• los confines del silencio libro - C. L. Taylor

    https://gigalibros.com/los-confines-del-silencio.html

    Susan Jackson es una mujer satisfecha: tiene una familia que la hace feliz, un marido con una solida carrera politica, una casa hermosa. Pero cuando su hija Charlotte, que acaba de cumplir quince anos, entra en coma tras un extrano accidente, toda su felicidad se rompe en pedazos, especialmente cuando descubre que el accidente no fue tal. Susan, desesperada, hara lo posible para comprender el acto de Charlotte. Para ello, revisa sus diarios en busca de algun indicio, un rastro que la ayude a entender lo que su hija estaba viviendo. Pero lo que se encuentra, en lugar de tranquilizarla, la inquieta. <>.

  • LOS CONFINES DEL SILENCIO | C.L. TAYLOR | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-los-confines-del-silencio/9788416261383/2555115

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  • Los Confines Del Silencio (LOS IMPERDIBLES) Tapa dura

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    Los Confines Del Silencio (LOS IMPERDIBLES) : C.l. Taylor: Amazon.es: Libros.

  • Los confines del silencio (LOS IMPERDIBLES) Versión Kindle

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    Mirar en el interior de este libro. Los confines del silencio (LOS IMPERDIBLES) de [C. L. Taylor, Antonio Prometeo Moya ...

  • LOS CONFINES DEL SILENCIO - Duomo Ediciones

    http://www.duomoediciones.com/es/catalogo-editorial/los-confines-del-silencio-782.htm

    LOS CONFINES DEL SILENCIO. C. L. TAYLOR. «ESCONDER ESTE SECRETO ME ESTÁ MATANDO.» Susan Jackson es una mujer satisfecha: tiene una familia que la hace feliz ...

  • Los confines del silencio - Libro de CL Taylor - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/94173/los-confines-del-silencio

    Susan Jackson es una mujer satisfecha: tiene una familia que la hace feliz, un marido con una sólida carrera política, una casa hermosa.

  • los confines del silencio - Librería La Puerta de Tannhäuser.

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    LOS CONFINES DEL SILENCIO, TAYLOR, C. L., 19,90€. ... EL LIBRO NEGRO DE LAS HORAS: GARCÍA SÁENZ DE URTURI, EVA: Alguien que lleva muerto cuarenta años no ...

  • LOS CONFINES DEL SILENCIO - TAYLOR CL

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    Información del libro. GéneroNovela negra, intriga, terror; EditorialDUOMO; Año de edición2015; ISBN9788416261383; ISBN digital9788416261604; Idioma Español.

  • Los confines del silencio - C. L. Taylor -5% en libros | FNAC

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    Los confines del silencio, libro de C. L. Taylor. Editorial: Duomo. Libros con 5% de descuento y envío gratis desde 19€.

  • Los confines del silencio - C. L. Taylor - Babelio

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    En este caso, ya os aviso de que podéis leerla tranquilos porque es lo suficientemente atrayente como para que el libro os llame la atención pero no va a ...

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  • Desaparecido, C. L. Taylor de C. L. Taylor

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    Cuando Billy Wilkinson, de 15 anos, desaparece en mitad de la noche, su madre, Claire, se culpa a si misma. No es la unica en hacerlo. No hay un solo miembro de su familia que no se sienta culpable, y los Wilkinson estan tan acostumbrados a guardar secretos entre ellos que la verdad no empieza a salir a la superficie hasta seis meses despues. Claire esta segura de que sus amigos y su familia no tienen nada que ver con la desaparicion. El instinto de una madre nunca se equivoca… ?O si?

  • Por encima de todo, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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    Hope era feliz, hasta que Clay entro en su vida poniendosela patas arriba. La angustia de no saber que hacer, porque estaba a punto de perderlo todo, la estaba matando. Enamorarse de Clay era lo peor que podia ocurrirle en ese momento y debia decidir si seguir su vida o destrozar a las personas que la rodeaban por algo que no sabia si tendria futuro.

  • En defensa de la felicidad de Matthieu Ricard

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    Tras el exito de El monje y el filosofo, un autentico tratado de la felicidad, a la vez que una valiosa y convincente guia para nuestros individualismos carentes de puntos de referencia. Todos aspiramos a la felicidad, pero ?como encontrarla, conservarla e incluso definirla? A esta cuestion filosofica por excelencia, tratada por el pensamiento occidental con una mezcla de pesimismo y burla, Matthieu Ricard aporta la respuesta del budismo, una respuesta exigente pero tranquilizadora, optimista y accesible a todos. Dejar de buscar a toda costa la felicidad fuera de nosotros, aprender a mirar en nuestro interior pero a mirarnos un poco menos a nosotros mismos, familiarizarnos con una vision a la vez mas meditativa y mas altruista del mundo… Con el bagaje de su doble cultura, de su experiencia como monje, de su relacion con los mas grandes sabios, de su conocimiento de los textos sagrados asi como del sufrimiento de los hombres, el embajador mas popular y reconocido del budismo en Francia nos propone una reflexion apasionante sobre el camino de la autentica felicidad y los medios para alcanzarla.

