• libro solo una caricia - Maya Banks

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    Educada desde jovencita en una secta religiosa, Jenna no ha tenido contacto con el mundo exterior, lo unico que tiene son vagos retazos de recuerdos que parecen pertenecer a otra vida. Recuerdos a los que se agarra cuando los lideres de la secta descubren sus poderes sanadores. y la castigan. Anos de cautividad y sometimiento a las estrictas ordenes de la secta han convertido a Jenna en una mujer timida y docil. o eso es lo que todos creen. En realidad, esta esperando el mejor momento para escapar.

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  • SOLO UNA CARICIA | MAYA BANKS | Casa del Libro

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    8 nov 2017 — Sinopsis de SOLO UNA CARICIA ... Educada desde jovencita en una secta religiosa, Jenna no ha tenido contacto con el mundo exterior, lo único que ...

  • Solo una caricia - Libro de Maya Banks - Lecturalia

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  • Solo una caricia - Maya Banks - Babelio

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  • Solo una caricia - Libros De Mario

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  • Temas de conversacion de Miranda Popkey

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    Desde la orilla, el mar se ve en tres pedazos, como una pintura abstracta que se mueve suavemente. Junto a la arena es un liquido color verde palido de un lago fertil. Luego viene una franja aguamarina, el color que una imagina al leer la palabra: agua marina, agua del mar. Finalmente, un azul intenso, el color de un pigmento, como pintura fresca que brota de un tubo metalico. Sylvia Plath escribio en su diario el mes que conocio a Ted Hughes, ese mismo dia, no, el dia antes: <>. Pasemos por alto la nieve, los arboles negros. El mar estaba de ese color, el color de que palabra azul. Aquel verano estaba leyendo los diarios de Plath porque tenia veintiun anos y las sensaciones me tenian loca, estaba ebria de ellas. Y, para la clase de persona que va derecha de una licenciatura en Literatura Inglesa a un posgrado de esa misma materia (o sea, para mi), los Diarios de Sylvia Plath, 1950-1962, reeditados aquel ano en su version integra, cuentan como lectura placentera. Se conocieron, me refiero a Sylvia y Ted, en febrero, y se casaron en junio, el 16, el Bloomsday, el dia del Leopold Bloom de Joyce. Fue premeditado. Premeditado y los delato bastante; me refiero a que revelaba que no deberian haberlo hecho, lo de casarse. No era mas que simbolismo juvenil. O uno de ellos, al menos. Una de las cosas que te delatan en la vida. Eso pasaba en Otranto, yo estaba alli, en agosto. El mar se veia de tres tonos de lo que podria llamarse azul y yo estaba de vacaciones y no lo estaba. Los padres de Camila eran psicoanalistas argentinos y yo estaba de vacaciones en el sentido de que habian pagado mi vuelo de Nueva York a Londres y de Londres a Roma y de Roma a Brindisi y el tren de Brindisi a Otranto y tambien el complejo turistico en el que nos alojabamos, desparramado por una ladera en terrazas y bancales, con muros de ladrillo y todo incluido, de modo que en teoria yo podia pedir, desde las tumbonas de listones de madera pintadas de blanco, cuantas bebidas quisiera. Aunque en la practica no podia hacer eso porque la razon por la que me habian pagado los vuelos, el tren y la habitacion, la razon por la que estaba siquiera con Camila y sus padres, era que Camila tenia unos hermanos gemelos de siete anos y era tarea mia ocuparme de ellos. Matteo y Tomas: Tomas era mas menudo y rubio, y a Matteo, con su torso bronceado y el pelo oscuro y rizado, lo confundian todo el rato con un lugareno. Por el nombre tambien, claro; el padre de Artemisia era italiano, de ahi que lo pronunciaran asi. Vivian en el Upper West Side, y Artemisia y los ninos y el marido, Pablo, eran de <> argentino. Camila y yo eramos amigas, un punto mas en la columna de las vacaciones. Las primeras dos semanas fueron las mas duras. Los gemelos tenian una ninera en Nueva York, tambien argentina, y coincidia que agosto era su mes de vacaciones, y conmigo, al principio, se habian amotinado, como suelen hacer los ninos cuando se les somete a una nueva autoridad. No podrian haber sabido con exactitud por que era reacia a salir corriendo de su habitacion hacia la de sus padres, para comprobar una vez mas que era lo que supuestamente debian o no debian comer y ver en la tele, hasta que hora se suponia que podian quedarse levantados o no, pero sin duda captaron esa reticencia mia, la enormidad de mi aprension. Artemisia solo me habia dado unas pautas generales (que no se pasen con las golosinas, y no le quites ojo a tu vino, porque intentaran echarse un poco en su Coca-Cola), y una mujer que no fuera yo lo habria entendido como una licencia, una mujer distinta habria sabido, por como se maquillaba los ojos Artemisia, por los vestidos largos y sueltos, sin mangas, que llevaba, por las pulseras que acumulaba en su brazo delgado y bronceado, por las gafas de sol y los panuelos, por el hecho de que Pablo solo me hubiera hablado directamente en tres ocasiones y nunca sobre los ninos, que poner normas era cosa mia. Pero yo era una chica insegura, andaba corta de determinacion y autoestima, y deseaba gustarles a Artemisia y Pablo, a Artemisia en particular, porque enseguida me resulto evidente, por los vestidos sueltos y las pulseras y tambien por la forma en que Pablo inclinaba la cabeza cuando hablaba conmigo, de modo que sus ojos, porque ya era bajo de por si, no miraban exactamente mi cara, que la aprobacion de ella seria la mas dificil de conseguir. Aquellas primeras semanas las pase con el temor de que Tomas y Matteo, al que llamabamos Teo, de modo que eran Tom y Teo, con la <> de Tom cerrada para que no sonase en absoluto como una abreviatura del Thomas americano, fueran corriendo a sus padres con el cuento de que la nueva ninera era horrorosa y pidieran que la echaran. Como si estuviera en alguna imitacion de una novela de Henry James, algun remedo de adaptacion hecha por la productora Merchant Ivory. Y asi transcurrio la primera semana, en la que yo trataba de negarles una golosina por aqui o un privilegio por alla y ellos se quejaban y yo cedia de inmediato, en la que les compraba bomboloni por la manana y cornetti por la tarde y conseguia que no tuviesen apetito para la cena a las ocho y ellos pedian quedarse levantados hasta la pelicula de las once y cuarto de la noche en Retequattro, y se quejaban diciendo <>, y fue asi como Tom y Teo se quedaron dormidos viendo Instinto basico y yo pense que, bueno, seguro que la habian recortado para esa emision y que por supuesto estaba doblada y que en realidad hasta que punto entendian ellos el italiano, por mucho que tuvieran un abuelo y parientes maternos que lo hablaran fluido. Como si el problema fuera la lengua. Eso si, no le quite ojo al vino. La segunda semana fue peor porque ya estaban cansados de conseguir lo que quisieran, y el deseo, en esos casos, no consiste tan solo en conseguir lo que uno quiere sino en sentir que te has salido con la tuya al conseguir lo que querias, de modo que entonces empezaron a dar problemas de verdad, problemas del tipo <>, motivo por el cual, en la velada de la decima noche, me encontre chillando, gritandole realmente por primera vez a Teo para que dejara de usar el cuchillo dentado de la cena con el fin de sacarle las plumas a un cojin. Respondio de maravilla: dejo de hacerlo al instante y solo lloro un poquito, se comio sus frutti di mare en silencio, no pidio despues un helado ni profiteroles con chocolate. Y todo el tiempo tenia los ojos muy abiertos y una leve sonrisa en los labios rosados y humedos, con la esperanza de recibir a cambio tambien una sonrisa, un gesto de aprobacion con la cabeza. Es cierto lo que dicen algunos: los ninos ansian en realidad que les pongan limites. Con ese <> me refiero a Artemisia. El dia anterior al incidente del cuchillo dentado, a primera hora de la tarde, cuando los ninos, ebrios de sol tras la manana en la playa, dormian con los diminutos banadores Speedo llenos de arena, espatarrados, respirando profundamente y babeando, yo habia llamado a la puerta de Artemisia. Pasa, dijo, y abri la puerta y me la encontre en biquini. Pasa, repitio, porque yo todavia no habia cruzado el umbral. Entre en la habitacion y Artemisia se volvio de espaldas a mi y se inclino para desatarse los nudos de tela en la nuca y la columna vertebral que sujetaban la parte de arriba. Cierra la puerta, me dijo. Eso hice, y cuando me di la vuelta, estaba frente a mi. Tenia los pechos grandes y algo caidos, llenos de pecas, con los pezones del color de las nueces, tostados y arrugados como ellas, y que sugerian una textura similar. No digo estas cosas con animo de criticar. Sus pezones no senalaban hacia abajo sino al frente. Todo eso lo capte en un segundo, o medio, y luego mis ojos se clavaron en los suyos. Le dije que tenia dudas acerca de la disciplina, queria saber como solia ella imponer disciplina a los ninos. Los gemelos, dijo Artemisia, ansian que les pongan limites. Les pasa a todos los ninos. Los limites concretos importan menos que el hecho de que existan. Diles lo que no deben hacer, continuo Artemisia, y cuando lo hagan de todas formas --y aqui se encogio de hombros--, castigalos. Al encogerse de hombros, sus pechos se elevaron y luego volvieron a bajar. Tenia las manos en las caderas y sus dedos enmarcaban una suave plenitud, que no acababa de ser redondez sino una especie de exhalacion, la unica prueba manifiesta en su cuerpo de que habia estado embarazada y dado a luz dos veces. Tenia los pies separados a la misma distancia que los hombros, y los muslos, tambien pecosos, no llegaban a tocarse. ?Castigarlos?, pregunte. La miraba solo a la cara. Si, dijo, un <>, dejarlos sin postre, esa clase de escarmientos. Volvio a encogerse de hombros. Aunque sospecho que no tendras que llegar tan lejos si levantas la voz. Sonrio. Son unos chicos medrosos. Tienen muchas ganas de complacer. Se inclino y vi que empezaba a quitarse tambien la parte de abajo del biquini, asi que asenti deprisa con la cabeza, me di la vuelta, sali y cerre la puerta, olvidando darle las gracias por el consejo que me habia dado, olvidando incluso darme por enterada. Y asi llego la tercera semana y los ninos se habian acostumbrado a mi y yo a ellos, como ejercitos enemigos que la manana de Navidad firman un armisticio e intercambian regalos: un cono alla vaniglia a cambio de tres cuartos de hora jugando en la arena, y nada de nadar, que vuestra ninera quiere leer un poco. Los vigilaba desde mi tumbona, un par de dias despues, cuando una sombra me cruzo las piernas. Has puesto limites, ?no? La voz pertenecia a Artemisia. Les dices que pueden jugar en la orilla, pero no nadar, y hacen justo lo que tu quieres. Asenti con la cabeza. Teo estaba salpicando a Tom, y este se daba la vuelta para echar a correr. Que vuestros pies pisen la arena, les habia dicho. Quedaos donde pueda veros. Artemisia se inclino y su sombra recorrio mi cuerpo. Sylvia Plath, dijo, leyendo el lomo del libro que yo habia dejado boca abajo sobre mis rodillas. No es muy buena poeta, comento, pero si una persona interesante.

  • Rojo y Oro de Selene M. Pascual

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  • Siete inviernos despues de Francisco Villegas Rodriguez

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    La doctora paseaba con calma entre el ajetreo del final de la tarde hacia la parada del autobus. La brisa, algo mas fresca a esa hora, se colaba entre las casas del residencial saturada de aroma a brotes verdes. Se hizo a un lado, sin llegar a detenerse, para esquivar a dos chavales que se perseguian entre carcajadas, y contemplo con agrado los tonos rojizos y azules del anochecer mientras las farolas de la calle ganaban en intensidad. Inspiro un par de veces para disfrutar de la sensacion. Procedente de alguna casa cercana una musica violenta ponia la nota discordante, pero cuando el volumen comenzaba a resultar molesto se desvanecio de repente. En el silencio, le parecio escuchar un grito que pedia auxilio. Se detuvo atenta. El grito se repitio desesperado: <>. Por encima de la valla, a su izquierda, un hombre junto a un ventanal abierto se agarraba la cabeza y volvia a gritar. Sin pensarlo demasiado empujo la cancela y recorrio a toda prisa el camino de grava que ascendia por el cesped. --Soy medico --dijo al llegar junto al hombre--, ?que le pasa? --Lo sujeto por los brazos. --!Es mi hijo! --exclamo espantado, la mirada vuelta hacia el salon. --!Calmese! --Tuvo que zarandearlo un poco--. ?Donde esta su hijo? El hombre senalo tras el ventanal y cuando ella entro, a la tenue luz de un par de lamparas pudo ver dos cuerpos tendidos en el suelo. Uno de mujer, con el vestido subido hasta el pecho dejando a la vista la ropa interior, la cara congestionada vuelta hacia ella y los ojos demasiado abiertos pero sin ver. A un par de metros, un muchacho tumbado boca arriba con un charco de sangre que se extendia bajo su cabeza respiraba con dificultad. Se arrodillo a su lado y le cogio la muneca; habia pulso, aunque debil. Se volvio hacia la puerta. Junto al padre habia un par de vecinos mas. --Avisen al enfermero del centro de salud --ordeno--, que venga con la mochila de parada, y a emergencias, digan que hemos comenzado la reanimacion. !Y a la policia! --grito cuando los otros dos ya se alejaban hacia la calle. El padre se acuclillo a su lado. Lloraba. --Dios mio, no, no dejes que muera. --!Digame como se llama su hijo! --Leandro, se llama Leandro. La respiracion del chaval sonaba a burbujas. Le abrio la boca y le limpio los restos de algo espeso. Mientras actuaba no cesaba de repetir como un mantra el nombre del nino. El pulso seguia debil y cuando paso una mano por detras de la cabeza una parte del craneo cedio bajo sus dedos; al retirarla estaba cubierta de sangre. Mando al padre a por una toalla limpia y se la coloco con cuidado bajo la cabeza. --No lo vamos a mover hasta que lleguen los sanitarios --dijo mientras con disimulo se limpiaba la mano en el pantalon. Se acerco a la mujer para asegurarse y regreso junto al nino. Un policia local muy joven se asomo por la hoja abierta del ventanal. --?Que ocurre...? --comenzo con voz segura, aunque al ver el cadaver se interrumpio en seco con una mano en la boca y la cara tan palida que la doctora temio que se fuera a desmayar. --Oiga --le dijo--. !Oiga! --Consiguio que apartara los ojos de la muerta. --?Que ha pasado? --volvio a preguntar con voz temblorosa y la mano aferrada al marco. --Alguien los ha atacado --explico ella--. La mujer ha muerto. --Por el padre, evito decir que el nino estaba muy mal--. ?Puede confirmar que se ha dado el aviso a emergencias? El policia parecio agradecer la sugerencia y salio. Al instante la sirena de una ambulancia se escucho cada vez mas cercana hasta detenerse frente a la casa y el equipo de emergencias entro escoltado por el mismo policia, seguidos por el enfermero de su consulta. Ella les resumio la situacion y comenzaron a estabilizar al nino. Se aparto unos pasos hacia el padre, que desde cierta distancia contemplaba al muchacho mientras los de emergencias se ocupaban de el. Las lagrimas brotaban mansas, mezcladas en la mejilla derecha con la sangre que goteaba de cuatro aranazos paralelos bastante profundos. Quiso saber como se los habia hecho, pero el, absorto en su hijo, no parecio escucharla. --?Se pondra bien? --pregunto sin desviar la mirada. Ella lo miro de lado sin saber que responder. Fuera ya habia oscurecido; el reflejo anaranjado de las luces de la ambulancia iluminaba intermitente el techo del salon y entrecortaba los movimientos de los presentes, como si la alarma de incendios se hubiese disparado en mitad de una representacion. Miro a su alrededor mientras una angustiosa sensacion de futilidad le oprimia la garganta y tuvo la acuciante necesidad de curar los aranazos de la cara de aquel hombre. --Esta en buenas manos, seguro que si --mintio mientras empapaba una gasa. Martes, 6 de mayo de 2008 * 21:50 h Empujado por la calida brisa, el visillo proyectaba una inquieta mancha de luz con un vaiven como el de las olas en una orilla lejana. La pantalla de un telefono olvidado sobre la mesilla de noche refulgia con la cadencia irregular de un faro averiado cada vez que la mancha de luz lo salpicaba. La cortina se apaciguo y el telefono, contagiado por la urgencia de la llamada, desperto con exigente zumbido y emprendio un insensato viaje por encima del tablero. A tres dedos del filo, la vibracion se detuvo y dejo en el ambiente la calma de un mal presagio. Un instante despues, resuelto, el movil reanudo su danza. El tono de llamada se interrumpio con un chasquido. --Si. --?Ernesto...? --Un hilo de voz temblorosa. De fondo, otras voces; en la distancia, una sirena. --?Estefano? --Preocupado--. ?Eres tu, Estefano? ?Estas bien? --Han matado a Blanca. --Una pausa--. Leandro esta malherido. --Otra pausa, un sollozo--. Lo llevan al hospital. --!Dios mio! Pero, ?que os ha pasado? --Yo... no lo se. --Una voz distante le ordenaba poner fin a la llamada--. Ahora no puedo hablar. ?Puedes ir al hospital hasta que yo llegue? Viernes, 13 de enero de 2017 * 21:30 h Ernesto Perez Quiroga se despidio de su ultimo paciente de la tarde. Cerro la libreta, desconecto el ordenador y salio al recibidor con la bufanda en el cuello y su abrigo largo y negro sobre el brazo. --Que tenga un buen fin de semana, doctor Quiroga --dijo la secretaria con una sonrisa. --Igualmente, Carolina --respondio el tirando de la puerta--. Hasta el lunes. Hacia mucho frio esa noche, y el contraste de las calles ahora vacias y en penumbra con el bullicio y la iluminacion de la recien terminada Navidad acentuaba la gelida sensacion. Para el frio del invierno, Ernesto se calzo los guantes y se ajusto el cuello del abrigo; para mitigar el de dentro, sin pararse a pensarlo, decidio que era el momento de comprar un teleobjetivo que acechaba desde hacia meses. Con esa idea consiguio hacer a un lado la anoranza de otras Navidades y disfrutar del paseo. Le gustaba el frio; le gustaba pasear bien abrigado por las calles de Granada en invierno y volver despues al calor de un buen fuego en la chimenea, un te negro bien caliente y una buena novela. En algunas ocasiones, de rodillas frente al toril de sus recuerdos, se atrevia a abrir el porton y reconocer, al compas de las cornadas, que todo aquello no eran mas que los sustitutos de un hogar y una familia. Tiempo atras, poco despues de la muerte de Estefano y su propio divorcio, pensar en eso le resultaba demasiado doloroso. Aun asi, mas a menudo de lo saludable, se deslizaba con cruel determinacion hacia ese espinoso paisaje, forastero entre las lapidas de su pasado, como si hurgar en ese dolor y paladear su sabor amargo fuese un perverso antidoto contra el olvido. Pasaron los anos, las llagas cicatrizaron y el pesar por sus perdidas, igual que la punzada de un hueso roto en dias de lluvia, quedo reservado solo para fechas senaladas, como un recordatorio en el almanaque de la cocina o una pregunta sin responder. Y asi, excepcion hecha de esos aniversarios de venerada melancolia, su vida transcurria placida y previsible con la tranquilidad de quien, por fin, ha aceptado que algunos lugares no son para el. Cruzaba Trinidad en diagonal hacia calle Duquesa cuando noto la vibracion del movil en el bolsillo de su camisa. El aire helado se le colo hasta el pecho al desabrochar el abrigo para alcanzar el telefono.

