• los viejos amigos silvia soler - Silvia Soler

    https://gigalibros.com/los-viejos-amigos-volumen-independiente-silvia-soler.html

  • LOS VIEJOS AMIGOS | SILVIA SOLER | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-los-viejos-amigos/9788423351848/4793770

    14 feb 2017 — Un viaje para toda la vida. Cinco jóvenes creativos e inquietos, estudiantes de Bellas Artes, se conocen en un viaje a París que, aunque tan ...

  • Los viejos amigos - Sílvia Soler | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-los-viejos-amigos/242832

    14 feb 2017 — Es autora de la novela 39 +1, la edad en la que una mujer sabe que el hombre de su vida es ella misma. Leer más. Otros libros de Sílvia Soler.

  • LOS VIEJOS AMIGOS - SILVIA SOLER; ALEJANDRO PALOMAS

    https://www.agapea.com/Silvia-Soler/Los-viejos-amigos-9788423351848-i.htm

    Cinco jóvenes creativos e inquietos, estudiantes de Bellas Artes, se conocen en un viaje a París que, aunque tan solo durará cuatro días, les marcará para ...

  • LOS VIEJOS AMIGOS | SILVIA SOLER - Santos Ochoa

    https://www.santosochoa.es/libros/silvia-soler_los-viejos-amigos_9788423351848

    14 feb 2017 — Cinco jóvenes creativos e inquietos, estudiantes de Bellas Artes, se conocen en un viaje a París que, aunque tan solo durará cuatro días, les ...

  • Los viejos amigos de Sílvia Soler - Mi viaje literario

    https://miviajeliterario.blogspot.com/2017/10/los-viejos-amigos-de-silvia-soler.html

    Una vez más, Sílvia Soler me ha ganado con sus historias en torno a personas. Como en los anteriores libros suyos que he tenido el gusto de leer, lo importante ...

  • los viejos amigos - Margen Libros.

    https://www.margenlibros.com/libro/los-viejos-amigos_403056

    LOS VIEJOS AMIGOS, SILVIA SOLER, 20,50€. Cinco jóvenes creativos e inquietos, estudiantes de Bellas Artes, se conocen en un viaje a París que, ...

  • LOS VIEJOS AMIGOS. SILVIA SOLER - Librería Sinopsis

    https://www.libreriasinopsis.com/libro/los-viejos-amigos_285475

    LOS VIEJOS AMIGOS, SILVIA SOLER; SOLER, SÍLVIA, 19,71€. Cinco jóvenes creativos e inquietos, estudiantes de Bellas Artes, se conocen en un viaje a París que ...

  • Los viejos amigos - Sílvia Soler - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Soler-Los-viejos-amigos/43394

    Una vez más, Sílvia Soler me ha ganado con sus historias en torno a personas. Como en los anteriores libros suyos que he tenido el gusto de leer, lo importante ...

  • Los viejos amigos, de Silvia Soler - Los libros al sol

    http://www.loslibrosalsol.es/2017/06/los-viejos-amigos-de-silvia-soler.html

    21 jun 2017 — Los viejos amigos, de Silvia Soler ... Sinopsis: Cinco jóvenes creativos e inquietos, estudiantes de Bellas Artes, se conocen en un viaje a París ...

  • los viejos amigos - silvia soler - El Libro Técnico

    https://www.ellibrotecnico.com/libro/los-viejos-amigos_493129

    LOS VIEJOS AMIGOS, SILVIA SOLER, 19,71€. Cinco jóvenes creativos e inquietos, estudiantes de Bellas Artes, se conocen en un viaje a París que, ...

  • El aguijon de Silvia Soler

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    Los Sureda-Faura son una familia formada por tres hermanos, Laura, Ignasi y Judit, y sus padres Helena y Sebastian. La familia vive en el pueblo, en la casa familiar de veraneo de los abuelos Faura. Sebastian es un reconocido dramaturgo que siempre ha antepuesto su carrera a su familia, incluso en los anos clave de la
    infancia de sus hijos, que lo necesitaron mas que nunca despues de la tragica e inesperada muerte de Helena por una picada de abeja.
    Pasan los anos, Sebastian muere y los tres hermanos se reunen. Hay que pensar que hacer con la casa familiar. La muerte del padre coincide con un momento en la vida de los tres hermanos que los lleva a decidir instalarse todos en la casa. Ignasi se ocupara de la reforma para poder venderla mejor, y mientras tanto Laura decide poner orden a la biblioteca familiar.

  • A traves de los suenos de Olga Maria Lopez

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    Logan se incorporo sobresaltado. Por tercera noche consecutiva sonaba con esa hermosa y desconocida chica rubia. Giro la cabeza y el despertador le confirmo que aun faltaban tres horas para que llegara la hora de levantarse, pero sabia que ya no podria volver a dormir. A pesar de ser las cuatro de la manana. Se levanto y fue hacia la ventana de su habitacion. Se escuchaba el mar bravio. Era apenas otono, pero el viento soplaba con fuerza, haciendo que el mar estuviera de esa forma. Se sento en el asiento de la ventana, perdido en sus pensamientos, pero no pudo dejar de notar que en uno de los balcones de la casa del acantilado, habia una figura blanca iluminada por la luna. <>, sonrio ante la manera automatica que habia surgido el apelativo en su mente. Desde luego, no creia que la senorita Relish fuera una hechicera. La magia era mala y no parecia que ella fuera mala. Pero si que existia un halo de misterio ante la joven que habitaba la casa del acantilado. Al desaparecer en el interior de la casa, la figura fantasmal que habia estado mirando, Logan trajo a su mente la imagen de la chica con la que habia sonado. Rostro de porcelana, levemente bronceado; cabello rubio, oscurecido un poco por el sol con un tono miel que armonizaba con los cristalinos ojos azules y labios rojos, sensuales, que daban ganas de mordisquear. El rostro de una perfecta desconocida. Logan suspiro y alcanzo el libro que tenia en la mesa de estudio. Cogio la foto de la chica que estaba entre sus paginas y la observo. Cabello negro brillante, ondulado, una cascada que llegaba hasta el final de la espalda. Los ojos verdes, llenos de secretos; una piel blanca, muy blanca y una sonrisa que no llegaba a los ojos. Eris. Conocia a Eris desde Primaria, pero no se habia fijado en ella hasta ese ano. Ese ano, en el que ambos habian cumplido diecisiete, parecia que ella habia florecido. Logan estudio la foto de nuevo. Deberia estar loco por ella, pero no lo estaba. De hecho, su persistencia lo estaba agobiando. Aun recordaba como habia encontrado la foto entre las paginas del libro de Historia, un par de dias antes. Movio la cabeza. No es que no le atrajera, era un adolescente y Eris era sexy. Pero... no le llegaba a donde suponia que le tenia que llegar. Dejo la foto a un lado y se planteo el preguntar a su padre acerca de los suenos que habia tenido con la desconocida, pero descarto la idea de inmediato. No encontraria la comprension que esperaba en el pastor Evans. Sabia que la receta de su padre seria rezar mas y dedicarse a sus estudios. Su madre tampoco seria de gran ayuda. Gillian Evans hacia todo lo que decia su marido. Jeff e Iris se plegaban mas a las exigencias de sus padres, pero Logan se dejaba llevar mas por sus suenos, cosa que a sus padres no les hacia ninguna gracia. Sus padres desearian que estudiara algo solido; Derecho como Jeff o Medicina. Incluso ser politico, conservador, claro. Pero Logan tenia otras aspiraciones. Adoraba la literatura y la Historia. Era muy perspicaz y le encantaban las ciencias. Todavia no tenia claro que iba a estudiar, pero lo que si sabia era que decepcionaria a sus padres. Se quedo alli, pensando en todo y en nada a la vez, con los luminosos ojos azules de la desconocida llenando su mente, mientras el tiempo pasaba y el dia le ganaba, una vez mas, la batalla a la noche. ******** Viorica se quedo tumbada en la cama, escuchando la tranquila respiracion de su hermana Doina. Eran mellizas pero no podian ser mas diferentes. Ella era alta, con las curvas necesarias, rubia y con los ojos azules de padre. Doina era bajita, regordeta, con el pelo castano y los ojos castanos de madre. Viorica era orgullosa y salvaje. Doina era tranquila y sumisa. Pero a pesar de todo, ambas se amaban por encima de todas las cosas. Aguzando el oido, escucho las respiraciones de su familia dormida. Padre roncaba, mientras que la respiracion de madre era mas ligera. Sus hermanos dormian, Marcel respiraba pesadamente y Petre hacia ruido con los dientes. Moviendose de forma muy lenta, para no despertar a Doina, atisbo por la ventana. Aun era noche cerrada, pero sabia que se acercaba el amanecer. Debia dormirse de nuevo, al dia siguiente le esperaba un dia muy duro, pero sabia que no podria. El rostro del chico desconocido se colaba entre sus suenos y no sabia como impedirlo. Eso la asustaba, porque podia asegurar con toda certeza que jamas habia visto a ese chico en sus dieciseis anos de vida. Intento conjurar en su mente el rostro apuesto de Viktor. Sabia que en Navidad pediria su mano a sus padres, y en la Semana Santa del ano siguiente estarian casados. No podia esperar para empezar su vida en comun con el. Doina se agito en suenos a su lado. La miro antes de quedar tumbada boca arriba en la cama. Y, en vez de ver el apuesto rostro de Viktor, lo que se aparecio ante sus ojos fue el rostro del desconocido: su pelo moreno despeinado y corto, sus ojos verdes chispeantes, que parecian querer contarle un secreto solo a ella, y sus labios, con una sonrisa traviesa en ellos. Se dio media vuelta, dandole la espalda a su hermana. Debia olvidarse de ese chico y centrarse en Viktor. Sabia que ella podia aspirar a lo mejor del pueblo y ese era Viktor Ionescu. Y, en el momento que ella estuviera establecida, sus padres podrian buscar un mejor partido para Doina o Marcel podria pedir por fin la mano de Simona. Melancolicamente, recordo su primera boda. Con trece anos habia sido una novia preciosa, dicho por todos. Constantin tenia veinte anos, pero ella estaba totalmente loca por el, y no le importaba eso. En realidad, era lo habitual, que el marido le sacara varios anos a su esposa. Habian sido felices durante los dos anos que estuvieron casados, y la llegada del pequeno Constantin les habia colmado de felicidad a los dos. Pero todo se torcio cuando su esposo tuvo el accidente en el campo y lo llevaron malherido a la casa. Murio dos semanas despues, sin haber recuperado el conocimiento, sin despedirse de ella, dejandola viuda en casa de sus suegros y con un pequeno que no llegaba a un ano. Entonces fue cuando su hijo enfermo subitamente y siguio a su padre a la tumba, apenas un mes despues

