• lola chinchilla - lola chinchilla

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  • AMAL Tapa blanda - Chinchilla, Lola - Amazon.es

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  • AMAL - Lola Chinchilla - PDF • Descargar Libros Gratis

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    AMAL – Lola Chinchilla ... Pues porque la red y yo, no nos llevamos muy bien, prefiero utilizar los métodos de siempre, un buen libro.

  • AMAL – LOLA CHINCHILLA – Juan Manuel Sequera Muñoz

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    28 mar 2018 — AMAL – LOLA CHINCHILLA ... Tu Amal Blog de una escritora amiga, presenta su libro AMAL y además postea pensamientos muy personales.

  • lolachinchilla – By Lola

    https://lolachinchilla.wordpress.com/author/lolachinchilla/

    Lola Chinchilla. Inquieta, amante de los libros, de la aventura. Mi primera novela nos sumerge en un cautivante mundo de acción trepidante, donde una joven ...

  • Lola Chinchilla Pérez (@LolaByAmal) / Twitter

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    Inquieta, amante de los libros y de la aventura.

  • Ecocambio Cosmética - Facebook

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    "Para viajar lejos no hay mejor nave que un libro" 🏞️ ... han escrito algunas amigas, mucho mejor Rosa Garrido Cristina Cruz Ortiz Lola Chinchilla Perez

  • PRESENTACIÓN: «Atrapasueños» de Isabel Chinchilla y «

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    30 oct 2019 — «Atrapasueños» de Isabel Chuinchilla/ «La piel del papel» de Lola Obrero. ... plaquette-Cuadernos de poesía 21 noviembre, 2019 En «Libro».

  • Hielo y fuego de Diana Palmer

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    Margie Silver sabia muy bien que iba a atraer las miradas de los comensales masculinos que cenaban en aquel restaurante tan selecto de Atlanta en el que se hallaba sentada, esperando. El color de su vestido de seda, un verde muy vivo, era de por si llamativo, pero lo verdaderamente imponente era el corte: de manga larga, cenido y con un escote muy pronunciado, en pico, que bajaba casi hasta la cintura, rodeada por un ancho cinturon. Unido a la melena negra y a los ojos verdes de Margie, el efecto de aquel vestido era explosivo. La falda tenia una abertura lateral que subia hasta encima de la rodilla y dejaba entrever las piernas, largas, cubiertas por unas medias muy finas que enfundaban tambien los pies, pequenos y calzados con zapatos negros de tacon alto, muy sexys. Bebio un sorbo de su ginger-ale. Los dedos de Margie, que en ese momento sujetaban el vaso, eran largos, de pianista. Llevaba las unas pintadas de rosa. Aunque tenia el aspecto de una modelo de alta costura, en realidad se ganaba la vida escribiendo novelas romanticas de tipo historico bajo el seudonimo de Silver McPherson, una autora muy famosa. No le estaba permitido mencionarlo esa noche, porque semejante revelacion caeria como un jarro de agua fria sobre el nuevo amor de su hermana Jan. Margie tenia el presentimiento de que aquella invitacion a cenar tan de ultima hora encubria un cara a cara con el futuro cunado de Jan, el ricachon, y habia elegido ese vestido tan llamativo con el deseo expreso de provocar. Fruncio los labios, irritada. Cuando Jan la habia llamado esa tarde, estaba escribiendo y se hallaba en medio de una escena especialmente dificil. Su hermana le habia rogado que estuviera en el restaurante a las siete; eran las siete y media y no habia ni rastro de Jan. Estaba furiosa. Cambio de postura y se miro el vestido de seda con expresion divertida. Jan iba a quedarse horrorizada: le habia explicado que los Van Dyne eran muy conservadores en cuanto a las formas, y tambien lo que pensaba el hermano mayor de las mujeres llamativas y estridentes. Habia advertido a su hermana mayor que se mostrara comedida, y le habia sugerido que se vistiera como una monja. Asi que Margie, naturalmente, como detestaba que le dieran ordenes, habia sacado del armario el vestido mas llamativo y se habia maquillado como una vedette. Le brillaban los ojos solo con imaginarse como reaccionaria Jan, para no hablar de Andrew Van Dyne y su hermano mayor. Si lo que Jan habia pretendido era crear un encuentro improvisado entre ellos, se iba a divertir de lo lindo. <>, decia Jan, refunfunando, cada vez que le daba por hacer una de sus extravagancias, como colocar una estatua de Venus, completamente desnuda, delante de su casa, cuando sabia que la pobre senora James, su vecina, pasaba un apuro tremendo cada tarde al cruzar por alli para ir a regar sus propias plantas. Por lo menos en la foto de la solapa de su ultima novela, Ardiente pasion, aparecia solo su cara. Habia amenazado a Jan con fotografiarse en salto de cama, y su hermana le habia asegurado que, si se atrevia a hacer tal cosa, emigraria y se marcharia a vivir a otro pais. Pero ella seguiria viviendo como le apeteciera y urdiendo nuevas maneras de escandalizar a Jan. Su matrimonio, que habia sido muy breve, estaba en el origen de aquel modo de comportarse suyo tan alocado. Las extravagancias eran su manera de protegerse del mundo y encubrir su vulnerabilidad. Su marido habia muerto en accidente dos meses despues de la boda, y para ella habia sido casi un alivio, pues ya para entonces habia perdido todas sus ilusiones en lo que se refiere a la intimidad con un hombre y al matrimonio. Habia aprendido la leccion: uno no conoce de verdad al otro hasta que no convive con el y tenia buenas razones para recordarlo. En aquella epoca, con apenas veinte anos, creia realmente que estaba enamorada de Larry Silver. El era joven y, aparentemente, tenia un caracter agradable y una prometedora carrera de abogado. Habian salido unas cuantas veces, luego se casaron y pronto descubrieron que eran incompatibles. Larry murio al cabo de dos meses en un accidente de avion y ella, mas que destrozada, se sentia culpable. Habian transcurrido cinco anos y desde entonces Margie no se tomaba nada demasiado en serio. Tomarse las cosas en serio era un suicidio mental, solia decirle a Jan, aunque a menudo pensaba que su hermana menor no se dejaba enganar por su aparente superficialidad. Dio otro sorbo a su ginger-ale y suspiro. Si Jan y Andy no aparecian en los diez minutos siguientes, se marcharia. Faltaba apenas un mes para la fecha limite que le habia marcado su editor, no tenia tiempo para andar saliendo a cenar con desconocidos. A pesar de que sabia que su hermana estaba cada vez mas encarinada con Andy, no tenia el menor de deseo de conocer al hermano de este. Miro a su alrededor, se sentia como si hubiera caido en una trampa. Sabia que <>, como lo habia apodado, desaprobaba la relacion de su hermano con Jan. Jan era secretaria de un despacho de abogados. El millonario, claro, queria que su hermano se emparejara con la hija de alguno de sus poderosos amigos de Chicago, no con una insignificante secretaria de Atlanta. Los padres de esas jovencitas controlaban el mercado de la confeccion y los Van Dyne eran grandes fabricantes de ese mismo sector. Para el hermano de Andrew seria una union de ensueno. Sintio un hormigueo en la nuca como si alguien la estuviera mirando. Giro la cabeza y se encontro mirando fijamente a un hombre cenudo de ojos oscuros que acababa de entrar. La impresion hizo que el vaso casi se le cayera de la mano. Nunca habia visto unos ojos semejantes ni una cara parecida. El recien llegado era alto, grande, y tenia un rostro duro, como tallado en madera de teca. La miraba con hostilidad y Margie sintio que aquellos ojos la fascinaban. ?Por que ese completo desconocido la miraba con tanto antagonismo? La desaprobacion que leia en su rostro la divertia y, sin pensarlo, fruncio los labios y formo el inconfundible perfil de un beso, al tiempo que parpadeaba con coqueteria. Luego esbozo una sonrisa seductora y se giro de nuevo. Dejo el vaso en la mesa y se llevo la mano a la cara para disimular un ataque de risa. La cara que habia puesto aquel hombre era digna de verse. Un poco de diversion la ayudaria a disipar el aburrimiento y la irritacion que sentia. Jan se escandalizaria cuando se enterara de como pasaba el rato su hermana mayor. Vio una sombra a su lado, levanto la vista y descubrio al desconocido junto a ella. Su expresion era tan severa que habria servido para detener el trafico. --Cualquiera diria que es la sombra del mismisimo monte Rushmore --murmuro Margie con una sonrisa traviesa. Se giro hacia un lado y apoyo el brazo en el respaldo de su asiento mientras lo miraba de arriba abajo--. Sientate, encanto, y tomate una copa conmigo. El no sonrio. Mas aun, parecia como si nunca en su vida hubiera sonreido. Sus ojos miraban a Margie con creciente desaprobacion. --No, gracias. Tengo una cita con una joven --enfatizo esa ultima palabra como si quisiera insinuar que el termino no era aplicable a Margie. A esta le gusto su voz de inmediato. Era profunda y algo aspera, muy masculina, propia de una persona educada. --?Una cita a ciegas?

  • Lo que no se dice de Viviana Rivero

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    “La miro. Era real como el pan. Otros perfumes femeninos habian pasado ante el pero este lo embriagaba, lo penetraba en cada poro, lo heria y lo desarmaba. Ella le quitaba la soledad, las ausencias. La queria toda y para toda la vida.” Joven, linda y exitosa, Elena Wilson Garrott viaja a la Patagonia para encargarse de la herencia de su madre. Lo que comienza como un simple tramite terminara provocando un cambio radical en su vida. Uno tras otro, desenterrara secretos del pasado familiar que ni siquiera sospechaba que existieran. Y conocera a Omar, el hombre al que la ligan lazos profundos e invisibles. Dos historias, una actual y otra antigua, se entrecruzan en esa tierra inmensa barrida por el viento. Una tierra que lo da todo pero que a la vez lo exige todo. Asi fue con los antepasados de Elena, inmigrantes boer de fines del siglo XIX que llegaron a colonizar el desierto. El “efecto mariposa”, un acto leve de consecuencias impredecibles, ha dejado su marca en todas las generaciones Wilson Garrott, hasta llegar a la propia Elena. Si quiere aprovechar su oportunidad de ser feliz, debera vencer los prejuicios que le fueron legados con el apellido y las tierras. La inmigracion sudafricana a la Argentina, la Patagonia rebelde, la Segunda Guerra Mundial y una trama a puro vertigo de amores e intrigas convergen en esta novela. Viviana Rivero, autora de Secreto bien guardado e Y ellos se fueron, vuelve a crear una historia de realismo romantico donde alternan la ternura y la crudeza. Una historia que hara vibrar cada fibra del alma.

  • !No se de cual enamorarme! de Leen Io

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    Lily Scott era una nortena que, al cumplir los veintiuno, no tolero mas el frio y soledad que padecia en su pueblo. Se mudo a una ciudad del Sur donde empezo a conocer todo tipo de personas. Incluyendo cuatro pretendientes que, por primera vez, le hicieron sentir que sonar era valioso y enamorarse valdria la pena.
    Su corazon le asigno la complicada tarea de escoger a un unico e irreemplazable huesped.

