• libro todo arde - Nuria Barrios

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    ?Alcanza el amor para salvar una vida del desastre?

  • Todo arde | Penguin Libros

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    Todo arde. Nuria Barrios · ALFAGUARA , enero 2020. ¿Alcanza el amor para salvar una vida del desastre? Una novela hermosa, descarnada y conmovedora sobre la ...

  • TODO ARDE | NURIA BARRIOS | Casa del Libro

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  • Todo arde (Hispánica) Tapa blanda - Barrios, Nuria - Amazon

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    Nuria Barrios es autora de las novelas El alfabeto de los pájaros (2011) y Amores patológicos (1998); de los libros de relatos Ocho centímetros (2015), ...

  • Todo arde Versión Kindle - Barrios, Nuria - Amazon.es

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  • TODO ARDE - BARRIOS NURIA - Sinopsis del libro, reseñas ...

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    Esta es la historia de dos hermanos. El pequeño se llama Lolo y tiene dieciséis años. Su hermana mayor, Lena, está enganchada al crack y a la heroína.

  • Todo arde de Nuria Barrios

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    Nuria Barrios es autora de las novelas El alfabeto de los pájaros (2011) y Amores patalógicos (1988); de los libros de relatos Ocho centímetros (2015), El zoo ...

  • Crítica de 'Todo arde': Orfeo y Eurídice - El Periódico

    https://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20200228/critica-libros-todo-arde-nuria-barrios-7868768

    28 feb 2020 — La poeta y novelista Nuria Barrios (Madrid, 1962) ya se enfrentó a cómo la droga fractura familias en los primeros cuentos de su 'Ocho ...

  • Todo arde - Nuria Barrios - Babelio

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    Críticas (5), citas (3) extractos de Todo arde de Nuria Barrios. Una historia de amor y de horror. ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • Reseña del libro "Todo arde". Libros por doquier.

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    18 feb 2020 — Ya puedes leer nuestra opinión del último libro de Nuria Barrios que lleva por título "Todo arde" ¿quieres conocer qué esconden nuestros ...

  • La tercera planta de Patricia Moreno Raya

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    Cuando la autora del libro que te dispones a leer me encargo encabezar su relato, aparte de sentirme muy halagado, note que tendria que enfrentarme a algo desconocido: mi primer prologo. En realidad, casi tan desconocido como lo es para mi la persona que firma esta novela. O incluso tan desconocido como lo soy yo para ella. Y es que, el hecho de que jamas haya visto (creeme, es asi) a la inventora de esta historia y no sepa de ella mas que lo primordial, puede parecerte algo insignificante, irrelevante, pero espera, tiene su enjundia. Empece (y tu lo estas haciendo ahora) a leer un relato con ojos virgenes, sin tener demasiado claro que esperar de el, sin ni tan siquiera saber si me engancharia. Un reto, sin duda. Como lo fue, seguro, para la creadora del universo que te atrapara en las paginas consiguientes. Aunque la historia cuenta con unos escenarios cuidadosamente descritos, unos personajes confeccionados al detalle y un hilo conductor perfectamente tramado, tal vez lo que mas me haya impresionado sean las reflexiones intrinsecas en cada capitulo, ademas de los inesperados y a veces curiosos giros de guion. Espera, amigo lector. No adelantemos acontecimientos. ?No te estare contando demasiado? Seguro que no seria del agrado de alguien que estas a punto de conocer. Dejame que te avance, eso si, que estas a punto de adentrarte en una trama tan especial y elastica que bien podria convertirse en un caso de rabiosa actualidad o servir como argumento para una de esas viejas dramatizaciones radiofonicas. Una novela romantica, con tintes de traicion, con el casi siempre inevitable aderezo de los celos y servida con toques de una inusitada realidad. Lista para ser degustada como si se tratase de un dulce tiramisu banado con un cafe demasiado amargo. Como la vida misma, ?no? Llegados a este punto, ?no te apetece enfrentar un nuevo reto? ?Jugar a ponerte en la piel de los personajes? Pensar: "Yo tengo un amigo que se parece a… O que haria las veces de…". !Adelante! Si lo disfrutas una decima parte de lo que yo lo hice, te aseguro sin miedo a equivocarme que habra valido la pena. A Cesar Requesens Ahora que somos amigos y que hemos llegado a este punto, espero que te logres librar de este vago. Si no hay ninguna manera de hacerlo, matalo. Personalmente me agradaria que lo hicieras; es mas, te admiraria enormemente. Y si llegaras a necesitar ayuda, puedes contar conmigo. herMann hesse, Demian 27 de Mayo de 2016 Eran las dos de la tarde y el sol de Malaga calentaba mis manos sudorosas a la espera de utilizarlas para acabar con su vida. Habia llegado el momento. Los companeros de Victor comenzaron a salir de la Facultad de Medicina tras asistir a la primera sesion del curso de Nutricion en Pediatria. El saldria el ultimo como siempre; su parsimonia y perfeccionamiento en recoger sus apuntes, boligrafos y demas enseres le hacian ir con el tiempo justo. Atraveso la puerta diez minutos mas tarde. Con la garganta aspera y el corazon desbocado, me sentia incapaz de realizar mi trabajo. Le observe sabiendo que seria la ultima vez. Sus ojos almendrados enmarcados por unas cejas perfectas y su barba descuidada, pero estudiada hasta el ultimo milimetro, lo convertian en el hombre mas atractivo que jamas he conocido. El amor que siento por el me paralizo los pies y crei por un segundo que no podria hacerlo. Indecisa, introduje la mano en el bolso y acaricie suavemente la pistola que el mismo me habia regalado semanas atras… 1 Claudia observaba distraida como el camarero del bar de siempre tecleaba a toda prisa algo que probablemente podria esperar. El local, con las mesas llenas a cualquier hora del dia, causaba la sensacion de estar en la ciudad con mas movimiento del pais. Claudia analizaba la expresion de la cara del chico sentado en la mesa contigua: sostenia un libro, pero tenia la mirada perdida, probablemente buceaba entre sus miedos y olvidos, ya que sus ojos reflejaban arrepentimiento y frustracion. Mientras tanto, Helena, su mejor amiga, le hablaba acerca de los despidos que iban a producirse en su trabajo en las proximas semanas. --?Me estas escuchando? --Si, perdona. Estoy un poco distraida. ?Entonces van a echar al auxiliar? --!No! ?Ves como no me estas escuchando? Van a redu- cirle la jornada, pero hay rumores de que uno de los adjun- tos vamos a la calle. --Bueno, no te preocupes, no seras tu --respondio Claudia de mala gana. Estaba cansada de sus historias de siempre, las discusiones con sus companeros, el miedo a sus jefas y su desanimo de cada dia de ir a la farmacia. Habia perdido la ilusion por aquel trabajo por el que un dia sintio vocacion, pero que ahora le asqueaba y la hacia infeliz. Helena siguio hablando durante una hora mas y Claudia, ensimismada en sus pensamientos, dejo que el tiempo pasara. Acabaron el cafe y se despidieron con un beso en la mejilla, prometiendo verse de nuevo la tarde siguiente. Helena observo a su amiga marcharse. Envidiaba como el tiempo no pasaba por ella y las atentas miradas de los hombres a su paso. Envidiaba tambien la seguridad en si misma, su independencia. Una larga melena, de tirabuzones pelirrojos, caia por su espalda de una forma tan natural que tambien atraia la mirada de las mujeres. Cuando perdio de vista a Claudia, se dio media vuelta rumbo a casa con Victor, su marido. Claudia, ajena a las miradas, continuaba su camino. Paso junto a su antigua Facultad de Derecho y sintio nostalgia de aquellos anos en los que lo mas importante eran sus amigos, Helena y Victor, y en los que no era consciente de la velocidad del mundo. A pesar de aquellos dias que paso estudiando leyes y decretos, no se dedicaba a ninguna rama del derecho. Colaboraba en una revista semanal del diario regional de Granada para enmascarar su verdadera ocupacion. Habia heredado de su padre la serenidad, la sangre fria y la falta de empatia. Habia heredado tambien la fuerza y la pasion por lograr los objetivos impuestos. Desde hacia varios anos, especialmente desde que su padre faltaba, vendia la vida de otras personas. Aceptaba encargos en los que ella era la responsable de la ejecucion de una muerte deseada. Claudia vivia en el numero 9 de la calle Salamanca, un pasaje peatonal junto a plaza Bibarambla, estrecho y con poca luz, pero con mucha vida debido al elevado numero de granadinos y turistas que paseaban por sus adoquines, en un edificio que compro su padre y en el que ahora estaba sola. Tres plantas de las que apenas ocupaba la primera, y en la que tenia un pequeno despacho donde en ocasiones trabajaba. Viajaba con frecuencia por Espana, tanto por negocios como por placer. La ultima vez que tuvo un encargo como sicario fue en Madrid. Hacia ya tres meses de aquello y el dinero ahorrado empezaba a escasear. Desde entonces su telefono no sonaba. Cuando llego a casa se descalzo, encendio el ordenador y leyo las ultimas paginas de aquel cuaderno digital en el que relataba con detenimiento sus trabajos.

  • Matar o morir de Pablo Poveda

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    Prometio no hacer preguntas, pero ella abrio la caja de Pandora. Ahora un sicario profesional anda suelto y los servicios han puesto precio a su cabeza. Dana Laine tiene que evitar el desastre.

  • Amor en V.O. (HQN), Carla Crespo de Carla Crespo

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  • El sentido del estilo de Steven Pinker

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    Mas que nunca, la moneda de nuestra vida social y cultural es la palabra escrita, desde Twitter y mensajes de texto hasta blogs, libros electronicos y libros analogicos. Pero la mayoria de las guias de estilo no preparan a las personas para los desafios de la escritura en el siglo XXI, representandolas como un campo minado de errores graves en lugar de una forma de dominio placentero. No logran lidiar con un hecho ineludible sobre el lenguaje: cambia con el tiempo, es adaptado por millones de escritores y oradores a sus necesidades. Cambios confusos en un mundo con declive moral en el que cada generacion cree que los ninos de hoy estan degradando a la sociedad y se denostando el lenguaje. Una guia para el nuevo milenio, escribe Steven Pinker, tiene que ser diferente.

  • La luna de Joachim Kalka

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    La simbologia y el influjo de la luna a lo largo de nuestra historia son tan amplios como diversos, tan antiguos como vigentes. Y son infinitos los recorridos que pueden hacerse en torno a este astro que siempre ha estado ahi, testigo y parte del desarrollo de las civilizaciones.
    Joachim Kalka presenta en este libro un paisaje tan erudito como personal que orbita en torno a la luna; incluye notas y reflexiones sobre ciencia, filosofia, literatura y distintas expresiones artisticas que van desde la pintura, la escultura y la poesia, hasta otras mas recientes como el cine o el comic.
    El autor nos sumerge en libres e hipnoticas asociaciones que entreveran, con fluidez y naturalidad, aproximaciones biblicas, astronomicas y astrologicas de la luna, su simbologia, mitologia y leyendas, pero tambien la situa como protagonista de grandes hitos de la historia como la llegada del hombre a la luna o la profunda influencia que significo en la obra y pensamiento de grandes autores. Un texto apasionante y poliedrico, siempre inacabado, sobre este ente cosmico misterioso y mutable.

  • Aunque me haya ido de Mary Elise Albar

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    La vida de Lillian nunca fue facil. Las decisiones que tomo a lo largo de su vida la hicieron enfrentar consecuencias impensables para la mayoria de personas.

  • Mi error fue creer en cuentos de hadas. Parte 1 de Moruena Estringana

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  • Tiempo extrano de Joe Hill

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    En Tiempo extrano, “uno de los mejores escritores norteamericanos de terror” (Time), que va “mas alla de los convencionalismos del genero hasta un nuevo extremo” (The New York Times), expone con sutileza la oscuridad que se oculta bajo la superficie de la vida cotidiana a traves de cuatro espeluznantes e imaginativas novelas cortas. “Instantanea” es la perturbadora historia de un adolescente de Silicon Valley que se descubre amenazado por el dueno de una camara Polaroid capaz de borrar los recuerdos con cada foto que hace.

  • Las guerras civiles de David Armitage

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    ?Que es una guerra civil? La guerra civil es una de las formas menos comprendidas de las distintas maneras de agresion humana. Las ideas de lo que son las guerras civiles, y de lo que no son, han tenido una larga tradicion de debates academicos y politicos. Cuando se habla de guerra las palabras se convierten en armas y en ocasiones la definicion de guerra civil ha dependido de la posicion de quien la formula: si era gobernante o sublevado, vencedor o vencido, participante u observador externo. El que un conflicto sea calificado de guerra civil puede ayudar a otras naciones a implicarse o a mantenerse al margen, como ocurrio a lo largo de la Historia en casos como la Revolucion americana o la ultima guerra del Golfo. Sin contar que a veces la politica actual en el mundo occidental “parece una guerra civil llevada por otros medios”.
    En Las guerras civiles el profesor David Armitage estudia esta forma de conflictos a lo largo de la Historia: desde la antigua Roma hasta nuestros dias, pasando por el Renacimiento, las revoluciones de los ultimos cuatro siglos, la guerra civil de Estados Unidos, la de Espana… A traves de pensadores como Hobbes, Locke, Sidney, Clausewitz…, que teorizaron sobre las mismas, establece una genealogia de las a veces nociones erroneas de lo que es una guerra civil. Una herencia intelectual que ha marcado las decisiones politicas tomadas hasta ahora con respecto a las mismas y que deberia ayudarnos a pensar en esta forma de violencia en el futuro.

  • El extrano verano de Tom Harvey, Mikel Santiago de Mikel Santiago

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  • Lecturas con daiquiri de Manuel Vicent

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    Vuelve Manuel Vicent con una recopilacion de articulos en los que brilla su mirada inteligente, critica e ironica de la realidad.

  • La noche que no paro de llover de Laura Castanon

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    Valeria Santaclara necesita reunir la fuerza necesaria para abrir un sobre cerrado que esta en su poder desde hace anos y en cuyo exterior alguien ha escrito <>. Para ello, y no por casualidad, acude a la consulta de la psicologa Laia Vallverdu, quien a traves de las sesiones de terapia la ayudara a recomponer el puzle de su existencia desde la infancia acomodada en el Gijon burgues de finales de los anos 20, la relacion conflictiva con su hermana, las circunstancias historicas de un tiempo convulso, y la culpa que vive en el fondo de su ser y cuya naturaleza ultima no es capaz de confesarse.

  • El manuscrito de aire de Luis Garcia Jambrina

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    El 6 de enero de 1515, una pequena aldea de indios tainos muy proxima a la ciudad de Santo Domingo, en la isla La Espanola (Haiti, para los nativos), es arrasada por el fuego. Conmovidos por la tragedia,
    varios frailes dominicos se dirigen a Espana para rogar al rey que envie a alguien a la isla para descubrir a los culpables y hacer justicia.

  • Siete anos, Freya Asgard de Freya Asgard

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    La empresa de Macarena Veliz esta al borde de la quiebra y Carlos Saravia le ofrece una salida: casarse con su hijo Vicente y permanecer en ese estado por largos siete anos.
    Vicente es un hombre mujeriego que vive de la farandula y los escandalos televisivos, en cambio, Macarena es una joven de bajo perfil, a quien no le interesan esos temas, jamas ve television, por lo que cuando le proponen este trato, no sabe quien es su futuro esposo.

  • Planetas invisibles de Ken Liu

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    Trece visiones del futuro. Trece historias poderosas que dan una idea de la variedad de voces, temas y tecnicas de los autores chinos de ciencia ficcion: las hay inquietantes, ironicas, distopicas, emotivas… Algunas han recibido premios y elogios de la critica, otras han aparecido seleccionadas en distintas antologias y otras son simplemente favoritas de Ken Liu. Completan la coleccion varios ensayos de los propios autores sobre la ciencia ficcion china y la introduccion de Ken Liu.

  • La fiesta en el jardin de Katherine Mansfield

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    Los Sheridan preparan una fiesta en el jardin de su casa. Laura la hija pequena se entera de la muerte de su vecino Scott. ?Se suspendera la fiesta en el jardin? Eso es lo que espera la joven. Relato sutil y prodigioso, el ultimo que publico en vida la magnifica autora neozelandesa considerada por muchos como una de las mas importantes escritoras de relatos de todos los tiempos. La delicadeza que transfiere a los personajes de sus cuentos y su capacidad para condensar en gestos e imagenes una pluralidad de conciencias y sentimientos, todo ello entrelazado con meditaciones sobre las diferencias entre clases sociales, la vida y la muerte, la ilusion y la realidad.

