• limite difuso - Bayardo de Campoluna

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    La vida es un gigantesco mural en mosaicos que terminan por fundirse entre si, creando al final, quizas de manera involuntaria, un paisaje impresionista o abstracto, y al dejar abierta la interpretacion, no pretendo sino que sea el lector mismo quien lo decida. En la vida hay hechos comprobados que resultan cuestionables y conjeturas muy bien fundamentadas. Tambien hay acciones benevolas que parecen malignas, y atrocidades que resultan loables. El mundo esta patas arriba, todos lo saben, pero lo que resulta dificil es determinar que es real o que es una simple impresion. O que es malo y que es bueno.

  • Limite Difuso Tapa blanda - Bayardo de Campoluna - Amazon ...

    https://www.amazon.es/Limite-Difuso-Bayardo-Campoluna/dp/1517684587

    Limite Difuso : De Campoluna, Bayardo: Amazon.es: Libros. ... De hecho, es esa subjetividad la que ha dado origen a este libro pero aún lo subjetivo es ...

  • ARQUITECTURA DE LIMITES DIFUSOS | TOYO ITO

    https://www.casadellibro.com/libro-arquitectura-de-limites-difusos/9788425220562/1071361

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  • ARQUITECTURA DE LIMITES DIFUSOS (Libro en papel)

    https://www.popularlibros.com/libro/arquitectura-de-limites-difusos_109883

    ARQUITECTURA DE LIMITES DIFUSOS (Libro en papel). de ITO,TOYO. ARQUITECTURA DE LIMITES DIFUSOS. -5%. 6,00 €. 5,70 €. IVA incluido. Solo quedan 0 ejemplares.

  • Arquitectura De Límites Difusos - Libro En Otro Formato

    https://www.imosver.com/es/libro/arquitectura-de-limites-difusos_0010059495

    Arquitectura de límites difusos es del autor Ito, Toyoo y trata de. En este texto, Toyo Ito reflexiona sobre el concepto de espacio en la arquitectura del ...

  • Arquitectura de límites difusos - Dialnet

    https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=269840

    Arquitectura de límites difusos. Imagen de portada del libro Arquitectura de límites difusos. Información General. Autores: Toyo Ito; Editores ...

  • Arquitectura de limites difusos - Medium

    https://medium.com/@seguramentefer/arquitectura-de-limites-difusos-f544cecfa961

    Reflexión del libro Arquitectura de limites difusos de Toyo Ito. Existe una paradoja entre la arquitectura con un lenguaje establecido (reglas de diseño y ...

  • Arquitectura de limites difusos (Gg Minima (gustavo Gili))

    https://www.iberlibro.com/9788425220562/Arquitectura-limites-difusos-Minima-gustavo-8425220564/plp

    Arquitectura de limites difusos (Gg Minima (gustavo Gili)) de Ito, Toyo en Iberlibro.com - ISBN 10: 8425220564 - ISBN 13: ... The Book Depository EURO

  • ARQUITECTURA DE LIMITES DIFUSOS - LAIE

    https://www.laie.es/es/libro/arquitectura-de-limites-difusos/9788425220562/821160

    ARQUITECTURA DE LIMITES DIFUSOS ... En este texto, Toyo Ito reflexiona sobre el concepto de espacio en la arquitectura del siglo XXI: por una parte hereda la ...

  • limites difusos la flexibilizacion de las instituciones sociales ...

    https://www.agapea.com/libros/LIMITES-DIFUSOS-LA-FLEXIBILIZACION-DE-LAS-INSTITUCIONES-SOCIALES-FAMILIA-Y-ESCUELA-9789505503209-i.htm

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  • Libro arquitectura de limites difusos [gg], toyo ito ... - Buscalibre

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    Libro arquitectura de limites difusos [gg], toyo ito, ISBN 9788425220562. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios.

  • Guia para padres de

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    “Guia para padres” es una coleccion de cuentos que narran -empleando muchas veces un tono humoristico- las diferentes experiencias de la paternidad. Aunque este libro no le dara instrucciones sobre como criar a un hijo, se sentira identificado con algunas situaciones que le arrancaran mas de una sonrisa.

  • Alto! ese novio es mio de Vanessa Lorrenz

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    ?Quien dice que el amor todo lo puede? Pues dejenme decirles algo, eso es una total y completa mentira, porque lo digo, !porque lo se!, en menos de lo que pensaba conoci el verdadero amor, ese que te lleva a las estrellas y te vuelve a bajar, ese amor del que hablan todas las canciones de amor. Ese en el que los poetas ponen sus bases para sus creaciones. Si alguien le hubiera dicho a Jeime que el amor la destruiria, se habria reido en la cara de esa persona. Ella vivio siempre rodeada de amor, sus padres eran un matrimonio estable al igual que sus abuelos y sus tios, todo era amor a su alrededor, por eso cuando termino sus estudios monto una pequena empresa de planner wedding o lo que es lo mismo una planificadora de bodas. Pero no crean que es sencillo, porque estar detras de la novia, las veinticuatro horas del dia, escogiendo vajilla, adornos, el vestido, es mas de lo que cualquiera podia aguantar. Por eso ahora estaba tratando de calmar los nervios de una novia histerica, sin que lo lograra. --Jeime dime que todo esta bien, llegaron mis tulipanes holandeses, dimelo, porque si no me muero. Ella suspiro cansada, esas nuevas ricas que creen que todo es muy importante, que si las flores, que la verdad es que ella las consiguio en nada de tiempo, pero bueno una planificadora de bodas, es la perfecta dama de honor detras de la dama de honor oficial, asi que le tocaba aguantar todos esos numeritos, mientras las verdaderas damas de honor se ligaban a los padrinos del novio. --Si Caroline llegaron todas las flores, la tarta es del disenador que querias, con el estrambotico sabor que elegiste, el servicio de catering es el que me pediste, todo esta tal como ordenaste--la tomo de los hombros para que enfocara su mirada en ella y dejara de morderse las unas--Es tu gran dia Caroline, disfruta del momento, tienes a un hombre grandioso que te esta esperando en el altar, asi que no lo hagas esperar. Esperaba que la sonrisa resplandeciente que tenia en el rostro calmara un poco los nervios de la novia, pero lamentablemente no fue asi, cuando ella vio que las lagrimas comenzaban a brillar en los ojos de Caroline, sintio que lo peor se avecinaba. -- ?Crees que estoy haciendo lo correcto? !He! Por dios esa mujer estaba loca, tenia un hombre guapo que la estaba esperando en el altar, para unir su vida en sagrado matrimonio, y ella solo se preguntaba si estaria haciendo lo correcto, pero en que mundo vivia esa mujer. --Claro que estas haciendo lo correcto, Caroline es con lo que siempre has sonado, tu gran dia, el hombre que siempre sonaste esta ahi afuera esperando por ti. --Pero estoy confundida, no estoy segura de amarlo, ?Como sabes cuando de verdad amas a una persona? !No puede ser! !O dios mio! Esto era lo peor que le puede pasar a una planificadora de bodas, que la novia quisiera salir corriendo en el ultimo momento. --Caroline, eso es algo que solo tu sabes, tu corazon lo sabe, amar a un apersona es encontrar la mitad que te falta en la presencia de la persona amada, es saber que recorrerias el mundo entero con tal de estar a su lado, sabras que estas con la persona correcta el dia que sientas que tu hogar no es otro mas que entre sus brazos. La novia comenzo a estallar en llanto y ella no pudo hacer nada, estaba a punto de pegarle una bofetada para que reaccionara, cuando la puerta de la pequena habitacion destinada para la novia se abrio sobresaltandolas. --Caroline no cometas esa locura, por favor te lo suplico. Un hombre de unos treinta y cinco anos, vestido con un traje de firma que en ese momento estaba desabotonado, llevaba la corbata floja, su cabello negro revuelto como si se hubiera pasado las manos varias veces desesperadamente. Ahora extendia una mano en direccion de la novia que estaba palida como una vela observando al hombre. --Jack ?Que estas haciendo aqui? Bien ahora Jeime sabia que se llamaba Jack, el intruso que queria impedir la boda, !la boda! Por dios ahora le tocaba a ella impedir que la novia se fugara. -- ?Como me preguntas eso? ?Crees que voy a dejar que te cases con ese estupido? --Sabias lo que habia Jack jamas te engane, no entiendo a que viene todo esto. --Solo respondeme una sola cosa, y dependiendo de tu respuesta me ire y no volveras a verme nunca en tu vida. --No lo hagas mas dificil, Jack por favor, no hagas que este momento sea aun mas horrible--dijo Caroline llorando a lagrima viva, Jeime puedo ver que se amaban con locura y no sabia la causa de porque no estaban juntos. -- ?Crees que vas a tener lo que tienes conmigo a su lado? Vio como Caroline le dio la espalda al pobre hombre que parecia desesperado, !Es que era estupida!, no se habia dado cuenta de que las lagrimas se le saltaron cuando vio como Jack daba la media vuelta con los hombros caidos, derrotado estaba a punto de salir por la puerta cuando ella sintio que tenia que hacer algo para impedir que eso terminara asi. --Caroline, eres estupida, vas a dejar ir al hombre que amas. Ambas miraron a la puerta cuando se escucho un sonoro portazo. --Se ha ido-- Caroline se tumbo de rodillas llorando desconsolada, la levanto de los hombros de mala manera, como vio que no reaccionaba le dio una bofetada, esperando que eso la sacara de su estado de nerviosismo. --Estupida ve detras de el, antes de que sea demasiado tarde, es que no lo amas, que esperas para ser feliz. --La boda--dijo aun llorando --Deja de pensar en eso, yo me ocupo del asunto, ahora ve por el. Cuando vio como la mujer salia corriendo, recogiendo entre sus manos la cola de su vestido, suspiro de alivio ahora quedaba lo mas dificil, como decirle a los invitados y principalmente al novio, que la boda se cancelaba.

  • Espadas y Calendulas de Lucia Moya Sanchez

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    Cuando Gwen decubre que le van a asignar un guardia personal, sabe que su vida va a dar un giro completo, y mas si este es su primo politico y amigo de la infancia, el principe Alexander. Ambos terceros herederos de sus respectivos reinos, son como el dia y la noche. Para ella, el es un chico molesto, rigido y estricto. Para el, ella es igual que cuando eran ninos: un torbellino de energia incontenible. Los reyes contienen el aliento, y esperan que ambos se influencien entre si… A ser posible, para bien. [Una historia de amor en boca de una princesa que no se acobarda ante ningun obstaculo, y de un principe que acepta su destino sin rechistar.]

  • Quedate 3 de Lily Perozo , Lina Perozo Altamar

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    Victoria sentira que su mundo se viene abajo, luego de que Brandon le confirmase que la noticia de la prensa era cierta; el dolor y la culpa haran estragos en ella, pues la vida no la habia preparado para lo que estara por venir; sin embargo, tendra que poner todo de su parte para sobrellevar su pena.
    Elisa se vera atrapada en una situacion, de la que no podra escapar. Mientras Daniel, debera transitar por caminos dificiles que, de alguna manera, lo acercaran a aquello que su corazon tanto anhela.
    Gerard Lambert y Clive Rutherford, llegaran para intentar conquistar dos corazones que estan cerrados al amor; tras sufrir grandes perdidas y desilusiones.

  • Metales rojos de Rodrigo Diaz Cortez

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    Los personajes que dan forma a “Metales rojos” cautivan por su arrojo y por el modo de hacer frente a las situaciones. Un violochenlista que toca en las escaleras del metro vive un idilio con una muchacha que huele a gasolina, dos adolescentes roban a un viejo que se dedica a la compraventa de motocicletas de la Segunda Guerra Mundial, dos amigas con ganas de diversion salen escarmentadas de una fiesta, un payaso que en su ultima actuacion tiene que defender a una mujer atracada en una calle oscura..., personajes en su mayoria con una vocacion artistica contenida. El mundo solo les ofrece fragilidad y desesperanza. Rodrigo Diaz Cortez da cuenta en estos doce relatos de su contrastada intensidad narrativa, pegada al aliento de los sucesos.

  • Caminante sin recuerdos de Andres F. Ramirez Gomez

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    Ano 2118. La contaminacion ocasionada por el hombre en los ultimos cien anos ha afectado fuertemente el clima global, haciendo inhabitable la mayor parte de paises alrededor del globo. En estos momentos, tan solo una porcion de tierra es habitable y esta ubicada al norte de Suramerica, mas exactamente en la zona donde se encontraba el pais Colombia que, gracias a su ubicacion geografica en medio de dos oceanos y a la selva amazonica, logro mantener parte de su humedad y evito convertirse en un gran desierto como lo han hecho las demas zonas alrededor del mundo. Paralelamente, la poblacion tanto humana como animal ha disminuido de forma drastica, y, ademas, las nuevas condiciones de vida han hecho que tanto humanos como animales hayan tenido que cambiar su comportamiento para sobrevivir en esta nueva era. En silencio y oculto en medio de dunas y rocas del desierto me encuentro. Hay una brisa fuerte y blanca que recorre las dunas, el sol esta en el punto mas alto del cielo, la temperatura debe superar los cuarenta grados centigrados. Siento el viento arenoso y caliente arunar mi rostro, tengo sed, mucha sed, pero es peligroso moverse de dia y mas en un desierto como este, desolado y traidor. Mi nombre es Mark Miles o eso creo, porque a decir verdad no lo recuerdo bien. Durante los ultimos tres meses he vagado por este desierto llamado <>. Me he acostumbrado a las cosas raras que ahora hace la naturaleza, como aquellos cactus cuyas espinas brillan al filo de la noche, asi como tambien a los reptiles que aunque grandes como perros se espantan a gran velocidad al escuchar cualquier ruido. Podria decir que he pasado bastante tiempo en medio de esta naturaleza extrana, ahora se que es mejor desaparecer durante el dia y avanzar en la noche. Prefiero mil veces enfrentarme a animales salvajes en la noche que encontrarme con un ser humano durante el dia. Desde lo que sucedio hace cinco anos, vivir escondiendome de los demas seres humanos se ha vuelto mi estilo de vida, sobrevivir es lo unico que me impulsa a seguir con mi eterna huida. Ya casi anochece, el hambre perfora mi estomago, mi meta para la cena es cazar alguna de esas lagartijas gigantes, o quizas encontrar una serpiente fresca enroscada en alguno de esos cactus que brillan en la noche. Las pocas serpientes que aun sobreviven en este mundo son adictas a morir de esa forma suicida. Las formas de vida que conociamos antes han evolucionado de una forma realmente muy extrana. Tras caer el sol, salgo de mi escondite para revisar los cactus cercanos. Tras un par de horas de busqueda, encuentro dos serpientes aun no tan podridas, corro con suerte. A medianoche, con el estomago lleno, comienzo a caminar bajo la luz de la luna llena, el brillo de las espinas de los cactus le da un toque psicodelico al paisaje nocturno. Como todas las noches, la idea es seguir caminando hasta que comience a salir el sol. Camino siempre hacia la misma direccion, hacia el norte, siempre al norte para llegar a las ruinas de lo que antes se conocia como Santafe de Bogota, en donde comenzo mi odisea y mi pesadilla hace ya cinco anos. Caminar bajo la luz de la luna y en total soledad hace que mi cabeza comience a dispersarse, a recordar esas personas que conoci y que en este momento estan muertas, varias de ellas murieron de una forma atroz. Pienso en la gente que vi desangrarse frente a mi, pero especialmente pienso en Johana, en su sonrisa y en su carisma que me subia la moral y me hacia olvidar la solitaria realidad. De repente, mientras divago por mis recuerdos me doy cuenta de un correteo tras de mi. Por estar pensando en el pasado no estaba cubriendo bien mis pasos. Ademas del correteo podia reconocer otro sonido, unos graznidos de un grupo de aves, tal vez preparando una caceria. Reconozco inmediatamente esos graznidos, ya los habia escuchado antes, provienen de uno de los cazadores mas experimentados en el desierto y en la selva, una jauria de pavos reales. Los pavos con el tiempo se volvieron animales carnivoros que atacan en grupo. Me oculto rapidamente detras de un conjunto de cactus que me dejan observar a mis perseguidores. Tras unos minutos de espera logro verlos, van caminando lento en formacion, tres machos y una hembra. Van mirando para todos lados. Los machos tienen las plumas de un color azul brillante que se ve en la oscuridad, ellos van adelante, son los cazadores, y detras de ellos mas o menos a unos diez metros, viene la hembra de color morado y con un tono mas brillante que los machos. Los pavos reales son muy buenos cazadores ya que trabajan en equipo y son aun mas efectivos si solo se trata de una presa perdida en la oscuridad. Ese parece ser el caso esta noche. Correr es la primera idea que llega a mi cabeza. Sin aguardar un minuto mas, empiezo mi retirada; mientras mas rapido pueda, mejor. Mientras me alejo escucho un graznido agudo: la caceria ha comenzado. Solo hay una forma de salir vivo de un ataque de estos: ubicar un arbol en medio de las tinieblas. Se que no puedo enfrentarlos directamente porque son tres machos y si uso la pistola podria alertar a otro humano sobre mi presencia y eso empeoraria las cosas. Lo unico que puedo utilizar con ellos es alguno de los dos cuchillos que llevo. En medio de mi carrera logro percibir lo que parece ser un arbol. Llego a el y comienzo a trepar. Los pavos, que son tambien muy rapidos, llegan casi al tiempo conmigo, uno de ellos alcanza a jalarme un pie con su pico; tras una patada bien puesta cae, pero vuelve a levantarse. Logro llegar a una rama a tres metros de altura del piso, los machos comienzan a trepar el arbol y se acercan cada vez mas. No tengo a donde mas subir, asi que los espero para enfrentarlos. La hembra, por el contrario, esta supervisando la operacion desde abajo. Mi mision ahora es ubicar su posicion porque solo tengo una oportunidad si quiero salir vivo hoy. Proximos a llegar los pavos machos a mi posicion, me muevo rapido por entre las ramas hasta un punto en donde quedo justo encima de la hembra. Espero que los machos se acerquen un poco mas. Es mi unico chance y debo aprovecharlo en el momento preciso. Los pavos por fin llegan donde me encuentro. Al ver que uno de los machos se arroja sobre mi con sus garras hacia adelante salto al vacio, saco mi cuchillo en el aire y apunto directamente al corazon de la hembra. Es un ataque sorpresa. La hembra, sorprendida, intenta esquivar mi ataque pero es muy tarde, atravieso su cuerpo suave y carnudo; ella, sin poder defenderse, exhala un alarido de muerte. En su ultimo soplo de vida su cuerpo expulsa un aluvion de energia vital que me expulsa de espaldas contra el suelo y entro en un estado de shock, que me deja inconsciente. Comienzo a sonar, me hundo en un estado de semiinconsciencia, estoy en medio de la nada, en la completa oscuridad. Serenidad total. Me siento como si estuviera en el espacio, flotando, mi mente se serena totalmente como si esta vida de supervivencia y muerte fuera tan solo un sueno. En un instante veo como una pequena luz, como una vela, aparece en la lejania y crece a medida que se acerca a gran velocidad, su tamano es el de una bola de baloncesto cuando finalmente me impacta, puedo sentir como la energia que sale de la pava entra en mi cuerpo y me llena de energia.

