• libro solo una caricia - Maya Banks

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    Educada desde jovencita en una secta religiosa, Jenna no ha tenido contacto con el mundo exterior, lo unico que tiene son vagos retazos de recuerdos que parecen pertenecer a otra vida. Recuerdos a los que se agarra cuando los lideres de la secta descubren sus poderes sanadores. y la castigan. Anos de cautividad y sometimiento a las estrictas ordenes de la secta han convertido a Jenna en una mujer timida y docil. o eso es lo que todos creen. En realidad, esta esperando el mejor momento para escapar.

  • Solo una caricia (TOP NOVEL) Tapa blanda - Libros ...

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  • SOLO UNA CARICIA | MAYA BANKS | Casa del Libro

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    8 nov 2017 — Sinopsis de SOLO UNA CARICIA ... Educada desde jovencita en una secta religiosa, Jenna no ha tenido contacto con el mundo exterior, lo único que ...

  • Solo una caricia - Libro de Maya Banks - Lecturalia

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    Educada desde jovencita en una secta religiosa, Jenna no ha tenido contacto con el mundo exterior, lo único que tiene son vagos retazos de recuerdos que ...

  • SOLO UNA CARICIA - MAYA BANKS - 9788468787824

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  • Solo una caricia - Maya Banks - Babelio

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  • solo una caricia - Babel Libros.

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  • SOLO UNA CARICIA (ebook) - maya banks - Popular Libros

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  • Solo una caricia - Libros De Mario

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  • Destinos divididos de Veronica Roth

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    Las vidas de CYRA y AKOS se rigen por los destinos que vaticinaron los oraculos el dia de su nacimiento.
    Una vez decididos, los destinos son inmutables.

  • Hasta que nos volvamos a encontrar de Maya Moon

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    Descubre la romantica historia de Alex y Olivia de mano de Maya Moon.

  • Si la luna nos viera tocaria nuestra cancion de Dulcinea (paola Calasanz) , Paola Calasanz

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    El esperado final de la nueva serie de Dulcinea, Luna. Nunca dejes de sonar…

  • La casa de los espiritus de Isabel Allende

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    Han transcurrido mas de veinticinco anos desde la publicacion de LA CASA DE LOS ESPIRITUS escrita por Isabel Allende (1942), una casi desconocida chilena exiliada en Caracas que, para <>, tomo la pluma en enero de 1981 y no paro hasta enhebrar mas de quinientas paginas, como un exorcismo. Despues comenzo la peregrinacion por las editoriales del lugar, que la rechazaron, para finalmente lanzarse con exito en Espana, de donde salto a Europa e Hispanoamerica. En ese proceso de recepcion literaria llega por fin al Chile de Pinochet en el que se cuela de contrabando burlando la censura. A partir de ahi explota el <>: un inmenso exito de ventas, traducciones al aleman, ruso, japones… y la version cinematografica en 1993. La clave de este exito radica en la extraordinaria capacidad de narrar de Isabel Allende, inventora de una <> al estilo de Balzac.

  • Cafeina y Nicotina de G. A. Picota

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    11. Si pudiera redactar instantes y volverlos versos en este pedazo de papel me acabaria la tinta del mundo solo describiendo tu sonrisa calmando mis miedos al amanecer. Y si fuera capaz de ser adictiva buscaria en tus labios volverme cocaina. Si hubiera un cielo tan inmenso, capaz de cubrir nuestros suenos, Dieramos vueltas entre las nubes, burlandonos de los deseos ajenos y me besas la mano, entrelazando nuestros dedos. Y si escribir me diera mil significados, ya yo dejaria de hacer poesia, porque confieso que lo que me satisface es pensar que paraiso es sol, playa, arena y tu corazon latiendo sobre mi pecho, haciendome tuya, haciendome mia. 12. No es que tu nombre me recuerde cosas; es que todas las cosas llevan tu nombre. No es que quiera quererte y tenerte; es que quiero quererte y tenerme, encontrarme. "Mi vida tambien fue una mancha negra en un lienzo blanco, pero luego alguien me llevo al museo y me llamo Arte. Quizas solo se trate de encontrar a quien te siga mirando cuando tu cierras los ojos" -Elvira Sastre 13. Si las paredes hablaran, ?Que dirian? Tal vez conversarian sobre como el amor esta extinto pero que lo han visto en tus ojos y los mios. Si las almohadas escucharan, ?Que oirian? Seria el silencio de mis lagrimas derramadas por las noches o los sonidos de los gemidos regalados por el dia. Si las camas sintieran ?Que sentirian? Seguramente las palmas de tus manos y su forma de sudar junto a las mias o los latidos de nuestros corazones cuando por tu boca me venia Si las luces degustaran ?Que probarian? Quizas pedirian permiso para lamer nuestros besos y apagarse en agonia al saborear lo agridulce que es tu lengua sobre la mia. 14. ?Como se ven mis ojos desde los tuyos? ?Brillan cuando veo la libertad en lo natural? ?O son solo dos mas que ignoras al pasar? ?Que te dice mi sonrisa? ?Acaso habla de lo que siento cuando soy yo ilimitada? ?O te conformas mejor con las hipocritas y falsas? ?A que te saben mis palabras al leerme? ?Escuchas tu nombre entre lineas? ?En serio me oyes bien? ?O solo vas pasando paginas olvidando lo que lees? ?Como me veo cuando pienso? ?Soy capaz de transmitir los universos habitando mi cabeza? ?O solo te fijaste en la mirada vacia y hueca? ?Se nota el mundo que cargo en mis hombros al caminar? Ese mundo que me da la capacidad de cerrar los ojos y volar ?O solo se ve la pesadez en mi nuca, mi inhabilidad para respirar? ?Demuestro en mis acciones que el amor se me esta desbordando? Es que tengo tanto que juro que me estoy ahogando Pero justo antes del colapso encuentro el placer de todo lo que estoy entregando. ?He sido suficientemente clara? Yo siento que no. Asi que continuare escribiendo, hasta que muera el amor. 15. Yo no rimo, solo escribo pocas veces mido lo que digo. No por eso el arte esta perdido No por eso quedare en el olvido. Yo no pienso, solo siento Unicamente se vivir de momentos. Se perderme indefinidamente en el tiempo Se encontrarme mejor cuando no me tengo. Yo no beso, hago versos Capaces de hacer que nos perdamos en el universo Para encontrarnos al final, en el comienzo, y besarnos, perdernos y hacer versos de nuevo. Yo no amo, solo entrego No se arder sin prenderme en fuego Y si en algun momento vuelvo a decir que no amo te estoy mintiendo, si lo hago. "Si la vida a mi me hizo arte, entonces a ti yo te hago inmortal" -Gigi Picota 21. Es de esos dias que te das cuenta que puedes tener el dia mas triste en el mas hermoso dia de verano como te pueden doler los labios de tanto reirte en una tarde lluviosa y oscura de mayo. Aquellos dias en los que nada importa Y tu vida pareciera poder disolverse con ron le has quitado el nombre a tus tormentas y las unicas reglas que sigues son las del viento Ya no existen los problemas Hoy ha sido el dia en que realizo que el sol no dejara de ocultarse para alumbrar mi corazon lleno de insomnios y tampoco dejara de salir para poder ocultarme en la soledad de mi cama De esos en los que he sentido que estoy mejor sin ti y no respiro por tus caricias que me ayudan a existir no me siento asfixiada al pensar de que estas mejor sin mi y vuelvo a ver brillar mi luz, realzando mi alma sin necesidad a que estes aqui. Hoy es uno de esos dias, donde te das cuenta que nada importa, y realizo que estoy mejor sin ti. 24. Te lo agradezco. Seguro mis palabras te sorprendan ya que tu mejor que nadie sabes el dolor que haz causado en mi corazon pero mis pocos anos de experiencia me han ensenado que no existe dolor en el corazon que no venga acompanado de una valiosa leccion y yo no he sido mas que otra alumna de las clases crueles que dictas tu. Me ensenaste que, en el amor, soy capaz de entregarlo todo a pesar de no recibir nada a cambio pero que nadie que no de algo se merece recibirlo todo. Me ensenaste que soy capaz de confiar ciegamente aun pudiendo ver claramente las falsedades. Me demostraste mi propia capacidad de aceptar sin negar, pero negar cuando no me aceptan. Me ensenaste que la esperanza aguanta, hasta donde el corazon apriete. 26. Porque sin haber sido mio haz sido mas mio que de nadie porque sin haber nunca sido tuya soy solo tuya. "De eso se trata, de coincidir con gente que te haga ver cosas que tu no ves. Que te ensene a mirar con otros ojos" -Mario Benedetti 27. "?Por que yo?" me pregunta... Por que no mejor se cuestiona la razon por la cual el viento decidio ir en esa direccion haciendo que aquella nube gris quedara justo arriba de nosotros esperando para hacer caer las primeras gotas en su pelo en medio de una sonrisa y un beso. Por que no se pregunta Como es posible que mi piel se erice completamente cuando su boca susurra poemas desatando nudos que apretaban el pulso de mi pecho, de mi corazon... Por que no se pregunta de que manera nos encontramos asi de facil, sin buscarnos el cayendo, yo volando como si de pronto nos miramos y nos agarramos de la mano pudiendo confiar mi alma en sus brazos ambos olvidando la direccion perdidos en el cielo en la caida solos... pero a nuestro lado.

  • Increiblemente tu de Aida Ramos

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    Nayra vive una vida aparentemente ideal, una familia feliz, una gran amiga, un novio que parece perfecto, un trabajo en una importante entidad bancaria. Pero el destino tiene algo muy distinto preparado para ella y, como si de un castillo de naipes se tratara, su vida empieza a desmoronarse.

  • Bajo las llamas de Herve Le Corre

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    EL GRAN MAESTRO DEL CRIMEN FRANCES
    RETRATA LOS ULTIMOS DIAS DE LA COMUNA
    EN UNA NOVELA DE LA ESTIRPE DE LOS MISERABLES

  • De Cupido nadie se enamora, Vanessa Gonzalez Villar de Vanessa Gonzalez Villar

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    Lola Cupido es la conductora del espacio radiofonico “El amor esta en el aire”. ?A quien se le ocurriria que Lola Hermosilla diera consejos de amor? Si no existe persona con mas mala suerte en las relaciones de pareja. Hay quien se enamora de la persona equivocada alguna vez en su vida, el problema es que Lola siempre lo hace. Y luego acaba con algun plato roto; ademas de su corazon. El caso es que. los consejos de Lola Cupido siempre funcionan. Un admirador secreto, un amigo ?o algo mas?, un novio posesivo y celoso.. ?Podra Lola encontrar finalmente el amor? ?O sera verdad que DE CUPIDO NADIE SE ENAMORA?

  • Esta Bruma Insensata de Enrique Vila-matas

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    Desde un caseron al borde de un acantilado en las afueras de Cadaques, Simon Schneider trabaja para un autor de gran exito que se hace llamar Gran Bros y que vive oculto en Nueva York desde hace anos. Simon es un hokusai, es decir, un distribuidor de citas para otros escritores, entre los que se encuentra, sin que el pueda imaginarlo, el mismisimo Pynchon. La tarde del 27 de octubre de 2017, Simon, que se ha quedado bloqueado cuando intentaba recordar una frase sobre el infinito, deja atras su caseron y emprende un largo paseo en busca de la cita perdida.
    Cuando se camina al borde del abismo y las certezas se tambalean, una huida a tiempo puede ser una puerta abierta hacia la escritura sin aditivos, aquella que hace saltar por los aires los limites de la ficcion, trasciende la experiencia personal e historica, y concibe una geografia sonada por un alma liberada de todo, hasta de su propia desgracia.
    Esta bruma insensata es una novela sobre la energia inextinguible que proviene de la ausencia y sobre la tension entre la fe en la escritura y el rechazo radical a esta. Enrique Vila-Matas, uno de los mejores narradores de nuestros dias, alumbra la paradoja de que la unica originalidad posible surja del arte de la cita en un lucido y brillante duelo de ingenios entre dos formas de entender la creacion literaria.

  • El ultimo aullido del lobo, Cecilia Barale de Cecilia Barale

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    Treinta anos despues de la misteriosa muerte de Pedro en una protesta en Estambul, su hija Julia recibe un sobre con fotografias en las que reconoce a su padre, envejecido y caminando junto a una joven. El mundo de Julia se desmorona. ?Esta vivo, oculto en algun lugar del mundo?