  • Contra la Pared: Y Atrevete de Francisco Correa

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    Sylvia era una rebelde.
    Sumisa en espiritu.
    Pero rebelde.
    Dificil de doblegar.

  • Amigos del placer (Libertinos Enamorados 3) de Vanny Ferrufino

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    Ashley Answorth, hija de los condes de Worcester, desea casarse por amor y no descansara hasta encontrar al hombre indicado con quien compartir su vida. Sin embargo, todo se sale de su control cuando sus sentimientos empiezan a inclinarse hacia el peor libertino de Gran Bretana, el marques de Sutherland, que esta a un paso del ostracismo social y a quien el matrimonio no parece interesarle mucho por ahora.
    Decidida a olvidarse de su absurdo enamoramiento, Ashley acepta el cortejo del duque de Blandes, encontrandose con un rotundo obstaculo en su camino: los celos del marques de Sutherland.

  • Palidez y otros relatos de Rafa Ron

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    Erotismo, sadismo, dolor y placer se entrelazan en los relatos de Rafa Ron, que abren la puerta a un mundo en el que nada es lo que parece y en el que lo que es puede resultar demasiado incomodo.

  • Sin destino de Fanny Ramirez

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    Dante Coronado, con una estirpe de pilotos a
    sus espaldas, se ve en la obligacion de seguir
    la profesion que generacion tras generacion
    ha marcado a su familia. Posponiendo asi el
    sueno de toda su vida: Casarse, formar una
    familia, a la cual dedicarle todo su tiempo.
    Dejando atras a su amada isla, Puerto Rico,
    y volviendo a Espana para hacer frente
    a su deber como piloto comercial. Lo que
    no sabe es que el destino le brindara la
    oportunidad definitiva. Cruzando en su camino
    a la mujer que es capaz de romperle todos los
    esquemas con un par de frases ingeniosas.

  • Leyenda de fuego de Alejandra Rodriguez

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    – Ella es el arma mas poderosa que ha dado a luz el mar. Y ha vuelto para vengarse –
    El rey de Atlenia lleva quince anos atormentado por el recuerdo latente de la sirena que es capaz de controlar los cuatro elementos a su antojo y a la que el dejo huerfana.
    El comandante de la guardia, y heredero del trono de coral, debe encontrar, cazar y acabar con la amenaza que ella supone.
    La sirena iridiscente ha encontrado, por fin, el camino de vuelta a casa.Aunque tenga que perderse a si misma para llevar a cabo su venganza.
    Ninguno saldra intacto de la batalla que esta por librarse.
    Del caos que esta por llegar.

  • Avisame cuando este muerto de Frank Gran

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    ‘Avisame cuando este muerto’, es una novela de suspense y trhiller psicologico.Si pudieras saber donde y como acaba tu vida, y aun sabiendo el motivo de tal desenlace, no pudieras recordarlo. Manana podria ser tarde. A unas pocas horas para el final, pensarias en aquello que nunca has hecho y debieras haber resuelto. Te castigarias hasta el ultimo momento, o bien, jugando tu ultima carta, intentarias volverte en contra de todo lo que te ha sometido a tal tragedia.Bernie se despierta solo en una pequena embarcacion. Perdido en medio del oceano. No recuerda como ha llegado alli, ni el porque de su precario estado. Debera luchar, no solo por recobrar su memoria, sino tambien por su vida. Sin agua ni comida, apenas podra sobrevivir unos dias. Su destino esta a punto de llegar a su fin. Solo una persona puede ayudarlo a escapar de semejante final. El mismo. Sabe que no puede sucumbir a la muerte sin mas. Recordar, aunque eso le duela mas que cualquier castigo fisico.

  • Los perros de agosto de Alexis Ravelo

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    El 6 de agosto de 2007, Gonzalo Santana Caralt fue nombrado presidente del consejo de administracion de Permucasa. La noticia fue portada en todos los periodicos regionales e incluso ocupo una columna en alguno nacional. Esa misma manana, el cadaver de Andres Ortiz Benitez, alias Reverendo, aparecio en el puerto de La Luz y de Las Palmas. El hallazgo ocupo un sueltillo en la pagina de sucesos de la prensa local y una entrada en un periodico digital. Ambas noticias estaban estrechamente relacionadas, pero nadie lo sabia. 2 En periodismo existen cinco preguntas a las que todo articulo bien redactado debe responder. Los pedantes las llaman las cinco uves dobles del periodismo: What, Who, When, Where, Why. Para los de frances: Que, quien, cuando, donde y porque. En la pagina anterior he respondido a cuatro de esas preguntas. Para responder a la quinta, tendre que extenderme un poco mas. Si te interesa y tienes un rato libre, continua leyendo. Si no, cierra inmediatamente el libro y utiliza ese tiempo que tu crees que te sobra en ocupaciones mas meritorias, como cortarte las unas de los pies o enchufarte a la consola. Tu te lo pierdes. 3 ?Sigues ahi? Vale. Comenzare por el principio. En el verano de 2007 yo hacia practicas de empresa en Realidad Canaria, un periodicucho digital que entro en quiebra unos meses despues. Por cierto, aprovecho para jurar por enesima vez que no tuve nada que ver con ese fracaso. Me encontraba en el ultimo ano de carrera y me vino muy bien pasar ese tiempo en casa de mi familia. En Realidad Canaria no me sobrecargaban de trabajo. Solo me encargaron documentar las secciones de Politica, Sucesos, Economia y Sociedad, ademas de un blog, el blog del Gordo Castro, donde aprovechaba para poner a parir sistematicamente a todo bicho viviente. Tener a un machaca cerca les venia de perlas a los otros tres redactores y enseguida me converti en un veapor: <>, <>... Ya se sabe: no hay mayor tirano que un enano con el latigo en la mano. En los ratos libres, igual que los otros, espiaba a traves de la ventana a la artista del atico de enfrente, que se pasaba la vida embadurnando lienzos como su madre la trajo al mundo. Todos sospechabamos que lo sabia. <>, como la llamaba Olga, nos tenia siempre despistados. En fin, de cualquier manera, y artistas nudistas aparte, yo trabajaba mas que el psicoterapeuta del Gollum, y aprovechaba la minima oportunidad para escaquearme de la redaccion. Por eso, ese lunes me apunte a llevar un paquete al ferry que hacia la linea entre Gran Canaria y Fuerteventura. Realidad Canaria hacia concursos imbeciles entre sus lectores. De que color era el caballo blanco de Santiago o cuantos dias de la semana llevan la letra eme. Los premios eran igual de tontos que las preguntas: una depiladora, un microondas, un juego de vasos para tomar tequila. Esa semana, la ganadora habia sido una majorera. Para ahorrarse los gastos de mensajeria, Viera, el director, pidio a un amigo suyo, que trabajaba como contramaestre, que le hiciese el favor de llevarlo. No recuerdo como se llamaba el tipo, pero me ofreci voluntario para acercarselo en Babieca. Babieca era el pobre scooter amarillo que en aquella epoca soportaba habitualmente mis noventa y ocho kilos, y estaba aparcado, como siempre, delante del edificio. Viera, que de todos modos me lo hubiera ordenado, me agradecio el favor. Asi que cogi el paquete (que contenia un robot de cocina marca Acme) y sali para el muelle. He caido en la cuenta de que no me he presentado. Me llamo Jorge. Jorge Castro Fajardo. Aunque todos me llaman el Gordo. El Gordo Castro. Y no porque caiga en Navidad, sino porque me sobran unos kilillos. En concreto, casi veinte. Desde antes de tener uso de razon, ya queria ser periodista. Ahora que lo tengo, preferiria ser fontanero, pero que se le va a hacer, estudie para esto y en esto es en lo que voy consiguiendo trabajo. Mis padres son buena gente. El es maestro y ella enfermera. Dicho asi, parece todo muy convencional, como sacado de una peli yanqui, ?verdad? Pues agarrense: mi hermano mayor, Eduardo, es policia. Eso si, un mero agente. Sin embargo el piensa que es Harry el Sucio. Yo soy un tipo mas bien raro, eso hay que reconocerlo. A lo mejor por eso ligo poco. Y cuando digo <>, quiero decir <>. Y cuando digo <>, quiero decir <>. Me gustan los cuentos de H. P. Lovecraft, las pelis gore y Led Zeppelin. Me aburren las comedias romanticas y los emos. Y hay dos cosas que detesto minuciosamente: las corbatas y mi hermano Eduardo. Digo todo esto porque asi casi no tendre que volver a hablar de mi y podre en adelante dedicarme a contar lo que tengo que contar. Ya sabes mas o menos como soy y como es mi vida habitualmente. En cuanto a la apariencia, mejor no contar demasiado. Si te cruzas por la calle con un tipo que lleva una melena negra descuidada, camiseta cutre sin planchar y vaqueros destrozados a la altura de las rodillas, quiza sea yo. Procura no pararte a olerme, porque sudo como un cerdo, sobre todo en verano.

  • Honoria y la Obligacion Familiar de Alicia Cameron

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    ?Que sucede cuando se mezcla a dos bellas hermanas y tres posibles enamorados, y se anade una pequena confusion sobre cual hermana es cual? El resultado es esta brillante historia de amor.
    Honoria normalmente es la hermana timida. ?Como pudo terminar en un embrollo tipico de algo que haria la audaz Serena?
    El Sr. Allison, uno de los solteros mas codiciados de la sociedad, llega a la Mansion Fenton para pedirle matrimonio a Honoria, pero ella tiene un pequeno dilema. No se recuerda de la apariencia de su futuro prometido. Agobiada por la timidez, ella casi no pudo verle la cara cuando se conocieron durante su primera temporada en Londres. Pero el hablo con su papa, dispuesto a proponerle matrimonio. Sus hermanos, Serena y Benedict piensan que es muy divertido, pero despues de escuchar una conversacion entre sus padres sobre la situacion financiera de la familia, Honoria se da cuenta que debe casarse con el Sr. Allison. Este entendimiento la deja infeliz y sin poder compartir sus sentimientos.
    Cuando el Sr. Allison llega a la Mansion Fenton, hay otro problema, y este involucra a la hermana de Honoria, Serena. El Sr. Allison no cumple su cometido y deja la casa inesperadamente, pero invita a la familia para que lo vayan a visitar a su casa, Bassington Hall. Su gentileza con toda la familia no le da una excusa legitima a Honoria para rechazar la futura propuesta de matrimonio. El Sr. Scribster, el amigo feo, grosero y sin sentimientos del Sr. Allison ve mas alla de la mascara que Honoria se ha puesto para enfrentar la situacion, y le ofrece una manera de poder expresar su frustracion y disgusto.
    Al mismo tiempo, Benedict tiene su propia aventura, con la ayuda de su tio Wilbert, para salvar a su amiga de la infancia y vecina Genoveva Horton, quien ahora es la triste Lady Sumner. Al desarrollar unas habilidades algo escandalosas, Benedict tiene la esperanza de darle ciertas opciones a la persona que tiene el papel mas limitado de toda la alta sociedad, la esposa infeliz.
    Cuando la vida de Benedict se encuentra en peligro, las vidas de los personajes principales se mezclan y cambian para siempre, hasta el momento en que la marana de mentiras de omision y verdades a medias al fin se resuelve.

  • Blanco letal de Robert Galbraith

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    Billy, un joven con problemas mentales, se presenta en el despacho de Cormoran Strike para pedirle que investigue un crimen que cree haber presenciado de nino. Pero cuando el detective se dispone a hacerle mas preguntas, Billy sale corriendo despavorido de la oficina.

  • Invirtiendo a largo plazo de Francisco Garcia Parames

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    Conocido como el <>, Francisco Garcia Parames es uno de los inversores mas respetados del mundo. Como director de inversiones de Bestinver, sus clientes obtuvieron en renta variable espanola una rentabilidad media anual de casi el 16 por ciento desde 1993 a 2014, frente al 7,8 por ciento obtenido por el Indice General de la Bolsa de Madrid. En renta variable global la diferencia entre los indices fue similar.

  • La jugueteria magica de Angela Carter

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    Una noche, Melanie camina por el jardin con el vestido de boda de su madre y, a la manana siguiente, todo su mundo se ha hecho anicos. Asi de simple, asi de inconcebible. Melanie y sus dos hermanos pequenos se veran obligados a mudarse a Londres, a casa del tio Philip, un hurano y genial artesano juguetero que vive con su esposa Margaret -una mujer <>, muda desde el dia de su boda- y los dos extravagantes hermanos de esta. Tras una infancia idilica en la casa familiar, Melanie se ve ahora confinada en un entorno opresivo y delirante, lleno de artilugios y mecanismos creados por su tio, un ser inquietante acostumbrado a tratar a las personas como si fueran otros de sus titeres.

  • La pasion de Vangelis (Mon 3) de Cristo Alcala

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    Vangelis Coppola. Empleada, de una de mis empresas. Mi rayo de sol. Mi nena. Simple, graciosa y algo torpe. La mujer a la que le pido casamiento y la muy cabrona me rechaza. Si, lo se…porque mis propuestas apestan. Bonita. Testaruda. Jodidamente, testaruda. Y la duena absoluta, de mis anginas de pecho obsesas. ?Yo? Heronimo Mon. El senor oscuro. Dueno de las metalurgicas, mas grandes del mundo.El rey del acero.Arrogante.De humor acido. Y con un vocabulario 90% sarcastico, temperamento controlador y 10% oso de peluche.Esta, es la continuacion de nuestra historia hasta el final. En directo, dura y sin algodones de azucar.Desde el punto de vista de mi nena, con algo de humor y desde el mio, con mi caracter de un T-Rex con picazon en la entrepierna. Nuestra historia de amor verdadero, natural y sexualmente directa.?Pueden dos personas, que viven y ven la vida de perspectivas diferentes, despues de haber afrontado y luchado juntos con los demonios del pasado, vivir sus felices para siempre? Vas a reir. Vas a llorar. Y te vas a emocionar… ?Dije, que vas a reir? Porque, nuestra historia es especial…

  • Viajera en el deseo 1 de Ana Allende

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    Hanna Moore es una chica sencilla y comun, pese a todas las virtudes que sus padres le ha podido dar economicamente, solo ha tenido un novio, nunca ha salido de su ciudad natal Salt Lake City, Utah y su vida es una simple rutina.

  • El temperamento melancolico de Jorge Volpi

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    El temperamento melancolico es una desenfrenada novela en la que Jorge Volpi ilustra las terribles consecuencias de fundir vida y arte, asi como la inevitable melancolia que conlleva este peligroso acto.

  • Polvo de suenos (Malaz 9) de Steven Erikson

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    Polvo de suenos es la novena y penultima entrega de la saga <>, la decalogia originalmente publicada entre 1999 y 2011 que ha convertido al escritor canadiense Steven Erikson en una de las mayores voces de la fantasia epica contemporanea. Desde entonces, esta obra maestra de la imaginacion esta considerada una de las series mas ambiciosas del genero de los ultimos anos.

