• liz levoy - Liz Levoy

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    La Apuesta del Padrino de Boda

  • Libros y Ebooks de Liz Levoy - Amazon.es

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    por Liz Levoy, Elisa Press · ( 9 ). 3,99 € 14,98 €. Le duc de Worcester, excédé par l'attitude irresponsable de son fils Robert, lui donne un an pour ...

  • Liz Levoy: Tienda Kindle - Amazon.es

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  • La apuesta del padrino de boda - Libros De Mario

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  • Books by Liz Levoy - Goodreads

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    Liz Levoy has 74 books on Goodreads with 156 ratings. Liz Levoy's most popular book is Le secret de Lady Jane: Romance historique regency.

  • Torn 3 - Libro electrónico - Liz Levoy - Storytel

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    20 dic 2017 — 0 0 5 Autor: Liz Levoy. Libro electrónico. “Why did you choose this life, Johnnie? What is so special about it?” My motorcycle club.

  • Love Campaign de Liz Levoy - Bajalibros.com

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    Lee “”, de Liz Levoy en línea en Bookmate – La Apuesta del Padrino de ... Libros. La Apuesta del Padrino de Boda ¿Quién dijo que los hombres eran perfectos?

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  • La apuesta del padrino de boda - Liz Levoy - Libros4

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    14 oct 2017 — Descargar libro La apuesta del padrino de boda - Liz Levoy epub, para kinddle, PC, Android, Iphone. Descarga libros gratis.

  • Casate conmigo (Huxtable 1) de Mary Balogh

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    Primera entrega de la serie <>.

  • Tu, como el viento sur de Elena Bargues

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    Valvanuz, despues de anos de maltrato, por fin reune el valor para divorciarse de su marido y regresar a Santander donde consigue trabajo en un reputado restaurante.
    Teofilo Van der Voost pertenece a una conocida familia de renombre en el sector hotelero. Aunque es un enamorado de su profesion, la neurocirugia, comparte la direccion del negocio familiar con sus hermanos hasta que una fuerte discusion hace que se replantee su estilo de vida.
    Un dia de viento sur, Teofilo coincide con Valvanuz, que ha regresado cargada de problemas: un ex marido rencoroso y sucesos inexplicables que, con la fuerza del vendaval, arrastraran la tranquilidad y su vida rutinaria de Teo.
    Tu, como viento sur, es un himno a la esperanza, al afan de superacion y a la busqueda del amor para sanar profundas heridas.
    Una novela maravillosa que no puede dejar indiferente a nadie.

  • Noches furtivas, Mina Vera de Mina Vera

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    Londres, 1872
    Tres anos despues de volver a Espana por dictado de su padre, Ursula Olivan regresa a Londres, donde habian quedado aparcados todos sus suenos: estudiar en la universidad, convertirse en una gran perfumista. y compartir su vida con Edward Green, el unico hombre al que ha llegado a amar. Un encuentro fortuito entre ambos propicia que sus sentimientos renazcan con solo mirarse. Sin embargo, una vez mas Ricardo Olivan impondra su voluntad, prometiendo a su hija en matrimonio con lord Nathan Miller.
    Viendo que negarse a esa union es imposible si no quiere arruinar la reputacion de su padre, Ursula se vera obligada a conseguir que el propio Nathan se retracte de su proposicion. Desinteresarlo sera una ardua tarea, sobre todo porque su afecto por el crece dia a dia, si bien de noche continua viendose con Edward y disfrutando de furtivos y ardientes momentos de pasion.
    No obstante, Ursula no es la unica que guarda secretos. Tanto Nathan como Edward comparten un oscuro pasado que ninguno revelara a Ursula pero que lo cambiara todo cuando la verdad salga a la luz.

  • Sabor Frambuesa de Priscila Pacheco

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    Tras ser despedida de su trabajo, Evelyn siente que su vida es un caos, su mejor amiga Dora la anima a salir de fiesta ese dia y el destino hace que esa misma noche encuentre un nuevo trabajo y tras un pequeno accidente conozca a Samuel, un hombre guapisimo del que se queda prendada con solo verlo, pero el hecho de que lleve una alianza en su mano hace que no quiera saber nada de el...

  • Poeta chileno de Alejandro Zambra

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    Durante buena parte de esta novela Gonzalo es un poetastro que quiere ser poeta y un padrastro que se comporta como si fuera el padre biologico de Vicente, un nino adicto a la comida para gatos que anos mas tarde se niega a estudiar en la universidad porque su sueno principal es convertirse -tambien- en poeta, a pesar de los consejos de Carla, su orgullosamente solitaria madre, y de Leon, un padre mediocre dedicado a coleccionar autitos de juguete.
    El poderoso mito de la poesia chilena -un personaje secundario dice, aludiendo a los veredictos de la Academia Sueca, que los chilenos son bicampeones mundiales de poesia- es revisitado y cuestionado por Pru, una periodista gringa que se convierte en testigo accidental de ese esquivo e intenso mundo de heroes e impostores literarios.

