometros. Monto mi arma camuflada y espero a que mi presa mueva ficha. --Por favor, abandone el vehiculo. Este nuevo aviso juega a mi favor. Esperare hasta que venga la policia a comprobar el porque de un taxi parado y con un pasajero armado. Prefiero ese incomodo encuentro que cometer un error frente a gente dispuesta a asesinar. Ahora no se quien vigila a quien. Todavia es de dia, pero creo adivinar atravesando su luna trasera un destello dirigido hacia mi. --Por favor, abran el vehicu... El mensaje se repite cada treinta segundos. Pero ahora esta enrarecido con interferencias. La voz suena entrecortada, las luces interiores de mi Cab han parpadeado y parece que no llegan a apagarse. Piensa, Halcon, piensa. Por fortuna, acude la caballeria. Desde luego han mejorado los tiempos de respuesta desde mi marcha del cuerpo. ?Sera alguno de los viejos conocidos? --Por favor, salga del vehiculo con las manos en alto. Ahora escucho a la policia por el altavoz interior. Veo que el otro coche empieza a alejarse. Lo voy a perder, pero ha pasado el peligro... ?O quiza no? No salgo. No me atrevo a tocar la puerta. --Salga del vehiculo con las manos en alto. El coche de policia ha estacionado a pocos metros. Baja uno de los agentes y se me aproxima con la mano acariciando la culata del arma. --!No se acerque al coche! No parece escuchar mi advertencia. Muevo las manos para que se aleje, pero en vez de hacerme caso, mis gestos le ponen en alerta y saca el arma. Se aproxima apuntandome mientras su companero insiste a traves del comunicador para que baje del vehiculo. Con las dos manos sujetando la Smith & Wesson y presto a disparar, golpea suavemente el cristal de la ventanilla para indicarme que salga. Las luces interiores vuelven a oscilar. No le conozco. Es joven, debe ser una incorporacion reciente. Levanto las manos y vuelvo a prevenirle: --Por favor, no toque el coche. Otra frase inutil. Cuando acerca la mano a la manilla exterior se escucha un chasquido seco y el abnegado policia se desploma como si fuese de carton piedra. Jamas he visto algo asi. Su companero, todavia en el coche patrulla, me creera responsable. Puedo darme por muerto. Solo tengo segundos. Busco y abro la puerta con las manos metidas en los plasticos de la documentacion del coche. Salgo aun a riesgo de correr la misma suerte que el agente caido. No me ocurre nada. Me dejo caer al suelo de rodillas con las manos en la nuca para que el otro agente me vea entregado antes de reaccionar y acabar conmigo. El cadaver yace a mi lado en una postura antinatural y grotesca, como si aun estuviese de pie. Me recuerda a las fotos de aquellos cuerpos petrificados por la erupcion del Vesubio. El rictus desprende un fuerte olor a chamuscado. El ambiente a chamusquina. 2 COMISARIA Mi vieja comisaria. Vuelvo a los ocho anos. Ha cambiado poco. El ambiente tenso al verme entrar no es muy distinto al que se creaba la mayoria de veces, cuando lo hacia sin esposar. Las caras nuevas me sentencian con la mirada. Ya deben estar al tanto del asesinato de un companero. Espero que, aunque me vean arrestado como principal sospechoso, ninguno de los viejos colegas a los que saludo con la mirada piense que puedo haber sido yo. La incredulidad y la sorpresa que recibo no me lo confirman. Como siempre, nadie habla a mi paso. Ni siquiera mi antigua companera Marga. A ella le sonrio. Randle me espera en la puerta de su despacho, al menos tiene el miramiento de no despacharme a una celda o a una sala de interrogatorio. Debe ser el unico que conoce los detalles de mi implicacion en este asunto. El agente que me conduce me sienta bruscamente y me clava en el cuello dedos como garras. Quiere venganza. Pero Marvin le ordena que salga sin darle opcion a relatar lo ocurrido. No le gusta, pero obedece y mis cervicales vuelven a su orden. El capitan Marvin Randle, mi antiguo jefe, baja los estores para apartar una docena de miradas de reojo y pasea por su despacho frotandose las manos y la nuca. --Cuando te expulsaron del cuerpo y prometiste no volver nunca mas a esta ciudad pense que me habia tocado la loteria. ?Podrias explicarme por que se ha acabado mi buena suerte? Nunca me deja responder. --?Que ha sucedido? ?Por que tengo a uno de mis hombres carbonizado? Espera, no me lo digas. --Levanta las palmas de las manos--. Ha sido un accidente. Pasabas por alli y casualmente hubo algun fallo tecnico en el vehiculo y... --Veo que no ha perdido su astucia. --Muy gracioso, Halcon. Muy gracioso. Tira un expediente sobre la mesa y se me encara a voces. --Apareces hace un par de dias como por casualidad haciendo preguntas en la escena de un crimen perpetrado en mi ciudad. Enseguida supe que eras tu... --Abre el dosier y saca algunas fotos del cadaver--. !Muerte por electrocucion! Un dia despues, te encuentras donde un policia de mi Departamento es victima de otro asesinato. ?Y como?... !Por supuesto! !Tambien electrocutado! Supongo que es solo una coincidencia y que no hay ninguna relacion entre ellos. Da un violento golpe sobre la mesa. --!Estoy esperando una explicacion! --Lo siento, jefe. --?Lo siento, jefe? ?Cuantas veces he escuchado lo mismo? Yo ya no soy tu jefe y por dios que me alegro de ello. Al igual que se alegran tus companeros de no tenerte ya como tal. Senala hacia la ventana con la cara roja. Siempre le ocurre cuando se enfada y en mi presencia alcanza el bermellon. --Me gustaria poder ayudarle... --Eras tu el objetivo, ?verdad? ?En que estas metido? Esto te queda grande, Halcon. Este ultimo comentario me pone sobre aviso. Sin duda el tiene mas informacion que yo sobre lo que esta sucediendo. Tomo una de las fotografias de la primera victima y simulo ojearla con desinteres antes de volver a lanzarla sobre la mesa. --Quiza podria ser de mas ayuda si no me hubiesen echado a patadas de la escena del crimen. ?Como me queda de grande? Me vuelve a atravesar con la mirada

  • El verano en que me enamore (Verano 1) de Jenny Han

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    Belly nunca ha sido la clase de chica a la que le pasan cosas. Ano tras ano, sus vacaciones transcurren en la casa de la playa pero los chicos apenas se dan cuenta de lo mucho que se fija en ellos. Cada verano, Belly desea que eso cambie. Y, esta vez, lo hara: este sera el verano en que Belly se volvera guapa, el verano en que se enamorara... aunque tambien sera el verano en el que todo cambiara. Para bien, y para mal.

  • Mi ano de descanso y relajacion de Ottessa Moshfegh

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    <>
    Kirkus En Mi ano de descanso y relajacion, Ottessa Moshfegh hace de Manhattan el epicentro de una civilizacion, la del ano 2000, dominada por la apatia. Como una oscura bella durmiente, la narradora de esta novela decide encerrarse durante un ano en su piso de una de las zonas mas exclusivas de Nueva York, asistida por una herencia ingente y por una gran cantidad de farmacos, para dedicarse a dormir y ver peliculas de Whoopi Goldberg y Harrison Ford.

  • Libro de familia de Galder Reguera

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    La Nochevieja de 1974, la madre de Galder Reguera supo que estaba embarazada de el. Ese mismo dia, su padre murio en un accidente de coche. En estas paginas se unen un emocionante relato familiar lleno de giros inesperados y la cronica de una investigacion: <>.

  • Mi medio limon de Carlota Laupani

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    La vida de Alicia es casi perfecta. Tiene un trabajo que le encanta, una casa preciosa, una hermana pequena a la que adora… si no fuera por su mala relacion con su madre y su aversion por las relaciones sentimentales, su vida seria completamente idilica. Sin embargo, cuando, de un dia para otro, se queda sin trabajo, todo cambia. Su mundo se viene abajo y no sabe como solucionar sus problemas. Hasta que conoce a Alex, un guapisimo camarero que la ayudara a salir del pozo en el que
    se encuentra.
    La quimica entre ellos es brutal, pero Alicia no esta por la labor de perderse en una relacion.
    ?Podra Alex hacerla cambiar de parecer?
    Y sobre todo, ?podra hacer que vuelva a creer en el amor?

  • Vengare tu muerte de Carme Riera

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  • Una manana cualquiera de Esteban Moneo

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    --!Esteban! !Senor! ?Me oye? !Esteban! !Esteban! --Una senora bajita y regordeta, enfundada en un chaleco naranja fosforescente y rodeada de media docena de personas del servicio de asistencia y de la policia municipal, vociferaba con cara de pocos amigos. La condenada chillaba como las pescaderas en esos antiguos mercados de abastos de los puertos: <>. Jureles no, pedazo de atun inmovil, que no reaccionaba ante semejante griterio. Y Marta, su mujer, con un ataque de panico al verlo convertido en un guinapo. Todos en torno a la cama, contemplando un tesoro, algo divino, digno de contar por la noche en sus casas. Nada que ver. Un cuarenton, con los pelos revueltos despues de una noche de sudor y fiebre, no despertaba. Quizas, tantos decibelios por parte de la dichosa senora provocaron el chispazo. El cable rojo y el cable azul se rozaron, encendiendo una bombilla dentro de el. La alarma del despertador le hizo incorporarse y miro la habitacion. Su pequeno espacio privado invadido por gente con uniforme que vociferaba y escudrinaba. ?Que sucedia?, ?que...? <>. No, perdon, jureles no; eso es lo que a el le resonaba en la cabeza, a punto de explotar por ese grito ininteligible: --!Senor! ?Me oye? !Estebaaaan! Del mismo modo que desperto, atonito ante las voces de la medica a medio metro de su rostro, se desplomo sin decir palabra. No pudo. Sus fuerzas se consumieron en una simple mirada desencajada. Esos ojos de atun y su cuerpo, un saco de patatas recien descargado, cayeron hacia atras, sumergidos de nuevo en otra dimension. Senal suficiente para que la senora del chaleco determinara la gravedad de su estado y cambiara los chillidos por ordenes a sus companeros: --!Protocolo ictus! !UVI movil! !Vamos, senores, traslado urgente al hospital! Mientras, su mujer solo pensaba en disimular para que sus hijos no se asustaran por la situacion. Tarea complicada a la hora del desayuno en una casa con cuatro ninos, ante tal despliegue de personal uniformado que efectuaba su trabajo sin miramientos: entraban y salian, subian y bajaban escaleras. Y habia dos ambulancias y un coche de policia en la puerta. Una vecina, muy amiga de la familia, corria en camison en busca de la llave de la salida de emergencias de la urbanizacion. Al marido, mas para alla que para aca, dos fornidos facultativos del Samur lo bajaron en una silla de ruedas por las escaleras. Un espectaculo. Varios vecinitos, en vez de seguir rumbo al colegio, se detenian en la puerta del domicilio para verlo. Lo de pasar de largo, pura quimera. Otro chispazo. Otra mirada fugaz. El traqueteo del descenso conecto de nuevo los dos cables mal pelados de su cerebro y volvio a enchufarse a la realidad. Lo metieron en una ambulancia. No pronuncio palabra, ni balbuceo. Se iba rodeado de luces y personal sanitario, ante la cara de susto de su mujer y el nino cotilla de turno, que se habia quedado paralizado en la puerta. De milagro, en esa breve conexion fue consciente de que no era el, ni su cuerpo. Diez segundos dentro de un saco, mirando con los ojos de un extrano. Con el mismo impulso que vino, se fue, como aquellas bombillas de filamento de toda la vida, no estas modernas repletas de puntitos, que se agitaban a contraluz para comprobar si estaban fundidas o dando sus ultimos coletazos. Se apagaron su mirada, sus recuerdos y su escasa, por no decir nula, capacidad de reaccion. El personal sanitario lo aseguro con bridas a la silla. El viaje hasta el hospital de la zona, uno de los mas modernos de la ciudad, era corto. Cuantas veces habian hablado de lo conveniente que era tener semejante mole cerca de casa, por si algun dia ocurria aquello que piensas que nunca te va a pasar a ti. Ni en el peor de sus suenos ni en sus quejas continuas sobre su estado de salud, habia imaginado que su primera visita al complejo hospitalario seria por la puerta grande, como los primeros espadas de la tauromaquia, pero al reves: ellos triunfan y salen, no entran. Los cuatro ninos apuraban sus desayunos, ajenos a lo sucedido y al trago dificil por el que pasaba su madre. Calma absoluta. Su padre estaba con gripe en la cama, los medicos habian venido a verlo. Nimiedades, una enfermedad comun no impedia que continuaran con la misma rutina de cada manana: risas, colacaos, cereales, y zumbando a clase. Sin saber que le ocurria a su marido, inconsciente de camino al hospital, aderezaba su incertidumbre con la idea de que el vecinito cotilla, que iba a clase con uno de sus hijos y habia contemplado la funcion matutina desde primera fila, le contara, con la habitual inocencia infantil, que su padre se estaba muriendo. Estas preguntas, muchas mas y toda la tension contenida salieron disparadas, como si se abriera la espita de una olla expres, cuando los ninos brincaron del coche, rumbo al patio. Con el cierre de las puertas, la madre rompio a llorar. La noche anterior, se habia planteado si una simple gripe era motivo suficiente para hacer que el medico se desplazara a su casa. Los telediarios ya habian avisado de que las urgencias estaban colapsadas por los casos de gripe. ?Que les iba a decir? <>. Vamos, igual que el resto de los contagiados por el virus en ese frio mes de enero. Ellos mismos lo habian comentado en mas de una ocasion: --Si estas enfermo, caldito, y a la cama. Sin exageraciones, que el sistema sanitario bastante tiene con lo suyo. Pero esa manana, al despertar, fue consciente de que algo anormal sucedia. Ni gripe ni catarro. Temio que fuese a mayores. Si otras veces procuraba hacer el minimo ruido posible para dejarlo descansar, ese dia no. Por fortuna, su sexto sentido femenino le advirtio que no debia salir sin mas. --Esteban, Esteban, ?estas bien? ?Como te encuentras? No obtuvo respuesta. Su marido no despertaba. No estaba. --Esteban, Esteban, ?que te pasa? --insistia Marta--, ?sabes quien soy? Igual que sucederia una hora mas tarde con los gritos de la sanitaria, los ojos de su marido dieron un repaso al cuarto traspasando el cuerpo de ella; esa forma de mirar de quien no esta viendo. Y no pronuncio palabra. Eso activo las alarmas de Marta. Las llamadas de sus vecinas la hicieron volver al crudo presente. Los ninos estarian en el colegio hasta media tarde; llegados a ese punto, ya veria como se las arreglaba para contarles lo sucedido. Lo primero era lo primero: ir al hospital para informarse del estado de Esteban. Solo sabia que a esa persona con la que llevaba mas de media vida la habian metido en la ambulancia como un fardo, inconsciente. Pero habia visto su mirada dura, distante; la misma que un familiar suyo anos atras, ese que no tuvo un final feliz. La llegada al hospital fue un nuevo mazazo. A diferencia de esas series hospitalarias que tanto gustaban a los televidentes, donde cirujanos, interinos, enfermeras y celadores vivian aventuras dignas de un culebron a la par que la sangre surgia a borbotones (eso si, sus batas blancas se mantenian impolutas), la realidad que se encontro Marta fue una sala de gran tamano a rebosar de ancianos en camillas agolpadas en las esquinas y pasillos, a la espera de su turno o a mitad del tratamiento que calmase sus sintomas gripales. Sofocada y con el susto en el cuerpo, la llevaron hasta los boxes de urgencias. Las paredes de cristal, con un enorme punto rojo en el centro para que las personas no se dieran de bruces, y las cortinas a medio descorrer apenas preservaban la intimidad de los enfermos: un abuelito, que pocas horas mas tarde pasaria a mejor vida, y un par de accidentados. La enfermera le senalo con amabilidad la esquina, justo donde empezaba el pasillo: ese era el de su marido.