  • El sentido de un final de Julian Barnes

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    Recuerdo, sin un orden concreto: – la reluciente cara interior de una muneca; – el vapor que sube de un fregadero mojado cuando jocosamente se introduce en el una sarten caliente; – gotas de esperma alrededor de un desague, antes de que las engullan las largas tuberias de la casa; – un rio que fluye absurdamente cauce arriba y los rayos de media docena de linternas que lo persiguen e iluminan su chapoteo y sus ondas; – otro rio, ancho y gris, y el viento recio que agita su superficie y encubre la direccion de su flujo; – agua de banera que se ha enfriado hace mucho detras de una puerta cerrada con llave. Esto ultimo no lo vi realmente, pero lo que acabas recordando no es siempre lo mismo que lo que has presenciado. Vivimos en el tiempo --nos contiene y nos moldea--, pero nunca he creido comprenderlo muy bien. Y no me refiero a las teorias sobre como se desvia y se desdobla, o a que pueda existir en otro lugar en versiones paralelas. No, me refiero al tiempo ordinario, cotidiano, que los relojes de pared y de pulsera nos aseguran que transcurre regularmente: tictac, clic-cloc. ?Hay algo mas verosimil que una segunda aguja? Y, sin embargo, el placer o el dolor mas nimio basta para ensenarnos la maleabilidad del tiempo. Algunas emociones lo aceleran, otras lo enlentecen; de vez en cuando parece que no fluye, hasta el punto final en que desaparece de verdad y nunca vuelve. No me interesa mucho mi epoca escolar y no la anoro. Pero el colegio es donde comenzo todo y tengo que remontarme brevemente hasta unos incidentes que se han convertido en anecdotas, hasta algunos recuerdos aproximativos que el tiempo ha deformado y transformado en certeza. Aunque ya no tengo la seguridad de que algunos sucesos fueran reales, al menos recuerdo con claridad las impresiones que dejaron. Es lo mas lejos que llego. Eramos tres y el fue el cuarto. No esperabamos anadir a nadie mas a nuestro apretado trio: desde mucho antes habia habido camarillas y emparejamientos, y ya empezabamos a imaginar nuestra huida del colegio al mundo. Se llamaba Adrian Finn y era un chico alto y timido que al principio mantenia los ojos bajos y no decia lo que pensaba. Los primeros dias apenas nos fijamos en el: en nuestro colegio no se hacian ceremonias de bienvenida y no digamos lo opuesto, la iniciacion punitiva. Simplemente tomamos nota de su presencia y aguardamos. Los profesores se interesaron mas por Adrian que nosotros. Tenian que valorar su inteligencia y su sentido de la disciplina, comprobar si hasta entonces habia recibido una buena instruccion y si demostraria ser <>. La tercera manana de aquel trimestre de otono tuvimos una clase de historia con Old Joe Hunt, un profesor amablemente ironico que vestia un terno completo y cuyo sistema de control dependia de su capacidad de mantener un aburrimiento suficiente pero no excesivo. --Bien... Recordareis que os pedi que hicierais una lectura preliminar sobre el reinado de Enrique VIII. Colin, Alex y yo nos miramos de reojo, confiando en que la pregunta, lanzada como la cana de un pescador, no nos aterrizara encima. --?Alguno quiere caracterizar la epoca? --Saco su propia conclusion al ver que mirabamos hacia otro lado--. Bueno, quiza Marshall. ?Como describirias el reinado de Enrique VIII? Nuestro alivio fue mayor que nuestra curiosidad, porque Marshall era un ignorante cauteloso que carecia de la inventiva de la autentica ignorancia. Busco posibles complejidades ocultas en la pregunta antes de encontrar una respuesta. --Habia descontento, senor. Una incipiente sonrisita apenas controlada; el propio Hunt casi sonrio. --?Podrias ser mas preciso? Marshall asintio lentamente, reflexiono un poco mas y decidio que no era momento de cautelas. --Yo diria que habia un gran descontento, senor. --Finn, entonces. ?Tienes nociones sobre ese periodo? El nuevo estaba sentado una fila delante de mi y a mi izquierda. No habia reaccionado de un modo visible a las idioteces de Marshall. --La verdad, me temo que no, senor. Pero hay una corriente de pensamiento segun la cual lo unico que se puede decir realmente de cualquier suceso historico, incluso, por ejemplo, de la Primera Guerra Mundial, es que <>. --?Ah, si, en serio? Bueno, eso me dejaria sin trabajo, ?no? Tras algunas risas aduladoras, Old Joe Hunt indulto nuestra festiva holganza y nos ilustro sobre el carnicero regio y poligamo. En la pausa siguiente me acerque a Finn. --Soy Tony Webster. --El me miro con prevencion--. Una gran respuesta a Hunt. --Parecia que no sabia de que le estaba hablando--. Lo de <>. --Oh. Si. Me ha decepcionado un poco que no lo haya suscrito. Esto no era lo que se esperaba que dijera. Otro detalle que recuerdo es que nosotros tres, como simbolo de nuestra union, llevabamos la esfera del reloj en la cara interior de la muneca. Era una afectacion, desde luego, pero tal vez algo mas. Convertia el tiempo en una cosa personal, hasta secreta. Esperabamos que Finn advirtiera esta costumbre y la imitara; pero no lo hizo. Mas tarde, aquel mismo dia --o puede que otro dia--, tuvimos una clase doble de ingles con Phil Dixon, un joven profesor recien salido de Cambridge. Le gustaba utilizar textos contemporaneos y lanzaba desafios repentinos. <>. Una vez comparo a un heroe de Shakespeare con Kirk Douglas en Espartaco. Y recuerdo que un dia en que estabamos hablando de la poesia de Ted Hughes, ladeo la cabeza de modo profesoral y murmuro: <>. En ocasiones, al dirigirse a nosotros, nos llamaba <>. Por supuesto, le adorabamos. Aquella tarde nos entrego un poema sin titulo, fecha ni nombre del autor, nos dio diez minutos para estudiarlo y luego nos pidio comentarios. --?Empezamos por ti, Finn? Sencillamente, ?de que te parece que trata el poema? Adrian levanto la vista de su pupitre. --De Eros y Tanatos, senor. --Hum. Sigue. --Del sexo y la muerte --prosiguio Finn, como si no solo no entendieran griego los zoquetes de la ultima fila--. O del amor y la muerte, si lo prefiere. En cualquier caso, del conflicto que enfrenta el principio erotico con el principio de muerte. Y lo que se deriva de ese conflicto, senor. Es probable que yo pareciese mas impresionado de lo que Dixon consideraba saludable. --Webster, aclaranos mas. --Yo pensaba que solo era un poema sobre una lechuza, senor. En esto consistia una de las diferencias entre nosotros tres y nuestro nuevo amigo. Nosotros sobre todo nos cachondeabamos, excepto cuando hablabamos en serio. El hablaba sobre todo en serio, menos cuando se cachondeaba. Nos costo un tiempo entenderlo.

  • La favorita de Kiera Cass

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    Me subi un poco los tirantes del vestido, para cubrirme los hombros. Carter estaba callado; su silencio me provocaba mas escalofrios que la falta de calefaccion en las celdas de palacio. Habia sido horrible oir sus grunidos de dolor mientras los guardias le golpeaban una y otra vez, pero al menos entonces sabia que respiraba. Estremecida, encogi las piernas y acerque las rodillas al pecho. Otra lagrima me cayo por la mejilla, y lo agradeci, aunque solo fuera por la calidez del liquido sobre la piel. Lo sabiamos. Sabiamos que podia acabar asi. Y, aun asi, nos habiamos visto. Era inevitable. Me pregunte como moririamos. ?Ahorcados? ?De un tiro? ?O quizas algo mucho mas elaborado y doloroso? No pude evitar desear que el silencio de Carter significara que ya habia muerto. O, por lo menos, que fuera el quien muriera primero. Antes que permitir que su ultimo recuerdo fuera mi muerte, preferiria que fuera su fallecimiento lo ultimo que recordara yo. En aquel mismo momento, solos, en aquella celda, lo unico que deseaba era que cesara su dolor. Algo se movio en el pasillo, y el corazon se me acelero. ?Habia llegado el momento? ?Era el fin? Cerre los ojos, intentando contener las lagrimas. ?Como habia ocurrido todo? ?Como habia pasado de ser una de las candidatas mas queridas de la Seleccion a la sentencia por traicion, a estar alli encerrada, a la espera de mi castigo? Oh, Carter... Carter, ?que hemos hecho? No me tenia por una persona vanidosa. Aun asi, casi cada dia, despues del desayuno, sentia la necesidad de volver a mi habitacion y retocarme el maquillaje antes de dirigirme a la Sala de las Mujeres. Sabia que era una tonteria: Maxon ni siquiera me veria hasta la noche. Y para entonces, por supuesto, ya me habria maquillado de nuevo y habria cambiado de vestido. Tampoco es que tuviera mucho efecto lo que yo pudiera hacer. Maxon se mostraba educado y agradable, pero no me parecia que hubiera entre nosotros una conexion como la que tenia con otras chicas. ?Que tenia yo de malo? Aunque sin duda me lo estaba pasando muy bien en el palacio, tenia la sensacion de que habia algo mas, algo que las otras chicas entendian --bueno, al menos algunas de ellas-- y yo no. Antes de entrar en la Seleccion, me tenia por una chica divertida, guapa y lista. Pero ahora que me encontraba en medio de un punado de chicas cuya mision diaria era la de impresionar a un solo chico, me sentia poca cosa, aburrida e insignificante. Me daba cuenta de que habria tenido que hacer mas caso a mis amigas de casa, que parecian tener prisa por encontrar marido y formar un hogar. Se habian pasado la vida hablando de vestidos, del maquillaje y de los chicos, mientras yo prestaba mas atencion a lo que me ensenaban mis tutores. Tenia la sensacion de haberme perdido alguna clase importante, y ahora me sentia rezagada. No. Era cuestion de no dejar de intentarlo, nada mas. Habia memorizado hasta el ultimo detalle de la clase de historia que nos habia dado Silvia unos dias antes. Incluso habia puesto por escrito algunos conceptos para tenerlos a mano por si se me olvidaba algo. Queria que Maxon pensara que era una chica lista y completa. Tambien queria que pensara que era guapa, asi que tenia la sensacion de que aquellos viajes a mi habitacion eran absolutamente necesarios. ?Como lo haria la reina Amberly? Ella estaba esplendida en todo momento, sin hacer ningun esfuerzo aparente para conseguirlo. Me detuve un momento en las escaleras para mirarme el zapato. Parecia que uno de los tacones se me habia enganchado en la alfombra. No vi nada, asi que segui adelante, impaciente por llegar a la Sala de las Mujeres. Al llegar a la planta baja me eche el cabello atras por encima del hombro y pense si lo que estaba haciendo no tendria un sentido mas profundo. La verdad es que queria ganar. No habia pasado mucho tiempo con Maxon, pero parecia amable, divertido y... --!Ahhh! --El tacon se me engancho con el borde de un escalon y cai aparatosamente sobre el suelo de marmol--. !Auch! --!Senorita! --Levante la vista y vi a un guardia que se acercaba a la carrera--. ?Se encuentra bien? --Estoy bien. No ha sido nada. Solo el golpe... !Y el ridiculo! --No se como pueden caminar con esos zapatos. Es un milagro que no tengan todas algun tobillo roto. Me ofrecio la mano, y se me escapo una risita. --Gracias --dije, echandome el cabello atras y alisandome el vestido. --A su disposicion. ?Esta segura de que no se ha hecho dano? --dijo, mirandome algo nervioso, por si tenia algun corte o magulladura. --Me duele un poco la cadera por el golpe, pero, por lo demas, estoy perfectamente --dije, y era cierto. --Quiza deberia llevarla a la enfermeria, para asegurarnos. --No, de verdad --insisti--. Estoy bien. El suspiro. --?No le importaria hacerme un favor e ir de todos modos? Si estuviera herida y yo no hubiera hecho nada para ayudar, me sentiria fatal. --Me miro con unos ojos azules que resultaban terriblemente convincentes--. Y apuesto a que el principe querria que fuera. Seguramente en aquello tenia razon. --De acuerdo --accedi--. Ire. El sonrio, torciendo minimamente los labios. --Muy bien --dijo, y me cogio en sus brazos. Me quede sin aliento de la sorpresa. --No creo que esto sea necesario --proteste. --No importa --dijo el, y se puso a caminar, asi que ya no podia bajar. --Corrijame si me equivoco, pero usted es la senorita Marlee, ?verdad? --Asi es. No dejaba de sonreir, y yo no pude evitar sonreirle a el. --He estado estudiando los nombres de todas para no equivocarme. Lo cierto es que no creo que fuera el mejor en la instruccion, y no tengo ni idea de como he acabado destinado en palacio. Pero quiero asegurarme de que no se arrepientan de esa decision, asi que al menos intento aprenderme los nombres. De este modo, si alguien necesita algo, sabre de quien estan hablando. Me gustaba su forma de hablar. Era como si contara una historia, aunque solo estuviera hablandome de si mismo. Tenia la voz ligera y se le animaba el rostro al hablar. --Bueno, ya has cumplido con tu deber holgadamente --dije yo, para animarle--. Y no seas tan duro contigo mismo. Estoy seguro de que harias una instruccion excelente, si te destinaron aqui. Tus jefes debieron de ver un gran potencial en ti. --Es usted demasiado amable. ?Quiere recordarme de donde es? --De Kent. --Oh, yo soy de Allens. --?De verdad? Allens estaba justo al este de Kent, al norte de Carolina. En cierto modo, eramos vecinos. --Si, senorita --dijo, asintiendo sin dejar de caminar--. Esta es la primera vez que salgo de mi provincia. Bueno, la segunda, contando la instruccion. --Igual que yo. Me cuesta un poco acostumbrarme al clima. --!A mi tambien! No veo la hora de que llegue el otono, pero no estoy seguro siquiera de que aqui haya otono. --Ya te entiendo. El verano esta muy bien, pero no si dura eternamente. --Exacto --dijo, convencido--. ?Se imagina lo rara que sera la Navidad? --No puede ser lo mismo, sin nieve --respondi yo, con un suspiro. Y estaba convencida de ello. Sonaba con el invierno todo el ano. Era mi estacion favorita. --Desde luego que no --dijo el. No sabia muy bien por que sonreia tanto. Quiza fuera porque la conversacion me resultaba muy natural. Nunca me habia sido facil hablar con un chico. Lo cierto era que no tenia mucha practica, pero era agradable pensar que quiza no fuera tan dificil como pensaba. Al acercarnos a la entrada del hospital freno el paso. --?Te importaria dejarme en el suelo? --le dije--. No quiero que piensen que me he roto una pierna, o algo asi. --En absoluto --contesto el, sonriendo y chasqueando la lengua. Me dejo en el suelo y me abrio la puerta. En el interior habia una enfermera sentada ante una mesa. El guardia hablo por mi: --Lady Marlee se ha caido en el vestibulo y se ha dado un pequeno golpe. Quiza no sea nada, pero queriamos estar seguros. La enfermera se puso en pie, aparentemente contenta de tener algo que hacer. --Oh, Lady Marlee, espero que no sea gran cosa. --No, solo me duele un poco aqui --dije yo, tocandome la cadera. --Le echare un vistazo enseguida. Muchas gracias, guardia. Ya puede volver a su puesto. El guardia saludo agachando la cabeza y se dispuso a marcharse. Justo antes de que la puerta se cerrara, me guino el ojo y me sonrio, y yo me quede alli, sonriendo como una idiota. Las voces del pasillo aumentaron de volumen y me devolvieron al presente: oi los saludos de los guardias solapandose unos a otros, todos diciendo una unica palabra: <>. Maxon estaba ahi. Me levante corriendo y me asome al ventanuco de mi celda justo a tiempo para ver como abrian la puerta de la celda del otro lado del pasillo --la de Carter-- y Maxon entraba, escoltado por otros guardias. Hice un esfuerzo por oir lo que se decia, pero no pude descifrar ni una palabra. Tambien oi algun debil murmullo de respuesta, y supe que era de Carter. Estaba despierto. Y vivo. Suspire y me estremeci al mismo tiempo, y luego volvi a recolocarme los tirantes de tul sobre los hombros. Al cabo de unos minutos, la puerta de la celda de Carter se abrio de nuevo; vi que Maxon se acercaba a mi celda. Los guardias le dejaron entrar y la puerta se cerro tras el. Me miro y se quedo sin aliento. --!Dios Santo! ?Que te han hecho? --dijo, acercandose y desabrochandose la chaqueta al mismo tiempo. --Maxon, lo siento mucho --dije, entre lagrimas. El se quito la chaqueta y me envolvio con ella. --?Te han roto el vestido los guardias? ?Te han hecho dano? --Yo no queria traicionarte. Nunca quise hacerte ningun dano. El levanto las manos y me cogio las mejillas. --Marlee, escuchame. ?Te han pegado los guardias? Negue con la cabeza. --Uno de ellos me arranco las alas del disfraz al empujarme para que entrara en la celda, pero no me han hecho nada mas. Suspiro, evidentemente aliviado. Que buen hombre que era, aun preocupandose por mi bienestar, incluso despues de haber descubierto lo mio con Carter. --Lo siento muchisimo --susurre otra vez. Las manos de Maxon se posaron en mis hombros. --Ahora empiezo a darme cuenta de lo inutil que es resistirse cuando se esta enamorado. Desde luego no te culpo por ello --dijo. Yo le mire y vi la bondad en sus ojos. --Intentamos parar. Te lo prometo. Pero le amo. Me casaria con el manana mismo... si aun siguieramos con vida. Deje caer la cabeza, sollozando incontroladamente. Habria querido comportarme como una dama, aceptar mi castigo con elegancia. Pero me parecia tan injusto... Era como si me lo quitaran todo antes incluso de tener ocasion de disfrutarlo. Maxon me froto la espalda con suavidad. --No vais a morir. Le mire, incredula. --?Que? --No habeis sido sentenciados a muerte. Suspire con fuerza y lo abrace. --!Gracias, gracias! !Muchisimas gracias! !Es mas de lo que nos merecemos! --!Para, para! --dijo, tirandome de los brazos. Di un paso atras, avergonzada por haber reaccionado de un modo tan inapropiado despues de todo lo que habia pasado. --No habeis sido sentenciados a muerte --repitio--, pero, aun asi, se os va a castigar. --Miro al suelo y meneo la cabeza--. Lo siento, Marlee, pero manana os van a azotar en publico --dijo. Parecia que le costaba mirarme a los ojos; si no supiera que aquello era imposible, habria pensado que entendia nuestro dolor--. Lo siento. He intentado evitarlo, pero mi padre insiste en que hay que mantener las apariencias; y como ya han circulado imagenes vuestras por ahi, no puedo hacer nada para hacerle cambiar de opinion. Me aclare la garganta. --?Cuantas veces? --Quince. Creo que la intencion es ser mucho mas duros con Carter que contigo, pero, en cualquier caso, va a ser increiblemente doloroso. Se que hay gente que incluso pierde el conocimiento. Lo siento muchisimo, Marlee. Parecia decepcionado consigo mismo. Yo, en cambio, no podia pensar en nada mas que en su bondad. Levante la cabeza, intentando mostrarme segura de que podria superarlo. --?Vienes a decirme que me devuelves la vida y la del hombre que quiero, y te disculpas? Maxon, no he estado mas agradecida en mi vida. --Van a convertiros en Ochos --dijo--. Todo el mundo lo vera. --Pero Carter y yo estaremos juntos, ?verdad? Asintio. --Entonces, ?que mas puedo pedir? Soportare los azotes, si ese es el precio. Aceptaria tambien los suyos, si fuera posible. Maxon esbozo una sonrisa triste. --Carter me ha suplicado, literalmente, que le dieran a el los tuyos. --No me sorprende --dije, sonriendo yo tambien, mientras los ojos se me llenaban de nuevo de lagrimas, esta vez de felicidad. Maxon meneo la cabeza de nuevo. --Y yo que pensaba que empezaba a entender lo que es estar enamorado, y de pronto os veo a vosotros dos, que quereis asumir el uno el dolor del otro, y me pregunto si he entendido algo. Me cubri mejor con su chaqueta. --Si que lo has entendido. Se que lo has entendido --dije, mirandole a los ojos--. Ella, por otra parte..., puede que necesite tiempo. Esbozo una sonrisa. --Va a echarte de menos. Solia animarme para que saliera mas a tu encuentro. --Solo una amiga de verdad renunciaria a ser princesa en favor de otra persona. Pero yo no estaba hecha para ti, ni para la corona. Ya he encontrado a la persona ideal para mi. --Una vez me dijo algo que nunca olvidare --recordo el, hablando lentamente--: <>. --Tenia razon --dije yo, pasando la mirada por la celda, y nos quedamos en silencio unos momentos--. Tengo miedo. Me abrazo. --Acabara enseguida. Los momentos previos seran lo peor, pero procura pensar en otra cosa mientras hablan. Y yo intentare conseguirte las mejores medicinas, las que usan conmigo, para que te cures mas rapido. Me eche a llorar, abrumada por el miedo, el agradecimiento y mil sensaciones mas. --De momento, intenta dormir todo lo que puedas. Le he dicho a Carter que descanse tambien todo lo que pueda. Eso os ayudara. Asenti, con la cabeza aun apoyada en su hombro, y el me abrazo con fuerza. --?Que ha dicho? ?Esta bien? --Le han golpeado, pero, de momento, esta bien. Me ha pedido que te diga que te quiere y que hagas lo que yo te diga. Suspire, reconfortada por sus palabras. --Siempre estare en deuda contigo. Maxon no respondio. Simplemente me abrazo, hasta que estuve mas tranquila. Por fin me beso en la frente y se giro para marcharse. --Adios --susurre. El me sonrio y dio dos golpes en la puerta. Un guardia le abrio y le acompano a la salida. Yo volvi a mi lugar junto a la pared y encogi las piernas bajo el vestido, usando la chaqueta de Maxon como manta improvisada. Y me deje llevar de nuevo por mis recuerdos...

