• luces de navidad - Francisco Bitar

    https://gigalibros.com/luces-de-navidad.html

    sale con el. Un padre le cuenta al hijo el cuento de una epoca en que amaba a su madre. Una familia invita a un vagabundo a la cena de Navidad y el vagabundo les revela una historia sorprendente. Juan lleva a su hermano por primera vez a pescar para saber si puede distraerlo de su dolorosa vida: y lo consigue. Y hay mas.

  • Luces de navidad - Libro electrónico - Francisco Bitar - Storytel

    https://www.storytel.com/mx/es/books/905077-Luces-de-navidad

    15 jul 2019 — Nacho sale con una mujer mayor, pero, como no tardamos en advertir, ella no sale con él. Un padre le cuenta al hijo el cuento de una época ...

  • Libro Luces de Navidad, Francisco Bitar, ISBN ...

    https://www.buscalibre.es/libro-luces-de-navidad/9789871959549/p/49926629

    Libro Luces de Navidad, Francisco Bitar, ISBN 9789871959549. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros importados, ...

  • LUCES DE NAVIDAD | FRANCISCO BITAR | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-luces-de-navidad/9789871959549/6001739

    Sinopsis de LUCES DE NAVIDAD. «Asombra por la alta calidad de los relatos, a tal punto que el lector se pregunta si el próximo cuento decaerá un poco.

  • Luces de navidad by Francisco Bitar - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/23255794-luces-de-navidad

    Luces de navidad book. Read 6 reviews from the world's largest community for readers. Este es un libro sobre parejas destrozadas, sobre gente solitaria y...

  • Luces de navidad Versión Kindle - Bitar, Francisco - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Luces-navidad-Francisco-Bitar-ebook/dp/B07VFCGPB7

    Pueden aplicarse tarifas por los mensajes y los datos. Mirar en el interior de este libro. Luces de navidad de [Francisco Bitar] ...

  • Luces, Regalos y Cuentos de Navidad Versión Kindle

    https://www.amazon.es/Luces-Regalos-y-Cuentos-Navidad-ebook/dp/B08QDRGNJX

    Mirar en el interior de este libro. Luces, Regalos y Cuentos de Navidad de [Tina Monzant, Bookdesing LT]. Sigue ...

  • Publicación | Luces de Navidad - Ediciones UNL

    https://www.unl.edu.ar/editorial/index.php?act=showPublicacion&id=2207

    Este es un libro sobre parejas destrozadas, sobre gente solitaria y sobre la épica ordinaria de nuestra generación perdida. Un libro de recortes arbitrarios ...

  • Luces de navidad de Francisco Bitar - Bajalibros.com

    https://www.bajalibros.com/BO/Luces-de-navidad-Francisco-Bitar-eBook-1752070

    Descubrí los libros más vendidos del 2022 en nuestra tienda BajaLibros. Conocé el top de los libros que compran nuestros usuarios. Ver todos.

  • Luces de navidad, Francisco Bitar - Volcán Azul Libros

    https://www.volcanazullibros.com/productos/luces-de-navidad-francisco-bitar/

    Asombra por la alta calidad de los relatos, a tal punto que el lector se pregunta si el próximo cuento decaerá un poco. Ninguno decae».

  • Teoria y practica de Francisco Bitar

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    La pareja de Elisa y Reno tiene los dias contados: mientras se esfuerzan por seguir juntos, crece la fuerza que los conduce a la separacion. Dos adolescentes suenan con hacer un viaje en auto, pero al terminar el colegio todo lo solido se desvanece. Un hombre recorre la casa que habito veinte anos atras y se lo relata en vivo a su exmujer. Tomas acaba de ser padre, Erica esta divorciada, y la atraccion que sienten entre ellos parece salvarlos del fin del mundo.
    Escritos con un estilo propio y despojado, los relatos de Francisco Bitar son directos y emocionales y tienen el poder de transitar por lugares profundos, a veces desoladores. Sus personajes, treintaneros a los que les cuesta madurar, pierden el equilibrio de sus vidas y lo restablecen con lo que encuentran a mano.
    En Teoria y practica, Bitar expresa con tono poetico conflictos que erosionan la individualidad, el amor, la amistad y la vida cotidiana. Los derroteros de una generacion pero tambien el tiempo erratico de la autonomia estan narrados desde el corazon de los hechos.

  • La maldicion de Los Werck de Valeria Lopes

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    En la Francia de 1510, estabamos en el tiempo de la Inquisicion y, en aquel entonces, en nombre de Dios, se acometieron barbaridades inefables. En un pequeno pueblo al sur del reino, una de las mas prestigiosas familias de la corte maquino una acusacion de brujeria llevando a una bella joven de origen humilde a la condenacion y a la muerte en la hoguera. Cuando esto sucedio, Helen tenia solamente 17 anos y la acusacion que utilizaron para la pena maxima fue el hecho de que la nina tenia un gato negro como mascota. Debido a la notoriedad de la familia Werck, la Iglesia, fiel a los colaboradores mas adinerados, no se preocupo por investigar la veracidad de la acusacion.

  • Lecciones del amor de Sophie Saint Rose

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    Desty entro en la habitacion lentamente, sintiendo un nudo en la garganta y sonrio a su madre que estaba muy palida tumbada en la cama. La enfermera se aparto despues de inyectarle algo en el gotero. --Ven aqui, mi amor. Quiero hablar contigo. Se acerco a su madre muy nerviosa y se sento en la cama a su lado para besarla en la mejilla. --?Como estas hoy, mama? Tienes mejor aspecto. Su madre la miro con amor a pesar de los dolores que debia sentir. -- Me encuentro mejor. --Ya veras como enseguida estaras en casa --dijo intentando retener las lagrimas, porque ambas sabian que eso era mentira. Avril Fallon sonrio con tristeza. --Eso no va a poder ser, mi vida. Pero te juro que estare siempre contigo. --Mama, no digas eso. --Cogio su mano deseando no separarse de ella jamas. --Te pondras bien y volveras a echarme la bronca porque he llegado tarde o no he recogido mi habitacion. --Nada me gustaria mas, te lo aseguro. --Rieron entre lagrimas y Avril acaricio su mejilla. Eres la luz que me guia... --Y que alegra mi corazon --termino por ella. --Para siempre. Prometeme que cuidaras de tu padre. --No tienes que pedirme eso. Sabes que lo hare. --Va a estar muy triste, pero se que tu estaras a su lado. Eres la fuerte de la familia. Has salido a la abuela Fallon y se que te ira bien. --Me ha criado la mejor madre del mundo. --Verte crecer ha sido lo mejor de mi vida. --Tomo aire con esfuerzo. --Como me gustaria ver que te conviertes en una mujer. Casarte y tener hijos... pero los vere desde ahi arriba. No dudes que siempre estare a tu lado. Nunca flaquees por muy dura que sea la experiencia y cuida de todos los que tienes alrededor, aunque te hayan hecho dano. A veces la vida puede ser muy dura y la gente es imprevisible, pero quiero pensar que todo el mundo tiene buen corazon y que solo se dejan llevar por las circunstancias. Tu eres fuerte y tu corazon es enorme. Cuida de tu comunidad, ellos te devolveran ese aprecio con creces. No te aisles nunca, intentando curar tu corazon si te han hecho dano, mi vida, porque otras personas pueden curarlo sin que te des cuenta. Y si tienes la oportunidad, ten muchos hijos, porque tu me has dado tantas satisfacciones que no quiero que te pierdas esa experiencia. --Su madre tiro de su mano y se la beso cerrando los ojos mientras Desty intentaba retener el llanto. --Intenta que tu padre no se quede solo. Lleva muy mal la soledad. Se quedo huerfano demasiado joven y me echara mucho de menos. Procura que no se vuelva un grunon ermitano, ?me lo prometes? Y si encuentra una mujer que le haga feliz, animale a que se case de nuevo. --Mama... --Se que puede ser duro ahora que aun estoy aqui, pero es lo mejor. Ya te daras cuenta mas adelante. --Sonrio mirandola con sus mismos ojos azules, rojos de intentar no llorar. --Busca un buen hombre que te quiera por encima de todo. Te mereces un hombre asi, mi vida. Nunca te conformes con menos. --Se echo a reir. --Aunque tendra que tener caracter para retenerte. Vaya que si lo tendra que tener, pero seguro que hay alguno por ahi que haga que tu corazon vuele cuando veas sus ojos, y ese sera el elegido. --Mama, te quiero. --La abrazo con fuerza muerta de miedo porque la dejara. --Lo se, mi amor. --Su madre acaricio sus rizos rubios como cuando era pequena. --Y yo te quiero mas que a nada en este mundo. Porque yo ya no este aqui no significa que ese amor desaparezca. Solo que estare lejos, pero piensa que me he ido a un viaje muy largo y que volveremos a encontrarnos. Espero que sea dentro de muchos anos felices, pero volveremos a encontrarnos. --La beso en la frente y se quedaron abrazadas mucho tiempo hasta que su padre entro en la habitacion del hospital y sonrio al verlas abrazadas mientras Avril acariciaba la espalda de su hija. --Cielo, es hora de irse. Se incorporo para mirar a su madre, que sonrio con tristeza. --Ahora dame un beso que recuerde para siempre, mi princesa. --Pero quiero quedarme. Avril nego con la cabeza. --No, cielo. Quiero hablar con tu padre a solas. Tu vete a casa. --Pero... --Las lagrimas corrian por sus mejillas y miro a su padre buscando ayuda, pero este disimulando el dolor, nego con la cabeza. Abrazo a su madre de nuevo y susurro en su oido --Te quiero y te prometo que hare todo lo que me has pedido. --Se que lo haras… --dijo su madre con la voz congestionada de dolor. Desty la beso en la mejilla cerrando los ojos para aspirar su olor, intentando grabarlo en su memoria--. Se feliz, mi amor. Y no olvides que te quiero. --No lo olvidare. Se levanto apretando su mano y ese momento fue el mas doloroso de su vida, porque no queria soltarla. Fue su madre la que separo su mano mirandola a los ojos, antes de que Avril con esfuerzo apartara la mirada para ver a su marido y sonrio alargando su mano hacia el. --Mi Curtis... Desty vio como su padre, angustiado de dolor, cogia su mano aferrandose a ella y sin poder soportarlo, salio de la habitacion a toda prisa. Corrio por el pasillo hasta llegar al aparcamiento y cuando se detuvo ante su camioneta, grito de rabia una y otra vez golpeando la rueda con la bota, intentando paliar el dolor que sentia en el pecho, pero sabia que ese dolor no se iria nunca. --?Que te ha hecho la rueda, nina? Sorprendida se dio la vuelta para ver ante ella a la mismisima duquesa, impecablemente vestida con un traje de chaqueta rosa y su cabello cano recogido en un mono alto sin que se le escapara un cabello. Iba apoyada en su baston de empunadura de plata, que la acompanaba desde que Desty tenia uso de razon. Miro sus ojos verdes y la anciana apreto los labios al ver sus lagrimas. --Ha llegado el momento, ?verdad? Lo siento muchisimo. Desty no sabia que decirle. Nunca habian hablado. La duquesa, como la llamaba todo el mundo, aunque no tenia titulo, era la mandamas del ganado del estado de Texas, mientras que su familia eran simples granjeros que sobrevivian a duras penas. Pero vivian en el mismo pueblo y alli todo el mundo se conocia, aunque no tenian trato. --Tu madre es una mujer fantastica y siento lo que le ha ocurrido. El cancer se lleva a mucha gente buena, como mi Harry. Lo siento de veras. --Gracias. --Incomoda se aparto la melena del hombro y se volvio hacia su camioneta. --Te llamas Desty, ?verdad? --Si. --Me han dicho que eres una apasionada de los caballos y que montas muy bien. Se encogio de hombros abriendo la puerta del conductor. --Si algun dia quieres ir a montar un purasangre al rancho Gilford, estas invitada. --Tengo mucho trabajo --dijo queriendo largarse de alli cuanto antes. --Cuando te encuentres mejor la invitacion seguira en pie. --La duquesa sonrio apenas antes de volverse y caminar hacia el hospital. Tenia un problema de cadera y aunque la habian operado, no habia quedado bien, asi que desde hacia anos llevaba ese baston. La gente decia que le habia ocurrido por pasarse media vida a caballo, ayudando a su marido a sacar el rancho de la nada para convertirlo en el mejor del pais. Desty se pregunto a que iria al hospital y al mirar a su alrededor no vio a su hermana, que siempre la acompanaba a esas cosas. Era extrano, Marcia siempre iba con ella a todos los lados desde que se habia mudado a la casa familiar despues de enviudar. Bueno, tenia otras cosas en que pensar. Y los Gilford no eran una de ellas. Su madre fallecio dos horas despues y ella incapaz de irse del hospital, recibio la noticia sentada en su ranchera cuando su padre la llamo al movil. Cuando le dijo que aun estaba alli y que queria verla, su padre se lo prohibio porque no queria que la recordara asi. Fueron dos dias realmente desgarradores, porque intentaba hacerse la fuerte ante su padre que tambien estaba destrozado. El dia del entierro vestida de negro, miraba sin ver la caja que descendia lentamente, para lo que el padre Hedrick decia que era su ultimo descanso, mientras las lagrimas salian incontrolables. Pero lo que fue superior a sus fuerzas, fue que todo el pueblo fuera hasta su casa para acompanarlos. Sentada en el sofa mirando el suelo de madera, ni se daba cuenta de que sus amigas intentaban animarla. Escucho que los murmullos cesaban y que alguien entraba en el salon. Distraida levanto la vista, para ver a la duquesa entrando al salon con su hermana y ambas se acercaron a su padre, que al lado de la chimenea hablaba con el sheriff. La duquesa le dio el pesame y su hermana tambien. Hablaron unos minutos y la anciana se acerco a ella, que se levanto por respeto haciendola sonreir. --Por favor, sientese. --No, hija. Sientate tu. --Miro a su amiga Mary, que todavia estaba sentada, y levanto una ceja haciendo que Mary saliera disparada del sofa. Se sentaron juntas y la mujer dejo el baston a un lado. --?Como te encuentras? Seguro que te lo pregunta todo el mundo, pero yo quiero la verdad. Sus ojos azules se llenaron de lagrimas de nuevo y miro a la anciana. --?Que voy a hacer sin ella?