  • El Secreto de Malcom de Kate Danon

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    1314, Escocia
    Tras perder a su padre en la ultima batalla contra los ingleses, Lena MacLaren ha sido convocada por el rey de Escocia para decidir su destino. Como hija de un laird de las Highlands, debe contraer matrimonio para salvaguardar los intereses de su clan. Sin embargo, el candidato elegido por el monarca es el ultimo hombre con el que jamas hubiera pensado desposarse. Su pasado en comun es una barrera que considera infranqueable y las heridas en su corazon todavia no han cicatrizado…

  • Rebelion electronica de andar por casa de Esther Mor

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    “El robot Roomba, en un alarde de independencia y autonomia, se habia puesto en marcha. Solo. Y se dirigia hacia mi. Amenazante. A velocidad constante. Intente salir de su radio de accion, pero, de una manera inexplicable, parecia perseguirme. Eso no era posible. Mi mente racional no daba credito. Avance por el pasillo con el condenado electrodomestico siguiendo mis pasos a corta distancia. Cuanto mas aceleraba la marcha, mas parecia hacerlo el tambien.”
    ?A que se enfrenta Maribel?
    ?Es una rebelion local, un odio visceral enfocado unicamente a nuestra protagonista o esta toda la humanidad en peligro?
    Ella esta a punto de iniciar una aventura perseguida por aquello que el ser humano ha creado para facilitar su vida cotidiana, ?quieres acompanarla?

  • Escribiendole un verano a Sofia, Christian Martins de Christian Martins

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    Alex y Sofia solo tienen una cosa en comun: ninguno de los dos cree en el amor.
    Sofia es una joven alocada que busca vivir la vida, salir adelante con pequenos trabajos que le proporcionen lo justo y necesario y, sobre todo, disfrutar. Piensa que la vida es demasiado corta como para ser desperdiciada...
    Alex hace un ano que se ha divorciado y siente que ha perdido todo lo que tenia. Sin saber como continuar, centra todos sus esfuerzos en rescatar su carrera como escritor, sin exito...
    Descubre en estas paginas lo que el destino les deparara mientras Sofia te enamora y Alex te escribe un verano que, te aseguro, jamas podras olvidar.

  • El primer gran caso de Yaiza Cabrera de Javier Holmes

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    Cuando Yaiza Cabrera llega a su despacho de economista escucha a traves de la puerta un ruido que le resulta familiar. Al acceder a el, se encuentra a su ayudante desnudo, boca abajo y sobre un charco de sangre. El sonido que instantes antes escuchaba era el de un vibrador que ahora esta dentro del esfinter de su ayudante fallecido. Le resultaba familiar por una razon muy sencilla, porque es de ella.

  • Marlena, una amistad peligrosa de Julie Buntin

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    <>, piensa Cat a sus treinta y cuatro anos. Ahora vive en Nueva York y tiene la vida que sono, pero existe un recuerdo que la persigue: la historia de una amistad sin igual con la mujer que cambio su vida para siempre. Cuando parece estar a punto de olvidar, el hermano menor de su mejor amiga aparece en su vida para cuestionarla sobre la muerte de su hermana.

  • En la piel de Lucia de Luz Hidalgo

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    Acababa de anochecer. Por suerte, los ninos estaban arriba, cada uno en su habitacion, entretenidos en sus cosas. Yo estaba ligeramente echada en el sofa, soportando el efecto que las tres copas de vino habian producido en mi organismo. Un dia mas, por suerte, llegaba a su fin. Mario estaba a punto de venir y no queria que me encontrara en ese estado. Pero, por mas que pretendia levantarme, los musculos no podian obedecerme. El ruido de la cerradura retumbo en mis oidos como si de un martillo y un cincel se tratara. No gire la cabeza, pero sabia que era el. Cerre los ojos, implorando que no se cabreara mucho. Aunque en el fondo sabia que no lo iba a hacer; Mario poseia el caracter mas apacible que conocia. Oi sus pasos acercarse lentamente. Levante los ojos y lo mire resignada, esperando escuchar cualquier apelacion a mi embriaguez. --Carino, ?como te ha ido hoy el dia? --Por supuesto, no iba a montar una escena, no era su estilo. --Bien, uno mas --dije con desgana. --Me imagino que no has comido nada... --No, no tenia hambre. --Amor, tienes que comer, ya lo sabes. Ya te dijo el medico... No lo deje acabar, salte como una condenada posesa. No podia soportar que me tratara como a una nina. --!Ya estamos otra vez! No me agobies, Mario, te lo he dicho mil veces. !No me agobies! -- le grite, saliendo a trompicones y dando un portazo al entrar en nuestra habitacion. Mario se quedo sentado en el sofa, la cabeza gacha y los ojos cerrados, queriendo apartar la realidad en la que se estaba convirtiendo nuestra vida. Me sente en la cama intentando tranquilizarme, oi a los ninos bajar corriendo las escaleras para dar la bienvenida a su padre. Daniel, nuestro pequenin, le estaba preguntado a Mario si traia el regalito que le habia prometido. --No, carino, papa hoy ha tenido un dia muy ajetreado y no he podido ir a tu tienda preferida. Manana voy, ?vale, campeon? Me hizo sonreir oir como Daniel subia las escaleras refunfunando. Ahora le tocaba el turno a Laura. Escuche con toda la atencion que los quince escalones me permitian oir. --Papa, mama ha estado bebiendo otra vez. --Las palabras de Laura me pusieron los pelos de punta. --Carino, ten paciencia, mama esta pasando por una etapa delicada. Estate tranquila, seguro que pronto se le pasara. --Pero es que tenia que preguntarle unas cosas de los deberes de clase y ni siquiera me ha mirado a la cara. He tenido que encender tu ordenador y buscar la informacion en internet. No nos hace caso ni a mi ni a Daniel. Se emboba mirando la nada y parece que no sabe que existimos. Estoy harta, papa --lo solto todo de carrerilla. Me la imaginaba mirando a su padre con los brazos en jarras, esperando una respuesta que resolviera de un plumazo el problema. Esas palabras actuaron en mi corazon como si un puno lo hubiera estrujado, hasta dejarme sin respiracion. Las lagrimas rodaron por mi cara, silenciosas y sin permiso. Mi nina se estaba dando cuenta de todo y, lejos de decirmelo, se lo callaba dia tras dia. Se descargaba con su padre. En que mierda de madre me estaba convirtiendo para que mi hija no fuera capaz de confiar en mi como antes y confesarme sus inquietudes. Antes era yo la que la escuchaba. Esa realidad dolia, dolia mucho. Era la hora de cenar, pero no me sentia con animo de cocinar, asumir el papel de mujer perfecta y enfrentarme a las miradas de Mario y Laura. No, no podia. Daniel era muy pequenito todavia para darse cuenta de nada. Me sente en la cama, apretandome las manos sin saber que hacer. Me mortificaba pensar que no quedaba casi nada en la nevera. Esperaba que Mario se las apanara con los cuatro alimentos que quedaban. <>, pense para hacer callar los remordimientos. Cuando oi el abrir y cerrar de armarios y nevera, supuse que Mario buscaba viveres con los que cocinar algo decente. Intente hacer memoria de lo que quedaba, pero no podia concentrarme. Al momento oi chisporrotear algo en el fuego. Suspire aliviada. Al rato, el sonido de los cubiertos chocando con los platos, mezclado con la conversacion animada de los tres, subia escaleras arriba, acentuando asi la sensacion de que sobraba en la intimidad que se habia creado entre ellos. Decidi darme una ducha. Me saque como pude el jersey por la cabeza y me baje los pantalones del pijama a la vez que las bragas; los pisotee, dejando ambas prendas en el suelo, arrugadas y de forma desordenada. Me las quede mirando y senti que era parte de ellas, a la espera de una limpieza que se llevara de una vez toda la suciedad que se estaba acumulando en mi cuerpo y en mi alma. Cuando sali del bano, Mario estaba de pie en medio de la habitacion, las manos en los bolsillos y el gesto serio. Que guapo estaba. Me llamo la atencion que a esas horas de la noche todavia llevara puesta la corbata. Aflojada, pero alli estaba. Denotaba el grado de cansancio que a esas horas arrastraba. Otra vez el sentimiento de culpa, aplastandome como una losa. --Antes de que digas nada, quiero disculparme. Se que esto esta llegando demasiado lejos. Voy a poner remedio, no te preocupes. --Vale --suspiro--. Venia dispuesto a darte una charla, pero ya veo que te has dado cuenta tu solita. Solo necesito decirte una cosa. Laura tiene doce anos, ya no es tan nina. En tu mano esta que vuelvas a ser la excelente madre que eras o, por el contrario, que pierdas a tu hija para siempre, porque eso puede pasar, necesito que seas consciente. Sabes que te quiero, hare todo lo que necesites que haga. Pideme ayuda, Lucia. Soy yo... --prosiguio, acercandose. --Ese es precisamente el problema, Mario --le dije con desprecio. El se paro en seco--. Que me quieres, que me ayudas, lo quieres controlar absolutamente todo. Deja que me caiga. Si lo hago, sere yo la responsable. Estoy ahogandome. ?No lo ves? --Mi voz sono temblorosa, a causa del nudo que se estaba formando en mi garganta. --Pero estas ahogandote... ?donde? --dijo alzando las manos con incredulidad--. !Es que no lo entiendo! !Explicamelo, por favor! !Lo tienes todo! --grito--. Vivimos en una casa espectacular con todas las comodidades, con la decoracion que tu elegiste, tienes tiempo para ir al gimnasio, para tomar algo con tus amigas, unos hijos preciosos y sanos, dinero de sobra para no preocuparnos por el futuro... ?Que cojones quieres? Si es por la decision de dejar tu trabajo, siempre estas a tiempo de volver, lo sabes. No me hagas sentir mal por eso, Lucia, fue una decision mutua. Estoy enamorado de ti desde el primer dia, es que ya no se que mas hacer... --Se masajeo la frente y las sienes, gesto que siempre hacia cuando le empezaba a doler la cabeza. Me quede mirandolo. --Yo tampoco, Mario, yo tampoco... --Me voy a la cama. --El cupo de discusion habia llegado a su tope--. Manana me espera un dia duro en la oficina. Tengo un negocio que regentar y mi cabeza ya no da para mas. Nos acostamos dandonos la espalda. <>, pensaba mientras intentaba dormirme. Al dia siguiente, Mario ya se habia ido cuando me desperte. El vacio que dejo en su lado de la cama era similar al que yo sentia en el corazon. Entre en la habitacion de Daniel y, con susurros de carino, lo desperte. El paso los bracitos alrededor de mi cuello y, con voz adormilada, me dijo que no queria ir al colegio. Estuvimos un rato jugando y riendo hasta que mi pequeno se despejo y bajamos juntos al gran salon-cocina que presidia la mayor parte de la primera planta. Laura ya estaba alli. Me dirigio un escueto <> mientras se preparaba el desayuno ella misma. La mire y quise romper el hielo, pero algo me lo impidio. Quiza el gesto serio o mi propia inseguridad. Asi que volvi a cerrar la boca y me limite a observar los movimientos seguros de mi hija mientras se desenvolvia con soltura por la cocina. Cuando fui a despedirlos al autobus escolar, lo primero de lo que me encargue fue de hacer la compra a traves de la web del super. Sentia que mi deber mas inmediato era llenar la nevera lo antes posible. Tambien me propuse limpiar y ordenar la casa de arriba abajo. Iba por la tercera lavadora cuando sono el timbre. Baje y mire por la mirilla; a esas horas no solia tener visitas. Ver la cara de mi amiga tan cerca del visor, deformandole asi un poco el rostro, me hizo sonreir. --Hola, Sandra, pasa. Que raro tu por aqui a estas horas. --Le di dos besos a modo de bienvenida. --Me he escapado un momento y he pensado hacerte una visita de diez minutos. --Hija mia, que medido tienes el tiempo. Para una vez que vienes... --Algunas trabajamos, ?sabes? --dijo en tono de burla--. Bueno, ?como esta mi preciosa amiguita? Anda, preparame un cafe, que he salido de la oficina en mi hora del desayuno. Sandra se acomodo en un taburete de la barra que hacia de separacion del salon con la cocina. Mientras yo le preparaba el cafe, los avidos ojos iban de aca para alla. --Madre mia, Lucia, la ultima reforma que habeis hecho ha dejado este espacio de revista. Que grande se ven el salon y la cocina juntos. Y que blanco todo... Me encanta. --Gracias, Sandra. La verdad es que ha quedado bien al final. --Bueno, dejemonos de banalidades y cuentame como va todo. La ultima vez que nos vimos estabas mustia. --Pues justamente anoche tuvimos una gorda Mario y yo --dije torciendo el gesto--. Bueno, mas bien el. Normalmente no sube el tono de voz, pero reconozco que la situacion esta llegando demasiado lejos. No se como me he metido en este circulo vicioso. Este caracter indeciso y bipolar mio me esta llevando a actuar de mala manera contra Mario. Ayer me dio una especie de ultimatum. No fue asi de especifico, pero casi. Me dijo que podia llegar a perder a mi hija si seguia con esta conducta. Llego a gritarme, Sandra --dije con lagrimas en los ojos. --No me lo puedo creer, con lo mesurado que es el. Yo creo que nunca lo he visto alzar la voz en mi vida --dijo abrazandome--. ?Que le has hecho a mi amigo para sacarlo de sus casillas? Confiesa. --Se aparto de mi y sonrio, intentando dar un toque de humor a la conversacion.