  • Nuncanoche (Cronicas de Nuncanoche 1) de Jay Kristoff

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    En una tierra en la que sus tres soles casi jamas llegan a ponerse, la joven asesina Mia Corvere acaba de unirse a la banda mas mortifera de la Republica.

  • Buenos Aires Noir de Varios Autores

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    Una antologia de cuentos policiales que transcurren, cada uno, en un barrio de Buenos Aires. Un recorrido por la ciudad de la mano de autores como Claudia Pineiro, Gabriela Cabezon Camara, Pablo De Santis, Ines Garland, Ernesto Mallo, Ariel Magnus, entre otros.

  • Sigrid de Margotte Channing

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    Ragnar, un rudo berserker que acaba de tomar posesion de un castillo por
    orden del rey, descubre a una muchacha extremadamente bella encerrada
    en las mazmorras, acusada de brujeria. Y desde ese momento se da
    cuenta de que ha encontrado a su andsfrende, su otra mitad, pero ella
    esta muy debil y debe esperar a que se recupere antes de unirse a ella.
    Sigrid no es una joven cualquiera, es una sanadora que ha tenido
    secuestrada durante ocho anos una malvada bruja para aprovecharse de
    sus poderes. Y por eso se niega a la union con Ragnar, porque solo aspira a
    ser libre.
    O eso es lo que cree.

  • Te amare hasta el amanecer de Johanna Lindsey

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    Un fascinante romance historico ambientado en el Oeste americano.

  • Cielo, Noche y Estrellas de Daniel Santos

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    F*lla como un Angel: El Divino Haren de la Elegida
    Sonia Escobar era una joven soltera "corriente".
    Agente de policia, adicta al gimnasio...
    Inocente, dulce, buena, carinosa...
    Y un caso lo cambio todo, para siempre.

  • Otro para ti de Elva Martinez Medina

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    Acelerada, con el corazon a punto de saltar y traspasar la cavidad toraxica, Natalia entro en el edificio de oficinas, con una rapida sonrisa saludo a Manuel, el guardia de seguridad de la entrada, que le devolvio la sonrisa e hizo un guino de complicidad al verla bucear entre el maremagnum de cosas de su bolso en busca del movil que no paraba de sonar. Una nueva llamada se iniciaba cuando las puertas de los abarrotados ascensores se cerraban, poco le importo al ver quien la llamaba. --Hola, esto si que es una autentica sorpresa--Una amplia sonrisa acompano el saludo al que se habia convertido en mucho mas que uno de sus mejores amigos en los ultimos cuatro anos y medio. Confesor, psicologo, sin la menor de las dudas, era la mejor de sus terapias al final del dia. Sensacion mutua, aquel era el mejor momento del dia para ambos, que deseaban el momento de tumbarse movil en mano y olvidar los enfados, el estres y cualquier problema del dia a traves de sus largas conversaciones de WhatsApp. --. Gracias--dijo al senor que mantenia la puerta abierta para que ella pudiera entrar en el ascensor. --. A la octava, por favor--. Tan repleto estaba el ascensor que le era del todo imposible pulsar el boton por ella misma--. Perdona, Mike, me has pillado entrando en el ascensor--Natalia empezo a hablar en ingles, poco era el conocimiento de espanol de su amigo. --, no imaginas el comienzo de manana que he tenido. He estado hora y media en un atasco, te puedo asegurar que tu llamada le ha dado otro color a mi dia --. Una sonrisa ilumino su rostro, porque aquella afirmacion era del todo cierta, mucho mas de lo que ella misma creia. --Me alegra saber que soy ese <>--riendo respondio Mike. --Creeme tras un inicio de manana entre bocinazos y conductores enfadados, cualquier cosa me alegra el dia. --!Nat! --Solto una sonora carcajada--. !Seras bruja! ?Por que rompes mi ilusion? Me gustaba la idea de ser el que te alegra el dia y ahora resulta que soy <>. A las risas de Mike se sumaron las de ella mientras intentaba bajarse del ascensor sin propinar muchos codazos. --Perdona, es verdad, tienes razon--respondio riendo al escuchar los grunidos de Mike--. ?Por cierto, ?a que se debe tu llamada? ?No es un poco temprano para ti? --Si, he venido antes a la oficina. Lios de ultima hora. ?Te pillo mal? --Llego con el tiempo justo a una reunion, pero para ti tengo unos minutos--Con la mirada saludo a un par de companeros antes de entrar en su despacho y cerrar la puerta. --Manana estoy en Madrid. Como si de un encantamiento se tratase, sus palabras consiguieron que las risas se congelasen, un silencio atronador se adueno de la conversacion. Aun con el abrigo y el bolso colgado en el hombro Natalia se sento, necesitaba procesar la informacion. No estaba segura del significado, motivaciones e implicaciones de aquella repentina visita. --Nat, ?estas ahi? --Si...Si...Perdona... --Veo que mi viaje no te causa la misma alegria que mi llamada--comento serio. --No, no es eso. ?Como no me va a alegrar? Solo me ha pillado por sorpresa, hablamos cada noche y no me habias dicho nada, ni tan siquiera insinuado la posibilidad de venir a Madrid. ?Vienes de vacaciones? --No, es un viaje de trabajo. No estaba en mis planes, por eso, no te lo habia dicho. Todo se ha acelerado de pronto, asi que manana voy y vengo, pero crei que podriamos vernos y brindar por el ano que termina--Mike se giro en su asiento, su despacho tenia una vista privilegiada sobre el Tamesis, pero no en dias como aquel en el que la lluvia no permitia ver mas alla de los cristales. --. Se que siempre hemos dicho de no vernos ni en Londres, ni en Madrid, pero creo que ya hace mucho que nos conocemos y...--hizo una pausa--no quiero ir a Madrid y no verte. Mucho menos no decirtelo y que, por casualidad, nos tropecemos por la calle--. Mike se levanto, camino hacia la ventana, nada estaba yendo como lo habia imaginado media hora atras--. No te preocupes, si no te apetece o, no lo crees oportuno, no tenemos por que vernos. Solo queria que lo supieras. --Mike...--Sin exito intento interrumpirlo. --No se cuanto me va a llevar la reunion, asi que nos veremos el proximo verano, bueno, solo si seguimos desparejados... --Mike...--insistio. --Yo seguro, tu a saber... --!Mike! --Grito, levantandose de golpe como si aquel movimiento consiguiera captar la atencion de su amigo--. ?Puedes callar un momento? ?Tu estas del todo seguro que eres britanico y no espanol o italiano? --Natalia deposito el bolso sobre la mesa y sin soltar el movil se quito el abrigo. --. Yo no he dicho que no quiera verte--dijo mirando por la ventana, percatandose de las oscuras nubes que se aproximaban y amenazaban--. No montes un drama digno de tu Shakespeare o mi Calderon. ?Como no voy a querer verte? ?Eres tonto? --Sonrio al escuchar las quejas de Mike--. Si, ya se que dijimos que nada de vernos en nuestras ciudades, pero tu mismo lo has dicho, tras casi cinco anos nos podemos saltar esa regla absurda. Dime, ?a que hora llegas? --A tus nueve--Su sonrisa fue sentida por ella. --No puedo ir a por ti, la manana la tengo bastante liada, no podre verte hasta la hora de comer--explico, no pudiendo borrar una sincera sonrisa producto de la emocion por aquel encuentro--. Estos dias estan siendo una autentica locura y manana mas aun, en principio, tendria un brindis con los de la oficina, pero me escapare a comer contigo, asi que ni por un momento dudes de que me encantara verte. --?Comemos juntos entonces? --Si--Un ligero cosquilleo recorrio su cuerpo con la idea de aquella inesperada cita--. Mike, te tengo que dejar o llegare tarde a la reunion. Luego hare reserva para manana, a la noche te cuento. --Genial, brindaremos por el ano nuevo y planearemos nuestro proximo encuentro. --Aun falta para julio--dijo risuena. --Siempre podemos vernos antes--Ni el mismo terminaba de creerse haber dicho aquello. --Nat, nos estan esperando. Natalia dio un salto, la entrada de su companero la habia pillado desprevenida. --Perdona--dijo al ver la cara de susto de Natalia--, no queria asustarte. --Me pillaste despistada. --Nos estan esperando. --Si, enseguida voy, Daniel, necesito un par de minutos. --No tardes--respondio cerrando la puerta. --Mike, te tengo que dejar--Volvio a su perfecto ingles--, me estan esperando. --Tu voz es bonita si o si, pero en espanol es increiblemente sensual--comento totalmente en serio, pero sin parar de reir--. No te quito mas tiempo hablamos esta noche. Un beso. --Otro para ti--Aquella frase provoco una sonrisa en Mike, que repetia mentalmente la frase con la que su amiga siempre se despedia. ***** --Vaya, vaya, asi que manana tienes una cita con el inglesito--Con una picara sonrisa en la mirada comento Marga--. ?Cuanto tiempo hace que os conoceis? --Este verano hara cinco anos. --Cierto, este verano hara cinco anos que me case con el imbecil de tu querido companero... --Y el tuyo--interrumpio divertida--, y Daniel no es un imbecil, lo sabes perfectamente. --?Te vas a poner de su parte ahora? Te recuerdo que tu y yo nos conocemos desde la universidad, dieciocho anos de amistad me conceden ciertos privilegios. --No, bien sabes que no me voy a poner de su parte, pero Daniel no es un imbecil. --Bueno, da igual, ahora eso es lo menos importante, al fin y al cabo, gracias a nuestra boda fuimos de despedida de soltera al crucero por las islas griegas. --Si, la verdad es que fue un viaje estupendo, aunque tu y el resto seais incapaces de recordar la ultima noche. --!Era mi despedida! En las despedidas todo esta permitido. --?Liarte con otro? --Claro, ahora soy la unica que se salio del plato esa noche. --No, pero tu te casabas en unos dias--La miro seria--. Mucho quejarte de Daniel, que no lo voy a defender, y tu hiciste exactamente lo mismo. Por cierto, ?te dije que Eliah tambien se ha divorciado? --?Quien es Eliah? --El amigo de Mike, el que estaba de despedida de soltero en el crucero y se casaba el mismo dia que tu. Se divorciaron el mes pasado. --Pues, ya duraron mas que nosotros. ?Esta bueno el amigo de Mike? Si es como tu inglesito, hay que reconocer que tiene un buen polvo. --!Marga! --No te escandalices, no estoy pensando en liarme con un ingles y mucho menos con el tuyo. --No es mio--Salto a la defensiva--. ?Por que me miras asi? --Porque tu y el inglesito os traeis mucho rollito, no entiendo vuestra amistad y mucho menos que en todos estos anos no hayais sucumbido a la tentacion. --Solo somos amigos, si el sexo estuviera por medio nuestra amistad se hubiese jodido. Nada seria igual. --Amigos--Con sorna apunto--. Yo no os definiria asi. No os entiendo, os conoceis y pasais toda una noche hablando, contandoos vuestras vidas, os intercambiais numeros y empezais a mensajearos. La casualidad hace que coincidais en el mismo hotel de Paris y decidis pasar esos dias juntos, pero ni un beso, ni un...ni un...nada de nada, eso si, tomais la decision de pasar siempre cinco dias de vuestras vacaciones juntos en algun punto de Europa. Natalia, !hablais cada noche! ?Pensais seguir con este juego toda la vida? --Somos amigos, ?que hay de malo en hablar? ?No nos vemos nosotras casi todos los dias al salir del trabajo? Y bueno, lo de los viajes juntos sabemos que se acabara el dia que uno de los dos tenga pareja. --Nat, llamame loca si quieres, pero yo estoy segura que tu misma boicoteas tus relaciones y es por Mike. --Eso no es cierto.

  • El mejor tesoro de Cathie Linz

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    La vida era dulce para Reno Best, comisario de Bliss, Colorado. Sus dias transcurrian resolviendo peleas en el bar o poniendo multas de trafico. De modo que no estuvo muy receptivo cuando Annie Benton, la nueva maestra de Bliss, insistio en que investigara la desaparicion de su hermano.