  • Sin miedo de Rafael Santandreu

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    Este libro es mas necesario que nunca. Ahi fuera hay muchisimas personas que sufren a causa de un problema devastador del que no se habla demasiado. Son personas normales --el hijo del vecino, la esposa de tu mejor amigo, tu companero de trabajo…--, pero con un sufrimiento tan grande que puede ser mayor que el que padece un enfermo de cancer o de cualquier otra de las enfermedades que mas miedo provocan. Estoy hablando, en primer lugar, del trastorno de ataques de panico y el trastorno obsesivo compulsivo (o TOC ). Estos dos problemas afectan al 6 % de la poblacion espanola, esto es, a unos tres millones de personas. Y, como decia, el trastorno les esta arruinando la vida. Pero este libro no solo esta dirigido a este colectivo, sino tambien a cualquier persona con timidez, hipocondria, depresion o cualquier otra emocion negativa exagerada. Porque el metodo de superacion que vamos a aprender aqui servira para eliminar de nuestra vida esta clase de problemas. En pocas palabras: para eliminar cualquier miedo. Aprenderemos a domesticar nuestra mente, a convertirla en un bello y potente corcel que docilmente nos conducira a donde deseemos: unas veces, a dar un paseo sin mas; otras, a hermosos destinos y travesias, y tambien a realizar maravillosos esprints de fuerza y logro. Mi gran amigo y maestro budista Kiko me conto en una ocasion que nuestra mente a veces es como una mano que se hubiese vuelto loca. Imaginemos que nos despertamos una noche con un fuerte dolor en la garganta, abrimos los ojos de golpe y vemos que… !una garra nos esta asfixiando! Intentamos desesperadamente librarnos de la garra y tiramos de ella con frenesi, pero se aferra con demasiada fuerza. !Vamos a morir ahogados! !Dios, que horror! Y de repente, se enciende la luz y comprobamos que se trata de !nuestra propia mano izquierda! Pues a la mente le pasa igual: puede convertirse en nuestro propio enemigo y ser el mas implacable torturador sobre la faz de la tierra. Pero la buena noticia es que TODOS somos capaces de aprender a curarla. Es mas, de aprender a convertirla en nuestro mejor aliado. ?Te imaginas un mundo donde tus emociones solo jugasen a tu favor? Pues ?sabes que? !Es posible! Y este libro, basado en cientos de miles de testimonios de exito, lo demuestra. Durante la preparacion de este libro entreviste a un monton de testimonios de curacion. Muchas de las entrevistas estan disponibles en mi canal de YouTube, de modo que alli encontraras numerosos casos aqui descritos. Que su brillante ejemplo te sirva de estimulo para el cambio. Por ultimo, quiero agradecer a mis amigos de la editorial Gaia que me hayan concedido permiso para comenzar cada capitulo con una cita de mi admirada Pema Chodron, la celebre monja budista. Todas esas frases proceden de su libro Cuando todo se derrumba . Preparate para transformar tu vida para siempre. A convertirte en la mejor version de ti mismo: una persona libre, feliz y poderosa. 1 Muchos trastornos, un solo problema: ataques de desequilibrio emocional La proxima vez que no encuentres suelo bajo tus pies, no lo consideres un obstaculo en absoluto; consideralo mas bien un gran golpe de suerte. Finalmente, despues de todos estos anos, quiza consigas crecer realmente. PEMA CHODRON Maria Jose es una hermosa mujer de cincuenta anos, extremadamente simpatica y alegre. Luce una melena castana clara que le cae ondulada hasta mas abajo de los hombros. Vive en Alicante y le encanta pasear por la playa con su perrita. Se ha casado en dos ocasiones y trabaja como funcionaria. Recuerdo que, el primer dia de consulta, cuando me explicaba su problema de ansiedad --!que la torturaba desde hacia veinticinco anos!--, bromeaba todo el tiempo. La ansiedad la atenazaba hasta el tuetano, pero, aun asi, no PODIA evitar desparramar su alegria natural. Maria Jose sufria a diario fortisimos ataques de ansiedad. Y para empeorar el asunto, por una nefasta recomendacion de su medico, se habia enganchado a los ansioliticos, unos farmacos que no solo no la ayudaban en nada, sino que le habian generado mas ansiedad, confusion y algun que otro susto por sobredosis accidental. Tomaba seis o siete tranquilizantes al dia y, sin embargo, la ansiedad no dejaba de crecer ano tras ano. Ella misma lo describe asi ahora, una vez curada del todo: Entre el trastorno de ansiedad y la adiccion a las pastillas, mi mente era una completa marana. La adiccion aumentaba mi ansiedad porque una hora antes de cada toma ya me entraba el mono. Es decir, tenia ataques de panico y encima me daba el mono por culpa de esas asquerosas pastillas. En sus ataques de ansiedad, Maria Jose sentia palpitaciones exageradas, como si el corazon se le fuera a salir del pecho, mareos bestiales que casi la tumbaban y una horrorosa sensacion de proximidad a la muerte. El miedo era tal que las manos le temblaban como si tuviese parkinson. El panico podia durarle horas o asaltarla durante el sueno, con lo cual esa noche no pegaba ojo ni con doble racion de pastillas. !O triple! En la actualidad, Maria Jose es una persona nueva. En el momento de escribir estas lineas, hace mas de tres anos que no tiene ningun ataque y su vida es de un color completamente diferente: !es luminosa! No toma ningun farmaco, ni falta que le hace. Lleva una vida la mar de normal. Mas que normal: plenamente feliz. En una conversacion que mantuvimos hace poco, me decia: --Si no te llego a conocer, !no me curo nunca! !Me has salvado la vida! Pero la verdad es que Maria Jose se salvo a si misma. Se curo gracias al trabajo duro y a la determinacion. DE LA MISMA MANERA QUE LO VAS A HACER TU. Fijate bien: Maria Jose vivio durante veinticinco anos la pesadilla del panico diario mas una fuerte adiccion a los tranquilizantes. Y ahora ha pasado pagina porque lo ha superado. Sin farmacos. Solo con trabajo personal y mucha persistencia y determinacion. Este libro habla del tratamiento de lo que podriamos llamar genericamente <>, un fenomeno que consiste en experimentar ansiedad aguda sin una causa racional. Dicho de otra forma: un estado de vulnerabilidad en el que hemos perdido el control de las emociones, en el que estas se han desmadrado. Ya no somos el que eramos. Ahora somos un personaje temeroso, debil y con emociones anormales. Los ataques pueden presentarse sin avisar. Simplemente, aparecen de la nada. Por ejemplo, al despertar por la manana. O tras cualquier pequeno temor o adversidad sin importancia. Por ejemplo, al saber que tenemos que realizar una tarea nueva en el trabajo. De repente, la novedad nos estresa y, en poco tiempo, estamos ansiosos a mas no poder. <>, podemos preguntarnos. Estos ataques de ansiedad, desequilibrio emocional o como se los quiera llamar son una autentica pesadilla que deja a la persona exhausta, atemorizada, aislada, incapacitada, confundida y debil. Para alguien que nunca haya padecido este problema, resulta dificil de entender porque no existe una causa racional. Es como si nos inyectasen una droga que produce alucinaciones espantosas y no supieramos cuando tendra efecto. !Podria ser en cualquier momento! Y entonces… !pam!: las pesadillas nos llevan a ese maldito pozo oscuro donde solo pensamos en huir, en que el mal rollo desaparezca porque notamos que ese estado nos impide hacer cualquier cosa e incluso relacionarnos adecuadamente con los demas. El ataque de panico es algo asi como un dolor insoportable e inagotable: quien lo sufre tan solo desea que llegue rapido la noche para poder dormir y apagar el cerebro ansioso de una vez. Estos ataques son mas comunes de lo que se cree. Los psicologos les solemos asignar diferentes etiquetas, como <> o <>, <>, etc., aunque en realidad se trata de un mismo fenomeno. Esto es: las emociones negativas son enormes, nos invaden y ya no podemos detenerlas; dominan nuestra vida y nos la arruinan. En estos ataques las emociones negativas, que sentimos de un modo exagerado, entran en bucle y nos poseen, nos arrastran al lodo del sufrimiento emocional hasta que el propio ataque tiene suficiente y se va por donde ha venido, aunque, eso si, dejandonos baldados, desorientados y asustados. Y hasta la proxima, baby . ?POR QUE A MI ? Con frecuencia, la persona se siente desorientada ante lo que le sucede: antes no era asi y, por mas que lo intenta, no consigue liberarse de esta rara enfermedad. Se pregunta: <>. Al contemplar a la gente que pasea por la calle, no puede evitar envidiarla y decirse: <>. A causa del temor que le provocan los ataques, la vida se transforma en un lugar inseguro, lleno de agujeros por donde caer en el abismo emocional.

  • Infinito de Beatriz Gomez Lorenzo

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    Gines Martin, es un trabajador del departamento de tanatopraxia del Anatomico forense solitario y carente de relaciones que solo se permite el recuerdo de Susana cada 7 de noviembre. En esa fecha realiza un pequeno ritual para recordar a su amiga fallecida diez anos antes.

  • Los ladrones de seda de Dirk Husemann

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  • Comiendo sonrisas a solas de Tadea Lizarbe

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  • Culpa mia de Mercedes Ron

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    Mientras subia y bajaba la ventanilla del nuevo coche de mi madre, no podia dejar de pensar en lo que me depararia el siguiente e infernal ano que tenia por delante. Aun no dejaba de preguntarme como es que habiamos acabado asi, yendonos de nuestra casa, de nuestro hogar para cruzar todo el pais hasta California. Habian pasado tres meses desde que habia recibido la fatal noticia, la misma que cambiaria mi vida por completo, la misma que me hacia querer llorar por las noches, la misma que conseguia que suplicara y despotricara como una nina de once anos en vez de diecisiete. ?Pero que podia hacer? No era mayor de edad, aun faltaban once meses, tres semanas y dos dias para cumplir los dieciocho y poder largarme a la universidad; lejos de unos padres que solo pensaban en si mismos, lejos de aquellos desconocidos con los que me iba tocar vivir porque si, de ahora en adelante iba a tener que compartir mi vida con dos personas completamente desconocidas y para colmo, dos tios. -?Puedes dejar de hacer eso? Me estas poniendo nerviosa-dijo mi madre, al mismo tiempo que colocaba las llaves en el contacto y ponia en marcha el coche. -A mi me ponen nerviosa muchas cosas que haces, y me tengo que aguantar-le dije de malas maneras. El sonoro suspiro que vino en respuesta se habia convertido en algo tan rutinario que ni siquiera me sorprendio. Pero ?Como podia obligarme? ?Acaso es que no le importaban mis sentimientos? Claro que si, me habia respondido mi madre mientras nos alejabamos de mi querido pueblo de Toronto en Canada. Todavia no me podia creer que no fuesemos a vivir solas nunca mas; era extrano. Ya habian pasado siete anos desde que mis padres se habian separado; y no de forma convencional ni agradable: habia sido un divorcio de lo mas traumatico, pero al fin y al cabo lo habia superado… o por lo menos seguia intentandolo; y vivir sola con mi madre me insuflaba una tranquilidad que seria destrozada nada mas llegar a la que seria mi nueva casa. Yo era una persona que le costaba muchisimo adaptarse a los cambios, me aterrorizaba estar con extranos; no era timida pero si muy reservada con mi vida privada y eso de tener que compartir mis veinticuatro horas del dia con dos personas que apenas conocia me creaba una ansiedad que me hacia tener ganas de salir del coche y vomitar. -Aun no puedo comprender por que no me dejas vivir en casa-le dije intentado poder convencerla en lo que seria por lo menos la decima vez desde que habiamos salido de casa ayer por la manana.-No soy una nina, se cuidarme, ademas el ano que viene estare en la universidad y al fin y al cabo estare viviendo sola… es lo mismo-dije intentado hacerla entrar en razon y sabiendo que yo estaba completamente en lo cierto. -No voy a perderme tu ultimo ano de instituto, y voy a disfrutar de mi hija antes de que te vayas a estudiar; Noah ya te lo he dicho mil veces, quiero que formes parte de esta nueva familia, eres mi hija, por Dios santo, ?enserio crees que te voy a dejar vivir en otro pais sin ningun adulto y a tanta distancia de donde yo estoy?-me contesto sin apartar la mirada de la carretera y haciendo aspavientos con su mano derecha. Mi madre no comprendia lo duro que era todo eso para mi. Ella comenzaba su nueva vida con un marido nuevo que supuestamente la queria pero ?y yo? -Tu no lo entiendes, mama, ?no te has parado a pensar que este tambien es mi ultimo ano de instituto? ?Que tengo alli a todas mis amigas, mi trabajo, mi equipo…? !Toda mi vida, mama!-le grite intentando contener las lagrimas que estaban a punto de derramarse por mis mejillas. Aquella situacion estaba pudiendo conmigo, eso estaba clarisimo. Yo nunca y repito, nunca, lloraba delante de nadie. Llorar es para debiles, para aquellos que no saben controlar lo que sienten, o en mi caso para aquellos que han llorado tanto a lo largo de su vida que han decidido no derramar ni una sola lagrima mas. Aquellos pensamientos me hicieron recordar el inicio de toda aquella locura y al igual que siempre lo hacia, mi cabeza no dejaba de arrepentirse de no haber acompanado a mi madre a aquel maldito crucero por las islas del Caribe. Porque habia sido alli, en un barco en medio de la nada donde habia conocido al increible y enigmatico William Leister. Si pudiera volver atras en el tiempo no dudaria ni un instante en decirle que si a mi madre cuando se presento a mediados de abril con dos billetes para irnos de vacaciones. Habia sido un regalo de su mejor amiga Alicia, la pobre habia sufrido un accidente con el coche y se habia roto la pierna derecha, un brazo y dos costillas. Como es obvio no podia irse con su marido a la islas Fidji, y por ese motivo se lo regalo a mi madre. Pero vamos a ver… ?mediados de Abril? Por aquellas fechas yo estaba con los examenes finales y metida de lleno en los partidos de voley. Mi equipo habia quedado primero despues de estar en segundo lugar desde que yo tenia uso de razon, habia sido una de las alegrias mas grandes de mi vida; pero ahora viendo las consecuencias de no haber asistido a aquel viaje, devolveria el trofeo, dejaria el equipo y no me hubiese importado suspender literatura y espanol, con tal de evitar que aquel matrimonio se realizara. !Casarse en un barco! !Mi madre estaba completamente loca! Ademas se casaron sin decirme absolutamente nada, me entere en cuanto llego, y encima me lo dijo tan tranquila como si casarse con un millonario en medio del oceano fuera lo mas normal del mundo… Toda esta situacion era de lo mas surrealista, me iba de mi pequeno apartamento en uno de los lugares mas frios de Canada para mudarme a una mansion en California, EEUU. Ni siquiera era mi pais, aunque mi madre habia nacido en Texas y mi padre en Colorado. Pero aun asi me gustaba Canada, yo habia nacido alli, era cuanto conocia… -Noah sabes que quiero lo mejor para ti-me dijo mi madre haciendome regresar a la realidad.- Sabes por lo que he pasado, por lo que hemos pasado; y por fin he encontrado un buen hombre que me quiere y me respeta y no me sentia tan feliz desde hace muchisimo tiempo… le necesito y se que vas a llegar a quererle, ademas puede ofrecerte un futuro que yo nunca podria ni haber imaginado darte. -Mi instituto en Toronto era muy bueno-dije suspirando al mismo tiempo que pensaba en lo feliz que estaba mi madre. Hacia muchisimos anos que no la veia tan contenta, tan ilusionada. Era otra persona, y me alegraba por ella pero yo no sabia si iba a poder adaptarme a un cambio tan radical en mi vida. -Uno de los mejores institutos…publicos, Noah.-me aclaro mi madre-Ahora vas a poder asistir a uno de los mejores del pais, y vas a poder optar a las mejores universidades… -Es que yo no quiero ir a una universidad de esas, mama, ni tampoco quiero que un desconocido me la pague-dije sintiendo un escalofrio al pensar en que dentro de un mes empezaria en un instituto pijo lleno de ninos ricos. -No es un desconocido, es mi marido, asi que ve haciendote a la idea-agrego en un tono mas cortante.

  • El ultimo llanto de los delfines de Estefania Yepes

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    * Una bella historia sobre la realizacion de un sueno, un primer amor, una primera decepcion y la redencion a traves del amor.

