• mark bowden libros - Mark Bowden

    https://gigalibros.com/hue-1968-el-punto-de-inflexion-en-la-guerra-del-vietnam.html

    Gracias a un acceso sin precedentes a archivos de la guerra en EEUU y en Vietnam, asi como a entrevistas con participantes de ambos bandos, Bowden narra cada fase de esta crucial batalla a traves de multiples puntos de vista.

  • Todos los libros del autor Mark Bowden

    https://www.todostuslibros.com/autor/mark-bowden

    Quieres información sobre los libros de Mark Bowden? Te damos información detallada de sus obras y te decimos donde comprarlas.

  • MARK BOWDEN | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/mark-bowden/41280

    MARK BOWDEN: Libros y Biografía en Casa del Libro.

  • Libros y Ebooks de Mark Bowden - Amazon

    https://www.amazon.es/Mark-Bowden/e/B001HCV3XI

    From the bestselling author of Killing Pablo, a haunting and gripping account of the true-life search for the perpetrator of a hideous crime-the abduction ...

  • Libros y Ebooks de Mark Bowden - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Mark-Bowden/e/B009Z39QFS

    Next page. Libros de Mark Bowden ... por Mark Bowden ... Otros formatos: Tapa dura , Tapa blanda , Libro de bolsillo , CD de audio , Audio, casete.

  • Libros de MARK BOWDEN - POPULAR LIBROS S.L..

    https://www.popularlibros.com/autores/mark-bowden/

    Formatos, CARTONE (3) · RUSTICA (2) · LIBRO DE BOLSILLO (1) · EPUB (1) · PDF (1). mark bowden Eliminar filtro Quitar filtros.

  • black hawk derribado de bowden mark - IberLibro.com

    https://www.iberlibro.com/buscar-libro/titulo/black-hawk-derribado/autor/bowden-mark/

    BLACK HAWK DERRIBADO de MARK BOWDEN y una gran selección de libros, ... MARK BOWDEN. Publicado por RBA Libros, 2002 ... Este es el libro en que se basa la.

  • Bowden, Mark - Iberlibro

    https://www.iberlibro.com/servlet/SearchResults?an=Bowden%2C+Mark&sortby=3

    ... heroes, rogues, and beasts de Bowden, Mark y una gran selección de libros, ... Rústica. Condición: New. Estado de la sobrecubierta: Nuevo. 01. LIBRO.

  • Selección Cine y Series TV Mark Bowden y opinión | Fnac

    https://www.fnac.es/ia182815/Mark-Bowden

    Mark Bowden - Normal en español (Libro) Publicado en 01/2018. Oferta especial. 28,41€ 29,90€ -5%. 5 nuevos desde 28,40 €. Libro electrónico 5,69€.

  • Mark Bowden: libros y biografía autor - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/autor/8095/mark-bowden

    Escritor y periodista americano, Mark Bowden ha trabajado para medios como Men's Journal o Rolling Stone, siendo en la actualidad colaborador de Vanity Fair ...

  • ?De donde vienen las brujas? Los Ausentes de Nesa Costas

    https://gigalibros.com/de-donde-vienen-las-brujas-los-ausentes.html

    Hay errores imperdonables y deudas eternas. Con trece anos, Rita traiciono a su familia y a su mejor amigo. A la nina que fue la dieron por muerta, y en su lugar aparecio una enorme mentira.

  • San Valentin en Alaska (Alaska 2) de N. Q. Palm

    https://gigalibros.com/san-valentin-en-alaska-alaska-2.html

    <>, o eso afirmaban las historias que Susan habia oido siendo pequena. Los hombres que alli vivian no eran unos simples mortales, y habia uno en especial, que llamaba poderosamente su atencion. Storm era alto, musculoso y muy atractivo. Mas o menos como el hombre que la habia atacado dos meses atras, y al que no reconocio. Asi que no iba a haber un acercamiento por su parte. Ella desconfiaba de esos tipos.
    Storm miraba con deseo a la mujer que se cruzaba de vez en cuando en la ciudad, pero el ya habia cubierto el cupo. En su linaje habia unas normas, y el no estaba exento de ellas. Seguiria admirando su curvilineo cuerpo y sonando con poseerla. Nada mas que eso. Pero esos ojos azules no hacian mas que aparecer en su mente, una y otra vez.
    Cuando un suceso precipita las cosas, tanto Storm como Susan tendran que superar los obstaculos que una cultura y otra impone sobre ellos.

  • Los Supervivientes. Survivors de Adrian Henriquez

    https://gigalibros.com/los-supervivientes-survivors.html

    La Tercera Guerra Mundial comienza y finaliza en pocas horas dejando los continentes transformados en gigantescos campos radiactivos.Solo sobreviven al impacto de los misiles intercontinentales algunas ciudades costeras y un punado de islas, entre ellas; Cuba.

  • Desafio Max, Elsa Pataky y Fernando Sartorius de

    https://gigalibros.com/desafio-max-elsa-pataky-y-fernando-sartorius.html

    Intensidad Max, ahora llega Desafio Max: un libro que te ensena una forma de vida que puedes seguir para convertirte en la mejor version de ti misma.

  • Te dare un beso antes de morir de Estela Chocarro

    https://gigalibros.com/te-dare-un-beso-antes-de-morir.html

    Ha pasado mas de un ano del desenlace de Nadie ha muerto en la catedral. Rebeca Turumbay no ha vuelto a ponerse en contacto con sus amigos de Carcar y se ha refugiado en Florencia, donde estudia restauracion de arte renacentista. Por su parte, Victor Yoldi se ha trasladado a Pamplona para trabajar en el Diario de Navarra. Cuando se le presenta la oportunidad de escribir un articulo sobre la carcel recien inaugurada, aprovecha para visitar a Jonas Sadaba, que sigue en prision desde la muerte de su madre, y para llevarle recuerdos de todo Carcar. Jonas esta preocupado, ya que Massimo, su companero de celda, un hombre muy respetado en la prision que habia pasado casi veinte anos encarcelado por el asesinato del hijo de su antiguo jefe, se suicido hace poco. Pero Jonas tiene motivos para sospechar que en realidad lo mataron. Victor inicia sus propias pesquisas para ver que hay detras de estos hechos y se vera implicado, junto a Rebeca, en el asesinato del jefe de esta, Hugo Castells. Victor y Rebeca tendran que emprender una peligrosa investigacion que puede costarles la vida.

  • Especie (inspectora Camino Vargas 2) de Susana Martin Gijon

    https://gigalibros.com/especie-inspectora-camino-vargas-2.html

    Hace un calor del demonio. Son las diez de la noche pero el termometro no baja de los treinta y cinco grados. A pesar de los manguerazos del camarero, el asfalto sigue hirviendo y contribuye a mantener un ambiente torrido y asfixiante. Camino lleva una camisa verde oliva y una falda blanca de lino que realza sus piernas bronceadas. La estira cuanto puede para evitar el contacto con la butaca de plastico que se le pega al culo. Se ha recogido el largo cabello rubio en una coleta y se ha puesto unos pendientes verdes a juego con la blusa. Hace menos de media hora que ha salido de casa recien duchada, pero ya ha roto a sudar de nuevo. Se mira bajo las axilas y comprueba disgustada que se le han formado los cercos oscuros que tanto detesta. Saca el abanico del bolso y trata de airearlos, pero se detiene con disimulo cuando divisa a Paco en la distancia. A el no parece pasarle factura el calor. Va lidiando con sus dos muletas con destreza. Lleva una camisa floreada al mas puro estilo hawaiano y un pantalon corto con bolsillos a los lados. No esta acostumbrada a un estilo tan informal, aunque reconoce que le sienta bien. Como siempre que le ve, se le hace un nudo en el estomago y se vuelve terriblemente torpe. Para aparentar normalidad, agarra el botellin y lo vacia de un trago. Despues juega con el, pasandoselo de una mano a la otra mientras Paco acaba de llegar. Tras salir del coma, los doctores fueron muy cautos sobre la posibilidad de una recuperacion total. Uno incluso llego a decir que no volveria a andar; se equivocaba. Al inspector Arenas no le gana nadie a testarudo y el estaba decidido a reponerse. Asi que eso es justo lo que esta haciendo. Ella sonrie al ver como se esfuerza en los ultimos pasos. Ahora se da cuenta de que el tambien esta sudando a mares, pero no aparenta importarle lo mas minimo. Le parece increible el cambio operado en solo un par de meses. --Estas mas gordo --le suelta por todo saludo cuando alcanza la terraza del bar. --Falta me hacia --Paco sonrie. Eso en boca de Camino es un halago. Ni sabe ni quiere hacerlo mejor--. El hospital me dejo en los huesos, parecia un puto esqueleto. --Tampoco es que hayas sido nunca un luchador de sumo. --Pues tu en cambio estas muy bien. Camino se sonroja. Segun los canones de belleza actuales, le sobran diez o quince kilos. A ella esos estandares sociales le importan un pimiento. Ya hay bastantes reglas que obedecer en la vida de adulta como para autoimponerse alguna mas. Ademas, le gusta su cuerpo de curvas generosas compatible con una buena forma fisica. Pero aun no se acostumbra a los nuevos modos del inspector. Antes jamas le hubiera lanzado ni medio piropo. Tambien con respecto a ella se ha obrado un cambio desde que salio del coma. Y eso es algo que le da mucho vertigo, aunque se acerca al borde del precipicio cada vez que puede y mira de frente a sus propios miedos. Esta dispuesta a vencerlos. --?Que tal el fin de semana? --Paco lanza la pregunta al aire, como si fuera poco mas que una formula de cortesia, pero esta lejos de serlo y Camino lo sabe. Lo ve en el fondo de sus ojos. Curiosidad, intriga, y algo mas que atisba y no acierta a descifrar. ?Celos? --Normal, lo de siempre --dice ella con una mueca de quitarle importancia. --?Saliste a bailar? --Habia campeonato de salsa en el Azucar. Quedamos los terceros. --No esta mal. ?Que se cuenta Victor? Victor es el companero de baile de Camino. Hacen una pareja desigual. El, con diez anos menos, espigado y finolis; ella, tosca y regordeta, muy distinta a las jovenes esbeltas que frecuentan la academia. Pero cuando se juntan los dos, se compenetran como nadie y a menudo acaban cediendoles el centro de la pista. --Ha roto con su novio. Tuve que emborracharme con el despues de los bailes. --Que coraje, lo que hay que hacer por los amigos. --Lo que haga falta --Camino hace una sena al camarero para que traiga otros dos botellines. --Pues se ve que os pillasteis una buena cogorza, todavia se te notan las ojeras. --?Cuando vuelves al tajo? --ella cambia de asunto. Lo cierto es que se ha despertado esta manana en la cama del speaker que animo la competicion, un cubano mestizo de pelo afro que la hipnotizo con su forma de moverse y con los mojitos que aparecian en sus manos como por arte de magia. Desde que Paco salio del coma habia dejado a un lado su parte mas promiscua, y ahora se siente rara. Se ha despertado con un remordimiento absurdo y ha salido pitando del piso del cubano, que estaba preparando un desayuno al estilo de la isla y se ha quedado con un palmo de narices y el mandil puesto sobre los slips de superheroe. --Dame un respiro, anda. No hace ni dos meses que me mandaron a casa. --Ni hablar. Vuelve ya, estoy harta de ser la jefa. --Pues yo creo que se te da bien. --No digas tonterias. --De hecho, creo que deberias seguir asi. --?Asi, como? --Como hasta ahora. Coordinando el Grupo de Homicidios. Camino entorna los ojos. Deja pasar unos segundos, el tiempo de calibrar las palabras del inspector. --?Y tu? --dice, temiendose la respuesta. --Yo ya estoy viejo. Es hora de pasarme a la fila de atras. --Pero bueno, ?es que esa bala que tienes ahi metida te esta friendo el cerebro? --La bala esta quietecita. Y que siga asi. Camino se muerde el labio. A veces se pasa de bruta. --Perdona. Pero, ?puedo saber a que viene eso? --Solo estoy pensandolo. --Pues no lo pienses mas. Te necesitamos. Paco da un trago a su cerveza y coge la carta. Estudia el listado de raciones como si acaso no se las supiera ya de memoria. --?Unas puntillitas? --Adobo --ella le mira desafiante. --Las dos cosas. --Tu mismo. Ya veras que pecha nos vamos a pegar --Paco sabe tan bien como ella que las raciones son enormes. Pero no sera Camino quien se acochine. Si quiere pedir, que pida. Y que se ponga gordo. --Estupendo --dice el mientras llama al camarero por su nombre de pila y sonrie satisfecho. Ha logrado su objetivo: aparcar el tema. Camino se percata demasiado tarde. Intuye que no tiene que apretarle mas, pero no le ha gustado lo que ha oido. Ella cuenta los dias para que Paco Arenas regrese a la Brigada y tome los mandos del Grupo de Homicidios. No es solo que a ella no se le de bien dirigir un equipo, es que le echa muchisimo de menos. Y asi, al menos tendra la excusa de verle a diario. --Ya se ha jubilado Teresa --deja caer como quien no quiere la cosa. --?Ya? --Cumplio los sesenta y cinco la semana pasada. --Vaya, como pasa el tiempo. Estaria feliz. --Como unas castanuelas. Dice que va a dedicarse a ser abuela a tiempo completo. --Pues tiene para entretenerse. --Ya lo creo. Ocho polluelos. Por cierto, esta organizando una barbacoa en su casa. Vendras, ?no? --No lo se. --Vamos, tienes que ir. Todos estan deseando verte asi de recuperado. Paco frunce el ceno. La verdad es que le apetece reunirse con su equipo. Y despedir por todo lo alto a la mujer policia mas veterana de Sevilla. Pero teme que traten de convencerle igual que Camino. Y, aunque a ella aun no se lo reconozca, lo tiene decidido. Ya ha pasado demasiados anos de su vida entregado a la profesion. Le falto poco para no contarlo, y no quiere ponerse en riesgo de nuevo. Quiere vivir, y quiere tomar las decisiones que siempre fue relegando. --Me lo pensare. ?Quien vendra en sustitucion de Teresa? --Ya ha venido, empezo el martes pasado. Eva Gallego. Evita, quiere que la llamen. Como si tuviera seis anos. --?Y que tal? --Un poco desaboria. Y habla como una senorita, toda fina ella. Ademas, esta muy verde. --Habra que ensenarla. --He pensado en poner a Fito de pareja con ella --en los ultimos tiempos, Camino se ha acostumbrado a contarle las decisiones a Paco y dejar que le de su opinion. Es lo que tanto necesito cuando el entro en coma y a ella le asignaron de forma provisional la Jefatura del Grupo de Homicidios. Se sintio terriblemente sola, sin su amigo y su mentor. Asi que ahora que puede, se aprovecha. --?A Fito? ?Por que a el? --Por ser subinspector. Es el unico que no es de la escala basica. --Si ese es tu criterio, Fito no es el unico. --?Yo? --ella ve por donde va--. Lo que me faltaba. Adiestrar a una pipiola. --Es lo que hice yo contigo. --Yo no estaba tan verde. --Que te lo crees tu. Camino suelta un bufido que hace reir al inspector. --Viene de Seguridad Ciudadana, pero parece que viene de Dora la exploradora. --No seas mala. --Que no, que cada vez entran mas perdidos, de verdad. --Eso mismo decia yo. La carcajada de Paco se oye en toda la terraza. --Menos guasa, tu. Ya sabes que no tengo paciencia para esas cosas. Y con el hablar redicho que se gasta, me saca de quicio. No la aguantaria ni media jornada. ?Ves como tienes que volver? Tu ensenas a la pipiola y yo sigo a lo mio. --Claro, claro. Anda, cuentame con que estais ahora. A eso el veterano no se puede resistir. Dieciocho anos en Homicidios son muchos anos. --Nada importante. Algunos casos antiguos sin resolver, alguna que otra desaparicion. En ese momento ve a Rafa, el hijo de Paco, acercarse con el perro. Ella achina los ojos. Siempre aparece. Esta segura de que le manda Flor, a quien nunca le ha gustado Camino y de la que no se fia nada. Y hace bien.

  • La Madame atrapa a su Duque de Christina Mcknight

    https://gigalibros.com/la-madame-atrapa-a-su-duque.html

    HAY UNA DELGADA LINEA ENTRE EL AMOR Y EL ODIO

  • La peculiar senorita Grey (Damas inadecuadas 1) de Kathia Iblis

    https://gigalibros.com/la-peculiar-senorita-grey-damas-inadecuadas-1.html

    Primera entrega de la serie <> de Kathia Iblis.

  • Hay un mundo en otra parte de Gonzalo Maier

    https://gigalibros.com/hay-un-mundo-en-otra-parte.html

  • Un amor que sorprende de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/un-amor-que-sorprende.html

    Regina estaba bien hasta que sus hermanas le senalaron que su jefe se metia demasiado en su vida privada, que era un tirano y un dictador. Entendio que debia poner limites pero Mick Randall se resistia. Que sus hermanas hicieran de las suyas era algo que no habia previsto.

