• libro tiempos de swing - Zadie Smith

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    Desde su impactante y exitoso debut literario con Dientes blancos, la narrativa de Zadie Smith se ha caracterizado por afrontar de lleno y con gran calado las facetas mas relevantes que conforman las relaciones humanas. Surgidos de un mosaico de lenguas, costumbres y colores de piel, sus personajes desarrollan sus vidas entre la incierta busqueda de una identidad que les ofrezca un centro de gravedad reconocible y la fuerza vital que les otorga precisamente la heterogeneidad de su origen. En esta quinta novela --Finalista del National Book Critics Circle Award e incluida en la lista de bestsellers de The New York Times--, la escritora londinense vuelve a exhibir sus dotes para radiografiar el presente con asombrosas dosis de lucidez, humor y sensibilidad. Hijas de matrimonios mixtos, Tracey y la narradora se conocen desde la infancia, son amigas intimas y comparten el sueno de llegar a ser algun dia bailarinas. Sin embargo, su entorno familiar tiende a separarlas: el padre de Tracey esta en prision y su madre la colma de regalos y caprichos, mientras que en casa de la narradora se valoran el esfuerzo y la superacion personales, urgida por una madre estricta y solicita. Asi pues, a medida que las dos chicas emprenden sus propios caminos,las sutiles diferencias de clase y raza van minando todos los vinculos de confianza y lealtad forjados en la ninez. Con la vibrante efervescencia de una coreografia, Tiempos de swing es un retrato vivo de una amistad compleja y verdadera. La historia recorre los multiples desafios del mundo contemporaneo, a veces dramaticos y otras comicos, ilustrando el pulso permanente entre nuestras aspiraciones individuales y las normas que rigen la vida en comun.

  • TIEMPOS DE SWING | ZADIE SMITH | Casa del Libro

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    16 nov 2017 — El libro TIEMPOS DE SWING de ZADIE SMITH en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • TIEMPOS DE SWING (Salamandra Narrativa) : Smith, Zadie

    https://www.amazon.es/TIEMPOS-SWING-Narrativa-Zadie-Smith/dp/8498388228

    TIEMPOS DE SWING (Salamandra Narrativa) : Smith, Zadie: Amazon.es: Libros.

  • Zadie Smith: Tiempos de swing - Un libro al día

    http://unlibroaldia.blogspot.com/2018/05/zadie-smith-tiempos-de-swing.html

    26 may 2018 — Comencé esta lectura con todas las reservas del mundo: no conocía a la escritora ni tenía idea de lo que iba a encontrarme.

  • TIEMPOS DE SWING - SMITH ZADIE - Sinopsis del libro ...

    http://quelibroleo.com/tiempos-de-swing

    Desde su impactante y exitoso debut literario con Dientes blancos, la narrativa de Zadie Smith se ha caracterizado por afrontar de lleno y con gran calado ...

  • Tiempos de swing - Libro de Zadie Smith - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/98282/tiempos-de-swing

    Desde su impactante y exitoso debut literario con Dientes blancos, la narrativa de Zadie Smith se ha caracterizado por afrontar de lleno y con gran calado ...

  • ''Tiempos de Swing", de Zadie Smith: el baile inacabado de la ...

    https://www.eldiario.es/cultura/libros/swing-time-zadie-smith-inacabado_1_3053861.html

    26 nov 2017 — es un libro dotado de conciencia racial, que trata el problema de la desigualdad y la escasez de oportunidades para los inmigrantes.

  • Tiempos de swing | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/28093-ebook-tiempos-de-swing

    Un retrato vivo de una amistad compleja y verdadera, donde Zadie Smith vuelve a exhibir sus dotes para radiografiar el presente con asombrosas dosis de ...

  • TIEMPOS DE SWING | Traficantes de Sueños

    https://traficantes.net/libros/tiempos-de-swing

    Con Dientes blancos (SALAMANDRA, 2001) ganó el premio Whitbread para Primera Novela, el James Tait Black Memorial de Narrativa, y los premios para Primer Libro ...

  • TIEMPOS DE SWING. Zadie Smith - Afroféminas

    https://afrofeminas.com/tienda-afrofeminas/libros/novela/tiempos-de-swing-zadie-smith/

    Con la vibrante efervescencia de una coreografía, Tiempos de swing es un retrato ... para Primer Libro de los Escritores de la Commonwealth y The Guardian.

  • TIEMPOS DE SWING. SMITH, ZADIE. Libro en papel ...

    https://www.cervantesycia.com/libro/tiempos-de-swing_289316

    TIEMPOS DE SWING, SMITH, ZADIE, 24,00€. Desde su impactante y exitoso debut literario con Dientes blancos, la narrativa de Zadie Smith se ha caracterizado ...

  • Un lugar donde olvidarte de J. De La Rosa

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    Era una sensacion tactil. Como un recuerdo de la infancia. Algo que fluia como la arena entre los dedos. O como una tela tan suave que se desgarra solo con tocarla. Era el principio de algo. O el fin de todo. No estaba muy segura. Un camino. Un hombre. Un objeto perdido. Elena se removio inquieta, mientras sus suenos continuaban torturandola. Ahora era mas nitido. Alguien la llamaba con una voz familiar, con un apodo que no reconocia. Y ella sentia miedo. A despertar. A ver que lo que habia al otro lado fuera incierto. Un espejismo de algo hermoso. Un recuerdo roto por amor. De nuevo la voz. De nuevo su nombre en labios de un extrano. Abrio los ojos. Y todo comenzo. Capitulo 1 --Le atendera enseguida --dijo la enfermera desde el mostrador, dedicandole una sonrisa tranquilizadora. Elena se sobresalto, pues estaba tan concentrada observando la fotografia que colgaba de la pared que su cabeza habia abandonado la sala de espera hacia un buen rato. Se lo agradecio a la enfermera con un gesto de la mano y volvio a aquella imagen de colores rabiosos que habia conseguido captar toda su atencion. Representaba una pequena casa en la playa. Era apenas un cuadrado de muros encalados y techos de hojas secas, con una ventana que se abria al oceano. Se alzaba casi al pie de la arena, tan cerca del agua que se podria pensar que en las grandes mareas de septiembre el mar entraria bajo los muros encharcandolo todo. Era una imagen serena, pero a la vez llena de vida. Casi se podia sentir el calor sofocante de una tarde de verano, donde la arena se convertia en una parrilla ardiente llena de conchas de mar. Pero lo que de verdad la tenia arrobada de aquella fotografia era su familiaridad. Estaba segura de que conocia aquella casa, aquella playa de arena fina y luz deslumbrante. Y si no fuera asi... al menos era un sitio que necesitaba visitar. --?Sabe donde fue tomada esta imagen? --le pregunto a la enfermera. La mujer levanto la vista del ordenador y la miro sin comprender. Tardo un instante en darse cuenta de a que se referia. --Lleva ahi mucho tiempo. --La luz parece que emana del agua. Es sorprendente. --?Por que me lo pregunta? Ni ella misma sabia la razon. --Simple curiosidad. Por cierto... ?como es el doctor? La enfermera volvio a sonreirle de aquella manera maternal. --Un hombre del que usted se enamoraria. Al menos eso dicen todas sus pacientes. Elena sintio que se ruborizaba. No era precisamente eso lo que le habia preguntado. --Vaya, lo dice usted con mucha seguridad, pero me referia a si es un profesional con quien se pueda hablar con sinceridad. --Es el mejor --respondio la enfermera con absoluta seguridad --, no le quepa duda. Y ahora pase. Ya la esta esperando. Elena volvio a agradecerselo y se puso de pie. Por un momento se sintio insegura. Aquella cita era algo que habia temido desde que se la dieron. Dependian demasiadas cosas de su diagnostico y casi podria decirse que su vida tomaria un camino u otro segun lo que le dijera el doctor. Se aliso la falda, respiro hondo y, decidida, atraveso la puerta de la consulta. No tenia el aspecto de otras muchas que habia visitado. Las paredes estaban cubiertas de fotografias a color en vez de engolados diplomas medicos. Habia un sofa de piel marron, y una mesa baja donde se apilaban libros de viaje. Una alfombra marroqui de vivos colores y una estanteria repleta de libros cuyos lomos decian que ninguno trataba sobre medicina. Solo al fondo, en el angulo mas discreto, estaba la mesa, y tras ella el doctor. Se habia puesto de pie en cuanto la habia visto entrar y habia salido de su refugio para recibirla. Elena tuvo que admitir que la enfermera tenia razon, aquel hombre era alguien de quien ella se enamoraria sin ningun problema. Era alto y robusto. A pesar de la bata blanca se podia distinguir una espalda ancha y unos brazos moldeados. Por debajo asomaban unos pantalones oscuros, al igual que el cuello se despejaba en una camisa tan blanca como la bata, ligeramente abierta en la embocadura. Tenia la piel tostada, que a esa altura del otono indicaba que le gustaba la vida al aire libre, quiza los deportes, porque estaba en muy buena forma. Llevaba el cabello muy corto, casi rapado, aun asi se apreciaba abundante y de color oscuro. Quiza hoy no se habia afeitado y la barba era una sombra tupida alrededor del menton, solo cortada por una ligera cicatriz que le dividia la barbilla en el lado derecho. La boca firme, marcada por una expresion dura, incluso desdenosa.

  • Israel (Y llegaste tu 6) de Merche Diolch

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    Llegaron al apartamento de Lucia pasadas dos horas de viaje en completo silencio. Los acontecimientos vividos habian sumido a los tres en una especie de estado de ingravidez donde cada uno analizaba los acontecimientos por si hubieran podido desarrollarse de otra manera. Fue un trayecto largo, pero necesario para que, en cuanto llegaron al piso de Lucia, alcanzaran la misma conclusion: el pasado no se podia cambiar. Israel las ayudo a subir las maletas de Elsa al apartamento y, tras dejar a la joven instalandose en la que seria su nueva morada, el y Lucia decidieron dejarla sola. Tomaron el ascensor que los llevaria a la calle y, delante del Camaro, ambos sintieron que su energia se evaporaba. El fin de semana los habia dejado agotados. Lucia apoyo la cabeza en el pecho de Isra y el le abrazo la cintura, dandole un beso en la cabeza. —Respira… —le repitio el mantra que llevaba escuchando desde que habian llegado a la boda el dia anterior. Ella sonrio y lo miro. —Es lo que hago, si no tendria un problema. Se carcajeo y le acaricio la mejilla. —Un gran problema. Los dos se observaron, dejando sus miradas fijas la una en la otra. Los ojos de un azul celestial que podrian pasar por los de un angel y los negros que escondian miles de estrellas en su interior. —Tengo que irme —anuncio Isra pasados unos segundos rompiendo lo que compartian. Ella asintio y se separo un poco de el. —Tienes que regresar a tu casa. Le paso la mano por el cabello y agarro su barbilla. —?Estareis bien? Lucia movio la cabeza de forma afirmativa. —O por lo menos lo intentaremos. —Le guino un ojo. Le atrapo la cara y le dio un leve beso. —Llamame si necesitais ayuda. —No hara… —Lucia, avisame si es necesario —la corto insistiendo. Suspiro y asintio. —De acuerdo. —Asi me gusta. —Sonrio—. Docil y sumisa. Le golpeo el estomago y se aparto de el. —Conque docil y sumisa… Se rio atrapando una de sus manos para acercarla de nuevo a el. —Echaba de menos a esta fierecilla. Apoyo las manos en su pecho y lo miro con las mejillas algo rosadas. —Tenemos que hablar… Movio la cabeza conforme con sus palabras y le dio un lento beso. —Ya habra mas momentos para hacerlo. —Levanto la cabeza hacia el edificio de apartamentos que habia detras de ella—. Ahora hay cosas mas importantes. Lucia asintio tambien. —Voy a hacer todo lo posible para ayudarla. La miro con admiracion. —Lo se, pero si por algun motivo, alguna causa… —Te avisare. Asintio complacido con su respuesta. Atrapo de nuevo su cara, observo su mirada, descendio hasta sus labios y le anuncio: —Voy a besarte. —Lo estoy deseando. —!Lu! !Lu!… El beso no llego a producirse. Lucia se separo con rapidez de el, al reconocer a quien la llamaba. Israel la observo extranado al principio y molesto despues, cuando la chica rubia que acababa de acercarse le dio un beso en la boca. —Hola, Fatima. —Hola, no sabia que habias regresado. La chica miro al joven que seguia pendiente de cada una de sus palabras y devolvio la atencion a la otra chica. —Un cambio de planes de ultimo momento. —Me alegro, asi podremos pasar el dia juntas. Lucia asintio reticente. —Yo me tengo que ir —anuncio Israel abriendo la puerta del coche para adentrarse en su interior. —Isra, espera… —lo llamo golpeando el cristal de la ventanilla, solicitandole que la bajara. Miro a Fatima y le dijo—: ?Puedes ir subiendo al piso? Ahora voy yo. —Tomo las llaves que le ofrecia y se alejo de ella, dandole antes un nuevo beso de despedida, pero en esta ocasion en la mejilla. Lucia se volvio hacia el coche en cuanto escucho un grunido que salia del interior de este y se apoyo en la ventanilla. —No te vayas asi… La miro elevando su ceja. —?Como quieres que me vaya? —pregunto con brusquedad—. Lucia, no soy amigo de estos juegos… —Hablare con ella —indico. El apreto el volante, dejando constancia de la tension que sufria su cuerpo al quedarse blancos sus nudillos. Nego con la cabeza, arranco el motor del coche y la miro. —Creo que sera mejor que olvidemos lo que ha ocurrido. La joven se irguio, separandose un poco del automovil como si acabara de recibir una bofetada. Se cruzo de brazos y tenso la mandibula. —Esta bien. —Si necesitas cualquier cosa… —Llamare a Lucas —lo corto. El la miro desde el asiento del conductor, achicando los ojos, y asintio. —Si, creo que sera lo mejor. Todo esto ha sido… —dudo por unos segundos hasta que encontro la palabra exacta— un error. —Yo no lo habria definido mejor —indico mordaz—. Que tengas buen viaje —se despidio. Israel asintio sin apartar la mirada mientras ella lo observaba impasible. Ninguno era capaz de romper el contacto visual, ninguno queria romper su relacion… Lucia tomo aire y se dio la vuelta. Se dirigio al portal de su edificio y, cuando le faltaban unos pocos pasos para alcanzar la puerta, escucho como un coche se alejaba de la acera. Con rapidez se volvio, comprobando como el Camaro amarillo torcia la esquina de su calle. —Imbecil… —dijo en voz alta, sin saber muy bien si se referia a Israel o a ella. Abrio la puerta de cristal y madera, y desaparecio en el interior con gesto abatido.

  • Diario de una chirli de Megan Maxwell

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    Y lo peor de todo es que he pecado hoy, el ultimo dia de trabajo. Despues de contener mis apetencias todos, todos los dias durante mas de seis meses, que traducidos en jornadas son unas ciento ochenta mas o menos !que barbaridad! Trabajo en una editorial, bueno trabajaba porque hoy me han dado boleto. !La jodida crisis! Pero no creas que era alguien importante !para nada!, solo era una simple, mondonga y loronda currita del departamento de marketing. Me pasaba sentada mas de ocho horas al dia, por lo que te puedes imaginar que mi trasero (alias culazo) nada se parece al de Jennifer Lopez. Bueno, vale, tampoco esta tan mal. O si no, que se lo pregunten a Fernandez, mi ex jefe, a quien, todo sea dicho, he pillado mas de una vez con sus ojos de raton plantados ahi. !!Maldito roedorrrr!! Tengo la moto en el taller desde hace un mes. Pedazo galleta me di. Por lo que he tenido que soportar los empujones, los roces y la peste a sudor que mas de uno o una lleva ya encima a las ocho de la manana en el punetero metro de Madrid. VIVA EL METRO. Pues bien. Todos los dias cuando salgo del metro y paso ante el escaparate que me tiene enloquecida, tan bien iluminado, tan bien colocado y tan, tan tentador, solo me limito a admirar aquello que para mi es un objeto de devocion. Y aunque estoy contenta porque mi cuerpo comienza a cambiar (ya sabes, "adios flotador, hola cintura") lo del escaparate aun no me lo puedo permitir. Aun no. A media manana, cuando salia con el Fleky, mi compi (el bicho raro de la ofi) a tomar un cafe, Dios, alli seguian en el escaparate, colocadas con mimo y en vistosos colores que me llaman a gritos: !Eva..., ven y comprame..., estoy aqui. ..., te sentare bien... te gustare! Pero yo me limito a admirar su variedad de tonos, blanco, negro, chocolate y me marcho, aunque se que al dia siguiente la tentacion seguira alli. Y digo yo ?te preguntaras a que se debe tanta contencion? Todo vino a raiz de que escuche mi tia Paqui decirle a mi madre en voz baja <> ?Que me estaba llamado mi tia? ?Fea? ?Gorda? ?Hortera? Al final voy a tener que creer lo que una vez dijo mi abuela Rufina, que en paz descanse, en referencia a mi hermana y a mi. Sus palabras textuales fueron: <>. !Ainsss abuela, que intuitiva, que intuitiva eras! Pero es que mi gemela y yo somos asi. Ella clase, yo pecado. Ella pija, yo del monton. Ella tiene un novio (el guindilla, un poco lelo pero no es mal chaval) y a mi, ni me miran los lelos. En fin, excepto en que ambas somos rubias, con ojos azules y como dos gotas de agua, en el resto no nos parecemos en nada. Pero hoy, mi querido diario, cuando mi jefe me ha dicho: <>, lo confieso; !HE PECADO! Y saltandome todo lo que durante tropecientos dias habia conseguido, me he liado la manta a la cabeza, he entrado en la preciosa tienda iluminada y, tras mirar a la glamurosa dependienta, he dicho sin ningun pudor, ni pausa. <>, y aqui me tienes escribiendote antes de irme a la cama, mientras me zampo las exquisitas palmeras y comienzo mis obligadas vacaciones. Ea, buenas nochessssssss. La zampa palmeras PITICLIN..., piticlin... piticlin... <> Piticlin... piticlin... piticlin.... <> Piticlin... piticlin... piticlin... --La madre que pario a Merche y al piticlin --grito como una posesa sentandome en la cama--. !Merche! ?quieres apagar el maldito despertador antes de que lo coja y te lo meta por un lugar donde estoy segura que no te va a gustar? No contesta, pero la rata que mi hermana llama perro me mira con sus ojos saltones. !Que fea eres hija mia, por Diosssss! --Merche, como vuelva a sonar el PITICLIN, voy a coger tu carisimo bolso y... !Por fin!, Merche, mi pijisima y espectacular hermana gemela, abre la puerta del bano y me mira con su angelical cara de barbie nordica. --Jopetas Evita, cosita tonta, no te pongas asi, churrita. --?Que no me ponga asi? --le grito mientras noto como mi cabeza va a comenzar a dar vueltas como la de la nina del exorcista--. ?Pero tu eres tonta del culo o que? Hoy es domingo y quiero dormir. ?Tan dificil es entenderlo?

  • Mi vida sin ti de Pat Casala

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    Ha pasado un ano desde que Swan y Steff se separaron tras una amarga discusion. Entre ellos existia una atraccion de alto voltaje, nada impedia que se enzarzaran en batallas verbales cada vez mas crudas y acabaran besandose con una pasion desbordante. Pero Swan se frenaba a tiempo, antes de cometer una locura porque habia demasiados obstaculos insalvables.
    Sabe que hizo lo correcto, pero no ha pasado ni un solo dia sin que esa decision le pesara. La desea, la recuerda a cada segundo con una necesidad furiosa de tenerla y no puede renunciar a ella ni un dia mas.

  • El misterio del asesino del mas alla de Robin Forsythe

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    Un detective excentrico de mente prodigiosa, un Watson frivolo pero fiel y entusiasta, una devota espiritista, fenomenos sobrenaturales. y dos hombres que aparecen misteriosamente muertos.

  • La catadora de Hitler de V.s. Alexander

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    ?Hitler se suicido o fue asesinado por uno de sus mas cercanos colaboradores? Basandose en la estremecedora historia de Margot Wolk, V. S. Alexander ha escrito un absorbente thriller que pone en duda lo que sabemos sobre la muerte del Fuhrer. Cuando los bombardeos de los Aliados comienzan a caer sobre Berlin, los padres de Magda deciden enviarla con sus tios a las montanas, donde le consiguen un trabajo en el Berghof, el lugar de descanso de Hitler. Tras una serie de rigurosos examenes fisicos y mentales, es asignada a la cocina. ?Su labor? Formara parte del grupo de mujeres dedicadas a catar los alimentos del Fuhrerpara asegurarse de que no esten envenenados. En medio de la belleza de los Alpes bavaros, poco a poco Magda se olvida de los horrores de la guerra y del peligro que arrastra su nuevo trabajo. Sin embargo esta aparente calma se esfumara cuando conozca al capitan de las SS Karl Weber, un conspirador que intenta convencerla de que el Fuhrer debe morir y ella es la pieza mas importante de un complot que pondra a prueba su inteligencia y lealtad. La novela inspirada en la vida de Margot Wolk, catadora del Fuhrer.

