• los hermanos burgess - Elizabeth Strout

    https://gigalibros.com/los-hermanos-burgess.html

    Perseguidos por el extrano accidente en el que fallecio su padre, Jim y Bob huyen de su pueblo natal en Maine, dejando alli a su hermana Susan, y se instalan en Nueva York tan pronto como se lo permite la edad. Pero su fragil equilibrio emocional se ve desestabilizado cuando Susan los llama desesperada pidiendo ayuda. Asi, los hermanos Burgess vuelven a los escenarios de su infancia, y las tensiones que moldearon y ensombrecieron las relaciones familiares, silenciadas desde hace anos, afloran de manera imprevisible y dolorosa.

  • LOS HERMANOS BURGESS | ELIZABETH STROUT

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  • Los hermanos Burgess - Elizabeth Strout | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-los-hermanos-burgess/262402

    18 ene 2018 — Los hermanos Burgess, de Elizabeth Strout. De la autora de Me llamo Lucy Barton y Olive Kitteridge (Premio Pulitzer), una novela sobre los ...

  • LOS HERMANOS BURGESS - STROUT ELIZABETH

    http://quelibroleo.com/los-hermanos-burgess

    Es inevitable que uno no se quede atrapado entre sus prosaicas redes teñidas de amor, ternura y desencanto. hace 6 años. 4 -2. Información del libro. Género ...

  • Los hermanos Burgess (Contemporánea) Tapa blanda

    https://www.amazon.es/hermanos-Burgess-Contempor%C3%A1nea-Elizabeth-Strout/dp/8408145959

    Los hermanos Burgess (Contemporánea) : Strout, Elizabeth, Pérez Pérez, Rosa: Amazon.es: Libros. ... Me gustaría leer este libro en Kindle

  • Los hermanos Burgess - Libro de Elizabeth Strout - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/83322/los-hermanos-burgess

    Perseguidos por el extraño accidente en que falleció su padre, Jim y Bob huyeron de su pueblo natal en Maine, dejando allí a su hermana Susan, ...

  • "Los hermanos Burgess" de Elizabeth Strout - Una isla de papel

    http://www.unaisladepapel.com/2018/04/los-hermanos-burgess-de-elizabeth-strout.html

    "Los hermanos Burgess" de Elizabeth Strout ... Este es el cuarto libro que leo de Elizabeth Strout. Cada uno de los anteriores tiene su reseña en este blog. El ...

  • Los hermanos burgess, de Elizabeth Strout - Blog de Juan ...

    https://www.juanherranz.com/libro-los-hermanos-burgess/

    Los hermanos Burgess, de Elizabeth Strout Clic libro. Avisados quedamos de que el pasado jamás se puede tapar, ni cubrir, ni por supuesto olvidar…

  • Los hermanos Burgess - Elizabeth Strout -5% en libros | FNAC

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    Los hermanos Burgess, libro de Elizabeth Strout. Editorial: Seix barral. Libros con 5% de descuento y envío gratis desde 19€.

  • los hermanos burgess - Librería La Puerta de Tannhäuser.

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    LOS HERMANOS BURGESS, STROUT, ELIZABETH, 19,00€. Perseguidos por el extraño accidente en el que falleció su padre, Jim y Bob huyen de su pueblo natal en ...

  • Los hermanos Burgess - Anika Entre Libros

    https://anikaentrelibros.com/los-hermanos-burgess

    Ysabel M. Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la ...

  • Amy e Isabelle de Elizabeth Strout

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    Isabelle es una mujer viuda que vive en un pueblecito cerca de Boston con su unica hija, Amy, de 16 anos. La relacion entre madre e hija es tensa y la comunicacion practicamente inexistente. Cuando un nuevo profesor de matematicas llega al pueblo, la vida de Amy da un giro radical: el profesor y la alumna empiezan una relacion que despierta la sexualidad de Amy. Y, poco a poco, Amy descubre un mundo diferente, que no tiene nada que ver con el ambiente claustrofobico que vive con su madre. Cuando Isabelle descubre que su hija mantiene una relacion con el profesor, se siente humillada y traicionada, rompe con su hija y, a la vez, se sumerge en sus frustraciones y se arrepiente de no haber vivido su vida.

  • Las palabras heridas de Jordi Sierra I Fabra

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    La nieve era blanca. Parecia lo mas normal. Pero ?cuanto llevaba sin ver nieve blanca? Era como si ya cayese sucia del cielo. Sucia por las pisadas de las botas, por el silencio, el miedo y la desolacion. Sucia porque era como si los propios pensamientos de unos y otros, soldados y prisioneros, la contaminaran. Sucia porque en el aire flotaba la misma niebla, gris y opaca, que se les metia en el cuerpo y les anulara los sentimientos. Sentimientos, alli. Li Huan se detuvo frente al barracon. Si, la nieve que lo rodeaba era blanca. Impoluta. Una extrana sensacion. Como si aquello fuese una isla. Estaba cansado, habia sido un viaje largo. Cuanto antes terminara con los prolegomenos y la burocracia, mejor. Aun asi, permanecio quieto unos segundos, con la puerta a menos de cinco pasos. La puerta tras la cual se adivinaba un cierto calor, porque de la chimenea salia una columna de humo oscuro que se elevaba directa hacia el cielo. No habia viento. Nada. Solo el silencio. Li Huan enderezo la espalda, estiro su maltrecho uniforme, se calo bien la gorra. En el cuartel del que procedia, un simple boton mal abrochado representaba gritos, un castigo, una cruz en el expediente militar. Claro que alli, tan lejos de ninguna parte, en un campo de prisioneros politicos, tal vez las cosas fueran distintas. Se miro las botas embarradas. Imposibles de limpiar. Pese a ello, hizo lo que pudo con la mano izquierda. Cinco pasos. Dio el primero, y con el ultimo abrio la puerta de madera. Al otro lado, un soldado, como el, levanto la cabeza. Estaba sentado detras de una mesa llena de papeles y parecia muy concentrado en ellos. Su cara no cambio de expresion. Siguio siendo hieratica. Tendria tres o cuatro anos mas y debia llevar mucho tiempo haciendo lo mismo. La piel era tan blanca como la nieve que rodeaba el barracon. Li Huan penso que, probablemente, el sol nunca iluminara aquel rincon sombrio de la tierra. --Cierra la puerta --le espeto el soldado al ver que se detenia mas de la cuenta en el umbral. Le obedecio. El frio quedo en el exterior. --?Eres el nuevo? --volvio a hablar el soldado. --Si. --Papeles. --Oh, claro. Los saco del bolsillo derecho del uniforme y se los entrego. El examen fue rapido. Tampoco le tocaba a el darle la bienvenida. Eso le correspondia al oficial al mando. El soldado acabo poniendose en pie. --Espera. --Si --asintio. La siguiente puerta estaba a espaldas de su anfitrion. Le vio desaparecer tras ella y se quedo solo. Li Huan miro a su alrededor. Nada. Pragmatismo puro. Algunos estantes, un mapa de la zona, ningun libro. La chimenea debia de estar en el despacho del oficial. La sensacion de desaliento acabo impregnandole mas y mas, como consumacion de su largo viaje. Que lejos estaba la capital. Su mundo. Su casa. Por su cabeza revolotearon las voces. --Cuanto mas lejos llegues, mas mundo conoceras --le habia dicho su padre. --Cumpliras una mision sagrada. Hay muchas formas de servir a la patria -- le habia dicho su madre. --Haz bien tu trabajo y volveras --le habian dicho los amigos. --!Que suerte tienes! --le habia dicho su hermano pequeno--. !No haras sino vigilar a unos desgraciados, lejos de cualquier problema! ?Suerte? ?Alli? !Suerte la de el, que por ser el segundo se quedaba a cuidar de sus padres, escapando de la obligacion del servicio militar que le correspondia al hijo mayor! Tardaria no menos de tres anos en regresar a casa. Para entonces quiza Shi Lin estaria ya prometida o casada con otro. Li Huan volvio a sentir aquel dolor. Aquella frustracion. Recupero el semblante serio al volver a abrirse la puerta. Si alguien interpretaba sus pensamientos, veia un resquicio o leia en sus ojos, acabaria alli mismo, pero preso. Cualquier duda equivalia a una sentencia. No podia cundir el desanimo ni el desaliento entre la tropa. Servian al lider. Servian al Partido. Servian a una idea. Defendian su libertad frente a la opresion caduca y ruin del decadente Occidente. Esa era su fuerza. --Te recibira ahora mismo --le dijo el soldado. --Bien. El otro no se sento. Dio un par de pasos, se apoyo en la mesa y cruzo los brazos sobre el pecho. --?Que tal va todo por ahi fuera? --pregunto de manera mas amigable. --Como siempre. --Li Huan se encogio de hombros. --?Como siempre? --Si. --Repitio el gesto--. Todo esta muy tranquilo. --Aqui no llegan muchas noticias, ?sabes? --Lo imagino. --Ya te acostumbraras. --Supongo. La voz del superior llego hasta ellos con fuerza. El soldado se aparto de la mesa y le dejo paso. --Le gusta controlarlo todo personalmente --dijo. --Gracias. Li Huan cruzo el segundo umbral. --Entra --ordeno el oficial al mando. No levanto la cabeza para mirarle. Siguio escribiendo algo en un cuaderno. Li Huan cubrio la breve distancia, tres pasos, y se cuadro. El oficial llevaba galones de capitan, asi que alli la maxima autoridad tenia un rango inferior a comandante. Una prueba mas de lo lejos que estaban de todo. El fuego rugia en la estufa. Unos troncos de madera se apilaban junto a ella. Por detras del hombre, presidiendo la estancia y sus vidas, un enorme retrato del lider, el Gran Padre, con su mirada seria y penetrante. La leyenda decia que algunos incluso habian muerto al estar en su presencia o al mirarle directamente a los ojos. Nadie se atrevia a negarlo. Para algo eran leyendas. Cuando acabo de escribir, el oficial levanto por fin la cabeza y hundio en el sus acerados ojos. Los papeles que acababa de entregarle al soldado de la entrada estaban alli, a un lado. No hizo falta que los leyera de nuevo. --Li Huan. --Si, mi capitan. --Dieciocho anos. --Si, mi capitan. --Sabes leer y escribir mucho mas alla de la evaluacion media. --Si, mi capitan. El oficial se reclino en su silla. Unio las dos manos frente a si mismo y las apoyo en la mesa. Seguia muy serio. --Deja de llamarme capitan, ?quieres? --Su tono rezumaba fastidio--. Tengo dolor de cabeza. --Hizo una pausa--. Llamame camarada, o mejor solo asiente. Li Huan hizo esto ultimo. --Ahi dice que eres listo. --Senalo el expediente--. Y que eras un buen estudiante. --Si, camarada. --?Que pretendias con eso? --Queria ser escritor. --Fue sincero, porque mentir significaba una traicion al Sistema--. No era mas que un nino, claro. Fue antes de la Revolucion. Por suerte tuve buenos maestros y me di cuenta de mi temeridad. Eso me hizo reflexionar. Se sirve con la fe ciega, no con las ideas o las palabras. El capitan fue ahora el que asintio con la cabeza. --Nos vendras bien aqui --dijo--. Son nuevos tiempos, nuevas directrices, y se necesitan nuevos empujes para llevarlas a cabo. Por eso te han mandado a este campo. --Si, cap… camarada. --?Sabes que clase de prisioneros tenemos aqui? --Politicos. --No. --Chasqueo la lengua--. Es algo mas que eso. Mucho peor. --Volvio a aproximarse a la mesa y se acodo en ella, sin apartar los ojos del recien llegado--. Aqui tenemos a la escoria, al cancer de nuestra sociedad. Los disidentes politicos son los peores, Li Huan. Un traidor es un traidor, un enemigo. Pero un disidente, un intelectual, que dice amar a la patria pero niega el orden, el Sistema, el Estado popular, las directrices del Partido y de nuestro Gran Padre… --Arrastraba las palabras con asco--. Este no es un campo de prisioneros normal. Tenemos a lo peor de nosotros mismos, de nuestro pueblo. Podriamos matarlos, y eso seria lo mas sencillo. Muerto el perro, muerta la rabia. Sin embargo, no somos bestias. Esa es la magnanimidad de nuestro lider. Aqui intentamos que juzguen su mal por si mismos, con la esperanza de una reeducacion ejemplar. A la mayoria les bastaria una palabra, pero no la pronuncian. Prefieren morir. Son obstinados. Nuestra mision, pues, no es facil. Pero el Gran Padre confia en nosotros. Por cada uno que se salva, ganamos todos. ?Entiendes lo que estoy diciendote, Li Huan? --Si, camarada. El capitan le apunto con un dedo. --No hables con ellos. Eso lo hacen los reeducadores. Ten mucho cuidado: te envenenan con las palabras y te confunden con las ideas. Va a haber cambios, de los que te informare oportunamente. De momento haz tu trabajo y sirve a tu patria. Es un honor del que pocos pueden presumir. Li Huan asintio. El oficial tambien lo hizo. Fin del primer encuentro. --Presentate al sargento de guardia. El te dara instrucciones. --Gracias, capitan. --Se cuadro de nuevo--. Servire con lealtad al maximo de mis capacidades. Su superior correspondio al saludo. Un minuto despues, caminando sobre la nieve, Li Huan penso que todo habia ido mejor de lo esperado. A fin de cuentas, aunque <>, no era mas que un soldado. ?O no? 2 El sargento de guardia estaba en el barracon central. Recogio su petate de la entrada, donde ya se lo habian inspeccionado y controlado, y se dirigio a el. No tuvo que preguntar. Lo primero que escucho fueron sus gritos, su vozarron grueso, de tono marcadamente grave, como si no hubiera hecho otra cosa en la vida que gritar y gritar. Cuando se cuadro ante el hombre, se sintio empequenecido por su envergadura, el doble de la normal. Se pregunto si era sargento mayor a causa de ello o si por su tamano lo habian colocado en aquel escalafon militar. --?Tu eres el nuevo? --le aullo en la cara. --Si, mi sargento mayor. --?Como te llamas? --Li Huan, mi sargento mayor. --?Vas a repetir siempre eso? --?El que, mi sargento mayor? Tenia la cara a un palmo de la suya. Pero seguia gritandole. Mirada afilada. Aliento podrido. --!Wu! --Sono como si quisiera asustarle--. !Mi nombre es Wu! --Si, sargento Wu. --?Que edad tienes? --Dieciocho. No le gusto. Lo demostro con su cara de desprecio, sin cortarse. --?Ahora nos mandan ninos? Li Huan no se atrevio a contestarle. --Algo traman --rezongo Wu--. Pero aqui no nos dicen mucho. ?Has visto ya al capitan Qun Ming? --Si, mi sargento. --?Y? --Ha ordenado que me presente, camarada. El corpachon vacilo un par de segundos. Debia gustarle que le llamaran camarada. --Descansa. --Dejo de hablarle tan cerca de la cara--. Pareces un palo tieso. Li Huan adopto una posicion mas relajada. Sin bajar la guardia. --?De donde vienes? --Del Centro Asistencial 9. --Esta vez se ahorro el tratamiento. No paso nada. --?Y te mandan aqui? --Wu movio la cabeza de lado a lado--. Si, algo traman. En lugar de arrasar este lugar nos envian a chicos como tu. De la capital, nada menos. --Miro por la ventana, hacia la oscuridad exterior--. Yo nunca he estado en la capital, ?sabes? No era una pregunta. Solo un comentario en voz alta. Tal vez una queja. Transcurrieron cinco, seis segundos. Hasta que el sargento mayor recupero su tono mas agresivo. Se volvio hacia el. --Escucha, soldado. --Senalo al otro lado de la ventana--. Estamos aqui para cuidar de unas bestias. Si por mi fuera, ya estarian todas bajo tierra. Pero yo no soy nadie. Si nuestros lideres se empenan en no rendirse, demostrando su valor y buen juicio, ?quien soy yo para obstinarme en lo contrario? Si ellos creen que recuperarles sirve a un bien comun y es una victoria para el Sistema, !haremos lo posible para que asi sea! ?Estas de acuerdo? --Si, sargento Wu. --Pero eso no significa que debamos bajar la cabeza, ni ser debiles, ni respetar a quien no nos respeta. !Si para reeducarles hay que emplear el latigo, se emplea! !Si para hacerles ver la verdad hemos de hacerles sangrar, les hacemos sangrar! !Y si ellos prefieren morir, van a morir, pero no a su manera, sino a la nuestra! --Volvio a aproximar su rostro al de Li Huan--. !Esos intelectuales nos miran con superioridad aun estando aqui! !Se creen superiores! !Viven en un mundo falso creado por sus mentes fanaticas! No podemos mostrar la menor debilidad, soldado. !Jamas! Si ellos creen que tenemos dudas, a su modo van a ganar. !Y eso no podemos consentirselo! !Si para que uno entienda hay que matar a diez, mataremos a diez, y finalmente a ese uno si, a pesar de todo, sigue sin cambiar de actitud! !Ese es el desafio, soldado Li Huan! !Ese y no otro! ?Lo has entendido? --Si, sargento Wu. Volvio a apartarse de el y, tras los gritos, acompaso la respiracion. Wu era calvo, pero mantenia un fino bigotito que iba de un lado a otro de su labio superior. Tenia las manos grandes. Manos capaces de aplastar a una persona con solo un golpe. --Quiero el maximo de disciplina. --Si, camarada. --Me contaras a mi personalmente todo lo que veas, todo lo que oigas, todo lo que intuyas, todo lo que pienses. No al capitan: a mi. Soy yo el que debe informarle a el. --?Y si es el quien me pregunta? --?Me tomas por tonto? !Entonces le respondes, naturalmente! --Perdone, sargento Wu. --Se estremecio de manera instintiva. --?Tienes frio? --Si, camarada. --Ve a que te den ropa de abrigo. Luego te llevaran a tu alojamiento. Descansa esta noche. Manana, a las seis en punto, en pie. Que tu companero de habitacion te cuente las normas del campo. ?Alguna pregunta? Tenia muchas, pero no quiso hacerlas. No al sargento Wu. El barracon de intendencia estaba justo al lado. No habia mucho donde escoger. Tenian media docena de uniformes, de abrigos, de botas y de casi todo lo demas. El soldado que lo examino de pies a cabeza lo evaluo sin hacerle preguntas y le entrego un abrigo y un gorro. Luego le puso un papel sobre el mostrador. --Pon aqui tu nombre. --?He de firmar conforme recibo esto? --?Tu que crees? --El soldado le miro con sorna--. Abrigo numero 57 y gorro numero 35. Pobre de ti si cuando te vayas no los devuelves. --?Y si se rompen? --Se cosen y en paz. --?Y si pierdo algo? No hizo falta que le contestara. Basto con la nueva mirada de <>. Recogio las dos cosas y salio sin ponerselas. Las distancias en la zona exterior no eran grandes. De hecho, el campo tampoco lo era. La <> residia en el hecho de que estaban muy lejos de cualquier pueblo, ciudad o lugar habitado. Fugarse era una locura. Le habian dicho que alli permanecian encerrados menos de doscientos hombres. Pocos salian

