• mel caran libros - Mel Caran

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    Rebeca acaba de divorciarse y esta tratando de reorganizar su vida. Ella nunca imagino lo que el destino le tenia preparado, ni que gracias a su modesto trabajo conoceria a Alan, la persona que acabaria con su tranquila y aburrida existencia de recien separada.

  • MEL CARAN | Casa del Libro

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    MEL CARAN: Libros y Biografía en Casa del Libro. ... Encontrarás más información de la autora y su obra en: www.facebook.com/mel.caran.

  • Mel Caran: Libros - Amazon.es

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  • Sonríe (Erótica) Tapa blanda - Caran, Mel - Amazon.es

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    Sonríe (Erótica) : Caran, Mel: Amazon.es: Libros. ... de Mel Caran (Autor). 3,8 de 5 estrellas 55 valoraciones. Libro 1 de 2: Proyectos de amor y deseos ...

  • Mel Caran | PlanetadeLibros

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  • Sonríe - Mel Caran | PlanetadeLibros

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  • Libros de Mel Caran - Biografía, información... - eselibro.es

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  • siempre a tu lado de mel caran - IberLibro.com

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  • MEL CARAN - Santos Ochoa

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  • SONRIE - MEL CARAN - 9788408136620 - Agapea

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  • Siempre a tu lado (Proyectos de amor y deseo 2) – Mel Caran de Mel Caran

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    Tras unos meses de separacion, Rebeca recapacita y decide regresar con Alan. Su relacion vuelve a ser perfecta y todo parece que va sobre ruedas, hasta que la sombra del pasado de Alan asesta un duro golpe sobre la pareja. La vida de ambos se complica con acontecimientos inesperados, celos, problemas de salud, temores y dudas.

  • Secretos De Papel de Teresa Corroto

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    El ruido de unos zapatos negros de tacon de un cuarenta y dos retumbando bajo los pies de una mujer que pisaba ahora mas decidida que nunca, no dejaba indiferente a nadie. Una brisa de aire caliente. tipica de un mes de verano mas caluroso de lo habitual, mecia su corta y lisa melena a falta de subir solo los dos ultimos escalones para ver la luz del dia. La tradicional boca de metro de Atocha impasible ante el paso del tiempo, daba pie a un sol que acentuaba mas todavia el color rubio ceniza de su pelo. Siete minutos a paso ligero eran los que separaban a Alexia de su destino. Fueron tantos los dias que sus pies se habian dedicado a realizar ese recorrido, que hasta podia indicar los metros exactos que separaban su parada de metro diaria de la pinacoteca madrilena por excelencia la que se habia encomendado los ultimos treinta anos de su vida. Un ano entero era el tiempo exacto que habia permanecido alejada del lugar que consideraba como su segunda casa y que ahora la reclamaba de nuevo. La jubilacion habia llamado a sus puertas el mismo dia en que cumplia los sesenta y cinco. El semblante de la estatua de Velazquez custodiando incansable la entrada principal del museo, parecia mirarla de forma entranable y Alexia dejaba escapar su imaginacion al pensar que hasta esa estatua de bronce se habia atusado el bigote para darla la bienvenida. --Yo tambien me alegro de verte Diego --guinandole un ojo disimuladamente. El V Centenario de la muerte de El Bosco junto a la muestra monografica que se le dedicaba en Espana, eran la excusa perfecta para volver a pisar el museo del Prado y, de paso, aprovechar para rescatar momentos entre cercanos y olvidados, calles llenas de vida y descubrir otro Madrid que apenas hacia un ano parecia que se hubiese reinventado. Rumbo a la sala 56 A, dedicada en exclusiva al maestro flamenco, no dudo ni por un momento el recorrido que deberia seguir y no hizo escala en ninguna otra sala mas a no ser por el resto de visitantes que tenia que sortear y con los que deberia tener paciencia para que abriesen el hueco suficiente para poder atravesar. Atras quedaron aquellos tiempos en los que interrumpir a una pareja con un plano en la mano para ubicarles en el punto <>, ya no se encontraba dentro de su cometido, aunque ganas no le faltasen de hacerlo. Era espectacular como unas luces led adheridas a un falso techo iluminaban toda la sala como nunca antes la habia visto y unos altillos de pladur, a la altura de la cintura de cualquier viandante, daban asiento a cada uno de los tripticos que compartian esa sala y singularizaba mas su caracter al contemplar tanto el anverso como el reves de sus laterales. <>, penso. Nada mas entrar, a la derecha, estaba el Carro del heno, a la izquierda La Adoracion de los magos y, entre medias, El jardin de las delicias. Una vez dentro, el profundo suspiro de Alexia acaparaba toda la sala del museo. Mientras exhalaba por completo el aire que sus pulmones habian retenido durante unos escasos segundos, sentia que su alma aun encerraba todas esas preguntas que nadie le habia sabido responder con palabras. A pesar de encontrarse situada justo entre los tres tripticos mas conocidos de todos los tiempos, El jardin de las delicias era su obra preferida y mas que merecedora de requisar toda su atencion. No era la primera vez ni la segunda que Alexia se sumergia entre tal alboroto de imagenes no para intentar desvelar su misterio, sino para permanecer sumergida en el. Figuras fantasmagoricas, animales maravillosos y un caos incendiandolo todo como un dia de fiebre, eran ilustraciones mas que emblematicas para ahondar en ellas y perderse el tiempo suficiente hasta conseguir despejar su mente. --El apocalipsis --decia Alexia en voz alta al contemplar la ultima tabla del triptico--. Todo arde ante el tormento de las almas torturadas por seres que despellejan y deguellan. Casi como en la vida real --retorciendo la comisura de sus labios al terminar de hablar y observando por el rabillo del ojo las curiosas miradas de los que se encontraban a su alrededor al escucharla. Era evidente que, ni su atrevido comentario, ni unas cuerdas vocales retocadas anos atras por la cirugia, iban a pasar inadvertidas ante nadie. Y es que nada le gustaba mas que permanecer con su impavida mirada ante la obra mas extraordinaria y, a la vez, mas enigmatica que el ser humano haya podido constatar y a la cual siempre visitaba cuando el trabajo se lo permitia antes de marcharse a casa. Nada menos que tres rigurosas decadas completaban el tiempo que Alexia habia dedicado en cuerpo y alma a procurar la proteccion de ese museo. Y nunca mejor dicho. Tambien llego a formar parte del cuerpo de seguridad que, al caer el sol, se encargaba de custodiar todas y cada una de esas obras. O como a ella le gustaba llamarlo, otra forma de felicidad terrenal. Su cuerpo habia sufrido una transformacion tremenda desde entonces y, ese museo, habia sido el maximo testigo de todo ese cambio fase por fase. Ni el mismisimo cuadro de La pasion de Juana de Arco juzgada por la inquisicion por actuar y vestir como un varon, podria explicar mejor un espiritu atrapado en un cuerpo que no se corresponde. Aspecto de hombre de dia, corazon de mujer de noche. Alli, donde las ideas revolotean como los angeles, lo extrano era bello, las obras solo pueden hacerse con amor y la imaginacion es capaz de dispararse sobre un simple lienzo en blanco, era donde su nostalgia encontraba cura. Y porque alli, entre dioses hermafroditas de la antigua Grecia plasmados en lienzos y delicadas estatuas de ninfas con pene, podia desnudar su alma y mostrarse tal y como era porque las obras de arte no la juzgaban, sino que se sentian identificados con ella. Desde que, por caprichos del destino, se establecio en Madrid con tan solo quince anos, lo unico que la ataba a su Mediterraneo y a su luz y calor, era el recuerdo de una tierna infancia y de una menos acertada adolescencia. Y de eso su querido Sorolla sabia mucho. No necesitaba mas que un barrido de ojos a su paleta de colores para regresar a su anorada Valencia y sentirse cuya nina, perfectamente plasmada, correteaba inofensiva por el mar. Atras quedaban ya las reuniones de amigos alrededor de las hogueras con olor a sal, el caluroso viento de levante, o los atardeceres envueltos en agua espumosa. Sus padres junto con el y su hermana, abandonaban su casa de Altea de toda la vida por la promesa de un ascenso para su padre a cuatrocientos kilometros de alli y de la posibilidad de darles una vida mejor. Una vida de privilegios con un final que se truncaba desde el mismo momento en que su hijo, recien cumplida la quincena, aparecia de repente a ojos de su padre vestido de mujer. --Pero ?que cojones haces con eso puesto? --le increpo su padre malhumorado mientras le atravesaba con fuego en la mirada. --Nada, papa --acerto a decir completamente bloqueado. --Alejandro, !que que cojones llevas puesto! --elevo el tono. Un silencio sepulcral entre ellos que hasta parecia atravesar las paredes impregnaba todo el salon. El nudo de Alex, cada vez mas latente en su garganta, parecia ahogarle. Si los ojos son el espejo del alma, el alma de su padre parecia estar cociendose en ese momento en las mismisimas puertas del infierno y Lucifer, a su lado, ser un simple aprendiz. Lo poco que fuese que se le estuviese pasando por la cabeza mientras observaba a su hijo travestido, o como diria el: disfrazado de marica, no seria ni por asomo la mitad comparado con la hostia que le esperaba a Alex si no arrancaba a hablar de un momento a otro y daba una buena explicacion de su modelito. --Tranquilo, papa, te lo puedo explicar --colocando sus manos frente a su padre a modo de escudo. --Te estoy esperando.

  • Desaparecida de Romano De Marco

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    Era el mejor policia de Milan. Ahora, diez anos mas tarde, Marco Tanzi es un mendigo que vive en parques y calles mimetizandose con la degradacion de una ciudad que no tiene lugar para los derrotados. Con el pelo largo, la barba descuidada y la ropa sucia, de aquel hombre queda poco: un gigante de un metro noventa y ocho que ahoga su vida en el alcohol.
    Y sin embargo, una noche, aquella vida que parecia marcada por una caida sin freno se ve sacudida por un acontecimiento inesperado: Giulia, su hija a la que no ve desde hace anos, ha desaparecido misteriosamente. Ahora tiene una mision: encontrarla, cueste lo que cueste.
    Comienza asi una busqueda mortal que, en una espiral de violencia y tension trepidante, llevara a Marco Tanzi y Luca Betti, su antiguo colega del Anticrimen, a los bajos fondos de la pornografia clandestina y a la trata de blancas. Un mundo paralelo y desconocido, donde solo quien ha visto cara a cara sus peores pesadillas puede lograr sobrevivir.

  • Vidas Paralelas de Charli Farinha Toni

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    Un mismo tiempo en un solo pais, con cinco chicos, cinco clases sociales, cinco mundos. Los mismos problemas vistos desde otras perspectivas y todos deseando lo mismo: una valvula de escape.
    Miedos a enfrentarse a si mismos, fracasos personales, ilusiones rotas, decepciones amorosas y familiares, suenos realizados, desafios a cada instante, y solamente se tienen a si mismos.
    Distintas historias, diferentes nacionalidades, varias ciudades, donde no somos tan distintos los unos a los otros como podriamos pensar, y todos buscamos lo mismo: un punto en comun.

  • Los crimenes de Shamersville de David Zafra Ruiz

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    !Necesitaba matarlas!
    Algo espeluznante se cierne sobre Shamersville en el
    fatidico invierno de 1899. El cadaver de una joven
    hallado en el sanatorio psiquiatrico pone en alerta
    a toda la comarca. El detective Alfred Tilman y su
    ayudante, el capitan Edward Stone, comienzan a
    profundizar en los hechos, cuando es anunciada la
    segunda victima. Tras las muertes se esconde un asesino
    sin escrupulos que desmiembra a sus victimas.
    El mutismo y miedo de los habitantes hara que el
    trabajo del detective y su ayudante sea mas complejo
    de lo inicialmente esperado.
    Nadie era consciente del sufrimiento que estaba
    aun por llegar...

  • Llevame Siempre Contigo (Llevame contigo 3) de Yara Ariza

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    Jannice Hernandez tiene la mala fama, entre sus amigas, de siempre llegar tarde a todos lados. No se permite salir de casa sin estar bien arreglada, nunca se sabe a quien pueda encontrarse.

  • Penumbra de Esteban Navarro

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    La comisaria de Jaca inicia unas obras por reformas, por lo que los agentes se trasladan durante un tiempo al Seminario, un edificio propiedad de la Diocesis conocido porque anos atras habian ocurrido una serie de hechos calificados como inexplicables.

  • Caleb y la chica del pelo rosa (Familia Reed 4) de Olivia Kiss

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    Lo ultimo que Caleb quiere es regresar al pueblo en el que crecio, pero no puede negarse cuando su abuela le pide que lo haga para que le eche una mano Emma, la chica con la que el salio en el instituto y que ahora tiene una hija. Cumplir el deseo de la anciana no es tan facil. Para empezar, porque Emma lo odia. Y, ademas, ?que sabe Caleb sobre ninos cuando lleva toda su vida viajando de un sitio a otro y cuidando tan solo de si mismo? Sin embargo, cuando su vida choca con la de Emma todo parece tambalearse, los recuerdos regresan, tambien los reproches, y esa quimica abrasadora que compartieron en el pasado. ?Es posible que las segundas oportunidades existan para ellos?

  • Las aventuras del buen soldado de Jaroslav Hasek

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    Una gran epoca pide grandes hombres. Hay heroes desconocidos y oscuros, privados de la fama y de la gloria historicas de un Napoleon. Hoy mismo podriais encontrar, por las calles de Praga, a un hombre desalinado que no se da cuenta de la importancia que tiene para la historia de la magna epoca moderna. Si le preguntarais como se llama, os contestaria con sencillez y modestia: Soy Svejk…”” Asi empieza una de las novelas mas hilarantes y subversivas de la literatura universal:Las aventuras del buen soldado Svejk. Heredero de Cervantes, Rabelais, Fielding o Sterne, en la segunda decada del siglo XX el escritor checo Jaroslav Has?ek dio vida al entranable y humilde soldado Svejk, enrolado en las filas del ejercito austrohungaro durante la Primera Guerra Mundial. Las desternillantes y sorprendentes andanzas de este simpatico picaro moderno, estupido y sabio a la vez, ninguneado por los estamentos militares -“La comision me declaro oficialmente idiota. !Soy un idiota oficial!”, llega a declarar el propio Svejk-, constituyen un manifiesto antibelicista de primer orden, una proclama satirica e irreverente contra la futilidad y el sinsentido de la guerra narrada desde la optica de un idiota genial.

  • Las lanzas (La senda de los Tercios 1) de Fernando Martinez Lainez

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    Fernando Martinez Lainez novela en esta serie la historia de uno de los ejercitos mas importantes de todos los tiempos: los Tercios de Flandes, un ejercito que marco un hito en la historia militar universal.

  • El Highlander Enemigo de Matie Cole

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    !Esto no es aceptable! --La voz del laird Mason MacGregor retumbo a traves de los muros de su castillo escoces, mientras trataba de asimilar las terribles noticias. Jackson, su unico hijo, habia sido secuestrado por George Windsor, su mayor enemigo. Lo odiaba con todas sus fuerzas y, con su hijo cautivo, los ingleses creerian que estaban ganando, que tenian ventaja sobre ellos. Esperaba algun tipo de explicacion de sus hombres, pero no obtuvo absolutamente nada. Era como si ninguno tuviera una maldita palabra que decir, y ahora, por culpa de este descomunal error, la guerra entre Gregor Windson y los MacGregor habia subido un nivel y tenia que tomar medidas. --Nos hemos precipitado, no estamos preparados para esta batalla --continuo Mason--. Tendremos que enfrentarnos a las consecuencias y me niego a cometer el mismo error. --Se planto en mitad de la sala para que todos lo observaran--. No debemos ser imprudentes porque la vida de mi hijo esta en peligro. A partir de ahora, todo lo que hagamos tiene que estar planeado a la perfeccion. Miro a Ethan Abercrombie, su mano derecha, y vislumbro un fuego extrano en sus ojos. Era su mejor amigo, tambien su soldado mas experimentado y perspicaz; de modo que, si estaba preparado para luchar, entonces el resto de sus hombres tambien lo estaban. Quizas no era justo para ellos, ya que los escoceses no habian iniciado la guerra, pero Ethan queria que fueran los que la terminaran. --Jackson es vuestro futuro laird. --Mason se planto delante de su hombre de confianza --. Debemos demostrarle lealtad y tenemos que salvarlo antes de que le ocurra algo. Era un nino cuando murio su madre y todos hemos trabajado juntos para hacerlo un hombre. Hemos estado unidos en lo bueno y en lo malo, eso nos ha hecho mas fuertes --alzo la voz para que lo escucharan el resto de sus hombres--. Los ingleses pueden pensar que somos debiles porque es lo que les dice el arrogante de George Windsor. Solo porque piense que puede ganar a Escocia, no significa que vayamos a permitirselo. --?Y si ya le ha sucedido algo malo al joven Jackson? --Una pequena voz del fondo de la habitacion manifesto sus peores temores. Mason sabia que pensar en su hijo solo e indefenso le haria sucumbir al terror, por lo que no podia permitir que eso sucediera. Habia demasiada gente que dependia de el. --No. Los ingleses tambien necesitan a Jackson y lo necesitan vivo --respondio con total confianza--. Sera su mayor herramienta de negociacion. No pueden deshacerse de el cuando podrian usarlo para ganar. --Se detuvo pensativo por un momento--. Pero no ganaran. Los escoceses no permitiremos que George Windsor gane nada. Los vitores estallaron alrededor y Mason asintio, complacido. Reunio a su clan para decidir cuando harian el inminente ataque, pero seria mucho mas tactico y no dejaria que George ganara de nuevo. Por muy furioso que estuviera, debia mantener la cabeza lo suficientemente fria para saber cuando dejar de lado las emociones personales. El era racional, era una de sus muchas cualidades y por eso, precisamente, se habia convertido en un lider respetado. Como necesitaba estar solo, agito una mano de forma autoritaria para indicar a todos que abandonaran la sala y regresaran a sus puestos. Despues de lo que habia pasado, necesitaba a sus mejores hombres en guardia y sabia que podia confiar en ellos. Entre todos, concentraban suficiente orgullo escoces para conseguir que su clan fuera de los mas importantes del pais y harian lo que fuera necesario para que siguiera asi. --Entonces, Mason, ?que tienes planeado? --Solo quedaba Ethan, consciente de que su laird necesitaria alguien con quien discutir sus planes--. ?Tienes alguna idea escurridiza bajo la manga? Mason suspiro ruidosamente. Si era sincero, el secuestro de su hijo lo habia afectado mas de lo que parecia. Permitio que el plan se precipitara y fuera capturado. Claro, que fue Jackson el que insistio en dirigir sus tropas hacia adelante de manera obstinada, como lo habria hecho cualquier otro joven ansioso de accion. El tambien fue igual de impetuoso a su edad, pero debia haberse anticipado, para detenerlo como debia. --No creo que sea facil recuperar a Jackson --admitio ante Ethan--. Los ingleses lo tendran bajo llave, con sus mejores hombres custodiandolo. No podemos entrar alli, sin arriesgar a mas gente y sin poner a Jackson en peligro. Necesito que lo consideren una herramienta de negociacion.