  • El ojo del cielo de Manuel Gutierrez Aragon

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    En el corazon de esta novela hay cuatro mujeres -Margarita, la joven y guapa madre; Valen, su hija mayor; Bel, la revoltosa hija mediana, y la pequena Clara- cuyas vidas parecen complicarse tanto por motivos economicos como por el estallido de la sensualidad. En una fotografia de las cuatro se puede observar la sombra de quien la tomo, un padre que se ganaba su vida nomada vendiendo exquisitos helados, y del que no se ha vuelto a saber nada despues de que huyera tras una dramatica persecucion por deudas, las mismas que obligan a las cuatro mujeres a dejar su casa e irse a vivir a una cabana en el monte.

  • El crimen de Lara de Manuel Zamora Carranza

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    “El ano 943 el conde de Lara y de Castilla, Fernan Gonzalez, fue encarcelado por el rey de Leon, Ramiro II, para impedir la independencia del condado castellano. Durante su reclusion en una torre de Burgos, dos caballeros parientes del nuevo conde de Castilla, Assur Fernandez, fueron asesinados en el castillo de Lara. El alcaide de la fortaleza, temeroso de la reaccion del nuevo conde, encargo al fisico y boticario mahometano ben- Hadi y al condestable Rodrigo Rodriguez el esclarecimiento de ambos crimenes. Despues de una exhaustiva investigacion regida por la logica y potenciada por la atrevida curiosidad del medico, ambos consiguieron aclarar lo sucedido y restituir el orden y la tranquilidad en el castillo.”

  • La caja de Pandora de Lindsey Davis

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    La nueva novela de la reina del genero policiaco en la Antigua Roma.

  • Para regalo de Merche Diolch

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    Seguro que este libro le gustara. La joven que habia detras del mostrador ofrecio un pequeno y colorido cuento al matrimonio mayor que habia entrado en la libreria hacia media hora. Buscaban un regalo, un cuento diferente de los que encontrarian en cualquier gran superficie y que atrajera la atencion de su nieto. Les habian aconsejado que acudieran a Para Regalo, una pequena tienda ubicada en el callejon Sin Retorno que escondia entre sus paredes una biblioteca con libros peculiares. Y, aunque al principio las dudas se habian apoderado de la pareja al observar el deterioro de la fachada exterior del edificio --la pintura verde de la puerta estaba desconchada, la cristalera estaba deslucida y el cartel que daba nombre al establecimiento pendia precariamente de una de sus esquinas, dando una imagen de abandono--, nada mas traspasar la puerta, sus temores desaparecieron. Habian llegado al <>: las paredes estaban cubiertas de estanterias de madera repletas de libros de todos los tamanos que desaparecian en el interior de la tienda, por lo que nadie podria haberla descrito como <>. Unos hilos invisibles cruzaban el establecimiento de lado a lado, de los que colgaban bombillas que proporcionaban la iluminacion necesaria para, junto con la poca luz solar que se filtraba desde la cristalera, ofrecer al espacio un halo de ingravidez. El reflejo de pequenos cristales que se ubicaban en lugares estrategicos formaba en algunas esquinas arcoiris multicolores. Ademas, para contribuir al ambiente de fabula, habia sillones de diferentes tamanos y tonalidades entre los corredores que se creaban a partir de las estanterias, animando a los clientes a que se acomodaran mientras decidian si llevarse uno u otro libro. El lugar era magico, pero al mismo tiempo hogareno. El sonido de una pequena campanilla, colgada en el techo, habia tintineado en la libreria, avisando a la duena de que tenia clientes y, sin mucha demora, ella los habia recibido con una enorme sonrisa. De eso hacia mas de media hora ya, y aunque la indecision de la anciana habia llevado a que encima del mostrador hubiera bastantes cuentos desechados, Marta sospechaba que finalmente habian dado con el elegido. --?Usted cree? --pregunto la mujer mayor mientras hojeaba las paginas del cuento. La duena rodeo la mesa que hacia de mostrador y se acerco hasta ellos. Se recoloco las gafas de pasta roja y la blusa que llevaba, la cual habia perdido el brillo del blanco tras numerosos lavados, y tomo el libro de entre las manos de la mujer. --El gato Sonrisas conseguira enamorar a su nieto. --Paso una a una las hojas, deteniendose de vez en cuando en alguna de las ilustraciones para que observaran los detalles. --Leonor… --el hombre mayor se dirigio a su esposa--, haz caso a la senorita… --Pero… Marta miro a la pareja y tomo una decision. --Hagamos una cosa. --Cerro de golpe el cuento infantil--. Llevenselo. No me paguen nada. --Se recoloco de nuevo las gafas mientras asia una de las bolsas de regalo y metia el libro en su interior--. Si a su nieto le gusta, vienen y me lo abonan y, si no… --les ofrecio el paquete con una sonrisa--, me lo devuelven y buscaremos otra cosa. El matrimonio la observo asombrado. --?No le pagamos? --pregunto incredulo el hombre. --No --confirmo ella--. Tomen --ofrecio de nuevo. La anciana cruzo una mirada con su marido. A continuacion, agarro la bolsa y afirmo: --La fiesta de cumpleanos no es hasta el fin de semana. Marta asintio con la cabeza. --Los espero la semana que viene --senalo. --La semana que viene entonces --ratifico el hombre. La pareja se despidio de ella y se marcho. En cuanto desaparecieron, una dulce carcajada resono entre las estanterias. --Marta, asi nunca saldaras la hipoteca de Para Regalo. Una rubia de casi dos metros con un cuerpo escultural, embutida en un vestido de tubo de color blanco y subida a unas botas negras de gran tacon, se acerco hasta la duena de la libreria. --Volveran --dijo la aludida con sus ojos marrones fijos en la pared de ladrillo que habia enfrente de la tienda. --Pero, si por lo menos lo hubieran pagado, te habrias asegurado un dinero --senalo su amiga al tiempo que se ponia el abrigo negro que habia sobre uno de los sillones proximos al mostrador. --Cris, volveran --insistio ella. La rubia bufo, cogio su bolso y se acerco a la puerta de la calle. --Marta, no puedes seguir asi. Piensa en lo que hemos hablado. --La miro--. Me voy, que tengo una reunion. ?Comemos esta semana? La duena de la libreria se subio las gafas rojas, que se habian escurrido de su pequena nariz, y asintio con la cabeza. --Decide tu el dia. Eres quien tiene la agenda mas complicada. Cristina le guino un ojo. --Te llamo. En cuanto la puerta se cerro tras ella, Marta se acerco para dar la vuelta al pequeno cartel que indicaba que estaria ausente diez minutos. Necesitaba pensar en todo lo que habia sucedido desde que su amiga Cris habia aparecido esa manana. Se adentro en la libreria hasta una escalera que ascendia al piso superior, donde se encontraba su apartamento, de un solo ambiente. La cama presidia todo el espacio, rodeada de montanas de libros que debia sortear cada vez que queria llegar hasta ella. Sobre el lecho destacaba un edredon blanco con una gran estrella en el centro del mismo, siendo el unico abrigo que necesitaba por las noches. La barra americana, que ella misma habia decorado con fragmentos de los libros que mas le gustaban, separaba los espacios de la cocina y el salon-dormitorio, y por una pequena puerta se accedia hasta un minusculo cuarto de bano, del que su duena lamentaba que, en vez de tener un reducido plato de ducha, no hubiera espacio suficiente para una banera de esas de patas de garra que aparecian en algunos de los libros romanticos que tanto leia. Se sento en el poyete de una de las ventanas que daban al otro lado del callejon y dejo que sus ojos se perdieran por la verde arboleda que poblaba el parque. Habia ninos jugando a la pelota, familias completas paseando o parejas de enamorados que caminaban agarrados de la mano, sin ser conscientes de lo que los rodeaba. Marta expulso el aire que retenia y recordo la conversacion que habia mantenido con su amiga, y tambien abogada, momentos antes de que entrara la pareja de ancianos a la libreria: --Cada vez tienes mas deudas, Marta --le indico Cris mientras bebia de la botella de agua que habia cogido de la nevera. --El negocio no marcha bien ultimamente… La risa de su amiga la interrumpio. Se acerco hasta ella, que, sentada en el mismo lugar donde ahora se encontraba, intentaba recogerse el cabello en un mono, utilizando para ello uno de los miles de lapices que habia por la habitacion. Siempre llevaba sujeta su larga melena castana, aunque para ello utilizaba cualquier cosa que tuviera cerca (menos una goma). Cristina atrapo sus manos y la insto a que la mirara. --Marta, la libreria no ha dado beneficios nunca. Ni cuando era propiedad de tu tia ni cuando tu la heredaste. --Pero… Su amiga aparto uno de los mechones marrones de su rostro y le subio las gafas rojas, acariciandole la mejilla en su camino. --Carino, no puedes seguir asi. --Le dio un beso y se sento a su lado--. Vas a tener que cerrar la tienda. Marta ahogo un grito y se levanto de golpe para dejarse caer luego sobre la cama con resignacion. --No puedo. La libreria --abarco con los brazos todo cuanto las rodeaba-- es mi hogar. Cris se aparto un mechon rubio del rostro y se cruzo de brazos. --Lo se, pero… --Dudo--. Marta, estas en la ruina. La libreria soporta una segunda hipoteca que no puedes…, que tus ingresos no pueden afrontar. Tienes que vender y… --!Vender! --grito ella mientras le daba la espalda. Sabia que su situacion no era muy holgada. Sospechaba que debia algunas mensualidades de la hipoteca, pero de ahi a… ?vender? --Marta… --Su amiga se acerco e intento agarrarla por los hombros, pero esta se alejo de nuevo en cuanto intuyo sus intenciones. --?Como? ?Por que? Se sento en uno de los dos taburetes rojos cercanos a la cocina y se recogio la larga falda negra que llevaba para no pisarla, dejando expuestos sus pies desnudos --le gustaba estar descalza, por lo que las sandalias esperaban a su duena al lado de la puerta--, y se deshizo el mono para volver a hacerselo de nuevo. La rubia la miro y dejo que todo su cuerpo cayera sin fuerzas sobre el edredon blanco de la cama. --Cada vez que me llegaba una carta del banco te avisaba, pero tu no querias saber nada. Marta gruno. Era verdad. Escudada en que nunca le habian gustado los numeros y que para ella los recibos estaban escritos en chino --idioma que ella no hablaba--, lo habia dejado todo en manos de Cristina, su abogada. Ella, como buena amiga, habia insistido mas de una vez en que debia buscar una solucion al problema que se le venia encima, pero… la libreria no daba para pagar nada. A duras penas sobrevivia y, aunque habia intentado mas de una vez buscar una solucion --sobre todo cuando recibia alguna visita o llamada <> por parte de Cris--, no la habia hallado. De acuerdo, la culpa era de ella, nadie mas podia tenerla, mas aun cuando solia perderse y alejarse de ese mundo materialista con cualquiera de los miles de libros que inundaban la tienda. Pero… era una realidad: su mundo de suenos se derrumbaba. Hacia diez anos que Para Regalo habia llegado a su vida. Habia sido una herencia de una tia lejana --tan lejana que ni la recordaba--, con la que habia creido que se resolverian todos sus problemas. Tenia un oficio. Tenia un trabajo que adoraba, pero era una profesion con poco futuro. Cada vez mas, los clientes escaseaban. Eran muchos los que preferian sumergirse en el nuevo juego de la ultima consola que habia salido al mercado o <> delante la television. Por no hablar del ebook… En fin…, las ventas se habian reducido y, por consiguiente, las deudas de Para Regalo habian aumentado. Si no encontraba pronto una solucion, Marta perderia todo lo que tenia. De pronto, un grito atrajo su atencion devolviendola al presente. Miro hacia el linde del parque y observo como un perrito cruzaba la calle esquivando los coches que circulaban por la via en ese momento. Fue un milagro que llegara hasta la otra acera sano y salvo. Un hombre rubio, vestido con unos vaqueros y un polo verde, se acerco corriendo hasta el paso de cebra y llamo de nuevo al animal. Marta no supo identificar muy bien lo que gritaba, pero, por los gestos que hacia con las manos, sin saber muy bien que hacer con ellas, supuso que era el dueno del animal y que estaba preocupado. Entonces observo como cruzaba la calle en pos del cachorro y desaparecia de su vista. --Espero que lo encuentre --rezo Marta en voz alta. Capitulo 2 No podria decir que momento, que lugar, que mirada o que palabra sirvieron de base. Hace ya demasiado tiempo. Lo que si se decirte es que, para cuando me di cuenta, ya estaba metido hasta el cuello. JANE AUSTEN, Orgullo y prejuicio Unos golpes insistentes en la puerta de entrada de la tienda provocaron que Marta descendiera precipitadamente a la planta baja, dejando aparcadas las preocupaciones sobre sus deudas. Atraveso los pasillos de libros, sorteo el enorme sofa azul, ubicado en mitad del establecimiento, y llego casi sin resuello para atender a quien requeria que se le abriera con tanta urgencia. Las prisas la llevaron a tropezar con un par de libros que se encontraban en el suelo, haciendose dano en los dedos del pie (con las prisas, habia olvidado ponerse las sandalias). --!Mierda! --espeto en voz alta--. Cris, como seas tu la de los golpes, te vas a acordar de mi por un tiempo --juro mientras abria la puerta.

