• libro vacaciones en el caucaso - Maria Iordanidu

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    En julio de 1914, cuando Ana partio de Constantinopla con destino a Rusia, dejo atras la digna Constantinopla del siglo pasado. La Constantinopla de su abuela y de su madre. La Constantinopla de los movimientos lentos de los cocheros y de los estibadores, y tambien del barrio europeo donde la sombra de las abuelas aun planeaba por encima de las cocinas con los braseros y las hachuelas de destazar. Aquella era la epoca en que la Virgen extendia su mano y paraba la lluvia cuando Loxandra hacia la colada. <>, decia Loxandra, y en Constantinopla ese dia no caia ni una gota de lluvia. En agosto de 1920, cuando Ana volvio de Rusia, paso del medievo al siglo XX de un solo salto. La plaza de Karakoy estaba abarrotada de militares ingleses y franceses, de soldados griegos, de refugiados rusos, de judios, levantinos[1] y griegos que habian amasado su fortuna recientemente. Los estibadores y los arabadzides habian desaparecido... Ahora circulaban... !automoviles! En las angostas callejuelas de Galata, los camiones del ejercito frances bocineaban hasta dejarte sordo y eran capaces de matar a la gente con tal de rebasar a los vehiculos ingleses que corrian como omnipotentes angeles del cielo... !Ay de los derrotados! Nous avons gagne la guerre..., cantaba la Madelon de la victoire[2] invitando a cervezas en los bares y en los grill rooms que habian proliferado por todos lados como champinones. Ya ni en la confiteria de Retzepis se podia entrar porque frente a su puerta habia apilados un monton de barriles de cerveza vacios. Uno que se parecia al gobernador general de la provincia de Astracan deambulaba por el puente de Galata con una bandeja en las manos vendiendo pirozhki. Tres Johnnies ebrios, frente a la panaderia de Karakoy, querian golpear al bugatsero porque no vendia whisky. Los organillos, con banderitas griegas clavadas entre las flores de papel que enmarcaban el retrato de Pulu, tocaban melodias patrioticas como <>.[3] !Fotografias de Elefterios Venizelos en los cafes![4] Y por doquier, la gente entonaba al unisono el largo camino a Tipperary...[5] En Pera,[6] ahi donde esta el hotel Londres, era imposible pasar, porque una decena de soldaditos jovenes se habia puesto a media calle a bailar un kalamatianos. Y en la avenida principal el transito estaba detenido porque los escoceses, ataviados con pieles de leopardo, desfilaban tocando sus gaitas y golpeando sus tambores. El hotel Tokatlian daba la impresion de un cadaver hinchado que acabo por reventar. Frente a sus puertas pululaba un hervidero de gusanos: empresarios, agentes extranjeros, traficantes de droga, proxenetas y prostitutas de todos tipos. Un lujo desvergonzado, una juerga enloquecida, !un carnaval! La gran ramera de Babilonia, vestida de purpura y escarlata y adornada de oro, se paseaba por las calles de Pera y de Galata. Ochi chiorniye...[7] sonaba una y otra vez en los cafe-chantant. <>, cantaban las aristocratas rusas vendiendo sus ultimos diamantes para pagar el espumoso vino. Levantinas y judias de Avanos y Tahtakale llevaban velo y se hacian pasar por turcas, porque habia demanda de colorido local y las turcas de verdad se habian escondido. Un negro senegales del regimiento de Mac Mahon se comio la teta de una gran duquesa rusa. Y dos bailarinas del Bolshoi, de puro miedo, sufrieron convulsiones frente al Galatasaray.[8] A Ana le daba vueltas la cabeza. Arrastrando los pies, intentaba subir la cuesta de Akartsa preguntandose: <>. En lo que llegaba a Tatavla, cayo la noche. Las ventanas de las casas comenzaron a encenderse paulatinamente. Habia muchas puertas abiertas y gente sentada afuera, tomando el fresco. Algunos eran conocidos, pero nadie la reconocio. Como una sombra venida de otro mundo, Ana fue pasando frente a ellos, hasta que llego a la iglesia de San Demetrio y dio vuelta a la izquierda. Al cabo de muy poco fue a dar frente a la casa de la tia Agatho, donde estaba segura de encontrar a su mama. Miro hacia arriba, todo estaba oscuro. Se detuvo un momento, los dientes apretados, la frente perlada de sudor, <>. <>. Un gato se froto contra su pierna. Un gato gris. Un gato peludo como el Aslan que tenian. Como el As... !Aslan! --!Aslan! !Aslan!--exclamo Ana llorando--. Aslan querido, ?donde esta Dick? ?Donde esta nuestro perrito? ?Se murio? Una ventana del primer piso se abrio y se oyo un <>. Cuantos anos hacia que Ana no habia oido ese <> de la tia Agatho. Y segundos mas tarde la voz histerica de su mama: --!Me voy a volver loca! !Sostenedme! !La nina! Dos ventanas se iluminaron. Una puerta rechino. La escalera de arriba crujio. Porque asi era esa escalera, crujia. <>, penso Ana, y sabia que en cuanto alcanzaran el pie de la escalera, tropezarian con la mesita en la que esta el jarron chino y comenzarian a discutir. Lo dicho, ya empezaron. --Pero mujer, !que mania la tuya de poner esta mesita aqui! !Un dia nos vamos a matar! Y la tia Agatho: --Pero si su lugar es este, ?donde quieres que la ponga, Klio? El lugar de la mesita era ese, cerca de la escalera. El lugar del taburete pequeno, frente al sillon de terciopelo. Y cuando te sentabas en el canape, no tenias taburetito para los pies. Y es que en las casas, cada objeto tiene su lugar, porque cuando Dios hizo las mesitas y los taburetes y todo lo habido y por haber, lo coloco, en su inmensa sabiduria, tal y como luego lo encontraron las amas de casa en sus hogares. Y las amas de casa, todas, son iguales. Los zares pueden ser derrocados en Rusia, la faz de la tierra puede cambiar, pero a Varvara Vasilievna le sigue mortificando que caiga agua en su sillon de raso--ese sillon que unos dias despues seria lanzado por la ventana junto con sus otros muebles y acabaria, cojo, en la acera--. Y Praskovia Afanasievna, con tal de no perder ninguno de sus enseres domesticos, decidio quedarse en su casa, que estaba en la zona del fuego, y acabo quemandose viva. Lo mismo podria haberle ocurrido a la tia Agatho, y a su mama... Pero no, ahi estaban, tal como las dejo. --!Que no te me adelantes, te digo! Detras de la puerta discutian por quien cogeria primero la llave, quien levantaria primero la tranca. <>. <>. Algunas palabras resuenan como un semantron en el oido,[10] como una voz venida de otro mundo. De un mundo que ya no existe, y runrunean nostalgicas en el mundo que empieza. 2 El primer mundo de Ana habia sido el entorno festivo y hogareno de su casa constantinopolitana. Personas ahitas, de buen corazon, sencillas. Una fiesta ininterrumpida habia sido aquella primera vida suya, siempre pegada al delantal de su abuela Loxandra, y dentro de su cocina. ?Que necesidad tenia de los juguetes de pacotilla del Bon Marche si todo lo habido y por haber en su casa estaba a su disposicion? <>. !Que no harian! ?Abrir los atadijos de las telas y encontrar un trapito para coger las ollas calientes, o limpiar las rosas para hacer mermelada, o tenir los huevos y amasar la harina para los tsurekis de Pascua, o ir a Therapia[11] a felicitar al tio Kotsos que hoy celebra su santo? Cada ano en verano iban al campo, a Halki. Mas tarde, cuando la familia se instalo por un tiempo en el Pireo, ya no tenian necesidad de ir al campo porque su casa estaba sobre el mar, en Kastella. !Ah, que bonitos anos aquellos que Ana vivio en el Pireo! Aunque... ?y que me dices de los anos del colegio, cuando regresaron a vivir a Constantinopla? ?Eh? Esos anos fueron felices entre los mas felices. Tan felices que uno lamenta que hayan pasado. Otros tres anos asi de dichosos le quedaban a Ana por delante hasta terminar el colegio. Y luego se habria ido a estudiar a la universidad si no hubiera llegado aquella fatidica carta desde Batumi. La carta que partio su vida en dos. Por lo general, en su casa, una carta de Batumi era sinonimo de pelea, porque Ana estaba obligada a contestar. Y es que en Batumi vivia el hermano de su madre, el que las mantenia. --Que escribas, te digo--ordenaba Klio. Ana se sentaba con la pluma en la mano y dibujaba un gallito en el papel secante. --Ana, he dicho que escribas. --?Y que le digo? --Dile que le pides a Dios que nos reste dias de vida a nosotras para darselos a el. --!Y un cuerno! Y acto seguido comenzaba la pelea. Ana no era desagradecida y sabia muy bien que el tio Alekos, el que vivia en la Santa Rusia, era quien pagaba un monton de liras para que ella pudiera estudiar en el colegio; era quien antano --es decir, antes de que se casara con la tia Claude, que lo manejaba a su antojo--mandaba caviar y tambien iconos recubiertos de oro, y aquellas cucharitas y vasitos rusos banados en oro y con el aguila bicefala del zar estampada. <>, aprendio a decir Ana de su abuela, y al Paraiso se lo imaginaba ahi, en Rusia, donde todo era grande y abundante, donde todo era interminable, todo, incluso las horas. <>, le decia Loxandra al verdulero cuando este se demoraba. Ana veia al tio Alekos en aquel Paraiso ruso como a un dios. El dios terrible de Abraham y de Isaac, al que habia que cantar himnos con panderos y danzas, con laudes y flautas para ganarselo, porque aunque por un lado ofrecia la Tierra Prometida, por el otro no se lo pensaba mucho para pedir un sacrificio de sangre. Cada ano, cuando se acercaba septiembre, Ana lo pasaba fatal hasta que llegaba la noticia de que la matricula del colegio habia sido cubierta. En cuanto a la universidad, que le habian prometido para despues, Ana estaba dispuesta a hacer por ella todos los sacrificios del mundo. Si hubiera tenido el arpa de David o los cimbalos de Jerusalen, quiza habria podido producir el ruido necesario para expresar su agradecimiento, pero teniendo unicamente la pluma le era imposible. Y, por eso, siempre habia pleito. ?Que le podias escribir o que le podias decir a una persona a la que no habias visto mas de tres veces en tu vida y de la que corrias a esconderte debajo de alguna mesa o detras de algun ropero cada vez que aparecia? La ultima vez que ese tio habia ido a su casa habia traido con el a su mujer para que besara la mano de la abuela, es decir, de su madre, Loxandra. La mujer que el tio Alekos habia tomado por esposa se llamaba Claude y era francesa, una francesa muy delgada que entro en la casa como un huracan y la recorrio completita, por dentro y por fuera. Queria verlo todo, queria saberlo todo. Cuanto aceite se usaba para la comida, cuanto dinero se le pagaba a la sirvienta, por que vivian en esa casa situada en la calle principal de Pera y no se iban a vivir a una casa mas economica. Por que tenian animales. Los animales son portadores de microbios. Habia que deshacerse de ellos. A Aslan, el gato, que por aquel entonces tendria un ano, no le vieron el pelo durante todos los dias que duro la visita de la tia Claude. Se iba muy temprano por la manana y volvia muy tarde por la noche para guardarse bien guardadito en la cocina. A Dick, el perro de Ana, hubo que amarrarlo porque cada vez que veia a la tia Claude grunia. La abuela, que ya no salia de su recamara y que apenas oia, no se percato de nada de todo aquello. A sus noventa anos, ?que sentido tenia decirselo y mortificarla? En cuanto aquellos huespedes se fueron de la casa, el mundo entero respiro aliviado. <>, dijo la madre de Ana apenas cerrar la puerta detras de ellos. Y desde entonces el nombre de la nuera fue <>. El tio Alekos era <> y la culpa de todo la tenia <>. --Estas son maquinaciones de aquella--volvio a decir Klio en cuanto termino de leer la fatidica carta, y estaba a punto de romperla cuando Ana se la arrebato de las manos. Da vertigo pensar de que cosas tan pequenas depende la vida del hombre. Si Klio hubiese roto la carta aquel dia, !que distinta habria sido la vida de Ana! Pero ?quien iba a saber? <>, dicen. Y asi es. La carta era una invitacion a Ana para que hiciera un viajecito de placer a Rusia, un viajecito de un mes. Es decir, hasta que la escuela abriera sus puertas a principios de septiembre. Ana podria tomar rapidamente el Sicilia de la Lloyd Triestino, cuyo capitan era amigo de su tio Alekos. Su madre la embarcaria en Constantinopla y el capitan, personalmente, se la entregaria a la tia Claude en Batumi. La tia Claude, decia la carta, la estaba esperando para recorrer juntas el Caucaso y visitar a una pariente que vivia en el norte, en una ciudad llamada Stavropol.

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    8 jul 2020 — María Iordanidu: Vacaciones en el Cáucaso. Idioma original: Griego ... Este no es un libro de viajes ni nada por el estilo.

  • Vacaciones en el Cáucaso, de María Iordanidu - Libros y ...

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    31 jul 2020 — Hace dos años, con la publicación de Loxandra, Acantilado nos descubrió a la escritora griega María Iordanidu (1897-1989), hasta entonces una ...

  • Vacaciones en el Cáucaso - María Iordanidu - Babelio

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  • Vacaciones en el Cáucaso | Wells Libros

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  • Vacaciones en el Cáucaso - Anika Entre Libros

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    "Vacaciones en el Cáucaso" es una novela escrita originalmente en los años ochenta del pasado siglo y que ahora ha sido editada y traducida por la editorial ...

  • «Vacaciones en el Cáucaso»: Del amor a Loxandra al ...

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    18 jul 2020 — El libro, con paralelismos autobiográficos con la vida de la autora, pero donde «los personajes son, casi todos, inventados», parte de una ...

  • Pasaje al misterio de Francisco Renedo

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    Pasaje al misterio es un libro de viajes hacia el enigma y lo insolito. Entre sus paginas podemos encontrar extranos objetos voladores que atemorizaron a sus observadores, personas desaparecidas en extranas circunstancias, pueblos que sufrieron terribles maldiciones, o apariciones y milagros que unos catalogan de divinos y otros de demoniacos.

