• libro un dia en la vida de una mujer sonriente - Margaret Drabble

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    Esposas sin maridos, madres y hermanas, mujeres que se debaten entre el arte y la familia. Amor, vanidad y soledad. Una madre trabajadora que puede con todo y acaba sus enloquecidos dias con una sempiterna sonrisa, un prestigioso cientifico que acaba de recibir el Nobel por el descubrimiento de <> o una mujer que suspira aliviada cuando se entera de la muerte de su esposo son parte de un exquisito elenco de personajes que protagonizan unas historias que son un trasunto de la vida cotidiana de nuestra epoca. Sumamente atractivos, los relatos destilan los temas que han marcado la narrativa de Drabble: mujeres y relaciones, Inglaterra y el extranjero, melancolia y exaltacion, trabajo y familia, clase y modales, feminismo, sensualidad y claustrofobia.

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    9 mar 2017 — El libro UN DÍA EN LA VIDA DE UNA MUJER SONRIENTE de MARGARET DRABBLE en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

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  • Despues de encontrarme (Bilogia Lucia 2) de Saray Garcia

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    Titulo original: Despues de encontrarme Primera edicion: Mayo 2016 (c) 2016, Saray Garcia Maquetacion y diseno de portada, a3studio ISBN: 978-1533130358 Deposito legal: V 515-16 Esto es una obra de ficcion. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, organizaciones y dialogos en esta novela son o bien producto de la imaginacion del autor, o has sido utilizados en esta obra de manera ficticia. Quedan prohibidos, dentro de los limites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproduccion total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electronico o mecanico, el tratamiento informatico, el alquiler o cualquier otra forma de cesion de la obra sin autorizacion previa y por escrito de los titulares del copyright. En este libro las canciones tienen un significado muy especial. Acompanan a los protagonistas dando verdadero sentido a muchos momentos. Si quieres disfrutar de la banda sonora de Despues de encontrarme, solo necesitas seguir este enlace: https://open.spotify.com/user/saraygarc%C3%ADa/playlist/7mTadEGpLX2DhZuvQfaSsv INDICE 1. S UENOS LENTOS Y HUIDAS VELOCES 2. SI TU SALTAS... 3. CALLAR ALGO COMO... TE QUIERO 4. !SOY EL REY DEL MUNDO! 5. IMPERTINENTE ES MI SEGUNDO NOMBRE 6. REVUELTO DE FRUTOS SECOS 7. SE (CE)PILLA ANTES A UN MENTIROSO... 8. DESPERTARES ESTRELLADOS 9. SE MIRA PERO NO SE TOCA 10. TORTITAS PARA TODOS 11. DOS NOVIOS PARA DOS SOFAS 12. ?QUE HACE UN TIPO COMO YO, EN UN SITIO COMO ESTE? 13. CSIVALENCIA.ESPECIALISTAS EN REDES SOCIALES 14. TODO LO QUE PUDO SALIR BIEN 15. THELMA Y LOUISE 16. ERES LUZ 17. ACORAZON ABIERTO 18. NO DEJES PARA MANANA... 19. HOGAR, DULCE E INCORREGIBLE HOGAR 20. CADA COSA EN SU LUGAR... Y LUCIA POR TODAS PARTES 21. UN DIA COMO OTRO CUALQUIERA 22. SORPRESAS, CONFESIONES, Y... !MUCHA MIERDA! 23. AFORO COMPLETO 24. MI PRIMERA UVA 25. SIEMPRE CUIDARE DE TI 26. LA CUENTA ATRAS 27. PLANTAR LA SEMILLA 28. RECOGER LOS FRUTOS 29. MI CHICA 30. LA VERDADERA CARA DEL DOLOR 31. EXPIANDO PECADOS 32. JAQUE 33. MATE 34. CUANDO DECIDI OLVIDARTE 35. CASI LA ANTIGUA LUCIA 36. VIDAS QUE DEJE CRUZADAS... 37. ...VIENEN PERSIGUIENDOME 38. CUANDO DECIDI RECUPERARTE 39. DI QUE SI 40. LO QUE SIEMPRE HAS QUERIDO EPILOGO AGRADECIMIENTOS SOBRE LA AUTORA A ti, abueli Estes donde estes, que sea para bien A Tindaya, por todo lo que compartiremos hasta que puedas leerlo 1 SUENOS LENTOS Y HUIDAS VELOCES El agua caia sobre mi cuerpo desnudo. Deslice mis manos por la cara para echarme hacia atras el pelo y abri los ojos. Una sonrisa se dibujo instantaneamente en mi rostro, al tiempo que Closer llenaba aquel bano. Sabia donde estaba. De vuelta a Madrid. A nuestra habitacion de hotel. Sin que pudiera preguntarme como habia llegado hasta alli, sus manos resbalaron por mi vientre y su boca por mi cuello. Instintivamente, estire el brazo para acariciarle el pelo. --Te he echado de menos --dije enredando mis dedos entre sus mechones. No recibi contestacion. En lugar de hablar, me recorria los hombros con besos, y sus dedos ascendian por mis costados hasta llegar a acariciar mis pechos. Suspire contoneandome contra el al ritmo de los Kings of Leon. Subio por mi brazo para recoger mi mano de su cabeza y guiarla de vuelta a mi cuerpo. Siguiendo mi contorno, despacio, muy despacio, ibamos dibujando mis curvas hasta llegar a mi entrepierna. Lo note excitarse contra mi. Sus dedos obligaron a los mios a tocarme. Estaba perdiendo el sentido con nuestras caricias acompasadas, sus labios recorriendome la espalda, la sensual melodia de la cancion... --?Te has levantado con ganas de jugar? --pregunte sin apenas poder contener un gemido cuando me rozo el clitoris con mis propias yemas. En lugar de responder, sus dedos liberaron los mios y, retrocediendo un paso, me dejo espacio para poder volverme. --Buenos dias, ne... Antes de haber terminado de decirlo, mis pupilas habian topado con unos preciosos ojos grises centelleantes, y un sonoro scratch destrozaba la musica ambiente. !?Alex?! --Buenos dias, canija. Desperte a la velocidad del rayo, con la respiracion acelerada y banada en sudor. Tenia una mano en una teta y la otra en la cadera. La del pechito contento, era obvio que habia sido por mi suenecito humedo. Y tan humedo... ?Reivindicando su nombre, senor Mojabragas? La otra, la que parecia estar protegiendo la ultima flor del universo, era por idiota. Todo comenzo en el maldito momento en el que Jorge comento que, aquella cicatriz en mi cadera, era como llevar un tatuaje para recordarlo. Por eso yo, como buena suicida emocional, habia cogido la estupida costumbre de dormir con una mano sobre ella. Juro que era involuntario. Nunca era consciente del momento en el que mi palma arropaba aquella marca todavia rosada, pero cada manana, mi mano aparecia situada en la misma posicion. Como si asi pudiera tocarlo a el, y fuera verdad que lo llevaba en la piel para siempre. Como si estuviera salvaguardando lo poco que quedaba de algo que fue nuestro. Algo que se perdio un mes atras, entre su silencio y mis lagrimas. !Prohibido pensar en eso, pardilla! Mire el reloj medio grogui. !Mierda, joder! Me habia quedado totalmente dormida. Iba a tener que correr para llegar a tiempo a la cena. Despues de llevar todo el mes lejos de Valencia, habia regresado esa misma tarde de pasar mis ultimos dias de vacaciones con Nora. Agotada por el viaje, me habia tirado en la cama para descansar cinco minutitos... que se habian convertido en dos horazas. Lo bueno de llevar tanto tiempo fuera, era que mis posibilidades estilisticas estaban bastante mermadas. La inmensa mayoria de mi ropa de verano estaba, o arrugada dentro de alguna maleta, o haciendo rebosar el cesto de la ropa sucia. Estudiando mis alternativas, supe que la mejor opcion era aquel vestido largo y vaporoso, de modo que no tarde en meterme en la ducha para olvidar los suenos con un ex de manos sueltas, y para cantar a voz en grito, anunciandoles a los vecinos mi vuelta a casa. Para mi sorpresa, consegui llegar hasta la direccion que Alina me habia mandado sin gritarle ni una vez al Google Maps, y eso que el bendito chalet estaba mas o menos donde Cristo perdio la alpargata. Aparque el coche de cualquier manera, cortando el paso de un Mini que podia apostar a que pertenecia a la abofeteable Jimena. Despues de todo, no tenia intencion de estar alli demasiado tiempo. De camino a la entrada, un Golf blanco --su Golf blanco-- llamo mi atencion. Genial, que empiece la funcion, pense. Si albergaba una remota esperanza de que Jorge no estuviera, esa vision acababa de mandarla a la mierda por la via rapida. Mi pulso respondio descontrolandose, y mi cabeza se planteo la posibilidad de acariciar con mi bolso de tachuelas --sin querer, claro-- la carroceria al pasar. Recurri al mantra de las vacaciones antes de caer en la ira incontrolada. --Si no te pienso, no existes. Si no te pienso, no existes. Si no te pienso, no existes --me repeti a mi misma dejando atras el coche. La puerta estaba abierta, asi que entre siguiendo el sonido de la musica hasta la piscina, donde un monton de jovenes bailaban, reian y bebian al ritmo de Supersubmarina. !Ay Norito, que bien lo habriamos pasado tu y yo aqui!, pense antes de recordarme que tenia que salir de alli cuanto antes. Nada mas verme, Alina corrio a mi encuentro. --!Lucia! --grito tirandose sobre mi--. Pense que al final no vendrias. --No podia perderme tu despedida --confese devolviendole el abrazo. La estruje contra mi, regresando al dia en que la habia conocido. Apenas unos meses despues, ella tambien corria detras de su cambio de vida. Se iba a estudiar a Inglaterra, y aunque estaba segura de que se llevaria el violin en la maleta, este tendria que aprender a compartir su tiempo con los libros de finanzas. Mientras dejaba que mis brazos la arropasen, mis ojos inquietos no dejaban de saltar de cara en cara buscando el rostro de su hermano. Estaba cerca. En alguna parte de aquella casa. Era como si pudiera sentirlo, sin embargo, no lograba encontrarlo. En mi interior se libraba una especie de lucha de poder. Por una parte, mi cabeza me decia que lo mas inteligente seria mantenerlo lejos. Pero por otra, mi corazon... El solo palpitaba ansioso dentro de mi pecho, esperando el momento de encontrar su mirada, y que las ultimas semanas desaparecieran para poder salir de su jaula. Volver a escuchar sus provocaciones... Que me tentase con su sonrisa... Lucia en modo yonqui activada. !Que rapido se acaba el efecto "Vacaciones rehabilitadoras", Senor! --Acompaname a la cocina para que podamos hablar --dijo arrastrandome por una mano. --Ali, no puedo quedarme mucho. Tengo una cena --respondi siguiendo sus pasos sin tener muy claro si podia oirme. --Esperame dentro un segundo. Voy a... a por el movil. Giro y comenzo a caminar dejandome en el umbral de la puerta. Lo cruce. Alli la musica se escuchaba atenuada, pero aun asi podia distinguir a Chino entonar las primeras frases de Chas! Y aparezco a tu lado. Me volvi con una sonrisa ironica, pensando en Adriana y en como acabo la ultima conversacion en la que salio esa cancion, pero cuando mis ojos alcanzaron la terraza con vistas al mar, el corazon me dejo de latir durante lo que parecio una eternidad. Alli estaba Jorge. Apoyado en la barandilla. Embelesado mirando el mar. Ajeno al estallido de emociones que acababa de desatar dentro de mi. !A tomar por culo la desintoxicacion! Fue gracioso pensar que aquella cancion habia hecho que de verdad apareciese. Aunque, siendo sincera... Aparecer lo que se dice aparecer... Tampoco es que hubiera hecho nada en concreto, mas que ir al guateque de despedida de su hermana, seguramente sin imaginarse que seria yo la que emergeria de mi escondite vacacional. Por el contrario, yo sabia de sobra que el estaria en aquella fiesta. Era su hermana. No era tan capullo como para perdersela. Pese a eso, reconozcamos que lo de la cancion sonando en el momento preciso... !Con menos que eso, Iker Jimenez podria hacer un programa especial! Avance hasta los ventanales que permanecian cerrados y, por un segundo, olvide que habia un cristal entre nosotros. Un simbolo de la distancia que nos habia separado las ultimas semanas. Alargue la mano posando mis dedos sobre su silueta y, viendolo sujetar una cerveza en una mano y un pitillo en la otra, mi corazon volvio a adquirir un ritmo pausado. El del confort de estar cerca. La calma de notar su presencia. La tranquilidad que te embarga cuando encuentras algo que habias perdido, aunque en mi caso, no fuera a recuperarlo. --?No piensas decirle nada? Me di la vuelta alarmada por la voz de Alina, escondiendo la mano tras la espalda en un acto reflejo, como si me hubiera pillado robando una pieza de la cuberteria buena. --Creo que sera mejor que no lo haga --respondi haciendo caso a mi instinto de supervivencia. --Se cabrearia mucho si se enterase de que has estado aqui y no le he avisado --alego dirigiendose hacia la terraza. --Pues entonces que no se entere --la detuve agarrando su brazo--. Por favor. Mi expresion de suplica debio convencerla, aunque la suya dejo claro que no estaba de acuerdo con lo que iba a hacer. --Va a matarme... En realidad no creia que le importase demasiado. Si durante todo ese tiempo no habia tenido noticias suyas, estaba claro que verme no era una de sus prioridades. --Tengo algo para ti --cambie de tema llevando una mano al bolso para sacar un pequeno paquete--. Dicen que protege a quien lo lleva --espere a que lo abriera y sacase el regalo del saquito de tela--. Segun los nativos, el material del que esta hecho ahuyenta los malos espiritus y atrae la fortuna. --!Me encanta! Es tan original... --contesto colocandose y admirando el curioso brazalete--. Lo llevare siempre. --Estoy segura de que no la vas a necesitar --sonrei cogiendo su mano--. Nunca dejes que nadie te diga que no puedes lograr algo, Alina --trague para evitar venirme abajo. Odiaba las despedidas--. Podras ser lo que te propongas, y me alegra que hayas decidido intentar ser feliz. --Una amiga me dijo una vez, que es bastante complicado serlo haciendo algo que no quieres --sonrio encantadora--, asi que segui su consejo para hacer exactamente lo que queria --me dio un apreton en la mano--. Quiero que sepas que tu llegada nos cambio la vida a todos, no solo a Jorge. --Yo no cambie nada --menos aun en Jorge--. Vosotras si que cambiasteis mi vida. Pase de trabajadora desmotivada a... !estilista acelerada! --rei agitando las manos por encima de mi cabeza. --Un poco acelerada has sido siempre. --Creo que te tengo que dar la razon