  • El largo camino de Olga de Yolanda Scheuber

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  • Deliciosa amnesia de Emilia V

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    Voy en camino --dije, tenia ambas manos en el volante y la pieza del Bluetooth en mi oido. --Date prisa, por favor --contesto mi padre en voz baja--. Algo no esta bien, Evan. Hay una mala... --Se interrumpio--. Y no se... --Papa se quedo completamente callado, quite las manos del volante y me estire en el asiento. --?Papa? ?Papa, hola? ?Puedes oirme? Pero ya no estaba. Y yo, me encontraba atrapado en un ferry camino a Nantucket sin nada mas que preocupacion por esa llamada. Eso no era propio de el. Mi padre era una roca. Mentira, ni siquiera era una roca, era acero. El hombre me habia criado, por el amor de Dios. En toda mi vida nunca me habia pedido ayuda, y ahora, el dia que me pide ir a conocer a mi nueva madrastra y hermanastra, me hacia esa llamada ?Sonaba asustado? ?Donde estaba su rudeza habitual? Saque el auricular de mi oreja, lo que hizo que me picara instantaneamente. --Ahhhhh --grite frustrado, y lo arroje al asiento del pasajero de mi Audi. Abri la puerta y sali del auto para buscar a alguien que me explicara que diablos estaba pasando. Un tipo con un uniforme de marinero cursi se paseaba entre los demas vehiculos, observando y anotando las matriculas en un portapapeles y sonriendo a la gente sentada dentro de ellos. --!Hey, tu! --grite. Varias cabezas se voltearon hacia mi. El marinero tambien levanto la vista --. Si, tu, ?cuanto falta para que esto termine? --Quedan quince minutos de viaje, senor. --Quince minutos --Saque mi billetera y se la menee como si fuera una delicia--. Que sean cinco y te dare mil dolares. El hombre volteo los ojos de tal manera que solo se veia lo blanco de ellos. --?Senor? ?Tartamudee? --No, senor, pero me temo que no puedo cambiar el rumbo ni la velocidad del ferry. Esta en nuestra pagina web, senor. El viaje dura dos horas y quince minutos, en total. --Dos mil dolares --le conteste igualmente, y saque algunos billetes para probar que hablaba en serio. La suave brisa, el olor del oceano, la hermosa vista del dia en este verano, todo se me escapaba. --Senor, no puedo hacer que el ferry vaya mas rapido. Tendra que esperar --dijo el hombre. Bueno, esa era la primera vez que me rechazaban una oferta asi. Habia sido rico la mayor parte de mi vida, y alcance a serlo mucho mas trabajando en tecnologia y bienes raices, despues de dejar la casa de mi papa. Segun mi experiencia, el dinero lo compraba todo, incluyendo viajes mas cortos a traves del oceano. Me sente de nuevo en mi auto, refunfunando en voz baja. A pesar de todo, alcance mi movil nuevamente y llame al telefono de mi padre. No contesto. Probe llamar al telefono fijo despues, apretando los dientes a traves del incesante zumbido. --Vamos --murmure--. Contesta, papa. La culpa me envolvio. Habia estado lejos de el ultimamente. Lo habia dejado esperando muchas veces. Incluso venir a conocer a su nueva esposa e hija esta semana habia sido una tarea casi imposible para mi, y ahora esto estaba sucediendo. Finalmente, el ferry atraco, y me dirigi hacia la larga calle que se unia con Cliff Road y terminaba en direccion a North Shore. O al menos, la parte de North Shore donde estaba ubicada su mansion. Sentia la tension acumularse y recorrer mi columna vertebral. Esto no era normal. Estaba en peligro. Tranquilo, imbecil. El esta bien. Mi padre no tenia ningun enemigo. No era como yo, en ese aspecto. No habia ninguna razon para que estuviera en peligro. Mis manos sudaban al volante, mi pie presionaba impaciente el acelerador. Me gustaba tener el control todo y no esperaba a que nadie mas hiciera algo. Estaba en mis manos, y asi era como me manejaba. Me acerque al camino de entrada de la mansion, y me incline hacia adelante. Mi mirada viajo desde el camino hacia el cielo, una y otra vez. Senti un vacio en mi estomago al ver la columna de humo negro que se elevaba en la distancia. No. No puede ser. !Carajo! Hundi el pie en el acelerador, resbalando en el camino que conducia a la casa. Luces parpadeantes aparecieron en mi espejo retrovisor y un camion de bomberos se acercaba detras de mi. Acelere mucho mas y atravese con el Audi las rejas de entrada a la propiedad. La mansion estaba al final de un largo camino de grava. El fuego vivo serpenteaba desde las ventanas abiertas en el ultimo piso. La casa de la piscina a la izquierda ya estaba envuelta en llamas. La puerta principal estaba abierta a lo alto de los enormes escalones de piedra, pero no habia nadie de pie fuera de ella. No veia a mi padre en ninguna parte, no estaba afuera con su nueva esposa a su lado. Apenas habia frenado cuando mi mano ya habia soltado el cinturon de seguridad y con la otra abri la puerta. Salte y corri hacia la entrada principal. Detras de mi podia escuchar el chirrido de las llantas del camion de bomberos y los gritos. El humo que salia del pasillo, me asfixio. Me arranque la camisa. Me la ate alrededor de la nariz y la boca, y luego entre. --!Papa! Papa, ?donde estas? Mis ojos ardian, no podia ver. Me arrodille y me arrastre hacia la habitacion mas cercana, tosiendo, balbuceando y llamando a mi padre. Una figura aparecio en la alfombra grisacea delante de mi. Una mano delicada con los dedos enroscados contra la palma, unas pintadas de rosa palido. La imagen me llamo la atencion. Era una mujer. ?Quien era? ?Que hacia ella aqui? Mi hermanastra. Me arrastre hasta ella, con la garganta seca, tosiendo y agarre uno de sus brazos levantandola con cuidado. Tenia que sacarla de ahi. No podia seguir con el plan de arrastrarme y buscar a mi padre. Si pude encontrarla a ella, los bomberos encontrarian a mi padre y a mi nueva madrastra tambien. Una gran grieta resono sobre mi. !Muevete! Antes de que todo el techo se derrumbe sobre tu cabeza. Ella era ligera en mis brazos a pesar de su cojera. Corri a traves del humo hacia el vestibulo de entrada y un estruendoso choque, seguido de una ola de calor, me persiguio, pero no me detuve a mirar atras, no me atrevi. Alcance los escalones de piedra de la entrada, agarrando a la mujer en mis brazos. Tosi bajando cada uno de ellos y me detuve en el camino de grava junto a mi auto. Los bomberos pasaron corriendo frente a mi y entraron en la mansion. Sonaban gritos. Desenrollaron una gruesa manguera del camion y una ambulancia se apresuro a subir por el camino. La mujer aun estaba inconsciente. Me agache y la puse sobre la grava tan suavemente como pude, y luego me arranque la camiseta de la cara. Mi vision era borrosa, salian lagrimas involuntarias de mis ojos. Tosi, parpadee, me limpie la cara. Finalmente, me aclare un poco, y mi mirada se poso sobre ella. Mi corazon se detuvo por un instante. El mundo que me rodeaba se ralentizo, casi desaparecio por completo, y durante un milisegundo no habia fuego, ni peligro, no pense en mi padre, ni escuchaba las sirenas ni los hombres gritando. Solo estaba ella. Era perfecta. Coloque sus brazos suavemente a los costados, su pecho subia y bajaba lentamente. Era curvilinea, perfectamente proporcionada, con una expresion en su rostro que era verdaderamente pacifica, incluso a traves de las manchas de hollin. Una sensacion extrana se apodero de mi pecho, tenia la creciente necesidad de protegerla de las llamas, del humo, de cualquier peligro. Me puse un puno en el pecho, tratando de deshacerme de ese sentimiento. ?Quien eres? --!Hey! --El grito rompio el hechizo. Levante la vista y un bombero venia hacia mi, despejando el humo con sus manos. --Oye, ?estas bien? ?En que diablos estabas pensando? No puedes entrar a... --Se detuvo cuando vio a la mujer. Me dolia muchisimo la garganta, pero la aclare para hablar, al menos lo intente. --Mi padre --dije con voz ronca--. Mi padre y su esposa estan en el edificio. Tienen que sacarlos. --Nos encargaremos de ello --dijo el tipo de uniforme, y luego miro hacia atras por encima del hombro--. Aqui vienen los medicos. Quedate aqui mismo y no la muevas. --No me digas --le conteste, tosiendo en mi puno. No podia moverme, mucho menos a ella. Dios, habia inhalado tanto humo y gastado toda mi energia, pero queria volver corriendo a esa mansion y buscar a mi padre. ?Como diablos paso esto? Mire a la mujer aun inconsciente. ?Como se llamaba? Mi padre me lo habia dicho, pero yo era pesimo a la hora de recordar fechas y nombres. Addy, Audrey o algo asi. Me sono una alarma en el cerebro cuando la mire fijamente. Ella sabia lo que habia pasado. Tenia que saberlo. Un par de medicos corrieron hacia nosotros, con una camilla. La bajaron y se pusieron a trabajar en ella, revisandole el pulso, levantandola, atandola. Otro corrio hacia mi y se agacho, agarrando una pequena linterna con la mano. --Senor, ?puede oirme? --No, el humo ha tapado mis oidos. La confusion se apodero de la expresion del paramedico. --Por supuesto, puedo oirte. ?Adonde la llevas? --pregunte, poniendome de pie. --Al hospital.

  • La boca roja del Riachuelo de Graciela Ramos

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  • Un debut en la vida de Anita Brookner

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  • Mujeres y Millonarios de Eva Nieto

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    Mujeriego Enganchado: Sexo, Dinero y Amor con la Chica Mala y el Actor Millonario
    Actor de renombre. Icono sexual. Accionista mayoritario.
    Aceptemoslo, las mujeres nunca han sido un problema. El sexo menos.

  • Dime que te quedaras (Terciopelo) de Corinne Michaels

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    POR LA ACLAMADA AUTORA CORINNE MICHAELS, BEST SELLER EN EE. UU., LLEGA UNA NOVELA SOBRE LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES.

  • Taxi de Carlos Zanon

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    <>, le dice Lola a su marido durante el desayuno. El le responde que lo haran por la noche, cuando acabe su jornada en el taxi. Sandino es un hombre melancolico, que duda en regresar a casa porque teme que Lola, harta de sus infidelidades, lo deje. No esta muy seguro de si desea que eso suceda, como tampoco sabe si le gusta ser taxista, si es capaz de querer a alguien o si todo consiste en seguir rodando y chocando, como una bola en una mesa de billar llamada Barcelona.
    Durante siete dias y sus seis noches, Sandino recorre las calles y los barrios como un muneco roto que huye de si mismo, un depredador que deambula sin rumbo fijo, de sitio en sitio, a criterio siempre del cliente, del tedio o de la ocasion de cauterizar la herida de la forma mas carnal. Y mientras dura su particular odisea, en su mente se mezclan y entrelazan las historias de pasajeros, amigos y enemigos, una marana de recuerdos y fantasmas del pasado que dibujan un mapa existencial de su vida, de la vida de la ciudad y de los personajes que la habitan. Tal vez asi, en su fuga hacia la nada, Sandino logre liberarse de sus ataduras, de sus amores espurios y del entorno que lo atenaza para llegar a algun lugar en el que nunca ha estado.
    La fuerza narrativa, el ritmo hipnotico imbuido de ecos musicales y el profundo calado psicologico de Taxi suponen un salto cualitativo en la obra de Carlos Zanon. Los avatares de Sandino configuran un personaje inigualable que permanecera en la memoria de quienes degustan la buena literatura.

  • Olivia y su caos de Christian Martins

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    La vida de Olivia Simmons es perfecta hasta que su nuevo vecino, el <>, se traslada al piso de enfrente. Desde entonces, todo se convierte en un verdadero caos.

  • Complot en Estambul de Charles Cumming

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    Con una larga y fructifera tradicion en la novela de espias, la caza del topo -el agente infiltrado por el enemigo en la propia red- es el tema central de este nuevo episodio de las andanzas de Thomas Kell, ex espia del MI6 que lucha por reincorporarse a su puesto tras haber caido en desgracia y haber sido apartado del cuerpo. Como en En un pais extrano, primera entrega de la serie, Charles Cumming retrata con extraordinaria fidelidad el mundo de los servicios de inteligencia y nos acerca de forma magistral a las guerras secretas de nuestro tiempo. En esta ocasion, la directora del Servicio Secreto de Inteligencia britanico, Amelia Levene, confia a Kell la tarea de investigar, lo mas rapida y discretamente posible, la muerte de un jefe del MI6 en un misterioso accidente aereo ocurrido en Turquia, historica zona de encuentro entre Oriente y Occidente.

  • Evermore 1 de Sara Holland

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    HACE MUCHO TIEMPO, YO LE ROBE EL CORAZON A LA HECHICERA. AHORA, ELLA QUIERE RECUPERARLO.

  • Ciudad Satelite de Toni Hill

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    Un relato corto que complementa la ultima novela de Toni Hill, Tigres de cristal, y que recupera el protagonismo de Ciudad Satelite, un barrio emblematico de las afueras de Barcelona.

  • A pocos centimetros: La fidelidad en pareja contada en tres historias, Jadine Tyne de Jadine Tyne

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  • Luna roja de Miranda Gray

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    El ciclo menstrual era para nuestras antepasadas una fuente de maravillosas energias creativas, espirituales, sexuales, emocionales, mentales y fisicas. Se trataba de un don que impulsaba a la mujer a renovarse cada mes, a manifestar y crear el mundo que la rodeaba, a conectar profundamente con la tierra y su familia, asi como a expresar su sabiduria e inspiracion.

  • Quierete, quiereme, Shirin Klaus de Shirin Klaus

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    Cristina tiene que comprarse un vestido para la boda de su hermana, pero tiene un problema: debido a su sobrepeso odia la ropa y, muy especialmente, los probadores de las tiendas. Sin embargo, no le queda mas remedio que seguir probandose vestidos. ?o no? Con la excusa de perder unos kilos, decide librarse de la tortura que para ella son las compras, sin esperar que su hermana va a tomarla en serio y la va a obligar a hacer dieta y !horror!, deporte. ?Pero como va una chica como ella, de huesos grandes, de buen comer y alergica al deporte, a adelgazar? No se lo cree nadie. Nadie salvo su hermana y Sergio, el ex de una amiga, que sorprendentemente se ofrece a ayudarla en su objetivo. Por caridad, claro, ?o si no por que va a echarle una mano alguien tan. tan. fuera de su liga? Cristina tendra que aprender a quererse, aunque el camino no sera nada facil.

  • El Don de la Diosa. La Redencion de Arantxa Comes

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    Un mundo amenazado por una Diosa. Una sociedad sometida y dividida por ideologias.

  • Muriendo sin ti de Freya Asgard

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    Luego de cerrar la carpeta que contenia los documentos, el abogado de Jose Fernandez miro a la unica heredera legal, su hija, Victoria Fernandez Subercaseaux, una mujer de veintiseis anos, tez blanca, ojos verdes y pelo negro, no habia heredado los rasgos europeos de su madre. De su padre, nada tampoco. --?Usted me quiere decir que todo lo que menciono ahi es mio? --Todo, senorita. --?Esta seguro que no le pertenece a alguien mas? --Seguro. Usted es la unica heredera, los padres de Jose Fernandez, sus abuelos, ya no viven, no tenia hermanos, tampoco estaba casado. Usted es la unica heredera legal, nadie mas puede reclamar lo que es solo suyo. --?Alguien mas podria o querria hacerlo? El abogado trago saliva y se acomodo la corbata. --Digame, ?hay alguien mas que querria tener eso? --indico la carpeta. --Bueno, si, algo asi, pero el no tiene derecho legal alguno sobre la herencia. --?Quien es? --El encargado de la hacienda, Rodrigo Montero, el aun no esta informado, manana viajo al sur para hablar con el. --?Es el capataz? --No, el es hijastro de don Jose, se crio con el. Victoria se quedo en silencio, no supo que decir; ella, que no habia significado nada en la vida de su padre, habia heredado todo, sin embargo, ese hombre que lo habia tenido todo junto a el, estaba quedando sin nada. Y eso no le gustaba nada. Ella no era una mala mujer, por mas dano que le hubiera hecho su padre. --Manana a las once viajare al sur, ?vendra conmigo? --consulto el abogado. --?En que posicion quedara el? --inquirio Victoria muy preocupada. --Eso sera decision suya, senorita, usted ahora es la duena universal y yo que usted, me quedo con todo, es lo que corresponde, despues de todo, su padre le debe pension alimenticia por muchos anos --respondio con malicia el licenciado.

