• libro tres mujeres - Lisa Taddeo

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    Un retrato del deseo y la sexualidad femeninos como nunca se ha visto

  • TRES MUJERES | LISA TADDEO | Casa del Libro

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    Sinopsis de TRES MUJERES ... Nos estremece y nos atormenta. Controla nuestros pensamientos y puede destruir nuestras vidas. Y sin embargo, es un tabú. A lo largo ...

  • Tres mujeres Tapa blanda – 5 febrero 2020 - Libros - Amazon ...

    https://www.amazon.es/Tres-mujeres-Lisa-Taddeo/dp/8417333770

    Basado en una labor de profunda observación y con un estilo directo y sincero, Tres mujeres constituye tanto una hazaña periodística como un triunfo de la ...

  • Tres mujeres Versión Kindle - Amazon

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    Tres mujeres de [Lisa Taddeo, Aitana Vega] ... «No concibo un escenario en el que Tres mujeres no sea uno de los libros más importantes del año ni de los ...

  • 'Tres mujeres', de Lisa Taddeo, un pequeño gran ensayo que ...

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    22 may 2020 — El deseo es ese huracán que desata los más carnales instintos. En su último libro, 'Tres mujeres' (nominado al Libro de no ficción del año ...

  • Tres mujeres, de Lisa Taddeo - Principal de los Libros

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    5 feb 2020 — Basado en una labor de profunda observación y con un estilo directo y sincero, Tres mujeres constituye tanto una hazaña periodística como un ...

  • TRES MUJERES · TADDEO, LISA - Libros - Tipos Infames

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    Un retrato del deseo y la sexualidad femeninos como nunca se ha visto Nos estremece y nos atormenta. Controla nuestros pensamientos y puede destruir ...

  • Tres mujeres - Libro de Lisa Taddeo - Lecturalia

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    Un retrato del deseo y la sexualidad femeninos como nunca se ha visto Nos estremece y nos atormenta. Controla nuestros pensamientos y puede destruir ...

  • Tres mujeres • Lisa Taddeo - Delectura

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    La historia de estas "tres mujeres" contada sin reservas, ... Tres mujeres que se niegan a desaparecer entre la vergüenza, ... Valora este libro.

  • TRES MUJERES | Traficantes de Sueños

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    Su primer libro, Tres mujeres, se colocó en el número uno de la lista de libros más vendidos del Sunday Times y de The New York Times, y ha sido seleccionado ...

  • Reseña de 'Tres mujeres', de Lisa Taddeo - MEW Magazine

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    17 jul 2020 — 'Tres mujeres' es un libro basado en una larga y fructífera labor de observación e investigación. Durante ocho años, la periodista Lisa ...

  • Filthy Coach (Chicos malos 6) de Amy Brent

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    ?Que es lo mejor de ser famoso?, me pregunta la gente a menudo. Suponen que tener toneladas de dinero en el banco o una flota de coches exoticos en la entrada de tu mansion de cincuenta habitaciones, o la adoracion de millones de fans, que hace que a una estrella le tiemblen los dedos de los pies. Mentira. Lo que mas me gusta de ser famoso, si es que se me puede seguir llamando asi, son las seguidoras: esas senoras, algo ligeras de cascos, que te chupan la polla por debajo de la mesa en un club nocturno, o que te follan hasta la saciedad en una caseta del bano de un estadio de futbol durante el descanso. Hay groupies de todas las edades y colores, de todas las formas y tamanos, todas dispuestas a aceptar lo que quieras darles. En la boca, en el cono, en el culo; lo que sea. Para ellas siempre es lo mismo y para mi tambien. Hay una cosa que se debe comprender de ellas, que no tienen nada que ver contigo; al menos no con tu verdadero yo. Todo se relaciona con tu <> famoso, el personaje publico que creen conocer, el que ven en la television o en las revistas. No se tiran o se la chupan al famoso por satisfaccion sexual, sino para presumir ante sus amigas groupies. <>, seria su conversacion. Piensalo, ?cuantas mujeres pueden decir con sinceridad que se han follado a un quarterback de la Liga de Futbol Americano, en el vestuario del equipo durante el descanso de un partido de los playoffs del campeonato nacional? Solo una que yo sepa. Y lo se porque fui yo el que se la follo. No recuerdo su nombre, pero se llevara esos derechos de jactancia a la tumba. Nadie la creera cuando cuente la historia, pero no importa porque ella sabe en su corazon que es verdad. Cuando se es famoso, independientemente del motivo, las seguidoras forman parte del juego. Mick Jagger tiene una fila de ocho kilometros de veinteaneras excitadas, dispuestas a follar con el, aunque sea mas viejo que el Guardian de la Cripta y parezca que se esta descomponiendo ante nuestros ojos. Los cantantes, los actores, los deportistas, los multimillonarios, todos tienen sus fans. Incluso los asesinos psicopatas tienen mujeres preparadas para tener sexo con ellos. Charles Manson sigue recibiendo cartas de amor de mujeres que quieren tener un hijo suyo, a pesar de que lleva cuarenta y cuatro anos encerrado en la carcel por asesino en serie. Los dos hermanos Menendez se casaron despues de ir a la carcel por matar a tiros a sus padres. El puto OJ Simpson consiguio mas conos despues de matar a su mujer y a su amiga. Las groupies no pueden controlarse, hay que comprender que eso forma parte del encanto y del peligro. Son como sabuesos. Te olfatean alla donde vayas, siempre al acecho de un nombre conocido al que poder tirarse, chupar o follar, para luego colgarlo en Facebook o presumir ante sus amigas de a que famoso tuvieron en algun agujero de su cuerpo. Diablos, en realidad no hace falta ser una gran estrella para que se sientan atraidas como las abejas por la miel. O las moscas a la mierda. Solo hay que mirarme. Soy un tipo guapo, pero no soy millonario; al menos, ya no. Soy mas popular por lo que solia ser que por lo que soy ahora. Con los anos, he notado una degradacion de la sensualidad de las fans que se me acercan. Tal vez sea eso. La calidad de la seguidora disminuye en proporcion directa a la disminucion del nivel de fama. Cuando eres Sammy Carson, el quarterback titular de un equipo de futbol universitario clasificado a nivel nacional, o Sam Carson, el quarterback franquicia de un equipo de la AFL, que juega en la television cada dos domingos por la noche, la calidad de la admiradora es increiblemente alta. Pero cuando eres Sam Carson, el ex quarterback cuyo brazo de lanzar se destrozo en un accidente de coche, lo que practicamente puso fin a tu carrera como jugador de la noche a la manana, y tienes que dedicarte a ser entrenador solo para mantener un pie en el juego, las seguidoras bajan a la mitad. No me quejo. Incluso las pocas que me admiran estan mucho mas buenas que las que siguen a la mayoria de los chicos del monton. Se dan revolcones con cuatro o cinco conos y son felices de conseguirlos. En los deportes profesionales, las groupies estan por todas partes y juegan en todos los niveles del futbol. Cuando yo era el pasador titular de los Nassau College Buccaneers, las animadoras solian hacer cola fuera del vestuario para ver con cual pasaba la noche. Algunos dias, me llevaba a dos o tres a casa, lo que cabreaba al resto del equipo porque se quedaban con mis sobras. Lo siento, amigos. Tal vez podais conseguir que una de ellas os la chupe en el autobus de vuelta a casa. Si no, podeis abriros camino en el grupo de ex alumnos que estarian encantados de llevarse a un jovencito a la cama. Yo soy la estrella y escojo primero. !Si no os gusta, que os den por culo! Cuando me reclutaron en los New York Thunder, las mujeres comenzaron a surgir de la nada para estar conmigo. Al convertirme en el quarterback titular del equipo, salia con una mujer diferente cada noche y tenia que tomarme un dia libre, de vez en cuando, para dar un descanso a mi pobre polla. Incluso ahora, como entrenador de los Troyanos de Atlanta, con cuarenta y dos anos de edad, todavia me admiran. <>, me preguntan con los ojos muy abiertos y riendose. <>, respondo con amabilidad. <>. Asi fue, mas o menos, la conversacion que mantuve cuando sali de Atlanta por la Interestatal 16 para orinar. Tambien eche gasolina a mi Land Rover, de camino a la casa de playa de mi jefe en Hilton Head, Carolina del Sur. La chica que estaba detras del mostrador tendria unos treinta y cinco anos, llevaba el pelo tenido de rojo y tenia un buen par de tetas. Me miro y me reconocio enseguida. --Hola, ?no eres Sam Carson? Sonrei y movi la cabeza. --Lo soy. --Soy Janine --dijo con un marcado acento sureno. Paso la lengua por sus carnosos labios--. Me encantan los Troyanos de Atlanta. Apuesto a que estaras muy guapo ahi abajo, en la banda, con los auriculares puestos. --Esperemos que si. --Suspire, senalando con la cabeza hacia los surtidores de gasolina y anadi--: He puesto treinta y cinco de gasolina. Puse los dos paquetes de seis cervezas en el mostrador y le mostre mi tarjeta de credito para que me cobrara. Ella la ignoro, me miro con ojos sonadores y fruncio los labios. Bingo. Alerta de una groupie. Volvi a meter la tarjeta de credito en la cartera y sonrei. --Entonces, ?quieres que te firme las tetas o algo asi? Eso fue todo lo que necesite. Ella se acerco al mostrador sin decir nada mas. Paso por delante de mi para cerrar la puerta principal y luego me llevo a la habitacion trasera. La incline sobre una pila de cajas de cerveza y me la tire por detras. El suyo no era el cono mas estrecho en el que la habia metido, pero funciono. Diez minutos mas tarde, estaba de vuelta en la carretera con un tanque lleno de gasolina y dos paquetes de seis de cervezas; todo por cuenta de la casa. Ya lo dije. Las fans son jodidamente increibles. Capitulo 2 Allie Winston Tarde casi cinco horas en mitad de un intenso trafico en la interestatal. Iba desde mi loft, en el centro de Atlanta, hasta la casa de playa de mi padre en Hilton Head Island, justo en la costa de Carolina del Sur. Fue un viaje lento, pero disfrute de la paz y la tranquilidad del largo trayecto. Estaba deseando disfrutar de la soledad de un largo fin de semana en la playa. Era viernes por la tarde y no tenia que volver a la oficina hasta el martes. Pensaba pasar todos los dias con la unica compania de varias botellas del mejor Chardonnay de mi padre y la ultima novela de John Grisham. Ni siquiera me iba a llevar un ordenador. Iba a ser la primera vez que me desconectara en anos. De acuerdo, no estaria totalmente alejada de las redes. Tenia mi iPhone, pero no se podia esperar que una chica se desconectara de golpe. Me prometi a mi misma que no navegaria por Internet ni responderia a ninguna llamada que no fuera de mi padre o de Darcy, mi asistente en Atlanta. Ella enviaria un mensaje de texto al 911 si se incendiaba la oficina y solo me avisaria si se convertia en un infierno que no podia apagar. Mi padre, que era el dueno del equipo de futbol profesional de los Troyanos de Atlanta, estaba en Los Angeles en una reunion, asi que no esperaba saber nada de el hasta la semana siguiente. Sinceramente, si no viera, hablara o tuviera noticias de otro ser humano en los proximos tres dias, me pareceria bien. Una vez que sali del horror que es el trafico de Atlanta y llegue a la Interestatal 16 este, acelere mi Audi, puse el ultimo CD de Bruno Mars y cante a todo pulmon. Me sentia muy bien, como si dejara atras el mundo y todos sus problemas, al menos durante unos dias. Conduje sin zapatos y con las ventanillas bajadas. Me encantaba la sensacion del viento acariciando mi cara y azotando mi larga melena rubia. Era primavera en Georgia. El aire era calido y humedo, pero la brisa era fresca y refrescante cuanto mas me acercaba al oceano. Mire por las ventanillas laterales y di un suspiro de felicidad. El mundo habia vuelto a ser verde, despues de un invierno aburrido que me dejo muy necesitada de un descanso. Lo llamo descanso en lugar de vacaciones porque si no me alejo de vez en cuando para descomprimirme, soy capaz de romper cosas en la cabeza de la gente. Llevo bastante bien el estres, pero de vez en cuando me afecta. Soy asesora de imagen y relaciones publicas para una de las principales empresas de marketing deportivo del pais, con sede en Atlanta. Trabajo sobre todo con deportistas profesionales que juegan en el sureste, incluidos los que juegan en el equipo de mi padre, los Troyanos de Atlanta. Es un oficio estresante, pero me encanta y no puedo imaginarme haciendo otra cosa. Trabajo con mi padre sin tener que rendirle cuentas porque es mi cliente, no mi jefe. No me gustaria que fuera de otra manera. Le quiero mucho, pero nunca podria estar a sus ordenes. Puede ser un poco abusivo, como dice que hay que serlo si se quiere triunfar en el despiadado mundo del deporte profesional. Papa no me estresa, al menos, desde que soy una adulta que ha demostrado que puedo cuidar de mi misma. Mi ansiedad la produce mi vida personal; sobre todo, la larga lista de gilipollas que se cuelan en mi cama y en mi corazon. Suelen ser autenticos idiotas que tienen miedo al compromiso, o que ya estan liados con alguien y se han olvidado de decirmelo, o son delincuentes convictos que huyen de la policia, o son homosexuales que quieren experimentar con mujeres. Incluso pueden ser todo lo anterior. No bromeo, es tal y como lo cuento. El ultimo imbecil que ha pasado por mi vida ha sido Brett, el hermano pequeno de un ex amigo --antes era un amigo-- que estaba deseando conocerme, follar conmigo, robarme la tarjeta de debito y vaciar mi cuenta corriente. Al final, la broma fue para el. Mi banco retiene, en el acto, el dinero que sobrepasa una cantidad determinada; de modo que el bueno de Brett solo escapo con cien dolares y mi eterno desprecio. No me habria importado tanto el robo si el sexo hubiera sido bueno, pero los recien nacidos podian mantener la ereccion mas tiempo que Brett. La cocaina provoca ese problema y le llaman <>. ?Quien lo diria? Aparte aquellos pensamientos sobre el despreciable culo de Brett y gire por la interestatal 278. Estaba a menos de treinta minutos de la casa con vistas a una playa privada, en el lado del oceano de Hilton Head Island. Me moria de ganas de descorchar una botella de vino y hundir los pies en la arena. Un fin de semana a solas era exactamente lo que necesitaba para recuperar la cabeza.

