• libro tres besos - Katherine Pancol

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    Si te gustaron Los ojos amarillos de los cocodrilos, El vals lento de las tortugas, Las ardillas de Central Park estan tristes los lunes o Muchachas, no te puedes perder Tres besos.

  • Tres besos - Grupo Edebé

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    Tres besos. Descripción: Abril se encuentra en el aeropuerto esperando al que fue su gran amor de juventud. Aunque han pasado siete años sin ninguna noticia ...

  • TRES BESOS | KATHERINE PANCOL | Casa del Libro

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  • Tres besos - Katherine Pancol - AdN Alianza de novelas

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  • TRES BESOS - ÁLVAREZ BLANCA - Sinopsis del libro ...

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  • TRES BESOS - PANCOL KATHERINE - Sinopsis del libro ...

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  • Tres besos (AdN) - Alianza Editorial

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    Formato de libros ... los lunes o Muchachas, no te puedes perder Tres besos Los personajes tan queridos por Katherine Pancol y sus lectores han vuelto.

  • TRES BESOS - Blanca Álvarez -5% en libros | FNAC

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    TRES BESOS, libro de Blanca Álvarez. Editorial: Edebe. Libros con 5% de descuento y envío gratis desde 19€.

  • Tres besos (AdN) - Dideco

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    ... lunes o Muchachas, no te puedes perder Tres besos Los personajes tan queridos por Katherine Pancol y sus lectores han vuelto. ¡Y van a saltar chispas!

  • Un baile mas de Katherine Pancol

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    La novela que dio origen a la trilogia <>

  • Dos amores para Cassie 1 – Mark Miller de Mark Miller

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  • Un lugar donde quedarme de Jana Westwood

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    Hace ya anos que Felicia Bellgard, hija de un pequeno terrateniente de Houston, Texas, encandilo con sus dulces ojos azules a Sam, uno de los hermanos Harbord, duenos del rancho Little Bit, consiguiendo uno de los matrimonios mas prosperos de todo el estado. Sam era el mayor y compartia la propiedad con Walter, su hermano pequeno, pero la tierra nunca seria un problema entre estos hermanos porque 507105 acres era suficiente terreno para los dos. La vida de Felicia se vio, a partir de ese momento, adornada con toda clase de lujos y comodidades, si tenemos en cuenta que vivia en un rancho. Felicia tenia una hermana, Jillian, que deberia haber seguido sus pasos si hubiese sido inteligente. Todos pensaban que Jillian era mucho mas guapa que Felicia y estaban seguros de que conquistaria a Walter sin apenas esfuerzo, de manera que los cuatro hermanos vivirian juntos y felices para siempre, en los dos mil kilometros cuadrados de terreno que poseian. Pero cuentan que Walter se enamoro de Irene Abey, la mejor amiga de las dos hermanas, y se hizo construir otra casa a unos cuantos kilometros del edificio principal, dentro del rancho, dejando a todos con cara de imbeciles. Jillian tuvo entonces que buscar el amor en otros lares y con el buen ojo que la caracterizaba fue a fijarse en Roberto Guzman, un mexicano que trabajaba en el rancho y cuyas mayores cualidades eran sus desarrollados musculos y una poderosa labia. La familia Bellgard, en concreto el padre de Felicia y Jillian, un hombre chapado a la antigua y con poco aprecio por los extranjeros, ordeno a su hija que se desenamorase inmediatamente, a lo que Jillian reacciono escapandose con Roberto para casarse. Thomas Bellgard borro a su hija de la vieja Biblia en la que la habia inscrito al nacer y prohibio a todos los miembros de la familia que tuviesen contacto con ella, de ninguna clase. Repudiada por todos, Jillian se marcho con su esposo a Saltillo, Mexico, y no volvio a tener noticias de su familia tejana. El amor que sentian el uno por el otro se fue agriando a fuerza de penurias, y mientras Jillian tenia que cuidar de sus cuatro hijos, Roberto encontro en el vino a un fiel amigo. Habian pasado diez anos sin que tuviesen noticias de la descarriada Jillian, cuando Felicia recibio una carta de su hermana. El orgullo habia muerto de hambre y le pedia ayuda. Felicia entonces tampoco era demasiado feliz, tenia todo lo que podia desear, excepto lo que mas deseaba. Dios no habia querido bendecirla con el don de la maternidad, y ver como Irene traia al mundo a Nathan y Samantha no la ayudo mucho. La contricion de su hermana y sus suplicas para que la perdonase tuvieron efecto en Felicia, que leyo a su esposo la carta en la que la susodicha le pedia ayuda diciendole que volvia a estar embarazada y que no se veia con fuerzas de cuidar a otro nino mas. Sam Harbord sabia de sobra lo necesitada que estaba su esposa de un hijo y se le ocurrio una idea, podian quedarse con el nino que llevaba Jillian en el vientre, adoptarlo como suyo y proporcionarle una vida con todo lo que pudiese necesitar. Para ello imponia una unica condicion: que fuese varon. Felicia paso toda la noche sin dormir pensando en ello. Aunque le hacia una gran ilusion ser madre, nunca se habia tenido que preocupar por otro ser humano. Entonces se le ocurrio una idea. En lugar de quedarse con uno de los hijos de su hermana, se quedarian con dos, el que aun no habia nacido y que adoptarian como propio, y la mayor de las ninas, a la que acogerian como protegida y que seria en realidad quien se encargase de atender al bebe. Su esposo estuvo totalmente de acuerdo con ella. Jillian, que amaba profundamente a sus hijos, sintio que se le partia el corazon al tener que separarse de dos de ellos. En especial de Tracy, que era plenamente consciente de lo que ocurria. Aun asi fue capaz de convencer a Roberto de que aquello era lo mejor para todos. Gracias al dinero que les darian podrian comprarse una casita y montar el taller mecanico que el siempre habia querido. Ademas, Sam y Felicia costearian la educacion de todos sus hijos. Incluso de Tracy. Roberto firmo los papeles de adopcion y entrego a su hijo recien nacido, mientras Jillian abrazaba a su pequena sin soltar una lagrima y repitiendo en su cabeza que Tracy y Harry tendrian una maravillosa vida lejos de ellos. La nina lloraria suficientes lagrimas por todos. (c) Jana Westwood Portada:Jana Westwood Foto portada: 123rf 1aEdicion: febrero de 2017 Todos los derechos reservados. Queda prohibida, bajo la sancion establecida por las leyes, la reproduccion total o parcial de la obra sin la autorizacion escrita de los titulares del copyright. Capitulo 1 Tracy era pequena y estaba demasiado delgada para su edad. A Felicia le parecio que ademas tampoco parecia muy simpatica, pero quiza se debiera a lo exageradamente timida que era. --No se parece a mi hermana, ?verdad? --dijo mirando a su marido que estaba sentado junto a ella en el avion. --Es una cria, ?que esperabas? --dijo el sin prestar demasiada atencion a nada que no fuese el bebe que tenia en los brazos. Resulto que Sam se encontraba comodo con el nino y el instinto paternal habia eclosionado en el como por arte de magia. Felicia siguio mirando a la pequena que iba sola en los asientos de la derecha. Al menos habia dejado de llorar. Cuando llegaron al rancho les esperaban con globos y carteles de bienvenida con el nombre de Harry por todas partes. Todos se portaron muy bien con Tracy. Incluso su primo Nathan que con doce anos tenia poco interes en la llegada de un bebe y una nina a la familia. Samantha, a la que todos llamaban Samy, se mostro un poco nerviosa, para ella la idea de tener una prima de su misma edad con la que jugar era todo un acontecimiento, pero Tracy no parecia muy entusiasmada por conocerla. A Tracy le parecio que todos eran increiblemente grandes y que su prima era realmente hermosa con aquella ropa tan bonita y el pelo largo sujeto en una coleta alta. Se sentia fea, pequena y tremendamente triste. No levantaba la cabeza y apenas dijo nada temiendo que se pondria a llorar. Cuando cortaron la tarta y pretendieron que comiera una porcion a punto estuvo de atragantarse al intentar contener las lagrimas. Irene Abey comprendio que la nina necesitaba desahogar su pena a solas y se ofrecio a mostrarle su habitacion dejando a los demas con el pequeno Harry. A Irene no le gustaba nada como habia decorado la habitacion su cunada. Tampoco le parecia bien que hubiese colocado a la nina en aquel cuarto tan pequeno con la excusa de que era el unico que estaba al lado del de Harry. --?Te gusta? --pregunto con ternura. Tracy asintio con sinceridad mirando a su alrededor. Habian pintado las paredes en color azul cielo, que era su color preferido. Se acerco al armario y lo abrio, estaba lleno de ropa. Se volvio a Irene. --Felicia te ha comprado ropa --dijo su tia acercandose--, penso que no tendrias mucha. Tracy miro su pequena maleta que alguien habia dejado sobre una silla y luego volvio a mirar la ropa que estaba colgada en el armario. Entre todos sus hermanos juntos no tenian tanta ropa como habia alli. --Samy hizo de modelo para escoger la talla --dijo Irene--, es posible que te esten un poco grandes, mi hija esta mas rellenita que tu. Al ver que la nina estaba incomoda con su presencia decidio dejarla sola. --Te dejare para que te instales --dijo Irene--. Supongo que querras sacar tus cosas de la maleta. Y puedes descansar o bajar cuando te apetezca. Tracy asintio y vio como Irene salia del cuarto dejando la puerta abierta. Despues de unos segundos fue hasta su maleta y la abrio. Sus pantalones raidos la miraron avergonzados y sus zapatillas gastadas parecieron esconderse tras el papel con los dibujos de Clara. Cerro la maleta, se sento en el suelo y se abrazo las rodillas con fuerza tratando de contener los sollozos que se le escapaban sin que pudiese impedirlo. Su primo Nathan entro en el cuarto y la observo unos segundos hasta que ella levanto la vista y lo miro con la cara mojada por las lagrimas. --Asi que ya conoces la tradicion --dijo el muchacho. Tracy fruncio el ceno. --La de que llorar cuando estrenas una casa trae buena suerte --dijo el muchacho sentandose frente a ella en el suelo--. Supongo que te lo ha contado mi madre, pero no hace falta que te esfuerces tanto. Venga, que te ayudo. El nino empezo a gemir y a hacer como que lloraba y Tracy se echo a reir al ver sus muecas. --?Sabes montar? --pregunto cuando la nina se limpio las lagrimas. Tracy nego con la cabeza. --Pues aprenderas --respondio Nathan--. Yo monto muy bien, y caballos grandes, no como los que monta Samy. Pero es que ella es una cria. Como tu. --?Cuantos anos tienes? --pregunto Tracy. --Trece --respondio orgulloso--. Tu no debes tener mas de ocho. --Tengo diez --dijo ella molesta. El nino la miro de arriba a abajo. --Pues eres muy pequenaja para diez anos --dijo--. Mi hermana te saca una cabeza, por lo menos y tiene nueve. ?Todos tus hermanos son tan pequenajos como tu? Tracy asintio y la tristeza volvio a invadirla al pensar en su familia, sobre todo en su hermana Clara. --Estas triste --dijo Nathan. Tracy asintio. --Echo de menos a mi familia --dijo. Su primo la miro con ternura. --?Quieres hablarme de ellos? --pregunto. A la nina se le iluminaron los ojos y asintio repetidamente