  • Quedate solo esta noche de Norah Carter

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    Desperte temprano. Aun tenia un poco de resaca de la noche anterior. Habia cenado con mi amiga Marta en un restaurante italiano y el lambrusco estaba haciendo estragos, pero tenia que sacar fuerzas y salir pitando para el aeropuerto. --Ten cuidado, hija, me da miedo que viajes sola. --Mama, ni que fuera la primera vez... --Bueno, pero recuerda tener precaucion con todo, ya sabes que hay mucho loco suelto y no quiero por nada del mundo que te pase nada. --Lo mismo vuelvo con novio --bromee. --No me importaria, solo espero que tengas buen ojo. --Tranquila, prometo tenerlo. Dos escarmientos han sido suficientes. Dicen que a la tercera va la vencida --le solte mientras besaba su mejilla y me iba con mi pequeno equipaje hacia la puerta. --Llama en cuanto llegues. --Claro, no te preocupes. El avion despegaba. Estaba feliz. El dia anterior habia cumplido treinta y dos anos, y tenia una vida con un futuro bastante prometedor. Hacia dos meses que me ascendieron a directora de marketing de la empresa en la que trabajaba, "Medison". Llevaba alli ocho anos. Ese fin de semana era el evento anual de la empresa. Esta vez seria en Bruselas, asi que ahi estaba en el primer vuelo que salia hacia ese pais. Iba sola, pues la noche anterior se fueron los jefes de departamentos, pero yo, como era mi cumpleanos, preferi salir mas tarde. De todas formas, hasta el dia siguiente no se celebraria la reunion. Tres dias eran los que iba a pasar alli, tres dias completos. Era viernes, pero aterrizaria en la capital a las diez de la manana. La vuelta la tenia para el lunes a primera hora. Me encantaba conocer lugares y en Belgica nunca habia estado, asi que esta era mi oportunidad de hacer un poco de turismo. Un taxi me llevo hasta el hotel, en pleno centro de la ciudad. Me registre y sali a la calle a hacer un poco de turismo. No me habia preparado nada. Cuando viajaba, me gustaba estudiar la ciudad antes de ir, pero en este caso, un dia por otro, y nunca lo hice, asi que cogi hacia la derecha y decidi perderme, descubrir por instinto todo. Estaba feliz, me sentia bien conmigo misma. Por esa razon, me deje llevar y comence a caminar. Enseguida me di cuenta de que estaba en un sitio importante, La Grand Place, una belleza ante mis ojos. Solo el hecho de leer el nombre imponia. Me puse en el centro. Queria observar todo. Sabia que en cada edificio espectacular habia una historia detras, asi que puse el nombre de la plaza en Google y descubri que estaba el ayuntamiento, la casa del Rey, panaderias, sastrerias, cervecerias, pastelerias, todo estaba ante mis ojos. Despues de unos minutos observando, me compre un gofre con un delicioso chocolate y me sente a observar, solo eso, aquello era magia, un escenario imprescindible para deleitarse un rato. --No puedo, carino, te he dicho que no --escuche a un chico hablar por telefono. Por su acento juraria que era de Galicia. Me hizo gracia, se sento en la mesa de al lado-- No me puedes liar estos petates cada vez que salgo de viaje, asi no se puede vivir --dijo en voz baja pero muy enfadado. Yo hacia que miraba a la plaza embelesada por el atractivo que ofrecia, pero me hacia mucha gracia escuchar a ese chico discutir con la novia o mujer que le estaba liando la de Dios. --Estas quedandote loca, no es normal las cosas que me estas diciendo, esto es trabajo, ese que mantiene nuestro hogar, vives enferma de celos, esto no es vida, Natalia --recriminaba cada vez mas acelerado--. Mira, ya me has terminado de enfadar, no te voy a coger el telefono hasta el lunes, es imposible hablar contigo, cada vez que viajo, un numerito... !Ya esta bien! --colgo el telefono. Lo mire y vi que estaba tan enfadado que lo tiro sobre la mesa y el movil salio lanzado para el suelo. El telefono se habia roto en mil pedazos. No sabia si cogerlo y darselo, si echarme a reir, calmarlo o quedarme quietecita, que seria lo mejor... No, yo no me podia quedar quietecita, el si, ni se inmuto en mirar el movil. Estaba muy enfadado. Me levante y fui a cogerlo, pero antes de agacharme, lo mire. --Perdone, se le ha caido el movil --dije aguantando la risa mientras me agachaba para recogerlo. Podia ver que se estaba levantando apresuradamente. Aquella escena me habia parecido como recien sacada de una comedia americana, de esas que solemos ver a mediodia o por las noches, cuando estamos aburridos y nos apetece reir un poco. --No te preocupes. Ya lo recojo yo --decia mientras se agachaba y se quedaba en cuclillas, como yo. --No pasa nada --iba recogiendo y entregandole a el los pedazos. Estaba aguantando la risa cada vez mas. Parecia que me estaba haciendo efecto el lambrusco de la noche anterior. --?Eres espanola tambien, verdad? Me llamo Rodrigo --se acerco a darme dos besos. --Yo me llamo Hanna --dije reventando a reir. --?Y esa risa? --pregunto sonriendo. --Perdona, es que vi como lanzabas el movil... --dije a trancas y barrancas, llorando de la risa. --?Te sientas? --senalo a la silla de su mesa, sorprendido gratamente por lo que yo le habia revelado. --Vale --cogi las cosas de mi mesa y me fui para la suya. --?Has venido de viaje sola? --pregunto intrigado. --Si, aunque estas calles deben estar inundadas por companeros mios. He venido a un evento de mi empresa, se celebra manana. --?No seras empleada de Medison, verdad? --!Si! ?Tu tambien? --Si, soy de las oficinas centrales de Vigo. !Que coincidencia! --No, no lo es, solo a un espanol se le ocurriria estampar un movil por una discusion con su pareja --solte riendo aun mas. --!Mi madre! Te has enterado de todo --dijo poniendo sus manos sobre la cara. --No, tranquilo, a ella no la escuchaba --sonrei de forma malefica. --Mejor... --volvio a ponerse las manos en la cara. --No te preocupes. Las mujeres sacamos de quicio, lo llevamos en las venas por naturaleza -- intente suavizar el tema. --Pues esta lo debe llevar en el cuerpo entero. Que de numeritos cada vez que salgo de viaje. Me ha montado un pollo en un momento... impresionante. Esta se cree que soy Richard Gere o algo por el estilo, no la entiendo. Hombre, Richard Gere no, pero vamos, que bueno y guapo era bastante, de esos que a muchas no les importaria tener un rato en su vida. Ese pelo castano, un poco largo, engominado hacia atras, esos ojos color miel, esa mandibula tan acentuada, ese cuerpo tan definido, con ese polito blanco que le hacia unos brazos impresionantes, esos vaqueros ajustados.... Ni que fuera Richard Gere decia... aguante para no reir solo de pensarlo. --No te preocupes, se le pasara. --Mas le vale, porque llamar ya no puede --miro hacia el movil que estaba en la mesa roto en mil pedazos, los dos nos reimos. --No se yo si eso la enfadara mas --encogi los hombros. --Paso, para tres dias que voy a estar aqui, no voy a estar amargado. Total, ella, hasta que no llegue, no se va a quedar tranquila --puso ojos en blanco. --Algunas mujeres no tenemos solucion --dije de sopeton. Nos miramos con complicidad y, en el brillo de sus ojos, pude leer que yo le habia caido en gracia. Permanecimos callados durante un instante, un instante que para mi fue magico y creo que, para el, tambien. Pero la magia tambien tiene fecha de caducidad, como los yogures. Ya sabreis por que dentro de nada. Cuando viajas a otro pais, tienes la sensacion de que estas en otro mundo, en otra realidad y que tienes libertad para hacer muchas cosas que, en tu entorno, eres incapaz de hacer. Creo que a nosotros nos estaba pasando algo parecido. El hecho de que el hubiera roto el movil en mil pedazos me decia que las cosas con aquella joven no iban tan bien. Los celos son de las peores emociones que puede experimentar una pareja. Y, como el habia dicho, su chica estaba siendo presa de ellos. La verdad es que cada vez que lo miraba me recordaba mas a Richard Gere. Pero solo era una fantasia de las que se producian en mi cabeza constantemente. Lo estaba pasando genial con aquel chico. De repente, me di cuenta de que se estaba poniendo cada vez mas nervioso. Note que estaba completamente morado. Se habia atragantado con uno de los aperitivos que nos habian servido junto a la cerveza. Ya no podia ni hablar. Yo me asuste tanto que me levante para intentar ayudarlo. Rodrigo se atragantaba y no habia forma de que pudiera respirar.

  • Sonata de Amor de Isabel Acuna

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    Desde que David Foster, estudiante de ultimo ano de medicina, escucho tocar el piano a la bella y talentosa Catherine Watson, ha estado prendado de ella. Tras el concierto, decide invitarla a salir junto a su mejor amigo Mark Spencer. Todo parecia ir muy bien, hasta que un terrible malentendido se cruza entre los dos, rompiendo la magia de la incipiente atraccion y llevandolos por rumbos distintos.

  • El amor esta en el aire, Olivia Kiss de Olivia Kiss

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    "?Puede un flechazo en las alturas cambiar el destino de dos personas?"