  • La chica de las bambas de Teddy Lester

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    Una bonita historia de amor de treinta meses cuya escasa duracion termina tragicamente.

  • Tus ojos color mar de Cesar Batista

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    Dante penso en que la vida ya no valia la pena y ese fue el inicio. Su vida es la prueba fehaciente de que el destino puede ser complaciente un dia y al otro mostrarnos la oscuridad. Este libro desentranara los vaivenes amorosos de un profesor de arte, donde intentara a traves de sus decisiones, descubrir el enigma milenario de si el destino lo construye cada uno o si este esta escrito de antemano.Una novela que habla del amor y sus desavenencias, porque amor sin desamor dificil que vayan de la mano.

  • El matrimonio amateur de Anne Tyler

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  • Pecados nocturnos de Kelly Dreams

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  • La ultima milla (Amos Decker 2) de David Baldacci

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    La ultima milla es la segunda novela de la serie policiaca best seller de The New York Timesprotagonizada por Amos Decker que David Baldacci inicio con Memoria total.

  • Seduccion Vengativa de Trish Morey

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    Su vengativa seduccion. !los uniria para siempre!

  • Seas Bienvenido de Sarah Sanchez Castro

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    Historias vividas, historias por vivir, historias que tu mente inventa, universos oscuros, temibles y terrores ancestrales. Historias que quisieras contar, historias que quisieras olvidar.El temor a lo desconocido. Las piernas tiemblan, los brazos dejan de ser tuyos, el aliento se pierde entre bocanadas forzadas para continuar un camino sin luz, que te dejara helado. De la creadora de En la Oscuridad de su Mente, aqui tienes siete relatos que no te dejaran indiferente. Cada uno de ellos te hara reflexionar. Algunos no te abandonaran, en las noches oscuras. Te dejaran con los ojos abiertos sin poder conciliar el sueno. Adentrate y Seas Bienvenido.

  • Una historia de amor y oscuridad de Amos Oz

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    Amor y oscuridad son las dos fuerzas que recorren la conmovedora autobiografia novelada de Amos Oz, publicada por vez primera en hebreo en 2002. El autor narra su infancia y adolescencia en los anos cuarenta y cincuenta, en Jerusalen y en el kibutz de Hulda, marcados por la tragica existencia de sus padres: Yehuda, un estricto bibliotecario, y Fania, una mujer culta, romantica y sonadora. Atrapado entre ellos, el futuro escritor es un nino que soporta sobre sus fragiles hombros la pesada herencia de sus singulares antepasados y asiste atonito a los grandes cambios que marcaran su vida y la de su incipiente nacion. La narracion de Una historia de amor y oscuridad oscila hacia delante y hacia atras en el tiempo y refleja mas de cien anos de historia familiar, cuatro generaciones de sonadores, estudiosos, poetas egocentricos y ovejas negras, que desde Vilna y Odesa, a traves de Polonia y Praga, llegaron a Israel.

  • Las tres Marias de Karen Maiotto Vega

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    .Tres mujeres.
    Tres vidas que el destino decidio a cruzar.
    Tres mundos tan distintos como complejos donde abunda en cada uno de ellos diferentes motivos de lucha constante.
    Ellas no pueden consigo mismas pero siempre estan para ayudar a la otra.

  • Dos historias nada decentes de Alan Bennett

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    La senora Donaldson es una viuda reciente, de cincuenta y cinco anos, con una hija casada, puritana e insoportablemente convencional que pretende que su madre viva reverenciando la memoria de un difunto marido muy aburrido. Aburrimiento contra el que la senora Donaldson no se rebelaba, y ni siquiera cuestionaba, educada en la firme creencia de que ser y hacer lo que se espera de nosotros son los pilares de la cotidiana felicidad. O conformidad. Pero ahora su vida comienza a cambiar. Ha conseguido un trabajo en un hospital: actua interpretando a pacientes, con sus correspondientes enfermedades, para ilustrar las clases del doctor Ballantyne. Y, de interpretacion en interpretacion, la senora Donaldson comienza a descubrir pliegues y honduras que ignoraba de si misma. Tambien ha alquilado una habitacion a una pareja de estudiantes que le proponen un pago en especies para saldar lo que le deben: le ofreceran un espectaculo porno solo para sus ojos.

  • Dos en la tormenta de Johanna Lindsey

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  • Metodo Bravo de Monica Galan Bravo

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    Este libro pretende ser un manual de ayuda gracias al que cualquier persona obtenga las claves practicas, tecnicas y herramientas imprescindibles para triunfar hablando en publico, pasando del miedo al placer escenico.

  • La era del enfrentamiento de Christian Salmon

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    Si en Storytelling Christian Salmon nos mostro la eficacia del arte de la retorica como arma de manipulacion masiva al servicio de la comunicacion, la publicidad y la politica, en esta nueva obra nos explica el cambio de rumbo acaecido en los ultimos anos: el triunfo de contar historias al servicio de los actores politicos ha supuesto el descredito de la palabra publica y, ahora, la conquista de la atencion, al igual que la del poder, se basa en el enfrentamiento.

  • Volver a empezar de Claudia Velasco

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    Liam Galway necesita un cambio, necesita parar y volver a empezar tras anos de trabajo, exitos, premios y reconocimientos. Necesita dejar de ser Liam Galway, la rutilante estrella de Hollywood, para volver a ser Liam McDonagh, el anonimo ciudadano de a pie al que nadie reconoce, al que nadie persigue, al que nadie observa.
    Su vida profesional lo tiene agotado y la reaparicion de un fantasma terrorifico del pasado, Emma Capshaw, su acosadora, lo hacen replantearse su vida, deja California y se pierde en Ithaca, al norte del Estado de Nueva York, en un idilico paraje alejado del mundo y del ruido mediatico, donde al fin encuentra la paz, el equilibro y una nueva oportunidad para ser feliz.

  • El triunfo de las tinieblas de Eric Giacometti

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    Los nazis recorren el mundo en busca de cuatro reliquias que convertiran el Tercer Reich en un poder milenario.

  • No estas sola de Mari Jungstedt

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    Nunca superamos del todo el miedo infantil a que nos dejen solos.

  • La nube azul de Arwen Grey

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  • El maestro de la perversion de Liah Jones

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    Cristina planea conseguir una cita a ciegas, para su amiga Fabi, con Andres, un hombre atractivo e interesante, pero con una forma de entender el sexo y la relacion de pareja muy peculiares. Fabi decide conocer a Andres y sus particulares normas. Este le propondra acatar cada una de ellas, como senal de que es la mujer perfecta. ?Sucumbira la amiga de Cristina ante el maestro de la perversion?

  • Ella es La Jefa de J.l. Lora

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    La dejaron sin opciones …

  • Polvo eres 1 de Nieves Concostrina

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  • Agua por todas partes de Leonardo Padura

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    Los libros de Leonardo Padura estan hechos de historia, y de literatura, y de humo de cigarro cubano, y del beisbol al que tan aficionado es el narrador de La Habana. La nueva obra de Padura es una celebracion y un homenaje al genero de la novela, del que se siente tan deudor; en sus paginas aborda cuestiones en torno este invento que lleva ya cuatro siglos tratando las cuestiones de los humanos y siendo una herramienta de transformacion de la sociedad y un reflejo de ella.

  • El honor de Elijah (Security Ward 7) de N. Q. Palm

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    Elijah Cranston ha vivido mucho durante su vida; nunca le falta compania femenina, ni trabajo. Es activo y le gusta la vida nocturna. Pero, en un mal momento, toda su existencia se viene abajo.
    La inspectora Erin Weston no podia creer lo mal que podian ir las cosas de la noche a la manana. Su companero resulta ser un maldito hipocrita al que parece no importarle sus sentimientos. Y el caso que tienen entre manos es mas complicado de lo que sospechaban.
    Cuando las vidas de Elijah y Erin se cruzan la chispa salta. Pero las circunstancias no son las mas propicias para comenzar una relacion. Una operacion encubierta del pasado vuelve al presente para afectar sus vidas de la peor manera. ?Podran superar sus diferencias y empezar a confiar el uno en el otro?

  • Un Adios Inesperado (Bilogia Los Sauces 1) de Virginia V. B

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    < ?Como estas? Ahora mismo seguro que sorprendida, ?me equivoco?>>
    Asi comenzaba la carta que recibi de Judith, una de las personas mas importantes de mi vida, aquel dia. Y, no, no se equivocaba. Hacia diez anos que no sabiamos la una de la otra, ?como no iba a estar sorprendida?
    <>.
    Yo me hacia las mismas preguntas dia tras dia. Y la unica respuesta posible que se me ocurria era que, la vida, nos habia llevado por caminos distintos y, nuestra amistad, esa que una vez fue lo mas importante para ambas, dejo de serlo. Estaba equivocada, lo supe poco tiempo despues.
    <>.
    ?Lo era? Por aquel entonces tenia mis dudas, pero, esa carta y mi regreso a Los Sauces, el pueblo que nos vio crecer, las disiparon, cambiando mi vida para siempre.