  • Tu eres mi deseo de Hugo Sanz

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    Begona Cifuentes, su abogado ya esta aqui. --La voz de aquel policia me llego como si nos separara un abismo, pese a tenerlo a escasos centimetros de mi. Mi abogado, ?quien me lo iba a decir? No me habia visto en otra en la vida. Yo, hurtando... Imposible, ahora solo me quedaba intentar demostrarlo. Lo malo era que la camara de seguridad del local en cuestion no habia logrado captar el angulo desde el que se produjo el desaguisado. Me queria morir, esa era la realidad... Detenida, amedrentada y sola... Si al menos mi madre estuviera en la ciudad, pero no, ella estaba de viaje. Siempre de viaje... Desde que conocio a Rodrigo no paraba en casa y yo... Yo no le decia nada, pero la echaba tremendamente de menos. Aquel mes, en concreto, estaban en Bali. Como para decirle que me habian detenido, se iba a llevar el disgusto de su vida y ya bastante asustada estaba yo como para levantar mas la liebre. Temerosa, mire al frente. De siempre me habian impresionado aquellos ambientes; comisarias, juzgados y todo lo que tuviera que ver con esos entornos sordidos que hubiera deseado no tener que pisar en mi vida. Me estoy refiriendo a sus calabozos y zonas menos recomendables, claro, porque servidora, como cualquier hija de vecino, habia ido a hacerse el DNI, el pasaporte o a tramitar cualquier documento a sus dependencias. Pero de ahi a cruzar la linea roja y verme entre barrotes mediaba un buen trecho. Mi aversion por aquellos lugares me venia de nina. Digamos que, al contrario que mi madre, que era de buena familia, mi padre fue un delincuentillo mas de los muchos que se consideran carne de canon. Y de ahi que yo no quisiera verlos ni en pintura. ?Como fueron mis padres a parar juntos? Pues vaya usted a saber, porque mi madre respecto a eso no es que hablara demasiado y siempre que yo la habia empujado para que le diera un poco al pico me decia que lo suyo con mi padre fue una desgraciada casualidad. Bonita manera de describir mi llegada al mundo... una desgraciada casualidad. Claro, y por eso tambien llego mi hermana Marta, cualquiera lo entendia... Pero, para desgraciada, como me sentia yo aquel dia. No puedo decir que en aquella comisaria me hubieran tratado mal, seria de lo mas injusta si afirmara tal cosa, pero si al menos que yo no estaba alli precisamente como pez en el agua. Vamos, que me moria de ganas de salir y de respirar aire fresco. --Vale --murmure ante la inminente llegada de aquel chico que deberia tener poca mas edad que yo, es decir de veinticinco, segun puede ver enseguida. --Me llamo Marino Gil y tu debes ser Begona Cifuentes --afirmo mientras le echaba un vistazo al expediente que ya tenia en la mano. --Querras decir Mariano, ?no? --?Como? --Mi pregunta debio desconcertarle un poco, sacandole de la lectura inicial que estaba echando. --Me refiero a tu nombre... --Ah, no, es lo tipico... Confunde a muchas personas, pero no. Mi nombre es Marino, ?sabre yo como me llamo? Tenia toda la logica del mundo. Hubiera sido para matarse de risa que yo le hubiera corregido porque no supiera su propio nombre. A veces mis cosas eran como de bombero torero y aquella fue una de ellas, sin duda... --Vale, Marino, pero eres abogado, ?no? Un chiste facil que sobraba, obviamente el chico no estaba alli tripulando ningun barco. --Claro, mujer, a ti lo que te pasa es que te desconcierta mi juventud, pero no te preocupes que, aunque imberbe, no soy tan joven como parezco. --Ah, ?no? --No, tengo treinta y dos anos, aunque pocas veces me echan mas de treinta. Ademas, mi padre es un reputado penalista y llevo toda la vida aprendiendo de el. No te preocupes, que te defendere bien. Marino Gil era un chico apuesto, de esos que podrian prestar su imagen para cualquier marca, con una sonrisa que enganchaba. Era como si sus palabras, una a una, me fueran calmando, por lo que enseguida agradeci su presencia. No era fruto de la casualidad que estuviera alli. Nada mas verme en ese embrollo me puse al habla con mi amiga Esther, cuyo padre era abogado civilista, de esos que se dedican a los asuntos de familia, algo que a mi me parecia harto complicado, pero que al hombre le apasionaba. --Bego, tranquila, que todo esto debe tener una explicacion --me dijo ella--. Mi padre no puede ayudarte, pero tiene companeros que podran hacerlo. No te preocupes, que te enviara a uno de los mejores. El dinero no era problema, al menos esa preocupacion que me quitaba. Mi madre y Rodrigo gozaban de una posicion economica muy desahogada, por lo que jamas faltaba en mi cartera una tarjeta que poder quemar a mi antojo. Creo que asi intentaban compensar sus ausencias, aunque en su favor dire que yo tampoco era una nina y que quizas los necesitara todavia cerca por aquellas carencias interiores que todavia me azotaban. Con frecuencia me lo decia, Luis, mi coach. --Sigues siendo muy dependiente y eso tenemos que trabajarlo. Tus familiares tienen derecho a hacer su vida y, ademas, eso te proporciona la magnifica oportunidad de hacer a ti la tuya. No la desaproveches, llena huecos, centrate en ti, date caprichos, mimate y llega a la conclusion de que no tienes que llevarte con nadie mejor que contigo. Muy facil de decir y mas dificil de hacer de lo que parecia, pero en ello estaba. A pocas semanas de la Navidad era lo que pretendia. Esas entranables fechas si las pasaria con mi madre, su marido y Marta, aunque ya en Nochevieja cada mochuelo fuera a su olivo... --Mejor que mejor --me comento Esther, a quien le encantaba esquiar, pues estaba loca porque yo la acompanara a Baqueira Beret para recibir al Ano Nuevo. --Ya veremos, amiga, sabes que desde que me parti la pierna esquiando no es que la nieve me apasione. --?Cuanto hace de eso? ?Diez anos? Jo, Bego, eramos dos chiquillas, pasa pagina ya. Ese era mi problema, que me costaba pasar pagina y que me ahogaba en un vaso de agua. Considero que funciono sin presiones y siempre con un plan preestablecido, porque lo de improvisar no va demasiado conmigo. Y luego estaba lo otro, a lo que se referia mi amiga, que costar pagina me costaba la misma vida. Marino me miraba como esperando una explicacion, pero eso era justo lo mismo que yo esperaba de el. --Esto, entonces... ?me puedes contar que es lo que ha pasado? --me pregunto sin vacilar. --Solo puedo prometerte que no tengo ni idea de como ha llegado ese anillo hasta mi bolsillo. --Begona, una cosa si que es importante. Piensa que yo no voy a juzgarte en ningun momento, yo estoy de tu parte, pero es basico que me cuentes la verdad. --?De veras estas de mi parte? Y, perdona, pero se de sobra la diferencia entre un juez y un abogado, no soy tonta. --Me puse tremendamente a la defensiva. Claro que no era tonta, pero debia tener cara de ello. Menuda pardilla estaba hecha al comportarme asi. Maldije mi suerte. Quien me habria mandado a meterme en aquella joyeria esa manana. Pero, por otro lado, ?que posibilidades habia de que ocurriera algo asi? Jamas me habia sucedido una cosa tan inquietante. Entrar como clienta y salir como presunta, ?ladrona? No sabia como se decia en el caso del hurto. --Claro que estoy de tu parte, mujer, y no te preocupes en absoluto, es normal que pierdas un poco los estribos en esta situacion, le podria pasar a cualquiera... --Ya, perdona... No se muy bien lo que digo, yo no soy asi... Normalmente soy bastante mas tranquila, pero es que aqui el panorama no puede ser mas desalentador. --Me hago cargo, no te preocupes. Y perdona si te he dado a entender algo que no pretendia, es solo que en muchas ocasiones nos encontramos con personas cleptomanas a las que les cuesta la misma vida reconocerlo. Muchas de ellas tienen un aspecto estupendo, como el tuyo, pero enseguida es el historial policial el que canta y nos encontramos con un pastel de no te menees. Vaya, mi aspecto le habia parecido estupendo, no entendia yo ni como. Anda que no debia estar desalinada despues del periplo aquel tan desagradable. Todavia cerraba los ojos y podia escuchar a la dependienta llamando a la policia mientras me decia que no me moviera de alli, que las camaras me identificarian si lo hacia... Malditas camaras que servian para identificarme y no para resolver aquel embolado. Ni muerta hubiera cogido algo que no era mio. Mucho menos todavia lo que a todas luces consideraba un capricho; un anillo. Vale, queria uno para mi madre como regalo de Reyes, pero ni lo hubiera robado ni habria escogido uno tan caro como el que aparecio en mi bolsillo. Por Dios que habia hecho un pan como unas tortas... Ir de compras para entretenerme y terminar entre rejas. Surrealista al maximo, asi me resulto. Por fortuna, ahora tenia a Marino conmigo, aunque debia reconocer que no habiamos comenzado con el mejor de los pies. --Ya, se a lo que te refieres, pero no. No soy cleptomana ni nada parecido y mi ficha policial la vas a encontrar mas limpia que una patena. --Bueno es saberlo. Entonces, lo que voy a necesitar es cualquier detalle que pueda ayudarme a ponerme en situacion y a tratar de saber que es lo que ocurrio en aquella joyeria. --A ver, intentare hacer memoria. Yo entre y primero estuve mirando unos brazaletes en el centro de la tienda. No me gusto ninguno y... --?Hablaste con alguien mientras los mirabas? --No, ni media palabra. --?Cuanta gente podia haber alli? --No se, igual tres o cuatro personas, supongo. Tampoco me fije tanto. --?Sabrias decirme sus edades, su sexo? --No exactamente. Bueno, habia una senora mayor, si...ahora la recuerdo. Me pregunto si una pulsera de plata que estaba mirando podria gustarle a su nieta, que tenia mi edad segun me dijo. --?Estableciste una conversacion con ella? --No, bueno hablamos un poco... Le dije que la veia un poco clasica, que buscara algo mas modernito porque seguramente le gustara mas y ya despues la perdi de vista. --Intenta concentrarte. ?Quien mas habia?

  • Amigos o algo mas (Divalentis Romantica 6) de Deborah F. Munoz

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    Ana no ha decidido aun que hara durante sus vacaciones. Lo que si que tiene claro es que el primer dia se va a hartar a dormir. Pero cuando su amiga Tam se rompe una pierna al intentar subir la escalera con unas cuantas copas de mas, esta la manipula para que le haga un favorazo y se encuentra, de pronto, al cuidado de dos gemelas. Al principio es duro, pero justo cuando le empieza a coger el tranquillo a eso de ser ninera, las dos diablillas suben a la habitacion de su misterioso tio, a pesar de que lo tienen prohibido, y la vida de Ana cambia para siempre.

