• lo nuestro es de otro planeta pdf - Emma Mars

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    Un viaje puede cambiarlo todo. Un viaje de trabajo, de ocio o del corazon puede convertirse en el comienzo del resto de tu existencia. Cuando Diana llego a Madrid era jueves por la manana. Parecia un dia normal, aburrido y rutinario, de esos en los que suena el despertador, te despiertas de mal humor, resignada, y te diriges a una gris estacion (todas lo son) para tomar el primer tren del dia. El AVE desde Sevilla que debia coger con destino a Madrid partia a las siete en punto de la manana, ni un minuto antes ni uno despues. Hacia frio, el amanecer quedaba lejos y algunos viajeros se soplaban las manos para entrar en calor. Cargada con una ligera mochila al hombro, Diana se dirigio a la cinta mecanica reprimiendo un bostezo. Sostenia en una mano el programa del congreso al que asistiria los proximos dias. En la otra, un billete de tren que le tendio a un revisor igual de adormecido que el resto de los presentes. Todo parecia aburridamente rutinario. La superficie blanca del convoy resplandecia bajo los brillantes halogenos de la estacion y los ultimos pasajeros apuraban sus cigarrillos en el anden ante la mirada reprobatoria de algunos viajeros. Nada aventuraba lo que sucederia pocas horas despues. Diana entro distraida en el vagon que le habia sido asignado. Tomo asiento, recosto la cabeza contra la ventanilla y a los pocos minutos cerro los ojos presa de un agradable balanceo. Siempre le habian gustado los trenes, su transcurrir lento y cadencioso, los diferentes paisajes deslizandose por la ventanilla como el convoy lo hacia por sus railes. Recordo antes de quedarse dormida que el hombre del tiempo habia anunciado fuertes tormentas en Madrid para los proximos dias. Pero al cabo de un rato el sol andaluz empezo a asomarse con fuerza, transmitiendole una sensacion de paz que solo se quebro cuando el tren llego a su destino. Negras. Nubes negras prenaban todo el cielo madrileno y Diana no pudo evitar bufar con desesperacion cuando piso la calle y los transeuntes corrian para guarecerse de la lluvia. De eso hacia ahora un dia, pero el humor de Diana seguia igual de agitado que el pronostico meteorologico. ?La razon? Saber a ciencia cierta los motivos por los que su jefe la habia elegido a ella para acudir a ese congreso. <>. Javier la llevo a un aparte para hablarle del tema, pero Diana estaba desconcentrada. Solo podia pensar en lo mucho que le repugnaba su aspecto. Su jefe era un hombre bajito y desalinado. Sus hombros solian estar nevados de caspa y odiaba que le hablara tan cerca y su aliento oliera a cebolla y ella pudiera atisbar con claridad los pelillos negros y duros como cuerdas que brotaban de su nariz y orejas. <>. Javier la observo fijamente, a la espera de su respuesta. La miraba confuso, como si acabara de comunicarle que era la empleada del mes o que habia ganado una inmensa cesta de Navidad y esperara una reaccion de jubilo por su parte. Todo lo contrario. Diana no deseaba asistir al congreso y evito gesticular siquiera. El silencio era su gran aliado en estas ocasiones. <>, carraspeo Javier. Y se rasco la nuca profundamente incomodo con su silencio. <>. Fundamental. Esta palabra formaba ya parte de su idiosincrasia laboral tanto como lo hacian los ordenadores o los lenguajes de programacion. Javier era muy dado a utilizarla y Diana a veces no podia evitar repetirla mentalmente. Fundamental esto, fundamental aquello. El la usaba sobre todo cuando pretendia ocultar sus verdaderas intenciones. Diana no le culpaba por ello. Sabia que era poco inteligente decirle a una empleada: <>. Y por eso estaba en Madrid. Resignada. Malhumorada. Asqueada con una mala suerte que parecia haberle tomado carino. Con el descontento anadido de que este era uno de los congresos mas aburridos e interminables de cuantos habia asistido. Todos ellos solian ser eventos soporiferos protagonizados por ponentes pretenciosos y encantados de haberse conocido. Pero este era, si cabe, todavia peor. Estaba lleno de gurus de medio pelo a los que se sentia incapaz de prestar atencion. <>, escucho que decia en ese momento el ponente de turno. <>. Diana reprimio un bostezo y se esforzo por mantener los ojos abiertos, aunque estaba deseando que el dia concluyera para poder regresar cuanto antes al confort de su hotel. Ocho horas de soporiferas ponencias le parecian suficiente tortura. Diez minutos despues se escucharon por fin los aplausos de los alli congregados y Diana sonrio con alivio: el congreso habia terminado y no lo dudo ni un instante. Tomo su mochila, se la puso al hombro y alcanzo la salida antes de que los aplausos hubieran dejado de escucharse. El manto de la noche habia cubierto Madrid cuando abrio la puerta del recinto y puso el primer pie en la calle. El aire parecia cargado de una ansiedad electrica, densa y fastidiosa. La Castellana era un avispero de coches cuyos conductores, enfurecidos, utilizaban el claxon como via de escape a su propio nerviosismo. Cada vez que uno de ellos se despistaba unos segundos, los otros le recordaban a bocinazos que habia tardado mas de la cuenta en arrancar su vehiculo. Diana se contagio muy rapido del mal humor reinante. Cruzo la larga avenida tratando de esquivar los coches que se habian detenido con prisas sobre el paso de peatones; inquieta y enfurrunada, respiro hondo cuando por fin consiguio llegar al otro lado. Las grandes ciudades solian tener este efecto en ella. La multitud de coches, peatones y luces parpadeantes le hacian sentir chiquitita, enjaulada, y estaba tan deseosa de poner tierra de por medio que incluso el agujero del metro, atestado de gente, le parecio un buen escondrijo en el que guarecerse de la jungla de asfalto madrilena. Se subio al vagon y en la barandilla una fila de manos: peludas, suaves, de manicura cuidada, dedos largos y finos, de unas comidas, pintadas o sucias. Cuerpos que se mantenian de pie por inercia, la presion de unos contra otros. Conecto su reproductor de musica e hizo un recuento rapido del numero de estaciones que le quedaban para llegar a su destino. Habia mas de cincuenta hoteles cerca del Palacio de Congresos de Madrid. Cincuenta. Y sin embargo, el suyo se encontraba a las afueras, a varias paradas de metro. Eso significaba que al dia siguiente tendria que levantarse bien temprano para atravesar la ciudad de punta a punta hasta llegar a la Estacion de Atocha. Una autentica perdida de tiempo. ?Cuantos anos llevaba trabajando para Javier? Toda su carrera profesional. ?Y que es lo que habia logrado? Practicamente nada. Su sueldo seguia siendo el mismo y habia veces en las que su jefe la trataba como a la nina de los recados. Diana habia visto ascender a muchos de sus companeros en la mitad de tiempo que ella llevaba trabajando para la empresa. Pero, claro, ellos si se quejaban y, ademas, ?para que negarlo? Eran hombres. A ojos de Javier eso siempre suponia una ventaja. La megafonia del metro anuncio por fin que la siguiente era su parada. Las puertas se abrieron y la marea humana salio a la vida. Diana se encontraba tan cansada que no le importo ser arrastrada por un ovillo de cuerpos ansiosos por salir de las fauces del metro. Con dedos ateridos por el frio, se coloco la capucha, hundio las manos en los bolsillos de su abrigo y apresuro el paso mientras se adentraba en la oscuridad de la noche. La tormenta habia provocado un fallo electrico que fundio varios tramos del alumbrado publico. Los semaforos tampoco funcionaban y Diana se encogio de frio y miedo, tratando de no detenerse demasiado en el hecho de que las calles estaban desiertas y concentrarse en los placeres que aguardaban por ella en la habitacion del hotel. Ciertamente, no era un alojamiento de cinco estrellas --la alcoba olia a cerrado, la decoracion y los muebles parecian escasos--, pero se conformaba con poco. Le bastaba con una ducha de agua bien caliente y un momento de paz. Llamaria al servicio de habitaciones, pediria algo ligero pero sabroso y veria cualquier programa de television hasta quedarse aturdida en la comodidad de su cama. En ese momento cualquier cosa le parecio mas apetecible que caminar bajo la lluvia, expuesta a los vientos racheados de la tormenta. Transcurrieron unos minutos hasta que pudo distinguir a lo lejos la entrada del hotel. Esto le hizo sonreir. Los hoteles tenian algo especial, una esencia diferente, invitadora, no sabria explicarlo. Le sugerian historias descabelladas, romances prohibidos, encuentros entre personas con la peor de las intenciones. En los hoteles se alojaba gente tan variopinta que, incluso con su imaginacion desbordada, le resultaba dificil conjeturar todo lo que podia acontecer entre sus paredes. Asesinatos. Traiciones. Conspiraciones. El cielo de lo incorrecto era el limite. Por desgracia, ella era solo una humilde programadora cuya estancia alli no tenia nada singular. Al menos, hasta ese momento. Su destino parecio cambiar cuando advirtio por el rabillo del ojo un bulto tendido sobre la acera. Era tan voluminoso que resultaba imposible no reparar en el, enseguida llamo su atencion. Lo miro con recelo al principio, pero siguio caminando, sin saber de que se trataba. La miopia de Diana le impedia ver con nitidez a cierta distancia y sus gafas estaban en el interior de la mochila. Entorno los ojos para intentar averiguar que era. Tal vez una bolsa de basura. O los despojos de alguna construccion cercana. Habia un solar vacio justo al lado, bien podia tratarse de algun desecho procedente de alli, se dijo a si misma, intentando restarle importancia. Entonces algo la obligo a detener su marcha. Se paro en seco al ver que el bulto se estaba moviendo. ?A lo mejor habia sido el viento? Diana entorno todavia mas los ojos hasta convertirlos en dos rayas paralelas a ambos lados de su nariz. Le costo esfuerzo, pero acabo confirmando que no se trataba del viento: algo muy vivo se retorcia en ese solar vacio, a merced de la tormenta. Miro a ambos lados de la calle, confundida, sin saber que hacer. A veces se asustaba por nada pero trato de controlar sus nervios. Necesitaba pensar con claridad, asi que respiro hondo y se acerco con cautela al bulto. ?Un perro? ?Algun animal? ?La atacaria si se acercaba demasiado? Dio un paso, dos, mientras el bulto iba tomando forma, mostrandose menos borroso. Cuando lo vio con total claridad, no pudo evitar reprimir un grito ahogado. Aquello no era un animal ni basura ni nada similar. Muy al contrario: habia una mujer tendida en el suelo y parecia desmayada. La sorpresa de su descubrimiento la hizo sentir aturdida, no sabia que hacer. Tenia que haber alguien en los alrededores que pudiera ayudarla, ?no? Aquella mujer no podia estar sola, abandonada en un solar como la colilla de un cigarrillo. Diana se giro en redondo aunque no tenia muy claro que estaba buscando; tal vez solo alguien que pudiera asistirla, pero no habia nadie en los alrededores. La unica senal de vida humana era el destartalado letrero de una cafeteria cercana; sus luces chasqueaban como pidiendo auxilio. Esperanzada, advirtio que el dueno echaba en ese momento la reja para dar la jornada por concluida. --!Eh! !Espere! !No se vaya, necesito ayuda! Le grito con todas sus fuerzas, pero el viento ululaba con impetu y la lluvia se estampaba furiosa contra el asfalto, por lo que el hombre no fue capaz de escucharla. Diana intento acercarse, pero el se metio enseguida en el coche y arranco el motor para quedar engullido por la negrura nocturna como todo lo demas. Estaba sola, completamente sola, y habia una persona tendida en la acera que necesitaba asistencia. ?Que debia hacer en un caso asi? Diana no recordaba haber estado jamas en una situacion semejante. Por esos caprichos que tiene la memoria, recordo una noticia que habia leido unas semanas atras en el periodico: <>. Tenia veintiseis anos, nadie sabia que le habia ocurrido, los medicos no consiguieron explicar la causa exacta de su fallecimiento. Ningun familiar reclamo su cuerpo. Aparecio de la nada y se fue del mismo modo. Al leer la noticia habia sentido unos escalofrios similares a los que experimentaba ahora. ?Seria este un caso similar? ?Y ella la desafortunada que se habia topado con el? Mientras luchaba por mantener a raya su ansiedad, intento ver la cara de la mujer, pero desde su posicion solo consiguio advertir parte de su melena. Podia tratarse de cualquiera: una sin techo a la que la tormenta hubiera tomado por sorpresa; una adolescente fugada de su casa tras pelearse con sus padres; la enferma que se escapo de un manicomio (esta opcion no le gustaba demasiado) o el cadaver que un asesino habia dejado alli tendido porque no se le ocurrio mejor lugar donde esconderlo (improbable, pero posible, ?por que no?). La mente de Diana se hacia preguntas sin respuestas, pero la sospecha de haber encontrado un cadaver hizo que palideciera subitamente. Antes le habia dado la impresion de que se movia, aunque podia haberlo imaginado. Necesitaba acercarse para comprobarlo. Asi lo hizo, muy despacio, hasta que quedo arrodillada al lado de la desfallecida y pudo reparar en su aspecto. Tenia el rostro liso y palido, una frente tersa y la piel casi perfecta, sin una sola mancha a excepcion de un extravagante maquillaje. Calculo que rondaria la treintena y le tranquilizo ver su placido gesto de inocencia. El sereno rostro de la mujer no encajaba con la escena, tenia la cara de alguien que deberia estar en su casa viendo el telediario y disfrutando de una cena caliente en compania de algun ser querido. Y sin embargo, alli estaba, tirada en un solar, abandonada a su suerte. Diana comprobo de inmediato que su pecho subia y bajaba al compas de su respiracion y le alivio saber que no saldria en las noticias explicando como se habia encontrado un frio cadaver bajo una fuerte tormenta. Finalmente, coloco una mano sobre el hombro de la desconocida y la meneo con suavidad para intentar despertarla. Hacia frio, pero su cuerpo estaba caliente. --Oiga, ?puede escucharme? ?Se encuentra bien? No obtuvo respuesta. Parecia profundamente dormida o desmayada. Lo intento de nuevo, ahora elevando el volumen de su voz: --?Puede oirme? ?Se encuentra bien? Nada. La lluvia seguia cayendo sin piedad, tiritaba de frio y a Diana se le agotaban los recursos. Haria bien en delegar el caso a la policia y dejar que ellos se ocuparan. Pero cuando estaba a punto de marcar el 092 unas luces de intenso color azul quebraron la noche. Todavia arrodillada en el suelo, miro por encima de su hombro para ver que se trataba de un coche de policia: --?Se encuentra bien, senorita? --Le pregunto un agente, sacando la cabeza por la ventanilla. --Yo si, pero me temo que ella no. !Acabo de encontrarmela asi! El policia estiro el cuello. Desde donde estaba no parecia capaz de ver a la mujer desmayada. Tomo una gorra del salpicadero del coche, se la calo hasta las orejas y se acerco con cara circunspecta. --Estaba a punto de llamarles. --?Es familiar suya? --?Que? No, no. Yo solo estaba de camino a mi hotel. Acabo de encontrarmela. El agente se arrodillo junto a la mujer y presiono sus dedos contra la muneca. Espero unos segundos en los que la ansiedad reinante parecio detener el tiempo. --No tiene pulso. Diana abrio los ojos de puro terror. ?No estaria el pensando que...? --Agente, le juro por lo que mas quiera que yo no la he matado. Yo solo pasaba por aqui, yo solo queria... --Tranquilicese, por favor --le ordeno el policia en tono imperativo--. No estoy diciendo que la haya matado. ?Ve? Esta respirando. Diana se fijo en que efectivamente respiraba, tal y como ella misma habia comprobado minutos antes. Necesitaba tranquilizarse. Nadie la estaba culpando. No era una sospechosa, solo un testigo. Es que no has hecho nada, idiota, se recordo con enfado. --?Entonces? ?Que es lo que quiere decir? --Que no soy capaz de encontrarle el pulso. ?Tiene idea de que ha podido ocurrirle? Nego con la cabeza. --Ya estaba asi cuando yo llegue. --?Y sabe si tiene documentacion? Diana volvio a negar con la cabeza. Por supuesto que no lo sabia. ?Acaso el creia que se atreveria a meter la mano en el bolso de una extrana? La simple idea conseguia ofenderla. Estuvo a punto de hacerselo saber, que todavia existia gente decente y con modales, pero ya no le prestaba atencion. El policia se meso la barbilla con gesto preocupado, quiza arrepentido de haber detenido el coche para asistirla. Tiene cara de Gonzalez y de ser un bonachon, penso. Seguro que su esposa le recomienda siempre que haga la vista gorda como hacen otros de sus companeros. <>. Pero Gonzalez no es asi. A el le gusta ser diligente en su trabajo, es un caballero y si ve a una damisela en apuros es incapaz de no pararse a echar un vistazo. Agente Gonzalez, no le conozco, pero sepa usted que ya me cae bien. --Quedese aqui, ahora vuelvo. Gonzalez se incorporo entonces y fue hasta el coche para hablar por radio con la centralita. Ella no era capaz de escuchar lo que decia, pero empezaba a sospechar que la noche se alargaria porque no podria irse hasta que el agente se lo permitiera. Esto le hizo resoplar con desesperacion. No solo tenia que aguantar horas y horas de un congreso horrible y alojarse en un hotel ubicado en el otro extremo de la ciudad, sino que ahora se veia obligada a esperar bajo la lluvia. Sin cena, sin ducha, calada y tiritando de frio hasta que Gonzalez lo considerara oportuno. Agente Gonzalez: no le conozco, pero sepa usted que ya no me cae tan bien. Fastidiada, se arrebujo en su abrigo para no sentir el frio que estaba empezando a calar sus huesos. Anhelo tener algo con lo que entretenerse mientras esperaba, pero sintio miedo de sacar el movil por si el policia la llamaba al orden. Fue en ese momento cuando la mujer empezo a parpadear. --!Gonzalez! --grito Diana con todas sus fuerzas. El policia la miro confundido y entonces se dio cuenta de que no estaba segura de que se llamara asi--. !Agente! !Venga! !Se ha despertado! Gonzalez solto enseguida el aparato de radio y acudio presto a su encuentro. Se arrodillo junto a la mujer: --?Puede oirme? ?Se encuentra bien? Cuando volvio en si, la desmayada parpadeo durante unos segundos con desconcierto, parecia aturdida. Los observaba como si no recordara como habia acabado alli o por que. Tenia el mismo gesto aletargado de quien despierta de un largo y profundo sueno. --?Se encuentra bien? --repitio el. Transcurrieron unos segundos hasta que la mujer dijo por fin sus primeras palabras: --Ich bin gut, danke. Diana miro al policia para ver si la habia entendido. Los idiomas nunca habian sido su fuerte. Sabia un poco de ingles, sobre todo palabras relacionadas con el lenguaje de la programacion, y en el colegio habia aprendido algo de frances. Pero estaba casi segura de que la lengua que habia empleado para comunicarse con ellos no era ninguna de las dos. --Creo que habla aleman. Gonzalez fruncio el ceno como si este nuevo contratiempo le fastidiara, pero no por ello cejo en su interrogatorio: --Senorita, ?habla nuestro idioma? ?Entiende lo que le digo? La mujer pestaneo entonces muy rapido. Al principio Diana penso que no habia entendido la pregunta. Normal, es alemana, lo maximo que sabra decir es "cerveza", "Mallorca" o "salchicha". Para ella eso explicaba su pintoresco aspecto. Porque su nerviosismo previo le habia impedido reparar en las manifiestas rarezas de la alemana. Al observarla ahora con detenimiento advirtio que tenia media cara pintada con una especie de motivo tribal, los ojos perfilados con lapiz de color negro y el pelo en dos tonalidades: el lado izquierdo era naranja, el derecho azul. --No puede entendernos. Es alemana --razono Diana. Entonces descubrio hasta que punto estaba equivocada: --Oh, lo siento. !Idioma incorrecto! --dijo la mujer, esta vez en perfecto espanol--. No soy alemana, pero me encuentro perfectamente, gracias, muy amable. ?Mejor asi? ?Me entiende bien ahora? Gonzalez la miro sin saber que decir. Observo a Diana en busca de respuestas, pero ella tampoco las tenia. --?Recuerda algo de lo ocurrido? ?La han agredido? --?Agredido? --Se sorprendio la mujer--. Oh, no, solo me cai cuando la nave perdio fuerza. --Senalo un lugar impreciso en la negrura del cielo. Tanto Gonzalez como Diana elevaron la vista como si esperaran ver un avion sobrevolando en ese mismo instante sus cabezas. Por supuesto, lo unico que encontraron fue un cielo negro como la noche y miles de gotas estampandose con fuerza contra su frente. --?Ha dicho usted una... nave? Asintio con vigor. --?Que tipo de nave?