  • Amor en V.O. (HQN), Carla Crespo de Carla Crespo

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  • Nos pertenecemos de Lorena Fuentes

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    Nos Pertenecemos tardo porque no queria despegarme de estos personajes, que me acompanaron desde que inicie mi carrera como autora de romance. Tampoco deseaba idearme problemas en donde ellos terminaran separados, porque de verdad solo deseaba demostrarles a mis lectoras, que el amor todo lo puede. Esto es un regalo para ellas, esas chicas que me conocieron y amaron a mi Demonio y a mi Capullo. Esta sera una historia contada desde los puntos de vista de las dos parejas: Caleb y Emma que conocieron en Soy Tuya; Miles e Irene los protagonistas de Todo de ti. Si leyeron la historia de Adam y Jessica, encontraran parte de su historia que en diferentes momentos estuvo entrelazada con la de ellos y es lo que hace especial a la serie. Ellos en mi mente construyeron una familia, porque la vida me ha ensenado que los amigos son la familia que nosotros escogemos. Digamos que esto es un tipo despedida entre ellos y yo, lo se, decir adios a algo que amamos es muy dificil y los chicos son parte de mi vida, de mi mente y corazon. Gracias por acompanarme durante tanto tiempo chicos y los voy a extranar; claro que los voy extranar cuando no pueda escucharlos y saber que tan felices son. Gracias por darme los mejores ratos de mi vida, son seis anos juntos, escribirle este adios me da mucho dolor. Lo amare por siempre. Ahora si mis chicas, creo que es momento de ser sensiblera y les dejo disfrutar una vez mas de mis dioses griegos. Con todo mi amor para ustedes, Lorena Fuentes. Prologo Tuve el inmenso privilegio de ser la primera persona en leer Soy tuya, primer libro de la serie Nos pertenecemos, tan solo me bastaron pocas paginas para que Emma y Caleb me cautivaran, lo que me llevo a darme cuenta del talento que Lorena Fuentes posee; desde entonces, la alente a seguir para que se animara a compartir sus hermosas historias con todos. Lorena tiene la habilidad para llevarte por un mar embravecido de emociones; en las paginas de sus libros consigues, drama, amor, suspenso, intriga, erotismo, pasion; sin duda, un gran abanico de opciones que te dejan queriendo mas. Especialmente, la serie Nos pertenecemos, es como un calidoscopio que nos muestra el amor en todas sus facetas, nos regala personajes puros, sensibles, tan humanos que los sentimos reales. Nos habla de ese amor que te saca sonrisas y hace que olvides tus problemas, por un momento, en las horas en que puedes sentirte mal. Amores genuinos que no sienten dudas, amores que solo se viven con certeza y comodidad, amor verdadero que no se rinde. Amor filial, en el que la complicidad y el apoyo siempre estan presentes. La serie Nos pertenecemos, nos cuenta en cada una de sus historias que cuando dos almas se enamoran no entienden de calendario ni relojes, tampoco sabe lo que significa la nocion del tiempo o la distancia, solo muestra lo bien que se siente estar con la persona correcta. Sumergete en esta serie y descubre que hay amores que no son perfectos, pero son reales, amores que te inyectaran miel en el alma. Lily Perozo. Autora best seller. Amor infinito Emma Mraz 4 Anos despues... Me despierto por el movimiento del hombre con el que llevo compartiendo mis noches y dias por cinco anos. Caleb me abraza desde atras presionando su cuerpo contra el mio. Sonrio, ya que siento su ereccion contra mi trasero mientras acerca su rostro a la curvatura de mi cuello para dejarme un casto beso. Mi piel se eriza y estremece por el contacto de sus labios. Cuando vuelve a besarme, logra su cometido pues suelto un gemidito, percibo como sus labios esbozan una sonrisa contra mi espalda y el contacto de una caricia sutil hace que pierda la cabeza. Lleva su mano a mi seno para aprisionarlo, sin embargo, lo suelta y yo me siento defraudada, se lo que hace y por que lo hace. Provocarme. Dios, lo deseo como el primer el dia, susurro en mi mente. Arranca la sabana que cubre nuestros cuerpos y yo jadeo sorprendida, siempre logra hacerlo. Bueno, pero sere sincera, estoy excitada. Gira mi cuerpo para posicionarse encima de mi con esa sonrisa de portada que me quema las bragas. La braga que no tienes, susurra una voz maliciosa en mi mente. --Buenos dias --me saluda y me da un beso casto en los labios, para luego agregar--: !Feliz aniversario, Nena! --!Feliz aniversario, Amor mio! Llevo mis brazos a su cuello entrelazando los dedos de mis manos para atraerlo hacia a mi boca, rozo mis labios con los de el en busca de contacto, pero el me besa abriendose paso dentro con su lengua. Saco la mia para corresponderle con la misma pasion, escucho con satisfaccion cuando se le escapa un sonido ronco de su garganta, percibo como se me humedece poco a poco mas mi sexo. Acaricia cada rincon de mi cuerpo haciendo que cada celula se encienda con su tacto. El roce de su sexo contra el mio me enloquece como si fuera la primera vez y abro un poco las piernas para dejarlo entrar. Rompe el beso al mismo tiempo que protesto bajo su cuerpo. Me regala una carcajada que es el segundo sonido que mas amo escuchar en este mundo. Nuestras miradas se encuentran y me pierdo en esos ojos de color castano como en nuestro primer encuentro, pero en este momento se ha oscurecido por el deseo. El me observa con la misma pasion durante estos cinco anos que compartimos juntos. En un movimiento casi imperceptible se aleja, para luego penetrarme con fuerza provocando que muerda mi labio, para ahogar un gemido. --Ahora si. !Feliz aniversario, amor mio! --murmura con voz ronca. No puedo contestarle puesto que estoy perdida en el placer de sentir su miembro dentro de mi sexo. Nada ha cambiado, lo deseo como la primera vez que estuvimos juntos. Lleva sus manos a mis senos para acariciarlos de manera ritmica. Presiona uno de mis pezones y luego juega con el de manera sensual. Baja su rostro hasta ellos y alcanza uno con sus labios. Primero lo chupa, rapidamente muerde y sopla, provocando que se me erice toda la piel nuevamente y que este quede como un pico. Seguro sospecha que estoy embarazada, sopeso al ver como se entretiene con mis senos. Caleb se burla de mi por mis reacciones. Repite lo mismo varias veces hasta que cree que estoy lo suficientemente sensible. Muerde uno de ellos y yo arqueo mi espalda ebria del placer. --!Dios, si! --exclamo con voz ronca. --!Se que soy tu dios! --apostilla divertido. El muy canalla aumenta la velocidad de sus penetraciones, volviendome loca por el extasis de sentir su piel, sus caricias y sus besos, haciendo que esta dulce tortura sea, lo que deseo vivir a su lado por el resto de mi vida. --Emma, estoy a punto --me avisa y abro mis ojos, su rostro se contrae--. !Correte conmigo! --exige escondiendo su rostro en la curvatura de mi cuello. Cierro los ojos cuando percibo en mi cuello lo caliente de su respiracion acelerada. Entrelazo mis piernas en sus caderas para obtener mayor profundidad. Ese cosquilleo que me acelera el corazon me avisa que estoy cerca, al mismo tiempo que el orgasmo crece con cada roce de su miembro. --!Dios mio, Caleb! Clavo mis unas en su espalda cuando estoy cerca. Involuntariamente, comienzo a apretar cada vez mas su miembro con mi vagina. Los jadeos son cada vez mayores, hasta que por fin juntos explotamos en un orgasmo demoledor. Mi demonio se derrama dentro de mi luego de tres penetraciones mas, cae sobre mi pecho y deja un beso casto en mi cuello. Nuestras respiraciones siguen aceleradas, como si hubieramos corrido el Maraton de Nueva York. Sale de mi para acostarse a mi lado, me atrae hacia su cuerpo con sus brazos, me abraza y deja un beso en mi coronilla. --Te amo --susurro mientras acaricio su abdomen tan bien definido. --Y yo te amo a ti --responde, dandome un beso casto en los labios. Las caricias de mi esposo son un somnifero para mi, me entretengo mientras observo el recorrido de mis manos en sus abdominales y llevo con mi dedo hacia su uve. Amo sentir como se estremece ante mi toque, ya que se que no es inmune a mi como yo tampoco a el. Poco a poco mis ojos se cierran, pero pienso --como todas las mananas-- que soy afortunada por tener un hombre como el a mi lado. ***** Despierto de nuevo luego de una pequena siesta reparadora, desde que estoy embarazada solo deseo dormir. Busco a Caleb con mi mano, pero encuentro su lado vacio, alcanzo mi movil y me sorprendo al darme cuenta de que son casi las ocho de la manana. Me levanto para ir al bano y tomar una ducha rapida. Al terminar, me visto con ropa deportiva y dejo que mi cabello se seque al natural, ya quedaron atras aquellas mananas que me esmeraba por mi atuendo, ahora me preocupo solo por estar conforme conmigo misma. Salgo en busca de los dos hombres que mas amo. A los dos meses de nacer Matthew, tomamos la decision de mudarnos a Nueva York, fue un cambio abrupto y me costo mucho adaptarme a todo lo que se avecinaba. Caleb y Miles habian decidido abrir su propia empresa y en el proyecto incluyeron a Adam. La verdad es que ellos deseaban hacerlo a lo grande y por eso escogieron la Gran Manzana para esa nueva aventura. Asi que dejamos nuestra hermosa casa frente a la playa y nos mudamos a en un hermoso atico en el barrio exclusivo Beekman Place, ubicado en Midtown East. Todo un reto para mi que amaba amanecer con el sonido de las olas del mar y ahora escucho solo los claxones de los autos. Escucho las risas de nuestro hijo de tres anos y el ruido de utensilios cuando me acerco a la cocina. Mi demonio ahora es capaz de hacer las tortitas mas deliciosas de toda la Costa Este y eso me llena de orgullo. Entro a la cocina y me quedo enamorada un poco mas. ?Acaso es posible amar un poco mas? Caleb y Matt estan cubiertos de harina de la cabeza a los pies. Nuestro hijo esta sentado encima del meson de la cocina con la espatula para dar vuelta las tortitas, mi esposo esta de espaldas a la puerta mientras su hijo lo golpea sutilmente con el utensilio. La risa de los dos hace que se hinche mi corazon de felicidad y nada en el mundo puede ser mas perfecto. Matthew se percata de mi presencia, sonrie y luego me senala.