  • Un amor a la medida de Vanessa Lorrenz

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  • La madre de Fiona Barton

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    Un escueto parrafo en el periodico anuncia el hallazgo de unos restos antiguos de un bebe en una zona en construccion de Londres. Muy pocos lectores siquiera le echaran un vistazo.
    Para tres mujeres, sin embargo, la noticia es imposible de ignorar.
    Para la primera, es el recuerdo de lo peor que le ha pasado en la vida.
    Para la segunda, la peligrosa posibilidad de que su secreto mas oculto sea revelado.
    Para la tercera, la periodista Kate Waters, la primera pista en una carrera para descubrir la verdad.
    Secretos guardados durante anos, enterrados bajo tierra y en el fondo del corazon, saldran a la luz para cambiar tres vidas para siempre.
    Fiona Barton vuelve con su protagonista Kate Waters en un nuevo thriller imposible de olvidar.

  • Contigo (Para siempre 3), Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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    Natalia, desconsolada por el riesgo que corre la vida de Jose, tiene que enfrentarse a unos duros momentos que marcaran el rumbo de sus vidas.
    ?Que pasara finalmente? ?Les dara la vida una oportunidad mas? ?Quien sera esa persona que entrara de nuevo sus vidas?
    Duros acontecimientos que marcaran para siempre la vida de nuestros protagonistas en este desenlace.

  • Tu mirada oscura sobre mi vestido de calaveras rojo de Yaiza Castro

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    Escoge la senda del pecado, y desnuda tu alma al romance mas ardiente y peligroso. Una policia temeraria, pin up y alocada. Un agente de operativos especiales letal y que exuda peligro por cada poro de su piel. Una explosion. Una investigacion. Un amor envuelto en llamas. Un entramado criminal que clava las garras en lo mas profundo del corazon del organigrama policial. Dos enigmaticas figuras que dirigen el destino de todos desde las sombras. Un amor del pasado. Un misterio por resolver. Un romance que hunde sus cimientos en el erotismo mas salvaje.
    Disfruta del mejor romance y el mejor suspense en una historia donde ambos generos se aunan para conformar una novela pasional y trepidante.

  • Te quiero pero no estoy enamorada de ti de Esther Llull

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    Birgitte viaja desde Oxford hasta Guatemala, a la cuenca de unas ruinas mayas, donde existe una escuela de ninos que no tienen el amor de sus padres. Este retiro es necesario para ella para terminar su tesis doctoral sobre “la limerencia y la teoria de genero”, donde debe encontrar un motivo de mayor proteccion juridica para la mujer. Sus sentimientos no son correspondidos, por otro lado, y sufre hasta el punto que ese destierro se convierte en una liberacion y en una forma de desvelar la verdad acerca de los sentimientos de los demas seres que estan con ella en el grupo academico de Oxford. “Estamos en la fase de la limerencia. Tenemos que distinguir cinco fases basicas de la limerencia. Esto parece la enfermedad de las nuevas parejas. Y no vale la pena que te digan esta persona no te conviene, te da igual, es una unica obsesion. Se trata del enamoramiento y este esta relacionado con el amor y con el sexo. Porque claro querer a una persona, tu puedes querer a un amigo o sentir empatia por alguien que forma parte de tu entorno habitual. Pero enamorarte es otra historia…

  • Con fina desobediencia de Fermin De La Calle

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    Todo sobre el rugby : episodios iconicos, jugadores famosos y personajes menos conocidos.

  • Imperfectos, Cecelia Ahern de Cecelia Ahern

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  • Te ame sin pensar de Erina Alcala

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    Luna Aguado, siempre habia sido desde nina una chica independiente. Hija unica. Sus padres, Javier Aguado, era celador del hospital de Sevilla Virgen Macarena, y su madre Rocio Hernandez, era limpiadora en el mismo hospital. Alli se conocieron de jovenes, se enamoraron y se compraron un piso cerca del hospital en unas de las bocacalles cercanas, un piso humilde de tres dormitorios. Pero al menos tenian dos sueldos no demasiado grandes para pagarlo. Cuando Luna entro a la universidad de Sevilla, ya lo habian pagado. No les faltaba, pero tampoco les sobraba. Y lo que tenian, querian utilizarlo en los estudios de su hija. Luna quiso ser odontologa, y le llevo cinco anos terminar la carrera. Con tanta suerte, que una clinica americana, se implanto en el centro de Sevilla, justo al acabar la carrera y la contrataron, primero como ayudante, y el segundo ano paso a tener su propia sala con su ayudante para ejercer de odontologa con todas las consecuencias. Era la chica mas feliz del mundo. La clinica NY Dental & Medical Management, era un mundo. Y tenia sucursales en Nueva York, Manhattan, en Francia, Inglaterra, Canada y repartidas por Estados Unidos, era un holding, de un gran empresario americano. Pero ella era feliz. Se habia comprado un coche de segunda mano y aun vivia con sus padres, aunque pensaba que en cuanto pasara ese segundo ano, despues de vacaciones, se independizaria. Ganaba lo suficiente como para estar en un piso pequeno en el centro, cerca de la clinica o en Triana, ya que la clinica estaba en la Avenida de la Constitucion. Al volver de las vacaciones veria. Iba a cogerlas en agosto, y queria ir a los Alpes suizos. Y lo mejor era ir con un grupo, luego ella haria las excursiones que decidiera. Iban en avion hasta Berna y en tren hasta subir al hotel donde se quedaria el grupo. Cuando fue a sacar los billetes, le informaron que saldrian de Sevilla un grupo de 10 personas. Estaba deseando de que llegara agosto, ya quedaba apenas un mes. Y el calor era sofocante. Una tarde se fue a las rebajas y se compro alguna ropa de abrigo porque se lo habian aconsejado por el clima. -Hija ?tan lejos te vas? -Mama voy con un grupo de gente. -Es que eres tan joven... -Mama por favor tengo 25 anos y cuando venga voy a buscar un piso. Asi que te vas a preocupar mas aun. -!Ay, Dios mio! mira Javier, la nina quiere irse de casa. -Ya es hora, deja a la nina. -Claro, tu le das todos los caprichos... -No es un capricho, tiene que aprender a valerse por si misma, de todas formas, aqui tiene su casa. Iba en el avion con el grupo de personas que iban a los Alpes, se conocieron en el aeropuerto, la mayoria eran parejas jovenes y un matrimonio mayor, la unica soltera era ella, pero no le importaba. Iba a descansar y a ver esos paisajes suizos preciosos que habia visto en Google. Por fin, llegaron a Berna y tomaron el tren que los dejaria en la estacion de esqui y en el hotel donde habia rutas y excursiones y aquello era un hervidero de gente y era agosto. No habia mucha nieve en ese mes. Tiro de su maleta y su bolso. Y entro en el hotel. -?Como?- le dijo a la recepcionista. -Que no hay habitaciones. -Tengo mi habitacion aqui. – No figura. -Tome.- Dijo enfadada Luna que se veia en la calle. -Ya a todo el mundo lo estaba ubicando y ella estaba enojada. ?Como no encontraban su habitacion? -Senorita, lo siento, debe haber un error. -?Que error? He pagado una habitacion durante una semana entera. Tengo la factura. Y en ese momento un chico alto, se puso a su lado con un jersey de lana, rubio de ojos azules, le sonrio, pero ella estaba muy cabreada. -Senor Mars- le dijo la recepcionista. -Digame, -le contesto en ingles. Y ella se enteraba de la conversacion porque sabia ingles. Para eso trabajaba en una clinica americana, y cuando entro en ella, debia saber ingles perfectamente y ella lo hablaba con total normalidad. -Hay un error. -?Que error? -La senorita tiene la misma habitacion que usted. Y la miro de nuevo. -A ver... Y le dieron la factura. -Nunca nos habia pasado esto. -Llevo ya tres dias aqui, es imposible. -Debe ser un error informatico. -Quiero mi habitacion, he pagado por ella.-seguia Luna erre que erre. -Bueno, dijo Brayan, es una suite, tiene dos dormitorios independientes. Cuando la reserve no quedaba otra. -Si no le importa y quiere compartirla... Y ella seguia irritada. -Pero yo he pedido una sola para mi. -Pero no hay y los demas hoteles estan al completo. -No la molestare y puede salir por la otra puerta. Y cerrar la que da a la mia. Son independientes.- le ofrecio Brayan. -Si.- dijo la recepcionista para quitarsela de en medio y solucionar el problema. -Bueno, si no me queda otro remedio... -Venga, la acompano, voy a la habitacion. -Le dieron otra llave, y el le cogio la maleta y el bolso. -No hace falta que... Pero el siguio hacia adelante. Cuando entraron en el ascensor... -Te va a gustar, es el atico, digamos, bueno, tiene el tejado, pero las vistas son maravillosas, las mejores. -?Eres inglesa? -No, espanola. -!Ah bien!, Luna, encantada. -Brayan, americano encantado.- le sonrio con una sonrisa blanca y perfecta, como la suya. -?Has venido desde america? -Si, desde Manhattan. ?Has estado en Nueva York? -No, pero trabajo en Sevilla para una clinica odontologica de alli. -!En serio?, dental NY. -Si, ?como lo sabes? -Trabajo en ella, de hecho, soy el subdirector en la gran manzana. -!No me puedo creer! Yo soy odontologa en la de Sevilla. -?Que tal es la clinica en Espana? -Grande y bonita, y tenemos mucha carga de trabajo. -?Cuanto llevas alli Luna?... -Aguado, Luna Aguado. Dos anos, cuando acabe la carrera. La verdad, tuve mucha suerte. -Tienes entonces... -25 anos ?y tu? -28. -?Tan joven eres subdirector? -Es que el director es mi padre. -?Enchufado? -Exacto, pero soy bueno. -No lo dudo. -Ya llegamos, es aqui. -Mira, puedes entrar por aqui, yo por esta, tengo mis cosas en ella. -?Y los banos? -Hay dos, no te preocupes. -!Ah vale! Y entraron por la puerta de Brayan. -Esta es la mia. -!Que bonita!, !y que grande! Se asomo a la ventana y lo miro encantada. -!Que vistas! -?La mia tiene las mismas? -Las mismas. -Ven. Y pasaron con la maleta a la otra, te dejo las maletas. Aqui cierras el pestillo y ya esta. -Yo no necesito sino esta. -Espera, me llevo estas cosas mias. -Brayan gracias. -De nada, te dejo que te instales. -La comida es a las dos, voy a descansar, ?te llamo y bajamos juntos? -Bueno, te doy un toque en la puerta. -Vale, gracias. Cerro con el pestillo. !Ay, Dios! !que tio mas bueno!, y trabajaba en su empresa, por Dios !que alto!, habia sido un flechazo, estaba enamorada. !Joder...que pedazo de tio bueno! Ya podia ser espanol y ella mas guapa y alta. Tenia Brayan los ojos azules y el pelo rubio y una barbita preciosa, la nariz recta no muy grande y un entusiasmo que ya quisiera ella. Era energico y sonriente, educado. Y ella no pasaba el metro sesenta, la melena larga y castana clara, los ojos verdes y una nariz pequena y respingona. Bueno, era lo que habia, no era muy guapa ni fea tampoco. Tenia su encanto y era ironica por naturaleza. Ese tipazo seguro tenia mas mujeres que moscas en la miel. Y ella solo habia tenido dos hombres, instituto y universidad. No era un Curriculum largo. Ni la experiencia necesaria para satisfacer a un tipo como ese. Tenia que olvidarse de el, habia ido a pasarlo bien. Si habia algun chico, no pensaba perder la oportunidad, eso seguro, pero venia a ver los paisajes. Deshizo las maletas y le dio con la plancha que habia en el armario a lo que necesitaba un repaso. Luego se dio una ducha y miro por la ventana, la abrio y sintio el aire fresco. !Que maravilla! !Que belleza! A Brayan le gusto esa muneca desde que la vio cabreada en la recepcion. Le gustaban las mujeres pequenas, no sabia porque le llamaban mas la atencion. De hecho, no tenia una relacion al uso con Loren, salia a veces con ella y se acostaban, como amigos, sin compromiso ninguno. Pero Luna, era distinta. Le gusto su enfado con la habitacion y a el no le importaba compartir la suite. Al contrario, le hizo gracia, a pesar de lo pequena, su fuerza, ese pelo y los ojos grandes y verdes, esa naricilla respingona. La oyo banarse y e imagino su cuerpo bajo el agua, sus pechos, !joder! Se iba a poner duro y todo solo con pensarlo. El, que controlaba, le habia gustado mucho Luna. Era su prototipo de chica y trabajaba en su empresa, Lastima que no estuviera en Nueva York, porque de lo contrario iba a tener un problema. Un problema satisfactorio claro. La oia por la habitacion de un lado a otro y abrir la ventana. Estaba haciendo un trabajo en el ordenador, pero iba a enterarse en el almuerzo que planes tenia, para poder cambiar los suyos o los de ella, queria pasar esas vacaciones con ella, asi de simple. Cuando acabo el trabajo, la llamo a la puerta por la que se comunicaban. Luna cerro la ventana y abrio la puerta. -?Que hora es? -La del almuerzo, si no nos lo queremos perder vamos, si quieres. -Vale, cojo el bolso. -Te espero en la puerta de fuera. -Vale, cierro por alli. -Tomo el ascensor... -?Que tienes pensado hacer esta tarde? -Pues iba a montar en el teleferico y ver el pasaje desde arriba ?y tu? -Pues lo mismo, pero me llevo los esquis y me tiro, bajo esquiando, ?te atreves? -?A que? ?A matarme? Y Brayan se reia. -?Mujer no sabes esquiar? -No, no se. -Tendre que darte una clase manana. -Si te atreves... -Ya veras. -Si, parecere un pato. – M uj e r ... a n d a a l l i e s t a e l c o m e d o r, v a m o s a v e r q u e t i e n e d e b u e n o ...

