libro vanessa de la torre
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libro vanessa de la torre - Scarlett O'Connor
https://gigalibros.com/vanessa-senoritas-americanas-4.html
?Quien estaria tan desesperado como para casarse con la arisca Vanessa Cleveland?Desesperado y demente. William Witthall, conocido como el conde Loco, esta en la ruina. Quiza se deba a su mala administracion o, tal vez, a su aficion a hablar de duendes. No lo sabe. Lo unico de lo que esta seguro es de que necesita ayuda para salvar sus tierras, y ?quien mejor que la brillante senorita Cleveland?
Vanessa no podra resistir el desafio de probar que puede hacer todo aquello que le es vedado, mas aun, cuando los secretos de su pasado vuelvan para atosigarla y la obliguen a averiguar de que estan hechos sus suenos y aspiraciones. -
historias de amor en campos de guerra (ebook) - Casa del Libro
https://www.casadellibro.com/ebook-historias-de-amor-en-campos-de-guerra-ebook/9789585464780/10065287Este libro reúne cinco historias que se entrelazan de mujeres que comparten un denominador común: la guerra. Vanessa De La Torre, una de las periodistas más ...
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Vanessa De La Torre | Penguin Libros CO
https://www.penguinlibros.com/co/22658-vanessa-de-la-torreVanessa De La Torre Sanclemente nació en Cali, Colombia. Es periodista de radio, prensa escrita y ... Historias de amor en campos de guerra es su primer libro.
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Vanessa De La Torre | Penguin Libros ES
https://www.penguinlibros.com/es/2929-vanessa-de-la-torreVanessa De La Torre Sanclemente nació en Cali, Colombia. Es periodista de radio, prensa escrita y ... Historias de amor en campos de guerra es su primer libro.
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Historias de amor en campos de guerra Versión Kindle
https://www.amazon.es/Historias-amor-en-campos-guerra-ebook/dp/B07XSKR1XCHistorias de amor en campos de guerra eBook : De La Torre, Vanessa: Amazon.es: Libros. ... Este libro reúne cinco historias que se entrelazan de mujeres que ...
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Vanessa De la Torre y sus 'Historias de amor en campos de ...
https://www.elpais.com.co/cultura/vanessa-de-la-torre-y-sus-historias-de-amor-en-campos-de-guerra.html14 oct 2019 — La periodista caleña Vanessa De La Torre presentó este fin de semana, en la Feria del Libro de Cali, una colección de relatos titulada ...
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historias de amor en campos de guerra - libreria 9 3/4
https://www.nuevetrescuartos.com/libro/historias-de-amor-en-campos-de-guerra_22662Vanessa De La Torre, una de las periodistas más destacadas del panorama actual, inició hace unos años una investigación que resultó en este libro.
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HISTORIAS DE AMOR EN CAMPOS DE GUERRA - Librería ...
https://librerianacional.com/producto/historias-de-amor-en-campos-de-guerraPor Vanessa de la Torre. Prólogo de Jorge Franco. Publicado por grijalbo. Este libro, muy bien escrito, reúne los testimonios de seis mujeres extraordinarias ...
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El verano en que todo cambio de Sarah Rusell
https://gigalibros.com/el-verano-en-que-todo-cambio.htmlSiempre que se le hace a un nino la pregunta de que quiere ser de mayor, contestan cosas como policia, astronauta, piloto de aviones, enfermera, abogada, veterinaria... Normalmente profesiones relacionadas con las que uno de sus padres, o ambos, desempenaban, incluso familias enteras durante generaciones. Lo mio era algo diferente a todo eso, diferente a lo que se dedicaban mis padres, ya que John, mi padre, era constructor, y Amelia, mi madre, la duena de un exclusivo gimnasio de lujo. Bueno, si lo veiamos desde la parte materna... mi sueno si que estaba relacionado con el deporte, pero nada que ver con ser monitora de zumba, aquagym o spinning, para nada. Mi sueno era, nada mas y nada menos, que ser surfista. En realidad, lo que queria era irme a hacer un curso intenso de surf durante dos meses al suroeste de Melbourne, donde vivia desde que naci. Y no era un sueno de esos en plan, capricho, para nada, que el curso lo daba uno de los mejores profesionales de ese deporte. Mis padres me habian prometido que, si acababa el segundo curso de la carrera de turismo que estaba estudiando, me pagarian el curso de surf y me dejarian ir. Tampoco es que estuviera muy lejos, solo me iba de casa dos meses y a cien kilometros, no a Groenlandia, pero bueno. Ahora, a mis veinte anitos, estaba deseando que me llevaran a ese lugar en el que podria subirme a una tabla y surcar las olas. Vale, eso con un poquito de paciencia que no iba a ser poner los pies en ella y sentirme como si fuera la reina del mambo, que yo surfear... no habia surfeado en mi vida. Cuando acabara la carrera queria recorrer el mundo, conocer todo aquello que me gustaba ver en revistas o fotos de Internet, aunque ya conocia Tailandia, Bali y Vietnam, pues mis padres eran muy aficionados tambien a viajar y me habian llevado a ver esos lugares. Bueno, esos viajes fueron antes de que naciera Ruby, mi hermanita pequena. Ese angelito llego a la familia de sorpresa, pero sorpresa total, que yo ya tenia quince anos y mis padres ni la esperaban ni la habian buscado, aunque fue lo mejor que nos paso a todos, las cosas como son. Era mi nina, mi pequena mini yo, y es que, a sus cinco anos, me imitaba en todo lo que podia. La tenia como a una hija, mi madre decia que solo me faltaba haberla parido, y asi era, porque no dejaba ni que le soplara el aire en un ojo. Vamos, bonita era yo para mi Ruby. La adoraba y, ademas, se parecia tanto a mi, que, si ibamos juntas por la calle, se quedaban mirandonos como si fueramos madre e hija. Las dos teniamos el cabello castano, como nuestro padre, y ojos marrones, como nuestra madre, una mezcla de ambos, que se notara que cada uno habia puesto su granito de arena a la hora de hacer a sus ninas. En mi vida tambien estaba Zara, mi mejor amiga, esa que, con mi edad, era como una hermana tanto para mi como para Ruby. Nuestras madres a veces decian que pareciamos siamesas, que nos costaba separarnos la una de la otra, y razon no les faltaba, desde luego, porque lo haciamos todo juntas, bueno, salvo algunas cosas, obviamente. Siempre estabamos estudiando juntas, nos ayudabamos en lo que no entendia la otra, apoyandonos en todo, consolandonos en los peores momentos de nuestra vida, siendo la una confidente de la otra, y viviamos entre su casa, con sus padres, y la mia con los mios. No habia fin de semana que no nos acogieran a las dos en casa de una, como si fueramos ambas hijas del matrimonio. Y eso era lo que me daba la vida, poder compartir con mi mejor amiga todo lo que me ocurria. Habia llegado el verano, el final del curso en el que me habia dejado la vista en los libros, las horas de sueno, los codos en la mesa y la mano entre apuntes y examenes. Pero, como todo en la vida, el esfuerzo siempre tiene su recompensa, y sabia que la mia estaba mucho mas cerca de lo que imaginaba. Desde luego, habia merecido la pena esas noches que me quedaba estudiando en casa sin salir al cine, a cenar o bailar. Esos fines de semana en casa de Zara, o en la mia, haciendo los examenes que ella me preparaba durante la semana para ver cuantas preguntas contestaba correctamente y la nota que podria sacar. Aprobe, por supuesto que acabe aprobando el curso y estaba mas que dispuesta a afrontar esos dos meses que tenia por delante para hacer aquello que tanto me apetecia y con lo que sonaba desde hacia tiempo. Queria subirme a una tabla de surf, dejar que el agua del mar me cubriera por completo mientras me sentia libre durante unos instantes. Surcar las olas y que aquella sensacion no se me olvidara jamas, vivir el momento, disfrutar de esa experiencia unica en la vida y, aunque no llegara a ser una profesional, saber que valia para eso, que podia ser capaz de mantenerme en pie en una de esas tablas que flotan en el mar y no tener miedo. Iba a echar de menos a mi hermanita, eso era lo que me habia frenado un poco y que, a veces, me replanteara el decirles a mis padres que no se preocuparan, que no iria al curso de surf, y es que desde que nacio Ruby, mis veranos eran para ella. Pero este era mi sueno, lo que me apetecia hacer ahora, siendo joven, valiente y con ese espiritu aventurero que mis padres no sabian de quien habia heredado. Habia trabajado duro para conseguirlo, me habia esforzado a maximo durante todo el ano, y aqui estaba mi recompensa, la que mis padres habian prometido darme por mis excelentes notas, y la aprovecharia. Subiria a una de esas tablas, dejando claro que nadie es quien para decirte lo que puedes o no hacer, lo que eres o no capaz de lograr, que, si tienes un sueno, debes luchar por alcanzarlo, sin que nada ni nadie te frene o te diga que no.
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En busca de la redencion (Conquista 2) de
https://gigalibros.com/en-busca-de-la-redencion-conquista-2.htmlManuel es un hombre atormentado por sus fantasmas. En el pasado, viajo al Nuevo Mundo y alli cometio un terrible crimen movido por los celos y por su caracter misogino y carente de honor. Con sus fechorias les ha fallado a su mejor amigo, a la que fue su prometida y, sobre todo, al mejor hombre que ha conocido nunca, su padre.
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Para siempre, Norah Carter, Monika Hof, Patrick Norton de Norah Carter
https://gigalibros.com/para-siempre-norah-carter-monika-hof-patrick-norton.html -
El arte de no amargarse la vida de Rafael Santandreu
https://gigalibros.com/el-arte-de-no-amargarse-la-vida.htmlLa presente edicion actualizada por Rafael Santandreu, contiene un nuevo prologo e incorpora cinco testimonios de cambio de expacientes del autor que vienen a ratificar la eficacia y el exito de El arte de no amargarse la vida y del metodo en el que esta basado.
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Correo literario de Wislawa Szymborska
https://gigalibros.com/correo-literario.htmlSzymborska, tan reacia a hablar de su poesia, llevo durante anos en la revista Vida literaria lo que podriamos denominar un “consultorio de escritores”, en el que entre lineas, y con esa fina ironia presente en toda su obra, podemos entrever su particular concepto de la literatura.
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Bradley (Sueno americano 1) de Emma Madden
https://gigalibros.com/bradley-sueno-americano-1.html?Cual seria tu sueno americano?… para millones de personas seria Bradley Williams, estadounidense de pro, deportista de elite, quarterback de los New England Patriots, seis veces ganadores de la Super Bowl, y un verdadero heroe para sus cientos de seguidores y miles de admiradoras que lo consideran el hombre perfecto.
Un hombre perfecto si, pero distante y frio, alergico a las relaciones, que encontrara la horma de su zapato en una periodista espanola a la que conoce por casualidad y la que, tras innumerables desencuentros, le pondra la vida patas arriba, convirtiendolo en un tipo mas feliz, pero mucho mas vulnerable.
BRADLEY es el primer libro de la serie SUENO AMERICANO, de la autora Emma Madden. -
El nino filosofo de Jordi Nomen
https://gigalibros.com/el-nino-filosofo.htmlLa herramienta ideal para que familias y educadores desarrollen la inteligencia filosofica de los ninos
Los ninos tienen una extraordinaria capacidad de asombro y una curiosidad practicamente ilimitada, dos cualidades que los convierten en pequenos grandes filosofos. El nino filosofo es una herramienta clave, tanto en casa como en la escuela, para potenciar esta inteligencia filosofica que les permitira desenvolverse como ciudadanos activos y comprometidos.
El libro esta organizado en dos partes: la primera parte nos invita a considerar los beneficios que la educacion filosofica puede conllevar en el desarrollo intelectual, personal y social de los ninos. La segunda parte plantea doce grandes preguntas, legado de doce importantes pensadores de la tradicion occidental, y propone ejercicios practicos para que familias y educadores puedan abordarlas con los ninos desde la critica, el dialogo, el juego y la creatividad. -
En algun Lugar de tu mente de Ailina Shebelle
https://gigalibros.com/en-algun-lugar-de-tu-mente.htmlCuando Amelia entra en esa casa fria y oscura siempre lo hace con incertidumbre y desconfianza, pero todo cambia cuando se atreve a ir mas alla y habla por primera vez con Jackson, el chico de sus suenos.