  • Vicio Propio de Thomas Pynchon

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    Se llama Sportello, Doc Sportello, y es un detective privado un tanto peculiar en el colorista Los Angeles de finales de los anos sesenta. Hacia ya tiempo que Doc no veia a su ex, Shasta, seductora femme fatale, cuando esta recurre a sus servicios porque ha desaparecido su nuevo amante, un magnate inmobiliario que habia visto la luz del buen karma, un tanto distorsionada por el acido, y queria devolver a la sociedad todo lo que habia expoliado. Sportello se ve enredado entonces en una intriga en la que los escrupulos chispean por su ausencia y cuya trama es casi la de una novela negra clasica. A partir de ahi, Thomas Pynchon pergena un retrato desbocado de una California poblada por surfistas embriagados de la mitologia de las olas gigantes, combatientes de Vietnam o agentes del FBI reconvertidos en hippies, pandillas carcelarias, la escabrosa sombra de Charlie Manson y sus acolitas, una brutal organizacion secreta de dentistas, polis corruptos, una protointernet o bellas masajistas de sexualidad ambigua. Todo sazonado con dialogos y guinos hilarantes, al ritmo de una frenetica banda sonora que sirve de requiem psicodelico por una epoca que pudo ser y no fue.

  • El Encanto del principe azurro de M. A. Petersen

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    Un dia cualquiera en que la vida por fin comienza a darte un descanso al agobio de anos de problemas familiares, laborales y economicos, dejandote ver la luz al final del tunel, !no te descuides! Ese precisamente puede ser el dia en que aparezca tu mas temible competidor, el que puede definitivamente cerrarte la puerta a la felicidad.
    Al menos eso es lo que creyo Blake Ward de Jack Hauteville, el chef de comida italiana mas reconocido del pais, quien no dudo en armar un alboroto en su pequeno restaurante familiar, alegando el plagio y “destruccion”de sus recetas con la potente voz de un baritono.

