• maeve anne barge - Maeve Anne

    https://gigalibros.com/los-amantes-de-richmond.html

    Lord Christopher ha decidido casarse con su amada, aunque antes toma distancia de Londres para poder comprender como ha llegado, de ser un hijo sin padre, desconocedor del protocolo de la alta sociedad, a heredero del condado de Hampshire.
    Tambien su amada, lady Grace, toma distancia para asumir que su medio hermana, no quiere saber de ella.
    Sin embargo, en Richmond, las cosas no son tan sencillas; los recuerdos estan vivos y el miedo tambien, pues la sociedad de Londres es muy estricta e hipocrita. Ademas, existen secretos en Richmond, que luchan por salir a la luz.
    ?Estan a la altura? ?Les aliviara la boda que tienen entre manos?

  • Anne Barge – Anne Barge

    https://www.annebarge.com/

    Established in 1999 in Atlanta, Georgia, Anne Barge is one of the preeminent bridal and special occasion design houses in the United States.

  • Pennsylvania Bridal Boutique | Anne Gregory Couture

    https://www.annegregorybrides.com/categories/pennsylvania-bridal-boutique?page=7

    Book your appointment at Anne Gregory Couture in Pittsburgh, where you'll find all the top bridal designers including Anne Barge, Monique Lhuillier, ...

  • Wedding Dresses in Pennsylvania | Anne Gregory Couture

    https://www.annegregorybrides.com/categories/wedding-dresses-in-pennsylvania?page=7

    Book your appointment at Anne Gregory, where we carry a stunning selection of designer bridal gowns. Shop top bridal labels, including Anne Barge, ...

  • Mignonne Gavigan - E112 1 Maeve Hoop - Unveiled Bridal ...

    https://unveiledlittlerock.com/mignonne-gavigan/jewelry/e112-1-maeve-hoop

    Book an appointment and find the premier bridal shopping experience in Arkansas at Unveiled Bridal Collection! ... Mignonne Gavigan. E112 1 Maeve Hoop ...

  • Monique Lhuillier | Unveiled Bridal Collection - Maeve

    https://unveiledlittlerock.com/monique-lhuillier/in-store-bridal/maeve

    Monique Lhuillier. Maeve. Size: 16. Add to Wishlist Book Appointment Call 5017472561 for Availability. Related Products. Monique Lhuillier Winston Image ...

  • BookBub - Kindle freebie: LOST GIRLS by Bob Mayer, an... | Facebook

    https://es-la.facebook.com/BookBub/posts/kindle-freebie-lost-girls-by-bob-mayer-an-action-packed-thriller-by-a-new-york-t/394086037311353/

    Boston Book Festival 2021 will take place on October 16-23, 2021. We hope to see you there, or at. ... Kim Barge Fortin, profile picture. Kim Barge Fortin.

  • Coincidences Happen – A Funny Short Story by Ana Chirila ...

    https://blog.reedsy.com/short-story/en7qgn/

    p>It was ten minutes before her date and Maeve had to meet her boyfriend in ... impression during her interview will barge inside the department so late.

  • Dissertation sur les fièvres bilieuses, et histoire de l'épidémie ...

    https://sites.google.com/a/ko.books-now.com/senmetenmoy28/9785518954304-20lacuGEcribaf73

    This book, "Dissertatio de febribus biliosis," by Samuel Auguste David Tissot, is a replication of a book originally published before 1780.

  • La amante (Amor y poder 3) de Maeve Anne

    https://gigalibros.com/la-amante-amor-y-poder-3.html

    Inglaterra
    Lady Tracy Hamilton es una joven de 18 anos con caracter, pero de gran corazon, que cargando con las deudas de sus padres es vendida a lord Roger Smith, quien a su vez, la vende para que sea enviada a America como prostituta.
    Sin embargo, enterado lord Stephen de Hampshire de dicha intencion, decide rescatar a la joven comprandola como su amante, para que, en realidad, sea la doncella de su esposa en Irlanda, sin tener en cuenta que se puede enamorar de ella, ni las amenazas de lord Smith, quien nunca, hasta entonces, ha perdido una venta ni una chica.
    Eso pone de mal humor a lady Regina, la cual embarazada de lord Alfred Eden, intenta que, o bien lord Stephen o el nuevo Conde, carguen con la responsabilidad de la subsistencia de ella y de su bebe, uniendo fuerzas con lord Smith.
    ?Cuales seran las consecuencias? ?Que sera de lady Tracy? ?Y de Regina?

  • En busca de la redencion (Conquista 2) de

    https://gigalibros.com/en-busca-de-la-redencion-conquista-2.html

    Manuel es un hombre atormentado por sus fantasmas. En el pasado, viajo al Nuevo Mundo y alli cometio un terrible crimen movido por los celos y por su caracter misogino y carente de honor. Con sus fechorias les ha fallado a su mejor amigo, a la que fue su prometida y, sobre todo, al mejor hombre que ha conocido nunca, su padre.

  • Lo imprevisible de Marta Garcia Aller

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    Este libro no esta aqui. No ha podido llegar al lector porque este libro esta confinado. Acabe de escribirlo en febrero de 2020, a tiempo de convertirse en una de las novedades de la primavera. O eso creia yo. Brinde por ello con amigos nada mas entregarlo. No sabia por entonces que aquella iba a ser la ultima vez que pisariamos un bar en mucho tiempo. Ni que este ano nos ibamos a quedar sin primavera. De eso iban, al fin y al cabo, las paginas que acabaron confinadas. Advertian de que habia que ir acostumbrandose a convivir con todo aquello que no se puede prever. A principios de marzo, Lo imprevisible ya estaba impreso y empaquetado, listo para llegar a las librerias. Y ahi se quedo. Atrapado por sorpresa en las cajas de una imprenta de Igualada, el primer municipio espanol en decretar el confinamiento total por el brote de coronavirus. Igualada sonaba entonces, igual que Bergamo, como si fuera el reactor 4 de Chernobil. No se podia salir ni entrar de alli por el alto riesgo de contagio. Mi editora me llamo para avisarme de que la publicacion del libro se retrasaria. La semana siguiente se decreto el estado de alarma que puso a Espana en cuarentena. Y luego la COVID-19 fue paralizando el resto del planeta. Mas de tres mil millones de personas nos quedamos encerradas en casa durante semanas para tratar de frenar el virus que cambiaria el mundo. Asi que este libro no es exactamente el mismo que en febrero. De alguna manera, ninguno lo somos. Tampoco el lector. Ya no me va a costar convencerle de que un espejismo tecnologico nos ha hecho creer que tenemos bajo control mas cosas de las que en realidad estan a nuestro alcance. Eso ha quedado claro ahora que el mundo esta patas arriba. Mientras reescribo estas lineas, aprovechando mi propia clausura, aun no sabemos cuanto durara el estado de alarma. Ni cuando podremos volver a salir de casa para ir a trabajar o abrazar a la familia. Tampoco cuando volveran a abrir las librerias para que estas paginas, estas si, lleguen por fin a sus manos. De pronto, ya no sabemos nada del futuro. Ni de lo que hay a la vuelta de la esquina. Solo hay algo seguro: nunca ha sido tan imprevisible. De pequena me fascinaba un libro que fantaseaba sobre como seria el ano 2020 y del que solo recuerdo esa fecha y el dibujo de una banera robotica. He olvidado tambien el titulo, pero no aquel cuarto de bano. De el salian todo tipo de brazos que lavaban, peinaban y secaban el pelo de un nino sumergido en espuma sin mover un dedo. Todavia me da algo de envidia cuando lo pienso. Tal vez por eso siempre habia imaginado 2020 como un ano futurista. Y, por supuesto, que a estas alturas ya tendriamos banos con robots. Antes de que esta devastadora pandemia que me tiene recluida en casa mientras escribo provocase la peor crisis economica y sanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, los nuevos anos veinte se preveian de otra manera. Iba a ser la decada dorada del progreso tecnologico y la robotizacion. De la medicina personalizada y la inteligencia artificial. Y ahora resulta que 2020 es el ano en el que Occidente descubrio que no tenia suficientes camas, ni medicos, ni mascarillas para atender a sus enfermos en caso de emergencia. Y mientras la inteligencia artificial y la genetica van dando forma a la medicina del futuro, en nuestros hospitales del presente los medicos improvisan batas con bolsas de basura para protegerse. A principios de ano todavia viviamos ajenos a lo que se avecinaba. Las ferias tecnologicas prometian grandes avances que ahora parecen frivolos (conste que antes del coronavirus, tambien). En enero se presento en Las Vegas un minirrobot rodante que se controlaba desde el movil, pensado para acercar un rollo de papel higienico alla donde alguien lo necesitara. Tambien se anuncio un sensor para avisar con un mensaje al movil si el bano huele mal antes de tener que asomarse a comprobarlo.1 No es esto lo que de nina entendia por un bano robotizado, ni tampoco por lo que pasara a la historia el papel higienico en 2020. En enero, mientras en la feria tecnologica mas importante del mundo se presentaban estos inventos para el supuesto vater del futuro, ya habia un nuevo coronavirus extendiendose por China que pronto llegaria al resto del planeta. En las semanas siguientes, a medida que la amenaza avanzaba, la gente reacciono, para sorpresa de Gobiernos y reponedores de supermercados, almacenando compulsivamente montanas de papel higienico. Por inutil que fuera comprar decenas de rollos, el acaparamiento irracional transmitia una paz a la poblacion que ningun robot podria prever. El miedo a lo desconocido entra dentro de eso que a los humanos nos vuelve imprevisibles. Una epidemia de incertidumbre La escritura de este libro ha pasado por una mocion de censura, dos elecciones generales y una pandemia mundial. La rutina iba desapareciendo mientras andaba yo buscando eso que nos vuelve imprevisibles. Para encontrarlo, he mantenido entrevistas con un centenar de expertos en cuestiones muy diversas: matematicos, astrofisicos y psicologos; con filosofos, abogadas e ingenieras; antropologos, linguistas y policias; con una nina de tres anos, varias empresarias de exito y un ligon de Tinder; en estas paginas hay tambien genetistas, meteorologos y hasta un excombatiente de Irak que ahora reparte burritos a domicilio. No faltan las opiniones --ultimamente, nunca lo hacen-- de politologos, epidemiologos y periodistas, ademas de las charlas con un par de neurologos, varios humoristas famosos y algun que otro robot. Nos hemos ido acostumbrando a los sistemas de inteligencia artificial que calculan por nosotros que carretera escoger para evitar los atascos y predicen que tiempo va a hacer. Al fin y al cabo, hay algoritmos para todo. Los hay que generan noticias falsas, invierten en bolsa y anticipan a quien vamos a votar. Otros prometen predecir los delitos, el amor y hasta el orgasmo. Incluso hay robots que conducen, componen musica y pintan cuadros como los de Rembrandt. Se automatizan los despachos de abogados, las consultas de los medicos y los templos budistas.2 La inteligencia artificial aspira a automatizarlo todo. ?Todo? No, todo no. Al computo del algoritmo siempre se le escapara lo imprevisible. Y, mas alla de las pandemias, la vida esta llena de situaciones cotidianas que lo van a seguir siendo. Al final, los dilemas humanos son los mismos de siempre, solo que nunca habiamos tenido como especie tanta informacion disponible. Por eso nos desconcierta tanto descubrir lo vulnerables que somos en realidad. Por una parte, nos hemos vuelto, en cierto modo, mas previsibles que nunca gracias al mayor procesamiento de datos de la historia. Por otra, el mundo esta transformandose a tal velocidad que desconocemos las nuevas reglas de juego. No es casualidad que tanto desconcierto coincida con un profundo cambio tecnologico. La nueva era de la predictibilidad tecnica se caracteriza, paradojicamente, por una epidemia de incertidumbre. En 2016, nadie vio venir el brexit ni la victoria de Trump.3 A partir de entonces, la cronica geopolitica ha sido una sucesion de acontecimientos inesperados. Tanto cambio constante llevaba tiempo desconcertandonos, mucho antes de que llegara el coronavirus. La sensacion de estar entrando en territorio desconocido ya se habia generalizado en un Occidente a medio repensar. El exceso de informacion puede tener mucho que ver con ello. Alvin Toffler ya advertia en El shock del futuro que la saturacion informativa podia crear mecanismos de defensa en la gente, que necesitaria simplificar tanto el mundo para comprenderlo que acabaria reafirmando sus prejuicios. Era 1970.4 La sobrecarga de informacion tambien provoco un aumento de la incertidumbre en los tiempos de Gutenberg. En cierto modo, la llegada de la imprenta tambien trajo consigo una acentuacion del sectarismo.5 Acceder a mas informacion de diferentes concepciones religiosas no genero mas tolerancia, sino la conviccion de que la unica vision verdadera del mundo era la propia. La imprenta supuso un enorme progreso tecnologico para la humanidad que inauguro la Edad Moderna. Sin ella, no se entenderian las guerras de religion de los siglos XVI y XVII que causaron millones de muertos en Europa. La manera en la que accedemos a la informacion (y a la desinformacion) transforma a las sociedades, como veremos en el capitulo dedicado a como la verdad y la mentira se vuelven mas imprevisibles con los algoritmos. Cuando los cambios tecnologicos se aceleran tanto, aumenta la sensacion de vertigo. ?De donde viene tanta incertidumbre, teniendo como tenemos un acceso a la informacion y unos avances cientificos y tecnologicos con los que nuestros padres y abuelos solo podian sonar leyendo a Julio Verne? En menos de un siglo, hemos visto llegar la penicilina y el 5G, los viajes a Marte y la secuenciacion del genoma. Y en el momento mas algido de las promesas tecnologicas, cuando el futuro parecia capaz de automatizarlo todo, el mundo, de pronto, se paraliza de golpe por un virus. Una cuarentena no deja de ser, al fin y al cabo, una tecnica medieval para la prevencion de los contagios. Tanto algoritmo y tanto big data,6 y cuando llega la gran pandemia nos tenemos que encerrar todos en casa como en tiempos de Boccaccio, pero con wifi. Antes de la llegada de la COVID-19, se me ocurrio consultar con un experto en la estructura del universo. ?Quien mejor para darle un poco de perspectiva al asunto? Pregunte a Martin Rees, astrofisico y astronomo real, si veia relacion entre la incertidumbre y la era de los algoritmos: <>. A diferencia de lo que les ocurrio a nuestros antepasados, para nosotros el proximo siglo sera drasticamente diferente al actual. Por no saber, no sabemos ni en que planeta viviremos para entonces.7

  • Desaparecido, C. L. Taylor de C. L. Taylor

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    Cuando Billy Wilkinson, de 15 anos, desaparece en mitad de la noche, su madre, Claire, se culpa a si misma. No es la unica en hacerlo. No hay un solo miembro de su familia que no se sienta culpable, y los Wilkinson estan tan acostumbrados a guardar secretos entre ellos que la verdad no empieza a salir a la superficie hasta seis meses despues. Claire esta segura de que sus amigos y su familia no tienen nada que ver con la desaparicion. El instinto de una madre nunca se equivoca… ?O si?