  • A tu lado 1 de Helena Sivianes

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    Haley afronta el ultimo ano de instituto con grandes expectativas e ilusion, y la llegada del nuevo curso no la defraudara, pues vendra acompanada de una espiral de emociones, vivencias y aventuras.

  • La lucha contra el demonio de Stefan Zweig

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    La lucha contra el demonio (titulo original en aleman “Der Kampf mit dem Damon”) es un libro escrito por Stefan Zweig, donde describe la vida de tres individuos peculiares: Friedrich Holderlin, un gran poeta maldito, que acabo sus dias en el manicomio; Heinrich von Kleist, un escritor sin fortuna, que acabo suicidandose con 34 anos tras buscar, con sus obras maestras, un exito que se le nego; y Nietzsche, el filosofo que pregonaba que Dios habia muerto creando asi una futura revolucion filosofica, y que tambien acabo sus dias recluido por una enfermedad nerviosa en una casa de locos.

  • Seductora inocencia (Knight 1) de Gaelen Foley

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    La venganza los unio, ?los separara el amor?

  • Euforia de Xavier Bosch

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    ?Que fue de Dani Santana? El periodista esta enyesado de arriba abajo en un hospital tras un intento de asesinato. En la clinica traba amistad con el Gratu, un jugador de rugby juvenil que ha quedado en silla de ruedas. El Gratu, paciente inquieto y hacker compulsivo, arrastra a Santana a investigar ciertas practicas que han llevado nuestro sistema sanitario a la ruina. Mientras tanto, llega a Barcelona uno de los hombres mas ricos del mundo. El empresario mexicano Roberto M. Faura, lider de la telefonia movil, negocia con el gobierno la instalacion del parque tematico mas grande de Europa. Las protestas ciudada!nas, el intento de saltarse la ley y las condiciones del poder haran tambalear un proyecto que parece vital para reflotar la economia del pais. Pero no todo es como cuentan los periodicos.

  • Un toque ardiente de Bianca De Santis

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    Necesito algo que me haga sentir lo que ningun hombre ha logrado

    Era un dia como cualquier otro en el trabajo hasta que Valeria entra por la puerta del local de tatuajes y perforaciones. Una mujer hermosa, con caderas pronunciadas y tentadoras curvas que capturan la atencion de todos...sin excepciones.

  • El frio de la muerte de John Connolly

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    El detective privado Jaycob Eklund ha desaparecido, y Charlie Parker recibe el encargo de localizar su paradero. Quien le pide eso a Parker es Edgar Ross, agente especial del FBI, que tiene sus motivos --inconfesados-- para encontrar a Eklund. Pero Eklund no es un investigador comun y corriente. Esta obsesionado con seguir el rastro de desapariciones y homicidios poco comunes. Y ahora Parker, acompanado por los inseparables Louis y Angel, debe internarse en el mundo por el que ha transitado ya Eklund, un lugar regentado por una Madre monstruosa que dirige un vasto imperio criminal al margen de la ley.
    Para solucionar este caso, Parker tambien tendra que llegar alli donde el frio de la muerte, desde hace mas de un siglo, alcanza a los inocentes, sin que estos nunca lleguen a saber por que.

  • El clan del oso cavernario (Hijos de la tierra 1) de Jean M. Auel

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    Un terremoto, en la ultima fase de la Era Glacial, deja a la pequena Ayla, una nina cromanon de cinco anos, huerfana y sola. Afortunadamente encuentra refugio entre los miembros del clan, un grupo de neandertales.

  • El infierno en tus ojos de Patricia A. Miller

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    Aires de cambio revolucionan la redaccion de la revista World Now, en Seattle. Faith Holland, que se ha acomodado en la seccion de moda y belleza, se encuentra de pronto en una encrucijada laboral: o vuelve a hacer de corresponsal, y en Africa, nada menos, o se queda en la calle.

  • No preguntes mi nombre de Maria Correa Luna

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    Despierta de un coma, como si volviera a nacer; despierta, otra vez, como si por primera vez abriera los ojos, en medio de un ritual antiguo, una invocacion egipcia a los muertos. Cada vez que parece volver a la vida, quiere olvidar su nombre, que nadie lo sepa, que no se lo pregunten, quiere refugiarse en una identidad falsa, huir de la sangre que corre por sus venas.

  • Cada Parte de Mi de Myriam Ojeda

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    Han pasado cinco anos desde que el amor de Jaqueline y Klaus se viera truncado.
    Desde entonces, Jaqueline ha vivido en una eterna agonia y el enigmatico Klaus Grass se ha convertido en la sombra de lo que era.
    -Ya han pasado cinco anos. -agacho la cabeza-?Como es posible que aun no la haya olvidado?
    -Por el mismo motivo por el que ella no te ha olvidado a ti -me miro expectante -vuestra historia no esta concluida, durante un tiempo pense que si, pero cuando volvio de tu boda, tan hundida, me di cuenta que, de alguna manera te querria siempre. Cuando me dijo lo de tu tatuaje, lo tuve claro, solo me falto ver tu cara cuando te propuse que te encargaras del reportaje de mi boda, para saber que seguias pensando en ella.
    -?Ella aun os habla de mi?
    -No, lo evita a toda costa y eso solo significa una cosa.
    -Que.
    -Que aun le dueles, Klaus -le acaricie una mano-tengo que volver al baile, para lo que necesites, ya sabes ?vale?

