• lorena del castillo el senor de los cielos - Kate Simons

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    Una tragedia lleva a Victoria una joven inglesa a unas misteriosas tierras en las costas mediterraneas donde un apuesto marques la pondra a salvo pero tambien, le robara el corazon, lentamente…
    El marques de Terranova es un hombre extrano y solitario y le dobla la edad, el la ve como su pupila y solo piensa en ponerla a salvo y ayudarla a volver a su casa.
    Ella en cambio no deja de pensar que ese caballero espanol es muy guapo y gentil pero esconde un secreto..

  • Lorena del Castillo - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Lorena_del_Castillo

    Serie El señor de los cielos Temporada 3,4 y 5. · Telenovela Amor Bravío - ”Ileana Sodi” · TV Movie Romeo y Lorenza · Telenovela Que pobres tan ricos . · Programa L ...

  • Lorena del Castillo - Wikipedia

    https://en.wikipedia.org/wiki/Lorena_del_Castillo

    And her greatest opportunity in El Señor de los Cielos as Evelyn Garcia. Her work also extends to the cinema, has made approximately fifteen independent short ...

  • Lorena del Castillo, la teniente García en El Señor de los Cielos

    https://www.telemundo.com/super-series/2016/05/18/lorena-del-castillo-la-teniente-garcia-en-el-senor-de-los-cielos-fotos

    18 may 2016 — Lorena del Castillo es la Teniente García en El Señor de los Cielos Nueva Temporada. Mira las mejores fotos de Tommy Vasquez "El Tijeras".

  • Lorena del Castillo - Wikipedia

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    9 ago 2021 — Lorena del Castillo Actriz Mexicana de Cine Teatro y Televisión ... Y su mayor oportunidad en El señor de los cielos como Evelyn García.​.

  • Lorena Castillo interpreta a la... - El Señor de los Cielos

    https://www.facebook.com/srdeloscielostv/posts/lorena-castillo-interpreta-a-la-teniente-que-dispar%C3%B3-mortalmente-a-m%C3%B3nica-con%C3%B3ce/1147547908673535/

    4 nov 2016 — Lorena del Castillo, la teniente García en El Señor de los Cielos (FOTOS). Mira las mejores fotos de la actriz en la Súper Serie.

  • Señor de los cielos, Pelicula mexicana, Señor - Pinterest

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    25-nov-2017 - Disfruta películas, estrenos, producciones originales, series de TV y contenido exclusivo. ¡Contrata blim tv ya!

  • EL SEÑOR DEL CASTILLO - Libros - Tipos Infames

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    O tal vez no... Acompaña a nuestro Caballero en un día de playa, que acaba de la forma más inesperada. Una historia de Aurora Ruá, ilustrada por Guridi, en la ...

  • Seducción con carácter | Maxim México tiene todo lo que ...

    http://www.maximmexico.com/seduccion-con-caracter/

    5 sept 2017 — Lorena del Castillo es una actriz orgullosamente mexicana que va por la ... La conocimos más tras su participación en El Señor de los Cielos ...

  • Las dos muertes de Mozart de Joseph Gelinek

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    Joseph Gelinek regresa con su thriller historico mas ambicioso hasta el momento en torno a una de las figuras mas importantes e influyentes de la historia de la musica: Wolfgang Amadeus Mozart.

  • Kilometro 93 de Patricia Moreno Raya

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    Ya lo dijeron dos maestras, las grandes senoras del crimen, Agatha Christie y Patricia Highsmith: todo escritor debe individualizarse, aportar algo diferente, hacerse a si mismo. Y Patricia Moreno Raya no imita a nadie. Su estilo fresco y desenvuelto es unico. Quienes han leido su primera novela, La tercera planta, y sus relatos negros lo saben; Patricia es una despiadada fabricante de homicidios, como en su dia lo fueron las creadoras de Poirot y de Ripley. Con ambas coincide en sus tempranos inicios en la escritura, de adolescente; curiosamente con Agatha Christie tambien en su trabajo como farmaceutica (durante la primera y la segunda guerra mundial Agatha aprendio todo sobre el arsenico y la estric nina, y en la farmacia de la Cruz Roja nacieron sus primeras historias). Decia la autora de La ratonera y Asesinato en el Orient Express que hay tres tipos de historias <>: la pasional, la intrincada y la desenfadada. Siguiendo su particular definicion podriamos califi car Kilometro 93 como una novela negra <>, si bien dentro de la tradicion literaria del enigma por descubrir, de la hipotesis que debe cons truirse para descifrar la identidad del culpable. Algo que se remonta a Edipo rey de Sofocles y al Libro de Daniel en el Antiguo Testamento. Sin embargo, como toda novela de genero negro, mas que de la resolucion del crimen en si, Kilometro 93 trata de ahondar en nuestras sombras, en nuestra cara oculta, en el mal que albergamos dentro: somos capaces de matar. Lo revela la cita liminar de Patricia Highsmith: <>. Todo comienza un primero de agosto de 2017 a las seis de la tarde. Cinco desconocidos en el kilo metro 93 de la A44: el propietario de un vehiculo, un juez jubilado, una chica de veintipocos anos, un hombre, una mujer. Uno debe morir. En torno a ellos gravitan hijos, padres, abuelos, parejas, perros. El inspector jefe de la policia judicial sera el encargado de investigar si la muerte se produce accidental mente o es un homicidio. La historia comienza... Las primeras palabras de una novela siempre son las mas dificiles; por eso decia Agatha Christie que no habia dolor semejante: <>. Al leer el co mienzo de Kilometro 93 quien pensara que su autora ha sufrido, mordido boligrafos ni contemplando con desesperacion la pantalla de un portatil, porque la novela arranca con un inquietante flashforward que parece brotar facilmente de la mente de Patricia: <>. Como Patricia Highsmith, Moreno Raya hace gi rar la historia en torno a la culpa, la mentira y el cri men, aderezados con un sabroso ingrediente, la am nesia, y con el telon de fondo de una Granada her mosa pero imperfecta. Kilometro 93 es un vivido re trato moral, social, colectivo y critico de nuestra ciu dad, pero tambien una novela fresca y actual. Humor y autenticidad. Vida y crimen. Eso es Patricia. Como Mary Higgins Clark, Moreno Raya se ca racteriza por sus protagonistas femeninas. Sus muje res se encuentran en medio de un dilema, enfrenta das a sus miedos, a sus angustias, a sus fantasmas. Susi, Amelia, Carolina, Cristina, Eva y Fernanda to man las riendas, deciden resolver sus problemas. Y los resuelven con contundencia. Borges y Bioy Casares, padres del escritor apo crifo de relatos detectivescos Bustos Domecq, decian que los criticos negaban al genero policial la jerar quia que le corresponde solamente porque le falta el prestigio del tedio. Y aventuraban una teoria: <>. Critica y publico se dan la es palda; si los primeros buscan lo soporifero, los se gundos lo ameno. Highsmith lo corrobora:<>. Pues bien, Kilometro 93de Patricia Moreno Raya cumple esos requisitos: huye del tedio, es una histo ria entretenida, inusual, que estremece (si, usted tambien adquirira la conciencia de que en cualquier momento puede matar) y hace reir (el particular sen tido del humor de la autora es uno de sus grandes meritos), es algo sobre lo que podra conversar y hasta podra, como hago yo, recomendarla a sus ami gos. Ana Morilla Palacios 1 de Agosto de 2017 El coche en el que se produciria la muerte de uno de sus pasajeros minutos mas tarde se encontraba dete nido en la parte mas alejada de la rotonda. El sol asfixiante de las seis de la tarde del mes de agosto derretia Granada sin ningun tipo de conside racion. El asfalto se adheria a los neumaticos de los coches que sin remedio necesitaban transitar por aquella circunferencia eterna siempre con trafico, sin que algun tipo de sombra se apiadara de los cortos segundos en los que se tardaba en cambiar de sen tido. El propietario del vehiculo esperaba dentro, con el aire acondicionado a maxima potencia, consu miendo la gasolina que le quedaba en el deposito mientras escuchaba a los perros quejarse del insufri ble calor en el diminuto remolque que llevaba en ganchado a su coche. El primer pasajero en llegar fue un anciano, de unos setenta y cinco anos de edad, algo desorientado por ser la primera vez que reservaba un coche com partido para viajar a Madrid, su ciudad natal, donde vivia desde siempre y de la que salia unicamente en ocasiones puntuales. El coche que estaba a punto de coger era el viaje de vuelta, y a pesar de haber lle gado a Granada sano y salvo el dia anterior, seguia sin confiar demasiado en esa forma de viajar. El conductor salio del habitaculo y saludo amablemente a su primer acompanante ofreciendole el asiento del copiloto. Acto seguido llego una chica de poco mas de veinte anos. Tenia una corta melena castana y un rostro salpicado de las pecas que se dejaban ver con mayor intensidad en verano como consecuencia de la exposicion al sol. Llevaba poca ropa y mucho ma quillaje. Finalmente llegaron los dos companeros del tra yecto que faltaban, aparentemente desconocidos, que coincidieron en el paso de peatones que necesitaban cruzar para llegar hasta el coche. El iba vestido de deporte, de aspecto descuidado, con el oscuro cabello enmaranado y demasiado largo para el corte de pelo que llevaba. La mujer que lo acompanaba iba muy arreglada para un viaje de unas cinco horas en un espacio tan pequeno, con el aliciente de ir con otras cuatro personas mas. Llevaba un ajustado vestido veraniego de color mostaza y unas altisimas sandalias. Desentonaba su aspecto junto al del hombre que caminaba al lado de ella, ambos en silencio, pese a saber que tendrian que compartir conversaciones incomodas y prefabricadas y que llevaban preparadas cada uno en su cabeza para que el tiempo que iban a pasar juntos fuera lo mas ameno posible. Se saludaron los cinco, algunos sonriendo, otros avergonzados. Acomodaron los equipajes en el ma letero, y todos miraron el remolque preguntandose que habria dentro. Julian, el conductor, arranco una vez que estuvieron todas las puertas cerradas y em prendio la marcha. --Y bueno..., contadme, ?a que os dedicais? Los pasajeros de la parte de atras del coche se miraron entre ellos esperando que fuera otro el que respondiera a la pregunta, pero fue el copiloto el que tras carraspear para aclararse la voz comenzo a rela tar una parte de su vida. --Como imaginareis, yo estoy jubilado ya, aun que todavia ando metido en algunos negocios... He sido juez durante mas de treinta anos, ?sabeis? Y ademas de los buenos... --?Juez? !Que interesante! --dijo Julian, para in tentar darle un poco de vida a la conversacion y animar al resto a participar en ella. --Si si, mucho. Os podria contar tantas historias, pero claro, no debo..., ademas no os conozco de nada... Es la primera vez que uso una cosa de estas tan modernas para viajar, me ha convencido mi hija, me ha dicho que es lo mas comodo, aunque no os voy a enganar, voy un poco asustado..., ?no seras un violador ni nada de eso? --pregunto dirigiendose a Julian. --!Ja ja ja! !No, hombre! !Claro que no! Se oyo entonces una risa timida de la chica joven que iba sentada en medio en la parte de atras. --Y tu no te rias, jovencita, que peores cosas se han visto... Estamos confiando nuestra vida a un desconocido del que no sabemos nada, ni sabremos con certeza nada despues de este trayecto... En serio, espero que no nos hagas nada... Oye, por cierto, pararas a mitad de camino, ?verdad? Que no es legal conducir mas de dos horas seguidas... La chica joven fruncio el ceno al oir estas pala bras, y el hombre sentado a su derecha resoplo, pen sando que el viaje seria mas largo de lo que esperaba. --Pues yo me dedico a criar pastores alemanes --dijo Julian, retomando una conversacion que pare cia interesarle unicamente a el--, de hecho llevo en el remolque cuatro. --?Como? --dijo la chica impresionada--, !que guapo! ?Podemos verlos despues? --Si claro, luego os los enseno. Son preciosos. Llevo dos cachorros y dos adultos. --?Y para que los llevas a Madrid? ?Para algun concurso o algo asi? --dijo la mujer, hablando por primera vez. --!No! Voy a visitar a mi novia, y los llevo con migo. --?A los cuatro? --dijo la chica semivestida, con los ojos como platos. --Si, ?por que no? Mi pareja vive en una casa grande con jardin, y alli se lo pasan genial; ademas, estan acostumbrados a viajar. --Pero tio, que agobio ahi dentro, con el calor que hace y todo... --No les pasa nada... --?Y te ganas la vida con eso? --pregunto Zaca rias, el anciano. --!Claro que no! Es solo un hobbie..., soy fun cionario, trabajo en el ayuntamiento. El hombre sentado detras de Zacarias volvio a resoplar; parecia estar incomodo con aquella situa cion que podria haber evitado sencillamente via jando en autobus. Observaba en silencio el paisaje, no le gustaba demasiado hablar con gente descono cida, y maldecia la baja velocidad a la que iban por culpa del remolque con los perros. --Si no os importa voy a parar unos segundos a echar gasolina.