  • Batea mi corazon de Rose B. Loren

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    Cuando todo parece ir bien, cuando tu vida se ha estabilizado y las cosas parece que funcionan, de pronto el destino te juega una mala pasada y toda tu vida se desmorona. Siete anos antes Estoy en la sala de espera del Hospital General de Massachusetts, esperando a que Jo, mi esposa, de a luz a nuestra preciosa hija. Cuando me dijo que estaba embarazada, todo mi mundo cambio, no estaba preparado para ser padre; acababa de firmar un contrato con mi actual equipo, los Boston Red Sox, nos habiamos mudado desde Nueva York, dejando a nuestra familia alli. Jo se enfado por mi reaccion ante la noticia de nuestra proxima paternidad. <<--Nena, ?estas segura? Ahora no es el momento. --Como quieras, le dire a nuestro cigoto que se espere unos anos a desarrollarse. Hasta que el senorito este preparado. !Ryan! Por favor, sabiamos que podia pasar cuando deje de tomar la pildora. --Lo se, pero ahora mismo no se si es el mejor momento para ser padres, mi futuro esta en juego, esta apuesta es muy importante, no se si podre sobrellevarlo. --Estamos hablando de tener un hijo, es lo que siempre habiamos querido, formar una familia. --Pero justo ahora... --Ryan, voy a tener este bebe te guste o no. Si te arrepientes de la decision que tomamos, lo respetare. Lo tendre sola. --Nena, no es eso, pero sabes que estamos en el comienzo de la temporada, entrenaremos todos los dias, no voy a poder ocuparme de ti como necesitas. --Se cuidarme sola --contesta malhumorada. --Carino, no te enfades, tendremos ese bebe, espero que al menos sea un nino y que le guste el beisbol como a su padre>>. Aqui estoy, ocho meses despues, deseando que todo salga bien y poder ver pronto a mi pequena princesita y a mi amor. No era lo que yo queria, pero desde el momento en el que vi la ecografia, descubriendo que era una nina, supe que me robaria el corazon. Llevo mas de tres horas en la sala de espera, sin que nadie me diga nada. Quise entrar al paritorio, pero algo se ha complicado y de momento no me han dado permiso para entrar. Mi paciencia se esta colmando y cuando veo aparecer a una enfermera, le pregunto: --Senorita, ?me podria facilitar alguna informacion sobre Josephine Farrell? --Lo siento; en cuanto pueda, saldra el medico a decirle algo. En ese momento, mi familia aparece en la sala; al menos la espera sera mas llevadera. Los he avisado en cuanto rompio aguas, pero hay casi cuatro horas de distancia entre Nueva York y Boston. Jo no tiene familia, pues sus padres fallecieron en un accidente de trafico hace unos anos. --Ryan, hijo, ?como va todo? --Aun no me han dicho nada, no me han dejado entrar, dijeron que el bebe venia con una vuelta de cordon y que era posible que tuvieran que hacerle una cesarea. Pero de momento no tengo ninguna noticia. --Tranquilo, estas cosas son normales --expone mi hermana, que es enfermera en el hospital NYC Salud--, intentare enterarme de algo, ahora mismo vuelvo. --Hijo, todo va a salir bien --mi padre me estrecha entre sus brazos y me reconforta. No se por que, pero tengo un mal presentimiento; quizas solo sea uno de mis muchos desvarios, pero sea lo que sea, mis nervios comienzan a crisparse. Mi hermana sale al poco rato, su cara de preocupacion nos alerta a todos. --Cath, ?que ocurre? --Jo esta grave, ha habido complicaciones en el parto, ha perdido mucha sangre, esta muy debil y... --?Y? --le pregunto agarrandola con fuerza. --Ryan, quiero que te pongas en lo peor, puede que no sobreviva ninguna de las dos. Van a hacerle la cesarea ahora mismo porque al bebe le han bajado las constantes. --?Como es posible? ?Han esperado todo este tiempo y aun no le han hecho la cesarea? --Siempre se intenta por el metodo natural antes de hacerla. Todo mi cuerpo tiembla ante la posibilidad de perder a Jo y tambien a mi bebe, que aun no tiene nombre. Las lagrimas se agolpan por salir ante la estupefaccion de toda la familia, que se han quedado mudos. --Me van a dejar entrar --dice Cath--, os mantendre informados. Mi hermana regresa al paritorio y todos permanecemos en silencio, esperando lo que sea que tenga que pasar. No puedo perderla ahora, no seria justo para nosotros. Solo llevamos tres anos casados; nos conocimos en el instituto y pese a que al principio Jo se nego a tener una relacion, yo supe, desde el primer momento en que la conoci, que seria la mujer de mi vida. Una hora mas tarde, mi hermana sale con cara de desolacion y con el bebe en brazos. --Ryan, esta es tu hija --la deposita en mis brazos y la observo; es preciosa, tan pequenita, con esos preciosos ojos azules, con la cara sonrosada y esas pequenas manitas, es casi tan guapa como su madre. --Cath, dime algo de Jo. --Carino... --me dice con lagrimas en los ojos--, Jo no lo ha conseguido. Pero antes de morir me pidio que te dijera que te quiere con todo su corazon y que cuides de vuestra hija. Que le gustaria que su nombre fuera Jo, para que siempre te acuerdes de ella. Estrecho a la pequena Jo entre mis brazos, cuando las lagrimas se apoderan de mi. No es posible, no es justo perder a la mujer de mi vida, a la madre de mi hija... Le entrego la nina a mis padres ante sus vidriosos ojos al recibir la noticia, y salgo rapido a la calle. Esto no esta pasando, necesito gritarle al mundo que no es justo que mi hija crezca sin una madre. --?Por que?--chillo cuando estoy fuera golpeando todo lo que se encuentra en mi camino--. ?Por que? Sentado en un banco de la calle, dejando que la suave brisa inunde mis sentidos, lloro desconsolado. No se cuanto tiempo permanezco de esa manera, sin poder remediarlo. Mi padre se acerca a mi cuando parece que me he calmado un poco. --Hijo, la vida nos pone muchos obstaculos, pero todo sucede por algun motivo; quiero pensar que Jo estara ahora descansando en un lugar privilegiado, que te cuidara, velara por ti y por vuestra hija. --!No es justo, papa! --Lo se, Ryan, pero no podemos hacer otra cosa, ahora mismo lo unico que debemos hacer es recordarla y evitar que el dolor se apodere de tu alma. --No puedo vivir sin ella... --Lo conseguiras, tienes que tener paciencia y dejar que pase el tiempo... --Necesito pediros un favor, ahora mismo mi carrera esta en su punto mas alto, aunque no se si podre seguir adelante… No puedo cuidar a la pequena Jo... --Hijo, no puedes desentenderte de tu hija. --Papa, ahora no puedo tenerla conmigo, es igual a ella... --Hablare con tu madre, pero tu hija te necesita, ya ha perdido a su madre, no permitas que se crie tambien sin su padre. Podemos mudarnos por un tiempo a Boston para ayudarte si es lo que quieres... --Necesito ayuda, no se como podria cuidar a un bebe yo solo.

  • Cuando sale la reclusa de Fred Vargas

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    La obra mas ambiciosa y lograda de la reina de la novela negra europea. <>. MANUEL RODRIGUEZ RIVERO, Babelia <>. FERNANDO SAVATER <>. JOSE MARIA GUELBENZU El comisario Jean-Baptiste Adamsberg, tras unas merecidas vacaciones en Islandia, se interesa de inmediato a su regreso a Francia por la muerte de tres ancianos a causa de las picaduras de una Loxosceles rufescens, mas conocida como la reclusa: una arana esquiva y venenosa, pero en ningun caso letal. Adamsberg, que parece ser el unico intrigado por el extrano suceso, comienza a investigar a espaldas de su equipo, enredandose inadvertidamente en una delicada y compleja trama, llena de elaborados equivocos y profundas conexiones, cuyos hilos se remontan a la Edad Media. Un caso elusivo y contradictorio que se escapa a cada momento de las manos del comisario, haciendole regresar a la casilla de salida. Solo sus intuiciones, tan preclaras como dolorosas, seran capaces de devolverle la confianza que necesita para salir ileso de la red tendida por la mas perfecta tejedora… Cuando sale la reclusa es sin duda la obra mas ambiciosa de Fred Vargas, la reina indiscutible de la novela negra europea. En ella se entrecruzan con maestria todos los temas que han convertido la publicacion de cada una de sus novelas en un autentico acontecimiento literario, tanto para la critica como para los lectores: el medievo, la arqueologia, los mitos, el mundo de los animales y, por supuesto, la descripcion detallada y poderosa de los oscuros laberintos del alma humana.

  • Por amor a la musica de Jan Swafford

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    En Por amor a la musica, el reconocido misicologo y compositor Jan Swafford nos muestra que, a lo largo de los siglos, la musica clasica ha sido cosas muy distintas, y dentro de su rica historia todos podemos encontrar algo con lo que conectar. Swafford traza aqui la historia de toda la musica occidental, convirtiendose en un guia complice y experto que nos introduce en los compositores y sus obras, y comparte con nosotros las ideas y percepciones que confieren a la musica sus cualidades universales y su capacidad unica para transmitir amor, esperanza, entusiasmo o desesperacion.

  • Cruelity Free de Elizabeth Betancourt

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    Suky Rider es una mujer muy inusual, para empezar es totalmente lo opuesto a lo que la actual sociedad define como "belleza". Ella es una mujer curvilinea, bajita, espontanea, dulce y muy apasionadal. Debido a una infancia desastrosa y una madre que siempre trato de bajar su autoestima, Suky nunca supo el potencial que realmente tenia, pero su caracter colorido y espontaneo siempre la hizo llamar la atencion. En un momento de su vida en el que se entera que practicamente ha vivido en una mentira se volcara en una gran aventura que consistira en salvar su marca de maquillajes favorita (Cruelity Free), lo que no espera encontrarse por el camino es a una serie de catastroficas desdichas y a un hombre tan atractivo que la hara temblar de la cabeza a los pies.

  • Una vocacion imposible de Juan Jose Millas

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    Una vocacion imposible recoge los cuentos completos del conocido como <>. En este volumen el lector encontrara la inconfundible mirada de Juan Jose Millas: historias paradojicas en las que lo descabellado adquiere un aire cotidiano y en las que la realidad revela su lado mas sorprendente; relatos en los que explora las relaciones familiares y amorosas, el mundo del trabajo y la vida social, la relacion entre el individuo y su cuerpo, entre la intimidad y lo colectivo, con la originalidad, el humor y la precision que caracterizan su escritura.
    Este es un libro indispensable para conocer el universo literario de Juan Jose Millas. En sus paginas, los relatos destilan el desbordante talento del autor a la hora de observar la realidad, siempre desde un angulo inusitado, y su maestria como uno de los escritores que mas ha explorado las posibilidades narrativas del genero.

  • Eternas (Bellas 2) de Dhonielle Clayton

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    LA FAVORITA HA CAIDO EN DESGRACIA. Y HAN PUESTO PRECIO A SU CABEZA.

  • Los pecados del padre de M.j. Fernandez

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    A lo largo de veinticinco anos, en cuatro paises de Europa, un asesino en serie acaba con la vida de parejas jovenes, enganando a la policia para que crean que el muchacho en cada una de ellas es el culpable. Michael Sterling, comisario de Scotland Yard, que conoce su modus operandi y esta obsesionado con detenerlo, emplea todos sus esfuerzos para descubrirlo. La investigacion se lleva a cabo con un equipo policial que involucra dos paises, Inglaterra y Espana, mientras un pecado familiar surge del pasado para exigir su expiacion.
    Una novela intrigante con un final sorprendente.

  • Una cita a medianoche (Minstrel Valley 11) de Ruth M. Lerga

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    Continua la rompedora serie de <>, creada por catorce autoras de Selecta. Ambientada en la Inglaterra de la Regencia en un pequeno pueblo de Hertfordshire, descubriras una historia llena de amor, aventuras y pasion.

  • Sean Cote es provocador de Iris T. Hernandez

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    Aparecio sin mas. Recuerdo perfectamente aquel dia. Estaba en su despacho porque Jeff me habia pedido que, por favor, los ayudara. Al principio no me parecio una mala idea, pero eso fue porque no sabia quien era Sean Cote, el desconocido que esperaba a mi espalda sin yo saberlo.

  • El planeta inhospito de David Wallace-wells

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    Una vez hemos reconocido que nuestro mundo llega a su fin, ?que podemos hacer?

  • Prometo liberarte de Diana V

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    Andy no es como todos los chicos del instituto, y Anna lo sabe. Apodado El Monstruo, luego de golpear hasta dejar inconsciente a uno de sus companeros por una broma que nadie logro oir, es conocido por todos por mantenerse siempre en silencio, en el fondo del salon, lejos de la mirada de los maestros. Anna intuye que puede estar en malos pasos, pero tambien cree que tras su oscura vestimenta y sus ojos perdidos puede existir algo mas. Pero Anna no tiene idea de lo que tras la puerta de la casa de Andy sucede