  • Diario de un seductor de Joaquin De Saint Aymour

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    Hoy la he visto por primera vez. No la conozco de nada, nunca me habia cruzado antes con ella en mi negligente deambular por esta ciudad en decadencia, como una vieja tramoya que se hunde inflamada en los confines del horizonte. No me ha mirado, nadie repara en mi. Bajo mi aspecto anonimo soy como la sombra de un fantasma, un hombre maduro que oculta su pasado bajo identidades inventadas, acorde con la maxima que proclamara Michel Montaigne: "deberiamos vivir la vida como si fuera la de un personaje ficticio". Antes de comenzar te advierto que aqui no vas a encontrar una topica novela romantica de velas encendidas y petalos de rosa flotando en la banera, con parejas que se aman hasta la eternidad mirandose a los ojos embelesados. Mas bien, esta es una historia sobre nuestro lado mas oscuro, de las pasiones ocultas, el fin de la inocencia y la caida en los abismos. La elegida es tan joven que la supongo inexperta en los avatares de la vida y de los hombres, el arquetipo perfecto para el fin que le aguarda entre mis manos de creador comprometido con el mundo del arte y de la belleza, una chica sin malear todavia. Pero yo nunca subestimo a una doncella, por joven que sea. Ella siempre sera mejor y mas fuerte que cualquier hombre. Por eso siento un gran respeto hacia las mujeres, nunca pienso en ellas como una victima o un objetivo, pues ante todo me considero un rendido admirador del universo femenino. Rendido y, sin embargo, peligroso. Soy un hombre poseido por los demonios de la literatura. Un escritor maldito. Un poeta urbano, que convierte la ficcion en realidad y la realidad en ficcion; la existencia cotidiana en un arte y las mujeres en poesia. Soy como un embalsamador de la belleza, un pintor de naturalezas muertas. Mi libro de cabecera es El arte de amar, escrito por el poeta romano Ovidio. Lo elegi porque ya no quedan seductores como los de antano, ahora solo hay hombres que disimulan su complejo ante las mujeres cayendo en los topicos que la sociedad propaga igual que nuevos mantras para el consumo, como esa tonteria que prodiga la sensibilidad masculina y el descubrir tu lado femenino. Por el contrario, al seductor le conviene una cierta indolencia para no mostrar su juego de perversidades, aunque debe comportarse con la intrepidez que toda mujer en el fondo desea. Tal como lo expresa Ovidio, "el amor, como la milicia, rechaza a los pusilanimes y a los timidos que no saben defender sus banderas". El amor es una milicia, si, pero la seduccion es un sacerdocio, exige una entrega mucho mas alla de lo fisico, para llegar a lo psicologico. Porque antes de penetrar en el cuerpo de una mujer, tendras que saber penetrar en su cabeza. Todo seductor ha de tener un acusado sentido de la estetica y saber elegir a la protagonista de su transformacion. Seducir a cualquiera revela escaso compromiso y poca exigencia con la mision. Seducir a varias para demostrar tu hombria solo evidencia una falta de autentica virilidad. Un seductor no es un conquistador, ni mucho menos lo que la literatura conoce como un Don Juan. El verdadero seductor es un creador que sublima la belleza y la feminidad, revela todo el potencial de una joven para convertirla en mujer, como la oruga termina transformada en mariposa, y luego muere feliz revestida de toda esa hermosura. Ayer estuve durante un rato largo en el mismo lugar y a la misma hora en que me cruce con ella en la Plaza de Cataluna, sentado en un banco dejando pasar el tiempo, aunque mi espera no diese los frutos deseados. No importa, seguire aguardandola, porque intuyo por su forma casi sonambula de caminar que quiza ese recorrido se trate de un trayecto frecuente o habitual. Cuando la vi el otro dia ella cruzaba la Plaza de Cataluna en diagonal, llegando, yo diria, que del Paseo de Gracia. Un albor de palomas levanto el vuelo a su paso, provocando un fugaz y repentino aleteo. Atraveso la calle por el cruce de peatones en direccion hacia la Rambla. Yo me quede observandola, evaluando su figura, su forma de caminar (elegante y tan escasamente convencional en las chicas de su edad), la media melena de color castano con reflejos dorados en el sol encarnado de la tarde que declina por detras de los edificios, anadido a ese aire de joven inteligente, todavia no enterada de su poder. En el momento en que fui a seguirla, el semaforo del paso peatonal ya estaba cerrado y un torrente de trafico me lo impidio. He de asegurarme, porque no me sirve una chica cualquiera; sin embargo, la primera impresion ha sido muy favorable. Por ejemplo, al atravesar la banda en vuelo de las palomas no dio muestras de sobresalto, continuo adelante como si fuera un espiritu inmarcesible, que solo las aves lograsen percibir y quisieran respetar. Cualquiera en semejante situacion se hubiese llevado las manos a la cabeza para protegerse o hubiera hecho un atolondrado requiebro, tal vez emitiendo un grito indecoroso. Deseo que la protagonista de mi experimento sea una persona de caracter, necesitara temple para soportar lo que le aguarda durante todo el proceso de modelado. La experiencia de la que hablo supone un intenso trauma, que una gran parte de las mujeres con parecida edad no lograrian soportar. Ella no lo sabe, pero la otra tarde, al cruzarse conmigo, lo hizo por primera vez con su destino. Por fin la he vuelto a ver. El mismo recorrido, la misma carpeta contra el pecho, el mismo caminar indolente y elegante a la vez. Una indumentaria clasica y discreta, que revela su buen gusto, sin estridencias, aunque con el toque sofisticado (quiza un rasgo de rebeldia) de la cazadora tejana sobre un vestido de corte formal, de senorita perteneciente a una destacada esfera social. Hoy si he podido seguirla, bajando por la Rambla, densa de paseantes, en direccion al Liceo, a cuyo edificio ha entrado por la estrecha calle Sant Pau, donde figuran los accesos para el personal del teatro. Creo adivinar el motivo: intuyo que la chica pertenece a la plantilla de la Joven Orquesta y Coro del Liceo, y en la carpeta lleva las partituras de la obra que tal vez se hallan ensayando para una futura interpretacion. De ser asi, me agrada; la prefiero sensible y con alma de artista, pues la caida en el abismo sera mucho mas dramatica. He aguardado hasta que saliera de nuevo (una hora mas tarde) sentado en una mesa del restaurante del Hotel Espana. Entonces la he seguido de regreso, seguramente hacia su casa, y no he tenido que aguardar mucho para comprobarlo. Ha entrado en un edificio palaciego del Paseo de Gracia, en aquel sobre cuya cupula de pizarra negra campa el emblema comercial cincelado en bronce, perteneciente a la conocida empresa de seguros La Union y el Fenix. En el recibidor al estilo neoclasico, decorado con marmoles, apliques y lamparas de laton, languidece aburrido un portero ya proximo a jubilarse, uniformado de gris y tan macilento como una figura de cera. Le pregunto por la chica que acaba de subir en el bello ascensor modernista y, tal como yo esperaba, me contesta muy severo que no puede ofrecer informacion a cualquiera que llegue consultando sobre los vecinos que habitan el edificio. Lo que todo portero desea es demostrar su autoridad sobre la pequena parcela que recae bajo su egida profesional. Pero hay algo mas fuerte que dicha demostracion de autoridad, y es el afan de protagonismo que distingue a cualquier ser humano. Asi lo dejo claro Andy Warhol cuando aludio a los "quince minutos de gloria" que toda persona desea disfrutar por lo menos una vez en la vida. Entonces le filtro que soy periodista de investigacion y el portero agranda los ojos, interesado. El hecho de que me halle indagando algun episodio escabroso que pueda salir al otro dia en los periodicos me garantiza su colaboracion. Quiere mostrarse como el hombre bien informado que a si mismo se considera. Y es entonces cuando accede a lo que deseo: –Esa chica se llama Elvira y es pariente de la senora Giralt, una dama de gran empaque. –?Giralt? -repito, brindandole la ocasion para que me demuestre su amplio conocimiento en el pequeno universo vecinal que domina. –?No la conoce usted? Pues Lluisa Giralt fue una cantante de opera muy conocida en su epoca, toda una celebridad -se me acerca en confidencia y huelo su aliento a conac barato–, dicen que incluso la cortejo Alfonso XIII, porque al rey le gustaban mucho las actrices y la cupletistas. –?En que piso vive? -inquiero atajando su chismorreo. –Arriba del todo, en los aticos, el mejor duplex del edificio. Elvira es una sobrina nieta que vive con ella desde nina. Oiga, ?esto cuando sale? -pregunta el portero, cada vez mas interesado. Como tengo previsto volver por alli, me conviene llevarmelo a mi terreno, asi que le digo, adoptando un tono confidencial: –Todavia no lo tengo claro, he de atar algunos cabos. –Bueno, yo no he comentado nada, ?eh? -subraya precavido–, que a la senora Giralt le gusta pasar lo mas desapercibida posible. Ya es bastante anciana la pobre, y esta muy achacosa. Me tiene dicho desde hace anos que no haga subir a nadie que venga preguntando sobre su pasado en el mundo de la opera. He seguido a Elvira varios dias a prudencial distancia, desde que sale hasta que regresa de nuevo. Asi he podido saber, por ejemplo, que asiste al prestigioso colegio Jesus y Maria de San Gervasio, y que varias tardes al mes acude al Liceo para recibir lecciones de ballet, lo cual explica su elegante caminar de gacela. Su piel tiene la palidez y consistencia del nacar, unos ojos azules e inocentes, que seguro no han visto nunca la fealdad de la vida, criada en una jaula de oro, como un animal precioso, en el formidable atico de su anciana tia, perteneciente a un mundo en el ocaso de su existencia, como la imagen en blanco y negro de una vieja enciclopedia ilustrada y fuera de uso. Elvira no habra escuchado todavia palabras de amor, como no sea en el cine o en la television. Por eso no percibe las miradas masculinas, no piensa que pueda ser el foco de interes para ningun hombre, porque aun es demasiado joven para ello. La veo detenerse frente al escaparate de una boutique especializada en ropa interior, de las multiples que hay abiertas en el Paseo de Gracia. Mira con cierto asombro las prendas que visten los maniquies, en particular un conjunto en color negro, de seda bordada, el mas caro, sensual y vistoso de Christian Dior. Posa los ojos interesada, preguntandose quiza por que las mujeres eligen ropa tan hermosa para cubrir las bellezas de su cuerpo sin nadie puede apreciarlas. Considero que por fin ha llegado el momento propicio para poder abordarla y me acerco. La miro desde su espalda y a traves del reflejo del cristal, absorta todavia en el valioso conjunto de ropa interior. –Te sentaria de maravilla -digo, susurrandole al oido. Ella se vuelve sobresaltada por la repentina intrusion, pero antes de darle tiempo a reaccionar, a que me demuestre que se trata de una chica educada y con el recato propio de su condicion, yo retrocedo un paso, esgrimo una leve sonrisa de disculpa, junto a una sutil inclinacion de cabeza como saludo, y continuo adelante con mi paseo, con las manos en los bolsillos, entre las hojas quebradizas que caen planeando de los madronos plantados en las aceras del bulevar. No me detengo, ni mucho menos me vuelvo, sigo caminando negligente, disfrutando de la calida tarde que nos ha deparado el otono. Por hoy basta con eso, no debo hacer nada mas. He implantado la peligrosa semilla en su mentalidad indefensa todavia. Y pronto crecera en su interior como una planta carnivora, devorando su placido sueno adolescente con imagenes tan turbias que despertara ruborizada y sin aliento, humeda de anhelo por primera vez. Ni siquiera me ha visto con la suficiente claridad para poder identificarme despues, en la siguiente ocasion, pero confio en que recordara mi voz cuando pase dentro de unos dias por el atico donde reside junto a su vieja tia. Entonces comenzara su proceso de aprendizaje y devastacion. Dias despues, acorde con lo previsto, acudo a mi cita concertada por telefono (cuyo numero me ha facilitado el portero del edificio) para entrevistarme con dona Lluisa Giralt. Le llevo una botella de brandy al portero con el fin de seguir manteniendo su complice colaboracion ante cualquier imprevisto. Y el hombre se deshace obsequioso considerandome un caballero en toda regla. He preparado la visita con todo detalle. No debo mostrar demasiado interes, ni mucho menos curiosidad. Finjo que soy un profesional acostumbrado a entrevistar celebridades. La vieja dama me recibe a la puerta del atico demostrando una encomiable voluntad en agradar, un retazo de su buena educacion, apoyado el brazo izquierdo en una muleta de aluminio y el derecho en su nieta Elvira, vestida tambien para la ocasion con un juvenil atuendo que acentua su inocencia, un tesoro que yo voy a robarle muy pronto, pero no antes de que lo suplique, de que pida ser la inmolada en el sacrificio de su propia virginidad. Pasamos a una salita iluminada desde un mirador acristalado, por donde penetra la luz filtrada de la tarde atravesando los cortinajes livianos, tendidos al aire como sudarios. Tal como suponia, Elvira, que se afana en servir el te, no me ha reconocido. Sin embargo, cuando comienzo a exponer frente a la dama el motivo de mi visita, la veo de reojo ruborizarse. Acaba de recordar mi voz. Lluisa Giralt es una mujer gruesa, vestida por completo de blanco, igual que una vieja novia victoriana. La cabellera canosa, larga y lacia dividida en dos mitades y recogida con esmero por atras en un apretado mono ensartado con horquillas y peinetas. Irradia la elegancia trasnochada de las grandes divas de antano. Pasa el tiempo impedida en una butaca o en su silla de ruedas, junto al ventanal por donde puede ver, a lo lejos, por encima de la ciudad, el mar sumido en la bruma del horizonte. Vive ignorando cuanto la rodea. La frivolidad ya no encaja dentro de su anacronico mundo, porque haber llegado a mas de los noventa es una cruel fatalidad, permite que veas como la muerte se va llevando a las personas que amas y conoces, mientras eres testigo de toda esa desdicha. Elvira permanece presente durante nuestra conversacion, preguntandose si de verdad soy yo el que le susurro aquello frente al escaparate de ropa interior. He podido saber que tiene 16 anos, aunque parece mayor. Es muy hermosa, tanto de rostro como de figura; me satisface haber acertado en mi eleccion, aunque no es hacerme con su cuerpo lo que yo deseo, sino con su alma. Porque la mayor posesion de todas no ambiciona la estetica carne sino la sublime del espiritu. Durante la conversacion mantenida con la respetable dama he sabido que los padres de su sobrina fallecieron a causa de un accidente de trafico cuando ella solo tenia un ano de vida, demasiado poco para recordarlos, y por tanto ni siquiera los echa de menos. Elvira, que no viajaba con ellos aquel fatidico dia, se quedo huerfana de golpe y fue acogida por Lluisa Giralt. La chica no tiene ninguna experiencia en las anagazas que oculta el confortable aunque traicionero mundo que le rodea. Puesto que no ha conocido nunca otra cosa, Elvira considera normal su peculiar modo de vida, del acreditado colegio religioso en regimen de internado en donde cursa sus estudios, al Liceo, donde se prepara para ser bailarina de ballet; una vida semejante a la del jilguero feliz, atrapado sin pena en la jaula donde ha nacido. Mientras tomamos el te y a la vez intento convencer a su tia sobre mi sincero interes hacia su pasado de diva, Elvira todo el tiempo se remueve nerviosa en el sillon tapizado de cretona donde ha tomado asiento, presente pero callada, segun dictan las normas impuestas por ese tipo de ambito social tan enfermo de apariencias, junto a los modales aprendidos en su colegio para senoritas distinguidas. Como la taza le tiembla en la mano, Elvira la deposita sobre la mesa para que no se percate su tia. No sabe hacia donde mirar, a cualquier parte menos a mi, lo cual evidencia que la carga de profundidad enviada frente al escaparate ha estallado en su interior avivando el fuego que arde, todavia oculto, bajo su virginal imaginacion de joven adolescente. Al final de mi propuesta para rememorar el pasado de la vieja soprano, formulada con todo el tacto del mundo, Lluisa Giralt accede a evocar para mi aquellos anos con destino a un supuesto libro sobre la historia del Liceo. La dama no ha podido resistirse a mi encanto mundano, soy un persuasor nato, nadie domina como yo las claves ocultas de la comunicacion subliminal. Decir algo como senuelo para que mi oponente baje la guardia y entonces clavar el mensaje que deseo igual que un fino estilete florentino en su corazon, de modo que le convenzo usando su negativa inicial, mientras yo quedo a salvo de mi propia ponzona. Mientras la dama me despide, acompanandome con esfuerzo hasta la puerta del amplio atico donde reside, me ha tomado de la mano, afectuosa, con los ojos anegados de lagrimas. Y asi es como, para sorpresa de su sobrina, que ha permanecido muda durante toda la entrevista, contemplandome con recelo, dona Lluisa y yo acordamos la siguiente visita para continuar nuestra conversacion sobre su pasado en el mundo de la opera. Hoy he seguido a Elvira, sin que lo note, cuando salia de casa en direccion al Liceo. Tras verla desaparecer por la puerta de acceso en el callejon lateral del edificio he aguardado media hora y luego he subido hasta donde, segun me ha dicho un bedel, tienen lugar los ensayos del ballet. En la parte mas alta existe una gran sala iluminada por grandes ventanales, desde donde se aprecia una extensa vista de Barcelona. Por el suelo entarimado y alrededor de un piano de cola, corretea un grupo de chicas entre los 15 y los 17 anos, las alumnas de ballet; mientras la profesora, una mujer de unos 35, que debio ser bailarina titular en algun teatro y ahora ejerce como directora, vestida de negro igual que una institutriz, impone rigurosa su autoridad. Me quedo en el umbral, espiando los graciles movimientos, los ejercicios en la barra y frente al espejo, de unas chicas tan jovenes y en apariencia fragiles que parecen munecas de trapo y porcelana. Ya se han cambiado para el ensayo y todas lucen un conjunto similar, el maillot negro, de manga corta, cenido al cuerpo; el tutu blanco y vaporoso, como una espuma de merengue, dejando las piernas a la vista; los pies como amortajados en las zapatillas de cintas anudandose a los tobillos, euforicas como las ocas correteando alegres en un corral. Todas ellas menudas, delgadas, cuyo pecho apenas despunta cenido por el maillot, acomodandose a los androginos canones de belleza exigidos por la danza. Elvira es la mas hermosa, un cisne mezclado entre las torpidas ocas; ella es la que goza de un cuerpo mas definido, porque las imposiciones del ballet son tales, con ensayos llegando hasta los limites de la resistencia fisica, una dieta draconiana y tortuosos ejercicios que modelan el cuerpo hasta convertirlo en materia ductil para conseguir el canon de belleza, el estereotipo estetico impuesto por la pieza musical a interpretar, que algunas chicas no pueden soportarlo y caen enfermas, con bastante frecuencia de anorexia, incluso en ocasiones hepatitis. Me mantengo a distancia, oculto en la oscuridad, observando las evoluciones del grupo de ballet, a Elvira en particular, ensayando la clasica obra Coppelia, con musica del compositor frances Leo Delibes. Cuando culmina la escenificacion, y antes de que se dispersen, mientras Elvira rie alborozada con sus companeras, evocando las peripecias del ensayo, cruzo el umbral y me hago de notar. La directora, como una gallina clueca protegiendo a los polluelos, viene hacia mi preguntandose quien es el intruso que osa molestar a sus alumnas con su presencia, y como es que me han dejado subir a la sala del ensayo. Pero yo enseguida la envuelvo con el influjo de mi oscuro magnetismo. No me resulta dificil neutralizarla, porque con toda seguridad es una mujer soltera cuyo unico amor en este mundo ha sido y es el ballet, por quien desde nina lo dio todo y ahora no le queda nada en su escualido pecho, sin duda reducido en una operacion quirurgica cuando todavia era casi una nina, como hacen muchas bailarinas en ciernes para parecer mas ligeras y volatiles, y ahora se arrepiente de la imagen que ofrece, tan poco adecuada para el aprecio de los hombres. Me identifico sonriendo con indolencia premeditada: he venido para recoger a Elvira, le miento, ya que se ha hecho un poco tarde, por encargo de su tia. Entonces Elvira me ve y enrojece tan de subito que sus companeras lo notan y giran los ojos en mi direccion. Pero la directora palmea con autoridad y todas corren a cambiarse de ropa, incluida Elvira, mientras yo me quedo a la espera junto a esa mujer de rictus amargado y pecho desecado, que hoy tal vez habra sentido latir de nuevo su entumecido corazon de solterona.

  • Nunca crei ser una propuesta de Sophie Kiss

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    Aquella salida nocturna fue inolvidable para Shirley, le cambio la vida para siempre, sacandola de su rutinario y monotono estilo de vida, viviendo nuevas e intensas aventuras al lado de Rene y Marcus, dos hermosos hombres que tienen una gran sorpresa guardada entre manos. Al ver a Shirley no lo dudaron y la eligieron para estar con ella.
    Historia de Bonificacion: El adorable Claus busca el amor, lo ha encontrado en una hermosa chica que trabaja en la empresa donde el es dueno, Claus esconde un secreto y parece que ese secreto le va a pasar la cuenta.

