• los hombres de verdad no mienten victoria dahl pdf - Victoria Dahl

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    Hacia casi medio ano que Beth Cantrell no habia pensado en el. Bueno, eso no era del todo cierto. Beth carraspeo y se removio nerviosa, mirando a su alrededor como si todos los clientes de la cerveceria pudieran percibir la mentira que se estaba contando a si misma. La verdad era que habia pensado en Jamie Donovan muchas veces. Habia recordado la hora o dos que habian compartido, habia fantaseado con lo que habria podido suceder si se hubiera quedado toda la noche en aquella habitacion de hotel. Pero, durante los seis ultimos meses, ni una sola vez se habia permitido pensar en la posibilidad de volver a verlo. No habia pensado ni en llamarlo ni en contactar con el de manera alguna. Al fin y al cabo, en eso consistia el trato que habian hecho. Una sola noche. Una unica ocasion. Nada de ataduras ni de expectativas. Y ella habia tenido que atenerse a esa regla, porque de lo contrario nunca habria accedido a verse con el ni en aquella habitacion de hotel ni en ningun otro lugar. El no era su tipo. No formaba parte de su circulo social. Y ella, definitivamente, tampoco formaba parte del de el. Beth Cantrell dirigia The White Orchid, la primera boutique erotica de Boulder. Sus empleadas eran sus amigas: mujeres a las que queria como a hermanas. Eran valientes y atrevidas, muy liberales en el terreno sexual. Y salian con tipos que eran como ellas mismas: gente culta, tatuada, con piercings. Gente cool. Si, absolutamente cool, aunque ello les costara comportarse de una manera increiblemente torpe. Beth, por el contrario, no era asi. Ella era simplemente... Beth. Lo cual estaba bien, sin embargo, porque era su jefa y las queria, mientras que ellas hacian todo lo posible por incorporarla a su circulo. Le organizaban citas con hombres. Amigos suyos. Conocidos que les gustaban. Hombres a la moda, hipsters, liberados. Pero ninguno de aquellos hombres le habia producido la impresion que si le habia causado Jamie. Todavia se ruborizaba cuando pensaba en el, con su polo impoluto y sus caquis. Con su gran sonrisa blanca y sus hombros anchos. Vestido de ejecutivo, habia estado todavia mejor. La encarnacion perfecta del pijo guaperas de clase media. Y Beth lo habia deseado hasta la locura. No se habian conocido hasta entonces, pese a vivir en una poblacion tan pequena. Pero en aquella habitacion de hotel, con la promesa de que su aventura solo sucederia una vez... el secretismo que habia rodeado su encuentro habia hecho que se sintiera segura. El problema era que, desde entonces, no habia podido dejar de pensar en el. Todo lo cual habia sucedido precisamente con la primera gran cita que habia tenido en anos. -Hey -le dijo en aquel momento su pareja en la fiesta, agitando una mano delante de su cara-. ?Estas bien? -le sonrio, quitando toda critica a sus palabras. -Lo siento. Antes de que ella se hubiera puesto a pensar en Jamie, su acompanante le habia estado hablando de... algo. Se estrujo el cerebro. Algo artistico e importante sobre los primeros anos de la carrera de Robert Mapplethorpe. -De verdad que lo siento -insistio-. No me habia dado cuenta de lo cansada que estaba hasta que he bebido el primer trago de cerveza. Por lo general no soy tan grosera. El sonrio de una manera que vino a confirmarle que no se habia sentido ofendido. -Me alegro de que no te molestara venir a la fiesta conmigo. Faron y yo somos amigos desde hace anos. No queria perdermela. Y me figure que tu tambien la conocias. -Si, tenemos amistades comunes -repuso. La fiesta no era el problema. Como tampoco lo era su acompanante. El problema era que Beth no habia tenido la menor idea de que la fiesta estaba convocada en la cerveceria Donovan Brothers. No lo habia sabido hasta que su acompanante metio el coche en el aparcamiento, y para entonces el alma se le habia caido a los pies. No era culpa de aquel tipo que la fiesta a la que habia pensado llevarla hubiera tenido lugar precisamente en el local de los hermanos Donovan. Desde que llego, habia pasado los primeros cuarenta y cinco minutos escaneando con la mirada la fila de camareros y clientes de la barra, pero Jamie no estaba alli. Un golpe de pura suerte por su parte. Jamie Donovan era copropietario de la cerveceria, pero tambien un barman famoso por su simpatia. O al menos eso habia oido ella. Porque cuando estuvo con el, la habia impresionado lo serio y concentrado de su caracter. No queria volver a verlo de aquella forma. Como tampoco queria que el pensara que se habia llevado a otro hombre a su cerveceria. Seguia esperando a que Jamie apareciera por alli en cualquier momento, y dudaba de que pudiera superar la tortura que ello supondria. -Voy al servicio -le espeto. Vio que su acompanante recibia una cerveza de manos de la camarera, sonriendo de oreja a oreja mientras se lo agradecia. -?Quieres que te pida otra cerveza mientras tanto? -le pregunto el de pronto. -No, gracias... -por un momento, se quedo boquiabierta de sorpresa. Oh, Dios, se habia olvidado hasta del nombre de su acompanante. Cierto que aquella era la primera vez que salian juntos, pero se habia mostrado tan amable con ella... -No, gracias -repitio, aferrando su bolso y levantandose tan rapidamente de la silla que a punto estuvo de caerse-. Vuelvo ahora mismo. Desafortunadamente, tenia que pasar por delante de la barra para llegar hasta el bano, y le fallaron las rodillas como si fueran a doblarse bajo su peso. Contemplo la barra, descubriendo que el tipo que estaba detras del grifo de cerveza era el mismo joven delgado que habia visto antes. A continuacion volvio a escrutar la zona entera del pub, con el corazon latiendo a un ritmo aterrador. No estaba alli, gracias a Dios. Para cuando alcanzo el corto pasillo que llevaba al bano, estuvo a punto de echar a correr. Empujo la puerta, rezo una silenciosa plegaria de agradecimiento al ver el servicio vacio y se paso una mano por los ojos. -Menos mal. Una vez que su corazon dejo de galopar como un loco, dejo el bolso a un lado y se lavo las manos. La sensacion del agua helada la hizo sentirse mejor. -Todo va a salir bien -musito, intentando convencerse a si misma de que estaba lista para volver a salir. Pero cuando descubrio su mirada desorbitada en el espejo y descubrio lo muy palida que estaba, comprendio que iba a necesitar algunos minutos mas. Apoyandose con ambas manos en el lavabo, se inclino hacia delante. -Todo va a salir bien -se repitio. Dos minutos mas, y se marcharia con la cabeza bien alta y el corazon en su justo lugar. Y ya no volveria a pensar en Jamie Donovan por esa noche. Que Dios lo librara de las mujeres sexualmente liberadas. Eric Donovan se cruzo de brazos y miro cenudo sus zapatos, mientras intentaba procesar lo que acababa de oir de su maestro cervecero. -Wallace, no te entiendo. Faron esta aqui con su marido. Su marido. ?Como puede molestarte eso? !Si esta casada con ese hombre! -!Ese tipo es un canalla donjuanesco! -grito Wallace, alzando el puno y blandiendolo en direccion a la zona del pub con el rostro rojo de rabia. ?Un canalla? Eric se paso una mano por el pelo. -Perdona, pero no lo entiendo. Esos dos son una pareja abierta, liberal. De hecho, tu mismo estas saliendo con Faron, asi que... ?como puedes decir que su marido la esta enganando?

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    16 nov 2019 — Sinopsis Tenía que haber sido una aventura de una noche. Y luego, tanto Beth Cantrell como Eric Donovan han seguido su camino.

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    16 feb 2022 — Victoria Dahl - Donovan Brothers Brewery 03 - Los hombres de verdad no mienten - documento [*.epub] Editado por Harlequin Iberica.

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    22 jul 2020 — Victoria Dahl - Donovan Brothers Brewery 03 - Los hombres de verdad no mienten - dokument [*.epub] Editado por Harlequin Iberica.

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    Los protagonistas cada uno de los libros son los tres hermanos Donovan. En esta ocasión de Eric, el hermano mayor. El responsable, serio, responsable al máximo ...

  • Mi jefe otra vez de Whitney G

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    Cuando ella y Jonathan empiezan a preparar la boda de sus suenos para formalizar su compromiso de amor eterno, Claire se da cuenta de que el doloroso pasado que habia dejado atras esta mucho mas encima de lo que pensaba, y la duda parece querer instalarse en su perfecta vida junto a Jonathan.

  • La batalla por el paraiso de Naomi Klein

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    Entre los escombros del huracan Maria, los puertorriquenos y los <> multimillonarios estan atrapados en una batalla campal para decidir como reconstruir la isla. En esta vital y asombrosa investigacion, Naomi Klein revela como las fuerzas de las politicas del shock y del capitalismo del desastre buscan minar la vision radical y resiliente de una recuperacion justa.

  • El pacto. Quedate a mi lado de Martina Bell

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    La historia de Paul y Alba nunca fue facil y la vida vuelve a ponerles trabas para que demuestren si su amor es, realmente, tan fuerte como creen. ?Lograran superarlas y ganara finalmente el amor?