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  • Fantasia mediterranea de Julia James

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    Su proposicion habia sido por pura conveniencia... pero el deseo que habia nacido entre ellos no era conveniente en absoluto.

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  • Cuatrojos de Carolina Carbone

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    REMEDIOS CASEROS Trate todo para curar el estres. Contar: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… Rezar: Dios… !que todo pase de una vez! Comprar: pastillas de magnesio fosforico, y un par de mascaras de ginseng. Tomar: manzanilla, cava y un te loco que tenia valeriana. No paso nada. La cura es no crear monstruos de la nada. CERA Si me sacaras palabras como pelos este si que seria un espectacular mundo. Lampino. No costaria tanto hablar, todos los pelos se van y crecen, pero menos y menos. No callaria, pero jamas, si tu me aseguras: duele menos al hacerlo mas, los poros ceden, los pelos se van sin sentirlos mas. Pues... yo no lo creo. Cada palabra hierve, se pega. No voy a hablar mas. HIPERBOLE Voy desde cero hasta el cielo, con jalada de pelos. No sufro, muero. Disfruto, no puedo. TERAPIA Soy invencible (o eso quiero creer), pero mi peor enemiga tambien. Estoy preocupada porque no quiero hablar con otro sobre problemas que no puedo definir. Soy de lo peor (o eso quiero creer) me averguenza pensar que lo mio no es lo peor. Estoy mejor cuando puedo hablar y vencer las ideas que no me dejan avanzar. NAUSEAS Tengo miedo de fallar, que pena no poder comprar humildad para afrontar la realidad: no tengo que ganar. SIN MEDIDA Necesito unos lentes para ver la locura en toda la gente. Necesito unos lentes para dejar de ver la locura en mi mente. Necesito unos lentes para ver la verdad no estoy sola, de repente. Necesito unos lentes para dejar de ver la verdad, del resto no soy tan diferente. 24/7 Me preguntaste si hoy me quedaba hasta tarde en el trabajo. La pregunta no tenia sentido porque siempre estaba ahi, pensando en lo que hice, no hice y deberia hacer. "Nunca me fui", te respondi. CARTA DE RENUNCIA Dejame ser debil y feliz. Quiero abandonar todo para poder hallarme y darme tiempo para mi. FINAL INFELIZ No hay peor castigo que estar atrapado en tu propio castillo. Es muy dificil escapar cuando tu pelo te acabas de cortar. No te puedes lanzar de una torre asi no mas, te tienes que salvar. ?LE TEMES A LA OSCURIDAD? No, pero cada vez que voy al cine converso con la muerte. Mientras veo superestrellas y galaxias muy, muy lejanas escucho su reclamo: ?Por que te refugias antes de tiempo en la oscuridad? Y yo siempre le repito calmada, antes de ser silenciada por el resto de la sala: "Creo que la pregunta es: ?por que escapo de la realidad?"

  • Sangre de una estrella violeta (The Zuccarelli 2) de Mar B. Prat

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    No sigas leyendo si no has leido “Los Zuccarelli”.

  • Cristiano y Leo de Jimmy Burns

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  • Grandes estrategias de John Lewis Gaddis

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    Una clase magistral sobre el arte del liderazgo por el mayor experto mundial en pensamiento estrategico.

  • Entre las nubes y las estrellas (Between 1) de Gema Martin Munoz

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    Primera entrega de la serie Between.

  • Fuera de su tiempo de Rangel M. Bellerose

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    1 CAPITULO 1 El libro 877 en las cuevas de Altamira, Espana. -!Fred!, !Fred!-, grito, -!han encontrado algo muy extrano, raro..., ven por favor! Fred era su companero, un arqueologo con bastante mala reputacion en las relaciones sociales, pero un gran profesional en su campo, habian avisado a quien grita para que entrasen en la cueva, y de inmediato, esta supo de lo extraordinario que tenian ante sus ojos. -?Que sucede senorita Storm?-, le pregunto Fred. Ese hombre siempre pensativo con su sombrero beige y bigote. -Creo que no se va a creer lo que hemos hallado en la cueva-, le dijo la mujer arqueologa. Al igual que su companero, esta era una joven de unos veintisiete anos, entusiasta por descubrir cosas del pasado, de la historia, pero a diferencia de Fred Smith, ella ni tenia su prestigio en ese mundo, ni la valia de la que tanto presumia su companero. No en vano, Fred era portada por tantos nuevos hallazgos, como por su desleal comportamiento ante la sociedad mas de elite. -Esta segura... son pocas las cosas que me sorprenden a estas alturas de la vida-, le respondio, -vaya a llamar a Victor, el no querra perderse su fabuloso descubrimiento. -Victor ya esta en la cueva, senor Smith-, le dijo ella. La mujer siempre correcta y amable en sus palabras, era una joven educada en la alta sociedad britanica, pero su pasion por lo desconocido le llevo a escoger una profesion, donde no era muy bien recibida. -Estupendo..., pues vamos a la cueva a ver eso tan fascinante. Ambos entraron a ese maravilloso lugar, en donde el tiempo quedo paralizado, donde nuestros ancestros dejaron sus huellas en forma de pinturas, como si aquel recondito lugar perteneciera al pasado. En una de las grutas, en donde se habian centrado los esfuerzos de los tres arqueologos, y el de los seis acompanantes o peones, asomaba bajo la dura piedra, una especie de paquete, atado con hilos de hebras y envuelto en multiples hojas de una especie de higuera, pero hojas de mayor tamano. -?Que es lo fabuloso?-, pregunto Fred. Victor le miro incredulo, este era otro joven, de unos treinta anos, sin mucha experiencia o reconocimiento, pero mucho mas entregado que Fred en sus labores, de origen hispano, a diferencia de Fred Smith y Camila Storm, los cuales eran ingleses, -ese paquete ha sido conservado a conciencia..., debe ser incluso mas antiguo que las pinturas. -Yo solo veo un trozo de hojas podridas-, respondio el ingles. -No podemos apreciar su tamano hasta que no lo desenterremos, pero queria que fuese usted quien lo describiese, creo que puede ser algo significativo-, le dijo Camila alumbrando con el candil. -Esta bien..., no deberia perder el tiempo, pero si es usted quien me lo propone, lo hare-, le contesto. Se sabia que Fred era un hombre muy admirado entre las senoritas, un verdadero seductor con estas y tambien con alguna que otra senora. -?Quiere que lo extraiga yo?-, le pregunto Victor. -No..., prefiero que lo hagan mis hombres, ellos tienen mas experiencia, si os apartais podremos comenzar. Tras un largo y laborioso trabajo, bajo la tenue luz de las antorchas, los arqueologos prestaban su paciencia al convencimiento de que estaban ante algo digno de ser estudiado, muy poca atencion habia sobre las cuevas de Altamira, tenian todos los permisos en regla para trabajar alli, y estos podian hacer cuanto les diese la gana en aquella magica y espectacular cueva. La noche se les vino, no era facil desenterrar en la piedra un objeto tan fragil como las alas de una mariposa, danadas con el paso de los siglos, y utilizando tan solo unas escobillas de puntas metalicas. -Creo que hoy va a ser dificil que lo podamos extraer-, decia Fred, -tal vez debieramos descansar hasta manana. -Usted es quien decide senor-, le respondio la joven emocionada con todo lo que se hallaba en las cuevas. -!Vamos a recoger todo y manana se proseguira donde lo hemos dejado!-, exclamo a sus operarios. Todos abandonaron el trabajo, la voz de Fred retumbaba en las paredes y se podian escuchar caer gotas de humedad al fondo en la oscuridad de la agonica cueva, de hecho, ese bulto estaba en el rincon ultimo, donde se supone que los antepasados usaban para dormir debido a la poca altura del techo de la cueva en esa zona. -?Le apetece cenar esta noche conmigo?-, pregunto el ingles a la joven, -en mi tienda dispongo de todo para su comodidad. Camila miro timidamente al hombre, luego un poco nerviosa miro a Victor, el cual estaba cerca de ellos, -no creo que sea apropiado para una mujer soltera. -Unicamente se trata de mantener una conversacion... no veo nada mal intencionado en ello, me gustaria conocerla un poco mas-, le hablo en tono seductor. -Entonces podriamos cenar los tres juntos-, respondio sujetando del brazo al hispano. Eso no gusto a Fred, de hecho, se le pudo notar en sus gestos, pero como iba a poder decir ahora que no, -claro…, cuantos mas seamos mejor-, dijo. Se alejo de ellos direccion a su tienda, los otros dos arqueologos se quedaron rezagados, -no debiste decirle eso, no creo que le guste que entre en su tienda-, solto Victor. -Pues que se enfade, somos un equipo y no veo razon para que no pueda cenar con nosotros. -Yo pienso que para el si que la hay…, no soy mas que un incordio entre vosotros. Ella se sonrojo, no porque tuviera nada con Fred, sino por el simple hecho de escuchar a Victor hablar de posibilidad de encuentro sexual con un hombre. -No hable asi, nada hay entre Fred y yo..., es un magnifico arqueologo, pero al igual que lo sera usted. -La conozco desde hace poco tiempo, pero es usted muy amable y me gustaria... que si fuese posible nos tutearamos-, le dijo. -?Como voy a hacer eso?…, en mi familia siempre se ha hablado con respeto, no puedo tutearle-, respondio sonriente y un poco menos sonrojada. Durante la noche, en la tienda de Fred, cenaban los tres con una vacia conversacion, podia notarse la tension entre quien no queria estar alli, quien no deseaba que alguno estuviera alli y el poco tiempo que hacia que se conocian, a veces era el silencio quien gritaba. -?Y pertenece usted a la familia de los Storm de Londres?-, le pregunto el ingles. -Mi padre es Alva Storm, hijo del dueno del mayor banco de Inglaterra, pero no me gusta nada que se me relacione con eso-, respondio. -No la entiendo, con una de las familias mas reputadas del pais, no comprendo que esta haciendo usted aqui, manchandose las ropas y las manos con tierra. -Hay pasiones que no entienden de logica..., usted deberia entenderme. -?Yo?, mi padre era herrero, muchas veces use el martillo, pero deseaba salir de ese trabajo tan duro y monotono..., esta fue mi unica alternativa y ahora me alegro por haberlo hecho. -Pensaba que lo suyo era mas vocacional-, le dijo Victor. -Al principio si, pero cuando has encontrado tantos tesoros y tantos reconocimientos, ya no es lo mismo. -Pero si es usted muy joven-, le dijo Camila. -Tengo ya treinta y seis anos…, ?joven?, llevo treinta trabajando, no en la arqueologia, pero trabajando…, solo quiero parar y disfrutar de lo que he conseguido-, decia. Miro a la joven, -y sin duda disfrutar de la compania de una senorita… tal vez se refiera usted a eso cuando dice que hay pasiones que no entienden de logica. Ella se sonrojo y le desvio la mirada, -es tarde..., creo que me voy a retirar. -Es cierto, muchas gracias por la cena y el vino-, dijo tambien Victor, -yo la acompano a su tienda senorita. -Buenas noches-, les dijo el ingles sin levantarse del asiento, algo poco habitual en un hombre al retirarse una mujer de la mesa. Victor y Camila salieron bajo un manto de estrellas, la noche era silenciosa, junto a la tienda de Fred, se encontraba la de Victor y un poco mas alla, la de la arqueologa en una extension pequena de terreno que mantenia la horizontalidad en el terreno, detras estaban las de los operarios. -?Cree usted que se ha molestado el senor Smith por no responderle?-, le pregunto la joven a Victor. -Creo que se ha molestado por otros motivos... es usted una joven muy bella y Fred es un hombre... como decirlo. -?Lanzado? -Bueno mas o menos... a mi no me gusta interferir en la vida de nadie, pero tenga cuidado con el. -No se preocupe por nada, soy una mujer con las ideas claras. -Me gusta que sea asi, pero el amor ciega... creame. -Buenas noches, gracias por acompanarme y por sus palabras. -Buenas noches... que descanse-, le dijo. Ella entro en su tienda y el joven se retiro a la suya, el dia habia concluido. La luz que entraba a traves de la tela beige de la tienda, dibujaba sus formas en el cuerpo bien vestido, con las prendas del sueno, de Camila. Esa claridad molesto en sus cerrados ojos, era la hora de levantarse y seguir con el trabajo, no sin antes tomar una buena taza de te caliente, era finales de otono y ya refrescaba bastante. Nada mas salir de su tienda, la mujer se dejo llevar por el fresco de la soleada manana en un enclave tan maravilloso, Camila sonaba desde pequena con la historia, con encontrar ese eslabon perdido que nos une a los mas primitivos. -Buenos dias-, le dijo Fred sentado junto a los demas, tomando el te y rodeando un pequeno fuego donde calentaban el agua, antes de comenzar con las labores. -Buenos dias, senor Smith…, tengo muchas ganas de ver que contiene ese bulto, apenas he podido dormir. El arqueologo la miro con prepotencia, -no creo que pueda mostrar nada mas maravilloso que esas pinturas de los techos, cada dia estoy mas fascinado con ellas. -Es algo que no le pongo en duda, pero ?no tiene interes por saber que contiene ese objeto? -Hay una gran controversia en si esas pinturas son antiguas o falsas..., debemos acabar con esa idea de inmediato, esto se debe mostrar al mundo como lo que es, y sinceramente no veo nada en particular con ese envoltorio. -Pero usted mismo ha visto con el esmero en que se ha tratado de conservar…, no puede contener algo banal. -Ya hemos recogido muestras de puntas, herramientas e incluso cenizas, lo que a mi realmente me fascina son esas pinturas, mi obligacion es datarlas lo antes posible para que se maraville el mundo. Ella mostro en su rostro la decepcion con la que la habia despertado, no comprendia que le habia hecho cambiar de opinion en la noche, -entonces., ?no va a reanudar los trabajos para desenterrarlo? -Por supuesto que no, ese trabajo lo podeis hacer vos y su buen amigo Victor-, le contesto. Seguramente no le habia caido bien que invitara al joven arqueologo a cenar y mucho menos que le rechazara su proposicion de conversar con ella a solas. -Muy bien senor Smith... puede que luego de que lo hallamos desenterrado no se nos reconozca ni el lugar, ni la fecha, nosotros no tenemos su prestigio y veracidad ante los medios.

