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  • Dulce Tortura de Jenifer Demichelis

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    Jessica se quedo de pie frente al salon de clases. Era su primer dia de universidad. Hacia apenas un par de minutos habia ingresado a un artistico, construido por uno de los arquitectos mas famosos del pais y que por muchos anos fue sede del Ateneo, hasta que las autoridades gubernamentales se habian hecho de el y ahora formaba parte de la Universidad de las Artes, el inmueble no se prestaba mucho para ser instituto educativo, pero sin duda se sentia la vibra de las artes en el lugar, ese aire bohemio, despreocupado, pero a su vez creativo. --!Pasa! --Le grito Alondra, su amiga, quien era su vecina y con la que habia decidido empezar esta aventura de estudiar artes. --Pareces una loca ahi parada mirando la nada. Entra. La universidad se jactaba de ser muy enfatica con la puntualidad, quien llegara tarde se quedaba afuera. Solo por esa razon ya el lugar estaba convirtiendose en uno de los mejores institutos del pais Se acomodo junto a Alondra, disimuladamente miraba el reloj, ligeramente ansiosa por la primera clase, quien seria el maestro o maestra, como serian las evaluaciones, los companeros. Por un momento dudo de su talento. Tenia el don innato de hacer arte con su pincel y lienzos, en casa tenia varios cuadros sin terminar o algunos listos que eran su pequena galeria intima. Aunque era consciente de que aun le faltaba mucho por aprender, por mas autodidacta que fuera, la guia de los maestros seria idonea para conectar y poder lograr las grandes obras que deseaba trazar en la tela en blanco. Abrio su libreta que tenia arriba la imagen de una mariposa azul con negro, bautizada con el feo nombre de Morpho Peleides, los cientificos tenian un don para darle nombres terribles a tan maravillosas creaciones de la naturaleza. Comenzo a pasar las paginas, buscando una que estuviera en blanco, en las primeras, las escritas, reposaban poemas que en momentos de inspiracion escribia, en casa, en su ordenado, reposaban un par de poemario que estaban en proceso de poda, correccion y busqueda de palabras mas idoneas para algunos de sus versos. Durante los ultimos anos habia pulido sus poemas dejando un trabajo mas hermoso... Ella, sin duda alguna era una artista, solo le faltaba ese empujon, alguien qe la encarrilara para que pudiera encontrarse y mostrar al mundo lo que por esa cabecita bullia. Finalmente consiguio la hoja en blanco, anoto la fecha del dia y miro a Alondra, quien estaba inmersa en su movil. Vio para los lados y ya habia mas estudiantes, todas caras desconocidas que estaban inmersas en sus mundos, futuros amigos y seguramente enemigos que se gestarian en esa comunidad que se formaba. Jessica se iba a rendir a su propia introspeccion metiendose en alguna red social de su movil, cuando recibio un codazo de Alondra, la miro y esta le senalo con la boca la puerta. Alli estaba de pie el hombre mas guapo que habia visto nunca. Alto, llegaba casi al quicio de la puerta. Sintio como si una suave brisa acariciara los vellos de su espalda. Su mandibula estaba bien marcada, su boca poseia una sensual curvatura, su ojos eran verde, un tono extrano, porque no eran claros como los muchos ojos que habia visto en su vida, sino de un verde oscuro, militar, el cabello negro, fino, seguramente rebelde, se contenia en una cola de caballo, que aunque a ella nunca le habian gustado, por alguna razon a ese hombre le quedaba bien. Ademas, su manera de vestir era despreocupada y elegante. Parecia que cada una de sus prendas estaba hecha a su medida y le quedaba bien. No era el profesor, era otro companero de clases. Pero vaya que era hermoso. Poco rato despues entro la maestra. Quien luego de las presentaciones pertinentes y hablar de su plan de evaluacion, fue al grano. --Jovenes, a mi me encanta trabajar en grupo. --A nosotros no... --Dijo uno de los estudiantes, algunos de los presentes rieron. Se veia que era el bromas del salon. --Pues les tocara acostumbrarse --dijo la maestra sonriendo-- desde hoy comenzaremos a formar grupos y seguramente repetiran en muchas ocasiones. Como se que ustedes no se conocen, esta vez los organizare yo. La maestra tomo la lista donde aparecian los nombres de los estudiantes y comenzo a nombrarlos. --A medida que vaya nombrando, ustedes se iran cambiando de puesto con el de al lado y asi cada quien quedara al lado del otro y armaremos el grupo para comenzar a trabajar. Asi fue, a medida que los nombraba todos se iban moviendo de sus puestos y cambiandose con otros para irse acomodando. El salon tenia bastantes puestos vacios, era facil ubicar otro asiento mientras la maestra citaba su nombre. --Ojala nos toque juntas --Dijo Alondra-- y casi como si hubiera dicho un maleficio, su nombre fue mentado por la profesora. Alondra abrio los ojos, esperando escuchar el de Jessica. Pero nombraron a Marcos, al girare a buscarlo, se consiguio con un hombre de lentes, un tanto nerd, nervioso en sus movimientos, quien se le ilumino la cara cuando vio la mujer que le habia tocado en suerte como companera. Alondra miro a Jessica, como pidiendole auxilio, ella solo sonrio con la comisura de los labios y se quedo apertrechada, esperando a ver quien le tocaba en suerte. --Alessandro Mccoy --Dijo la maestra. Jessica, disimuladamente giro la cabeza, buscando al protagonista de ese nombre. Era el, el guapo que habia robado su aliento un rato antes. La profesora paseaba el dedo por la lista, buscando el companero para el. Dio un respingo cuando escucho --Jessica Alvarez. Miro a la maestra con una interrogacion grabada en su rostro, y ella parecio leer su duda. --?Que paso? Tu y Alessandro son companeros. Jessica solo atino a asentir con la cabeza. El hombre, con un gesto serio, casi arrogante vino y se sento a su lado. Puso su bolso encima de la mesa, la miro, saludo con la cabeza con cortesia y no la miro mas, puso su vista en la maestra. Jessica se sintio incomoda como nunca lo habia estado en su vida. Poco rato despues la maestra habia formado grupos. --Bueno, estamos listos. Aqui no hemos venido a jugar, asi que vamos a la accion. La maestra salio hizo unas senas desde la puerta y dos jovenes entraron con una silla de esas de madera que se usaban antes en los bares de mala muerte y detras venia una mujer con poco mas de 40 anos, unas de esas que a todas luces es ama de casa, que tiene un poco de sobrepeso y un par de hijos con algun nieto en camino. Una mujer madura. Se veia que no habia tenido buenos tiempos, su figura la verdad no era la mejor. Venia envuelta en una toalla. La silla de madera fue colocada en el centro, donde todos pudieran verla desde sus angulos. La mujer se quito el pano y estaba totalmente desnuda, se sento en la silla y adopto una posicion donde una pierna tocaba el suelo, la otra estaba en el peldano de la silla, un brazo reposaba en el espaldar y el otro en la pierna. En su estomago se dibujaban pliegues de sobrepeso, sus senos caidos mostraban que en algun tiempo fueron unas buenas tetas, su rostro, toda ella, aunque no entraba en los estereotipos de belleza, tenian una extrana belleza, supongo era su alma de artista, que no tenia reparo en venir y posar alli, desnuda ante esos estudiantes que al verla quedarse desnuda, chiflaron a modo de piropo. --Se podran imaginar lo que vamos a hacer. Quiero que cada pareja comience a dibujar a la modelo, ustedes veran como se organizan, la idea es que entre los dos, dejen un solo dibujo. Pueden tomarse la hora de clase en eso. ?Vale? Alessandro miro a Jessica, levanto una ceja, como esperando que ella actuara. --Aqui tengo hojas --Dijo ella-- ?como nos organizamos? --Te prestare un lapiz de unos buenos que traigo aqui. Vas a usar esos. Su voz era aterciopelada y hermosa, gruesa, varonil. Hacia que el autoritarismo con el que hablaba sonara sexy. Le dio un lapiz, normal, similar a los que ella tenia en el bolso, pero igual lo acepto y comenzaron a dibujar. --Se me dan bien los rostros, vamos a hacer el boceto y ahi vamos uniendo a medida, pero empezare con su cara ?Vale? --Si --respondio Jessica. Le molesto que en el rato que estuvieron dibujando, ni una sola vez el la mirara ni un momento, estaba solo inmerso en rayar la hoja y formar la figura de la mujer desnuda frente a ellos. <> tan sobrado, tan crecido, se cree que porque es guapo, ya las tiene todas ganadas. Idiota. No soportaba a los hombres crecidos, que se creian superiores, que pensaban que la belleza fisica era lo unico, que no tenian nada mas. Alondra sabia que su amiga era medio rebelde, por eso le habia advertido que tenia que hacer amigos en el lugar y ser callada, no salir con cosas a los demas cuando estos le hicieran algo que no le gustara, por ella, se quedaria callada. Pero sin duda no dejaba de molestarle que el no le regalara ni una mirada. Estuvo tan concentrada, quejandose en su interior por Alessandro, que apenas si presto atencion a su dibujo, los resultados eran evidentes, los trazos de ella se veian un poco descuidados, en cambios los de el, habian esculpido un rostro que parecia una fotografia en blanco y negro, que iban transformandose en una cuasi caricatura del cuerpo, el contraste entre el trabajo de Alessandro y el de Jessica. --?No sabes dibujar? --dijo-- Es elemental saber para estudiar esto. --Si se dibujar --respondio Jessica mirandolo con los ojos brillantes. El miro el dibujo, la miro a ella y dijo. --Ya. Fue el unico momento en el que le dedico una mirada, siguio mirando a la maestra y a la modelo, como un muneco obediente. Como si estuviera en la escuela. <> se dijo para sus adentros. --?Ya terminaron? --pregunto la maestra que se acerco y los vio sin hacer nada. --?Quien hizo esta parte? --senalo el rostro y el trabajo de Alessandro. Al descubrir la parte de cada uno, miro con una sonrisa fingida a Jessica. --?Desde cuando dibujas? --Desde siempre. Es mi vida. --Debes practicar mas, tus trazos son muy duros. Igual es la primera clase, pero mira como la hizo tu companero y como aqui el trazo cambia bruscamente. La maestra le dio la espalda y se dirigio a la clase. --Muchachos, la idea con esto, es que ustedes aprendan a trabajar en equipo, que puedan formar un trabajo donde no se note que hubo cuatro manos, sino solo una, que trazo y formo el arte. Por eso los uno, porque quiero que todos se formen igual. Asimismo les digo, si sienten que esta no es su carrera, que no saben dibujar, estan a tiempo de salir por esa puerta e irse a estudiar Abogacia, alla no tienen que dibujar. Luego de decir esto le dio una rapida mirada a Jessica, ella se sintio terrible. Alessandro se dio cuenta de todo, tomo el lapiz y dijo. --Mira, si pones el lapiz asi, podras hacer mejor el trazo porque... --Joder, yo se dibujar. Dame eso --le quito el lapiz, tomo el borrador, y toda la parte que ella habia hecho la elimino en unos segundos, ahora tomo el lapiz y en pocos minutos habia trazado toda la figura de la mujer, con una calidad casi identica a la de Alessandro. Este por primera vez la miro con otros ojos, cambiando el punto de vista que tenia sobre ella. Jessica lo noto y una rafaga de calor recorrio su cuerpo, sus ojos de madreselva la estudiaban. ?Seria capaz de arder en ese momento, sintiendo que era taladrada por ese hombre? Alessandro la estudio, su piel canela clara, su cabello listo, hermoso que caia en cascada por su espalda, sus labios gruesos y delineados, hechos para besar, con unos ojos grandes, expresivos, que parecian sonreir y mostrar una ternura en el tono oscuro. Sus pomulos anchos, que daban la tentacion de morderlos y mojarse en la miel de la que parecian estar hechos. Tambien vio su cuerpo, esto sin reparo, sin disimular, se quedo mirando la figura de guitarra, sus pechos redondos, su cintura mediana y las piernas gruesas y contorneadas, por su sangre corria sangre africana, eso le regalaba un tono suave pero una figura gruesa y hermosa como las mejores negras. Era muy hermosa. --Dibujas muy bien. --Dijo--Eres buena ?Por que el primer dibujo fue tan horrible? Ella tenia la respuesta, pero no la dijo, al menos no en palabras, porque la mirada que el le dio, parecio comprender lo que pasaba y por un instante se quedaron mirando fijamente y para Jessica este fue un intercambio mucho mejor que muchos encuentros sexuales que hubiera tenido. Finalmente desconectaron y cada uno parecio ir a lo suyo. La clase finalmente termino y todos fueron saliendo. --?Como te fue? --Le pregunto Jessica a Alondra. --Pues el nerd que me toco dibuja como los dioses. Asi que bastante bien. ?Y a ti? Estabas bien acompanada. Que envidia. Seguro te lo miraste de arriba abajo. !Guarra! --Terrible, el primer dibujo me quedo fachas y la maestra me vio como si fuera una retrasada. --?Fue por ti que recomendo irse a estudiar abogacia? Ella dijo que si con la cabeza. Alondra solto una gran carcajada. --Calla. Todo fue por culpa de Alessandro. --Ajaaa. --Es que me dio su lapiz y me quiso decir como hacer las cosas. --Te has quedado prendada de el, que eres guarra. Bueno, no fuiste la unica, todas te envidiamos en la clase, queriamos que nos tocara el. Cuando Jessica iba saliendo de la universidad junto con Alondra, suena su movil. --?Senorita Alvarez? --Pregunto una voz masculina al otro lado. --?Si? --Le habla el agente Tucson de la Policia Central. Su pecho dio un vuelco. La policia no llama nunca a nada bueno. --?Que paso? --Lamento informarle que su piso se incendio. --?Como? --Los bomberos ya apagaron las llamas, pero lamento informarle que el siniestro consumio todo. --?Como consiguio mi numero? --Me lo dio el conserje. ?Donde se encuentra ahora? --Saliendo de la universidad, precisamente iba para alla. --Aun nos encontramos aqui, estamos investigando el origen y nos interesaria mucho hablar con usted ?puede venir de inmediato? Por la mente de Jessica pasaron muchas teorias, ella, la verdad no tenia problemas con nadie, era alguien muy juiciosa, entregada a su estudio y no tenia ni ex toxicos ni enemigos conocidos, todo tenia que ser producto de un accidente. A su vez paso por su mente el donde dormiria hoy, que se pondria, que seria de su vida de ahora en mas y lo mas importante, si ella tendria la culpa de este incendio. Mientras iba casi corriendo a casa, la cual quedaba a unas siete cuadras, por su mente cruzaba si habia dejado la hornilla encendida, o el cargado del movil conectado, la plancha enchufada, alguna cosa encendida que provocara el incendio, no era fumadora asi que tampoco podia ser que dejo algo encendido. No conseguia explicacion. Llego. Alli un hombre regordete, con una gran calva parecio reconocerla, vestia de traje, con una camisa que ya no era tan amarilla y una corbata barata, al verla se acaricio la calva como seguramente lo hizo cuando tenia una cabellera que su consciente e inconsciente extranaban. --Senorita Alvarez, lamento lo sucedido. --?Como ocurrio? --No parece provocado por ninguna otra persona, pero los expertos buscan el origen para ello. El movil mas solido es el de un cortocircuito, una cortina o una tela que no estaba en el lugar correcto. Lo curioso es que todo inicio muy rapido, segun testigos cuando fueron a llamar a los bomberos ya el incendio estaba en su maximo cenit y para cuando llegaron solo apagaron el carbon, no queda nada. --Solo soy una mujer con mala suerte entonces. --?Tiene algun enemigo? --?Como dice? --Que si tiene enemigos que hayan podido causar este incendio. --No... no que lo sepa.

  • Tres metros bajo el suelo de Raul Sanchez Quintana

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    En la cima del monte Ezkaba, a casi novecientos metros de altitud, existio una prision donde las condiciones de vida de sus prisioneros fueron tan inhumanas como las que se vivieron en los campos de concentracion y exterminio que surgieron unos anos despues, durante la II Guerra Mundial.

  • Dejale Crecer de Javier Urra

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    Sobreproteger NO es educar.De esta premisa han de partir los padres que quieren que su hijo crezca como un arbol fuerte y no como un bonsai. Padres que buscan prepararlo para afrontar la vida real con exito, no para encerrarlos en una campana de cristal; que le brindan las herramientas que necesita para ser una persona autonoma, con sus riesgos y decisiones, tolerante a la frustracion y, en el futuro, un adulto consistente.