  • Cuando el me amo de Susana Oro

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    Isabela Brandal es una importante ejecutiva de una reconocida empresa constructora, pero en un parpadear pierde todo lo que ha logrado y no tiene mas remedio que aceptar la invitacion que, a traves de una carta, le ha hecho llegar su desconocida tia Ernestina para que vaya a pasar una temporada a sus campos. Nunca se imagino que ella, una elegante mujer de ciudad que combina las prendas a la perfeccion, terminaria dando ordenes en el huerto de verduras de su tia; y mucho menos que tendria que lidiar con un empleado arrogante, descarado, holgazan y encima mal vestido, que no sabe nada de huertos; aunque segun tia Ernestina, que lo adora, es el mas noble de los vecinos del pueblo.

  • Fascinacion (Celebrity 4) de M. S. Force

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    El control es su estandarte, hasta que una mujer rompe sus esquemas, su ferreo control y su corazon.

  • Mensajes ocultos de Lizzie Quintas

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    El amor es algo dificil de entender, realmente sabemos que tenemos sentimientos por alguien, pero ?cuando deja de ser admiracion y cuando amor?

  • Bosque Negro de B. J. Castillo

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    Hannah convence a sus amigos de acompanarla a una inolvidable aventura en el sombrio y enigmatico Black Wood. Si bien, para conseguirlo tuvo que guardar silencio sobre el aciago pasado del bosque. Una vez en el, no tardan en descubrir que no estan solos, y que sus vidas corren peligro. Entretanto, Jeff Harcourt, detective de la policia de Salem, Oregon, debera investigar el desvanecimiento de seis jovenes dentro de los limites de Black Wood, que goza de una siniestra reputacion como escenario de misteriosas desapariciones y asesinatos que jamas fueron resueltos.

  • Las uvis de la ira de Enfermera Saturada

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  • El filo de la verdad de Selva Palacios