  • Delirando contigo de Irina Cristina Cretu

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    Ella es una bailarina con mucho arte. solo con ponerse de puntillas y hacer sus piruetas a su alrededor todo se calma, aunque detras de su hermosa sonrisa hay un dolor insoportable. Escondida en sus propios pensamientos y con un pasado alborotado se decide a seguir el consejo de su mejor amiga y esta decision hace que por un tiempo sus penas se suavicen. Con un solo click en su portatil, conoce al hombre que le ensena a delirar en su propio mundo. Viven una vida llena de inseguridades, confusiones y secretos, pero con un simple roce entre sus miradas, aprenden a perdonar lo que parece imposible. Cambian el odio por el amor, las lagrimas por sonrisas, y construyen su propio cuento voluptuoso, sensual. Sin embargo, ?conseguiran que el destino permita un final feliz para los dos?

  • Las mil y dos noches de Carole Geneix

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    Un crimen de cuarto cerrado que homenajea a los mejores clasicos de Maurice Leblanc y Gaston Leroux.
    En 1912, poco antes del viaje inaugural del Titanic, se celebra en Paris una gran fiesta que reune a lo mas destacado de la alta sociedad: una esplendorosa recepcion ofrecida por el cotizado modisto Paul Poiret para presentar su linea de perfumes inspirada en Las mil y una noches. Parte de los selectos invitados a esa noche mil y dos son la caprichosa condesa rusa Svetlana Slavskaya y su secretario personal Dimitri Ostrov, joven judio huido de los bolcheviques. De entre las galas que la aristocrata luce para la ocasion, destaca especialmente un valiosisimo collar de diamantes, regalo de un admirador. Pero, en un momento de la velada, la joya desaparecera de su cuello y el cuerpo de su propietaria, probablemente estrangulada, sera hallado sin vida…
    En esta deslumbrante y atractiva evocacion de la Belle Epoque, Carole Geneix nos ofrece una obra que dialoga con los grandes maestros franceses de la novela de misterio, arrojando una nostalgica mirada sobre un periodo de la historia europea que, muy pronto, la Primera Guerra Mundial se encargaria de reducir a cenizas.

  • Monster Addiction, Patrick Norton de Patrick Norton

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  • Un pequeno favor de Darcey Bell

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    Te pidio que cuidaras de su hijo.

  • Calle Jamaica de Samantha Young

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  • Cameron (Senoritas americanas 2) de Scarlett O'connor

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    Una serie que no defrauda, con personajes femeninos fuertes que luchan por su lugar, y hombres que estan a la altura.
    -Melanie Rogers.

  • Mejor el diablo de Ian Rankin

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    En 1978 una joven llamada Maria Turquand fue asesinada en una habitacion de hotel. Se investigo a los sospechosos, pero el culpable nunca aparecio. John Rebus siempre tuvo la sensacion de que algun detalle importante se le escapaba a la policia. Ahora ha decidido recuperar el caso y parece que eso aun puede acarrear imprevisibles consecuencias. No es lo unico que le preocupa al exinspector Rebus. Darryl Christie, aspirante a controlar las actividades delictivas en Edimburgo, ha recibido una paliza que lo ha dejado fuera de combate. Todas las miradas recaen sobre un viejo conocido de Rebus: el ganster Big Ger Cafferty, que asegura haberse retirado del negocio.