  • Amor en Venecia (Amor 2) de Esther Llull

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    " 1 Querida Cosima: Nadie se enamora de las mujeres contradictorias y absurdas como yo. Frente a mi tengo un ventanal abierto que enmarca un fragmento de jardin iluminado por infinidad de estrellas y una farola cuya luz deslumbra demasiado e impide ver la extension de todo el campo de estrellas. Y, por primera vez, comprendo que entre nosotras se esta interponiendo un fluido nuevo y excitante que no repara en igualarnos en una pretendida camaraderia. Pero no comprendo, solo percibo ese halo inesperado que trastoca el matiz de nuestra intimidad y nos obliga a disparar hacia arriba la gota de mercurio de nuestros respectivos termometros". Era una manana ya firme y muy diafana. Aquella manana habia decidido tomar un barco que me llevaria a las islas del Dodecaneso y luego deberia volver. El barco iba a navegar, en consecuencia, por el canal de San Marco y el de la Giudecca, para mostrarnos la imagen mas teatral de Venecia, desde sus islas. El barco entraba ya por el puerto del Lido. Los islotes, la vegetacion, las torres, todo era hermoso. Mas que nada, la luz… Pero yo supe que todo tambien era una trampa. No, no es absolutamente necesario seguir enganandome. En esta ciudad siempre me desoriento y me pierdo. Hay que esperar a la luz, para que pase del mediodia a la sombra, de la silenciosa penumbra a los clamores del color, casi sin transiciones, y para que cambien tanto las fachadas, las tapias, los reflejos, que parezca que se pasa ante ella por primera vez. Canaletto es un pintor que pinta siempre lo mismo a horas distintas. Y es que hay muchas Venecias inmersas en su laberinto. Por eso, he descubierto que lo mejor es abandonarse a ella. Los palacios del Gran Canal son, en su mayor parte, medievales, fuertes y delicados: ventanales ojivales coronados por treboles o cuadrifolios, logias adornadas con flores y mas flores; la fantasia gotica con su encaje de marmol, nunca tetrico ni grotesco, siempre alado; y el Renacimiento, con sus plantas superpuestas entre columnas delicadas… El porfido y la serpentina, incrustado en sus vetas, que sobre las suntuosas puertas se abren sobre tres escalones. Fachadas rosas o de colores multiples, segun la hora, e intimos. Arabescos que semejan los dibujos que abandonan las olas sobre la arena fina. Esta arquitectura es inconfundiblemente veneciana y todo se impregna de ella. D 2 e regreso, muy tarde ya, los palacios del Canal, silenciosos, eran mas esbeltos, pero estaban descoloridos y turbados, mudos bajo la tenue luna. Una escultura parecia haber conservado algo de vida, y note como se estremecia, como me contagiaba su vida y me aprete contra mi pecho. Carpaccio pinta una Venecia verde aun y apretada; Tiziano y los suyos ya se escapan al dulzor de los zumos, al fasto retumbante. Sin embargo, Canaletto y Guardi miran desde fuera: ven lo que hay y tambien a veces surgen las tinieblas… Y Tintoretto pinta gigantes retorcidos, entre la sabiduria y la condescendencia hacia los hombres comunes. Ningun ser resiste el empujon de esta belleza. No hay prima donna que resista la competencia de este don, minucioso y tan candida y habilmente ofrecido en esta bandeja de cristal. Me he echado a la calle. Me he vuelto una compradora. Venecia entera es una exposicion en que todo esta en venta. Aqui todo esta para ser visto: sombras, luces, disenos, pinturas, mascaras de un carnaval. Para ser visto por el ojo, que compartimos con los peces, o sea, el organo mas primario… Si, todo es muy primario y, a la vez, es muy vistoso y engreido de si mismo. Descubri una Venecia distinta, de fuera para adentro. Era como alguien que penetra en el secreto de lo que ya conocia, sin haber averiguado ni adivinado su verdadera intimidad. O sea, como la "renovatio amoris" de Ovidio. Me produjo una impresion extrana. Apenas embarque en una gondola, le rogue al gondolero que se detuviera ante el lugar de la Giudecca: el que tiene a los lados y de frente el esplendor del mundo. Donde yo me senti acunada, lo mismo que una nina en una gondola. Y el gondolero me introdujo en la autentica ciudad, en la otra cara de Venecia. Me vi habitante suya de un modo diferente al que hasta entonces lo habia sido. El gondolero me paseo por lugares que no reconocia: los habia contemplado desde un punto de vista mas alto, como formando parte de ellos. Ahora navego entre pequenos puentes, adelantando gondolas o acompasandolas. Ahora no me sorprendia tanto que este pueblo, juntos todos, quisiera resucitar a La Fenice. Era su permanente simbolo: el Fenix resucitando de forma interminable. Mucho mas que el Leon alado de San Marcos, reproducido infinidad de veces por toda la ciudad. El fenix significaba la ciudad renovada renovandose siempre. Siempre la misma y nunca repetida. T 3 ropece con la ciudad del siglo XVIII, cuando fue la mas libre de Europa, su valvula de escape, el refugio de los perseguidos por razones morales o politicas, el prostibulo mayor de su epoca… Con lentitud veia alzarse, ante mi y a mis lados, todas las condescendientes tolerancias que por razones economicas o de acuerdo, recibian la indefinida variedad de lujurias, de desenfrenos y de extravagancias de la Serenisima. En estos dias convalecientes me encontre envuelta por una ciudad que era la permisiva quebrantadura de sus propias normas, la legisladora flexible de cualquier infraccion. Desde el juego, que prohibia para cerrar luego los ojos ante los jugadores que la inundaban desde cualquier sitio, hasta la compasion por las livianas monjitas que se marchitaban sin amor en sus conventos de los que, indulgente, las libraban por horas. Que dos grandes pasiones, la del azar y la de la carne, confluyeron siempre entre los canales de entonces. Esta ciudad estuvo llena de proxenetas. Las mujeres que habitaban los palacios, vendian, para jugar, su cuerpo y hasta la ropa interior. Hubo que controlar, por medio de licencias, la proliferacion de chulos… Claro esta que para sacar beneficios de sus beneficios: recoger para dar. Las grandes damas jugadoras se entregaban a los ricos de entonces, que no eran ya los aristocratas, sino incluso los lujuriosos desbocados. Venecia podia haber sido una fiesta, como lo fue para Hemingway Paris. Una fiesta desenfrenada y profesional, como la que se armaria en cualquier sitio que tuviese sus dias contados. Jacobo Casanova no fue el unico. Pero si muy representativo. En esta ciudad se hacia el amor, pero siempre primero se apostaba y luego se escuchaba musica. El comienzo del Barroco se llama Venecia. Capitulo 2 COSIMA HABLA T 1 odo favorecia los encuentros simulados, los fingidos raptos de las mujeres en las gondolas, tan favorecedoras del amor. El bullicio y la alegria, mas o menos visibles, hacian cerrar los ojos de quienes no deseaban darse cuenta de que eran todos, cuando no les tocaba a unos actuar: hoy por ti, manana por mi era la ley mayor. Esta ciudad, en apariencia inmovil, que yo veia desde la motora con mas rapidez que antes, habia sido una de las mas disolutas de la Historia. Con la agravante de que fue, y continua siendo, la que mejor supo venderse, la que se entrega, pero dejando intacto lo que le conviene que sobreviva siempre. Como una pelandusca que deja que le metan mano, o lo que sea, por donde sea, pero exige que no le toquen el sombrero. Y de la cartera mejor no hablar. Me rei en un instante conmigo misma. Si, pero eso era Venecia. "Corramos un tupido velo y disfrutemos lo que sea posible". Ayer todo parecia que el mundo era una granada y que se abria, porque todo estaba en sazon y mostraba sus granos rojos y apetecibles, besables, comestibles. No importa que lo que se sea, cuando lo seas, lo seas a toda costa, con fruicion y con desprendimiento. Si no es asi, ?que mas da un papel u otro? El de esclava o el de senor, el de maestro o el de alumna. Un papel mal interpretado sera una bagatela siempre, por muy bien que este escrito… La vida en esto es igual que un teatro. La naturaleza humana es como una grieta, sin luz, sin horizontes, sin posibilidad de comprension. Yo misma me sentia fallecer o flaquear con tantos imprevistos. Y mi deseo, que buscaba seguridad, habia encontrado lo contrario. Pero el hecho de que yo haya estado equivocada mucho tiempo, quizas porque me convenia, no me autoriza a meter a todo el mundo en la misma maleta. Habia sido, hasta ahora, sumisa y docil. " 2 Querida Cosima: El tiempo de calidad es simplemente un tiempo de atencion sostenida. En esta sociedad apresurada el tiempo de calidad que compartimos es un regalo generoso porque supone el sacrificio de tiempo para uno mismo. Es mas sencillo ofrecer contacto fisico y palabras de afirmacion a nuestros seres queridos porque no requieren tanto tiempo. El factor decisivo no es tanto la actividad que se lleva a cabo, sino el hecho de compartir algo juntos, sin presiones ni obligaciones, por puro placer. En esta sociedad las personas son cada vez mas espectadoras que participantes, la atencion personalizada casi no existe. Pero para percibir y demostrar amor, para emprender este camino compartido con los demas es fundamental encontrar el tiempo necesario para conversar y esto es clave para aprender a comunicarse de una forma intima y sosegada. Un gesto de carino --un abrazo, una palmada en la espalda, una caricia, una mirada-- ayuda a reconfortar al otro y a transmitirle nuestro afecto de forma casi instantanea. Pero algunas personas evitan el contacto fisico o lo convierten en algo puramente utilitario. Despojan asi de contacto fisico cualquier carga emotiva. Es cierto que tratamos nuestro cuerpo como una barrera, algo que nos protege de los demas en vez de ayudarnos a comunicarnos. Pero es muy importante cuando una persona esta enferma o triste que le demos un abrazo, porque es un contacto directo y calido, y no tiene otra doblez. Ahora se que es preferible disculparse cuando no se han podido evitar las palabras negativas. Aunque las palabras hirientes no se puedan borrar del todo, el nino sabe que con ese intento de disculpas sinceras se paliara en parte el efecto negativo, y sabe que se esta intentando mejorar la forma de comunicar ese amor".

  • Memorias de un Heroe Ensangrento de Daniel Nieto

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    A mis mas estimados jovenes, sufridores del dia y de la noche, la cual es para vosotros perenne.
    Con esta mi mas sincera apelacion, se halla una advertencia, siendo esta la siguiente:

  • Conexion de Julian Gough

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  • Siempre seras mi heroe de Natalia Roman

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    ?Hasta donde es capaz de llegar una madre por su hijo?
    Laura lleva una vida perfecta, pero de la noche a la manana, ese hombre con el que ha compartido los mejores anos de su vida sera el responsable de que todo su mundo se derrumbe como un castillo de naipes.
    El doctor Roman recibe la visita inesperada de una mujer que volvera su mundo patas arriba. ?Como reaccionarias si una loca entra en tu despacho, a punta de pistola, pidiendote tu medula osea?
    ?Sera capaz el doctor Roman de donar algo tan personal a un desconocido, que a la vez es parte de el sin saberlo?

  • Caminante sin recuerdos de Andres F. Ramirez Gomez

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    Ano 2118. La contaminacion ocasionada por el hombre en los ultimos cien anos ha afectado fuertemente el clima global, haciendo inhabitable la mayor parte de paises alrededor del globo. En estos momentos, tan solo una porcion de tierra es habitable y esta ubicada al norte de Suramerica, mas exactamente en la zona donde se encontraba el pais Colombia que, gracias a su ubicacion geografica en medio de dos oceanos y a la selva amazonica, logro mantener parte de su humedad y evito convertirse en un gran desierto como lo han hecho las demas zonas alrededor del mundo. Paralelamente, la poblacion tanto humana como animal ha disminuido de forma drastica, y, ademas, las nuevas condiciones de vida han hecho que tanto humanos como animales hayan tenido que cambiar su comportamiento para sobrevivir en esta nueva era. En silencio y oculto en medio de dunas y rocas del desierto me encuentro. Hay una brisa fuerte y blanca que recorre las dunas, el sol esta en el punto mas alto del cielo, la temperatura debe superar los cuarenta grados centigrados. Siento el viento arenoso y caliente arunar mi rostro, tengo sed, mucha sed, pero es peligroso moverse de dia y mas en un desierto como este, desolado y traidor. Mi nombre es Mark Miles o eso creo, porque a decir verdad no lo recuerdo bien. Durante los ultimos tres meses he vagado por este desierto llamado <>. Me he acostumbrado a las cosas raras que ahora hace la naturaleza, como aquellos cactus cuyas espinas brillan al filo de la noche, asi como tambien a los reptiles que aunque grandes como perros se espantan a gran velocidad al escuchar cualquier ruido. Podria decir que he pasado bastante tiempo en medio de esta naturaleza extrana, ahora se que es mejor desaparecer durante el dia y avanzar en la noche. Prefiero mil veces enfrentarme a animales salvajes en la noche que encontrarme con un ser humano durante el dia. Desde lo que sucedio hace cinco anos, vivir escondiendome de los demas seres humanos se ha vuelto mi estilo de vida, sobrevivir es lo unico que me impulsa a seguir con mi eterna huida. Ya casi anochece, el hambre perfora mi estomago, mi meta para la cena es cazar alguna de esas lagartijas gigantes, o quizas encontrar una serpiente fresca enroscada en alguno de esos cactus que brillan en la noche. Las pocas serpientes que aun sobreviven en este mundo son adictas a morir de esa forma suicida. Las formas de vida que conociamos antes han evolucionado de una forma realmente muy extrana. Tras caer el sol, salgo de mi escondite para revisar los cactus cercanos. Tras un par de horas de busqueda, encuentro dos serpientes aun no tan podridas, corro con suerte. A medianoche, con el estomago lleno, comienzo a caminar bajo la luz de la luna llena, el brillo de las espinas de los cactus le da un toque psicodelico al paisaje nocturno. Como todas las noches, la idea es seguir caminando hasta que comience a salir el sol. Camino siempre hacia la misma direccion, hacia el norte, siempre al norte para llegar a las ruinas de lo que antes se conocia como Santafe de Bogota, en donde comenzo mi odisea y mi pesadilla hace ya cinco anos. Caminar bajo la luz de la luna y en total soledad hace que mi cabeza comience a dispersarse, a recordar esas personas que conoci y que en este momento estan muertas, varias de ellas murieron de una forma atroz. Pienso en la gente que vi desangrarse frente a mi, pero especialmente pienso en Johana, en su sonrisa y en su carisma que me subia la moral y me hacia olvidar la solitaria realidad. De repente, mientras divago por mis recuerdos me doy cuenta de un correteo tras de mi. Por estar pensando en el pasado no estaba cubriendo bien mis pasos. Ademas del correteo podia reconocer otro sonido, unos graznidos de un grupo de aves, tal vez preparando una caceria. Reconozco inmediatamente esos graznidos, ya los habia escuchado antes, provienen de uno de los cazadores mas experimentados en el desierto y en la selva, una jauria de pavos reales. Los pavos con el tiempo se volvieron animales carnivoros que atacan en grupo. Me oculto rapidamente detras de un conjunto de cactus que me dejan observar a mis perseguidores. Tras unos minutos de espera logro verlos, van caminando lento en formacion, tres machos y una hembra. Van mirando para todos lados. Los machos tienen las plumas de un color azul brillante que se ve en la oscuridad, ellos van adelante, son los cazadores, y detras de ellos mas o menos a unos diez metros, viene la hembra de color morado y con un tono mas brillante que los machos. Los pavos reales son muy buenos cazadores ya que trabajan en equipo y son aun mas efectivos si solo se trata de una presa perdida en la oscuridad. Ese parece ser el caso esta noche. Correr es la primera idea que llega a mi cabeza. Sin aguardar un minuto mas, empiezo mi retirada; mientras mas rapido pueda, mejor. Mientras me alejo escucho un graznido agudo: la caceria ha comenzado. Solo hay una forma de salir vivo de un ataque de estos: ubicar un arbol en medio de las tinieblas. Se que no puedo enfrentarlos directamente porque son tres machos y si uso la pistola podria alertar a otro humano sobre mi presencia y eso empeoraria las cosas. Lo unico que puedo utilizar con ellos es alguno de los dos cuchillos que llevo. En medio de mi carrera logro percibir lo que parece ser un arbol. Llego a el y comienzo a trepar. Los pavos, que son tambien muy rapidos, llegan casi al tiempo conmigo, uno de ellos alcanza a jalarme un pie con su pico; tras una patada bien puesta cae, pero vuelve a levantarse. Logro llegar a una rama a tres metros de altura del piso, los machos comienzan a trepar el arbol y se acercan cada vez mas. No tengo a donde mas subir, asi que los espero para enfrentarlos. La hembra, por el contrario, esta supervisando la operacion desde abajo. Mi mision ahora es ubicar su posicion porque solo tengo una oportunidad si quiero salir vivo hoy. Proximos a llegar los pavos machos a mi posicion, me muevo rapido por entre las ramas hasta un punto en donde quedo justo encima de la hembra. Espero que los machos se acerquen un poco mas. Es mi unico chance y debo aprovecharlo en el momento preciso. Los pavos por fin llegan donde me encuentro. Al ver que uno de los machos se arroja sobre mi con sus garras hacia adelante salto al vacio, saco mi cuchillo en el aire y apunto directamente al corazon de la hembra. Es un ataque sorpresa. La hembra, sorprendida, intenta esquivar mi ataque pero es muy tarde, atravieso su cuerpo suave y carnudo; ella, sin poder defenderse, exhala un alarido de muerte. En su ultimo soplo de vida su cuerpo expulsa un aluvion de energia vital que me expulsa de espaldas contra el suelo y entro en un estado de shock, que me deja inconsciente. Comienzo a sonar, me hundo en un estado de semiinconsciencia, estoy en medio de la nada, en la completa oscuridad. Serenidad total. Me siento como si estuviera en el espacio, flotando, mi mente se serena totalmente como si esta vida de supervivencia y muerte fuera tan solo un sueno. En un instante veo como una pequena luz, como una vela, aparece en la lejania y crece a medida que se acerca a gran velocidad, su tamano es el de una bola de baloncesto cuando finalmente me impacta, puedo sentir como la energia que sale de la pava entra en mi cuerpo y me llena de energia.