  • La regata de Manuel Vicent

    https://gigalibros.com/la-regata.html

    Cerca del mar, en un valle donde florecen los limoneros, hay una casa solariega de gruesas paredes encaladas, porche de cuatro arcos y hondo zaguan, rodeada de varias hectareas de tierras de labranza que ya nadie cultiva a la espera, tal vez, de que se conviertan en un magnifico solar recalificable en la proxima fiesta de la codicia. No existe ninguna otra vivienda en cientos de metros a la redonda, de modo que cualquier disparo de revolver o los gritos de auxilio que se pudieran producir en alguna de sus altas estancias se habrian perdido en el mar por una ventana o por otra en el monte escarpado. Solo el encargado de la finca, el senor Benitez, pasaba alguna vez por alli a echar un vistazo, escopeta al hombro y cartuchos del ocho en las cananas, seguido de un perro perdiguero por si le salia al paso un conejo o alguna perdiz. En esa casa, no lejos de Circea de la Marina, sucedio un misterio de pasion cuyo enigma estremecera de espanto a quien se lo cuente, pero nadie sera capaz de resolver. Es el caso de una pareja de amantes: ella, Dora Mayo, una joven actriz secundaria famosa por su belleza, con el talento aun por demostrar, si bien ya habia empezado a ser manoseada por las revistas del corazon; el, Pepe California, un alto financiero o algo asi, con el que la chica se habia liado pese a que le doblaba la edad, sesenta anos bien llevados, la camisa de seda natural muy apretada a su tripa, pelo blanco con reflejos, saunas y masajes en el spa de La Moraleja, a veces bicicleta estatica en el despacho frente a un televisor de plasma conectado en directo con el mercado continuo de la Bolsa y dentelladas aqui y alla para ejercitar su mandibula de tiburon brunida con colonia Paco Rabanne hasta extraer de ella un tono violeta. La pareja vivia una pasion clandestina, ella con el sexo como arma de ataque, el ayudado en ese combate por unas pastillas azules que le habia recetado el urologo despues de un preceptivo tacto rectal problematico para fortalecerle la autoestima, depositada desde siempre, como es logico, en los genitales. Hasta ese verano se habian citado en hoteles donde tomaban habitaciones contiguas para encontrarse en la cafeteria; habian viajado en vuelos distintos de fin de semana a Paris, a Londres, a islas del Caribe, con cierta regularidad a Montecarlo y una vez, incluso, a matar osos en Rumania. Nunca se les habia visto juntos en fiestas o estrenos, ni siquiera en el palco de honor del estadio del Real Madrid, donde se junta lo mejor y lo peor de cada casa. Pepe California tiraba de tarjeta oro y Dora Mayo se dejaba, lo permitia todo menos que la tomaran por una muneca de carne, la querida de un ricachon. Ella sonaba que algun dia seria la Ofelia de Hamlet o la protagonista de una tragedia griega en el teatro de Merida, de ahi para arriba, y su amante estaba dispuesto a alimentar esos suenos previo pago en efectivo. Habia un proyecto teatral en perspectiva. Fue en el verano de 2016 cuando decidieron pasar un largo fin de semana en esa casa solariega que el tipo habia heredado de sus antepasados, o vete tu a saber. Se habian prometido tomar unas gambas rojas y unas sepias a la plancha a la vista de todo el mundo; poner a punto el velero atracado en el Nautico para participar en la proxima regata y practicar sexo hasta reventar en aquella cama antigua que tenia cuatro columnas de palo santo torneadas, una en cada esquina. Todo cuanto acontecia en ese lecho, alto como un altar, incluidas las refriegas mas inverosimiles, se reflejaba al fondo de la habitacion en la gran luna del armario, que en el silencio de la noche emitia crujidos como si hablara. Si uno ponia atencion, tambien podia oir las termitas que estaban royendo sus nobles maderas, asi como las de la cama. En cuanto a los limoneros en flor, eran la unica licencia poetica que este pez gordo se permitia, sin que se supiera por que, puesto que ninguna flor le importaba nada en absoluto. Tal vez este acontecimiento glorioso de la naturaleza que sucedia en aquel valle de la Marina le habia funcionado como truco en otra ocasion para llevarse a una chica al huerto. Bueno, la verdad es que una vez este tiburon se puso una gardenia en el ojal de la solapa para celebrar con mariscos en La Trainera el haber salido indemne de un juicio por trafico de divisas, eso era todo. Despues de unas horas de viaje desde Madrid, el todoterreno Porsche Cayenne se detuvo ante la herrumbrosa cancela de la finca. El dueno confiaba en que el encargado, el senor Benitez, hubiera dejado la llave tapada con una piedra en una grieta consabida de la pared, como siempre. Alli estaba, en efecto, pero California ignoraba cuanto mejor habria sido que no fuera asi, puesto que esa llave oxidada iba a dar paso a un destino aciago para los amantes. Por un camino de grava flanqueado de adelfas y palmeras llegaron ante el porche umbrio y abrieron la puerta, algo que no se habia hecho desde el verano anterior. El aire estancado aun contenia, pegado a las paredes del zaguan, un profundo olor a algarroba, a cereal, a preteritas cosechas que provenia del granero, ya en desuso, y se unia a la melaza que despedian los muebles y las maderas nobles del artesonado. Era un olor que una vez mas desperto en el una extrana pulsion sexual, debida sin duda al recuerdo inconsciente de aquella criada, Miguelina, que en su adolescencia, bajo este mismo olor, le inicio, como a muchos otros senoritos, en el placer de la carne en el cuarto trastero del desvan. Los amantes pasaron el primer dia muy relajados. Por la manana bajaron a la explanada del puerto y desayunaron en una terraza a la sombra de los platanos, cuyas hojas, al agitarse levemente con la brisa, filtraban un sol muy amable que dibujaba arabescos de luz imprecisa sobre el cafe, los zumos de pomelo, las tostadas con aceite de oliva y alcaparras, el tomate rallado y las aceitunas amargas machacadas. Despues, ella hojeo una revista del corazon mientras el consultaba en la tableta los movimientos de la Bolsa, compartieron el periodico Levante leyendo muy divertidos en voz alta los anuncios de sexo para excitarse, o simplemente miraban pasar a los turistas sin hacer comentarios. Una senora se acerco a preguntarle a la chica si era actriz.

  • Los casos del comisario Croce de Ricardo Piglia

    https://gigalibros.com/los-casos-del-comisario-croce.html

    El comisario Croce, investigador singular, era uno de los protagonistas de una de las grandes novelas de Ricardo Piglia, Blanco nocturno. El autor rescata al personaje en estos <>, una sucesion de deliciosos relatos policiacos que son un homenaje a un genero que Piglia amo como lector, divulgo como editor y practico como escritor. El meditabundo y astuto Croce se enfrenta aqui al caso de un joven marinero yugoslavo acusado de matar a una prostituta en un cafetin portuario, al misterio de una supuesta pelicula en la que apareceria Eva Peron en una escena pornografica, a un ladron de joyas relacionado con el peronismo, a un crimen resuelto con la ayuda de los versos de un cirujano del ejercito de Rosas… En estos textos juguetones y virtuosos asoman guinos y referencias a Agatha Christie, Conan Doyle, Chesterton, Poe y tambien Borges, que amo el genero policiaco tanto como Piglia.
    Del comisario Croce dice su autor: <> Y en la misma nota final explica: <> Y es que Los casos del comisario Croce fueron surgiendo a medida que la enfermedad que le iba paralizando el cuerpo avanzaba implacable. Y al leer este volumen exquisito y deslumbrante, el lector no podra sino maravillarse ante la arrolladora vitalidad de unos textos que son, por encima de todo, una hermosisima celebracion de la literatura, el poder de las palabras y la fabulacion.
    El autor dejo preparado para su publicacion postuma este libro, que es una muy notable incorporacion al corpus literario de uno de los mas grandes escritores en lengua espanola de los ultimos tiempos.

  • Fuimos canciones (Canciones y recuerdos 1) de Elisabet Benavent

    https://gigalibros.com/fuimos-canciones-canciones-y-recuerdos-1.html

  • Seda y acero de Kat Martin

    https://gigalibros.com/seda-y-acero.html

    Novela romantica de la autora de Amantes furtivos, que hara las delicias de todas sus lectoras, y encontraran en ella todo lo que necesitan de una buena historia de amor.

  • Destino Italia, Adrianne Holt de Adrianne Holt

    https://gigalibros.com/destino-italia-adrianne-holt.html

    Tras la ruptura de su compromiso Hanna McCain busca sanar sus heridas embarcandose en un viaje por Italia.

  • El destino Ranieri (El arcangel de luz 2) de Raquel Cruz

    https://gigalibros.com/el-destino-ranieri-el-arcangel-de-luz-2.html

    Dana llega a Roma dispuesta a cumplir la promesa que hizo al arcangel Rafael. Pero pronto entendera que en el mundo de la magia nada es como habia imaginado y debera acostumbrarse a un sinfin de acontecimientos que trastocaran su vida. Nuevas normas, nueva familia, nuevos enigmas, nuevos enemigos...

  • La ayudante de Cupido de Lighling Tucker

    https://gigalibros.com/la-ayudante-de-cupido.html

    -No ha quedado tan mal. -sonrio Destino mirando una nueva faena hecha. Gracias a el y Cupido habian unido a una pareja que ya habia perdido la esperanza en el amor. Verlos pasear de la mano como si de dos mozuelos se tratara lo conmovio. Era bonito ver el amor abrazar dos personas de setenta anos. Chasco los dedos y el libro donde miraba el mundo humano se cerro. Era un nuevo caso cerrado con efectividad y rapidez y sabia quien habia redactado el informe. -Setenta anos ?eh? -dijo tratando de llamar la atencion de su socio Cupido, el cual andaba mirando los peces de colores que tenia en su despacho. -Un caso muy complicado ?no crees? -Uhm. -asintio su socio complacido viendo nadar los pequenos animales de un lado al otro. Pero Destino no iba a dejar el tema. -?Me pregunto quien habra redactado el informe? Y, al fin, su socio comprendio lo que el estaba tratando de hacer. Dejo de estar encorvado mirando sus mascotas para ponerse recto y encararlo de frente. Su rostro lucia interrogativo, ademas, hizo una mueca de desagrado antes de tomar la palabra. -Sabes de sobra que ha sido Paige. ?Por que? -Esa chica trabaja demasiado. Cupido nego con la cabeza, ese tema lo habian tratado tantas veces que sabia lo que estaba pasando por la cabeza de su amigo. Estaba a punto de estrangularlo, no habia dia que no le sacara el tema de su ayudante y el comenzaba a ceder terreno. -Tienes que enviarla a la Tierra Cupido, su tiempo a expirado. -dijo como si las cosas fueran tan sencillas. En realidad no lo eran, pero Destino tenia que convencerle que la entregara antes de que todo fuera demasiado tarde. -No... -titubeo Cupido. -No puedo hacerlo. -confeso. Y esa era una realidad devastadora, el no podia hacerla partir a la Tierra pero era de vital importancia que dejara libre a Paige. -No puede quedarse mas tiempo aqui. Lo observo caminar hasta el asiento tras su escritorio y dejarse caer pesadamente. Era mas que evidente que le costaba deshacerse de la pequena humana. -Solo un poco mas. -suplico como si de un nino se tratase. No, era el momento. -Eso lo dijiste hace cuatro anos. -tomo aire y continuo:-Esto ha durado demasiado tiempo, debe volver a la Tierra. Hazlo como veas pero tienes una semana para que retorne a su lugar o lo hare yo. Y era una promesa solemne. Cupido, finalmente, se dio por rendido. En realidad, era lo mejor. -Esta bien. Lo hare. -Buena decision. Capitulo 1 -!?Vacaciones?! -bramo llevandose las manos a la cabeza. "Esta bien, que no cunda el panico." -penso antes de lanzarse a la yugular de su jefe. Aquello debia de tratarse de una broma, de lo contrario comenzaba a no tener gracia alguna. -Paige. -la voz profunda de su jefe entro en su mente y lo alboroto todo. No, aquel tono de voz no era de estar tomandole el pelo. -Cupido, no puedes obligarme. El se tomo aquella frase lanzada al aire como un reto, se tomo el menton con la mano derecha y sonrio directo a ella. Si, aquella mujer le provocaba ternura y mas ahora que suplicaba seguir trabajando. Por otra parte, no podia seguir haciendolo, era el momento que aquellos anos a su servicio fiel y total le regalaran un merecido descanso. -A ver... -penso bien sus palabras antes de que Paige las tomara en su contra. -No es un castigo, necesitas descansar. Y la pobre lo miro con la cara desencajada, era mas que evidente que le desagradaba la orden. Su rostro era pura desolacion, todos sus rasgos se habian marchitado en una profunda pena. Era dificil ver a semejante belleza tan triste. Si, Paige Moon era una mujer completamente hermosa. -?He hecho algo mal? -pregunto arrugando entre sus manos, aun mas, su vestido blanco. ?Era algo malo trabajar mas de doce horas diarias? ?Dedicarse en cuerpo y alma a que los humanos encuentren el amor verdadero? ?Saciarles de felicidad para sentirse bien? En el caso de Paige si, ya que llevaba demasiado tiempo sin vivir su propia vida. -Te repito que no es un castigo. Necesitas desconectar de todo esto. Se sentia miserable haciendo pasar aquella alma pura un rato tan amargo pero ella debia de comprender que el reposo era obligatorio. Cupido apoyo el trasero en la mesa de su despacho, mirando sin perder detalle a su ayudante. No recordaba haberla visto tan aterrada en todo el tiempo que llevaba trabajando para el. Tomo un par de respiraciones y penso en que no debia volverse blando, era una decision tomada. -Hoy, en cuanto acabes te iras de vacaciones. Las siguientes palabras de ella fueron tan inconexas que no pudo comprenderlas. Rio y espero a que sus ideas se aclararan. Su indignacion era maxima. ?Como se atrevia su jefe a obligarla a que se tomara un descanso? ?Como habia sido capaz? Ademas de anadir el hecho de que se sentia como si la estuviera castigando por todo el tiempo que habia trabajado duramente con el. *** -No tienes que hacerme un drama por ello. Solo seran unos dias, luego volveras aqui y seguiras trabajando tan duro como de costumbre. Sonrio pensando en lo siguiente que tenia que decirle pero, al mismo tiempo, esperaba que la pobre chica entendiera que aquella era una decision tomada; no iban a convencerle todos los argumentos que podia inventarse. Sabia de buena tinta que aquel trabajo podia llegar a ser duramente adictivo pero, al mismo tiempo, sabia las consecuencias de volcarse demasiado. El habia perdido su vida encauzando las de las demas y no iba a p 8iermitir que su inocente ayudante viviera el calvario en el que el cayo. -Jefe, tengo demasiados casos abiertos, no puedo simplemente dejarlos y desaparecer. -su nerviosismo era palpable en su tono de voz. -Dejalo, Audriel lo hara por ti. Una mueca de desagrado cruzo el rostro de Paige, sabia que no se llevaba bien con su companero pero no se imaginaba que, la sola mencion de su nombre, desencadenara una respuesta fisica tan fuerte. Conto hasta diez para no reirse, no queria enfadarla mas de lo que estaba. Oteo el ambiente, si, ella sentia como si descansar fuera un castigo, si, era el momento justo de poner en marcha su plan. Antes de que te marches me gustaria que pasaras a despedirte por mi despacho. *** Paige, simplemente asintio y comenzo a recoger. El aire agridulce que acaricio su nariz le mostro lo enfadada que estaba. Pobre mujer, no esperaba que se tomara aquello tan a pecho. -Eres la primera persona que veo que se enfada por que le den vacaciones.- la voz de su companera-amiga Andrea le hizo soltar un bufido. ?Por que nadie comprendia que queria seguir trabajando? Nadie le habia preguntado si queria parar, unicamente se habia basado en pura estadistica y habia ido a por ella a decirle que debia descansar. ?Paige descansar? De locos, aquello era para llevar una camisa de fuerza. -No quiero dejar mis casos. -gruno cogiendo un monton de carpetas. Todos aquellos archivos eran personas que merecian encontrar el amor de verdad y ella se queria hacer cargo de encontrar a la persona adecuada. Luego, solo hacia falta pasarle el informe definitivo a Cupido y que el los uniera. -La idea no es solo de Cupido y lo sabes. Si los jefazos quieren que descanses, vete a casa y disfruta. Sabia que su amiga unicamente buscaba animarla pero, en aquellos momentos, ella estaba reprimiendo el impulso de gritarle que dejara los animos para otra persona que quisiera escucharlos. -Si, se que Destino ha tenido algo que ver. E, intuyo, que ha sido por que hace una semana me vio casi dormida en la mesa. Y no lo culpaba por haberse preocupada, la semana anterior Paige se estaba recuperando de la madre de todas las gripes y apenas habia tenido fuerzas para mantener los ojos abiertos. Su jefe la habia descubierto cuando habia decidido que cerraria los ojos un par de minutos para descansar. -?Cuanto hace que no sales, Paige? -Sali hace una semana. -contesto ella recordando el momento. -No a dar un paseo, si no a divertirte. Ligar, reir, beber, follar, algo que requiera que tu cuerpo sienta sentimientos de verdad. -!Claro que tengo sentimientos! Andrea nego con la cabeza y la abrazo. -Lo se. -Y continuo-Pero hace demasiado tiempo que no te dedicas un dia para ti. Si, tenia razon, comenzo a pensar la ultima vez que habia tenido un dia libre y no pudo recordarlo. Llevaba demasiado tiempo trabajando en aquel lugar. Al inicio comenzo haciendo horas extras, luego alargo de ocho a diez horas su jornada laboral y, al final, trabajo de lunes a domingo sin parar. Ya no sabia cuando habian sido sus ultimas vacaciones. Pero los humanos la necesitaban, aquellas personas necesitaban amor, llenar sus vidas con ese sentimiento calido y acogedor. No podia descansar hasta ver la sonrisa en los seres que ayudaba. Era su medio de vida y le pagaban con amor. Algo que jamas habia sentido, no habia tenido tiempo. Paige miro su despacho, de paredes de cristal donde los secretos eran facilmente encontrados, toda aquella planta estaba dirigida a los ayudantes y trabajadores de Cupido. Trabajaba en Loves Forever S.L., una empresa fundada por Cupido y Destino, socios capitalistas de aquel lugar. El edificio contaba con tres plantas y Paige trabajaba en la segunda planta, donde estaban todos los ayudantes de cupidos. Ellos se encargaban de seleccionar perfiles de personas y emparejarlas con otras. ?En que se basaban? Estadisticas, numeros, tablas y mucha intuicion. Elaboraban un informe que Cupido leia concienzudamente y si el lo creia valido unia, gracias a Destino, a esos humanos que tenian marcado conocerse. La planta superior estaba destinada para contabilidad y la primera para Destino y sus ayudantes. ?Que hacian alli? Era un misterio, nadie era mas hermetico que Destino, un hombre que le producia escalofrios solo de pensarlo. ?Y que decir de su jefe? Lejos quedaba la imagen del bebe en panales, con mini alas decorando su espalda y un arco y flechas para unir amores. No, su jefe era caliente, fuerte, peligroso y sexy. Era como comerse un bombon de chocolate relleno de almendra, el summun de los bombones. Largas piernas curtidas en batallas alzaban a un hombre alto, cerca de los dos metros de puro musculo. Era muy ancho de espaldas y los trajes que solia vestir le hacian parecer mucho mas grande. Recordo su olor a lluvia y los largos cabellos negros ondeando al aire, era un hombre que calentaria hasta a la mas frigida de las mujeres. Y su rostro era angelical, rasgos suaves, esculpidos concienzudamente en una nariz pequena, unos labios gruesos y unos enormes ojos verdes esmeralda. Si, ese era su jefe, el bombon que no le permitia su dieta. -Vamos, ya es hora de acabar la jornada. -le susurro Andrea con carino. Cargando sus carpetas salio de su despacho y caminaron el largo pasillo hasta el de Audriel. El susodicho tecleaba algo en su ordenador y ni se molesto en levantar la vista de la pantalla donde trabajaba. -Dejalos encima la mesa, el jefe ya me aviso. Y con esa frialdad Paige sintio que el corazon se le encogia, aquellos humanos eran sus ninos y no podia dejarlo en manos de alguien a quien no les importaba, que unicamente los veia como numeros para llenar un cupo. La mano de Andrea toco su antebrazo derecho, la miro y ella la sonreia cordialmente. Tenia que hacerlo y eso le rompia el alma. -Vamos carino. -la alento su amiga. Esbozo una sonrisa amarga en respuesta y dejo su trabajo sobre el escritorio de aquel hombre tan indeseable. Ahi estaba el trabajo de meses. -Cuidalos. -suplico en un susurro. -Claro, claro y ahora iros que tengo faena. -contesto su companero haciendo aspavientos con la mano indicandoles la salida. Aquel hombre la enervaba y estuvo a escasos segundos de coger la grapadora y ponerle los parpados fijos a la frente. Freno sus instintos sanguinarios y, con toda la dignidad que pudo reunir, salio de aquel despacho. Oficialmente estaba de vacaciones. Capitulo 2 Iam esperaba tranquilamente el autobus, bufo mientras comprobaba que el transporte publico llegaba veinte minutos tarde. No era algo de extranar en Manhattan, seguramente alguna pobre alma se habia tirado a la via del tren y ese era el causante de todo el atraso. Miro, nuevamente el reloj, si se retrasaba mas no iba a poder llegar al juicio a tiempo. En toda su carrera jamas habia llegado tarde al trabajo. Era abogado criminalista y su fama le predecia, era voraz y letal en la sala pero llegar tarde le haria una enorme mancha en su impecable curriculum. Su coche estaba en el taller y el tren no venia, parecia que el mundo se habia confabulado para hacerle un mal dia. Bufo sonoramente y trato de mantener la calma. Su bolsillo vibro y espero que fueran buenas noticias. La pantalla le revelo que se trataba de su secretaria, descolgo y saludo: -Buenos dias, Rose. ?Todo bien? -Si, todo perfecto. Me preguntaba si ya estabas en el tren... Iam sonrio. -No y no parece que vaya a venir en la proxima media hora. Estoy perdido. -Bien, voy a buscarte y te llevo al juicio. -Gracias. Y unas pocas palabras cordiales despues ya habian colgado, estaba claro que aquella mujer cuidaba mejor de el que su propia madre. Estaba atenta a todo y habia escuchado por la radio que habia un gran paron de trenes en su zona. Vivia demasiado lejos del juzgado, debia llegar al Tribunal penal de Nueva York, que estaba a una hora en coche de su casa. Miro nuevamente el reloj, el juicio se iba a celebrar en dos horas y media, unicamente esperaba no dejar a su cliente solo. *** -Sube. -sonrio Rose abriendo la puerta del copiloto desde dentro. Rapidamente se lanzo al asiento y cerro, antes