  • Nieve roja en diciembre de Simone Van Der Vlugt

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    Paises Bajos, 1552. Esta a punto de declararse la guerra de los Ochenta Anos y la joven catolica Lideweij se enamora de un medico protestante. Pese a la oposicion de su padre, elige el amor y huye con el. La pareja decide establecerse en Breda, donde el marido se convierte en el medico personal de Guillermo de Orange. Cuando el clima politico cambia bajo el reinado de Felipe II, Lideweij y su familia se refugian en una pequena ciudad donde confian en estar a salvo, hasta que un tragico destino los alcanza. Es tiempo de mujeres valientes y de luchar por todo aquello en lo que se cree.

  • Las sombras del poder de Ian Rankin

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    Malcolm Fox, agente de Asuntos Internos y Conducta, se encuentra investigando a un policia por presunto abuso de poder cuando se cruza por su camino un caso lejano: la enigmatica muerte de un abogado sobre el que recayeron sospechas de colaborar con grupos terroristas. Con Escocia sumida en un momento de inestabilidad que despierta viejos fantasmas, Fox correra un grave peligro al descubrir hasta que punto los antano activistas ocupan hoy influyentes puestos de poder y estan dispuestos a todo con tal de mantener enterrado su turbio pasado.

  • Los treinta apellidos de Benjamin Prado

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    Vuelve Juan Urbano con la historia de una saga familiar envuelta en una trama de codicia y negocios poco limpios durante generaciones.

  • CaSa 206 de Jade Escajeda

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    Casa 206
    Kate es una adolescente de 18 anos que tras por fin a verse graduado de la preparatoria se tiene que mudar a la cuidad para ir a la universidad y quedarse en casa donde esta su primo Erick. Tras empezar una nueva etapa de su vida se va dando cuenta de los dolores y placeres que tiene la vida al crecer. Kate junto con su nueva companera de clase Arizbeth se enfrentan a una terrible aventura al mudarse a la casa 206. Kate sabra lo que es que es sentir verdadero panico tras una lamentable muerte. Mientras se encuentra con los secretos que encierra aquella casa.

  • Fruta prohibida de Jeanette Winterson

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  • Hijas del sur de Deb Spera

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    Una conmovedora novela protagonizada por tres inolvidables mujeres surenas en los duros anos que precedieron a la Gran Depresion.

  • La habitacion de las maravillas de Julien Sandrel

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    Thelma es una madre soltera de unos cuarenta anos, cuya atareada vida profesional le deja poco espacio para la esfera privada. Cuando su hijo de doce anos, Louis, es atropellado por un camion y queda en coma, los medicos no le dan muchas esperanzas: si no se despierta en las proximas cuatro semanas, quiza nunca llegue a hacerlo. En casa, Thelma encuentra en la habitacion de Louis un cuaderno con una lista de deseos que contiene todas las cosas que Louis quiere realizar en su vida. Thelma se aferrara a esta lista para salvar la vida de Louis e ira cumpliendo cada uno de ellos, en una aventura tierna, alocada y esperanzadora en la que se cruzara con variopintos personajes que transformaran su manera de ver la vida.

  • En el futuro de Martin Rees

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    La humanidad ha alcanzado una situacion critica. El mundo que conocemos cambia a gran velocidad; durante el proximo siglo nos enfrentaremos a riesgos existenciales que acarrearan varias consecuencias, unas buenas, y otras, malas. Nuestro futuro dependera de como nos planteemos ahora los actos del manana; los avances en campos como la Biotecnologia, la Cibertecnologia, la Robotica y la Inteligencia artificial, si se usan con sabiduria, pueden ayudarnos a superar obstaculos como el cambio climatico o la perspectiva de una guerra nuclear. Rees nos recuerda que no hay <> para nuestro planeta: no disponemos de alternativas a la Tierra si no cuidamos de ella.

  • La nacion de las bestias. El senor del Sabbath de Mariana Palova

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    “?No estas harto de tener miedo? ?No querrias tener la certeza, pro primera vez en la vida, de que no estas loco? ?De saber que todo lo que ves y lo que te pasa… es real?” Durante casi toda su vida, Elisse ha sido acosado por criaturas horripilantes que al parecer nadie mas puede ver ni escuchar. Desesperado por huir tanto de ellas como de su pasado decide marcharse de la mistica India, el pais donde estuvo refugiado, para sumergirse dentro de la Gran Hechicera Nueva Orleans, con la esperanza de volver a encontrarse con su padre, quien por motivos desconocidos tuvo que abandonarlo siendo apenas un bebe. Pero lo que Elisse no sabe es que en esa ciudad sepultada por una misteriosa niebla, y devorada por furiosos huracanes, se encontrara con mucho mas que las respuestas a los enigmas de su inquietante vida: un secreto, tan ancestral como extraordinario, que se oculta entre los pantanos de Luisiana, en los muros helados del cementerio y hasta en su propia sangre.

  • Esquivando el destino de Lizzie Quintas

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    Cuando el amor golpea nuestra puerta, no mira si somos felices, si estamos rotos por el dolor mas profundo o simplemente con una robusta coraza que cubra las cicatrices que queremos evitar a toda costa, simplemente llega de manera inesperada arrasando con todo lo que encuentra a su paso.

  • Mi error fue ser solo tu vecina. Parte 1 de Moruena Estringana

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  • El rio guardo silencio, Luis Esteban de Luis Esteban

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    La investigacion de un asesinato homofobo perpetrado en Zaragoza llevara al inspector Roy a un descubrimiento insospechado.

  • A dos milimetros de su boca de Dulce Merce

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    Imagina que te llama tu amiga tras una noche de resaca y te propone un trabajo sorpresa. No te va a sacar de pobre, pero ayudara a pagar las facturas. Solo te pedira una cosa, que vayas de punta en blanco a una direccion. ?Le harias caso? ?Obedecerias a tu amiga o te volverias a la cama sin hacerla ni caso?
    Jimena no es una chica docil, es guerrera por naturaleza, y no va a hacer caso a su amiga bajo ningun concepto. La faena es que en el trabajo va a estar rodeada de ocho bailarines, a cual mas guapo. Lastima que el coreografo y bailarin principal no este muy por la labor de contratar a la maquilladora.
    Divertida, sexy y romantica.