  • Sexo, amor y rock ‘n’ roll.: Domando a “La Bestia” de J. A. Silva

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    Leo, el lider de la exitosa banda de rock, Avalor, vivia una vida desenfrenada, llena de excesos, sexo y locura. Usaba a las mujeres para satisfacer sus necesidades y, despues, se olvidaba de ellas. A pesar de poder estar con la chica que se le antojara, sentia que su vida estaba vacia.

  • Bajo las llamas de Herve Le Corre

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    EL GRAN MAESTRO DEL CRIMEN FRANCES
    RETRATA LOS ULTIMOS DIAS DE LA COMUNA
    EN UNA NOVELA DE LA ESTIRPE DE LOS MISERABLES

  • A Siberia de Per Petterson

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  • La bruja del mar de Sarah Henning

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    Todo el mundo sabe lo que pasa al final. Una sirena, un principe, un beso de amor verdadero. Pero antes de la historia de esa joven sirena, existieron tres amigos. Uno temido, uno real y uno que ya estaba muerto. Desde que su mejor amiga, Anna, se ahogo, Evie ha sido marginada en su pequeno pueblo de pescadores. Una anormal. Una maldicion. Una bruja. Una chica con un extrano parecido con Anna aparece en la costa y, aunque ella lo niega, Evie esta convencida de que su mejor amiga sobrevivio y que su propia magia no era tan ineficaz despues de todo. Cuando las chicas captan los ojos y los corazones de dos encantadores principes, Evie cree que por fin podria tener su <>. Pero su nueva amiga tiene sus propios secretos. No puede quedarse en Havnestad, o mantenerse en dos piernas, a menos que Evie encuentre una manera de ayudarla. Ahora, Evie hara cualquier cosa para salvar la humanidad de su amiga y el corazon de su principe, aprovechando el poder de su magia, su oceano y su amor, hasta que descubra, demasiado tarde, a lo que en realidad ha renunciado. Wicked se cruza con La sirenita en esta cautivante historia sobre el origen de la villana mas iconica del oceano, perfecta para los fans de Sin corazon y Dorothy debe morir.

  • Un hombre para dos chicas de Tanya Anne Crosby

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    Bonito y breve romance sobre el destino que une a tres seres predestinados a encontrarse y a superar sus miedos

  • Exilio (En los ojos de Van Gogh 2) de Betzacosta

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    En esta segunda entrega de la serie <>, iniciada con Delirio, la protagonista tendra la oportunidad de resarcir sus errores y que nadie dude que hara lo que sea para lograrlo, aunque tenga que demoler todo lo que ha construido.

  • Prohibido de Tabitha Suzuma

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    “No podemos, si empezamos, ?como vamos a pararlo?>>

  • Chispa (Electrico 2) de E. L. Todd

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    Me he enamorado de Taylor.

  • Pan con chocolate de Ana Castellar

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    Cuando los suenos se rompen y las ilusiones se hacen trizas el unico consuelo es la esperanza.

  • Textrovert (Roca Juvenil), Lindsey Summers de Lindsey Summers

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    ?Podrias enamorarte de alguien a quien nunca has conocido?

  • Ser competitivo de Michael E. Porter

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    La presente edicio?n, actualizada y aumentada, incluye nuevos arti?culos del autor, asi? como innovadoras aportaciones sobre la competencia en el a?mbito de la sanidad, responsabilidad social corporativa, lantropi?a y liderazgo. Porter vuelve a casar teori?a y pra?ctica con gran maestri?a, de modo que empresas, instituciones e incluso pai?ses encuentren su camino para ser competitivos.

  • Esclava de fuego de Sara Toledano

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    Mujer. Virgen. Esclava sexual.
    Tres palabras que definian el dia de mi boda.
    Gabriel es un monstruo peligroso y sin piedad.
    Y ahora soy suya en cuerpo, mente y alma.
    Literalmente, encadenada a sus pies.

  • Soy tu primera vez, Laurie Elizabeth Flynn de Laurie Elizabeth Flynn

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    En Milton High todos los chicos tienen algo en comun, por muy diferentes que sean entre ellos. Empollones, deportistas, raperos, frikis y los que pasan desapercibidos… Ese algo en comun tiene curvas y toda una historia detras de su melancolica sonrisa: Mercedes Ayres.
    Con un nombre extranjero y una familia que la tiene completamente olvidada (no conocio a su padre y su madre nunca habla con ella), Mercedes ha decidido ayudar a todas las chicas del instituto en su camino hacia la perdida de la virginidad y evitar asi que tengan una primera vez patetica. ?Como? Convirtiendose ella misma en la <> de todos esos chicos que estan a punto de hacerlo con sus novias. Evan, Tobby, Jeremy… Mercedes parece obsesionada con la idea de que toda chica tiene que tener una primera vez perfecta y sin <>.
    Aunque la idea de Mercedes era que no pasaria de cinco chicos, llega a diez y en estos momentos se esta acostando con el doce. Lo que al principio creia que era una acto de ayuda para que otras chicas no sufriesen lo que ella sufrio, se le va de las manos. Entonces se reencontrara con Zach, y Mercedes descubrira que los sentimientos pueden ser mas fuertes de lo que creia y que a veces es conveniente poner limites para poder vivir en libertad.

  • El Club de la Elite de Esteban Navarro

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    Pau no podia apartar los ojos de la pantalla de su movil. Y mientras que con la mano izquierda sostenia el volante del Nissan Micra, con la derecha aguantaba el telefono con pericia. En una rampa del barrio de Salamanca, en la calle Jorge Juan, tuvo que cambiar de velocidad con gran dificultad, sin soltar el movil de la mano. Con el vaiven se le cayo el telefono en el asiento del copiloto y, al agacharse para recogerlo, sus ojos se clavaron en el letrero que indicaba el nombre de la calle. --Calle de Claudio Coello --leyo en voz alta. En ese momento le parecio un mal presagio pasar por alli, por esa calle. Aunque era lo suficientemente joven, tan solo tenia dieciocho anos, como para no haber vivido epocas oscuras de Espana, si que conocia que en esa calle asesinaron al entonces vicepresidente del Gobierno de Franco: el almirante Carrero Blanco. Al llegar a la calle Principe de Vergara, viro situandose bien pegado al carril de la izquierda. En cuanto le fuera posible detendria el coche para poder llamar a Luis Miguel. O Luismi, como lo conocian todos sus amigos. Tenia que contactar con el. Habia de contactar con el. Era una necesidad imperante que su amigo descolgara. Luismi le habia estado enviando numerosos mensajes de WhatsApp durante toda esa manana y el no le habia respondido porque estuvo ocupado instalando el sistema operativo en el ordenador de un conocido. Eso es lo que tenia ser estudiante de Ingenieria en Computacion e Informatica: que todas tus amistades quieren que les repares los fallos de su ordenador. <>, le habia escrito. No habia duda de que esos mensajes los habia anotado Luismi, de forma atribulada, seguramente mientras conducia. Pau detuvo el Nissan en un hueco que hallo en una zona de carga y descarga frente a un supermercado. Soporto con estoicismo el bocinazo del taxista que llevaba pegado detras. Esos dias los taxistas andaban a la grena con los de Uber y se palpaba en el ambiente el malestar que habia entre los dos colectivos. Agarro con fuerza el telefono movil con la mano izquierda y con un dedo de la mano derecha busco a Luismi en la agenda. No disponia de tiempo para dejar que <> se encargara de hacerlo por el. En la pantalla vio la fotografia de su amigo. Sonriente, como siempre lo conocio. Le caia el pelo lacio alrededor de las orejas. Su tez agitanada, que recordaba a un Joaquin Cortes en sus anos mozos, ensombrecia la pantalla del movil y Pau penso en que le preocuparia a su amigo para que le hubiera enviado tantos mensajes. El logotipo de un telefono de color verde se encendia y se apagaba, indicando que la llamada estaba en curso. --Vamos, vamos --chillo--. Coge el telefono de una puta vez. Un mendigo se acerco hasta la ventanilla del Nissan. Era el orgulloso poseedor de un enorme bigote que se esparcio por el cristal como si fuese una medusa dentro de una pecera. El hombre mostro un paquete de panuelos de papel, mientras que sus ojos desvariaron por los tatuajes de los brazos de Pau. --La voluntad --dijo. Pau cogio un punado de monedas de la bandeja que tenia al lado del freno de mano y, sin contarlas, se las entrego al mendigo por el minusculo hueco que quedo al bajar la ventanilla. Una bofetada del calor de julio paso al interior del Micra, como si en ese instante se hubiese abierto la tapa del infierno. El hombre, de ropajes sucios y harapientos, pero de tez lampina y mirada limpia, cogio las monedas con una mano enguantada. --Gracias, senor --dijo con un acento indeterminado, que tanto podia ser rumano como ruso. La llamada realizada a Luismi se corto cuando paso el suficiente tiempo sin que su interlocutor descolgara. Pau no creyo necesario llamar de nuevo. Cuando Luismi viera la llamada la devolveria, sin duda. Siguio conduciendo por la calle Principe de Vergara hasta que hallo un hueco al lado de unos contenedores de basura. Orillo el coche. Alli podia pensar sin que nadie lo molestara, se dijo. Todo comenzo cuando Luismi le conto que estaba trabajando en la investigacion de un club de lectura muy elitista. Luis Miguel Artapalo, al igual que Sonia, era un detective privado que trabajaba sin oficina. Fue policia local del ayuntamiento de Madrid durante diez anos, pero hacia dos que lo habian echado, nunca supo por que. Tampoco se lo pregunto, pero sabia que hay que hacerla muy gorda para que te echen de la policia. Desde entonces se habia dedicado a la investigacion con desigual exito. El abanico de posibilidades de los detectives era muy reducido y el margen de ganancia nulo. Era complicado, por no decir imposible, que un detective que trabajara por su cuenta pudiera hacerse rico. A Luismi lo habia contratado la mujer de un escritor para que investigara a un extrano club de lectura. Eran un grupo de notables que se reunian en un chale de la urbanizacion Caraquiz, en Uceda, un pequeno municipio de la provincia de Guadalajara. Luismi le habia dicho que, una vez al mes, se juntaban en la casa de un conocido alcalde de Matasena varias personalidades de la region. <>, le habia preguntado Pau. Su amigo lo nego de forma tajante. Aquellas reuniones no tenian nada que ver con el club Bilderberg. Los congregados eran: un alcalde, un presidente de una Diputacion, un fiscal, un juez, un comisario de la Policia Nacional y un mando de la Guardia Civil. --?Y para que se reunen? --se intereso Pau. --Dicen que para hablar de literatura --respondio su amigo--. Ellos dicen que es un club de lectura de novela negra --explico con voz cavernosa. Pau siempre quiso saber, desde que lo conocio, la cantidad de cigarrillos negros que habria fumado para tener semejante voz--. Escogen una novela y se reunen en una tertulia privada donde comentan que les ha parecido. Pau basculo la barbilla sin percibir nada extrano en ese club. Luismi, que mientras hablaba removia en el aire sus enormes manos, insistio en lo extrano que era que un grupo de notables se reuniera cada mes con el pretexto de comentar una novela. --?Extrano? ?Que hay de extrano? --habia preguntado Pau. --Esos hombres se reunen cada mes en el chale de Caraquiz --explico su amigo--. Al finalizar la reunion deciden el titulo y el autor de la novela que han de leer para el siguiente encuentro. Pero hace un mes, en la primera reunion literaria desde que se sepa, la del 31 de mayo, ocurrio algo por lo que me han contratado. --Pau contuvo la respiracion esperando a que Luismi se explicara--. El autor de la novela que comentaron en aquella reunion fallecio en un accidente de trafico una semana despues de que se reunieran los notables, cuando conducia su Chrysler 300. --?Casual? --consulto Pau. --Es posible. El autor era vecino de un pueblo que hay entre Pinto y Valdemoro. Se llamaba Cesario Pidal y su novela tenia un titulo tan poco sugerente como repelente: Todos los idiotas. --Pero si entre Pinto y Valdemoro no hay nada --objeto el joven agente. --!?Como que no hay nada?! --protesto colerico Luismi--. Esta Matasena. --Matasena es un municipio de apenas cuatrocientos habitantes, enclavado entre las poblaciones de Pinto y Valdemoro--. Pero la coincidencia es que el alcalde de ese municipio es uno de los notables del club de lectura, ademas de propietario del chale de Caraquiz donde se reunen. En esa conversacion fue cuando Pau se entero de que la esposa del escritor fallecido habia contratado a Luismi, que ademas era amigo personal de Pau y habia tenido una relacion intensa con Sonia Ruiz, su companera de aventuras y pesquisas. La senora Pidal lo contrato para que investigara la muerte de su marido, porque no se creia que hubiera fallecido en un accidente. La guardia civil, que son los que habian llevado la investigacion, determino que su esposo habia muerto en un accidente de trafico en el tramo entre Pinto y Valdemoro, pero ella no se lo crecia. Asi que no le quedo mas remedio que contratar los servicios de un detective privado para que indagara. Luismi y Pau habian quedado unos dias despues de que iniciara la investigacion, para tomar una cerveza en una terraza del Retiro. Pau temio que le solicitara ayuda. Los detectives privados necesitaban de la estrecha colaboracion de la policia para avanzar en sus investigaciones. Un detective privado sin contactos dentro de la policia o del CNI es como una pistola sin municion: no sirve para nada. Luismi le manifesto su preocupacion a hurgar en ese club.

  • Parceros de Maleja Restrepo

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    ?Cual es la clave para llevar una relacion honesta, divertida y armoniosa? Para Maleja y Tatan, la pareja que se ha convertido en todo un fenomeno de las redes sociales al compartir los detalles de su matrimonio, no existe una. En este libro hacen un recuento de lo que han vivido hasta ahora y con mucho humor retratan como va transformandose una relacion de pareja y los habitos que pueden hacer que sea mas duradera.

  • La ultima leccion de Laimie Scott

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    ?Puede la venganza unir a dos personas que lo han perdido todo tras la guerra?

  • Hasta que nos volvamos a encontrar (Bilogia Amame 2), Priscila S de Priscila S

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    La vida de Alison cambio por completo desde que decidio instalarse en Paris. Nunca penso que alli podria convertirse en la mejor bailarina de ballet, ni que cumplir un sueno no la hiciera feliz.
    Anos despues, y con una vida hecha, lo unico que mantenia era el recuerdo del que creyo el amor de su vida. Los recuerdos de Nicolas seguian atormentandola.
    La ciudad del amor volvera a ponerla a prueba. ?Que ocurrira cuando el pasado vuelva a convertirse en presente?
    Familias enemigas volveran a verse las caras cuando el pasado vuelva a ser presente.

  • Ninguno de nosotros volvera de Charlotte Delbo

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    Uno de los pocos testimonios femeninos sobre los campos nazis, una obra maestra de la literatura concentracionaria.