  • Mariposas en tu estomago (Octava entrega) de Natalie Convers de

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    <<... de pronto un conejo blanco con grandes ojos rosados se cruzo ante ella. En realidad no habia nada de extrano en ello y Alicia no se sorprendio ni siquiera cuando le oyo decir: !Ay, Dios mio, que tarde se me esta haciendo! Y aunque mas tarde, al recordarlo, le choco que no le hubiera sorprendido, lo cierto es que en aquel momento le parecio de lo mas natural. Y fue entonces cuando el conejo saco un reloj de bolsillo de su chaleco para consultar la hora, antes de echar a correr de nuevo, y solo entonces se dio cuenta la nina de que nunca en su vida habia visto un conejo con chaleco ni, mucho menos, con reloj de bolsillo. Alicia se levanto de un brinco y, muerta de la curiosidad, corrio por la pradera hacia el lugar donde se encontraba el conejo, y llego justo a tiempo de verle desaparecer por una gran madriguera que se abria al pie de un seto. Y no tardo Alicia en seguirle...>> Alicia en el Pais de las Maravillas. LEWIS CARROLL Cuarenta y cinco minutos antes... Hay alguien parado frente al estudio de Alex. Su pose relajada, aunque firme en los puntos precisos del cuerpo, parece indicar un fuerte dominio de si mismo y del mundo que lo rodea, una actitud de la que solo pueden presumir los senores de la alta aristocracia del siglo XVIII en las novelas romanticas. Pero no es solo eso lo que me lleva a no delatar mi presencia todavia, no... Su vestimenta impecable e incluso un poco excentrica posee un aire como de dandi ingles moderno de quien busca la sofisticacion hasta el extremo de destacar. Todo esto y lo anterior hace que opte por ser precavida. Continuo mi escrutinio y observo sus hombros, que no dejan de resultar masculinos, a pesar de no ser muy amplios. Una linea ancha y en diagonal de color granate recorre la camisa azul claro en la parte superior de su espalda, como un tajo hecho en la piel, hasta donde llega peinado en una coleta su lustroso cabello, tan oscuro como las alas de un cuervo. Un escalofrio viaja por mi espina dorsal. Trago saliva. Ajeno a mi examen, el hombre se mantiene con una expresion neutra mientras se apoya en lo que al principio me parece un baston, pero que al entrecerrar los ojos comprendo que es, en realidad, un paraguas de color cafe. Su extravagante comportamiento y la postura que adopta le confieren un aura de misterio y peligro que me produce una oleada de desconfianza. De repente, el hombre alza la vista al cielo; la mano libre le hace las veces de visera sobre los ojos, a pesar de que el sol esta cubierto. Hipnotizada por ese gesto que parece tan natural, sigo su mirada. El techo terraqueo parece casi euforico con sus irregulares jirones de nubes cada vez mas oscuros en movimiento, como si danzaran algun tipo de baile exotico y secreto que nadie mas, excepto sus grises nubarrones, igual que amantes, puede ejecutar. El corazon me palpita mas fuerte ante la expectativa de que pronto caera una encomiable tormenta, y no puedo evitar contagiarme de ese despliegue de animosidad, porque a pesar de que los dias de lluvia no siempre han gozado de buena reputacion entre la gente de la ciudad, para mi hay una pequena metafora en las tormentas. Son senal de que algo importante va a ocurrir en cualquier momento, pero tambien de que algo esta a punto de acabar. De forma inesperada, el hombre se vuelve, aun con la cabeza inclinada, de modo que no me ve. No obstante, me sobresalto un poco al reconocer su nariz aguilena, la cual podria hacerle pasar casi por el mismisimo Adrien Brody de ser unos centimetros mas alto... --!Cara de rata! --digo en voz alta de manera descuidada. No me quedo para comprobar si me ha oido. De inmediato me llevo las manos a la boca, me muerdo con los incisivos superiores el labio inferior como si no fuera suficiente y salgo corriendo avergonzada hasta refugiarme detras de dos contenedores de basura cercanos. Una vez que me he dejado caer poco a poco y sin hacer ruido sobre uno de los lados del segundo contenedor, los ojos se me cierran y trato de captar el sonido de pasos, de respiracion; en resumen, de cualquier cosa que pueda delatar que el me ha seguido. Pero los segundos transcurren mientras siento cada latido de mi corazon, que bombea sangre con fuerza por mis munecas, por mi pecho e incluso por mi boca, y nada sucede. Hago acopio de una valentia que no siento, inclino la cabeza hacia el lado derecho y me obligo a echar un vistazo. Hugh, el antiguo galerista de Alex, continua alli plantado frente al estudio. Un repentino sudor frio hace que me hormiguee la piel en la nuca. Ha faltado poco... Suspiro de alivio, aunque no demasiado fuerte. Por algun motivo, mi instinto me dice que el me reconocera si me ve, porque no fui precisamente un alarde de elegancia y decoro la primera vez que nos cruzamos en Londres durante la exposicion de Alex. Con solo recordarlo, noto calor en las mejillas. Por suerte, esta misma manana Alex ha salido temprano de mi casa y, en lugar de dirigirse al estudio como de costumbre, ha ido directo a reunirse con su madre con la promesa de que intentaria por fin hablar sin mas mentiras con ella. Esbozo una sonrisa sarcastica al recordar nuestra ultima conversacion. --!Eh, mi musa! Si mi madre te ve, enloquecera antes de que yo pueda decir la primera palabra. Solo seras una distraccion --me explico Alex en tono condescendiente, y luego se acerco para acariciarme la cabeza dado que yo no respondia, pero me aparte: no estaba de humor para ser lisonjeada como un gato ni para corresponderle. Aquellas palabras con las que Alex habia puesto fin a nuestra discusion me dolieron, y provocaron un extrano y frio distanciamiento entre los dos que aun no puedo quitarme de la cabeza. Y si bien accedi a no acompanarlo, todavia me preocupa el modo como Alex pueda manejar la situacion. Con su caracter a veces ironico, en otras ocasiones apasionado, pero tambien obstinado y versatil, imagino que puede estar ocurriendo en estos momentos cualquier cosa. No obstante, una parte de mi, resentida por todos los rechazos de la madre de Alex, se retuerce de jubilo. Por una vez dejo que todas mis emociones se liberen y me atrevo a pensar que quiza ella se lo merezca. De repente, un ruido peculiar, del tipo que produce una puerta oxidada al abrirse, me devuelve a la realidad. Centro mi atencion en la figura inmovil del agente de arte con curiosidad. Dado que Alex me comento que Hugh, nada mas llegar a Espana, ha tratado todo el tiempo de contactar con el, y Alex no ha respondido a ninguna de sus llamadas o mensajes, ni siquiera me resulta raro ver que al fin Hugh ha decidido ir a buscarlo directamente a su estudio. Pero me fijo en que todavia no se ha movido ni un poco de su sitio, y empiezo a dudar si ese ruido que he oido solo ha sido parte de mi imaginacion. De pronto, Hugh vuelve la cabeza a ambos lados con la mirada en alerta al igual que un halcon, lo que me obliga a esconderme de nuevo. Pero cuando me asomo otra vez, el ya no esta. Reprimo un gemido de sorpresa. !Oh, Dios mio! ?Donde ha podido meterse? Todavia sin entender que ha sucedido, me arriesgo a salir de mi refugio para localizarlo. No obstante, es como si una sombra se lo hubiera tragado. Y ahora que no esta, toda la calle parece permanecer bajo el hechizo de un silencio que engulle a otro silencio mucho mayor, mas profundo e inquietante, porque en estos momentos no hay coches u otras personas que circulen por la acera, ni gorriones y palomas que peleen por migajas de pan en el suelo, solo yo.

  • perdida en mi memoria de Brianne Miller

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    Un dolor indescriptible me saca de mi estado inconsciente con un gemido. Abro los ojos para encontrarme en una habitacion blanca, llena de maquinas cuyos cables estan enganchados a mi cuerpo, y una via sale de mi brazo hasta una bolsa colgada en una barra. Tengo un tubo instalado en la garganta, lo que me impide hablar, y algo me tira en la mejilla. Cuando estiro la mano para ver que es, descubro que una enorme gasa la cubre casi por completo. El panico me asalta al darme cuenta de que estoy en un hospital. ?Que me ha pasado? ?Por que estoy aqui? Un sonido ensordecedor llena el silencio de la habitacion cuando intento levantarme con desesperacion para quitarme todos esos cables. Una doctora entra a toda prisa para inmovilizarme en la cama. Me debato en un intento de escapar, pero una enfermera inyecta algo en la via, y empiezo a sentirme muy cansada. Se que la doctora esta hablando, pero no consigo escucharla. --Senorita, calmese. Ahora mismo le sacaremos el tubo, pero tiene que relajar la garganta para que no le hagamos danos mayores a los que ya tiene. Calmarme... Me calmare cuando alguien me explique que demonios hago en un hospital y como he llegado a estar en un estado tan lamentable... Pero si no me sacan el tubo no podre preguntarlo, asi que me tumbo en la cama y las dejo trabajar. Me duele hasta el ultimo hueso del cuerpo, pero nada es comparable a esto. Sentir como el tubo sale de tu traquea es doloroso y repulsivo, pero el dolor que siento en todo el cuerpo mitiga su intensidad. Cuando la doctora ha terminado su trabajo, una enfermera me pone una bolsa de calmantes y nos deja a solas. --Bien, senorita, ahora que estamos solas, debo presentarme. Soy la doctora Stevens, cirujana cardiotoracica del hospital Bellevue de Manhattan. ?Puede decirme su nombre? Abro la boca para hablar, pero las palabras no fluyen. Acabo de darme cuenta de que no recuerdo nada. Ni quien soy, ni que ha pasado... nada. El panico se apodera de mi al dame cuenta que soy una mujer anonima en medio de alguna parte. La doctora debe haber adivinado mi terror al descubrirlo, porque me coge la mano y me sonrie tranquilizadora. --Tranquila, le costara un poco hablar debido a la irritacion que te ha producido el tubo endotraqueal. --No me acuerdo de nada --gimo con la voz ronca. La doctora observa mis pupilas con ayuda de una linterna, y me hace repetir una serie de movimientos absurdos antes de volver a dejarme tranquila. --No hay signos de danos cerebrales, asi que sufres amnesia post-traumatica. Te han agredido con sana, y tu cerebro reacciona ocultando esos recuerdos para que puedas seguir adelante, asi que es normal que no lo recuerdes. Poco a poco vendran los recuerdos, pero ahora necesita descansar. Tuve que repararle un desgarro en la aorta debido a una punalada muy cerca del corazon, esta viva de milagro. Duerma un poco, hablaremos despues. Cierro los ojos y la doctora Stevens sale de mi habitacion cerrando la puerta tras de si. Intento dormirme, pero el sueno no llega. Los murmullos llegan hasta mi desde la puerta de la habitacion. --Aun esta muy debil. No va a serle de ninguna ayuda --dice la doctora Stevens. --Tengo que hablar con ella. Necesito saber que recuerda. Es la voz de un hombre. Una voz profunda y ronca, que penetra en mi mente y me hace sentir mareada, vulnerable. --Ahora necesita descansar. Vuelva manana --dice la doctora. --!No puedo esperar hasta manana! Es imprescindible que identifique al agresor, o puede que manana tenga otra victima en el hospital. --Sufre amnesia post-traumatica. No recuerda nada, ni siquiera sabe quien es. Si descansa un poco quizas consiga volver a recordar. --!Que haga un esfuerzo, maldita sea! --!Esa mujer ha pasado por un autentico infierno! ?Acaso quiere obligarla a recordar algo que no va a volver a su mente por mucho que ella quiera? Lo unico que conseguira entrando en esa habitacion sera preocuparla, inspector, y creame, despues del trauma que ha sufrido es lo peor que podria hacer. --!Esta bien, maldita sea! Volvere por la manana. El silencio vuelve a inundar mi habitacion. Inspector, agresor, victima... Eso quiere decir que el motivo por el que estoy en el hospital no ha sido un accidente. Sea lo que sea lo que me ha pasado ha sido intencionado, y no puedo acordarme ni de que ha ocurrido ni de quien pudo hacerlo. Los calmantes empiezan a hacerme efecto y poco a poco me quedo dormida. Me despierto mucho tiempo despues. Lo se porque por la ventana solo entra la luz de una farola, y mi habitacion esta en penumbra. Miro alrededor, y me encuentro con la silueta de un hombre sentado en el sillon, que se levanta y se acerca a mi lentamente. La iluminacion de las maquinas apenas me deja verle, pero estoy segura de que no le conozco. El desconocido enciende la luz que hay encima de mi cama y deja al descubierto sus rasgos cincelados. Es moreno, con el pelo corto y de punta, y de ojos color caramelo. Bastante alto, si contamos que sobrepasa la maquina que hay al lado de mi cama, y de hombros fornidos. Labios carnosos y sensuales, y dos hoyuelos hacen amago de aparecer en sus mejillas. Va vestido con un sencillo traje de chaqueta anil y una camisa blanca. Se sienta con cuidado a mi lado en la cama, y coge mi mano entre las suyas. Empiezo a ponerme nerviosa. Su comportamiento es el de alguien que forma parte de mi vida, pero no me suena de nada. ?Le conozco? Y si es asi, ?por que demonios no le recuerdo? --Por fin se ha despertado. Bienvenida al mundo de los vivos, senorita. --Gra... gracias. --Soy el inspector Davis, agente de la unidad de victimas especiales de la policia. ?Recuerda su nombre? Ahora entiendo la familiaridad con la que me trata. Soy una victima, y esta haciendo su trabajo. Niego con la cabeza, frustrada, en respuesta a su pregunta, que no es lo unico que he olvidado. --Tranquila, es normal debido al trauma que ha sufrido. Esta viva de milagro. --?Que... que ha pasado? --Una mujer la encontro detras de un cubo de basura sin apenas pulso y llena de golpes y cortes. Gracias a Dios era estudiante de ultimo ano de medicina, y logro mantenerla con vida hasta que llego la ambulancia. Ha tenido mucha suerte. --Tengo que darle las gracias, ?podria decirme quien es ella? --Ha estado aqui todo el dia. La obligue a irse a casa a descansar, pero prometio venir manana. --Gracias. Siento no serle de ayuda, inspector, pero no me acuerdo de nada. Ni de quien soy, ni de que paso... de nada. --Tranquila. Sufre amnesia post-traumatica. La doctora Stevens cree que lograra recordar con el tiempo. Mientras eso ocurre, tengo a todo mi equipo buscando alguna pista en el escenario del crimen, espero que encuentren algo que nos sea de ayuda para que deje de ser una victima anonima. El inspector se levanta de mi cama, y tras apagar la luz, vuelve a ocupar su lugar en el sillon. --Deberia descansar. El cuerpo se cura mejor cuando esta descansando. --?Va a quedarse ahi? --pregunto intrigada. --No hay nadie a quien pueda avisar para que la cuide, y yo no tengo nada mejor que hacer, asi que si, me quedare aqui. --Le dijo a la doctora que volveria por la manana. ?Por que ha cambiado de opinion? --No lo hice, es la segunda vez que vengo desde que esta usted aqui. Lleva durmiendo mas de veinticuatro horas. --Gracias por quedarse.