  • Te quise de verdad de Cristina Salma

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    Nunca piensas que el amor de tu vida puede ser, tambien, tu peor pesadilla. Pero eso fue lo que me ocurrio y no estaba preparada para ello. Mi historia no te dejara indiferente…

  • El regreso del soldado de Rebecca Winters

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    Juntos aprenderian a confiar de nuevo. Anabelle Marsh estaba deseando partir hacia la costa de Amalfi para trabajar como modelo durante un mes en una excitante campana publicitaria. En un entorno tan bello, podria olvidarse de sus pesares y superarlos. Pero ella habia planeado curarse las heridas en privado, no compartir la estancia con un turbulento piloto herido en combate. Como antigua enfermera, Annabelle se sintio en la obligacion de ayudar a Lucca, aunque era evidente que el no queria que nadie se le acercara. Sin embargo, cuando la chispa prendio entre ellos, fue imposible detenerla. Capitulo 1 Annabelle Marsh se miro en el espejo del cuarto de bano mientras se quitaba el maquillaje, pero no reconocio la imagen de la mujer que vio reflejada en el. Era rubia y con los ojos de color violeta como ella, pero se la veia mas bella y radiante. Habia tenido un buen numero de hadas madrinas a su servicio para conseguir que estuviera tan hermosa. Marcella, disenadora de una famosa tienda de alta costura en Roma, habia elegido todos los modelos que llevaria en las sesiones fotograficas que tendria que hacer por media Italia. Contaba tambien, como complemento imprescindible, un selecto juego de joyas. Hacia cuatro dias que habian realizado el primer reportaje en una base militar cerca de Roma, frente al avion de combate MB-Viper, el mas moderno de la fuerza area italiana. Aun no podia creerselo mientras recordaba como habia empezado todo. --Seran solo tres semanas siendo la chica Amalfi --habia dicho Guilio --. Mi esposa y yo estaremos encantados de tenerla entre nosotros. Y despues, si usted quiere, volvera a ser la senorita Marsh. Ella estaba tratando de superar uno de los peores momentos de su vida. Hacia dos anos se habia divorciado de su marido. Habia recuperado su nombre y su vida de soltera, pero habia una cosa que no habia conseguido recuperar: la confianza en si misma. --Aun no se lo que ha podido ver en mi --habia replicado ella con cara de incredulidad. --Usted tiene justo el perfil que andaba buscando. Mis hermanos y yo, y toda la familia Cavezzali, llevamos en el mundo de los coches de diseno desde la Segunda Guerra Mundial, pero yo era el unico que sonaba con lanzar al mercado una linea de coches deportivos. Ha sido siempre la ilusion de mi vida. Los veia, en suenos, con su linea elegante y su atractiva carroceria, como si fueran el esqueleto de una mujer hermosa. --?Ha visto usted alguna vez mi esqueleto? --dijo ella con una sonrisa burlona. --En cierta manera, si, y me di cuenta de que tiene usted un encanto y un glamour indiscutibles que encajan perfectamente con Italia. Es la combinacion perfecta para mostrar al mundo una linea elegante pero completamente nueva del coche deportivo italiano. Annabelle nunca olvidaria aquel dia, hacia un par de meses, en que aquel disenador de coches llego al concesionario Amalfi en Los Angeles, California, para hablar de negocios con su jefe, Mel Jardine, el mayor distribuidor de automoviles Amalfi del pais. Guilio dijo que pensaba lanzar al mercado un nuevo y espectacular modelo de coche deportivo. Ella, como ayudante personal de Mel, se habia encargado de atender a Guilio en todos los aspectos tanto logisticos como de trabajo, y el habia insistido en que ella estuviese presente en todas las reuniones y se habia mostrado en todo momento muy atento con ella. Tanto, que Annabelle habia llegado a pensar que quiza el interes que aquel hombre casado demostraba por ella pudiera ir mas alla del terreno estrictamente profesional. Pero pronto vio disiparse sus temores al ver que su interes iba por un terreno que ella nunca se hubiera imaginado. Guilio le dijo, delante de su jefe Mel, que queria que ella fuera la modelo de la campana publicitaria del lanzamiento de su nuevo coche. Ella se rio al principio por lo absurdo de la idea, pero no se atrevio a decir nada al ver la mirada seria de Mel que parecia indicarle que no se precipitase en tomar ninguna decision sin escuchar antes lo que dijera aquel italiano. --Estoy hablando completamente en serio. Llevo todo el ano buscando a la mujer idonea y sabia que la reconoceria nada mas verla. Usted es la chica Amalfi. Usted es unica, igual que mi coche. Mel podra decirle que nunca he utilizado hasta ahora una mujer para anunciar uno de mis modelos de automovil. Annabelle sabia que decia la verdad. Estaba familiarizada con los catalogos de la tienda, en los que solo aparecian hombres italianos ricos y elegantes, como hombres de negocios de Milan, aristocratas de Roma o miembros de la alta sociedad de Florencia. --Me siento tan halagada que no se que decir, senor Cavezzali. --Llamame Guilio, por favor. --Esta bien, Guilio. ?Pero por que quieres presentar ahora una mujer en tu campana publicitaria? Tus anuncios son, desde hace tiempo, los mas atractivos e impactantes de toda la industria del automovil --le dijo ella con toda sinceridad. --Me agrada mucho oir eso, pero quiero que esta campana sea algo especial. Es en honor de mi querido hijo del que me siento muy orgulloso. Lucca fue a la escuela militar a los dieciocho anos y desde entonces no ha hecho mas que recibir condecoraciones en premio a su valor y heroismo como piloto de combate --dijo Cavezzali muy emocionado--. En honor a el, he bautizado mi ultimo diseno de deportivo con el nombre de Amalfi MB-Viper. Es el nombre del avion de combate que el pilota, ?sabes? Quiero que tu imagen aparezca en todos los folletos, en los anuncios de todos los medios de comunicacion, en el video promocional y hasta en el calendario que estoy preparando para el lanzamiento. Enviaremos posters y calendarios a todos nuestros concesionarios Amalfi para suscitar entre el publico el deseo de tener un producto unico en el mercado. Puedes estar segura de que todo el material grafico se hara con las maximas garantias de calidad y siempre contando con tu aprobacion previa. --Sera un gran honor para mi participar en ese lanzamiento --replico finalmente Annabelle. Su propio exmarido, Ryan, se habria quedado tambien boquiabierto de haberlo sabido. El tambien habia sonado con tener un dia un deportivo llamativo cuando terminara su periodo como medico residente en el hospital y se habria quedado hipnotizado viendo aquel lujoso y elegante modelo Amalfi MB-Viper. Pero su impresion habria sido aun mayor si hubiera visto a su exesposa, a la que el consideraba una mujer sosa y aburrida, ataviada de seda y diamantes y apoyada en el capo de aquella maravilla de coche. Durante su matrimonio, Annabelle se habia enterado de que el estaba manteniendo una relacion paralela con una enfermera en el mismo hospital donde ella habia hecho sus cursos de enfermera diplomada. Eso le habia partido el corazon. Pero no todo habian sido malas experiencias en aquel hospital. Alli habia conocido a Mel, ingresado por una grave patologia cardiovascular en una habitacion de la planta en la que ella estaba de servicio. Mel le habia hecho una buena oferta de trabajo y ella la habia aceptado, deseando dejar atras aquel hospital de tan infaustos recuerdos y empezar una nueva vida. La confianza que Guilio habia depositado ahora en ella le brindaba una nueva oportunidad de reafirmar su personalidad, tan deteriorada en los ultimos meses. --Te quedaras en mi casa con mi esposa, Maria, y conmigo. Estoy deseando presentarte a mis hermanos y a mis dos hijastros casados, que trabajan para mi. Viven muy cerca de mi casa. --Me encantaria, pero no puedo aceptar. Seria mucha molestia para tu esposa y para ti, Guilio.

  • Un amor de pelicula de Rachel Winters

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    Tras siete anos como asistente, Evie Summers esta lista para obtener la promocion que se merece. Pero la agencia de cine donde trabaja esta en la cuerda floja y Evie perdera su trabajo si no consigue convencer a su cliente mas importante y arrogante para que termine de escribir el guion de una comedia romantica de Hollywood.
    Cuando el guionista confiesa que no hay nada escrito, Evie le propone un pacto: si ella puede probarle en tan solo tres meses que es posible enamorarse en la vida real como en una pelicula, el escribira el guion. Evie se embarca en una mision a contrarreloj: recrear todos los primeros encuentros de las peliculas romanticas para conocer a un hombre de la misma manera que Sally conocio a Harry o Hugh Grant se enamoro de Julia Roberts en Notting Hill.

  • La chica que sonaba con respirar bajo el agua de Joana Arteaga

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    Jorie Sue ha huido de su casa para escapar de una vida miserable, un marido abusivo y un futuro sin ilusiones. Es joven, bonita y lista, pero esta rota por dentro.
    En su huida, encuentra refugio en la plantacion de un adusto hombre que tiene muchos problemas con los que lidiar, incluida una mocosa de nueve anos que le cae del cielo y que llega en el peor momento posible. Jorie Sue es justo lo que precisa para que todo a su alrededor no se desmorone.
    Pero, ?que pasa cuando colisionan las vidas de dos personas opuestas que se necesitan hasta para respirar?

  • Entregame tu corazon de Maribel Martin

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    William era el hombre perfecto, al menos lo era para su amiga y Kristine estaba convencida a hacer cualquier cosa con tal de que empiecen a salir pero ?que ocurriria si ella comienza a enamorarse de el?

  • Mujeres en las Sombras de Aina Castillo

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    Adolescente en el Bosque: Sumisa Virgen Secuestrada y Esclavizada por el Amo Dominante
    18 anos. Virgen. Sola el bosque.
    Y el.

  • Una muchacha muy bella de Julian Lopez

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    Una estatua del Botanico, un pullover tejido con ochos, comida preparada de a dos, son las piezas entranables del tiempo en que una madre sola y su hijo han pasado juntos hasta el secuestro o muerte de ella. Sin embargo, Una muchacha muy bella no es un testimonio sino de una ficcion y su narrador. Este narrador no sera un H.I.J.O. con puntitos en el medio sino quien narra todo lo que la madre no podria narrar en un campo de concentracion ni en los tribunales: el testigo-narrador no recuerda para evocar la vida de una victima sino para hacer existir a su madre bajo la luz de su mirada amorosa, con la precision de sus metaforas, la misa a las pequenas cosas.
    Con una prosa finisima y una morosidad de detalles propia de la letania pero tambien del poeta, Julian Lopez ha escrito un libro inolvidable.

  • Los que cambiaron y los que murieron de Barbara Comyns

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    Los patos atravesaron nadando las ventanas del salon. El peso del agua las habia abierto a la fuerza, de modo que los animales entraron en el interior. Circunnavegaron la estancia entre graznidos de aprobacion, despues partieron otra vez hacia al exterior para explorar el maravilloso nuevo mundo que habia llegado durante la noche. En los escalones del porche, el viejo Ives los llamaba aporreando su cubo rojo con un palo, pero aquel dia los anades desoyeron sus instrucciones y se alejaron remando, blancos y resplandecientes, hacia la cancha de tenis. Alli estaban los cisnes, sondeando el agua parduzca y turbia con sus largos cuellos. Por todas partes se oia el chasquido sibilante del agua al penetrar en lugares insolitos, resonaba un bramido lejano y por encima el griterio de los hombres que trataban de rescatar al ganado de los pastos cercanos al nivel del rio. Un cerdo paso chillando, sus patitas chapoteaban freneticamente y se agarraban al pescuezo, rojo y ensangrentado, y una barcaza de casco plano con varios hombres a bordo le iba a la zaga. La embarcacion daba vueltas y vueltas sobre los fieros remolinos de la corriente; con todo, al final salvaron al cerdo, que grito aun mas fuerte. Los ninos, Hattie y Dennis, contemplaban el rescate desde la ventana de un dormitorio, y de pronto salio el sol radiante y cegador y lo bano todo de plata. Desde abajo, el viejo Ives dijo: --Mala cosa que brille el sol con una riada, se lleva la humedad de vuelta al cielo. La abuela salio a su encuentro, e intercambiaron unas palabras en el porche. Olia intensamente a barro y era el primer dia de junio. En las cocinas, las criadas se habian arremangado las faldas prendiendolas con alfileres e intentaban preparar el desayuno entre chapoteos. Sus piernas desnudas estaban muy enrojecidas. En los fogones ardia una lumbre esplendorosa, y las llamas se reflejaban en el agua, pero el ambiente estaba impregnado de un olor a humedad y a bodega. Las muchachas --dos hermanas llamadas Norah y Eunice-- reian mientras perseguian una cesta flotante llena de huevos. Sus risas se transformaron en aullidos cuando una enorme sombra vocinglera paso volando por la ventana; pero no era mas que el ultimo de los pavos reales que aleteaba de un arbol al tejadillo de la carbonera. Los otros tres se habian ahogado durante la noche, y sus cuerpos flotaban tristemente por el jardin, aunque nadie estaba aun al corriente, como tampoco lo estaban de lo que les habia ocurrido a las gallinas. A lo largo del dia, encerradas en su corral penumbroso, sucumbieron a la depresion y al hambre y se precipitaron de una en una desde sus perchas para suicidarse en el agua gelida, dejando unicamente a los gallos con vida. Sus afligidas comadres cluecas, todas empollando, se hallaban en otro corral oscuro y pestilente y corrieron la misma suerte. Se colocaron sobre sus huevos en una especie de sueno negro y melancolico hasta que el agua las cubrio por entero. Cacarearon un poco; pero eso fue todo. Durante unos instantes tan solo sobresalieron del agua sus crestas rojas, y despues desaparecieron. Ebin Willoweed estaba dando un paseo en barca con sus hijas por el jardin sumergido. Remaba con brazadas suaves y poco efectivas, pues era un hombre perezoso, aunque gracias a una marcada vena curiosa, no era del todo indolente. Remaba bajo un sol ardiente; la luz refulgia con fuerza y el agua brillaba. De vez en cuando el bote se daba un golpe o un rasponazo cuando pasaba sobre una silla de jardin, un tronco o un objeto ligeramente cubierto por el agua. Desfilaban extranos objetos flotantes de aspecto deplorable: el cuerpo hinchado de una oveja ahogada, la lana mustia en el agua, una colmena blanca con las abejas, perplejas, revoloteando a su alrededor; un lechon recien nacido, rosado, y muerto; y los restos atroces de los pavos reales. Que sorprendente resultaba ver aquellas imagenes tan desoladoras bajo un sol radiante y un cielo azul; una llovizna brumosa habria sido mucho mas adecuada. Ahora pasaba un gato atigrado con la panza abotargada, las pequenas garras en la superficie y la cabecita hundida en el agua. Ebin Willoweed lo miro con interes con sus redondos ojos azules y le dio un toque suave con el remo. Pese a la profunda tristeza de sus hijas y sus ruegos por regresar a casa, puso rumbo al rio. Entonces la corriente se embravecio y el impacto de los remolinos contra arboles y postes se hizo audible, asi que no le quedo mas remedio que ceder un remo a una de las ninas para reconducir la barca hacia la seguridad del jardin. Despues de semejante esfuerzo se mostro ya mas dispuesto a volver. Cuando entraron en la casa, la abuela bajo apresurada de su dormitorio para recibirlos. Chapoteaba por el vestibulo inundado, y con su voz grave, mas bien nasal, grito: --Contadmelo todo acerca de la riada. ?Ha destrozado el puente? ?La presa ha aguantado? ?Sabeis si se ha ahogado alguien? Los bombardeaba a preguntas. Con una mano se arremangaba el largo faldon negro; con la otra sostenia la trompetilla larga y curvada. Emma, la nieta mayor, se acerco a la corneta y grito por ella unos instantes. El artilugio se cubrio de vaho, Emma se lo devolvio a su abuela y se limpio los labios con la falda de algodon. La abuela ordeno a voz en grito: --Pero no os marcheis todavia, contadme mas. ?Que ha sido de mis parterres de rosales? El hijo agarro la trompetilla que su madre sacudia freneticamente sobre la cabeza y voceo hacia sus negras profundidades: --Hay animales muertos flotando por todas partes. Tus rosales estan completamente cubiertos, tendras suerte si se salva un ramillete. --?Mollete? ?Que mollete? ?Ya esta la comida? La anciana se abrio paso por el agua hacia el comedor, donde Dennis se entretenia con una flota de barquitos de juguete. --!Hallo, marinero de agua dulce! --saludo su padre. El muchacho no respondio y se acuclillo para deslizar el barco que tenia en las manos. Los colores se le subieron a las orejas--. ?Te gustaria salir conmigo a rescatar alguna oveja? --le pregunto con fingido entusiasmo. --No, gracias, papa. Creo que hoy no me encuentro demasiado bien. Su padre lo miro con una mezcla de fastidio e impaciencia. --!Por Dios! Pero ?es que nunca te apetece hacer nada, blandengue? Bueno, subire a mi habitacion; es el unico sitio donde se puede estar hoy. No habra prensa, supongo. Se marcho del comedor sin dejar de refunfunar y subio las escaleras hacia su guarida en lo mas alto de la casa. --Cualquiera podria encontrarse mal --se dijo el muchacho para sus adentros, y siguio jugando con sus barquitos. Los habia construido el mismo y eran su mayor orgullo. --No le hagas caso a papa --lo animo Hattie--. ?Te has dado cuenta de que esta riada mantendra nuestras lecciones alejadas de su mente durante varios dias, o puede incluso que una semana? Rompio a reir de felicidad y empezo a chapotear por el agua con sus oscuros pies descalzos. La abuela reparo en que no habia indicios de los molletes y en que la estaban salpicando innecesariamente, asi que le propino un capon a Hattie en la lanosa cabeza y espeto: --Para ya, nina. Ve a la cocina a ver que andan tramando ese par de fulanas perezosas. Y Hattie se alejo berreando por el pasillo. En la planta superior, Emma estaba sentada en el alfeizar de la ventana de su dormitorio, que estaba abierta de par en par y se deleitaba al sol mientras se peinaba la melena cobriza como la mermelada de naranja. Cerro los ojos y olvido las aciagas escenas sumergidas de la manana. Un profundo sentimiento de satisfaccion se apodero de ella al sentir el calor del sol y al cepillarse el pelo, sonadora. Despues abrio los ojos, se examino las manos y se pellizco la punta de las unas, esperando que algun dia fueran largas y puntiagudas. <> Mas arriba en su guarida, arrellanado en su desvencijado sillon de cuero, su padre se preguntaba si habria sido demasiado duro con Dennis. <> Encendio la pipa. <> Volvio a encenderla. <>

  • Llamarada de sol (Sombra de vampiro 5) – Bella Forrest de Bella Forrest

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    Bienvenidos de nuevo a La Sombra…

  • La Hija Maldita (Pueblos Perdidos 1) de Cristina Pujadas

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    Invisible. Su piel era dorada y sus ojos tenian el tono ambarino correcto de su raza, pero ningun dorado la miraria como a un igual si miraba su cuello. Maldita. La Diosa Aurum la habia condenado al nacer, al no marcar su piel con la runa de los dorados, quizas por un pecado cometido por su difunta madre, quizas por un mero capricho. Condenada a no ser una dorada en derecho pleno, habia vivido encerrada dentro del Oraculo del Desierto sirviendo a las Vidente, protegida del mundo que habia fuera. De los salvajes y de aquellos que podian despreciarla por no haber sido marcada.