  • El rey del Honka-Monka de Tomas Gonzalez

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    Despues de la tragedia se quedaron todavia por un tiempo en Bogota. Pasadas las molestias del entierro, las palmadas en el hombro, la piedad de gente que apenas conocia, el perdio la fortaleza que se le habia visto despues de la noticia y durante las ceremonias que siguieron. Y entonces a ella, que habia sufrido de desmayos primero y luego habia sido sacudida por crisis nerviosas que debieron ser calmadas con enormes dosis de Valium, le toco oirlo llorar a altas horas de la noche, encerrado en el bano, con gemidos contenidos de persona corpulenta. No volvio a tocar un pincel y amontono los cuadros, sin mirarlos, en una especie de bodega que habia bajo la escalera. Y aunque seguia siendo una persona silenciosa y afable, se le podia notar cierto desgano, cierta agresividad refrenada. Todavia andaba con muchos amigos, pero ahora se quedaba alelado mientras los otros hablaban, mirando al vacio con ojos desolados. A veces bebia demasiado y terminaba dejando su pesado corpachon colgado de la silla. Los amigos lo cargaban entonces y Lucia los veia entrar, sudando, los tragos pasmados por el esfuerzo de bajarlo del carro y subirlo hasta la alcoba. Lucia les servia un trago, les ponia un disco, conversaba un poco, los besaba en la mejilla y los echaba. Despues de un ano de verlo como roto e inmovilizado, ella empezo a preocuparse. Con los cuadros terminados se habia logrado montar una exposicion que resulto ser un relativo exito, tratandose de un pintor todavia joven y poco conocido. Pero si en condiciones normales el exito le producia cierta desconfiada curiosidad, ahora lo dejaba indiferente. Lucia tuvo que disfrutar sola con las resenas donde se alababa su extrema habilidad y se le auguraba un futuro promisorio; y solo ella pudo alegrarse por la rapida venta de los cuadros y recibir unos dineros que llegaban bien, aunque en el fondo no los necesitaran. Entonces metieron los muebles en un deposito, alquilaron la casa y se fueron. Volaron a Los Angeles. Alquilaron un carro. Al principio el parecio aliviado con el cambio, y por momentos se le pudo ver alegre con aquel vagabundeo que los metia veloces entre naranjales infinitos y despues los hacia entrar a los deslumbrantes paisajes resecos de Nuevo Mexico y Arizona. Vieron soles enormes desaparecer entre piedras y cactus; vieron camiones lejanos titilando en la distancia requemada. Se quedaban un par de dias en algun motel o cabana y despues volvian a meterse en los paisajes gigantescos, donde podia sentirse al mismo tiempo la sensacion de la inmovilidad y del vertigo. Y si viajaban de noche, el incluso podia poner musica, subir el volumen y dejar que el sonido de mandolinas saliera por las ventanillas y se fuera como chispeando contra la enorme oscuridad. Pero fue un entusiasmo fugaz. Antes de llegar a Nueva Orleans su mal genio volvio a acentuarse. Se quejaba de la monotonia de hoteles y autopistas, hacia comentarios sarcasticos sobre la pulpa insipida en que los gringos convertian todo lo que tocaban y se burlaba de los cuadros de Picasso que colgaban sobre los inodoros de los hoteles. Cuando llegaban a algun hotel, se quedaba esperando a que ella saliera de la oficina con la llave, y entonces estacionaba el carro, entraba al cuarto y se tiraba a la cama sin ayudar a bajar nada, sin lavarse los dientes, sin desvestirse siquiera. Y al dia siguiente Lucia debia cargar maletas y maletines, y entregar la llave en la oficina. En Nueva Orleans se alojaron en el barrio frances en un apartamento bello y polvoriento que les alquilo una senora que tenia los dientes podridos y parecia la bruja de Hansel y Gretel. Salieron de dia a pasear por las aguas lodosas del Misisipi en un pequeno vapor de aspas rojas, cargado de turistas, que navegaba bien aunque pareciera de confite y caramelo; por la noche recorrieron Bourbon Street, mezclados con los demas turistas a medio emborrachar que recorrian la calle de arriba abajo oyendo musica y mirandose los unos a los otros. Y aquella primera noche, rematada en un bar donde un pianista musculoso que tenia nariz quebrada de boxeador le dedico a Lucia una version algo desvencijada de Farolito, el parecio divertirse. Durmio mal, sin embargo. A las cuatro de la manana, sentado en el balcon frente a un cenicero repleto de colillas, miraba pasar los ultimos borrachos. Y a las diez miraba su desayuno con cara cenuda y cenicienta. Ella le recordo, en el tono mas severo del que era capaz, que no era solo el quien habia sido golpeado por la desgracia. Se quedaron cuatro dias en Nueva Orleans. A pesar de los comentarios sarcasticos que debia oir de tiempo en tiempo, Lucia se sintio fascinada por esa ciudad alegre, un poco sucia y un poco fermentada, tan parecida a las ciudades del Caribe. Como pasa a veces con la gente silenciosa, el parecia certero cuando hablaba; pero si alguien se hubiera puesto exigente, lo del Disney World para borrachos o lo de los prostaticos tocando clarinete habrian resultado apenas intentos debiles de hacerle dano a un sitio que resultaba dificil dejar de querer. Lucia se quedaba un rato callada, mirandose las manos, y despues de darle la razon volvia a dejarse llevar por un bullicio y un movimiento que la deslumbraban. En Nueva Orleans entregaron el carro, que con su olor a resinas sinteticas, sus blanduras plasticas y sus peluches a base de petroleo habia empezado a asquearlo a fondo, y se fueron para el norte en el camarote-litera de un enorme tren expreso. Por la noche, mientras pasaban postes y fabricas sombrias, mientras el dormia o fingia dormir en la litera, Lucia miraba la eternidad que cada cierto tiempo abrian hacia el este los relampagos de una tormenta cercana. Horas despues se acosto y lo sintio llegar, innecesariamente brutal -- dulce y carinosa, ella nunca se le habia negado--, arrancandole la ropa a manotazos y penetrandola, rasgando y magullando, mientras el tren pitaba feroz, metido ahora en la tormenta masiva que azotaba las ventanillas y revolcaba los arboles vertiginosos y relumbrados. El climax fue rapido y aterrador, y parecio venirles desde el corazon mismo de las tinieblas. Dias despues, sin camisa, el miraba llover por la ventana. Aunque estuvieran todavia en plena primavera, sobre la ciudad habia caido una ola de calor y lluvia que la oscurecia y la hacia aun mas densa. Frente al hotel un hombre despatarrado dormia aferrando una botella de vino en la mano derecha. Lucia habia salido temprano y esta vez ni se habia tomado el trabajo de invitarlo. Cuando lo llamo a mediodia para decirle que todavia se demoraba otro par de horas, el le contesto que podia demorarse lo que quisiera; cuando regreso, a eso de las cuatro de la tarde, lo encontro sin camisa, mirando llover por la ventana. El hombre despatarrado se habia despertado y, sin levantarse, sin soltar la botella ni quitarle la cara barbuda a la lluvia, le pedia plata a la gente que pasaba. Dejo de llover. Visitaron a un amigo pintor que se vestia de negro, llevaba el pelo muy corto y usaba una gotera de oro en una oreja pulcra y rosada como un caracol. Tenia un estudio grande, donde producia cantidades abrumadoras de animales como electrizados sobre fondos de colores primarios. Despues de dos tragos empezaron a recorrer el estudio mirando esa serie infinita de imagenes -- vendidas, ciertamente, mucho antes de que empezaran a ser pintadas--. <>, dijo el, y Lucia lo miro con ojos muy abiertos. El amigo no parecia ofendido, pero tampoco encontraba que decir. Sonrisa cordial y ojos helados, menciono los tiempos, que cambiaban. Lo de la puta fabrica fue lo unico que dijo hasta el final de la visita. Para salvar las apariencias, ella tuvo que sostener la conversacion con su ingles precario mientras un macaco endemoniado la miraba desde uno de los oleos. El cielo se habia cerrado otra vez y habia tomado el color del cemento. De regreso al hotel, Lucia sintio ganas de llorar. El domingo siguiente miraban a un maromero chino que con dos palos lograba mantener otro en el aire, golpeandolo constantemente hasta dar la sensacion de que flotaba. La pequena plaza era un caos de prestidigitadores, equilibristas y musicos. Jovenes de pelo verde y pantalones de cuero fosforecian de palidez bajo el sol. Despues de hacer flotar el palo, el maromero chino empezo a escupir candela, pero solo Lucia pudo verla, porque el estaba sentado en una banca, encorvado bajo sus grandes espaldas, mirandose los zapatos. De regreso al hotel vieron a una viejita en patines, con la cabeza canosa llena de flores plasticas de colores. Cruzo frente a Lucia y le sonrio, afectuosa y feliz. --?La viste? --pregunto ella. El no contesto. Lucia dijo que habia visto a una viejita en patines con el pelo lleno de flores plasticas de colores. --?Y que queres? --pregunto el. Y entonces pregunto que si ella queria que el se orinara de la risa. Para la primavera siguiente el pellejo le colgaria de los huesos como a un buey enfermo. Despues de la partida de Lucia --lo dejo, por supuesto, incapaz de aguantar por mas tiempo esa mezcolanza de apatia y crueldad-- se sintio aliviado, como si le hubieran quitado un morral de encima. Camino liviano por las calles, sin rumbo. Entraba a los bares, salia de los bares, disfrutaba de una inmediatez que por su intensidad abolia el pasado por completo. A la senora que le alquilo el cuarto, unas roidas, joyas baratas y una actitud impersonal algo ingenua, le dijo que se llamaba Boris y se dedicaba a la reparacion de instrumentos. Adorno la mentira con algunos detalles y dejo aparecer el gesto mas parecido a una sonrisa que habia tenido o iba a tener en mucho tiempo. Y se instalo en un cuarto que olia a humedad y a estiercol de palomas. Las palomas venian de todas partes y anidaban en el alfeizar de las ventanas. La primera manana fue despertado por su arrullo desapacible y por el aleteo sordido que producian cuando llegaban o se iban del alfeizar. No sin esfuerzo abrio la ventana, que habia sido pintada muchas veces sin nunca abrirse y estaba soldada al marco, y vio dos nidos, cada uno con un par de pichones implumes y ciegos. Blandos reptiles del Apocalipsis, gargolas repugnantes, abrieron sus desmesurados picos con avidez primordial y cayeron al vacio como pequenos demonios, para estrellarse y desaparecer tres pisos mas abajo, entre pedazos de ladrillo, pedazos de alambre, sillas desbaratadas y colchones sucios, todos desperdigados en el patio que correspondia al edificio. Dos edificios vecinos estaban abandonados: uno tenia las ventanas tapiadas y parecia un enorme nicho funerario, del otro entraban y salian las palomas. Y del reguero de ladrillos del patio brotaban pequenos arboles, muy proporcionados, frescos y de un verdor absurdo para aquellos lugares donde no llegaba nunca el sol. Durante el verano durmio de dia y camino sin rumbo por las noches. Tal como se habia anunciado desde la primavera, el verano llego especialmente caliente y sofocante: llovia mucho y antes de cada aguacero el aire se ponia espeso y aplastaba. Metido en una penumbra de persianas bajadas el sudaba en pantaloncillos, durmiendo o mirando girar un ventilador de aspas metalicas que sonaba como si alguien estuviera sacudiendo una bolsa con clavos o monedas. Por la noche se ponia la ropa sobre el cuerpo todavia encharcado de sudor y salia a la calle despues de sacar un par de billetes del sobre donde Lucia le habia dejado una suma grande, tan grande al menos como irian a ser sus necesidades durante el verano, dinero que el ni habia pedido ni habia rehusado. Despues de caminar un rato se metia a cualquier bar, pedia una cerveza y se sentaba a mirar la television. En las tinieblas del bar alumbraba el verde del pasto en estadios donde hombres de mandibula cuadrada escupian y rasgaban el aire con miradas diamantinas. Senoras de ojos azules abrazaban con amor cajas de detergente mientras maridos vestidos con camisas impecables las miraban complacidos. Una pareja de novios se arrebataba una galleta de chocolate y se reia. La espuma de su cerveza se desvencijaba poco a poco, regresando de una elaborada e ilusoria estructura a la sencilla repugnancia del liquido plano y ahora tibio, que el bebia sin asco y casi sin pensarlo. En la pared de los banos, vulvas humilladas recibian falos en los que el orgullo masculino se sumaba a la propia torpeza del dibujo para plasmar una vanagloria atroz que alcanzaba los ultimos limites posibles de la fealdad. Cuando algun fanatico del beisbol le palmoteaba la espalda, sin sospechar que no se trataba de un camarada sino de alguien que solo miraba el verde puro, abstracto e irreal de los prados lejanos, el encogia sus hombros anchos, cada vez mas huesudos, de modo que el fanatico dejaba congelar un poco la sonrisa, enfriar sus ojos entusiastas, y retiraba el brazo, consciente de que habia tocado un territorio profundo y prohibido. Despues de mantener por horas el codo sobre la barra y la mandibula apoyada en la palma de la mano, salia del bar a la hora de cerrar con el hombro derecho cubierto por la ceniza de los incontables cigarrillos que habian ardido entre sus dedos mientras miraba a los novios que se disputaban las galletas de chocolate. Caminaba por calles que olian a orines, llenas de periodicos y paraguas desmembrados, y se dirigia hacia los parques del rio. En las bancas dormian los hombres desplomados. El movil reflejo de un aviso de Pepsi-Cola flotaba sobre las aguas oscuras. A veces dormia en una banca, como los otros, a veces se amanecia viendo bajar las aguas sucias hacia el mar. Cuando llegaba al cuarto se tomaba un trago grande, para escapar del aleteo de las palomas, y se tiraba en la cama a sudar y a sonar con un pasado que regresaba en imagenes descoyuntadas y revolcadas, como si por su memoria acabara de pasar un viento furibundo. Sin hablar casi con nadie, sin lavar su ropa, sin preocuparse por su creciente mal olor, se le fue pasando el verano. El pintor de animales endemoniados lo invito un dia a una fiesta a la que irian amigos comunes, pero el no fue, por supuesto. Ni siquiera penso que resultaria dificil entenderse con gente demasiado inteligente, que el buen gusto de una rebeldia aparente iba a hastiarlo o que las minimas formas convencionales de trato irian a resultarle insoportables. En un tono neutro dijo, sin mas, que no queria ir; miro con sencillez al pintor de animales electrizados, como se mira y entiende un cactus o una rosa, le dio la espalda y lo olvido por completo. El clima todavia no empezaba a refrescarse. Los hidrantes elevaban de dia chorros de agua en los que se banaban los ninos como pajaros; de noche caian contra el espejo del asfalto como si arrastraran carros y edificios, sirenas y neones, y los aniquilaran en un cataclismo espectacular contra la tierra. El recorria las noches del verano metiendose por sitios profundos, recovecos turbios, pero casi siempre buscando terminar la noche bajo cielo abierto. Por algun tiempo anduvo con una mujer morena que tenia el tatuaje de una culebra en el estomago. Con ella entro y salio de bares, con ella paso dias en cuartos de hoteles desastrados, que tenian baneras negras y cortinas espesas y raidas, y que parecian estar mas hondo que los trenes subterraneos cuyo ruido los calaba por completo. Envuelta en la luz de mecheros de alcohol, la vio hacer brillar jeringas, la vio casi desaparecer de placidez en el fluido de su propia sangre como quien se deja llevar por un ancho rio hacia el olvido. Aparte de que se hacia llamar Boris, ella no supo ni quiso saber nada de su vida. Se poseian con lujuria y sin ternura. Se encontraban al azar, sin alegria y de un modo fatal, como si dioses desganados hubieran tenido el momentaneo capricho de arrimarlos. Se despedian sin darse cuenta, desapareciendo el uno del otro como desaparecen las personas en los suenos. Cada cierto tiempo recibia cartas con estampillas de animales, plantas tropicales, proceres. Las dejaba sin abrir hasta que llegaba una nueva y entonces leia las dos con desatencion, chismes lejanos, historias de amigos que ya habia olvidado, formas afectivas que de lo puro marchitas ya ni tristeza producian. A veces se quedaba largos ratos mirando el azul intenso de las grandes mariposas, y a duras penas leia la letra abierta, pulcra, femenina, que le hablaba de gente que para el ya estaba muerta. Las orquideas, las mariposas de Muzo, los heroes de mirada ingenua, en la barra de un bar, en su propio cuarto, en los hoteles, eran despojos minimos y nitidos de un inmenso naufragio que a estas alturas ya ni centro tenia, ni periferia. En un sobre le llegaron las paginas dobladas de un periodico, donde se hablaba de el y se reproducia uno de sus cuadros. Las miro y volvio a doblarlas como si fueran un documento amarillo y apolillado, un poco repugnante, que hablaba de gente remota, desde hacia mucho tiempo convertida en polvo. Para entonces el pelo le habia crecido demasiado y se lo habia agarrado atras con un caucho. Su frente se veia muy amplia, sus ojeras muy grandes. Los vientos empezaron a soplar mas frescos. Las camisas de pana que habia traido de Bogota le colgaban abundantes y le daban una apariencia mistica. Se afeitaba cuando el roce de la barba con la almohada empezaba a fastidiarlo, cada tres o cuatro dias, sin espejo, rapido y sin preocuparse por los parches de barba que quedaran. Una vez, ya casi de madrugada, lo sorprendio un aguacero mientras miraba bajar el agua del rio para el mar. Camino despacio bajo la lluvia y sintio que uno de sus zapatos estaba roto. La noche siguiente, en un baratillo que abria las veinticuatro horas, compro unos tenis que al principio casi cegaban de blancura en contraste con su ropa oscura, pero que rapidamente se fueron curtiendo con el polvo de calles y bares hasta ponerse casi negros, y que serian usados sin lavarse nunca y de un modo continuo hasta su disolucion total. Otra noche un hombre tan flaco y grande como el mismo le pidio cuarenta y tres centavos que le faltaban para una botella de vino. Con uno de los billetes que le dejara Lucia compraron una botella de conac caro y se sentaron a beber frente al rio. Un pequeno velero, con solo una luz verde en lo alto del mastil y las velas desplegadas, paso remontando la corriente en la oscuridad, como una mariposa nocturna. El hombre dijo ser sueco. Durante la noche dijo ser exmarino mercante, exingeniero, exgeologo. Tambien era aleman, y el entonces lo dejo hablar, sin creer ni dejar de creer, como el que se deja acompanar por el ruido del agua que baja entre las piedras. La noche era limpia y las luces de los aviones se movian muy nitidas contra la negrura compacta del cielo. Una rata larga paso en la oscuridad y desaparecio en un bote de basura volcado. El sueco, ya borracho, termino una historia que lo habia conmovido y agitaba los hombros bajo el peso de sollozos vigorosos. Se bebio un trago grande. Parecio aliviado de la angustia que le habia producido su propia ficcion y siguio hablando sin parar, como saltando un abismo a cada instante, creyendose por turnos extopografo, finlandes, exgeologo, exmarino, holandes, unas veces arruinado por los viajes, otras por las mujeres, el juego y el alcohol. Como esa noche pasaron muchas. Las personas desaparecian y volvian a aparecer. A traves del sueco conocio mucha gente. Habia ajedrecistas fetidos, borrachos y caballerosos, muy raidos, que jugaban partidos a veces insensatos, a veces brillantes; habia hombres abstraidos que garrapateaban incansablemente cosas en cuadernos sucios; habia gente que con el alcohol comenzaba a discutir minucias a grandes voces y con gestos ampulosos y violentos, como si estuvieran en juego los destinos ultimos. Noches largas durante las cuales probo por primera vez vinos dulces que llevaban nombres como Rosa Salvaje de Irlanda, o Pajaro del Trueno, los mas baratos tal vez sobre la Tierra; noches que terminaban en un reguero de papeles y botellas quebradas que chispeaban despues con el sol mientras los hombres que las bebieron, desperdigados ahora, quedaban caidos en bancas, donde respiraban apenas entre su propia sombra, o intrincadamente ocultos en las grietas del cemento, como si fueran cucarachas o murcielagos. Las hojas empezaron a caer copiosas y a acumularse junto a las basuras de los parques. El caminaba metido en una gabardina demasiado larga, aunque corta de mangas, como las de los espantapajaros de las tiras comicas. La habia comprado por dos dolares a un amigo que ofrecia mercancia vieja, casi basura, en la plazoleta donde habia una escultura que representaba un dado gigantesco. Por algunos dias alcanzo a sentir el espeso olor acumulado de anteriores propietarios, sedimento oscuro que se perdia en los origenes de la raza humana, pero ahora su propio olor habia tomado posesion, o se habia tal vez integrado al antiguo, y ya no lo sentia. Y como la caldera del edificio aun no habia sido encendida, muchas veces el llegaba y se tiraba a la cama con la gabardina puesta, mientras afuera arrullaban las horripilantes palomas, a sonar con un pasado que cada vez le llegaba mas trocado y equivoco. A finales de septiembre recibio una carta donde se anunciaba la llegada de un pariente para principios de octubre. La carta decia que ellos estaban muy preocupados por la falta de noticias, y el tuvo que hacer un esfuerzo para recordar de cuales <> se trataba. A la duena del cuarto todo en la vida, al parecer, le importaba un bledo, y se encogio de hombros cuando el le dijo que se iba. Recibio la llave sin mirarlo y no se tomo siquiera el trabajo de levantar los ojos para verlo salir con su pequeno maletin en la mano y perderse en una noche excepcionalmente calida, aunque llena de bruma. Horas despues la mujer entraria al cuarto y meteria medias rotas, tubos de papel higienico y colillas en una bolsa de plastico negro. Lo haria con gestos mecanicos, sin siquiera odiar, sin recordar siquiera a la persona que habia dejado tras de si semejante basural. Se metio en un hotel pequeno, al frente de una avenida que cruzaba la ciudad de este a oeste, apretujado entre un almacen de almohadas y colchones demencialmente desordenado y una ferreteria polvorienta. Alquilaban cuartos por horas, dias, semanas, anos, tal vez siglos. Al otro lado de la avenida habia un parque con columpios y balancines oxidados, donde alumbraban por la noche los botes de basura a los que hombres oscuros metian fuego y despues rodeaban para calentarse. Su cuarto tenia un inodoro rajado minuciosamente, como una cascara de huevo, y un lavamanos mugroso. No habia ni ducha ni ropero. Ni el ni las demas personas que entraban y salian parecian ya necesitarlos. Se salia del hotel por corredores y escaleras iluminados por debiles lamparas de neon que soltaban luz nebulosa. Todas las noches, al lado de las canecas de basura y de la escalera que bajaba del hotel a la acera, habia un viejo que se acurrucaba para dormir protegido del viento. Mantenia la cabeza metida en una bolsa de plastico negro a la que le habia hecho orificios para respirar. Una vez el le ofrecio dinero, pero el hombre no quiso recibirlo; dejo en cambio oir una voz aspera y gruesa que venia de las profundidades de su cerrada noche de plastico, y le dijo que se llevara su dinero para otra parte, que nadie le estaba mendigando. Por entonces habia empezado a dibujar con carboncillo a la gente de los bares. Una noche quisieron comprarle el dibujo que habia hecho de modo mecanico sobre una servilleta, y que mostraba a un hombre pequeno sentado en una banca alta, encorvado sobre la barra del bar, a la vez envuelto en si mismo y echado para adelante, como un ave de rapina o un demonio. Esa vez no quiso recibir dinero, aunque no tuvo inconveniente en dejarse invitar a un par de tragos que, como siempre, le duraron hasta que cerraron el sitio. Pero despues decidio comprar un revolver que le ofrecian por ahi, conto lo del sobre y vio que le alcanzaba para el arma y solo le sobraba algun ripio. Entonces comenzo a dibujar a la gente y a recibir lo que quisieran dar por los dibujos. Los retratos eran tan oscuros como los bares, y las personas, aunque todavia identificables, aparecian a medio tragar por las tinieblas. Pero el limite de la oscuridad no se adivinaba en el bar (esquinas que, aunque invisibles, estuvieran alli; estructuras que, sin ser vistas, llenaran el alma con la luz de su logica, tranquilizandola), sino que se perdia sin remedio en un abismo sin fondo. El reflejo de unas gafas, una mano cundida de anillos de plata, eran creados con la nitidez necesaria para que todo lo demas cayera en el vientre horroroso de lo oscuro. Sin embargo, la gente, metida en su sopor de alcohol y cigarrillo, rara vez se horrorizaba; miraba el dibujo con interes, sorprendida por la evidente habilidad del dibujante, hablaba un rato con el, le ponia las manos en el hombro y se mostraba casi siempre generosa. Tan pronto recogia lo necesario para pagarse la noche de hotel, la comida y los tragos, el dejaba de dibujar y se quedaba otra vez en la barra, inmovil y en silencio. Pagaba el hotel cada madrugada. Llegaba poco antes de que saliera el sol y le daba el dinero al empleado sonoliento, que le entregaba una llave atada a una lamina metalica de apariencia carcelaria y le devolvia el maletin repleto de ropa sucia que habia dejado en la oficina al salir. Caminaba por escaleras inundadas de luz lechosa --el revolver, helado, subia metido en una media entre la ropa-- y entraba a un cuarto que cada noche era distinto. Todos tenian espejos desportillados y borrosos e inodoros rajados, pero unos daban a la avenida y otros a pasadizos oscuros donde las ratas hacian sonar las latas en las basuras. A el todos le daban lo mismo. Por las delgadas paredes llegaban sonidos que a veces eran vagos, sollozos lejanos que se fundian con los ruidos del vapor en los tubos de la calefaccion, disputas deshilachadas; pero a veces eran demasiado nitidos, bofetadas en cuartos adyacentes, gemidos sexuales, carcajadas crueles.