  • Lo se, mi amor de Sophie Saint Rose

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    Patricia Hutton es una de las mejores analistas en seguridad informatica de la ciudad. Su desagradable encuentro con Matt Butler provocara que ella no se quede con los brazos cruzados. Ese prepotente no sabia con quien se habia metido. Pero ella se lo iba a dejar bien clarito.

  • El ultimo aliento de Cesar de Sam Kean

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    En El ultimo aliento de Cesar, Sam Kean nos invita a emprender un viaje alrededor del mundo y a traves del tiempo para narrar la historia del aire que respiramos. Una historia que resulta ser la misma que la historia de la Tierra y de nuestra existencia en ella.

  • Ciudad de Reyes (Nueva York 1) de Mariah Evans

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    Primera entrega de la serie romantica paranormal: Ciudad de Reyes.
    La poblacion de Brooklyn esta sufriendo una oleada de despiadados asesinatos. Una division secreta del Pentagono, con Josh Gallager al mando, es enviada a la comisaria principal de la zona para colaborar en la investigacion.
    Gallager debera trabajar junto al Inspector de homicidios Franklyn, pero sin revelar su verdadera mision ni las atipicas particularidades que les caracterizan a el y a su equipo.
    Sarah es sobrina del inspector y trabaja como secretaria en la comisaria. Cuando es atacada y consigue milagrosamente escapar de los depredadores que tienen aterrada a la ciudad, Josh se vera obligado a protegerla… ocultandole su mas oscuro secreto.
    Una magnifica novela, ambientada en el famoso barrio de Brooklyn, en Nueva York, que te hara temblar y enamorarte a partes iguales.

  • Solo un dia 1 de Gayle Forman

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  • No puedo evitar enamorarme de ti de Anabel Botella

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  • Emparejame de Nina Minina

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    Disparatada, tierna, erotica y valiente, Emparejame propone un feminismo canalla carente de filosofia y con mucha picardia. Una de esas novelas que al acabar abrazas, te saca una sonrisa de buen rollo y regalas a tus amigas.

  • Piel de topo de Jon Arretxe

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    Arrastrado por la rutina, te dejas caer sobre la misma silla de todos los dias y fijas tu mirada en los monitores alineados en la estancia. Las camaras capturan para ti fragmentos de realidad que empiezas a engullir junto con el cafe de la manana. El menu parece variado, aunque, en el fondo, es mas de lo mismo: gitanos, negros, moros, sudacas, putas, yonquis... Observas sus idas y venidas, su hacinamiento en las calles y plazoletas, sus encuentros a la puerta de locutorios, tiendas, teterias... Hoy, en el barrio, la vida transcurre en un estado de aparente normalidad, de momento todo se mantiene en calma, y piensas que con un poco de suerte no te daran excesivos quebraderos de cabeza. Pasan las horas, la manana se va consumiendo lentamente, sin sobresaltos, y por fin, a mediodia, decides orientar una de las camaras hacia la farmacia Arteta. En cuanto obtienes el encuadre deseado, te fijas en el reloj digital que aparece en un angulo de la escena. Ya falta poco, pero no te impacientes, aun tienes que aguantar unos minutos mas. Para entretenerte, vuelves la vista hacia otra de las pantallas, la que muestra la calle de las Cortes, la de las putas. Ahi estan las muy guarras, pululando alrededor de esos clubs asquerosos, cutres donde los haya, mientras esperan aburridas la visita de algun cliente, algun hombre atraido por el olor de la carne a precio de saldo. Las tarifas han bajado mucho, es cierto; sobre todo desde que llegaron las ultimas nigerianas intentando hacerse un hueco en el mercado. Has oido que ahora se puede echar un polvo por quince euros. Te parece una cantidad ridicula, aunque, a la vista del genero, poco mas se puede pedir. Lo cierto es que el catalogo es un autentico horror: dentro de la oferta nacional, fulanas viejas y yonquis esqueleticas; y, para gustos mas exoticos, ahi estan esas sudacas amorfas o esas mugrientas africanas. Da lo mismo, cualquier opcion hace que se te revuelvan las tripas, ni borracho meterias la polla en uno de esos agujeros. Lo unico que clavarias a esas zorras seria la punta de tu pistola, eso si que lo harias a gusto... Encanonandolas bien, hasta el fondo, y entonces... !Pum! Te estremeces de placer solo con pensarlo. De repente, algo llama tu atencion, algo sucede en las cercanias del Marylin. Unas cuantas prostitutas echan a correr sobresaltadas, al principio no entiendes lo que pasa, pero enseguida captas la escena: un moro las persigue con un palo en la mano. No tardas en ponerle cara, se trata del Boxeador, ese argelino que siempre viste pantalon militar. Por ahi se dice que si no hubiera tropezado con las drogas, hoy seria un gran campeon del ring; pero para ti solo es un idiota. Lo habeis detenido infinidad de veces y no espabila, al contrario, cada vez esta peor. Los efluvios del pegamento y el alcohol le han debido de secar la sesera, ya no le queda ni siquiera un poco de sentido comun para esperar a que oscurezca para cometer sus fechorias. Miralo, ahi va el muy imbecil, corriendo detras de las putas a plena luz del dia. Como en los documentales sobre animales salvajes, el depredador siempre va a por el miembro mas debil de la manada, en este caso una gorda sudamericana que ha quedado rezagada de sus companeras. Tiene las piernas cortas y le pesa demasiado el culo, esta claro que no podra escapar. De hecho no tarda en ser cazada, una zancadilla y la mujer estampa sus narices contra el pavimento. El argelino ya tiene a su presa y, sin darle opcion a levantarse, comienza a descargar golpes contra ella. Luego le arranca el bolso, lo abre, extrae un movil y sigue rebuscando hasta dar con algun billete perdido en el fondo. Su cabreo es notable cuando se dirige a la fulana para reprocharle no llevar mas dinero encima. Al final levanta la vista buscando a las otras putas, pero las que aun no se han refugiado en el interior de algun club ya estan muy lejos y parece que al tipo no le quedan excesivas ganas de seguir corriendo, ?o quizas si? El episodio no termina ahi, ahora el moro va tras dos mujeres negras. Un buen poli avisaria a la patrulla, pero que hostias, tu no eres un buen poli. Te limitas a mirar de nuevo el reloj, esas zorras te importan una mierda y no vas a joder a tus colegas en el ultimo minuto de su turno. Ademas, tienes otras cosas en mente. Ya casi es la hora, cinco minutos para que cierre la farmacia. Mientras te incorporas de la silla, el Boxeador atiza un buen lenazo en la cabeza a una de las negras. Ves la escena en uno de los monitores: el golpe hace que la peluca de la furcia caiga al suelo. Que les den por saco. Coges tu cazadora y abandonas la central de vigilancia desde donde se controla todo lo que ocurre en la Pequena Africa. Antes de pisar la acera ya tienes un pitillo entre los labios, aspiras con fruicion mientras se te llenan de humo los pulmones. Llegas a la calle que da nombre al barrio, San Francisco, y continuas hacia arriba. Como de costumbre, hay un monton de hombres desempleados sin otra cosa que hacer, aparte de matar el tiempo formando corrillos a la puerta de los comercios. Algunos no te reconocen sin el uniforme, otros si, aunque traten de disimularlo haciendose los despistados cuando pasas junto a ellos. Percibes una tensa quietud, no puedes evitar sonreir satisfecho, la vida de toda esta escoria esta bajo tu control gracias a la informacion privilegiada que, minuto a minuto, te proporcionan las camaras. Nada puede complacerte mas que esa sensacion de poder. Adviertes la presencia de un colega de Toure, su companero de piso, el maliense Osman, un desgraciado mas. Se encuentra a la puerta del locutorio de su primo, donde supuestamente trabaja, con un vaso de te en la mano. El tambien te ha visto, sabe que te aproximas, pero esquiva tu mirada y hace como si no oyera cuando le saludas: "Hasta luego, Osman". Te alejas sonriendo cinicamente. Continuas caminando hasta la tienda de los chinos donde sueles proveerte de whisky. Es uno de los comercios que mas frecuentas, siempre envuelto en el halo de omnipotencia que te da tu estatus. Segun el dia que tengas, pagas por la botella o simplemente la coges y te la llevas, sin mas. Seguro que la joven pareja que atiende el negocio se habra sentido aliviada al ver que hoy pasas de largo. Que no se hagan ilusiones, ahora es otro tu destino y no quieres perder el tiempo, pero ya encontraras el momento de volver. Accedes a la farmacia Arteta a falta de dos minutos para el cierre. Te entretienes mirando los productos de las estanterias mientras la farmaceutica pelirroja se despide de la ultima clienta, una vieja pesada. Tan pronto como esta sale a la calle, la chica echa el cierre y, sin decir nada, se dirige a la trastienda. Tu la sigues en silencio. --Hoy estas muy guapa, Cristina --le dices, mientras se va despojando de sus ropas--. ?O prefieres que te llame Sa Kene, como tus amigos africanos? Ella te mira y en sus ojos puedes ver claramente el odio que te profesa. Eso termina de ponerte a tono, sientes como se te pone dura y sin mas preambulos te desabrochas el pantalon. La chica saca un condon que tu rechazas. --Chupamela --le dices tirando la goma al suelo--. Esa era tu especialidad, ?no? Le dedicas una sonrisa burlona, sabes cuanto le jode que le recuerden cual era su oficio antes de entrar a trabajar en la farmacia. Aun asi, ella no dice nada, seguro que esta deseando escupirte a la cara, pero tendra que tragarse la bilis en silencio. La rabia y el asco hacen que se contraiga el gesto de sus labios, los mismos labios que en cuestion de segundos rodearan tu pene con una suave caricia. Tu imaginacion se anticipa a ese momento produciendote un estremecimiento. --Es la ultima vez --dice ella, rompiendo su silencio. --Sabes que no --respondes mientras haces que se arrodille. --Cualquier dia te la arranco de un mordisco. --No te atreveras, ya sabes que pasaria si lo haces. Tras esa conversacion de breve recorrido, la farmaceutica se dispone a pagar un plazo mas de la deuda infinita a la que esta condenada; pero apenas ha empezado cuando se oye una musiquilla proveniente de uno de los bolsillos de tu cazadora. Vaya fastidio, te preguntas quien sera el inoportuno. Tras un instante de duda, sacas el telefono y echas un vistazo a la pantalla. La expresion de tu rostro pasa de la contrariedad al sarcasmo en cuestion de segundos. "!Que casualidad!", piensas al reconocer el numero. Se trata de Toure, el mismo que tantas veces habra ocupado el lugar donde estas tu precisamente ahora. Tienes la tentacion de responder a la llamada del africano para contarle donde te encuentras y que pueda escuchar en directo lo bien que te lo estas pasando con su complaciente amante. Pero al final decides dejarlo y vuelves a guardar el movil, ya hablaras mas tarde con ese pringado. La chica continua de rodillas, dandote placer. Tus dedos se hunden en su cabellera de fuego, hasta que la muy puta aparta tus manos, no quiere que la toques. Aun asi, tu insistes, intentas acariciar su pelo, pero en cuanto siente el mas leve roce, ella vuelve a rechazarte, entrando en un juego que te excita todavia mas. Su actitud rebelde y desafiante te pone a cien, tienes que hacer un ejercicio de autocontrol para no correrte demasiado rapido, deseas prolongar este momento tanto como sea posible, saborear cada segundo ralentizandolo. No todo el mundo tiene a su disposicion semejante hembra; pero tu si, tu tienes barra libre siempre que quieras y para lo que quieras. De todos modos, andate con cuidado porque esta zorra ya ha demostrado en muchas ocasiones lo inteligente que es; nunca te fies de ella. Una vez mas, pones tus manos sobre su cabeza; una vez mas, ella se las quita de encima. La fiesta continua.