  • Sassenach de Kate L. Morgan

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    Si hubiera sido una muchacha docil, si hubiera obedecido a su madre cuando le aconsejo que no aceptara las atenciones de el. Si hubiera sido inteligente y nada impulsiva, ahora no estaria enfrentado el peor momento de su vida. Heaven, trataba de contener el temblor de sus manos. Por suerte, Robert habia cerrado la puerta del pequeno saloncito, y nadie podia escuchar las palabras horribles que le decia. Sentia un silbido en los oidos, y las pulsaciones del corazon en la garganta. Le oia hablar, pero era incapaz de entender lo que le decia. Una sola frase de todas las que habia pronunciado, le martilleaba en el cerebro: se termino el compromiso. !La dejaba! ?Por que? ?Que habia sucedido? ?En que momento la historia entre ambos se habia estropeado? ?Que iba a suceder con la preciosa mansion que habian comprado para comenzar una vida en comun? --?Me estas escuchando, Heaven? Lo escuchaba, pero no queria hacerlo. Agarro con fuerza el canto de la mesa de madera hasta que se le pusieron los nudillos blancos. Giro la cabeza hacia la izquierda: hacia los enormes ventanales que mostraba la amplitud de la sala de recepcion que estaba justo al otro lado. A los veintidos anos, su primer y unico prometido la dejaba plantada. --Lo siento --se disculpo el. ?!Lo sentia!? ?Como podia tirar un ano de noviazgo y otro de compromiso con un chasquido de dedos? --Robert... --logro decir, pero tuvo que callar. El nudo en su garganta era demasiado grande para hablar con normalidad. Robert Green era un hombre maduro que ya se habia divorciado anteriormente. Era culto, interesante, de complexion delgada, y muy rico. Tenia el pelo casi gris, y los ojos mas frios que habia visto nunca. --Gracias por no hacer un espectaculo --le dijo el. Heaven podria reirse si la situacion no fuese tan hiriente para ella. ?Como podria montar un espectaculo si apenas podia moverse ni articular palabra? --Robert... --tuvo que carraspear para aclararse la voz. Cuando el la cito, no tenia ni idea de lo que tenia preparado. --Siempre he admirado ese ferreo control que despliegas sobre tus sentimientos --le dijo el --. La forma serena en la que te tomas los asuntos aunque sean desagradables. Heaven tenia que preguntarlo. --?Rompes nuestro compromiso por otra mujer? --inquirio al fin con ojos brillantes--. ?Me abandonas por otra? El hombre maduro bajo los parpados. Se apoyo mejor en el sillon de piel, y suspiro. Heaven cerro los ojos porque no necesitaba una confirmacion de voz cuando su rostro culpable lo delataba. ?Que podia esperar de el? Antes de conocerlo sabia lo libertino que era. Habia tenido ya una primera esposa, y, dos compromisos rotos tras sus espaldas, eran una carta de presentacion muy elocuente, y eso sin mencionar las continuas amantes y escarceos amorosos que habian nutrido sus anos mas salvajes. Pero ella creyo que habia cambiado. --No ignorabas como soy --fue su escueta respuesta--. Me gusta divertirme. Claro que lo conocia, pero se habia enganado creyendo que la queria lo suficiente para cambiar por ella. Para amarla unicamente a ella. --?La conozco? Robert la miro de frente e hizo un gesto negativo con la cabeza. --Lo lamento --volvio a excusarse. Heaven sentia enormes deseos de llorar, pero no lo haria delante de el. Se tragaria la rabia y la impotencia hasta que saliera de ese lugar. Que la hubiera citado en Blenheim habia sido un golpe maestro. La casa de te reunia a la flor y nata de la sociedad londinense. En ese lugar se celebraban las recepciones de los enlaces mas aclamados. --Ha sido todo un detalle que me lo dijeras aqui en este lugar concurrido de gente --le reprocho--. ?Temias una escena en privado? Robert solto un suspiro largo y cansado. --Ya no podia mas --le informo--. Tu, mejor que nadie, conoces el motivo por el que he decidido romper nuestro compromiso. Heaven estaba a punto de gritar. --No, no lo se --respondio muy queda. El hombre mayor la miro intensamente. --Tienes veintidos anos, sabes lo que un hombre espera de la mujer con la que esta prometido, y tu, tu eres demasiado fria --ella apreto los labios con ira--. No puedo con tu frigidez. El insulto le parecio fuera de lugar. Ella no habia compartido intimidad con el salvo besos y algunas caricias porque deseaba llegar virgen al matrimonio. --Eres un desgraciado --le espeto de pronto aunque en voz baja. --No te quiero, nunca te quise --le confeso. Ella cerro los ojos para no verle la cara--. No eres la mujer adecuada para mi. Al principio pense que si, pero me gustan las mujeres apasionadas, y tu estas muy lejos de serlo. --La decencia es lo que se espera de una mujer honrada --contesto despechada. --Eres un tempano de hielo --siguio insultandola--. Inteligente, perfecta para adornar el salon de una casa, pero no para calentar la cama de un hombre apasionado. Heaven tenso la espalda y entrecerro los ojos. --Pero hemos adquirido Claremont Hall --le dijo--. Es la casa de nuestros suenos, ?que vamos a hacer con ella si me abandonas? El hombre no respondio de inmediato, se tomo su tiempo para hacerlo. --Despues hablaremos sobre ello. --!No! --protesto ella--. Deseo saberlo ahora. --Puedes venderme tu parte. --Ni hablar. --Puedes comprarme la mia. Estuvo a punto de soltar una carcajada histerica. Ella no disponia de libras suficientes para comprar la parte de el, y el muy necio lo sabia. Heaven habia invertido la herencia de su abuelo paterno en su parte de la casa. Una mansion ubicada muy cerca de Hyde Park. --?Me harias un descuento especial? --le pregunto sarcastica. --Soy el mas interesado en conservar la casa, y mi parte es superior a la tuya --le recordo. Ella habia cometido un error al querer participar en la compra de la preciosa mansion. Su padre habia puesto el grito en el cielo, pero ella no queria vivir en la actual casa de el pues alli habia vivido su primera esposa, y ella no queria pasar el resto de sus dias en el mismo lugar. --Lo se --admitio ella--, pero no puedo comprar tu parte ni pienso venderte la mia. --Heaven, piensalo bien --le sugirio--. Cuando te hayas calmado, hablaremos sobre Claremont. --No pienso hacerlo --le recordo. Heaven respiro profundamente varias veces. --No tienes mas opcion --continuo el--. Despues de unos dias, hablaremos. Robert salio por la puerta sin despedirse. ***** Heaven se sentia muy desgraciada. No habia salido de la cama desde el momento que regreso de Blenheim hecha polvo por la decision que habia tomado Robert de abandonarla. No habia recibido ningun mensaje de el pese a que ella le habia enviado docenas. Habia perdido el apetito, las ganas de luchar. Habia usado ingente cantidad de panuelos llorando como una tonta por algo que ya no tenia remedio. De nada habian servido sus ruegos, sus suplicas. Robert tenia a otra, y ella no podia hacer nada salvo resignarse, pero no queria hacerlo. Le habia dado dos anos de su vida. Lo habia tratado como el hombre especial que creia que era, y todo para descubrir que nunca la habia amado de verdad: que la consideraba una mujer frigida. El insulto le escocia en los mas hondo. Lo maldijo una y otra vez, pero el dolor seguia ahi, mordiendole el orgullo. De la desdicha paso a la furia cuando Robert dejo claro que no pensaba atender ni uno solo de sus mensajes. La dejaba definitivamente, y se lo hacia saber de la forma mas dura. El quinto dia de su encierro, amanecio lloviendo. Seguia en la primera planta de la casa victoriana situada en Baker Street. Su casera, que vivia en la planta baja, le subia la leche y el periodico que se acumulaban en la puerta. Su madre estaba en verdad preocupada porque ella no le habia dicho nada sobre la ruptura sentimental por la que estaba pasando. Pero ese quinto dia, una noticia cambio por completo su forma de actuar. Habia leido en la prensa que Robert se comprometia con una rica heredera que ella conocia. Alta, voluptuosa, de pelo largo y sedoso, y unica hija del baron de Sandringham. Una joven debutante de grandes pechos y redondeadas caderas. Leyo la noticia en las paginas de sociedad, y lo maldijo. Su orgullo resurgio de las cenizas de la autocompasion donde estaba encerrado, y le insuflo fuerzas para destrozar todos y cada uno de los regalos que el le habia obsequiado durante esos dos anos de compromiso, y que adornaban algunos rincones del elegante dormitorio. Cuando iba a estrellar en el suelo la delicada figura de porcelana que le habia obsequiado por su ultimo cumpleanos, sono con insistencia unos toques en la puerta de su apartamento. Heaven estaba ojerosa, despeinada. Seguia en ropa de dormir, y con la furia alimentando cada poro de su cuerpo. --Heaven, se que estas ahi --era su madre la que golpeaba la puerta con insistencia--. Me ha dicho tu casera que te encerraste el viernes, y que ya no le abres la puerta a nadie. Respiro hondo, y contemplo el resultado de su furia. La espaciosa alcoba estaba hecha un desastre. Resignada se dirigio hacia la puerta de entrada y abrio. Su madre al verla lanzo una exclamacion ahogada. --!Oh, Dios mio! --se llevo una mano a la boca mientras entraba al apartamento de su hija --. ?Que te ha pasado? Heaven cerro la puerta con un golpe seco. Precedio a su madre al interior. --Ponte comoda --le dijo mientras ella se lanzaba al sillon con desgana y subia los pies sobre el mismo. --Estoy preocupada por ti --le dijo la mujer--. Todos estamos muy preocupados. Heaven cerro los ojos un instante. --No me hables en gaelico --le ordeno--. Sabes que no me gusta. La madre se encogio ante la critica. --Cuentame que ha sucedido --pidio en voz baja obedeciendola--. Tu casera me ha dicho que llevas cinco dias sin contestar mensajes. --Ahora no deseo hablar con nadie --fue su impulsiva respuesta. Susan Woodward observo la estancia con mirada preocupada. Habia ropa por doquier, porcelana rota, cristales hechos anicos. Todo estaba tan desordenado y sucio como su hija. Su estado de abandono desato todas las alarmas dentro de su cabeza, y su corazon de madre se entristecio. --No me trates condescendientemente --respondio severa--. No soy estupida. Heaven no queria contarle a su madre su fracaso personal. Todavia tenia que digerir la noticia de la ruptura del compromiso con Robert. --Claro que no eres estupida, pero si entrometida. --Eres mi hija y me preocupo por ti --respondio tierna--. Tu padre y yo estabamos en contra de que te vinieras a vivir a este apartamento tan pequeno, que dejaras tus clases de piano, y que te comprometieras con un hombre que en nada te convenia. --Te quiero, mama --le dijo de pronto--, pero no quiero hablar sobre mis errores. La madre la observo de forma detenida, y, sin que ella se lo dijera, supo lo que habia sucedido. --!Ha roto el compromiso! Heaven, al escucharla, rompio a llorar. Seguia llena de ira, de frustracion. Sentia rabia, impotencia, y unas ansias de vengarse que aumentaban a cada minuto. Susan se levanto y corrio hacia ella. La abrazo por los hombros, y Heaven lloro todavia mas. --Lo lamento mucho carino...

  • Noches de Bonanza de Hugo Burel

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    En Noches de Bonanza, Hugo Burel concluye con maestria la primera trilogia de novela negra montevideana. Una historia apasionante que ha atrapado a miles de lectores, con un protagonista que ya se ha convertido en leyenda.

  • Crimenes sin resolver de Patricia Lopez Lucio , Vicente Garrido Genoves

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    En 1997, Cristina Bergua, una adolescente de Cornella, desaparecio sin dejar rastro. Aquel caso supuso un antes y un despues en la investigacion criminal en Espana, que desde entonces ha cambiado sus protocolos de actuacion y ha hecho uso de los importantes avances acaecidos en la ciencia forense. Sin embargo, a lo largo

  • Cuerdas en el Corazon (En Compania de Vampiros 2) – A.R. Morena de A.r. Morena

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    Tom. Un vampiro atormentado por su pasado.
    Marta. Una humana nacida con poderes especiales.
    El destino los unio y los prejuicios les separaron.
    El decide que la gran tension sexual que fluye entre ambos no es suficiente. Ella permite que su orgullo maneje sus acciones.
    Pero ?estaran tomando la decision correcta?
    Cada uno seguira su camino tomando direcciones opuestas.
    Su obstinacion velara sus ojos, cegandoles ante una de las leyes basicas de la vida. El mundo es una esfera que gira y gira, hasta colocarnos en el lugar que nos pertenece.
    No hay deuda que no se pague, ni plazo que no se cumpla.