  • my dilemma is you 3. siempre contigo de Cristina Chiperi

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    Por fin! !Creia que te habias muerto! --exclama Trevor tocandome el hombro con un palito de madera que ha encontrado en el suelo. --!Trevor! !Que cosas tan horribles dices! --lo regana Cass--. ?Estas bien, Cris? Me llevo una mano a la cabeza para asegurarme de que no es nada grave. El dolor es insoportable. --Creo que si --alcanzo a responder con un hilo de voz. --?Que ha sucedido? --pregunta Trevor. Por la expresion de su cara se ve que esta preocupado. --Yo... --empiezo a decir, pero no se como continuar, porque no recuerdo nada. Hace un instante estaba corriendo, luego abri los ojos y vi a mis dos amigos tratando de despertarme--. Creo que me cai y que me di un golpe en la cabeza con algo --prosigo un poco aturdida. El dolor en la nuca se acrecienta y cuando me miro la mano veo que tengo una mancha roja en la palma. --!Dios mio! --exclama Cass. --!Que guay! Es sangre, ?verdad? --!Trevor! --lo rine de nuevo ella. --?Podeis bajar la voz? Me duele la cabeza --protesto, tratando de ponerme en pie. --!Tenemos que hacer algo! --Cass mira alrededor con nerviosismo buscando ayuda. --Llamemos a una ambulancia --sugiere Trevor. --!Jamas haran caso a unos ninos de seis anos! --lo regana Cass. --Por favor, ?podeis ayudarme a levantarme? --pregunto, y los dos me tienden los brazos para que me ponga en pie. Respiro hondo y hago acopio de las pocas fuerzas que me quedan para levantarme y mantener el equilibrio, pero en un abrir y cerrar de ojos el mundo que me rodea empieza a dar vueltas y se me nubla la mirada. --?Cris? --pregunta Cass haciendo un ademan para que Trevor me tumbe de nuevo en el suelo con cuidado. Encima de mi el cielo se tine de negro, las caras de mis amigos se alejan y las veo cada vez mas pequenas. --!Ve a pedir ayuda, Cass! --grita Trevor--. !Aguanta, Cris! --susurra despues, apretandome con fuerza la mano--. !Por favor! !No me abandones, quedate conmigo! Una descarga de adrenalina sacude mi cuerpo mientras la voz de Trevor se va haciendo mas fuerte; sus palabras retumban cada vez mas deprisa en mi cabeza. Al abrir los ojos comprendo decepcionada que solo es uno de mis numerosos recuerdos infantiles. Las briznas de hierba me hacen cosquillas en la piel mientras trato de comprender donde estoy. Las imagenes de la noche pasan por mi mente: la fiesta de cumpleanos, las felicitaciones de mis amigos, la noticia de Susan, la busqueda de Cameron y, por ultimo, el coche de Austin. No puedo creer que haya sido capaz de hacer algo semejante. En una ocasion, hablando de la historia de Carly, Austin me tranquilizo asegurandome que nunca me ocurriria lo mismo, y hace apenas una hora se despidio de mi dandome las gracias por el fantastico ano que habiamos pasado juntos. Entonces, ?por que lo hizo? ?Por que intento atropellarme? Cuando trato de moverme el dolor de cabeza casi me hace llorar. Inspiro hondo y me quedo quieta unos minutos antes de intentar levantarme de nuevo. Al mirar alrededor veo una escena que me deja de piedra. Las lagrimas me empanan la vista mientras me acerco a Trevor, que yace inmovil en el suelo. Comprendo de repente lo sucedido en el accidente: el coche de Austin corria a toda velocidad hacia mi y Trevor me empujo para apartarme, arriesgando su vida. --!Trevor! --grito acariciandole la cara. Apoyo una oreja en su pecho para comprobar si su corazon sigue latiendo, pero no oigo nada--. !No, Trevor! !Te lo ruego, no te mueras! !No me dejes tu tambien! Hago un esfuerzo para recuperar la calma y buscar una solucion. --!Socorro! !Que alguien nos ayude! --intento gritar, pero no hay nadie alrededor de nosotros, solo la oscuridad y el silencio. A unos metros de distancia, en el asfalto, veo su movil destrozado. Desesperada, me inclino de nuevo hacia el y me concentro en sus latidos. --Cris... Levanto de inmediato la cabeza para comprobar si el susurro solo es fruto de mi imaginacion. --!Trevor! Su cabeza se mueve imperceptiblemente. --!Shhh! !No te muevas! --susurro mientras una leve sonrisa se abre espacio entre las lagrimas. Trato de dominarme y de razonar. A pesar de que no quiero dejarlo solo, comprendo que no hay alternativa. Tengo que buscar ayuda, alguien debe socorrer a Trevor. --No te muevas, Trevor, vuelvo enseguida. --Me pongo de pie y corro como puedo hacia el gimnasio al mismo tiempo que por mi mente pasan las imagenes de los momentos que hemos compartido. Hace tiempo perdi a Cass y ahora tengo miedo de perderlo a el tambien. No puedo consentirlo. Por fin veo a Lindsay acercandose a toda prisa hacia nosotros. --!Llama a una ambulancia! !Rapido! !Han atropellado a Trevor! --grito con todas mis fuerzas. Por suerte, Lindsay comprende la gravedad de la situacion y se precipita hacia el gimnasio. Vuelvo al lado de Trevor. --Cris... --dice con los ojos cerrados. --Si, aqui estoy. --Austin no te ha hecho dano, ?verdad? --No, no me ha hecho nada --respondo acariciandole la cara--. Gracias a ti. Abre lentamente los ojos y nuestras miradas se cruzan. --No deberias haberlo hecho --anado acariciandole una mejilla. --Te equivocas, hice lo que debia. --Shhh... Lo siento mucho, Trevor. No soporto verlo en este estado. ?Por que tarda tanto Lindsay? --No debes sentirlo. Esta bien asi. --Haciendo un esfuerzo, esboza una leve sonrisa y vuelve a cerrar los ojos. --Aguanta un poco, dentro de nada estaras mejor --le susurro. Ojala sea cierto. Sus heridas parecen mas graves que las mias. --Esta llegando una ambulancia, dentro de unos minutos estara aqui --anuncia Lindsay jadeando mientras se acerca a nosotros a toda prisa. Exhalo un suspiro de alivio. --?Que ha pasado? --pregunta. --Austin intento atropellarme y Trevor se interpuso. --Tengo que hacer un esfuerzo enorme para no romper a llorar. --!?Austin?! ?Estas segura de que fue el? ?No sera que...? --!No! Estoy segura. !Era su coche y el iba al volante! --Al recordar la mirada asesina de Austin me estremezco. --!No es posible! !?Austin?! Vamos, todos lo conocemos --dice ella. --Lindsay, fue el --insisto recalcando las palabras--. Se que es dificil de creer, a mi tambien me gustaria que no fuera verdad, pero estoy segura de que lo vi. Su amistad, su amabilidad... eran falsas. Ha intentado matarme como, quiza, hizo con Carly. Y ninguno de nosotros sospecho nunca de el. --No se que decir. ?Como es posible que no me diera cuenta esa noche? --pregunta Lindsay negando con la cabeza. Es cierto, ella estaba presente cuando atropellaron a Carly. --Estaba convencida de que habia sido Susan --prosigue. --Da igual, Lindsay. Lo unico que importa ahora es que Trevor se salve. Trevor se mueve hacia un lado y empieza a quejarse por el dolor. Me vuelvo y veo llegar la ambulancia. --!Aqui esta, Trevor! --Le aferro una mano--. !Resiste, estan llegando! --?Que ha sucedido? --me pregunta un medico mientras dos ayudantes levantan a Trevor y lo tumban en una camilla. --Me empujo para evitar que me atropellara un coche, pero al caer perdi el conocimiento. No puedo decirle nada mas. No se si el coche lo arrollo. --Aun estoy aturdida y me siento completamente inutil. --Las heridas no parecen graves --dice el medico examinando a Trevor antes de que se lo lleven--. ?Como estas tu? ?Eres de su familia? --Estoy bien. No, soy una amiga. --De acuerdo, en ese caso llama a sus padres y diles que vayan al hospital. Asiento con la cabeza mientras el medico sube a la ambulancia, que arranca haciendo sonar la sirena. Estallo en sollozos. --Cris, Cris... --Lindsay me sacude un brazo para que vuelva a la realidad--. Tenemos que volver a entrar y contar lo que ha sucedido. --!Cris! --grita Cameron corriendo hacia nosotras--. ?Estas bien? ?Que hacia aqui la ambulancia? -- Mira con aire preocupado mi cara llena de lagrimas, el pelo enmaranado y el vestido sucio y desgarrado. Lo miro sin contestar, incapaz de pronunciar una sola frase. --!Cris! ?Que ha ocurrido? --Cam apoya las manos en mis hombros y observa mi cara como si quisiera analizarla. Inclino la cabeza y lo abrazo con fuerza al tiempo que me abandono a un llanto desesperado. A continuacion, sin embargo, me muevo con rapidez. --Volvamos dentro --logro decir mirando a Lindsay--, tenemos que avisar a los padres de Trevor. Los dos me siguen sin pronunciar palabra. 2 En toda la noche no me he podido quitar de la cabeza la imagen de Trevor tumbado en el asfalto. Estoy segura de que sus padres han pasado la noche en el hospital, y yo lo habria hecho tambien si los mios me hubieran dado permiso para quedarme. La verdad es que me dejan hacer de todo, pero cuando se trata de cosas importantes como esta su respuesta es siempre <>. No los soporto cuando se comportan asi. Por fin esta manana puedo visitar a Trevor. Espero que los demas no vayan tambien, no se como reaccionaria si los veo. Aun estoy destrozada por lo que sucedio anoche, y ver a Cam y a los demas me pondria aun mas nerviosa. Por desgracia, todavia no tengo coche y mis padres han tenido que ir al gimnasio para poner orden tras el desastre de ayer. Dado que no tengo ningunas ganas de hablar con Cameron, la unica alternativa es utilizar el transporte publico. Al abrir la puerta de casa para salir veo a Cam con el brazo extendido hacia el timbre. Cuando nos miramos tengo la impresion de que ya no oigo nada, como si a mi alrededor solo existieramos el y yo. Detesto que me produzca este efecto. --Hola --dice sonriendo. Respiro hondo y hago un esfuerzo para ignorarlo mientras salgo de casa y cierro la puerta. Lo rebaso y cruzo el jardin esperando que no me siga, aunque estoy segura de que lo hara. --!Yo tambien me alegro de verte! --oigo que dice a mi espalda mientras me alejo. --?Que quieres? --Me paro y me vuelvo hacia el. --?Que que quiero? Anoche, cuando vine a ver como estabas, parecias distante. Por no hablar de las llamadas a las que no te has dignado a contestar --dice acercandose a mi--. ?Que pasa, Cris? Callo. --?Es por Trevor? Pequena, tu no tienes ninguna culpa --anade acariciandome una mejilla. Retrocedo. --Si, es por Trevor. Sera mejor que tu y los demas no os acerqueis a mi durante una temporada. Cam arquea una ceja, pero luego parece comprender por que le he respondido asi. --Espero que no estes pensando que Trevor ha acabado en el hospital por nuestra culpa --dice dando un paso atras. --La maldita historia de Carly, el pasado que, por lo visto, se repite. No se, creo que si hubiera sabido desde un principio lo que sucedio, que personas estaban involucradas y por que, quiza... --?Quiza que? ?Te habrias dado cuenta de que el culpable era Austin? --No digo eso. --Cruzo los brazos sobre el pecho--. Si hubiera sabido algo mas sobre esa historia quiza me habria alejado de Austin y puede que tambien de vosotros. --Ni se te ocurra decir que no te lo adverti. Desde principios de ano no he dejado de repetirte que no te acercaras a el --replica. --Porque estabas celoso de nuestra amistad. --Aunque asi fuera, no puedes echarnos la culpa a nosotros. Estabamos convencidos de que la culpable era Susan. --Esta conversacion no nos llevara a ninguna parte, lo unico que estoy haciendo es perder un tiempo precioso. Tengo que marcharme --digo volviendome, pero el me aferra una muneca. --Te lo ruego, Cris. Recuerda lo que te he repetido una y otra vez: solo intentabamos protegerte. --De una persona que no era culpable --respondo desasiendome de el. --Cris, eres muy importante para nosotros y no soportaria que te marcharas. --No lo entiendo. ?Que puede apartarme de vosotros? --pregunto casi en un susurro--. ?Tiene algo que ver con Carly? El desvia la mirada. --Cam... --anado en tono dulce--. ?Que ha pasado? ?Que habeis hecho? Por fin alza los ojos y nuestras miradas se cruzan. Si algo he aprendido en estos meses es que para obtener algo de Cameron hay que usar la ternura. Suspira y me agarra una mano. --Jurame que cuando te lo diga no escaparas y que escucharas la historia hasta el final. Asiento con la cabeza. --En ese caso... Lo interrumpe el sonido de un movil, el mio. Es Fanny, la madre de Trevor. Anoche le rogue que me tuviera al corriente sobre su estado y esta es la primera vez que me llama. --Senora Square...--respondo aterrorizada. --Disculpa la hora, Cris. ?Estabas durmiendo? --pregunta con dulzura. --No, claro que no. ?Hay alguna novedad? --!Si, Cris, Trevor se ha despertado y ha preguntado por ti! --exclama contenta. --Dios mio... !Es una noticia estupenda! !Ahora estoy en casa, pero tardare menos de un cuarto de hora en llegar! --Entonces, hasta luego. Cuelgo. --Tengo que marcharme, Cam. --Por supuesto, nos vemos mas tarde en el hospital --dice dandome un fugaz beso en la frente. Jamas habria imaginado que iba a ser capaz de correr tanto para coger un autobus. Por suerte llego a tiempo para subir un segundo antes de que arranque. Se para justo delante del hospital. Corriendo como alma que lleva el diablo, alcanzo la entrada y me precipito hacia el ascensor. La subida hasta el tercer piso se me hace eterna, los segundos parecen horas y cuando las puertas del ascensor se abren la situacion no mejora. Ante mi se abre un largo pasillo con una infinidad de puertas. Paro a un medico. --Perdone, ?puede decirme cual es la habitacion de Trevor Square? Ingreso anoche y... --Al fondo del pasillo, a la izquierda. Su madre debe de estar alli. --Sonrie mientras me senala la direccion. --Muchas gracias. Cruzo el pasillo apretando el paso y al doblar la esquina distingo a Fanny. En cuanto me ve sale corriendo a mi encuentro y me abraza. --?Como esta? --le pregunto con voz tremula. --Ahora estan los medicos dentro --me explica mientras nos sentamos delante de la habitacion de Trevor. -- ?Cual es la situacion? --Por suerte esta fuera de peligro. El coche que lo atropello no debia de ir a mucha velocidad. Por la razon que fuera, el chico que lo conducia freno y eso disminuyo los danos. --Trevor no estaria aqui si yo no hubiera salido del gimnasio --balbuceo en voz baja. --No debes sentirte culpable, Cris. Ya sabes que Trevor haria lo que fuera por las personas a las que quiere, y esta terrible historia no hace sino confirmar que mi hijo es una persona estupenda --dice la senora Square conmovida. Callamos unos segundos y acto seguido retoma la conversacion--: Pese a que ha cambiado mucho en estos anos, hay algo que sigue siendo igual. --?Que? --El afecto que siente por ti. --Sonrie mirandome. Lo sabe. --?Se lo ha dicho el? --No, pero una madre se da cuenta de ciertas cosas. La senora Square se endereza en la silla y coge el movil para ver la hora. Luego, mirandome de forma extrana, me pregunta: --?Crees que Trevor tiene alguna posibilidad? Es decir, contigo. Para mi Trevor siempre ha sido como un hermano mayor, atento y protector, un puerto seguro donde encontrar consuelo y comprension. Lo quiero muchisimo, pero el amor es otra cosa y no creo que pueda sentir nunca algo asi por el. --La verdad es que no lo se --respondo con timidez--. Siempre lo he considerado un amigo. Se que con ella puedo ser sincera, la senora Square ha sido como una segunda madre para mi. --Te entiendo, pero ?quien sabe? A veces la vida nos sorprende y, si puedo ser franca, Cris, me gustaria mucho que fueras la novia de mi hijo. !Al menos sabria que esta en buenas manos! --Sonrie y yo me echo a reir. Hacia mucho que no charlaba con la senora Square y ahora me doy cuenta de lo mucho que la he echado de menos. La puerta de la habitacion de Trevor se abre y salen los medicos. 3 Ybien? --pregunta la senora Square angustiada. --Estamos haciendo mas pruebas, pero, por suerte, las heridas no son preocupantes. Ha tenido suerte. Si el coche que lo atropello hubiera ido mas rapido podria haber sido mucho peor --nos explican. Dejo escapar un suspiro de alivio. Anoche temi de verdad por su vida. --Debe descansar, asi que tendra que permanecer ingresado unos dias mas --dice un medico mientras anota algo en el historial clinico. --?Puedo entrar? --pregunto. --Por supuesto --contesta sonriendome. Cuando abro la puerta de la habitacion veo a mi amigo tumbado en la cama con la frente, un brazo y un tobillo vendados. Solo nota mi presencia cuando cierro la puerta y me acerco a el. --Buenos dias --susurra. Oir su voz debil es como recibir un punetazo en el estomago. No dejo de pensar que de no haber sido por mi el no estaria aqui. --?Como estas? --pregunto con voz tremula. --Mucho mejor. --Sonrie y con un ademan me invita a sentarme en la silla que hay al lado de la cama. Lo conozco y se que en este momento esta tratando de quitar hierro al asunto para que no me pese tanto. Siempre lo ha conseguido, pero hoy no. Arrastro la silla para acercarme a el y me siento. --Estas mal, ?eh? --Bah, solo son unos moratones. Si el coche no hubiera frenado habria sido mucho peor. Callo y miro de nuevo los vendajes. --No deberias haberlo hecho. --Si no lo hubiera hecho quiza ahora tu estarias aqui, en mi lugar. Si no me hubiera interpuesto el conductor jamas habria frenado --afirma incorporandose un poco para mirarme a los ojos. --Pero en ese caso tu no estarias en la cama de un hospital --digo sin poder contener por mas tiempo las lagrimas. --Eh... --Sonrie y me tiende una mano para aferrar la mia--. No llores. --No te imaginas cuanto miedo he pasado. No sabia que hacer. Tenia miedo de perderte --digo enjugandome las lagrimas. --Pero eso no ha sucedido. Aun estoy aqui. Te prometi que te protegeria de esa historia, ?recuerdas? Que nadie te haria dano. --!Claro que me acuerdo! Pero... --!Nada de peros! Por primera vez en mi vida siento que he hecho lo que debia. No me arrepiento y volveria a hacerlo, asi que asunto zanjado --dice sosteniendo mi mirada. --No te imaginas cuanto te quiero --le susurro al oido a la vez que lo estrecho en un abrazo. --Yo tambien, Cris

  • Tiempo muerto de Margarita Garcia Robayo

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    Tiempo muerto es un retrato de la tragedia personal que experimenta una pareja cuyo matrimonio ha llegado al fin del enamoramiento.

  • La Piel del Pecado de Francis Molehorn

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    Angela Bennett es una mujer de 37 anos emancipada, bella, madre soltera, brillante profesional y rodeada de admiracion, a lo que ha llegado despues de haber llevado una existencia llena de sacrificios y locuras. Su vida lo tiene todo para ser ideal, hasta que su pensamiento critico hacia las religiones la pone en el punto de mira de grupos fundamentalistas dentro de la Universidad Catolica San Justo, donde imparte clases de Psicologia y donde mas de una vez ha tenido choques teoricos con alumnos que prefieren el creacionismo a la evolucion.

  • Esta noche mando yo de Daniel De La Pena

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    Una comedia romantica que toca temas como el feminismo, las redes sociales, las relaciones sentimentales en estos tiempos y que provocara mas de una sonrisa.

  • Desaparecida de Romano De Marco

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    Era el mejor policia de Milan. Ahora, diez anos mas tarde, Marco Tanzi es un mendigo que vive en parques y calles mimetizandose con la degradacion de una ciudad que no tiene lugar para los derrotados. Con el pelo largo, la barba descuidada y la ropa sucia, de aquel hombre queda poco: un gigante de un metro noventa y ocho que ahoga su vida en el alcohol.
    Y sin embargo, una noche, aquella vida que parecia marcada por una caida sin freno se ve sacudida por un acontecimiento inesperado: Giulia, su hija a la que no ve desde hace anos, ha desaparecido misteriosamente. Ahora tiene una mision: encontrarla, cueste lo que cueste.
    Comienza asi una busqueda mortal que, en una espiral de violencia y tension trepidante, llevara a Marco Tanzi y Luca Betti, su antiguo colega del Anticrimen, a los bajos fondos de la pornografia clandestina y a la trata de blancas. Un mundo paralelo y desconocido, donde solo quien ha visto cara a cara sus peores pesadillas puede lograr sobrevivir.

  • Muerte en la nieve de Lucy Foley

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    Un trepidante thriller en el que las viejas amistades no siempre son las mejores.

  • BULLY (Fall Away 1) de Penelope Douglas

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    Ha pasado un ano desde que Tate sufrio acoso en el instituto … y al final, ha decidido luchar.
    Me llamo Tate. Pero el no me llama asi. Nunca se referiria a mi de una manera tan informal, eso es el caso de que me dirigiera a la palabra. No, casi ni yo habla. Aun asi, nunca me deja sola.
    Hubo un tiempo en que fuimos muy amigos. Luego me dio la espalda y hizo de arruinarme la vida a su objetivo. Me han humillado, me han gritado y han murmurado sobre mi durante toda la secundaria. Sus burlas y los rumores se volvieron cada vez mas sadicos segun iba pasando el tiempo, mientras tu volvias la hora tratando de no disparar en su cancion. Incluso me fui a Francia durante un ano, solo por evitarlo.
    Pero ya me has cansado de esconderme y no pienso consentir que me arruine tambien el ultimo ano. Puede que el no haya cambiado, pero yo si. Ha llegado el momento de luchar.
    !No hay nadie que te permita volver a acosarme nunca mas!