  • Su Amante Cautiva ( Los Hermanos Thorpe 1), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • BULLY (Fall Away 1) de Penelope Douglas

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    Ha pasado un ano desde que Tate sufrio acoso en el instituto … y al final, ha decidido luchar.
    Me llamo Tate. Pero el no me llama asi. Nunca se referiria a mi de una manera tan informal, eso es el caso de que me dirigiera a la palabra. No, casi ni yo habla. Aun asi, nunca me deja sola.
    Hubo un tiempo en que fuimos muy amigos. Luego me dio la espalda y hizo de arruinarme la vida a su objetivo. Me han humillado, me han gritado y han murmurado sobre mi durante toda la secundaria. Sus burlas y los rumores se volvieron cada vez mas sadicos segun iba pasando el tiempo, mientras tu volvias la hora tratando de no disparar en su cancion. Incluso me fui a Francia durante un ano, solo por evitarlo.
    Pero ya me has cansado de esconderme y no pienso consentir que me arruine tambien el ultimo ano. Puede que el no haya cambiado, pero yo si. Ha llegado el momento de luchar.
    !No hay nadie que te permita volver a acosarme nunca mas!

  • Abrazos en el aire de Inmaculada Leon Tirado

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    La lucha de una mujer por sobrevivir en una sociedad que la limita humana, politica y socialmente.

  • El enamorado secreto de Camila Winter

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    A fines de la era victoriana Angelet esta a punto de casarse con un pretendiente guapo y acaudalado cuando comienza a recibir misteriosas cartas de amor de un desconocido. Poesias, rosas y obsequios se hacen cada vez mas frecuentes mientras la poesia conquista lentamente su corazon y tambien la intriga de saber quien es el autor de un amor tan apasionado…

  • Los ultimos dias de Clayton & Co de Francisca Solar

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    A fines del siglo XIX, en la desaparecida localidad de Atlas, la joven Abigail Clayton era reconocida por el curioso talento de fotografiar a los muertos. Una habilidad que cuidaba un aterrador secreto: los protagonistas de sus imagenes le susurraban secretos sobre los vivos. Personas de todo el pais viajaron a conocer a la “medium Clayton”; recibio a campesinos y diplomaticos, ayudo en casos legales y policiales, hasta que una acusacion de demencia y un escabroso homicidio terminaron con su corta carrera. “Bruja, loca, asesina”, dicen que estuvo encerrada mas de una decada en el sotano de un sanatorio antes de que la tuberculosis y el olvido la mataran. Dicen muchas cosas sobre ella. Sin embargo, lo unico claro, es que la verdadera historia de quienes retrataba se escondia en el susurro de los fantasmas o detras del clic de una de sus fotos.

  • Amor entre cenizas de Reyes Ramirez

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    Una historia de amor que te sorprendera. El debate entre el corazon y la razon. Una joven judia y un oficial nazi. La Segunda Guerra Mundial. ?Podra el amor sobreponerse al drama de un campo de concentracion? Amor, erotismo, deseo, aventura, sentimientos, …

  • Amar a un Highlander de Kate L. Morgan

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    Nadie en toda las Tierras Altas maneja la espada como el laird Logan Mcllvanney. Es un hombre fiel a su familia, protector de su clan, y jamas ha rendido cuentas a nadie. Cuando llega a Evertown un familiar del mejor sanador de toda Escocia, la atraccion es inmediata y abrasadora, pero Logan no puede olvidar que la mujer es una sassenach.

  • 1.280 almas de Jim Thompson

    https://gigalibros.com/1-280-almas.html

    “Yo solo soy un sheriff del sur” declara Nick Corey, un tipo en apariencia lerdo y vago que no soporta a su mujer ni a su cunado, cuya maxima es que solo se detiene a un individuo cuando no hay mas remedio, y eso siempre que sea un don nadie. Todos en Potts County -un lugar imaginario en la America profunda, con una poblacion de 1.280 habitantes- estan convencidos de su apatia y su simplicidad. Pero pronto el lector se dara cuenta de lo astuto que es Corey. Su deseo de ser reelegido para el cargo de sheriff hace que su comportamiento no tenga limites ni conozca escrupulos. Poco a poco, la idea de deshacerse de todos aquellos que se interpongan en su camino va tomando cuerpo. El protagonista expone en primera persona los hechos sin inmutarse, pues en su paranoia llega a creerse elegido para limpiar de escoria el lugar.

  • Todo el mundo miente de Seth Stephens-davidowitz

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    En un dia promedio de principios del siglo xxi, los seres humanos que buscan en Internet acumulan ocho billones de gigabytes de datos. Esta asombrosa cantidad de informacion puede decirnos mucho sobre quienes somos, los miedos, deseos y comportamientos que nos impulsan y las decisiones conscientes e inconscientes que tomamos. De lo profundo a lo mundano, podemos obtener un asombroso conocimiento sobre la psique humana que hace menos de veinte anos parecia insondable. Stephens-Davidowitz nos ofrece informacion fascinante, sorprendente y a menudo graciosa, sobre temas que van desde la economia hasta la etica, los deportes, el sexo, etc. Todo ello extraido del mundo del big data. A partir de estudios y experimentos sobre como vivimos y pensamos realmente, el autor demuestra en que medida todo el mundo es un laboratorio. Con conclusiones que van desde lo extrano pero cierto hasta lo provocador y lo perturbador, explora el poder de este suero de la verdad digital y su potencial mas profundo, revelando sesgos profundamente arraigados en nosotros; una informacion que sin duda podemos utilizar para cambiar nuestra cultura. La influencia del big data se esta multiplicando exponencialmente, y Stephens-Davidowitz nos desafia a pensar de una manera diferente sobre el mundo y la forma en que lo vemos.

  • Aire entre las manos (Aire y viento 1) de Marta Marquez

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  • Mentiras que seducen de Alessandra Torre

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    Hay secretos que pueden acabar con el amor mas grande… o hacerlo mas fuerte.