  • El primer paso a la verdad de Jessica L. Pliego Herrera

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    Este proyecto fue escrito con un lenguaje sencillo y calido, de manera que la persona que tenga en sus manos mi obra, pueda identificarse con los personajes de la novela y reflejarse a si mismo con los planteamientos/dilemas de la narracion, para hacer una analogia con su propia vida real; y mas importante aun, que descubra las herramientas que puede desarrollar para atravesar su propias dificultades mediante la propia resolucion de los personajes.

  • Por un simple cafe de Maria Santos

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    El sol ilumina desde el celeste cielo la gran ciudad que, despierta ya a esas horas, se prepara para el acontecimiento que tendra lugar. Las aves se pasean con majestuosidad por las calles, el aroma que desprenden las primeras flores de la primavera inunda cada rincon de la ciudad donde una joven pareja comienza los preparativos para su gran dia. Los nervios, las prisas y los detalles de ultima hora enmarcan el final de 7 meses de larga espera. El momento ha llegado. Las notas del Canon de Pachebel comienzan a sonar por todo el lugar. La novia inicia la marcha. A los pies del altar un nervioso novio espera impaciente para convertirla en su mujer. El padrino avanza orgulloso por el engalanado pasillo de la iglesia, la novia lo acompana con la mirada depositada en su futuro marido. – Hermanos estamos aqui reunidos para unir en santo matrimonio a estos dos jovenes que con seguridad y firmeza aceptan hoy delante de sus seres queridos convertirse en marido y mujer. La ceremonia transcurre entre emociones contenidas, llantos silenciosos y nervios ocultos. El momento tan esperado para la pareja llega. Los dos de pie y mirandose a los ojos se disponen a realizar los votos matrimoniales con los que sus vidas quedaran unidas. – Tu Sergio tomas a Natalia como tu legitima esposa en la salud y en la enfermedad, en la adversidad y en la prosperidad, en la riqueza y en la pobreza, para amarle y respetarle todos los dias de tu vida. – Si quiero- dijo Sergio con una gran sonrisa dibujada en su rostro. – Tu Natalia tomas a Sergio como tu legitimo esposo en la salud y en la enfermedad, en la adversidad y en la prosperidad, en la riqueza y en la pobreza, para amarle y respetarle todos los dias de tu vida. Un largo silencio se hizo tras las palabras del sacerdote, un silencio roto solamente por el murmurar de los alli congregados temerosos de lo que estaba a punto de pasar. La novia continuaba en el mas absoluto de los mutismos cuando en un rapido movimiento empezo a correr por el gran pasillo, para desde la puerta decir dos unicas palabras que desgarraron el corazon del joven enamorado. – No puedo. Sergio desperto de golpe. Finas gotas de sudor se dejaban guiar por la gravedad a traves de su rostro. Su respiracion todavia agitada esperaba para recuperar su ritmo normal. Aquella pesadilla se presentaba cada noche como un cruel invitado dispuesto a colarse en sus suenos para entorpecer su descanso. Sergio se resigno a no dormir una noche mas y se levanto a refrescarse un poco en el bano. La imagen que observo en el espejo era la de un hombre demacrado, aplastado por los golpes de la vida que se habia dejado hacer sin luchar, desde hacia casi tres anos no se reconocia cuando se miraba al espejo. Aquel joven alegre, lleno de vida, que siempre veia la vida de forma objetiva habia dado paso a un ser infeliz, rabioso con el mundo que acababa por pagar su amargura con todo aquel que se le acercase. La noche, como todas aquellas en las que el insomnio ganaba la batalla, se presentaba larga y tediosa. Como otra noche mas se dirigio a uno de los dormitorios de su casa. En aquella habitacion, decorada en tonos pastel, dormia en una pequena cama una nina de apenas 3 anos, que con una sonrisa en la boca se deja guiar por el magico mundo de los suenos entrando en reinos fantasticos, mezclandose con principes y princesas, hadas y magos, castillos y grandes barcos piratas e introduciendose en mil y un aventuras. Su padre la mira con ternura desde la puerta. Ella es lo unico bueno que le ha quedado de aquella historia que termino con sus ilusiones, con sus alegrias, y en definitiva con el hombre que una vez fue. Ahora solo vivia por y para ella, para aquella pequena de ojos verdes cual esmeraldas que sin articular palabras habia conquistado su corazon hacia casi 3 anos. – Nadie volvera a jugar con nosotros. No dejare que vuelvan a hacernos dano- prometio Sergio a su hija, promesa que repetia cada noche desde hacia practicamente tres anos. Sergio volvio a arropar a su pequena y salio del cuarto en direccion a su despacho, rendido a pasar otra noche mas en vela. A varias manzanas de alli, en un pequeno apartamento alejado del centro de la ciudad, una joven se sienta frente al televisor con la esperanza de que los programas dirigidos a noctambulos hagan efecto somnifero y el sueno vuelva a instalarse en su mundo. Sus cabellos negros recogidos en una desalinada coleta y sus ojos del color del carbon abiertos como platos desvelan el insomnio que la invade. – ?No piensas dormir?- dice una joven acercandose al sofa. – No queria despertarte. Lo siento pero no puedo dormir. – Es por lo de manana. Leire no te preocupes que seguro que te cogen. – Ya, pero no puedo evitar estar nerviosa. Sabes que necesito el trabajo, ese dinero es la unica forma de poder pagarme la universidad y ya llevo unos anos de retraso como para seguir posponiendolo. – Mira si no quieres dormir alla tu como, pero yo me voy a la cama. Y no te preocupes en serio que conozco a Pablo Aguilar, el tio que lleva las contrataciones en mi revista y es un tio guay, seguro que te contrata. – Gracias por conseguirme la entrevista, ya se que solo es de camarera pero algo es algo. – Si de verdad quieres agradecermelo baja el volumen anda, que yo si quiero dormir. La conversacion termino con un cojin volando derecho a la cabeza de su companera de piso, que solo deseaba dormir tras un dia de trabajo. Leire continuo en el salon pensando en sus suenos, poder convertirse en una periodista de renombre era algo que anhelaba desde la mas tierna infancia y ahora gracias a ese trabajo de camarera en una revista puntera podria pagar las matriculas de la universidad y hacer realidad su sueno. CAPITULO 2 Por la manana Leire se preparo para su entrevista de trabajo. Desayuno cuanto pudo ya que los nervios le habian cerrado el apetito. La entrevista seria para un puesto de camarero en la revista Pasarela una de las revistas de moda mas importantes del pais. Leire estaba contenta ya que aunque solo fuera como camarera entraria a trabajar a una gran revista de moda y podria conocer de primera mano los entresijos que se encierran en una redaccion. Rocio, su companera de piso era redactora de la revista e intentaba calmarla hablandole de la gente de la empresa, de los companeros, pero aun asi Leire sabia lo que se jugaba y por ello estaba tan nerviosa. – Tu tranquila Leire. La gente en la revista es muy maja. – ?Incluso Arturo?- dijo Leire con sarcasmo conocedora del jueguecito que se traian ella y su companero Arturo. – Arturo es territorio prohibido senorita- dijo Rocio siguiendo el juego- Aunque no te lo creas hay un buen ambiente en la revista. Mira la mas estirada seria Mercedes, del departamento de marketing, pero incluso ella es simpatica cuando quiere. Todos son amables, agradables y...bueno deberia decir todos menos Sergio. – Sergio ?ese es el hermano de la estirada Mercedes? – Si, el redactor jefe y mi mas inmediato superior. Es un amargado. – No sera para tanto. – ?No? Yo llevo trabajando en la revista cerca de un ano y no lo he visto sonreir ni un solo dia. Su hija lo aguanta porque solo tiene 3 anos y no le queda mas remedio, sino ya se hubiera emancipado. – Bruta- dijo Leire al oir el comentario de Rocio. – Bruta no. Cuando entre a trabajar me contaron un poco la historia, al parecer su mujer y madre de la cria le abandono hace unos anos. Claro que si yo estuviera casada con ese muermo tambien saldria corriendo. – Seguro que no es para tanto. Y venga que al final con tanta charla me vas a hacer llegar tarde. ******************************************************************* – Venga cielo un poquito mas y terminamos. – No... – Vamos Arancha esta cucharada y ya ?vale? La nina acerco su cara hasta el utensilio y abriendo la boca se termino el desayuno. – Muy bien, ahora mientras papa recoge esto ves a por la mochila, que tenemos que ir a la guarderia. – Con Pilu...- grito la nina. – Siii. Venga corre- dijo Sergio mientras recogia el tazon del desayuno de su hija. La nina llego corriendo con su abrigo y la pequena mochila que llevaba cada dia a la guarderia con todo lo que pudiese necesitar: una muda de ropa y un panal por si acaso, toallitas, el almuerzo y agua. – Arancha, no corras que te vas a caer. Ven que te ponga el abrigo. – Y uego amos a ve a la titas Merce y Ana. – Claro que si- dijo Sergio besando a su hija. Sergio cogio a su hija en brazos y se marcho con ella dispuesto a comenzar otro dia de rutina en su vida. Tras dejar a su hija en la guarderia, Sergio se dirigio a su despacho. La revista se encontraba en un alto edificio situado en una de las mejores zonas empresariales de la capital. Nada mas entrar en su despacho se dejo caer en su silla con la intencion de relajarse un poco antes de ponerse a trabajar, cosa que le fue imposible al entrar su amigo Arturo. – Macho vaya cara traes. Dejame adivinar, otra noche sin pegar ojo. – Tanto se me nota. Esa maldita pesadilla se repite noche si, noche tambien. Y no lo entiendo, podria tomarmelo como un recuerdo mas pero en el sueno Natalia y yo no llegamos a casarnos, sin embargo en la vida real si que nos casamos y fuimos matrimonio durante cerca de 2 anos. – Quizas deberiamos leer uno de esos libros para conocer los significados de los suenos, igual si entendieses el sueno dejaria de repetirse. – Si o podriamos hacer una ouija, invocar al gran Sigmund Freud y que lo descifre el. Asi me ahorraria el dinero del libro. Arturo no me digas que crees en esas cosas. – Solo era una idea, pero tranquilo que dejo el tema. Macho desde que te dejo Natalia eres un autentico aguafiestas. No se porque sigo siendo tu amigo. – Pues largate tu tambien- dijo Sergio con tono enfadado- tampoco te necesito- dejo los papeles que tenia en la mano y salio del despacho en direccion a los ascensores. – Sergio- grito Arturo sin poder evitar que su amigo se marchase. Poco despues entraban en la revista Rocio acompanada de Leire. Al ver a Arturo sentado en la cafeteria con semblante preocupado ambas se le acercaron. – Buenos dias- dijo una alegre Rocio. – Buenos dias- respondio Arturo de manera automatica. – Menos entusiasmo por favor, que me abrumas. – Lo siento Rocio pero es que creo que he metido la pata con Sergio. Esta muy susceptible y a veces se me olvida. – Con ese hombre es dificil no meter la pata, no entiendo porque sigues siendo su amigo. – Rocio no seas cruel. Sergio es un buen tipo solo que esta pasando por una situacion complicada, pero cuando salga del bache y vuelva a ser el que era tendras que pedirme perdon. – Yo a ti te pido lo que sea, sabes que me encantan las reconciliaciones- dijo Rocio picaramente- Uy que descortes soy, mira Arturo te presento a mi companera de piso y mejor amiga Leire Garces. Con suerte se incorporara a las filas de Pasarela como nuestra nueva camarera. – Encantado- dijo Arturo dandole dos besos a Leire.