  • El lado oscuro de Oscar White de Annabel Vazquez

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    Oscar se sento en su butaca reclinable y cogio el cafe que se habia preparado en el office minutos antes. Con movimientos perezosos, extrajo el curriculum del sobre y leyo vagamente la experiencia profesional de su nueva secretaria. Nada parecio fuera de lo normal, entonces se detuvo a leer su nombre. <>. Un estremecimiento le recorrio el cuerpo de arriba abajo al leer ese nombre tan familiar: Alexia Ma Airis Gala. No la conocia. Jamas se habian visto; sin embargo, el sabia quien era ella y no la queria ahi. Dos personas que mantienen un vinculo oculto, un escenario inverosimil, un choque de sentimientos… forman parte del lado oscuro de Oscar White.

  • El destino de las violetas de Gloria Martin

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    Tras su segunda novela, Cuando yo era Antonio Molina, Gloria Martin, fiel a su tematica y a su estilo, vuelve a regalarnos otra historia con el mundo del espectaculo de fondo; una historia amargamente comica: la de Casilda Garcia, alias “La Culo”.

  • Mucho mas que sexo de Oliver Cruz

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    Las locuras de Gabriela y sus amigas, donde el sexo y la lujuria tomaron el control, terminan cuando Gabriela conoce a Jose Alberto.
    Comenzara la historia de un amor imposible y Gabriela tendra que darse cuenta de que solo el deseo no es lo que quiere.
    Es ahi cuando aparece Luis Fernando, quien le ensenara que el amor es mucho mas que juegos de cama.
    ?Podra tener con el lo que verdaderamente anhela?

  • Te seguire de Yunuen Galvan

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    Alice es una chica enamoradiza y fria que perdio a su primer amor por miedo. Despues de varios anos la vida le volvio a poner una nueva persona en su camino; pero, ?Que pasara si su viejo amor aparece de nuevo?, ?Sera capaz de dejar ir una nueva oportunidad para regresar a donde siempre tuvo el sueno de estar?"Te seguire" es una obra que aborda el tema del amor no correspondido y las diferentes maneras en las que se llega a superar los sentimientos; trata de una manera sutil el hecho de que en muchas ocasiones por intentar perseguir a una persona que no esta escrita en tu destino, te olvidas de ver quien si lo esta.

  • Los espaguetis de Gonzalo de Viviana Rivero

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    Viviana Rivero nacio en Cordoba (Argentina) y vive repartida entre esa ciudad, Buenos Aires y Madrid. Es abogada y ejercio plenamente antes de dedicarse a su pasion principal: la escritura. Tambien fue coach en grupos para el crecimiento y desarrollo de las mujeres. Su primera novela, Secreto bien guardado, fue recibida calurosamente por un publico muy amplio. Escribio, ademas, Lo que no se dice, Y ellos se fueron, La dama de noche, La magia de la vida, Los colores de la felicidad, Mujer y maestra, Si, Zafiros en la piel y El alma de las flores. Sus libros se editan en Argentina, Mexico, Colombia, Chile, Uruguay, Espana, Italia, entre otros paises. Secreto bien guardado se convirtio en una miniserie que se emitio por Netflix. Mes de agosto, primer miercoles Gonzalo tomo el ultimo trago del cafe de su taza y se arrellano en la butaca de la cantina de la facultad donde daba clases. Desde el primer dia que comio alli, hacia casi cuatro anos, les tenia amor a esas sillas anchas, de pana suave y colores estridentes. Era agradable sentarse en una despues de ensenar derecho comercial durante la manana entera a sus alumnos de la carrera de Abogacia. El, que tambien trabajaba de profesor en la universidad publica, habia aprendido a disfrutar y valorar esos espacios comodos y con buena climatizacion que las privadas tenian. Miro la hora y desistio de ponerse a leer el libro que tenia guardado en su mochila. Cruzo las piernas y, apoyando los codos sobre la mesa, se inclino hacia adelante. Acababa de terminar de comer un sandwich; era su menu de los miercoles. Ese dia siempre almorzaba uno, queria quedar libre rapidamente para poder observar el espectaculo que semanalmente venia disfrutando alli; ese que estaba seguro empezaria en los proximos minutos: la profesora de Filosofia, que comia con ganas un plato de espaguetis. Habia algo en esa chica y en esa situacion que lo electrizaba, que lo punzaba, para que enganarse... que lo excitaba. Sensacion que le llamaba poderosamente la atencion. Porque si bien el, a esta altura de su vida, con 38 anos, habia estado con alguna que otra mujer, tenia claro que le gustaban los hombres. Los anos de busqueda de su identidad sexual le habian dejado manifiesta su inclinacion. Por lo menos tenia esa seguridad hasta un mes atras, cuando descubrio que mirar a esta joven rubia comer espaguetis con bolonesa le producia un tremendo cosquilleo al mejor estilo de los que habia sentido con los dos grandes amores que habia tenido en su vida, esos que habian sido sus parejas durante largo tiempo. Porque con Marcos Macedo, el ultimo hombre con el que estuvo, acababa de romper despues de dos anos. Y la verdad es que, aunque a veces lo extranaba, trataba de agarrarse de esa tabla salvavidas que era el lema de su existencia: carpe diem. Vivir el momento. ?Para que anorar lo que se perdio? Si lo unico que teniamos era el hoy. El pasado no se acordaba de nosotros y el futuro aun no nos conocia. Sumado a que lo que sirvio para ayer muchas veces no servia para hoy. Carpe diem y punto. Se hallaba enzarzado en sus pensamientos filosoficos cuando vio a la profesora entrar a la cantina y se puso contento; no tenia miedo de escarbar en su interior para saber cuanto le podia gustar una mujer. Si tenia que ser sincero, esa sensacion de excitacion tan fuerte le gustaba; se trataba de una verdadera montana rusa, sobre todo porque se la provocaba el sexo femenino. Lucia Hellmans ingreso al salon y se sento en la mesa junto a la ventana que usaba cada miercoles; luego dejo su cartera y lanzo un suspiro largo; estaba cansada, acababa de terminar una larga manana dando clases. Saludo con un hola lejano al profesor que tenia enfrente, pidio al mozo los fideos de siempre y se dedico a controlar los mensajes de su celular. Leyo los dos mensajes y respondio con un "No" unido a un pretexto tanto la invitacion de una de sus amigas como la de un hombre a cenar. Los dos planes la aburrian. Gonzalo, sentado enfrente, la miro toda, le gustaba el cabello rubio y lacio que ella llevaba recogido. Le agradaba su piel muy blanca, su poco maquillaje, el sweater negro de cuello alto, el pantalon oscuro y las botas de taco que llevaba. La chica tenia clase; le calculaba unos 35 anos, aunque por momentos le parecia menos. El miercoles que la descubrio en la cantina, le habia llamado la atencion esa manera tan de ella de comer los fideos. Su imagen lo habia mantenido hipnotizado, dejandolo sumergido en una lucha por observarla y por no hacerlo; tratando de disimular la atraccion que sentia. El segundo miercoles el llego a la misma hora y cuando la encontro, ya sentada y comiendo, se resigno y ya no lucho contra nada sino que se dedico a disfrutar del cuadro que ella y los fideos componian; el tercer miercoles fue igual y hoy, que era el cuarto, en verdad la situacion se le habia vuelto una obsesion. Porque en el instante en que el mozo puso el plato con espaguetis en la mesa, a Gonzalo el corazon le dio un vuelco, que el encontro ridiculo. ?De donde provenia esta excitacion extrana que tenia en el cuerpo? Quiso ponerse a filosofar sobre lo que sentia, pero le fue imposible; la imagen de la profesora lo atrapo. Lucia enredo en el tenedor una porcion de espagueti enrojecido por la bolonesa y lo comio muy lentamente, disfrutando el sabor y aspirando el aroma. Gonzalo pudo advertir que ella acomodo el bocado contra el paladar y lo dejo alli un instante, el tiempo justo para unir el disfrute de la boca ante el sabor y el de la nariz ante el aroma. Espaguetis, bolonesa y deleite. Enseguida la mano blanquisima de la profesora movio el tenedor de manera circular en el contenido del plato, sin despegar ni por un instante la mirada de la comida. Luego introdujo en su boca un segundo bocado y cuando lo hubo tragado se mordio el labio inferior en senal de placer; y nuevamente espaguetis, bolonesa y deleite.

  • Tengo un plan B de Daniela Ramos

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    Monica, harta de ataques, decide que lo mejor sera darle a probar a su jefa de su propia medicina. Cansada de haber sido buena con quien no lo merecia, esta dispuesta a que eso cambie. Joy, el guapo y egocentrico amigo de su jefa, parece ser la mejor opcion para comenzar con su plan. Pero ese hombre la hara temblar a ella y todo puede frustrarse si no hay un plan B y es ella la que, al final, cae en las garras de el.

  • Ortografia facil para la ESO de Guillermo Mirecki

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    ORTOGRAFIA FACIL PARA LA ESO es una recopilacion de todos los resumenes, esquemas, cuadros, sinopsis y apuntes imprescindibles para aprender y aprobar la materia sin dificultades. LOS ESTUDIANTES tendran todos los conocimientos necesarios resumidos y de facil consulta para aprobar la materia. LOS PADRES encontraran el apoyo perfecto para ayudar a sus hijos de forma rapida en aquella materia que mas esfuerzo les supone. LOS PROFESORES hallaran en estos resumenes, esquemas y cuadros el mas eficaz aliado para que sus alumnos comprendan y aprendan la materia que imparten.

  • Final en Berlin de Heinz Rein

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    En Final en Berlin, Heinz Rein conduce al lector a las entranas de la ciudad de Berlin, en abril de 1945, bombardeada y sumida en el caos total, ante el inminente colapso de Hitler y los suyos. De manera desesperada, el regimen nazi procura aferrarse al poder, e incluso en lo que serian sus dias finales, las fuerzas de seguridad y la Gestapo continuan sembrando el terror, buscando judios, disidentes y desertores. Creando con maestria una atmosfera de paranoia y sospecha absolutas, Rein relata la situacion de una pequena celula de resistencia, trasladando a los lectores a las entranas mismas del hundimiento del nazismo, en una magistral novela cuyo principal protagonista es la ciudad de Berlin, en uno de los periodos mas tragicos y virulentos de su larga historia.

  • La ladrona Hood de Mari Diaz

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    Sus propositos son nobles, los metodos que emplea, cuestionables, pero los resultados siempre son los esperados.

  • La locura de saltar contigo de Silvia Sancho

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    Una boda.
    Un monton de chupitos.
    Un Porsche aparcado en una calle oscura.
    El mejor amigo del novio.
    El hombre con el que no debia acostarme.
    El que iba impecablemente vestido con un traje gris y una camisa blanca almidonada.
    El dueno de unos ojos verdes que hablaban mas que su irresistible boca.
    El socio mas joven de su despacho de abogados.
    El mejor hombre con el que he estado en la cama.
    Una locura.
    Las huellas de mis unas en el salpicadero de su coche como prueba.
    Un problema de los grandes.
    El era inalcanzable.
    Yo estaba rota.

  • El Fenix. La guerra por Egoreo de V.g. Gonzalez

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    Llego el momento que todos esperaban y de la manera mas inesperada. Sabrina tiene que controlar los elementos o de lo contrario el Caos terminara por destruir Egoreo. Secretos se revelaran y se tomaran decisiones que cambiaran la vida de todos para siempre.
    Los principes estaran dispuestos a todo para ganar el corazon del Fenix y sus guardianes lucharan para protegerlo. Mientras Egoreo se cae en pedazos, Sabrina tendra la prueba mas fuerte de su vida. ?Lograran conquistar su corazon y restablecer el equilibrio en Egoreo o todo estara perdido?

  • Buscando mi camino (Los hermanos Fuller 2) de Kate Dawson

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    Segunda parte de la serie de Los hermanos Fuller. Nos encontramos aqui con la historia de Pierce, el mayor de los hermanos.

  • Mas maldito karma de David Safier

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    Daisy Becker es una actriz de segunda totalmente caotica: bebe, fuma y roba a sus companeros de piso. A sus veintipocos anos tendra un accidente de trafico con Steve Barton, una arrogante estrella de Hollywood que esta en Berlin rodando la nueva pelicula de James Bond. Una vez muertos, Buda les dice que en sus vidas han juntado demasiado mal karma, y ambos se reencarnan en hormigas. Pero ninguno de los dos tiene muchas ganas de ir a la guerra como soldados-hormiga. Ademas se enteran de que el mejor amigo de Daisy, del que ella esta enamorada, y la mujer de Steve salen juntos. ?Que pueden hacer? Ir en busca del buen karma y subir los peldanos de la escalera de la reencarnacion hasta volver a ser humanos. Pero no es tan sencillo, pues Daisy y Steve no se soportan y estan constantemente echandose la culpa del accidente el uno al otro. Y todavia todo se vuelve mas dificil cuando parece que se empiezan a enamorar…

  • Lucifer, Principe en el exilio de Jorge Balderas Galvez

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    ?Que pasaria si la historia que nos han contado sobre el Principe de los demonios no fuera cierta, o al menos no del todo? ?Que tal si hubiera otra cara de la moneda en la Leyenda del Angel Caido? Imagina una Leyenda en donde Lucifer no es el monstruo que siempre te han dicho que es, sino el heroe de la historia, eso si, un atipico heroe, una leyenda en donde dios es un rey tirano que no admite desobediencia alguna y castiga con mano de hierro y luz cegadora a todo aquel que ose oponersele. Adentrarte en esta nueva version de la historia y acompana a Lucifer en una guerra que lo convertira en el monstruo que la historia recuerda, eso claro si te atreves.