  • El filo de la verdad de Selva Palacios

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    Un sol de justicia caia impio sobre Nueva Trada. Ni siquiera los ancianos mas longevos recordaban haber sufrido con anterioridad un calor como ese que asolaba la ciudad desde hacia varios dias. Mik Rogers accedio con parsimonia a una de las tabernas mas inmundas del puerto. Saludo al dueno mientras caminaba hacia el fondo del local. Los parroquianos dormian la mona o bebian sumidos en el pozo de sus pensamientos. Ninguno tenia demasiada gana de charla, de juerga o de trifulca. Eso lo dejarian para cuando la noche cayera y la temperatura diese un respiro. Dentro no olia a orines como en las inmediaciones, pero si a sudor rancio. Mik arrugo la nariz y clavo su mirada en la mesa mas apartada, esa que permanecia guarecida por la penumbra en un rincon y que habia reclamado tiempo atras como suya. La utilizaba como centro de operaciones para sellar todo tipo de acuerdos turbios. El antiguo pirata llevaba trece anos pululando por los bajos fondos de aquella ciudad maldita, esclavo de los pactos que amarraban en corto su conciencia, preso de los malos recuerdos que enturbiaban sus pesadillas. Un hombre se hallaba sentado en su silla. Portaba esa mirada turbia de quienes ya estan acostumbrados a que el duermevela ligero sustituya un descanso reparador. Daba cuenta sin prisa alguna de una botella de vino medio vacia y mantenia la cabeza gacha, como si en el fondo quisiera pasar desapercibido. Mik alzo las cejas, sin dar credito. Debia tratarse de un error: a aquella hora intempestiva esperaba encontrarse con un servicial criado y, en cambio, era un caballero el que ahora habia engarzado su mirada con la suya y lo estudiaba con un rictus de seriedad demasiado impostado bajo su sombrero. No albergo duda alguna: el origen de ese tipo era noble y lo dilucido por sus ropas, por la rigidez a la que sometia a su espalda, pero, sobre todo, por la manera en que desentonaba en aquel tugurio. Estaba fuera de su ambiente y era tan obvio que, si perdia cuidado, pronto tendria problemas. Mik se sento frente al desconocido con recelo, pero intrigado por saber que asuntos queria tratar con un don nadie como el. -- Dispensa si no me quito el sombrero -- dijo hombre, tocandose el ala --, pero tengo motivos para conservarlo sobre mi cabeza. Mik sonrio, divertido. Su dentadura blanca contrasto al instante con su piel morena. -- ?Y cuales son dichos motivos, senor? Si no le importa que le pregunte... -- Dos, principalmente -- contesto, muy sereno --. El primero, que deseo minimizar el riesgo de ser reconocido. El segundo, que no pretendo tener deferencia para con un hombre de tu calana. Sin ofender --. Anadio, muy serio. Mik rio. Echo la cabeza hacia atras y expulso con fuerza el aire por la nariz. Despues, robo un trago a la botella que reposaba sobre la mesa. El liquido caliente se deslizo por su garganta y le revolvio las tripas. -- Hace falta mucho mas que palabras para ofenderme, senor, asi que pierda cuidado. Yo si que me descubrire la cabeza -- anuncio, tras despojarse de su sombrero y dejarlo descansando sobre la rodilla izquierda --. Al fin y al cabo, estoy ante un respetable miembro de la ilustre ciudad de Nueva Trada. El caballero le dedico una sonrisa ladeada que no duro mucho. Paso por alto el tono condescendiente de Mik y fue directo al grano. -- Supongo que te estaras preguntando por que estoy aqui cuando podria haber enviado a un intermediario en mi lugar... Mik coloco el codo en el respaldo de la silla y apoyo la espalda en la sucia madera. Estudio a aquel tipo, intrigado. Tenia la piel muy blanca y su barba bien recortada enmarcaba una boca de labios finos y dentadura pobre. -- Entiendo que estara a punto de desvelarme la incognita. -- En efecto. Veras, la cuestion es que si puedo encargarme yo mismo de un asunto tan delicado como este que nos trae entre manos, no lo dejare en las de otros. Es el unico modo de asegurarme de que todo saldra como es debido. Mik se fijo en sus unas bien cortadas, en sus dedos largos y finos. Estaba claro que aquel tipo nunca se habia ganado el pan con el sudor de su frente. Su interlocutor y el no podian ser mas distintos en cualquier aspecto en que se compararan. Alzo el menton y lo miro a los ojos. -- Le escucho. Antes de hablar, el desconocido aparto la vista. No acostumbraba a tratar a hombres como Mik de igual a igual. Probablemente, era la primera vez en su vida que un negro lo miraba directamente a los ojos. Y no le gustaba, pero tendria que soportarlo. O mas bien acostumbrarse: cada vez eran mas los esclavos que compraban su libertad. Los tiempos estaban cambiando y no para bien. -- Quiero que te encargues de un pequeno asunto que deseo encomendarte. Y te advierto de que, si no cuento con tu discrecion absoluta, habra consecuencias. Mi posicion en esta ciudad es privilegiada. Soy amigo personal del gobernador y me ha puesto al tanto de tu peculiar... situacion. Mik torcio el gesto y chasqueo la lengua: si venia de parte de Joaquin Ventura, el mandamas de Nueva Trada, sabia que tipo de tarea se disponia a encomendarle el caballero: una sucia, en la que se mancharia las manos de mierda o de sangre. Probablemente de ambas. Se encogio de hombros, dispuesto a seguir con la conversacion como si trataran asuntos mas mundanos. -- Creo que ha quedado sobradamente demostrada mi capacidad para desempenar todo tipo de encargos con eficacia y sin levantar sospechas -- expuso Mik --. Mi reputacion me procede. -- !Desde luego, eso no lo pongo en duda! Estoy ante el mejor asesino de la ciudad -- dijo, bajando la voz --. Por no hablar de tu habilidad creando toda clase de pocimas y unguentos. !Tu eficacia es legendaria! -- rio sin ganas y se inclino ligeramente hacia el --. No estoy aqui para cuestionar tus sanguinarios metodos, Rogers, al contrario. Lo que deseo es que los utilices en mi beneficio, pero antes quiero acotar los terminos bajo los cuales cumpliras mis ordenes. Deberas seguirlas a rajatabla para no dejar margen de error. La improvisacion es enemiga del exito. El caballero sudaba copiosamente bajo sus delicados ropajes. Sendos cercos de sudor se expandian bajo las axilas oscureciendo la tela y una pelicula brillante perlaba su frente haciendola brillar. En cambio, Mik resistia con bastante entereza los envites del clima. Ventajas de provenir del continente africano. -- ?A quien desea que borre del mapa? -- pregunto Mik, repentinamente cansado de tanto rodeo --. ?A un rival en los negocios? ?A un viejo enemigo? ?Al amante de su esposa, tal vez? Rio su ocurrencia, pero el caballero lo escrutaba con aires de suficiencia y el gesto bien serio. No volvio a tocar la botella, aunque la miro de pronto como si necesitara desesperadamente un trago. -- En tu ultima suposicion no ibas muy desencaminado -- admitio, muy a su pesar --. En este caso, el amante soy yo. Quiero casarme en segundas nupcias, pero para ello, primero debo enviudar y por ende, mi esposa debe morir. Mik lo miro durante un buen rato con la boca cerrada a cal y canto. Se paso la mano por la mejilla y se rasco la cabeza, que lucia afeitada para evitar la molesta invasion de piojos y otros parasitos. -- Lo que me esta pidiendo es del todo imposible, senor -- le informo con solemnidad -- . No asesino a mujeres ni a ninos. Siento comunicarle que no soy su hombre. Busquese a otro. Se levanto con parsimonia y se coloco el sombrero en la cabeza. Murmuro una despedida. La voz del caballero lo detuvo cuando ya le daba la espalda. -- ?Un asesino con escrupulos? !No puedo creerlo! Mik no se giro. Efectivamente, aun no habia perdido toda la rectitud que quedaba en el, aquella que Samuel Rogers le inculco. Dio un paso mas en direccion a la salida, deseando que el aire torrido de la calle le golpeara en la cara para asi, al menos, sentir algo. -- !No puedes negarte, escoria! No estas en condiciones de rechazar mi peticion. Tienes contraida una deuda con esta ciudad y con nuestro gobernador. ?O acaso lo has olvidado? Mik se detuvo y cerro los ojos. Gruno. Solto un improperio en alguna lengua desconocida y se sento de nuevo a la mesa. Su humor se habia agriado y ni siquiera hizo el mero intento de disimularlo. -- ?Por que? -- No estas en disposicion de negociar, ni de hacer preguntas, Rogers. Mik se trago su orgullo acompanado por una buena dosis del vino barato que tenia frente a el. -- No me malinterprete, senor, se lo ruego. No es menester mio juzgarlo. Eso queda entre usted y Dios -- expuso con la solemnidad de un parroco encerrado en un confesionario --. Supongo que estara al corriente de que existen alternativas para hombres como usted. Seguro que halla un metodo efectivo para disfrutar de los placeres que su... amante pueda proporcionarle sin poner en riesgo la integridad de nadie. Muchos caballeros siguen este precepto y son plenamente felices. Incluso cuentan con la bendicion de su esposa. El tipo rio. Alzo la cabeza y le dedico una mirada furibunda por encima del ala de su sombrero. -- Es usted muy temerario, Rogers. De ser otras las circunstancias, no le quepa la menor duda: mandaria que lo azotaran hasta verlo desangrarse y nada me complaceria mas que esa vision. Sin embargo, no soy la clase de bestia inhumana que cree que soy. No pretendo deshacerme de mi esposa por capricho. Mi matrimonio fue una farsa desde el inicio. Nos unimos por interes mutuo de nuestras familias y nunca desarrollamos sentimientos de afecto el uno por el otro. Al contrario, detesto a esa vaca esteril que no ha sido capaz de cumplir con su unica obligacion: traer a mi heredero al mundo. Y, tras una decada, senor Rogers, comprendera que ya no albergo absolutamente ningun tipo de esperanza. Ese feliz acontecimiento no va a suceder: no me dara descendencia. Por ello, me veo en la obligacion de sustituir a mi amada esposa por otra mas... competente. Y mas joven. He ahi la razon de hallarme frente a usted. Por eso requiero de sus... servicios. Mik exhalo un suspiro y lo taladro con la mirada. -- ?Y no ha considerado el divorcio? El caballero enfurecio. Una sombra negra planeo sobre sus ojos. -- !No digas sandeces! -- Grito, provocando que un par de miradas se posara sobre ellos. Percatandose de ello, bajo la cabeza y la voz --. !Eso es pecado! !Una blasfemia propia de la gente barbara del norte! Y aunque fuese legal en Nueva Trada, sin mi, mi esposa no es nada. !No es nadie! Creeme, ella opinaria lo mismo: estara mejor bajo tierra que deshonrada y condenada al ostracismo de la alta sociedad. Mik entorno los ojos y puso las palmas de sus manos encima de la mesa. -- Lo lamento mucho senor, pero creo que su problema tiene mejores soluciones que esa... -- Si no eres tu, Rogers, !otro se encargara! --. Le interrumpio el tipo, perdiendo la poca paciencia que le quedaba --. Hare que te ejecuten en la horca. A ti y a los tuyos, a los que quedan. Solo tengo que mover un dedo y el peso de la justicia caera sobre tu tripulacion por entero. !Piensalo bien, necio! Dio un punetazo en la mesa que delato su nerviosismo. La botella vibro durante un efimero instante. Mik trago saliva y bajo la mirada. Reflexiono acerca de su situacion y de sus opciones. El caballero, por muy poco que mereciera tal apelativo, estaba en lo cierto: no tenia mas alternativa que aceptar. Cargaria en el foso de su conciencia con otra vida que iba a sesgar por encargo, por no hablar de todas las que arrebato en alta mar, con Samuel Rogers y despues, como capitan del Servus. Aquellos tiempos quedaban bien lejos. Otros mas oscuros eran los que le estaba tocando vivir. Mandaria al cielo otra alma para que la suya fuese directa al purgatorio. Y esta vez, se trataria de una mujer inocente cuyo unico pecado era no haber parido hijos. !No podria hacerlo! Se imagino a si mismo empunando su daga pero no hundiendola en la carne de aquella dama. Aunque no la mirara una sola vez a los ojos para leer en ellos como pedia misericordia, sabia que no seria capaz de infligirle dano alguno. Se conocia mejor que nadie. Era un hombre cauto, pese a la vida que llevaba. Pensaba detenidamente las consecuencias de sus actos. Nunca se precipitaba antes de actuar. Samuel le enseno a ser mas astuto, mas rapido, mas fuerte y mas valeroso que ningun otro. Solo asi habian sobrevivido ambos en aquel mundo gobernado por hombres blancos. Por eso, cuando una idea cruzo su mente, fue tal el cambio que acusaron sus facciones que el caballero se puso en alerta, mas no dijo nada. -- Esta bien, senor -- concedio Mik --. Lo hare. Digame como se llama su esposa, donde y cuando. El como, me lo reservo para mi. El caballero sonrio. Los ojos le brillaban. Una gota de sudor descendio por su sien hasta aterrizar sobre la mesa. Mik lo miro con desagrado. Quiza Dios o la naturaleza no deseaban que aquel sujeto se reprodujese. De inmediato compadecio a su esposa, a pesar de que no fuese buena idea empatizar con una futura victima. El desconocido ni siquiera se percato de las tribulaciones del antiguo pirata. Estaba demasiado ocupado celebrando su triunfo por anticipado. No veia el momento de regresar con su amante y yacer con ella en pecado por ultima vez. Pronto la convertiria en su esposa mientras fingia llorar a la anterior. Se inclino sobre la mesa y coloco la mano en torno a su boca: -- Escucha atento y no pierdas detalle -- repuso con voz grave --. Manana, emboscaras el carruaje en el que Elvira regresa a casa. Al anochecer. * Dona Elvira de Diego se enjuago el sudor de su frente con un suave panuelo de seda. Lo empapo tras restregarlo tambien por la cara y por el cuello hasta que la tela se torno translucida. Volvio a guardarselo en las profundidades de su generoso escote. Resoplo, maldiciendo para sus adentros el calor tan insoportable que hacia dentro del carruaje. No veia la hora de regresar a casa, asearse y meterse en la cama. Habia sido un dia agotador. La visita a su prima lejana, Angustias, no se desarrollo todo lo bien que esperaba. Angustias la recibio con animos destemplados pese a que fue ella quien insistio, misiva tras misiva, en que debian verse de inmediato. Ambas tenian la misma edad. Se habian criado juntas, casi como hermanas. Sin embargo, su relacion nunca fue buena. Llevaban cinco anos sin verse cuando a Angustias le entro apremio por citar a su prima en su lujosa mansion, ubicada a las afueras de Nueva Trada. En seguida Elvira comprendio que las prisas de Angustias obedecian a un unico proposito: el deseo de restregarle la felicidad que experimentaba por la cara. Contaba con un esposo carinoso y atento, cuatro hijos maravillosos que gozaban de buena salud, unas amistades solidas y unos excelentes contactos que la convertian en una de las damas mas populares de la ciudad. Por si esto fuera poco, acababa de adquirir una lujosa mansion equipada con los ultimos adelantos modernos de tres plantas y catorce habitaciones. Su afianzada posicion dentro de la alta sociedad nuevatradense era ya un hecho consolidado. Angustias recibio a Elvira en su salon de te. Proyectaba seguridad y confianza en si misma, nada que ver con esa chiquilla vacilante que diez anos atras era un alma en pena. Sus lamentos se debian a que ningun hombre la pretendia, ninguna propuesta de matrimonio llegaba. La envidia la corroia al ver como su prima Elvira se prometia con uno de los mejores partidos de la ciudad: Leopoldo de Diego. Habia llovido mucho desde entonces. Las tornas giraron tanto que se terminaron invirtiendo. La tirria de Angustias hacia su prima se habia transformado en una superficial lastima tenida de fingida compasion. Durante varias horas, frente a una taza de te que se habia quedado frio, Elvira tuvo que aguantar los comentarios hirientes y las sarcasticas burlas de su prima, que no paraba de jactarse de su larga racha de buena suerte. Era, precisamente, de lo que carecia Elvira en aquellos momentos, pero aguanto la tempestad con estoicismo y clase. Siempre con una sonrisa permanente en sus labios. Porque ante todo, si algo caracterizaba a dona Elvira de Diego era, precisamente, la clase que tenia. Y asi lo demostraba cada vez que tenia ocasion: llevaba el orgullo adherido a su persona como una suerte de segunda piel. Ni Angustias ni nadie la veria flaquear jamas, aunque Elvira sintiera que su vida se estaba desmoronando sin que pudiera hacer nada por evitarlo. El camino estaba plagado de baches. La senora De Diego se agarro con firmeza a su asiento y respiro agitadamente. Apoyo los pies con firmeza en el suelo para evitar caer hacia delante. El cochero restallo el latigo con el que azuzaba a los caballos. Debia darse prisa. Estaba a punto de anochecer y la oscuridad propiciaba que bandidos y pistoleros campasen a sus anchas por los desolados caminos, desamparados ante la ausencia de luz. Un repentino mareo invadio a Elvira. No solo lo causaba aquel maldito y accidentado viaje, sino el tercer trozo de pastel que habia engullido en casa de su prima Angustias. Demasiado dulce para pasar aquel amargo trago. No le habia caido bien en el estomago y ahora pagaba las consecuencias de su gula. Cerro los ojos y sintio la desagradable sensacion que acompana a una repentina arcada. Dio dos golpes secos en la pared del carruaje. El cochero no se detuvo. Lo intento otra vez, ya sin paciencia. Se hizo dano en los nudillos al aplicar en el proceso todas las fuerzas que le quedaban. Por fin, el vehiculo paro a un lado del camino. Elvira abrio la puerta y descendio apresurada. Su sudor era frio, lo percibio en cuanto se levanto una leve brisa. Con la mano izquierda se tapaba su boca. Con la derecha, se tocaba el vientre. Ese vientre que era yermo, esteril. Se acurruco tras un arbol, se agacho y vertio la merienda sobre unas hierbas procurando no hacer demasiado ruido mientras regurgitaba. Desde su posicion, el cochero seguro estaria escuchando los estertores que la garganta de Elvira emitia. Eran tan poco dignos de una distinguida dama que un repentino arranque de verguenza la invadio. Se le pusieron rojas las mejillas otorgando algo de color a su tez palida y empanada. Un pensamiento esperanzador broto de las profundidades de su mente. ?Y si estaba encinta? Desecho la idea de inmediato, torturandose por albergar ilusiones huecas. Era fisicamente imposible. Leopoldo llevaba sin yacer con ella meses. El fracaso de su matrimonio se comportaba como un viejo fantasma que de vez en cuando acudia a ella para atormentarla. Elvira se incorporo y, con el mismo panuelo que antes, limpio sus labios. Una solitaria lagrima salio despedida de uno de sus ojos azules. No se molesto en secarla. Achaco su presencia al hecho de que se encontraba mal del estomago, y no a la tristeza que se empenaba en invadirla. Apoyo su mano en el tronco del arbol que tenia al lado. Se sereno contemplando el horizonte anaranjado. Consiguio respirar con normalidad al fijar la vista en esos ultimos rayos de sol que se perdian lejanos, oblicuos, moribundos, a punto de ser tragados por la oscuridad. Sin previo aviso, un brazo le rodeo la cintura con fuerza. Una mano le tapo la boca. La punta de una daga rozo su yugular. Elvira se olvido de tomar aire. Estaba paralizada y no solo debido al miedo. Hacia mucho tiempo que no sentia el calor de otro cuerpo cera del suyo, el cuerpo de un hombre. Percibio un aroma varonil invadiendo sus fosas nasales que, en otras circunstancias, le hubiese suscitado cierto agrado. Sin embargo, en el contexto de un asalto esta informacion paso desapercibida y el terror se manifesto sin tapujos. Las rodillas le temblaron. La garganta se le cerro. Ni siquiera el grito que habia dejado a medias termino de salir. Aquel era su fin. El fin de Dona Elvira de Diego, ilustre senora de Nueva Trada. -- No se mueva o la matare -- susurro una voz ronca a su oido. El acento delataba que se trataba de un extranjero. Un proscrito, tal vez. Elvira descendio la mirada y, bajo la luz del crepusculo, estupefacta, descubrio que la mano que le tapaba la boca pertenecia a un hombre de piel oscura. Un mestizo, quiza algo peor. Se pregunto que querria aquel malnacido de ella. Dinero. Joyas. Un rescate. Deshonrarla, en el peor de los casos, mancillando su cuerpo sin remedio. Entonces su esposo la repudiaria para siempre y de manera definitiva. Aquel seria para Elvira un fin peor que la muerte. El corazon le latia tan rapido que creyo estar a punto de abandonar este mundo. Recupero su voz tan solo para emitir un leve quejido. Ni siquiera en esas circunstancias era capaz de imponerse, de luchar por su vida. Reprocho internamente su propia pasividad, su cobardia. Aquel fue el ultimo pensamiento racional que tuvo antes de desmayarse de puro espanto, de autentico pavor.