  • El engano de la princesa de Kiersten White

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    LA PRINCESA GINEBRA HA LLEGADO A CAMELOT PARA CASARSE CON UN EXTRANO: EL CARISMATICO REY ARTURO.

  • Nora: Diario de una amante de Esperanza Alonso Campos

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    Nora solo quiere amar y ser amada, pero la suerte no le acompana en su empeno. Ella misma nos cuenta sus aventuras y, sobre todo, sus desventuras romanticas. ?Sera capaz de encontrar a su hombre ideal?

  • ?Y si probamos…? de Tierra Salvaje

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    ?Y si probamos…?
    A Nico y a Mamen les gusta fantasear con terceros. Es un juego, una forma de excitarse mutuamente, hasta que se convierte en algo demasiado tentador. La aparicion de Jorge cambia sus vidas por completo.

  • Caleidoscopio de Samantha Pardo Carmona

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    La vida daba muchas vueltas y en cada una de ellas, algo nuevo se formaba. La luz, el color, la perspectiva, todo ello unido hacia que se creasen ilusiones que maravillaban a las personas.
    Las estaciones se sucedian unas tras otras sin que nadie lo evitara. La primavera daba paso al verano y este al otono con sus miles de colores para traer el frio del invierno.
    En un pequeno lugar, cerca del bosque y la naturaleza, ocurrio una historia inesperada que llevo a todos al borde de sus emociones. Alli fue donde aparecio Alanna por primera vez tras mudarse, sola en un sitio desconocido, con miedo a perder todo de nuevo. Y luego estaba Matt, el chico que vivia no muy lejos de ella y que le enseno a ver el mundo de otra forma, como si de un caleidoscopio se tratase.
    Juntos formaron una historia de superacion, miedos y alegria. De luchas y casualidades. Crearon sus vidas conociendose, pero tambien dejandose conocer. Y es que Alanna no estaba por la labor de confiar en nadie y Matt no queria darle una segunda oportunidad al amor.
    Eran tantos los desafios que tenian que superar para llegar al final que tal vez descubrieran no todo era blanco o negro, que el sol pasaba a traves de las copas de los arboles y creaba esas ilusiones para ellos.
    Y esta es la historia de un chicos y una chica, de un verano complicado y de una segunda oportunidad.

  • Nubes y lluvia (Nubes y lluvia 1) de Zahra Owens

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    Un libro de la saga Nubes y lluvia

  • Goodbye Days. Un mensaje. Tres despedidas de Jeff Zentner

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  • El coleccionista de John Fowles

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    Frederick Clegg es un hombre solitario y anodino que colecciona mariposas. Miranda Grey es una radiante e inteligente nina bien que estudia arte en Londres. Frederick, que admira a Miranda pero es incapaz de abordarla con normalidad, la secuestra y la aloja con todas las comodidades en un sotano en su propiedad, una trampa perfecta acondicionada como una jaula de oro. Fowles recrea un intenso duelo psicologico donde captor y prisionera intercambian papeles con refinamiento y crueldad, cada cual defendiendo sus propios objetivos: Miranda desea recuperar su libertad, Frederick quiere ser aceptado como un igual por el objeto de su obsesion. El resultado es una novela magistral que, haciendo gala de un engranaje tan milimetrico como febril, ha sido leida por cientos de miles de lectores

  • Domar un corazon de Kristine Rolofson

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    Nadie sabia lo que sucedia en el rancho.
    A Jake Johnson no le hacia ninguna gracia tener que entretener a la tia solterona de la prometida de su amigo. hasta que descubrio que la tia Elizabeth Comstock era una treintanera despampanante con una larga melena y un cuerpo que los hombres se volvian a mirar por la calle. Asi que, ?quien seria capaz de no caer en la tentacion de seducir a la encantadora Lizzy?
    Por su parte, lo que mas deseaba Elizabeth era evitar que su sobrina se casara con un cowboy. hasta que se dio cuenta de que ella misma se estaba enamorando de uno. ?Podria conseguir que el salvaje Jake se convirtiera en el marido perfecto para una mujer de ciudad como ella?

  • Temas de conversacion de Miranda Popkey

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    Desde la orilla, el mar se ve en tres pedazos, como una pintura abstracta que se mueve suavemente. Junto a la arena es un liquido color verde palido de un lago fertil. Luego viene una franja aguamarina, el color que una imagina al leer la palabra: agua marina, agua del mar. Finalmente, un azul intenso, el color de un pigmento, como pintura fresca que brota de un tubo metalico. Sylvia Plath escribio en su diario el mes que conocio a Ted Hughes, ese mismo dia, no, el dia antes: <>. Pasemos por alto la nieve, los arboles negros. El mar estaba de ese color, el color de que palabra azul. Aquel verano estaba leyendo los diarios de Plath porque tenia veintiun anos y las sensaciones me tenian loca, estaba ebria de ellas. Y, para la clase de persona que va derecha de una licenciatura en Literatura Inglesa a un posgrado de esa misma materia (o sea, para mi), los Diarios de Sylvia Plath, 1950-1962, reeditados aquel ano en su version integra, cuentan como lectura placentera. Se conocieron, me refiero a Sylvia y Ted, en febrero, y se casaron en junio, el 16, el Bloomsday, el dia del Leopold Bloom de Joyce. Fue premeditado. Premeditado y los delato bastante; me refiero a que revelaba que no deberian haberlo hecho, lo de casarse. No era mas que simbolismo juvenil. O uno de ellos, al menos. Una de las cosas que te delatan en la vida. Eso pasaba en Otranto, yo estaba alli, en agosto. El mar se veia de tres tonos de lo que podria llamarse azul y yo estaba de vacaciones y no lo estaba. Los padres de Camila eran psicoanalistas argentinos y yo estaba de vacaciones en el sentido de que habian pagado mi vuelo de Nueva York a Londres y de Londres a Roma y de Roma a Brindisi y el tren de Brindisi a Otranto y tambien el complejo turistico en el que nos alojabamos, desparramado por una ladera en terrazas y bancales, con muros de ladrillo y todo incluido, de modo que en teoria yo podia pedir, desde las tumbonas de listones de madera pintadas de blanco, cuantas bebidas quisiera. Aunque en la practica no podia hacer eso porque la razon por la que me habian pagado los vuelos, el tren y la habitacion, la razon por la que estaba siquiera con Camila y sus padres, era que Camila tenia unos hermanos gemelos de siete anos y era tarea mia ocuparme de ellos. Matteo y Tomas: Tomas era mas menudo y rubio, y a Matteo, con su torso bronceado y el pelo oscuro y rizado, lo confundian todo el rato con un lugareno. Por el nombre tambien, claro; el padre de Artemisia era italiano, de ahi que lo pronunciaran asi. Vivian en el Upper West Side, y Artemisia y los ninos y el marido, Pablo, eran de <> argentino. Camila y yo eramos amigas, un punto mas en la columna de las vacaciones. Las primeras dos semanas fueron las mas duras. Los gemelos tenian una ninera en Nueva York, tambien argentina, y coincidia que agosto era su mes de vacaciones, y conmigo, al principio, se habian amotinado, como suelen hacer los ninos cuando se les somete a una nueva autoridad. No podrian haber sabido con exactitud por que era reacia a salir corriendo de su habitacion hacia la de sus padres, para comprobar una vez mas que era lo que supuestamente debian o no debian comer y ver en la tele, hasta que hora se suponia que podian quedarse levantados o no, pero sin duda captaron esa reticencia mia, la enormidad de mi aprension. Artemisia solo me habia dado unas pautas generales (que no se pasen con las golosinas, y no le quites ojo a tu vino, porque intentaran echarse un poco en su Coca-Cola), y una mujer que no fuera yo lo habria entendido como una licencia, una mujer distinta habria sabido, por como se maquillaba los ojos Artemisia, por los vestidos largos y sueltos, sin mangas, que llevaba, por las pulseras que acumulaba en su brazo delgado y bronceado, por las gafas de sol y los panuelos, por el hecho de que Pablo solo me hubiera hablado directamente en tres ocasiones y nunca sobre los ninos, que poner normas era cosa mia. Pero yo era una chica insegura, andaba corta de determinacion y autoestima, y deseaba gustarles a Artemisia y Pablo, a Artemisia en particular, porque enseguida me resulto evidente, por los vestidos sueltos y las pulseras y tambien por la forma en que Pablo inclinaba la cabeza cuando hablaba conmigo, de modo que sus ojos, porque ya era bajo de por si, no miraban exactamente mi cara, que la aprobacion de ella seria la mas dificil de conseguir. Aquellas primeras semanas las pase con el temor de que Tomas y Matteo, al que llamabamos Teo, de modo que eran Tom y Teo, con la <> de Tom cerrada para que no sonase en absoluto como una abreviatura del Thomas americano, fueran corriendo a sus padres con el cuento de que la nueva ninera era horrorosa y pidieran que la echaran. Como si estuviera en alguna imitacion de una novela de Henry James, algun remedo de adaptacion hecha por la productora Merchant Ivory. Y asi transcurrio la primera semana, en la que yo trataba de negarles una golosina por aqui o un privilegio por alla y ellos se quejaban y yo cedia de inmediato, en la que les compraba bomboloni por la manana y cornetti por la tarde y conseguia que no tuviesen apetito para la cena a las ocho y ellos pedian quedarse levantados hasta la pelicula de las once y cuarto de la noche en Retequattro, y se quejaban diciendo <>, y fue asi como Tom y Teo se quedaron dormidos viendo Instinto basico y yo pense que, bueno, seguro que la habian recortado para esa emision y que por supuesto estaba doblada y que en realidad hasta que punto entendian ellos el italiano, por mucho que tuvieran un abuelo y parientes maternos que lo hablaran fluido. Como si el problema fuera la lengua. Eso si, no le quite ojo al vino. La segunda semana fue peor porque ya estaban cansados de conseguir lo que quisieran, y el deseo, en esos casos, no consiste tan solo en conseguir lo que uno quiere sino en sentir que te has salido con la tuya al conseguir lo que querias, de modo que entonces empezaron a dar problemas de verdad, problemas del tipo <>, motivo por el cual, en la velada de la decima noche, me encontre chillando, gritandole realmente por primera vez a Teo para que dejara de usar el cuchillo dentado de la cena con el fin de sacarle las plumas a un cojin. Respondio de maravilla: dejo de hacerlo al instante y solo lloro un poquito, se comio sus frutti di mare en silencio, no pidio despues un helado ni profiteroles con chocolate. Y todo el tiempo tenia los ojos muy abiertos y una leve sonrisa en los labios rosados y humedos, con la esperanza de recibir a cambio tambien una sonrisa, un gesto de aprobacion con la cabeza. Es cierto lo que dicen algunos: los ninos ansian en realidad que les pongan limites. Con ese <> me refiero a Artemisia. El dia anterior al incidente del cuchillo dentado, a primera hora de la tarde, cuando los ninos, ebrios de sol tras la manana en la playa, dormian con los diminutos banadores Speedo llenos de arena, espatarrados, respirando profundamente y babeando, yo habia llamado a la puerta de Artemisia. Pasa, dijo, y abri la puerta y me la encontre en biquini. Pasa, repitio, porque yo todavia no habia cruzado el umbral. Entre en la habitacion y Artemisia se volvio de espaldas a mi y se inclino para desatarse los nudos de tela en la nuca y la columna vertebral que sujetaban la parte de arriba. Cierra la puerta, me dijo. Eso hice, y cuando me di la vuelta, estaba frente a mi. Tenia los pechos grandes y algo caidos, llenos de pecas, con los pezones del color de las nueces, tostados y arrugados como ellas, y que sugerian una textura similar. No digo estas cosas con animo de criticar. Sus pezones no senalaban hacia abajo sino al frente. Todo eso lo capte en un segundo, o medio, y luego mis ojos se clavaron en los suyos. Le dije que tenia dudas acerca de la disciplina, queria saber como solia ella imponer disciplina a los ninos. Los gemelos, dijo Artemisia, ansian que les pongan limites. Les pasa a todos los ninos. Los limites concretos importan menos que el hecho de que existan. Diles lo que no deben hacer, continuo Artemisia, y cuando lo hagan de todas formas --y aqui se encogio de hombros--, castigalos. Al encogerse de hombros, sus pechos se elevaron y luego volvieron a bajar. Tenia las manos en las caderas y sus dedos enmarcaban una suave plenitud, que no acababa de ser redondez sino una especie de exhalacion, la unica prueba manifiesta en su cuerpo de que habia estado embarazada y dado a luz dos veces. Tenia los pies separados a la misma distancia que los hombros, y los muslos, tambien pecosos, no llegaban a tocarse. ?Castigarlos?, pregunte. La miraba solo a la cara. Si, dijo, un <>, dejarlos sin postre, esa clase de escarmientos. Volvio a encogerse de hombros. Aunque sospecho que no tendras que llegar tan lejos si levantas la voz. Sonrio. Son unos chicos medrosos. Tienen muchas ganas de complacer. Se inclino y vi que empezaba a quitarse tambien la parte de abajo del biquini, asi que asenti deprisa con la cabeza, me di la vuelta, sali y cerre la puerta, olvidando darle las gracias por el consejo que me habia dado, olvidando incluso darme por enterada. Y asi llego la tercera semana y los ninos se habian acostumbrado a mi y yo a ellos, como ejercitos enemigos que la manana de Navidad firman un armisticio e intercambian regalos: un cono alla vaniglia a cambio de tres cuartos de hora jugando en la arena, y nada de nadar, que vuestra ninera quiere leer un poco. Los vigilaba desde mi tumbona, un par de dias despues, cuando una sombra me cruzo las piernas. Has puesto limites, ?no? La voz pertenecia a Artemisia. Les dices que pueden jugar en la orilla, pero no nadar, y hacen justo lo que tu quieres. Asenti con la cabeza. Teo estaba salpicando a Tom, y este se daba la vuelta para echar a correr. Que vuestros pies pisen la arena, les habia dicho. Quedaos donde pueda veros. Artemisia se inclino y su sombra recorrio mi cuerpo. Sylvia Plath, dijo, leyendo el lomo del libro que yo habia dejado boca abajo sobre mis rodillas. No es muy buena poeta, comento, pero si una persona interesante.