  • Despues de encontrarme (Bilogia Lucia 2) de Saray Garcia

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    Titulo original: Despues de encontrarme Primera edicion: Mayo 2016 (c) 2016, Saray Garcia Maquetacion y diseno de portada, a3studio ISBN: 978-1533130358 Deposito legal: V 515-16 Esto es una obra de ficcion. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, organizaciones y dialogos en esta novela son o bien producto de la imaginacion del autor, o has sido utilizados en esta obra de manera ficticia. Quedan prohibidos, dentro de los limites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproduccion total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electronico o mecanico, el tratamiento informatico, el alquiler o cualquier otra forma de cesion de la obra sin autorizacion previa y por escrito de los titulares del copyright. En este libro las canciones tienen un significado muy especial. Acompanan a los protagonistas dando verdadero sentido a muchos momentos. Si quieres disfrutar de la banda sonora de Despues de encontrarme, solo necesitas seguir este enlace: https://open.spotify.com/user/saraygarc%C3%ADa/playlist/7mTadEGpLX2DhZuvQfaSsv INDICE 1. S UENOS LENTOS Y HUIDAS VELOCES 2. SI TU SALTAS... 3. CALLAR ALGO COMO... TE QUIERO 4. !SOY EL REY DEL MUNDO! 5. IMPERTINENTE ES MI SEGUNDO NOMBRE 6. REVUELTO DE FRUTOS SECOS 7. SE (CE)PILLA ANTES A UN MENTIROSO... 8. DESPERTARES ESTRELLADOS 9. SE MIRA PERO NO SE TOCA 10. TORTITAS PARA TODOS 11. DOS NOVIOS PARA DOS SOFAS 12. ?QUE HACE UN TIPO COMO YO, EN UN SITIO COMO ESTE? 13. CSIVALENCIA.ESPECIALISTAS EN REDES SOCIALES 14. TODO LO QUE PUDO SALIR BIEN 15. THELMA Y LOUISE 16. ERES LUZ 17. ACORAZON ABIERTO 18. NO DEJES PARA MANANA... 19. HOGAR, DULCE E INCORREGIBLE HOGAR 20. CADA COSA EN SU LUGAR... Y LUCIA POR TODAS PARTES 21. UN DIA COMO OTRO CUALQUIERA 22. SORPRESAS, CONFESIONES, Y... !MUCHA MIERDA! 23. AFORO COMPLETO 24. MI PRIMERA UVA 25. SIEMPRE CUIDARE DE TI 26. LA CUENTA ATRAS 27. PLANTAR LA SEMILLA 28. RECOGER LOS FRUTOS 29. MI CHICA 30. LA VERDADERA CARA DEL DOLOR 31. EXPIANDO PECADOS 32. JAQUE 33. MATE 34. CUANDO DECIDI OLVIDARTE 35. CASI LA ANTIGUA LUCIA 36. VIDAS QUE DEJE CRUZADAS... 37. ...VIENEN PERSIGUIENDOME 38. CUANDO DECIDI RECUPERARTE 39. DI QUE SI 40. LO QUE SIEMPRE HAS QUERIDO EPILOGO AGRADECIMIENTOS SOBRE LA AUTORA A ti, abueli Estes donde estes, que sea para bien A Tindaya, por todo lo que compartiremos hasta que puedas leerlo 1 SUENOS LENTOS Y HUIDAS VELOCES El agua caia sobre mi cuerpo desnudo. Deslice mis manos por la cara para echarme hacia atras el pelo y abri los ojos. Una sonrisa se dibujo instantaneamente en mi rostro, al tiempo que Closer llenaba aquel bano. Sabia donde estaba. De vuelta a Madrid. A nuestra habitacion de hotel. Sin que pudiera preguntarme como habia llegado hasta alli, sus manos resbalaron por mi vientre y su boca por mi cuello. Instintivamente, estire el brazo para acariciarle el pelo. --Te he echado de menos --dije enredando mis dedos entre sus mechones. No recibi contestacion. En lugar de hablar, me recorria los hombros con besos, y sus dedos ascendian por mis costados hasta llegar a acariciar mis pechos. Suspire contoneandome contra el al ritmo de los Kings of Leon. Subio por mi brazo para recoger mi mano de su cabeza y guiarla de vuelta a mi cuerpo. Siguiendo mi contorno, despacio, muy despacio, ibamos dibujando mis curvas hasta llegar a mi entrepierna. Lo note excitarse contra mi. Sus dedos obligaron a los mios a tocarme. Estaba perdiendo el sentido con nuestras caricias acompasadas, sus labios recorriendome la espalda, la sensual melodia de la cancion... --?Te has levantado con ganas de jugar? --pregunte sin apenas poder contener un gemido cuando me rozo el clitoris con mis propias yemas. En lugar de responder, sus dedos liberaron los mios y, retrocediendo un paso, me dejo espacio para poder volverme. --Buenos dias, ne... Antes de haber terminado de decirlo, mis pupilas habian topado con unos preciosos ojos grises centelleantes, y un sonoro scratch destrozaba la musica ambiente. !?Alex?! --Buenos dias, canija. Desperte a la velocidad del rayo, con la respiracion acelerada y banada en sudor. Tenia una mano en una teta y la otra en la cadera. La del pechito contento, era obvio que habia sido por mi suenecito humedo. Y tan humedo... ?Reivindicando su nombre, senor Mojabragas? La otra, la que parecia estar protegiendo la ultima flor del universo, era por idiota. Todo comenzo en el maldito momento en el que Jorge comento que, aquella cicatriz en mi cadera, era como llevar un tatuaje para recordarlo. Por eso yo, como buena suicida emocional, habia cogido la estupida costumbre de dormir con una mano sobre ella. Juro que era involuntario. Nunca era consciente del momento en el que mi palma arropaba aquella marca todavia rosada, pero cada manana, mi mano aparecia situada en la misma posicion. Como si asi pudiera tocarlo a el, y fuera verdad que lo llevaba en la piel para siempre. Como si estuviera salvaguardando lo poco que quedaba de algo que fue nuestro. Algo que se perdio un mes atras, entre su silencio y mis lagrimas. !Prohibido pensar en eso, pardilla! Mire el reloj medio grogui. !Mierda, joder! Me habia quedado totalmente dormida. Iba a tener que correr para llegar a tiempo a la cena. Despues de llevar todo el mes lejos de Valencia, habia regresado esa misma tarde de pasar mis ultimos dias de vacaciones con Nora. Agotada por el viaje, me habia tirado en la cama para descansar cinco minutitos... que se habian convertido en dos horazas. Lo bueno de llevar tanto tiempo fuera, era que mis posibilidades estilisticas estaban bastante mermadas. La inmensa mayoria de mi ropa de verano estaba, o arrugada dentro de alguna maleta, o haciendo rebosar el cesto de la ropa sucia. Estudiando mis alternativas, supe que la mejor opcion era aquel vestido largo y vaporoso, de modo que no tarde en meterme en la ducha para olvidar los suenos con un ex de manos sueltas, y para cantar a voz en grito, anunciandoles a los vecinos mi vuelta a casa. Para mi sorpresa, consegui llegar hasta la direccion que Alina me habia mandado sin gritarle ni una vez al Google Maps, y eso que el bendito chalet estaba mas o menos donde Cristo perdio la alpargata. Aparque el coche de cualquier manera, cortando el paso de un Mini que podia apostar a que pertenecia a la abofeteable Jimena. Despues de todo, no tenia intencion de estar alli demasiado tiempo. De camino a la entrada, un Golf blanco --su Golf blanco-- llamo mi atencion. Genial, que empiece la funcion, pense. Si albergaba una remota esperanza de que Jorge no estuviera, esa vision acababa de mandarla a la mierda por la via rapida. Mi pulso respondio descontrolandose, y mi cabeza se planteo la posibilidad de acariciar con mi bolso de tachuelas --sin querer, claro-- la carroceria al pasar. Recurri al mantra de las vacaciones antes de caer en la ira incontrolada. --Si no te pienso, no existes. Si no te pienso, no existes. Si no te pienso, no existes --me repeti a mi misma dejando atras el coche. La puerta estaba abierta, asi que entre siguiendo el sonido de la musica hasta la piscina, donde un monton de jovenes bailaban, reian y bebian al ritmo de Supersubmarina. !Ay Norito, que bien lo habriamos pasado tu y yo aqui!, pense antes de recordarme que tenia que salir de alli cuanto antes. Nada mas verme, Alina corrio a mi encuentro. --!Lucia! --grito tirandose sobre mi--. Pense que al final no vendrias. --No podia perderme tu despedida --confese devolviendole el abrazo. La estruje contra mi, regresando al dia en que la habia conocido. Apenas unos meses despues, ella tambien corria detras de su cambio de vida. Se iba a estudiar a Inglaterra, y aunque estaba segura de que se llevaria el violin en la maleta, este tendria que aprender a compartir su tiempo con los libros de finanzas. Mientras dejaba que mis brazos la arropasen, mis ojos inquietos no dejaban de saltar de cara en cara buscando el rostro de su hermano. Estaba cerca. En alguna parte de aquella casa. Era como si pudiera sentirlo, sin embargo, no lograba encontrarlo. En mi interior se libraba una especie de lucha de poder. Por una parte, mi cabeza me decia que lo mas inteligente seria mantenerlo lejos. Pero por otra, mi corazon... El solo palpitaba ansioso dentro de mi pecho, esperando el momento de encontrar su mirada, y que las ultimas semanas desaparecieran para poder salir de su jaula. Volver a escuchar sus provocaciones... Que me tentase con su sonrisa... Lucia en modo yonqui activada. !Que rapido se acaba el efecto "Vacaciones rehabilitadoras", Senor! --Acompaname a la cocina para que podamos hablar --dijo arrastrandome por una mano. --Ali, no puedo quedarme mucho. Tengo una cena --respondi siguiendo sus pasos sin tener muy claro si podia oirme. --Esperame dentro un segundo. Voy a... a por el movil. Giro y comenzo a caminar dejandome en el umbral de la puerta. Lo cruce. Alli la musica se escuchaba atenuada, pero aun asi podia distinguir a Chino entonar las primeras frases de Chas! Y aparezco a tu lado. Me volvi con una sonrisa ironica, pensando en Adriana y en como acabo la ultima conversacion en la que salio esa cancion, pero cuando mis ojos alcanzaron la terraza con vistas al mar, el corazon me dejo de latir durante lo que parecio una eternidad. Alli estaba Jorge. Apoyado en la barandilla. Embelesado mirando el mar. Ajeno al estallido de emociones que acababa de desatar dentro de mi. !A tomar por culo la desintoxicacion! Fue gracioso pensar que aquella cancion habia hecho que de verdad apareciese. Aunque, siendo sincera... Aparecer lo que se dice aparecer... Tampoco es que hubiera hecho nada en concreto, mas que ir al guateque de despedida de su hermana, seguramente sin imaginarse que seria yo la que emergeria de mi escondite vacacional. Por el contrario, yo sabia de sobra que el estaria en aquella fiesta. Era su hermana. No era tan capullo como para perdersela. Pese a eso, reconozcamos que lo de la cancion sonando en el momento preciso... !Con menos que eso, Iker Jimenez podria hacer un programa especial! Avance hasta los ventanales que permanecian cerrados y, por un segundo, olvide que habia un cristal entre nosotros. Un simbolo de la distancia que nos habia separado las ultimas semanas. Alargue la mano posando mis dedos sobre su silueta y, viendolo sujetar una cerveza en una mano y un pitillo en la otra, mi corazon volvio a adquirir un ritmo pausado. El del confort de estar cerca. La calma de notar su presencia. La tranquilidad que te embarga cuando encuentras algo que habias perdido, aunque en mi caso, no fuera a recuperarlo. --?No piensas decirle nada? Me di la vuelta alarmada por la voz de Alina, escondiendo la mano tras la espalda en un acto reflejo, como si me hubiera pillado robando una pieza de la cuberteria buena. --Creo que sera mejor que no lo haga --respondi haciendo caso a mi instinto de supervivencia. --Se cabrearia mucho si se enterase de que has estado aqui y no le he avisado --alego dirigiendose hacia la terraza. --Pues entonces que no se entere --la detuve agarrando su brazo--. Por favor. Mi expresion de suplica debio convencerla, aunque la suya dejo claro que no estaba de acuerdo con lo que iba a hacer. --Va a matarme... En realidad no creia que le importase demasiado. Si durante todo ese tiempo no habia tenido noticias suyas, estaba claro que verme no era una de sus prioridades. --Tengo algo para ti --cambie de tema llevando una mano al bolso para sacar un pequeno paquete--. Dicen que protege a quien lo lleva --espere a que lo abriera y sacase el regalo del saquito de tela--. Segun los nativos, el material del que esta hecho ahuyenta los malos espiritus y atrae la fortuna. --!Me encanta! Es tan original... --contesto colocandose y admirando el curioso brazalete--. Lo llevare siempre. --Estoy segura de que no la vas a necesitar --sonrei cogiendo su mano--. Nunca dejes que nadie te diga que no puedes lograr algo, Alina --trague para evitar venirme abajo. Odiaba las despedidas--. Podras ser lo que te propongas, y me alegra que hayas decidido intentar ser feliz. --Una amiga me dijo una vez, que es bastante complicado serlo haciendo algo que no quieres --sonrio encantadora--, asi que segui su consejo para hacer exactamente lo que queria --me dio un apreton en la mano--. Quiero que sepas que tu llegada nos cambio la vida a todos, no solo a Jorge. --Yo no cambie nada --menos aun en Jorge--. Vosotras si que cambiasteis mi vida. Pase de trabajadora desmotivada a... !estilista acelerada! --rei agitando las manos por encima de mi cabeza. --Un poco acelerada has sido siempre. --Creo que te tengo que dar la razon

  • Cuando el destino nos encuentre de Pat Casala

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    Cuando nuestro corazon esta roto buscamos formas de recomponerlo o no hallaremos el rumbo de regreso a la felicidad perdida. Quizas a veces el destino solo es caprichoso, pero siempre acaba encontrandonos.

  • Apartamento 16 de Adam Nevill

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    Algunas puertas deberian permanecer cerradas… En Barrington House, un elegante bloque de pisos londinense, hay un apartamento vacio. Nadie entra, nadie sale. Y ha permanecido asi durante cincuenta anos. Hasta que una noche el vigilante oye unos ruidos despues de medianoche y decide ir a investigar. Lo que experimenta alli basta para cambiar su vida para siempre. La joven Apryl llega a Barrington House procedente de Estados Unidos. Ha heredado un apartamento de su misteriosa tia abuela Lillian, fallecida en extranas circunstancias. Se rumorea que Lillian estaba loca. Pero su diario insinua que estuvo implicada en un suceso terrible e inexplicable varias decadas atras. Decidida a averiguar algo sobre esta excentrica mujer, Apryl comenzara a desentranar la historia oculta de Barrington House. No tardara demasiado en descubrir que un mal que transforma a la gente aun habita el edificio. Y que la puerta del apartamento 16 es el acceso a algo mucho mas terrorifico…

  • El camino de la seduccion de Isabel Acuna

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    “Un hombre dividido entre la lealtad a su patria y el amor a una mujer”.
    Lord Anthony Morland, conde de Somerville, vuelve a casa despues de tres anos de ausencia. Ha trabajado por su patria, recibido varias heridas y debido a un malentendido que no puede deshacer, trae el rumor de un escandalo a cuestas, pero aun asi espera recuperar la vida que tuvo antes de su marcha. Su esposa, Amanda, dolida por la intempestiva partida de su esposo y colmada de resentimiento por su ausencia, no le hara las cosas faciles.
    El regreso de Anthony al hogar se convierte en una batalla de voluntades, en pugna con la enorme atraccion y la pasion que aun sigue existiendo entre ellos, todo en medio de la amenaza, tambien oculta, de un peligroso asesino que persigue al conde y a sus companeros de lucha.
    ?Podran el amor y la pasion vencer la desconfianza y el rencor? ?Tendran Anthony y Amanda la oportunidad de rehacer su matrimonio?

  • Las cuevas y sus misterios de Juan Gomez

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    Las cuevas son el genesis donde han surgido todo tipo de misterios. Desde antiguo se creian de ellas que eran puertas al infierno y que adentrarse en su oscuridad era viajar al autentico inframundo. No son pocos los que afirman que estos lugares son portales a otros mundos donde habitan criaturas legendarias, mitologicas o terribles, e incluso las poseedoras de fabulosos tesoros a la espera de ser encontrados. Juan Gomez ha viajado por todo el mundo. Sus pesquisas le han llevado a contactar con protagonistas de historias increibles desde Nevada hasta Tailandia, desde los primeros albores de la humanidad en cuevas como la de El Castillo en Cantabria, hasta la busqueda de vampiros e incluso gigantes en Honduras.

  • Entre cada latido de Miguel Lopez

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    La noche toca insistentemente mi hombro para invitarme a salir. Mi ansiedad cada viernes en la noche es inevitable, pero aun es temprano. Tuve un duro dia de trabajo. Satisfactorio, pero agotador y, apenas entre a la casa, fui directo al bano a darme una buena ducha. Despues de cenar, me quede viendo un par de series en streaming en el televisor grande de la sala, hasta la medianoche, pero no alcance a sentir sueno. Por la ventana se podia apreciar una hermosa luna que comenzaba a crecer. Dentro de cinco o seis dias seguramente ya estaria llena, radiante en su maximo esplendor. Tengo que salir. Comence a maquillarme. ?Cual labial quedaria perfecto para una noche como esta? Hurgue dentro de mi estuche de cosmeticos y lo encontre; Evil Queen, este es el tono que me voy a poner hoy. Atom me miraba, hocico en el piso, con cara de tristeza, moviendo su cola sin mucha emocion. --Vuelvo pronto, no me veas asi. Tome los guantes, las llaves y el casco, y me despedi de el acariciando su peluda existencia. Abri la puerta del garaje y observe mis tres motos. No habia nada que pensar, era noche de velocidad. Encendi mi ninja de 636cc y, muy a pesar de mis vecinos que seguramente ya estaban dormidos, sali de alli haciendo rugir mi pequeno juguete. Tome la avenida principal hacia el centro de la ciudad. A esta hora de la noche, las calles estaban solas y la metropolis permanecia en silencio, salvo unas contadas excepciones. En el camino, gire a la derecha en el semaforo de mi antigua universidad, y rodee un par de cuadras hasta entrar en una zona residencial de casas viejas, pero bien acomodadas. Al final de una pared verde, se podia ver el enrejado negro de un jardin con arbustos bien podados. En una esquina tenia una veleta con forma de flecha que rechinaba con el movimiento del viento debido al oxido de sus bisagras expuestas a la intemperie. A esa hora de la noche, el silencio de la calle solo era interrumpido por el bamboleo de la veleta y el sonido de mi moto en ralenti. Di la vuelta en U en esa calle y tome de nuevo la avenida principal en el siguiente semaforo. Ocho cuadras mas adelante, me encontraba en la zona mas vieja de la ciudad, donde se concentran la mayor parte de los lugares bohemios. Frente al bar Always-Harley, decenas de moteros estaban reunidos. Justo al llegar acelere un par de veces mi motor para remarcar mi presencia y para que, quienes conversaban emocionados alrededor de la calle, me cedieran un espacio por donde pasar y asi poder estacionar lo mas cerca posible de la fachada del local. Apague el motor girando la llave, y con el pie izquierdo extendi la pata de cabra para sostener la moto y descender. Me quite el casco y trate de desenredarme un poco el cabello. --!Loura! !Preciosa! Dias sin verte por estas calles --me saludo Nano, uno de los chicos del grupo de moteros con quienes suelo compartir mas tiempo. --Hola Nano, ?como estas? Veo muchas caras nuevas hoy. --Lo normal si pasas muchos dias sin venir. Gente llega y gente se va, asi es la vida. --?Donde estan Kira y Leo? --Adentro, buscando algo de beber. --!Que oportuno! Vengo sedienta, voy adentro. ?Quieres que te traiga algo? --Lo que quieras traerme. De ti, todo es bien recibido. --Vale. Ya vuelvo. Ingrese al bar y el sonido de la musica comenzo a entrar por mis oidos sacudiendo todas las celulas de mi cuerpo. En Always-Harley les gusta colocar principalmente canciones de rock, alternando clasicos de los 70s, y mientras caminaba hasta la barra para pedir algo de tomar comenzaba a sonar una de las canciones mas famosas de Led Zeppelin, "Whole Lotta Love". Con los dos tragos en la mano, dirigi una ultima mirada a lo largo del interior del bar con la finalidad de ubicar a mis dos amigos. Vi primero a Leo salir del bano individual de caballeros, al final del pasillo, en la parte mas oscura de todo el sitio, y luego, segundos despues, por la misma puerta, vi salir a Kira. --Mira pues, se lo tenian bien guardado. --Nada serio, Loura, es solo una atraccion fatal --dijo Leo, sin verguenza alguna. --No quiero saber nada, no me expliquen nada --dije levantando la mano y cerrando los ojos brevemente, con tono exagerado, para resaltar mi actitud juguetona--. Lo que me parece objetable es que se aduenen del bano y pongan a sufrir a esa pobre gente que necesita drenar el alcohol que ha ingerido. --Fue solo un par de minutos, Loura --respondio Kira, apenada. --No te sonrojes tanto, Kira. Disfruta con orgullo --conteste y le di un beso en la mejilla para saludarla--. Vamos afuera que hay mejor ambiente alla. Los tres salimos del bar y atravesamos el estacionamiento hasta la avenida. Nano no estaba en el mismo sitio donde habiamos conversado hace un rato. --!Maldicion!, ?a donde se ha ido? --exclame. --Miralo, alla esta, conversando con aquella chica --respondio Leo mientras senalaba a nuestra derecha. --Ya lo vi. Miren esto --le dije a Kira y a Leo, y comence a caminar entre las personas, hasta donde estaba Nano. Nano hablaba con una chica un poco mas joven que el, de cabello largo y negro. A juzgar por su sonrisa y los gestos con sus manos, estaba intentando seducirla. --Toma carino, aqui tienes tu trago. Bebetelo rapido que tu madre me ha llamado y me ha dicho que nuestra beba se ha despertado llorando. Que posiblemente tiene fiebre --le dije a Nano mientras me interponia entre el y la chica, y le extendia mi mano con su trago. --!Descarado! Tienes mujer y una bebe, y me habias dicho que eras soltero --dijo la chica indignada, y luego se alejo de nosotros sin decir una palabra mas. --!Pero Loura! ?Por que has hecho eso? --dijo Nano, quejandose como un pobre chiquillo --. Ya estaba consiguiendo una cita con ella. --No te quejes, aqui hay muchas otras chicas. Ven un rato con nosotros que ya consegui a Kira y a Leo. Luego puedes seguir con tu caceria. --Pues ni modo, vamos. Pero esta me la vas a pagar un dia --contesto resignado. Estuvimos conversando mientras veiamos llegar cada vez mas moteros a los alrededores del lugar. Una exhibicion de marcas, modelos, de diferentes cilindradas. Era un escenario habitual a esta hora de la noche. No paso mucho tiempo antes de que algunos comenzaran tambien a presumir sus habilidades sobre dos ruedas, realizando diferentes acrobacias o demostraciones de arranques y frenadas. Mientras tanto, dos motos de categoria superbike se estacionaban en el centro del asfalto, en perfecta alineacion y mirando hacia la misma direccion de la avenida. Ambos pilotos parecian iniciar una cordial y acostumbrada discusion acerca de las capacidades de sus vehiculos. Todo parecia indicar que serian los primeros competidores de la noche. Tenian todas las intenciones de iniciar una carrera de velocidad. Las personas comenzaron a acercarse para ver las poderosas maquinas rivales, asi como a sus respectivos pilotos. Algunos de los espectadores buscaban pronosticar quien de ellos tendrian mayores probabilidades de ganar para saber a quien apostar. Es una loteria. Si no conoces la reputacion del piloto, si no lo has visto competir previamente, es dificil determinar el futuro ganador. Puedes revisar detalles como el estado de la moto, la condicion de los neumaticos, las posibles modificaciones externas del motor, todo influye, si, pero lo realmente determinante es la conduccion en la pista, y nunca sabras el valor real de la experiencia y las habilidades del piloto si no lo has visto correr antes. Sin embargo, a pesar de la incertidumbre, muchos estan decididos a hacer su apuesta. Las personas quieren sentir la adrenalina, bien sea sobre la moto, compitiendo, o bien como espectador que pone su dinero en juego. El dinero que se juegan, los vincula directamente con alguno de los rivales. Simbolicamente, estan subiendose tambien a esa moto. Para iniciar la carrera, solo falta un elemento. Alguien capaz de generar respeto entre los que ganan y los que pierden. Alguien confiable que reciba el dinero y que despues lo entregue a quien corresponda, descontando una pequena comision por su trabajo. Y en este lugar, esa persona suele ser Nano. --Lo siento amigos, parece que ya tenemos la primera carrera, luego seguimos hablando -- dijo Nano, despidiendose de nosotros. --Anda, anda, que necesitamos dinero para que nos invites la siguiente ronda --le dije bromeando, mientras correspondia la frase haciendole un gesto con las manos de que se alejara. Nano se acerco a los competidores, les estrecho las manos y comenzo a recitar las reglas en voz alta. --Senores... la carrera basica es una vuelta a la cuadra. Arranca aqui y termina aqui. La apuesta minima es de 500. Cada uno acepta que compite en condiciones justas, deben haber verificado previamente el equipo del contrincante. No se permite el cambio de moto o de piloto despues de acordar la apuesta. No se pueden golpear mientras esten corriendo. Cualquier violacion a las reglas implica la perdida automatica de la competencia y sere yo quien tenga la ultima palabra en caso de cualquier controversia. ?Estan de acuerdo? --!Si! --respondieron ambos pilotos al unisono, y entregaron el dinero correspondiente. --Ahora recibo las apuestas del publico. !Rapido, que estas motos ya estan listas para quemar el asfalto! Nano comenzo a recibir el dinero de las personas que decidieron apostar por alguno de los competidores. Para ayudarse, anotaba las cantidades y los nombres de cada uno de ellos en una pequena libreta. --Corredores… ?listos? Ambos asintieron, apretaron la palanca del embrague, colocaron la velocidad de la caja de cambios y comenzaron a acelerar los motores. --3… 2… 1… !fuera! Inmediatamente soltaron el embrague y se alejaron a toda velocidad del punto de partida. El rugido de los motores encendio el animo de los espectadores. Cada uno vitoreaba al piloto de su preferencia. Se alejaron por la recta de la avenida, recorriendo a lo largo toda la cuadra principal, y al llegar al primer cruce, aplicaron los frenos para reducir parcialmente la velocidad y poder efectuar el giro. A partir de ese punto, entraban en la etapa ciega de la competencia. Varios espectadores comenzaron a correr hasta la esquina contraria para verlos acercarse al completar la vuelta, desde la calle posterior de la cuadra. El sonido de los motores se escuchaba distante, pero luego de unos segundos, comenzo a sentirse con mayor fuerza, anunciando la proximidad de los competidores. Subitamente aparecio el primer corredor con una ventaja corta, pero dificil de superar en la recta final. Con serenidad y pulso de hierro paso frente a nosotros levantando el brazo izquierdo en senal de triunfo. El publico aclamaba la llegada con emocion. Ganadores y perdedores se expresaban entre gritos de felicidad y maldiciones quejumbrosas. Nano proclamaba oficialmente al vencedor que daba la vuelta para estacionar su moto frente al bar. Luego de chocar sus punos para felicitarlo, mi amigo contaba la parte que le correspondia como ganancia y se la entregaba de primero. Despues sacaba su libreta para comenzar la reparticion a los vencedores del publico.