  • Bebo, luego existo de Roger Scruton

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    Una copa de vino al dia, segun muchos medicos, es bueno para la salud. Mas de una, puede llevarnos a la ruina. Sea dudoso o no el consejo para la salud del cuerpo, defiende Scruton, es indudablemente bueno para la salud del alma. Y no hay mejor acompanamiento que el vino cuando se trata de filosofar. La filosofia, con una copa en la mano, no solo ensena a beber pensando, sino a pensar bebiendo. Con sentido del humor, el autor ofrece un antidoto ante tantos disparates que hoy se escriben sobre el vino, y defiende con contundencia una bebida que esta en el fundamento mismo de nuestra civilizacion. In vino veritas.

  • Amar a un extrano de Cassie Miles

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    Eden Miller habia amado y perdido al hombre de sus suenos. Doce anos despues ese mismo hombre volvio convertido en un agente del FBI, con la mision de investigar a su familia.

  • El extrano de mis suenos de Selenia Grant

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    El cuenco de fresas con nata estaba encima de la mesa grande del comedor, me levante indecisa y cogi una de ellas. La saboree en mi boca y se deshizo el jugo dulce que tanto me apetecia, era una delicia poder disfrutar de ese manjar junto a el. Suerte que estaba dormido o de lo contrario volveria a caer en la tentacion, en el deseo de perderme entre las sabanas solamente con ese macho alfa que me volvia completamente loca... Escuche una voz en la lejania que irrumpia en mi placido sueno. Se desvanecio su imagen, la habitacion de diseno, las deliciosas fresas y mi subconsciente se empezo a dar cuenta y a reconocer la voz que me llamaba: volvia a tratarse del mismo sueno. Me levante casi de un brinco de la cama y me vesti en menos que canta un gallo para volver al mundo real, saliendo a toda prisa de mi habitacion y corriendo hacia la cocina para tomarme un cafe antes de ir al gimnasio. – !Buenos dias Bella Durmiente! - Me saludo mi hermano mientras ojeaba el periodico de todas las mananas en la cocina. Le di un beso en la mejilla mientras a su vez le daba un sorbo a su taza de cafe recien hecho. Mi hermano habia sido el culpable de desvelarme de ese sueno que se me repetia muy a menudo ultimamente. A mis 32 anos recien cumplidos todavia no habia encontrado a mi alma gemela ni tampoco estaba interesada en hacerlo por el momento, pero estaba empezando a preocuparme el hecho de sonar casi cada noche con alguien desconocido y que no habia visto en mi vida antes. No era normal en mi, tener ese tipo de extrano deseo por un hombre que posiblemente habia creado el subconsciente. – Dalia, me voy a la oficina, ?Estaras en la consulta a la hora del almuerzo? – Pues claro, aunque no te retrases como la ultima vez... No quiero volver a hacer esperar al senor Fisher. Mi hermano Dorian trabajaba como agente de seguros y solia pasarse para almorzar algunas veces a la semana. Me habia costado mucho sacrificio y constancia abrir mi consulta privada, gracias a Dios lo habia conseguido y de momento mi consulta de psicologia iba viento en popa. Lo se, mis padres nos pusieron nombres de Dioses griegos a mi hermano y a mi, supongo que estaban demasiado entusiasmados y a la vez exhaustos de concebir gemelos, aun no he tenido descendencia, pero criar a dos criaturas a la vez, tiene que ser una gran aventura. Cuando este en mis planes tener hijos, realmente me dare cuenta de lo que supone, por ahora disfruto de mi juventud y solteria. Sali de casa como alma que lleva al diablo, llevaba media hora de retraso y no queria hacer esperar a mi primer paciente del dia, asi que el gimnasio tendria que esperar por hoy. Estaba un poco indecisa y a la vez un tanto nerviosa. Mi paciente estrella, el senor Fisher me habia encomendado una tarea bastante engorrosa. Necesitaba hablar conmigo y puesto que estaba enfermo, debia acudir a su casa para visitarle alli. Robert Fisher era un magnate de las finanzas, un hombre rico y poderoso que seguro que habia sido todo un galan en su juventud. A sus 60 anos, seguia conservando su atractivo y mucha gente lo comparaba con George Clooney. Tenia mas de media hora de camino y me fastidiaba conducir de noche, por si fuera poco, estaba lloviendo a cantaros y me preocupaba salirme de la carretera. Mi viejo Volkswagen tenia las ruedas desgastadas y no estaba para esos trotes, sin embargo, estaba acostumbrada a ir al trabajo en metro. No hubiera accedido a esta proposicion si no se hubiera tratado del senor Fisher, hacia casi dos anos que era paciente mio y al ser su psicologa particular, conocia casi su vida entera. Sus propinas me ayudaron a subsistir cuando empece con el negocio; era justo que le devolviera el favor. Mi telefono movil empezo a sonar, en la pantallita iluminada aparecia el nombre de mi mejor amiga, puse el manos libres y respondi. Carla estaba entusiasmada por volver a Nueva York, llevaba seis meses estudiando en el extranjero y estaba deseando llegar para contarme sus anecdoticas experiencias. Yo tambien necesitaba que volviera, la echaba demasiado de menos y queria contarle todo lo que me habia sucedido desde su marcha. Por ahora, faltaban 2 dias para que aterrizara en tierras americanas y tenia que ingeniarmelas para conseguirle sitio en mi casa, puesto que mi hermano se habia instalado en la habitacion de Carla y no habia tenido el valor de decirselo. Estaba mal por mi parte cederle su habitacion, pero no imaginaba que regresara tan pronto ni tampoco que mi hermano se quedara mas de lo previsto. Su "prometida" o lo que fuese a estas alturas, le habia echado de su casa a raiz de una discusion y no podia dejar a Dorian en la calle, puesto que mis padres todavia se encontraban de misioneros en Africa colaborando con una ONG. Colgue la llamada justo en el momento que mi coche emprendia el largo sendero de entrada a la mansion Fisher. Al acercarme a la verja de entrada, esta se abrio sola y pude continuar el camino hasta llegar a una zona boscosa y muy verde. Era increible lo que contemplaban mis ojos, estaba anonadada y encandilada con aquella inmensa mansion, daba un aire un tanto tetrico de noche y sobre todo me hizo recordar a las tipicas fortalezas encantadas de las peliculas de terror. Todo tenia un halo misterioso, aunque lo mas fascinante en si no era la mansion, sino a quien me encontre dentro. Un pequeno camino empedrado llegaba hasta la puerta de entrada. Atravese el camino vigilando no tropezar con los tacones y llegue al fin a la entrada. Toque el timbre mientras esperaba en la penumbra, nerviosa y a la vez extranada por las novedades del dia. Cuando me abrieron la puerta, me desmaye al poner un pie en la estancia. No podia creer lo que mi vista me estaba mostrando, no podia ser de ninguna de las maneras. Las piernas empezaron a temblarme y no pude ni siquiera pronunciar palabra, empece a sentirme muy cansada y todo se volvio borroso a mi alrededor. La ultima imagen que vi antes de sumirme en la oscuridad y caer desmayada en sus brazos, fueron sus penetrantes ojos azules que escudrinaban con preocupacion mi cara palida. Empece a recobrar el conocimiento, pero no me levante. Me encontraba tumbada en un sofa, en una pequena estancia rustica muy acogedora. Las paredes eran de madera, al igual que el techo y el suelo, habia dos grandes estanterias a ambos lados llenas de libros y cabezas de ganado colgadas en las paredes. No sabia que al senor Fisher le apasionara la taxidermia, me dije para mis adentros mientras observaba con detenimiento. Una sola lampara de estilo vanguardista alumbraba la sala, era acogedora y enfrente de mi habia una chimenea con el fuego encendido, el estaba sentado delante, mirando fijamente las llamas. Incluso estando de espaldas podia reconocerle, era el hombre de mis suenos, no cabia duda alguna. Se trataba del mismo joven apuesto que aparecia cada noche en mis letargos nocturnos. Era un chico alto y de constitucion fuerte, moreno y de ojos azules. Hacia que me deshiciera como un helado en verano, parecia que pudiera desnudarme solo con una mirada. Nunca me habia sentido tan atraida por alguien, ni siquiera por ninguno de mis novios cuando apenas era una adolescente, ni tampoco por ningun ligue esporadico. La situacion era cada vez mas rara y a la vez emocionante.

  • Reset, Lorena Pacheco de Lorena Pacheco

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  • Tres, dos, uno. En el aire de Jossy Loes

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    --Muy buenas noches, les habla Owen Grey desde el estudio de KRT.89 FM en directo para todos nuestros oyentes, ?que haremos hoy, Norah? --Buenas noches, amigos, y buenas noches, querido Owen, ?que haremos hoy? ?Que te parece si acompanamos a los oyentes durante dos horas en un paseo por lo mejor de los setenta, ochenta y noventa? --Es la mejor idea que has tenido, aunque me parece que desean algo mas, ya que ha pasado casi un ano desde el concurso de las historias. --?No me digas que quieres contar la historia, Owen Grey? --Si, mi querida Norah Richardson, una historia que comenzo hace mas de veinte anos. --?Crees que nuestros oyentes querran escucharla? --!Claro que si! Conocen el despues, pero no lo que llevo a ese final y, ya que estamos a unos dias de celebrar san Valentin, ?que mejor momento para hacerlo? 1 Volver a casa OWEN El sonido penetrante de un maldito despertador logro que ese sueno al que me habia aferrado se desvaneciera enseguida recordandome la triste realidad de mi vida. Si tan solo no me hubiera aferrado a mi trabajo como via de escape despues de que la mujer que pensaba que me amaba me dejara a traves de un email con un: <>. Asi, sin mas, como si fuera uno de esos rollos de una noche y no una relacion de ocho anos en la que los suenos, al parecer, eran mas por mi parte que por la suya. Una casa que pensaba que era mi hogar y de la que tuve que salir con una mano delante y otra detras con destino a un minipiso en los suburbios. Habia creido que mi trabajo seria la via de escape. Un maravilloso lugar en el que escuche durante algunos anos a adolescentes discutir de historia, tal como habia logrado que aprendieran. Me empene en que mi dia a dia me levantaria el animo, sin embargo, no fue asi. Un dia, en una clase, por alguna extrana razon, decidieron dejarme claro que la historia era sumamente aburrida. Crei que explicandoles que dejar de lado una asignatura tan importante perderiamos la esencia de la humanidad. Supuse que con eso cambiarian de idea y sin darme cuenta entramos en una discusion bastante acalorada. Para ser honestos, estaba cansado y hasta el gorro de tanta mierda, todo era un puto caos. Dias despues, varios padres se agruparon en la entrada del instituto con pancartas protestando por lo que, al parecer, para ellos era imposicion ideologica, ya que debiamos dejar el pasado atras. Policias, gritos, amenazas contra mi persona llevaron a que el equipo directivo se reuniera conmigo y me pidiera explicaciones sobre lo sucedido en esa clase. Bill, el director del instituto y mi mejor amigo, me pidio que me cinera al programa y que reconsiderara cambiar de aires, de ciudad. Ignore lo ultimo y acepte pensando que, si adaptaba ciertas fechas recalcando la importancia historica, lograria de nuevo llevarlos por la senda del conocimiento. El problema era que ese programa se abrazaba a lo material y comercial frustrandome y haciendome tener una rutina que me asfixio hasta el punto que me sentia como un zombi. Hasta que un dia, sin mas, me sente delante de los alumnos y les grite que la vida era una puta mierda y que las suyas acabarian de la misma manera que la mia. Eso me llevo a la oficina de Bill de nuevo y, antes de que me revolviera en mis miserias, el habia hecho su tarea de proponerme la vacante en el instituto de la ciudad donde naci y creci para comenzar desde cero. Casualidad o no el que apareciera esa vacante justo cuando estaba al borde del precipicio, asi que acepte sin mas remedio el puesto. Tenia dos semanas para adaptarme, las semanas de vacaciones navidenas. Tenia que ingeniarmelas para explicarles a mis padres mi divorcio y mi traslado repentino a esa ciudad en la que el crudo invierno se esparcia en todo lo que tocaba. Los siguientes dias decidi pasar a modo marmota, apenas salia de la habitacion en la que me encontraba, hasta que un despertador me arranco de mi letargo. Me levante como un resorte y busque por toda la habitacion el endemoniado aparato, que estaba debajo de la cama puesto con muy mala intencion. Solo una persona era capaz de eso; mi hermana Linda. De nuevo el aparato volvia a sonar e intente apagarlo, pero era tan antiguo que al parecer sus circuitos no conectaban entre si, asi que termine estrellandolo contra la pared. Ya le diria a mi madre que le pidiese explicaciones a la perversa de Linda. Me lleve las manos al rostro y luego me revolvi el pelo para terminar de desperezarme y levantarme. Al meditar unos minutos, me imagine que en el piso de abajo estaria mi madre, mi padre y Linda para tratar un asunto en concreto: mi presencia y mi pesimo estado. Fui al bano y, al mirarme al espejo, vi que estaba para el arrastre. Si me presentaba asi, la reprimenda seria peor, por lo que decidi darme una ducha despues de varios dias sin hacerlo y me afeite. Para cuando termine me puse un chandal junto a la primera camiseta vieja que encontre, con la intencion de bajar y enfrentarme a lo que me quedaba de familia. Quizas debia ensayar algun discurso en el que les contase que estaba en una de esas etapas en las que buscaba mi camino y por ello dejaba todo atras o simplemente contarles que pasaba por una depresion de la hostia por culpa de la que creia que seria mi companera durante el resto de mi vida, que me habia dejado en la puta calle quedandose con esa casa que habiamos construido juntos, el perro y todo el dinero que entre los dos habiamos ahorrado, argumentando que ella habia aportado gran parte para que yo terminara mi doctorado. Una mentira mas de una pesadilla que no tenia fin, me sentia tan abatido con esa demanda por su parte que acepte todo lo que exigia, a pesar de que nunca deje de trabajar y aportar a la par. Nunca me habia sentido como una mierda, el ser optimista y perseguidor de suenos alentando a todo aquel que pasaba momentos malos era lo que me caracterizaba, pero en ese momento estaba en esa situacion. Llegue a pensar que si llegase a vivir algo asi seria capaz de salir airoso, me equivoque, y alli estaba; en casa de mis padres, hecho una piltrafa humana. Respire profundo al bajar el ultimo escalon y me lleve la mano al pelo para tratar de aparentar que no estaba tan mal como creian, aunque dudaba que se tragaran mi actuacion. --Buenos dias. --Al fin sales de la cueva --ironizo mi hermana--. Estaba a punto de llamar a la tele y explicarles que la luna no solo afecta a los hombres con eso de convertirse en licantropos, tambien sucede con otras especies, por ejemplo, los osos. --Muy graciosa, Linda, no recordaba que aun mantuvieras la esperanza de convertirte algun dia en la payasa oficial de la ciudad. --!Paz! --nos pidio mi madre antes de que replicara mi hermana--. Linda, te pedi que te mordieras la lengua. --Mama, he sido sutil. --La sutileza brota por tus poros --ironice. Entorno los ojos. --Sabes muy bien que lo he sido, ?o quieres que sea despiadada? Estuve a punto de responderle que lo fuese y asi me ahorraria dar explicaciones, sin embargo, mi padre aparecio aquejandose de un dolor en el pecho. De inmediato me levante y lo ayude para que se sentara en el sillon. --Papa, ?quieres que llame al 112? --le pregunte mientras intentaba tomarle las pulsaciones como habia aprendido en los cursillos de primeros auxilios. Lo ayude a quitarse el jersey y desabrocharse la camisa. --Ya se me pasara. --Voy a llamar ya al doctor Richardson --protesto mi madre--. Esta vez no voy a ceder, Hunter. --No es un dolor profundo --respondio mi padre intentando calmarla--. Ya se me pasara. --!De eso nada! --protesto Linda mientras sacaba el movil del bolso--. Ahora mismo llamaremos a emergencias. No me creo lo que dijiste de esos dichosos estudios. --!NO! --grito mi padre. Por unos segundos nos observo para finalmente suspirar, desalentado --. Esta bien, llama al doctor Richardson. --Pero, papa, dudo que pueda atenderte sobre la marcha si no tenemos cita. --Mi padre me miro como pidiendo que lo auxiliara, y eso hice. --Llamalo, Linda, eres experta en conseguir lo que quieres, yo lo llevare. Mi madre y mi hermana se miraron con complicidad, no se si habia sido por mi oferta de llevarlo. Voltee los ojos, entendia que dudaran de mi, pero de alguna forma debia ayudar. Desee que no fuese algo grave, ya tenia demasiado con que lidiar. --Llama y ruegale a Maddy que nos de una cita --le pidio mi madre--. Sobre todo, porque algo me ocultan Hunter y el doctor Richardson. Linda rechisto. --?Y crees que Owen va contarnos la verdad? --Frunci el ceno. --Me interesa tanto como a ti que papa este bien, ademas, ?por que nadie me ha dicho que le han hecho estudios? ?Y para que eran? --Tal vez porque vivias en tu burbuja de felicidad individual en la que dejaste de lado a todos. Tense la mandibula ante su poca empatia, pero decidi ignorarla para evitar entrar en su juego, no era el momento. Linda esperaba que le respondiera, pero el interlocutor desde el otro lado de la linea logro captar su atencion olvidandome por completo. Se alejo un poco, y me centre en mi padre, que habia cerrado los ojos y hacia largas respiraciones. Senti frustracion al aceptar que mi hermana habia dado en el clavo, como siempre. Estaba tan cegado con mi aparente felicidad que habia olvidado que mi familia tambien necesitaba de mi, al igual que yo de ellos, y no empenarme en creer que saldria adelante solo. --Muy bien, el doctor tiene un hueco en veinte minutos --anuncio Linda--. Espero que Owen sea honesto y nos cuente que le ocurre a papa o de lo contrario me plantare en la consulta de Richardson y armare un escandalo --advirtio sin sutileza alguna. Por supuesto que iba a preguntar que ocurria, era momento de aportar y volver a conectar con ellos, aunque eso me llevara al pasado en cuanto volviese a pisar la clinica. --Me ire a cambiar --anuncie. --Claro que debes hacerlo, el andar de indigente no esta de moda; ademas, solo faltaba que cayeras en un resfriado para entonces tener a dos quejicas en casa. --En todo caso a quien le molestaria seria a mama, tu tienes casa, marido e hijos y creia que un trabajo, pero veo que... Linda se cruzo de brazos y volvio a rechistar: --Si crees que me hace ilusion ese nuevo estilo de vida que has escogido, dejame decirte que no me apunto a ese club de derrotistas al que de repente parece que perteneces y, ahora que recuerdo, Macy Palmer ha llamado, no se si la recuerdas, pero es la directora del instituto. --Linda, no sigas. Mi hermana ladeo la cabeza con una ceja levantada. --?Y por que no puedo decirselo yo o pensabas adornar las palabras para que no se sintiera presionado?, es un hombre, no un nino. Hace mas de veinte anos que dejo incluso de ser virginal. No le hace ningun bien que lo tengais aqui en casa, como un monigote, lamentandose. --!Linda! --protesto mi madre llevandose las manos a la cara. Ladee mi cabeza hacia ella para mandarla a la mierda, era mi hermana mayor, pero no tenia derecho a juzgarme de la manera que lo estaba haciendo. --No se que cono te esta... Levanto un dedo con el menton erguido y mirandome por encima del hombro.