  • Yo el asesino de Diego Uribe

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    D esperto a sus tres hijos de madrugada, entre los ruidos del motor de un viejo Renault Cuatro blanco que los esperaba con un conductor en la puerta de la casa. Iban a emprender un largo viaje que les cambiaria la vida, si conseguian llegar a su destino. Los ninos lloraban, no querian ponerse las ropas que les daba su madre: unos harapos malolientes y remendados que habian resistido varias generaciones. No sabian que pasaba, todavia eran unos crios. Una vez estaban preparados para subirse al coche, ella aprovecho para meterse en un cuarto pequeno y se corto la preciosa melena negra que la acompano durante anos. No queria que supieran que era una mujer y, si lo descubrian, queria estar lo menos atractiva posible. El padre introdujo las maletas raidas en el maletero y en la bandeja superior. Solo cabian cinco personas en el coche, pero, como los hijos era menores, el conductor, un hombre con semblante serio y de poco hablar, lo acepto. Ademas, recibio el dinero por adelantado, a traves de la mafia local; su parte de los veinte mil euros que dejaron las arcas de la familia en la miseria. La madre intento ocupar el asiento del copiloto, pero, ante sus gritos e insultos, lo intercambio con su esposo. Sentados, lloraban y miraban atras, en un intento de despedirse de la tierra que los vio crecer y nacer. La amargura los embargaba, pero tambien tenian un hilo de esperanza: podia ser el principio de una nueva vida, que no daba para mas en su pais natal. Se despidieron con la mano de la ultima calle de Tadouart, tomaron la Route Ancient hacia Tiznit y la N1 en direccion a Agadir, el destino final para el taxi, pero no para ellos, que debian tomar un autobus en direccion a Tanger. Pasaron la noche entre los murmullos y gimoteos de los menores, que ignoraban su suerte. Al llegar los primeros claros del dia, hicieron una parada, bebieron agua de una botella y comieron unos dulces tipicos de su pueblo. Durante el dia, abandonaron la carretera principal, que estaba en buen estado, y viajaron por la secundaria, de tierra y piedras que provocaban que el coche botara, haciendo imposible el descanso. Habia demasiados controles de policia y mafias dispuestas a robar o lo que hiciera falta para arruinarles el trayecto. Despues de horas metidos en el vehiculo, se encontraban cerca del transbordo. No lloraban, pasaron de un estado de expectacion ante lo que su nueva vida pudiera traerles. Llegaron a Agadir en las primeras horas de la noche, cuando era mas facil pasar desapercibidos. Tenian que dirigirse a una parte de la ciudad donde una multitud esperaba impaciente a que abrieran las puertas de un autobus ilegal. El numero de personas doblaba la capacidad del vehiculo. Las mafias que controlaban la operacion bendecian la circunstancia: cuanta mas demanda, mas beneficios. El Renault Cuatro aparco a unos metros del autobus, y el conductor les senalo que se bajaran y esperaran junto a los otros viajeros. La familia recogio sus pertenencias y se encamino hacia el grupo, donde todos competian por conseguir un hueco junto a la escalera de acceso. Tras varios minutos de gritos y peleas, dos encapuchados con chilabas aparecieron por sorpresa. El que parecia el cabecilla saco una pistola y todos callaron rapido. Se dirigio al asiento del chofer, abrio la puerta y se subio. El otro hombre hablo a la multitud y les explico en varios idiomas que la tarifa habia subido como resultado de los gastos de gasolina y adecuamiento del autobus. Los pasajeros se lo tomaron mal, hasta el punto de acorralarlo, pero el saco una pistola de un bolsillo de la chilaba y disparo al que tenia enfrente, que murio en el acto. El mensaje llego claro a los presentes, que cesaron su motin y obedecieron las ordenes. No todos llevaban dinero, algunos pagaron por anticipado y no les quedaba nada. Solo los que tenian algo reservado para gastos inesperados pudieron acceder al vehiculo. La madre, ante la desesperacion de su esposo, que lloraba pensando que se quedarian sin sitio, saco un pequeno monedero y, a escondidas, le deposito en la mano lo que ahorro durante anos sin que el lo supiera. Cuando les llego el turno de entrar en el autobus, uno de los encargados les dijo que era raro ver a dos hombres con tres ninos pequenos. El padre no dijo nada, el malvado sabia lo que ocurria. Agarro a la madre del brazo, le quito la capucha y le estrujo los pechos con rabia. Las voces de los demas viajeros, que apenas veian lo que pasaba y que apremiaban al conductor por la demora en subir, hicieron menor el sufrimiento de la mujer. El trayecto entre Marrakech y Casablanca se paso deprisa, hasta que un grupo de policias marroquies les dio el alto en las proximidades de Rabat. Uno de ellos se subio al vehiculo y, empunando una metralleta, recorrio los asientos recolectando dinero. Apenas tuvo que hablar, todos sabian lo que queria: no era la primera vez que pasaban por la experiencia. El intercambio se llevo a cabo como un tramite burocratico. Una vez la policia acumulo lo que creia justo para dejarlos seguir adelante, se marcharon. Llegaron a Tanger y, tras varias paradas, se dirigieron por la avenida Mohammed IV hacia la playa Real, cerca del puerto. Era una cala pequena y de dificil acceso, donde montarian su cuartel general hasta el momento de marchar hacia El Hoceima, ultima parada antes de partir hacia Espana. Las embarcaciones derruidas servirian de vivienda improvisada para enfrentar al frio de la noche. Dias despues, dos hombres, un espanol y un marroqui, aparecieron en un coche militar con un bote en la parte superior. El marroqui seria el encargado de llevarlos en patera hacia una playa senalada junto a El Hoceima; desde alli viajarian hacia las costas de Almeria, su destino final. El espanol pidio cien euros a cada familia si querian subirse a la barca. Un chico le dijo en un ingles basico que era injusto, que no estaba dentro del trato que hicieron. El marroqui se aproximo por detras y lo golpeo con una tabla que recogio del suelo. La sangre manaba veloz y relucia en la cabeza sin pelo del africano, que cayo al suelo al instante. El espanol aprovecho ese momento para darle una patada en la cabeza que lo dejo inconsciente. --?Alguien tiene alguna pregunta? Nadie se atrevio a responder. Sacaron el dinero, se ayudaron entre si y pagaron. Cinco horas de viaje y ya estaban en la ultima ciudad de Marruecos que pisarian antes de partir y que, con toda probabilidad, algunos jamas volverian a ver. Una cala desierta los habia recibido y los despediria a medianoche, cuando las patrulleras espanolas hicieran los cambios de guardia. El momento esperado llego con la senal de una linterna al piloto desde un monte cercano. Con dificultad, unos cuantos chicos empujaron la barca, que se dirigio mar adentro, y se subieron deprisa. Las olas eran gigantes en ese momento, pero no tenian mas remedio que intentarlo. Tras algunos virajes, el copiloto se hizo con el mando de la patera, que comenzo a recibir agua a traves de varias grietas entre las tablas, alli donde la masilla habia cedido. Despues de unas horas con poco espacio, los cuerpos de los viajeros empezaron a resentirse. El unico que tenia anchura era el piloto, que sudaba tratando de gobernar la barca en mitad del temporal. El chico que recibio la paliza por quejarse grito en frances que iban a morir todos, que el reguero de agua seria cada vez mas grande a medida que el tiempo pasara y se ahogarian en mitad del oceano. El piloto le pidio a gritos que se calmara. Les aseguro que no era su primer viaje entre los dos continentes y, si todos colaboraban, llegarian a las costas de Almeria. La mitad del trayecto paso y la barca resistia a duras penas. Alguien alerto de una luz tenue a unos cincuenta metros. Los pasajeros entraron en panico al pensar en la posibilidad de que fuera una patrullera espanola. El piloto los tranquilizo avisando de que sus luces eran mas potentes. Cuando estaban a unos metros, un golpe seco en el casco de la embarcacion provoco la histeria de nuevo. Una persona saco una linterna diminuta, alumbro al mar y descubrio los cuerpos flotantes de dos personas que se habian ahogado. Un candil reposaba en la proa de una patera medio hundida, con un nino de corta edad muerto entre las tablas del suelo. Liderados por el mismo joven, los pasajeros se amotinaron y a punto estuvieron de volcar la barca. El piloto, encolerizado, dejo su asiento y saco un cuchillo. --!Salta o te mato! --No se nadar. --!Hazlo! El chico se arrojo al mar entre sollozos y ante la cara de miedo de los pasajeros, que poco tardaron en obedecer. El resto del trayecto fue tranquilo, las olas amainaron y la actitud desafiante de algunos desaparecio ante la inminente llegada a las costas espanolas. Con la primera luz del alba, la patera toco suelo espanol. Un grito alerto de la aparicion de un coche de la Guardia Civil a unos metros de la playa. Los mas jovenes saltaron de la patera y corrieron en direccion contraria, pues sabian que si se dispersaban las posibilidades de no ser atrapados eran altas. El resto hinco la rodilla en la arena y desistieron. Esperaron a los agentes entre lagrimas y desconsuelo. Tanto dinero y penuria para que los devolviesen a su tierra. Pero a veces la suerte ayuda a la buena gente, y un abogado almeriense consiguio el resto: utilizo a los menores como excusa para solicitarles asilo, que fue aprobado por el juez de guardia. Seis meses despues, dejaron la casa de alojamiento de inmigrantes, en los suburbios de Almeria, y se mudaron a una propia. Era pequena y vieja, pero suya. Lo habian conseguido. 1 Iniciacion E spero en la puerta del cine Imperial para ver una pelicula. El dia ha sido raro, desde temprano he tenido sensaciones extranas. Un hormigueo me recorre el cuerpo y el corazon me palpita acelerado. Las manos me tiemblan y las piernas no pueden sostenerme. Mis pensamientos se mezclan y no consigo razonar con claridad. Miro en todas las direcciones, quizas me observan. Debo comportarme con normalidad. Me doy la vuelta y doy la espalda a los que vienen al cine por la Puerta de Purchena. La hora de entrar llega; tengo que tranquilizarme, mi nerviosismo podria llamar la atencion. Tres chicas jovenes pasan junto a mi; puedo oler sus fragancias. Una pareja mayor las sigue, comentando las buenas criticas que la pelicula ha tenido en los medios de comunicacion. Voy a entrar detras cuando una joven de pelo castano largo se adelanta, rozandome el hombro; me golpea con el bolso y se disculpa. No respiro bien. Comienzo a perder el control. La sigo hasta la sala tres y no me importa que pelicula vine a ver. Se sienta sola en la tercera fila, a la izquierda. Yo lo hago tres detras. Puedo verla a la perfeccion. Se acaricia el pelo y mueve la cabeza como una diosa. Paso la pelicula entera admirandola. Quiero volver a casa, pero no soy capaz. Algo me empuja a seguir alli. Es ella, es mi madre: su pelo, su figura, sus labios. <>. Un espectador cambia de sitio y se sienta junto a ella. Entablan conversacion, y eso no me gusta. Espero un instante; si intenta algo, tendre que intervenir. Se acerca despacio a su cara, pero ella lo rechaza con la mano. Hace un gesto para avisar al revisor y el entrometido desaparece. Siempre hay que tener cuidado cuando se va sola. La pelicula termina y la chica se queda a ver los creditos del final. Los espectadores se marchan, pero no se de que hablan, no preste atencion a la pelicula. Quedan cinco personas en la sala, ademas de nosotros. No se que hacer. <>.

  • Si te atreves, amame de Olga Salar

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    ?Se atreveran a arriesgar de nuevo o el temor a sufrir los separara?

  • El libro de los adioses de Ramon Pernas

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    El famoso escritor Leonardo del Rio, romantico y taciturno, se encuentra a si mismo en la vispera de cumplir 80 anos ante la pagina en blanco de la que sera su ultima novela, encargada por su editor. Leonardo ha concretado todas las nostalgias de su vida en una conversacion olvidada que mantuvo una Semana Santa de hace mas de sesenta anos en su pueblo con sus amigos de la infancia, a los que olvido como lo olvido todo de aquella vida pueblerina y sin cuyo recuerdo, se dice, no podra empezar la obra. Las unicas personas con las que habla son Amanda, la biografa que la editorial le impuso hace anos, y que trata de animarlo a escribir mientras lucha por aclarar sus propios sentimientos hacia el, y Ricardo, un periodista deslumbrado por el viejo maestro y enamorado de Amanda, que acude cada jueves a visitarlo con la esperanza de descubrir su mayor secreto: la verdad sobre la perdida de un amor en Paris hace ya cuarenta anos.

  • LOLA. Todas las promesas que se ahogaron en el mar de Nazaret Yeste Vilchez

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    Lola vive en la descomunal Manhattan. Es joven, dulce y una gran profesional del mundo de la moda. Sin embargo, el fantasma de su unica relacion esta a punto de arrojarla al vacio. Literalmente. ?Por que no lo olvidas, Lola? ?Por que no empiezas de cero? ?Por que no te bajas de ahi antes de que te hagas mas dano?