  • Perdidas y ganancias de Peter Burke

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  • Todos los veranos del mundo de Monica Gutierrez

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    Helena no sabe como sobreviven las familias cuando coinciden todos sus miembros bajo el mismo techo, pero esta a punto de averiguarlo.

  • El dia de la duquesa de Sarah Maclean

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    Malcolm Bevingstoke, duque de Haven, ha pasado los tres ultimos anos en una soledad obligada, pagando el precio de un error imposible de arreglar y anorando al amor que ha perdido para siempre.
    Sin embargo, el ducado no espera; el titulo necesita un heredero, lo que significa que debe ponerse a buscar una esposa.
    Solo hay un problema, que ya tiene una.

  • Spin Off de Colette Green

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    Sumergete en esta historia de Sumision llena de misterio y accion. sin falta los momento picantes que te aran subir la temperatura de todas las celular de tu cuerpo.

  • Locas, Sexys y Brujas 3 de Katy Molina

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    El mal resurge de sus cenizas buscando venganza, su nombre es Robert y ha regresado de entre los muertos para finalizar lo que no pudo en vida, matar a Ursula.
    Las mujeres Gonzalez, una vez mas, se veran envueltas en sucesos paranormales, pero esta vez escapan a su comprension. Necesitaran de la magia con mas garra y duende para acabar con el mal, y no es otro que el flamenco, la pluma de una gallina, las peinetas de sus antepasadas, el Pacorujo y mucho morro y arte.

  • Un amigo seductor de Alina Covalschi

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    Letras, palabras, frases gritan y forman en mi imaginacion historias. Se puede decir que vivo dentro de mi mente, buscando y creando un mundo perfecto para mis lectores. No tengo limites para sonar… Me siento viva cuando rio y lloro con los personajes que manejo con la magia de mis dedos. Tarde en escribir este libro, pero con la ayuda de mi familia y mis amigos, el camino se hizo mas corto. Muchas fueron las personas que de forma directa o indirecta y aun sin saberlo, me ayudaron a desarrollar esta hermosa historia de amor. Empece a escribir en una conocida plataforma y con el apoyo de mis lectores, este libro tomo forma. Estuvieron presentes en la evolucion y desarrollo total de la historia, les agradezco con creces. Los quiero. A mi amiga, Bea Gutierrez quiero darle las gracias por su apoyo y compresion. Has plantado una semilla de amistad y hemos recogido juntas un ramo de felicidad. Estoy muy agradecida por su paciencia, su disponibilidad y su capacidad para guiar mis ideas. Y por ultimo agradezco a todos ustedes que invierten su tiempo en leer esta novela. C PREAMBULO elia se mueve entre lo que es correcto y lo que su corazon le dicta. Un tutor que ha intentado llevarla por el buen camino y un amigo o mas bien un hermano, son todo lo que tiene en la vida. Un viaje inesperado cambiara su rutina para siempre. El Polo Norte la espera para realizar una investigacion junto a Lucas, su mejor amigo. Pero algo cambia. ?Es normal desear vorazmente al que deberias ver como un hermano y nada mas? ?Por quien se dejara llevar: el corazon o la cabeza? Un amigo seductor la hara elegir de la forma mas inesperada. L UN VIAJE POR LOS RECUERDOS a luz del sol hacia resplandecer la nieve que reposaba sobre los delgados troncos creando un mundo en el cual habia mucho que pensar. Unos ligeros copos rozaban los cristales del coche, acompanando el paisaje con una lluvia de infinitas plumas. Celia se hallaba flotando en el medio de un sueno intentando encontrar la definicion exacta de sus sentimientos. Siempre terminaba por decir algo que ni siquiera sentia, algo que ponia a prueba su paciencia. A veces se sentia como esos copos de nieve; fragiles, perdidos, que desaparecian facilmente sin dejar rastro. Su vida pasaba igual que el viento por el paisaje. Era monotona, silenciosa y no habia nada que la hiciera destacar. Nada, salvo sus pensamientos mas ocultos a los que ni siquiera ella se atrevia a acceder muy a menudo. Pero era incapaz de abandonar ese viento y esos copos de nieve que le atormentaban la vida. Cuanto mas lo pensaba, mas cuenta se daba de que debia asumir la realidad y enfrentarse exactamente a eso, lo que mas temia: sus sentimientos y fantasmas. Fantasmas con cuerpo y mente humanas. Recordaba muchos episodios desde su ninez; algunos buenos, otros malos... Pero en los que mas feliz habia sido; aparecia el con su sentido del humor, carinoso, inteligente, leal y caballeroso. Era el unico que la hacia sentirse segura y con los pies en el suelo. Fue su guia durante toda su vida y no podia imaginarse como seria vivir sin el. La suave musica que surgia de los altavoces del coche la habia hecho cerrar los ojos durante un rato y no los abrio de nuevo, hasta que escucho la voz de Lucas. --Celia... --?Si? --contesto a la vez que miraba por el parabrisas--. ?Que ocurre? --Casi hemos llegado --dijo el a modo de explicacion. --No entiendo que es lo que quiere ahora Angel. --Ella se irguio en el asiento y miro a su amigo con curiosidad. --No tengo ni idea, pero sabes que sus ideas son retorcidas. La semana pasada me dijo que esta con un proyecto importante y supongo que tiene que ver con eso. El departamento cientifico en el que trabajamos le puede servir como ayuda. --Si, pero tenemos mucho trabajo. No quiero que me complique otra vez la vida. Siempre acabamos haciendo lo que el quiere --dijo ella pensativa. --El viejo lleva mas de quince anos metiendo su nariz en nuestras vidas. No consigo tener una relacion estable, no para de llamarme y pedirme favores todos los dias. --Giro el volante a la izquierda y Celia observo como la casa aparecia delante de sus ojos. --?Crees que para mi ha sido facil? Espanta y critica a todos mis novios, deje de tener relaciones serias, esta ahogandome con sus visitas y esto pasa desde que hemos decidido ir por nuestra cuenta, desde que nos fuimos de su casa --dijo mientras miraba la casa con nostalgia. Angel fue para ellos como un padre, un mentor que los habia ensenado como era tener un hogar feliz, tener una familia. Celia tenia solo cinco anos cuando Angel entro por primera vez en ese orfanato, ella acababa de perder a sus padres en un accidente de coche. Estaba tan asustada que cuando Angel se le acerco para hablarle, sus miedos desaparecieron al instante. --Hola, pequena. ?Cual es tu nombre y por que lloras? Eres muy bonita y esas lagrimas asustan a los angelitos que estan sentados en tu hombro. --?Angelitos? --Si, pequena, los angelitos que te cuidan. --Yo no los veo, ?donde estan ahora? --Ahora estan sentados en tu hombro derecho, pero no mires, se pueden caer. --?Cuantos son? ?Sabes como se llaman? --Son dos y los nombres los tienes que elegir tu. --Mmm, vale, y si me dices tu nombre yo tambien te dire el mio. --Mi nombre es Angel, pequena. --El mio es Celia, ?que haces aqui? --He venido a por ti. Vas a venir conmigo a mi casa, ?te gusta la idea? --No lo se, ?es bonita tu casa? --Si, pequena. Es muy bonita y no vas a estar sola, tendras un hermano. --?Un hermano? Y, ?como se llama? --Se llama Lucas y el ya esta en casa esperandonos. ?Nos vamos? Al ver la casa de nuevo, Celia recordo cuando la vio por primera vez. --Wow --exclamo--. Esta casa es enorme, ?tienes mucho dinero, Angel? --Mmm…, ?tu que piensas pequena? --Que si. --Pues ahi tienes tu respuesta. --Lucas, ?puedes venir un momento? Ha llegado tu hermana, ven a saludarla. --Hola, yo soy Lucas. --Hola… soy Celia. --Celia, ?vas a bajar? --pregunto Lucas rompiendo sus recuerdos. --Si, estaba recordando el primer dia que llegue aqui. Lucas cerro la puerta del coche y miro la casa. El tambien recordaba el primer dia que llego alli, estaba nevando y el paisaje era como sacado de un cuento de hadas. --?Te gusta la casa, Lucas? --Si, supongo. ?Vives solo? --Desde ahora en adelante, no. Vivire con mis dos hijos. --?Dos? --Si, vas a tener una hermana. La semana que viene la voy a traer. Perdio a sus padres en un accidente de coche y se quedo sin la gente que mas queria. Nosotros vamos a ser su nueva familia. --Ah, bueno. Estara triste, como yo... --?Sabes? Tu madre te queria mucho, Lucas. --Si, claro. Y por eso se suicido, ?no? --No hables asi, ella cometio un error. --Si, dejadme solo. --No vas a estar solo nunca mas, te lo prometo. Y asi fue, desde ese dia nunca estuvo solo. Tener a Angel y a Celia fue lo mejor que le habia pasado en la vida. --T UN VIAJE INESPERADO odo sigue igual. El viejo no cambio nada en la casa --hablo Celia mientras caminaba por el pasillo, observando cada detalle de aquel lugar tan familiar para ella. Alli seguia el espejo que siempre la asustaba por la noche, las fotos y algunos dibujos suyos del colegio. Tambien estaba el florero ese tan feo que, a menudo, tiraba al suelo cuando jugaba con Lucas mientras corrian como locos por toda la casa. El juego preferido de los dos hermanos era imaginarse que las lamparas eran aviones de combate y ellos, los pilotos. --Si, todo sigue igual. Mira esta foto, ?recuerdas ese dia? Estabas manchada de tarta de chocolate por toda la cara. --Sonrio melancolico. --Fue por tu culpa. Me dijiste que si no me la comia rapido, se la ibas a regalar a nuestra nana. --Se acerco y le golpeo el hombro con su puno carinosamente. --Me gustaba molestarte y me sigue gustando. Tu cara se convierte en un cuadro de colores vivos y eso, carino, es una vista que muchos hombres desean ver. --Dejo la foto de golpe en el mueble al darse cuenta de que habia admitido algo que tenia escondido en el fondo de su corazon. --Lucas, deja de bromear. Cuando me enfado soy fea y lo sabes. Venga, vamos a ver al viejo. --Empezo a caminar y el sonido de sus tacones retumbo en toda la casa. El escuchar a su amigo hablar asi de ella y verlo despues de unos meses, la hizo sentir un suave escalofrio. No podia negar que el era muy atractivo y que siempre habia comparado a sus novios con Lucas. Era alto, delgado y contaba con una sonrisa seductora. Tenia el pelo oscuro y desprendia una masculinidad que causaba un cosquilleo inesperado para el cuerpo de Celia. Para ella, era el hombre perfecto, sin contar ese miedo suyo de comprometerse. Tenia novias, eso si, y siempre muy guapas, pero en cuanto las cosas se volvian mas serias, las dejaba. Asi de simple. La puerta de la biblioteca se abrio dejando a la vista a un hombre todavia imponente a pesar de su edad. Se notaba que en su juventud habia roto el corazon de alguna que otra chica. --Hola, hijos mios. --Una sonrisa llena de alegria y felicidad marco el rostro de Angel al ver a esos dos juntos delante de sus ojos. Para el, ellos habian sido la razon por la que siguio vivo despues de la muerte de su mujer. No habian tenido hijos porque no podian y cuando ella murio de leucemia, para el, el mundo dejo de existir. Lo unico que lo habia mantenido con vida era el trabajo, llegar a ser un reconocido cientifico fue su mayor meta, y cuando lo consiguio, se encerro en un laboratorio y no salio hasta ese dia en el que cambio su vida, cuando habia ido a recoger a sus dos amores. El dia que su companero de trabajo, Diego, le dijo que una amiga suya se suicido y dejo atras a un nino de nueve anos, el no dudo en llamar a los servicios sociales para ver si tenia mas familiares. Fue el dia mas feliz de su vida cuando le dijeron que no y que aceptaban que el fuera el tutor de ese pobre nino. Ese nino que ahora no es ni mas ni menos que un hombre con una carrera exitosa, igual que su otro amor, Celia. --Hola, Angel. ?Como estas? --pregunto Celia mientras lo abrazaba. --Contento de ver lo hermosa que eres. Cada vez que pasan los dias me pregunto por que no encuentras a un buen chico --dijo mientras miraba de reojo a Lucas para ver su reaccion. --?Por que? Sera porque a ti no te conviene ninguno y, ?sabes? He tomado una decision. No voy a presentarte a ninguno mas. No paras de asustarlos. -- Meneo la cabeza molesta y Angel empezo a reir. --Es porque ninguno es digno de ti --afirmo Angel mientras aprovechaba para abrazar a Lucas. --?Como esta mi chico? ?Sigues con Laura? --dijo el viejo conteniendo una sonrisa. --Gracias a ti, no. Tus llamadas de madrugada la volvieron loca y me dejo. Por eso decidi irme estos meses, lejos de ti. --Gruno el mientras su tutor comenzaba a reir de nuevo. --Venga chico, no me puedes echar la culpa por eso. Te dejo porque no le has pedido matrimonio, eso seguro. --Celia agarro a Angel por el brazo para cortar la conversacion y empezo a caminar. --Quiero saber por que nos has llamado un sabado, mi dia libre. ?Que es lo que pasa? --Lucas empezo a caminar detras de ellos y a escuchar con atencion la conversacion. Entraron en el salon y despues de servirles una copa de vino, el viejo se sento comodo en su sillon preferido mientras miraba con orgullo a sus dos amores. --Sentaos. Os he llamado para deciros que teneis hasta manana para preparar una maleta con ropa de invierno. --Ellos lo miraron sorprendidos--. Como sabeis, para mi el Polo Norte es un gran misterio meteorologico y ahora por fin he conseguido una autorizacion para hacer mis investigaciones. Lo malo es que yo soy muy mayor y mi salud no me permite viajar. Lo vais a tener que hacer vosotros. --?Que? --gritaron en unisono los dos. --Vamos Angel, no me puedes hacer esto. Tengo un proyecto empezado y... --Y todo esta preparado. --Corto Angel a su hijo mayor--. Vuestros datos y todo el equipamiento ha sido enviado alli. Un equipo formado por dos chicos y una chica os espera. Sabeis que puedo hacer esto, trabajais para mi y este es mi ultimo deseo antes de morir. Quiero terminar esa investigacion, por favor. Celia contemplo la escena que tenia delante. Lucas, en cambio, no paraba de caminar por la habitacion mientras Angel seguia insistiendo en lo mismo. --Celia, di algo, por favor. Tu tampoco te quieres ir, ?no es asi? --Ella miro a su amigo sin saber que contestarle. --Yo… No me quiero ir tampoco, pero esta es una gran oportunidad para nosotros. ?Te imaginas como seria si los resultados salen favorables? -- pregunto mientras su hermano negaba con la cabeza. --No puedo estar encerrado en un solo lugar. Y, ?para cuanto tiempo tiene que ser? --le pregunto molesto a su tutor. --Dado que vosotros sois cientificos, los dos chicos meteorologos y la otra chica biologa, vais a poder cubrir un area bastante grande. Podeis realizar mediciones del magnetismo terrestre imposible de hacer en otro sitio y el campo magnetico ofrece peculiares condiciones. Vais a poder observar tambien las auroras polares, lo que es increible --dijo Angel con entusiasmo. --No lo dudo Angel pero, ?cuanto tiempo? --insistio Lucas. El viejo se levanto de su sillon. --Solo seran cinco meses y aun asi, pienso que es poco tiempo. --Lucas paro de dar vueltas para clavarle una mirada asesina al viejo. --?Cinco meses? Estas loco si piensas que yo voy a ir --exclamo. Celia se levanto de su asiento para interponerse entre los dos, por si acaso. --Angel… Lucas tiene razon, es mucho tiempo. Yo tampoco pienso ir -- dijo. Su tutor se paso las manos por el pelo mostrando exasperacion