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    Un sol de justicia caia impio sobre Nueva Trada. Ni siquiera los ancianos mas longevos recordaban haber sufrido con anterioridad un calor como ese que asolaba la ciudad desde hacia varios dias. Mik Rogers accedio con parsimonia a una de las tabernas mas inmundas del puerto. Saludo al dueno mientras caminaba hacia el fondo del local. Los parroquianos dormian la mona o bebian sumidos en el pozo de sus pensamientos. Ninguno tenia demasiada gana de charla, de juerga o de trifulca. Eso lo dejarian para cuando la noche cayera y la temperatura diese un respiro. Dentro no olia a orines como en las inmediaciones, pero si a sudor rancio. Mik arrugo la nariz y clavo su mirada en la mesa mas apartada, esa que permanecia guarecida por la penumbra en un rincon y que habia reclamado tiempo atras como suya. La utilizaba como centro de operaciones para sellar todo tipo de acuerdos turbios. El antiguo pirata llevaba trece anos pululando por los bajos fondos de aquella ciudad maldita, esclavo de los pactos que amarraban en corto su conciencia, preso de los malos recuerdos que enturbiaban sus pesadillas. Un hombre se hallaba sentado en su silla. Portaba esa mirada turbia de quienes ya estan acostumbrados a que el duermevela ligero sustituya un descanso reparador. Daba cuenta sin prisa alguna de una botella de vino medio vacia y mantenia la cabeza gacha, como si en el fondo quisiera pasar desapercibido. Mik alzo las cejas, sin dar credito. Debia tratarse de un error: a aquella hora intempestiva esperaba encontrarse con un servicial criado y, en cambio, era un caballero el que ahora habia engarzado su mirada con la suya y lo estudiaba con un rictus de seriedad demasiado impostado bajo su sombrero. No albergo duda alguna: el origen de ese tipo era noble y lo dilucido por sus ropas, por la rigidez a la que sometia a su espalda, pero, sobre todo, por la manera en que desentonaba en aquel tugurio. Estaba fuera de su ambiente y era tan obvio que, si perdia cuidado, pronto tendria problemas. Mik se sento frente al desconocido con recelo, pero intrigado por saber que asuntos queria tratar con un don nadie como el. -- Dispensa si no me quito el sombrero -- dijo hombre, tocandose el ala --, pero tengo motivos para conservarlo sobre mi cabeza. Mik sonrio, divertido. Su dentadura blanca contrasto al instante con su piel morena. -- ?Y cuales son dichos motivos, senor? Si no le importa que le pregunte... -- Dos, principalmente -- contesto, muy sereno --. El primero, que deseo minimizar el riesgo de ser reconocido. El segundo, que no pretendo tener deferencia para con un hombre de tu calana. Sin ofender --. Anadio, muy serio. Mik rio. Echo la cabeza hacia atras y expulso con fuerza el aire por la nariz. Despues, robo un trago a la botella que reposaba sobre la mesa. El liquido caliente se deslizo por su garganta y le revolvio las tripas. -- Hace falta mucho mas que palabras para ofenderme, senor, asi que pierda cuidado. Yo si que me descubrire la cabeza -- anuncio, tras despojarse de su sombrero y dejarlo descansando sobre la rodilla izquierda --. Al fin y al cabo, estoy ante un respetable miembro de la ilustre ciudad de Nueva Trada. El caballero le dedico una sonrisa ladeada que no duro mucho. Paso por alto el tono condescendiente de Mik y fue directo al grano. -- Supongo que te estaras preguntando por que estoy aqui cuando podria haber enviado a un intermediario en mi lugar... Mik coloco el codo en el respaldo de la silla y apoyo la espalda en la sucia madera. Estudio a aquel tipo, intrigado. Tenia la piel muy blanca y su barba bien recortada enmarcaba una boca de labios finos y dentadura pobre. -- Entiendo que estara a punto de desvelarme la incognita. -- En efecto. Veras, la cuestion es que si puedo encargarme yo mismo de un asunto tan delicado como este que nos trae entre manos, no lo dejare en las de otros. Es el unico modo de asegurarme de que todo saldra como es debido. Mik se fijo en sus unas bien cortadas, en sus dedos largos y finos. Estaba claro que aquel tipo nunca se habia ganado el pan con el sudor de su frente. Su interlocutor y el no podian ser mas distintos en cualquier aspecto en que se compararan. Alzo el menton y lo miro a los ojos. -- Le escucho. Antes de hablar, el desconocido aparto la vista. No acostumbraba a tratar a hombres como Mik de igual a igual. Probablemente, era la primera vez en su vida que un negro lo miraba directamente a los ojos. Y no le gustaba, pero tendria que soportarlo. O mas bien acostumbrarse: cada vez eran mas los esclavos que compraban su libertad. Los tiempos estaban cambiando y no para bien. -- Quiero que te encargues de un pequeno asunto que deseo encomendarte. Y te advierto de que, si no cuento con tu discrecion absoluta, habra consecuencias. Mi posicion en esta ciudad es privilegiada. Soy amigo personal del gobernador y me ha puesto al tanto de tu peculiar... situacion. Mik torcio el gesto y chasqueo la lengua: si venia de parte de Joaquin Ventura, el mandamas de Nueva Trada, sabia que tipo de tarea se disponia a encomendarle el caballero: una sucia, en la que se mancharia las manos de mierda o de sangre. Probablemente de ambas. Se encogio de hombros, dispuesto a seguir con la conversacion como si trataran asuntos mas mundanos. -- Creo que ha quedado sobradamente demostrada mi capacidad para desempenar todo tipo de encargos con eficacia y sin levantar sospechas -- expuso Mik --. Mi reputacion me procede. -- !Desde luego, eso no lo pongo en duda! Estoy ante el mejor asesino de la ciudad -- dijo, bajando la voz --. Por no hablar de tu habilidad creando toda clase de pocimas y unguentos. !Tu eficacia es legendaria! -- rio sin ganas y se inclino ligeramente hacia el --. No estoy aqui para cuestionar tus sanguinarios metodos, Rogers, al contrario. Lo que deseo es que los utilices en mi beneficio, pero antes quiero acotar los terminos bajo los cuales cumpliras mis ordenes. Deberas seguirlas a rajatabla para no dejar margen de error. La improvisacion es enemiga del exito. El caballero sudaba copiosamente bajo sus delicados ropajes. Sendos cercos de sudor se expandian bajo las axilas oscureciendo la tela y una pelicula brillante perlaba su frente haciendola brillar. En cambio, Mik resistia con bastante entereza los envites del clima. Ventajas de provenir del continente africano. -- ?A quien desea que borre del mapa? -- pregunto Mik, repentinamente cansado de tanto rodeo --. ?A un rival en los negocios? ?A un viejo enemigo? ?Al amante de su esposa, tal vez? Rio su ocurrencia, pero el caballero lo escrutaba con aires de suficiencia y el gesto bien serio. No volvio a tocar la botella, aunque la miro de pronto como si necesitara desesperadamente un trago. -- En tu ultima suposicion no ibas muy desencaminado -- admitio, muy a su pesar --. En este caso, el amante soy yo. Quiero casarme en segundas nupcias, pero para ello, primero debo enviudar y por ende, mi esposa debe morir. Mik lo miro durante un buen rato con la boca cerrada a cal y canto. Se paso la mano por la mejilla y se rasco la cabeza, que lucia afeitada para evitar la molesta invasion de piojos y otros parasitos. -- Lo que me esta pidiendo es del todo imposible, senor -- le informo con solemnidad -- . No asesino a mujeres ni a ninos. Siento comunicarle que no soy su hombre. Busquese a otro. Se levanto con parsimonia y se coloco el sombrero en la cabeza. Murmuro una despedida. La voz del caballero lo detuvo cuando ya le daba la espalda. -- ?Un asesino con escrupulos? !No puedo creerlo! Mik no se giro. Efectivamente, aun no habia perdido toda la rectitud que quedaba en el, aquella que Samuel Rogers le inculco. Dio un paso mas en direccion a la salida, deseando que el aire torrido de la calle le golpeara en la cara para asi, al menos, sentir algo. -- !No puedes negarte, escoria! No estas en condiciones de rechazar mi peticion. Tienes contraida una deuda con esta ciudad y con nuestro gobernador. ?O acaso lo has olvidado? Mik se detuvo y cerro los ojos. Gruno. Solto un improperio en alguna lengua desconocida y se sento de nuevo a la mesa. Su humor se habia agriado y ni siquiera hizo el mero intento de disimularlo. -- ?Por que? -- No estas en disposicion de negociar, ni de hacer preguntas, Rogers. Mik se trago su orgullo acompanado por una buena dosis del vino barato que tenia frente a el. -- No me malinterprete, senor, se lo ruego. No es menester mio juzgarlo. Eso queda entre usted y Dios -- expuso con la solemnidad de un parroco encerrado en un confesionario --. Supongo que estara al corriente de que existen alternativas para hombres como usted. Seguro que halla un metodo efectivo para disfrutar de los placeres que su... amante pueda proporcionarle sin poner en riesgo la integridad de nadie. Muchos caballeros siguen este precepto y son plenamente felices. Incluso cuentan con la bendicion de su esposa. El tipo rio. Alzo la cabeza y le dedico una mirada furibunda por encima del ala de su sombrero. -- Es usted muy temerario, Rogers. De ser otras las circunstancias, no le quepa la menor duda: mandaria que lo azotaran hasta verlo desangrarse y nada me complaceria mas que esa vision. Sin embargo, no soy la clase de bestia inhumana que cree que soy. No pretendo deshacerme de mi esposa por capricho. Mi matrimonio fue una farsa desde el inicio. Nos unimos por interes mutuo de nuestras familias y nunca desarrollamos sentimientos de afecto el uno por el otro. Al contrario, detesto a esa vaca esteril que no ha sido capaz de cumplir con su unica obligacion: traer a mi heredero al mundo. Y, tras una decada, senor Rogers, comprendera que ya no albergo absolutamente ningun tipo de esperanza. Ese feliz acontecimiento no va a suceder: no me dara descendencia. Por ello, me veo en la obligacion de sustituir a mi amada esposa por otra mas... competente. Y mas joven. He ahi la razon de hallarme frente a usted. Por eso requiero de sus... servicios. Mik exhalo un suspiro y lo taladro con la mirada. -- ?Y no ha considerado el divorcio? El caballero enfurecio. Una sombra negra planeo sobre sus ojos. -- !No digas sandeces! -- Grito, provocando que un par de miradas se posara sobre ellos. Percatandose de ello, bajo la cabeza y la voz --. !Eso es pecado! !Una blasfemia propia de la gente barbara del norte! Y aunque fuese legal en Nueva Trada, sin mi, mi esposa no es nada. !No es nadie! Creeme, ella opinaria lo mismo: estara mejor bajo tierra que deshonrada y condenada al ostracismo de la alta sociedad. Mik entorno los ojos y puso las palmas de sus manos encima de la mesa. -- Lo lamento mucho senor, pero creo que su problema tiene mejores soluciones que esa... -- Si no eres tu, Rogers, !otro se encargara! --. Le interrumpio el tipo, perdiendo la poca paciencia que le quedaba --. Hare que te ejecuten en la horca. A ti y a los tuyos, a los que quedan. Solo tengo que mover un dedo y el peso de la justicia caera sobre tu tripulacion por entero. !Piensalo bien, necio! Dio un punetazo en la mesa que delato su nerviosismo. La botella vibro durante un efimero instante. Mik trago saliva y bajo la mirada. Reflexiono acerca de su situacion y de sus opciones. El caballero, por muy poco que mereciera tal apelativo, estaba en lo cierto: no tenia mas alternativa que aceptar. Cargaria en el foso de su conciencia con otra vida que iba a sesgar por encargo, por no hablar de todas las que arrebato en alta mar, con Samuel Rogers y despues, como capitan del Servus. Aquellos tiempos quedaban bien lejos. Otros mas oscuros eran los que le estaba tocando vivir. Mandaria al cielo otra alma para que la suya fuese directa al purgatorio. Y esta vez, se trataria de una mujer inocente cuyo unico pecado era no haber parido hijos. !No podria hacerlo! Se imagino a si mismo empunando su daga pero no hundiendola en la carne de aquella dama. Aunque no la mirara una sola vez a los ojos para leer en ellos como pedia misericordia, sabia que no seria capaz de infligirle dano alguno. Se conocia mejor que nadie. Era un hombre cauto, pese a la vida que llevaba. Pensaba detenidamente las consecuencias de sus actos. Nunca se precipitaba antes de actuar. Samuel le enseno a ser mas astuto, mas rapido, mas fuerte y mas valeroso que ningun otro. Solo asi habian sobrevivido ambos en aquel mundo gobernado por hombres blancos. Por eso, cuando una idea cruzo su mente, fue tal el cambio que acusaron sus facciones que el caballero se puso en alerta, mas no dijo nada. -- Esta bien, senor -- concedio Mik --. Lo hare. Digame como se llama su esposa, donde y cuando. El como, me lo reservo para mi. El caballero sonrio. Los ojos le brillaban. Una gota de sudor descendio por su sien hasta aterrizar sobre la mesa. Mik lo miro con desagrado. Quiza Dios o la naturaleza no deseaban que aquel sujeto se reprodujese. De inmediato compadecio a su esposa, a pesar de que no fuese buena idea empatizar con una futura victima. El desconocido ni siquiera se percato de las tribulaciones del antiguo pirata. Estaba demasiado ocupado celebrando su triunfo por anticipado. No veia el momento de regresar con su amante y yacer con ella en pecado por ultima vez. Pronto la convertiria en su esposa mientras fingia llorar a la anterior. Se inclino sobre la mesa y coloco la mano en torno a su boca: -- Escucha atento y no pierdas detalle -- repuso con voz grave --. Manana, emboscaras el carruaje en el que Elvira regresa a casa. Al anochecer. * Dona Elvira de Diego se enjuago el sudor de su frente con un suave panuelo de seda. Lo empapo tras restregarlo tambien por la cara y por el cuello hasta que la tela se torno translucida. Volvio a guardarselo en las profundidades de su generoso escote. Resoplo, maldiciendo para sus adentros el calor tan insoportable que hacia dentro del carruaje. No veia la hora de regresar a casa, asearse y meterse en la cama. Habia sido un dia agotador. La visita a su prima lejana, Angustias, no se desarrollo todo lo bien que esperaba. Angustias la recibio con animos destemplados pese a que fue ella quien insistio, misiva tras misiva, en que debian verse de inmediato. Ambas tenian la misma edad. Se habian criado juntas, casi como hermanas. Sin embargo, su relacion nunca fue buena. Llevaban cinco anos sin verse cuando a Angustias le entro apremio por citar a su prima en su lujosa mansion, ubicada a las afueras de Nueva Trada. En seguida Elvira comprendio que las prisas de Angustias obedecian a un unico proposito: el deseo de restregarle la felicidad que experimentaba por la cara. Contaba con un esposo carinoso y atento, cuatro hijos maravillosos que gozaban de buena salud, unas amistades solidas y unos excelentes contactos que la convertian en una de las damas mas populares de la ciudad. Por si esto fuera poco, acababa de adquirir una lujosa mansion equipada con los ultimos adelantos modernos de tres plantas y catorce habitaciones. Su afianzada posicion dentro de la alta sociedad nuevatradense era ya un hecho consolidado. Angustias recibio a Elvira en su salon de te. Proyectaba seguridad y confianza en si misma, nada que ver con esa chiquilla vacilante que diez anos atras era un alma en pena. Sus lamentos se debian a que ningun hombre la pretendia, ninguna propuesta de matrimonio llegaba. La envidia la corroia al ver como su prima Elvira se prometia con uno de los mejores partidos de la ciudad: Leopoldo de Diego. Habia llovido mucho desde entonces. Las tornas giraron tanto que se terminaron invirtiendo. La tirria de Angustias hacia su prima se habia transformado en una superficial lastima tenida de fingida compasion. Durante varias horas, frente a una taza de te que se habia quedado frio, Elvira tuvo que aguantar los comentarios hirientes y las sarcasticas burlas de su prima, que no paraba de jactarse de su larga racha de buena suerte. Era, precisamente, de lo que carecia Elvira en aquellos momentos, pero aguanto la tempestad con estoicismo y clase. Siempre con una sonrisa permanente en sus labios. Porque ante todo, si algo caracterizaba a dona Elvira de Diego era, precisamente, la clase que tenia. Y asi lo demostraba cada vez que tenia ocasion: llevaba el orgullo adherido a su persona como una suerte de segunda piel. Ni Angustias ni nadie la veria flaquear jamas, aunque Elvira sintiera que su vida se estaba desmoronando sin que pudiera hacer nada por evitarlo. El camino estaba plagado de baches. La senora De Diego se agarro con firmeza a su asiento y respiro agitadamente. Apoyo los pies con firmeza en el suelo para evitar caer hacia delante. El cochero restallo el latigo con el que azuzaba a los caballos. Debia darse prisa. Estaba a punto de anochecer y la oscuridad propiciaba que bandidos y pistoleros campasen a sus anchas por los desolados caminos, desamparados ante la ausencia de luz. Un repentino mareo invadio a Elvira. No solo lo causaba aquel maldito y accidentado viaje, sino el tercer trozo de pastel que habia engullido en casa de su prima Angustias. Demasiado dulce para pasar aquel amargo trago. No le habia caido bien en el estomago y ahora pagaba las consecuencias de su gula. Cerro los ojos y sintio la desagradable sensacion que acompana a una repentina arcada. Dio dos golpes secos en la pared del carruaje. El cochero no se detuvo. Lo intento otra vez, ya sin paciencia. Se hizo dano en los nudillos al aplicar en el proceso todas las fuerzas que le quedaban. Por fin, el vehiculo paro a un lado del camino. Elvira abrio la puerta y descendio apresurada. Su sudor era frio, lo percibio en cuanto se levanto una leve brisa. Con la mano izquierda se tapaba su boca. Con la derecha, se tocaba el vientre. Ese vientre que era yermo, esteril. Se acurruco tras un arbol, se agacho y vertio la merienda sobre unas hierbas procurando no hacer demasiado ruido mientras regurgitaba. Desde su posicion, el cochero seguro estaria escuchando los estertores que la garganta de Elvira emitia. Eran tan poco dignos de una distinguida dama que un repentino arranque de verguenza la invadio. Se le pusieron rojas las mejillas otorgando algo de color a su tez palida y empanada. Un pensamiento esperanzador broto de las profundidades de su mente. ?Y si estaba encinta? Desecho la idea de inmediato, torturandose por albergar ilusiones huecas. Era fisicamente imposible. Leopoldo llevaba sin yacer con ella meses. El fracaso de su matrimonio se comportaba como un viejo fantasma que de vez en cuando acudia a ella para atormentarla. Elvira se incorporo y, con el mismo panuelo que antes, limpio sus labios. Una solitaria lagrima salio despedida de uno de sus ojos azules. No se molesto en secarla. Achaco su presencia al hecho de que se encontraba mal del estomago, y no a la tristeza que se empenaba en invadirla. Apoyo su mano en el tronco del arbol que tenia al lado. Se sereno contemplando el horizonte anaranjado. Consiguio respirar con normalidad al fijar la vista en esos ultimos rayos de sol que se perdian lejanos, oblicuos, moribundos, a punto de ser tragados por la oscuridad. Sin previo aviso, un brazo le rodeo la cintura con fuerza. Una mano le tapo la boca. La punta de una daga rozo su yugular. Elvira se olvido de tomar aire. Estaba paralizada y no solo debido al miedo. Hacia mucho tiempo que no sentia el calor de otro cuerpo cera del suyo, el cuerpo de un hombre. Percibio un aroma varonil invadiendo sus fosas nasales que, en otras circunstancias, le hubiese suscitado cierto agrado. Sin embargo, en el contexto de un asalto esta informacion paso desapercibida y el terror se manifesto sin tapujos. Las rodillas le temblaron. La garganta se le cerro. Ni siquiera el grito que habia dejado a medias termino de salir. Aquel era su fin. El fin de Dona Elvira de Diego, ilustre senora de Nueva Trada. -- No se mueva o la matare -- susurro una voz ronca a su oido. El acento delataba que se trataba de un extranjero. Un proscrito, tal vez. Elvira descendio la mirada y, bajo la luz del crepusculo, estupefacta, descubrio que la mano que le tapaba la boca pertenecia a un hombre de piel oscura. Un mestizo, quiza algo peor. Se pregunto que querria aquel malnacido de ella. Dinero. Joyas. Un rescate. Deshonrarla, en el peor de los casos, mancillando su cuerpo sin remedio. Entonces su esposo la repudiaria para siempre y de manera definitiva. Aquel seria para Elvira un fin peor que la muerte. El corazon le latia tan rapido que creyo estar a punto de abandonar este mundo. Recupero su voz tan solo para emitir un leve quejido. Ni siquiera en esas circunstancias era capaz de imponerse, de luchar por su vida. Reprocho internamente su propia pasividad, su cobardia. Aquel fue el ultimo pensamiento racional que tuvo antes de desmayarse de puro espanto, de autentico pavor.