  • Una prometida inesperada (Inesperada 2) de A. S. Lefebre

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    Hacer su presentacion en la sociedad era la ilusion de todas las muchachas que entraban en la edad casadera y que querian contraer matrimonio, y la senorita Kalsie Robinson no era la excepcion. Desde nina sonaba con ese dia y se preparo arduamente para ese momento. Ella siempre ponia atencion a sus clases, y se esmeraba para aprender todo lo que su institutriz le ensenaba, y asi convertirse en la prometida perfecta y encontrar un esposo con el que pudiera hacer un buen matrimonio. Kalsie no aspiraba a casarse con un lord y mucho menos a obtener un titulo, como la mayoria de las mujeres. Era consciente de que su familia no era de la aristocracia, sin embargo, su padre siempre le decia que con su belleza y carisma lo haria, y dia a dia le repetia que uno de esos hombres con titulos se enamoraria de ella y le propondria matrimonio. En realidad, el senor Robinson estaba muy seguro de que todas sus hijas se iban a casar con un par del reino, incluso tenia la loca idea de que una de ellas podria llegar a duquesa. Las senoritas Robinson no solo eran muy hermosas, tambien dulces, amables y amorosas, y tenian la certeza de que se casarian por amor. Precisamente lo que Kalsie queria y deseaba con todas sus fuerzas. La mayor de las hermanas Robinson, Kalsie, era una sonadora, y anhelaba un matrimonio como el de sus padres, que, si bien al principio no fue perfecto, gracias al amor que se profesaban, supero sus problemas y hoy en dia era una pareja muy feliz. Y era por ello, que para escoger a un futuro esposo, antes de ir al altar, ambos debian estar enamorados el uno de otro. Kalsie era consciente de que no seria tan facil como aseguraba su padre, pero no improbable y se esforzaria. Solo esperaba que, si llegaba a enamorarse, ese amor fuera correspondido y no uno imposible, o jamas se casaria. Su madre siempre le decia que uno solo se enamoraba de verdad una vez, que lo demas eran simples ilusiones, y que cuando esa persona llegara lo sabria porque su corazon iba a palpitar diferente, y el mundo dejaria de existir. Kalsie estaba segura de que eso le sucederia cuando conociera a ese hombre especial. Durante su adolescencia, tuvo algunas de esas ilusiones. Incluso sabiendo que no era correcto para una muchacha de su posicion, le dio un beso furtivo a uno de los mozos de cuadras que la tenia deslumbrada, pero habia sido cuestion del pasado. Entre otras cosas porque aquel roce de labios no se sintio nada memorable. Kalsie era la hija de un respetable comerciante, cuyo nivel de vida era mas que aceptable para poder atender a sus tres hermanas y al heredero de su padre. Aunque el hermano mayor solia dar muchos quebraderos de cabeza al su progenitor. --!Como me hubiera gustado que nos presentaramos juntas! --La voz de su hermana Megan, con quien ella tenia mas afinidad, la devolvio al presente. Kalsie estaba sentada frente al tocador, en su habitacion, mientras Megan la ayudaba a elegir los pendientes y el collar que llevaria esta noche. --Lo se, hubiera sido maravilloso compartir esta experiencia juntas --le dijo con sinceridad Kalsie. Su hermana sonrio maliciosa. --Madre dice que te voy a quitar los pretendientes --se mofo Kalsie, aunque bien sabia que la belleza sin parangon de Megan era insuperable. --Quizas tenga razon, pero ya sabes lo que pienso al respecto. --Kalsie la adoraba, asi que siempre que sus hermanas fuesen felices, ella estaria mas que satisfecha con lo que le deparase el futuro. Su hermana Megan era un ano menor, y estaba igual de ansiosa por hacer su debut en sociedad, aunque ella tenia una idea un poco... diferente del matrimonio. Observo a su hermana y curvo los labios en una sonrisa, puede que su madre tuviera razon y los pretendientes se fijasen primero en Meg, y !como no hacerlo! Siempre considero que era la mas hermosa de las dos, aunque Megan pensaba diferente. Kalsie sabia que no era la apariencia de su hermana lo que llamaria la atencion de un hombre, sino su actitud. Megan tenia un don para molestar a los caballeros y estaba segura de que en cuanto apareciera alguien que la frenase, su adorada compinche de fechorias acabaria postrada a sus pies. Ese pensamiento hizo que Kalsie se sintiese insegura. Era cierto que ella tenia unas facciones amables en el rostro, su cabello y ojos eran acordes a la moda. Su figura delicada y elegante tambien era un buen punto a tener en cuenta. Al menos eso era lo que opinaba su madre. Pero su caracter no tenia la fuerza de Megan. Kalsie era menos temperamental, mas calmada y dulce. Habia tantas damas bellas con mas prestigio y contacto que ella en Londres... --?Que te apena, Kalsie? --quiso averiguar Meg al verla tan seria. --Me asusta el matrimonio. --?A ti te asusta? --su hermana menor no podia creer lo que oia. --Si --respondio con sinceridad la belleza rubia. --No deberia, porque estoy convencida de que, con tu adorable aspecto y tu temperamento tranquilo, haras que un hombre caiga a tus pies con un simple vistazo. --Megan compuso una mueca de disgusto y agrego--: Lo mio si sera complicado. --?Por que sera complejo casarte, Meg? --Kalsie no veia la complicacion por ningun lado. --Porque no hallare a ningun caballero que tolere mi temperamento. --Hay mucha competencia en el mercado matrimonial. No me siento demasiado comoda. --Quedate tranquila, hermana. En cuanto lo veas, sabras que es el. Sentiras la conexion y veras que todo ira bien. Solo ten un poco de fe en ti misma. Haras un buen matrimonio. No creo que ni que llegues a tener otra temporada. !Ellos querran robarte para casarse contigo! Las dos hermanas se echaron a reir. Megan la tomo por lo hombros con el fin de infundirle animos. Despues de unos breves minutos, las dos se sonrieron a traves del espejo. Las palabras de Megan hicieron que su corazon se asentase en una tranquilidad mas que bienvenida. Kalsie tenia la certeza de que, si la persona indicada apareciese, ese hombre solo tendria ojos para ella, sin importar las bellezas que lo rodeasen. --Solo debes preocuparte de los deseos de nuestra madre. Bien sabes que lo que quiere es deshacerse de nosotras pronto, pretende que tu te cases en esta temporada y yo en la siguiente porque dice que cuatro muchachas es demasiado trabajo para ella y que se centrara de una en una para casarnos bien. --Puso los ojos en blanco--. Me gustaria saber que hara con las gemelas, ellas si o si deben presentarse juntas y la volveran completamente loca con sus travesuras. Blair y Delila pueden ser como una plaga biblica. --Conociendo a madre, se inventara alguna excusa para dejar a una en casa. -- Comprendia que esas dos hermanas eran mucho mas dificiles de lo que lo eran Megan o ella misma. Casarlas cuando llegase el momento iba a ser una ardua tarea. Por suerte, para que eso sucediese faltaban anos. Ambas se echaron a reir, sus hermanas pequenas eran un poco peculiares y estaban seguras de que en el momento que hicieran su presentacion, les darian unos cuantos dolores de cabeza a sus padres, principalmente a su madre. --Ponte las perlas para el baile de hoy, Kalsie. El blanco resaltara mejor tus ojos --le aconsejo su hermana al tiempo que sacaba las joyas del estuche de terciopelo rojo. La joven rubia asintio ante el consejo de Meg. La doncella toco la puerta antes de entrar en la habitacion para ayudar a prepararse a Kalsie. Esa noche iria a su primer baile y asi daria inicio a su debut en la temporada. Los nervios se la comian por dentro. Kalsie, con el estomago encogido, se preparo lo mejor que pudo. Era un momento fundamental en toda joven inglesa de buena crianza. Ser presentada y lograr un buen partido era lo que su familia esperaba de ella. Sentia el peso de la obligacion sobre sus hombros. Un nuevo golpe en la puerta hizo que Kalsie olvidase sus temores. --Adelante --ordeno. Megan entro y la miro con los ojos como platos. Eso era una buena senal, puesto que su hermana menor no solia mostrar demasiadas emociones si no la impresionaban. --Estas muy hermosa con ese vestido. Kalsie le dio una sonrisa timida. --?Realmente lo crees? --Megan cabeceo afirmativamente--. Estoy tan nerviosa que no logro reconocerme. Megan se acerco a su espalda, delante se encontraba el espejo donde estaba admirandose, al situarse ahi, el reflejo de ambas mostro a dos hermanas que se comprendian y se amaban. Kalsie y Megan eran como el yin y yang, ella tenia el cabello rubio a diferencia de su hermana que era cobrizo, aunque sus ojos si eran identicos, pero eran muy diferentes. --Mirate, si esta noche no consigues al hombre ideal, es porque todos estan ciegos. Tu seras la dama mas hermosa en el salon de baile. No tengas dudas en eso. Kalsie sonrio, de alguna manera ella siempre lograba animarla. --Gracias, Meg. --Kalsie se giro y la abrazo. Megan nego con la cabeza. --Solo digo la verdad, y es momento que bajes. Nuestros padres te esperan. Estoy segura de que esta misma noche recibiras al menos dos propuestas matrimoniales. Ambas se echaron a reir. Deshicieron su abrazo y Kalsie se miro de nuevo al espejo. En esta ocasion se sentia la mujer mas hermosa del mundo. Tomo los guantes y el abanico de encima de la mesa, y salio de su habitacion junto a su hermana. Ambas bajaron. Sus padres se encontraban esperandola en el recibidor, al mirarla el senor Robinson, dibujo una amplia sonrisa en sus labios. Esperaba que Megan no se sintiera mal por no ser presentada y de que solo Kalsie pudiera tener el privilegio de la temporada. No. Seguro que su hermana menor agradecia no tener que pasar por esto ahora mismo. Megan decia que no estaba preparada para casarse. --!Te ves tan hermosa! --exclamo el senor Robinson con orgullo--. !Como me hubiese gustado que mis ninas no crecieran rapido! --adujo con nostalgia--. Sin embargo, hoy inicias tu primera temporada, y estoy seguro de que tambien sera la ultima. Te deseo mucha suerte y recuerda: tu eres un gran tesoro. Kalsie se puso de puntillas y beso a su padre en la mejilla. Adoraba a ese buen hombre que tanto las queria y protegia. --Es momento de irnos o llegaremos tarde --expreso la senora Robinson mientras observaba a su hija mayor con el mismo orgullo que lo habia hecho el padre. *** Durante el viaje en carruaje, su madre le dio algunas instrucciones de lo que no debia hacer en la velada. La senora Robinson le hizo sentir que la noche seria maravillosa. Asi que llegaron a su destino. Un baile con un ambiente distinguido. Caballeros elegantes, damas radiantes... Era un sueno y ella se sentia una princesa. Solo necesitaba que apareciese su principe azul. Despues de las presentaciones oficiales, Kalsie permanecio al lado de sus padres. Estaba muy sorprendida de los muchos caballeros que se acercaron para anotarse en su libro de bailes y eso le dio mayor confianza en si misma. En su mayoria todos eran hombres muy apuestos, muchos con titulos, aunque ninguno llamo su atencion de forma especial. La noche estaba siendo vertiginosa, y como estaba un poco agotada informo a su madre que iria a beber ponche, asi descansaria un poco. Llevaba casi toda la velada bailando y conversando, y le dolian pies. Localizo un par de sillas muy cerca de donde se encontraba, y se dirigio ahi, pero no consiguio llegar porque de camino, un caballero la intercepto, y Kalsie hubo de frenar su avance. Era alto, con una espalda ancha y una cintura estrecha. Muy elegante en su atuendo y apostura. Su cabello rubio, de un color similar al suyo, le gusto. La joven se quedo congelada al examinar su rostro. Era apuesto. Con facciones casi angelicales. Ella se fijo en su mirada, el color aguamarina de sus ojos le robo el aliento, pero mas lo que vio reflejado en ellos, porque al observarlo con especial atencion algo se removio en su interior. El carraspeo y eso hizo que Kalsie moviese la vista hacia su boca. Labios ricos, rosados y gruesos. !Ella no deberia pensar en los labios de un hombre! Se recrimino mentalmente para obligarse a recuperar la sensatez. --Disculpe que me haya interpuesto en su camino, milady, pero llevo un rato observandola y me preguntaba, si aun tiene algun baile disponible para concederme. --Su voz era profunda. Como terciopelo deslizandose en sus oidos. Kalsie salio de su ensimismamiento y curvo los labios, mas no sonrio. Debia mantenerse cauta. Habia visto al caballero llegar una hora despues del inicio de la velada porque le parecio un hombre apuesto, y el solo se habia dedicado a conversar con una copa de licor en sus manos, por lo que se sorprendio de que le pidiera un baile. Por suerte su madre le aconsejo que no aceptara todas las invitaciones asi que tenia un hueco. --Yo... --Kalsie se quedo en blanco. El parecio sentir la perturbacion de ella y sonrio complacido. --Si es que aun le queda alguno, por supuesto --la ayudo el. Ella irguio la espalda todo cuanto pudo y echo mano de su inteligencia para evitar perderse en lo que ese caballero le inspiraba. --No es correcto que un caballero avasalle a una dama sin la presentacion oportuna. El no parecio avergonzarse con la recriminacion. --Lo es para el resto, pero no para un hombre como yo. De todos modos, puesto que no veo a nadie que pueda hacer las presentaciones oportunas, y deseo bailar con usted, yo mismo me presentare. Soy Ethan Howard, marques de Wyatt y me gustaria tener un baile con usted. Ella no supo si echar a correr o seguir clavada en su lugar. Ese aplomo que detectaba en su voz, esa arrogancia... Estaba segura de que pretendia incomodarla. Kalsie hizo una reverencia conforme marcaba el protocolo. Ante todo, era una muchacha instruida. La mirada de uno y otro continuo fundiendose. --Es poco usual hacer algo como lo que ha hecho, milord. De todos modos, pasare por alto este pequeno desliz... Comprendo que un marques no esta habituado a seguir las normas. -- Estaba segura de que el titulo de el le habia permitido muchas licencias y ella no deseaba escapar de su mirada, esa que la tenia subyugada. --?Entonces me permitira conocer su nombre? --le dijo con humor. Ahi se confirmo que el era un marques muy arrogante y autoritario. --Soy la senorita Kalsie Robinson, milord. El tomo su mano enguatada y deposito un beso que Kalsie sintio llegar hasta su piel. !Era del todo atrevido en sus formas! Estaba segura de que pretendia ponerla nerviosa. Se prometio que no lo conseguiria, asi que aparto la mano con rapidez. Lo vio sonreirse y ella bufo por lo bajo. El no se demoro en anotar su nombre, y luego de brindarle una sensual sonrisa se retiro. Kalsie lo vio marcharse, avanzo los pasos que la separaban de su objetivo, esa silla que ahora necesitaba mas que nunca, suspiro de alivio al sentarse y extender las piernas. Lo que mas deseaba era poder quitarse los zapatos, pero eso no podia ser. Abrio el libro para observar el nombre del caballero y ver la caligrafia de ese extrano ejemplar masculino que... Kalsie suspiro sin ser consciente de haberlo hecho. Efectivamente se trataba de lord Wyatt. Sonrio al ver esos garabatos altos y elegantes, no pensaba aceptar mas bailes, no obstante, desde que lo vio entrar, sintio curiosidad por el, y no se atrevio a rechazarlo, aunque algo dentro de ella le impulsaba a correr en la direccion opuesta. No comprendia el motivo, pero sentia que el era mas complejo de lo que lo eran sus hermanas Blair y Delila. Descanso durante unos minutos y despues de bailar con un caballero muy agradable, el proximo seria lord Wyatt. El no tardo en acercarse a ella cuando llego su turno y sonrio con coqueteria al brindarle la mano para permitir que la llevase al centro del salon. Kalsie sintio una sensacion desconocida recorrer todo su cuerpo cuando ambos se volvieron a tocar de nuevo. Wyatt carraspeo, ella subio el rostro, y lo miro a los ojos, nunca habia visto unos tan hermosos como esos. Su tono aguamarina tenia un brillo que le volvio a robar el aire de sus pulmones. --Admito que pense que no tendria la oportunidad de bailar con usted. --La actitud de el en esos momentos no era tan tiranica como lo habia sido instantes antes. Eso la relajo. --Quizas si hubiese llegado unos minutos mas tarde, eso hubiera sucedido, milord. --!Ella estaba flirteando! Se sintio orgullosa de si misma. --No lo dudo, es usted una dama muy hermosa y he visto un unico hueco en su libro. Todos los caballeros la miran y admiran. Confieso que nunca me considere un hombre celoso... --dijo pensativo. Kalsie se sonrojo levemente. No esperaba que el dijese algo como eso. --Apenas es mi primer dia, milord. --No deseaba mostrarse vanidosa, pero queria hacerle ver que ella podria valer la pena. --Supongo que ya debe tener a mas de un caballero interesado en cortejarla, ?cierto? Kalsie perdio el paso y las fuertes manos de su companero de baile le hicieron volver a seguir los pasos del vals. No fue tanto en si la frase lo que la inquieto, fue la posesividad que percibio ahi. Ella fruncio el ceno primero y luego se obligo a sonreir. Estaba mas que claro que en efecto era un marques que no se andaba por las ramas. --Pudiera ser. --Pretendio parecer misteriosa. No queria pecar de ser una engreida malcriada. Wyatt la miro con seriedad.

  • A primer latido (Corazones desahuciados 1) de Ascen Nunez

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    ?Que fuerte vinculo la une y la conduce irremediablemente a los brazos de Alberto?