Su mente la adentrara en un mundo en el que, con ayuda de Jackson, tendra que salir o quedarse atrapada para siempre.
Historias de amor se entrelazan con el maravilloso y extrano mundo de los suenos… -
Vestido de Novia (BEST SELLER), Pierre Lemaitre de Pierre Lemaitre
https://gigalibros.com/vestido-de-novia-best-seller-pierre-lemaitre.html -
Como si no hubiera un manana de Nieves Herrero
https://gigalibros.com/como-si-no-hubiera-un-manana.htmlPrimavera de 1953 en Madrid? No sabia quien era ese hombre que centraba todas las miradas. Ahora que lo veia de frente, comprobo que poseia un gran atractivo. Parecia muy delgado, con unos ojos llenos de vida y una sonrisa tremendamente magnetica. Le examinaba a poca distancia cuando el paro de hablar al sentirse observado. Todos se giraron para saber el motivo de su silencio y descubrieron a Ava. El corrillo se abrio para que ella se fuera acercando poco a poco hacia aquel hombre. No tenia ni idea de quien se trataba pero sabia que acabarian juntos?
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El reloj de sol de Shirley Jackson
https://gigalibros.com/el-reloj-de-sol.html -
Tres metros bajo el suelo de Raul Sanchez Quintana
https://gigalibros.com/tres-metros-bajo-el-suelo.htmlEn la cima del monte Ezkaba, a casi novecientos metros de altitud, existio una prision donde las condiciones de vida de sus prisioneros fueron tan inhumanas como las que se vivieron en los campos de concentracion y exterminio que surgieron unos anos despues, durante la II Guerra Mundial.
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La voz del silencio de Kelly Dreams
https://gigalibros.com/la-voz-del-silencio.htmlKara R. Marzoa siempre cumplia sus promesas, incluso las hechas a los muertos. Descendiente de una antigua estirpe, habia heredado el don de la vision, lo que le permitia comunicarse con los espiritus. Asi que, cuando su abuela dejo precipitadamente este mundo, hizo suya su ultima voluntad; viajar a Escocia para devolver a su lugar de origen una reliquia familiar. Una tarea en apariencia sencilla, termino por convertirse en un viaje lleno de obstaculos, uno en el que descubriria que su don no era mas que un grano de arena en una inmensa montana de acontecimientos que traerian consigo la revelacion de inesperados secretos y el resurgir de un pasado enterrado tan profundamente que solo ella podia escuchar su voz.
Como draoidh, Broderick Campbell habia nacido con un unico cometido, mantener el equilibrio de su tierra natal, una tarea que habia desempenado sin problemas hasta que aparecio ella. Ironica y problematica, tenia el poder suficiente para desestabilizar su mundo y poner patas arriba su propia tranquilidad. Durmientes que despiertan, encuentros con la muerte, asesinatos rituales, un pasado enterrado. Kara hace que todo cambie a su alrededor y que el infierno amenace con desatarse bajo sus pies, una amenaza demasiado peligrosa como para que pueda permitirse perderla de vista. -
La senora Fletcher de Tom Perrotta
https://gigalibros.com/la-senora-fletcher.htmlEve Fletcher es una mujer divorciada de poco mas de cuarenta anos que vive en una tranquila ciudad de Nueva Jersey. Ahora que su hijo se acaba de ir de casa para empezar la universidad piensa que ha llegado el momento de dedicarse un poco mas a si misma, de aprovechar todo el tiempo que tiene a su disposicion. Eve se apuntara a un curso universitario sobre <
>, donde conocera a gente de lo mas variopinta, se obligara a cultivar nuevas amistades, descubrira la pornografia en internet y las aplicaciones de citas, y hara cosas que meses atras le hubieran parecido inconcebibles. Mientras, Brendan, su hijo, se dara cuenta de que su idea de lo que seria la peripecia universitaria estaba completamente obsoleta y de que la vida en el campus esta muy lejos de los estereotipos que habia imaginado. En esta novela, Tom Perrotta -uno de los escritores norteamericanos con mas talento para captar la placida existencia suburbana- construye una divertidisima satira sobre la vida actual, un certero e ingenioso fresco sobre el sexo, el amor y la identidad en el siglo XXI. -
Tu + Yo= Extasis de Phavy Prieto
https://gigalibros.com/tu-yo-extasis.htmlIrina Luciana Komarova es hija del magnate ruso Luciano Komarov, una brillante joven con un futuro prometedor que ha decidido realizar las practicas de empresa en el Pais natal de su madre, donde casualmente su padre mantiene una de sus sedes principales, aunque comete el error de enviar una imagen poco adecuada a la persona menos indicada, es entonces cuando su deseo de permanecer en Madrid se convierte en una pesadilla.
Alejandro Alvarez es el socio minoritario de las empresas Komarov en Espana, su vida gira en torno a su trabajo, ya que es el director de la sucursal, si ha llegado a estar donde esta es precisamente gracias a su constante esfuerzo y dedicacion a la empresa, sin embargo, todo cambia cuando recibe un mensaje en su telefono. Todo cambiara cuando vea su contenido y desde luego pondra todo su esfuerzo en averiguar quien es la propietaria de ese contenido. -
La promesa de Helena. Bilogia completa de Chloe Santana
https://gigalibros.com/la-promesa-de-helena-bilogia-completa.htmlHelena era una experta en llegar tarde. Nadie la creeria por mucho que ella dijera que no lo hacia a proposito. La realidad era que siempre le surgian contratiempos que la ralentizaban en contra de su voluntad. Por ejemplo, aquella manana habia sido bastante precavida al despertarse con dos horas de antelacion. Le habia dado tiempo a darse una ducha larga, pelearse un buen rato con el armario hasta escoger el jersey azul cielo que segun su madre hacia juego con sus ojos, desayunar un bol de cereales e incluso se habia acordado de ordenar la habitacion para causarle una buena impresion a su companera. Para ella tenia mucho merito porque era un desastre con patas (o eso afirmaba su padre). Pero la vida constantemente la bendecia, notese la ironia, con percances que la retardaban. Y esa manana no contaba con aquella anciana de la parada del autobus que estaba visiblemente desorientada. Si Helena hubiera sido otra clase de persona, se habria limitado a esperar el bus como el resto de los pasajeros. Pero Helena era una mujer empatica por naturaleza y siempre tenia una sonrisa para todo el mundo. Como decia su abuelo: <
>. Ella creia en los pequenos gestos y la habian educado para ser amable con los demas, asi que se intereso por la octogenaria y descubrio que se habia equivocado de parada. Ni corta ni perezosa, se subio con ella en un autobus que la alejaba de su destino y le indico cual era la parada correcta. Al fin y al cabo, le hubiera gustado que alguien hiciera lo mismo por su abuelo. ?Por que la gente iba a lo suyo en un mundo que giraba demasiado deprisa? No pudo responderse a si misma porque le sucedio lo de siempre: llegaba tarde. Habia vuelto a confiarse y su buena voluntad le habia jugado una mala pasada. Era su primer dia en la universidad. Se habia matriculado en humanidades en la universidad de Chicago con la intencion de graduarse en periodismo. O quiza en escritura creativa. Aunque Lengua y literatura inglesa le ofrecia bastantes posibilidades en el mercado laboral. Todavia no lo tenia claro pero sabia que su gran pasion eran los libros. Y como llegase tarde a aquella primera clase tendria un inicio academico de lo mas catastrofico. Corrio a toda prisa por los pasillos de la universidad mientras buscaba su aula. Ademas de ser impuntual era despistada. La clase de persona que olvidaba donde habia dejado las llaves de casa e ignoraba que su clase de literatura universal se encontraba en el edificio anexo. Le costo diez minutos y preguntar a un monton de alumnos dar con el sitio exacto. Estaba empapada en sudor y tenia la respiracion acelerada cuando llego al aula magna. Sentia tal euforia que abrio la puerta de par en par y todos se volvieron hacia ella. Por lo visto habia hecho un poco de ruido. Trago con dificultad e intento mimetizarse con la pared, pero su maldito jersey celeste resaltaba demasiado sobre el muro de hormigon blanco. ?Algo que Helena no soportase? Ser el centro de atencion. Ella preferia ir a lo suyo porque pensaba que destacar solo le traia problemas a una chica que habia sido bendecida con una belleza de la que no se sentia orgullosa. Apreto la carpeta contra el pecho y deseo ser invisible. Centenares de ojos se posaron en ella mientras subia las escaleras con la cabeza gacha y la intencion de ocultarse en el fondo del aula. --Empezaremos la clase cuando la senorita impuntual se siente. Tranquila, no tenemos prisa. Si Victor Hugo tardo diecisiete anos en escribir Los miserables, nosotros podemos esperar unos minutos a que usted le apetezca escoger un asiento --la autoritaria voz del profesor de literatura universal arranco las risas maliciosas de un punado de alumnos. < >. Un calor abrasador le subio por las mejillas cuando todo el mundo empezo a mirarla. Algunos lo hacian con cierta compasion y otros con impaciencia. Hubo cuchicheos y miradas de desaprobacion. Seguro que pensaban que a la rubia tonta le encantaba llamar la atencion --para su desgracia, era la imagen que solia provocar en los demas--. Se sento en el primer asiento libre. Le temblaban las piernas y el corazon se le iba a salir del pecho por culpa de la carrera y la verguenza. --Menos mal. Ha tardado lo suyo. Esperemos que no sea igual de lenta para todo... --la broma de mal gusto del profesor la obligo a mirarlo a la cara para encajar el golpe. Era un hombre alto, canoso y de mirada desabrida. Tres segundos en clase y ya se habia ganado su antipatia--. Muy bien, senorita... --Helena Jones --su voz sono estrangulada. --Senorita Jones, ya que ha interrumpido mi clase, no le importara hacer la introduccion del primer epigrafe del temario sobre Los origenes de la literatura. La escuchamos. < >. A Helena le empezaron a sudar las manos. ?Una exposicion sobre Los origenes de la literatura? Si ni siquiera le habia dado tiempo a comprar el libro. Pensaba hacerlo aquella misma tarde porque ayer su prima Martha la llamo llorando desconsolada porque su novio habia roto con ella y claro, ?como iba a decirle que no podia escucharla porque tenia que ir a la libreria? Ante todo, Helena era impuntual y buena amiga. --Yo... esto... Senor... --intento recordar el nombre del profesor. Uf, se estaba luciendo. Ademas de impuntual y buena amiga, tenia memoria de pez. ?Como se llamaba el profesor de introduccion a la literatura universal? Recordaba haber leido su nombre en aquel temario que se habia manchado de cafe cuando se quedo dormida viendo por enesima vez Pretty Woman. La culpa de todo la tenia Richard Gere--. Disculpe, Senor... El profesor le dedico una mirada irritada. --Ya se que no soy Shakespeare, pero no le vendria mal aprenderse mi nombre. Mas risas maliciosas. Se acababa de labrar una reputacion de imbecil que la perseguiria durante todo el curso. Que bien empezaba. --Llega tarde, no se sabe el temario y desconoce el nombre del profesor. En lugar de haberse matriculado en la universidad, deberia volver a prescolar para que le ensenaran las nociones basicas sobre como comportarse en publico. Helena noto como todo el peso de la verguenza caia sobre sus hombros. A partir de ahi, la clase fue a peor. El Senor Foster, que asi se llamaba el susodicho, no dejo pasar la oportunidad de ridiculizarla cada vez que explicaba algun tema. < > < > < > Helena se sintio tan humillada que tuvo que hacer un gran esfuerzo para no echarse a llorar o huir de la clase. El profesor habia encontrado al blanco perfecto de sus burlas y por lo visto no iba a soltarlo. Hasta que una voz masculina y socarrona