  • Ninguna mujer llorara por mi de Jose Antonio Gurpegui

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    Reconociste a Simon nada mas verlo. Abandonabas el aula al terminar tu clase cuando alguien pronuncio tu nombre: <>. Te giraste y alli estaba el. Habia perdido el pelo pero conservaba la mirada picara de adolescente, su cara de suaves rasgos aninados y la misma sonrisa agradable y sincera. Os abrazasteis con carino. <>. Los dos recordabais con exactitud la ultima vez que os visteis: una tarde-noche lluviosa de otono intentando encontrar taxi al salir del cine. Ahora, en el pasillo de la facultad, especulabais sobre el tiempo transcurrido desde aquel encuentro casual, <>; <>; <>; <>. Simon tenia razon, la ultima vez que coincidisteis fue en 2005, hacia exactamente catorce anos. Sorprendente que no recordaras el ano exacto; tu memoria, en especial para acontecimientos senalados, es prodigiosa, y aquella fue la ultima vez que Pepe, tu marido, te acompano al cine. El preferia el futbol --socio del Real Madrid desde el dia que nacio-- y los toros --heredo de su padre un abono de barrera en el tendido 1 de Las Ventas--, incluso musicales como Los Miserables; decia que el cine no le emocionaba, que todas las peliculas eran predecibles. En el taxi te pregunto quien era <>, y respondiste que un viejo amigo de la facultad. Mas sorprendente que Simon apareciera de improviso por la facultad fue el motivo, el por que te buscaba: <>. Te quedaste sin palabras y volvio a repetir: <>; no reaccionaste e insistio por tercera vez: <>. Nunca conociste la identidad de tu padre y habias sonado con escuchar esa ultima frase incluso antes de tener uso de razon. Recuerdas un dia que estabas jugando con una muneca y preguntaste por tu padre y amatxu --nunca fue mama ni madre-- te dijo simplemente que se habia marchado muy lejos; volviste a preguntar con la candidez propia de tus cuatro anos: <>. No respondio. En algunas ocasiones, cuando renacia tu interes por el paradero de tu padre, tan solo lograbas excusas o justificaciones imprecisas y confusas entre si… evasivas con las que te mentian pero no enganaban. Comprendiste que aquel asunto era un tema delicado cuando en tu catorce cumpleanos pediste como regalo, inocente, conocer quien era tu padre; amatxu se desquicio y, desolada y con los ojos acuosos, abandono la casa y no volviste a verla hasta el dia siguiente. A partir de entonces te refugiaste en la soledad de tu cama, y por las noches permitias que tu imaginacion se recreara esbozando su figura: ni alto ni bajo, moreno unos dias y castano o rubio en otros, de ojos grandes, tal vez usara gafas, y nariz… la nariz era lo mas dificil de imaginar. A su vez lo situabas realizando todo tipo de trabajos: unas veces era profesor, otras medico, otras militar… aunque tambien podia ser maquinista de tren, o titiritero si tu espiritu estaba jugueton. Y le construias una casa con un gran salon desde donde se veian los arboles de un parque cercano. Esas ensonaciones resultaban agradables; en cambio, si tus fantasias lo situaban viviendo con otra familia, acariciando a otros hijos, tardabas en conciliar el sueno. Cuando alcanzaste la mayoria de edad, tu amatxu consintio en hablar: tu padre os abandono el mismo dia en que naciste --el 20 de noviembre de 1975-- y jamas se volvio a saber nada de el. Tampoco entonces te convencio; lo unico positivo en aquella conversacion fue conocer su nombre, Antonio Sanchez. Continuaste reclamando informacion. ?Quien era Antonio?, ?como era?, ?por que os abandono?, ?a que se dedicaba?… Nunca nadie dijo nada. Los mil intentos y delirantes estratagemas para averiguar los motivos de su abandono, de la misteriosa huida de tu progenitor, solo cesaron con el solemne funeral de tu abuelo. Bartolome Tellechea Basterrica murio un dia antes de tu decimonoveno cumpleanos. Para la tropa era el teniente general Tellechea; sus hijos se referian a el como <> y le trataban de usted; para la abuela fue siempre Bartolo --o Bartolome, cuando se enfadaba y se ponia seria --; sus companeros oficiales lo conocian por Tolo el Astuto; amatxu lo llamaba aita, y tambien tu utilizabas ese mismo apelativo paternal en vasco. Tu abuelo habia nacido con el siglo y resultaba facil establecer su edad en relacion a cualquier acontecimiento. Como todos los Tellechea seria enterrado en el senorial panteon de la FAMILIA TELLECHEA: un mausoleo de enmohecida piedra negruzca con una cruz en el centro --colgando la estola con el texto FORTES FORTUNA ADIUVAT, La fortuna favorece a los valientes--, flanqueada por dos arcangeles adoradores, en el cementerio de Vista Alegre en Bilbao. Alli descansaban desde hacia siglo y medio los restos del general Heliodoro Tellechea, ayudante de campo de Zumalacarregui, muerto en la batalla de Montejurra en noviembre de 1835; del joven capitan Crucito Tellechea, veinticinco anos, herido defendiendo Cavite en Filipinas y victima del paludismo cuando en agosto de 1899 regresaba a Espana a bordo del mitico Alicante; y de su hermano gemelo --tu bisabuelo-- Martin Tellechea, fallecido de insuficiencia renal en Sidi Ifni en 1939, comandante de la 4.a compania en el Desastre de Annual, que lavo su honor durante el desembarco de Alhucemas al punto de que el general Sanjurjo lo califico de <>; y de su hijo, el venerado tio abuelo Emiliano, muerto por el <> de la Legion Condor en Galdacano el 11 de junio de 1937, durante la toma de Bilbao. Tambien descansaban alli los restos de <>, fallecida a causa de la escarlatina el 27 de diciembre de 1948; y dos primos muertos demasiado jovenes de forma tragica: T T, como le llamaba carinosamente la familia --de veintitres anos, el 4 de enero de 1980--, y Maca --Macarena Tellechea O'Reilly, a quien considerabas mas hermana que prima, tu mejor y tal vez unica amiga--, de veinte anos, el 7 de julio de 1993. La comitiva con el feretro del general partio desde el hospital Gomez Ulla a primera hora de la manana. Al furgon funebre le seguia el coche del tio Martin, el primogenito, con la tia Upe, la abuela y tu amatxu, la menor y unica mujer de los seis hermanos Tellechea; despues el coche del tio Fernando con la tia Sheila, y el tio Vidal con la tia Montse; el tio Javier, tu padrino, y la tia Remedios llevaban a la tata, que habia criado a todos los vastagos Tellechea y era como una mas de la familia; les seguia el Renault Laguna del tio Ignacio, que se empeno en que le acompanaras con el pretexto de contarle <>; un pequeno autobus con los primos --excepto Adria y Ferran que estudiaban en Estados Unidos --, algunas amigas de la abuela y Jacobo, hijo del comisario Manuel Ballester, quien fuera buen amigo del aita, que se apunto al autobus en el ultimo momento porque a su coche le fallo la bateria; y, despues, una galaxia de estrellas peregrinando en una veintena de coches: amigos y companeros de armas de los tios Martin y Vidal, que tambien vestian sus uniformes de gala en Intendencia y Regulares. Inacito, como familiarmente llamaban al tio Ignacio sus hermanos y cunadas, era el menor de los varones y fue mellizo de la malograda Merceditas. Los Tellecheas acudiais a el en los malos momentos en busca de consejo y refuerzo espiritual y humano por su condicion sacerdotal: era padre escolapio en el colegio que la orden tenia en la calle Hortaleza y alli vivio hasta su cierre en 1989, cuando le trasladaron a Zaragoza de donde vino para el funeral. Comenzo la conversacion de forma distendida --incluso excesivamente jovial dada la luctuosa circunstancia del momento-- bromeando sobre lo incomodo que resultaba conducir con sotana. Despues te pregunto por la universidad, por los chicos, si tenias algun <>, y bromeo al comentar como seria tu vida sin el general, con la amatxu, la abuela y la tata bajo el mismo techo. Habia nevado mucho ese otono, y el paisaje de un blanco impoluto al coronar Somosierra era espectacular y sereno. <>; <>; <>. Inacito conto que el general lucho en la columna de Ricardo Serrador, <>, y que en aquellos campos ahora nevados a punto estuvo de salvar la vida a Onesimo Redondo. Siguio hablando de politica; pensaba que Espana <> cuando entro a formar parte de la Comunidad Europea y estaba contento porque <>. Los nacionalistas habian abandonado a Felipe Gonzalez y seguro que habria adelanto electoral. <>; <>. Fue entonces cuando tu tio desvelo el verdadero motivo de su interes en que le acompanaras durante el viaje apartandote del resto. Amatxu le habia pedido consejo y ayuda porque tu reciente empecinamiento en conocer la identidad de tu progenitor era para ella <>. Inacito hablaba con voz pausada y aterciopelada, a veces apartaba la vista de la carretera para enfatizar alguna frase con la determinacion de quien esta totalmente convencido de sus palabras. En el horizonte se divisaron las torres de la catedral de Burgos cuando se referia al orgullo del linaje Tellechea, y la entereza con que afrontabais el peso de la historia y el compromiso con los antepasados. Oias y no escuchabas, era la misma perorata que se habia contado cien veces en las reuniones familiares. Sin saber como, sin pensarlo dos veces, preguntaste: <>; tardo unos segundos en contestar, como si sopesara la trascendencia de su respuesta: <>. El tio Inacito podia ser un carcamal retrogrado chapado a la antigua, pero era un hombre de honor y palabra, incapaz de mentir en un tema tan serio. Llegasteis a Bilbao a la hora prevista. Entraste en la catedral de Santiago abriendo la pequena comitiva de familiares, portabas solemne la Laureada de San Fernando prendida en un pequeno cojin que colocaste sobre el feretro. Tenias reservado un lugar en el segundo banco de la derecha, detras del tio Vidal. Oficio el obispo y otros cinco sacerdotes, pero fue Inacito quien pronuncio la homilia. Estabas aturdida y prestaste la atencion justa para saber que hablaba de los valores personales y la moral, y como <>. Cito la Primera a los Corintios (3:18): <>. Tu mente saltaba de un pensamiento a otro como los cubitos coloreados de un territorio a otro cuando tus primos jugaban al Risk. Observaste los galones del tio Vidal, tenian una estrella de cuatro puntas en la interseccion de lo que parecian ser dos sables cruzados y una corona en la parte superior. Los galones del tio Martin, junto a la abuela en el primer banco de la izquierda, eran similares pero con dos estrellas en vez de una. Los dos hijos militares llevaban fajin de un rojo tan intenso como la sangre. <>. El tio Vidal se dirigio al banco del tio Martin, le estrecho la mano con una palmadita en el costado y regreso su sitio. Recordaste lo ocurrido en ese mismo momento del saludo de la paz durante el funeral de tu prima Maca. De aquello hacia poco mas de un ano y tambien oficio aquella misa de difuntos el tio Inacito. A diferencia de ahora que guardaron las formas, tus tios Vidal y Martin se abrazaron en medio del pasillo, les flaquearon las piernas y cayeron de rodillas llorando como ninos. Durante unos segundos interminables nadie reacciono y solo se escucharon los sollozos inconsolables de aquellos dos hombretones vestidos de uniformes color caqui. El aita cruzo sus manos y bajo la cabeza en actitud de dar gracias a Dios. Algunos asistentes intentaron calmarlos pero no habia fuerza humana que lograra separar los brazos musculosos entrelazados. El tio Inacito bajo del altar y todos se apartaron pensando que el lograria hacerles recobrar la compostura, pero tambien el se arrodillo y llorando se unio al abrazo. Nadie intervino, estuvieron asi durante un tiempo indeterminado hasta que cada uno regreso al lugar que les correspondia. Amatxu observaba al aita, sollozaba y dos lagrimones se escaparon rapidos por la mejilla, la palidez natural de su piel te parecio todavia mas blanca con el luto riguroso, y cuando te vio observandola sonrio y dijo que lloraba de felicidad. El funeral del aita estaba siendo mucho mas solemne y pomposo que el de Maca y todo ocurria segun lo previsto. Durante la comunion el coro de voces blancas entono un Te Deum. <>; <>. Inacito puso la sagrada forma en tu lengua y te acaricio con dulzura. Con la hostia pegada al paladar regresaste a tu bancada y te arrodillaste. Sentiste la luz del Espiritu Santo iluminando tu ser, tu existencia. Todos te consideraban la hija perfecta: buena estudiante --fuiste la tercera mejor nota de la selectividad--, ajena a cualquier rebeldia adolescente --aprendiste del aita que <>-- y, utilizando una expresion de la tata, <>. Todo lo contrario que tus primos: Martinchu estuvo detenido por apalear a unos comunistas que pegaban carteles en las elecciones que gano Suarez y fue investigado por el asesinato de los abogados de Atocha aunque nada tuvo que ver; Palma y Claudio acabaron en un centro de desintoxicacion; Carlos, <>, se fugo de casa el verano anterior y nada sabian de el… Lo que todos ignoraban era que en tu interior despreciabas y odiabas a tu madre, a quien considerabas un ser infame. Habias idealizado y ennoblecido a tu padre pese a que os habia abandonado; por el contrario considerabas a tu amatxu una mujer mentirosa y egoista. Tu eras la unica egoista y ademas mezquina por desagradecida. En ese momento te sentiste indigna de ella, que sacrificaba cada dia de su vida por ti. Rogaste a Dios con todas tus fuerzas que te ayudara a encontrar el camino. Fue como si El en su infinita sabiduria respondiera a tus preguntas en aquel preciso instante haciendote ver la mentira de tu vida: las virtudes que otros veian en ti eran en realidad una defensa, una autoproteccion. Entendiste que preferias la soledad de la lectura y el conocimiento que guardan los libros a discotecas y otras diversiones juveniles para que tu naturaleza timida y reservada no se viera publicamente expuesta a situaciones embarazosas. Seguiste hablando con Dios hasta que empezaron a sonar los acordes del himno nacional; seis militares cargaron con el feretro del aita, y comenzo un sonoro y prolongado aplauso. Amatxu te indico que volvieras a encabezar la procesion de familiares con la medalla, pero tu le entregaste el cojin y te prendiste a su cintura como si fuera un salvavidas en medio de la tempestad. Juraste no volver a dudar de ella durante el resto de tu vida y tampoco volverias a preguntar sobre tu padre. Y con tu espiritu reconfortado abandonaste el templo. Todos esos recuerdos afloraron cuando, espoleada por el mensaje de Simon, dejaste en tu despacho el material de clase y al salir agarraste en volandas el tote de Balenciaga, que era como un apendice de tu persona. Ni por un segundo pusiste en duda las palabras de tu viejo amigo anunciandote que tu padre queria verte. En otro tiempo te conocio como nadie volvio a lograrlo jamas y sabia de primera mano la importancia, lo que significaban para ti aquellas palabras. Tenia el coche en el parking del moderno edificio de los juzgados. Te desagrado el pestilente olor a tabaco incrustado en la tapiceria, tan repugnante como en casa de tu amatxu. En la radio Pablo Casado exigia al presidente Pedro Sanchez que adelantara las elecciones, y pediste a Simon que la desconectara. Conociste a Simon en tu segundo ano de universidad. Tu estudiabas Filologia inglesa y el estaba en cuarto de Filosofia. Ocurrio en la facultad esperando recoger en el servicio de reprografia unos apuntes de Historia de la lengua inglesa. Eras la ultima en la infinita cola de estudiantes cuando oiste a tu espalda: <>. Te sorprendio la ocurrente expresion y giraste la cabeza. Su aspecto roquero te resulto gracioso y contestaste con despecho <>, y respondio <>, ?conjetura del ser o del saber?; no conocias el significado de eikasia. Fue el inicio de una conversacion que se prolongo durante tres horas en la cafeteria universitaria. La primera impresion que te provoco el aspecto de Simon no se correspondia con la realidad; era un tipo inteligente, locuaz, intuitivo y, sobre todo, muy divertido. Os citasteis para el sabado y aunque revolviste tu armario resulto imposible encontrar una sola prenda que no desentonara con su forma de vestir. A la semana siguiente os veiais a diario al terminar las clases. Era dos anos mayor que tu, hijo de viuda, el tercero de cuatro hermanos. Tocaba el bajo en un grupo de rock llamado Los Hurricane Rock United, que nunca grabo un disco, y compartia piso por la zona de Tetuan con dos estudiantes de Ingenieria de Caminos --el Ferni, de nombre Fernando, y otro apodado el Espia, por su aspecto sombrio y gesto taciturno-- repetidores de un curso si y otro tambien. Dependia de una beca para seguir estudiando --sus notas eran casi tan buenas como las tuyas--, y del dinero que ganaba con su grupo en alguna que otra verbena popular y trabajando de camarero en las fiestas mas populosas y concurridas, donde mejor pagaban. Te enamoraste de el sin saber como. Tal vez porque sabia escucharte, o porque con el sentiste unas ganas de vivir como nunca antes, o, como solia decirte, porque aparecio en tu vida en el momento oportuno. Ademas de la musica, su otra gran pasion era el cine y gracias a el conociste en la Sala Dore a Billy Wilder, Bunuel, Kurosawa… La primera vez que te beso fue viendo Que bello es vivir de Frank Capra: al final de la pelicula, cuando James Stewart en medio de una fuerte nevada suplicaba a Dios que le devolviera a su mujer y sus hijos repitiendo <>, le cogiste intuitivamente de la mano; Simon se giro y te beso, y te gusto. Fue como si una descarga electrica te atravesara de la coronilla hasta el talon y escuchaste levitando a la hija pequena de Bailey decir en la escena final <>. En su piso de estudiantes Simon fue el primero, y unico hasta que te casaste con Pepe, que acaricio todo tu cuerpo; pero reprimiste tu deseo y venciste su insistencia enfebrecida para ir un paso mas alla.