  • Sudores frios de Boileau-narcejac

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    Un dia, llama a la puerta de Roger Flavieres un antiguo companero de la universidad que quiere contratarlo para que investigue a su mujer. El marido no sospecha que su esposa le sea infiel, sino que teme por su vida. El motivo de su temor no puede ser mas sorprendente: cree que su mujer se halla poseida por el espiritu de una antepasada que murio tragicamente ahogada. Solo ello parece poder explicar por que su esposa pasa por momentos en los que parece estar ausente, desaparece durante horas sin decir nada y se hunde a menudo en una profunda melancolia. Es asi como Flavieres empieza a seguir a Madeleine, una mujer de una inusual belleza de la que no tardara en enamorarse profundamente. Situada en la Francia de entreguerras, el sorprendente desarrollo de esta novela desperto el interes de Alfred Hitchcock, que la llevo a la gran pantalla bajo el titulo de Vertigo, un clasico del cine negro protagonizado por James Stewart y Kim Novak.

  • Heroes y villanos, espanoles olvidados por la historia de Javier Garcia Blanco

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    En no pocas ocasiones, la Historia -confabulada con aquellos que la escriben y con los caprichos del destino- es injusta y desagradecida. Solo asi se explica que, sin importar la epoca, civilizacion o lugar del globo al que miremos, encontremos siempre un buen punado de personajes a quienes el azar, los historiadores o el vencedor de turno -ya saben aquello de que "la Historia la escriben los vencedores..."- han decidido relegar a las mas reconditas y escondidas "notas al pie" de los libros en los que se glosan victorias, descubrimientos, conquistas y otras grandes hazanas. Y eso con suerte, pues muchas veces se pierden para siempre en el olvido y el silencio de los siglos. Son ya unos cuantos anos los que un servidor lleva escribiendo acerca de temas historicos y, sin importar la cuestion sobre la que me este documentando en cada momento, casi siempre me sucede algo similar. A veces es una mencion vaga en una cronica, otras una pequena pista descubierta por azar, ya sea en un libro o en un documento historico, incluso en un antiguo periodico digitalizado y disponible a traves de Internet. Pero siempre, de una u otra forma, surge un personaje hasta entonces desconocido cuya historia es capaz de atraer nuestra atencion por dos razones: en primer lugar por haber protagonizado algun hecho destacado, merecedor de ocupar un espacio de honor en los libros de Historia; la segunda, precisamente por todo lo contrario, haber sido ignorado casi por completo pese a sus sobrados y destacados meritos como guerrero, estratega, explorador o aventurero. He de confesar que siento una especial debilidad por estos heroes -o villanos- "olvidados", autenticos "grandes secundarios" o actores de reparto de la Historia. Sobre todo si se da la circunstancia de que son espanoles o sus aventuras estuvieron vinculadas de forma especial con Espana. De ahi que, con el paso de los anos, haya ido dando forma a una singular "coleccion" personal compuesta por una nutrida y variada galeria de personajes. Todos ellos con ese denominador comun de ser poco conocidos por el publico y, en algunos casos, incluso por los propios historiadores. Y este ha sido, precisamente, el criterio seguido a la hora de elaborar la seleccion de personajes historicos que dan forma al libro que tiene entre sus manos. He procurado que los protagonistas aqui reflejados cubrieran buena parte de los periodos historicos y, asi, encontramos narrados sucesos que abarcan desde los primeros siglos de nuestra era hasta el reciente siglo XX. En un primer momento habia decidido dar forma al libro presentando una sucesion de historias que intercalaran, de forma mas o menos equilibrada, las peripecias y aventuras de hombres y mujeres "olvidados" por la Historia. Sin embargo, finalmente decidi -excepcion hecha de la historia de la monja Egeria y del capitulo dedicado a Lucrecia de Leon, en ambos casos por razones de similitud tematica con otros personajes-, "excluir" a las damas y reservar, para ellas solas, un futuro trabajo. Ciertamente, material no falta, y sin duda el interes de los episodios protagonizados por estas espanolas de distintas epocas igualan, cuando no superan en muchas ocasiones, al de sus "colegas" masculinos. En cuanto a lo "tematico", he procurado tambien hacer una seleccion lo mas variada posible, presentando a personajes que destacaron en distintos ambitos, ya fueran exploradores, guerreros, pioneros de la arqueologia, cientificos, espias o incluso asesinos de grandes figuras de la Historia. Estoy seguro de que el lector encontrara aqui personajes que ya conocia, pues alguno de ellos ha servido de inspiracion para la realizacion de peliculas, novelas o comics. Sin embargo, incluso en esos casos, dichos heroes o villanos son escasamente conocidos por el gran publico. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el sanguinario Lope de Aguirre cuyas atrocidades, cometidas mientras perseguia las legendarias riquezas de El Dorado, han sido objeto de recreacion en dos peliculas - una dirigida por nuestro Carlos Saura, y otra por el aleman Werner Herzog-, novelas como la de Ramon J. Sender y un par de comics. Y a pesar de semejante "cobertura", Aguirre sigue siendo uno de esos grandes desconocidos. En otros casos, los protagonistas de algunos capitulos si han recibido una Mas sonrojante resulta que algunos de estos personajes -nacidos en la "piel de toro" aunque pasaran a la Historia por protagonizar sucesos ocurridos a miles de kilometros de su hogar-, sean mas conocidos en otros paises que en el nuestro, cuando muchas veces sus hazanas deberian llenarnos de orgullo y ocupar no pocas paginas en los libros de texto. Ese el caso, por ejemplo, de algunos exploradores y aventureros como los Anza, originarios de Hernani, cuyas peripecias se conocen al dedillo los estudiantes de secundaria en toda California, Nuevo Mexico y Arizona, y cuyos nombres y apellidos han bautizado no pocas calles, plazas u hospitales de distintas localidades estadounidenses. Cuentan, incluso, con un Parque Natural que lleva su nombre, y que coincide con la ruta que abrieron, atravesando el desierto mientras se enfrentaban a temibles apaches y comanches, desde el norte de Mexico hasta la region de la Alta California. Algo similar sucede con el conquistador Pedro Menendez de Aviles quien, a pesar de haber derrotado con valor y con inteligencia a media flota corsaria francesa del siglo XVI, y haber fundado la primera ciudad de los Estados Unidos de America -todavia hoy en pie, con un fuerte espanol y repleta de calles con nombres de ciudades peninsulares-, es apenas conocido en Espana, a excepcion de su ciudad natal, donde por suerte se recuerdan sus numerosos meritos. En los dos casos anteriores, basta con echar un vistazo a la bibliografia para descubrir con desanimo que la mayor parte de los textos dedicados a uno y otros personajes estan escritos en la lengua de Shakespeare, cuando deberia ser abrumadora la mayoria de los escritos en la de Cervantes. En otras ocasiones, la falta de documentacion es casi total, y solo la suerte o el azar nos permiten descubrir a quien, oculto bajo un nombre nuevo, esconde una figura tan fascinante como la del navarro Pedro Casenave, quien llego a ser alcalde de Georgetown -nucleo de la actual capital estadounidense-, amigo de George Washington y, ojo al dato, la persona que coloco la primera piedra de la Casa Blanca pues, no en vano, era el Gran Maestre mason que dirigio la ceremonia. Todas las historias que protagonizaron los hombres y mujeres que encontrara a continuacion consiguieron emocionarme cuando descubri por primera vez sus conquistas, descubrimientos, aventuras o incluso sus errores. Espero que al pasar pagina, disfrute usted tanto como hice yo al documentarme y al escribir sobre ellos... Zaragoza, a 22 de mayo de 2012 CAPITULO 1 En busca de las huellas de Dios Durante siglos, miles de personas de toda Europa dejaron atras sus lugares de origen con la intencion de iniciar un viaje hacia lo desconocido. Un periplo hasta los santos lugares de sus respectivas confesiones religiosas que, en algunos casos, dejaron recogidos en sus escritos. No fueron pocos los habitantes de la Peninsula Iberica que, ya desde tiempos remotos, se aventuraron en tan arriesgada travesia para conocer los lugares mas piadosos citados en los distintos textos sagrados. Tierra Santa en general y Jerusalen en particular han atraido desde hace siglos la atencion de miles de personas en todo el mundo. Siglos antes de que la peregrinacion hasta Santiago de Compostela cobrara fuerza y protagonismo, peregrinos de distintas nacionalidades, origenes y credos religiosos ya habian iniciado el viaje hasta los santos lugares del Proximo Oriente. En el caso de los viajeros cristianos, el suceso que marco la "explosion" de las peregrinaciones fue el descubrimiento de la supuesta tumba de Cristo (el lugar hoy conocido como Santo Sepulcro) a comienzos del siglo IV, por parte de Santa Helena, madre del emperador Constantino. A este suceso habria que anadir los escritos dejados por San Jeronimo -autor de la traduccion al latin de la Biblia hebrea y griega-, quien seguramente influyo en el afan viajero de muchos devotos con sus textos relativos a los santos lugares. Junto a los textos del santo, que vivio en Palestina entre finales del siglo IV y comienzos del V, se encuentran otros de vital importancia y que fueron escritos por algunos de los primeros peregrinos. Gracias a estos textos, aquellos que se aventuraban por los peligrosos caminos poseian una especie de guia repleta de consejos y descripciones para viajar hasta Tierra Santa. De este modo los arriesgados viajeros tenian en sus manos una ayuda con la que realizar una visita completa a los santos lugares y poder revivir asi los acontecimientos de la vida de Cristo narrados en los Evangelios. Este es el caso de los textos redactados por el anonimo Peregrino de Burdeos [1] y la monja Egeria, que serian usados durante mucho tiempo por los peregrinos siguientes. Y esta aventurera religiosa es, precisamente, la primera de las protagonistas de este libro. Egeria, la monja que desafio a su tiempo Son pocos los datos que poseemos de esta audaz y valiente monja nacida, muy probablemente, en la Peninsula Iberica. Al parecer, Egeria era la superiora de un convento o eremitorio gallego, que en el siglo IV de nuestra era tomo la decision de viajar hasta los santos lugares para visitar en persona los paisajes descritos en el Antiguo y el Nuevo Testamento y describir despues a sus hermanas todo lo que veia a traves de una serie de cartas abiertas que forman su diario. Aunque se desconoce el lugar exacto desde el que comenzo su viaje, parece claro que este se encontraba en Galicia [2] . La narracion de su diario comienza en diciembre del ano 383 y finaliza en junio del 384. Por tanto, en tan solo seis meses recorrio miles de kilometros, unas veces a pie, otras montada a caballo e incluso a lomos de un camello. Su diario de peregrinacion, Itinerarios, permanecio perdido durante mas de quince siglos, hasta que fue encontrado en la ciudad italiana de Arezzo a finales del siglo XIX. Segun se ha podido comprobar, este diario de viaje esta incompleto, ya que faltan las primeras paginas del mismo. Ademas, su autora solo recoge el segundo de los viajes de peregrinacion que realizo a Tierra Santa, ya que segun relata ella misma en el diario, hizo un primer viaje a Jerusalen del que desconocemos todos los detalles. Posiblemente la monja fue contemporanea del hereje Prisciliano y es probable que conociera sus doctrinas, ya que existen varios pasajes en sus escritos que coinciden en su concepcion religiosa con la de este singular personaje de la epoca. Durante su peregrinacion, la religiosa visito templos, eremitorios y los mas variados escenarios biblicos. En cuanto se encontraba en los lugares descritos por las escrituras, la monja gallega se detenia para leer y meditar los pasajes correspondientes a ese lugar. A lo largo de su peregrinaje, Egeria fue encontrandose con las pretendidas reliquias relacionadas con distintos pasajes del Antiguo y el Nuevo Testamento, y asi lo anota puntillosamente en su diario de viaje. Asi, la monja vio conmovida su alma al contemplar la piedra sobre la que Moises quebro las primeras Tablas de la Ley, el horno donde los israelitas fundieron el becerro de oro o la zarza ardiente a traves de la que Dios se manifesto, y que segun la monja aun seguia viva y continuaba echando brotes. En Jerusalen, por ejemplo, Egeria pudo visitar la columna en la que supuestamente habian azotado a Jesus y que <>.