  • A tres pasos de ti de Sophie Saint Rose

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    Shaba levanto la caja de carton del suelo del ascensor, gimiendo por lo que pesaba. Soplo sobre un mechon rubio platino que le cayo sobre la cara y salio del ascensor caminando rapidamente porque temia que la caja se rompiera. Tenia que haber contratado a una empresa de mudanzas, pero no es que le sobrara el dinero precisamente despues de comprar su piso. Cuando llego a la puerta, dejo la caja al lado de las otras y suspiro agotada. Oyo el clinck del ascensor y miro hacia atras viendo como las puertas doradas se cerraban.-No, no, no...- echo a correr hasta el ascensor mientras las puertas se cerraban - !Mierda!- exclamo cuando se cerraron del todo justo cuando llego. Habia dejado dentro cuatro cajas.- mordiendose el labio inferior, miro con sus ojos azules hacia las luces y se dio cuenta que bajaba al hall. Pulso el boton impaciente y se estiro sus pantaloncitos cortos negros. -Venga....- el ascensor empezo a subir y sonrio.-Estupendo. Escucho que se habria la otra puerta de esa planta y se volvio distraida. Una chica con un top rojo y unos shorts del mismo color salio del piso. - !Hasta luego, carino!- grito antes de cerrar la puerta sin esperar respuesta. Shaba sonrio y dijo mirando a la despampanante morena- Hola. -Hola- respondio con cara de borde para luego ignorarla y volver a pulsar el boton. -?Vives aqui?- pregunto intentando ser amable. La morena la miro de arriba abajo, desde su coleta pasando por su camiseta de tirantes rosa, hasta llegar a sus deportivas negras. Cuando volvio a subir la mirada, la taladro con sus ojos negros y pregunto- ?Y a ti que te importa? Se sonrojo intensamente y farfullo- No, sino me importa -?Entonces para que preguntas? -la mujer puso los ojos en blanco y volvio a mirar a la puerta- ?Que diablos le ocurre a este ascensor? Justo en ese momento se abrio y esa antipatica miro las cajas-Genial. -?Puedes sujetar la puerta un momento? Cogio la primera caja y la saco del ascensor. Cuando iba a por la siguiente, apreto los labios al ver que no habia sujetado la puerta. Esa tia era una desagradable de primera. Pobre del novio. Saco las cajas rapidamente y sonrio forzadamente antes de decir con ironia- Gracias. La chica volvio a chasquear la lengua justo antes de que se cerraran las puertas del ascensor- Sera estupida. Dos minutos despues estaba metiendo las cajas en el piso, porque preferia ir guardandolas antes de buscar las siguientes a su antiguo piso, cuando llego el ascensor a la planta y se bajo una pelirroja impresionante con un vestido ajustado verde. -Hola- dijo radiante antes de ir hacia la puerta de al lado. -Hola- respondio con una sonrisa viendola llamar a la puerta mientras recogia la ultima caja. Desde el interior del piso la voz de un hombre grito- !Esta abierto! La pelirroja solto una risita antes de entrar diciendole al hombre- Mi amor, no deberias dejar la puerta abierta. Puede entrar cualquiera. Shaba se quedo con la boca abierta mientras cerraba tras ella. Ese tio debia ser un hacha. En menos de quince minutos habia visto salir a una y entrar a otra. Y las dos preciosas. Hizo una mueca entrando en la casa. Su hermano era un ligon pero aquello era demasiado. Dos horas despues llevaba un paraguero y un perchero en las manos, cuando salio del ascensor y casi le mete un brazo del perchero en el ojo a un hombre que entraba en ese momento- Oh , lo siento. - dijo apartando aquel trasto para verle la cara. El hombre la miro con aburrimiento, pero Shaba se habia quedado demasiado impresionada para que sus neuronas actuaran. Era el hombre mas atractivo que habia visto en su vida. Moreno de ojos verdes, era el macizo mas impresionante de su triste existencia. !Y ella con esas pintas! -?Sales del ascensor o me acompanas al hall?- pregunto el observando su paraguero. -Oh, si. - salio del ascensor y el se tuvo que apartar para que no le volviera a golpear con el perchero. - Claro- solto una risita estupida que ni ella se creia y le observo entrar. Los vaqueros le sentaban de miedo. Dios mio, que trasero. -Por cierto, soy tu vecina. El tio la miro de arriba abajo y dijo- Muy bien. Te vere por aqui... -Shaba. Me llamo Shaba...- sonrio radiante mientras las puertas se cerraban esperando su nombre sin dejar de comerselo con los ojos. -Eso. Hasta luego, Sara. Fruncio el ceno cuando se giro lentamente- ?Sara? ?Estara sordo? Le he dicho mi nombre dos veces. - dijo para si preocupada yendo hacia su puerta. Estaba abriendo cuando una chica de unos quince anos salio del piso. Tenia el pelo castano cortado por la barbilla y un vestido de flores precioso con unas manoletinas blancas- Hola, ?eres la nueva vecina? -Si- respondio confusa pensando que aquel piso parecia el camarote de los hermanos Marx.- ?Tu vives aqui? -Si, soy Leticia. La sobrina de Cameron- extendio la mano con una agradable sonrisa.- Solo estare aqui el mes de julio porque mis padres estan de vacaciones. Una vuelta al mundo. -Yo soy Shaba- dejo el paraguero en el suelo para estrecharle la mano- Encantada de tenerte por aqui. Si necesitas algo… -Lo mismo digo. Bueno, me voy que he quedado con mis amigas para ir a dar una vuelta. -Pasatelo bien- dijo sacando las llaves. La chica la observo atentamente- Si quieres, luego puedo ayudarte con eso. -Oh, gracias. Pero dentro de dos horas me voy a trabajar. Tengo turno de noche. -?En que trabajas? -Estoy en mi ultimo ano de residencia. -?Eres medico?- pregunto sorprendida -Si- metio la llave en la cerradura. La chica se mordio el labio inferior- ?No habras comprado el piso? Esa pregunta la extrano un poco y se volvio - ?Si por? ?No pasara algo raro, no?

  • El algoritmo del amor de Diana Al Azem

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    Raquel es una chica desafortunada en el amor. Sus anteriores relaciones no le han durado demasiado y ha perdido la ilusion por encontrar a un hombre que la haga feliz. Sin embargo, este ano, en su nuevo trabajo, Raquel conocera a alguien siete anos menor que ella; un chico enigmatico que es adorado por muchas y deseado por otras. Raquel comenzara a sentir ciertos sentimientos por el joven que le haran dudar sobre su posicion en el trabajo, pues si esa relacion saliera a la luz, podria incluso perder su empleo. El problema es que el no tiene miedo a demostrar sus deseos hacia ella y sera muy persuasivo. ?Sera Raquel capaz de contener sus sentimientos?

  • Juntos para vencer de Jean Salas

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    Tras una apuesta con sus amigos, Derek insiste en que puede convencer a la mujer de piedra de salir con el, pero despues de que logra traspasar las barreras de Jan, y entrar en su vida, el se dara cuenta que no puedes juzgar un libro solo por su portada.

  • Alto riesgo de Lee Vincent

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    ..William Taylor tiene muchas razones para ser un renegado. Ha vivido en las calles de Nashville rodeado por la hermandad de motociclistas Los hijos de la noche y ha conocido de cerca la traicion y la dolorosa perdida de un amigo.

  • Un viaje entre dos luces de Nick Alexander

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    Una madre, una hija, una isla, un secreto.

  • Abrazos en el aire de Inmaculada Leon Tirado

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    La lucha de una mujer por sobrevivir en una sociedad que la limita humana, politica y socialmente.

  • Avalon (Britannia 4) El elegido de la reina, Javier Pelegrin & Ana Alonso de Ana Alonso , Javier Pelegrin

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    Magia, aventura, lucha y una historia de amor que trasciende la leyenda.

  • Upstate de James Wood

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    Desde que su hija Vanessa se mudo a Estados Unidos para ser profesora de filosofia, Alan Querry, de sesenta y ocho anos y que vive en Inglaterra nunca ha ido a visitarla. Helen, su otra hija, ejecutiva del mundo de la musica, tampoco ha ido. Son dos hermanas que se quieren pero que nunca se han recuperado del divorcio de sus padres ni de la temprana muerte de su madre. Cuando Josh, el nuevo novio de Vanessa, les cuenta que su hermana tiene una depresion severa, Alan y Helen vuelan a Nueva York.

  • Un amor de Alejandro Palomas

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    En el reducido universo familiar de Amalia y sus tres hijos, Silvia, Emma y Fer, el engranaje se mueve al ritmo desacompasado de las emociones. Es una familia tipica, y sobre todo, muy real. Un cosmos cocido al fuego lento de varias entregas que han atado a miles de lectores. Pero llega un dia cumbre en sus vidas. Emma se va a casar y todos se sumergen en las tareas y los remolinos de organizar la mejor boda. La noche previa a la ceremonia, una llamada rompe la armonia familiar. Silvia, Emma, Fer y otros parientes se conjuran para poder celebrar a la vez el aniversario de Amalia, que coincide inevitablemente con la fecha de la boda. 24 horas de aceleron emocional que pondran a prueba a todos y cada uno y al mismo engranaje familiar.
    Un nuevo ejercicio de virtuosismo emocional. Una literatura que llega por el plexo y se inocua directamente a los sentimientos. Alejandro Palomas extiende su ya variada paleta de colores para dotar a sus personajes de los matices, sesgos y rasgos que los acercan a los lectores y estos los reconocemos como a propios en sus particulares universos familiares.

  • Desafiando las normas de Maria Martinez

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    Con esta novela se cierra la trilogia Cruzando los limites, con un gran exito de ventas y critica, que afianza a Maria Martinez como la gran autora New Adult de nuestro pais. Maria recoge a dos personajes de Rompiendo las reglas para crear una historia fascinante, sexy y muy actual. Un broche de oro para concluir una serie destinada a ser un clasico del New Adult espanol. A veces, el camino que mas temes es el que te lleva a casa. Un solo segundo basta para cambiar toda una vida. Spencer lo sabe muy bien. Su pasado esta lleno de perdidas que la han ido marcando desde muy nina. Aunque nunca imagino que la mas tragica de todas ellas llegaria en el mismo instante que su camino se cruzo con el del chico equivocado. Han transcurrido casi tres anos desde ese fatidico encuentro. Tres anos en los que ha intentando recomponerse, dejando atras a la chica que una vez fue y de la que tanto se averguenza. Y por fin cree haberlo conseguido. Eric necesita pasar pagina. Quiere empezar de nuevo, cerca de su familia, y olvidar todas las mentiras con las que ha crecido. Sin embargo, cuando te has pasado la vida yendo de un lado a otro sin descanso, establecerse puede resultar mucho mas dificil de lo que en un principio parecia. Y el no deja de pensar que su lugar esta en alguna otra parte muy lejos de Port Pleasant. Spencer y Eric encajan como dos mitades. Ella esta rota de muchas formas distintas y no permite que nadie se le acerque demasiado. El tiene problemas que no esta dispuesto a admitir y lo que mas teme es lo que mas desea. Aun asi, pronto se daran cuenta de que no pueden estar lejos el uno del otro. Y lo que comienza siendo una amistad, se ira transformando en otro sentimiento mucho mas intenso, incapaz de enganar al corazon. Un alma perdida. Un corazon roto. A veces, la persona que menos esperas se acaba convirtiendo en la mas importante de tu vida.

  • Irania – Inma Sharii de Inma Sharii

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    Sandra Ros es miembro de una familia de clase social alta, en la que no encaja debido a sus trastornos mentales. A pesar de los esfuerzos que hace por integrarse y ser aceptada en su mundo, se siente solitaria e incomprendida.
    Despues de anos de una aparente mejoria, una noche, tras un terrible brote psicotico que padece, pierde a su hijo en un accidente. Durante el coma tiene una experiencia magica y espiritual en la que recupera parte de unos increibles dones que ira descubriendo a lo largo de la narracion. Pero al despertar no recuerda nada.
    A partir de ahi comienza la historia de su transformacion y todos los hechos que la conducen a abrir los ojos y a destapar un terrible secreto sepultado en lo mas profundo del subconsciente. Pero tambien conseguira descubrir la verdadera causa de su enfermedad.
    Conspiraciones, suicidios, suenos y espiritus perturbaran su apacible vida, viendose en la necesidad de investigar a los laboratorios farmaceuticos donde trabaja; hechos que la arrastraran al borde del abismo de la locura, donde tendra que decidir, si creer en si misma o dejarse consumir por la oscuridad.

  • Eternas (Bellas 2) de Dhonielle Clayton

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    LA FAVORITA HA CAIDO EN DESGRACIA. Y HAN PUESTO PRECIO A SU CABEZA.

  • No mientas, Gregg Hurwitz de Gregg Andrew Hurwitz

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    Daniel Brasher siempre ha supuesto una cierta desilusion para su madre, una adinerada y aristocratica dama de San Francisco. Daniel renuncio a su empleo de administrador de fondos para casarse con su mujer, organizadora comunitaria, y realizar una tarea que le agrada: dirigir sesiones de terapia de grupo con ex convictos. Ahora esta preparado para dar un paso mas y abrir su propia consulta.

  • El oro del depredador (Maquinas mortales 2) de Philip Reeve

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    Segunda entrega de la tetralogia <>, una trepidante y original historia llena de misterio, con una ambientacion unica en un mundo futurista y postapocaliptico.

  • El jardin de Pepa Fraile Colorado

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    Susana, amiga de la infancia de Inaki, intenta convencer a este para que se anime a acompanarla a una salida que el grupo de amigos de la infancia tiene prevista para los proximos dias. El acaba de regresar a su ciudad despues de unos meses en los que ha necesitado permanecer solo y lejos de todo lo que le recordara a ella, a su mujer, fallecida poco tiempo atras. Su recuerdo, el duelo en el que permanece y su anclaje en el pasado no le permitiran ver los verdaderos sentimientos que Susana ha sentido siempre por el, hasta que un encuentro, tan inesperado como agridulce, pondra de manifiesto la verdad que Susana guardaba solo para ella.

  • Sapiens de Yuval Noah Harari

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    El libro de no ficcion del ano.

  • Segunda oportunidad (El corazon del multimillonario 2) de Sierra Rose

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    Este es el libro 2.

  • La noche sin ventanas de Raul Tola

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    Una novela historica vibrante sobre dos peruanos apresados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

  • El juramento de Ignacio Solares

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  • Sone en La Habana de Dolores Conquero

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    LA HISTORIA QUE NADIE SE HABIA ATREVIDO A CONTAR
    Tras muchos anos deseando conocer Cuba, Alicia, acompanada de su hija, viaja a La Habana de vacaciones. Alli conoce a Yodiel, un joven de quien no puede evitar enamorarse.

  • Un ramo de violetas de Andrea Munoz Majarrez

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    Una historia de amor llena de secretos, ambientada en el Madrid del siglo XIX.

  • Promesa de venganza (Miniserie Deseo 3) de Yvonne Lindsay

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    En cuanto ella dijo “si, quiero”, su plan se puso en marcha...