  • Los que esperan la lluvia de Gabriela Margall

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    Su muerte no tuvo nada de diferente a las otras muertes. Se fue recordando aquello que lo habia hecho mas feliz y que, al mismo tiempo, habia sido su desdicha. Sus familiares lo rodeaban, esperando su muerte. No estaban tristes, su vida habia sido plena, moria simplemente porque los viejitos deben morir. El no veia ni a sus hijos, ni a sus nietos; en la boca tenia azahares que masticaba junto con su saliva, en la piel tenia olor a almendras, en los ojos tenia una mujer que no era nina ni mujer, que era tan blanca como la luna y tan rubia como el sol. La veia sentada junto al limonero, como siempre; con la mirada perdida en el aire, buscando la tormenta. El hombre agonizante sabia que estaba lloviendo. Ella lo miraba, pero no lo miraba; ella queria estar con el, pero no podia. Sintio las manos llenas de aserrin, sintio un abrazo con olor a cebollas y arcilla cocida, un coscorron en la cabeza, una caricia en una mano lastimada, unos ojos que lloraban por una borrachera que no recordaba. Los tambores del candombe se confundieron con los truenos de la tormenta y el llanto de sus nietas. Una mujer le pedia que le hablara; el no podia, tenia la lengua envuelta en azahares y saliva; no sabia que decirle. Hablame. Hablame, por favor. No me mires. Le ofrece su piel para que el escriba, el no sabe que escribir. Alza la mano, suplicando. Ella come limones. Ella levanta el hacha. El inclina la cabeza. El hacha golpea contra su nuca. Brota de su piel barro, sangre, aceite, aserrin, ruidos de candombe, lagrimas, dientes afilados, palabras, truenos y muerte. Capitulo 2 Dos nacimientos El 3 de febrero de 1536 --quiza el 2, sostienen algunos, como si realmente importara el matiz -- se intento fundar una ciudad entre dos infinitos. Sus fundadores, enviados por el rey de Espana, estaban destinados a fracasar. La pequena ciudad murio lentamente sin poder resistir la llamada de los infinitos, que la atraian hacia la tentacion de lo inconmensurable. Los fundadores no soportaron la contemplacion de los enormes vacios y, desesperados ante su fracaso, llegaron a comerse entre ellos. Cuatro anos mas tarde, se decidio que la ciudad estaba muerta, y la abandonaron. Los dos infinitos se tragaron todo lo que pudo quedar de aquella primera fundacion, excepto los perros y vacas, que se multiplicaron a su gusto por la pampa. En 1570, se decidio que naciera la hermanita menor de esa ciudad, cuyos padres fueron paraguayos y estuvieron al mando de Juan de Garay. Su destino no era el fracaso, sino ser los fundadores de una ciudad que estaria bajo la invocacion de San Martin de Tours, que seria famosa por sus buenos aires y sus tormentas. Una ciudad con doble nombre y un puerto que no existia: Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa Maria del Buen Ayre. En 1782, en Buenos Aires, la hermanita menor, nacio una nina que murio a los siete dias. La nina apenas fue anotada en los registros de la Iglesia de San Francisco de la siguiente manera: "Nacio una nina, hija de dona Maria Adela de la Merced y Martinez, blanca, natural de Buenos Aires, y de don Pascual Jacinto Manrique, blanco, natural de la region de Valencia, Espana". No se anoto su casta como correspondia a cualquier nacida en la ciudad. Y no porque el padre Anselmo fuera descuidado, sino porque su profesion le impedia mentir en los libros parroquiales. Nada prohibia, en cambio, realizar ciertas omisiones. La nina nunca tuvo nombre. Cuando nacio, no hubo exclamaciones de alegria ni rezos al Senor por su salud y la de su madre. Hubo un silencio parecido al que continua al relampago, el silencio que espera al trueno. Despues de muchas horas de dolor y de sangre, dona Adela pario una nina que revelaba el pecado de su madre y su verguenza: la sangre de un mulato. Nadie de la familia se preocupo por la nina, nadie la quiso, nadie rezo por ella, nadie lloro cuando el cajoncito fue enterrado, ni nadie se alegro porque Dios le habia dado alitas para volar hasta Su Presencia. El Senor no le daba alas de angel a una mulatita cuarterona. Doce meses mas tarde, nacio Clara de la Purisima Concepcion Manrique y Martinez, la cuarta hija de los senores de la casa, despues de dos dias de gritos, dolores, ruegos al Senor y muchisima sangre que apenas podia ser enjuagada del cuerpo de su madre. Cuando fue completamente lavada, comprobaron que tenia el pelito lacio y casi blanco, los ojos dorados y la piel parecia hecha de perlas. Fue anotada en el registro parroquial por el cura de la Iglesia de San Francisco de la siguiente manera: <> Etcetera. Su madre la amo con locura: fue su ninita santa. Capitulo 3 Como el sol y la luna Fue llevado por don Pascual hasta una casa enorme con muchas habitaciones y mucha gente. Una mujer de piel muy oscura, mucho mas que la suya, y con olor a cebolla le puso un pantaloncito por orden del amo. Tambien le limpio la cara con un trapo mojado en el agua que contenia un cacharro de arcilla negra cocida. El trapo tenia olor a tierra humeda y, desde ese dia, cada vez que Santiago sentia olor a barro o a tierra mojada por la lluvia, recordaba el dia en el que habia conocido a Clara. --Mira, Clara: !te compre un negrito! El estaba descalzo, con casi todo el cuerpo desnudo. Ella estaba completamente cubierta de puntillas blancas, desde los pies hasta las mejillas. Ni siquiera podia verse si tenia pelo. Los dos parecian de la misma edad. Estaba en brazos de la madre, que lo miraba con diversion y un poco de asco. Clara extendio uno de los brazos hacia el; don Pascual, apoyando las manos en sus hombros lo hizo adelantar hasta su nueva amita. Ella se inclino mas hasta tocarle la marana de pelo aspero que cubria su cabeza. La mano rasco un poco con las unas y se retiro rapidamente. Clara escondio su carita sonriente y rosada en el pecho de su madre. --Vamos a tener que vestirlo, Pascual. --Ya le dije a Petrona que le hiciera ropa. --Y que le de de comer. ?Sabe hablar? ?Como se llama? --Decile como te llamas --le dijo don Pascual empujandolo otra vez. --Santiago, senora. --Es un cuarteron, o quinteron… No me acuerdo. Carabajal se llevaba a la madre a Santiago del Estero, pero no queria tener que llevarlo a el tambien; la mujer iba a distraerse con el crio en el camino. Puede ayudar en la cocina, a Petrona, cebarles mates. --Si, ya vamos a encontrarle un uso. --Y para cuando Clara crezca, la va acompanar a misa. Su negrito de misa. --!Que alegria que lo hayas traido! Mandalo a la cocina asi lo cambian. Ya viene Asumpta, se lo quiero mostrar. --Fue un buen negocio. ?Que te parece, Clara? ?Te gusta tu negrito? La nena se saco la capucha que le cubria la cabeza para responder un fuerte: !si! Santiago nunca habia visto nada igual. Era rubia como el sol y blanca como la luna. Capitulo 4 Palabras con sabor a fruta y a mar --Petrona, ?me contas una historia? --Ya se la conte. --Otra vez, Petrona. Crecieron juntos en el tercer patio, escuchando los cantos de Petrona, que pelaba zanahorias y los vigilaba. Buscaban huevos en el gallinero, espantaban a los patos, andaban descalzos en verano, con los pies llenos de tierra y las manos llenas de duraznos azucarados que le robaban a Petrona, que preparaba dulces. En invierno, gozaban de un postre que les hacia preparar Petrona. Ella dejaba dos tarritos de leche en el patio envueltos en un trapo para protegerlos de las ratas y del perro ratonero. A la manana siguiente, encontraban, los ninos y ella, en lugar de leche, una escarcha blanca a la que batian con todas sus fuerzas, dando saltos y gritos los mas chicos, riendose hasta mostrar los dientes, la mayor. Abrir el tarrito era un sueno: la escarcha blanca se habia convertido en una crema espumosa a la que Petrona, sin sacarla del tarrito, le agregaba azucar y canela. Los dedos de los chicos se congelaban sosteniendo el tarrito, la lengua se les entumecia con la crema fria, y todo el cuerpo se les enfriaba, pero la lena de la cocina ya habia sido encendida por Petrona y no habia nada mas divertido que intentar hablar con la lengua dormida. Petrona no hablaba; ella se limitaba a sonreir con sus ocurrencias. Hasta los catorce anos, Petrona no habia conocido el frio, ni la escarcha, ni la ciudad en la que la lluvia era un estado de animo. Sabia que habia sido capturada por alguien que tenia su mismo color de piel. Habia sido vendida a alguien blanco que la habia llevado a un barco enorme con otros cientos de personas; a algunos los conocia, aunque fingio no conocerlos. Apretados en la bodega del barco, vio a su cuerpo enfermarse y a los otros morirse. Vivio el olor de los cuerpos pudriendose mientras los demas se aferraban a algo --lo que fuera-- para no morir. Petrona no hablaba, solo cantaba en silencio, obligandose a diferenciar lo que pasaba en el barco de lo que pasaba en su mente. Llegaron a una costa y tiraron los cadaveres al mar. El olor de la bodega no mejoro, pero al menos habia mas lugar. Siguieron el viaje. Llego a la ciudad de las lluvias eternas un verano. El barco no llego hasta la costa; bajaron a los pocos sobrevivientes a unos botes para acercarlos. En el horizonte se dibujaba una ciudad planita, celeste, rosada y verde, con cupulas y cruces. La llevaron al asiento negrero. La desnudaron, la palmearon, le marcaron el hombro con un hierro candente para despues colocarle aceite sobre la herida. La marca senalaba su peso y su considerable buena salud. Petrona seguia cantando en silencio, y su silencio era confundido con sumision, por lo que se vendio a buen precio. La compraron unos senores e inmediatamente se la llevaron a su casa, donde la vistieron con polleras y blusas que al contacto con su piel parecieron un rasguno. Una mulata le enseno las tareas que debia realizar y la lengua nueva que debia balbucir. De vez en cuando, le hablaba en su antiguo idioma; los sonidos le recordaban a arboles, a frutas, a animales. Petrona no volvio a hablar con sus antiguas palabras, nunca volvio a pronunciar su nombre. Nunca volveria a su hogar. Cantar era distinto, cantar calmaba las penas. Uno de los hijos de sus amos se aquerencio con ella. Se permitio quererlo porque sabia que eso iba a terminar. Y termino pronto. La vendieron a una familia con una casa enorme, pero vacia, un amo que siempre sonreia, una ama que siempre andaba nerviosa y una anciana a la que se le caia baba de la boca. --Hace mucho tiempo, unos hombres venidos de muy lejos vinieron a fundar una ciudad. La ciudad que fundaron fue tan fea, tan fea, que decidieron dejar morir a esa hijita que nadie queria. Cuando estuvo bien muerta, se la comieron, para que no quedaran restos de esa ciudad tan fea.

  • El mar de tus suenos de Susan Stephens

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    El apasionado beso de un desconocido desperto una pasion que no podia rechazar.

  • En el corazon del aguila de Myrian Gonzalez Britos

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    Verano de 1941, en plena Segunda Guerra Mundial, el futuro conde von Falkenhausen, Wilhelm, retorno al castillo de su familia tras recibir una llamada de su padre, que se encontraba muy enfermo.El conde exigio a su hijo que desposara a una mujer lo antes posible o su primo, capitan de las SS, Hermann, su enemigo numero uno, seria el nuevo conde. Wilhelm comprendio que era momento de sentar cabeza o perderia el titulo de nobleza y todos los privilegios que conllevaban el mismo como consecuencia.Alli, en medio del caos, conocio a Ela Bokowski, una polaca que habia nacido y crecido en Alemania. Una mujer cuya belleza lo encandilo. Aunque, su caracter y su rebeldia rompian por completo el halo de su beldad angelical.Con el tiempo, descubrio sobre su origen gitano, pero no el mayor secreto que ocultaba bajo siete llaves.

  • Yo soy tu candidato 3; Silla presidencial de Miranda Wess

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    Enrollo distraidamente un mechon de mi cabello. Se siente bien, considerando lo corto que lo deje a raiz de una rabieta que agarre con Joseph. El idiota de Joseph. Me dijo--con esa mirada de bobo que me pone a veces--que le encantaba mi cabello castano y oso tocarmelo, !Que atrevido! Le meti un empujon que lo tiro al piso, saque mi navaja, estire mi cabello y lo corte. Luego se lo lance al imbecil. !Hey, si tanto te gusta quedatelo! Estoy verdaderamente aburrida de sus tontos intentos de ganarse mi interes. Para que, por Dios !Solo tengo doce anos! No quiero que me pase lo de Ana que teniendo mi misma edad ya esta embarazada. Eso le pasa por idiota. Recostada de la pared de la casa-hogar extrano mi melena hasta la cintura y centro mi atencion en el vejete que de vez en cuando corta los arbustos del jardin. No es su trabajo; lo hace para ayudar a los pobres huerfanos que nadie quiere. Ja. Que joda a su madre con esa pobre excusa, a leguas le veo comerse con los ojos el culo de Rosario a cada oportunidad que tiene. Asco de hombre. Ha dejado sus cigarrillos y encendedor y, con mucho cuidado de no ser vista por el, rapidamente me hago de un entretenimiento. Con el fastidio a un nivel insostenible me paseo por el patio central de la casa hogar. La pintura de las paredes esta desgastada de lo viejo--inicialmente era de color verde esmeralda pero ha adquirido con los anos una apariencia blanquecina-- y es un recuerdo perenne de lo miserable que somos sus ocupantes. A pesar de todo, es un sitio limpio y ordenado. Y mas con la dictadura de Rosario metomentodo. Son las tres de la tarde, algunos chicos van a la escuela cercana, otros, duermen la siesta, sobre todo los pequenos; otros cuchichean en el patio central. Yo, como termine mis deberes en tiempo record y sinceramente no se me da eso del arte de la conversacion con idiotas descerebrados, sufro de aburrimiento frecuente. Me recuesto de la pared afincando bien mi bota en ella para dejar la marca impresa. Menudo cabreo se llevara la Rosario al verla. !Que se jodan, ella y sus normas! Oh, no. Joseph viene hacia mi acompanado de su amiguita inseparable, Claudia. Solo el no se da cuenta de que ella esta babeada por el. Pero bueno, Jo no se destaca por su inteligencia. No tiene por que utilizar las neuronas para llamar la atencion al sexo opuesto, con su cabello castano liso que le cae en la frente, ojos avellanas, y cuerpo atletico es--como le dicen las lerdas-- <>. ?Que le hace pensar que me interesa enrollarme con el? ?Sera que es masoquista? ?O se certifica su idiotez? ?O una combinacion de ambas quiza? Lo veo factible. Veo con arrogancia mis unas pintadas de negro, a juego con mi ropa, mi maquillaje y mi alma. Y ya tengo al frente al <>. Hago como que no existen. Es una maravillosa tecnica perfeccionada con los anos. --Mira, esto te lo envia Jo. Quiere una respuesta--me tiende un sobre. Yo lo tomo mas que nada para quitarmelos de enfrente. Mientras mas rapido mejor. Leo solo la primera frase de la cartita de amor: ?Clarissa quieres ser mi novia? Se le volo la cabeza o que. La rompo y se la lanzo a la cara. Claudia se enfurece y me toma del brazo zarandeandome. --Estupida, Jo es el mejor chico de aqui. No deberian llamarte Clarissa sino <> porque estas de atar. No le digo nada. Saco mi navaja y de un movimiento centelleante y preciso corto las tiras de su blusa dejandola semidesnuda. Sonrio. Estoy encantada de verla irse con la verguenza reflejada en el rostro. !Estupida tu! Joseph me ve con ojos desorbitados y actitud cobarde. Era de esperarse. Es un idiota. Como todos los malditos estupidos que me rodean. Los odio a todos. --!Mi respuesta es NO! Apenas soy capaz de desperdiciar con ellos una que otra palabra de desprecio. Pero nada mas. Incitada por su mirada avellana--amedrentada--tomo mi navaja y deslizo mi lengua por el lateral de la misma con la mirada de odio mas pura y sincera de la que soy capaz. Esperanzada de--finalmente con ese gesto--disuadirlo de sus intenciones romanticas. Su rostro horrorizado me dice que he acertado. Finalmente. Apenas se me asoman los pechos y ya los chicos se vuelven locos. Son animales. Que asco me dan. De ninguna manera me dejare manosear por ninguno de ellos. Me alejo de la vista de todos. Segura de que Rosario no vera con buenos ojos mi forma de socializar con mis pares. Ja, para lo que me importa su opinion. Refugiada entre los matorrales saco un cigarrillo del bolsillo de mi vaquero y un gastado encendedor que hurte al jardinero. Le doy un jalon y me entretengo formando circulos y viendo como desaparecen en el aire. Que se sentira desaparecer. Estar y de pronto no estar mas. Veo la punta del cigarrillo enrojecida y ardiente. Que se sentira arder y volverse cenizas… La idea de desaparecer de la faz de la tierra me resulta tentadora. Lanzo la colilla por la reja que da a la calle y rebusco en el bolsillo la navaja. Detallo su filo y me pregunto si sera lo suficientemente afilada para abrir mi carne de par en par. La coloco sobre la palida piel de mi muneca y la sensacion fria de la navaja contra mi piel me resulta agradable, invitadora. Si tan solo… El ruido del motor de un auto interrumpe mis siniestras cavilaciones. Guardo la navaja de nuevo en el bolsillo y pego el rostro a la reja. !Menudo carrazo! Veo descender a un tipo bien elegante. !Joder, como me gusta ese coche! Si viene aqui buscando a un huerfano que adoptar seguramente no sere yo. No a mi no. Los de mi edad estamos todos bien fritos. Lo sabemos. Somos la mierda con la que nadie quiere lidiar. --!Hola! Me fastidia ver la cara de Catalina asomarse entre las ramas. Posee unos enormes ojos cafe siempre maravillados casi por cualquier pendejada donde se posen. Que pesadita. No le contesto el saludo, me tiene con el humor en rojo. En verdad esa carajita tiene un radar para conseguirme escondame donde me esconda. Por mas desplantes que le haga, insiste en ello. --Te estaba buscando… --me dice sin dejar de sonreir como si fuesemos las mejores amigas del mundo. Cosa que nunca pasara-- ?por que estas metida aqui solita, Issa? ?Viste lo que le paso a Clau? Pobrecita, paso llorando. Te gusta estar sola aqui ?verdad? Es un sitio silencioso ?cierto? A mi tambien me gusta. Da fresquito. Y es medio misterioso… --!Cono, te quieres callar! Catalina, que solo tiene nueve anos, se sorprende de mi reaccion. Pero solo le dura pocos segundos. Casi me siento culpable. Casi. --Oye, tratame con carino, Issa--menea su cabeza y sus largas trenzas se mecen--. Te perdono porque eres buena onda--sonrie y pongo los ojos en blanco considerando la idea de sacar mi navaja y meterle un susto a la fastidiosa cria-- ?Viste al tipo que acaba de llegar? A que no adivinas. Yo se quien es… Fijo mis ojos ambar en su rostro risueno--satisfecho como nunca de tener algo que decir--me desespero ante su ridiculo gesto. --?Que? --exclamo exasperada. --Es un loquero y te esta buscando. --?A mi? --estoy estupefacta. --Si, Rosario lo llamo. Le dice a todo el mundo que no sabe que hacer contigo. --!Maldita sea esa Rosario metomentodo! --Pronto vendra con el loquero. Yo le dije donde te escondias. Lo siento. --!Maldita seas tu y tu bocota Catalina! --grito furiosa. En efecto, no tarda en aparecer Rosario con su cara amargada como cada vez que me ve. Da la casualidad que ultimamente ando haciendo de las mias. Segun ella. Me lleva a rastras hasta el despacho donde se encuentra el misterioso sujeto. Me irrita que me halen del brazo, me jamaqueen y me pregunten si no me canso de causar problemas. Son los otros los que no se cansan de buscarme bronca... Y el que busca encuentra. Apenas entro al estudio quedo impresionada con el porte del tipo. Es tan grande y corpulento como un toro. Su mirada es profunda y da la sensacion de que puede ver hasta mis mas intimos pensamientos. --Hola, Clarissa, soy el Doctor Victor Spillman, he venido a hablar contigo. Por favor sientate. Algo en su voz y en su manera de verme me insta a obedecerle. Detallo su ropa. Tiene buena pinta. Zapatos lustrosos, pantalon de vestir con filo marcado, camisa manga larga, cabello bien cortado, bien afeitado. Se ve que tiene plata. Y mucha. --Usted es un hombre muy rico ?verdad? Lo digo por el coche y la ropa. --Asi es, Clarissa. ?Eso te llama la atencion? --Digamos que si. Eso de tener mucha pasta y finura me sentaria al dedillo. --Para ser como yo debes cambiar alguna que otra cosa. Dime, por que no les hablas a los otros chicos. Resoplo, repleta de fastidio. ?Por que siempre se trata de eso? ?Por que cono no me dejan tranquila y punto? Me recuesto en el asiento con desparpajo. --Son unos idiotas de mierda. Solo estan pendientes de follarse unos a otros y de echarse una fumada a escondidas. --Dicen que eres rara. --!A la mierda con ellos! --Parece que no les tienes nada de estima. Sin embargo, conmigo si conversas. ?Por que? Me encojo de hombros. --No lo se, parece alguien importante y me cae bien, creo. --Tu tambien me caes bien, Clarissa, pareces una chica inteligente. He escuchado que te gusta leer. ?Es eso cierto? --Supongo--digo encogiendome de hombros como si tal cosa. --Tengo unos libros que me sobran. Te los puedo regalar, si te apetece. Me enderezo en el asiento sorprendida por su oferta. ?Ese senor importante que no me conoce me va a regalar algo a mi? --Me apetece, senor. --murmuro. --Dime, Clarissa, ?te gustaria ser una dama? Eres una joven con mucha energia, seria cuestion de encausarla por el buen camino. Podria darte una mano en tu travesia, quiza. En tu busqueda personal del Santo Grial. En el caso de que eso te interese, por supuesto. Quedo alucinada por sus palabras con el corazon palpitandome al galope. ?Una oportunidad? Una oportunidad real de salir de la miseria donde mi alma muere dia a dia. --?Puedo serlo? digo ?en verdad? --pregunto incredula y emocionada.