  • El camino hacia ti (Creek Canyon 1) de Catherine Bybee

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    Parker se miro al espejo, cerro un ojo y trazo una linea perfecta sobre el borde del parpado para darse un aire felino de ojos rasgados. Se seco el delineador liquido dandose aire con la mano antes de abrir el ojo por completo. Dio un paso hacia atras y movio la cabeza de un lado a otro para comprobar su pericia con el maquillaje. Su companera de piso, Suzzie, estaba a su lado, compitiendo por el espacio en el bano minusculo de su apartamento. --Ojala no tuvieras que trabajar esta noche; Marcus me ha dicho que la fiesta va a ser apoteosica: el momento mas memorable del verano. Era finales de agosto y ya habian completado la primera semana de clases del primer semestre. A sus veinticuatro anos, Parker habia pasado mas tiempo con gente como Marcus haciendo fogatas en la playa que en las clases, y sus padres se habian puesto firmes. Tenia un ano para terminar la carrera y conseguir un titulo universitario, dos objetivos perfectamente asequibles si pasaba de las puestas de sol rodeada de botellas de tequila y se mataba a estudiar. Solo trabajaba los sabados y los domingos, y como los fines de semana era cuando recibia las mejores propinas, eso era lo que iba a hacer. --Ya va siendo hora de que madures un poco, Parker. Tu padre y yo hemos tenido mucha paciencia contigo, pero ya se nos ha agotado. --Su madre y su padre estaban sentados frente a ella, al otro lado de la mesa del comedor, haciendo que se sintiera como el objeto de una intervencion. Sus padres tenian cincuenta y pocos anos y eran personas de mentalidad abierta --. Cuando dijiste que te tomarias un par de anos para decidir que hacer, nos parecio bien. Cuando empezaste la universidad a los veinte, estuvimos encantados de ayudarte y hacerlo posible, pero es que han pasado ya cuatro anos y vemos que no te lo estas tomando en serio. --Eso es porque todavia no se lo que quiero hacer --les habia dicho. Su padre sonrio y le dio una palmadita en la mano desde el otro extremo de la mesa. --Ya nos dimos cuenta de eso cuando cambiaste de especialidad por tercera vez. Tambien sabemos que en la Universidad Estatal de San Diego se hacen muchas fiestas, y nosotros tambien fuimos jovenes... Le dieron ganas de responder que muchos universitarios cambiaban de especialidad, y que ella no salia de fiesta tanto como ellos insinuaban, pero se callo. Su madre solto un prolongado suspiro de sufrimiento y la miro directamente a los ojos. --A Mallory la han aceptado en cuatro universidades, y la verdad es que no podemos permitirnos pagaros mas de un ano de la carrera a las dos al mismo tiempo. Pensabamos que, para cuando ella empezara el primer curso, tu ya habrias acabado, y a Austin solo le quedan tres anos para terminar el instituto e ir a la universidad el tambien. Y ya sabes cuanto dinero tuvimos que gastar el ano pasado, antes de que muriera Nana... Su abuela habia vivido con ellos en la casa de invitados antes de sufrir un derrame cerebral y de que atenderla se convirtiera en una carga demasiado pesada para su madre. La residencia y los cuidados que habia necesitado a partir de entonces no habian sido baratos, precisamente. Parker miro a su alrededor, a la casa familiar, un amplio rancho que se extendia unas dos hectareas en una zona residencial de clase alta en el valle de Santa Clarita. Era lo mas parecido a vivir en el campo que se podia conseguir estando a menos de cuarenta minutos en coche de Los Angeles. Se habia criado rodeada de todo cuanto necesitaba y de muchas de las cosas que queria, pero eso no significaba que sus padres nadasen en la abundancia. Cuando eran pequenos, su padre siempre les decia a gritos a ella y a sus hermanos que apagaran las luces, y no les dejaban desperdiciar la comida cuando habia sobras. Al final, Parker opto por no llevarles la contraria. Sus padres tenian razon: ya iba siendo hora de que se comportara como una mujer adulta, y eso empezaba por terminar la universidad y conseguir un trabajo de verdad. Parker retiro la funda del pintalabios y se lo puso dandose tres toques suaves. --Dile a Marcus que, si salgo pronto, me pasare por alli un rato. Se deslizo por detras de Suzzie y salio del bano. Despues de coger su delantal y una goma para el pelo, se guardo el movil en el bolso y salio a toda prisa del apartamento. En San Diego hacia un calor exagerado, incluso para ser el mes de agosto, y en su fuero interno esperaba que no le asignaran el patio para el turno de noche. Enchufo el cable auxiliar al telefono y se deslizo por su lista de reproduccion para escuchar algo de musica durante el breve trayecto al trabajo. En ese momento, sono el movil y el nombre de su hermana aparecio en la pantalla. Parker lo silencio y continuo rebuscando en su lista de reproduccion. Maniobro con la palanca de cambios y salio marcha atras de su plaza de aparcamiento. Su hermana la llamo de nuevo. En lugar de ignorarla por segunda vez, Parker respondio la llamada y mantuvo el pie en el freno. --Voy conduciendo, camino del trabajo, ?puedo llamarte mas tarde? --!Parker! --Mallory grito su nombre, histerica. A Parker se le paralizo todo el cuerpo. --?Que pasa? --Se trata de mama y papa. Ven a casa ahora mismo. --?Que pasa, Mallory? Su hermana empezo a llorar y el panico se apodero de Parker. --Dios... Dime que pasa... ?Que ha pasado? Se oyo movimiento y una voz desconocida hablo por la linea de telefono. --Hola, ?hablo con Parker? Las lagrimas ya amenazaban con salir. Era como si todo estuviera ocurriendo a camara lenta y Parker no pudiese detener lo que estaba a punto de suceder. --?Que pasa? --Soy una de las enfermeras del hospital Henry Mayo. Ha habido un accidente. DOS ANOS DESPUES Capitulo 1 --Vamos a llegar tarde. --Confia en mi. Es la tercera vez que hago esto. --Parker espero pacientemente a que la puerta del rancho se abriera para dejarlos salir--. Da igual a la hora que llegues, entraremos en una salita enana con un monton de chavales de tu escuela, anotaran tu nombre en una lista y tendras que esperar. Tener cita previa no sirve de nada. Atravesaron la puerta y enfilaron con el coche hacia la carretera privada que compartian con setenta de sus vecinos. Parker puso el aire acondicionado a tope, con la esperanza de combatir el calor infernal que irradiaban las ventanillas. --Es que no soporto llegar tarde. Parker miro a su hermano de diecisiete anos, que tenia la mirada fija al otro lado de la ventanilla. Cada dia se parecia mas a su padre. --Podrias haber ido tu solo --le recordo. El chico se encogio de hombros. El mes siguiente iba a empezar su ultimo ano de instituto, y ese dia iban a hacerles a los alumnos las fotografias de la orla, de ahi las prisas por llegar a la pequena sala abarrotada de chavales con la cara llena de granos y a punto de inaugurar su nuevo futuro. Si, claro, Austin podria haber ido el solo con el coche, pero la verdad es que queria que ella estuviera alli, acompanandolo. No podia ser una sustituta para la madre de ambos, eso no, pero si la mejor alternativa. De los tres, Austin era quien lo habia pasado peor tras el accidente de sus padres. Exteriorizo su dolor en forma de una rebeldia que se prolongo seis meses y que casi acaba obligando a los jueces del tribunal de menores a encerrarlo. Parker ahuyento los malos recuerdos y se concentro en lo que tenia delante. --Cuando mama me llevo a mi, la obligue a llegar casi una hora antes --dijo Parker mientras abandonaban el camino privado y se incorporaban a la calle principal que atravesaba su vecindario--. Al final acabamos teniendo que esperar una hora y media. --Espero que hoy no tardemos tanto. Les dije a mis amigos que quedaria con ellos en el In-NOut a las dos. Pasaron por delante de la hamburgueseria en cuestion y entraron en la autopista. --Pues es muy posible que llegues tarde. --No soporto llegar tarde --murmuro por segunda vez. Parker miro por el retrovisor mientras se incorporaba a la autopista y vio una columna de humo remontando hacia el cielo. --Oh, no... Austin se volvio en el asiento. Para entonces, Parker ya se habia incorporado al carril y estaba examinando el horizonte que acababan de dejar atras.

  • Dulce Sincronia, Claudia Zamora de Claudia Zamora

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    La trama se basa en un circulo amoroso donde los personajes definen sus roles de manera sincronica y audaz. Amanda Paz se encuentra sola y aterrada por la amenaza de un huracan. Preparandose para lo peor, comienza a recordar su historia personal. En su relato, ira hilvanando cada acontecimiento desde una perspectiva de enlace con las decisiones tomadas anteriormente. Se remonta al ano 2001 donde su vida da un giro sustancial y conoce a los protagonistas que luego daran paso al armado de un destino inesperado.

  • La iglesia y sus enigmas de Lourdes Gomez Martin

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    La historia de la Iglesia esta llena de fenomenos sin explicacion aparente, personajes con facultades extraordinarias y objetos a los que se les atribuye un poder divino. Aunque la teologia catolica defiende que no sustenta su fe en estas manifestaciones, en las biografias de los santos encontramos multitud de prodigios y los templos cristianos estan rodeados de leyendas fascinantes. Esta obra profundiza en las reliquias mas importantes, como el Grial o la Sabana Santa; se adentra en los santuarios marianos que acogen las advocaciones mas enigmaticas, como Guadalupe o Fatima; asi como en el mundo de los milagros, las animas, el exorcismo o las luminarias.

  • El legado de Camila Winter

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    Luego de morir su padre Evie recibe una misteriosa carta en frances de un coleccionista que le reclama un libro que al parecer esta en la biblioteca de su padre. La joven lo busca y espera devolverlo a su dueno pero el libro no esta por ninguna parte.

  • Fantasmas de hielo de Paul Watson

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    En 1845, una expedicion formada por 129 hombres, capitaneados por el intrepido sir John Franklin, que habia partido de Inglaterra a bordo de dos buques, el Erebus y el Terror, con el objetivo de descubrir el legendario paso del Noroeste -la ruta maritima que permitiria conectar el oceano Atlantico con el Pacifico a traves del Artico-, desaparecio sin dejar rastro.

  • La encargada de vestuario de Patrick Mcgrath

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    La ultima novela del prestigioso autor britanico, Patrick McGrath, es un homenaje al mundo del teatro. Una atmosferica novela ambientada en un Londres de posguerra amenazado por el espectro del fascismo.

  • Un cielo sin Luna (Polos Opuestos 3) de Andrea Longarela

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    A Luna no hay nada que le guste mas que descubrir el mundo a traves del objetivo de su camara. Y, mientras lo hace, busca de forma incansable eso con lo que lleva toda la vida sonando. Eso a lo que algunos llaman amor y de lo que otros huyen. Lo que nunca hubiera imaginado es que chocaria con el demasiado pronto y de un modo unico. Lo que jamas hubiera esperado es que apareceria bajo la nieve y de la mano de un hombre que le ensenaria que, en ocasiones, lo mejor de la vida llega cuando no debe. Un tren, una isla, fotografias, una noche en Paris, una tarta de chocolate y un beso eterno no dado es lo que ambos necesitan para aceptar que existen sentimientos tan fuertes como para no poder ignorarlos demasiado tiempo. Eso y compartir un prologo interminable antes de comenzar la historia mas especial de sus vidas. ?Cuanto puede tardar una persona en enamorarse? Lo que tarda en llegar al suelo un copo de nieve.

  • Crees en el amor a primera vista o !vuelvo a pasar! - Vanessa Lorrenz de

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    Vanessa es una chica, que de nina sonaba con ser igual que la princesa valiente, pero la vida es algo totalmente distinto a los cuentos de hadas, ahora con veintiocho anos, diez kilos de mas y un enamoramiento por el dueno del bufete juridico donde trabaja, tendra la oportunidad de convertirse en valiente y luchar por lo que mas quiere en la vida. Porque no hay nada mas delicioso que el chocolate, y no hay una chica con tallas de mas que no encuentre al amor de su vida, acompana a Vanessa a decirle al hombre que ama ?crees en el amor a primera vista? o !vuelvo a pasar! Capitulo 1 --Entonces la princesa, desperto de su largo sueno, por el beso que le dio el principe azul, la subio a su enorme caballo blanco y caminaron juntos persiguiendo el horizonte, para llegar al castillo. --Mama porque el principe beso a la bella durmiente--preguntaba Vanessa que con sus escasos seis anos estaba ansiosa por conocerlo todo. --Ummm supongo que porque le gustaba mucho la princesa. --Puaj que asco mama a mi me gusta mucho Carlitos pero ni loca le daria un beso--la nina fruncia su pequena y respingona nariz--aunque el dice que se casara conmigo cuando sea grande. --Ojala pensaras lo mismo cuando seas grande hija, y te de asco besar a los chicos, pero algo me dice que romperas muchos corazones. --Yo voy hacer como la princesa Valiente, no voy a tener un principe, ?me compras un arco mama? ?Me pintas el cabello de rojo? --Ya veremos mi amor, de momento es hora de que duermas, manana hay colegio y luego no te quieres levantar. --Pero mama la princesa valiente no le gusta estudiar, igual que a mi. Quiero disparar flechas como ella, anda comprame un arco. --No lo se, solo si prometes que te levantaras temprano e iras al colegio. --Esta bien mama pero promete que me pintaras el cabello de rojo, o de blanco como esa princesa de hielo, anda si. --Esta bien dejame buscar donde vendes tintes de esos colores y hablamos del asunto. Ahora descansa suena con los angelitos. Vanessa cerro los ojos, mientras su madre le acariciaba el cabello, y la cobijaba dentro de su suave cama, ella pudo sentir el dulce aroma a rosas frescas de su madre, era la fragancia que siempre usaba y que a ella tanto le encantaba. Ella queria ser cuando fuera grande como su mama, una pintora muy famosa, queria ser como valiente, y queria ser como su cocinera que le hacia ricos prostres. Pero ahora con veintiocho anos, no era mas que una mujer con generosas curvas, acompanadas de unas cuantas lonjillas, tenia potencial porque cualquiera sabia que las rubias tienen potencial aunque tuvieran sobrepeso, estaba escrito en algo asi como la biblia de las rubias. Era uno de los mandamientos sagrados, pero bueno se estaba desviando del tema, era una chica normalita, con una estatura que casi competia con un minions, es que su uno sesenta la hacia ver bajita. Cuando estaba en el colegio se sentia acomplejada, pues ver como tus companeras totalmente flacas que llevan un dieta a base de apio, salian con los chicos mas guapos del colegio y a ti te tocaba salir con el chico timido de gafas, desgarbado y la cara llena de acne, no era precisamente lo que ella tenia en mente. Pero en fin, que se le iba hacer, ese era el cuerpecito caribeno que le toco tener, y ella estaba muy a gusto con el, es mas adoraba su cuerpo, ya habia invertido mucho dinero en chocolatinas, como para bajar de peso solo por seguir modas, no eso !jamas! Se amaba tal como era. Si Bridget Jones pudo conquistar a Mark Darcy ella porque no. Ahora que lo pensaba tenia que comprase unas pantaletas de esas que usaban las abuelitas, que a Bridget tanto le funcionaron. Su madre siempre decia que tenia los ojos mas perfectos del mundo, que el color era especial, que no habia otro par de ojos como los de ella, pero bueno era su madre, que podia esperar en su infinito amor por ella, siempre la hacia sentir especial, aunque fuera tuerta. Y pues asi a juego con los especiales ojos azules, tenia una nariz respingona, y una boca que muchos definirian como bastante grande ?verdad?, pero eso solo era a la hora de decir cosas sin sentido, o de estar al tanto de los ultimos chismes, porque si de algo pecaba Vanessa era de ser un poquitin chismosa. !Pero es que a quien no le gusta un buen chisme! !Que tire la primera piedra quien no le guste el chisme!, hay creo que no era asi, pensaba mientras camina a paso lento a su lugar de trabajo.

  • Princesas sin miedo de Luna Villa

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    Valerie descubrio la dureza de la vida en su mas tierna infancia. Afortunadamente, acabo encontrando personas que le ofrecieron proteccion y cuidados, entre ellas, Harper, quien le ayudo a ser mas fuerte de lo que ella pensaba y a sacar lo mejor de cada situacion. No ha tenido mas remedio que salir hacia adelante. Cuando empieza a encauzar su vida, aparece su primer… ?amor?, una relacion que dara un giro inesperado a sus planes, pero que ella sabe afrontar sin miedo. Ante este nuevo reves, ella acabara demostrando que el verdadero amor todo lo puede.

  • No llores por un beso de Mary Higgins Clark

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    La extraordinaria nueva novela de Mary Higgins Clark

  • La mecedora. Lo que no sabes te salvara de Anna Hernandez

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    Un asesino invisible. Dos policias. Un angustioso triangulo del que no pueden escapar. La cuenta atras empieza con un secuestro. La tragedia se esconde en una casa perdida en los bosques suecos de Kalvtrask.
    La vida de Nils Akerman, inspector de policia en Ostersund, Suecia, queda en suspenso el dia que desaparece su hijo Axel, de tres anos. El pequeno estaba a cargo de Elena Rius, una inspectora de policia espanola, amiga de la familia, que pasaba sus vacaciones con ellos. Mykola Solonenko no sabe quien es, pero debe raptarla para llevarse al nino.

  • Al vuelo de la pagina de Juan Malpartida

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    Al vuelo de la pagina, de Juan Malpartida, es un diario que abarca la ultima decada del siglo XX. El autor no se limita a reflejar su punto de vista, sus observaciones sobre literatura, filosofia, politica y vida literaria, sino que deja testimonio de su dialogo con escritores, desde la lectura pero tambien desde la amistad, como Octavio Paz, Fernando Savater, Juan Gil-Albert, Enrique Molina, Charles Tomlinson y muchos otros que vemos aparecer en estas paginas que se convierten, asi, en un testimonio historico.