  • El filo de la verdad de Selva Palacios

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    Un sol de justicia caia impio sobre Nueva Trada. Ni siquiera los ancianos mas longevos recordaban haber sufrido con anterioridad un calor como ese que asolaba la ciudad desde hacia varios dias. Mik Rogers accedio con parsimonia a una de las tabernas mas inmundas del puerto. Saludo al dueno mientras caminaba hacia el fondo del local. Los parroquianos dormian la mona o bebian sumidos en el pozo de sus pensamientos. Ninguno tenia demasiada gana de charla, de juerga o de trifulca. Eso lo dejarian para cuando la noche cayera y la temperatura diese un respiro. Dentro no olia a orines como en las inmediaciones, pero si a sudor rancio. Mik arrugo la nariz y clavo su mirada en la mesa mas apartada, esa que permanecia guarecida por la penumbra en un rincon y que habia reclamado tiempo atras como suya. La utilizaba como centro de operaciones para sellar todo tipo de acuerdos turbios. El antiguo pirata llevaba trece anos pululando por los bajos fondos de aquella ciudad maldita, esclavo de los pactos que amarraban en corto su conciencia, preso de los malos recuerdos que enturbiaban sus pesadillas. Un hombre se hallaba sentado en su silla. Portaba esa mirada turbia de quienes ya estan acostumbrados a que el duermevela ligero sustituya un descanso reparador. Daba cuenta sin prisa alguna de una botella de vino medio vacia y mantenia la cabeza gacha, como si en el fondo quisiera pasar desapercibido. Mik alzo las cejas, sin dar credito. Debia tratarse de un error: a aquella hora intempestiva esperaba encontrarse con un servicial criado y, en cambio, era un caballero el que ahora habia engarzado su mirada con la suya y lo estudiaba con un rictus de seriedad demasiado impostado bajo su sombrero. No albergo duda alguna: el origen de ese tipo era noble y lo dilucido por sus ropas, por la rigidez a la que sometia a su espalda, pero, sobre todo, por la manera en que desentonaba en aquel tugurio. Estaba fuera de su ambiente y era tan obvio que, si perdia cuidado, pronto tendria problemas. Mik se sento frente al desconocido con recelo, pero intrigado por saber que asuntos queria tratar con un don nadie como el. -- Dispensa si no me quito el sombrero -- dijo hombre, tocandose el ala --, pero tengo motivos para conservarlo sobre mi cabeza. Mik sonrio, divertido. Su dentadura blanca contrasto al instante con su piel morena. -- ?Y cuales son dichos motivos, senor? Si no le importa que le pregunte... -- Dos, principalmente -- contesto, muy sereno --. El primero, que deseo minimizar el riesgo de ser reconocido. El segundo, que no pretendo tener deferencia para con un hombre de tu calana. Sin ofender --. Anadio, muy serio. Mik rio. Echo la cabeza hacia atras y expulso con fuerza el aire por la nariz. Despues, robo un trago a la botella que reposaba sobre la mesa. El liquido caliente se deslizo por su garganta y le revolvio las tripas. -- Hace falta mucho mas que palabras para ofenderme, senor, asi que pierda cuidado. Yo si que me descubrire la cabeza -- anuncio, tras despojarse de su sombrero y dejarlo descansando sobre la rodilla izquierda --. Al fin y al cabo, estoy ante un respetable miembro de la ilustre ciudad de Nueva Trada. El caballero le dedico una sonrisa ladeada que no duro mucho. Paso por alto el tono condescendiente de Mik y fue directo al grano. -- Supongo que te estaras preguntando por que estoy aqui cuando podria haber enviado a un intermediario en mi lugar... Mik coloco el codo en el respaldo de la silla y apoyo la espalda en la sucia madera. Estudio a aquel tipo, intrigado. Tenia la piel muy blanca y su barba bien recortada enmarcaba una boca de labios finos y dentadura pobre. -- Entiendo que estara a punto de desvelarme la incognita. -- En efecto. Veras, la cuestion es que si puedo encargarme yo mismo de un asunto tan delicado como este que nos trae entre manos, no lo dejare en las de otros. Es el unico modo de asegurarme de que todo saldra como es debido. Mik se fijo en sus unas bien cortadas, en sus dedos largos y finos. Estaba claro que aquel tipo nunca se habia ganado el pan con el sudor de su frente. Su interlocutor y el no podian ser mas distintos en cualquier aspecto en que se compararan. Alzo el menton y lo miro a los ojos. -- Le escucho. Antes de hablar, el desconocido aparto la vista. No acostumbraba a tratar a hombres como Mik de igual a igual. Probablemente, era la primera vez en su vida que un negro lo miraba directamente a los ojos. Y no le gustaba, pero tendria que soportarlo. O mas bien acostumbrarse: cada vez eran mas los esclavos que compraban su libertad. Los tiempos estaban cambiando y no para bien. -- Quiero que te encargues de un pequeno asunto que deseo encomendarte. Y te advierto de que, si no cuento con tu discrecion absoluta, habra consecuencias. Mi posicion en esta ciudad es privilegiada. Soy amigo personal del gobernador y me ha puesto al tanto de tu peculiar... situacion. Mik torcio el gesto y chasqueo la lengua: si venia de parte de Joaquin Ventura, el mandamas de Nueva Trada, sabia que tipo de tarea se disponia a encomendarle el caballero: una sucia, en la que se mancharia las manos de mierda o de sangre. Probablemente de ambas. Se encogio de hombros, dispuesto a seguir con la conversacion como si trataran asuntos mas mundanos. -- Creo que ha quedado sobradamente demostrada mi capacidad para desempenar todo tipo de encargos con eficacia y sin levantar sospechas -- expuso Mik --. Mi reputacion me procede. -- !Desde luego, eso no lo pongo en duda! Estoy ante el mejor asesino de la ciudad -- dijo, bajando la voz --. Por no hablar de tu habilidad creando toda clase de pocimas y unguentos. !Tu eficacia es legendaria! -- rio sin ganas y se inclino ligeramente hacia el --. No estoy aqui para cuestionar tus sanguinarios metodos, Rogers, al contrario. Lo que deseo es que los utilices en mi beneficio, pero antes quiero acotar los terminos bajo los cuales cumpliras mis ordenes. Deberas seguirlas a rajatabla para no dejar margen de error. La improvisacion es enemiga del exito. El caballero sudaba copiosamente bajo sus delicados ropajes. Sendos cercos de sudor se expandian bajo las axilas oscureciendo la tela y una pelicula brillante perlaba su frente haciendola brillar. En cambio, Mik resistia con bastante entereza los envites del clima. Ventajas de provenir del continente africano. -- ?A quien desea que borre del mapa? -- pregunto Mik, repentinamente cansado de tanto rodeo --. ?A un rival en los negocios? ?A un viejo enemigo? ?Al amante de su esposa, tal vez? Rio su ocurrencia, pero el caballero lo escrutaba con aires de suficiencia y el gesto bien serio. No volvio a tocar la botella, aunque la miro de pronto como si necesitara desesperadamente un trago. -- En tu ultima suposicion no ibas muy desencaminado -- admitio, muy a su pesar --. En este caso, el amante soy yo. Quiero casarme en segundas nupcias, pero para ello, primero debo enviudar y por ende, mi esposa debe morir. Mik lo miro durante un buen rato con la boca cerrada a cal y canto. Se paso la mano por la mejilla y se rasco la cabeza, que lucia afeitada para evitar la molesta invasion de piojos y otros parasitos. -- Lo que me esta pidiendo es del todo imposible, senor -- le informo con solemnidad -- . No asesino a mujeres ni a ninos. Siento comunicarle que no soy su hombre. Busquese a otro. Se levanto con parsimonia y se coloco el sombrero en la cabeza. Murmuro una despedida. La voz del caballero lo detuvo cuando ya le daba la espalda. -- ?Un asesino con escrupulos? !No puedo creerlo! Mik no se giro. Efectivamente, aun no habia perdido toda la rectitud que quedaba en el, aquella que Samuel Rogers le inculco. Dio un paso mas en direccion a la salida, deseando que el aire torrido de la calle le golpeara en la cara para asi, al menos, sentir algo. -- !No puedes negarte, escoria! No estas en condiciones de rechazar mi peticion. Tienes contraida una deuda con esta ciudad y con nuestro gobernador. ?O acaso lo has olvidado? Mik se detuvo y cerro los ojos. Gruno. Solto un improperio en alguna lengua desconocida y se sento de nuevo a la mesa. Su humor se habia agriado y ni siquiera hizo el mero intento de disimularlo. -- ?Por que? -- No estas en disposicion de negociar, ni de hacer preguntas, Rogers. Mik se trago su orgullo acompanado por una buena dosis del vino barato que tenia frente a el. -- No me malinterprete, senor, se lo ruego. No es menester mio juzgarlo. Eso queda entre usted y Dios -- expuso con la solemnidad de un parroco encerrado en un confesionario --. Supongo que estara al corriente de que existen alternativas para hombres como usted. Seguro que halla un metodo efectivo para disfrutar de los placeres que su... amante pueda proporcionarle sin poner en riesgo la integridad de nadie. Muchos caballeros siguen este precepto y son plenamente felices. Incluso cuentan con la bendicion de su esposa. El tipo rio. Alzo la cabeza y le dedico una mirada furibunda por encima del ala de su sombrero. -- Es usted muy temerario, Rogers. De ser otras las circunstancias, no le quepa la menor duda: mandaria que lo azotaran hasta verlo desangrarse y nada me complaceria mas que esa vision. Sin embargo, no soy la clase de bestia inhumana que cree que soy. No pretendo deshacerme de mi esposa por capricho. Mi matrimonio fue una farsa desde el inicio. Nos unimos por interes mutuo de nuestras familias y nunca desarrollamos sentimientos de afecto el uno por el otro. Al contrario, detesto a esa vaca esteril que no ha sido capaz de cumplir con su unica obligacion: traer a mi heredero al mundo. Y, tras una decada, senor Rogers, comprendera que ya no albergo absolutamente ningun tipo de esperanza. Ese feliz acontecimiento no va a suceder: no me dara descendencia. Por ello, me veo en la obligacion de sustituir a mi amada esposa por otra mas... competente. Y mas joven. He ahi la razon de hallarme frente a usted. Por eso requiero de sus... servicios. Mik exhalo un suspiro y lo taladro con la mirada. -- ?Y no ha considerado el divorcio? El caballero enfurecio. Una sombra negra planeo sobre sus ojos. -- !No digas sandeces! -- Grito, provocando que un par de miradas se posara sobre ellos. Percatandose de ello, bajo la cabeza y la voz --. !Eso es pecado! !Una blasfemia propia de la gente barbara del norte! Y aunque fuese legal en Nueva Trada, sin mi, mi esposa no es nada. !No es nadie! Creeme, ella opinaria lo mismo: estara mejor bajo tierra que deshonrada y condenada al ostracismo de la alta sociedad. Mik entorno los ojos y puso las palmas de sus manos encima de la mesa. -- Lo lamento mucho senor, pero creo que su problema tiene mejores soluciones que esa... -- Si no eres tu, Rogers, !otro se encargara! --. Le interrumpio el tipo, perdiendo la poca paciencia que le quedaba --. Hare que te ejecuten en la horca. A ti y a los tuyos, a los que quedan. Solo tengo que mover un dedo y el peso de la justicia caera sobre tu tripulacion por entero. !Piensalo bien, necio! Dio un punetazo en la mesa que delato su nerviosismo. La botella vibro durante un efimero instante. Mik trago saliva y bajo la mirada. Reflexiono acerca de su situacion y de sus opciones. El caballero, por muy poco que mereciera tal apelativo, estaba en lo cierto: no tenia mas alternativa que aceptar. Cargaria en el foso de su conciencia con otra vida que iba a sesgar por encargo, por no hablar de todas las que arrebato en alta mar, con Samuel Rogers y despues, como capitan del Servus. Aquellos tiempos quedaban bien lejos. Otros mas oscuros eran los que le estaba tocando vivir. Mandaria al cielo otra alma para que la suya fuese directa al purgatorio. Y esta vez, se trataria de una mujer inocente cuyo unico pecado era no haber parido hijos. !No podria hacerlo! Se imagino a si mismo empunando su daga pero no hundiendola en la carne de aquella dama. Aunque no la mirara una sola vez a los ojos para leer en ellos como pedia misericordia, sabia que no seria capaz de infligirle dano alguno. Se conocia mejor que nadie. Era un hombre cauto, pese a la vida que llevaba. Pensaba detenidamente las consecuencias de sus actos. Nunca se precipitaba antes de actuar. Samuel le enseno a ser mas astuto, mas rapido, mas fuerte y mas valeroso que ningun otro. Solo asi habian sobrevivido ambos en aquel mundo gobernado por hombres blancos. Por eso, cuando una idea cruzo su mente, fue tal el cambio que acusaron sus facciones que el caballero se puso en alerta, mas no dijo nada. -- Esta bien, senor -- concedio Mik --. Lo hare. Digame como se llama su esposa, donde y cuando. El como, me lo reservo para mi. El caballero sonrio. Los ojos le brillaban. Una gota de sudor descendio por su sien hasta aterrizar sobre la mesa. Mik lo miro con desagrado. Quiza Dios o la naturaleza no deseaban que aquel sujeto se reprodujese. De inmediato compadecio a su esposa, a pesar de que no fuese buena idea empatizar con una futura victima. El desconocido ni siquiera se percato de las tribulaciones del antiguo pirata. Estaba demasiado ocupado celebrando su triunfo por anticipado. No veia el momento de regresar con su amante y yacer con ella en pecado por ultima vez. Pronto la convertiria en su esposa mientras fingia llorar a la anterior. Se inclino sobre la mesa y coloco la mano en torno a su boca: -- Escucha atento y no pierdas detalle -- repuso con voz grave --. Manana, emboscaras el carruaje en el que Elvira regresa a casa. Al anochecer. * Dona Elvira de Diego se enjuago el sudor de su frente con un suave panuelo de seda. Lo empapo tras restregarlo tambien por la cara y por el cuello hasta que la tela se torno translucida. Volvio a guardarselo en las profundidades de su generoso escote. Resoplo, maldiciendo para sus adentros el calor tan insoportable que hacia dentro del carruaje. No veia la hora de regresar a casa, asearse y meterse en la cama. Habia sido un dia agotador. La visita a su prima lejana, Angustias, no se desarrollo todo lo bien que esperaba. Angustias la recibio con animos destemplados pese a que fue ella quien insistio, misiva tras misiva, en que debian verse de inmediato. Ambas tenian la misma edad. Se habian criado juntas, casi como hermanas. Sin embargo, su relacion nunca fue buena. Llevaban cinco anos sin verse cuando a Angustias le entro apremio por citar a su prima en su lujosa mansion, ubicada a las afueras de Nueva Trada. En seguida Elvira comprendio que las prisas de Angustias obedecian a un unico proposito: el deseo de restregarle la felicidad que experimentaba por la cara. Contaba con un esposo carinoso y atento, cuatro hijos maravillosos que gozaban de buena salud, unas amistades solidas y unos excelentes contactos que la convertian en una de las damas mas populares de la ciudad. Por si esto fuera poco, acababa de adquirir una lujosa mansion equipada con los ultimos adelantos modernos de tres plantas y catorce habitaciones. Su afianzada posicion dentro de la alta sociedad nuevatradense era ya un hecho consolidado. Angustias recibio a Elvira en su salon de te. Proyectaba seguridad y confianza en si misma, nada que ver con esa chiquilla vacilante que diez anos atras era un alma en pena. Sus lamentos se debian a que ningun hombre la pretendia, ninguna propuesta de matrimonio llegaba. La envidia la corroia al ver como su prima Elvira se prometia con uno de los mejores partidos de la ciudad: Leopoldo de Diego. Habia llovido mucho desde entonces. Las tornas giraron tanto que se terminaron invirtiendo. La tirria de Angustias hacia su prima se habia transformado en una superficial lastima tenida de fingida compasion. Durante varias horas, frente a una taza de te que se habia quedado frio, Elvira tuvo que aguantar los comentarios hirientes y las sarcasticas burlas de su prima, que no paraba de jactarse de su larga racha de buena suerte. Era, precisamente, de lo que carecia Elvira en aquellos momentos, pero aguanto la tempestad con estoicismo y clase. Siempre con una sonrisa permanente en sus labios. Porque ante todo, si algo caracterizaba a dona Elvira de Diego era, precisamente, la clase que tenia. Y asi lo demostraba cada vez que tenia ocasion: llevaba el orgullo adherido a su persona como una suerte de segunda piel. Ni Angustias ni nadie la veria flaquear jamas, aunque Elvira sintiera que su vida se estaba desmoronando sin que pudiera hacer nada por evitarlo. El camino estaba plagado de baches. La senora De Diego se agarro con firmeza a su asiento y respiro agitadamente. Apoyo los pies con firmeza en el suelo para evitar caer hacia delante. El cochero restallo el latigo con el que azuzaba a los caballos. Debia darse prisa. Estaba a punto de anochecer y la oscuridad propiciaba que bandidos y pistoleros campasen a sus anchas por los desolados caminos, desamparados ante la ausencia de luz. Un repentino mareo invadio a Elvira. No solo lo causaba aquel maldito y accidentado viaje, sino el tercer trozo de pastel que habia engullido en casa de su prima Angustias. Demasiado dulce para pasar aquel amargo trago. No le habia caido bien en el estomago y ahora pagaba las consecuencias de su gula. Cerro los ojos y sintio la desagradable sensacion que acompana a una repentina arcada. Dio dos golpes secos en la pared del carruaje. El cochero no se detuvo. Lo intento otra vez, ya sin paciencia. Se hizo dano en los nudillos al aplicar en el proceso todas las fuerzas que le quedaban. Por fin, el vehiculo paro a un lado del camino. Elvira abrio la puerta y descendio apresurada. Su sudor era frio, lo percibio en cuanto se levanto una leve brisa. Con la mano izquierda se tapaba su boca. Con la derecha, se tocaba el vientre. Ese vientre que era yermo, esteril. Se acurruco tras un arbol, se agacho y vertio la merienda sobre unas hierbas procurando no hacer demasiado ruido mientras regurgitaba. Desde su posicion, el cochero seguro estaria escuchando los estertores que la garganta de Elvira emitia. Eran tan poco dignos de una distinguida dama que un repentino arranque de verguenza la invadio. Se le pusieron rojas las mejillas otorgando algo de color a su tez palida y empanada. Un pensamiento esperanzador broto de las profundidades de su mente. ?Y si estaba encinta? Desecho la idea de inmediato, torturandose por albergar ilusiones huecas. Era fisicamente imposible. Leopoldo llevaba sin yacer con ella meses. El fracaso de su matrimonio se comportaba como un viejo fantasma que de vez en cuando acudia a ella para atormentarla. Elvira se incorporo y, con el mismo panuelo que antes, limpio sus labios. Una solitaria lagrima salio despedida de uno de sus ojos azules. No se molesto en secarla. Achaco su presencia al hecho de que se encontraba mal del estomago, y no a la tristeza que se empenaba en invadirla. Apoyo su mano en el tronco del arbol que tenia al lado. Se sereno contemplando el horizonte anaranjado. Consiguio respirar con normalidad al fijar la vista en esos ultimos rayos de sol que se perdian lejanos, oblicuos, moribundos, a punto de ser tragados por la oscuridad. Sin previo aviso, un brazo le rodeo la cintura con fuerza. Una mano le tapo la boca. La punta de una daga rozo su yugular. Elvira se olvido de tomar aire. Estaba paralizada y no solo debido al miedo. Hacia mucho tiempo que no sentia el calor de otro cuerpo cera del suyo, el cuerpo de un hombre. Percibio un aroma varonil invadiendo sus fosas nasales que, en otras circunstancias, le hubiese suscitado cierto agrado. Sin embargo, en el contexto de un asalto esta informacion paso desapercibida y el terror se manifesto sin tapujos. Las rodillas le temblaron. La garganta se le cerro. Ni siquiera el grito que habia dejado a medias termino de salir. Aquel era su fin. El fin de Dona Elvira de Diego, ilustre senora de Nueva Trada. -- No se mueva o la matare -- susurro una voz ronca a su oido. El acento delataba que se trataba de un extranjero. Un proscrito, tal vez. Elvira descendio la mirada y, bajo la luz del crepusculo, estupefacta, descubrio que la mano que le tapaba la boca pertenecia a un hombre de piel oscura. Un mestizo, quiza algo peor. Se pregunto que querria aquel malnacido de ella. Dinero. Joyas. Un rescate. Deshonrarla, en el peor de los casos, mancillando su cuerpo sin remedio. Entonces su esposo la repudiaria para siempre y de manera definitiva. Aquel seria para Elvira un fin peor que la muerte. El corazon le latia tan rapido que creyo estar a punto de abandonar este mundo. Recupero su voz tan solo para emitir un leve quejido. Ni siquiera en esas circunstancias era capaz de imponerse, de luchar por su vida. Reprocho internamente su propia pasividad, su cobardia. Aquel fue el ultimo pensamiento racional que tuvo antes de desmayarse de puro espanto, de autentico pavor.