  • Una Atraccion Enmascarada (Romance En Londres 2) de Emily Jo Cooper

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    --!Clarissa! --grito espantada lady Honoria Bladesdton, como sucedia a menudo, cuando vio ingresar al salon a su pequena hija. La rubia nina la ignoro por completo y se dirigio decidida hacia donde su padre leia el periodico. Cuando escucho el alarido de su esposa, el duque miro a su hija y sus ojos se abrieron por sorpresa. Ella se paro frente a el, acomodando la cola del vestido de novia que la duquesa habia usado cuando se caso con el duque y, embutida en metros de tela, lo contemplo muy seria. --Padre, ?puedes concederme un minuto, por favor? --le dijo con su dulce voz y sus enormes ojos azules expectantes. --Claro, princesa, dime lo que esta tramando esa preciosa cabecita -- respondio su padre, luego de una pausa en la que intento reprimir la risa. --?Recuerdas que me dijiste que cuando me casara yo podria escoger a quien seria mi esposo? -- Siguio la pequena mirandolo fijamente, sin inmutarse ante la exclamacion de su madre. --Mmm si, por supuesto --asintio el duque, ocultando una sonrisa tras su taza de te. --Bien, vengo a informarle de que ya lo he decidido --anuncio Clarisa, repasando a sus padres con la mirada. --?Que has decidido? No te entiendo, hija --inquirio perplejo. --Quiero decir que ya elegi a quien sera mi esposo --aclaro ella con voz impaciente. --Ah, ?si?, pero ?no crees que aun eres muy pequena para pensar en casarte? --pregunto el duque muy divertido ante las ocurrencias de su hija. --Noo, no lo creo. Ayer celebre mi sexto cumpleanos. Ya soy grande, padre --contesto ella negando con su cabeza repetidamente. --Clarisa, hija, por favor, de don... --comenzo a decir su madre, pero se interrumpio al ver la sena imperceptible que le hacia su esposo. --?Por eso estas vestida asi, hija? Aunque tu lo decidas, todavia debes contar con mi permiso y mi bendicion. Puedes decirme quien es el nino --dijo el hombre con los ojos que brillaban de hilaridad. --Clayton..., no le sigas el juego en todas sus ocurrencias --le advirtio Honoria afligida, aunque se veia que trataba de no mostrar su diversion. --No es un juego, madre. Me he enamorado. Y tampoco es un nino, sino un caballero. Hoy mismo me casare; si quieren, pueden asistir a mi boda --los corto la nina. --Asi que un caballero. Pues no puedo prometer que ire, si antes no me aseguro de que es el hombre adecuado para ti --replico Clayton fingiendo meditarlo. La nina los miro sonadora, y con voz solemne anuncio: --!Ohh, es mas que el adecuado! El hombre que escogi es un conde: me casare con lord Steven Hamilton. Capitulo 1 Recuerda que la atraccion no siempre ocurre a primera vista... Capitulo uno del libro Consejos para un romance exitoso Los celos, a menudo, son el comienzo de la atraccion… Capitulo dos del libro Consejos para un romance exitoso Londres, Inglaterra, 1815 Sentada en la ventana de su sala favorita de la casa, Clarissa Bladeston miraba, con melancolica expresion, la profusion de rosas que decoraba el hermoso jardin de su madre. La primavera estaba en su esplendor; mayo llegaba con aire de romance y amor, contagiando a todo aquel que pululaba por la bella Londres. La temporada social estaba a pleno en esos momentos: cada noche se celebraban multiples fiestas, por lo que las anfitrionas debian competir para tratar de atraer a la multitud noble a su evento, y asi garantizar el exito del mismo. Para cualquier persona, ser la hija de un duque y pertenecer a la clase noble y privilegiada, estar en su primera temporada, asistir cada noche a un baile distinto, pasar sus tardes paseando por Hyde Park o en meriendas campestres y tener como pasatiempo ir de compras por Bow Street seria el paraiso absoluto, un sueno cumplido. Para cualquiera menos para ella. Poniendose de pie, salio de la sala de estar para subir a su cuarto. Una vez alli, se sento en su tocador y observo su reflejo en el espejo. Su imagen era la de siempre: su cabello rubio claro seguia impecablemente peinado, sus ojos azules y sus largas pestanas la miraban con fastidio, y una mueca de enojo se percibia en sus labios con forma de corazon. No era que su apariencia le molestara, o que no estuviera agradecida por ser considerada hermosa; lo que le fastidiaba era que su imagen era la de una joven candida e inocente, la de una fragil flor. Por supuesto que su aspecto fisico coincidia con su edad, ya que no hace mucho habia cumplido sus dieciocho anos, pero no por eso le molestaba menos parecer tan nina y poco mujer. A pesar de ser considerada una beldad y un exito en su temporada, y de tener a una joven corte masculina suspirando por ella, nada de eso la satisfacia o hacia feliz. Porque cambiaria todo eso, sin dudarlo, por una sola mirada de ese hombre, el caballero al que le pertenecian sus pensamientos, sus suspiros y su amor, y al que no podia olvidar ni quitarse de la cabeza. Lo habia intentado cientos de veces a lo largo de los anos, pero su corazon se negaba a resignarse. No podia aceptar que su amor por el fuera un completo imposible, por lo que se dedicaba a anorarlo, desearlo y quererlo en silencio. Ese era su secreto: amaba como una loca a un hombre que no la veria nunca como ella queria, aunque por lo menos tenia su amistad, su cercania y su carino, y con eso debia conformarse, porque era a lo maximo que podria aspirar. Para el solo era una agradable jovencita, alguien a quien cuidar, proteger y querer. Tal y como a una de ellas, el la veia como a una de sus tres hermanas. La miraba como a una nina y ella odiaba eso. <>, penso Clarissa mas fastidiada aun. Un golpe en la puerta interrumpio sus tortuosos pensamientos. --Adelante --dijo, girandose en la banqueta para recibir al visitante. --Hija, ?que haces vestida asi todavia? Anda, debes cambiarte o llegaremos tarde al baile de lady Asthon --dijo su madre, con su acostumbrado tono quejoso, cuando la vio. Clarissa la observo unos segundos. A pesar de ya no ser una jovencita, Honoria era realmente bella: conservaba su rubio cabello con apenas unas canas y su gracil y esbelta figura estaba intacta. Ella, como su hija, era su vivo retrato. Eran practicamente iguales, con la diferencia de que su madre no tenia ojos azules, sino que eran de un raro color gris verdoso. --Madre, ?no puedo quedarme en casa hoy? --le pregunto, sabiendo lo que responderia. --Clarissa, no lo repetire. Ya bastante tiempo perdimos yendo a visitar a Bath a mi hermana, y luego con todo lo que sucedio con Nicholas. Esta es tu primera temporada; casi se arruina y caemos en desgracia. Y ya que por un milagro todo se soluciono, debemos aprovechar para conseguirte un buen marido, ?esta claro, hija? --Termino su madre, lanzando una de sus miradas intimidantes. --Si, madre. Estare preparada --respondio, reprimiendo un bufido exasperado. --Bien, llamare a tu doncella. Ponte el vestido lavanda --le ordeno Honoria y luego salio. Suspirando frustrada, Clarissa observo su retirada. Por mas que lo intentase, ella no podia imponerse a su madre. Honoria tenia un caracter dominante e intimidante a partes iguales. Era una madre dedicada y presente, pero tenia la tendencia al drama y a la exageracion. Rara vez sonreia, porque habia sido criada con las reglas inflexibles de la etiqueta y el decoro de la mas exigente alcurnia inglesa. Sin embargo, hacia gala de un gran sentido del humor cuando queria, y Clarissa pensaba que secretamente disfrutaba de la irreverente actitud que siempre tenian Nick y ella. Su familia estaba compuesta por su hermano mayor y actual duque de Stanton, Nicholas; su segundo hermano Andrew, vizconde de Bradford; y su madre, duquesa viuda de Stanton desde que su padre hubo fallecido, hacia ocho anos. Su hermano mayor se habia casado dos dias atras, luego de haber protagonizado el escandalo mas rutilante de los ultimos anos, cuando huyo con una mujer comprometida, lo que hizo que, por poco toda la familia cayese en la ruina social. Si no fuera porque finalmente se casaron dando relativa respetabilidad a esa relacion, y porque a un duque pocas cosas no se le perdonaban, la historia seria otra: estarian sufriendo total ostracismo y ningun apellido o dote alcanzaria para lograr que un caballero pidiese su mano, o siquiera se le acerque, para el caso. Pero como eso no paso, era hora de volver a los salones de baile y hacer de tripas corazon para intentar conseguir un esposo, mientras veia al dueno de su corazon reir, bailar, admirar y, tal vez, seducir a otras mujeres. Y pensar que su reciente amiga y recien estrenada cunada, Elizabeth, habia conseguido el corazon de su duque en un mes, y ella en dieciocho anos no habia logrado ni un beso de su conde. <>. De vuelta en Londres, Steven Hamilton, sexto conde de Baltimore, debia volver a la rutina diaria: divertirse y gozar de los placeres que Londres ofrecia. Su vida si que era buena, de verdad no podia quejarse. Se le habian concedido todas las virtudes: linaje, dinero, apostura y simpatia. Eso no debia sonar muy humilde, pero era cierto. Y no era que el se habia endilgado a si mismo aquellas caracteristicas, sino la propia sociedad inglesa. No seria el quien se lo discutiera; no cuando se habia beneficiado veintiocho anos de ello. Por supuesto, no era tan frivolo para no ver que lo que lo hacia de verdad afortunado era su familia y sus amigos. Luego de la repentina y tragica muerte de sus padres, producida diez anos atras, debio hacerse cargo de sus hermanitas. Se sentia realmente orgulloso de sus tres hermanas pequenas, quienes ya no eran tan ninas, aunque le enfermara admitirlo. Las gemelas Rose y Violet habian cumplido sus dieciseis anos; por esto decidieron retrasar un ano la presentacion de Daisy, la hermana del medio, la cual ya habia cumplido la mayoria de edad, y asi entrar en sociedad juntas. <>, penso Steve atribulado. Asi que, por lo menos, le quedaba un ano para disfrutar de su vida de soltero irresponsable y pensaba aprovecharlo; no como su mejor amigo Nicholas, que ya se habia echado la soga a su cuello ducal. No, el compromiso no era para el conde. El no podia imaginar su vida atada a una sola mujer. Definitivamente no; el tenia un corazon generoso y grande, amaba a todas las mujeres y ellas, a el. El amor y el matrimonio eran demasiado complicados para Steve. ?Para que arruinar su perfecta existencia?: tendria que ser necio para hacerlo. <>, le susurro ese molesto tipo que vivia en su interior. --!Tu, callate! --refunfuno en voz alta justo cuando su carruaje se detenia. --?Milord? --pregunto su lacayo, parado junto a las puertas del coche, intentando ocultar su perplejidad. --Olvidalo, Tim. Te vere mas tarde --respondio Steven, bajandose del vehiculo y dirigiendose a las escalinatas de la gran mansion. El baile de lady Asthon estaba en su auge cuando Steven hizo su entrada. Las parejas se esforzaban girando en la pista y las conversaciones se volvian estridentes, intentando hacerse oir. Con Nick en Edimburgo quien disfrutaba de su luna de miel, se veia obligado a buscar distraccion por su cuenta. Tomo una copa que un lacayo le habia ofrecido, y decidio ir a la sala de juegos, ya que los carnet de baile de las mayoria de las damas estarian llenos a esa altura de la velada. Saludando a sus amistades, que lo detenian a cada paso, comenzo a sentirse sofocado por el agobiante calor que reinaba en la estancia. Asi que, valiendose de su gran estatura, ubico los ventanales que, seguramente, daban paso al jardin de la casa. Cuando se abria paso hacia las puertas ventanas, vio salir a una pareja, ambos altos y rubios, por ellas. De inmediato le llamo la atencion la mujer; sabia de quien se trataba, pues no eran muchas las damas que hacian gala de esa altura. Dejando a un colega con la palabra en la boca, apresuro el paso hasta salir al exterior. La pareja bajaba las escaleras de la terraza, y pronto se perdieron por los altos setos del jardin. <>, penso molesto y frustrado, acelerando la marcha tras de ellos. Luego de un momento de infructuosa busqueda, dio con ellos y lo que vio lo dejo petrificado y furioso. Ellos no habian notado su presencia, asi que camino hasta posicionarse bajo la luz nocturna que la luna les proporcionaba. --Si no apartas tus manos de ella en este instante, puedes darte por muerto, Gauss. --Su voz resono con tono mordaz y amenazante, lo cual logro intimidar mas que su mirada letal y su postura tensa. Capitulo 2 Aveces, intentar desviar la atencion del objeto de su deseo puede resultar una buena estrategia para despertar la atraccion... Capitulo tres de libro Consejos para un romance exitoso En ocasiones, el antagonismo que surge entre dos personas solo es un intento de camuflar la mutua atraccion... Capitulo cuatro del libro Consejos para un romance exitoso Luego de bailar su cuarta cuadrilla, Clarissa se sentia acalorada y un poco mareada; su companero de baile la llevo hasta su madre y se alejo con una reverencia. <>. --Si sigue arrugando asi su linda cara, le quedara una marca --dijo una voz muy grave y masculina justo en su oido, que la hizo sobresaltar. --!Lord Gauss!, !que placer volver a verlo! --Lo saludo cuando giro y vio a Sebastien Albrigth, conde de Gauss, el hermano mayor de su reciente cunada Elizabeth. El se inclino sobre su mano enguantada y deposito un beso un poco mas largo que el permitido por el protocolo. Clarissa de inmediato se ruborizo. El conde era muy apuesto y extremadamente masculino; tenia el pelo muy rubio, como el de ella, pero lo mas fascinante de su apariencia eran sus increibles ojos purpuras, enmarcados por unas largas pestanas muy claras. Gauss se enderezo, dejando ver su gran altura; su contextura era poderosa, con una espalda muy ancha. El la miraba con un brillo travieso en sus ojos y una sonrisa indolente aparecio en su rostro de mandibula cuadrada. --El placer es mio, lady Bladeston, estaba buscandola --comento con voz ronca. !Ohh, Dios!, esa sonrisa era fascinante, pero no le quitaba el aliento ni la hacia sonreir como tonta. ?Por que?, !Por que no podia sentir ni de cerca lo que Steven le provocaba! --?En que puedo servirle, milord? --Se apresuro a responder, antes de que pensara que era lenta o tonta. --Queria saber si ha tenido noticias de mi hermana; desde que la deje en su casa, no he sabido mas de ella --dijo el, luego de saludar a la duquesa viuda, que se habia vuelto hacia ellos para marchar a la sala de bebidas, y dejarla asi con el conde. --Si, milord. Despues de que usted partiera, Lizzy paso la noche en casa. Y al dia siguiente decidio partir con mi hermano hacia Escocia --contesto ella, intentando sonar tranquila. No sabia como reaccionaria el conde si se enteraba de que su hermano habia raptado a la suya. --?Escocia dijo? --respondio perplejo, mostrandose serio de repente. --Mmm... Milord, vera, como le explico... --Empezo a tartamudear incomoda. <>. --No se inquiete, lady Clarissa. ?Le parece que salgamos al jardin para poder hablar mas tranquilos? --La interrumpio el conde al ver su apuro; cuando ella asintio le ofrecio su brazo e iniciaron la marcha. El aire fresco les dio la bienvenida cuando salieron por las puertaventanas, llevandose su sofoco y acaloramiento, pero no su nerviosismo. --Milady, no debe sentirse nerviosa. Puedo asegurarle que no me enfadare con usted por las acciones de su hermano --aseguro el, interrumpiendo el silencio. --Esta bien, milord --asintio Clarissa, mirando su perfil--. Nicholas y Elizabeth decidieron viajar a Gretna Green, hace dos dias se casaron y ahora estan pasando su viaje de novios en Edimburgo. --Termino rapidamente antes de arrepentirse. --Bien, creo que, dada la situacion, es mejor que este alli que en Londres --cavilo el mientras bajaban las escalinatas del hermoso jardin. --Si, ?como esta su padre? --pregunto ella, observando como su expresion se ensombrecia. Dias atras, el padre de su cunada, el marques de Arden, habia sido detenido por la Corona bajo graves acusaciones de espionaje y traicion. --Mi padre esta como cabria de esperarse de un hombre al que lo han injuriado poniendo en duda su honorabilidad. Pero ya ha sido liberado, aunque no puede abandonar Londres hasta que su nombre y su inocencia sean probados --respondio el conde con tono y mirada indescifrables. Clarissa no sabia si Gauss seguia enojado con su hermano y con Steven por haber participado en la investigacion que habia terminado en la detencion del marques. --Lo siento, milord --se disculpo, afligida por aquella situacion, en la que se sentia involuntariamente involucrada. --Aceptare tu ofrenda de paz si me explicas por que Hamilton nos esta siguiendo con un ceno feroz en su rostro --propuso Gauss, volteando a mirarla con una sonrisa divertida. Clarissa tropezo al oirlo y, ayudada por el, retomo el equilibrio, devolviendo su mirada con los ojos abiertos como platos y con las mejillas sonrojadas furiosamente. Incredula, intento girar su cabeza hacia atras para comprobar si su comentario habia sido real. --No lo hagas, o nos delataras --le advirtio el noble, impidiendole mirar y haciendola doblar a su derecha por el camino de setos verdes, perfectamente recortados. --Milord, creo que es mejor que regresemos. No quiero que tenga problemas con lord Baltimore --respondio con repentina inquietud y con la voz temblorosa, tratando de calmar el loco retumbar de su corazon. --No se preocupe; aunque sea evidente que no les agrade a su hermano, el duque, y a su amigo conde, no por eso debo cortar con esta incipiente amistad que esta naciendo entre nosotros, ?no cree? --inquirio Gauss con tono intimo, poniendo una mano sobre la suya, lo cual logro que su sonrojo llegara hasta la raiz de su cabello. --Mmm... si, usted me agrada y, despues de todo, ahora somos familia -- acepto Clarissa tras reflexionar sobre sus palabras. --Que bueno que coincide conmigo. Entonces, ?me dira por que Steven Hamilton nos esta siguiendo? --repitio el conde hilarante. --No lo se, milord. Seguramente se lo pidio mi hermano, siempre actuan asi. Si Nicholas no puede cuidarme, lo hace Steven. No entienden que ya no es necesario: creci y ya no soy una nina --respondio, sin poder ocultar su enojo. El conde la guio hacia un banco de piedra que estaba ubicado junto a una hermosa fuente. Clarissa miro hacia el camino y no vio a Steven, por lo que respiro tranquila, aunque seguia molesta. Estaba harta de ser tratada como una nina. Negandose a admitir que tal vez se estaba comportando como una al esconderse de Steven y permitir que Gauss, quien era conocido por ser un libertino seductor, la alejara de la vista de los demas invitados. Se concentro en su acompanante, que la miraba con una sonrisa indolente y algo perturbadora. --Me parece que es justo, porque lo entendieron, que la protegen tanto, milady --vaticino el, deteniendo sus pensamientos. --?Que quiere decir, milord? --pregunto ella, sin llegar a comprender el sentido de sus palabras. --No, llameme Sebastien, por favor --solicito el, negando con la cabeza y tomando su mano con delicadeza. Sin poder evitarlo, Clarissa se sentia hipnotizada por esos ojos violetas; no era que lo queria, pero no podia negar que se sentia atraida.

  • Hoffland, mis reglas de Jazmin Riera

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    Toda historia de amor tiene dos partes.
    Ella no pudo resistirse a sus reglas, ya escuchaste su version de la historia.
    ?Estas lista para conocer la otra?

  • La nina de ninguna parte de Christian White

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  • La intermitencia de Andrea Camilleri

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    La empresa Manuelli constituye un potente conglomerado que sostiene la economia de Italia y da trabajo a miles de personas. Y su director general, Mauro de Blasi, un ejecutivo que hace gala de toda la firmeza, la elegancia diplomatica y la ferocidad que exige el cargo. Sin embargo, Mauro tiene un problema: ultimamente padece una especie de <> en los que, durante unos segundos, no oye, se le nubla la vista y se queda paralizado, como si no estuviera presente.

  • MI VIDA ENTRE SOMBRAS 1 de Maria C. Garcia

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    Adentrate en una historia repleta de pasion, amor e intriga.
    Eric es un rico empresario adicto al trabajo que hace tiempo renego del amor.
    Sheyla es una secretaria trabajadora e inteligente que se siente feliz con una vida monotona y controlada, alejada por fin de su doloroso pasado.
    Cuando sus caminos se cruzan ella siente que algo la atrae hacia ese hombre tan frio y complicado como irresistible, a pesar de que el estilo de vida que la ofrece constituye un desafio en si mismo. Pronto descubre que sus demonios lo consumen por dentro, impidiendo que se comprometa. Ajena al peligro que acecha en la lejania, Sheyla se sumergira en un nuevo mundo que la llevara a lugares inesperados protagonizados por la pasion y el deseo ?Te atreves a ir con ella?

  • La noche estrellada de Caroline de Andrea Teijeiro Armental

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    Una decada despues del escandalo que sufrio Burlington, Caroline Smith vuelve a una sala de interrogatorio para hablar de lo que paso. Serena como siempre, cuenta con lujo de detalles como vivio aquel momento, pero.

  • Cumpleanos Feliz de Nina Klein

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    C U NO umpleaaaaaanoooooos feeeeeeeliiiiiiiiz... cumpleaaaaaanooooos feeeeeeeeliiiiiiiz... Mientras la gente de la oficina desafinaba a mi alrededor, mire la tarta que me habian comprado entre todos. Le habian puesto velas y las habian encendido. Alli estaban, pinchadas en la tarta, esperando a ser sopladas por mi. Afortunadamente no eran velas individuales, o habrian tapado la tarta entera. Eran velas con forma de numeros. Un cuatro y un cero. Dios dios dios, cuarenta anos. Te deseeeeeaaaaaaamos Tiiiiinaaaaaaaaaaa... En serio, adoraba a mis companeros de trabajo. Eramos como una gran familia y nos llevabamos todos de cine. Al menos en nuestro departamento, que era el mio, porque la jefa del departamento era yo. Pero vamos, que eramos todos iguales, no tenia necesidad de sacar latigos para obligarles a trabajar ni nada. Me caian bien, iba diciendo, mis companeros de trabajo. Lo de la tarta no era peloteo, cada vez que alguien cumplia anos se ponia dinero entre todos, se encargaba una tarta y un par de botellas de vino rosado espumoso --mmmm-- y cantabamos cumpleanos feliz al pobre incauto justo despues de la hora de comer. A veces pienso que mas que por simpatia o buen rollo lo haciamos para comer tarta y beber en horas de trabajo, pero bueno. Servia de las dos formas. No eran mis companeros quienes me estaban incomodando. Era la cifra maldita que estaba clavada en la tarta, en forma de vela. ...cumpleaaaaanoooooos feliiiiiiiiiz. Corono la cancion desafinada una ronda de aplausos, y luego unos cuantos !sopla, sopla! Eso hice, sin pedir un deseo, porque total, lo unico que se me ocurria era no tener cuarenta anos, y tenia delante de mi la prueba --en forma de vela-- de que ese deseo no se me iba a conceder. Asi que sople las velas. Sonrei. Di las gracias. Alguien saco un cuchillo para cortar la tarta. Bueno. Me console pensando que la tarta era de cafe y chocolate, mi favorita. Algo era algo. --?ESTAS bien? Mire a Ana, apoyada en el marco de la puerta de mi despacho, con un plato de papel en la mano con un trozo de tarta. Ana, que trabajaba conmigo y era una de mis mejores amigas, se habia dado cuenta, supuse, de que mi sonrisa era un poco forzada mientras la gente me felicitaba, y de que igual habia bebido un vaso de vino mas de lo normal. O dos. Luego me habia recluido en mi despacho, con el tercer vaso de vino, poniendo la excusa de que tenia trabajo. Que era cierto, pero tambien era cierto que me dolia la cara de sonreir y no tenia muchas ganas de celebrar nada. --Meh --respondi, apoyando el codo en el escritorio y la mano en la cara. Ana se dio la vuelta para cerrar la puerta de mi despacho y se sento en la silla de los visitantes, al otro lado de mi mesa. Cada vez que hacia eso --y lo hacia por lo menos una vez al dia-- se nos iba media hora hablando. Ana era alta, delgada, con el pelo corto rubio platino, super estilosa. Yo era mas, como decirlo... voluptuosa, algo que conseguia mantener a raya yendo religiosamente al gimnasio. Eso si, nunca podria llegar a ser un insecto palo como Ana. Tampoco me quejaba: cintura estrecha --lo mio me costaba--, caderas anchas --no podia hacer nada-- y una talla de sujetador mas que generosa. Pero bueno, tenia musculos en los brazos --solo se veian cuando los flexionaba-- y estaba en forma, eso era lo importante. Tambien tenia el pelo sobre los hombros, castano oscuro que dentro de nada iba a empezar a tenirme porque esa misma manana --?casualidad, el destino?-- me habia visto como siete canas en el espejo del bano. Siete canas, las habia contado. Mi pregunta era, ?donde estaban hasta entonces? ?Habian esperado a mi cuarenta cumpleanos para manifestarse? --?Que te pasa? ?En que estabas pensando ahi fuera? --pregunto Ana--. Estabas como ida... Suspire. Suspirar era algo que parecia que estaba haciendo mucho ultimamente. --Ya sabes, cuarenta --dije, poniendo enfasis en la palabra--. El numero en si, crisis, mediana edad, etc. Ana hizo una especie de pf con la boca. --?Estas de broma? Yo tengo cuarenta y tres, paso de todo. Estoy mejor que nunca. Me encogi de hombros. --Tambien me estaba preguntando si la virginidad puede volver a crecer. Ana rompio a reir con su risa cristalina, que ademas era contagiosa. Me vi sonriendo casi sin darme cuenta. --Lo que necesitas --dijo, bajando un poco la voz, como si no estuvieramos en el despacho con la puerta cerrada y alguien pudiera oirnos--. Es volver al mercado. Torci la nariz. Volver al mercado, que expresion mas odiosa. --No, gracias. --No, en serio, escuchame... --como si tuviera otra opcion. Cuando Ana se sentaba en mi mesa del despacho, hasta que no decia lo que habia ido a decir, no se iba--. ?Por que no pruebas una app de citas? Puedes instalarte Tinder. A mi me va bien --le dio un mordisco al trozo de tarta que tenia en el plato de papel--. O por lo menos la mitad de las veces me ha ido bien. Bueno, me ha ido bien dos veces. Pero es la unica manera de conocer gente. Mire a Ana mientras masticaba la tarta. --?La unica manera? ?Y que hay de malo en salir un sabado por la noche a tomar algo, que te guste alguien, hablar un rato, intercambiar telefonos? Ana elevo los ojos al cielo y luego suspiro. --?Por donde empiezo? Primero, demasiado trabajo. Y segundo, demasiado cansado. Asi es como se conocia gente en el siglo pasado. Tienes que renovarte, Tina... ?Cuanto tiempo hace que te divorciaste? No queria hablar de ello, y menos en mi cumpleanos. --Un ano --dije, despues de titubear un poco. En realidad era ano y medio, a lo que tenia que sumar diez meses de separacion… Dios, mas de dos anos. ?Que habia hecho desde entonces con mi vida? Practicamente nada. Y en el terreno amoroso (por llamarlo de alguna manera), solo acudir a un par de citas a ciegas que mis amigas me habian preparado, en plan tienes que conocer al amigo del cunado de mi companero de trabajo, ya veras es super majo que habian sido un desastre absoluto. Dude un poco, lo que Ana aprovecho para convencerme. --En serio, Tina... tienes que hacer algo. Estas en lo mejor de la vida. No te encierres en casa por culpa del imbecil de James. El imbecil de James era mi exmarido, del que no tenia ganas de hablar. --Me da pereza... --dije, y era verdad. Ahora tenia que empezar a averiguar como funcionaba eso, quedar con gente... buf, solo de pensarlo me cansaba. Con lo bien que se estaba en casa un sabado por la noche, en el sofa, con una mantita, una botella de vino y una peli. En cuanto escuche mis propios pensamientos me di cuenta de que necesitaba ayuda. O eso o comprarme dos o tres gatos y ya terminar con todo, una de dos. --Puedo ayudarte a hacerte el perfil, ensenarte como funciona --dijo Ana, y aquello termino de convencerme. Accedi a reganadientes, sobre todo porque si no lo hacia Ana no se iba a ir de mi despacho. --Bueno... vale. Poco podia imaginarme la que se me venia encima...