  • Ciencia Ficcion. Seleccion 40 de Aa. Vv

    https://gigalibros.com/ciencia-ficcion-seleccion-40.html

    En esta seleccion se incluyen varios relatos clara y deliberadamente inspirados en grandes temas y autores de la narrativa fantastica.

  • La probabilidad del unicornio de Elena Castillo Castro

    https://gigalibros.com/la-probabilidad-del-unicornio.html

    *Una novela que demuestra la probabilidad del amor entre dos personas tan distintas y lejanas como dos estrellas de distintas constelaciones.
    *El estilo sencillo, dulce y efectivo de Elena Castillo vuelve a seducirnos y a conquistarnos una vez mas. Imposible no adorarla.
    *Un ejemplo mas de la buena salud de la romantica New Adult en nuestro pais. Elena Castillo posee la calidad de autoras best sellers internacionales como Colleen Hoover o Leah Raeder.

  • Mister Mayfair de Louise Bay

    https://gigalibros.com/mister-mayfair.html

    BECK --Kevin Bacon es un capullo --dije mientras devolvia la pequena pelota de goma negra con la raqueta. Dexter se aparto a un lado al ver que la bola iba derecha a sus partes. --?Que te ha hecho? --Eso de los seis grados de separacion es una gilipollez. --?Que? --pregunto Dexter, jadeando. Le estaba dando una paliza, y sabia que eso tenia que herir su delicado ego. Sin duda, atribuiria su derrota a la lesion de esqui de la que todavia se quejaba. Desde mi punto de vista, cualquiera que se dedicara a esquiar se merecia todas las secuelas que sufriera: bajar a toda velocidad con unas planchas metalicas en los pies solo podia acabar de una manera. --Ya sabes, esa idea de que todos los habitantes del planeta estan a seis personas de distancia. Asi que un amigo de un amigo de... --No puedes culpar de eso a Kevin Bacon. No es que lo haya inventado el -- protesto Dexter antes de sacar. --De acuerdo, vale; si te vas a poner tiquismiquis, Frigyes Karinthy es una gran mierda. --No se si me estas insultando o estas hablando en ucraniano. --Es hungaro --respondi, secandome la frente con la manga. Yo no media el ejercicio por las calorias quemadas ni por el tiempo que pasaba en el gimnasio, sino por la cantidad de sudor. Alguien deberia desarrollar una maquina para medir la transpiracion; pagaria lo que costara. En lo que a mi respectaba, el esfuerzo era lo que siempre daba los mejores resultados--. Es el responsable de esa teoria de mierda. Lo busque en Wikipedia. --Joder --escupio mientras la pelota impactaba en la pared de yeso por debajo de la linea roja, lo que me dio la victoria que esperaba desde que pisamos la pista. Dexter solo perdia al squash cuando tenia problemas con los negocios, asi que no iba a recrearme en mi victoria. --Ya, lo entiendo. ?Que te ha pasado? Me agache para coger la bola que habia salido fuera y que rodaba hacia mi. --Esa teoria es erronea. He tocado a cada uno de mis contactos y no logro llegar a Henry Dawnay. --?Sigues intentando conseguir una reunion con ese viejo rico? --Dexter sonrio, como si mi fracaso en los negocios pudiera compensar su patetica actuacion en la pista de squash--. Puede que tengas que olvidarlo. --Henry Dawnay no es solo un viejo rico. Es el viejo rico que se interpone entre nueve millones y medio de libras y yo. Y no voy a renunciar a esa cantidad de dinero. He probado con todos mis contactos y no he obtenido nada. Pensaba que alguno de vosotros tendria algun tipo de conexion con el. ?De que me sirve rodearme de amigos ricos que han alcanzado el exito si no me ayudais en mis propositos? --?No te ayudamos? ?Te refieres a tus cinco mejores amigos, los que atravesariamos el fuego por ti? Sabia que estaba bromeando con la misma seguridad con la que sabia que el United iba a ganar la liga. El hecho de que los chicos con los que habia forjado una buena amistad de adolescentes fueran ricos y tuvieran exito habia sido simplemente una circunstancia del azar. Sus trabajos no eran lo importante; eran los mejores hombres que conocia ademas de mi propio padre. Y atravesaria el fuego por ellos igual que ellos lo harian por mi. Pero eso no significaba que no pudiera quejarme de la circunstancia de que ninguno hubiera sido capaz de conseguirme una cita con Henry Dawnay, aunque eso me hiciera parecer el imbecil malhumorado que Dexter siempre me acusaba de ser. Puse los ojos en blanco y senale los vestuarios con un gesto de cabeza. Necesitaba una ducha, y luego pensaria un plan. --No necesito que nadie atraviese el fuego por mi: solo necesito que alguien me presente al hombre que posee la propiedad que se interpone entre diez millones de libras y yo. --Acabas de decir que eran nueve y medio. --?Te he dicho ya que eres un conazo? --Un par de veces --afirmo Dexter, empujando la puerta del vestuario--. Mira, si no puedes lograr que te lo presente alguien que conoces, ?por que no lo localizas, te haces el encontradizo con el y te presentas tu mismo? Le lance una mirada de fingido agradecimiento ante aquel consejo paternalista. --Ya lo he hecho. El mes pasado en el vestibulo del Dorchester. Me estrecho la mano, y se esfumo sin pararse a preguntar mi nombre. Dexter hizo una mueca, y con razon. Habia sido humillante. Me habia sentido como un nino de nueve anos con ganas de conocer a Cristiano Ronaldo. Abri la puerta de mi taquilla y saque el movil para ver los mensajes. Habia dos llamadas perdidas de Danielle. Mierda. Otra cosa mas con la que tenia que lidiar. --He logrado acceder a su agenda, asi que... --?Como cono lo has conseguido? --No preguntes. Es mejor que no sepas nada para no acabar en la carcel. -- Estaba seguro de que habia infringido varias leyes britanicas y un par de acuerdos internacionales al obtener esa informacion. Confiaba en que valiera la pena. --Bueno, espero que Joshua y tu termineis en la carcel. Ignore aquella suposicion de que otro de nuestros hermanos de armas, Joshua, estaba involucrado, porque era algo evidente: a Joshua le gustaba hackear agencias gubernamentales por diversion. Los demas jugabamos al squash. --Estoy bien conectado; se podria decir que soy poderoso en los circulos inmobiliarios. Tengo dinero y recursos. Por el amor de Dios, si hasta conozco la marca de papel higienico que utiliza ese tipo... Pero, al parecer, nada de eso es suficiente para obtener una reunion con el. --Pense que la situacion seria muy diferente si en mi partida de nacimiento figurara el nombre de mi padre biologico. --Tienes que calmarte y buscar una solucion. --Que buen consejo... --murmure mientras revisaba mis correos. Uno era de Joshua, y en el me enviaba el itinerario y la agenda de Henry durante los dos proximos meses. Me desplome en el banco del vestuario y abri el archivo adjunto, esperando encontrar que por fin habia organizado una comida o una reunion con alguien conocido. Pero no. Nada. Aunque habia una semana bloqueada. ?Se iba de vacaciones? --Este es el tipo al que quieres comprar ese edificio de Mayfair, ?verdad? --Si. Soy el dueno de todas las demas propiedades de la manzana salvo de esa, la mas deteriorada de todas, y no ha hecho nada con ella. Esta desocupada, y es ideal para llevar a cabo un plan de recuperacion conjunto; de hecho, es ideal para que sea yo el que se encargue de todo. --Era un edificio que me obsesionaba desde que tenia uso de razon. --Mira, en el peor de los casos, puedes trabajar en los de alrededor... Negue con la cabeza. --Yo no trabajo alrededor de las cosas. Yo meto a las cosas una bola de demolicion. Habia hecho numeros. No obtendria beneficios si no incluia el edificio de Henry, y no aceptaba sufrir perdidas. Y, de todos modos, no se trataba solo del dinero. Era el edificio en el que vivia mi madre cuando descubrio que estaba embarazada de mi. Era el edificio del que desalojaron a mi madre en cuanto su novio --dueno del edificio y mi padre biologico-- se entero de que estaba embarazada. Cuando el murio, lo habia heredado un primo lejano, y desde que mi madre me conto toda la historia cuando yo era adolescente, me habia obsesionado con comprar ese edificio. Tal vez pensaba que si lo poseia --aunque deberia haberlo heredado--, se haria cierta justicia poetica. Entonces podria derribarlo y empezar de nuevo. Reescribiria la historia. Estudie el documento que Joshua me habia enviado. ?Por que Henry tenia bloqueada una semana? Ese hombre no se tomaba vacaciones nunca. Estudie el horario con mas atencion; la unica referencia en toda la semana era <>. Introduje las siglas en el buscador del telefono. ?Que podia significar <>? Mientras me desplazaba por los resultados, supe que una tienda de muebles en Wigan o un DJ americano no podian ser relevantes. Henry no solo tenia dinero, sino que ademas poseia un titulo, era conde o algo asi, aunque no parecia utilizarlo. Estaba bastante seguro de que no compraba en Wigan ni contrataba DJS para entretenerse. Cambie de pantalla y, justo cuando iba a llamar a Joshua para intentar obtener mas informacion, aparecio otro correo suyo con un archivo adjunto. Cuando lo abri, lo primero en lo que me fije fue en la fecha de la semana de M&K. Se trataba de una invitacion de boda electronica. Al parecer, Joshua habia sentido tanta curiosidad como yo. ?Una boda que duraba una semana entera? ?Es que esa gente y sus allegados no tenian que trabajar? M de Matthew y K de Karen; los novios. Introduje sus nombres en Google. No los conocia ni el Tato, pero no era ninguna sorpresa. Parecian el tipo de personas que se habian criado en un campo de croquet: Matthew era el tipico tio que usaba americana deportiva y canotier. Yo no sabia en que se diferenciaban los antiguos alumnos de Eton y los ricos herederos de la mayoria de los seres humanos normales, pero habia algo en ellos que los distinguia. Debia de ser por el pelo alborotado o el aire de superioridad con el que se movian. Una boda de la jet set seria la circunstancia perfecta para que pudiera acercarme a Henry. Se encontraria relajado y de buen humor por pasar tiempo con su gente. Claro, que su gente no era mi gente... Mi dinero era tan nuevo como un amanecer, y eso me dejaba fuera de la lista de invitados de esa boda; me dejaba en la calle, al final de la lista de llamadas telefonicas no devueltas y sin poder acercarme a Henry Dawnay. --Hablando de bolas de demolicion: ?como te va con Danielle? ?Has conseguido ya poner fin a esa relacion? --pregunto Dexter, arrancandome de mi obsesion por Henry. Levante la vista el movil. --?Que? Bien. --No estaba seguro de que nada fuera bien. Nos habiamos enfadado otra vez. En la ultima conversacion que habiamos mantenido una noche mientras cenabamos, ella habia empezado a hablar de llevar la relacion a un nivel mas profundo. Pero a mi me gustaba lo superficial: cenar un par de veces a la semana y luego <>. No tenia tiempo para nada mas. El resto de mi existencia lo dedicaba a trabajar, a pensar en el proximo negocio, a buscar nuevas oportunidades y a resolver los problemas actuales. En mi vida no quedaba hueco para nadie mas que mis cinco amigos. Por mucho que eso me hiciera parecer idiota, las mujeres solo eran importantes en un sentido generico; una sola mujer en particular no era importante. Asi que durante los ultimos meses habia sido Danielle. Antes de ella fue Juliet, y a finales de verano seria otra. Pero debia devolver las llamadas a Danielle. Habia estado ocupado, y todo ese asunto de Henry me estaba afectando demasiado. --?Cuando fue la ultima vez que la llevaste a cenar? ?O que mantuviste una conversacion con ella fuera del dormitorio? --Dios, ?ahora eres psicologo? --El sentimiento de culpabilidad me hacia sentir mal, y mantuve la mirada clavada en el telefono. Habia cancelado una cena el sabado otra vez; ella se habia enfadado, asi que le habia dado algo de tiempo. Sin embargo, ya estabamos a jueves. Mierda. Deberia haberla llamado ya. Y si se lo decia a Dexter, me diria que era idiota. No era que lo hubiera planeado asi; solo me habia centrado en todos los demas asuntos que me traia entre manos, y de alguna manera me habia olvidado de Danielle. Cambie de pantalla y me puse a escuchar mi buzon de voz para comprobar su tono y ver si seguia de un humor de perros. Borre al instante los tres mensajes en los que se limitaba a decir <> en tono seco. En el cuarto su mensaje era un <>. El quinto volvia a ser <>, pero sonaba mas tranquila, mas relajada. Perfecto... Tal y como esperaba. Pero el sexto mensaje de voz me pillo desprevenido. O tal vez no. Tuve que escuchar sin decir palabra como me dejaba, en tono resignado y con palabras cortantes. --?Estas bien? --pregunto Dexter, estudiando mi expresion. Apague el aparato. --Si. Soy un egoista, un adicto al trabajo. Y el exnovio de Danielle Fisher. Por segunda vez esa manana, recibi una merecida mueca reprobatoria de Dexter. Me encogi de hombros, como si no pudiera evitarlo; como si no fuera del todo culpa mia. --Deberia haberla llamado antes. Dexter asintio mientras se ponia una toalla alrededor de la cintura. --Si, deberias haberlo hecho. Claro, que, si fuera la mujer adecuada para ti, no te olvidarias de llamarla. Ni evitarias oir sus mensajes. Querrias hablar con ella. --?Y que cono sabes tu de salir con la mujer adecuada? --Algo se... --se limito a decir. --Pero no es Stacey --dije, refiriendome a la mujer con la que actualmente compartia la cama. --No, no es Stacey. Que yo haya metido la pata con la mujer adecuada no significa que tu tengas que hacerlo tambien. Aprende de mis errores. Puse los ojos en blanco y volvi a abrir el correo electronico de Joshua. --La proxima vez que vea a Stacey, me asegurare de mencionarle que solo es una interina en tu cama. --No seas idiota. --El que lo dice lo es... --respondi. Estaba siendo idiota. Danielle habia sonado algo resignada, como si yo no hubiera estado a la altura de sus expectativas, y eso me habia dolido. Era el tono que habia utilizado mi tutora del instituto cuando le dije que no tenia intencion de ir a la universidad. Sacaba buenas notas, pero no me interesaba seguir estudiando. No encajaba en ese mundo, queria empezar a ganar dinero. Dudaba mucho que mi tutora usara el mismo tono conmigo si me la encontrara en la actualidad. Esa mujer habia pensado que era un vago, pero se trataba justo de lo contrario. La universidad estaba bien para gente como Henry, o para Matthew y Karen, fueran quienes fueran; yo tenia cosas mejores que hacer. Necesitaba ganar una fortuna cuanto antes. Sin embargo, por muy rico que hubiera llegado a ser, seguia sin poder entrar en los circulos en los que se movia Henry Dawnay. Bien, pues eso tenia que cambiar. Tenia que encontrar la manera de conseguir una invitacion a la boda del ano.