  • V. I. D. A. de un culo inquieto de Ana Albiol

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    PROLOGO En mi pequena familia es muy tipico contar las mismas anecdotas ano tras ano, y por los siglos de los siglos. Sin duda, una de las mas significativas es el dia en que Ana vino al mundo. O el mundo vino a ella. Como es normal en su naturaleza, desperto a la V.I.D.A. de forma prematura y enseguida la metieron en la incubadora. Cuando mi abuela llego al hospital fue directa a la sala de recien nacidos. Aun no sabia cual era su nieta, pero pronto se dio cuenta de que un bebe enano con gorro y peucos rojos estaba moviendo el culo energicamente para lograr darse la vuelta. --Ese culo inquieto tiene que ser mi nieta. Y es que hay gente que nace con cierta magia, y luego esta Ana. No se ciertamente si es magia o admiracion, pero es una de mis personas favoritas. Ana es un motor imparable, es una de esas personas que han crecido escuchando diariamente que no saben lo que quieren, que nunca sera feliz por ser demasiado inconformista. Tiene una vitrina de medallas de oro por nadar a contracorriente. Con su fuerza imparable ha sido capaz de demostrarnos --a nosotros y al mundo entero-- que no solo se tiene que querer una cosa, que no existen las limitaciones sino las oportunidades. Y que podemos serlo todo. Podemos quererlo todo. Que es posible cambiar de opinion, que tenemos derecho al cambio sin pedir perdon. La verdad es que aunque muchos le atribuyen suerte, yo creo que la suerte se la lleva trabajando desde la cuna. La suerte es la actitud con la que afrontamos nuestra vida cada dia. Ana no lo ha tenido nada facil, pero justamente de eso trata esta historia: de humanidad, de humildad, de valentia por mostrar publicamente lo que muchos llevan pesando dentro del corazon. Esta es una historia de luces y sombras. De verdad, de aceptacion y de crecimiento. No es un libro, es una vida. Una vida puesta al servicio de otros, porque si a ella le importa algo de verdad, es la libertad. No solo la suya, la vuestra. La nuestra. Para ella la libertad es que encontreis vuestras propias respuestas y que, pese a quien le pese, transiteis vuestro propio camino. Asi que esta es una puerta hacia la libertad, es una puerta hacia su intimidad, es una puerta hacia su interior para que conectes con el tuyo. Ana es un canal de luz y este es un mapa de ruta para que entiendas que absolutamente todos los puntos se conectan, para que confies en la V.I.D.A., para que confies en tu historia y sonrias al comprenderlo todo. Laura Albiol @mequieromiamor LENTEJAS, FUTURO YCALZONCILLOS <>. Volvia del colegio, era hora de comer y en la mesa habia lentejas. No son mi plato favorito, pero aquel dia todo me valia, estaba emocionada porque habia llegado el momento de elegir carrera. !Lo tenia clarisimo! Cualquier titulo que me acercara a mi vocacion: la comunicacion. Mi experiencia en este campo se remonta a 1988, cuando sin haber cumplido un ano de vida empece a hablar. Desde entonces, antes me ahogo que me callo. Comunicar es mi gran pasion. Hablo en publico desde que tengo uso de razon, y estoy segura de que haber pasado mis primeros anos de vida en un horno de venta de pan ayudo considerablemente. Mi madre emprendio haciendo empanadillas y, mientras ella trabajaba sin descanso, yo me entretenia hablando con las vecinas del banquito de enfrente. Con cuatro anos la ayudaba a despachar pan, con doce presentaba actos oficiales de mi falla delante de cientos de personas y con veinte me atrevi con un monologo humoristico. La escritura tambien estuvo presente desde muy pequena a traves de redacciones y cartas a mi misma; en ellas volcaba mis reflexiones y sentimientos. Hace poco encontre una que decia: <>. Diez anitos. Ya apuntaba maneras. Pese a que tenia clara mi vocacion, sabia que mi eleccion de carrera se podia ver truncada por las altas notas de corte para entrar en la universidad publica. La privada no era una opcion en nuestra economia familiar. Fuera como fuera, llegue ilusionada pensando en mi futuro y con la esperanza de que encontraramos una solucion para poder estudiar. Me sorprendio que mi padre estuviera en casa; trabajaba conduciendo un camion y rara vez coincidiamos entre semana. Lo pille con la cuchara dentro de la boca y en calzoncillos blancos de algodon. Aunque mi memoria es corta y muy selectiva, nunca olvidare esa imagen. --!Papa! Ha llegado el momento, tengo que elegir carrera y ya se lo que quiero. !Comunicacion! ?Que te gusta mas, Periodismo, Audiovisuales o Publicidad? !Me apetecen todas! --?Carrera? Ana, aqui no estudiamos carreras. Quien quiera ir a la universidad que se busque las habichuelas. --No aparto la cara de las lentejas. Cuanta legumbre. Lo VIVI como una traicion personal. Tenia talento, ganas de comerme el mundo, era inteligente, despierta, y mis padres no me apoyaron. Me senti frustrada y limitada; en la publica no habia pupitre para mi casi siete mediocre y me veia incapaz de pagar por mi misma una carrera privada. En aquel momento solo pude CULPAR a mis padres. El capitalismo se fue de rositas. Y aun hay gente que se cree el discurso de que vivimos en un Estado con igualdad de condiciones y oportunidades. Y una mierda. El criterio al decidir si era apta para estudiar lo que me apasiona dependio de dos cifras: la de la cuenta del banco y la de mi nota de corte. El resto no importo. Aspectos como la vocacion, el potencial, las ganas de aportar a la sociedad, la inteligencia emocional o la creatividad aun no tienen cabida en nuestro sistema. Y asi nos va. Con miles de titulados ejerciendo sin sentir pasion por lo que hacen y miles de apasionados intentando buscarse la vida para poder hacer lo que aman. Durante los anos siguientes mi rabia interna salia a pasear de vez en cuando y arremetia contra mis padres sin motivo aparente; la procesion, con mas de quinientos penitentes, tres bandas de musica y veintidos pasos, iba por dentro. Los perdone y me perdone por ello hace muy poco. Me matricule en Empresariales porque tenia <>. Alli conoci a mas gente en mi situacion; nos animabamos los unos a los otros pensando en nuestro futuro, lleno de oportunidades y contratos indefinidos. Al mismo tiempo que intentaba estudiar una carrera que no me gustaba, busque independencia financiera con un trabajo a media jornada en una cadena de perfumerias. Aqui se dio mi encuentro con el mundo de la cosmetica y el maquillaje. Mi interes por las <> habia sido minimo hasta el momento: raya de ojos blanca y labial marron chocolate --mama, ?por que lo permitiste?--, pero el descubrimiento me vino de perlas. Tenia la piel acneica y, comparandome con la evidente belleza de mi hermana, me sentia un patito feo. Ella era la guapa y yo, la lista. La alta cobertura y los correctores fueron aliados de mi autoestima en mis inicios con las brochas. Tambien descubri que me gustaba el trato con la clienta, darle un toque de color y ver como sonreia al mirarse en el espejo, aunque tenia claro que los horarios comerciales no encajaban con mi plan de vida. Fue en una clase de estadistica aplicada cuando me di cuenta de que estaba perdiendo el tiempo. Y deje la carrera. Es incoherente estar rodeada de numeros cuando quieres letras. El curso siguiente probe Psicologia. Me sentia inferior al resto de mis amigas por no tener titulo universitario y el maquillaje me permitio darme cuenta de que la parte que mas disfrutaba de mi trabajo era poder hablar con mi clienta y ayudarla a que se sintiera mejor. La tecnica y el producto eran accesorios de la profesion, lo que realmente me llenaba era conectar con la persona que tenia delante. Dure un curso. No era capaz de compaginar el trabajo de lunes a sabado con los estudios, y tampoco me veia ejerciendo como terapeuta. Poco a poco fui perdiendo el rumbo; no tenia ni idea de que queria hacer con mi vida. Seguia sonando con la comunicacion, pero cada vez lo veia mas dificil y mas lejos. Me rendi y me deje arrastrar. Acabe pidiendo un prestamo personal para hacer un curso de maquillaje y, aunque solo tenia veinte anos, me hicieron responsable del area de promociones y eventos de la perfumeria. El nuevo puesto consistia en realizar servicios de maquillaje y manicura en los diferentes puntos de venta de la empresa. No soporto el sonido de la lima, por cierto. Aun conservo una clienta de aquella epoca, mi querida Pilar. Tambien compre una Vespa azul para ganar tiempo; seguia con horario partido, manana y tarde. ?Que mente privilegiada disena esos horarios del infierno? ?No veis que atentan contra la calidad de vida y, por tanto, contra la motivacion, el rendimiento del personal y el bienestar social? Para devolver el dinero al banco empece a trabajar en una pizzeria por las noches. El plano laboral se comio mi parte personal y recuerdo morir de envidia cuando mis amigos hacian planes de fin de semana o preparaban su Erasmus. Yo tambien queria un Erasmus. Siento que me perdi una parte importante de mi juventud y, si me despisto, aun me culpo por ello a veces. Es cierto que me gustaba lo que hacia, que para lo joven que era estaba muy bien valorada en la empresa, pero siempre supe que no era mi sitio. Y los dias empezaron a pesar. ?Que color de oveja eliges ser? Pronto note que algo no iba bien dentro de mi; la queja paso a ser mi estado habitual y culpaba de mi infelicidad a todo el que se cruzaba por delante. Pese a que siempre estaba acompanada por mi gran grupo de amigos, companeras de trabajo, familia y novio, mi estado de animo oscilaba entre la ira, la tristeza y la apatia. Estaba jodidamente amargada. Intente por todos los medios que nadie se diera cuenta, me asustaba que mi gente dejara de quererme. Utilice mis recursos para la interpretacion y me dedique a fingir que todo estaba bien mientras me rompia por dentro, pero mi cuerpo empezo a somatizar mi conflicto emocional y el estomago se me hizo un nudo marinero.

  • Aniquilame (Volumen 4) de Christina Ross

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    Alex y yo llevabamos un mes viviendo en una isla minuscula cerca de Bora Bora, tan pequena que no tenia nombre. Yo la bautice como la Isla Wenn. Alex la llamaba la Jungla de Jennifer. En cierta manera creo que tenia razon porque cuando no estabamos trabajando, especialmente temprano en la manana, me dedicaba a recorrer la isla, disfrutando su belleza agreste, sin paralelo, y sus impresionantes vistas del mar, y maldiciendola por las razones que nos obligaban a estar alli. A causa de las amenazas de muerte, una de ellas casi materializada en Alex, estabamos lejos de nuestros amigos, lejos de Manhattan y lejos de la Wenn. Lejos de la vida que hasta entonces habiamos disfrutado. Viviamos en la cabana principal. Aunque dificilmente podria llamarse cabana dado su tamano. Impresionante. Para mi era una casa pero, al menos, el techo de paja, los suelos de bambu, su aire polinesio y sus paredes de cristal, que se abrian completamente para dejar entrar la brisa salina del mar, le daban un cierto aire a cabana. Teniamos todas las comodidades del mundo moderno excepto agua potable. Eso, junto a otras necesidades, nos llegaban a traves de la Wenn cuando lo necesitabamos. Por todo lo demas, la casa era autosuficiente. Paneles solares y, en caso de necesidad, generadores suplian electricidad. Dada la cantidad de lluvia, a veces torrencial a intervalos breves, el agua se recogia en un tanque gigantesco, se filtraba a traves de un complejo sistema que vertia en otro tanque y esta agua se utilizaba para las duchas, la cocina, los suelos, la ropa. Internet y television nos llegaban a traves de una poderosa antena instalada a un lado de la casa. Alex y yo llevabamos los asuntos de la Wenn desde una oficina de diseno con vistas al mar, como todas las habitaciones de la vivienda. La oficina incluia varios ordenadores y una pantalla grande de television para usar con Skype cuando habia alguna reunion, teniamos que hablar con la junta, contactar con Blackwell y Tank, o cuando yo queria hablar con Lisa. La situacion no era ideal, pero nos teniamos el uno al otro, estabamos en un lugar maravilloso, un mar calido y tentador, y, lo mas importante, estabamos a salvo. Con nosotros estaban tambien la asistente de Alex, Ann, su marido, Mark, y su adorable hijo Max, de ocho anos. Vivian en una casa mas pequena, pero preciosa, al otro lado de la isla, para que todos tuvieramos nuestra privacidad. Cada uno de nosotros tenia un Jeep, excepto Max, quien se preguntaba, frecuentemente en voz alta, cuando iba a tener el suyo. Cuando Alex ofrecio comprarle uno, Ann, Mark y yo nos miramos con resignacion. -- Ah, ?si? --pregunte. -- Todos necesitamos un Jeep --dijo Alex. -- Quizas dentro de ocho anos --replico Ann--. Cuando sea legal. -- Hecho. Cuando sea legal. Despues de un mes en la isla, aun no habian encontrado a quienquiera que nos tenia amenazados a pesar de los contactos de Alex y de la presion que estos ponian en el FBI y la policia. Alex me dijo varias veces que el y la Wenn habian hecho muchos enemigos a lo largo de los anos. Algunos de ellos de cuando su padre estaba a cargo de la compania. -- Puede que no tenga nada que ver conmigo --me dijo--. Puede ser que, una vez muerto mi padre, la vendeta sea contra mi. Represento el legado de mi padre. Recuerda que es posible. En este momento no se si tiene algo que ver conmigo o no. Si asi era, ?como ibamos a saber nunca quien estaba detras de todo? La lista de invitados a la fiesta de Peachy Van Prout era la clave y aun la estaban investigando. Alguien habia tomado nuestra fotografia en esa fiesta y nos la habia enviado. Pero habia doscientas personas alli esa noche. ?Quien seria ese alguien? ?Y realmente se necesitaba un mes para averiguarlo? En Skype, Blackwell me dijo que tuviera paciencia, pero se nos estaba haciendo dificil a todos, Ann y su familia incluidos. Sabia que este aislamiento no seria algo permanente, pero aun asi echaba de menos a Lisa, echaba de menos a Blackwell, y echaba de menos nuestra vida urbana, al igual que Alex, Ann, Mark y Max la echaban de menos. Por lealtad a Alex, Ann habia acarreado a toda su familia con nosotros durante este tiempo transitorio. ?Pero cuanto iba a durar? A pesar de lo generosamente que Ann estaba siendo recompensada, ?quien podria culparla a ella o a Mark si un dia decidieran que aquello no era para ellos? Ni Alex ni yo sabiamos lo que Ann y su familia pensaban de todo aquello. Parecia que estaban disfrutando su estancia en la isla, pero eso se acabaria algun dia. Era solo cuestion de tiempo. Alex espero hasta un dia despues de llegar a la isla para hacer publico que estaba vivo. La Wenn emitio una nota de prensa anunciando que Alex se encontraba bien y dirigiendo la compania desde un lugar secreto por razones practicas. No se ofrecieron mas explicaciones. Un aluvion de rumores hizo bajar la cotizacion en bolsa de la Wenn. Finalmente, decidieron que Alex debia aparecer en un video para probar que, de hecho, estaba vivo. Con mi iPhone grabe el video contra una pared desnuda de nuestra oficina para que no hubiera forma de que nuestra ubicacion pudiera ser adivinada. Alex se dirigio a sus inversores apaciguando sus temores y prometiendo que pronto estaria de vuelta en Manhattan. -- Ahora no es el momento --les dijo--, pero tengan por seguro que sigo dirigiendo la Wenn, algo facil con la tecnologia a nuestra disposicion. Quienquiera que nos tenga a mi prometida, Jennifer Kent, y a mi como blancos sera entregado a la justicia. Regresaremos a Manhattan cuando sea seguro hacerlo. Les agradezco su preocupacion y su apoyo constante. Sepan que sigo siendo, a todos los efectos, el director de la compania. Y asi, el video fue viral y los valores de la compania volvieron a subir. Ahora estaba en la playa, con mi bikini, secandome el pelo y viendo a Alex salir del agua, desnudo. Era mucho mas atletico que yo y habia pasado mas tiempo que yo en el agua hasta que decidio volver a la playa, dirigiendose a mi con esa sonrisa que me cautivaba. Lo amaba de verdad. En algun momento, pronto, nos casariamos. Pero los dos estabamos de acuerdo en que necesitabamos esperar a que todo pasara para volver a Manhattan. -- Aparentemente el agua no esta fria en absoluto --dije, a medida que su desnudez emergia del agua. -- Aunque el agua estuviera a diez grados podria llevar con dignidad que me encogiera. -- Habra que comprobarlo algun dia. -- ?Donde? -- ?En Islandia? -- Muy bien. En Islandia entonces te lo demostrare. -- ?O quizas en tu casa de Maine? ?Podrias darte un chapuzon en febrero? El agua en sus hombros brillaba al contacto del sol, le brillaba el pelo, el vientre cincelado, su torax terso y ligeramente cubierto de vello... -- La ultima vez que estuvimos alli lo hicimos en la playa. -- ?Y por que no ahora? --pregunte. No bien hice la pregunta vi como, poco a poco, a medida que se acercaba, se le fue enderezando el pene. Nuestra forma de hacer el amor habia cambiado durante el ultimo mes. Nuestra union se habia hecho mas fuerte, mas solida que nunca. Cuando me hacia el amor era intenso, a veces delicado y, de alguna manera, me sentia profundamente protegida. Cuando me penetraba y me sostenia entre sus brazos, sentia con cada empuje que no queria que me separara de el nunca. Asi era ahora. Me quite el bikini y me tumbe en la arena, justo al limite hasta donde se arrastraba el agua, y lo mire, de pie a mi lado, recorriendo mi cuerpo con la mirada, y enderezandose mas y mas. El sol le caia encima pero por debajo del cuello, dejando su cara en penumbra. -- !Que increible eres! --dijo, apoyansdose una rodilla para besarme los labios, los pechos, el vientre, el sexo--. Para mi, eres perfecta en todo. Sepulto la cara entre mis piernas y yo me arquee de placer. -- Tomame --le dije. -- ?Como? -- No me importa. Te necesito. -- Pero, ?como? Me mordi el labio inferior. -- Ya sabes como --dije. -- ?Lo se? -- Por favor. -- ?Asi? Una vez mas jugo con la lengua. Me la restrego tan a ras del clitoris que fue una especie de agonia. Incapaz de soportarlo por mas tiempo, levante las piernas y presiones los talones contra sus gluteos. Con suavidad, lo empuje hacia mi hasta que su lengua me penetro. Fue demasiado. Volvi lo ojos hacia el cielo azul, senti olas de calor envolviendonos, y los cerre cuando su lengua empezo a entrar y salir en una danza continua que no paro hasta que empece a temblar de agitacion. Con entrega, se retiro y me penetro de un golpe certero que me obligo a contener el aliento y a contraerme por el leve dolor. Aunque el me habia preparado para recibirlo, aun no estaba del todo acostumbrada a su longitud y su calibre. Me presiono el cuello con sus labios y me beso, sintiendo los canones de su barba en el labio superior y el menton, algo que siempre era superior a mis fuerzas. Me provoco un poderoso estremecimiento que me llevo casi al borde del climax. Con habilidad, me mantuvo en una casi imposible prolongacion de extasis. Puse las manos alrededor del cuello y me colgue de el, siguiendo su ritmo, arqueando la espalda mientras que el me llevaba al orgasmo una y otra vez, siempre pegado a mi, intentado mil posturas bajo el cielo de una tierra tropical y extrana que, hasta el momento, no parecia ser la casa que ninguno de los dos queriamos. * * * Cuando ambos terminamos, Alex rodo a un lado y se dejo caer en la arena, riendose. Gire la cabeza y le hice una mueca de extraneza. -- ?Por que te ries? -- Porque fue divertido. -- ?Que diria Steinbeck? -- Me diria que no te perdiera nunca, y nunca lo hare. Al menos mientras dependa de mi. Me acerco mas a el. Con mi cabeza recostada en su pecho, recuperamos el aliento y permanecimos en silencio. Me habia provocado tres orgasmos y, por ahora, lo habia dejado ahi. Sabia que luego habria mas. Siempre era asi. Nuestra intimidad fue lo que nos mantenia con los pies en la tierra a pesar de todo lo que teniamos encima. Por algun tiempo estuvimos tumbados sin decir nada, escuchando a las gaviotas y las olas alejarse con la marea baja, mientras que me recorria el pelo mojado con una mano y yo le acariciaba el torso con otra. -- ?Eres feliz, Jennifer? -- Estoy feliz de estar contigo. -- ?Pero no aqui? Me abrace mas a el y pense la respuesta. Nunca le mentiria, asi que le dije la verdad. Pero lo hice con delicadeza. -- En estas circunstancias, no. Pero me imagino que tu sientes lo mismo. -- Quiero que esto acabe. No va conmigo huir y esconderme de nada. Todo esto es por tu seguridad, no la mia. -- Supongo que somos tal para cual, porque el que yo este aqui es para asegurarme que tu estas a salvo, no yo. Asi que cada uno esta aqui por una razon particular, que no es otra que por amor. Todo esto terminara, Alex. Tendremos respuestas. No vamos a estar aqui siempre, aunque a veces nos parezca que es el caso. -- ?Hay algo que te guste de vivir aqui? Me parecio que era importante para el que asi fuera y, francamente, era facil enumerar las muchas cosas que me gustaban de la vida en la isla. -- Me encanta escarbar en la arena buscando conchas y encontrar toda clase de vida marina cuando buceamos juntos. Estoy disfrutando la intimidad que empiezo a tener con Ann y su familia, las dos tenemos mucho en comun y nos estamos haciendo buenas amigas. Estoy mas que agradecida por tenerlos aqui con nosotros. Me gustan los repentinos e imprevisibles cambios de tiempo. Me ha gustado convertir nuestra cabana en un hogar y, ciertamente, no me importa estar tan bronceada. No recuerdo cuando fue la ultima vez. Siendo de Maine, tienes como dos meses en el verano para coger algo de color antes de palidecer de nuevo. Pero sobre todo, Alex, me encanta estar contigo. No quisiera estar en ningun otro sitio si no es contigo. Espero que lo sepas. -- Se que no es ideal. -- Volveremos pronto a casa. Pero dejame hacerte la misma pregunta. ?Hay algo que te guste de estar aqui? Lo penso por un momento.