  • Recuerda aquella vez de Adam Silvera

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    Superventas del New York Times, Mejor libro juvenil Amazon 2015 y Mejor novela Booklist 2015. Una novela sobre aceptacion y autodescubrimiento. <> ?Y si pudieras borrar de tu mente los recuerdos que te impiden ser feliz? El Bronx, Nueva York, en un futuro no muy lejano Aaron Soto, de dieciseis anos, lucha por encontrar la felicidad a pesar de las cicatrices que arrastra, tanto fisicas como emocionales: el suicidio de su padre, su propio intento fallido de abandonar este mundo, una vida de necesidades y, para colmo, la inquietante atraccion que siente por Thomas, su nuevo y ambiguo amigo Con lo facil seria su vida si pudiera borrar las experiencias acaecidas en estos ultimos tiempos y empezar de cero junto a su novia, Genevieve, y sus camaradas de siempre Afortunadamente, en el vecindario existe una sede del instituto Leteo, que ofrece la posibilidad de erradicar los recuerdos dificiles con un tratamiento revolucionario. Aaaron esta dispuesto a olvidar a cualquier precio, sin saber que la felicidad y la infelicidad son dos caras de la misma moneda y que el precio del olvido puedes ser demasiado alto. Una novela que rompe moldes, con un toque futurista, que nos arrastra por una montana rusa de sensaciones y preguntas, no todas de facil respuesta. Una historia original y valiente sobre el olvido que ningun lector podra olvidar.

  • Mama duerme la siesta de Beatriz Olivenza

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    Un dia, Joaquin Solis falta a su trabajo en una empresa de teleoperadores y no vuelve a dar senales de vida. Es un hombre oscuro y poco comunicativo; nadie lo echa en falta excepto Gabriela, una de las empleadas, que esta lejos de su patria y ha compartido con Joaquin momentos de soledad y nostalgia. Un sentimiento de gratitud impulsa a Gabriela a investigar la desaparicion de su companero. Pero la unica pista que encuentra es un papel con una direccion, un numero de telefono y una misteriosa frase: Mama duerme la siesta. Tirando de ese hilo, Gabriela se adentrara en territorios insospechados.

  • En el paraiso con su enemigo de Annie West

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    NO PUEDO mas, Damen. Tengo ganas de desaparecer. Damen miro preocupado a Clio. No era propio de ella huir de los problemas. -No puede ser tan grave. <>, se dijo. De su madre y de sus hermanas habia aprendido a respetar el temperamento femenino. Era evidente que la situacion era seria. -?Ah, no? -contesto Clio-. Es el unico tema de conversacion de mi padre, y ha convencido a mama. Damen se alarmo al ver a su prima llorar por primera vez en su vida. Eran primos segundos, pero estaban tan unidos como si fueran hermanos. -Pronto es la boda de Cassie, !pero no se si puedo asistir a la boda de mi propia hermana pequena! Damen se sintio culpable, Clio estaba pasandolo mal por su culpa. -Papa no para de decir que yo, siendo la mayor, deberia casarme antes. Que tu y yo somos la pareja perfecta y que soy una egoista por no aceptar a un hombre decente y honesto -Clio se mordio el labio-. Por supuesto, jamas menciona tu fortuna, El recurso al sarcasmo despejo un poco la nube que habia nublado la conciencia de Damen. Pero no era ninguna broma. Manos era un hombre dificil, y podia convertir la vida de Clio en un suplicio. -Lo siento -dijo, tomando la mano de su prima-. No deberia... -No te hagas ahora el macho echandote la culpa, Damen Nicolaides. Ya se que acostumbras a asumir todo tipo de responsabilidades, pero aqui no eres el unico culpable -Clio suspiro-. ?Crees que no he disfrutado de ir https://www.facebook.com/novelasgratis 5 a fiestas contigo y no he aprovechado para hacerme con una lista potencial de clientes para mi negocio? -La idea fue mia. Estaba harto de tener que ahuyentar a las mujeres que buscaban en el un marido. Llevar a Clio como su acompanante regular le habia facilitado las cosas. -No has hecho nada malo -dijo Clio, apretandole la mano. Damen la miro fijamente. Era tipico de ella intentar absolverlo de culpa. Siempre lo habia apoyado, y no era justo que su vida se complicara de aquella manera. -Esta bien, quedemos en que ninguno de los dos tiene la culpa -eran dos adultos con derecho a salir juntos aunque no fueran amantes-. Eso no resuelve el problema de tu padre. Tenemos que conseguir que se olvide de sus pretensiones sin que te culpe. Clio se paso las manos por el vestido. -Ya te he dicho que voy a huir. A Tierra de Fuego. -?Sabes donde esta? -Vale, no. Pues al Circulo Polar. Abrire un negocio de diseno de iglues. Damen no pudo contener una carcajada. Su prima era una disenadora con mucho talento y seria capaz de superar ese reto. Pero no bastaria su palabra para convencer a Manos de que no eran pareja; y mas con el premio de su vasta fortuna formando parte de la ecuacion. Esa era una de las razones por las que habia acudido a su prima: un millonario griego soltero era un trofeo para muchas mujeres; y uno que no estuviera calvo y al que no le faltaran dientes era una rareza. -Olvidate de los iglues y deja esto en mis manos. -?Tienes una idea? -pregunto Clio esperanzada. Damen asintio. -Tengo que perfilarla, pero creo que si. Confia en mi. El semblante de Clio se relajo. -Gracias, Damen, sabia que podia contar contigo. Veinte minutos mas tarde, Damen estaba junto a su mejor amigo, Christo, que estaba a punto de casarse. Christo estaba mirando su telefono, https://www.facebook.com/novelasgratis 6 y Damen, en lugar de contemplar la vista panoramica de la costa de Corfu, aprovecho para estudiar a los invitados reunidos en el jardin de la villa. Necesitaba a una mujer. Y pronto. Una mujer que interpretara el papel de su amante el bastante tiempo como para que Manos aceptara que Clio y el no tenian un futuro. Si acudia a la inminente boda de Cassie, la hermana de Clio, con una novia despampanante, Manos perderia la esperanza; y si la mantenia a su lado al menos una par de meses como su acompanante... Pero ?quien podia ser esa mujer? Tendria que estar soltera y ser muy atractiva si es que queria convencer a Manos. Al mismo tiempo, Damen necesitaba a alguien que no pretendiera aprovechar la situacion para acabar ganandose un lugar en su vida. -Relajate -la voz de Christo interrumpio sus reflexiones-. Soy yo el que se casa, no tu. Damen sonrio. -Y con la misma mujer por segunda vez. Has batido un record. Christo abrio las manos. -La primera vez no tenia ni idea de cuanto la queria. Esta vez, todo es perfecto. Solo espero que alguna vez encuentres una mujer como Emma, que sea el centro de tu vida y a la que ames por encima de todo. La sonrisa de Damen se congelo. El ya no creia en ese cuento de hadas. Habia perdido la inocencia una decada atras. Ahuyento los recuerdos de los acontecimientos que habian cambiado su vida y la de su familia para siempre. Aquel era un dia para celebrar, no para pensar en errores del pasado. Damen tomo dos copas de champan de la bandeja de un camarero y le paso una a su amigo. -Por ti y por tu encantadora Emma -bebieron y anadio-: Y por que yo encuentre a la mujer perfecta para mi. Que fuera atractiva, inteligente, complaciente y, sobre todo, prescindible. -Estas preciosa, Emma -Steph retrocedio un paso para ver a su amiga con el velo. Nunca la habia visto tan feliz ni tan guapa. -Ya conocias el vestido -dijo Emma sonriendo. Era el mismo con el que se habia casado la primera vez con Christo, antes de averiguar que no la amaba y abandonarlo. Desde entonces habian https://www.facebook.com/novelasgratis 7 pasado muchas cosas, pero Emma y el millonario griego habian limado sus diferencias. Estaban tan enamorados que su felicidad casi resultaba irritante. -?Estas bien, Steph? -pregunto Emma. Ya cuando habia recogido a su amiga en el aeropuerto de Corfu le habia inquietado su semblante de preocupacion, pero Steph se resistia a arruinar la felicidad de su amiga. Encontraria una solucion a sus problemas, por mas que hasta el momento ninguna de las que habia buscado hubieran servido de nada. Pero seguiria intentandolo. Sobre todo porque el problema no la afectaba a ella exclusivamente. Contuvo un estremecimiento. -Claro que estoy bien, solo un poco sentimental al verte tan radiante. Pareces una princesa. -!Asi es como me siento! -dijo Emma. Steph la abrazo. -Te lo mereces, Em. -No es cuestion de que me lo merezca... -Emma dio un paso atras como si fuera a anadir algo, pero Steph la detuvo. -Vamos, Em, tenemos que salir. Emma se sobresalto al ver la hora y se volvio precipitadamente hacia la puerta. Steph le recoloco el velo y la siguio al escenario perfecto para una boda: el jardin de la villa con el espectacular azul turquesa del mar al fondo. Pero lo que convertia aquel dia en verdaderamente especial era ver a su amiga casandose con el hombre al que amaba. Sin embargo, mas tarde, mientras saludaba a los demas invitados, no conseguia concentrarse en el presente. Y no por culpa de sus preocupaciones, sino por una incomoda y vibrante energia procedente de el incluso mientras charlaba con cada una de las mujeres presentes de menos de cuarenta anos. Steph habria podido identificar su recorrido porque dejaba a su espalda un rastro de mujeres fascinadas. Ese no seria su caso, porque el hombre que destacaba por encima de los demas por su altura y hombros era Damen Nicolaides, una serpiente. El hombre que le habia hecho actuar como una idiota. Pero lo que mas la irritaba era las facilidades que le habia dado. Era impulsiva, pero no confiaba facilmente en los hombres. Por eso mismo no https://www.facebook.com/novelasgratis 8 podia entender por que habia olvidado toda cautela cuando Damen Nicolaides habia acudido a ella. Quiza porque habia cometido el error de creer que Damen era diferente. Que era leal y carinoso, y lo era, aunque solo con aquellos que pertenecian a su circulo intimo. Fuera de ese circulo, actuaba con una calculadora y retorcida crueldad.

  • Donde Quieras de Zoe Hanley

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    ?Ana? ?Que pasa? ?Va todo bien? --respondi al movil automaticamente, apenas habia abierto un ojo para mirar la pantalla. --!!Feliz ano nuevo, hermanita!! --su grito termino de despertarme. --?Tienes resaca? --No, no. !Feliz ano, Anita! Estaba demasiado desorientada. Mire el despertador: las ocho. Apenas llevaba cuatro horas en la cama… y Sergio no estaba. Como siempre. Pero… ?cuando dormia? --?Que haces despierta tan pronto, Ana? --Todavia no me he acostado. Bueno, acostarme… me he acostado, pero sabes que me gusta despertarme en mi cama… --sutil como solo mi hermanita pequena sabia ser. --Bueno, me alegro de que hayas tenido una buena salida y entrada de ano… --no pude evitar hacer el chiste facil y la oi reirse al otro lado del auricular. --Ya, ya… seguro que la tuya tampoco ha estado nada mal. Con un novio con el tuyo, hasta yo me plantearia seriamente la monogamia. --No es mi novio. Solo es… ?Mi chico? ?Mi amante? ?Mi amigo… que se enfada cuando le llamo amigo? Era demasiado confuso. Mi Amo, lo unico que sabia y lo unico que no podia decir. --Eso, Clari, ?que es? --odiaba cuando mi hermana actuaba como la voz de mi conciencia. --No lo se. Y no me llames asi que sabes que no lo soporto. Solo no es mi novio y punto. --Veo que ni siquiera el ha conseguido quitarte el mal humor de por las mananas. Pero Clara, si estais viviendo juntos… --Solo me estoy quedando en su casa unos dias. --Ya, en una casa que ha buscado solo para estar cerca de ti. --Ana, eso no es asi exactamente. --Entonces ?como es? ?Como llamas a un chico con el que vives, que cambia de ciudad para estar contigo, que corre a presentarse a tu familia? Pero si solo le falto arrodillarse y pedirle tu mano a papa. --Ana, Sergio no… --?Por que estas tan cerrada? Hay algo que no me estas contando. ?Esta casado? --No, no esta casado --o al menos eso creia. Tampoco se lo habia preguntado directamente… --Es solo que no… no se lo que quiere. --?Que quieres decir? --Me confunde, mucho. --Por favor Clara, pareces nueva. Vale que has tenido novio desde hace ?cuantos? ?cien anos? y no estas acostumbrada a jugar. Pero tienes que echarle ovarios y dejarle las cosas claras. Tu pones las reglas. Lo importante aqui es lo que tu quieras. ?Que quieres tu? --Ana, no es tan facil… --Clara, ese chico esta loco por ti. ?Que mas tiene que hacer para que te des cuenta? No se lo que esta pasando pero si sigues su juego solo conseguiras que te haga dano. ?Quieres que te diga lo que va a pasar? Voy a leerte el futuro. Te vas a enamorar de el y despues, cuando tenga que volver a Alemania, ?que vas a hacer? Mi hermanita pequena dandome consejos amorosos, y lo peor era que, para no tener ni idea de lo que estaba hablando, estaba acertando de pleno… para un chico normal. Sin embargo, la simple idea de "echarle ovarios y dejarle las cosas claras" a Sergio, no podia menos que hacerme temblar. --Llamarte, al menos siempre podras contarme tu ultimo rollo. Ahora, cuentamelo todo sobre el chico de anoche – o – --Clara, ven aqui --me acerque a el y, en un solo movimiento, me sento encima de sus piernas y su mano derecha se perdio por debajo de mi camison de hilo blanco. --Quiero oirlo ahora --ni siquiera sabia a que se referia. Cerro el portatil y lo aparto descuidadamente a un lado. Despues de la desesperante aunque divertida conversacion con mi hermana, habia bajado a su despacho. No sabia el tiempo que podia llevar enfrascado en lo que estuviera trabajando pero, fuera lo que fuera, no habia terminado. Me habia prometido todo el dia para mi en cuanto acabara, y decidi que era el momento perfecto para dedicarme un poco de tiempo a mi misma. Me habia preparado un cappuccino y, mientras me deleitaba observando las gotas de lluvia caer en la terraza, me sente en la cama para devolver todas las llamadas perdidas y mensajes de familia y amigos felicitando el ano. La conversacion con mi madre habia sido la mas agotadora con diferencia. Cuando se ponia en modo interrogatorio era imposible, daba igual los anos de entrenamiento que llevara, ella siempre tendria mas horas de vuelo que yo. Y aun asi sus esfuerzos por sonsacarme cualquier detalle sobre como avanzaban las cosas con Sergio eran en vano, ni siquiera yo tenia respuestas. Tampoco era el momento para pensarlo. Del que no habia vuelto a tener noticias era de Killian. Me sentia muy mal por la forma en que habiamos terminado, pero me extranaba que no se hubiera puesto en contacto conmigo, al menos para pedirme perdon. Se me paso por la cabeza llamar a alguno de sus amigos para saber como estaba, pero descarte la idea inmediatamente. Estaba echada en la cama leyendo un libro en la tablet mientras escuchaba la playlist de Marlango, cuando me interrumpio una llamada perdida. Sergio. Y aunque no sabia lo que significaba, habia conseguido despertar mi curiosidad. No llegue a entrar en su despacho, solo me asome por la puerta. Estaba imponente en su sillon detras del escritorio, y mas, ataviado como estaba, solo con unos pantalones de pijama. --?Que deseas oir, mi Amo? Empezo a acariciarme y fue instantaneo, mi cuerpo se relajo sobre su pecho desnudo. Sentia su piel caliente en mi espalda, incluso en la mitad inferior cubierta por la fina tela del camison. Sus dedos se movian dulces alrededor de mi sexo, despertando el deseo muy lentamente. Respondi al segundo, humedeciendome para el. Mi cuerpo habia aprendido a reaccionar a su contacto exactamente como el queria en cada momento. --El otro dia, cuando salimos a comer, no contestaste mi pregunta. Quiero que lo hagas ahora. No voy a poder concentrarme hasta que lo oiga. Me quede blanca. Sabia perfectamente a que pregunta se referia. Me la habia hecho dos dias antes y albergaba la esperanza de que se le hubiera olvidado. Pero no lo habia hecho, y si no le habia importado esperar hasta ahora para repetirla, era porque sabia la respuesta. --Parece que necesitas que te refresque la memoria, preciosa. Silencio. --?Por que sigues aqui si sabes lo cruel que puedo llegar a ser? --un escalofrio me recorrio como la primera vez que me la hizo. Seguia muda. --Dejame que lo ponga con otras palabras, -- su nariz retiro el pelo de mi oreja, para que sus susurros no encontraran ningun obstaculo --?por que sigues a mi lado aun sabiendo que lo que te he hecho hasta ahora no es nada comparado con lo que puedo llegar a hacerte? Era como un depredador acechando a su presa. Sabia perfectamente lo que queria y no me iba a soltar hasta que lo obtuviera. Mi sexo se mojo aun mas de lo que estaba, y esta vez sabia que la culpa no era solo de sus dedos. --Contesta. Quiero oirlo ahora --repitio. --No lo se, mi Amo. --No. Lo sabes perfectamente. Sus labios se movian en mi hombro mientras su mano izquierda recorria la curva de mi escote, adentrandose timidamente solo para volver a salir. La piel de todo mi cuerpo se erizo. Se sonrio al comprobarlo. --Mi Amo… si lo sabes, ?por que quieres que lo diga? --Ya te lo dije, me encanta oirtelo y hoy te lo voy a sacar, aunque tenga que arrancarlo de tus labios. Me da igual lo que me cueste. Su mano izquierda avanzo por el escote del camison y abarco mi pecho derecho cubriendolo con su palma. Aparto la tela de su alrededor hasta dejar que asomara por encima. Despues repitio la operacion con el izquierdo. Temi por la fragil tela, adoraba ese camison, y sobre todo, como reaccionaba cada vez que me veia con el. Ignoro mis pezones, que se habian puesto duros como respuesta, y siguio recorriendome despacio. Su mano derecha, abajo, seguia rodeandome, evitandome. Sus dedos se desviaban por la parte inferior de mi vientre, mis ingles, o el perineo, causando que toda mi vagina se empapara por la anticipacion. Podia imaginarme su estrategia, dejarme con tantas ganas de el que estuviera dispuesta a cualquier cosa con tal de que me tocara. --?Piensas torturarme, mi Amo? --No, todo lo contrario, preciosa. Pienso darte tanto placer que no podras evitar gritarmelo. !Dios! Eso si era crear expectativas. Me inunde con sus palabras, porque tenia el convencimiento de que iba a pasar exactamente como el auguraba. Acabaria haciendo lo que el quisiera, no me cabia la menor duda. Solo podia retrasarlo, pero iba a disfrutar el proceso… De un manotazo, despejo el escritorio de papeles, que cayeron al suelo desordenados. Me levanto y me tendio sobre la mesa. Sus manos se colaron por debajo del camison, subiendo por mis caderas. Me agarro y me acerco deslizandome sobre la madera hasta chocar con su pelvis. Levante mi cabeza para reclamarle un beso, pero su mano en mi pecho me retuvo. Mi atencion se poso despues en el bulto que tiraba de la tela de sus pantalones, que se alzaba como un tronco robusto, largo y grueso. Solo adivinarla me hacia temblar. La necesitaba. Intente alcanzarla con mi pie, aunque sabia de antemano que no me lo iba a consentir.