  • Nunca Te Olvidare de Natalia Lee

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    Parecia un dia soleado de verano. Algunos ninos ruidosos jugaban en el cesped, mientras que otros paseaban en bicicleta con sus padres por el parque. Habia mucho verde por todas partes, y Mel se apoyaba contra el tronco de un arbol, aprovechando la sombra fresca que ofrecia. Inesperadamente, la figura de una mujer aparecio a pocos metros de la nina. La luz brillante que emanaba de ella eclipso los hermosos ojos azules de Melissa durante unos minutos, hasta que finalmente se detuvo. Frente a ella, descalza y con un vestido blanco que cubria la mayor parte de su cuerpo, estaba Helena, su madre. Aunque Mel queria abrazarla y besarla, debido al anhelo que sentia, la bella mujer no dejo que su hija se acercara. -Solo escuchame, Melissa, tenemos poco tiempo. – declaro. -Pero mama … -No, no hables, por favor. Se todo lo que estas sintiendo, querida. Se de tu angustia, tu tristeza, el miedo a volver a Nueva York … Es normal que tengas miedo. Todos tenemos miedo cuando tenemos que enfrentar cosas mas grandes que nosotros. Pero se necesita fuerza, hija, especialmente ahora que conoceras a muchas personas. Algunos no son lo que parecen, de hecho, son falsos, egoistas, pero puedes estar segura de que tambien encontraras otros que son justos, verdaderos y que te han estado esperando durante mucho tiempo. Simplemente no se han dado cuenta todavia. Se que lo que te estoy diciendo ahora no parece tener sentido, pero lo importante es que sabes que siempre estare a tu lado para protegerte. Confia en mi, carino, todo estara bien, no te preocupes. Por unos momentos Mel guardo silencio, totalmente paralizada . Su cerebro habia articulado una serie de frases y preguntas para la madre, pero ninguna palabra podia salir de su boca. Helena, por su parte, tampoco dijo nada mas. Solo miro a Melissa con ternura y sonrio. La suave luz de antes comenzo a envolver su cuerpo nuevamente, hasta que se volvio tan intensa que Melissa tuvo que apartar la cara para proteger sus ojos de la luz exasperante . -Senorita? !Senorita, despierta, por favor! "Dijo una voz desconocida, que ahora sonaba cada vez mas cerca de la luz cegadora. Desconcertada, Mel abrio los ojos bruscamente, al mismo tiempo que daba un pequeno golpe en la silla gracias al susto. Las gafas en sus manos rodaron directamente al piso del avion, uniendose a una revista que se habia caido alli desde que se durmio. -Disculpe las molestias, senorita, pero vamos a aterrizar. Por favor, abrochense los cinturones. Aun bajo la influencia del extrano sueno, Melissa solo sacudio la cabeza. La joven azafata sonrio mostrando su llamativo lapiz labial rojo y continuo recorriendo el pasillo del avion, despertando a las pocas personas que todavia estaban dormidas . “Fue un sueno, solo un sueno”, penso Mel, mientras buscaba sus gafas en el suelo. Pero aunque trato de convencerse de que todo era solo un gran desastre debido a su cerebro cansado, el encuentro con su madre parecia tan real como el hecho de que ella estaba alli, en ese avion, rumbo a los Estados Unidos. Cuando finalmente encontro las odiadas gafas con lentes gruesos, Mel se los puso en la cara de todos modos y se ajusto el cinturon como lo habia ordenado la azafata. Mirando por la pequena ventana a su izquierda, pudo ver un enorme lago brillando bajo el sol de la tarde, y su avion que se acercaba cada vez mas a la pista del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy. -Si, bienvenida de nuevo a America, dijo Melissa. , respirando profundamente mientras se ajustaba las gafas, y se miro a si misma en el claro reflejo del cristal. – Finalmente llegaste a casa … * * * * * A pocos kilometros de distancia, en el corazon verde de Manhattan, Aaron Stonewell estaba distraido. Sentado en el cesped brillante de Central Park a la sombra de un arbol, no parecio notar a las dos ciclistas que pasaban por tercera vez (y a proposito, por cierto) frente a el. No es que no fueran bonitas, por el contrario, eran dos chicas impresionantes. Pero la atencion y los ojos de Aaron ahora estaban completamente pegados a la pantalla de su MacBook que mostraba en pequenos intervalos las innumerables fotos tomadas en el ultimo show de su banda de punk rock, Nonsense . Por mucho que ya las habia visto millones de veces solo esa tarde, era imposible para el no admirar toda la vibracion de la audiencia que parecia desbordarse a traves de la pequena pantalla del ordenador. Aunque ese era solo el decimo espectaculo de su banda inexperta, se habian conmocionado y eso valia mas para el que la pequena tarifa ofrecida por el propietario del pequeno club en Brooklyn donde tocaban. Aprovechando la distraccion de Aaron, una figura se escabullo a sus espaldas y, teniendo cuidado de no llamar su atencion, camino de puntillas hasta que estuvo muy cerca del nino. Sin embargo, la persona no contaba con el revelador crack de una rama de arbol seca que termino pisoteando por simple descuido. – Buen intento, Marvin James! se burlo Aaron, volviendose hacia su amigo. – Como ladron, soy un gran bajista, ?no? – Pregunto el chico de ojos negros, depositando su bajo en el suelo y sentandose justo al lado de Aaron. -Di, ?que estas viendo en ese cuaderno que te alegra tanto ? -Son las fotos de nuestro ultimo show. – respondio Aaron con cierto orgullo. – Disfrutan demasiado, ?no? Mira la emocion de la multitud! -Si Total! – Marvin estuvo de acuerdo, estirando el cuello para verlos. – Lastima que Sophie, tu nueva musa inspiradora, no fuera. -!Y Chloe , tu pequena pasion eterna , tampoco aparecio alli! espeto Aaron bruscamente. -Oye, solo soy el hijo del conserje de la escuela. !No tengo oportunidad con esa chica! Tu, hombre … Ah … !Puedes tenerla en cualquier momento! ?Olvidaste que te llaman a ti y a Oliver “Los hermanos perfectos”? Todas las chicas de la Academia Eugenne Sinclair babean por vosotros , incluso las mas veteranas … – Ah, esta bien … !Deja de exagerar , MJ! La mayoria solo sabe mi nombre por mi hermano. Y ademas, la unica chica que realmente me importa no se preocupa por mi ", suspiro Aaron, bajando la cabeza. El hecho de que Aaron Stonewell fuera adorado por gran parte del ala femenina de la escuela no era nada nuevo para nadie. El otro “Hermano Perfecto”, como las chicas comenzaron a llamarlo al final del sexto grado, tenia una belleza inusual. Era alto, delgado, con penetrantes ojos verdes, como los que no puedes dejar de mirar, y cabello negro corto e intenso, un poco desarreglado en el frente. Como si eso no fuera suficiente, ademas tenia una cara hermosa y una sonrisa brillante que hacia que todos a su alrededor sonrieran tambien. Su unico defecto real era que estaba enamorado de la ahora ex novia de su hermano Oliver. Y por mucho que Marvin le mostraba a su amigo la gran cantidad de chicas que se derretian por el en los pasillos de la escuela y en los espectaculos, era Sophie la que le gustaba y Aaron sufria debido a su increible indiferencia. -Olvidate de esa chica , sabes que todavia le gusta Oliver. Manana deberian comenzar a salir de nuevo. Lo hicieron tanto … No es la primera vez que pelean. – dijo MJ, ahora colocando el ordenador de grafito de Aaron en su regazo para ver mejor las fotos. -Pero esta vez fue grave, el idiota de mi hermano estaba con otra chica y Sophie lo vio. !Esta podria ser mi oportunidad! Creeme, no hay chica como ella en esta ciudad. Marvin, quien hasta entonces parecia no estar de acuerdo con su amigo, comenzo a sonreir. De hecho, Sophie debia ser la unica criatura en Manhattan, o quizas en todo el planeta, capaz de ser tan hermosa y tan egoista al mismo tiempo. Simplemente no se comparaba en maldad con Darth Vader de Star Wars, porque era de otra galaxia muy, muy lejana y la disputa se limitaba solo al espacio terrestre. -Estoy de acuerdo, ella es muy bonita. Pero no se, creo que le falta algo … – respondio Marvin, presionando las teclas del MacBook para que las fotos pasaran a una velocidad mas rapida. “?Le falta algo?”, Repitio Aaron, frunciendo el ceno como si su amigo hubiera dicho algo increible. -?Que puede faltar en una chica completamente perfecta? Aunque la respuesta de MJ era “corazon”, algo lo hizo detenerse repentinamente y reir en voz alta senalando la pantalla del ordenador . Alli, en una foto que parecia muy antigua, habia dos ninos sonrientes y abrazados, que no recordaba en absoluto haber visto en el ultimo espectaculo de la banda. -Oye! ?Quienes son la rellenita y el chico que tiene aparatos en los dientes? -Le pregunto Marvin al amigo, aun riendose. Cuando Aaron miro el MacBook, no pudo entender como esa foto que debia haberse perdido por los innumerables archivos que tenia su ordenador, habia parecido alli, junto con los registros del concierto, no tenia sentido . -Bueno, el de los aparatos soy yo. – Aaron comenzo a explicar un poco avergonzado. – Y la rellenita es Melissa, la hermana de Sophie que regresa a Nueva York. -?De verdad? ?Este feo eres tu? – se burlo Marvin, pareciendo no creerlo. – Wow … Has mejorado mucho eh, hombre! Y que cosa mas absurda, la nina llega hoy y esta foto de ella aparece asi, de la nada … Oye, pero ?por que la tienes en tu ordenador ? Pasion infantil, ?verdad? Es? Pregunto, alzando las cejas maliciosamente y golpeando ligeramente a su amigo. Aaron puso los ojos en blanco y volvio a llevar el ordenador a su regazo. -No inventes , Marvin. Melissa y yo jugabamos juntos cuando eramos ninos y eso es todo. Despues de que ella se fue con su madre a Brasil, nunca volvimos a hablar. Quiero decir, incluso nos enviamos correos electronicos al principio, pero luego la comunicacion se volvio mas rara. La zona horaria diferente tampoco ayudo y ella siempre estaba ocupada ayudando con la ONG de su tia. Entonces, ya sabes, la amistad se extinguio gradualmente. – explico Aaron, mientras cerraba el cuaderno. Habia un toque de tristeza en su voz, pero sabia como disfrazarlo. La verdad es que el y Melissa eran grandes amigos. “!Los mejores del mundo!”, Como Aaron incluso se llenaba la boca para decir cuando hablaba de su amistad con la pequena Mel. Se habian conocido en Central Park, mientras jugaban a los columpios bajo la supervision de sus nineras, y desde ese dia se mantuvieron unidos de tal manera que no pudieron hacer nada mas el uno sin el otro. Tenian una especie de hermosa amistad, una que todavia era demasiado pura para ser sacudida por las hormonas de la pubertad, cuando la linea divisoria entre ninos y ninas se fortalece y los hace parecer seres de planetas totalmente diferentes. Pero el destino decidio ser implacable con los dos amigos, y cuando Melissa menos lo esperaba, ya estaba en un avion que se dirigia a Sudamerica con su madre, dejando a Aaron solo y lloroso en Nueva York. Hoy en dia, incluso despues de que hayan pasado cuatro largos anos, el nino todavia recordaba tristemente la separacion forzada de su mejor amiga . Era una herida ya curada, que a veces dolia cuando veia algo que le recordaba a Mel, pero eso ya no importaba demasiado. El pasado estaba detras de ellos y ahora no serian mas que simples extranos el uno para el otro. – Bueno, y hablando de Melissa … – dijo Aaron con un suspiro, volviendose hacia MJ -… Creo que es hora de ir al hotel Meditteranean para empacar las cosas para la presentacion. Hoy la tarifa vale la pena y nos pagaran por adelantado. -Oh, ni me digas! Despues de esa bagatela que ganamos en el ultimo show, incluso pense en renunciar a mi carrera. – se burlo el bajista, saltando. Aunque llegarian un poco mas tarde de lo acordado con el dueno del hotel, Aaron y Marvin caminaron en silencio hacia la salida oeste de Central Park, cada uno pensando en lo que mas le importaba. El bajista de los altos salarios y Aaron en ver a Sophie de nuevo, hasta que sus pensamientos derivaron sin querer al recuerdo infantil de Mel. Por unos momentos recordo las travesuras que los dos habian hecho juntos cuando eran ninos y esto lo hizo sonreir, pero pronto la imagen infantil de la amiga se perdio y Sophie volvio a dominar su mente haciendo que su corazon volviera a dolerle. * * * * * El vestibulo de la Terminal Tres estaba lleno cuando Melissa aterrizo en el aeropuerto JFK. Parecia que todos los ninos estadounidenses habian decidido viajar en la primera semana de sus vacaciones escolares, a juzgar por la cantidad exorbitante de ninos y ninas que jugaban con los carritos de equipaje bajo la mirada impaciente de sus padres. Llevando sus dos pesadas maletas, Mel miro a su alrededor en medio de toda esa agitacion cuando reconocio a su padre, a pocos pasos de ella, con un elegante traje gris que lo hacia verse serio, un alto ejecutivo. Albert, al parecer, no habia cambiado tanto como ella habia pensado. Aunque su cabello ahora tenia algunos mechones blancos en las sienes, aun conservaba la forma encantadora que hacia que la madre de la nina muriera de celos cuando aun estaban casados. -Hola papa. – Mel lo saludo, luego de caminar torpemente hacia el. -Melissa?! Dios, no puede ser! !Carino, como has crecido ! Albert se sobresalto mirandola de pies a cabeza. – !Estas muy alta y hermosa ! Mel sonrio levemente y se sonrojo, bajando la cabeza para mirar al suelo. No estaba acostumbrada a escuchar cumplidos y, como no estaba satisfecha con su apariencia, tenia una imagen muy distorsionada de si misma. -Oh, no te pases, papa! Alta si, pero hermosa ? ?Esta chica miope? – bromeo, abrazandolo con timidez, sin acercarse demasiado. Despues de tanto tiempo fuera y un sujetador finalmente (y muy bien) lleno, Mel no sabia como comportarse con Albert. No eran como dos extranos, pero tampoco tenian la tipica intimidad de padre e hija. Ademas, ya no era esa nina de diez anos, y la falta de contacto habia abierto un profundo abismo entre los dos que solo el tiempo podia salvar. -Es bueno tenerte por aqui otra vez. No te puedes imaginar como tu hermana y yo te hemos extranado todos estos anos. Dijo, con la voz rebosante de emocion. Cuando acurruco a su hija en ese abrazo timido, pero lleno de anhelo, Albert cerro los ojos e inmediatamente su mente lo transporto al pasado a cuatro anos atras, cuando habia abrazado a Melissa por ultima vez en ese mismo aeropuerto. Fue una separacion dolorosa y los anos que siguieron fueron aun mas tristes, ya que gracias a la terquedad de Helena, su ex esposa, que se nego a darle la direccion donde vivia, nunca puedo visitarlos en Brasil y mucho menos enviar los regalos de cumpleanos y Navidad que compro todos los anos a Mel. Ni siquiera la pension que depositaba regularmente en el banco todos los meses para pagar la educacion de su hija, su ex esposa la toco. -Espera, dejame mirarte de nuevo. dijo Albert, liberandose de los brazos de Mel. – !No puedo creer que mi pequena nina ahora sea una adolescente de catorce anos ! 14 -Es asi padre, si lo soy. – Mel murmuro, un poco incomoda con toda esa atencion. -Pero ya es suficiente, esta conversacion se esta volviendo demasiado dificil. Siempre dijiste estas mismas cosas por telefono despues de que te envie mis fotos por correo electronico, ?recuerdas? A pesar de la alegria que sentia, Albert decidio no molestar mas a Melissa con esos comentarios sobre el crecimiento, tipicos de las tias solteronas en las reuniones familiares. Queria que se sintiera bien por haber regresado y, sobre todo, que se olvidara de la muerte de su madre que habia sucedido meses atras. Luego, volviendose hacia el guardia de seguridad del traje negro que esperaba inmovil como un soldado ingles a pocos metros de distancia, Albert hizo un leve gesto con la mano para que se acercara el empleado. -Toma hija, creo que esto es tuyo. dijo, tomando algo de las manos del empleado y colocandolo justo despues de la cabeza de Mel. Al instante reconocio su vieja gorra azul para mascotas de los Yankees de Nueva York , el equipo de beisbol que amaba de nina. Ya ni siquiera recordaba las reglas del juego, ya que en Brasil el deporte popular era el futbol, pero no podia contenerse ante algo que le recordaba tanto a su infancia. -Wow! Pense que lo habia perdido durante el traslado a Brasil. Muchas gracias papa! – le agradecio Melissa, mientras ajustaba la gorra en su cabeza. -No, hija, no me lo agradezcas todavia. Tengo otra pequena sorpresa para ti y creo que te complacera mucho mas que esta. Incluso sin fuerzas debido al viaje y su cuerpo pidiendo a gritos una cama, la apariencia cansada de Melissa se animo repentinamente . Tenia curiosidad por saber de que hablaba Albert. ?Sorpresa? Dijo Mel , frunciendo el ceno. – Ah, padre, dime … por favor. -No puedo. Tendras que ser paciente. Por ahora, creo que sera mejor que caminemos a la limusina. Aunque parte de la ciudad esta pasando las vacaciones de verano en los Hamptons , el trafico de Manhattan puede no ser muy bueno a esta hora. dijo, senalando el equipaje de Melissa para que lo llevara el guardia de seguridad. Aunque no le pagaban por eso , sin embargo, lo hizo de todos modos, sin lugar a dudas. – Vamos! No he estado en una limusina en mucho tiempo. Creo que ni siquiera recuerdo como es por dentro … Mel exagero, recordando sus dias de infancia, cuando todavia iba y venia por Manhattan, llevada a donde quisiera por el chofer de su padre. Un coche como ese estaba muy lejos de la realidad que ella vivia en el interior de Brasil. Como su madre y su tia Veronica habian abrazado la causa ambiental, siempre preferian usar bicicletas o transporte publico para ir a algun lado. Obviamente, no eran las formas mas faciles y rapidas de moverse, sino formas politicamente correctas para evitar que se arroje innecesariamente mas dioxido de carbono al aire y se agote la capa de ozono. ?Que dirian las dos si vieran a Mel entrar en una limusina que gastara tanto combustible ? La chica ni siquiera se lo queria imaginar … Pero tambien, ?que podia hacer ella? Su padre estaba en la lista de los 100 hombres mas ricos de los Estados Unidos segun la revista Forbes. Si no tuviese una limusina, ?que utilizaria ? Autobus? Metro? Coches compartidos? En realidad no … Eso era para los mortales pobres, no para el poderoso propietario de la cadena hotelera The Meditterranean . Y, como hija del dueno, Melissa tendria que acostumbrarse nuevamente, voluntaria o involuntariamente, a esta vida llena de mimos y privilegios. Albert cruzo rapidamente el vestibulo, feliz de tener a su hija de regreso a su lado y, cruzando la puerta automatica que conducia a la calle, se dirigio hacia la magnifica limusina que se detuvo ante ellos con precision cronologica. -Entonces? ?Lista para tu primera vuelta? pregunto, mientras el chofer abria la puerta del lujoso coche para que la chica entrara. Al ver la limusina justo delante de sus ojos, Mel trago, totalmente deslumbrada. Era dificil pensar en los casquetes polares que se derretian a miles de kilometros de distancia gracias a las emisiones de CO2, cuando algo tan hermoso, brillante y lujoso estaba parado frente a ti. -Disfruta, querida . Es del hotel y solo atiende a clientes VIP , pero hoy ordene que estuviera completamente a tu disposicion. – Una limusina? ?Solo para mi? Vamos , papa, a esto llamas una pequena sorpresa? – Mel se admiraba a si misma mientras se acomodaba en el suave asiento del auto. Albert se sento a su lado riendo y despues de cerrar la puerta de la limusina, fue al frigorifico y tomo una botella de agua mineral Glaceau para calmar su sed. -Pero no dije que esta sea la sorpresa. continuo, recordando lo que les esperaba en el restaurante del hotel. – Aun no has visto nada, hija. Y para ser sincero, las emociones de esta noche apenas comienzan. Capitulo 2- PIMIENTA Y DIENTES Despues de tantas retenciones tipicas de Manhattan, la limusina entro en Park West Street, donde se encontraba el famoso y admirado hotel The Meditteranean . Con sus ojos atentos al continuo movimiento de personas caminando por las aceras esa tarde, Mel pronto reconocio el maravilloso verde de Central Park que aparecia en el lado derecho de la calle. – ?Estamos ahi? pregunto ella, ajustando sus odiadas gafas que insistian en deslizarse casi hasta la mitad de la nariz. -No creo que no estes reconociendo el hotel, hija. A pesar de que se sometio a algunas renovaciones, no esta tan diferente. dijo Albert, saliendo del coche . Cuando Mel salio de la limusina y miro la imponente fachada del Mediterraneo , le era imposible no admirar, como si fuera la primera vez, el majestuoso hotel frente a ella. Es cierto que habia crecido en esos pasillos y conocia incluso los detalles mas pequenos del lugar, sin embargo, despues de tantos anos de distancia, regresar y mirar todas esas pequenas ventanas blancas, las banderas estadounidenses ondeando en el viento y los pisos que casi se perdian de vista. Fue emocionante para ella. ” Wow, no puedo creer que este aqui de nuevo ” , penso Mel mientras entraba en el gran salon de The Meditteranean con su padre. Cuando pisaron la lujosa alfombra que completo la sofisticacion del lugar, Melissa pronto fue reconocida por el gerente del hotel, y tambien por el imbecil encargado del hotel de su padre, Pierre Le Blanc. Al mismo tiempo, dejo el mostrador donde estaba supervisando al personal que registraba a los huespedes , para sonreir y encontrarse con ella y Albert. -Mademoiselle Fenner , que honrra los terrmes aqui! Pero, maldito mon Dieu , !como creciste y adelgazaste ! ?Cuando fue emborra dificilmente podria olharr porr el balcon y agorra es mi tamano. Oh! Me estoy haciendo viejo. Dijo dramaticamente, con su acento frances divertido que se nego a perder. -Es bueno verlo tambien, senor. dijo la chica, todavia un poco timida. Mel sabia que habia cambiado mucho, despues de todo, habia perdido varios kilos y era mucho mas alta, pero estar alli escuchando ese bla bla bla acerca de cuanto pero habia perdido y crecido era casi una tortura. No le gustaba recordar sus dias de “peso pesado” como algunos companeros de escuela la llamaban en ese momento. "Si , es verdad. Era una bola de manteca que tenia un trasero mas grande que la luna y del tamano de un enano. Satisfecho? “Fue la respuesta grosera que tenia en la punta de la lengua, pero que no se atreveria a decir Era demasiado educada y no le gustaba herir los sentimientos de los demas. Afortunadamente, uno de los empleados del hotel arrojo torpemente el equipaje de un huesped importante del carrito del equipaje y Pierre dejo la conversacion para ir y reganarlo con toda la autoridad que el trabajo del gerente le garantizaba. Solo despues de deshacerse de Le Blanc, Melissa puede notar realmente el impresionante entorno a su alrededor. El vestibulo del hotel parecia mucho mas lujoso ahora que en su infancia. En el centro estaba la gran recepcion flanqueada a la derecha y a la izquierda por dos escaleras de marmol gigantes, por las que siempre se deslizaba por la barandilla para desesperacion del gerente Le Blanc. Ahora habia un pequeno salon luego de la entrada, para la comodidad de los huespedes y visitantes, asi como muchas plantas, flores y obras de arte que se extendian a traves de las diversas paredes del lugar decoradas exactamente en estilo europeo. En el techo, ademas de una pintura inspiradora con angeles y nubes, estaba el costoso candelabro de cristal, con un diseno firmado por Tiffany, que era dificil de no notar debido a su intenso brillo. A pesar del poco tiempo que paso en el Salon, Mel quedo impresionada por lo sumamente sofisticado que era ahora The Mediterranean . -Es maravilloso, lo se. – dijo Albert en el elevador , mientras miraba a la nina a traves del reflejo del espejo lleno de arabescos florales. – Hoy somos el segundo mejor hotel de Manhattan. Solo estamos detras del Plaza. Pero ya estamos haciendo mejoras para resolver esta situacion. -Dios, papa, no pense que The Mediterranean estuviera asi. Parece mas un palacio que un hotel. – exagero Melissa. -Si, pero ahora es tu palacio, querida. – Anadio sonriendo, saliendo por la puerta de metal que acababa de abrir. En el pasillo bien iluminado lleno de pequenas estatuas de marmol, Mel y su padre caminaron hacia la puerta de madera y vidrio del Chateau D’ore. A pesar del silencio pedregoso que dominaba el lugar y la ausencia de personas que entraban y salian del restaurante, lo que seria normal en ese momento, la chica no se dio cuenta de la misteriosa atmosfera que se cernia alli. -Tu primero, hija. – ordeno Albert enigmatico, empujandola ligeramente por la espalda. Cuando Mel entro en el restaurante, todavia vacilante, se vio sumida en la oscuridad. Al no ver nada frente a ella , penso en retroceder unos pasos hacia la puerta, pero de repente se encendieron las luces y cayo una lluvia de globos de colores y mucho papel picado. Varias personas, en su mayoria adolescentes que estaban dentro del restaurante, la recibieron dandole la bienvenida. -Es un placer tenerla con nosotros, senorita Fenner . Sea bienvenida. – dijo una mujer con cabello rojo, apareciendo justo frente a ella . Parecia haber pasado la treintena recientemente y tenia ojos en forma de almendra que la hacian sentir envidia. Mel abrio la boca, pero todavia estaba demasiado sorprendida para responder algo. ?Quienes eran todas esas personas? ?Y por que demonios tu padre no te advirtio sobre eso? Al menos podria haberse puesto ropa mas presentable que la que llevaba puesta. -Querida, esta es Rebeca Pitty, mi secretaria personal. Ella fue quien me ayudo a planear toda esta fiesta para ti. dijo Albert, senalando a la mujer. -?Ah, si? Gracias , senorita Pitty. – saludo Mel, todavia un poco confundida , pero devolviendo la sonrisa amistosa a la secretaria. Sophie, que estaba a solo unos metros de distancia, se acerco a los tres, seguida de cerca por Chloe y Vicky , sus inseparables amigas que se parecian mas a un par de guardaespaldas que la perseguian. Cuando las hermanas finalmente se encontraron cara a cara, Mel tuvo la ligera impresion de que Sophie no estaba muy entusiasmada con su regreso. La miro de arriba abajo como si la ropa de Melissa fuera una ofensa en ese lugar, y respiro hondo, como lo haces cuando vas a tomar una medicina horrible. -Bienvenida, Melissa. – dijo la hermana entre dientes, abrazandola con cuidado para no arrugar su top de Marc Jacobs . Gracias a Mel, Sophie se estaba perdiendo el lanzamiento de la nueva coleccion de Rihanna en una galeria super moderna en Soho , la meca de la moda de Nueva York, y no estaba contenta con eso. Su presencia alli era obra de Albert, que le habia ordenado que asistiera a la fiesta de bienvenida de su hermana bajo la pena de cancelarle todas las tarjetas de credito si no se presentaba. -Es bueno verte de nuevo, Sophie. – l respondio Mel, un poco timida . – Ha pasado tanto tiempo, ?no? -Sabes que ni siquiera me di cuenta? – respondio la hermana, con un timbre seco en su voz. -Wow! Pense que eran gemelas como Mary Kate y Ashley Olsen, pero al mirar a ambas ahora, se puede ver que tienen muy pocas cosas en comun. – Comento Vicky , analizando a Mel como si fuera un animal exotico en exhibicion. De hecho, las hermanas no eran muy parecidas. Despues de todo, no eran identicas , y el tiempo habia colaborado aun mas para acentuar estas diferencias. Sophie era hermosa como una pintura. Tenia el pelo rubio liso y la piel blanca que la hacia parecer una muneca de porcelana, ademas de tentadores ojos azules y finos labios rosados. Aunque Mel tenia el mismo color que los ojos y el cabello de su hermana, al mirarla se sentia fea. En realidad no lo era, pero cuando se comparo con Sophie, descubrio que su cabello ondulado y opaco no se comparaba con el de ella . Si solo Albert le hubiera contado sobre la fiesta antes, tal vez habria logrado vestirse un poco para no verse tan sin sal frente a todas las personas elegantes y bien arregladas. !Oh, como queria salir de alli y volver a Brasil! “?Tienes alguna preferencia musical, querida ?”, Pregunto Albert de repente. – No tenia idea de lo que te gustaba, asi que contrate una banda y un DJ especialmente para tu fiesta de bienvenida. Que quieres escuchar -Bueno, hmm … Dejame ver … Realmente me gusta esa cantante, Pink, ?sabes? – dijo Mel, fingiendo no darse cuenta de que Sophie miraba sus zapatillas grises All Star y arrugaba su nariz. Aunque no tenia idea de a quien era esa “Pink” que mencionaba su hija, Albert fue inmediatamente a un rincon de la habitacion para responder a su solicitud. Alli, apretujados entre el bar y la puerta del balcon debido a la cantidad de invitados a la fiesta, estaban Aaron, Marvin y Doug, ya en posesion de sus instrumentos, esperando que Albert pasara su repertorio para comenzar otro espectaculo sin sentido. -Bueno, ya que Sophie no nos presenta, soy Victoria McQueen. dijo Vicky , extendiendo la mano para estrechar la mano de Melissa. -Hola, bienvenida . Ya me conoces, soy Chloe Von Bondenburg . – saludo a la otra chica con cabello castano, flequillo corto y ojos color miel. – Chloe ” Dumbo “? ?La que estudiaste conmigo en la Academia Sinclair ? !No puede ser! !Tenias orejas enormes! Mel disparo, sin querer. Sophie y Vicky se miraron con miedo, esperando que Chloe explotara. Melissa habia tocado inadvertidamente un tema delicado para la chica y eso era sinonimo de detonacion, pero en lugar de una respuesta grosera, Chloe se sonrojo.