  • Una reina al poder (Los Medici 3) de Matteo Strukul

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    Tercera entrega de la saga historica que recrea la historia de la familia mas poderosa del Renacimiento.

  • El apartamento olvidado de S.l. Grey

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    Una escapada perfecta. La llave de un apartamento que abre un oscuro secreto.

  • El Guardian de las Auras Verdes de Isabel M Almagro

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    El equilibrio se rige por la hegemonia de las auras verdes que habitan en nuestro planeta. Durante milenios, la oscuridad asolo el universo, mucho antes de ser creada la raza humana. El Sol, fue ensombrecido por las tinieblas y perpetuo el silencio. Un dia, consiguio despertar de su letargo y creo a su hijo, Helios, el primer guardian de nuestra era. Uno tras otro, los guardianes protegieron con su vida la continuidad de las auras, pero el mal siempre habitara en los corazones de los humanos, siempre regresa.

  • Seduciendo a Eros de Adrian Blake

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    Eros es un profesor de quimica de la universidad de Oxford que conoce a una mujer en un bar, con la que mantiene una torrida sesion de sexo desenfrenado. Cual sera su sorpresa al descubrir que no es otra que la sicologa con la que debe debatir sobre su tema mas odiado: el amor.

  • El extrano orden de las cosas de Antonio Damasio

    https://gigalibros.com/el-extrano-orden-de-las-cosas.html

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    De uno de los neurocientificos mas importantes del mundo nos llega el que sin duda sera uno de los libros de referencia sobre el origen de la vida, la mente y la cultura, ofreciendo una nueva forma de entender la vida, la cultura y los sentimientos.
    En este libro el autor nos aporta las claves para comprender que son los sentimientos y que relacion tienen con nuestro cuerpo. Una vez mas, nos demuestra que cuerpo y mente estan intimamente relacionados y que los sentimientos son los cimientos de nuestra mente, revelaciones del estado de la vida en el seno del organismo entero.
    Damasio nos presenta una investigacion unica y pionera en la relacion que se establece entre el hecho de sentir y su condicion de regular la vida, conocida con el nombre cientifico de homeostasis. Deja claro que
    descendemos tanto a nivel biologico, como psicologico e incluso social de un largo linaje que comienza con tan solo unas pocas celulas vivas; que nuestras mentes y culturas estan ligadas por un hilo invisible a la antigua vida unicelular; que hay una poderosisima fuerza de autoconservacion que lo gobierna todo, inherente a la propia quimica de la vida.
    La misteriosa naturaleza de las cosas nos ofrece una nueva forma de entender el mundo y tambien del lugar que nosotros ocupamos en el.

  • Dos corazones en Waterloo de Violeta Otin

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    Lord Broomfield, el duro y abnegado comandante de husares del ejercito britanico, jamas hubiera esperado reencontrarse con miss Stella Hatton en un elegante salon de Bruselas. La ultima vez que se vieron fue hace ocho anos, cuando el entonces conde de Harding, fanfarron y egoista, habia apostado en un club de caballeros que seria capaz de enamorar a la dama antes de que terminase la temporada… Con lo que no habia contado era con enamorarse a su vez de la joven. Sin embargo, lo que habia comenzado como un simple juego pronto se convirtio en una pasion que provoco la caida en desgracia de Stella. Ahora, con las tropas de Napoleon amenazando la paz enEuropa, lord Broomfield tiene ante si un reto aun mayor: recuperar el corazon de la dama, que esta a punto de contraer matrimonio con un misterioso caballero del que nadie parece saber nada.

  • Las chicas de la bahia de Susan Mallery

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    Nicole Lord queria ser una buena esposa, pero habia una gran diferencia entre apoyar a su marido y mantenerlo. El habia dejado el trabajo para escribir un guion de cine que ella no habia visto nunca. Ni siquiera ayudaba a cuidar de su hijo y era ella quien tenia que ocuparse de la casa y trabajar a jornada completa.

  • Intrigas de alta sociedad 1 de Ana Allende

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    Elizabeth Salt, es la unica hija del acaudalado abogado Marcos Salt y de una madre que solo conocio por fotografias. Al caer su padre gravemente enfermo, ella se encarga de su prestigiosa firma de abogados sin pensarlo y sin miedo, a fin de cuenta, habia sido criada para ese dia. --De la mano de su mejor amiga y secretaria, pasan sus dias sin salir de su rutina normal, sin embargo, acontecimientos inciertos empiezan a acumularse alrededor de su dia a dia, los cuales entorpecen su concentracion y hacen volatiles sus estados de animo. Una noche, al surgir un encuentro casual con un viejo amigo, se abren las posibilidades para que un amor improbable y aventurero llegue a su vida, causando estragos en su forma de pensar y demostrandole que aun en lo complicado, existen momentos de plena felicidad. Aunque todo esto podria verse opacado por traiciones inesperadas, mentiras descubiertas y fantasmas del pasado que quieren reaparecer para convertir su vida en un caos total. CAPITULO I Es una tipica manana de lunes en Manhattan, Elizabeth abria sus ojos a un nuevo dia que no prometia grandes cosas; pero si debia cumplir con grandes responsabilidades que su padre habia colocado en ella. Marcos Salt, padre de Elizabeth, era un hombre de aproximadamente 75 anos de edad, con una tez blanca, aunque no tanta, unos ojos grises y cabello totalmente blanco; su contextura era un poco robusta, pero para ella siempre fue muy buen mozo. Aparte de ser su padre, era un reconocido abogado de Nueva York, dueno de un bufete de abogados muy prestigioso llamado Salt, Lenon & Associates y, aunque habia logrado tener en sus haberes un monton de metas realizadas tanto personales como profesionales, sin esperarlo cayo gravemente enfermo hace unos meses atras, no quedandole mas opciones, tuvo que utilizar a su unica hija y vicepresidenta del mencionado Bufete como representante de sus intereses. De su madre Elizabeth nunca tuvo mucho conocimiento, solo poseia de ella una pequena foto tamano carnet en donde se veia sonriente y jovial; era de piel blanca, cabello castano claro, unos ojos color cafe y de contextura delgada, no puede negarlo, era preciosa y tampoco puede evitar encontrar una minima similitud con ella misma y la fotografia, por lo menos fisica; de pequena siempre le preguntaba a su padre ?Donde esta mami, papi? Y su padre siempre le daba la misma respuesta: "tu madre se fue un dia porque se canso de cuidarte hija, pero pase lo que pase yo nunca te abandonare, tu siempre seras mi rabbith, mi conejita de la suerte". Durante 22 anos esas palabras retumbaban en su cabeza de vez en cuando, sobre todo en los dias nublados o lluviosos; siempre le habian causado cierta nostalgia ese tipo de clima y hoy era uno de esos dias; ella nunca pudo entender como una madre se podria cansar de cuidar y atender a una nina que solo tenia dos anos cuando ella se marcho. A pesar de que ella misma todavia no habia vivido esa etapa, siempre se lamento el hecho de que tal vez, si se hubiera criado con su madre, hubiera podido ser una mujer un poco diferente a la que era ahora. Elizabeth Salt era una mujer sencilla, pese a todas las virtudes economicas de la cual su padre la habia podido colmar, era carismatica y muy inteligente, estudio Derecho igual que su padre, pero no por vocacion, sino por obligacion, su sueno de nina siempre fue bailar, pero su padre nunca lo considero una profesion; para el era menos que un hobby, sin embargo, en el transcurso de su educacion se dio cuenta de que su carrera no era tan mala como lo habia pensado y se graduo con honores de la universidad. A los pocos meses su padre la convirtio en la vicepresidenta de su importante compania; como hija unica, cualquiera pudiera pensar que era su obligacion. Su herencia genetica la habia colmado de una belleza incomparable; era blanca como el papel, de piel totalmente inmaculada, poseia unos grandes ojos grises rodeados de unas largas pestanas, su mirada era intensa, tanto que podian convencer al mismisimo Papa que el cielo era rosado y no azul si ella asi lo disponia; su cabellera era larga, con pequenas ondas y de un precioso color castano claro y, aunque no era del todo delgada, poseia unas largas piernas torneadas y una pequena cintura; mejor dicho, era todo un encanto de mujer, pero debajo de todas esas caracteristicas que a la vista de los demas la hacian parecer perfecta, solo era una mujer de 24 anos, molesta con un padre que fue sumamente sobreprotector y triste por el hecho de que ni su propia madre la quiso. ?Quien me podra querer si ni mi propia madre lo hizo? Siempre fue la pregunta que rondaba en su cabeza; con ese mantra que repetia varias veces al dia, era casi imposible tener cualquier relacion amorosa, la misma solo consistia en un par de noche al mes, al llamar a una agencia de acompanantes y asi desahogar el calor que su cuerpo emanaba. Pero sacudiendose todas esas malas sensaciones con las cuales habia despertado esa lluviosa manana, se levanto de la cama y se encamino al bano, era hora de tomarse una ducha con agua bien fria para despojarse de todos esos malos recuerdos con los cuales se habia levantado; odiaba despertar asi, su dia solia ser patetico cuando eso ocurria. Abrio la ducha, el agua estaba un poco mas fria de lo normal, pero no le importaba; mientras mas fria mejor. Se quito su pijama y entro en ella; las primeras gotas de agua que cayeron sobre su cuerpo le supieron a gloria, era como si de alguna manera le dieran frescura a su vida y borraran de su mente todos esos tristes acontecimientos por los cuales ella habia tenido que pasar, aun siendo tan joven. Aquella agua helada que sentia sobre su piel, le devolvia poco a poco cada sensibilidad en su cuerpo entumecido, no sabia si de dolor o de pena, pero el hecho era que el agua fria la hacian sentir muy bien. Despues de unos 15 minutos en la ducha, salio de ella y se encamino a su habitacion para vestirse, queria colocarse algo fresco, hoy no estaba de humor para algo muy formal, a lo que abrio su elaborado closet de madera color caoba, el cual hacia juego con su cama, su peinadora y sus dos pequenas mesitas de noche. Encontro el vestido perfecto, era de color morado con un hermoso estampado de flores negras, no era tan largo, un poco mas abajo de las rodillas, con una falda acampanada y un escote alto hasta el cuello, sin nada de mangas, era simple y precioso, tal como a ella le gustaban las cosas; cuando se disponia a colocarselo con toda la calma, ya que todavia era muy temprano para llegar a la oficina, su celular sono, inmediatamente se puso de mal humor. Samanta Brice, su secretaria, sabia cuanto le molestaba que la llamaran tan temprano, aparte de su relacion laboral, era la unica amiga que todavia le quedaba, y por la cual colocaria las manos en el fuego, ha sido incondicional y eso se agradece y se valora, pese a todo; de mala gana tomo el telefono de la mesita de noche y contesto: --Disculpa Liz, solo queria informarte que aqui esta esperandote la Sra. Loise Green, la viejita que a estas alturas se quiere divorciar.-- dice en voz chillona, segun ella disimulada, mis ojos giran como si ella pudiera verme, es inevitable, su torpeza e indiscrecion me exasperan la gran mayoria de las veces. --Samanta. -- Le digo casi con la misma voz chillona de ella a ver si entiende su indiscrecion, pero no, nada, esta muchacha es como un baul cerrado. --Yo no entiendo como estas viejecitas pueden siquiera pensar en retomar una vida, ya las senoras de su edad son para que hagan tortas y cuiden a sus nietos, mas nada, es ridiculo lo de este senora. Pongo mi dedo pulgar e indice en mi frente y aprieto esa pequena arruguita que se me forma entre las cejas cuando estoy molesta, por no decir furiosa. --Samanta, por el amor de dios ?cuando vas aprender a ser un poco mas discreta? Eres la secretaria de la vicepresidenta de la compania, comportate como tal. --Dile a la Sra. Green que en aproximadamente 30 minutos estoy en la oficina. Del otro lado del telefono solo escucho la respiracion entrecortada de una Samanta apenada; por un momento siento pena, pero debe de aprender, mi padre siempre dijo que en este mundo todos tenemos un papel muy importante que debemos saber interpretar y ella debe de aprender el suyo, no se puede valer siempre de nuestra amistad para actuar de manera poco profesional. Corto la llamada antes de arrepentirme y pedirle disculpas casi de rodillas; no lo puedo evitar, es mi amiga y la adoro, a pesar de que somos dos polos opuestos, nos complementamos de una manera increible, yo soy la chica estructurada y ella es una morena de ojos cafe oscuro y de un cabello negro corto, mas despreocupada que yo y de un alma salvaje e indomable; respiro hondo y prosigo mi rutina, me coloco mi ropa interior, paso mi hermoso vestido por encima de mi cabeza y hago medias acrobacias, casi contorsionismo para poderme subir el cierre, pero despues de un momento lo logro, tomo mi cabello y lo ato en una cola alta, escojo unos bellos zapatos negros de punta con un tacon no muy alto y me coloco unos pequenos aretes plateados en forma de luna, son mis favoritos y ya por ultimo, hecho un poco de polvo y rubor sobre mi rostro, un claro color en mis labios y estoy lista. Al bajar las escaleras de mi casa, una hermosa propiedad ubicada en el barrio Upper East Side

  • Aunque tu y yo nunca, tu y yo siempre de Ariadna Tuxell

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    Gala es azafata de vuelo y adora su profesion. Disfruta viajando por el mundo junto a sus dos companeras de trabajo, Aitana y Dafne, quienes se han convertido en sus inseparables amigas y con las que comparte muchas horas de su vida.