  • Te vuelves tan inocente de Esther Llull

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    G Capitulo 1 reta habia vivido cerca de veintidos anos sin que casi nada la afligiera o la enojase. Era la menor de las dos hijas de un padre carinoso e indulgente. Hacia ya dos anos que su madre habia muerto, aun asi conservaba un leve recuerdo de sus caricias, y como consecuencia de la boda de su hermana con un abogado de la ciudad, se habia tenido que hacer cargo de la casa, y de su padre, que era pensionista por invalidez, dado su mal estado de la columna, y que en otro tiempo habia sido profesor de literatura francesa. Por otra parte, habia tenido que contratar, desde que falto su madre, a una mujer, que hacia las veces de cocinera y cuidaba de su padre y de la casa, mientras Greta tenia que ir a trabajar. Greta habia sido una nina inteligente y avispada, e influida por su padre estudio la carrera de filologia especializandose en la lengua francesa y arabe. Ello le habia supuesto, al final de su carrera, recien terminada, aspirar a un puesto de trabajo en el centro de refugiados. No obstante, por ahora, se tenia que conformar con practicas de trabajo y, en realidad, no estaba todavia fija en el puesto, donde habia mucha competencia laboral. Ella sabia que su trabajo no era seguro, pero lo eligio porque le gustaba estar alli y comunicarse con gente de diversas nacionalidades del mundo, y en especial del Oriente Proximo. Vivien, que era la joven que llevaba al servicio de la casa durante casi dos anos, se habia encarinado de tal modo con Greta, que la intimidad, que habia entre ellas, era mas de hermanas que de otra cosa. La blandura del caracter de Vivien, y el hecho de los cuidados que prodigaba a su padre, las habia hecho convivir juntas, como amigas, sin que se hubiese impuesto la sombra de autoridad de ninguna. Pero ademas, desde hacia muy poco, Vivien se habia puesto en relaciones de noviazgo con uno de los vecinos del bloque, un hombre divorciado y algo solitario, y que Greta le habia presentado. En realidad, Greta se sentia orgullosa de haber buscado un novio a su amiga, y de tener la suerte de encontrarlo en alguien que ella conocia de toda la vida, y de quien pensaba que era una persona buena y de todo fiar. Solo habia que objetar que tenia un hijo de su anterior matrimonio, pero esto no perjudicaba su buen caracter, ni empanaba su conducta. Tal vez, parecia algo mayor para ella, pero no mucho; en realidad, ella tenia un caracter bastante formado y serio, que se acoplaba bien a el. Lo cierto es que Greta habia favorecido mucho el que ellos se viesen a traves de cenas o meriendas. Y todo habia seguido su curso normal. Sobre todo, porque el hermano de el, que era profesor de sociologia politica, habia sido companero de trabajo de su padre. Y muchas veces Greta los invitaba a los dos a comer. En realidad, era Edgar, el hermano, quien venia mas ultimamente, porque le gustaba charlar con su padre y recordar los momentos que compartieron en el instituto, o simplemente hablar de las ultimas investigaciones sociologicas que se estaban realizando, tema que le gustaba mucho tratar al padre de Greta. Y, en cierta manera, asi mantenia viva su mente y su vitalidad. Greta no escatimaba nada por que su padre pudiera encontrar este alivio en su vida. Los dos hermanos habian vivido juntos el ultimo ano. No obstante, Edgar siempre pensaba en trasladarse lo antes posible, y buscar su propio sitio. Pero todo estaba muy caro, sobre todo, los alquileres de esa zona de la ciudad se habian encarecido extremadamente, al haberse construido un centro comercial muy cerca de ellos, asi como un centro recreativo para la infancia y un parque grande con jardines. En cuanto al hermano de Edgar, Jacobo, habia sido militar en la guerra de Afganistan y, actualmente, con cuarenta y cinco anos, cinco mas que su hermano, se encontraba retirado por una lesion de guerra y pequenas secuelas psicologicas. Aun asi su estado era el de un hombre energico y que aparentaba ser mas joven de lo que era. Greta habia tenido muchas conversaciones con el sobre Afganistan y ahora tambien sobre Siria, pues ella atendia a refugiados de esa region. En cuanto a su divorcio podemos decir que fue un matrimonio desafortunado, desde el principio, y que la suerte de tener el que vivir lejos de su pais contribuyo a la separacion. En realidad, habia sido el hijo tenido, lo que motivo el hecho del matrimonio mas que una voluntad totalmente libre. Pero se habia puesto de manifiesto con el tiempo la incompatibilidad de sus caracteres y los intereses diferentes que terminaron por separarlos legalmente. Eso si sin querer hacer dano al hijo comun que ya era un jovencito de veintipocos anos, al igual que Greta. Y aunque el vivia con su madre casi siempre, a veces tambien visitaba a su padre. Pero llego el momento en que vino una contrariedad para Greta --solo una pequena contrariedad--, sin que ello la turbara en absoluto de un modo demasiado visible: Vivien anuncio que iba a casarse. Perder a Vivien fue el primero de sus sinsabores. Y fue el dia de la boda de su querida amiga, cuando Greta empezo a alimentar sombrios pensamientos de cierta importancia. Hasta ahora lo cierto era que los verdaderos peligros de la situacion de Greta, de una parte, eran que podia hacer siempre su voluntad, y, de otra, que era propensa a tener una idea demasiado buena de si misma. Y estas eran desventajas que amenazaban mezclarse con sus muchas cualidades. Sin embargo, hasta el momento el peligro parecia imperceptible y, en modo alguno, podia considerarse como inconveniente suyo. Pero ahora habia llegado esa pequena contrariedad. Su amiga se habia ido a vivir a una casa que tenia Jacobo en el pueblo que nacio. Ahora no podria ir a trabajar con ella, y lo mas seguro es que buscaria un trabajo mas cerca o se acoplaria con la pension de su marido. El mismo dia de la boda cuando regresaron, y su padre y ella se sentaron solos, en la gran mesa del comedor del salon de la vivienda, sin un tercero que alegrase aquella estancia, y cuando su padre se dispuso a ir a dormir, como de costumbre, a Greta no le quedo mas que ponerse a pensar en lo que habia perdido. Pero la boda parecia proponer toda suerte de dichas a su amiga, dado lo generoso que Jacobo habia sido con ella. Tenia la edad conveniente y ambos tenian un trato agradable. Incluso en Greta habia algo de satisfaccion en el pensar con que desinteres, con que generosa amistad ella habia siempre deseado y alentado esta union. Pero la manana siguiente fue triste. La ausencia de Vivien iba a sentirse a todas horas y todos los dias. Habia sido una amiga y una companera como pocas existen: inteligente, educada, servicial, afectuosa, conociendo las costumbres de la familia, compenetrada con todas sus inquietudes, y sobre todo preocupada por ella, por todas sus ilusiones y por todos sus proyectos; alguien a quien podia revelar sus pensamientos apenas nacian en su mente, y que le profesaba tal afecto, que nunca podria decepcionarla. ?Como iba a soportar aquel cambio? Claro que su amiga se habia ido a vivir a un pueblo, que solo estaba a media hora en coche o en tren de cercanias; pero Greta se daba cuenta de que debia haber ahora una diferencia entre Vivien casada y la Vivien que pasaba tanto tiempo con ella en la casa. Y, a pesar de todas las grandes cualidades de Greta, corria el gran peligro de sentirse moralmente sola. Amaba tiernamente a su padre, pero para ella no era esta la mejor compania; los dos no solian hablar de cosas intimas, ni el preguntaba demasiado. Ademas el mal de la disparidad de sus edades --su padre Federico no se habia casado muy joven-- se veia considerablemente aumentado por su estado de salud y sus costumbres; pues como habia estado enfermizo durante toda su vida, sin desarrollar la menor actividad fisica, solo la intelectual, sus costumbres eran las de un hombre mayor de lo que correspondia a sus anos. Aun asi era querido por todos por la bondad de su corazon y lo afable de su caracter, y en el unico talento que destacaba, su aficion por la literatura, por lo que le gustaba leer y lo hacia aunque pausadamente. Su hermana, aunque su matrimonio no la habia alejado mucho de ellos, ya que se habia instalado en otra zona moderna de la ciudad, pero en la periferia, estaba, aun asi, lo suficientemente lejos, como para no poder estar a su lado cada dia. A veces tenia que llegar la Navidad para que significase la nueva visita de su hermana con toda su familia, su marido y sus dos pequenos, que llenaban la casa proporcionandoles de nuevo el placer de su compania. Greta tenia muchas amistades en su nuevo y primer trabajo. Este se encontraba en una grande y populosa villa en un area cerca de la ciudad, pero con acceso a prados independientes y con plantios. Era un sitio administrado por el ayuntamiento y la diputacion provincial, asi como las generosas subvenciones de la union europea en relacion a la politica de inmigrantes. Greta habia hecho amistad con una chica turca que tambien se ocupaba, como ella, de servir de interprete y traductora de los refugiados, asi como de cuidar por sus derechos. Su nombre era Sonay. Pero si bien nadie podria ocupar el sitio de Vivien y podia parecer un triste cambio, si se piensa en ello, Greta no podia por menos de suspirar y desear imposibles. Y realmente Sonay era tan afectuosa con ella que podria llegar a quererla igual. Pero estaba casada y tenia una hija de veinte anos. Ella tenia el doble de edad que Greta y, aunque no lo pareciese, por su gran espiritualidad y lo sencillo de sus costumbres, esto precisamente la retenia para hacer confianza con ella. Por aquel tiempo su padre despertaba muy de manana, y Greta sabia que era necesario ponerle buena cara y no hacerle sentir preocupaciones. Necesitaba que le levantasen el animo. Era un hombre nervioso, propenso al abatimiento; queria a cualquiera a quien estuviera acostumbrado, y detestaba separarse de el; odiaba los cambios de cualquier especie. Aun no habia asimilado ni mucho menos el matrimonio de su hija, y siempre hablaba de ella de un modo compasivo, a pesar de que habia sido por completo por amor su matrimonio. Pero sus costumbres de placido egoismo y su total incapacidad para suponer que otros podian pensar de modo distinto a el, le predisponian a imaginar que Vivien habia cometido un error, y que hubiera sido mucho mas feliz de quedarse cerca de ellos y no irse tan lejos. Greta sonreia y se esforzaba para que su charla fuera lo mas animada posible, para apartarle de estos pensamientos; pero luego a la hora de la cena y cuando Greta volvia del trabajo, a su padre le era imposible no repetir exactamente lo que ya habia dicho en la manana. Greta empezo a concebir la idea de que tendria que encontrar a alguien que sustituyese a Vivien, una cuidadora, una chica au- pair o lo que fuese. --!Pobre Vivien! Me gustaria que pudiera volver con nosotros. !Que lastima que a Jacobo se le ocurriera pensar en ella! --dijo el padre lamentandose. --En esto no puedo estar de acuerdo contigo, papa; ya sabes que no. Jacobo es un hombre excelente, de muy buen caracter y muy agradable, y por lo tanto merece una buena esposa; y supongo que no hubieras preferido que Vivien estuviera aqui para siempre y soportara todas mis manias, cuando podia tener una casa propia... y no una en alquiler y que tenia que pagar, aunque ella vivia de modo compartido. --?Tener una casa propia? ?Eso es todo? Pero ?que sale ganando? Seguro que aqui tenia mas espacio. Y tu nunca has tenido manias, hija mia. --Iremos a verles a menudo y ellos vendran a vernos... !Siempre estaremos juntos! Somos nosotros los que tenemos que empezar, tenemos que hacerles la primera visita, y muy pronto. --Pero nina, ?como voy a ir tan lejos? Ese pueblo esta demasiado lejos. No podria andar ni la mitad del camino. --No, papa, nadie dice que tengas que ir andando. Desde luego que tenemos que ir en coche. --Pero en coche, ?en que coche? El mio lo vendi. Tu todavia necesitas sacar el practico, para pasar el examen de conducir. --Bueno, ya veremos. En todo caso, podemos coger un taxi

  • Metales rojos de Rodrigo Diaz Cortez

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    Los personajes que dan forma a “Metales rojos” cautivan por su arrojo y por el modo de hacer frente a las situaciones. Un violochenlista que toca en las escaleras del metro vive un idilio con una muchacha que huele a gasolina, dos adolescentes roban a un viejo que se dedica a la compraventa de motocicletas de la Segunda Guerra Mundial, dos amigas con ganas de diversion salen escarmentadas de una fiesta, un payaso que en su ultima actuacion tiene que defender a una mujer atracada en una calle oscura..., personajes en su mayoria con una vocacion artistica contenida. El mundo solo les ofrece fragilidad y desesperanza. Rodrigo Diaz Cortez da cuenta en estos doce relatos de su contrastada intensidad narrativa, pegada al aliento de los sucesos.

  • Luz de luna de Daniel Valcarcel De Miguel

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    Luz de luna narra diferentes sucesos que acontecen a un pintor de nombre desconocido, de como tiene relaciones con diversas mujeres, entabla conversaciones profundas con distintas personas y experimenta una vida equilibrada y sin demasiados problemas.
    El libro desafia lo habitual, la realidad cotidiana, para aportar una percepcion peculiar, una nueva manera de construir lazos interpersonales que puede, de algun modo, servir y dar resultado al lector.
    Una obra original, cuanto menos.

  • Un Dios de rodillas de Francisco Correa

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    Alex Gabarda era Dios.
    Mi Dios. Mi obsesion.