  • La isla olvidada de Jose Garrido Mendoza

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    El silencio del bosque nocturno se quiebra al aparecer una figura humana que emerge desde la oscura espesura. El individuo camina rapido, aunque de forma algo torpe. La fiereza que su aspecto le confiere: con una larga barba negra, manos curtidas, ojos de color azabache y un cuerpo fornido a causa del duro trabajo, es solo comparable a lo penoso de su vision. Paso a paso, se acerca al agua y un rayo de luna permite que su rostro pueda verse con mas claridad. Lo tiene cubierto de un liquido rojo y tambien el torso, en el que se adivina una herida que no para de sangrar. Los atavicos ropajes que porta, elaborados a base de pieles de animales, los lleva sucios y raidos. En su mano derecha, carga lo que parece ser una extremidad humana, un brazo. Es de uno de sus enemigos; se lo ha arrancado del tronco, minutos antes, en lo profundo del bosque. Todos en el poblado dormian placidamente cuando el ataque comenzo. Pensaba que, al vivir en una isla, estarian a salvo. Nada mas lejos de la realidad. Llevado por el mas puro instinto de supervivencia, se incorporo, azorado, al oir los primeros gritos. No tuvo tiempo de alcanzar ningun arma ni nada con lo que defenderse, asi que hizo lo propio con sus manos. Encontro al primero justo al abandonar su choza y se enzarzo en una dura pelea con el. Mientras lo hacia, pudo ver como otros dos mataban a su mujer y a su hija, y prendian fuego a su hogar. No pudo hacer nada para evitarlo, ya que su contrincante no le permitia acudir en su ayuda. La rabia que le confirio ser cruel espectador de la escena le permitio acabar con su oponente, metiendo sus dedos pulgares en los ojos de este y dejandolo ciego entre agudos gritos de dolor. Los que habian acabado con su familia se percataron de su presencia y corrieron hasta el. En solo unos segundos, tuvo tiempo de ojear lo que ocurria en el poblado. Sus conocidos morian a su alrededor. Ya todo estaba perdido, incluida su familia, asi que echo a correr hacia el bosque, perseguido por los dos hombres que le habian arrebatado su mundo. Detuvo su carrera, al ser consciente de que le estaban dando caza. Con un rapido movimiento, paro la embestida del primero, alzando sus brazos para contener el arma de su enemigo. Acto seguido, le propino un cabezazo y le arrebato el arma. Con ella, le abrio la cabeza de un golpe seco que hizo que sus musculos temblasen al romperle el craneo. En ese preciso instante, sintio un dolor agudo en su costado derecho: el otro asaltante habia clavado su rudimentario cuchillo alli, sirviendose de la ventaja que le proporcionaba la superioridad numerica. Agarro a su enemigo por el brazo con el que sostenia el arma, impidiendo que este pudiese sacarlo de sus entranas. En su otra mano, aun sostenia el arma roma con la que habia acabado con la vida del otro salteador y golpeo la extremidad enemiga que sostenia el cuchillo una y otra vez, con fuerza, hasta que se la arranco del tronco. Su adversario cayo al suelo de rodillas mientras la sangre le brotaba del tronco como si de una fuente se tratase. Girandose sobre si mismo, volvio a golpearle, esta vez en la cabeza, acabando con los restos de vida que aun quedaban en su cuerpo. Tiro al suelo el arma para usar esa mano para sacar el cuchillo clavado en sus entranas y lo hizo sin proferir ni un solo grito. Segundos despues, seco el sudor de su frente con la misma mano, permitiendo asi que se mezclase con la sangre que la manchaba. Respiraba con dificultad a causa del esfuerzo y las heridas, y su mente se habia extraviado en un extrano sendero lejano, debido a todo lo que sus ojos habian presenciado. Desde su posicion, podia ver el resplandor que emitia en el cielo el que habia sido su poblado, ahora en llamas. Sin saber por que, camino bajo las copas de los arboles y las estrellas del cielo en direccion opuesta a las llamas. En pocos minutos, dejo atras el bosque, llegando a la orilla de una de las playas de la isla. Cada vez le costaba mas respirar y sentia un fuerte dolor que le oprimia el pecho. Se acerco al agua y, cuando sus pies la tocaron, el tacto con el liquido frio le devolvio al mundo de nuevo. Observo que, en su mano derecha, portaba el brazo de su enemigo y lo lanzo lo mas lejos que pudo con un espasmo de repulsion. Despues, se arrodillo en el agua, la cual brillaba de una forma extrana a causa de los rayos de luna. En ese instante, pudo ver su rostro reflejado en ella y le parecio muy diferente a la imagen que guardaba de el en su mente. Limpio la sangre que lo cubria, ayudandose con el agua salada, y volvio a intentar llenar sus pulmones con el aire nocturno. Ya casi no podia hacerlo. La vida se le escapaba por el agujero de su costado a un ritmo acelerado. A su mente acudio el ultimo recuerdo de su mujer y de su hija, haciendo que las lagrimas resbalasen por sus mejillas. La incomprension entre la que navegaban sus pensamientos era total. ?Cual era la causa de toda aquella barbarie? Sin tiempo para mas, se desplomo sobre el agua de bruces y fue ahogandose lentamente, con fuertes espasmos que sacudian su maltrecho cuerpo cada vez que intentaba respirar bajo el agua, hasta que la vida lo abandono por completo y dejo de moverse. Su ser, ya sin vida, fue alejandose lentamente de la orilla, mecido por las suaves olas que llegaban hasta esta. Desaparecia en las negras aguas iluminadas por las estrellas mientras, a unos cientos de metros, el calor y el brillo del fuego asolaban la que habia sido su aldea. En el ultimo instante, el cuerpo se hundio para siempre, perdiendose en el olvido. I 1 Siglo VII a. C. La brisa primaveral acariciaba su rostro como si se tratase de la mano de una mujer, mientras su cuerpo se estremecia cuando imaginaba las aventuras que le aguardaban en su destino. El chico, moreno, de estatura media y algo enclenque, se apoyaba en el mastil del barco mientras observaba la orilla. En su mano derecha, sujetaba con fuerza el betilo [1] negro que Adama le habia regalado antes de partir. Ella lo habia visto caer del cielo, ardiendo, y penso que le protegeria en su travesia. Su madre y su hermana le habian despedido en el puerto de Tiro, con lagrimas en los ojos. El viaje habia sido largo. Contaban ya varios meses desde que diviso la costa de su amada ciudad por ultima vez. La travesia en el barco mercante estaba siendo bastante dura. Pocas veces se intento cubrir tanta distancia en un solo viaje. Las escalas en puertos amigos, tales como Cirene, Leptis, Cartago o Gadir, no resultaron demasiado provechosas. Su esperanza era el ultimo de los puertos fenicios, el que mas atraia a los hombres, uno en el que se daban cita una pletora de mercancias, entre las que destacaba la plata de los tartessos. Ahiram se habia enrolado en la panzuda nave mercante a causa de la muerte de su padre. El chico tan solo contaba diecinueve anos, pero en su ciudad eso era mas que suficiente para ser un hombre. Su padre habia fallecido en la mar, como buen marino fenicio, y ahora era el quien tendria que mantener a su familia, pero algo mas invadia su mente: la idea de conseguir riquezas en aquella lejana ciudad le daba fuerzas para seguir. En Tiro no dejo solo a su familia, tambien estaba ella, su amor, la mujer que nunca podria llegar a tener, aquella que ya habia poseido porque el deseo de dos jovenes podia estar muy contrapuesto a los intereses de sus progenitores: Adama, la mujer que amaba y por la que era amado, que, sin embargo, no podria ser suya jamas, al menos hasta que no regresase cargado de riquezas, cambiando asi su estatus social, siendo un buen pretendiente a los ojos del padre de la chica de la que estaba enamorado. El hippoi [2] navegaba, orgulloso, con su unica vela extendida ondeando al viento, sin necesidad de usar ninguno de sus dieciocho remos. Mas tarde, serian de ayuda. El puerto de Onoba [3] era famoso por la gran cantidad de canales circundantes que llevaban hacia asentamientos vecinos. Si tenian suerte, al llegar a su destino, podrian cambiar las anforas de aceite que consiguieron en Gadir [4] y algo del mejor atun que Ahiram jamas habia probado por la plata tartesica. Fue este el unico puerto en el que consiguieron cerrar un trato con el que el capitan de la nave se sintio medio complacido. Desde que abandonaron Gadir, navegaron bordeando la costa. Antes, habian pasado a traves de las columnas de Hercules, un lugar que el chico deseo ver desde que supo de su existencia. Contaban ya varios dias de navegacion en los que Ahiram habia podido observar desde la cubierta las hermosas playas que tenian enfrente, plagadas de animales que las pisaban en libertad: caballos, jabalies e, incluso, un extrano gato con aspecto felino y que el nunca habia visto antes. Fue este, sin duda, el animal que mas le sorprendio. Estaba claro que esta era una tierra diferente a su hogar, pero hermosa y salvaje; una tierra de oportunidades. Para el era como transportarse a otro mundo. Una vez que pasaron a traves de las columnas, navegaban hacia los confines del mundo. Mas alla, el misterio era lo que quedaba. Todos habian oido historias cuando eran pequenos sobre aquellos que se aventuraban a seguir su viaje alejandose de estas costas hasta islas lejanas y misteriosas, pero esa no era la intencion de Ahiram. La codiciada plata de Onoba era lo que le llevo a embarcarse en un viaje tan largo. Tras unas horas de navegacion desde su ultima parada la noche anterior, el chico pudo divisar algo que le maravillo: la confluencia de dos rios llegando juntos hasta el mar, algo que daba testimonio de que estaban a punto de llegar a su destino. Era una estampa increible; una vision digna de los dioses. --Capitan, hemos llegado --grito el chico, senalando hacia las aguas de los rios. --Lo se, chico --respondio el capitan--. !Remos! --grito acto seguido. Los remeros comenzaron a bogar, siguiendo el curso del rio situado mas a la izquierda, por el que llegarian a la ciudad. Ahiram se habia librado de ser uno de ellos, gracias a que el capitan de la nave era el esposo de su hermana, por lo que consiguio hacer las veces de aprendiz de timonel durante la travesia, sin dejar de ayudar a estibar la carga y acarrear las mercancias que intercambiaban en puerto. El hippoi seguia su camino, subiendo por el rio ayudado por el impulso de sus remos y por su unica vela, que seguia desplegada. En ese momento, el muchacho pudo distinguir una isla a su izquierda en la que se alzaba un gran templo. Habia oido hablar a los marineros del barco sobre la isla prohibida en la que se encontraba el enorme templo dedicado al dios Baal que dio nombre a la ciudad de Onoba: la fortaleza del dios Baal (<>). Desde la nave, la isla parecia ser un paraiso plagado de arboles frutales y aves extranas, y el descomunal santuario era algo impresionante y majestuoso, sin duda, digno de un dios. Se decia que los sacerdotes fenicios habian erigido aquel edificio sobre las ruinas de uno aun mas grande que estuvo dedicado a Hercules. Para Ahiram, la idea de que pudiese haber existido un templo de un tamano mayor al que estaba contemplando le parecia casi imposible. --Es la isla prohibida --dijo el capitan, dirigiendose al chico al percatarse de la expresion de su rostro cuando la contemplaba. Al girarse, Ahiram pudo ver al hombre que le hablaba: de tez morena y curtida, y una gran barba negra, al igual que su pelo rizado en el que ya podian adivinarse unas pocas canas, era mas alto que el y bastante mas fuerte. Un autentico marino de Tiro.--Lo se --respondio el chico. --Y ese es el gran templo del dios Baal. Yo mismo me llamo Barekbaal en honor a nuestro gran dios. --Lo se --volvio a decir. --Si, se que lo sabes todo. Eres un chico listo; tan listo como tu hermana. ?Sabes tambien que significa mi nombre? --El muchacho se mantuvo en silencio con cara de no saber a que se referia Barekbaal--. ?Ves, chico? No puedes saberlo todo. Significa que Baal me ha bendecido y, sin duda, lo ha hecho. Las anforas de ese estupendo aceite y el exquisito atun que trasportamos nos proporcionaran un buen trueque con estos tartessos. Para eso hemos venido. Ademas, hoy es un gran dia, chico. Seguro que tampoco sabias eso, ?eh? --El muchacho siguio en silencio, pues no tenia la menor idea de lo que estaba hablando su capitan--. !Recoged la vela! --grito--. A partir de ahora, usaremos solo remos, asi os ganareis la siguiente comida, perros ingratos. Remad con decision, que los habitantes de la ciudad puedan ver como se gobierna una nave de Tiro. Con maestria, no como esos enclenques de Qart-Hadasht [5] . Esos malditos creen que todo el comercio

  • Mi Nada Sincero Jefe de Anna Crenwood

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    Melisa estaba conforme con su vida tal cual era, una vida perfecta creia ella. Un trabajo de asistente en una de las mas prestigiosas agencias de publicidad, pero sobre todo estar siempre al lado del ser amado. Bryan era su amor desde sus anos de estudiante y ella tenia la idea que al ser su incondicional el veria la hermosa mujer que llevaba dentro y le corresponderia.
    Cuando la vida le puso un ultimatum estaba asustada, no es facil aceptar los cambios, pero la vida es sabia y no perdona, asi que o cambiaba y daba la oportunidad a su verdadero yo de surgir y en ese largo camino descubrir el verdadero amor o se quedaria hundida para siempre en la mediocridad y auto-compasion, en un empleo sin futuro y atada al amor de un hombre que pertenecia a otra”.
    ?Lograria el Amor de Antoni vencer las barreras del tiempo?

  • El Reino de Istar de Margaret Weis

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    El mundo de Krynn es fuente de inagotables sorpresas, basten dos ejemplos: en uno de los siete cuentos incluidos en el presente volumen, un Kender se convierte en caballero de Solamnia (bueno, casi lo consigue). En otra narracion, un ogro llega a ser salvador de la caza de los enanos, !vivir para ver! El libro se cierra con una novela corta de Margaret Weis y Tracy Hickman, <>, en la que se cuenta la suerte que corrieron los verdaderos clerigos y como Nuitari, guardiana de la magia negra, intenta frustar las ambiciones del hechicero Tunica Negra, conocido como Fistandantilus.

  • Consejera de Inversiones de Orson Scott Card

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    Cuenta la historia de como Ender Wiggin conoce a la inteligencia artificial Jane y se convierte en Portavoz de los Muertos.

  • La Ladrona del Diablo de Lisa Maxwell

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    Buscad las gemas. Cuidaos de la Ladrona. Vengad el pasado.