  • Amor vidente de Elizabeth Pineda

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    Por fin ha llegado el dia que tanto he esperado. Estoy sentado en la cama de mi habitacion esperando a que Elyon me llame y me diga a quien ha elegido para ser mi companera. En la vida de todo vidente llega el punto donde no puede continuar solo y Elyon le obsequia a la mejor persona para que este a su lado. Ese dia ha llegado para mi. De pronto las luces parpadean, todo se pone borroso y luego, El aparece. --Has aguardado mucho tiempo para esto --dice. --Asi es --contesto emocionado. --Me fue dificil encontrar a alguien para ti, pero finalmente he hallado a la mujer perfecta. Lo mejor de Elyon es que nunca se anda con rodeos y dice las cosas directas. Una imagen comienza a titilar delante de mis ojos y poco a poco aparece la imagen de una joven mujer. La observo con detenimiento, sin perderme un detalle de su identidad, pero... algo anda mal, ella no puede ser la mujer que ha escogido para mi. --Debe ser una broma --comento. --No, jamas bromearia con algo asi. --No me pidas eso por favor --suplico--. He sido leal a ti. Jamas he hecho nada malo. --Asi es como deben ser las cosas hijo mio --responde inflexible. --No, tu... no me puedes hacer esto. Toda mi vida he sonado con conocer a una hermosa chica y enamorarme de ella. --Ella es la chica que elegi para ti. --Te he dedicado mi vida entera, lo menos que podria esperar por eso es una buena esposa. --Sabes bien que mi decision ya esta tomada. --Tu me odias ?cierto? --Claro que no, hijo yo te a... --!Es una prostituta! --Lo interrumpi--. ?Donde esta el amor en eso? --Es suficiente, hablare contigo despues. --!No, no! --grite esperando que se quedara un momento mas, pero unos segundo mas tarde, el extasis termino. 1 Keren Levanto la cabeza hacia el balcon con la esperanza de que Dario no se encuentre ahi, si ve que me siento un segundo, se enfadara; pero lo necesito, necesito quitarme los malditos tacones que estan matandome. Llevo toda la noche trabajando sin parar, creo que merezco un descanso. Por fortuna, el balcon esta vacio, quiza ya esta en su oficina contando sus ganancias de la noche. Me dirijo discreta hacia el bano, donde nadie me molestara. Una agradable sensacion recorre mis piernas cuando el primer tacon cae. Suspiro de alivio y luego masajeo mis pies. Se que la vida que llevo no es la mejor. Cuando me ven, muchos me llaman mujer perdida, otros me llaman zorra o prostituta, pero la mayoria prefiere decirme dama de compania, tal vez sienten que asi me ofenden menos. Honestamente, no me interesa lo que piensen, me gano bien la vida; y por lo menos no estoy robando como hacen otros. Tan solo desearia que los turnos no fueran tan largos. --?Keren? --La voz de mi amiga Talita suena dentro del bano--. ?Estas aqui? --Aqui estoy Talita --respondo con cansancio--. ?Que necesitas? --Amiga, Dario te busca. Acaba de entrar un nuevo cliente, quiere que lo atiendas. "Dios ?es enserio?" pienso, esto tal vez retrase mi salida. Tomo mis tacones en las manos y salgo del bano. --?Por que debo atenderlo yo? --pregunto molesta --Casi es mi hora de salida. --Lo se Keren, pero Dario dice que este es un cliente nuevo, y quiere mostrarle lo mejor para que regrese mas adelante. --?Asi que yo soy de lo mejor? --pregunto con sarcasmo. Talita solo se encoge de hombros--. Bien, ire, pero no prometo nada. --Keren, espera --dice y me toma de un brazo--, retoca un poco tu maquillaje, esta terrible y ponte los tacones. Por lo que vi, este cliente es de los dificiles. --?A que te refieres? --Ya lo veras cuando salgas. Sigo el consejo de mi amiga, y retoco un poco mi maquillaje, ella tiene razon, esta terrible. Cuando salgo minutos despues, todo esta vacio, excepto por un joven sentado en la barra. Esta de espaldas a mi, pero aun asi puedo percibir que es atractivo. Tiene hombros anchos, cabello corto y ademas es alto, quiero decir, muy alto. Lleva una chaqueta de piel negra y unos vaqueros desgastados que le vienen muy bien. Me acerco hacia el con la sonrisa mas provocadora que puedo fabricar. --Hola guapo --saludo mientras rozo su espalda con mis dedos. Aunque el ni se inmuta--. Nunca te habia visto por aqui. Cuando me siento a su lado, el joven levanta la vista de la barra y me mira con aburrimiento, ahora veo a lo que Talita se referia. --?Como te llamas? --pregunto para no dejar morir la conversacion. A pesar de mi pronunciado escote, sus ojos se mantienen fijos en los mios, me doy cuenta que detras de sus gafas, hay unos increibles ojos azul electrico. --Ezequiel --responde casi a la fuerza. --Bueno, Ezequiel, dime ?por que eres tan callado? El se rie cuando pregunto eso, quise darle una bofetada por cretino, pero Dario me observaba desde el balcon. --?Que es tan divertido? --le pregunto poniendo mi mano en su pierna, una tactica que nunca me ha fallado, pero el la aparta de inmediato. --Ustedes las prostitutas son todas iguales --dice con arrogancia. Me parece que alguien mas se esta dando cuenta de las dificultades que este cliente representa para mi. Poco a poco escucho como la musica comienza a subir de nivel y eso me da una idea. --Tal vez no --comento--, ven a bailar conmigo, te mostrare algunos pasos. De nuevo, cuando intento tomar su mano para sacarlo a bailar, el la retira y la esconde en la bolsa de su chaqueta. --?Por que no mejor te vas por ahi a saquear el armario de tu hija? --dice fastidiado. Ese comentario es el colmo para mi, ya no me interesa que Dario este cerca y me levanto furiosa. --Escucha cretino infeliz, si tanto te molestan las prostitutas ?Por que no regresas al monasterio de donde saliste? El ni siquiera se molesta en mirarme, tan solo toma su ridiculo vaso con agua y le da un sorbo. En segundos aparece Talita a mi lado. --Keren, tranquila --me dice y luego me toma de los hombros para alejarme de el. Se que quiere evitar que haga un escandalo mayor y Dario termine por correrme. --!Espera! --grita Ezequiel cuando ya nos hemos alejado algunos pasos-- ?tu nombre es Keren? --!Que te importa! --le respondo furiosa y luego me alejo con Talita hacia las habitaciones. Talita empuja la puerta de la habitacion mas proxima y nos metemos en ella. --Amiga, tienes que calmarte --dice--, te has molestado con tres clientes esta semana. Dario no te agradecera que hayas perdido a este ultimo. --Es un completo cretino --digo en tono cansino. --Todos los que vienen a este lugar son unos cretinos --apunta. --Si pues... este se lleva el premio mayor. --Piensa en Esteban, tu necesitas este empleo para darle sus estudios. Me siento en la cama para quitarme los tacones y volver a masajear mis pies. Esteban es mi pequeno de cinco anos, lleva meses diciendome que quiere entrar a la escuela para tener amigos, pero no puedo pagar una escuela, apenas si puedo mantenernos a los dos, y si pierdo este empleo con toda seguridad ni eso podre hacer. --?Como esta por cierto? --pregunta Talita. --No lo se --suspiro--, siempre llego directo a dormir. Cuando despierto, el solo se limita a mirar television. --Tienes que hacer algo por ese nino Keren, el esta creciendo y tu lo estas perdiendo. --?Crees que no lo se? --suelto de pronto--. Se que no soy la madre del ano pero... no puedo yo sola. --Esta bien, tranquila, se que es dificil. Talita estaba a punto de sentarse a mi lado cuando Dario entro en la habitacion. Miro a mi amiga y le hizo una sena para que saliera, Talita obedecio de inmediato.

  • En mi mundo (Entre dos mundos 2) de Nadia Noor

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    Segunda entrega de la bilogia <> de Nadia Noor.

  • Tres metros bajo el suelo de Raul Sanchez Quintana

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    En la cima del monte Ezkaba, a casi novecientos metros de altitud, existio una prision donde las condiciones de vida de sus prisioneros fueron tan inhumanas como las que se vivieron en los campos de concentracion y exterminio que surgieron unos anos despues, durante la II Guerra Mundial.

  • Mataras por mi de Rafael Salcedo

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    Aderezada con intriga, drama, romance y salpimentada con humor castizo, esta obra transcurre a principios de la decada de los 80 del siglo pasado y, ambientada en el mundillo del teatro de la capital de Espana, relata las vicisitudes de un joven actor, de nombre Daniel “Cary” Hidalgo -reputado “Don Juan” tanto sobre las tablas como, en mayor medida, fuera de estas- tras convertirse en sospechoso numero uno del asesinato de su esposa, cometido justo en la manana en la que se iba a celebrar la vista en sede judicial de su divorcio. Huyendo del acoso policial, utilizando para ello de forma magistral sus dotes teatrales, Daniel recibira la ayuda desinteresada de toda su compania, en especial de las feminas de esta, y tambien, aunque a reganadientes, de su abogada y amiga, Andrea Laborda quien, siendolo tambien de su esposa y albergando serias dudas sobre su autoria, recurrira al investigador privado Sebastian Santiago; un tipo peculiar, de dos metros de altura, recien llegado a la cuarentena, quien se jacta de ser ex paracaidista, ex policia, ex marido y, segun sus propias palabras, ex de todo, cuyo mejor amigo confiesa es un tal “Johnnie Walker, Etiqueta Negra”, y al que correspondera la tarea de salvarle de las garras policiales o, en su caso, desenmascararle pero, de cualquier modo, a contrarreloj.

  • Ensayo sobre la ceguera de Jose Saramago

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    Un hombre parado ante un semaforo en rojo se queda ciego subitamente. Es el primer caso de una <> que se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos tendran que enfrentarse con lo que existe de mas primitivo en la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio. Ensayo sobre la ceguera es la ficcion de un autor que nos alerta sobre <>. Jose Saramago traza en este libro una imagen aterradora y conmovedora de los tiempos que estamos viviendo. En un mundo asi, ?cabra alguna esperanza? El lector conocera una experiencia imaginativa unica. En un punto donde se cruzan literatura y sabiduria, Jose Saramago nos obliga a parar, cerrar los ojos y ver. Recuperar la lucidez y rescatar el afecto son dos propuestas fundamentales de una novela que es, tambien, una reflexion sobre la etica del amor y la solidaridad.

  • Llega un nuevo dia de Sayed Kashua

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    Sayed Kashua ha sido elogiado por el New York Times como un maestro de la sutileza en el trato de las sociedades arabe y judia. Arabe-israeli que vivio en Jerusalen la mayor parte de su vida, Kashua comenzo a escribir con la esperanza de crear una historia con la que tanto palestinos como israelies pudieran identificarse, en lugar de presentar dos relatos distintos que no pueden coexistir. Dedica sus novelas y su columna semanal satirica publicada en Haaretz a contar la historia palestina y explorar las contradicciones del Israel moderno, mientras que tambien captura los matices de la vida familiar cotidiana en toda su ternura y caos.

  • Nosotros morimos solos de David Howarth

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    Nosotros morimos solos relata una de las historias de huida mas emocionantes que surgieron de los desafios y las miserias de la Segunda Guerra Mundial. En marzo de 1943, un equipo de comandos noruegos expatriados navego desde el norte de Reino Unido hacia la Noruega artica ocupada por los nazis para organizar y suministrar la resistencia noruega. Pero fueron traicionados y los nazis les tendieron una emboscada. De todos los miembros del equipo, solo sobrevivio uno: Jan Baalsrud, que se vio inmerso en una de las aventuras mas terribles que se hayan registrado sobre los supervivientes de la Segunda Guerra Mundial.

  • NIEVE en el corazon de Luna Villa

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    Un hombre atormentado por el dolor y la culpa. Un hijo por el que esta dispuesto a luchar para que no se lo arrebaten. Cuando parece que nada tiene sentido, Ethan abre los ojos para ver a lo mas bonito que ha podido pasarle desde el nacimiento de su hijo. Avery llega a Vancouver para darle un giro a su vida y a la de Ryan. ?Sera suficiente ese amor para acabar con la nieve que cubria su corazon?

  • Enlazando el destino de Claudia Cardozo

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    Claire Jones es una joven abogada con un prometedor futuro, un empleo envidiable y una solida relacion con David, el hombre que ama. Cree ser feliz y considera que su vida es casi perfecta, pero todo cambia cuando conoce a Simon, un detective de policia que parece decidido a obligarla a replantearse toda su existencia y la seguridad de sus sentimientos.

  • Frontera alterada de Julio Gude

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    El inexpugnable muro de Trump, finalmente levantado en la totalidad de la frontera entre Estados Unidos y Mexico, ha arrancado la esperanza para cualquier ciudadano latinoamericano de encontrar una vida mejor emigrando hacia el norte. Ahora un hecho sobrecogedor provocara que la sociedad estadounidense busque huir hacia tierras meridionales, pero ?que pasa cuando tu propio medio de defensa se convierte en una trampa mortal?