  • Sex Club del Demonio de Magela Gracia

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    Fue el primero en estampar su nombre en el contrato cuando dije que teniamos superpoblacion. Podria decirse que era del tipo de tio -o de demonio- que se dejaba la piel para ayudar a otros. pero no nos ibamos a enganar. Angel no era asi.
    – Tenemos que sacrificarnos por el bien comun, camaradas -les dije, en una de esas super reuniones que riete tu de las de las comunidades de vecinos-. El infierno se esta masificado y esto no hay alma torturada que lo resista.
    Y claro, ya que el lugar al que los mandaba era la Tierra. pues con sus pecadillos de nada, sus vicios tranquilos y su cero nivel de violencia -?estoy siendo muy sarcastico?- ?como iban a negarse?
    El eligio, precisamente, Madrid.
    Llego una noche de verano en la que todo el mundo regresaba a sus casas de vacaciones, o precisamente salian de alli rumbo al descanso prometido, con el consiguiente atasco de narices. “!Esto es un infierno!”, gritaba la gente, acompanando las palabras con pitidos de claxon.

  • No queria enamorarme y apareciste tu de Virginia V. B.

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    Me despierto sobresaltada y agitada. Miro el reloj que hay encima de la mesilla de noche, las cinco y media de la madrugada. No puede ser que otra vez haya sonado con el tio de mantenimiento. Con esta ya son tres veces esta semana, me siento acalorada. Nunca antes habia tenido suenos eroticos con nadie. Que sensacion mas extrana...Voy a la cocina y me bebo un vaso de agua bien fria, eso ayudara a que la sangre recupere su temperatura habitual. Me acerco al gran ventanal que hay en la cocina y me quedo mirando la ciudad que aun duerme. No se si podre volver a dormirme, aun asi regreso a la oscuridad de mi cuarto y vuelvo a meterme en la cama. Los ojos verdes de ese tio vuelven a mi mente una y otra vez. Esa forma de mirarme !uff! Hace que se me pongan los pelos de punta. !Joder, no me gusta nada esta sensacion, juro que en la vida me habia sentido tan atraida por nadie! ?De donde sera? No tiene pinta de ser espanol, mas bien de algun pais de America Latina. !!Dios, es tan atractivo!! Esa piel morena, el pelo negro, ese cuerpazo… y que decir de esa mirada. Lleva poco tiempo en la urbanizacion pero a mas de una nos tiene babeando por el. Me he fijado como lo miran mis vecinas, las jovenes, las no tan jovenes, entre las que me incluyo y las bien maduritas. Intento cambiar el rumbo de mis pensamientos porque si sigo por ese camino, volveran las palpitaciones y la agitacion y lo que quiero es volver a dormirme, no ponerme como una moto. Es sabado y no trabajo. Todo lo que tenia pensado hacer era dormir la manana, y por culpa de mis hormonas que parece ser estan disparadas ya no podra ser. Llevo viviendo en la urbanizacion Santa Margarita unos seis meses. Es una zona exclusiva y selecta de Marbella situada a muy pocos metros de la famosa Milla de oro, donde se encuentran las tiendas mas chic de la ciudad. Va desde el centro de Marbella hasta Puerto Banus. A mis treinta y ocho anos tengo una casa en propiedad y un trabajo que me permite vivir muy comodamente. Soy cirujana plastica y trabajo en una clinica muy, muy privada donde caras muy conocidas de este pais y del extranjero vienen a hacerse algunos retoques. Por mis manos ha pasado mucha gente, y aunque no esta bien que yo misma lo diga, soy muy buena en mi trabajo, por eso estoy donde estoy. Lo se, mi modestia deja mucho que desear, pero asi soy yo. Estoy muy orgullosa de mi, todo va fenomenal, bueno casi todo. Hace tres meses rompi con mi prometido. Cuando estabamos a punto de casarnos nos dimos cuenta de que no estabamos hechos el uno para el otro, eso y que Fer, mi ex, se habia enamorado perdidamente de su companera de trabajo ocho anos menor que yo y diez anos menor que el. Osea, una perita en dulce. No es que yo este mal, para nada. Pero Fer, la prefirio a ella y eso a mi me repateo la entranas, me cabree muchisimo, y claro por mi boca salieron sapos y culebras. Se fue de casa gritandome que era una amargada, y que iba a estar sola el resto de mi vida, !!JA!! !Y una mierda!! Vuelvo a mirar la hora, las siete menos veinte. Esta claro que Morfeo me ha abandonado por completo, y aqui tumbada no hago nada, solo ponerme de mal humor con tanto pensamiento inutil. Asi que me levanto, me pongo unas mallas negras, una camiseta de tirantes y me calzo las Nike fucsia que me regalo mi hermana en mi ultimo cumpleanos y salgo a correr. Una vez fuera de la urbanizacion enchufo el iPod. El nuevo tema de Marta Sanchez, "la que nunca se rinde", me llena de energia positiva y salgo disparada hacia el puerto. Por cierto, mi nombre es Alejandra, pero mis amigos me llaman Alex. Cuando llego al puerto, mis pulmones y mis piernas me piden a gritos que aminore la marcha, hacia mucho tiempo que no salia a correr como una posesa. Lo necesitaba, toda mi frustracion ha quedado pegada al asfalto, y eso es bueno para mi, me noto mucho mas ligera. Cuando llego a la zona de anclaje de los yates, me detengo y recorro con la mirada la maravillosa vista que tengo ante mi. El sol saliendo en el horizonte y reflejandose en el mar. Es absolutamente precioso, solo por esta panoramica ha valido la pena la carrera. Me siento bien, respiro hondo varias veces y mi respiracion se normaliza. Doy media vuelta y sintiendome satisfecha vuelvo a casa. En el trayecto a casa, recuerdo que las chicas y yo tenemos planes para esta noche. Iremos a cenar a “La Mar Del Medio”. Es un restaurante que esta en el puerto, su especialidad el pescado. Lo cocinan de todas las formas posibles. Solemos ir bastante a menudo, es un lugar precioso, decorado en madera en tonos blanco y azul. Cuando estas dentro, tienes la sensacion de estar dentro de un barco. !!Es una pasada!! Despues de la cena iremos a la inauguracion de Bacana, es una sala de baile latino. Por la zona en la que esta supongo que bastante pijo, pero nosotras que nos apuntamos a un bombardeo no podemos faltar al evento. Mentalmente repaso mi vestidor, me devano los sesos pensando que ponerme, como vuelvo a estar en el mercado, esta noche tengo que estar espectacular. Estoy en el vestibulo esperando el ascensor para subir a casa, cuando se abre la puerta de la oficina de mantenimiento. Se por el cosquilleo que recorre mi espalda que es el. Me giro lentamente y ahi esta, con esos ojos verdes clavados en mi. Esboza una sonrisa y repasa mi cuerpo con la mirada. ?De que cono va este tio? La chula que hay en mi se abre paso a trompicones entre la timidez y el atrevimiento, y por supuesto gana el atrevimiento, la timidez se queda escondida en algun lugar de mi mente. Lo miro de pies a cabeza, cuando llego a la altura de sus ojos, estos parecen estar preguntandome: <> Vuelvo a mirarlo de arriba abajo con altivez y doy media vuelta para entrar en el ascensor. Pulso el botoncito de subir y mientras las puertas se cierran alcanzo a ver esa sonrisa burlona dibujada en su cara. Entro en el atico echando humo, no soporto que me miren como si estuviese en venta, es algo que me pone enferma, que tipico de los hombres. Me meto en la ducha y el agua caliente hace que me relaje al instante. No se por que me afecta tanto este tio, normalmente no suelo sentir este tipo de cosas. Tiene algo misterioso, creo que es eso lo que me intriga, lo cual me hace sentir inquieta. Joder, menuda manana llevo perdiendo el tiempo pensando en un tipo del que ni siquiera se su nombre. Salgo de la ducha y me unto el cuerpo de crema hidratante. Me desenredo el pelo mientras mi piel absorbe la crema y de repente suena el movil, sin ponerme nada encima, salgo a buscarlo a la habitacion, esta sobre de la cama. Miro la pantalla y reconozco el numero de mi amiga Carla. --?Donde demonios te metes, Alex? --!!Vaya… buenos dias para ti tambien Carla!! --Lo siento… !!Buenos dias!! Te he enviado un monton de wuas y como no me has contestado… --Estaba en la ducha, he salido a correr esta manana y estaba acabando de vestirme. --?Pero no habias dicho que hoy no moverias tu culo de la cama hasta medio dia? --Si, lo dije, pero a las cinco y media estaba despierta. --?Y eso? --Suenos eroticos con el tio que te conte. --!!Joder Alex, lo tuyo es flipante!!--La muy capulla se descojona de risa.- --Deja de reirte como una hiena, no tiene gracia. --Si que la tiene, !!reconocelo!! --Esta bien, vamos a dejar el temita. ?Que es lo que tenia tanta urgencia? --Estela se ha rajado para lo de esta noche, tiene una nueva cita. Estaremos tu y yo solas ante el peligro, baby. --Que dramatica eres Car, el peligro somos nosotras, ya sabes que siempre acabamos metidas en alguna historia. --Tienes razon. !!Que tiemble la ciudad que esta noche vamos pisando fuerte!! ?Ya tienes modelito, Alex? --Si, creo que si, pero ya sabes como soy, seguro que cambio de idea en el ultimo momento. --!Si, lo se! ?No quieres contarme nada del tio ese? --!!Noooo no quiero hablar del tema!! --Esta bien, como quieras, !seguro que esta noche cantas por bulerias despues de que te hayas tomado unas cervezas! --No es esa mi intencion, pero me conoces demasiado bien. --Venga animate y no le des vueltas al coco, te veo esta noches en el restaurante, ?sobre las diez? --Perfecto, !alli nos vemos!

  • El asesino de Alcasser de Teresa Ortiz-tagle

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    Gloria Goldar es una periodista de investigacion ligada a asociaciones de victimas que se oponen a la excarcelacion de Angles. De forma inesperada, recibe una extrana oferta del abogado del preso: Un contrato en el que se compromete a no pedir el tercer grado, a permanecer encerrado los cuatro anos que le quedan y morir en prision, ya que esta gravemente enfermo.

  • Adios a Cinecitta de Julian Comas

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  • Usabilidad. Deja de sufrir de Daniel Torres Burriel

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    En los ultimos anos, la usabilidad y la experiencia de usuario han ganado posiciones en la parrilla de salida de las disciplinas mas demandadas en el ambito digital. A la vez, los productos digitales de uso cotidiano han experimentado un proceso de pruebas y evaluacion sin el cual no tendrian el exito popular del que actualmente disfrutan.