  • El jardin de los secretos de Ivan Soler Real

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    Aquella manana, la inspectora Robin comenzaba su rutina como si se tratara de un dia cualquiera. El aroma del cafe recien hecho ayudaba a sus sentidos a irse despertando. Como cada manana, una casa sobria y vacia le daba los buenos dias; el tipo de vida que habia elegido no le dejaba mucho tiempo para conocer a nadie. Tras una ducha rapida, se dirigio a su puesto de trabajo en la Brigada de Patrimonio Historico de la Policia Nacional. Pero este no seria un dia mas, de camino recibio una llamada telefonica, uno de los cuadros mas importantes del Museo Nacional del Prado en Madrid habia sido sustraido. Debia dirigirse al lugar inmediatamente, el director del museo requeria su presencia. De un volantazo, cambio el rumbo de su vehiculo y se dirigio hacia el lugar de los hechos. En la puerta su companero, el subinspector Gonzalez, la esperaba impaciente fumando un cigarrillo. La prensa no tardaria en enterarse y su comisario necesitaba material para poder afrontar ese cumulo de preguntas al que se enfrentaria. --Buenos dias jefa, el director del museo nos esta esperando. --?Donde esta el fuego? No se a que vienen esas prisas --contesto la inspectora con su habitual mal humor matutino. El museo permaneceria cerrado al publico ese dia. Al acceder por la puerta principal, un empleado ataviado con traje y corbata hizo un gesto a los agentes para que le siguieran. Atravesaron varias salas y pasillos hasta llegar a un gran despacho de aspecto senorial. En el fondo quien parecia ser el director del museo. --Buenos dias agentes, tenemos que actuar con velocidad, El Jardin de las Delicias ha sido robado. --?El Jardin de las Delicias? --repitio el subinspector Gonzalez. --Es un cuadro de El Bosco, si no me equivoco, --contesto Robin. --Efectivamente. Es la obra maestra mas importante que pinto el autor, y una de las piezas mas preciadas de nuestro museo --puntualizo el director. --Pero ?Como han podido burlar las medidas de seguridad de este museo?, y ?como demonios no se han dado cuenta de la sustraccion hasta ahora? --Bien inspectora, ha sido un cumulo de circunstancias. El cuadro fue llevado a los sotanos del museo para realizarle labores de conservacion. Lo que en principio se trataria de un par de dias, se convirtio en una semana debido a que los dos expertos restauradores que debian realizar esas labores contrajeron una enfermedad, creo que gripe, y no vinieron a trabajar durante varios dias. Esta manana iban a volver a colocar el cuadro en la exposicion y los encargados del transporte se percataron de que ya no se encontraba alli. --?Que dicen las camaras de seguridad? --pregunto la inspectora. --Los vigilantes han estado revisando las camaras y no han visto nada anormal. --Pues caso cerrado, el cuadro se ha volatilizado --dijo Robin sarcasticamente. --Inspectora, esto es muy serio. Esta manana he hablado con el Ministro de Cultura, el cual, a su vez, ha telefoneado a su Comisaria General, este caso es de maxima importancia -- comento el director del museo con voz amenazante. Robin sabia de primera mano que cuando los politicos se inmiscuyen en el trabajo policial, siempre es para empeorar la situacion. La burocracia y la eficacia rara vez van de la mano. Asi que intentaria recuperar esa obra maestra antes de que ningun jefe pudiera meter las narices en su trabajo. Despues de la interesante conversacion con el director, Robin fue guiada hasta el lugar de los hechos, los sotanos del majestuoso Museo del Prado, los cuales albergan una de las mayores colecciones de arte del mundo. La seguridad parecia ser impenetrable, puertas blindadas, camaras de seguridad, sensores de movimiento, guardias armados; parecia imposible que algo pudiera salir de alli sin ser detectado. Al llegar a los accesos del cuarto donde debia de estar la pieza sustraida, pudieron ver como el equipo de Policia Cientifica aguardaba la llegada de los investigadores. La inspectora comenzo a repartir tareas. --Podeis empezar con la inspeccion ocular, extraer cualquier huella o muestra genetica que pudiera haber en esta habitacion, no importa donde se encuentre ni a quien pertenezca. Gonzalez, quiero los nombres de los restauradores que debian haber trabajado estos dias y no lo hicieron. Disculpe director, necesitaria los nombres de todos los empleados que tienen acceso a esta camara, asi como los vigilantes de seguridad que estuvieron anoche de servicio. Les tomare declaracion a todos ellos. Tambien necesitaria las imagenes de todas las camaras de seguridad de todo el Museo referente a las ultimas veinticuatro horas. Un cuadro de dos metros de alto por dos metros de ancho no puede haber desaparecido sin dejar rastro. --Disculpe inspectora, pero por motivos de seguridad no le puedo facilitar todas las grabaciones de las camaras. Piense que en este lugar hay obras de un valor incalculable. Cada empleado tiene una serie de claves unicas de acceso, y nuestro sistema de seguridad es uno de los mejores del mundo, considerado de alto secreto. Si le entregase las imagenes seria una intromision en nuestra seguridad. --Si su sistema de seguridad fuera tan bueno yo no estaria aqui. Si no me las facilita voluntariamente volvere con una orden judicial. Usted preocupese por su trabajo que yo hare el mio. Tras unos segundos de silencio, el director del museo puso cara de pocos amigos mientras contestaba. --Hable con mi ayudante, el le facilitara todo lo que necesite. Tras esas palabras, se dio la vuelta y abandono la estancia sin despedirse. Se veia a primera vista que aquel hombre no estaba acostumbrando a recibir ordenes, y menos provenientes de una mujer veinte anos mas joven. El cerebro de la inspectora comenzaba a funcionar a toda velocidad. Habia aun muchas dudas que despejar. ?Por que ese cuadro? Una vez en el interior, los ladrones podrian haberse llevado lo que hubieran querido. ?Por que ese en especial? Quizas algun comprador estuviese interesado especificamente en esa obra. Habia mucho trabajo que hacer. El resultado de la inspeccion ocular fue negativo. Ni huellas, ni vestigios, ni nada por donde empezar a tirar del caso. Parecia ser obra de un fantasma. Algo no encajaba en ese robo. Eso no se parecia a ninguno de los casos que habia dirigido la inspectora. Normalmente, la mayoria de los robos de obras de arte se producian en iglesias o museos con pocas medidas de seguridad. Incluso los lardones de guante blanco dejaban alguna pista, una imagen, una huella de pisada, trazos de herramientas en puertas forzadas, algun testigo presencial, algo por donde empezar a investigar; las cosas no desaparecian por si solas, y menos una obra maestra sustraida del interior de la camara acorazada que el Museo del Prado tiene por sotano. La teoria de que el autor pudiera ser alguien de dentro cada vez cobraba mas fuerza. Todos los trabajadores que tuvieron acceso a esos sotanos fueron pasando por la oficina de la inspectora uno por uno; todos ellos fueron interrogados. Las tarjetas de seguridad de los empleados dejaron constancia electronica de todos y cada uno de los movimientos que hicieron. Las entradas y salidas, los dias y las horas, el tiempo que estuvieron, nada se salia de lo normal. Mas tarde, los vigilantes de seguridad que custodiaron el recinto esa noche dieron su version de lo sucedido. Nadie vio nada; todos hicieron las rondas establecidas, nadie falto a su puesto de trabajo. Los ultimos en ser oidos en declaracion fueron los dos expertos restauradores encargados de realizar los trabajos de conservacion de la pintura. Ambos habian caido enfermos en circunstancias similares. Segun ambas versiones, hacia cinco noches salieron con un grupo de empleados del museo para celebrar la jubilacion de uno de ellos. Estuvieron cenando en un restaurante de Sushi y algo les provoco una fuerte intoxicacion. Permanecieron en cama con gastroenteritis aguda hasta el dia en el que ocurrieron los hechos. Esa manana, tras obtener el alta medica, los expertos realizaron los debidos cuidados y procedieron a la limpieza de la obra en cuestion, abandonaron los sotanos del museo a las 17:05 horas, juntos y con las manos vacias. Nada parecia sospechoso. Este caso iba a provocar mas dolores de cabeza de lo esperado. Despues de una larga jornada de trabajo, Robin dejo irse a casa a los miembros de su grupo y se quedo sola en la oficina. Queria saber algo mas acerca del cuadro sustraido. El Jardin de las Delicias era una obra maestra realizada por el pintor holandes Jheronimus Bosch, conocido en el mundo del arte como "el Bosco". El cuadro, pintado al oleo, era lo que se denominaba un "triptico", hecho en tres laminas, una central y mas grande, y otras dos laterales que se cierran, a modo de puertas, sobre la tabla del medio. El contenido del cuadro habia sido siempre polemico, habiendo diferentes teorias en cuanto a lo que representaba. La principal era que la obra pretendia mostrar la historia del mundo, desde su nacimiento, hasta el apocalipsis. Cuando el triptico permanecia cerrado, el cuadro dejaba ver un planeta oscuro y sin vida; sus tonos grises y vacios daban un aire tetrico a las tablas. Pero abierto, la pintura arrojaba una explosion de color y alegria que lo inundaba todo. En el panel izquierdo se observaba un mundo verde y con fauna animal y tres personas en el; al parecer representaba el paraiso. El panel central y mas grande, mostraba una amalgama de personas y animales realizando diversas actividades, al parecer unicas, todos estaban completamente desnudas y parecian disfrutar de lo que hacian. La pintura central daba a Robin una sensacion extrana de sobrepoblacion. Por ultimo, la tabla de la derecha mostraba la decadencia del mundo; muertos y heridos se agolpaban por todos los lados proyectando en ese lateral un aire siniestro. Ese cuadro le resulto interesante a la inspectora Robin. Se trataba de una de esas piezas, repletas de detalles, que se puede estar mirando durante dias y siempre se descubre algo nuevo.

  • El gran circo de la economia de Peter T. Leeson

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    ?Sabia que, en la Inglaterra del siglo xix, habia subastas en las que se compraban y vendian mujeres para luego casarse con ellas? ?Que, durante 250 anos, Italia persiguio penalmente a las cucarachas y a los grillos? ?O que en Liberia, aun hoy, los acusados de un crimen beben a veces veneno para determinar su destino?

  • La Utopia Larga (La Tierra Larga 4) de Terry Pratchett

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    La Utopia Larga es la esperada cuarta entrega de la saga <>, una aclamadisima colaboracion entre los dos gigantes de la ficcion especulativa Terry Pratchett y Stephen Baxter, que ya lleva vendidos mas de un millon de ejemplares en todo el mundo.

  • Domicilio desconocido. una novela y cinco piezas breves de Gerardo V.c

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    Que hermoso fue vivir asi, recien paridos, aprisionados en un anillo de humo. El presente esta infravalorado; incluso hay quien niega su existencia: un movimiento de los parpados y ya es pasado. El presente se consume sin darse uno cuenta, dicen, moviendo la cabeza, mientras lamentan lo que no hicieron y suspiran por lo que haran. Pero durante aquel fin de semana con Nieves aprendi a disfrutar del momento, porque dentro de mi nueva identidad no habia pasado, ni se podia imaginar futuro alguno: era solo instante. Un pasado de horas y minutos. Como nacer adulto, ya sabiendo, con un bagaje y empezar desde ahi, en ese punto que nos hace afirmar: si fuera otra vez joven y supiera lo que se...

  • Elogio De La Fragilidad de Gustavo Martin Garzo

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    La pintura de Fra Angelico no puede comprenderse lejos del mundo agitado del primer renacimiento. Un mundo en que el arte aspira a reflejar el mundo real y en que los pintores empiezan a no conformarse con la plasmacion sugestiva de temas religiosos. Y es verdad que toda su obra gira sobre esos temas y es expresion de su sincero amor a las verdades de una religion en la que cree con fervor y cuyas historias no se cansa de escuchar y contar, pero no lo es menos que se acerca a ese mundo de una forma nueva, para celebrar, como otros pintores de entonces, la belleza y los dones de la vida. Tal vez por eso ningun otro tema fue mas querido para el que el de la Anunciacion, que pintaria varias veces a lo largo de su vida, y que tiene en el cuadro recien restaurado del Museo del Prado su expresion mas admirable. Este tema resume su concepcion del arte como vinculo entre lo divino y lo humano. Esa fue la respuesta que dio una vez a su amigo el papa Nicolas V cuando este le pregunto cual era la cualidad que debia caracterizar a un buen pintor: <>. No hay nada de terrible en los angeles dulces y temblorosos de Fra Angelico. En realidad, salvo por sus vestiduras y sus alas, sus rostros y actitudes son semejantes a las nuestras. Es verdad que desprenden luz, pero ?no pasa eso mismo con todos los personajes de sus cuadros? En La Anunciacion una paloma atraviesa, siguiendo la estela de un rayo de oro, el jardin del Eden hasta alcanzar el rostro y el pecho de Maria, que adopta una actitud de absorta entrega. Pero la luz de este cuadro no solo viene de ese rayo divino. Un tenue haz de luz dorada entra por la ventana del fondo y el propio angel resplandece. En realidad esta en cada cosa, como si la luz fuera la cualidad mas intima de todo cuanto existe, no solo de los seres vivos sino tambien de los objetos y las plantas. Basta con mirar a Maria. Su cuerpo, su cabello y sus manos resplandecen, al igual que su vestido. Y lo hace, no solo como si recibiera esa luz de algun punto invisible del exterior sino como si fuera ella misma quien la desprendiera. El mismo angel parece sorprendido al verla, como si dudara de su mision o se asomara a traves del gesto luminoso de Maria a una realidad mas honda y conmovedora que la que representa el. Ese asentimiento, esa callada disponibilidad, esa mezcla de gratitud y de gracia, este mundo de luz que todo lo invade es la piedad. Y la piedad y la luz son los grandes protagonistas de toda la obra de Fra Angelico. Sus pinturas parecen pertenecer al reino de la fabula, pero Fra Angelico las pinta con los ojos del que se detiene a contemplar las cosas reales. Puede que una mirada asi sea lo que hemos dado en llamar mirada poetica, porque la poesia es el realismo supremo. Y todo el arte de Fra Angelico parece estar dominado en grado sumo por un apetito semejante de realidad. Eso significan las dos manos de Maria cruzadas sobre el pecho: <>. Es curioso que el angel y Maria realicen el mismo gesto. En realidad se recogen, se ovillan, forman un capullo: un capullo de seda. Pero ?no buscan eso todos los amantes, recogerse, transformarse en un capullo en las manos del otro? Y ?que dice Maria?: <>. Y ?que le contesta el angel?: <>. Por eso se inclina como ella, por eso cruza sus manos e imita cada uno de sus gestos como si solo aspirara a ser su reflejo. Puede que el arte de Fra Angelico alcance en este cuadro su momento mas excelso, porque hace del corazon de la muchacha visitada por el angel el verdadero centro de la escena encantada. Como si viniera a decirnos que el verdadero misterio no esta en ese rayo de oro sino en el interior de la muchacha que lo recibe. Aun mas, como si el angel lo supiera y por eso se inclinara ante ella en silencio, y eso que llamamos lo sagrado no fuera sino la cualidad mas indefinible y honda de lo humano. Y es verdad que desde un punto de vista estetico esta Anunciacion sigue siendo deudora del mundo de las miniaturas goticas, con su fijacion por el oro, su sublime luminosidad y su atmosfera cortesana, pero su tono es muy diferente. Todo el cuadro parece tener una cualidad mental, como si Fra Angelico no pintara una escena real, sino los pensamientos de los que la estan viendo. No el mundo, sino nuestros pensamientos acerca del mundo. En esta tabla Maria y el angel han dejado de ser figuras alegoricas, que representan las ideas de la religion, para transformarse en los tiernos personajes de un hermoso y misterioso cuento. Pero ni los cuentos ni la poesia han surgido para apartarnos de la realidad, sino para permitirnos adentrarnos mas profundamente en ella. Eso representa este cuadro: el instante privilegiado en que la realidad y la verdad dejan de contradecirse. Claro que Fra Angelico, al pintarlo, no podia saber nada de esto y se limitaba a servir piadosamente a una historia en la que creia. Pero lo que hace inolvidable este cuadro es mas alla de las intenciones de su autor, ha llegado a nosotros flotando como un cofre en las aguas del tiempo. Un cofre que sigue conservando el poder de encantar a esos espectadores de hoy para los que los misterios de la religion apenas son otra cosa que un punado de temas para las salas de los museos. ?Como es posible que nos siga conmoviendo una escena tan maravillosamente pueril? No es tan extrano si pensamos que lo que hace Fra Angelico, como todos los grandes poetas, es transmitirnos a traves de los topicos de su tiempo una verdad humana esencial. Porque aunque la idea de un angel que visita la tierra para anunciar a una muchacha que sera la madre de un nino dios pueda parecernos a lo sumo un delicado cuento, algo nos dice que, como sucede con los verdaderos cuentos, oculta algo que no cabe desatender. Y nos bastara con detener nuestra mirada en esta Anunciacion para darnos cuenta de lo que es, pues el misterio de la encarnacion no es otro que el misterio del amor humano, y que es esa la razon de que un cuadro asi nos siga fascinando. A algo asi se refiere Cocteau en su libro La bella y la Bestia, diario de rodaje cuando, al comentar el trabajo en su pelicula del gran fotografo Henri Alekan, escribe: <>. Ese pais es el que encontraremos al entrar en las salas de esta exposicion, como si lo maravilloso no fuera algo que cuestiona lo que creemos ser, sino la cualidad mas intima y decisiva de lo que somos. O, dicho con otras palabras, como si ese anhelo permanente de lo maravilloso fuera el que nos hace de verdad humanos. Un lugar donde vivir <>, tal es la pregunta que hace anos un conocido periodico hizo a un grupo de escritores durante la Feria de Libro de Madrid. Es una pregunta compleja, pues suele ocurrir que los libros que mas nos gustan no sean demasiado aconsejables para vivir en ellos. Los dolorosos cuentos de Katherine Mansfield, las inquietantes parabolas de Franz Kafka, las oscuras historias de William Faulkner, son algunos de los textos indiscutibles de la literatura reciente y, sin embargo, ?por que habriamos de elegirlos para vivir en sus paginas si en ellos solo hay tristeza, angustia y dolor? Augusto Monterroso recogio en su Antologia del cuento triste una seleccion de los cuentos mas tristes de la literatura occidental del pasado siglo. Y para justificarse escribio en su prologo: <>. No hay un personaje femenino mas cautivador que Fortunata, pero ?querriamos enamorarnos como ella de un patan como Juan de Santa Cruz? Es imposible no adorar a Colometa, la protagonista de La plaza del diamante, pero su testimonio habla de un tiempo tan lleno de injusticias que nadie en sus cabales querria vivir en el para estar a su lado. En El esclavo, la novela de Singer, se nos cuenta una de las mas bellas historias de amor que se han escrito nunca, sin embargo sus protagonistas, Wanda y Jacob, no hacen sino sufrir en un entorno dominado por la violencia social, las supersticiones y las rigidas reglas religiosas, y aunque envidiamos su pasion inagotable nos espanta la magnitud de su pena. La obra de Carson McCullers nos dice que no hay salvacion en el amor; y es mejor no enamorarse de las leves y encantadoras flappers de Scott Fitzgerald porque suelen terminar como esas mariposas que se queman las alas en los farolillos de las fiestas del verano. Y que decir de Billy Budd, el marinero protagonista de la novela de Herman Melville, o de Catherine y Heathcliff, los amantes de Cumbres borrascosas. ?De verdad querriamos parecernos a ellos? Nos gustan las historias tristes, porque nos permiten conjurar nuestros propios temores y realizar a traves de ellas lo que tal vez en nuestra propia vida no nos atrevimos a hacer, pero algo muy distinto es querer que nos pasen a nosotros. Charles Dickens escribio un cuento en que un fantasma elegia invariablemente para volver al mundo los lugares en los que fue desgraciado. Sus apariciones solian ser terrorificas, pues estaba cargado de antiguo odio, hasta que alguien sensato se lo recrimino. Su argumento no pudo ser ni mas delicado ni mas concluyente. <> ?Por eso nos gustan los libros tristes: porque nos permiten volver a los lugares en que fuimos desgraciados? La desdicha es mucho mas literaria que la felicidad. Basta recordar el famoso dictamen de Tolstoi, en el arranque de Anna Karenina: <>. No es cierto, sin embargo, que los libros hablen solo de esa desgracia que es vivir. Por ejemplo, Las mil y una noches o las gozosas comedias de Shakespeare o de Lope de Vega no lo hacen. Es la ventaja de las comedias, en las que nada es irreparable y hasta las mayores desgracias contienen el germen de nuevos e imprevistos comienzos. Las mil y una noches es un libro lleno de historias oscuras y terribles, pero tambien de encuentros sorprendentes e inesperadas maravillas. Un libro en que los relatos se suceden sin solucion de continuidad, y en que la desgracia que nos espera en uno de ellos a menudo es el umbral que nos lleva a la felicidad del siguiente. El lector pasa de unos a otros como esos peces que en los rios van de los rapidos a los remansos, o de la fria profundidad de las grutas a la tibia superficie del agua. Es lo que nos pasa con el mundo de los libros, cada uno nos lleva a un lugar nuevo. Alistair Macleod lo hace a esos mares helados del Canada donde un caballo o un perro pueden robarte el corazon; Flannery O'Connor, a las calles donde deliran sus santos oscuros; Alice Munro, a ese mundo cotidiano en el que un recuerdo inesperado pueden iluminar o arruinar la vida; Truman Capote, a esos pisos solitarios en los que la desgracia castiga a los que han recibido un don. El mundo de la literatura se parece al bosque de Sueno de una noche de verano, la comedia de Shakespeare. Chesterton afirma que es la obra maestra del autor ingles, la mas audaz y alegre, la mas perturbadora y honda. En ella, dos parejas de jovenes se esconden en el bosque para vivir sus amores. Es una noche de verano y el bosque se puebla de hadas y duendes que deciden jugar con ellos cuando se quedan dormidos. Un duende, Puck, pone en sus parpados el jugo de una flor magica, que hace que se enamoren de la primera persona que ven al despertarse. Y el azar hace que se fijen en aquel o aquella que no les corresponde, lo que da lugar a todo tipo de malentendidos. La locura alcanza a la reina de las hadas, que se enamora de un comico que lleva la cabeza de un burro. Pero todo se resuelve al final y cada uno encuentra la pareja que merece, y en el mundo vuelve a reinar la armonia de los amores correspondidos. La obra de Shakespeare nos ensena que no debemos mantener separados el mundo real del de la fantasia. Lo realidad necesita de la fantasia para volverse deseable; la fantasia de lo real para poderse compartir con los demas. El bosque hechizado bien podria confundirse con el mundo de los libros. Cuando leemos elegimos visitar ese bosque donde todo puede suceder. En el nos esperan los senderos misteriosos, las llamadas del deseo, las metamorfosis, las sabias mentiras del amor. Esa vida dormida que hay en cada uno de nosotros y que solo el hechizo de la literatura, como la flor magica del duende Puck, puede despertar. El tiempo de la lectura es el tiempo intenso de la kairos griega, con sus momentos irrepetibles y sus epifanias.