  • Como perder un pais de Ece Temelkuran

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    Este libro arranca con aviones de combate sobrevolando Estambul, con bombas y disparos. Es el 15 de julio de 2016, y la autora contempla a traves de la ventana el desarrollo del chapucero golpe de Estado que Erdogan sofocara en pocas horas, y que le proporcionara la excusa para activar un engranaje de detenciones y purgas. ?Como llego Turquia, que aspiraba a ser europea y moderna, a semejante situacion?
    Es tan claro como terrible: el populismo y el nacionalismo corroyeron el sistema y derivaron en tentacion autoritaria. Pero eso no es exclusivo de Turquia. Lo vemos en Venezuela, y en Hungria, y hay senales de alarma en los Estados Unidos de Trump, en la Gran Bretana del Brexit y en la Europa de la ultraderecha, que tambien ha llegado a Espana.

  • Apuesta equivocada de Nicolas Lopez Cisneros

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    Durante una mision diplomatica organizada por Estados Unidos e Israel con destino Georgia y Turquia, los miembros de las delegaciones comparten viaje, pero sus intereses personales se mueven en direcciones opuestas.
    Lo que parecia un viaje de unos dias, se complica cuando un fanatico grupo que quiere rendir homenaje al "Holocausto Armenio" decide secuestrar al embajador israeli. Lo que desconocen es que su proteccion se les ha encargado a dos peligrosas Sayeret Matkal que viajan con el encubiertas.
    Oscuras maquinaciones, intriga, accion y aventura, se llevan a cabo en algunas de las ciudades que albergaron las mas antiguas de las civilizaciones: Jerusalen, Erevan, Tiflis y Ankara.

  • Sombras en el bosque de Phoebe Locke

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    Un asesinato sin sentido. Una leyenda terrorifica. Una familia poseida.

  • Mujeres olvidadas de Antonina Rodrigo

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    Antonina Rodrigo inicio hace muchos anos la labor de recuperar y dar a conocer la vida y la obra de las grandes mujeres de la Segunda Republica espanola, excluidas de la historia de Espana a causa de la guerra, la represion posterior y el exilio. A pesar de silencios y olvidos, la lucha y utopia de estas pioneras, convertidas en materia de estudio, forjaron a la mujer de hoy, en una cronica oral para las nuevas las generaciones.

  • Chantaje 2 : Mi mejor eleccion – Mia del Valle de Mia Del Valle

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    Ha pasado el tiempo. Clara y Aaron se vuelven a encontrar con un nuevo desafio entre manos, esta vez las cartas estan a favor de Clara y su eleccion debera ser acertada, ya no tendra cabida el corazon, sino la razon. Ella debera planear con cuidado cada uno de sus movimientos en el reencuentro con el hombre mas egoista, resentido, egolatra y vengativo que jamas ha conocido. En menos de un ano Aaron ha hecho estragos con su vida, gracias a el perdio todo. su padre, su trabajo. fue chantajeada, enamorada y desechada cual envoltorio de caramelo; se caso y separo en lo que dura un suspiro y ahora la vida la pone nuevamente en el ruedo.
    Con mas fuerzas que antes, decidida a que las cosas desde ahora se hagan cuando y donde ella lo decida, duena de una vez y para siempre de su vida, Clara se halla en una encrucijada y debera medir en la balanza de la vida, el peso de sus sentimientos o lo que le dicta su mente.
    “Si Aaron me quiere de vuelta en su vida debera sudar como yo lo hice meses atras… Estar junto a el no es la unica opcion que tengo delante. desde ahora solo sera mi peor o mi mejor eleccion”

  • Peligroso amor de Sophie Saint Rose

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    Steffani se levanta con el pie izquierdo en su primer dia de trabajo en Nueva York. No funciona la calefaccion, se le estropea la cafetera y para su sorpresa, la secuestran metiendola en una persecucion policial. El culpable es el tarado del teniente Ralf Richardson que se empena en meterla en lios cuando lo que Steffani quiere es vivir tranquila y perderlo de vista.

  • Di que no me quieres. Trilogia completa de Janis Sandgrouse

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    Trilogia completa de mi novela Di que no me quieres, donde podras disfrutar de dos capitulos extra sobre esta gran familia.
    Sinopsis:
    Una mansion, fiestas privadas, dinero, lujo, poder, mascaras que esconden quien eres…
    ?Puede una persona encontrar ahi el amor?

  • Promesa bajo la estrella de Oriente de Moruena Estringana

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    -?Me prometes que si no he encontrado marido con veintiocho anos te casaras conmigo?
    -Te lo prometo.
    Tras una inocente promesa bajo el arbol de navidad, Ethan y Chloe no se han vuelto a ver. Los anos han pasado y unas nuevas fiestas navidenas los reunira de nuevo pero no tienen ganas de celebraciones. Uno esta recien divorciado y a la otra la han plantado ante el altar, situaciones que les impide disfrutar de estas fechas.
    Ya no queda nada de esos inocentes ninos. Pero cuando sus miradas se unan de nuevo, sera como si el tiempo anarondo al otro no hubiera pasado. ?Se acordaran de la promesa que se hicieron cuando eran solo unos inocentes ninos?
    La magia existe por Navidad.

  • El demonio en el Hogar de Ramon Somoza

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    La pequena Tanit logro regresar con su madre, despues de haber ido mas lejos que ningun ser humano. Ahora vive feliz en el planeta que su padre descubrio y bautizo como Thuis, el Hogar.
    Pero negros nubarrones surgen en el horizonte: La Tierra esta preocupada por el descubrimiento de alienigenas en Thuis y ha enviado a un gobernador militar para estudiar el caso. Pronto Tanit descubrira que dicho gobernador tiene una siniestra reputacion, y que su familia extraterrestre va a estar en su punto de mira… y tambien ella misma.
    ?Podra ella imponerse a alguien que dispone de un ejercito y puede invocar todo el poderio de la Tierra? Aunque sea una nina, a Tanit nunca le han dado miedo los desafios.

  • Anhelo (Placeres prohibidos 3) de Adrian Blake

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    Habeis conocido mis deseos. Sabeis lo persuasivo que puedo llegar a ser.
    Es hora de que os cuente mi verdadera historia. ?Te atreves a fiarte de mi?
    Mi anhelo es tener a Gabrielle para siempre. Para ello debo derrotar a mis demonios.

  • Atraccion Mortal de Wendy Hernandez

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    Max Wilson ingreso a la universidad Varsity y su llegada desperto inmediatamente la intriga de las jovenes estudiantes. La belleza masculina que posee provoco que las chicas a su alrededor se derritieran con tan solo verlo. El problema era que tenia una actitud fria y cortante hacia los demas.
    Ninguna chica, ni siquiera las populares, ha llamado su atencion. Su relacion con sus companeros de clase es distante y eso se debe a lo que oculta. No habla con nadie a excepcion de su companero de deportes, Jordan. Han transcurrido varios dias de su llegada y lo que ha ganado en ese tiempo ha sido miedo y pavor por parte de los estudiantes.

  • El ingenio de los pajaros de Jennifer Ackerman

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    Los pajaros son unos animales con una inteligencia fascinante. Nuevos y revolucionarios estudios de investigacion demuestran que algunas especies despliegan asombrosas formas de inteligencia, comparables a las de los primates e incluso a las de los seres humanos. Mientras viaja alrededor del mundo, Ackerman no solo narra la historia de la recien descubierta inteligencia de los pajaros, sino que, ademas, profundiza en los ultimos hallazgos acerca del cerebro aviar, hallazgos que estan cambiando nuestra concepcion de lo que significa ser inteligente.

  • La mujer que bordaba con hilos de cerezas de Montse Puchol

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    Todos ocultamos fantasias inconfesables entre las sabanas. Emma no era una excepcion. Un relato leido por casualidad le abrio la puerta a descubrir que habia otra forma de sentir y una manera distinta de vivir el deseo. Pero nada, en este mundo de etiquetas y falsa moral, es gratuito. Salirse del redil, tiene un alto precio.

  • La libreria del senor Livingstone de Monica Gutierrez

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    Agnes Marti es una arqueologa en paro que se ha mudado a Londres en busca de una oportunidad laboral. Una tarde, desanimada y triste por su poco exito profesional, tropieza en el corazon del barrio del Temple con el pomo de una puerta en forma de pluma, el sonido de unas lugubres campanillas y el hermoso rotulo azul de Moonlight Books. La libreria, regentada con encantador ceno fruncido por Edward Livingstone, debe su nombre a un espectacular techo de cristal que permite contemplar la luna y las estrellas en las noches despejadas. Intrigada por la personalidad y el sentido del humor del senor Livingstone, Agnes decide aceptar la oferta de convertirse en ayudante del librero mientras continua su busqueda de trabajo.

  • Te espero en la ultima esquina del otono de Casilda Sanchez Varela

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    Cora Moret y Chino Montenegro se conocen a mediados de los anos sesenta en un solitario vagon rumbo a Cadiz. Tienen diecisiete anos, son inteligentes, escepticos y no pertenecen a nada. El, hijo de un arrumbador del puerto de Cadiz y la florista del cementerio, suena con ser escritor; ella, nacida en el Marruecos colonial y criada en salones de marmoles y silencio, se lo cuestiona todo y lo contrario, tambien.
    Pese a ser tan diferentes se reconocen enseguida como dos iguales.

  • La caza de M. A. Bennett

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    Una exclusiva invitacion de los Medievales, el grupo mas poderoso de la elitista escuela STAGS, para un fin de semana de <> parece una gran oportunidad para que la recien llegada Greer descubra un mundo de lujo y excesos. Ademas, segun los rumores, al invitado que mas impresione a los Medievales se le concedera el privilegio de convertirse en uno de ellos, pero Greer no debe olvidar que.