  • El cadaver que sostengo de Antonio Cremades

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    Estaba desnudo, tumbado boca arriba y cubierto por una sabana hasta el pecho. Apoyaba la cabeza sobre una mano, y con la otra me estaba peinando las cejas. En cuanto a mi picha, descansaba inerte sobre el muslo derecho, como un lagarto tomando el sol sobre una roca. Era la habitacion de una chica a la que habia conocido poco mas de una hora antes. Se llamaba Marisa. Habia sacado para mi un viejo colchon que guardaba debajo del suyo, supuse que para ocasiones como esta. El colchon estaba ahora en el suelo de la habitacion, a un metro de su cama. Ella se estaba lavando los dientes. Llevaba minutos en el bano y el grifo no dejaba de sonar. Me imagine que se estaba dando una ducha rapida, o quiza lavandose el papo en el bidet. Me parecio un gesto solidario, me habia comido cien chichis que olian a pis y a sudor tras toda una noche de copas. Yo habia salido a tomar canas con Hilario aquella tarde. Siempre que salia con el, ligaba. El, nunca. Y eso que era el el que entraba siempre a las tias, pero lo hacia de una manera arrogante y agresiva que indefectiblemente las ponia en guardia. Pese a esto, el jamas se planteo cambiar de tactica. Yo creo que le gustaba mas provocar que seducir. Lo peor de salir con el era que siempre se acercaba a las pavas por la calle, y a mi eso me ponia incomodisimo. Lo hacia freneticamente, sin parar. Si una pasaba de el, entraba a la que venia por alli, y luego a la siguiente. Yo no podia justificar de ninguna manera, ni ante las tias ni ante mi mismo, el hecho de que las hubieramos entrado: no podia haber otra razon que porque queriamos ligar con ellas, y eso les otorgaba un poder sobre nosotros, desnivelaba la situacion, no combatiamos en igualdad de condiciones. Era preferible que no estuvieran seguras de si uno estaba interesado en ellas o no, y eso solo era posible en situaciones aparentemente casuales: las dependientas, las camareras de las cafeterias, las companeras de clase. Tenia que haber un escenario que amparase mi relacion con ellas, algo que justificase que estuviera hablando con ellas. Que yo pudiera pasar tiempo con ellas por algo que teniamos en comun y que no implicase que la tia me molase. En realidad, ese dia solo habiamos estado bebiendo. No habiamos salido con intencion de mojar. Eran las seis de la manana. Volviamos andando por una calle del centro, hacia la parada del autobus, que ya empezaba a circular a esas horas. Estabamos hablando sobre las puertas que te abre el hablar idiomas, e Hilario decia que se habia quedado pasmado alguna vez que me habia escuchado hablar en frances. Yo no lo hablaba muy bien en realidad, pero estaba demasiado cansado como para discutir. De pronto, vio venir a dos tias en sentido contrario y se lanzo a por ellas. Me dijo que le siguiera la corriente, desoyendo mis suplicas para que nos volviesemos tranquilos a casa. Entonces empezo el circo para el. Le encantaban los enredos, las situaciones pintorescas. Les pregunto si les apetecia desayunar con el y con su amigo frances. A la mas bajita se le encendio la cara. Me pregunto en frances que si era frances, y le dije con una sonrisa timida que en realidad era belga. Entonces la conversacion se bifurco, y echamos los cuatro a andar hacia donde iban ellas, sin confirmar si se iba a desayunar o no. La bajita y yo ibamos delante hablando en frances, e Hilario iba detras con la otra. Yo me reia para mis adentros oyendolos. Hablaban mas alto que nosotros. Hilario estaba diciendo que me habia recogido esa tarde en el aeropuerto y que yo iba a pasar unos dias en su casa. Decia que le venia de perlas cada vez que yo lo visitaba porque yo tenia mucho dinero y no reparaba en gastos, asi que cada vez que yo me presentaba el se daba la vidorra a mis expensas. Le aseguro que podiamos pegarnos los cuatro un desayuno inolvidable, que total, iba a pagar yo. A la alta no parecia hacerle gracia. Mientras tanto, Marisa me iba explicando que ella habia estudiado tres anos de frances en la escuela de idiomas y que su sueno era vivir algun dia en Paris. Como ella tambien estaba oyendo lo que decian los de detras, me pregunto si yo confiaba en mi amigo, y que si hacia mucho que lo conocia. Yo le conteste con una sonrisa ingenua, como de turista japones, que si, que confiaba ciegamente en el, que la amistad para mi era lo mas importante. Entonces me dijo que tuviera cuidado, que habia algo en el que no le gustaba. Aunque Hilario no entendia ni jota de lo que ella me estaba diciendo, su discurso por detras no hacia sino reafirmarla: ya estaba en que los tres podian, si se lo sabian montar, vivir los proximos quince dias del bobo de su amigo. Para entonces acababamos de llegar a otra parada de autobus. La que iba con Hilario dijo que ella se iba, que no le apetecia desayunar. No se queria ni siquiera despedir de Hilario, que disfrutaba pidiendole un beso que todos los presentes sabiamos que no le daria. Le dijo a Marisa que se iba, que si la iba a acompanar o que. Estaba algo tensa. Marisa me miro con dulzura y me pregunto en frances que donde iba a dormir. Yo le dije que con mi amigo, claro. Entonces me dijo que ella tenia sitio en su casa y que no se quedaba tranquila si yo me iba con el. Yo le pregunte si estaba segura de que no molestaba, y ella me dijo que no, que lo preferia. Me despedi de Hilario y nos encaminamos despacio hacia su piso.

  • Venganza o pasion (Deseo Deseos Prohibidos) de Maxine Sullivan

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    Gemma Watkins se detuvo en seco mientras salia de la sala de espera del hospital. Un hombre alto avanzaba a grandes zancadas por el pasillo. Sus anchos hombros, su andar decidido le recordaban a... <>. En ese instante, el la vio. Dudo un instante y luego apreto el paso hasta que llego junto a ella. -Gemma... La voz de Tate se le deslizo por la piel provocandole un temblor de aprension. Aquel hombre habia sido su amante. El hombre del que habia estado enamorada. El hombre que le habia roto el corazon hacia casi dos anos. No se podia creer que fuera el. Tate Chandler era un empresario australiano que habia llevado el negocio familiar de relojes de lujo a un nivel nunca conocido hasta entonces y le habia dado un gran prestigio internacional. Era un hombre con una presencia imponente fuera cual fuera el lugar en el que se encontraba, tanto si se trataba de su despacho en una de las calles mas prestigiosas de Melbourne, su atico de lujo en uno de las zonas mas ricas de la ciudad o en los pasillos de aquel hospital. Era un multimillonario cuya poderosa apariencia iba mas alla de su increible atractivo. Todo lo que tocaba se convertia en oro y sus caricias tambien lo eran. Gemma lo sabia de primera mano. Trago el panico que se le formo en la garganta. -Hola, Tate. Los ojos azules de el recorrieron la larga melena rubia que cubria delicadamente los hombros de Gemma. Observo el rubor que tenia las mejillas y, entonces, entorno la mirada. -Espero que el hecho de que estes aqui sea una mera coincidencia. -No se a que te refieres. -Mi familia ha inaugurado hoy el nuevo pabellon de pediatria en memoria de mi abuelo. ?No te habias enterado? Ha salido en todos los medios de comunicacion. -No, no me habia enterado -replico ella. Habia estado demasiado ocupada trabajando y tratando de mantener la cabeza fuera del agua-. ?Significa eso que tu abuelo ha... muerto? -Hace tres meses. -Lo siento mucho. Bueno, tengo... -?Que es lo que estas haciendo aqui? -Estoy con... una persona. -?Se trata de un hombre? -Mmm... si. -Por supuesto que se trata de un hombre -se mofo el-. Nada ha cambiado en ese aspecto, ?verdad? -Esto no tiene nada que ver contigo, Tate. Adios. Hizo ademan de pasar al lado de el, pero Tate le agarro el brazo y la obligo a detenerse. -?Sabe ese pobre infeliz que es tan solo uno de muchos? -Yo... -?Tu que? ?Que no te importa? Creeme si te digo que se eso mejor que nadie. Aquellas palabras escocieron a Gemma. Se habia entregado de buen grado a Tate el dia en el que lo conocio en una fiesta celebrada por el arquitecto para el que ella trabajaba. Se habia enamorado instantaneamente de Tate. Despues de lo ocurrido con el, solo podia dar gracias a Dios por no haberle dicho lo que sentia. Por alguna razon, se habia reservado aquel secreto y habia conseguido mantener su orgullo intacto en parte cuando el le dio la espalda despues de llevar un mes de relacion. Durante las breves semanas que pasaron juntos, apenas salieron del atico de Tate. El mejor amigo de Tate era el unico que conocia su relacion. El recuerdo de todo lo ocurrido le hizo echarse a temblar. Aquel inesperado encuentro resultaba muy injusto, pero, a pesar de todo, no podia decirle a Tate la verdad. No podia. Podria ser que el decidiera... -Ah, ahi estas, Gemma -dijo una voz femenina a pocos metros de distancia. Gemma contuvo el aliento y se volvio a mirar a la enfermera que salia de la sala de reanimacion-. Esta bien, cielo -anadio, Deirdre, la enfermera, antes de que ella pudiera preguntar-. Y ya se ha despertado. -!Gracias a Dios! -exclamo. Gemma se olvido de Tate cuando un intenso alivio se apodero de ella. Era una operacion sin importancia, pero, como toda cirugia, no estaba exenta de riesgos. Deirdre observo a Tate y vio que el tenia agarrada a Gemma por el brazo. Entonces, fruncio el ceno. Gemma comprendio que tenia que actuar con rapidez. Se sobrepuso a lo que se sentia y esbozo una sonrisa tranquilizadora. No queria tener que dar explicaciones de nada. Por eso, cuanto antes se alejara de Tate, mejor. -Ya voy, Deirdre. Muchas gracias. La enfermera permanecio inmovil un instante antes de que pareciera que aceptaba que no habia ningun problema. -En ese caso, voy a decirle a Nathan que mama va a ir a verlo enseguida. Con eso, la enfermera regreso a la sala de reanimacion. -?Tienes un hijo? -Si -respondio. No podia negarlo. De repente, la expresion de Tate reflejo una cierta dosis de sospecha. -?Y se llama Nathan? Gemma asintio. -El nombre de mi abuelo era Nathaniel. -Es un nombre bastante comun -repuso ella mientras se maldecia en silencio por haberse permitido aquella unica debilidad. De repente, el lanzo una maldicion. Entonces, solto el brazo de Gemma y se le adelanto. Ella, como una fiera, se coloco delante de Tate y se interpuso entre la puerta y el. -Solo tiene diez meses, Tate -mintio. -?Es de Drake? -!No! Tate nunca la habia considerado inocente en lo que se referia a lo ocurrido con su amigo. Drake Fulton siempre la habia puesto nerviosa dado que se mostraba demasiado amistoso cuando Tate los dejaba a solas juntos, dejando bien claro que la deseaba. Al final, no la habia conseguido, pero se habia asegurado de que Tate tampoco se quedara con ella. -Por lo tanto, tu hijo es de otro hombre. -Si. De el. Rezo para que Tate se diera la vuelta y se marchara. Por el contrario, el la sorprendio y siguio avanzando. Ella lo alcanzo rapidamente. Estaba muy preocupada. -?A... adonde vas? Tate siguio andando en direccion a la sala de reanimacion. -Bueno, me has mentido antes. -No te menti. Yo... Gemma tuvo que esquivar a una joven pareja que andaba por medio del pasillo y luego volvio a alcanzar a Tate. El la ignoro y apreto el boton que habia en el exterior de la sala de reanimacion para abrir las puertas. Gemma entro con el. Deirdre estaba atendiendo a uno de los pacientes. Ella vio como examinaba la sala y como su mirada reparaba en una cuna que estaba mas alla del puesto de enfermeras, apartada del resto de las camas. En ese momento, practicamente con un movimiento sincronizado, los dos echaron a andar. Se detuvieron cuando llegaron junto a la cuna, en la que un nino muy pequeno de cabello rubio jugaba con un osito de peluche. Nathan levanto la mirada y Gemma contuvo el aliento. Tate no podia saberlo. Simplemente no podia... Entonces, Tate se volvio para mirarla. Tenia el rostro muy palido, pero parecia querer asesinarla con la mirada. Ella iba a pagar muy caro por lo que habia hecho. *** Tate sintio que la respiracion se le cortaba en el momento en el que el nino levanto la mirada y le atrapo el corazon para siempre. Durante un instante, Tate estuvo a punto de desear que el nino no fuera suyo, que pudiera darse la vuelta, salir huyendo y no tener que ver a Gemma nunca mas. No queria que ella volviera a formar parte de su vida. Sin embargo, con una mirada habia sido suficiente. Aquel nino era su hijo. El no iba a irse a ninguna parte. Justo en aquel momento, el nino vio a su madre. Dejo el osito y le ofrecio los brazos mientras empezaba a llorar. Gemma empezo a sollozar y echo a correr hacia la cuna para tomarlo en brazos. -Calla, carino. Mama esta aqui -murmuro mientras lo abrazaba carinosamente para tranquilizarlo. -?Que es lo que le ocurre? -pregunto Tate. -Han tenido que ponerle una especie de drenaje en los oidos. Tenia una otitis detras de otra y los antibioticos ya no funcionaban. Sin el drenaje, podria sufrir perdida de audicion y eso podria afectarle al lenguaje y al desarrollo en general. A pesar de que parecia ser algo muy serio, Tate sintio que la tension desaparecia. Dio gracias a Dios porque no fuera nada grave. Entonces, recordo las mentiras de Gemma y la tension volvio a aduenarse de el. -?No se te ocurrio decirmelo? -le espeto en voz baja, consciente del resto de personas que habia en la sala. -?Y por que iba a hacerlo? -Porque este nino es mio, maldita sea. Gemma abrazo con fuerza a su hijo. -No. No es tuyo. -No me mientas, Gemma. Tiene mis ojos. El miedo se apodero de ella. -No. Tiene el cabello rubio como yo. Se parece a mi. No se parece a ti en absoluto. Y, ademas, solo tiene diez meses. Efectivamente, Nathan se parecia a ella... a excepcion de los ojos. -Es mio. Y tiene un ano. Yo lo se y tu tambien. -Tate, por favor... -susurro ella-. No creo que este sea el lugar o el momento apropiado para hablar de esto. -Gemma... -insistio el. Tenia que saberlo. Tenia que estar seguro. Ella se echo a temblar. Entonces, suspiro profundamente. -Esta bien. Si, es tuyo. Al oir aquellas palabras en voz alta, Tate se sintio como si estuviera siendo engullido por una ola. Durante un instante, no pudo respirar. Entonces, miro a su hijo. Queria tomarlo en brazos y sentir el momento, pero, por mucho que lo deseara, se imagino que habia que tomarse con calma la situacion. Gemma parecia estar aterrorizada. -?Que... que es lo que vas a hacer ahora? -En primer lugar, haremos una prueba de paternidad. Ella lo miro asombrada. -?Pero no estabas tan seguro de que es hijo tuyo? -Lo estoy, pero quiero que no quede duda alguna al respecto. Ademas, no seria la primera vez que me has enganado, ?verdad?