  • Lo que queda de mi (En secreto 1) de Monica Conde

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    Cuando Kara pide a la senora Miller que lea con ella el diario que su madre le ha prohibido coger, sabe que lo que esta haciendo no esta bien. Pero jamas llegaria a imaginar como trastocaria la vida de alguien muy importante para ella.
    El diario cuenta la historia que Lexie Buckley, una joven de Liverpool, vivio durante la Segunda Guerra Mundial. Ella esperaba ansiosa la llegada de su marido, tras concluir este sus estudios en Oxford. Pero la guerra estallo al concluir el verano y Henry dejo de nuevo a su esposa sola en Liverpool.

  • El collar de los Balbases de Jorge Eduardo Benavides

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    Con el telon de fondo de la primera guerra carlista, mientras Espana decide su futuro y vive en la confusion de las revueltas y con- juras politicas que acosan al gobierno de la Reina regente, un famoso ladron, un du- que enamorado y un ingles poliglota entre- mezclan sus destinos a causa de un collar antiguo y, segun se dice, maldito. Una galeria de ambiguos, oscuros y cautivadores personajes --politicos, intelectuales y artistas-- desfilan por esta novela escrita con la maestria de quien se confirma en estas paginas como uno de los grandes narradores de aventuras.

  • Marinka, una rusa nina vasca de Rodolfo Luna Almeida

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    La sirena del Habana pita dos veces en el muelle de Santurce y la chimenea lanza una fuerte bocanada gris. La nota, grave y sostenida, es la unica musica que hiere el silencio de la despedida. Aferrada a la baranda de cubierta, Marina siente que el alfiler de gancho que prende la tarjeta hexagonal de carton DEPARTAMENTO DE ASISTENCIA SOCIALDELPAIS VASCO – EXPEDICION A LA URSS – No 1391 atraviesa su tapadito, su blusa blanca y va a clavarse en el medio del corazon. Una arana negra y opresora se le instala en el pecho y en el pensamiento. La inocencia de sus diez anos, rasgada sin aviso por la guerra civil, no puede presentir que su vida estara signada por lo que se pierde, lo que naufraga tras la ultima espuma de la estela y queda para siempre en la distancia. Es sabado, 13 de junio de 1937. Va a cumplirse un ano del levantamiento militar contra la Republica, en julio de 1936, frustrado en las principales ciudades de la peninsula pero que ha hecho pie en las provincias mas conservadoras y en los territorios coloniales espanoles de Marruecos, al norte de Africa. Los sublevados confiaban en apoderarse de Madrid y otras ciudades rapidamente y los ha sorprendido una fuerte resistencia popular, de los sindicatos y partidos de izquierda, que han enfrentado a los golpistas con las armas arrebatadas en los cuarteles rebeldes, sobrepasando las vacilaciones del gobierno republicano e incluso las de sus propios dirigentes y han formado milicias obreras por toda Espana. El fracaso inicial del golpe desata la guerra civil. La resistencia popular --particularmente en Cataluna-- deriva en insurreccion, como las de los campesinos y mineros asturianos de 1933 y 1934. Los trabajadores toman el control de numerosas industrias, abandonadas por sus patrones, quienes huyen a la zona controlada por los amotinados. Se colectivizan fabricas, fincas, transportes, el abastecimiento y otros servicios. El orden publico es asegurado por las milicias obreras, asi como el peso del enfrentamiento militar a los golpistas. Ante la crisis del gobierno civil y sus instituciones, el funcionamiento de la vida cotidiana queda en manos de los comites antifascistas, que son el verdadero gobierno en municipios y ciudades. En su lucha contra el alzamiento, los humildes de Espana ven llegada la hora de sacudirse siglos de explotacion e injusticias y arremeten contra los simbolos del poder: el Ejercito, los terratenientes, la Iglesia. Una revolucion social, con foco en Barcelona, atraviesa toda la peninsula. Los alzados, apoyados por las organizaciones paramilitares de la Falange fascista y el Requete carlista, los propietarios de tierras y la Iglesia catolica constituyen gobierno en Burgos y depositan el mando en manos del opaco general Franco luego de la muerte accidental del general Sanjurjo, lider original de los conjurados. En un par de meses, dominan la tercera parte del territorio nacional, una cuna recostada en la frontera con el Portugal fascista de Salazar que va desde Algeciras a La Coruna y que alcanza los Pirineos cortando en dos a la Espana republicana. Al norte queda aislada la franja cantabrica que componen Asturias, Santander, Vizcaya y Guipuzcua. Desde el centro hacia el levante --con Madrid, que tras rechazar varios ataques ha frenado a los sublevados en los suburbios de la ciudad-- el gobierno de la Republica controla Cataluna, Valencia, Murcia, Castilla la Nueva y una parte de Andalucia. La provincia de Vizcaya, bloqueada por mar y por tierra, resiste en el norte la ofensiva del ejercito franquista y es castigada sin piedad por su aviacion que busca destruir fabricas, estaciones, puertos, carreteras y por sobre todo la moral de roca del pueblo vasco. El 26 de abril de 1937, lunes de mercado en Guernica, los modernos bombarderos y cazas de la Legion Condor alemana experimentan las tacticas de bombardeo abierto e indiscriminado de ciudades. Como la Aviacion Legionaria Italiana en Durango un mes antes, en sucesivas oleadas lanzan bombas explosivas e incendiarias y ametrallan a mansalva a la indefensa poblacion que huye al monte para refugiarse. Una conmocion sacude a Euskadi. Su legendaria ciudad, al pie de cuyo roble los lehendakari juran sus fueros, arde entre escombros e incendios. Centenares de muertos y de heridos quedan en las calles. La denuncia de la barbarie recorre el mundo; los atacantes, cinicamente, adjudican la masacre a la propia Republica. En cielo iberico, el fascismo espesa las nubes que dos anos mas tarde descargaran su tormenta belica sobre toda Europa. La guerra, anunciada hace un ano por radio con estremecimiento de rayo, se ha convertido en una lluvia pertinaz, incesante, que permea toda cotidianeidad con su humedad de muerte, empapa la piel, los huesos y las conversaciones, las rutinas y los juegos. Bilbao esta en vigilia ante los bombardeos. Soldados del Euzko Gudarostea --el ejercito vasco-- y milicianos de la anarquista Confederacion Nacional del Trabajo-Federacion Anarquista Iberica (CNT-FAI) y de la socialista Union General de Trabajadores (UGT), cruzan las calles a toda hora hacia un frente cada vez mas cercano; ya se escucha el sordo tronar de la artilleria y los resplandores de las explosiones tras los montes que rodean la ciudad. Los edificios estan protegidos por sacos de arena, las luces reducidas al minimo por las noches. En las paredes, en el tranvia, en el mercado, los carteles convocan a la defensa, llaman a alistarse, a organizar la retaguardia. El bloqueo se hace sentir en la escasez de alimentos y de cualquier insumo. La vida ha cambiado brutalmente para todos los bilbainos, pero los ninos la sufren de manera especial. Muchos tienen al padre, al hermano, combatiendo en el frente. Muchos han quedado huerfanos. Las bombas han sepultado los dias de antes, pareciera que siempre han sido asi, como ahora. En el patio de la escuela, en las aceras del barrio, juegan a la guerra. Se dividen los bandos. Todos quieren estar en el bando republicano. Entonces, para poder armar un bando fascista, se sortea quienes son quienes. Con palos y maderas se improvisan fusiles y pistolas; con hojas de periodicos y cajas de carton, cascos y gorros militares; el empedrado es ya el campo de batalla de Guadalajara, ya el de Jarama, ya el de Madrid. Los vencedores dan paseo a los prisioneros, fusilados sobre las paredes de la escuela o en el muro de San Rafael. La recreacion de las escenas escuchadas en la mesa familiar, en los corrillos de esquina o vividas en estos largos meses, se supera en realismo. En los ultimos paseos, el nino que comanda el peloton de fusilamiento hace brotar cintas rojas cuando da el tiro de gracia al hijo de puta fascista o al sucio rojo, segun sea el caso. En los primeros meses de 1937, con las tropas de Franco cerrando el cerco sobre Bilbao, el gobierno autonomo de Euskadi decide evacuar a los ninos de entre 5 y 14 anos. Protege su futuro frente a los bombardeos cada vez mas frecuentes. Tras la salvaje destruccion de Guernica, el recrudecimiento de los ataques aereos a la capital y con los sublevados a punto de quebrar el Cinturon de Hierro --la linea de fortificaciones que protege Bilbao-- y emplazar sus canones en los cerros para disparar a voluntad sobre la ciudad, el padre de Marina, con el corazon en el puno, finalmente accede al pedido de evacuacion. Poner la vida de sus hijos a resguardo de las bombas pesa mas que separarse de ellos. Primero es Felix, el mayor, quien partio hacia Francia. Ahora es Marina la que prepara su maleta junto a la prima Emilia, la hija mayor de la hermana de su madre, quien ha venido de Asturias a la casa de la calle Zabala 25 piso segundo mano derecha, para ayudar al tio en la crianza de los ninos desde que enviudo hace ya cinco anos. --Te he puesto lo necesario de ropa y algo de comida para el viaje --Emilia intenta que su voz suene lo mas natural posible para no cargar a la nina con eso que le roe el alma desde la partida de Felix. --?Me estas escuchando, Chatilla? Carita ancha y proporcionada, frente limpia, dos gotas de miel que se alargan almendradas bajo unas cejas decididas, nariz pequena --Chatilla--, lacia melena castana peinada al costado con mono. Pequeno y fibroso, pura inquietud, su cuerpo gira y queda de espaldas a la ventana cuyos vidrios estan cruzados con cintas de papel engomado. --Si, Emilia. --Tienes una hogaza de pan, un poco de queso y un huevo duro --sabe que es insuficiente pero es todo lo que ha podido conseguir.-- Se obediente con los maestros y cualquier cosa que te haga falta se la pides a ellos. Tantas veces con su hermano han tenido que tomar el tranvia y llevarle el almuerzo a su padre a la fabrica de amianto donde trabaja. Lo han visto comer en silencio, las manos callosas desanudando el atado, cortando la txistorra con la navaja sobre la rebanada de pan, el humo que sube de la marmita de alubias hacia las pestanas blancas de amianto, el overol engrasado. Y ahora es la prima, que ha hecho de madre para ellos, la que prepara su atado de comida para el viaje. Los delgados dedos de Marina cierran la pequena maleta de carton entelado con refuerzos de cuero y remaches de bronce. Cuando la prima madre y la prima hija ajustan la correa, las manos enciman las manitos en un gesto que ambas quisieran eterno. Las calidas alas de una gallina abrazando el temblor de sus pollitos. --Ya es hora de partir --dice el padre quedamente mientras se pone el saco y se calza la boina; no quiere interrumpir el momento. Bajan los dos pisos por la escalera. Marina desliza su mano sobre la baranda; pareciera llevarse en la palma el recuerdo de la madera o tal vez dejar un rastro de su propio tacto para senalar el regreso. Cuando llegan a la puerta del edificio no mira hacia atras, aprieta fuerte la mano de su prima, el padre carga la maleta y salen. No han caminado una cuadra por Zabala hacia la calle de San Francisco cuando un toque estridente y fatal anuncia el ataque. Saben que cuando suenen las tres sirenas cortas apenas tendran tiempo de correr al refugio calle abajo siguiendo las vias del tren hasta el tunel, antes de que los Heinkel abran sus barrigas celesteblanquecinas pariendo el terror y la muerte. Los bombarderos alemanes e italianos vuelan cada vez mas bajo y a plena luz del dia ante la debil oposicion de la defensa antiaerea y la aviacion republicana. El terror es mayor cuando la ciudad esta en pleno movimiento. La alarma, las corridas, el silencio, el crescendo del ronroneo de los motores, las nubes breves de la artilleria pespunteando el cielo, el aullido de panico de los Stukas lanzados en picada, la jauria desatada de las bombas incendiarias buscando su presa, el aire que hace vacio en los oidos y en el alma, el estallido sordo primero e inmediatamente atronador del impacto, el suelo que tiembla, los olores del miedo, los incendios. Desde hace meses, casi diariamente, el bombardeo repite la misma secuencia. Para Marina cada vez tiene la fuerza de un nacimiento hacia atras. De la muerte a la vida. Del utero de piedra humedo y oscuro del refugio a la sobrevivencia. Entran al tunel al tiempo que la primera bomba impacta alla lejos hacia el lado de los astilleros.