  • Tu tan cancer y yo tan virgo de Begona Oro

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    PREMIO JAEN 2018

  • La agonia de Francia de Manuel Chaves Nogales

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    En noviembre de 1936, Manuel Chaves Nogales, descorazonado por el rumbo que esta tomando la guerra civil, decide abandonar Espana e instalarse con su familia en Paris. Alli colaborara con la prensa francesa y latinoamericana e incluso pondra en marcha una publicacion semiartesanal sobre la actualidad espanola dirigida a los exiliados republicanos. Sabiendose fichado por la Gestapo, en 1940, pocos dias antes de que los nazis entren en Paris, Chaves abandona la ciudad para dirigirse a Burdeos y desde alli a Londres, donde permanecera hasta su muerte.

  • Tu eres mi mejor medicina de Paris Yolanda

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    Lucas y Yolanda viajan a Espana con la idea de reencontrarse con sus amigos y revivir juntos un sinfin de buenos momentos. Nada mas lejos de la realidad, puesto que en cuanto pisan territorio espanol, se dan cuenta de que las cosas han cambiado bastante y que ya nadie es lo que era.

  • Paranormal de Daniel Fenoll Mediana

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    Daniel Fenoll Medina (12 mayo de 1977, Alicante). Nacido en el seno de una familia humilde, le toco vivir una infancia marcada por la mezcla que existe entre las desdichas provocadas por la falta de recursos y una lucha continua para sobrevivir en las calles de un barrio marginal; uno de esos lugares donde las mafias imponen sus propias reglas. En el intento de dar a conocer a la persona que hay escondida detras de esa coraza, nos expone una pequena cronologia de su vida, en la que ademas ha sido objeto de toda clase de fenomenos extranos. En este libro encontraras el testimonio real de una serie de sucesos que te haran pensar en otras formas de vida y en lo que nos espera despues de esta.

  • Tienteme, su Gracia (Liga de Caballeros Incasables 1) de Tamara Gill

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    Fue desterrada de Inglaterra … y ella lo desterro de su corazon. A su regreso a Inglaterra tras la muerte de su padre, la senorita Ava Knight se convierte en propietaria de una de las propiedades de caballos de carreras mas grandes del pais. Solo hay un problema: el futuro de la finca requiere un programa de cria solido con los servicios de un semental llamado Titan. Es una pena que el caballo sea propiedad de un hombre al que juro no volver a ver nunca mas. El duque de Whitstone, Tate Wells, estaba desconsolado cuando Ava lo abandono la noche de su fuga, y juro no volver a ver a Ava nunca mas. A pesar de la falta de voluntad de Tate para perdonar a Ava, ella acude en su ayuda durante un incendio deliberadamente encendido en su propiedad. Alguien esta decidido a destruirlos. Ahora, los dos se ven obligados a trabajar juntos para garantizar la seguridad de sus caballos y sus hogares. ?Sus sentimientos anteriores del uno por el otro reavivaran su amor, o sus sentimientos se estancaran en el punto de partida? L PROLOGO Knight Stables, Berkshire 1816. a senorita Avelina Knight, Ava para los cercanos, apreto la cincha de su montura y comprobo que la silla no resbalara mientras se subia a un estribo. Con una sola vela encendida en el candelabro de la pared de los establos, trabajo tan rapido y silenciosamente como pudo con la esperanza de que los mozos de establo que dormian en los lofts de arriba no se despertaran. Encantada de que la silla aguantara y de que su montura estuviera bien sujetada antes de su partida, saco a Manny de los establos lo mas silenciosamente posible, encogiendose cuando los pies calzados del caballo hacian un sonido de clip a cada paso. Ava apago la vela al pasar junto a ella y, cogiendo su pequena bolsa, la tiro sobre el cuello de su caballo antes de subirse a la silla. Se sento alli un minuto, escuchando cualquier ruido, o la posibilidad de que alguien estuviera mirando. Feliz que todo quedo tranquilo, dio un codazo a su montura y se dirigio a la puerta oriental. Todavia habia tiempo y no necesitaba apresurarse, ahora que estaba en camino. Tate habia dicho que la encontraria en su arbol favorito a las tres de la manana, y eran solo las dos y media. Empujo a Manny al galope, abriendose camino a traves de varios patios de caballos que rodeaban su casa y mas alla del galope que su padre usaba para entrenar sus caballos de carreras. O lo que una vez fue su hogar. A partir de esta noche, su vida finalmente comenzaria. Con Tate, viajaria por el mundo, haria el amor bajo las estrellas si asi lo desearan, y no tendria que ser esclava de los caprichos de sus familias o de la sociedad y sus restricciones. Tate y ella encontrarian una nueva vida. Un nuevo comienzo. Solo ellos dos hasta que expandieran su familia para agregar ninos en unos pocos anos. El placer calento su corazon ante el pensamiento, y no pudo detener la suave risa de placer que se le escapo. Con el tiempo, Ava esperaba que su padre la perdonara, y tal vez cuando regresaran, felizmente casados y con hijos incluso, su padre estaria complacido. La figura sombria de un hombre estaba debajo del arbol. Sin embargo, por la postura y la circunferencia del caballero, no se parecia a Tate. La frialdad se apodero de su piel y entrecerro los ojos, tratando de distinguir quien la estaba esperando. Con el estomago hecho un nudo, empujo a su caballo hacia adelante sin estar segura de lo que significaba este nuevo desarrollo. Ava miro a su alrededor, pero no vio a nadie mas. Con un par de pasos mas, jadeo cuando finalmente distinguio la forma fantasmal. Su padre. Su corazon latia con fuerza. ?Como era que el estaba aqui y no Tate? Habian sido tan cuidadosos, tan discretos. Pues, ni siquiera habian circulado dentro de la misma esfera social para ser escuchados susurrando o planificando. Con Tate siendo el heredero de su padre, el duque de Whitstone y Ava solo la hija de un criador de caballos de carreras notable, sus vidas no podrian ser mas diferentes. Ava monto su caballo hasta el arbol. Vio poco sentido en volverse atras. Se detuvo ante su padre y lo miro a los ojos, tanto como pudo distinguir bajo la noche iluminada por la luna. "Ava, baja, deseo hablar contigo." Su tono no era enojado, sino cauteloso, y la boca de su estomago se estremecio ante la idea de que algo terrible le habia sucedido a Tate. ?Habia sido herido? ?Por que no estaba el aqui para encontrarla? Ella salto, caminando hacia el, su montura siguiendole los talones. “Papa, ?que estas haciendo aqui?” pregunto, necesitando saber y sabiendo que no tenia mucho sentido ignorar el hecho de que el la habia descubierto. Dejo caer las riendas de su caballo y su montura se agacho para mordisquear la hierba. El rostro de su padre adopto un tono severo. "El marques de Cleremore no se reunira contigo aqui, Ava. Recibi una nota anoche notificandome que, mientras hablamos, su senoria ha sido enviado a Londres para tomar el primer barco con destino a Nueva York. Por lo que afirma su padre, el duque de Whitstone, esta fue la decision del marques. Tate le confio a su padre la situacion en la que se habia encontrado contigo y que no sabia como librarse de tener que casarse con una mujer que no era su igual”. Ava miro fijamente a su padre, incapaz de comprender lo que estaba diciendo. El vacio se abrio en su pecho y se abrocho el chal como para detener su avance. ?Tate la habia dejado? No eso no podria ser cierto. “Pero eso no tiene ningun sentido, papa. Tate me ama. El mismo me lo dijo en este mismo lugar”. Seguramente ella no podria haberse equivocado acerca de su afecto. La gente no declara tales emociones a menos que sean verdaderas. Ella ciertamente no lo habia hecho. Amaba a Tate. Ava penso en todas las veces que se habia tomado libertades con ella, besandola, tocandola, pasando copiosas cantidades de tiempo con ella y todo habia sido sin sentido para el. Ella habia sido una mera distraccion, un juguete para un hombre de su estatura. Su estomago se revolvio ante la idea y tropezo con el arbol, agarrandolo como apoyo. “No. No lo creo. Tate no me haria eso. Me ama como yo lo amo a el y nos vamos a casar”. Ava miro al suelo por un momento, su mente dando vueltas antes de volverse hacia su padre. "Necesito verlo. Necesita decirme esto en mi cara”. "Lord Cleremore ya se ha ido a la ciudad. Y por la manana, estara en un barco a Estados Unidos”. Su padre suspiro, se acerco a ella y le tomo la mano. "Pense que tu apego a el era una locura pasajera. Su senoria nunca fue para ti, querida. Entrenamos y criamos caballos de carreras y, en Inglaterra, la gente como nosotros no se casa con futuros duques”. Ava miro fijamente a su padre, sin creer que esto estuviera pasando. Habia pensado que esta noche seria el comienzo de una eternidad, pero ahora era el comienzo del fin. Le ardian los ojos y era incapaz de mantener la compostura. “Pero lo amo”, susurro, con la voz quebrada. Su padre, un hombre orgulloso pero humilde de origenes aun mas humildes, enderezo la espalda. “Se que piensas que lo haces, pero no es amor. Eres joven, demasiado joven para desperdiciar tu vida con un chico que quiere entretenerse contigo y luego casarse con otra mujer titulada y bien relacionada”. “No estoy arruinada ni tocada, padre. Por favor, no hables de esa manera”. No queria imaginar que Tate pudiera tratarla con tan poco respeto, pero valia la pena pensar en lo que dijo su padre. Las ultimas semanas con Tate habian dejado muy poco espacio aparte de planear. ?Habrian pensado de manera diferente, habria actuado Tate de manera diferente si hubiera sido mayor, mas maduro? Si su partida mostraba algo, era sin duda que lo que decia su padre era cierto. Se habia arrepentido de su eleccion y se habia ido en lugar de enfrentarse a ella. Dejarla caer como deberia hacer un caballero, no habia sido su decision. Mostraba lo poco que pensaba en ella y el amor que ella le habia declarado tan ardientemente. Se golpeo las mejillas, queriendo gritar en la noche ante la injusticia de todo. “Lo siento”, dijo, mirando sus medias botas y sin poder encontrar su mirada. ?Como pudo haberme hecho esto? Ella nunca lo perdonaria. El suspiro. “Hay una cosa mas, querida.” !Mas! !Que mas podria haber que decir! “?Que, papa?” pregunto, el miedo se formo como un nudo en su estomago ante el semblante ceniciento de su padre. Ella habia visto una mirada similar en el cuando habia venido a contarle sobre el fallecimiento de su madre y era un rostro que nunca habia querido volver a ver. Ava se agarro con mas fuerza al arbol. "Te envio a terminar la escuela en Francia. Te inscribi en Madame. Escuela de refinacion para ninas de Dufour. Esta ubicada en el sur de Francia. Viene muy recomendada y te ayudara a prepararte para lo que vendra en tu vida; es decir, dirigir Knight Stables, reemplazandome cuando llegue el momento”. !Terminar la escuela! "!Me vas a enviar a Francia! Pero Papa, no necesito terminar la escuela. Sabes que ya soy mas que capaz de hacerme cargo de la gestion de los establos. Y conozco mis modales, como actuar tanto en la sociedad de clase alta como en la de clase baja. Por favor, no me envies. No sobrevivire sin ti y nuestros caballos. No me quites eso tambien”. No cuando ya he perdido la felicidad de la que estaba tan segura. La hizo callar y la estrecho entre sus brazos. Ava lo empujo lejos, caminando delante de el. Su padre le tendio la mano, tratando de tranquilizarla. “Me lo agradeceras algun dia. Creeme cuando te digo que esto es bueno para ti y no me movere en mi decision. Nos vamos a Dover manana y yo mismo te acompanare para asegurar tu llegada segura”.