  • El asesino que surgio de la niebla (Bruma Oscura 1) – M. G. Pineda de M. G. Pineda

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    El Comisario Barton es un hombre amargado, huye de un oscuro y tormentoso pasado que no lo deja avanzar. Lleva dos anos en una ciudad donde nunca pasa nada grave.

  • Un juego para toda la familia de Sophie Hannah

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    Tras el exito de Los crimenes del monograma, vuelve Sophie Hannah, quien, en la linea de Patricia Highsmith y Ruth Rendell, explora la delicada linea que separa la bondad de la maldad, convirtiendo el espacio domestico en el territorio del miedo.
    Justine creia conocerse bien, hasta que una llamada anonima hace que se de cuenta de que quien esta detras del telefono parece conocerla mucho mejor.
    Cuando revisa los deberes que ha realizado su hija Ellen, Justine se encuentra leyendo una historia escalofriante articulada en torno a una serie de asesinatos siniestros cometidos en la nueva casa a la que la familia se acaba de trasladar.

  • Los hermanos JO.DE.TE (Mon 7) de Cristo Alcala

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    Tres rostros, iguales.
    Pero tres personas, diferentes.
    El angel.
    El demonio.
    Y la balanza.
    Los tres famosos hermanos gemelos, Mon.
    Joviano, Denicio y Tesar.
    O como bien se los conoce.
    Por los hermanos Jo.De.Te.
    Porque son, sexis.
    Porque son, populares.
    Porque son, calientes.
    Y si te enamoras de uno, te jodes.
    Como lo hice yo.
    Pero con la gran pregunta.
    ?Con cual, me quede?

  • Terapia del amor de A. G. Hobson

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    Mateo Garcia creia que finalmente logro su mayor deseo cuando la estudiante de pre-med, Sabelle Reyes acordo casarse con el. Supuso que pasarian el resto de sus vidas juntas. Es decir, hasta que se muere tragicamente en un accidente de coche. Lleno de dolor, busca la ayuda de un grupo local de terapia de dolor. Cuando un amigo se da cuenta de que no esta progresando, se lo remite al renombrado psiquiatra Priya Johar. Despues de conectarse con los amigos de Sabelle, descubre que su amada novia estaba llena de mentiras y enganos. Mateo da un giro para lo peor; Cada vez mas angustiado. Priya trata de tratarlo, con la esperanza de que pueda superar su dolor para dar vida y amar a otro intento. Eventualmente, ella es capaz de lograr su objetivo, ayudandole a aceptar las circunstancias y seguir adelante. Priya tiene un problema, ella se ha enamorado de Mateo. Ahora, con los sentimientos entre ellos la elaboracion de la cerveza, no es la amenaza de su arruinando su vida elegante y prominente carrera. Ambos luchan para obtener la curacion y el deseo de encontrar el amor verdadero.

  • Instinto de seduccion de Adrian Blake

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    Dylan aprovecha un viaje de negocios a Arabia Saudi para escapar del ultimo desastre mediatico en el que se ha visto implicado. Alli conoce a Nadia, la hermana menor del hombre con quien tiene que negociar, una preciosa mujer que pone su mundo patas arriba.
    Ella es impulsiva, atrevida, desobediente… y pronto Dylan urdira un plan para tenerla en su cama… que puede costarle muy caro.

  • Mentira – Premio Edebe Juvenil 2015 (Periscopio), Care Santos de Care Santos

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  • Angel guardian de Andrea Vazquez Borja

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    Desobedecer en el cielo siempre tiene que ser castigado. Es por eso, que cuando un angel desobedece, insulta o asesina, su castigo es bajar a la tierra. Abajo se aprende, se vive y se sufre, se entiende, se analiza y se cambia. O simplemente se corrompe y se mata, quedandose con la condena de nunca poder regresar. Alcander es un angel que desobedecio, y que ahora tiene que aprender de los humanos, cuidando de uno de ellos. Ella resulta ser una chica insegura, temerosa y debil, que tiene como unico objetivo en la vida sobrevivir. Protegida y angel tendran que emprender la tarea mas dificil de sus vidas, para enfrentarse asi a demonios de carne y hueso, y a los propios demonios que habitan dentro de ellos.

  • El purgador de pecados de Alfonso Sierra Garrido

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    ?Puede una persona que se dedica a matar a gente tener sentimientos? Martin llego a esta profesion de manera accidental y ahora mantiene una lucha interna para buscar sentido a su vida.
    El purgador de pecados narra una historia llena de accion al lado de su protagonista, una novela sobrecogedora que discurre entre los bajos fondos de la sociedad y la alta burguesia, de los instintos mas primarios y salvajes a los sentimientos mas puros que puede tener el ser humano, de la ciudad al ambito rural de Espana. Un thriller desgarrador en el que Martin se tendra que enfrentar a la prueba mas dificil de su vida.

  • En busca de la verdad de Carolina Suarez

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    Andrew, recien graduado, decide cambiar de ciudad tras terminar con su relacion. Y las cosas en su nuevo hogar no seran normales. Unas vecina algo extrana y una serie de homicidios lo mantendran en vilo y en busca de la verdad

  • Chantaje 1_Mi peor opcion de Mia Del Valle

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    Muchos anos atras... Eran poco mas de las dos de la madrugada cuando la primera contraccion desperto a Maria. El dolor fue desgarrador y el miedo a la nueva aventura que estaba a punto de comenzar... aun mayor. La mulata de ojos color mar, busco en la mesa que habia a un lado de su catre, hasta dar con una caja de cerillas. Con ellas encendio una pequena vela, y le dedico un pequeno rezo a la virgencita que la protegia desde la cabecera de su cama. El hogar aun se mantenia encendido con una tenue llama y la pequena vivienda permanecia templada. Su hermana Guadalupe dormia placidamente, ajena a todo lo que estaba aconteciendo a escasos pasos de ella. Una segunda contraccion la hizo cerrar los ojos y aferrarse con tanta fuerza a la colcha, que sintio como se doblaban sus largas unas. <> --Guadalupe --llamo Maria con la poca energia que le quedaba en medio de los dolores --Lupe, por favor... te necesito. Lupe abrio los ojos y mientras se sentaba en el catre intentando despabilarse, observaba con horror lo que estaba viviendo su joven hermana. Maria se retorcia de dolor en medio de un gran charco de sangre. Si bien la mayor de las hermanas nunca habia tenido la dicha de ser madre, ni la tendria para su pesar, tampoco habia atendido uno, pero estaba segura que eso no era normal. Rapidamente se puso de pie, y asi como se encontraba <> corrio fuera del rancho en busca de su hermano Gerald. El mayor de los tres hermanos dormia en la cabana contigua a la de ellas, en la casa de los hombres. --!Gerald! --grito Guadalupe entre lagrimas --Gero, !salga mijo que lo necesito! Dese prisa por favor, algo esta mal con la Maria y el bebe. !Vaya y busque a la doctora por favor! Su hermano salio rapidamente del rancho a medio vestir, junto a dos de sus amigos, y terminando de calzar una de sus botas de cuero, corrio hasta su caballo y salio como un demente en busca de la doctora Saavedra. Los dos muchachos marcharon junto a Lupe a la casa, para acompanar a Maria, mientras Gero traia ayuda. La doctora vivia en la estancia vecina, a unos cuatro kilometros de distancia, y dormia junto a su esposo y su pequena bebe de un mes de vida, cuando escucho los gritos. --!Doctora!, !doctora! Por favor, mi manita la necesita --gritaba el pobre hombre desesperado fuera de la portera principal. Fue el esposo de la medica quien salio al encuentro del joven mulato antes que su mujer. Y solicitando que guardara silencio, insto al muchacho a marcharse y que volviera a su rancho, de lo contrario llamaria a su patron, para que el le diera su merecido por tan soez comportamiento. --Pero mi hermana necesita a la doctora patron --suplico el muchacho -algo no esta bien con el bebe. --Mi mujer no estudio para atender a negras putas que se revuelcan con los hijos de los senores. -- Lanzo sus palabras con desden... como flechas envenenadas directo al corazon. Al muchacho se le llenaron los ojos de lagrimas. El enojo, la ira y la tristeza lo hicieron apretar tan fuerte los dientes que sintio como estos crujieron a causa de la presion. --No me diga eso patron... mire que el mundo y la vida es redonda. Todo puede volver --susurro el muchacho volteando para marcharse del lugar. --Atrevido de mierda... ?me estas amenazando? --gruno el alto y fornido estanciero. Gerald no volteo a responder. Sus hermanas lo necesitaban y no podia perder el tiempo discutiendo con el vecino de su patron. Seguramente manana, tendria una reprimenda cuando Don Horacio se enterase. --Ya estoy lista Gerald... !vamos! --dicto Ruth sobre su caballo, terminando de colgar el morral de cuero negro, que usaba para guardar sus instrumentos medicos. Los dos hombres voltearon de golpe, la boca de su esposo se abrio y sus ojos lanzaron chispas al ver la rebelde actitud de su mujer. --Pero... pero querida --intento decir mientras tartamudeaba por la ira. --Pero nada "querido" --y puso enfasis cuando lo llamo querido --?puedes abrir la portera? regresare cuando todo este en orden. Por favor, cuida de Clarita. Don Saavedra de mala gana obedecio, y tal como lo habia pedido Ruth, abrio la portera, permitiendo que su mujer cabalgara fuera, detras del peon que habia llegado pidiendo por ella. Tal como lo temio la joven mujer, al llegar, el bebe se encontraba enredado en el cordon umbilical. Por la sangre que habia perdido Maria, tambien sabia con exactitud que la placenta se habia desprendido, por lo que el tiempo corria en contra. Debia sacar al nino antes que se asfixiara. Lo ideal seria una cesarea de urgencia, pero en medio del campo y con la gravedad del asunto, eso era impensable. --Maria --llamo a la joven, quien lloraba asustada tomandola de los hombros --cuando sientas ganas de pujar hazlo, pero cuando yo te lo pida debes detenerte, si no me haces caso el bebe se ahorcara... ?me entiendes? No tenia intenciones de asustar a la joven madre, pero necesitaba de toda su colaboracion para lograr desatar el cordon del cuello de la criatura y que todo esto no terminara en una tragedia. Maria asintio entre sollozos, y una fuerte contraccion llego en ese instante. --Puja Maria... !puja! --insto Ruth y tras pujar con fuerza, Maria pudo sentir cuando la cabecita de su hijo salio --. Ahora espera Maria --grito Ruth mientras desatoraba el cordon del pescuezo del pequeno --respira como perrito... por la boca --continuo hablando para captar la atencion de la muchacha. Sus manos se movian rapido y con destreza, pero el corazon le iba a mil. En la penumbra de aquel humilde lugar, en el que solo se encontraban un par de velas encendidas, y la llamarada del hogar, el color azulado en los labios de la criatura ya se hacia evidente. Ahora si. Ya se encontraba sin ataduras, por lo que tendria que separarlo cuanto antes de la trencilla que lo mantenia unido a su madre, y rezar a todos los santos, para que llorara con fuerza y cargase sus pequenos pulmones con oxigeno. --Ahora si Maria, a la cuenta de tres, puja con fuerza nina. !Vamos! Uno, dos... y... --!Aaaaaahhhhh! El grito de Maria se escucho en el silencio de la noche, como el aullido de un lobo a la luna. Finalmente, su hijo habia nacido. Si Ruth no hubiera estado en aquel momento, dudaria de la veracidad de que ese bebe fuera hijo de Maria. Pese a que se encontraba palido y levemente morado, el nino <> un pequeno y regordete varoncito, tenia la piel del color de la nieve y su cabello como rayos de sol. <> penso Ruth, un rasgo singular que poseia aquella pequena familia de tez oscura. Velozmente la joven doctora corto y ligo el cordon y con un nudo en el estomago, comenzo a masajear el pequeno e inmovil cuerpito, aparentemente sin vida. --Vamos, vamos bebe. Por favor, respira... por favor respira --murmuraba mientras frotaba una y otra vez a la criatura. Lupe y Gerald abrazados a su hermana sollozaban en silencio, hasta que el alarido del llanto se escucho. --Mi hijo --dijo sin fuerzas Maria con una sonrisa en los labios y lagrimas banando su rostro. Ruth no pudo evitar la emocion y ella tambien se puso a llorar. Maria tomo en brazos a su hijo y beso su coronilla. El pequeno lentamente comenzo a abrir sus ojos y su mirada se encontro con la de su madre. --Bienvenido al mundo Aaron. --?Aaron manita? ?Ese sera el nombre de mi sobrino? --pregunto el mulato. Maria asintio en silencio. --Asi es mi querido hermano, este nino sera mi luz... tal cual significa su nombre. De ahora en adelante solo vere por el. La puerta se abrio en ese momento, asustando a todos los presentes. Los patrones habian llegado. Horacio y Diego Jamasen, padre e hijo respectivamente, entraron con cara de pocos amigos. El joven veterinario al ver la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, rapidamente camino hasta Maria, y para el asombro de todos, se puso de rodillas a un lado de la cama, y apoyando su frente en la de la chica se puso a llorar. Nadie entendia nada, pero todos entendian todo. Porque no era necesario ser un ilustre, para darse cuenta que tanto Don Diego, como el pequeno Aaron presentaban muchas similitudes fisicas. Muchisimas. --Diego... !basta ya! --increpo Don Horacio --termina esta boberia de una buena vez. No quiero ver a este pequeno bastardo dentro de mi campo. Ya mismo quiero que saques a toda esta gente o me llevo el nino y lo dejo en medio de la nada. Los dos amigos de Gerard y el mismo se acercaron hasta donde estaba el patron. Lo bueno, es que no fue necesario que dijeran nada. Porque fue don Diego Jamasen <> quien hablo. --!No te atrevas a amenazar a mi hijo papa!… ?Me has escuchado? --grito el joven hombre. --?Tu hijo? --Sonrio con desden --no te das cuenta, que lo unico que quiere esta gente --realizo un despectivo movimiento con su mano, en el cual senalaba a los presentes --es dinero... La negrita se abrio de piernas y te hizo un retono. !Y tu como si nada! ?Por que mejor no aprendes de tu padre?... la pequena Lupe --limpio con su dedo la comisura de sus labios y acomodo su barba mientras miraba a la mujer --Lupita ha calentado muchas veces mi lecho, pero jamas traera un paquete en el bombo... me he garantizado en persona de eso. Gerald apreto los punos, intentando controlar su ira por lo que acababa de escuchar. El viejo habia violado a su hermana mayor y era el responsable del atroz dano que sufrio su hermana en el utero anos atras. <> Eso no quedaria asi. Aquello jamas podia quedar como si nada. <> penso.