  • El secreto de lady Sophia (Damas inadecuadas 2) de Kathia Iblis

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    Continua la serie <>.

  • Atentamente, tu asesino de Zid Castaneda

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    Linda es una mujer exitosa, felizmente casada y forjandose una carrera en el area gubernamental, pero un dia comienza a ser acosada y observada por un hombre obsesionado, un poeta retorcido que cae en la psicopatia.

  • El milagro de amar (Segundas oportunidades 1) de Tracy Jane Warren

    https://gigalibros.com/el-milagro-de-amar-segundas-oportunidades-1.html

    ?Crees en el amor a primera vista?
    Christian era un empresario solitario y egocentrico que vivia en un mundo sin amor, hasta que en la noche de accion de gracias un accidente cambio su destino al poner en su camino a la patosa, sexy y vulnerable Mary.
    Ambos viviran una apasionada historia de amor, donde el romance y la obsesion les haran cometer errores que deberan pagar con su corazon. Camina junto a ellos por calles nevadas, veladas de en sueno y dulces noches de pasion.
    Rie, siente y emocionate en una navidad donde los milagros se pueden hacer realidad.

  • El lugar de Annie Ernaux

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    Cada libro de Annie Ernaux nos conduce, sin tapujos ni sentimentalismos, a compartir, en lo mas hondo, las experiencias y emociones mas intransferibles de una mujer, que gracias al talento literario de la autora se convierten en vivencias universales. Ernaux se dio a conocer con El lugar --ganadora del Premio Renaudot en 1984--, una narracion intimista, descarnadamente autobiografica, que abre mediante la escritura un camino hacia el conocimiento del ser humano.

  • Antarlia. Una lucha de ideales de Jossy Loes

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    ?Y si de repente el mundo se colapsa, sufriendo grandes terremotos en la corteza terrestre, desplazando los continentes hasta quedar unidos?
    ?Y si a pesar de todo ello, algunos han sobrevivido haciendose el control en paises que se mantuvieron en pie aliandose para formar una sola unidad llamada: Liberty? Creando e imponiendo sus leyes, naciendo una autentica Autocracia, obligando a otros a rebelarse bajo las sombras.
    En Liberty lo saben. Por ello, seleccionaran a diez jovenes para explorar un territorio aparentemente desconocido, eligiendolos mediante un sorteo en todo el ambito mundial.
    Entre ellos esta Kathe Panthar.
    Kathe pensaba que su futuro ya estaba definido, pero a partir de ese instante, comienza a cambiar hasta en esos sentimientos que nacen por el carismatico Romeo. Llevandola a entrar un torbellino de secretos, mentiras y manipulaciones. Aceptando ser una ficha mas de ese juego que ha comenzado el alto mando de Liberty.
    Kathe: no confies en nadie, ni siquiera en los que amas. En Antarlia sabras la verdad.