  • El ser que habita en mi de Manuel Puertas

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    sera inviable, toda la sangre derramada no podra volver a recorrer un cuerpo, los actos que se lleven a cabo perduraran por siempre. PRIMERA PARTE CAPITULO 1 SIN COMPASION Las manecillas de mi reloj combinan sus sonidos haciendome imposible poder dormir, ni los latidos de mi corazon son capaces de contrarrestar tales ruidos sinusoidales. A veces necesito matar aunque sea sonando entre mis sabanas para poder sentirme saciado. Picasso, Einstein, Van Gogh, grandes genios incomprendidos en algun momento, genios que como yo escondieron su potencial mas alla de la propia vida. Sin embargo dentro de mi hay mas que todo eso, se esconde algo que me aleja del objetivo, ya sean posesiones, alucinaciones, miedo, o el hecho de estar desperdiciando mi oscuro talento, son razones que aterran a mis sinapsis. Los dias pasan entre rafagas de sangre, creando una eterna obra hasta desaparecer sin dejar rastro. Simplemente la luz que entra por los pliegues de las ventanas provoca estupor en mi palida piel y en mis rosados labios de mal creacion. Terror inoportuno ante el hecho de haber crecido bajo el mismo ambiente que muchos asesinos contenidos. No se como alargar las paginas de mis cronicas pero si se que despues de acabarlas, todo o nada cambiara de via. La vieja sombra de Dios-Demonio me envenena entre pensamientos elocuentes mientras la sangre de otros corre por mis dedos, la sadica vision de un enfermo mas bien pobre pero bastante mas cobarde. Posiblemente buscando encontrare el cuerpo perfecto para mi gran obra. Lejos de descubrirlo aun, busco entre los cuerpos que se descomponen en mi sotano algun resquicio de perfeccion para complementar el ser perfecto. Hay momentos en los cuales los charcos de sangre avanzan haciendo imposible ocultar tal masacre, sin embargo Dios-Demonio me arropa de proteccion permitiendome poder terminar esta obra maestra. En algunas ocasiones puede que pecara de ingenuo y de no hacer las cosas tal y como la voz de mis adentros intentaba que las hiciera. Pero tambien tenia que entender que descuartizar extremidades podia llegar a ser dificil. Mi sotano es mi santuario, el lugar donde cumplo sus deseos. Son pocas las ocasiones en las que me digno a mostrar mi rostro al exterior. Vago por los alrededores en busca de savia nueva que me llene y me lleve a la culminacion. Me acerco por la espalda y no paro hasta que el suave sonido del crujido de sus cuellos alivia mi sed de placer, hay zonas donde nadie esta a salvo de sus peticiones. Puede que no recuerde cuando comence a pensar en plasmar mis actos demoniacos en hechos, ya que fue tan al comienzo de mis dias que me es imposible recordar. Progresivamente mi imaginacion iba colmando hasta no dejar ni una idea existente sin realizar, ese fue el momento en que la voz de mi interior se intensifico hasta convertirme en el gran e histerico psicopata que soy. Al principio comence a matar por puro odio y placer, sin ninguna razon exterior o celestial, una especie de hobby maquiavelico sin orden ni reglas. El tiempo fue dandome la clave para averiguar que era una prueba, que tan solo mis manos de precision cirujana podrian llevar a cabo. Hubo situaciones en las cuales comence a darme cuenta que la abominacion tenia nombre y apellidos y que yo figuraba en ella como un ser despiadado o tal vez como un ser mas avanzado de lo que ellos creian. ?Por que creer en esos topicos instaurados? ?Por que no ir mas alla de la propia realidad existente y rozar lo no visible? Lejos de apaciguarme quise mostrar mi ingenio a muchos que decian saber apreciar el arte, sin embargo no compartieron conmigo ni la forma ni los medios, lo que en todas las ocasiones me obligo a hacer con ellos una autentica orgia de huesos. ?Que opcion me quedaba? Habian conocido los entresijos de mis creaciones, la belleza de ser ingenioso con el cuerpo humano y no con el fin de darle la vida sino con el fin de quitarsela. En los prolegomenos de mis creaciones me imaginaba la manera de deshumanizarlos, dejandoles sin expresiones, como una estatua griega que simboliza el estilo arcaico. Hubo momentos en los que podia percibir el miedo en sus retinas. Algunos rezaban, otros simplemente dejaban la mirada perdida, en esos instantes yo recordaba a sus hijos, mujeres, padres, para que asi mis ganas de asesinarlos aumentaran. Quiero confesaros algo, no siempre he sido un ser despreciable. Hubo un momento en el que quise ser uno mas en este mundo de borregos, un borrego con las manos manchadas de sangre por haber decapitado a vuestros seres mas queridos, el odio que no os deje dormir, el enviado del mal para haceros padecer el terror y la ira al mismo tiempo. El ser que no os querais encontrar en una noche desolada. Me encantaria contar al mundo todo lo que he hecho y todo lo que me queda por hacer. Mostrar a cada persona de este maldito mundo el genio que se oculta tras mi sombra, pero no me dejan, no ven normal mi arte, mi estilo, mi forma de ver la vida. Soy el profeta de mi propio mundo e intentare instigar a todo ser vivo que tenga ira y una mente bien amplia a seguir mis pasos. Se que ese dia llegara, cuando por fin mi ser perfecto este creado y con el, la bendicion de Dios-Demonio para poder abrir las puertas del infierno a la vez. Hay momentos en los que me siento solo pero se que no tengo que esperar nada de nadie, no habra nadie mas como yo. Pero hay una ilusion que me embriaga y es la de poder encontrar a alguien despues de que vea mi bella obra, que sienta lo que yo cuando mato, esa sensacion de dominar el momento, de ser capaz de lograr rasgar el alma con los dedos, esa sensacion que tan solo conozco yo. <> Hace ya bastante tiempo a las afueras de un campo de maiz, Billy y yo nos dedicabamos a cazar animales para comenzar con ellos nuestras primeras sadicas practicas anatomicas. Todo iba bien, como una relacion espontanea y natural entre amigos que con el paso del tiempo comenzo a convertirse en una utopia sangrienta con el objetivo de ver quien era mas y mas sadico. Aun visualizo como su sangre banaba mi cara, era tan tremendamente surrealista, lo mate a traicion sin opcion de poder defenderse ni lo mas minimo. El era la unica persona que se mantuvo a mi lado, no se que paso por mi cabeza, pero sus entranas alimentaron mi alma. Recuerdo cuando aun era un nino y el me acompanaba a la granja mientras me repetia: – No tengas miedo los viejos no te pegaran hoy. Pero me daban otra paliza mas, haciendome la existencia cada vez mas dificil. Realmente no se si esa fue la razon que me llevo a matar a Billy. Culparle de que me mentia cada dia, aunque sabia que lo hacia por mi. Puede que sea la unica persona de la que me arrepienta haber matado, porque a veces, tan solo a veces lo echo de menos.

  • Perros de caza (Cuarteto Wisting 2) de Jorn Lier Horst

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    La segunda novela del cuarteto WISTING,
    que ha inspirado la serie televisiva revelacion de AMC.

  • Los ascensores dormidos de La Habana de Carlos Diaz Dominguez

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    <>. Esa fue la singular sugerencia que le planteo el presidente de la editorial al exitoso escritor Alberto Rodriguez-Conde. La aceptacion del nuevo proyecto le va a arrastrar a una aventura que cambiara su destino.

  • Las lanzas rotas de Leon Arsenal

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  • Los Reyes Catolicos de Juan Eslava Galan

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    Los Reyes Catolicos, Isabel I de Castilla (1451-1504) y Fernando II de Aragon (1452-1516), han pasado a la posteridad como los fundadores de la Espana moderna y origen de uno de los periodos mas brillantes de nuestra historia. Encontraron un pais debil y dividido que pacificaron y fortalecieron hasta convertirlo en una gran potencia gobernada por una monarquia autoritaria. Para ello no solo sojuzgaron a la levantisca nobleza, sino que habilmente encauzaron su fuera militar en apoyo de las empresas de la Corona.

  • Parker y Amy (Hermanos Sullivan 1) de Abril Camino

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    Amy Morgan tenia tres propositos al entrar en la universidad: ser puntual, pasar desapercibida y mantenerse alejada de los chicos. El primer dia de clase incumplio los dos primeros. Y conocio a Parker. Parker Sullivan tiene tres aficiones: el whisky, los tatuajes y las mujeres. Y no piensa renunciar a ellas para complacer a su nueva companera de clase. Amy y Parker solo tienen una cosa en comun: necesitan huir el uno del otro para evitar que sus pasados los alcancen.