  • Atrapada en el espejo de Gemma Lienas

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    Laura Bellido es una joven arquitecta con estudio propio, un marido atractivo y simpatico y un hijo de seis anos. No tiene problemas economicos, ni de ningun otro tipo y parece una mujer feliz. Nada hace pensar que una noche, despues de una cena romantica para celebrar los exitos laborales de su marido, Laura acabara desnucada por las curvas de Garraf. Cuando Gina, su amiga intima que vive en el extranjero, recibe la noticia de su muerte, tiene el presentimiento de que hay algo que se le escapa. Esta intuicion inicial va tomando forma cuando se instala en Barcelona y profundiza en la vida, aparentemente estable, de su amiga. A partir de las conversaciones con la gente mas cercana a Laura, Gina empieza a encajar las piezas del cristal donde se esconde la verdadera historia de Laura.Gemma Lienas, con la habilidad narrativa que le caracteriza, construye una novela de gran tension psicologica que cautivara al lector desde las primeras paginas. De una profundidad conmovedora y llena de detalles reveladores sobre las relaciones de poder entre las personas, Atrapada en el espejo es una novela coral que se adentra en la complejidad de las contradicciones humanas.

  • Sin Dejar de Amar de Heidi Betts

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  • Te quiero, baby (HQN) de Isabel Keats

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    !Venga, mama! India termino de untar la Nocilla y envolvio el bocadillo en papel film. Se chupo el dedo manchado de chocolate, cogio su trench rojo y el bolso de encima de la mesa de la cocina y corrio hacia el oscuro y diminuto vestibulo donde la esperaba su hija, impaciente. --Toma, guardalo en tu mochila. !Rapido o llegaremos tarde otra vez! --Dio un ultimo repaso al uniforme, los zapatos (que por suerte la noche anterior se habia acordado de abrillantar) y al peinado de la nina, abrio la puerta para que pasara y grito--: !Adios, Tata! Bajaron a toda velocidad las lugubres escaleras del antiguo edificio, que ya desde primera hora de la manana olian a guisos rancios, y corrieron por la acera sin dejar de reir, a pesar de las miradas de desaprobacion que recibian de algunos viandantes. Por fortuna, el colegio estaba a tan solo dos manzanas de su casa y, aunque congestionadas y sudorosas, consiguieron llegar antes de que la monja que custodiaba la puerta las mirase con malos ojos. --!Lo conseguimos, piruleta! --India se inclino sobre su hija para besarla en el suave pelo rubio, que olia a champu de fresa. --!Somos las mas rapidas! --Sol le lanzo aquella nueva sonrisa mellada que mostraba la reciente rapina del Ratoncito Perez--. Y eso que llevas tacones. --Exacto, una vez mas he conseguido llegar a tiempo sin partirme un tobillo. !Bien por mi! -- Chocaron las palmas con fuerza, siguiendo su particular ritual. India se inclino para besarla, una vez mas, y permanecio observandola con una suave sonrisa en los labios hasta que la nina desaparecio detras del porton de madera. Justo en ese momento sono su movil y, despues de un buen rato revolviendo en el bolso, logro localizarlo y contestar antes de que quien fuera que llamara agotase su paciencia--. !Lucas! Si, si, voy ahora mismo. Dile que ha pinchado el metro o, mejor, que los extraterrestres que me habian abducido acaban de devolverme al planeta Tierra. Te juro que llego en cinco minutos... !Taxi! Levanto el brazo y tuvo la inmensa suerte de conseguir que, en plena hora punta, uno de aquellos preciados vehiculos se detuviera frente a ella, a pesar de que habia empezado a chispear. India lanzo el abrigo y el bolso de cualquier manera sobre el asiento trasero y se sento con un suspiro de alivio; cada dia aguantaba menos los tacones. --Al Hotel Palace, por favor. Como era habitual, en vez aprovechar el tiempo que duraba el trayecto para repasar con calma lo que Lucas le habia contado, se vio obligada a estar de palique con el taxista. No sabia por que, pero a la gente le daba por contarle sus penas. Suspiro, resignada, y asintio con simpatia a la larga enumeracion de sus achaques mas recientes, se mostro debidamente horrorizada al escuchar las villanias de la nuera perversa y las salidas de tono de su hija adolescente, y se indigno, justamente, ante los ultimos atropellos de los politicos nacionales unos segundos antes de llegar a su destino. Pago a toda prisa y, tras responder con calidez a la efusiva despedida del taxista, subio corriendo las escaleras de entrada, sonrio al elegante conserje, perfectamente uniformado, que le sujetaba la puerta para que pasara, y siguio corriendo por la mullida alfombra tejida en la Real Fabrica de Tapices hasta llegar al famoso restaurante La Rotonda, situado bajo la impresionante cupula de cristal. Alli se detuvo y miro a su alrededor, jadeante, hasta que descubrio a un hombre moreno que le hacia senas desde una de las mesas. Entonces, respiro hondo y, con aparente serenidad, se acerco hasta donde se encontraba su amigo. Lucas se levanto en el acto de su comodo butacon para recibirla y su acompanante le imito unos segundos mas tarde. --!Por fin, India! Aunque le asegure al senor Connor que aparecerias en cuanto hubieras terminado de pintarte las unas de los pies, el pobre estaba empezando a aburrirse de escuchar, una y otra vez, mis tediosas anecdotas de ca-za. India le dirigio una rapida y significativa mirada que prometia feroces represalias y, en el acto, giro la cabeza para dirigir su mejor sonrisa profesional al hombre que permanecia a su lado, observandola en silencio. Tuvo que ajustar la direccion de su gesto y dirigirlo varios palmos mas arriba; el tipo era un autentico gigante. Lucas era alto y tenia buen cuerpo, pero al lado de aquel hombre parecia un muchacho algo enclenque. --Encantada de conocerlo, senor Connor --saludo en su perfecto ingles britanico, al tiempo que le tendia la mano con desenvoltura. El la tomo en la suya en el acto y, aprensiva, observo como sus dedos desaparecian por completo en aquel calido apreton. --El gusto es mio. --Tenia una de aquellas voces, profundas y muy varoniles, tan apropiadas para anunciar en la tele detergentes y coches de lujo, y por su acento India dedujo que era norteamericano. En realidad, todo en el era agresivamente masculino, hasta el punto de resultar incluso un poco apabullante. El senor Connor no era guapo. Sus rasgos, demasiado marcados, eran de esos que al menos necesitan un par de adjetivos para describirlos: mandibula cuadrada y tenaz, nariz algo torcida y prominente, y labios firmes y delgados. La primera impresion de India fue que el senor Connor a lo mejor se habia dedicado al boxeo en algun momento de su vida. Desde luego, se dijo, aquel cuerpo no desluciria en la categoria de peso pesado y, ademas, vestia de pesadilla. Tuvo que parpadear unas cuantas veces para asimilar aquel traje de chaqueta marron chocolate, la camisa de un tono amarillo palido y la corbata tambien amarilla, pero, en esta ocasion, de un rabioso color limon. Aquel hombre destacaba como un girasol en un ramo de rosas blancas entre los distinguidos hombres y mujeres de negocios que, en ese momento, se tomaban un aperitivo sentados en las mesas cercanas. --Esta es la amiga de la que te hable, Raff. India Antunez del Diego y Caballero de Alcantara. --Es un nombre muy largo --comento con una atractiva sonrisa que dejo ver sus dientes, blancos y regulares. --Si, demasiado. --India le devolvio la sonrisa al instante, al tiempo que se sentaba en la silla que Lucas sujetaba y luchaba por apartar la mirada de aquella corbata indescriptible, medio cegada por su resplandor--. ?Se aloja en el hotel, senor Connor? --Si. Siempre me quedo en el Palace cuando estoy en Madrid, es muy centrico y comodo; pero, por favor, llameme Raff. --Alzo una de sus manazas e hizo una sena a un camarero, que acudio enseguida. Tras preguntarle que queria, le encargo el cafe que ella habia pedido antes de proseguir --: Imagino que Lucas ya le ha contado un poco la idea que tengo. --Bueno, vera --se encogio de hombros con un delicado movimiento mientras, por debajo de la mesa, su pie, enfundado en el unico par de Manolos que no habia vendido aun en la tienda de ropa de lujo de segunda mano, se balanceaba, inquieto--, mi amigo Lucas no es muy comunicativo, precisamente. Solo me ha dicho que usted esta interesado en que me ocupe de organizar un evento importante. Ademas, habia anadido --aunque por supuesto India jamas lo confesaria en voz alta-- que Creso al lado del senor Connor era un muerto de hambre, y que estaba dispuesto a pagarle una pasta por aquel trabajo. Una pasta. Aquellas palabras magicas la habian hecho decidirse en el acto; necesitaba el dinero con urgencia. --En efecto, quiza podriamos llamarlo asi... --respondio el gigantesco americano con vaguedad. Por unos segundos, a India le parecio distinguir un brillo travieso en aquellos penetrantes ojos azules, pero se dijo que lo habia imaginado; el rostro del senor Connor mostraba la mayor seriedad. De pronto, le asusto la posibilidad de que el pudiera echarse para atras y de manera algo atropellada, algo que le ocurria siempre que se ponia nerviosa, se apresuro a comentar: --He organizado todo tipo de eventos, senor Connor, torneos de golf, de polo, bailes para debutantes de la alta sociedad, cenas de negocios... --India se llevo la taza de cafe a los labios, procurando controlar el temblor de su mano, y aspiro el exquisito aroma con deleite antes de dar un sorbo. Aquella manana no le habia dado tiempo a desayunar y la bebida ardiente la hizo revivir. --Lo se, senorita... --vacilo antes de proseguir--. ?Te importa si te llamo por tu nombre de pila, India? Tu llamame Raff. Por cierto, no es un nombre muy espanol. Al verte con ese pelo tan oscuro y esos ojos del color del caramelo, tan grandes y rasgados, pense que te llamarias Carmen o... o Juana. <>. Puso los ojos en blanco, aunque, por supuesto, solo en su mente. En realidad, estaba dispuesta a que aquel hombre le llamara casi cualquier cosa que se le antojara si de ese modo no se le escapaba el trabajo, se dijo, desesperada; aunque nada en su aspecto, impecable y sereno, con aquel conjunto primaveral de Missoni de hacia tres temporadas, lo delataba. --Por supuesto, senor... quiero decir, Raff. Veras, mi padre sentia pasion por la India. Cuando estudiaba en Oxford conocio a un autentico maraja de un pequeno estado del sur y todos los anos pasaba alli largas temporadas. A juzgar por lo que el contaba, la expresion <> es de lo mas adecuada, creeme. --Al notar que empezaba a irse por las ramas, retomo el tema que les ocupaba--. Pero dime, Raff, ?en que consiste exactamente el evento que quieres que organice? Lucas no me ha aclarado gran cosa.

  • Tormenta en La Habana, Clive Cussler de Clive Cussler

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    Dirk Pitt regresa en esta nueva y emocionante novela del maestro de la aventura, el autor superventas mundial Clive Cussler.

  • Abre tu corazon (Mafia 2) de Barbara Padron Santana

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    Giulia Maccini era feliz al lado de su marido Lucio Belgeri, pero cuando los problemas de pareja dan comienzo y el se retrasa el dia que se iban a ir de crucero, ella comete el peor error de su vida. Y ese error tenia nombre: Salvatore Fabreschi.
    Salvatore es un forense con un humor bastante acido que al ver a Guilia sufriendo, decide ayudarla, pero la atraccion es tal que ambos acaban acostandose.
    Desde ese mismo instante los problemas se suceden uno tras otro. Alguien quiere acabar con la vida de Giulia sin que esta sepa la razon.
    Ambos deberan enfrentar demonios no solo del pasado, sino del presente y proteger lo que mas quieren luchando por sus sentimientos.

  • No tengo tiempo para esto de Erina Alcala

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    Sam Martin, era un tipo alto y guapo, y el pelo ligeramente largo, con ojos verdes y un cuerpo de escandalo.
    Tenia en Manhattan una empresa de turismo y viajes puntera en el mercado.
    Su lema, era poder, dinero y mujeres, por ese orden.

  • Amor Juvenil de Marta Escudero

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    Libre: Romance Juvenil con el Escritor Rebelde
    A mis 23 anos vivo encerrada en la pequena prision de mi “hogar”. A punto de terminar estudios de veterinaria, y aun asi sintiendome una prisionera en mi propia casa. “Mientras vivas bajo mi techo, haras lo que yo diga”, es la frase que repiten constantemente mis padres ante cualquier intento de tener un poco de libertad.
    Es asfixiante cuanto menos. Pero todo cambia cuando un joven de 22 anos, solo, se muda a la casa de enfrente. Terminando estudios de derecho para convertirse en abogado, actualmente se gana la vida escribiendo novelas de romance juvenil.
    Es dificil no sentirse atraida por el. “Libre”, ya no solo de las cadenas de una familia, sino de la sociedad en si misma. Con una moto asomando en el garaje, una sonrisa torcida cada vez que saluda, y el sentimiento de que hace “lo que le da la gana, cuando le da la gana”, es realmente dificil no derretirse por el.
    Asi que cuando un dia me invita a tomar un cafe no puedo evitar teniendo sexo con el entre sus sabanas. Y de ahi, la cosa solo pudo complicarse mas.

  • Seduciendo a la chica especial de Anna Olsson

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    Iban es un chico que cree en el amor, lo vive a diario junto a sus amigas, hasta que un dia decide hacer un viaje sorpresa a Estocolmo, Suecia, donde a conocera a la interesante Karin. Disfrutad de la novela.

  • Contrapunto de Elizabeth Farinango

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    “Contrapunto” es una novela romantica que en su primera edicion te trae una historia donde los finales felices no son los que podrias imaginar. Adaptada al tiempo moderno, en varios escenarios de Estados Unidos, Inglaterra y otros paises del mundo, esta novela promete cautivar tu corazon de una forma pletorica e impredecible.

  • Prins de Cesar Aira

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    Condenado de toda la vida a la laboriosa redaccion de novelas goticas, encadenado al gusto decadente de un publico inculto... La fatiga se apoderaba de mi. No podia ni siquiera terminar una oracion. Quiero decir... Una sintaxis decente... No es que no pudiera escribir, siempre podria, era parte de los automatismos adquiridos por mi sistema nervioso, pero hubo un momento en que las sombras se espesaron sobre mi... Los gustos refinados de mi juventud letrada quedaron sepultados bajo los imperativos de las apolilladas convenciones de la novela gotica. Y ademas sufrieron la devaluacion de la cantidad. Ya habia perdido la cuenta de mi produccion, esa parva inicua. La literatura de genero promueve, y hasta obliga a la cantidad. Para empezar, se le exige poca calidad, porque la densidad de la calidad literaria dificulta la lectura, y en los generos la idea es que se lea sin esfuerzo, con placer (dentro de todo, el razonamiento tiene algo de atendible). Siendo asi, se puede escribir rapido. Y los lectores consiguientemente leen rapido, terminan pronto el libro y quieren otro. Se establece un circulo, no se si vicioso o virtuoso, la demanda se satisface, el negocio prospera, y el autor queda preso en la maquina infernal. Cuando se dignaban ocuparse de mi, los criticos no tenian mas que palabras desdenosas. No los culpaba. La novela gotica que yo practicaba era una gastada combinatoria de elementos siempre los mismos. Ya me los sabia de memoria: el manuscrito medieval encontrado en un baul en el desvan de un convento, escrito en griego o arameo y traducido por un providencial monje errante; el castillo en lo alto del monte, rodeado de un profundo foso, con el puente levadizo, las salas ruinosas, los arcos en los que se perdian los murcielagos; el malvado conde dueno y senor del castillo, en lo posible usurpador del dominio; la hermosa doncella huerfana secuestrada en las mazmorras hasta que cediera a los requerimientos lascivos del senor feudal; el joven criado por campesinos que lo encontraron abandonado en el bosque junto con un anillo con un sello de extrano dibujo, y en lo posible una marca de nacimiento en el hombro, en forma de flecha o cruz o estrella; el viejo sacerdote que ha guardado durante cuarenta anos el secreto que le confio en su lecho de muerte la reina o duquesa; el espectro que no dejara de rondar las almenas hasta que se vierta la sangre del ultimo descendiente de los usurpadores; la estatua que cobra vida, la rosa que sangra, las prolongadas catalepsias, los ruidos inexplicables; y como via de circulacion entre todas esas zarandajas, las puertas secretas, los pasadizos subterraneos, los tuneles, los largos corredores a la medianoche en los que una subita corriente de aire apaga la unica vela... Todo era pasto seco para las llamas del escarnio que se abatia sobre mi: lo chabacano y adocenado del raquitico producto de mi imaginacion, de la que ademas se dudaba, por la perenne sospecha del plagio; el dano que le hacia a la promocion de la lectura en la que se empenaba el gobierno para elevar el nivel cultural, pues al promover la lectura me estaban promoviendo tambien a mi, lo que les parecia tan criminal que tenia de desaliento sus campanas; y muy especialmente el numero de libros con mi nombre en la tapa, que era algo asi como la multiplicacion del horror. Yo no solo le hacia mal a mis contemporaneos, sino que se lo hacia en gran cantidad. En fin, habia motivos de todo genero para deplorarme. No deberia haberme importado. El artista, lo mismo que el demonio, se satisface solo, cierra la curva del apetito sobre si mismo, y tal era mi caso; pero aun asi algo de la opinion ajena me penetraba, y se sumaba al inmenso cansancio que me propinaban la edad, mi pasado y el agobio de la obra deleznable en forma de monte de libros. Como la cuestion de la calidad no podia remediarla, pense que podia remediar la de la cantidad, no escribiendo mas. Dejar de escribir. Me di cuenta, a posteriori, que de ese modo remediaba tambien lo cualitativo: en efecto, si no habia nada, no se lo podia calificar ni de bueno ni de malo, la nada es inerte en ese sentido. Puede parecer una decision extrema, pero debo hacer notar que mi estado de animo era extremo; me habia hundido en la amargura y en la anomia. De modo que no escribir mas era lo menos que podia hacer. Hice como el miembro de la familia que en el extremo del hartazgo ante la animadversion de sus parientes les dice que si tanto les molesta va a librarlos de su presencia, y se pega un tiro delante de ellos, sin importarle la presencia de los ninos, a los que salpica con la sangre. No es un simil tan exagerado, porque para mi escribir era vivir. Claro que en el caso del suicida el efecto seria mas fuerte, produciria un sentimiento de culpa sin precedentes en la familia, les amargaria la vida al menos por un buen tiempo. Mi renuncia, en cambio, por mas que fuera a su modo una renuncia a la vida, o a lo mas valioso de mi vida, pasaria inadvertida. El unico amargado seria yo, que ya estaba amargado. Pero ?era realmente <>? ?Escribir esa basura? Estoy dramatizando. Aunque tengo motivos para el drama. Escribir no era solo mi modo de ganarme la vida sino el trabajo que me mantenia ocupado y mantenia a raya al tiempo, que siempre ha sido mi gran enemigo. Si dejaba de escribir se abria un vacio... Aunque el vacio ya estaba ahi, en las interminables jornadas de tedio gotico, cuando contaminado por la tematica que invadia mi cerebro como una melaza espesa me paseaba, con una impaciencia no justificada por nada, por los salones oscuros de la casa. Retratos cenudos de antepasados dudosos me contemplaban desde los panos de roble. Escudos de armas, herrumbradas armaduras con la visera baja, enormes espadas cruzadas en la pared, tan grandes que era dificil imaginar la contextura inhumana de quien hubiera podido blandirlas en un pasado de leyenda

  • La septima lapida de Igor De Amicis

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    < thriller que rezuma autenticidad y que no tiene piedad con nadie.>>
    Sandrone Dazieri, autor de No esta solo.