  • Doble engano de Anna Depalo

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    ?Tardaria mucho en llegar la proposicion de matrimonio?

  • Trilogia de Mozambique de Mia Couto

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    La obra mas ambiciosa de Mia Couto, en un solo volumen. Una colosal trilogia sobre la historia colonial de Mozambique.

  • El camino de Miguel Delibes

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    LAS cosas podian haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron asi. Daniel, el Mochuelo, desde el fondo de sus once anos, lamentaba el curso de los acontecimientos, aunque lo acatara como una realidad inevitable y fatal. Despues de todo, que su padre aspirara a hacer de el algo mas que un quesero era un hecho que honraba a su padre. Pero por lo que a el afectaba... Su padre entendia que esto era progresar; Daniel, el Mochuelo, no lo sabia exactamente. El que el estudiase el Bachillerato en la ciudad podia ser, a la larga, efectivamente, un progreso. Ramon, el hijo del boticario, estudiaba ya para abogado en la ciudad, y cuando les visitaba, durante las vacaciones, venia empingorotado como un pavo real y les miraba a todos por encima del hombro; incluso al salir de misa los domingos y fiestas de guardar, se permitia corregir las palabras que don Jose, el cura, que era un gran santo, pronunciara desde el pulpito. Si esto era progresar, el marcharse a la ciudad a iniciar el Bachillerato, constituia, sin duda, la base de este progreso. Pero a Daniel, el Mochuelo, le bullian muchas dudas en la cabeza a este respecto. El creia saber cuanto puede saber un hombre. Leia de corrido, escribia para entenderse y conocia y sabia aplicar las cuatro reglas. Bien mirado, pocas cosas mas cabian en un cerebro normalmente desarrollado. No obstante, en la ciudad, los estudios de Bachillerato constaban, segun decian, de siete anos y, despues, los estudios superiores, en la Universidad, de otros tantos anos, por lo menos. ?Podria existir algo en el mundo cuyo conocimiento exigiera catorce anos de esfuerzo, tres mas de los que ahora contaba Daniel? Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo --pensaba el Mochuelo-- y, a fin de cuentas, habra quien, al cabo de catorce anos de estudio, no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boniga de un cagajon. La vida era asi de rara, absurda y caprichosa. El caso era trabajar y afanarse en las cosas inutiles o poco practicas. Daniel, el Mochuelo, se revolvio en el lecho y los muelles de su camastro de hierro chirriaron desagradablemente. Que el recordase, era esta la primera vez que no se dormia tan pronto caia en la cama. Pero esta noche tenia muchas cosas en que pensar. Manana, tal vez, no fuese ya tiempo. Por la manana, a las nueve en punto, tomaria el rapido ascendente y se despediria del pueblo hasta las Navidades. Tres meses encerrado en un colegio. A Daniel, el Mochuelo, le parecio que le faltaba aire y respiro con ansia dos o tres veces. Presintio la escena de la partida y penso que no sabria contener las lagrimas, por mas que su amigo Roque, el Monigo, le dijese que un hombre bien hombre no debe llorar aunque se le muera el padre. Y el Monigo tampoco era cualquier cosa, aunque contase dos anos mas que el y aun no hubiera empezado el Bachillerato. Ni lo empezaria nunca, tampoco. Paco, el herrero, no aspiraba a que su hijo progresase; se conformaba con que fuera herrero como el y tuviese suficiente habilidad para someter el hierro a su capricho. !Ese si que era un oficio bonito! Y para ser herrero no hacia falta estudiar catorce anos, ni trece, ni doce, ni diez, ni nueve, ni ninguno. Y se podia ser un hombre membrudo y gigantesco, como lo era el padre del Monigo. Daniel, el Mochuelo, no se cansaba nunca de ver a Paco, el herrero, dominando el hierro en la fragua. Le embelesaban aquellos antebrazos gruesos como troncos de arboles, cubiertos de un vello espeso y rojizo, erizados de musculos y de nervios. Seguramente Paco, el herrero, levantaria la comoda de su habitacion con uno solo de sus imponentes brazos y sin resentirse. Y de su torax, ?que? Con frecuencia el herrero trabajaba en camiseta y su pecho herculeo subia y bajaba, al respirar, como si fuera el de un elefante herido. Esto era un hombre. Y no Ramon, el hijo del boticario, emperejilado y tieso y palido como una muchacha morbida y presumida. Si esto era progreso, el, decididamente, no queria progresar. Por su parte, se conformaba con tener una pareja de vacas, una pequena queseria y el insignificante huerto de la trasera de su casa. No pedia mas. Los dias laborables fabricaria quesos, como su padre, y los domingos se entretendria con la escopeta, o se iria al rio a pescar truchas o a echar una partida al corro de bolos. La idea de la marcha desazonaba a Daniel, el Mochuelo. Por la grieta del suelo se filtraba la luz de la planta baja y el haz luminoso se posaba en el techo con una fijeza obsesiva. Habrian de pasar tres meses sin ver aquel hilo fosforescente y sin oir los movimientos quedos de su madre en las faenas domesticas; o los grunidos asperos y secos de su padre, siempre malhumorado; o sin respirar aquella atmosfera densa, que se adentraba ahora por la ventana abierta, hecha de aromas de heno recien segado y de resecas bonigas. Dios mio, !que largos eran tres meses! Pudo haberse rebelado contra la idea de la marcha, pero ahora era ya tarde. Su madre lloriqueaba unas horas antes al hacer, junto a el, el inventario de sus ropas. --Mira, Danielin, hijo, estas son las sabanas tuyas. Van marcadas con tus iniciales. Y estas tus camisetas. Y estos tus calzoncillos. Y tus calcetines. Todo va marcado con tus letras. En el colegio sereis muchos chicos y de otro modo es posible que se extraviaran. Daniel, el Mochuelo, notaba en la garganta un volumen inusitado, como si se tratara de un cuerpo extrano. Su madre se paso el enves de la mano por la punta de la nariz remangada y sorbio una moquita. <>, penso el Mochuelo. Y sintio unos sinceros y apremiantes deseos de llorar. La madre prosiguio: --Cuidate y cuida la ropa, hijo. Bien sabes lo que a tu padre le ha costado todo esto. Somos pobres. Pero tu padre quiere que seas algo en la vida. No quiere que trabajes y padezcas como el. Tu --le miro un momento como enajenada-- puedes ser algo grande, algo muy grande en la vida, Danielin; tu padre y yo hemos querido que por nosotros no quede. Volvio a sorber la moquita y quedo en silencio. El Mochuelo se repitio: <>, y movio convulsivamente la cabeza. No acertaba a comprender como podria llegar a ser algo muy grande en la vida. Y se esforzaba, tesoneramente, en comprenderlo. Para el, algo muy grande era Paco, el herrero, con su torax inabarcable, con sus espaldas macizas y su pelo hispido y rojo; con su aspecto salvaje y duro de dios primitivo. Y algo grande era tambien su padre, que tres veranos atras abatio un milano de dos metros de envergadura... Pero su madre no se referia a esta clase de grandeza cuando le hablaba. Quiza su madre deseaba una grandeza al estilo de la de don Moises, el maestro, o tal vez como la de don Ramon, el boticario, a quien hacia unos meses habian hecho alcalde. Seguramente a algo de esto aspiraban sus padres para el. Mas, a Daniel, el Mochuelo, no le fascinaban estas grandezas. En todo caso, preferia no ser grande, ni progresar. Dio vuelta en el lecho y se coloco boca abajo, tratando de amortiguar la sensacion de ansiedad que desde hacia un rato le mordia en el estomago. Asi se hallaba mejor; dominaba, en cierto modo, su desazon. De todas formas, boca arriba o boca abajo, resultaba inevitable que a las nueve de la manana tomase el rapido para la ciudad. Y adios todo, entonces. Si es caso... Pero ya era tarde, hacia muchos anos que su padre acariciaba aquel proyecto y el no podia arriesgarse a destruirlo todo en un momento, de un caprichoso papirotazo. Lo que su padre no logro haber sido, queria ahora serlo en el. Cuestion de capricho. Los mayores tenian, a veces, caprichos mas tozudos y absurdos que los de los ninos. Ocurria que a Daniel, el Mochuelo, le habia agradado, meses atras, la idea de cambiar de vida. Y sin embargo, ahora, esta idea le atormentaba. Hacia casi seis anos que conocio las aspiraciones de su padre respecto a el. Don Jose, el cura, que era un gran santo, decia, a menudo, que era un pecado sorprender las conversaciones de los demas. No obstante, Daniel, el Mochuelo, escuchaba con frecuencia las conversaciones de sus padres en la planta baja, durante la noche, cuando el se acostaba. Por la grieta del entarimado divisaba el hogar, la mesa de pino, las banquetas, el entremijo y todos los utiles de la queseria. Daniel, el Mochuelo, agazapado contra el suelo, espiaba las conversaciones desde alli. Era en el una costumbre. Con el murmullo de las conversaciones, ascendia del piso bajo el agrio olor de la cuajada y las esterillas sucias. Le placia aquel olor a leche fermentada, punzante y casi humano. Su padre se recostaba en el entremijo aquella noche, mientras su madre recogia los restos de la cena. Hacia ya casi seis anos que Daniel, el Mochuelo, sorprendiera esta escena, pero estaba tan solidamente vinculada a su vida que la recordaba ahora con todos los pormenores. --No, el chico sera otra cosa. No lo dudes --decia su padre--. No pasara la vida amarrado a este banco como un esclavo. Bueno, como un esclavo y como yo. Y, al decir esto, solto una palabrota y golpeo en el entremijo con el puno crispado. Aparentaba estar enfadado con alguien, aunque Daniel, el Mochuelo, no acertaba a discernir con quien. Entonces Daniel no sabia que los hombres se enfurecen a veces con la vida y contra un orden de cosas que consideran irritante y desigual. A Daniel, el Mochuelo, le gustaba ver airado a su padre porque sus ojos echaban chiribitas y los musculos del rostro se le endurecian y, entonces, detentaba una cierta similitud con Paco, el herrero. --Pero no podemos separarnos de el --dijo la madre--. Es nuestro unico hijo. Si siquiera tuvieramos una nina. Pero mi vientre esta seco, tu lo sabes. No podremos tener una hija ya. Don Ricardo dijo, la ultima vez, que he quedado esteril despues del aborto. Su padre juro otra vez, entre dientes. Luego, sin moverse de su postura, anadio: --Dejalo; eso ya no tiene remedio. No escarbes en las cosas que ya no tienen remedio. La madre gimoteo, mientras recogia en un bote oxidado las migas de pan abandonadas encima de la mesa. Aun insistio debilmente: --A lo mejor el chico no vale para estudiar. Todo esto es prematuro. Y un chico en la ciudad es muy costoso. Eso puede hacerlo Ramon, el boticario, o el senor juez. Nosotros no podemos hacerlo. No tenemos dinero. Su padre empezo a dar vueltas nerviosas a una adobadera entre las manos. Daniel, el Mochuelo, comprendio que su padre se dominaba para no exacerbar el dolor de su mujer. Al cabo de un rato anadio: --Eso quedalo de mi cuenta. En cuanto a si el chico vale o no vale para estudiar depende de si tiene cuartos o si no los tiene. Tu me comprendes. Se puso en pie y con el gancho de la lumbre desparramo las ascuas que aun relucian en el hogar. Su madre se habia sentado, con las bastas manos desmayadas en el regazo. Repentinamente se sentia extenuada y nula, absurdamente vacua e indefensa. El padre se dirigia de nuevo a ella: --Es cosa decidida. No me hagas hablar mas de esto. En cuanto el chico cumpla once anos marchara a la ciudad a empezar el grado. La madre suspiro, rendida. No dijo nada. Daniel, el Mochuelo, se acosto y se durmio haciendo conjeturas sobre lo que querria decir su madre, con aquello de que tenia el vientre seco y que se habia quedado esteril despues del aborto.