  • Vivir abajo de Gustavo Faveron Patriau

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    Me he puesto en contacto con Gus Fowley Partridge, con el objetivo de confirmar si ambas resenas biograficas, las unicas que he encontrado en estos veintitres anos, corresponden a la misma persona. Tambien para averiguar si mantiene algun tipo de contacto con George Bennett. Las respuestas, como supuse, han sido si a la primera pregunta y no a la segunda. Ha querido saber a que se debe mi interes. Le he contado parte de la historia. Tambien le he dicho que tengo todas las peliculas que George filmo en su vida. Como era de esperarse, ha mordido el anzuelo y me ha pedido una entrevista: quiere ver las peliculas. Quiere que le cuente todo lo que se sobre George. Fowley vive en Savannah. Ha dicho que puede venir a Boston la proxima semana. Le he explicado que la entrevista no puede ser en mi casa pero que las peliculas, en cambio, solo las puede ver aqui. No ha parecido comprender (ya entendera). Despues de colgar, he buscado en mis libretas de 1992 las cosas que escribi sobre George. He arrancado algunas paginas que no quiero que vea. A los fragmentos que le dare les he anadido una que otra frase explicativa, enmiendas, muchos borrones. LIBRETA 1. Octubre de 1992 ... Llega a Lima el 3 de enero de 1992. En julio es el secuestro. Despues vienen las torturas. En setiembre, el final. A principios de octubre comienzo a investigar... ... Viene desde Chile, a bordo de un autobus que ha tomado en alguna ciudad no lejos de la frontera. Baja en una estacion de La Victoria. Lo ven entrar y salir de hotelitos miserables. Alto, tripudo, de pasos largos. Lleva una maquina de escribir en un estuche. Se sienta en bancas en parques color tierra, al pie de estatuas. Redacta documentos, dibuja planos. Trae bluejeans, zapatones de montanista, un guante en la mano derecha, un gorro azul con una B roja en la frente. Entra y sale por compuertas y garajes; entra y sale de edificios en ruinas, excavaciones. Se reune con malvivientes en descampados. Acude a citas en casas vacias. Las paredes le dicen nombres. Divisa mensajes escritos en alcantarillas. Vaga entre bares, se detiene en las esquinas, la gente se lo queda mirando: el observa, enumera. Cruza una avenida del orfanato al manicomio, otra del malecon al colegio militar. El cielo se abre, el lo mira... ... En Lima, nadie sabe su nombre ni que hace ni por que esta en la ciudad. En huariques de Barranco toma de pie. Vigila un agujero del Centro. Camina con extrema rapidez por callejuelas de Lince y Jesus Maria. Se sienta en el atrio de una iglesia en Barrios Altos. Acude a burdeles pero no habla con nadie. Repudia a las prostitutas. Obsesivamente mira un vaso de whiskey. Tiene veintinueve, treinta anos. Espectral, el sol lo quema [es palido como su padre]. Anda con un mapa en las manos y encuentra los sitios que le interesan. Por ejemplo, los cineclubes: va de noche. Los chicos de San Marcos y la Catolica lo ven, se preguntan quien es. Circulan rumores, como pasa siempre en Lima. El mira la calle Colina desde una mesa en un tugurio. El hielo hace clic, clac. Hay edificios con ventanas rotas, esquirlas de vidrio en las veredas, tanquetas en las pistas, camiones con infantes de Marina, tranqueras y barricadas. Pero la gente circula alrededor como si no viera nada. Yo, por ejemplo: nunca veo nada... ... En Miraflores encuentra un hostal para mochileros en la esquina de Alcanfores y Cantuarias. El lleva diez dias en Lima la manana en que la mujer de la recepcion, que se llama Rita Moreno, como la actriz, lo ve arrastrar los pies por el tunel entre espejos de la recepcion. Ojeroso, seco, una sombra de barba, la boca grande, entreabierta. Camina cabizbajo. Le parecera divertida, a ella, su pinta de gringo estrafalario. Le hara gracia su cara anacronica de nino. Pero no sabe que pensar, Rita Moreno, cuando el coloca sobre el mostrador dos pasaportes americanos y le pide que escoja uno. Ella duda pero acepta el juego. Sonrie, se pasa dos dedos de unas turquesas por la mejilla, elije un pasaporte al azar. El abre el otro, le echa una mirada, lo guarda en su mochila. Dice: entonces llamame George. Ella ladea la cara, abre mas la sonrisa, le pide que llene un formulario. El firma: George Walker Bennett. Mas abajo, donde esta escrito domicilio permanente, apunta una direccion en Paraguay: el sotano de un edificio en la avenida Juscelino Kubitschek, en Asuncion. Le dice a Rita Moreno que quiere dormir en un cuarto compartido, de camas-camarote. Un cuarto lleno de extranos, es lo que dice. Ella responde que tiene muchos cuartos asi pero que estan vacios. George coge la llave y sube la escalera... ... Cuando no anda de ronda por las calles de Lima, lee y escribe. Escribia en una maquina que parecia de juguete y que, cuando la guardaba en su estuche, parecia un acordeon para ninos, me dice Rita Moreno. Y lo que escribia eran cartas, porque al terminar doblaba los papeles y los colocaba en sobres de correo. Un gordo en la oficina postal de Petit-Thouars lo ve todas las mananas. Esta de pie junto a la puerta antes de que abran la oficina, somnoliento, bostezando, leganoso. (El gordo, no el. El llega minutos despues, hace cola, despacha su carta). Rita jura haber leido mas de una vez el dorso de esos sobres, en el restaurante del hostal, despues del desayuno. El nombre del destinatario tambien era George Bennett, dice Rita: se enviaba cartas a el mismo, a una especie de carcel-manicomio en Estados Unidos. DIARIO, 24 de agosto de 2015 ... George se fue de Maine a los dieciocho, cuando le faltaban semanas para acabar la secundaria. La historia de sus padres es oscura, angustiante, implica tijeras. Toda su infancia la paso en la misma casa, en la calle McKeen, en Brunswick, dos horas y media al norte de Boston. En la casa habia un sotano y en el sotano estaba la coleccion de tijeras de su padre. La coleccion de camaras antiguas y la coleccion de libros de poesia estaban en el atico de la cochera. En el atico nunca murio nadie pero en el sotano si: un muchachito apunalado en 1980. Durante la decada siguiente, viajo por los paises en los que alguna vez vivio su padre. Despues llego a Lima... LIBRETA 1. Octubre de 1992 ... Pasa horas de cuclillas bajo los puentes de la Via Expresa. Estudia a los pordioseros. Algunos muladares le causan sobresalto. Otros lo imantan como un abismo. Come en puestos de mercado, da vueltas alrededor del Estadio Nacional. Un dia se queda mirando a unos ninos que juegan futbol en la explanada de Occidente. Huerfanos, piensa: tienen padres pero son huerfanos... ... Lleva una mochila de excursionista, de la que saca una camara. Segun unos, es una Leica obsoleta y oxidada; segun otros, una Instamatic, igualmente obsoleta y oxidada. Retrata hospicios, palacetes republicanos, un osario de carros desbaratados junto al Cuartel San Martin, casuchas malparadas, letras desprendidas de avisos de neon, animales agonicos. Segun otros, su camara no es ni una Leica ni una Instamatic, sino una filmadora. [Mucho despues se que son cuatro]. En la mochila tambien estan la maquina de escribir y la mascara de oso. Se ponia la mascara por las noches y dormia con ella, me dicen tres personas... ... Lee un libro distinto cada dia. Despues los revende donde los compro: en la feria de libros viejos de Grau. Interrogo a los vendedores: nadie lo recuerda. En otros circulos escucho dos rumores (ahora, en octubre, los rumores sobre George se han multiplicado, incluso los de caracter bibliografico). De acuerdo con el primero, todos sus libros son de poetas alemanes. Holderlin, Schiller, Trakl, Brentano, Rilke. Alguien menciona a Hans Carossa. Alguien, a Paul Celan. Pero Celan es rumano y Trakl es austriaco. Otros afirman que solo lee memorias, o novelas que parecen memorias, escritas por sobrevivientes del Holocausto, escritores que estuvieron en Auschwitz o en Buchenwald: Primo Levi, Jean Amery, Immanuel Krakauer, Tadeusz Borowski. [Tiempo despues, esto es extrano, descubro que, en 1992, no habia traducciones de Borowski]. En el fondo, esa parte de mi pesquisa me parece irrelevante. Porque nadie menciona a Robert Frost, y yo se, desde mayo o junio, que George lee concienzudamente a Robert Frost... ... La pregunta es si George llega a Lima sabiendo lo que hara. En otras palabras, si llega con un plan. Calculo que la respuesta tiene que ver con sus recorridos por la ciudad. De ahi que sea relevante describir sus caminatas. Al principio parecen azarosas, enloquecidas. Sonrie ante la Morgue Central. Fuma en ventanales de Pueblo Libre. Se sienta en la berma de la avenida del Ejercito, entre el Perez Aranibar y el Larco Herrera: ?atraido por orfanatos y manicomios? Gravita hacia los cementerios, en Ate, en El Agustino. Se para en una esquina de Aguajales y mira debajo de los carros. Comparte cigarrillos con los soldados de guardia. Lee bajo semaforos. Prefiere no subir a microbuses ni tomar taxis. En el Rimac ve a un loco con la piel renegrida y una caja de carton en la cabeza y se sienta a su lado y sostiene con el una animada discusion: hay un testigo presencial. Ademas del loco... ... Todos los jueves, en un callejon de Puente Piedra, habla con alguien a traves de un vitroven. ?Mentalmente le da la vuelta a un reloj de arena? En efecto, esa es la impresion que produce; es decir, parece un chiflado, en las primeras semanas. ?Eso es parte de su plan? Creo que no. Lo de George, en ese momento de su vida, no es una forma de locura pero tampoco es el fingimiento de la locura. Es el paso intermedio: el ultimo manoteo de su cordura antes de que la cuerda se rompa (cuerda: cordura). Debate consigo mismo, considera si es correcto hacer lo que ha proyectado (asumamos que si lo ha proyectado). Lee lapidas en los cementerios. Lee periodicos en basurales. Lee las lineas de su mano izquierda. Camina como un orate por la ciudad. Todo eso parece la locura pero todavia no lo es. No ha traspuesto por completo, por decirlo asi, el umbral de la demencia. Esta pensando en huir, en no hacer lo que ha planeado hacer, en renunciar a todo y largarse... ... Por eso es importante que, mas tarde, a principios de febrero, su conducta cambie: sus recorridos cobran un cierto orden, un aire rutinario. Todas las mananas camina del hostal a la avenida Larco. En Miraflores, no se aleja de la costa, sigue el borde del acantilado. Sube por la Perez Aranibar, baja por el Ejercito. En la Costanera regresa al malecon, camina por San Miguel hasta Maranga... ... A mediados de febrero su ruta se hace precisa, inalterable, diriase que maniatica: las mismas calles, las mismas esquinas, todos los dias. No cabe duda de que, en esa ruta, y en esa precision, se esconde una clave, porque en esos dias tiene que ser cuando George determina finalmente llevar a cabo su plan. Febrero, en esta historia, es el final de la duda. Eso se ve en el cambio que sufren sus recorridos. Ayer hice la prueba con un mapa. Esboce las rutas de George en enero: un garabato, un laberinto. Despues dibuje, una vez por dia, su camino de todas las mananas desde mediados de febrero. Tuve que trazarlo tantas veces que el papel se agujereo. El simbolo es evidente. ?Quien esta mal de la cabeza? ?El que camina indistintamente por cualquier parte o el que infinitamente recamina sus propias huellas, una y otra vez?... ... Y sin embargo, aun mas que la ruta, lo importante es el lugar donde termina. La ultima cuadra de la Costanera. En enero ha pasado por ahi mas de una vez, pero en febrero va todos los dias. A un lado ve el malecon, mas alla la playita de piedras ovales, mas alla el mar, al fondo las islas. Detras de el hay nueve casas, de cara a la costa. Se vuelve a mirarlas: la tercera de izquierda a derecha es simple, de dos pisos, con cercos de madera blanca a cuyos pies crecen hileras de hortensias y geranios. Es pulcra, pequenita, modesta (es una casita rosada). Tres puertas mas alla, ve una casona antigua, de los anos treinta. ?Esos muros ennegrecidos, esa torsion de los fierros en los tragaluces, esa hendidura de los tejados, son senales de que alguna vez la consumio un incendio? Averiguo. El incendio ocurrio a fines de los sesenta, pero, cosa rara, nunca han refaccionado la casona. Es una ruina flaca, enhiesta, de ventanas longitudinales, tiene un mirador (una especie de torre sobre el segundo piso) y, abajo, ante la puerta, una escalinata de siete peldanos. Todas las mananas camina hasta ahi, permanece un instante al pie de los escalones, no se acerca mas. Cruza la pista en direccion al malecon, se encarama en el murito. Desde ese sitio, entre el mar y la ciudad, ve a ratos la casita rosada y a ratos las barandas cenicientas, los mastiles torvos de la casona incendiada. (Piensa: tantos anos despues, es como si siguiera en llamas)... ... En la casona incendiada no debe vivir nadie (eso tambien es importante). En la casita rosada, en cambio, vive una chica llamada Ariadna Enzensberger. Tiene veintitres anos pero parece de diecisiete. Ha terminado historia en la Catolica y sopesa la idea de entrar a la maestria pero tambien estudia cine en talleres que toma de noche, uno en Barranco y otro en San Miguel. Su madre nacio en Lima pero se crio en la sierra y aunque Ariadna piensa en ella con frecuencia, nunca la conocio. Siempre ha vivido con su padre, que ensena Historia del Arte y se llama Rainer Enzensberger. Ariadna es bonita, simple, de ojos negros y corto pelo rubio a lo Jean Seberg. Es austera, la gobierna una especie de alegria melancolica o tal vez una conformidad con la vida que ella quiere hacer pasar por alegria. Tiene un grupo de amigos de San Marcos y otro de los talleres nocturnos pero prefiere la soledad. Va al cine cada vez que puede. Al cineclub del Banco de Reserva, al cineclub del Museo de Arte, al del colegio Raimondi, al cine Roma, al Cinematografo de Barranco, los mismos lugares a los que George va todas las noches. Es casi imposible que sea una coincidencia... ... Desde el muro del malecon, el la ve. Ella sale poco, casi siempre esta en casa cuidando a Rainer, que es un hombre mayor: mas parece su abuelo que su padre. Juntos arreglan el jardin de hortensias y geranios (o el jardin de margaritas y llamaplatas: la observacion es literaria, ornamental). Rainer se sienta bajo el dintel de la puerta, Ariadna entra y sale de la casita rosada. Laboriosa, lleva y trae mangueras, semillas, regaderas. ?Nunca ven a George al otro lado de la pista? Buena pregunta: un extrano con una mochila a la espalda, camaras fotograficas, una filmadora, una maquina de escribir, sentado en el muro del malecon, es un personaje conspicuo. ?Sera que George, apenas ellos salen de la casita rosada, se deja caer por el lado opuesto del muro, hacia la playa? Esa es mi conjetura: el se esconde, y, hasta entrada la tarde, los espia desde ahi. George es metodico, desde febrero... LIBRETA 2. Octubre de 1992 ... Cuando Ariadna sale sola, por las noches, los lunes y los miercoles, a los talleres, o al final de la tarde, los viernes o los sabados, para ir al cine, el va tras ella, guardando la distancia. En mi coleccion de VHStengo las imagenes que filma cuando la sigue por la calle. Rompe su costumbre de no subir a microbuses. Trepa al mismo que ella, se sienta en la ultima fila o se queda de pie cerca de la puerta trasera. Ariadna mira la ciudad. George mira a Ariadna. Cuando ella va a los talleres, el regresa al hostal. Cuando va al cine, el continua acechandola: se escurre en la sala detras de ella. Solo la primera vez hay un contratiempo: el portero le dice que no puede entrar con la mochila (Sendero Luminoso, las bombas). George se enfurruna, vuelve al Medialuna, a su cuarto vacio. Se pone la mascara de oso, supongo, intenta dormir ... ... Los dos sabados siguientes ella ve Portero de noche en el Cinematografo y El rey de Nueva York en el Museo de Arte. George se esconde en el viaje de ida, pero, en los cines, se asegura de que Ariadna note su presencia. Tropieza adrede con ella a la salida, se para justo detras en la cola de la boleteria. Ella lo mira de reojo. El sacon de camuflaje militar, la camiseta negra de ilegibles letras amarillas, los borceguies, la gorra de beisbolista: un tipo peculiar. ?Que cosa ve George cuando mira a Ariadna? Me cuesta responder esa pregunta... ... El tercer sabado es 29 de febrero (1992 es un ano bisiesto). Ariadna ve La batalla de Argel, de Pontecorvo, en el Raimondi. Al final, George se le acerca. ?Le dice algo sobre la pelicula? Lo imagino hablando acerca de la primera escena (seria lo logico: en la primera escena hay una tortura). Ella no sabe que responder. Esta asombrada de que George le hable: es un extrano. George quiere aprovechar su desconcierto. Le dice que no sabe si ella se ha dado cuenta, pero, en las ultimas semanas, se han cruzado tres veces en los mismos cines. Ariadna se sobrepone al pudor, inusualmente: responde que si se ha dado cuenta. George dice que eso no puede ser coincidencia. Ella le dice que, en efecto, no parece coincidencia, y que tal vez el la esta siguiendo. George sonrie, dice: quizas eres tu la que me esta siguiendo a mi. ?Ella tambien sonrie? No esta acostumbrada a hablar con desconocidos, y sin embargo, cuando se aleja del cine y George avanza a su lado, no se siente invadida. Vuelven a hablar de La batalla de Argel. El le ha de hacer notar que algunos de los actores no son profesionales, sino rebeldes argelinos que, en la pelicula, hacen el papel de ellos mismos. Ella dira que entonces no es una ficcion. El respondera que no puede no ser una ficcion. Sobre todo las escenas de torturas, debe decir. Ella ha de preguntar por que. El dira: porque una tortura siempre entrana una ficcion. ?Ella vuelve a preguntar por que? Supongamos que si y que George le dice que una persona que tortura a otra espera que le cuenten una historia, pero no siempre le interesa que la historia sea real: solo que parezca verosimil. Ella le da vueltas a esa idea... ... ?George le parece atractivo desde esa primera noche? Las cosas que dice tienen un pie en la truculencia pero suenan interesantes, piensa Ariadna. Van del Raimondi a Miraflores por la avenida Arequipa, una larga caminata (que para George no es nada) por la berma central. Mas alla del cerco de lanzas del Palacio Marsano, una niebla negra viene del parque de Miraflores, devora los jardines de pasto muerto, los troncos cascados de los arboles, las fachadas mugrosas de los edificios, la respiracion de los mendigos en las veredas. Cuando llegan al ovalo de Pardo, George la invita al Haiti. Eligen una mesa afuera. Al rato aparece un grupo de muchachos con chuspas y bigotitos y patillas incipientes, que conocen a Ariadna de los talleres de cine, y se sientan a su lado. Uno de ellos es importante en mi relato porque esta enamorado de Ariadna y porque unos meses mas tarde, despues del crimen, y durante muchos anos --?debido a su amor por ella?-- intentara recomponer los fragmentos de esta historia... DIARIO, 24 de agosto del 2015 (noche) Ese chico era yo. ?Hablaba con malvivientes en terrenos baldios? ?Les contaba historias a las lapidas en los camposantos, a medianoche? ?Marchaba por las calles de Lima con una brujula cuya aguja siempre me apuntaba al corazon? Nada de eso. Era callado. Habia ensenado Literatura al salir de la universidad, en academias preuniversitarias, pero desde hacia unos meses era fotografo en un periodico y por las noches iba a talleres de cine, en uno de los cuales conoci a Ariadna. Mis padres habian muerto dos anos antes. SIGUE LA LIBRETA 2. Octubre de 1992 ... Cuando veo a George, la manera en que reclina la cabeza sobre el hombro derecho y mira los hielos en su vaso de whiskey me produce la certeza de que entre su gorro de beisbolista y el vaso hay un dialogo que le interesa mas que las cosas que ocurren a su alrededor. ?Me demoro en notar que su filmadora, sobre la mesa, esta encendida? No, me doy cuenta de inmediato. En ese momento, no se por que (no me pregunten por que), yo, que tambien traigo una filmadora (vengo del taller), interpreto la suya como un desafio. Quizas es su pinta de americano sucio -- aunque George no esta sucio, nunca esta sucio, sino apenas desalineado-- lo que me sumerge en la atmosfera de un viejo western. El asunto es que de inmediato enciendo mi camara como si desenfundara un revolver. El se da cuenta, sonrie, es la primera imagen suya que grabo... ... Los chicos, mientras tanto, se han puesto a hablar de cine, de la manera en que los chicos de San Marcos y la Catolica hablan de cine, en Lima, en los noventa: entusiastas y aburridos a la vez. George los escucha; tengo la impresion de que los deja hablar. La conversacion es irrelevante. Yo menciono una pelicula de Klimov que nunca he visto. Digo que es la obra maxima del cine ruso. George dice que es una mala pelicula. Despues hace una pausa y se corrige, o eso parece (en verdad no se corrige: siempre responde dos veces, cosas opuestas). Al rato habla sobre una pelicula llamada Menilmontant, de Dimitri Kirsanoff. (Otra noche, mas adelante, una noche cualquiera en un lugar cualquiera de Lima, George me dira algo sobre Menilmontant pero de inmediato se interrumpira y hablara de Los olvidados de Bunuel y dira que una pelicula solo es buena si nos deja la sensacion de que sus personajes nunca perderian el tiempo mirandola). Dice que en Menilmontant esta la clave para entender la historia de la humanidad. Todos esperamos que elabore esa idea (y nadie tiene nada que argumentar porque no sabemos quien es Kirsanoff). George dice tres o cuatro frases sobre la bruma de la realidad y los agujeros que horadan las estrellas y de inmediato se queda callado y vuelve a mirar el vaso de whiskey. Ariadna dice que su pelicula favorita es Sola en la oscuridad, de Terence Young [la mujer ciega, la muneca, el sotano, los manotazos: tiene sentido, pobre Ariadna]... ... En las horas siguientes, George habla a ratos con los chicos y a ratos solo con ella, en voz baja. Ariadna sonrie, el parece sonreir. Le pide su numero de telefono. Ella se lo da. Yo miro todo (mi camara sigue encendida)... ... Esa tambien es la primera vez que veo a Rita Moreno. Dobla por Diagonal, saluda a George, tiene pinta de gitana. Le dice que esta yendo al hostal. El le pide que lo espere. Paga la cuenta de todos, acerca la cara a la cara de Ariadna, le habla al oido. Les pregunta a los chicos cuando piensan ir al cine. Le dicen que el jueves. Quedan en juntarse en el Paseo Colon, a las seis, para ver una de Costa-Gavras. George se va con Rita. Cuando los perdemos de vista, le pregunto a Ariadna como piensa irse a casa y ella me pide que la acompane a tomar un taxi. Nos internamos en la neblina del parque Kennedy. Le pregunto donde ha conocido al gringo y a su novia. Ariadna dice que la mujer no es la novia de George, sino la recepcionista de su hostal (eso le ha dicho). Recien entonces escucho el nombre de George. Es tan predecible que me suena falso, como el nombre de un personaje americano en una pelicula mexicana. El gringo torpe que muere acuchillado en un callejon --pero George no es torpe y solo es medio gringo y no muere, o no muere acuchillado, al menos no en un callejon--. Cuando Ariadna sube al taxi, me quedo mirando la calle y el taxi en la calle e imagino que estoy en el taxi con Ariadna y que le cojo la mano y ella no la retira (por eso se que el momento es imaginario) y que ella inclina la cabeza sobre mi hombro y yo le beso el corto pelo rubio a lo Jean Seberg. El taxi se pierde entre el barullo de los peatones y los microbuses de la calle Berlin, mas alla de la nube purpura del parque, y yo vuelvo a la realidad, y me quedo un rato en la realidad como adentro de una mazmorra y despues me voy caminando a la casa de mi tia...