  • El elefante que sonreia de Gustavo Vazquez Lozano

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    En medio de la Gran Depresion un circo estadounidense se traslada a Mexico con sus personajes deformes, fantasticos, caracteristicos del circo norteamericano. Huyendo de la miseria y de historias personales insoportables, el senor Carothers y sus artistas comienzan de nuevo, acompanados de sus contrapartes mexicanos. Durante anos recorren el pais, envejecen y ven como su espectaculo pasa de moda. Con la intencion de atraer mas gente y salvar el circo, el mago recurre a la hipnosis colectiva y al espectaculo-horror. Para ello acude a Cecilia, una acrobata cuya cara le fascina y repele al mismo tiempo. Como una sombra pesa sobre todos la virgen de Jalapilla, una nina asesinada que tiene fama de hacer milagros y esta enterrada en una tumba clandestina.

  • El refugio de Mick Kitson

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    Sal ha estado planeando la fuga durante casi un ano. Ha leido una guia de supervivencia de cabo a rabo y ha mirado un monton de videos de YouTube. Ha sustraido un mapa de la agencia cartografica nacional. Ha robado varias tarjetas de credito y ha comprado una brujula, un cuchillo de montana, un par de impermeables y un kit de primeros auxilios. Y ahora esta preparada. Sabe muchas cosas: como construir un refugio y encender un fuego, como calcular distancias, como cazar conejos y disparar una pistola de aire comprimido. Pero sobre todo, sabe como proteger a su hermana de diez anos, Peppa.

  • La muerte de las cuatro reinas de Astrid Scholte

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    Iris se marcho de su pais natal a los dieciocho, cuando la informaron del fallecimiento de su madre. En un barco toriense, navego por el canal hasta llegar a palacio. Se adapto a su nueva vida y al trono sin inmutarse e insistio en participar en la corte minutos despues de que enterraran a su madre bajo el palacio. Aquella misma noche se quedo despierta hasta la madrugada, leyendo libros de historia arquiana y sobre diplomacia. Nada la afectaba. Ni siquiera la muerte de su madre.
    Iris abrio sus ojos verdes y observo el cielo azul brillante. Estaba disfrutando del respiro que se habia dado del eterno palacio dorado. Como una cupula de cristal rodeaba el palacio, tanto en cada habitacion como en el interior se reflejaba un tono dorado. Incluso por la noche, los pasillos adquirian un color ambar oscuro, como si la oscuridad no se atreviese a rozar a las reinas con sus dedos negros…
    Una abeja le pico en la garganta. Una picadura fuerte que dio paso a un ligero dolor.

  • tienes un mensaje de Norah Carter

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    Olia fuerte a cafe desde la cama, hacia un buen rato que Nelson se habia levantado, pero al ser sabado yo me quise quedar un poco mas disfrutando de ella, pero ese olor ya me estaba incitando a ir hacia la cocina. Hacia un dia precioso. El sol entraba a raudales por la ventana y eso que todavia no era mediodia. Es lo que tiene vivir en una ciudad como esta, tan llena de vida. --Buenos dias, Nelson, que bien huele a cafe, necesito uno urgentemente -- me acerque a el para darle su beso de buenos dias. --Buenos dias, Marta, ahora mismo te lo preparo. En sus palabras vi algo de intranquilidad. Estaba como pensativo, note que algo no iba bien. --?Te pasa algo? --Tengo que hablar contigo -- respondio sin mirar a mis ojos y cogiendo la taza de la cafetera Nespresso. Se me paso de todo por la cabeza, porque en los cuatro anos que llevabamos de relacion jamas me habia dicho esa frase. Habiamos sido una pareja feliz y, ?por que no decirlo?, eramos la envidia de amigos y muchos de nuestros familiares que habian fracasado en sus relaciones. Me sente en la silla de la barra de la cocina y espere a que hablara. Fui incapaz de preguntarle que era lo que sucedia. Temia que una mala noticia pusiera fin a aquella felicidad en la que viviamos como si estuviesemos recien casados. --Marta, he conocido a alguien en el trabajo... Sus palabras se clavaron en mi corazon como punales. No podia creer nada de lo que estaba escuchando. ?Como podia decirme algo asi? ?Como podia decirme algo asi y con tanta serenidad? Fui incapaz de mirarlo a la cara, hubo un buen momento de silencio. El dia dejaba de ser maravilloso de repente para mi. Ninguna mujer esta preparada para una noticia como esa, para que su marido le suelte a la primera que se ha enamorado de otra persona. Ojala me hubiera tragado la tierra en aquel instante. Lo peor era verlo alli, parado, sereno, preparandose un cafe mientras el sabia que me estaba hundiendo en la miseria con aquella frase. --Llevo varios dias intentando contarte esto y no me atrevia. Pero no puedo mas, Marta. He intentado quitarmela varias veces de la cabeza de mil maneras, pero hoy es imposible y no puedo luchar contra lo que mi corazon ha empezado a sentir por esa persona. Se que no te lo mereces, pero debo marcharme. No te mereces esto y yo no me merezco estar sufriendo de la forma que lo estoy haciendo -- dijo como si se lo hubiese aprendido de memoria y lo hubiese ensayado delante del espejo. Su voz era suave y su tono sereno parecia quitarle importancia a la gravedad del asunto; aquel tio me estaba jodiendo la vida y estaba tan tranquilo. Yo seguia perpleja. Estaba boquiabierta. No sabia si echarme a reir o ponerme a llorar, o lanzarle la cafetera Nesspresso que nos habia regalado su primo Asensio a la cabeza para ver si dejaba de decir gilipolleces. Era incapaz de responderle. No me esperaba que la historia tan bonita de amor que habia vivido junto a el se acabase de un plumazo y ademas que fuese por otra. Tenia ganas de huir, salir corriendo de aquel lugar, pero estaba claro que el que se debia de ir era el. Menos mal que el piso estaba alquilado a mi nombre y el era el que habia elegido separar nuestros destinos. Lo de menos ahora era pensar en el piso, sino en pensar en mi futuro, en el nuestro, que claramente se habia roto para siempre. Por mucho que te lo digan, una no es capaz de asimilar que su novio, despues de todos estos anos, decida abandonarte, dejarte tirada como una colilla. La decepcion, la frustracion y odio se iban apoderando de mi, pero tambien lo hacia un sentimiento de pena hacia mi misma. ?Que iba a ser de mi a partir de ahora? Pero la peor pregunta viene despues, cuando te paras a pensar un poco y te dices: ?Como fui tan imbecil de no darme cuenta de que estaba viendose con otra? --Comprendo que no me quieras hablar. Ahora recogere mis cosas y me marchare. Siento haberte hecho esto, pero no puedo luchar contra mis sentimientos... -- dijo de nuevo aquel gilipollas, porque no merece otro nombre, como si estuviera dentro de una pelicula de sobremesa o como si fuera el protagonista de una telenovela venezolana, la madre que lo pario. Me daban ganas de contestarle que era un cerdo, pero preferi seguir en mi mas absoluto silencio y no contestar a nada de lo que me dijese, total, todo lo que dijera no iba a hacer cambiar sus sentimientos. No iba a convencerlo de nada. Se habia preparado perfectamente todo el guion y cada una de las palabras que me iba a decir para que no pudiera contestarle inmediatamente, para que me comiera tan tranquila aquellos cuernos. Ademas que iba a romper a llorar como una nina pequena si lo hacia, asi que decidi no contestar a nada y que se fuera lo antes posible. Era lo mejor, porque una tiene su orgullo, una sabe que la vida no se acaba porque un idiota como ese, al que yo habia amado, te dice una manana, tomando cafe, que todo se ha acabado, que todo un proyecto de vida se tira por la borda gracias a que ese energumeno ha decidido que se la pelara otra. Me encendi un cigarro mientras me tomaba el cafe y el se alejo al dormitorio. Me encanta el cafe. Lo tomaba desde muy pequena, a escondidas, sin que las monjas del centro se enterasen. Aprovechaba lo que quedaba en la cafetera despues de comer para subirme a un taburete y echarme lo que quedaba en una taza. Las monjas dormian. A veces cogia un chusco de pan y sopaba. Ahora era incapaz de sorber un trago. Ahora el cafe estaria asociado a aquella ruptura que no me esperaba ni en la peor de mis pesadillas. Un nudo en el estomago, como consecuencia de los nervios, me impedia seguir tomando aquel cafe. Que mierda de dia y que mierda de vida a partir de ahora, porque yo estaba colada por aquel tipo que me habia dicho tan ricamente que lo dejabamos porque habia conocido a otra de la noche a la manana. Escuche como sacaba la maleta y abria los cajones de los armarios para llevarse su ropa. Lo tenia decidido y lo habia meditado bien. Todo estaba saliendo como el esperaba. No habia montado ningun espectaculo, de esos que vienen los vecinos y hasta la policia. Era evidente que estaba recogiendo sus cosas. Empezo a salir y a entrar de la casa para meter cosas en su coche, imagine que ya la otra persona lo estaba esperando con los brazos abiertos para recibirlo. Un rato despues volvio a entrar a la cocina, dejo las llaves sobre la encimera, miro por la ventana desde donde se veia el Parque de las Naciones, uno de nuestros lugares favoritos, pues, en ese parque, nos habiamos basado tardes enteras, tocandonos, acariciandonos, sonando con que mas pronto que tarde tendriamos un trabajo estable y nos comprariamos un piso cerca de alli. No quiso mirarme a los ojos, solamente queria mirar a la ventana. Yo no se que se le estaba pasando por la cabeza. --Si algun dia quieres hablar, tienes mi telefono -- acto seguido salio por las puertas. Estaba en estado de shock, era incapaz de levantarme de aquella silla, no era capaz de romper a llorar, estaba con la mente ida, tenia ganas de llamar a mi amiga Paula, pero tampoco tenia ganas en estos momentos de hablar mucho sobre ese tema. Ademas no sabia nada, solo sabia que habia conocido a alguien y poco mas. No comprendia como algo tan bonito se acababa de aquella miserable manera. Cuantas veces habiamos hablado de los divorcios de muchos de nuestros amigos que se habian casado felices e ilusionados y nos deciamos que eso a nosotros no nos iba a pasar jamas, porque, ademas de llevarnos genial, en la cama funcionabamos muy bien.

  • Un extrano en casa de Shari Lapena

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    De la autora del thriller revelacion de 2017 La pareja de al lado, llega una nueva y adictiva novela repleta de giros y secretos.

  • La promesa de no olvidarte (Skye 2) de Yolanda Revuelta

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    Connor Carson regresa a la isla de Skye tras varios anos trabajando como medico en Africa. Su decision de retomar su vida donde la dejo se debe a que uno de sus mejores amigos ha muerto. No va a ser facil volver a ver a Kate y mas complicado sera aun ocultar lo que siente por ella.

  • Somos eternos (Trilogia Mi tarea pendiente 3), Marta Lobo de Marta Lobo

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    Si, parece que habia conseguido controlar mi vida, que por fin Nueva York era mi hogar
    y habia encontrado el amor, pero aquella punetera entrevista me hizo saber que no era asi.

  • Ella es tu Destino de Megan Maxwell

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    Lidia es una caza-recompensas que, junto a su inseparable dragon Dracela y su fiel amigo Gaul, ha hecho de su vida una aventura. Esta forma de vida le permite seguir con su particular mision que no es otra que encontrar a Dimas Deceus y vengar la muerte de su familia. Su ultimo encargo: capturar al ladron Bruno Mezzia, fugado hace pocos dias. Tras capturar a Bruno (apuesto y fuerte) y mientras lo trasladan para su entrega, encuentran en su camino a Penelope Barmey en busca de ayuda para rescatar a su marido y, a cambio de su apoyo, les ofrece una llave elfica, pieza clave para vencer los peligros que les esperan en su camino y que facilitara que Lidia llegue hasta Dimas Deceus y culmine su venganza. Estos acontecimientos les obligaran a posponer la entrega de Bruno. El camino que recorreran hara que poco a poco Lidia se fije en Bruno y este en ella, a pesar de que la guerrera intente esconder sus sentimientos mostrandose fria y ruda. Mientras Gaul se dara cuenta de que el hermano del terrateniente que les ha hecho el encargo no ha dicho toda la verdad. Bruno no es un ladron.

  • Guardando las distancias de Iria Blake

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    Lucia esta cansada de su vida anodina junto a su novio.
    Lucia quiere romper con todo y empezar de nuevo.
    Lucia conoce a Liam y comete una locura.
    Pero, ?que es la vida si no hacemos locuras una sola vez?
    ?Que pasaria si, por un flechazo, te cambias hasta de pais para seguir al hombre de tu vida?
    Porque hay decisiones que, aunque sean precipitadas, pueden marcar tu destino.