  • El Club Rojo de Rocio Verdejo

    https://gigalibros.com/el-club-rojo.html

    Alexa, no discutas, te guste o no te guste voy a ampliar tu seguridad. Puedo ceder en muchas cosas, pero no en eso. -- Por favor papa, lo menos que quiero es andar por la vida con dos nineras. Tengo veinticuatro anos, soy una mujer. -- Ya te lo dije no quiero hablar mas del asunto. He dicho que a partir de hoy te acompanaran Bruno y Jorge. No quiero correr ningun riesgo contigo. La chica no discutio mas con su padre sabia que cuando se ponia en ese plan era dificil convencerlo de nada. Esa discusion era comun entre Alexa y Gonzalo. Ambos tenian un caracter muy dificil, y la mayor preocupacion del hombre era la seguridad de su unica hija, pero tambien el tenerla vigilada. Gonzalo Martin Casado era un abogado y politico muy importante, perteneciente a una de las familias mas ilustres de Espana. Habia desempenado los mas diversos cargos dentro del gobierno, todos de gran importancia, habia sido ministro, diputado, e incluso habia llegado a ser asesor del Presidente de Gobierno. Tenia setenta anos, pero muy bien llevados, el estilo de vida que habia tenido le habia permitido mantenerse asi. Nacido en una cuna de oro, nunca habia tenido que trabajar fuerte, era el encargado junto con su hermano de los negocios de su familia. Pero la carga mayor la habia llevado Pablo, su hermano menor, porque Gonzalo desde muy joven se dedico a la politica, esa era su verdadera vocacion. Era un hombre muy respetado y muy influyente entre los miembros del partido, y en general en todo el pais. Se habia casado hace treinta y cinco anos con Ana Velazquez De Los Rios, por supuesto, tambien de una de las mejores familias de Madrid, ella con sesenta anos tambien aparentaba muchos menos, siempre se ha dedicado a ser la esposa perfecta. Siempre vestida de manera muy elegante, con excelente educacion y unos modales exquisitos, habian sido perfectos el uno para el otro, ella lo habia ayudado a escalar posiciones dentro del partido, era muy lista y siempre habia motivado a su marido a asumir retos. En realidad, ella era el cerebro y el el ejecutor, pero de cara a la sociedad ella era una esposa florero. Se habian casado muy enamorados, el con 35 anos ella con diez menos, por supuesto querian tener familia, necesitaban un heredero, perpetuar el apellido Martin. Pero se les hizo muy dificil, luego de diez anos de incontables tratamientos se rindieron. Pero ocurrio el milagro, quedo embarazada, y el dia de su aniversario de bodas numero once, nacio Alexa Martin Velazquez, una hermosa nina que llego a completar la felicidad de la pareja. Luego por mas que lo intentaron no pudieron tener mas hijos, pero para ellos la dicha de tener a su preciosa hija era mas que suficiente. Durante su ninez, Alexa vivio entre algodones y lujos, habia ido a los mejores colegios del mundo, sus amistades o mejor dicho conocidos pertenecian a la realeza y a las mas altas esferas sociales. Habia viajado por todo el mundo, con veinticuatro anos seguia siendo la nina mimada de papa. Tambien tenia una ventaja adicional, era una verdadera belleza, cuerpo de modelo, delgada, alta, una cabellera negra como el azabache, los ojos grises como un cielo tormentoso, labios carnosos y cara de muneca. Nunca habia trabajado a pesar de tener una carrera de leyes, estudio en Oxford como su abuelo, su padre, su tio y uno de sus primos. Todo por complacer a su padre, la chica era inteligente y no tuvo dificultad ninguna en terminar con buenas calificaciones la carrera. No tenia ningun interes en ejercer, aunque no tenia duda que mas pronto que tarde tendria que hacerlo. Su familia tenia, entre otros negocios un despacho de abogados, uno de los mejores de Madrid, pero iba a retrasar lo mas posible esa situacion. Afortunadamente su tio Pablo no tenia intenciones de retirarse y para beneficio de ella tenia dos hijos que si querian dedicarse a esto. Ella tenia otros intereses, o por lo menos eso le hacia creer a todos, era fiestera, compradora compulsiva, caprichosa, era una referencia en cuanto a vestir. La prensa de cotilleo la seguia por todas partes, era habitual en desfiles de modas, inauguraciones de restaurantes, discotecas, y todos los mejores sitios de la ciudad. Eso era lo que se esperaba y por supuesto lo cumplia a cabalidad. Todo el mundo queria estar cerca de Alexa, eso era sinonimo de estatus, pero no era tonta, no confiaba en nadie, simplemente les seguia el juego. Sus unicos y verdaderos amigos eran Brad y Sofia. La Alexa que ellos conocian era la real, la que conocian los demas era un personaje, ella solo interpretaba un papel. A Brad Taylor lo habia conocido en Oxford, era ingles, ambos empezaron a estudiar el mismo dia. Era muy guapo, alto, rubio, ojos azules, delgado, pero con musculos definidos, y lo mejor de todo era encantador, tanto, que Alexa perdio la virginidad con el a los dieciocho. Pero luego de un tiempo se dieron cuenta que funcionaban mejor como amigos que como novios. El chico era de una excelente familia de Londres, era el primer abogado, su padre era medico, pero el no tenia esa vocacion. Cuando Gonzalo lo conocio, le agrado, pero nada mas, para el, Alexa estaba prohibida para todos. No queria que nadie se le acercara con otras intenciones. Cuando terminaron la carrera, Alexa lo invito una temporada a Espana, y le habia gustado tanto que se quedo. Luego de unos meses comenzo a trabajar en el despacho de abogados de la familia Martin. Sofia Jimenez y Alexa eran amigas desde que eran ninas porque ella era hija de una de las mejores amigas de su madre y apenas se llevaban un ano de diferencia, asistieron a los mismos colegios, y siempre habian sido inseparables. Ella estudio veterinaria, tenia una clinica pequena, pero se sentia muy orgullosa de ella. A pesar de que su familia tenia dinero habia querido comenzar por algo pequeno. Igual que Alexa, iba a los mejores sitios, pero ella era diferente a su amiga, su familia la habia dejado hacer siempre lo que quisiera, no era asidua a las compras, ni tampoco se aguantaba a nadie que no le agradara, y no le gustaba seguir esos estupidos codigos sociales. Era una rebelde, pero en el buen sentido de la palabra. Ahora le habia dado por ponerse el cabello azul, tenia piercings en "sitios divertidos", como decia ella, y unos cuantos tatuajes. Pero era una chica bastante centrada, que amaba a los animales, y se involucraba en organizaciones que los defendian, amaba tambien la naturaleza y sobre todo amaba su cuerpo. Era vegetariana, hacia muchos ejercicios, nunca habia usado drogas, no bebia casi alcohol, aunque con semejantes amigos, en ocasiones no podia negarse a esto ultimo. Los tres a pesar de ser muy diferentes, eran los mejores amigos, y disfrutaban mucho estando juntos. Y sobre todo eran amigos incondicionales. Alexa tambien tenia intereses profesionales, pero nada que ver con las leyes, a ella le gustaban los negocios, y sobre todo lo relacionado con los inmuebles. Le encantaba el diseno de interiores su sueno siempre habia sido dedicarse a eso, y de hecho estaba buscando la manera de hacerlo. Con el dinero que su padre le asignaba, compro un pequeno departamento, en Malasana, lo iba a remodelar y luego lo venderia. Pero necesitaba dinero para eso, le gustaban mucho ese tipo de proyectos y tenia talento para ello, le habia decorado en su totalidad la clinica de Sofia y el resultado habia sido maravilloso. Pero si su padre lo supiera estaria en problemas. Estaba empenado en controlarle la vida, en todos los aspectos, profesional, sentimental, y su propia privacidad ya que estaba segura que no solo era vigilada por Bruno y Jorge, su padre nunca estaria tranquilo solo con ellos dos. Debian estar siguiendola por lo menos tres o cuatro personas mas. Esas ultimas semanas habia estado mas paranoico que nunca. Ella desconocia la causa, pero estaba muy molesta por ello. Pero ella siempre optimista le veia el lado bueno a todo, Bruno su guardaespaldas estaba para comerselo, era un mulato, muy guapo, era de Brasil, experto en artes marciales y experto en armas tambien. Por lo menos tenia algo agradable que admirar. -- Alexa, ?como piensas comenzar con el proyecto de Malasana con esos dos siguiendote a todos lados? -- Le pregunto Sofia, mientras revisaba un gatito que le habian traido a consulta. -- No tengo ni idea… Con Jorge podia, porque se quedaba en el coche y yo tenia un poco mas de libertad de movimiento, pero Bruno no se me despega. Ahora mismo esta plantado en la puerta de entrada. -- Le respondio Alexa con cara de hastio. -- Si ya lo vi, pero que suerte tienes amiga, ese Bruno esta guapisimo y tiene cara de ser un semental. Y la reputacion que tienen los brasileros es que son muy calientes y sexuales. ?Porque no te lo ganas a fuerza de polvos? -- Dijo Sofia sonriendo. -- No creas que no lo he pensado, pero estoy esperando para hacer mi jugada. Tiene muy pocos dias en el puesto. -- Dijo Alexa mirando por la ventana, hacia donde estaba su guarda espaldas. -- Asi voy a matar dos pajaros de un tiro. Le doy a mi cuerpo alegria y de paso consigo algo de libertad de movimiento. -- Eres una perra maquiavelica, pobre tipo. -- No te hagas la inocente, tu misma me has dado la idea. -- Si, pero del dicho al hecho… -- Dijo Sofia. -- Y acerca de eso de darle alegria a tu cuerpo, ?no saliste el sabado con Ricardo? -- Si, pero no terminamos enrollados. Ese hombre es insipido, sali con el solo porque mi padre me lo pidio, y para no tener problemas acepte. Ambas familias tienen negocios y tienen la falsa ilusion de que podamos llegar a mas. Pero creo que la misma noche de bodas me moriria del aburrimiento. -- Pero es guapo, tampoco seria mucho sacrificio. -- Le dijo Sofia, mientras terminaba con su paciente felino. -- Creeme si es un sacrificio, el chico no tiene ni idea de lo que hace, es puro estuche, la unica vez que nos acostamos intento hacerme sexo oral, y mientras lo hacia casi que me pongo a limarme las unas. Ambas soltaron una carcajada, el pobre Ricardo habia sido un tema de conversacion muy divertido. Cuando Alexa salio Bruno la siguio de manera automatica, aprovechando la oportunidad se contoneo mas de la cuenta, necesitaba comenzar a trabajarlo. Mientras lo hacia miro de reojo y vio que el moreno estaba muy concentrado y no precisamente en la seguridad. Ya habia plantado el gusanito, aunque todavia no estaba segura de que esa fuera una buena opcion, lo que menos queria era perjudicar a nadie, y si su padre se enteraba lo despediria de inmediato. Luego de salir de la clinica de Sofia fue a su departamento, habia conseguido mudarse sola, muy a disgusto de Gonzalo, la unica condicion es que estuviera cerca de su casa, en el Barrio Chamberi. A ella no le importo, de momento eso serviria. Esa noche tendrian una cena en el club social donde asistian, la familia Martin tenia una de las membresias mas antiguas y esa noche era el aniversario. Afortunadamente para Alexa, Sofia y Brad tambien asistirian. Por lo menos no se iba a aburrir. Para esa noche se decidio por un vestido verde esmeralda, bastante discreto, era largo, con un drapeado hasta la cadera que le hacia un cuerpo precioso. Alexa era delgada, pero con unas formas perfectas, se hizo un recogido que la hacia lucir bastante elegante, y un maquillaje muy suave, pero con los labios rojos, siempre los llevaba de ese color cuando salia por la noche. Sus padres pasaron por ella en la limusina, les gustaba mucho alardear de lo que tenian. Se saludaron como siempre y Gonzalo lleno de cumplidos a las dos mujeres mas importantes de su vida

  • El mar blanco de Roy Jacobsen

    https://gigalibros.com/el-mar-blanco.html

    Nadie puede estar solo en una isla… Sin embargo, Ingrid esta sola en Barroy, la isla que lleva su nombre, mientras la guerra de su infancia ha sido sustituida por una guerra aun mas terrible y Noruega se encuentra bajo el dominio de los nazis.
    Cuando el mar arrastra a la orilla los cuerpos de los soldados de un buque bombardeado, Ingrid no se imagina que uno de ellos aun tendra vida suficiente para borrar toda una existencia de soledad.
    Tampoco se imagina lo que sufrira para proteger a su amante de los alemanes y de los colaboradores noruegos ni el periplo al que se enfrentara para volver a casa tras ser arrancada de su isla. Ni que, durante los estragos de la guerra, rodeada de refugiados que huyen de la hambruna por tierra quemada, recibira un regalo de valor inconmensurable.
    Roy Jacobsen retoma a los personajes de Los invisibles y nos sumerge con mayor profundidad en sus vidas al tiempo que hace un poderoso retrato de un ano decisivo en la historia de Noruega.

  • Beckomberga. Oda a mi familia de Sara Stridsberg

    https://gigalibros.com/beckomberga-oda-a-mi-familia.html

    Beckomberga es un hospital psiquiatrico en las afueras de Estocolmo. Cuando Jimmie Darling es admitido en el, su hija, Jackie, comienza a pasar cada vez mas tiempo alli. Cuando su madre se va de vacaciones al mar Negro, el hospital se convierte en el mundo de Jackie. El medico a cargo, Edvard Winterson, lleva algunas noches a Jimmie y algunos otros pacientes a grandes fiestas en la ciudad. Nada mas entrar en el coche de Edvard descorchan la primera botella de champan en el asiento trasero. “Una noche mas alla de los confines del hospital te vuelve humano”, dice a sus pacientes.
    Beckomberga. Oda a mi familia, que recibio el Premio de Literatura de la Union Europea en 2015, es una novela excepcional. Su autora, Sara Stridsberg, una de las mejores narradoras suecas de su generacion. El hospital psiquiatrico, protagonista del libro, esta ubicado en un hermoso parque cerca de un lago y adquiere dimensiones casi miticas.

  • Castidad (Guardianes de Sangre 2) de Stefania Gil

    https://gigalibros.com/castidad-guardianes-de-sangre-2.html

    El primer libro de Guardianes de Sangre esta incluido aqui. Empezaras leyendo Redencion, la historia de Lorcan Farkas y del origen de Los Guardianes de Sangre.
    Luego, podras leer Castidad, la historia de Garret Farkas quien pierde a Diana en manos de la Inquisicion hace varios siglos, y desde entonces, hizo un voto de castidad en su honor porque no concebia la posibilidad de encontrar el amor y la pasion en otra mujer que no fuese ella.
    Pero un dia Felicity Smith con su dulzura y simpatia lo llevo a romper con cualquier promesa que le hubiera hecho a Diana para honrarla.
    Para Felicity la vida no ha sido facil y los ultimos eventos acontecidos en los que se siente acosada por la bestia que desea cazarla y matarla, han hecho que la compania de Garret Farkas se convierta en algo mas que un simple carino entre amigos.
    ?Conseguira Felicity recuperar su vida tal como la conocia? ?Aceptara a Garret cuando descubra su verdadera naturaleza?

  • Anatomia del fascismo de Robert O. Paxton

    https://gigalibros.com/anatomia-del-fascismo.html

    Robert Owen Paxton (1932) es un politologo e historiador estadounidense especializado en la Francia de Vichy, el fascismo y Europa durante la epoca de la Segunda Guerra Mundial. Ha sido profesor en la Universidad de California, Berkeley y en la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook antes de unirse a la facultad de la Universidad de Columbia en 1969. Trabajo alli durante el resto de su carrera, retirandose en 1997. Sigue siendo profesor emeritus. Ha contribuido con mas de veinte revisiones a The New York Review of Books, desde 1978 hasta 2017.