  • En busca de April de Benjamin Black

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    Era el tiempo mas crudo del invierno, y April Latimer parecia haber desaparecido. Por espacio de varios dias, la niebla de febrero se habia asentado y no daba el menor indicio de que fuese a levantar. En el silencio embozado la ciudad parecia presa del desconcierto, como un hombre al que de pronto le fallara la vista. Los transeuntes, como invalidos, avanzaban a tientas en medio de una oscuridad permanente, pegandose a las fachadas de las casas y a las barandillas y deteniendose con incertidumbre en las esquinas, para pisar con cautela las aceras en busca del bordillo. Los automoviles con los faros encendidos aparecian de pronto como si fueran insectos gigantes, dejando a su paso un reguero lacteo de humo de escape. El periodico de la tarde traia a diario el computo y la relacion de los contratiempos sufridos. Se habia producido una colision de gravedad en el extremo del canal de Rathgar Road, en la que estuvieron involucrados tres vehiculos y un motorista del Ejercito. Un chiquillo fue atropellado por un camion de carbon en Five Lamps, aunque no perdio la vida; la madre juro y perjuro ante el periodista que fue a entrevistarla que se habia salvado por la milagrosa medalla de la Virgen que le habia obligado a llevar colgada del cuello. En Clanbrassil Street fue asaltado un viejo prestamista a plena luz del dia, aparentemente por una banda de amas de casa; la Guardia seguia una linea de investigacion precisa. Una esquinera de Moore Street fue atropellada por un furgon que ni siquiera se detuvo, y la mujer estaba en coma en el hospital de St. James. Y durante el dia entero atronaban en la bahia las bocinas para avisar de la niebla. Phoebe Griffin se consideraba la mejor amiga de April, pero llevaba una semana sin noticias suyas, y estaba convencida de que habia tenido que pasarle algo. No sabia que hacer. Desde luego, April bien podia haberse largado a donde fuera sin decir nada a nadie, asi era April: en opinion de algunos nada convencional, y al decir de otros una bala perdida, aunque Phoebe estaba segura de que ese no habia sido el caso. Las ventanas del primer piso en que vivia April, en Herbert Place, tenian ese aspecto impavido de los interiores que nada dan a conocer, y no solo debido a la niebla: las ventanas tienen ese aspecto cuando las habitaciones que hay tras ellas estan desiertas. Phoebe no sabria decir como, pero asi era. Cruzo al otro lado de la calle y se planto con la barandilla del canal a la espalda y miro la hilera de altas casas, los exteriores de ladrillo oscuro, amenazador, que brillaban humedos en el aire velado. No estaba muy segura de que era lo que tenia la esperanza de ver, acaso un inapreciable movimiento en una cortina, una cara en una ventana, pero alli no habia nadie, no habia nada. La humedad se le filtraba bajo la ropa y contrajo los hombros para protegerse del frio. Oyo pasos a su espalda en el camino de sirga, pero al darse la vuelta no vio a nadie en medio de las colgaduras de un gris impenetrable. Los arboles sin hojas, con las ramas desnudas en alto, parecian casi humanos. El caminante al que no vio tosio una vez, y sono como el ladrido de un zorro. Volvio y ascendio los peldanos de piedra de acceso al portal, y aun apreto otra vez el timbre colocado encima de la tarjeta que ostentaba el nombre de April, aunque supo que no obtendria respuesta. Algunos granos de mica brillaban en el granito de los peldanos; que raros, esos minimos destellos, tan secretos bajo la niebla. Un chirrido desgarrador le llego desde la serreria del otro lado del canal y se dio cuenta entonces del olor que habia percibido antes sin saberlo, el aroma de la madera recien cortada. Echo a caminar por Baggot Street y doblo a la derecha, alejandose del canal. Los talones de sus zapatos planos hacian un ruido sordo en las aceras. Era la hora de almorzar de un dia laborable, pero mas semejaba un domingo al amanecer. La ciudad parecia que estuviera casi desierta, y las pocas personas con que se topo pasaron de largo en un visto y no visto, siniestras como espectros. Iba razonando. El hecho de que no hubiera visto a April desde mediados de la semana anterior, el hecho de no tener noticias suyas, no significaba que April llevara ausente tanto tiempo; ni siquiera significaba que se hubiera ausentado. A pesar de todo, ?ni una palabra desde entonces, ni siquiera una llamada telefonica? En el caso de cualquier otra persona, una semana de silencio tal vez no tuviera mayor relevancia, pero April era una de esas personas de las que se suelen preocupar los demas, y no porque no fuera capaz de cuidarse por si sola, sino porque estaba demasiado segura de que era muy capaz. Las luces estaban encendidas a ambos lados de la puerta del hotel Shelbourne, relucian de un modo extrano, como gigantescos dientes de leon a punto de esparcirse en el aire. El portero, con librea y capote, inmovil ante la puerta, se llevo la mano al sombrero de copa gris y la saludo. De buena gana habria propuesto a Jimmy Minor que se reuniese con ella en el hotel, solo que Jimmy desdenaba esos sitios que consideraba de puro lucimiento y no ponia el pie en ellos a no ser que anduviera investigando una posible noticia, o que fuera a entrevistar a un notable de visita en la ciudad. Siguio adelante, cruzando Kildare Street, y se encamino hacia las escaleras de bajada al Country Shop. A pesar del guante, percibio lo fria y grasienta que estaba la barandilla de las escaleras. En el interior, en cambio, el pequeno cafe le ofrecio calor y luminosidad, y un acogedor aroma de te y de pan recien hecho y de pasteles. Ocupo una mesa junto a la ventana. Habia muy pocos clientes mas, mujeres todas ellas, con sus sombreros, sus bolsas de la compra, sus paquetes. Phoebe pidio una tetera y un sandwich de huevo. Podria haber esperado a que llegara Jimmy, pero ya sabia que se iba a retrasar, como siempre; sospechaba que lo hacia adrede, pues le gustaba dar la sensacion de que andaba mucho mas ajetreado que el resto del mundo. La camarera era una chica grandullona y sonrosada, con papada y una sonrisa amable. Tenia un lobanillo encajado en la hendidura de la aleta nasal al que Phoebe procuro no mirar demasiado. El te que le llevo era casi negro, amargo, con fuertes taninos. El sandwich, cortado en dos triangulos, se rizaba levemente por las esquinas. ?Donde estaria April en ese preciso instante, que podia estar haciendo? En alguna parte tenia que estar, ya que no se encontraba alli. No cabia pensar en ninguna posibilidad distinta. Paso media hora antes de que llegara Jimmy. Lo vio por la ventana bajar a saltos las escaleras y le sorprendio como siempre su ligereza, una persona en miniatura, mas bien un colegial arrugado que un hombre de verdad. Llevaba un impermeable de plastico transparente, del color de la tinta aguada. Tenia el cabello rojizo y ralo, la cara pecosa, y siempre iba desalinado, como si hubiera dormido sin quitarse la ropa y se acabara de levantar de repente. Prendia un cigarrillo con una cerilla cuando entro por la puerta. La vio y se acerco a su mesa, sentandose enseguida y aplastando el impermeable en forma de pelota que coloco bajo la silla. Jimmy todo lo hacia deprisa, como si cada instante fuera la hora tope de entrega a la que tanto temia no llegar. --Bueno, Pheeb --dijo--. ?Que pasa? Tenia brillos de humedad en el cabello, por lo general inerte. El cuello de la chaqueta de pana marron ostentaba una minima nevada de caspa, y cuando se adelanto sobre la mesa a ella le llego su aliento, que olia a tabaco rancio. Sin embargo, tenia la sonrisa mas dulce del mundo, siempre sorprendente por el modo en que le iluminaba ese rostro comprimido, pequeno, vivo. Una de las cosas que mas le divertian era fingir que estaba enamorado de Phoebe, y teatralmente se quejaba ante todo el que quisiera escucharle diciendo que era una mujer cruel, de duro corazon, pues se negaba de plano a concederle el mas minimo avance en sus pretensiones. Era reportero de la seccion de sucesos del Evening Mail, aunque era mas que probable que en esta ciudad adormilada no se produjeran suficientes sucesos delictivos para tenerlo tan ajetreado como a todas horas afirmaba estar. Ella le dijo lo de April, le conto el tiempo que habia pasado desde la ultima vez que hablaron. --?Solo una semana? --dijo Jimmy--. Pues seguramente se habra ido a dar un garbeo con alguno. No se si lo sabes, pero es que de eso tiene fama. Jimmy afectaba un acento copiado de las peliculas; empezo siendo una broma que parecia gastarse a si mismo --<>--, pero ya se habia convertido en un habito, y a estas alturas ni siquiera parecia darse cuenta de lo irritante que resultaba a quienes estaban con el y tenian que aguantar ese retintin impostado. --Si se hubiera marchado a donde sea --dijo Phoebe--, me lo habria dicho. Estoy segurisima. Se acerco la camarera y Jimmy pidio un vaso de cerveza de jengibre y un sandwich de ternera. --Con mucha salsa de rabano picante, encanto. Bien de salsa. Me gusta que pique --lo pronuncio a su manera, diciendo <>. La chica rio con disimulo--. Vaya verruga --dijo cuando se marcho la camarera, tras un silbido apenas audible. --Lobanillo --dijo Phoebe. --?Como? --Es un lobanillo, no una verruga. Jimmy acababa de terminarse el cigarro y prendio uno nuevo. No habia nadie que fumara tanto como Jimmy; una vez le conto a Phoebe que a menudo le daban ganas de fumar cuando ya estaba fumando, y en mas de una ocasion, por descontado, habia prendido un cigarro pese a tener otro encendido en el cenicero, delante de donde estaba. Se retrepo en la silla y cruzo una pierna fina como un palillo, expeliendo una bocanada de humo en forma de corneta a la vez que miraba al techo. --?Entonces tu que crees? --dijo. Phoebe removia con la cucharilla los restos frios del te. --Creo que ha tenido que pasarle algo --dijo con voz queda. El le lanzo una mirada veloz, de soslayo. --?De verdad estas preocupada? Quiero decir, ?de verdad de la buena? Ella se encogio de hombros. No queria parecer melodramatica, no queria darle motivos para que el se riese de ella. La miraba aun de soslayo, con el ceno fruncido. Una noche, en una fiesta que dio en su piso, el le habia dicho que la amistad que tenia ella con April Latimer no dejaba de tener su gracia, y anadio: <>. Estaba aquella vez un poco achispado, y despues acordaron tacitamente olvidar ese dialogo, aunque lo que habia dado a entender de manera un tanto esquinada siguio pesando sobre los dos de un modo que les causaba cierta incomodidad. Y por mas que pudiera ella reirse del comentario y restarle importancia, a Phoebe le dio que pensar, y ese recuerdo aun la contrariaba un poco. --Lo mas probable es que tengas razon, claro --dijo ella entonces--. Lo mas seguro es que sea una de las tipicas chaladuras de April, que por algo es como es. Se habra ido a pasar fuera unos dias y se habra olvidado de decirselo a nadie. Pero en el fondo no se lo podia creer; sencillamente no podia. Al margen de todo lo que pudiera ser, April no era tan desconsiderada, o no de ese modo, y menos cuando se trataba de sus amigas. Llego la camarera con el pedido de Jimmy. Dio un mordisco en forma de media luna al sandwich, y, masticando, dio una honda calada al cigarrillo. --?Y que hay del Principe de Bongo-Bongolandia? --pregunto sin vocalizar. Trago rapidamente, pestaneando por el esfuerzo--. ?No has ido a preguntarle nada a Su Majestad? Lo dijo sonriendo, aunque con un brillo raro en la sonrisa, y la punta de un colmillo afilado le asomo un segundo por la comisura de la boca. Estaba celoso de Patrick Ojukwu; todos los hombres de su circulo de amistades estaban celosos de Patrick, al que apodaban el Principe. Mas de una vez, Phoebe se habia preguntado, de una manera turbada y turbadora, por Patrick y April. ?Se lo habian... o no se lo habian...? Aquello tenia todas las trazas de ser un jugosisimo escandalo, la chica blanca que en el fondo era una bala perdida y el hombre negro, lustroso y llamativo. --Yendo mas a lo que iba --dijo Phoebe--, ?que hay de la senora Latimer? Jimmy afecto un ataque de panico, dando un respingo y levantando una mano. --!Un momento! --exclamo--. Una cosa es el moro, y otra muy distinta es Morgana. La madre de April tenia una reputacion temible entre las amistades de su hija. --Creo que deberia llamarla por telefono, en serio. Ella tiene que saber donde esta April. Jimmy enarco una ceja con todo su escepticismo. --?De verdad te lo parece? Tenia razon al ponerlo en duda, y ella lo sabia. April habia dejado de confiar en su madre tiempo atras; de hecho, las dos apenas se hablaban. --?Y el hermano? --dijo ella. Jimmy se rio con ganas. --?El Gran Ginecologo de Fitzwilliam Square, fontanero de la creme de la creme, para el que no hay tuberia que se resista, por pequena que sea? --No seas repugnante, Jimmy --dijo. Dio un sorbo del te, pero estaba frio--. Aunque ya se que April no le tiene ningun aprecio. --?Que no le tiene aprecio? ?Por que no pruebas a decir que lo aborrece? --Bueno, ?y entonces que quieres que haga? --pregunto. El dio un sorbo de cerveza de jengibre. --?Por que no podras --dijo en tono planidero-- quedar conmigo como una persona normal, en un pub como es debido? No lo entiendo. Parecia que hubiese perdido todo interes por el paradero de April. Hablo con desgana de otros asuntos durante un rato, y luego recogio el tabaco y las cerillas y pesco el impermeable de debajo de la silla, diciendo que tenia que marcharse. Phoebe hizo una senal a la camarera para que le llevase la cuenta. Ya sabia que le tocaria pagar a ella, Jimmy andaba siempre sin blanca, y no tardaron en subir por las escaleras humedas y resbaladizas a la calle. Arriba, Jimmy le puso una mano en el brazo. --Tu no te preocupes --dijo--. Sobre April, quiero decir. Ya aparecera. Un lejano, calido olor a estiercol les llego desde la calle, desde el lugar donde, junto a la barandilla del Green, habia una hilera de coches de caballos que se ofrecian a los turistas para dar una vuelta por la ciudad. En la niebla tenian un aire espectral, los caballos quietos de una manera antinatural, con la cabeza gacha, abatidos, y los cocheros con capote y sombrero de copa encaramados al pescante en actitud de inmovilidad completa, a la expectativa, como si esperasen la orden ya inminente para emprender camino hacia el Paso del Borgo o hacia el domicilio del doctor Jekyll. --?Vuelves al trabajo? --le pregunto Jimmy. Miraba alrededor con los ojos entornados; estaba claramente pensando en otra cosa. --No --dijo Phoebe--. Hoy libro por la tarde --dio una calada al cigarrillo y noto que el aire humedo le entraba con frialdad en el pecho--. He de ir a ver a alguien. A... a mi padre, de hecho. Supongo que no te apetecera acompanarme, claro. El no la miro a los ojos, y se afano en prender un cigarro mas, volviendose de lado y encorvandose sobre las manos, con las que formo pantalla. --Lo siento --dijo a la vez que se enderezaba--. Hay delitos que denunciar, historias que cocinar, reputaciones que mancillar... No hay descanso para el sabueso que husmea en pos de la noticia, ya lo sabes --dijo. Ella le sacaba facilmente una cabeza de estatura. Su impermeable de plastico olia a productos quimicos--. Nos vemos, nina. Echo a caminar hacia Grafton Street, pero se paro en seco y se dio la vuelta y regreso. --Por cierto --dijo--, ?que diferencia hay entre un lobanillo y una verruga? Cuando se marcho, ella se quedo un rato sin saber que hacer, mientras terminaba de ponerse despacio los guantes de piel. Tuvo ese sentimiento descorazonador y compungido que tenia todos los jueves a esas horas, cuando se avecinaba el momento de ir a hacerle a su padre la visita semanal. Ese dia, sin embargo, se habia sumado a su sentimiento una sensacion de inquietud. No lograba entender por que habia propuesto a Jimmy que se reuniera con ella: ?que habia imaginado que le diria, que supuso que podria hacer para disipar sus temores? Algo extrano le parecio notar en su manera de comportarse, lo supo desde el instante en que le hablo de April y de sus dias de silencio; habia sido algo evasivo, incluso algo furtivo. Era muy consciente de la antipatia que bajo la superficie existia entre sus dos amigos, tan disimiles entre si. En cierto modo daba la impresion de que Jimmy estuviera celoso de April, como lo estaba de Patrick Ojukwu. ?O era mas bien resentimiento que celos? De ser asi, ?que era lo que encontraba en April, que era lo que le producia ese resentimiento? Los Latimer de Dun Laoghaire eran una familia respetabilisima, terratenientes, como no, pero daba la impresion de que a juicio de Jimmy ella tambien lo fuese, y eso era algo que no parecia echarselo en cara. Miro hacia el otro lado de la calle, a los coches de caballos, a los cocheros que esperaban con aplomo. Estaba segura de que algo malo, algo muy malo, quien sabe si, tal vez, lo peor de todo, habia tenido que ocurrirle a su amiga. De pronto, un nuevo pensamiento se formo en su mente y la hizo sentirse aun mas intranquila.