  • Suave como la lluvia de Miguel Rubio

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    Alli seguia, sentado en el borde de la silla, sin creerme del todo lo que acababan de anunciarme. Aquello no podia ir conmigo, tenia que ser un error o simplemente no estaba pasando. El medico se habia puesto de pie y me mostraba las radiografias senalando con un boli las manchas blancas. Parecia el tipo que anuncia el tiempo en la television despues de las noticias. Solo que las tormentas se extendian desde el centro de mi craneo. --Como le digo, desgraciadamente no esta encapsulado, lo que facilitaria las cosas. Se encuentra disperso y su propagacion parece rapida --me miro un instante y volvio a apuntar con el boli--. Lo previsible es que se extienda desplazando el cerebro, comprimiendolo poco a poco, y me temo que ya no hay forma de frenarlo. En este sentido, la resonancia es clara. Aunque, desde luego, me gustaria realizarle una biopsia. La realidad es que hay una gran variedad de tumores de esta clase y generalmente son muy agresivos. Lo siento mucho, pero como le he dicho no es operable. No hay gran cosa ya que podamos hacer. Quiza, si hubiera venido antes... En estos casos, la deteccion precoz es fundamental, desafortunadamente no siempre es factible. <>. Nunca me habian gustado los medicos y jamas solia ir a consulta, pero supongo que la larga enfermedad de mi madre me metio el miedo en el cuerpo. Mal asunto. Cuando uno teme a los medicos, no puede esperar que estos traigan buenas noticias. Este era el caso. Yo siempre habia sufrido jaquecas de manera esporadica y, un dia, al final del verano, me maree en casa y me cai al suelo. Pense que seria agotamiento, que estaba bajo de defensas, algun virus. Mi madre siempre se empeno en que conservaramos aquel seguro medico que yo nunca usaba y que a ella no sirvio para salvarle. El caso es que esta vez decidi hacerme un chequeo completo. Al parecer, demasiado tarde. Finalmente, a mi tampoco me iba a servir. --Lo que me resulta extrano --continuo casi para si-- es que no tuviese ningun sintoma hasta el mareo de aquel dia. Salvo las jaquecas, claro. Bueno, tambien es cierto que no en todas las personas se manifiesta del mismo modo. La ciencia aun tiene mucho camino que recorrer en este sentido. --Justo el que yo no tengo --murmure. --?Perdon? --se guardo el boligrafo en el bolsillo superior de la bata y me miro como si no me hubiera visto antes. Respire hondo. --?Cuanto me queda, doctor? --pregunte intentando que no se me quebrase la voz. El medico, que tenia una cabeza enorme pero sana, apreto los labios y su boca se curvo hacia abajo. Igual que un preso que se niega a confesar algo. Se dejo caer en la silla como si fuese el el derrotado. Volvio a coger el boli y lo sostuvo agarrandolo por los extremos con dos dedos de cada mano. Me fije, otra vez, en su cabeza y luego mire la radiografia de mi craneo. --Bueno --balbuceo--, de todos modos, vamos a ir controlando la presion sobre el cerebro, de manera que podamos... --?Cuanto me queda? --repeti. Todos hemos oido historias de gente a la que le cae de pronto una enfermedad y se acabo. Pero siempre son los demas: ese al que una maceta le revienta la cabeza camino del trabajo, otro al que un camion le pasa por encima cuando corre por la calle escuchando musica por los auriculares del movil, o aquel al que lo fulmina un rayo mientras pasea ensimismado en sus cosas, quiza haciendo planes para el fin de semana. Eso nunca nos pasa a nosotros. --Bueno, es dificil precisar con exactitud, tenga en cuenta que... --?Cuanto? --insisti--. Si no es mucho, no quisiera desperdiciarlo aqui repitiendole la misma pregunta una y otra vez. El doctor se volvio a guardar el boligrafo en el bolsillo de la bata, como si le hubiera dolido mi falta de interes en sus explicaciones. O puede que lo que le molestase era no poder seguir haciendo de hombre del tiempo con la radiografia de mi craneo. --Yo diria que dos, tres, cuatro meses a lo sumo --arqueo las cejas para anadir--. Lo siento, lo siento de veras. Un par de frases que derrumban una vida entera. Asi estaban las cosas. Un sujeto con una bata blanca, una cabeza enorme y un boli en la mano, te senala unas manchas en una radiografia y empieza la cuenta atras. Tu vida se ha acabado. Tarde un momento en reaccionar, hasta pense que no sentia nada, que todo era muy extrano, que quiza no me importaba. Pasados unos segundos note un frio humedo deslizarse por la columna vertebral. Me estremeci. --?Se encuentra bien? <>. Me agarre las manos con fuerza, como si eso pudiera sostenerme. --?Que me va a pasar a partir de ahora? --quise saber. El medico miro un momento hacia algun punto por encima de mi y recupero su tono monocorde. A veces las palabras son cuchillos afilados con ganas de cortar, de hacer sangre. --Es muy probable que la motricidad se vea afectada. Mas adelante podria tener dificultades para expresarse verbalmente, ademas de esto, la gestualidad puede verse comprometida, y, evidentemente, es mas que previsible que termine afectando tambien a las funciones cerebrales. Me mire las manos, tenia los dedos y los nudillos blancos. Afloje la presion. Baje la vista hasta la punta de los zapatos, me apoye sobre las rodillas, cogi aire como si fuera a echar a correr y me levante con cierta dificultad. Es curioso, pero de repente parecia que me habian caido treinta anos encima. Ese era el resultado que las palabras de aquel hombre habian tenido sobre mi. Como una maldicion de efectos inmediatos. Me sentia sin fuerzas, y me pregunte si no seria que mis musculos habian captado el mensaje y decidian rendirse sin presentar batalla. Si el horizonte era ya inalcanzable, ?para que seguir persiguiendolo? --De todos modos, le propongo iniciar un tratamiento cuanto antes --continuo--. Podemos probar con radio y quimio... --?Tratamiento? --pregunte cargado de agresividad--. ?Ese que no va a servir para salvarme? --solte un bufido y anadi--: Olvidelo. --Escuche, es normal su reaccion, pero creo que deberiamos empezar por... Cogi mi chaqueta, le di la espalda y sali de alli arrastrando los pies. Sin escucharle, sin despedirme y sin molestarme en cerrar la puerta. Me encamine por el pasillo esforzandome en respirar. Notaba plomo en los zapatos y arena en los pulmones. Me parecio que la chica de recepcion me miraba sabiendo que tenia delante a un condenado. Un hombre al que se le acababa el tiempo. Como el pobre diablo que espera su turno en el corredor de la muerte. Al entrar en el ascensor choque contra un individuo de unos treinta y pocos anos, e hice que se le cayera el movil. Ni siquiera me disculpe, le mire a los ojos y me parecio extranamente familiar; bajo la mirada y le vi agacharse para recuperar su telefono mientras se cerraban las puertas. El ascensor empezo a descender y yo notaba que en mi interior crecia algo que era mucho mas que un enfado. Tambien habia tristeza. Pero, sobre todo, me atrapo una rabia desconocida, irracional, salvaje. Una especie de odio incontrolado que no supe si iba dirigido hacia aquel medico, hacia el hombre contra el que habia chocado, hacia el mundo entero o, sencillamente, hacia mi mismo. No recuerdo el camino de vuelta a casa. Mis zapatos debieron decidir por mi. La rabia habia dejado paso a un profundo vacio en mi pecho, como si me hubiera atravesado una bala y por el agujero penetrase un viento helado. Cerre la puerta, deje las llaves sobre la repisa, me quite la chaqueta y encendi la radio, desde hacia tiempo mi habitual y unica compania. Marc Cohn cantaba para mi. Saints preserve us, We're all going down, Saints preserve us, Wherever we might fall [1] . Abri el mueble y cogi una botella de conac que estaba casi entera, y ni siquiera recordaba como ni cuando habia llegado alli. Supongo que era de alguna cesta navidena, de los viejos tiempos, cuando en la empresa nos hacian estos regalos para justificar los sueldos de mierda. Luego ya no les preocupo, todo el mundo pagaba una mierda similar. Se acabaron las cestas. Despues tambien se acabaria el empleo. El caso es que me tumbe en el sofa escuchando aquella cancion y, envuelto en una asfixiante tristeza, me bebi el maldito conac hasta perder el conocimiento. A la manana siguiente tenia una horrible resaca. Me dolia tanto la cabeza que pense que el tumor se habia acelerado y acabaria conmigo ese mismo dia. Tome las pastillas que utilizaba para las jaquecas, aunque sabia que no eran muy efectivas, y me invadio el panico. Me plantee ir al hospital y suplicar que me dieran algo que me hiciera dormir para siempre. Sentia terror ante la perspectiva de una larga agonia y sabia que seria mejor quitarme cuanto antes de en medio. Me arrastre hasta el bano, vomite y, entonces si, entonces la rabia, la pena y la autocompasion se apoderaron de mi en forma de un torbellino confuso, y me derrumbe por completo. Llore como no recordaba haberlo hecho nunca. Llore por saber que me estaba muriendo. Por mi madre, que habia fallecido hacia seis meses y a la que aun le debia esas lagrimas. Pero tambien por la vida vulgar que habia llevado, por ser un hombre pusilanime que no habia sido capaz de hacer realidad ninguno de sus suenos, ni tampoco encontrar nunca la felicidad. Llore por no haberme casado con Carmen, que tanto me quiso y a la que no supe corresponder y preferi dejar atras. Por los anos que perdi trabajando en un sucio almacen, creyendome seguro, hasta que me echaron para contratar a otro tipo mas joven cuyo sueldo era aun mas bajo que el mio. Por no haber conseguido materializar mi secreta ambicion: escribir una novela. Llore por no haber viajado mas, no haber leido mas, no haber reido mas, no haber follado mas. Y entonces, toque fondo y llore por Eva, claro, por no haberla mantenido a mi lado, por no haber podido olvidarla, por haberla buscado en todas las mujeres que conoci despues y, sobre todo, por lo patetico que resultaba que siguiese pensando en una chica con la que habia salido cuando tenia 17 anos. Asi era yo: cobarde y patetico. Y sobre todo, llore por eso

  • Maravilloso error (Los hermanos Maddox 1), Jamie McGuire de Jamie Mcguire

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  • Nunca digas siempre (Latidos), Jennifer Armentrout de Jennifer L. Armentrout

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  • Los gatos caen de pie de M.j. Fernandez

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    Salazar debera enfrentarse a un crimen desconcertante, al mismo tiempo que atraviesa por uno de los momentos mas dificiles de su vida personal.

    En un barrio elegante de Haro asesinan a toda una familia durante la celebracion del cumpleanos de uno de sus miembros. Todos los Acosta estan muertos excepto el hijo menor, a quien encuentran en su habitacion drogado, dormido y con el arma homicida en la mano. A pesar de la brutalidad del crimen, la resolucion parece muy sencilla a primera vista, hasta que Salazar encuentra evidencias que le hacen sospechar que hay mucho mas detras del aparente parricidio y fratricidio.
    Conforme avanza la investigacion, los detectives de <> descubren que los Acosta ocultaban secretos inconfesables que los convertirian en el objetivo de la venganza de un gran numero de personas, algunas en extremo peligrosas... Incluso para el propio Salazar.
    Al mismo tiempo, don Braulio le pide ayuda a Nestor para encontrar a dos jovenes que se fugaron y perdieron el contacto con sus familias. Lo que en un primer momento parece una chiquillada sin importancia, adquiere caracter oficial con la aparicion de un cadaver. Dependera de Salazar y su equipo detener al homicida antes de que haya nuevas victimas...

  • La casa del tiempo de Laura Mancinelli

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    ?Por que la habia comprado? ?Que iba a hacer con aquella casa enorme de cuyo estuco rosado solo quedaban restos, la sombra borrosa de su antigua belleza? ?Necesitaba aquella casa? No estaba cansado, pero se sento en un bordillo al lado de la carretera y, con el impermeable doblado sobre las rodillas, se quedo mirando hacia la casa rosa que desde la colina dominaba el valle. Era un dia frio de abril; un limpido y nervioso viento del norte batia la hierba, que se ondulaba como las olas del mar. Aqui y alla solo destacaban las protectoras flores de diente de leon desafiando al sol con su amarillo esplendido. Las golondrinas aun no habian regresado. Estaba sentado en aquella piedra, atento a un desasosiego interior que lo obligaba a arrugar el ceno con un gesto pensativo. Estaba furioso consigo mismo, con la casa rosa, con el mundo entero. Y, sobre todo, con su coche, que se habia averiado justo alli, en aquel lugar donde detenerse habria sido su ultima intencion, en aquel pueblo adonde habia ido a toda prisa, aprovechando una manana libre, para recoger un certificado porque alli habia nacido. Orlando, pintor, vivia en la ciudad desde hacia mucho tiempo, y el pueblo ahora le resultaba extrano. No iba por gusto. Y cuando lo hacia, como ahora, a por un documento o por las muertes recurrentes, para visitar alguna tumba de los suyos, debia sobreponerse a cierta reluctancia. Y siempre estaba deseando irse. Tampoco conseguia explicarse el motivo. Entonces, ?por que la habia comprado? ?Que haria con ella? Miraba los restos de estuco, surcados por grietas estrechas que se alargaban hacia la parte baja hasta perderse detras de una vieja y enorme enredadera. ?Como iba a poder restaurar, en definitiva, una casa tan grande y compleja, que tenia incluso una torre circular en la que se adivinaba la presencia de una escalera de caracol? Se incorporo colocandose el impermeable bajo el brazo y recorrio el tramo que conducia hasta la puerta principal. Midio con largos pasos el caprichoso perimetro de la casa por una acera empedrada y musgosa mientras alzaba la mirada hacia los agrietados muros de la vetusta edificacion. Su casa. Hundio la mano en la enredadera humeda con un impulso de otro tiempo, de cuando era pequeno y tanteaba la forma de los sillares, grandes y pesados, bajo las trepadoras que aferraban sus pequenas raices a la escasa tierra acumulada en los intersticios, alli donde el revoque desvelaba la irregular mamposteria de los cimientos. Tambien ahora, con su mano grande de adulto, sintio la forma de la piedra y sonrio. Sonreia mirando aquel muro como se mira un rostro amado, sonreia a las hojas que, batidas por el viento, mostraban su dorso plateado. Despues se estremecio de pura irritacion. Pero ?por que la habia comprado? ?Por que su coche se habia averiado justo alli, en aquel lugar, en la calle principal de su pueblo? Mientras lo reparaban --un trabajillo de un par de horas--, el habia firmado el contrato de compra de aquella casa. Una casa que no habia deseado nunca y a la que no sabia que uso le daria. Eso habia hecho el, mientras que cualquier otra persona, alguien normal, durante la espera habria ido a tomar un cafe y leer el periodico. En realidad, se habia dirigido al unico alojamiento del pueblo, que tambien era el bar, si bien este conservaba la misma estructura, aspecto y funcion de fonda que habia tenido siempre: la fonda de Placido. Por lo tanto, era culpa de Placido que ahora estuviera metido en tal embrollo. !Menudo liante estaba hecho Placido! La verdad es que Placido solo contesto a su pregunta sobre las novedades del pueblo, una pregunta que el habia hecho por casualidad, sin interes. ?Que le importaba a el lo que ocurriera en el pueblo? Hacia muchos anos que lo habia apartado de su vida. La pregunta la hizo por no quedarse callado despues de que Placido lo recibiera con un entusiasta: <>, y el, estrechandole la mano, sin saber que decir, preguntase: <>. Y ahi empezo todo. Placido le respondio con total indiferencia, mientras trajinaba con la maquina del cafe, que aquella casa estaba en venta, la casa de la maestra. <> Y el, mientras se tomaba el cafe, respondio: <>. Aquellas palabras habian bastado. Lo demas ocurrio por si solo, como si en aquel acontecimiento el hubiera sido un mero espectador: entro tambien a tomar cafe el agrimensor del pueblo, que ejercia de procurador en la venta de la casa, y hablaron. El le dijo que le gustaria mucho volver a verla, y el dueno de la fonda se ofrecio a acompanarlo con su coche. !Maldito Placido! Aunque, en verdad, ?que tenia que ver Placido? Ni siquiera habia intervenido en la conversacion. De hecho, estuvo muy atareado distribuyendo los ceniceros limpios por las mesas. Seguro que ni siquiera los escucho. Asi pues, se subio al coche con el agrimensor para ir a ver la casa, ya que, de todas formas, tenia que esperar a que acabasen la reparacion del suyo. Todavia faltaba una hora. Y alli mismo, sobre el capo del coche del agrimensor, fue donde firmo el contrato de compra y entrego un cheque a modo de deposito. Y ahora la casa era suya. Siguiendo con la mirada el zocalo de piedra, descubrio un muro de cemento donde la vegetacion escaseaba y dejaba a la vista una pared de reciente construccion. Se detuvo desconcertado. Alli, en medio de ese muro, justo alli, debia de estar la antigua puerta que daba al huerto. Y a la derecha de esa puerta, en otro tiempo florecio un precioso laurel, el mas esplendido del pueblo, en torno al cual se entretejieron sus suenos de nino, pero no porque en pleno invierno el laurel levantase majestuoso sus frondosas ramas indiferentes al frio, sino porque le habian contado que con sus hojas se coronaba a los poetas, a los artistas y a los grandes hombres, y el lo habia visto en la portada de la Eneida, en la cabeza de Virgilio, y no se le habia olvidado nunca. Cada vez que veia aquella planta, se acordaba. El laurel ya no estaba. Alguien lo habia talado. Tampoco estaba la puerta del huerto, solo una tapia bordeada de ortigas. Las aparto con el pie y luego las arranco con la mano desafiando el escozor, hasta que descubrio un retono camuflado que se habia abierto camino entre las piedras. Lo libero delicadamente y se encontro con el tronco del laurel, cortado a ras de tierra. Lo miro como quien recupera algo que le han robado. Cogio un palo del huerto asilvestrado y lo clavo junto al tocon, pegado a ese brote joven que estaba a punto de dar las primeras hojas. Ahora aquel laurel era suyo, como la casa de la maestra.

  • El guardian de recuerdos, Astrid Nilsen de Astrid Nilsen

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    Lucas es un hombre de cuarenta anos taciturno y reservado que regenta un negocio de libros antiguos en un imaginario pueblo asturiano llamado Garzua. Aqui es donde se ha refugiado desde hace anos, lejos de la familia que le adopto y con la que mantiene escaso contacto. Tras su repentino fallecimiento su hermano decide hacerse cargo de la libreria y, para su sorpresa, se le revelaran aspectos de Lucas que desconocia a la vez que se encontrara con las personas con las que su hermano compartio sus ultimos anos de vida.