  • Fernando VII de Emilio La Parra

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    Fernando VII (1784-1833) ha sido considerado uno de los monarcas mas nefastos de la historia de Espana, tanto por su caracter, muy influenciable, determinado por su doblez y desconfianza hacia todo y hacia todos, como por sus actuaciones. Autoritario y cruel, ejercio un acusado poder personal y reprimio toda disidencia. Entre otras consecuencias, ello supuso la perdida de casi la totalidad de las colonias americanas y el declive de Espana como potencia internacional.
    Basado en multiples fuentes y documentos, en los relatos de la epoca y en las interpretaciones de la historiografia actual, Fernando VII. Un rey deseado y detestado --brillante ganador del XXX Premio Comillas de Historia, Biografia y Memorias en 2018-- traza la biografia de este contradictorio monarca, mitificado por algunos de sus contemporaneos, que lo convirtieron en el rey virtuoso e inocente, y detestado al mismo tiempo por casi todos. Su reinado marco el final de una epoca y el inicio de la politica moderna en Espana.

  • El Proceso de la Presencia de Michael Brown

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    En esta extraordinaria obra, el fluido y lucido texto nos conduce hacia una experiencia transformadora y nos conecta con el vivo resplandor de la Conciencia del Instante Presente, donde nos esperan la liberacion, la salud y nuestra innata sabiduria. La simple lectura de este libro, sus percepciones, nos purificara y hara que recobremos la salud vital. Lo que en otro tiempo fue dificil de explicar ha quedado ahora plasmado lucidamente en este libro. Aquello que se consideraba antes un territorio de paz accesible tan solo a los <> esta ahora al alcance de todo el mundo.

  • El amante de siempre de Beverly Barton

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  • Miradas perdidas de Marta Sebastian Perez

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    Una mujer aterrorizada.

  • La voz de los Dioses de Mia Campbell

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    Cuando los dioses encadenan el destino, solo el amor puede obtener la llave.
    Sumergete en la antiguedad, en un mundo de dioses, heroes y leyendas griegas que han perdurado hasta nuestros dias, te acompanare de la mano a traves de las historias relatadas por sus protagonistas, unas que quiza difieran un poco de lo que los dioses querian que conocieses...
    ?Estas lista para adentrarte conmigo en la Antigua Grecia y conocer la verdad que se escondia detras del mito?

  • Recoge la luz del sol con las manos de Toyo Shibata

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    El sensacional exito llegado de Japon: 2 millones de ejemplares vendidos.

  • IMPOSSIBLE LOVE de Priscila Serrano

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    El rumbo de la vida de Alexa cambio justo el dia en el que su madre decidio casarse con otro hombre. Nunca penso que aquel suceso, iba a afectarle como lo hizo y con tanta intensidad. Tanto como para no volver a ser la misma. Entonces llego el, un chico se cruzo en su camino en el momento mas oportuno, para salvarla.
    Cameron nunca creyo que pasar por su lado, siendo el el que no creia en el amor, caeria irremediablemente enamorado de ella en cuanto la vio. Que ella le haria sentir demasiado en tan poco tiempo.
    ?Que pasara cuando se den cuenta de que tienen en comun mucho mas de lo que creen?
    Lo que no se espera ninguno de los dos es que su pasado, esta ligado a sus vidas.