  • El anticuario de Teheran de Jorge Dezcallar

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    Un collar de oro, coral y aguamarinas que un anticuario irani suplica a Jorge Dezcallar que le haga llegar a su hija abre este libro, en el que el diplomatico espanol pasa revista a sus anos como embajador -lo fue en Marruecos, Washington y Roma- y recuerda a algunas de las personalidades -ministros, reyes, actores, presidentes- con las que ha compartido negociaciones diplomaticas y tambien, en ocasiones, veladas inolvidables.

  • Lunas de Estambul, Sophie Goldberg de Sophie Goldberg

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    Ventura, una hermosa joven turca, tiene que viajar a Mexico para casarse con Lazaro porque su familia lo ha dispuesto asi. Con un baul con apenas pertenencias y la ilusion de enfrentarse a lo desconocido, se embarcara en un viaje sorprendente para comenzar una nueva vida lejos de su tierra natal. La llegada, su primer matrimonio, el segundo, sus hijos, su viudez, sus nietos, el regreso a Turquia: Ventura vivira cada acontecimiento con una profunda intensidad e ira aderezando sus dias con la riqueza de aromas, sabores, ritmos, colores y proverbios que trajo consigo del lejano Oriente. Entre recetas turcas y sefardies y las costumbres heredadas de una cultura milenaria, encontrara el mejor antidoto contra la anoranza, aunque su memoria no pueda borrar el recuerdo de las lunas de Estambul.

  • La novia de McKenzie de Tanya Anne Crosby

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    Independiente hasta la medula, Elizabeth Bowcock, tambien conocida como “Doc Liz”, decide criar a la hija de su unica hermana, ya que se acaba de quedar huerfana. Desafortunadamente, el abuelo de la nina no considera apta a Elizabeth para la tarea y se niega a entregarle a la pequena si no se casa antes.

  • Resilio (Atrevete a Amar 2) de Lorena Fuentes

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    Hace mucho tiempo, en Londres, quisieron destruirme, solo que esta vez casi lo logro yo misma. El dolor puede cegarte y llevarte a las situaciones mas extremas.
    Connor fue lo mas hermoso que la vida me ha regalado despues de tanto sufrimiento. Sin embargo, tambien es el recuerdo mas doloroso de mi regreso, porque me enseno que podia dejar los miedos atras para atreverme a amar, y luego destrozarme el alma con su engano.
    Londres es mi Infierno personal, hay personas que desean verme muerta. Regreso para luchar por todo lo que me han quitado, di un rebote y sane aquellas heridas que mi corazon se negaba a cerrar.
    Mi resilio no es mas que mi hija y la vida que deseo vivir junto a ella, porque deje ir a mis demonios para amar lo unico que me hace sentir viva.

  • La chica y la bestia (Chicas Magazine 3) de Olivia Kiss

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    Todo el mundo teme a Dominic Miller, el director de la revista mas vendida de Nueva York, al que sus trabajadores apodan como "la Bestia". Es hermetico, imperturbable y su mirada fria y gris es capaz de conseguir cualquier reto que se proponga.
    Solo Ava Bell, su nueva y eficiente secretaria, parece ser capaz de seguirle el ritmo. Sin embargo, cuando Dominic le pide que se haga pasar por su novia para cerrar un trato con unos importantes inversores, hasta ella empieza a tener dudas. El problema es que Ava esconde secretos y, para conseguir huir de un pasado que la atormenta, necesita ese trabajo, especialmente cuando Dominic le promete un aumento de sueldo si acepta el trato.
    Pero ?es realmente su jefe tan insensible como aparenta? ?Y seran capaces de fingir que son novios sin terminar salpicados por su propia farsa?

  • Rosalinda, la flor mas fea de Valeriam Emar

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    SU MENTE le pedia que se levantara del pupitre y les gritara a los bravucones de sus companeros del instituto que soltaran su mochila, pero su cuerpo tenia su propia ley y sus pies se habian anclado en el suelo. Y ella ahora tendria que ingeniarsela para bajar su bolso de la paleta del ventilador. Su madre supo decirle que ese era el precio que debia pagar por ser una nina aplicada e inteligente. Que le esperaba un futuro brillante y que esos ninos que se reian de ella terminarian siendo unos alcoholico y holgazanes. Similares a los tipos de hombres que a su madre le gustaba. Respiro hondo. Solo le faltaba un ano para salir a buscar ese futuro. Sabia que no era una adolescente normal de dieciseis anos, mientras que sus companeras salian de fiesta y presumian a los chicos, ella pasaba tiempo en el sotano de su casa haciendo experimentos cientificos. Una vez Violette tuvo que llamar a los bomberos cuando mezclo quimicos que no eran muy amigos y el sotano empezo a incendiarse. Para su desgracia, a su rareza tambien debia agregarle su fealdad. Tal vez si hubiera nacido con mas belleza, ella no hubiera sido el centro de las burlas y las bromas en los ultimos dos anos. Solo a los raros le robaran su ropa mientras se duchaba despues de las clases de gimnasia. Cerro los ojos y espero paciente a que tocaran la campana y que el profesor ingresara a la clase y acabara con las risas hacia ella. --?Quieres de vuelta tu mochila, Rosalinda? --le pregunto Thomas. Ella asintio con la cabeza. Thomas Mcbelle era el hijo de un importante abogado con aspiraciones a la politica, se habia oido que el senor Mcbelle iba a postularse a un cargo en las proximas elecciones. Thomas habia sido su companero de ciencia por un semestre, antes de que ella se transformara en el bicho raro. El no habia soportado la presion de sus amigos cuando lo veian a un lado de ella. En esa epoca habia conocido lo que era el amor adolescente. El habia acaparado todos sus pensamientos, hasta que se convirtio en el patan mimado que venia de una buena familia, que se sentia mejor humillando a las personas que no eran de su clase. Pero Violette, su madre, se habia equivocado con Thomas Mcbelle. El tambien tenia un futuro brillante. Thomas era guapo, inteligente y un buen deportista. --No te oi, Rosalinda ?quieres tu mochila si o no? Ella abrio los ojos. --Si, quiero que me devuelvan mi mochila, Thomas. <>, susurro Alison entre risitas. Alison pertenecia a la misma casta que Thomas. <>. Bendecidos de belleza, popularidad y podian darse el lujo de viajar hacia donde quisieran y tener todo lo que deseaban. Thomas miro hacia el techo y levanto una mano hacia arriba. --Esta muy alto, no alcanzo --se mofo--. Pero si... enciende el ventilador Ben --se inclino hacia ella y agrego--: Asi la bajaremos mas rapido. --!No! --Chillo, levantandose del pupitre y se subio las gafas un poco mas por encima del tabique de la nariz--. No enciendas el ventilador, Ben. Tarde. Ben habia encendido el ventilador y su mochila volo por el aire y todas sus cosas se desparramaron. Dejaron de reirse cuando su profesor de literatura ingreso a la clase. Ella se agacho para recoger sus cosas y guardarla nuevamente en la mochila. --?De quien es esto? --pregunto su profesor. Alzo la vista y observo a su profesor ensenando una toallita femenina. Sus mejillas ardieron de verguenza. --Es de Rosalinda --respondio Alison. Su profesor la miro de golpe. --?Es tuya Rosalinda? --replico el. Ella asintio con la cabeza y todos comenzaron a reirse. Quiso que la tierra se abriera y la tragara. Miro a su alrededor y solo veia la pizarra que decia: <>. Los ojos se le llenaron de lagrimas y quiso desaparecer. Salio corriendo de la clase con un solo pensamiento: Thomas Mcbelle pagaria caro lo que le habia hecho. 1. DIVERTIRSE NO ES UN PUNTO APARTE Quince anos despues... OTRA VEZ su madre habia dejado puesta la llave en la cerradura. Eso significaba que estaba de visitas. Golpeo la puerta con el puno cerrado para que le abriera. Maldijo el momento en el que decidio darle un juego de llaves de su departamento. Fruncio el ceno cuando Violette Cooper le abrio. --?Llevas puesta mi bata, mama? Violette le sonrio por encima de la copa del martini. --Puse a lavar mi ropa y no tenia que ponerme --respondio--. Andaba cerca y no quise irme sin saludar a mi pequena galletita. Puso los ojos en blanco cuando su madre la abrazo. Violette se habia escapado de su casa cuando quedo embarazada siendo una adolescente y desde entonces, su vida habia sido toda una aventura. Eran ellas dos contra el mundo. Cuando cumplio once anos le imploro que se instalaran en un solo lugar, se habia cansado de mudarse de un lado a otro todo el tiempo. A pesar de que a Violette le gustaba divertirse y hacer largos viajes por la carretera, decidio complacer a su pequena galletita y se quedaron en Londres hasta que ella termino sus estudios, luego ingreso a la universidad y Violette siguio con sus aventuras. --?Planeas quedarte mucho tiempo? --le pregunto. Violette le desprendio el primer boton de la camisa. --Deberias ensenar mas piel, galletita. Ella resoplo. --Rosa, mama, deberias empezar a llamarme por mi nombre. Conto hasta tres cuando ingreso a la sala y observo el desastre que le habia dejado en las pocas horas que habia estado en su departamento. Siempre habia tenido que ocuparse de su madre y actuar como una persona adulta y responsable. Su estado emocional era muy cambiante, Violette podia pasar de la alegria, a la tristeza absoluta en cuestion de segundos y viceversa. Era una hermosa mujer que no aparentaba sus cuarenta y siete anos, nadie les creia cuando decian que eran madre e hija. Para su mala suerte, no habia sacado ningun rasgo de Violette, probablemente se parecia a su padre. --Relajate un poco, Rosa --le pidio con una sonrisa amplia--. Estoy preparando martini, ?quieres uno? Ella asintio con la cabeza. Dejo su bolso sobre el sofa y se sento en el taburete que estaba delante de la barra de la cocina. --?Mike tambien vino a la ciudad? --quiso saber. Mike era una de las tantas parejas que habia tenido Violette y el que mas le estaba durando. --No lo menciones, Rosa --repuso a secas--. Hemos terminado --concluyo, arrojando una aceituna en la copa. Habia creido que Mike seria el definitivo. Cada vez que los veia juntos, parecian estar completamente enamorados. Mike habia sido el unico hombre que habia logrado calmar las locuras de Violette. Tal vez ayudaba que ambos fueran tan diferentes. Mike era un respetado profesor de matematicas y su madre una belleza que lo hacia divertir. Bebio un sorbo de martini y dejo la copa sobre la barra. --Mike es un buen hombre, mama ?por que lo has dejado? Violette lleno su copa con la bebida y la miro como si la hubiera ofendido. --?Por que me haces responsable de la ruptura, galletita? --Porque no seria la primera vez que lo hicieras --replico. El labio inferior de Violette empezo a temblar. --Mike me esta enganando con una de sus alumnas --dijo, al borde del llanto--. ?Sabes que significa eso? Que no puedo competir con alguien mas joven. !Estoy vieja Rosa! Ella se levanto del taburete, rodeo la barra y abrazo a Violette. --No estas vieja, mama --mascullo--. Ya decia yo que eras mucha mujer para un enano, barrigon y pelado. Violette se sorbio la nariz con el dorso de la mano. --Siempre tuve debilidad por los feos... --Ni me lo digas, me veo en el espejo todas las mananas --se mofo. Violette ahueco una mano en su mejilla. --Pero tu no eres fea, galletita. Su madre se negaba aceptar que ella no habia heredado ningun gen suyo. Hubo un tiempo hasta que dudo ser hija de Violette. Pero desecho esa idea cuando se hizo un ADN como trabajo practico en la universidad y el resultado fue de noventa y nueve coma nueve por ciento de compatibilidad. --A veces no puedo creer que de mi haya salido una hija tan inteligente --continuo--. Eres mi orgullo, galletita, disfruto decirle a todo el mundo que tengo una hija cientifica que pronto eliminara las arrugas. Ella sacudio la cabeza y sonrio. El telefono de Violette empezo a vibrar y supo que era Mike por el modo como su rostro se transfiguro. --?No vas a atenderlo? --le pregunto. Violette apago el aparato y lo metio en el horno. --No --dijo--. Que llame a su alumna. Ella fruncio el ceno. --?Estas segura que Mike te engana?

  • La mujer inexistente de Jaime Mesa

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  • El sueco de Gabor Schein

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    Han pasado cuarenta y siete anos desde que el senor Gronewald viajo a un campo de refugiados en Austria y adopto a Ervin, un nino hungaro de seis anos que hizo realidad su deseo y el de su mujer, Teresa, de crear una familia. Los primeros anos de vida de Ervin han sido siempre para el y para sus padres adoptivos un misterio y un tema prohibido. Pero el silencio se ha ido volviendo cada vez mas opresivo y ha dado paso a una necesidad vital: entender las circunstancias del pasado. Gabor Schein explora con inmensa sensibilidad y gran destreza narrativa los avatares de la identidad personal y el intrincado laberinto de los afectos.

  • Tropiezos con el deseo de Esther Valentin

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    Nunca he sido la tipica chica que se lia con el primero que se le cruza.
    La virginidad la perdi con un novio que aun cree que estamos juntos a pesar de llevar casi un ano separados.
    No creo en el sexo sin amor y a pesar de eso me encuentro con un hombre que ni siquiera recuerdo el nombre en un callejon, el entre mis piernas y yo entregandole mi cuerpo.

  • Estocolmo de noche de Caridad Bernal Perez

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    Ella no buscaba historias con final feliz, sino ser feliz en su propia historia.

  • Corazon y coraza de Tania Rodriguez

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    Corazon y Coraza se centra en las vivencias de una joven londinense llamada Sanah, cuya existencia dara un giro abrupto, tras conocer a un afamado artista de quien se enamorara profundamente. Con el poema de Mario Benedetti como eje, los enamorados daran rienda suelta a un amor jamas experimentado. Proveniente de una familia conservadora, la timida y obediente Sanah debera sacar a relucir su fortaleza interior para defender sus deseos y vivir su historia de amor a pleno y despojada de la coraza que la oprime.

  • A tu lado 2 de Helena Sivianes

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  • Amiga. me tienes loco de Maria Beatobe