  • Voces color canela de Lola Cabrillana

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    En mi familia, las discusiones por la defensa de nuestras costumbres son brutales. Los que no quieren romper las tradiciones, se encuentran de frente a los que queremos avanzar y crecer sin vernos atados a un patrimonio ancestral, que no se adapta a nuestros dias. En mi bando, aceptamos las costumbres heredadas, en la medida que no pisotean la dignidad de nadie. El contrario, aboga con vientos huracanados por las tradiciones, sin importar lo que arrastre. A los dos equipos nos une una cantidad ingente de sangre caliente. La misma que nos empuja a luchar por nuestras ideas hasta el final. Una sola chispa puede organizar una disputa que ardera durante horas antes de apagarse. Si es que lo hace. Algunas llevan una decena de Nochebuenas dando vueltas, un buen numero de cumpleanos haciendose un hueco y un par de bodas siendo defendidas despues de la barra libre. No siempre es la edad la que divide a los participantes de ambos bandos. Eso facilitaria las cosas con premisas cargadas de "la culpa la tiene la pasividad de la senectud" y "la pasion de la juventud". Se entremezclan las personas jovenes que se aferran a tradiciones ancestrales, impulsados por la comodidad y facilidad que les promete, y miembros de avanzada edad que evolucionan a un ritmo rapido, abriendo los ojos a los nuevos tiempos con una carga importante de sentido comun. La ultima disputa fue en un cumpleanos. Mi prima Marina, maestra y abanderada honorifica de causas perdidas, se enfrento, ella sola y sin mas armas que su palabreria, al regalo de cumpleanos de nuestro sobrino de cinco anos. Un regalo muy peculiar, y adecuado para tan tierna edad. Una fabulosa pistola de balines. Reluciente. Negra, con un brillo que parecia recien pulida. No le cabia al chiquillo en la mano. Necesitaba de la fuerza de ambas para dominar el endiablado juguete. El moraton del primer disparo no dolio. Lo recibio el generoso tio que se habia gastado la mitad de su sueldo en conseguir las balas supuestamente inofensivas. El destino tiene a veces una forma muy simpatica de mostrarnos los errores cometidos. A mi prima, aquel artilugio, le parecio inaceptable. Repartio argumentos, desplego sus encantos y creo discursos llenos de dramatismo. En el campo de batalla, lo unico que funciono fue, en estraperlo, el cambio de la pistola de balines por un libro. Un atractivo regalo presentado en brillante papel de plata. No era un libro cualquiera, era un ejemplar original y diferente que habia comprado una y otra vez, para regalar siempre, en la pequena libreria donde trabajo hace anos. Un cuento de un raton y una luna con doble texto, uno visible con luz y otro que solo se podia leer en la oscuridad mas absoluta. Sus letras fluorescentes fascinaron al chiquillo que se olvido de la pistola de balines, aceptando el cambio con agrado. El juguete maldito quedo olvidado en la guantera de mi coche. Sacarlo de la casa sin ser visto por sus fieles defensores, se presento como una mision complicada. No entraba en nuestros bolsos, e ir con un arma tan parecida a una real en una bolsa de plastico, tampoco era un plan muy apetecible. Suerte que las fiambreras siempre estaban invitadas a nuestras fiestas familiares. Lo normal es que sobrara una gran cantidad de comida que nos llevabamos a casa para el dia siguiente. El invitado que no proporcionaba los recipientes para transportar las sobras, cocinaba al levantarse con la consiguiente resaca. A nadie se le olvidaba traer los envases. Metimos la pistola en una fiambrera espaciosa. Y la llevamos al coche, como si estuvieramos cometiendo un delito. Que se quedara a vivir en mi inhospita guantera fue fruto de la casualidad, y de la mala memoria que compartimos por genetica. Alli descanso en paz, enterrada bajo capas de recibos de gasolina y de supermercados varios. Nada tendria de especial esta historia, sin los hechos que acontecieron una manana de octubre. Un capitulo olvidado de nuestras reuniones familiares, se convirtio en el climax de una fascinante madrugada. Mi hermano y yo trabajabamos en el mismo tablao. El tocaba la guitarra y yo bailaba. Tambien podemos hacerlo al reves, con el mismo aplomo. Pero a los extranjeros les gusta mas mi vestido de faralaes dando vueltas en el aire que el arte de los pies de mi hermano. Que dicho sea de paso, es inigualable. Nos llevamos muy bien. Merito acerrimo suyo. Sabe torearme hasta en las plazas mas dificiles. En el reparto en el saco amniotico se llevo la racion de paciencia de los dos, sin compartir conmigo la parte correspondiente. Cierto es que me facilita mucho la vida. Siempre se situa detras de mi, sin grandes jaleos. Sin su apoyo no hubiese caminado en mi vida ni la mitad de segura. Al terminar la temporada de verano nuestro volumen de trabajo baja de intensidad. Es el momento que aprovechamos para hacer un viaje. Siempre en mi coche. La mayoria del tiempo conduzco yo, pero en cuanto la fatiga me visita, mi hermano coge el timon. Teniamos una esplendida semana de vacaciones por delante. Partimos a las cinco de la manana, con la tranquilidad de ir en la carretera solo nosotros, dos pequenas maletas y un destino por decidir. Iriamos a un parque de atracciones, eso lo sabiamos, pero no acababamos de ponernos de acuerdo a cual. Las emociones fuertes, que nos separan del suelo y nos suspenden en el aire, nos fascinan a los dos. La musica flamenca de la radio, nuestros animos mas alegres que castanuelas en bulerias, y la perspectiva de siete dias sin trabajar, configuraban el comienzo del viaje, en una madrugada negra como el hollin. Mi hermano queria ir al parque de atracciones de la Warner, por cercania. En cambio mi preferencia apuntaba mas al norte, a PortAventura. Una semana era tiempo de sobra para pasar unos dias en la zona. En plena negociacion, en la oscura carretera de Sevilla, sentimos como un coche se pegaba indecentemente a nuestro maletero. La guardia civil nos echo las luces deslumbrandonos. Con senas nos indicaron que nos detuviesemos en el arcen. Un silencio sobrecogedor se acomodo entre nosotros. Es ver a la Guardia Civil y no controlarme. Sufro un nerviosismo que no tiene base cientifica ninguna, pero que a mi me recorria de arriba abajo con una sensacion centrifuga muy desagradable. Ocurre en mi familia desde generaciones ancestrales. Este Cuerpo de Seguridad del Estado nos crea una inquietud dificil de describir. Mantenerlos lejos es vital para un estado de vida sosegado y sin grandes sobresaltos. El guardia civil asomo la cabeza por la ventanilla y nos pregunto, despues de darnos las buenas noches, a donde nos dirigiamos. Y nos lucimos mas que en nuestros espectaculos. Yo conteste que a PortAventura y mi hermano que a la Warner. A la misma vez. Ya la habiamos liado. Ni cantando flamenco nuestras voces se unian tan sincronizadas. Con una linterna pequena, y media cabeza metida por la ventanilla, ilumino todo el interior del coche. El senor, de manera muy seca y manida, me pidio la documentacion del vehiculo. Madre del amor hermoso. En ese momento aparecio en mi mente, con vida propia, la pistola de balines. Dos segundos me sobraron para calcular que si sacaba los papeles y la pistola se caia, o simplemente esos senores la veian con la linterna, que con lo chiquitilla que era podia iluminar hasta el ultimo rincon, las consecuencias serian irremediables. No me daria tiempo a explicar la historia completa. Asi que hice lo que tenia que hacer. Una declaracion en toda regla. Les dije a los senores que iba a coger los papeles. Pero que en la guantera habia una pistola. La palabra "juguete", que en mi cabeza se pronunciaba inmediatamente despues de pistola, no llego a salir de mi boca. No me dio tiempo. Yo queria decirla. Era mi intencion. En tres segundos estaba fuera del coche, con las manos puestas sobre el techo y las piernas abiertas. Mirando de frente a mi hermano que resoplaba palido en la misma posicion que yo. Sus ojos brillaban. La noche cerrada no nos dejaba ver nada de lo que habia alrededor. El paisaje parecia cortado de cuajo, y cercado en negro, como escenario de una pelicula de terror. Olia a tierra mojada, a retama agria y humedad. El miedo era compartido por los cuatro. Y se acentuaba por el hecho de estar en un descampado en medio de la nada. No percibimos muy espabilados a los senores de verde, la carrera uniformada no les habia "iluminao" demasiado en el camino de las situaciones dificiles. Se preguntaban el uno al otro, mostrando inseguridad. Mis manos sobre el techo del coche temblaban tanto que no era capaz de mantenerlas quietas. Ni tocando la caja se movian tanto. Mi imaginacion, que corria como las balas, me ofrecio cientos de opciones donde, si no conseguia dominar el temblor, no saldria bien parada. El moreno de la cara de mi hermano se esfumo para presentar una palidez que no habia visto en mis veinte anos a su lado. Lo miraba, me miraba. Intentaba saber que me decia con la mirada. El buscaba las mismas respuestas en mi. En este dialogo de besugos mudos, su miedo y el mio, hechos un nudo, no ayudaron a gestionar soluciones. Enmudecidos con la certeza que dijeramos lo que dijeramos, empeorariamos la situacion. Dos segundos de silencio. Se escucha una voz que pide refuerzos. Los ojos de mi hermano se abrieron como platos. Necesitaban pedir refuerzos. Pensarian los pobres hombres, que lo importante alli, era no perder la custodia de ninguno de los dos ni un instante, fuera a ser que tuvieramos armas de destruccion masiva en el maletero. O superpoderes para deshacernos de las pistolas que nos apuntaban. O un cadaver escondido, que habiamos matado previamente con la pistola de balines. Vete tu a saber. La chica que llego en otro coche, el de refuerzo, me registro con esmero. A la muchacha no le quedo la menor duda que no tenia nada encima. Mi cuerpo no habia sido objeto de tanto paseo ni en mis anos de instituto. En el mismo momento que cogieron la pistola de balines, se dieron cuenta que era de juguete. Que gracia les hizo. No paraban de reir, pero mira por donde a nosotros no nos hacia ni "mijita" de gracia. El mal rato de los refuerzos, de las manos arriba y el escaneo corporeo, nos habia cambiado el buen humor que traiamos por una mala leche concentrada, que se podia verter en un jarrillo de lata. A trozos desordenados, contamos la historia de mi prima, la pistolita y la madre que la pario. Cuanto mas reian ellos, mas verguenza tenia yo. Nos invitaron a una tila en una venta cercana. La tila paso al vinito, y desemboco en una fiesta improvisada. Intentando calmarme y disculparse, la confianza se abrio paso. Cuando los senores terminaron su turno, demostraron ser unos entendidos del arte y el flamenco. Sin el uniforme era yo capaz de verlos mas cercanos. Hasta el tercer vaso mi tension no se disipo y me uni al festivo sarao. No puedo resistirme a dejarme llevar por una juerga donde se vierta el vino y la musica a partes iguales. Yo tenia el pulso, de los nervios acumulados, como para robar panderetas Tuve que sujetar el vino con las dos manos, para que el suelo no se emborrachara antes que yo. Bailando llego el dia y con el continuamos nuestro camino. Al final los tres, mi hermano, la pistola y yo, pasamos por los dos parques tematicos. Disfrutando de esa semana que empezo accidentada y termino con un regreso acelerado. Una propuesta laboral, que de un zarandeo nos cambiaria de lugar en el mundo. Nos llevaria a cruzar el charco, llevando nuestro arte y alegria, como unico equipaje. CAPITULO 2 BEATRIZ LA FORMA INCORRECTA DE GUARDAR Antes de conocerlo yo guardaba. No es que me sienta muy orgullosa de esta parte de mi vida. Caer es muy facil cuando las necesidades aprietan el monedero y las facturas se amontonan en el cajon. Para colmo, todo tu alrededor, se empena en demostrarte lo facil que es ejecutarlo y salir impune. Siempre he vendido en el mercadillo, desde que era nina. Teniamos un puesto fijo los domingos. Estaba muy bien situado, en la parte central. Mi abuela se lo dejo a mi madre y seria la unica herencia que me dejaria mi madre a mi. Mis bragas eran conocidas por ser las de mejor calidad de todo el mercado. No es que lo diga yo, puedes preguntar a cualquiera. Mujer que paraba en mi puesto, mujer que salia con muda limpia. No vayas a pensar que soy de esas que grita como una "condena" a toda la que pasa. Tengo otro estilo. Mi puesto es bonito, con la mercancia bien "planta". Y en cuanto se acerca una senora, ahi estoy yo, para ponerle por delante lo que ella no sabe que necesita. Las bragas no me daban para pagar el alquiler. Ganas dinero si, pero tienes que volver a emplear en mercancia. Y el margen de ganancia es muy pequeno. No daba para sobrevivir. Asi que o me bajaba las bragas y me dedicaba a la prostitucion o guardaba. Lo primero era para mi impensable. La primera vez que guarde los nervios me comian. No podia estarme quieta. Y eso que me dieron a guardar dinero. Tenia que esconder en casa una pila de billetes de los grandes. No habia visto tanto dinero junto en mi vida. Que la policia viniera a mi casa y me llevara detenida era una idea que no me dejaba ni respirar. Pense en los escondites perfectos. Dividi el objeto del deseo en tres partes mas o menos iguales. Una parte la meti dentro de una bolsa de guisantes en el congelador. La otra dentro de una zapatilla de estar por casa que llevaba puesta. Y la ultima parte estaba en un doble fondo en un paquete de detergente para lavar la ropa. Antes de encontrar los escondites perfectos los guarde y saque tantas veces, que estaba segura que no me iba a acordar del ultimo sito donde los habia guardado. Me hice un pequeno mapa, por si acaso. Luego escondi el mapa y no lo encontre. El chico que vino a recoger el dinero tuvo que esperar media hora a que encontrara el tercer monton, que tenia bajo mis pies. Tengo que reconocer que la angustia se me pasaba cuando podia pagar con desahogo mis deudas. A los pocos meses me ofrecieron doblar los beneficios si guardaba una bolsa de pastillas. Cai y dije que si. Un par de "guardaos" mas y lo dejo, me dije a mi misma. Para que nos vamos a enganar. A todo se acostumbra una. La posibilidad de poder pagarme un alquiler fuera del barrio, me lanzaba veloz por el objetivo. Necesitaba alejarme. Queria vivir en un pueblo costero, cerca del mar. Alli vivian mis amigas y cuando las visitaba sentia que era mi sitio. Me fui cuando la suerte jugo de mi lado y me libre de una buena. Tenia ahorrado lo suficiente para pagar un ano de alquiler. Con lo que sacaba del mercadillo iria tirando. Con 20 anos ya estaba fuera del barrio. Me sentia orgullosa de una parte de mi. De la otra no queria acordarme. Mi nuevo sitio olia a mar, a lejia y a limpio. Algo totalmente nuevo para mi. Tener un vecino que me cortaba la respiracion cuando lo veia, fue el aliciente perfecto para adaptarme a mi nueva vida. Era moreno, alto, con un semblante simpatico, de esos que al mirarlo no puedes dejar de sonreir. Siempre iba con prisas. Me saludaba de forma cercana. Notaba como me miraba cuando me alejaba. Sabia que tenia posibilidades. Era algunos anos mayor que yo, pero no me importo. No fue facil. Tuve que bajar y subir cientos de veces para coincidir con el en el ascensor. El senor mayor que siempre estaba en la puerta del portal pasando el rato, tuvo serias dudas si era mi vejiga o mi cabeza la que tenia incontinencia. Le sacaba conversacion cada vez que, por casualidad, nos encontrabamos. Un dia tomamos algo, al otro repetimos, y poco a poco me lo fui trayendo a mi terreno. Me lo traje tantisimo que nos casamos a los 12 meses justos de conocernos. Tuve una boda como Dios manda. En una caseta de la feria, que lucio espectacular para la ocasion. Mil farolillos de colores hicieron de techo. Sillas y mesas dieron paso mas tarde a una zona para bailar. Mi padre y mi padrino no escatimaron en gastos. No falto de nada. Los invitados comieron y bebieron hasta reventar. El broche final lo pusieron mis amigos Cristina y Raul, que bailaron y cantaron dejando a los asistentes boquiabiertos. Hasta mi suegra, que no encontro nada de su agrado, felicito a los artistas por su actuacion. Nos llevabamos muy bien. No discutiamos demasiado y no teniamos que esforzarnos por hacernos felices. Siempre he sabido que donde mejor sintonia teniamos mi marido y yo era en la cama. Para mi, que el habia tenido una vida muy insulsa en ese aspecto. Al conocerme descubrio todas las posibilidades en una gama amplia de actividades variadas dentro y fuera del lecho conyugal. Las reconciliaciones eran muy faciles, en el momento que nos ibamos a dormir. Despues de casada, segui ayudando a mi madre en el mercadillo. No es facil montar y desmontar un puesto sola. Hay que cargar cajas, sacar mercancia y volverla a guardar. Desde que lo conoci, mi marido trabajaba reparando ascensores. Tres turnos de noches a la semana. Y otros tres turnos de dia, 12 horas seguidas. Descansaba un dia a la semana que a veces coincidia con el que trabajaba yo en el mercadillo. No entendia mucho de lo que me contaba. Me hablaba de motores y mecanismos que me sonaban a chino. Lo unico importante es que era feliz.

  • ?Bailamos? de Noni Garcia

    https://gigalibros.com/bailamos.html

    Alejandra no podia creer que aquel coche se hubiera saltado la senal, que tuviera que estar de baja algunos meses, que no pudiera bailar y, mucho menos, que su medico y cirujano fuera Salvador, el insoportable hermano de Ivan, su mejor amigo y pareja de baile.
    Salvador siempre habia mantenido lejos de el a Alejandra, alguien que le atrajo desde el dia que la conocio, una nina de papa ante la que no pensaba sucumbir, ya que con una tuvo suficiente.
    Pero ni Alejandra es lo que aparenta, ni Salvador es el hombre insufrible que parece ser.
    Un accidente, una mujer valiente, un hombre con miedo a sufrir, una recuperacion que los une sin remedio y.
    ?Podra un baile unirlos para siempre?