  • La senora Harris en Nueva York de Paul Gallico

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    La senora Ada Harris y la senora Violet Butterfield, que vivian respectivamente en los numeros 5 y 9 de Willis Gardens Street, en el barrio londinense de Battersea, se estaban tomando la taza de te de todas las noches en el pisito de la primera de ellas, una casa pulcra y adornada con flores, en el semisotano del numero 5. La senora Harris era senora de la limpieza, de ese tipo robusto y tipico de Londres que se pasa el dia yendo de un lado a otro dispuesta a adecentar la ciudad mas grande del mundo; su amiga de toda la vida y companera del alma, la senora Butterfield, era cocinera por horas y tambien limpiaba. Las dos atendian a una elegante clientela de Belgravia, donde corrian diversas aventuras a lo largo de la jornada, enterandose tambien de algun que otro chisme interesante de los excentricos personajes para los que trabajaban. Por las noches se juntaban para tomar una ultima taza de te y contarse esos chismes. La senora Harris rondaba los sesenta anos, era baja y enjuta, tenia unas mejillas que parecian manzanas glaseadas y unos ojillos traviesos. Aunque tenia un lado muy eficiente y pragmatico, tendia a idealizar las cosas, al optimismo y a ver la vida muy simplificadamente, en blanco o negro. La senora Butterfield, tambien de unos sesenta anos, era una mujer rechoncha, sinuosa y temerosa, de un pesimismo absoluto, que imaginaba que todo el mundo, ella incluida, vivia siempre al borde del desastre. Estas dos buenas senoras eran viudas desde hacia muchos anos. La senora Butterfield tenia dos hijos casados, y ninguno de ellos la ayudaba a mantenerse, cosa que no le extranaba; le habria sorprendido que lo hubieran hecho. La senora Harris era madre de una hija casada que vivia en Nottingham, a la que escribia todos los jueves por la noche. Las dos llevaban una vida provechosa, ocupada e interesante, se brindaban apoyo fisico y espiritual, y se consolaban en su soledad. Habia sido la senora Butterfield quien, al ocuparse temporalmente de los clientes de la senora Harris, habia hecho posible que esta cogiera un avion a Paris con el emocionante y romantico objetivo de comprarse un vestido de Dior, un trofeo que ahora colgaba de su armario y que le recordaba a diario lo maravillosa y trepidante que puede ser la vida para alguien con un poco de energia, tenacidad e imaginacion. Comodas y a gusto en el pulcro piso de la senora Harris, bajo el resplandor de la pantalla de la lampara, con la caliente y fragante tetera debajo de la funda amarilla y florida que la senora Butterfield le habia tejido por Navidad, las dos mujeres se contaban los acontecimientos del dia. La radio estaba encendida y de ella salia una serie de ruidos horribles atribuibles a la grabacion hecha por un tal Kentucky Claiborne, cantante estadounidense de musica hillbilly. [?]Y le dije a la condesa: <> -contaba la senora Harris[?]. Que tacana es esa mema. <>, me contesto, <>. !Que nos sirva un ano mas! Cada vez que toco el condenado trasto, me suelta una descarga que me baja hasta los pies. Le he dado un ultimatum. <> [?]declaro. Echar las llaves de un piso por la ranura de un buzon era la forma clasica en que una senora de la limpieza anunciaba su dimision. La senora Butterfield le dio un sorbo al te. [?]No lo comprara -aseguro en tono sombrio[?]. Conozco a las personas como ella. Todo el dinero se lo gastan en si mismas, lo demas les da igual. Desde el altavoz de la pequena radio de mesa, Kentucky Claiborne cantaba entre gemidos: Adios con un beso, mi mustang querido, adios con un beso a lo que hemos sido. Los malos me han pegado un tiro, me temo que he sido abatido. Adios con un beso, mi mustang querido. [?]!Buf! -exclamo la senora Harris[?]. Ya no aguanto mas esos quejidos. Tesoro, quita eso, por favor. Obedientemente, la senora Butterfield se inclino y apago la radio mientras comentaba: [?]Hay que ver la pena que da que al hombre le peguen un tiro y luego quiera darle un beso a su caballo. Ahora nunca sabremos si llega a hacerlo. Sin embargo, si llegaron a enterarse, ya que por lo visto los vecinos eran grandes seguidores del cantante de baladas norteamericano, y todo el folletin de tragedias y amores del Lejano Oeste se filtro por las paredes. Otro ruido distinto llego a la cocina en la que estaban las dos mujeres: un leve golpe seco y despues un aullido de dolor, tras los cuales el volumen de la radio subio enseguida para que el punteo de la guitarra y los grunidos nasales de Kentucky Claiborne tapasen los sollozos. Las dos senoras se irguieron inmediatamente, con un gesto triste y muy preocupado. [?]Que gentuza -susurro la senora Harris[?], estan volviendo a zurrar al pobre Henry. [?]Ay, pobre criatura -dijo la senora Butterfield, y anadio[?]: Ya no le oigo. [?]Por eso han subido la radio. Ada se acerco a un punto de la pared en el que era evidente que antes habia una compuerta y en el que el tabique era mas fino, y lo golpeo fuertemente con los punos. Casi en el mismo momento le contestaron con los mismos golpes. Acerco la boca al tabique y grito: [?]Oigan, dejen de pegar al nino. ?Quieren que llame a la policia? La respuesta del otro lado de la pared fue clara y concisa: [?]Vayase a freir esparragos -le espeto una voz masculina[?]. ?Quien esta pegando a nadie? Las dos mujeres esperaron cerca del tabique, angustiosamente atentas, pero no oyeron nuevos sintomas de sufrimiento, y al poco tambien perdio intensidad el ruido de la radio. [?]!Que gentuza! -repitio la senora Harris[?]. El caso es que no le pegan lo bastante fuerte para dejar marcas, porque si no podriamos llamar a la Sociedad Nacional para la Prevencion de la Crueldad contra los Ninos. Manana les dire muy claro lo que pienso. La senora Butterfield aseguro, abatida: [?]No servira de nada, despues se desquitaran con el y ya esta. Ayer le di un trozo de bizcocho que me habia sobrado de la merienda. Madre mia, como se abalanzaron sobre el esos mocosos de los Gusset, se lo quitaron antes de que pudiera llevarselo a la boca. De pronto aparecieron dos lagrimas de frustracion y rabia en los ojos azules de la senora Harris, que solto una retahila de palabras muy malsonantes e irreproducibles para describir a los vecinos, la familia Gusset. La senora Butterfield le dio unos golpecitos en la espalda a su amiga y dijo: [?]Vamos, vamos, querida, no te alteres. Es una pena, pero ?que podemos hacer? [?]!Algo! -respondio la senora Harris con ahinco. Luego repitio[?]: Algo. Es que no lo aguanto. Es un chiquillo adorable. -Le aparecio un brillo en la mirada[?]. Seguro que si yo fuera a Estados Unidos podria encontrar a su padre sin demasiadas complicaciones. En algun sitio tiene que estar, ?no? Sufriendo mucho por su pequeno, sin duda. El rostro regordete de la senora Butterfield adopto un gesto de espanto, la papada se le empezo a agitar y sus labios, a temblar. [?]Ada -dijo con voz tremula[?], no estaras pensando en viajar a Estados Unidos, ?verdad? Recordaba muy bien que, en una ocasion anterior, a la senora Harris se le habia metido entre ceja y ceja que lo que mas deseaba en el mundo era un vestido de Dior, y que despues se habia tirado dos anos apretandose el cinturon y ahorrando; luego habia cogido un avion a Paris y habia vuelto triunfante con el vestido. A la senora Butterfield le causo gran alivio ver que lo que su amiga era capaz de hacer tenia un limite, ya que esta anadio, apenada: [?]Pero ?como iba a hacerlo? Aunque esto me parte el corazon. No aguanto ver como maltratan a un nino. Esta tan flaco que no puede ni tenerse en pie. Todo Willis Gardens conocia la historia del pequeno Henry Brown y los Gusset, una tragedia de la epoca posterior a la guerra que, desgraciadamente, se repetia demasiadas veces. En 1950, George Brown, un joven piloto norteamericano destinado en alguna base aerea, se habia casado con una joven camarera del pueblo mas cercano, una tal Pansy Cott, con la que habia tenido un hijo llamado Henry. Cuando, al acabar su periodo de servicio, a George Brown lo volvieron a enviar a Estados Unidos, la mujer se nego a acompanarlo, se quedo en Inglaterra con el nino y exigio una manutencion. Brown regreso a su pais y fue mandando el equivalente a dos libras semanales para el cuidado del pequeno. Tambien se divorcio de su mujer. Pansy y Henry se trasladaron a Londres, donde ella encontro trabajo y tambien conocio a otro hombre, que mostro interes por el matrimonio. Sin embargo, no queria tener nada que ver con el nino, y el precio que puso para convertir a Pansy en una mujer decente fue que se desembarazara de el. Ella no tardo en dejar al pequeno Henry, que por aquel entonces tenia tres anos, en casa de una familia apellidada Gusset, que vivia en Willis Gardens y que ya tenia seis hijos; se caso con su novio y se mudo a otra localidad. A lo largo de tres anos, la libra semanal que Pansy habia acordado pagar a los Gusset para que se ocuparan del pequeno Henry (con lo que claramente se sacaba una libra de beneficio) no dejo de llegar, y el nino, aunque tampoco es que se atiborrase de comida gracias a semejante opulencia, no vivia en condiciones mucho peores que los hermanos Gusset. Pero un dia la libra no llego, y a partir de entonces no volvio a hacerlo. Pansy y su nuevo marido se habian esfumado y no hubo modo de dar con ellos. Los Gusset tenian una direccion del padre, George Brown, en Alabama. Una carta que mandaron a estas senas, en la que pedian dinero, les fue devuelta con una inscripcion sellada que decia <>. La familia se percato de que no podia deshacerse del nino, y a partir de entonces las cosas se pusieron feas para Henry. Desde ese momento, en el barrio quedo claro que los Gusset, que ya tenian fama de ser una familia parecida a los Juke, 1 estaban tomando represalias contra el nino. Henry se convirtio en gran motivo de preocupacion para las dos viudas que vivian a izquierda y derecha de los Gusset, pero sobre todo para la senora Harris, a quien conmovia el infeliz chiquillo, legalmente huerfano, cuya desgracia se le aparecia en suenos por las noches y tambien en sus ensonaciones diurnas. Si los Gusset lo hubieran tratado con mayor brutalidad, la senora Harris podria haber tomado alguna medida inmediata y drastica en cooperacion con la policia. Pero los vecinos eran demasiado listos para hacer algo asi. Nadie sabia a ciencia cierta a que se dedicaba el padre para mantener a la familia, pero su actividad se desarrollaba en el Soho, a veces de noche, y en general se opinaba que estaba relacionada con algo turbio. Fuera cual fuera esa actividad, se sabia que a los Gusset les inquietaba en especial llamar la atencion de la policia, y por lo tanto, en lo que respectaba al pequeno Henry, cumplian la ley al pie de la letra. Estaban muy al tanto de que, cuando habia un nino de por medio, la policia solo podia actuar en casos de crueldad extrema y visible. Nadie podia decir con exactitud hasta que punto el chico pasaba hambre o se le infligian lesiones. Pero la senora Harris sabia que habian convertido su vida en un infierno continuo de raciones escasas, bofetones, golpes, pellizcos e insultos, con los que los Gusset se vengaban de el por la desaparicion del dinero. Henry era el criado y la victima de esta desastrada familia, y cualquiera de los seis hijos, cuatro chicos y dos chicas entre los tres y los doce anos, podia darle patadas, pellizcarlo y ofenderlo con impunidad. Aunque lo peor de todo era que el nino se estaba criando sin amor ni carino de ninguna clase. Al contrario: lo odiaban, y esto era lo que mas dolia tanto a la senora Harris como a la senora Butterfield. La senora Harris tambien habia recibido bastantes golpes; en su mundo eran algo que se esperaba y se aceptaba, pero ella era de naturaleza calida y acogedora y habia conseguido criar a una hija; lo que veia del nino de al lado y del trato que recibia empezo a causarle un dolor y una inquietud continuos, a convertirse en algo que siempre le rondaba la cabeza, de lo que nunca se olvidaba del todo. Muchas veces, cuando, en consecuencia con su caracter, estaba contenta, animada, sin preocupaciones y entregada por completo al trabajo, a sus clientes y a sus amigos, se acordaba de pronto y con gravedad de la desgracia del pequeno Henry. Entonces se sumia en una de sus ensonaciones, de esas que en torno a un ano antes la habian llevado a emprender la gran aventura de su vida en Paris. La nueva ensonacion tenia el tono de las historias romanticas a las que era muy aficionada, y que leia en las revistas que muchas de sus clientas le pasaban cuando ya las habian terminado. La opinion de la senora Harris, trasladada a sus ensonaciones, era que Pansy Cott, o fuera cual fuera ahora su nuevo apellido, era la mala de la historia; Brown, el piloto desaparecido, el heroe; y el pequeno Henry, la victima. Entre otras cosas, estaba convencida de que el padre seguia manteniendo al nino, y de que Pansy se quedaba con el dinero. Todo era culpa de Pansy: ella se habia negado a acompanar a su marido a Estados Unidos, que era lo que le dictaban sus obligaciones de mujer casada; ella habia apartado a Brown del nino; ella, para contentar a un novio, habia colocado al chiquillo en casa de esa monstruosa familia; y, por ultimo, ella se habia esfumado con el botin y habia abandonado al pequeno a su espantosa suerte. George Brown, por otro lado, era uno de esos hombres nobles por naturaleza; seguramente, en los anos transcurridos se habia hecho rico, que era lo tipico en Estados Unidos. A lo mejor se habia vuelto a casar, a lo mejor no, pero se hallara donde se hallara estaria anorando a su Henry perdido. Esta valoracion de George Brown se basaba en lo que la senora Harris habia visto de los soldados estadounidenses destinados en Inglaterra, que siempre le habian parecido simpaticos, de buen corazon, generosos y especialmente carinosos y atentos con los ninos. Recordaba que, durante la guerra, nunca habian dejado de compartir su racion de dulces con los chiquillos que vivian en las inmediaciones de sus bases. Tendian a ser ruidosos, gritones, fanfarrones y derrochadores, pero, cuando se les acababa conociendo, en el fondo eran mas buenos que el pan. Evidentemente, tambien eran las personas mas ricas del mundo; la senora Harris erigio una especie de palacio de fantasia en el que en esos momentos debia de estar viviendo George Brown, y donde el pequeno Henry tambien podria estar disfrutando de lo que le correspondia por derecho de nacimiento, si su padre estuviera al tanto de sus desventuras. No le cabia la menor duda de que, si de un modo u otro pudiera encontrar al senor Brown y ponerle al corriente de la situacion, este haria acto de presencia, tras haber viajado en un avion a reaccion mas veloz que el sonido, para recuperar a su hijo y alejarlo de la tirania y la esclavitud a que lo tenian sometido los espantosos Gusset. Solo hacia falta que un hada madrina tirara levemente de los hilos del Destino y pusiera el mecanismo en marcha. Tanto le afectaban los padecimientos del pequeno Henry que no tardo en considerar que ella era esa hada madrina. En esa ensonacion, de un modo u otro, se trasladaba a los formidables Estados Unidos de America, donde, gracias a una mezcla de astucia y suerte, encontraba casi enseguida al desaparecido George Brown. Mientras la senora Harris le contaba la historia del nino, el padre empezaba a llorar, y, cuando ella terminaba, el ya estaba sollozando sin freno. <> Era una ensonacion muy feliz. Sin embargo, como se ha dicho antes, la senora Harris no era unicamente dada a construir castillos en el aire. Era realista, pragmatica, y sabia perfectamente cual era la situacion del pequeno Henry y de los Gusset; tambien, que nadie habia podido localizar al padre, a lo que se sumaba el hecho de que tampoco nadie lo habia intentado de veras. Por debajo de esos suenos estaba la certeza creciente de que, si se le presentaba la ocasion, trataria de encontrarlo; una certeza a la que no restaba la menor intensidad la circunstancia de que solo supiera de el que se llamaba George Brown y habia sido miembro de las Fuerzas Aereas de Estados Unidos. II En el fondo de su corazon, la senora Harris sabia muy bien que, para ella, un viaje a Estados Unidos era tan improbable como uno a la luna. Era verdad que habia llegado a cruzar el canal de la Mancha, y que gracias a los aviones el oceano Atlantico solo era una masa de agua que se podia sobrevolar a toda velocidad, pero las consideraciones practicas de los gastos, la manutencion, etcetera, hacian que un viaje asi le resultara inalcanzable. Habia conseguido ir a Paris y materializar su sueno despues de dos anos de ahorros y economias, pero ese esfuerzo habia sido de los que se hacen una vez en la vida. Ahora era mayor y consciente de que ya no se veia capaz de intentar reunir la cantidad necesaria de libras para financiar semejante expedicion. Tambien era verdad que l'af aire Dior se habia iniciado porque habia ganado cien libras en una quiniela de futbol, sin las cuales quiza no habria llegado a emprender la tarea de ahorrar otras trescientas cincuenta. Seguia jugando a las quinielas, pero sin la honda conviccion gracias a la cual a veces la fortuna sonrie. Y sabia perfectamente que ese tipo de rayo nunca caia dos veces en el mismo sitio. Sin embargo, en el mismo momento en que al pequeno Henry, silenciado por los espantosos aullidos de Kentucky Claiborne, lo estaban zurrando en la cocina del numero 7 de Willis Gardens, y mientras lo mandaban a la cama mal alimentado una noche mas, el Destino ya estaba preparando el terreno para un cambio asombroso que iba a producirse no solo en la vida del nino, sino tambien en la de Ada Harris y la senora Butterfield. No se obro ningun milagro, ni hubo nada sobrenatural; solo paso que dos grupos de hombres se reunieron frente a frente en una mesa de direccion de la sala de juntas y reuniones de un gigantesco estudio de Hollywood, de cine y television, a nueve mil quinientos kilometros de distancia, mientras se lanzaban miradas asesinas con toda la mala fe que pueden llegar a albergar unos hombres codiciosos, enzarzados en una lucha por el poder. Despues de siete horas, ciento tres cafes y cuarenta y dos Havana Perfectos, la maldad de las miradas no se habia atenuado, pero la batalla habia terminado. Se envio un cablegrama que tuvo consecuencias directas e indirectas en la vida de un extrano conjunto de personas, algunas de las cuales ni habian oido hablar de la North American Pictures and Television Company Inc. Entre los clientes a cuya casa la senora Harris <> no solo con regularidad sino tambien con entusiasmo, pues tenia sus preferencias, estaban el senor Joel Schreiber y su mujer, que vivian en un piso de seis habitaciones en la ultima planta de una de las casas reformadas de Eaton Square. Joel y Henrietta Schreiber eran una pareja de estadounidenses, de mediana edad y sin hijos, que llevaban tres anos instalados en Londres, donde el senor Schreiber trabajaba de representante y director de distribucion en Europa de la North American Pictures and Television Company. Habia sido gracias a la bondad de Henrietta Schreiber como la senora Harris habia podido cambiar sus libras, que tanto le habia costado ganar, por los necesarios y exportables dolares que le habian permitido pagar el vestido de Dior en Paris. Ni una ni otra habian tenido la menor idea de que al hacerlo estaban violando la ley. Tal como lo veia la senora Schreiber, ?acaso no iban a seguir las libras estando con ella en Inglaterra, sin salir del pais, que era lo que querian los britanicos? Tambien es cierto que la senora Schreiber era una de esas personas aturulladas que nunca llegan a entender del todo como funcionan las cosas, o como deben funcionar. Con la ayuda diaria y los consejos de la senora Harris, la mujer habia llegado a acostumbrarse a llevar una casa en Londres, a ir de compras por Elizabeth Street y a cocinar ella sola, mientras, gracias a la energica aparicion de Ada dos horas al dia, su piso estaba impoluto. Era muy probable que, si surgian contratiempos o un cambio repentino, a la senora Schreiber le diera un ataque. Al ser una persona que, antes de instalarse en Inglaterra, se habia visto obligada a aguantar al tipo de servicio domestico disponible en Hollywood y Nueva York, Henrietta era una ferviente admiradora de la rapidez, eficiencia y facilidad para que el polvo desapareciera de la senora Harris, y, sobre todo, de su capacidad de lidiar con casi cualquier situacion que se presentase. Joel Schreiber, como el soldado raso de Napoleon que portaba una vara de mariscal en el macuto, llevaba en el maletin un sello de presidente de una gran empresa imaginaria. Era un tenaz hombre de negocios que habia ido ascendiendo en la North American Pictures, que habia pasado de recadero a su puesto actual, pero siempre en el ambito ejecutivo; tambien tenia aspiraciones vinculadas a las artes y las letras, y sonaba con lo que haria si fuera presidente de la North American, una posibilidad tan remota que ni siquiera llegaba a comentarla con su Henrietta. El puesto que ocupaba el senor Schreiber no llevaba a la presidencia, ni a la creacion de estrategias, ni a reuniones con las grandes y medianas estrellas del sector del cine y la television. No obstante, cuando termino la reunion en Hollywood mencionada anteriormente y se mando el cablegrama, este tuvo como destinatario nada mas y nada menos que a Joel Schreiber, con las instrucciones de que trasladara tanto su despacho como su domicilio a Nueva York para ejercer durante cinco anos de presidente de la North American Pictures and Television Company Inc. Dos facciones de poder que luchaban por el control de la empresa, ninguna de las cuales era lo bastante fuerte para imponerse a la otra, proximas al agotamiento, habian accedido al fin a nombrar a Schreiber, un candidato inesperado y ajeno a ambas; por consenso, acabaron convirtiendolo en presidente de la North American. Despues del cablegrama que Schreiber recibio en su despacho esa tarde, se produjeron conferencias telefonicas, milagrosas conversaciones en <> celebradas con oceanos y continentes de por medio, en las que cinco personas (una en Londres, dos en California, dos en Nueva York) hablaron por telefonos distintos y lo hicieron como si todas estuvieran en la misma sala, y cuando el senor Schreiber, un hombrecillo fornido de mirada inteligente, llego a casa a ultima hora de esa tarde, estaba que no cabia en si por la ilusion y las noticias. No pudo contenerse, lo solto todo de golpe en cuanto cruzo la puerta. [?]Henrietta, !lo he CONSEGUIDO! Tengo que contarte una novedad, una importante. Soy presidente de la North American Pictures, !soy el responsable de todo! Van a ponerme una oficina en Nueva York. Tenemos que irnos dentro de dos semanas. Vamos a vivir en un piso enorme de Park Avenue, la empresa ya me ha buscado uno; es un atico, un duplex. Henrietta, ahora soy el mandamas. ?Que te parece? Formaban una pareja carinosa y afectuosa, asi que en primer lugar se abrazaron; a continuacion, el senor Schreiber dio unos pasos de baile con Henrietta, hasta que ella empezo a jadear mientras su corpulento y acogedor cuerpo se agitaba. [?]Te lo mereces, Joel -le dijo[?]. Lo tendrian que haber decidido hace mucho tiempo. Entonces, para tranquilizarse y ordenar las ideas, se acerco a la ventana y contemplo la sosegada y arbolada sombra de Eaton Square, con la calzada que la atravesaba por la mitad, y con una punzada penso en cuanto se habia acostumbrado a esa vida apacible, cuanto le habia gustado, y cuanto habia temido que la volvieran a llevar al barullo y el ritmo frenetico de Nueva York. Schreiber se paseaba entusiasmado por la casa, incapaz de sentarse, mientras docenas de pensamientos, grandes emociones e ideas nuevas, relacionados con su nueva posicion superior, le venian a la cabeza; de pronto se detuvo y solto: [?]Henrietta, si hubieramos tenido un hijo, ?no habria estado orgulloso de su padre ahora mismo? La frase se le clavo a la mujer en el corazon, donde se quedo temblando como un dardo lanzado a una diana. Sabia que aquello no pretendia ser un reproche, porque su marido no era un hombre de esos; eran palabras que solo surgian de las ganas que el habia sentido tanto tiempo de ser padre, ademas de marido. Y, ahora que de un dia para otro se habia convertido en alguien importante, ella entendia que ese deseo hubiera cobrado mayor intensidad. Cuando se aparto de la ventana, tenia lagrimas al borde de los ojos y solo pudo decir: [?]Ay, Joel, pero que orgullosa estoy de ti. El vio enseguida que la habia herido; se acerco a ella, le paso un brazo por los hombros y le dijo: [?]Oye, Henrietta, no me malinterpretes. No te eches a llorar. Somos una pareja muy afortunada. Ahora somos importantes. Piensa en lo bien que lo vamos a pasar en Nueva York, en las cenas que vas a organizar para un monton de gente famosa. Como suele decirse, seras la anfitriona perfecta, ya lo veras.

  • Tu eres mi hogar (California 3) de Blanca Tunez Navarro

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    Despues de varios anos, Meredith aun no ha conseguido superar ese momento traumatico que marcaria su vida para siempre. Ser cirujana pediatrica en Minnesota le absorbe mucho tiempo, a eso se le unen las horas de gimnasio y su negativa a darse otra oportunidad porque no se siente preparada.Nick continua cerca, expectante a cualquiera de sus movimientos para tener la oportunidad de hacerle cambiar de opinion respecto a los hombres y, sobre todo, de si misma.Danny, el hermano de Nick, tiene que hacer frente a una serie de acontecimientos que se desencadenaran a raiz de conocer a Megan, esa mujer de ojos castanos que no saldra de su mente con facilidad.?Sera Meredith capaz de afrontar el pasado y mirar hacia el futuro? ?Formara Nick parte de ese futuro?

  • La chica de guantes negros (Saga completa) de Juan De Haro

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    Teddy Benson, un chico solitario de dieciseis anos, conoce a su nueva vecina cuya enfermedad le obliga a usar guantes. Mientras nace entre ellos una oscura amistad capaz de producir cambios en el comportamiento del muchacho, un cadaver tras otro son encontrados en Silverston con extranas manchas rosas. Ken Parker, ayudante de jefe de policia y reacio a los problemas, comienza a investigar los hechos y descubre que las manchas rosas estan relacionadas con el caso que le obligo a abandonar Chicago anos antes y que regresa para torturarle. ?Podra cerrar el caso que marco su vida de una vez por todas? ?Que relacion existe entre el pasado de Parker y los seis cadaveres?

  • Reinos de Cristal 1 de Encarna Abad

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    El futuro del reino de Castilla esta en manos del destino. Descubre en la saga Reinos de Cristal y en este primer volumen, La Comitiva del Milagro los avatares de una comitiva real que se dirige al reino de Portugal con una mision: Traer una nueva esposa para el principe Enrique de Castilla.
    Su padre, el rey Juan II, quiere zanjar el fracaso de su primer matrimonio, pues el futuro rey; Enrique IV, quedara a merced de las intrigas cortesanas, ante la falta de un heredero al trono."
    El azar hace que se entrecrucen las vidas del rey Enrique IV de Castilla, llamado el Impotente y la de Manuel Acosta, un joven portugues que huye por salvar la suya.
    Las dificultades continuan y las intrigas se apoderan de la corte... ?Como hacer que Enrique y Juana engendren un hijo? Solo el poder de la ciencia... y la mano de Dios, en forma de Milagro pueden conseguirlo...

  • La decision de John (Slow Death 5) de Antiliados

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    John Wells, bajista del grupo Slow Death, siempre se ha caracterizado por ser una persona serena, que se preocupa por los suyos, hasta incluso se podria decir que en ocasiones demasiado. Sin embargo, todo su mundo se ve agitado cuando Nate el primo de la esposa de su amigo Henry, aparece con la intencion de conquistarle y remueve sus sentimientos.
    No obstante, John, aloja en su corazon el recuerdo del primer amor. Una mujer que ha cambiado tanto en los ultimos anos que ni el mismo la reconoce cuando regresa a su vida.

  • Forever You de Estelle Maskame

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    La gente cree que Tyler lo tiene todo… aunque el sabe que no tiene nada.
    Una novia alucinante, un coche imponente, una vida llena de fiestas y admiracion: parece que no le falta ni un detalle para una vida deslumbrante. Pero Tyler se siente roto, y solo el sabe el motivo. Una realidad dramatica que oculta a todo el mundo, aunque este destrozandole por dentro. Hasta que Eden aparece y todo estalla en mil pedazos. Ella es la unica capaz de ver mas alla de las apariencias, de atravesar la imagen de chico malo, de descubrir su vulnerabilidad. Y eso es algo que Tyler no se puede permitir…

  • Memoria de la nieve de Julio Llamazares

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  • Mentiras Inocentes de Mayka L. Carrion

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    ?Y si uno de tus vecinos o amigos fuera un asesino?

  • Tras el grito, Johann Hari de Johann Hari

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    El periodista Johann Hari se embarco en un viaje epico de tres anos de duracion y cerca de 50.000 kilometros con el fi n de desvelar los secretos de la guerra contra las drogas; y de esa manera pudo constatar que existe una disparidad asombrosa entre lo que nos han transmitido y lo que en realidad sucede.

  • Cameron (Senoritas americanas 2) de Scarlett O'connor

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    Una serie que no defrauda, con personajes femeninos fuertes que luchan por su lugar, y hombres que estan a la altura.
    -Melanie Rogers.