  • Crueles cadenas (Suenos de libertad) de Isabella Abad

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    Esta novela es la secuela de Asmina, amores y pasiones de una esclava. Como ella, es autoconclusiva.
    ?Has pensado cuan duro puede ser la vida para aquellos que tienen la marca de la miseria?
    ?Cuan cuesta arriba pueden ser el empleo, la educacion, la libertad? ?Cuan dificil enamorarse de alguien que parece una estrella lejana?

  • LA AVENIDA DE LOS GIGANTES de Marta Martin Giron

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    El cadaver de un joven con el pecho perforado pondra contra las cuerdas a los detectives Idris Fischer y Cameron McGrane. Ante ellos se desentierran los fantasmas de un caso archivado por falta de pruebas. Ahora, dos anos mas tarde, un cuerpo en identicas circunstancias encabezara una lista de desapariciones y asesinatos carentes de pistas. Se abre asi una desesperada investigacion a contrarreloj, donde la ayuda de la periodista Elisabeth O'Connor sera indispensable.
    Unete a su busqueda. Acompanales en direccion a un inesperado desenlace.

  • Deep (Stage Dive 4) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott

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    No pierdas el ritmo con la cuarta y ultima novela exito en ventas del USA Today de la serie Stage Dive de Kylie Scott

  • MARIPOSA CAPOEIRISTA 2 de Lily Perozo

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    Tras un tragico evento, que amenaza la seguridad de la familia Garnett, deberan poner punto final a sus sonadas vacaciones y regresar a Nueva York. Sin embargo, Elizabeth dejo en Brasil muchos pendientes, ademas de un poderoso sentimiento que apenas descubria, el cual se volvera mas intenso a pesar de la distancia.
    Mientras tanto, en Rio de Janeiro, Alexandre debera enfrentar una situacion de vida o muerte, que lo alejara de la mujer que durante anos creyo una fantasia, pero que llego a su vida en el momento menos esperado, convirtiendose en la mas increible realidad; por la que luchara hasta vencer sus miedos y tenerla de regreso.
    Un inesperado suceso que sacudira a Brasil tambien trastocara la vida de Alexandre y Elizabeth, abriendo una puerta al tan esperado reencuentro, pero nuevos secretos seran revelados, poniendo en la cuerda floja su prematura relacion. Elizabeth debera decidir entre seguir su corazon y confiar en Alexandre o ser sensata y continuar con su vida al lado de Luck.
    Cualquier decision que tome terminara lastimando inevitablemente a alguno de los dos hombres que mas ama en su vida, algo que debera afrontar, si desea su felicidad.
    Lee el segundo libro de Mariposa Capoeirista y descubre que le depara el destino a Elizabeth Garnett.

  • En busqueda del asesino de Melina Sten

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    Nueva novela de romance, intriga, suspenso y misterio, donde los protagonistas deben seguir las pistas para encontrar al asesino.
    Todo comienza en la libreria que Eloise hereda y de la que se hace cargo luego de la muerte de su madre. Ella en realidad es una chef y su sueno esta lejos de la literatura, mas bien tiene relacion con abrir su propio restoran. Sin embargo, ocurre un asesinato dentro de la libreria y ella se ve inmersa en este huracan de enredos del que salen nuevas y enigmaticas huellas pero tambien salen a relucir sucesos e incluso articulos de gran valor que su madre ha dejado escondidos y que hacen que esta trama te deje una atractiva sensacion de no querer parar de leer...
    Y claro, el sheriff, que fue un antiguo amor que le rompio el corazon, es quien la ayuda... pero no es el unico y si todo esta complejo, esta historia te ensenara que siempre se puede complicar un poco mas cuando el deseo y el amor se ponen en juego.
    Presta atencion a las pistas que se desarrollan en los capitulos y juntos descubramos al asesino y veamos si esta hermosa historia de amor tiene su final feliz....

  • Pleyades de Michael Dantes

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    Era el ano 1942 cuando los Nazis avasallaban una gran parte del continente europeo, la segunda guerra mundial se mantenia fuerte y sangrienta mientras que millones de personas perdian sus vidas. Jericco Goldstein era uno de los tantos Doctores en el imperio Nazi, lo fue hasta el dia en que fue sorprendido vendiendo informacion privada de Alemania a Rusia y a Los Estados Unidos de Norteamerica, fue sentenciado a una muerte lenta y miserable.
    Despues de morir se enfrenta a terribles sucesos que seguro nadie esperaria despues de la muerte, el terror y el misterio lo acompanaron desde el inicio de su sufrimiento. El renace en un mundo medieval que se asimila al planeta Tierra y se ha de topar con los hechos mas sucios y oscuros de la historia, desamparado y solitario, es senalado y juzgado como un hereje por parte de los sombrios enemigos que hizo desde su gran llegada a Pleyades.