se impuso entre las risas de sus companeros: --Yo tampoco lo se. El senor Foster levanto la cabeza del libro y busco al propietario de aquella voz masculina tan energica. --?Disculpe? --Josh Sackler --dijo con orgullo el alumno--. Le decia que yo tampoco se la diferencia entre la lirica renacentista y el petrarquismo. No tengo nada en contra de la senorita Jones, pero me parece fatal que monopolice la clase. Si va a darle clases particulares a la senorita Jones, tambien me apunto. He notado que tiene cierta predileccion por ella y no soporto los tratos de favor. Tampoco iba a desperdiciar la oportunidad de hacerme notar, para que mentir. --todo el mundo se volvio hacia el con los ojos abiertos de par en par. Helena lo miro entre sorprendida y aliviada por dejar de ser el centro de atencion--. Por cierto, esta noche doy una fiesta y estais todos invitados. Quiza no sea tan interesante como esta apasionante clase de literatura, pero nos merecemos disfrutar de una buena juerga antes de que la presion academica nos asfixie. Al Senor Foster se le cambio la expresion. Arrugo la frente y puso mala cara cuando la mitad de la clase rio las gracias de aquel joven. A Helena no le paso desapercibida la seguridad que desprendia. A diferencia de ella, estaba encantado siendo el protagonista. De lejos pudo apreciar que era la clase de universitario atractivo y descarado que tendria bastantes admiradoras. --En fin, ya tenemos al gracioso de turno. No sera el mas listo de la clase pero seguro que es el alma de la fiesta. Gracias por su intervencion, Senor Sackler. --De nada, Senor Foster Hizo una reverencia antes de sentarse y casi toda la clase se partio de risa. Menos ella. Estaba demasiado abochornada para sonreir. Se paso el resto del tiempo tomando apuntes para ponerse al dia, mientras se juraba que aquella misma tarde iria a la biblioteca para pedir prestado el libro y enterraria la cabeza dentro hasta absorber todo el temario. Asi le demostraria al Senor Foster que no era una completa idiota. Cuando la clase termino, busco a su salvador para darle las gracias. Era lo minimo que podia hacer porque habia sido el unico que le habia echado un cable. Los demas se limitaron a mirar para otro lado, agradecidos de no ser ella, o a reirse en voz alta de su mala suerte. Josh estaba de espaldas y charlaba animadamente con un grupo bastante numeroso de alumnos. Parecia el lider, algo impropio de un alumno de primero. A lo mejor no habia sido tan desinteresado como ella pensaba y habia montado aquel numerito para destacar. A partir de ahora seria conocido como aquel alumno de primero que se habia atrevido a contradecir en publico a un profesor. Todos hablarian de el. <>. --Hola. Helena tuvo que levantar la voz para hacerse notar. El estaba demasiado encantado pavoneandose delante de un par de chicas que la miraron con fastidio cuando ella le toco el brazo. Josh se volvio hacia ella con una amplia sonrisa que se ensancho cuando la reconocio. No era atractivo, era guapisimo. De pelo negro, ojos verdes y piel tostada por el sol. Intento adivinar de que parte de Estados Unidos seria antes de que el hablase. --Hola, senorita Jones. Del sur. California, Los Angeles, Arizona... tal vez Texas. --Hola, senor Sackler --le siguio el juego--. Solo queria que supieras que agradezco mucho lo que has hecho por mi. Te debo una. El la miro con interes y ella capto la clase de mirada que le dedicaba. Solia provocar aquel efecto en los hombres. Lo odiaba. Cuando eras guapa los demas siempre sacaban conclusiones precipitadas y creian conocerte. Lo que veian era el envoltorio, pero el envoltorio jamas definia quien eras. --Hecho. Ven esta noche a la fiesta que se celebra en mi fraternidad. Asi estaremos en paz. < >. Helena sabia como quitarse de encima a aquella clase de tipos. Se haria la tonta, que era lo que esperaban de ella, y luego le diria lo que queria oir. Era la unica estrategia para salir airosa de la situacion. --Pues... no se. La verdad es que todavia tengo que instalarme y hacer algunas compras de ultima hora. --Me gustaria mucho que vinieras --el insistio con una seguridad que la arroyo. Estaba convencido de que ella daria su brazo a torcer. Era muy predecible. --Me lo pensare --respondio, y se aparto el pelo de la cara para demostrar unos nervios que no sentia. Tenia ganas de quedarse a solas y llorar sobre la almohada por lo sucedido con su profesor. Pero debia provocar la impresion equivocada si queria quitarselo de encima. En la vida se habia topado con suficientes Josh Sackler para saber como actuar--. Sera mejor que me vaya. Tengo clase y no quiero llegar tarde. Otra vez. --Adios, senorita Jones. A ella le gusto su voz. Suave, confiada y varonil. Le ofrecio una media sonrisa y se alejo a paso ligero. El resto del dia transcurrio con normalidad. Llego puntual a todas las clases, fue a la biblioteca y consiguio el ultimo manual de literatura universal y ceno un sandwich de queso mientras leia Desesperacion. Lo habia escrito Vladimir Nabokov y se quedo dormida con la intencion de demostrarle al Senor Foster que no era una estupida. No fue a la fiesta. 1 En un recondito lugar de Texas. Presente. Mantengo la mano izquierda sobre el volante e intento cambiar de emisora de radio con la derecha. Me doy por vencida cuando lo unico que logro sintonizar es una emisora local de musica country. Odio la musica country. Yo soy mas de Adele, Sia o Dua Lipa. Bajo el volumen pero la dejo encendida. Llevo casi cuatro horas al volante y no quiero quedarme dormida. El sol de principios de marzo se refleja en el parabrisas delantero y tengo ganas de echar una cabezadita. No soy una imprudente, pero quien habria imaginado que lo unico que veria durante cientos de kilometros serian surtidores abandonados, una carretera eterna y un horizonte de pastos dorados. Menos mal que llene el deposito hace cuatro horas, porque de lo contrario no se que habria sido de mi. El gps del movil me ha abandonado y mi unica guia es un mapa anticuado que adquiri en la gasolinera por cuatro dolares. La semana pasada estaba convencida de que mi vida no podia ir a peor. Arruinada, sola, con una excedencia y amargada. Entonces tome la decision de embarcarme en esta locura de viaje con la intencion de revertir mi situacion. Me dije: < >, pero como diria Murphy: < >. Y ahora cabe la posibilidad de que me quede sin gasolina y deambule deshidratada por una carretera solitaria hasta desmayarme de agotamiento y ser devorada por los buitres. Menudo final tan patetico. Tengo ganas de gritar, pero en lugar de ello subo el volumen cuando suena una cancion decente. Shania Twain canta que se siente como una mujer y que va a salir de fiesta. Mi fiesta perfecta seria encontrar una habitacion de hotel decente y darme una ducha de agua fria. El aire acondicionado del coche que he alquilado no funciona --un detalle sin importancia que se le olvido comentar al de la agencia--, y fuera hace tanto calor que sospecho que en el asfalto podria freirse un huevo. Aunque llamar < > a un camino polvoriento y lleno de baches es ser demasiado considerada. Bajo la ventanilla para refrescarme y me veo obligada a subirla cuando el interior del vehiculo se llena de un polvo amarillento y denso que esta a punto de asfixiarme. Me entra un ataque de tos y los ojos se me llenan de lagrimas. Odio la musica country. Odio los viajes largos. Odio Texas. Es la primera vez que estoy aqui y ya me he labrado una opinion precipitada. Texas representa todo lo que aborrezco. Es el segundo estado mas grande de Estados Unidos por detras de Alaska. Supera el indice promedio nacional de la tasa de criminalidad y la mitad de las ejecuciones del pais tienen lugar aqui. Es un bastion republicano y hace mas de medio siglo que en Texas no gana ningun candidato democrata --concretamente desde Jimmy Carter--. Kennedy fue asesinado en Dallas y es el estado con un mayor numero de armas de fuego registradas ademas de ser la cuna de la cultura cowboy, el petroleo y las minas de carbon. Para una democrata contraria a la pena capital, vegetariana y ecologista, es algo asi como el paraiso. Notese la ironia. Sin embargo, nadie pudo quitarme la idea de la cabeza cuando decidi emprender este viaje. Ni siquiera mama y sus: < >. O Penny y sus: < >. Si, las dos tenian razon. Este ultimo ano me ha hecho perder el juicio y sentirme tremendamente culpable. Por eso estoy aqui. En un intento desesperado por solucionar mis problemas y cumplir una promesa. Quiza de paso mi vida cobre ese sentido que perdio hace quince meses. -
Un libro de martires americanos de Joyce Carol Oates
https://gigalibros.com/un-libro-de-martires-americanos.htmlLa monumental y polemica nueva novela de <
> (Elena Hevia, El Periodico de Catalunya) es una profunda reflexion sobre el aborto y la pena de muerte, pero tambien sobre los problemas esenciales de nuestras sociedades y de nuestras propias vidas. -
Desde mis sombras de Mara Caballero
https://gigalibros.com/desde-mis-sombras.htmlDeanne Morgan, le da la noticia a Connor de que seran padres despues de tres meses de casados. Pero desafortunadamente Connor no reacciona bien, en una acalorada discusion y en estado de shock, el le propone practicar el aborto. Deanne decepcionada, decide criar a su bebe ella misma y decide pedir el divorcio.
Han pasado cinco anos desde entonces y Deanne es propietaria de un restaurante Italiano que es la sensacion de la ciudad. Un dia Ellen, la hermana menor de Connor, se da cuenta de que tiene una sobrina y enfrenta a su hermano amenazando con decirle a su familia si no lo hace el mismo. Pero hay alguien que no esta contenta con la noticia e intenta arremeter contra lo mas preciado de Connor Morgan: -
Sophie (Simplemente Amor 1) de Azminda Cancino
https://gigalibros.com/sophie-simplemente-amor-1.htmlNorthman-Carter Jones. Tres apellidos, una fortaleza.
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Donde vuelan las mariposas de Andrea Adrich
https://gigalibros.com/donde-vuelan-las-mariposas.htmlDONDE VUELAN LAS MARIPOSAS, es el primer libro de la serie Hermanos Montenegro, compuesta por EN EL OTRO LADO DEL CORAZON 1 Y 2 y MI SABOR PREFERIDO ERES TU, a la venta en Amazon. Todos son libros INDEPENDIENTES y se pueden leer sin haber leido el resto.
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Un caso desesperado de Laia Sinclair
https://gigalibros.com/un-caso-desesperado.htmlSam es un hombre formal, serio y distante. Esta centrado en su trabajo como jefe de una agencia de detectives y en su hija
Lily, cuya crianza tras la muerte de su esposa se le hace cada vez mas dificil. Con el corazon cerrado a nuevos amores y aferrado al recuerdo de su esposa, Sam no quiere ni oir hablar de citas cuando su hija le tiende una trampa y le concierta una en el restaurante de citas a ciegas mas famoso de Nueva Orleans. -
Tu me robaste el corazon (Destino austral 2) de Yamila Bianqueri
https://gigalibros.com/tu-me-robaste-el-corazon-destino-austral-2.htmlMorena regresa de su viaje dispuesta a luchar por el, por lo que siente.
?Sera correspondida su ilusion? -
El corazon de una dama de Olga Salar
https://gigalibros.com/el-corazon-de-una-dama.htmlEl mayor tesoro que un caballero debe anhelar es, sin duda, el corazon de una dama.
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Su Amante Cautiva ( Los Hermanos Thorpe 1), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox
https://gigalibros.com/su-amante-cautiva-los-hermanos-thorpe-1-elizabeth-lennox.html -
Y llegaste tu, cambiando mi mundo de Coral Moon
https://gigalibros.com/y-llegaste-tu-cambiando-mi-mundo.htmlComenzaron a atacarme los recuerdos… y no supe como defenderme, asi termine pensando en el, otra vez.