  • El corazon de Fiona de Mar Fernandez

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    Fiona caminaba aceleradamente por la acera, cargada con tres bolsas llenas hasta los topes tras salir de un supermercado cercano a su casa. Con esfuerzo rebusco las llaves en su bolso y subio las escaleras hasta el tercer piso. Solo respiro tranquila cuando dejo la compra sobre la pequena encimera de la cocina. Un maullido a su espalda la sobresalto y al girarse se encontro con el pequeno minino color gris. Una sonrisa se dibujo en sus labios y, olvidando su agobio anterior, se acuclillo y cogio al pequeno animal entre sus manos. --Hola, mi sol --dijo con voz aninada--. ?Que tal has pasado el dia? --pregunto clavando la nariz en su suave pelaje--. Tengo una cosita para ti. Dejo al animal en el suelo y busco en una de las bolsas de papel marron hasta dar con una lata que abrio y cuyo contenido vertio en su plato. La gatita elevo su cabeza y olfateo desesperada hasta llegar al rincon donde estaba su premio, que engullo con rapidez. --!Eres una glotona! --le reprocho Fiona mientras sacaba los alimentos de su envoltorio y los guardaba en su lugar. Estaba echando los plasticos al cubo de reciclaje cuando el timbre comenzo a sonar con insistencia. <>, se dijo mientras cogia al gato con celeridad y lo escondia en una caja de carton situada en una esquina de la cocina. Por la forma pertinaz de llamar solo podia tratarse de una persona: su casera. Mas recompuesta, se acerco a la puerta y dibujo en sus labios una de sus mejores sonrisas antes de abrir la hoja de madera. --Buenas tardes, senora Potter --la saludo alegremente, aunque aquella mujer se le atragantaba. --Buenas tardes, senorita Mackenzie --respondio la anciana con labios apretados--. ?Puedo pasar? --pregunto con voz dura. <>, se pregunto Fiona molesta mientras se apartaba para que la senora Potter entrara en el pequeno apartamento. Agradecio que todo estuviera en orden, ya que el dia anterior habia hecho la limpieza semanal. --Sientese, por favor --ofrecio Fiona cuando ambas llegaron al salon--. ?Quiere tomar algo? --ofrecio hospitalariamente. --No, muchas gracias --dijo la mujer mientras se sentaba en el borde de una silla. Estaba claro que se sentia incomoda. --Como guste --respondio Fiona, deseando que aquello acabara cuanto antes--. ?Y a que se debe su visita? --pregunto directa, arrepintiendose al instante. Hacia menos de una semana que habia hecho el pago mensual de su alquiler, por lo que no entendia que queria aquella insufrible mujer. --?No tiene nada que contarme, senorita Mackenzie? --pregunto la senora Potter, clavando con intensidad sus ojos oscuros en su rostro, como si quisiera traspasarla con la mirada. Fiona la observo confusa y elevo una de sus cejas sin percatarse. <>, se pregunto, y finalmente decidio esperar a que ella hablara para descubrirlo. --Su vecino, el senor Morgan, se ha quejado de los aullidos de un animal en su apartamento --solto la mujer, segura. --?Que? --boqueo Fiona. <>, se dijo mentalmente al recordar a su molesto vecino. --Lo que ha escuchado. Digame la verdad, senorita Mackenzie, ?ha metido a un animal en mi casa? --pregunto inquisitivamente. --No, senora Potter --mintio al sentirse acorralada. Para su desgracia en aquel momento sono un ruido en la cocina y segundos despues Maggie aparecio saltando por el salon, persiguiendo su pelota roja. <>, se dijo Fiona cuando su casera clavo su mirada en su persona. Media hora despues, Fiona volvia a su piso cargada con varias cajas de carton que habia comprado para comenzar a empaquetar sus posesiones. <>, se recrimino mentalmente mientras abria y cerraba cajones y metia sus pertenencias sin ningun orden en el interior. El sonido del timbre la sobresalto. <>, penso mientras se limpiaba los restos de las lagrimas con el dorso de la mano antes de dirigirse a la puerta. Suspiro pesadamente y abrio para encontrarse con Hannah, su prima, que al ver su rostro desencajado entro precipitadamente y la estrecho entre sus brazos para darle el consuelo que parecia necesitar. --?Que ha pasado? --pregunto Hannah cerrando la puerta a su espalda mientras cogia la cintura de Fiona y se internaba en el salon. --Tengo que dejar el piso. --?Que? -- exclamo Hannah sorprendida, clavando su mirada en el rostro de su prima. Ahora comprendia su estado. --Ha descubierto a Maggie --confeso Fiona mientras su labio comenzaba a temblar. --Oh, Fiona lo siento... Aunque ya te lo adverti. --Lo se, Hannah, pero no podia dejarla en la calle --intento excusarse mientras abria una nueva caja. Necesitaba tener las manos ocupadas. --?Y ahora que vas a hacer? --indago su prima. --Supongo que tendre que buscar algun sitio donde mudarme. --?Cuanto tiempo tienes? --pregunto Hannah, dispuesta a hacerse con las riendas de la situacion, como era su costumbre. --Una semana --respondio Fiona, sabiendo que no era suficiente tiempo para encontrar algo en la ciudad. --?Solo una semana? --exclamo Hannah preocupada, viendo que no habia muchas posibilidades. --Ni un dia mas ni uno menos. --?No podrias convencerla...? --No --dijo Fiona girandose y clavando su mirada en su prima--, esta en el contrato. Hannah suspiro resignada y, tras unos segundos, una sonrisa se dibujo en sus labios antes de coger una de las cajas vacias y comenzar a guardar los libros situados en una de las estanterias. --Bueno, ya sabes que todo en esta vida tiene solucion, y Lindsay y yo te ayudaremos. Ahora ocupemonos de todos tus trastos --dijo con humor, sabiendo que su prima frunciria el ceno, molesta, como hacia en ese preciso instante. --!No son trastos, son mis cosas! --replico Fiona furibunda mientras le tiraba a la cabeza un cojin del sofa. *** Hannah subio el ultimo tramo de escaleras y respiro cuando pudo dejar la caja que cargaba a la entrada del apartamento. El calor era intenso aquella tarde de verano y, en un gesto casual, elevo el brazo y seco el sudor que perlaba su frente. --Quita de ahi --dijo Fiona, que estaba a su espalda igual de cargada. --?Como has podido acumular tantas cajas? --pregunto Hannah mientras se apartaba para dejar pasar a su prima-- ?Al venir a la ciudad decidiste traerte todo lo que tenias? Fiona dejo la ultima caja de su mudanza sobre una pila formada por otras tantas y clavo la mirada en el rostro sonrojado de su prima. --Creia que te hacia ilusion que viniera a vivir contigo --replico formando un mohin con sus labios. Hannah se sintio fatal al ver su gesto y, a pesar de estar sudada, se acerco a Fiona y la apreto fuertemente contra su cuerpo. --Lo siento --se disculpo--. Estoy encantada de que hayas venido a vivir con nosotras. Sabes que te adoro y, aunque te moleste, me alegra que tu casera haya decidido darte boleto. --Vieja bruja --replico Fiona, que aun estaba furiosa con la senora Potter. Habia sido una desconsiderada al decidir rescindir el contrato que tenian con solo una semana de plazo. --!Oh, vamos, Fiona! Reconoce que tu tambien tienes parte de culpa en eso --dijo Lindsay, que en aquel momento se acercaba a ellas con dos vasos de limonada helada--. En el contrato ponia expresamente que nada de animales --anadio senalando al pequeno minino de color gris, que jugueteaba con una pelota de fieltro rojo junto al sofa. La aludida cogio uno de los vasos y agradecio el frescor de su contacto, mas aun cuando el liquido recorrio su garganta tras el primer trago. En el fondo sabia que Lindsay tenia razon, pero cuando encontro a la pequena cachorra junto al cubo de la basura no pudo resistirse. --?Que mal puede hacer Maggie? --pregunto--. Es adorable --anadio mientras una tierna sonrisa adornaba sus labios. Segundos despues, dejo el vaso sobre la mesa y sostuvo al cachorro entre sus brazos mientras hundia la nariz en su suave pelaje. Hannah y Lindsay cruzaron una mirada y no pudieron evitar sonreir. El piso no era muy grande, pero habian logrado acondicionar una pequena habitacion que solian usar de trastero para Fiona.--Si, lo es, y ahora mas te vale que te pongas en marcha. Tu turno empieza en una hora --le recordo Hannah. Fiona dejo a Maggie en el suelo para que siguiera con su juego y se incorporo. --!Si, mama! --dijo con humor, ganandose un bufido por parte de su prima antes de huir al bano para darse una ducha. --?Que he hecho yo para merecer esto? --dijo Hannah poniendo los ojos en blanco. --Adoras a tu prima, las dos lo sabemos --respondio entre risas Lindsay, tendiendole el vaso de limonada que aun no le habia entregado. Hannah estaba a punto de contestar a sus palabras cuando el sonido del movil de su amiga comenzo a sonar con insistencia. Aprovecho para degustar el zumo recien exprimido y disfruto de su acidez. A Lindsay le encantaba hacer zumos y suculentos platos que dejaban el estomago al borde de su capacidad y las calorias a mil. En mas de una ocasion eso habia provocado que tuviera que ponerse a dieta. CAPITULO 1 Varias semanas despues. El sonido del despertador se filtro a traves de la densa bruma del sueno. Fiona alargo el brazo y, con los dedos, rebusco en la mesilla hasta dar con su movil para apagar la alarma. Con un esfuerzo titanico obligo a sus ojos a abrirse, a pesar de que los notaba hinchados como dos pelotas de tenis. Con trabajo, se sento sobre la cama y obligo a sus piernas a moverse para ponerse de pie. Con paso cansado se acerco hasta la ventana y subio la persiana para descubrir un dia gris y triste que entonaba bastante con su estado de animo. <>, se repitio por enesima vez desde la muerte de Lindsay. <>, prosiguio con sus intentos de infundirse los animos que necesitaba, mas aquel aciago dia. Sin poder evitarlo, revivio nuevamente el momento en que supo del tragico accidente que habia sesgado la vida de una de sus mejores amigas. Estaba trabajando en el hotel cuando el telefono sono. Contesto con su alegria habitual, hasta que el policia al otro lado de la linea pregunto si Lindsay trabajaba alli. Rapidamente indico que era su companera de piso, y aquella voz mecanica le informo de su fallecimiento. No fue facil contarle a Hannah lo sucedido, y tras su desmayo se prometio que cuidaria de Hannah como su prima habia hecho con ella desde que habia llegado a la ciudad varios anos antes. Llevaba casi cuarenta y ocho horas sin dormir, haciendo cientos de llamadas, y no podia negar que se sentia aliviada de que todo aquello acabara de una vez aquel dia. Por otro lado, sabia que era el comienzo de algo peor: adaptarse al vacio que dejaria Lindsay en sus vidas. Tras una ducha rapida, se vistio con ropa oscura y preparo una taza de cafe para espabilarse. Seguidamente entro en la habitacion de su prima. Se le encogio el corazon al ver la estampa que presentaba. Estaba inmovil frente al armario, con la mirada perdida y la piel livida. Su rostro estaba devastado y se podian adivinar las bolsas bajo sus ojos y el rictus de sus labios. Se acerco hasta ella y, con delicadeza, paso su brazo sobre sus hombros. --Vamos, Hannah, tienes que arreglarte o llegaremos tarde --la advirtio dulcemente. La aludida parecio salir de sus oscuros pensamientos al percatarse de la presencia de su prima, que habia pasado toda la noche junto a ella, ambas acurrucadas en el sofa del salon. --No se que ponerme --dijo frustrada, mientras movia las perchas de forma frenetica --, ya sabes que no me gusta el negro. Fiona lo sabia bien, al igual que odiaba el traje chaqueta clasico de su uniforme de trabajo. Siempre intentaba dar color a su atuendo con algun complemento a pesar de la mirada cenuda de su jefe. Aun asi, Fiona descubrio un traje chaqueta de color gris que coloco sobre la cama. --Con este estaras bien. --Fiona --la llamo con voz debil--, no se si sere capaz de enfrentarme a la madre de Lindsay --confeso Hannah con voz apagada--. Esa mujer adoraba a su hija. Era tan joven... ?Por que ha tenido que suceder esto? --se pregunto, sin encontrar una respuesta. Fiona sintio un nudo en la garganta y lo unico que pudo hacer fue abrazar a su prima con intensidad. Hannah rompio a llorar sobre su hombro como si se tratara de una nina. Tardo cerca de veinte minutos en lograr que Hannah se recompusiera y se vistiera, pero una vez logrado, la empujo hacia la puerta y llegaron a la calle, donde ya las esperaba un taxi. Cuando llegaron, el tanatorio ya estaba abierto y varios amigos de Lindsay esperaban en el interior. --No se si voy a poder con esto --expreso Hannah con el labio tembloroso. Fiona giro levemente su rostro y clavo su mirada en ella. --Hannah, eres la persona mas fuerte que conozco. Se que es duro, pero tienes que entrar ahi y despedirte de Lindsay, si no te arrepentiras. Su prima, con la mirada vidriosa, asintio, y aferrando su mano emprendio el camino al interior del edificio.

  • En el azul de tu mirada de Jasmine Rogers

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    La noche pasaba y no lograba conciliar el sueno asi que sali del dormitorio, para dirigirme a la biblioteca y leer un poco. Quizas de esta manera conseguiria no pensar y caer rendida, pero tuve la sorpresa de encontrarme alli con Aidan. --?Tampoco puedes dormir? --me pregunto. --La verdad es que no. Se levanto y se dirigio al mueble bar para servirme una copa. No pude dejar de observarle. Solo vestia unos finos pantalones de pijama, resaltando la tenue luz de la estancia, la desnudez de su espalda y de su torso fibroso en cada uno de sus movimientos. Pense que seria mejor volver a la cama. La tentacion era demasiado fuerte. Fui hacia la puerta y me disculpe: --Siento causarte molestias, pero creo que me marcho a dormir. Se acerco rapidamente hacia mi para cerrar la puerta, quedando atrapada entre esta y el, creyendo morir de deseo cuando senti el calor de su cuerpo contra mi espalda, y escucharlo susurrar con su aliento ardiente sobre mi cuello. --Di que no me amas y dejare que te vayas. Di que todo lo que paso en Espana ya lo has olvidado. --No me hagas esto, Aidan. --Responde, por favor. Gire para enfrentar mi rostro al suyo, y fijando mi mirada en sus azules ojos confese: --Te amo, y si en algo han cambiado mis sentimientos, ha sido para amarte aun mas que antes. Para mi sorpresa, me alzo en sus brazos y salio de la biblioteca. --Aidan... --susurre. --Sssshhh. Mi corazon comenzo a latir fuertemente, porque en sus ojos, y en cada reaccion de su cuerpo a nuestro contacto... sabia hacia donde me conducia. Cruzamos el umbral de su dormitorio, y mientras me posaba lentamente sobre la cama, me inundaba de besos colocandose a la vez sobre mi. Todo el me aturdia, su aliento, su forma de besarme... temiendo volver a sufrir de nuevo cuando nos marchasemos. Pero el deseo que seguia sintiendo por el, era innegable e inevitable, y no seria yo quien le apartase de mi lado. --Dejame amarte, pero para siempre. No quiero mas ratos, te quiero siempre, completa. --Sus susurros me quitaron todo el temor. Le bese como nunca, sintiendo como sus caricias abrasaban cada centimetro que sus manos recorrian de mi cuerpo mientras me desnudaba poco a poco, haciendome temblar y que mi piel se erizara respondiendo intensamente a cada contacto con su piel. Y aquella noche de nuevo, nos entregamos totalmente el uno al otro, con ansia, con desesperacion, con todo el amor y pasion contenida en aquellos anos y que ya me habia demostrado hacia unas semanas, reafirmando con rotundidad que lo nuestro nunca se apagaria, nunca... CAPITULO 1 Cuatro anos atras... --!Gracias a usted! --exclamo con aire amable la voz que se escuchaba tras el telefono. Nos despedimos y finalice la llamada. A continuacion, me dispuse a dar saltos como una loca en medio del salon. Ana, mi companera de piso me observo con los ojos como platos. --Eso es... ?que si?--me pregunto. --!Si, si, si, si! --grite como una loca. Ana se unio a mis gritos, y seguimos saltando, gritando y riendo juntas durante un buen rato, hasta que cansadas, nos lanzamos exhaustas hacia el sofa. --Cuenta, cuenta --dijo Ana emocionada. --Londres, Ana. !En una semana! --conteste. Y volvimos a gritar y a reir. Hacia casi un mes que mi contrato de trabajo en la cafeteria habia finalizado, para tristeza de Lorreine, la duena de la misma, y sobre todo para mi, ya que, en las semanas siguientes, "PARIS, MON AMOUR", cerraria sus puertas dejando treinta anos de esfuerzo, amor y dedicacion, encerrados detras de ellas. Habia trabajado dos anos en aquella pequena pero preciosa cafeteria decorada con un estilo muy parisino, con sus grandes ventanales que te invitaban a observar la gente pasar, deleitandote con un estupendo cafe banado con sirope de caramelo y esa gran cantidad de espuma de leche que debias retirar forzosamente con tu lengua de la comisura de los labios cada vez que tomabas un sorbo del mismo. Aaahhh... observar el bullicio de la ciudad, mientras que la tranquilidad dentro de la cafeteria hacia volar tus pensamientos... "PARIS, MON AMOUR" era... otro mundo. Pero a Lorreine, aquella mujer de pelo blanco y mirada decidida, y despues de tantos anos sacando adelante su preciosa y acogedora cafeteria... le habia podido la crisis y la apertura de una enorme y moderna cafeteria, a unos cincuenta metros. De esas que te preparan el cafe para llevar, sin mucho mimo ni dedicacion, pero con precios "low cost" y mensaje de "hola, buenas tardes, aqui su cafe. El siguiente, por favor". Dos semanas antes de que se convirtiera en un hecho el no poder volver a trabajar en la cafeteria, Lorreine nos habia reunido a todos al concluir la jornada en el "PARIS, MON AMOUR", y con lagrimas en los ojos, nos habia comunicado la mala noticia. Apesadumbrados, y despues de barajar entre todos las posibilidades que Lorreine ya habia estudiado en dias anteriores, regresamos a nuestras casas, sabiendo lo que el futuro proximo nos deparaba. Aquella noche, en la cama, no pare de dar vueltas y vueltas, pensando, desvelada... y recorde la opcion que antes de aceptar el puesto de camarera en "PARIS, MON AMOUR", habia tenido en mente. !Londres! Trabajar en Londres. Finalizando mis estudios de psicologia, nos hablaron de agencias que podian conseguirte trabajo en diversas zonas de Reino Unido a cambio de alojamiento en alguna de las residencias que poseian alli. La agencia ganaba un dinero por la estancia, y tu podias trabajar en el Reino Unido y perfeccionar a la vez el idioma. Pero en aquel entonces me surgio la posibilidad de poder realizar un curso para poder impartir clases de espanol a extranjeros; y a la vez, la oportunidad de trabajar en la cafeteria, asi que ambas cosas se convirtieron en mi primera opcion. Pero ahora si, ahora habia llegado la hora de volar... y la oportunidad de poder trabajar en una de las tabernas del centro de Londres, y sin mas, dije: !SI! --Bueno, pues una semana para preparar mi equipaje --dije a Ana, echandome para atras en el sofa. Ana me miro, y me pregunto con semblante serio: --Cris... ?que le diras a Alex? --?A Alex? Pues nada, que me voy a trabajar a Londres, que voy a decirle. --?Y nada mas? --dijo Ana frunciendo el ceno. --Ana, por Dios --conteste a mi gran amiga, haciendo que mis ojos se pusieran en blanco--. Hemos salido juntos durante cinco anos, pero eso termino. Amigos, nada mas --anadi, haciendo aspavientos con las manos. Alex y yo habiamos salido juntos cinco anos, pero llego un determinado momento en el que me di cuenta de que ya no le amaba, y seguir juntos, solo nos haria mas dano, tanto a el como a mi, porque yo ya no podia darle todo lo que el queria: compartir nuestras vidas. Supongo que lo que me hacia seguir con el, era la pura costumbre, el hecho de acomodarnos a una relacion que debio terminar mucho tiempo atras. No podia negar, sin embargo, que me sintiera insegura, y que el hecho de no amar a nadie, me hacia sentir una extrana sensacion de vacio. No buscaba a ningun companero para compartir mis sentimientos, pero si anhelaba encontrarlo, ansiaba el sentir esos abrazos, esos besos y esas caricias, esa comprension, sensibilidad y ternura que hacia ya meses que al lado de Alex habian desaparecido. Sin embargo, muchos de nuestros amigos, incluso el mismo Alex, conservaban aun la esperanza de que algun dia volviesemos a ser novios otra vez. Para mi, esa opcion, no era ya para nada factible.