  • Relatos de amor para jueves con lluvia de Alfonso Reyes

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    El amor duele. A veces tanto, que abre puertas a la locura, a la muerte, incluso… al crimen.
    De amor, y solo de amor, tratan estos 13 relatos.

  • Para siempre de Amaya Felices

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    La nieve caia pesada, amontonandose sobre las lapidas. La fantasmal luna de invierno tocaba con sus palidos rayos los copos estrellados, haciendolos brillar como si fueran el halito que se escapaba de los labios del hombre que, de rodillas, lloraba ante una tumba. Su abrigo, negro y largo, medio cubierto por la ausencia de color que imperaba en el paisaje, bajaba como una pesada mortaja desde sus anchos hombros hasta tocar el suelo, abrazando a aquella tierra que cubria a los muertos. Su rostro estaba inclinado contra el suelo y unos agujeros en la nieve, provocados por el calido fluido vital que destilaban sus ojos, evidenciaban tanto o mas que sus hombros agarrotados el dolor que lo recorria. En la piedra que coronaba la sepultura, el manto blanco tan solo dejaba ver un nombre y el inicio de una fecha: Maria... 19...; asi como el esbozo tallado de los rasgos de lo que debio de ser una joven hermosa. En las sombras de la noche, en el cementerio de aquel pequeno pueblo espanol medio olvidado por sus habitantes, la mujer que portaba un ramo de rosas no vio al hombre que sufria en su homenaje silencioso. Ocupada con sus propios pensamientos e intentando localizar una estela en concreto, no se dio cuenta de la inmovil figura arrodillada hasta que choco contra ella. Sacudida de repente de sus recuerdos, se mordio los labios para callar la maldicion que pugnaba por escaparse de estos. --?Lo siento? ?Le he hecho dano? --se intereso algo preocupada. Una cabeza de cortos y rizados cabellos negros se alzo hacia ella, unos ojos de un tono tan oscuro como el dolor con el que la miraban la dejaron casi sin aliento. No se lo esperaba. --?Eres real? --susurro el. Su voz era profunda y habia algo, aparte de la oscura influencia del lugar en el que estaban, que hizo que la mujer se estremeciera, como si el desconocido no perteneciera a este mundo. --?Que? --se sorprendio la mujer. Era la noche de todos los Santos, de acuerdo, pero ella, con su moderno corte de pelo rubio, su abrigo rojo y sus zapatos negros de tacon no tenia aspecto de no ser de carne y hueso. Siempre le habian dicho que era una mujer de aspecto fragil mas nunca la habian confundido antes con una aparicion. Si es que era eso lo que le acababan de preguntar. --Perdone... --comenzo a levantarse el--, me ha sobresaltado apareciendo asi, como de la nada. --Se sacudio la nieve de los vaqueros y la miro. Los huecos de sus lagrimas habian quedado cubiertos de blanco--. Sobre todo ahora que acababa de invocarla... --murmuro en voz baja las ultimas palabras. --?Disculpe? --Nada, cosas mias --esbozo una sonrisa triste--. ?Busca a alguien? Quiza pueda ayudarla. La chica de cabellos claros se lo quedo mirando, con un dedo dubitativo en su barbilla, como si estuviera intentando dilucidar si era cuerdo entablar una conversacion con un extrano mas alla de la medianoche. Estuvo a punto de decirle que no pero, por mas que no consiguiera acordarse de que, era como si lo conociera de algo. Sacudio la cabeza para librarse de semejantes ideas y decidio que podia confiar en que no iba a intentar robarle. --Se que no son horas, pero he llegado hace poco al pueblo y no queria irme a dormir sin visitar su tumba. --?Senorita? --pregunto dubitativo y continuo ante el cabeceo afirmativo de esta--, imagino que usted tiene muy claro a quien se refiere pero me temo que si no me dice algo mas no voy a poder ayudarla. La mujer se sonrojo ante la torpe omision que acababa de cometer. Fue refrescante para ella pues no solia hacerlo, no desde hacia mucho. --Mi abuela, la tumba de mi abuela. Mis padres y yo nos mudamos a Francia y no habia estado aqui desde que era nina. O al menos desde que ella... --su voz se apago hasta convertirse en un susurro. Pero el hombre, si bien recogio esa nota quebrada, se quedo con el dato de Francia. Lo asimilo, haciendolo encajar con el acento que acompanaba a la manera musical en que ella hablaba. Si no fuera porque sabia que era imposible al verla ante el, con esos mismos rasgos a los que habia suplicado, maldecido y pedido perdon una y otra vez, juraria que el fantasma de su amada se habia hecho carne en esa noche donde los espiritus eran mas fuertes. Si no fuera posible... creeria que estaba otra vez viendo su delicado rostro. Y mientras el hombre intentaba no pensar en ello, en el breve silencio que habia caido entre los dos, la mujer habia olvidado por unos instantes sus propios problemas, atraida como la luz a un agujero negro por la profundidad que percibia bullendo tras los intensos ojos de aquel extrano. (?Habia estado llorando? No es que hoy en dia eso fuera algo tan raro como antano, pero aun asi ella no podia evitar desear saber la respuesta a que podia haberle hecho tanto dano. Y no deberia, pues la vida le habia ensenado a no interesarse por nadie). Al final, la voz masculina rompio el silencio, con fuerza, como obligandoles a ambos a recordar donde estaban. --Si me dice la fecha de la muerte, podemos intentar buscarla. El cementerio no es pequeno pero ha ido creciendo de manera radial, con lo que no creo que sea muy dificil hallarla. --Mire, esto es una locura. --La mujer solto una risa nerviosa, como si se lo hubiera pensado mejor--. Mejor me voy y vuelvo manana. Le otorgo una sonrisa simpatica y comenzo a girarse. --Espere, ni siquiera se su nombre. --Agarro la manga de su abrigo; fuera ella o no, no queria que se marchara. Ella lo miro algo preocupada y tiro para soltarse. A continuacion echo a andar a paso vivo hacia la salida del cementerio. Cambio de opinion a medio camino, atraida como se sentia por ese extrano que parecia recordarle a alguien y se paro un instante, justo el necesario para responderle. --Maria, me llamo Maria. La brisa que se levanto con sus palabras ahogo el eco de sus pisadas. La nieve comenzo a arremolinarse con fuerza y el hombre se giro otra vez hacia la lapida que habia ido a visitar. Sus labios se abrieron y pronunciaron su nombre (Maria...) con la devocion de un rezo, la rabia de una maldicion y la certeza del que se sabe condenado. Bajo sus pies, quedaron aplastados los huecos que sus anteriores lagrimas habian horadado en el blanco suelo. Y los recuerdos fluyeron otra vez, reanimados por ese delicado rostro, sumergiendole en la oscuridad de otra noche de todos los Santos, una acaecida tiempo atras. --Vamos, date prisa --apremio en voz baja el joven a la muchacha que se estaba escabullendo por el jardin de la casona de sus padres. --Shhh, que nos van a oir. Maria acabo de cruzar sendero que la separaba de su amado, entreabrio la puerta de la verja y salio al camino. Mientras esta se cerraba a sus espaldas con un ruido metalico, ella se abrazo a Pedro, dejando caer el hatillo que llevaba entre las manos. --Has venido... --Te lo habia prometido, como no iba a venir si no deseo mas que pasar el resto de mi vida a tu lado. --Vas a perder tu trabajo por fugarte conmigo. --Y tu, tu herencia y tu posicion. --La tomo con dulzura de los hombros y la separo un poco de si, no porque lo deseara sino para poder ver sus ojos, esos enormes ojos verdes de hechicera--. Perdoname por preguntarte otra vez, no es mi intencion dudar de ti, pero necesito recordarte que todavia estas a tiempo: ?seguro que quieres continuar? --Si, Pedro, si que quiero. Y vayamonos antes de que las criadas o los hombres de mi padre se den cuenta de que pasa algo. Los ojos de el se iluminaron de alegria. No habia podido evitar contener el aliento, ni aun en el impetuoso ardor de la juventud concebia que la bella Maria fuera a abandonarlo todo para ser su esposa. Se casarian en ano nuevo, el mismo dia en el que estaba planeada la boda de su amada con otro hombre, uno con varias haciendas. Acerco los labios a los de ella para robarle un beso, no por breve menos apasionado y, tras ayudarla a subir a la grupa de su caballo, emprendieron ambos el camino hacia su nueva vida. El problema llego con la madrugada y los lobos. Se acercaron raudos, silenciosos, sin avisar; como sombras oscuras entre los copos de nieve que conseguian atravesar los arboles. Los amantes, que habia tomado el camino del bosque, se habian parado a descansar en un claro tras considerar que ya estaban lo suficientemente lejos del pueblo. Pese al frio, estaban tapados con mantas. La nevada y el miedo a ser detectados habian impedido que encendieran un fuego. Y cuando llegaron las bestias, la espada de Pedro no fue suficiente: el fue herido pero ella... ella cayo con una fea mordedura en el vientre, una que el no pudo impedir por mas que intento colocarse entre los lobos y su prometida. Corrio la sangre, animal y humana. El invierno estaba siendo especialmente frio y los lobos estaban debilitados por el hambre pero aun asi eran tres y Pedro, por muy buen espadachin que fuera, solo uno. Cuando la loba consiguio rodear su acero y alcanzar a Maria, apoyada asustada contra el tronco de un arbol, el, en medio de un alarido salvaje, dejo su espalda descubierta para socorrerla. Acabo con la bestia en medio de un arrebato de desesperada furia; los otros lobos aprovecharon para herirlo por detras. Despues, ignorando el dolor, se giro para seguir luchando por sus vidas, cuando todo lo que deseaba era comprobar si la herida de Maria era tan mala como le habia parecido. Pasaron interminables minutos hasta que acabo con el ultimo de sus enemigos y pudo inclinarse sobre esta. El mordisco era terrible, una boca sangrante abierta en su vientre. Y ella habia perdido ya tantas fuerzas... Rasgo el hatillo que la mujer habia portado y la tela blanca del vestido que habia dentro, un trozo de la cual uso para presionar la herida. Petalos rojos brotaron en la tela, expandiendose, como burlandose del invierno, de la fria inmutabilidad que seguia cayendo del cielo. --Aguanta, Maria, aguanta. No puedes dejarme.