  • El cuaderno de las flores de Kayte Nunn

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    Dos mujeres aventureras, un viaje y la busqueda de una flor que puede dar y quitar la vida

  • Una madre de Alejandro Palomas

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    El retrato de una ciudad acogedora y esquiva a partes iguales, de una familia unida por los fragiles lazos de la necesidad y del amor y la mirada unica de una mujer maravillosa en un momento extraordinario. Faltan unas horas para la medianoche. Por fin, despues de varias tentativas, Amalia ha logrado a sus 65 anos ver cumplido su sueno: reunir a toda la familia para cenar en Nochevieja. Una madre cuenta la historia de como Amalia entreteje con su humor y su entrega particular una red de hilos invisibles con la que une y protege a los suyos, zurciendo los silencios de unos y encauzando el futuro de los otros. Sabe que va a ser una noche intensa, llena de secretos y mentiras, de mucha risa y de confesiones largo tiempo contenidas que por fin estallan para descubrir lo que queda por vivir. Sabe que es el momento de actuar y no esta dispuesta a que nada la aparte de su cometido. Un cartel luminoso que emite mensajes desde una azotea junto al puerto, una silla en la que desde hace anos jamas se sienta nadie, una Barcelona de cielos aniles que conspira para que vuelva una luz que parecia apagada, unos ojos como bosques alemanes y una libreta que aclara los porques de una vida entera... Una madre no es solo el retrato de una mujer valiente y entranable, y de los miembros de su familia que dependen de ella y de su peculiar energia para afrontar sus vidas, sino tambien un atisbo de lo que la condicion humana es capaz de demostrarse y mostrar cuando ahonda en su mejor version.

  • Poder y fortuna de Michelle Smart

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    Tentada por su protector multimillonario…

  • Veinte maneras de bajar al sotano de Roque Perez Prados

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  • La espada del diablo de Mariano F. Urresti

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    La luz de las velas proyectaba la gigantesca sombra del monarca sobre la tienda de campana. Pedro II de Aragon caminaba alrededor de los dos gruesos tendales, los postes que sostenian aquella fabrica de telas y brocados donde se alojaba. Desde los extremos superiores de los fornidos maderos coronados por una pieza de cuero partia un haz de cuerdas clavadas en la tierra mediante estacas, y sobre ellas se disponian las lonas y alabes que hacian las veces de paredes y puertas. Los dos metros de altura del aragones parecian ser cuatro gracias al juego de sombras que provocaban las parpadeantes llamas, y la fiera expresion de su rostro, que tanto espanto habia provocado a los infieles un ano antes en la batalla de las Navas de Tolosa, hubiera acobardado al mas templado en aquel claroscuro. El monarca evidenciaba su irritacion por aquel retraso; y es que el no estaba acostumbrado a esperar, y menos a una mujer. Un grunido escapo a traves de su poblado bigote, y sobre sus cabellos, largos y enmaranados, resbalo por un instante la luz dorada de las velas. En el exterior de la tienda se escuchaban las voces de los soldados, el piafar de los caballos y el miedo, porque el miedo habla en voz alta con los hombres en la vispera de una batalla. Pedro II escupio al suelo de tierra y paja seca. El aire olia a cera quemada, sudor, estiercol, arena y vinagre, con el que los hombres limpiaban sus cotas de malla. Y a orines viejos, a cuerpos sucios y a tierra humeda. El monarca reanudo su ir y venir por la tienda dando enormes zancadas. Tenia treinta y cinco anos y estaba viudo. Su esposa, Maria de Montpellier, habia fallecido meses antes, pero no la echaba de menos. En realidad, de no haber sido porque el papa se opuso a ello, se hubiera divorciado de aquella mujer que a punto estuvo de no cumplir con su deber de darle un heredero. Y aunque al final pario a su hijo Jaime, el monarca necesitaba muchas mujeres para saciar su sed de sexo, y justamente ese era el motivo de su impaciencia y malhumor aquella noche. --?Donde se ha metido esa dama? --bramo. Dos arrugas verticales atravesaron su ceno. Sin embargo, nadie respondio, porque el rey estaba solo en su tienda. Minutos antes habia ordenado salir a todo el mundo. Los condes de Tolosa, de Foix y de Cominges se vieron arrojados al exterior de un modo que juzgaron humillante, pero no se atrevieron a levantar la voz ante el iracundo monarca a quien habian jurado vasallaje y a cuya fortaleza militar habian apostado su propia supervivencia y la de su gente, muchos de ellos entregados a la fe catara. Pero al soberano aragones los cataros y sus ideas religiosas le traian sin cuidado. Si estaba alli, en el bello y ansiado Languedoc, no era por una guerra de credos, sino para lograr que Aragon reinara al fin al otro lado de los Pirineos. Ademas, los occitanos le enervaban. Todo en ellos era diferente: su lengua, mas parecida a la catalana que a la francesa; su peculiar cultura, que incluia la presencia de trovadores en los castillos --algo que Pedro consideraba un sintoma de la propia debilidad de una nobleza--, o aquel peculiar compendio de virtudes religiosas, morales y sociales por el que se regian y al que denominaban paratge. Aquellas gentes extranas hablaban de cristianismo, pero no eran catolicos; al mismo tiempo, brindaban por el disfrute de la vida y eran excesivamente corteses para el gusto del aragones. En cuanto al orgullo del que hacian gala, el rey lo ridiculizaba cuando hablaba con los condes recordandoles su incapacidad para formar un ejercito unico, solido y capaz de enfrentarse a los soldados del papa y del rey frances. La causa principal de aquella debilidad militar era la existencia de una constelacion de pequenos senores feudales debido a que en aquellas tierras no imperaba la costumbre del mayorazgo, de manera que al no heredar el feudo el primogenito, las haciendas se subdividian y enflaquecian de ese modo sus fuerzas. En resumen, aquella gente vivia lejos de lo que un rey como el, aguerrido y virtuoso en la batalla, consideraba principios morales. Y, para colmo, los occitanos eran indisciplinados y carentes de virtudes militares. Aquella misma manana, sin que el hubiera autorizado semejante aventura, los milicianos procedentes de Tolosa se habian lanzado a la toma de la ciudad y fortaleza de Muret, frente a la cual todos estaban acampados. Aquel ataque, contraviniendo su voluntad, habia puesto en grave riesgo la estrategia que el habia disenado para derrotar definitivamente a Simon de Montfort. El rey se detuvo de nuevo y sintio como la sangre le hervia en la entrepierna y en el pecho. La primera se saciaria en breve, se consolo, pero la ira que habia provocado aquel ataque no consentido no se aplacaria facilmente. ?Como hacer entender a aquellos estupidos occitanos que el objetivo no era vencer a los defensores de Muret, sino acabar con el maldito Simon de Montfort de una vez por todas? --?Donde se ha metido? --gruno de nuevo y, colerico, levanto uno de los alabes de lona que cerraban la tienda a modo de puerta. Los soldados que custodiaban la entrada se envararon, pero el rey los ignoro. Sus ojos negros se achicaron buscando entre la oscuridad salpicada de antorchas del campamento a la mujer que aguardaba, Azalais de Boissezon, esposa de uno de aquellos faidits, como se llamaba a los senores occitanos que habian perdido hacienda y posicion por el empuje de los soldados del papa en aquella guerra. El rey habia quedado prendado de aquella belleza morena desde el mismo instante en que la vio, tiempo atras. Y ahora el destino la ponia a su alcance, puesto que era una de las damas que habian visitado a sus maridos antes de la batalla. Al verla en el campamento, el rey le hizo llegar una ardorosa carta en la que le ordenaba, mas que solicitaba, un encuentro en su tienda aquella misma noche, sin preocuparle lo mas minimo la presencia del esposo de Azalais. La amaria hasta el amanecer, rubricaba el gigantesco aragones al final del billete. Pero Azalais se retrasaba. Los guardias miraban al frente y el rey paso entre ellos olvidando durante unos segundos a la dama de sus anhelos. Contemplo en silencio la ciudad amurallada de Muret y se prometio que al dia siguiente seria suya. Tras sus muros, juro, no habria sino enemigos muertos o derrotados. --Mi senor. --La voz joven de una mujer le saco de sus pensamientos, y el rey se giro dejando a su espalda Muret--. Mi senor, traigo una nota de la dama Azalais de Boissezon, a quien tengo el honor de servir. Pedro II arrebato el papel de las manos de la joven sin ceremonia ni palabra alguna. La muchacha, paralizada por el temor, se palpo instintivamente su abultado vientre. En un mes, pariria. El rey entro en su tienda y leyo la nota a la luz de las velas. Cuatro lineas le habia escrito la dama Azalais. En las dos primeras, elogiaba el valor del monarca y expresaba su rubor por el interes del aragones hacia su persona; en las dos ultimas, declinaba la invitacion de visitar su lecho, pues su esposo le habia ordenado retirarse, junto a las mujeres de otros caballeros y senores, a alguna de las fortalezas cataras que aun podian conceder cierta seguridad. El monarca estrujo la nota entre sus poderosos dedos y, furioso, levanto el alabe y salio al exterior. Necesitaba respirar el aire frio de la noche. Por un instante, penso en dar muerte al incomodo esposo, pero comprendio que aquella decision lo enemistaria irremediablemente con el conde de Tolosa y con los demas nobles occitanos. --!Por todos los diablos! ?Es que esta gente no respeta nada? --grito. Los soldados mas proximos se estremecieron y procuraron desviar la mirada. El rey bufo una vez mas y miro a su alrededor con los ojos extraviados. Y de pronto, reparo en la joven mensajera y, por primera vez, poso sus ojos en su abultado vientre. Pero tambien admiro sus jugosos labios, su cabello rubio y su piel blanca. No debia tener aun veinte anos, presumio. Y asi agoto el monarca el ultimo pensamiento racional de aquella jornada. --?Como os llamais? --Ysabela, mi senor --respondio con un hilo de voz la muchacha. Y quiso anadir algo mas--: Soy dama de compania de... --No preciso saber nada mas de ti --atajo el rey--. Esta noche, solo me serviras a mi. Los ojos claros de Ysabela se encharcaron y volvio a palpar su vientre antes de que el aragones le rasgara el vestido con sus dedos de oso. Simon contemplo desde la torre Prima del castillo de Muret el mar de tiendas de campana de sus enemigos. Cientos de antorchas alumbraban el campamento dando forma a un inquietante ejercito titilante. Las tiendas de los aragoneses y occitanos se extendian como una plaga a tres kilometros al noroeste de la ciudad, y aun mas cerca, entre el arroyo Saudrune y una zona pantanosa proxima, podia divisar el campamento de los milicianos tolosanos. Sus ojos verdes se cerraron, pero no con pesar, sino con esperanza. Dos noches antes, mientras estaban en Fanjeaux, su esposa, Alix de Montmorency, habia tenido un sueno terrible. En la pesadilla, un torrente de sangre manaba de sus brazos, y Alix desperto angustiada. Llorosa y con voz entrecortada, le explico lo sucedido. --Hablais como una mujer --respondio Simon a los lamentos de su mujer, que le suplicaba no acudir al combate--. ?Creeis que doy fe a los augurios como hacen los aragoneses o esos herejes occitanos? Si yo hubiera sonado que iba a morir en la batalla, iria a ella aun mas seguro para burlarme de esos malos cristianos que dirige el rey Pedro --anadio rubricando sus palabras con un poderoso punetazo sobre la cama de nogal, que temblo como una hoja. Hacia tiempo que Simon de Montfort sospechaba que el rey Pedro II de Aragon cruzaria los Pirineos para alinearse con los condes cataros, y por ello habia salido de Carcasona dispuesto a ir al encuentro del aragones. Al mismo tiempo, ordeno a su hijo Amaury partir desde Cominges para encontrarse con el. Sus sospechas se confirmaron poco despues, cuando un correo llegado desde Muret le advirtio de la presencia de un formidable ejercito acampado frente a esa ciudad. En Muret no habia ni hombres ni viveres suficientes para resistir un asedio mientras llegaban refuerzos. No obstante, se encomendo a Dios y, aunque aun lo separaban sesenta kilometros de Muret, ordeno a sus hombres avanzar hasta la abadia cisterciense de Boulbonne, donde se detuvo para rezar. --!Oh, Senor! Tu me has elegido, pese a mi indignidad, para tus combates --murmuro en la soledad de la iglesia, rodilla en tierra, tras depositar su espada sobre el altar. A continuacion, se concedio unos segundos de introspeccion durante los cuales creyo escuchar dentro de si una voz reconfortante. Despues, recogio su espada, y anadio--: De tu altar recibo hoy de ti mis armas para que en el momento de la batalla estes a mi lado. Cuando salio de la iglesia, sus hombres lo miraron como si contemplaran a un profeta. Todos lo conocian ya como el conde de Cristo. De pronto, entre todos ellos se abrio paso un clerigo que dijo ser sacristan de la abadia de SaintAntonin de Pamiers y llamarse Maurin de Montlaur. --Mi senor, teneis poca gente en comparacion con vuestros enemigos --advirtio el enjuto hombre de Dios--. He visto su campamento, y entre ellos esta el rey de Aragon, hombre muy experto en la guerra. Junto a el estan los ejercitos de los condes de Tolosa, Raimundo VI, de Cominges, Bernardo IV, y el de Foix, Raimundo Roger. Simon escucho al sacristan imperturbable, y cuando el de Pamiers concluyo, se limito a sacar de su limosnera una carta y se la entrego a su informador. Desconcertado, el clerigo leyo su contenido y descubrio que habia sido escrita por el rey aragones y dirigida a la dama Azalais de Boissezon. En la nota, Pedro hablaba de amor y sexo del modo mas desvergonzado. --?Que quereis decir con esto, mi senor? --pregunto el sacristan, perplejo. --?Que que quiero decir? --trono Montfort. Su enorme corpachon ensombrecio al canijo capellan--. ?Aun lo preguntais? --Agarro por los habitos al clerigo y lo zarandeo como a un muneco, evidenciando su fuerza herculea--. ?Que clase de fe teneis vos? ?No veis acaso que Dios me envia una senal? ?No veis que Dios dispuso lo necesario para que nos hicieramos con esa carta? No temo a un rey que en lugar de cuidar del negocio de Dios viene a la batalla para fornicar con una mujer. A continuacion, empujo al sacristan apartandolo de su camino, monto sobre su imponente caballo blanco y ordeno a los suyos partir rumbo a Saverdum, adonde llegaron al atardecer. Al dia siguiente, atravesaron un arroyo que desembocaba en el rio Aure y dejaron atras las colinas de Terrefort. Estaban a pocos kilometros de Muret, y todos aguardaban el inminente ataque que, presumian, ordenaria el rey de Aragon para evitar que llegaran a la ciudad. Pero, para su sorpresa, la emboscada nunca se produjo y llegaron al pie de las murallas rojizas de Muret sin sobresaltos. Envalentonados, sus hombres propusieron cruzar de inmediato el puente sobre el rio Garona y cargar contra el enemigo acampado, pero Simon les disuadio de ello. --Estamos cansados, y ellos frescos --dijo aun sin descender de su montura, y girandose contemplo el inmenso campamento, cuya extension era superior a la de la propia ciudad de Muret--. Dejemosles que sigan creyendose superiores solo porque lo sean en numero. A continuacion, entraron en la ciudad por la Puerta de Salas, atravesaron el Mercadal, la enorme plaza que era el corazon de la ciudad, y mientras sus hombres se instalaron en la Villa Nova, el se traslado al Castillo Viejo, desde lo alto del cual contemplaba en aquel momento el mar de hogueras y antorchas de sus enemigos. --?Por que nos han permitido entrar en Muret? --murmuro para si. Se habia hecho aquella pregunta mil veces a lo largo del camino. Una rafaga de viento removio la barba y el cabello, salpicados de canas, de aquel hombre cuya mano creia guiada por Dios. De pronto, se sintio demasiado lejos de su hogar, y viejo. Estaba en la cincuentena, y se pregunto si regresaria a su casa antes de morir. Era de origen franco-normando, y su linaje hundia sus raices en Montfor-l'Amaury, al oeste de la Isla de Francia. Sin embargo, desde hacia cinco anos, cada primavera y cada verano, habia entregado su vida a imponer la verdadera fe en aquellas tierras, erradicando de raiz la herejia. --!Cinco anos! !Que rapido se escapa el tiempo! --murmuro. El 10 de marzo de 1208, el papa Inocencio III habia convocado una cruzada contra los occitanos, deseoso de extirpar la herejia catara de aquellas tierras. El asesinato en Sant Geli un ano antes de su legado, de fray Pierre de Castelanau, a manos de un soldado al servicio del conde de Tolosa, le sirvio en bandeja la excusa necesaria para tomar una decision como aquella, sin precedentes: !una cruzada contra otros cristianos! Voluntarios de Normandia, Champana, Anjou, Flandes o Picardia acudieron a la llamada del pontifice. Muchos eran pecadores que ansiaban el perdon de sus faltas; otros, salivaban imaginandose ya senores de las ricas tierras del sur, y otros encontraron en aquella cruzada el modo de evitar cumplir su promesa de acudir a Tierra Santa para combatir al infiel. Y de entre todos aquellos senores, Simon de Montfort fue elegido como brazo armado del pontifice, aunque fuera Arnaud Amaury, legado papal y abad de Citeaux, quien capitaneara a aquella gigantesca hueste. --!Malnacidos! --escupio con la mirada clavada en el campamento aragones y occitano. Si hasta entonces ningun cataro habia logrado derrotarle, ?por que iba a ser diferente al dia siguiente?, penso. Las aguas del rio Louge, que discurrian mansas a los pies del castillo, le parecieron de pronto siniestras. El rio Garona abrigaba la fortaleza por el lado opuesto. Un foso inundado por las aguas de ambos rios aislaba el Castillo Viejo de la Villa Nueva de Muret, aunque un puente levadizo permitia la comunicacion entre ambos. Desde su atalaya, Simon podia contemplar a su derecha el puente de Sant Serni, que permitia abandonar la fortaleza hacia el este, donde estaban acampados los voluntarios occitanos. El castillo se erguia, orgulloso, aranando el cielo negro con sus cinco torres. La de Lissac tenia mas de treinta metros de altura, y vigilaba el rio Garona; la del homenaje, o de Loja, superaba los cuarenta metros de alto, y se alzaba sobre el vertice en el que se abrazaban las aguas de los dos rios que rodeaban la fortaleza. Simon se encontraba en la torre de Prima, y a su espalda se alzaba la torre de Dantin. La quinta torre defendia el puente levadizo que unia el castillo con la ciudad, y las cinco se enlazaban por muros de quince metros de altura y tres metros de anchura. Simon contemplo el paseo de ronda que rodeaba las murallas de aquella fortaleza de mas de cinco mil metros cuadrados y, a pesar de ello, se sintio indefenso. --Si nos quedamos aqui, moriremos --penso. Entonces, alzo la mirada al cielo y pidio ayuda a Dios; el mismo Dios en nombre del cual habia matado, mutilado y torturado a mujeres, ninos y ancianos desde que estaba en aquella maldita tierra de herejes. El sol salio poco antes de las siete y media de la manana. Era jueves 13 de septiembre; un buen dia para matar a Montfort, penso el rey Pedro al despertar. En el suelo, hecha un ovillo, permanecia Ysabela. La muchacha tenia los ojos enrojecidos por el llanto, las nalgas enrojecidas por los azotes, los pechos enrojecidos por los mordiscos del monarca, el cuerpo molido tras sentir el gigantesco corpachon del aragones en todas las posturas que el deseo durante aquella interminable noche, y el alma en los huesos. Por un instante, parecio que el rey se apiadaba de ella pero el brillo en sus ojos nada tenia que ver con la piedad. Pedro se levanto del jergon, puso sus pies en el suelo cubierto de paja, y acerco su virilidad a la boca de la joven. La muchacha comprendio, mientras las lagrimas caian por sus mejillas. Minutos despues, el rey se aparto de ella.