  • Encubierto de Adrian Aragon

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    Un thriller de accion y suspense
    Max Cornell trabaja en esta ocasion como infiltrado para la DEA ?Su mision? Descubrir quien es el topo que impide que la operacion Oro Rojo tenga exito. Para ello debe hacerse pasar por un esbirro de el Tuerto, el mayor traficante de drogas colombiano del momento.

  • Botones y gracia de Penelope Sky

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    He iniciado una guerra entre clanes.
    Me he granjeado un enemigo formidable.
    Por una sola mujer.
    Fue una estupidez de decision, pero no me arrepiento de nada.
    Porque Bellissima es mia por fin.

  • FRANKCO HONOR-CODIGO-LEALTAD (Paraiso 4) de Claudia A. Perez R

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    Sin duda hay muchas personas a las que tengo que agradecer. En este camino literario me he encontrado con grandes personas que me han brindado su amistad y apoyo incondicional, una de ellas sin duda mi querida Swedhen, desde hace 2 anos hemos compartido recomendaciones literarias, de series, compartido alegrias, tristezas, te pegue mi aficion por los vampiros y has sido parte fundamental en la publicacion de esta serie que al dia de hoy esta formada por 4 libros, muchas gracias por no rendirte, por ser una inspiracion, por seguir sonriendo a pesar de que "Nadie dijo que la vida fuera facil", por el carino y apoyo a traves de la distancia, nunca dejes de luchar mi Rocky, !!Llevamos 4 y vamos por mas!! Otra gran amiga y companera de aficion, con la que tengo el placer de conversar practicamente a diario y se ha ofrecido a echarle un 3er. Ojo a las palabras resultantes de las voces en mi cabeza ha sido Wen, tiene las mejores puntadas y la cualidad de resenar los libros que te dejan con ganas de leerlos, sin duda un gran ser humano lleno de fortaleza y espiritu, ademas esta igual o peor de pirada que yo, creo que por eso nos caemos bien. Una chica que no ha dejado de pedirme que siga escribiendo desde la primera vez que leyo las primeras 11 paginas que escribi y desde entonces me ha brindado su amistad y carino es Aury, espero pronto tengamos la oportunidad de conocernos personalmente y si es en el Paraiso, aun mejor. A mis 3 hermosas administradoras del grupo de "El Sr. del Paraiso" que diariamente mantienen activo el grupo, lo llenan con sus bellos edits, y me ayudan a compartir las publicaciones mil gracias por todo el apoyo chicas Areli Avah, Rous Torres, Maria Vidal Parada y aqui tambien entras tu Lucy que has compartido con nosotras tus lindas obras. Se vuelve una tarea complicada que mis libros lleguen a otros paises, pero Yubi que me ha brindado su amistad ha sido un puente para que mis lectoras chilenas, tengan la oportunidad de tenerlos fisicamente, al igual que Gaby en Argentina con ese animo y ese acento "che", no cualquiera se ofrece para llevar a cabo esta tarea y yo se los agradezco infinitamente. Y por supuesto a mi querida Liz que junto a su comunidad de LQDH le dio la oportunidad a mi primer libro a pesar de tener cientos de pendientes de reconocidos escritores y editoriales en su lista, desde entonces no hemos parado de echar chisme y compartir un sin numero de aventuritas. Todas ustedes mujeres, fuertes, trabajadoras, sonadoras, de diferentes nacionalidades, pero con una gran aficion en comun, el amor por la lectura, de la sensacion de transportarte a otro mundo y sentir en carne viva los sentimientos a traves de las palabras, es un placer de conocerlas. !Las quiero! Cuando los personajes hablan por si mismos, es imposible callarlos, cuando lo que expresan te llena el alma, lo demas simplemente fluye, a mi No sueno, no le han importado los obstaculos, ni el tiempo, ni la logica, sigue aferrado a crecer tras cientos de horas de trabajo, placer y una infinita ilusion. "Play List" Californication Red Hot Chili Peppers From this momento Shania Twain 1 CAPITAN FRANKCO HARPER Informacion clasificada. Objetivo: "Rescate de Lady Margot Chapman" Ubicacion: E 108deg1’0.01″ N11deg10’0.01″ Mision 22STV102009: Rescatar a Lady Margot Chapman, secuestrada durante sus vacaciones, ha estado retenida los ultimos 2 meses por mercenarios, evitar enfrentamiento con los hostiles, sin relaciones diplomaticas con el anfitrion. Teniente Coronel Herbert Conclusion: Convertirnos en hombres invisibles, rescatar a la nina de papi y que nadie se entere, piece of cake (Facil). Di aviso inmediatamente a mi unidad elite conformada por 6 integrantes unicos en su tipo, unos malnacidos con un sentido del compromiso digno de un ingles, personalmente reclute a cada uno de ellos, con sobresalientes habilidades en las diferentes pruebas y entrenamientos dentro de la SAS (Special Air Service, Servicio Aereo Especial) ademas de una camaraderia excepcional y un instinto letal casi equiparable con el mio. Algunos eran mas testarudos que otros, pero me habia ganado el respeto y confianza del equipo entero a base de decisiones, trabajo, esfuerzo, sudor y sangre. Siempre me habia gustado decir que eran los peores hijos de puta, pero iria con ellos a la peor guerra toda la semana y dos veces en domingo. Era mi unidad, eran mis hombres y cada uno me confiaba su espalda al igual que yo lo hacia con ellos. Una vez listos, salimos a cumplir con nuestra mision, y aqui estabamos en medio de la selva, con insectos revoloteando a nuestro alrededor, una temperatura de 38deg centigrados y una humedad del 92%, brutal, con el equipo tactico encima con un peso de alrededor de 35 kg. Introduciendonos a una zona gobernada por mercenarios, que aunque no contaban con entrenamiento militar, no se iban a detener a dialogar al ver amenaza en su territorio. Todo para rescatar a una Lady de la nobleza que se metio en este lugar por voluntad propia de vacaciones, seguramente aburrida despues de recorrer las grandes ciudades del mundo, utilizando tiempo, recursos y personal entrenado para misiones estrategicas contra terrorismo, para rescatarla. Pero ?Quien es? o ?Por que esta aqui? No es asunto mio, mi unico objetivo: Extraer al rehen evitando enfrentamiento hostil, nada que no hubiera hecho antes. Alfa 2: ?A quien estamos rescatando? Frankco: Es clasificado soldado. Hace algun tiempo estuve en sus puestos y tambien odiaba exponer mi vida sin saber ?Por que? o ?Por quien?, pero seguir ordenes sin hacer preguntas es fundamental en la vida militar que habiamos elegido. Una vez que llegamos, identificamos la zona y permanecimos ocultos, tras el fango y la espesa vegetacion, observando la cantidad de hombres que resguardaban el lugar por varias horas, aguardando el momento indicado para proceder, no eran demasiados hombres, si todo salia segun lo planeado podriamos salir de aqui sin haber desperdiciado una sola bala. Localizamos a los rehenes, encerrados en pequenos cuartos improvisados de madera. Identificar a la victima no fue tan complicado a pesar de toda la suciedad que ocultaba su belleza, era la unica mujer que habia logrado ver, eso explicaba el porque a pesar de pertenecer a una familia adinerada, no pidieron ningun rescate, por lo tanto, seguramente su estadia en este lugar los ultimos 2 meses debio ser peor que el maldito infierno.

  • El pequeno libro de la superacion personal de Josef Ajram

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    Una recopilacion de frases, citas y maximas escritas tanto por personas anonimas como grandes pensadores en las que el atleta de pruebas extremas, empresario y coach personal Josef Ajram ha encontrado fuerza y motivacion para conseguir sus retos y objetivos. En cada pagina habra una frase, una ilustracion y una explicacion de Josef.

  • Breve historia de la Gestapo, Sharon Vilches de Sharon Vilches

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  • El coral y las aguas de Juan Eduardo Zuniga

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    Juan Eduardo Zuniga (Madrid, 1919) es un escritor fundamental en la literatura espanola de los siglos XX y XXI. Vinculado a la narrativa social de la generacion del medio siglo, opto por un simbolismo a la vez realista y magico para renovar el lenguaje de la novela y el cuento. En este volumen recogemos las dos novelas que ha publicado: “Inutiles totales” (1951) y “El coral y las aguas” (1962), en las que ya anticipa su personalidad literaria. En 2003 obtuvo el premio de la Critica y en 2016 el Premio Nacional de las Letras Espanolas.

  • En silla de pista de Miguel Angel Aguilar

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    iempre asombrado, un punto incredulo, Miguel Angel Aguilar saborea el espectaculo del circo contemporaneo en silla de pista, en primera fila. Apenas a unos metros de los prestidigitadores de la Transicion, los domadores del golpismo y el terrorismo, los trapecistas de la libertad que parecia imposible. Aplicado alumno de la realidad, maestro del periodismo, Aguilar evoca hechos memorables del ultimo medio siglo de Espana. Fue testigo, a veces incluso un poco protagonista, y lo cuenta como nadie, con su inconfundible estilo ironico, agudo y elegante. Vio morir una Espana y nacer otra. Estuvo en El Pardo y en La Paz cuando se leian los partes del equipo medico habitual, y en las sesiones, comidas, cenas y conciliabulos que acabaron dando a luz a la Constitucion. Anduvo por El Aaiun cuando la Marcha Verde, en el Congreso el 23-F, lo proceso la jurisdiccion militar y acabo formando parte del tribunal que otorgaba el premio del tonto contemporaneo. Una vida profesional plena, resumida en un libro intenso.
    En silla de pista es un cronicon hecho de muchas cronicas. Recuerdos de cincuenta anos de la vida nacional. Un retrato impagable de Espana y sus personajes. Y tambien un gran homenaje a una prensa que ya no existe pero que fue esencial en la consolidacion del Estado democratico que hoy conocemos.

  • Crimenes de invierno de Iris Zamora Vera

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    Tras un periodo de baja por motivos personales, el inspector de policia Adam Berg se traslada a un pequeno pueblo de montana y se incorpora al cuerpo de policia haciendose cargo de un extrano caso de asesinato. Despues de un largo periodo intentado huir sin exito de su pasado, a lo largo de la investigacion el inspector encuentra por fin una forma de enfrentarse a sus propios fantasmas y conforme va avanzando en el caso tambien ira poniendo en orden su vida personal en una nueva etapa llena de cambios y nuevos rostros que le iran ayudando a recomponerse.
    Clarissa Ericson huye de un pasado turbulento y dramatico en busca de un lugar anonimo donde volver a ser ella misma. El aire frio, las montanas nevadas y la soledad le daran una nueva oportunidad de encontrarse, pero hay cosas de las que uno no puede huir y tarde o temprano tendra que hacer frente a las viejas heridas que le atormentan, solo asi podra hallar la paz que tanto ansia. Sin pretenderlo, Clarissa se ve envuelta en la investigacion y aunque procurara pasar desapercibida no deja indiferente al inspector Adam Berg, que pronto siente por ella un interes irremediable.
    Ambos se ven envueltos en una trama de mentiras y enganos familiares en los que tendran que ir poniendo luz para esclarecer la verdad, todo con la ayuda de una intrepida periodista que intenta reinventarse y navega sin rumo en una vida en la que por fin encuentra algo de emocion que le sacude las telaranas.
    Mientras tanto, a muchos kilometros de distancia la inocente Edurne vive su propio infierno y rodeada de inseguridades, miedos y decisiones poco afortunadas se ira adentrando en las tinieblas de una relacion peligrosa y oscura que la llevaran a un desenlace incierto y peligroso. Sin embargo, las ganas de vivir y el amor incondicional la guiaran en una aventura hacia la busqueda de la felicidad, de la supervivencia, y de la superacion personal donde se encontrara con algunas sorpresas inesperadas.
    Pero la vida de todos ellos tiene un nexo en comun que no les dejara indiferentes, y lo que parecia una simple investigacion en un pequeno pueblo de montana termina siendo una conmovedora historia donde la amistad, el amor, el desengano y la intriga siempre estaran presentes.

  • El Principe Cautivo 1 de C. S. Pacat

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    Damen es un heroico guerrero y el legitimo heredero del trono de Akielos. Pero cuando su medio hermano se hace con el poder, Damen es capturado y vendido como esclavo de placer al principe de una nacion enemiga. Su nuevo amo, Laurent, es atractivo, manipulador y mortifero: es decir, encarna lo peor de Vere, su pais. Pero en la telarana letal de la politica de la corte, nada es lo que parece, y Damen se vera obligado a trabajar con su enemigo para sobrevivir y salvar a su pais, y descubrira que al hombre que mas necesita para conseguir su libertad es al que nunca debera revelar su identidad. por mucho que lo desee.