  • Verano magico de Laura Keller

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    ?Como olvidar aquel atardecer en que Miki se declaro ante mi asombro, para luego regalarme mi primer beso de amor? Comenzaba a despertar el mes de agosto, curioso, porque en ese momento un sol perezoso se marchaba a dormir en el horizonte sobre el mar, nuestro mar. Marta y Elena fueron testigos de excepcion de momentos magicos como no podria sonar hoy. Si es que aquello no fue realmente un sueno, tampoco me extranaria. Ni me importaria. Y no hablo solo de esa magia que produce el amor cuando llega como una fuerte ola para derribarnos en la orilla, sino tambien la que no pude evitar usar para divertirme, algunas veces, o dar rienda suelta a mi temperamento y deseo de justicia en otras. El Portil siempre sera un lugar magico en mi corazon, el escenario en el que los suenos se hicieron realidad, asi como otros lugares que llegaran con el tiempo, pero que nunca tendran el impacto que suelen tener los primeros deseos, las primeras experiencias de chica adulta, o casi adulta. Claro que solo podria asociar una palabra a ese verano y ese pueblo: Elena. En una ocasion le pregunte a mi madre de que estan fabricados los suenos, ella me aseguro que de buenas intenciones y conciencias tranquilas cuando se trata de suenos felices. Aquello me marco durante mucho tiempo, asi que estuve teniendo buenos pensamientos y deseos para todos mis conocidos antes de dormir. He pasado toda la vida procurando no dejar dormir a la nina que llevo dentro, asi que hoy, despues de tantos anos, quiero desearte lo mejor antes de sumergirme en otra maravillosa historia nacida de mis recuerdos. ?Me acompanas? Capitulo 1 Viviendo deprisa Vuelve a pulsar el boton para iluminar el reloj despertador, lo hace mas como gesto nervioso, espontaneo, que por interes en saber la hora. Ya poco importa. Son casi las cuatro y media de la madrugada. Aun permanece sentado en la cama, con la espalda apoyada en la pared y abrazado a sus rodillas; asi se sento al entrar en su dormitorio a las once y asi seguira hasta que desfallezca. Hasta el fin de los dias. ?Dormir? ?Quien podria dormir cuando los recuerdos cercanos estan golpeandolo por dentro? Con sana, sin piedad. El llanto habia cesado pasadas las tres de la madrugada, ya no tenia mas lagrimas y tanto la garganta como el pecho le dolian como jamas antes. El recuerdo de lo sucedido duraria mas, mucho mas, quizas toda su vida, mas incluso que las imagenes grabadas de tantas sonrisas y miradas complices que seguro no volveran a producirse nunca mas. El motor que lo hacia flotar sobre las olas hasta el dia anterior se habia quedado sin gasolina. Eso, al menos, es lo que diria su padre, que ama mas a su lancha motora que a su propia familia. Ella... ella ya no volvera a ser la misma, y el mucho menos. Todo ha terminado, el sueno se desvanecio tan rapido como llegaron los golpes, gritos e insultos de ese imbecil. El reloj despertador marca las cinco menos cuarto y vuelve a brotar el llanto, aunque no siente lagrimas recorrer sus mejillas como antes. Ojos achinados al sonreir, una boca fina pero rosada dibuja una curva perfecta sobre una pequena cara de porcelana, seguro que tan suave como los petalos de una rosa. Nunca mas. Nunca volvera a ver esa sonrisa, al menos con los ojos de antes. Aprieta con fuerza sus piernas, siente que el volcan de emociones estallara de un momento a otro. De nuevo. No quiere que sus padres lo oigan llorar. Aprieta los dientes hasta pensar que se le partiran. Le duelen los golpes recibidos, pero es un dolor insignificante si lo compara con su orgullo, e inexistente al compararlo con lo que acaba de perder. Aunque ella nunca fue suya. Nunca. Unas horas despues, a solo unos edificios de distancia: Lo mejor de las vacaciones es que no hay despertador que arruine tus suenos, eso estoy pensando mientras estiro todo mi cuerpo sobre la cama, incluso creo haber oido un crujido en una rodilla o la espalda. Bueno, no tener que arroparme tiene tambien su punto interesante, aunque a mis amigas les gusta mas hacerse el gusano de seda bajo las mantas que sudar en verano sobre la sabana. !Mis amigas, ya lo olvidaba, habiamos quedado para dar un paseo esta manana! Mi hermana Noelia ya no esta en su cama, asi que enciendo la radio y subo el volumen a la mitad, la voz de Alejandro Sanz con Los dos cogidos de la mano me acompana mientras voy al cuarto de bano: <>. Y aun sigue cuando regreso para elegir una falda corta azul y una camiseta de tirantes blanca. !Por Dios, que blanca estoy! Espero que eso cambie pronto al recordar los planes para ir a la playa. Termino de vestirme con unas Adidas blancas, tarareando sin exito una cancion de Michael Jackson que no conozco, y apago la radio antes de ir a la cocina; alli conversan mi madre y Noelia. --?Ya te has vestido? ?Vas a algun sitio? --pregunta mama. --A dar un paseo, he quedado con mis amigas. ?Quieres que haga algun recado? --Si, acuerdate de traer el pan a la vuelta, toma dinero. Saco una galleta de fibra del paquete y la mojo en la leche mientras mi madre busca dinero en su bolso, guardado como siempre en el segundo cajon bajo la vitroceramica. Aprovecho para preguntar a Noelia. --?Haces algo hoy? --Nada, estudiar Matematicas para recuperar en septiembre. --Si quieres, puedes venirte conmigo. --Mejor otro dia. --Vale. Tomo una servilleta de papel y escupo el trozo de galleta que he mordido. !Que asco! Es como carton mojado en leche. --!Nina, esas galletas son muy caras! --Pues estan asquerosas. --Pero cuestan tanto porque adelgazan. --?Y no sera mejor no comer nada? Mi madre y Noelia me miran en silencio, ?quien podria rebatir mi brillante comentario? Busco una magdalena, pero ya han guardado la bolsa tras cerrarla con una pinza de la ropa para que no se pongan duras, he llegado tarde. A ver si mis amigas traen algun dulce o helado y puedo robarles un par de mordiscos. Me bebo la leche de dos sorbos y salgo corriendo. --!Me voy, que llego tarde, luego traigo el pan! --!Antes de las dos y media! !Laura, los dientes, no te los has lavado! Es verdad, pero no tengo tiempo. ?Que digo? Tengo todo el del mundo. Es asombroso como se me olvida que puedo detener el tiempo a mi antojo. Meses atras, cuando descubri lo que pasaba pero no era capaz de controlarlo, tuve tanto miedo a que fuera producto de mi imaginacion o que se tratase de un tumor, que me someti a varias pruebas medicas en la cabeza. Ahora es una gozada poder usarlo para hacer el bien. !Me siento como una superheroina al pensarlo! Una magdalena esponjosa y deliciosa entre los dientes, luego me lavo los dientes con calma, me cepillo un poco mas el pelo, para que quede impecable, y me marcho tras hacer regresar todo a la normalidad. Hemos quedado en la plaza, en uno de los bancos en que solemos sentarnos por las tardes; ahora que no hay nadie por la zona, podriamos probar a sentarnos en el templete, la zona de los mayores, pero ninguna se atreve a proponerlo. ?Que pasaria si lo hiciesemos? Supongo que nada, pero nunca se sabe. --Bueno, ?que vamos a hacer este verano? --pregunta Inma. Lleva su acne y malhumor caracteristicos de cuando le viene la regla. --Ya lo hemos dicho estos dias, vamos a veranear Laura y yo en El Portil y vosotras dos en Punta Umbria --responde Marta tras elegir sitio en el banco. --?No vamos a quedar en agosto? ?Tampoco vamos a salir estos dias? --pregunta Patri. --Pero si hemos hablado ya de eso, iremos a la playa en autocar dentro de tres dias. --Ya lo habia olvidado. ?Lo de la discoteca sigue en pie? --De eso no te olvidas nunca. Todas nos reimos, sabemos lo que le gusta salir de noche, los chicos y las discotecas a Patri. Han pasado solo diez minutos y la plaza comienza a llenarse de ninos jugando, alguna pandilla como la nuestra en otro banco y vecinos que la cruzan para ir al mercado del barrio de enfrente. El templete sigue vacio, tal vez porque la gente guapa aun no se ha despertado. !Que envidia! Seguro que estuvieron ayer de fiesta hasta muy tarde. La conversacion deriva, como siempre, en la ropa que vamos a ponernos cuando vayamos a Rompeolas, la mejor discoteca del recinto ferial; luego llegan los chicos; por ultimo si decidimos beber alcohol o no. Decidimos que no, como siempre. Inma se enfada. Yo me marcho. --Lo siento, es tarde y tengo que comprar el pan. --Me despiden con una sonrisa y me encamino cuesta arriba hacia la avenida de las Fuerzas Armadas. Antes de llegar, a la altura del kiosco, una moto aparece de repente, casi atropellandome, y me da un susto de muerte. --!Idiota! --grito. --Esa boquita... Quedo muda y paralizada. Miki me observa desde una moto demasiado grande para su edad, diecisiete anos cumplidos en mayo, casi ayer. Chupa de cuero negra, sonrisa de suficiencia, mirada que te hace derretir al instante... No se puede pedir mas. --Me has asustado. --Lo siento, pecosa. ?Puedo compensarte llevandote? ?A donde vas? --Aqui al lado, no hace falta. ?Y esta moto? --Un regalo de mis padres por las buenas notas, ?te gusta? --Si, es bonita. --No logro ver la marca, pero es negra y cromada. --?Seguro que no quieres dar una vuelta? --Es que... voy a comprar el pan. --No se por que, pero me da mucha verguenza decirlo--. Es ahi al lado y tengo que regresar ya. --Puedo venir a buscarte esta tarde. ?En serio? ?Acaba de decirme que vendra a buscarme? No puedo creermelo. ?Es esto una cita? ?Que pierdo por probar y decir que si? --?A las cinco? --pregunto con timidez, casi no puedo mirarle a los ojos. --No me hagas esperarte. Aqui mismo, ?vale? Asiento con la cabeza y observo como arranca la moto y se marcha despacio, casi torpe, como si aun no controlase bien el peso de la maquina. Antes de desaparecer, desvia la mirada un segundo hacia mi. Me tiemblan las piernas y necesito apoyarme en la pared. ?Que hago aqui? ?Que tenia que hacer? !Es verdad, comprar el pan! Bueno, esperare unos minutos mas para recrearme en lo que acaba de pasar. Pienso en llamar a Marta cuando llegue a casa, contarselo todo mientras gritamos como locas y escucho que todo es imposible o que lo he sonado, pero decido que no hay nada que contar, y que no deseo que se pueda estropear el sueno en el que ahora me veo nadando para llegar a la orilla de dulce fantasia en la que me espera Miki. La orilla que me permitira respirar su amor, su calido aliento, esa misma tarde.

  • Mientras Mi Cielo Se Derrumba de Matias Zitterkopf

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    Primera entrega de la trilogia <> de Matias Zitterkopf.

  • El Leon, la Bruja y el Armario de C. S. Lewis

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    Cuatro hermanos descubren un armario que les sirve de puerta de acceso a Narnia, un pais congelado en un invierno eterno y sin Navidad. Entonces, cumpliendo con las viejas profecias, los ninos --junto con el leon Aslan-- seran los encargados de liberar al reino de la tirania de la Bruja Blanca y recuperar el verano, la luz y la alegria para todos los habitantes de Narnia.

  • La esfera luminosa de Cixin Liu

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    La nueva novela del autor chino que arrasa en todo el mundo con El problema de los tres cuerpos: 5.000.000 de lectores.

  • El final del hombre de Antonio Mercero

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    Antonio Mercero irrumpe con fuerza en la novela negra espanola con una trama brillante que no da tregua al lector y con unos personajes que se graban a fuego en la memoria.

  • Mi error fue ser solo tu mejor amiga. Parte 1 de Moruena Estringana

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  • Juana de Castilla de Maria Teresa Alvarez

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    ?Por que no reacciona como los demas? No protesta, no se queja. Tiene que dolerle…, le ha clavado las puas de la peineta en la mejilla…Y ni un gesto de protesta. ?Quien puede ser? Solo le ha pedido permiso para retirarse. --!Que se vaya! !Que se vayan todos y me dejen en paz! !!!Y tu no sigas peinandome!!! No soporto mas esta tortura. Me haces dano. Eso es lo que deseais todos, acabar conmigo. --Pero, senora, no sabeis el aspecto que teneis. Debeis dejar que os arregle --dice la sirvienta con voz firme. --Yo soy quien decide lo que tengo que hacer. Abandona inmediatamente la habitacion. !Ya! Te lo ordeno. !!!Vete!!! --Esta bien. Os dejo, pero sabed que os volveran a encerrar a oscuras --comenta sonriendo la sirvienta mientras abandona la habitacion. Dona Juana, fuera de si, toma el primer objeto que tiene al alcance de la mano y lo estrella contra la puerta que acaba de cerrarse. Hernan Duque se encuentra en la sala contigua y al ver salir a la criada se dirige a ella: --?Que es lo que pasa, a que se debe su terrible enfado? --Siempre esta asi. Mosen Ferrer ya habria dado orden de encerrarla. ?Puedo preguntaros quien sois vos? ?Por que no habeis ido a que os curen la herida? --Es un rasguno sin importancia. Soy el nuevo jefe de la casa de la reina dona Juana. --?Vos? --pregunta sorprendida la criada--. ?Sois vos el que va a sustituir a mosen Ferrer y no la pone en su sitio? --Dejemosla descansar. Manana me reunire con todo el personal. --?Manda alguna cosa? --No, no. Puede retirarse. Hernan Duque duda unos segundos si llamar a la puerta de dona Juana para presentarse; no ha podido hacerlo en el encuentro tan poco afortunado que han mantenido hace unos minutos. No pensaba ir a cumplimentarla, pero al pasar al lado de su habitacion y escuchar aquellos gritos decidio entrar. La escena le habia impresionado: dona Juana, una mujer todavia joven, mal vestida y poco aseada, se debatia furiosa con la sirvienta que intentaba desenredarle el cabello para poder peinarla. Ninguna de las dos se habia percatado de su presencia. Hernan Duque se acerco a ellas, saludando. La reina fuera de si, al darse la vuelta para ver quien habia entrado, sin proponerselo, en un arrebato de ira, le hiere en la mejilla con las puas de la peineta. El penso que lo mejor era salir sin decirle quien era. Ahora tampoco lo hara. Manana, con el nuevo dia y despues de asimilar y analizar el encuentro con dona Juana, sera el momento de presentarse. Hernan Duque no queria aceptar aquel puesto, pero el cardenal Cisneros se habia empenado en que asi fuera. No deseaba enjuiciar la labor de nadie, y menos la de quien lo habia precedido en el cargo, pero era del dominio publico el rechazo que todos sentian, en especial los vecinos de Tordesillas, hacia mosen Luis Ferrer, al que acusaban de ser un cruel carcelero y de someter a dona Juana incluso a malos tratos. Algo le habia comentado Cisneros al respecto. El tratara de hacer todo el bien que pueda a la soberana. Aunque Hernan Duque hubiese cedido a la tentacion de enjuiciar el comportamiento del anterior jefe de la casa de la reina, por muy mal que pensase no habria exagerado, porque la realidad era aun peor. Designado por el rey Fernando para que vigilase el encierro de su hija en Tordesillas, mosen Luis Ferrer habia cumplido a rajatabla la mision encomendada. En los casi ocho anos que estuvo al frente del cuidado de la reina, el aislamiento al que la sometio fue total. Ni un solo dia consintio que dona Juana saliera al exterior del palacio, y por supuesto no se le permitian visitas. Algunos nobles castellanos, que en mas de una ocasion intentaron saludar a su reina, se encontraron con la negativa de mosen Luis Ferrer, que inventaba disculpas que ya nadie creia, pero que no les quedaba mas remedio que aceptar. Cuando la reina se negaba a comer, la obligaba a alimentarse, aunque tuviese que llegar a los castigos fisicos. El mismo reconocio haber utilizado la violencia con ella. Otras veces, para conseguir que dona Juana se mostrara obediente o para castigarla por alguna protesta que habia protagonizado, la mandaba encerrar en una habitacion totalmente a oscuras. El palacio en el que Juana estaba encerrada habia sido creado por iniciativa del rey Enrique III. Estaba situado en las inmediaciones del palacio monasterio de Santa Clara mandado construir por el rey Alfonso XI para celebrar la victoria en la batalla del Salado, convirtiendolo en la residencia de su amante, Leonor de Guzman. Anos mas tarde, el rey Pedro I finalizaria las obras de este palacio mudejar en el que viviria con Maria de Padilla. En el nacieron sus dos ultimos hijos. Sera este monarca quien decida ceder el palacio a la mayor de sus hijas para que lo convierta en convento. Y asi fue, despues de que el papa Urbano VI, en 1365, aprobara su fundacion. A lo largo de los anos se fueron realizando obras para adaptarlo a las necesidades conventuales. Por ello, el nuevo rey de Castilla, Enrique III, al no disponer de residencia en Tordesillas, decidira la edificacion de otro palacio nuevo, que es en el que vive dona Juana. Es de planta rectangular, con dos pisos de altura. Cuenta con tres puertas. Una al sur, frente al Duero, otra el norte y la tercera mirando al oeste. Tiene un corredor exterior y en la fachada sur se levanta una torre cuadrada, con tres alturas; la ultima dispone de un pequeno mirador. En el interior tiene dos patios y una pequena huerta. Los materiales utilizados en su construccion no habian sido buenos, por lo que es preciso realizar continuas reparaciones. Dona Juana, la reina cautiva, sera su ultima moradora. A su muerte, el castillo en el que habia vivido encerrada mas de cuarenta anos quiso desaparecer con ella y poco a poco se fue desmoronando en el mas absoluto de los olvidos. Tordesillas era entonces una localidad importante en la que residian mas de mil familias. Un lugar castellano muy querido por la historia. Su nombre ha quedado impreso para siempre en el Tratado que en ella se firmo entre los Reyes Catolicos, Isabel y Fernando, y el monarca portugues Juan II. En Tordesillas estaban muy al tanto de la situacion de la reina. Se contaban tantas cosas de su enloquecido comportamiento que ya muchos creian en la locura de dona Juana, aunque todos rechazaban el trato vejatorio al que la sometian. Algunos personajes destacados de la villa pensaron en ayudarla en alguna medida, pero poco podian hacer, pues todo estaba autorizado por su padre, el rey Fernando, que, apoyado por el cardenal Cisneros, regentaba el reino en ausencia de su hija, a la que habia inhabilitado encerrandola. El pueblo seguia con cierto dolor los comentarios que atravesaban los muros de palacio. Por eso a la muerte del rey Fernando, en 1516, los vecinos de Tordesillas se sublevaran exigiendo que mosen Luis Ferrer fuera relevado del cargo. El cardenal Cisneros estaba de acuerdo con las medidas que el rey Fernando habia tomado respecto a su hija. De ahi que al fallecimiento de este decida que la reina deba seguir encerrada, mientras el asume la regencia --segun el testamento del Rey Catolico-- en espera de la llegada del hijo de dona Juana, Carlos. Cisneros, por tanto, mantiene el aislamiento de la reina. Pero si tiene en cuenta las protestas de los vecinos de Tordesillas y la carta que dona Maria de Ulloa, camarera de la reina, le escribe dandole cuenta de las penalidades a las que estaba sometida dona Juana: ... Sus ojos no pueden soportar la luz, lo cual no es de extranar, ya que cuando no queria comer la encerraban en un cuarto oscuro hasta que cambiara de parecer. En los ultimos tiempos no se le ha consentido entrar al monasterio de Santa Clara, donde se guarda el tumulo de don Felipe que Dios tenga en su gloria. La he encontrado mucho peor de lo que me podia imaginar. Si el estado de nuestra senora mueve a compasion, otro tanto ocurre con la princesa Catalina, que, a punto de cumplir nueve anos, no conoce el mundo fuera de este castillo. Cuanto haga vuestra eminencia por mejorar la suerte de nuestra senora no dude de que sera obra de gran justicia y gratisima a los ojos de nuestro Senor Jesucristo. En un gesto de cordura, tal vez de compasion, Cisneros cesa a mosen Ferrer en sus funciones y nombra a Hernan Duque, al que conoce muy bien, pues ha luchado a su lado contra los moros. El hombre en el que se ha fijado es una persona en la que confia sin ningun tipo de reservas. El gesto que el capitan de las tropas castellanas, Hernan Duque, habia tenido al ofrecerse a cambio de uno de sus hombres, padre de siete hijos, que habia sido hecho prisionero y que iba a ser asesinado por no poder pagar su familia el rescate exigido, le ennoblecia. Al igual que su reaccion posterior. El cambio de prisionero fue aceptado y el rescate solicitado, para liberar ahora a Hernan, se incremento. No pertenecia este a una familia muy pudiente y su anciano padre para salvarlo decidio el matrimonio de Hernan con una joven con problemas de salud cuyo destino era quedarse soltera, pero de familia campesina con grandes posesiones. Con la dote conseguida por su padre, Hernan Duque fue liberado tras un ano de cautiverio. Al poco de regresar a su pueblo contrajo matrimonio, cumpliendo el compromiso paterno. La joven esposa, que se llamaba Maria Micaela, mejoro a su lado de las convulsiones que padecia, pero al dar a luz en su primer embarazo fallecieron ella y el bebe. Hernan Duque tomo entonces la decision de hacerse monje franciscano. Ingreso para cursar el noviciado en el convento de Valladolid y es alli adonde acude Cisneros para proponerle que acepte el cargo de ocuparse de dona Juana. Hernan Duque muestra sus deseos al cardenal de seguir en el monasterio y rechaza su oferta, pero Cisneros lo convence diciendole que es la voluntad de Dios. Que nadie mejor que el para intentar ayudar a la desdichada soberana que se ha visto sometida hasta entonces a un humillante trato por parte del responsable de su casa.