  • Tu. Yo. Ahora. de Mercedes Alvarez

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    "Se te cayo la bufanda." Lola me quito la bufanda sin siquiera mirarme. Cuando mis dedos rozaron los suyos, ella no se dio cuenta. "A tu orden" Las palabras salieron sarcasticamente, poniendo enfasis en sus modales olvidados. Pero incluso entonces, no levanto sus ojos para encontrarse con los mios. No se detuvo ante mi presencia mas de lo que tardo en sacar la bufanda de mis manos. Una bufanda negra. Lo note. Note el hecho de que su chaqueta era negra tambien. Asi como su blusa. Para ti, esto puede no parecer raro. Podrias inclinarte a pensar que soy un poco descerebrado para llegar a la conclusion de que Lola no estaba bien. Y para sacar la prueba de su no-estar-tan-biendel color de su ropa. "?Estas bien?" grite mientras se apresuraba a su escritorio, apoyando sus manos contra la superficie de madera en un movimiento de frustracion. Ella miro por encima de su hombro durante tres segundos – probablemente solo para ser cortes – antes de mirar a otro lado. Lola y yo no haciamos este tipo de cortesias – haciamos familiar y amigable y nos sonreiamos jodidamente el uno al otro. No era la clase de mujer que se abstenia de iluminar una habitacion. De hecho, la forma en que su sonrisa hacia que sus mejillas se hundieran y las esquinas de sus ojos se arrugaran tan ligeramente no era nada menos que perfectas. Ella era nada menos que perfecta. "Estoy bien. Gracias." La respuesta fue lenta, como si tuviera que pensarla, dando vueltas en su cabeza unas cuantas veces antes de contestar. Ella no estaba bien. Era el tercer dia seguido que habia usado todo negro. Lo cual no habria significado nada si hubiera sido alguien mas. He notado que las mujeres usan mucho negro en su lugar de trabajo. Se supone que te hace ver mas delgado, ?cierto? Pero esta era Lola y Lola raramente llevaba negro. La habia visto pasar por mi escritorio varias veces al dia durante dos anos, y ella usaba rosado, ella usaba azul y verde y amarillo y naranja y rojo y morado. Incluso gris. Pero raramente usaba negro. Las pocas veces que ese color la vestia de la cabeza a los pies tambien parecia desalinada, su pelo oscuro y ondulado atado en un mono desordenado, su camisa arrugada, sus ojos verdes hinchados y rojos. Estaba desalinada ahora. Y cuando vislumbre sus ojos estaban hinchados y rojos. La vi acercarse a su escritorio y sentarse. Envolvio la bufanda alrededor de su cuello y luego se hundio en su silla, tan bajo que el monitor de la computadora ocultaba su cara. Me recoste en mi propia silla y mire a la parte posterior del monitor que le oscurecia la cara. Luego me acerque a su escritorio. Permaneci en silencio durante un minuto, con las manos en los bolsillos. Ella no me noto. Su rostro estaba pulgadas de la pantalla y estaba escribiendo rapido, golpeando las teclas tan fuerte que retumbaban en lugar de hacer clic. “Oye.” Se sobresalto cuando escucho mi voz, su piel de color oliva se sonrojo. “Dios. Me asustaste.” Sonrei. “Lo note.” Empezo a escribir de nuevo. Ahora mas lento. “?Estas bien?” "?Por que sigues preguntandome eso?" "Porque no te ves bien." "Vaya, gracias. Estoy bien." Bajo, una vez mas ocultando su rostro detras de la pantalla. "De acuerdo. ?Que tienes para almorzar?" "Nada. No tengo hambre, para ser honesta. Ademas, estoy tratando de hacer esta divulgacion antes de las cuatro." "Te ves hambrienta" "Estas lleno de cumplidos hoy ?no?, ?Como puedo lucir hambrienta?" "Me apetece algo de Wahaca para el almuerzo. ?Quieres venir? Yo invito." Ella pidio Wahaca para el almuerzo al menos una vez a la semana durante los ultimos seis meses. La alegria en su rostro cuando salio de su escritorio, sabiendo exactamente lo que iba a ordenar, y con la seguridad de que no tendria un sabor diferente que las ultimas cuatro veces, era dificil de imaginar en este momento. Ella sacudio su cabeza. "Gracias, Christopher. Pero, honestamente, no tengo hambre." Su estomago gruno. Ruidosamente. "?Si? Parece que tu estomago no esta de acuerdo," sonrei. Recogi su abrigo de la parte de atras de su silla, lo mantuve abierto. Ella se puso de pie sin mirarme y tomo el abrigo, deslizandolo sobre sus hombros por si misma, alisando sus manos sobre la tela antes de enganchar los botones en su lugar. Uno y luego el otro. Observe sus dedos todo el tiempo. Cuanto tiempo lo hicieron. Como el esmalte de unas de Borgona en su dedo anular estaba pelandose. Como ese mismo dedo estaba vacio de un diamante brillante de corte princesa. !El anillo no estaba! Ido. Desaparecido. Y el esmalte de unas pelado me dijo que habia sido sacado con fuerza. En lugar de sorprenderme, la realizacion hizo que mi estomago revoloteara positivamente. Mariposas bailando cosquilleaban su camino a la parte superior. Casi sonrei. Casi. Las chicas como Lola son tan raras como un calamar de piedras preciosas y en la casualidad de que te tropieces con uno de ellos, estan marcados con uno de los tres titulos: Ocupado, No Interesado, Jugando para el otro equipo. No es que Lola estuviera interesada, pero veras que es mas facil cambiar el interes de una mujer soltera en ti, que convertir a una gay a hetero o una casada a divorciada. "Bien, pero no puede ser muy largo. Realmente necesito-" “Terminar tu divulgacion antes de las cuatro. Volveremos antes, Cenicienta. Prometido.” El tiempo afuera estaba de mierda, como mi habilidad para mantener una conversacion entretenida. Nuestra caminata estaba llena del tipo de silencio que la mayoria de las mujeres encontrarian incomodo. Me gustaria decir que no fue mi culpa, porque honestamente, este tipo de cosas por lo general no lo son. Soy conocido por mi encanto. Conocido por tener habilidad con las palabras y tambien conocido por usar muchas. Pero tenia mi mano en la pequena espalda de Lola y la sensacion de tocarla me habia dejado sin habla. Suena como una cosa marica que decir, ?no? Excepto que asi fue. Lola nunca habia estado soltera antes. O mas bien, nunca habia conocido a una Lola soltera antes de hoy y digamos que, todas las posibilidades de lo que podria ser o no ser, se alojaron en la parte mas delgada de mi garganta. Y el sexo… no es que estuviera pensando en ese tipo de cosas… pero solo dejame decir, si fueramos a llegar a eso, se las arreglaria para volar mi puta mente. O por lo que he oido decir, que las mujeres que lanzan sus anillos de compromiso en un ataque de ira, tienden a canalizar toda esa energia reprimida en actividades de cama extraordinarias. Al parecer, es el tipo de sexo que te deja jadeando dias despues de que el sudor se seca. Energetico. Apasionado. Nada de esto se hablado desde la experiencia, por supuesto. Por mucho que pudiera ser uno de los playboys mas estimados de Londres, nunca he conseguido acostar a una mujer tan cerca, pero tan lejos del matrimonio. De nuevo, no se trataba del sexo. Se trataba de Lola. Y Lola era mucho mas que una buena noche. Sostuve la puerta abierta, practicamente obligando a mi mano a apartarse de su espalda mientras ella entraba. Y luego me quede atras por un minuto, despejando los abruptos pensamientos en mi cabeza. Calculando mi siguiente movimiento. "?Vienes Chris?" Ella giro su atencion a mi direccion, apenas encontrandome a los ojos antes de seguir su camino. No habia acomodado mis pensamientos, pero la segui, pasando las mesas de metal, un poco demasiado juntas y luego deslizandome en la mesa regular de Lola. Se sento a mi lado en vez de al frente, sabiendo muy bien que era la mejor manera de evitar el contacto visual. Lentamente, se paso los dedos por el pelo, suspiro y agarro el menu. A pesar de que todavia estaba escaneandolo de atras hacia adelante, de adelante hacia atras, ordeno como si no tuviera que pensar la decision. Porque era siempre la misma comida que confirmo aun mas que habia algo mal. Seria y jodidamente mal. Tome un trago de mi Corona, permitiendo que el vaso descansara en mis labios un poco mas de lo necesario. Miro la botella de cerveza que tenia en la mano, sus ojos verdes llenos de desaprobacion. "Sabes que tienes que volver a trabajar despues, ?verdad?" Me encogi de hombros. Tome otro trago. Guino. "Es viernes." Le pase la botella. "?Quieres un poco?" “No, gracias.” "Parece que necesitas un trago" Su sonrisa era sarcastica. “?Estas realmente encantador hoy, no es asi?” Sonrei, reprimiendo una carcajada. Esa afirmacion era cierta. Yo era un verdadero encantador. Mis bolas eran grandes cuando se trataba de impresionar a las mujeres y puedes apostar tu culo que muchas de esas mujeres podrian recitar con precision exacta lo que la cosa entre esas bolas era capaz de hacer. Asi que si, a pesar del claro sarcasmo en su tono, yo era realmente encantador. Tomo un sorbo de su Sprite a traves de un popote, y entonces miro fijamente el vidrio, girando el popote en vuelta y vuelta. No habia nada que odiara mas que ver a Lola como si el mundo se le hubiera puesto justo sobre sus hombros. Busque una palabra o dos para aligerar su estado de animo, pero lo unico que me salio fue: "Lola". Ella giro su cabeza para mirarme. Hizo contacto visual. "?Estas bien?" Le pregunte, en serio ahora. "Por favor, deja de preguntarme eso." "?Por que?" "Porque no estoy bien." "Lo se." Ella aparto la mirada. Doblo su servilleta. Desplego su servilleta. "Entonces, ?por que preguntar?" "Porque espero que me digas por que no estas bien." Ella sacudio su cabeza. Tomo otro sorbo de su bebida. Volvio a doblar su servilleta. "No es nada." El mesero trajo los platos chisporroteados de tacos, taquitos y quesadillas de pollo. Comimos en silencio por un tiempo. El restaurante estaba lleno. Habia grandes grupos de companeros de trabajo hablando y riendo alrededor de las mesas que tuvieron que ser juntadas para acomodarlos. Lola y yo eramos una de solo cuatro mesas con menos de tres personas. Mire a mi alrededor, fingiendo estar interesado en cualquier otra cosa – cualquier cosa para detenerme de mirar a Lola todo el tiempo. Ni siquiera me miro una sola vez. Despues de un largo y espantoso tiempo, dejo de comer y se seco las comisuras de la boca. Bebio su bebida.

  • Cinco minutos de Faith Carroll

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    --No puedo creer que me hayas convencido para venir aqui. Elyse arrugo la frente cuando, a su lado, un chico empezo a vomitar en los arbustos. En todo el campus eran conocidas las fiestas salvajes de la fraternidad Gamma Kappa, un grupo de chicos que se unian bajo el lema de "Diversion, sexo y hermandad" y no tenian reparos en cumplirlo a rajatabla. Ella llevaba dos anos en la universidad y no sentia predileccion por esas fiestas. Sin embargo, su amiga Eva parecia haber estado sonando con ir a una desde hace meses. --Me la debias, Elyse--dijo ella. Eva era su unica amiga, con la que compartia muchas horas de clases. Al contrario que la morena Elyse, la chica tenia una envidiable melena rubia que llamaba la atencion de muchos chicos. Y esta noche no era una excepcion. Cuando entraron en la fraternidad, el olor a cigarrillos y alcohol era evidente. No eran las unicas chicas, aun asi estaban en minoria. Un par de ojos masculinos se detuvieron en el vestido de la rubia, sobre todo en la parte de su escote. Otro lo intento con el trasero de Elyse, enfundado en un apretado short tejano, hasta que ella le asesino con la mirada. --Es la ultima vez que dejo que me cubras--dijo Elyse. Esa semana no habia podido terminar el trabajo de una de las asignaturas que se le atravesaba por lo que opto por perder una clase. Eva habia confirmado al profesor lo enferma que estaba su amiga, era tan creible cuando se lo proponia que, al dia siguiente el profesor se habia acercado a la morena, preocupado por su salud--. No merece la pena. --No seas tan sosa y disfruta--respondio Eva, soltando una sonora carcajada--. Los chicos invitan a las cervezas, hay buena musica y es viernes. ?Que mas necesitas? Espera... ya lo se. !Un buen polvo! El rostro de Elyse se contrajo. Miro a su amiga con seriedad, no era un buen momento. Todavia no. --No estoy para eso --dijo, casi bufando. Eva la entendio, no por algo ella habia sido su pano de lagrimas esos dias. --Alex es un cretino. El decidio dejarte, asi que no le debes nada y mucho menos un tiempo de celibato por el. --No es por el, soy yo --dijo Elyse, incomoda. Habia venido a divertirse, aunque ese no fuera su ambiente se sentia capaz. Pero con el recuerdo de ese desamor, las cosas empezaban a torcerse. Eva se dio cuenta, sin previo aviso le dio un cachete en el culo que la hizo saltar mientras ella se reia y varios chicos las miraban, cachondos. --Un clavo saca a otro clavo, te lo digo por experiencia. O, en este caso, mejor deja que el clavo entre. La chica le dio un punetazo suave al hombro. La habia hecho sonreir con sus insinuaciones obscenas, lo necesitaba. Llevaba con Alex desde el instituto, primero como amigo hasta llegar a mas. Poco a poco, con gestos y detalles romanticos la habia enamorado. Alex era un buen chico, todo lo que ella deseaba. Elyse no creia en las peliculas Disney; eso no quitaba poder pensar que habia encontrado al amor de su vida. Pero el no tenia la misma idea. Quizas su amiga tenia razon. No le debia nada a nadie asi que se atuso su camiseta de tirantes con la imagen de un gatito pequeno con gafas hipster y se adentro en la fiesta. Tal como habia dicho Eva, en esa fraternidad tenian la costumbre de ocuparse de que las mujeres tuvieran en la mano siempre algo de beber. Ellas no eran tontas, sabian las razones por lo que controlaron sus bebidas, bebiendo poco a poco. La musica era buena, las chicas se fueron relajando, incluso Elyse aprendio a ignorar a los borrachos y el olor, riendo y bailando con su amiga. Eva la cogio y la hizo dar vueltas alrededor de si misma, mareandola. Elyse le siguio el juego entre risas, hasta que sus miradas se cruzaron. No podia ser. El no. ?Que diablos hacia Keith Durham ahi? Elyse se paro de golpe, arrastrando consigo a su amiga que casi se da bruces con ella. Se recompuso en sus altos tacones y miro a su amiga. --Eh, ?hola? --Eva movio la mano frente a su cara pero nada--. Elyse, ?estas bien? --?Que? --dijo ella, volviendo a su mundo. Su amiga la miraba, extranada y sin entender nada. Pero Elyse estaba pendiente de otras cosas en su mente. No, era imposible. Un tipo como Keith no hubiera llegado a una universidad tan prestigiosa como esta, era pura casualidad. --Parece que hayas visto un fantasma --dijo Eva, mirando al rincon. Por suerte para la chica, habia dos universitarios mas por lo que no podia saber a quien miraba ella--. Siento que me pierdo algo. --No pasa nada, fue un mareo. De verdad, confia en mi. Eva no las tenia todas consigo, aun asi siguio a la chica hasta una mesa donde se unieron a una partida de cartas. Elyse busco el sitio que no le permitiera ver al joven de pelo negro que tanto se parecia a aquel amor estupido. Lo que no podia saber es que esos ojos azules estaban fijos en ella. ** Keith la habia visto antes que ella a el. Ver la cara de sorpresa al reconocerlo le provoco un sentimiento de orgullo que oculto bajo una capa de indiferencia. Nunca sabia como actuar frente a esa joven de melena color chocolate y sonrisa perfecta. Y le recordaba, despues de ese tiempo. Bueno, el se habia ocupado de crear una marca imborrable en la vida de Elyse Miller. Aunque, puede que no fuera buena idea volver a verse. Ella le odiaria. A no ser que aquello estuviera olvidado. --?Algo interesante, Durham? --Nathan, su amigo, se apoyo en sus hombros, colgandose en busca de la nueva presa de Keith--. Si no te convence me la quedo yo. Y, a todo esto, ?a quien miramos? --?Ves la chica del gato? --senalo con disimulo hacia Elyse--. Fuimos juntos al instituto. --Oh, vaya. ?Te la tiraste? --No. Le hice la vida imposible. --?Pegabas a las ninas, Durham? Eras un cabron. --No era eso, imbecil --dijo Keith empezando a sentirse ofuscado. No le gustaba recordar mucho esa epoca. Con diecisiete anos Keith era el adolescente de pelo negro y revoltoso que vestia cadenas y camisetas de sus grupos de punk acido mientras, gracias a su estilo y el respeto que obligaba a que todos le tuvieran, se maquillaba los ojos con delineador sin que nadie le insultase por ello. Se convirtio en ese joven en el que nadie confiaba, siendo reciproco. No tenia ninguna razon para ser asi: sus padres le trataban bien, no cargaba tras sus espaldas una mochila de abusos, dolor o humillacion. Sin embargo, sentia como si nadie le entendiera. Era demasiado joven y estupido, asi se definia el chico de ahora. Sabia la suerte que habia tenido en encauzar su vida antes de que su fama de rebelde sin causa tuviera una base policial, gracias a una sustanciosa beca habia llegado a la universidad. E iba a sacar su carrera, por los disgustos a su familia, con el sudor de su frente. Pero verla alli le recordaba lo unico por lo que no se pudo retractar jamas. Habia estado enamorado de Elyse Miller desde el primer dia que habia llegado a su instituto. Era todo lo contrario a el: Una chica dulce, alegre, con una vision mucho mas positiva de la vida que el. Ella le habia sonreido mientras caminaba por el pasillo en busca de su sitio. Keith se prometio que hablaria con ella, que la haria recordarle. Solo que no supo como. Y ahi, la cago. Por completo. --Entonces, ?me la puedo pedir? --?Que? --dijo Keith, tardando en asimilar lo que su amigo acababa de decir-- No, claro que no. Grito sin darse cuenta, llamando la atencion de los companeros mas cercanos. Su corazon se paro, rezando para que la joven no formara parte de ellos. Pudo respirar tranquilo cuando la vio continuar a lo suyo, jugando a las cartas con otra chica y dos de la fraternidad. --Vale, era una broma. No te pongas asi, tigre --dijo su amigo dandole un golpe en la espalda. --Me pongo como me da la gana --gruno, provocandole una risotada mas fuerte. Nathan dio un sorbo largo a su cerveza y dejo el bote en una mesa cercana. Conocia a su amigo y sabia mejor que el cuando necesitaba un pequeno empujon. --No te preocupes, tu amigo Nathan esta aqui. Voy a ayudarte a sacarte esa espinita. --Nathan, no --le advirtio su amigo. Palabras fatuas para un chico borracho--. No es asunto tuyo.

  • El don de la batalla de Morgan Rice

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    Thor se enfrenta con su mayor y ultimo reto, al adentrarse mas en la Tierra de Sangre en un intento por rescatar a Guwayne. Al encontrarse con enemigos mas poderosos de lo que jamas hubiera pensado, Thor pronto se da cuenta de que se enfrenta a un ejercito de tinieblas, para el que sus poderes no estan preparados. Cuando descubre que un objeto sagrado puede otorgarle los poderes que necesita -un objeto que se ha mantenido en secreto durante mucho tiempo- debe embarcarse en una mision final para recuperarlo antes de que sea demasiado tarde, con el destino del Anillo en una balanza.

  • Confidencias y traiciones de Catherine O'connell

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    A la manana siguiente de su despedida de soltera, Maggie Trueheart despierta en su cama junto a un desconocido. Pero haber enganado a su prometido no sera lo peor de un dia que empieza con mal pie: su amiga Angie ha sido asesinada. Cuando el amante ocasional se convierte en el principal sospechoso del asesinato, la integridad de Maggie tambalea: ?debe ayudarlo confesando que paso la noche con el o mentir para proteger su futuro matrimonio? Mientras ella se debate entre la verdad y la mentira, la policia investiga a cada una de sus amigas poniendo al descubierto secretos aparentemente insignificantes. Alguna de ellas miente. ?o quizas todas?

  • Una mujer diferente de Carol Robbins

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    En el corazon de Hannah Fryman ya no queda sitio para nadie. Tan solo para su adorada hermana, su proxima sobrina en camino y su incipiente carrera como pintora, por la que lucha con teson todos los dias y a todas horas para intentar conseguir por fin el sueno de su vida. Escocia es su refugio y solo alli, junto a su familia, disfruta de las cosas buenas de la vida que le hacen autenticamente feliz. Si. Hannah huye del amor, decepcionada por la tormentosa relacion que ha mantenido hasta hace unos meses. Lo ultimo que desea es volver a complicarse la vida con un hombre. No, definitivamente. Enamorarse no se encuentra entre sus proximos planes.