  • Misterioso amor de Alex Vera

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    --Voy en camino --dije, tenia ambas manos en el volante y la pieza del Bluetooth en mi oido. --Date prisa, por favor --contesto mi padre en voz baja--. Algo no esta bien, Marcial. Hay una mala… --Se interrumpio--. Y no se… --Papa se quedo completamente callado, quite las manos del volante y me estire en el asiento. --?Papa? ?Papa, hola? ?Puedes oirme? Pero ya no estaba. Y yo, me encontraba atrapado en un maldito ferry camino a Nantucket sin nada mas que preocupacion por esa llamada. Eso no era propio de el. Mi padre era una roca. Mentira, ni siquiera era una roca, era acero. El hombre me habia criado, por el amor de Dios. En toda mi vida nunca me habia pedido ayuda, y ahora, el dia que me pide ir a conocer a mi nueva madrastra y hermanastra, me hacia esa llamada ?Sonaba asustado? ?Donde estaba su rudeza habitual? --Joder --murmure, y saque el auricular de mi oreja, lo que hizo que me picara instantaneamente--. Ahhhhh --grite, y lo arroje al asiento del pasajero de mi Audi. Abri la puerta y sali del auto para buscar a alguien que me explicara que diablos estaba pasando. Un tipo con un uniforme de marinero cursi se paseaba entre los demas vehiculos, observando y anotando las matriculas en un portapapeles y sonriendo a la gente sentada dentro de ellos. --!Hey, tu! --grite. Varias cabezas se voltearon hacia mi. El marinero tambien levanto la vista --. Si, tu, ?cuanto falta para que esto termine? --Quedan quince minutos de viaje, senor. --Quince minutos --Saque mi billetera y se la menee como si fuera una delicia--. Que sean cinco y te dare mil dolares. El hombre volteo los ojos de tal manera que solo se veia lo blanco de ellos. --?Senor? ?Tartamudee? --No, senor, pero me temo que no puedo cambiar el rumbo ni la velocidad del ferry. Esta en nuestra pagina web, senor. El viaje dura dos horas y quince minutos, en total. --Dos mil dolares --le conteste igualmente, y saque algunos billetes para probar que hablaba en serio. La suave brisa, el olor del oceano, la hermosa vista del dia en este verano, todo se me escapaba. --Senor, no puedo hacer que el ferry vaya mas rapido. Tendra que esperar --dijo el hombre. Bueno, mierda. Esa era la primera vez que me rechazaban una oferta asi. Habia sido rico la mayor parte de mi vida, y alcance a serlo mucho mas trabajando en tecnologia y bienes raices, despues de dejar la casa de mi papa. Segun mi experiencia, el dinero lo compraba todo, incluyendo viajes mas cortos a traves del oceano. Me sente de nuevo en mi auto, refunfunando en voz baja. A pesar de todo, alcance mi movil nuevamente y llame al telefono de mi padre. No contesto. Probe llamar al telefono fijo despues, apretando los dientes a traves del incesante zumbido. --Vamos --murmure--. Contesta, papa. La culpa me envolvio. Habia estado lejos de el ultimamente. Lo habia dejado esperando muchas veces. Incluso venir a conocer a su nueva esposa e hija esta semana habia sido una tarea casi imposible para mi, y ahora esto estaba sucediendo. Finalmente, el ferry atraco, y me dirigi hacia la larga calle que se unia con Cliff Road y terminaba en direccion a North Shore. O al menos, la parte de North Shore donde estaba ubicada su mansion. Sentia la tension acumularse y recorrer mi columna vertebral. Esto no era normal. Estaba en peligro. Tranquilo, imbecil. El esta bien. Mi padre no tenia ningun enemigo. No era como yo, en ese aspecto. No habia ninguna razon para que estuviera en peligro. Mis manos sudaban al volante, mi pie presionaba impaciente el acelerador. Me gustaba tener el control todo y no esperaba a que nadie mas hiciera algo. Estaba en mis manos, y asi era como me manejaba. Me acerque al camino de entrada de la mansion, y me incline hacia adelante. Mierda. Mi mirada viajo desde el camino hacia el cielo, una y otra vez. Senti un vacio en mi estomago. Una columna de humo negro se elevaba en la distancia. No. No puede ser. !Carajo! Hundi el pie en el acelerador, resbalando en el camino que conducia a la casa. Luces parpadeantes aparecieron en mi espejo retrovisor y un camion de bomberos se acercaba detras de mi. Acelere mucho mas y atravese con el Audi las rejas de entrada a la propiedad. La mansion estaba al final de un largo camino de grava. El fuego vivo serpenteaba desde las ventanas abiertas en el ultimo piso. La casa de la piscina a la izquierda ya estaba envuelta en llamas. La puerta principal estaba abierta a lo alto de los enormes escalones de piedra, pero no habia nadie de pie fuera de ella. No veia a mi padre en ninguna parte, no estaba afuera con su nueva esposa a su lado. Apenas habia frenado cuando mi mano ya habia soltado el cinturon de seguridad y con la otra abri la puerta. Salte y corri hacia la entrada principal. Detras de mi podia escuchar el chirrido de las llantas del camion de bomberos y los gritos. El humo que salia del pasillo, me asfixio. --Mierda --gruni y me arranque la camisa. Me la ate alrededor de la nariz y la boca y luego entre--. !Papa! Papa, ?donde estas? Mis ojos ardian, no podia ver. Me arrodille y me arrastre hacia la habitacion mas cercana, tosiendo, balbuceando y llamando a mi padre. Una figura aparecio en la alfombra grisacea delante de mi. Una mano delicada con los dedos enroscados contra la palma, unas pintadas de rosa palido. La imagen me llamo la atencion. Era una mujer. ?Quien era? ?Que hacia ella aqui? Mi Hermanastra. Me arrastre hasta ella, con la garganta seca, tosiendo y agarre uno de sus brazos levantandola con cuidado. Tenia que sacarla de ahi. No podia seguir con el plan de arrastrarme y buscar a mi padre. Si pude encontrarla a ella, los bomberos encontrarian a mi padre y a mi nueva madrastra tambien. Una gran grieta resono sobre mi. !Muevete! Antes de que todo el maldito techo se derrumbe sobre tu cabeza. Ella era ligera en mis brazos a pesar de su cojera. Corri a traves del humo hacia el vestibulo de entrada y un estruendoso choque, seguido de una ola de calor, me persiguio, pero no me detuve a mirar atras, no me atrevi. Alcance los escalones de piedra de la entrada, agarrando a la mujer en mis brazos. Tosi bajando cada uno de ellos y me detuve en el camino de grava junto a mi auto. Los bomberos pasaron corriendo frente a mi y entraron en la mansion. Sonaban gritos. Desenrollaron una gruesa manguera del camion y una ambulancia se apresuro a subir por el camino. La mujer aun estaba inconsciente. Me agache y la puse sobre la grava tan suavemente como pude, y luego me arranque la camiseta de la cara. Mi vision era borrosa, salian lagrimas involuntarias de mis ojos. Tosi, parpadee, me limpie la cara. Finalmente, me aclare un poco, y mi mirada se poso sobre ella. Mi corazon se detuvo por un instante. El mundo que me rodeaba se ralentizo, casi desaparecio por completo, y durante un milisegundo no habia fuego, ni peligro, no pense en mi padre, ni escuchaba las sirenas ni los hombres gritando. Solo estaba ella. Era perfecta. Coloque sus brazos suavemente a los costados, su pecho subia y bajaba lentamente. Era curvilinea, perfectamente proporcionada, con una expresion en su rostro que era verdaderamente pacifica, incluso a traves de las manchas de hollin. Una sensacion extrana se apodero de mi pecho, tenia la creciente necesidad de protegerla de las llamas, del humo, de cualquier peligro. Me puse un puno en el pecho, tratando de deshacerme de ese sentimiento. ?Quien eres? --!Hey! --El grito rompio el hechizo. Levante la vista y un bombero venia hacia mi, despejando el humo con sus manos. --Oye, ?estas bien? ?En que diablos estabas pensando? No puedes entrar a… --Se detuvo cuando vio a la mujer. Me dolia muchisimo la garganta, pero la aclare para hablar, al menos lo intente. --Mi padre --dije con voz ronca--. Mi padre y su esposa estan en el edificio. Tienen que sacarlos. --Nos encargaremos de ello --dijo el tipo de uniforme, y luego miro hacia atras por encima del hombro--. Aqui vienen los medicos. Quedate aqui mismo y no la muevas. --No me digas --le conteste, tosiendo en mi puno. No podia moverme, mucho menos a ella. Dios, habia inhalado tanto humo y gastado toda mi energia, pero queria volver corriendo a esa mansion y buscar a mi padre. ?Como diablos paso esto? Mire a la mujer aun inconsciente. ?Como se llamaba? Mi padre me lo habia dicho, pero yo era una mierda a la hora de recordar fechas y nombres. Olivia, Luna o algo asi. Me sono una alarma en el cerebro cuando la mire fijamente. Ella sabia lo que habia pasado. Tenia que saberlo. Un par de medicos corrieron hacia nosotros, con una camilla. La bajaron y se pusieron a trabajar en ella, revisandole el pulso, levantandola, atandola. Otro corrio hacia mi y se agacho, agarrando una pequena linterna con la mano. --Senor, ?puede oirme? --No, el humo ha tapado mis oidos. La confusion se apodero de la expresion del paramedico. --Por supuesto, puedo oirte. ?Adonde la llevas? --pregunte, poniendome de pie. --Al hospital. Por supuesto. Pregunta estupida. Pero yo actuaba extranamente protector al pensar que se la llevarian. Mi hermanastra. Papa. ?Donde diablos esta papa? Mire hacia la mansion, dudando entre seguir a la ambulancia hasta el hospital o quedarme esperando que sacaran a mi padre. El fuego salto de las ventanas del ultimo piso cubriendo los alfeizares y los aleros. Se escucho un crujido resonante, y dos bomberos salieron corriendo de la casa, con las manos vacias, saltaron del porche y cayeron al cesped. El crujido se convirtio en una enorme grieta, y el lado izquierdo del techo, justo encima de donde habia encontrado a mi nueva hermanastra, se derrumbo, escupiendo chispas y motas de hollin. Las llamas rugieron y los hombres abrieron la manguera, descargando el agua sobre la casa.--Mierda --murmure, llevando mis manos a la cabeza y agarrando punos de mi cabello--. Mierda. Esto no puede estar pasando --Camine hacia adelante--. !Papa! Una mano salio disparada y aterrizo en mi pecho, impidiendome correr hacia la ruina ardiente por segunda vez. --Whoa. Tranquilo amigo --dijo una voz masculina. La casa era un desastre. No habia forma de entrar sin una muerte segura. Me voltee hacia el bombero que estaba a mi lado y lo agarre por los hombros. --?Donde estan? --gruni--. ?Donde esta mi padre? ?Donde esta su esposa? --Senor, tiene que calmarse --contesto el tipo. --?Donde? Pero el grito de la sirena de la ambulancia me interrumpio. Me gire hacia ella, mirando como cerraban las puertas a bofetadas, mientras los medicos saltaban adentro. No habia nada que pudiera hacer aqui. Y existia la posibilidad de que mi hermanastra supiera donde estaba mi padre; tal vez se habia ido de la casa antes de que comenzara el incendio. Trato de llamar a la policia. Eso explicaria por que la ambulancia habia llegado a tiempo. Era una falsa esperanza. Aprete los dientes, luchando conmigo mismo por sentir esto, por sentirme atraido a seguirla a pesar de mis instintos de quedarme y buscar de nuevo en la casa en llamas, aunque eso significara poner mi vida en riesgo. Un nuevo crujido resono en el lugar y otra seccion del techo se derrumbo. Rapidamente, me separe del bombero y del segundo medico que trato de acercarse a mi, y corri hacia mi auto. Si alguien sabia lo que habia pasado, seria ella. Capitulo Dos LUNA !Dame tu corazon! !Damelo! ?Donde estas? La voz resonaba en la oscuridad que me rodeaba. Te arrepentiras si no lo haces, ?entiendes? Lo lamentaras por el resto de tu corta vida. Abri mis ojos y parpadee ante la luz del sol, luego los entrecerre. Estaba en una cama de hospital con sabanas blancas limpias. Levante mis manos y vi que estaban completamente cubiertas de hollin, ademas, me dolia la garganta y los pulmones. ?Por que estoy aqui? El pensamiento se me vino a la cabeza, y me hizo estremecer. No podia recordarlo. En panico, examine la habitacion con mi mirada, viajando hacia la ventana con sus cristales limpios que ofrecian la vista de un estacionamiento y un arbol a un lado de el. Mi mirada regreso desde esa vista de nuevo a la habitacion y luego a la cama. ?Que demonios…? Un hombre increiblemente guapo estaba dormido a mi lado apoyado en la silla, con la cabeza inclinada hacia un lado dejando al descubierto un cuello grueso y una fuerte linea de la mandibula, recubierta de una delgada y definida barba. El cabello corto y de castano oscuro adornaba su cabeza, y sus labios se movian levemente mientras dormia. Me resultaba familiar. ?De donde te conozco? Escudrine mi mente, entre el miedo y la confusion que tenia por estar en ese lugar. No habia nada, nada que explicara por que yo estaba ahi, en esa cama, con el sentado a mi lado como una especie de perro guardian. !Marcial! Es el hijo del marido de mama. Habia un oscuro recuerdo de la vez que conoci a mi nuevo padrastro en la casa de mi mama en Manhattan, en donde el me mostro una fotografia de Marcial. Aunque era mas joven en la imagen. ?Era mi hermanastro? El tipo era tan guapo como un Adonis, pero eso no explicaba por que estaba aqui. De repente un dolor de cabeza palpitante broto entre mis ojos. Aprete mis parpados y exhale. !Piensa! ?Por que estas aqui? ?Donde estas? Un grunido, seguido un chirrido del sillon a mi lado me hizo abrir los ojos nuevamente. Marcial estaba despierto, sus ojos eran de un azul cristalino y estaban fijos en mi. --Hola --dijo, en un estruendo gutural que me habria hecho sentir un hormigueo, si no estuviera completamente asustada por todo lo que estaba sucediendo en ese momento. --?Por que estoy aqui? --pregunte inmediatamente. --Luna, ?verdad? --Si. Eso era todo lo que podia recordar. Que yo era Luna. Que habia tenido un laboratorio de chocolate durante mi infancia. Que mi madre habia trabajado duro para mantenerme y darme una buena educacion. Recordaba que una vez habia comido conchas de tacos directamente de la caja y solo Dios sabia por que razon. Y que era… Mi ocupacion flotaba en los margenes de mi memoria. --No puedo recordar… mucho --dije. Marcial se levanto y arrastro su asiento mas cerca de la cama. --Me llamo Marcial --dijo--. Soy tu hermanastro. --Lo se. Recuerdo haber visto tu foto la semana pasada. Creo que fue la semana pasada, en Nueva York. --?Cuando fue eso? ?Que dia? --El 7 de enero. --!Mierda! --exclamo. --?Que? --pregunte, mi estomago se apreto ante la expresion que cruzaba por su cara. --Es 24 de julio. Me quede boquiabierta al igual que el. Eso no era posible. Habia perdido… ?que, mas de seis meses? No habia nada mas en mi memoria que eso. Intente recordar, busque respuestas sobre mi, sobre quien era yo, pero no habia nada. Mi madre, mi infancia, un flash de conocer a su marido, la foto de Marcial, y algunas conversaciones con cierta gente. Mucha gente, a la que ahora no recordaba quienes eran. --Oh, Dios --murmure--. Oh, Dios mio, esto es muy malo --Me agarre la frente--. ?Como llegue aqui? Tienes que decirme como… --Espera un momento --dijo Marcial y levanto una mano--. No te ves bien. Dejame conseguirte una enfermera. Se levanto y busco el timbre que estaba junto a mi cama, pero le agarre la mano y la aprete con fuerza. --Por favor. Por favor, antes de que hagas algo, dime que esta pasando --Mi voz se quebro un poco. No iba a llorar delante de este tipo, mi hermanastro o lo que sea. Marcial miro hacia el punto de contacto entre nosotros y luego hacia mi cara, y no pude evitar sonrojarme, a pesar del miedo que me invadia, a pesar de todo. Esos ojos eran… como estanques de fuego azul, y yo estaba atrapada en ellos. ?Que demonios pasa contigo? Ni siquiera puedes recordar. --Muy bien --dijo, liberando su mano de la mia, dejando el cosquilleo de su tacto en mis dedos. Era grande, calido, muy reconfortante--. Pero esto podria ser un shock para ti, y no quiero asustarte. --Solo dime. Por favor. Me senti tentada a tomar su mano de nuevo, pero me obligue a no hacerlo. ?Que tan patetico seria eso? Tocando a un tipo que apenas conocia, rogando por apoyo. Esa no era yo. ?O si lo era? No, definitivamente no. Mi instinto me decia que yo no era el tipo de chica que me restregaba y lloraba. --Venia a ver a mi padre y a conocer a tu madre y a ti este fin de semana. Por cierto, nunca nos habiamos visto antes. --Continua --dije, esperando a que siguiera. --Recibi una llamada de mi padre, y parecia asustado. Lo que es muy raro. El nunca tiene miedo, nunca. No podia confirmarlo. Lo recordaba vagamente en su mejor momento. Sr. Stone. Si, ese era su nombre. Dios, ?que esta pasando? --Fui a la casa de Nantucket, y estaba en llamas. Tu estabas adentro inconsciente, yo te encontre. No me ofrecio mas informacion, solo me miraba con sus ojos inquietos que se movian de un lado a otro en sus orbitas. Intente procesarlo todo, rapido. Nantucket. Fuego. Me encontro adentro. --?Me salvaste? --Si quieres llamarlo asi --contesto con firmeza. --?Y mama? ?Y tu padre? --No se donde estan. No estaban en la casa. Simplemente… se han ido. --Desaparecieron --Me eche hacia atras contra las almohadas, con la boca seca y el dolor de cabeza enfurecido--. Espera, ?acabas de decir Nantucket? ?Nantucket, Massachusetts? --Correcto. Pero lo ultimo que recordaba era Manhattan. Especificamente el apartamento de mi madre en Manhattan. El que compre para ella. Me puse a indagar en ese pensamiento, pero no habia mas informacion que recoger. Ni siquiera era un recuerdo. Era como si… solo lo supiera. Entonces, ?como diablos termine en Massachusetts? --Creo que voy a vomitar --murmure, y lo decia en serio. --Espera, buscare al medico. Cerre los ojos y me disolvi en el torbellino negro, mis entranas se tambaleaban con cada giro de la oscuridad. Agarre las sabanas con los punos, respire profundo y abri los ojos, pero los giros seguian. La habitacion estaba vacia ahora. Marcial habia desaparecido, y yo estaba sola. ?Como sabes que estuvo aqui? ?Como sabes que todo esto es real? La puerta de la habitacion se abrio hacia adentro, y entro un tipo con una bata blanca, Marcial casi le pisaba los talones. --No se siente bien --dijo--. Y no puede recordar mucho. El medico levanto sus cejas tupidas y oscuras, y giro su cabeza para verme mejor, gracias al vertigo que me inmovilizaba en la almohada. Camino hacia adelante, sonriendome calurosamente y luego levanto una banda de presion arterial de una mesa cerca de mi cama. --Hola, Srta. Cullen --dijo, y suavemente tomo mi brazo derecho--. ?Como estas hoy? --Acaba de decirte como estoy --conteste yo, poniendo una mueca de dolor--. ?Quien es usted?--Soy el Doctor Khatri, y voy a tomarte la presion mientras hablamos. ?Te parece bien? --Si. ?Que me pasa? --Sufrio una lesion en la parte posterior de su cabeza, cerca de la base --dijo, mientras fijaba la banda de presion sobre mi brazo--. Y ha estado inconsciente durante dos dias. --!Dos dias! --chille. Aunque me importo poco, porque no podia recordar nada de los ultimos seis meses. --Correcto. Hemos comprobado que tiene una conmocion cerebral, pero la buena noticia es que no hay liquido en el cerebro, gracias a Dios. --Eso es bueno --De repente mi vision se arremolino--. No puedo ver bien. La habitacion esta dando vueltas. --Mmm, tu presion sanguinea esta un poco baja --dijo el medico, mientras la maquina sonaba. Se acerco y presiono el timbre que notificaria a algunas de las enfermeras. El doctor Khatri saco un boligrafo del bolsillo superior de su bata blanca y lo sostuvo frente a mi--. ?Puede seguir esto con los ojos, por favor, Srta. Cullen? Hice lo que me pidio, apretando los dientes ante las nauseas resultantes. --Me duele la cabeza --dije. --Escucha, ?que demonios esta pasando aqui? --pregunto Marcial, detras del doctor--. Claramente se siente mal. Ayudala. --Me temo que se necesita algo mas que la orden, Sr. Stone. --Entonces, ?que se necesita? ?Quieres dinero? Las palabras de Marcial salieron renidas, y su mirada estaba fija en mi, mas que en el doctor. Esas brillantes piscinas azules contenian un tipo diferente de calor ahora, uno impulsado por la preocupacion. --Esto es un hospital, Sr. Stone. No aceptamos sobornos para tratar a nuestros pacientes. Una enfermera irrumpio en la habitacion y una rafaga de actividad estallo a mi alrededor. Todo fue vertiginoso, la gente me hablaba, se inclinaba sobre mi, tomaba medidas y cambiaba las gotas. Mis ojos se cerraban y volvian a abrirse. --?Srta. Cullen? --La voz del doctor me trajo de vuelta al presente. La habitacion estaba vacia ahora, y el remolino se habia detenido. --?Donde esta Marcial? --pregunte. --Estoy justo aqui.

  • Abrazando la tormenta de Mar Fernandez

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    La vida de Kane Sullivan no ha sido facil. A cargo de su hermano menor, Chad, y creciendo en uno de los peores barrios de Chicago, no le ha quedado mas remedio que abrirse camino con dignidad y aprender a crecerse ante las adversidades. Pero todo eso cambiara cuando Chad se enamora de Jenna, una joven de buena familia. Kane y Candance, la hermana de Jenna, se alian para separarlos, pero todo acaba tragicamente.Varios anos despues, el destino volvera a unirlos a ambos y, a pesar de los fantasmas del pasado, ninguno de los dos podra resistirse a la atraccion que ambos sienten el uno por el otro. Aunque creen que son mas las cosas que les separan que las que los unen, Kane y Candance se veran enfrentados a sentimientos y emociones mas fuertes que ellos mismos. ?Seran capaces de vencer la tentacion, o acabaran abrazando la tormenta que anida en sus corazones?