  • Un idilio por los pelos de Ariadna Baker

    https://gigalibros.com/un-idilio-por-los-pelos.html

    Siempre tuve vocacion de peluquera. Recuerdo que desde nina ya me encantaba peinar a mis amigas, incluso a mi madre, que tenia una larga melena negra como una india. Con mis pequenas manos le hacia unas maravillosas trenzas y recogidos que todo el mundo me celebraba. Las horquillas que le ponia por aqui y por alla eran casi mas largas que mis dedos. --Te veo peinando a las famosas, carino --solia decirme cuando todavia ni habia hecho mi Primera Comunion. Sus palabras me llenaban de orgullo. --?A Madonna? --le preguntaba, ingenua de mi. --A Madonna y a todas las top models y actrices de Hollywood. Ese era mi sueno a esa edad, pero mi padre tenia otros planes de futuro para mi y para mi Marta, mi hermana gemela. Con ella no tuvo ningun problema porque tenia muy claro que queria ser ginecologa, sin embargo, cuando yo termine la ESO y quise matricularme en una academia de peluqueria, me lleve el chasco de mi vida, y es que me di de bruces con un muro inquebrantable. --De eso nada, Ingrid. Quiero que mis dos hijas tengan una carrera universitaria, asi que termina el Bachillerato y ya veremos a que universidad te envio despues. --Pero ?por que? --proteste. --Porque lo digo yo, y punto --asi de tajante ha sido siempre mi padre. --Luciano, deja a la nina que estudie lo que a ella le guste --intervino mi madre. --Eso, Fabiola, tu ponte de su parte como siempre. ?Es que en esta casa no tengo voz ni voto? Cuando se ponia asi, no habia quien pudiera con el. Y eso de que no tenia ni voz ni voto... en fin. Mi padre no es mala persona, pero si de ideas fijas. En cuanto a mi madre, tiene un caracter muy blando y siempre se ha dejado llevar por el para evitar enfrentamientos, cosa que nunca he entendido. Una cosa es ser un gallo de pelea y estar a la gresca a todas horas y otra que no se impusiese en casos como este que estoy contando. Por aquellos dias me harte de llorar, viendo que no habia nada que hacer. Habia intentado hablar un par de veces mas con el, pero en ambas con el mismo resultado; cero patatero. --No te preocupes, cielo --me dijo mi madre una manana cuando el se marcho a su consulta de dermatologia a trabajar--, sabes que solo quiere lo mejor para vosotras dos. --?Es que lo vas a defender? Tu tambien sabes que quiero estudiar peluqueria, ademas, que no me veo yo estudiando una carrera. Yo no tengo el coco de mi hermana ni de cachondeo. Eso era cierto. Los libros no estaban hechos para mi y me costaba la misma vida metermelos en la cabeza. Marta era harina de otro costal. Ella disfrutaba devorandolos y siempre sacaba las mejores notas de clase, pero yo iba aprobando cada curso por los pelos. Esa era otra de las razones que me llevaban a querer ser peluquera. --A ver, hija, no es eso lo que quiero decir --prosiguio--. Me refiero a que todavia eres muy joven, estudia algo que no te resulte muy complicado y luego ya se vera. Cuando tengas tu titulo universitario en la mano, lo mismo cambias de opinion. O el. Pero hoy por hoy... tu sabes. Si, si sabia lo que queria darme a entender. A mis dieciseis anos, estando bajo el mandato de mi padre, lo tenia muy crudo. Y lo de emanciparme era inviable; con esa edad y sin ninguna experiencia laboral, dificilmente iba a encontrar un trabajo que me permitiera irme de casa para poder hacer con mi vida lo que me diese la gana. El dia que termine el Bachillerato y le anuncie a mi padre que habia decidido estudiar Enfermeria, se conformo a medias. --Pues hija, para eso, por un poco mas de esfuerzo, estudia Medicina. Hasta ahi podia llegar la broma, pense. Seis anos de carrera y uno preparando el MIR volviendome loca ya del todo. Ni de cona, vamos. Precisamente lo que yo queria era ganar tiempo. Mi plan era estudiar una carrera de cuatro anos y luego... a correr. Para entonces una tendria otra edad y mi padre no podria echarme ya el freno tan facilmente. Seguia empenada en ser peluquera tarde o temprano. --No, papa. La medicina para Marta. Ella ha salido a ti, pero yo no llego a tanto --le replique. Bueno, en realidad, Marta habia salido a los dos, porque mi madre tambien estudio en su dia Veterinaria. Ejercio como tal durante unos anos, pero un problemilla de salud que ahora no viene al caso la obligo a retirarse. El, que era consciente de que yo no estaba tan capacitada para los estudios, debio entender que era preferible que me metiera a hacer Enfermeria a que le dejase la carrera de Medicina a medias por no poder abarcar tanto. El asunto es que nosotros viviamos en un pueblecito del sur de Huelva que estaba a bastante distancia de la capital, de manera que me quedaba mas cerca la universidad de Cadiz que la onubense. Esa otra tierra a orillas del Atlantico siempre me ha llamado mucho la atencion, asi que vi ahi la oportunidad de matar dos pajaros de un tiro: pasar unos anitos en la capital gaditana y, de paso, vivir una nueva experiencia, lejos del seno familiar. Por suerte, en eso mi padre no puso ninguna objecion. --Muy bien, pues ya sabes. Ve buscandote por internet un piso de esos compartidos para estudiantes. Para ti y para tu hermana, claro. --Pero !papa! --protesto Marta. --Ni papa ni gaitas --otra vez le salio su vena mandataria--. Os ireis las dos juntas a Cadiz, asi os estimulais la una a la otra con los estudios. Mi hermana tampoco fue capaz de quitarle la idea en lo tocante a ella. Marta llevaba para entonces tres o cuatro meses saliendo con Claudio, un chaval de nuestro pueblo bastante guapo y espabilado que habia montado una ferreteria. Aunque nunca llego a decirlo, yo sabia que Claudio no era para mi padre santo de su devocion, y no porque el chaval fuera un pintillas ni nada por el estilo. Al reves, era un chico guapo, con muy buena presencia y bastante majete. Como cada uno sabe lo que hay en su casa, yo conocia bien la mentalidad de mi padre (distinta tambien en ese sentido a la de mi madre) y sabia que a el Claudio le parecia poca cosa para su hija, aunque no lo dijese. En el plan iba yo tambien por delante. Sus hijas tenian que casarse con alguien de mas nivel, esa era su pretension. Nunca he llegado a entenderlo, la verdad, pero el es asi. Ahora bien, si me hubiese visto por entonces en la misma papeleta de Marta, ahi si que hubieramos tenido un buen rifirrafe mi padre y yo. En el amor no parto peras con nadie, pero por aquellos tiempos yo no tenia pareja aun. Hasta entonces solo habia salido con un chico, hijo de un farmaceutico del pueblo, y nada mas que dos meses. En cuanto a mi hermana, tuvo que jorobarse con lo que habia, aunque tampoco era un drama: iriamos a diario a clase en Cadiz y los fines de semana tirariamos las dos para casa. Al comenzar el verano nos pusimos como locas a buscar piso. Llamamos a un monton de telefonos, pero nos encontramos con que la mayoria de las habitaciones ofertadas en los anuncios ya estaban apalabradas. Ademas, nosotras queriamos habitaciones independientes, a lo que estabamos acostumbradas desde siempre. Eso nos complicaba mas aun la busqueda. --No, si ya veras tu --decia Marta--, me veo metida en una pension. --Que exageradas eres, por Dios. Todavia queda mucho verano por delante. Asi era, pero no seria hasta finales de agosto cuando dimos con el piso ideal en el que poder vivir las dos durante nuestros anos de universitarias. No obstante, cogimos un tren y fuimos a verlo con nuestros propios ojos, que las fotos a veces enganan mucho. Aquellas le hacian justicia. El piso estaba situado en la ultima planta de un elegante edificio del paseo maritimo y tenia unas preciosas vistas al mar. En el vivia Mariola, una joven profesora de instituto. --Todo este tiempo han vivido aqui Saray y Rocio, pero ellas ya terminaron sus estudios a finales de junio y se volvieron para San Roque --nos explico --. Luego he alquilado las habitaciones por quincenas a gente de fuera, porque en esta zona se paga un paston en verano. --Tiene que ser una gozada vivir aqui todo el ano, aunque no sea en epoca de playa ?no? --le pregunte mirando absorta por la ventana. --Lo es. A mi me da igual que sea pleno invierno. Muchas mananas de domingo me bajo con el chandal y las deportivas y me voy andando por la arena hasta Torregorda. --?Donde esta eso? --Para alla --senalo con el dedo a la izquierda--. Cerca de San Fernando ya. Un dia segui y segui y me plante en La Isla. Otras veces tiro para el campo del Sur. --Parece un bloque muy tranquilo, ?verdad? --fue Marta la que se lo pregunto. --Relativamente. En verano hay mas ajetreo porque muchos propietarios tienen esto como segundas viviendas y las alquilan por temporadas, ya sabes, por semanas, quincenas... segun les convenga. Los unicos de esta planta que vivimos siempre aqui somos Elena y yo. --?Elena? ?Una pelirroja muy alta?

  • Secretos bebidos en el agua de Sara Lis

    https://gigalibros.com/secretos-bebidos-en-el-agua.html

    En la Irlanda del siglo XX, Erin es una nina de trece anos que repentinamente se queda huerfana. Por ello que su nuevo hospedaje sera junto a su abuelo en una casona familiar tipica irlandesa, donde poco a poco descubrira el secreto oculto que tras varias generaciones ha sido silenciado, y el cual le transportara a un mundo fantastico paralelo en el tiempo, lleno de accion, aventura y romance.
    Esta novela relata el periplo de una chica despreocupada y revoltosa que abandona su infantilismo, adquiere una temprana madurez debido a sus complejas vivencias, y que en su viaje alcanzara la adolescencia y hallara ademas el amor verdadero.
    Una historia que no dejara impasible al lector al que mostrara el sensacional estallido de emociones que experimenta alguien en pleno desarrollo.

  • Damas Asesinas de Tori Telfer

    https://gigalibros.com/damas-asesinas.html

    Al hablar sobre los criminales mas letales de la historia, siempre pensamos en Jack el Destripador, Ted Bundy o John Wayne Gacy. De hecho, en 1998, el FBI afirmo que las asesinas en serie <>. Pero ?que hay de la infame condesa Erzsebet Bathory --apodada <>--, de Mary Ann Cotton --virtuosa del <>--, de Darya Nikolayevna Saltykova --<>--, de Nannie Doss --<>--, de Alice Kyteler --<>-- o de Kate Bender --<>--? Ingenioso y provisto de un enfoque que arrincona las explicaciones faciles (<>, <>, <>) y los topicos machistas (<>), este esclarecedor estudio glosa las actividades agresivas y predatorias que las mujeres mas letales nos han legado para la posteridad. Una sugerente compilacion de damas letales, dotada de un vitriolico humor negro, que rescata del olvido a catorce maestras del crimen que hicieron de lo sangriento un arte: horneando deliciosos pasteles con sorpresa, manejando el cuchillo con habilidad mortal o administrando sibilinos venenos a prueba de autopsia.

  • Cuando te vuelva a ver, Andrea Valenzuela Araya de Andrea Valenzuela Araya

    https://gigalibros.com/cuando-te-vuelva-a-ver-andrea-valenzuela-araya.html

    Simon y Josefina se conocieron por mera casualidad, que es como se suelen conocer los grandes amores. Y se enamoraron, ?sabes?, sin saber o vislumbrar que un solo instante podria cambiar el resto de sus vidas para siempre.

  • La Mejor Apuesta de Nora Roberts

    https://gigalibros.com/la-mejor-apuesta.html

    Serena MacGregor ya estaba cansada de que su acaudalada y bienintencionada familia se metiera en su vida. Estaba decidida a depender de si misma y, de paso, poner un toque de aventura en su vida. Fue asi como acabo trabajando como crupier en un crucero y en los brazos del jugador Justin Blade. El encanto y atractivo de aquel hombre parecian tenerla hipnotizada, pero no lo suficiente como para que no se percatara de que Justin le estaba ocultando algo.

  • Camino a renacer de Anabella Franco

    https://gigalibros.com/camino-a-renacer.html

    Con Camino a renacer, Anabella Franco retoma la historia de amor de Julian y Natalia. La novela que las lectoras estaban esperando.

  • Seducida (La Profesional 5) de Kris Buendia

    https://gigalibros.com/seducida-la-profesional-5.html

    Angel es el nuevo cliente de Hannah, y va a depender de ella para que desee entrar y quedarse en el mundo de la publicidad. Pero las relaciones laborales a veces vienen acompanadas de algo mas, y pueden transportarlos a ambos a un mundo de seduccion… y peligro.

  • Los ultimos anos de la magia, Jose Antonio Fideu de Jose Antonio Fideu

    https://gigalibros.com/los-ultimos-anos-de-la-magia-jose-antonio-fideu.html

    Londres, 1871. El joven Aurelius, prisionero en la taberna familiar, se siente condenado a languidecer viviendo una existencia tan gris como la de su padre. Sin embargo, una manana le sera revelado su destino: Houdin, el gran mago, anuncia en coloridos carteles su llegada a Londres. A partir de ese momento, su obsesion sera presentarse ante el para convertirse en su aprendiz. Gracias a su ingenio, pronto tendra la oportunidad de entrar en su camerino, donde descubrira su mayor secreto. Houdin, el prestidigitador, es un mago verdadero, no hay trucos tras su poder. Pero con esta revelacion llegara otra: la magia es peligrosa y existen poderes dispuestos a acabar con ella y con quienes la utilizan.

  • Hasta que el viento te devuelva la sonrisa, Alexandra Roma de Alexandra Roma

    https://gigalibros.com/hasta-que-el-viento-te-devuelva-la-sonrisa-alexandra-roma.html

  • Un corazon para dos de Jessi Kirby

    https://gigalibros.com/un-corazon-para-dos.html

    Cuando las sirenas me despertaron justo antes del amanecer, no se como supe que iban a por el. No recuerdo haber saltado de la cama ni haberme atado los zapatos; tampoco recuerdo como llegue al camino de la entrada, ese sinuoso sendero que hay entre nuestras casas. No recuerdo mis pies golpeando el suelo, mis pulmones aspirando aire ni mi cuerpo corriendo para atrapar lo que mi corazon me decia que era cierto. Pero recuerdo cada detalle despues de eso. Puedo ver las luces azules y rojas que brillan en el claro cielo del amanecer. Puedo escuchar las voces entrecortadas de los medicos. Las palabras <> que se repiten entre el ruido de sus radios en el fondo. Recuerdo los profundos y ahogados sollozos de una mujer desconocida, y que sigo sin conocer. Tambien el extrano angulo de la camioneta blanca de la chica, con el toldo oculto bajo los tallos destrozados, y las flores de los girasoles que crecian a lo largo del camino. La reja, astillada y rota. Recuerdo los cristales, que parecian grava, esparcidos por el asfalto. Sangre. Demasiada. Y su zapatilla tirada a un lado, en medio de todo aquello. El corazon que, con un rotulador negro, yo habia dibujado en la suela. Aun puedo percibir el vacio de su zapatilla cuando la recogi y como su liviandad me hizo caer de rodillas. Puedo sentir las manos enguantadas que me levantaron y que luego me sujetaron cuando trate de correr hacia el. No dejaron que me acercara. No querian que lo viera. Y, por eso, lo que mas recuerdo de esa manana es que me quede de pie a un lado del camino, sola, mientras la oscuridad se cernia a mi alrededor y el dia cambiaba mi vida. La luz de la manana sobre los petalos, dorados y vibrantes, esparcidos por donde el yacia, agonizando. 1 La comunicacion con los receptores del trasplante puede ayudar a los familiares de los donantes tras su perdida… En general, las familias de los donantes, los receptores, y sus parientes y amigos se pueden sentir reconfortados al hablar sobre sus experiencias con la donacion… El regalo de la vida… Pueden pasar meses o anos antes de que alguno de ellos este listo para enviar o recibir correspondencia, o tal vez nunca llegue a haber ninguna relacion. Programa de Servicios a las Familias de los Donantes Alianza de Vida Cuatrocientos dias. Repito el numero en mi cabeza. Dejo que se apodere del sentimiento de vacio mientras aprieto el volante. No puedo permitir que se vaya como cualquier otro dia. Cuatrocientos merece algun reconocimiento. Como trescientos sesenta y cinco, cuando le lleve flores a su madre y no a su tumba, porque sabia que el habria querido que las tuviera ella. O como en su cumpleanos. Eso fue cuatro meses, tres semanas y un dia despues: el dia ciento cuarenta y dos. Lo pase sola. Ese dia no tuve animo para ver a sus padres y, en realidad, una parte pequena y secreta de mi creia que, si yo estaba sola, quiza el podria regresar, cumplir dieciocho anos y seguir donde nos habiamos quedado. Estudiar el ultimo ano conmigo, enviar solicitudes a las mismas universidades, regresar por ultima vez a casa o ir al baile de graduacion, lanzar los birretes al aire y besarnos hasta que llegaran al suelo. Cuando el no regreso, cogi una sudadera que aun conservaba su olor, o eso pensaba yo. La aprete contra mi cuerpo y pedi un deseo. Desee, con todas las fuerzas, que no tuviera que hacer ninguna de estas cosas sin el. Y mi sueno se hizo realidad. El ultimo ano se transformo en una niebla. No envie por correo las solicitudes a la universidad. No sali a comprar el vestido para el baile de graduacion. Olvide que habia un cielo para besarnos debajo de este. Los dias pasaron, uno tras otro, sin fin; parecian infinitos, pero se fueron en un parpadeo, como las olas que se rompen en la orilla, o las estaciones que pasan. O el latido de un corazon. Trent tenia un corazon de atleta: fuerte, estable, diez latidos mas lento que el mio. Antes, nos acostabamos pecho contra pecho, y yo respiraba mas lento para seguir su ritmo. Trataba de enganar a mi pulso para que hiciera lo mismo; pero nunca funciono. Tres anos despues, mi pulso se aceleraba con solo estar cerca de el. Pero encontrabamos nuestra propia sincronia, con su corazon latiendo a un ritmo lento y estable y el mio llenando los espacios intermedios. Cuatrocientos dias y demasiados latidos por contar. Cuatrocientos dias, demasiados lugares y momentos donde Trent ya no existe. Y aun sin respuesta de uno de los pocos sitios donde si existe. Un claxon suena detras de mi, y me saca bruscamente de mis cavilaciones. Por el espejo retrovisor puedo ver al conductor que sigue maldiciendo mientras maniobra para adelantar a mi coche. Se lo ve furioso y esta gritando a traves de su parabrisas: <>. Me pregunte lo mismo al entrar en el coche. No estoy segura de lo que estoy haciendo, solo se que tengo que hacerlo porque debo verlo con mis propios ojos. Por lo que senti cuando vi a los otros receptores. Norah Walker fue la primera receptora en contactar con la familia de Trent, aunque su nombre lo supieron despues. Los receptores y las familias de sus donantes pueden ponerse en contacto en cualquier momento a traves del coordinador de trasplantes, pero recibir aquella carta fue una sorpresa para todos nosotros. La madre de Trent me llamo el dia despues de recibirla y me pidio que fuera a su casa. Nos sentamos juntas, en una sala bien iluminada, en ese hogar que guardaba tantos recuerdos, como aquel dia en que pase corriendo frente a la puerta, hasta cinco veces, deseando que el notara mi presencia. Oi sus pasos que trataban de alcanzarme y empece a correr mas despacio, solo lo suficiente para que llegara junto a mi. Se las arreglo para hablar, con la respiracion entrecortada. --!Eh! --Respiracion--. !Espera! --Respiracion. Teniamos catorce anos. Eramos unos desconocidos hasta ese momento. Hasta esas dos palabras. Cuando fui a casa de Trent a hablar con su madre, me sente en el sillon donde el y yo soliamos ver peliculas y comer palomitas del mismo bol. Fueron sus palabras y la gratitud que habia en ellas las que me sacaron del lugar oscuro y solitario en el que yo habia habitado durante mucho tiempo. La carta, escrita con letra temblorosa y en un papel bonito, desperto algo en mi. Era sencilla. El receptor estaba profundamente apenado por la muerte de Trent. Profundamente agradecido por la vida que le habia dado. Esa noche regrese a casa y le escribi una respuesta: le queria agradecer la vitalidad que me habia otorgado con sus palabras. Y, la noche siguiente, escribi a otro receptor, y mas tarde a otro: cinco en total. Cartas anonimas para personas anonimas a las que queria conocer. Y, cuando se las envie al coordinador de trasplantes para que las hiciera llegar a los receptores, fue con la leve esperanza de que esas personas me escribieran una respuesta. Que pudieran darse cuenta de mi presencia, como el lo hizo. Me vuelvo y veo que el esta alli, sonriendo, apretando un girasol que es mas alto que yo. Su tallo se arrastra detras de el. --Soy Trent --dice--. Me acabo de mudar aqui, en esta misma calle. Debes de vivir cerca, ?verdad? Esta semana te he visto pasar todas las mananas. Eres rapida. Me muerdo el labio inferior mientras caminamos. Sonrio por dentro. Trato de no confesar que todos esos dias he reservado la velocidad para el tramo de camino frente a su casa. Desde que el camion de la mudanza se detuvo en el camino de la entrada, y el bajo de un salto. --Soy Quinn, digo. --Respiracion. Escribir las cartas me hizo sentir como si pudiera respirar de nuevo. Escribi sobre Trent y sobre todo lo que me dio cuando estaba vivo. La sensacion de que podia hacerlo todo. Felicidad, amor. Las cartas eran una manera de honrarlo y una esperanza de algo mas. Una mano anonima que se estiraba hacia el vacio, buscando una conexion. Una respuesta. Me rio porque el aun no ha recuperado el aliento, y porque no parece recordar que lleva un enorme girasol en la mano. --Oh --dice, siguiendome la mirada--, se suponia que este era para ti. Yo… --Se pasa una mano por el pelo, parece nervioso--. Yo lo he arrancado por alli, cerca de la reja. Lo extiende hacia mi y se rie. Es una risa que quiero seguir escuchando. --Gracias --respondo. Y estiro la mano para cogerlo. Lo primero que me regalo. Despues de doscientos ochenta y dos dias, y de enviar y recibir muchas cartas, de rellenar formularios de aceptacion y de recibir asesoria previa a la reunion, su madre y yo fuimos a la oficina de Servicios a las Familias de los Donantes, nos sentamos juntas y esperamos a que llegaran; queriamos conocerlos en persona. Norah fue la primera que hablo con nosotras y que nos tendio la mano. A pesar de todas las veces que me habia imaginado el encuentro, no estaba preparada para lo que senti cuando nos cogimos de la mano, la mire a los ojos y supe que tambien habia en ella una parte de Trent. Una parte que le habia salvado la vida a la chica y le habia dado la oportunidad de ser madre de una pequena nina, de pelo rizado, que miraba desde detras de las piernas de Norah, y esposa del hombre que estaba de pie junto a ella, llorando. Cuando la mujer respiro hondo, con los pulmones de Trent, y acerco mi mano a su pecho, para que sintiera como se llenaban y se expandian, mi corazon tambien se lleno. Paso lo mismo con los demas receptores que conoci: Luke Palmer, siete anos mayor que yo, nos toco una cancion con su guitarra, y podia hacerlo gracias a que Trent le habia dado un rinon. Estaba John Williamson, un hombre callado pero calido, mayor de cincuenta anos. Escribio varias cartas poeticas acerca de la manera en que su vida habia cambiado desde que recibio el trasplante de higado. Aquel dia lucho para encontrar las palabras correctas con las que poder expresarse en esa pequena recepcion. Y luego estaba Ingrid Stone, una mujer con los ojos de un tono azul claro, tan diferentes de los ojos de color cafe de Trent, pero que podia ver el mundo de nuevo, y pintarlo con colores vivos, gracias a ellos. Dicen que el tiempo sana todas las heridas, pero conocer a esa gente, una improvisada familia de extranos que estaban unidos por una sola persona, sano mas en mi que todo el tiempo que habia pasado en los dias anteriores. Por eso, cuando no tuve respuesta del ultimo de los receptores empece a buscarlo. Realice busquedas en internet, compare fechas con noticias y hospitales, hasta que lo encontre con tanta facilidad que casi no me lo creia. Ante los demas, he fingido que comprendo la razon por la que no ha respondido. Que, como nos dijo la mujer de los Servicios a las Familias de los Donantes, algunas personas nunca responden y se debe respetar su decision.