  • Los perros duros no bailan de Arturo Perez Reverte

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  • Renacer en las Maldivas de Brianne Miller

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    La lluvia repiquetea en el cristal de mi estudio mientras me tomo una taza de chocolate caliente que consiga caldear mis huesos helados. Llevo aqui sentada mas de una hora intentando asimilar que George me ha pedido el divorcio. Sin un indicio, sin una explicacion... Simplemente se acabo. Llevabamos nueve anos de matrimonio, nueve anos en los que he sido completamente feliz. Mi marido me dejo desarrollar la pasion que corria por mis venas, esa que siempre quise explorar y que jamas consegui olvidar: la pintura. George prefirio trabajar horas extra para que yo pudiese ir a los diferentes cursos en los que puse a prueba mis capacidades como pintora, en los que aprendi todas las tecnicas necesarias y en los que me codee con la gente que ahora alaba mi trabajo en las grandes galerias. Y ahora que todo eso ha quedado atras, ahora que puedo dedicarle a mi matrimonio todo el tiempo y el esfuerzo que se merece... se acabo. He intentado innumerables veces que me explique que es lo que esta mal, que le llevo a tomar tan drastica decision, y el siempre me da la misma contestacion. --Carino, no has hecho nada mal, ni yo tampoco. Simplemente hemos llegado a un punto en el que las llamas del amor se han apagado, y ya no quedan ni los rescoldos. --!Pues avivemoslas! ?Por que demonios no quieres intentarlo? ?Acaso hay otra mujer? --!Claro que no! ?Pero como revivir algo que ya esta muerto? Te quiero mucho, Claire, pero no te amo. No quiero seguir atado a un matrimonio basado tan solo en una mentira. Necesito respirar, ver que demonios nos depara el futuro, y tu debes hacer lo mismo. Muerto. Su amor ha muerto, y yo estoy completamente destrozada por amar a alguien que no me corresponde. Siento como mi vida se va acabando poco a poco, y lo unico que puedo hacer es llorar. Pero tengo que superarlo, tengo que sobreponerme de este dolor que me roe las entranas, porque tengo que pensar en mi hija, esa pequena que crece en mi interior y de la que George no tiene ni idea. Debo decirselo, lo se, pero esperare a que el divorcio sea un hecho, porque no quiero que este pequeno milagro influya en su decision de seguir su camino. Jamas entendere que ocurrio, pero si hay algo de lo que estoy segura es que no utilizare a este bebe para retenerle a mi lado. Capitulo 1 Cuatro anos despues... Me dejo caer en uno de los sillones del estudio de arte de Jean Paul, mi mejor amigo y con quien vivo desde que me divorcie de George. La exposicion de mis cuadros ha sido todo un exito, y hemos conseguido una pequena fortuna por las ventas de varios de ellos. Mi querido amigo se acerca con una copa de champan en cada mano, se sienta a mi lado y brindamos sonrientes. --Por el exito rotundo --dice antes de dar un sorbo a su copa. --?Tu crees? La verdad es que no ha estado nada mal, ?verdad? --?Que no ha estado mal? Claire, has vendido nueve cuadros, tesoro. Ha estado genial. --Quizas ahora podamos mudarnos a un apartamento y dejaros intimidad. --No digas bobadas, Elliot esta encantado de teneros por casa. Os adora y lo sabes. Por cierto, ?cuando tienes que recoger a la pequena? --George la traera a casa manana. Queria llevarla al parque de atracciones. Ya le he dicho que aun es muy pequena, pero... --Dejale que la malcrie. Al fin y al cabo, es su padre. --Cierto, y la ve mucho menos de lo que le gustaria debido a su trabajo. --?Que te parece si celebramos tu exito saliendo por ahi? Elliot ya se fue a casa, pero estoy dispuesto a sacrificarme. --Estoy muy cansada, Paul. Necesito una buena dosis de sueno. --Tienes que salir y distraerte, Claire. Ya hace cuatro anos desde que te divorciaste, y aun no te he visto con ningun hombre. --Mi hija es mejor que cualquier hombre, ?sabes? No necesito a nadie mas. --Algun dia Sarah crecera y hara su vida, y entonces seras demasiado vieja como para hacer lo mismo. Tienes ya treinta y ocho anos, Claire. --Aun no estoy preparada. --Muy bien, como quieras --se levanta del sillon con un suspiro--. Levanta ese hermoso culo del sofa, que nos vamos a casa. --Paul... lo intentare, ?de acuerdo? Pero no hoy. Hoy no soy capaz de hacerlo. --?Y que tiene hoy de especial? --Hoy seria nuestro aniversario --digo agachando la cabeza--. Hoy haria trece anos desde que nos casamos. --Mi pequena tonta... --se acerca a abrazarme-- Necesitas un hombre pero ya. Ademas, el trece es el numero de la mala suerte, mejor que se terminara en el nueve. --!Anda, vamos a casa! Debo reconocer que mi amigo me ha arrancado una sonrisa a pesar de la pena que siento en este momento. Ya han pasado muchos anos, ya deberia de haberlo superado, pero cada vez que veo a George aparecer por casa para recoger a la pequena Sarah mi corazon se salta un latido. Nuestra relacion es cordial, por decirlo de alguna manera. En realidad trato de parecer amigable aunque por dentro me muera poco a poco, pero debemos llevarnos bien por el bien de la nina. Alguna vez hemos ido al parque como una familia de verdad, pero al llegar a casa ese sueno se ha desvanecido como el humo. Me desnudo por completo y me meto bajo las sabanas. Esta noche el sueno tarda en llegar, como todos los fines de semana que George se lleva a Sarah, pero cuando llega, sueno con un amanecer en la playa y un desconocido surcando las olas del mar. Capitulo 2 --!Despierta! !Mami, despierta! Mi pequena princesa tira de las sabanas intentando destaparme, pero las agarro con fuerza al recordar que estoy completamente desnuda bajo ellas. --!Hola, bichito! ?Ya has regresado? ?Tan pronto? --Papa esta en el salon. Quiere hablar contigo. --?Conmigo? De... de acuerdo, ve a hacerle compania, ahora mismo voy. --Pero no vuelvas a dormirte, ?vale? --Lo prometo. En cuanto mi pequena se marcha, salto de la cama y me doy una ducha rapida. No puedo arreglarme demasiado porque sospecharia, pero si que me doy un poco de brillo en los labios y me pongo un vestido veraniego que me queda a la perfeccion. ?Que querra George? ?Acaso pedirme que volvamos a estar juntos? Verle sentado en el sofa con Sarah entre los brazos me encoje el corazon como siempre. Me acerco con paso relajado, y me siento a su lado con una sonrisa. El se inclina, me besa en la mejilla y se vuelve hacia la pequena. --Mi amor, ?por que no vas a ver si el tio Paul puede prepararte un super batido de chocolate? Mama y yo tenemos que hablar. Sarah asiente y sale a correr en direccion a la cocina, y el se queda ahi, mirando el vacio, lo que me parece un siglo. --?Vas a hablar de una vez o esperamos a que vuelva la nina? --bromeo. --Claire... Esto no es nada facil para mi. No quiero hacerte dano, y... --George, me estas asustando, asi que sueltalo de una maldita vez. --Voy a casarme. En este momento todo el aire escapa de mis pulmones, la sangre se congela en mis venas y mi maltrecho corazon se deshace en millones de pedazos. ?George, mi George, se va a casar? --Pues enhorabuena --es lo unico que atino a decir. --Se que es un golpe muy duro para ti, pero... --George --le interrumpo--, nuestro matrimonio murio hace cuatro anos, y lo he superado. Me alegro mucho por ti, en serio, y espero que seas muy feliz. --Querria pedirte un favor. --Lo que necesites. --Elaine quiere que Sarah pase con nosotros el mes anterior a la boda, para hacerla participe de todos los detalles. --Entiendo. --El dia de la boda volveria a casa contigo, por supuesto, pero estas pequenas vacaciones con la nina harian a mi novia muy feliz. --Esta bien --digo como un automata-- ?Cuando seria eso? --Me la llevaria hoy mismo. --Espera, ?te casas en un mes? --No sabia como decirtelo, Claire. Se que el divorcio te destrozo, y crei que aun no lo habias superado. Siento no haberte avisado con mas antelacion, pero de todas formas la nina esta en las vacaciones de veranos, asi que... --Voy a preparar la maleta de Sarah. --Muchisimas gracias, de verdad. Te prometo que te compensare. --Dudo mucho que puedas hacerlo. Sin mas, salgo de la habitacion con los ojos anegados en lagrimas. En apenas un mes George sera de otra mujer. Tendra hijos con ella, y la amara como me amo a mi una vez. Tengo que dejar de enganarme a mi misma... hace mucho tiempo que George dejo de ser mio. Me limpio las lagrimas con furia y comienzo a preparar la maleta de Sarah.

  • Alaska. La vida en la cabana de Ariadna Baker

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    Cuando Dakota se siente al borde del precipicio, con un matrimonio fracasado y una casa de la que deshacerse para separarse de su marido por completo, aparece Otto, un policia que llega nuevo a la ciudad y con un fracaso sentimental reciente.
    Su relacion comienza poco a poco e ira en aumento. Pero algo inesperado los separara antes de lo que imaginaban.
    ?Podran, despues de lo ocurrido, retomar su relacion?
    Un amor que marcara un antes y un despues en la vida de los protagonista

  • Varron de Amasilys Palencia Ruiz

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    Puedes leer este libro entero en una sentada, preparate para una intensa experiencia…

  • A Sexy Berling (Epilogue), Maya Blair de Maya Blair

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  • El jefe de Florencia Palacios

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    Ese puesto parece ser la oportunidad de su vida, al fin un empleo estable, con buena paga en una de los mejores empresas de bienes raices de Boston.
    Hasta que ese apuesto jefe con apellido escoces irrumpe en su vida.
    Desde entonces, nada sera igual para ella…

  • Los nombres epicenos de Amelie Nothomb

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    Los nombres epicenos son aquellos que, como Claude o Dominique, pueden utilizarse tanto en masculino como en femenino. En esta historia el (Claude) despliega un gran empeno en casarse con ella (Dominique), y despues en dejarla embarazada. Al fin logra su objetivo y como resultado nace una hija llamada Epicene. Sin embargo, en cuanto se produce el nacimiento la obsesion procreadora del padre se torna indiferencia absoluta hacia su hija. Nothomb explora con su sagacidad habitual las complejas relaciones paternofiliales y los resquemores del amor no correspondido. Y lo hace construyendo una suerte de perverso cuento de hadas contemporaneo, una fabula cruel, narrada con concision, precision y contundencia.