  • El olor de la hierba despues de la lluvia de Patrick Jacquemin

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    Una novela inspiradora que invita a abrazar la naturaleza para conectar con nosotros mismos.

  • Herida de Muerte de Robert F. Beers

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    Atraer la atencion de un tirano nunca es bueno. Y menos aun para una colegiala timida en una familia adoptiva. Asi lo comprueba Ariana Cortes al verse asediada de pronto por el poderoso Joaquin Tinoco, el comandante supremo del Ejercito en la atribulada Costa Rica de 1919: hombre opulento, galante, mujeriego… y despiadado. Ahora cualquier paso en falso de Ariana puede tener consecuencias letales para sus seres amados. O ser quizas el acicate para atestar a la feroz dictadura de los Tinoco un golpe definitivo que devuelva a su pueblo la libertad.

  • Vacaciones en el Caucaso de Maria Iordanidu

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    En julio de 1914, cuando Ana partio de Constantinopla con destino a Rusia, dejo atras la digna Constantinopla del siglo pasado. La Constantinopla de su abuela y de su madre. La Constantinopla de los movimientos lentos de los cocheros y de los estibadores, y tambien del barrio europeo donde la sombra de las abuelas aun planeaba por encima de las cocinas con los braseros y las hachuelas de destazar. Aquella era la epoca en que la Virgen extendia su mano y paraba la lluvia cuando Loxandra hacia la colada. <>, decia Loxandra, y en Constantinopla ese dia no caia ni una gota de lluvia. En agosto de 1920, cuando Ana volvio de Rusia, paso del medievo al siglo XX de un solo salto. La plaza de Karakoy estaba abarrotada de militares ingleses y franceses, de soldados griegos, de refugiados rusos, de judios, levantinos[1] y griegos que habian amasado su fortuna recientemente. Los estibadores y los arabadzides habian desaparecido... Ahora circulaban... !automoviles! En las angostas callejuelas de Galata, los camiones del ejercito frances bocineaban hasta dejarte sordo y eran capaces de matar a la gente con tal de rebasar a los vehiculos ingleses que corrian como omnipotentes angeles del cielo... !Ay de los derrotados! Nous avons gagne la guerre..., cantaba la Madelon de la victoire[2] invitando a cervezas en los bares y en los grill rooms que habian proliferado por todos lados como champinones. Ya ni en la confiteria de Retzepis se podia entrar porque frente a su puerta habia apilados un monton de barriles de cerveza vacios. Uno que se parecia al gobernador general de la provincia de Astracan deambulaba por el puente de Galata con una bandeja en las manos vendiendo pirozhki. Tres Johnnies ebrios, frente a la panaderia de Karakoy, querian golpear al bugatsero porque no vendia whisky. Los organillos, con banderitas griegas clavadas entre las flores de papel que enmarcaban el retrato de Pulu, tocaban melodias patrioticas como <>.[3] !Fotografias de Elefterios Venizelos en los cafes![4] Y por doquier, la gente entonaba al unisono el largo camino a Tipperary...[5] En Pera,[6] ahi donde esta el hotel Londres, era imposible pasar, porque una decena de soldaditos jovenes se habia puesto a media calle a bailar un kalamatianos. Y en la avenida principal el transito estaba detenido porque los escoceses, ataviados con pieles de leopardo, desfilaban tocando sus gaitas y golpeando sus tambores. El hotel Tokatlian daba la impresion de un cadaver hinchado que acabo por reventar. Frente a sus puertas pululaba un hervidero de gusanos: empresarios, agentes extranjeros, traficantes de droga, proxenetas y prostitutas de todos tipos. Un lujo desvergonzado, una juerga enloquecida, !un carnaval! La gran ramera de Babilonia, vestida de purpura y escarlata y adornada de oro, se paseaba por las calles de Pera y de Galata. Ochi chiorniye...[7] sonaba una y otra vez en los cafe-chantant. <>, cantaban las aristocratas rusas vendiendo sus ultimos diamantes para pagar el espumoso vino. Levantinas y judias de Avanos y Tahtakale llevaban velo y se hacian pasar por turcas, porque habia demanda de colorido local y las turcas de verdad se habian escondido. Un negro senegales del regimiento de Mac Mahon se comio la teta de una gran duquesa rusa. Y dos bailarinas del Bolshoi, de puro miedo, sufrieron convulsiones frente al Galatasaray.[8] A Ana le daba vueltas la cabeza. Arrastrando los pies, intentaba subir la cuesta de Akartsa preguntandose: <>. En lo que llegaba a Tatavla, cayo la noche. Las ventanas de las casas comenzaron a encenderse paulatinamente. Habia muchas puertas abiertas y gente sentada afuera, tomando el fresco. Algunos eran conocidos, pero nadie la reconocio. Como una sombra venida de otro mundo, Ana fue pasando frente a ellos, hasta que llego a la iglesia de San Demetrio y dio vuelta a la izquierda. Al cabo de muy poco fue a dar frente a la casa de la tia Agatho, donde estaba segura de encontrar a su mama. Miro hacia arriba, todo estaba oscuro. Se detuvo un momento, los dientes apretados, la frente perlada de sudor, <>. <>. Un gato se froto contra su pierna. Un gato gris. Un gato peludo como el Aslan que tenian. Como el As... !Aslan! --!Aslan! !Aslan!--exclamo Ana llorando--. Aslan querido, ?donde esta Dick? ?Donde esta nuestro perrito? ?Se murio? Una ventana del primer piso se abrio y se oyo un <>. Cuantos anos hacia que Ana no habia oido ese <> de la tia Agatho. Y segundos mas tarde la voz histerica de su mama: --!Me voy a volver loca! !Sostenedme! !La nina! Dos ventanas se iluminaron. Una puerta rechino. La escalera de arriba crujio. Porque asi era esa escalera, crujia. <>, penso Ana, y sabia que en cuanto alcanzaran el pie de la escalera, tropezarian con la mesita en la que esta el jarron chino y comenzarian a discutir. Lo dicho, ya empezaron. --Pero mujer, !que mania la tuya de poner esta mesita aqui! !Un dia nos vamos a matar! Y la tia Agatho: --Pero si su lugar es este, ?donde quieres que la ponga, Klio? El lugar de la mesita era ese, cerca de la escalera. El lugar del taburete pequeno, frente al sillon de terciopelo. Y cuando te sentabas en el canape, no tenias taburetito para los pies. Y es que en las casas, cada objeto tiene su lugar, porque cuando Dios hizo las mesitas y los taburetes y todo lo habido y por haber, lo coloco, en su inmensa sabiduria, tal y como luego lo encontraron las amas de casa en sus hogares. Y las amas de casa, todas, son iguales. Los zares pueden ser derrocados en Rusia, la faz de la tierra puede cambiar, pero a Varvara Vasilievna le sigue mortificando que caiga agua en su sillon de raso--ese sillon que unos dias despues seria lanzado por la ventana junto con sus otros muebles y acabaria, cojo, en la acera--. Y Praskovia Afanasievna, con tal de no perder ninguno de sus enseres domesticos, decidio quedarse en su casa, que estaba en la zona del fuego, y acabo quemandose viva. Lo mismo podria haberle ocurrido a la tia Agatho, y a su mama... Pero no, ahi estaban, tal como las dejo. --!Que no te me adelantes, te digo! Detras de la puerta discutian por quien cogeria primero la llave, quien levantaria primero la tranca. <>. <>. Algunas palabras resuenan como un semantron en el oido,[10] como una voz venida de otro mundo. De un mundo que ya no existe, y runrunean nostalgicas en el mundo que empieza. 2 El primer mundo de Ana habia sido el entorno festivo y hogareno de su casa constantinopolitana. Personas ahitas, de buen corazon, sencillas. Una fiesta ininterrumpida habia sido aquella primera vida suya, siempre pegada al delantal de su abuela Loxandra, y dentro de su cocina. ?Que necesidad tenia de los juguetes de pacotilla del Bon Marche si todo lo habido y por haber en su casa estaba a su disposicion? <>. !Que no harian! ?Abrir los atadijos de las telas y encontrar un trapito para coger las ollas calientes, o limpiar las rosas para hacer mermelada, o tenir los huevos y amasar la harina para los tsurekis de Pascua, o ir a Therapia[11] a felicitar al tio Kotsos que hoy celebra su santo? Cada ano en verano iban al campo, a Halki. Mas tarde, cuando la familia se instalo por un tiempo en el Pireo, ya no tenian necesidad de ir al campo porque su casa estaba sobre el mar, en Kastella. !Ah, que bonitos anos aquellos que Ana vivio en el Pireo! Aunque... ?y que me dices de los anos del colegio, cuando regresaron a vivir a Constantinopla? ?Eh? Esos anos fueron felices entre los mas felices. Tan felices que uno lamenta que hayan pasado. Otros tres anos asi de dichosos le quedaban a Ana por delante hasta terminar el colegio. Y luego se habria ido a estudiar a la universidad si no hubiera llegado aquella fatidica carta desde Batumi. La carta que partio su vida en dos. Por lo general, en su casa, una carta de Batumi era sinonimo de pelea, porque Ana estaba obligada a contestar. Y es que en Batumi vivia el hermano de su madre, el que las mantenia. --Que escribas, te digo--ordenaba Klio. Ana se sentaba con la pluma en la mano y dibujaba un gallito en el papel secante. --Ana, he dicho que escribas. --?Y que le digo? --Dile que le pides a Dios que nos reste dias de vida a nosotras para darselos a el. --!Y un cuerno! Y acto seguido comenzaba la pelea. Ana no era desagradecida y sabia muy bien que el tio Alekos, el que vivia en la Santa Rusia, era quien pagaba un monton de liras para que ella pudiera estudiar en el colegio; era quien antano --es decir, antes de que se casara con la tia Claude, que lo manejaba a su antojo--mandaba caviar y tambien iconos recubiertos de oro, y aquellas cucharitas y vasitos rusos banados en oro y con el aguila bicefala del zar estampada. <>, aprendio a decir Ana de su abuela, y al Paraiso se lo imaginaba ahi, en Rusia, donde todo era grande y abundante, donde todo era interminable, todo, incluso las horas. <>, le decia Loxandra al verdulero cuando este se demoraba. Ana veia al tio Alekos en aquel Paraiso ruso como a un dios. El dios terrible de Abraham y de Isaac, al que habia que cantar himnos con panderos y danzas, con laudes y flautas para ganarselo, porque aunque por un lado ofrecia la Tierra Prometida, por el otro no se lo pensaba mucho para pedir un sacrificio de sangre. Cada ano, cuando se acercaba septiembre, Ana lo pasaba fatal hasta que llegaba la noticia de que la matricula del colegio habia sido cubierta. En cuanto a la universidad, que le habian prometido para despues, Ana estaba dispuesta a hacer por ella todos los sacrificios del mundo. Si hubiera tenido el arpa de David o los cimbalos de Jerusalen, quiza habria podido producir el ruido necesario para expresar su agradecimiento, pero teniendo unicamente la pluma le era imposible. Y, por eso, siempre habia pleito. ?Que le podias escribir o que le podias decir a una persona a la que no habias visto mas de tres veces en tu vida y de la que corrias a esconderte debajo de alguna mesa o detras de algun ropero cada vez que aparecia? La ultima vez que ese tio habia ido a su casa habia traido con el a su mujer para que besara la mano de la abuela, es decir, de su madre, Loxandra. La mujer que el tio Alekos habia tomado por esposa se llamaba Claude y era francesa, una francesa muy delgada que entro en la casa como un huracan y la recorrio completita, por dentro y por fuera. Queria verlo todo, queria saberlo todo. Cuanto aceite se usaba para la comida, cuanto dinero se le pagaba a la sirvienta, por que vivian en esa casa situada en la calle principal de Pera y no se iban a vivir a una casa mas economica. Por que tenian animales. Los animales son portadores de microbios. Habia que deshacerse de ellos. A Aslan, el gato, que por aquel entonces tendria un ano, no le vieron el pelo durante todos los dias que duro la visita de la tia Claude. Se iba muy temprano por la manana y volvia muy tarde por la noche para guardarse bien guardadito en la cocina. A Dick, el perro de Ana, hubo que amarrarlo porque cada vez que veia a la tia Claude grunia. La abuela, que ya no salia de su recamara y que apenas oia, no se percato de nada de todo aquello. A sus noventa anos, ?que sentido tenia decirselo y mortificarla? En cuanto aquellos huespedes se fueron de la casa, el mundo entero respiro aliviado. <>, dijo la madre de Ana apenas cerrar la puerta detras de ellos. Y desde entonces el nombre de la nuera fue <>. El tio Alekos era <> y la culpa de todo la tenia <>. --Estas son maquinaciones de aquella--volvio a decir Klio en cuanto termino de leer la fatidica carta, y estaba a punto de romperla cuando Ana se la arrebato de las manos. Da vertigo pensar de que cosas tan pequenas depende la vida del hombre. Si Klio hubiese roto la carta aquel dia, !que distinta habria sido la vida de Ana! Pero ?quien iba a saber? <>, dicen. Y asi es. La carta era una invitacion a Ana para que hiciera un viajecito de placer a Rusia, un viajecito de un mes. Es decir, hasta que la escuela abriera sus puertas a principios de septiembre. Ana podria tomar rapidamente el Sicilia de la Lloyd Triestino, cuyo capitan era amigo de su tio Alekos. Su madre la embarcaria en Constantinopla y el capitan, personalmente, se la entregaria a la tia Claude en Batumi. La tia Claude, decia la carta, la estaba esperando para recorrer juntas el Caucaso y visitar a una pariente que vivia en el norte, en una ciudad llamada Stavropol.