  • El arte de conducir bajo la lluvia de Garth Stein

    https://gigalibros.com/el-arte-de-conducir-bajo-la-lluvia.html

  • Miscelanea, Ana Alvarez de Ana Alvarez

    https://gigalibros.com/miscelanea-ana-alvarez.html

    Primera obra de la escritora que te enganchara de la primera a la ultima pagina.

  • Y entonces apareciste tu de Grace Marie March

    https://gigalibros.com/y-entonces-apareciste-tu.html

    Dicen que la vida te puede cambiar en un instante y ese instante llego, pero no solo a mi vida, sino a la vida de todos, un dia pasamos de hablar de un virus que estaba muy lejos, en otros paises y de pronto nos decretaron el estado de alarma. Mis companeras de piso y yo estabamos viendo la television sorprendidas, y hubieron reacciones de todo tipo. – Yo ya habia quedado en la capi para ver una "mascleta". - exclamo Luisa un tanto enfadada por que le fastidiaran sus planes. – Por un fin de semana que te quedes en casa, tampoco creo que pase nada. – Bueno, uno no, dos, que el estado de alarma son 15 dias. – Por los rumores que he escuchado en el hospital, esto no es cuestion de quince dias, – les dije a mis companeras de piso. – Mira hablo la experta - dijo Isabel en tono de burla, – ?que va a saber una fregona? – !Oye! - le dije un poco molesta. – Perdona, no se ni lo que me digo, – pero veo la mueca en su cara y me doy cuenta de que su disculpa no es del todo sincera. Mis companeras de piso, bueno podria llamarlas amigas, tienen unos trabajos muy diferentes al mio, no por ello quiero decir que sean mejores, ya que cuando llega el momento de pagar los gastos mensuales del piso, todas ponemos la misma cantidad de dinero, y mi dinero es igual de bueno que el de ellas. Luisa trabaja en una agencia de seguros, la agencia de seguros es de su hermano y ella, bueno ella se limita a pasar alli las horas. Isabel trabaja como secretaria en un colegio. La unica diferencia entre los trabajos de ellas y el mio, es que yo pase a ser trabajadora esencial y ellas en cambio se quedaron en casa, Luisa se supone que trabaja desde casa, pero bueno si no lo hacia en la oficina como podia esperar su hermano que en casa hiciera algo, e Isabel haciendo teletrabajo. !Que despiste!, no me he presentado, mi nombre es Clara, como ya os he comentado trabajo limpiando en el hospital por las mananas y, de esto no os habia dicho nada, estudio por las tardes un grado medio de farmacia, es mi primer ano, me anime por mis companeras de trabajo, la idea es que el proximo ano haga las practicas en el hospital donde trabajo, lo cierto es que no podre quedarme alli a trabajar, pero me facilitaran mucho las cosas, incluyendo el tema de los horarios, entre a trabajar en el hospital, gracias a mi tia, si tengo que confesarlo, entre por enchufe, pero muchas personas entrar del mismo modo, y se que pensareis como puedo entrar por enchufe en un hospital publico, pues porque de la limpieza se encarga una subcontrata, de modo que mi tia me enchufo y cuando me puse a estudiar, decidi que lo mejor era que me mudara lo mas cerca posible del trabajo y del instituto. Mi idea era irme a vivir a la capital, pero... una de mis actuales companeras de piso, es amiga de la infancia, y vivir en los pueblos es lo que tiene, mi madre vio a la suya, le comento que queria mudarme, su madre le dijo que se acababa de ir una muchacha del piso de su hija, y que vivian en una pedania de Valencia, de modo que era como vivir en la capital, con la ventaja de un pueblo, vamos que le vendio la moto a mi madre, y claro la mujer se quedaba tranquila sabiendo que donde me iba estaria bien cuidada, porque al fin y al cabo, Isabel y yo nos conociamos desde los tres anos. Los dias fueron pasando y la tension fue en aumento, mas que nada porque nos pedian quedarnos en casa y muchas personas del centro de Espana, entendian que quedarse en casa era irse de vacaciones a la costa. Ademas no contabamos con los equipos de proteccion necesarios para que todos pudieramos hacer correctamente nuestros trabajos, lo cierto es que muchas personas se portaron bien con nosotros. Pero... Esa noche cuando llegue a mi piso compartido, vi que mi llave no entraba en la cerradura, me fije y vi que la habian cambiado, estaba extranada, ?habria alguna perdido la llave?, ?y como? Al fin y al cabo ahora no se puede salir de casa y ayer traje la compra del supermercado, ?donde iban a ir? – Alejate de la puerta - escuche sorprendida a Luisa. – ?Sucede algo? – Tu alejate - repitio ante mi asombro, estaba tan cansada que solo tenia ganas de ducharme y acostarme, pero debia entregar unos trabajos, ya que el instituto seguia de forma online. El tener que hacer mas horas en el hospital al final me acabaria pasando factura, pero lo estabamos haciendo todas, y tengo que reconocer que habian personas con trabajos con mucha mas responsabilidad que el mio. Cuando abrieron la puerta, sacaron mi maleta y cerraron rapidamente la puerta poniendo la cadena y volviendola a abrir. - Hemos pensado que estas muy expuesta al virus y podrias contagiarnos. – ?Que? - lo cierto es que no salia de mi asombro. – Lo hemos hablado esta manana, en la maleta tienes todas tus cosas, una vez pase todo esto si quieres puedes volver, pero ahora mismo tienes que irte del piso. – ?Isabel piensa igual? – Si, lo pienso - vi como se asomaba detras de Luisa, – tenemos miedo de que nos contagies, mejor quedate en otro sitio, puedes ir a casa de tu tia. - y para mi asombro cerraron la puerta, dejandome alli boquiabierta y sin entender nada. Lucas. Acababa de llegar al edificio donde vivo, lo cierto es que me habian hecho ir a la empresa, ya que habia fallado uno de los ordenadores que prestaba servicio a los trabajadores, y el unico que podia ir era yo, eso es lo que me dijeron, yo lo entendi entre lineas, al fin y al cabo yo no tengo hijos y mis otros dos companeros si. Bueno me presentare, mi nombre es Lucas y soy informatico, de normal ese tipo de problemas lo podria solucionar en casa, pero claro esta vez no era posible, mi jefe me envio por e-mail una autorizacion de trabajo por si me paraba la policia y me dijo que fuera si o si. Por suerte, ya estaba de nuevo en casa. Subi las escaleras para coger el ascensor cuando escuche unos sollozos en la escalera, me extrano tanto, que pense que igual alguien necesitaba ayuda, estamos en un momento tan complicado que creo que si todos nos ayudamos entre si, el confinamiento se nos hara mas llevadero, de modo que subi las escaleras de dos en dos, para encontrarme a una de mis tres vecinas que viven en el segundo piso, sentada sobre una maleta llorando. – ?Estas bien?, ?Puedo ayudarte en algo? - la joven miro hacia mi, no podia ni hablar, de modo que pase a su lado y pulse el boton del ascensor, – ven, vamos, – le dije mientras la ayudaba a levantarse y cogia su maleta, – veras como despues de tomarte algo, lo ves todo de forma diferente. - y pense que iba a irse a ver a algun familiar, que seguramente habia fallecido por la enfermedad, pero lo que no entendia era porque se llevaba esa maleta, total seria ir, estar un par de dias y volver, ?no? Como mi casa es un puto desastre, hice que dejara la maleta junto a la puerta de entrada y la guie hacia el balcon que tengo, haciendo que se sentara y fui hasta la cocina a por dos cervezas, es lo unico que tenia para ofrecerle, bueno agua tambien le hubiera podido haber ofrecido o un cafe, pero bueno en ese momento lo unico que pense fue en coger de la nevera cerveza. Y me sente frente a ella, esperando que se calmara un poco para poder hablar. – Hemos subido los dos en el ascensor y solo podia subir uno. - si soy sincero, lo ultimo que esperaba es que sus primeras palabras fueran una rina hacia lo que habia hecho. – Si tu no se lo dices a nadie, yo tampoco. - dije tratando de que se riera, pero no lo hizo. – Trabajo en un hospital, estoy expuesta al virus todo el dia, – dijo hipando y sonandose la nariz, – lo cierto es que nunca he podido ver llorar a nadie, creo que es por culpa de mi hermana, siempre lloraba para conseguir lo que queria, le funcionaba siempre, pero yo tenia que soportar sus lloros diarios, vamos que tenia claro que cuando me fuera de casa, viviria solo, aunque no pudiera pagar un piso en el centro, de modo que me tuve que ir a una pedania, el piso estaba muy bien, tenia que coger el metro para ir a trabajar, pero eso era algo que no me molestaba en absoluto. – ?Y?, yo hoy tambien he tenido que ir a la empresa y tambien me he expuesto.

  • Bajo Llave de Aina Castillo

    https://gigalibros.com/bajo-llave.html

    Amor Siniestro: Romance Oscuro y J*dido
    Megan esta loca de atar.
    Una joya en bruto. Caos puro.
    Sexy. Psicopata. Manipuladora.
    Obtiene lo que quiere, cuando quiere.