  • Veronica de John Wolf

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    El atardecer esta cayendo sobre los montes cercanos, y sus anaranjados rayos de luz se cuelan entre la espesa vegetacion de encinas y pinares. Por la escarpada ladera se ve el ascenso decidido de una persona atletica, vestida con pantalon y camisa negra, que oculta su rostro tras un pasamontana. En su hombro derecho carga a una nina de apenas trece anos, vestida con un vestido blanco. La nina golpea la espalda del desconocido intentando zafarse de su captura, mientras lanza gritos de auxilio que no llegan a ninguna parte. La ciudad mas proxima esta a casi cinco kilometros de distancia y no se atisban viviendas en la cercania. --!Socorro, ayuda! -- Gritaba la nina con histeria. Cansado de sufrir los embates de la nina, el encapuchado la deja caer al suelo y, sin el mas minimo remordimiento, la golpea varias veces en la cabeza con su puno haciendo que esta quede inconsciente en escasos segundos. La observa unos instantes y prosigue su marcha cargandola de nuevo a sus espaldas. El pelo negro, largo y sucio de la nina cuelga sobre el rostro de ella en el ascenso. Tras unos minutos de andanza, llega a una cueva en la piedra y se introduce en ella. Observa el lugar y se decide por un escondido recoveco que hay a su izquierda, alejado de la mirada de cualquiera que pudiera entrar a la gruta en ese momento. La deposita en el suelo, tumbada sobre la fria piedra, y la observa. La nina empieza a recobrar el sentido y el desconocido le tapa la boca con la mano izquierda para impedir que esta grite. La nina se revuelve como puede, intentando zafarse de su agresor, pero no puede. El desconocido busca a su alrededor por el suelo algo que le ayude a terminar tan angustiosa situacion. De pronto, ve unas tijeras, viejas y oxidadas en el suelo. Sin pensarlo dos veces, las agarra y directamente se las clava a la nina en el vientre. La nina, debido al dolor, se lleva las manos a la zona apunalada abriendo los ojos casi a punto de salir de las orbitas. En ese instante, el desconocido aprovecha y clava de nuevo las tijeras, pero esta vez en los ojos de la nina, introduciendo cada hoja en cada uno de los globos oculares. La nina empieza a retorcerse, pero no emite chillido alguno, solo algun gemido sin sentido. El encapuchado se retira y observa a la nina en el suelo, con las tijeras aun clavadas, y disminuyendo sus movimientos poco a poco. En unos instantes, la nina fallece. El desconocido aglutina algunas rocas alrededor de la nina, y se marcha del lugar. En ese momento, una lechuza blanca se posa sobre las rocas que entierran a la menor. II DOS ANOS DESPUES Carlos camina por el cementerio arropado por la lugubre oscuridad que impregna la noche en el lugar, y que en ocasiones hace que la imaginacion vuele. Su trabajo de guardia nocturno lo lleva desempenando desde que su padre se jubilo y el accedio al puesto vacante. No era este su trabajo sonado, y menos para un joven de apenas treinta anos, pero al menos le permitia pagar sus facturas. Acompanado de su inseparable linterna, caminaba entre las lapidas cumpliendo con su ronda, cuando se pronto algo llamo su atencion en una de las zonas ajardinadas del camposanto. A una distancia de unos diez metros, tres jovenes, de entre quince y dieciocho anos, se encontraban sentados, casi formando un triangulo, iluminados por unas velas. --!Eh, ?que haceis ahi?! -- Les grito. Los jovenes salieron a la huida, y Carlos corrio tras ellos tan rapido como le permitian sus piernas. Uno de los chicos salto el muro con la agilidad de un gato, mientras Carlos casi alcanzaba a uno de sus companeros. Pero en ese momento tropezo con algo y el guardia cayo al suelo con fuerza, mientras los dos perseguidos huian del cementerio. Carlos se dolia de la rodilla tumbado en el suelo, y con algunas magulladuras en las manos y brazos. --Joder-- se quejaba mientras veia como se habian escapado. Lentamente se puso en pie y recogio su linterna del suelo. Se acerco hasta el lugar donde instantes antes habia visto a los chicos y observo una tabla de madera con grabados de letras y simbolos. Era una tabla ouija. --La madre que los pario-- dijo enfadado con la tabla en la mano--. Lo que no me pase a mi. Carlos apago las velas y, llevandose la tabla, se dirigio hasta la zona de descanso de guardia. Agarro su telefono movil e hizo una llamada mientras observaba de nuevo la tabla. La llamada fue respondida y se escuchaba una fuerte musica por el auricular. --?Seba? -- Pregunto Carlos. --?Como esta el senor de los muertos? -- Pregunto ironico al otro lado. --Dejate de bromas-- le repuso muy serio--. ?Puedes venir al cementerio, por favor? --Si bebo dos copas mas... Me tienes alli sin falta -- le contesto ironico, mostrando su estado de embriaguez. --Joder, Seba, escuchame-- le recrimina molesto --. He tenido un problema con unos crios y me he hecho dano en la rodilla, necesito ir a un medico y no tengo aqui el coche. --Pero, ?estas bien? -- Le pregunta, ahora si, preocupado.

  • Mi propio demonio de Iris Montes Meseguer

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    MI PROPIO DEMONIO.
    Adam es un demonio superior cansado de tantos anos de existencia. Pasa casi todas las tardes componiendo y tocando musica que desea que suene el dia de su muerte.
    Lorena es un intento de escritora que pasa los dias en su nuevo vecindario intentando concentrarse, y lo haria, de no ser porque su vecino resulta ser un musico loco.
    Ella ira a plantarle cara y pedirle el cese inmediato de su actividad.
    El conocera a una chica, ajena a su mundo, que no sabe que es y que le amenazara con cosas tan humanas que le producira mas de una carcajada.
    ?Que pasara cuando ella se convierta en un estorbo? ?Y si la nueva vecina fuera demasiado escandalosa y pusiera en peligro un mundo que era silencioso desde tiempos inmemorables?

  • Historia de un duelo de Carol Schaefer

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    Narracion reflexiva y de autoayuda que parte del instante en que Sophie, personaje ficticio, da un vuelco a su existencia. Renuncia a una vida aparentemente hecha. Necesita soledad para encontrar la verdad sobre si misma. Se siente incompleta, asi que emprende la busqueda de la hija que murio hace mas de dos decadas.

  • La sangre de las bestias de Joel Rodriguez Aleman

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    Hacia ya tiempo que Damian se sentia como si la vida lo hubiera agarrado por el cuello y no lo soltara. La impasible mano apretaba cada dia mas y mas, y cuando el flujo del aire empezo a cortarse, perdio la poca paciencia que le quedaba y cruzo el umbral que conducia a la senda de los perversos. Era muy tarde y aun estaba en la oficina. Nada lo obligaba a ello, salvo su altruismo; un companero, que iba atrasado en su trabajo, le pidio ayuda para cuadrar unos balances. La idea de hacer horas extras que nadie le iba a remunerar, sumada a lo mucho que despreciaba a aquel <>, segun sus propias palabras, le atraia tanto como a un ateo ir a misa. Sin embargo, debia hacerlo, pues las consecuencias de no terminar aquella tarea o, peor aun, terminarla mal, podian ser graves no solo para su companero, sino para la propia empresa. A medianoche, por fin bajo del autobus que lo dejaba a unos diez minutos de su casa. A pesar de la corta distancia, lo incomodaba recorrer aquellas calles repletas de drogadictos y carteristas. Miraba a todas partes y se maldecia por haberse quedado trabajando hasta las tantas. A mitad del trayecto, vio a un muchacho con sudadera sucia y una gorra con la visera hacia atras apoyado en la pared de un edificio y con una lata de cerveza en la mano derecha. Sintio una repentina opresion en el pecho. Parecia que aquel chico estaba absorbido por sus propios pensamientos y no albergaba intenciones aviesas, pero eso no lo tranquilizo. Aun asi, siguio su camino como si nada. Cuando estuvo a su altura, el muchacho solto la cerveza, que cayo con un estruendo amplificado por el silencio de la noche, y le corto el paso. Saco una navaja con la destreza de quien se ganaba la vida con ella, y dijo: --La cartera. Ya. Damian levanto las manos. Temblaban. --Voy, voy. --Su voz sono mas aguda de lo normal--. La tengo en el bolsillo izquierdo del pantalon. Voy a sacarla, ?vale? --Como me la juegues, te mato. --No, no te la juego, te lo juro. Entrego su deshilachada cartera al atracador. Este, mientras lo apuntaba con la navaja, maniobro con la mano izquierda para examinar el contenido: solo habia un billete de cinco euros y algo de calderilla. --Joder, que mierda. A pesar de lo tenso de la situacion, Damian encontro suficiente animo para ofenderse. <>, penso. --Dame tu movil. Bajo esta vez la mano derecha y extrajo de su bolsillo un Nokia de los antiguos, tan solo capaz de hacer llamadas y enviar mensajes SMS. --?Que mierda es esta? ?Por que no tienes un movil normal como todo el mundo? Me pagaran una miseria por esta basura. Antes de que tuviera la oportunidad de contestar, el ladron le propino un golpe con el reverso de la navaja que le hizo caer al suelo, y huyo a toda velocidad, insatisfecho con su botin. Damian encendio la luz, y su estudio de treinta metros cuadrados se tino del color amarillento de la bombilla del techo. La pintura de las paredes estaba desconchada aqui y alla. Sobre el escritorio, enfrente de la puerta, habia un ordenador portatil con una raja en la carcasa, fruto de una desafortunada caida anos atras. A su izquierda, el somier hundido por el centro comunicaba al mundo que su uso prolongado haria peligrar la espalda de su dueno. La cocina, al fondo de la estancia, estaba justo al lado del bano, lo cual le producia una sensacion desagradable a la que nunca se acostumbraba. Se dejo caer sobre la cama, apoyo los codos sobre sus rodillas y se tapo la cara con las manos. La amargura, que habia esperado con paciencia su momento, lo invadio. Aun asi, no lloro, tan solo se lamento de su desgracia. Normalmente, la soledad no lo afectaba, pero aquella noche lo ahogo. No tenia con quien hablar: ni mujer, ni hijos, ni tan siquiera un simple companero de piso. Se acordo de sus padres, pero bajo ningun concepto acudiria a ellos en busca de ayuda. Tras desnudarse, apago la luz y se acosto con la vana esperanza de dormirse; sin embargo, su corazon tardaba mucho en apaciguarse y aun bombeaba la sangre a demasiada velocidad. Reflexiono sobre el incidente, pero tambien sobre su propia vida. Comprendio que ser atracado en plena calle no era mas que la consecuencia de un problema mas grande: sus escasos ingresos economicos lo obligaban a residir en un barrio conflictivo, en un piso miserable, sin opcion a renovar su mobiliario, sus aparatos electronicos o su indumentaria. Le dolia vivir asi. Habia soportado mil y una penurias con encomiable estoicismo durante muchos anos, pero se acabo. Tomo una determinacion que ya no lo abandonaria jamas: cambiar esa situacion de una vez por todas. Capitulo 2 Dos dias despues, un soleado jueves de finales de verano, Damian disfrutaba de un almuerzo con su amigo Mario en la terraza de un restaurante. Cobijados por la sombra de un toldo grueso mientras bebian unas cervezas frias, mitigaban los efectos del calor. Se encontraban en una calle peatonal repleta de comercios y viandantes. --Gracias por invitarme --le dijo Damian. --Nada, para eso estan los amigos. Mario poseia una panza y unos mofletes prominentes, pelo rizado y nariz ancha. Contrastaba con Damian, enjuto, de apariencia fragil y con un pelo lacio tan mustio que no se despegaba de su craneo. Ambos llevaban sandalias y sus peludas pantorrillas al desnudo. --Mario, necesito dinero. Estoy harto de vivir donde vivo, con miedo constante a que me pase algo, en un piso que parece que se va a venir abajo a las primeras de cambio. Estoy harto de mi trabajo, estoy harto de... --Vale, vale, lo pillo. --Su amigo, un optimista perenne, no queria ver a nadie regodeandose en sus propias miserias--. Mira, es tu dia de suerte: te voy a proponer un proyecto que nos hara ganar mucha pasta. Damian, como cabria esperar, aguzo el oido: --Te escucho. Mario hizo un triangulo con ambas manos y las separo lentamente al tiempo que decia: --Inteligencia artificial. Su gusto por la teatralidad le hizo dejar una pausa dramatica, pero no logro el efecto deseado. Damian se encogio de hombros y espero a que continuara su discurso. --Es el futuro, chaval. Voy a desarrollar una inteligencia artificial para procesar grandes volumenes de informacion y detectar patrones que ayuden a decidir sobre esos datos. No es nada revolucionario, las grandes empresas llevan ya un tiempo haciendolo, pero eso es bueno: significa que hay gente dispuesta a pagar por algo asi. Y pagaran mucho dinero, muchisimo. ?Te das cuenta del enorme potencial que esconde un sistema informatico de ese estilo? --Me lo puedo imaginar. --No, no podia. --El caso es que yo me encargare de programar ese sistema, pero necesito a alguien que se ocupe de todo lo demas: buscar clientes, el marketing online... En fin, ese tipo de cosas. Asi que... ?que me dices?

  • Otono en Manhattan (Loca seduccion 1) de Eva P. Valencia

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    Gabriel Gomez es un joven y guapo arquitecto que deja Barcelona huyendo de la atraccion que siente por la prometida de su hermano Ivan. A su llegada a Manhattan no le faltan candidatas dispuestas a conquistar su maltrecho corazon, pero la unica mujer que despierta su interes es su sexi, autoritaria y exigente jefa, Jessica Orson.

  • KimoKawaii de Enrique Planas

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  • El vals de los malditos de Ivan Lopez Pardo

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    Un terrible asesinato tiene lugar en Santander en plena transicion postfranquista, que recuerda a otro fatal suceso que aterrorizo la ciudad en el pasado. Al igual que su padre entonces, el inspector Marcos Marquez es enviado a investigarlo. Al mismo tiempo en otro punto de la ciudad, su hermana Estela despierta sobresaltada, envuelta en oscuras pesadillas que enmascaran un terrible presentimiento que va a cambiar sus vidas para siempre. En su sueno, ve retornar de entre los olvidados a un hombre herido de nostalgia y anhelo que no parara hasta conseguir su objetivo. Mientras, escondida entre las sombras, una oscura figura continua tramando un maligno plan que el mundo ignora y que sera crucial para su devenir. Unidos por el horrible crimen, padre e hijo investigaran este nuevo caso, luchando juntos por superar las numerosas adversidades y trabas que, desde el principio, se encontraran para resolverlo.

  • Enciclopedia Eslava de Juan Eslava Galan

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    El prolifico divulgador y escritor Juan Eslava Galan reune en estas mas de 600 paginas un compendio de la sabiduria y cultura general que todos debemos y estamos obligados a conocer. Desde geografia, filosofia e historia de Espana hasta ciencias o literatura. Un amenisimo manual accesible para todo tipo de publico que se regodeara con el estilo claro y directo de Eslava Galan y, de paso, recordara cosas ya olvidadas y prendera muchas otras mas.