  • Un canalla que no lo era (Escandalos y canallas 1) de Sarah Maclean

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    Si la condesa de Liverpool no hubiera sido una ferviente admiradora de las criaturas acuaticas, quiza todo habria sido diferente. Tal vez entonces nadie hubiera sido testigo de los acontecimientos del 13 de junio en la legendaria fiesta que ofrecio para celebrar el final de la temporada de 1833. Quiza Londres se hubiera sentido feliz hablando de la miriada de anfitriones que se propagarian como escarabajos por los campos britanicos a lo largo del idilico verano. Quiza. Pero un ano antes, la condesa de Liverpool habia recibido de regalo media docena de carpas naranjas y blancas que se decia que eran descendientes directas de los venerados Shoguns de Japon. Sophie consideraba que la historia era totalmente inverosimil y que Japon seguia estando muy aislado del resto del mundo, pero lady Liverpool se sentia muy orgullosa de sus mascotas y las cuidaba con una pasion casi enfermiza. Seis se habian convertido en dos docenas y la fuente en la que vivian aquellas criaturas habia dado paso a un lugar que solo podia describirse como un estanque. Sin embargo, los peces habian despertado la imaginacion de la condesa, y la soiree veraniega de los Liverpool tuvo como tema un extrano mundo chino a pesar de que la condesa sabia todavia menos sobre China que sobre Japon. De hecho, cuando los saludo, iba envuelta en una elaborada y diafana seda blanca y naranja con la que pretendia evocar a sus preciadas carpas. --Por lo que se ve, nadie sabe nada sobre Japon --les dijo, explicandoles su razonamiento--. Los japoneses son muy reservados, lo que los hace poco divertidos para una fiesta tematica. Sin embargo, China esta tan cerca... que es casi lo mismo. Cuando Sophie le dijo a la condesa que ambas culturas no se parecian en absoluto, esta solto una risita y agito un brazo cubierto por aletas de seda. --No se preocupe, lady Sophie. Estoy segura de que en China tambien hay carpas. Sophie habia lanzado a su madre una mirada desesperada al escuchar aquellas ignorantes palabras, pero esta no se dio por enterada. Durante semanas, Sophie habia insistido en que China y Japon no eran lo mismo, aunque nadie la habia escuchado. Su madre estaba demasiado agradecida por que las hubieran invitado a un evento tan exclusivo. Despues de todo, las hermanas Talbot no solian frecuentar tales acontecimientos. Tanto ellas como el resto de la aristocracia se habian ataviado con una enorme variedad de brocados, cada uno mas elaborado que el anterior, de tonos rojos y dorados, y se habian cubierto la cabeza con extravagantes sombreritos que habian mantenido ocupadas a todas las modistas de Londres en cuanto se empezaron a recibir las invitaciones. Sophie, sin embargo, se habia resistido ante la insistencia de su madre a participar en la farsa y, para consternacion de su familia, su atuendo era de un ordinario amarillo palido. Y asi fue como aquel precioso dia de mediados de junio, lady Liverpool se fijo en la pobre y poco interesante Sophie --que no era la mas hermosa, la mas loca ni la que mejor tocaba el piano de las Talbot-- y le sugirio que quiza le gustaria ver las nuevas carpas en un entorno adecuado. Sophie acepto tan contenta la oferta, agradeciendo poder alejarse de la fiesta repleta de aristocratas y de sus intensas miradas, que tanto ella como su familia evitaban siempre que podian. Despues de todo no habia una mirada tan penetrante como aquella que fingia eludir el objeto de su curiosidad. Y eso era particularmente cierto cuando los objetos en cuestion eran imposibles de ignorar. Las miradas habian seguido a las jovenes Talbot desde que comenzaron a ser presentadas en sociedad --cinco hermanas en cuatro anos--, y cada una fue peor recibida que la anterior, mientras las invitaciones habian ido disminuyendo cada temporada que pasaba. Sophie siempre habia deseado que su madre abandonara ese sueno de querer que sus hijas fueran aceptadas en la sociedad, ya que era algo que jamas ocurriria. En consecuencia, Sophie estaba alli, ocultandose como podia en los ornamentados jardines de los Liverpool, fingiendo no estar escuchando los insultos que lanzaban contra sus hermanas con tanta regularidad que ya no suponian ninguna novedad. Asi fue como, con no poco alivio, Sophie siguio las instrucciones de su anfitriona y se dirigio al legendario invernadero de los Liverpool, una enorme construccion de vidrio donde se podia admirar una impresionante variedad de flora, que prometia no proporcionar ningun chisme. Busco en su interior el estanque de peces, caminando entre los limoneros, que crecian exuberantes en macetas, y los impresionantes helechos, hasta que oyo unos sonidos: una especie de gritos ritmicos e inquietantes, como si alguna pobre criatura estuviera siendo torturada entre los rododendros. Convencida de que la criatura en cuestion necesitaba claramente ayuda, se acerco a investigar. Por desgracia, cuando encontro el origen de los ruidos, se hizo muy evidente que la mujer en cuestion no necesitaba asistencia. Ya la estaba recibiendo. Del cunado de Sophie. Es preciso anotar que la mujer no era su hermana. Razon por la cual, despues de recuperarse de su conmocion inicial, se sintio con todo el derecho de interrumpir. --Excelencia... --pronuncio con voz firme y clara, rompiendo el silencio con el desprecio que sentia por ese hombre y por el mundo que le habia otorgado tanto poder. La pareja se quedo inmovil. Una bonita cabeza rubia aparecio por detras del brazo de su cunado, cubierto con una pagoda de seda roja de la que colgaban multitud de borlas doradas, unos grandes ojos azules se clavaron en ella parpadeando. El duque de Haven no se digno siquiera a mirarla. --Vete. Sin duda, no habia nada en el mundo que Sophie odiara mas que la aristocracia. --?Sophie? Mama esta buscandote... Ha interceptado al capitan Culberth en el campo de croquet, pobre hombre, esta a punto de matarlo con ese enorme abanico que ha insistido en llevar. Debes ir a rescatarlo. Sophie cerro los ojos al escuchar aquellas palabras, deseando no haberlas oido. Deseando que la persona que las acababa de decir estuviera a mucha distancia. Se dio la vuelta para detener el avance de su hermana. --No, Sera... --!Oh! --Seraphina, duquesa de Haven, de soltera Talbot, se detuvo en seco cuando doblo la esquina hacia el bosquecillo de plantas en maceta, percibiendo la escena con las manos sobre su vientre, que sobresalia ligeramente donde crecia el futuro duque de Haven--. !Oh! --Sophie percibio la sorpresa en la expresion de su hermana al asimilar la escena, que fue seguida con rapidez por otra de tristeza y luego una de fria calma--. Oh... -- repitio. El duque no se movio. No miro a su esposa, a la madre de su futuro hijo. En su lugar, empujo con una mano la cabeza de rizos rubios y hablo con la boca pegada al cuello de su amante. --He dicho que os vayais. Sophie miro a Seraphina, que se irguio en toda su altura y trato de ocultar todas las emociones que debia estar sintiendo. Que Sophie no pudo evitar sentirlas con ella. Deseo que su hermana dijera algo. Que luchara por si misma. Por su hijo no nacido. Pero Seraphina se dio la vuelta. Sophie no pudo reprimirse mas. --!Sera! ?No piensas decir nada? --La mayor de las Talbot sacudio la cabeza. Aquel movimiento de renuncia hizo que Sophie se viera atravesada por una sacudida de ira e indignacion que la impulso a volverse hacia su cunado--. Si no lo hace ella, lo hare yo. Eres un pomposo asqueroso. Un ser deleznable y repugnante. El duque le dirigio una mirada desdenosa. --?Debo continuar? --espeto Sophie. La rubia jadeo entre los brazos de su cunado. --!Por favor! No se puede hablar a un duque de esa manera. Es una terrible falta de respeto. Sophie resistio el impulso de arrancar el ridiculo sombrerito de la cabeza de aquella mujer y pisotearlo. --Tiene razon. Soy la unica que esta faltando el respeto en este momento -- ironizo. --Sophie... --susurro Seraphina. Sophie percibio la urgencia en aquella palabra, como si quisiera impulsarla fuera de la escena. El duque emitio un largo suspiro, solto a la dama en cuestion, le bajo la falda y le indico que se levantara del lugar donde estaba sentada. --Vete... --Pero... --He dicho que te vayas. La mujer sabia lo que le convenia y obedecio al instante, enderezando sus borlas y alisandose las faldas antes de desaparecer. El duque se volvio hacia ella, todavia abrochandose los pantalones. Su duquesa aparto la mirada; Sophie no. De hecho, se puso delante de su hermana como si asi pudiera proteger a Seraphina de aquel terrible hombre con el que se habia casado. --Si piensas que vas a asustarnos con tu vulgaridad, puedes ir olvidandolo. El arqueo una ceja. --Claro, vuestra familia esta acostumbrada a la vulgaridad. Las palabras querian ofender, y lo hicieron. La familia Talbot era el escandalo de la aristocracia. El padre de Sophie y Seraphina era un conde de nuevo cuno, hacia solo una decada que habia recibido el titulo del rey. A pesar de que su padre nunca habia confirmado los rumores, era creencia comun que habia sido la fortuna que Jack Talbot habia hecho con el carbon lo que habia comprado el titulo. Algunos decian que lo habia ganado en una partida de faro y otros que era el pago por haberse hecho cargo de una deuda particularmente embarazosa del rey. Sophie no lo sabia y tampoco le importaba demasiado. Despues de todo, el titulo de su padre no tenia nada que ver con ella; jamas hubiera elegido relacionarse con el mundo aristocratico. De hecho, habria elegido cualquier otro entorno antes que ese, donde la gente hablaba mal y se metia con sus hermanas. Alzo la barbilla y se enfrento a su cunado.

  • La camara verde de Martine Desjardins

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    Todas las casas tienen sus pequenos secretos, pero algunas los protegen con mas ahinco que otras. Durante anos, los enganos y vilezas de la familia Delorme han sido celosamente custodiados por las robustas paredes de su hogar, una mansion gotica situada en Mont-Royal, a las afueras de Montreal. Tras sus sesenta y siete cerraduras, el edificio ha ocultado las historias mas perturbadoras de sus habitantes. Sin embargo, todas ellas saldran a la luz con la irrupcion de la intrigante y hermosa Penny Sterling. Con su llegada se desvelaran los pecados de los Delorme, incluyendo los cometidos en la habitacion abovedada conocida como <>, donde se esconde el espeluznante cuerpo de una mujer momificada que sujeta entre los dientes un ladrillo con una moneda de plata. Una obra maestra del gotico canadiense, deudora del mejor Robertson Davies, y que bien podrian haber firmado Shirley Jackson o Margaret Atwood. Una de las mas divertidas y mordaces sagas familiares de los ultimos anos, galardonada con el premio Jacques-Brossard.

  • La voz interior de Nerea de Carolina Ortigosa

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    A punto de cumplir sus temidos 30, Nerea no solo esta pasando por un bache, sino por todo un socavon.

  • Amor divino, amor profano de Sandra Ferrer Valero

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    La campana de San Damian, vieja y oxidada, resono en la fria manana. Cuando sor Felipa, la monja tornera, se acerco a la puerta que separaba su mundo del exterior se sorprendio al oir aquella voz dulce. No era una de las muchas gentes de la comarca que venian a dejar sus donativos a cambio de algun milagro. La muchacha queria hablar con sor Clara, la madre superiora. ?Por que debia molestar a la Madre? Pregunto con dulzura sor Felipa, demasiado acostumbrada a escuchar aquella suplica desde el otro lado del muro. Preparada como estaba para dar la misma respuesta de siempre, nuestra Madre se encuentra en retiro o descansando o demasiado exhausta para recibir a nadie (no se preocupe que rezara por todos ustedes), la joven respondio con decision, cambiando de repente el tono de voz. Tenia un mensaje urgente, importante, para sor Clara y no podia esperar. No se iria de alli hasta haberselo dado en persona. No supo como pero sor Felipa se encontro, por primera vez en mucho tiempo, sin argumentos para frenar la voluntad de la muchacha que permanecia al otro lado con tono decidido. -- Me estoy helando, hermana, tenga piedad de una pobre alma que necesita transmitir una ultima voluntad a sor Clara. Habia dicho la muchacha. Y, a pesar de que sor Felipa sabia a ciencia cierta que dentro de San Damian no apaciguaria los temblores del cuerpo, abrio la pesada puerta que se encontraba junto al torno. Mientras abria aquella ruda lamina de madera carcomida miro de reojo a la joven. ?Cuanto tiempo habia pasado desde que ella misma habia vestido como una mujer, como aquella que la miraba con impaciencia? ?Cuanto habia pasado desde que Felipa se habia alejado del mundo siguiendo la luz de Clara? Demasiado. O quiza no tanto… Segundos antes de que el mundo de sor Clara y sus hermanas abriera por unos momentos su puerta al siglo, la joven se giro y miro al final del camino. Alli esperaba un hombre cuya silueta parecia la de alguien cansado y agotado. No sabia si podria verla, pero aun asi, ella le dedico una sonrisa que se perdio en la bruma de la manana. Y entro en San Damian. -- Disculpe Madre.-- Con susurrante voz, casi inaudible, sor Ines intento llamar la atencion de la Madre Clara. Algo que no era tarea facil cuando la abadesa del convento de San Damian, a la que todas llamaban madre, y no abadesa, pues nunca quiso ostentar cargo mundano alguno, se encontraba sumergida en sus oraciones. Como si se encontrara bajo del agua, la Madre Clara sentia las voces del mundo ahogadas y huecas. Parecia una estatua imperturbable si no fuera por el ligero y debil movimiento en su pecho al respirar. Sor Ines levanto la vista de la Madre Clara y miro con cierto nerviosismo hacia la puerta de la pequena y destartalada capilla pensando en aquella joven que acababa de llegar desde Asis con la firme intencion de hablar con la Madre Clara. No he podido persuadirla para que se marchara, se habia justificado sor Felipa, quien tenia la consigna, como hermana tornera, de limitar las visitas del exterior a San Damian. Todo el mundo sabia en la pequena ciudad de Umbria que Clara, aquella mujer tenaz y decidida, habia abandonado el siglo para no volver nunca mas a el y sin la mas minima intencion de conocer ninguna noticia del mismo. Y aun asi, la muchacha que se habia plantado en la puerta del convento tenia la determinante intencion de no marchar sin hablar antes con la madre de las Damas Pobres. ?No sabian que a Clara no le importaba nada el mundo? ?Por que venian a molestarla? Constante era el peregrinar de hombres y mujeres que depositaban en el torno de sor Felipa regalos para las hermanas, comida, ropa, utensilios, a cambio de alguna ayuda milagrosa. La Madre Clara se conocia en Asis por haber realizado algun milagro, desde aquellos que aseguraban que sanaba a los enfermos hasta su gran gesta al expulsar a los sarracenos de los muros de la ciudad alzando con su mano el Santisimo Sacramento ante los ojos del infiel. Por eso todos querian acercarse a ella, aunque fuera con presentes que sabian de antemano que volverian al mundo, pues en San Damian la pobreza era la maxima que regia su dia a dia. Solamente se quedaban con lo estrictamente necesario para sobrevivir y la Madre Clara hacia lo que podia con sus sinceros y constantes rezos poniendo a prueba su cansado cuerpo, que ya habia vivido mas de cuatro decadas de sufrimiento involuntario e infligido por su propia fe. Sor Ines seguia esperando junto a la que fuera en otro tiempo su hermana mayor en el hogar en el que nacio en Asis. Ahora era su Madre espiritual, quien la habia guiado por los senderos de la fe y la habia ayudado a alejar de su persona todo atisbo de actitud mundana. Algo dificil para sor Ines, quien habia seguido a su hermana a San Damian mas por amor a su persona que por una profunda devocion, a pesar de rezar dia a dia para hacerse digna de formar parte de las Damas Pobres. Lo que no habia podido dejar tras los muros de San Damian era aquella curiosidad que impregnaba su rostro de ratoncito husmeando en la existencia de los demas. Poco habia que descubrir en el monasterio, mucho menos de lo que observaba en las puertas medio cerradas de su palacio en Asis, cuando era una hermosa muchacha avida de comerse el mundo. Aun asi, siempre la curiosidad hacia que sor Ines encontrara algo que la mantuviera ansiosa y vigilante. En aquel momento, la misteriosa identidad de la joven que esperaba en el locutorio era mas de lo que podia pedir en sus monotonos dias de rezos, trabajos en el reseco huerto o alimentando a las escualidas gallinas. Sor Ines miraba a su hermana y a la puerta de la capilla con aquellos ojos oscuros, penetrantes, llenos de vida que siempre habian iluminado su bello rostro, incluso ahora que lo enmarcaba un velo aspero e hirsuto al que mucho tiempo, demasiado, tardo en acostumbrarse. -- Madre, perdonad pero…-- Sor Ines intento modificar la formula de la peticion y elevar levemente el tono de su voz, pero tampoco surtio efecto alguno en la Madre Clara. Sabia que hasta que no terminara su profundo dialogo con Dios, ni un terremoto la perturbaria. Silencio. Seguia el silencio de la oracion de la Madre Clara y seguian las miradas hacia un lado y otro de sor Ines. Silencio. Un silencio roto tan solo por las gotas que caian en un ritmico orden del techo lleno de humedad y que formaban charcos imperterritos en la capilla, contribuyendo al gelido frio de invierno y el sofocante calor del verano. ?Cuando vendria messer Mateo a arreglar por fin aquel maltrecho tejado? Desde que el pueblo campesino, los labriegos, los artesanos, se habian rebelado ya nada habia ido bien. Y de eso hacian ya unos cuantos anos. El orgullo aristocratico de la que un dia fue bautizada como Catalina, pero resucito como sor Ines, no habia desaparecido al vestirse la toca de religiosa. Era un pecado de orgullo que no podria desterrar de su corazon. El linaje de su familia, los Favarone, se hundia en las profundidades de la historia y nunca habia perdonado ni posiblemente perdonaria a aquellos estamentos inferiores que habian querido para ellos lo mismo que los grandes nobles de las ciudades. Y habian sacrificado a su padre en el camino… Luchaba a menudo contra el pecado de la soberbia mirandose en el espejo de quien un dia fue su hermana mayor, quien no albergaba en su corazon ningun odio ni rencor posibles. Pero sor Ines sabia que, a pesar de que su entrada en religion habia sido milagrosa, tenia que trabajar mucho sus rezos y penitencias para conseguir estar a la altura de muchas de las hermanas pobres de San Damian. Curiosidad, soberbia, y algun que otro defectillo hacian de aquella graciosa jovencita una monja dificil de corregir.