  • La Implacable de Mary Bastidas

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    Desperto de madrugada, asustada, pero alerta, al ser sorprendida por una llamada. Tomo su arma al instante como un reflejo, siempre la colocaba sobre la mesa de noche. Era su mejor compania en aquel apartamento donde vivia sola. Al contestar solo escucho la respiracion de una persona... – !?quien es?!… !?que es lo que quiere?! Pero no hubo respuesta... – !Es la tercera vez que me llama esta semana! !Ya deje de molestarme! Al no recibir una respuesta, colgo con rabia para luego dejarse caer en la almohada rendida del sueno. 2 Al dia siguiente debia presentarse temprano ante su jefe, el Teniente Fabian Ortiz. Su hermana y companera de trabajo, la Detective Jenny Santiago, habia sido violada por un hombre que entro a su apartamento en horas de la noche. Jenny desperto asustada, gritando, pero nadie la oyo pues este la habia amordazado con cinta adhesiva mientras aun dormia. Intento golpearlo, pero el asaltante retuvo sus munecas con fuerza inmovilizandolas. Lamentablemente, estaba muy oscuro y Jenny solo pudo ver su sombra sobre ella. Su hermana, la Detective Lina Santiago, quien vivia en el apartamento de al lado, desperto al recibir su llamada minutos despues de los hechos. Tomo su arma inmediatamente y fue a su apartamento donde la encontro semidesnuda, presentando varios hematomas en distintas partes de su cuerpo. Lina juro encontrar al culpable, darle una paliza y encarcelarlo. Su hermana Jenny fue internada en cuidados intensivos. Esa manana, Lina presentia el motivo de la reunion con el jefe. Le asignarian un companero sustituto. Esa noche no pudo dormir bien, por eso al llegar a la oficina fue primero por su habitual taza de cafe sin azucar y sin leche para despertarse. Luego fue a la oficina del Teniente Ortiz para recibir, lo que ella consideraba, una mala noticia. – buenos dias – saludo sin entusiasmo – Lina, ?que son horas estas de llegar? – lo siento jefe, anoche no dormi bien, ?ya vio mis ojeras? – contesto para luego beber de su taza – Esta bien Lina, quiero presentarte al Detective Josue Velazquez, hoy es su primer dia, el sustituira a la Detective Jenny Santiago para que ambos investiguen su caso; Detective Velazquez, le presento a la Detective Lina Santiago El Detective Josue Velazquez se levanto de la silla y volteo a verla. Era un hombre alto, delgado y atletico. Su aspecto era muy profesional a diferencia de la Detective Lina Santiago quien, como de costumbre, vestia de negro como una especie de luto perpetuo. Vestia formal, chaqueta y pantalon de tela, usaba lentes que resaltaban sus ojos color almendra. Cabello negro brillante. Apuesto en realidad, pero Lina no lo noto. Velazquez, por su parte, admiro de arriba abajo su cuerpo esbelto y su cabello negro, el cual contrastaba con su piel blanca y sus ojos verdes enmarcados en aquellas cejas perfectas los cuales lo embrujaron al instante. Se miraron fijamente a los ojos, serios, manteniendo el profesionalismo. Velazquez le ofrecio su mano para saludarla. – !es un placer conocerla, Detective Santiago! – lamento no poder decir lo mismo Detective Velazquez, pero preferiria trabajar sola en este caso, no necesito su ayuda ni la de nadie para resolverlo – !Lina! – le reprendio su jefe – !que manera tan grosera de recibir al Detective Velazquez! !entiendo que este molesta por lo sucedido a su hermana, pero no justifica que se comporte de esta manera! Lina se mantuvo seria y callada. El Detective Velazquez aun la contemplaba en silencio. No parecia ofendido del todo... – pierda cuidado Teniente Ortiz, ya me habian advertido sobre el temperamento de la Detective Santiago, pero a pesar de su actitud irreverente, me da gusto conocerla – Su comportamiento es muy profesional, eso me brinda tranquilidad, acaba usted de demostrar que es muy paciente y tolerante, cualidades que, lamentablemente, no posee la Detective Santiago. Se que juntos haran un buen equipo para encontrar a ese delincuente. Yo tambien estoy molesto por lo ocurrido, pero por fortuna, se controlar mis impulsos mejor que usted Santiago. – disculpe Teniente, no se volvera a repetir – !eso espero! si asigne al Detective Velazquez al caso es por su vasta experiencia en Criminologia ademas de poseer una Maestria en Psicologia – !?Psicologo?! !Excelente, nos vamos a llevar muy bien! – exclamo Lina con sarcasmo para luego beber de su taza Al Teniente Ortiz no le agrado su actitud, pero al mismo tiempo la comprendia ya que sabia muy bien que Lina sentia repudio hacia los psicologos... – ya puede retirarse Santiago, aun hay cosas que debo hablar con el Detective Velazquez – con su permiso Teniente – adelante Lina se acerco a la puerta, pero se detuvo antes de salir, espero a que Velazquez se sentara de nuevo para decir con una sonrisa falsa y sarcastica... – !Detective Velazquez... el placer es todo mio! Luego salio tirando la puerta mientras Velazquez bajo la cabeza sonriendo... – !creo que le agrado!… !luce demasiado joven para tener 23 anos! – ?esta preparado para lo que viene? nadie quiere trabajar con ella, le dicen 'la implacable', supongo que ya entendio el por que, necesitara mucha tolerancia – no se preocupe, ya se acostumbrara – !es usted muy valiente! Lina es como una hija para mi, es como una nina malcriada, pero a pesar de eso la adoro, es muy dedicada a su trabajo, a veces violenta, pero eso tiene una explicacion que no quise incluir en los expedientes que le proporcione para decirselo personalmente Velazquez se mostro intrigado. El Teniente Ortiz se puso en pie, le dio la espalda e introduciendo las manos en los bolsillos continuo diciendo... – Detective Velasquez, la informacion que esta a punto de escuchar no debe salir de esta oficina, ?me comprende? es confidencial – tiene mi palabra – es necesario que usted lo sepa dado el hecho de que trabajara a su lado por un tiempo considerable, ademas usted es Psicologo, creo que no le costara trabajo entenderlo – soy todo oidos Ortiz suspira. – Como ya le he dicho anteriormente, Lina es como una hija para mi, pero no lleva mi sangre. Le ofreci empleo a ella y a su hermana como un favor a su madre en su lecho de muerte. Murio de cancer anos despues de que Lina huyera de la casa. Unos dias antes de morir, me rogo que cuidara de sus hijas, me pidio que no las abandonara a su suerte. Conoci a Lilly en un tiempo en que me habia separado de mi actual esposa. Nos hicimos muy buenos amigos, y con el tiempo me enamore de ella, pero mi amor no fue correspondido, asi que volvi con mi esposa y deje de verla por un tiempo. Luego me entere de que se habia casado con un tipo que la golpeaba y a Lina... Ortiz hizo una pausa, sus ojos se le humedecieron. Velazquez esperaba en silencio a que continuara... – le falto el respeto en varias ocasiones, ?si entiende lo que le quiero decir? – si senor, lo comprendo perfectamente – por fortuna no se fijo tambien en Jenny, supongo que era demasiado joven para el, apenas una adolescente – ?cuantos anos de diferencia hay entre ambas? – tres anos – ?y donde esta su padre? – no lo se, Lilly solo me dijo que se divorcio de el porque le fue infiel con otra mujer, Jenny estaba recien nacida cuando ocurrio Ortiz hizo una pausa de silencio. – Creo que Lina aun esta resentida con su madre, con su padrastro y con la vida, supongo que por eso es tan grosera y agresiva… a veces la reprendo, pero continua desafiante y rebelde – voltea – Es por esta razon que he requerido su presencia en este caso. Creo que usted puede ayudarla mejor que yo. – hare todo lo que este a mi alcance – se lo agradezco, solo le pido que sea cauteloso para que ella no lo descubra – sere discreto – solo espero que sepa manejarla, Lina detesta a los psicologos Josue solto una carcajada. – eso no es muy alentador Ortiz sonrio. – pero se nota que es usted muy paciente, se que hara un gran trabajo – gracias por su confianza, espero no defraudarlo Se dieron la mano y luego Velazquez abandono la oficina. 3 Tras salir de la oficina del Teniente Ortiz, Lina se dirigio al gimnasio donde otros policias se ejercitaban. Tan furiosa estaba que sabia que necesitaba golpear algo para calmarse. Se coloco sus guantes y su ropa de entrenamiento y comenzo a golpear y patear el saco con mucha destreza mientras balbuceaba... – 'pierda cuidado Teniente, ya me habian hablado de su comportamiento'… !psicologos! Lina grito de rabia y golpeo el saco con toda su fuerza. Continuo golpeando y pateando hasta quedar sin aliento y empapada en sudor. Terminado el entrenamiento, fue a las duchas y se metio a banar. Se quedo inmovil bajo el agua como un ritual de relajacion. Mas tarde, ya en su oficina y con el cabello aun mojado, trabajaba en la investigacion cuando tocaron a la puerta. – Adelante Se trataba del Detective Velazquez... – !Detective Velazquez! ?a que debo el honor de su visita? – exclamo Lina con sarcasmo – necesito que me pase el expediente y toda la informacion relacionada al caso de la Detective Jenny Santiago – por supuesto, deme 10 minutos y se lo hago llegar, ?algo mas que esta humilde servidora pueda hacer por usted? Su sarcasmo evidente le incomodo... – ?que tal si me invita a pasar y sentarme? – adelante, como si estuviera en su casa… ?desea tambien un masaje en los pies? Velazquez se acerco al escritorio algo disgustado y le dijo... – Detective Santiago, apenas van unas horas desde que fuimos presentados y usted no ha hecho sino mostrarse arrogante hacia mi, la razon la ignoro, pero de igual manera me pregunto ?por cuanto tiempo continuara en esa actitud? Lina continuo escribiendo en su computador ignorando su pregunta. Velazquez noto su cabello mojado y como su intencion era llamar su atencion se aventuro a comentar... – ?Estuvo nadando? Su cabello aun esta mojado A Lina le molesto el comentario, pero continuo escribiendo... – ademas de psicologo, indiscreto !interesante! – comento con una sonrisa sarcastica – !se ve muy bien asi! siempre he dicho que no hay nada mejor que introducir mis dedos en el cabello rebelde de una mujer – ?y a su esposa le gusta que le haga eso? – pregunto con sarcasmo Velazquez apoyo sus manos en el escritorio, se inclino y le dijo en secreto… – soy soltero - contesto guinandole un ojo Lina fingio que no lo habia escuchado al tomar un boligrafo para hacer una anotacion en una libreta. – la vere mas tarde, Detective Santiago Lo observo con expresion de desagrado mientras se marchaba de su oficina. Tan pronto cerro la puerta, Lina tiro el boligrafo con rabia. 4 Al dia siguiente, ambos se dieron a la tarea de investigar a fondo la violacion de Jenny. Lina la visito en el hospital para mostrarle varios sospechosos en base a antecedentes penales e historial de violacion. Jenny vio todas las fotos y escogio solamente a dos. Jenny no pudo ver el rostro del asaltante, pues estaba muy oscuro, sin embargo, indico que, a juzgar por su sombra, debia tratarse de un hombre alto, delgado y que posiblemente tendria barba pues le fue posible palpar su rostro en el forcejeo inicial y su textura era velluda. Afirmo ademas que su olor era muy peculiar como si estuviera drogado o alcoholizado. Fue lo unico que pudo percibir en la penumbra. El asaltante inmovilizo sus manos con cinta adhesiva y tapo su boca con la misma para evitar que gritara. Uso guantes asi que tampoco encontraron huellas digitales. Velasquez entrevisto al primer sospechoso, pero este tenia una coartada convincente asi que lo descartaron. Llevaron al segundo sospechoso a la sala de interrogatorios, esta vez el Teniente Ortiz presencio la entrevista del otro lado del espejo. Una vez mas, Velazquez se encargo de interrogarle y no hallo culpabilidad en el. Pero Lina no estaba satisfecha, queria interrogarlo ella misma y mirarlo a los ojos de cerca. – Teniente Ortiz, permitame que lo interrogue – !Lina, por favor, no empieces de nuevo! – disculpe, pero creo que Velazquez no hizo todas las preguntas necesarias – mis preguntas fueron mas que suficientes Detective Santiago, !ese hombre no violo a su hermana! – !?como puede estar tan seguro?! – !basta!… estoy satisfecho con el trabajo realizado por el Detective Velazquez, asi que no le permitire objeciones adicionales Detective Santiago! ?Quedo claro? – si mi Teniente, muy claro, con permiso Lina salio rabiosa tirando la puerta. – tal vez debio permitirle que lo interrogara – sugirio Velazquez – confie en mi, lo habria torturado, ya lo esta tomando personal por tratarse de su hermana – Solo esta reviviendo el pasado, todo esto le hace recordar los abusos cometidos por su padrastro, es logico que asuma esa actitud... hablare con ella Lina sintio ira al verse colocada en un segundo plano, como si su sexto sentido femenino no tuviera validez alguna. Se sentia inservible e impotente al no poder hacer nada al respecto. Salio de alli directo al bano el cual estaba desocupado en ese momento. Se paro frente al espejo y se contemplo a si misma. Su respiracion era algo agitada. Se echo agua en la cara para intentar calmarse, tomo un papel de un dispensador y se seco, luego volvio a mirarse en el espejo cuando, en un arranque de rabia, golpeo el espejo con toda su fuerza convirtiendolo en pedazos que cayeron al suelo manchados de sangre. Lagrimas de rabia comenzaron a brotar de sus ojos. Recosto su espalda a la pared al sentirse mareada y se dejo caer al piso lentamente sosteniendo su mano derecha herida. Encogio sus piernas y oculto su cabeza entre sus brazos mientras su llanto fue aumentando gradualmente a medida que la sangre continuaba brotando de las heridas en su mano. Luego escucho pasos firmes entrando al bano, los cuales se detuvieron justo frente a ella. Al levantar la cabeza, descubrio a Velazquez observandola con algo de lastima y compasion lo cual la enardecio aun mas. – este es el bano de damas, ?como se atreve? – le grito Velazquez se percato de su mano ensangrentada, luego vio los pedazos de vidrio en el suelo, al igual que el espejo roto... – !siete anos de mala suerte! – !pudrase! Velasquez se agacho y la miro a los ojos...

  • Segunda oportunidad (El corazon del multimillonario 2) de Sierra Rose

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    Este es el libro 2.

  • La chica de ayer de Erina Alcala

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    Lia, tenia una empresa de eventos, junto con su socia y amiga americana Aby. la montaron cuando vinieron de Espana y empezaba a funcionar cuando Lia, al venir de dar un presupuesto de un rancho cercano para una fiesta, paro en el bar de un motel de carretera. Alli conocio a la unica persona que habia, un vaquero guapo y alto, llamado Taylor y se acosto por primera vez con un hombre.
    Al cabo de los anos coincidieron para hacer un evento en el rancho de los padres de Taylor. El, estaba comprometido y a punto de casarse y ella conocio en esa reunion a su hermano Will. Y se dio cuenta de que lo que habia pasado con Taylor anos antes, habia sido…
    Estaba en una encrucijada y Taylor tambien. Sin embargo Will, lo tenia muy claro…
    ?Que pasaria entres los hermanos y Lia? ?lucharia Taylor por ella? o ?Lucharia Will por la mujer de su vida sabiendo que habia sido de su hermano antes?

  • Y, de pronto, llegaste tu de Kris L. Jordan

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    ?Como un jugador profesional de football americano termina viviendo en un pueblecito de la sierra de Madrid?
    Dean Woods, es de los mejores Quaterbacks del mundo. Conoce la fama y el lujo, muchas mujeres han pasado por su cama y la mayoria de sus compatriotas le adoran
    como si fuese un Dios. Pero eso no le hace feliz y, tras la muerte de su padre, cae en una depresion. Su vida cambia radicalmente cuando, gracias a su unico amigo Pedro, acaba en un avion camino de Espana huyendo de la prensa. Alli conocera a Marta, una mujer unica y muy especial, con una pintoresca y atipica familia.

  • Intrigas de alta sociedad 3 de Ana Allende

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    Elizabeth Sal, la unica hija de un prestigioso abogado en Manhattan, descubre de mala manera que es adoptada. Su madre, la cual la habia abandonado hace anos atras, reaparece para quitarle todo despues de la muerte de su padre; ella se refugia en un chico que conocio, del cual se enamoro, pero la vida le sigue pagando mal y descubre que, aparentemente, todavia tiene un amorio con su ex novia, asi que decide regresar a casa y recoger los pedazos rotos de su antigua vida. Ante tanto dolor, Elizabeth no contaba que en el camino apareceria un persona que le daria base y estructura a su ya destrozada vida y que tambien la proporcionaria de los medios necesarios para recuperar lo que por ley le pertenece, desvelando por fin la razon del fallecimiento de su padre y, tal vez, recuperando en el camino a su gran amor Liam Johnson. CAPITULO I Me encuentro en shock por lo que me acaba de decir Edna; una vez terminada nuestra llamada telefonica, en donde me explica todas sus dudas, las cuales parecen mas afirmaciones que cualquier otra cosa. Resulta ser que todos estos dias en los que me encontraba jugando a la casita con Liam, a Edna, enfermera y vieja amiga de mi padre, quien lo atendio los ultimos meses de vida, le parecio muy sospechosa la manera en que mi padre murio, sobre todo porque el se mantuvo estable hasta que comenzo a tener ciertas visitas. Al parecer, sin que yo supiese nada, Isabella estuvo visitandolo las ultimas semanas y nadie sabe para que. Cuando ella llegaba a su residencia, mi padre inmediatamente le pedia a todos que los dejaran solos y no los interrumpieran; no puedo creer ni imaginar que de alguna manera el haya querido recuperar el amor de esa mujer sin corazon, pero no puedo afirmar nada. Despues de eso, Edna me asegura que mi papa empezo a desvariar y sus recaidas de salud eran muy seguidas. El dia que fallecio, Edna lo habia dejado solo con Isabella y habia aprovechado la oportunidad para ir a comprar unos viveres que eran necesarios en la casa. Cuando llego, mi padre ya no respiraba, Isabella se encontraba a su lado inmutable y ni siquiera hizo el intento de llamar al 911. En ese momento, todo se le hizo raro, pero entre la desesperacion no penso en nada en particular, hasta despues del funeral, cuando decidio buscar pruebas para ratificar sus sospechas y poder afirmar ante las autoridades lo que pensaba que habia sucedido ese fatidico dia, por lo que decidio comunicarse con un viejo amigo que trabajaba en la clinica donde a mi papa le practicaron la autopsia y despues de un intercambio de favores, Edna le pidio una copia de ese estudio forense y el se la proveyo pidiendo el mas discreto anonimato. Obviamente no faltaba mas, Edna estaba muy clara de que si buscaba su apoyo, podria ser despedido de su trabajo y el era un excelente hombre, esposo y padre de familia, nunca lo pondria en esa situacion. Bueno, volviendo al tema, resulta ser que en dichos examenes mi padre tenia ciertos niveles demasiado altos para ser normal; Edna los comparo con los que le habia realizado semanas antes de que apareciera Isabella y la diferencia era enorme, ?como pudo haber cambiado todo tan catastroficamente solo en un par de semanas? Coincidia con Edna, todo era demasiado... extrano. Sumergida en mis pensamientos escucho mi telefono, miro hacia el y veo que es Liam otra vez, me ha llamado como 50 veces, no se que quiere de mi, jamas volvere a creer en el, mi confianza esta rota e irreparable y no hay vuelta atras; las lagrimas amenazan otra vez las comisuras de mis ojos e inmediatamente coloco una almohada en mi cara y me acurruco nuevamente en mi cama, tal vez con lo de Liam pueda lidiar, pero con un padre que pudo haber sido asesinado, es muy dificil. Han pasado un par de dias, Liam no ha dejado de llamar en ningun momento y Edna me ha mantenido al tanto de sus averiguaciones, quedamos en vernos hoy en mi casa ya que no tengo animos de salir para ningun lado; me encuentro en el bano mirandome en el espejo y me sorprendo de ver a la persona reflejada en el, no es la misma que se vio una vez en el bano de la casa de los padres de Liam, tan feliz y rozagante, ahora soy la sombra de una mujer incompleta, imperfecta y triste, muy triste; creo que he perdido unos 5 kilos y las ojeras casi llegan a la comisura de mi boca, mi cabello esta sucio y enmaranado, y esa sonrisa la cual presumia, ha desaparecido totalmente; quito la mirada y me enfoco en darme una buena ducha, para, por lo menos, verme presentable y serena para cuando llegue Edna. Tengo que estar o por lo menos aparentar estar en mis cinco sentidos para poder discutir el tema de mi padre; tras la muerte de un familiar, siempre hay dudas, pero estas que tenemos nosotras van mas alla y debemos actuar con cautela. No dudo que Isabella tenga ojos en todos lados ahora que se cree todopoderosa, salgo del bano y me siento en mi cama, realmente no tengo animos de nada, seria feliz si pudiera colocarme solo mi pijama, pero se que no es una opcion, asi que abro mi closet y escojo un conjunto deportivo de tres piezas de color negro. Me visto apresuradamente, ya que me percato que estoy sobre la hora, me coloco un par de botas deportivas de corte alto del mismo color del conjunto, me miro en el espejo solo para asegurarme de no verme tan destruida, me veo bien, aunque mi rostro refleja todo mi dolor y mi malestar; bajo las escaleras y me encuentro con Maria y Noah en el comedor, ella me mira y se rie. --?Por que te ries Maria? ?Acaso me veo mal?-- Le digo revisando mi vestimenta por todos lados. --No, te ves bien, es solo que te pareces a ese superheroe que le gusta tanto a mi nino ?Como es su nombre? --!Batman! --Grita Noah y Maria comienza a reir de nuevo con mucha fuerza. --!Sii! Batman. Su risa es estrepitosa y contagiosa y no puedo evitar imaginar la comparacion y comenzar a reir tambien; nos encontramos las dos tomandonos de nuestras barrigas para controlar la risa, cuando escuchamos sonar el timbre, inmediatamente la risa se apaga y mi humor cambia, miro a Maria mientras esta se dirige a la puerta, la abre y escucho entrar a la persona que estuvo cuidando a mi padre hasta el ultimo momento; y cuido de mi cuando era nina, mi queridisima Edna; al verle la cara, puedo apreciar su dolor, la pobre la esta pasando muy mal. Miro discretamente y con dulzura a Maria en senal de que por favor nos deje sola y ella asiente carinosamente, sin embargo, antes de retirarse de la sala, pasa por mi lado y aposenta su mano izquierda sobre mi hombro derecho y levemente lo aprieta, no hace falta decir mas nada, entiendo claramente el mensaje, es su manera de hacerme sentir de que todo estara bien, asi que le sonrio mientras ella finalmente se retira. --Hola Edna ?Como has estado? --Dentro de lo que cabe, bien mi nina ?y tu? --Igual que tu Ed. Me atormenta pensar que alguien haya sido capaz de realizarle tal maldad a mi padre, eso me tiene con el corazon destrozado. Ella me mira de arriba abajo como analizando lo que le he dicho. --Te tiene con el corazon destrozado eso y otra cosa ?verdad? --No puedo evitar sentirme impactada, ?es que acaso se me es muy evidente? Trato de recuperar la compostura, pero es imposible. --Te conozco muy bien mi nina, esa carita triste, esos ojitos llorosos solo significan que tambien estas sufriendo por amor. La miro y mis ojos se encuentran como platos, hago un esfuerzo descomunal para no llorar, no quiero que me vea asi, pero cuando siento que no voy a aguantar mas, me dice:

  • Hijos felices de Alicia Banderas

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    Hasta no hace muchos anos, la psicologia infantil se basaba n el tratamiento de los transtornos psicologicos centrados en los aspectos mas negativos, en los deficits y las patologias. Hoy sabemos que es tanto o mas efectivo potenciar las cualidades positivas de los ninos, sus virtudes y sus fortalezas. En su nueva obra, Alicia Banderas hace uso de su expeeriencia para ayudar y ensenar a padres, madres y a todas aquellas personas involucradas en el mundo de la educacion, a emprender la apasionante tarea de ayudar a los ninos a fortalecerse para que luchen por su propia felicidad. Hijos Felices expone numerosos casos practicos tratados por la autora, y reflexiona sobre las teorias mas novedosas de la emergente psicologia positiva; todo ello escrito en un lenguaje claro, directo y sencillo.