  • Nudo de alacranes de Eloy Urroz

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    <>

  • El unico Maestro en esta deseada Sumision (The Crossroad Company 3) de Nisha Scail

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    Cuando Camden O'Rourke encontro a esa mujer medio muerta en la parte de atras de su restaurante supo que iba a tener problemas. No se trataba solo del hecho de que su companero y policia, Logan Cooper, hubiese estado alli para hacerse cargo del caso, sino que la victima resultase ser una nina salida de su pasado recordandole una infantil promesa.
    Siobhan Carrigan era todo lo que Cam no queria en su vida: una mujer calida, compasiva, necesitada de afecto y con alma de sumisa, justo lo que no buscaba. Entonces, ?como se las habia arreglado para aceptar el encargo de uno de los socios de la Crossroad Company para cuidar de ella? ?Por que su companero de casa parecia mas decidido que nunca a resolver el caso y cuidar de esa mujer? ?Y por que diablos debia ocurrir todo eso bajo su propio techo?
    Camden estaba a punto de descubrir que no siempre se obtiene lo que se quiere, sino lo que un par de maltrechos corazones necesitan.

  • Mision Olvido de Maria Duenas

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    Incapaz de recomponer sus propios pedazos y con el fin de despegarse de su ayer, la profesora Blanca Perea acepta a la desesperada lo que anticipa como un tedioso proyecto academico en una insignificante universidad californiana.

  • El Laberinto Griego de Manuel Vazquez Montalban

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    Pepe Carvalho, investigador privado, recibe de una extrana pareja francesa, Claire y Lebrun, el encargo de hallar el paradero de Alekos, el marido griego de Claire, un griego fugitivo del amor de la muerte. Mientras recorren los antiguos barrios industriales de la Barcelona preolimpica en busca del oscuro personaje, el corazon de Carvalho sucumbira ante la belleza inalcanzable de Claire. Paralelamente otras dos mujeres tambien buscan al hombre de su vida, y una de ellas, Charo, acaba convirtiendose en el principal personaje, aunque ausente, de una novela dedicada a la irracionalidad del amor.

  • El Toque de las Sombras de Magenta Perales

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    Katrina no era nadie. No era nada.
    Un bebe abandonado mas.
    Una huerfana mas.
    Hasta que Kael aparecio en el orfanato.

  • Gimpel, el tonto de Isaac Bashevis Singer

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    El primer libro de relatos de Isaac Bashevis Singer, Premio Nobel de Literatura.

  • Bailamos 1 de Chris Razo

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  • El Caso Saint-Fiacre de Georges Simenon

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    <>. El caso Saint-Fiacre: un enigma desgarrador, teatral, que se resiste a ser desvelado y que brinda a Maigret la ocasion de realizar una melancolica peregrinacion por su pueblo natal. Alli, en el humilde cementerio, se halla la tumba de su padre. Y en la terca mirada del monaguillo, Maigret se ve, en muchos aspectos, reflejado a si mismo. Todo parece, no obstante, confabularse para mancillar sus recuerdos de infancia: el castillo esta hipotecado, la condesa de Saint-Fiacre se ha convertido en una vieja chiflada que se rodea de gigolos, y su hijo, con su conducta, precipita la ruina familiar. En efecto, nada es como antes...

  • Heridas del pasado (Recuerdos 2) de Chris Razo

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    Las heridas del pasado son las mas dificiles de curar.
    A veces, enfrentandonos al dolor, somos capaces de volver a vivir.

  • Comprando esposo de B. E. Raya

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    Cuando era joven, Edward tuvo, expectativas y esperanzas, tuvo suenos y proyectos, era una persona alegre, positiva y... un idiota. Su vida fue de mal en peor hasta que llego a tocar fondo. Estaba resignado a sobrevivir en el mundo sin llamar demasiado la atencion y al final morir solo. Hasta que el destino vuelve a intervenir y por asares de la vida termina en las garras del hombre al cual amo en su juventud.
    Maxwell Hamond ya no era el principe azul que visualizo en sus suenos. Era un hombre oscuro, peligroso y no dudaba en obtener lo que deseaba, hasta el grado de obligarlo a casarse con el y someterlo a su voluntad a cambio de ayudar a su familia. Edward no tenia eleccion, por lo que accedio a someterse a todas sus demandas...pero resulto que la obligacion tenia sus momentos de placer.

  • La esquiva senorita Millford de Laura A. Lopez

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    Para el mediodia, Ava de quince anos, habia escrito dos cartas para su vecino Frances que estaba en Londres, e iba por la tercera sino fuera por la llamada de la senorita Brown desde la puerta. --Senorita Millford, su hermana y su cunado requieren de su presencia en el almuerzo --menciono la mujer con su sobrina Felicity en brazos. --Gracias, senorita Brown ?No esperaran a que acabe mi carta? --A milord le gusta la comida caliente. Ava gesticulo con los ojos y la boca por lo que le respondio la mujer. Ella se pasaba gesticulando la mayor parte del tiempo hasta sus muecas se convirtieron en algo natural. Al bajar las escaleras, su hermana tenia una gran sonrisa en el rostro. La mesa estaba compuesta del conde de Sussex a la cabeza, a su derecha Agatha y a la izquierda Sebastian en una silla especial. En la otra punta se encontraba lady Sophia, que parecia ser eterna. --Buen provecho --menciono Ava, sentandose en la silla junto a su sobrino. --Tengo que comunicarte que nuestros padres han regresado…--comento Agatha, esperando ver alguna reaccion de alegria de parte de ella. --Ah ?Tan pronto han hecho dinero? Duncan carraspeo su garganta y con los ojos muy abiertos, ordeno a su esposa que prosiguiera con su interrumpido anuncio. --Han comprado una casa y decidi que iras a vivir con ellos en Londres. Tendras la oportunidad perfecta para aprender todo lo que necesitas para tu presentacion en sociedad. --Es sorprendente, pero pienso que a mi cunado no le gustara perder a la ninera de sus hijos, a la tia bonita…--sugirio mirando a Duncan. --Estoy de acuerdo con tu hermana. Es el momento de descansar… Perdon, de que vuelvas a vivir con tus padres, Ava. Ella arrugo el ceno por lo que escucho. --Soy indispensable para Sebastian… --dijo, al momento que escucho un bufido por parte de lady Sophia. --La senorita Brown es indispensable. No necesitamos de una nina que se niega a aceptar los preceptos basicos del buen comportamiento. Te lo dije, Duncan, Ava debe ir a una escuela de senoritas. --Lady Sophia, de eso podrian encargarse mis padres…-- asumio Agatha. --!No voy a irme a ningun sitio! !Adoro Hereford Manor! No quiero regresar a Londres… --Bien, si no quieres irte con tus padres, aun queda otra opcion, Ava: la escuela de senoritas de la senora Ross. Tiene mucho prestigio --aviso su cunado. --Todas las muchachas han terminado bien casadas al salir de ahi --anadio Agatha para que aceptara. --Solo ustedes pueden creer que un monton de maestras solteronas pueden decirme como casarme, si eso resultaba ?Por que no estan casadas? --increpo molesta. --Aprenderas a comportarte y seguir las reglas sociales. En ocasiones hay mujeres que por uno u otro motivo no se casaron ni debieron casarse --pronuncio su hermana. --Por ejemplo tu no debiste casarte con el --senalo Ava a su cunado. --Limpiaras las caballerizas si vuelves a decir algo semejante a Agatha --amenazo molesto el conde. --No debo morder la mano que me da de comer, pero no voy a ir ni a Londres ni a la escuela de senoritas de la senora Ross. Despues de aquel almuerzo, Ava regreso a la habitacion para continuar con su tercera carta. Todas tenian un orden en que debia leerlas su receptor. Mi querido Frances, Esta carta te llegara a unos dias despues de lo acontecido en la finca por eso debes contar los dias desde el fechado de la carta. Hoy, Agatha me ha dicho que mis padres han vuelto a Inglaterra, y me alegro por ellos, pero no me complacio en absoluto saber que quieren que me vaya. Si tu estabas aqui sin dudas saldrias a mi favor. Al negarme para vivir con ellos, el malvado esposo de mi hermana me ha dicho que me enviaran a una escuela de senoritas, una muy prestigiosa. Lamento que mi hermana tomara tan pesima decision de casarse con el. No creeras que me ha amenazado con mandarme a limpiar las caballerizas. No puedo creer que piense en explotar a su inocente cunada. No sabes los sufrimientos que tengo desde que te fuiste, necesito que vuelvas. Estas retrasado una semana. ?Que me aconsejas? En ocasiones ignoro que puedo ser insoportable. Escucho a la senorita Brown decirme como debo comportarme si alguna vez quiero casarme ?No se ha visto en un espejo? !Es soltera y quiere darme consejos! No siento atraccion por el matrimonio, no me parece que sea algo de lo que uno deba estar plenamente orgullosa ?Por que la finalidad de una mujer debe ser la de servir a un hombre? Agatha me dijo que ama a su esposo y que no lo haga enojar porque una mujer no debe morder la mano que le da de comer. ?Que consejo temeroso es ese? Tengo miedo de la pobreza, es cierto. Mi cunado me tiene muy bien, pero para ser feliz ?Necesariamente debo casarme y ser mantenida por mi esposo? Estuve pensando en ganarme el carino de Sebastian para que me mantenga como la tia bonita !Se lo que estas pensando! No es bueno que utilice a mi sobrino, pero lo he estado convenciendo de que soy buena influencia. Espero tu respuesta pronto. No vuelvas a mentirme sobre cuando volveras. Me complaceria que disfrutes de los cotilleos que te escribi en las dos cartas anteriores. Aguardo tus cartas con mucha ansiedad. Tu amiga Ava. En otra parte de la casa Agatha y Duncan conservaban sobre el terrible problema de Ava con respecto a educarse.