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Prohibido enamorarse de Adam Walker de Lia Belikov
https://gigalibros.com/prohibido-enamorarse-de-adam-walker.html -
Claus y Lucas de Agota Kristof
https://gigalibros.com/claus-y-lucas.htmlEn un pais en guerra ocupado por un ejercito extranjero, dos hermanos, Claus y Lucas, han sido abandonados por su familia y puestos al cuidado de su abuela, a la que sus vecinos llaman la Bruja. La barbarie del convulso mundo en el que viven les lleva a emular la crueldad que ven en el. De una inteligencia superior, seran capaces de utilizar cualquier recurso para sobrevivir, pero una vez asegurada su supervivencia intentaran poner remedio a muchas de las dramaticas situaciones que les rodean. Los distintos caminos que terminan eligiendo al final de la guerra marcaran sus vidas para siempre.
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Salitre de Diana G. Romero
https://gigalibros.com/salitre.htmlCuenta la leyenda que una joven sirena quiso saber lo que era sentir emociones humanas. Para ello, tuvo que adentrarse en las profundidades marinas y aceptar un intercambio. Cambio su corazon helado por uno fragil, inestable... humano. Para ello, tuvo que dar algo a cambio. Algo que afectaria al rumbo de su existencia. Esta es la historia de Natalia, la hermana de Alex, en su busqueda por conocer el amor. Una busqueda que irremediablemente cambiara no solo su destino, sino tambien el de Alex, Alba y Alvaro. Si te quedaste con ganas de mas sobre los protagonistas de Marejada y Sizigia, esta historia es para ti. Eso si… el rumbo de los acontecimientos, como la marea, es totalmente impredecible.
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El cielo en tus ojos de Angela Drei
https://gigalibros.com/el-cielo-en-tus-ojos.htmlEvan ha aprendido desde pequeno que cada logro va a acompanado de esfuerzo y dolor.
Cuando por fin encuentra el amor, el pasado regresa para hacerle caer de nuevo.
Quiza esta nueva vida junto a Allyson no es para el, tal vez solo es un sueno imposible.
Tendra que luchar por ser el hombre que ella merece porque, despues de todo, el no sabe escribir poesia, pero sabe que esta enamorado de ella. -
El numero Infinito de Karol Scandiu
https://gigalibros.com/el-numero-infinito.htmlHAY VEINTISIETE pasos desde la biblioteca hasta la habitacion de mis padres. Veintisiete pasos. Hace cuatro dias tarde tres minutos en alcanzar el quicio de la puerta antes de caer inconsciente frente a sus cuerpos sin vida. Mi padre todavia sostenia la pistola. Mi madre estaba en una posicion antinatural; su cabeza colgaba flacida por el lateral de la cama de matrimonio, sus ojos fijos y vidriosos en algun punto mas alla del pasillo detras de mi. Todavia me pregunto que si en lugar de tres hubiese tardado dos minutos podria haberme despedido de ellos. Y eso no me consuela. Ni un poco. Me seco las lagrimas en las hombreras de la chaqueta de mi traje negro al oir la puerta abrirse. Pienso en que seria mas facil hacerlo con las manos, pero se --soy muy consciente-- de que estoy esposada. Y no necesito una humillacion mas frente a nadie, menos todavia la de limpiarme la cara con las pulseras oficiales del Estado de California. Alexander Cristol se sienta frente a mi. Su primera palabra es una mezcla de disgusto con algo reseco en la garganta que no podria repetir. Es un buen hombre, se acerca a los sesenta, sus canas y las finas lineas de desaprobacion continua que le rodean los ojos le delatan. --Doce --susurro. El levanta la cabeza y yo le aguanto la mirada. No pienso llorar. --?Tantas? --Si. Tantas --contesto, y el esboza una especie de sonrisa medio ladeada. Si mis labios pudieran llorar, seguro lo harian por mis ojos. --La cosa esta muy complicada, Alice, no te voy a enganar. --Sus ojos se pasean de los mios a su carpeta negra, cerrada frente a el sobre la mesa. --Trece. --Puedes ser muy irritante cuando te lo propones, ?lo sabes, verdad? --Cuando me lo propongo. El sonrie un poco, pero la sonrisa no le llega a los ojos. --Te conozco desde que eras una enana mocosa corriendo por el patio mientras haciamos barbacoa --empieza a hablar. La conversacion me incomoda mas alla de lo que puedo expresar con palabras, y al fin rompo contacto visual, dirigiendo mi ojos hacia mis munecas amoratadas--. Tu padre solia decir que naciste con la tabla del cinco debajo del brazo. Ya entonces te pasabas horas en la pizarra, sumando y restando… --Senor Cristol, por favor… --Lo siento. --El letrado carraspea, se ve que intenta con todas sus fuerzas recomponerse. Intento evocar algun recuerdo que no incluya sangre o dolor. Los hay, a docenas, estoy segura de que si me pongo a contarlos perderia la cuenta. Pero ahora mismo no puedo; lo unico que veo es a mis padres muertos, son una imagen fija en mis retinas cada vez que cierro los ojos. Alexander no solo es el abogado de la familia, sino, que es casi un hermano para mi padre… lo era. El y su esposa Marie iban a casa a cada dos fines de semana a pasar la tarde, a veces en ocasiones se quedaban a dormir en la habitacion de invitados. No tenian hijos, pero solian decir que no les hacia falta, que nos tenian a Tommy y a mi. Oh, Tommy… no, definitivamente hoy no es buen dia para evocar recuerdos de nada en absoluto. --Catorce --resoplo y me dejo caer un poco en la silla. Mi espalda me esta matando, la herida de mi pierna late y quema a la par. Necesito un analgesico con urgencia, y a juzgar por la cara de Alexander no estamos ni cerca de irnos a casa. O de vuelta a la comisaria. --A tu madre le volvias loca con eso de contar. --Vuelve a sonreir un poco, y entonces abre su maletin sacando papeles al azar, aunque si se lo pregunto dira que sabe exactamente lo que hace. Lo unico que intenta es ganar tiempo, le conozco demasiado bien. Y ahora ya van quince. --No le gustaba porque no le apetecia que le prestaran atencion todo el tiempo. Ella preferia leer y pasar desapercibida. Le resultaba mas facil asi perderse en su mundo. No me doy cuenta de lo mucho que hablo hasta que mis palabras se cortan por un sollozo que no reconozco como mio. --Lo se, Alice, lo se… --El abogado esta a mi lado, me rodea con los brazos. El contacto fisico nunca ha sido una de mis cosas favoritas, consta decir que tengo pocas, pero en esta ocasion me dejo. Imagino que es mi padre. Hace cuatro dias que no lo abrazo. Y nunca volvere a hacerlo. --Podria decir que van dieciseis, pero estoy cansada de prolongar esto --hablo mientras me aparto con todo el tacto que puedo--. Asi que dime de una vez: ?cuanto piden? El letrado se aleja de mi, se sienta en la silla al otro lado de la mesa y vuelve a suspirar. Una vez mas que intenta prolongar el momento sin decirme lo que sabe. Van diecisiete. --Dos anos. Podras salir por buen comportamiento en quince meses, puede que doce. El juez quiere sentar un precedente, ya sabes que esta a favor de la lucha de los moralistas en contra de las armas, eso le serviria para poder sentar catedra sobre el tema… El mundo se retuerce a mi alrededor. Todo se vuelve borroso y lejano. Intento pensar en que estoy sentada, que no me caere, pero la silla tiembla, todo lo hace. Las sacudidas empiezan en el centro de mi pecho y se esparce como culebras por mis extremidades. Me falta el aire, se que tengo que hacer, mi propia voz me dice que baje la cabeza y la meta entre las rodillas, que respire despacio, pero no puedo. Nada va despacio, todo corre y se zarandea. --No era un arma --llego a resollar, apenas escucho mi propia voz--. !Ni siquiera era una puta arma! Y acabo de gritar tan alto que dos agentes invaden la habitacion. --Tranquilos, va todo bien --indica el abogado, y los hombres uniformados salen despacio, sin apartar la vista de mi. Estoy sentada con la cabeza agachada, la cara empapada, seguro moqueo, y no pienso dejar que nadie me haga sentir mas humillada todavia: --?Quereis una foto? --Escupo entre dientes. Cuando la puerta se cierra mi abogado tira de la silla y se sienta frente a mi. --Se que no era un arma de fuego, no la que tu usaste al menos; pero sabes que la fiscalia esta empenada en juzgarte por asesinato porque el chaval era menor de edad y tu padre tenia el arma y la disparo… --!Al puto techo mientras moria! --Chillo y no se si logro hacerme entender. Las palabras salen atropelladas, dolidas. --Lo se. Pero disparo, y tras la autopsia se ha confirmado que el menor estaba bajo los efectos de estupefacientes; se estan empenando en que no controlaba sus actos y que se asusto… --Y es el sobrino del puto alcalde. --Levanto la cabeza, la barbilla en alto, y se que si el abogado se aleja de forma instintiva es porque el odio que siento en este instante se puede ver en mis ojos. --Si. Y es el sobrino del alcalde. --Y tiene ocho abogados --sigo hablando, una vez mas, mantengo la vista fija en la suya--. Y entro en mi casa en medio de la noche, disparo a mi padre porque se desperto y a mi madre por estar alli, y luego tuvo tiempo de ir a la biblioteca a por lo que fuera que estuviera buscando, logro dispararme en la pierna, y si no fuera porque agarre el maldito abrecartas y forcejee con el acabando por clavarselo en el estomago, me hubiera matado a mi tambien. Pero todo eso no tiene importancia, ?a que no, letrado? La fiscalia considera que estaba demasiado colocado como para saber lo que hacia. Alexander Cristol parece marearse. Creo que de no estar sentado se habria caido. Sus ojos se anegan, pero traga el nudo y las lagrimas sin permitirse llorar. Se que cuando salga de aqui y llegue a su casa se derrumbara en el regazo de su esposa Marie y llorara a su amigo. Lo se. Y eso me parte el alma de por si destrozada. --Ojala pudieras hablar frente al jurado --murmura negando con la cabeza. --!Lo hare! --Casi grito--. Deja que hable yo. Deja que… --No puedo y lo sabes, Alice. --El hombre se acerca mas y me coge de la mano--. Alice, pelirroja y llena de vida como el fuego de tu melena --bromea, las mismas palabras que mi padre solia decir cuando me pillaba en alguna trastada. Llaman a la puerta y Alexander se levanta, regresando a su sitio en la mesa mientras indica que pueden pasar. Intento aprovechar este momento para recomponerme un poco, cierro los ojos e inspiro profundamente, hasta que un dolor agudo y punzante me cruza el costado derecho. Gimo en voz baja y me llevo las manos esposadas a la zona. Mi higado se siente ignorado y quiere formar parte del momento. --?Estas bien, Alice? ?Alice? Miro al frente y veo que el abogado esta parado en la puerta, presto a salir. A su lado un joven becario sujeta el pomo y me mira con miedo. Me entran ganas de hacer un movimiento brusco mientras pongo cara de loca. Seguro que el chico se mea encima. Pero este pensamiento solo me dura un segundo; mi higado vuelve a recordarme con otra punzada que no es momento de sacar mi lado mas adorable. --El fiscal ha solicitado hablar conmigo, volvere enseguida --indica y se vuelve del todo hacia mi. Su entrecejo se frunce aun mas, creando un surco profundo que casi une sus cejas tupidas--. ?Te encuentras bien? ?Quieres que llame al medico? Podemos… --No necesito medicos ahora mismo… gracias. --Volvere enseguida, ?de acuerdo? Miro como el abogado sale, y justo cuando el muchacho trajeado va a cerrar la puerta le guino un ojo y le digo adios con la mano, sacudiendo las esposas para que hagan ruido. El chico cierra de un portazo. Intento reirme pero el dolor no me deja. Nada me deja hacerlo. Miro el reloj en la pared. La luz del sol se cuela por las brechas de la persiana, convirtiendo el revestimiento de madera que me rodea en una especia de cebra color caoba. Las 11:45. Me estremezco. La vista de hoy esta marcada para las 12:30. El que la oficina del fiscal quiera hablar con mi abogado por segunda vez y cuando queda tan poco tiempo solo puede significar dos cosas: algo muy malo o algo peor. Me recuesto en la silla e intento pensar en mis padres, una vez mas lucho por traer a mi memoria un recuerdo diferente a los que me azotan los ultimos dias, y veo a mi padre sentado en la mecedora del patio mientras me regana entre risas por ponerme perdida de tierra. Me acaricia la coronilla y entona su retahila predilecta: <