  • Los viejos amigos de Silvia Soler

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    Que interesante seria poder recordar la primera impresion que nos causo una persona al cabo de los anos, cuando ya la hemos conocido, cuando la queremos. Aquel dia, el primer dia en la Facultad de Bellas Artes, Mateu se fijo en Ada, la chica de los ojos extraordinarios. Esos ojos eran, de entrada, un reclamo: grandes y claros, de un color indefinido entre el gris y el azul. Sus miradas se cruzaron apenas unos segundos, pero los ojos de Ada le parecieron frios como peces de escamas grises Aun asi, siguio observandola durante un rato desde el otro lado del aula porque, de esa chica, aparte de los ojos, le gustaba todo. La miro descaradamente, con una insistencia que buscaba una reaccion --ya fuera de rechazo o de correspondencia--, pero ella lo ignoro. Fingio que el calor de su mirada, que le lamia los brazos desnudos y la sinuosa linea del cuello hasta la clavicula, ni siquiera le rozaba la piel. La verdad --Mateu lo supo en ese mismo instante-- era que la abrasaba. Pero no se lo podia permitir, no podia hacerle caso. Aquella chica habia vivido dieciocho anos, nueve meses y tres dias esperando ese momento: su entrada al mundo universitario, al mundo de los adultos. Habia preparado a conciencia, casi como si fuera una epifania, ese primer dia, el momento en que una deslumbrante criatura se daria a conocer y encontraria su lugar. No veia el momento de dejar atras a la adolescente vulgar y de familia humilde sumergida en la viscosa mediocridad. Se la quitaria de encima como la serpiente cuando muda la piel, como el gusano de seda que se convierte en mariposa. Con ese objetivo busco, al acabar el colegio, el modo de sofisticar su nombre, y pidio a su familia y a sus mejores amigas que se acostumbraran a llamarla Ada. Nada de Imma. No, Imma nunca mas. Las chicas accedieron a su peticion con entusiasmo y con cierto grado de excitacion (en el fondo, siempre habian sabido que ella era distinta, y estaban convencidas de que conseguiria crearse un personaje nuevo con el que dejaria atras el colegio de monjas, el barrio de Sant Andreu e incluso a ellas), pero a sus padres les costo mucho. Durante todo el verano, la casa se lleno de <> y <>. Su hermana gemela estaba harta y, a veces, para vengarse de tanta tonteria, la hacia rabiar: <>. Aquel primer dia de facultad --ese momento fundacional--, la nueva Ada no podia permitirse un intercambio de miradas complices con el tipo mas desalinado del grupo, el de las grenas oscuras que le tapaban media cara, el que arrastraba unas alpargatas ronosas, el que compartia conversacion y cigarrillo con una especie de Sinead O'Connor rapada y desmirriada, la peor calana entre los aprendices de artista. Buscando aligerar la presion de aquella mirada lasciva, Ada inicio una banal conversacion con la chica junto a la que se habia sentado. Se habia acercado a ella porque parecia de buena familia: llevaba unos vaqueros de marca con camisa blanca de corte impecable, el pelo rubio oscuro recogido en una cola de caballo, mocasines de piel y unos discretos pendientes de oro. La chica --que, efectivamente, vivia por encima de la Diagonal-- alargo la mano, con un gesto insolito que probablemente no habria hecho ningun otro alumno de Bellas Artes, y dijo su nombre: Gloria Ponsirenes. Satisfecha, Ada hizo lo propio: Ada Garcia-Torralba. Lo dijo como si fuera un solo apellido, y se lo imagino escrito con un guion. Le parecio que sonaba bien. Sonrio, incapaz de disimular su satisfaccion: adios a la aburrida Imma Garcia. Hola, Ada Garcia-Torralba. Habia nacido una estrella. Y, a Dios gracias, ella tenia el fisico adecuado para la nueva Ada: era esbelta, con el cuello largo, los pomulos marcados y unos ojos enormes y separados. Tambien tenia --y de eso estaba convencida-- una aptitud que la diferenciaria de la masa. En la carrera, Ada adquiriria, ademas, eso que se conoce como savoir faire; aprenderia a relacionarse socialmente, acumularia conocimientos y potenciaria su talento natural. Se imaginaba, a punto de cumplir los cincuenta --elegante, con el pelo gris y vestida de Armani--, inaugurando una gran retrospectiva sobre su obra en una galeria chic del Eixample. Durante el primer trimestre, practicamente no hubo ninguna relacion entre Mateu y Ada. Las avidas miradas del chico fueron perdiendo intensidad hasta desaparecer del todo. No tenia ninguna necesidad de mendigar la atencion de aquellos ojos cenicientos. En primero de Bellas Artes habia chicas de ojos azules como piscinas, chicas de ojos sonambulos, chicas de ojos encendidos. Y el, Mateu, gracias a aquel aire insolente y a aquella barba larga y oscura, era objeto de torrentes de miradas. La amiga que intentaba parecerse a Sinead O'Connor y que lo seguia por todas partes como un perrito faldero decia que Mateu se daba un aire a Gustav Klimt. No era cierto, pero sabia que a el le gustaba oirlo. Y, por una sonrisa de Mateu, aquella chica habria sido capaz de decirle que podia pasar por el hermano gemelo del mismisimo Leonardo. Mateu no se parecia a Klimt, pero sin duda tenia la mirada inteligente, viva y penetrante de Klimt, y de Picasso, de Renoir, de Frida Kahlo o de Modigliani. Tambien la de Leonardo. Y tenia una voz grave y aterciopelada que hilaba argumentos apasionadamente, sobre todo cuando se trataba de hablar de arte. Los profesores lo escuchaban, los companeros lo respetaban. No necesitaba reinventarse ni tampoco crearse un personaje. Precisamente por eso no despertaba en Ada ninguna simpatia. Cualquiera habria podido pensar que lo envidiaba, que envidiaba aquel liderazgo suyo ejercido con naturalidad, aunque tampoco estaba muy claro. Admiraba la vitalidad de su mirada, pero detestaba su aspecto desalinado. Eran dos alumnos brillantes, que intervenian a menudo en clase y se disputaban la atencion de los profesores. Esa competitividad se hacia especialmente patente en las clases del doctor Vegara, el eminente antropologo que les habia descubierto la capacidad humana para representar la realidad a traves del arte y les abria ventanas a mundos exoticos y a culturas que no habian sido mancilladas por la llamada civilizacion; un mundo misterioso y deslumbrante de chamanes y danzas rituales que los inspiraba y los excitaba. Las clases de Vegara podian limitarse a su exposicion magistral --que los alumnos escuchaban con autentica devocion-- o transformarse, en cualquier momento, en un encendido debate sobre, por ejemplo, si el arte hace o debe hacer compatibles el conocimiento cientifico y el pensamiento magico. Mateu, que ya entonces era un lector voraz que digeria y sacaba provecho de todo lo que leia, levantaba su poderoso brazo y pedia la palabra para citar a Levi-Strauss: todo el mundo sabe que el artista tiene a la vez un poco de sabio y un poco de artesano. Vegara asentia, y Mateu, con una sonrisa de satisfaccion en los labios, volvia a sentarse y echaba una mirada a la zona oeste del aula, donde habia visto de reojo que estaba sentada la estirada de los ojos grises. Ada acusaba de pedante a Mateu, y no dudaba a la hora de sembrar dudas insidiosas sobre la solidez real de sus conocimientos en el ambito del arte. Insinuaba que, en el fondo, era todo una gran mise en scene (y lo decia asi, con ese acento frances del barrio de Sant Andreu aplicadamente adquirido en las clases de sor Angela): la barba descuidada y mas larga de lo habitual, los panuelos al cuello de colores vivos --morados, verdes, rojos--, el tabaco de picadura, la mochila siempre medio abierta para que asomara la cabeza algun libraco sobre teoria del arte, iconologia o estetica. Los dos reclamaban atencion, deseosos de recibir los halagos del profesor y de responder rapidamente y con inteligencia a sus interpelaciones. Por eso, aquella manana de diciembre, cuando el doctor Vegara entro en clase con su paso decidido y, sin tan siquiera dar los buenos dias, pregunto: <>, los mecanismos internos de Ada y de Mateu se activaron y los dos levantaron la mano a la vez. --La chica del jersey de cuello alto… ?Ada, verdad? Vegara se acordaba de su nombre. Ada paseo brevemente la mirada por el aula saboreando ese primer triunfo. --Postimpresionista frances. Su pintura evoluciono hacia el sintetismo y el simbolismo, especialmente durante su etapa en la Polinesia. Su concepcion estetica ejercio una poderosa influencia en los movimientos expresionista y fovista. Pausa. Ada cogio aire y clavo sus ojos acerados en el profesor, que la miraba imperterrito. Decidio continuar. --Algunas de sus obras mas famosas son El cristo amarillo, Tahitianas en la playa o Van Gogh pintando girasoles. Su relacion con Van Gogh… --Gracias, Ada. Escuchemos tambien al senor Alert. Ada se sento con la espalda muy recta, como le habian ensenado a hacerlo las monjas. Le habria gustado poder lucirse mas. Se mordio el labio mientras veia las miradas de sus companeros puestas en Mateu, que se habia levantado sin prisa, como si le diera pereza. Penso que no le iria mal una buena ducha.

  • Un amor de quita y pon de Noni Garcia

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    !Estoy reventado! Rita se acaba de ir y la noche no ha tenido desperdicio alguno. Tengo que empezar a dejar de hacer estas cosas porque hoy es miercoles, tengo mucho trabajo y no se si mi cuerpo aguantara hasta la cena de esta noche que promete ser larga y aburrida. Voy a cancelar los planes que tengo para esta tarde porque me urge descansar. Definitivamente, me estoy haciendo mayor y estas noches de sexo las voy a tener que aplazar para los fines de semana. Alguien llama a la puerta y estoy seguro de que sera Rita que se ha dejado algo. No me molesto en ponerme nada mas alla de los pantalones del pijama porque no va a ver nada que no haya visto esta noche. Abro la puerta esperando encontrarme con ella, pero cual es mi sorpresa al ver que es alguien que no conozco. Por su vestimenta deduzco que es la nueva empleada del hogar que me ha mandado la empresa de limpieza porque Trini ya se ha jubilado. La chica me mira, aparta la vista y caigo en la cuenta de las pintas que tengo a las ocho de la manana, vestido con el pantalon del pijama, con el pelo revuelto y cara de haber estado follando toda la noche. No se por que, pero hasta me siento un poco avergonzado. --Disculpa, crei que eras otra persona. Pasa y sientate, enseguida estoy contigo. La chica pasa diciendo un timido "Gracias" y se sienta en una de las sillas que rodean la mesa del salon dando la espalda al pasillo que lleva a las habitaciones. La observo si ser visto. No creo que tenga mucho mas de treinta anos, es morena, con el pelo muy corto y medira un metro sesenta aproximadamente. Demasiado delgada para mi gusto y con la mirada demasiado triste o, al menos, eso me ha parecido al verla aparecer en mi puerta. Rapidamente me pongo una sudadera y vuelvo al salon. Ella se levanta de la silla al verme llegar, pero sigue con la mirada baja. --Mi nombre es Gonzalo, aunque creo que eso ya lo sabras. --Le tiendo la mano y ella timidamente la toma. --Yo soy Nadia. Soy la persona que va a sustituir a Trini. --Me lo he imaginado... Por ese acento deduzco que eres argentina, ?verdad? --Levanta la mirada y clava sus preciosos ojos marrones en los mios. Si, es tristeza lo que veo en ellos. --Si, espero que eso no sea un problema. --Claro que no. ?Por que lo iba a ser? --Antes de que la empresa me mandara aca, fui a otra casa y no quisieron que trabajara en ella por no ser espanola. --Aqui no tendras ese problema. Mi madre vive en Buenos Aires. --De alla soy yo. --Una timida sonrisa se marca en su rostro. --Te enseno la casa rapido que tengo un poco de prisa. Visitamos todas las habitaciones y cuartos de bano del piso. Noto su cara de sorpresa cuando ve la enorme cama de la ultima habitacion del pasillo, pero es discreta y no dice nada. Pasamos por el salon que ya lo vio al llegar y entramos en la cocina. Por unos instantes su cara se ha iluminado y su mirada me ha deslumbrado, pero solo han sido unos instantes. Despues sus ojos han vuelto a estar tristes, incluso mas que antes. Me intriga esa tristeza, algun dia conseguire averiguar el porque, para eso soy psicologo. Su expresion pide a gritos ayuda porque sola no puede superarla. Quiza, cuando tenga un poco mas de confianza con ella, podamos tocar el tema. Le explico que Trini se encargaba de hacer la compra una vez en semana, o si yo le dejaba alguna nota en la nevera porque me hiciera falta algo con urgencia. --Sabados y domingos no se trabaja y los dias de fiesta tampoco. Si necesitara algun dia libre me lo tendria que avisar con un par de dias de antelacion, aunque si es alguna urgencia tampoco habria problema. --De acuerdo, senor. --Creo que poco mas hay que contar... Bueno, si. Si la puerta de mi dormitorio esta cerrada es porque no se puede entrar, probablemente estare acompanado. --Abre mucho los ojos pero no dice nada.

  • Jovenes promesas de Juanjo Diaz Polo

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    Corre el ano 1920 y el comite olimpico espanol va a enviar por primera vez en su historia una seleccion de futbol a un campeonato internacional. Pero la tarea no sera nada facil: las diferentes federaciones regionales recelan unas de otras y cada una quiere que sus jugadores tengan protagonismo.
    Con tal escenario, los responsables de la expedicion no guardan grandes esperanzas, pero no cuentan que, sobre el terreno de juego, estaran los Zamora, Pichichi,
    Pagaza, Belauste o Samitier, componentes de un equipo de leyenda. Inspirada en hechos reales, Jovenes promesas se desarrolla en los inicios del futbol y el olimpismo y narra, a traves de la voz de Elena Diaz, la idealista hija de un veterano cronista deportivo, la gesta historica de un equipo inolvidable, en el que nadie creia y que alcanzo la gloria.