  • Mi estrella mi vecino de Olivia Chipres

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    Mi estrella, mi vecino #4
    El es Garrett Taylor, actor mas sexy del mundo, segun una revista, pero para su familia y amigos es Jason Morrison.
    Ella es Lynn Russell, una solterona, segun su familia. Lynn vuelve a su hogar, para las navidades en familia, como todos los anos.
    Jason vuelve a su casa, luego de varios anos sin ver a su familia. Eligio estas fechas por un presentimiento...
    El destino quiso que se volvieran a encontrar, viajando desde Las Vegas hasta St. George, Utah. Un viaje a su ciudad natal que lo cambiara todo.
    Hasta que aparecio Trevor y pone su mundo al reves.... ?querra ella tener algo con el? O ?seria Jason el indicado?
    Mientras que para Jason es un diamante en bruto, una vieja companera de estudios llamada Emily se empecina con quererlo todo de el.
    Conoce el desenlace de esta historia de amor cuando conozcas a sus protagonistas. Seguro pensaras que son el uno para el otro.

  • Travesia del horizonte de Javier Marias

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    Un insolito alarde de osadia narrativa.

  • Luna sin miel de Idoia Amo

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    Alexandra es la oveja negra de la familia. Profesora de instituto, divorciada y de aspecto comun, nunca ha conseguido estar a la altura de lo que su madre esperaba de ella. Y tampoco va a lograrlo en esta ocasion… !todo lo contrario!
    En la boda de su (estupida) perfecta hermana menor con el guapisimo senador Ethan Lewis, a quien Alex ama en secreto, se monta tal follon que el enlace acaba por no celebrarse. Y Alex decide que es un buen momento para aprovechar ese viaje de novios a la Riviera Maya que tiene pinta de quedar relegado al cajon de “cosas para devolver”.
    Ni corta ni perezosa, se embarca en un vuelo con su mejor amiga Skye, dispuesta a desconectar y divertirse durante cuatro maravillosas semanas. Quieren playa, sol, excursiones y margaritas, pero cuando llegan alli les espera una gran sorpresa: el senador, su jefe de campana y una sola suite que compartir…

  • La magia del amor de Laura Ponce

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    Monotona y gris es la definicion perfecta de la vida de Abby. Adivinar el futuro, su don, tampoco le da los frutos que deberia.
    Cuando Gerald entra en su vida buscando respuestas, una fuerte conexion se produce entre ellos.
    No solo tendran que enfrentarse a la idea del amor, si no tambien a algo mas oscuro que anda tras Gerald.
    El misterio y el romance marcaran la magia del amor.

  • Israel (Y llegaste tu 6) de Merche Diolch

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    Llegaron al apartamento de Lucia pasadas dos horas de viaje en completo silencio. Los acontecimientos vividos habian sumido a los tres en una especie de estado de ingravidez donde cada uno analizaba los acontecimientos por si hubieran podido desarrollarse de otra manera. Fue un trayecto largo, pero necesario para que, en cuanto llegaron al piso de Lucia, alcanzaran la misma conclusion: el pasado no se podia cambiar. Israel las ayudo a subir las maletas de Elsa al apartamento y, tras dejar a la joven instalandose en la que seria su nueva morada, el y Lucia decidieron dejarla sola. Tomaron el ascensor que los llevaria a la calle y, delante del Camaro, ambos sintieron que su energia se evaporaba. El fin de semana los habia dejado agotados. Lucia apoyo la cabeza en el pecho de Isra y el le abrazo la cintura, dandole un beso en la cabeza. —Respira… —le repitio el mantra que llevaba escuchando desde que habian llegado a la boda el dia anterior. Ella sonrio y lo miro. —Es lo que hago, si no tendria un problema. Se carcajeo y le acaricio la mejilla. —Un gran problema. Los dos se observaron, dejando sus miradas fijas la una en la otra. Los ojos de un azul celestial que podrian pasar por los de un angel y los negros que escondian miles de estrellas en su interior. —Tengo que irme —anuncio Isra pasados unos segundos rompiendo lo que compartian. Ella asintio y se separo un poco de el. —Tienes que regresar a tu casa. Le paso la mano por el cabello y agarro su barbilla. —?Estareis bien? Lucia movio la cabeza de forma afirmativa. —O por lo menos lo intentaremos. —Le guino un ojo. Le atrapo la cara y le dio un leve beso. —Llamame si necesitais ayuda. —No hara… —Lucia, avisame si es necesario —la corto insistiendo. Suspiro y asintio. —De acuerdo. —Asi me gusta. —Sonrio—. Docil y sumisa. Le golpeo el estomago y se aparto de el. —Conque docil y sumisa… Se rio atrapando una de sus manos para acercarla de nuevo a el. —Echaba de menos a esta fierecilla. Apoyo las manos en su pecho y lo miro con las mejillas algo rosadas. —Tenemos que hablar… Movio la cabeza conforme con sus palabras y le dio un lento beso. —Ya habra mas momentos para hacerlo. —Levanto la cabeza hacia el edificio de apartamentos que habia detras de ella—. Ahora hay cosas mas importantes. Lucia asintio tambien. —Voy a hacer todo lo posible para ayudarla. La miro con admiracion. —Lo se, pero si por algun motivo, alguna causa… —Te avisare. Asintio complacido con su respuesta. Atrapo de nuevo su cara, observo su mirada, descendio hasta sus labios y le anuncio: —Voy a besarte. —Lo estoy deseando. —!Lu! !Lu!… El beso no llego a producirse. Lucia se separo con rapidez de el, al reconocer a quien la llamaba. Israel la observo extranado al principio y molesto despues, cuando la chica rubia que acababa de acercarse le dio un beso en la boca. —Hola, Fatima. —Hola, no sabia que habias regresado. La chica miro al joven que seguia pendiente de cada una de sus palabras y devolvio la atencion a la otra chica. —Un cambio de planes de ultimo momento. —Me alegro, asi podremos pasar el dia juntas. Lucia asintio reticente. —Yo me tengo que ir —anuncio Israel abriendo la puerta del coche para adentrarse en su interior. —Isra, espera… —lo llamo golpeando el cristal de la ventanilla, solicitandole que la bajara. Miro a Fatima y le dijo—: ?Puedes ir subiendo al piso? Ahora voy yo. —Tomo las llaves que le ofrecia y se alejo de ella, dandole antes un nuevo beso de despedida, pero en esta ocasion en la mejilla. Lucia se volvio hacia el coche en cuanto escucho un grunido que salia del interior de este y se apoyo en la ventanilla. —No te vayas asi… La miro elevando su ceja. —?Como quieres que me vaya? —pregunto con brusquedad—. Lucia, no soy amigo de estos juegos… —Hablare con ella —indico. El apreto el volante, dejando constancia de la tension que sufria su cuerpo al quedarse blancos sus nudillos. Nego con la cabeza, arranco el motor del coche y la miro. —Creo que sera mejor que olvidemos lo que ha ocurrido. La joven se irguio, separandose un poco del automovil como si acabara de recibir una bofetada. Se cruzo de brazos y tenso la mandibula. —Esta bien. —Si necesitas cualquier cosa… —Llamare a Lucas —lo corto. El la miro desde el asiento del conductor, achicando los ojos, y asintio. —Si, creo que sera lo mejor. Todo esto ha sido… —dudo por unos segundos hasta que encontro la palabra exacta— un error. —Yo no lo habria definido mejor —indico mordaz—. Que tengas buen viaje —se despidio. Israel asintio sin apartar la mirada mientras ella lo observaba impasible. Ninguno era capaz de romper el contacto visual, ninguno queria romper su relacion… Lucia tomo aire y se dio la vuelta. Se dirigio al portal de su edificio y, cuando le faltaban unos pocos pasos para alcanzar la puerta, escucho como un coche se alejaba de la acera. Con rapidez se volvio, comprobando como el Camaro amarillo torcia la esquina de su calle. —Imbecil… —dijo en voz alta, sin saber muy bien si se referia a Israel o a ella. Abrio la puerta de cristal y madera, y desaparecio en el interior con gesto abatido.

  • Aleje mis fantasmas (Por amor 8) de Maria Beatobe

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  • Como te veo yo de Abril Camino

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    !Cumpleanos feliz! !Cumpleaaaaaanos feliz! --La voz de una Hazel absolutamente desafinada entra atronadora en mi dormitorio, cuando aun no he tenido tiempo de abrir del todo los ojos--. Te deseeeeeeo, Holly Rose. !Cumpleaaaaaanos feliz! Siempre me he preguntado como es la vida de las personas que no son capaces de reirse de si mismas. O, mejor dicho, siempre me he compadecido de ellas. He tenido la suerte de criarme en una casa en la que la carcajada estaba a la orden del dia, y creo que eso ha moldeado mi caracter de una manera que algun dia tendre que recordar agradecerles a mis padres. Cuando abandone el nido para ir a la universidad, vino el segundo gran golpe de fortuna de mi vida: dar con una companera de habitacion tan payasa que hace que mis padres hasta parezcan serios. Con Hazel entendi que ser hija unica no es un impedimento para tener una hermana, una que me regalo la vida y la casualidad de que el orden alfabetico nos colocara juntas en aquella residencia universitaria de Stanford. Por todo eso, por lo mucho que la quiero y por la enorme capacidad de ambas de reirnos de nuestros avatares vitales, consiento el espectaculo que tengo ante mis ojos: Hazel, portando una bandeja llena de cupcakes, coronados por una vela con el numero uno. No, no cumplo un ano hoy. De hecho, mi cumpleanos es en primavera, y el verano hace ya semanas que ha acabado. Hoy hace un ano que no me acuesto con nadie, y a Hazel le ha parecido fantastico despertarme con este festejo, justo en el que va a ser mi primer dia de trabajo. --Sopla la vela, Holly. Y, por lo que mas quieras, pide como deseo echar un buen polvo. --Cada dia es mas dificil soportar tus excentricidades. --Pese a mis palabras, le hago caso. En lo de soplar la vela, no en la eleccion del deseo. En realidad, como me ocurre siempre, me acuerdo de que deberia haber pedido algo cuando la cera ya amenaza con estropear la cobertura del pastel--. Pero gracias por el desayuno, pequena. --A tus ordenes. Siempre. --Me da un beso en la mejilla y se lanza en mi cama. Se mete bajo las sabanas y se acurruca para combatir el frio de estas horas de la manana. Frio en octubre. Ver para creer. --?A quien le has robado todo esto? --?Y quien te ha dicho que no me he pasado la noche cocinando para ti? --El hecho de que la casa no este en llamas me ha dado una pista. --Nueva York es el puto paraiso. Hay una pasteleria en Queens que envia cupcakes a domicilio las veinticuatro horas. Eres tan marmota que ni has oido el timbre. --Ya veremos si Nueva York te sigue pareciendo el paraiso cuando llegue el invierno. --!?El invierno no es esto?! Somos dos chicas del sur de California recien llegadas a la ciudad que nunca duerme. Hazel se crio en una de esas zonas de Los Angeles que nadie recomendaria a los turistas, arrastrando una historia familiar de la que odia hablar y que yo solo conoci gracias a una noche de borrachera en la que se le solto la lengua. Yo, en cambio, creci en las colinas de West Hollywood, en una casa en la que, en cada armario, cabria nuestro apartamento actual entero, y en la que Hazel encontro, bajo la manta protectora de mi madre, lo mas parecido a un hogar que la vida decidio darle. Me gusta California. Me gustan el sol y la playa; me fascina el encanto decadente del Hollywood que se ve en las peliculas y del que solo se conoce desde cerca; tengo, ademas, la firme conviccion de que poder ir todo el ano en sandalias es un lujo que no se paga con dinero. Pero... !Ay, Nueva York! Cuando, hace un par de meses, me vi ante las pantallas de Times Square, con Hazel a mi lado y con nuestro miedo compartido por estar por primera vez tan lejos de casa, entendi que habia encontrado mi lugar en el mundo. No era la primera vez que visitaba la ciudad. Habia estado muchas veces con mis padres y tambien en un viaje con amigos el segundo ano de universidad. Pero, en ese momento, ya no estaba en calidad de turista. Tenia en la mochila las llaves y el contrato de alquiler de nuestro nuevo apartamento, asi que ya nos sentiamos neoyorquinas. Estabamos en casa. En realidad, nuestro piso queda un poquito lejos de Times Square. A unos cuarenta y cinco minutos en metro y mas kilometros de los que estoy dispuesta a calcular. En el Brooklyn profundo, por mas que desde la azotea del edificio se vislumbren las copas de los arboles de Prospect Park. Es un apartamento de unos cuarenta metros cuadrados, con dos habitaciones que en algun momento tendremos que molestarnos en decorar, un cuarto de bano diminuto y un saloncocina que podria ser retro, pero me temo que se queda en viejo. Pero... a quien le importa. Es Nueva York. --Como no muevas el culo, vas a llegar tarde en tu primer dia --me recuerda Hazel, sacandome de la ensonacion que todavia me produce pensar que estoy viviendo en la ciudad con la que siempre fantasee. --?Me ayudas a elegir que ponerme? --!Venga ya! ?La mismisima Holly Rose no tiene decidido el atuendo de su primer dia de trabajo desde hace una semana? --Si, por supuesto que si. --Se me escapa una carcajada porque, si Hazel tuviera un dia especialmente malevolo, rebuscaria entre mis cosas y encontraria un cuadro con todas las posibles combinaciones de ropa que me he planteado para el dia de hoy--. Pero es el rollito que se trae la revista el que me hace dudar. Dentro de una hora y cuarenta y siete minutos, si la eleccion de ropa o mis todavia precarios conocimientos del sistema de metro no lo impiden, comenzara mi vida laboral. Cuando me gradue en Periodismo y Lenguas Modernas en Stanford, hace unos meses, dedique unas semanas de mi vida a enviar curriculums a diestro y siniestro. No quedo una sola publicacion, canal de television, emisora de radio o agencia de noticias en todos los Estados Unidos que no recibiera ese exiguo documento en el que se detallaba que tenia un expediente estupendo en la carrera, pero ninguna experiencia profesional. Ah, y tambien tenia un orgullo muy arraigado que me impidio, desde el primer momento, tirar de los contactos de mis padres para acabar colocada en un puesto que, sin duda, no me mereceria. Contra todo pronostico, a principios del mes de agosto, recibi la llamada que me ha traido hasta aqui. Hasta Nueva York y hasta esta manana de nervios instalados en el estomago. No habia oido hablar de la revista online Millenyal en toda mi vida, pero fingi al telefono que era una lectora asidua de esa pequena publicacion de temas variados dirigida al publico neoyorquino menor de treinta anos. Buscaban una redactora junior, y la prueba de acceso consistia en elaborar un articulo de opinion sobre un tema libre y un reportaje completo sobre algun aspecto relacionado con el arte y con Nueva York. Creo que acepte, en parte, por el reto que suponia prepararlo todo. Elegi, puede que con muy poca cabeza, dedicar la columna a hacer un alegato de los votantes de Donald Trump y sus motivaciones, a pesar de que me habia pasado semanas despotricando contra ellos. Para el reportaje, espere a que Hazel y yo nos mudaramos a Nueva York, algo que ya habiamos decidido incluso antes de que llegara mi oportunidad laboral, y me pase dos semanas recorriendo las calles de South Bronx con mi camara reflex, aparentando mucha seguridad cuando me encontraba con alguna banda, pero cruzando internamente los dedos para no dar con la persona inadecuada. De aquella experiencia salio un reportaje de dieciseis paginas titulado El arte urbano de los grafitis de South Bronx y una entrevista personal en la sede de la revista, que acabo conmigo firmando, casi sin tener tiempo para asimilarlo, un contrato de un ano para trabajar alli. --Pantalon negro y camisa vaquera es una combinacion ganadora. --Hazel entra en el cuarto de bano con una percha en cada mano, y yo me limito a echar un vistazo a lo que ha elegido, con el cepillo de dientes metido en la boca. --?No sera demasiado informal?