  • Lady Sophia de Lydia C. Ramirez Blytherose

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    En el Londres del siglo XIX, y tras haber sido repudiada por su familia, lady Sophia Phillips vive su existencia alejada del mundo dentro de un convento, cuando de repente su presencia es solicitada por su madre.
    Todo cambiara para ella, sobre todo ante la subita proposicion de Stephen Rutterford, un caballero sin titulo, pero con una gran fortuna.
    ?Habra una segunda oportunidad para Sophia de ser feliz? ?O volveran sus fantasmas pasados a atormentarla de nuevo?

  • Ahora de Aurelien Barrau

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    Nos enfrentamos a una situacion limite, el reto es inmenso. El planeta Tierra se muere. En los ultimos cuarenta anos, mas de cuatrocientos millones de pajaros europeos han desaparecido, alrededor de la mitad de la poblacion de fauna salvaje ha muerto, la contaminacion mata cada ano tres veces mas personas que el sida, la concentracion de CO2 en el aire no solo ha aumentado, sino que se ha acelerado, una buena parte de la Gran Barrera de Coral esta abocada a desaparecer, el calentamiento global llevara al colapso del precario equilibrio planetario, los incendios forestales se han multiplicado por 4,5 en las ultimas decadas. El futuro esta en peligro. Hay que hacer algo ya. !Ahora!

  • Rialto, 11 de Belen Rubiano

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    Un dia de principios de otono de 2002, la luz de una pequena y recondita libreria de la plaza del Rialto de Sevilla se apago, sin ruido ni apenas despedidas, definitivamente. Su fundadora habia empezado a vender libros diez anos antes en otras librerias, donde aprendio muchas cosas, ademas de su oficio. En la sucesion de vivencias que conforman estas deliciosas memorias parciales, Rubiano comparte con los lectores la insobornable vocacion que le llevo a establecerse como librera en una esquina del mapa. Y lo hace con humor y con candida sinceridad, porque salvo la satisfaccion de trabajar entre libros y lectores entendemos desde el principio que nada es como habia sonado y que en el oficio no faltan tormentas, marejadas y amargas decepciones. Pero tambien hay, afortunadamente, momentos delirantes, impagables lecciones y grandes alegrias. Ante todo, la valia de estas paginas, que el lector recorrera entre la carcajada libre y la mas profunda empatia, reside en la vitalidad y el personalisimo estilo con el que Rubiano nos habla de su particular devocion por los libros y de como uno puede llegar a arriesgar cualquier seguridad por perseguir un sueno.

  • Dientes de leon de A.j Ortiz

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    <>, escucha decir Addison Cooper a Trisha, su mejor amiga, antes de colgar el telefono y pasar por delante del cartel de bienvenida a Dandelion Bay.

  • El ano del Oraculo de Charles Soule

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    La vida es impredecible pero…

  • El senor de la mansion 1 de Elena Martin

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    La casa que los clientes iban a habitar era preciosa. Espacio, luz y comodidad era todo lo que una nueva familia podria pedir. La pareja que estaba atendiendo se habia casado hace un ano y ahora buscaban una casa mayor, visto que, aguardaban la llegada de su primer hijo. No pude dejar de sentir alguna envidia de ellos. En los ultimos tiempos, me pasaba siempre que encontraba parejas y familias felices. Recogi todos los papeles para entregar en la agencia. Mas una venta. Este mes iba lanzada y con suerte, antes de terminar el ano, lograria mi objetivo. Pasar unas merecidas vacaciones, bien lejos de aqui, en algun lugar paradisiaco del mediterraneo. Sonaba con ello, tanto como sus clientes con su nueva casa. --Gracias por todo, Jane. La casa es maravillosa --dijo mi clienta. --Es mi trabajo. No teneis que agradecerme. Espero que vaya todo muy bien y que disfruten de vuestro nuevo hogar. Ah... y por cierto, espero que el bebe nazca bien y que prontamente pueda estar corriendo por todas las instancias. --?No tienes hijos? --No se por que a la gente le gustaba hacer estas preguntas. Me parecia tan invasivo preguntar a alguien algo tan privado y personal. --No. Afortunadamente no. Ademas, primero tendria que encontrar un padre para eso y no tengo mucho tiempo. --No queria dar mucho mas detalle, aunque eso era solo la verdad pura y dura. Habia llegado a mis 29 anos sin hijos, sin marido, y sin atisbo de novio en camino. No por falta de intento. No podia decir que no habia tenido mi oportunidad. Conocia a James de toda la vida; fue mi novio desde el instituto. Teniamos todo planeado. Ir a la universidad, casar, viajar. Mil historias. Pero la muerte de mis padres y mi hermano menor, en un accidente de coche, llevara mi vida a otro rumbo. James y yo seguimos juntos durante mucho tiempo. El quiso ir a la universidad cerca de donde viviamos: para poder estar la mayor parte del tiempo conmigo, tras el sucedido. Como yo ya era mayor de edad y podia hacerme cargo de todas las responsabilidades, decidi que no queria estudiar un curso academico. Empece a trabajar en la agencia inmobiliaria donde mi madre trabajaba, antes de fallecer. Conocia a los jefes y me dieron trabajo inmediato, al haber quedado sin su mejor trabajadora. Y fue asi como acabe siendo consultora inmobiliaria. Con el paso del tiempo, James empezo a hablar del futuro y de familia: queria casarse conmigo y tener hijos, como siempre habiamos planeado. Pero eso no estaba en mis objetivos. El trabajo paso a ser mi gran prioridad tras la tragedia que me dejo sin familia. Y dedicaba mucho tiempo a ello. Aparte, no queria tener hijos. Nunca fue una cosa que me llamara a la atencion. Me encantaban los ninos, pero no para tenerlos mios. Cuando explique a James que, quizas, seria mejor esperar algun tiempo hasta acabar su curso y despues podriamos pensar en viajar, note que no estaba contento. Yo queria juntar dinero suficiente para tener mi propio negocio. Me habia quedado con la casa de mis padres y alguna otra propiedad que tenian. Asi que, no necesitaba buscar casa; la que teniamos era enorme, incluso para mi sola. Pero era ideal para vivir con James si quisiera. Me di cuenta de que para James, nuestra relacion habia cambiado mucho en los ultimos anos y mis planes para el futuro no eran los mismos que los suyos. En efecto, no eran. Porque, un dia, quise sorprenderle en el campus universitario y lo encontre besandose con otra chica. Resulto que esa chica era la novia que tenia en la universidad y que no sabia de mi existencia. Terminamos en ese dia casi 8 anos de relacion. Pero fue mejor asi: James termino el curso y el mismo ano se caso con la misma chica que encontre en sus brazos. Se, por amigos cercanos y comunes, que fue padre hace poco tiempo. No mantuvimos contacto. Era obvio. Por ambas partes. Y de esta forma, James logro cumplir sus planes y suenos, mientras yo seguia construyendo, dia tras dia, los mios. Me sumergi tanto en el trabajo, que aunque posiblemente ya hubiera podido abrir mi propia agencia, nunca lo hice. Siempre tenia miedo a arriesgar y posponia acciones. Mi vida era siempre igual. Eso me permitia superar el dolor, o mejor, no dejarme ahogarme en eso. Pero ahora ya habia puesto fecha. En el final del ano, tras unas buenas vacaciones, iba a dejar la agencia y abrir la mia. La venta de esta casa era un paso mas. Tenia un colchon financiero importante y eso me daba la tranquilidad de seguir con mi nueva etapa. Cuando llegue a la agencia, mis companeros ya estaban con la Champana abierta. --Enhorabuena, Jane. Mas una casita. Vas sobrada este mes --dijo Martha. --Nunca se va sobrado. Especialmente cuando hablamos de dinero. --Martha no solo era companera de trabajo, como se habia trasformado en una grande amiga. Al vivir para trabajar, las personas de aquella oficina se convirtieron en mi familia, practicamente. --Jane, ?puedes llegar a mi despacho, por favor? --mi jefe llamo. --Voy. --Deje mi taza de celebracion a medio terminar sobre la mesa y hable para Martha--. Seguro que ya tiene trabajo para mi. A veces me gustaba tener un poco de respiro. Soy sincera. Martha rio meneando la cabeza negativamente. Sabia perfectamente que, aunque pudiera, no me tomaba descansos. Entre en el despacho de Joseph. --Querias hablar conmigo, aqui me tienes. --Me fui sentando en la silla. --Antes de nada, enhorabuena por tu venta. Aunque eso significa que estas a un paso menos para conseguir salir de esta agencia. --Hizo una mueca de desagrado. Joseph era el hijo de los primeros jefes. Era poco mayor que yo y nos dabamos bastante bien. Pero claramente no estaba feliz, sabiendo que, una de sus mejores consultoras iba a salir para abrir negocio propio. --Jo... sabes que aun queda para eso. Y ademas, no tienes que preocuparte. Ya te he dicho que no voy a ser tu competencia: podemos hasta colaborar. Me encantaria. Pero yo necesito cumplir este reto, necesito tener algo que sea mio. --Eso es otra cosa que no tienes, porque eres cabezota. --Me hablaba de el. Jo decia estar enamorado de mi. Varias veces me propuso citas y que tuviesemos una oportunidad, pero yo no mezclaba trabajo con placer y mucho menos vida personal. Era un chico encantador, pero yo no queria hombres en mi vida. Tras algunas citas falladas, llevaba casi un ano sin salir con nadie. Y no estaba en mis planes conocer nuevas personas. --Aparte de otra consultora muy buena, seguro que encontraras alguien que realmente te merezca. --El esbozo una sonrisa. --Vale, vale. No insisto mas --hizo un gesto de derrotado--, no te llame aqui para hablarte de eso. Te llame, porque necesito que seas tu a trabajar un cliente muy especial. --Hum... especial, ?como especial? ?Quieres decir un buen negocio? ?O un cliente aburrido que nadie quiera llevar? --Digamos que este cliente es alguien muy importante. Mi padre me pidio que hiciesemos el favor de vender esta casa. Esta en un pueblo cerca de aqui. Es una mansion gigante. Varias hectareas y una excelente oportunidad para consiguieres tu pasaporte de salida, en grande, de aqui. --Jo, entiendo que me quieras ayudar, a pesar de todo, pero ?por que me darias a mi este cliente y no a cualquier otra persona del equipo? No es justo. --En primer lugar: eres mi mejor vendedora. De lejos. En segundo: no creas que es favoritismo. He hablado con tus companeros antes de llegares y todos se han puesto de acuerdo de que tu deberias llevar este cliente. --Jo estaba siendo redundante en aquella atribucion. --Muy bien, entonces, ?que tiene de especial el cliente? !?Solo eso, que es una mansion?! Bueno, no sera facil, tendre que buscar mi cartera de inversores, hablar con algunas personas... --No pude continuar, porque Joseph me interrumpio. --Jane, el propietario de esa vivienda es Kyril Petrakis --solto. --?Ese no es el magnate griego dueno del conglomerado industrial mas poderoso del mediterraneo? O me lo estoy confundiendo con otra persona ?quizas? --Ese mismo. --Bajo los ojos a los papeles que tenia en la mesa. --!No me jodas, Jo! Me estas pidiendo que sea yo la que tenga que vender su mansion, cuando sabes perfectamente que ese hombre es un arrogante y engreido. Por favor, todos lo conocemos por los medios de comunicacion. Es broma. --Querer ganar dinero era una cosa, pero trabajar con personas como aquella era venderse y no estaba dispuesta a llegar tan bajo. --No, no es broma. Ese es el motivo por el cual nadie ha querido hacer el trabajo, pero imagine que eso no seria un problema para ti. Jane, piensatelo, se que es mucho trabajo e imagino que hablar con una persona asi sea muy complicado, pero ?tienes idea de la comision que vamos a recibir por este negocio? --Odiaba cuando Jo pensaba en el dinero. Por otro lado, sabia que eso era lo correcto. Prontamente iba a ser duena de mi propia agencia y no podia desperdiciar clientes, solamente por lo que decian por ahi de ellos. --?Sabes que? Me da exactamente igual, es un cliente como cualquiera. Puedes contar conmigo. Pero, solo por curiosidad, ?como un cliente como ese quiere trabajar con nosotros? Con certeza tendra hasta sus propias agencias para hacerlo. --Como te he dicho, mi padre conoce a su tio; al parecer se conocieron en un viaje. No me preguntes. Y creo que se siguen hablando. Mi padre debera haber dicho algo de la agencia y bueno, una cosa llevo a la otra... sinceramente Jane, no se muy bien los motivos, pero la cosa es que ahora tenemos esto en manos. --Se levanto, rodeo la secretaria y paro delante de mi--. Hay una cosita mas. Esta manana recibi un correo del propio senor Petrakis. Me dijo que la persona que enviase para hacer el trabajo tendria que hablar directamente con el y que se iba a encargar de estar presente en todas las visitas. Dice que la casa tiene mucho valor y que no confia en nadie. --!Genial! Empezamos bien. Entonces el senor ese ya esta dudando de nuestro trabajo y confianza. Perfecto. Anteveo que esto va a ser un final de ano realmente interesante. Quizas, si logro vender su casa, pasare no quince dias de vacaciones, sino un mes. En una playa paradisiaco- griega. Empece a ironizar, porque este trabajo ya prometia ser un grano en el culo.

  • Secretos a voces de Alice Munro

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    Un libro que reune ocho relatos de la Premio Nobel de Literatura 2013 Alice Munro.