  • El agente caido de Christoffer Carlsson

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    En un oscuro callejon de Estocolmo aparece muerto el cuerpo de Thomas Heber, un profesor universitario. Le asignan el caso a Leo Junker y a su antiguo rival, Gabriel Birck. Leo, que sigue sin atravesar uno de sus mejores momentos, acaba de volver a la unidad de homicidios tras una larga ausencia. Aun abusa de los farmacos para luchar contra sus viejos demonios del pasado, pero trata de aparentar total normalidad para acometer su trabajo.

  • Pasion en Roma de Kate Hardy

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    ?Seria capaz de recuperarla?

  • La ultima secuencia de Enrique Vasalo

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    La libertad es nuestro bien mas preciado, pero no eres consciente de ello hasta que intentan arrebatartela. Corri todo lo que pude hasta la siguiente bocacalle. Torci a la izquierda y segui corriendo. Mire hacia atras. No se veia a nadie. Aposte por la derecha en la siguiente manzana. Entre en un hipermercado y, durante casi una hora, estuve recorriendo las estanterias del fondo simulando que hacia la compra. Finalmente, y como tenia algo de dinero en el bolsillo, compre una gorra, unas gafas de sol y una camiseta tecnica de esas que usan los deportistas. La unica de mi talla era naranja; el color no podia ser mas llamativo. Camine por las aceras mas transitadas intentando pasar desapercibido hasta la primera cabina telefonica que encontre. No sabia que hacer. ?Llamo o no llamo? Solo habia pasado una hora desde mi huida. ?Les habria dado tiempo a pinchar el telefono? Decidi no arriesgarme y segui caminando. Al doblar la siguiente esquina, me tope con dos policias que se dedicaban a observar a todo el que pasaba por la acera. Me hundi la gorra lo que pude e intente parecer tranquilo. Note, con el rabillo del ojo, como me clavaban la mirada al pasar por su lado. No los habia dejado atras ni dos metros cuando les oi decir: --!Eh!, usted. Espere un momento. Me pare en seco. Mis piernas se volvieron flacidas y mi corazon parecia que iba a saltar del pecho. Me gire hacia los agentes tratando de esbozar una media sonrisa. Pero no me miraban a mi, sino a un hombre trajeado que estaba a mi lado y caminaba en mi misma direccion. --Senor, su cartera esta a punto de caerle del bolsillo. El tipo se metio la cartera hacia adentro y les dio las gracias. --No hay de que. Buenos dias, caballero. Segui recorriendo las calles sin pararme demasiado para no llamar la atencion. Todavia no podia creerlo. Hace unos dias estaba tocando fondo, derrotado sobre la maquina de escribir. Tan solo era un escritor fracasado mas al que nadie conocia. Y ahora mi foto salia en todos los noticiarios como la del hombre mas buscado. El enemigo publico numero uno. ?Que como pudo sucederme esto? Os lo contare empezando por el principio. 1. Sin inspiracion Despues de haber permanecido una media hora frente al folio en blanco, me levante del escritorio y empece a pasear por la habitacion. Luego recorri todos los cuartos y pasillos de la casa, desde la planta baja a la de arriba. Me recoste unos minutos en el sofa. Me lave la cara. Incluso subi a la terraza y me tumbe mirando al cielo. Pero nada. Por mucho que rebusque entre aquellas hermosas nubes esponjosas, que banadas por el sol parecian helados de vainilla, de alli tampoco se escurrio ni una gota de inspiracion. Empece a teclear en mi vieja Olivetti sin mas. Escribia todo aquello que me pasaba por la cabeza, por banal o absurdo que resultase. Sin importarme que las palabras no guardasen relacion entre ellas. No tarde en llenar algo mas de media hoja. Pare de escribir y empece a leer aquel galimatias. Tenia la esperanza de que alguna palabra, frase o secuencia resultase ser el germen de una gran historia: la chispa que diese la vida al monstruo, pero no, no hubo suerte. Arranque el folio de la maquina. Lo estruje hasta convertirlo en una bola y lo lance a la papelera. Choco contra la montana de los anteriores abortos que sobresalian en el cementerio de ideas y se estrello contra el suelo, pasando a engrosar el numero de planetas que gravitaban alrededor del agujero negro que se habia formado por culpa de mi vacio interior. Dios, me estaba volviendo loco. Estaba forzando el acto creativo. Pero es que no queria afrontar el hecho de que estaba seco, falto de ideas y de motivacion. Y lo que es peor, me estaba autodestruyendo. Tal vez la vela de mi creatividad se habia consumido ya. Debia de ser una vela corta. Hace dos anos vendi un guion, el primero que escribi, a una productora cinematografica. Aunque no me pagaron mucho por el, interprete el hecho como una senal: el principio de mi gran carrera como escritor. Abandone mi empleo (profesor en un instituto de secundaria) y me centre en la escritura. Desde entonces habia engendrado cinco guiones mas pero no habia conseguido venderlos, aunque todavia no habia perdido la esperanza y seguia probando suerte enviandolos a productoras cinematograficas. El dinero ganado con mi primer guion mas los ahorros de mi epoca de profesor habian estado financiando mi aventura como escritor, pero ese pozo estaba a punto de secarse. Pronto tendria que empezar a buscarme un empleo. Entretanto mis pensamientos seguian torturandome: tal vez me habia equivocado y ser escritor no era lo mio; yo no era capaz de tan dificil empresa; ?Quien me habia creido que era? Por lo visto en mi primer guion debia de haberme acompanado la suerte del principiante. Acto seguido, la borrachera de aquel primer "exito" alimento mi vanidad y en menos que canta un gallo mis pies dejaron de tocar el suelo. Me lo crei. Y mira como habia acabado. Espachurrado contra el suelo despues de haber caido desde las grandes alturas de mi ego. No se al resto de escritores, pero a mi no me basta escribir para crear buenas obras. Necesito creer en la historia. Tiene que cautivarme y llenarme por completo. En el mundo solo puede haber dos cosas: la historia y yo. El problema era que eso solo me habia ocurrido una vez: cuando escribi mi primer guion. ?Y que habia hecho desde entonces? Convertir mi maquina de escribir en una maquina de hacer churros que fabricaba historias en serie y sin alma. No sabia si volveria a encontrar una historia que me enamorara, ni tampoco una mujer. Escuche como el cartero deslizaba el correo por debajo de la puerta. Mientras me acercaba a recogerlo, pude reconocer dos de los tres sobres que habia en el suelo: el de la compania telefonica y el de la compania hidroelectrica. Pequenos pagos que empezaban a agobiarme al recordarme el poco dinero que me quedaba y que pronto se convertirian en un serio problema. El tercer sobre, debajo de los otros, apenas se veia. Le di la vuelta para ver quien era el remitente: "PRODUCCIONES CINEMATOGRAFICAS DELTA. Asunto: guion Un golpe maestro". No pude evitar empezar a sentirme nervioso y excitado. Hace unos meses telefonee a la productora DELTA para ofrecerles mi ultimo guion. Me dijeron que se lo enviara y que ya me contestarian cuando pudiesen para decirme si les interesaba comprarlo. Habian pasado mas de cuatro meses desde que les mande la copia y, ahora, por fin, iba a saber si lo querian o no. Un golpe maestro narra, en clave tragicomica, como un grupo de parados, angustiados por su situacion economica, se meten a ladrones profesionales y planean el atraco a un banco. Llegue a la conclusion, teniendo en cuenta la de pelis que hay sobre robos a bancos, de que era un genero por siempre demandado y que podria venderse con relativa facilidad. Me esmere al maximo en todos los aspectos: creando unos personajes principales creibles y bien motivados; disenando un golpe ingenioso que exigiera minuciosidad (ahi estaba la comedia, concretamente en la parte en la que se dedicaban a ensayar y cronometrar el plan: solian cometer numerosos errores que movian a la risa, o al menos esa era la intencion); y creando una tension creciente durante todo el tiempo que duraba el atraco. Esto era la capa superficial de la historia que, de alguna manera, apelaba al inconsciente de muchos espectadores, los cuales podrian admirar a unos personajes que, al contrario que ellos, si se atrevian a desatar sus instintos mas reprimidos. Con un arma en la mano y descerrajando tiros contra la autoridad, el cine ayudaba a proyectar una fantasia reprimida: la rebelion contra el sistema y el triunfo de la libertad individual. Pero, en esencia, no aspiraba a ser una pelicula freudiana, ni tampoco revolucionaria. Nada de eso. Solo pretendia denunciar las injusticias sociales. Esa era mi principal intencion. Denunciar los comportamientos aberrantes que genera el sistema. Abri el sobre despacio. Cargado con el mismo temor con que me habia enfrentado a las anteriores contestaciones de otras productoras, todas negativas. No pude evitar pensar que el hecho de haber recibido la carta disminuia las posibilidades de que el guion hubiese gustado: ?Por que iba un productor interesado a enviar una carta pudiendo llamar por telefono? ?Iba a perder el tiempo esperando varios dias a que una carta llegase a su destinatario? ?Para que? ?Para dar tiempo a que la competencia se le adelantase? Pero contra este pesimista razonamiento, luchaban las pocas esperanzas que aun albergaba en mi interior: tal vez el guion le habia encantado al productor, pero habia optado por enviar la carta para no parecer demasiado interesado. (Una estrategia para conseguir negociar el precio a la baja. Posiblemente el viejo zorro estaria frotandose las manos mientras se fumaba un puro habano y esperaba a que yo picara.) Con el pulgar y el indice, fui sacando la carta del sobre muy lentamente, como uno de esos jugadores de poquer que acostumbra a descubrir la suerte de su juego con lentitud. Estimado Sr. Bonet: Hemos leido detenidamente su guion. Nos ha parecido muy interesante. No obstante, no encaja con el tipo de peliculas que estamos produciendo en estos momentos. Le animamos a que en el futuro vuelva a remitirnos nuevas propuestas. Atentamente, PRODUCCIONES DELTA Puta mierda. Otro punetazo mas directo al estomago. Todo mi planteamiento de vida de los ultimos dos anos volvio a tambalearse. Estaba a punto de desmoronarse por completo. Y la verdad es que ya no me importaba, estaba cansado. Necesitaba un cambio. Airear mi vida. Me mire en el espejo del recibidor. Por un instante tuve la sensacion de que no conocia al que estaba enfrente. ?Quien era aquel tipo de casi cuarenta anos con algunas canas? Alguien que me taladraba con la mirada, alguien que habia dado conmigo despues de haberme buscado durante mucho tiempo y que ahora me pedia cuentas: ?Donde has estado todo este tiempo? ?Que has estado haciendo? ?A que has estado jugando? Note como una oleada de realidad barria toda la parafernalia que rodeaba mi vida y las armaduras de proteccion se desensamblaban y caian al suelo hechas anicos. Mira donde estas, inutil. Acabas de desperdiciar dos anos de tu vida. No tienes un duro. No tienes chica. Ni sexo: no habia tenido sexo con una mujer desde hacia mas de siete meses; cuando Susi, mi ultima amiga, decidio dejar de visitar mi alcoba los domingos por la noche harta de una relacion que no iba a ninguna parte, me dijo. Nada nuevo bajo el sol. Lo mismo dijeron las anteriores. A pesar de que nunca prometi nada, no pude evitar sentirme culpable. El ring del telefono me sobresalto. Tire del cable hasta hacer salir el aparato de entre un barullo de papeles. --Diga. --?Alberto? --Si, soy yo. ?Quien es? --pregunte. --Soy Javier. ?Como estas? Tarde unos instantes, pero reconoci la voz. --Ah. Hombre. Cuanto tiempo --dije con tono de feliz reencuentro (Javier era un amiguete de mi juventud al que hacia tiempo que no veia)--. ?Como va…? --Escucha. No me queda mucha bateria. Voy al grano. --Ok. Dime. --Estoy remodelando un viejo caseron en el campo (Javier trabajaba como aparejador en la constructora de su familia) y ayer encontre algo en el sotano de lo mas insolito. --?Ah si? ?Que es? --Material cinematografico antiguo. No se que es exactamente pero enseguida pense en ti. Di la orden de que nadie tocase nada hasta que hablase contigo. Quiza sea valioso, pense. --Puede ser --dije ocultando mi escepticismo y mostrandome educado e interesado en lo que me contaba. --?Podrias acercarte a verlo? Tu sabras si esto tiene algun valor o si por el contrario su destino es mas bien el camion del escombro. --Si, por que no. Me gustaria. --El caseron esta donde el Senor perdio la sandalia. Es imposible encontrarlo si no te acompana alguien que conozca el camino. Yo tengo que ir dentro de un rato. Si te viene bien... --Si, sin problema

  • Te encontre en el olvido de Hilda Rojas Correa

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    David es un hombre de veintinueve anos, tiene dos trabajos, estudia de noche e intenta llevar su relacion amorosa con Ingrid al siguiente nivel.
    Ainelen es tecnico en enfermeria cuya vida amorosa esta llena de malas elecciones y parece que nunca rompe su patron al momento de elegir pareja. Su unico y mas fiel amigo, Marcelo, le dice que es demasiado ingenua e inocente cuando se trata de hombres. Tanto, asi, que acaba de descubrir que su prometido ya lleva un ano de casado con otra.
    Sus vidas estan a punto de cruzarse inesperadamente. El destino le da la peor jugada a David y a la vez le ofrece a Ainelen una oportunidad para cambiar su rumbo.
    ?Sabran como utilizar las cartas que les ha entregado la rueda de la fortuna, o se rendiran sin siquiera jugar?