  • Prometida Por Conveniencia de Gema Perez

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    ?De veras existe el libre albedrio? Si, cada quien tiene en cada momento la capacidad de tomar sus propias decisiones. ?O es solo un espejismo? Puede que esas decisiones ya hayan sido tomadas, mas bien, preparadas, desde tiempos incontables. ?Por quien? ?Por otras personas? ?O por un destino que nos rige? Mi nombre, mi apellido, mi posicion. Nada de eso lo escogi yo y, sin embargo, marcan literalmente todo el recorrido que lleve en mi vida. Mis anos pasados han sido producto de ello, y no hay duda de que los siguientes tambien. Es dificil dilucidar la raya entre lo que yo he ideado para mi vida y lo que me ha tocado. Como sea. El hecho absoluto e innegable es otro--estoy consciente de que, pese a haber sido educada para gobernar, mi reino se desmoronara si no hago algo. Y ese algo ya esta marcado, lo quiera o no. * * * * Umbralia. Un pequeno reino cuyo nombre es recogido de la sombra y proteccion que ofrecen las cordilleras montanosas que lo rodean. Una de las tierras, si no la mas, rica del continente, rebosante en toda cantidad de recursos--campos sin final alguno, en donde crecen todos los tipos imaginables de cosecha; una fauna rica, desde animales de ganado hasta leones de montana acechando a cazadores perdidos; y una mezcla de sangre noble que da luz a un pueblo fuerte e indomable. Umbralia es la envidia del resto de Europa, despues de todo. El reino puede subsistir por si mismo, sin necesidad alguna ni de la importacion ni de la exportacion--si bien esto ultimo es mas que posible, no requerimos del capital de otros reinos. Teniendo alimentos, soldados, y minas repletas de los minerales mas preciosos, ?que podrian ofrecernos? Y proteccion, ademas. Las cordilleras que nos cercan estan dispuestas de tal manera que estamos casi aislados del resto del mundo. El grueso del reino, la capital, fue edificada contra las montanas mas altas del continente, a su otro lado encontrandose el mar Mediterraneo. Desde alli, se prolongan por todo Umbralia, disminuyendo progresivamente de tamano, hasta permitir un amplio claro que representa la unica entrada natural. Por decadas y siglos Umbralia se ha mantenido en pie, poderosa, sin involucrarse mucho en los asuntos ajenos. Su nombre es respetable, sus riquezas deseables, y su impetu encomiable. Y hoy por hoy, esta siendo gobernada por una apenas adulta de veintiun anos. * * * * Mi nombre es Valeria, acabo de abandonar mi adolescencia, y soy la reina de Umbralia. Eso no estaba en los planes, ni mucho menos. La historia de Umbralia es larga y, desde su primer dia, ha habido una interminable sucesion de reyes. Claro que reinas tambien, pero todas como esposa del heredero al trono. La realeza acostumbra a dejar un sequito de hijos, sobrando los hombres, con el mayor preparado para tomar el poder cuando llegue el momento. Y si algo acontece, el siguiente hermano. Y el siguiente. La fertilidad de los habitantes de nuestro reino nunca ha estado en duda, y no solo entre los monarcas, sino en el mismo pueblo. Las familias tienden a ser numerosas, lo que nos ha ayudado a nunca necesitar de pueblos exogenos-- nosotros mismos podemos mantenernos. Pero la fertilidad quiso jugar una mala pasada con mis padres. El rey David y la reina Patricia empezaron con Valeria, su primera hija, ?y que preocupaciones podria haber? Ahora es que les quedaba tiempo para seguirlo intentando y para llenar Umbralia de futuros principes. Nada mas lejos de la realidad, pues conforme paso el tiempo, los intentos si se sucedieron, sin lograr llenar ninguno a puerto seguro. Mama vivia devastada--no por la ausencia de un varon, o por solo tenerme a mi, sino por el pesar de perder uno tras otro a sus futuros hijos. Y, mientras los tres hermanos de papa fueron falleciendo, uno por la consuncion, otro escalando las montanas, y otro asesinado por su esposa en uno de los escandalos mas grandes que yo pueda recordar, los intentos no llegaron a nada. Nada, salvo distanciar a mama de la realidad, y preocupar a papa ante su estado precario. No dejaban de llover las frutas y vinos y carnes en el palacio, ya que cada misiva fallida representaba una fuerte perdida de sangre para mama. Por encima de las cuatro decadas, el rey y la reina sabian muy bien que quedaba poco tiempo para producir un heredero. Y eso fue lo que los llevo a salir de Umbralia, en busqueda de algo que no se podia conseguir en el circulo formado por las montanas--curanderos. La magia no era algo practicado por nuestra gente, bien por ignorancia del don, o por una ausencia de esas energias en nuestro territorio. Si es que eso existia, valgame. Y el infortunio. La guerra esta arreciando por toda Europa, mientras al mismo tiempo se suceden cruzadas religiosas y los barbaros se mueven de territorio en territorio, invadiendo y abandonandolos por igual. Salir de nuestra comodidad era un peligro, el cual los monarcas estuvieron dispuestos a tomar.

  • Loba negra de Juan Gomez Jurado

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    El thriller que los 250.000 lectores de Reina Roja estan esperando.