  • Lunas y estrellas (El ultimo tatuaje 1) de Angels Alemany

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    El comandante acababa de dar el aviso por turbulencias y Julia sintio una presion de sobra conocida en el pecho. Esa sensacion de asfixia que padecia cada vez que tenia miedo. --?Turbulencias? --exclamo Julia, alterada. Y, sin pensar, agarro con fuerza la mano de Viktor y cerro los ojos, repitiendose en voz baja que no pasaria nada. Le sucedia siempre que se subia a un avion. A pesar de no tener miedo a volar, las turbulencias y aterrizajes violentos la aterraban. Llevaba casi un ano sin volver a casa y estaba nerviosa, ya que tenia una gran noticia que dar a sus amigas y a su familia. Pero ese vuelo se estaba haciendo especialmente largo. Era noviembre y habia tormentas en gran parte de Europa, asi que atravesar todo eso era sinonimo de turbulencias y de un viaje mas que movido. Viktor la miro alucinado. Su mente volvio al momento justo en que Julia le dijo en el aeropuerto que le daban miedo las turbulencias y recordo que no la quiso creer. Entendia que hubiera gente que tenia miedo a volar, a los accidentes aereos, pero no a que el avion se moviera un poco. Se quedo observandola como un imbecil y no pudo evitar dibujar una sonrisa dulzona. Le sorprendio que ella reaccionara agarrandole la mano, como si fuera un hermano, un novio, un amigo. Sentia sus dedos apretando con una fuerza que a el solo le provocaba cosquillas y sonrio al sentirse afortunado de estar en su vida y de ser su amigo. Alberto, que iba escuchando musica al otro lado de Viktor, fue testigo de la escena y le dio un codazo. Viktor se giro y contuvo la respiracion, preparandose para oir cualquier burla por parte de su companero, pero Alberto se limito a sonreirle y guinarle un ojo, como si se alegrara por el. Viktor se lo agradecio con la mirada, pues si hubiera hecho algun comentario, por bajito que lo hubiera dicho, Julia podria haberlo oido. Y eso hubiera creado una situacion incomoda y vergonzosa para ambos, completamente innecesaria. Quiza por eso Alberto no dijo nada, simplemente se limito a preocuparse por ella. --Julia, ?estas bien? --Se quito los cascos un momento y se inclino hacia delante para que ella lo viera. Julia abrio los ojos, cayendo en la cuenta de que las turbulencias todavia no habian empezado, y se sintio avergonzada al ver que tanto Viktor como Alberto la estaban mirando. Observo su mano y solto la de Viktor de sopeton, mas avergonzada aun. --!Perdon! --se disculpo ella por ese exceso de confianza, apartando la mirada de el. --Tranquila, para eso estamos aqui. --Viktor le sonrio con calidez, transmitiendole tranquilidad. Julia busco timidamente sus ojos de nuevo y asintio de manera muy sutil. Alberto se recosto en el asiento y se volvio a poner los cascos. En ese momento sonaba The Pretender, de Foo Fighters. Mucho mas interesante que las conversaciones de Julia, que le resultaban de lo mas tediosas. Y, aunque le podian las ganas de saber que harian y que se dirian ellos dos, decidio hacer lo correcto por una vez y no entrometerse. --Es que... me asusto enseguida... ?Quien diria que soy una islena y que he tenido que volar un monton de veces porque el avion es la unica manera de salir de ahi? --Puedes ir en barco --se burlo Viktor entre risas. --Como si pudieras ir en barco a muchos sitios --mascullo, cruzandose de brazos. --Oye, ?que me estabas diciendo? --pregunto el con tono sereno, intentando calmarla. --No lo se, se me ha olvidado ya --declaro Julia, dubitativa y todavia alterada. --Creo que me estabas hablando del tiempo que llevabas sin volver --insistio Viktor sin dejar de mirarla a los ojos. Necesitaba darle conversacion para distraerla de las posibles turbulencias. --!Ah, si! Hace casi un ano que no vuelvo. Vine el ano pasado en Navidad, pero, salvo los momentos que estuve con mis amigas, solo podia pensar en regresar a Estocolmo. --Puso los ojos en blanco. Viktor se sentia incapaz de entenderla. El era muy familiar y tenia muy buena relacion con sus padres y su hermano, y solo estaba deseando tener vacaciones para ir a verlos. Cuando alguien le contaba que no se llevaba bien con su familia, suponia que eran rencillas tontas y quejas exageradas. --?Por que dices eso? --pregunto, arrugando ligeramente el ceno. --Porque yo no tengo la relacion que tienes tu con tu familia. Con mi hermana si, ella es genial, nos llevamos muy bien y no se mete, pero mis padres... --levanto la mirada buscando la manera de decirlo-- siguen creyendo que cometi el error de mi vida dejando a Carlos y yendome a --hizo gestos de comillas-- <>, como dicen ellos, a buscarme un trabajo que podria haber tenido alli mismo. Siempre la misma historia. Cada vez que hablo con ellos acaban la conversacion igual. <> --repitio en tono de burla aquellas palabras que estaba tan harta de oir. --Suecia no esta en la otra parte del mundo --anadio Viktor como si fuera lo mas obvio del mundo. --Lo se. Para ellos todo lo que este lejos es la otra parte del mundo. Lo cual tiene sus ventajas, porque asi estoy lo suficientemente alejada como para que no vengan. --Julia cruzo los brazos de manera orgullosa. No le gustaba hablar de sus padres porque nunca tenia nada bueno que decir. --Pero volviste en Navidad --insistio el buscando una explicacion logica. --Ya, pero hacia poco que me habia ido y pensaba que seria normal que pensaran asi, que necesitaban tiempo y que ya se les pasaria. Ademas, me daban vacaciones y quedarme en Estocolmo, en Navidad, yo sola..., pues no me hacia mucha gracia. Asi que vine, vi a mi hermana y a mis amigas, descanse del mal tiempo, disfrute mis horas de sol y volvi a Estocolmo. Pero siguen igual, ?sabes? Igual. No se alegran de que este feliz, de que haya conocido a otro chico maravilloso..., nada. Asi que este ano la Navidad la pasare en Suecia con Marcus. Viktor no pudo evitar sentir una punzada al oir la manera en la que hablaba de Marcus. ?Chico maravilloso? A el no se lo parecia. Y, como venia siendo habitual, empezo a preguntarse si eran los celos los que le hacian pensar asi. --Hablas como si les cayera mejor ese tal Carlos que su propia hija. --Si, ?verdad? ?Por que les cae tan bien? ?Porque es abogado? ?Porque tiene su propio piso y estabilidad economica para los proximos cincuenta anos, como minimo? ?Eso es mas importante que yo? Viktor trataba de controlar la presion de su mandibula para aparentar indiferencia. Ese Carlos tenia pinta de ser otro pijo, y se preguntaba por que ella siempre acababa con esa clase de chicos siendo tan natural y sencilla. --Oye y... ?que paso con el? Con Carlos..., ?que paso? --Viktor titubeo un poco al preguntar. --?A que te refieres? ?A por que rompimos? --dijo ella frotandose las manos en el pantalon. Una turbulencia agito la aeronave y provoco una pequena sacudida en los asientos. Julia cerro los parpados, elevo la barbilla y todo su cuerpo se tenso al instante durante unos pocos segundos, hasta que noto que el avion dejo de moverse. En cuanto abrio los ojos, se encontro la mirada apreciativa de Viktor y sintio la caricia de sus dedos cuando tomaron su mano en un gesto casi sedante. --Tranquila. Estoy aqui. Me estabas contando que paso con Carlos. --Pues... --Julia titubeo y solto su mano de golpe para poder gesticular--. Pues que se fue rompiendo poco a poco. Llegaron la comodidad, la monotonia, las peleas tontas, el malestar... No fue culpa de uno u otro, sino de los dos. El llegaba tarde del trabajo y yo me quedaba dormida esperando; luego, el dia que podia y queria salir a algun lado, yo habia quedado con mis amigas y... parecia que no nos importara mucho, ?no? Era como..., bueno, que no llego de repente, fue un tiempo de estar pasandolo mal y ya me canse. Y, como no veia posible trabajar de lo mio, me informe de los programas de au pair, me subi en un avion y aterrice en Estocolmo unas semanas mas tarde. Eso a mis padres no les gusto, porque ya me habia independizado, me habian --volvio a hacer gestos de comillas-- <> y yo de un dia para otro me fui sin decir nada. --?No le dijiste nada a nadie? --pregunto el, completamente asombrado. --Se lo conte a mi hermana unos dias antes de irme y a Carlos le deje una nota. Mi hermana flipo, pero me prometio no decir nada a nuestros padres hasta que me hubiera marchado. Fue la mejor decision que tome en mi vida. Sinceramente, no se que seria de mi si siguiera viviendo alli. Me fui y mira... !me voy a casar! --Julia sonrio ampliamente, rezumando felicidad en cada milimetro de su rostro. --?Y tu dices que eres miedosa? !Hay que ser muy valiente para hacer eso! --Creo que si me lo hubiera pensado un poco no lo habria hecho. Pero... la verdad es que no habria aguantado mucho mas tiempo. Viktor y Julia siguieron conversando durante el resto del vuelo. Ella le explico lo maravillosa que era la isla donde nacio, todos los sitios a los que queria llevarlos; le hablo de sus amigas, de su infancia y de cualquier cosa que se le viniera a la mente. Como era de esperar, hubo turbulencias durante todo el trayecto, pero Viktor le estuvo dando conversacion para distraerla y que no pensara en ello. En el momento de aterrizar, Julia le agarro la mano a Viktor. No sabia si iba a ser una maniobra suave o violenta y necesitaba tranquilizarse. Cerro los ojos y empezo a respirar fuerte, como si estuviera llenando una bolsa de aire. Viktor la observo. Su mirada viajo por un mechon del largo y castano cabello de Julia, que le caia por encima del hombro. Siguio su camino por el brazo, hasta la mano. Llevaba las unas pintadas de color cereza y el anillo que le regalo Marcus. Sabia perfectamente que el jamas podria pagar un anillo asi y apreto su mandibula al recordar el momento en que Julia se lo conto. Viktor la habia ido a buscar para llevarla a su clase de baile. Abrio la puerta para que Julia entrara en el coche, pero ella no se movio. Se quedo alli de pie, dando saltos de alegria, con una de esas sonrisas imposibles de borrar. --!Mira! --Levanto la mano izquierda, donde lucia un brillantisimo anillo de compromiso en el dedo anular--. !Me caso! --?En serio? --pregunto el con una sonrisa forzada, aunque perfectamente disimulada. --!Siiiiii! !Todavia no me lo creo! No me lo esperaba para nada. --!Enhorabuena! --La abrazo cordialmente, llenando sus fosas nasales del dulce perfume que ella usaba, Classique, de Jean Paul Gaultier. La abrazo por educacion, pero la verdad era que asi le parecia mas facil disimular su desilusion

  • Una noche y dos secretos de Katherine Garbera

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    Sexo, mentiras y... unas consecuencias que serian para toda la vida.

  • Dame un respiro de Aurelie Valognes

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    Rose es una madre soltera de 36 anos que vive en Paris con Baptiste, su hijo de 18, de quien se quedo embarazada siendo muy joven. Desde entonces se dedica a cuidar ninos y ancianos, un trabajo que le deja muy poco tiempo libre. A pesar de los buenos propositos de ano nuevo, no lo empieza con buen pie: Baptiste le anuncia que se ira a vivir con su novia inglesa, su hermana se muda a Marsella y la familia para la que trabaja como ninera se va a vivir al extranjero. En medio de tanta incertidumbre, Rose acepta ser la asistenta de Colette, una senora mayor bastante excentrica. ?Y si este encuentro inesperado estuviera a punto de cambiarle la vida?

  • Mi confinado adolescente de Javier Urra

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    Para los adolescentes no salir de casa supone inicialmente una privacion grave de libertad. Pensamos en ellos como esos personajes que, habiendo dejado de ser ninos, no alcanzan a ser adultos, que tienen dificultades para expresar sus sentimientos y tambien problemas de relacion con sus progenitores. Este confinamiento obligado nos va a mostrar su sensibilidad, su aceptacion y su comprension. Es verdad que los adolescentes requieren, precisan, necesitan de su espacio, y tambien de su intimidad. Ellos necesitan estar conectados con su grupo de iguales, con su grupo de referencia, y no solo con el de pertenencia. Esta situacion sorprendente les obliga a redecorar su existencia, a plantearse: ?Quien soy?, ?donde estoy?, ?con quien me relaciono? Hoy, en los hogares de todo el mundo, hijos y padres comparten ansiedades, frustraciones, impotencias, angustias, anhelos y esperanzas. A los adolescentes, que en una sociedad sobreprotectora no les son comunes los limites, estas prohibiciones los han dejado perplejos, y quizas al inicio cariacontecidos, un momento de prohibiciones extremas que no han sido impuestas por sus padres, sino por los distintos Estados. Ante ello, no les va a ser facil expresar con palabras lo que sienten, lo que elaboran, pero repito: van a sorprender positiva y mayoritariamente, van a reconvertir el egoismo en solidaridad, en generosidad. Los adolescentes son tiernos, son emocionales, y cuando vean a sus padres derrotados ante la debacle economica seran ellos quienes, poniendose en su lugar, los apoyen. Hemos de darles la posibilidad de ayudar, de comprometerse, de mostrarse responsables, de mostrar lo mejor de si mismos, de compartir. Usemos el sentido del humor, a ellos les encanta, se rien a veces de todo, tambien de los adultos. Es verdad que en otros momentos estan picajosos y parecieran distintos, o diferentes, o distantes. No lo estan. Y es que a los padres nos gusta decir que adoramos a nuestros hijos, que dariamos la vida por ellos, por el contrario, los hijos no lo dicen, pero tambien lo sienten. Hemos de ser flexibles con los adolescentes en estos tiempos en los que precisan una conexion social con sus iguales, con sus amigos, con sus colegas, con sus companeros. Para ellos, las redes sociales aqui y ahora son como verdaderos nutrientes. Los progenitores debemos estar alertas para cuando los adolescentes emitan senales, y recordemos que muchas veces estas son indirectas. Hemos de lograr junto a nuestros adolescentes el mantenimiento de la salud fisica, la psicohigiene, la correcta alimentacion. Eso si, en una situacion como esta, que es extraordinaria, permitamos y permitamonos algo extraordinario, algo que este fuera de la norma. Insisto en que hay que transmitir a los adolescentes confianza, supervisada, pero confianza en el reparto de las horas del dia. Para la higiene, para estudiar, para participar en actividades domesticas, en juegos grupales, etc. Eso si, tendremos que estar atentos a algunos riesgos. A algunos riesgos de consumos, por ejemplo, los que puedan conducir a la ludopatia, o el consumo tambien de una pornografia vejatoria que atenta contra la dignidad. Por otro lado, los adolescentes van a observar, van a supervisar nuestras conductas de adultos, y lo van a hacer de cerca. Ellos tambien nos van a conocer mas. Son los adolescentes, si, los adolescentes quienes, junto a los cientificos, estan clamando contra el cambio climatico, nos estan pidiendo respeto por las generaciones futuras. Precisamos un Defensor. Yo lo fui, el primero, del menor; ahora, no se dude, se precisa un Defensor, un Defensor del futuro. Estamos en un momento de debate publico. Este no es momento de <>, este es un tiempo para controlar los instintos. No, no se trata de senalar chivos expiatorios, pero si de trabajar con nuestros adolescentes en el entendimiento, en el entendimiento mas alla de las fronteras, en el espiritu solidario. Hablemos, hablemos con nuestros adolescentes, pensemos en las generaciones futuras. Comentemos sobre la globalizacion, que naturalmente puede ser repensada, pero no sin agradecerle sus multiples virtudes. Las pandemias pasadas, y las que, no nos enganemos, llegaran, amenazan nuestras sociedades, las de hoy, las que seran de nuestros adolescentes. En estos dias que se confunden, estamos viendo la epica ciudadana. Este es un tiempo para pensar, y hacerlo, como no, con nuestros adolescentes. Para repensar, todo un reto. Rodeados de una sensacion de irrealidad ante algo que es bien real. Este no es tiempo para el <>, sino para el <>, un <> que es inclusivo de la humanidad. Un <> en el que deben participar nuestros adolescentes. Ellos se caracterizan por un alto grado de imaginacion, de fantasia, de creatividad. Adolescentes, a los que se les ha de permitir estar tristes. Es a ellos a quienes debemos de plantear dilemas tan vitales como el de dejar morir a los mas mayores. Y la pregunta dirigida a ellos es: ?tambien a tus abuelos? Tengo la penosa impresion de que el Gobierno nos trata a los ciudadanos adultos como a ninos pequenos, que no alcanzamos a ser ni adolescentes. Nos prorroga el confinamiento por fasciculos, nos amenaza con multarnos si salimos a la calle, es, o pareciera que es, que no se fian de nuestra madurez civica. En cambio, nosotros si hemos de confiar en nuestros adolescentes, hemos de debatir con ellos. Por ejemplo, preguntemonos: tras la pandemia, ?de verdad cambiara el mundo o, por el contrario, la gente se olvidara del coronavirus? Planteemonos si las prioridades de la politica y las doctrinas de la economia de verdad cambiaran. Otra pregunta: la ciencia, las aportaciones sanitarias, ?pasaran a valorarse mas? Y otra: ?quien asumira los danos economicos? Y una ultima: ?desaparecera la intolerable desigualdad? Compartamos con nuestros adolescentes que hay que construir el futuro mirando a largo plazo. Que como dijo Nietzsche: <>. Si, ilusionemonos con el futuro, si bien por ahora con objetivos concretos, a los que no pondremos fecha. Los adolescentes, como nosotros mismos, sufren de lucha interior. Ensenemosles a no alimentar las propias dudas. Sobre todo en un momento en el que el pensamiento colectivo esta acongojado por un pronunciado riesgo de muerte. Hoy, y hablemoslo, todos somos iguales. No hay famosos, no hay referencias, el aburrimiento se agolpa ante todos como un verdadero peligro. En este tiempo de espera, el telefono movil quizas sea uno de los mejores companeros, del cual ni adolescentes ni adultos nos atrevemos a prescindir, pues nos acucia el miedo a extraviarnos en la nada, en el vacio existencial, en el <>. Los adolescentes se sorprenden a si mismos Es un periodo en el que los adolescentes, como todos, vamos a comprender la importancia de la entereza de animo, del sentido del deber, de la camaraderia, del servicio publico de todos y para todos. Estamos en un mundo que lucha contra un virus, y ahi, con la percepcion en los hogares de desmovilizacion, hemos de preservar al maximo las libertades civiles y conducirnos desde el imperativo etico. Los adolescentes, y como siempre, no son escuchados por los medios de comunicacion, no se les formulan preguntas, no sabemos que piensan. Pero los adolescentes estan en comunicacion con otros adolescentes del mundo, que no son amigos pero si componentes de la misma familia, la de la especie humana. Y son los adolescentes los que se preguntan que va a pasar con los paises de Africa o de America como El Salvador o Haiti. Algunos paises que no tienen estructura sanitaria ni estructura social, que no son casi un Estado como es el caso de Haiti. Si el coronavirus nos golpea a todos, ?que ocurre con los mendigos de las ciudades?, ?que ocurre con los mas desfavorecidos?, ?que ocurre con los miles de millones de personas que por su situacion no estan ni confinados? Estas son las preguntas de los adolescentes. ?Que se preguntan? Como no, por las Administraciones, por la capacidad que tendran en el futuro para recoger, para procesar, para difundir informacion estadistica, que se ha demostrado en esta crisis como una importante herramienta contra una epidemia, pues son la base para detectar focos, medir su profundidad, seguir su ritmo, actuar deprisa. Y es que los adolescentes son el presente, son ya un futuro inmediato. A ellos el confinamiento les permite asimismo, aunque sea desde la red, el contacto con los amigos. Y un encuentro muy gustoso a veces con los propios hermanos. Es mas, a muchos los relaja porque son mas caseros de lo que se atreven a decir a sus amigos. Y estan aprovechando tambien para escribir, para dibujar. Esta es una novedad. Y a los adolescentes, y durante un tiempo, les gusta el reto. Es seguro que aprenderan que la lucha contra las pandemias se apoya en el altruismo de todas las personas, sin distinguir ideologias, nacionalidades, genero o edades. Afrontar este problema nos da fuerza. Y a padres y a hijos nos permite compartir emociones. Todos estamos buscando y aportando acompanamiento emocional. Tambien los adolescentes percibiran que las personas, ellos igualmente, tenemos una gran capacidad para adaptarnos y para superar las adversidades. De una situacion tan inesperada, tan tragica, tan dolorosa, se puede sacar algun aspecto positivo. Por ejemplo, que tambien los adolescentes estan sorprendiendose al encontrar herramientas con las cuales afrontar y tolerar la incertidumbre, tales como la autoayuda y la ayuda. Y, desde luego, la paciencia, la sobriedad y la austeridad. La verdad es que en general vivimos en un bienestar que nos aleja del estar bien. Es ahora cuando nos damos realmente cuenta de que somos un ser en el mundo, con los demas y por los demas. Tambien apreciamos como hemos de mantener el vinculo con la vida. Y, dado que tenemos un destino comun, habremos de darnos unos derechos como especie. Porque no olvidemos, no olvidemos, que el virus participa de la globalidad. Un virus que es la muerte en la vida.