  • Upstate de James Wood

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    Desde que su hija Vanessa se mudo a Estados Unidos para ser profesora de filosofia, Alan Querry, de sesenta y ocho anos y que vive en Inglaterra nunca ha ido a visitarla. Helen, su otra hija, ejecutiva del mundo de la musica, tampoco ha ido. Son dos hermanas que se quieren pero que nunca se han recuperado del divorcio de sus padres ni de la temprana muerte de su madre. Cuando Josh, el nuevo novio de Vanessa, les cuenta que su hermana tiene una depresion severa, Alan y Helen vuelan a Nueva York.

  • el constructor de muros de Natalia Walsh

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    Tenia poco mas de diez anos cuando lo conoci. Aun puedo percibir el olor a tierra humeda y el sonido de mis zapatos recorriendo el camino hasta su casa, la casa de los Ardwell. Decenas de viviendas georgianas poblaban ambos lados de la calle. Yo las contaba al ritmo de mis pisadas, hechizada por el color ahumado de los edificios. --De prisa, Valery --dijo mi madre. Interrumpi la cuenta--, y recuerda: debes portarte bien. No levantes la voz ni pidas algo si no te lo ofrecen. Se educada y… Mama, que tiraba de mi como solia hacerlo con Paul, nuestro mastin, detuvo la marcha y saco un panuelo de su bolsillo. Me levanto la barbilla y froto mi menton. --?Volvera Paul si me porto bien? --pregunte--. Dime, ?volvera? Sonrei al imaginar a mi amigo brincando por el patio de nuestra casa en Marsella, jadeando como cuando papa le hacia corretear de un lado a otro. --No es el momento, Valery. Y espero no tener que repetirtelo: nada de separarte de nosotras, ni de acariciar animales si los hay, ni de tocar los muebles. Y mucho menos… Clave la mirada en el cielo mientras mama seguia parloteando y tirando de mi con fuerza. Unas enormes nubes negras borboteaban alli arriba y comenzaban a caer las primeras gotas. Escuche refunfunar a mi hermana unos pasos mas adelante. Maldito Edimburgo, decia, maldito y estupido clima. Aunque su pelo seguia liso, no como el mio, Melissa no paraba de tocarselo sin perder de vista el cielo oscuro. Llevaba un vestido negro precioso y el maquillaje impecable. Cuando yo tuviera veinte anos, pense, querria verme como ella. Un zarandeo de mama me devolvio a la realidad. Caminamos durante diez minutos, hasta detenernos junto a una casa algo mas grande que el resto. En total conte tres pisos de piedra ahumada y cuatro enormes ventanales. El jardin frontal consistia en una pequena alfombra de hierba y varios arbustos. En cuanto cruzamos el estrecho camino de piedra que conducia a la puerta mama llamo al timbre. Melissa se sacudio los zapatos y volvio a arreglarse el pelo. Poco despues un hombre vestido de pinguino nos abrio; entonces mama apreto mi mano y me puse muy tiesa. --La senora Ardwell las espera en el salon. Melissa esbozo una sonrisa deslumbrante y siguio a aquel hombre. Yo me deje arrastrar por mama. El techo del hall era altisimo y de el colgaba una lampara de lagrimas que me corto la respiracion. Deje de mirarla al descubrir los mosaicos de las paredes, pero note un empujon que me obligo a seguir. Pronto nos encontramos en una sala de estar de aspecto antiguo, donde aguardaba una mujer mucho mas joven que mama. Tenia la frente amplia y el menton muy marcado, al igual que los pomulos. Tarde un poco en darme cuenta de que el cabello, oscuro y rizado, le colgaba hasta la cintura, y es que iba completamente vestida de negro. Sus ojos me dedicaron un guino. A su lado habia un chico de la edad de Melissa, que saludo a mi hermana con un apreton de manos. Cuando reparo en mi se agacho para besarme. --Pinchas --le dije, frotandome la mejilla. El joven echo a reir. Mas tarde supe que era Robert, el hijo mayor de la senora Ardwell. --Saluda tu tambien a Valery, William. Entonces lo vi. Papa solia decir que nadie recuerda el momento en que aparece la Persona que lo Cambiara Todo, de la misma manera en que se pasa por alto el encuentro con un desconocido. Un apreton de manos, contaba, no es suficiente para leer el futuro. Aquella tarde papa llevaba tres semanas dentro de la caja que unos hombres habian enterrado bajo la hierba del cementerio, y con el sus palabras, por eso mire a William Ardwell creyendo saber quien era. El estaba sentado en el sofa, absorto en un libro. Cuando su hermano mayor le dio una colleja alzo la vista y me escruto durante unos instantes. Gruno, cerro el libro y echo a andar hacia la puerta. Quise ir tras el, pero la mano de mama se me clavo en el hombro. Segui a William con la mirada hasta que desaparecio. Retales Seis noches tardo mama en terminar el vestido que Melissa llevo a casa de los Ardwell, puntada a puntada, con la ayuda de una maquina vieja de coser. Incapaz de dormir, yo la observaba trabajar y me entretenia con los retales que caian al suelo. Cuando viviamos en Marsella, mama solia animarme a disenar vestidos para mis munecas usando la tela que sobraba. Los haciamos por decenas, pero su armario en Edimburgo estaba tan vacio como el mio y alli nadie tenia tiempo para ayudarme con las puntadas. Terminada la noche de faena, mama apagaba la maquina, barria alrededor y los pedacitos de tela iban a parar a la basura. No hubo retales durante nuestra primera semana en Escocia, sin embargo. Hasta el dia en que acompanamos a papa al cementerio mama se nego a salir de la pension. Llegado el momento las tres nos pusimos nuestros mejores vestidos y, mientras caia la lluvia, observamos como dos hombres con la camisa arremangada resoplaban y recubrian de tierra la caja de madera. Nadie salvo el cura dijo una sola palabra. Nadie mas que el nos acompano. Despues de permanecer un rato larguisimo frente a la tierra humeda y revuelta nos invito tomar el te en una salita de los locales parroquiales. --Aun… Aun no puedo creerlo. Mama miraba algun punto en el fondo de la sala, la mano sosteniendo una cucharilla hundida en el azucarero. Me fije en como Melissa la sacudia con disimulo, hasta que solto el cubierto. El cura colmo nuestras tazas de te. --Has vuelto a casa, Ann, a Edimburgo, y tus hijas estan contigo. Los ojos de mi madre empezaron a ponerse vidriosos. Clave los mios en la bandeja de pasteles situada en el centro de la mesa y elegi al azar dos o tres que fueron a parar a mi plato con mas estruendo del necesario. Melissa me pellizco por debajo de la mesa y ahogue un grito. Aunque yo habia intentado no levantar la cabeza del plato, mi mirada se cruzo con la del cura. Era mucho mayor que papa y no sonreia, aunque le caian por encima de las orejas unos mechones pelirrojos parecidos a los de el. --Ann, mirame. --El cura levanto la barbilla de mi madre--. ?Cual es vuestra situacion? Silencio. Pronto ya no quedarian pastas en mi plato, me dije. De un salto baje de la silla y bordee la mesa, hasta alcanzar la bandeja. Melissa no me reprendio cuando me servi casi todas las que quedaban. --En Marsella teniamos el taller --dijo ella--. Habia empleadas, incluso una pequena tienda. Haciamos arreglos, mas que todo. Los meses antes del cierre yo tambien cosia. --?Es suyo el traje que llevas? Todas nos giramos para mirar a Melissa, incluso mama. Mi hermana asintio y se puso de pie. --Bueno, no soy un entendido, pero podria servir. --El cura rodeo los hombros de mama--. Escuchame, Ann. Lo primero sera encontrar un colegio para Valery… Un lugar en el que podais vivir. Melissa te ayudara con el trabajo, y yo te dare algunos contactos. No digo que sea sencillo, pero pondremos los medios y dejaremos que Dios haga el resto. ?Estas dispuesta? Mama murmuro que si. Volvimos a ponernos nuestros abrigos y el cura nos despidio despues de entregarnos una caja muy pesada que apenas pudo sostener con ayuda de Melissa. --Vais a necesitarla… Hay muchos retales que recomponer. De vuelta a la pension, aquella noche, el color volvio al rostro de mama al acariciar la vieja y oxidada maquina de coser. Medidas --El padre McAnthony me ha hablado maravillas de ti. ?Es tuyo ese vestido? La senora Ardwell dejo la taza de te sobre la mesa y senalo el atuendo de mi hermana. Mama asintio; tenia las mejillas rojas. --Es precioso. --Yo... Gracias, senora. --Brenda, Ann, llamame Brenda. Mama se sonrojo aun mas y volvio a asentir. Cuando extendio la mano para alcanzar la tetera a punto estuvo de volcarla. --?Conoce... conoce al padre desde hace muchos anos, Brenda? --!Diria que desde siempre! Oficio mi confirmacion, mi matrimonio y bautizo a los chicos. Nos ha acompanado en algunos momentos dificiles, tambien. --La senora Ardwell agito su larguisima melena--. Pero no hablemos de el, Ann. Me gustaria mucho ver alguno de tus otros trabajos. Llevas anos dedicandote a la costura, ?verdad? --Diria... --Mama esbozo una pequena sonrisa--. Diria que desde siempre. --!Es la mejor! Sus vestidos son los mas bonitos que yo haya visto, solo tiene que mirar el de Melissa. --!Valery! Mama me dedico una mirada dura y yo agache la cabeza. Cuando me atrevi a levantarla, la senora Ardwellreia. --Asi que el vestido mas bonito del mundo. --!Claro que si! --Senora Ardwell, disculpela, no... --empezo mama. --Dime, Valery, ?crees tu que me sentaria bien uno parecido? --Asenti de nuevo y su sonrisa se hizo mayor. Entonces echo la silla hacia atras mientras miraba a mama--. Pues no se hable mas. ?Que te parece si me tomas las medidas, Ann? Mi madre se puso de pie al momento y comenzo a hurgar en su bolso. Melissa apuro el te e indico a la anfitriona que se levantara. --Tardaremos un momento. No sera nada, de verdad, y quedara usted encantada… Se alegrara de habernos hecho venir. Aproveche el revuelo para escabullirme, no sin antes esconder un punado de pastas en mi bolsillo. Solo la senora Ardwell, en pie para que mama le tomara las medidas, noto que salia, y me dedico un guino. Volvi al vestibulo y me asome al salon, donde ya no quedaba nadie. Contemple la majestuosa escalera de madera y aferrada a la barandilla subi un par de peldanos. Dude entre seguir o regresar al salon; luego imagine que William habia tomado ese camino y ascendi uno mas. Al hacerlo, recorde la advertencia de mama: portate bien. Baje los escalones de puntillas y me sente a contemplar la lampara de cristal mientras engullia las pastas. --Melissa, pasame otro alfiler. Eso es, con que anadamos cinco o seis centimetros al bajo es suficiente... ?Y Valery? ?Donde se ha metido esa chiquilla? Corri al salon de te al oir mi nombre y me apresure a regresar a mi asiento. Mama me reprendio con una mueca pero pronto volvio a arrodillarse junto a la senora Ardwell. Su hijo mayor, el chico de la barba pinchuda, entro al poco. Pense que William vendria con el, pero nadie le siguio. --Robert, ?has visto? El padre McAnthony tenia razon. Finalmente Ann cosera un vestido identico al de Melissa, para mi. --Genial, mama. Vi como sus ojos se cruzaban con los de mi hermana y a ella se le escapaba la cinta metrica. Ambos se agacharon para recogerla y entendi por que mama habia sugerido anadir unos centimetros al vestido. Aquella tarde volvimos a casa en taxi, y mi madre insinuo que pronto podria estrenar zapatos nuevos. Melissa resplandecia: como comento, no tardariamos en regresar a la casona. Antes de que la puerta se cerrara detras de nosotras volvi la cabeza en busca de William. El ya no estaba, pero lo estaria. Luto Desde que la senora Ardwell requirio nuestros servicios habia dias en los que ni siquiera pasabamos a que me cambiara despues de clase. Tomabamos el te en, al menos, tres casonas distintas, y solo habia sustitutos para mi uniforme si vivian ninos en alguna de ellas. Mas que un maniqui, yo solia ser objeto de burlas por culpa de mi acento. Terminado el repertorio de vestidos nuevos, que despues vendian, nada mas quedaban las risas de aquellos ninos. Para Melissa, en cambio, cualquier tarde era divertida. Ella parloteaba con los hermanos mayores entre taza y taza de te, mientras mama media y sonreia. Yo era demasiado joven para entender por que nadie se reia de su acento. Una noche, cuando el vestido de la senora Ardwell comenzaba a parecer tal, me acerque a la maquina de coser. --Apartate de la luz, Valery --dijo mi madre. --?Puedo…? --?Es que no me escuchas? --Yo solo… Levanto los ojos de la prenda y senalo una silla proxima. Me sente con las manos sobre la falda hasta que parecio olvidarse de mi presencia. --?Crees que hablo mal en ingles? --pregunte. --Siempre se te ha dado muy bien. ?A que viene eso? --?Y Melissa? ?Habla Melissa mejor que yo? Mama no contesto. --?Tu sabias frances cuando conociste a papa? --insisti. Una vez mas, silencio. Suspire y segui con desinteres el trazo de la aguja, hasta que, incapaz de aguantar un minuto mas sentada, me acerque a la maquina de coser. --Mama, ?por que la senora Ardwell lleva trajes negros? Hice ademan de acariciar el vestido. Mi madre me dio un manotazo y grito que no se me ocurriera poner las manos sobre la tela. --Vuelve a sentarte. !Mas atras! --?Por que negro, mama? El negro es feo y oscuro, ademas se ensucia enseguida… Tironee de su brazo. --Supongo que la senora Ardwell es viuda, y las viudas deben vestir de luto --dijo al final. --?Y por que no haces tu lo mismo? Mama paro la maquina y me miro a los ojos. --Yo tengo que trabajar, Valery. --?Volveremos algun dia a Marsella? Suspiro, me espanto de su taller y siguio cosiendo. La muneca El pago de la senora Ardwell me llego en forma de una muneca Barbie que mama compro en cuanto tuvo su adelanto en la mano. Aquello me hizo pensar que las cosas iban mejor de lo esperado. La prueba definitiva del vestido tuvo lugar dos noches de costura mas tarde. Caminamos las cuatro hasta la casa de la senora Ardwell: mama, Melissa, mi muneca y yo. Aquel dia vimos el sol en Escocia por primera vez, de ahi que nadie echara de menos un taxi. Mucho rato despues, ya en el recibidor en penumbra de la casona, sentia calor en las mejillas. Le pregunte a mi hermana si le ocurria lo mismo, y sus ojos brillantes me contestaron que tambien habia pensado en Marsella. La senora Ardwell nos hizo pasar de inmediato al jardin. --Un dia como este no puede desperdiciarse. !Y en pleno octubre! !Vamos, todos fuera! Melissa, cielo, quitate esa chaqueta. !Me estas dando calor! Mi hermana lo hizo y tambien yo, aunque percibieramos la temperatura como la del mas cruento invierno en Francia. La senora Ardwell comenzo a poner la mesa bajo la pergola. --Lo habia olvidado, ?sabe? --dijo mi madre. --?Te refieres a tratarme de tu, y no de usted, como insistes en hacer? Mama forzo una sonrisa. --Me refiero... me refiero a que aqui tambien sale el sol. La senora Ardwell le froto los hombros. --Pues claro, mujer. El sol sale todos los dias. Todos, aunque haya veces que este detras de las nubes. -- Giro sobre si misma--. !Robert! Hacen falta dos sillas mas. ?Las traes tu? --Volvio a mirar a mama--. No importa donde estemos, Ann. Lo importante es la compania. Mama se quedo parada durante un instante, y luego comenzo a repartir servilletas con gesto ausente. Melissa y Robert aparecieron a los pocos minutos cargados con las sillas que faltaban. Sirvieron te y una generosa racion de pastas. Yo probe unas migas y enseguida me levante de la mesa. La hierba era tan esponjosa como la habia imaginado. Me sente a unos metros de la pergola, lo bastante cerca como para que mama pudiera verme pero lo bastante lejos como para que no me prestara atencion. Cepille el pelo de mi muneca con mimo, pensando en cuantas mas tendria si la senora Ardwell decidia llenar su armario de vestidos nuevos. De vez en cuando levantaba la cabeza en busca de William, pero el no se dejo ver. --... Brenda, no voy a aceptar tanto. --Quiero que lo cojas todo, Ann. --No es justo que... --!No protestes! Mientras los hoteles funcionen todos debemos comer y vestirnos. Hazlo por la nina, y sobre todo por ti. --Yo... --Estoy pensando en un traje de falda y chaqueta; ademas William necesita unos arreglos en su Kilt. Tomatelo como un adelanto. !O un regalo!