  • Mi hermana, asesina en serie de Oyinkan Braithwaite

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    Apuesto a que no sabiais que la lejia enmascara el olor a sangre. La mayoria de gente la utiliza indistintamente y da por hecho que es un producto que sirve para todo. No se molestan en leer la composicion en la etiqueta, ni en volver a echar un vistazo a la superficie que acaban de limpiar. La lejia desinfecta, pero para eliminar residuos no es ninguna maravilla. Por eso no la uso hasta haber eliminado cualquier rastro de vida y de muerte del cuarto de bano. Es evidente que lo han reformado hace poco. Tiene ese aspecto de no haberse utilizado nunca, sobre todo despues de haberme pasado casi tres horas limpiandolo. Lo mas complicado ha sido llegar a la sangre que se habia filtrado entre el plato de ducha y la junta, un sitio facil de descuidar. No hay nada sobre ninguna superficie: el gel, el cepillo de dientes y la pasta dentifrica estan guardados en el armario que hay sobre el lavabo. Luego esta la alfombra de ducha: una cara negra sonriente dentro de un rectangulo amarillo en una habitacion por lo demas blanca. Ayoola esta sentada sobre el asiento del inodoro, con los pies arriba, abrazandose las rodillas. Se le ha secado la sangre del vestido y no hay riesgo de que gotee sobre el suelo blanco y, ahora, brillante. Lleva las rastas recogidas en un mono para que no rocen el suelo y no deja de mirarme con sus grandes ojos marrones. Le da miedo que este enfadada, que cuando termine lo que estoy haciendo le eche un sermon. Yo no estoy enfadada. En todo caso, estoy cansada. Me cae el sudor de la frente al suelo y lo limpio con la esponja azul. Cuando me ha llamado estaba a punto de cenar. Habia dejado todo preparado en la bandeja: el tenedor a la izquierda del plato, el cuchillo a su derecha. Habia doblado una servilleta en forma de corona y la habia colocado en el centro. Habia pausado la pelicula en los creditos iniciales y el temporizador del horno acababa de sonar cuando mi telefono ha empezado a vibrar violentamente sobre la mesa. Cuando llegue a casa, la cena ya estara fria. Me levanto y aclaro los guantes en el lavabo, pero no me los quito. Ayoola mira mi reflejo en el espejo. --Tenemos que mover el cuerpo --le digo. --?Estas enfadada conmigo? Quiza una persona normal lo estaria, pero ahora lo que siento es la urgente necesidad de deshacerme del cuerpo. Cuando he llegado, lo hemos transportado hasta el maletero de mi coche para poder limpiar y fregar sin tener que estar soportando su fria mirada. --Coge tu bolso --respondo. Volvemos al coche y el sigue en el maletero, esperandonos. A estas horas de la noche, en el Puente Continental 3 apenas hay trafico y, como no hay farolas, esta muy oscuro, pero mas alla del puente se ven las luces de la ciudad. Lo llevamos al mismo sitio donde llevamos al ultimo: lo lanzamos y cae al agua. Por lo menos no estara solo. Se ha filtrado un poco de sangre en el revestimiento del maletero. Ayoola se ofrece a limpiarla, porque se siente culpable, pero yo le quito la mezcla de las manos. La he preparado yo misma con una cucharada de amoniaco y dos de agua. La echo sobre la mancha. No se si en Lagos tienen la tecnologia necesaria para llevar a cabo una investigacion rigurosa de una escena del crimen, pero Ayoola nunca podria limpiar de manera tan eficiente como yo. LA LIBRETA --?Quien era? --Femi. Estamos en mi habitacion y yo escribo el nombre. Ayoola esta sentada con las piernas cruzadas en mi sofa, descansando la cabeza sobre el respaldo del cojin. Mientras se banaba, he quemado el vestido que llevaba y ahora se ha puesto una camiseta rosada y huele a polvos de talco. --?Y su apellido? Ella arruga la frente, aprieta los labios y sacude la cabeza, como si intentara lograr que el apellido salte del fondo del cerebro hasta la parte frontal. No le sale y se encoge de hombros. Yo deberia haber cogido su cartera. Cierro la libreta. Es pequena, mas que la palma de mi mano. Una vez vi un video de TEDx en que un hombre afirmaba que le habia cambiado la vida el hecho de llevar una libreta encima y anotar en ella un momento feliz cada dia. Por eso la compre. En la primera pagina, escribi: <>. Desde entonces no he escrito practicamente nada en ella. --No es culpa mia, ?sabes? Pero yo no lo se. No se a que se refiere. ?A su incapacidad de recordar el apellido? ?O a su muerte? --Cuentame que paso. EL POEMA Femi le habia escrito un poema. (Ella recuerda el poema, pero no su apellido. ) Te reto a que encuentres un defecto en su belleza; o a dar a luz a una mujer capaz de estar a su lado sin palidecer. Se lo habia dado escrito en un trozo de papel dos veces doblado que recordaba a nuestra epoca en el instituto, cuando los adolescentes se pasaban notas de amor en la ultima fila del aula. Todo eso la habia conmovido (pero vamos, a Ayoola siempre le conmueve que alaben sus meritos), de modo que habia aceptado ser su novia. Cuando cumplieron un mes de relacion, ella lo apunalo en el bano de su piso. No era su intencion, por supuesto que no. El se habia enfadado y le gritaba en la cara con su aliento caliente que apestaba a cebolla. (Pero ?por que llevaba la navaja?) Era por proteccion. Con los hombres nunca se sabia, querian lo que querian cuando lo querian. Ella no pretendia matarlo, solo ahuyentarlo, pero a el no le habia asustado su arma. Media mas de metro ochenta y ella le pareceria una muneca, con su cuerpo pequeno, sus pestanas largas y sus carnosos labios rosados. (Descripcion de ella, no mia.) Lo mato con la primera punalada, directa al corazon. Pero despues le asesto dos mas para asegurarse. El cayo al suelo y ella solo oia su propia respiracion. CUERPO ?Este os lo sabeis? Entran dos chicas a una habitacion. La habitacion esta en un piso situado en una tercera planta. En la habitacion hay un cadaver de un hombre. ?Como llevan el cuerpo hasta la planta baja sin ser vistas? Primero, reunen el material. --?Cuantas sabanas necesitamos? --?Cuantas tiene? Ayoola salio corriendo del bano y volvio armada con la informacion de que habia cinco sabanas en el armario de la colada. Yo me mordi el labio. Necesitabamos muchas, pero me daba miedo que su familia sospechara si la unica sabana que quedaba era la que tenia puesta en la cama. Para el hombre promedio eso no hubiera sido nada peculiar, pero este era meticuloso. En la estanteria los libros estaban ordenados alfabeticamente por autor. En el bano tenia la gama completa de productos de limpieza; hasta compraba el mismo desinfectante que yo. Y la cocina estaba reluciente. Ayoola parecia estar fuera de lugar, como una plaga en una existencia por lo demas pura. --Trae tres. Segundo, limpian la sangre. Absorbi la sangre con una toalla y la escurri en el lavabo. Repeti la operacion hasta que el suelo quedo seco. Ayoola rondaba por alli, se apoyaba en un pie y luego en el otro. Yo ignore su impaciencia. Se tarda mucho mas en deshacerse de un cuerpo que de un alma, sobre todo si no quieres que quede ningun rastro de juego sucio. Pero yo no dejaba de lanzar miradas al cadaver desplomado, apoyado contra la pared. No podria hacer un trabajo riguroso hasta que el cuerpo estuviese en otro sitio. Tercero, lo convierten en momia. Extendimos las sabanas en el suelo ya seco y ella enrollo el cuerpo. Yo no queria tocarlo. Distingui su torso esculpido por debajo de la camiseta blanca. Parecia un hombre capaz de sobrevivir a un par de heridas, pero lo mismo podia decirse de Aquiles o de Cesar. Era una pena pensar que tras la muerte, su espalda ancha y sus abdominales tonificados irian menguando hasta quedar reducidos a poco mas que hueso. Cuando llegue, le comprobe tres veces el pulso, y despues otras tres mas. Podria haber estado durmiendo, con aquel aspecto tan apacible. Tenia la cabeza hacia delante, la espalda curvada contra la pared y las piernas de lado. Ayoola empujaba el cuerpo hacia las sabanas con la lengua fuera. Se limpio el sudor de la frente y se mancho de sangre. Doblo un trozo de sabana y cubrio el cuerpo con ella, ocultandolo de la vista. Despues la ayude a hacerlo rodar y a envolverlo firmemente entre las sabanas. Nos pusimos de pie y lo miramos. --?Ahora que? --pregunto.

  • Tres veces tu (Ditton 1) de Erina Alcala

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    Gaby tenia 30 anos, y era un broker de la bolsa de Nueva York. Presumido, elegante, extrovertido, ademas de alto, guapo y ojos grises como un dia nublado.
    El estres del trabajo lo llevo por azar a Ditton, un pueblo pequeno de Montana, donde conoceria a Gina. Gina, trabajaba en la cafeteria del pueblo como camarera y ademas se convirtio en su casera.
    Empezaron una historia de amor, hasta que Gina se quedo embarazada y Gaby en un viaje a Helena, tuvo un accidente en que perdio la memoria y volvio a Nueva York, olvidandose de ella y de su hijo.
    Gina fue en su busca pasado un ano, pero el no estaba preparado para tener familia ni hijos. y Gina, conocio a Jim, un abogado de Manhattan. ?Volveria a darle una nueva oportunidad a Gaby? ?El tiempo los volveria a unir de nuevo?

  • Diarios Lord Byron de Lord Byron

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    Quiza nadie haya personificado la figura del poeta romantico como George Gordon Byron (1788-1824), sexto baron de Byron, cuya singular y repentina celebridad surco el firmamento cultural europeo como un cometa. Su linaje aristocratico, su tumultuosa vida en Londres y en Venecia, sus simpatias revolucionarias y su temprana muerte en Grecia sellaron la identificacion del autor con unos personajes -Childe Harold, El corsario, Manfred- que parecian encarnar ese oscuro impulso de libertad y rebeldia nihilista del espiritu moderno. La realidad, sin embargo, es mas compleja y a la vez mas fascinante, como demuestran su ingente correspondencia y estos Diarios que ahora damos al lector en la edicion modelica del escritor Lorenzo Luengo. En ellos comparece un Byron mas intimo y cercano, que se vuelca por igual en el apunte costumbrista, las notas de viaje, el retrato del natural, la reflexion de indole moral o la introspeccion biografica, capaz en ocasiones de un enorme candor. Por la vivacidad de su estilo, su penetracion psicologica y su cautivadora franqueza, estas paginas son lo mas parecido que tenemos a un autorretrato del poeta. En la lucidez ironica, en el infalible sentido de la comedia mundana, en la capacidad de satira y a la vez de humana simpatia encontro Byron la inmortalidad.

  • 25 noches de insomnio 3 de Marcelo Di Marco

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    Debo confesar que no suelo frecuentar el mundo de los relatos de terror, pero creo que la literatura argentina no abunda en autores del genero. Fuera de Horacio Quiroga y mi amigo Juan-Jacobo Bajarlia, podria mencionar escasos nombres. De modo que la propuesta de Marcelo di Marco para que ocupara este espacio, me dio la oportunidad de bucear en aguas para mi casi desconocidas. Fue una instructiva y placentera experiencia que agradezco. Valio la pena disfrutar de una prosa ajustada y entretenida, que suena segun la necesidad del sujeto y deriva de la procacidad mas chabacana a un lenguaje terso y cuidado que introduce al lector en infinitos e inesperados universos. Como a Publio Terencio, nada humano le es ajeno a Marcelo, que propone en estos cuentos una galeria de personajes y situaciones de perversidad y horror que no excusa ni a los ninos ni a las escuelas. En las paginas finales, el libro propone una interesante serie de comentarios sobre la estructura de los relatos y devela utilisimos trucos del oficio que, con seguridad, seran aprovechados por la legion de alumnos que desfilan por sus talleres. Ruben Tizziani