  • Retablo de Marta Sanz

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    Dos cuentos en un libro. Dos mundos enfrentados. Habitantes de dos universos que estan obligados a ocupar las mismas calles. Aquellos que siempre pasearon por ellas y aquellos que transitan de nuevas. La atmosfera castiza, tradicional, las personas de toda la vida frente a la fauna vintage, hipster, la gente de moda. La pequena fruteria o merceria frente a la barberia en la que sirven champan o la galeria de arte de objetos imposibles. Las ciudades y los ciudadanos de los paises evolucionan bajo las condiciones de los fenomenos de gentrificacion, de turismo desbordante o de outlet masivo comercial. Un tono satirico, esperpentico, critico cubre esta realidad en manos de Marta Sanz, una de las escritoras indispensables de la actual literatura espanola.

  • La vida que perdimos de Consolacion Gonzalez Rico

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    Ricardo, un viejo artista de origen espanol que habita en uno de los pintorescos edificios del centro historico de Poitiers, no tiene mas vinculos con el mundo actual que Madeleine, la joven que acude cuatro horas cada dia para ocuparse de la limpieza y prepararle la comida. El resto del tiempo, las paredes muestran a Ricardo los jirones de la soledad que lo acompana.

  • El apartamento olvidado de S.l. Grey

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    Una escapada perfecta. La llave de un apartamento que abre un oscuro secreto.

  • Como Ninguno Seduciendo de Sophie Kiss

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    El dia comienza con una taza de cafe, unas tostadas mientras revisa su portatil, mirando sus redes sociales, su emprendimiento en internet, es independiente economicamente, Iban es un chico sensible, no le da explicaciones a nadie.

  • Vientos de traicion de Christine Mangan

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    Alice Shipley y Lucy Mason eran inseparables: aunque con pasados totalmente opuestos, sus dias en la universidad se sucedieron entre risas, aventuras y libros. Hasta que algo sucede que las aleja para siempre. Alice pronto se casa y, en un arrebato de amor, se traslada a vivir a la tormentosa Tanger de 1956, un Marruecos que se acerca peligrosamente a su fin colonial y bulle repleto de conspiraciones. Pero la ciudad blanca no es lo que Alice esperaba: con John siempre ausente, ni el exotismo de sus calles ni la fragancia de sus aromas logran despertar su interes.
    Pero un buen dia Lucy llamara a su puerta; su aparicion sera un maravilloso soplo de aire fresco y juntas descubriran un Tanger muy diferente, mas misterioso, mucho mas peligroso.

  • Su secreto de Aina Castillo

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    Mar era una chica normal.
    Un poco solitaria y triste.
    Vivia con sus padres.
    Iba a la universidad.

  • Mientras te miraba (Seleccion RNR), Isabella Marin de Isabella Marin

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  • La Emperatriz 1 de Itxa Bustillo

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    Perseguir y capturar a “El Fantasma del Galeon” un barco pirata con posesiones inglesas y espanolas robadas que iba rumbo a Tortuga era la mision que llevaria a cabo como corsario el capitan Charles Walker, mas conocido como “el lobo marino Walker” pero el curso los llevo por otro rumbo trastocandole la mision y los planes.
    Cuando “El Emperador” su barco y uno de los navios mas veloces y con la tripulacion mas temible y sanguinaria llego a “Puerto de la Cruz” en “La Espanola” jamas se imagino que con la ciudad saqueada y el botin, tuviera tambien que llevarse algo mas y la casualidad por haber estado en el lugar equivocado le costaria caro.
    Con los anos su legado y el peso de su nombre continuaria y “La Emperatriz” surcaria los mares de manera temible haciendo su voluntad y posicionando su lugar en la historia de la pirateria con el mismo peso con el que lo han hecho todos aquellos que por siglos han enarbolado con orgullo y fervor amenazante su insignia; esa del craneo y las tibias o espadas cruzadas, la bandera negra de la calavera.
    Ambicion, odio, venganza.
    Cuando los hombres pierden su voluntad, cuando solo una mujer es la unica perdicion.
    ?Quieres conocerla?
    Esa fue su herencia, esa fue su libertad, esta es su historia.

  • En suenos fue de Una Fingal

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  • !O no hay trato! 2 de Carolina Gattini

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    Paula Garcia vive en el caos y el estres, rodeada de sobrinos desquiciantes y la locura de su familia. Tanto es asi, que el hecho de tener que trabajar durante dos semanas en la casa de los Garmendia, en medio de la montana, es como irse de vacaciones. Tener que tratar con el hurano hombre que vive ahi, o estar aislados del resto del mundo, no supone ningun problema. El unico inconveniente es que la terapia contra su adiccion al sexo no esta haciendo el efecto que deberia. Sobre todo cuando el le propone hacer un trato absurdo que echa por la borda todo su autocontrol.

  • Volvere aqui de Corin Tellado

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    Volvere aqui Burt, junto con el socio de su tio, Li-Chan-Yen, llevara acabo una venganza contra lord Crowther despues de lo sucedido hace quince anos y que Burt nunca ha olvidado.

  • De puno y letra de Rita Black

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    ?Quien escribe cartas en estos dias? Nadie, excepto Emma y Raul.

  • Mi vida querida de Alice Munro

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    Una hermosa coleccion de cuentos de la premio Nobel Alice Munro, donde el amor, que nos acecha desde el pasado o nos reclama desde el futuro, es el tema central.

  • Matices de Thais Duthie

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    Vega es sinestesica grafema-color; es decir, que ve un color unico e indescriptible en cada palabra. Comparte ese ligero cambio en la percepcion de las cosas con tan solo un 4% de la poblacion, aunque no es por esta particularidad que su cita esta siendo un desastre. De hecho, gracias a ella despierta el interes de Alma que, poco a poco, ira empatizando con sus experiencias. A lo largo de una conversacion que dura toda la noche, salpicada con la narracion de algunos de los encuentros intimos que ha tenido Vega, descubrira que los colores esconden algo mas que la impresion causada por la luz y que el sentido de la vida depende de los ojos que la miren.

  • Anos luz de Kass Morgan

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    Hondos secretos y amores prohibidos chocan en una academia de la milicia interestelar.

  • El barrio de la plata de Julia Guillamon

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    Un mundo posindustrial de fabricas abandonadas convertidas en talleres y agencias de transporte, un hotel familiar en un pueblo de montana en los anos sesenta, la emigracion masiva de valencianos a Barcelona a principios del siglo XX, la vida de las clases populares en el barrio de Gracia, el anarquismo y el pistolerismo. Un paisaje extraordinario para una historia arrebatadora. El barrio de la Plata es el microcosmos donde se desarrolla la tragedia de los padres y el drama de los hijos: la fascinacion de los contrarios, el choque entre diferentes maneras de entender la vida, la cultura como elemento fundamental en la construccion de la identidad contemporanea.

  • El hombre que volvio a la ciudad de George Pelecanos

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    Michael Hudson acaba de salir de la carcel. Se ha librado de una condena larga gracias a Phil Ornazian, un detective que ha movido los hilos para que retiren la denuncia que pesaba sobre el chico. Decidido a reformarse, Michael quiere buscar un trabajo honrado y llevar una vida tranquila en Washington D. C. Pero Ornazian quiere que le devuelva el favor, y le presiona para que le ayude a dar un ultimo golpe...

  • Chomsky esencial de Noam Chomsky

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    En este libro se recogen las ideas fundamentales de Noam Chomsky, quiza el mayor pensador y activista politico de nuestro tiempo, sobre el pasado, el presente y el futuro del poder politico. A lo largo de estos textos, Chomsky replantea de raiz los acontecimientos mas cruciales de las ultimas tres decadas, desde las intervenciones exteriores de los Estados Unidos en Europa, Asia, America Latina y Oriente medio hasta la persistencia de la pobreza, el fanatismo religioso, el desmantelamiento del estado del bienestar, la lucha de los medios de comunicacion de masas contra el activismo politico o el control ideologico en la ensenanza de las ciencias y las humanidades. Como es habitual en el, en vez de teorizar, Chomsky nos ensena, a traves del analisis y la discusion de estos casos concretos, a pensar por nosotros mismos y nos muestra caminos posibles hacia el cambio social. Esta <> es el libro ideal para quienes se acercan por primera vez a su obra de reflexion politica, asi como tambien para quienes le siguen desde hace muchos anos.

  • Mundos paralelos de Maria Gema Salvador

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    En los mundos ocultos puede ocurrir cualquier cosa que imaginas. Son los suenos misteriosos llenos de significado y mensajes escondidos. Algunos son antiguos,otros de hoy. Pero todos tienen en comun que reflejan el interior del hombre. Varias historias en que la belleza de la mujer aplaca a la bestia.

  • Tuya Cuando Quieras 2 de April Russel

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    Tras sentirse enganada, Megan decide irse a Roma con su madre para sanar las heridas del pasado. Retoma la musica y cuando cree que comienza a olvidar a Mikhail, este aparece en Italia para convencerla de su carino su orgullo y dolor no le permiten ver mas alla del rencor. Estara en Mikhail convencerla de su carino y sobrepasar otro obstaculo que se interpondra entre ellos, Megan tendra que elegir ?La musica o el amor? ambas no encajaran en su vida. Cientos de retos se le presentaran y el amor sera puesto a prueba retando los limites de ambos sin imaginarse lo doloroso que pueda llegar a ser. Una historia que continua llena de erotismo, juegos y amor.