  • Magia y Amor de Ginny Bennet

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    Hacia mucho tiempo que Elke no volvia a casa. Cuando unicamente asistia a clases, solia visitar a sus padres cada mes, como minimo, pero desde que tambien comenzo a trabajar de becaria, le habia resultado imposible conseguir algun dia libre. Tiene sus practicas sonadas: disenadora becaria en una empresa de moda, como parte final de su formacion en "Diseno y Moda" que realiza en Hamburgo. Si al terminar sus practicas ha causado buena impresion, habra una plaza para ella. Elke nunca se habia parado a pensar que empezar a trabajar le quitaria tanta libertad. Ademas, todo son prisas, recortes de presupuesto, fechas limite imposibles y gente esperando a que falles para quedarse con tu puesto. Es como una jauria de alimanas. Elke esta empezando a pensar que disenar ropa de esta forma no es tan glamuroso como le parecia en un principio. Ella sabe, en el fondo, que no quiere que la contraten en esa empresa al finalizar sus practicas, pero tampoco sabe que hara con su vida, si eso ocurre. La familia de Elke proviene de una larga estirpe de curtidores de piel en Nuremberg. Poseen una empresa familiar de confeccion de prendas en piel de pelo largo: gorros, guantes, estolas bufandas… Las tecnicas artesanales de confeccion que utilizan han pasado de generacion en generacion por parte del padre de Elke, Klaus Schneider. Otra rama de la familia de Klaus se dedica a la cria de animales en Polonia y ellos son los encargados de enviar la materia prima. Elke recuerda pasar su ninez ayudando a sus padres. Siempre habia algo que hacer en la fabrica. A sus 15 anos, Elke ya confeccionaba sus propios gorros de piel y le entusiasmaba, se podria decir que ese fue el origen de su amor por el diseno de moda. La fabrica de la familia Schneider, llego a ser uno de los puntos de trabajo mas importantes de Nuremberg, pero ahora ya no es tan grande. Klaus y su mujer, Petra, mantienen la fabrica, pero a una decima parte de su rendimiento. A estas alturas de sus vidas, no les queda la energia ni el dinero suficientes para continuar en la brecha, solo les interesa fabricar el producto necesario para sobrevivir y no aburrirse. Estan cerca de la jubilacion y consideran que ya han trabajado lo suficiente. Prefieren vivir. Con su produccion, proveen a alguna que otra tienda local, atienden pedidos de forma online y abastecen el puesto que ponen, todos los anos, en el mercado navideno de Nuremberg, quiza uno de los mercados navidenos mas populares de Alemania, que abre al publico a finales de noviembre y termina justo antes de Navidad. Este ano, uno de los empleados de Klaus y Petra, que suele ayudarles en el mercado, se ha puesto enfermo y para poder atender el puesto necesitan un suplente. Se han vuelto locos intentando encontrar un ayudante, pero las personas de Nuremberg que no estan de vacaciones o con trabajo fijo, ya estan contratadas en los otros puestos navidenos. Al final, han pedido a Elke que venga a ayudarles con el puesto, como hacia antes de irse a estudiar fuera. A Elke le encanta estar en casa por Navidad. Este ano lo tenia complicado, porque esta en el ultimo ano de carrera y con las practicas recien empezadas, pero no queria defraudar a sus padres. Despues de muchas charlas con su jefe de estudios, por fin, llego a un acuerdo para poder llegar a Nuremberg a tiempo para la apertura del mercado. Despues del paron navideno, espera seguir teniendo su puesto de becaria cuando vuelva o ?mejor seria perderlo?... Esta muy confusa con su futuro. El paisaje avanza a toda velocidad a traves de la ventanilla del tren camino de Nuremberg, mientras Elke se encuentra sumida en sus pensamientos. Los bosques nevados de Alemania pasan ante ella como si fuese una pelicula panoramica. Es hipnotico ver pasar el paisaje, todo blanco y congelado. Contempla un bosque cubierto con un manto de nieve impoluta, parece una escena sacada de una bola de nieve. Respira hondo. Ya empieza a sentirse mas cerca de casa. Aunque Elke vuelve, sobre todo, para ayudar a sus padres, no puede dejar de pensar en algo que la incomoda. Que sus padres sigan utilizando piel de animal para sus creaciones, cada vez le parece mas cruel. Ya no se siente a gusto comercializando ese tipo de tejidos. Idea excusas para ayudar a sus padres, pero de otra manera y asi evitar ponerse en el puesto. Podria encargarse, por ejemplo, de limpiar la casa o de comprar la comida... y asi ayudar de forma indirecta porque no le apetece vender prendas de piel. Lleva un buen rato dandole vueltas y siempre llega a un callejon sin salida. ?Como va hacerles eso a sus padres? En esas estaba, cuando se le colo un poderoso pensamiento en la cabeza: "el puesto es una tradicion en mi familia, fabricar esas piezas en piel es una tradicion en mi familia... ?No es de eso de lo que trata la Navidad? ?De celebrar tradiciones?" Este pensamiento le hace sentirse algo mejor y le ayuda a justificarse un poco para no sentirse tan mal ayudando a sus padres a vender pieles en el mercado. Pero, al mismo tiempo, decide que este sera el ultimo ano que vendera prendas de piel de animal. Va a intentar explicar a sus padres como le hace sentir eso y convencerles de que habria que cambiar de producto o por lo menos de materia prima para confeccionarlo. !Buena suerte con eso! Se dice asi misma. Cuando justo se afianzaba en esta decision, aparecio una senora muy risuena por el pasillo, camino al siguiente vagon, que llevaba puesto un abrigo en un tono verde brillante. Al levantar la mirada y encontrarsela, Elke se quedo mirando fijamente a la senora, sin darse cuenta y esta, sintiendose un poco cohibida, la saludo. Al percatarse de ello, ella le devolvio el saludo de vuelta. A Elke le dio por pensar que era una senal, la senal de haber elegido correctamente, al decidir ayudar a sus padres pese a lo mal que le hacia sentir. "El verde aporta esperanza y es el color de las elecciones bien hechas", penso, sintiendose algo mejor con ello. "Proxima parada Wurzburg. Recuerde llevar todas sus pertenencias con usted cuando baje del tren. Muchas gracias por viajar con nosotros", se escucho por los altavoces. Elke desperto de sus pensamientos y miro por la ventanilla. Quedaba muy poquito para llegar a Nuremberg. Que ganas tenia de volver a ver a su familia, pero tambien a su amiga Edith. Hacia pocos dias que habia hablado por telefono con ella, sabia que estaba a punto de llegar a Nuremberg tambien. Edith era su amiga de la infancia. Se contaban todo y habian hecho muchas cosas juntas por primera vez, como besar al mismo chico, beber cerveza, aprender a patinar... El primer gorro de piel que confecciono Elke, fue para Edith. La echaba mucho de menos, pues se veian muy poco desde que ambas se pusieron a estudiar sus respectivas carreras. Elke en Hamburgo y Edith en Colonia. Elke volvio a mirar por la ventanilla. Ahora se veia pasar un campo nevado completamente liso. Esta imagen le recordo el dia en que ella y Edith se fueron con el trineo y acabaron empapadas hasta la ropa interior. Eso no habria sido problema si no hubiese sido porque era el dia de Navidad y debian ir a comer a casa de unos amigos comunes de sus padres. Ambas aparecieron chorreando de arriba abajo y se llevaron una buena reprimenda. Una sonrisa de nostalgia aparecio en la cara de Elke. Se escucho por los altavoces que llegaban a la estacion termino. Miro por la ventanilla y empezo a reconocer los barrios de su ciudad natal. Las calles despejadas con nieve derretida en las orillas, las ventanas con las luces navidenas encendidas, la gente circulando de un lado a otro... El tren se adentro en la gran estacion de Nuremberg y estaciono en su via. Elke recogio su maleta y se dispuso a bajar del tren. No tenia muy claro si sus padres podrian venir a recogerla ni estaba segura de como andarian de trabajo con los preparativos para el mercado. Al llegar a la gran sala central de la estacion, alli estaban. Altos, elegantes, enfundados en sendos disenos propios, gorro y manoplas a juego, los padres de Elke atisbaban buscando a su querida hija. Sus caras se iluminaron cuando sus miradas se encontraron y Elke echo a correr hacia ellos. A Petra se le empezaron a anegar los ojos de lagrimas y Klaus no sabia mas que decir que la habian echado mucho de menos. Elke se dejo envolver por esos brazos llenos de ese calor familiar que habia echado tanto de menos durante los ultimos meses. Si, a Elke le gustaba volver a casa por Navidad.

  • Atame (Atrapame 2) de Anna Zaires

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    Mi nueva prisionera es una contradiccion que me vuelve loca: obediente pero desafiante, fragil pero fuerte. Tengo que descubrir sus secretos, pero hacerlo podria truncarlo todo.

  • El cisne de papel (Chic) de Leylah Attar

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    ?Podrias enamorarte de tu secuestrador? Skye Sedgewick es la hija de un magnate hotelero. Su vida cambia cuando un desconocido la secuestra a punta de pistola. Tras pasar unos dias en el barco donde la mantienen cautiva, Skye empieza a sentirse atraida por Damian, su secuestrador, un hombre que le resulta vagamente familiar.

  • Sirenas de Joseph Knox

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  • Todo no dura siempre de Alexandra Ferrara

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    Hace ocho meses que Adriana y Juan perdieron a sus padres, y ahora les toca mudarse a una pequena ciudad costera con sus abuelos, donde no conocen a nadie y les tocara empezar de cero. Lo que Adriana no sabe es que tras el dolor que siente y las ganas de desaparecer, hay muchas aventuras por vivir y muchas cosas por aprender como que la amistad no es lo que ella ha conocido hasta ese momento, que las apariencias enganan, y que siempre hay dos versiones de una misma historia. Pero sobre todo, conocera el amor, el amor incondicional, puro y verdadero.

  • Julia en las Highlands de Kate Dawson

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    Julia vive con su abuela. Tiene tres amigas a las que conoce desde que iban a primaria, y eso une mucho.
    Julia no cree en el amor y tiene el convencimiento de que todos los principes se acaban convirtiendo en ranas.
    La madre de Julia era una artista y dejo un cuaderno de dibujos para cuando ella cumpliera los veinticinco anos.
    Un cuaderno y un detallado viaje a Escocia que organizo para que hiciera sola.
    ?Se encontrara Julia a si misma en ese viaje?
    ?O quiza tenga algun tropiezo con una excitante y pelirroja rana?

  • A la deriva de Steven Callahan

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    Antes de “La tormenta perfecta”, antes de “En el corazon del mar”, la dramatica historia de supervivencia en el mar de Steven Callahan estuvo en la lista de libros mas vendidos del New York Times durante mas de treinta y seis semanas. Callahan perdio su bote en una tormenta frente a las Islas Canarias mientras participaba en una carrera en solitario a traves del Atlantico en 1981. Afortunadamente, llevaba mucho mas que el equipo basico de emergencia requerido, por ejemplo, una balsa para seis personas. Antes de hundirse, pudo recuperar su bolsa de equipo de emergencia y su balsa salvavidas. Lo que hace diferente su historia fue que estaba solo. “Absolutamente absorbente” (Newsweek), “A la deriva” es una pieza imprescindible para cualquier biblioteca de aventuras.