  • Nadie es lo que parece (Los casos de Marina Altamirano 1) de Mar P. Zabala

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    Primera entrega de esta serie trepidante, que no podras dejar de leer.

  • El Cielo De Bitinia de Miguel Angel Manrique

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    Nicomedia, provincia de Bitinia. Ano 284 d.C. El cuerpo del emperador Numeriano es descubierto sin vida. El caos se apodera del Imperio romano en su etapa mas critica ya que se encuentra envuelto en una profunda crisis politica e ideologica. La depresion y la decadencia amenazan con destruirlo todo. Los continuos conflictos religiosos entre cristianos y paganos son cada vez mas frecuentes y virulentos, tratando de disputar la supremacia oficial del Imperio. El incremento politico del ejercito tiene al Senado entre las cuerdas y pone en riesgo la soberania de Roma. Pero la muerte del emperador no ha pasado desapercibida: alguien sabe quien y como ha perpetrado el asesinato. Alguien tiene el poder de cambiar el rumbo del Imperio romano.

  • El ultimo de mi estirpe de Sonia Lopez Souto

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    Ano 1156, 6 de Enero, batalla de la Epifania, Islay Desde la muerte de Olaf en el ano 1153 a manos de sus sobrinos, su hijo y heredero, Godred Olafsson, se habia dedicado a gobernar las islas con mano dura, algo que a sus jefes parecia no gustar demasiado. Y tal vez por ello, la idea de que Somerled, casado con la hermana de Godred, se ocupase de sacarlo de su trono, les pareciese un buen arreglo. Fue Thorfinn Ottarsson quien se encargo de hablarle del cambio a Somerled que, siempre avido de poder, se presento en Islay la noche del 6 de Enero con 80 de sus mejores birlinns para hacer frente al ejercito de Godred y usurpar su lugar como Rey de las Islas. --Pronto --Somerled hablo en susurros pues estaban ya cerca de la costa-- todo esto sera tuyo, hijo. Eres joven, pero tambien fuerte y decidido. Yo estare a tu lado siempre, pero se que lo haras bien. A pesar de que Dougal no era su primogenito, era el primer hijo que habia concebido con la hija de Olaf y por ese motivo, seria el quien se alzase como Rey de las Islas. Aquella habia sido la unica condicion que le habia impuesto Thornfinn a cambio de su ayuda para derrocar a Godred. Querian a alguien que llevase la sangre de Olaf Godredsson para evitar habladurias. --No os decepcionare, padre. Dougal solo contaba con 16 primaveras y aquella era su primera batalla real, pero estaba muy dispuesto a demostrarle a su padre que seria un digno sucesor. Desde su nacimiento, habia tenido que competir con su medio hermano Gilliecallum y con sus hermanos menores por las alabanzas de su padre. Somerled siempre alentaba aquellas pequenas disputas entre ellos, incluso cuando con el paso de los anos, dejaron de ser tan inofensivas. Sobre todo las que sucedian entre el y su medio hermano, al que su padre habia llevado esa noche a la batalla tambien. --Se que no lo haras. Yo me encargare de ello. Dougal sonreia a su lado, lleno de orgullo, hasta que escucho sus ultimas palabras y vio como Gillie lanzo por encima del hombro, su prepotente sonrisa, como tantas otras veces habia hecho, solo para fastidiarlo. Los ocho anos que le aventajaba en edad, siempre habian jugado en su contra a la hora de enfrentarlo y ambos lo sabian. Aun asi, Dougal jamas se rendia. --Mira y aprende, hermanito --le dijo Gillie, cuando su padre dio la orden de replegar las velas y de ocupar puestos en los remos. No era su primera batalla y se lo estaba restregando por la cara. Pero ahora que la batalla estaba proxima, Dougal no presto atencion a las provocaciones de Gillie, sino que se concentro en sus propias emociones. En su interior bailaba una mezcla de temor y expectacion. Habia escuchado cientos de veces las historias que los hombres de su padre contaban durante las largas noches de invierno y sabia que debia esperar de todo esto, pero era su primer enfrentamiento y solo podia pensar en no fallar. No queria ser un cobarde a ojos de su padre, pero sobre todo, no queria cometer un error ante su medio hermano, pues no soportaria sus burlas. Tampoco queria que descubriese el miedo en su mirada, que crecia con cada remada, pues sabia que lo usaria para avergonzarlo ante su padre. Si vencian aquella noche, se convertiria en Rey de las Islas, algo a lo que Gillie jamas podria optar y decidio que ese seria su aliciente para ser valeroso durante la batalla. Y lo seria. Les demostraria a todos que era un guerrero y que seria un digno regidor de las Islas, sin necesidad de que su padre supervisase cada una de sus acciones. Desde que le habia dicho que seria el rey, las ideas sobre como queria gobernar, habian bullido en su mente sin descanso. Seria un buen rey. --Navios aproximandose --grito el vigia de repente. A pesar de ser plena noche, la luna llena iluminaba su camino y Dougal no tardo en ver las naves del rey Godred. La lucha estaba a punto de comenzar y, con ella, el momento de demostrar su valia. A pesar del miedo, estaba preparado. Llevo su mano a la espada para asegurarse de que seguia y respiro hondo, para insuflar valor en su cuerpo. --Dejad los remos --escucho gritar a su padre con voz autoritaria y profunda--. Preparaos para el abordaje. Dieron alcance a los primeros barcos y muchos de los hombres de su padre iniciaron el asalto, entre gritos de guerra y golpes de espada. Dougal los observo a todos durante unos minutos, paralizado por el ruido infernal que producian. --?Tienes miedo, hermanito? --la pregunta, hecha con pura malicia, lo saco de su ensonacion. --Mas quisieras, Gillie --grito, a pesar de que su medio hermano ya se alejaba. El agua salpicaba la cubierta del barco convirtiendola en una plataforma resbaladiza y traicionera, pero el joven Dougal logro recorrerla sin caer. Salto al barco enemigo y se dio de bruces contra un hombre que le doblaba en tamano. Apenas logro detener su fuerte estocada y retrocedio como pudo hasta ponerse en pie y atacarlo a su vez, con mayor ventaja. Lucharon incansables, hasta que Dougal lo vio caer muerto, a sus pies. Fue su primera muerte, pero le falto tiempo para pensar en ello porque los enemigos lo asaltaban por doquier. Cuantos mas mataba, mas llegaban. Su espada, sus brazos, su ropa y su rostro, todo, se tenia con el rojo de la sangre derramada. Y por que no, con alguna propia, aunque con el calor de la batalla apenas sentia sus heridas. --Cuidado. Alguien grito tras el, pero cuando se giro en busca del peligro, fue demasiado tarde. Un hombre casi tan alto como su padre y mas corpulento, lo sujeto por el cuello y lo lanzo por el aire como si no pesase nada para el. El golpe contra el suelo lo dejo sin aliento, mas no tuvo tiempo para recuperarse, pues el mismo hombre corria hacia el dispuesto a partirlo en dos. Se levanto, apenas un segundo antes de que el hombre lo lanzase de nuevo por los aires, haciendolo chocar contra la baranda de popa. Sintio como se esparcia por su pecho y espalda un dolor agudo que lo obligo a toser, hasta que la sangre salio por su boca. --Muere escoria --dijo el guerrero, alzando su espada para asestarle el golpe final. Dougal reacciono de la unica forma que pudo en ese momento; se lanzo por la borda y cayo pesadamente al agua. Emergio al poco tiempo, escupiendo agua y sangre. Por suerte para el, su padre habia obligado a todos sus hijos a aprender a nadar cuando no eran mas que unos crios que apenas se tambaleaban al caminar. Y obligar era la palabra correcta, pues los habia lanzado al rio sin miramientos, esperando que regresasen a la orilla por su propio pie o se ahogasen en el intento. Habia sido duro pero efectivo. Comenzo a nadar hacia la orilla, a sabiendas de que la accion habia terminado para el si no encontraba un modo regresar a los barcos y se lamento por su mala suerte. Le hubiese gustado poder matar a mas islenos, para demostrarle a su padre que era un hijo digno, pero ahora solo podia esperar que alguien lo hubiese visto todo, para que su medio hermano no pudiese inventarse cualquier mentira para dejarlo en evidencia ante su padre. --Como que me he tirado a proposito para huir de la batalla --refunfuno, mientras sus brazadas eran mas rapidas por la ira. De repente, un chapoteo no muy lejos de el, llamo su atencion. Alguien parecia estar teniendo problemas para seguir a flote en el agua y sin pensarlo, Dougal cambio su rumbo para ir en pos del hombre que ya agonizaba. --Tranquilo, amigo --le dijo, sujetandolo por la espalda para que no lo arrastrase al fondo con el en su ansia por salvarse--. Te acercare a la orilla, pero deja de bracear. No parecia mucho mayor que el, pero pesaba tanto, que sacar su cuerpo del agua se llevo el resto de sus reservas de fuerza. Se dejo caer en la hierba, boca arriba, y trato de controlar su agitada respiracion. El hombre a su lado no parecia estar mucho mejor que el, aun asi fue el primero en hablar. --Me habeis salvado la vida --dijo entre toses. --No ha sido nada --logro decir, sofocado. Todavia le costaba respirar con normalidad. --Ha sido mucho mas --se incorporo y Dougal lo imito para mirarlo --. Ahora tengo una deuda con vos. --No me debeis nada. Simplemente tenemos que --se puso en pie, mirando hacia los barcos-- encontrar el modo de regresar a la batalla. --Godred no tardara en hacerlos bajar a tierra --le dijo con calma--. En el agua, los hombres de Somerled les aventajan. --?Luchais por Godred? --busco a tientas su espada al hablar, solo para descubrir que no la tenia. Se habia quedado olvidada en la cubierta del barco la primera vez que lo lanzaron por los aires. --Y vos no --continuo sentado, manteniendo la misma calma que habia mostrado antes--, al parecer. --Somos enemigos --lo miro con desconfianza ahora--, deberiamos estar luchando el uno contra el otro, no hablando. --Ya he dicho que tengo una deuda de vida con vos --se levanto al fin, evidenciando que era mucho mas alto que el--. No voy a haceros dano. --?Se supone que debo fiarme de vos? --sus palabras no le servian como garantia y estudio su actitud ante aquella situacion, mientras decidia que hacer. El azul de sus pupilas era intenso, tanto, que parecia atravesarlo sin contemplaciones. Habia en ellos algo peligroso que lo instaba a mantenerse en guardia; y sin embargo, su relajada postura logro serenarlo lo suficiente para comprender que aquel hombre no le haria dano. Al parecer, la deuda de vida de la que le habia hablado era importante para el. --De donde yo provengo --le explico, entonces, dando a entender que no se habia equivocado --, una deuda de vida es algo serio. Vos me habeis salvado y ahora debo dedicar esta vida que he ganado, a protegeros. No importa en que bando estaba antes, pues ahora os seguire alla donde vayais para saldar mi deuda. --?Y cuando la habreis saldado? --Cuando muera. --No me parece muy justo --se cruzo de brazos--. Yo os salve la vida una vez y vos decis que me protegereis mientras vivais.

  • Las probabilidades de enamorarse de Grover Cleveland de Rebekah Crane

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    Zander y Grover, un campamento de verano y una amistad que les unira para siempre.

  • La ciudad oculta (Los casos de Marina Altamirano 2) de Mar P. Zabala

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  • Antologia de relatos romanticos. San Valentin 2019 – Varios Autores de Varios Autores

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  • El estornudo de la mariposa de Jose De Cora

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    En 1938 Hitler es ya la mayor amenaza para la paz mundial. El regimen nazi se presenta ante todos los paises como indestructible.
    La Historia confirmara que no es asi, en parte gracias a Juan Pujol, mas conocido por su nombre en clave de Garbo. Ademas de convicciones, a Garbo le sobran otras virtudes, como un talento especial para el engano, arrojo, imaginacion desbordante y su encanto personal. En 1940 toma su decision mas trascendental: combatir el nazismo hasta derribarlo desde la retaguardia y las propias filas alemanas. Pero no lo hara solo. Araceli Gonzalez, una hermosa joven de buena familia y de fuerte caracter, se convierte al mismo tiempo en su mujer y en su principal apoyo.

  • Me vuelves loco de Isabel Keats

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    Ali es dona manias: el panuelo de pensar, los desayunos hiperproteicos, la obsesion por la limpieza y el running al amanecer. Debajo de su excentrico comportamiento y su cuerpo de supermodelo, solo hay una chica que busca desesperadamente ordenar sus sentimientos. No es feliz (todavia).