  • Si te enamoraras de mi de Lorraine Murray

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    No habia podido pegar ojo desde el instante en que terminaron de tener sexo. No se trataba de que el la hubiera dejado a medias. Ni que hubiera sido un error o algo horrible. No. Nada de eso. Su companero de cama habia sido bastante generoso, apasionado, picaro y divertido. Claro que tal vez a ello habia contribuido haber pasado la noche tomando alguna que otra copa de vino, de mas. Eso y la chispa que habia surgido desde que coincidieron en el pub. Y pese a que ella era consciente de que no debia flirtear con desconocidos porque sabia cual seria el resultado final, en aquella ocasion habia dejado salir su lado mas travieso y atrevido. Permanecia con la mirada fija en el techo de la habitacion, escuchando la respiracion relajada de el durmiendo a su lado. Tenia que irse. Lo sabia. Tenia que hacerlo ya. Nada de desayunos como si fueran una pareja. No podia dar pie a malos entendidos, que sabia que se terminarian de un plumazo en cuanto el indagara en su vida. Pero ?por que lo habia hecho si conocia las consecuencias de sus actos? Solo esperaba que el no tratara de localizarla a traves de las redes sociales. Claro que habia una manera de hacerlo que esperaba que el no tuviera por costumbre. Resoplo y aparto la sabana para abandonar la cama. Una debil luz se filtraba por la persiana de la ventana de la habitacion; suficiente para recoger su ropa interior y ponersela. Por suerte el no se movia y eso la animo a seguir adelante. Se marcharia sin hacer ruido, sin dejar una nota o evidencia de que habia estado alli. Era lo mejor para los dos. Deslizo el vestido por su cabeza, cogio las sandalias en una mano, el bolsito en la otra y abandono la habitacion con sumo cuidado de no hacer ruido para despertarlo. Contuvo la respiracion cuando abrio la puerta de la calle y salio al descansillo cerrandola detras de ella. Permanecio de pie, descalza y con los ojos cerrados durante unos segundos tratando de ralentizar los latidos de su corazon. Inspiro hondo y se calzo antes de llamar al ascensor. Salio a la calle y paro un taxi, que justo pasaba por alli. Le dio la direccion a la que debia llevarla y se recosto en el asiento. Cerro los ojos y solto el aire acumulado. --Una noche larga, ?eh? La voz de taxista parecio sacarla de sus pensamientos por unos segundos. --?Como dice? --Digo que es hora de recogerse despues de una noche de fiesta. --Si. Es hora. --Espero que manana no tenga que madrugar para ir a trabajar. --No, manana no tengo que ir a trabajar. Tengo dias libres. Ella volvio la mirada hacia la ventanilla del taxi. Las calles aparecian casi desiertas salvo por aquellas personas que, como ella, parecian irse a sus casas. No estaba segura de poder dormir despues de lo que habia sucedido con el. Con Logan. ?Por que narices recordaba su nombre? Se dijo sacudiendo la cabeza con el ceno fruncido; como si quisiera alejarlo de sus pensamientos. Pensar en el le daba la impresion de que se verian otra vez. Pero ese no iba a ser el caso. --Hemos llegado. Cuatro libras justas. --Tenga --le dijo entregandole el primer billete que encontro en su bolso, sin pararse a comprobar de que cantidad era. Abrio la puerta y se apeo del taxi para caminar unos metros hasta la puerta de su casa. Ni si quiera escucho la voz del taxista a traves de la ventanilla bajada. --Espera. Te dejas el cambio... El taxista se quedo atonito contemplandola abrir la puerta de su casa. Le habia entregado un billete de veinte libras y no se habia esperado al cambio. Debia de ganar bastante para andar por ahi dejando esas propinas. El hombre sonrio guardandose el billete y se largo de alli. Ella no se volvio a escuchar lo que le decia el taxista. Estaba mas preocupada por abrir la puerta y entrar en casa. Dejo las llaves en la mesita del hall y se dirigio al cuarto de bano. Se desprendio de la ropa dejandola caer por el pasillo como migas de pan. Necesitaba una ducha que aclarara su mente. Que la despejara. O bien que la ayudara a conciliar el sueno. Lo cierto era que tampoco entendia por que narices se preocupaba tanto. Seguramente el ni si quiera se molestaria en intentar localizarla. Se habria quedado satisfecho con haber tenido un ligue en su cama esa noche. Nada mas. El sonido de su movil capto su atencion. Tenia varios wasaps sin leer. Todos de sus amigas queriendo saber detalles de lo ocurrido. No les dio importancia, abrio las puertas de la ducha y entro dejando que el agua caliente la acogiera. *** Se dio la vuelta en la cama para encontrar la otra mitad vacia y fria. Emitio un ligero grunido al darse cuenta de ello. ?Ella se habia levantado? Su estado se asemejaba al momento en el que el amanecer se abre paso entre los ultimos vestigios de la noche. Inspiro hondo y se incorporo para comprobar si ella estaba en la habitacion. Pero no habia ni rastro. Ni de su movil en la mesilla, ni de su ropa por el suelo. Lo que indicaba que se habia largado antes si quiera de desayunar. Ella le habia parecido una tia bastante enrollada desde el mismo momento en que se conocieron. Entre copas de vino, risas, algun que otro baile, ambos habian terminado en la misma cama. Y tras un encuentro mas que placentero, para ambos como estaria dispuesto a jurar, el se habia quedado dormido y ella se habia marchado. Permanecio pensativo unos segundos hasta que decidio levantarse. Tal vez habia dejado algun mensaje o un numero de movil al que poderla localizar, se dijo rebuscando por la habitacion y posteriormente por el resto de la casa sin encontrar nada. Ni una nota si quiera de despedida. Resoplo abatido. ?Se habia largado sin despedirse? ?Sin dejar un numero al que localizarla? Con ese pensamiento en la cabeza se vistio y se preparo un cafe. --Tal vez despues de todo sea mejor que se haya ido sin despedirse. No le dio tiempo a pensarlo mas porque su movil comenzo a sonar de manera insistente. Y sabia que su companera de cama no era porque ni si quiera habian intercambiado sus numeros. La noche pasada estaban mas preocupados de arrancarse la ropa y devorarse que de cualquier otra cosa.--?Si? --?Como va eso? ?Molesto? --No, nada de eso. Estoy tomando un cafe para despejarme. --?Y al pibon de anoche donde lo tienes? Durmiendo en la cama... en la ducha... o esta a tu lado.--No has dado ni una. --?Que quieres decir? --Que se ha ido hace rato. --?Se ha marchado? Logan, tio, no puedes estar hablando en serio. El tono de incredulidad o mas bien sorpresa de su amigo casi lo dejo sordo. Decidio poner el altavoz para ir charlando mientras desayunaba. --Bruce, acabo de decirtelo. Se ha marchado de madrugada. --Extrano en una mujer. No se... salvo que tenga pareja o no quiera ningun tipo de compromiso. ?Te ha dejado alguna nota? Logan respondio con un grunido en un principio porque estaba tomando un trago de cafe. --Nada de nada --le aseguro a continuacion. --Vamos que no quiere que volvais a veros. Asi de claro. --Eso parece. --Pero, ?tenias intencion de volver a quedar con ella o solo fue una oportunidad que se presento anoche? Lo cierto es que congeniasteis desde el primer momento. Vamos que cualquiera de los que estabamos en el local podriamos asegurar que os conociais de toda la vida.--Vale. Lo que tu digas. --?Y tu? ?Tenias intencion de volver a quedar con ella? Logan fruncio los labios en un gesto pensativo. --Hombre, ella no esta nada mal, ya me entiendes. --Si, te entiendo. Tiene algun que otro revolcon. --Pues eso. De todas maneras, en ningun momento me he planteado ir mas alla de lo sucedido esta pasada noche. --Entonces te ha hecho un favor con largarse a hurtadillas de tu apartamento. --En cierto modo. Logan entrecerro los ojos dejando su atencion suspendida en el vacio. ?En serio? ?Ni si quiera se habia planteado conocerla en plan amigos? Claro que despues de haberse acostado, no sabria especificar el grado de amistad que podrian tener. Ella le habia parecido una mujer divertida, simpatica, interesante... Tierna y carinosa al mismo tiempo. Y algo sonadora. Una mujer a la que le gustaria haber conocido. Pero que temia que iba a quedarse con las ganas. --Te dejo que tengo que ir al curro. Ya hablamos de tu misteriosa companera de cama. --No hay mucho mas que anadir salvo que yo tambien me marcho a la publicacion. Logan corto la llamada y recogio los restos del desayuno sin poder dejar de darle vueltas a la situacion. Y mas en concreto a algunos de los comentarios de Bruce, que le habian hecho dudar. ?No queria que siguieran viendose porque ella ya tenia una pareja? ?O tan solo le apetecia pasar la noche con el? Se decantaba por esta segunda opcion. Solo era consciente de que habia sido la primera vez que le sucedia algo asi. Por lo general solia ser el quien se marchaba de madrugada sin dar explicaciones; sin dejar una nota. Eso mismo le acababa de suceder se dijo sonriendo. No obstante, ella le habia gustado. Y su comportamiento le habia tocado su orgullo. ?La buscaria para pedirle una explicacion? Se dirigio a la ventana del salon para ver que tiempo hacia. Permanecio pensativo con el rostro de ella en su mente. Jayden. El timbre de la puerta sono en repetidas ocasiones poniendola mas nerviosa. Por una fraccion de segundo su subconsciente la traiciono y penso que el habia dado con ella. Sin embargo, se dijo que era imposible porque lo habia dejado durmiendo en su cama, luego no la habia podido seguir. Ademas, en ningun momento de la noche ella le habia dicho donde vivia. De manera que se tranquilizo cuando lo penso. Se dirigio hacia la puerta no sin antes tener que dejar pasar a Romeo y Julieta, sus dos gatos. Echo un vistazo por la mirilla para tranquilizarse del todo y respiro aliviada. Abrio la puerta y se encontro con la mirada inquisidora de su amiga, lo que le provoco las carcajadas. --?Que cono haces aqui tan temprano? --?Pronto? Son casi las nueve. --?Ya? Pasa y cierra la puerta. Ponte comoda, estas en tu casa. Voy a terminar de ponerme algo de ropa. Vigila a esos dos. --?Acabas de levantarte? --pregunto elevando la voz para que la escuchara sin recibir respuesta--. ?Que pasa bonitos? Los gatos se acercaron a olerla y a rozarse contra ella cuando Cherry se agacho para acariciarlos. --Llegue tarde como puedes imaginar. --?Hasta que hora estuviste con el? Criss, Marjorie y yo hicimos calculos acerca de que no pasariais juntos muchas horas --comento al ver a su amiga regresar al salon vestida con una sudadera y unos leggins. El pelo recogido en una coleta alta, la cara lavada y un aspecto mas bien relajado y descansado. --A eso de las cuatro. --?Estuvisteis por ahi hasta esa hora? Cherry entorno la mirada hacia ella sin terminar de creerlo. --Si. ?Que sucede? ?Es muy tarde? ?Significa que has ganado tu la apuesta o Criss o Marjorie? --Eso es lo de menos. Pero... dime la verdad. ?Te has liado con el? Hicimos varias apuestas al respecto. Porque si te soy sincera no esta nada mal, y creo que a el le habria gustado que sucediera. Al menos es la impresion que nos causo al conocerlo. Jayden desvio la mirada primero, luego se levanto del sofa y camino a la cocina resoplando seguida de los gatos. --?Quieres un cafe? Aquella reaccion disparo las alarmas en Cherry. --Oye, sere directa contigo porque sabes que no me gusta andarme por las ramas, asi que... --Me he acostado con el --le interrumpio Jayden mirando a su amiga con total naturalidad mientras echaba un vistazo a la comida de sus companeros de piso--. Era eso lo que me iba a preguntar ?no? --Te lo has... --?Quieres tomar algo o prefieres seguir hablando sin mas? Cherry asintio. --Un cafe cargado que me despierte. --?Hoy no trabajas? --Tengo turno de tarde en la clinica. En serio, ?te has acostado con el? --Si. Me invito a su apartamento y surgio... Jayden se encogio de hombros sin darle la menor importancia a este hecho. --Vaya... Si que eres directa. Claro que a ti lo de quitarte la ropa y ponerte al lio no te cuesta --le solto de buenas a primeras sin pensar en la cara que puso Jayden al escucharla--. Disculpa. Ha sido una manera de decirlo, pero bien mirado... --No pasa nada. Estoy acostumbrada a comentarios como el tuyo cuando digo a que me dedico. --Lo supongo, ?y despues? --Pues nos quedamos tranquilos, sin hablar mucho y eso. Sabes que no me van esos rollos. --No te van por lo que las dos sabemos. --Oh, vamos. No me vengas con ese sermon otra vez --le pidio mientras vertia cafe en las dos tazas. Levanto la mirada hacia su amiga y sacudio la cabeza--. Mi trabajo no tiene nada que ver con eso. --Esa es tu justificacion siempre que sale el tema. Tu trabajo tiene que ver y mucho. No quieres una relacion. Ni abrazos, ni miradas largas porque sabes que es muy dificil que lo encuentres mientras no cambies de profesion. Es la verdad. --?Y si no lo quisiera? ?Y si prefiriera seguir como estoy? Tengo treinta y dos anos, gozo de independencia economica y tengo un horario flexible, la verdad. --Lo que tu digas. Pero imagina por un momento que ese tio de anoche se enterara de a que te dedicas. Es posible que se hubiera ido a la cama contigo por el morbo que despertarias en el; la fantasia de hacerselo con una actriz porno. Con una de las mas renombradas. Todo sea dicho. Y luego adios porque eres consciente de que no se quedaria a tu lado. Jayden bajo la mirada y resoplo. --Lo se. Soy consciente de que no tengo una pareja estable para ir al cine, pasear por los jardines de Princes Street, o simplemente quedarnos en el sofa con una manta y un te viendo una comedia romantica junto a Romeo y Julieta --le resumio lanzando una mirada a estos a ver si comian. --?Y a que esperas para tenerla? --Tal vez a que aparezca ese tio tan genial del que hablais todas vosotras y que no le importe a que me dedico --le aseguro sonriendo en complicidad con ella. --A lo mejor es este y no lo sabes --Cherry movio sus cejas con celeridad--. ?Que tal es? Jayden se atraganto con su sorbito de cafe cuando escucho la pregunta de su amiga. --?No te estaras refiriendo a como es en la cama? Porque esos detalles los dejo para mi -- arqueo las cejas con gesto de incomprension. --Bueno, teniendo en cuenta que tu conoces a muchos... --Eso no tiene nada que ver y lo sabes. Es trabajo. No hay nada mas. --Vale, pues ?que tal anoche con...? --Cherry movio las manos tratando de recordar el nombre. --Logan. --?Que tal con el? Jayden sonrio con picardia cuando recordo lo ocurrido. Hacia tiempo que no se habia sentido de esa manera tan... diferente. Claro que como le decia Cherry era dificil para alguien que se dedicaba al cine para adultos donde todo era fingido. --Oye, por la cara que has puesto yo diria que estuvo bien. --Es complicado definirlo porque tuve multitud de sensaciones. Nos reimos, nos divertimos. Hubo quimica. --Supongo que no pensarias que estabas en set de rodaje --la miro con cara de pocos amigos al pensar en esa posibilidad--. Cuando te metiste en faena... --No, claro que no. Mi personaje acaba cuando terminamos de rodar. Ya lo sabes. --Entonces, me estas diciendo que te gusto. Jayden fruncio los labios en un mohin divertido y picaro asintiendo. --Me gusto su compania. --?Su compania? ?A que te refieres con eso? Yo me estaba refiriendo a... --Se a lo que te estas refiriendo, pero acabo de decirte que ese momento me lo guardo. --Hace un momento asegurabas que no querias saber nada de relaciones... Y me saltas con que tu gusto estar con el. Jayden sonrio al ver a Cherry en aquel estado tan neurotico. --Que me guste Logan no significa que vaya a empezar a tener una relacion. Que te quede claro. Me diverti con el. --?No fingiste el orgasmo? Cherry arqueo su ceja con suspicacia. Queria poner a su amiga en un aprieto y hacerle ver que ella misma se cerraba todas las puertas a una relacion. --?Por que deberia hacerlo? No estaba actuando --le dejo claro encogiendo sus hombros sin entender aquella pregunta. --Entonces, la cosa fue bien. Pero no lo piensas volver a ver ?no? --No. No quiero implicarlo en mi vida. Entre el cine y la taberna de mi padre tengo suficiente. No puedo dedicarle tiempo. --Por cierto ?que vais a hacer con cuando el se jubile? --Supongo que me quedare trabajando en esta. --Pero atenderla requiere muchas horas... ?Lo has pensado bien? Si sigues rodando escenas... --Lo se. Pero es algo que decidire cuando llegue el momento. El sonido del movil dejo la conversacion en suspenso por un momento. Jayden contesto mientras Cherry se bebia el cafe y escuchaba a su amiga hablar de un reportaje para una revista masculina. Una semana. Que el editor era amigo suyo. Que si le debia un favor. Escucho a su amiga despedirse de su representante y dejar el movil sobre la mesa baja del salon. --Era Marjorie, como habras deducido. --Si, cuando has empezado a hablar de trabajo he pensado en nuestra amiga en comun. ?Que queria acerca de un reportaje? --Al parecer le debe un favor a un amigo y le ha pedido que hagamos un reportaje sobre pasar una semana, o algo asi. --?Sietes dias en la vida de la actriz porno Jayden Sinner? --pregunto Cherry con ironia y diversion. --Al parecer no con la actriz sino conmigo. Me ha dicho que ya hablariamos cuando todo este cerrado con la revista. --?Contigo? En ese caso los periodistas no van a ir al set de rodaje. --Pues segun me ha comentado de pasada Marjorie, tiene mas que ver con mi persona que con mi otro <> --Ah, ya te entiendo. Te refieres a que no van a centrarse en tu personaje sino en la Jayden que yo conozco. La que en estos momentos se esta tomando un cafe conmigo vestida como si fuera a salir a correr por el barrio. Aquella definicion provoco las carcajadas en ella. --Si, supongo que sera eso lo que quieren. A ver, soy una persona normal. Voy a la compra, al medico, al gimnasio, a tomarme un cafe, a comprar ropa, lenceria... --Que luego te quitas sin ningun pudor. --Si, que luego me quito o me quitan. Lo que digo es que soy una mujer normal y corriente. --Ya lo se. Solo te vacilaba. Bueno, creo que me voy a ir para que tu limpies un poco. --Eso es algo que tambien he de hacer. Luego ire al gimnasio y mas tarde a la taberna a echar una mano a mi padre. --?No tienes pendiente ninguna escena mas esta semana? --Por ahora no. --Bueno, anoche rodaste una especial, me atreveria a decir --le guino un ojo en complicidad y palmeo su pierna antes de levantarse del sofa. Jayden prefirio no decir nada al respecto para que su amiga no sacara conclusiones erroneas. --Como te decia antes, tengo turno de tarde en la clinica asi que no podre verte. --Tranquila. Voy a estar liada en la taberna. --Si vuelves a saber de Logan... Jayden poso las manos en los hombros de su amiga y la volvio en direccion a la puerta para que se marchara. --Vale, vale. Me doy por aludida. Pero si por una minima casualidad... --Se lo que tengo que hacer. --?Estas segura? --Cherry permanecio unos segundos con la mirada entornada y noto a su amiga taciturna. Como si en el fondo no supiera que hacer llegado el caso--. Cuidate. --Si. Ya hablamos. Jayden regreso al salon con una expresion de incredulidad en su rostro. No iba a volver a ver a Logan. Y si por casualidad eso sucedia sabia lo que <> debia hacer. Volver a acostarse con el. Bajo ningun concepto.

  • Sensible (Insensible 2) de Veronica A. Fleitas Solich

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    Conocerse los obligo a ver mas alla de lo que deseaban ver. Compartir sus miedos, a sentir mas de lo que se atrevian. Enfrentarse puso en evidencia para Felix y Gabriela que no solamente guardaban secretos ante otros sino tambien ante si mismos.
    Con la ruptura de la corta relacion que tuvieron, ambos intentan regresar a sus vidas pero ni ellos ni sus existencias son las mismas que antes de que sus caminos se cruzaran. El hombre que se sentia poderoso, intocable y ajeno a su propia humanidad ahora apenas si puede despegarse de los sentimientos que lo abruman, y la mujer que se creia demasiado debil para enfrentar sus propios deseos, comienza a aceptar que puede empujar sus limites cada vez mas, para alcanzar sus metas.

  • La tentacion mas dulce, Lucia Herrero de Lucia Herrero

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  • Algo mas que un sueno de Rocio Perez

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    ?Cambiarias de pais asi sin mas? ?Que harias si tuvieras la oportunidad de tener algo mas?
    Eso le paso a Lidia, una joven que lucha dia a dia por sacar a su hija adelante, sola desde hace unos anos. Por un momento, su mundo cambia. Poniendo frente a ella a un hombre que lo uno que quiere es hacerla sonar y delirar.
    ?Que pasara cuando sus ojos se abran y vea que ese hombre le robo algo mas que un sueno?