  • La fuerza de una mirada de Luz Guillen

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    A pesar de su juventud, Diana esta sumida en un pozo de degradacion por culpa de la droga. Cuando mas desesperada esta, una mirada infantil, inocente y llena de esperanza, le da la fuerza necesaria para redimirse.

  • Los saltos de Sara. La historia completa de Susanna Herrero

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    Este libro es una recopilacion de la historia completa de Sara Summers que incluye los titulos: Los saltos de Sara, Las caidas de Sara, Las decisiones de Sara y Simplemente Sara.

  • La llave maestra de D. M. Pulley

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  • 1980 de Juan Vila

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    Fui a Barcelona pero no estaba buscando a mi padre. Fui a presentar una novela y ya no quedaba ni rastro de el. Ni de el ni de la ciudad que conoci de su mano, la de los viajes en Navidad para pasar las fiestas con su familia, la de mi adolescencia despues, cuando todos los anos me acercaba con mis amigos desde el pueblo en el que veraneaba para darnos una vuelta y romper la rutina de muchos dias seguidos a base de playa por las mananas y fiesta todas las noches hasta las tantas. Esa Barcelona para mi tenia algo muy superior a Madrid, era mas culta y civilizada, como lo era mi padre respecto a nosotros. El burguesito catalan presumia de su gran danesa color azul y de su palco en el Liceo. Era alto y fuerte, con aire aristocratico, tenia el pelo blanco y la nariz muy grande, los ojos claros, unas manos como no he vuelto a ver otras iguales en mi vida, unos brazos de acero. Olia muy bien papa, sobre todo cuando olia a el mismo, recien levantado y sin duchar, sin haberse rociado todavia en perfume como haria luego antes de salir de casa. Papa desayunaba zumo de pomelo todas las mananas y unas tostadas de pan con aceite de oliva virgen, cuando eso aun no se llevaba y era imposible encontrar en Madrid, o en Barcelona, otro aceite que no fuera el refinado. Y frente a el, frente al burguesito catalan, estabamos nosotros, los barbaros de la capital, la familia ordinaria y desestructurada que se entendia a base de gritos y malos modos. La abuela, siempre a un paso de estallar en un nuevo ataque de furia, siempre imponiendo su voluntad como una fuerza desatada de la naturaleza, como un tornado o un terremoto, siempre a regimen para controlar su obesidad y siempre comiendoselo todo aunque solo le quedara un diente. La recuerdo muy bien chupando las cabezas de los pescados y el cuello de los pollos, rebanando los platos, acabandose cualquier resto que los demas hubiesemos podido dejar. Era casi un ser mitologico, primitivo y oscuro, la gran ogresa, como la llama uno de mis primos mas queridos. Luego tambien hablaremos de ella, de cuanto la quise y cuanto aun hoy la sigo queriendo. El padre, mi primer padre, habia muerto en un accidente de coche, completamente aplastado por un camionero borracho, y eso fue una bendicion para mi madre. Mama, de pronto, se encontro viuda y con la necesidad de sacar a sus tres hijos adelante. Pero tambien mama se sintio libre en esos anos de cambio y falsa revolucion en Espana, mediados de los setenta, se volco en el trabajo y en divertirse. Mama, por lo tanto, se volvio ausente, invisible para sus hijos, poderosa al margen de ellos, y descubrio emociones hasta entonces desconocidas en diferentes redacciones y con diferentes hombres. La abuela se hizo cargo de esos tres ninos que entre sus gritos, pellizcos y lanzamientos de zapatilla fueron creciendo. Nada especialmente dramatico. No hubo abusos sexuales ni torturas. No hubo malos tratos. Los tres ninos, nosotros, no pasamos hambre, ni frio, ni penalidades de ningun tipo. Fue una infancia afortunada y llena de privilegios. Los tres hermanos hemos superado ya los cuarenta anos y en todo ese tiempo aun no hemos conocido ni la guerra ni la carcel ni una epidemia ni un cataclismo. Incluso el buen trabajo de la madre y su ascendente carrera en los medios le permitio pagar un carisimo pero mediocre colegio en las afueras de Madrid. Cada dia un autobus iba a buscarnos y haciamos, dormidos en el mejor de los casos, los casi treinta kilometros que separaban nuestra casa junto al Retiro de ese espanto de color verde y amarillo en el que perdimos un monton de anos y en el que solo aprendimos lecciones nefastas para el dia de manana. O sea, para hoy. Porque hoy ya es el futuro, incluso lleva tanto tiempo siendolo que el futuro tambien ha envejecido y se ha marchitado, tiene un aroma ligeramente rancio. Lo que quiero decir es que esa infancia no fue terrible, pero si triste, tristisima, y, al menos para el menor de los hermanos, estuvo marcada por una soledad absoluta, tanto en casa con el primer padre muerto, la madre ausente y la abuela gritona, como en el colegio, donde todo resultaba extrano y lejano, extranisimo, casi de otro planeta. Hasta que de repente obro el milagro y el burguesito catalan aparecio en nuestras vidas sin la doga ni el palco, porque esos los dejo en Barcelona, pero si con su presencia real e integradora, con su gran cuerpo, con su decadente sentido de la disciplina y de la familia, con sus viejos principios, que igual eran falsos, pero que consiguieron frenar el desastre y a mi me rescataron de ese vacio en el que flotaba a miles de kilometros de cualquier otro nino o adulto, de la tierra y del mundo, de cualquier cosa, concreta o no, a la que yo pudiera agarrarme o en la que yo pudiera encontrar un refugio, una referencia, un punto de apoyo, lo que fuera, ya digo, con tal de esquivar la tristeza y el miedo, ese vacio y aislamiento, el frio en las tripas y en los pies, un frio mas imaginado que real, pero un frio que helaba por dentro y que a mi estaba a punto de matarme justo cuando aparecio el. ?Como yo no iba a amar Barcelona y todo lo que tenga que ver con mi padre?, ?como, incluso tantos anos despues, yo no voy a sentirme vinculado con esa ciudad aunque nunca haya vivido en ella ni tenga el menor interes en hacerlo, aunque en esa ultima visita me dejara un sabor tan amargo de boca? He dicho que estaba a punto de morir cuando aparecio mi padre. He hablado de un frio en las tripas y en los pies. No exageraba. Aunque me ha podido el lirismo. Fue mas bien fuego, y no habia forma de detenerlo. Afectaba, sobre todo, a la cabeza. Fiebre. Un calurosisimo verano en Almeria y yo ardiendo sobre la cama, sudando y derritiendome, a punto de iniciar uno de esos procesos de combustion espontanea. Mi temperatura corporal se habia fijado en los cuarenta y uno o cuarenta y dos grados. Me deshidrataba por mas que bebiera. Empezaba a morir y nadie sabia que estaba pasando. Era el primer verano de mi padre con nosotros. Mi madre y el ni siquiera se habian casado. La relacion empezo en invierno. Recuerdo perfectamente la primera vez que le vi, y eso muy pocos hijos pueden decirlo. Recuerdo tambien cuanto le odie. Es una escena que ambos comentamos muchas veces y bromeabamos con ella. Debio ocurrir a media tarde. Ya habia oscurecido. Mi madre llamo de forma histerica al portero automatico. Es algo que aun sigue haciendo. Una fuerza desatada de la naturaleza ella tambien, un torbellino, un terremoto. Mama, entonces y ahora, aparece de pronto y le da al botoncito. Le da, le da, le da. Lo mantiene apretado un buen rato. Lo suelta. Vuelve a insistir, golpea con su dedo en el boton una y otra vez, una y otra vez. Ahora toca que suene de forma continuada. Cinco, diez, quince, veinte segundos. Suelta y vuelve a empezar... Mas que una llamada es una exigencia y una importantisima noticia. Es el anuncio de su llegada. El mundo entero debe pararse y rendirle pleitesia. Yo a los siete anos aun participaba del juego, ?como no iba a hacerlo? Ella llamaba y yo corria a abrirle desesperado y gritando: mama, mama, ha venido mama. Como si su vuelta a casa no fuera algo cotidiano sino excepcional. Porque en efecto asi era. Yo corria tan rapido como podia. Atravesaba el larguisimo pasillo de casa. Llegaba al hall. Hacia una breve parada para abrir la puerta. Continuaba corriendo por el descansillo y me lanzaba escaleras abajo para encontrarme con ella, que siempre subia andando, y la abrazaba. Pobre idiota de mi. Cuanto la queria y cuanto la echaba de menos, como me dejaba manipular, como consentia que estrechara y estrechara el vinculo para esclavizarme, para hacerme absolutamente dependiente de sus necesidades y caprichos, para asfixiarme en mas de dos y mas de tres sentidos, y para luego, al final, abandonarme otra vez al vacio y a la tristeza, al miedo, a esa soledad absoluta. Aunque justo esa tarde, o esa noche, despues de la carrera, cuando por fin iba a abrazarla, le vi a el. Le vi y le odie. Ya lo he dicho, pero lo repito. Es un detalle fundamental en esta historia. ?Quien era ese senor?, ?como se atrevia a aparecer en mi casa?, ?iba a robarme a mi madre como ese otro hombre habia hecho antes?, ?se la llevaria el tambien a aquel maldito apartamento de la calle Alberto Alcocer, lleno de libros estupendos, de humo, de whisky? Un paraiso, ya lo creo, para la relacion furtiva, o mas o menos furtiva, que ella habia mantenido con un periodista casado. Mi madre vivia alli mientras nosotros esperabamos junto a mi abuela a que sonara, de la manera mas violenta e impertinente posible, el timbre del portero automatico anunciando su vuelta a casa. Aquella tarde, mama dejo al senor con el que venia en el salon. Creo recordar que le sento en la vieja mecedora de mi abuelo. Es esa otra escena que tengo guardada de forma clarisima en la memoria, aun reconociendo que es muy probable que me la haya inventado: solo diez o quince minutos despues, mi hermana, ya casi en la adolescencia o, si no, en la pubertad, trepa por el cuerpo del burguesito catalan hasta llegar a su meta: las rodillas, y se sienta en ellas. Trata de camelarselo, de seducirlo para conseguir eso que tanto desea. Quiza luego explique de que se trata y por que la actitud de ella esta mas que justificada. De momento, me limitare a senalar hasta que punto somos ya a esa edad --mis siete anos y los once o doce de mi hermana-- la basura o el incalculable tesoro que el dia de manana podra ver el mundo. La idea en si resulta aterradora porque supone que el resto, cualquier cosa que pase o que hagas despues, no servira de mucho, o no servira de nada.