  • La leyenda del Highlander (Medieval 1) de Anne Marie Warren

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    En una Escocia medieval donde todo es posible y el amor es eterno, dos amantes tendran que enfrentarse al poder de una profecia que pretende separarles.
    Kennan MacKenzie jamas hubiera imaginado que una extrana mujer cautivara su solitario corazon, pero su amor le fuera prohibido al ser la prometida de un hombre misterioso.
    Una novela de fantasia, romance y aventura, donde dos amantes son obligados a permanecer unidos pero sin poder amarse, y donde lo irracional es su unica esperanza.

  • Informe sobre Cataluna de Jose Enrique Ruiz-domenec

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  • Una larga noche de Andrea Pitzer

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    Durante mas de un siglo, en todo momento, ha habido al menos un campo de concentracion en funcionamiento en algun lugar del mundo. Al principio, los campos se utilizaron como parte de la estrategia militar, pero con el paso de los anos fueron evolucionando en la dimension de sus consecuencias y en el salvajismo con que los gobiernos los utilizaron. Ya bien entrado el siglo xxi, mientras seguimos calculando la magnitud y el horror del Holocausto, la Historia nos recuerda que hemos roto la promesa del <>.

  • El 20 de Juan Carlos Feliu Velazquez

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    La joven desaparecida de 20 anos no volvio a su casa la madrugada del 24 de diciembre. Su madre Fuensanta Padilla, denuncio la desaparicion en la comandancia de la guardia civil situada en la calle Jose Maria Samper. El dia de Navidad la Guardia Civil organizo una partida de busqueda a primera hora de la manana, numerosos vecinos se ofrecieron como voluntarios, y, el bar donde trabaja la madre de la desaparecida, se comprometio a servir viveres a los voluntarios a lo largo del dia. El vehiculo de la joven, un Volkswagen Golf, aparecio en la ladera de la montana, muy cerca de la senda utilizada por los senderistas para acceder a la cima del Forat de la Pena. A las autoridades, y a los vecinos de la zona, les extrano encontrar el coche en aquella zona tan escarpada y peligrosa, pues desconocian la manera en la que la joven habia conseguido subir el coche hasta alli. Los vecinos se situaron en paralelo formando una linea con una separacion de cinco metros entre persona y persona, y comenzaron la batida montana arriba. El Forat de la pena es una montana intransitable para vehiculos, a excepcion de bicicletas de montana, y motocicletas de Cross que, con el buen tiempo, acostumbran a subir por los caminos abiertos por los senderistas de la zona, pero nunca en esas fechas y, sobretodo, nunca, despues de una nevada tan copiosa como la acontecida la vispera de Navidad en Xixona. El teniente de la Guardia Civil, Gaspar Gonzalez Armero, al mando de la busqueda, aconsejo a los voluntarios meticulosidad, no queria precipitaciones durante la batida, por eso advirtio a los vecinos que, a pesar de los nervios y la ansiedad por lo acontecido en un pueblo con poco mas de cinco mil habitantes, tenian que tomarselo con calma. El teniente Gaspar Gonzalez informo a Raul Perez, un excampeon de Espana que habia subido al Forat de la Pena como solia hacer habitualmente a lanzarse en parapente, para que, desde el cielo, con una perspectiva mejor del risco, buscara a la joven desaparecida, ayudado por la unidad del aire de la Guardia Civil, un helicoptero experimentado que tambien sobrevolaba la zona. Los vecinos comenzaron la batida, pero, al poco tiempo de comenzar el ascenso, notaron un nerviosismo mayor entre las autoridades, y el helicoptero que les sobrevolaba descendio sobre la cima de la Pena. El teniente, tras hablar por radio, anuncio a los voluntarios que se suspendia la busqueda, y disolvio la partida; el cuerpo de la joven habia sido hallado por Raul Perez, quien habia descendido en un claro donde habia visto un bulto extrano. Tras tomar tierra habia confirmado que, aquel bulto, era el cuerpo de la joven desaparecida. La Guardia Civil, para esclarecer las causas de su muerte, abrio una investigacion. El cadaver de la joven habia sido hallado en la sierra completamente desnuda, tumbada en algun tipo de posicion ritual, pero no se descartaba el uso de algun tipo de sustancia o droga que hubiera confundido a la joven hasta acabar muerta en tan extranas circunstancias. Este dato explicaria las razones por las que la joven se despojo de sus ropas y subio hasta la escarpada cima donde fue hallado su cuerpo tumbado en la nieve con los brazos abiertos en cruz. Tras el resultado de la autopsia de la joven de Xixona, se descubrio que, la principal causa de la muerte habia sido la hipotermia, pero la Guardia Civil seguia investigando por su posible vinculacion con grupos religiosos sectarios. Aitana Mira Padilla se despojo de la blusa azul de seda, la Guardia Civil hallo la prenda junto al sujetador, calcetines y bragas, desperdigadas por la ruta de acceso que presumiblemente habia seguido la joven a altas horas de la madrugada. Las temperaturas, aquella Nochebuena, eran mas bajas de lo habitual en la zona, pues, aquella noche, vispera de Navidad, habia nevado como nunca se habia visto en aquel lugar rodeado de montanas. La noche de su desaparicion la joven acudio a la discoteca mas popular de Xixona, situada en las afueras del pueblo, a un par de minutos del cuartel de la Guardia Civil situado en el barrio del Traves. La discoteca rural conocida como El 20, es una discoteca habilitada en una casa rural de la zona, rodeada de pinos y penas que hacen del entorno un lugar idoneo para la diversion por su aislamiento a tan pocos pasos del pueblo. La discoteca, con zona exterior, barbacoa y piscina, tambien esta compuesta por 20 habitaciones para desahogar la tension sexual de la fiesta, que son alquiladas por horas, de ahi le viene su nombre. Aquella noche la joven fue vista en la pista de baile y, posteriormente, salio de una de las habitaciones acompanada de un joven muy popular en el pueblo apodado: ‘El Conill’, un joven mujeriego conocido por sus numerosos escarceos amorosos con todo tipo de mujeres del pueblo. Despues, numerosos testigos la vieron discutir con su novio antes de abandonar sola la discoteca en su propio coche, y esa fue la ultima vez que la vieron con vida. Su cadaver no presentaba signos de violencia. Sus pies, en carne viva, mostraban claros sintomas de haber andado y escalado el risco situado a mas de mil metros de altura, asi como los aranazos y contusiones que su cuerpo mostraba. El cuerpo de la joven fue hallado en la cima de la Pena, completamente desnuda, tumbada boca arriba y orientada hacia el sol con las piernas cerradas y los brazos extendidos en cruz. El novio de la joven, tras ser interrogado, declaro en el cuartel de la Guardia Civil que durante el ultimo mes Aitana se mostraba extrana y hablaba de cosas muy raras, y repetia continuamente su necesidad de subir a la montana para estar en paz y purificarse. Durante la investigacion, la Guardia Civil encontro en la habitacion que compartia con su novio, un panfleto rudimentario con varios fragmentos subrayados y anotaciones al margen, donde repetia una unica frase: Solo la montana puede salvarte. Hasta la fecha, el comportamiento de Aitana habia sido normal. Quienes la conocian, la recuerdan como una chica muy guapa, alegre, jovial, y a veces provocadora. No mostraba tendencias depresivas, pero consumia habitualmente hachis, y ocasionalmente cocaina. Sin embargo, segun las manifestaciones de su novio, en las ultimas semanas habia cambiado, y hablaba repetidamente de una companera de clase con la que compartia estudios en una academia de Alicante, y con la que hablaba de todas estas cuestiones sobre su obsesion por liberar su alma atormentada. El novio, los familiares, y las mejores amigas de Aitana testificaron ante las autoridades, que no conocian a esa chica, ni la habian visto nunca. Unas horas antes de desaparecer, la joven se despidio de su novio pidiendole que se fuera con ella al Forat de la Pena, porque habia llegado el momento de liberar su alma, y, ademas, le pidio que llevara tambien a su familia para purificar sus almas antes de que saliera el sol la manana del 25 de diciembre. Su novio, intento hacerla recapacitar, pero fue imposible. La joven no le escucho, y se nego a bajarse del coche. Algunos vecinos aseguraron haber visto a su ex novio desayunando alegremente la manana de su desaparicion, e incluso, un testigo poco fiable apodado Tuanet, aseguro haber visto la furgoneta blanca de su ex bajando la montana aquella noche. El cadaver de la joven fue localizado sobre las dos de la tarde del lunes 25 de diciembre, por Raul Perez, un parapentista profesional y, segun su testimonio, se encontraba a pocos metros de la cima, a unos 1.000 metros de altitud, tumbada desnuda sobre la nieve, en una posicion que aparentaba relajacion, sin mostrar signos de violencia, como si estuviera durmiendo, alego el deportista. La joven mostraba aranazos en las piernas, indico el parapentista, quien aseguro que le parecia increible que la joven hubiese subido hasta alli sin ropa con la nevada que estaba cayendo. El parapentista relato que, cuando vio el cadaver desde el aire, decidio aterrizar en la zona para confirmar que se trataba de la joven, y que cuando lo confirmo, dio aviso a la Guardia Civil, que utilizo uno de sus helicopteros para subir a la cima y rescatar el cuerpo. Ademas de los cientos de vecinos, voluntarios, y efectivos de las Fuerzas de Seguridad que participaron en la busqueda, los padres de la desaparecida, tambien siguieron los rastreos y mantuvieron hasta el ultimo momento la esperanza de que su hija Aitana estuviera viva.

  • El interprete del dolor de Jhumpa Lahiri

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    La entusiasta acogida que el publico lector hispanohablante ha deparado a las dos ultimas novelas de Jhumpa Lahiri Tierra desacostumbrada y La hondonada ha hecho indispensable la reedicion de su opera prima, con la que la escritora indo-norteamericana inicio su fulgurante trayectoria literaria. Con apenas treinta y dos anos, esta joven estadounidense de ascendencia bengali obtuvo nada menos que el Premio Pulitzer y se gano el elogio unanime de la critica y los lectores con su prosa diafana y precisa como un bisturi. Los nueve relatos que componen este libro revelan la maestria de Lahiri para trazar una compleja cartografia emocional, la de una serie de personajes que en su busqueda de la felicidad traspasan fronteras geograficas, culturales y generacionales. Ambientadas tanto en la India como en Estados Unidos, estas historias despliegan la riqueza y la profundidad de la mirada de Lahiri, capaz de detectar los mas sutiles conflictos en las relaciones humanas y plasmarlos con una delicadeza incisiva y conmovedora. Nadie que, por cualquier motivo imaginable, se haya sentido alguna vez en su vida extrano y alienado del mundo podra evitar darse por aludido en estos relatos. Asi pues, en estas paginas soberbias, Jhumpa Lahiri plasma un complejo tapiz de emociones y desasosiegos, una incursion a la intimidad de las personas que, indefectiblemente, resulta cautivadora por su belleza, su poder de evocacion y la perennidad de su discurso.

  • Carlota y el cactus de color rojo de Andrea Longarela , Neira

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    Carlota lleva una vida tranquila. Esta terminando sus estudios de Periodismo, vive con su madre y pasa el rato con su amigo Basil. Tambien fantasea de vez en cuando con su profesor favorito y evita pensar en unos ojos azules con los que se cruzo hace ya muchos anos, en un pasado que prefiere olvidar, aunque lo recuerde cada dia cuando despierta.

  • No cambies por mi, Rubi de Olivia Saint

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    Siempre hay una segunda oportunidad en el amor

  • El ultimo fado de Concepcion Valverde

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    Desde nina, Amalia vive obsesionada por la muerte de una de sus tias, a la que no llego a conocer pero de la que lleva su nombre. El entorno en el que vive se presta a la especulacion, ya que sus tres tias acostumbran a convertir la realidad en algo confuso y plagado de contradicciones. En una elegante casa de familia bien venida a menos, todo es controlado con mano ferrea por la tia Celia, que esconde un secreto que la protagonista descubrira, y que no dudara en relacionar con esa misteriosa y no aclarada muerte.
    Aunque lo que mas angustia a la joven es no saber apenas nada de sus padres, a los que perdio a los pocos meses de nacer. Desde entonces, la tia Celia ha urdido una sucesion de falsedades en torno a su origen que han hecho que Amalia se vea obligada a buscar la verdad por si misma. Cuando con dieciseis anos creia haber superado sus antiguos temores, la protagonista encontrara un diario que la hara regresar a ese morbido universo familiar, en el que cada nuevo dato esta a su vez envuelto en el misterio. Las diversas incognitas se iran despejando paulatinamente hasta llegar al ultimo recodo de esta novela, en el que una revelacion inesperada imprimira un definitivo giro al relato.

  • Noviembre y diciembre (Los chicos del calendario 5) de Candela Rios

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    He recorrido el pais entero, lo he puesto patas arriba buscando un chico que valiera la pena, alguien tenia que hacerlo, y al final la que ha acabado patas arriba, desmontada y con el corazon desbocado he sido yo. Y no lo cambiaria por nada del mundo.

  • Desafiame (eLit 3) de Stephanie Bond

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    La ejecutiva de marketing Gabrielle Flannery no era precisamente una aficionada al aire libre y la naturaleza. Pero despues de un vergonzoso incidente, decidio que habia llegado el momento de asegurar su posicion en la empresa. Aunque para ello tuviera que enfrentarse cara a cara con el chico de oro del departamento de marketing y bombon de la oficina, Dell Kingston, con quien tendria que disputarse una importante cuenta.

  • Al caer la noche de Mary Kubica

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    Jessie Sloane esta intentando reconstruir su vida despues de pasar anos cuidando de su madre enferma. Alquila un nuevo apartamento y solicita plaza en la universidad. Pero, cuando en la universidad le informan de que su numero de la seguridad social no es valido, Jessie descubre un sorprendente detalle que le hace dudar de todo lo que cree saber.