  • Ser millennial (y otras mierdas) de Roi Sastre

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    Es uno de mis mayores problemas. Un problema que me encanta y, a su vez, eso desencadena un drama constante en mi y sin remedio ninguno. Bueno si, ponerme a entrenar como si fuese a competir en las Olimpiadas porque me siento peor que un asesino en serie de gatitos bebe mirando las fotos de sus crimenes. Comer es un placer para mi. Bueno, para mi y para el ochenta por ciento de la poblacion de este santisimo mundo (si es que tienes la suerte y el privilegio de poder disfrutarlo, ya que, por desgracia, recordemos quehay muchas personas en este mundo que no tienen nada que llevarse a la boca). Luego estan esas personas, si es que se las puede llamar asi, a las que esto (comer) no les gusta. Esos despojos humanos deberian ser condenados al fuego eterno por despreciar uno de los placeres mas grandes de esta vida. Tan y tan grande es, que tiene hasta su propio pecado capital: la gula. Pecado del que yo soy eterno culpable y por lo que deberia estar confesandome a diario, haciendo procesiones de rodillas y fustigandome con un latigo por pecador compulsivo. Tengo hambre a todas horas. Soy como un agujero negro. AGUJERO NEGRO: Punto en el espacio con masa y densidad infinitas del que absolutamente nada puede escapar. Vamos, lo mismo que mi estomago. Un punetero pozo sin fondo que nunca se llena y que puede engullir todo lo que le de y mas, pero, a diferencia de los agujeros negros, que no se sabe a donde va a parar la materia que entra en ellos, yo si se donde va a parar la materia que entra en mi estomago y en que se convierte... Se va a mis piernas, a mi culo, a mi barriga, a mis cartucheras y a mi papada. Tal es la velocidad a la que se va a esos sitios que, si sigo por este camino, en breve cuando me vean por la calle no van a saber si soy yo o si soy un anuncio andante de Michelin. Y se convierte en grasa. Si, grasa. Esa sustancia que crea tu cuerpo y que desde el momento en que aparece en tu vida te va a querer y va a quedarse contigo para siempre aunque tu no la correspondas. Y lo peor de todo es que no puedes denunciarla por acoso y que le pongan una orden de alejamiento para no verla mas. Te jodes y te aguantas. Y, claro, ahora me diras: <>. A ver, alma de cantaro, por no llamarte algo bastante mas despectivo... ?Tu has visto a alguien disfrutando mientras se come un plato de acelgas? ?Has conocido a alguien en esta santa vida a quien le vuelva loco comerse un plato de brocoli al vapor? ?Conoces a alguna persona que sea realmente feliz siguiendo una dieta basada en comer verduras y otras cosas parecidas al alpiste para conejos? Si la respuesta es si, hazle un favor y matalo. Ese ser esta sufriendo. No es feliz, te lo aseguro. Por lo contrario, si la respuesta es no, entonces ya te estas respondiendo tu mismo a la pregunta que me harias anteriormente, por lo que no hace falta que te la responda yo. Puedes tu solito/a, carino. Aqui es donde empieza mi dilema... A mi me encanta comer. Me apasiona. Me vuelve loco. A todas horas. De hecho, ahora mismo, mientras escribo esto sentado sobre mi cama, estoy comiendo palitos de pan mojados en salsa de queso para nachos. Y me encanta comer de todo. Bueno, no, de todo no, las cosas con buen sabor. Ya hemos aclarado que las cosas sanas saben a suela de zapatilla chupada. Me encanta comer cosas con sustancia: pastas con sus maravillosas salsas, las pizzas, las hamburguesas, las patatas fritas, croquetas, nuggets, entrecots, frankfurts... Todo lo <>. Lo prohibido. Todo lo que engorda, vamos. Mi madre siempre me dijo que los aceites y las grasas son lo que da sabor a las cosas y es verdad. Cuanto mas grasiento y refrito, mas delicioso esta. (Tendriais que verme ahora mismo escribiendo esto con la cara de Homer Simpson mirando al cielo, con la boca abierta y cayendoseme la baba de tanto pensar en delicias para el paladar). El problema esta en que yo tengo un pequeno, diminuto y casi imperceptible complejo con engordar. Digamos que no me gusta mucho. Vamos, casi nada, eh. Apenas se me nota que no me agrada esa idea y que me atrae levemente mas la idea de mantener un cuerpo bonito que mostrar en la playa... Abuff... ?A quien pretendes enganar, Roi? Porque no se la cuelas ni a una persona que te acaba de conocer y esta leyendo esto sin saber ni que jeto tienes. !Vivo obsesionado con eso! !Ese es mi dilema! Que me encanta tragar de todo como si fuese un animal rumiante, pero luego me fustigo y me lamento porque, a no ser que me ponga a hacer ejercicio como si fuese a entrenar para la maraton de Nueva York y asi quemarlo, todo eso se va a convertir en un acumulo de grasa suficiente como para que me aparezcan dos gibas de camello. De verdad, os lo juro que necesito tres vidas para quemar todo lo que seria capaz de tragar si no pusiese algo de control en mi vida y contactos de descarga electrica en las asas de la nevera y del armario de la comida, para que me de calambre cada vez que intento ir a saquearlas cual guerrero musulman recien pasado el ramadan, como se lo hacen a los hamster de laboratorio para que aprendan lo que pueden y lo que no pueden hacer, ?sabeis? Pero, a diferencia de ellos, yo no aprendo, y cada cinco minutos vuelvo a electrocutarme. Practicamente ya no tengo huellas dactilares de lo quemadas que tengo ya las manos. ?Por que todo lo bueno engorda? ?Por que tanta tortura? A veces pienso que la vida es una broma de mal gusto en la que hemos venido a sufrir por cosas como esta. A ver, sabiendo lo que a la gente le gusta la pizza, las hamburguesas, las patatas fritas... ?Tan dificil es hacer que todo eso no engorde y que las personas de a pie con el hambre de cuarenta y tres ballenas blancas juntas podamos ser felices engullendo todo y cuanto nos plazca como si fuesemos vacas en un pasto verde de los Alpes suizos? Parece ser que si, oye. Que o es imposible o que, por algun motivo que no sabemos, eso esta prohibido porque alteraria el mundo tal y como lo conocemos (ejem, la adiccion humana a los azucares, ejem, ejem, guino, guino, codo, codo y pisoton). Y ahora es cuando vuelve a aparecer alguien que me dice... <>. Vale, que si. Buscame tu ahora un beicon de esos que dicen que no engordan y que sepa a beicon y no a zurullo de cabra reseco de tres dias pisoteado por todo el rebano si eres tan chulo. Cuando lo encuentres, me llamas. Eso si no te ha pillado algun tipo de mafia u organizacion secreta conspiradora y te hacen desaparecer del mapa enviandote a la isla esa de los que saben demasiado. Si, esa isla existe. Lo se yo y lo sabemos todos. Y el dia que se demuestre volveremos a decir eso de que los Simpson ya lo predijeron. En resumen, y para ir cerrando esta parte de mi mismo, que si no quiero asemejarme a un manati tomando el sol, o a un cachalote varado en una playa, debo vivir mi calvario y comer comida de canario, verduras hervidas y carnes blancas a la plancha con muy poco aceite. Tocate los huevos y baila flamenco, pa que despues digan que ser feliz es muy facil. !Y una mierda pincha en un palo y metia en un bote! La felicidad seria poderme apretar tres pizzas de peperoni, una tras otra, doce nuggets, un plato de espaguetis a la carbonara y cuatro donuts rellenos de chocolate con cobertura fondant de postre sin el mas minimo remordimiento de que mi cuerpo haga bultos gelatinosos con ello repartidos a lo largo y ancho, sobre todo ancho, de mi preciosa y maravillosa anatomia. Eso seria la felicidad. Lo otro es un sacrificio aceptado. Porque somos masocas. No hay mas. Que te quede claro... !Todo lo bueno de esta vida o esta prohibido socialmente o engorda! *Roi se va a un rincon con una bolsa de Doritos y un tarro de helado de chocolate a llorar. Y a ponerse morado comiendo mierda. Sobre todo lo segundo. Odio madrugar De las torturas mas grandes jamas inventadas en esta vida, incluido en ello el estrenimiento cronico, esta el madrugar. ?Quien c*jonesfue el maravilloso ideologo que decidio que el dia laboral empezaba a las ocho de la manana para todos los mortales, que voy a visitarle y le parto la cabeza en cuatro partes que voy a hacer al horno con salsa de cebollines? A ver, yo puedo entender que por alla en el Paleolitico, cuando las personas dependian de la luz solar para salir al exterior de sus casas o refugios, lo mas importante fuese aprovechar al maximo las horas de luz. Basicamente porque era imprescindible para ver algo, ya que encender un fuego en ese entonces no era como chascar un mechero hoy en dia, que te veo venir... Vale, en ese entonces yo entiendo que por fuerza mayor las personas tenian que levantarse con los primeros rayos de sol, aunque fuesen lo que ahora serian las cinco de la manana, y recogerse para casa cuando la luz se iba al carajo. Vale. Hasta aqui todo correcto, pero es que ahora me viene a mi una cosita a la cabeza. Es que resulta que la sociedad moderna tiene en sus manos un poderoso descubrimiento al que no le estamos dando el valor que se merece... !!!HEMOS INVENTADO LAS BOMBILLAS!!! ?Por que seguimos funcionando segun los horarios de luz solar cuando ya nosotros hemos inventado como hacer luz artificialmente? ?Por que seguimos viviendo de dia y escondiendonos de noche cuando ya vemos todo lo que nos rodea? ?Y por que c*no tengo que despertarme a las siete de la manana para hacer algo que lo haria exactamente igual a las cinco de la tarde, mas relajado y con un cerebro que funcionase de verdad y no que solo de palmas a ritmo descompensado? Soy incapaz de funcionar por las mananas. Desde que me levanto hasta aproximadamente las seis de la tarde mi cerebro va al ritmo de una tortuga tuerta y con artritis. Soy incapaz de sumar dos mas dos correctamente y os aseguro que no hay cafe que me salve la situacion. Bueno, basicamente porque no me gusta el cafe. Tengo ese pequeno fallo. Madrugar para mi es despertar de cualquier forma que no sea una forma natural, es decir, que algo externo a ti te despierte por algun motivo y no que tu abras los ojos porque se te ha acabado el sueno, que es lo que considero que deberia ser, aunque tu cuerpo te pida que duermas catorce horas. Si te lo pide, por algo sera, ?no crees? Por lo tanto, siguiendo esta creencia, si el despertador suena a las doce del mediodia y tu aun estabas en la fase REM mas profunda y eso te despierta, eso es madrugar. Interrumpir el sueno deberia ser algo penado por ley. Al igual que robar comida del plato de otro. Deberia haber condenas del estilo <> o, en el caso de despertar, condenar a una semana sin dormir ni un minuto, y creo que estoy siendo muy suave. !ES INHUMANO! Si el cuerpo necesita descansar mas horas, ?por que nos torturamos dia tras dia quitandole horas de sueno? Luego nos preguntaremos por que envejecemos y por que el cutis se nos va a tomar por c*lo con la edad... Esta muy claro el porque, porque en vez de dormir como dos morsas hibernando dia tras dia, dormimos solo lo justo para poder volver al dia siguiente a trabajar para otros y no para ser un poco mas felices.

  • Kalte de Lili Cross

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    Sangre, venganza, ira, muerte. Todas causan una sed insaciable

  • La torre de la encrucijada de David Pulido

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    Una oferta dificil de creer. Una aventura imposible de imaginar.

  • Las cuatro estaciones del amor de Gregoire Delacourt

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    Cuatro parejas, cuatro etapas distintas de la vida. La misma cancion de amor.

  • La eleccion de Esther de Carlos Portela , Purita Campos

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    Esther acaba de cumplir cuarenta anos.

  • Y tu de que moriste de Sonia Silva

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    Y TU DE QUE MORISTE? Es una novela comica femenina y disparatada donde su protagonista, Sofia, nos cuenta como podemos convertirnos en la mejor version de nosotros mismos gracias a las desgracias que inevitablemente la vida nos pone por delante, y echar de camino unas risas. Podriamos decir que es una comedia de autoayuda, aunque ni la autora ni el personaje pretenden en ningun momento ayudar, quizas y como mucho invitarnos a hacer una reflexion sobre nosotros mismos y nuestras decisiones basadas casi siempre en el miedo, y lo poco que nos reimos al respecto.Toda una suerte de casualidades desastrosas, una chica bastante ingenua, “tonta de capirote”, y una cuerda… Una aventura imposible politicamente incorrecta desde la primera palabra… pero quizas ese punto irreverente sea lo que la haga especial.Con una opinion sarcastica, esta sujeta, protagonista, antagonista, antiheroe, diferente persona, va a intentar adentrarnos en un mundo agrio, dulce, picante e intenso. La risa y la aventura quedan aseguradas en esta increible novela contemporanea. Disfrutalo y deja tu comentario para que el buen ratito llegue a mas personas. EL AUTOR: Sonia Silva es una artista incansable que ejerce en casi todas las modalidades de arte. Cantautora, escritora y guionista, directora de teatro, actriz, bailarina, pintora, con una trayectoria discreta debido a su caracter reservado y bohemio, tiene en su haber el exito de su comedia alegorica "?Con Quien Hablan las Mujeres?", un cortometraje que pronto vera la luz sobre temas mas dramaticos como el alcoholismo y el derecho a una muerte digna, el presente libro y varias canciones y videos de Youtube en su propio canal. Defensora desde muy joven de los derechos de la mujer y su capacidad de ser protagonista activa en la sociedad actual, intenta siempre impulsar proyectos que reseteen viejas creencias de indefension y limitaciones.

  • Decreto real de Cara Colter

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    ?Podria negarse a obedecer la orden real. de sellar el trato con un beso?

  • Muertes pequenas de Emma Flint

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    Elegida entre las diez mejores novelas negras de 2017 por los periodicos The Guardian, The Wall Street Journal y The Irish Times.

  • El vuelo de la mariposa negra de Rosa Castro Palza

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    Jane Austen, principalmente con Orgullo y prejuicio, ha impactado en la vida de Elena, quien ha sonado con viajar a Londres para tratar de encontrar algunos pasajes de la novela en el mundo real. Y ese sueno se concreta un dia, embarcandose asi en una travesia solitaria que terminara por despertar sentimientos encontrados sobre su presente y pasado.

  • Cristina de Maria M. Villen

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    Cristina, una estudiante de Bellas Artes de diecinueve anos, coincide con Carlos, un atractivo millonario de mas de treinta, en una de las discotecas de moda de la ciudad. Aunque ella no lo sabe, es el vastago de una de las familias mas ricas del pais, que ha venido a hacer negocios con Santiago Altamiranda, dueno y senor de todos los negocios de la zona y del gran complejo Dark Side, donde se ofrecen todos los placeres a manos de prostitutas de lujo. Aprovechando una deuda con el padre de Cristina, Santiago la obliga a trabajar para el en el complejo. Asi es como la joven, apenas una nina, empieza su horrible andadura en el mundo de la trata de mujeres.

  • Se armo Cupido, Maleja Arenas de Maleja Arenas

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    ?Cual es el peligro de entrar al bano de hombres?
    Bueno, tal vez que descubras a dos hombres midiendo quien tiene el mayor tamano, o tal vez que se burlen de ti por entrar donde no debes hacerlo.
    Lo que nunca imagine fue que entrar ese dia, a esa precisa hora, justo en ese bano; me llevara a este espiral que es ahora mi vida. Todo porque casi fui testigo de como asesinaban a un agente encubierto, el maldito callejon por el cual huimos tenia camaras de seguridad y justo tuve que mirar hacia atras cuando el, muy claramente me dijo “No lo hagas”.
    Y digo casi, gracias a que mi maldito ingenio y mi histeria le salvaron la vida al hombre, colocando en peligro la mia. Ahora, el departamento de policia y el gobierno me tienen escondida, en un horrible apartamento, en una horrible zona residencial, porque se supone que:
    ?Quien podria sospechar de una pareja de recien casados muertos de hambre y locos de amor?
    Jodidos banos de hombres y jodido cupido que me llevo a enamorarme del idiota que me puso en esta situacion en primer lugar.

  • La receta del amor de Fernando Claudin

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    En este magno cuento de hadas para todos los publicos el autor nos ofrece su particular receta del amor.

  • El viaje sin retorno (Cuentos largos de cafe 1) de Jorge Sacha

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    Si quieres saber lo que pasa cuando una pareja cuya relacion se tambalea se pone a escuchar psicofonias en un pueblo fantasma, o que tal sera hacer chocar vehiculos como tecnica para ligar, o que hace un fatigado soltero al llegar a casa y descubrir a una mujer desnuda en su cama a la que no conoce. En general, si te gustan los crimenes de cafeteria, los romances y sus malentendidos, pero tambien las reflexiones profundas frente a una taza de cafe, tumbado en el cesped o en un funeral, deberias abrir este libro y comenzar a leerlo.