  • Que queda de la noche de Ersi Sotiropoulos

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    Que queda de la noche transcurre en el Paris de 1897 y narra tres dias de la vida de Cavafis, antes de convertirse en el gran poeta que conocemos. Esos dias en la capital francesa nos muestran a un Cavafis sumido en una crisis existencial y se revelaran como un punto de inflexion, pues el poeta debera elegir si seguir la dificil y solitaria senda de la creacion y vencer las limitaciones personales, la incertidumbre ante un estilo que aun busca afirmarse, unido al tormento de ser homosexual y saberse y saberse incomprendido y al tiranico afecto de una madre que impide que pueda desarrollar y vivir su vida plenamente. Asi las cosas, si quiere salvar la poesia que siente venir, se impone una decision tan dificil como taxativa: cortar lazos con todo aquello que constrine, limita, paraliza.

  • Memorias del corazon (Secretos del alma 3) de Victoria Magno

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    La esperada tercera entrega de la serie <>.

  • Hora de sonar de Kristan Higgins

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    La joven viuda Lucy Lang solo buscaba un hombre agradable y decente. Alguien que cortara el cesped, se encargara de la barbacoa y ensenara a sus futuros hijos a jugar al futbol. Pero, sobre todo, alguien que no le alterara lo mas minimo el corazon, ni ninguna otra parte de su cuerpo. Lucy no podia arriesgarse a otra perdida mas. De modo que no le quedaba otro remedio que despedirse de Ethan, su ardiente y completamente inapropiado amigo con derecho a roce, y buscarse un hombre con el que pudiera casarse.

  • Querido cupido de A. R. Cid

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    Lo he perdido todo sin llegar a decirle cuanto lo amaba, un amor gestado en el carino, la confianza y el deseo contenido. Tantas noches compartidas sin atreverme a besarlo, ambos nos quedabamos en silencio incapaces de dar el primer paso por miedo, el miedo nos impidio disfrutar del tiempo que nos quedaba juntos.

  • ?Quien me lo iba a decir? – Mercedes Perles de Mercedes Perles

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    NOVELA GANADORA DEL X PREMIO TERCIOPELO DE NOVELA ROMANTICA.

  • Los solitarios de Alvaro Arbina

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    Un thriller deslumbrante que rompe todo los limites del suspense.

  • Oh la la!: ?Quien es ese bombon? de Phavy Prieto

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    Olivia ama a su abuela.