  • Entre telas y jazmines de Delfina Farias

    https://gigalibros.com/entre-telas-y-jazmines.html

    Canuelas es uno de los 135 partidos de la provincia de Buenos Aires, limita con los partidos de General Las Heras, Marco Paz y la Matanza, al noroeste con el partido de Ezeiza, al este con el partido de San Vicente y General Paz, al sur con el partido de Montes y Lobos. Su nombre proviene de unas totoras que los primeros agrimensores encontraron en la zona. Los tecnicos eran espanoles, por esa razon llamaron a las plantas con el nombre que reciben en su pais, Canuelas. En 1836 el estanciero John Miller introdujo el primer toro de pedigri y en 1889 comenzo a funcionar La Martona, Canuela fue declarada cuna de la industria lechera Nacional. Su vida economica comprende la agricultura, la ganaderia y el turismo rural. Las estancias de la zona son muy requeridas por gente extranjera o de muy alto nivel economico buscando la paz y tranquilidad que ellas ofrecen en un marco de vegetacion y comodidad. En un barrio de casas bajas, de clase media y trabajadora, desde su mas temprana edad y hasta dos meses atras, Alma vivio con su abuela, que era profesora de varios idiomas, una mujer luchadora, mitad sangre alemana mitad criolla, quien, con su marido, fallecido diez anos atras, la criaron con sacrificio y mucho teson, inculcandole las buenas costumbres y buenos modales. Ella fallecio de muerte natural por su avanzada edad dejandola sumida en una profunda tristeza. Hija de padre abandonico y madre ausente, a quien jamas termino de conocer, porque cada vez que aparecia, solo era para pedir dinero a sus padres y desaparecer tan rapido como habia llegado, muchas veces sin dirigirle la palabra; ya hacia diez anos que no sabia nada de ella. La abuela la habia instruido en todo lo que ella sabia, preparandola para el momento de su partida. Hablaba y escribia a la perfeccion ingles, frances y aleman, como su lengua madre, todo el trabajo que la abuela tenia al dia de su partida paso a sus manos. Tres empresas importadoras contrataban su servicio, traduciendo documentos de vital importancia provenientes del extranjero. La anciana, le habia puesto la casa a su nombre y le habia comprado un auto, para que se movilizara, su nieta era su debilidad, la luz de sus ojos, con tan solo dieciocho anos, se ganaba la vida sin necesidad de salir de su casa, pues siempre le enviaban el trabajo y pasaban a retirarlo, al ser documentacion importante no deseaban que pasase por muchas manos, solo en contadas oportunidades ella se acercaba al centro de Buenos Aires. Alma era delgada, apenas media metro sesenta, su cabello era del color del trigo y ojos de un increible color turquesa, iguales a los de sus abuelos y aunque era muy bonita, vestia siempre con ropas sueltas, para pasar inadvertida, pues era muy timida. Su deporte favorito era la acrobacia en tela, aunque se relacionaba en el gimnasio con mucha gente de su edad, su unico y verdadero amigo era Ivan, un vecino mayor que ella, que era gay, a quien la abuela siempre pedia que la cuidara, cuando que salian. Los abuelos de ambos habian sido grandes amigos. Otra actividad que la relajaba era cuidar el invernadero de la estancia situada a unas pocas calles de su casa, por lo que le pagaban una fortuna por hacerlo; iba una vez al dia, a remover su tierra, regarlas y trasplantarlas. La duena de la estancia, Ines, era una mujer de unos cuarenta anos, alta, con un fisico que no representaba la edad que tenia, era, ademas su madrina ya que habia sido amiga de su madre. Los sabados y domingos la contrataban de un Club nocturno, del centro de la ciudad de Buenos Aires para que realizara acrobacia en tela, cuando se vestia para realizar su trabajo, se ponia una peluca negra para esconder su llamativo pelo y se enojaba con su amigo que se mataba de risa por ello. El siempre la acompanaba y aprovechaba para deleitarse los ojos con famosos y ricos empresarios, puesto que el lugar era exclusivo, solo frecuentado por gente muy importante y de alto nivel economico. Sebastian era amigo de ellos, o ansiaba serlo, Ivan le tenia desconfianza, su intuicion le decia que lo unico que queria era conquistar a Alma, por supuesto ella opinaba todo lo contrario, cuando ocurria eso se armaba una discusion padre. Sebastian tenia una agencia de viaje e inmobiliaria, alquilaba estancias o casas para fines de semana, entre ellas estaba la estancia de Ines, quien tampoco veia con buenos ojos, que el se cercara demasiado a Alma, y una tarde asi se lo dejo ver. --Escuchame Almita, no me gusta que esten solos, es mas no me gusta Sebastian, tiene algo, no se que, pero no me agrada la forma en que te mira --ella la miro con una sonrisa picara, que era para comersela. --!Vamos Ines!, solo es un amigo, como lo es Ivan --la madrina la miro mal, levantando los ojos al cielo. --Mira nena, ese no quiere ser tu amigo, ese es un vivo, no lo compares con Ivan, el es --justo en ese momento entraba el, se paro frente a ellas y tomandose la cintura con las dos manos, exclamo. --Sigue hablando de mi, que tengo la espalda ancha y aguanto -- Alma se tiro a sus brazos y el la abrazo muy fuerte, ante la atenta mirada de Ines que no paraba de reir. --Pero no he terminado de hablar --afirmo, tratando de contener la risa --le estaba diciendo que no me gusta Sebastian, no me gusta como la mira--el amigo la aparto de sus brazos observandola. --?Viste que yo tengo razon? ese quiere algo mas, quiere sexo, conozco bien a los de su clase --concluyo serio. --Ustedes estan locos, el es bueno, no es como ustedes dicen, aparte dijo sentandose --ya soy una mujer -- los dos la miraron y sonrieron. --Vos sos una nina aun, una nina que no sabe nada de la vida, ni de los hombres, por favor cree en nosotros, sabes que los tres sin serlo somos una familia, siempre estaremos a tu lado, siempre, ?entiendes eso? --afirmo el, levantandola de los hombros y estrechandola otra vez en sus brazos. Alma amaba a esos dos locos, era lo unico que tenia en la vida, a ella tampoco le agradaba Sebastian, solo lo hacia para hacerlos enfadar, aunque jamas habia estado con un hombre sabia que el no era el indicado. El destino ya habia trazado planes para ella y estaba muy cerca de conocer al hombre de su vida, al hombre mas romantico y fiel que toda mujer quisiera a su lado, ese que, con solo mirarte te llena el alma, el que le robara una sonrisa o tal vez llorara a mares, las cartas del destino estaban echadas y todos los astros se complotaban a su favor, el ya estaba, sin que ella lo supiera, muy cerca. --Bueno, ?vamos a la estancia? Manana llegan dos hombres que la alquilaron por un mes, dice que vienen a descansar --expreso Ines, acomodando todo y agarrandolos de los brazos, prontos para salir. --Yo me tengo que ir al gimnasio, hoy me traen una maquina nueva y quiero estar ahi cuando llegue, vayan las dos, a la noche cenamos los tres juntos, despues tengo una cita -- hizo un movimiento con sus manos y los tres se largaron a reir. Ivan tenia dos gimnasios, que se localizaban en puntos estrategicos de la ciudad y a pesar de ser una gran persona y un buen amigo, no tenia suerte en el amor. --Portate bien y ten cuidado -- aunque el ya tenia veintinueve anos Ines siempre se preocupaba por los dos, al ser soltera y sin hijos, ellos eran sus hijos de corazon, las abrazo a las dos, les hizo cosquillas y se marcho.

  • Dulce despedida de David Nicholls

    https://gigalibros.com/dulce-despedida.html

    Durante un verano que va a cambiar su vida, Charlie conoce a Fran...
    En 1997, Charlie Lewis es el chico que nadie recuerda en la fotografia del instituto. No le ha ido muy bien en sus examenes. En su casa, se ocupa de su padre, aunque esta seguro de que deberia ser al reves, y, si piensa en el futuro, lo hace con cierto terror.
    Hasta que Fran Fisher irrumpe en su vida y, muy a su pesar, Charlie empieza a tener esperanzas.
    Pero si Charlie quiere estar con Fran, debera aceptar un desafio que podria hacerle perder el respeto de sus amigos y que requerira que se convierta en otra persona. Debe unirse a la Compania. Y si la Compania parece una secta, la verdad es aun peor.
    Al parecer, el precio de la esperanza es Shakespeare.
    Conmovedora, graciosa, encantadora y devastadora, Dulce dolor es una comedia tragica sobre el duro camino hacia la adultez y la confusion de la vida familiar, una celebracion de la capacidad de reanimar que tiene la amistad y la explosion breve y ardiente del primer amor, al que solo se puede mirar una vez que la llama se ha apagado.

  • El Zorro de Frederick Forsyth

    https://gigalibros.com/el-zorro.html

    El legendario Frederick Forsyth, <> segun Los Angeles Times, nos sorprende con un nuevo y oportuno thriller.

  • Una semana de lujo de C. J. Benito

    https://gigalibros.com/una-semana-de-lujo.html

    Clark esta desolado, su tio ha muerto y con el se va su unica familia. Roto por el dolor, se ve obligado a cumplir la absurda ultima voluntad de este, durante una semana disfrutara de unas vacaciones llenas de lujo y de excesos en Hawai.
    Por casualidad conocera a Charlize Spence, una mujer de negocios e hija de un poderoso magnate. Las diferencias de clases pronto provocaran la atraccion por lo prohibido. Lo que comenzo como un juego, acabara convirtiendose en un romance tormentoso, apasionado e ilogico.
    Cuando todo parece prometer una vida llena de ilusiones y esperanzas, Clark conocera a un excentrico millonario que le revelara su oscuro pasado familiar.
    Romance, erotismo, suspense, conspiracion y lujo.

  • En tu lugar de Christine Cross

    https://gigalibros.com/en-tu-lugar.html

  • Silencio (Don 4) de Pablo Poveda

    https://gigalibros.com/silencio-don-4.html

    Un enjambre de turistas transitaba por la vieja plaza del mercado de la ciudad. La mayoria, visitantes extranjeros, buscaban la foto perfecta delante de la torre del Reloj Astronomico, el reloj medieval mas famoso del mundo. El sol comenzaba su retirada. Eran las siete de la tarde y una gelida brisa soplaba por las terrazas que ocupaban la plaza, bajo la mirada de las coloridas fachadas de influencia gotica y Art Noveau. Sentado en una mesita del Caffe Italia, un restaurante que de italiano solo tenia el nombre, terminaba su agua con gas mientras clavaba la mirada en el edificio de tonos rojizos y pasteles que tenia en frente: la Narodni Galerie. Ricardo Donoso, vestido de traje y con un abrigo de tres cuartos de color negro, pidio la cuenta con un ademan de mano, mientras una pareja de britanicos devoraba un codillo y saciaba su sed con dos cervezas Pilsner de medio litro. La mujer atendia a la pantalla de su telefono, mientras el hombre comia como si no existiera manana. Don los miro seriamente, hasta que la mirada del extrano se cruzo con la suya. La tension se alargo unos segundos, obligando a que este dejara de masticar, pero el arquitecto no vacilo en retirarse. Intimidado, el desconocido regreso a su plato con desaire y sin mediar palabra con la mujer que lo acompanaba. Las religiones occidentales habian instaurado el concepto de que el cielo y el infierno no eran sino lugares a los que se iba una vez muerto. Destinos como consecuencia de nuestras acciones en vida. Sin embargo, Don tenia otra idea. El arquitecto creia en el infierno como un lugar accesible, real, en el que la mayoria de las personas vivian, con suerte, en algun momento de sus vidas o, sin fortuna, para siempre. Por esa misma razon, no podia sentir pena por nadie, ni siquiera por sus victimas. La lastima no era mas que una invencion que postergaba la solucion del problema. Volvio a mirar al matrimonio. Ellos vivian atrapados, como el, en celdas distintas, pero en un mismo lugar. De repente, atisbo un grupo de personas a la salida de la Galeria Nacional. Era el, su objetivo estaba alli y debia ponerse en movimiento. Un hombre alto, de tez bronceada, cabello oscuro peinado hacia un lado y barba frondosa, salia acompanado de dos mujeres esbeltas, otro tipo de piel mas palida y movimientos torpes. Nicos Thalassinos, el cacique griego que los hombres de Velez tenian en el punto de mira desde el inicio de la crisis economica. Tsipras habia prometido destruir a los oligarcas que controlaban los medios del pais, pero solo consiguio que nacieran nuevos. Cuando esto sucedio, Thalassinos apenas rozaba los cuarenta anos, pero habia aprendido rapido las reglas del juego. Su destreza en los negocios, heredada de su padre, un magnate nautico griego; le ayudaron a escalar rapido y adquirir un fuerte poder social y politico. Pero esa no fue la razon por la que los hombres de Velez le habian encargado al arquitecto encontrar al griego. Durante la crisis y las fuertes oleadas de inmigracion que sufrio Grecia, el empresario se aprovecho de imagen publica, dono millones de euros para ayudar a los refugiados y, entre las sombras, introdujo su garra aprovechandose de la desesperacion humana y desarrollando una fuerte red de prostitucion ilegal que llegaba hasta Portugal. Un objetivo facil, a simple vista, pero delicado. Thalassinos conocia el precio de su cabeza, asi como el del silencio de sus clientes mas privilegiados. El encargo de Don era simple: sacarle los nombres de los politicos europeos que le protegian de los tribunales. Empero, nadie le indico si debia quedar vivo. Harto de esperar, introdujo la mano en el bolsillo del pantalon y dejo una moneda de cincuenta coronas en la mesa. Se puso en pie, levanto las solapas del abrigo y camino hacia el museo. Cuando menos se esperaba, el cielo se tenia de rojo. Un BMW de color negro los recogio frente a la entrada del edificio del Ministerio del Desarrollo Regional y se adentro por una estrecha calle empedrada. Don se aproximo a un viejo Mercedes de color blanco que se encontraba vacio y le pidio en ingles que siguiera al coche. El conductor, un checo cercano a la jubilacion, con fuerte olor a cigarrillos y una camisa blanca con cuadros, puso en marcha el contador y siguio la serpiente de coches que atravesaba la calle del casco antiguo. --?Italiano? --Pregunto el chofer mirando por el espejo retrovisor con una ligera sonrisa. El arquitecto guardo silencio y dudo en contestar por diferentes razones. Aquel chofer solo pretendia ser amable, pero le era indiferente. El corazon bombeaba con tanta fuerza que podia sentirlo en la frente. Hacia tiempo que no lograba saciar la necesidad de matar. Despertarse cada manana con la certeza de ser controlado, avivaba su deseo. Por otro lado, le costaba horrores lidiar con ello en silencio desde que su relacion con Marlena habia progresado. Lo mas duro era aceptar que jamas podria contarselo. Ni a ella, ni a nadie. El silencio era su unico aliado. Siempre habia un precio que pagar, penso. --Si --respondio finalmente. Podia haberle explicado que era espanol, pero eso solo lo exponia aun mas, en cualquiera de las situaciones. Ninguno de los dos hombres que estaba en ese vehiculo conocia el final de aquella noche. El taxista balbuceo algo en el idioma vecino, pero Don lo ignoro por completo. Con la mirada siguio el trayecto del coche que iba delante. Los vehiculos abandonaron el casco antiguo para alcanzar la ladera del rio Moldava, que separaba la ciudad en dos, incorporandose a la Ludvik Svobody, una gran avenida de asfalto arropada por los aledanos del parque Lannova y los barcos atracados que funcionaban como locales de ocio en verano. Don miro por la ventanilla y llego a la conclusion de que, en cierto punto, todas las grandes ciudades eran iguales. Aguardo silencioso, expectante por lo que iba a encontrar una vez se bajara del sedan. Mantente concentrado, repetia la voz de Velez en su interior. Jamas creyo que el tono de aquel indeseable le resultara familiar. El vehiculo en el que viajaba el griego con sus acompanantes se detuvo en la entrada de un gran edificio rectangular iluminado y acristalado con espejo. En lo mas alto, luces rosadas alumbraban el cielo. --Aha... --dijo el taxista mientras reducia la velocidad--. Hotel Hilton Prague, signore. En efecto, penso el arquitecto. Miro el contador y saco un billete de doscientas coronas. Acto seguido vio salir a su victima junto a las dos mujeres. El otro tipo se quedo en el interior del coche. Dos obstaculos. Era parte del plan de Thalassinos. Deshacerse de ellas no seria muy dificil. --Dekuji --respondio el espanol haciendo uso de las palabras en checo que habia aprendido para su viaje y le entrego el billete. El taxista senalo al contador para explicarle que le habia dado de mas, pero Don levanto la mano. --Dekuji... --murmuro asombrado gratamente sin rechistar. Cuando vio como el empresario desaparecia tras la puerta giratoria del hotel, salio al exterior y cerro de un portazo el viejo coche aleman. Decidido, camino hacia el interior del edificio escuchando el ruido de la suela de sus zapatos bajo el gelido sosiego de la noche. Asi como por fuera el hotel parecia un bloque hermetico, el interior revelaba el porque de su forma. Era extrano, atipico y con un sobrecargado aspecto futurista, como si estar alli dentro perteneciera a otro lugar. Don recordo algunas ciudades de Oriente Medio en las que los centros comerciales se convertian en autenticas pequenas ciudades ficticias. Suelo de marmol blanco, palmeras de decoracion, luz tenue de tonos rosados y unas escaleras subian hasta la primera planta. Los alrededores estaban formados por las ventanas interiores de las habitaciones, apiladas en torres blancas de mas de diecisiete alturas. Cuando el espanol alzo la mirada al firmamento, no vio mas que un techo formado por vigas de hierro y una gran bola de acero dividida en laminas que formaba parte de la decoracion. Sin duda, un lugar estridente para los sentidos con un exceso de modernidad. A lo lejos, vislumbro las tres figuras humanas caminar hacia los ascensores. Tomo aire y se dirigio hacia ellos. No temia que lo descubrieran, pues nadie sabia quien era el y por eso iba a realizar su trabajo con eficacia. Cuando el ascensor llego, las puertas se abrieron y el empresario espero a que entraran las dos mujeres, ambas checas y mas jovenes que el. Entonces, las miradas de los varones se cruzaron por un instante.

  • Black de Nessa Odalys

    https://gigalibros.com/black.html

    Antia necesita romper una maldicion para seguir con su vida. Black tiene el objeto que la ayudara a conseguirlo,pero solo hay una manera de obtenerlo: darle lo que el desea. Aunque no siempre las cosas salen como se planean.

  • El feminismo lo cambia todo de Silvia Claveria

    https://gigalibros.com/el-feminismo-lo-cambia-todo.html

    El feminismo, por fin, ha conseguido un poco de atencion en la sociedad y en los medios de comunicacion. Nos hacemos preguntas y buscamos respuestas pero, en demasiadas ocasiones, nos encontramos ante falsedades y medias verdades. O incluso ante conceptos indescifrables. ?Mansplaining, manterruption?

  • La mascara del alquimista de Jose Callado

    https://gigalibros.com/la-mascara-del-alquimista.html

    ?Que podria esconder la alquimia para tener la capacidad de poner en peligro la misma historia de la humanidad?
    Cuando Luigi di Martino vio a su padre morir frente a sus ojos, no pudo imaginar que la maquinaria del Destino se habia puesto en funcionamiento para que su vida cambiara de forma traumatica.
    Cumplir la ultima voluntad de Paolo, su padre, de entregar su querida mascara de cinabrio a Santiago Velez, alguien desconocido para Luigi, supone el punto de partida de un viaje que le llevara a recorrer parte de Europa en busca de los responsables de que la desgracia haya caido sobre su familia. Un viaje que unira el destino de cuatro personas que se veran obligadas a luchar para impedir que fuerzas oscuras, que se creian muertas, puedan convertir en realidad el antiguo sueno ario.
    El seguimiento de la vida de Luca Adamo, alquimista del siglo XV, y de su prodigiosa creacion, desembocara en una persecucion para impedir los planes de aquella que desea romper el fragil hilo donde descansa nuestra realidad.
    En este viaje, Santiago Velez, ademas de ayudar a Luigi a darle sentido a la muerte de su padre, sera clave en la lucha por conservar el presente tal y como se conoce. Ademas, por fin encontrara el significado de esos suenos que le atosigan desde su lejana ninez. Por fin sabra cual es su papel en la historia.
    La mascara del alquimista nos recordara que el lado mas oscuro de la humanidad sigue vivo, esperando la mas minima oportunidad para convertir en realidad ese mundo, el cual creen perfecto.
    Tan perfecto como el propio infierno.

  • Las damas de Ivy Cottage de Julie Klassen

    https://gigalibros.com/las-damas-de-ivy-cottage.html

    Una situacion desesperada, un monton de viejos libros... y algo o alguien que se oculta entre ellos.
    Rachel Ashford vive en Ivy Cottage con Mercy Grove. Ella es una senorita que ha ido a menos y tiene que encontrar la manera de ganarse la vida. Las mujeres del pueblo la animan a que abra una biblioteca por suscripcion con los muchos libros que ha heredado y los que ha recibido en donacion. Lo que no espera es encontrar un par de asuntos misteriosos entre ellos... Y menos que, quien un dia le rompio el corazon, le ayude a buscar pistas.
    Por su parte, Mercy hace tiempo que ha abandonado la idea de casarse y vive centrada en sus hijas. Sin embargo, de repente varios hombres parecen interesados en comprar Ivy Cottage y sospecha que el asunto tiene que ver con Rachel. ?Que o quien ha atraido a esos hombres? Puede que, al buscar la respuesta, todos se lleven una sorpresa...