>. Tengo siete anos y me rio con ganas. Hay barro por todas partes, y mi madre --mas enfadada que el-- me desnuda dentro de la banera; me miro la cara en el espejo y me parece gracioso el contraste de las gotas de barro con mis pecas. Mi madre sonrie, las mismas pequitas oscuras le salpican la nariz y los pomulos aqui y alla, su pelo rojizo esta atado en un mono desenfadado, y sus delicados dedos me hacen cosquillas en los sobacos mientras la banera se llena del todo. Entonces, sumergida en ese recuerdo, el mejor desde hacia una eternidad, el aroma del jabon de miel me invade los sentidos: el olor de mama. Ella siempre usaba el mismo, ella olia a miel y flores, dulce, desprotegida… y la veo tirada en su cama, su cuello torcido, su cara fria luchando con un grito que se quedo estancado en su garganta, y recuerdo a mi hermano, su pelo moreno y brillante como el de mi padre, sus ojos verdes y grandes, su vitalidad, su fuerza, y le veo muerto como ellos, aunque el esta en un ataud, vestido con un traje demasiado fino para su gusto; a sus pies estan mis padres, pero no le lloran como lo hicieran hace cinco anos cuando nos dejaba, ahora estan en pijama, empapados de sangre, y me miran como si fuera mi culpa que todos estuvieran muertos, como si me juzgaran por seguir con vida. Me despierto con un golpe seco contra el cristal. Me quede dormida sin darme cuenta. Una paloma atontada por el choque contra la ventana arrulla y echa a volar. Ojala pudiera hacerlo tambien. Pero se que la libertad esta muy lejos de mi alcance en estos momentos. Vuelvo a mirar el reloj: las 13:16. Joder. Seguro que no sera una mala noticia, sera la peor. Llevo dias sin apenas pegar ojo y se que en cuanto me descuide volvere a quedarme dormida. Me esfuerzo por no hacerlo y me recuesto un poco en la silla, intentando mantener el recuerdo de mis padres con vida en mi memoria. Si lo pienso con frialdad, sea cual sea la noticia que traera mi abogado, no sera peor de lo que ya estoy pasando. Mi familia no esta, nunca volveran. Que mas da adonde vaya cuando salga de aqui. -
La mano que te da de comer de A. J. Rich
https://gigalibros.com/la-mano-que-te-da-de-comer.htmlLa conferencia habia tratado sobre victimologia. ?Hay en el cerebro del maltratador una anomalia simbiotica que exista tambien en la conformacion emocional de la victima? El profesor habia usado como modelo el sindrome de la mujer maltratada, senalando que este no aparece en el DSM-5, el Manual diagnostico y estadistico de los trastornos mentales, pero si en los codigos penales. ?Por que? Yo creia tener la respuesta. Habia sido una manana electrizante. No veia la hora de llegar a casa y seguir con mi investigacion. Como me sentia un poco culpable por querer tener el apartamento otra vez para mi sola, pase por Fortunato Brothers y compre una bolsa de galletas de pinones para Bennett. Mi apartamento estaba en el ultimo piso de un edificio entre medianeras de Williamsburg, Brooklyn, uno de esos con fachada de listones. No convivia con hipsters, sino con el vecindario de toda la vida; italianas que se pasaban el dia barriendo la acera y jubilados chistosos que jugaban al ajedrez en Fortunato. A una manzana habia una tienda de lapidas donde ademas vendian pan. Bennett la llamaba Pan-Teon. Se rumoreaba que el dueno habia trabajado para una de las grandes familias de la mafia. El personal, de ochenta anos para arriba, sacaba sus sillas de plastico a la calle y se dedicaba a fumar puros. El camion de los helados ponia la musica de El padrino. <
>. A mi puerta se llegaba por una espiral de sesenta y ocho peldanos. Atravese una mezcolanza etnica de olores: ajo rehogado en el primer rellano, col hervida en el segundo, chorizo frito a continuacion…, y por ultimo mi piso, donde yo nunca cocinaba nada. La puerta estaba abierta. Bennett debia de haber salido sin acordarse de sacudir un poco el pomo roto, como le habia dicho que hiciera. Podrian haberse escapado los perros. Tenia tres: Cloud, una gran pirineo a la que llamaba Gran Lienzo en Blanco, y Chester y George, dos pitbulls cruzados, patosos y dependientes, a los que habia tomado en adopcion. Los perros eran el unico motivo de discordia entre Bennett y yo. El no queria que yo tratara de rescatar a cuanto chucho callejero se cruzara en mi camino a expensas de mi trabajo, aunque yo sospechaba que lo que en realidad no soportaba era encontrar pelos de perro en sus jerseys. Bennett siempre tenia frio, incluso en verano. Segun el, sufria el sindrome de Raynaud, un estrechamiento de las venas en las extremidades que hace que se enfrien manos y pies. Le daba miedo la forma avanzada en la que se pueden atrofiar los dedos de unas y otros. Ahora bien, sus manos nunca estaban frias cuando tocaban mi piel… En cambio, yo siempre tenia calor. En primavera me ponia sandalias antes que nadie, nunca llevaba bufanda y jamas me resfriaba por culpa del aire acondicionado. Y no era porque fuera robusta, ni mucho menos. Empuje la puerta con el hombro, contrarrestando el delirio de colas agitadas que me recibia al otro lado, y me fije en que habia petalos de rosa en el recibidor. ?Seria cosa de Bennett? Parecia demasiado cursi, impropio de el. A los hombres que se acuerdan de todo lo que dices no les hace falta recurrir a topicos. Nadie me habia visto y entendido nunca como lo hacia Bennett. Era algo mas que simple atencion: sabia incluso antes que yo lo que querria, tanto en las cartas de los restaurantes como en una pantalla o en un disco. Conocimiento que, por descontado, se extendia a la cama. Cuando me agache para recoger algunos petalos, repare en que eran huellas de patas. Asi que no se trataba de un detalle romantico manido. Lo que se presentaba ahora como un patron floral abstracto en el suelo de madera noble conducia al dormitorio. ?Habrian reventado la bolsa de basura Chester y George? Sobras de salsa putanesca arrastradas a lo largo y ancho del apartamento por los perros: otro topico que me resistia a aceptar. Esos perros adoptados eran unos caballeros, por mucho que irritasen a Bennett los huesos a medio roer que dejaban tirados por la casa. Ir tropezando a todas horas con ellos, y pisando juguetes de esos que hacen ruido cuando uno los aprieta, era otra de las razones por las que me pedia que buscase un hogar definitivo para los perros, o que los devolviera al centro de acogida de animales de East Harlem de donde los habia rescatado. El donativo que habia aportado a una organizacion de rescate de animales de la zona debia de haberme incorporado a una lista masiva de correo electronico, porque desde entonces recibia casi a diario fotos y perfiles de perros a los que, sin mi intervencion, apenas les quedarian unas horas de vida. A los pitbulls, Chester y George, los habian tenido en el corredor de la muerte para practicarles la eutanasia. En la foto salian apoyados el uno en el otro, saludando ambos con la patita en alto. Eso superaba mis fuerzas. Cuando fui a la perrera, vi que en sus tarjetas se leia < >. Uno de los empleados me explico que eso significaba el mejor caracter posible. Jamas habian dado a los demas otra cosa que amor, y eso era lo que querian a cambio: amor. Rellene los formularios y pague por duplicado la tarifa de adopcion, pensando que solo los acogeria por un tiempo. Al dia siguiente fui a buscarlos en compania de Cloud en un vehiculo de una empresa de coches compartidos. Bennett no soportaba el caos constante de tres perros grandes metidos en un apartamento pequeno, y es posible que tuviera razon: eran el centro de mi vida. ?Me hacia cargo de ellos por algun tipo de altruismo patologico? Esa era justamente la base de mi investigacion: un test para identificar a las victimas cuyo interes e hiperempatia fueran tan extremos que llegaran a atraer a los depredadores. Bennett necesitaba orden para funcionar, mientras que yo necesitaba tenerlo todo patas arriba; un desorden demencial, pero hogareno. El, siempre que venia de Montreal, dejaba bien colgadas sus camisas Oxford y sus chinos. En cambio, yo solia dejar arrugados encima de la cama mis leggings, mi chaleco de cuero vegano y mis capas y capas de tops. Bennett sacaba los platos del lavavajillas que habia cargado y encendido el mismo. Yo, por el contrario, dejaba los cacharros sucios en el fregadero. Lo mas dificil para mi era que Bennett se opusiera a que los perros durmiesen con nosotros en la cama. No le gustaban los perros, y ellos lo percibian. Siempre lo hacen. Obedecian, pero Bennett daba las ordenes con una dureza innecesaria. Ya se lo habia dicho mas de una vez. ?Como nos las arreglariamos para convivir todos juntos? La primera en llegar fue Cloud, que se valio de su tamano de oso para ganarles a los chicos la partida de la fuerza. No solo no me saludo con la efusividad de siempre, apoyando sus enormes patas sobre mis hombros, sino que la vi nerviosa, asustada. Daba vueltas alrededor de mis pies con las orejas pegadas a la cabeza. Tenia todo un lado del cuerpo manchado, como si se hubiera apoyado en una pared recien pintada. Pero yo no habia pintado. Y jamas habria elegido el color rojo. De rodillas, aparte su pelo mojado para ver si tenia heridas punzantes en la piel, pero no vi ninguna. Ademas, el color no atravesaba del todo su pelaje. Pedi perdon a Chester y George por mis sospechas infundadas. Suerte que ya estaba de rodillas, porque podria haberme caido con el primer ataque de vertigo. Examine a los pitbulls en busca del origen de la sangre. Mi corazon latia muy deprisa. Sufri otro ataque de vertigo. Tampoco encontre heridas en ninguno de los dos. Baje la cabeza para no desmayarme. -?Bennett? -dije en voz alta. Aparte a Chester, que me lamia la sangre de las manos. Vi que mi sofa nuevo (regalo de Steven, mi hermano mayor, por haber dejado atras la veintena y alcanzado la edad adulta) estaba manchado. Intente reunir a los perros, pero ellos no paraban de dar vueltas a mi alrededor, lo que dificultaba mi llegada al dormitorio. Mi apartamento era alargado, con un pasillo al que daban todas las habitaciones. Se habria podido disparar una bala sin que esta chocase con ninguna pared. Desde donde me encontraba, en la sala de estar, veia la mitad inferior de la cama. Y la pierna de Bennett. -?Que les ha pasado a los perros? -pregunte. A medida