  • Todo sobre nosotras de Monica Lavin

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    Alejandra las habia recogido en el aeropuerto Humberto Delgado de Lisboa, pero sin mas, a pesar de que venian de un vuelo trasatlantico y de que habian trasbordado en Paris, las subio a la camioneta y tomaron la carretera. Habian venido a festejar el cumpleanos sesenta de su amiga y los de ellas; las tres habian nacido el mismo ano y habian ido a la misma escuela desde los seis anos hasta la preparatoria. Pero Carla y Nuria no habian visto a Alejandra en treinta anos. Les sorprendio que fuera casi una calca de la que habia sido: el pelo seguia lacio y oscuro, aunque se lo pintara y lo llevara en una melena corta, los ojos negros intensos, casi moros, pero sus formas sofisticadas de cuando conducia aquel programa de television habian quedado ocultas por una voluntad rural. Al fin y al cabo, mujeres de ciudad, les costaba trabajo ver a Alejandra en tenis, con muy poca pintura, aunque, eso si, el barniz de unas impecable la seguia distinguiendo. Sus manos en el volante lo ostentaban. --?El azul esta de moda? --dijo Nuria, que jamas se pintaba las unas. Era lo menos apropiado para una panadera. --Ya no se que esta de moda, pero lo veo en las tiendas y lo sumo a mi cajon de barnices -- dijo Alejandra, con esa voz cantarina, con su risa facil. La recordaban en la preparatoria: con mas maquillaje que ellas, con esos barnices naranjas, o rojos o rosas nacarados que se estilaban. Las unas con forma ovalada, como de revista. Las tres distraian la platica con nimiedades porque no sabian por donde empezar. Carla y Nuria habian tenido oportunidad de conversar algo en el avion, antes de quedarse dormidas y de quejarse de lo reducido de los asientos. --?No podriamos viajar en business? --habia dicho Nuria, que era de caderas anchas, pero con menos posibilidades economicas. --?Y pagar el doble? Nuria habia olvidado por que administrar era el fuerte de Carla, despues de la nutricion. Por algo tenia una compania. Si tuviera el dinero, Nuria lo habria pagado, ?cuando tendrian sesenta anos de nuevo? ?Cuando vendrian a festejar con Alejandra a Portugal juntas? Claro que pensar asi la habia llevado a no ahorrar nada, a destinar parte de su herencia en poner la panaderia en Ensenada, cuando por fin decidio que no podia vivir un dia mas en la Ciudad de Mexico. Recorrieron el campo de arboles de follaje verde seco, con la tierra mas bien arenosa, o esa impresion daba, entre Lisboa y la desviacion hacia Evora, donde Alejandra prometio llevarlas de regreso para ver las ruinas romanas, esas columnas del templo de Diana en medio de callejas medievales. --Para quienes me visitan es parada obligada. Pero sera despues. --?Y no te hartas de hacer paseos turisticos con los que venimos? --pregunto Carla. --Ustedes no habian venido en los treinta y un anos que llevo aqui. Vivo muy lejos y las visitas no son frecuentes. Ir a Evora era un placer para Alejandra, era una conexion con el asombro original de cuando llego, recien casada con Esteban, y se comio el paisaje, la historia, el acento, el bacalao, las cerezas del verano, con los ojos, con el cuerpo, con una alegria chispeante. Estaba entonces en la cresta del descubrimiento y en la euforia amorosa; no habia ponderado lo que significaban la distancia, el desarraigo, que sus padres murieran en Mexico y que ella llegara tarde a despedirse. La friccion de las llantas contra el asfalto siseo adentro de la camioneta, donde las ventanas abiertas ventilaban el fin del verano. Entonces hizo algo abrupto, se orillo en la cuneta, oteo a ambos lados de la carretera y tomo el carril de regreso. Sus amigas no comprendieron. --?Te equivocaste? --Volar trece horas, traer otro horario, por lo menos merece una parada para comer y tomar algo. Vamos a Evora. Nuria y Carla agradecieron sentarse en las mesas al aire libre frente al templo de Diana, en medio de la convergencia de varias calles empedradas, estirar las piernas y tomar una cerveza con aceitunas para empezar a sentir el aire del Mediterraneo de su travesia. La ruta las llevaba al este, hacia la frontera con Espana. El mar les quedaba a la espalda y al sur, y la sensacion de estar en un pais desconocido las excitaba. --?No estan cansadas? --pregunto Alejandra. --A mi solo me cansa el que no pase nada, el agua quieta --dijo Carla con la espuma de la cerveza en los labios--. Esto es vida. Ademas, la cerveza es muy sana. --Se rio. Siempre habia sido una pesada con los asuntos de los nutrimentos, pero habia bajado la guardia. Era una fortuna que no hubiera tenido hijos, los habria atosigado con el discurso del balance de proteinas y grasas de las buenas, y carbohidratos de los malos y calorias vacias. Aunque sus clientas agradecian sus consejos para estar mas sanas, para aceitar el deterioro, para impedir la gordura, pero sin abandonar el placer de comer. --Ya vas a empezar. --Se burlo Nuria. --Yo quiero todos tus consejos para presumir en el hotel. Esta de moda eso de la conciencia de nutrirse bien y la dieta portuguesa es buena para eso. --Pidio Alejandra mientras compartian un plato de embutidos y una ensalada fresca. --Tengo consejos de todo tipo --anadio Carla con picardia--. Aunque les confieso que ya me harte de ser la flaca que soy. Eso de querer ser ejemplo viviente de mi compania es catastrofico. En este viaje pienso comer todo lo que se me atraviese. --Ya era hora --anadio Nuria, que era robusta, generosa de carnes y espiritu, y que movia su cuerpo sin que sus senos y caderas prominentes fueran un obstaculo. Carla casi no habia visitado a Nuria desde que se fue a Ensenada, hacia un lustro, y no soltaba el cuerpo, como si al hacerlo pudiera irse por el camino torcido. Tal vez le pesaba ser hija de medicos; su padre, un endocrinologo. --Esteban es un gran cocinero. --Presumio Alejandra--. No podras rehusarte a ningun platillo. --Ese debe ser uno de sus encantos. Alejandra sonrio con cuidado, sin la espontaneidad que le conocian. De las tres era la unica que permanecia casada, la unica que habia conservado la pareja con la que decidio hacer una vida. Dejaron que lo que Alejandra les platico sobre aquel templo --que era del siglo I antes de Cristo y que en algun momento habia sido carniceria, lo cual ayudo a que se conservara en pie-- fuera acomodando sus cuerpos al nuevo paisaje y a la alegria fortuita de compartirlo. Alejandra les dijo que lo mas impresionante era la Capilla de los huesos dentro de la iglesia de San Francisco, hecha con la osamenta de los monjes, apilados uno sobre otro, macabra y poderosa, pero penso que lo dejarian para otro dia, si acaso. Habian sido tan amigas en secundaria y preparatoria. Habian celebrado la primera boda de las amigas, la de Carla, cuando ella aun no terminaba la licenciatura, con Joaquin, su novio de tantos anos, de quien no se habia vuelto a hablar. Todas habian puesto su amistad por encima de cualquier otro argumento. No eran tres, eran cuatro. Renata habia sido mas amiga de Alejandra; Nuria y Carla, las mas cercanas. Las cuatro inseparables en aquellos anos. Tal vez por eso no se habian reunido en treinta anos. Pues, aunque Alejandra habia hecho viajes a Mexico para visitar a su familia, no las habia buscado ni ellas habian preguntado cuando iria. Las mexicanas habian perdido todo contacto con la que vivia en Portugal, hasta que ella les propuso celebrar su cumpleanos sesenta en el Alentejo. Alejandra y Renata cumplian anos el mismo dia, en una fecha innombrable: 19 de septiembre. Volvieron al auto, achispadas y con deseos de conocer el paraiso que Alejandra les habia prometido: aquella quinta donde crecian olivos y vides, y donde acababan de estrenar un hotel rural, con apenas cuatro habitaciones y un comedor. Oculto el nombre del hotel hasta que, despues de un cabrioleo por una carretera delgada entre cultivos, les senalo el letrero: Quinta Renata. Habian llegado. 2 Alejandra le asigno un cuarto a cada una, pero les advirtio que durante el fin de semana tendrian que compartir habitacion. --Como en los viejos tiempos --dijeron. --Me vengo con ustedes. --Se rio divertida. Le hubiera encantado revivir las noches en que estudiaban e ideaban estrategias para no quedarse dormidas. --Lo malo es que el vino me arrulla --dijo Nuria-- y en lugar de platicar seguro me quedo dormida pronto. Y no quiero beber Coca-Cola. --Yo, si --agrego Carla--, toda la que he dejado de beber durante anos. --Esteban la tiene prohibida hasta para el hotel --enfatizo Alejandra. Desde sus cuartos verian los vinedos dorarse bajo el sol del verano al caer la tarde, les advirtio Alejandra. Estuvieron de acuerdo en que la vista les daba paz. --Aunque tambien da desasosiego --dijo Carla. En realidad, a ella le encantaba vivir en uno de esos edificios altos del poniente, desde donde la ciudad se veia lejana, como una colcha de luces que advertia que el bullicio no paraba. Cuando visitaba a Nuria en la casa del acantilado, sentia la angustia del infinito mar. Esperaba poder dormir, el insomnio podia atacarla y que haria sin television, sin horario y con tanto verdor. La boca se le seco, pero no dijo nada. Las estaban consintiendo. Alejandra las apresuro, pues sabia que Esteban estaria ansioso por recibirlas. Quedaron en instalarse con mas calma despues. --Igual me paso desde hoy a tu cuarto --le dijo Carla a Nuria por lo bajo, temiendo el vertigo del espacio abierto. Caminaban de nuevo hacia el auto para llegar a la casa principal, una vieja construccion de adobe que les tomo tiempo remodelar, como explico Alejandra. --Claro que si, mi reina, pero ronco. --Se rio Nuria. --Yo tambien --dijo Alejandra, que las habia oido--. Eso dice Esteban. Que verguenza. --Verguenza con un amante, con el marido no creo --siguio Nuria--. Aunque yo soy la que soy a esta edad. Si alguien quiere dormir conmigo, que se lleve las caricias con el paquete completo, yo hare lo mismo.

  • Tu en mis suenos de Christine Cross

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    Rafael es un atractivo madrileno de 34 anos. Psiquiatra de profesion y soltero por eleccion, no tiene ninguna intencion de enamorarse. Para el solo tienen valor los datos cientificos y probados, no las emociones, a pesar de que ultimamente una misteriosa mujer aparece en sus suenos y eso lo inquieta.
    Cuando su hermana Marina le pide que viaje a Cordoba para averiguar por que Sofia, la hermana pequena de ambos, no contesta a los mensajes, Rafael debera afrontar la posibilidad de que existe algo que supera los limites de su mente racionalista. En Cordoba se vera envuelto en el fantastico y caprichoso mundo de los suenos donde Sofia ha quedado atrapada. Para ayudarle a regresar al mundo de la realidad, contara con el apoyo de Patricia, companera de piso de Sofia. Un hecho que pondra a prueba no solo su mente, sino tambien su corazon, puesto que Patricia no es otra que la mujer misteriosa que aparece en sus suenos.

  • Feminismo de Deborah Cameron

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    En “Feminismo” Deborah Cameron realiza un recorrido completo y muy aclarador por la historia, desarrollo y actuales debates (sin rehuir algunos de los mas controvertidos, como el de las “madres de alquiler” o el de los atuendos de las mujeres musulmanas) de este movimiento social. Partiendo de una doble definicion de feminismo como movimiento contra la discriminacion de la mujer y movimiento que se funda en la creencia de que las diferencias que historicamente se han creado en torno a hombres y mujeres pueden y deben ser eliminadas, la autora habla de las distintas “olas” del mismo (actualmente estariamos en la cuarta) y va desgranando debates, autores, situaciones, etc., a lo largo de una acertada seleccion de temas. Asi, Cameron examina la relacion y problematica del movimiento en los ambitos del trabajo, del sexo, de la dominacion y de la cultura, entre otros, para considerar finalmente sus desarrollos futuros y la creciente amenaza que suponen partidos y lideres emergentes que pretenden criminalizarlo.

  • Sumisa de siete tigres (Sumisas 2), Saray Gil Diaz de Saray Gil Diaz

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    Cuando Nerea viaja a Rusia a trabajar lo que menos puede esperar en la vida es que su viaje puede convertirse en todo menos en algo relacionado a lo laboral. Cuando la despiden en su empresa y los siete rusos mas sexys, tatuados hasta los dientes y dominantes, se obsesionan con ella hasta el punto de hacer cualquier cosa por tenerla entre sus garras.

  • He sonado que bailaba descalza de Olivia Zeitline

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    Una novela que sentiras que te habla; escuchala.