  • A Sir Phillip, con amor de Julia Quinn

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    ?Es posible enamorarse de alguien a quien no has visto nunca? Eloise, la pequena de la familia Bridgerton, esta a punto de descubrirlo. Hasta que se caso Penelope, su intima amiga, no habia sentido sobre sus delicados hombros el peso de la solteria. Pero ahora, un impulso inexplicable la empuja a cometer una locura, dejar Londres y presentarse en casa de un hombre al que solo conoce por carta… y que quiere casarse con ella. Claro que cuando conoce a Sir Phillip las ilusiones se vienen abajo como un castillo de naipes: su principe azul resulta algo rudo, serio… y ademas tiene dos hijos que son autenticos diablos. Pero Eloise ha detectado tambien una pasion latente bajo la piel, que no esta dispuesta a dejar escapar, con un poco de ayuda de su extraordinaria familia.

  • Cita en la luna de Merche Diolch

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    Dicen que el tiempo lo cura todo...
    Pero Melisa no esta tan segura de ello y menos desde que Jan ha regresado a su vida.
    Amigos desde la infancia, la luna ha sido testigo de su relacion... De su comienzo y su transformacion, de como con los anos los sentimientos han cambiado y sus protagonistas, en vez de asumir que de la amistad al amor solo hay un paso, decidieron huir en direcciones opuestas.
    Miedo...
    Promesas incumplidas...
    Sonrisas y llantos...
    Suenos... y la musica como lazo de union entre dos cabezotas que solo desean que las agujas del reloj giren hacia atras para regresar a su cita en la luna.

  • Deseos ocultos del conde de Lorraine Heath

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  • Tientame solo tu – Elena Montagud de Elena Montagud

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    Una huida a un lugar paradisiaco. Un regreso que jamas debio darse. Una traicion inesperada. Una mujer obsesionada que quiere recuperar lo suyo. Un hombre al que le gusta la sumision. Una mansion donde cualquier practica erotica es posible. Un peligro del que es dificil escapar. Dejate arrastrar por la tentacion.

  • Baila para mi, Patricia Marin de Patricia Marin

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  • Esclava de sangre de Laura Lago

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    Los talentos para la arquitectura del Gran Duque Danes Christopher Vita, y unos contactos algo envidiables, le otorgan la oportunidad de oro de viajar a Paris, Francia, para formar parte de la historia junto al equipo de trabajo de Eiffel & Co., llevando consigo a su unica hija, Beatrice Vita; una chica angelical con sus ojos azules y rulos dorados que encajan perfectamente con sus dotes de mujer. Con una vision que difiere de la norma establecida por la sociedad de aquel entonces, esta deseosa de formarse una carrera como escritora de poesia, y decidida a dejar los frenos de vuelta en su pais natal, Dinamarca.

  • Esclava en tu cama de Megan Galan

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    Desesperada por conservar su casa, Victoria decide trabajar como chica de compania en una casa de citas de lujo, pero ella no espera encontrarse con Norman, un hombre guapo, torturado por su pasado que parece tener unos gustos peculiares en la cama…

  • El triangulo de la vida de Francisco Mir

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    --Me pregunto por que los secretos se hallan en los sitios mas oscuros --dijo el abuelo mientras intentaba en vano sacar una de sus zapatillas de debajo del sofa. Su voz sono cansada por el esfuerzo de agacharse. --?Que has dicho, abuelo? --le pregunte extranado mientras me agachaba yo para ayudarlo. Saque la zapatilla y se la di. --Nada, Juan. Gracias, mi espalda ya no esta para estas cosas. --Abuelo, te he oido. ?Que tiene de secreta tu zapatilla? --?Mi zapatilla? Esconde un gran misterio: nadie sabe por que es tan escurridiza --contesto muy serio, y luego se quedo pensando y dijo-- Humm..., esa frase me ha venido a la cabeza de repente, y me ha recordado... --?El que? --Nada, una vieja historia. Algo que me conto muchas veces mi propio abuelo. Sobre un antepasado nuestro. --?Un antepasado? ?Quien era? ?Que le paso? ?Por que nunca nos la has contado? --!Tranquilo, pequeno!, solo es una vieja historia. No se, a tu padre le aburria, asi que... --!Es sabado, abuelo, tenemos toda la manana. No te muevas del sofa, voy a llamar a mis hermanos! --!Pili, Eli, Carlos!, venid, el abuelo nos va a contar una historia de un misterioso secreto. Rapidamente acudieron al salon, y nos situamos todos a su alrededor. Mi hermano pequeno, Carlos, que tenia cuatro anitos, y yo, que entonces tenia nueve, nos sentamos en la alfombra, a los pies del abuelo. Mis hermanas, Eli, de catorce, y Pili, de diecisiete, se sentaron cada una en un brazo del sillon; mi abuelo no podia sentirse mas arropado y orgulloso de sus nietos. --Bueno, bien, os la contare --dijo mi abuelo afablemente--, pero recordad que esto le ocurrio de verdad a un antepasado nuestro: el abad del monasterio de Montserrat, que se llamaba Joan, o Juan en castellano, como todos los primogenitos de esta familia. A el le toco protagonizar uno de los viajes mas importantes de la historia, aunque casi nadie sabe de el. --?No aparece en los libros de texto? --pregunto mi hermana Pili, la mayor. --Pues no, no aparece, por eso teneis que aprenderlo bien, no puede caer en el olvido. Bueno, pues alla va, escuchad. Hasta el pequeno Carlos se quedo en silencio a la espera de aquella historia. --!Imaginaos un carro tirado por cuatro caballos! Y ahora imaginad que el carro lo custodian cuatro soldados montados sobre otros cuatro caballos. Dos van delante y los otros dos detras, y van armados con espadas. Por sus caras serias parecen dispuestos a usarlas en cualquier momento, y todo ello nos hace suponer que aquello que transportan es de suma importancia. Esto nos lo contaba mi abuelo sin leerlo en ninguna parte, gesticulando y haciendo aspavientos con las manos, y asi conseguia que cobrara mucha mas vida. --Uno de los soldados que encabezaban la expedicion, harto de viajar, nervioso por su responsabilidad, le pregunto al otro: <>. Su companero le contesto: <>.--Viajaban desde la imprenta de Venecia hacia el monasterio de Yuso en San Millan de la Cogolla, que entonces pertenecia a Castilla y hoy a La Rioja. --?Como eran de grandes los caballos, abuelo? --preguntaba yo, con los ojos abiertos como platos. --Muy grandes. Pensad que aquella gente no podia fallar en su cometido, tenian que recorrer mas de mil quinientos kilometros, por caminos de todas clases, y debian infundir respeto a cualquiera que pretendiera asaltarlos. !Carlitos, ponte de pie! Fijaos en vuestro hermano pequeno: pues los caballos eran como tres veces mas altos que el. Empece a imaginar la altura de aquellos caballos…, y deduje que rebasaban el techo del salon. --?En que idioma hablaban? --pregunto mi hermana mayor. --Buena pregunta, hija. Aunque el padre Joan era catalan, a los italianos les hablaba en castellano, y ellos lo chapurreaban mas o menos. Las tres lenguas eran entonces mas similares que ahora y, con buena voluntad, siempre se terminaban entendiendo de una forma u otra. --!Atentos, chicos!, era el ano 1482 cuando la carreta con su escolta atravesaba los pequenos municipios de un valle metido entre las montanas, asustando a los pocos vecinos que se cruzaban en su camino; como si hubieran visto al diablo, los hombres, mujeres y ninos desaparecian hacia el interior de sus casas despavoridos, para observar por alguna rendija de las ventanas semiabiertas el paso del carruaje. --?Cuantas generaciones han pasado, abuelo? --interrumpio mi hermana la mayor. --Mira, hija, si han transcurrido ya unos quinientos anos, calcula unas veinte generaciones mas o menos hasta nosotros, no sabria bien como tendriamos que llamar al padre Joan. --?Trastataratio, quizas? --Creo que no, me parece que se dice, llegado a ese nivel, como en geometria, hexatio abuelo, heptatio abuelo y asi hasta decatio abuelo, pero no me hagas mucho caso. Continuare… >>Habian dejado atras el pueblo de Najera, tan solo les faltaba adentrarse en el valle de la Sierra de la Demanda y en unas horas estarian con los hermanos de la Real Congregacion de San Benito, hoy conocidos como los hermanos benedictinos. >>Nuestro familiar, el abad del monasterio de Montserrat Joan de Peralta, viajaba junto a Giovanni Della Rovere, enviado de especial confianza del papa Sixto IV, custodiando los trece libros de Euclides, asi como un manuscrito secreto de cuya existencia nadie sabia, salvo el papa y nuestros enviados, que se llamaba El Triangulo de la Vida. --?Que habia en ese manuscrito secreto, abuelo? --pregunto mi hermana Eli. --Tenia nada mas y nada menos que las claves para reconocer en la naturaleza lugares con un gran poder. --?Y que es eso de los trece libros? --pregunte yo. --Mira, Juan, Euclides fue un geometra griego, responsable de la biblioteca de Alejandria, la mas importante de todos los tiempos, que recopilaba todo el conocimiento de la epoca y que, segun se dice, se quemo en un gran incendio y quedo totalmente destruida. Pero el recogio y plasmo en esos trece libros los principios de toda la geometria que seguimos utilizando hoy en dia. Y gracias a que esos libros se salvaron, hemos podido evolucionar y prosperar en todas las areas tecnologicas, ?entendeis? Ni mi hermano Carlos ni yo habiamos entendido nada, pero asentiamos por no parar el ritmo de la historia. --Continuo, y aguantad un poquito mas, que, si no, no me va a dar tiempo de terminar antes de comer, ?vale, chicos? --!Siii! --dijimos todos a la vez. --Habian pasado el pueblo de Badaran y aquella noche de verano se les echaba encima --continuo mi abuelo--, de modo que prendieron los faroles que colgaban de la carreta, y que a duras penas alumbraban la ruta que conducia hasta el monasterio. Dos soldados abrian paso a la carreta por el estrecho camino, que iba cerrandose a medida que se adentraban entre las frondosas ramas de las enormes hayas y encinas que cubrian el valle. Como ya he dicho, otros dos soldados vigilaban la retaguardia. Las raices, que surgian del terreno como si formaran el sistema nervioso del bosque, conectandolo todo, atravesaban de lado a lado aquella senda y hacian que la carreta fuera dando brincos continuamente. Su estructura crujia, y el ruido resonaba como alaridos de auxilio en el solitario valle. >>Dentro del pequeno habitaculo de la carreta, compartian el espacio los dos encargados de custodiar el baul: Giovanni Della Rovere, sobrino del papa, por si no os lo he dicho antes, y nuestro pariente el abad Joan. Viajaban sin comodidad alguna, tan solo acompanados del tacto de las grietas de las viejas maderas y del de las cadenas que sujetaban y fijaban el baul, que sin cesar chocaba contra sus piernas encogidas y entumecidas. El resto de los enseres iban en la parte de arriba de la carreta en tres baules tras el cochero. --!Hala, un sobrino del papa! --dijo mi hermana Pili. --Si, ya vereis porque, esperad un poco. --?Era muy grande el baul, abuelo? --le pregunte; no me podia imaginar aquellas dimensiones. --Mira, hijo, las carretas no eran muy grandes, poco mas que un coche, se sentaban enfrentados y, en medio, el baul. !Vamos a imaginarlo! Vuestro hermano Carlitos sera el baul, hazte una pelota en el suelo..., y ahora vosotras dos --les dijo a Pili y a Eli-- sentaos una enfrente de la otra, en medio vuestro hermano, con las rodillas pegadas a su cuerpo. --Ja, ja, ja --Carlos empezo a reirse--. Me haceis cosquillas con las rodillas. Nos reimos todos. --Pues esas cosquillas --dijo mi abuelo muy seriamente-- eran todo lo contrario: solo sentian aspereza, dureza y dolor. --Se quedo callado mirando al frente como queriendo sentir ese momento como si el lo hubiera vivido. Todos enmudecimos--. Ascendian junto al rio respirando la frescura del anochecer, cuando unas gotas de lluvia prendieron el intenso aroma de las hojas mojadas. De ser unas gotas que perfumaran el valle, pronto pasaron a ser chorros de agua que se colaban entre las rendijas de la carreta, y un placido instante se convirtio en una autentica trampa para todo el grupo. << !Padre!>>, le grito el cochero, <>. A lo que el padre Joan respondio: <> Antes de que el cochero pudiera cumplir su orden, les salieron al paso... !tres, cocodrilos! --!Cocodrilos, abuelo! --exclamo mi hermana la Pili.

  • Mentiras y enganos de Jose Ismael Ospina Vergara

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    Despues de un pasado tormentoso Andrea esta lista para emprender una nueva etapa de su vida junto a su nuevo esposo, joven y atractivo. Sin embargo las cosas no son como uno las suena, un viaje a Espana que termina de forma repentina es el inicio de una serie de eventos que la empujan a regresar a Colombia sola, sin trabajo y sin otra opcion que volver a empezar.

  • Siempre un caballero (HQN), Delilah Marvelle de Delilah Marvelle

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  • El olor de las casas de los demas de Bonnie-sue Hitchcock

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  • Una noche con su ex de Katherine Garbera

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    El reencuentro inolvidable de dos amantes.

  • Comiendo sonrisas a solas de Tadea Lizarbe

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  • Un polvo en condiciones de Irvine Welsh

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    Despues de sus devaneos por Miami con La vida sexual de las gemelas siamesas, Irvine Welsh regresa a Edimburgo, piedra angular de su universo literario alrededor de la cual orbitan unos personajes que se van entrecruzando en las sucesivas novelas ambientadas en la ciudad.
    Aqui el protagonista es un viejo conocido, Juice Terry Lawson, que ya habia asomado la jeta en Cola y Porno. Resumamos sus credenciales: de profesion taxista, pero tambien chulopiscinas e incansable seductor de tias buenas, traficante de drogas, encargado de una sauna regentada por mafiosos, adicto al sexo y actor porno amateur, que rueda peliculas cutres para la web de SickBoy.
    Y mientras un tremebundo huracan amenaza con arrasar Escocia, Terry se ve envuelto en andanzas de lo mas variopintas: se reencuentra con una antigua amante en un funeral; ayuda al simplon Wee Jonty a buscar a su chica desaparecida, la hermosa Jinty Magdalen; lleva en su taxi a una joven dramaturga suicida; le detectan un problema de corazon que le obliga a guardar abstinencia sexual, y hace de chofer para un americano llamado Ronald Checker, rico promotor inmobiliario y presentador de un exitoso reality (si, el personaje tiene evidentes paralelismos con Donald Trump) que ha venido a Escocia en busca de un exclusivisimo y carisimo whisky…
    Un polvo en condiciones es Welsh en estado puro: desmelenada, escatologica, pornografica, lisergica, iconoclasta, argotica y descacharrante. En ella, el lector que no se amilane ante las emociones fuertes se encontrara con escenas de incesto, violacion y necrofilia, !y hasta con un par de inauditos capitulos en forma de pene!