  • Cena de gala de F. Carod

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    Todos los matrimonios tienen problemas pero hay algunos que no tienen vuelta atras. Despues de diez anos de matrimonio, Abigail e Inaki festejan este dia con una gran cena de gala en el salon Montana Azul, sin embargo, cerca de la media noche, Inaki lleva a su esposa a un mirador en donde le tiene preparada una sorpresa, pero Abigail regresa al salon en lagrimas: Inaki ha desaparecido.

  • La improbabilidad del amor de Hannah Rothschild

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    Una novela deslumbrante sobre el amor, un famoso cuadro desaparecido y un oscuro secreto del pasado. Una brillante combinacion de thriller, romance y satira sobre el mundo del arte.

  • La mujer fuera del cuadro de Nieves Garcia Bautista

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    La extraordinaria historia de una mujer, la del cuadro que la inmortalizo y la de una epoca, la bohemia parisina de finales del siglo XIX, tan bella como extrema en sus contrastes.

  • Esta tormenta de James Ellroy

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    James Ellroy retoma la historia de Perfidia con esta nueva y brutal entrega del segundo Cuarteto de Los Angeles, durante los anos de la Segunda Guerra Mundial.

  • Como el bosque en la noche de Alvaro Bermejo

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    Como el bosque en la noche nos adentra en una geografia mitica, la vieja Navarra, cuna de la cultura vasca. Un pequeno pueblo fronterizo con Francia, Etxalar, se convierte en escenario de una serie de crimenes que resucitaran todos los viejos demonios de la comarca. Los aquelarres de Zugarramurdi quedan a un tiro de piedra, en Yanci se venera a un San Juan Xar -San Juan el Viejo- que recuerda mas al Basajaun de las leyendas ancestrales, y Akerbeltz -el carnero negro, emblema del diablo-, preside rituales de los que solo se habla entre susurros.
    Fue a la sombra de sus hayedos donde Orson Welles rodo escenas muy significativas de Campanadas a Medianoche, y tambien donde Merimee arraigo las peripecias de su Carmen, la gitana de Etxalar.
    La novela comienza precisamente con la llegada de Welles al pueblo, en 1964, a la que seguira la de un escritor muy cosmopolita fascinado por el aura de aquella mujer fatal.