que avanzaba por el pasillo, las manchas rojas se alargaban. Bennett estaba boca abajo en el suelo del dormitorio, con una pierna encima de la cama. De repente vi que las dos partes no estaban conectadas. Lo primero que se me ocurrio fue salvarlo de que se ahogara con su propia sangre, pero una vez de rodillas vi que no estaba boca abajo, sino mirando hacia arriba. Bueno, mirando no, porque ya no tenia ojos. Por un momento, contra toda logica, me aferre a la esperanza de que no fuera Bennett. Tal vez alguien habia entrado a la fuerza y los perros lo habian atacado. A pesar de la conmocion, tenia los conocimientos necesarios como para saber que el asesino no era humano. Las salpicaduras de sangre carecian de cualquier componente emocional. Mi experiencia forense bastaba para comprender lo que veia. El analisis de las manchas de sangre ofrece una sorprendente exactitud. Indica el tipo de lesion, el orden en que se recibieron las heridas y si la victima se movia o estaba quieta en el momento en que se las infligieron. En aquel caso, las lesiones eran heridas punzantes y desgarros. Las manos de Bennett estaban desolladas, lo que significaba que al intentar resistirse le habian arrancado la piel. Le habian arrancado la pierna derecha a la altura de la rodilla. El < > habian sido uno o varios animales. Las heridas presentaban un perfil irregular, no lineal como las producidas por arma blanca. Faltaban trozos enteros de carne. Las manchas de sangre indicaban que habia sido arrastrado por el suelo del dormitorio. El pie y la pantorrilla derechos debian de haber sido llevados a la cama despues del ataque. Por todo el cabezal, y en la pared trasera, habia salpicaduras de sangre arterial, probablemente de la carotida. Oi a mis espaldas el jadeo de los perros, que esperaban alguna indicacion sobre lo que ibamos a hacer. Trate de mitigar su miedo. Adoptando el tono mas calmado del que fui capaz, les dije que no se movieran. Hice que se echaran. Luego note que del olor a sangre se iba diferenciando otro que parecia emanar de mi. Me levante despacio y rodee a los perros a camara lenta. Cloud se levanto, y, si no le hubiera ordenado quedarse echada, me habria seguido. Chester y George me dedicaban toda su atencion, aunque no se movieron mientras yo seguia andando hacia el cuarto de bano. Por fin llegue, cerre con un portazo y me apoye con todo mi peso en la puerta, por si los perros se lanzaban en mi persecucion. Oi ganidos al otro lado. Aun no estaba en estado de shock. Pronto lo estaria. Seguia en el estado inferior de llorar de gratitud por haber sobrevivido. Lo curioso es que sentia vertigo, como el que experimentaria de haber ganado un gran premio. Y lo habia ganado: mi vida. La borrachera, sin embargo, duro apenas unos segundos. Saliendo del extrano trance, comprendi que tenia que pedir una ambulancia. Bennett no podia estar vivo, pero ?y si me equivocaba? ?Y si estaba sufriendo? Mi movil estaba en el bolso, que habia dejado en la repisa junto a las llaves. Oi un ruido de papel desgarrado y me acorde de la bolsa de galletas. Seguro que se habian caido y las habian encontrado los perros. Abri la puerta lentamente y fui a buscar el bolso sin entrar en el dormitorio. ?Cuanto tardarian en zamparse las galletas? Dominada por la adrenalina, contuve el impulso de correr para ponerme a salvo. En lugar de eso, aferre el bolso sin apartar la vista de los perros. Finalmente, volvi al cuarto de bano y me encerre echando el pestillo. Luego me meti en la banera vacia, como si la antigua banera de hierro con patas pudiera protegerme, y marque el numero de emergencias. Tuve que hacerlo dos veces. Cuando me preguntaron por que urgencia llamaba, no fui capaz de contestar. Ni siquiera podia gritar. -?Corre usted peligro en este momento? -Era una voz de mujer, me parecio que de cierta edad. Asenti con la cabeza como una loca. -Interpreto su silencio afirmativamente. ?Puede decirme donde esta? -En el cuarto de bano. A continuacion di mi direccion en voz baja. -Ahora mismo va para alla la Policia. No cuelgue. ?Hay algun intruso dentro de la casa? Oia a los perros al otro lado de la puerta del cuarto de bano. Los ganidos de antes eran ahora mas fuertes. Lloriqueaban, golpeando la puerta con las patas para que les dejara entrar. No conteste. -Si hay un intruso en su casa, de un solo golpe con el dedo en el auricular. Golpee el auricular tres veces. -?Algun arma? De un golpe. Di uno. -?Mas de un arma? Otro golpe. -?Armas de fuego? Sacudi la cabeza y deje el telefono en la banera vacia. La telefonista seguia hablando, pero lejos. Sacudir la cabeza (no, no, no) me habia reconfortado, como si me columpiasen. Cuando se empezo a oir la sirena, uno de los perros aullo. Cloud. Siempre me habia hecho reir su participacion en la version urbana de la manada de lobos, como si aquella perra tan mimada, cuyos dientes cepillaba yo cada semana, tuviera aun algun vestigio de animal en su interior. En esta ocasion, su aullido me erizo la piel. -Ya ha llegado la patrulla -dijo la vocecita que salia del telefono al fondo de la banera-. Si los agresores aun estan dentro, de un golpe. Los pasos que se acercaban hicieron ladrar a los perros, como lo hizo la mano que probo si la puerta estaba cerrada con llave. -!Policia! !Abran! Intente decir algo en voz alta, pero apenas me salio un gemido infinitesimal, mas debil que la voz que seguia preguntandome si los agresores permanecian dentro de la casa. Por unica respuesta, los policias no oyeron otra cosa que ladridos. -!Policia! !Abran la puerta! Mas ladridos. -!Llamad a Control de Animales! -oi que gritaba uno de los agentes. El siguiente ruido fue el de echar la puerta abajo, seguido por un unico disparo ensordecedor. El gemido que siguio contenia toda la congoja de un llanto humano. Los otros perros dejaron de ladrar. -Asi me gusta. Bien, perritos -dijo uno de los policias. -Creo que este esta muerto. Los pasos se acercaron con cautela. -Dios mio… Mierda -dijo el otro. Oi una arcada. De golpe se abrio la puerta del cuarto de bano, y un policia joven me encontro encogida en la banera sin agua. El agente se puso en cuclillas a mi lado. Note el olor agrio de su aliento, causado por la arcada. -?Esta herida? Yo tenia las piernas encogidas, la cara contra las rodillas, y me tapaba la cabeza con las manos. -Enseguida llegara una ambulancia. Perdone…, tenemos que ver si sangra por alguna parte. El policia me puso una mano en la espalda con suavidad. Grite. -Tranquila, tranquila -dijo el-. Nadie va a hacerle nada. Permaneci en la misma postura, la que adoptaban los alumnos en los simulacros escolares de explosion nuclear. Mas tarde me entere de que uno de los sintomas del trastorno por estres agudo es una rigida inmovilidad. -Ya estan aqui los de Control de Animales -dijo el otro policia. La ambulancia debio de llegar al mismo tiempo, porque un sanitario me tomo el pulso mientras una mujer buscaba heridas en mi cuerpo. Me quede encogida en la banera. -No creo que la sangre sea suya, pero no veo el abdomen - dijo ella-. Voy a ponerle una via. Ahora notaras un pinchazo, carino. Me clavaron una aguja de hacer punto en la mano izquierda. Grite tanto que los perros se pusieron a ladrar otra vez, aunque ahora solo eran dos. -Te vamos a dar algo que te ayudara a relajarte. Asi podremos comprobar si tienes alguna herida. Un calor negro empezo a extenderse por mi brazo, como si me hubieran puesto un guante caliente en la mano. A partir de cierto momento, la oscuridad se hizo tan grande que pude introducirme en ella. Una clemente bolsa negra en la que desaparecer. -Tenemos que hacerle algunas preguntas. ?Puede hablar? -quiso saber uno de los policias. -Esta en estado de shock. -?Se llama usted Morgan Prager? Intente decir que si con la cabeza, pero la bolsa negra me oprimia demasiado. -?Puede decirnos quien estaba con usted en el apartamento? No hemos podido encontrar ninguna identificacion del difunto. -?Nos oye? -pregunto el otro policia. -
Todos deberiamos morir jovenes de Antonio M. Carrasco
https://gigalibros.com/todos-deberiamos-morir-jovenes.htmlLa vida de una pequena y tranquila ciudad provinciana se ve alterada por dos asesinatos. Un buen dia aparecen los cadaveres del presidente de la Audiencia Provincial y del decano del Colegio de Abogados. La comisaria provincial y el inspector encargado de policia judicial se encuentran ante un caso superior a lo habitual en Ciudad Real. Con oficio y voluntad tratan de resolver las incognitas. Pero una investigacion esta llena de caminos perdidos, pistas falsas, errores, fallos y casualidades. Una pesquisa centrada en una pequena poblacion con su modo de vida, los personajes tradicionales, las nuevas situaciones economicas, la corrupcion, el despilfarro politico, la desfachatez publica que se ha hecho costumbre y la consecuencia tragica convertida en delito.
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Tu destino (Rancho Anderson 1) de Eva River
https://gigalibros.com/tu-destino-rancho-anderson-1.htmlLos Anderson tenian un ultimatum. O encontraban esposa o encontraban esposa.
?Que tan dificil podia ser? ?Acaso no tenian a todas las chicas babeando por ellos? Pues… estaban a punto de comprobarlo. -
Cuando el grajo vuela bajo de Pedro Tijera Alvarez
https://gigalibros.com/cuando-el-grajo-vuela-bajo.htmlAmbientado en la posguerra y ubicado en un pueblecito de la provincia de Leon (en aquel tiempo un importante nudo ferroviario a nivel nacional), y abusando adrede de los elementos propios del genero folletinesco, este relato cuenta la historia de una monja, hija natural de un indiano millonario, que tras dieciocho anos de clausura, sale por primera vez del convento para hacerse cargo del funeral de su padre y de la inmensa fortuna que le corresponde heredar, pero con la orden explicita de la madre superiora de volver al convento con el montante que resulte de la venta de todo lo heredado.
Sin embargo los calculos de la abadesa se tuercen cuando la monjita se enamora del hijo de uno de los carniceros del pueblo el cual, tras una relacion turbulenta, y a pocos dias de la fecha establecida para la boda, decide romper su compromiso para casarse con otra mujer.
La ruptura hace que la monjita pierda la razon y se empecine en pasarse la vida sentada en un banco frente a la carniceria del su antiguo prometido, vestida de blanco y pintarrajeada y enjoyada como un payaso. -
Hasta que nos volvamos a encontrar de Maya Moon
https://gigalibros.com/hasta-que-nos-volvamos-a-encontrar.htmlDescubre la romantica historia de Alex y Olivia de mano de Maya Moon.
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Desatame 3 de Christina Ross
https://gigalibros.com/desatame-3.htmlDe Christina Ross, autora de Aniquilame, llegan tres nuevos libros en la serie con mas de dos millones de libros vendidos en todo el mundo.
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Nuestro tiempo perfecto de Leah Heart
https://gigalibros.com/nuestro-tiempo-perfecto.htmlViola Halley, estudiante de los primeros anos de Historia del Arte en la Universidad de Saint Andrews, durante una de las visitas de aprendizaje de campo en una de las galerias del Londres se ve atraida por la pintura del joven Duque de Somerset.