  • Despojos de Rachel Cusk

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    Mi marido y yo nos separamos recientemente y, en cuestion de unas semanas, la vida que habiamos construido juntos se desarmo, como un puzle convertido en un monton de piezas con los bordes recortados. A veces, la matriz de un puzle no se detecta una vez montado --hay creadores de puzles magistrales que presumen de estas cosas--, pero, en general, se nota. La luz incide en las hendiduras de la superficie y unicamente vista de lejos la imagen parece completa. A mi hija pequena le gusta hacer puzles. A la mayor no: construye casas de carton, recintos en los que todo el mundo tiene que estar callado y quieto. En ambas actividades veo un intento de ejercer el control por distintas vias, pero tambien intuyo que demuestran que hay mas de un modo de ser paciente y que la intolerancia puede adoptar formas muy diversas. Mis hijas se toman quiza demasiado en serio estas diferencias de temperamento. A las dos les fastidia la tendencia contraria de la otra: de hecho, casi diria que dedicarse a actividades diferentes es para ellas una forma de discutir. Al fin y al cabo, discutir no es mas que la necesidad imperiosa de definirse a uno mismo. Y alguna vez me he preguntado si una de las dificultades de la vida familiar moderna, con su alegria continua, su optimismo totalmente infundado, su dependencia no de Dios o de la economia, sino del principio del amor, no reside quiza en la incapacidad de reconocer --y tomar precauciones para protegerse-- la necesidad humana de entrar en guerra. <> era una expresion que oia a todas horas esas primeras semanas: la gente la empleaba para describir mi situacion, como si en cierto modo representara un avance. Pero la verdad es que era una regresion: la vida habia metido la marcha atras. De repente no avanzabamos, sino que retrocediamos, volviamos al caos, a la historia y la prehistoria, a los comienzos de las cosas y al tiempo anterior a que esas cosas comenzaran. Un plato se cae al suelo: la nueva realidad es que esta roto. Tenia que acostumbrarme a la nueva realidad. Mis dos hijas tenian que acostumbrarse a la nueva realidad. Sin embargo, la nueva realidad, hasta donde yo era capaz de ver, sencillamente estaba rota. El plato habia existido y cumplido su funcion durante anos, pero hecho anicos --a menos que fuera posible pegarlo-- no servia de nada en absoluto. Mi marido creia que yo lo habia tratado monstruosamente. No habia quien le quitara esa idea de la cabeza: su mundo entero dependia de ella. Ese era su relato, y de un tiempo a esta parte he llegado a odiar los relatos. Si alguien me preguntara que desgracia me habia ocurrido, es posible que yo preguntara a mi vez si queria conocer el relato o la verdad. Diria, a modo de explicacion, que un importante voto de obediencia se habia roto. Explicaria que, cuando escribo mal una novela, termina colapsando, se viene abajo, se detiene y no se deja seguir escribiendo, y tengo que retroceder y buscar los defectos de su estructura. El problema reside normalmente en la relacion entre el relato y la verdad. El relato tiene que obedecer a la verdad para representarla, lo mismo que la ropa representa el cuerpo. Cuanto mejor sea al corte, mas agradable sera el resultado. Desnuda, la verdad puede ser vulnerable, desgarbada, horrorosa. Demasiado arreglada se Mi marido y yo nos separamos recientemente y, en cuestion de unas semanas, la vida que habiamos construido juntos se desarmo, como un puzle convertido en un monton de piezas con los A veces, la matriz de un puzle no se detecta una vez montado --hay creadores de puzles magistrales que presumen de estas cosas--, pero, en general, se nota. La luz incide en las hendiduras de la superficie y unicamente vista de lejos la imagen parece completa. A mi hija pequena le gusta hacer puzles. A la mayor no: construye casas de carton, recintos en los que todo el mundo tiene que estar callado y quieto. En ambas actividades veo un intento de ejercer el control por distintas vias, pero tambien intuyo que demuestran que hay mas de un modo de ser paciente y que la intolerancia puede adoptar formas muy diversas. Mis hijas se toman quiza demasiado en serio estas diferencias de temperamento. A las dos les fastidia la tendencia contraria de la otra: de hecho, casi diria que dedicarse a actividades diferentes es para ellas una forma de discutir. Al fin y al cabo, discutir no es mas que la necesidad imperiosa de definirse a uno mismo. Y alguna vez me he preguntado si una de las dificultades de la vida familiar moderna, con su alegria continua, su optimismo totalmente infundado, su dependencia no de Dios o de la economia, sino del principio del amor, no reside quiza en la incapacidad de reconocer --y tomar <> era una expresion que oia a todas horas esas primeras semanas: la gente la empleaba para describir mi situacion, como si en cierto modo representara un avance. Pero la verdad es que era una regresion: la vida habia metido la marcha atras. De repente no avanzabamos, sino que retrocediamos, volviamos al caos, a la historia y la prehistoria, a los comienzos de las cosas y al tiempo anterior a que esas cosas comenzaran. Un plato se cae al suelo: la nueva realidad es que esta roto. Tenia que acostumbrarme a la nueva realidad. Mis dos hijas tenian que acostumbrarse a la nueva realidad. Sin embargo, la nueva realidad, hasta donde yo era capaz de ver, sencillamente estaba rota. El plato habia existido y cumplido su funcion durante anos, pero hecho anicos --a menos que fuera posible pegarlo-- no servia de nada en Mi marido creia que yo lo habia tratado monstruosamente. No habia quien le quitara esa idea de la cabeza: su mundo entero dependia de ella. Ese era su relato, y de un tiempo a esta parte he llegado a odiar los relatos. Si alguien me preguntara que desgracia me habia ocurrido, es posible que yo preguntara a mi vez si queria conocer el relato o la verdad. Diria, a modo de explicacion, que un importante voto de obediencia se habia roto. Explicaria que, cuando escribo mal una novela, termina colapsando, se viene abajo, se detiene y no se deja seguir escribiendo, y tengo que retroceder y buscar los defectos de su estructura. El problema reside normalmente en la relacion entre el relato y la verdad. El relato tiene que obedecer a la verdad para representarla, lo mismo que la ropa representa el cuerpo. Cuanto mejor sea al corte, mas agradable sera el resultado. Desnuda, la verdad puede ser vulnerable, desgarbada, horrorosa. Demasiado arreglada se convierte en una mentira. Para mi, la dificultad de la vida ha consistido generalmente en el intento de reconciliar estas dos cosas, como los hijos de una pareja divorciada intentan reconciliar a sus padres. Mis hijas hacen eso: obligan a mi marido a que me coja de la mano cuando estamos juntos. Intentan que el relato vuelva a ser verdad, o que la verdad sea mentira. Yo no tengo ningun inconveniente en darle la mano, pero a el no le gusta. No son formas, y la forma es importante en los relatos. Todo lo que en nuestra vida comun era amorfo ahora me pertenece. Por eso no me altera, no me molesta darle la mano. Al cabo de un tiempo la vida dejo de ir hacia atras. Aun asi, habiamos retrocedido un buen trecho. En esas pocas semanas deshicimos todo lo que habia conducido al momento de la separacion; deshicimos el propio relato. Ya no quedaba nada por desmantelar, aparte de las ninas, y eso requeriria la intervencion de la ciencia. Pero estabamos en un tiempo anterior a la ciencia: habiamos vuelto mas o menos a la Gran Bretana del siglo vii, antes de que se hubiera constituido la nacion. Inglaterra era en aquella epoca un pais de compartimentos: recuerdo que, en el colegio, cuando miraba un mapa de la Heptarquia en la Alta Edad Media, me desconcertaba su falta de claridad y de poder centralizado, de un rey, una capital y una institucion. En vez de eso, solamente habia regiones --Mercia, Wessex--con nombres de resonancias femeninas, sumidas en incesantes batallas que se saldaban con pequenas y arduas perdidas y ganancias desprovistas de una fuerza motriz unificadora que, si me hubiera parado a pensarlo, podria haber identificado como masculina. Nuestra profesora de historia, la senora Lewis, era una mujer de envergadura y gracia, una especie de elefante-bailarina en quien los principios del volumen y la feminidad libraban una guerra sin cuartel. La Alta Edad Media era su especialidad: habia estudiado en Oxford y ahora daba clases en un mediocre colegio catolico para ninas, embutida en trajes de color beige hechos a medida --con zapatos de tacon a juego-- de los que daba la sensacion de que su imponente forma rosa podia surgir cualquier dia por sorpresa, como emerge una estatua de una sabana polvorienta. La otra cosa que sabiamos de ella, por su apellido, es que estaba casada. Pero no teniamos la menor idea de como relacionar estos dos aspectos diferentes de la senora Lewis. Daba mucha importancia a Offa de Mercia, en cuya vision de una Inglaterra unificada se detectaba la primera ofensiva de ambicion masculina, y cuya obra de ingenieria monumental, la muralla de Offa, nos sigue recordando que la division tambien es un aspecto de la unificacion, que un modo de definir lo que somos consiste en definir lo que no somos. Y lo cierto es que los historiadores nunca se han puesto de acuerdo en si la muralla se construyo para defenderse de los galeses o solo para delimitar la frontera. La senora Lewis tenia una actitud ambivalente sobre el poder de Offa: ese era el camino de la civilizacion, sin duda, pero a costa de una perdida de diversidad, del florecimiento sosegado que sigue su curso cuando las cosas no se construyen artificialmente y los objetivos no se fuerzan. A la senora Lewis le entusiasmaba el mundo primitivo de los sajones, donde los conceptos del poder aun no se habian reformulado; y, en cierto modo, la Edad Oscura era una version de <>, eran los trozos rotos del plato mas grande de todos los tiempos: el Imperio Romano. Unos lo llamaban oscuridad, los despojos de esa unidad megalomana dispuesta a conquistarlo todo, pero la senora Lewis, no. A ella le gustaba, le gustaban las ruinas abandonadas, le gustaban los monasterios donde se cultiva en silencio la creatividad, le gustaban los misticos y los visionarios, los primeros textos religiosos, le gustaban las mujeres que iban ganando importancia a lo largo de esos siglos amorfos y embrionarios, le convierte en una mentira. Para mi, la dificultad de la vida ha consistido generalmente en el intento de reconciliar estas dos cosas, como los hijos de una pareja divorciada intentan reconciliar a sus padres. Mis hijas hacen eso: obligan a mi marido a que me coja de la mano cuando estamos juntos. Intentan que el relato vuelva a ser verdad, o que la verdad sea mentira. Yo no tengo ningun inconveniente en darle la mano, pero a el no le gusta. No son formas, y la forma es importante en los relatos. Todo lo que en nuestra vida comun era amorfo ahora me pertenece. Por eso no me Al cabo de un tiempo la vida dejo de ir hacia atras. Aun asi, habiamos retrocedido un buen trecho. En esas pocas semanas deshicimos todo lo que habia conducido al momento de la separacion; deshicimos el propio relato. Ya no quedaba nada por desmantelar, aparte de las ninas, y eso requeriria la intervencion de la ciencia. Pero estabamos en un tiempo anterior a la ciencia: habiamos vuelto mas o menos a la Gran Bretana del siglo vii, antes de que se hubiera constituido la nacion. Inglaterra era en aquella epoca un pais de compartimentos: recuerdo que, en el colegio, cuando miraba un mapa de la Heptarquia en la Alta Edad Media, me desconcertaba su falta de claridad y de poder centralizado, de un rey, una capital y una institucion. En vez de eso, solamente habia regiones --Mercia, Wessex--con nombres de resonancias femeninas, sumidas en incesantes batallas que se saldaban con pequenas y arduas perdidas y ganancias desprovistas de una fuerza motriz unificadora que, si me hubiera parado a pensarlo, podria haber identificado como Nuestra profesora de historia, la senora Lewis, era una mujer de envergadura y gracia, una especie de elefante-bailarina en quien los principios del volumen y la feminidad libraban una guerra sin cuartel. La Alta Edad Media era su especialidad: habia estudiado en Oxford y ahora daba clases en un mediocre colegio catolico para ninas, embutida en trajes de color beige hechos a medida --con zapatos de tacon a juego-- de los que daba la sensacion de que su imponente forma rosa podia surgir cualquier dia por sorpresa, como emerge una estatua de una sabana polvorienta. La otra cosa que sabiamos de ella, por su apellido, es que estaba casada. Pero no teniamos la menor idea de como relacionar estos dos aspectos diferentes de la senora Lewis. Daba mucha importancia a Offa de Mercia, en cuya vision de una Inglaterra unificada se detectaba la primera ofensiva de ambicion masculina, y cuya obra de ingenieria monumental, la muralla de Offa, nos sigue recordando que la division tambien es un aspecto de la unificacion, que un modo de definir lo que somos consiste en definir lo que no somos. Y lo cierto es que los historiadores nunca se han puesto de acuerdo en si la muralla se construyo para defenderse de los galeses o solo para delimitar la frontera. La senora Lewis tenia una actitud ambivalente sobre el poder de Offa: ese era el camino de la civilizacion, sin duda, pero a costa de una perdida de diversidad, del florecimiento sosegado que sigue su curso cuando las cosas no se construyen artificialmente y los objetivos no se fuerzan. A la senora Lewis le entusiasmaba el mundo primitivo de los sajones, donde los conceptos del poder aun no se habian reformulado; y, en cierto modo, la Edad Oscura era una version de <>, eran los trozos rotos del plato mas grande de todos los tiempos: el Imperio Romano. Unos lo llamaban oscuridad, los despojos de esa unidad megalomana dispuesta a conquistarlo todo, pero la senora Lewis, no. A ella le gustaba, le gustaban las ruinas abandonadas, le gustaban los monasterios donde se cultiva en silencio la creatividad, le gustaban los misticos y los visionarios, los primeros textos religiosos, le gustaban las mujeres que iban ganando importancia a lo largo de esos siglos amorfos y embrionarios, le gustaban los cimientos --lo personal-- sobre los que ahora teniamos que dirimir las cuestiones de justicia y de creencias, a falta de esa gran civilizacion administradora. La cuestion era que esa oscuridad --llamenla como quieran--, esa oscuridad y esa desorganizacion no eran simple negacion o ausencia. Eran al mismo tiempo rastrojo y preludio. Los rastrojos son los tallos de la mies que quedan en la tierra despues de la siega, despojos sobre los que se siembra la nueva cosecha despues de la recoleccion. La civilizacion, el orden, el significado, las creencias no eran cumbres soleadas que pudieran conquistarse con una escalada constante. Se construian y caian, se reconstruian y volvian a caer, o se destruian. La oscuridad y la desorganizacion posteriores tenian su propia existencia, su propia integridad; estaban indisolublemente ligadas a la civilizacion, como lo esta el sueno a la actividad. En la vida compartimentada reside la posibilidad de unidad, lo mismo que la unidad lleva implicita la posibilidad de atomizacion. En opinion de la senora Lewis, mejor vivir una vida compartimentada y desorganizada, mejor sentir la oscura agitacion de la creatividad, que instalarse en una unidad civilizada y atormentada por el impulso de destruccion. Por la manana llevo a mis hijas al colegio y por la tarde vuelvo a recogerlas. Ordeno sus habitaciones, lavo la ropa y cocino. Pasamos la tarde casi siempre solas: las ayudo a hacer los deberes, les doy la cena y las acuesto. Cada pocos dias se van con su padre, y entonces la casa se queda vacia. Al principio me costaba sobrellevar esos intervalos. Ahora me parece ver en ellos cierta neutralidad, algo firme aunque vacio, algo ligeramente acusador a pesar de la vacuidad. Es como si estas horas solitarias, en las que por primera vez en muchos anos no se espera ni se necesita nada de mi, fueran mi botin de guerra, lo que he recibido a cambio de todo este conflicto. Las vivo una a una. Me las trago como la comida de los hospitales. Asi es como subsisto. Y tu te llamas feminista, me decia mi marido, con rabia, en las semanas de amargura brutal que siguieron a nuestra separacion. Creia que era el quien habia desempenado el papel de la mujer en nuestro matrimonio, y al parecer esperaba que yo lo defendiera de mi misma, del macho opresor. Creia que hacer la compra, cocinar y recoger a las ninas en el colegio eran tareas femeninas. Yo, en cambio, cuando mas asexuada me sentia era cuando hacia esas cosas. A mi mi madre no me parecia un modelo por su forma de cumplir con sus obligaciones maternales: al contrario, me parecia que esas tareas amenazaban su feminidad en lugar de subrayarla. Por aquel entonces viviamos en un pueblo de las llanuras de Suffolk; mi madre pasaba mucho tiempo hablando por telefono. Me hipnotizaba su tono de voz, como si hablara consigo misma. Sus frases me sonaban preparadas, su risa, ligeramente artificial. Sospechaba que impostaba la voz, como una actriz. ?Quien era la mujer que hablaba por telefono? Mi madre era alguien a quien yo solo conocia de puertas adentro; compartia su punto de vista, me parecia vivir envuelta en su aburrimiento, su placer o su irritacion. Vivia dentro de su personaje, perdida. ?Como podia saber quien era mi madre? ?Como podia verla? Su atencion era como la mirada de un ojo interior que nunca se fijaba en mi directamente, que extraia su conocimiento de mi intimo conocimiento de mi misma. Solo cuando la veia relacionandose con otras personas era capaz de mirarla objetivamente. A veces, mi madre invitaba a una amiga a comer y entonces, de pronto, ahi estaba la cara mi madre. De repente podia verla, podia compararla con su amiga y encontrarla mejor o peor, podia ver si la gustaban los cimientos --lo personal-- sobre los que ahora teniamos que dirimir las cuestiones de La cuestion era que esa oscuridad --llamenla como quieran--, esa oscuridad y esa desorganizacion no eran simple negacion o ausencia. Eran al mismo tiempo rastrojo y preludio. Los rastrojos son los tallos de la mies que quedan en la tierra despues de la siega, despojos sobre los que se siembra la nueva cosecha despues de la recoleccion. La civilizacion, el orden, el significado, las creencias no eran cumbres soleadas que pudieran conquistarse con una escalada constante. Se construian y caian, se reconstruian y volvian a caer, o se destruian. La oscuridad y la desorganizacion posteriores tenian su propia existencia, su propia integridad; estaban indisolublemente ligadas a la civilizacion, como lo esta el sueno a la actividad. En la vida compartimentada reside la posibilidad de unidad, lo mismo que la unidad lleva implicita la posibilidad de atomizacion. En opinion de la senora Lewis, mejor vivir una vida compartimentada y desorganizada, mejor sentir la oscura agitacion de la creatividad, que instalarse en una unidad Por la manana llevo a mis hijas al colegio y por la tarde vuelvo a recogerlas. Ordeno sus habitaciones, lavo la ropa y cocino. Pasamos la tarde casi siempre solas: las ayudo a hacer los deberes, les doy la cena y las acuesto. Cada pocos dias se van con su padre, y entonces la casa se queda vacia. Al principio me costaba sobrellevar esos intervalos. Ahora me parece ver en ellos cierta neutralidad, algo firme aunque vacio, algo ligeramente acusador a pesar de la vacuidad. Es como si estas horas solitarias, en las que por primera vez en muchos anos no se espera ni se necesita nada de mi, fueran mi botin de guerra, lo que he recibido a cambio de todo este conflicto. Y tu te llamas feminista, me decia mi marido, con rabia, en las semanas de amargura brutal que siguieron a nuestra separacion. Creia que era el quien habia desempenado el papel de la mujer en nuestro matrimonio, y al parecer esperaba que yo lo defendiera de mi misma, del macho opresor. Creia que hacer la compra, cocinar y recoger a las ninas en el colegio eran tareas femeninas. Yo, en cambio, cuando mas asexuada me sentia era cuando hacia esas cosas. A mi mi madre no me parecia un modelo por su forma de cumplir con sus obligaciones maternales: al contrario, me parecia que esas tareas amenazaban su feminidad en lugar de subrayarla. Por aquel entonces viviamos en un pueblo de las llanuras de Suffolk; mi madre pasaba mucho tiempo hablando por telefono. Me hipnotizaba su tono de voz, como si hablara consigo misma. Sus frases me sonaban preparadas, su risa, ligeramente artificial. Sospechaba que impostaba la voz, como una actriz. ?Quien era la mujer que hablaba por telefono? Mi madre era alguien a quien yo solo conocia de puertas adentro; compartia su punto de vista, me parecia vivir envuelta en su aburrimiento, su placer o su irritacion. Vivia dentro de su personaje, perdida. ?Como podia saber quien era mi madre? ?Como podia verla? Su atencion era como la mirada de un ojo interior que nunca se fijaba en mi directamente, que extraia su conocimiento de mi intimo conocimiento de mi Solo cuando la veia relacionandose con otras personas era capaz de mirarla objetivamente. A veces, mi madre invitaba a una amiga a comer y entonces, de pronto, ahi estaba la cara mi madre. De repente podia verla, podia compararla con su amiga y encontrarla mejor o peor, podia ver si la aceptaban, la envidiaban o la provocaban, saber cuales eran sus costumbres personales y su humor, distintos de los de su amiga. En esos momentos, su personaje, mi morada, me resultaba inaccesible; estaba oscuro, como una casa vacia. Si llamaba a esa puerta, me despachaban secamente, a veces de malos modos. Parecia como si alguien hubiera empaquetado y se hubiera llevado ese cuerpo, normalmente tan amplio, tan naturalmente ubicuo. Y, entonces, mi madre tambien se quedaba fuera, aislada, liberada temporalmente de la obligacion de ser quien era. En vez de eso, actuaba; era pura ficcion, bien o mal contada. Sus amigas, en general, tambien eran madres, mujeres con una geografia reconocible para mi: la sensacion de enigma oculto debajo de las mascaras del maquillaje y la conversacion, como el campo abierto que se extiende alrededor de una ciudad. Era imposible entrar en esos campos, aunque sabias que estaban ahi. Mi madre tenia una amiga, Sally, que no era como las demas. Entonces yo no entendia por que, pero ahora lo entiendo: Sally no tenia hijos. Era una mujer grande e ingeniosa, aunque tenia una cara triste. Se podia pasear por la tristeza de esa boca y esos ojos: estaba abierta a todo el mundo. Sally vino un dia que mi madre habia hecho un bizcocho de chocolate y quiso darle la receta. Sally dijo: <>. Yo no sabia que una mujer pudiera comerse un bizcocho entero. Me parecia una proeza, como el levantamiento de peso. Pero vi que a mi madre no le habia gustado la respuesta. Por alguna razon incomprensible, Sally habia estropeado el juego. Sin darse cuenta, habia abierto una grieta en la muralla de la feminidad y me habia dejado ver lo que habia al otro lado. De determinados acontecimientos de la vida no es posible tener un conocimiento previo: de la guerra, por ejemplo. El soldado que va a la guerra por primera vez no sabe como va a responder al enfrentarse con un enemigo armado. No conoce esa parte de si mismo. ?Es un asesino o un cobarde? Cuando llegue la hora respondera, pero no sabe de antemano cual sera su respuesta. Mi marido dijo que queria la mitad de todo, incluidas las ninas. Dije que no. ?Que quieres decir con eso?, pregunto. Esto fue por telefono. Yo estaba mirando el jardin por la ventana, un rectangulo entre otros rectangulos urbanos, con gatos merodeando por los limites. Nuestro jardin estaba abandonado ultimamente. Las malas hierbas ahogaban los arriates. El cesped habia crecido mucho, como el pelo. Pero, por mas que creciera el desorden, la cuadricula nunca se alteraria: los demas rectangulos conservarian su forma de todos modos. No puedes dividir a las personas por la mitad, dije. Tienen que pasar la mitad del tiempo conmigo, contesto. Son mis hijas, insisti. Son mias.