  • Los crimenes de la caja de Gema Tacon

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    Amenudo me veia a mi misma haciendo una entrada triunfal en la sala de los premios literarios mas importantes del pais, borracha como una cuba. Dentro de mi cabeza resulto buena idea interrumpir a uno de los galardonados mientras daba su patetico discurso y aplaudir estruendosamente en un salon en el que reinaba un silencio absoluto, provocando que todo el que se encontraba en el evento se girase a observar el espectaculo. Tras balbucear palabras sin sentido y vomitarle encima a uno de los directivos mas influyentes, era arrastrada por dos gorilas hasta la entrada de la calle del recinto, como si estuviesen tirando la basura. Esa escena cruzaba mi cabeza cada vez que mi cerebro no tenia nada mejor en lo que pensar. El resto de los mortales gozaban de la plenitud de mantener la mente en blanco, cosa que dicen que es imposible. Sin embargo, la mia disfrutaba torturandome con algo que, si bien podria haber formado parte de una dantesca pesadilla, fue veridico y el motivo por el cual mi escasa carrera literaria se trunco incluso antes de arrancar. Desde ese dia no me conocieron como la escritora novel revelacion que tanto habia sonado, el ano que siguio a esos hechos, las revistas y programas rosas se mofaban con mi gran actuacion. Sobra decir que mi mundo fue cayendo en picado en todos los sentidos; laboral, sentimental, social e incluso familiar. Me converti en la sombra de lo que fui. Mi meta en la vida tan solo habia sido una desde que comence a leer a Michael Ende con La Historia Interminable, queria ser escritora y conseguir crear recuerdos tan vividos como los que esa novela logro en mi. No obstante, mi poca paciencia unida a varias puertas cerradas y a conocer mejor el mundo de las letras con todos sus entresijos internos, hicieron que la ilusion que me empujo durante todos esos anos se fuese mermando. El ensordecedor sonido del pito del coche que esperaba detras de mi destartalada furgoneta me devolvio a la realidad, haciendo que escondiese de nuevo esas elucubraciones masoquistas diarias para, seguramente, sacarlas a la luz en un rato. Arranque acelerando sin soltar el embrague para escupir por el tubo de escape una nube de humo negro en el cristal delantero del simpatico conductor de claxon rapido. Escape de alli derrapando y mirando satisfecha por el retrovisor el resultado de mi fechoria. Al coger la curva a demasiada velocidad el karma me devolvio el golpe y todos los paquetes que llevaba hicieron un ruido que no vaticino nada bueno. Tal y como presenti, cuando abri la puerta trasera no quedaba titere con cabeza. Los paquetes estaban desperdigados y una gran lamina de hierro, que coloque en un lateral sin asegurar, estrujo la mayoria de ellos transformandolos en acordeones de carton. La furgoneta la compre con la esperanza de convertirla en una de esas que van equipadas con cama, ducha y cocina para ir en modo hippie a las miles de presentaciones de libros que tendria en un futuro. Siempre me prometi que no se me subiria la fama a la cabeza por muy reconocida que fuese mi obra, y una forma de demostrarmelo a mi misma fue esa inversion a largo plazo de cuatro ruedas, la que ahora me servia como unica fuente de ingresos. Donde tenia pensado poner una mesa ahora habia un congelador para trasladar los pedidos frios que me mandasen. Era la tercera vez en ese mes que no entregaba los encargos en condiciones y el viejo responsable de la oficina de transportes fue bastante esclarecedor con lo que me sucederia si volvia a suceder. Regrese a la nave donde cargaba, coloque el estropicio sobre un pale de madera que estaba reservado para mi y me marche de alli por la puerta pequena sin que nadie me viese, como la cobarde que ya sabia que era. Realmente odiaba mi vida desde hacia casi dos anos. En cuanto entre en mi piso me tope con la regordeta figura de Pelusilla encima del sofa, se suponia que se trataba de mi gato, pero solia hacer lo que le daba la gana y mas bien era al contrario; yo servia para darle de comer, limpiarle las cacas, recogerle las bolas de pelo y calentarle la cama hasta que decidia acostarse. Si soy sincera, se trataba de la relacion mas duradera que habia mantenido con el sexo opuesto en toda mi vida. La oscuridad de la casa me reconfortaba, mi animo no era como para tenerlo todo iluminado y dejar que el trinar de los pajaritos entrasen por mi ventana, asi que las persianas permanecian bajadas desde ni recordaba cuando. Antes mi madre venia a ayudarme con las tareas de la casa y nos gustaba comentar los libros que andabamos leyendo, pero desde que todo cambio deje de querer recibir visitas y el mundo tan solo se acostumbro a que asi fuese. Me tumbe al lado del senor Pelusilla y, justo cuando coloque la cabeza en el reposabrazos del incomodo sofa, el sonido estridente del telefonillo comenzo a sonar incesante. Al descolgar vi la puntiaguda nariz de Johanna en la pequena pantalla en blanco y negro del cacharro. --!AC, te he visto entrar, abre! Han dejado un paquete para ti en la libreria. --Ponlo en el ascensor y dale al boton, ahora lo cojo --fue lo unico que le respondi, esa era mi forma de decirle que no subiese. No comprendia como Johanna continuaba queriendo mantener una amistad conmigo. Era de las pocas que aun me decian AC. Mi nombre real era Ana Catalina Verde, pero a mi representante no le parecio demasiado optimo para una escritora y cambiamos al de A.C. Green. Realmente significaba lo mismo, pero sin que nadie se pudiese reir de el. Mis padres deberian haberse planteado eso de tener descendencia; mi infancia no fue lo que se dice sencilla gracias a esa union de nombres. La palabra Catalina en muchos sitios es una forma extrana de llamar a las cacas y lo de verde detras no ayudaba demasiado. Eran pocas las personas que conocian lo que ponia en mi carnet de identidad, todo el mundo me llamaba ahora Ana, y los que me seguian hablando de mi faceta literaria me decian AC. En el ascensor encontre una caja, envuelta en papel marron reciclado, de medio metro de alto y otro medio de ancho, pesaba relativamente poco. Encima de ella Johanna habia dejado un sobre con un libro que le pedi hacia tiempo y que estaba deseando leer. Lo aparte y desenvolvi el extrano paquete, en su interior habia una cajita negra cerrada con un precinto adhesivo rojo. Estaba segura de que no era cosa mia, mi economia casi no me permitia comer, por lo que los caprichos estaban fuera de mi alcance. Si era cierto que me sentia enganchadisima a las paginas de muestras gratuitas, motivo por el cual mi telefono y direccion estaban en todas las bases de datos de las empresas y mi movil vivia en un absoluto silencio perenne a causa de las insistentes llamadas comerciales. El interior de la caja se podria decir que era, cuanto menos, extrano. Un dosier en una carpeta de carton, unas llaves en una bolsa transparente, con una direccion en un llavero de plastico que colgaba de ella, y una pieza de un puzle pintada por completo de negro eran su unico contenido. En la primera hoja decia en letras mayusculas y grandes: <> Nunca habia ganado nada y esa palabra llamo poderosamente mi atencion. Tras leer con mas pausa el documento cai en la conclusion de que se trataba de un nuevo juego online basado en novelas de thriller. Lo ultimo que queria pensar era en crear tramas o en poner un dedo sobre una tecla. Bastante desanimada, deje la caja debajo de la mesa y comence a leer el libro, que era lo que me pedia mi mente en esos instantes. Ademas, el juego requeria del ordenador para poder entrar en no se que pagina secreta y conocer al resto de mi equipo. Mi portatil estaba sin bateria desde hacia casi un ano, un dia tan solo deje de utilizarlo y me pase a husmear las redes sociales con el telefono como hacia todo el mundo. Ya no necesitaba ningun procesador de textos ni tampoco un teclado, por lo que esa herramienta dejo de significar algo en mi vida; y volver a ponerlo a cargar para descubrir que tendria que pagar si queria jugar me iba a enfadar bastante. Asi que me olvide de ella y me puse a leer hasta que me dormi. El timbrar del telefono fijo anunciaba que mi madre se encontraba al otro lado del auricular esperando contestacion. Ella se encargo de que tuviese uno, ya que nunca cogia el movil y temia que, si algun dia no se ponia en contacto conmigo, podria ser que no lo hiciese mas. Al principio estuve acudiendo a un loquero para mitigar las ansias de terminar con mi vida, pero despues de algunos meses deje de ir a verlo. Me parecia una perdida de tiempo y de dinero, no pensaba tomarme las pastillas que me recetaba y la doctora no poseia una varita magica que hiciese retrasar el tiempo para que mi mundo volviese a ser el que era. Descolgue despues de encontrar el aparato debajo de un monton de ropa sucia en el salon. Lo de no recibir visitas y que me importase todo mas bien poco estaba haciendo estragos en mi decoracion. Si viniesen de alguno de los programas americanos de limpieza se echarian las manos a la cabeza. --!?Se puede saber que has hecho ahora?! Si algo habia detestado toda mi vida era que me despertasen gritando y mi madre lo sabia. --Buenos dias a ti tambien, ?podrias ser un poco mas esclarecedora? --ironice sentandome en el suelo. --Ana Catalina Verde, son las ocho de la tarde. Tomas ha llamado a tu padre y le ha dicho que no te molestes en volver al trabajo, dice que has destrozado una carga y que no has sido capaz de dar la cara. ?Estas bebiendo de nuevo? ?Quieres que vaya a verte? ?Te quieres venir aqui con nosotros? Los aires del pueblo te sentaran bien, puede que asi te inspires para escribir... --Esa era demasiada informacion para mi neurona en esos momentos y no tenia ganas de discutir con ella. --Tomas es un loco viejo psicopata exagerado, tan solo se han estrujado algunos paquetes. Me fui por no pegarle y no a todo lo demas. --Pero, Ana --intento proseguir sin mucho exito. --Estoy bien, mama, pidele disculpas a papa por lo del curro, ya encontrare algo por mi cuenta, no te preocupes. Te dejo que tengo cosas que hacer, te quiero --respondi sin dejarla decir nada mas. La loquera me habia dicho que era importante contarles a las personas lo que sentia por ellas y en estos instantes a la unica a la que queria era a ella; pero de lejos, cada una en su casa. Tal y como pense no eran las ocho aun, mi madre llevaba el reloj adelantado quince minutos desde que tenia uso de razon. Ella odiaba llegar tarde a los sitios y yo detestaba esperar por los demas, asi que habia implantado esa norma tambien en mi vida. Me daba tiempo de bajar y robar un cafe a Johanna. Acababa de recordar que no tenia en casa y, desde que el alcohol no formaba parte de mis dias, la cafeina lo habia sustituido como una droga que necesitaba en mi organismo si o si. Me detuve un instante frente a la cristalera de la pequena libreria. En el centro de todos los libros, sobre un atril demasiado grande para su tamano, descansaba mi ultima novela. Estaba segura de que Johanna habia convencido a todos sus clientes para que lo comprasen, esta era la unica tienda que lo tenia y me temia que tambien poseia la exclusividad de haber vendido alguno. La verdad era que ella pidio una caja con cien ejemplares y me los pago en menos de una semana. Jamas olvidaria su sonriente cara mientras me daba el dinero de lo que, segun ella, <>. Los suenos pueden resultar bastante efimeros y este nunca dejo de serlo, solo que no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde para mi salud mental. --!AC, que bien que viniste! Acabo de hacer cafe --me informo en cuanto me vio entrar, dejando unos libros que estaba colocando encima del desordenado mostrador, para ir corriendo a la trastienda por dos humeantes vasos de cafe. Cogi el mio y me sali a la puerta a fumarme un cigarro mientras disfrutaba del amargo sabor a granos de cafe recien molidos. Viviamos en una ciudad enorme, sin embargo, disfrutabamos de la tranquilidad que tienen los barrios que estaban casi a las afueras. Por alli no se veia gente a esas horas, todo el mundo estaba llegando a sus hogares desde sus respectivos trabajos y ya andaban en casa preparando las cenas. Desde el bajo en el que se encontraba la tiendita de Johanna se veia el bloque de enfrente. Me parecio que lo de las cortinas tupidas debia ser algo que a los jovenes no les preocupaba demasiado y estaba realmente desfasado. Cada tarde noche, antes de cerrar, mi amiga sacaba dos sillas y nos sentabamos en la acera a mirar esas ventanas iluminadas. A Johanna le gustaba oir mis historias inventadas de la vida de cada uno de esos apartamentos: en el bajo tan solo vivia la vieja de los gatos, mientras el piso que habia al lado de ella se destinaba a guardar muebles viejos y tiestos. El dueno del edificio nos cobraba una mensualidad minima por poder hacer uso de el si lo necesitabamos, pero la que lo utilizaba mas a menudo era Johanna para meter los adornos de las festividades que ponia en la libreria. La senora mayor siempre tenia los cristales abiertos por si alguno de sus mininos se iba de parranda este pudiese regresar a su cama, creo que mi Pelusilla es un escapista de esa mujer. Un dia simplemente aparecio en mi puerta durmiendo en el felpudo de la entrada, paso conmigo y ya nunca se marcho. A esas horas la vieja ya tenia las luces apagadas y tan solo se vislumbraban los destellos de la television encendida. El primer piso, justo sobre ella, pertenecia a un matrimonio con tres enanos revoltosos que hacian incluso mas ruido que las gatas en celo de su vecina, motivo por el cual creo que eran los que mas habian durado viviendo alli. Enfrente de ellos un musico solitario se afanaba en sacar una melodia interminable. Cada dia la cambiaba y a ese paso tendria el mismo exito que tuve yo con mis letras. Me inspiraba un poco de lastima y me veia bastante reflejada en el, no obstante, la conversacion mas larga que compartimos fue un dia que hacia frio y ambos lo dijimos a la vez. En el segundo, encima del matrimonio con los ninos poseidos, era donde yo moraba y esas persianas siempre estaban abajo. Frente a mi puerta una joven abogada y su novio, tambien letrado, se turnaban para llevar a casa a sus respectivos amantes, por lo que la escalera estaba muy concurrida segun a que hora de la noche. Sobre mi cabeza, en el tercero derecha, residia un hombre mayor que daba un poco de miedo y olia a puros; nunca hacia ruido y no recibia visitas, por lo que la mayoria del tiempo parecia que el piso estuviese vacio. Frente a el tenia su apartamento Johanna y, encima de ellos dos, habia un gran atico con un precioso patio lleno de flores en los pretiles. La suerte de ser el dueno de esas cuatro paredes la tenia del hijo del propietario del edificio, un tipo solitario que pagaba a una asistenta para que le tuviera la casa impoluta. El chico era pintor y tambien escueto en palabras, asi que las pocas veces que nos habiamos cruzado en el ascensor no pasamos de un <> o <>. Nosotras nos entreteniamos observandolos al mas puro estilo voyeur, con la diferencia de que, aficionada desde mi infancia a <<13, Rue del Percebe>>, me encarnaba en el mitico Francisco Ibanez y relataba las vidas de nuestros vecinos. Ese momento del dia era el unico en el que me permitia desconectar y sonreir. --?Abriste el paquete? --me pregunto Johanna una vez que hube concluido mi perorata acerca de nuestros vecinos. --Era una de esas muestras de juegos online para que gastes dinero si quieres conseguir pruebas. Ya te lo bajare para que lo uses tu, no es que tenga demasiadas ganas de ver cajas por casa --respondi apurando el cigarrillo y dando el ultimo sorbo al cafe. --?Mal dia en el trabajo? --Un imbecil me hizo que estropease la carga, y he preferido dejarlo a tener que matar al viejo que lleva el almacen. --Realmente ese hombre es un incordio. --En mi cerebro psicopata ha muerto de distintas y dolorosas maneras --me burle--. ?Crees que el universo nos ha unido a todos los que vivimos aqui por ser el mayor grupo de perdedores de la historia? --pregunte observando como el matrimonio luchaba para que los trillizos se acostasen, a la vez que se escuchaba la lastimera melodia del piano del chico al compas de los maullidos y los golpes del cabecero de la cama de los abogados contra la pared. Antes de que le diese tiempo a contestar, el coche de mi querido ex se detuvo delante de nosotras, bajo la ventanilla y nos miro. --?Quien quiere dar una vuelta? --?No te cansas?