  • Amor sin instrucciones de uso de Olga Salar

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    Erik abrio la puerta de la casa de su amigo y vecino, y entro sin siquiera encender las luces. Las casas de la urbanizacion en que vivian estaban distribuidas del mismo modo, por lo que conocia al dedillo donde se encontraba cada pared o pasillo. Se habia pasado todo el dia escribiendo, por lo que apenas habia tenido tiempo para nada mas. No obstante, su promesa de regarle las plantas a Pablo se habia impuesto a su cansancio y al hambre que sentia, y se habia obligado a cumplirla antes de quedarse dormido frente al teclado. Siguio por el pasillo y se detuvo abruptamente al ver que habia una luz encendida en el salon. Desconcertado, ya que Pablo le habia dicho que no llegaria hasta el domingo, entro y se quedo petrificado en la puerta de la entrada. Tendida en el sofa, durmiendo, habia una mujer. Erik habia visto desfilar por casa de su amigo a infinidad de mujeres. La mayoria, famosas y despampanantes, pero la chica del sofa parecia estar hecha de otra pasta. No porque no fuera bella, que lo era. Sus piernas eran increibles. Erik daba las gracias a la suerte que habia hecho que su falda se subiera lo justo para mostrarselas. No obstante, emanaba de ella un halo de serenidad que lo perturbaba mas de lo esperado, tanto, que tardo unos segundos en reaccionar, aunque finalmente saco el movil del bolsillo trasero de sus vaqueros y busco entre sus contactos el numero de Pablo Duarte. Su amigo descolgo al tercer tono: --Erik, me pillas en un mal momento, ?es urgente? --pregunto este. De fondo se escuchaba el sonido de musica y de gente hablando, por lo que dedujo que debia de estar en alguna fiesta de promocion. --Lo cierto es que si --susurro preocupado por despertar a la bella durmiente. --Dame un segundo. Erik escucho como Pablo se disculpaba con alguien y tras varios segundos de silencio en la linea el sonido de fondo se disipo. --?Que sucede? --pregunto cuando estuvo lo suficientemente lejos como para hablar con tranquilidad. --He ido a tu casa a regar las plantas, tal y como me pediste, y me he topado con que hay una mujer durmiendo en tu sofa. --Ya veo --comento con tanta calma que Erik dudo que le hubiera entendido--, ?Como es? Erik observo a la mujer. --Guapa, esbelta... --Eso ayuda poco. La mayoria de mis amigas son tal y como la describes. --Tiene los ojos mas bonitos que he visto en mi vida. Pablo guardo silencio al otro lado de la linea, ?como podia saberlo si estaba durmiendo? --?Como lo sabes? --Porque los estoy viendo ahora mismo. --?Se ha despertado? Erik bajo el tono de su voz. --Solo un segundo. --?Que mas me puedes decir de ella? --insistio. Despues de todo habia una mujer en su casa y Pablo estaba seguro de no haberle dado la llave a ninguna. --Es pelirroja. --?Pelirroja? --Si. Te lo acabo de decir, no me digas que todas tus amigas tienen el cabello de ese color o te cuelgo. --No. !Dejala dormir! --?Porque es guapa? ?O por que es pelirroja? Escucho a Pablo reir al otro lado de la linea. --No soy tan facilon --dijo riendo--, es porque si es guapa, pelirroja y tiene los ojos bonitos no hay duda de que es mi hermana. Alex estaba teniendo un sueno maravilloso del que se negaba a despertar. Estaba tan cansada del viaje que se habia quedado dormida en el sofa de su hermano, a pesar de que su propia casa estaba a solo cien metros mas alla. El problema era que su hogar llevaba tres anos deshabitado, el mismo tiempo que habia estado viviendo en Paris, y Alex no tenia intencion de cruzar el umbral de su casa hasta que esta hubiera sido fumigada y debidamente limpiada. Alex era una mujer valiente y decidida, capaz de enfrentar cualquier problema con determinacion y valentia, no obstante, su arrojo desaparecia cuando se trataba de insectos, a grosso modo, fueran cuales fueran. Nunca hacia distinciones en ese campo. Por ese motivo, el de los posibles invitados no deseados en su hogar, habia invadido el domicilio fraternal, y alli estaba teniendo un maravilloso sueno con un guapisimo desconocido como protagonista. El desconocido era tan atractivo que, si todavia lo recordaba cuando se despertase, iba a convertirlo en el protagonista de su nueva novela, un asesino en serie tan guapo seria capaz de sorprender a cualquier lector, por muy listo que este fuera. Pero ya lo pensaria cuando se despertara. T Capitulo 1 ras una semana de okupa en casa de su hermano, Alex por fin podia entrar en la suya sin temor a ser devorada por los supuestos insectos que la habian invadido mientras ella habia estado viviendo en Paris. Aun asi, a pesar de la fumigacion previa, paso con cierto temor. Estar de regreso implicaba demasiados cambios que iba a tener que comenzar a asumir. El primero de ellos acababa de superarlo: estaba de regreso en Londres, de nuevo cerca de sus padres y de su hermano y, como no, de todo lo que habia tratado de evitar mudandose a Paris. No obstante, el cambio de editorial la habia empujado a regresar y, aunque era una persona que no solia amilanarse por nada, una parte de ella no podia evitar sentirse nerviosa. El segundo cambio era el que la habia ilusionado lo suficiente como para plantearse regresar. Tras convertirse en una escritora valorada y exitosa de novela negra, la mayor editorial del genero acababa de contratarla para que escribiera una serie con ellos. La unica peticion era que estuviera ambientada en Londres. Tras darle muchas vueltas a sus opciones, Alex habia decidido regresar con la intencion de ambientar su trabajo en el Londres victoriano. Era la primera vez que se planteaba escribir una novela con trasfondo historico, pero la idea la habia emocionado tanto que casi sin darse cuenta ya tenia el guion para las dos primeras novelas. Esa iba a ser la primera vez que Scarlett Payne, la escritora misteriosa de la que todo el mundo hablaba, iba a salir de su zona de confort y a aventurarse en un proyecto tan fascinante que la habia empujado a regresar a la ciudad de la que habia huido tres anos antes, cuando la persona en quien mas confiaba la habia traicionado. --?Alexa? ?Se puede pasar? --pregunto Pablo en la puerta de entrada. Alex dejo de lado sus pensamientos y salio al encuentro de su hermano. El era la unica persona que la llamaba Alexa, ni siquiera su madre la llamaba de ese modo, para ella era Alejandra, nada de anglicismos ni de diminutivos. Borro los pensamientos sobre su madre, a la que habia estado evitando desde que regreso y fijo su atencion en su hermano. Pablo estaba de pie con su sonrisa traviesa, la misma que lo habia encumbrado a la fama; el cabello negro y rizado, que solo el habia heredado de su madre espanola, y sus ojos del mismo verde azulados que los de su hermana melliza, brillando divertidos. --Pasa. --?Estas segura? ?No hay restos de la masacre a la vista? Ya sabes que tengo el estomago delicado --siguio burlandose de su hermana. Despues de todo el haber nacido siete minutos antes que ella le otorgaba cierto poder como el hermano mayor que era. --Muy gracioso. Pero al mismo tiempo que contrate a un fumigador hice lo propio con un servicio de limpieza. No hay cadaveres a la vista. --!Maravilloso! --anuncio entrando en la casa y, tras cruzar los diez metros que separaban la entrada del salon, se dejo caer con cierto encanto en el sofa. --?No tienes trabajo? --pregunto Alex sentandose con el. --Tengo mucho trabajo, pero como soy un buen hermano he decidido aparcarlo para ayudarte con la mudanza. Ella arqueo con desconfianza una ceja y lo observo en silencio. --?Tantas ganas tienes de que me marche de tu casa? Pablo se sintio pillado, pero como el buen actor que era recupero su expresion neutra y trato de encandilar a su hermana con palabras bonitas. --Por supuesto que no. Lo unico que me interesa es tu bienestar. --!Ja! --Te lo digo completamente en serio. --?No tiene nada que ver el que mi presencia en tu casa haya acabado con tu vida... romantica? --aventuro Alex. Pablo le lanzo una mirada furibunda. --De acuerdo, supongo que esa parte tambien ha tomado peso en mi decision de ayudarte. --Acepto tu ayuda --dijo ella saltando del sofa y poniendose de pie--, pero no la necesito para mudarme. En tu casa apenas hay dos maletas; la mayoria de mis cosas de Paris llegaran esta tarde. Lo que necesito es tu ayuda para encontrar un asistente. Esta vez fue Pablo quien salto del sofa. --?Como dices? Ella se encogio de hombros. --Necesito un asistente. --?Estas segura de eso? Asintio con la cabeza. --Solo tengo una peticion: debe ser una mujer. Fue la ocasion de Pablo para asentir. --Creo que es lo mas inteligente. ?Y como pretendes que te la consiga? No tengo ni la mas remota idea de como hacerlo. --Tu no, idiota. Habla con tu representante, estoy segura de que ella sabra donde puedo conseguir un asistente. --Michelle no es muy de fiar para esa tarea. Lo unico que tiene en cuenta para contratar a alguien es su aspecto. Cuanto mas feos, mejor. --?Por que? --No tengo ni idea, una vez le pregunte, pero se nego a responderme. Aunque tengo la teoria de que lo hace para evitarme tentaciones. Alex no dijo nada. Principalmente porque no sabia que decir ante semejante confesion. Fuera como fuera no podia criticar a su hermano ya que ella estaba haciendo lo mismo. Pretendia que su asistente fuera una mujer para evitarse problemas como enamorarse de el. Algo que ya habia hecho previamente y habia sido un desastre. Ahora lo unico que ella necesitaba era una asistente que fuera competente y, sobre todo, de fiar. --!Lo tengo! Erik me conto el otro dia que su prima habia llegado a Londres y que buscaba trabajo, quizas puedas entrevistarla. Habia considerado contratarla como secretaria, pero si lo haces tu mejor que mejor. Su hermana suspiro sonoramente para demostrarle su irritacion. --Eres increible. ?Cuantas secretarias tienes? ?Y quien demonios es Erik? --Actualmente tengo tres secretarias. Y Erik, ya que lo preguntas... es tu vecino. --Tu eres mi vecino y ?para que necesitas tantas secretarias? --Yo soy tu vecino de la izquierda, Erik es tu vecino de la derecha. Y no necesito secretarias, solo las contrato para hacerles un favor a mis amigos. --No creo que esos amigos merezcan la pena si te utilizan para que contrates a sus novias. Pablo fulmino a su hermana con la mirada. --No todas son novias. Una de ellas es la hija de mi chofer --anuncio con mucha dignidad, un segundo antes de darse la vuelta y dar por terminada su conversacion T Capitulo 2 res dias despues de su conversacion con Pablo, Alex estaba sentada en su despacho con Harper, la prima de su vecino de la derecha, quien, a pesar de su edad, ni siquiera llegaba a los treinta, tenia un brillante curriculo. --?Desde cuando conoces a mi hermano? --No lo conozco de nada --respondio con una sonrisa avergonzada--, en realidad el que este aqui ha sido cosa de mi primo. --Entiendo. --Acepto y siguio leyendo sus aptitudes--. ?Puedo preguntarte por que abandonaste un trabajo como profesora de informatica para venir a Londres? Harper enrojecio de repente y Alex se sintio culpable por haber hecho una pregunta tan directa sin una pizca de tacto. --No tienes por que responder si no lo deseas. --No, no... Es solo que me averguenza un poco confesarlo y tampoco creo que me deje en buen lugar hacerlo. --Se encogio de hombros, como si no hubiera solucion mas que decirlo--. Sufri un desengano amoroso. Mi prometido me abandono por otra mujer unas semanas antes de nuestra boda. Quedarme alli me asfixiaba. --Hizo una pausa--. Bueno, en realidad lo que me asfixiaba era ver la lastima en los rostros de las personas. No me gusta que me compadezcan. Mi primera opcion fue Sidney, pero al final me entro el panico y decidi quedarme aqui. Por primera vez, desde que le habia abierto la puerta esa manana, Alex sintio una conexion con aquella rubia de apariencia delicada que tenia delante. Todo, desde su mirada dorada sin maquillajes, hasta su vestido insulso indicaban que era una persona que preferia pasar desapercibida y, aun asi, su belleza era demasiado llamativa para lograrlo al cien por cien. --?Por que Sidney? --Mi mejor amigo vive alli. La observo en silencio y le ofrecio una sonrisa. Si, en la superficie parecia alguien fragil, una persona capaz de romperse con facilidad, y para algunas personas que escucharan su historia seguro que lo verian de ese modo, pero Alex era distinta. Ella conocia en carne propia lo dificil que era abandonar la comodidad del hogar para tratar de recomponerse en otra parte, alejada tanto de lo bueno como de lo malo. --?Cuando puedes empezar? Como si no se hubiera esperado esa respuesta, Harper agrando los ojos por la sorpresa y se llevo la mano a los labios para ahogar un gritito de alegria. No obstante, su expresion cambio de repente tan velozmente que Alex se planteo si habia imaginado su sonrisa. --?Me das el trabajo por lastima? Te acabo de decir que me molesta que me consideren alguien tan lamentable. --No, ?por que? ?Hay algun motivo por el que deberia tenertela? Los ojos color caramelo de Harper brillaron afilados. --?Crees eso realmente o solo tratas de complacerme? A Alex le gusto ese punto de rebeldia que le estaba mostrando. Necesitaba un asistente, alguien que ordenara su correspondencia, que hiciera las labores de investigacion cuando fuera necesario, pero tambien necesitaba alguien que fuera capaz de criticar su trabajo sin amilanarse, alguien con cierta capacidad de critica que la ayudara a mejorar. --No tengo ningun interes en complacerte. No tengo por que contarte esto, aunque lo voy a hacer. Parece que te has montado tu propia pelicula acerca de lo que crees que te dire, pero que no te compadezco, igual que tampoco me compadeci de mi misma cuando mi anterior asistente, y novio, robo mi trabajo y lo hizo pasar como suyo. En aquel entonces yo tambien me marche de Londres y me refugie en Paris. --Pero eres bellisima. --Tambien lo eres tu. --Pero... --Al contrario de ti --la corto Alex--, yo jamas senti que fuera culpa mia. Asi que, bien pensado, si... un poco si que te compadezco. No obstante, si estas dispuesta a tirar por la borda este trabajo por eso es que te he sobrevalorado. Durante unos segundos que se sintieron eternos las dos mujeres se miraron en silencio, cada una debatiendose en sus propias dudas. Harper estaba decidida a quedarse en Londres. No tenia previsto regresar a Birmingham en mucho tiempo. No solo porque deseaba evitar a Justin y a su futura esposa todo lo que fuera posible, sino porque una parte de ella le decia que debia despertar del largo letargo en el que se habia sumido. Desde que conocio a Justin y hasta su ruptura habia ido dejando de lado sus suenos y aspiraciones en favor de las de el. Y esa falta de ambicion habia terminado por pasarle factura. Si tan solo hubiese escuchado a David cuando le advertia las cosas habrian sido distintas. --Puedo empezar ahora mismo, si lo deseas. --Perfecto. Pues vamonos de compras. --?De compras? --Miro a su nueva jefa con curiosidad. Alex Blackesley Duarte era una mujer estilosa de la cabeza a los pies mientras que ella misma se ponia cualquier cosa que apareciera en su armario sin preocuparse por si las piezas combinaban o no. ?Como, pues, iba a saber ella aconsejarle sobre ese tipo de cosas? --Si, necesitamos ordenadores, impresoras, papel... Ya sabes. Este despacho lleva tres anos vacio. La tinta se ha secado y nada funciona como deberia. !Por supuesto! Se dijo Harper, en ese tipo de compras si que podia serle de utilidad a su nueva jefa. --!Eso suena muy bien!