  • El rastro de un susurro (Asesinos e hijos de la luz 1) de M. Markusen

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    Desde las profundidades de un inmenso acantilado espero la venida de mi inevitable destino. El mar infinito se extiende sobre los restos de un ejercito de amantes desesperanzados que, a lo largo de los tiempos, han entregado sus almas al dios del abismo como sacrificio. Como ellos, le regalo mi existencia a una inevitable muerte que me observa acariciando su guadana. Cientos de gotas de lluvia sacian su lujuria sobre mi piel y me refrescan de una forma deliciosa. Me ilusiona pensar que disfruto de un intenso placer entre tanto dolor, pero no puedo estar mas equivocado, ya que una tras otra, titanicas olas se esfuerzan por expulsarme de su territorio. Trago agua, escupo agua. La tormenta crece y el mar se agita con rabia. Mi mano izquierda, aferrada a una roca con toda su fuerza, pierde demasiada sangre. La derecha, bajo la espuma del mar retiene a un par de dedos que no me pertenecen y conecta nuestros latidos con ferocidad. Apoyo mi suela sobre la cabeza del propietario de los dedos y hago fuerza para hundirlo en las profundidades. Puedo sentir como se ahoga lentamente. Su sufrimiento se agrava, luchando por sobrevivir, agita mi pierna con ambas manos. Decenas de burbujas escapan de sus pulmones y suben a la superficie. Mi victima no tiene ninguna posibilidad de escapar. Cuento mentalmente los segundos que han pasado desde el inicio de sus clases de buceo involuntarias. Noventa y uno, noventa y dos, noventa y tres... El desgraciado es bueno, pero no es inmortal. Tomo oxigeno profundamente, lo expulso gradualmente y le digo a mis remordimientos que acepten ser los responsables de despojarle de la vida. Puedo explicar mi falta de empatia hacia el; durante dias he matado a mi enemigo de terribles y grotescas formas entre la soledad de mis pensamientos. ?Como me siento? Con escalofrios emocion y nervios; perdiendo la virginidad. La tormenta se hace mas intensa y levanta olas mas altas. Ciento siete, ciento ocho, ciento nueve... Mi acompanante apenas se mueve. La muerte se esta apoderando del escaso oxigeno que perdura en el interior de sus inundados pulmones. Un poco de tierra humeda se desprende de mi mano como la suela de una zapatilla de imitacion y pierdo el equilibrio. Me golpeo la barbilla accidentalmente contra una piedra afilada. Sangro. Vuelvo a apoyarme en un pequeno saliente y consigo mantenerme a salvo lo mas rapido que puedo. Miro al cielo y contemplo la colosal roca que descansa sobre mi. Es imposible trepar a traves de sus brazos, tengo que hacerme a la idea. Mi invitado deja de moverse al fin, eso me reconforta. Suelto su mano y su cadaver se hunde muy docilmente en la oscuridad, alejandose de mi vista. Sin una segunda oportunidad; sin solucion ni vuelta atras. Suenos y susurros, buscandome noche tras noche... Suenos y susurros... 1 Alan Brody El origen de todas las grandes tragedias ?Por que a mi? No puedo creerlo. ?Esto es real? Mi credulidad descansa apaciblemente sobre un lejano horizonte perdido en otro mundo y aun asi no puedo evitar darme cuenta de la realidad de la situacion. El sufrimiento que aflora de mi interior es inmenso e insoportable. Todo espiritu tiene un limite marcado por una linea y cuando la agonia la sobrepasa, la cordura emprende una muerte lenta y la locura renace como una raiz en el cerebro que crece despacio, controlandolo todo poco a poco. Dios misericordioso, eres incapaz de imaginarte lo mucho que ahora te odio. Calentado por una pequena manta y en mitad de la noche observo bajo la seguridad de la parte trasera de una ambulancia como, en el exterior, el fuego purifica mi casa y la transforma en polvo gris. Un dios arroja incontables lagrimas sobre el mundo que aplauden al tocar el suelo y empapan a los curiosos que se amontonan tras un muro resguardado por policias. Mis padres compraron la hermosa montana de ladrillos que arde meses antes de mi nacimiento. Dos pisos rebosantes de una independencia lo suficientemente solida como para dar refugio a una pequena familia y a su felicidad durante muchos anos. El exterior esta, o quizas deberia rectificar y decir estaba, decorado con un delicado y minusculo jardin donde se podian almacenar un par de matorrales, ni uno mas. Mi madre siempre me solia decir que plantar un punado de flores a lo largo de toda nuestra vida no iba a cambiar el mundo, nuestros actos tenian que ser mas intensos para dejar una huella en los demas; opino que algo es algo, ?no? Decenas de residencias perfectamente simetricas a la mia abrian un largo circulo lunar que llegaba hasta el horizonte. Las paredes eran gruesas e impedian que alguno de mis vecinos se enfadase por escucharme improvisar un estornudo o por ir al bano a altas horas. En las noches mas iluminadas se podia ver al final de la carretera el reflejo de las luces de los edificios altos que estaban en el centro de la ciudad. Mis padres trabajaron muy duro durante muchos largos y pesados anos para conseguir quitarse de encima la asquerosa deuda de la casa. Ambos murieron en un grave accidente de trafico durante un viaje que hicieron por sus bodas de plata y al ser hijo unico no tuve problemas para repartir la herencia entre uno solo. Al principio disfrute de la soledad, pero con el tiempo la casa se hizo cada vez mas grande, hasta que conoci a Judith y la comparti con ella, con el amor de mi vida, el mismo amor que estoy viendo en este instante salir por lo que queda de la entrada principal de mi casa metida dentro de una bolsa de plastico negra para cadaveres. Si, es real. Ahora no tengo con quien dormir ni donde hacerlo; solo una pequena manta sobre mi espalda se ha quedado conmigo. Mi vieja vecina, como es costumbre en ella, me observa desde la seguridad de su solitaria morada de piedra. La anciana nunca aparta sus brillantes ojos de los movimientos de los demas residentes en ningun momento para contarselos a su almohada. Maldita seas un centenar de veces. --Entra en tu cueva y vuelve a quedarte a solas con tus gatos, insolente y nauseabunda vieja arrugada. --susurro. Los bomberos corren de un lado para otro, esforzandose por eliminar los ultimos vestigios del fuego que aun permanece latente. Ya no queda nadie dentro asi que pierden el tiempo. ?Un gato quizas? Imposible, los odio y no recuerdo el motivo, pero los detesto y los temo. Lloro... lloro en soledad. Unifico todos los lamentos de mi vida y los expulso como uno solo, fuerte y uniforme. Segun avanza el tiempo, las sirenas inician el cese de su canto y las voces de los bomberos se silencian, un simbolo indudable de que su trabajo esta llegando al final. He intentado salvarla con todas mis fuerzas, lo juro por dios, pero no han sido las suficientes. Tendria que haber sido mi turno... En mi cabeza veo su cuerpo envuelto entre intensas llamas, retorciendose de un lado para otro; es ciertamente una escena insufrible, una pesadilla perfecta. Un hombre entra en la parte trasera de la ambulancia en mitad de mi lamento. Viste un elegante traje negro y lleva puesta una reluciente corbata gris, todo recien lavado y planchado, un uniforme demasiado refinado para pertenecer a un simple agente, debe tratarse de un oficial. Sus mejillas rebosan cicatrices y su cuerpo desprende un aroma a cerveza repugnante, similar al de un maton barato. En su mano derecha sujeta una carpeta plana y un boligrafo atado con un nudo simple cuelga de esta. Se sienta frente a mi y cierra la puerta del vehiculo con suavidad. Fuera llueve tan intensamente que al quedarnos solos lo unico que escucho es el traqueteo de las gotas rebotando sobre el techo. --Menuda tormenta, ?no le parece? --me pregunta. ?Como le puede hacer esa pregunta a un hombre que acaba de perderlo todo? Me hace pensar que es imbecil y que ha conseguido el puesto de oficial... bueno, ya os imaginais como. --No me habia dado cuenta, estaba mas pendiente del olor a quemado de los restos de mi mujer. --respondo. --Obviamente. Disculpeme, senor Brody. ?Que tal se encuentra?, ?tiene alguna herida? --estoy trastornado y en estado de shock absoluto, lo cual es algo razonable y logico teniendo en cuenta el drama que estoy atravesando, pero guardo silencio; no me veo capaz de contestarle cortesmente --Lo que ha hecho usted ha sido muy valiente, aunque muy arriesgado para su vida. Comprendo su reaccion a la perfeccion, senor Brody, yo habria hecho lo mismo por mi esposa si se hubiera visto envuelta en algo similar, pero tiene que comprender que salvar a una persona retrasa el rescate de otra, ?lo entiende? --?Insinua que ella ha muerto por mi culpa? --le pregunto muy enfadado. El oficial suspira. --No, usted se confunde, nada mas lejos de mi intencion el ofenderle, pero si no hubieramos entrado a sacarle a usted todo se habria agilizado mas y... bueno... ?Comprende lo que le intento decir, senor Brody? Quiero partirle su boca diente por diente y mostrarle el resultado tras una larga sesion fotografica, pero me contengo. Demasiado estres por hoy. --Por supuesto que lo comprendo, --miento --sin embargo, solo me he dejado llevar por el instinto, sin importar las consecuencias en lo mas absoluto. Por mucho que usted me diga que lo entiende, estoy convencido de que no es asi. Medito durante un pequeno instante y mi vigilante respeta mi deseo sin pronunciar palabra alguna. Los ojos de Judith, el amor de mi vida, resaltan entre la oscuridad de mi interior, volando libres a traves de mi dolor. --Lamento mucho lo sucedido, sinceramente. Se que no es el mejor momento para hacer esto, pero tendra que contestarme a unas preguntas. --interrumpe mi meditacion. Mas lagrimas se deslizan a traves de mis mejillas. --Pregunte lo que quiera. Ayudare en lo que pueda, le doy mi palabra. --cedo. Da unos ligeros toques en su libreta con el boligrafo. --?Donde estaba usted cuando se inicio el incendio, senor Brody? --inicia el interrogatorio. Seco mis lamentos con la manta que me han prestado. --Trabajando. --contesto --Soy camarero en un restaurante cercano desde hace dos anos, mas o menos. Justo cuando llegue a casa al terminar mi turno, el fuego estaba muy avivado y los vecinos acababan de llamarles a ustedes. Ninguno de ellos tiene mi telefono y no pudieron comunicarse conmigo. Intentaron evitar que entrara en la casa cuando me vieron correr hacia la puerta con un ataque de panico; no lo consiguieron, ya lo sabe. --?Puede probarlo? --me pregunta. Me doy cuenta del rumbo que estan tomando sus preguntas. --Hay camaras de seguridad en el local, si pide las grabaciones a mi encargada seguro que se las mostrara sin ningun inconveniente. Mis companeros tambien me vieron trabajando, pregunteles a ellos. --le explico. --?Garantiza que todos dirian lo mismo? --Bueno... siempre hay algun gilipollas, como en cualquier parte, ?no? En nuestro trabajo todos tenemos a un insoportable, vago, sucio y prepotente companero capaz de amargarnos el dia y al que es mejor ignorar por completo. Se convierte en una excusa para arrojar el despertador con furia contra la pared al apartar las sabanas para levantarnos. No lo hagas contra el suelo si lo que pisas es parque de calidad, no hace falta ser tan estupido. Inexplicablemente, a el lo ascienden antes que a ti. --Tras revisar las escrituras he comprobado que usted es el unico propietario del inmueble incendiado, ?no es asi?

  • Una fria noche y tu (Boreal Rois 3) de Rosa Alcantara Menendez

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    La tragedia que marca la vida de Jack Drake se ve incrementada por su negativa para aceptar la realidad. Intentara salir a flote con la ayuda de toda su familia, aunque el caprichoso destino volvera a jugar con el sin consideracion y con una atractiva escocesa que no se amilana ante los hombres guapos e inestables. Mientras unos suenos se cumpliran; otros, moriran definitivamente. Solo un fantasma saldra de las sombras e impresionara al mundo, uno renacido con la virulencia de un gelido y solitario huracan.

  • K-pop Love Story de Ae-jung

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    Aliiiiiiiiice!!!!!! Ya se que me dijiste que no, pero mis amigas y yo hemos conseguido saltar por encima de un muro. Estamos frente a la puerta de atras Z1. Ven a abrirnos!!! Venga!!! Por favor!!! Alice se queda pasmada ante el mensaje. <> Es imposible que Zoe le haya hecho semejante jugarreta. Como Alice no llega, aparece un nuevo mensaje: Aliiiiiice! Rapido! Que van a llegar los de seguridad!!! Ven!!! <> Hara como que no ha leido nada y esperara a que Zoe vuelva por donde ha entrado. Va a cerrar la aplicacion y, hasta que termine su jornada, pretendera que no ha visto la botella que su prima ha lanzado a las aguas de internet. Es lo mas sensato. Los bastidores estan tranquilos, iluminados solo en determinados lugares por una luz amarillenta que baja del techo. No hagas como que no lo has leido, estoy viendo la burbuja con tu cara bajar hasta el final de la conversacion! <> Alice suspira y da media vuelta. Habia pensado tomarse un descanso, asi que tendra que pasarlo sermoneando a su prima en lugar de bebiendo un vaso de agua mientras se hace a la idea de la intensa noche que le espera. Lleva una hora corriendo de un lado para otro entregando papeles olvidados, microfonos, pilas para micros, cafes… Todo lo que necesita el equipo de produccion para estar listos en una hora. El ultimo ensayo termino hace cinco minutos y esta segura de que en muy poco tiempo su walkie-talkie empezara a hacer ruidos de nuevo. Zoe es muy poco oportuna. Alice esta ya bastante triste por no haber podido escabullirse cerca del escenario para ver a los 7X, su grupo de K-pop favorito, prepararse para el gran concierto que empieza dentro de nada. Solo ha podido ver algunas partes de lejos: brazos que se movian en el aire, pies, alguna pierna con los pantalones del espectaculo. Ha intentado adivinar quien era quien por el color de las mechas, pero las luces del escenario se lo impedian. Cuanto mas se acerca a la puerta Z1, mas se enfada Alice con su prima. Esta noche, Zoe le esta pidiendo demasiado. !Meterla en el concierto de los 7X por los bastidores del estadio! Si las pillasen, la despedirian sin contemplaciones, y necesita desesperadamente ese trabajo. Si quiere pagarse los estudios, no tiene eleccion: debe ahorrar. Zoe no la entiende porque sus padres le pagan la carrera de Derecho. A Alice ya le cuesta aceptar que su prima la aloje en su apartamento de estudiante, por eso quiere costearse ella sola la matricula del proximo curso. Mientras empuja la pesada puerta, ha recibido ya un centenar de mensajes y de desesperadas llamadas de ayuda. Su movil no deja de vibrar. --Zoe, !ya esta! !Para! !Ya estoy aqui! Pero te aviso: no vas a entrar. Alice conoce bien la cara de cachorrito que su prima sabe poner a su antojo, convencida de que sus mejillas rosadas y sus grandes ojos marrones, que todavia tienen cierto brillo infantil, son capaces de hacer ceder a cualquiera. --!Venga, Alice! !Deja de comportarte como una cria! --No me… !?Quieres que me echen del trabajo?! --!Que no se va a dar cuenta nadie! !Te lo juro! !Venga! !Dejanos entrar! Alice suspira. Es incapaz de resistirse a Zoe y ella lo sabe. Sobre todo cuando pone esos ojitos de cordero degollado. Algun dia tendra que preguntarse por que siempre se deja llevar por las historias de su prima. ?Se siente en deuda con ella porque forma parte de la poca familia que le queda? Desde la muerte de sus padres, en Zoe encontro a una confidente atenta: paciente durante su depresion y tolerante con su lado, aun hoy, un poco retraido. Una amiga que la ayudo a volver a ponerse en pie.