  • La mascara del herrero de Susana F. Ameijeiras

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    Las cajas inundaban el suelo y eso hacia que, de un momento a otro, pudiera acabar entrando en colera, pero lo sabia disimular. De hecho, disimular, era una de mis especialidades. --Maca, no creo que te cueste tanto meter al menos la ropa en el armario --dijo Esteban. Esteban nunca fue un hombre demasiado alto, le faltaba algo de pelo, pero sus ojos tenian una caida que solo define a los hombres buenos y profundos… a los hombres bienintencionados y serenos. Macarena, mi hija, era por aquel entonces una adolescente de 15 anos cuando nos mudamos a la nueva casa. Al nuevo hogar. Llegamos una tarde de sabado a finales de septiembre. Habiamos decidido darnos la oportunidad de vivir frente al mar aprovechando el nuevo puesto de trabajo de Esteban en un bufete de abogados de un pequeno pueblo costero de cuyo nombre prefiero no acordarme (para algo sirven las grandes frases de los que fueron grandes sintiendose, a veces, bastante pequenos). A medida que nuestro coche se acercaba a aquella calle estrecha, me iba dando cuenta de que el cielo gris inundaba gran parte del paisaje y de que, apenas al fondo, habia un destello de luz sobreviviendo a los ultimos dias de verano. Aquel dia no supe como describir aquella sensacion, pero, para algun organo de mi cuerpo, no paso desapercibida; algo se movio dentro de mi, ni bueno ni malo, solo algo. Ese efecto duro unas pocas decimas de segundos; era una emocion extrana, casi imposible de saborear. No pude saber que era porque se esfumo de golpe, pero dejo en mi un mensaje que solo unas pocas semanas mas tarde empece a descifrar. Ya no habia vuelta atras, ya estabamos dentro de aquel pueblo medio esperanzador... medio oscuro. Esteban abrio la puerta del maletero; la mayoria de las cosas ya estaban dentro, puesto que la empresa de mudanzas se habia encargado de traerlas unos dias antes. Nosotros solo llevabamos unas cuantas maletas y bolsas con algo de comida, abrigos, zapatos... Mire de frente hacia nuestro nuevo hogar. Dos pequenas plantas se alzaban bajo un escaso terreno de hierbas y maleza que se sumaban al aspecto grisaceo del cielo aquella tarde de sabado. Las paredes eran blancas, recien pintadas. Las ventanas, rojas, algo curioso y pintoresco que no me desagradaba en absoluto. Al entrar, subi directamente las escaleras al primer piso en donde se encontraban los dormitorios. Deje dos maletas y mire por la ventana: el mar azotaba con fuerza y el cielo cada vez se oscurecia con mayor rapidez. "Quizas no haya sido buena idea venir una tarde tan oscura", pense, "No es la mejor hora para hacer cambios". Esteban seguia peleandose con Maca para que, al menos, guardara su ropa y su calzado... el resto podriamos hacerlo poco a poco. Maca no hacia caso, y yo, tampoco. Seguia mirando hacia esa ventana y no conseguia saber que era eso que me incomodaba. La mayoria de la gente quiere estar frente al mar, pero esa imagen idilica e inspiradora que otros parecen percibir en ese enorme charco interminable, yo no conseguia verla. Algo oscuro salia de aquel movimiento que desprendia espuma con el empuje de sus olas. Algo queria decir esa fuerza inquieta e infinita que sabemos que jamas se va a detener: una y otra vez golpea y golpea sin cansarse... --Olivia, no pareces muy contenta de poder tener una casa con vistas al mar --dijo Esteban con un tono carinosos mientras ponia su mano en mi hombro. --No, no es eso, me gusta, pero... tal vez ahora mismo solo sea una sensacion de miedo por empezar algo nuevo --dije mientras lo miraba con una leve y, en cierto modo, fingida sonrisa para que no se preocupase en exceso por mi mas que notable cara de cierta tristeza--. Echo de menos nuestro pequeno piso, supongo. Ademas, es tarde, mejor sera que deje de mirar por la ventana y empiece a colocar lo mas necesario --continue diciendo mientras me dirigia al dormitorio dando zancadas entre las cajas. Esa misma noche cenamos comida preparada que compramos por el camino. Todavia aquella casa no parecia un hogar. Demasiadas cosas sin colocar, demasiado caos alrededor. Supuse que no dormiria de noche, no es que lo haya supuesto, es que creo que fue una sentencia firmada desde el mismo momento en que lo pense. Y asi fue. Al dia siguiente, cuando desperte a las cinco de la madrugada, sin apenas haber dormido unas cuatro horas, me di cuenta de que habia sido una pesima idea haber hecho la mudanza un sabado para amanecer un domingo con el cielo completamente gris y el pueblo hundido en un inquietante vacio. "No estoy preparada para este recibimiento tan cutre", pense. Mire las cajas, y todavia me senti peor. Desorden, cielo gris, frio y soledad. Una buena combinacion para empezar de cero… Baje a la cocina, busque la caja donde se encontraba la cafetera, la cogi y mire hacia los lados tratando de encontrar un lugar donde poder colocarla. Es curioso, primero busque un espacio para unos cuantos gramos de plastico antes que uno para mi, pero asi fue. Supongo que en ese momento pensaba que no era nadie sin un cafe en la sangre, lo mismo que no eres nada sin sangre corriendo por las venas. Una vez que la mezcla de sangre y cafeina empezo a burbujear por mis arterias, consegui levantarme por dentro (por fuera llevaba algo mas de una hora despierta). No sabia que hacer, todavia no eran ni las siete de la manana. Asi que, con mucha pereza y con bastante miedo..., volvi a asomarme a la ventana y ver el mar. "No lo entiendo", pense. "No me parece ni tan bonito ni tan magico como todo el mundo recuerda en sus instantaneas de verano. No consigo ver esa sensacion tantas veces repetida en anuncios de television y campanas publicitarias en las que el mar es el elemento mas persuasivo para vender cualquier cosa, aunque sea una cafetera. Nunca compraria una cafetera en cuyo reclamo publicitario saliera el mar". Mientras terminaba ese pensamiento, volvi a darme la vuelta para ver que podia hacer que no fuera desempaquetar cajas; para eso preferia tener a Esteban y a Maca levantados, y no pasar el tormento yo sola. No se me ocurria nada, solo dos opciones: o arreglar la gran duna de carton que se levantaba a cada paso que daba, o mirar por la ventana y ver el mar. Pocas opciones y, todas, desoladoras. Asi que cogi el movil. Y entonces me senti fatal por mirar a una pantalla teniendo en frente de mi al todopoderoso oceano, al que no queria ni ver. Hubo suerte: Esteban se levanto. --Buenos dias --dijo Esteban mientras trataba de despejar los ojos con sus dos dedos de la mano y si dirigia hacia la ventana--. Que maravilla de vistas tenemos por la manana, ?no te parece precioso? --me pregunto, con una mirada de satisfaccion esperando que yo le contestara con su mismo entusiasmo. --Si, es precioso, llevo viendolo desde que me levante, tenemos mucha suerte de poder vivir cerca del mar --conteste, sabiendo que la ironia se habia adentrado durante unos segundos en mi cuerpo, "sera culpa de la cafeina, tal vez debiera dejar de tomar cafe y conformarme con una sosa infusion". --Veo que has sacado primero la cafetera, buena idea --continuo Esteban, y se dirigio con una envidiable actitud hacia la cocina. Tras desayunar y vestirnos, comprobando asi que la ducha funcionaba, que el calentador funcionaba, que el agua corria con soltura (como no podia ser de otra forma, dado que estabamos al lado del mar), Esteban decidio estrenar su primer dia en el pueblo yendo a buscar el periodico. Me invadio una extrana envidia al percibir la ilusion con la que salia por la puerta, la curiosidad por adentrase en el entorno de su nuevo hogar y captar todos los detalles para hacerlos suyos. Yo no podia, habia una extrana barrera entre ese nuevo espacio que me amenazaba con hacerme un pulso y ser mas fuerte que yo. Tal vez estaban saltando todos mis soldados con sus canones preparados para que el territorio no se revelara contra mi. Una osadia que nunca quise analizar demasiado para no caer en la tentacion de pensar que pudiera ser castigada por querer controlar algo que era mas grande que yo. Tal vez los dioses no me lo perdonaran y apareciera su furia en cualquier momento desde cualquier parte de ese cielo gris a traves de esa ventana desde la cual se suponia que teniamos casi las mejores vistas del pueblo. --Buenos dias, Maca --dije con mucha alegria, pero sin mucho exito, puesto que Maca suele levantarse con los auriculares incorporados en sus orejas y no atiende a nada, no escucha... solo clava la mirada en la pantalla de su telefono y levanta la vista a modo de saludo. Quizas es mucho pedir que levante la mano, y que salga un "buenos dias" de su boca, ya es algo con lo que no cuento desde hace un largo tiempo.

  • La conjura de Cain de Carter Damon

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    Una ola de brutales asesinatos conmociona al pais. El modus operandi apunta a un asesino en serie que esta acabando con las vidas de distinguidos personajes relacionados con Lycoon Industries, una puntera empresa tecnologica financiada con capital riesgo dedicada al desarrollo de inteligencia artificial. El FBI acudira a un antiguo promotor del proyecto para que les ayude a resolver el caso, Edward Cooper. Pero su interes por el ingeniero tambien obedecera a otra causa; es el principal sospechoso.

  • Amigos enredados, Noa Pascual de Noa Pascual

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    Su corazon era similar a un hotel “abierto las veinticuatro horas, los trecientos sesenta y cinco dias del ano”.
    Su casa, era el parador perfecto donde sus amigos se refugiaban.
    Alegre, dicharachera, independiente, luchadora y llena de grandes cualidades, asi es Ana.
    Ana, brillaba con luz propia alla donde estaba, sembraba alegria doquier y siempre tenia las palabras adecuadas para cualquier contrariedad, nunca defraudaba.
    Era el cordon umbilical del grupo, pero pasado el tiempo, ?Que seria de ellos?, ?Que destino seguirian sus vidas?, ?Conservaran aquella hermosa y pura amistad que les unio?
    ?Le devolvera la vida tantos sentimientos como derrocho?
    ?Encontrara Ana la felicidad que tanto merece?…
    Conocer a Ana sera lo mejor que te pase en mucho tiempo, con ella aprenderas, te reiras, te irritaras y te sentiras parte de sus “amigos enredados”.

  • Tu tambien puedes tener un cuerpo como el mio de Alexandra Kleeman

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    La singular primera novela de Alexandra Kleeman es un cruce sorprendente y a ratos inquietante entre La subasta del lote 49 de Thomas Pynchon y Ruido blanco de Don DeLillo.

  • Tu + Yo= Extasis de Phavy Prieto

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    Irina Luciana Komarova es hija del magnate ruso Luciano Komarov, una brillante joven con un futuro prometedor que ha decidido realizar las practicas de empresa en el Pais natal de su madre, donde casualmente su padre mantiene una de sus sedes principales, aunque comete el error de enviar una imagen poco adecuada a la persona menos indicada, es entonces cuando su deseo de permanecer en Madrid se convierte en una pesadilla.
    Alejandro Alvarez es el socio minoritario de las empresas Komarov en Espana, su vida gira en torno a su trabajo, ya que es el director de la sucursal, si ha llegado a estar donde esta es precisamente gracias a su constante esfuerzo y dedicacion a la empresa, sin embargo, todo cambia cuando recibe un mensaje en su telefono. Todo cambiara cuando vea su contenido y desde luego pondra todo su esfuerzo en averiguar quien es la propietaria de ese contenido.

  • Por Siempre te Amare: Hasta el silencio me habla de ti, Manuel Alejandro de Manuel Alejandro

    https://gigalibros.com/por-siempre-te-amare-hasta-el-silencio-me-habla-de-ti-manuel-alejandro.html

    Jose Luis es un muchacho que ha llegado a la cuspide de su carrera estudiantil, sin embargo la inesperada noticia que su amor de infancia se ha casado lo lleva a hundirse en la mas profunda melancolia, en ese momento cumbre y dramatico aparece en su vida Luisa Maria, una chica con una belleza fisica abrumadora atrapando el corazon de Jose Luis desde el primer instante que la ve. De inmediato nace una buena amistad entre ellos, pero la meta real de Jose Luis es conquistarla, emprendiendose en una larga travesia de lucha entre multiples pretendientes y diversos obstaculos durante nueve anos, en donde va descubriendo la verdadera Luisa Maria que se mantenia escondida y que lo impulsaria en convertirse en escritor, con un desenlace inesperado y a la vez cautivador, llevando al lector hasta el borde maximo de emociones y sentimientos encontrados.
    Una novela que debe ser leida a paso lento...

  • Besar a un angel de Susan Elizabeth Phillips

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    ?Como se encontro Daisy en esta solucion? Ella puede ir a la carcel o casarse con el hombre misterioso que su padre ha elegido para ella. Alex Markov, sin embargo, no tiene la intencion de interpretar al amoroso novio de una nina mimada con gustos de champan. Sin humor y mortalmente guapo, arrastra a Daisy lejos de su vida en la parte alta de la ciudad. Este hombre sin alma ha conocido a una mujer que no es mas

  • Como Explicarte El Mundo, Cris de Andres Aberasturi

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    Explicar el mundo a su hijo Cris, que nacio con paralisis cerebral hace mas de treinta anos, es para Andres Aberasturi una tarea dura y dolorida. Pero el autor de estas paginas honestas y sin adornos, que solo pretende dejar testimonio de una parte de su verdad, la considera esencial para combatir el desasosiego. <>, como bien explica Javier Sadaba en el prologo.