  • Las flores del frio de Silvia Carrandi

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    “En la vispera del Dia de Todos los Santos, el 31 de octubre de 1937, sucedieron en Penon tres hechos tragicos. Mi padre desaparecio. A mi madre estuvieron a punto de matarla, y yo, descubri, en la fuerza con la que alguien se colgaba de las campanas de la iglesia, que vivia en un valle lleno de mentiras.”

  • 20 Dias de Carlos Merenciano

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    Alex decide dejar el confort de su hogar en Espana y tomar un avion con rumbo a Estados Unidos para vivir durante los proximos 20 dias en Stateville, una pequena ciudad de Pensilvania, ya que ha decidido embarcarse en un intercambio que organiza su instituto. Acompanado de Laura, amiga desde su infancia, deciden que aquel viaje sea la mejor aventura de sus vidas, y lo sera, pero no por el motivo que ellos imaginaban, sino porque el amor se cruza en su camino por primera vez.

  • Los ojos del bosque de Julien Gracq

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    La incesante busqueda interior

  • Calles de chatarra de Alejandro Guardiola

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    Una oscura noche, despues de una discusion familiar, la pequena Irina asiste impotente al asesinato de su hermana, sin que sea capaz de explicar nada ni a la policia ni a sus padres.

  • Revelacion (Los Guardianes de la Lagrima 1) de Simone Lari

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    Un pacto que no puede romperse. Una piedra che tiene que ser encontrada. Un equilibro que debe conservarse. La eliminacion de un vampiro Anciano y el regreso a Persepolis de un viejo cazador el dia en el que una fuerza desconocida sera revelada. Nina, Jude y Angelique se encontraran catapultadas en un mundo que no pensaban que pudiera ser real, un mundo habitado por vampiros y cazadores, enfrentados bajo la sombra de los Guardianes de la Lagrima.

  • Las dudas de Alexia (Alexia 2) de Susana Rubio

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  • Deseado (Trilogia Deseo 1) – J. Kenner de J. Kenner

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    Deseado, la primera entrega de la trilogia <> de J. Kenner, nos sumerge en una historia llena de emociones intensas, erotismo y tension sexual.

  • La fragancia de lo infinito de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Hay algo mas irresistible que el amor?

  • Historia de la criptografia de Manuel J. Prieto

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    Desde que el ser humano escribio la primera palabra, se han querido ocultar y codifican mensajes. Secretos de Estado, ordenes militares, asesinatos o la simple privacidad entre personas han servido para desarrollar complejos sistemas de encriptacion que han desempenado un rol fundamental en la guerra y la politica.