  • Jefe !No me interesas! de Hugo Sanz

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    Ya llegaba David. Claro, con ese fisico que tenia, aquel portento no podia llamarse mas que como el David de Miguel Angel. Me tenia loquita y eso que solo llevaba tres meses en la empresa. A ese paso, de seguir las cosas asi, me iban a tener que internar en un sanatorio mental antes de que llegara el momento de renovarme el contrato, para lo que todavia faltaban tres meses mas. Mi nombre es Leticia y, aunque no soy reina, me he pasado media vida queriendo reinar en el corazon de alguien. Lo malo es que todo lo que mi padre dice que tengo de lista, lo tenia tambien de mal ojo para los hombres; hasta que llego David, que era harina de otro costal. O eso creia yo a priori. El primer dia de trabajo no se me paso por alto que mi jefe le quitaba el hipo hasta a la estatua de Cleopatra que tenemos en la entrada. Y no, no es que nos dediquemos a comercializar reliquias, que tampoco hubiera estado mal, sino que la nuestra era una multinacional de distribucion de productos de peluqueria. Recuerdo que yo todavia no lo conocia y pense que seria un companero de trabajo, por lo que desde mi puesto de recepcionista lo trate con cierta familiaridad, pero le debi caer en gracia, porque no tardo en echarse unas buenas carcajadas cuando le solte que la estatua aquella me intimidaba y que no sabia a quien se le habia ocurrido la feliz idea de ponerla en ese lugar. Claro esta que yo no podia saber que habia sido a el mismo y que la habia traido del viaje de novios que hizo con su ya exmujer, Samantha, que era una pija de espanto. Hasta ahi lo que yo me entere en un primer momento, lo que supe despues es que ese matrimonio duro menos que un perro en China, porque la muy condenada por lo visto llevaba seis meses poniendole los cuernos a David con su propio socio, que se llamaba Bartolo, como el famoso Bartolo de la cancion que tenia una flauta con un agujero solo... ya sabeis por donde voy. Pues bueno, el asunto es que el tal Bartolo lo unico que tenia de feo era el nombre, pero igual que David estaba para perderse con el y tirar la llave junto con aquella otra que yace en el fondo del mar matarile rile rile... Total, que la tal Samantha se ve que era ambiciosilla y no tenia suficiente con casarse con uno de aquellos dos monumentos, sino que al mismo tiempo tenia que beneficiarse al otro. Despues de conocerla, no me extranaba ni un apice, porque cuando llegaba era como si la recepcion se congelara, no habia visto una persona mas fria y distante en mi vida. Pocos dias despues de comenzar a trabajar alli, yo ya estaba al corriente de hasta el ultimo de los chismes de la empresa gracias a mi companera Conchi, que permanecia al loro de todo. Para mi, suponia un enigma total como podia sacar esta muchacha adelante su trabajo y tener al mismo tiempo oidos en todas partes. Conchi era jefa de ventas y la mejor publicidad de la empresa la llevaba en su pelirroja y rizada cabellera, que dejaba boquiabiertos a propios y a extranos a su paso. --A ti te hace falta un buen reparador de puntas --me comento el primer dia que nos vimos y, cuando la vi venir tan atenta con uno en la mano minutos despues, supe que ibamos a ser las mejores amigas. Ella me informo hasta del ultimo detalle de la ruptura de David y Samantha, que debio ser digna de salir en los telediarios, y de como Bartolo paso a convertirse de socio y amigo a socio y enemigo en cuestion de decimas de segundos. Desde entonces, los tres se habian visto obligados a trabajar juntos, pues Samantha era una relaciones publicas inmejorable, las cosas como son, pero de puertas para adentro aquello era una algarabia que mas valia que ampliaran tambien al negocio de las pelucas, porque de alli iba a salir un dia alguien calvo, solo les faltaba engancharse por los pelos. Por si era poco el cuadro que he descrito, de vez en cuando se dejaba caer por el negocio Magnolia, la madre de David, que esa si que exhalaba estilo, vamos que en su dia debio salir de una burbuja de Freixenet y mas que cumplir anos cumplia lotes de glamur. Como no podia ser de otra manera, Magnolia tenia atravesada a Samantha y yo a veces pensaba que el alfiler que pendia de su mono era un arma blanca por si la cosa se ponia fea. Yo a Magnolia la veia como a mi futura suegra, esa era la unica realidad, por lo que solia hacerle la rosca que era un gusto. En justa correspondencia, creo que tambien le gustaba a ella mas que el caviar porque siempre me estaba alabando delante de su hijo, alardeando de mis muchas virtudes. ?Y cuales son esas virtudes? Bueno, pues no me corresponderia a mi decirlas, pero una es muy mona y vistosa, ademas de derrochar arte por los cuatro costados (este ultimo comentario es de mi abuela Matilde). Sea o no cierto que estoy dotada de cierta gracia, lo que si senalaria es que soy pura sensibilidad y que siempre he puesto toda la carne en el asador a la hora de vivir una historia romantica. Ya me viene desde pequenita, cuando me volvia del reves llorando con cualquier cuento de esos dignos de acabar con un festin de perdices y necesitaba una sabana para limpiarme las lagrimas. Con esto quiero decir que a veces puedo parecer muy loca e impulsiva, pero es que a mi una historia de amor me puede. Anda que no me habia dado tiempo a pensar cosas hasta que David se acerco a mi con aquella sonrisa cegadora que casi me obligaba a ponerme las manos delante los ojos para protegerme. Pero no, no seria yo quien se la perdiera asi acabara cegata perdida. --Buenos dias, Leticia, estas muy guapa hoy. --Dejo caer mientras avanzaba hacia su despacho. Era, sin duda alguna, el mejor momento del dia, cuando me ofrecia aquel saludo mananero que me llegaba al alma. De por mi le habria dicho alli mismo que el si que estaba para comerselo y que, en todo caso, podiamos sellar una alianza y comernos mutuamente, pero obvio que eso quedaba para mis suenos. Eso si, mientras yo estuviera en aquel puesto, ya haria encajes de bolillos para que no se le acercara ninguna pelandrusca, que habia mucha suelta... Y el protagonista de mis suenos tenia que ser para mi y para nadie mas. El problema residia en que, por mucho que me dijera guapa y cuarenta tipos de piropos mas, yo era invisible a su vista. O, mejor dicho, era una mas, porque Conchi decia que el varapalo que habia sufrido a manos de su ex habia hecho que ahora su habitat natural fuera el de meterse en lios de faldas, y debia hacerlo de dos en dos. Para colmo, nuestra empresa organizaba diferentes eventos en los que desfilaban modelos con los que se sabia que David acababa encamado, de forma que muchas veces no necesitaba ni chasquear los dedos para tener fiesta. Cuando yo pensaba en cuestiones asi y en otras similares, lo cierto es que se me llevaban los demonios, por lo que siempre que podia me valia de algun truquillo para que alguna no cruzara el umbral de la puerta de su despacho. A sus treinta y cinco anitos, David estaba de lo mas solicitado, pero yo me las tenia que agenciar para dar pasitos en direccion a su corazon y vive Dios que estaba "in love" con la vida para hacerlo. Conchi paso por la recepcion, como cada manana, para que fueramos a tomarnos el cafelito. Bueno, el cafelito me lo tomaba yo, que ella se traia un bote del te kombucha ese, que sera muy probiotico y yo lo niego, pero que lo probe un dia y me parecio un vomitivo de espanto. --Cada vez que pienso en lo que te estas metiendo en el cuerpo, me da repelus --le dije mientras ella daba un sorbo al que llamaba el "elixir milagroso". --Ya, ya, pues muy bueno que es... Tu lo que pasa es que estas en otra onda, vamos con ganas de meterte en el cuerpo otra cosita. --Me guino el ojo. --No se puede ser mas salvaje --repuse. --Ni mas realista, asi que dejate de tonterias y sigue al acecho. Manana vas a tener faenica, porque creo que vienen varias modelos a entrevistarse con el. --?No las entrevista Paul? --pregunte con deje quejica. Paul era otro de los peces gordos de la empresa y el jefe de estilismo, encargado, entre otras labores, de todo lo concerniente a las modelos. --Huy, Paul, dices, ya sabes que esta desmelenado con la boda. --Es guasita, ?no? --Paul estaba mas calvo que una bombilla. --Es una manera de hablar, mujer. Dice que su novio lo tiene desatado. --?Te imaginas si es como el negro del WhatsApp? --le pregunte, por aquello de que su novio era de origen africano. --Estas faltita, ?eh? --Los gestos de Conchi no podian ser mas graciosos. Claro, como ella estaba estrenando amor con Jaime le era muy facil hablar... Pero yo cierto que estaba faltita, aunque no era llegar y pegar lo que queria con David, bien lo sabia Dios. Yo con ese prodigio de hombre me veia de la mano de luna de miel, vaya que tenia unos pajaritos en la cabeza que debian haber anidado ya, pero no pensaba renunciar a mis suenos. --Que facil es hablar, a ver como estarias tu en mi lugar... --Subiendome por las paredes, te garantizo que iba a dejar en panales a la nina del exorcista, ?cuanto dijiste que llevabas sin...

  • Solo pienso en besarte (Shakespeare y Edimburgo 2) de Laimie Scott

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    Una historia de amor y deseo entre una escocesa con mucho caracter y un ingles dispuesto a sacarle de sus casillas.

  • El rumor de tus besos (La fragancia de lo infinito 1) de Rosa Alcantara Menendez

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    Celine esta casada con un rico anticuario, es joven, guapa, vive en el barrio mas elegante de Casablanca y tiene todo lo que se pueda desear. Sin embargo, no es feliz; se siente atrapada en una vida miserable aunque a ojos de todo el mundo parezca perfecta. Por eso ha perdido la esperanza de encontrar el verdadero amor que sonaba desde nina. Solo su madre sabe lo que realmente sucede entre ella y el maduro anticuario, y lo ignora por disfrutar de un estatus privilegiado.
    Una tarde de diciembre de 1953, asiste a una fiesta para celebrar el cumpleanos del general Fournier, uno de los militares mas relevantes del Protectorado. Alli conoce al hijo del general: Louis, tambien casado y harto de su matrimonio. El encuentro es un estallido de color, suficiente para que ambos se arriesguen a dar rienda suelta a sus fantasias haciendo lo que siempre desearon. Juntos se vuelven temerarios, tejen planes para afrontar a sus parejas mientras ese amor prohibido les conquista. Rozaran la felicidad absoluta y se veran abocados a descender al interior de las emociones humanas mas sombrias. Encontrar su redencion no sera facil, ?pero desde cuando lo sublime esta al alcance de la mano?

  • La decision de Alba (Mas que amigos 3) de Cristin Ferro

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    Llega un momento en la vida de toda mujer en que las decisiones a tomar marcaran un antes y un despues. Ese momento en el que pasado y presente se enfrentan, debaten e incluso llegan a pelearse, por ver cual de los dos sera quien de forma al futuro.
    Alba se encuentra en una encrucijada, pasado y presente la obligan a tomar una decision. David, su pasado, el amor de su juventud y el dueno de su corazon por anos. Lucas, su presente, el que la ayudo y la cuido en los momentos que ella mas lo necesitaba.
    El futbolista y el veterinario se enfrentaran en una guerra sin cuartel, reglas, ni limites por quedarse con la pequena Alba.
    Si te encontraras en su piel, si tu fueses Alba y tuvieses que elegir entre:
    1. El hombre que has amado toda tu vida y que te ha roto el corazon.
    2. El hombre que te ha tratado como a una reina y te ha devuelto la sonrisa.
    ?Con cual te quedarias?