  • No puedo quererte (Historia en las Highlands 2) de Jenny Del

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    Llevo dos noches sin poder pegar un ojo... La habitacion de aquel hotel que con tanta ilusion escogi en compania de Ivonne se ha convertido para mi en una celda y las lagrimas en mis companeras. Se ha marchado sin ni siquiera recoger las pocas pertenencias que portaba el dia que llego a mi casa... Ivonne, agarrada a su bolso, y pidiendo por favor que la escuchara (algo a lo que yo hice caso omiso), termino saliendo a la carrera sin poder soportar mis gritos, que no fueron moco de pavo. Desde entonces me estoy devanando los sesos, intentando recordar mas sobre mi pasado. La desesperacion se ha aduenado de mi y a menudo me dan ganas de apretarme la sesera hasta que esos recuerdos no tengan mas opcion que aparecer y contarme el porque de tanto sufrimiento. Acabo de despertarme y me levanto con muchas ganas de un cafe. Hago ademan de ir a la cocina a prepararmelo, sin darme cuenta de que no estoy en casa. Es entonces, cuando mentalmente echo mano de ese cafe... Y la veo, veo a Ivonne, un ano antes, en la maquina de cafe de la universidad, y recuerdo aquella primera conversacion que ambos mantenemos. Cielos, solo es un recuerdo, pero el dorado de su cabellera y el celeste de sus ojos me resulta tan nitido que juraria que casi puedo tocarla con solo alzar una mano... --!Maldita maquina! --murmuro entre dientes. --?Eres nueva? --le pregunte a aquella atractiva espanola que tenia unos ojazos del tamano de dos globos terraqueos. --Si, ?tanto se me nota? --Un poco o, mejor dicho, bastante. na a prepararmelo, n nitido que juraria --?Por que hablas mi idioma? --?Tendra que ver el que sea profesor de castellano? Porque a mi me da que si. --?Tu vas a ser mi profesor? --Si tu eres una alumna, es practicamente seguro--le tendi la mano--. Me llamo Sloan. --Encantada, Sloan, es mi primera manana aqui. --Razon de mas para que no sepas que deberias ir a la cafeteria si quieres tomar un buen cafe, lo de la maquina solo es un reclamo para los pardillos. --?Me invitas a uno? --Me hizo gracia la forma tan resuelta en la que me la pregunto. --Claro, no hay problema. --Oye, no vayas a pensar que soy una descarada, pero es que no he llegado con buen pie a Edimburgo. --?No? ?Y se puede saber por que? --Buff, es que llevo aqui dos dias y todo han sido problemas. Anoche pense que me volvia a casa, que no merece la pena. --No, tu no me pareces de esas que tiran la toalla a la primera de cambio, tu tienes cara de guerrera, ?como te llamas? --?No te lo he dicho? Perdona, pero es que parece que no me funciona el coco, estoy super atontada. Soy Ivonne --Me dio dos besos apresurados. --Perfecto Ivonne, pues entonces vamos a tomar ese cafe. --?Tienes tiempo? --Si, mujer, hoy solo tengo un par de presentaciones mas tarde. He llegado con un buen rato de anticipacion para no andar con prisas, odio las prisas. asa, que no merece anticipacion para --Yo tambien, y eso que vivo en Madrid y alli tampoco es que vayamos precisamente pisando huevos, ?sabes? Efectivamente vivia en Madrid y no en Toledo como me quiso hacer ver durante su etapa en mi casa, ?que podia pensar de una mentirosa compulsiva como ella? --Ya, ?y lo que has visto de Edimburgo te gusta? --Ya te lo he dicho, me parece que estoy gafada aqui, pero la ciudad es bonita, eso desde luego, ?tu eres de aqui? --No, yo soy de Pitlochry, ?lo conoces? --Que va, es mi primera vez en las Tierras Altas. --?Si? ?Y que te trae por aqui? --Los escoceses, que siempre me han apasionado, eso es lo que me trae, pero que seria mejor haberme ahorrado tanta pasion, que eso no lleva a ninguna parte. --?Has venido a estudiar aqui porque te molan los escoceses? --Por eso y porque tenia que perfeccionar el ingles tambien, que todo hay que decirlo. --Pero la mayoria de gente que viene aqui en verano es mas joven que tu, ?como te has decidido ahora? --?Me estas llamando vieja? Porque si es asi te advierto que no esta el horno para bollos. Me eche a reir abiertamente, pues parecia una descaradilla total y eso me hacia tela de gracia...Una descaradilla, lo mismo que pense el dia que aparecio por mi casa para cuidarme. ?Por que? ?Por que habia hecho las cosas asi? ?Por que no dio la cara el dia que se presento y me dijo que habiamos sido novios? Me estaba volviendo loco y, como las cosas siguieran asi, mi cordura mental estaba en peligro definitivamente. --No, claro que no te estoy llamando vieja, solo debes tener... --Veinticuatro, te lo voy a poner facil, no sea que tires para arriba y la tengamos. , ?tu eres de aqui? --No, no iba a apuntar mas arriba... --Claro, tu que vas a decir. --?Vamos a tomarnos ese cafe? --Venga, dale. Nos sentamos en la mesa de la cafeteria y la note con ganas de hablar. --He terminado la carrera algunos anitos mas tarde de lo que deberia porque cuando estaba en primer curso me salio un serio competidor que me quito tiempo para hincar los codos. --?Tienes un hijo? --Me parecio logico, si habia estado embarazada y despues cuidando de un hijo de corta edad era normal que los estudios pasaran a un segundo plano durante un tiempo. --No, lo que tuve fue un cancer. --?Un cancer? --Que mal suena la jodida palabra, pienso. --Si, un cancer, pero tranquilo que ya esta todo controlado. Resople porque me parecio que era una mujer muy fuerte y que tal cualidad era de alabar. --Me alegra que lo hayas dejado atras, ?y que estudiaste? --Turismo, es lo que quise hacer desde pequenita y cuando derrote al bicho me dije "Ivonne, ahora a cumplir tus suenos" y eso es lo que hice. El asunto es que a mi ingles le hace falta todavia una vuelta de tuerca y por eso estoy aqui. Ahora entiendo tambien que ella sabia mas ingles del que me hacia ver, por aquello de que se suponia que nunca habia estado antes en las Tierras Altas. Buena coba me habia dado en todo y por todo, ya que si estuvo un ano como mi alumna salio con buen nivel si o si. --Pues me alegro mucho, Ivonne, ahora ya solo falta que me cuentes por que estas tan agobiada desde que has llegado. Y si encima el cafe te gusta, comprenderas que tu suerte ha cambiado. --El cafe esta bueno, no volvere por la maquina... hijo de corta edad rca y por eso estoy --Haces bien, ?y el resto? --El resto tiene que ver con que tengo un casero que es un acosador total y que encima se cree que me ha alquilado el Palacio de Oriente, no sabes lo agobiada que me tiene. --?Y eso? --Es que en estos dos dias se ha pasado ya varias veces por casa y no para de meter las narices en todo. Me da que es un tipo que esta aburrido y que encima le va el rollo acosador. --?Y por que no te alojas en la residencia de estudiantes? --?Tu que crees? --Prefiero no creer nada y que me lo cuentes tu; sera mas rapido y efectivo. --Porque es mas cara y a mi familia tampoco es que le salgan los billetes por las orejas; he trabajado para poder ahorrar y venirme este curso, pero tampoco es que traiga el oro ni el moro. --Puedo hablar con Meribeth, ella dirige la residencia y es posible que podais llegar a un entendimiento, ?tu que sabes hacer? --?A que te refieres? No se, supongo que se hacer muchas cosas, pero ahora no caigo. --Pues debes ir cayendo, podemos ir a verla ahora si quieres. --Oye, ?y tu por que te tomas tanto interes? --Porque soy profesor vocacional y me interesa que mis alumnos esten en las mejores condiciones posibles. Ah, y tambien porque me has caido fenomenal. Siento que un escalofrio me recorre el cuerpo porque revivo las sensaciones de aquellos momentos; no era solo que me hubiera caido estupendamente, sino que me senti atraido por ella desde ese mismo cafe... --Vale, pero esa Meribeth, ?que tal es? Porque si es una de esas personas que parece que tiene un palo de escoba metido por el trasero, paso, de veras que paso. --?Meribeth? No, es una buena mujer, te tratara bien. --?Tu crees? --Su gestito de cordero degollado me llego al alma, porque la percibi verdaderamente perdida. Se ve que el fulano ese le debio tocar bastante las narices. Me refiero a su casero. Hace falta ser mala persona para tratar asi a una chica como ella, que lo unico que pretende es aprender ingles y disfrutar de las Highlands. --Claro que lo creo, y ahora dime, ?que es lo que mas te gusta de mi tierra? --?De las Highlands? Pues mira, eso es muy facil, los highlanders. Directa si que se la ve y eso me llama la atencion, pues, aunque no nos separan varias decadas (de hecho, solo es una), no estoy acostumbrado a que mis alumnos sean tan directos. Y en el caso de Ivonne tira con bala. --?Los highlanders? ?De veras nos ves tan distintos al resto de los hombres? --A ver, yo vivo en Madrid y en el barrio de Carabanchel, un poco distintos si que sois. Alli, si a un chico le dar por usar una falda, como que se lia la de Dios. --Mas guerreros que en las Highlands no creo que sean en ese Carabanchel tuyo, pero es que ademas nosotros no usamos faldas. --Porque tu lo digas, y no reniegues de ellas, que bien guapos que estais. --?Te molamos asi? --Pues claro, a ver si te crees que una no tiene ojos en la cara. --Me alegra saberlo, pero que no son faldas, que se llaman kilts. --Se llamaran como tu digas que se llamen, pero eso es una falda de toda la vida de Dios, ?tu tienes una falda de esas? --?Un kilt? Claro, ?que clase de highlander seria si no lo tuviera? --Ay, yo que se, que no soy especialista en folklore de esta tierra, que yo con intentar manejarme en ingles ya tengo bastante. --Normal, es que si fueras especialista en Historia y en folklore le estarias haciendo la competencia a mi companero Cameron y no creo que eso le hiciera ninguna gracia. demas nosotros no Conforme van viniendo a mi mas detalles de esa conversacion me quedo sorprendido, pues estoy siendo capaz de recordarla al milimetro, con cada uno de sus matices y eso me ha llevado a Cameron. ?Quien es Cameron y que ha representado en mi vida? Intento ir un poco mas alla y no puedo. Para explicarlo de una manera sencilla es como si se tratara de compartimentos estancos. La conversacion la reproduzco con pelos y senales, pero no puedo ver mas alla de ella. --?Cameron? No me digas que tambien nos va a dar clases este curso, que yo con el ingles ya tengo bastante. --Pero el curso se compone de mas materias y con Cameron podrias aprender muchas cosas sobre la zona, ?me dejas echarle un vistazo a tu matricula? --Todavia no la tengo cerrada, aunque la Historia no es que me haya entusiasmado nunca--me contesto dejandome ver su boceto sobre asignaturas en el movil. --Pero eso es porque no conoces la de las Highlands ni la emocion con la que Cameron la cuenta. --Debeis ser muy buenos amigos, porque no veas si lo vendes bien. --Cameron es uno de los mejores profesores de esta universidad y si, no te quepa duda, es un gran amigo, el mejor que tengo en Edimburgo. No se que otros amigos tendre, quizas alguien pueda ayudarme con ello si es que no soy capaz de recordarlo antes, pero intuyo por la conversacion que Cameron ha jugado un papel importante en mi vida. --Bueno, si lo crees necesario puedo matricularme en sus clases, igual le faltan alumnos y hasta le hago un favor con eso. --?Faltarle alumnos a Cameron? No, eso nunca, sus clases siempre estan de bote en bote. --?Y las tuyas? ?Tambien sabes venderte igual de bien que como lo haces con el? --Puede que si o puede que no, pero tu deberias apurar ese cafe para que fueramos a ver a Meribeth. --?Siempre vas con tantas prisas? Ten cuidado, que esas no son buenas companeras y lo mismo un dia te da un infarto y acabas en el hospital, advertido quedas. No sabia ella, cuando decia esas palabras, que acabaria en el hospital, pero por motivos muy diferentes. oy siendo capaz de Cada vez estoy mas confundido y solo rezo porque ese episodio me lleve a otro y termine hilvanando uno a uno los retazos que han compuesto mi vida. Reconozco que me da miedo que acabe ese recuerdo y volver a las tinieblas en las que me siento cuando ignoro quien soy o de donde vengo. --No, odio las prisas y la mayoria de las cosas me gustan pausadas, pero me temo que hoy es el primer dia de clase y que tu tienes un millon de cosas que solucionar todavia. --Un millon no, haz el favor de no agobiarme, pero si me hicieras el favor de presentarme a esa tal Meribeth y ella pudiera echarme una manita... --Eso esta hecho, no te preocupes por nada, dejalo todo en mis manos. No dispongo de los suficientes datos sobre mi para saber si siempre soy tan condescendiente con todas las personas o actue asi con ella porque me impacto desde el primer momento, pero soy capaz de cerrar los ojos y respirar en el ambiente la felicidad que me produjo acompanarla a la residencia universitaria. --?Y me puedes decir que es lo que sabes hacer? Porque si quieres quedarte aqui a un precio low cost, no voy a negartelo, tendras que currartelo--le dijo Meribeth en cuanto le expusimos su problema. --Se cocinar, soy la mayor de cinco hermanos y mis padres trabajan, eso puede darte una idea de como me las he tenido que maravillar en la cocina. --?Si? Eso lo tendra que valorar Peter, estoy seguro de que le vendra bien un pinche. --Pero ella estara en clase a la hora a la que se deben preparar los almuerzos, no veo la forma en que pueda compaginar una cosa con la otra--repuse. --Tambien servimos cenas, ?o es que piensas tenerla todo el dia en clase? La pregunta dio para mucho y por mi mente pasaron diversas ideas al respecto de lo que podria hacer con Ivonne si la tuviera todo el dia a mi lado. Eso me sorprendio, debia ser la primera vez que me ocurria con una alumna, pues el choque en mi cabeza era monumental. --No, no, claro que no. Las tardes las tendra libres. --?Lo has oido? Podre tener las tardes libres y estoy dispuesta a hacer todo lo que me pidais con tal de vivir en este lugar. Pense que el tugurio en el que se hubiera metido debia ser lo suficientemente malo como para que ella vendiera de como me las he su alma al diablo con tal de salir de alli. De buena gana me hubiera ofrecido a ayudarla incluso economicamente, pero supongo que siempre habre tenido claro donde estan los limites en las relaciones con los alumnos y que tal gesto habria olido a chamusquina desde lejos. --Ok, pues te dejo que hables con Peter y si el te da el visto bueno, formalizare tu entrada en la residencia. --No dudes que te lo dara--Aquella descaradilla contaba con una frescura y una seguridad en si misma de lo mas atractivas. --Yo tambien me voy entonces, ya me contaras luego. --Vale, oye y muchas gracias, de veras que te estoy muy agradecida. Meribeth era una mujer muy seria y su gesto no dio lugar a que Ivonne se me acercara, pero note sus ganas de darme un abrazo. Sin embargo, no se reprimio un rato mas tarde, cuando llego por los pelos a clase, en el momento en el que yo estaba ya cerrando la puerta para comenzar. --!Ey, ey, no corras tu tanto! --Me dio un beso en la mejilla. Suerte que los demas alumnos iba a lo suyo, charlando sin parar entre ellos y que no se percataron de lo ocurrido. Me eche mano a la mejilla, un tanto sorprendido, mientras le pregunte. --?Le has gustado a Peter? --Su carilla picara me dio a entender que la pregunta tenia miga. --?Tu que crees? --Me refiero a tu forma de cocinar--La descaradilla logro sacarme los colores. --Pues claro que si, que le he preparado unos bunuelos de viento para chuparse los dedos. --?Bunuelos de viento? No habia escuchado esa expresion nunca. --Son muy tipicos de Madrid. Y si te portas bien, igual, solo igual, un dia preparo una fuente para ti.