  • La felicidad es un te contigo de Mamen Sanchez

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    EL despacho del inspector Manchego no era un despacho propiamente dicho, sino mas bien una sala diafana dividida en varios cuadrilateros separados por delgados paneles de pladur, muy practicos, eso si, donde cada cual era libre de fabricar su propio collage de recortes, fotografias, notas con mensajes urgentes, felicitaciones de Navidad, informes policiales y listas telefonicas de restaurantes con envio a domicilio. La distribucion recordaba bastante a la de los probadores de algunos centros comerciales en los que, inevitablemente, dado que carecen de techo y de cualquier sistema de aislamiento acustico, se escuchan comentarios tremendamente indiscretos sobre los diversos tipos de frutas y embutidos con los que puede compararse la anatomia femenina moldeada por un pantalon demasiado estrecho. La diferencia era que alli, en lugar de catastrofes esteticas, se ventilaban asuntos de otra indole; mas del tipo violencia y malos tratos, robos con intimidacion, asaltos a cajeros o peleas callejeras. Palabras como <>, <>, <> y <> saltaban de un cubiculo a otro como pulguillas en un colchon infesto. Tampoco se llamaba Manchego, pero el inspector, cuyo verdadero nombre era Alonso Jandalillo, fantaseaba con la idea de parecerse al Quijote no solo por la coincidencia del patronimico, sino tambien por la inmortalidad de sus gestas --a pesar de que hasta el momento su historial no reflejaba ninguna digna de mencion--, y por ese motivo habia adoptado el alias Manchego en las dos o tres operaciones de campo en las que habia intervenido. Que bien sonaban aquellas tres silabas acompanadas del ruido de fondo del walkie-talkie. A veces, el, que era un hombre de accion por mucha barriga que estuviera echando ultimamente, se lamentaba del sedentarismo al que le obligaba su comoda tarea de despacho en aquella comisaria de barrio a la que lo habian destinado el dia en que cumplio los cincuenta y quedo exento de patrullar las calles de Madrid. Anoraba el subidon de adrenalina que experimentaba al volante de su coche oficial con la sirena a todo volumen y el altavoz intimidatorio: <>. Por eso, la irrupcion imponente del senor Marlow Craftsman y de su interprete, el senor Bestman, en los tres metros cuadrados en que consistia su finca, ambos con traje de chaqueta de tweed y chaleco, maletin de cuero negro, zapatos caros y gabardina gris, le devolvieron la esperanza en aquella profesion que tanto le apasionaba a pesar de que la mayor parte del tiempo no le daba mas que disgustos. Sintio el impulso de levantarse a recibirlos, pero se contuvo a tiempo. Un inspector de policia no es un hombre de negocios, se recordo, no estrecha manos, no sonrie, ni siquiera interrumpe el ritmo mecanico de su teclado. A lo sumo, y como muestra maxima de cortesia, se quita el cigarrillo de la boca y lo golpea un par de veces contra el borde del cenicero, se aclara la garganta con un carraspeo y luego dice: <>. Entonces, una vez que los ojos de los visitantes se encuentran al mismo nivel que los propios y ya no hay modo de que lo intimiden a uno mirandolo de arriba abajo, puede elevar la cabeza y preguntar: <>. Marlow Craftsman rondaba los sesenta anos de edad, a juzgar por las lineas de expresion que rodeaban sus ojillos de rata. Estaba palido como un fiambre, tenia la piel del mismisimo color del jamon cocido y sus labios eran tan estrechos que parecian haber sido dibujados con tiralineas. El interprete era algo mas joven, pero igual de rosa. Tenia mas pelo, gris y negro, y usaba gafas para ver de cerca. --Permitame presentarle a mi jefe --dijo Bestman en un espanol gramaticalmente impecable y acusticamente horripilante--: Mister Marlow Craftsman, de Craftsman&Co. El inspector puso cara de bobo. Lo noto perfectamente. Por la emocion con la que el sujeto habia pronunciado aquel nombre, seguido de un silencio prolongado para dejar rebotar el eco de su voz en el pladur, lo mas probable era que se hallara ante un magnate de las finanzas. Sonaba a banco. Un banco de esos que llevan mas de ciento cincuenta anos en manos de la misma familia de aristocratas ingleses. Porque no cabia duda de que aquellos dos especimenes eran hijos de la Perfida Albion; de ahi sus aires de superioridad y la marca Hamilton de sus relojes, aguda observacion de la que mas tarde tendria tiempo de jactarse, cuando rememorara la escena. --Aja --respondio sin anadir ningun comentario, dado que no tenia ni la mas remota idea de que significaba aquel nombre. --Mr. Craftsman viene de Londres para denunciar la desaparicion de su hijo Atticus Craftsman. Puesto que la ultima residencia conocida del joven senor Craftsman se encuentra en el numero 5 de la calle del Alamillo, hemos sido advertidos por Scotland Yard de la conveniencia de abrir diligencias aqui, en su comisaria, por ser la mas cercana a su domicilio. --?Les envia Scotland Yard? --Aquello prometia. --No exactamente, senor Jandalillo... --Inspector Manchego --le interrumpio el policia. --No exactamente, inspector Manchego --repitio el otro--. Simplemente, hemos sido derivados aqui por la oficina de alla. --Entiendo. --El caso es que el senor Atticus Craftsman lleva tres meses sin dar senales de vida. La ultima comunicacion que establecio con su padre fue a traves de un mensaje telefonico el pasado 10 de agosto. --?Podria escuchar el mensaje? --pregunto Manchego. --Esta en ingles --respondio el interprete al tiempo que abria su maletin y sacaba un smartphone de ultima generacion. Apreto varios botones. Acerco el dispositivo a la oreja del inspector y contuvo la respiracion. Manchego escucho una voz nasal, como de persona constipada, sobre un ritmico sonido de fondo, una especie de lamento o de oracion, y los acordes de una guitarra. Por supuesto, no entendio una sola palabra de lo que decia el interlocutor, pero si pudo intuir que no se trataba de ningun mensaje de socorro porque no habia angustia en el tono de voz. Tambien por la noche, al recordar este detalle, se felicitaria por sus dotes de investigador. --?Que dice? --Tuvo que reconocer que el idioma ingles era su gran asignatura pendiente. --Dice textualmente: <>. El inspector, automaticamente, dirigio una mirada inquisitiva al senor Craftsman. El hombre, a su vez, tenia sus ojillos colorados clavados en los del inspector. --?Y bien? --lo interrogo--. ?Sabe a que se refiere? El interprete tradujo. El senor Craftsman respondio. --Mi jefe dice que probablemente se refiera al trabajo del que se estaba encargando en Madrid. Manchego se echo para atras. Despues de todo, iba a resultar que este caso era como todos. Asuntos feos de estupefacientes y ajustes de cuentas. --Senor Crasman --lo increpo--, ?esta su hijo involucrado en el trafico de drogas? --!No, por Dios! --respondio Bestman sin traducir siquiera--. El joven senor Craftsman, al igual que su padre, aqui presente, su difunto abuelo y todos sus antepasados por linea paterna hasta el siglo XVII, se dedica al negocio editorial. --Entiendo --dijo Manchego. --Es un joven respetable, educado en Exeter College, Oxford, con un expediente academico sobresaliente y una trayectoria profesional intachable. Nunca se ha visto envuelto en ningun asunto turbio de ninguna clase. El es la victima, no el sospechoso. El inspector Manchego le dio una larga calada a su cigarro. Habia dado un paso en falso, cierto, pero es que, segun les explico a los ingleses, era necesario explorar todas y cada una de las posibles causas de una desaparicion, hasta las mas inverosimiles. --Hay que ir descartando opciones --sentencio. --El senor Craftsman se inclina mas bien por la eventualidad de un secuestro --respondio el traductor. --?Por que? --quiso saber Manchego--. ?Han recibido ustedes alguna llamada exigiendo un rescate? ?Tienen alguna prueba de que el joven haya sido retenido en contra de su voluntad? --Lo cierto es que no. --Entonces, cinamonos a los hechos y no divaguemos, senores mios. Era importante mantener siempre una posicion de dominio sobre el ingles, se dijo Manchego. Abrio el programa informatico que contenia los formularios de denuncias, selecciono la pestana <> y escribio: <>, aunque luego lo cambio por <> a instancias del traductor: El denunciante, Marlow Craftsman, denuncia la desaparicion de su hijo, Atticus Craftsman, de treinta anos de edad, un metro ochenta y siete, de complexion mas bien robusta, rubio, ojos verdes, ligera cojera por una antigua lesion de remo... Se detuvo y fruncio el ceno. --?De remo? --Asi es. Una rotura de tendon. Manchego se imagino al joven remando en una trainera por el rio Tamesis. La espalda musculosa, los hombros vigorosos, los brazos fornidos, pero ?las piernas? Casi no se utilizaban las piernas en una trainera. Mentalmente apunto: <>. ... siendo la ultima direccion conocida del joven senor Craftsman el segundo derecha del numero 5 de la calle del Alamillo, Madrid, y habiendose puesto en contacto con su padre por ultima vez el dia 10 de agosto de 2012 a las ocho de la noche, hora de Londres. Se detuvo un momento. Vacilo. Despues tecleo la ultima frase: No hay indicios de que el caso tenga relacion con el trafico de drogas. --Muy bien, senores --dijo despues de tomar aire--. Tramitare la denuncia hoy mismo y la investigacion dara comienzo cuanto antes. Recibiran noticias mias muy pronto. Hizo ademan de levantarse a despedirlos, pero al ver que los dos hombres permanecian sentados regreso a su silla de inmediato. El senor Craftsman daba indicaciones al traductor. Muchas.

  • Buscando mi momento de Sonia Puente

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    Encontrar el camino correcto no siempre es facil; antes que nada, hay que buscar el momento adecuado para intentar dar ese giro que tu vida necesita.Eso es precisamente lo que Lucas y Antia tratan de hacer. Esta es la historia de dos personas que no encuentran su lugar.
    Ella es una mujer demasiado responsable.
    El, un hombre con una gran culpa.
    Antia debe hacer frente a una dolorosa perdida, asumiendo asi el peso de su familia. Dos pequenas sobrinas, un hermano con problemas y un padre delicado de salud son preocupaciones suficientes para que no pueda centrarse en su propia vida.Una crisis en las bodegas, de las que Antia es copropietaria, la llevara a conocer a Lucas, un guapo italiano con un dudoso pasado al que una culpa no le deja hallar el camino correcto.
    ?Que pasa cuando dos almas perdidas se conocen?
    ?Seran capaces de afrontar sus problemas y conseguir buscar su momento?
    Quiza la amistad, la familia o el amor consigan ayudarlos.
    Descubre en esta profunda historia como Antia y Lucas afrontan sus dudas y se enfrentan a las complicadas situaciones que les depara la vida.

  • Unida a la bestia (Programa de novias interestelares 5) de Grace Goodwin

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    Tras la muerte de sus dos hermanos en la guerra contra la implacable amenaza alienigena que pone en peligro a toda la Coalicion Interestelar, Sarah Mills se ofrece como voluntaria para sumarse al combate en un intento de llevar a casa a su unico hermano vivo. Sin embargo, cuando la procesan por error como una novia en vez de un soldado, opta por rechazar a su pareja. Pero su companero tiene otras ideas.

  • Unicamente tu de Moruena Estringana

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    Owen y Lilliam tienen un secreto que ninguno de sus amigos sabe… ni tan siquiera ellos mismos.
    Hace anos se conocieron estando de vacaciones y pasaron una semana de confidencias que acabo en una larga noche de pasion. Una noche en la que un par de extranos, sin nombres ni nacionalidades, fueron el uno para el otro.
    Han pasado siete anos y, aunque comparten amistades, no se han visto hasta ahora.
    Owen necesita restaurar su pub y para ello contrata a Lisa y a Lilliam. Esta aceptara encantada sin saber que, cuando conozca al dueno del bar, se encontrara cara a cara con el unico hombre que ha conseguido acariciar su piel y su alma al mismo tiempo.
    El deseo y la complicidad que nacio entre ellos aquella noche de placer sigue intacto a pesar del tiempo. Pero existe un problema.
    Hay secretos que se confesaron que tienen mucho peso y marcan la diferencia entre dejarse llevar por lo que sienten o vivir ignorando al hombre que puede ser el amor de su vida.

  • Asesino de brujas 3. Dioses y Monstruos de Shelby Mahurin

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    Belladona, eufrasia, baya de arrayan, colmillo de vibora y ojo de buho, pizca de flora, pellizco de animal, para vil posesion o proposito puro. Icor de un amigo, icor de un contrario, un alma negra como noche insondable, pues en la oscuridad se halla el almario do surcan las animas lo inescrutable. El hechizo es familiar; oh, si, muy familiar. Nuestro favorito. Ella nos deja leerlo a menudo. El grimorio. La pagina. El hechizo. Nuestros dedos repasan cada trazo de pluma, cada letra difuminada, y cosquillean con una promesa. La promesa de que jamas estaremos solos, y les creemos. Le creemos a ella. Porque no estamos solos, nunca estamos solos, y los ratones viven en nidos con cientos de otros ratones, con muchisimos ratones. Se refugian todos juntos para cuidar de sus crias, de sus hijos, y encuentran recovecos calientes y secos con mucha comida y magia. Encuentran rincones sin enfermedad, sin muerte. Nuestros dedos se enroscan en torno al pergamino y dejan nuevas huellas. Muerte. Muerte, muerte, muerte, nuestra amiga y enemiga, irremediablemente nos llega a todos. Excepto a mi. Los muertos han de olvidar. Cuidado con suenos que impidan dormir. Ahora desgarramos el papel, lo rompemos en pedazos. En trocitos minusculos. Se desperdigan como ceniza en la nieve. Como los recuerdos. Los ratones se refugian todos juntos, si; se mantienen a salvo y calientes los unos a los otros, pero cuando una cria de la camada enferma, los ratones se la comen. Oh, si. Se la zampan entera, enterita, para alimentar a la madre, al nido. El ultimo en nacer siempre esta enfermo. Siempre es pequeno. Devoraremos a la ratoncita enferma, y ella nos alimentara. Ella nos alimentara. Acecharemos a sus amigos, sus amigos (un grunido brota por mi garganta ante la palabra, ante la promesa vacia), y los alimentaremos hasta que esten gordos de afliccion y culpabilidad, de frustracion y miedo. Alla donde vayamos, ellos nos seguiran. Y entonces los devoraremos a ellos tambien. Y cuando devolvamos a la ratoncita enferma a su madre en Chateau le Blanc, cuando su cuerpo se marchite, cuando sangre, su alma se quedara con nosotros para siempre. Ella nos alimentara. Jamas estaremos solos. Capitulo 2 L'enchanteresse Reid La neblina se extendio por el cementerio. Las lapidas, viejas y agrietadas, con sus nombres borrados hace mucho por los elementos, alanceaban el cielo desde donde estabamos, sobre el borde del acantilado. Incluso el mar en lo bajo estaba silencioso. En esta inquietante luz previa al amanecer, por fin comprendi la expresion silencioso como una tumba. Coco se paso una mano por los ojos cansados antes de senalar hacia la iglesia mas alla de la neblina. Pequena. De madera. Parte del tejado se habia venido abajo. No se veia luz alguna a traves de las ventanas de la rectoria. --Parece abandonada. --?Y si no lo esta? --Beau resoplo mientras sacudia la cabeza, pero se paro con un bostezo--. Es una iglesia y nuestras caras estan pegadas por todo Belterra. Incluso un parroco rural nos reconocera. --Muy bien. --Su voz cansada llevaba menos mordiente de lo que seguramente pretendia--. Duerme fuera con el perro. Todos a la vez, nos giramos para mirar el espectral perro blanco que nos seguia. Habia aparecido a las afueras de Cesarine, justo antes de que decidieramos bordear la costa en lugar de ir por la carretera. Todos habiamos visto lo suficiente de La Foret des Yeux para una eternidad. Durante dias, el perro nos habia seguido, sin acercarse nunca tanto como para que lo tocaramos. Receloso, confuso, los matagots habian desaparecido poco despues de su aparicion. No habian vuelto. Tal vez el perro fuese un espiritu atormentado el mismo, un nuevo tipo de matagot. Tal vez fuese solo un mal presagio. Tal vez fuera por eso que Lou todavia no lo habia bautizado. La criatura nos miro, sus ojos eran un toque fantasmal sobre mi cara. Aprete la mano de Lou con mas fuerza. --Llevamos toda la noche andando. Nadie nos buscara dentro de una iglesia. Es tan buen sitio como cualquier otro para escondernos. Si no esta abandonada --segui hablando a pesar de que Beau habia empezado a interrumpir-- nos marcharemos antes de que nos vea nadie, ?de acuerdo? Lou le sonrio a Beau, con la boca muy abierta. Tan abierta que casi pude contar todos sus dientes. --?Tienes miedo? --Despues de los tuneles --le dijo, tras lanzarle una mirada dubitativa--, tu tambien deberias tenerlo. La sonrisa de Lou desaparecio, y se noto como Coco se ponia tensa y apartaba la mirada. La tension enderezo mi propia columna. Sin embargo, Lou no dijo nada mas; se limito a soltar mi mano y dirigirse hacia la puerta de la iglesia. Giro el picaporte. --Abierta. Sin decir una palabra, Coco y yo la seguimos a traves del umbral. Beau se reunio con nosotras en el vestibulo un momento despues, mientras estudiaba la sala en penumbra con una suspicacia clara. Una gruesa capa de polvo cubria los candelabros. La cera que habia goteado hasta el suelo de madera se habia endurecido entre las hojas muertas y demas restos. Nos llego una corriente de aire desde el santuario un poco mas alla. Sabia a salmuera. A descomposicion. --Joder, este lugar esta encantado --susurro Beau. --Ese lenguaje. --Frunci el ceno en su direccion y entre en el santuario. Se me comprimio el pecho al ver los bancos destartalados. Las paginas rotas de los himnarios amontonadas en un rincon para pudrirse--. Esto fue un lugar sagrado en el pasado. --No esta encantado. --La voz de Lou resono con eco en el silencio. Se detuvo detras de mi para levantar la vista hacia la vidriera. La cara suave de santa Magdalena le devolvio la mirada. Era la santa mas joven de Belterra; habia sido venerada por la iglesia por regalarle a un hombre un anillo bendecido, por el cual su negligente esposa habia vuelto a enamorarse de el y se habia negado a separarse de su lado, incluso cuando su marido se embarco en un peligroso viaje por el mar. Se habia adentrado detras de el en las olas y se habia ahogado. Solo las lagrimas de Magdalena pudieron resucitarla--. Los espiritus no pueden vivir en suelo consagrado. --?Como sabes eso? --pregunto Beau, con el ceno fruncido. --?Como es que no lo sabes tu? --replico Lou. --Deberiamos descansar. --Pase un brazo en torno a los hombros de Lou y la conduje hasta un banco cercano. Estaba mas palida de lo habitual, con oscuras sombras bajo los ojos y el pelo enredado y despeinado por el viento despues de varios dias de duro viaje. Mas de una vez, cuando ella creia que no la estaba mirando, habia visto convulsionarse todo su cuerpo, como si luchara contra alguna enfermedad. No me sorprenderia. Habia sufrido mucho. Todos lo habiamos hecho--. Los aldeanos se despertaran pronto. Investigaran cualquier ruido extrano. Coco se instalo sobre un banco, cerro los ojos y se echo la capucha de la capa por encima de la cabeza. Para no vernos. --Alguien deberia montar guardia. Aunque abri la boca para ofrecerme a hacerlo, Lou me interrumpio. --Lo hare yo. --No. --Negue con la cabeza, incapaz de recordar la ultima vez que Lou habia dormido. Notaba su piel fria y pegajosa contra la mia. Si de verdad estaba luchando contra alguna enfermedad, necesitaba descansar--. Duerme tu. Yo vigilo. Un sonido reverbero muy profundo en su cuello mientras ponia una mano sobre mi mejilla. Su pulgar rozo mis labios, se demoro ahi un poco. Igual que sus ojos. --Preferiria mil veces vigilarte a ti. ?Que veria en tus suenos, Chass? ?Que oiria en tus...? --Ire a ver si hay comida en la despensa --musito Beau. Paso por nuestro lado de mal modo y miro atras para lanzarle a Lou una mirada de asco. Mi estomago gruno mientras lo veia marchar. Trague saliva e ignore la punzada de hambre. La repentina y desagradable presion en mi pecho. Con suavidad, retire la mano de Lou de mi mejilla y me quite el abrigo para darselo a ella. --Vete a dormir, Lou. Te despertare al atardecer y podremos... --las palabras quemaron mi garganta--... podremos continuar. Hacia el Chateau. Hacia Morgane. Hacia una muerte segura. Lou habia dejado bien claro que iria al Chateau le Blanc, la acompanaramos o no. A pesar de mis protestas, a pesar de recordarle por que buscabamos aliados para empezar, por que los necesitabamos, Lou seguia afirmando que podia manejar a Morgane ella sola. Ya oisteis a Claud. Afirmaba que esta vez no dudaria. Ella ya no puede tocarme. Afirmaba que reduciria su hogar ancestral a cenizas, junto con toda su familia. Construiremos uno nuevo. ?Un nuevo que?, habia preguntado yo con recelo. Un nuevo todo. Jamas la habia visto actuar con una intensidad tan decidida. No. Obsesiva. La mayoria de los dias, un brillo feroz iluminaba sus ojos, una especie de hambre salvaje, pero en otros, no los tocaba ninguna luz en absoluto. Esos dias eran muchisimo peores. Se dedicaba a observar el mundo con una expresion aturdida, y se negaba a reconocerme a mi o a mis debiles intentos de consolarla. Habia solo una persona que podia hacer eso. Y el ya no estaba. Ahora tiro de mi para tumbarme a su lado, mientras me acariciaba el cuello casi sin pensar. Sus dedos frios hicieron que un escalofrio bajara correteando por mi columna y senti un repentino deseo de apartarme. Hice caso omiso. La sala se sumio en un silencio denso y pesado, excepto por los grunidos de mi estomago. El hambre era una companera constante esos dias; ya ni siquiera recordaba la ultima vez que habia comido hasta saciarme. ?Con Troupe de Fortune? ?En el Hueco? Al otro lado del pasillo, la respiracion de Coco se hizo poco a poco mas regular. Me concentre en el sonido, en las vigas del techo, mas que en la piel gelida de Lou o en el dolor en mi pecho. No obstante, pocos segundos despues, unos gritos brotaron de la despensa y la puerta del santuario se abrio de par en par. Beau salio disparado y paso como una exhalacion hasta mas alla del pulpito. --!Retirada! --Gesticulo como loco hacia la salida mientras yo me levantaba de un salto--. !Hora de irnos! Ahora mismo, ahora mismo, vamonos... --!Alto! --Un hombre encorvado con las vestiduras de un cura irrumpio en el santuario con un cucharon de madera en la mano. De el goteaba estofado amarillento. Como si Beau hubiese interrumpido su almuerzo de media manana. Los trocitos de verduras desperdigados por la barba canosa y descuidada que ocultaba la mayor parte de su cara confirmaron mis sospechas--. He dicho que vuelvas aqui... Freno en seco y derrapo hasta pararse cuando nos vio al resto. Por instinto, me gire para esconder la cara entre las sombras. Lou se echo la capucha por encima de su pelo blanco y Coco se puso en pie, preparada para salir corriendo. Pero ya era demasiado tarde. Una chispa de reconocimiento ilumino sus ojos oscuros. --Reid Diggory. --Me miro de arriba abajo, luego detras de mi--. Louise le Blanc. --Incapaz de reprimirse, Beau se aclaro la garganta desde el vestibulo y el cura lo miro unos instantes antes de soltar una risita burlona y sacudir la cabeza--. Si, tambien se quien eres tu, chico. Y tu -- anadio en direccion a Coco, cuya capucha todavia ocultaba su rostro entre las sombras. Como habia prometido, Jean Luc habia anadido su cartel de <> al lado de los nuestros. Los ojos del cura se entornaron al percatarse de la daga que habia desenvainado--. Guarda eso antes de que te hagas dano. --Sentimos haber entrado aqui sin permiso. --Levante las manos en ademan de suplica, mientras fulminaba a Coco con la mirada a modo de advertencia. Sali al pasillo con disimulo, y empece a dirigirme poco a poco hacia la salida. Detras de mi, Lou hizo lo mismo--. No pretendiamos causar ningun dano. El cura solto un bufido desdenoso, pero bajo el cucharon. --Os habeis colado en mi casa. --Es una iglesia. --La apatia resto enfasis a la voz de Coco, que dejo caer la mano como si de repente no fuese capaz de soportar el peso de la daga--. No una residencia privada. Y la puerta no estaba cerrada con llave. --Tal vez para tentarnos --sugirio Lou con un placer inesperado. Con la cabeza ladeada, contemplo al cura fascinada--. Como una arana con su tela. El ceno del cura se fruncio ante el abrupto cambio de tema, al igual que el mio. La voz de Beau reflejo nuestra confusion. --?Que? --En las zonas mas oscuras del bosque --explico Lou, arqueando una ceja--, vive una arana que caza otras aranas. L'Enchanteresse, la llamamos. La hechicera. ?No es asi, Coco? --Coco no respondio, y Lou continuo hablando con decision--. L'Enchanteresse se cuela en las telaranas de sus enemigos, tironea de sus hebras de seda y les hace creer que han atrapado a una presa. Cuando las aranas llegan para darse el festin, la hechicera ataca, envenenandolos despacio con su veneno singular. Los saborea durante dias. De hecho, es una de las pocas criaturas del reino animal que disfruta infligiendo dolor. La miramos todos con cara de pasmo. Incluso Coco. --Eso es perturbador --comento Beau al cabo de unos instantes. --Es inteligente. --No. --Beau hizo una mueca, la cara contorsionada--. Es canibalismo. --Necesitabamos un sitio donde refugiarnos --intervine yo, con la voz un poco demasiado alta. Demasiado desesperada. El cura, que habia estado observando como renian con una expresion de desconcierto, se giro hacia mi--. No sabiamos que la iglesia estaba ocupada. Nos marcharemos de inmediato. El hombre continuo mirandonos en silencio, el labio un poco retraido. El oro broto ante mi en respuesta. Buscaba. Tanteaba. Protegia. Hice caso omiso de su pregunta silenciosa. No necesitaria magia ahi. El cura blandia solo una cuchara. Aunque hubiese llevado una espada, las arrugas de su cara indicaban que era mayor. Anoso. A pesar de su altura, el tiempo parecia haber marchitado su musculatura y haber dejado a un anciano enclenque y larguirucho a su paso. Podiamos escapar de el sin problema. Agarre la mano de Lou para estar preparados, lance un rapido vistazo a Coco y a Beau. Los dos asintieron una vez a modo de confirmacion.