  • La leyenda del ladron de Juan Gomez Jurado

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    Preparate a transportarte a la Sevilla del xvi, a un fascinante mundo de mendigos y prostitutas, nobles y comerciantes, espadachines y ladrones. El amor, la pasion y la venganza son los pilares de esta magistral novela de aventuras en torno a un nino salvado misteriosamente de la muerte, que crecera para erigirse en la ultima esperanza de los desfavorecidos. El destino de Sancho y el de quienes le rodean hunde sus raices en los secretos origenes de la literatura. Su historia te cambiara para siempre.

  • Pelea de gallos de Maria Fernanda Ampuero

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    Pelea de gallos narra desde diferentes voces el hogar, ese espacio que construye -o destruye- a las personas, aborda los vinculos familiares y sus codigos secretos, las relaciones de poder, el afecto, los silencios, la solidaridad, el abuso… Es decir, todos los horrores y maravillas que se encierran entre las cuatro paredes de una casa: el espanto y la gloria de nuestras vidas cotidianas.

  • La mano de Fatima de Ildefonso Falcones

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    En la opulenta Cordoba de la segunda mitad del siglo XVI, un joven morisco, desgarrado entre dos culturas y dos amores, inicia una ardiente lucha por la tolerancia religiosa y los derechos de su pueblo.

  • Las calles que se volvieron playas de Jose Javier Lara Hidalgo

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    Hay perdidas que te cambian la vida. La de Alberto transcurre entre el estres del trabajo y los malos habitos. De repente, un dia tiene que emprender un viaje para seguir los ultimos pasos de su hermano y cumplir el deseo que dejo pendiente. Descubrira una vida diferente, secretos que fue dejando por el camino y tendra un encuentro que le hara ilusionarse de nuevo con el amor.Javier Lara arranca en Paris un viaje que reconducira por toda la costa cantabrica desde San Sebastian hasta Fisterra.

  • Los centenarios de Lore Segal

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    Que todas las personas mayores que pisan cierto hospital “pierdan la chaveta” -y he alli el diagnostico mas preciso con el que han conseguido dar los medicos-, podria ser el resultado de una conspiracion, un plan terrorista para mantener a los ancianos occidentales con vida hasta el final de los tiempos, pero sin que puedan valerse. Mal de la chaveta. Al menos eso opina uno de los personajes de esta satira, el experto en textos apocalipticos y teorias de conspiracion. Y ya se sabe que un paranoico es el que acaba de darse cuenta de lo que en teorias de conspiracion esta pasando.

  • Hechizada de Elisa S. Amore

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    ?Que estas dispuesta a sacrificar cuando la unica persona que puede salvarte es la misma que debe matarte? Evan es un angel de la muerte y su mision es garantizar que el destino de los habitantes de la Tierra se cumpla tal y como esta escrito. El tiempo de Gemma esta a punto de acabarse y Evan es el elegido para asegurar que muera y acompanar su alma al otro mundo. ?Pero que sucede cuando entra en juego el amor? ?Puede un angel de la muerte renegar de si mismo y desafiar al destino? Evan tendra que enfrentarse a las leyes del cielo y del inframundo si quiere salvar a la chica de la que se ha enamorado perdidamente. <> Marie Claire <

  • Cuatro dias de enero de Jordi Sierra I Fabra

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    Primera entrega de la serie de novela policiaca ambientada en la Barcelona de postguerra <>, de Jordi Sierra i Fabra. Una conmovedora historia que habla del hambre, de la venganza y, por encima de todo, del amor.

  • Traicionada de Danielle Steel

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  • La Reina Roja de Jorge Borges

    https://gigalibros.com/la-reina-roja.html

    Cassidy no era una mujer cualquiera.
    Actriz. Modelo de pasarela.
    Y lider de la mafia al mando.
    A cargo del trafico de drogas y armas.

  • La bofetada de Gilda de Kike Cherta

    https://gigalibros.com/la-bofetada-de-gilda.html

    Entre las historias de La bofetada de Gilda nos encontramos con una mujer loca que vive con quince gatos, enamorada de un oso de peluche gigante; pero tambien conocemos a un chicohombre y una chicamujer; o a un senor muy bueno que, para dejar de serlo, decide ir a Canada a matar focas. Y aun mas: aparece un mal padre en coma que, tal vez, quien sabe, sea el salvador del universo, e, incluso, Abraham Lincoln, retratado en sus infidelidades a una domadora de circo. Pareciera que todo es posible en La bofetada de Gilda y su universo de ficcion desmedido: el lector disfrutara de este conjunto de relatos que activa magistralmente un ocasional tono del absurdo, con personajes tan cercanos como perturbadores, dentro de una escritura limpia y directa.

  • La corte de los enganos de Luis Garcia Jambrina

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    Un ano decisivo: 1492. Dos ciudades singulares: Granada y Barcelona.

  • Veinte de Manel Loureiro

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  • Despertar en tus brazos, Cathryn de Bourgh de Cathryn De Bourgh

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  • Un novio por encargo de Tierra Salvaje

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    A las pocas semanas de cumplir los dieciocho me dieron unas fiebres muy altas que, aun a dia de hoy, ni los medicos saben que es lo que paso. Tres anos practicamente en cama, solo podia moverme con gran esfuerzo, con dos muletas y con muchos dolores. Despues de eso, cuando las fiebres remitieron, media mas de un metro ochenta de altura. Pase otro ano recuperando mi musculatura e intentando volver a mi vida anterior. Para cuando cumpli los veintitres y termine, por fin, con todo ya tenia un cuerpo atletico y perfectamente tonificado. Durante los primeros meses de mi enfermedad, mis amigos, poco a poco, se fueron olvidando de mi, con una unica excepcion, Eva, quien en ningun momento me dejo de lado y estuvo apoyandome durante todo el tiempo. Tras esta experiencia, a mis amigos los clasifico en dos categorias: Eva, en un lado, en el lado bueno de los amigos; y a mil kilometros de distancia, los demas. Eva me habia llamado dos dias antes para quedar, porque segun dijo, me queria pedir un gran favor, algo que, por supuesto y tratandose de ella, si estaba en mis manos lo haria sin pensarmelo dos veces. Llegue antes de la hora acordada, no me gusta llegar tarde. Mientras esperaba aproveche para tomar cafe y ojear el periodico, en eso estaba cuando la vi llegar por la acera, acompanada de una mujer a la que reconoci como una de sus mejores amigas del trabajo, ya que la habia visto desde lejos alguna que otra vez, cuando habiamos quedado y habia ido a buscarla, aunque nunca fuimos presentados. La amiga en cuestion era una de esas mujeres que, cuando entraba en algun sitio todos los hombres se giraban para poder mirarla. Eva era muy particular, no le gusta en absoluto mezclar su vida personal con la laboral, si podia evitarlo, era casi obsesiva con ello, ambas facetas las mantenia perfectamente separadas, amistades incluidas. Cuando llegaron, y tras presentarnos, toco el turno de los saludos. A Eva le di dos besos, mientras que, a su amiga Susana, simplemente le tendi la mano, que ella estrecho mientras le dirigia una mirada de curiosidad a Eva. Fue entonces, justo antes de sentarnos, cuando en mi espalda sono una voz femenina llamandome por mi nombre, Pedro. Cuando me volvi, una rubia me salto en los brazos dandome dos besos en las mejillas, se trataba de Ana, mi ex. Saludo a Eva y a su amiga, para despues mantenerme sujeto por los brazos mientras me daba un repaso de arriba abajo. --Por ti no pasa el tiempo, sigues igual de guapo... --Tu que me ves con buenos ojos... La que si que esta impresionante eres tu. Solo has cambiado para mejor... --Adulador, que eres un adulador... --me sonrio. --Bueno, Ana, ?y que haces por aqui? Pense que estabas en Valencia. --Y alli sigo, estoy aqui por trabajo, regreso esta tarde... Y, por cierto, me voy que tengo el tiempo muy justo, solo me he parado para saludarte... Me ha encantado verte... --Y a mi, aunque haya sido como la visita del medico --se rio de mi comentario. --Si, tienes razon, para la proxima te prometo que hare un hueco y te llamare para salir a comer o a cenar, y ponernos al dia, ?te hace? --Hace... Te tomo la palabra... Tras esto y decirme ella que me llamaria, nos despedimos, saludando a Eva y a su amiga, marchandose a toda velocidad mientras miraba el reloj. Me sente sonriendo, observando a las dos mujeres que tenia ante mi como me miraban, Eva socarrona y su amiga con curiosidad. Le pedimos al camarero dos nuevos cafes para ellas, despues estuvimos hablando durante unos cuarenta minutos, de diversas cosas. La amiga de Eva me parecio una mujer inteligente, culta y muy divertida, sin embargo, del tema del favor, Eva no dijo ni media y, desde luego, yo no pensaba decir nada mientras estuviera su amiga delante. --Vaya, veo que Eva tenia razon cuando me dijo que eras muy discreto --solto repentinamente Susana. -- ?Perdona, ?como dices? --Susana tenia dudas de si debia pedirte ayuda, mas que nada por si podrias mantener la discrecion o no. Le he dicho segun veniamos, que tu no sacarias delante de ella el tema del favor que te quiero pedir --me sonrio Eva. --Supongo que eres consciente de que me acabo de perder, ?verdad? ?Que tiene que ver ella con todo esto? No creo que me conozca de nada. --Si, se que estas perdido del todo --dijo Eva soltando una carcajada--. Mira, el favor que pretendo que me hagas es muy simple, quiero que acompanes a Susana a una boda, por eso esta aqui... --se quedo mirandome sonriente. --A ver, a ver, a ver... que me he vuelto a perder de nuevo... Primero, sabes que, dado que me lo pides tu, si puedo lo hare, y eso no sera problema siempre que me coincidan las fechas, algo que por otro lado supongo que ya te has molestado tambien en mirar... --Tal y como dices, si. Es dentro de dos fines de semana, en el puente, y lo tienes libre, porque me lo comentaste el mes pasado... ?Entonces acompanaras a Susana a la boda? --Si, claro, pero... joder, es que no me lo creo --me pase la mano por la cara --esto parece el guion de una comedia romantica de Hollywood. --La verdad es que, si lo piensas detenidamente, eso no te lo puedo negar --se rio Eva acompanada por Susana. --Pero hay algo que no entiendo, perdoname si soy un poco brusco --me dirigi a Susana--, pero eres muy atractiva, por el rato que llevamos hablando, tambien muy inteligente, divertida y ademas tienes un cuerpo de infarto, con solo chasquear los dedos tendrias al hombre que quisieras... -- ?Supongo que lo que no entiendes es por que razon Eva te ha pedido ayuda a ti en lugar de buscarme yo un acompanante por mi cuenta? --Basicamente si, no creo que hubieses tenido mucho problema con ello... --La idea fue mia --replico Eva-- Susana pensaba hacer eso mismo que has pensado, estuvimos las dos hablando de las opciones que tenia y de con quienes podria ir. La verdad es que fue decepcionante, y entonces cuando me puse a pensarlo detenidamente con quienes mas o menos podria tener confianza para ello, viniste de inmediato a mi mente. No sabes lo que me ha costado convencerla de que aceptase venir, aunque simplemente fuese a conocerte... y por lo que he visto, creo que ha quedado gratamente sorprendida --repuso ironica, mientras me fije en que Susana se sonrojaba. --Bueno, no dire que todo esto no sea estimulante para mi ego, que lo es, me ha subido unos cuantos enteros --sonrei arrancandole a las dos una carcajada--, pero creo que, ya que voy a hacerlo, me gustaria saber que es lo que ocurre con esa boda, supongo que sera algo tan trillado como un exnovio, o una amiga... digamos que en plan vibora, ?o me equivoco? --Para nada, se trata de mi ex, tal y como dijiste, el perfecto guion cursi de una comedia romantica, no te lo niego, casi da hasta repelus si lo piensas un poco --repuso riendose Susana--. Veras, llevaba con mi ex desde que terminamos la carrera. Se casan una de mis mejores amigas con uno de sus mejores amigos, a los que nosotros presentamos y quienes nos pidieron ser testigos, por lo que me es imposible evitar ir, evidentemente la invitacion era para los dos, pero al romper... --la interrumpi.