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Como el arcoiris despues de la tormenta (Dos Amigas 1) de Sabrina Mercado
https://gigalibros.com/como-el-arcoiris-despues-de-la-tormenta-dos-amigas-1.htmlEstaba oscuro, pero le agradaba. La suavidad de las sabanas envolvia su desnudez. Escuchaba una musica que le gustaba. El le decia al oido que esa era su cancion. Y que su voz le cantaba a ella. Solo a ella. Sus manos la recorrian y ella disfrutaba. Cada parte que tocaban la hacian estremecer. Habia besos. Fogosos, calientes. Sus lenguas entrelazadas la encendian mas y mas. Temblaba. Vibraba. Enardecia. Ella deseaba todo, necesitaba todo. Se ahogaba en un extasis infinito. Queria mirarlo a los ojos, pero no podia. ?Por que no podia? Queria ver su rostro, pero desaparecia… Finalmente todo desaparecia… PRIMERA PARTE La tormenta Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Julio Cortazar Amo tus pies porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua, hasta que me encontraron. Pablo Neruda 1 Habia comenzado el invierno. Gris. Frio, muy frio. Tan frio como el que sentia en su corazon. <
>, pensaba, mientras se ajustaba las medias negras de seda. Era tarde. Otra vez. ?Cuantas veces se habia quedado dormida en el ultimo mes? Ya no importaba. En la oficina lo sabian. Apuro los zapatos de taco y el sweater gris. Que ironia. Se vestia con los colores del clima. Su estado de animo podia verse a traves de su ropa. La ventana de su cuarto dejaba entrever un plomizo y oscuro cielo de amanecer tardio. La misma ventana que alguna vez le habia mostrado los colores del mundo, en ese momento solo revelaba grises. Otra gran ironia. El ruidito de su celular la saco de sus cavilaciones. Pero no habia tiempo para revisar los mensajes. Tomo la cartera, la llaves… ?se olvidaba algo? No importaba. !Era tarde! Y salio al mundo gris. No quedaba otra. En los quince minutos que llevaba en el auto, la calefaccion empezaba a surtir efecto. Afuera comenzaba a garuar. Menos mal que se habia quedado con el auto. Total el no lo usaria y para ella era fundamental. Y ahi estaba… El otra vez. ?Cuanto le habia llevado esa manana traer su recuerdo? Menos de una hora. Teniendo en cuenta que se habia quedado dormida, era todo un record. Por lo general pensaba en el apenas abria los ojos y miraba el lado vacio de la cama. Porque ella seguia durmiendo en su mitad. Amanda le decia, con razon, que se le iba a gastar solo una parte de las sabanas, y que durmiera una noche de cada lado. ?Como se le ocurrian esas cosas? Es que Amanda era asi. Todo lo que respectaba a Amanda era divertido, alegre, ameno. ?Como podria? Todavia no hacia un ano que se habia separado (definitivamente, porque habia tenido varias rupturas y reconciliaciones), y su mundo era feliz. No le molestaba cargar de aqui para alla con el pequeno Joaquin, su hijito de cuatro anos. Al menos ella no tenia hijos. O tal vez eso era lo malo… Si tuviera un hijo no se sentiria tan sola, tan vacia, tan… tan fuera de su eje. Estaciono el auto en el parking del edificio central. Su oficina era un anexo y quedaba en la otra cuadra. Mejor asi. Mas tranquilo y acogedor. Amanda la alentaba a que pidiera el pase a una oficina de otro edificio. !Estaba lleno de tipos! Solteros, casados, divorciados. Pero ella no queria un tipo. Ella solo queria a su gran amor para toda la vida. Asi lo habia llamado siempre. Se puso el abrigo, se enrollo la bufanda roja (regalo de Amanda, que siempre queria ponerle un poco de color) y salio al frio matinal. Una cuadra se hacia rapido. Y ella no queria tipos. El olorcito a cafe recien hecho le desperto los sentidos. Ni siquiera paso por su escritorio. Fue directo a la cocina. Ahi se encontro con Karen, de Legales. --?Otra vez te quedaste dormida? --pregunto entre intrigada y preocupada. --Si. --Fue todo lo que recibio por respuesta. --Tranquila, ya lo vas a superar. Es dificil. Lleva tiempo. Le acaricio el brazo derecho y salio de alli con su taza de te de menta. ?Que cuernos podia saber ella? Estaba casada hacia dos meses. Su vida navegaba en un mar de petalos de rosa. Karen, la joven y atractiva Karen. Habia conocido a su esposo en la oficina de conferencias del edificio central. Era uno de los tipos. !Se habia casado con uno de los tipos de Amanda! Bueno, no de Amanda. No creia que Amanda hubiera salido con Pedro (?o era Pablo?). Daba igual. Era uno de los tipos de los que hablaba Amanda, y Karen se lo habia apartado. Tal vez, despues de todo, no fuera tan mala idea mudarse al gran edificio. Su trabajo era independiente, estaba sola en su despacho, y salvo por las reuniones semanales con su jefe, no tenia necesidad de permanecer ahi, en las antiguas oficinas. Pero se sentia a gusto en medio de los viejos anaqueles y las repisas atestadas de libros. Entre esas paredes habia iniciado sus actividades la pequena empresa familiar treinta anos atras, y se habia convertido en una gran compania. Ella habia sido parte de ese crecimiento. No, definitivamente no se mudaria. Y mientras pensaba en ello, se quemaba la lengua con el cafe. Salir a almorzar con su amiga era una de las pocas cosas que la animaban en el ultimo tiempo. Pero habia llegado tarde, y si se tomaba esa hora sagrada, iba a tener que quedarse despues de hora en la oficina. Encima tenia trabajo atrasado. Que mas daba. Nadie la esperaba en casa. Bueno, estaba Pipo. Su gato anaranjado rescatado de la calle. El si que tenia devocion por ella. Era un gatito especial. Pero no iba a morir de hambre. Habia pasado cosas peores antes de conocerla. Se encontraron a la una en punto en el barcito de la esquina. Amanda podia tener muchos defectos, pero la impuntualidad no era uno de ellos. Siempre llegaba a horario a todos lados, ya fuera a una reunion de trabajo, a una fiesta o a la cita con el dentista. Tendria que hacerle confesar el secreto. Ella, por mas que se lo propusiera, nunca lograba llegar a la hora convenida. Por eso, cuando se encontraron en el horario establecido, Amanda la beso y la abrazo como si fuera su cumpleanos. --!Epa! No exageremos --contesto Lola al efusivo saludo. --Algo te pasa. Definitivamente tenes alguna enfermedad, de esas bien raras. --Deja de decir pavadas, queres. Tenia que salir de la oficina. No aguantaba mas. --Otra vez lo mismo --asevero Amanda arqueando las cejas. --Si. ?Que puedo hacer? No lo controlo. Desde que habia sucedido la circunstancia, como solia llamarla, los episodios se repetian. Falta de aire, sofocacion, jaqueca. Todas juntas y de repente. No lo podia manejar. --Ataque de panico. Eso es lo que tenes. Lo busque en Internet --dijo Amanda categoricamente. --Callate. Ataque de panico es otra cosa. Son nervios, nada mas. Estando aca con vos se me pasa. -
Si me ladras de Veronica Valenzuela
https://gigalibros.com/si-me-ladras.html?Que pasaria si alguien que no esperas, sellara tu destino amoroso? ?Y si ese alguien fuera un perro callejero que escondiera un increible secreto?
Aitor es un profesor de arte que se queda en paro por los recortes en la Universidad de Madrid donde da clases.
Con un cuerpo de infarto y una inteligencia por encima de la media, probara suerte en trabajos desastrosos, hasta que encuentra la horma de su zapato en una oferta que no puede rechazar. Solo hay un inconveniente: odia a los sevillanos y a los perros.
Rio es una veterinaria competente y rebelde, que pertenece a la aristocracia, a la que detesta. Cuando su padre contrata al hombre mas horrible del planeta como restaurador y asesor de su coleccion de arte, con un caracter cabezota de mil demonios y el aspecto de un dios vikingo, los esquemas de la chica se haran mil pedazos.
Juntos, la quimica y algo mas, saltaran a la palestra. ?Podran hacerle frente? -
El arte de la paz de Morihei Ueshiba
https://gigalibros.com/el-arte-de-la-paz.htmlLas ensenanzas recopiladas en este libro proceden de las charlas y escritos de Morihei Ueshiba, fundador del popular arte marcial japones conocido como aikido, una disciplina psicofisica que el denomino "arte de la paz", y que ofrece un camino no violento hacia la victoria frente al conflicto. Ueshiba considero que los principios del aikido podian aplicarse a todos los desafios a los que nos enfrentamos en la vida: en las relaciones personales, al interactuar con la sociedad, en el trabajo o los negocios. Esta edicion de El arte de la paz incluye ademas una biografia de Ueshiba, un ensayo de John Stevens que presenta las opiniones de Ueshiba respecto al "arte de la guerra frente al arte de la paz", unos extraordinarios poemas didacticos y caligrafias del propio Ueshiba.
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Todos queremos ser Hippies en verano de Esther De La Torre Gordaliza
https://gigalibros.com/todos-queremos-ser-hippies-en-verano.htmlA Micaela le ha dejado su novio y acude a una bruja mexicana para que le ayude a ser duena de su destino. Unas senales le llevan a viajar sola desde Madrid hasta la Isla de Ons, en Pontevedra, Galicia. La Isla de Ons es famosa por tener un agradable campamento hippie. Pero tambien por ser el lugar donde acontecieron antiguas historias sobre hadas y brujas y donde lo real y lo sobrenatural se confunde. Al llegar a la isla, Micaela camina a traves de un impresionante bosque hasta una playa solitaria frente al Atlantico, donde le esperan el misterio y la magia.
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Neuroeducacion de Francisco Mora
https://gigalibros.com/neuroeducacion.html?Que es la NEUROEDUCACION? ?Se puede hablar de NEUROEDUCADORES, una nueva profesion?
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El veneno de tu amor de Fernanda Suarez
https://gigalibros.com/el-veneno-de-tu-amor.htmlLlega la ultima entrega de la serie <
> iniciada con Perfectamente imperfecta. -
Asmina, amores y pasiones de una esclava de Isabella Abad
https://gigalibros.com/asmina-amores-y-pasiones-de-una-esclava.htmlAfrica, 1790. Los cazadores de esclavos atrapan a Asmina, joven mujer de la tribu Fon. Su sencillo mundo se derrumba y lo pierde todo: familia, hogar, libertad.
Trasladada al Brasil portugues, nucleo de la produccion azucarera y cafetalera, la larga cadena depesares comienza. Pero tambien la esperanza y la hermandad del candomble, religion sincretica. Gracias a ella, Asmina confiara solo en la orixa,el espiritu Obba para su salvacion.
El dolor tiene cara de hombres blancos y Marciano sera su nemesis. Pero en el horizonte de desastres, Marco Braganza se presenta como la cara bondadosa del sistema y con el, el amor, prohibido y pasional. Con el, los suenos del romance baten alas y todo se presenta diferente.
Los acontecimientos se suceden y en la voragine de los mismos, emerge un nuevo hombre: Demba, un esclavo con hambre de libertad, un gigante de ebano que considerara a Asmina de su propiedad desde que la ve.
Entre ellos y un paraiso lejano, los quilombos del Matto Grosso, se debaten el corazon y la razon de Asmina.
En el marco de uno de los comercios mas horrendos de la historia, el trafico negrero, y las fazendas brasilenas, una ficcion que te impactara por su crudeza y que te llenara de emociones..
Esta es la vida de Asmina, ?te atreves a conocerla? -
Mi lugar cerca del cielo de Mita Marco
https://gigalibros.com/mi-lugar-cerca-del-cielo.html?Y si tu vida se redujese al trabajo?
?Y si tuvieses dos amigas locas dispuestas a cambiar eso?
?Y si se empenan en presentarte a un chico monisimo y super simpatico?
?Y si, por si fuera poco, te vuelves a encontrar con tu ex novio, porque ha vuelto de Miami?
?Y si, cada vez que lo vuelves a ver, tu corazon parece que salta a la comba?
?Y si hubiese vuelto a por ti y tu estas conociendo a otro?
?Y si guardases un gran secreto que pudiese destruir esa relacion con la que siempre sonaste?
Esta es la historia de Sara. De segundas oportunidades y nuevos comienzos. Un libro romantico, divertido y real como la vida misma, donde, quizas, te sientas mas identificada con nuestra protagonista de lo que crees. O quizas no. -
Chispas de amor en el aire de India Alvarez
https://gigalibros.com/chispas-de-amor-en-el-aire.htmlTres entretenidos y emotivos relatos de amor con un nexo comun.
Una fecha magica, rodeada de chispas, de suenos y deseos, que parecen solo posibles en esa epoca del ano, la Navidad.
Hay casualidades que, en ocasiones, nos empujan en una direccion y un camino en la vida que, aunque no siempre parezca el mejor, si sera aquel que nos lleve al amor y la felicidad.
Estas historias romanticas podrian pasarte a ti, pero…., en este caso, los protagonistas son Mar y Carlos, Sonia y Manu, y Maya y Alex.
Las chispas de amor que cambiaron sus vidas.
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Cena de gala de F. Carod
https://gigalibros.com/cena-de-gala.htmlTodos los matrimonios tienen problemas pero hay algunos que no tienen vuelta atras. Despues de diez anos de matrimonio, Abigail e Inaki festejan este dia con una gran cena de gala en el salon Montana Azul, sin embargo, cerca de la media noche, Inaki lleva a su esposa a un mirador en donde le tiene preparada una sorpresa, pero Abigail regresa al salon en lagrimas: Inaki ha desaparecido.
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Pequenos fuegos por todas partes de Celeste Ng
https://gigalibros.com/pequenos-fuegos-por-todas-partes.htmlEn Shaker Heights, una tranquila y prospera zona residencial de Cleveland, todo esta planeado, desde el trazado de las carreteras hasta los colores de las casas, incluso el triunfal futuro de sus vecinos. Nadie encarna mejor este espiritu que Elena Richardson, cuya vida se rige por un principio fundamental: jugar siempre dentro de las reglas sociales. La historia comienza cuando Mia Warren, artista enigmatica y madre soltera, llega a esta idilica burbuja con Pearl, su hija adolescente. Mia lleva consigo un pasado misterioso y un desprecio por las reglas que acabaran amenazando esta comunidad tan cuidadosamente ordenada.