  • El pintor de Cracovia de Joseph Bau

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    El pintor de Cracovia, una de las memorias mas increibles que nos ha deparado el Holocausto.

  • Seas Bienvenido de Sarah Sanchez Castro

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    Historias vividas, historias por vivir, historias que tu mente inventa, universos oscuros, temibles y terrores ancestrales. Historias que quisieras contar, historias que quisieras olvidar.El temor a lo desconocido. Las piernas tiemblan, los brazos dejan de ser tuyos, el aliento se pierde entre bocanadas forzadas para continuar un camino sin luz, que te dejara helado. De la creadora de En la Oscuridad de su Mente, aqui tienes siete relatos que no te dejaran indiferente. Cada uno de ellos te hara reflexionar. Algunos no te abandonaran, en las noches oscuras. Te dejaran con los ojos abiertos sin poder conciliar el sueno. Adentrate y Seas Bienvenido.

  • Seguimos siendo tu y yo (Love Army 2) de Elsa M.r

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    Llega la segunda parte de Love Army con mas musica, mas pasion y una historia de amor ?imposible?

  • Jamas en la vida de Fernando Ampuero

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    Historias breves de experiencias cruciales --quince historias, para ser precisos; unas son de corte realista, otras (pocas) de impronta fantastica--, que se proponen indagar en el misterio de la existencia. De esto va Jamas en la vida, la nueva coleccion de cuentos de Fernando Ampuero. Libro ironico, ambiguo, evocativo, donde los personajes traen a su paso un aire liviano pero cargado de significados. Como muchos libros del autor, Jamas en la vida recrea con prosa tersa y sencilla los gozos y penurias del encandilado asombro de estar vivos.

  • Oportunidad prohibida de Eva Nieto

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    Aquel dia habia amanecido mas oscuro de lo normal, tocaba asistir al funeral de su padre, de quien ni siquiera habian podido recuperar el cuerpo. Era una ceremonia simbolica que reunia familiares y amigos para despedir a Daniel Duncan, un afamado reportero que habia dedicado su vida a cubrir algunos de los ataques terroristas mas relevantes ocurridos a partir de los anos 80. Su ultima mision como reportero investigador de la cadena Global News, no habia salido muy bien, fue capturado por un grupo de extremistas como parte de una serie de negociaciones que se estaban llevando a cabo con el gobierno de los Estados Unidos. En condiciones deplorables mantuvieron en cautiverio al infortunado reportero, pero sus dias estaban contados, ya que no habia forma de que saliera de aquella situacion con vida, pues ya habia sido marcado por sus captores como el proximo en ser ejecutado. Aun si las demandas de aquel grupo eran cumplidas, en un plazo de 72 horas ejecutarian a Daniel frente a las camaras en una transmision en vivo. El video que se difundio mundialmente, Daniel Duncan era degollado y quemado ante mirada fria e inhumana de sus ejecutores. Este hecho conmovio a la comunidad mundial y se realizaron manifestaciones en diferentes paises, incitando a una respuesta masiva por parte del gobierno, ya que este no era el primero de los periodistas que era asesinado de aquella forma y no seria el ultimo. Daniel Duncan, habia perseguido aquella noticia que lo catapultaria a ganar el premio Pulitzer de periodismo. Pero en su intento desesperado de conseguir fama y prestigio en el mundo de la comunicacion, habia sido victima de uno de los grupos mas violentos y mercenarios del continente asiatico. Para una nina de apenas nueve anos de edad, no era sencillo tener que afrontar la idea de que su padre habia sido asesinado ante los ojos del mundo, a pesar de que sus familiares intentaron mantenerla aislada de aquella tormenta mediatica que se habia formado en torno a su padre. Era casi imposible evitar que sus companeros de la escuela realizaran comentarios al respecto, lo que finalmente la llevo a descubrir la dolorosa verdad de que su padre jamas volveria a casa. Demasiadas preguntas para una mente tan inocente comenzaron a surgir en la cabeza de Eva Duncan, una pequena que no tenia la menor idea de la cantidad de maldad que podria existir en el mundo. Por muchas explicaciones que recibiera por parte de sus tutores y familiares, Eva no terminaba de entender los motivos de porque unos sujetos extranos asesinarian de aquella forma tan terrible a su padre. Este no tenia culpa alguna de los problemas que estuviesen afrontando aquellos monstruos que le quitaron la vida. Eva sintio desde el momento que perdio su padre, la necesidad de experimentar esa pasion que habia llevado a su padre hasta aquel lugar, por lo que se comprometio con ella misma a convertirse en una periodista exitosa. A traves de esto, le daria al mundo la posibilidad de conocer las realidades mas crudas a costa de lo que fuese. Esta situacion habia convertido a Eva en una nina muy reservada, no solia hablar demasiado con nadie, y era victima de las burlas de los ninos mas crueles de la escuela, quienes hacian representaciones de como habia sido asesinado a su padre. Mientras caminaba por el pasillo principal de la escuela hacia su clase de geografia, la cual detestaba, se cruzo con un grupo de estos desagradables chicos, los cuales intentaron una vez mas intimidarla y hacerla llorar. Parecia que esa era su actividad favorita durante el dia. Pero aquel dia fue totalmente diferente, ya que mientras los chicos hacian su representacion de costumbre, uno de ellos recibio un golpe tan fuerte en su cabeza que cayo desmayado en el suelo. -- Ya dejala en paz. -- Se escucho. El grupo de ninos huyo rapidamente del lugar, dejando su companero tendido en el suelo, mientras Eva miraba atonita una escena que para ella era totalmente nueva, nadie la habia defendido de esa forma en el pasado. -- ?Estas bien? -- Si. ?Quien eres? -- Pregunto Eva. -- Soy Roberto Murray. -- Hola, gracias por tu ayuda. Pero, creo que estaras en problemas. Roberto tomo de la mano a Eva y abandonaron el lugar tan rapido como fue posible, ya habria tiempo para hablar y comentar acerca de aquella situacion. Si los descubrian en ese lugar, no solo Roberto, sino que tambien Eva pagaria las consecuencias del dano que habia sufrido aquel nino desmayado en el medio del pasillo. ACTO 1 Antes de irte Desde aquella oportunidad en que ese par de ninos se cruzaron, algo ocurrio en el universo, de alguna u otra forma aquellos dos chicos estaban destinados a estar juntos por alguna razon. Asistian a la misma escuela, pero veian clases diferentes, Eva nunca se habia percatado de la existencia de Roberto, que al igual que ella era un chico timido, que no tenia demasiadas buenas relaciones con el resto de sus companeros. El golpe que le propino Roberto a aquel molesto nino, lo hizo con su maleta de cuero semidura, la cual contenia algunos libros y facilmente dejaria inconsciente a cualquiera. Estuvieron escondidos al menos 30 minutos luego del incidente, ocultos detras de las cortinas del auditorio de la escuela. Parecia que todo esta en calma cuando volvieron a los pasillos y cada uno asistio a sus respectivas clases. El timbre sonaba, dando la senal de que era la hora de salida, todos los ninos se apresuraban abandonar las aulas mientras Eva y Roberto caminaban en busca de coincidir nuevamente. Ya a la pequena no le preocupaba demasiado que la molestaran, solo queria encontrarse con su pequeno superheroe. Hasta ese momento era el unico en la escuela que le habia demostrado empatia y alguna preocupacion por ella luego de haber afrontado la tragedia de perder a su padre. Camino a la salida de la escuela, logro ver como Roberto, a lo lejos, subia a su bicicleta y se marchaba, intento correr para alcanzarlo, pero ya este se habia marchado rapidamente. Desde el coche la madre de Eva tocaba la bocina con insistencia tratando llamar su atencion, pero esto era una total perdida de tiempo, ya que Eva estaba entregada a aquella imagen de Roberto perdiendose en la distancia. Al llegar a casa tenia una rutina bastante regular, amaba tocar el Cello, por lo que pasaba algunas horas practicando en el estudio que era de su padre. Luego realizaba las actividades que asignaban en la escuela para luego pasar el resto de la tarde en el parque, leyendo algun libro. Le fascinaba leer novelas de guerra y suspenso, una combinacion poco usual pero que la apasionaban. Con el tiempo, Eva se fue haciendo mucho mas habil con la lectura, podia devorar dos libros en una semana. Era su manera de desconectarse del mundo y alimentar esa pasion que estaba forjando a una futura periodista que eventualmente seria especialista en crimenes de guerra, secuestros, terrorismo y corrupcion. Una tarde, mientras leia uno de sus libros favoritos, recostada de un gran arbol en el parque, vio pasar a Roberto en su bicicleta, no sabia que hacer, si correr detras de el e intentar alcanzarlo o simplemente dejar que pasara la oportunidad una vez mas. Eva tenia la extrema necesidad de agradecerle a Roberto lo que habia hecho por ella. A pesar de los minutos que pasaron juntos luego el incidente, esta no tuvo la oportunidad de darle las gracias y preguntarle por que lo habia hecho. Tampoco era el tipo de nina que gritaria desesperadamente el nombre de Roberto para captar su atencion, pero al parecer algo capturo la atencion de Roberto y lo hizo voltear justo a la direccion donde se encontraba Eva, como si un poder sobrenatural hubiese logrado que Roberto voltease controlado por la voluntad de Eva. Justo en ese momento Eva quedo paralizada, totalmente sorprendida, y tan solo puedo agitar una de sus manos saludando al pequeno nino que decidio dar vuelta y dirigirse hasta ella. -- ?Como te va, Eva? -- Pregunto Roberto. -- Muy bien, han pasado muchos dias desde… Bueno ya sabes, aquel incidente. -- Si, aun no habido consecuencias, tampoco espero que las haya. -- No tuve la oportunidad de darte las gracias, fuiste muy amable al defenderme. Roberto se sento justo al lado de Eva comenzaron a charlar acerca de multiples temas, que parecian no acabarse. Entre tantas cosas de las que hablaron, se pasearon por los libros favoritos de Eva y las comidas favoritas de Roberto, el cual estaba un poco pasado de peso para su edad. Los manjares que preparaba su madre no eran faciles de rechazar, a pesar de que sabia que sufria de sobrepeso, para el no era algo importante contar con un aspecto agradable, era un nino feliz, para el, eso era suficiente. Los constantes ataques de otros ninos hacia su contextura habian hecho desarrollar un temperamento bastante volatil, el cual podria ser detonado solo con una burla minima hacia el o hacia cualquier persona que considerara inocente y fragil, tal como el caso de Eva. Mientras conversaban, la nina hablaba sobre su pasion por el periodismo y las comunicaciones, narraba como sonaba con convertirse en una reportera famosa y cubrir las noticias mas importantes del mundo mientras se dirigia a la poblacion mundial a traves de una prestigiosa cadena de television. Roberto conocia la situacion por la que habia pasado Eva, pero siendo un nino bastante reservado, prefirio no tocar el tema. De alguna manera forma le preocupaba que Eva estuviese siguiendo los mismos pasos de su padre y que estuviese en camino a un final similar. Tambien se imaginaba que aquella chica simplemente queria tomar venganza y acabar con aquellos terroristas que han matado a su padre. Solamente eran teorias inocentes del nino, que apenas estaba conociendo a Eva. Aquellos encuentros en el parque pasaron de ser casuales y esporadicos a ser mucho mas frecuentes y planificados, cada tarde se convertia en una oportunidad para Roberto de conocer mucho mas a fondo a su nueva amiga Eva. Por otra parte, Eva conseguia en Roberto todo ese afecto que no recibia por parte de sus companeros de escuela, su circulo de amigos estaba conformado unicamente por sus libros, aunque ella no comprendia muy bien porque. Parecia que no les hacia falta absolutamente mas nada en el mundo para divertirse que la compania mutua, mientras Eva era una nina intelectual, analitica y discreta, Roberto era un nino ocurrente, espontaneo y con muy buen sentido del humor. Por esto podian pasar horas juntos sin experimentar ni un poco de aburrimiento. Pero la felicidad de algunos es la infelicidad de otros, y para algunas personas es muy dificil lograr comprender y aceptar que otros sean mucho mas felices que ellos, esto lo comprenderia Eva de una manera muy dramatica, durante una tarde, mientras esperaba la llegada de Roberto. Cada dia que decidieron encontrarse lo hacian puntualmente a las 5:00 p.m., generalmente Eva ya se encontraba en el parque cuando llegaba Roberto con el sonido del doblar de las campanas de la iglesia cercana al parque. Pero aquella tarde no habian salido las cosas como todos los dias, las campanas dejaron de sonar y Roberto aun no llegaba, pasaron los minutos y esto preocupo a Eva. Era la primera vez que el chico faltaba a una de sus reuniones, por lo que Eva tomo sus libros y se dirigio hasta la casa del chico. Al llegar alli, toco la puerta tan fuerte como pudo para ser atendida por el padre de Roberto. -- !Eva! Que sorpresa. -- Exclamo. -- ?Como esta, senor Miller? -- Muy bien Eva, llevas un lazo muy bonito en el cabello. -- Gracias. -- Contesto --. Quisiera saber si Roberto esta en casa. -- No, Roberto salio al parque hace mas de una hora. Aquella afirmacion del padre, dejo a Eva paralizada, ya que su instinto le indico que algo no estaba bien, el retraso de Roberto, se debia a otra causa, ya que no se encontraba en su casa y debio llegar al parque a tiempo, segun los datos proporcionados por el senor Miller. -- ?Te pasa algo? Pregunto el padre del chico.

  • La vida secreta de la ultima wiccana de Gema Tacon

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    Cuando Iris murio Anastasia penso que no le quedaba nadie mas en el mundo. Conocer sus origenes la embarca en una loca mision suicida en busca de unos artefactos magicos para terminar con un mal que pretende aniquilar a todos los seres sobrenaturales del planeta, los mismos en los que jamas habia creido.
    El peculiar aquelarre al que casi le habian obligado a pertenecer fue convirtiendose en su nueva familia y no tardaria mucho en ser capaz incluso de entregar su vida para protegerlos. Cada paso que da la hace mas conocedora de la verdad y comienza a entender por que Iris lo mantuvo en secreto. Todo en esta vida tiene consecuencias y el poder de tres es algo que a Anastasia se le grabara a fuego.
    ?Podra asimilar las muertes que estan por llegar?
    En este libro encontraras la realidad de la religion wicca mezclada con fantasia y humor. Una historia que nos ensena el valor de la amistad y los peligros de una mala eleccion.

  • Artifices del azar de Yoav Blum

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    ?Y si la bebida que acabas de tirar, el tren que acabas de perder o el boleto de loteria que acabas de encontrar no fuera un suceso fortuito? ?Y si este suceso formara parte de un plan mayor? ?Y si no existiesen los encuentros casuales? ?Y si unos desconocidos decidieran nuestro destino? ?Y si estuvieran planeando incluso el destino del mundo?

  • El club de los mentirosos de Mary Karr

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    Despues de Tu no eres como otras madres y Regreso a Berlin, otro gran descubrimiento con la marca de la joven edicion independiente de calidad. Cuando se publico por primera vez, en Estados Unidos, El club de los mentirosos fue un exito arrollador y elevo el arte de la narrativa memorialistica a un nivel completamente nuevo.