  • La conquista de esmeralda (Joyas de la nobleza 4) de Catherine Brook

    https://gigalibros.com/la-conquista-de-esmeralda-joyas-de-la-nobleza-4.html

    Llega la cuarta entrega de la serie <> con la historia de Esmeralda.

  • Prisioneros de la geografia de Tim Marshall

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    Hay un limite a lo que los hombres pueden decidir. A menudo, se trata de un limite real, fisico. Montanas, rios, mares y hormigon se interponen entre lo que los dirigentes han querido para sus paises a lo largo de la historia y lo que han podido conseguir. Para entender y explicar lo que ocurre en el mundo solemos referirnos a personas, ideas y movimientos politicos; pero sin los condicionantes que impone la geografia el resultado de semejante aproximacion sencillamente esta incompleto.

  • Con el cielo en la mirada de Monica Lopez Aunon

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    Cuando tu vida esta llena de sombras, aprendes a no fiarte de la luz.

  • West (Los hijos de monica amder 4) de Erina Alcala

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    La madre de West Amder, Monica Amder, siempre estuvo enamorada de su padre, West Amder desde el dia que entro al rancho de su madre en Dubois, Wyoming, y ella lo contrato como cocinero. West, se llamaba como su padre. Su padre habia estado cuatro anos antes en Nueva York, de joven, estudiando varios cursos de cocina, aprendio y obtuvo su titulo ser chef y su sueno era montar su propio restaurante en Manhattan. Era oriundo de Montana. Su abuelo murio y su padre y su tia vendieron el rancho que tenian repartiendose el dinero. Y su padre tomo rumbo de nuevo a la gran manzana a montar su restaurante. Se habia enfadado con su hermana porque no queria que se vendiera el rancho familiar, pero su hermana le dijo que si el se iba, ella no podia hacerse cargo del mismo y quiso venderlo. Asi que no les quedo mas remedio que venderlo. Y se repartieron el dinero. Pero al llegar a Cheyenne, Wyoming, cansado y enfadado, su padre vio el anuncio en el que se necesitaba cocinero en un rancho y por un impulso decidio ir a ver. Y vio a su madre y fue un flechazo. Y se quedo alli, enamorado de su madre. Su madre, Monica Ponce, habia nacido en Malaga, Espana, de padre malagueno y madre americana, cuyo abuelo, el bisabuelo de John, tenia un rancho en Dubois, un pueblo del estado de Wyoming y cuando este murio, los padres de su madre tuvieron que irse desde Malaga a hacerse cargo del rancho. Y su abuelo lo hizo prospero. Su abuela murio anos despues y su madre se quedo sola con su abuelo en el rancho y alli crecio. Sin embargo, la noche de la fiesta de graduacion del instituto, su madre se acosto con un chico que le gustaba del rancho de al lado y concibio a su hermano mayor Alex, dejandole el apellido Ponce cuando nacio. Sin saberlo, su abuelo, el padre de su madre quiso que su madre Monica, estudiara en la universidad de Malaga y asi estar con sus abuelos paternos. Y alli nacio Alex, en Espana, su hermano mayor al que su madre le puso su apellido y nunca, ni su abuelo, ni su padre supieron de el hasta que su madre, regreso al rancho seis anos despues. Sin embargo, el padre de su hermano Alex, tenia una novia, desde el instituto y se caso con ella y se fue a vivir a California, porque estaba embarazada y eligio entre su madre y su hermano y su novia, y su madre se quedo sola con su hijo en el rancho. Cuando su madre llego al rancho con su hermano Alex con casi seis anos, su abuelo murio y ella tuvo que reformar el rancho que estaba hecho una pena. Contrato a trabajadores y se enamoro del cocinero, un chico de Montana, su padre West y al que su hermano Alex quiso mas que a su propio padre que no fue a verlo nunca mas, salvo llamarlo por telefono y mandarle dinero mensualmente. No lo volvio a ver hasta los 17 anos. Sin embargo, su hermano mayor, si iba al rancho de al lado de pequeno y hasta los 17, con sus abuelos, los padres de su padre que lo querian mucho. Su padre nunca le puso el apellido y su madre no quiso que West, su padre, le pusiera el suyo, para no hacer dano a su verdadero padre Nolan, y paso a llamarse Alex Ponce, el apellido de su madre que siempre tuvo y no quiso cambiarlo. Su madre, se caso con su padre West y tuvo dos gemelos, su hermano John y el mismo. Por eso, ellos se llamaban Amder Ponce, dos apellidos porque su madre decia que en Espana se tenian los apellidos, el del padre y de la madre. Y para que los uniera al menos el suyo a todos sus hijos. Cuando su hermano Alex acabo el instituto, el y su hermano gemelo, tenian diez anos y leves recuerdos del rancho, su madre, vendio su rancho y se fueron todos a Nueva York. Su madre les dijo que iban a cumplir el sueno de su padre West de montar un restaurante o una cafeteria. El, nunca habia visto una pareja que se amara mas que sus padres. Siempre se lo decia a su madre, conforme crecia, que queria un amor como el de ellos y una mujer como su madre, que se amaban tanto. El no veia que discutieran sino por tonterias y su padre cogia a su madre en alto y se le quitaba el enfado, y siempre estaba cogiendola y besandola y ella a su padre igual. Siendo ellos pequenos, participaban en esos juegos. En la adolescencia, le parecian pesados, pero despues, eran una envidia para todo el mundo. Eran su media naranja, el amor de su vida cada uno. Cuando se fueron a Nueva York, compraron un apartamento enorme y precioso y sus padres montaron una cafeteria justo en el bajo del apartamento. Compraron el local y lo disenaron. El edificio tenia gimnasio y piscina. Y su madre siempre era la madre generosa que no queria que le faltara nada a sus hijos, y su padre era mas recto y lo respetaban y querian y West, se emocionaba a veces con sus hijos, sin disimular nada. Tan solo queria que sus hijos fueran honrados, trabajadores y buenas personas. Justo el ano que se cambiaron a Nueva York, Alex su hermano mayor, recibio una beca para estudiar en Harvard. Habia solicitado Derecho y alli, conocio al amor de su vida, su cunada Sofia, de Marbella, como su madre y su abuelo. Sus padres murieron en un accidente y Sofia tuvo que irse de nuevo a Espana, pero volvio a por su hermano anos mas tarde y desde entonces eran otra de las parejas mas felices que conocia. Ella trabajaba como criminalista en el FBI y su hermano era abogado de derecho laboral y financiero. Y tenian ya dos hijos, Ana y Alex. Y sus padres estaban encantados. West tambien habia estudiado en Harvard, con su hermano gemelo, pero mientras el hacia arquitectura, su hermano John, siempre quiso ser agente del FBI y estudio criminologia y un master de dos anos. Todos sus hermanos lo hicieron. Al terminar, tenia 24 anos y en unos meses encontro trabajo en un estudio importante de arquitectura en Manhattan y se independizo. Sus padres le regalaron un apartamento amueblado y decorado, como a su hermano Alex y como casi un ano despues harian con su gemelo John, ya que este quiso quedarse a estudiar en casa hasta entrar en el FBI y aprobar los examenes y se comprara otro en su mismo edificio. El apartamento era de tres dormitorios y un despacho, precioso y completo con mesa de disenar y todo lo necesario para trabajar en casa. Se compro un coche y se levantaba temprano, hacia ejercicio en el gym de su edificio y nadaba todas las mananas. Tenia un cuerpo perfecto. No en vano eran tipos altos, de uno noventa, como su padre, morenos y de ojos negros y profundos, con cuerpos de dioses. Tuvo suerte de entrar en ese estudio de arquitectura y con los anos se hizo un buen nombre. Tenia encargos de gran envergadura a pesar de ser joven. Era demasiado perfeccionista y trabajador. Se pasaba por las obras y miraba todo al milimetro. Todo debia salir bien. Tenia su propio despacho inmenso para el solo. Iba todos los fines de semana a ver a sus padres, o a comer a la cafeteria los sabados, y salia a veces con su hermano John, que vivia en su mismo edificio y que ya llevaba unos anos en el FBI. Salian con chicas y las llevaban a casa, pero mientras John era mas mujeriego e independiente y extrovertido y no queria lios con ninguna mujer. El era distinto, se parecia mas a su padre en ese sentido. No le satisfacia salir una noche con una y al fin de semana siguiente con otra y la vida loca que llevaba su hermano John. Asi que a veces no salia con el. Tuvo un par de relaciones, mas bien cortas porque era tan perfeccionista en el trabajo como lo era en las relaciones. Era serio y critico. Era mas introvertido que su gemelo. Sin embardo era feliz, con su trabajo, su casa y su vida tranquila y como queria llevarla. Pero todo eso cambio el dia que cumplio 31 anos. En septiembre, a su vuelta de vacaciones. Blanca Prieto, era una chica bajita, preciosa, extrovertida. Tenia un pelazo largo y moreno por la cintura, liso y unos ojos verdes, que enamoraban. Era una chica graciosa con una sonrisa que derretia un iceberg, tan pequena como una munequita... Hablaba con todo el mundo, ya fuera en el autobus o con algun extranjero que preguntaba por algun lugar. Sabia ingles a la perfeccion y algo de italiano y aleman. Era una chica feliz por naturaleza. Vivia aun en casa de sus padres. Sin embargo, su hermana Luz, ya se habia casado y divorciado y ahora vivia con un policia local de Sevilla. A su hermana le duro el noviazgo once anos y el matrimonio dos, pero ahora estaba feliz. Su madre, cuando tuvo a su hija Luz, no quiso tener mas hijos, porque tuvo una cesarea que fue horrible y sabia con certeza, que, si tenia otro hijo, tambien le iban a hacer otra cesarea, pero su hermana Luz insistio tanto que tuvieran otro y fue Blanca la que nacio, tambien por cesarea. Una nina radiante. Y siempre se llevaron bien las dos hermanas a pesar de la diferencia de edad, casi nueve anos. Tan solo discutian cuando una se quitaba la ropa a otra, sin permiso. Sus padres eran los dos funcionarios. Su padre era ingeniero y su madre, profesora de literatura y le encantaba escribir. Era una romantica empedernida y Blanca a pesar de su coraza extrovertida, las dos hijas le salieron romanticas. Su padre era mas racional, pero amaba a sus hijas por encima de todas las cosas. Cada vez que abrian la boca, alli estaba el padre a ayudarle. Y la madre, Carmen, disfrutaba comprandoles ropa, aunque tuviesen que ir a descambiarla, pero disfrutaba con ello. Le encantaba la Navidad y ponia un Belen todas las Navidades y un arbol que eran envidiados. En la mesa no le cabian a su madre mas figuras, porque era una enamorada de la Navidad y a sus hijas les paso el amor por esas fiestas. Entre otras cosas

  • El secreto de la viajera de Sophie Kiss

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    Katy es una chica que necesita ayuda, de tanto buscar la encontro, conocio a Tomas, un chico amante de la vida y del placer, Katy esconde secretos al igual que Tomas.

  • Ojala estuvieras aqui, Julio Cesar Cano de Julio Cesar Cano

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    Pasado y presente confluyen en otra apasionante novela de la serie ambientada en Castellon.

  • Ensayo sobre la ceguera de Jose Saramago

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    Un hombre parado ante un semaforo en rojo se queda ciego subitamente. Es el primer caso de una <> que se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos tendran que enfrentarse con lo que existe de mas primitivo en la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio. Ensayo sobre la ceguera es la ficcion de un autor que nos alerta sobre <>. Jose Saramago traza en este libro una imagen aterradora y conmovedora de los tiempos que estamos viviendo. En un mundo asi, ?cabra alguna esperanza? El lector conocera una experiencia imaginativa unica. En un punto donde se cruzan literatura y sabiduria, Jose Saramago nos obliga a parar, cerrar los ojos y ver. Recuperar la lucidez y rescatar el afecto son dos propuestas fundamentales de una novela que es, tambien, una reflexion sobre la etica del amor y la solidaridad.

  • El pais de Too de Rodrigo Rey Rosa

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    La novela mas comprometida de Rodrigo Rey Rosa: un poderoso thriller que es a la vez un retrato implacable de la corrupcion y los entresijos del poder en Centroamerica.