  • Romance Extremo, Alvaro Ganuza de Alvaro Ganuza

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  • Yo te vi primero, Noa J. Sanz de Noa J. Sanz

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    Reconozco que no estoy en mi mejor momento, de verdad que no, ?pero hacia falta mudarme al culo del mundo para escapar de mi patetica existencia?
    Joder, aparte de lo que no quiero nombrar, no encuentro motivo alguno para semejante locura.
    ?Acaso no necesitaban veterinarias mas cerca? Posiblemente. El caso es que no me di la opcion de tener otra oferta mejor. Soy asi de impulsiva.
    Ahora me encuentro en medio de la nada. Rodeada de vacas, toros, pollos, algun que otro especimen que no me atrevo a mencionar, y digamoslo asi., granjeros malhumorados deseando que me vuelva a la ciudad. ?O no?

  • Area 81 de Stephen King

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    Area 81 es un area de servicio abandonada y cerrada desde hace tiempo. Pete Simmons, un curioso nino de 10 anos, decide ir con su bici hasta esta area abandonada donde sabe que los chicos mayores van para fumar, colocarse y montarselo con sus chicas. Y alli se encuentra una botella de vodka medio llena que decide probar. Pete acaba emborrachandose y cuando se despierta, descubre un coche aparcado alli, un coche sin matricula y cubierto de barro. La puerta esta medio abierta, pero no se ve a nadie dentro... Un coche que, sin duda, recordara a los que ya aparecieron en anteriores novelas como Christine o Buick 8. Un guino a sus lectores que han clasificado esta novela corta como <> Mile 81, la edicion inglesa de Area 81, se publico en septiembre de 2011, convirtiendose en un best seller a las pocas horas de ponerse a la venta.

  • Asfixia de Raul Garbantes

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  • La casa de la caridad de Ulrike Schweikert

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    Berlin, 1831. El colera ha llegado a la ciudad. Los destinos de tres mujeres se cruzaran en la Charite, el hospital mas antiguo de Berlin.

  • Las gafas de Alejandra de Martina Bouza

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    Estaba desayunando en la terraza del hotel Bliss Spa Resort de Ubud, con vistas panoramicas a los campos de arroz, cuando sono mi telefono. Mi guia, Wayan, llegaria a buscarme en quince minutos. Ese verano me moria de ganas de viajar a Bali y, como no encontraba a nadie que quisiera venirse a la isla, decidi irme sola. No era la primera ni la ultima vez que lo haria. Busque un guia por internet en la pagina web de TripAdvisor. Contacte con el y, gracias a mi <> y al traductor Google, encontramos la forma de comunicarnos, me iba a ensenar Ubud. Llego y me explico el itinerario de ese dia: primero, iriamos a Batulan Temple a ver la danza del Barong; despues, a Pura Tirta Empul Temple; luego, a los arrozales de Tegalalang; a continuacion, a Coffe Luwak, y terminariamos en Pura Tanah Lot (Templo de la Tierra en el Mar). Este ultimo templo lo habiamos dejado para el final porque es un lugar espectacular, especialmente al atardecer, cuando la luz del sol se torna dorada y desciende por el horizonte convirtiendo el templo en una oscura silueta. Cuando llego la hora de comer, mi guia Wayan me dejo en un restaurante y me dijo que me recogeria en una hora y media. El sitio se llamaba TebaSari Resto, bar y lounge Jalan Raya, Tegallalang. Estaba situado enfrente del cafe Luwak, que era la siguiente parada que ibamos a hacer despues de comer. El restaurante era un sitio precioso con unas vistas impresionantes y estaba ambientado con canas de bambu, ademas, su comida asiatica era exquisita. Yo estaba disfrutando de mi tercer coctel cuando vi a un hombre muy atractivo en la mesa de enfrente y observe, por la conversacion que mantuvo al telefono, que era espanol, que tambien estaba solo y que no llevaba anillo de casado. Era un hombre fisicamente atletico. Mediria un metro ochenta mas o menos. Su rostro expresaba mucha tranquilidad. Su piel estaba morena. Tenia mucha cantidad de pelo negro, que lo llevaba por debajo de las orejas y muy alborotado. Sus ojos eran serenos y marrones. Sus labios no eran muy gruesos, mas bien diria que finos y estaban rodeados por una poblada barba negra. Me encantaba su estilo, era muy tropical, perfecto para el lugar. En la parte de arriba llevaba una camisa de lino blanca desabotonada por arriba que dejaba ver el vello de su pecho con las mangas remangadas y sacada por fuera del pantalon. En la parte de abajo vestia con unas bermudas azules tambien de lino y unas alpargatas de esparto del mismo color que su pantalon. Para empezar a hablar con el, usaria una de las tecnicas de seduccion infalible. Le pediria que me hiciera una foto. En ese momento, me puse las gafas de corazones, me pinte los labios de color rojo, saque el movil de mi bolso, recogi mis cosas y me fui hacia su mesa. --Perdona que te moleste. ?Hablas espanol? --Si. --?Te importaria hacerme una foto? Es tan exotico el restaurante que me gustaria tener un recuerdo. --Si, por supuesto. ?Donde la quieres? --Aqui, para que sea vean las canas de bambu que estan en el centro. Toma el movil. --!Que originales son tus gafas! Son muy vintage. Solte una carcajada. --Gracias. Me gusta llevar unas gafas diferentes para que la gente me pueda ver con claridad entre la multitud. --Muy buena respuesta. Esa me la apunto. Me hizo la foto y me devolvio el movil. --?Podria ver como ha salido? --Si, por supuesto. Mira, !ha quedado perfecta! --Perdona, si no es indiscrecion, ?viajas sola o acompanada? --Viajo sola (como me gusta decirle a completos desconocidos que viajo sola, sigo viva de milagro). No me dejaban traer en el avion a los siete gatos con los que vivo. Siguio riendose a carcajadas. --Disculpa, que no me he presentado. Me llamo Jorge. ?Como te llamas? --Me llamo Alejandra. Encantada. --Le di dos besos en las mejillas. --Y bien... Alejandra, ?estas viajando por ocio o por trabajo? --Estoy de vacaciones. ?Tu? --No soy tan afortunado. Estoy por trabajo. Importo ropa y accesorios balineses para llevarlos a Espana donde tengo un negocio. En ese momento me sono el movil. Era Wayan. --Jorge, encantada de conocerte. Me da mucha pena tener que marcharme. Me has caido genial, pero me acaba de llamar mi guia para que sigamos con la ruta. --Una cosa antes de que te vayas... Se me esta ocurriendo... ?Que te parece si nos damos el telefono y continuamos esta conversacion por la noche? Conozco un sitio donde hacen los mejores mojitos de la ciudad. --Suena divertido. Nos dimos los telefonos. --?Sobre que hora regresaras al hotel? --Mi guia me ha dicho que a las siete. --!Perfecto! Mas tarde te escribo para concretar donde te paso a buscar a las ocho. --Genial. --Si te veo a las ocho, comenzare a ser feliz desde las siete. --!Jorge! !Eso es del Principito! Para ligar conmigo tienes que ser un poco mas original, que ya me las se todas --le dije con un gesto divertido. --Eres tremenda --dijo sonriendo. --Adios, Jorge. Te veo esta noche. !Toma ya! El plan habia salido mejor de lo que esperaba. Una vez mas, mis gafas me habian traido buena suerte. --Te escribo en un rato. !Disfruta de la ruta! --dijo mientras me guinaba un ojo. Cuando llegue al hotel, tuve mis dudas de si ir o no ir a la cita, pero pense que estaba en Bali de vacaciones, soltera, y Jorge era terriblemente sexy. ?Que dudas podia tener? Ninguna. A las ocho, sali a la calle y ahi estaba, esperandome. Iba impecable. Volvia a vestir con lino y seguia llevando el pelo despeinado a proposito. Fuimos a cenar a Arang Sate Bar, que estaba en la calle Jalan Raya, al lado del palacio de Ubud, en pleno centro. Era un restaurante con ambiente agradable y moderno sin perder el estilo balines, con musica en directo. El personal era muy simpatico y servicial (como en el resto de Ubud). Primero pedimos algunos small plates para compartir y probar un poco de todo y, a continuacion, brochetas (sate) de gambas, higado de pollo y ternera especiadas con curcuma, jengibre y otras especias que le daban un gusto no picante y delicioso, que acompanamos con una jarra de caipiroska. Todo estaba exquisito y terminamos la cena disfrutando de sus famosos cocktails. --Me ha encantado el sitio, Jorge. Tenias razon, el mojito esta delicioso y la comida estaba buenisima. Ademas, es un lujo poder disfrutar de musica en directo. --Me alegra mucho que te guste, Alejandra. Siempre que vengo a Bali termino comiendo aqui, pero es la primera vez que lo hago teniendo en frente a una mujer preciosa. Me lo dijo mientras me acariciaba las manos. Estaba muy roja y notaba que la cara me ardia. No se si por lo que me acababa de decir, por el alcohol, por el calor que hacia en la isla o por una mezcla de todo. --Gracias, Jorge. Has conseguido que me sonroje y creeme cuando te digo que eso en mi es dificil de conseguir. La verdad que tu tambien me pareces un hombre muy guapo y atractivo --le dije mientras le tocaba los brazos y le miraba con ojos lascivos. --?Te apetece que vayamos a mi hotel? Aqui hay demasiado ruido y me gustaria estar contigo en un sitio mas tranquilo. --Me parece que acabas de tener una muy buena idea Jorge. !Vamos! Llegamos a su hotel. Era una villa privada con una habitacion. Nada mas entrar, te encontrabas una impresionante terraza con piscina privada, solarium, una mesa con sillas y una cocina cubierta. Enfrente, se abria la puerta que llevaba a la habitacion con una cama de matrimonio enorme y un bano Llamo al servicio de habitaciones para que trajeran una botella de vino. Encendio velas y selecciono en su movil la musica relajante Beyond the Missouri Sky, por Charlie Haden y Pat Metheny, para que sonara por los altavoces. Jorge era muy mistico, poseia un lado espiritual muy desarrollado, mas que el promedio de las personas. Demostraba esa espiritualidad o esa conexion con lo que esta mas alla de la vida terrenal en su forma de comunicarse y en su actitud mas bien pacifica, relajada y tranquila, que tenia que ver, sin duda, con esa intima relacion con lo que no podemos comprender racionalmente. --?Nos tomamos unas copas en la piscina? --me ofrecio. Comenzo a tocarme suavemente el cuello, los hombros y la espalda. --Vaya. Creo que tu karma se encuentra algo desalineado. ?Quieres que te ayude a centrarlo de nuevo? Me han ensenado a hacerlo estos dias aqui en Bali. Asenti. --Vale. Pues lo primero que tienes que hacer es relajarte y sentirte comoda Asi, muy bien... Cierra los ojos y respira hondo. No, asi no. Tienes que llevar el aire a la zona que hay a unos cuatro dedos por debajo de tu ombligo. Asi. Perfecto. Trata de retener aire y cuenta hasta quince. Eso es... Despues, expulsalo muuuuy lentamenteeee...

  • El secreto del solsticio de verano, Christine Kabus de Christine Kabus

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  • Mamba negra (El clan de las serpientes 1) de Steffany Kennels

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    La joven y letal lugarteniente Ayshane Ivanova, heredera legitima de la Yakuza japonesa en Espana e hija de Eduard Ivanov, el capo de la organizacion criminal rusa mas peligrosa del pais, se vera obligada a pedir ayuda a aquellos de los que siempre habia rehuido.
    Sola y oculta entre las sombras de un mundo que hasta los demonios mas oscuros preferian evitar, Ayshane sabia que no acabaria con la organizacion que la vio nacer. Salvo que tentara a aquellos cuyo honor era inquebrantable para dar caza a su mayor enemigo, y quien mejor que Erick Roman, Inspector Jefe de un trio de agentes de elite de la policia.
    Arrastrados por Ayshane, Erick y sus agentes se veran envueltos en un infierno sin ser conscientes que no solo estan poniendo en riesgo sus vidas sino tambien, la integridad de sus corazones.

  • Nosotros despues de las doce, Laia Soler de Laia Soler

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    Si pudieras borrar de tu mente los recuerdos que te hacen sufrir, las traiciones, las perdidas y los desenganos… Si pudieras convertir tu mente en un mural en blanco donde volver a pintar tu vida, ?lo harias?
    Aurora vive en Valira, un pequeno pueblo situado entre montanas. No cree en los cuentos de hadas, pero si en la magia. Al fin y al cabo, Valira debe su nombre a una reina feerica. Dice la leyenda que la sangre de las hadas aun corre por las venas de sus habitantes, que el pozo del pueblo alberga el espiritu de la reina y que el antiguo carrusel de la plaza posee poderes extranos.

  • Una Odisea de Daniel Mendelsohn

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  • Sangre fria de Douglas Preston , Lincoln Child

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    El misterio que rodea a la mujer de Pendergast se hace cada vez mas impenetrable y el inspector descubre que en realidad no sabia casi nada del pasado de su esposa.