  • Luz de gas de Llisbeth Cavey

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    Valentina, solitaria e introvertida, tiene su primera oportunidad laboral como psicologa en la clinica de salud mental “Las Golondrinas” Un nuevo horizonte se abre ante ella y la esperanza, que creia perdida, vuelve a anidar en su interior.
    Alli conoce a alguien muy especial, dotado de un carisma y atractivo unico: Adrian Cabano. Solo hay un inconveniente para entablar una relacion con el, y es que es un interno. El mas peligroso y temido del lugar.
    Desde el primer momento, ella ve algo que los demas no ven en el y pronto corrobora sus sospechas. Algo turbio planea sobre la institucion acechando a los pacientes, y Valentina se propone descubrirlo. ?Te atreves a acompanarla en esta aventura?

  • Silbidos de supresion de Marcos Nieto Pallares

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    Una vida marcada por el Holocausto. Una juventud malograda por el Tercer Reich. Un relato que transita por el gueto de Varsovia y el campo de concentracion de Auschwitz, hasta alcanzar el presente. Una venganza sin cumplir heredada setenta y tres anos tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Un plan perpetrado desde el odio con un unico fin: saldar cuentas con aquellos que pretendieron aniquilarlos.

  • Camelot (Britannia 2) La hechicera y la tabla redonda, Javier Pelegrin & Ana Alonso de Ana Alonso , Javier Pelegrin

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    Magia, aventura, lucha y una historia de amor que trasciende la leyenda.

  • Dos hermanas de David Foenkinos

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    La nueva novela del autor mas versatil de la literatura francesa y <> (J. Ernesto Ayala- Dip, Las Provincias), con tres millones de lectores y quince premios literarios.

  • El silencio y los crujidos de Jon Bilbao

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    Un eremita de la antiguedad, misantropo y quisquilloso, decide pasar su existencia sobre una columna desde la cual divisa a un companero mas anciano que el, y puede que mas sabio y con mas seguidores, lo que provoca en su interior pasiones insospechadas. Un biologo amante de la soledad, enfrentado a lo que promete ser el descubrimiento de su vida, se ve confinado a un aislamiento autoimpuesto en la cumbre de un tepuy, en plena selva amazonica, con la unica compania de una anaconda que se convertira a un tiempo en su angel y su demonio. Un misterioso inventor, tras haber conseguido hacerse multimillonario con una aplicacion informatica que revoluciona la sexualidad humana, opta por encerrarse para siempre en una torre en el centro de una isla balear. Su decision desatara una ola de violencia que cambiara la vida de sus seres mas cercanos. Intensa y descarnada, radical y seductora, la rosa de Jon Bilbao consigue poner al limite del abismo a unos personajes cuyas decisiones se convierten de una manera u otra en el germen de sus desgracias.

  • Beth de Andrea Munoz Majarrez

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    Una novela romantica que te hara viajar a las Tierras Altas en plena epoca victoriana.
    Beth recorrera un largo y dificil camino en busca del amor y la felicidad.

  • El encargo de Javier Melero

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    Este no es un libro mas de los muchos que van a aparecer sobre el juicio al proces. Este es EL LIBRO.

  • Maria Estuardo (El Acantilado 263) de Stefan Zweig

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    Coronada reina de Escocia con apenas seis dias, Maria Estuardo es uno de los personajes mas enigmaticos y apasionantes de su tiempo. Su vida y sus desdichas han suscitado la curiosidad de multitud de estudiosos. Educada en Francia, refinada, culta y hermosa, su adhesion al catolicismo en la turbulenta epoca de las revueltas protestantes, la complicada politica sucesoria en Inglaterra, asi como la fragilidad politica del reino de Escocia la convirtieron en una traidora intrigante y en una santa de la Iglesia catolica al mismo tiempo. El retrato de toda una epoca.

  • Demos vuelta la pagina de Aranza Wood

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    “Dicen que podemos enganar al cuerpo con otra piel, pero no al corazon con otra alma”

  • Te amare por siempre (La chica de Indhira Jacobo

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    Arrastrando los pies llego a mi casa. Me duele la cabeza y me siento el cuerpo pesado. Una vez mas agradezco a la virgencita que no hay nadie, mi hermano no ha llegado del trabajo, confirmo la hora y me doy cuenta que tengo tiempo para ducharme y acostarme a dormir. No quiero tener que enfrentarme a un interrogatorio, por lo menos no hoy. Necesito una aspirina con urgencia, !mierda! Ni siquiera se si puedo tomar una maldita aspirina. Al llegar al bano, me miro en el espejo, estoy palida, tengo los ojos rojos e hinchados. No me reconozco y no me gusta mi reflejo. Siempre he sido amante de los banos despues de un dia agotador para relajarme, hoy tengo ganas de tomar una ducha rapida que acabe con todo. <>. Porque no solo me duele el cuerpo sino que tambien me duele el alma. Me desvisto y meto debajo del chorro de agua caliente y nuevamente las lagrimas me asaltan. Quiero parar de llorar pero las lagrimas siguen cayendo, parece como si tuvieran vida propia. <>. --"fue algo de ultimo momento" --dijo. --Ultimo momento, !una mierda! --grito--. Te casaste porque quisiste. Preferiste escogerla a ella y destrozarme la vida a mi. Varios sollozos se escapan de mi boca y las fuerzas me abandonan. Poco a poco me deslizo contra las baldosas y me dejo caer en el piso de la banera. Encojo mis piernas, las rodeo con mis brazos y escondo mi cabeza entre las rodillas. Me quedo bajo el chorro de agua caliente pensando en todo lo que ha pasado en estos ultimos meses. En como ha cambiado mi vida. Yo que siempre fui una persona precavida, inteligente, que intentaba evitar cualquier tipo de problemas. No entiendo como me meti en algo que no iba a poder manejar. Sabia que estaba mal, pero no supe detenerme a tiempo. Mi cabeza siempre supo que el no la dejaria, pero mi corazon escogio creer en el. Puede que sea la romantica que llevo dentro que penso que se quedaria conmigo como en las telenovelas o en los cuentos de hadas. ?Quien en su sano juicio iba a dejar a una rica heredera que le permita entrar en la crema y nata de la sociedad italiana? Nadie, y mucho menos para estar con una simple empleada que apenas esta comenzando en el mundo. Salgo de la ducha cuando ya se ha acabado el agua caliente y tengo las manos arrugadas, me pongo la pijama, me meto en la cama y vuelvo a llorar. Lo ultimo que recuerdo antes de caer rendida es que mi vida es una mierda y que soy la persona mas infeliz en la faz de la tierra. --!Hey! --escucho que alguien me llama mientras me dan palmaditas en el hombro. Abro los ojos y me encuentro con la mirada de preocupacion de Alex, la misma que me ha lazado en los ultimos dias cada vez que nos vemos--. Despierta dormilona. --!Hola! --lo saludo con la voz ronca. Tengo la garganta reseca--. ?Hace cuanto que estas en casa? --Hace una hora mas o menos. Solo he venido a banarme y por un poco de ropa, este fin de semana me quedo con Michelle y no queria marcharme sin hablar contigo --me dice mientras me incorporo. Miro por la ventana de mi cuarto y ya ha oscurecido. --?Que hora es? --Son pasada las ocho. --?Que ocurre? --Nada solo que casi no te veo y queria saber como van tus cosas --se interesa al mismo tiempo que me examina como si fuera un bicho raro bajo un microscopio. --No hay mucho que contar todo esta como siempre. Mi hermano resopla. --Como siempre significa que sigues sin alimentarte como es debido, estoy muy preocupado Adri cada dia estas mas delgada, parece que te estas consumiendo desde adentro. No puedes seguir asi. Tienes que ver un medico. --Fui a ver un doctor --respondo a la defensiva, un poco mas alto de lo que deberia e inmediatamente me pincha la sien. Cierro los ojos, me llevo los dedos al lugar de mi molestia y masajeo en pequenos circulos--. Me ha dicho que tengo problemas de tiroides y que por eso estoy perdiendo peso. <>. --Me alegra escuchar eso. ?Por que no me comentaste que irias a verlo? hubiera sacado un tiempo para acompanarte. Se acomoda a mi lado y apoya la cabeza en la cabecera acolchada de mi cama. Abro los ojos y me asalta la culpa. Alex siempre se ha preocupado y ha cuidado de mi, me duele no poder contarle la verdad. --?Que mas te dijo? --me pregunta y me entra panico, de repente tengo miedo de que haya percibido mi angustia. --?Que te hace pensar que me dijo algo mas? --Por favor Adriana, no hay que ser medico para saber que no te encuentras bien, ?Es que no has visto lo palida que estas? Algo mas has de tener a parte de ese problema de tiroides --dice y el tono es demasiado alto para mi cabeza. Me acaba de llamar por mi nombre muestra de que esta hablando en serio y que no esta para juegos. --Tambien ha dicho que tengo anemia --miento descaradamente--, debo tomar unas vitaminas y por favor baja la voz que me duele la cabeza. --Lo siento no quiero ponerme pesado pero entiendeme, estoy muy preocupado por tu salud --ladea la cabeza y me mira detenidamente--. Le dije a mami que cuidaria de ti y ultimamente siento que no te he dedicado el tiempo necesario. --No seas exagerado Alexander que no soy una nina --me quejo con cierta irritacion--, es solo una anemia y pronto estare bien. Me mira sin estar del todo convencido, asi que me apresuro a decir suavizando la voz: --Te lo prometo. Me estudia con sus ojos grandes durante unos segundos hasta que finalmente asiente con la cabeza. --Tambien te desperte porque tengo que comentarte algo. Ahora es mi turno de observarlo cautelosamente. Conozco esa mirada y por lo general viene acompanada de algo que no me va a gustar. --Michelle no deja de quejarse que casi no nos vemos, como ultimamente estoy saliendo tarde del trabajo, a veces hago doble turno; solo la veo los fines de semana. --Aja. Tomo un hondo respiro y retengo todo el aire de mis pulmones. --Pues que me ha propuesto irnos a vivir juntos --dice y su tono de voz deja entrever que hay algo mas importante aun. Vuelvo a respirar mas tranquila. No es lo que esperaba que dijera pero teniendo en cuenta que llevan saliendo juntos tres anos no es algo que me sorprenda. --Felicidades. Lo miro a los ojos y le digo con toda la sinceridad de la que soy capaz a pesar de mi falta de entusiasmo. Michelle es una excelente muchacha, muy bien criada, estudiante de medicina y lo que es mejor aun, esta loca por los huesitos de mi hermano. --Me alegro mucho por los dos. --Bueno aun no le he dicho que si, le dije que tenia que comentarlo contigo primero. --?Conmigo? --inquiero sorprendida--. Si me estas pidiendo permiso de una vez te digo que no me molesta que se venga a vivir con nosotros; la casa es grande, es mas hasta sobra espacio. Conozco tan bien a mi hermano que por la forma en que arruga la nariz, demostrando asi su nerviosismo y la manera en la que sus ojos se mueven, me da a entender que esta escogiendo cuidadosamente sus proximas palabras. Eso hace que me ponga nuevamente en alerta. Presiento que no me va gustar lo que me dira. --He estado pensando que deberiamos vender la casa... --dice bajito--... y mudarnos a un apartamento mas pequeno y mas cerca de nuestros respectivos trabajos. <>. --!?Mudarnos!? --casi grito. !Que horror! Me siento totalmente erguida, giro un poco el cuerpo y lo miro escandalizada-- ?Quieres mudarte del lugar donde hemos vivido toda la vida? <>. Eso no. !Joder! No ahora. Cuando crees que tu mundo se esta desmoronando viene tu hermano mayor y te lanza una bomba de ese calibre. !Dios! ?Pero que es lo que esta pasando?

  • Tal vez un quiza baste de Lhuna White

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    En poco mas de un ano, Claudia y Adrian pudieron ver como sus vidas cambiaron. Su forma de afrontarlas se convirtio en una manera de vivir que nadie les habia ensenado. ?Sonar? Siempre. ?Con problemas? Tambien.

  • Feliz final de Isaac Rosa

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    Esta novela reconstruye un gran amor empezando por su final, la historia de una pareja que, como tantas, se enamoro, vivio una ilusion, tuvo hijos y peleo contra todo -contra ellos mismos y contra los elementos: la incertidumbre, la precariedad, los celos-, lucho para no rendirse, y cayo varias veces.
    Cuando el amor se acaba, surgen las preguntas: ?donde se torcio todo?, ?como hemos acabado asi? Todo amor es un relato en disputa, y los protagonistas de este cruzan sus voces, confrontan sus recuerdos, discrepan en las causas, intentan acercarse. Feliz final es una autopsia implacable de sus deseos, expectativas y errores, donde afloran rencores sedimentados, mentiras y desencuentros, pero tambien muchos momentos felices.
    Isaac Rosa aborda en esta novela un tema universal, el amor, desde los muchos condicionantes que hoy lo dificultan: la precariedad y la incertidumbre, la insatisfaccion vital, las interferencias del deseo, el imaginario del amor en la ficcion.
    Porque es posible que el amor, tal y como nos lo contaron, sea un lujo que no siempre podemos permitirnos.