  • Becky Blue 1. El enigma de la mujer encantada de Raul Mendoza Canepa

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    ?Que persigue Tony? ?Quien es Becky Blue? y ?Quien domina el mundo? son las interrogantes de este juego de azares y sortilegios, cuyo ultimo casillero es el 100. Este es el primer libro de una saga que me llevo anos concluir. Entrelineas se esconden los grandes misterios que usted debera descifrar.
    Dos jugadores tiran los dados en el universo. El senor del bien posee los dorados y domina el buen destino de los hombres. Marco, el senor del mal, tiene los dados negros entre sus manos. Usted sera ajeno a las claves de este juego hasta que descubra el gran secreto que lo convierte en jugador. Si logra tal hazana, siga fielmente su turno.

  • Contrato II. Lo que quiero de ti de Aryam Shields

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    Ama sin esperar nada a cambio, vive dando y muere recibiendo. Esta deberia ser una premisa de vida…
    ?Como hacer cuando el lado egoista desea algo mas.?
    Katheryne y Alessandro han pasado seis meses, el siendo dominante y ella sumisa, pero el castigo injustificado lleva a Kath a abrir los ojos y a reconsiderar el contrato que habia firmado con Alessandro, instaurando un nuevo acuerdo entre los dos que traera nuevas condiciones que los llevara a profundizar su relacion.
    ?Podra Alessandro aceptar las condiciones que Katheryne le exige a cambio de permanecer juntos?

  • Las respuestas de Catherine Lacey

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    Por la autora de Nunca falta nadie, uno de los mejores libros del ano segun The New Yorker yVanity Fair.

  • Que te vaya como mereces de Gonzalo Lema

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  • Las chicas de la bahia de Susan Mallery

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    Nicole Lord queria ser una buena esposa, pero habia una gran diferencia entre apoyar a su marido y mantenerlo. El habia dejado el trabajo para escribir un guion de cine que ella no habia visto nunca. Ni siquiera ayudaba a cuidar de su hijo y era ella quien tenia que ocuparse de la casa y trabajar a jornada completa.

  • Los Propietarios del Miedo de Sebastian Abdala

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    Es un compendio de relatos, acerca de distintas situaciones donde el miedo es el desencadenante… Pero no miedo de terror, si no miedos a, por ejemplo, la soledad.

  • Haz como el gato de Stephane Garnier

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    La clave para el bienestar: ser un poco mas como tu gato.

  • Bajo tu hechizo de Sofia Arias

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    Una historia de amor entre el jefe mas temido de las provincias barbaras y una poderosa hechicera que hara las delicias de los lectores.

  • Un millonario despiadado de Yvonne Lindsay

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    La venganza lo habia movido durante mas de una decada y, ahora que por fin tenia su objetivo al alcance, Josh Tremont se descubrio deseando mas. Su nueva asistente, Callie Lee, era guapa, sensual y aparentemente inocente. Sin embargo, se la habia ganado al enemigo… ?podia fiarse de ella por completo?Acostarse con un millonario no estaba entre los planes de Callie, pero Josh Tremont era sencillamente irresistible. Se habia metido en aquello sabiendo que traicionaria a su jefe, pero no habia esperado enganar al hombre de quien se habia acabado enamorando.

  • Besame y Quedate de Sophie Kiss

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    Sabrina es una mujer como ninguna otra, vive de lo que ama, y ama lo que le permite tener una vida relajada, llena de varios logros que la catalogan como una mujer exitosa dentro de su area. Sabrina es periodista, pero antes que nada es escritora. Trabaja en el periodico El Temple, cuyo editor en jefe es uno de sus mejores amigos de la universidad, el senor Martin, quien es apenas un poco mayor que ella pero que se ve casi como un anciano cuando ella realmente luce muy joven para tener 40 anos. Sabrina tiene 40 anos, pero cualquiera que la vea podria pensar que ella es apenas una mujer de 30 o quizas menos. Esta manana, ella esta viendose frente al espejo y no piensa en eso, no piensa en que sus senos se ven bastante firmes para una mujer de su edad, de hecho, mientras se ve y recoge el cabello con ambas manos, solo piensa en su rostro de una manera distinta a como tal vez lo haria casi cualquier otra mujer. Sabrina se mira en el espejo que esta en la sala de su casa, ubicado justo al lado de la puerta. Ha sido colocado alli de manera estrategica para ella poder echarse un vistazo a si misma antes de salir, pero no por razones de estetica o por que le preocupe demasiado como luce antes de salir, sino porque verse en ese espejo antes de abandonar la casa, la invita a pensar y recordar cualquier cosa que necesite llevar, y haya olvidado. Verse en ese espejo antes de salir es una ritual que Sabrina cumple desde hace mas de 10 anos, desde epocas en las que tuvo varios novios, entre ellos Kenneth, su mas reciente ex y del que hoy en dia no desea saber nada, porque los problemas con el podrian haberle hecho perder su trabajo, y hoy en dia, por cosas que escapan tanto de sus manos con de las manos de su propio amigo Martin, ella podria perder su actual trabajo si algo pasara, si se involucrara en algun escandalo, porque los principales inversores, los que financia el periodico, son personas muy conservadoras que no desean ningun tipo de escandalo entre los reporteros que trabajan para ese periodico. Hoy, mientras ella se ve en el espejo, no piensa en nada de eso, sino que piensa en que debe ir al trabajo y no deberia olvidar su camara fotografica, asi como tampoco su grabadora de audios. --Te espero cuanto antes puedas llegar a la oficina, porque hay una encomienda especial para ti. --Le decia Martin a traves de un mensaje de texto que la invitaba a apresurarse un poco para ir hasta lo oficina donde por lo visto algo especial esperaba por ella. Sabrina leyo el mensaje de texto y decidio no responder sino actuar, por lo que tomo sus llaves, su bolso, y un par de lentes de sol que coloco sobre su cabeza antes de cruzar la puerta de la sala y abandonar la casa para abordar su escarabajo, un auto sincronico que heredo de su difunto padre. Una vez dentro del rosado auto, que ella misma habia pintado con ayuda de un amigo que trabaja en un concesionario de autos, encendio el radio reproductor y coloco musica instrumental, su favorita para conducir. Sabrina siempre ha sido una mujer muy decidida y al mismo tiempo independiente con caprichos muy poco comunes y que por lo general siempre logra cumplir, como ese detalle de pintar ella misma su auto. Mientras conduce rumbo a la oficina, la brisa mueve sus rubios cabellos y le da un aire de mujer independiente, pareciendo una postal de una revista feminista. La sola escena de ella conduciendo un auto rosado, con lentes oscuros a una velocidad que solo ella decide cual es, hacen de Sabrina una mujer digna de imitar por otras mujeres o por lo menos de fotografiar. Al entrar al edificio de apenas dos pisos, Sabrina es una mujer que capta la mirada de todos, y no precisamente por sr la tipica mujer coqueta que se viste para eso. Sabrina es mas una mujer de belleza natural y espontanea. Ella baja de su auto, camina despacio si nada le urge, pero siempre con pasos firmes, como quien sabe muy bien a donde va y a que se enfrentara. En esta oportunidad, Sabrina lleva unos jeans bastante desgastados, no de esos que tienen huecos en las rodillas, pero si de los que alguna vez fueron azules muy tupidos y ya muestran un color mas parecido al blanco con algunos destellos de celeste, en lo que sin duda es una prenda ya destenida por el tiempo y por las veces que ha ido a la lavadora. Ya dentro, cruza el lobby, se quita sus gafas oscuras, y suelta su cabello, que estaba recogido con una cola alta. Ahora ya con el cabello derramado sobre los hombros y sin los lentes que cubrian su mirada, se ve todavia mas genuina de lo que ya proyectaba su estampa antes de entrar. Luego de cruzar la recepcion, Sabrina llega hasta donde esta su oficina, que es apenas un escritorio rodeado por 4 laminas de fibra de vidrio que delimitan su espacio pero no necesariamente le dan la privacidad que ella siempre ha pensado que merece. --Algun dia mi oficina dejara de ser cuatro paredes transparentes que supuestamente indican cual es mi espacio pero que en realidad, en vez de protegerme, me expone. Esto no es una oficina, esto es una vitrina. --Dijo Sabrina en voz alta para que Martin, quien estaba en la oficina contigua, escuchara. -- !Mira, nina! ?Serias tan amable de dejar de quejarte y venir a mi despacho inmediatamente? .--Exclamo Martin desde la oficina de al lado que si tenia paredes de yeso y donde la puerta totalmente abierta dejaba ver un escritorio revuelto de papeles, lleno de cosas hasta mas no poder, y frente a el un hombre gordo, calvo, un tanto mayor, que fumaba un tabaco mientras leia algo al mismo tiempo que hacia magia para evitar que sus lentes resbalaran por su rostro y cayeran al piso, en lo que deberia ser tal vez el rostro mas asimetrico con todas las facciones de un gigante y una nariz contrastante del tamano que la tendria un bebe de apenas meses. Sabrina solo sonrio luego de lograr su cometido, esa era su manera de saludar a su amigo y jefe, quejandose para hacerse notar, y luego de captar su atencion, dirigirse hasta su oficina a gastarle alguna broma para despues finalmente hablar de trabajo entre algunas cosas personales tambien. -- ?Que dice mi calvo favorito? --Pregunta Sabrina desde la puerta, asomando solo parte de su cuerpo, especificamente la parte superior, como quien oculta la otra mitad del cuerpo por algun motivo de picardia. --Nada, aqui esperando que me digas cuando vas a ganar un premio que haga que este periodico se convierta en algo que acapara las miradas internacionales y yo comience a ganar millones de dolares. --Bueno, querido. Tu sabes que eso no pasa porque no me dejas escribir sobre lo que yo quiero y se que es importante, sino que siempre te inventas unos reportajes muy raros y a veces hasta tontos, pero que yo igual cubro porque te tengo mucho aprecio y eres mi mejor amigo. --Y el unico que realmente te da la oportunidad de escribir sobre lo que siempre has querido, aunque te cueste admitirlo o te empenes en decir cosas contrarias a la verdad. Para ser una periodista, eso esta muy mal de tu parte. Deberias ser mas profesional y apuntar mas a la verdad. Sabrina termino de entrar a la oficina, se sento en la silla frente al escritorio de Martin y mientras ambos sonreian, ella se puso lo mas comoda que pudo hasta colocar sus pies sobre el escritorio mientras Martin la veia con ganas de llamarle la atencion al mismo tiempo que contenia la risa. --Vamos Sabrina, Tu sabes que jamas tendras un jefe como yo. Tu lo sabes y yo lo se. ?Es tan dificil decirlo? Sabrina creo un silencio de mas de tres segundos para luego estallar en una carcajada. --Claro que si, algun dia lo dire. Pero por lo pronto, cuentame. ?De que se trata esta extrana y nueva mision especial? ?Voy al espacio exterior? ?Entrevistare a una tribu canibal en Suramerica? ?Entrare a lo mas profundo de un volcan en Australia? --No, nada de eso. Aunque si guarda mucha relacion con temas polemicos y la naturaleza, que de por si ya bastante que lo es en estos tiempos. --Respondio Martin mientras colocaba sobre el escritorio los papeles que tenia en las manos, los mismos que leia antes de que Sabrina llegara, para luego abrir una gaveta y extraer otros documentos que dejo caer sobre la tabla de escritorio, justo al lado de los pies de Sabrina. --Alli lo tienes, alli esta todo. Sabrina bajo los pies del escritorio, tomo los papeles con sus manos mientras Martin la observaba como estudiandola, como tratando de traducir sus gestos mientras ella leia de que se trataba este nuevo trabajo. Sabrina leia con calma, muy concentrada, con el ceno fruncido. Martin por su parte solo la miraba, esperando alguna reaccion, al mismo tiempo que parecia ocultar una ligera sonrisa. -- ?En serio voy a cubrir la noticia de dos tipos muy millonarios peleando por un bosque? --Bueno, mirale el lado positivo. Lo mas importante es que no vas a gastar un centavo, te hospedaras en un hotel de mala muerte pero por lo que no tendras que pagar nada. Tambien tendras tres comidas diarias gratis en el mismo hotel, y ademas no gastaras tampoco un solo centavo en pasajes. ?No te parece maravilloso? La respuesta de Martin le hizo cambiar totalmente el rostro a Sabrina, por lo que Martin debio apresurarse a agregar algo en su comentario: --Mira, creo que no lo has leido bien --Dijo Martin quitandole los papeles de la mano para senalarle un apartado especial en los archivos-- Si te fijas, parece ser una disputa que involucra corrupcion, al mismo tiempo de que tengo la sospecha de que uno de los dos millonarios no es tan malo como crees, de hecho, si revisas su perfil podras notar que el sujeto en cuestion es u hombre totalmente altruista, filantropo, que ayuda a la humanidad... En fin, parece una suerte de superheroe sin capa luchando contra un villano, ambos en el terreno del dinero dentro de un pueblo que no es pobre ni rico, sino mas bien un lugar muy tranquilo en el que seguramente te sentiras comoda, relajada y... -- !Aburrida! Eso es lo que me voy a sentir, aburrida. Pero bueno, no importa. Estas son las cosas que uno hace por los amigos. ?Cuando salgo? ?La proxima semana? Ante la pregunta, Martin abrio otra gaveta del escritorio para sacar de ella unos boletos de autobus que le entrego en sus manos a Sabrina. -- ?En serio voy a ir por tierra de nuevo? ?Algun dia dejaras de ser tan tacano y me pagaras, aunque sea un pasaje de clase turista en alguna aerolinea de esas extranas que sabemos que son mas lavado de dinero que otra cosa? Puede ser, pero mientras te sigas quejando, lo seguire pensando. Ambos soltaron una carcajada para luego dejarse de juegos, de bromas, y ponerse un poco serios los dos. -- ?De cuanto tiempo estamos hablando? --Pregunto Sabrina. --Bueno, sales hoy en la tarde noche, y si duras una semana por alla seria demasiado, lo ideal es que lo hagas en tres o cuatro dias, pero si por alguna razon tu trabajo se extiende, pues no hay de otra, se hace. Pero eso, yo preferiria que cuando mucho te tomaras una semana, no mas de eso. --Bueno, esta bien. Voy a casa a terminar de arreglar mis cosas y de ahi me marcho directamente hasta el terminal. Te diria que me voy en mi carrito, pero prefiero gastar tu dinero. Martin no hizo mas que reir y se despidio de ella lanzandole un beso. --Guarda eso para tu secretaria, a mi no me des ese tipo de mala suerte. -- Dijo Sabrina antes de abandonar la oficina de Martin y el edificio, no sin antes hacer una pequena parada en su oficina, recoger algunos articulos como un pen drive, un block de botas y un panuelo que segun ella le da buena surte cuando viaja. Un par de horas despues ya Sabrina se encontraba leyendo un ejemplas de un periodico local, que en parte significaba la competencia para El Temple, el periodico donde ella trabajaba para su amigo Martin. Mientras Sabrina leia noticias locales de poca relevancia, sonreia imaginando que pensaria su amigo si supiera que ella preferia leer a aun periodico como La Pared de La Verdad al que el tanto odiaba. El viaje hasta el Bosque Foresty, ubicado en la localidad de Tozark, un pequeno pueblo de clima muy agradable y donde todo parecia ser muy calmado, fue de aproximadamente cuatro horas. En esas cuatro Horas Sabrina tuvo tiempo para pensar en todo, para recordar a sus difuntos padres, para preguntarse una vez mas, por enesima vez, como seria su vida si ella estuviese casada y si ello le permitiria tener ese trabajo que tanto le apasiona. Pero entre tantas otras cosas, a Sabrina tambien le dio tiempo de imaginar como seria volver a hacer el amor despues de tanto tiempo. La ultima vez que tuvo pareja fue hace ya varios anos, y desde entonces solo ha tenido relaciones inestables y sexo casual, cosas de apenas una noche. Este viaje le hizo recordar la vez que fue a las montanas a cubrir un reportaje sobre unas plantas y fue acompanada de un guia experto con el que termino teniendo un sexo desenfrenado en las rocas, a muchisimos metros de altura, en diferentes posiciones, entre ellas de perrito, la que sin duda era su favorita porque a Sabrina le gusta mucho sentir ser dominada y en esa posicion generalmente suele pedir que la tomen del cabello y la presionen fuerte para sentir el choque entre ambas carnes al ritmo del placer. Sabrina ya ni recuerda el nombre de aquel sujeto, de hecho, solo recuerda que su pene no era muy grande, pero al menos era muy bueno en lo que hacia, especialmente con el sexo oral. En esa oportunidad, el sujeto no solo la coloco de perrito, sino que tambien la volteo dejandola ver el cielo mientras la tuvo abierta de piernas devorando lo que ella tenia para el. Ya ha pasado mucho, ya no recuerda casi nada de aquello salvo que el sexo fue muy bueno. El viaje por fin parece acercarse a su fin y ella ya esta llegando a donde debe ir ahora a cumplir otro reportaje y no evita preguntarse si en esta oportunidad tambien conocera a alguien. Sabrina tiene la certeza de que, si sus padres estuviesen vivos, estarian muy orgullosos de ella. Tambien sabe que una vida de casada en cierta medida le entorpeceria poder cumplir sus funciones como periodista y corresponsal. Todos esos son temas que siempre estan dando vueltas en la cabeza de Sabrina. Finalmente, luego de cuatro horas en un viaje que le permitio pensar en muchas cosas, ya se encontraba en la localidad de Tozark. Alli, Sabrina se dirigio de inmediato al primer puesto de comida apenas puso sus pies en el terminal. Pidio un sandwich en una especie de cafetin para transeuntes, y luego de devorarlo se dirigio caminando hasta donde estaba ubicado el hotel aparentemente muy economico que Martin le habia conseguido. Sabrina tenia consigo un mapa de los lugares que debia visitar, en su mayoria podian recorrerse a pie, excepto por el propio bosque Foresty cuyas dimensiones eran tan gigantescas como enigmaticas. Luego de una corta caminata, finalmente llego hasta el hotel mientras durante el breve recorrido pudo observar lo espeso de un bosque que lucia como magico, como lleno de vida, de buenas energias, de cosas positivas tanto para los habitantes del lugar como para cualquier visitante que se deleitara con la imponente estampa de un lugar natural, exotico, y al mismo tiempo aparentemente tan maravilloso al que Sabrina solo habia visto por unos segundos y desde muy lejos pero por el cual ya se sentia muy atraida. --Buenos dias, senor. Mi nombre es Sabrina Lutens, y debo tener una reservacion bajo mi nombre. --Buenos dias, senorita --Le respondio el recepcionista del hotel La Alameda en lo que seguramente fue todo un cumplido para una mujer de 40 anos-- En efecto su nombre esta en la lista de espera para ubicarle una habitacion apenas haya vacante, pero la verdad es que aun ninguno de nuestros huespedes se ha marchado. Hemos tenido una semana muy convulsa, llena de mucho movimiento en el pueblo, especialmente por las disputas por el bosque, y por lo tanto hemos estado muy llenos y aun nos mantenemos asi. Si gusta puede dejar su numero telefonico, y con gusto podremos llamarle apenas tengamos alguna habitacion disponible. Los comentarios del joven recepcionista habian comenzado muy bien, llamandola senorita y utilizando un lenguaje muy educado y a la vez considerado, pero la verdad fue que esa ultima noticia de que no habia realmente una reservacion concreta para ella, fue caso un insulto. Por un momento tuvo ganas de realizar un reclamo inmediato, luego penso en querer conversar con algun gerente, pero despues todas esas ideas se disiparon cuando tambien considero la posibilidad de llamar a Martin para reclamarle, hasta que al final penso que no debia ser culpa de nadie, que no solo habia tenido muy mala suerte. --Esta bien. Ya vere que resuelvo. ?Podrias darme mejor los datos de algun otro hotel que este cerca? Necesito estar ubicada lo mas cerca del bosque posible, porque tengo asuntos pendientes con el. Necesito entrevistarlo. -- Dijo con una sonrisa envolviendo el buen humor que suele caracterizarla. --Seguro --Respondio el empleado del hotel-- Tome esta pequena lista donde estan los datos de todos los demas hoteles del pueblo. Puede usar nuestro telefono si gusta, y le ruego una vez mas que nos disculpe por no poder ofrecerle una habitacion en este momento. De verdad lo lamentamos mucho. Sabrina paso de estar un poco disgustada a quedar realmente impresionada con la amabilidad del recepcionista, y sin mediar mas palabra, haciendo apenas un gesto con su cabeza, tomo los datos que el joven le paso y se dedico a llamar uno por uno a los diferentes hoteles que aparecian en aquella lista, hasta que oyo una conversacion de dos personas que iban saliendo del hotel y que antes de cruzar la puerta hacia las afueras de la propiedad, pasaron por un lado de ella citando el bosque y la problematica que ella habia ido a cubrir para el periodico de su amigo Martin. -- !Vamos rapido que alla estan los dos hombres esos peleando! --Le dice un sujeto rubio alto y delgado a otro un tanto moreno que caminaba a su lado. -- !Bueno, vamos! !No me quiero perder ese show!