  • Espana embrujada de Nekane Flisflisher

    https://gigalibros.com/espana-embrujada.html

    Maldiciones, misterios, lugares hechizados y leyendas ocultas de nuestro pais.
    Un recorrido por los secretos mas oscuros y mejor guardados de la geografia espanola.

  • La promesa de Gertruda de Ram Oren

    https://gigalibros.com/la-promesa-de-gertruda.html

    Michael Stolowitzky, hijo unico de una acaudalada familia judia polaca, tiene tres anos cuando estalla la guerra y su familia lo pierde todo. Desesperado por salvar la empresa, su padre se va a Francia, dejando a su hijo al cuidado de su madre y Gertruda Babilinska, una ninera catolica muy unida a la familia. Cuando su madre sufre un infarto, Gertruda le promete en su lecho de muerte que llevara a Michael a Palestina y lo criara como a su propio hijo.

  • Secuestrada por amor de Amelia Gates, Cassie Love

    https://gigalibros.com/secuestrada-por-amor.html

    LA SENSACION de malestar en la boca del estomago es cada vez peor. “Ese giro al final, no me lo esperaba en absoluto, es genial, ?verdad?” Siento que Levi me mira fijamente, pero dudo en encontrar su mirada. “Ha estado bien”, murmuro. La verdad es que no tengo ni idea de lo que paso al principio, ni a la mitad, ni al final de la pelicula. Mi mente no habia estado en lo que ocurria en la gran pantalla. En cambio, habia estado mas concentrada en el hombre que estaba a mi lado y en los secretos que guarda. Levi empuja la puerta y yo me deslizo hacia afuera. Mis piernas van en piloto automatico, siguiendo al resto de los espectadores hasta la calle. Me estremezco con mi cutre abrigo, que no hace nada por evitar el aire frio. Inmediatamente, el brazo de Levi me rodea, envolviendome en su abrazo. Es fuerte, protector, como siempre. Hay una parte de mi que esta desesperada por apoyarse en su calor familiar, enterrar mi nariz en el cuero de su chaqueta. Pero no puedo, no esta noche, no cuando tenemos esto rondando. Asi que me encojo de hombros y sigo caminando por la acera oscura, ignorando la punzada en mi corazon al ver su cara de dolor. “Aspen”. Hay una interrogacion en su voz, pero no lo miro. No confio en mi misma, no cuando se supone que estoy enfadada con el y tan condenadamente asustada por el. “Aspen, ?podrias dejar de caminar un segundo?” Levi me agarra del brazo, no con fuerza, pero con la suficiente firmeza como para detenerme en seco. “?Que te pasa? Has estado rara toda la noche”. Aqui esta, el momento para el que me he estado preparando desde que me recogio en un coche que no deberia poder permitirse. Pero eso no es lo peor, ni siquiera es por lo que estoy enfadada. Es la forma en que me ha mirado directamente a los ojos y ha mentido lo que me ha empujado a la ira. Finalmente, levanto la mirada para enfrentarlo. Con mis botas planas me supera en mas de una cabeza en altura. Con mis 1,64 metros si me estiro bien, no es tan inusual, pero todo en el es grande, tan grande como la vida. Levi es alguien que ocupa su espacio, sin disculparse. Cuando entra en una habitacion, no puedes evitarlo, o tal vez sea asi como me hace sentir. He estado pendiente de el, desde la primera vez que nos conocimos. Ahora desearia que mi cuerpo no respondiera a el como lo hace siempre. Esto seria mucho mas facil si no quisiera besarlo tanto como darle un golpe en su perfecta cara. La calle esta tranquila ahora, el resto de los espectadores del cine probablemente se apresuren a salir de la fria noche. Normalmente, nosotros tambien nos dariamos prisa en volver a mi caravana vacia. Mi madre esta fuera de la ciudad otra vez y he estado pensando en pasar la noche juntos durante toda la semana. Pero eso era antes. “?He estado rara toda la noche? ?De verdad?” Dejo que el sarcasmo salga de mi voz mientras frunzo el ceno hacia el. “?Dime otra vez de donde viene tu nuevo coche?” Veo como sus ojos oscuros se abren mucho por un instante antes de cerrarse. “Ya te lo dije, lo consegui por casi nada. Necesita mucho trabajo, asi que el tipo casi lo estaba regalando”. “A mi me parece que funciona bien”, presiono. Una parte de mi quiere olvidarlo, fingir que no ha ocurrido para que podamos pasar una buena noche juntos como habiamos planeado. La otra parte es como un perro con un maldito hueso, no esta dispuesta a dejar pasar este jodido asunto. Es un rasgo que mi madre dice que tengo desde que era una nina. Una vez que algo se me mete en la cabeza, no puedo quitarmelo de encima. No lo hare. Es una de las muchas cosas de mi que me gustaria poder cambiar. No es que me haya llevado a nada bueno. Estrecho la mirada hacia el y me trago los latidos del corazon que me empujan hasta la garganta. “?De donde salio el dinero, Levi?” “Asp…”, suspira profundamente como si yo estuviera siendo dificil, lo que solo me cabrea. Levanto la mano para detener lo que quiera que vaya a decir a continuacion. “Si estas a punto de mentirme otra vez, quiero que te lo pienses muy bien antes de hacerlo. Puedo soportar muchas cosas, pero no la deshonestidad, ya lo sabes”. Reprimo la emocion que me sube a la garganta. No voy a llorar por esto. No lo hare, joder. Mi madre me habia mentido durante mucho tiempo sobre mi padre. La verdad habria sido mucho mas facil de aceptar si no hubiera tardado tanto en llegar. Entiendo por que lo hizo: queria evitarme el dolor, pero el resultado habia sido todo lo contrario. Los ojos de Levi son muy oscuros cuando me devuelven la mirada y veo como se suavizan ante mis palabras. Para todos los demas, es un tipo duro, audaz y brutal. Yo soy la unica que puede ver su lado mas tierno. Saber que confia en mi lo suficiente como para mostrarlo me da vertigo… cada… vez. Pero no es suficiente. Yo tambien necesito la verdad. Necesito que quiera ser honesto con el mismo; que tema las cosas que yo temo y… “El coche fue un pago”, dice finalmente, con los hombros rigidos como una tabla. “?Pago por que?” Pregunto, aunque ya se que probablemente no quiero oir la respuesta. “Un trabajo, Aspen”. Su mandibula es dura, saca cada palabra forzada como si no quisiera soltarlas. Lo miro con la cabeza levantada, desafiandole a que me diga la verdad. “?Que clase de trabajo se paga con coches?” “!El tipo de trabajo que nos sacara de este agujero de mierda!” Levanta las manos en senal de frustracion. “El tipo de trabajo que significara que podemos dejar todo esto atras, mudarnos a la ciudad, realmente sonar en grande y que esos suenos sean algo jodidamente alcanzable. El tipo de trabajo que haria posible que obtuvieras tu certificacion de maestra sin tener que vender tus rinones para cubrir el coste. Podriamos tener una jodida vida de verdad, como habiamos planeado”. La esperanza en sus ojos es casi suficiente para convencerme de que tiene razon. Que esta es nuestra via de escape para dejar de contar cada maldito dolar, de ahorrar cada centavo solo para salir adelante. La verdad es que puede ser, pero no vale la pena lo que pasara si sigue aceptando trabajos de los tios con los que se esta mezclando. Una cosa es trapichear de vez en cuando, operar en la zona gris. Lo entiendo, especialmente viniendo de donde venimos. Diablos, la unica razon por la que Levi termino la escuela secundaria fue porque lo presione mucho al respecto, no porque pensara que un diploma de escuela secundaria fuera algo beneficioso para el resto de su vida. Ademas, no es que a su padre le importara una mierda lo que hacia. Y mi madre, bueno, hace lo que puede, pero ser madre soltera es duro y llegar a fin de mes es su objetivo mas que asegurarse de que hago los deberes. Pero esto es pasarse de la raya. El tipo de “trabajo” que tiene que estar haciendo para tener un coche como el que actualmente esta aparcado al otro lado de la calle, ese tipo de cosas lo enviaran directamente a la carcel. “No me importa nada de eso mientras que estemos juntos”, le digo, mis manos se acercan para enmarcar su cara, porque no puedo estar tan cerca sin tocarlo. “Y si sigues por este camino, no lo estaremos, porque te encerraran o algo peor”. Me acerca hacia el, casi levantandome del suelo. “Eso no va a pasar, carino”. “No lo sabes. No puedes saberlo”. Sacudo la cabeza, levantando la vista hacia el y dejandole ver todo lo que siento. No puedo evitar pensar que la historia se repite de nuevo. “No puedo perderte”. Las lagrimas pinchan mis ojos, pero me niego a llorar. No soy una llorona. Aprendi hace mucho tiempo que las lagrimas no te llevan a ninguna parte. “No me vas a perder, Asp”. Me atrae contra el, susurrando contra mi pelo. “No soy tu padre. Eso no nos va a pasar a nosotros”. Parece muy seguro y su certeza es reconfortante. Pero no es suficiente para convencerme. Deje de creer en los cuentos de hadas hace mucho tiempo. Me levanta la barbilla para que me vea obligada a encontrar su mirada. “Te quiero”. No dice mucho esas palabras. Es dificil para el, a pesar de que me muestra lo que siente de un millon de maneras diferentes. Pero hay algo en oirlas en voz alta que me derrite cada vez que lo hace. “Yo tambien te quiero, mucho”. Demasiado. “Pero no puedo estar contigo si no cortas con esos tipos ahora. No puedo estar preocupada por cuando vendra la policia a llevarte, o si un dia simplemente no vas a volver”. La idea de un mundo sin el hace que se me cierre la garganta y la opresion en el pecho me impide respirar. “No puedo vivir asi”. Me levanta como si nada y mis piernas van automaticamente a rodear su cintura. No habla hasta que estamos frente a frente. “Solo quiero darte todo lo que quieres, todo lo que mereces”. Su bello rostro esta tan serio que me calienta por dentro. Ya ni siquiera siento el frio. “Todo lo que quiero es a ti. No me importa nada mas”, le digo, mi frente contra la suya, nuestras narices tocandose. “No me importa si nunca salgo de este lugar, mientras estemos juntos en el”. Los ojos de Levi se cierran por un momento. Cuando se abren de nuevo, su expresion es decidida. “Si eso es lo que quieres, entonces lo hare. Volvere al taller, las cosas pueden volver a ser como antes”. Busco en su rostro cualquier indicio de vacilacion o arrepentimiento, pero no hay nada. “?De verdad?” Pregunto, porque tengo que estar segura. “?Asi que vas a parar? ?Has terminado con ellos?” Porque no hay duda, acabaran en la carcel o en el cementerio y no puedo dejar que se vaya con ellos. El no. Cualquiera menos el. “Lo dejo”, confirma, mirandome directamente a los ojos. “Si hay que elegir entre esa vida y tu, no hay competencia. Tu y yo, Aspen. Eso es lo unico que importa”. Sella las palabras con un beso tan lleno de fe en nosotros que me deja sin aliento. Y yo quiero creerle, tanto que me convenzo de que lo hago. Me pierdo contra sus labios, me retuerzo contra el para acercarme aun mas hasta que es imposible saber donde acaba el y donde empiezo yo. Bruscamente se retira, con la respiracion acelerada. “Deberiamos salir de aqui si no queremos darle un espectaculo al vagabundo de ese banco”. Me levanta una ceja, haciendome reir y -asi de facil- la tension que he sentido toda la noche desaparece. Somos solo el y yo contra el mundo, como siempre ha sido. “Vamos, Pastelito”. Lentamente, me deja en el suelo, pero mantiene su brazo alrededor de mi mientras caminamos hacia el coche. Deberia haberme alejado en ese momento, pero no tenia la fuerza suficiente. Mas tarde iba a ser mucho mas dificil. Mas tarde nos romperiamos, pero yo era la unica que permaneceria rota. CAPITULO Uno 5 ANOS DESPUES… ASPEN “ASI QUE LE dije que si quiere tener el dia de Navidad libre no me deja otra opcion que buscar otra ninera. Y tuvo la desfachatez de decir que yo era la que estaba siendo injusta”. Sarah levanta las manos en senal de frustracion. Yo pongo mis facciones haciendo un gesto que espero que parezca simpatico. “Quiero decir, ?de que sirve tener a alguien que te ayude a cuidar a tus hijos si no es de fiar?”. Estiro la boca en una sonrisa, haciendo los sonidos adecuados de asentimiento. La verdad es que lo unico que quiero hacer es gritar y salir corriendo de este lugar. Por enesima vez esta noche, desearia estar en algun sitio, en cualquier otro sitio. En cualquier otro lugar que no sea este restaurante esnob con mi marido y uno de sus socios y su esposa. Se supone que estamos aqui para que “hablen de negocios”, pero lo unico que parecen hacer es emborracharse cada vez mas mientras Jerry me anima a hacerme amiga de Sarah, la mujer de su socio. Excepto que en realidad no quiere eso, Jerry nunca quiere que sea realmente amiga de nadie. Solo quiere que finja. Puedo hacerlo. Me he vuelto muy buena fingiendo. “?Y vosotros dos?” La voz de Sarah es demasiado falsa para sonar sinceramente interesada. Todo lo que quiere es un chisme para transmitirlo a sus venenosos amigos. “?Cuando vais vosotros a formar una familia?” Me atraganto con el agua que intento beber, tosiendo. Lo ultimo que traeria a mi casa con Jerry es un nino. Seria como llevar un gatito a aguas infestadas de tiburones. Jerry me da unas palmaditas en la espalda, que se ha quedado desnuda con el ridiculo vestido que ha elegido para mi. Mientras sigo tratando de respirar, responde por los dos. “Todo a su tiempo, ya lo haremos. De momento, estoy tan loco por mi chica que no estoy dispuesto a compartirla con nadie mas”. Jerry, me atrae hacia su lado, obligandome a poner mis manos en sus hombros para no caerme de la maldita silla. Deja caer un beso posesivo en mis labios, haciendo que mi estomago se revuelva, aunque responda con entusiasmo como se supone que debo hacerlo. “Ah, que dulce es eso, Con, ?no te parece dulce?” El tono de Sarah es mas acido que sacarino. “Es tan encantador ver a un marido tan enamorado de su mujer, ?verdad?” Le dirige a su marido una mirada mordaz, y se da de bruces con el cuando frunce el ceno en senal de frustracion. Si lo que queria era buscar pelea, entonces se ha anotado un tanto perfecto. A Jerry nunca le ha gustado montar una escena, prefiere que su drama se desarrolle en privado, asi que dirige la conversacion hacia aguas mas seguras. Sonrio amablemente y participo en los momentos oportunos mientras hablamos de nuestros planes para el verano. Rapidamente se convierte en una especie de competicion entre los dos hombres sobre quien se lo pasara mejor. Es una conversacion que no necesito escuchar, para decidir el ganador, Jerry no sabe perder. Es algo que me dijo cuando empezamos a salir y yo – que soy idiota- pense que solo trataba de impresionarme. Resulta que deberia haber prestado mas atencion. No era un alarde, era una advertencia. El aburrido pulso entre los dos hombres llega a un abrupto final cuando una voz profunda retumba en el restaurante, cortando la conversacion, haciendo que todas mis terminaciones nerviosas se estremezcan. No. No puede ser. No aqui. No ahora. Ultimamente he vuelto a sonar con el, Dios sabe por que. Esto debe ser mi subconsciente haciendome oir cosas que no son reales. “Lo siento, senor, pero si no tiene una reserva no podemos atenderle”, la voz de la recepcionista es todo un susurro cuando se dirige al hombre llamando la atencion de todos en la sala. Y no es dificil ver por que, mide mas de 1,80 metros y es ancho como un maldito armario, con sus marcados musculos rellenando su camisa, sus largas piernas enfundadas en unos vaqueros rotos que se estrechan en unas botas de motero. No parece alguien que deba estar en un lugar como este. Parece peligroso y eso sin siquiera verle la cara. “Estoy seguro de que puedes hacer una excepcion con nosotros, querida”, dice el hombre, y casi se puede oir como los ovarios de la recepcionista estallan junto con los de todas las mujeres de la sala. Esa voz. Sacudo la cabeza, diciendome que solo estoy teniendo alucinaciones. Un hombre descomunal con una voz profunda, eso es todo, no es el. El universo no es tan cruel, ?verdad? “Bueno, tal vez pueda encontrar algo…” La rubia recepcionista suelta una risa e – inexplicablemente- el ruido tintineante me hace sentir violenta. “Parece que este lugar ha decaido desde la ultima vez que estuve aqui, si es que dejan entrar a estos don nadie”, se mofa Jerry, manteniendo la voz baja. “A menos que me haya perdido algo y los tatuajes de la prision sean la proxima moda”. El resto de la mesa se rie con desprecio, pero yo estoy demasiado distraida como para seguirles el rollo. La voz del desconocido me resulta tan familiar que me hace caer en picado. Levanto la cabeza para ver mejor al hombre mientras la anfitriona los lleva a el y a su amigo a su mesa, pasando cerca de nosotros. Mi atencion se centra en los tatuajes de sus fuertes antebrazos; nada que ver con los tatuajes de la carcel, que describio Jerry. Son un intrincado diseno de simbolos y palabras que no puedo distinguir desde donde estoy sentada en la tenue habitacion iluminada. Mis ojos recorren el cuerpo musculoso, lucido por una camisa negra, el pelo corto y oscuro y cuando su rostro mira por encima del hombro, hacia mi, me quedo helada. No es la fuerte mandibula y los pomulos asesinos lo que hace que todo en mi interior se calle, sino la intensidad de los ojos oscuros que se encuentran con los mios. Se fijan en mi y siento que ven hasta todos los secretos que oculto a los demas. Son ojos que conocia tan bien, ojos que he intentado olvidar. Me obligo a apartar la mirada de el, mi cabeza se mueve tan rapido que casi me da un latigazo, y me giro para ver a Jerry mirandome de forma extrana. Me doy cuenta de que he dejado de respirar. “?Estas bien, Conejita? Estas un poco palida”. Jerry frunce el ceno y mira mas de cerca mi cara.