  • Una nina en camino de Raduan Nassar

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    Al salir de su casa, la nina camina sin prisa, anda descalza en medio de la calle; a veces se desvia agil para espantar a las gallinas que picotean la hierba que crece entre las piedras de la cuneta. El vestido casero, cosido probablemente con dos retales, cubre su cuerpo delgado como un tubo; la falda es de un pano grueso y descolorido; la blusa es de raso, de fondo negro y brillante, con un enorme estampado chillon de vivos colores, tan grande que sobre el pecho liso de la nina solo se ve un trozo de hoja tropical. Debe de dormir y despertar, dia tras dia, con las mismas trenzas, unos restos aplastados. Una de ellas, deshilachada, se sostiene con dos horquillas que casi naufragan, ya casi deshecha; los mechones de la otra estan mal sujetos en lo alto por un lazo sucio que cae como una flor marchita sobre su frente. Mientras se relame al andar las fibras de mango pegadas al circulo amarillo y pegajoso alrededor de su boca, la nina olvida por un momento las otras distracciones de la calle hasta que se acerca a una pequeno tumulto frente a la maquina de trillar arroz; tres chiquillos salen por la puerta grande del almacen arrastrando cada uno un saco de paja. <>, refunfuna uno de los chicos. <>, dice el segundo. <>. La nina se queda pasmada siguiendo clandestinamente aquella disputa, nota un entusiasmo gozoso escondido tras la discusion. <>, recomienda el tercer chiquillo. Descalzos, sin camisa, con el cuerpo encorvado por la carga, los chicos arrastran los sacos, que estiran por uno de los extremos, como si les tirasen de la oreja. Y la paja, con ese movimiento que a veces se atasca, va hinchando cada vez mas la abultada barriga de los sacos. Al pasar por el suelo de tierra, uno de los chicos ve a la nina en cuclillas, observandolos por debajo de la panza curva de un caballo cuyas riendas estan amarradas a una de las argollas de plomo. Los tres chicos se paran. <>, grita uno de ellos agachandose para toparse con los ojos de la nina bajo la barriga del caballo. La nina vislumbra el fondo oscuro de un patio, un gran circulo acolchado de paja de arroz, velas encendidas sobre las estacas, los trabajadores del circo, los ninos trapecistas, y sus ojos brillan de emocion. <>, dice Dinho agachandose tambien. Zuza, el mozalbete que pasa por la acera de enfrente con una pelota de cuero bajo el brazo, afloja el paso y se dirige al centro de la calle: <>, pregunta. <>, dice Dinho. <>. <>. <>, interviene uno de los chicos. <>. <>, pregunta Zuza maliciosamente. <>. Zuza hincha el pecho, lleno de si, mientras el chico le advierte con miedo: <>. <>. El chiquillo se calla y clava los ojos en el suelo. Zuza hace una mueca: <>, dice despechado y, soltando de repente la pelota de cuero, hace una parada con el pecho y la pisa con el pie derecho. Con los brazos libres compone en un instante el gesto: <>, dice moviendo el brazo lentamente arriba y abajo, tieso por el corte de mangas que hace con los ojos llenos de descaro. <>. La nina abre los ojos como platos y sigue con aprension la amenaza del chaval. Los tres chiquillos ni se mueven y, a sus pies, uno tras otro, caen los tres sacos, vomitando paja por la boca abierta, como si les hubieran dado un golpe violento en la barriga. <>. Zuza deja ipso facto de hacer el corte de mangas. Coge disimuladamente la pelota y mira. <>. Apoyada sobre un almohadon de saten azul, en el alfeizar de una ventana alta, dona Ismenia, rolliza, muy pintada, disfruta de la primera sombra que ya roza su casa y agita la mano llamando a Zuza. El chico baja de la acera mientras los tres chiquillos, sin mas dilacion, recogen los sacos por un extremo y se largan rapidamente de alli, dejando en el suelo tres marcas circulares de paja amarilla, como si fuesen tres yemas enormes cociendose al sol. Zuza sube a la otra acera desmanado y alza los ojos hacia la ventana. <>, dice dona Ismenia con los ojos juguetones, la cara coloreada como el trasero de un mandril. Zuza sigue mirando hacia arriba, la pelota de cuero en el arco del codo. <>. <>, responde azorado. <>. <>. <>. <>. <>. <>. <>. Otra mujer, medio escondida detras de la cortina, recogida hacia uno de los lados, pellizca el muslo grueso de dona Ismenia, que sofoca un chillido volviendo la cara y ampliando la sonrisa. Se apoya de nuevo en el almohadon. Sus senos blancos como la leche, explosivos, que casi se escapan por el canalillo del escote, turban aun mas al muchacho. <>. El bulto tras la cortina ya no mantiene el decoro, estalla, sin dar la cara, en una carcajada, mientras dona Ismenia, muerta de risa, se agita tanto en la ventana que parece que va a vomitar una mazorca. Zuza tambien se rie, sin saber por que, las mejillas le arden, pero la algazara incomprensible de las dos mujeres se extingue poco a poco. <>. <>. <>, pregunta dona Ismenia, acentuando la malicia, al tiempo que se atraganta con un nuevo ataque de risa. <>, dice la voz tras la cortina <>, anade dona Ismenia, alimentando la hoguera de risa. Se menea de nuevo en la ventana, haciendo temblar los senos de gelatina, llora de tanto reir, despues suelta un gritito por el pellizco que recibe otra vez en el muslo. Termina extenuada: <>. <>, dice la voz tras la cortina. Zuza arde de sonrojo, las orejas como una hoguera. <>, remata dona Ismenia entre suspiros. Zuza sigue mirando hacia arriba. <>, dice apartandose, desviando la mirada y canturreando bajito: <>. Se dirige de nuevo al muchacho: <>. <>. <>. <>, repite dona Ismenia viendo que Zuza no se va. Detras de la cortina, una risita, como un maullido, aparece y desaparece. <>, dice finalmente el muchacho. <>. Zuza se va, andando cada vez mas rapido, atento tal vez a su curiosidad, que crece a cada paso, mientras en la ventana de dona Ismenia vuelven las risas con fuerza renovada. Agachada todavia junto al caballo, la nina desvia los ojos de la ventana y ve, ya lejos, a los tres chiquillos que arrastran los sacos de paja por el suelo de tierra, como si fuesen tres pequenos arados, uno junto al otro, que dejasen a su paso surcos estrechos a lo largo de la calle. Cuando el caballo aparta las patas traseras la nina ve, escondido en lo alto entre las extremidades, su sexo voluminoso de alquitran. Ella cambia rapidamente de postura, se echa hacia atras, con los bracitos estirados, las palmas de las manos plantadas en la tierra. Incluso asi recibe las salpicaduras de la fuerte rociada, del chorro de orina que deja un charco en el suelo. El temor de sus ojos aumenta con la carcajada de los mozos de cuerda, dos criollos musculosos y un blanco rechoncho, que duermen la siesta en la acera, tendidos a la sombra de un arbol. <>, bromea uno de ellos, moviendo el sombrero como si fuera una calabaza de mate, en un gesto obsceno que provoca las carcajadas de los otros dos. <>. Asustada, la nina busca con la mirada la ventana de dona Ismenia, pero solo encuentra el almohadon abandonado en el alfeizar, percibe apenas un bulto agitado cuya risa se enreda en el encaje de la cortina. Se levanta de un salto, tropieza con la carreta parada casi enfrente de la maquina de trillar arroz y sale disparada. Respirando con la boca abierta, ya en la esquina de la calle principal, sigue desde alli con la mirada al camion viejo, que se acerca, levantando una polvareda amarilla, con la carroceria bamboleante, haciendo un ruido del demonio en esa hora de la siesta cuando todo esta tranquilo. El camion pasa, pero la nina sigue alli, con el dedo en la nariz, mirando indecisa aqui y alla. <>

  • Esposa Humillada de Brenna Day

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    Humillada de la peor manera en su noche de bodas…
    Solo para caer luego en manos del enemigo de su padre:
    dominante, bestial, cruel y distante… pero guapisimo.

  • Caos por correo (Novias de Seattle 2) de Cynthia Woolf

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    Lucy Davison se convirtio en una novia por encargo junto a otras noventa y nueve mujeres. Todas fueron llevadas a Seattle, territorio de Washington y todo a causa de la Guerra Civil, la cual habia disminuido la cantidad de hombres casaderos en New Bedford. Uno de los hombres que traslado las novias hasta Seattle fue Drew Talbot. Cuando Lucy lo conoce y se tocan por primera vez, ella siente que una especie de energia electrica recorre todo su cuerpo. El problema es que siempre que Drew esta cerca, Lucy se vuelve completamente torpe y por lo general termina en los brazos de el. Cuando se pone de novia y se compromete con el hombre que ama, ella cree que todos sus suenos se haran realidad.