  • El amor esta en el aire de Olivia Kiss

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    Lauren no dejaba de senalar poniendo chinchetas en el mapa. Con cada una que pinchaba en el tablero, daba un pequeno saltito a la vez que gritaba el lugar. --!Hawai! !Costa Rica! !Venezuela! --Lauren, se trataba de preseleccionar lugares para luego decidirse, no de enumerar todos los sitios con buenas playas y buenos chicos --dijo Lily poniendo los ojos en blanco. --No te olvides de los mojitos, que es un requisito importante para que sea el destino perfecto. No quiero nada de chicos en este viaje, solo quiero divertirme contigo. Sabes que lo necesito mas que nunca. Me alegra que estes aqui, Lily --dijo Lauren posando una mano sobre el hombro de su mejor amiga. Habia pasado solo una semana desde la ruptura con Marcus, bueno, mas bien rotura de corazon con tres bypass y estrangulamiento de sentimientos con doble de "tedejotudignidadporlossuelos". Marcus, su exprometido, era el novio perfecto que toda madre quiere para su hija; simpatico, extrovertido, atento, con buen trabajo. Tambien era, a simple vista, el novio ideal y guapo hasta decir basta. Con un cuerpo moldeado con muchas horas en el gimnasio. Tantas horas, que hasta hacia extras con la profesora de spinning. La monitora con sus duras nalgas. Tampoco es que tuviera la culpa ella, ni la secretaria de ventas, ni rubita21xoxo de esa pagina de contactos, ni la "amiga de la infancia" que era inofensiva, la culpa la tenia el, Marcus. Unica y exclusivamente. Lauren no supo nada de todo aquello hasta siete dias atras cuando, por casualidad, Marcus se dejo su bien mas preciado y mas protegido: el movil de empresa. Marcus trabajaba en una gran compania de software de Washington, no como informatico sino como el mejor jefe comercial de todo Seattle. Desde que llego, la empresa no dejo de crecer y llego a codearse con las mas grandes comprando otras empresas y absorbiendolas. Habia sido durante una de esas transacciones cuando conocio a Lauren. --Bueno, creo que su cliente aceptara la oferta con los ojos cerrados, ?no es asi senorita...? --Marcus se apoyo dejando caer unos papeles sobre la mesa redonda del despacho gigantesco y mirando a la abogada que debia revisar ese contrato. --Puedes llamarme Letrada Lauren Collins, senorito... --dijo con cierto tono replicativo. --Marcus, todo poderoso Marcus. --Acabo la frase guinando un ojo y desabrochandose el boton del traje a medida que, aunque no era cenido, marcaba sus musculos. --Perfecto, pues miraremos la oferta, la valoraremos y ya te llamaremos -- contesto intentando no darle importancia a la gran suma de dinero que habia visto en los papeles. Lanzo la tarjeta a la mesa y se acerco a Lauren y susurro. --Se que ya tienes ganas de llamarme. A pesar de que la reunion habia sido corta y de que hubo algo en su actitud que no termino de convencerla, se dio cuenta de que, en parte, el tenia razon y la idea de volver a verlo le resulto tentadora; quiza fue por el tono seductor de su voz o por esa seguridad que desprendia, como si tuviese el mundo a sus pies. Se citaron a los dos dias en un restaurante para confirmar que aceptaban la oferta y despues una cosa llevo a la otra, a la atraccion y a tontear, a enamorarse como una loca perdida y a vivir juntos unos meses despues. Marcus se mudo al apartamento de Lauren, (hasta entonces, ella no sabia que era el plan perfecto para mantener su picadero intacto), y empezaron una relacion que nunca llegaba a la monotonia por los cientos de viajes que el tenia que realizar. Es decir, que se veian poco, y quiza por eso el tiempo que pasaban juntos era muy intenso, entre escapadas planeadas a Europa, esqui en las mejores pistas, saltos en paracaidas, y hacer el amor muchas, muchas veces y en muchos sitios diferentes. Siempre tenia que haber algo en la vida de Marcus que fuera novedad para no perder la emocion en la vida. La monotonia le corroia. En Lauren encontro una companera perfecta, no es que le aburriera una vida rutinaria, que tambien la apreciaba, sino que le gustaba hacer cosas distintas igual que a su novio, pero con una diferencia, a el le gustaba hacer las cosas con otras chicas. Ella estaba tan enamorada que hasta le gustaba el sonido del clic del cortaunas cuando se cortaba las unas del pie. Pero, una semana atras, cuando Marcus se fue a su gimnasio para hacer las tres horas de ejercicio que necesitaba y se dejo su telefono de trabajo, todo cambio. El movil comenzo a sonar. Una y otra y otra vez. Lauren penso si lo descolgaba o no, pero es que en la pantalla ponia, "Oluc Otinob – Jefe de la fusion". Supuso que era importante, ya que hacia poco le habia estado hablando de una megafusion de una empresa que supondria que terminasen siendo los lideres del sector, asi que, al final, tras mucho dudar, termino cogiendo la llamada. --Hola, picha gorda, hoy no has venido al gimnasio y necesito que follemos, digo, nos fusionemos como tu dices siempre... --dijo una voz femenina que parecia recien salida de una pelicula porno de las malas--. No iras a hacer enfadar a tu profesora de spinning, ?verdad? --?Quien demonios eres tu? --grito Lauren. --Oh, perdona, creo que me he equivocado. La llamada se colgo. En aquel momento, Lauren podria haber pensado que era un simple error, una de esas llamadas que se cruzan e ignoras sin mas antes de seguir con tu vida, pero eso de fusionarse... Por su trabajo, Marcus siempre tenia esa palabra en la boca. Fusion aqui, fusion alla. Y eso fue suficiente para que Lauren se sentase en el sofa y cotillease un poco su movil. Sabia que estaba mal, que no era lo que haria una novia segura de si misma y confiada. Pero no pudo evitarlo. Reviso el listado de las ultimas llamadas. La verdad es que habia nombres muy raros en la agenda como Oluc Otinob, Satet Semrif o Sanreip Sagral. No daba credito, ni tampoco entendia que significaban hasta que, de repente, pasados unos minutos de frustracion, todo encajo. !Oluc Otinob es un anagrama de culo bonito! Igual que Satet Semrif, que era tetas firmes y Sanreip Sagral, que era piernas largas. Cuando abrio la carpeta llamada "Documentos fusion" vio fotos de el posando como un gilipollas con unas chicas estilo Barbie. Y habia mas archivos en las ultimas imagenes recibidas, de chicas operadas y retocadas con Photoshop que le ensenaban a la camara todos sus encantados. Llego a distinguir a mas de cinco mujeres solo por el tamano y la forma de sus tetas. Menudo guarro. Lauren sentia que la sangre en las venas se le congelo. Se quedo de piedra, helada y casi sin aliento, porque no podia creerselo... --!Menudo cabron, hijo de puta, mal parido! --maldijo entre dientes, imitando al protagonista de una de sus series preferidas. Clavo los ojos en el telefono y comenzo a escudrinarlo esperando que todo fuera una mala pesadilla, pero no lograba despertarse. Era la realidad. Cuando llego Marcus a casa y vio a Lauren con el movil en la mano, noto como comenzo a temblar. El chico seguro de si mismo con respuestas para todo se quedo sin palabras. Lauren era el vivo retrato de la furia sosteniendo el movil. Marcus habia cometido un error y lo iba a pagar. --Te-te lo puedo explicar Lauren--dijo con el con voz titubeante. --He hablado con el jefe de la fusion Oluc. Recoge las cosas y vete lo mas lejos que puedas de aqui, de mi vida. --Le comenzaron a salir lagrimas de los ojos. La tension se convirtio en una bateria de emociones en la que la decepcion era la que ganaba. Marcus se fue tan rapido como ella le obligo y Lauren no supo en ese momento que era una de las mejores acciones que habria hecho en su vida.