  • Unas merecidas vacaciones de Marta Flores

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    Candela me estaba haciendo un sandwich contra la ventanilla del avion, con la intencion de poder obtener las mejores vistas mientras despegabamos. --Joder, hija, pero que bruta eres--resople. --Mira Lola, no te quejes, que esto te pasa por adjudicarte la ventanilla, tambien tengo derecho a ver--repuso. --Bueno, pues a la vuelta te hare lo mismo--replique. --Como no, mi Lola tocapelotas desde que nacio. Ella es todo solidaridad... --Pero no puedes vivir sin mi. -- Le hice una burla con la lengua y casi me la arranca-- !Animal, echa para alla! --le dije, pues era temible. Candela y yo eramos amigas desde que teniamos uso de razon. Nos conocimos a raiz de que nuestros padres se fueron a vivir a una zona residencial de nueva construccion cuando nosotras contabamos con siete anos. Desde entonces habia llovido mucho, tanto que ahora acababamos de cumplir los veinticuatro. Pasados los anos, seguiamos viviendo en el mismo lugar y nos habiamos convertido en inseparables; eramos carne y una, como dos hermanas. No en vano, desde bien pequenas soliamos quedarnos a dormir la una en la casa de la otra los fines de semana y para colmo estudiamos juntas en el mismo colegio e instituto. La guinda del pastel supuso que las dos nos decidieramos a cursar la carrera de Periodismo, que acababamos de culminar. Y, orgullosos como estaban de nuestro curriculum academico, como regalo de fin de carrera nuestros padres nos pagaron un viaje a una isla del Caribe mexicano llamada Holbox. La isla en cuestion era de las menos explotadas y mas bonitas del Caribe; con hamacas dentro del mar y unos simpaticos carteles de colores dentro del agua que venian a recordarte que estabas en el eden... En definitiva, una autentica pasada. Lo sabiamos de buena tinta porque una amiga estuvo el verano anterior y desde que colgo las fotos en Facebook nos quedamos prendadas de aquel lugar; lo contemplamos como un sueno para pasar unas merecidas vacaciones y por fin habia llegado el momento. El vuelo fue de lo mas desesperante, nada mas y nada menos que diez horas en las que le dimos unas cincuenta vueltas al avion. Ademas, al volar de dia, ?quien era la bonita que dormia? Bueno solo conseguimos hacerlo un par de horas, que ya podrian haber sido unas cuantas mas, pero no... --Candela, no puedo dormir, estoy que me subo por las paredes...--me queje. --Pobrecita ella, mira, te lo advierto, no empieces a dar la brasa que sabes que una de mis virtudes no es precisamente la paciencia. --Ya, pero es que no puedo pegar un ojo, Candela...--insisti. --?Quieres probar mi puno? --Me lo enseno--Puede ser un magnifico somnifero, lo que ocurre es que tu todavia no eres consciente de ello. -- Me sonrio con cara de malvada. --Mira, no te voy a decir lo que puedes hacer con tu puno porque me has pillado en un dia fino, ten amigas para esto--resople. Aquel era el pan nuestro de cada dia, parecia que nos llevabamos como el perro y el gato, pero era pura fachada y apariencia; nada mas lejos de la realidad. Yo por mi Candela MA-TA-BA y estaba segura de que ella sacaria tambien la artilleria pesada si alguien quisiera hacerme dano. Ibamos de lo mas nerviosas; leyendo, escuchando musica, charlando, comiendo todo lo que habiamos comprado en la terminal antes de embarcar, mas aquello con lo que nos habian obsequiado a bordo... En resumidas cuentas, que teniamos muchas posibilidades de aterrizar redondas de tanta porqueria como nos estabamos metiendo en el cuerpo; por decirlo de otro modo, que iba a ser mas facil saltarnos que darnos la vuelta, !que exagerada soy! --?Falta mucho para llegar, por favor? --le pregunto ella a la azafata y yo esboce una sonrisilla socarrona, pensando en que era la misma chiquilla que preguntaba lo mismo una y otra vez a nuestros padres de ninas, cuando ibamos en el coche con los suyos o con los mios. --Pues exactamente quince minutos menos de la ultima vez que me lo pregunto--le respondio la azafata sin senal alguna de que su actitud le molestara. La mire con cara de "eso es lo que hay" y volvio a ensenarme el puno; esperaba no probarlo, no tenia yo ganas de lena. Candela era de lo mas alocada, al igual que yo. La espontaneidad era una constante en ambas y se nos ocurria cada cosa que mas de una vez deberiamos haber dejado de lado; pero eramos impulsivas, por lo que teniamos asumido que no resultaria sencillo cambiarnos. Lo mejor del caso es que nos complementabamos a la perfeccion, y esa era una gran ventaja porque ahi estaba la una para cubrirle las espaldas a la otra siempre que fuera necesario; que era bastante a menudo, por cierto. En el amor habiamos tenido rolletes, no lo ibamos a negar, pero sin pasar a mayores. De hecho, nuestra prioridad siempre fue la de terminar los estudios y convertirnos en periodistas; a poder ser del corazon, nos gustaba el cotilleo televisivo hasta decir basta... Por fin nos avisaron de que el avion iba a aterrizar, de lo contrario me hubiera tirado de todos y cada uno de los pelos de mi cabeza. --Estaba al borde del suicidio, Lola, palabrita del Nino Jesus--rio Candela. --Y yo iba a ver como lo hacias tu para seguir el mismo camino, no podia mas--refunfune. --Ah, no, ?aguantarte tambien en otra vida? Deja, deja--se quejo en broma. --En una y en siete, como los gatos, ?donde irias tu sin mi? --Le di un abracito. Una ola de calor nos azoto al salir, pero lo preferia... En el avion estaba esperando que salieran pinguinos a hacernos compania, pues la temperatura era exageradamente baja; la tripulacion se habia pasado tres pueblos al seleccionarla. --Yo creo que la tension se me ha bajado hasta los pies--murmure al observar el percal. --Pues no te preocupes, que ya veras que la juerga te la eleva, la tension digo... Y otras cosas, la libido, por ejemplo. -- Me guino el ojo y echamos a andar en la misma direccion; claro, no iba a ser en la opuesta. Cien por cien animadas, asi habiamos aterrizado en un lugar con el que tantas veces habiamos sonado. Todo gracias a nuestros padres, que eran unas bellisimas personas y que no habian reparado en gastos para ofrecernos el gran capricho de nuestras vidas. Vivir aquella experiencia con Candela, mi hermana del alma, no tenia precio. Aquel se nos antojaba como un viaje de esos que con los anos terminas contando a tus nietos. Vaya dias que teniamos por delante y vaya lujo poder poner los pies en una zona de esas que sirven para dar color a las portadas de las revistas. Como no, ya me salio la vena reportera... Pasamos el control de migracion, cogimos las maletas y nos subimos en el coche que nos esperaba para trasladarnos hasta el ferry que nos llevaria a la isla. !Ya estabamos en el paraiso! CAPITULO 2 El camino fue alucinante, en plena naturaleza, asi era la zona de Yucatan; color, vida, una mezcla tan explosiva como fascinante... Ambas mirabamos a un lado y otro como queriendo conservar en nuestras retinas un espectaculo vital que no sabiamos si nuestros ojos volverian a presenciar. Parecia mentira pensar en lo estresadas que habiamos estado hasta hacia solo en unos dias, con los examenes finales, y el relax que nos invadia ahora... La noche y el dia; un contraste que me hacia sonreir. Mire a Candela y se me ocurrio que ella debia estar pensando en algo parecido, pues yo percibia que se movia a camara lenta, o esa impresion me daba. Su sonrisa se enmarcaba en un rostro que hablaba de emocion en primera persona. Nos dejaron delante del ferry, sacamos los billetes y embarcamos rapidamente. En tan solo media hora estariamos en nuestro destino, merecia la pena vivir el momento desde la cubierta, Coronita en mano, la cerveza estrella del pais. Llegamos a la isla y un carrito como los de golf nos esperaba. Nos habian informado de que lo ibamos a tener a nuestra disposicion durante toda la estancia para movernos por la isla y subidas en el llegamos a nuestro alojamiento; una habitacion en un pequeno hotel frente al mar. En realidad, su ubicacion se asemejaba a la de alojarte en una calle; delante del hotel estaba la carreterita por donde pasaban los mencionados carros de golf con los que se movian los turistas por la isla; a continuacion, la arena con hamacas de todo tipo y, por ultimo, el mar... Ese infinito repleto de hamacas colgantes de colores y arriba, en letras grandes y a todo color, el letrero con el nombre de la isla, rebosante de vida.

  • Caliente de Luna Miguel

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    Cuando me rompio el corazon, decidi gastar parte de mis ahorros en una tienda de juguetes eroticos. La expresion <> es torpe, pero se ajusta muy bien a ese momento tragico en el que sientes tu pecho herido. Su rotura. Casi como si a una le abrieran con un cuchillo la carne, de la que en vez de sangre brota aire. * En la presentacion de El corazon de la fiesta, el novelista Gonzalo Torne aseguro que si el podia escribir era <>. Al poco tiempo de escucharle, me detuve en una pintada de la calle Valldonzella, en el Raval, donde se puede ver un corazon de color rosa partido en dos. Al verlo pense que, en mi caso, si escribo es porque de casa vengo con el corazon roto. Suena intenso, lo se. No es nada de eso: porque un corazon que se rompe no es un organo troquelado ni hecho trizas. Un corazon que se rompe, en todo caso, se parece mas al tiron de esa piel que el sol quemo. A una presion muy fuerte en el escroto. Al ruido molesto del hambre: con los gestos adecuados, pasa rapido. Quiza un corazon roto ni siquiera tenga que ver con esas cosas. Tal vez la fractura solo sea un estado mas de su materia. Emily Dickinson escribio: <>. Bad Bunny canto: <>. Y entonces me pregunto si el estado primario del corazon quiza sea esa grieta, esa cuchillada; y si el trabajo verdadero de la vida --y del placer, y de la escritura-- consiste en inventar una masilla pegajosa, densa, con la que poco a poco volver a ensamblarlo. * Haber dejado de sentir mi corazon por unos dias provoco la estampida de mi sangre desde el pecho hasta los genitales. De pronto, todo mi flujo bombeaba energicamente ahi abajo. El sexo me latia por dentro. Epicentro de un terremoto. No se cuantas veces pude masturbarme en las horas siguientes a que Antonio me anunciara que se habia enamorado de alguien mas. Tampoco se a que venia ese placer inmenso de sentirme traicionada. Ademas, ?por que iba a ser una traicion que el amase a otra persona? Y si no era traicion, ?a que tanto drama con lo del <>? * En Primavera sombria, novela corta de la surrealista alemana Unica Zurn, la protagonista de apenas diez anos no es capaz de definir su placer sin asociarlo a un terrible dolor. Tanto es asi que desde muy pequena a sus genitales los denomina <>. * Tampoco se cuantas veces me masturbe fantaseando con la idea de que ya no era el centro de los deseos de mi companero. Fantaseando con que esa intermitencia que supuestamente <> tambien podia volverme de una vez libre, voluptuosa. ?Por que resultaba tan placentero ese dolor? ?Que podia tener de erotico sentir que toda la piel de mi cuerpo se desgarraba? ?Seria la imposibilidad de hacer otra cosa con las manos, aparte de tocarme? ?Acaso verme desnuda, abierta frente al espejo, me alejaba de la afectada idea de que mi cuerpo era un despojo, un manojo de nervios? Me toque y llore ante mi reflejo. Llore y me toque dejando que fluyeran las preguntas. Tal vez porque el orgasmo siempre me habia calmado. O tal vez porque, a pesar de todo, me alejaba de ser aquello a lo que temia parecerme: un esqueleto celoso. Un cuerpo degradado. Un cadaver. Trozo de carne inutil. Anulada por <> o por <>. Realmente, que el ya no pensara <> suponia la apertura de par en par de la puerta de una habitacion que hasta entonces me era desconocida. Desocupar un espacio de su deseo me volvia vulnerable, y al mismo tiempo esa vulnerabilidad me despejaba nuevos terrenos. ?Y que iba a cultivar ahora en ellos? A pesar de que estaba triste o contrariada, me console con la idea de que cuantas mas puertas abiertas, mas cuartos desconocidos por los que pasear y en cuyo mobiliario recostarme para hacer guarradas conmigo misma. Como si la libertad fuera el dolor. Como si a solas me convirtiera en mi propia amante. * <> Para Preciado --que en Testo yonqui ya habia narrado en primera persona su cuerpo trans, analizandolo con lupa, pieza a pieza, poniendoselo a la lectora en una bandeja repleta de lesiones--, la vulnerabilidad es una postura legitima desde la que militar y desde la que generar belleza y pensamiento. Dice Preciado que el escribe filosofia para los debiles, pues a su parecer la vulnerabilidad es sinonimo de disidencia, y la disidencia, de libertad. * Pero no era libertad ni tampoco vulnerabilidad lo que Unica Zurn erotizo hasta el final de sus dias. Aquello sobre lo que versaba su imaginario se parecia mas al sufrimiento. La herida --tanto la real, esa que le provocaria a los siete anos la violacion por parte de su propio hermano, como la metaforica, esa que poblo su escritura y su arte-- se convertiria en el unico motivo de su creacion, especialmente despues de conocer a quien seria su esposo, el artista Hans Bellmer. Juntos, Zurn y Bellmer, huyeron de Berlin a Paris en los anos cincuenta, pues en los circulos intelectuales alemanes se les empezo a considerar como a dos degenerados. El hacia munecas de trapo --la Poupee es su obra mas celebre--, cuerpos hipersexualizados, troceados, horrendos, siendo los genitales y las formas de la carne de ella su mayor inspiracion. Hubo un tiempo en el que a Zurn no le importaba llamarse <>, pues era muy consciente de la importancia que su cuerpo habia cobrado en la obra de el. Durante anos, Bellmer no solo la sometio y la forzo, aparentemente con su consentimiento, sino que tambien la animo a escribir y pintar sobre ello. Por eso Zurn --a quienes algunos companeros surrealistas llegaron a llamar <> por su manera de mirar-- aprovecho su desmesurado vinculo con el sexo y sus problemas mentales para convertirlos en literatura. En relacion con Zurn, de hecho, hay mas material academico sobre su enfermedad mental y sobre sus ingresos recurrentes en los hospitales psiquiatricos de Paris que sobre su literatura o su obra plastica. Con el paso de los anos, su relacion con Bellmer se volvio asfixiante y danina. En mas de una ocasion trato de abandonarlo, pero no era capaz, algo los ataba: tal vez el mismo martirio sobre el que antano habian construido su intimidad. Eso, sumado a los tormentos de los que ella era consciente de que no se curaria nunca --cuentan que cuando uno de sus psiquiatras le pregunto si pensaba que alguna vez sanaria, ella respondio feliz y sonoramente: <>--, le hizo tomar la decision de acabar con su vida tirandose por la ventana del apartamento que compartia con Bellmer. Un suicidio, por cierto, con el que ella ya habia amenazado desde la ultima escena de Primavera sombria. * Unica Zurn vivio y escribio amarrada a las mismas cuerdas con las que su esposo habia atado su carne para una sesion fotografica --el cuerpo desnudo de la escritora es una de las primeras cosas que aparecen en mi pantalla siempre que googleo su nombre--. Incluso una vez muerta y enterrada en el cementerio de Pere-Lachaise, Hans Bellmer hizo inscribir en su lapida las palabras <>. Ella, que tanto habia contado sobre la ambicion de sus jovenes personajes por encontrar otras maneras de amar y de amarse, acabo encadenada a una pasion tan agotadora que ni siquiera la muerte fue capaz de detener. * La alemana no fue la unica artista vinculada al movimiento surrealista en abordar las contradicciones del deseo femenino. Por su parte, la poeta Joyce Mansour tomo esa idea de Charles Baudelaire segun la cual el infierno de las mujeres nace en su propio cuerpo, y la pervirtio mediante una poesia erotica, sucia, desgarradora. En los versos de Mansour, las camas huelen a queso, los uteros tienen hierba, los amantes se lamen las calaveras y los fetos nadan en cunas negras. Todas esas turbulencias recuerdan a las pesadillas narradas por Zurn, pero tambien a la pintura de Leonor Fini --ella ilustro El libro de Monelle con dibujos de ninas desnudas o enfebrecidas--, o incluso a las fotografias de Dora Maar --cuyo erotismo, en palabras de la historiadora Victoria Combalia, se alejaba del amour fou de Andre Breton, pero tambien del exhibicionismo de Fini, y al mismo tiempo <>--. A principios de 2019, al mismo tiempo que el Centro Pompidou de Paris conmemoraba la vida y obra de Maar, en Nueva York el Museo del Sexo inauguro la primera exposicion de la obra de Fini en Estados Unidos, bajo el titulo Teatro del deseo, 1930-1990. Lissa Rivera, comisaria de dicha muestra, destaco la capacidad de la pintora para llevar el placer femenino al lienzo: un placer autobiografico, conflictivo, alejado de la representacion sumisa del cuerpo de la mujer que, segun Fini, siempre creaban sus companeros masculinos. * Si de verdad el infierno de las mujeres nacia en su cuerpo, el del alter ego adolescente de Unica Zurn vivia completamente rodeado por las llamas. A proposito de las fantasias eroticas de la protagonista de Primavera sombria, escribio: <>.