  • La mano que te da de comer de A. J. Rich

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    La conferencia habia tratado sobre victimologia. ?Hay en el cerebro del maltratador una anomalia simbiotica que exista tambien en la conformacion emocional de la victima? El profesor habia usado como modelo el sindrome de la mujer maltratada, senalando que este no aparece en el DSM-5, el Manual diagnostico y estadistico de los trastornos mentales, pero si en los codigos penales. ?Por que? Yo creia tener la respuesta. Habia sido una manana electrizante. No veia la hora de llegar a casa y seguir con mi investigacion. Como me sentia un poco culpable por querer tener el apartamento otra vez para mi sola, pase por Fortunato Brothers y compre una bolsa de galletas de pinones para Bennett. Mi apartamento estaba en el ultimo piso de un edificio entre medianeras de Williamsburg, Brooklyn, uno de esos con fachada de listones. No convivia con hipsters, sino con el vecindario de toda la vida; italianas que se pasaban el dia barriendo la acera y jubilados chistosos que jugaban al ajedrez en Fortunato. A una manzana habia una tienda de lapidas donde ademas vendian pan. Bennett la llamaba Pan-Teon. Se rumoreaba que el dueno habia trabajado para una de las grandes familias de la mafia. El personal, de ochenta anos para arriba, sacaba sus sillas de plastico a la calle y se dedicaba a fumar puros. El camion de los helados ponia la musica de El padrino. <>. A mi puerta se llegaba por una espiral de sesenta y ocho peldanos. Atravese una mezcolanza etnica de olores: ajo rehogado en el primer rellano, col hervida en el segundo, chorizo frito a continuacion…, y por ultimo mi piso, donde yo nunca cocinaba nada. La puerta estaba abierta. Bennett debia de haber salido sin acordarse de sacudir un poco el pomo roto, como le habia dicho que hiciera. Podrian haberse escapado los perros. Tenia tres: Cloud, una gran pirineo a la que llamaba Gran Lienzo en Blanco, y Chester y George, dos pitbulls cruzados, patosos y dependientes, a los que habia tomado en adopcion. Los perros eran el unico motivo de discordia entre Bennett y yo. El no queria que yo tratara de rescatar a cuanto chucho callejero se cruzara en mi camino a expensas de mi trabajo, aunque yo sospechaba que lo que en realidad no soportaba era encontrar pelos de perro en sus jerseys. Bennett siempre tenia frio, incluso en verano. Segun el, sufria el sindrome de Raynaud, un estrechamiento de las venas en las extremidades que hace que se enfrien manos y pies. Le daba miedo la forma avanzada en la que se pueden atrofiar los dedos de unas y otros. Ahora bien, sus manos nunca estaban frias cuando tocaban mi piel… En cambio, yo siempre tenia calor. En primavera me ponia sandalias antes que nadie, nunca llevaba bufanda y jamas me resfriaba por culpa del aire acondicionado. Y no era porque fuera robusta, ni mucho menos. Empuje la puerta con el hombro, contrarrestando el delirio de colas agitadas que me recibia al otro lado, y me fije en que habia petalos de rosa en el recibidor. ?Seria cosa de Bennett? Parecia demasiado cursi, impropio de el. A los hombres que se acuerdan de todo lo que dices no les hace falta recurrir a topicos. Nadie me habia visto y entendido nunca como lo hacia Bennett. Era algo mas que simple atencion: sabia incluso antes que yo lo que querria, tanto en las cartas de los restaurantes como en una pantalla o en un disco. Conocimiento que, por descontado, se extendia a la cama. Cuando me agache para recoger algunos petalos, repare en que eran huellas de patas. Asi que no se trataba de un detalle romantico manido. Lo que se presentaba ahora como un patron floral abstracto en el suelo de madera noble conducia al dormitorio. ?Habrian reventado la bolsa de basura Chester y George? Sobras de salsa putanesca arrastradas a lo largo y ancho del apartamento por los perros: otro topico que me resistia a aceptar. Esos perros adoptados eran unos caballeros, por mucho que irritasen a Bennett los huesos a medio roer que dejaban tirados por la casa. Ir tropezando a todas horas con ellos, y pisando juguetes de esos que hacen ruido cuando uno los aprieta, era otra de las razones por las que me pedia que buscase un hogar definitivo para los perros, o que los devolviera al centro de acogida de animales de East Harlem de donde los habia rescatado. El donativo que habia aportado a una organizacion de rescate de animales de la zona debia de haberme incorporado a una lista masiva de correo electronico, porque desde entonces recibia casi a diario fotos y perfiles de perros a los que, sin mi intervencion, apenas les quedarian unas horas de vida. A los pitbulls, Chester y George, los habian tenido en el corredor de la muerte para practicarles la eutanasia. En la foto salian apoyados el uno en el otro, saludando ambos con la patita en alto. Eso superaba mis fuerzas. Cuando fui a la perrera, vi que en sus tarjetas se leia <>. Uno de los empleados me explico que eso significaba el mejor caracter posible. Jamas habian dado a los demas otra cosa que amor, y eso era lo que querian a cambio: amor. Rellene los formularios y pague por duplicado la tarifa de adopcion, pensando que solo los acogeria por un tiempo. Al dia siguiente fui a buscarlos en compania de Cloud en un vehiculo de una empresa de coches compartidos. Bennett no soportaba el caos constante de tres perros grandes metidos en un apartamento pequeno, y es posible que tuviera razon: eran el centro de mi vida. ?Me hacia cargo de ellos por algun tipo de altruismo patologico? Esa era justamente la base de mi investigacion: un test para identificar a las victimas cuyo interes e hiperempatia fueran tan extremos que llegaran a atraer a los depredadores. Bennett necesitaba orden para funcionar, mientras que yo necesitaba tenerlo todo patas arriba; un desorden demencial, pero hogareno. El, siempre que venia de Montreal, dejaba bien colgadas sus camisas Oxford y sus chinos. En cambio, yo solia dejar arrugados encima de la cama mis leggings, mi chaleco de cuero vegano y mis capas y capas de tops. Bennett sacaba los platos del lavavajillas que habia cargado y encendido el mismo. Yo, por el contrario, dejaba los cacharros sucios en el fregadero. Lo mas dificil para mi era que Bennett se opusiera a que los perros durmiesen con nosotros en la cama. No le gustaban los perros, y ellos lo percibian. Siempre lo hacen. Obedecian, pero Bennett daba las ordenes con una dureza innecesaria. Ya se lo habia dicho mas de una vez. ?Como nos las arreglariamos para convivir todos juntos? La primera en llegar fue Cloud, que se valio de su tamano de oso para ganarles a los chicos la partida de la fuerza. No solo no me saludo con la efusividad de siempre, apoyando sus enormes patas sobre mis hombros, sino que la vi nerviosa, asustada. Daba vueltas alrededor de mis pies con las orejas pegadas a la cabeza. Tenia todo un lado del cuerpo manchado, como si se hubiera apoyado en una pared recien pintada. Pero yo no habia pintado. Y jamas habria elegido el color rojo. De rodillas, aparte su pelo mojado para ver si tenia heridas punzantes en la piel, pero no vi ninguna. Ademas, el color no atravesaba del todo su pelaje. Pedi perdon a Chester y George por mis sospechas infundadas. Suerte que ya estaba de rodillas, porque podria haberme caido con el primer ataque de vertigo. Examine a los pitbulls en busca del origen de la sangre. Mi corazon latia muy deprisa. Sufri otro ataque de vertigo. Tampoco encontre heridas en ninguno de los dos. Baje la cabeza para no desmayarme. -?Bennett? -dije en voz alta. Aparte a Chester, que me lamia la sangre de las manos. Vi que mi sofa nuevo (regalo de Steven, mi hermano mayor, por haber dejado atras la veintena y alcanzado la edad adulta) estaba manchado. Intente reunir a los perros, pero ellos no paraban de dar vueltas a mi alrededor, lo que dificultaba mi llegada al dormitorio. Mi apartamento era alargado, con un pasillo al que daban todas las habitaciones. Se habria podido disparar una bala sin que esta chocase con ninguna pared. Desde donde me encontraba, en la sala de estar, veia la mitad inferior de la cama. Y la pierna de Bennett. -?Que les ha pasado a los perros? -pregunte. A medida que avanzaba por el pasillo, las manchas rojas se alargaban. Bennett estaba boca abajo en el suelo del dormitorio, con una pierna encima de la cama. De repente vi que las dos partes no estaban conectadas. Lo primero que se me ocurrio fue salvarlo de que se ahogara con su propia sangre, pero una vez de rodillas vi que no estaba boca abajo, sino mirando hacia arriba. Bueno, mirando no, porque ya no tenia ojos. Por un momento, contra toda logica, me aferre a la esperanza de que no fuera Bennett. Tal vez alguien habia entrado a la fuerza y los perros lo habian atacado. A pesar de la conmocion, tenia los conocimientos necesarios como para saber que el asesino no era humano. Las salpicaduras de sangre carecian de cualquier componente emocional. Mi experiencia forense bastaba para comprender lo que veia. El analisis de las manchas de sangre ofrece una sorprendente exactitud. Indica el tipo de lesion, el orden en que se recibieron las heridas y si la victima se movia o estaba quieta en el momento en que se las infligieron. En aquel caso, las lesiones eran heridas punzantes y desgarros. Las manos de Bennett estaban desolladas, lo que significaba que al intentar resistirse le habian arrancado la piel. Le habian arrancado la pierna derecha a la altura de la rodilla. El <> habian sido uno o varios animales. Las heridas presentaban un perfil irregular, no lineal como las producidas por arma blanca. Faltaban trozos enteros de carne. Las manchas de sangre indicaban que habia sido arrastrado por el suelo del dormitorio. El pie y la pantorrilla derechos debian de haber sido llevados a la cama despues del ataque. Por todo el cabezal, y en la pared trasera, habia salpicaduras de sangre arterial, probablemente de la carotida. Oi a mis espaldas el jadeo de los perros, que esperaban alguna indicacion sobre lo que ibamos a hacer. Trate de mitigar su miedo. Adoptando el tono mas calmado del que fui capaz, les dije que no se movieran. Hice que se echaran. Luego note que del olor a sangre se iba diferenciando otro que parecia emanar de mi. Me levante despacio y rodee a los perros a camara lenta. Cloud se levanto, y, si no le hubiera ordenado quedarse echada, me habria seguido. Chester y George me dedicaban toda su atencion, aunque no se movieron mientras yo seguia andando hacia el cuarto de bano. Por fin llegue, cerre con un portazo y me apoye con todo mi peso en la puerta, por si los perros se lanzaban en mi persecucion. Oi ganidos al otro lado. Aun no estaba en estado de shock. Pronto lo estaria. Seguia en el estado inferior de llorar de gratitud por haber sobrevivido. Lo curioso es que sentia vertigo, como el que experimentaria de haber ganado un gran premio. Y lo habia ganado: mi vida. La borrachera, sin embargo, duro apenas unos segundos. Saliendo del extrano trance, comprendi que tenia que pedir una ambulancia. Bennett no podia estar vivo, pero ?y si me equivocaba? ?Y si estaba sufriendo? Mi movil estaba en el bolso, que habia dejado en la repisa junto a las llaves. Oi un ruido de papel desgarrado y me acorde de la bolsa de galletas. Seguro que se habian caido y las habian encontrado los perros. Abri la puerta lentamente y fui a buscar el bolso sin entrar en el dormitorio. ?Cuanto tardarian en zamparse las galletas? Dominada por la adrenalina, contuve el impulso de correr para ponerme a salvo. En lugar de eso, aferre el bolso sin apartar la vista de los perros. Finalmente, volvi al cuarto de bano y me encerre echando el pestillo. Luego me meti en la banera vacia, como si la antigua banera de hierro con patas pudiera protegerme, y marque el numero de emergencias. Tuve que hacerlo dos veces. Cuando me preguntaron por que urgencia llamaba, no fui capaz de contestar. Ni siquiera podia gritar. -?Corre usted peligro en este momento? -Era una voz de mujer, me parecio que de cierta edad. Asenti con la cabeza como una loca. -Interpreto su silencio afirmativamente. ?Puede decirme donde esta? -En el cuarto de bano. A continuacion di mi direccion en voz baja. -Ahora mismo va para alla la Policia. No cuelgue. ?Hay algun intruso dentro de la casa? Oia a los perros al otro lado de la puerta del cuarto de bano. Los ganidos de antes eran ahora mas fuertes. Lloriqueaban, golpeando la puerta con las patas para que les dejara entrar. No conteste. -Si hay un intruso en su casa, de un solo golpe con el dedo en el auricular. Golpee el auricular tres veces. -?Algun arma? De un golpe. Di uno. -?Mas de un arma? Otro golpe. -?Armas de fuego? Sacudi la cabeza y deje el telefono en la banera vacia. La telefonista seguia hablando, pero lejos. Sacudir la cabeza (no, no, no) me habia reconfortado, como si me columpiasen. Cuando se empezo a oir la sirena, uno de los perros aullo. Cloud. Siempre me habia hecho reir su participacion en la version urbana de la manada de lobos, como si aquella perra tan mimada, cuyos dientes cepillaba yo cada semana, tuviera aun algun vestigio de animal en su interior. En esta ocasion, su aullido me erizo la piel. -Ya ha llegado la patrulla -dijo la vocecita que salia del telefono al fondo de la banera-. Si los agresores aun estan dentro, de un golpe. Los pasos que se acercaban hicieron ladrar a los perros, como lo hizo la mano que probo si la puerta estaba cerrada con llave. -!Policia! !Abran! Intente decir algo en voz alta, pero apenas me salio un gemido infinitesimal, mas debil que la voz que seguia preguntandome si los agresores permanecian dentro de la casa. Por unica respuesta, los policias no oyeron otra cosa que ladridos. -!Policia! !Abran la puerta! Mas ladridos. -!Llamad a Control de Animales! -oi que gritaba uno de los agentes. El siguiente ruido fue el de echar la puerta abajo, seguido por un unico disparo ensordecedor. El gemido que siguio contenia toda la congoja de un llanto humano. Los otros perros dejaron de ladrar. -Asi me gusta. Bien, perritos -dijo uno de los policias. -Creo que este esta muerto. Los pasos se acercaron con cautela. -Dios mio… Mierda -dijo el otro. Oi una arcada. De golpe se abrio la puerta del cuarto de bano, y un policia joven me encontro encogida en la banera sin agua. El agente se puso en cuclillas a mi lado. Note el olor agrio de su aliento, causado por la arcada. -?Esta herida? Yo tenia las piernas encogidas, la cara contra las rodillas, y me tapaba la cabeza con las manos. -Enseguida llegara una ambulancia. Perdone…, tenemos que ver si sangra por alguna parte. El policia me puso una mano en la espalda con suavidad. Grite. -Tranquila, tranquila -dijo el-. Nadie va a hacerle nada. Permaneci en la misma postura, la que adoptaban los alumnos en los simulacros escolares de explosion nuclear. Mas tarde me entere de que uno de los sintomas del trastorno por estres agudo es una rigida inmovilidad. -Ya estan aqui los de Control de Animales -dijo el otro policia. La ambulancia debio de llegar al mismo tiempo, porque un sanitario me tomo el pulso mientras una mujer buscaba heridas en mi cuerpo. Me quede encogida en la banera. -No creo que la sangre sea suya, pero no veo el abdomen - dijo ella-. Voy a ponerle una via. Ahora notaras un pinchazo, carino. Me clavaron una aguja de hacer punto en la mano izquierda. Grite tanto que los perros se pusieron a ladrar otra vez, aunque ahora solo eran dos. -Te vamos a dar algo que te ayudara a relajarte. Asi podremos comprobar si tienes alguna herida. Un calor negro empezo a extenderse por mi brazo, como si me hubieran puesto un guante caliente en la mano. A partir de cierto momento, la oscuridad se hizo tan grande que pude introducirme en ella. Una clemente bolsa negra en la que desaparecer. -Tenemos que hacerle algunas preguntas. ?Puede hablar? -quiso saber uno de los policias. -Esta en estado de shock. -?Se llama usted Morgan Prager? Intente decir que si con la cabeza, pero la bolsa negra me oprimia demasiado. -?Puede decirnos quien estaba con usted en el apartamento? No hemos podido encontrar ninguna identificacion del difunto. -?Nos oye? -pregunto el otro policia.

  • Seducciones Encubiertas de Isabel Guirado

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    Emma es asignada a una mansion de gente de investidura para trabajar como servidumbre pero al principio no se lleva bien con los duenos de tan flamante casa quienes fungen como sus amos.

  • Tu voz en mi silencio de Lizbeth Azconia

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    Despues de mantener una relacion bastante turbia con su madre, Marina Lua decide cursar la universidad muy, muy lejos de ella. En la Ciudad de Mexico, tratara de huir impacientemente de la fatiga de tener que cuidar de su progenitora, sin pensar que, ademas de una fuerte conexion musical con el hombre que la engendro, encontrara que hasta los mas crueles venenos se pueden convertir en antidotos para salvar la vida. Musica, misterio y profundidad son todo lo que Alan, un amigo de Aaron, su padre, le proyecta; e incansables sentimientos encontrados, cuando se trata de que el le hable de sus raras manias y sus secretos, con los que no se cree capaz de lidiar.