  • A Sexy Berling Surrender (Sexy Berling 5), Maya Blair de Maya Blair

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  • El Sonido de los Almendros de Alberto Munoz Duran

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    La aparicion de tres cadaveres esparcidos entre el pueblo de Teovin y el inmenso bosque de Tierra de Pinares, donde Moises sintio la verdadera naturaleza de la fe siendo solo un nino, desencadenara una serie de pistas reveladoras que relacionaran al asesino en serie mas buscado de Espana con los diez mandamientos de Dios.
    Desde ese preciso instante, el expolicia judicial tendra que volver a sus origenes mas primitivos e iniciar una carrera contrarreloj para salvar a la unica persona que le ha importado de verdad a lo largo de una vida marcada por la soledad.Esta es la historia del sonador que consiguio entender a su verdadero yo y se enfrento a los demonios que un dia se le aparecieron para hacerle dudar de un destino que ya tenia asignado bajo la inconfundible melodia de los almendros.
    Una leyenda magica que se hizo real despues de conocer el amor, oler la sangre de los inocentes y pelear consigo mismo mientras perseguia al monstruo que mantuvo a todo un pais en vilo durante dos largas, frias e interminables semanas invernales, en uno de los casos mas escabrosos de la cronica negra.

  • Desobedecer de Frederic Gros

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    Desobedecer es obedecerse a si mismo.

  • Una Beldad Indomable (Las Elegidas 3) de Laura A. Lopez

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    Miembro de una familia burguesa en pleno apogeo, Agatha Millford se congracio con la sociedad y las matronas que regentaban Almack’s. Se desenvolvia con gran notoriedad y seguridad, augurando para ella un excelente porvenir. En su primera temporada tomo las riendas de Almack’s, apoyada por sus padres que la consentian en exceso y por las matronas que estaban encantadas con su belleza. --?Este ano no vendra el esperpento de la senorita Ross? --bufo, abanicandose, mientras observaba a los asistentes al club. Le parecia extrano no avizorar siquiera a la hermana de Melissa Ross. --?No te han contado, querida? La senorita Ross, la mayor, se casara despues de la menor. --Lo habia olvidado. Es que no me interesa --sonrio, acomodandose los guantes despues de cerrar su abanico--. Entonces, este ano nos libraremos de ellas. Es emocionante… --La competencia en Almack’s ya no existe. Morgana Ross era una muchacha preciosa --alego la matrona --. Ahora tienes todo este lugar para ti. Es una pena que la senorita Melissa Ross se haya comprometido con tan buen candidato. --El marques de Dorset era un buen candidato, pero no el mejor. Yo quiero cazar a un duque. Escuche de buena fuente que el duque de Sutherland estara pronto en Londres. No lo conozco, mas me han hablado de su atractivo y su riqueza y, conclui que es lo que me merezco --aseguro Agatha. La matrona que la acompanaba asintio con vehemencia a sus palabras. Agatha era rubia, de ojos verdes y de una piel tersa y delicada. Su astucia y su inteligencia eran innegables, pero era en ocasiones frivola y despreciable. Morgana Ross habia sido una competencia terrible, pues tenia una belleza incomparable y, deseaba que pronto se fuera para poder estar con tranquilidad. Sabia que ella cayo en un mal matrimonio con un conde arruinado y se alegro por su pesima suerte. Agatha bailaba con quienes ella escogia y no con los que la seleccionaban. Su padre recibio varias propuestas de matrimonio a las que quiso acceder para que ella fuera casada, sin embargo, no eran de lo que deseaba. No queria ser una senora burguesa como su madre. Aspiraba a pertenecer a la nobleza. Ellos no tenian nada que envidiar a los nobles, no obstante, estaba confiada de que tenia el porte para llevar un titulo y un gran apellido. Recorrio el salon de Almack’s criticando la vestimenta de algunas asistentes. Para Agatha parecian desde pasteles hasta naranjas aplanadas. Si por ella fuera les prohibiria la entrada a las poco agraciadas y agraciados. Una vez que se canso, fue junto a sus padres y se sento para beber una copa. --Si de mi dependiera, este lugar tendria menos personas --comento a su madre. --?Por que lo dices, Agatha? --Hay una diferencia entre poco agraciadas y desgraciadas. Aqui hay catastrofes para los ojos, madre. ?Ya vio el vestido de lady Katherine? Creo que intenta ocultar algo con aquella falda tan extendida. ?Tambien vio a la senorita Gertrude? Se va a asfixiar con sus senos tan arriba. --Enloqueceras si sigues buscando defectos en las personas. Tu debes casarte y mas nada. Llevamos una segunda temporada por tu capricho, Agatha --reclamo su padre--. Todos estos afanes tuyos nos estan costando demasiadas guineas… --Basta, John. Tu hija se casara con quien quiera. --?No he conservado suficiente contigo? Gasta demasiado --se molesto el senor Millford al ser desprestigiado por su esposa frente a aquella nina caprichosa. La senora Millford conocia la situacion economica de la familia, pero hacia oidos sordos a lo que le decia por no ofuscarse. --No escuchare como discuten --dijo Agatha, alejandose de ellos. Sus padres renian con frecuencia desde la temporada anterior. Recordo que le quisieron restringir sus compras de vestidos nuevos, mas ella se habia negado y continuaba como si nada. Se acerco a las demas damas que estaban muy entretenidas mirando a la entrada. --?No te parece interesante el caballero? Me han contado que Almack’s tiene un nuevo integrante --conto Mary Anne a Lady Louisa Blackbourne. --Es el conde de Sussex. --indico lady Louisa--. Oi hablar de el hace poco. Es un heredero muy reciente. --Y joven --indico jovial Mary Anne. --?De que estan conversando? --Agatha, le estaba diciendo a lady Louisa sobre el nuevo conde de Sussex. --Oh si ?El que aun huele a estiercol de las caballerizas del marques? --se burlo moviendo las manos de manera desinteresada. --Creo que si. Es aquel --senalo lady Louisa con discrecion. Ella miro al esbelto caballero que estaba acompanado de una mujer de mucha edad. Su melena castana estaba un poco sobre su hombro. De costado podia ver su nariz puntiaguda y sus labios ni tan finos ni tan gruesos, pero no llegaba a ver el color de sus ojos. A primera vista era un caballero con un gran atractivo por el que cualquier dama quizas arriesgara su buen nombre, pero no para Agatha. Era un simple beneficiario de un parentesco, no era alguien que tuviera sangre noble. No habia atractivo que compensara sus objetivos. --Mi mente me hace jugadas sucias. --profirio--. Puedo verlo como si estuviera vestido a modo de un mugriento mozo de cuadra con hedor a estiercol de caballo. Mi recomendacion, damas, es que solo una mujer desesperada se casaria con un hombre sin una gota de estirpe en su sangre. Es mejor acabar solterona. --A mi no me parece despreciable --contradijo Louisa. --Querida, a ti cualquier mosca te resultaria agradable. Deberias elegir mejor o cambiar de gustos y habitos. Louisa rodo los ojos al igual que Mary Anne. Ambas estaban deseosas de que Agatha dejara que Almack’s fuera un lugar mas sociable. Ella intentaba que todos tuvieran conflictos entre ellos, murmurando sus intrigas y opiniones como si fueran una verdad absoluta. Duncan no estaba en el lugar que deseaba. Preferiria estar en el campo adiestrando caballos para su antiguo patron. Aquel titulo lo habia hecho cambiar en todo. --?Ya vas a dejar de rascarte la cabellera como si fuera que tienes liendres, muchacho? -- gruno la dama de edad, golpeandolo en el brazo para llamar su atencion. --Lady Sophia, no me siento comodo. --?Quieres una esposa para perpetuar el titulo? Es tu obligacion. Aqui es donde estan las muchachas mas bonitas, de buena familia e inteligentes, aunque, no en todos los casos se da la agudeza. Como sucesor de mi esposo, la unica condicion que tienes es casarte y dar herederos. Era su ultimo deseo, puesto que, no pude cumplir con darle hijos. --Lo comprendo. ?Pero no podriamos buscar en otro lado? Quizas algun pueblo… --!No! Muchacho testarudo y salvaje. ?Que hare con dos barbaros? Es dificil darte clases a ti y, me imagino que sera mucho mas dificil impartirselas a una muchacha pueblerina que igual que tu no sepa leer. Duncan se sonrojo, avergonzado. El fue criado lejos y sin privilegios. Estaba aprendiendo a leer y a escribir. Aquella amable dama viuda que era su tutora y Thomas que desde un primer momento lo acogio como su par, lo ayudaban a intentar introducirse en la sociedad. Era ignorante en lo referente a la administracion del dinero de las tierras y del resto, el solo sabia de caballos, de cotizaciones de los mismos, de su procedencia y rendimiento. Esa era su vida o al menos, lo fue.--Observa ?Que no hay alguna que te resulte bonita? El observo alrededor y sabia que podia quedar ciego. Nunca habia visto tantas mujeres juntas y por sobre todo muy agraciadas. --Todas son preciosas, tanto que no se me da la eleccion… --Eres un mamarracho, Duncan --lo volvio a golpear--. Presta atencion… Obligado por la dulce lady Sophia, se decidio a mirar un poco mejor y no pudo pasar por alto a la belleza rubia que sostenia su abanico, mientras estaba acompanada de dos damas. --Esa es hermosa --senalo indiscreto y lady Sophia lo volvio a golpear para que recordara no hacer aquello. --!Es adorable! !Que nina tan bonita! Te dije que observaras mejor. No hay amor a primera vista, sino a una segunda --menciono la dama. --?Que debo hacer con ella? --A Dios le aviso que perdere la paciencia contigo. Buscaremos a alguien que nos presentara a la muchacha y, despues, tu la invitaras a bailar y el resto sera historia, una esposa e hijos. --?No es un poco pronto para hablar de hijos con una desconocida? --Pero sera tu conocida en unos instantes mas. Vaya perezoso resultaste --recrimino abriendo su abanico. Lady Sophia suponia que habia tenido encuentros con muchachas del pueblo o alguna criada por su atractivo. Era muy parecido a su esposo en sus epocas de juventud. Aquel Duncan Nolam podia sacarle mas canas a los pocos cabellos negros que le quedaban con aquella actitud timida y reservada que mostraba con la gente de su propia clase. Pese a haber crecido en las caballerizas del marques de Dorset, por sus venas corria la sangre de un aristocrata rebelde pariente del conde de Sussex, quien odiaba todo lo que era los convencionalismos y se aboco al entrenamiento de caballos para mantener a la familia que habia formado con la hija de humilde panadero de Bath. Despues de que sus padres murieran, Duncan se quedo para continuar con el trabajo de su padre en las caballerizas. Ella le habia caido del cielo al joven en una tarde de verano. Piso el estiercol de las cuadras cuando Duncan estaba hablando con Thomas. Recordo que ambos desconocian a la elegante dama que vestia de luto por la muerte de su esposo. Desde aquel momento, la tranquila vida de ese primo de su esposo cambio para siempre. Lo veia por las noches intentando comprender numeros que le eran dificiles de entender, tanto que, lo oyo gritar por la frustracion. Le daba pena en ocasiones, pero lo tenia que presionar para conseguir que el dinero y las propiedades quedaran a buen resguardo. Si bien comprendia que Duncan era un hombre de campo, lo veia con el animo suficiente de cumplir con lo estipulado con el apoyo del marques lo iba consiguiendo con lentitud. Lady Sophia se acerco a una dama elegante que observo a Duncan con curiosidad y admiracion. --Mi querido Duncan esta interesado en conocer a aquella muchacha… A la rubia --indico refiriendose a Agatha. --Bonita y seductora como una serpiente. ?Por que mejor no baila con lady Louisa? Ella es carismatica e inteligente. --El eligio a la serpiente. Demosle lo que desea --indico sonriente. Capitulo 2 La matrona querida disuadir a la condesa viuda de que escogieran a Agatha Millford. Cuando le contaron que tenian un nuevo miembro en Almack’s y, que era un humilde domador de caballos en su pasado, ella se habia quebrado de la risa por lo ridiculo que le resultaba aquello. --Esta bien, pero un joven tan buen mozo deberia apelar a algo mas agradable --insistio la mujer. Duncan bajo la cabeza al escuchar aquellos comentarios de la elegante dama que los guiaba hacia las damas de la tertulia. --Lady Sophia, tantos anuncios sobre la muchacha no terminan de convencerme. Que se refieran a alguien de serpiente y que quiera que apele a algo mejor, no es nada alentador. --Si te dejas convencer por todas las opiniones, nunca tendras una propia. Es mejor que uno afronte su eleccion --replico con decision. Mary Anne y Louisa sonreian porque se acercaria el atractivo joven de facciones timidas y ojos avellana. En cambio, Agatha no podia evitar que su rostro retratara la poca gracia que le producia conocer a un hombre que no le traeria un solo beneficio o ventaja en su vida. --Aqui estan las mas preciosas joyas de Almack’s. Quiero presentarles a estas personas. -- senalo, refiriendose a Duncan y a su tutora--. La dama es lady Sophia, condesa viuda y, el es Lord Duncan conde de Sussex. El fijo sus ojos en la desafiante rubia que lo miraba de manera despectiva. Miraba sus zapatos y prendas haciendo un gesto de molestia con los labios y otros de hartazgo con los ojos, mientras la matrona hacia la presentacion de las otras muchachas que reian ansiosas. --Es un placer conocerla, Lady Louisa, tambien a usted, senorita Mary Anne...--dijo besando las manos de cada una de ellas antes de llegar a la mas alejada de la tertulia--. Es un gust... --No me bese la mano. Se lo agradeceria --lo interrumpio presta al sentir el contacto de su mano con la de ella. La dama y lady Sophia no podian asimilar aquella groseria hacia Duncan, que asintio. Louisa y Mary Anne desaparecieron sus sonrisas al escuchar la insolencia de Agatha. --Disculpe si no es asidua a esos contactos. Estoy aprendiendo y le ruego me perdone si he sido grosero, grotesco y descortes... Agatha no se dejaba convencer por las disculpas de Duncan, pero por su propia reputacion hizo una venia para aceptarlo. Tuvo un pequeno desliz entre sus pensamientos y su lengua. --Senorita, el joven conde desea bailar con usted una pieza --anuncio la mujer dejando de lado aquel momento incomodo que los conmociono. Mary Anne codeo a Louisa que sonrio complice al ver que Agatha iba a refutar aquello de manera tajante, sin embargo, ellas dos querian que aquella altanera y frivola muchacha recibiera un escarmiento. Siempre habia salido impune de todos sus malos emprendimientos para dejar mal a los demas. Llego el momento de que se le devolviera un poco de su pesima estima por el resto. --Yo... --!Agatha lo hara! --interrumpio Mary Anne. Ella palidecio al escuchar aquello. De ninguna manera ella caeria en tal miseria para bailar con el menos sofisticado de los caballeros. --!No, no puedo! --se nego mirando a Mary Anne. --Sabemos que estas cansada por haber bailado tanto. Milord, solo debe esperarla un momento... --continuo la joven ante la imperterrita mirada de Agatha que amenazaba con desmayarse por las palabras de Mary Anne. --Creo que, entonces, mi querido Duncan vendra por usted en un momento mas. Esperara a que descanse ?No es asi, Duncan? --inquirio lady Sophia. Dudaba en responder porque estaba seguro de que el color del rostro de la joven no decia que estaba cansada, sino que iba a morir ahi. --Si, usted descanse y otra vez, perdoneme... Louisa le hizo un guino a la mujer que acompano a Duncan y lady Sophia para que conocieran a mas gente, mientras que aquellas muchachas estaban al borde de conocer la furia de Agatha. --!Mary Anne, como pudiste hacer eso! --reclamo Agatha, golpeando su falda con las palmas abiertas--. !No pienso bailar con ese...mozo de cuadra! --Deberias practicar ser tolerante eres hosca, Agatha. ?No es suficiente para ti que alguien con su atractivo te haya escogido para bailar? Tiene fortuna y un titulo... --razono Mary Anne para que ella se diera cuenta, pero el rostro grunon y hostil de Agatha decia que muy poco le importaba. --No necesito de amigas como ustedes... --espeto. Se retiro altiva y petulante como era su costumbre. A aquellas muchachas no les causo afectacion las palabras de resentimiento de Agatha, pues ella no era una persona asocial con quienes deseaba estar, sino con quienes por algun motivo estaban alejados de sus objetivos de ser noble. Sus relacionamientos debian ser con un proposito util, el resto era solo desperdicio de tiempo y saliva. Agatha suspiro cansina por lo que le dijo su amiga. No la perdonaria por haberla comprometido con alguien que no lo le hacia mucha gracia. Si bien era buen mozo, no era un caballero para ella o al menos para lo que apelaba en la sociedad. Se le olvido ser educada para rechazar la propuesta. Sus prejuicios sobre el origen del joven eran demasiados para que su mente lo aceptara. Mientras estaba sola, pensaba en las formas mas amenas de negarse a un baile con el caballero en cuestion. El tiempo se le agotaba y no se le ocurria nada que no fuese drastico. Hacer que se torcio el pie era una solucion que la salvaria de bailar. Saco el pecho y espabilo su cuerpo con soltura, decidida a cumplir con su cometido de no danzar. Negarse de la forma que fuera la dejaria mal parada, en cambio, que ella tuviera un percance, seria vista como la victima de la situacion. Duncan espero con tranquilidad a que Agatha Millford apareciera para pedirle el baile. No la habia visto entusiasmada y el tampoco estaba muy fervoroso por la compania. Se percibia en ella aquel ser arisco y ponzonoso que era. Miraba a lady Sophia golpeando su abanico contra su mano, esperando a la muchacha que debia danzar con el. --Vaya grosera… --gruno la dama. --?Que me decia sobre la segunda vista? --se chasqueo de la mujer que fijo sus ojos en el y luego desvio la mirada. --Eres pesimo hasta para la segunda vista. Es porque no pones de tu parte. --?Poner de mi parte? Estar aqui al borde de que este panuelo me mate es suficiente para poner de mi parte, milady. Elegi a la moza bajo presion suya. He ido a fiestas varias desde que estoy como conde y, no he visto mujer mas reacia a mi que esa tal senorita Millford.