  • Una vida mejor de Anna Gavalda

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    Un cafe cerca del Arco de Triunfo. Me siento casi siempre en el mismo sitio: al fondo a la izquierda, detras de la barra. No leo, no me muevo, no consulto el movil, solo espero a alguien. Espero a alguien que no vendra y, como me aburro, miro caer la noche sobre L'Escale de la place de l'Etoile. Ultimos companeros de trabajo, ultimas copas, ultimos chistes malos, calma chicha durante cerca de una hora y Paris se despereza por fin: los taxis rondan, las chicas altas se dejan ver, el dueno baja las luces y los camareros rejuvenecen. Ponen una velita en cada mesa --una de mentira, tiembla pero no se derrite-- y me acucian discretamente: tengo que seguir bebiendo o marcharme. Sigo bebiendo. Es la septima vez, ademas de las dos primeras, que vengo a esta charca a saciar mi sed al anochecer. Lo puedo decir con precision porque he conservado todos los tiques de caja. Al principio me imagino que por llevarme un recuerdo, por costumbre o por fetichismo, pero ?y hoy? Hoy reconozco que es para agarrarme a algo cuando meto la mano en el bolsillo del abrigo. Si existen esos trozos de papel es la prueba de que… de que ?que, a ver? De que nada. De que la vida es cara cerca de la tumba del soldado desconocido. 2 La una de la madrugada. Otra vez nada. Me vuelvo a casa. Vivo cerca del cementerio de Montmartre. Nunca habia andado tanto en mi vida como ahora. Antes tenia una bici --llamada Jeannot--, pero la perdi el otro dia. No se cuando exactamente. Despues de una fiesta en casa de una gente a la que no conocia, por la estacion de Saint-Lazare, creo. Un chico me llevo a su casa. Mientras iba de su brazo estaba contenta, pero una vez en su cama ya no. La caja del gato, el estampado del edredon, el cartel de El club de la lucha encima de su cama de Ikea, yo… no era capaz. Esa noche aguantaba el alcohol mejor de lo previsto. Era la primera vez que me ocurria, escaquearme asi y que se me pasara el pedo de repente; fue una senora decepcion. Con lo que me hubiera gustado. Si, me hubiera encantado distraerme un poco. Eso me molaba. Y hay cosas peores que Brad Pitt y Edward Norton de sujetavelas. Pero, en fin, el cuerpo me traiciono. ?Como era posible? Mi cuerpo. Con lo bien que se portaba siempre… En ese momento me hubiera negado a reconocerlo, pero esta noche, despues de tantos kilometros de caminatas solitarias, y de este vacio, y esta nada, y esta carencia, y esta carencia de todo, en todas partes, a todas horas, me rindo: era el. Era el, mi cuerpo, el parasito, y su labor de zapa se manifestaba por primera vez entre esas horribles sabanas. A descubierto, decepcionada y arrinconada, rumiaba mi perplejidad cuando oi una voz pastosa que decia para tranquilizarme: --Oye…, aun asi te puedes quedar, ?eh?… Si hubiera tenido una escopeta a mano, le habria apuntado a la cabeza. Por ese <>, por ese desprecio, por ese favor concedido in extremis a la imbecil que no se la habia chupado. Pum. Temblaba. En las escaleras, en la calle y mientras buscaba la bici en todas las farolas. Temblaba de rabia. Nunca antes me habia sentido de esa manera. La boca me sabia a vomito y escupia para librarme del sabor. Como soy incapaz de echar un lapo digno de ese nombre, lo que hacia era llenarme de babas la manga y mi bonito panuelo, y asi tenia que ser, porque ?como explicar si no tanto odio? Estaba viviendo lo que me merecia, y vivia… aun asi. 3 Me llamo Mathilde Salmon. Tengo veinticuatro anos. Oficialmente, todavia soy estudiante de Historia del Arte (mentira cochina), pero en la vida real trabajo para mi cunado. El rico, el guapo, el guay. El que se toca las narices todo el santo dia y nunca lleva corbata. Dirige una gran agencia de creacion digital para proyectos de diseno, branding y desarrollo en internet (os lo traduzco: si teneis mercancia y quereis venderla on-line, el os disenara un bonito escaparate y todo el recorrido hasta los terminales, seguros, de pago), y me contrato, perdon, me corrompio, el ano pasado. El necesitaba mercenarios, y yo, un poco de dinero extra; era la noche de mi cumpleanos, y nos pusimos de acuerdo con un brindis. Como contrato de trabajo los he visto peores. Por ser estudiante tengo derecho a numerosos descuentos en el cine, en los museos, polideportivos y comedores universitarios, pero como paso la mayor parte del tiempo delante de una pantalla, me estoy embruteciendo y me gano demasiado bien la vida para volver a esos comedores, resulta que ya no los disfruto casi nada. Trabajo en casa a mi ritmo y en negro, tengo mil nombres, mil direcciones electronicas, mil seudonimos y otros tantos avatares, y estoy el dia entero redactando comentarios inventados. Imaginaos al revisor del metro de la Porte des Lilas, pues es exactamente lo mismo. Escribo tantos que podria cantarlos: J'fais des com', des p'tits com', encore des p'tits com', Des com' d'seconde cla-a-ss-eu, Des com' d'premiere cla-a-asse… Me dan listas con tropecientas paginas web, seguidas de la mencion <> o <> (en el mundo digital, cuando algo mola, siempre se dice en ingles), para hundir y redirigir a clientes potenciales, y luego ofrecerles, pero solo despues de que las hayan pasado canutas, mogollon de opiniones positivas en los foros de discusion y la mejor referenciacion posible en Google. Os pongo un ejemplo: la empresa Superyoyo. com fabrica y comercializa superyoyos, pero resulta que su pagina web es de lo mas cutre, como de ello dan fe todos los comentarios desagradables escritos, publicados, droppeados, compartidos, blogueados, vistos, tuiteados, pokeados, hashtagueados, requestados, boardados, dislikeados, deslolizados o chateados aqui y alla por Micheline T. (menda), Jeannot41 (menda lerenda), Choubi_angel (yo misma), Helmutvonmunchen (Ich) o NYUbohemiangirls (me and myself). Entonces a los de Yoyoland les entra el agobio padre. Al final, el senor y la senora Yoyo, a los que se ha informado de las hazanas de mi cunado mediante una estratagema tan retorcida como ingeniosa (pero demasiado larga como para explicarla aqui, aparte de que no tiene el mas minimo interes), se vienen abajo por completo y le suplican: necesitan a toda costa una pagina web nuevecita. !Si, si, si! !Es cuestion de vida o muerte para la empresa! Entonces el, magnanimo, despues de hacerse mucho de rogar, acepta ayudarlos y, tres semanas mas tarde, oh, !milagro!, cuando tecleas <> o <> en el buscador, te mandan directamente a Yoyoland (aun no lo hemos conseguido tecleando solo <>, pero nos lo estamos currando a saco), y, oh, !milagro otra vez!, menda compra diez de cada para sus seis nietos; jubiloso, yo asegura que lo comentara en todos los foros de superyoyos del mundo; menda lerenda dice !!!es la cana!!!, Ich querrrria inforrrmacion parrra ser distribuidorrr de yoyos, y me and myself esta soooo excited coz yoyos are sooooo french. Resumiendo, que a eso me dedico: redacto comentarios. Y mi cunado, desde su lujoso caseron del distrito XVI de Paris, busca nuevas vias de diversificacion para su negocio. Es un falso chollo, ya lo se. Mas me valdria terminar (empezar) mi tesina de master titulada <> (toma ya, ?verdad?) o ponerme a pensar seriamente en mi futuro y en mi jubilacion, pero, ay de mi, he perdido la fe por el camino y ya solo pienso en vivir al dia y disfrutar del aire libre yo tambien. Dado que es todo mentira… Dado que son todo comentarios falsos… Dado que los polos se estan derritiendo, que por fin han indemnizado a los banqueros, que los agricultores se ahorcan en sus silos y que arrancan los bancos publicos para que no se puedan sentar los vagabundos… Francamente, ?para que molestarme en labrarme un porvenir en un mundo asi, eh? Para olvidarme de todo eso, entro en el juego de mi cunado y de Larry Page: me paso el dia mintiendo y la noche bailando. Bueno…, lo de bailar era antes. Ahora pierdo el apetito y el tiempo a la luz de la luna mientras espero a un chico que ni siquiera sabe que lo espero. Es que no hay por donde cogerlo. De verdad, hay que estar colgada, hay que ser pringada boba para haber llegado a esto. 4 Pauline y Julie D., las dos chicas con las que comparto un piso de 110 m2 en la rue Damremont, son gemelas. Una trabaja en banca, y la otra, en temas de seguros. Rock'n'roll attitude en estado puro, vamos. No tenemos nada en comun, y ese es precisamente el secreto de nuestra armoniosa convivencia: yo estoy en casa cuando ellas no estan, y cuando vuelven, ya no estoy. Ellas llevan las cuentas, y yo me encargo de recibir los paquetes que llegan a su nombre (chorradas que compran por internet), yo traigo los cruasanes del desayuno, y ellas bajan la basura. Es el no va mas. Las encuentro a las dos un poco bobas, pero me alegro mucho de haber superado su casting. Organizaron una serie de entrevistas en plan En busca de la nueva companera de piso casi perfecta (Dios mio…, no te lo pierdas…, otro episodio inolvidable de mi loca juventud…) y yo fui La Elegida. Aunque nunca he entendido muy bien por que. En esa epoca era vigilante, que digo vigilante, !agente!, !agente de vigilancia!, en el museo Marmottan, y creo que la influencia del bueno de Monet obro en mi favor: una chica aseadita que pasaba tanto tiempo entre los Nenufares tenia que ser respetable a la fuerza. En fin, lo que os decia, que son un poco bobas. Si estan viviendo en Paris es porque no tienen mas remedio de cara a su curriculo. No les gusta nada y suenan con regresar a Roubaix con su papa, su mama y su enorme gato Cosquillas, y corren a casita a refugiarse siempre que pueden. Disfruto, pues, de mi buena suerte (un pisazo para mi sola los fines de semana, con su provision de bayetas de microfibra bien dobladitas debajo del fregadero para limpiar las potas de todos mis amigos) antes de que se vuelvan a su pueblo definitivamente. Bueno, digamos que disfrutaba. Ahora ya…, ya no lo se. Creo que empiezo a no soportarlas… (que se pongan bailarinas Isotoner en cuanto entran en casa y escuchen Chante France a la hora del desayuno se me hace a veces muy cuesta arriba), pero el problema soy yo, lo se de sobra. Ellas siguen tan discretas como siempre y tienen el detalle de bajar el volumen cuando me pierdo en los vapores de sus cereales de desayuno. No tengo nada que reprocharles. Si, yo y solo yo soy la culpable de mis desvelos. Hace casi tres meses que ya no disfruto con nada, que no salgo, que no bebo, que… Que estoy mal. Hace tres meses el piso estaba aun en obras. Se caia a pedazos, y Pauline (la mas espabilada de las dos) convencio a nuestro casero para que nos dejara encargarnos de las obras de reforma a cambio de una suspension de pago del alquiler equivalente al importe de la factura final. (!Esta frase tan rebuscada no es mia, no os vayais a pensar!) El tema las tuvo entretenidisimas, que si venga a medir, a dibujar planos, a hojear catalogos y a pedir un monton de presupuestos que comentaron durante veladas enteras mientras saboreaban sus poleos. Llegue a preguntarme si no se habian equivocado de profesion. Ese zafarrancho de combate me agobiaba. Para estar tranquila, tuve que desertar e irme a escribir mis tonterias a la colmena de mi cunado, con todos esos simpaticos geeks formateados 2.0; pero, bueno, reconozco que la instalacion electrica dejaba mucho que desear (con el horno encendido, mi ordenador parpadeaba), que la pintura se desconchaba por todas partes y que el cuarto de bano no era muy comodo (habia que saltar por encima de un viejo bide todo el rato). No tuve que ocuparme de nada, y cuando me propusieron pagar las obras en metalico para ahorrarnos el IVA (!algo es algo!) y ganarnos al senor Carvalho (el contratista elegido, un tio de lo mas marrullero que sostenia que si no lo haciamos asi no le daria tiempo a terminar), no me hice de rogar. Soy bastante docil en ese sentido tambien. ?Por que recordar todo esto? Porque sin el pequeno chantaje de ese senor, <> por sus cargas sociales, sin el aumento inesperado del impuesto sobre el valor anadido en la construccion y sin la culpabilidad de todas, mas bien de todos --especialmente la de el--, ahora no estaria aqui, en este barrio deprimente, esperando la nada. Voy a contaroslo todo.

  • Muertes pequenas de Emma Flint

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    Elegida entre las diez mejores novelas negras de 2017 por los periodicos The Guardian, The Wall Street Journal y The Irish Times.

  • Cinco lobas de Javier Montes

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    Galindo regresa a Cordoba, acompanado de un capitan vallisoletano con un cargamento de libros para venderlos en la ciudad, jamas penso que el mismisimo Abd al Rhaman, seria su mejor cliente. Al califa para provenir de un antiguo monje del norte, le encantaban sus fabulas cargadas de descripciones poeticas y su recatado exotismo. En su anterior visita lo exhorto para pasar una noche con una de sus esclavas, de la que termino enamorandose perdidamente. El capitan Alfonso, despues de convertirse al islam, sorprendentemente, contrae matrimonio con una misteriosa mujer muladi. Este hecho le hace ganarse la simpatia de Abd al Rhaman, que lo nombra junto con Galindo embajador real. A partir de ahi comenzaran una serie de misiones, acompanados de un grupo de musicos y bailarinas que junto a sus esposas, terminaran triunfando con sus actuaciones por toda la peninsula. Conocidas como las Cinco Lobas: Shifa, Raquel, Sira, Sayida y Laura; desafian los cimientos morales de una sociedad dominada por los hombres, sin pronunciar una sola palabra, lo hacen mediante la danza, utilizando la expresion corporal como unico lenguaje para defender sus derechos. Sira decide abandonar el escenario temporalmente para trabajar en un hospital regentado por Hasday, un erudito judio que ademas poseer una amplia formacion medica, sabe hablar todos los idiomas conocidos. Mientras tanto, Galindo y Alfonso, emprenden una nueva embajada con la mision de firmar un tratado de paz con el rey leones, convencidos de que la dificil convivencia entre culturas tan diferentes como la cristiana y la musulmana, solo sera posible, si triunfa la tolerancia y el dialogo se impone a la barbarie.

  • La noche del rey de Jorge Alcalde

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    Febrero de 1810. El rey Jose I realiza su primer viaje por Andalucia con la esperanza de ganarse el afecto del pueblo sobre el que debe reinar. En esas mismas fechas, la joven Asuncion suena con viajar a Francia y conocer el esplendor y el glamur de la nueva Europa idealizada por los folletines. Aparentemente, sus destinos no tienen por que cruzarse, pero un crimen forzara el encuentro. Entre ellos se teje una increible red de personajes: un funcionario del rey obsesionado con el arte que utiliza sus contactos para traficar con cuadros en Paris; una espia viuda que ha prestado sus servicios a los franceses en la Isla de Leon y esta a punto de jugarse la vida y cambiar de bando por amor; un miembro del Gobierno patriota, viejo, cojo y atrabiliario, que escapa de Sevilla y pretende iniciar su propia batalla en los dias previos al asedio de Cadiz; un viajero americano que huye de su oscuro pasado y recorre Espana relatando en su diario la crudeza de la guerra de la Independencia…

  • Un pueblo llamado Redencion de Hilario Pena

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    Novela ganadora del Premio Bellas Artes De Novela Jose Ruben Romero 2016, Revoluciona El Genero Western.

  • Bling Bling Boom de Martin Baker

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    Cristina conoce al asesino que pilota el avion que explota en el aire nada mas despegar con destino a Paris. Acaba de retornar a Espana despues de varios anos ensenando en los liceos franceses alrededor del mundo, y en estado de shock se dirige a la comisaria mas cercana, donde intentara explicar lo que intuye.
    Durante su estancia en el extranjero Cristina, Elena y Laura consiguen crearse sus propias rutinas para sobrevivir en un mundo bling bling que ciega con sus destellos y simula corrupciones y despotismos pasivos. Desmotivada por los abusos de alumnos y padres, Cristina se mantiene conectada a la vida real a traves de los mensajes de su amiga Lamia, que desde Madrid le contara como se enamora de un refugiado sirio que encubre una red terrorista.