  • Por tus caricias de M. C. Andrews

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    <>. Un hombre que nunca ha necesitado a nadie y que ahora no puede respirar si ella no esta a su lado. Una mujer que habia jurado no volver a confiar en ningun hombre y que ahora no se imagina la vida sin el. ?Que pasara cuando se vean obligados a separarse? ?Es su entrega tan completa como ellos creen? ?Acaso un simple viaje de negocios podra acabar con su relacion? La tentacion es muy fuerte, pero su necesidad de pertenecerse el uno al otro lo es aun mas. Por tus caricias te permitira descubrir un poco mas la intensa y apasionante historia de amor de Daniel y Amelia... O empezar a conocerla.

  • En cada cancion de Susanna Herrero

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    Justo antes de empezar su nueva vida, Penny llega a Riviera Maya dispuesta a enfrentarse a aquello que removio todo su mundo anos atras. Mike es un joven apuesto que muestra sonrisas enigmaticas y que viaja al Caribe con sus primos para pasar unos dias lejos de todo su mundo: ha tenido que crecer demasiado rapido y no confia en nadie. No puede hacerlo. La caida de una toalla propicia un encuentro entre ellos que derivara en un amor de verano de los que dejan huella. Pero no es mas que eso: una historia corta de quince dias. Intensa pero imposible de continuar. Mike y Penny vuelven a la realidad dispuestos a olvidar el mejor verano de su existencia, pero la vida les tiene preparada una sorpresa.

  • La mujer del camarote 10, Ruth Ware de Ruth Ware

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    has sido testigo de un asesinato…
    y nadie te cree

  • Cuando las paredes miran de Asia Lafant

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    En este nuevo caso, la pareja de detectives Leonor y Leo, eles para los amigos, tendra que verselas con un asesino que no deja rastro ni pistas. Por las calles de Barcelona, alguien que te vigila anda suelto; ni siquiera en tu propia casa te sentiras a salvo. Estas avisada.

  • No fue pecado de Vanesa Serna Martinez

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    Lynn no es ni la sombra de lo que solia ser cuando tenia quince anos. Su semblante es frio, duro, y poco cree en las personas, inclusive su padre le ha dicho tener un corazon de piedra, algo que definitivamente la preocupa. No obstante, tiene un motivo para seguir adelante y dar lo mejor de si misma, para demostrar que, a pesar de tener el corazon roto, si es posible volver a creer, a sentir, pero, sobre todo, a amar.Dan es preso de los secretos y negocios familiares. Lo unico que desea es tener una vida normal, una donde pueda liberarse de aquella penumbra que tanto dolor le ha causado, para disfrutar de los placeres ocultos y necesarios que tanto tiempo se privo por culpa del plomo.Estas dos almas cruzan caminos en una fiesta donde la seduccion y atraccion gobierna entre ambos. Sin embargo, tienen miedo de meter la pata y equivocarse como tantas veces lo han hecho, pero eso no sera un obstaculo para que el deseo, la pasion y la necesidad de sentir sus cuerpos unidos cese.Dos desconocidos. Un lugar. Unos besos curativos que sanaran hasta la mas profunda herida.

  • Haz que te ame de Sophie Saint Rose

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    Catreen es una chica moderna del siglo XXI hasta que un sueno la catapulta hasta la Escocia del siglo IX en una mision absurda que ella no llega a entender del todo. Enamorar a Callen McAffe.

  • El ladron de cartas de Rogelio Aronna

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    Paulino Chain tenia una unica obsesion, robar cartas en los buzones, hasta que un dia descubre que una de las cartas resulta una seria amenaza para la destinataria. Impedido de recurrir a la policia decide iniciar la investigacion por su cuenta. A partir de alli se implica en una pesquisa que lo llevara a vivir las peripecias mas insolitas e insospechadas.