  • Quien invento el dulce de leche de Leonardo Castagnino

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    Distintas comunidades se adjudican ser los inventores del dulce de leche. La cuestion no esta dilucidada, y al respecto presentan los mas variados argumentos, pruebas y razonamientos. Muchos argentinos adjudican la paternidad del invento a su propio pais, incluyendo distintas epocas y circunstancias. Tambien lo hacen otros, como uruguayos, chilenos, peruanos etc. aunque con distinta denominacion que "dulce de leche" pero con la misma composicion basica: leche y azucar cocinada, con algun ingrediente adicional. Otros en cambio dicen que el famoso dulce fue traido por los espanoles, que a su vez heredaron de los moros que ocuparon la peninsula durante siglos. Algunos incluso remontan su origen a la cocina persa, rica y variada en dulces y golosinas. Pero el origen no esta aun determinado fehacientemente. En el "Foro" trascripto, se dan opiniones de distintos participantes o "foristas", que a modo de "debate historico", mezclando la historia verdadera con la ficcion picarezca, tratan de dilucidar el misterio, tal vez sin conseguirlo. Cualquier parecido con la verdadera historia es pura coincidencia, o no. ?QUIEN INVENTO EL DULCE DE LECHE? (Debate historico) ————————- Autor Mensaje: HT Ingresado: Enero 09, 2012, 0:57 Titulo del ingreso: ?Quien invento del "dulceleche"? Hay pruebas fehacientes de que los argentinos han inventado, entre otras cosas, la birome, el colectivo, las huellas dactiloscopicas, el truco, "la mano de Dios", el tango, el lampazo, etc. Pero ?quien invento el "dulceleche"? Muchos atribuyen el invento del "dulceleche" a los argentinos. Sin embargo esta teoria es cuestionada por nuestros hermanos orientales, tal vez basandose en teorias y escritos de ciertos historiadores que indicarian que el "dulceleche" se invento en la Banda Oriental, mas precisamente durante el sitio de Montevideo por parte de la Confederacion. Segun parece, los montevideanos acosados por el hambre del sitio, habrian recurrido a la leche que a duras penas le mandaba Fructuoso Rivera, procedente de las vacas que les birlaba a los "macacos brasileros" (como el los apodaba) de Rio Grande do Sul. Esta leche, que era introducida subrepticiamente a Montevideo por la flota francesa, era mezclada con azucar que les contrabandeaba Urquiza desde el litoral, y cocida con algunos restos de empalizadas y hasta con bosta de la caballeria sitiada. Algunos afirman haber descubierto, en excavaciones realizadas en fechas recientes, restos de las vasijas, ollas y cucharas de madera que se usaron para dichos menesteres. Inclusive algunos atribuyen el invento a la frondosa imaginacion de ciertos unitarios emigrados en Montevideo, como Florencio Varela, Valentin Alsina o Rivera Indarte, en cuyo caso la autoria del invento deberia ser compartida por las dos nacionalidades. Esta hipotesis oriental se contradice con la tesis que atribuye el invento del "dulceleche" en forma exclusiva a los argentinos. Afirman algunos que, aunque sin patentar, el invento fue realizado en la Confederacion durante la epoca de Rosas, porque al parecer, en excavaciones realizadas en cercanias de la estancia Del Pino, partido de La Matanza, y que perteneciera al Restaurador, se encontraron algunos envases de ceramica, vidrio, buche de avestruz o panza de burro, que al parecer trajo de regreso Rosas despues de la campana del desierto. La teoria tiene cierta logica si pensamos que los gauchos de la Campana a los Desiertos del Sud de 1833, galoparon hasta la isla de Choele Choel, ida y vuelta, y seguramente debieron llevar, ademas de vacas para el consumo de la tropa, algun postre para endulzar las tardes o las noches junto a los fogones, siendo que en aquella epoca, mas alla del Salado no habia ninguna pulperia donde abastecerse. Ciertos estudiosos de la historia afirman que el "dulceleche" se invento en ocasion del encuentro de Rosas y Lavalle en Canuelas, cuando el unitario llego al campamento de Rosas. Como se sabe, Juan Manuel lo encontro durmiendo la siesta en su propia cama y gentilmente espero a que Lavalle despertara para cebarle unos mates. Algunos historiadores sostienen que Rosas tomaba mate de leche, y en esa ocasion una china encargada de prepararle mates al Restaurador, alborotada con los personajes presentes, dejo la leche en el fuego y alli se cocino el primer "dulceleche". Sin embargo esto no resiste un analisis serio; hay un cumulo de detalles que niegan o al menos ponen en duda el episodio, a saber: * Por las memorias de Mansilla se sabe que a Rosas le gustaba el mate amargo y el arroz con leche. Sin embargo Mansilla no hace referencia a que su tio tomara mate de leche o mate dulce. Segun el relato que Mansilla hace en sus memorias sobre la visita a su tio el Restaurador en la residencia de San Benito de Palermo, en esa ocasion, por compromiso de no despreciar a su tio Juan Manuel, se comio siete platos de arroz con leche que lo dejaron pipon. Pero Mansilla en sus memorias no hace ninguna referencia a que el arroz fuera con dulceleche. * Tampoco se puede soslayar el relato que hace el profesor de piano de Manuelita cuando en Palermo, por no despreciar los mates que le ofrecia el Restaurador, se vio obligado a tomar veinticinco mates seguidos, recibiendo luego un peso por cada mate que pudo tomar, en pago por las clases de piano a su hija Manuelita. Pero a pesar de estos y otros testimonios, en ningun documento publico o privado se encuentra referencia a que Rosas tomara mate de leche, y menos con azucar. * Aun suponiendo que el Restaurador tomase mate de leche y prefiriese que le cebasen el mate ya con el azucar puesto, es poco probable que el senor de la pampa lo prefiriese tan dulce. * Cualquiera que alguna vez en su vida haya hecho "dulceleche" sabra que si no se revuelve continuamente, este se pega al fondo de la olla y queda como "pa'tirarlo". No parece razonable que la china olvidadiza y alborotada por semejante ocasion se haya puesto a revolver la olla constantemente. * Como se sabe, para hacer "dulceleche" se requieren al menos dos o tres litros de leche y un kilo de azucar, y no es razonable que se ponga en el fuego tanta leche por unos mates. En esa epoca la leche no era muy abundante en estos pagos, ya que las vacas pampas eran bastante ariscas y pudorosas, y no se dejaban tocar ciertas partes con la facilidad que lo hacen las vacas holandesas, moralmente mas liberales. Queda abierto entonces este debate historico, y esperamos que los senores foristas hagan los aportes serios necesarios para dilucidar el origen de este trascendental invento: el "dulceleche". Saludos. HT. ————————- Yemo Ingresado: Enero 09, 2012, 1:22 Me parecen razonables las dudas planteadas por HT respecto a que el "dulceleche" se haya desarrollado a partir de una china olvidadiza en ocasion de la entrevista de Rosas con Lavalle. Aun considerando cierto el improbable hecho de que Rosas fuera aficionado al mate de leche dulce, este no lleva ciertos ingredientes que si lleva un buen dulceleche que se precie de tal. Como sabemos, para hacer un buen dulce de leche, ademas de litro y medio de leche y medio kilogramo de azucar, se necesita vainilla y una pizca de bicarbonato de sodio, lo que no seria probable que la china usara para prepararle los mates al Restaurador. Por otra parte, la preparacion y coccion del dulce de leche requiere cierta tecnica, mucha dedicacion y atencion, que no puede ser fruto de la casualidad ni de la distraccion de una china. Vemos los pasos a seguir para preparar un buen dulce de leche son: * Se pone la leche, con la vainilla abierta, sobre fuego medio. Lo ideal o tradicional seria en una paila de cobre. Se mezcla ocasionalmente con cuchara de madera. * Cuando hierve se echa el azucar con el bicarbonato. Se revuelve mas seguido. * La mezcla se reduce notablemente y toma un lindo color casi canela. Despues de alrededor de una hora y media se comienza a espesar. El movimiento de la superficie es distinto y se siente el perfume de la leche como caramelizada. En este punto hay que estar mas atentos y girar continuamente. * Cuando comenzamos a ver el fondo de la olla, esta casi listo. El punto dependera de la consistencia deseada. Se puede ver retirando un poco en un platito frio.

  • Rage (Redemption 1) de Melanie Rogers

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    UN PASADO DE ABUSOS. UN PRESENTE DE VIOLENCIA.

  • Nada es eterno de Katerine Leal

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    Isabella Landinez es una chica dulce, alegre, bromista y enamorada del grupo pop del momento. Esta en esa etapa de la adolescencia en donde un simple problema lo ve como una gran tormenta, sin embargo su mundo es tranquilo, dichoso, junto a sus amorosos padres, hermanos sobre protectores y dos amigas tan divertidas y alocadas como ella; disfruta de sus dos ultimos anos de secundaria y anhela muchos suenos.
    Alejandro Castillo es inteligente, buen amigo y tiene grandes aspiraciones, con unos padres imponentes y un pequeno hermano tan dulce y maduro como el. Esta en su ultimo ano de secundaria y es amante del teatro.

  • Un grave error de Erina Alcala

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    -?Que pasa mama? -Pregunto Ana. La madre bajo la cabeza. -?Es grave?, papa dime que pasa. La familia Solis, estaba compuesta por el padre, Francisco Solis de 50 anos y su madre Berta de 48 y ella misma, Ana Solis como hija unica. Era una familia acomodada de Marbella, pues el padre trabajaba para la empresa de Floros Michelakis, un armador griego que tenia una de sus bases en Marbella. Vivian en una gran villa, desde que ella tenia uso de razon. Su padre era gerente de la empresa naviera. Llevaba ya trabajando tiempo con Floros, al tanto de los astilleros de Cadiz y de la flota de yates de recreo que se vendian en Marbella. Ahora, Floros se habia jubilado y su hijo Dimitri habia tomado el mando de todas las propiedades que la familia Michelakis tenian en Grecia, en Marbella, en Cadiz y algunos astilleros italianos e Inglaterra tambien. Su padre habia hecho un buen trabajo y Dimitri a sus treinta anos, era el dueno de una inmensa fortuna, un yate de lujo enorme y caro, un jet privado, una casa en la isla de Santorini, lejos del turismo, pero no menos preciosa, rodeada de un terreno de vinedos de los que estaba orgulloso, crecian en esa tierra volcanica que era la isla, y la casa estaba situada en una pequena colina. Abajo, por un sendero de unos trescientos metros, se bajaba a la playa, de arena blanca. Una playa privada de kilometro y medio con un embarcadero al final de la misma. Aunque no toda la isla tenia arena blanca, la otra parte de la isla, era arena negra, tan maravillosa como la blanca. Dimitri, se compro esa casa a seis kilometros de la civilizacion para estar tranquilo, cuando viajaba, era su remanso de paz, de descanso entre viajes. Tenia un balcon con piscina natural, como las casitas turisticas de la isla, una gran casa con una decoracion en tonos azules, gimnasio, piscina cubierta y otra en el jardin desde la que se veia el mar, y todo cuanto podia necesitar. Tres trabajadores se encargaban de la casa, dos mujeres, una de la cocina Cora, mujer de Cosmos que se encargaba de la vigilancia, del jardin y las piscinas, asi como de cerrar por la noche la verja que llevaba a la playa. Su mujer Cora, se encargaba de las compras y la cocina, dormian en una casita de invitados en el jardin, a una cierta distancia de la casa y Delia se encargaba de la limpieza de la casa. A dos kilometros, habia un almacen y una bodega, con todo lo indispensable para criar su propio vino. Un vino seco y de gran acidez debido al terreno volcanico de la isla. Estaba orgulloso de su bodega. Tenia para ello a tres trabajadores. Marco, era el supervisor y el encargado. En Atenas, donde tenia su trabajo, su oficina, habia adquirido un gran apartamento en el centro de la ciudad, y el resto del tiempo, o cuando viajaba lo hacia en el jet privado y el yate lo tenia de recreo para ir al resto de las islas, y se quedaba en hoteles cuando iba a otros paises. No queria mas propiedades, salvo las que su padre le habia dejado, a cambio, su padre recibia anualmente una buena cantidad de dinero para vivir bien con su madre, un yate y una casa en las afueras de Atenas. Su padre le decia que ya era hora de enamorarse y formar una familia, pero el decia que posiblemente lo segundo, lo primero impensable, Dimitri no era de esos, ni queria hijos. Ninguno. No tenia tiempo de atenderlos. No se veia como su padre. Le encantaba su trabajo y viajaba demasiado como para hacerse cargo de una familia al uso. Si queria una mujer, se la llevaba algunos viajes, si eran cortos. Habia salido con Anika, una griega hija de un banquero importante, pero le puso los cuernos con otra persona y no queria saber nada de mujeres. Tampoco es que tuviesen una relacion formal ni seria. Asi que no le dolio lo mas minimo cortar con ella. -Hijo, ?y a quien dejaras todo esto? Al menos nosotros te lo hemos dejado a ti. Tu padre ha creado un imperio y se que tu doblaras ese trabajo. Eres inteligente, pero una mujer buena a tu lado... -Quiza mas adelante te de una sorpresa, mama. tranquila soy joven aun, -Si, piensalo, tu padre me tenia a mi cuando volvia de sus viajes, y hemos sido felices treinta y cinco anos. -Ya veremos. Ahora viajo mucho y trabajo mucho mas. Papa se ha dado a la buena vida y estoy haciendo auditorias en todas las empresas antes de tomar decisiones importantes. -Tu padre ya ha trabajado bastante, viajado y quiere tranquilidad. -Es cierto, yo puedo ocuparme de todo. No os preocupeis. Te quiero, mama. -Y nosotros a ti hijo -Dijo abrazandolo. En Marbella, Ana estaba muy preocupada. -?Bueno, me vais a decir que pasa? -El senor Floros se ha jubilado y ha venido el hijo, que es el que se ha hecho cargo de todas las empresas de su padre. Es un joven duro, no es como su padre. -Bueno ?Y que pasa? -Ha hecho una auditoria en la empresa. Las esta haciendo en todas las empresas que su padre le ha dejado. -Y bien, es normal ?no? -No hija. Tuve que sacar dinero para la casa y la buena vida que llevamos. Iba a reponerlo, pero nunca reunia suficiente. -Pero papa... ?Has robado a la empresa? -Solo lo he cogido, pero no tengo el suficiente para reponerlo todo. Lo perderemos todo, e ire a la carcel. Su hijo es duro. -?Como? -Fue para que tu madre y tu vivierais bien y fueras a la universidad de Harvard a hacer Derecho y Administracion de empresas. -Pero papa, vamos a ver, tengo 23 anos. Acabo de terminar la carrera y por supuesto no ire a hacer ningun master, podia haber estudiado en Malaga, ?cuanto debes? -No puedo decirtelo, eran pequenas cantidades para que no se notara. -?Te ha echado? Por Dios papa, ?que has hecho?... -Me ha dicho que vaya manana a verlo a las 12 de la manana. Eso significara que si y que tendra alli a sus abogados. -Bueno, buscamos un piso pequeno de alquiler en Malaga y le das la casa o la vendes, y le das el dinero, y el dinero que tengas ahorrado tambien, vendes los coches, no necesitas esos dos coches. -No tengo nada hija, y la casa no es suficiente. -?Por Dios papa, ?que has hecho? -No se hija, se me ha ido la mano y ya no pude parar. -?Por que has llevado una vida que no te correspondia? Nos has mentido. Y tu mama ?lo sabias? -y su madre bajo la cabeza. -!Por Dios! Esto es lo mas, aparte de este calor infernal de agosto. -Deja hija, a ver si manana lo puedo convencer de que me siga dando trabajo y le doy la casa a cambio, o la vendo y le doy el dinero. -Si le das la casa ?cuanto le sigues debiendo? -Dos millones de euros. -?Dos millones? ?Estais locos? Eso no lo ganaremos en la vida ni trabajando los tres con un buen sueldo, ?que has hecho? Coches de lujo, ?creias que no te pillarian? -Ha hecho una auditoria en cuanto su padre se ha ido y ha tomado el mando. -Normal. Uff. Me voy a acostar, a ver que te dice manana. Si no, recogemos las cosas y nos vamos a trabajar en lo que sea los tres y le pagamos todos los meses algo hasta pagar la deuda, aunque tengamos que trabajar toda la vida para pagarsela. Y se fue a su cuarto temblando, cabreada con su padre, muy enfadada. Y llorando. Ella nunca les habia pedido nada a sus padres, a pesar de todo, no era una chica mimada, sino trabajadora y estudiosa. Tenia el pelo largo, y era morena y bajita como su madre, de ojos verdes y nariz con pecas respingona, tenia caracter y estudios, pero nada de experiencia. Y mientras pensaba en la cama en todo, se le ocurrio ir a ver a ese tal Dimitri, hijo del ex jefe de su padre, sin cita ni nada y hablar con el del tema de su padre – Si podia llegar a un acuerdo... No sabia como era ese senor, y aunque ella era joven, 23 anos, intentaria por todos los medios que sus padres salieran bien parados. Se iria a las nueve de la manana. Y esperaria lo que hiciera falta. A las ocho y media le pidio a su madre el coche, desayuno cerca del trabajo de su padre e iba con una carpeta y un boligrafo en el bolso, puso el movil en modo avion para que no la molestara nadie. Se habia puesto una falda de verano, una blusa de maga corta, sandalias altas y se habia recogido el pelo en una cola alta. Se maquillo lo justo y entro en el edificio de oficinas del puerto donde estaba ubicado el trabajo de su padre hasta hoy. Iba nerviosa, no sabia si la recibiria, ni con quien iba a encontrarse. Y, sobre todo, como la recibiria En la recepcion pregunto por el. -No esta, -le dijo la recepcionista -ha salido a desayunar. -?Tardara mucho?, le pregunto Ana. -Una media hora, como el resto de los dias, es muy puntual. -Quisiera hablar con el. -?Tiene cita? -No, pero soy hija de Francisco Solis. -!Ah bueno! Intentare que la atienda en cuanto venga. Si quiere espere en la planta quinta. Hay sillas. Al lado de la puerta, a la derecha, frente a la puerta del director. -Gracias. Lo espero arriba. Y espero media hora justa. Ya estaba temblando de los nervios, las piernas hechas un flan y hasta la barbilla le temblaba, cuando sintio unas pisadas seguras y el corazon le latia a mil por hora. Cuando ese hombre gigante, elegante donde los hubiera, de pelo negro y ojos verdes y barba de un par de dias, se paro junto a ella... -?Es usted hija de Francisco Solis? -Si, senor... -Michelakis. -Senor Michelakis, queria hablar con usted -y Dimitri sonrio con una sonrisa lobuna. -?Que edad tienes? -?Es importante? -Si no, no se lo preguntaria. -Veintitres. He terminado la universidad, si quiere saber mas. -Si un buen dinero mio invertido y en Harvard, nada menos -Y se puso roja -Vamos pase -Y la dejo pasar primero. Y a ella le parecio ir al matadero delante de ESE hombre tan grande, y tuvo un muy mal presentimiento. Hablaba muy bien castellano. -Bueno, a ver, saco unos documentos -sientese por favor -Y ella se sento frente a el en un sillon. -Francisco solo tiene una hija, Ana.