  • Por una mentira de Sophie Saint Rose

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    Tabitha colocaba el expositor y cuando vio llegar a la senora Morley gimio dejando el pollo que tenia en la mano, para incorporarse y mirarla por encima con una sonrisa en los labios que no llegaba a sus ojos violeta. -- Buenos dias, senora Morley. --Buenos dias, nina. -- respondio mirando la mercancia con su ceno fruncido. La senora Morley era una de sus clientas habituales, pero para venderle una pechuga de pollo se pasaba en la carniceria una hora y queria que le mostrara todo el genero. A sus casi noventa anos decia que no podia meterse cualquier cosa en el cuerpo, asi que la torturaba todo el tiempo que le daba la gana. Tabitha suponia que no tenia mucho mas que hacer que darle el conazo. -- ?Que le pongo hoy? -- dijo mirando su vestido de flores de cuello blanco, acompanado por su collar de perlas. Tambien se fijo que esa manana se habia decidido por sus zapatos planos de cordones marrones -- Tengo la ternera de oferta. -- ?La ternera? No creo. Mi pension no llega para tanto. --la miro con sus ojitos azules detras de sus gafas de pasta y entrecerro los ojos-- ?Llevas la redecilla? No la veo. ?La llevas? No voy a consentir encontrarme un pelo pelirrojo en mi comida. --Si, senora Morley. --se acerco a ella por encima del expositor senalando su horrible redecilla blanca -- ?La ve? Es obligatorio llevarla. --Por eso te lo digo, nina. --dijo con los ojos entrecerrados intentando centrar la vista. Molesta porque no veia tres en un burro, miro el expositor de nuevo-- Vamos a ver, ?eso que es? ?Pavo? --No, senora Morley. Es la ternera que le decia. --Va, no tiene buen color. Tabitha se mordio la lengua forzando una sonrisa y miro a traves del escaparate de la tienda al exterior esperando que llegara su jefa y se pudiera librar de atender a la mujer-- ?Que le parece pollo? -- respondio importandole un pito lo que se llevara la buena mujer. -- ?Pollo? !Me lleve pollo ayer! --No, senora Morley. Se lo llevo el lunes y estamos a viernes. -- al fin era viernes y descansaria todo el fin de semana. Las ganas que tenia de perder de vista a las clientas solo las sabia ella-- ?Y conejo? -- !Conejo! !La cantidad de conejo que me comi en los cuarenta! Madre mia, ya la habia liado. La mujer se puso a relatarle toda su infancia y la adolescencia. A describir lo dura que era la vida entonces y no como ahora, que los jovenes solo se quejaban de vicio -- !Y mi marido! !Oh, lo que trabajaba el pobre! -- entrecerro sus ojitos-- ?Y tu? -- ahi venia-- ?Ya te has casado? -- la pregunta de todas las semanas. --No, senora Morley. Desde hace siete dias, que me lo pregunto la ultima vez, no me he casado. -- respondio cogiendo el cuchillo clavandolo en la tabla de madera pensado por que cono tenia que explicarle su vida a todo el mundo. -- !Pero nina! ?Cuantos anos tienes? !Joder! ?Por que no se compraba la pechuga de pollo de una vez y la dejaba en paz? -- Veintisiete, senora. La senora Morley la miro con horror como todas las semanas. Un dia iba a sacarle una foto y a colgarla en Internet -- Pues casate nina o… -- ?Y que le parece cerdo? Unas buenas chuletitas de cerdo. La mujer chasqueo la lengua y en ese momento entro su jefa que llegaba de ir al banco a realizar los ingresos-- Buenos dias, senora Morley. -- dijo pasando ante ellas a toda prisa y metiendose en la trastienda a la velocidad de la luz despues de mirarla con cara de panico. Tabitha dejo caer los hombros y agarro el mango del cuchillo-- Cobarde. -- susurro desclavando el cuchillo. Miro el reloj que tenia colgado y vio que la mujer llevaba en la tienda exactamente cuarenta y siete minutos. La mujer seguia hablando sobre que no le apetecian chuletas de cerdo y cuando tomo aire, Tabitha metio baza-- ?Y de cordero? -- !Oh, el cordero me sienta mal, nina! ?Que te pasa? Estas muy distraida. --Tiene toda mi atencion, senora Morley. --cuando vio entrar en la carniceria a su amiga Kat sonrio de oreja a oreja-- ?Las tienes? -- !Ja! -- saco dos invitaciones a la inauguracion de la nueva discoteca en Manhattan para esa noche-- Creias que no podia, ?verdad? -- dijo apartando con chuleria su pelo moreno. -- ?Que eso, nina? ?Os vais al cine? Kat miro a la mujer con una sonrisa en la boca y Tabitha nego con la cabeza indicandole que no contestara-- No, son las entradas a una discoteca. La senora Morley las miro con horror como si fueran dos perdidas y jadeo-- ?Una discoteca? --Si. -- respondio Kat confundida. Miro a Tabitha como si la hubiera decepcionado-- ?Vas a esos antros de perdicion, drogas y alcohol? -- dijo levantando la voz-- !Deberias ir a la Iglesia, nina! !Ahora entiendo que no te hayas casado! --la senalo con el dedo-- !Los hombres decentes van a la Iglesia! !Ahi conocia a mi Martin y estuve casada sesenta y tres anos! Tabitha miro hacia la puerta de la trastienda que se abrio en ese momento saliendo su jefa vestida para ponerse a trabajar. La miro como si hubiera metido la pata y ella miro a Kat como si quisiera matarla. Su amiga susurro-- Bueno, yo me voy. La anciana seguia soltando por la boca que los jovenes en la actualidad habian dejado de ir a la Iglesia, porque estaban tan cansados despues de drogarse toda la noche, que no querian oir la palabra de Dios para no tener remordimientos. Su jefa asintio --Que razon tiene, senora Morley. ?Le pongo unos filetitos de pollo? Kat hizo una mueca yendo hacia la puerta, haciendole un gesto como que la llamaba luego--Gracias por tu visita, Kat. --dijo ironica con ganas de pegarle cuatro tiros. --Lo siento. -- vocalizo antes de salir practicamente corriendo. Como una buena chica tuvo que escuchar como debia reformarse de su disipada vida. ?Disipada vida? !No echaba un polvo desde que su novio la habia dejado por la pastelera del final de la calle! Y eso habia sido hacia dos anos. En ese tiempo a ellos les habia dado tiempo a casarse y tener gemelos. Con una mueca en la boca que se suponia que era una sonrisa, vio como llegaba otra vecina y opinaba sobre su vida como si tuviera todo el derecho del mundo, aliandose contra ella. Miro a su jefa que la observaba cruzada de brazos-- Ya le he dicho que mi hijo estaria encantado de salir con ella. -- dijo su jefa dando la puntilla --Gabriel esta medio enamorado de Tabitha y lleva esperandola desde que la conoce. Cuatro anos hace que lo tiene esperando al pobre chico. ?Pobre chico? !Era un cromanon que solo hablaba de futbol, soltaba eructos, que pesaba cien kilos y estaba calvo! No estaba tan desesperada. Pero eso no se lo podia decir a su jefa, por supuesto. Asi que sonrio dulcemente diciendo-- Nuestros caracteres son muy distintos. -- !Dejate de tonterias, nina! -- dijo la senora Morley levantando la barbilla-- !Que caracteres, ni caracteres! !En casa mandas tu! !Punto! !Todo lo demas son tonterias! -- !Eso le digo yo! Si cuando le sonrie, el pobre se pone a babear. Pero ella nada. !Ni siquiera quiere salir con el una vez! --Tabitha, debes ser mas flexible. -- dijo la senora Rubin acercandose al expositor--Ponme carne para picar. Voy a hacer hamburguesas. Tabitha se puso a servir a la mujer pensando que deseaba que dieran las dos, que era la hora en la que salia ese dia. Metio la carne en la picadora despues de pesarla, rumiando que necesitaba una noche loca. Si, se cogeria un buen pedo. De los que hacen epoca. No sabia como despues de trabajar alli cuatro anos, no se habia dado al alcohol. Escuchandolas ponerla verde por ser muy exquisita, termino de picar la carne y le tendio el paquete a la mujer cobrandole-- Aqui tiene, senora Rubin. La vuelta. -- ?Que te parece si sales con mi Steve? Acaba de dejar a su mujer y siempre le has gustado. !Ja! !Ni loca! Pero sonrio radiante porque ahora el tema se desviaria. -- ?Tu hijo ha dejado a su esposa? -- pregunto escandalizada la senora Morley sonrojando a la vecina. Cuando llego a su casa arrastrando los pies, vio a su madre en el pequeno jardin tirando de los hierbajos-- Uy, uy, hoy ha sido un dia malo. --Pesimo. Estoy mas harta... -- ?Por que no buscas algo en Manhattan? --dijo quitandose los guantes para acercarse y quitarle la redecilla de su pelo pelirrojo-- Hija, no puedes seguir asi. Miro con horror a su madre-- ?Me he paseado por todo Brooklyn con eso puesto? La risa de su madre la altero todavia mas-- No tiene gracia. --Claro que la tiene. Tenias tanta prisa por salir que ni siquiera te has dado cuenta. Gruno subiendo las escaleras-- !Que harta estoy! --Si hubieras terminado... Se volvio fulminandola con la mirada-- ?Me lo vas a recordar otra vez? Si hubieras terminado la carrera, ahora serias un medico de prestigio y vivirias en Manhattan. -- !Es que es la verdad! -- !Mama! !Me echaron! Su madre miro a su alrededor jadeando-- !Que no te oigan las vecinas! --Soy una negada para estudiar medicina. ?Sabes todos los nombres que hay que aprender? !El instituto estaba tirado! -- !Pero sacabas muy buenas notas! Por eso te dieron la beca. !Lo que pasa es que te desviaste! Eso era cierto. La vida en el campus era tan distinta a la que habia llevado, que se despisto un poco. No un poco, muchisimo. No se encontro en todo el semestre y cuando lo suspendio todo, ya era tarde. La echaron a patadas. --Mira, no quiero hablar de lo que ya no puedo arreglar. -- entro en casa de sus padres frustrada. -- !Podrias volver a estudiar! -- !Todos los dias tenemos que tener esta conversacion! Mama, aceptalo. No voy a ser medico. -- ?Y enfermeria? Puso los ojos en blanco dejando el bolso en el perchero y yendo hacia la cocina -- Puedes estudiar por las tardes. Tomo aire sacando una cola de la nevera. Su madre estaba preocupada por ella. Lo sabia. Tenia veintisiete anos y se habia dejado llevar. Cuando la echaron de la universidad para disgusto de todos, volvio a casa y trabajo en un supermercado. Alli habia acabado de carnicera y de alli a la carniceria del barrio. Siempre habia ganado dinero, pero no era la vida que siempre habia sonado. --Tienes dinero ahorrado. Lo bastante como para ponerte a estudiar de nuevo si no quieres trabajar. --su madre se acerco y le acaricio la mejilla --Yo quiero que seas feliz y no lo eres. En Manhattan tendrias mas oportunidades y… --Pensare en algo, ?vale? Te lo prometo. Su madre tenia razon. Lo sabia. Lo que no sabia era lo que le pasaba. Era como si desde que habia ido a la universidad le diera miedo lanzarse a la vida para no pegarse otra leche. Asi que alli estaba, viviendo en casa de sus padres, aunque ellos estaban encantados. Trabajando en el barrio y sin pareja. Todo un panorama. Su madre sonrio y Tabitha alargo la mano para quitarle una hierba de su pelo negro-- No te preocupes por mi. --Estoy encantada de tenerte aqui y lo sabes. -- Tabitha asintio-- Pero quiero que empieces a vivir tu vida. Siempre estas pendiente de nosotros, sobre todo de tu padre. Desde que tenias dieciseis anos echabas una mano en el taller y cuando sales de trabajar te pasas muchas veces para ayudar. No puedes seguir asi. !No eres feliz! -- se alejo y abrio un cajon de la cocina-- Mira, he hablado con tu tutora del instituto. -- Tabitha abrio los ojos como platos. -- !Mama! --Escuchame, ?vale? Puedes ir a clases nocturnas y en dos anos tendras tu titulo de auxiliar de enfermeria. --le enseno un folleto y Tabitha suspiro. Cogio el folleto de sus manos y la miro asombrada. !El folleto tenia tres anos! -- ?Por que me lo das ahora? --Porque estas al borde de un ataque de nervios y es el momento apropiado. Antes pensabas que estabas bien. Ganabas dinero y tenias novio. Incluso pensasteis en casaros y te entro el panico. Ahora estas preparada para cambiar tu vida. -- ?Por que he tocado fondo? -- dijo divertida. --Exacto. --la beso en la mejilla-- Piensatelo, ?vale? --Si, mama. -- la agarro por la cintura antes de que se apartara-- ?Sabes cuanto te quiero? Su madre se echo a reir mirandola con sus mismos ojos color violeta-- Seras zalamera. --Si, lo soy. -- la beso en la mejilla y se aparto dispuesta a comer algo. Volvio a abrir la nevera sacando algo de jamon para hacerse un sandwich. --Carino, ?no esperas a la cena?

  • Deseos del corazon de Stefania Gil

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    La vida le otorga una segunda oportunidad a Ellie Griffin; una chica sonadora, que decidio creer en las promesas de amor del hombre equivocado. Y esta segunda oportunidad, la obliga a tener una cercania con el Dr. Sean Norton; un hombre que no le atrae en lo absoluto y que ha intentado conquistarla sin exito alguno.
    Ellie sabe reconocer que Sean es perseverante, pero ella no esta interesada. Tiene una gran herida por sanar y no le apetece enredar mas las cosas.
    Sin embargo, Sean, que jamas se dara por vencido, idea un plan maestro para mantenerse junto a Ellie y ensenarle como es el amor real y como se merece ella ser amada.
    ?Lograra Ellie abrir los ojos y darse cuenta de que Sean es ese hombre <> que siempre sono? ?Conseguira descifrar cuales son los verdaderos deseos que alberga su corazon?

  • El alma que me habita de Antonia Romero

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    Pallars. Ano del Senor 1017. Bertrand de Riell, abate del monasterio de Suverte, se dispone a escribir una cronica de la historia de su familia y los motivos por los que desaparecio el Senorio de Riell sin dejar rastro...

  • La cinica, el guapo y el socorrista de Lisa Aidan

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    No hay mejor epoca para enamorarse que el verano y en el hotel Pacific hay tiempo para todo: el entretenimiento, la diversion, el descanso… y tambien para el amor.

  • El Puente de Fairmont Hill de Rafa G. Catala

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    Nueva York, 1983. Nick Hamilton desperto aquella noche sobresaltado por una pesadilla. Nada le hacia presagiar que volveria a encontrarse con su idilica y a veces, aterradora experiencia en el pueblo donde vivio parte de su adolescencia.
    Cuando a la manana siguiente, su vieja amiga Emily le comunico la aparicion del cadaver de Joseph Kenner, desaparecido veinte anos atras en extranas circunstancias, sin pensarlo, llamo a Oliver al que no veia desde 1961.
    La vida no habia sido facil para Oliver Kenner. Tras hablar con Nick no supo como reaccionar, tenia miedo a recordar, a regresar a un oscuro pasado que se escondia tras el puente de Fairmont Hill.
    El agente del FBI Luke Barren, encargado de la investigacion del caso, estaba a punto de desenterrar secretos a los que nadie queria enfrentarse y cuya sombra alcanzaria los estamentos mas profundos de la sociedad americana y a sacar a la luz la verdadera razon de la huida de Oliver.

  • Con C de cretino, Liah S. Queipo de Liah S. Queipo

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  • Alma Tuya (Amor Encantado 1) de

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    No solo los vivos merecen la oportunidad de amar…

  • El sonido de los suenos de Diego Fischerman

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  • La amante del marques de A. R. Cid