  • Tatiana cuesta abajo 1 de Rosario Martin Martinez

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    Era feliz. Estaba en un momento de mi vida en el que me sentia tranquila, a gusto conmigo misma. Tenia un trabajo que me encantaba aunque he de reconocer que era algo donde estaba estancada sin opcion a ascender, aun asi, incrustada en una rutina diaria sin subidas ni bajadas, era muy feliz rodeada de gente que me confortaba, complementaba y aportaba. El ambiente era ideal, me sentia como pez en el agua, quiza eso era lo que me seguia manteniendo alli y, aunque en algunas ocasiones resultaba complicado, seguir viendole el lado positivo a aquello. Trabajaba como administrativa en una jugueteria, pasaba mas horas alli que en mi propia casa, pero no me importaba. Llevaba trabajando en la jugueteria cinco anos y alli conoci a Pablo, mi chico. Pablo es de esas personas que parecen haber hecho un pacto con el mismisimo diablo, pareciera que los anos se habian olvidado pasarle factura. A sus treinta anos podia hacerse pasar por uno de veinte perfectamente. Pablo es un chico de piel clara y unos ojos azules como el oceano, sus labios son finos y muestran al sonreir unos perfectos y blanquisimos dientes. Tiene el pelo color almendra peinado siempre con un tupe perfecto de minutos eternos de reloj frente al espejo, realzando asi unas mechas naturales de su flequillo. Pero ahi no queda la maldita perfeccion fisica de Pablo, eso es de mandibula para arriba, de mandibula para abajo es aun mejor si cabe... Fisico atletico, hombros formados, pecho formado, brazos formados y abdomen hiper formado. La competencia hecha carne del David de Miguel Angel. ?Sabes que es lo que mas rabia me da? Que no se priva en la comida, que apenas hace ejercicio y que todo es debido a su puta genetica… Pablo es bastante mas alto que yo aunque, con mi metro sesenta y tres, no es complicado. Pablo era mi novio y a la vez, mi companero de trabajo, mi amante y mi mejor amigo. Llevabamos juntos tres anos y desde hacia seis meses viviamos juntos. Empece con el cuando tenia veintidos anos y el veinticuatro pero yo siempre pareci mayor a su lado. Al principio decidimos llevar nuestra relacion en secreto en el trabajo porque no queriamos que nuestra relacion personal afectase a nuestra relacion profesional, pero tras un ano escondiendolo, empezamos a contarlo a nuestros companeros con los que estabamos codo con codo todos los dias, aquellos que nos hacian sentir como en casa y con los que nos sentiamos comodos desnudandonos (no literalmente, entiendaseme). Pablo tenia una relacion muy especial con Victor (su companero en la seccion de almacenaje de la jugueteria), fue al unico que se lo conto. Victor es un chico de una estatura media y no es muy atractivo fisicamente, no es de los que hacen que la cabeza se te voltee sola a su paso pero tiene ese algo que hace que lo veas con buenos ojos e incluso llegues a verle guapo al desatar su verborrea... En todos los trabajos existe el tipico bromista que te intenta sacar una sonrisa con cada situacion que se va presentando, en la jugueteria, era el. Victor parecio encantado con la noticia. Para mi, Victor era un companero mas, no cruzabamos muchas palabras aunque si que me habia echado muy buenas risas cuando subia a la oficina y dejaba caer alguna de sus payasadas. Sabia que era muy especial para Pablo por como me hablaba de el, era el unico amigo que le conocia a mi chico pero no me extranaba, yo tambien tenia una unica y mejor amiga, Eva. Por mi parte, se lo conte a ella, a mi otra mitad, la que siempre ha estado a mi lado. La conoci al entrar en la empresa y al mes parecia que la conocia de toda la vida. Eva es simplemente perfecta. Una tia super inteligente, simpatica y guapisima... Tiene una melena rizada y de color rojiza natural que le roza casi el culo, un culo por cierto, perfecto. A Eva le apasiona el deporte, siempre dice que su vida se basa en el trabajo y el gimnasio y que no quiere ni necesita nada mas. Mientras que en nuestras horas de descanso Eva comia una ensalada y se iba al gimnasio, yo me comia una hamburguesa doble con queso y extra de salsa, a poder ser barbacoa, y me iba a casa a dormir un rato para volver con mas sueno aun a mi puesto de trabajo y claro, eso en el culo, se nota... Eva es una negada para el amor, tuvo un novio y le duro cinco meses creo recordar... Siempre decia que no queria novio cuando le preguntaban que cuando tenia pensado centrar la cabeza. Tenia veintiseis anos y su familia siempre fue muy tradicional asi que en cada BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones), siempre le tocaba responder a las mismas preguntas… No era capaz de recontar la de veces que escucho aquello de "!Que se te va a pasar el arroz!". Cada vez que se lo decian soltaba su ya frase oficial: "Para comerme un jamon no tengo que comprar el cerdo entero". Aun siendo una negada para el amor, celebro mi noviazgo con Pablo como si fuese suyo... Capitulo 2 TODAS LAS ROSAS TIENEN ESPINAS Llegue aquella manana feliz al trabajo, como cada dia, dispuesta a empezar a hacer el nuevo catalogo para la campana de verano de la jugueteria. Eva tenia la cara descompuesta, como si solo le hiciese falta sacar una palabra de su boca para romper a llorar... Aun asi saco fuerzas para dirigirme unas palabras que me dejaron casi al borde del infarto... --Tati, amor... La jefa quiere que pases a su despacho. Una frase corta con un mensaje que no me podia dejar indiferente. Empece a temblar gobernada por los nervios. Llame a la puerta de Estela, mi jefa, una mujer ya entrada en anos pero que parecia que tenia menos edad que yo gracias al Botox que se pinchaba religiosamente... --Adelante --su voz me resulto bastante rotunda aunque eso no era ninguna novedad. --Buenos dias, Estela. Eva me ha dicho que queria verme. --Buenos dias Tatiana, sientate por favor --hice lo que me dijo, las rodillas me temblaban, asi que lo agradeci--. La empresa no esta pasando por su mejor momento, estamos intentando mantener la empresa activa pero claro, para ello, tendremos que prescindir de algunos empleados... Hemos llegado a la conclusion de que reducir plantilla puede ser un buen metodo para seguir manteniendo esto a flote... Lo siento, Tatiana… !!Me estaba despidiendo la muy zorra!! Y justo alli, sentada con la mirada perdida, repasando mis anos dedicados a aquella jugueteria, se me vino a la mente Pablo y todos los planes que teniamos pensado hacer juntos; dejar de vivir de alquiler y comprarnos un pisito decente en una zona bonita y centrica, dar un paso mas en nuestra relacion y casarnos, plantearnos seriamente y sin miedos la idea de ser padres... Todos, absolutamente todos mis planes a la mierda... Joder, ?como cojones podian cambiar tanto las cosas de un dia para otro, o de una hora para otra, o de un puto minuto para otro? --Estela, quizas haciendome una reduccion de jornada podria seguir en la empresa... --me senti una autentica idiota haciendo aquello, pero me parecia tan necesario, que tire mi dignidad por los suelos y segui--. Llevo cinco anos aqui, estoy muy contenta con mi puesto de trabajo, siempre he hecho bien el trabajo que se me exigia en mi puesto --y el que no pertenecia a mi puesto, como pedirte citas para hacerte las unas, las mechas o algunos retoquitos faciales y corporales, zorra de los infiernos--, ?cabria esa posibilidad? --Tatiana, se cuanto vales como empleada, llevas anos demostrandomelo, pero cuando los numeros no cuadran... --Podriamos buscar otra solucion. Estoy segura de que algo podriamos hacer... --Lo siento, Tatiana, no sabes cuanto. --No mas que yo... --dije practicamente susurrando. --La renovacion de tu contrato iba a ser en dos semanas y siento decirte que no se te va a renovar. Puedes buscarte otro trabajo, o mimarte un poco y darte unas merecidas vacaciones... -- esbozo una sonrisilla falsa. Quise llorar, tirarme al suelo y dar patadas como un nino en plena rabieta, por suerte soy de las que piensan las cosas dos veces… Sali del despacho con un nudo en la garganta que presagiaba lo que pasaria minutos despues. Los ojos se me llenaron de lagrimas e intente contenerlas por los pasillos para que los clientes que se encontraban por alli no se percatasen de nada. Fue cuando vi a Eva que rompi a llorar... De buena gana me hubiese tirado a patalear en el suelo, pero segui viendolo infantil… --!Me han despedido! --Tati... --me abrazo tan fuerte que hasta dolia pero me senti protegida entre los brazos de mi mejor amiga. --No es justo --dije con rabia. --Seguro que te ha pasado esto porque el destino te tiene preparado algo mejor... --Si, pertenecer a una fila eterna en el INEM… Sentada en mi mesa, con la mente estancada en lo oido, cogi mi movil siendo consciente de lo mucho que me temblaban las manos. Busque el numero de Pablo y le deje un WhatsApp: *Malas noticias amor... te veo a la hora del almuerzo en la entrada... Te amo. Deje mi movil en el cajon del escritorio e intente hacer mi trabajo como si dentro de dos semanas no tuviese que irme de alli. No se de donde saque las ganas de trabajar correctamente y no llevar a cabo mi malefico plan de descolocarle el registro de stock, lo se, como villana dejo mucho que desear… --!No me mandes un mensaje diciendome que tienes malas noticias y despues no me cojas el telefono cuando te llamo! No he tenido tiempo en toda la manana de subir a las oficinas --Pablo estaba nervioso, reconozco que en su lugar yo hubiese estado igual porque no soy Dona Paciencia que digamos--. ?Que es lo que pasa? --Me han despedido --eso es Tati, con tacto, como solo tu sabes hacerlo...--. Estoy fatal, Pablo. La expresion de Pablo cambio instantaneamente , se le petrifico el rostro. --?Como? ?por que? --La empresa no va todo lo bien que deberia y tienen que prescindir de algunos empleados, es en ese punto donde me hago actriz principal de este puto papelon de mierda que es mi vida en la jugueteria, aqui, donde he invertido miles de horas de mi vida para acabar en la puta calle-- me salieron las palabras a borbotones, no podia pararlas, no cogi aire y fui desinflandome como un globo al final de la frase--. Pablo, en dos semanas estoy en la puta calle... No se que cojones vamos a hacer… Sinceramente, desee que Pablo dijese algo que me tranquilizase, algo dejandome entender, aunque ni yo misma me lo creyese, que era un bache que pasariamos juntos, que la vida no acababa con la llegada de mi despido y que, seguramente, la vida me tendria preparado algo mejor, pero no, no me dijo nada, el solo me abrazo y se mantuvo callado...

  • El Mailstrom susurra tu nombre de A. R. Cid

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    Soy una mujer. Sangro sin estar herida, lloro en la oscuridad de la noche y en mi vientre puedo albergar vida. Eso es lo que ven los vikingos que comando cuando me miran, pero voy a ensenarles a todos que dentro de mi hay mucho mas que eso.

  • El hombre de la plata de Leon Arsenal

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    Con El hombre de la plata, Leon Arsenal nos lleva a la Hispania del siglo VI a.C. A Tartessos, en el sur, donde impera en esos momentos la floreciente cultura del mismo nombre, indigena de inspiracion fenicia. Alli rige el longevo y legendario Argantonio, aunque los protagonistas de esta novela son los comerciantes, aventureros, mercenarios de origen griego, fenicio y de las tribus del norte de la peninsula que pululaban por aquellas tierras, atraidas por el esplendor tartesico y las oportunidades de negocio.
    El robo en la tumba de un antiguo rey y la desaparicion de una pieza de plata provocan la accion que se extiende como en oleadas, llevando a los protagonistas a una aventura por las costas y el interior del sur de Hispania.

  • En lo mas oscuro de mi de O. M. Courtly

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    Despertar y encontrar que tu mundo ha cambiado; la vida que conocias ha dejado de existir.
    ?Que serias capaz de hacer para reponer la realidad? Por lograr lo que tanto suenas y no herir a nadie en el trayecto.
    Deberas sacar lo mas oscuro de ti.
    Un misterio por resolver, un secreto por revelar, una mision que cumplir.

  • Kentukis de Samanta Schweblin

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    Una nueva novela de la prestigiosa autora argentina Samanta Schweblin que desvela el lado mas inquietante de las nuevas tecnologias.

  • La ultima casa en la montana de Xavier M. Sotelo

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  • Destino Italia de Adrianne Holt

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    Hanna MacCain era muy joven cuando el mundo le abrio un universo de oportunidades. Acababa de cumplir 22 anos y habia terminado la carrera con el promedio mas alto de su generacion. Quienes la conocian sabian que tenia un increible talento creativo y le auguraban un futuro prometedor en el mundo del diseno. Andrew Sabato, su novio, estaba consciente de ello y no titubeo al pedirle que trabajara a su lado en una de las agencias de diseno mas reconocidas del pais; con un excelente salario y una extraordinaria vista del distrito financiero de Manhattan desde su oficina su vida era poco mas que perfecta. Seis meses despues… Hanna entro a la pasteleria corriendo, pasaban de las 9 y tenia que entregar un encargo. Puso su bolsa sobe el perchero y se coloco la filipina, ato su cabello y entro a la cocina. Saco del refrigerador una charola con galletas y encendio el horno de conveccion. Mientras este se calentaba, tomo su celular para ver la hora, su protector de pantalla aun tenia una foto de ella con Andrew. Penso en lo mucho que habian cambiado las cosas cuando el asumio la direccion de la agencia y le propuso matrimonio. Guardo el telefono y metio la charola de galletas dentro del horno para despues recargarse en la pared y cerrar los ojos, necesitaba escapar de todo lo que la agobiaba. Hanna aprendia con facilidad cualquier cosa asi que no se le dificulto en nada incursionar en el mundo de la gastronomia cuando llego el momento de buscar un plan B. Sin embargo, su trabajo en la pasteleria pasaba desapercibido para la duena de Sweet's, quien poco o nada, reconocia el talento de Hanna a pesar de que las ventas se habian incrementado desde que ella entro a trabajar ahi. Se acerco a la mesa de trabajo y extendio el fondant, corto un par de petalos y empezo a armar las flores que irian por encima del pastel. Su trabajo no le desagradaba del todo, tenia la oportunidad de explotar su creatividad cuando decoraba las tartas, cada pieza que armaba tenia una profunda dedicacion y perfeccion. La campana de la puerta principal sono anunciando la llegada de un cliente. Se limpio las manos con un pano y se quito la filipina dirigiendose al mostrador. Esbozo una calida sonrisa dandole la bienvenida a su cliente, quien se mostro grosera y poco cordial al verla. --?El pastel de la senora Monic? Hanna sabia que del trato que diera a las personas dependia su trabajo, necesitaba el dinero, asi que no podia arriesgarse a que la corrieran o a perder un cliente. --Claro, esta listo --respondio sonriendo y se acerco al refrigerador. Saco el pastel y lo coloco cuidadosamente dentro de una caja a la cual le enredo un par de listones de colores y un par de flores secas. Hanna tenia un rostro angelical, emanaba confianza, incluso al borde de perder la cordura parecia amable, quizas en parte se debia a su extravagante forma de vestir, siempre colorida, o a los brillantes adornos que usaba en el cabello, llenos de piedras o listones, mismos que ella disenaba. --?Cuanto pago mi hija por eso? --pregunto la mujer usando un tono despectivo. --?Me permite su recibo? Por favor. --Esta frente a ti --respondio cortante y se aparto del mostrador dando de vueltas por la pasteleria. Hanna tomo el recibo e ingreso el folio en la computadora. --500 dolares --respondio gentil, no podia permitirse perder los estribos con los clientes, su trabajo pendia de un hilo y necesitaba el dinero para cubrir sus gastos en lo que encontraba algo mejor. --Mi hija esta loca. Si me hubiera preguntado le habria dicho que gastara el dinero en otra cosa. Hanna volvio a sonreir y se mantuvo callada mientras enredaba el pastel. --Le agradezco su compra. --!Que locura! Espero valga la pena. --Le aseguro senora que no se llevara una desagradable sorpresa. Todos nuestros ingredientes son de la mas alta calidad y desde luego el sabor es incomparable. --!Como digas! --respondio incredula. La mujer tomo la caja y salio del lugar ante la atonita mirada de la joven quien se disponia a volver a la cocina justo en el momento en que su celular sono. Lo saco rapidamente de una de las bolsas de sus jeans y antes de que pudiera emitir una palabra escucho su nombre. --!Hanna! --Hola Darcy, ?sucede algo? Estoy trabajando --respondio casi murmurando. --Perfecto estoy a media cuadra de la pasteleria, te vere en un minuto -- dijo y colgo. Hanna aprovecho para acomodar unos cupcakes en el mostrador mientras esperaba a su amiga. Cualquier cosa que la ayudara a distraerse era bienvenida, aun no superaba el asunto de Andrew, en especial porque no dejaba de reprocharse todo lo que habia perdido cuando lo dejo. Toda esa vida perfecta que parecia tener de pronto se transformo en caos. Minutos despues, Darcy entro a la pasteleria con su cabello alborotado, se quito la panoleta que enredaba su cuello y corrio al mostrador completamente agitada sin decir una palabra. --?Que sucede? Me estas poniendo nerviosa. --!Nada! Queria saludarte, ver si estabas bien --dijo tomando un cupcake de la charola--. ?Como te has tomado las cosas? --?Que cosas? --pregunto extranada. Le quito el capacillo y le dio una gran mordida, se deleito con el exquisito sabor del red velvet mientras Hanna la observaba intrigada. --!Cada vez te quedan mas ricos! Deberias abrir tu propia pasteleria y dejar de malgastar tu talento en esta tienda. --Ya tengo un negocio, ?lo olvidas? --dijo senalando su diadema--. ?Me diras que te pasa? --Nada, queria saludarte ya te lo dije. --Vamos Darcy, se perfectamente que esa no era tu intencion, no te tomarias la molestia de venir hasta aca solo para ver si estoy bien, pudiste solo llamarme. --Somos amigas, ?por que no? Ademas necesitaba uno de tus pasteles, tuve un dia pesado. !Hey! No vas a creer lo que paso --anadio nerviosa--, ?recuerdas ese tour por Italia que mis padres ganaron en el club? --Si. --Resulta que no podran hacerlo y no pueden venderlo, una clausula extrana del concurso, como sea, me dieron los boletos a mi --sonrio emocionada. --Todo ese asunto del sorteo suena tan extrano. --Lo se, pero a quien le importa, lo verdaderamente interesante es que nos iremos a Italia. --!Que! --exclamo anonadada. --Eres mi mejor amiga, a quien mas se supone que deberia llevar. Ademas son solo 8 dias ya sabes, Venecia, Roma, terminando en Sicilia -- dijo sujetando con una mano el pastelillo mientras buscaba los boletos del avion con la otra dentro de la enorme bolsa de gabardina que llevaba. --Si quieres te detengo el… --hizo una sena hacia la mano donde sostenia el cupcake. --!Lo tengo! --respondio agitada sacando la mano de la bolsa y metiendola a su pantalon--. Olvide que te acaba de llamar, ni siquiera tuve tiempo de guardarlos, estoy tan emocionada. Me los dieron hoy, aunque la noticia la recibi hace una semana. --?Por que no me lo dijiste? --Porque no queria darte tiempo de inventar una excusa para no ir conmigo --reprocho y los coloco sobre el mostrador--. Nos iremos pasado manana, lo tengo todo planeado, sera el viaje perfecto como cuando estabamos en la universidad. Hanna palidecio por una fraccion de segundos, pero se recupero de inmediato y continuo acomodando los cupcakes en el exhibidor. --No puedo ir, tengo trabajo. --!Vamos Hanna! Es el pretexto que te hace falta para salir de aqui. --No puedo ir a Italia, su familia esta alla. --Y nunca la conociste, !que mas da! --?Que hay de Fabrizio? --?Que con el? Fabrizio esta aqui, ademas no puedes vivir escondiendote todo el tiempo --dijo sentandose en un banco--. Hablando de el, lo encontre hace un par de dias en un bar. Me dijo que Andrew --hizo una pausa, queria decirle que se habia enterado de que se casaria pero no se atrevio--, esta bien. --Me da gusto por el --respondio indiferente. --Si, me recomendo algunos lugares a donde podemos ir. --Asi que le dijiste a el antes que a mi. --!Vamos Hanna! Tuvimos nuestro momento y cuando terminamos, el y yo decidimos llevarnos bien por ustedes.