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    Aquella tarde estaba tumbada en el sofa viendo la television, no tenia ganas de hacer nada, cuando el sonido de un mensaje en el movil me desperto de mi letargo. Me levante, saque el telefono del bolso y lo lei. -- Nai, ?una cerveza esta tarde en "La bodega" a las nueve? Era Isaac, mi mejor amigo desde que teniamos apenas doce anos. !Ay! perdonadme que no me he presentado, me llamo Naia, pero todos me llaman Nai, tengo veinticuatro anos y soy disenadora de moda, o al menos eso pretendo ser en un futuro, me estoy preparando a conciencia para ello y voy haciendo mis primeros trabajos. Isaac, como antes os contaba, es mi mejor amigo desde la infancia. Nos conocimos porque ambos viviamos en el mismo barrio e hicimos pandilla con mas gente. El y yo conectamos desde el principio, lo cual me extrano por lo vergonzosa que yo era en esa epoca, cualquier chico que se me pusiera a menos de cinco metros hacia que me pusiera colorada y me paralizaba, pero tal cual. Menos mal que la edad y la experiencia me ha ido espabilando un poco en temas de hombres, porque si no, menudo futuro amoroso me esperaba... Recuerdo que en el colegio, cuando tenia unos cinco anos, habia un nino rubio con el pelo a melenita que me parecia guapisimo. Nunca jugaba conmigo, pero un dia se acerco a mi para intercambiar unos cromos de futbol (tema que no me interesaba absolutamente nada) y !casi me muero de la verguenza! Es curioso que ya con esa edad sintiera esas cosquillas en el estomago. Pero es que os prometo que era guapisimo, o mis cinco anos de vida me hacian verlo asi. Una noche en plenas fiestas del barrio, entre bailes y festividad, cuando yo tenia diecisiete anos e Isaac diecinueve, me propuso dar una vuelta y salir del jaleo de la celebracion. He de reconocer que teniamos una quimica especial, dificil de explicar, pero que con solo mirarnos ya sabiamos lo que el otro pensaba. ?Quien no ha tenido alguna vez un mejor amigo asi? Con el que tienes unas confianza tan ciega que serias capaz de contarle cualquier cosa por intima que fuera. Pero como todo en la vida, la cosa se complico aquella noche. Paseamos bromeando y jugueteando, riendonos mientras compartiamos un mini de cerveza. Evidentemente no era la primera vez que paseabamos solos, pero esa noche no se si por la luna o por que, el ambiente estaba raro... mas desinhibido diria. Acabamos en un parque cercano a casa. No habia nadie, rozaban las dos de la manana y nos sentamos en un banco. Sin saber como, la mirada de Isaac cambio y de repente, con un semblante serio pero decidido, me pregunto: -- Nai ?puedo besarte? - clavo sus ojos en los mios con firmeza, mientras retiraba el mini de cerveza de mi mano, para dejarlo en el suelo, y despues acercarse a mis labios, poco a poco, sin dejar de mirarlos. Aturdida y con el corazon a mil por hora, cerre los ojos y me deje llevar, de hecho creo que mi inconsciente llevaba anos esperando este momento. Y ahora me lo acababa de brindar. Nos besamos con ternura, con dulzura mientras el paseaba su mano por mi nuca y yo sentia un cosquilleo en mi estomago... hasta que, sin pensarlo, me sente a horcajadas sobre sus piernas y empezamos a besarnos con pasion. Me acariciaba la espalda con deseo apretandome hacia su cuerpo y yo le cogia por la nuca como si me fuera la vida en ello. Daba la sensacion de que los dos deseabamos hacer eso desde hacia mucho tiempo. Nuestros cuerpos hablaban por si mismos. No podiamos dejar de besarnos, nuestras lenguas bailaban al mismo ritmo y desee que el tiempo se parara. Nos separamos un segundo para coger aire y dar voz a mi jodido subconsciente. -- Que estamos haciendo... - susurre apoyando mi frente en la suya. --Esto es una locura... ?verdad? - respondio con la respiracion agitada y una sonrisa torcida tremendamente atractiva. No me dio tiempo a responder cuando tenia de nuevo su boca sobre la mia. No tuve poder de reaccion para retirarme, y lo cierto es que no queria hacerlo. Era mi mejor amigo y sabia que esto iba a cambiar el rumbo de nuestra amistad sin ninguna duda, pero no me arrepentia para nada de lo que ahora mismo estaba pasando. Esa noche ya no volvimos con los demas, nos devoramos a besos por cada rincon como si se fuera a acabar el mundo. Me acompano a casa al amanecer con los labios rojizos e hinchados de tanto besarnos. Nos abrazamos durante minutos sin pronunciar palabra, hasta que rompi el silencio. --... ?Y manana que? - pregunte apoyando mi cabeza en su pecho. --No pienses en manana... los dos sabemos que sera complicado, pero disfrutemos del ahora. - susurro posando un beso en mi sien. --No quiero estropearlo - dije a pocos milimetros de su boca. --No dejemos que pase... - musito casi pegado a mis labios y su mano acariciando mi mejilla. Y nos despedimos con un beso devorador, que nos hizo estremecernos por dentro y por fuera. Pero paso, y al dia siguiente no nos vimos, yo no se el, pero yo, no me atrevi. Ni el me llamo ni yo le llame. Cuando volvimos a vernos habian pasado un par dias y no sabiamos ni como actuar. Nuestras miradas coincidian y enseguida la retirabamos como si nos quemara reconocer con los ojos lo que habiamos disfrutado con el cuerpo. Era como tener miedo a reconocer que aquello habia ocurrido, y no solo eso, si no que nos habia gustado...y mucho. Me habia pasado esas dos noches sonando despierta y rememorando todo lo que habiamos vivido aquella noche de las fiestas. Imaginandonos como una pareja mas que se deja ver regalandose besos por la calle sin pensar que pasara con nuestra amistad ahora que habiamos pasado esa delgada linea. Pero a los dos se nos atragantaron las palabras en la garganta, y suponia que la edad, la inexperiencia y la sensacion de haberlo estropeado, pudo mas. Que raro fue todo... No se por que pero no llegamos a hablarlo. Mantuvimos el buen rollo durante meses aunque a veces, y de manera algo forzada, seguiamos hablando, llamandonos, pero poco mas. Ni una palabra del famoso dia. Aproximadamente un ano despues, a fuerza del dia a dia, recobramos la amistad que habiamos perdido por aquel rollo de una noche, yo me sentia bien con el y conmigo misma por haber recobrado casi toda aquella confianza, e incluso una noche hablamos de lo que paso, hasta conseguimos reirnos de ello y nos prometimos que no volveriamos a estropearlo todo por un calenton (ambos sabiamos que fue mucho mas que eso...jodido orgullo) Fue una conversacion que saco el una noche entre risas y bromas, cuando nos quedamos solos en el bar tras tomar unas cervezas con los amigos. Reconozco que se me encogio el estomago cuando dijo: --Que noche aquella cuando caimos en la tentacion ?eh Nai? - dijo con media sonrisa y la voz ronca, tras dar un sorbo a su cerveza. Al principio me quede un poco cortada, me pillo fuera de juego, pero me miraba de una manera que estaba mas que claro que se referia a aquella noche. Suspire antes de responder. Y tras dar un trago a la cerveza, mas largo de lo habitual para coger fuerzas y darme tiempo antes de hablar, hable: -- Si... mordimos la manzana - respondi con media sonrisa. -- ?Te supo bien? La manzana, digo - pregunto vacilon. --No estuvo mal - dije entrecerrando los ojos y manteniendole la mirada. - mejorable diria yo - otro trago a la cerveza. -- ?Perdona? - contesto alzando las cejas jocoso. Y asi, riendo a carcajadas, conseguimos quitarnos esa espinita que teniamos los dos clavada y tanto dano nos estaba haciendo teniendola enquistada. Ahora con veinticuatro anos volvemos a ser los mismos de siempre. Mas mayores, menos gamberros y mas centrados. El ha empezado una relacion con Rosa, una chica del barrio, llevan unos tres meses juntos y yo tengo mis amigos con derecho a roce. No me apetece mucho meterme en una relacion seria ahora mismo. Estoy dedicada a sacar mi profesion adelante y reconozco que lo paso bien, sin compromisos. Me prepare para quedar con Isaac a tomar una cerveza como otras tantas veces. Me puse unos vaqueros tobilleros, una camiseta blanca basica de pico y sandalias negras de cuna. Me deje el pelo suelto y me puse una base de maquillaje, mascara de pestanas y gloss color coral. Fui al bar donde habiamos quedado y alli estaba, sentado en una de las mesas del fondo de la terraza fumandose en cigarro y mirando el movil, ajeno a mi llegada. Estabamos en primavera y los bares ya empezaban a montar su negocio fuera de sus cuatro paredes. Me acerque y debio de sentirme porque levanto la vista y me recibio con una sonrisa. -- ?Que pasa, nino? - le pregunte mientras le daba dos besos. Siempre le habia llamado "nino", despues de volver a recobrar la amistad que habiamos perdido, empece a llamarle asi de manera casual, y termino siendo la manera en que me dirigia a el siempre. -- Pues nada, aqui estamos, tomando una cervecita esperandote...-respondio con una sonrisa forzada. -- Uyyy...a ti te pasa algo - afirme frunciendo el ceno y mirandole a los ojos. --No, que va, no seas tonta...- respondio evitando mi mirada y dando una larga calada al cigarro. --A ver Isaac, nos conocemos desde hace tantos anos que podria adivinar cuando ha sido la ultima vez que te has acostado con alguien - una pequena carcajada salio de su boca - Asi que ya puedes empezar a hablar. --Hay que ver que grafica eres, joder. --Ya me conoces, no tengo filtro. - sonrei triunfante al ver que habia conseguido que me mirara. Le pedi al camarero que me trajera un tercio y una bolsa de patatas, la tarde prometia ser mas seria de lo que yo me planteaba. No pasaron ni dos minutos cuando ya tenia la bebida y la comida sobre la mesa. Le di un trago a la cerveza y suspire. --Soy toda oidos, nino...- dije acercando mi silla a la suya. Me miro de soslayo y medio sonrio, pero sus ojos no hicieron lo mismo. Inspiro con fuerza... exhalo despacio y lanzo la bomba. -- Nai, me marcho - dijo sosteniendome la mirada esperando mi reaccion. -- ?Como te me marchas? ?Donde? - pregunte frunciendo el ceno confundida. --Me marcho una temporada a Londres. El gesto de la cara se me transformo. -- ?Como? ?A Londres? - dije cogiendole las manos. - ?Ha ocurrido algo? ?Tu familia esta bien? -- Si, tranquila. No es por ellos. - hizo una pausa - Bueno...quiero aprender el idioma, ya sabes, me vendra bien para el curriculo y ahora que estoy en paro quiero aprovechar -cogio su cerveza y le dio un trago largo. No me parecia del todo sincero, no se... estaba muy raro. Le costaba en algunos momentos sostenerme la mirada. No se mostraba contento, al reves, daba la sensacion de que se iba por obligacion. --Pero a ver...espera, espera - dije alzando mis manos - aqui algo no me cuadra. ?Te ha pasado algo con Rosa? --A ver Nai... -- ?Es eso? ?Las cosas no van bien entre vosotros? --Rosa y yo lo dejamos hace unos dias. Ahora si que estaba fuera de juego totalmente, ?pero no se supone que es mi mejor amigo y deberia de haberme enterado de esto cuando sucedio? Estaba totalmente desconcertada. -- Pero Isaac, ?que ha pasado? ?Por que no me lo has dicho antes? -- No lo se Nai, no se explicarlo, es complicado -dijo mirando sus manos mientras jugueteaba con ellas - La relacion no terminaba de llenarme del todo, no sentia que esto fuera a llegar a ninguna parte y no me parecia justo para ella. --Pero se os veia bien. -- Mal no estabamos, pero bien tampoco -levanto la mirada hacia mi- Nai, no estaba enamorado de ella. Nunca estas preparada para mantener conversaciones de este tipo, porque ahora que le digo, ?que lo siento? ?Que me alegro si es por su bien? No se... -- Y ella ?como se lo ha tomado? -- Bueno, regular la verdad, y la entiendo. Pero tenia que hacerlo bien y hablarlo antes de que la cosa fuera a mas y nos hicieramos mas dano. --Has hecho bien- y me levante para acercarme a el, cogerle la mano para se levantara y darle un fuerte abrazo. Apoyo su cabeza en mi hombro y note su respiracion en el hueco de mi cuello. Le di un beso en el pelo y nos separamos. Le cogi las manos de nuevo y le pregunte. -- ?Por eso te vas a Londres? --Bueno... tambien influye .Necesito irme de aqui unos meses, creo que me va a venir bien. -- ?Me abandonas, eh? - dije con media sonrisa y los ojos acuosos. -- Ey... nina no te iras a poner a llorar ?verdad? - me volvio a abrazar. --Ya sabes... tengo un numero de lagrimas al dia para gastar y estas son las de hoy- force una sonrisa. --Sabes que estoy a nada en avion ?verdad? - asenti con la cabeza- Y el telefono aunque no lo creas tambien llega hasta alli. --No te olvides de mi ?eh? - trague saliva -?A quien vas a encontrar tu tan cabra loca como yo alli ,que son todos tan estirados? Sonrio ante mi comentario. --?Pero tu crees que voy a querer olvidarte?Ni quiero ni creo que pueda- respondio serio cogiendome la cara entre sus manos y limpiando mis lagrimas con sus pulgares. -- ?Y cuando te vas? - pregunte con miedo. --Me marcho en dos dias. -- ?Ya? ?Tan pronto? --Si Nai, creeme, es lo mejor. -- Esto estaba ya planeado hace tiempo ?verdad? - Bajo la cabeza - ?Por que no me lo contaste antes? --Porque para mi habria sido insoportable estar un mes despidiendome de ti. Quiero creer que asi es mas facil. Llamame iluso. -- ?Puedo al menos acompanarte al aeropuerto? --No te preocupes, me lleva Andres. --Porque si para ti es algo bueno, a mi me duele tanto... - me lance a decir. Me miro serio, pasaron unos segundos que nos miramos con tension. Se hicieron eternos. --Porque supongo que algo te importo - respondio apretando los labios. Sonrei triste y le volvi a abrazar. Fue la ultima vez que nos vimos. Nos despedidos en la terraza de aquel bar y nos dimos un abrazo del que eramos incapaces de separarnos. Llore y el tambien derramo alguna lagrima. No queria de ninguna de las maneras que se marchara, pero si para el era lo que debia hacer, lo aceptaria aunque me costara. No volvimos a vernos durante cinco anos. Cinco largos anos en los que al principio hablabamos casi a diario, luego semanalmente...y mas tarde cuando podiamos. La cosa se enfrio, el hizo nuevos amigos alli. Yo empece a trabajar en un estudio de moda y me llevaba muchisimas horas al dia... y el cambio de numero de telefono. Un dia que fui a llamarle me salto una voz que decia que ese numero de telefono no existia. Me quede desconcertada, no entendia nada. Algo murio dentro de mi. Ahora tengo veintinueve anos y me acuerdo mucho de el. Creo que nunca podre olvidarle, una amistad como la nuestra se queda tatuada de por vida, y me niego a no saber nada de el. Una tarde entre en una conocida libreria, disfruto mucho en estos establecimientos mirando los libros, me pierdo entre sus letras y me relaja mucho. Mientras sostenia uno de ellos y leia su sinopsis escuche una voz tras de mi. -- ?Nai? - pronuncio una voz masculina. Me gire en seguida y me quede de piedra. Isaac estaba delante de mi, con la misma mirada y sonrisa de siempre. -- ?Isaac? - dije perpleja. --Vaya, aun no te has olvidado de mi - respondio con media sonrisa. --Pero... -parpadee sin creerme tenerlo delante de mi. -- Lo siento, Nai - dijo sin dejarme terminar. Trague saliva y le mire con sorpresa, una parte de mi estaba muy enfadada con el por haber desaparecido de mi vida de esa manera, tan brusca, sin explicaciones, ni palabras... nada. -- ?Cuando has vuelto? - me atrevi a preguntar algo tensa. --Bueno...volvi la semana pasada- dijo jugando con sus manos nervioso. -- No pensabas llamarme por lo que veo.

  • Un angel para Susana de Maria Moreno

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    Salvador Salgado, el peor mafioso de la ciudad, busca el guardaespaldas perfecto para su hija Susana, amenazada por la mafia china. Ella no quiere <>, pero Angel necesita desesperadamente el trabajo. No te pierdas esta historia romantica y divertida, con grandes dosis de accion.

  • El dulce sabor de la verdad (Mentiras con amor 2) de Chris Razo

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    Despues de Infidelidad, primera entrega de la trilogia <> vuelven Sofia y Marcos para darse una segunda oportunidad.

  • Barbaros en Hispania de Daniel Gomez Aragones

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    En el ano de Nuestro Senor de 409 los barbaros cruzaron los Pirineos penetrando en el corazon de Hispania. Asi, se inaugura una nueva etapa para la historia de Espana, la cual ha sido enmarcada dentro de los mal llamados <>. Este libro descubre al lector que la luz es mas fuerte que la sombra: Suevos, vandalos y alanos mancharon con su sangre la piel de toro y dejaron una huella en nuestra historia que el autor rescata y pone en valor. La caida del Imperio romano de Occidente, la cultura guerrera alana, el gran rey vandalo Genserico, el singular reino Suevo y su destruccion por parte del reino Visigodo de Toledo, germen de la actual Espana, son algunos de los fascinantes temas que se podran descubrir con rigor y amenidad en este trabajo. Una epoca cargada de Identidad, Tradicion y Esencia que hoy en dia se hacen tan necesarias para recordar lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.

  • DOWN de Sofi Bautista

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    .Si pudieras pedir un deseo sabiendo que este se hara realidad.
    ?Que pedirias?
    TIEMPO

  • Angel guardian de Andrea Vazquez Borja

    https://gigalibros.com/angel-guardian.html

    Desobedecer en el cielo siempre tiene que ser castigado. Es por eso, que cuando un angel desobedece, insulta o asesina, su castigo es bajar a la tierra. Abajo se aprende, se vive y se sufre, se entiende, se analiza y se cambia. O simplemente se corrompe y se mata, quedandose con la condena de nunca poder regresar. Alcander es un angel que desobedecio, y que ahora tiene que aprender de los humanos, cuidando de uno de ellos. Ella resulta ser una chica insegura, temerosa y debil, que tiene como unico objetivo en la vida sobrevivir. Protegida y angel tendran que emprender la tarea mas dificil de sus vidas, para enfrentarse asi a demonios de carne y hueso, y a los propios demonios que habitan dentro de ellos.

  • Nanami de Black Neon Thunder

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    Me llamo Nanami que significa reina de los siete mares, pero yo no me considero una persona especialmente importante. Siempre he vivido una vida relativamente tranquila con mi madre y mi otra hermana mayor Yukiko. A pesar de ser Japonesas, vivimos en Londres ya que mi madre emigro en busca de un cambio de aires. Nunca supe de mi padre, y no es que no intentara saber de el, es que mi madre siempre ha sido muy hermetica con el tema. Poco se de mi familia, lo unico que se es que siempre he tenido el presentimiento que algo extraordinario pasaria en mi vida y creo que esta a punto de pasar.
    Acompaname en mis aventuras y desventuras, en mis delirios y grandezas, porque esta es mi vida, agitada como el mar, pero con la suficiente calma para no perder la cordura.

  • Los Ultimos de Hanna Jameson

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    Inmerso en una crisis matrimonial, Jon Keller asiste a un congreso en un remoto y mastodontico hotel de Suiza cuando llegan noticias de diversos ataques nucleares. La situacion mundial parece apocaliptica, las noticias son confusas y las comunicaciones no tardan en interrumpirse. Ante la incertidumbre y el presunto caos que reinan en el exterior, veinte huespedes optan por permanecer en el hotel, que arrastra su propia leyenda negra. Entre ellos empezaran a aflorar tensiones y comportamientos paranoicos.
    Para acabar de complicar las cosas, el descubrimiento del cadaver de una nina en un deposito de agua empujara a Jon a dar con el culpable en medio de un clima extremadamente enrarecido y peligroso.

  • Demian de Hermann Hesse

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    Demian es la historia de Emil Sinclair. La historia de un nino que ve, mas alla de los algodones que envuelven su vida familiar, el otro mundo que le rodea: un mundo que teme pero a la vez le fascina. Es la historia de unos pasos tambaleantes por un agua que no es cristalina respirando un aire que no es puro. Es la historia de la duda entre la crisalida protectora de la infancia y el camino que conduce fuera de ella. Entre la facilidad de adaptarnos a nuestro entorno y la necesidad de adaptar el entorno a nosotros. Pero Demian es sobre todo la historia de la pregunta que nadie quiere contestar, del camino que nadie quiere recorrer. Demian es quien nos explica como sortear los obstaculos de ese camino, pero tambien quien rasga la fina capa de ignorancia que es nuestra crisalida y nos obliga a mirar entre las sombras que se forman alrededor de esos obstaculos antes de llevarnos a la luz. Demian es, en definitiva, la busqueda de nuestro autentico yo a traves del rechazo de lo preestablecido.

  • Tu, mi debilidad de Jose Rodriguez

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    Zac, un chico huerfano, frio sin aparenta ningun sentimiento tenia problema de agresividad nunca mostro afecto hacia alguien nunca se habia enamorado hasta que en una noche fria se encontro de casualidad a una mujer hermosa que lo hizo cambiar toda su actitud y personalidad digamos que es su debilidad, su gran debilidad. Sin saberlo se enamoro de ella no queria demostrarlo solo por su gran orgullo hasta que un dia cuando se dio cuenta que todo iba a acabar fue donde le confeso todo ahi fue donde toda su vida cambio esa mujer se convirtio en su gran amor y en su debilidad.