  • Del amor y de la guerra de Silvia Cruz

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    En un clima de guerra, dolor y sangre, dos personas destinadas a odiarse acabaran por amarse con toda la fuerza de sus desdichados corazones.
    No obstante, la guerra es el peor de los escenarios para que el amor pueda ofrecerse con libertad y sin provocar heridas desastrosas para ambos.
    Los prejuicios, las etiquetas y los lazos sanguineos no son suficiente motivo para que un corazon deje de latir por otro.

  • Donaji de Keila Ochoa Harris

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    ?Como puede un hombre enfrentar la historia y cambiar su destino?
    Cuandose topan en Oaxaca un pintor criollo frustrado y una industriosa mujerde ascendencia indigena, su encuentro desencadena una relacion queencierra mas de quinientos anos de historia. La politica inestable ylas corrientes de mitologia indigena y religion contemporaneaentrelazan el trasfondo desde el cual los protagonistas tienen quedecidir si ceder o forjar su propio destino.

  • Yo, bufon del rey de Mahi Binebine

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    Novela finalista del Premio Renaudot

  • La ciudad silenciosa de Jose Luis Caballero

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    ?Que ocurriria si un dia, de forma inexplicable, toda la poblacion del planeta quedara atrapada en edificios y espacios cerrados, incapaz de salir al exterior?

  • El alma que me habita de Antonia Romero

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    Pallars. Ano del Senor 1017. Bertrand de Riell, abate del monasterio de Suverte, se dispone a escribir una cronica de la historia de su familia y los motivos por los que desaparecio el Senorio de Riell sin dejar rastro...

  • Domar un corazon de Kristine Rolofson

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    Nadie sabia lo que sucedia en el rancho.
    A Jake Johnson no le hacia ninguna gracia tener que entretener a la tia solterona de la prometida de su amigo. hasta que descubrio que la tia Elizabeth Comstock era una treintanera despampanante con una larga melena y un cuerpo que los hombres se volvian a mirar por la calle. Asi que, ?quien seria capaz de no caer en la tentacion de seducir a la encantadora Lizzy?
    Por su parte, lo que mas deseaba Elizabeth era evitar que su sobrina se casara con un cowboy. hasta que se dio cuenta de que ella misma se estaba enamorando de uno. ?Podria conseguir que el salvaje Jake se convirtiera en el marido perfecto para una mujer de ciudad como ella?

  • Aventuras de Tres Rusos y Tres de Jules Verne

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  • El cielo sobre Darjeeling de Nicole C. Vosseler

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    Exitosa novela alemana en la linea de Sarah Lark con una nueva ambientacion exotica: la India, en concreto las primeras plantaciones de te en Darjeeling a finales del siglo XIX.

  • La herencia de Agneta de Corina Bomann

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    Una esplendida finca en el sur de Suecia se convierte en el escenario de los acontecimientos del vertiginoso siglo XX, protagonizados por varias mujeres de una misma familia.

  • Trebol de cuatro hojas (Coraje 3) de Kris L. Jordan

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    Un nuevo caso trae en jaque al departamento de policia de Tribeca.

  • Varron de Amasilys Palencia Ruiz

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    Puedes leer este libro entero en una sentada, preparate para una intensa experiencia…

  • El origen del mal de Jose Carlos Somoza

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  • Las gafas de la felicidad: Descubre tu fortaleza emocional, Rafael Santandreu de Rafael Santandreu

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  • Kilometros de Sonrisas de Alvaro Neil

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    Dos meses antes de embarcarse en esta aventura, el autor trabajaba en una notaria de Madrid redactando testamentos y otros documentos harto interesantes.

  • 40 DIAS DE FUEGO de Mario Villen Lucena

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    A mediados del siglo IX una flota de mas de cien barcos vikingos recorrio el perfil de las costas de la peninsula hasta llegar a la desembocadura del Guadalquivir, por donde penetro en territorio de al-Andalus. Los normandos remontaron el rio hasta la isla de Qabtil (Isla Menor), donde establecieron una base de operaciones para el saqueo de Sevilla. Durante cuarenta dias robaron, quemaron, violaron y mataron sin mostrar clemencia. Sevilla se desangraba mientras Abd al-Rahman II organizaba una ofensiva que fuera capaz de derrotar y expulsar de sus tierras a los mas de dos mil vikingos que las asolaban. En estas circunstancias, el destino reune a personas dispares en un grupo de supervivientes que intentara mantenerse con vida en una ciudad acosada, entregada a las ansias de botin de los temibles piratas del norte…

  • Tras la huella de Cristo de Kathy Reichs

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    UN ENIGMA MILENARIO SE OCULTA EN TIERRA SANTA
    Sobre una camilla de la sala de autopsias yace el cuerpo de Avram Ferris, un judio ortodoxo que la antropologa forense Temperance Brennan debe analizar. Normalmente, su trabajo se limitaria a determinar las circunstancias de su muerte, pero esta vez cuenta con una insospechada pista adicional: un desconocido le ofrece la fotografia de un esqueleto y le asegura que esa es la razon por la que murio Ferris. Tempe no tarda en averiguar que esos restos humanos se encontraron en un yacimiento de Israel y tienen dos mil anos de antiguedad. ?Podria ese hallazgo socavar las creencias religiosas de millones de personas?

  • El capitan Hayden y la tramposa de Sandra Bree

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    Una novela romantica, ambientada en la epoca victoriana, que te hara reir y enamorarte.

  • Besame, princesa de Marta Lobo

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    Lucia no es una chica como las demas. Bailarina de profesion y luchadora, sonadora, descarada e impulsiva por pasion. Disfruta de la vida tal como le viene. No es la tipica princesa que se deja deslumbrar.
    Hans no es un chico como los demas. Enamorarse no entra dentro de sus planes. Descarado, picante, sabroso y dulce en ciertas dosis. No es el tipico chico que se enamora a la primera de cambio.
    A veces el camino mas recto no es el que te lleva al amor. Hans y Lucia tendran que aprender a disfrutar de esas curvas y enamorarse.

  • Pasion prohibida de Sophie Adams

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    Desde el momento en que Jake, un infante de marina, vio a Katherine, la queria para el. Pero la persona que supuestamente era su mejor amigo lo habia traicionado y la habia ganado antes de que Jake tuviera la oportunidad de hacer su jugada. Siendo honorable, se habia apartado de la unica mujer que alguna vez habia logrado suscitar sentimientos profundos en el y habia abandonado la ciudad para embarcarse en una mision oficial en Afganistan.

  • Cuchillo (Harry Hole 12) de Jo Nesbo

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    EL CASO 12 DE HARRY HOLE.