  • Mi mayor descubrimiento de Sophie Saint Rose

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    Damaryss se puso los guantes de algodon e impaciente se acerco a la mesa. --Dios mio... -- susurro admirando los grabados de la piedra plana del tamano de un ladrillo. --Es azteca sin duda. --Paso el dedo por los redondeados dibujos. --Esta en muy buen estado. Casi no se ha degradado. --Es autentica --dijo Cristal--. Los tecnicos han corroborado la autenticidad de los grabados y las pruebas del carbono catorce de los huesos encontrados a su lado situan al fallecido en el ano mil quinientos diecisiete. Mas o menos. Ya sabes como va esto. Levanto la vista hasta su ayudante y le guino uno de sus ojos verdes. --Al parecer has aprovechado mis vacaciones. --En cuanto llego, todo fue una locura. Te hubiera llamado pero el jefe se negaba a que te interrumpieran las vacaciones por una piedra. Que le habia costado dos anos que te cogieras unas. Que ni aunque encontraramos el mismo Santo Grial te llamaria y que como lo hicieramos alguno de nosotros nos capaba. --Damaryss rio divertida. --Esas fueron sus palabras. -- Emocionada rodeo la mesa. --?Que opinas? --Que es azteca. No hay duda. ?Quien la ha traducido? --Yo. Apreto los labios. --Pues si fuera tu profesora te suspenderia, senorita. Esto es un perro no un ciervo --dijo senalando el simbolo redondeado--. Y hay dos en la piedra. --Mostro los perros en las dos esquinas. --Estos son fieles y valientes... Estan rodeados de dioses que les protegen, tienen un camino que seguir --dijo senalando el trazo entre las imagenes que iba hacia la parte izquierda de la piedra--. Protegen algo que esta aqui en el centro que no tenemos porque esto esta a la mitad. --Senalo un trazo recto. --Pero parece el principio de una casa... Protegen el hogar, sus costumbres, su cultura. --Se enderezo entrecerrando los ojos. --Perros... --?Damaryss? --Su ayudante la miro interrogante con sus ojos azules. --?Que pasa? Se volvio y a toda prisa fue hasta el ordenador. --En los anos sesenta se encontro algo... Dejame pensar. ?Donde lo habia visto? --Se aparto su cabello moreno de la cara antes de abrir los ojos como platos. --!En el Smithsonian! --Tecleo a toda prisa y pincho en el raton muchas veces hasta que chillo de la alegria volviendo la pantalla. Cristal dejo caer la mandibula al ver la otra parte de su grabado. --Es exactamente igual. --!Si! Cuatro perros que protegen algo que esta en el centro. Falta el pedazo del medio. ?Se puede comprobar que el cadaver era azteca? --No, estaba en muy mal estado. Solo pequenos restos oseos. --?Y donde fue encontrado? --En una cueva. En Alabama, cerca de Tuscaloosa. --?Tan al este? Son mas de dos mil kilometros... --Se quedo mirando la pantalla. --Esta fue encontrada en Kansas, en unas obras de un centro comercial en Burlington. --Increible. ?Separaron los pedazos a proposito? --Y los trasladaron desde el valle de Mexico hasta aqui. Y en la epoca de la que era el cadaver nos indica... --La llegada de los espanoles a las Americas. --Exacto. Llegaron los conquistadores y enviaron a cuatro fieles guerreros a llevar un grabado a cada parte de lo que ahora son los Estados Unidos. --Protegian algo. --Exacto. Algo que los conquistadores no podian encontrar. --Se levanto senalando la piedra y mostrando los dioses que acompanaban a los perros en su camino. --Algo por lo que necesitaban el viento --dijo senalando otro simbolo--. Para saber como sortear los obstaculos. Algo tan sagrado que no podian destruir para evitar que se lo arrebataran. Solo podian alejarlo y esconderlo para que nunca lo encontraran. --Tanto como para adentrarse tan al norte. Pero solo tenemos dos piedras. --Cristal chasqueo la lengua apartando un mechon de pelo rubio. --Y no es por nada, pero si esa se encontro en los sesenta despues de mas de cuatrocientos anos y esta ahora, ?cuando crees que encontraremos la siguiente? --Muy graciosa. !Es un descubrimiento increible! Seguramente en toda tu carrera como arqueologa no veras nada igual. --Acabas de explotar mi burbuja como Indiana Jones. --Muy graciosa. --No tenemos nada. --Suspiro sentandose en una silla. --Y yo que creia que cuando llegaras descubririas el Dorado o algo asi. --No, el Dorado no lo trasladarian cuatro hombres. Y yo sigo pensando que estaba en Peru. --Se le corto el aliento. --Pero si que esas piedras esconden algo mas... Algo que ocultaron. No solo lo alejaron. --?Y si es un mapa como iban a encontrarlo despues para recuperar eso tan valioso? Porque hay que ser muy listo para encontrar las piedras en todo el territorio de los Estados Unidos. --No lo entiendes. No es un mapa de vuelta, es un mapa de ida. Es exclusivamente para llegar desde su asentamiento hasta el lugar donde escondieron eso tan valioso. A Cristal se le corto el aliento. --?Solo lo utilizaron para llegar aqui? --Exacto. Y como su mision en la vida era proteger lo que habian transportado, fuera lo que fuera, se alejaron con una piedra cada uno a una parte del territorio americano separando el mapa en varios pedazos. ?Y por que no las destruyeron despues de llegar a su objetivo? Por los dioses que les cuidaron durante el viaje. Unas piedras sagradas que tampoco podian destruir, asi que simplemente se alejaron dirigiendose a un punto mas al norte. Su ayudante miro la piedra. --?Y por que los hombres estan separados en el mapa? -- Distraida miro hacia la jefa que estaba sacando algo de la fotocopiadora. Puso la fotocopia al lado de la piedra y ambas entrecerraron los ojos porque no eran exactamente iguales. --Mira, aqui se bifurcan las lineas --dijo Damaryss senalando la fotocopia. --Y todas son distintas. Esta de aqui es mas curvada. Parece un garfio. Apreto los labios. --Algo se nos escapa. Dos de los perros corresponden a dos hombres y solo encontramos en cada excavacion una piedra con un cuerpo. Si fuera un mapa para cada uno de ellos no cuadra. ?Donde quedaron los dos cuerpos que faltan? ?Por que estan representados en la piedra y despues desaparecieron? --Puede que murieran en el camino. En aquella epoca se morian por todo. --Y estas rutas... Trae un mapa geologico de Mexico. --Deberiamos escanearlo y que lo hiciera el ordenador. --Ponte a ello. Quiero saber a que corresponden esas rutas. --Ahora me pongo, jefa. Mirando la fotocopia apreto los labios. --Tenemos mucho trabajo por delante. Suspiro viendo a Cristal dormida sobre su mesa y miro su reloj. Las dos de la manana. La verdad es que no sabia por que se daban tanta prisa. Las piedras llevaban por ahi quinientos anos. Se notaba que necesitaba mas vida social. Ajusto de nuevo la imagen de la supuesta ruta y la giro para cuadrarla con el mapa. No sabia si era el tamano o es que estaba totalmente equivocada. Cogio la piedra de nuevo y fruncio el ceno. La linea de arriba empezaba algo mas separada del guardian que la de abajo. --!Cristal! Su ayudante se sobresalto levantando la cara con un folio pegado a la cara y se lo quito de golpe asustada. Sus cabellos rubios estaban totalmente despeinados y la trenza que llevaba siempre, estaba deshecha despues de tres dias alli metidas. --?Que? ?Que pasa? Sonrio sin poder evitarlo. --Ven, mira esto.

  • La cancion de los maories de Sarah Lark

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    ?Usted es la senora O'Keefe? William Martyn miraba perplejo a la pelirroja y gracil muchacha que lo habia atendido en la recepcion del hotel. Los hombres del campamento de buscadores de oro le habian descrito a Helen O'Keefe como una senora mayor, una especie de dragon hembra de esos que, con el paso de los anos, vomita fuego. Se decia que en el hotel de la senorita Helen regian normas estrictas. Estaba prohibido fumar, tambien el alcohol y, con mas razon todavia, invitar a personas del sexo opuesto si no se presentaba un certificado de matrimonio. Por lo que los buscadores de oro contaban, uno esperaba una carcel mas que un hotel. A pesar de ello, en aquel lugar no habia pulgas ni piojos, pero si banos para los huespedes. Era esto ultimo lo que habia acabado por convencer a William de hacer caso omiso de las advertencias de sus conocidos. Despues de pasar tres dias en el solar de la vieja granja de ovejas que los buscadores se habian adjudicado como refugio, estaba dispuesto a todo para librarse de los insectos. Incluso aguantaria a la <> Helen O'Keefe. Sin embargo, quien lo saludaba no era en absoluto una dragon, sino una bellisima criatura de ojos verdes, cuyo rostro se hallaba enmarcado por una rebelde melena rizada de un dorado rojizo. En todos los sentidos, era la vision mas agradable que William contemplaba desde que habia desembarcado en Dunedin, Nueva Zelanda. Su animo, por los suelos durante semanas, se levanto de forma instantanea. La joven rio. --No, yo soy Elaine O'Keefe. Helen es mi abuela. William sonrio, consciente de que asi causaba buena impresion. En Irlanda siempre asomaba una expresion de interes en las chicas cuando vislumbraban una chispa de picardia en sus ojos azules. --Que pena. De golpe se me habia ocurrido un anuncio comercial: <> Elaine rio por lo bajo. Tenia un rostro delgado y pequeno, la nariz tal vez una pizca demasiado afilada y con un monton de pecas. --Deberia juntarse con mi padre. No para de inventarse lemas de ese tipo: <>, <>. --Lo tendre en cuenta --sonrio William, memorizando el nombre--. ?Me dara una habitacion? La muchacha vacilo. --?Es usted buscador de oro? Entonces... bueno, todavia quedan habitaciones libres, pero son bastante caras. La mayoria de los buscadores no pueden permitirselas... --?Parezco uno de ellos? --repuso William con fingida gravedad, frunciendo el ceno bajo su abundante cabello rubio. Elaine lo observo con franqueza. A primera vista no se diferenciaba demasiado de los buscadores que veia a diario en Queenstown. Su aspecto era algo sucio y desalinado, llevaba un abrigo encerado, pantalones de montar azules y botas recias. Sin embargo, tras un segundo repaso, Elaine --como buena hija de comerciante-- reconocio la calidad del atuendo del joven: bajo el abrigo abierto se entreveia una chaqueta de piel cara; unos zahones de cuero le cubrian las piernas; las botas eran de primera calidad y la cinta del Stetson de ala ancha era de crin. En total, una pequena fortuna. Tambien las alforjas --al principio las tenia echadas descuidadamente al hombro, pero luego las habia depositado en el suelo, entre las piernas-- parecian elaboradas y caras. Todo ello no era habitual, ni mucho menos, entre los aventureros que llegaban en busca de oro en los rios y montanas de los alrededores de Queenstown, ya que eran muy pocos los que obtenian ganancias. Antes o despues, casi todos abandonaban la ciudad tan pobres y harapientos como habian llegado. Eso tambien se debia a que los hombres, por lo general, no ahorraban lo que ganaban en las minas, sino que corrian a gastarselo en Queenstown. Solo se enriquecian los inmigrantes que se asentaban alli para abrir un negocio. Entre estos se contaban los padres de Elaine, la senorita Helen con su pension y los duenos de establecimientos, como Stuart Peter de la herreria y cuadra de alquiler, Ethan con la oficina de correos y telegrafos y, sobre todo, la propietaria del llamado Hotel de Daphne, un local situado en la calle Mayor, de mala reputacion pero en general aceptado, que albergaba el burdel. William respondio pacientemente y con una sonrisa algo burlona a la mirada apreciativa de Elaine. Esta contemplaba un rostro jovial en cuyas mejillas aparecieron unos hoyuelos cuando el esbozo una mueca con los labios. !Y acababa de afeitarse! Tambien eso era inusual. Los buscadores de oro se limitaban a utilizar la navaja de afeitar cuando Daphne organizaba un baile. Elaine decidio sondear un poco al recien llegado. --Al menos no huele tanto como la mayoria. William sonrio. --Por el momento, el mar ofrece la posibilidad de banos gratuitos. Pero me han dicho que no sera por mucho tiempo, ya que esta llegando el frio. Ademas, segun parece, al oro le agrada el olor corporal. Quien menos se bana es quien mas pepitas extrae del rio. Elaine no pudo evitar reirse. --No deberia seguir usted ese ejemplo o tendra problemas con la abuela. Tome, si quiere rellenarlo... --Le tendio un formulario de registro e intento, con discrecion, espiar lo que William anotaba con pulso firme. Algo tambien poco corriente, pues eran contados los buscadores de oro que escribian con fluidez. William Martyn... El corazon de Elaine dio un brinco cuando lo leyo. Que nombre mas bonito. --?Que he de poner aqui? --pregunto William, senalando una pregunta sobre su domicilio de origen--. Acabo de llegar. Este es mi primer domicilio en Nueva Zelanda. Elaine ya no logro disimular por mas tiempo su interes. --?De verdad? ?De donde es usted? No, deje que lo adivine. Es lo que siempre hace mi madre con los nuevos huespedes. Por el acento se conoce su procedencia... Resultaba facil con la mayoria de inmigrantes, aunque de vez en cuando se cometiesen errores. A Elaine le sonaba casi igual el acento de los suecos, holandeses y alemanes. Pero a los irlandeses y escoceses los distinguia casi siempre, y la gente de Londres era especialmente facil de reconocer. Los expertos hasta lograban precisar de que zona de la ciudad procedian. Sin embargo, William era dificil de distinguir. Parecia ingles, pero aun asi hablaba de forma mas dulce, alargando las vocales. --Es usted gales --aventuro. Su abuela materna, Gwyneira McKenzie-Warden, era galesa y el acento de William le recordaba un poco al de ella. De todos modos, Gwyneira no hablaba ningun dialecto local. Era hija de un noble rural y sus institutrices siempre se habian ocupado de que su ingles careciera de acentos distintivos. William nego con la cabeza, pero sin la sonrisa que Elaine habia esperado. --?Como se le ocurre? --replico el joven--. Soy irlandes, de County Connemara. Elaine se ruborizo. Nunca habria sacado tal conclusion pese a que habia muchos irlandeses en los yacimientos de oro. Ellos, sin embargo, solian hablar un dialecto bastante burdo, mientras que William hablaba de manera distinguida. Como para subrayar su origen, escribio en letras mayusculas su ultima direccion en la casilla correspondiente: Martyn's Manor, Connemara. Se diria que no se referia a la granja de un pequeno campesino, sino a una finca rural... --Bien, ahora le enseno la habitacion --dijo Elaine. De hecho, ella no era quien acompanaba a los huespedes, y menos aun si eran varones. La abuela Helen le habia recomendado encarecidamente que siempre llamara a un sirviente o alguna doncella para cumplir tal tarea. Pero esta vez Elaine hizo de buen grado una excepcion. Salio de detras de la recepcion, caminando tan recta como su abuela le habia dicho que era <>: la cabeza levantada con gracia natural y los hombros hacia atras. !Y nada de abandonarse al balanceo provocador que tanto les agradaba exhibir a las chicas de Daphne! Elaine esperaba que sus pechos, que aun no habian alcanzado la plenitud, y su cintura, desde hacia poco encorsetada y muy esbelta, llamaran la atencion. Detestaba el corse, pero si con ello atraia el interes de ese hombre... William la siguio, contento de ir detras. Apenas si lograba reprimir el deseo al contemplar su elegante silueta, que ya anunciaba unas suaves redondeces en los lugares apropiados. Tras su breve temporada en la carcel, las ocho semanas de travesia posteriores y ahora la cabalgata de Dunedin hasta los yacimientos de oro de Queenstown... hacia casi cuatro meses que ni siquiera se acercaba a una mujer. Desde luego, un tiempo inconcebiblemente largo. Y ya era hora de ponerle remedio. Los hombres del campamento hablaban maravillas de las chicas de Daphne. Al parecer eran bastante bonitas y los cuartos estaban aseados. Sin embargo, a William le atraia mas la idea de cortejar a esa pequena y dulce pelirroja que la de satisfacer en un periquete su deseo en brazos de una prostituta. La habitacion tambien fue de su agrado. Era pulcra y estaba amueblada sobria y esmeradamente con muebles de madera clara. De las paredes colgaban cuadros y ya habia preparada una jofaina de agua para lavarse. --Tambien puede utilizar los banos --senalo Elaine, ruborizandose un poco--. Aunque debe avisar con antelacion. Consulte con la abuela, Mary o Laurie.