  • Una ciudad inventada de Gonzalo Wandosell Fernandez De Bobadilla

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    UNA CIUDAD INVENTADA es un libro magistralmente escrito, repleto de emociones, vivencias de una mujer fuerte, dura, que lucha por abrirse camino en una Espana del siglo XIX muy critica y dificil para el genero femenino.

  • Cuatro poetas en guerra de Ian Gibson

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    Antonio Machado, Juan Ramon Jimenez, Federico Garcia Lorca y Miguel Hernandez son cuatro de las mejores voces poeticas de la Espana del siglo XX. Unidos no solo por su absoluta dedicacion a las letras, sino por su lealtad a la Segunda Republica, enarbolaron una defensa acendrada de la libertad y la democracia.

  • La prometida y el duque de Kate L. Morgan

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    Charles Evans Beaufort, sexto duque de Goldfinch, es uno de los hombres mas ricos y poderosos de Inglaterra. Tambien es el hombre que ha perdido a su hermano menor por culpa del marques de Tilney, lo que le ha convertido en un hombre severo y vengativo que nada quiere saber de la sociedad, y mucho menos de un matrimonio. Sin embargo, su padrino y la Corona se han confabulado contra el y han decidido que debe casarse con lady Elizabeth Mortimer, la hija del hombre que ha jurado destruir.

  • Lola. Los errores existen de Eve Romu

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    Trabajar en una discoteca no es facil, todo tiene que estar listo, no puede faltar de nada... Vasos, bebida, canitas, limon, camareros, seguridad, DJ, musica, bailarinas y accion, mucha accion.
    Mi vida era perfecta; llena de tiempo libre, las mejores amigas, una familia a la que adoro, un curro donde me lo pasaba de fiesta en fiesta... ?Que mas se puede pedir?
    Pero un dia aparecio Samuel, mi quebradero de cabeza particular... Alto, moreno, guapo, con una mirada de escandalo, atrevido y desquiciante.
    De esa manera y con el en escena, mis fines de semana se convirtieron en una competicion.
    ?Quien de los dos ganara?
    Perdon, no me he presentado aun. Mi nombre es Lola, soy acuario, tengo 28 anos, morena y de ojos marrones, alta, extrovertida y algo cabezona.
    Pero ahora te tengo que dejar, o mejor aun, ?te vienes a tomar algo a la discoteca de mayor exito de la zona? Si te animas me encontraras alli...
    Las puertas de Suspiros quedan abiertas
    !A Divertirse!

  • Decidida a matar de John Nicholl

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    Los cazadores se convierten en presa

  • Traicion de Walter Mosley

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    Novela ganadora de la XII edicion del Premio RBA de Novela Policiaca.
    Joe King Oliver era un honesto agente de policia de Nueva York hasta que alguien le tendio una trampa que arruino su carrera y, durante unos meses, le llevo a la carcel. Una decada mas tarde, Oliver se gana la vida como investigador privado. La llegada inesperada de una carta le va a dar la oportunidad de averiguar quien le traiciono y de hacer las paces con su pasado. Paralelamente, se le presenta otro caso conflictivo: la defensa de un activista negro acusado de haber matado a dos policias.

  • SOLTERONA. La construccion de una vida propia de Kate Bolick

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    Kate Bolick crecio pensando que acabaria casandose. Incluso tenia una fecha limite para hacerlo: los treinta anos. Se concedio hasta entonces para estudiar, experimentar y decidir que hacer con su vida profesional. Sin embargo, cuando llego a la treintena ese deseo de casarse se habia evaporado. Una nueva decada cargada de ambiciones se abria ante ella.

  • Bajo las estrellas de Jenn Bennett

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    Zorie y Lennon solian ser inseparables, pero desde hace un tiempo se han vuelto expertos en ignorarse. Cuando sus amigos los llevan enganados a acampar, la estratagema sale mal y de pronto los dos se encuentran atrapados en lo salvaje. Solos, lejos y sin hablarse. Sentimientos ocultos, secretos y heridas del pasado saldran a la luz durante el peligroso viaje de regreso a la civilizacion, y los viejos amigos deberan volver a confiar el uno en el otro para salir ilesos y recomponer su corazon.

  • Y colorin colorado… Tu de David Safier

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    Nellie Oswald roba un cuaderno en blanco de uno de sus artistas favoritos. La chica, harta de las decepciones amorosas, dibuja en el cuaderno a su principe azul, al que llama Retro. Lo que Nellie no sabe es que el cuaderno es magico y convierte en realidad todo lo que se dibuje en el. Cuando se despierta al dia siguiente tiene ante sus ojos al apuesto, noble y heroico principe de sus suenos. Juntos se lanzan a la ciudad para descifrar el enigma del cuaderno y ponerlo a salvo de manos malvadas. Pero la aventura mas importante no es otra que la del amor que surgira entre ellos.

  • Curcuma Azul de Halo Summer

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    --!Pues si que eres rara! --dice mi hada madrina--. Cualquier muchacha en tu situacion estaria contentisima de poder ir a un baile. Y mas aun si tiene la oportunidad de enamorarse y huir de su miseria.

  • Se buscan princesas (Forever 1) de Cristina Bosca

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    Una novela agil y joven, fresca, un fan fiction sobre los Gemeliers, una historia inolvidable que habla de musica, de fans, del amor a diferentes edades, de la amistad, de la traicion y de surf…

  • Doce millas de Ray Bolivar

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    La ciudad de Ginburk esta situada al este de Pigeon Forge, entre Laurel y Gatlinburg, en el condado de Sevier, Tennese. En 1978 constaba de treinta mil habitantes y la principal actividad economica era la agricultura. Por aquel entonces el PIB per capita ascendia a doce mil dolares. Si tenemos en cuenta que el PIB per capita nacional era de ocho mil trescientos dolares, no es dificil llegar a la conclusion de que la ciudad atravesaba un periodo de esplendor, que se mantuvo durante varios anos. Hasta finales de los anos ochenta, los pobladores de Ginburk se dedicaban principalmente al cultivo de trigo y la explotacion ganadera, pero la sobreexplotacion del suelo y el abuso de fertilizantes industriales, provocaron el deterioro de las tierras mas fertiles de la region, con el subsiguiente perjuicio. Hacia el ano mil novecientos noventa la mayoria de las tierras eran improductivas, y los agricultores, incapaces de devolver sus creditos, quebraron. Al menos un ocho por ciento de ellos decidieron probar suerte en sectores productivos mas rentables. Incluso, hubo quienes emigraron a otras regiones. Pero la mayoria sufrio un duro varapalo. No querian abandonar sus tierras. Estos agricultores fueron los que sufrieron con mayor dureza la crisis que sobrevino durante los siguientes anos. No fue hasta finales de la decada de los noventa, con la llegada al poder del alcalde M. C. Foster, cuando la economia de la ciudad volvio a dinamizarse. Foster era un hombre inteligente y con estudios que propuso realizar prospecciones a gran escala en toda la region, con la esperanza de encontrar recursos que permitieran un desarrollo sostenible y, al mismo tiempo, les sacara de la pobreza. Era una decision desesperada que ni siquiera fue necesario consultar con los votantes. De hecho, nadie esperaba que bajo el suelo hubiera algo con valor. Pero se equivocaban. A mediados de ano, un grupo empresarial chino interesado en realizar prospecciones en la zona contacto con la oficina de Foster. Una semana despues tuvieron una reunion a puerta cerrada y, al cabo de quince dias, firmaban un acuerdo de concesion por un periodo de cien anos. Siete meses, dos semanas y un dia mas tarde, Foster recibio un fax de Unix Industrias en el que se confirmaba la existencia de Grafeno, un mineral utilizado para crear componentes electronicos. La carta era escueta. Indicaba que las reservas eran abundantes. Pedia, ademas, la tramitacion acelerada de los permisos pertinentes para el inicio de la explotacion a gran escala, y valoraba en unos tres mil los puestos de trabajo que se crearian durante su mandato. Aquella noche Foster no durmio.