  • El ladron de penas de Antonio Jodar Calpe

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    Metio la llave en la cerradura despues de varios intentos, dos veces se le habia caido al suelo tratando de abrir la puerta; veia el pasillo muy a duras penas. El atardecer se oscurecio mas de lo previsto y un viento inoportuno hizo que las hojas de los arboles susurrasen a manera de cantos de reproche. Hacia rato que el tiempo se notaba denso y especialmente humedo. Las nubes ennegrecidas amenazaban con una tormenta brutal. En sus primeros indicios, las ventanas del edificio no dejaban ver mas que algun relampago todavia lejano. Por los cristales se distinguia la luz palida que cubria el cielo. Trato de hacer girar la llave pero no pudo, la mano le temblaba; estaba transido de frio y los ojos cargados por las noches de insomnio, y esta seria la siguiente. Giro otra vez la llave y cedio al final. Al traspasar la puerta encendio la luz y miro el reloj que se hallaba en la mesilla de noche, vio que eran las tres de la madrugada. Iba bebido y se dejo caer sobre la cama boca abajo. En el instante de caer dio un gemido y se quedo inconsciente sin que nada, excepto un leve tic-tac del despertador, alterase el silencio. La luz se quedo encendida y tenia una palidez facial estremecedora. Nadie sabia que estaba alli completamente solo y tal vez fuese a morir en esa condicion. Los que lo juzgaban no habrian podido leer sus sentimientos reales, pero el tampoco. Ahora yacia en un sopor que fue breve. Se desperto de repente y al mirar de nuevo el reloj vio que habian pasado treinta minutos, solamente treinta. Los truenos se oian ahora con mas fuerza, los cristales de la ventana empezaban a albergar las primeras gotas de agua, las cuales resbalaban por el cristal igual que el sudor por su frente y las lagrimas que brotaban de sus ojos por las mejillas, tan descoloridas, bajo unos ojos de mirada doliente tras el verde claro. Abrio el minibar, cogio una botella de whisky y se lleno un vaso a la mitad. Recorrio la habitacion del hotel como un oso enjaulado, con el vaso de Whisky en la mano, dando pequenos sorbos, temblando de pies a cabeza. Tenia el pelo castano con restos de gomina y algo desgrenado, llevaba una chaqueta y un pantalon azul oscuro manchado, tambien los zapatos por restos de vomito. La camisa era blanca, estaba sucia y le faltaban varios botones, del cuello le colgaba una corbata desanudada, un extremo por cada lado. De repente estampo el vaso contra la pared encolerizado y el estruendo lo encolerizo todavia mas. Dio un fuerte punetazo con el puno derecho a la mancha de Whisky que habia tenido la pared hiriendose los nudillos que acabaron ensangrentados. Gritando de dolor se restrego frenetico los nudillos por la camisa, anadiendole tonos rojizos, lo que no hizo mas que aumentar su colera hasta romper a llorar. Hablaba entre sollozos profiriendo frases incoherentes a la vez que se arrollaba un panuelo en los nudillos. Se dejo caer sentado en el suelo con las piernas estiradas, jadeando, llorando con cara de asustado; se quedo como extraviado mirando la puerta de la habitacion. Se llamaba Hector y ni siquiera eso tenia claro, la vida lo estaba ahogando, creia. Cerro los ojos y los abrio de nuevo arrugando el ceno. Lo repitio tres veces mas deseando que un espiritu nocturno velase por el, aunque mas bien seria el mismo monstruo que habitaba debajo de su cama cuando era un nino. Proyectaba una sombra fantastica sobre la pared que no era mas que una caja de carton agujereada. Los anos habian volado y ahora el mismo era una figura prisionera del resplandor de algunos relampagos. Abrio la puerta de la habitacion, la 708, dejandola entornada; se precipito hacia la escalera con pasos vacilantes aferrando la botella de whisky que habia cogido. Subio medio a tientas el primer escalon para no dar la luz y que alguien lo descubriese, pero se encendio automaticamente. Continuo subiendo a grandes zancadas lo mas rapido que pudo hasta alcanzar la azotea. La puerta tendria que haber estado cerrada pero no tenia cerradura, parecia como si estuviera arrancada y habia manchas de yeso alrededor. Como pudo empujo la puerta, la traspaso hasta notar un viento de tormenta, el que antes hubo susurrado en los arboles. La tormenta la tenia encima y el viento le daba en la cara, tambien el reflejo parpadeante de los relampagos que resonaban con toda su fuerza como una maravilla de la naturaleza que no transigia con la maleza de antenas wifi, las cuales ondulaban en un angulo pronunciado, viendose amenazada su endeble verticalidad. Hacia gestos con una cara de enloquecido, como drogado, contrayendo las mejillas sin poderlas controlar; en sus ojos se reflejaba un profundo deseo de enloquecer todavia mas. <>. Avanzo hacia el centro de la azotea, la lluvia caia ahora abundante, empapandole por completo, la sangre seguia brotando de sus nudillos y la que tenia en la camisa se diluia emborronandola. Su cara empapada disimulaba el lloriqueo que no podia cortar, sintio frio y se levanto las solapas de la chaqueta inutilmente. Sus infortunios pasaron del llanto al lamento cuando cruzo hasta llegar al antepecho de la cornisa. Era una altura de doce pisos mas la azotea trece. A Hector le temblaban las piernas con mayor violencia y su jadear coreaba cada trueno, su cara seguia resplandeciendo en el relampaguear cada vez menos intermitente, sus ojos resaltaban desorbitados. Se quito la chaqueta y la lanzo al vacio quedandose en el antepecho. Completamente empapado salto a la cornisa pero no miro hacia abajo, no se atrevio. La desesperacion lo acometio sin ninguna clase de misericordia, sintiendose paralizado pero decididamente dispuesto a terminar con ese pesar etereo. Sintio vertigo y nauseas, panico, pero tambien una ira desmandada y una tristeza penetrante. En un arrebato decisivo extendio los brazos como si fuese a saltar de un trampolin y cerro los ojos. --?Me dejas ver como lo haces? --sono una voz que clamaba a su espalda y que lo interrogo en japones. --?Quien anda ahi? --pregunto Hector en un idioma que no dominaba mucho. Bajo los brazos y se dio la vuelta. --Alguien que esta de paso --le contesto la figura de un hombre cuya cara no se veia por la penumbra y la lluvia insistente. --?Que hace usted aqui? --quiso saber Hector tratando de ver al hombre aquel; se quitaba el agua de la cara dandose zarpazos como un gato. --Nada, solo quiero mirar --dijo el hombre. La lluvia caia torrencial, una rafaga de agua le impidio decir nada a Hector y le chorreo por el pelo, las orejas, la nariz, y finalmente por el cuello de la camisa. Dio un traspie que casi lo hizo caer de espaldas. El retumbar de los truenos iba en aumento. --!Maldita sea! --grito Hector. --?Vas a hacerlo o no? --la voz de aquel hombre sono impertinente. Hector grito y volvio a gritar que se marchara de alli, que lo dejara en paz. Aun sentia la adrenalina en su cuerpo y le aumento porque alguien, un chiflado que no podia ver bien, lo estaba provocando. Pero no tenia ningun sentido que alguien pudiera estar en la azotea en medio de una tormenta y menos justo cuando iba a… poner fin a todo. --Mi jodida borrachera, si, eso es, !desaparece de mi vista! --Hector se cogio de las sienes, cerro los ojos y los abrio por reiterada vez. El viento gimio provocando mas rafagas de agua, mientras el hombre salia de la oscuridad. Iba tan empapado como Hector, debia de tener mas de cincuenta, aunque no se le veia bien, de mediana estatura, vestido con unos vaqueros y un chubasquero rojo, con la capucha puesta; lo estaba mirando y su mirada era penetrante, no la apartaba para nada, ni siquiera parpadeaba a pesar de la lluvia. --Desde luego que estas bebido, pero quiero verlo --dijo el hombre. --?Ver, que? !Dejame en paz! --Como lo haces, simplemente. --Pero ?que dices? !Que te largues! --Hector levanto el puno amenazante; era el derecho, se le cayo el panuelo al suelo deshaciendose los coagulos de las heridas en los nudillos. Sangro de nuevo. --No importa lo que yo diga --dijo el hombre. Hector no sabia que responder, unicamente se lamia el bigote como si quisiera escurrirlo. Bajo el puno. El hombre se le acerco y anadio: --!Acaba de una vez! --!Largate! !Largate de aqui! !Dejame! --No esta bien que me hagas perder el tiempo. --Estas completamente loco, seas quien seas, !completamente loco! El hombre guardo silencio, pero no dejaba de mirarlo y se le acerco aun mas. --!Quedate donde estas! --grito Hector, la voz le temblaba. El hombre no le hizo caso, sorteo el antepecho situandose junto a Hector. --Seguro que no has mirado abajo --le dijo el hombre. Era cierto que no habia mirado abajo, como si la decision no la hubiese tomado de verdad. Miro al rostro de aquel hombre y se le antojo sereno, sin que hiciese muecas por el viento y la lluvia que vapuleaba sus rostros sin piedad, ni tan siquiera pestaneaba. No era como el que constrenia la frente, los ojos y ambas mejillas, dando la impresion de estar ahogandose en un vaso de agua. --No vas a poder ayudarme --conjeturo Hector. Seguia sin mirar abajo. --?Ayudarte? No, no tengo esa intencion. --Debes ser… de seguridad… si, del hotel --dijo Hector--. Si, claro, has venido a impedirlo -- senalo a la calle--, pero tu que sabras… !No te metas donde no te llaman! Hablaba como si estuviera constatando un hecho, decia lo que pensaba como si fuera verdad. De fondo, la tormenta seguia estremeciendo el lugar. Hector veia como los relampagos se reflejaban en la cara del hombre. Pero la suya reflejaba un miedo terrible, miedo a decidir, a caer, a ser rescatado, o tal vez a ser ignorado por aquel extrano, quien se echo a reir a carcajadas. Sin dejar de reir cogio a Hector por los hombros y lo obligo a darse la vuelta hacia la calle. Casi se cae de espaldas por la sorpresa antes de que lo cogiera. --!Mira! --le dijo, sin soltarle los hombros. Hector quiso retroceder pero el hombre se lo impidio; tenia mucha fuerza. --Mira abajo --le insistio