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    Poco tenia que opinar al respeto, pero eso no importaba, no al hombre que tozudamente continuaba con su perorata. El marques tenia ganas de arrancarle la cabeza, aunque ambos sabian que no lo haria y, precisamente por eso, iba mas pendiente de lo que acontecia en las calles que recorrian. -- ?No tiene nada que decir? ?No comprende la situacion en la que se encuentra? - inquirio el baron Camoys, golpeando el techo del carruaje con su baston con fuerza. -- ?Ya hemos llegado? -- Debe tomar una decision - insistio el baron -. Amenaza con delatarlo si no lo hace. -- ?Paseamos? - le sugirio, al tiempo que abria la portezuela con rapidez y se lanzaba fuera. El frio no le importaba, no tras toda una vida soportandolo, en cambio, las nubes negras que se desplazaban sobre su cabeza ya no le hacian tanta gracia. Se llevo la mano instintivamente hasta la chistera, sabiendo que no serviria de mucho si el aguacero que se avecinaba era tan fuerte como podia oler en el ambiente. El baron Camoys toco su hombro, el marques ni siquiera se giro para mirarlo. No, sus ojos se habian detenido en un joven de hermosos ojos grises. Sus movimientos suaves, su forma de moverse, se acerco a el sin comprender el motivo. Se detuvo a unos metros, el marques llamo su atencion alzando la mano. Paso por alto el barro que cubria su piel, la ropa raida y los zapatos agujereados que dejaban pasar el frio y la humedad. Lo paso todo por alto, concentrandose solo en su tersa piel, en sus labios rojos y carnosos. No, a el no le gustaban los hombres y, o mucho se equivocaba o, bajo tan burdo disfraz, no se escondia un muchacho. -- Milord, ?desea una? - se atrevio a preguntar el "joven", estirando sus finos dedos, en los que una rosa rosa se mecia. -- ?Cuantas tiene? - pregunto el marques de Carisbrooke llegando hasta ella y torciendo la nariz. No era su olor el que lo llamaba, era lo que intuia bajo la superficie. El color de sus ojos invitaba a perderse en ellos, su forma de morderse el labio era mucho mas sensual que los estudiados movimientos de las amantes que habia tomado los ultimos anos. -- Doce, milord - replico el "joven" bajando la cabeza, encogiendose ante el escrutinio. Maximilian se acerco y rozo la mano de la pordiosera que queria aparentar lo que no era. El marques quiso descubrir lo que ocultaba, jugar con la ratoncita que fruncio el morro. Todo tenia un precio y sobre todo cuando no se tenia nada. -- Deberiamos regresar. Debe tomar una decision para que podamos actuar. - El baron se detuvo al comprender que ni siquiera lo escuchaba. No, el marques estaba perdido en la "interesante" conversacion que mantenia con uno de los muchos vagabundos que alli se congregaban para poder ganar unas cuantas monedas. -- ?Las traeria a mi casa? - pregunto con voz ronca el marques, dejando que sus cuerdas vocales extendieran las silabas mientras se imaginaba desnudandola, observandola al limpiar su cuerpo e impregnarlo con el sutil aroma de las rosas. Era imposible que bajo tanta mugre no se escondiese una beldad, solo una autentica beldad podria ser hermosa incluso cuando trataba de evitarlo. -- Milord, no seria conveniente. Yo... no debo alejarme tanto - replico la joven mirandose los pies, sintiendo que mancharia el hogar del hombre que, plantado ante ella, no se daba por vencido. Tambien temia sus intenciones, no lo reconoceria. -- Podria ofrecerle una buena recompensa por el camino. No me haga perder el tiempo, ambos sabemos que precisa cuanto pueda obtener de mi y yo estaria mas que contento de darselo. - Alzo las cejas y fijo sus ojos azules en los diminutos, casi imperceptibles, bultos que su holgada y sucia camisa trataba de ocultar. ?Por que la joven que tenia ante el habia logrado detener su caminata? ?Que tenia el gris de sus iris que era capaz de hacer que olvidase las palabras que tenia en la punta de la lengua? Quiso vestirla de sedas, cubrir su esbelto cuello con joyas y observarla sonreir, no preciso mas que una acuosa mirada de unos ojos que parecian suplicar por atencion, consuelo y carino. -- Si asi lo quiere... - susurro la joven Noemille, Noemille sin mas. No tuvo que decirle el precio, pues eso habria sido de mal gusto cuando solo tenia que observar el abrigo del marques, su chistera, la cadena dorada del reloj de bolsillo que acababa en su pantalon. Max habria querido acercarse, rozar la palida piel de la joven, provocar, quizas, que se sonrojase, pero estaban en medio de una autentica multitud y no era el lugar, no cuando preparaba planes de boda. Bufo ante la idea de contraer matrimonio con una dama aburrida que nunca podria calentarlo por dentro, que no conseguiria que sus entranas ardieran y desease atarla al lecho. No, la damita era un mal necesario que no lograria evitar que buscase lo que necesitaba, que no tendria de el mas que su titulo, ni siquiera un heredero le regalaria. -- Venga antes de cenar, es cuando mas benevolo soy - gruno, acercandose a Noemille hasta que sus pechos se rozaron. Ella no logro retroceder, sus piernas no le respondieron. El poder que el transmitia la ato, impidiendole reaccionar. No tomo todas las rosas, solo una. La recogio y arrastro con pereza desde la mano femenina, se la llevo a la nariz sin dejar de observarla, memorizando cada uno de sus gestos. -- Huele a belleza, a la pureza mas absoluta - dejo caer el marques con la indiferencia de quien esta acostumbrado a que sus palabras sean tomadas como la ley mas absoluta. -- Gracias milord. - Y acaricio las rosas que quedaban en sus manos, soltando una sonrisa sonadora que la hizo volar lejos y no paso desapercibida a ninguno de los dos. -- No me referia a las rosas. -- ?Y a que se refe...? - Noemille no pudo terminar, no cuando el marques se inclino y anadio sobre su oido: -- Se lo dire a la noche, se lo prometo. - El calido aliento del marques rozo su oreja, su cuello, convirtio sus palabras en una caricia maliciosa que sabia como hacer temblar a una joven inexperta, que sabia crear imagenes en la mente de quien nunca habia hecho el amor. Noemille lo vio marchar con las piernas debiles y la mente embotada, boqueo al comprender que ya no tenia mas que hacer en todo el dia, no cuando ya no le quedaban flores que vender. Se habria alegrado si las horas muertas no fueran el escenario perfecto para que se recrease en el hambre que carcomia sus entranas. La joven tardo mas de media hora en irse, el marques ya estaba muy lejos entonces. Llevo la mano al pantalon y apreto la unica moneda que le quedaba con una sonrisa triste, mientras se colocaba la mascara que siempre portaba cuando regresaba al unico hogar que conocia. -- Hermanito, he llegado. Hoy he tenido suerte, hoy cenaremos como reyes, pero por ahora has de conformarte - solto la joven del tiron, mientras llegaba hasta un nino de tres anos que temblaba sobre un monton de paja diseminada por el suelo. Era dos cucarachas que se escondian en las grietas de una ciudad que no tenia corazon con quienes no contaban con quien los defendiera. Lo recogio en su regazo, lo acuno con la pena de no poder darle mas, no tener mas que ofrecer. El era su vida, lo unico que tenia para no dejarse morir, caer ante cualquier carruaje y permitir que las ruedas la aplastasen. -- ?Por que callas? ?Estas triste? - Su vocecilla tremula, acompanada con un fuerte ataque de tos, consiguio que las lagrimas pendieran de las pestanas femeninas y no tuviera otra opcion que negar con la cabeza -. Deberias dejarme, las mujeres lo dicen. -- ?Por que habria de hacer eso? - consiguio preguntar ella. -- Morire... - jadeo el diminuto y escualido Marcus, sonriendo sin ganas. -- No lo haras. Te lo prometo.

  • La formula del amor de Rafael Belda Ros

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    ?Y si tu vida sentimental no tuviera sentido? Tal vez, tendrias que empezar a escribir las paginas en blanco de tu vida para descubrir hacia donde serias capaz de llegar. Descubriras lo que en realidad esconde la formula del amor.

  • Al lado de Blake Pierce

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    La pasante del Equipo de Respuestas de Evidencia del FBI Chloe Fine, de 27 anos, se ve obligada a enfrentarse a su propio pasado oscuro cuando su hermana gemela perturbada necesita su ayuda… y cuando un cuerpo aparece muerto en su pequeno pueblo suburbano.

  • Recuperar a Ari de Marta Frances

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    Ultimo dia de clases antes de Navidad. Ultimo dia de suplicio. Ir a clase y verla todos los dias era como sufrir un jodido infierno. Verla sonreir mientras hablaba con sus amigas, escuchar su risa provocada por algo que yo no habia dicho, observar su gesto de concentracion durante las clases... No mas de eso durante un par de semanas. Benditas vacaciones. Cogi los libros de mi casillero y fui hacia el aparcamiento. Caminaba mirando al frente sin prestar atencion a mi alrededor, como hacia siempre, como llevaba haciendo desde hacia unos meses. Escuchaba los gritos de alegria, las risas provocadas por el fin de las clases, las voces de los grupos reunidos en el pasillo probablemente quedando para ir a alguna fiesta ese fin de semana. Yo no iba a fiestas. Ahora ya no. --Hey, Diego. Me gire a la derecha y vi a mi hermana Sara. Se acerco a mi cargada de libros y carpetas. --Trae, anda, te ayudare a llevar todo eso -me ofreci cogiendo parte de sus libros. --Gracias -sonrio--, tengo que hacer varios trabajos durante estos dias. Los dos juntos caminamos hacia la salida. Ella hablaba acerca de todas las cosas que pensaba hacer en las vacaciones, las fiestas a las que iba a ir, el tiempo que iba a pasar con su novio al que echaba tantisimo de menos desde que empezo en la universidad, los regalos que queria comprar a nuestra madre. La escuche durante todo el camino hasta mi coche, pero cuando llegamos alli mi mirada se desvio hacia su coche. Ahi estaba ella, apoyada en el capo rodeada de todas esas que decian ser sus amigas. Conversando animadamente acerca de algo que no me incluia, entonces ya no. Justo entonces Carlos se acerco hasta ellas y se coloco a su lado, paso un brazo por sus hombros y ella se dejo hacer. Sonrio. Sonrio como antes. Sonrio como me sonreia a mi. El infierno se intensifico. Justo en ese instante sus ojos se movieron por el aparcamiento y se encontraron con los mios. La sonrisa desaparecio de su rostro y me miro fijamente. No aparte la mirada, no se por que, normalmente lo hacia, pero esa vez no. Nos quedamos mirando el uno al otro durante unos segundos. No habia nada ni nadie mas en aquel aparcamiento, todos habian desaparecido. Me dieron ganas de echar a correr hacia ella, abrazarla y pedir su perdon. --Diego. La voz de mi hermana me devolvio los pies a la tierra, rompi el contacto visual con ella y mire a Sara. Ella miro hacia donde yo habia estado mirando y volvio a mirarme con desaprobacion. --No deberias seguir con todo eso. --Lo se, Sara -abri la puerta del conductor--. Creeme que lo intento. --Pero sigues queriendola. No conteste a su afirmacion. Mi hermana me conocia tan bien que sabia perfectamente todo que pasaba por mi mente. Ella era la unica persona que sabia lo que habia pasado. Arranque el coche y di marcha atras para salir de alli de una maldita vez. Pasamos al lado de donde ella estaba y no pude evitar volver a mirarla. Seguia bajo el abrazo de Carlos. Observo mi coche conforme pasaba a su lado y casi pude distinguir el odio en su mirada cuando nuestros ojos volvieron a conectarse por un segundo. Conduje hasta casa en silencio. Sara no volvio a abrir la boca en todo el trayecto pero sentia su mirada escrutadora en mi. Sabia que queria decirme algo, que se moria por abrir esa bocaza que tenia y soltar una de las suyas. Esperaba fervientemente que no lo hiciera. -- ?Has pensado en contarle la verdad alguna vez? Rode los ojos. Por supuesto que no iba a quedarse callada durante tanto tiempo. --Sara... no empieces. --Pero, Diego... ?no te das cuenta? La mire un instante y volvi a centrarme en la carretera. Sus ojos verdes tan parecidos a los mios me miraban como si fuera idiota. Probablemente asi era. -- ?No puedes dejar de meterte en mis asuntos y centrarte en los tuyos? - Solte mas rudo de lo que deberia. --Perdona por preocuparme por ti -espeto cruzandose de brazos y mirando al frente. Perfecto. Ya la habia vuelto a cagar. Otra vez. Seguimos sin hablar hasta llegar a casa. Aparque al lado del BMW rojo de Pilar y antes de que pudiera parar el coche Sara ya habia salido dando un portazo tremendo. -- !Creo que no has cerrado bien, Sara! -Grite mientras abria mi puerta. -- !Vete a la mierda! -Me grito mientras subia las escaleras del porche. Respire hondo y cerre mi puerta con otro portazo. Sentia el enfado carcomerme por dentro. ?Dejaria algun dia de ser tan gilipollas? ?Dejaria de comportarme como un ninato que lo unico que hace es hacer dano a la gente que le rodea? Me pase la mano por el pelo con frustracion. Con lo sencillas que serian las cosas si el estuviera aqui... Cerre los ojos y me permiti recordarle unos segundos. Solo unos segundos, nada mas. Sus ojos color avellana mirandome desenfocados, sus manos agrietadas que raspaban la piel de mis mejillas cada vez que las acariciaba. Como me gustaban esas caricias pese a todo. Abri los ojos de nuevo. No mas recuerdos. Cerre el coche y fui hacia casa. Subi las escaleras y entre en el calor de mi hogar. Durante un tiempo senti que ese no era mi hogar, que no era el lugar que yo deberia ocupar en ese jodido mundo. Pero por suerte, tuve gente que me ayudo a centrarme y a reconocerlo de nuevo. Deje los libros en la entrada junto con mi cartera de piel negra que habia heredado de el. Fui hacia la cocina siguiendo el olor a comida. Sara estaba alli sentada en la encimera y susurrando algo con Pilar. Las dos se giraron a mirarme cuando me escucharon entrar. Sara me fulmino con la mirada. Decidi ignorarla. --Hola, carino -me dijo Pilar con dulzura--. ?Que tal ha ido el ultimo dia de clase? Me sente en una silla y me deje caer lentamente mientras cruzaba los brazos en mi pecho y cruzaba las piernas a la altura de los tobillos, totalmente espatarrado en la silla.

  • Besos que dejan cicatrices de Alissa Bronte

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  • Avion Club de Carlos Santos

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    El Avion Club fue uno de los locales mas singulares de la epoca de la movida. Por el paso media Espana, gentes muy diversas que cantaban al son que tocaba Cesar, un pianista sacado de una pelicula o un blues, pero que, a diferencia de los pianistas de los blues y las peliculas, sonreia todo el rato, sin el menor atisbo de melancolia. Al Avion no se iba a figurar ni a hacer tertulias. Se iba a vivir.

  • Las lagrimas de Claire Jones – Berna Gonzalez Harbour de Berna Gonzalez Harbour

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    La comisaria Maria Ruiz se encuentra desterrada en una de las provincias espanolas mas tristes para una investigadora criminal. En Soria el ultimo suceso irresuelto del que se tiene noticia ocurrio en 1954, cuando una mujer que presuntamente asesino a su marido con matarratas desaparecio para siempre. De estar viva, tendria 101 anos. Desde que la destinaron a Soria, sacandola de la fiebre de Madrid, la comisaria Ruiz viaja todos los fines de semana a Avila, donde acompana en su trance entre la vida y la muerte a su companero Tomas, que esta en coma. Su viejo amigo, el comisario Carlos, finalmente ha conseguido convencerla para que un fin de semana se airee y vaya a visitarlo a Santander. Pero lo que tenian que ser un par de dias de tranquilidad se convierte en el mejor incentivo para la comisaria Ruiz. El nuevo caso que Carlos tiene entre manos arranca con un coche abandonado en la zona del puerto. En el maletero, una chica muerta, y en el asiento del copiloto, un ejemplar del periodico The Times con fecha del 15 de octubre de 1998 y una noticia recortada. A estas pistas tendra que enfrentarse una comisaria a quien el caso no le pertenece, pero que ella si que necesita para no perder la cabeza y volver a sentirse realmente en activo y cercana a la realidad que mejor la define.

  • Un pretendiente para la senorita Bowler de Ana F. Malory

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    Continua la rompedora serie de <>, creada por catorce autoras de Selecta. Ambientada en la Inglaterra de la Regencia en un pequeno pueblo de Hertfordshire, descubriras una historia llena de amor, aventuras y pasion.

  • Samantha de Maryam Anastasia

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    Samantha es una chica de veintiseis anos mitad musulmana mitad estadounidense. Reside en Las Vegas junto a su padre, Nathan O’connell, y Tay, Aaron, Dereck, Helena y Salvador, un grupo de personas que velan por la seguridad de ambos.
    En los ultimos cinco anos se ha estado preparando mental y fisicamente para llevar el negocio de su padre, aunque su deseo mas profundo no es este, sino el de vengarse de Sharaf, padrastro y marido de su madre, que murio a manos de este. Tanto es su empeno que ni siquiera Ian, un atractivo Adonis dispuesto a protegerla bajo cualquier circunstancia, podra hacer que olvide sus planes de venganza. La vida de Sam estara marcada por ser hija bastarda, y su padrastro se encargara de obstaculizar el camino para llegar a su felicidad plena.

  • No pidas clemencia de Martin Osterdahl

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    La amenaza siempre esta cerca…

  • No te ahogues en un vaso de agua de Richard Carlson

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    ?Te gustaria aprender a aceptar los problemas en lugar de resistirte a ellos?

  • La promesa del Sucesor (La Ley del Milenio 3) de Trudi Canavan

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    La autora de las <> nos brinda una nueva historia llena de magia, aventuras y emocion en la ansiada tercera entrega de su aclamada saga <>.

  • Trieste de Dasa Drndic

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    Haya Tedeschi espera junto a un cesto repleto de cartas, fotografias, recortes, versos, testimonios, listados… A los ochenta y tres anos, su historia, reflejo de un pasado turbulento, se ha quebrado ya en mil pedazos que Haya repasa uno a uno: la infancia en Gorizia, en el seno de una familia judia multilingue, Trieste y el ascenso del totalitarismo, los anos de juventud, el cine y el primer amor. Pero tambien estan la guerra, los trenes cerrados y los campos de exterminio, como la antigua arrocera de San Sabba, de la que dia y noche salian humo y ceniza que se transformaban en un barro negro en el que jugaban los ninos. El mismo barro donde hubiese jugado su hijo de no haber sido secuestrado para formar parte del siniestro proyecto Lebensborn de Heinrich Himmler.
    Haya Tedeschi espera el reencuentro con su hijo y, mientras lo hace, desmenuza la compleja marana de su vida revelando la fragilidad de la memoria y las limitaciones de la Historia, que nunca pueden agotar la realidad. Asi, poco a poco, se va componiendo el rompecabezas de esta obra, en la que la autora entremezcla magistralmente realidad y ficcion para, con un impactante manejo del lenguaje, ofrecernos una cruda cronica de las profundas heridas que la Segunda Guerra Mundial ha dejado en Europa.

  • La octava vida (para Brilka) de Nino Haratischwili

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  • No puedo creer que no me quieras de Nunila De Mendoza

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    Ella, la mas bonita, la mas vivaz, la mas intrepida.
    El, el mas guapo, el mas atleta, el mas bacan.
    Dos jovenes destinados a ser novios, amantes y esposos.