  • Moncloa confidencial de Pilar Cernuda

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    En el palacio de La Moncloa, <> como lo define Pilar Cernuda, han tenido lugar historias insolitas y divertidas que se cuentan en estas paginas. Presidentes a gritos, polemicos encuentros, amigos y enemigos sentados a la misma mesa, ministros tentados de dimitir, secretarias que guardan secretos inconfesables de sus jefes... Pero la autora, periodista muy reconocida en estas lides de la informacion politica, extiende sus <> mas alla de las protagonistas de la presidencia del Gobierno ?Suarez, Calvo-Sotelo, Felipe, Aznar y Rajoy? y llega con sus confidencias a otras regiones de Espana, dando cuenta tambien de las luces y sombras de los presidentes autonomicos, como Pepe Bono, Manuel Fraga, Esperanza, Susana, Cristina... ? ?Aznar celoso del rey? ? Una visita a los bonsais ? Tartar de solomillo y otras delicias ? Regalos y regalazos ? La indiferencia de ZP

  • Contra el odio de Carolin Emcke

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    En este contundente y brillante ensayo, la intelectual Carolin Emcke reflexiona acerca de las grandes cuestiones de la actualidad: el fanatismo, el racismo y la creciente desconfianza, por no decir hostilidad, hacia la democracia. Un alegato en defensa de la pluralidad de pensamiento, la tolerancia y la libertad.

  • El cuervo y el angel de Ann R. Bright

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    Una romantica novela en la que la autora nos invita a viajar con sus personajes o, simplemente, a ser espectadores de su emocionante historia.

  • El viaje de Irina de Fernando Dominguez Lopez

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    Ano 1974. Irina Kuznetsova es la secretaria del embajador sovietico en Copenhague. Detras de su aparente vida gris esconde la firme intencion de cambiar el rumbo de la decadente Union Sovietica. Los planes para conseguirlo le exigiran recorrer miles de kilometros hasta el lejano Vladivostok. Quedan pocos dias para que alli se celebre la cumbre de reduccion de armamento nuclear entre los presidentes de las dos potencias mundiales.

  • El secreto de mi marido de Liane Moriarty

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  • Hazme arder de Clare Connelly

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    Ally Douglas habia hecho un trato con Ethan Ash: solo sexo, nada de ataduras ni compromisos para toda la vida. Solo sabia que era una estrella de rock famoso en todo el mundo y absolutamente impresionante. La sintonia sexual habia sido instantanea y cautivadora y era un trato que satisfacia sus necesidades. Sin embargo, ahora que Ethan habia empezado a infringir las reglas, ?podria Ally evitar abrasarse?

  • Se busca amor de Lee Vincent

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    ?Alguna vez has encontrado el amor sin buscarlo?

  • Tambien los Demonios Tiemblan de Arturo Fuentes De La Orden

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    <<... La accion se desarrolla con brillantes referencias a los paisajes, mentalidad y tradiciones de Escocia. El autor muestra una notable capacidad de recrear los ambientes de misterio y mantener el clima de tension hasta los capitulos finales...>>
    (Resena literaria de TROA Fundacion)

  • No destruyas al Devorador de Lighling Tucker

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    ?Se puede recomponer un corazon roto?
    Chase no esperaba que, al reencontrarse con Aimee cinco anos despues, no reconociera a la mujer que tenia ante el.
    Aimee esta destruida, esa es la mejor definicion de la mujer que es ahora. Consumida por los excesos a los que recurre para olvidar, la linea entre la vida y la muerte comienza a desdibujarse.
    ?Se puede seguir amando a pesar de la distancia?
    El nunca dejo de buscarla, habria descendido al mismisimo Infierno para traerla de vuelta. Y eso Aimee lo sabe. Chase esta dispuesto a romper todas las barreras que ella este dispuesta a poner entre ambos.
    ?Por que huir?

  • Por Unos Dias (Todo Saldra Bien 4) de Merche Diolch

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    --Si, Estef... Ya estoy entrando en casa. --Me coloco el movil en el hombro y abro la puerta como puedo con las llaves, sin dejar de hablar, mientras intento que la compra que llevo en la otra mano no se me caiga. He conseguido todo lo que necesitaba, excepto un par de productos que parece que se han evaporado de las tiendas--. Si... Estef... No saldre de casa hasta que avisen... --Suspiro con fuerza sin darme cuenta. Llevo escuchando el mismo discurso desde que se ha decretado el estado de alarma, y ya estoy cansada. Solo quiero un bano caliente--. O hasta que se acabe el papel higienico --la pico, cerrando la puerta tras de mi y achico los ojos ante la explosiva parrafada de mi amiga que se vuelve a repetir. Si me lo tengo merecido. No deberia haberle dicho nada mas. La quiero mucho y se que se preocupa por mi, pero su angustia me agota--. Vale, si... Te llamare --le digo en una de las pocas pausas que hace para respirar y cuelgo sin darle oportunidad a hablar mas. El silencio y la seguridad de mi pequeno apartamento me recibe; una bendicion teniendo en cuenta la que hay montada en la calle. Enciendo la luz de la entradita, dejo en el suelo las bolsas sin preocuparme de si se rompe o no algo, y me quito los zapatos mientras suspiro de nuevo. --Esto se va a hacer largo... Me adentro por el piso, abandonando las llaves y el movil en la mesa del comedor, y me deshago de la ropa segun avanzo por la casa en direccion a mi dormitorio. De pronto percibo un aroma desconocido y una pizca de nerviosismo se asienta en mi estomago. Arrugo el ceno confusa y tanteo a ciegas la pared que tengo mas cerca, ya que, salvo por la luz de la entradita, no he encendido ninguna mas, pero no encuentro la clavija. Me quedo quieta, escuchando el silencio del apartamento y, excepto por los sonidos de la calle que se cuelan por las ventanas cerradas, no oigo nada extrano. Suelto el aire que retengo sin darme cuenta y me aparto el rubio cabello de la cara, dejando que asome una sonrisa en mi rostro. --Tu y tus neuras, Blanca... --Niego con la cabeza y avanzo hasta la habitacion, encendiendo la lampara en cuanto traspaso la puerta. --!!Me cago en todo lo que se menea!! --grito del susto, saltando sobre mis pies--. !?Quien cojones eres tu?! --le pregunto al extrano que tengo delante y atrapo el bate de beisbol que me regalaron en un cumpleanos y al que nunca le habia encontrado utilidad hasta ahora--. Y lo mas importante, ?que haces en mi casa? El hombre se pasa la mano por su largo pelo negro y me regala una timida sonrisa que no cuadra con su aspecto. Ancho de espaldas, fornido, grandes manos --siempre han sido mi perdicion las manos grandes--; es atractivo con un toque de misterio y un color de ojos hipnotizante. No puedo asegurar la tonalidad de los mismos; si son grises, verdes o azules, porque segun le da la luz de la habitacion, cambian ofreciendole un halo enigmatico. Lo miro de arriba abajo, calibrando bien sus medidas... todas sus medidas, y lo que si puedo confirmar es que esta canon. <>. El me sonrie como si acabara de leer mi mente y da dos pasos hacia mi. Agarro con mas fuerza el bate por encima de mi cabeza y tenso la mandibula, o por lo menos lo intento porque mi garganta esta seca y siento el corazon en la garganta. --Hola, Blanca... Vale, el si me conoce, pero yo a el... . --?Eres un acosador? --le suelto y su sonrisa se hace mas amplia. --Exactamente no... --Me guina un ojo y mis rodillas tiemblan por el impacto. <>. --Mira, bonito. --Levanto mas el bate--. O me dices ahora mismo quien eres o llamo a la policia. Este levanta las manos en son de paz y se acerca a la ventana para mirar la calle. --Creo que estan muy ocupados. --La sirena de un coche de emergencia retumba por la casa como si confirmara sus palabras. --Vale, si, por el estado dichoso de alarma pero seguro que si grito, mis vecinos vendran corriendo para ayudarme... El eleva una de sus oscuras cejas y me mira como si estuviera riendose por dentro de mi. --?Los mismos que han salido escopetados de su casa en cuanto ha comenzado esta locura? Bufo con fuerza y dejo caer el bate, para apoyarme en la pared sin fuerzas. Sea quien sea, sabe muy bien que ahora mismo en mi edificio solo quedamos la anciana del segundo y yo. Lo mejor es tratar de averiguar que busca y deshacerme de el lo antes posible. --Esta bien. Me rindo. ?Quien eres? ?Y que quieres? --Me observa sorprendido por mi rapida rendicion--. No me mires asi. No tengo tiempo para tonterias ahora mismo... Habla. --Blanca, creo que en unos dias el tiempo es lo que mas te va a sobrar --dice con ironia y no puedo evitar sonreir ante la verdad. --Contesta --le indico con tono mas amigable--. ?Eres amigo de Rick? Si es asi, lo de mandarte hoy para recoger lo poco que le queda en esta casa, es la peor de sus ideas. Una de tantas. Si, debia de ser amigo de mi ex. No habia otra explicacion. --?Rick? --me pregunta confuso. --Venga, si, Ricardo... Mi ex. Ahora no te hagas el tonto. Solo puede haberte dado las llaves el para que recogieras sus cosas... Por cierto, estan ahi. --Le senalo la caja que asoma por la puerta del armario que hay abierta--. Y ahora, ya puedes irte. Ha sido un dia horrible y necesito estar sola. Me regala una vez mas esa sonrisa enigmatica. --No, no me manda... ?Rick? --Eleva su ceja. Lo miro sorprendida por su anuncio e instintivamente agarro el bate de beisbol de nuevo. --?Entonces? Amplia su sonrisa y vuelve a mostrarme sus manos en son de paz. --Tranquila que no muerdo... todavia. Reconozco que ese todavia me ha puesto la piel de gallina y un escalofrio me ha recorrido de arriba abajo, pero no de miedo, sino de excitacion por lo que mi mente calenturienta ha imaginado. --Entonces... ?quien eres? --Coloco mi arma improvisada delante de mi; que el tio este tan bueno para conseguir que mis bragas se humedezcan solo con una mirada, no quiere decir que no necesite defenderme porque sea un acosador...--. ?Y como has entrado en mi casa? --Por la puerta --me indica como si fuera lo mas evidente. No puedo evitar grunir ante su tono de voz. --Mira. --Me aparto el cabello de la cara--. Ya esta bien tanta tonteria. Ahora, por favor, vete de mi apartamento si no quieres que llame a la policia. --Muevo la mano senalando el camino de salida. --No puedo --dice sin mas. --Perdona... ?como que no puedes? <>. --No estoy loco --afirma dejandome con la boca abierta. --?Perdona? --Te digo que no me he escapado de ningun sitio --me indica ya descolocandome del todo. --Yo no he dicho nada... --Tu no, pero tu cabecita no para de hablar. --Me senala y sonrie. Miro a ambos lados de la habitacion y, ante la mirada pasmada de el, comienzo a rebuscar entre los cajones, debajo de la cama y hasta en las esquinas de las paredes por si hay alguna camara oculta. --Esto es una broma, ?no? --le pregunto--. No puede ser otra cosa. Algun programa de esos que ya nadie ve, y que han debido organizar alguno de mis amigos. --Miro tras las cortinas, obligandolo a moverse--. Lo teniais todo preparado pero lo que esta sucediendo en el pais, os ha pillado de improviso y habeis pensado que el espectaculo debia continuar. --Blanca, esto no es una broma --me dice divertido. Detengo mi busqueda y lo miro. Hemos cambiado las posiciones y ahora se encuentra cerca de la puerta, donde he dejado mi unica arma, y yo estoy al lado del cabecero de la cama. --Pues sea lo que sea, no tiene gracia --le suelto cruzandome de brazos y le exijo...--. Quiero que te vayas de mi casa. --Y yo, pero no puedo. Emito un sonido poco femenino e intento mirarlo con cara de odio, pero esos ojos que tiene consiguen derrumbar todas mis defensas. --?Y por que no puedes? --le pregunto ya agotada de mantener esta disparatada conversacion. --Porque no nos dejan salir de casa --comenta como si fuera la cosa mas evidente. Abro los ojos de par en par al mismo tiempo que mi boca, como si fuera un pez fuera del agua, sin dar credito a lo que escucho. --?En serio? --Mueve la cabeza de manera afirmativa--. !Pero esta es mi casa! --Lo se... --!Pues largate de una vez! --Muevo la mano para subrayar mi orden. --Ojala pudiera... Suspiro con fuerza y me dejo caer en la cama. --Esto es surrealista. Necesito un bano, una copa de vino y cenar algo. --Si quieres te hago yo la cena... Lo miro de lado y arrugo el ceno. --?Me harias la cena? --El asiente y yo, por una milesima de segundo, estoy tentada de aceptar su propuesta--. Agh... !No! Claro que no... --digo con demasiado enfasis como si necesitara autoconvencerme de la decision tomada, y me incorporo--. ?Que haces aqui? --La pregunta esta mal formulada... Una de mis cejas doradas se eleva sin dar credito. --?En serio? --Repites mucho eso... --Mira --le corto--, no tengo mas ganas de tonterias. ?Que haces aqui? --Esperarte --responde por primera vez a la primera, sorprendiendome. --?Para?

  • La Sangre del Vikingo de Manuel Losada

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    Desde las costas de Escandinavia, los despiadados vikingos han partido con sed de sangre. Galicia ha sido el lugar escogido para esta expedicion en la busqueda de nuevas conquistas. Ivar, un despiadado caudillo que ansia las riquezas de las tierras gallegas y su comandante Karl, que dirije a las tropas hacia la victoria siguiendo su lema ganar o morir en el intento. Dejan a su paso un reguero de sangre, de miedo y centenares de cadaveres de hombres, mujeres y ninos. La destruccion es implacable. Un error fatal, puede poner en peligro el exito de su cruzada y con ello, la caida del caudillo y sus soldados.