  • Navidad en Edentown de Annabeth Berkley

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    Amanda Kerr fruncio el ceno, confundida. No habia visto en el parte meteorologico que fuera a nevar en el trayecto hasta Vermont. Se encogio de hombros, redujo la marcha y encendio la radio donde sonaba un alegre villancico. Queria unas vacaciones navidenas tradicionales y la nieve formaba parte de ellas. Hubiera preferido disfrutarla cuando llegara a su destino en lugar de en la carretera, pero sabia que no podia hacer nada al respecto y enfadarse era algo que no estaba dispuesta a permitirse. Aquel era uno de los objetivos que se habia planteado a principios de ano en el vision board en el que plasmaba aquello en lo que iba a enfocarse y, por supuesto, conseguir durante los siguientes doce meses. Habia incluido una foto de un mercadillo navideno, y era lo unico que le quedaba para cerrar el ano y darse por satisfecha. Habia triplicado su cartera de clientes, habia ahorrado e invertido lo que habia planeado, habia aprobado con buena nota el master previsto, y, por fin, le tocaba disfrutar de sus merecidas vacaciones navidenas. Eso era algo que no iba a encontrar con sus padres en la casa de Hawai, asi que, despues de informarse minuciosamente, habia reservado habitacion en un pintoresco hotelito rural y habia preparado su maleta a conciencia para no pasar frio. Unos kilometros mas y media hora conduciendo con bastante incomodidad, le hicieron tomar un desvio. La nieve habia empezado a caer con mas insistencia y no estaba disfrutando en absoluto del viaje. Decidio esperar a que amainara el temporal. Unos robustos arboles parecia que formaban un pasillo de entrada a ?Edentown? Eso le habia parecido leer en el cartel del desvio. Lo primero que vio fue una gasolinera, asi que detuvo el coche para preguntar por alguna cafeteria donde poder entrar en calor. Supuso que encontraria una en cuanto se adentrara un poco mas, pero no le gustaba perder el tiempo buscandola. Preferia ir sobre seguro. Dexter Campbell, el dueno de la gasolinera y el taller mecanico adjunto, envuelto en un calido anorak, se le acerco a paso rapido. Amanda bajo la ventanilla. --?En que puedo ayudarla? --le pregunto con su atractiva sonrisa. Amanda enarco las cejas, desconcertada. No esperaba un hombre tan guapo atendiendo la gasolinera. --Estoy buscando una cafeteria hasta que deje de nevar. Dexter asintio. La joven de ojos verdes y cabello castano rojizo parecia totalmente desorientada. Quiza deberia haber escuchado las noticias que hablaban del temporal que se avecinaba en lugar de los tipicos villancicos, penso. --Ademas de una cafeteria, deberia pasar a registrarse por el hotel --le sugirio amable--. Estamos en medio de una tormenta. Amanda se fijo que lucia una alianza en una de las manos que habia apoyado en su ventana a medio bajar. No le extranaba en absoluto que estuviera casado. Ademas de guapo parecia encantador. --De momento me conformo con la cafeteria. Dexter se encogio de hombros. Ya se daria cuenta por si misma. La nieve habia empezado a acumularse ligeramente en las aceras, y el capitan McLeod no tardaria en llamarle para que tuviera disponible la maquina quitanieves y la sal para esparcir y evitar posibles accidentes. --Siga recto hasta la calle principal que empieza en el lago. A mano derecha no tardara en encontrar la cafeteria de Carolyn. Los brownies son espectaculares, pero escoja lo que escoja le gustara. Y a mano izquierda llegara al hotel Eden's Star por si cambia de idea. Amanda asintio agradecida y subio la ventanilla mientras lo veia entrar al taller mecanico del que habia salido. No recordaba que en Nueva York se hubiera encontrado alguna vez un empleado de gasolinera tan atractivo, penso. Aunque tampoco utilizaba tanto el coche, reflexiono dirigiendose hacia ?el lago? ?la calle principal? Habia prestado mas atencion a sus ojos que a sus palabras. Llevaba mucho tiempo sin pareja. Quiza demasiado. Pero no la echaba en falta ni tenia interes alguno en encontrar una. Trabajaba muchas horas, ganaba mucho dinero, se superaba constantemente a si misma... y era feliz con la vida que llevaba. Sintio que la boca se le abria al ver la bonita imagen de los arboles, la pradera y los bancos de madera nevados que enmarcaban el lago helado del que le habia hablado. Paro el coche en doble fila y bajo con rapidez para hacerle una foto con el movil. Quiza ese paisaje fuera bonito de ver en verano. Aun no habia preparado el vision board del ano que no tardaria en empezar. Podria incluir Edentown en una proxima visita, decidio. Volvio a meterse en el coche y apenas habia conducido unos metros por la que debia ser la calle principal, decorada con motivos navidenos, cuando vio un escaparate de galletas, y cupcakes con un pequeno cartel en la puerta de al lado, avisando de que era una <>. Supuso que era alli donde debia parar. Penso que a la tal Carolyn le vendria bien un cartel mas grande, quiza con su nombre impreso. Aparco muy cerca, se puso el abrigo, el gorro y la bufanda antes de salir, y cogio su elegante bolso. Una corriente de aire frio y la nieve cayendo en ligeros pero continuos copos, tambien parecia que le daban la bienvenida a ese lugar. Se quedo mirado el escaparate como si fuera una nina. Le encantaron la bonita coleccion de galletas glaseadas con diferentes formas navidenas, los cupcakes con motivos y colores similares, los bombones variados y hasta los bastones de caramelo. Eso estaba buscando, sonrio. Navidad en estado puro. Miro a su derecha. La calle estaba decorada con mucho gusto, acorde con las fechas que eran, los arboles nevados adornados con pequenas luces, personas muy abrigadas que se sonreian entre ellas, la nieve en las aceras... ?Que mas podia pedir? Un escalofrio le recordo la necesidad de guarecerse al calor de la cafeteria, y sonriente, entro. Ademas del abrazo de calor que sintio, el olor a cafe y a reposteria recien hecha, la invadieron. Era mejor de lo que habia podido imaginar. La mujer morena tras el mostrador le sonrio dandole la bienvenida. Amanda se quito el gorro y la bufanda y fue hacia ella. Le parecia conocerla, pero era algo imposible porque nunca habia estado alli. Se fijo en las diferentes bandejas con dulces para elegir. --?Que te apetece? --No soy capaz de elegir --le confeso--, pero me han dicho que los brownies son muy buenos. --Has preguntado a Dexter en la gasolinera --le respondio la mujer risuena de ojos oscuros. Amanda se sorprendio, pero asintio mientras se encogia de hombros. --A Dexter le gustan los brownies porque su mujer se llama Bronwyn --le explico-- y a veces le hace rabiar cambiandole el nombre, pero te gustara cualquier otro dulce. --Si, eso tambien me lo dijo --le sonrio decidiendose por un cupcake de chocolate blanco y almendras--. Ponme uno de esos y un te con canela. --Perfecto, te lo llevare a la mesa. Richard O'Roarke se fijo en la bonita mujer que acababa de entrar en la cafeteria. No la habia visto antes. Alta, delgada, bonitos ojos verdes. Se removio incomodo en su silla. ?Por que si habia tantas mujeres atractivas en el mundo el no terminaba de dar el paso y salir con alguna en serio? --?Que te ocurre? --le pregunto su hermano sentado frente a el mirando a sus espaldas para fijarse sin mayor detalle en la desconocida a la que miraba su hermano. --Nada --le mintio dando un sorbo a su cafe para evitar mirarle a los ojos. Mike lo miro con los ojos entrecerrados. --?Seguro? Richard nego con la cabeza. --No es nada. --Llevas aqui menos de tres horas y pareces un leon enjaulado ?ya echas en falta llevarte a alguna mujer a tu atico de la ciudad? Richard lo miro con una mueca. No lo habia hablado con su hermano porque ni el tenia claro lo que le pasaba. Creia que tenia todo lo que queria. Habia trabajado mucho por conseguir su atico de lujo en uno de los mejores barrios de la ciudad, y habia conseguido ser socio del bufete de abogados en el que trabajaba, en menos de tres anos. Tenia un cochazo impresionante, se movia entre empresarios, inversionistas y prestigiosos abogados, viajaba cuando y donde queria y, de repente, su hermano se convertia en padre de una nina preciosa y le asaltaban cientos de dudas. Que su hermano abandonara su vida de lujo por recluirse en una clinica veterinaria en Edentown le habia sorprendido; que se enamorara de una mujer sencilla y encantadora, tambien, pero ser testigo de la transformacion silenciosa que lo habia convertido en padre y en un estimado miembro de la comunidad donde vivia, le habia dejado sin palabras. Buscaba cualquier excusa para viajar hasta Edentown y mirar embobado a su preciosa sobrina recien nacida. Alice era sencillamente perfecta. No tenia ni un mes y ya sentia verdadera devocion por ella. La primera vez que la pequena le habia cogido su dedo con su suave manita sintio tal emocion que, mirando a su hermano, supo que ambos estaban perdidos. Alice podria hacer con ellos lo que quisiera. No podia explicarselo con ninguna logica, pero desde que se habia convertido en tio todo lo que veia se lo queria regalar a su sobrina. Lacey, su cunada, le habia hecho prometer que no le compraria ningun animal de peluche de mas de un metro, porque despues de los dos ultimos ya no sabia donde guardarlos. El triciclo, la cocinita para jugar y el tren electrico le habian dicho que se lo guardarian para darselo cuando pudiera jugar con ellos, pero tampoco habia podido evitar comprarselos. Era su unico tio y queria ejercer como tal, aunque fuera demasiado pequena para ser consciente de cuanto la queria. ?Como podia un bebe transformar tanto a un hombre? Entendia lo que le habia pasado a su hermano, que a fin de cuentas era su padre, pero ?a el? El era muy feliz con su vida... o eso habia creido siempre. Tenia que volver a la ciudad, suspiro. Aun tenia tres horas de viaje, pero cada vez le costaba mas irse de alli. --Bueno, te esperamos para Navidad --le recordo Mike--, pero no le traigas nada mas a Alice. No me vas a dejar malcriarla si le regalas tu todo. --Tu eres su padre. La tienes que educar. Yo sere quien la malcrie. --Pues no te defendere ante Lacey --le sonrio Mike con los ojos brillantes como cada vez que hablaba de su bonita mujer. Richard sonrio con cierta envidia. Su hermano habia dejado todo atras y habia cambiado de vida. El no estaba seguro de ser tan valiente. Amanda miraba a su alrededor con una sonrisa distraida. Parecia estar dentro de una pelicula navidena de esas que ponian en la sobremesa los fines de semana. Estaba deseando llegar a Vermont y participar de lleno en todas las experiencias navidenas que pudiera. Se fijo en que las personas que habia en la cafeteria estaban relajadas y sonreian. Parecia que el estres estaba solo presente en las grandes ciudades. Miro dos veces a los dos hombres que estaban tomando un cafe junto a la ventana. Debian de ser hermanos, a juzgar por el parecido. Morenos, ojos verdes, bastante atractivos... Pero uno debia ser de la ciudad, penso, porque tenia el ceno fruncido, el cabello ligeramente engominado, y parecia preocupado por algo. Suspiro. Ella no pensaba fruncir el ceno. Estaba de vacaciones y no iba a preocuparse por nada. En cuanto dejara de nevar continuaria su viaje. Carolyn Winter acerco a la desconocida su pedido sobre una bandeja cuando vio entrar a James McLeod, el capitan de policia de Edentown. Alto, atractivo... Amanda tambien se fijo en el. Lo vieron acercarse a la barra y mirar a los clientes de la cafeteria, como si estuviera buscando a alguien. Se fijo en uno de los dos hermanos morenos. --Richard, las carreteras estan cortadas hasta nuevo aviso --le informo acercandose a su mesa--. No podras salir de Edentown, por lo menos hoy. Acabamos de senalizarlo ahora. El aludido asintio sintiendo una especie de alivio. Amanda fruncio el ceno al escuchar al policia. ?Quedarse alli? Tenia reserva en Vermont. Se levanto dejando a Carolyn junto a su mesa y se acerco al guapo policia. --Disculpe, ?y no sabe cuando volveran a abrir? --No, senorita, acabamos de cerrar la salida de Edentown --le respondio serio--. Teniendo en cuenta las horas y que esta previsto que nieve toda la noche, es probable que tenga que quedarse en Edentown dos noches por lo menos. ?Dos noches? Eso no estaba en sus planes. Si estaba dos noches alli, llegaria a Vermont solo con tres dias para contagiarse de su espiritu navideno y poder celebrar la Navidad que se habia propuesto. Con el ceno fruncido llego a su mesa donde Carolyn la esperaba con el telefono movil en la mano. --?Necesitas reservar habitacion? Amanda la miro confundida. ?Habitacion? Claro. --Si, disculpa --le dijo a Carolyn--. El hombre de la gasolinera... --Dexter. --Dexter me dijo que habia un hotel hacia la izquierda. --Si, este es el telefono --le tendio su movil donde se veia el numero escrito. Amanda cogio su propio telefono y llamo. Tambien tendria que anular la reserva de esas dos primeras noches en Vermont. No le gustaba que los planes le cambiaran de repente, y mas cuando lo tenia todo programado de una manera tan perfecta. --Avisare a Lacey de que te quedas en casa --le dijo Mike a su hermano con una sonrisa--. Lo siento por ti, hermanito. Tu atico y alguna de tus amigas tendran que esperar. Richard nego con la cabeza. --No quiero molestar. Me quedare en el hotel. Alice es muy pequena y Lacey tendra que descansar. --Lacey se enfadara si vuelvo sin ti sabiendo que estas en Edentown. --Dile que te he amenazado con regalarle a Alice otro conejo de peluche gigante. No te preocupes, dormire en el hotel, pero pienso estar con mi sobrina a todas horas. Ya que me quedo, pienso disfrutarlo. Amanda respiro mas tranquila cuando reservo la habitacion en el hotel de Edentown y aplazo la llegada al hotel de Vermont. Se levanto para pagar su consumicion cuando vio entrar a una joven morena y airada senalando al policia con su dedo indice. --James, no es posible que no se pueda salir de Edentown. Haz algo --le dijo antes de poner los brazos en jarras. Amanda no supo identificar su acento. --No puedo hacer nada --le respondio el policia levantando las manos en senal de rendicion. Un joven muy guapo entro tras la mujer morena con un nino pequeno en brazos. --James, perdona, hemos hecho tarde para salir hacia el aeropuerto... Una joven rubia con un rostro perfecto entro en la cafeteria. Llevaba un serio traje de chaqueta y tenia una carpeta entre las manos. --?Peter? ?Isabella? ?Que haceis aqui? Creia que estariais ya de camino a coger el avion hacia Italia --le hizo una carantona al bebe mientras le sonreia con carino y le daba un beso en la mejilla regordeta. --Hola, Jane --la saludo el joven--. Se nos ha hecho un poco tarde. Pietro no tenia ganas de comer... Es una larga historia... No parece que podamos salir de viaje. --No saldremos de viaje hoy, pero yo voy a pasar la Navidad con mi familia --exclamo Isabella visiblemente molesta--. Pietro quiere ver a su tio y sus primos. Peter Muldoon sonrio a su mujer. Pietro era demasiado pequeno para saber lo que queria. Bastante tenia con avisar cuando queria comer y ellos con entender sus senales cuando no queria. --Pietro solo quiere comerse la jirafa de juguete, carino. Habla con tu hermano, lo comprendera. Isabella lo miro con sus oscuros ojos entrecerrados. --Soy yo la que no lo comprende, Peter --miro al policia--. James, haz algo. James miro a Peter incomodo. Isabella resoplo antes de salir airada. --Disculpa, James -- le dijo Peter al policia--. Isabella esta un poco sensible estos dias... Navidad, familia... ya sabes. Salio detras de su mujer mientras el pequeno despedia con su manita a la bonita rubia. Amanda espero paciente a que le cobraran. Por lo visto no era la unica a la que los planes le habian cambiado. La joven rubia se sento en uno de los taburetes altos con un suspiro antes de mirar a Carolyn. --Mientras la nieva no nos impida celebrar la feria... Amanda la miro directamente. --?Hay aqui una feria? ?De esas de Navidad? --Si --le sonrio Jane Muldoon dandole un folleto con las actividades preparadas--. Puedes hacer tu propia guirnalda, decorar tu galleta de jengibre, tomar un ponche espectacular o comprar los ultimos regalos. Tambien hay chocolate caliente, y Santa aparece cuando menos te lo esperas. Carolyn sonrio al escucharla y miro a Amanda. --Jane la ha organizado. Veras como te gusta --le dijo con seguridad. Amanda sonrio convencida. Las cosas parecia que se iban arreglando.

  • El Guardian de las Flores de Rober H.l. Cagiao

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    48 horas para la gran fiesta del Apostol. Colegiata de Iria Flavia. Un hombre aparece muerto y su hija ha desaparecido. Y solo es el principio.
    La Comisaria Paola Gomez se vera envuelta en una venganza mas alla de lo personal entre libros, flores y leyendas gallegas tenidas de sangre.

  • Los ultimos vikingos del Orinoco de Juan Andres Pons Server

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    1582. La hegemonia de la Corona Espanola en las Indias esta en peligro. El papado esta a punto de descubrir que Cristobal Colon no fue el primer descubridor de America y, por tanto, Espana va a perder todos los derechos exclusivos de explotacion que recibio por ello. El unico que puede enmendar esta catastrofe es un sacerdote jesuita que lamentablemente ha desaparecido misteriosamente en tierras sudamericanas. Para poder encontrarlo hay que seguir las indicaciones del diario de viaje de este fraile, hallado casualmente por un indio en medio de la selva colombiana.

  • Las sombras del poder de Ian Rankin

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    Malcolm Fox, agente de Asuntos Internos y Conducta, se encuentra investigando a un policia por presunto abuso de poder cuando se cruza por su camino un caso lejano: la enigmatica muerte de un abogado sobre el que recayeron sospechas de colaborar con grupos terroristas. Con Escocia sumida en un momento de inestabilidad que despierta viejos fantasmas, Fox correra un grave peligro al descubrir hasta que punto los antano activistas ocupan hoy influyentes puestos de poder y estan dispuestos a todo con tal de mantener enterrado su turbio pasado.

  • El intelectual melancolico de Jordi Gracia

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    Al autor de este cuaderno, nacido en Barcelona en 1965 y profesor de universidad desde hace veinte anos, le llegara un dia u otro la hora de la melancolia. Mientras tanto, se protege contra ella proponiendo una diatriba contra quienes leen en clave depresiva las transformaciones del presente.

  • Cosas que nunca dijimos de Nick Alexander

    https://gigalibros.com/cosas-que-nunca-dijimos.html

    Todo el amor que ella le dio, todos los secretos que no le conto

  • Mama de Jorge Fernandez Diaz

    https://gigalibros.com/mama.html

    Mama es un clasico de la cronica narrativa argentina, que hoy tambien se lee como el empeno de la mujer moderna contra las dolorosas acechanzas del mundo.

  • Confiesamelo sin palabras de Patricia Geller

    https://gigalibros.com/confiesamelo-sin-palabras.html

  • Tu me salvaras de Angie Garcia Lopez

    https://gigalibros.com/tu-me-salvaras.html