  • Ahora yo pongo las reglas de Chloe Collins

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    Quiero en primer agradecer a mi querida amiga Pili por prestarse a ser la "prota" de esta historia. Cuando se lo propuse le hizo mucha ilusion; ahora bien, cuando la lea, que no la he dejado hacerlo porque queria que fuera una sorpresa, espero que este igual de emocionada (ahi lo dejo). A mis lectoras Ani y Rachel por ayudarme tanto con esta historia, porque tengo que aceptar que soy un poco "zote" pero gracias a su ayuda, creo que ha quedado lista para pasar unas horas de lo mas divertidas (o eso espero). Y a mi gente, esa que me ha apoyado desde siempre, me animo a embarcarme desde el principio en esta bonita iniciativa que es la escritura: familia, amigas y escritoras que he conocido en esta etapa que empezo siendo como un reto y ahora se ha convertido de nuevo en una realidad. Prologo La vida nos pone muchas pruebas; a veces hay diferentes caminos o decisiones que tomar, y dependiendo de las que elijamos, asi sera el desenlace final. Siempre me acuerdo de unos libros que tenia mi primo que se llamaban Elige tu propia aventura, en los que te daban un par de opciones y, dependiendo de la que elegias, ibas a una hoja u otra, a veces acertabas y otras veces acababas en alguna trampa o un mal destino; siempre podias volver a la hoja anterior --evidentemente haciendo trampas--, aunque no era lo apropiado. En la vida real, no siempre tenemos esas opciones. En mi caso, no las tuve. Hace siete anos, en la primera edicion de MasterChef, cuando acababa de terminar mis estudios en una de las mejores academias de hosteleria de Madrid, Le Cordon Bleu, decidi presentarme al casting. Cocinar siempre habia sido mi pasion, habia estudiado un grado de FP y realizado varios cursos de cocina. Mis familiares y amigos me incitaron a apuntarme al programa, incluso uno de mis profesores. Me dijeron que tenia posibilidades. !Y que demonios! ?Por que no? Era una gran oportunidad de hacer lo que me gustaba en un programa de television, y quizas de conseguir un trabajo. El casting fue increible, habia muchisima gente, nunca me imagine que hubiera tantas personas interesadas en lo mismo que yo, pero consegui estar entre los concursantes de la primera edicion. Estaba emocionada. Era un sueno hecho realidad. Y justo el dia que ibamos a grabar el primer programa, recibi una oferta de empleo de una prestigiosa compania de catering de Madrid ofreciendome un puesto en su empresa, me querian como chef principal, las condiciones economicas eran desorbitadas. ?Que debia hacer? Tenia que elegir mi propia aventura. Verdaderamente tome la decision mas facil y quizas mas sensata en ese momento: quedarme con el trabajo. Como dice una amiga mia: mas vale pajaro en mano que ciento volando. O mas adecuado en esta ocasion: mas vale un trabajo seguro que una ilusion, porque, para ser realista, podria ser expulsada en el primer programa y quedarme sin nada. Si, todo el mundo me dice que cocino bien, sin embargo no conocia al resto de mis contrincantes. Claro, la realidad es que no todo es tan bonito como lo pintan, y el maravilloso trabajo tenia una pega: mi jefa. Una amargada, bruja y malfolla. Sinceramente, si esta mujer echara un polvo de vez en cuando veria la vida de otra manera, pero creo que ni eso. Porque se pasa practicamente las veinticuatro horas del dia alli metida. Eso lo descubriria tiempo despues. No obstante, quiero creer que el karma pone a cada persona en su lugar. ?Vosotros que pensais? Tendremos que adentrarnos en mi historia y descubrirlo. Capitulo 1 El dia que por fin comienza mi sueno, mi movil no para de sonar. Apenas queda una hora para empezar a grabar el primer programa. He recibido varias llamadas de un numero desconocido, despues un par de mi padre, aunque principalmente el groso de ellas son de mi madre, persistente como ella sola. Asi es que, como no deja de insistir una y otra vez, decido cogerle el telefono. Como no sea importante juro que voy a matarla. --Pili, carino. Menos mal que me contestas, tienes que llamar urgentemente al numero que voy a decirte, ?tienes para apuntar? Me quedo por un segundo en estado de shock. ?Me esta tomando el pelo? ?Que es lo que quiere? Estoy a punto de comenzar a grabar el primer programa de television. ?A esta mujer se le ha ido la pinza? Pero ?no se acuerda de donde estoy? --?Que ocurre? ?Que sucede? ?Estais todos bien? --le pregunto alterada al no haberme sacado de mis dudas. --Si, claro, es que te han intentado localizar en tu numero de telefono para hacerte una oferta de trabajo, como no cogias el movil lo han intentado en el numero de casa. Me han comentado que es un buen trabajo, con un contrato indefinido --me explica mi madre atropelladamente. ?En serio? No me lo puedo creer. ?Justo ahora? Esto tiene que ser una punetera broma del destino. Hace un mes que he acabado mi curso en Le Cordon Bleu y me tienen que avisar en este preciso instante que estoy a punto de comenzar en el programa MasterChef. ?Por que el punetero destino tiene que ser tan cruel conmigo? <>, me lamento turbada. --Pili, hija, ?estas ahi? --insiste mi madre al ver que no contesto, sacandome de mi nube. --Si, mama. Mandame el numero por mensaje --replico algo cortante. --De acuerdo, y no vayas a ignorarla --interviene exigente. Cuelgo a mi madre y miro el reloj. Quedan cincuenta minutos para que empiece la grabacion. Durante unos segundos tomo aire, dubitativa, porque ahora mismo estoy cumpliendo mi sueno, aunque es cierto que de aceptar el puesto que me indica mi madre, este tambien podria ser, eso si, tengo que darme prisa y hablar con ellos. El telefono es el mismo que tengo en las llamadas perdidas, asi es que de inmediato lo marco, pero comunica. Vuelvo a insistir, y lo mismo. Seguro que cuando consiga contactar con ellos ya han contratado a alguien, !con la suerte que tengo! Despues de cinco angustiosos y largos minutos consigo que de linea. Me coge el telefono una mujer. Su voz denota autoridad, se nota segura de si misma y a la vez con un cierto aire de superioridad, educada y nada mas, --no se por que no me gusta--. Le doy mis datos y enseguida me presenta la oferta de trabajo. Me indica que uno de mis profesores de la escuela le ha dado referencias sobre mi. Me siento orgullosa de ello, no voy a negarlo. Cuando me explica las condiciones laborales, cierro los ojos porque sin duda son realmente increibles para una joven que acaba de terminar sus estudios, no ha trabajado nunca y quiere hacerse un hueco en el mundo de la hosteria. El cargo seria de chef principal en una prestigiosa empresa de catering de Madrid, aunque sujeto a un mes de prueba. Una vez superado, el contrato seria indefinido. Por otro lado, el salario es increible, aunque estoy segura de que el puesto requiere mas horas de las que me ha mencionado, y el trabajo --a la larga-- sera muy exigente. Comenzaria, eso si, de inmediato. Asi es que adios a mi sueno de salir en MasterChef. Le he pedido un tiempo para pensarmelo, evidentemente no puede ser mucho, pues en menos de una hora comienza la grabacion para el concurso y tendre que comunicar a la cadena, si decido aceptar la oferta, que no continuo en el mismo.

  • Para siempre, Amaya Felices de Amaya Felices

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    Relato ganador en el primer concurso de Narrativa Romantica de La maquina china.

  • Las cartas de Elena Francis de Armand Balsebre , Rosario Fontova

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    Elena Francis, un personaje de ficcion, se convirtio en la consejera sentimental de las espanolas a traves de un consultorio de radio.

  • El amante de Jade (Joyas de la nobleza 5) de Catherine Brook

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  • Correr mejor, vivir mejor de Santiago Garcia

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    En su segundo libro, Santiago Garcia, el critico de cine que un buen dia
    empezo a correr y ya no pudo parar, vuelve a abordar la pasion por el
    running desde esa dimension intima que invita como ninguna a calzarse
    las zapatillas y sumarse a esa aventura que tarde o temprano se
    convertira en la vida misma.

  • Antagonia de Luis Goytisolo

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    Con su colosal envergadura, Antagonia constituye sin duda una de las mas altas cumbres de la narrativa espanola. Saludada desde muy pronto como una obra maestra, los extraordinarios alcances de esta novela permanecen desconocidos aun para muchos lectores por los malentendidos a que dio lugar su publicacion original en cuatro entregas. De ahi el valor de esta nueva edicion, que ofrece por fin la novela tal y como debio ser percibida desde un principio: como un todo indisociable. Empieza Antagonia haciendo el <> de la vida de Raul Ferrer Gaminde hasta el momento en que apuesta por vivir como escritor. Se sumerge luego en su vida como tal, en sus notas y borradores, en sus suenos y fantasias. En contrapunto con ello, se vuelca una mirada distanciada sobre Raul y su mundo, para desembocar en Teoria del conocimiento, la novela escrita por el propio Raul. Novela de una novela, Antagonia propone una de las mas profundas indagaciones que jamas se hayan emprendido sobre la creacion literaria. <> (Guillermo Cabrera Infante). <> (Pere Gimferrer). <> (Rafael Conte).

  • La luz de mi alma de Estela Torres

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    C Capitulo 1 uando regreso de mis clases son las ocho de la noche y no hay nadie en casa, voy a la cocina y no encuentro que comer igual que los ultimos tres dias. Subo a ducharme y luego entro en mi habitacion a estudiar un poco. Me duele el estomago del hambre que tengo, pero seguramente el borracho de mi padre ya se gasto el dinero para hacer la compra. Me meto en la cama cerca de las once de noche sin esperarlo, total no creo que llegue hoy, tampoco. Mi madre hace cinco anos que se marcho de casa y me dejo sola con este hombre que apenas reconozco. No es que el fuera un padre ejemplar antes de eso, pero despues de su partida todo ha sido peor. Entrada la madrugada siento un escandalo afuera y bajo a ver que ocurre, seguro es mi padre esta tan borracho que no puede ni abrir. No es que me importe si duerme en la calle, pero prefiero evitar el escandalo con los vecinos. Lo encuentro en el salon junto a la puerta abierta y cuando me ve suelta una risa burlona y llena de desprecio. --Alli esta la putita.-- dice senalandome. --Estas borracho de nuevo.-- le reclamo pero lo que viene despues me deja paralizada. Dos hombres altos con aspecto de matones vestidos de negro entran en casa y me miran de arriba a abajo. Yo automaticamente retrocedo unos pasos para intentar escapar, pero mi padre me agarra del brazo y evita mi huida. --?A donde crees que vas?-- pregunta y mi cuerpo comienza a temblar descontrolado. --Papa, ?que significa esto? Me lanza contra el pecho de uno de los hombres y quedo petrificada. El sujeto me sostiene de tal manera que casi no puedo respirar. Mi cuerpo se ha convertido en gelatina por el miedo, no dejo de imaginar miles de modos en el que estos hombres podrian hacerme dano. --Esa es su mercancia, llevenla a su jefe y con eso mi deuda esta saldada. Mi corazon palpita descontrolado, siento que voy a vomitar y las lagrimas comienzan a salir de forma involuntaria. Se que mi padre me odia, pero creerlo capaz de algo asi, nunca me habia pasado por la cabeza. Estoy asustada, mas que eso aterrada, pero no permitire que ellos me lleven sin intentar luchar. --Suelteme-- le digo al sujeto que me sostiene pero con lo escualida que estoy es como chocar contra una pared de concreto. --Es mejor que se calme jovencita y todo sera mas facil para usted. --?Por que me hacen esto? --Ya escuchaste a tu padre, es hora de llevarte con el jefe. --!Papa, por favor! --Callate puta-- me grita mientras me golpea el rostro con la mano y siento el sabor metalico de la sangre en mi boca. --Al final eres igualita a tu madre, solo te estoy haciendo un favor, estoy seguro te va a gustar lo que te haran. La ansiedad se apoderaba de mi cuerpo y comienzo a hiperventilar por el miedo. Sentia los latidos de mi corazon a mil por hora y no sabia a quien odiar mas si a mi padre por hacerme esto o a mi madre por dejarme con este animal. El hombre que se habia mantenido al margen saca de su bolsillo una inyeccion y me la pone en el brazo mientras su companero me sostiene. --Papa por favor, papa...-- susurre hasta que mis ojos se fueron cerrando y senti como uno de los hombres me cogia en brazos. Estaba aturdida y cada vez mas asustada. A penas podia mantener los ojos abiertos mientras sentia el movimiento del auto donde me llevaban. Los hombres hablaban, pero me era imposible entender lo que decian. --Dejenme ir por favor.-- mis palabras eran susurros casi inaudibles, mientras el sueno volvia a apoderarse de mi. H Capitulo 2 abia perdido la nocion del tiempo, se que llevaba unos cinco o seis dias encerrada en una habitacion de hotel, pero no estaba segura. El sitio era muy bonito y todo el mundo me trataba bien, pero nadie era capaz de decirme nada. Cada vez que preguntaba por algo o pedia ayuda me miraban, sonreian y seguian caminando. Los mismos hombres que me habian buscado en casa, venian varias veces al dia me traian comida, ropa y volvian a marcharse como si nada. Yo me negaba a todo, apenas probaba la comida y mucho menos usaba la ropa que dejaban sobre la cama. El primer dia pase horas intentando salir de esta habitacion, pero no logre nada. Las ventanas estan muy bien protegidas, no tengo telefono y nadie parece importarle que me tengan aqui en contra de mi voluntad. Estoy segura que el hombre que me compro pago mucho dinero por la discrecion de todos los empleados de este lugar. Era de noche y habia pasado todo el dia en la cama. Odiaba a mi padre mas que nunca, la incertidumbre de lo que me harian me consumia cada segundo. Estar aqui era una tortura emocional, no podia estar tranquila, pensando que en cualquier momento vendria un desconocido a disponer de mi cuerpo a su gusto. Me lo imaginaba de mil formas distintas y ninguna era agradable. Nadie con etica y moral haria algo como esto. --Si continua sin comer, se va a terminar enfermando. Al girar en la cama me encontre con uno de los hombres que me trajo aqui. Era siempre muy amable conmigo, pero eso no quitaba el hecho de que yo no queria estar en este lugar y el no me permitia salir. --Si me muero de hambre sera un trabajo menos para usted. --Si se muere probablemente perdere mi trabajo, asi que mas le vale comenzar a comer, porque se me esta empezando a terminar la paciencia con usted senorita Miller. --Dejeme ir. --No puedo hacer eso. --Para que demonios tenerme aqui si su jefe ni siquiera ha venido. No veo la estupida necesidad de torturarme de este modo. --Nadie le ha hecho dano.-- su ceno se fruncio como si intentara descubrir si le ocultaba algo. --?Cree usted que tenerme aqui no es hacerme dano? ?Acaso es imbecil? --Tenga cuidado de como me habla senorita Miller, bien podria matarla y todos pensarias que murio de hambre. La expresion del hombre se ensombrecio y salio de la habitacion dando un portazo. Creo que estaba tan cansado como yo de esta situacion. De seguro no estaba en sus planes hacer de ninera cuando lo contrataron. Me acomode en la cama y volvi a caer dormida. Era practicamente lo unico que hacia aqui encerrada, dormir y llorar. Y ya se me estan acabando las lagrimas. Senti un ruido y cuando abri los ojos me di cuenta que era el mismo hombre con el que habia discutido entrando de nuevo a la habitacion. Se veia mas enojado que antes, pero tampoco me afecto. Si me mataba seria mejor para ambos despues de todo. --Tiene una llamada senorita Miller. --?Quien es?-- cuestione por instinto sabiendo que de seguro seria su jefe. Como era de esperar ignoro mi pregunta y me entrego el telefono. Lo tome luego de titubear un poco y lo pegue a mi oreja. --Hola-- apenas pude pronunciar. --Me han dicho que esta ansiosa por conocerme senorita Miller. El aire abandono mi cuerpo ante la voz del hombre causante de mi desgracia. Era una voz ronca que reflejaba autoridad pura. No titubeo ni un segundo y un escalofrio recorrio mi cuerpo al pensar en lo que me esperaba. Escuchar su voz hacia real todo lo que me estaba sucediendo y mis nervios comenzaron a alterarse nuevamente. --?Quien es usted? ?Que quiere de mi? --Muchas preguntas senorita Miller. Yo solo soy su dueno y deseara que lo sea a cada segundo despues que nos veamos. --Deje que me marche por favor. --Eso es imposible, he pagado mucho por usted y tiene unas funciones que cumplir a cambio. La veo manana senorita Miller. Cuando iba a contestarle escuche como cortaba la llamada y sin decir nada le entregue el telefono al tipo que hacia de ninera. --Deberia comer algo, lo va a necesitar.-- habia cierto tono de preocupacion en su voz. --Puedo estar dias sin comer.-- fue mas un pensamiento, pero sin darme cuenta lo dije en voz alta y el rostro del hombre que estaba en mi habitacion se descompuso por completo. Pensaba que me iba a dar un sermon, pero en cambio giro en sus talones y salio de mi habitacion sin decir palabra. No habia dicho nada que no fuera cierto. Mi padre malgastaba tanto el dinero que a veces pasaba una semana sin comer nada decente. El dinero que me sobraba de mi beca universitaria a penas me daba para pasar algunos meses y eso era rindiendolo al maximo y rogandole a Dios que mi padre no me lo quitara. La vida no era muy generosa conmigo y habia aprendido a sobrevivir con muy poco desde que mi madre nos habia abandonado