  • Baile de otono (Un baile austeniano 4) de M. Cavani

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    La vida de Emma se habia convertido en un caos; en los ultimos meses habian sucedido tantos eventos desconcertantes e inesperados que ella, creyendose tan entera e incapaz de afectarse ante la adversidad, no pensaba que pudiera soportarlo. En su interes por demostrarle a todo Highbury --y por todo Highbury se referia al senor Knightley-- que ella tenia una gran sensibilidad para unir sentimentalmente a sus amigos, proveerle un marido a Harriet Smith se habia vuelto su obsesion desde el baile de invierno, pero, entre todos sus disparates para propiciar tal boda entre su amiga y cualquiera --excepto Robert Martin--, fue ella misma quien recibio una propuesta del senor Elton. Todavia no comprendia como habia sucedido tal confusion, ella solo habia estado promoviendo encuentros entre el vicario de Highbury y su amiga cuando una noche que compartian carruaje, luego de una cena con los Weston, mientras la pobre Harriet se sentia indispuesta, sin consideracion alguna, el le tomo la mano, solicito su atencion y comenzo a declararle su apasionado amor. ?Que estaba pasando? Todo este tiempo habia estado convencida de que el senor Elton, era el candidato perfecto para su amiga, era un hombre con meritos y caracteristicas imposibles de ignorar, tenia buen caracter y buena voluntad, sin embargo, tales cualidades no eran suficientes como para que sus intenciones de unirlos se prestaran a confusion; ademas, ella no pensaba en el matrimonio para si misma... Al menos no lo creia asi. Y estaba segura de que no queria tener algo que ver con el senor Elton. Mas este inconveniente fue solo el segundo de sus errores --el primero habia sido cuando orquesto el baile de invierno para que Charles Bingley se fijara en Harriet--; su tercera equivocacion sucedio cuando, tras sus primeros fracasos, intento que el orgullo de Highbury, Frank Churchill, tambien se fijara en su amiga . Y aunque esta vez se prometio que limitaria su intervencion, pues estaba segura de que su plan funcionaria, por un breve momento, sus propios sentimientos se vieron involucrados. Veran, desde que el senor Weston se casara con su institutriz habia existido una especie de secreta fantasia entre ambos de que ella, siendo la hija casadera de los Woodhouse, y Frank, el respetable hijo del senor Weston, se unieran, una secreta fantasia que, ella lo reconocia, alimentaba su ego y, no lo negaba, por algunos dias habia conquistado su cabeza cuando las atenciones del joven la confundieron: por primera vez, en veintiun anos, creyo estar enamorada. Sin embargo, a tiempo se dio cuenta de que sus sentimientos por Frank no eran tales y que si la idea de casarse rondara su cabeza, nunca iba a ser con alguien que viajara hasta Londres por un corte de cabello (nada de eso), debia ser con un hombre de caracter fuerte y buen criterio, que la representara y supiese hacerle frente, uno con el que ella pudiese expresarse, aunque luego se sintiese juzgada, un hombre como... No, lo mejor era olvidarse de ello. Pero lo cierto era que Frank Churchill ya estaba reservado, y mucho, aunque no para Emma Woodhouse o Harriet Smith, sino para Jane Fairfax. Si, esta habia sido la ultima sorpresa en Highbury, la noticia de la que todos hablaban: Frank Churchill y Jane Fairfax. Aunque no fue sencillo de asimilar, luego pudo atar todos los cabos sueltos, Emma se dio cuenta de algo, el hijo del senor Weston no se presento en Highbury hasta que su querida Jane se establecio definitivamente durante el verano. No obstante, entre todo lo ilogico que habia sucedido durante el estio y las primeras semanas del otono, lo mas asombroso habia sido escuchar la reciente confesion de Harriet Smith, que no habia dudado un segundo en reconocer su afecto !reciproco! por el senor Knightley. !El senor Knightley! Unos meses atras habia creido que cualquier dia el senor Knightley anunciaria sus planes de boda con otra senorita, Elizabeth Bennet, la joven que le habia eclipsado, a la que habia conocido gracias a ella misma, si, cuando se le ocurrio aquella brillante idea de celebrar el baile de invierno; pero, ?Harriet Smith? En la actualidad se daba cuenta de cada uno de sus errores y de su obstinacion en conseguir algo que desde donde se le viera era ilogico, pero que el senor Knightley estuviese sentimentalmente interesado en Harriet era impensable. ?Como habia sucedido? ?Cuando? Emma reconocia que habia sido demasiado irracional cuando se habia propuesto como meta de vida pactar, de acuerdo a su voluntad, una boda para Harriet Smith. !Cuan ciega habia sido! ?De donde habia obtenido tanta locura? Su exito al conseguir la boda entre los Weston se le habia subido a la cabeza en tales proporciones que se creia imbatible. El senor Knightley se lo habia advertido una vez, que estaba siendo obstinada y estupida en insistir en su amistad con Harriet, pero, si de ella pensaba de ese modo, ?que aplicaba, entonces, a el? Desconsolada, ahora estaba en Pemberley, ella y el senor Darcy eran los anfitriones del baile de otono en el cual, a pesar de los confusos sentimientos que la conmovian y atormentaban, celebrarian un compromiso inmejorable. Pemberley Elizabeth leyo nuevamente la tarjeta de invitacion al baile de otono sintiendo que estaba siendo objeto de diversion del destino; habia pasado de ser la posible duena de Pemberley a una mera espectadora del compromiso entre Emma Woodhouse y Fitzwilliam Darcy. --Espero que cuando nos encontremos con el senor Bingley sea todo muy civilizado... Sus pensamientos fueron interrumpidos por los de su hermana. --Me gustara poner un punto final a esta historia para que podamos continuar nuestras vidas... Lizzy noto que Jane bajaba la mirada, como si pensar en el caballero, despues de esta noche, fuese reprochable. Un acto prohibido. --En realidad, no se por que he venido, Lizzy. Lizzy tampoco comprendia exactamente que la habia movido a regresar esta noche a Pemberley, solo sabia que, aquella manana, cuando estaba reunida con sus hermanas en el estar de Longbourn, algunas ocupadas en la labor, otras leyendo, confiando en que seria un dia sin emociones, su madre coloco en las manos de Jane una invitacion que iba dirigida a las dos, que no podian declinar. --Porque tu nombre, como el mio, ha venido impreso en la invitacion --le respondio, aunque sabia que, en una buena parte, la presencia de su hermana en este baile se debia a que habia empleado sus tecnicas persuasivas. Como era de esperarse, Jane temia al inminente encuentro con el senor Bingley, pero ella misma, Lizzy, necesitaba de su apoyo cuando se encontrara con el senor Darcy--, y habria sido una descortesia ignorarla. Lizzy rodeo a su hermana con los brazos cuando la miro suspirar. --Todo va a estar bien, Jane --la consolo mientras admiraba lo hermosa que lucia al continuar el camino desde el carruaje hasta la recepcion--. Lo que puede ocurrir es que cuando el senor Bingley te vea nuevamente se vuelva loco por ti. --No tengo esperanzas que alimentar... Ademas de que no lo espero. Lizzy, estare bien. Lizzy le coloco un beso en la sien y, abrazandola un poco mas, le dijo: --Lo se --y avanzaron hacia la entrada del salon. No era la primera vez que Lizzy visitaba Pemberley, habia sucedido durante el verano, cuando fue de vacaciones con sus tios, los Gardiner; en aquel entonces, se suponia que irian hasta Los Lagos, pero, por los compromisos de su tio, debieron reducir la excursion y solo pudieron llegar hasta Derbyshire. Mientras cruzaba el salon, Lizzy recordo aquel dia con la misma agitacion de saber que esta noche estaba en el territorio del senor Darcy. Pero, ?por que si en el baile de primavera Lizzy estaba tan opuesta al senor Darcy, ahora parecia haber operado un cambio en sus sentimientos por el? Pues sucedio que la manana siguiente al baile de primavera, el senor Darcy habia puesto en sus manos una carta que habia modificado todos los prejuicios que, rencorosamente, ella habia guardado hacia el. Su carta era tan poderosa que tambien habia influido en la percepcion que tenia de su propia familia, y cambiado la parcialidad con la que habia actuado en relacion al tema Wickham; habia sido orgullosa y vanidosa y habia procedido bajo la conviccion de ser incapaz de equivocarse. Lizzy habia leido aquella carta repetidas veces, incluso cuando volvio a Longbourn, luego de aquel viaje, todavia la leia a hurtadillas y la consideraba su secreto tesoro. A traves de esta, el senor Darcy habia insertado la comprension de elementos y detalles que ella habia ignorado de su actuacion, entendio que el habia estado protegiendo a su amigo de la union con una joven que, si bien no consideraba su igual, tambien la creia indispuesta en su afecto; al respecto, el recuerdo de un comentario de su amiga Charlotte, la noche del baile de invierno, cuando el senor Bingley y Jane se conocieron, confirmaba que las conjeturas del senor Darcy no eran del todo invalidas: Si no le demuestra pronto al senor Bingley lo que siente por el, dudo que su amistad se extienda a algo mas que una simple preferencia en un baile publico. En relacion a su familia, la justicia de sus acusaciones le parecia demasiado evidente para que pudiera negarla, y las circunstancias a las que aludia en particular como ocurridas en el baile de invierno, no le podian haber impresionado a el mas de lo que le habian abochornado a ella [1] , su madre se habia entregado al chismorreo, Kitty y Lydia a coquetear con el regimiento que estaba de paso en Highbury, mientras Mary tocaba el piano de esa forma jactanciosa, aunque inexperta. En resumen, le habia juzgado como el peor de los hombres cuando siempre habia actuado cabalmente. --?Y como te sentiras, tu, Lizzy, cuando te encuentres con el senor Darcy? --Elizabeth bajo la mirada y sonrio, pero sabia que su sonrisa no reflejaba su habitual alegria. A pesar de la violencia con la que habia recibido su propuesta de matrimonio, aquella noche habia quedado tan impresionada que necesito desahogarse con el papel en una carta expresa que, a la manana siguiente, envio a Londres, donde estaba Jane. Pero ahora, luego del giro que habia tomado la historia, no se arrepentia de haberla rechazado, aunque, si en aquel momento hubiera tenido la informacion que le fue transmitida esa manana siguiente, no estaba segura de si habria optado por dejar una respuesta abierta a la propuesta. No podia disimular, ni siquiera para si misma, que admiraba al senor Darcy. Que le admiraba demasiado. --Me sentire feliz por su compromiso con la senorita Woodhouse. Creo que sera una union inmejorable para ambos --pues estaba segura de que, imposibilitada de conseguir el interes de su sobrino por su propia hija, nada le era mas conveniente, a Lady Catherine de Bourgh, que el compromiso del senor Darcy con la senorita Woodhouse. --Ya no le guardas rencor. En el fondo, Lizzy, creo que nunca se lo tuviste, solo te dejaste llevar por los prejuicios. --Eso no voy a ocultarlo, pero, espero que sea feliz --sonrio nuevamente y bajo la mirada. Sus deseos de felicidad no eran reflejo de hipocresia, habia entendido que, la pasada primavera, el senor Darcy se habia dejado llevar por un apasionamiento que, luego de aquel baile en Rosings, fue superado por la razon, centrandose asi en lo que era socialmente correcto para el, donde, por supuesto, ella no representaba una opcion. En reflexiones parecidas, Lizzy habia estado trabajando durante el verano, especialmente luego de que ella y Darcy se encontraran fortuitamente aca, en Pemberley, cuando, confiando en que su dueno estaba de viaje, entro con sus tios para hacer un recorrido, Pemberley era una de esas grandes y exquisitas propiedades del reino abiertas para la excursion de los forasteros; en aquel entonces la version que presento de si mismo era tan distinta al hombre orgulloso y distante al que habia conocido en Highbury --y con el que se habia encontrado en Rosings--, que Lizzy estaba calidamente sorprendida del cambio operado y se preguntaba si ella habria influido de alguna manera en ello. Ahora, aunque trataba de ser fuerte y le deseaba lo mejor, no podia expresar su resignacion con la mirada. Esta noche otonal Pemberley lucia igual de hermoso y elegante que aquella tarde estival cuando inesperadamente se encontro bajo los dominios del senor Darcy, solo que en esta oportunidad todo tenia un cariz distinto; no obstante, ella era Elizabeth Bennet, siempre alegre y segura de si misma, asi que arreglo su mejor sonrisa y avanzo, pues nada iba a derrumbarla.

  • Tren fantasma a la Estrella de Oriente de Paul Theroux

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