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Jamas Digas Mentiras de Lexy Timms
https://gigalibros.com/jamas-digas-mentiras.html!La autora de Best Sellers del USA Today, Lexy Timms te trae una sexy y dulce novela romantica que te tendra apoyando a la mas debil todo el tiempo!
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Enola Holmes 1. El caso del marques desaparecido de Nancy Springer
https://gigalibros.com/enola-holmes-1-el-caso-del-marques-desaparecido.htmlLa unica luz en la calle lucha por llegar desde unas pocas farolas todavia integras y de los candiles sobre los adoquines, vigilados por los viejos que venden caracoles de mar hervidos a las puertas de las tabernas. La forastera, ataviada de negro de la cabeza a los pies, se desliza entre las sombras como si fuera una sombra mas, invisible a los transeuntes. Segun las costumbres del lugar del que procede, es impensable que una mujer salga por la noche sin que su marido, padre o hermano la acompane. Pero ella hara lo que sea necesario para ir en busca de quien se ha perdido. Bajo el velo negro, sus ojos estan atentos, y mientras camina, analiza, busca y observa. Ve los trozos de cristal sobre los adoquines agrietados. Ve las ratas que se pasean insolentes, arrastrando sus repugnantes colas sin pelo. Ve a ninos harapientos que corretean descalzos entre las ratas y los cristales rotos. Ve a parejas, hombres con chalecos de franela roja y mujeres con bonetes de paja baratos, bamboleandose cogidos del brazo. Ve a un individuo tirado contra una pared, ebrio o dormido entre las ratas, o tal vez muerto. Observa, pero tambien escucha. Desde algun lugar, un organillo entona una melodia que se eleva por el aire tiznado, y la buscadora con el velo negro oye la alegre cancion. Escucha a una ninita que, a las puertas de una taberna, llama: <>. Escucha los chillidos, las risas y los gritos de los borrachos y los vendedores ambulantes que anuncian su mercaderia. --!Ostras, ostras! !Con vinagre, para comerlas de un bocado! !Muy jugosas! !Cuatro por un penique! Huele el vinagre. Huele la ginebra, el repollo hervido y las salchichas, la sal en el aire procedente del muelle cercano y el hedor del rio Tamesis. Huele el pescado podrido. Huele el tufo que emana de las alcantarillas. La mujer acelera el paso. No debe detenerse: no solo busca a alguien; a ella tambien la acechan. La cazadora del velo negro tambien es la presa. Debe alejarse para que los hombres que la estan persiguiendo no la encuentren. En la siguiente farola, ve a una mujer con los labios pintados y los ojos emborronados que espera en el umbral de una puerta. Una calesa se detiene justo en frente, y de ella se apea un hombre ataviado con un frac y una brillante chistera de seda. Aunque la mujer en el umbral lleva un escotado vestido de noche que tal vez pertenecio en otro tiempo a una dama de la clase social del caballero, la observadora de negro no cree que el caballero haya venido hasta alli para recoger a su pareja de baile. Ve los ojos demacrados de la prostituta, el miedo que se esconde tras ellos pese a la sonrisa en sus labios embadurnados de carmin. No hace mucho, a unas pocas calles de alli, aparecio el cadaver de una de sus companeras, abierta en canal. La buscadora de negro aparta la mirada y continua su camino. Un hombre sin afeitar apoyado en una pared le guina un ojo. --Senora, ?que hace usted por aqui tan solita? ?No quiere compania? De tratarse de un autentico caballero, no se hubiera dirigido a ella sin haberse presentado previamente. Lo ignora y continua a paso acelerado. No debe hablar con nadie. No pertenece a este lugar. El hecho de reconocerlo no la incomoda, ya que jamas ha pertenecido a ninguna parte. Y, de algun modo, siempre ha estado sola. Pero su corazon se apena al inspeccionar las sombras, porque ahora no tiene hogar, porque ahora es una forastera en la ciudad mas grande del mundo y no sabe siquiera donde pasara la noche. Y si, Dios mediante, vive hasta la manana siguiente, solo puede tener esperanzas de encontrar al ser querido que esta buscando. Adentrandose mas y mas en las sombras del misero barrio cercano a los muelles del este de Londres, sigue adelante. Sola. CAPITULO PRIMERO Me encantaria saber por que mi madre me puso de nombre <
>, el cual, leido del reves, en ingles, significa < >. A mi madre le gustaban, o tal vez aun le gusten, los mensajes en clave y los acertijos, asi que seguro que algo pretendia con el nombre, ya fuera una premonicion, algun tipo de bendicion enigmatica o incluso un plan, aunque mi padre todavia no habia fallecido. Sea lo que fuere, durante mi infancia casi cada dia ella me decia: < >. De hecho, esa era su habitual cantinela de despedida cada vez que salia hacia la campina cargada con su cuaderno de dibujo, sus pinceles y sus acuarelas. Y en verdad, sola es como me dejo cuando, una tarde de julio, la misma de mi decimocuarto cumpleanos, no volvio a Ferndell Hall, nuestro hogar. Al principio, como celebre mi fiesta de cumpleanos con Lane, el mayordomo, y su esposa, la cocinera, la ausencia de mi madre no me preocupo especialmente. Aunque nuestra relacion era cordial, mama y yo rara vez interferiamos en los asuntos de la otra. Supuse que la habria retenido algun asunto urgente, y mas cuando habia dado instrucciones a la senora Lane para me entregara varios paquetes a la hora del te. Los regalos de mama fueron: Un set de dibujo: papel, lapices de grafito, un cortaplumas para afilarlos y una goma de borrar de caucho de la India, todo ello organizado ingeniosamente en una caja plana de madera que, al abrirse, se convertia en un caballete. Un libro bastante grueso titulado El significado de las flores (con explicaciones sobre los mensajes en abanicos, panuelos, lacres y sellos de correos). Otro cuadernillo mucho mas pequeno lleno de mensajes en clave. Aunque sabia dibujar hasta cierto nivel, madre me animaba a mejorar la poca mano que tenia. Ella sabia que disfrutaba dibujando, al igual que disfrutaba leyendo cualquier tipo de libro, sobre cualquier tema. Sin embargo, en lo que se refiere a mensajes encriptados y acertijos, sabia que no me interesaban para nada. Pese a eso, y como podia apreciar con claridad, habia confeccionado con sus propias manos y especialmente para mi ese pequeno libro, doblando y cosiendo ella misma las paginas interiores, que estaban decoradas con algunas de sus refinadas acuarelas de flores. Resultaba obvio que habia estado trabajando en el regalo durante un tiempo considerable. < >, me dije con firmeza varias veces durante la tarde. Aunque no tenia ni idea de donde podia estar mama, suponia que regresaria mas tarde o enviaria un mensaje por la noche. Dormi placidamente y sin preocuparme. Sin embargo, a la manana siguiente, Lane nego con la cabeza. No, la senora de la casa no habia regresado. No, no habia llegado ningun mensaje. Afuera, una lluvia gris se compenetraba con mi estado de animo, que fue volviendose cada vez mas intranquilo. Despues de desayunar, subi de nuevo las escaleras hacia mi dormitorio, un refugio agradable en el que el armario, el lavamanos, el tocador y el resto de los muebles estaban pintados de blanco y decorados con unas cenefas de florecillas rosas y azules. La gente solia llamarlo < >: mobiliario barato propio de una criatura, pero a mi me gustaba. Casi siempre. En aquel preciso dia, no. No podia permanecer en el interior de la casa; de hecho, no podia sentarme, excepto para calzarme las botas de agua a toda prisa. Ataviada de forma comoda con una camisa y unos pantalones bombachos que habian pertenecido a mis hermanos, me puse un impermeable por encima. Y asi, vestida enteramente de goma, brinque escaleras abajo y cogi un paraguas del perchero. --Salgo a dar un vistazo --anuncie a la senora Lane mientras atravesaba la cocina. Que extrano. Eran las mismas palabras que pronunciaba casi cada dia cuando salia para… buscar cosas, por ejemplo, aunque generalmente no sabia que. Cualquier cosa. Trepaba a los arboles solo para ver que encontraba: conchas de caracol con franjas granates y amarillas, nueces, nidos de pajaros. Y si me topaba con el de una urraca, buscaba en su interior: botones, trozos de cinta brillante, un pendiente extraviado. Jugaba a que algo de mucho valor se habia perdido y yo lo estaba buscando… Solo que esta vez no era un juego. La senora Lane tambien sabia que esta vez era diferente. Como siempre hacia porque nunca lo llevaba, deberia haberme preguntado: <>. Pero no dijo nada cuando sali. Cuando sali a dar una vuelta para buscar a mi madre. Convencida de que podia encontrarla yo sola. En cuanto estuve lo suficientemente lejos de la cocina como para que no me vieran, empece a correr de un lado a otro como un perro beagle, olisqueando cualquier senal de mama. El dia anterior por la manana, como capricho de cumpleanos, me permitieron holgazanear en la cama hasta tarde, asi que no la habia visto marcharse. Pero supuse que, como era su costumbre, habria salido algunas horas para dibujar bocetos de flores y plantas, por lo que primero la busque en los terrenos de Ferndell. Mama administraba las tierras, y le gustaba que las cosas crecieran a su propio ritmo y sin interferir. Vague por los jardines de flores silvestres, por los pastos invadidos de aliagas y zarzas, por los bosques cubiertos de vides salvajes y hiedra. Y durante todo ese tiempo, el cielo gris siguio llorando lluvia sobre mi. Reginald, el viejo perro collie, troto a mi lado hasta que se canso de mojarse y fue a buscar cobijo. Que criatura tan sensata. Calada hasta los huesos, sabia que debia imitarlo, pero no pude. Mi ansiedad y mi paso se habian acelerado guiados por el azote del panico; panico de que mi madre estuviera ahi fuera, herida, enferma o --un recelo que no podia ahuyentar por completo puesto que madre no era precisamente joven-- de que hubiese tenido un ataque al corazon. Podia estar… pero no, no podia ni pensarlo; hay otras palabras. Fallecida. De viaje hacia el mas alla. Difunta. Se fue con mi padre. No, por favor. Se podria pensar que como madre y yo no estabamos muy < >, su desaparicion no iba a afectarme lo mas minimo. Sin embargo, fue mas bien al contrario. Me senti horrible. No dejaba de decirme que si algo le ocurria, seria culpa mia. Siempre me sentia culpable de… de todo. De respirar. De haber nacido indecentemente tarde en la vida de mi madre. Menudo escandalo, menuda carga. Y siempre habia contado con resolverlo cuando creciera. Tenia la esperanza de que un dia, de alguna manera, conseguiria hacer brillar una luz que sacaria mi vida de las sombras de la verguenza. Y entonces mi madre me querria. De modo que tenia que estar viva. Y yo estaba obligada a encontrarla. En mi busqueda, cruce y cruce los bosques en los que nuestros antepasados habian cazado liebres y urogallos. Subi y baje por la roca de la gruta, toda ella tapizada con los helechos que dan nombre a la propiedad,* un lugar que me encantaba pero en el que hoy no me entretuve. Continue hasta los limites de la finca, donde los bosques daban paso a las tierras de cultivo. -
El arbol de las almas perdidas de Emma Kelsen
https://gigalibros.com/el-arbol-de-las-almas-perdidas.htmlagia”
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Te deseo de Katee Robert
https://gigalibros.com/te-deseo.htmlRoman Bassani haria cualquier cosa por cerrar un trato. Incluso perseguir a Allie Landers al Caribe para hacerle una oferta por su empresa. Se esperaba un reto, no una atraccion inmediata e irresistible. Despues de una aventura de una noche, acordaron dejar al margen los negocios… por el momento. La isla los incitaba a que fuesen unas torridas vacaciones sexuales, pero ?que pasaria con los intereses de cada uno cuando volvieran del paraiso?