  • La encrucijada del roble de Elizabeth Crook

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    Una madrugada, en las montanas de Texas, una pantera ataca salvajemente a una familia: solo Samantha -traumatizada y con el rostro marcado- y el joven Benjamin sobreviven. Sera la voz directa y cautivadora de este la que relate la implacable determinacion con la que su hermana decide dar caza a la despiadada bestia y asi vengar la muerte de su madre. Mientras siguen las huellas del animal -un demonio en realidad, como se murmura en todo Rio Grande-, se sumaran a los huerfanos un carismatico forajido tejano y un atormentado predicador, al que acompana un viejo e incansable sabueso. Y al mismo tiempo que el extrano grupo sigue el rastro de la fiera, un violento soldado confederado, con cuentas que ajustar con el clerigo, ira a su vez tras sus pasos…
    En la mejor tradicion de las grandes novelas de aventuras, La encrucijada del roble es el imponente relato de una doble caceria, de una obstinacion y una lucha, una historia poderosa que conjuga eficazmente la carga epica del western clasico, la inquietante atmosfera de La noche del cazador y el ingenio del mismisimo Mark Twain.

  • No es amor, es diciembre de Susanna Herrero

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    Adam Wallace es abogado. No le gustan los quimicos.
    Ariadna Cabana es quimica. No le gustan los abogados.

  • Prohibido creer en historias de amor de Javier Ruescas

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  • Cortejando a Catherine de Nora Roberts

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    La intencion de Trent St. James era comprar la mansion Las Torres para convertirla en un hotel. Sin embargo, Catherine se resistia a vender la casa familiar a pesar de que sus hermanas habian accedido. Trent y Catherine eran opuestos, pero entre ellos surgio una atraccion irresistible, algo que ninguno deseaba...

  • Quiero romance de Carmina D

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    Estaba decidida a vengarme.
    El dolor que sentia en mi corazon era profundo y me llevo a ser precipitada a la hora de llevar a cabo mi objetivo.
    Pero mi pase al desquite resulto ser mi perdicion. Su cuerpo alto, musculoso, de rostro perfecto y ojos llenos de confianza y sensualidad, harian giran mi mundo inesperadamente.
    Aun que el hombre de negocio, que ahora era mi nuevo jefe, estaba en sus cuarenta anos, su vitalidad, elegancia y postura, lo hacian verse mucho mejor que uno de veinte.
    Lo que no esperaba de todo este enredo era enamorarme. Y fue exactamente lo que ocurrio. Me enamore perdidamente de John.

  • Menuda tropa de Joaquin Luna

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    Joaquin Luna ha estado en la guerra de Irak y Kuwait, pero tambien en el cortejo funebre de Paquirri en Sevilla. Ha cubierto cuatro Juegos Olimpicos y tres Mundiales de futbol, asi como el debut copero de Messi en el Barca en el campo de la Gramenet. Informo de la matanza de Tiananmen en 1989 y de los atentados del 11-S en Nueva York, de tres elecciones presidenciales estadounidenses y de dos francesas, y fue protagonista de noches memorables en Paris, Hong Kong y Washington, cuando lo de ser corresponsal era otra cosa.

  • Lo que quiero de ti (Contrato II) de Aryam Shields

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    Ama sin esperar nada a cambio, vive dando y muere recibiendo. Esta deberia ser una premisa de vida…
    ?Como hacer cuando el lado egoista desea algo mas.?
    Katheryne y Alessandro han pasado seis meses, el siendo dominante y ella sumisa, pero el castigo injustificado lleva a Kath a abrir los ojos y a reconsiderar el contrato que habia firmado con Alessandro, instaurando un nuevo acuerdo entre los dos que traera nuevas condiciones que los llevara a profundizar su relacion.
    ?Podra Alessandro aceptar las condiciones que Katheryne le exige a cambio de permanecer juntos?

  • Mil de amores de Mita Marco

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    Violeta Parrish acaba de recibir un ultimatum: si no es capaz de encontrar trabajo y de ser auto suficiente, perdera su cuantiosa asignacion de dinero mensual. Deprimida por su mala suerte y por su reciente divorcio, conoce a Iker, un afamado actor por el que todas las feminas suspiran. Es guapo, simpatico, agradable y esta interesado en ella.