  • Atormentado deseo de Ana Coello

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  • Regalame un sueno de Maria Beatobe

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  • Reir al viento de Sandra Barneda

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    <>. SENECA <>. SUSAN SONTAG <>. VINCENT VAN GOGH Quiero ser ese aire puro que levanta cometas, que huele a canela de ofrendas y humedece pieles que no se olvidan de sonreir. Quiero estar cerca de esos dioses y diosas para vivir eternamente en ese lugar bendecido. No creo en religiones, ni en personas que castran, dividen… creo en la magia, en la ilusion, en la belleza. Tierra hermosa, lugar perdido que ofrece y ofrenda. Todo aquel que va a buscar… !encuentra! !Luchadora! Abandona las batallas, suelta las armas. Vive como quieras, levanta las manos y quitate las cadenas invisibles que el miedo nos construye a base de lamentos. Comprueba la fortaleza, siente la energia que, como de la misma tierra, brota dentro de ti. Viento que sopla en contra o a favor. Huracan que destruye, rafagas que despejan, brisa que alivia… pero viento. Libre, hermoso e imposible de atrapar. Uno 29B. Me acuerdo perfectamente de mi numero de asiento y poco de mi companero de vuelo: pelo canoso, gafas metalicas, ojos… ?marrones? y nada hablador. ?O fui yo la que selle la boca para que no me saliera un exabrupto cuando le veia comer como un cerdo? Veinte horas de vuelo dan para mucho o para nada; como la vida: decides exprimirla o dejarla secar como una pasa. Estoy convencida de que a el le paso lo mismo: nos dejamos secar porque nos resultamos indiferentes. Nuestras energias chocaron y nuestras neuronas decidieron no perder el tiempo e ignorarse. No fue culpa suya. En ese vuelo, aunque hubiera aparecido el tio mas sexy del planeta --Keanu Reeves--, no le habria hecho ni caso. Mis ojos estaban ciegos y mi corazon tan helado como un glaciar de su era y no de la nuestra. Mi relacion con Gonzalo habia llegado a su fin. Nueve anos de amor: la Relacion se habia desmoronado como un castillo de naipes. Ni siquiera recuerdo como le dije: <>. La belleza de las cosas esta en que no duren para siempre. Pero en ese avion no era capaz de llegar a esa reflexion, ni a ninguna otra. Estaba destrozada y sin saber por donde empezar a tirar del hilo. Hacia tan solo dos semanas que Gonzalo se habia marchado de casa, con cara de poquer y sin entender nada. Siempre ha tenido el don de la relatividad o de <>. Muy de tio; quedarse en la primera definicion del diccionario por norma y, como excepcion, mirar el resto. Mi memoria, ademas de ser selectiva, es caprichosa y decide siempre quedarse con los recuerdos placenteros y enviar al exilio los dolorosos. La ruptura con Gonzalo esta dentro de mi, pero muy desdibujada. Incluso metida en ese avion tantas horas y con la cabeza martilleando frases sueltas de aquella noche, de aquel final. <>. <>. <>. <>. <>. Fui incapaz de recomponer el rompecabezas. ?Que nos paso? ?Cuando empezamos a arrugar el amor hasta convertirlo en una bola de papel destinada a hacer canasta? Llore mucho en ese asiento: por mi, por no entender y por saber que habria dado lo que fuera para evitar la caida. Despues de aclararme con el mando y sus botoncitos e inspeccionar sus multiples posibilidades, escogi cine: El exotico hotel Marigold. Me costaba concentrarme por mi vecino, Mr. Nasty1 , y sus ruiditos. Tambien habia una nina negra de pelo muy rizado que se paseaba arriba y abajo. A veces se quedaba mirandome fijamente: los ninos tienen ese don de atravesar barreras y desarmarte en un ya. No nos dijimos nada, pero nos comunicamos sin el habla. La primera vez que la vi fue porque tropezo y cayo directa sobre mi. Su madre, un bellezon mulato, la fue a buscar y, sin levantar demasiado la voz, le echo una pequena reprimenda que la nina encajo estoicamente. Me recordo a Yago cuando tenia su edad. A los cinco anos y despues de una soberana bronca con Gonzalo, nos fuimos los dos al parque. Yago no quiso jugar, se sento a mi lado en un banco y se quedo mirandome fijamente en silencio. Despues de un rato me dijo: --<>. Me quede patidifusa, petrificada, convertida en estatua. No habia encontrado una replica a ese comentario, cuando vino el siguiente: --Papa te pone triste y ya no sonries. Me trague las lagrimas y lo abrace. --Yago… mama y papa son muy felices, lo que pasa es que… a veces se enfadan un poco. Como cuando tu y yo nos reganamos, pero nos queremos mucho. Miraba a aquella nina y me imaginaba a Yago ese dia, con sus ojos tan grandes y redondos, sentado a mi lado, tan pequeno pero siempre tan protector conmigo. Deseando a toda costa mi felicidad, incluso por encima de la suya. Siete anos despues de esa conversacion, se me saltaban las lagrimas mientras me bebia una Coca-Cola y pensaba en mi hijo, que ahora, con doce anos, no entendia nada y me culpaba de lo ocurrido. La adolescencia es muy mala compania, y como nino, futuro hombre, estaba muy unido a su padre. --!No! !No nos puedes hacer esto! No supe que responderle. Ni antes ni ahora ni nunca. Volver habria sido hacerme eso mismo a mi. Por eso estaba en ese avion, con el desconsuelo de maleta, el aturdimiento y la culpa de acompanante. Todo por una noche de insomnio y desesperacion en la que me plantee volver a fumar despues de casi ocho anos. Termine con un cubata, la mesa llena de fotos y hablando por telefono con mi amigo Pablo. Decidi que me tenia que ir de viaje, tenia que encontrarme. Llevaba una semana encerrada en casa. Lloraba, hablaba de Gonzalo y Yago en un bucle de culpabilidad, dormia, volvia a llorar, apenas me aseaba, apenas deseaba nada. Esa noche, mientras hablaba con mi amigo y me abria en canal mirando fotos, en la tele echaban un documental sobre Bali. --Encima viendo un documental sobre el destino preferido de los recien casados, !no te jode…! Pablo era un enamorado de la isla. --Alex, ?por que no te vas a Bali? Es un paraiso y necesitas pensar y sanarte. Me preocupas. --!Tu estas fatal! De paso me llevo alguno de mis libros de <> o <>. --No te iria nada mal aplicarte uno de esos manuales que escribes. --Sabes que no creo en esas chorradas. Solo me gano la vida con ellas. Son las biblias de las religiones de los agnosticos. En realidad, nada cura la decepcion, la desesperacion… Nada. Solo aprendes a vivir con ello. --Necesitas salir de ahi. Dejar esa casa por un tiempo y pensar. Pablo siguio enumerandome las multiples razones por las que tenia que irme a Bali mientras yo descartaba cada una de ellas a golpe de cubata y argumentos cada vez mas insostenibles. Sabia que tenia que hacer algo, pero mi cuerpo, mi mente y mi corazon se mantenian inmoviles. --Podrias aprender a hacer surf. Alli es el lugar ideal. --Si, a los cuarenta y tres y con una forma fisica deplorable. --?Por que no? Siempre has querido aprender, ?no? Pues ya tienes un motivo para irte. Aclararte y aprender a surfear… ?Hola? ?Alex? ?Estas ahi? Me entro un ataque de risa. Hacia tiempo que no me reia de aquella manera tan… como si se me acabara el aire y me fuera reventar la vejiga. Me parecio la razon mas surrealista de la noche y, a la vez, la que mas sentido tenia para mi. Irme a hacer surf, recuperarme, escucharme, aislarme y decidir si cerrar la puerta <> definitivamente o volver a abrirla. --!Pablo, tengo que colgarte! He decidido que me voy a Bali. Sin esperar al dia siguiente por temor a que se me pasara el pedo y me echara atras, inicie la busqueda de billete. Me meti en foros para saber algo de esa isla y me apunte en una lista todas las cosas que tenia que hacer: --Hablar con Gonzalo (!va a flipar!) --Hablar con Yago (no se si me perdonara por dejarle) --!Llamar al trabajo y pedir vacaciones ya! --Llamar a mi padre…

  • Calor desnudo (Serie Castle 2) de Richard Castle

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  • El mundo que viene de Juan Martinez-barea

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    Todos convivimos con el profundo impacto que han ocasionado la globalizacion y la hiperconectividad y, en el futuro inmediato, se sumaran dos nuevas olas de cambio: la aceleracion tecnologica -que en los proximos anos explotara con toda su intensidad- y la irrupcion de mas de 4.000 millones de personas de los paises emergentes. Estas megatendencias revolucionaran nuestra sociedad y modificaran radicalmente cada aspecto de nuestra vida.

  • El blanco color del odio (Cronicas de las Camaras 1) de Abigail Villalba Sanchez

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    Las Camaras son el ultimo resquicio de rebeldia de aquellos que son como Ertael: angeles caidos, malditos por la furia de Dios y condenados a una existencia de permanente sufrimiento. Pero alli, ocultos a la vista de El, los angeles se deshacen de su luz y buscan entre las sombras ese momento de paz que tanto anhelan… pues, por encima del dolor, se alza el orgullo que busca la libertad.

  • A pesar de todo de Elizabeth Urian

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    Vuelve Elizabeth Urian para enamorarnos con otra novela que nadie se puede perder.

  • Encuentros en una agencia matrimonial de Sonsoles Fuentes

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    Doce relatos de amor basados en historias reales.

  • Pasajera , Alexandra Bracken de Alexandra Bracken

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    Una novela que se adelanta a la tendencia mas actual: los viajes en el tiempo. Una cuidada ambientacion historica y exoticos parajes de todo el mundo. Mentes poderosas, la trilogia anterior de Alexandra Bracken, se publico en 13 territorios con gran exito y, en estos momentos, se esta preparando su adaptacion al cine. Una historia de amor mas alla del tiempo y del espacio. Totalmente apasionante.

  • En las fauces del leon (Hanne Wilhelmsen 4) de Anne Holt

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    La primera ministra noruega ha sido asesinada. Tras apenas seis meses de mandato, su cadaver aparece en el despacho oficial con un tiro en la cabeza. ?Se trata de un asesinato politico o de una venganza personal?

  • Una boda en Lyon de Stefan Zweig

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    El 12 de noviembre de 1793 Barere proclamo en la Asamblea Nacional francesa aquel edicto fatal contra la traidora ciudad de Lyon, que al fin habia sido tomada al asalto. Concluia con estas lapidarias palabras: <>. Los edificios de la levantisca ciudad, asi lo exigio, debian ser derruidos, sus monumentos convertirse en cenizas y hasta su nombre desaparecer. Ocho dias vacilo la Asamblea antes de aprobar una destruccion tan completa de la segunda ciudad mas grande de Francia. E incluso despues de haberlo firmado, Couthon, el comisario del Pueblo, convencido de la secreta conformidad de Robespierre, solo puso en practica aquella orden erostratica con indolencia. Para guardar las apariencias, reunio con gran pompa al pueblo en la plaza de Bellecourt, y con un martillo de plata golpeo simbolicamente los edificios destinados a ser demolidos, pero la pala penetro en aquellas magnificas fachadas solo de manera vacilante, y la guillotina practico su bronco y estruendoso descenso de manera todavia frugal. Tranquilizada ante esta inesperada indulgencia, la ciudad, ferozmente enardecida por la guerra civil y por un asedio de varios meses, se fue atreviendo a respirar otra vez esperanzada, cuando de pronto el humano e indeciso tribuno fue retirado del puesto y en su lugar, en Ville-Affranchie--como se llamo a partir de entonces Lyon en los decretos de la Republica--, aparecieron Collot d'Herbois y Fouche, ataviados con la banda de los comisarios del Pueblo. De la noche a la manana, lo que se penso que simplemente seria un patetico decreto disuasorio se convirtio en una cruda realidad. <>, denunciaba impaciente el primer informe de los nuevos tribunos a la Asamblea, con el fin de demostrar su energia patriotica y de hacer recaer la sospecha sobre sus tibios predecesores. Y enseguida se pusieron en marcha las atroces ejecuciones que Fouche, el <>, cuando mas tarde se convirtio en duque de Otranto y en el defensor de todos los principios legitimos, no permitio que se le recordaran. En lugar de la pala, que colocaba el mortero con lentitud, ahora las minas de polvora dinamitaban filas enteras de los mas soberbios edificios de la ciudad. En lugar de la guillotina, <>, los fusilamientos en masa y el fuego de metralla despachaban con una salva a cientos de condenados. Endurecida por medio de nuevos y acerados decretos diarios, la justicia traspaso todos los limites, segando como una guadana, dia tras dia, su gigantesco haz de seres humanos. Ya hacia tiempo que el Rodano, que fluia alejandose de alli con rapidez, se ocupaba del trabajo--por lo general demasiado lento--de amortajar y dar sepultura a los cadaveres. Hacia tiempo que las carceles no bastaban para la gran cantidad de sospechosos, de modo que los sotanos de los edificios publicos, de las escuelas y de los conventos se convirtieron en el lugar de residencia de los condenados. Por supuesto, en un lugar de residencia tan solo fugaz, pues la guadana seguia golpeando con precision y rara vez la paja calentaba el mismo cuerpo durante mas de una noche. Un dia de intenso frio de aquel mes sangriento, una nueva cuadrilla de condenados fue arrastrada hasta los sotanos del Ayuntamiento para pasar alli juntos unas pocas y tragicas horas. Al mediodia los habian conducido uno por uno ante los comisarios, y su destino fue despachado tras un breve interrogatorio. En ese momento los sesenta y cuatro reos, hombres y mujeres, estaban sentados en una confusion absoluta en aquella oscuridad de bovedas bajas que olia a cubas de vino y a moho, y que un escaso fuego de chimenea en la habitacion delantera, mas que calentar, tan solo coloreaba. La mayoria, sonolientos, se habian arrojado sobre los sacos de paja. Algunos, sentados a la unica mesa de madera que les permitian tener y a la tremula luz de las velas, escribian apresuradas cartas de despedida, sabiendo que su vida se habria apagado antes de que en aquel frio espacio lo hiciera la llama de azules temblores. Sin embargo, ninguno de ellos hablaba mas que en susurros, de modo que en el silencio helado de la calle la sorda explosion de las minas, a la que seguia el inmediato desplome de los edificios, retumbaba con nitidez. Pero la ensordecedora velocidad de los acontecimientos habia arrebatado a los que se veian sometidos a aquella prueba toda capacidad de sentir y de pensar con claridad. Sin moverse, sin decir una sola palabra, la mayoria de ellos estaban reclinados en la oscuridad como en el sueno que precede a la tumba, sin esperar nada y sin sentir emocion alguna hacia los vivos. De pronto, hacia la hora septima de la tarde resonaron unos pasos fuertes y energicos junto a la puerta. Los pestillos restallaron. Y el cerrojo oxidado chirrio al abrirse. De manera instintiva, se incorporaron todos de un brinco. ?Acaso, contra la triste costumbre de concederles aun una noche, ya habia llegado su hora? En la corriente de aire frio que se colo al abrirse la puerta, la llama azul de la vela temblo como si quisiera escapar de su cuerpo de cera, y con ella, palpitante, el miedo se lanzo al encuentro de lo desconocido. Pero pronto aquel temor provocado de manera tan repentina se disipo. El carcelero solo traia una nueva y tardia hornada, aproximadamente unas veinte personas, a las que hizo bajar las escaleras sin decir una palabra y sin indicarles un lugar concreto en aquel espacio abarrotado. Despues, la pesada puerta de hierro volvio a cerrarse con un gemido. Los prisioneros miraron a los recien llegados sin la menor simpatia, pues algo tan extrano es muy propio de la naturaleza humana, que en cualquier parte se adapta a toda velocidad e incluso en las mas precarias circunstancias se siente no solo como si estuviera en su casa, sino tambien en su derecho. Asi que, de manera instintiva, los que habian llegado antes consideraban ya aquella estancia mal ventilada y con olor a podrido, el saco de paja cubierto de moho, el espacio en torno al fuego, como si fueran de su propiedad, y cada uno de los recien llegados les parecia un intruso al que habia que reducir. Por su parte, aquellos a los que acababan de llevar hasta alli podian percibir claramente la fria hostilidad de sus predecesores, por mas insensata que resultara en aquella hora mortal, pues, cosa extrana, no intercambiaron con sus companeros de destino ni un saludo ni palabra alguna, no exigieron una parte de la mesa ni de la paja, sino que, sin decir nada, hoscos, se apretujaron en un rincon. Y si antes el silencio se habia cernido atroz sobre aquella cueva, ahora su efecto resultaba todavia mas lugubre por culpa de la tension de aquel sentimiento provocado de forma tan absurda. Un grito tanto mas sonoro, nitido y como surgido de otro mundo rasgo de pronto el silencio. Un grito claro, casi involuntario, que de manera irresistible arranco hasta al mas indiferente del silencio y del abatimiento en el que se hallaban. Una muchacha, entre los que acababan de llegar, habia dado un salto brusco y repentino. Y fue ella tambien la que, con los brazos extendidos como quien esta a punto de desplomarse, y gritando estremecida <>, se precipito al encuentro de un joven que, apartado de los demas, habia permanecido junto a las rejas de una ventana y ahora tambien corria hacia ella. Y aquellas juveniles siluetas ya habian prendido cuerpo contra cuerpo, boca contra boca, como dos llamas de un mismo fuego, ardiendo de forma tan tierna el uno junto al otro que las lagrimas derramadas de manera impetuosa por el arrobo del uno inundaron las mejillas del otro y sus sollozos surgieron como de una unica garganta que reventara. Cuando se soltaron por un instante, sin poder creer que de verdad se tocaban y asustados frente a lo excesivo que les resultaba aquel destino por completo inverosimil, un nuevo abrazo volvio a unirlos de inmediato, si es posible de manera aun mas abrasadora. Lloraron y sollozaron y hablaron y gritaron en un solo aliento, como si estuvieran totalmente solos en la infinitud de su emocion y por completo ajenos a todos los demas, que, sorprendidos y reanimados gracias a aquel asombro, se acercaron inseguros hacia ellos. La joven habia trabado amistad desde la ninez con Robert de L..., hijo de un alto funcionario municipal, y hacia unos meses que se habian prometido. En la iglesia ya se habian presentado las amonestaciones, y se habia fijado su enlace justo para aquel dia sangriento en el que las tropas de la Asamblea habian irrumpido en la ciudad. Entonces el deber obligo a su prometido, que habia luchado en el ejercito de Percy contra la Republica, a acompanar al general realista en su desesperada maniobra. Durante semanas no hubo noticias de el, y ella ya se habia atrevido a imaginar que debia de haberse salvado pasando felizmente la frontera suiza, cuando de pronto un secretario del Ayuntamiento le informo de que unos soplones habian descubierto que se escondia en una casa de labranza, y que el dia anterior lo habian conducido ante el tribunal revolucionario. Apenas se entero la intrepida muchacha de la detencion y de la indudable condena de su prometido, cuando, con esa magica e incomprensible energia que la naturaleza concede a las mujeres en los instantes de supremo peligro, logro lo imposible: abrirse paso hasta los inaccesibles tribunos populares con el fin de pedir clemencia para su prometido. Collot d'Herbois, el primero ante cuyos pies se arrojo, la habia despachado con acritud, diciendo que no concebia indulgencia alguna para con los traidores. Despues habia corrido a ver a Fouche, quien, de manera no menos dura que el anterior, pero mas hipocrita en los medios empleados para no sucumbir a la emocion que le embargo al ver a aquella joven desesperada, mintio diciendo que le hubiera gustado interceder en favor de su prometido, pero que veia--y al decirlo, el taimado embaucador de almas echo un indolente vistazo a traves del monoculo a una hoja cualquiera y sin importancia--que Robert de L... ya habia sido fusilado aquel mismo mediodia en los campos de Brotteaux. El muy astuto logro enganar por completo a la joven, quien de inmediato creyo que su prometido estaba muerto. Pero, en lugar de entregarse como cualquier otra mujer a un dolor inerme, indiferente frente a una existencia que para ella carecia ahora por completo de sentido, se arranco la escarapela del cabello, la piso con ambos pies y, a gritos, de modo que su voz retumbo a traves de todas las puertas abiertas, llamo a Fouche y a sus hombres--que corrieron hacia alli a toda velocidad--miserables vampiros, verdugos y cobardes criminales. Y mientras los soldados la maniataban y la arrastraban fuera de la habitacion, la joven aun pudo escuchar como Fouche dictaba a su secretario, un hombre picado de viruelas, la orden de detencion contra ella