  • La mansion de Wood Pine (Iris Miller 2) de Audrey Dry

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    Despues de un ano en Wood Pine las cosas no han mejorado. Tras el incidente en el bosque, Iris sigue teniendo pesadillas con aquella sombra, La Mujer de Blanco no da senales de vida, Joe sigue sumido en un silencio sepulcral, y un desconocido deja periodicos incriminatorios delante de la puerta de su casa. Mientras tanto, la mansion que regenta la colina parece haber cobrado vida propia, arrastrando a Wood Pine a noches frias y llenas de terror. Una voz llama a Iris a traves del fuego de la chimenea, una nueva sombra se presenta en sus suenos. La mansion la llama, ella obedece. El destino esta escrito.

  • El azul intenso de tu alma de Paola Sualvez

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    La blusa purpura, sublime y reveladora la hacia sentir excesiva. Sin embargo, queria impresionarlo. Esta seria la primera vez que se verian. Se ubico, a la espera, en la barra. La mesa que habia reservado estaba todavia vacia. No habian transcurrido cinco minutos cuando un angel humano aparecio de la nada. Se sento y empezo a dar vueltas con su mirada hasta que tropezo con los ojos grandes que lo asediaban. Supo de inmediato que se trataba de ella, la mujer con la que esperaba pasar la noche, la mujer que lucia desinhibida y enteramente dispuesta. Mientras que ella se decidio por una cerveza ligera, el opto por whiskey. El tono de su voz y su mirada relajaron los segundos y los minutos. Se sentia maravillado con la mujer. En realidad era mucho mas hermosa en persona. Su belleza era tan natural como sus rizos que bailaban con la brisa; impetuosos y volatiles. Para Ignacia, por otro lado, el escepticismo se agigantaba con cada gesto, con cada silaba. Se sentia incomoda, atosigada por sus preguntas. Cuando sintio la mano de el en su entrepierna, supo que hasta ahi llegaria la velada. Penso que tal vez la blusa habia sido muy sugestiva, que tal vez malinterpreto algo en sus palabras. Se dijo a si misma que era el momento de marcharse, pero para el la noche apenas empezaba. Trato de disuadirla y de retenerla sosteniendo firmemente su muneca. Aunque ella parecia inerme, algo en sus ojos lo dejo paralizado, frio, sin aliento. Ese mismo frio helo su mano hasta entumecerla, pero el no fue consciente de ello hasta mucho despues, y en medio de la excitacion lo unico que hizo fue reclamarle a gritos al verla abandonar la mesa. Por fortuna, no hubo golpes ni sillas rotas cuando algunos pretendieron defenderla y lo retuvieron mientras se marchaba. Ignacia lo observo, a traves del cristal denso azuloso que apenas dejaba filtrar la escena, recomponiendose, pellizcandose la mano, pidiendo mas licor, y se hizo consiente aun mas de lo facil que es mentir cuando no se ve directamente a los ojos. Aunque la esperaba un duro dia de trabajo, quiso hablar un rato con Marienne antes de llegar a casa. Su trabajo como coordinadora de una Fundacion-Escuela atrapaba todo su tiempo y su energia. Por ello, intento pensar en los preparativos para iniciar el ano escolar y, ademas, en que debia recibir al nuevo profesor de Lenguas que, al fin, habian asignado. Sin embargo, a su mente volvia, una y otra vez, la imagen del hombre que la habia decepcionado. Marienne era una de sus mejores amigas. Se habia dedicado a buscar la verdad que los otros no querian aceptar: espectros poco densos, mujeres pequenas aladas, enanillos de sombreros multicolores, habilidades poco corrientes como interpretar los silencios de los animales y de los hombres, en fin, toda una suerte de eventos y misterios que para muchos solo habitaban en su mente. Quiza por eso y lo poco agraciada que era no habia conquistado mas que a un gato gordo de color negro, con una mancha rojiza en el lomo, pero que era su unico aliciente en una soledad sempiterna que disfrazaba de logro vital delante de los demas, menos frente a Ignacia con quien compartia sin timidez su insufrible necesidad de ser amada. Marienne, que tenia por costumbre estar siempre lista por si alguien llegaba de visita, la esperaba con chocolate caliente y panecillos de queso. Ignacia los devoro con ansiedad mientras le narraba su desagradable cita. --A mi nunca me han gustado esas citas por chat. Debes estar agradecida que no trascendio a mayores ?Te imaginas? !Nosotras corriendo ahora para inventarnos una nueva vida! --dijo Marienne un tanto contrariada. --Tienes razon, pero pense que era alguien que valia la pena conocer. Las palabras naufragaron entre sorbos de chocolate y miradas al vacio hasta que Ignacia asumio una nueva postura: Le pregunto por sus logros recientes. Marienne le respondio con una negativa, senalandole el bonsai que destacaba sobre la repisa. Entonces, se acerco al pequeno arbol y al deslizar su mano sobre el; diminutos capullos rosados, que de inmediato florecian, desplegaron una fragancia indescriptible. --Eres maravillosa --le dijo mientras se acercaba al guayacan rosado para aspirar su aroma--. Mira todo lo que eres capaz de hacer. ?No le hiciste sufrir, aunque fuera un poquito? --No mucho --dijo sonriendo--. Tu sabes, tambien como yo, que no debemos transgredir las leyes naturales porque lo que nos esperaria seria insufrible. Pero debo confesarte que hizo falta poco para que le hiciera verdadero dano. Menos mal no lo voy a volver a ver jamas. --No estoy muy segura. Mientras hablabas, lo he sentido de nuevo en tu vida y mas pronto de lo que imaginas. --Por favor, no me digas eso. Apiadate de mi. --Esta bien. Olvidalo. Toma esto, guardala en tu bolso --le dijo Marienne entregandole una estrella de badiana--. Te ayudara a relajarte. --Gracias. Lo necesito. --Y a todas estas, ?de donde sacaste esa blusa? --le pregunto, entre risas. --Ocurrencias de Paloma --le dijo Ignacia que empezo sonriendo y se unio a la risotada de Marienne. Ignacia decidio irse caminando hasta su casa. El camino, que no era muy largo, lo aprovecho para distraerse detallando las calles adoquinadas, amparadas por tenues luces amarillas, y los balcones cargados de trinitarias purpuras, rosadas y malvas. Cantarega era una ciudad embrujadora. Una pequena peninsula amurallada por el mar Caribe, siempre llena de extranjeros que, como ella, decidian quedarse a vivir en el paraiso terrenal. Su casa de fachada blanca e interior igual con algunas paredes en azul tenue quedaba en el centro de la ciudad. Era algo antigua, pero acogedora, plagada de obras de arte que, cuando debia, mostraba como imitaciones. En el centro de la casa deslumbraba el patio interior con una fuente. Dos angeles cargaban unas vasijas a traves de las cuales el agua caia en un ciclo sin fin que contemplaba por horas: Anorando el pasado, deleitandose con los recuerdos felices, con las palabras ausentes, con los aromas ya lejanos. El cansancio la vencio de tal manera que no tuvo tiempo para nada mas y al contacto con la almohada mullida y perfumada; las agonias del dia se perdieron entre nubes y cantos de pajaros violetas. ... El cristal roto refleja mi rostro... al tiempo que siento su sombra cubriendome como una densa neblina... Mis latidos casi imperceptibles me recuerdan la razon de mi existencia... Volvi a fallar y nuevamente el ciclo empieza. Mil rostros y voces atraviesan mis pensamientos... se transfiguran... pero es una sola alma, una sola energia...

  • Las trampas del afecto de Mari Jungstedt

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    Una controvertida herencia desencadena acontecimientos inesperados en la isla de Gotland

  • Desde esa noche de Fabiana Peralta

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    Diago James tenia la firme intencion de triunfar y conquistar Hollywood. Obstinado, carismatico y encantador, era un hombre que solo con mirar a una mujer hacia que el corazon de ella latiese mas y mas rapido. Todas las miradas estaban dirigidas a el, su popularidad iba rapidamente en aumento pero, aunque en apariencia tenia todo lo que anhelaba, su vida personal era un completo desastre.

  • La ofrenda de Gustavo Martin Garzo

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    Patricia Ayala llega a una pequena isla de origen volcanico situada al sur de Madagascar atraida por un trabajo muy bien pagado: atender a una anciana de fragil salud. Su intencion es permanecer alli algun tiempo, el suficiente para ahorrar todo lo que pueda y olvidar una de esas relaciones que hacen de la vida de pareja lo mas parecido al infierno en esta tierra. La anciana Rose Hansson vive retirada en una residencia que la gente del lugar conoce como La Construccion, situada junto a una laguna cuyas aguas penetran las habitaciones centrales a traves de canales y piscinas. Patricia intenta adaptarse a las peculiares costumbres de la anciana y del personal de servicio que la rodea. A Rose le gusta que Patricia se bane en la laguna enfundada en un banador blanco. Que nade hasta la torre medio derruida que se alza en el centro de las aguas. Que arroje al agua las naranjas que llenan los cestos alineados en la orilla. Hasta que un dia, mientras se aleja del agua despues del bano, Patricia ve que alguien devuelve las naranjas a sus pies. Todos los animales han enmudecido. Solo se oye un gemido, el canto dulce de alguien que conociera la infinita soledad de las criaturas. Y Patricia sucumbe al extrano mundo de Rose Hansson y al gran secreto que esconde La Construccion.

  • Sangre de una estrella violeta (The Zuccarelli 2) de Mar B. Prat

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    No sigas leyendo si no has leido “Los Zuccarelli”.

  • La novia oscura de Laura Restrepo

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  • La ley de los justos de Chufo Llorens

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    En la Barcelona modernista germina una historia de amor entre dos jovenes de clases sociales distintas. Una gran novela historica de pasion, ideales y venganza.

  • Tiempo extrano de Joe Hill

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    En Tiempo extrano, “uno de los mejores escritores norteamericanos de terror” (Time), que va “mas alla de los convencionalismos del genero hasta un nuevo extremo” (The New York Times), expone con sutileza la oscuridad que se oculta bajo la superficie de la vida cotidiana a traves de cuatro espeluznantes e imaginativas novelas cortas. “Instantanea” es la perturbadora historia de un adolescente de Silicon Valley que se descubre amenazado por el dueno de una camara Polaroid capaz de borrar los recuerdos con cada foto que hace.

  • En la linea de fuego de James Brabazon

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    Reporteros de guerra, agentes infiltrados, fuego cruzado: un apasionante thriller sobre la vida en el frente.

  • La promesa del escoces: romantica regencia, Camila Winter [PDF] de Camila Winter

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  • El Pais de Yann de Lord Dunsany

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    En nuestro siglo de notorios escritores comprometidos o de conspiradores que ansiosamente buscan su cenaculo, y quieren ser los idolos de una secta, es insolita la aparicion de un Lord Dunsany, que tuvo mucho de juglar y que se entrego con tanta felicidad a los suenos. No se evadio de las circunstancias. Fue un hombre de accion y un soldado pero, ante todo, fue el hacedor de un arrebatado universo, de un reino personal, que fue para el la sustancia intima de su vida. Jorge Luis Borges

  • Consentida y caprichosa (Ditton 2) de Erina Alcala

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    Gaby II, era el hijo de Gaby y Gina. habia crecido y se habia convertido en un hombre, igual que su padre, alto, guapo , elegante y de ojos grises. Dirigia el despacho de abogados de su padrastro, junto con su hermano. habia tenido algunas relaciones, pero nada importante. Era serio y trabajador.
    Sin embargo Nina, era una chica extrovertida, hija de los mejores amigos de sus padres, que lo habia tenido loco desde que ella cumplio 14 anos y se enamoro perdidamente de ese chico guapo. pero por mas que hacia, 'le no se fijo en ella. hasta que volvio de pasar dos anos en Paris, terminando sus estudios, y los padres de el, le pidieron que la metiera en el bufete. Y eso no le gusto nada, pero tuvo que hacerlo.
    sin embargo, ahora Nin se habia convertido en una mujer preciosa y no queria molestarlo y a el le gustaba que lo molestara.
    ?Cambiarian las cosas despues de los anos? ?Se enamoraria ahora Gaby de ella?

  • En una casa blanca a la orilla de Abril Camino

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    Candela lo ha perdido todo.
    Su perfecta vida ha saltado por los aires.
    Esta muerta de miedo. Y de dolor.
    Esta perdida.

  • La sociedad literaria y del pastel de piel de patata de Mary Ann Shaffer

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    Traducida a mas de veinte idiomas, con mas de cinco millones de ejemplares vendidos en todo el mundo y llevada al cine por Mike Newell, La Sociedad Literaria del Pastel de Piel de Patata de Guernseyes una deliciosa y conmovedora novela epistolar que se ha convertido en un clasico indiscutible sobre el poder de la palabra y el valor de la literatura como refugio y consuelo en tiempos dificiles. Una historia humana y divertida, que transmite una intensa pasion por los libros y reivindica la formidable capacidad de la lectura para unir a personas de distintos gustos, culturas e ideologias.