  • Mar de leva de Octavio Escobar Giraldo

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    Mar de leva cuenta la historia de un fin de semana de Mariana y Javier, su hijo, en una isla del Caribe que los cambiara para siempre.

  • Frederica de Georgette Heyer

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  • El optimismo de la voluntad de Jorge Herralde

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    Durante cuarenta anos nos dice Juan Villoro en el prologo Herralde ha dirigido su editorial, Anagrama, con el intrepido placer de quien organiza una fiesta en una pais con toque de queda. Y sobre los preparativos y los invitados de este convite nos habla su organizador en El optimismo de la voluntad: un collage de homenajes a autores y editores “Sergio Pitol, Carlos Monsivais, Ricardo Piglia, Roberto Bolano, Mario Muchnik, Arnaldo Orfila, entre otros”, ademas de notas sobre la experiencia de editar en el contexto latinoamericano. Como recuento historico la obra es imprescindible y como lectura es uno de los libros mas memorables que se hayan escrito sobre el tema.

  • La pluma dorada de Sonia Galdos

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    Primavera de 1916. El vapor Principe de Asturias, en el que viaja el padre de Aurea Nebreda, nunca llegara a Buenos Aires. A sus trece anos, Aurea tendra que dejar Madrid para residir en Burgos con un tio paterno y su familia, de la que jamas ha oido hablar y a laque molesta su educacion liberal, su afan de estudiar y su pasion por escribir, cuando su objetivo en la vida deberia ser lograr unbuen matrimonio. Culpan de su desobediencia al linaje de su madre, Teresa Garay, cuya desaparicion, anos atras, esta rodeada de misterio, y de la que nadie parece dispuesto a hablar. Pero ni siquiera su familia puede oponerse al progreso que las mujeres impulsanen Espana en los anos veinte. A veces abiertamente, a veces a escondidas, Aurea intentara seguir adelante con sus estudios y su escritura. Hasta que llega a su vida un amor inesperado que desafiara las estrictas reglas de la sociedad. Entonces, descubrira que todos los esfuerzos realizados no han sido nada comparados con lo que tendra que hacer para defender su derecho a la libertad sin traicionar su propio corazon.

  • Punin y Baburin de Ivan Turguenev

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    Juan Eduardo Zuniga senala en el texto de presentacion de Punin y Baburin (novela inedita hasta ahora en castellano) que “Turgueniev fue testigo de la lenta ruina de la nobleza rusa, aunque distanciado de ella por poderosas razones. Distanciamiento que le permitio captar los rasgos basicos de los rusos del siglo pasado y, al introducirlos en su literatura, escribir una larga historia que ayuda a conocer los origenes de la Rusia actual”. Esta novela es una de sus obras maestras y es tambien uno de sus textos mas autobiograficos, ya que se basa en su cruel madre y en su abuso de los cinco mil campesinos que poseia. Ella tenia un poder absoluto sobre ellos y, cuando se disgustaba, les infligia severos castigos, incluso flagelandolos hasta la muerte.

  • Yo tambien tengo mi Amor de Sophie Rose

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    PREPARATE PORQUE NUNCA SABES A DONDE NOS LLEVA EL DESTINO Y EL JUEGO DEL AMOR

  • Celia y Eva. Guerra de Likes de Celia Dail

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    El libro de las musical.ly mas potentes del momento.

  • Mongo Blanco de Carlos Bardem

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    Carlos Bardem vuelve a la escritura con la apasionante epopeya de un personaje real, el poderoso y legendario Mongo Blanco, en una epica y ambiciosa novela plagada de accion.

  • Mi pequeno milagro, Africa Huertas de Africa Huertas

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    ?Como algo tan pequeno e indefenso puede cambiarte la vida? La mia cambio, de la noche a la manana, sin previo aviso. Un dia era Jordan Brown, un tipo problematico que intentaba sobrevivir, y al otro era esto. El Jordan cambia panales. Una vida muy distinta a la que yo tenia.

  • Aprendiendo a amar (Bilogia 1), Anne Marie Warren de Anne Marie Warren

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  • Amores con fecha de caducidad – Mau Vazquez de Mau Vazquez

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    Hablar de amores es facil, pero vivirlos de manera consciente es un asunto aparte. Cuando comenzamos una relacion, tratamos de ser la mejor version de nosotros mismos hasta que la necesidad nos priva de experimentar lo mas grandioso que hay en este mundo: amar sin expectativas y sin condiciones.

  • Amante Liberada de J. R. Ward

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    Payne, hermana gemela de Vishous, esta cortada por los mismos oscuros y seductores patrones que su hermano: es una luchadora por naturaleza y una rebelde cuando se trata de ejercer el papel tradicional de la mujer. Encarcelada por su madre, la Virgen Escribana, por fin se ha liberado, pero ha sido para enfrentarse a una devastadora lesion. El Doctor Manny Manello es reclutado por la Hermandad para curarla, ya que es el unico que puede hacerlo. A pesar de que el medico nunca antes habia creido en los seres que se mueven en la noche como los vampiros, acabara dejandose seducir por una poderosa mujer que dejara marcado tanto su cuerpo como su alma. Finalmente los dos encuentran mucho mas que una conexion erotica, haciendo colisionar los mundos humano y vampirico... Ademas, Payne debera resolver un asunto de un par de siglos atras que pondra en grave peligro su amor y sus vidas.

  • Seis historias con pasion de Lory Talbot

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    En este libro podras encontrar reunido los relatos:
    Un dia maravilloso.
    Por ti y para ti.
    Una y mil noches.
    Vuelve a mi.
    3…2…1.
    Llamame Javi.
    Todos y cada uno de ellos te enamoraran y te haran creer que todo es posible.

  • La regata de Manuel Vicent

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    Cerca del mar, en un valle donde florecen los limoneros, hay una casa solariega de gruesas paredes encaladas, porche de cuatro arcos y hondo zaguan, rodeada de varias hectareas de tierras de labranza que ya nadie cultiva a la espera, tal vez, de que se conviertan en un magnifico solar recalificable en la proxima fiesta de la codicia. No existe ninguna otra vivienda en cientos de metros a la redonda, de modo que cualquier disparo de revolver o los gritos de auxilio que se pudieran producir en alguna de sus altas estancias se habrian perdido en el mar por una ventana o por otra en el monte escarpado. Solo el encargado de la finca, el senor Benitez, pasaba alguna vez por alli a echar un vistazo, escopeta al hombro y cartuchos del ocho en las cananas, seguido de un perro perdiguero por si le salia al paso un conejo o alguna perdiz. En esa casa, no lejos de Circea de la Marina, sucedio un misterio de pasion cuyo enigma estremecera de espanto a quien se lo cuente, pero nadie sera capaz de resolver. Es el caso de una pareja de amantes: ella, Dora Mayo, una joven actriz secundaria famosa por su belleza, con el talento aun por demostrar, si bien ya habia empezado a ser manoseada por las revistas del corazon; el, Pepe California, un alto financiero o algo asi, con el que la chica se habia liado pese a que le doblaba la edad, sesenta anos bien llevados, la camisa de seda natural muy apretada a su tripa, pelo blanco con reflejos, saunas y masajes en el spa de La Moraleja, a veces bicicleta estatica en el despacho frente a un televisor de plasma conectado en directo con el mercado continuo de la Bolsa y dentelladas aqui y alla para ejercitar su mandibula de tiburon brunida con colonia Paco Rabanne hasta extraer de ella un tono violeta. La pareja vivia una pasion clandestina, ella con el sexo como arma de ataque, el ayudado en ese combate por unas pastillas azules que le habia recetado el urologo despues de un preceptivo tacto rectal problematico para fortalecerle la autoestima, depositada desde siempre, como es logico, en los genitales. Hasta ese verano se habian citado en hoteles donde tomaban habitaciones contiguas para encontrarse en la cafeteria; habian viajado en vuelos distintos de fin de semana a Paris, a Londres, a islas del Caribe, con cierta regularidad a Montecarlo y una vez, incluso, a matar osos en Rumania. Nunca se les habia visto juntos en fiestas o estrenos, ni siquiera en el palco de honor del estadio del Real Madrid, donde se junta lo mejor y lo peor de cada casa. Pepe California tiraba de tarjeta oro y Dora Mayo se dejaba, lo permitia todo menos que la tomaran por una muneca de carne, la querida de un ricachon. Ella sonaba que algun dia seria la Ofelia de Hamlet o la protagonista de una tragedia griega en el teatro de Merida, de ahi para arriba, y su amante estaba dispuesto a alimentar esos suenos previo pago en efectivo. Habia un proyecto teatral en perspectiva. Fue en el verano de 2016 cuando decidieron pasar un largo fin de semana en esa casa solariega que el tipo habia heredado de sus antepasados, o vete tu a saber. Se habian prometido tomar unas gambas rojas y unas sepias a la plancha a la vista de todo el mundo; poner a punto el velero atracado en el Nautico para participar en la proxima regata y practicar sexo hasta reventar en aquella cama antigua que tenia cuatro columnas de palo santo torneadas, una en cada esquina. Todo cuanto acontecia en ese lecho, alto como un altar, incluidas las refriegas mas inverosimiles, se reflejaba al fondo de la habitacion en la gran luna del armario, que en el silencio de la noche emitia crujidos como si hablara. Si uno ponia atencion, tambien podia oir las termitas que estaban royendo sus nobles maderas, asi como las de la cama. En cuanto a los limoneros en flor, eran la unica licencia poetica que este pez gordo se permitia, sin que se supiera por que, puesto que ninguna flor le importaba nada en absoluto. Tal vez este acontecimiento glorioso de la naturaleza que sucedia en aquel valle de la Marina le habia funcionado como truco en otra ocasion para llevarse a una chica al huerto. Bueno, la verdad es que una vez este tiburon se puso una gardenia en el ojal de la solapa para celebrar con mariscos en La Trainera el haber salido indemne de un juicio por trafico de divisas, eso era todo. Despues de unas horas de viaje desde Madrid, el todoterreno Porsche Cayenne se detuvo ante la herrumbrosa cancela de la finca. El dueno confiaba en que el encargado, el senor Benitez, hubiera dejado la llave tapada con una piedra en una grieta consabida de la pared, como siempre. Alli estaba, en efecto, pero California ignoraba cuanto mejor habria sido que no fuera asi, puesto que esa llave oxidada iba a dar paso a un destino aciago para los amantes. Por un camino de grava flanqueado de adelfas y palmeras llegaron ante el porche umbrio y abrieron la puerta, algo que no se habia hecho desde el verano anterior. El aire estancado aun contenia, pegado a las paredes del zaguan, un profundo olor a algarroba, a cereal, a preteritas cosechas que provenia del granero, ya en desuso, y se unia a la melaza que despedian los muebles y las maderas nobles del artesonado. Era un olor que una vez mas desperto en el una extrana pulsion sexual, debida sin duda al recuerdo inconsciente de aquella criada, Miguelina, que en su adolescencia, bajo este mismo olor, le inicio, como a muchos otros senoritos, en el placer de la carne en el cuarto trastero del desvan. Los amantes pasaron el primer dia muy relajados. Por la manana bajaron a la explanada del puerto y desayunaron en una terraza a la sombra de los platanos, cuyas hojas, al agitarse levemente con la brisa, filtraban un sol muy amable que dibujaba arabescos de luz imprecisa sobre el cafe, los zumos de pomelo, las tostadas con aceite de oliva y alcaparras, el tomate rallado y las aceitunas amargas machacadas. Despues, ella hojeo una revista del corazon mientras el consultaba en la tableta los movimientos de la Bolsa, compartieron el periodico Levante leyendo muy divertidos en voz alta los anuncios de sexo para excitarse, o simplemente miraban pasar a los turistas sin hacer comentarios. Una senora se acerco a preguntarle a la chica si era actriz.

  • Al servicio del Imperio de Pedro Santamaria Fernandez

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    Ano 65 d. C. Dos muchachos deciden alistarse en una nueva unidad del ejercito imperial compuesta exclusivamente por cantabros: la Cohors II Cantabrorum. Jamas han salido de su aldea y tienen un sueno: aprender de Roma para derrotarla. Pero, al contrario de lo que creen, Roma no se encuentra a un par de semanas de camino, ni es una aldea algo mas grande que la suya. El imperio que gobierna Neron es inmenso, mucho mas de lo que hubieran podido sonar los jovenes reclutas, que no saben que, al alistarse, entregan veinticinco anos de su vida al emperador. La Cohors II Cantabrorum sera destinada a la otra esquina del Imperio, a la levantisca procuraduria de Judea, donde la presion fiscal, los abusos de la administracion romana y las aspiraciones mesianicas de los judios amenazan con desestabilizar la zona. Los jovenes cantabros se veran envueltos en una autentica revolucion, en una tierra que no comprenden, y tendran que ejercer de brazo ejecutor de un imperio al que detestan y enfrentarse a un pueblo que lucha por su independencia, tal y como lo hicieron sus abuelos. La revuelta judia constituira un terremoto historico de primera magnitud del que aun, a dia de hoy, se sienten las replicas. La guerra, sangrienta y apocaliptica, contribuira al final de la dinastia Julio-Claudia y al nacimiento de la dinastia Flavia. Mas aun, de las cenizas del Templo de Jerusalen naceran dos religiones hasta entonces embrionarias: el judaismo rabinico y el cristianismo. <>. Yehuda Amichai