  • Todo sobre nosotras de Monica Lavin

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    Alejandra las habia recogido en el aeropuerto Humberto Delgado de Lisboa, pero sin mas, a pesar de que venian de un vuelo trasatlantico y de que habian trasbordado en Paris, las subio a la camioneta y tomaron la carretera. Habian venido a festejar el cumpleanos sesenta de su amiga y los de ellas; las tres habian nacido el mismo ano y habian ido a la misma escuela desde los seis anos hasta la preparatoria. Pero Carla y Nuria no habian visto a Alejandra en treinta anos. Les sorprendio que fuera casi una calca de la que habia sido: el pelo seguia lacio y oscuro, aunque se lo pintara y lo llevara en una melena corta, los ojos negros intensos, casi moros, pero sus formas sofisticadas de cuando conducia aquel programa de television habian quedado ocultas por una voluntad rural. Al fin y al cabo, mujeres de ciudad, les costaba trabajo ver a Alejandra en tenis, con muy poca pintura, aunque, eso si, el barniz de unas impecable la seguia distinguiendo. Sus manos en el volante lo ostentaban. --?El azul esta de moda? --dijo Nuria, que jamas se pintaba las unas. Era lo menos apropiado para una panadera. --Ya no se que esta de moda, pero lo veo en las tiendas y lo sumo a mi cajon de barnices -- dijo Alejandra, con esa voz cantarina, con su risa facil. La recordaban en la preparatoria: con mas maquillaje que ellas, con esos barnices naranjas, o rojos o rosas nacarados que se estilaban. Las unas con forma ovalada, como de revista. Las tres distraian la platica con nimiedades porque no sabian por donde empezar. Carla y Nuria habian tenido oportunidad de conversar algo en el avion, antes de quedarse dormidas y de quejarse de lo reducido de los asientos. --?No podriamos viajar en business? --habia dicho Nuria, que era de caderas anchas, pero con menos posibilidades economicas. --?Y pagar el doble? Nuria habia olvidado por que administrar era el fuerte de Carla, despues de la nutricion. Por algo tenia una compania. Si tuviera el dinero, Nuria lo habria pagado, ?cuando tendrian sesenta anos de nuevo? ?Cuando vendrian a festejar con Alejandra a Portugal juntas? Claro que pensar asi la habia llevado a no ahorrar nada, a destinar parte de su herencia en poner la panaderia en Ensenada, cuando por fin decidio que no podia vivir un dia mas en la Ciudad de Mexico. Recorrieron el campo de arboles de follaje verde seco, con la tierra mas bien arenosa, o esa impresion daba, entre Lisboa y la desviacion hacia Evora, donde Alejandra prometio llevarlas de regreso para ver las ruinas romanas, esas columnas del templo de Diana en medio de callejas medievales. --Para quienes me visitan es parada obligada. Pero sera despues. --?Y no te hartas de hacer paseos turisticos con los que venimos? --pregunto Carla. --Ustedes no habian venido en los treinta y un anos que llevo aqui. Vivo muy lejos y las visitas no son frecuentes. Ir a Evora era un placer para Alejandra, era una conexion con el asombro original de cuando llego, recien casada con Esteban, y se comio el paisaje, la historia, el acento, el bacalao, las cerezas del verano, con los ojos, con el cuerpo, con una alegria chispeante. Estaba entonces en la cresta del descubrimiento y en la euforia amorosa; no habia ponderado lo que significaban la distancia, el desarraigo, que sus padres murieran en Mexico y que ella llegara tarde a despedirse. La friccion de las llantas contra el asfalto siseo adentro de la camioneta, donde las ventanas abiertas ventilaban el fin del verano. Entonces hizo algo abrupto, se orillo en la cuneta, oteo a ambos lados de la carretera y tomo el carril de regreso. Sus amigas no comprendieron. --?Te equivocaste? --Volar trece horas, traer otro horario, por lo menos merece una parada para comer y tomar algo. Vamos a Evora. Nuria y Carla agradecieron sentarse en las mesas al aire libre frente al templo de Diana, en medio de la convergencia de varias calles empedradas, estirar las piernas y tomar una cerveza con aceitunas para empezar a sentir el aire del Mediterraneo de su travesia. La ruta las llevaba al este, hacia la frontera con Espana. El mar les quedaba a la espalda y al sur, y la sensacion de estar en un pais desconocido las excitaba. --?No estan cansadas? --pregunto Alejandra. --A mi solo me cansa el que no pase nada, el agua quieta --dijo Carla con la espuma de la cerveza en los labios--. Esto es vida. Ademas, la cerveza es muy sana. --Se rio. Siempre habia sido una pesada con los asuntos de los nutrimentos, pero habia bajado la guardia. Era una fortuna que no hubiera tenido hijos, los habria atosigado con el discurso del balance de proteinas y grasas de las buenas, y carbohidratos de los malos y calorias vacias. Aunque sus clientas agradecian sus consejos para estar mas sanas, para aceitar el deterioro, para impedir la gordura, pero sin abandonar el placer de comer. --Ya vas a empezar. --Se burlo Nuria. --Yo quiero todos tus consejos para presumir en el hotel. Esta de moda eso de la conciencia de nutrirse bien y la dieta portuguesa es buena para eso. --Pidio Alejandra mientras compartian un plato de embutidos y una ensalada fresca. --Tengo consejos de todo tipo --anadio Carla con picardia--. Aunque les confieso que ya me harte de ser la flaca que soy. Eso de querer ser ejemplo viviente de mi compania es catastrofico. En este viaje pienso comer todo lo que se me atraviese. --Ya era hora --anadio Nuria, que era robusta, generosa de carnes y espiritu, y que movia su cuerpo sin que sus senos y caderas prominentes fueran un obstaculo. Carla casi no habia visitado a Nuria desde que se fue a Ensenada, hacia un lustro, y no soltaba el cuerpo, como si al hacerlo pudiera irse por el camino torcido. Tal vez le pesaba ser hija de medicos; su padre, un endocrinologo. --Esteban es un gran cocinero. --Presumio Alejandra--. No podras rehusarte a ningun platillo. --Ese debe ser uno de sus encantos. Alejandra sonrio con cuidado, sin la espontaneidad que le conocian. De las tres era la unica que permanecia casada, la unica que habia conservado la pareja con la que decidio hacer una vida. Dejaron que lo que Alejandra les platico sobre aquel templo --que era del siglo I antes de Cristo y que en algun momento habia sido carniceria, lo cual ayudo a que se conservara en pie-- fuera acomodando sus cuerpos al nuevo paisaje y a la alegria fortuita de compartirlo. Alejandra les dijo que lo mas impresionante era la Capilla de los huesos dentro de la iglesia de San Francisco, hecha con la osamenta de los monjes, apilados uno sobre otro, macabra y poderosa, pero penso que lo dejarian para otro dia, si acaso. Habian sido tan amigas en secundaria y preparatoria. Habian celebrado la primera boda de las amigas, la de Carla, cuando ella aun no terminaba la licenciatura, con Joaquin, su novio de tantos anos, de quien no se habia vuelto a hablar. Todas habian puesto su amistad por encima de cualquier otro argumento. No eran tres, eran cuatro. Renata habia sido mas amiga de Alejandra; Nuria y Carla, las mas cercanas. Las cuatro inseparables en aquellos anos. Tal vez por eso no se habian reunido en treinta anos. Pues, aunque Alejandra habia hecho viajes a Mexico para visitar a su familia, no las habia buscado ni ellas habian preguntado cuando iria. Las mexicanas habian perdido todo contacto con la que vivia en Portugal, hasta que ella les propuso celebrar su cumpleanos sesenta en el Alentejo. Alejandra y Renata cumplian anos el mismo dia, en una fecha innombrable: 19 de septiembre. Volvieron al auto, achispadas y con deseos de conocer el paraiso que Alejandra les habia prometido: aquella quinta donde crecian olivos y vides, y donde acababan de estrenar un hotel rural, con apenas cuatro habitaciones y un comedor. Oculto el nombre del hotel hasta que, despues de un cabrioleo por una carretera delgada entre cultivos, les senalo el letrero: Quinta Renata. Habian llegado. 2 Alejandra le asigno un cuarto a cada una, pero les advirtio que durante el fin de semana tendrian que compartir habitacion. --Como en los viejos tiempos --dijeron. --Me vengo con ustedes. --Se rio divertida. Le hubiera encantado revivir las noches en que estudiaban e ideaban estrategias para no quedarse dormidas. --Lo malo es que el vino me arrulla --dijo Nuria-- y en lugar de platicar seguro me quedo dormida pronto. Y no quiero beber Coca-Cola. --Yo, si --agrego Carla--, toda la que he dejado de beber durante anos. --Esteban la tiene prohibida hasta para el hotel --enfatizo Alejandra. Desde sus cuartos verian los vinedos dorarse bajo el sol del verano al caer la tarde, les advirtio Alejandra. Estuvieron de acuerdo en que la vista les daba paz. --Aunque tambien da desasosiego --dijo Carla. En realidad, a ella le encantaba vivir en uno de esos edificios altos del poniente, desde donde la ciudad se veia lejana, como una colcha de luces que advertia que el bullicio no paraba. Cuando visitaba a Nuria en la casa del acantilado, sentia la angustia del infinito mar. Esperaba poder dormir, el insomnio podia atacarla y que haria sin television, sin horario y con tanto verdor. La boca se le seco, pero no dijo nada. Las estaban consintiendo. Alejandra las apresuro, pues sabia que Esteban estaria ansioso por recibirlas. Quedaron en instalarse con mas calma despues. --Igual me paso desde hoy a tu cuarto --le dijo Carla a Nuria por lo bajo, temiendo el vertigo del espacio abierto. Caminaban de nuevo hacia el auto para llegar a la casa principal, una vieja construccion de adobe que les tomo tiempo remodelar, como explico Alejandra. --Claro que si, mi reina, pero ronco. --Se rio Nuria. --Yo tambien --dijo Alejandra, que las habia oido--. Eso dice Esteban. Que verguenza. --Verguenza con un amante, con el marido no creo --siguio Nuria--. Aunque yo soy la que soy a esta edad. Si alguien quiere dormir conmigo, que se lleve las caricias con el paquete completo, yo hare lo mismo.