  • La Cara Oculta De La Luna de Claudia Cardozo

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    Surrey, Inglaterra. 1880 Eleanor nunca podria olvidar la ultima vez que tuvo frente a si a James Haversham. Ella tenia doce anos y hasta entonces jamas habia visto a un hombre llorar. No que el pobre caballero se encontrara sollozando a lagrima viva; ni siquiera hubiera podido decir que pareciera hundido por el dolor. En realidad, y la idea en si le parecio tan triste como perturbadora, el discreto llanto del senor Haversham parecia mas bien nacido de la ira y el despecho. Pero en esa epoca Eleanor era solo una nina y su sensibilidad, aunque pronunciada, no era capaz aun de captar esa clase de matices y comprenderlos a cabalidad. Lo unico que tenia claro era que el senor Haversham, ese caballero a quien conocia desde hacia solo unas semanas y que le resultaba tan agradable, se encontraba en ese momento sumido por la pena. Hubiera deseado consolarlo de alguna forma, decirle cualquier cosa que le hiciera sentir mejor. El problema era que ella ni siquiera deberia encontrarse alli y haberlo visto en semejante situacion. Desde luego, todo ese enredo tenia un claro culpable. Una culpable en realidad. Cecily. Siempre era culpa de Cecily. Si su prima aprendiera a comportarse como la joven bien criada que supuestamente era, habrian podido evitar todo ese enredo. Cuando Eleanor la vio salir apresurada de la casa supo que debia de estar planeando algo. Lo mas sensato por su parte hubiera sido hacer como si no la hubiera visto, la experiencia le habia ensenado que era lo mas inteligente para evitar involucrarse en sus problemas; pero ella solo era una nina curiosa en aquella epoca, su tia decia con frecuencia que estaba lejos de ser sensata y le basto con advertir que el senor Haversham tomaba el mismo camino que Cecily para que sus pies empezaran a moverse como si tuvieran vida propia. Mientras recorria el breve trecho entre las cocinas y el establo, donde adivino de inmediato que debian de haberse citado, recordo esas charlas oidas a hurtadillas entre la cocinera y el ama de llaves cuando pensaban que nadie les prestaba atencion. Segun ellas, la senorita Cecily parecia haber caido hechizada por el encanto del nuevo amigo de su hermano y era posible que el senor Haversham consiguiera arrancarle una promesa antes de volver a Oxford. A Eleanor eso le parecia una lastima porque consideraba a aquel joven demasiado agradable para su prima, pero se cuido de decirlo, y no solo porque de hacerlo habria sido descubierta escuchando, sino porque tambien estaba acostumbrada a cuidarse de decir lo que pensaba acerca del comportamiento de Cecily. De cualquier forma, su prima apenas acababa de cumplir dieciseis anos y el senor Haversham no podia haber llegado a los veinte, asi que supuso que un compromiso no era del todo inminente. A lo sumo, quiza, el joven lograra que ella consintiera en mantener correspondencia y que fuera recibido en una proxima visita. Eso si que le parecia una buena noticia, se dijo Eleanor segun daba un rodeo al establo antes de entrar: el senor Haversham era bastante simpatico y, excepto por su primo Gabriel, la unica persona a quien conocia que la trataba con sincera estima. Le gustaria volver a verlo y si para ello era necesario que contrajera algun tipo de relacion con Cecily, bueno, suponia que no seria algo tan terrible siempre y cuando fuera fugaz. El establo era uno de sus lugares favoritos de la propiedad de sus tios. No solo porque amaba a los caballos y pocas cosas le divertian mas que escabullirse alli para admirarlos, sino tambien porque lo consideraba una suerte de refugio en el que podia dar rienda suelta a su imaginacion. El ritmo de la vida parecia perder velocidad cuando conseguia dejar la casa atras y se internaba en su interior. Su cuaderno de notas, un rincon silencioso y el viento que se colaba entre las rendijas de madera: eso era todo lo que necesitaba para sentirse feliz. Eleanor sabia bien por donde debia entrar si no deseaba ser vista; estaba acostumbrada a ello, asi como a subir una escalerilla que llevaba a un altillo que los caballerizos usaban para almacenar el heno y para tomar algunas siestas durante el dia. Ella lo usaba tambien, aunque no para dormir, sino para disfrutar de algo de privacidad cuando trabajaba en sus historias. En ese momento, ademas, comprendio en tanto andaba de puntillas y subia los peldanos con los ojos entrecerrados y rogando por no hacer demasiado ruido, que le daria tambien una posicion estupenda para saber en que nuevo enredo se habia metido Cecily. No sintio demasiados escrupulos en tanto se acomodaba boca abajo sobre el suelo de madera cubierto por paja o mientras agachaba la cabeza hasta que su menton rozo el borde del altillo; sentia demasiada curiosidad para ello. No tuvo que esperar demasiado; cuando llego, su prima ya estaba alli, pero se cuido mucho de que no advirtiera su presencia mientras se movia a sus espaldas. La joven, ademas, lucia muy inquieta, consciente de lo riesgoso de su accionar; se habia quedado de pie bajo el dintel de la entrada con todo el cuerpo oculto en las sombras del interior atisbando a las afueras; Eleanor pudo moverse a su antojo sin llamar su atencion. Su tia Margaret decia con frecuencia que la pequena Ellie, como la llamaban en casa, se movia con la suavidad de un gato de puerto al que era imposible seguir la pista, lo que, si bien dudaba de que fuera dicho como un halago, a ella le complacia mucho. En los escasos minutos en que espero a la llegada del otro convidado a la cita secreta, se permitio admirar el perfil de su prima, algo que hacia con cierta regularidad, aunque odiara reconocerlo. <>, se dijo con un suspiro de enojo. Tal vez Cecily fuera egoista y un tanto odiosa, pero era tambien muy bella. Con su cutis impoluto, su sedoso cabello rubio y los que todos en la familia llamaban unos rasgos perfectos, era imposible que no llamara la atencion. Y ella lo sabia porque habia sido criada para obtener el mejor partido a esos atributos. Eso explicaba la fascinacion que desperto en el senor Haversham tan pronto como la conocio, lo mismo que habia ocurrido con otros antes que el. La diferencia, cavilo Eleanor replegandose en su escondite al oir unos pasos acercandose, era que por primera vez Cecily parecia interesada en alguien que no fuera ella misma. Desde luego, considerando de quien se trataba el hombre que despertaba ese interes, Eleanor no podia culparla. El senor Haversham arribo al establo moviendose con el mismo cuidado que habia mostrado Cecily antes que el, pero no fue de inmediato hacia ella, sino que se mantuvo un momento en la entrada sin dar visos de la impaciencia que Eleanor no dudaba que debia de sentir. Tal y como habia hecho con su prima, aprovecho ese momento de inmovilidad para inspeccionarlo y no pudo evitar esbozar una sonrisa al reparar una vez mas en su rostro atractivo, el cabello oscuro que peinaba sobre la frente y el aire gallardo que a sus ojos sobresalia incluso en la semioscuridad. El seria un estupendo heroe romantico, considero no por primera vez, lamentandose de no poseer aun la habilidad para plasmarlo en el papel. Pero algun dia, se prometio, cuando se sintiera lista para ello, escribiria una historia inspirada en aquel joven. --?Por que ha tardado tanto? ?Nadie lo ha visto? Las preguntas de Cecily, hechas en un tono ansioso que no altero en absoluto su voz musical, la obligaron a dejar sus ensonaciones y a mirar con mayor atencion por encima de la buhardilla. Finalmente habia sido ella quien se acerco al senor Haversham y Eleanor advirtio que posaba una mano sobre su brazo en un movimiento delicado. Eleanor habia perdido la cuenta de las veces en que habia escuchado a la tia Margaret adiestrando a su hija respecto a la forma mas apropiada de acercarse a un caballero e incluso tocarlo si las circunstancias lo permitian, todo ello con exquisito cuidado de mantener el aire ingenuo y angelical que, en su opinion, era su mayor atributo. No pudo oir la respuesta del senor Haversham porque el tomo una de las manos de Cecily entre las suyas y se inclino hacia ella para susurrar algo a su oido. Lo que hubiera dicho, sin embargo, consiguio que ella se ruborizara y Eleanor fruncio el ceno, intrigada. La verdad era que hacian una hermosa pareja, sin duda; el tan alto, con hombros anchos y las facciones afiladas, al lado de ella, espigada como un junco con formas delicadas y el rostro tan lozano como una rosa. Algunas personas decian que Eleanor era una version mas joven y un tanto oscura de su prima, que con el tiempo sus rasgos infantiles ganarian en belleza, pero ella sabia que eso no era del todo cierto ni queria que lo fuera; la apariencia de Cecily, aunque impresionante, le parecia un tanto simplona y ordinaria, pero no le extranaba que resultara tan fascinante para quienes no conocian su interior. Detuvo sus pensamientos respecto a lo que podria esperar de su futuro y que tanto se pareceria a su prima segun creciera al advertir que el senor Haversham acercaba el rostro al de Cecily, buscando sus labios, y estuvo a punto de girar el cuello para evitar ver lo que ocurria, pero una extrana fascinacion parecio hacerla presa de los movimientos de esas dos personas que permanecian ignorantes de su presencia. Espero que su prima se retirara, que hiciera algun gesto para apartarlo porque supuso que eso era lo que una jovencita debia hacer en una situacion como aquella, pero ahogo un jadeo al advertir que ella entreabria los labios y se ponia de puntillas para posar una mano sobre la linea de piel entre el cabello y el cuello de la chaqueta de caza del joven. El beso no pudo durar mas de unos cuantos segundos, pero a Eleanor le parecio como si hubieran pasado horas hasta que el senor Haversham se aparto para luego acariciar su rostro en un gesto cargado de algo que no supo definir, pero que le inspiro un irreprimible deseo de llorar. Cecily, en tanto, respiraba como si acabara de correr y lo veia con los ojos brillantes; Eleanor no podia recordar haberla visto antes mirar a alguien con el mismo anhelo como no fuera a su propio reflejo. --?Tiene que irse? Han sido solo dos semanas; seguro que puede quedarse un poco mas... Eleanor afilo el oido, ladeando el rostro para oir la respuesta al ruego hecho por su prima y esta vez si que alcanzo a escuchar la respuesta del senor Haversham: --Es imposible --explico el, oyendose tan decepcionado como la joven --. No puedo dilatar mi regreso; es mas importante que nunca que cumpla con mis responsabilidades. Usted debe entenderlo mejor que nadie. Eleanor hizo un mohin al comprender lo que deseaba implicar, pero advirtio que a Cecily le tomo un poco mas de tiempo hacerlo; lo supo por su ceno fruncido que revelaba su confusion y que no se relajo hasta que cayo en la cuenta de todo lo que esa frase significaba para el. --No deberia... Fue dificil, pero Eleanor consiguio contener el impulso de emitir un bufido burlon al ver la forma en que su prima batia las pestanas y desviaba la mirada para simular una timidez que sin duda no sentia. El senor Haversham, sin embargo, no parecio advertirlo, porque tomo su mano con mayor impetu y la llevo a su pecho. --Debo. Desde luego que debo decirlo porque es importante que usted lo sepa --dijo el con una voz apasionada que a Eleanor le provoco un extrano cosquilleo en la nuca--. Estoy seguro de que no es una sorpresa para usted. Despues de todo el tiempo que hemos pasado juntos... Hasta donde Eleanor sabia, el tiempo que el mencionaba no habia sido tanto, en absoluto lo suficiente para que el joven pudiera hacerse una idea clara del caracter y las motivaciones de Cecily, pero era obvio que eso a el no le importaba del todo. La cocinera lo habia llamado <>, pero ella no estaba segura de entender a que se referia ni podia preguntarlo porque en primer lugar ni siquiera deberia haberlo oido. Ahora, no obstante, observo a Haversham prestando mayor atencion a la forma en que veia a su prima y comprendio que su mirada parecia limitada a esa figura preciosa que tenia ante el y por completo incapaz de ver lo que estaba mas alla de ese bonito exterior. Segun Gabriel, su amigo era uno de los hombres mas listos que habia conocido y Eleanor podia dar fe de ello tan solo tras haberlo tratado un par de semanas, pero estaba claro que ese <> podia enceguecer a cualquiera. --Cecily, necesito que prometa que esperara por mi --continuo el ante el silencio de la joven. Eleanor fruncio el ceno ante el ardoroso pedido y noto que Cecily hacia otro tanto, mostrandose indecisa por primera vez desde su llegada. --?Esperar? --repitio ella, y Eleanor capto la duda en su voz--. ?Esperar a que? El senor Haversham no debio de advertir esa vacilacion de inmediato porque esbozo una sonrisa y mantuvo sus manos firmemente unidas. --Ya se lo he dicho. Por mi. Por ambos --aclaro el--. No sera sencillo, y tal vez tome tiempo, pero le prometo que valdra la pena. Tan pronto como termine en Oxford iniciare mi viaje y una vez que haya asegurado mi futuro volvere a Inglaterra. Eleanor aprovecho el silencio de su prima para rebuscar en su memoria lo que Gabriel le habia contado de su amigo. Aunque el senor Haversham habia sido encantador con ella, la verdad era que no conto mucho acerca de si mismo en las ocasiones en que compartieron un poco de tiempo, lo que no dejaba de tener logica, claro. ?Por que confiaria sus mas intimos deseos a una nina que solo inspiraba en el ternura y una buena cuota de compasion? Pero Gabriel nunca fue tan discreto y le habia contado que Haversham era el segundo hijo de un vizconde de origen irlandes y que su familia, aunque antigua y con unos blasones irreprochables, distaba de ser rica. Meramente acomodados, fue el termino que uso recordandole un poco a su madre, para su disgusto. Segun el, James, como lo llamaba, era tan inteligente y ambicioso que dudaba de que fuera a conformarse con las circunstancias en las que lo habia puesto la vida. Tenia familiares en America y su mayor anhelo era culminar sus estudios en Oxford para viajar alli y forjarse su propio futuro; uno mucho mas acorde con sus deseos. Todo ello paso por la mente de la chiquilla en unos cuantos segundos y comprendio que era eso lo que el senor Haversham pedia a su prima; que tuviera paciencia y confiara en el lo suficiente para esperar a su regreso. El no tenia como saber, sin embargo, que Cecily ni era paciente ni entregaria jamas su confianza a alguien basada tan solo en una promesa, por mucho que se sintiera atraida por ese alguien. Pero Eleanor si lo sabia y por eso no le extrano comprobar que de pronto ella se veia algo menos entusiasmada de lo que se habia mostrado hasta entonces y que daba un paso hacia atras para poner cierta distancia entre ambos. Ese gesto si que parecio ser lo bastante significativo para que Haversham lo advirtiera porque fruncio el ceno y la observo con extraneza. --?Cecily? La joven sacudio la cabeza de un lado para otro y sujeto una mano contra la otra con la mirada puesta en un punto sobre su hombro como si se supiera incapaz de verlo a los ojos. --Soy muy joven para adquirir un compromiso como el que me pide, mi madre jamas lo consentiria --musito ella simulando una pena que, Eleanor supo, no era del todo fingida; en verdad lo lamentaba--. Ademas, sere presentada en la corte la proxima temporada y no se lo que ocurrira entonces. Tal vez... --Tal vez conozca a alguien mas --culmino el por ella en un tono grave y carente del ardor que habia mostrado hasta entonces--. Alguien mas conveniente. Eleanor hubiera deseado cubrirse los ojos con las manos para no ver la profunda decepcion en cada uno de sus gestos, pero fue incapaz de hacerlo. El deseo de no perderse ni un instante de lo que ocurria parecio ser mas fuerte que ella y se sintio un poco avergonzada por ello. --Espero que no me juzgue. Han sido unos dias deliciosos y confio en que podamos vernos nuevamente... --?Para que? --Haversham interrumpio las palabras de Cecily una vez mas, ahora con mayor aplomo y evidente indignacion--. ?Con que objeto podria desear verme una vez mas, Cecily? ?Por que querria verla de nuevo luego de conocer sus verdaderos sentimientos? La joven exhalo un suspiro que revelaba su enojo y frustracion y levanto el rostro para verlo con ojos brillantes. Eleanor supo sin asomo de duda que eran lagrimas de rabia por lo que hubiera deseado y que sabia que no podia poseer. --?Sentimientos? --repitio ella--. ?Que tienen que ver los sentimientos con esto? --?Que que tienen...? !Todo! --Haversham no parecia poder creer lo que oia--. Le he abierto mi corazon con la esperanza de ser correspondido, pero ahora veo que era un deseo ridiculo. Es evidente que usted no siente lo mismo por mi; de hacerlo, no habria vacilado en asegurar que esperaria a mi regreso. Cecily emitio una risa seca y carente de gracia, y Eleanor sintio que se le erizaban los vellos del brazo; la conocia lo suficiente para saber que su propia frustracion estaba a punto de orillarla a decir algo hiriente y hubiera deseado tener el valor para descubrirse y bajar corriendo para evitar que dijera cualquier cosa que pudiera lastimar mas al hombre que se encontraba frente a ella y que parecia aun demasiado inocente para entender a lo que se enfrentaba. Una vez mas, sin embargo, se vio imposibilitada de mover un solo musculo; tenia demasiado miedo de lo que diria su tia si se enteraba de esa travesura. --Es usted un iluso. Mezcla sentimientos y esperanza con la realidad -- espeto la joven y su hermoso rostro se vio deformado por el desprecio--. ?Cree que arriesgaria todo lo que puedo obtener por unos cuantos besos y una promesa? Usted podria morir, no regresar nunca, y entonces yo habre perdido la oportunidad de ser feliz. Haversham se llevo una mano a la nuca y una mueca de desagrado reemplazo el sufrimiento que habia mostrado hasta entonces. A Eleanor le parecio que finalmente parecia consciente de lo que ocurria y supuso que ese gesto era al fin y al cabo una muestra de lo que pensaba de Cecily y sus principios. --Bueno, tal vez no muera. Tal vez si regrese, pero es posible que lo haga siendo tan pobre como lo soy ahora --comento el con una voz que restallo en el espacio como un latigo--. Esa, supongo, seria una desgracia aun mas penosa para usted que mi muerte, ?verdad? Es eso lo que la atormenta: la ausencia de dinero y poder. Puedo verlo ahora.

  • El Ajedrecista de Hitler de Persus Nibaes

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    La novela “El Ajedrecista de Hitler”, tiene por finalidad dar a conocer una historia ficcionada, basadaen la historia de vida del ajedrecista chileno-aleman Klaus Junge (Karl Dunken). Es una novela que no pretende ser una biografia documental, sino mas bien una historia ficcion, a su vez de contar la historia de vida del joven genio del ajedrez; Karl Dunken, quien participo en la guerra como teniente de la Wehrmacht.

  • Rendidos al Deseo de Robyn Donald

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    Paige Howard siempre habia deseado al magnate neozelandes Marc Corbett, desde el dia en que se conocieron… y el se caso con su mejor amiga.

  • Driven. Vencidos por el amor de K. Bromberg

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    La vida no es sobrevivir a la tormenta, sino aprender a bailar bajo la lluvia

  • El es mi Sueno (Suenos y Pecados 1) de C. H. Dugmor

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    Un amor en secreto sera la tortura mas larga de su vida. A Shirley Sandoval se le ha olvidado sonar. Ha dejado atras todas las pasiones por las cuales suspiraba cuando era nina. Su rutinario vivir la ha llevado a repetir error tras error y lo peor del caso es que ella lo ha permitido. Se ha dejado llevar por el conformismo de ser una mas del monton. “Las oportunidades llegan una sola vez en la vida y hay que aprovecharlas”. Eso es lo que profesa ella dia tras dia. El problema es que ni ella misma se lo cree. Sin embargo, la vida le tiene preparada una sorpresa. Una oportunidad que ella no esperaba, llegara y ella debera decidir si renunciar a sus realidades para ir detras de sus suenos. Un amor turbio se cruzara en su camino. El es su sueno y lo ha sido desde hace muchos anos atras. No obstante, su realidad pasara a ser su peor enemiga y le recordara constantemente que los suenos son solo eso, suenos. Pecados, tentaciones y mentiras se convertiran en parte de su dia a dia. Londres sera testigo de una pasion de ensueno.

  • Coaching de John Whitmore

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    Esta edicion revisada y ampliada de la <> del coaching profesional revolucionara como se aborda tradicionalmente la cultura de las organizaciones. Ejercicios practicos, ejemplos corporativos, dialogos de coaching y un glosario nuevo refuerzan el proceso de aprendizaje, mientras que un capitulo nuevo y crucial explica como medir los beneficios del coaching en terminos de rendimiento de la inversion.