  • Nada mas que una noche, Anabella Franco de Anabella Franco

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    Nicolas Hagen es un ingeniero atractivo y exitoso que ama la vida nocturna. Su relacion con las mujeres se resume a pasar solo una noche con ellas y
    abandonarlas dejandoles algo a cambio. Para el todas son iguales: interesadas, insensibles y manipuladoras.
    Lavinia es una mujer de belleza envidiable, simple y pura en su alma. Una modista de clase baja que lucha por salir adelante en un entorno hostil. Su pasado la puso en un lugar donde entregarse a un hombre se torna casi imposible. Su presente esta regido por la resignacion, la aceptacion y la constancia.
    Alguna diosa obrara entre esos dos mundos, entrelazando ambas vidas. Lavinia sera una presa mas de Nick, quien no podra resistir sus impulsos de seducirla y pasar nada mas que una noche con ella. Una noche en la que la verdad y la inocencia transformaran sus almas para siempre.
    Sin embargo, el destino jugara de nuevo sus cartas: el pasado para Nick tiene forma de heridas, y figura de mujer. El rojo sera su esencia. El sexo y la perversidad, su trampa.

  • LA CLAUSULA: Piensalo bien antes de firmar de Mirian G. Blanco

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    Cuando se te aparezca una oportunidad… !tomala!
    Y eso fue lo que Melisa Baker hizo cuando Tyler Mccartney le propuso un descabellado contrato. La idea de ocupar el puesto de secretaria en una de las empresas mas prestigiosas a nivel internacional, !era realmente tentadora! Pero ser la <> del hombre mas sexy del planeta Tierra, aun lo hacia mas emocionante.

  • El ultimo gran unicornio de Clara Tahoces

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    Un cuento que narra el despertar de un unicornio en un mundo totalmente desconocido. Toma la decision de buscar a su madre recorriendo un camino real y, al mismo tiempo, de superacion y autoconimiento. En su viaje encuentra personajes que le regalan pildoras informativas que le ayudaran a seguir adelante, cambiar estereotipos, afrontar acontecimientos, cometer errores y aprender de ellos, transformar sus sentimientos negativos en perdon... en definitiva, a madurar. Al final aprendera, que el camino, la vida, es tan importante como la meta.

  • Una Novia Embarazada (Novias Del Oeste 3) de Amaya Evans

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    Tiempo presente:Cloe Holland es una modelo de revistas, que esta feliz con su estilo de vida, llena de lujos y viajes. Solo le falta una cosa; un hombre que la valore y quiera tener algo serio con ella. Esta harta de los hombres cabeza hueca que la rodean. Todos pendientes de su fisico, pero sin sentimientos, ni conversacion inteligente. Un dia sale con unas amigas a un bar y todas se ponen de acuerdo en ir a una agencia matrimonial para conocer un hombre que valga la pena, pues todas estan en las mismas, buscando una relacion sentimental, que no dure un suspiro. Pasan los meses y se olvida del asunto hasta que un dia la llaman de la agencia en el preciso momento en que acaba de terminar con su novio y se entera de que esa relacion, ha dejado consecuencias.

  • Como Explicarte El Mundo, Cris de Andres Aberasturi

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    Explicar el mundo a su hijo Cris, que nacio con paralisis cerebral hace mas de treinta anos, es para Andres Aberasturi una tarea dura y dolorida. Pero el autor de estas paginas honestas y sin adornos, que solo pretende dejar testimonio de una parte de su verdad, la considera esencial para combatir el desasosiego. <>, como bien explica Javier Sadaba en el prologo.

  • Demuestrame que me quieres de Sophie Saint Rose

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    Denise lleva tres anos enamorada de su jefe, entregandose a su trabajo e intentando ser la secretaria perfecta para el. Pero al fin se ha dado cuenta de que Cameron no la apreciara nunca y todo tiene un limite. Harta de que no la respetara como merecia, decidio que era hora de cambiar y habia llegado el momento. Pero su psicotico jefe habia perdido la cabeza y ahora se negaba a que le abandonara. ?Debia sentirse halagada o salir corriendo? Ella se inclinaba por lo segundo.

  • Una francesa en Nueva York de Anna Adams

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    Maude Laurent es una joven huerfana que crecio en un pequeno pueblo del norte de Francia, y que, a sus dieciseis anos, siente una gran pasion por el piano y tiene una increible voz.
    Durante una visita a Paris, un productor de musica americano descubre su talento y la lleva a vivir con el y su adorable familia a Nueva York para lanzar su primer album con la ayuda de Matt, un adolescente estrella del pop. Maude se adentrara en un fascinante mundo nuevo al descubrir la ciudad de Nueva York, la musica, una familia, el amor y la verdad sobre su pasado.
    La serie de libros de la chica francesa ha vendido 40.000 ejemplares. !Unete a los miles de lectores que siguen las aventuras de Maude Laurent!

  • Tigres de cristal de Toni Hill

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    Una absorbente historia de suspense psicologico que explora los limites entre la culpa y la expiacion.

  • Trubel de Tamara Ortiz Santiago

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    Solo le basto ver sus ojos para saber que caeria rendido ante ella. Su cabello era rubio, sus ojos azules eran tan claros que le robaban el aliento. Su mirada era timida y su sonrisa coqueta.Trubel y Klarissa se entregaron entre ellos, se mostraron que eran lo mas importante que tenian el uno para el otro.Pero no todo siempre acaba bien. Surgen acontecimientos que hacen que las cosas se tuerzan. Y ellos desgraciadamente estaban a punto de descubrirlo.

  • Trilogia de la fundacion (BEST SELLER), Isaac Asimov de Isaac Asimov

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  • Nueve manzanas y media (Historias de cine 2) de Ana Alvarez

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    Que bonito es cumplir anos de casados. Celebrar el amor, la pasion y la felicidad. A mi marido y a mi nos encantaba. Y lo digo en pasado, porque ya nos gusta menos, sobre todo a el. De hecho, eramos de los que lo celebrabamos todo, y no de la forma tradicional. Nada de irnos a un spa, o de cena romantica y ni siquiera a una cabanita con chimenea a morrearnos y hacer el amor a todas horas. Eso ya lo haciamos a menudo, en casa. Los aniversarios tenian que ser sonados. Para recordarlos siempre. Y estoy segura de que jamas, por muchos anos que vivamos, olvidaremos el tercero. Para empezar, nos hicimos un regalo por todo lo alto para los dos. !Un coche nuevo! Porque nos apasiona viajar, siempre que teniamos unos dias libres nos ibamos por ahi en busca de aventuras. En esta ocasion la aventura nos encontro a nosotros. Sabiendo que me encantan los animales, llego a casa dos dias antes con la cara que pone cuando quiere darme una sorpresa. Se me acerco meloso mientras preparaba la cena y me rodeo la cintura desde atras, besandome en el cuello como sabia que me gustaba. --Hummm --ronronee mimosa--. ?Alguien esta buscando algo? --Siempre busco <>, ya lo sabes. Pero en esta ocasion mi intencion es otra. Voy a darte tu regalo de aniversario. --Pensaba que el regalo este ano seria el coche, para los dos. --?Un aniversario sin sorpresa?' ?Tan mal me conoces? Rei bajito. Por supuesto que esperaba algo mas, a Armando le encantaba sorprenderme y, aunque nos habiamos gastado un dineral en el coche, estaba segura de que aun no habia terminado con los regalos. Me gire dispuesta a recibir lo que fuera que me hubiera comprado, y deposito un sobre blanco en mis manos. --?Un viaje? --No era la primera vez que nos obsequiaba con un fin de semana fuera de casa. --Abrelo. Dentro encontre una reserva para una noche de hotel, de esos con encanto que tanto nos gustaban, en un paraje de ensueno, y dos entradas para un parque natural en el que los animales estan en semilibertad. Sabia cuanto me gustaban y que nunca he querido una mascota por no tenerla en un piso. Cuando me llevaban de pequena al zoo de mi ciudad, sufria lo indecible al ver a los pobres animalitos encerrados, a menudo sucios y rodeados de sus propios excrementos de varios dias. Sus miradas tristes me llegaban al alma, me imaginaba a mi misma, espiritu inquieto y libre donde los haya, metida en una jaula viendo el mundo a mi alrededor y sin poder disfrutarlo. En el folleto observe que podria ver jirafas, monos de diversas especies, y toda suerte de fauna salvaje en una recreacion de su entorno natural. --Algun dia te llevare a verlos en sus paises de origen, te debo un safari en toda regla. Pero este ano, carino... nos tenemos que conformar con esto --Me encanta, Armando --respondi colgandome entusiasmada de su cuello y besandolo apasionadamente, y deseosa de mostrarle mi entusiasmo en el dormitorio mas tarde. *** El viernes a mediodia salimos euforicos, dispuestos a pasar un fin de semana memorable y, de paso, estrenar nuestro flamante coche en su primer viaje largo: un Ford Puma equipado con todos los adelantos y accesorios que la tecnologia puede ofrecer. Armando era muy aficionado a las pijadas y cuando compraba algo, no le importaba aguardar para tener exactamente lo que queria. El vehiculo tuvo que esperar dos anos a que nuestro presupuesto se lo pudiera permitir, pero una vez llegado el momento le anadio todo lo que se le puede anadir a un coche: asientos reclinables hasta convertirse en cama, con ajuste de reposacabezas y zona lumbar, un sensible mecanismo de apertura y cierre de ventanillas que, segun me explico, ofrecia una seguridad poco comun, y un sin fin de cosas mas que escuche sin demasiado interes. Para mi bastaba con que tuviera un buen motor y fuera comodo. Y no habia duda de que lo era. El, sin embargo, estaba tan feliz como un nino el dia de Reyes con el nuevo juguetito o como un padre contemplando a su retono. Tanto que llegue a sentirme celosa, porque los primeros dias su atencion era casi en exclusiva para el <>, como empezo a llamarlo. Bajaba con frecuencia al garaje a verlo; por supuesto teniamos plaza de garaje, no pensaba dejar a <> en la calle. A pesar de tenerlo a cubierto, le pasaba una bayeta especial atrapapolvo que compro por Internet y, como ya he dicho, pasaba por el garaje varias veces al dia para asegurarse de que nadie lo habia rayado o ensuciado. Llegamos al hotel casi anochecido, y nos instalamos en la preciosa habitacion reservada dias atras. Nuestro Puma aparcado debajo del balcon, para tenerlo a la vista. Una buena cena acorde al acontecimiento que celebrabamos y nuestro amor, que no habia hecho mas que crecer y afianzarse en los tres anos de matrimonio. Yo me pongo muy tierna y muy mona en los momentos especiales y aquella noche no falto un detalle. Cena de lujo a base de las especialidades de la zona, buen vino, y miradas llenas de promesas. Una botella de cava en la habitacion y sexo apasionado hasta la madrugada. Todo ello nos hizo levantarnos de un excelente humor y, tras un buen desayuno, decidimos emprender la segunda parte de nuestra celebracion. Capitulo 2 El elefante Habiamos pedido que nos preparasen un picnic para tomarlo en el coche, pues nuestra idea era pasar el dia entero en el parque para ver el mayor numero de animales posible y tomar algo en el coche cuando nos entrase hambre. Nos entregaron bocadillos, agua y una bolsa con una docena de manzanas, fruta que pedimos de forma explicita pues nos gusta mucho a los dos. Armando, previsor, guardaba en el maletero una pequena aspiradora, por si caia alguna miga en la tapiceria o las alfombrillas poder eliminarla de inmediato. Tambien un espray quitamanchas. Queria conservar el interior del coche tan impoluto como llego de fabrica. En estas condiciones nos dirigimos al parque natural. Yo estaba feliz como una cria; si, los polvos nocturnos influian bastante en mi euforia, pero la idea de ver animales en un estado muy parecido a su entorno real, me entusiasmaba. Entramos al parque y mostramos nuestra reserva. En la recepcion nos dieron una larga lista de recomendaciones: velocidad maxima de veinte kilometros por hora, seguir las indicaciones de los carteles, no acercarnos a los animales, y una en la que nos hicieron mas hincapie fue la de no bajarnos del coche en las zonas donde estan sueltos. !Desde luego ni loca se me iba a ocurrir! Los aminales salvajes me causaban un gran respeto, por mucho que me encantara verlos. Sin embargo, la proteccion que nos ofrecia el automovil me daba cierta seguridad. Habiamos elegido la opcion de la visita en nuestro propio vehiculo, porque los viajes organizados no nos gustaban en demasia. La idea de adaptarnos a los tiempos establecidos por otros nos frenaba. Ademas... !cualquiera privaba a Armando del placer de conducir su coche! Nunca le he visto la diversion a eso de conducir, hace anos intente sacarme el carne pero decidi dejarlo al poco tiempo. Me estresaba el trafico, los otros conductores, las marchas, el freno, el embrague. !Todo! Y para colmo no me podia tomar una copa sin arriesgarme a una multa. Cuando viajo me gusta disfrutar del paisaje, y tambien de una buena comida con su vino o su copa despues. Por suerte a mi marido le encanta conducir, con lo que estoy mas feliz que una perdiz. !Todos contentos! El hace de chofer y yo disfruto del paseo. Entramos al parque sobre las diez de la manana. Pasamos por varios de los enclaves mas visitados: jirafas, hipopotamos gorilas, vimos los leones marinos y el espectaculo de las rapaces. Armando me miraba consciente de lo mucho que estaba disfrutando. A veces soltaba el volante con mucho cuidado y me acariciaba la rodilla durante unos segundos. Al final, cerca del mediodia, y antes de parar a comer, le pedi que nos acercaramos al recinto de los elefantes. !Eran preciosos! Se veian tan adaptados, tan grandes... tan fuertes... moviendose con ese andar que los caracterizaba, mirando hacia nosotros con relativa curiosidad, aunque supongo que deben estar acostumbrados a la presencia humana. Teniamos el coche parado a bastante distancia de la cerca de piedra y la mayoria de ellos se mantenian lejos. Solo uno se acerco despacio y se detuvo a una distancia prudencial. --Acercate mas --le pedi a mi marido--. A ver si puedo darle de comer a ese grandote que esta cerca.

  • La mujer del camarote 10, Ruth Ware de Ruth Ware

    https://gigalibros.com/la-mujer-del-camarote-10-ruth-ware.html

    has sido testigo de un asesinato…
    y nadie te cree