  • Jazmines y peinetas de Clotilde Sanchez

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    Cordoba 1918
    Maria Cristina Rojas,perteneciente a una familia de la alta burguesia cordobesa,se despide del internado donde ha estado residiendo desde nina.Su nueva vida comienza en una Andalucia repleta de senoritos, cortijos y poder.En ese entorno nuestra protagonista conocera la amistad,el amor y la traicion.
    Con personajes ilustres de la epoca y lugares emblematicos,la inocente Maria Cristina descubrira una sociedad arcaica y conservadora en esa Cordoba siempre magica y misteriosa.
    Marcada por la perdida de su madre desde nina,viajara hasta Cuba para conocer a Valdivia, un pariente que guarda un doloroso secreto.
    A su regreso,cuando la muchacha cree encauzada su vida, descubrira que el hombre con el que se ha casado no es el marido enamorado y galante que ella creia.Un desgraciado episodio la obligara a huir con su familia a los Valles Pasiegos del norte.
    Pasara de una vida acomodada como duena de un cortijo a convertirse en una pasiega que tendra que trabajar duro para sobrevivir en las frias cabanas de los montes nortenos.
    Alli entre montanas y valles surgira una nueva Maria Cristina,arrojada,luchadora,empoderada y valiente.Dispuesta a buscar su ansiada felicidad.

  • Un escoces en la oscuridad (Escandalos y Canallas 2) de Sarah Maclean

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    La senorita Lillian Hargrove ha vivido casi toda su vida sola, en una jaula dorada, anhelando amor y compania. Cuando un famoso artista la tienta con hermosas promesas y le ruega que pose para un escandaloso retrato, Lily no vacila., hasta que ese mentiroso canalla la deja en evidencia. Cuando el cuadro se hace publico, a Lily no le queda mas remedio que recurrir al unico hombre que puede salvarla de la ruina.

  • Juntos somos mas de Red Lips

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    Virginia y Oscar se conocieron en el instituto. Virginia era una chica idealista, con ganas de comerse el mundo. Oscar un rebelde sin causa, que necesitaba salvarse a si mismo. Entre ellos nunca paso nada, pero siempre hubo algo. Sin embargo, el instituto llego a su fin y cada uno siguio su camino.

  • Binti. Hogar de Nnedi Okorafor

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    Cinco, cinco, cinco, cinco, cinco, cinco --susurre. Ya estaba ramificando, con los numeros dando vueltas a mi alrededor como granos en una tormenta de arena, y senti un profundo chasquido cuando algo en mi interior cedio. Produjo un dolor agradable, igual que al crujir los nudillos o estirar un musculo. Me hundi mas y halle calidez. Podia oler la sangre en mis venas y el aroma terroso del otjize que me habia aplicado en la piel. La habitacion desaparecio. La mirada sorprendida en el rostro de Okpala, mi profesora de matematicas, desaparecio. Aferraba mi edan, y las puntas de su forma estrellada se me clavaban en las manos. --Oh, cielos --murmure. Algo le estaba pasando. Abri las palmas ahuecadas. Como no sabia que no debia soltarlo, lo habria dejado caer si no me hubiese hallado en meditacion matematica profunda. Lo primero que pense fue en la bola de hormigas que vi una vez, con seis anos, rodando por una duna; asi se desplazaban cuesta abajo las hormigas del desierto. Habia corrido para observarla de cerca y chille con alegria y asco ante la fluctuante masa viva de sus cuerpos. Mi edan se retorcia y revolvia ahora como una bola de hormigas del desierto; las laminas triangulares que lo componian giraban, rotaban y cambiaban entre mis palmas. La corriente azul que habia invocado oscilaba rodeando y adentrandose entre las placas como un gusano. Se trataba de una nueva tecnica que me habia ensenado la profesora Okpala y que habia perfeccionado durante los ultimos dos meses. Incluso la llamaba la corriente del <> por su forma y porque requeria emplear la metrica de estos agujeros para activarla. <>, me dije. Una parte reprimida de mi queria lamentarse porque la corriente que atravesaba el edan lo estaba desmontando; debia parar, nunca seria capaz de juntar todas las piezas de nuevo. Sin embargo, abri la boca y volvi a susurrar el numero tranquilizador. --Cinco, cinco, cinco, cinco. <>, pense. Senti una rafaga de viento en la cara, como si algo hubiera pasado por delante. Me pesaban los parpados. Deje que se cerraran... -- oOo -- Me hallaba en el espacio. Oscuridad infinita. Ingravidez. Volaba, caia, ascendia, atravesaba el quebradizo polvo metalico de un anillo planetario. Unas piedras minusculas me acribillaban la piel. Abri un poco la boca para respirar y el polvo me azoto los labios. ?Podia respirar? Un aliento lleno de vida broto en mi pecho desde mi interior y senti que los pulmones se expandian, llenandome. Me relaje. --?Quien eres? --pregunto en el dialecto de mi familia una voz que procedia de todas partes. --Binti Ekeopara Zuzu Dambu Kaipka de Namib, ese es mi nombre --respondi. Silencio. Espere. --Hay mas --dijo la voz. --Eso es todo --repuse, irritada--. Ese es mi nombre. --No. El fogonazo de rabia que me atraveso me pillo por sorpresa. Pero enseguida lo acogi con agrado. Conocia mi nombre. Estaba a punto de gritarlo cuando... -- oOo -- ...Me halle de vuelta en el aula. Sentada delante de la profesora Okpala. <>, pense. <>. Esa furia era un sentimiento horrible. En casa, las sacerdotisas de las Siete Deidades podrian haber dictaminado que tal nivel de rabia era impuro. Uno de mis okuoko con aspecto de tentaculo se contrajo. Fuera, el segundo sol se estaba poniendo. Su brillo se mezclaba con el del otro sol e inundaba el aula de un color que me encantaba, una combinacion intensa de rosa y naranja que los nativos de Oomza Uni llamaban <>. Los ntu ntu eran unos insectos del planeta que ponian huevos de ese intenso rosa anaranjado que resplandecian con un brillo tenue en la oscuridad. La luz ilumino mi edan, cuyas partes simetricas flotaban ante mi en una red de corriente. Nunca lo habia visto tan desmontado y no habia sido mi intencion hacerlo. Lo que pretendia era que el objeto se comunicara por si mismo al filtrar una corriente entre sus trazados. Segun Okpala, eso solia funcionar y yo queria saber lo que mi edan tenia que decir. Sufri un pinchazo de ansiedad. <>, pense con desesperacion. Llena de alivio, observe que todas las partes del edan que se habian separado regresaban lenta y sistematicamente a su lugar. Completo de nuevo, el edan se poso en el suelo ante mi. <>, pense. Tanto el azul de la corriente que seguia envolviendo al edan como el intenso ntu ntu brillaban en la cabeza gacha de Okpala. Tenia una libreta y un lapiz de verdad en la mano, elementos muy terricolas. Escribia con frenesi con uno de esos rudos lapices que confeccionaba ella misma a partir de la rama de un arbol parecido al tamarindo que crecia cerca del edificio de Matematicas. --Te has caido de la rama --dijo sin levantar la mirada. Asi llamaba a ese momento cuando alguien estaba ramificando y de repente dejaba de hacerlo--. ?A que ha venido eso? Por fin habias conseguido que el edan estuviera dispuesto a abrirse. --?Eso es lo que hacia? ?Entonces es algo bueno? --La profesora se rio entre dientes sin dejar de escribir. Yo frunci el ceno y sacudi la cabeza--. No lo se... Ha ocurrido algo. --Me mordi el labio--. Ha ocurrido algo. Centre mi atencion en ella cuando alzo la mirada. Hubo un momento en el que me pregunte si era su estudiante o su objeto de estudio. Deje que la corriente se disipara, cerre los ojos y descanse la mente con la ecuacion tranquilizadora de f(x) = f(-x). Toque el edan. Solido de nuevo, menos mal. --?Te encuentras bien? --pregunto la profesora Okpala. A pesar de curarme con la ecuacion calmante, la cabeza empezaba a dolerme. Y entonces una ira cegadora me inundo como agua hirviendo. --Uf, no lo se --respondi, masajeandome la frente y con el ceno mas arrugado--. No creo que lo que ha pasado tuviera que pasar. Ha ocurrido algo, profesora Okpala. Algo raro. La profesora solto una carcajada. Aprete los dientes, enfadada. Otra vez. Tanta furia... No era propia de mi. Y ultimamente se estaba convirtiendo en parte de mi, porque ocurria muy a menudo. Pero ?mientras ramificaba? ?Como era posible? No me gustaba ni un pelo. Aun asi, llevaba un ano terricola trabajando con la profesora Okpala y si algo habia aprendido era que trabajar con cualquier tipo de edan, sin importar en que planeta se hubiera encontrado, significaba trabajar con lo impredecible. <>, solia decir Okpala. Cada edan hacia algo distinto por distintas razones. El mio, ademas, era ponzonoso para las medusas; aquello me salvo la vida cuando me atacaron en la nave. Por eso Okwu nunca venia a ver mis sesiones con Okpala. Sin embargo, si yo lo tocaba, no me producia ese efecto. Incluso me habia arriesgado a tocar el edan con uno de mis okuoko. Solo asi me di cuenta de que, por muy medusa que fuera esa parte de mi, yo seguia siendo humana. --Ha sido una deconstruccion aislada --dijo la profesora Okpala--. Habia oido hablar de ella. Nunca la habia presenciado. Bien hecho. Lo dijo con toda la tranquilidad del mundo. <>, me pregunte. Ensanche las aletas de la nariz para calmarme. No, eso no era propio de mi. El tentaculo volvio a contraerse y un pensamiento extrano y bastante solido se instalo en mi mente: <>. Me atraveso un escalofrio electrizante de rabia y pegue un salto. ?Quien intentaba hacerle dano? Me esforce por parecer tranquila. --Profesora, tengo que irme. ?Puedo? --dije. Dejo de escribir y me dirigio un ceno fruncido. La profesora Okpala era tamazight y, por lo que mi padre decia tras anos vendiendo a los tamazight, eran gente de pocas palabras, aunque contundentes. Podria haber sido una generalizacion, pero resulto ser cierto en mi profesora. Conocia bien a Okpala; tras ese ceno se daba toda una galaxia repleta de accion. Sin embargo, debia marcharme, y debia marcharme ya. Okpala alzo una mano y la agito. --Vete. Me levante y casi choque contra una maceta que habia detras de mi al darme la vuelta con torpeza hacia donde tenia la mochila. --Cuidado --me dijo--. Estas debil. Recogi la mochila y sali antes de que cambiara de opinion. La profesora no era directora del departamento de matematicas por nada. Seguro que cuando me conocio ya lo tendria todo calculado. No fue hasta muchisimo mas tarde cuando me percate del peso de esa sucinta advertencia. -- oOo -- Tome la lanzadera solar. Como el segundo sol se estaba poniendo, la lanzadera de la universidad se habia cargado por completo e iba a maxima potencia. Tenia forma de serpiente, pero era tan espaciosa que cabian cincuenta individuos del tamano de Okwu sin problema. La capa externa estaba hecha de la piel mudada de alguna criatura gigantesca que residia en alguno de los muchos bosques en Oomza. Me contaron que el cuerpo de la lanzadera era tan resistente que una colision no le dejaria ni un aranazo. Se apoyaba y viajaba sobre un lecho de <>, un aceite verde y resbaladizo secretado sobre la via por unas plantas insectivoras enormes que crecian junto a la estacion.

  • Escrito en el agua de Pilar Lepe

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    Dicen que en algun lugar del mundo todos tenemos un gemelo identico.
    El matrimonio con Jack, estaba desgastado y ella tuvo la idea de una segunda luna de miel, en los frios parajes de Noruega, pero un fatal accidente la sumergio hasta al fondo del fiordo, de donde es rescatada por Rolf.
    En realidad Brenda no queria ser revivida, pero unas manos atrevidas la empujaron nuevamente al mundo de los vivos.
    Al conocer a Rolf, penso que por fin alcanzaba la tan esquiva felicidad, pero las cosas nunca son tan faciles, y menos aun si no son lo que parecen…
    Desgraciadamente para Brenda, su dicha depende de los caprichos que oculta el agua.
    ?Que harias tu, si tu sombra se cruza en tu camino?

  • La Eternidad y un Dia de Lauren Kate

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    <>

  • Nuestro es el cielo de Luke Allnutt

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    Todos tenemos que tomar decisiones.

  • La Luna es de los lobos de Giuseppe Festa

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    Arroyos pintados de plata por la luna, cintas de perfumes multicolores sobre los prados, siluetas de ciervos como manchas de oscuridad en un lienzo de sombra. Y una oscura amenaza mas alla de la frontera. Este es el mundo de Rio, un lobo de los Montes Sibilinos. De el depende la supervivencia de su manada, fustigada por el hambre y la escasez de nuevos nacimientos, obligado a afrontar un largo viaje por los meandros de una naturaleza por descubrir y defender, en el eterno conflicto con un enemigo que unas veces adquiere la forma de una manada antagonista y otras la del hombre y sus perros. La entrada en escena de Greta y Lorenzo, dos jovenes investigadores, marcara el inicio de una cadena de acontecimientos imprevisibles. Entre las maravillas de la naturaleza salvaje y las insidias del mundo de los hombres, el emocionante viaje de una manada en busca de la libertad. Una trama que se transforma en un sorprendente juego de espejos donde cada lector tiene la posibilidad de observar la naturaleza de los animales y la sociedad de los hombres desde el punto de vista de los lobos.

  • Soy tu hombre, Helena Paradise de Helena Paradise

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    Un relato divertido, ameno y con el que te sentiras identificad@
    Porque cuando el amor te sorprende…
    Cris se lleva la sorpresa de su vida cuando su pareja le da una semana para que recoja sus cosas del apartamento que comparten y se vaya.
    Vane, su amiga, acude a su rescate; ayudandola a superar esa experiencia tanto sorpresiva como traumatica.
    Pero el amor es caprichoso e imprevisto y Cris, en el momento y lugar mas inesperado, se dara de bruces con el.
    ?Estaran sus heridas ya curadas? ?Podra volver a confiar en un hombre?
    Entra y descubre lo que ella esta deseando contarte.
    Dejate seducir por... el.