  • Casada, contigo de Pilar Parralejo

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    La melodia de una famosa cancion de Whitney Houston resonaban en la suite, y el aroma de las velas de rosa y vainilla se mezclaban con el del bano de burbujas de mora que Audrey se estaba dando. Adoraba su vida justo en ese momento, donde su felicidad no podia ser mas plena. Todo en ese preciso momento era mas que perfecto. Las luces bajas en la habitacion, el champan enfriandose, una heladera llena de fresas. Era un dia perfecto. Otras chicas probablemente preferirian una cena romantica en un restaurante lujoso en el centro de la ciudad, otras, quizas, preferirian pasar la noche entre las sabanas de su amado, pero ella estaba en Las Vegas. El padre de Sam habia recibido, como premio de su empresa, una noche en la ciudad de los excesos para dos personas y, como tanto Sam como Audrey estaban felices por cumplir un ano de novios, el senor Pear les regalo el primer viaje de sus vidas. Y alli estaba ella, dandose un bano super relajante y super romantico mientras hacia tiempo para que Sam volviera de su paseo por el hotel, luego bajarian juntos al restaurante y cenarian alguna exquisitez antes de pasear por las calles de aquella ciudad. Cerro los ojos y se dejo llevar por la musica, imaginando, con aquellos acordes, como seria su vida si todo siguiera por ese camino. Salio del bano envolviendose en un suave y esponjoso albornoz y se abrazo con el. Ya se acercaban las nueve de la noche y debian ir a cenar. Sam no subia a la suite y por un momento penso que quizas esperaba que ella bajase para reunirse con el, asi que no dudo que hacer. Corrio a por su reducido equipaje y saco de el un precioso vestido que habia comprado para la ocasion: blanco, fino, muy elegante, con un decorado metalico en la zona de los pechos y finos tirantes de brillantes que hacian aun mas marcado el ya de por si acentuado escote. Un vestido con dos telas y dos cortes: por encima de la rodilla en la parte frontal y por los gemelos en la parte trasera. De la maleta saco una bolsa de tela en la que habia un par de zapatos de tacon a juego. Antes de vestirse dio vueltas por la habitacion abrazada a esa ropa. --!Oh! ?Te imaginas que en un arrebato te pide que te cases con el? --Exclamo, dejando volar su imaginacion--. Ya iria de blanco… --Sonrio hundiendo la cara en el vestido--. Solo llevamos un ano. Es imposible que con tan poco tiempo… Le encantaba fantasear con el amor. Le encantaba imaginar que el era tan romantico como ella, aunque en realidad el era un chico, y como tal, el romanticismo lo veia de otra forma. Le encantaba imaginar un futuro en el que nada ni nadie podria separarlos. Termino de vestirse, recogio su larga y ondulada melena color chocolate de forma que le caia por un hombro dejando toda la espalda al descubierto. Se miro al espejo y lanzo un beso a su reflejo antes de coger el micro bolso y salir de la habitacion. Se sentia tan feliz que se veia radiante, y todos parecian poder apreciar su resplandor. Sonreia a todos, saludandolos animadamente mientras caminaba hacia el ascensor. Bajo con una sonrisa en los labios hasta la planta baja y camino hasta recepcion con intencion de preguntar por su novio cuando, de pronto, sintio como si alguien le hubiera dado un golpe en el estomago seguido de un punetazo en la cara. ?Aquel que se besaba apasionadamente con aquella mujer era Sam? Se acerco despacio al salon repleto de asientos de cuero negro con el pulso tan acelerado que parecia un solo latido y ahi estaba el: Sam. Su Sam. El chico con el que llevaba un ano de relacion y con el que habia venido a celebrar su primer aniversario. Se dejo caer en uno de los asientos y se cubrio la cara con un cojin, tratando de borrar la horrible imagen que se habia grabado en sus ojos. Sam tenia las manos metidas por debajo de la falda de esa muchacha, apretando sus muslos contra si mientras la besaba de una forma que ni siquiera habia hecho con ella. Lo peor era que no estaba enfadada. En ese momento no era ira lo que tenia, sino un dolor en el pecho, un dolor tan intenso que le impedia pensar con claridad. Sam se puso en pie arrastrando a esa chica consigo. Ella sonreia juguetona mientras el le susurraba algo en el oido. La nueva pareja paso por al lado de Audrey sin que el se diera cuenta de que la chica que estaba sola a pocos metros de ellos era su novia. Cuando Audrey perdio de vista a ese par supo que ahi acababa de terminar su relacion. Ella no era de las que perdonaban infidelidades, no era de las que toleraba una mentira, no era de las que dan segundas oportunidades. Tendria veintiun anos, pero tenia bastante conocimiento de la vida como para saber que una infidelidad no es solo una falta de respeto, sino de amor, y si Sam no valoraba su relacion, ella no podia hacer nada. Tampoco iba a llorar. Beberia hasta perder el conocimiento y por la manana volveria a casa sin mas, acortando un dia aquel que habia prometido ser un fin de semana de cuento de hadas. Atraveso el vestibulo para ir derecha a uno de los muchos bares de aquel magnifico complejo y se sento en uno de los taburetes que perfilaban la barra. La primera copa no tardo en llegar, ni la segunda, ni la tercera, y tampoco la cuarta. Pero siempre que tomaba algo con alcohol, por poco que fuera, siempre sentia la imperiosa necesidad de ir al bano. Y ahora no iba a ser diferente. Aunque aguantase como una campeona aun con la vejiga a punto de estallarle. Aun no estaba borracha. Habia bebido tan seguidas las cuatro copas que su organismo no habia tenido tiempo de asimilar la primera. De camino a los aseos cruzo miradas con un guapo desconocido que sonreia en su direccion. Busco a su alrededor a otra persona a quien pudiera ir dirigida esa sonrisa seductora, pero no encontro a nadie, asi que le sonrio en respuesta. Su expresion no habia mostrado una sonrisa sincera, sino mas bien una mezcla forzada entre cortesia e incredulidad. Orino como si se hubiera bebido el Lago Ness, se miro en el espejo, se humedecio la cara con cuidado de no estropear el maquillaje y salio, creyendo que iba tan derecha como una modelo en una pasarela. Nada mas lejos de la realidad. El alcohol habia empezado a hacer efecto de una manera exageradamente efectiva (si es que queria perder la razon). Se acerco al guapo de mirada cristalina y de sonrisa seductora y se sento frente a el. --Hola… --saludo, intentando mostrarse sexy e irresistible, pero lejos de conseguirlo. --Hola --sonrio el--. ?Has venido sola? --No. He venido con el capullo de mi… --empezo a gimotear, arrugando el rostro pero sin soltar ni una lagrima--. Ex. Eso es lo que es ahora mismo. El esta en una de las habitaciones con una chica que ha conocido esta tarde, espero. Y yo estoy… Creo que borracha. --Tranquila. Quedate aqui y bebe agua o come algo para que se te pase. --Me llamo Audrey Doherty. Pero todos me llaman O, ?y tu? --Edward. Edward Harrelson. Pero todos me llaman Eddie o Ed. --Tienes un nombre sexy. --Tu tambien. Y ademas una bonita cara y una figura muy sensual. Las insinuaciones no habian hecho mas que empezar, pero Audrey no dejo de beber, y cada vez que Edward pedia una copa, ella pedia otra, hasta que ya ni siquiera supo su nombre. El sol matutino entraba a raudales por la cristalera de su suite. Se llevo las manos hasta las sienes como si con ese gesto pudiera conseguir que doliera menos, pero parecia tener una docena de pajaros carpinteros martilleandole el cerebro. Al cubrirse la cabeza con la sabana se dio cuenta de que estaba completamente desnuda. Miro a su lado temiendo encontrar a alguien que no fuera Sam, pero ese pensamiento le devolvio a la realidad: Sam la habia enganado, y lo habia hecho con un descaro ofensivo, asi que ni siquiera Sam debia estar a su lado. Evidentemente estaba sola, pero tenia el vago recuerdo de haber llegado acompanada a la suite. --?Aquel guapo desconocido de sonrisa bonita? ?Un botones…? !Que mas da! Se incorporo sintiendo aun mas fuertes las punzadas de sus sienes, pero siguio hasta ponerse en pie y fue derecha al cuarto de bano. Tenia claro lo que debia hacer, y lo que debia hacer empezaba por una buena ducha. Al quitar el vaho del espejo para mirarse pudo ver un chupeton en su escote, en la parte de arriba de su pecho derecho. Un chupeton que parecia haber hecho un muerto de hambre, un chupeton grande y oscuro. --Madre mia, ?Y esto? --dijo mirandose el cuello, donde habia otro mas de iguales caracteristicas. Trato de pensar que habia hecho despues de levantarse de la barra para ir a orinar, pero un recuerdo confuso era todo lo que lograba alcanzar. Se habia sentado en la mesa de aquel tipo, pero nada mas, no recordaba nada mas. Ni siquiera como diablos habia llegado hasta la suite. Despues de vestirse no tuvo muchas vueltas que darle. Bajo a la recepcion para cancelar su estancia en el hotel, pidio un taxi y horas despues, estaba sentaba en un asiento en primera clase del vuelo que le devolveria a la realidad. Ni siquiera habia visto a Sam despues de que se fuera con la chica a la que habia estado manoseando y besuqueando frente a ella. No supo donde habia pasado la noche o con quien. No lo busco, y tampoco el la habia buscado a ella, asi que dio por hecho que ni siquiera iba a pedirle disculpas por lo que le habia hecho. Pero tampoco necesitaba que la buscase para llenarle la cabeza de mentiras.

  • Los Smith, perfectos imperfectos (Serie completa) de Valeriam Emar

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    SI CECE LO DICE
    Cece amor es una famosa consejera sentimental, conocida por su don de emparejar a las personas que estan destinadas a estar juntas. Pero su mundo rosa empezara a desmoronarse con la aparicion del Camarada del deporte, un bloguero que intenta destruir su reputacion acusandola de fraude.
    Jerry Smith se propone encontrar a la famosa consejera sentimental que hizo que su prometida lo dejara plantado a pocas semanas de casarse y se ocuparia de que ella pagara bien caro lo que le hizo.
    A veces el enemigo esta mas cerca de lo que uno se imagina, y del odio al amor se puede pasar a un solo beso.

  • La desfachatez intelectual de Ignacio Sanchez-cuenca

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    Muchos de los intelectuales espanoles de mayor prestigio y visibilidad, casi siempre escritores y hombres de letras, se caracterizan por participar en el debate politico con ideas superficiales y frivolas, expuestas en un tono tajante y prepotente. La desfachatez intelectual se sostiene sobre una impunidad generalizada, que nace de la ausencia de una critica explicita a las opiniones de las principales figuras de nuestra clase intelectual. Frente a la figura del intelectual que pontifica sobre cualquier asunto, este libro apuesta por una esfera publica mas plural, menos personalista y con filtros mas eficaces, que eleven el nivel de nuestro debate politico.

  • Una noche magica de Danielle Steel

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    Es verano y Paris se prepara para la Cena Blanca, un banquete anual en un lugar emblematico de la ciudad, al que sus exclusivos invitados acuden vestidos de blanco.

  • Alina. Una historia en la oscuridad de Dixiana Silva

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    Esta no es una historia de amor, aunque es ese sentimiento el que me ha hecho invencible.

  • Hermana de Sue Fortin

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    Muchas familias tienen secretos y estan dispuestas a lo que sea por mantenerlos, pero ?donde esta el limite?

  • Nada es Igual (Sobrevivire 2) de Gianna Gabriela

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    ?OYE, MAMA, QUE ES ESTO? --PREGUNTO, SOSTENIENDO UNA PEQUENA BOLSA DE PLASTICO. LA encontre dentro de uno de sus zapatos en el armario cuando estaba jugando a las escondidas con Ethan--. ?Azucar? Tal vez ella olvido que estaba alli. Se que planea hacer limonada hoy. --?Donde encontraste eso, Aron? --pregunta. Parece que esta enojada, pero no entiendo por que; ella suele ponerse feliz cuando encuentro cosas. --Estaba... Ella corre hacia mi, apartando la bolsa de mi mano. --?Donde lo encontraste? --grita y mi labio inferior comienza a temblar. Miro hacia abajo para ver que hay un poco de sangre en mi mano. Creo que me aruno cuando me arrebato la bolsa. Las lagrimas comienzan a correr por mi cara. --Estaba en tu... --murmuro, sin entender lo que hice para que mi madre se enojara tanto. --?Donde? --grita y yo me estremezco. --En el armario --respondo. Ethan se quedo en la habitacion. Se esconde hasta que voy y lo encuentro. Me alegra que no este aqui para verme llorar. --!No te metas ahi otra vez! --Estabamos jugando a las escondidas --le digo. Ella me da una mirada que me dice que estoy en problemas. --No vuelvas a hacerlo --dice cada palabra lentamente y yo asiento en respuesta, mis labios siguen temblando mientras gruesas lagrimas caen por mis mejillas. No se que hice para hacerla enojar. No suele molestarse asi conmigo. Desearia que mi papa estuviera aqui. Ella nunca se enojaba cuando el estaba aqui. 1 NO DEBERIA SER YO QUIEN TERMINA DE CRIAR A SU HIJO. Cinco anos despues ENTRO EN MI CASA, ENOJADO Y LISTO PARA ENFRENTAR A MI MADRE POR DEJAR A ETHAN EN LA escuela por dos horas despues de su salida. Se supone que debe recogerlo cuando yo tengo entrenamiento de futbol. Ese es su unico trabajo, la unica cosa que le he pedido que haga, pero incluso falla en eso. Cuando me presente, el director me miro con los ojos llenos de lastima y mi hermano menor me dio un abrazo. Ethan estaba asustado. Habia estado llorando y solo podia imaginar cuantos escenarios pasaron por su cabecita, ninguno de ellos cercano a la realidad con la que me encuentro. Tal como lo sospeche, y la razon por la que le dije a Ethan que me esperara en su habitacion, mi madre esta sentada en la mesa de la cocina con el polvo blanco extendido en la superficie frente a ella. --?Que estas haciendo? --pregunto con disgusto. La he pillado haciendo esto suficientes veces para saber exactamente que es, pero le pregunto de todos modos, esperando que la respuesta sea diferente esta vez. --?Que estas haciendo tu aqui? Pense que tenias practica --pregunta, cambiando de tema. Dejo caer mi bolsa de gimnasio en el suelo. La decepcion que siento deberia ser obvia para ella, pero creo que ya no se da cuenta o quizas ya esta acostumbrada. La veo tratar de recoger el resto de su porqueria blanca. La evidencia de su fechoria, nuevamente en la bolsa. --Yo tenia entrenamiento. --?Entonces, por que no estas alli ahora? --Su tono es acusatorio. Solo mi madre se atreveria a cuestionar mis acciones cuando las que ella hace se alejan bastante de lo que esta bien. Pone la pequena bolsa dentro del bolsillo de sus jeans. --La escuela llamo --le digo, contando los segundos hasta que se de cuenta de lo que hizo esta vez. Diez segundos. !Diez segundos! --!Mierda, Ethan! --dice, acordandose finalmente. La ira corre por mi sangre. --Se suponia que debias recogerlo hace dos horas. Mira por encima de mi hombro. --?Donde esta? --Arriba haciendo la tarea, no es que realmente te importe. --!Me importa! --grune en respuesta. La miro fijamente. --?De verdad te importa? ?Desde cuando? --escupo. No deberia ser yo quien crie a mi madre. Se suponia que este no era mi trabajo. --Soy tu madre --argumenta debilmente. Bufo. No ha sido una madre para nosotros en anos. Tuve que criarme y a Ethan tambien. --?Es asi como te quieres llamar ahora? Porque parece que estas olvidando cual es tu papel. De repente contrita, ella se acerca a mi, enmarcando mi cara con sus palmas. --Lo olvide, ?de acuerdo? --dice suavemente. Coloco mis manos sobre las de ella, separandolas de mi cara. No le dare la absolucion que busca. --Si, asi fue. --Olvido que es madre, que tiene hijos, que no debe consumir drogas. No puedes olvidar a tu hijo en la escuela durante dos horas porque estas demasiado ocupada drogandote. Estas son todas las cosas que quiero decirle, pero no. Porque ya lo dije todo en vano. Supongo que ella tambien ha olvidado como escuchar. --!AMIGO, NO PUEDES DEJAR EL EQUIPO! --GEORGE DICE MIENTRAS EMPACO MIS COSAS DEL vestidor de hombres. Suelto un suspiro. Mi madre se ha olvidado de recoger a Ethan no una vez, sino todos los dias de esta semana. No puedo seguir saliendome del entrenamiento temprano para ir a buscarlo. --No tengo otra opcion. Se que el entrenador entiende, ya que el es el unico que tiene una idea vaga de como es mi vida en casa, pero no puedo seguir haciendole esto al equipo. Un mariscal de campo es una de las piezas realmente importantes en el tablero, una pieza que debe permanecer constante. --Eres el mariscal de campo --dice Tyler. No entiende mi situacion, probablemente porque no he dicho nada. A nadie. Estoy muy avergonzado. Sacudo la cabeza --Ya no. --?Que pasa con la beca para la universidad? --pregunta George--. Tendre que apuntar a una por merito. La verdad es que una beca universitaria no importara porque de ninguna manera se me permitira llevar a Ethan a los dormitorios conmigo. Y no puedo vivir con el en el campus mientras voy a la escuela. Lo mejor que puedo hacer es graduarme del bachillerato y conseguir un trabajo para poder alquilar un lugarcito para nosotros. Quizas cuando Ethan termine el bachillerato y vaya a la universidad, pueda yo pensar en la universidad para mi. --?De verdad, una beca de merito? --Tyler dice, riendo. Lo golpeo en el hombro--. Tengo puras... --Amigo, cuidado con el brazo. Puede que hayas terminado con el futbol, pero yo no puedo lastimarme si vamos a intentarlo y no nos maten esta temporada debido a que jugaremos con el segundo mariscal de campo con el que nos dejas. --No es tan malo --les digo. Tyler y George abren sus casilleros al unisono, mirandome incredulos. --?No tan malo? --dice George--. !El tipo no puede completar un pase! --El tipo se asusta cuando ve a los jugadores corriendo hacia el --agrega Tyler. --Ningun mariscal de campo quiere que lo agarren --le digo. Es verdad. Ni tampoco quieren recibir un golpe. Miro mi uniforme, mi numero y mi apellido en la parte de atras. Voy a extranar hacer esto. Jugar al futbol fue mi refugio del caos que es mi vida, pero es hora de crecer. Tengo a alguien mas que tengo que proteger. Aunque amo el futbol, amo a mi hermano mucho mas. --Solo digo que estamos a punto de empezar un periodo de sequia --dice George y todos nos reimos. No es que hayamos ganado todos los juegos; somos un oponente digno, pero lejos de tener una temporada perfecta. --Esperemos que sea corto --dice Tyler, levantando su bolso del banco y tirandolo en su casillero. --?Entonces, no te quedas a entrenar hoy con nosotros? --pregunta George. Cierro mi casillero. --Amigo, ya no voy a jugar. ?Por que razon me quedaria? --Miro mi reloj. Tengo que estar en la escuela de Ethan en unos minutos. Tyler empuja a George y le da una mirada de ?es en serio? --Me tengo que ir --les digo. --Echaremos de menos jugar contigo --dice Tyler, sin miedo a expresar sus pensamientos. --Todavia somos amigos --les aseguro. --Como somos amigos, hare una fiesta el proximo fin de semana. Mis padres estaran fuera. Podemos celebrar o compadecernos del hecho que dejas el equipo. !Mas te vale que estes alli! -- George dice. --Intentare ir por un par de horas --le digo, sabiendo que no sucedera. No hay forma de que deje a Ethan solo con mama para poder irme de fiesta. 2 ELLA NO PREGUNTA COMO ESTOY YO. HA PASADO UNA SEMANA DESDE QUE DEJE EL FUTBOL Y LO EXTRANO MUCHO. ERA MI UNICA SALIDA y ahora se ha ido. En cambio, tengo que mitigar el impacto que el habito de las drogas de mi madre tiene en la vida de mi hermano menor. Cuando llego a casa, puedo escuchar el sonido de los muebles que se mueven o son tirados al piso. --?Que hiciste? --Richard me ladra en el mismo momento que abro la puerta. Lo miro con desden. --?De que estas hablando? --pregunto, pretendiendo no tener ni idea. El cierra la distancia entre nosotros un paso a la vez. --Tu sabes de que estoy hablando. Lo desafio porque si no fuera por el, probablemente no estariamos en este lugar en este momento, mi madre no estaria asi como esta. Me encojo de hombros casualmente. --No, no tengo idea. --Me doy la vuelta y me dirijo a mi habitacion, pero no doy dos pasos antes de que me golpeen contra la pared. Richard se inclina cerca de mi oreja, su antebrazo en la parte posterior de mi cuello me sujeta en su lugar. --?Donde las pusiste? --Exige en un tono lento. Cuando me quedo en silencio, me agarra del hombro y me da la vuelta. Atrapado entre el y la pared, siento la furia golpeando mi sangre. Y quiero romperle la cara a punos. Pero me contengo. --?Donde? --grita. Richard me mira con los ojos enrojecidos. Aun asi, no digo nada. Con un grunido frustrado, lleva sus dos manos a mi garganta, envolviendo sus dedos con fuerza hasta que corta el aire. Jadeo fuertemente, mi respiracion apenas un susurro mientras digo--: En la basura. --?Las tiraste a la maldita basura? El me suelta y se dirige hacia la cocina. Lo escucho volcar la bolsa de basura, buscando las drogas responsables de destruir a mi familia. Jodida mierda. Me acerco a donde esta, observando mientras busca algo que no encontrara. --?Donde estan? --grita, volviendose brevemente hacia mi antes de regresar a su busqueda. Miro hacia el patio a traves de la ventana de la cocina. Richard sigue mi mirada. --Maldita sea --grune. No se por que sigo parado aqui, mirandolo mientras escarba. Puede que esto no termine bien para mi, pero no me importa.