  • Las trampas del afecto de Mari Jungstedt

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    Una controvertida herencia desencadena acontecimientos inesperados en la isla de Gotland

  • La terapia 1 de Rober Ortega

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    Un violador. Un psiquiatra. Un juego mental donde alguien no es quien dice ser. LA TERAPIA es un thriller oscuro, psicologico y visceral que sumerge al lector en la historia de Raul Duque, un veinteanero recien salido de prision que debe acudir semanalmente a la consulta de un psiquiatra, el doctor Samuel Cebrian. Esta relacion desencadena un descubrimiento que convertira una consulta profesional en algo personal, librando una batalla a vida o muerte por un secreto que bajo ningun concepto deberia salir a la luz.

  • A escondidas de Tina Franco

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    Una historia romantica y ardiente entre dos viejos amigos.
    Ella, una chica sensible, audaz y moderna pero respetuosa de sus padres.
    El, un chico bueno que se convirtio en un militar ardiente que roba miradas por donde va.

  • Tu te lo buscaste! 2 de Emma Green

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    Valentine Seguramente tengo la autoestima muy alta (o al menos pienso que mi sistema reproductivo es muy inteligente) ya que llegue a pensar que la pildora del dia siguiente no funcionaria conmigo y que yo seria parte del 5 % de las mujeres con hormonas invencibles. Lastima. Pense que una diosa de la fertilidad se acoplaria bien con un vikingo sobrehumano con trenzas. A pesar de los problemas infinitos que pudieron haber sucedido con el, me habria gustado verme como Artemisa, con el cabello corto, mi aljaba, mis flechas y con un vientre grande, defendiendo la vida cueste lo que cueste; o quiza verme como Juno, con esos senos tan grandes que se salen de su toga romana, sola, dando a luz a un semi-dios, mientras su infiel Jupiter se divierte haciendo del cielo y de la tierra lo que le viene en gana. En una de mis crisis de necedad extrema, incluso busque cual es el nombre de la diosa fertil en la mitologia escandinava: Frigg. ?Suena hermoso, no? Es un nombre muy dulce, muy calido. No es para nada un nombre frigido. No, en verdad, la cultura nordica no esta hecha para mi. Seguire llamandome Valentine y guardare mis suenos de tener pequenos Nils en un rincon (bien escondido) dentro de mi cabeza, dentro del cajon que dice << deseos que nunca se deben saciar >>. Desde hace seis meses me alegro cada dia por no haber repetido la historia familiar; por no haberme embarazado del hombre equivocado, demasiado guapo para ser real, demasiado estupido para quedarse (y sobre todo demasiado extraordinario como para conformarse con una morenita con la que se acosto en la parte trasera de una pick-up en la selva de Madagascar). Seguramente, para Nils Eriksen, esa solo fue una noche como cualquier otra. La prueba de ello es que ya me reemplazo por una putita pelirroja de senos tan saludables que se desbordan y que son capaces de alimentar a una familia numerosa, incluso a pequenos vikingos hambrientos. Entre Nils y esa famosa Rita, las cosas pudieron no haber durado. Jamas debi haberme enterado de su relacion. Sin embargo, ella tenia que hacer un poco de teatro, sus caprichos de actriz joven y mostrar fotos un tanto escandalosas para que la gente hablara de ella. Y, por consiguiente, de el. Una de esas fotos llamo mi atencion, una bella manana, por coincidencia, mientras yo hojeaba con verguenza una revista de espectaculos en la sala de espera del dentista. Cuando el doctor Wong me llama, justo estoy leyendo la nota de una maldita foto: La monumental Rita Shank no le teme a nada... ni siquiera a los resfriados. Estas lineas estaban escritas debajo de un cliche donde la actriz baja de un automovil y donde se veia que al parecer habia olvidado ponerse pantaletas. Cuando el doctor Wong repite: << ?Valentine Laine? >> con un tono interrogativo y un poco impaciente, acepto quitar los ojos de la revista barata y cruzo la mirada con el unico paciente que esta en la sala. Se trata de una persona de sexo masculino y de edad avanzada que levanta las manos para convencer al dentista de que el no se llama Valentine. Yo, muy amablemente, dejo que aquel viejo inocente pase antes que yo a la silla de tortura para asi poder terminar mi lectura. El articulo dedicado a Nils y a Rita no pasa de las seis lineas y termina con esta frase: << Aparentemente, este guapo rubio de porte sueco, que le abre la puerta, esta acostumbrado a las corrientes de aire fuertes. !No parece tenerles miedo! >> !Es noruego, bola de idiotas! No, no le tiene miedo a nada. Y, efectivamente, puede darle calor a quien sea... Cierro secamente la revista, como si el golpe de las paginas pudiera convertirse en una bofetada directa, de mi parte, sobre la mejilla de Rita Shank. Despues espero nerviosa mi turno, mientras pienso que voy a llegar tarde a la oficina; que no debi haber dejado pasar antes que yo al << Senor Valentine >>; y que incluso la sensacion de la fresa de acero en mis dientes sera una tortura insignificante comparada con esta maldita foto que se quedo grabada en mi mente. La imagen de Nils con su traje gris obscuro; Nils con su cuerpo de gladiador; Nils y su cabello rubio casi blanco, que le ha crecido desde la ultima vez que lo vi; Nils y su mano inmensa abierta hacia arriba, tomando elegantemente los dedos barnizados de Rita; Nils con sus hermosos ojos grises entrecerrados, quiza porque admiran el espectaculo de la actriz exhibicionista, o quiza porque les molesta el flash del fotografo. El zumbido metalico que se escucha del otro lado de la pared me pone un poco mas tensa y mi interior sadico se divierte torturandome una vez mas, al revelarme los recuerdos invisibles sobre la foto: los sublimes tatuajes tribales que danzan en sus grandes hombros; el contraste de los dibujos negros y misteriosos sobre su piel blanca, casi angelical; su cabello largo y sedoso de aquel entonces, que se escurria entre mis dedos; la fuerza delicada de sus mano, siempre suaves y viriles, sobre mi cuerpo; la marca de mi mordida de placer en la palma de su mano, prueba de nuestra noche ardiente que seguramente ya se le borro. ?Por que estas imagenes me atormentan aun? ?Por que todas mis sensaciones parecen estar muertas despues de todas las que el me provoco? !Dr. Wong, venga a buscarme! !Y provoqueme dolor, por favor, para que pueda olvidarlo! *** Despues de una limpieza bucal indolora (y completamente incapaz de completar su << mision de sensaciones >>), llego justo a tiempo a la torre Cox a la reunion de las diez de la manana. Me dirijo directamente hacia la pieza principal, con mi saco y mi bolso todavia sobre los hombros. - ?Te tomaste la manana? - me pregunta mi padre que ya esta sentado a la cabeza de la gran mesa en forma de U, con Lana a su lado-. No se si este comentario es una broma tonta de oficina, una tentativa de complicidad entre padre e hija, o solo una de sus observaciones de control freak adicto al trabajo que nunca pensaria en comenzar su jornada laboral despues de las siete y media de la manana. - Gracias por preocuparte por mis horarios, Darren - contesto completamente seria -. La proxima vez te pedire un permiso para ausentarme antes de hacer cita para mi Papanicolaou anual. Tranquilo, no hay nada que temer. No hay descendencia a la vista. No tendras que agregar a otro hijo no deseado en tu testamento. A menos de que alguien mas quiera darte ese regalo voluntariamente... Sin que yo tenga siquiera que mirarla, Lana (que es el brazo derecho de mi padre y su amante favorita) se sonroja y esconde la cara entre los documentos que tiene cerca. Parece que no se da cuenta de que esta mirando un monton de hojas escritas al reves y que evidentemente olvido voltear antes de intentar guardar la compostura. Mi padre se conforma con aclararse la garganta, ajustarse el nudo de la corbata que estaba perfectamente bien colocado y con sonreir falsamente a Faith y a Lewis que apenas acaban de llegar. Inmediatamente despues vienen Becca, Jeff y Rory, los tres jefes de servicio que faltaban. - Ya estamos todos. Podemos comenzar - anuncia rapidamente Darren para romper el silencio incomodo, mientras frota ruidosamente sus manos secas una contra otra-. Ignoro su tic de impaciencia y empiezo la reunion diciendo que nuestro nuevo servicio de trueque va a poder lanzarse en version beta. Evidentemente se espera que el servicio tenga exito e incluso que revolucione el mercado de ventas en linea. Exceptuando a mi padre, todos alrededor de la mesa muestran una sonrisa orgullosa, victoriosa... y cansada. Apenas han pasado seis meses desde que estamos llevando a cabo esta idea para ganarle terreno a nuestra competencia directa. Junto con Faith, mi nueva asistente, los equipos de innovacion y desarrollo, el personal creativo y los agentes de ventas, trabajamos sin descanso en esta carrera contrarreloj. En toda la historia del grupo Cox, nunca se habia pensado, concebido y producido un servicio en tan poco tiempo. Darren, al igual que cualquier gran directivo, deberia estar maravillado. Sin embargo, solo asiente con la cabeza, agitando su cabello blanco (que se deja un poco largo para verse joven). Sus pequenos ojos negros y serios no demuestran ningun tipo de expresion (pero traicionan mucho sus 64 anos). Hay cosas que ni siquiera una fortuna de diez billones de dolares puede pagar... Cansada de su indiferencia, le doy la palabra a Lewis Cole para los detalles tecnicos y, sobre todo, para las cifras que deberian interesar un poco mas al gran directivo Cox. Con su voz monocorde, Lewis me aburre mas rapido de lo que pense. Aprovecho esto para dejar que mi mente se distraiga discretamente. Mi cabeza se divierte resumiendo la situacion: yo, Valentine Laine, me acoste con el hombre que contrato mi padre para traerme sana y salva de un secuestro violento en Madagascar. Por cierto, lo contrato, no para proteger a su unica hija sino para asegurar el futuro de su grupo adorado. Esto podria ser un poco triste y, evidentemente patetico, pero, visto desde este angulo, la situacion casi me hace reir. El dinero del mismisimo Darren Cox pago mi noche de sexo demente a la luz de las estrellas. Es la primera vez que me dan ganas de decir sinceramente << !gracias, papa! >>. ?Y si hago que me secuestren de nuevo...? Pienso en esta idea tonta mientras garabateo sin pensar en la esquina de una hoja, hasta que me doy cuenta de que dibuje figuras misteriosas y tribales que rellene de color negro y que Faith intenta descifrar mientras mira sobre mi hombro. [Al menos finge que estas poniendo atencion a la reunion... !No como yo!] escribo con pequenas letras para que Faith lo lea, y despues agrego una carita que le guina el ojo. ?Como puedo perder todo mi prestigio profesional en menos de diez segundos por un maldito rubio colosal y tatuado que me olvido tan rapido como me sedujo? Yo deberia hacer lo mismo que el. Deberia borrarlo de mi memoria. De mi piel. Ya pasaron seis meses y estoy segura de que mi cerebro hizo mas bellos los recuerdos que tengo de esa noche. Que patetico. !Nils Eriksen, sal de este cuerpo! !Ahora mismo! Si no, regresa a quedarte dentro, suavemente, profunda y locamente, como bien sabes hacerlo... !No! !Alto! Cierro la boca que tenia estupidamente entreabierta, volteo mi hoja garabateada y vuelvo a tomar una postura mas pro, con los ojos fijos en el buen viejo Lewis Cole. Mientras recita sin ninguna modulacion todos esos datos, que sin embargo son interesantes, su camisa se tensa sobre su gran barriga y la tela se separa peligrosamente entre dos botones, justo a la altura del ombligo. No sabia que alguien podia estar tan velludo en esa zona. Por cierto, ?como era el vientre de Nils? Musculoso, si, pero ?imberbe o no? !Dijimos alto!

  • 769 KM de Violeta Hache

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  • Chico Malo de Jorge Borges

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    Soy un tipo peligroso.
    De los que no quieres cerca.
    De los que te enganaran.

  • Nerea y las estrellas (Las estrellas 1) de Estrella Correa

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    Nerea tiene una empresa de exito, un marido que la quiere y una vida perfecta.
    Nerea quiere volver a ser feliz, y cree que, si tiene paciencia y lucha, todo volvera a
    ser como antes; pero no espera que su alrededor cambie tan rapido. Nada es como
    ella pensaba y sus sentimientos se transforman en algo que desconocia.
    Nerea tiene miedo, sin embargo, elige vivir.
    ?Y tu? ?Serias capaz de saltar al vacio sin paracaidas y sin red?

  • Makeup Girl de Rosario Vila

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    Los cuentos de principes azules siempre tienen un final feliz, pero en la vida real las historias de amor continuan despues de la ultima pagina, y Lola, tan candida e insegura, siente que no esta a la altura de alguien tan ideal como Marcos. Lola Glamour, su tienda de cosmeticos, no funciona tan bien como habia sonado --de hecho, funciona de pena-- y despues de mas de un ano de relacion a distancia debe elegir entre seguir acumulando deudas o irse a vivir a Madrid con Marcos. Parece una eleccion sencilla, hasta que Lola, deseosa de impresionarle, comienza a administrar su propio blog de belleza y sus divertidas entradas se hacen de lo mas populares.

  • El club de los caballeros de Priscilla Stuart

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    “Alojamos a casi mil prisioneros aqui en la prision del Castillo del Trueno”, explico el capitan Hamilton. “La mayoria de ellos vive en condiciones que solo pueden describirse como deplorables. Sus vidas son una miseria. Pero algunos de nuestros prisioneros viven muy bien. Son miembros de lo que yo llamo el club de los caballeros “.

  • Las cenizas de Angela de Frank Mccourt

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    En esta extraordinaria obra, convertida ya en un clasico de la literatura, Frank McCourt recuerda su dura infancia en Irlanda. A pesar de todos los obstaculos sufridos por su familia, el lector se encontrara con grandes dosis de humor, compasion y esperanza.

  • Un amor para siempre de Pilar Lepe

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    Entre las colinas y montes de la Toscana, pueden suceder muchas cosas, desde ser asaltada por motociclistas; ser confundida por lo que no eres, a causa de la barrera idiomatica; encontrarte perdida de pronto entre los vinedos; o conocer a un hombre con actitud de macho alfa.
    Todo esto le paso a Brittany, luego que decidiera disfrutar la luna de miel a solas en Italia. Un viaje, planeado desde la frustracion se convertira en uno de absoluto placer, pero ?estara preparada para lidiar con una nueva atraccion?