  • Seria genial de Rosario Vila

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    Cuando Alberto le pide a Marta un tiempo y se va de casa, ella no sospecha que pretende permanecer en un angustioso silencio, como tampoco se imagina que va a dejar a Flipy atras, su travieso huron. Marta se refugia en su tienda de labores, donde imparte talleres de trapillo a un divertido grupo de clientas, pero ni eso ni el nacimiento de los esperados bebes de su amiga Clara consiguen aliviar su desamor. Sin embargo, la vida te da lo que necesitas cuando menos lo esperas, y gracias a Flipy la suya esta a punto de cambiar.

  • Por Siempre te Amare: Hasta el silencio me habla de ti, Manuel Alejandro de Manuel Alejandro

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    Jose Luis es un muchacho que ha llegado a la cuspide de su carrera estudiantil, sin embargo la inesperada noticia que su amor de infancia se ha casado lo lleva a hundirse en la mas profunda melancolia, en ese momento cumbre y dramatico aparece en su vida Luisa Maria, una chica con una belleza fisica abrumadora atrapando el corazon de Jose Luis desde el primer instante que la ve. De inmediato nace una buena amistad entre ellos, pero la meta real de Jose Luis es conquistarla, emprendiendose en una larga travesia de lucha entre multiples pretendientes y diversos obstaculos durante nueve anos, en donde va descubriendo la verdadera Luisa Maria que se mantenia escondida y que lo impulsaria en convertirse en escritor, con un desenlace inesperado y a la vez cautivador, llevando al lector hasta el borde maximo de emociones y sentimientos encontrados.
    Una novela que debe ser leida a paso lento...

  • El abrazo del monstruo de Felix J. Palma

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  • Instantaneas de Claudio Magris

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    El lector encontrara aqui textos breves capaces de capturar lo que tiende a escurrirse entre los dedos, de retratar con perspicacia y acidez comportamientos humanos, de observar el mundo con una sofisticada mezcla de humor, melancolia, bondad y sabiduria. El resultado es un ramillete de deliciosas miniaturas en las que asoman temas, personajes y situaciones variopintos: la ciudad de Trieste; un episodio comico vivido en la Galeria Leo Castelli de Nueva York que ilustra las imposturas del arte de vanguardia; el modo ridiculo en que Thomas Mann se entera del inicio de la Segunda Guerra Mundial; los editores que imponen finales felices a los autores a los que publican; el secreto motivo por el que una conferencia muy erudita y potencialmente soporifera se llena a rebosar; los congresos culturales y el sexo; la soledad de las parejas...

  • Aitana de Ugo Moriano

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    Cuatro dias habian pasado desde su llegada en Italia cuando el Cardinal Rafael Torres Velasquez, procediendo con precaucion debido a su avanzada edad, bajo las escaleras de cemento que, bordeada de una alta pared de contencion que conectaba la carretera con la playa de abajo. Despues de solo nueve escalones, un ataque repentino y muy doloroso a la rodilla izquierda lo obligo a apretar su agarre en la barandilla de hierro que rodeaba la escalera, recordandole, si es necesario, que mas alla de cierta edad el privilegio de vivir es frecuentemente compensado con una serie abundantes de tembladera. – Monsenor, ?necesita ayuda? – No Aitana, todo esta bien. Gracias a este hermoso dia, me enfrente al bajr con demasiada calvicie, olvidando que ya no era un nino. Respondio el cardinal dirigiendose a la monja que lo observaba preocupada. – Ahora voy a ser mas cuidadoso y todo va a estar bien. – Talvez debimos haber elegido otra playa. -La religiosa unio sus manos como si estubiera orando. – una mas accesible, como la que pasamos hace diez minutos. – No, esta bien. !Mira que hermosas rocas emergen del mar!. El alto prelado, despues de una dispensada sonrisa tranquilizadora a la monja, retomo el descenso hacia la extencion de guijarros grises que descendieron a la costa. De hecho, no estaba completamente seguro de que estaba haciendo lo correcto. De hecho, si se hubiera encontrado en el papel de Aitana, habria reiterado sus dudas con mas behemencia. “Si despues no puedo subir, ya que no hay rampas de acceso, solo escaleras, usted se veria obligado a pedir ayuda" A pesar de ese pensamiento, no se detuvo, simplemente precedio con mas cuidado y su agarre, en la barrandilla gastada por el tiempo y la sal, se volvio mas firme. En los dias anteriores junto con su inseparable asistente habian seguido algunos servicios religiosos en la catedral de los Santos Mauricio y Companeros Martires, que se encuentran en el Parasio de Porto Maurizio, pero esa manana se habian mudado al otro lado de la ciudad. Habian asistido a la misa de las diez en la basilica colegial de San Juan Bautista en Oneglia y al final, de la conversacion cordial con el parroco, habian ido a dar un paseo cerca al muelle portual. Hablando con un pescador, el cardenal se habia enterado de esta playa, en el que estaba a punto de descender, situado en la solapa mas oriental de Imperia. Cuando llego al ultimo escalon, se paro y respiro el olor salado que impregnaba el aire. Un aroma no desconocido, pero raro para un hombre que habia pasado sus ultimas decadas en el soleado Toledo. Aunque era el 20 de marzo, en ese momento la arena estaba desierta y esto lo complacio porque habia ido alli a buscar la presencia de Dios que solo podia sentir en soledad. Como si estuviera apunto de hacer un gesto de epoca, extendio su pie derecho y lentamente lo inclino sobre las piedras en la base de la escalera. Despues de asegurarse de tener una base solida, casi de impulso, dio tres pasos hacia adelante. “Fue bien" penso cuando se dio cuenta de que no tendria equilibrio. “Si hubiera terminado tirado en el suelo, las monjas del convento, aunque sintiendolo mucho, seguramente habrian expresado dudas sobre mi sofisticacion" Aseguro sus habilidades y entro en la playa, dejando que su mirada vague por el agua azul y transparente, y luego a llevarlo a los infinitos tonos de gris de la multitud se piedras oscuras y redondeadas que bordean las olas. A unos cuarenta metros a su derecha, una hebra de rocas bajas salieron de la pared y despues cortaban la arena perpendicularmente, se lanzaban al mar para resurgir a unos metros mas adelante. No se atrevio a sentarse en el suelo porque estaba seguro de que ya no seria capaz de levantarse de nuevo, se dirigio hacia una parte rialzata y la uso como silla. Antes de continuar, levanto su mirada hacia la parte superior de las escaleras y trato de tomar una expresion segura, luego levanto la mano en un gesto de saludo que fue correspondido por Aitana, aunque si el rostro de la monja continuo mostrando perplejidad. Procediendo sin prisa, Rafael entro tratando de evitar las piedras que le parecian mas inestables, luego a mitad de camino para disfrutar de la vista de la famosa roca galeazza. “Mas que la vela de un buque de guerra veneciano del siglo XVI, considero contemplar la estructura rocosa que, estrechas y alta, emergio de las olas y luego se extendio hacia el mar mas profundo" para mi parece la aleta de algun focil antiguo que data de epocas distantes que, como una broma del destino, se mantuvo un unico signo obvio de los enorme pescado enterrado en este rincon de La Liguria. La sensacion mientras reanudaba su viaje seguia su camino y finalmente llego a sentarse, era que ese ser no podia ser asimilado a un delfin jugueton, sino a un tiburon feroz, tal vez todavia listo para despertar si las condiciones habian sido favorables. El sol que brillaba en el cielo, el aire calido y una ligera brisa que venia del oeste le daban una sensacion de relajacion, lo que lo llevo a cerrar los ojos, como si se encontrase en el lugar solo por razones de ocio. Todo eso sugirio que 2017 seria el enesimo ano con temperaturas por encima de la media. “!No estoy aqui por vacaiones!" dijo descartando ese sentimiento. “Etolo esta muriendo y he venido a Italia para acompanarlo en este ultimo viaje. La razon por la que Rafael y su asistente inseparable estaban en esa parte del puente de Liguria estaba estrechamente ligada a la gran relacion de estima y amistad que lo unia a Etolo Sciorato, un cardenal originario de Imperia Porto Maurizio que, hasta su jubilacion, habia sido un eminente miembro de la Curia Vaticana. Gravemente enfermo durante un par de anos, un mes antes, al presagio de acercamiento de su proprio viaje, habia decidido enfrentarse a sus ultimos dias regresando a las tierras donde nacio. “Es unos de los pocos amigos de verdad con los que siempre he sabido que puedo contar. Cuando se haya ido, estare mas solo, pero ahora mi tiempo tambien esta llegando a su fin, asi que pronto estaremos juntos de nuevo". Con un esfuerzo libero su mente de esas consideraciones entonces, como era su costumbre cuando llego a las orillas del Tajo, habiendo segurado una vez mas que no habia nadie en el vecindario, descanso los codos sobre sus piernas y menton en las manos de la articulacion, finalmente entrecerro los ojos hasta que se redujo a una simple rendija. Su mirada miraba a la inmensa extension de agua y su alma se abrio al Senor. El don de la fe siempre lo acompano. Cuando regreso con su memoria, no podia recordar ni un solo momento de su vida en el que habia sentido el amor de Cristo y nada habia vacilado en su firme convinccion de que tenia que cumplir con una mision: dedicarse a los demas revelando la piedad y la esperanza que Dios nos ofrece. Desde el comienzo de su viaje religioso siempre se habia comprometido. Para llevar a cabo su servicio y la carrera eclesiastica que habia realizado habia sido solo la consecuencia logica. Durante decadas habia celebrado el misterio de la Eucaristia sin dudar nunca de la transusencia de ese gofre de pan sin levadura que tenia en sus manos, pero la verdadera comunion con el Senor nunca le habia encontrado entre las paredes, a menudo suntuosas de las iglesias sino en lugares menos ortodoxos como en las orillas del Tajo. Ahora en ausencia de un rio real lo estaba buscando en esa playa en la frontera entre Imperia y Diano Marina. Un par de gaviotas despues de girar entre la tierra y el mar descendieron sobre el agua y se desplacaron por el ligero oleaje. Poco despues llego otra media docena que a su vez recayo en la compania de los dos primeros. Finalmente llego un ultimo rezago que tal vez para no conformarse con el resto del rebano, descansaba sobre la roca ocupada por el cardenal y despues de estirar y doblar las alas blancas y grises permanecio para mirarlo sin mostrar un interes real. Rafael decidio ignorar al recien llegado y como siempre en estas ocasiones comenzo a recitar con un filo de voz el acto de fe -"Dios mio porque eres verdad infalible creo en todo lo que has revelado y de la Santa Iglesia nos propone creer. Y expresamente en ti, el Unico Dios verdadero en tres personas iguales y distintas. "