  • Antologia de relatos romanticos. San Valentin 2020 de Varios Autores

    https://gigalibros.com/antologia-de-relatos-romanticos-san-valentin-2020.html

    Este febrero dejate enamorar con la nueva Antologia de relatos romanticos de Selecta.

  • La ultima casa en la montana de Xavier M. Sotelo

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  • La noche que no paro de llover de Laura Castanon

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    Valeria Santaclara necesita reunir la fuerza necesaria para abrir un sobre cerrado que esta en su poder desde hace anos y en cuyo exterior alguien ha escrito <>. Para ello, y no por casualidad, acude a la consulta de la psicologa Laia Vallverdu, quien a traves de las sesiones de terapia la ayudara a recomponer el puzle de su existencia desde la infancia acomodada en el Gijon burgues de finales de los anos 20, la relacion conflictiva con su hermana, las circunstancias historicas de un tiempo convulso, y la culpa que vive en el fondo de su ser y cuya naturaleza ultima no es capaz de confesarse.

  • Mi rancho sera tuyo de Erina Alcala

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    Un ano antes en el Hospital HCA Houston Healthecare de Texas... Se encontraba Michael Morris, de veintinueve anos, haciendose todo tipo de pruebas. Habia tardado en ir, por cabezota. Su capataz, Set, del rancho Morris en Olmos Park, a cuatro kilometros de San Antonio Texas, ya llevaba tiempo diciendole que tenia que ir al hospital o, al menos, al medico. Todo comenzo casi ocho meses antes con veintisiete anos. Se caia del caballo, tropezaba demasiado, se caia al suelo en pleno rancho y a veces no se sostenia. Pero el decia que seria cansancio. Lo cierto era que desde que su madre murio de cancer, se quedaron los dos hermanos solos con el padre. Su hermano mayor, dos anos mayor que el, Robert, habia tenido un ano despues de la muerte de su madre una gran bronca con su padre, porque este queria que se hiciera cargo del rancho con su hermano, y Robert dijo que no, que queria ir a la universidad antes para estudiar Derecho, tener una carrera universitaria como sus companeros de instituto, y asi poder llevar las cuentas y demas. Siempre habia querido tener un titulo universitario, era inteligente y solo serian cuatro anos, no haria master para no perder un ano mas, pero su padre, un gran trabajador y que era un tipo rudo, le dijo que no; Robert le comento que su hermano podia ocuparse esos anos mientras el volvia. Michael sabia llevar el rancho, y aunque tambien queria ir a la universidad, no dijo nada. Si dejaba a Robert, cuando este volviera pediria ir el, y le gustaba el rancho, aun asi, el padre se negaba. Por mas que los queria convencer de que los dos llevarian el rancho junto a el, no dio su brazo a torcer. --Si te vas, te iras sin un dolar, no voy a pagarte la universidad --decia el padre. La cosa casi llega a mayores, si no es porque medio el menor de los hermanos, Michael, que habia sido mas de su madre y aun sufria por no tenerla. Robert preparo una maleta con algo de ropa y se fue del rancho. --Cuidalo, es un testarudo --le decia Robert. --Hermano, no te vayas. --Tengo que irme, Michael, tu sabes llevar esto, volvere dentro de cuatro anos. --Por aqui no vengas, nada sera tuyo, manana voy al notario. Jamas vengas a mi rancho --dijo el padre--. Nada sera tuyo a partir de que salgas por esa puerta. Pero Robert salio y se fue. Ya habian pasado trece anos y Michael se quedo solo, porque el padre con rabia, se marcho a la manana siguiente a San Antonio a hacer un nuevo testamento, con tan mala fortuna de que tuvo un accidente antes de llegar y murio en el acto. Y Michael se quedo solo a los diecisiete anos en ese rancho, sin nadie, salvo Set, su capataz, que fue su padre, Nat, su mujer, su madre y los chicos que trabajaban en el rancho Morris. Fue un gran golpe porque apenas era un adolescente para hacerse cargo de ese rancho sin su hermano y este no contesto a las miles de llamadas que le hizo ni el ni Set. Y se dieron por vencidos. --Esperemos que Robert se entere y vuelva, Michael, no te preocupes. Pero el tiempo pasaba y no volvio. El se hizo con el rancho, que ya de por si era grande con mas de 10000 cabezas de ganado. Y trabajo siendo un adolescente; lo dio todo por ese rancho, perdiendo parte de su juventud, porque el tambien hubiese querido ir a la universidad. Y a veces se preguntaba donde estaria su hermano, lo echaba de menos, habian sido mas amigos que hermanos y Robert siempre lo cuidaba, pero ni una carta, ni ninguna llamada hizo al rancho jamas en esos anos. Y alli estaba ahora, sin casi movimientos en sus musculos y sin saber que le pasaba. Se quedo dos dias con Set en el hospital. Este daba instrucciones a los chicos por telefono y a su mujer Nat desde el hospital y les dijo que volverian al dia siguiente. Michael se habia dedicado al rancho descuidando un poco las casas y el barracon de los chicos y Set se lo decia. <>, decia siempre. Estaban sentados, Michael en una silla de ruedas y Set detras de el en la consulta del doctor; este llevaba todos los informes medicos. --Digame, doctor, ?que me pasa? --Lo siento, Michael, tienes una distrofia muscular rara que avanza a pasos agigantados. --?Es grave? --Me temo que si. --?Con veintinueve anos? --Lo siento, muchacho. --?Voy a morirme? --Tienes un ano por delante, poco mas, si te cuidas, haz lo que siempre has querido, pero si, te queda un ano de vida. No voy a mentirte. Te dare para el dolor medicinas, ahi las llevas, pero esta enfermedad no tiene aun solucion, los dolores se paliara al final con morfina, porque tus musculos van a estar rigidos cada vez mas y al final sera la circulacion, la que no podra hacer su funcion. Sera como si tu cuerpo te atrapara. --Un ano solo... --Si, ahora estas bien, en menos de ocho meses vendra lo peor. Lo siento. --?Tengo que venir? --No, no hace falta, el doctor de Olmos Park puede llevar tu caso, hablare con el para que te vaya recetando los medicamentos a medida que te vayan haciendo falta y le contare tu caso, te aconsejo que contrates a un quiromasajista para alargar la atrofia muscular. Si fuese a diario, mejor. Y le enseno fotos de la enfermedad. --Asi es como vas a verte, lo siento. Si, Michael, no voy a mentirte. No me gusta mentir a mis pacientes. No somos ninos ya. --!Joder! --Lo siento, muchacho. --Medicinas, morfina, y al final, cuidados paliativos. --Gracias, doctor. Set salio llorando y el sin poder creerlo. --Mi hermano, tengo que verlo, Set. --Intentaremos encontrarlo, Michael. --A mi padre no le dio tiempo de cambiar el testamento. --Buscaremos en dos meses a ver si damos con el. Y se fueron a casa. --Set, ?estas bien? --Si, llama a un contratista y a un investigador privado. --!Esta bien! --Y encargate del rancho. --Vale, pero deberias quitar esa sala de abajo y poner ahi tu dormitorio. --Eso pienso hacer. Y una lista de lo que me gustaria hacer antes de morir, entre ellas, casarme y tener un hijo. --?Como? --Que voy a tener un hijo. El doctor me dijo que me quedaba un ano de vida, pero alargaremos al menos para tenerlo. Prepara la maleta, nos vamos a Las Vegas. --Pero, Michael, ?estas loco? --Nos vamos, mientras hacen la obra. --?Que obra? --Todo lo que he dejado pasar estos anos, para mi mujer. --?Que mujer, Michael? ?Estas loco? --Voy a casarme en Las Vegas. Pero, haz lo que te digo. Al dia siguiente tenia al investigador privado alli. Le dio fotos antiguas y toda la documentacion necesaria para encontrar a su hermano. Le pago la mitad y este quedo en ir llamandole. Despues tuvo al constructor de San Antonio. Y le dijo que queria. --La casa, nueva, preciosa y moderna, lo mas moderno, con decoracion incluida, la casa de Set, los barracones de los muchachos y un repaso a todo. Los utiles, tractor y camionetas, los he comprado nuevos el ano anterior. Vallas blancas y altas y una nueva entrada preciosa, quiero un rancho bonito, tiene tres millones de dolares y esta Nat, que se ocupa de lo que sea. Lo quiero antes de dos meses todo. --Lo tendra. --Empiece por todo y cuando me vaya, la casa.

  • El alocado mundo de Rebeca de Vega Fountain

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    ?Y si el mayor peligro de trabajar en riesgos laborales fuera el de enamorarte de tu companero de trabajo?

  • Las independencias de Africa de Custodio Velasco

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    Las independencias de Africa son, junto a las dos guerras mundiales, la bipolaridad Este-Oeste o la caida del Muro de Berlin, uno de los fenomenos capitales de la historia del siglo XX y, por tanto, un hecho fundamental para comprender la historia del tiempo presente. Custodio Velasco ofrece en este libro una amplia y documentada lectura de los procesos de esas independencias en el Africa Subsahariana. Una acotacion justificada por sus particularidades historicas con relacion al norte de Africa y por su trascendencia en los conflictos regionales y geopoliticos mundiales, cuyas secuelas se perciben en la renovacion de tensiones sociopoliticas y el creciente fenomeno migratorio, uno de los problemas de mas compleja solucion para la Europa del siglo XXI.

  • A pesar de los pesares de Aurelio Arteta

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    La ocultamos, fingimos ignorarla, pero por mas que se mire para otro lado, por mas que se cambie de tema o se baje la voz cuando asoma en la conversacion, la vejez, el envejecimiento, estan ahi, forman parte de nuestra vida. Apenas sin percibirlo, hemos cumplido los cincuenta, los sesenta, los setenta.

  • Florecer. y vivir 3 de Silvia Cruz

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    Florecer y vivir es la ultima parte de la saga Florecer, en la que se narran los obstaculos que muchas veces nos pone la vida para poder lograr lo que queremos. Mentiras, miedos, remordimientos, gratitud, tristeza, euforia, son algunos de los factores que influyen diariamente en nuestras decisiones y que marcaran el destino de cuatro personas: Sally, Nick, Alice y David. Una pasional historia de dos parejas que luchan contra sus debilidades personales para poder salir a flote y recuperar lo que un dia perdieron. En la vida no siempre se gana, pero hay que intentarlo.

  • Fuego en la oscuridad de Heather Graham

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    La perfecta vida de Alexandra McCord habia comenzado a derrumbarse desde que se habia encontrado con el cadaver de una mujer y el paraiso de Moon Bay se habia convertido en una pesadilla. Todas las pruebas que encontraba parecian apuntar como culpable a algun habitante de la isla… y a ella como la proxima victima. Pero ?quien podia ser el asesino? ?Y por que David Denhem, su ex marido, a quien llevaba mas de un ano sin ver, habia elegido precisamente aquel momento para volver a aparecer en su vida?

  • Tu, mi debilidad de Jose Rodriguez

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    Zac, un chico huerfano, frio sin aparenta ningun sentimiento tenia problema de agresividad nunca mostro afecto hacia alguien nunca se habia enamorado hasta que en una noche fria se encontro de casualidad a una mujer hermosa que lo hizo cambiar toda su actitud y personalidad digamos que es su debilidad, su gran debilidad. Sin saberlo se enamoro de ella no queria demostrarlo solo por su gran orgullo hasta que un dia cuando se dio cuenta que todo iba a acabar fue donde le confeso todo ahi fue donde toda su vida cambio esa mujer se convirtio en su gran amor y en su debilidad.

  • Lady Elyse de Sophie Saint Rose

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    Era el momento mas importante para una dama de alcurnia. Habia llegado su presentacion en sociedad y Lady Elyse estaba mas nerviosa que en toda su vida por la reaccion de la gente al verla por primera vez. Iba a tener que enfrentarse a las miradas de pena que la habian acompanado casi toda la vida y eso la horrorizaba. Solo queria un hombre al que amar y que la amara por ella misma sin importar su inmensa fortuna o su apariencia. Su pasado siempre se reflejaria en su presente, pero sonaba con que no destrozara su futuro.

  • El cuarto del siroco de Alvaro Valverde

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    Como el agua, que limpia se detiene en esas balsas formadas por las hojas cuando obstruyen el fragil discurrir de la corriente. Como el agua, que pasa y que no vuelve sobre un cauce de arenas y guijarros. Como el agua, que, toda claridad, es espejismo que revela cercano lo distante. Como el agua, que la mano atraviesa confiada y nunca, sin embargo, toca fondo. Como el agua, metafora y verdad. Si, como el agua. ELOGIO DE LA PERDIDA Es en esas ciudades donde nunca has estado, en las lineas de un libro que tu aun no has leido, entre aquellos recuerdos que el olvido arrebata, en las notas de musica que jamas escuchaste, en los tenues aromas que tan solo imaginas, en las acres especias que evocara tu lengua, en aquellos paisajes que tus ojos no han visto, en las breves estampas que se escapan del dia, o en cualquier edad muerta que tampoco viviste donde al fin estas tu. SOLO DE TEXTO 1 Contemplo en lo que veo la sed de otra distancia. Si tres casas o el rojo de un viaje imposible, si tres rayos o el sol que conmina al silencio. La vasta geografia que miro y que me mira descansa sobre el mapa sonado del geometra. El ojo busca luz donde la noche enciende su memoria de infinito. 2 Despojada la mano del agua de los suenos y de la voz del viento retenido, vengo hasta aqui para encontrar refugio de la incesante lluvia que cae desde el pasado. ARIDA VIDA arida vita LEOPARDI En medio del silencio, que solo rompe el agua en su transcurso, esta tarde de agosto, en la que el campo invita a un dulce sentimiento del otono, leo, como otras veces, a Leopardi y su voz se hace mia, contra el eco de lo que el mundo grita y yo no oigo. Aqui, de solitario a solitario. A la espera inminente de la noche que traera con la luna esa luz de los suenos que ilumina las sombras de mi arida vida. HOMENAJE A MARIA ZAMBRANO Como en ese dibujo de Laffon donde se aprecia un estrecho camino que se interna en la fronda. Le flanquean, precisas, las orillas de un mundo que al cabo nos parece impenetrable. El sendero es en si mismo una frontera entre la luz, que brilla encima, y la negrura que se intuye inquietante tras la vegetacion y entre los arboles. Al final, un recodo marca la direccion por la que huye. Y alli una intensidad desconocida. Un fulgor que anticipa el claro de otro bosque: el de la vida. CASAS DE AZUAGA La vida es una calle que me lleva esta tarde de octubre hacia mi mismo. A los lados veo casas asombrosas que muestran un pasado que no existe. ?Como puedo sentir nostalgia ahora de una existencia que de pronto invento? Si nunca he estado aqui, ?como es posible que me parezca que lo estuve siempre? Veo sus puertas altas, clausuradas; fachadas donde el blanco prevalece. Alcanzan dos alturas. Sus balcones son ciegos miradores con persianas. Casas grandes, como esas de Sicilia, que son, en cualquier caso, del verano. Mansiones luminosas en si mismas que emiten una luz que irradia ardiente. Miro a lo alto. Sobre sus azoteas se observa el cielo inmenso del estio. Un cielo cereal, de tierra extensa. O almagre, como el tono de estos campos. Casas donde los patios se adivinan como espacios de sombra y de sosiego. Con estancias vacias invadidas de polvo y salones cerrados donde el sol no se adentra. Casas de voces lentas, de susurros que temen desprenderse del silencio. Casas del diecinueve, sin alardes; senoriales sin mas por su belleza. Inventas interiores en penumbra y las conversaciones que alli duermen.

  • Mirarse de frente de Vivian Gornick

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    En Mirarse de frente, Gornick convierte el recuerdo de su experiencia como camarera en los Castkills no solo en una agridulce aproximacion al deseo juvenil y los trabajos veraniegos, sino en una indeleble toma de contacto con las desigualdades de clase y de genero. Su periplo como profesora visitante por varias universidades estadounidenses le sirve para trazar una maravillosa y tragicomica radiografia del paisaje academico como suplicio para el espiritu: comunidades aisladas, con sus ritos y rencillas, con su peculiar dinamica de soledad y sociabilidad donde el alma se enmohece rodeada de seres solo en apariencia afines. En estas irresistibles vinetas, Gornick vuelve a ofrecernos la singular mirada – valiente y feroz, empatica y siempre de frente- con la que encara el mundo.

  • Nanami de Black Neon Thunder

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    Me llamo Nanami que significa reina de los siete mares, pero yo no me considero una persona especialmente importante. Siempre he vivido una vida relativamente tranquila con mi madre y mi otra hermana mayor Yukiko. A pesar de ser Japonesas, vivimos en Londres ya que mi madre emigro en busca de un cambio de aires. Nunca supe de mi padre, y no es que no intentara saber de el, es que mi madre siempre ha sido muy hermetica con el tema. Poco se de mi familia, lo unico que se es que siempre he tenido el presentimiento que algo extraordinario pasaria en mi vida y creo que esta a punto de pasar.
    Acompaname en mis aventuras y desventuras, en mis delirios y grandezas, porque esta es mi vida, agitada como el mar, pero con la suficiente calma para no perder la cordura.