  • Solo tengo plan A de Laia Andia Adroher

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    Mi madre solo tuvo que decirme que mi abuela habia pasado por el hospital para que hiciera las maletas sin pensarlo. Estoy viviendo en Nueva York, me mude hace seis anos queriendo vivir el sueno americano tras tener un contrato debajo del brazo para ser modelo de una marca. La campana iba a ser larga y me iba a permitir vivir una temporada en la Gran Manzana, asi que llena de ilusion sali del pueblo sin fecha de retorno y con la esperanza de que esa oportunidad me abriera mas puertas. Y vaya si lo hizo, ahora soy una modelo de renombre y no me puedo quejar de todo el trabajo que tengo. Me va tan maravillosamente bien que por esa misma razon puedo tomarme este paron, retrasar algunas campanas y dedicarle unos dias a mi familia. Es algo que hace demasiado tiempo que no hago. No es que no me guste el pueblo, tengo mil y un recuerdos buenos en el, pero me fui sabiendo que seria por una larga temporada y volver podria hacerme cambiar de opinion, digamos que la fuerza de voluntad nunca ha sido lo mio y con poco me hubiesen convencido para quedarme de nuevo. Asi que podemos decir que he intentado evitarlo durante todos estos anos, lo que no significa que haya evitado a mi familia, amigos o demas, simplemente que hemos coincidido en otros lugares y en menos ocasiones. Pero mi abuela se merece esta visita porque la quiero como a nadie y porque no me perdonaria que le pasara algo y no estuviera a su lado. Estoy siendo muy pesimista, mi madre ya me ha informado por activa y por pasiva que no ha sido nada grave, pero sabe que no le perdonaria habermelo ocultado. Y en el fondo se que ha usado esa baza para tenerme unos dias en casa, no la culpo; por mi parte, tambien tengo ciertas ganas de ello. Volver al pueblo representa muchas cosas. No solo por todo lo que respiro en el, sino tambien por los recuerdos, la nostalgia y la felicidad que me invade. Siempre me ha fascinado la gran familia que formamos entre todos y el poder sentirse en casa es una de las mejores sensaciones de la vida. Quizas por todo esto he evitado venir durante estos anos. Le tengo demasiado carino como para desprenderme sin mas. Me costo lo suyo dar el paso, dejarlo atras, y estaba convencida de que volverlo a pisar me traeria muchos sentimientos y seria como una tentacion para volverme a quedar. Y ahora no puedo permitirmelo, no cuando mi carrera esta en lo mas alto y me apetece seguir unos anos mas. Luego, ya decidiremos que hacer con mi vida. Volver a casa es siempre reconfortante, aunque creo que lo mas dificil sera compartir techo con mis padres; tantos anos independizada que no se si podre soportarlo, pero ese es un mero detalle que estoy dispuesta a acatar. Ya dicen eso de que como en casa en ningun sitio, y volver a tenerlos a mi lado estoy segura de que recargara mis energias para poder volver mas animada; digamos que a pesar de que todo me va estupendamente, siempre tengo periodos de bajon. La soledad no es tan facil como dicen, y tenerlos lejos hace que, a veces, experimente esa sensacion. En un pueblo tan pequeno como el nuestro, nos conocemos todos, somos como una gran familia, y la bomba que fue mi partida no paso desapercibida para nadie. Hubo opiniones de todo tipo, pero la gente que mas me importaba me animo a intentarlo, me apoyo en todo momento, y, ademas, se alegraron de poder fardar de paisana. Aqui salia con Alvaro, con el que vivi anos muy felices y a quien siempre considere mi gran amor. En estos lugares sueles tener un unico amor, ya no solo por el corto abanico de seleccion, las habladurias o la presion social, sino porque se te permite conocer el amor de verdad. Experimentas todos los procesos de la relacion y el vinculo que creas es mucho mas fuerte del que puedas encontrar en la ciudad, al menos, a mi parecer y bajo mi experiencia. Seguro que hay casos especiales, pero la libertad que tenemos aqui para conocernos y el tiempo que compartimos, tengo entendido que es mayor que en otras partes, asi que si, pudimos conocernos bien y querernos mas. Empezamos a salir cuando yo tenia quince anos y el diecisiete, y a mis veinte yo decidi cambiar mi camino. Por lo que podeis comprobar, el decidio apoyarme, pero desde la distancia. Empezamos siendo jovenes, era algo que la gente decia que se veia venir y desde el primer dia nos convertimos en inseparables. Lo haciamos practicamente todo juntos y buscabamos cualquier momento para coincidir. Las familias ya se llevaban bien, por lo que no habia objeciones de ningun tipo y podiamos incluso pasar noches juntos. Cuando le dije que me habian ofrecido una campana en Nueva York, fue mi maximo apoyo y se alegro un monton por mi felicidad, pero ambos teniamos claro que el se quedaba en casa. No sabiamos cuanto tiempo significaba ese primer contrato, por lo que tampoco rompimos de primeras. La verdad es que no fue una ruptura dolorosa. Creer en el amor es lo que tiene, que piensas que dura para siempre, y que por muchos oceanos que pongas de por medio, sera algo irrompible. Y aqui fui una grandisima ilusa. Tampoco voy a mentir, he tenido mis encuentros en la Gran Manzana; pocos, considerando el gran numero de oportunidades, pero suficientes. Si os lo he mencionado nada mas llegar es porque acabo de dejar mis cosas en casa y he decidido ir a respirar el aire puro que tenemos por aqui, como para reencontrarme con mi tierra y dejarme llevar por la nostalgia del momento. Mis padres no llegaran hasta mas tarde y como no he avisado a casi nadie de que venia a pasar unos dias, queria disfrutar un rato de mi misma, concienciarme de lo que va a ser estar aqui y evaluar como me siento pisando mi tierra. Ya sabeis, el primer paseo, la primera toma de contacto, ya que todavia no estoy segura de estar aqui de verdad. Esto iba a permitirme un rato con mi yo del pasado y recordar todas esas anecdotas que me sacan mil sonrisas. El handicap ha sido que no he tardado ni cinco minutos en tener que presenciar mi peor pesadilla, la que me acaba de dejar inmovil y con el corazon mas que encogido. Aqui estoy, teniendo que observar como Alvaro ha rehecho su vida. Realmente en shock y con el corazon en mil pedazos. Lo se, puedo ser muy ilusa si despues de seis anos, cuatro si contamos desde nuestro distanciamiento, pensaba que me iba a guardar el luto, pero eramos como el principe y la princesa de este pueblo y yo nunca me imagine una vida sin el. Ademas, que la mujer que lleva del brazo sea Teresa es lo peor que me podia pasar. Mi grandisima enemiga, y sere una creida, pero la envidia que me tenia era inhumana, no lo digo solo yo, lo dice practicamente todo el pueblo. Si, ella tambien tiene amigas, pero son las del pueblo vecino, asi que aqui todos opinan como yo. No se como ha llegado a pasar todo esto, me imagino que mis amigos acabaran de ponerme al corriente. He seguido manteniendo el contacto con la mayoria, por eso me extrana el doble no estar informada de este acontecimiento. Tambien es cierto que, de inicio, no perdi la buena conexion con Alvaro, por lo que el tambien podria haberme hablado de la situacion. Cuando me fui, no pusimos un punto y final definitivo, lo que yo os decia, cuando crees en las historias de amor, sabes que cuando vuelvas, te va a estar esperando. Anado que no me fui con fecha exacta de retorno, por lo que eso podria haber sido una eternidad. Pero fuese como fuese, yo creia en mi cuento perfecto. Ahora mismo maldigo todas esas peliculas romanticas donde todo acaba bien. Hacen que nuestras expectativas en cuanto el amor sean demasiado grandes y luego pasa lo que pasa. Alvaro y yo seguimos hablando cada dia durante una temporada, incluso tuvimos algun reencuentro en America y puntos intermedios. Fue como intentarlo en la distancia, acostumbrandonos a un tipo de vida diferente, una especie de relacion que no sabiamos a donde nos podia llevar. Hasta que, supongo, que la diferencia horaria, nuestras complicadas agendas y nosotros mismos hicimos que esa comunicacion disminuyera. Tambien tuvimos ciertas discusiones, las que yo considere que se debian a sus celos cuando me veia en alguna revista y especulaban con alguno del mundo del famoseo, y al final, pues, cortamos por lo sano. Para no hacernos dano. Bueno, por lo sano es un decir, ya que todo vino provocado por una tremenda discusion que llevo anos intentando olvidar. Claro que nunca pense que no seria el hombre de mi vida. Yo confiaba en que cuando decidiera volver, porque si algo tenia claro era que tarde o temprano volveria a casa, retomariamos lo que dejamos a medias. Y es mas, tenia la esperanza de que, una vez olvidadas todas esas palabras que nos dijimos hara unos tres anos, el seria el que se encargaria de hacerme una visita. Si, una de esas donde se pide perdon, todo queda atras, y nos declaramos amor eterno. Muchas peliculas he visto a lo largo de mi vida, por esa misma razon creia en la posibilidad de tener mi propio final feliz. Quizas puedo tener mas esperanza de la permitida o viva en un cuento de princesas que no debo. Pero cuando sientes este amor por una persona, no hay barrera que valga. Bueno, si, la que tengo delante de mis ojos. Que el ha decidido pasar pagina y encontrar a otra persona. ?Habra dejado de sentir por mi? ?Sera solo una manera de consolarse? No quiero ser mala, pero Teresa ya existia cuando estabamos juntos, y entonces me eligio a mi, por algo seria, ?no? Es decir, que si entonces no le gusto suficiente, ?por que ahora si? Me temo que es un tema mas complejo de lo que me puedo estar imaginando, sin embargo, como el no me ha visto a mi, prefiero encontrar una fuente fiable que me explique que ha pasado antes de enfrentarme a la dura realidad. Y esa fuente no puede ser otra que Vanesa, espero que mi mejor amiga no me mienta, tenga motivos para habermelo ocultado y sepa maquillarlo suficiente para que no duela. --Dime que eres una gran amiga y nos reunimos en diez minutos en el pub --le digo al descolgar; no hace falta especificar, para tres pubs que tiene el pueblo, todos sabemos a cual nos referimos. --No todas contamos con tu potencial, estoy trabajando --me responde entre risas. --Se que sabras ganarte a tu jefe, te espero ahi. --Y cuelgo antes de que pueda darme otra clase de excusa estupida. Vanesa es mi amiga desde que naci. Es tambien mi vecina y hemos sido siempre una y carne. Le afecto mucho mi partida, pero su camino estaba aqui, en la empresa familiar, por lo que no pudo venirse conmigo. Viene a verme una vez cada dos meses y hacemos un viaje juntas al ano. De todas maneras, seguimos manteniendo conversaciones, practicamente diarias, por Skype. Y eso solo hace que me replantee el por que me ha estado ocultando lo que acabo de ver. Algo que voy a tardar muy poco en averiguar, puesto que ya esta entrando por la puerta con su mejor sonrisa. --En mi defensa dire que me hizo prometer que no diria nada y que no contabamos con que volverias tan pronto. --No hace falta que exponga el motivo de mi quedada, Vanesa me conoce incluso mejor que yo misma. --?Seis anos es volver pronto? No tiene sentido que os haya hecho prometer algo asi, ?tampoco pensaba decirmelo el? --Quizas me haya olvidado, pero podria mantener un poco del carino que nos teniamos.

  • Las aventuras de Ulises de Giovanni Nucci

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    ?Como se puede conseguir que todos los ninos conozcan un gran clasico como la Odisea? Giovanni Nucci lo logra de forma magistral. Es esta la historia de Ulises, un personaje conocidisimo. Es la historia del amor de Ulises y Penelope, del rapto de Helena, de la guerra de Troya, del famoso caballo, de Polifemo, de la maga Circe, de Nausicaa, de la larga espera de Penelope, que tejia y tejia, del perro Argo, el unico que reconoce a Ulises, su amo, de la competicion entre los pretendientes de Penelope, y de como, despues de tan largo viaje, Ulises pudo por fin descansar en las costas de Itaca, con la mirada perdida en el mar color vino

  • El mal causado (Un dia en el Tamesis 2) de Diaz De Tuesta

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    !Segunda entrega de esta apasionate serie de Diaz de Tuesta!

  • Al diablo con la muerte (Morir por amor 2) de Iris Romero Bermejo

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    Segunda entrega de la serie <> iniciada con Con la muerte en sus tacones.

  • El Reino del Dragon de Oro (Memorias del Aguila y del Jaguar 2) de Isabel Allende

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    No han transcurrido muchos meses desde que el joven Alexander Cold se internara con su abuela en el corazon del Amazonas en busca de su legendaria Bestia. En esta ocasion, la reportera Kate Cold acompana a su nieto y a la mejor amiga de el, Nadia, junto con los fotografos de International Geographic, en un viaje a otro remoto rincon del mundo. La mision del equipo es adentrarse en un reino prohibido, oculto en los picos helados del Himalaya, y localizar el legendario dragon de oro, una estatua sagrada y oraculo invaluable capaz de presagiar el futuro del reino.En su carrera para llegar a la estatua antes de que sea destruida por la avaricia de un intruso, Alexander y Nadia deben usar el poder ilimitado de sus espiritus animales totemicos: Jaguar y Aguila. Con la ayuda de un sabio monje budista y su joven discipulo real, y de una feroz tribu de guerreros Yeti, Alexander y Nadia luchan intrepidamente para proteger el sagrado reinado del dragon dorado. Una vez mas, Isabel Allende guia a los lectores en un fabuloso viaje colmado de suspenso, magia y asombrosas aventuras en esta fascinante continuacion de La Ciudad de las Bestias.

  • El hombre que nunca le haria dano a nadie de Roger Rubio

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  • Heliodora de Silvia Sanz

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    Pude sentir dolor en todos mis huesos. Haber dormido en ese viejo colchon tirado en el suelo, paso de ser una idea de lo mas melancolica a una penitencia a lo largo de la noche, eran mis primeras horas en la casa, que ganas tenia de que este momento llegara, ahora si puedo decir por fin, que es mia, y no me importaba pasar estos instantes de cualquier manera. Habian sido muchos meses tortuosos los que habian pasado hasta que ayer, finalmente, firme la escritura y me hicieron entrega de la llave. Era preciosa. Bueno preciosa, era y sera, porque la verdad es que ahora mismo es un monton de trastos viejos, corrijo mi pensamiento, trastos antiguos, paredes quebradas, tejados caidos y ventanas y puertas descolgadas. Nada de esto puede desanimarme, al contrario, llenan mi cuerpo y mi mente de una energia interior como nunca antes habia sentido. Por donde empiezo, poco puedo hacer con las herramientas y enseres de limpieza que aqui tengo. Al menos algo de agua hay, Pude adecentarme un poco y, decidida, sali a comprar lo que necesitaba; pero antes, un cafe me terminaria de despertar. Tuve que andar un largo tramo hasta encontrar un bar, entre y senti como los tertulianos del lugar se giraban para mirarme, pude leer en su mente un pensamiento. --Esta es forastera. Pedi que me pusieran un cafe con leche, largo de cafe con la leche templada y en vaso de cana. El camarero se tomo su tiempo para servirmelo, quiza fueron demasiadas peticiones juntas. Lo acompane con una buena tostada y un vaso de zumo. Ahora si, cuerpo y alma estaban preparados para afrontar este magnifico dia. Mientras desayunaba, observe a los tertulianos, al camarero, la decoracion. Todo parecia estar totalmente armonizado, hasta el olor a aceite usado que, salia de la cocina acompanaba a aquella estampa que sin llegar a ser gris, la calificaria de verde caqui, muy propia del ambiente cazador y campero que todo transmitia. No muy lejos de alli, encontre una tienda. A primera vista, nunca hubiera imaginado que fuera tan grande y tuviera tantas cosas, pues al pasar por delante solo se veia la puerta de entrada. De no haberme fijado en que una mujer salia con una barra de pan, habria pasado pensando que era la entrada de una vivienda. Todo cuanto en principio necesitaba aqui lo tenian: cepillo, recogedor, fregona, cubo, bayetas, limpiacristales... Estaba tan emocionada... Mientras deambulaba por la tienda, sentia que las mujeres que alli estaban me observaban, con la misma sensacion que habia experimentado con los clientes del bar: --Esta es forastera. Ya se acostumbraran a mi presencia, pense. Me dirigi a la caja, espere mi turno y pague. Regrese a mi casa, dando un paseo muy tranquilo y admirando cada una de las viviendas que iba dejando a mi paso. Todas encaladas, con sus rejas pintadas en negro, algunas de ellas tenian grandes puertas falsas de madera, que en otros tiempos habian servido para dar entrada a los carros y caballos a los patios interiores. Me quede un rato admirando uno de ellos que, al pasar, tenia las puertas abiertas y me dejaba apreciar grandes macetas de hortensias de diferentes colores al fondo, y un gran laurel, que casi daba sombra a todo el corral. Mi casa, como me gustaba esa idea. Me la repetia una y otra vez, para grabarla a fuego. Recuerdo cuantas veces me habian dicho que estaba loca, que como podia invertir en esa ruina todos mis ahorros, que era tirar el dinero. No quise escuchar a nadie, no hice caso de nadie ni de nada, solo a mi corazon y el me decia que debia comprarla, que mi futuro y mi felicidad estaban ligadas a esa casa de una manera que aun no puedo entender, pero es algo que estoy segura descubrire. Ahora viene la pregunta del millon. ?Por donde empiezo? Tengo todo el viernes y el fin de semana para elegir aquella zona de la casa donde voy a vivir a partir de ahora. Estoy casi segura de donde voy a ubicarme, hay dos habitaciones contiguas, una mas grande que la otra, y aunque mi primera idea fue elegir la mayor, decidi que debia usar la pequena; estaba justo al lado del bano y de la puerta del patio. !Como me gusta ese patio! Por un impulso, cogi el cepillo y de manera casi inconsciente sali a la puerta de la calle y me puse a barrer la acera. Yo misma me sorprendi realizando aquel trabajo, no recuerdo que fuera una prioridad en ese momento, pero de forma casi natural, como si de una costumbre innata se tratara, barri toda la acera que bordeaba mi casa. Mientras lo hacia, pude ver como detras de una ventana de la casa de enfrente una anciana mujer me observaba. No podia verla muy bien, pero sabia que estaba alli, mirando. De la misma forma casi inconsciente, llene varios cubos de agua y los eche en la acera para terminar de limpiarla. Ahora si, ahora podia empezar dentro. Enrolle la persiana de laminas de madera, y anude la verde cuerda a una alcayata que parecia estar colocada en un lateral de la ventana para ese menester. La abri con sumo cuidado, vigilando que no se descolgara de las bisagras, las repase una por una y las engrase, ya podia abrir y cerrar con tranquilidad y sin producir ese intenso ruido que resonaba por todas partes. La limpie con sumo carino, no importaba cuanto tiempo me iba a llevar adecentar este cuarto, sino que cada movimiento, cada cosa que tocaba o limpiaba fuera recobrando la vida y el lustre que en otros tiempos habia tenido. No siento que este limpiando, es mas una sensacion de estar restaurando. Y eso me hace sentir muy feliz. Tenia desalojada toda la habitacion y me postre de rodillas para fregar el suelo y ver de cerca el magnifico mosaico con que estaba decorado. O, al menos, a mi me lo parecia. Decidi hace tiempo no justificar el por que hacia o dejaba de hacer las cosas, o de por que pensaba una cosa y no otras mas afines a la educacion que me habian dado. Si a mi me gustaba ese suelo y me parecia espectacular, nadie iba a venir a convencerme de lo contrario. Lo limpie con sumo carino, con delicadeza, apreciando cada una de las tonalidades, y de las formas geometricas que lo forman. He acabado. Me quede de pie en el quicio de la puerta observando la habitacion y disfrutando con montones de imagenes que llenaban mi cabeza de como iba a decorarla. Vamos a por el bano, me dije. Ni mucho menos experimente la misma sensacion al limpiarlo que me habia producido el cuarto. Era evidente que nada tenia que ver con el resto de la casa y que se habia construido con posterioridad al resto de las estancias, y seguramente obligado por las necesidades. No habia nada en el que me llamase la atencion, era meramente un lugar necesario que no me aportaba nada mas que su funcion vital, y que tenia claro que remodelaria y le daria un aire mas coqueto y rural. Desde luego que los azulejos verde agua iban a desaparecer, asi como el resto de enseres que hacian juego en tonalidad. De momento es lo que hay y por salud e higiene tenia que limpiarlo a fondo. Una vez habia terminado, sali al patio y busque lo que en alguna ocasion se me habia hecho ver. Como si de un macetero se tratase, en uno de los rincones habian quedado tirados varios trozos de lo que en su tiempo debio ser una tinaja y en la tierra alli acumulada habia crecido una gran cantidad de hierbabuena. Arranque un ramillete y lo puse en agua en un pequeno jarroncito que habia encontrado en el recibidor. La coloque en el bano, junto como mis enseres personales. Es increible como un pequeno detalle puede hacer que cambie por completo la apariencia de un lugar. Y que agradable olor.

  • El aprendiz del tejedor de Cristina Palacio

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    Ano 1535. Escalonilla es un pueblo perdido en la meseta castellana, similar a cualquier otro, con su iglesia y su fuente, su cura y su alcalde, sus viejos tomando el sol en la plaza, sus mujeres con el cantaro en la cadera y sus ninos jugando.
    Se acerca el dia de Navidad y la fecha de elegir los nuevos cargos municipales.
    Una noche de tormenta, un asesinato, un testigo.
    ?Que oculta un pueblo que parecia tan inocente?

  • 180 segundos de Jessica Park

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    Algunas personas se pasan toda la vida sin cambiar de perspectiva. Para Allison solo bastaran 180 segundos…

  • Carne Medieval de Gema Perez

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    Senorita Victoriana: Romance, Pasion y Erotica en el Londres Victoriano
    Delilah ha sido siempre una nina desfavorecida. Criada en las calles de Londres, huerfana y forzada a crecer a marchas forzadas. Una superviviente, ladrona, y paria.