  • Traicion de sangre de Ariel A. Berretta

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    Los Cantu-Fernandez son una respetada y modelica familia de Santiago que ha hecho fortuna empezando desde abajo. Pero en una sociedad zarandeada por la violencia de las mafias en connivencia con los poderes del Estado, su prosperidad no pasa desapercibida. Ni siquiera para las ambiciones espurias de los de su propia sangre.
    Basada en hechos reales, esta novela de ritmo trepidante refleja con crudeza el oscuro mundo de la delincuencia organizada, y la codicia que anida, como contravalor, en una sociedad que ha sido corrompida hasta la medula por su clase dirigente.

  • Una vieja que leia novelas de amor de Luis Sepulveda

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    El cielo era una inflada panza de burro colgando amenazante a escasos palmos de las cabezas. El viento tibio y pegajoso barria algunas hojas sueltas y sacudia con violencia los bananos raquiticos que adornaban el frontis de la alcaldia. Los pocos habitantes de El Idilio mas un punado de aventureros llegados de las cercanias se congregaban en el muelle, esperando turno para sentarse en el sillon portatil del doctor Rubicundo Loachamin, el dentista, que mitigaba los dolores de sus pacientes mediante una curiosa suerte de anestesia oral. --?Te duele? --preguntaba. Los pacientes, aferrandose a los costados del sillon, respondian abriendo desmesuradamente los ojos y sudando a mares. Algunos pretendian retirar de sus bocas las manos insolentes del dentista y responderle con la justa puteada, pero sus intenciones chocaban con los brazos fuertes y con la voz autoritaria del odontologo. --!Quieto, carajo! !Quita las manos! Ya se que duele. ?Y de quien es la culpa? ?A ver? ?Mia? !Del Gobierno! Metetelo bien en la mollera. El Gobierno tiene la culpa de que tengas los dientes podridos. El Gobierno es culpable de que te duela. Los afligidos asentian entonces cerrando los ojos o con leves movimientos de cabeza. El doctor Loachamin odiaba al Gobierno. A todos y a cualquier Gobierno. Hijo ilegitimo de un emigrante iberico, heredo de el una tremenda bronca a todo cuanto sonara a autoridad, pero los motivos de aquel odio se le extraviaron en alguna juerga de juventud, de tal manera que sus monsergas de acrata se transformaron en una especie de verruga moral que lo hacia simpatico. Vociferaba contra los Gobiernos de turno de la misma manera como lo hacia contra los gringos llegados a veces desde las instalaciones petroleras del Coca, impudicos extranos que fotografiaban sin permiso las bocas abiertas de sus pacientes. Muy cerca, la breve tripulacion del Sucre cargaba racimos de banano verde y costales de cafe en grano. A un costado del muelle se amontonaban las cajas de cerveza, de aguardiente Frontera, de sal, y las bombonas de gas que temprano habian desembarcado. El Sucre zarparia en cuanto el dentista terminase de arreglar quijadas, navegaria remontando las aguas del rio Nangaritza para desembocar mas tarde en el Zamora, y luego de cuatro dias de lenta navegacion arribaria al puerto fluvial de El Dorado. El barco, antigua caja flotante movida por la decision de su patron mecanico, por el esfuerzo de dos hombres fornidos que componian la tripulacion y por la voluntad tisica de un viejo motor diesel, no regresaria hasta pasada la estacion de las lluvias que se anunciaba en el cielo encapotado. El doctor Rubicundo Loachamin visitaba El Idilio dos veces al ano, tal como lo hacia el empleado de Correos, que raramente llevo correspondencia para algun habitante. De su maletin gastado solo aparecian papeles oficiales destinados al alcalde, o los retratos graves y descoloridos por la humedad de los gobernantes de turno. Las gentes esperaban la llegada del barco sin otras esperanzas que ver renovadas sus provisiones de sal, gas, cerveza y aguardiente, pero al dentista lo recibian con alivio, sobre todo los sobrevivientes de la malaria cansados de escupir restos de dentadura y deseosos de tener la boca limpia de astillas, para probarse una de las protesis ordenadas sobre un tapete morado de indiscutible aire cardenalicio. Despotricando contra el Gobierno, el dentista les limpiaba las encias de los ultimos restos de dientes y enseguida les ordenaba hacer un buche con aguardiente. --Bueno, veamos. ?Como te va esta? --Me aprieta. No puedo cerrar la boca. --!Joder! Que tipos tan delicados. A ver, pruebate otra. --Me viene suelta. Se me va a caer si estornudo. --Y para que te resfrias, pendejo. Abre la boca. Y le obedecian. Luego de probarse diferentes dentaduras encontraban la mas comoda y discutian el precio, mientras el dentista desinfectaba las restantes sumergiendolas en una marmita con cloro hervido. El sillon portatil del doctor Rubicundo Loachamin era toda una institucion para los habitantes de las riberas de los rios Zamora, Yacuambi y Nangaritza. En realidad, se trataba de un antiguo sillon de barbero con el pedestal y los bordes esmaltados de blanco. El sillon portatil precisaba de la fortaleza del patron y de los tripulantes del Sucre para alzarlo, y se asentaba apernado sobre una tarima de un metro cuadrado que el dentista llamaba <>. --En la consulta mando yo, carajo. Aqui se hace lo que yo digo. Cuando baje pueden llamarme sacamuelas, hurgahocicos, palpalenguas, o como se les antoje, y hasta es posible que les acepte un trago. Quienes esperaban turno mostraban caras de padecimiento extremo, y los que pasaban por las pinzas extractoras tampoco tenian mejor semblante. Los unicos personajes sonrientes en las cercanias de la consulta eran los jibaros mirando acuclillados. Los jibaros. Indigenas rechazados por su propio pueblo, el shuar, por considerarlos envilecidos y degenerados con las costumbres de los <>, de los blancos. Los jibaros, vestidos con harapos de blanco, aceptaban sin protestas el mote-nombre endilgado por los conquistadores espanoles. Habia una enorme diferencia entre un shuar altivo y orgulloso, conocedor de las secretas regiones amazonicas, y un jibaro, como los que se reunian en el muelle de El Idilio esperando por un resto de alcohol. Los jibaros sonreian mostrando sus dientes puntudos, afilados con piedras de rio. --?Y ustedes? ?Que diablos miran? Algun dia van a caer en mis manos, macacos --los amenazaba el dentista. Al sentirse aludidos los jibaros respondian dichosos. --Jibaro buenos dientes teniendo. Jibaro mucha carne de mono comiendo. A veces, un paciente lanzaba un alarido que espantaba los pajaros, y alejaba las pinzas de un manotazo llevando la mano libre hasta la empunadura del machete. --Comportate como hombre, cojudo. Ya se que duele y te he dicho de quien es la culpa. !Que me vienes a mi con bravatas! Sientate tranquilo y demuestra que tienes bien puestos los huevos. --Es que me esta sacando el alma, doctor. Dejeme echar un trago primero. El dentista suspiro luego de atender al ultimo sufriente. Envolvio las protesis que no encontraron interesados en el tapete cardenalicio, y mientras desinfectaba los instrumentos vio pasar la canoa de un shuar. El indigena remaba parejo, de pie, en la popa de la delgada embarcacion. Al llegar junto al Sucre dio un par de paletadas que lo pegaron al barco. Por la borda asomo la figura aburrida del patron. El shuar le explicaba algo gesticulando con todo el cuerpo y escupiendo constantemente. El dentista termino de secar los instrumentos y los acomodo en un estuche de cuero. Enseguida tomo el recipiente con los dientes sacados y los arrojo al agua. El patron y el shuar pasaron por su lado rumbo a la alcaldia. --Tenemos que esperar, doctor. Traen a un gringo muerto. No le agrado la nueva. El Sucre era un armatoste incomodo, sobre todo durante los viajes de regreso, recargado de banano verde y cafe tardio, semipodrido, en los costales. Si se largaba a llover antes de tiempo, cosa que al parecer ocurriria ya que el barco navegaba con una semana de retraso a causa de diversas averias, entonces debian cobijar carga, pasajeros y tripulacion bajo una lona, sin espacio para colgar las hamacas, y si a todo ello se sumaba un muerto el viaje seria doblemente incomodo. El dentista ayudo a subir a bordo el sillon portatil y enseguida camino hasta un extremo del muelle. Ahi lo esperaba Antonio Jose Bolivar Proano, un viejo de cuerpo correoso al que parecia no importarle el cargar con tanto nombre de procer. --?Todavia no te mueres, Antonio Jose Bolivar? Antes de responder, el viejo se olio los sobacos. --Parece que no. Todavia no apesto. ?Y usted? --?Como van tus dientes? --Aqui los tengo --respondio el viejo, llevandose una mano al bolsillo. Desenvolvio un panuelo descolorido y le enseno la protesis. --?Y por que no los usas, viejo necio? --Ahorita me los pongo. No estaba ni comiendo ni hablando. ?Para que gastarlos entonces? El viejo se acomodo la dentadura, chasqueo la lengua, escupio generosamente y le ofrecio la botella de Frontera. --Venga. Creo que me gane un trago. --Vaya que si. Hoy dia saco veintisiete dientes enteros y un monton de pedazos, pero no supero la marca. --?Siempre me llevas la cuenta? --Para eso son los amigos. Para celebrar las gracias del otro. Antes era mejor, ?no le parece?, cuando todavia llegaban colonos jovenes. ?Se acuerda del montuvio aquel, ese que se dejo sacar todos los dientes para ganar una apuesta? El doctor Rubicundo Loachamin ladeo la cabeza para ordenar los recuerdos, y asi llego la imagen del hombre, no muy joven y vestido a la manera montuvia. Todo de blanco, descalzo, pero con espuelas de plata. El montuvio llego hasta la consulta acompanado de una veintena de individuos, todos muy borrachos. Eran buscadores de oro sin recodo fijo. Peregrinos, los llamaban las gentes, y no les importaba si el oro lo encontraban en los rios o en las alforjas del projimo. El montuvio se dejo caer en el sillon y lo miro con expresion estupida. --Tu diras. --Me los saca toditos. De uno en uno, y me los va poniendo aqui, sobre la mesa. --Abre la boca. El hombre obedecio, y el dentista comprobo que junto a las ruinas molares le quedaban muchos dientes, algunos picados y otros enteros. --Te queda un buen punado. ?Tienes dinero para tantas extracciones? El hombre abandono la expresion estupida. --El caso es, doctor, que los amigos aqui presentes no me creen cuando les digo que soy muy macho. El caso es que les he dicho que me dejo sacar todos los dientes, uno por uno y sin quejarme. El caso es que apostamos, y usted y yo nos iremos a medias con las ganancias. --Al segundo que te saquen vas a estar cagado y llamando a tu mamacita --grito uno del grupo y los demas lo apoyaron con sonoras carcajadas. --Mejor te vas a echar otros tragos y te lo piensas. Yo no me presto para cojudeces --dijo el dentista. --El caso es, doctor, que, si usted no me permite ganar la apuesta, le corto la cabeza con esto que me acompana. Al montuvio le brillaron los ojos mientras acariciaba la empunadura del machete. De tal manera que corrio la apuesta. El hombre abrio la boca y el dentista hizo un nuevo recuento. Eran quince dientes, y, al decirselo, el desafiante formo una hilera de quince pepitas de oro sobre el tapete cardenalicio de las protesis. Una por cada diente, y los apostadores, a favor o en contra, cubrieron las apuestas con otras pepitas doradas. El numero aumentaba considerablemente a partir de la quinta. El montuvio se dejo sacar los primeros siete dientes sin mover un musculo. No se oia volar una mosca, y al retirar el octavo lo acometio una hemorragia que en segundos le lleno la boca de sangre. El hombre no conseguia hablar, pero le hizo una senal de pausa. Escupio varias veces formando cuajarones sobre la tarima y se echo un largo trago que le hizo revolverse de dolor en el sillon, pero no se quejo, y tras escupir de nuevo, con otra senal le ordeno que continuase. Al final de la carniceria, desdentado y con la cara hinchada hasta las orejas, el montuvio mostro una expresion de triunfo horripilante al dividir las ganancias con el dentista. --Si. Esos eran tiempos --murmuro el doctor Loachamin, echandose un largo trago. El aguardiente de cana le quemo la garganta y devolvio la botella con una mueca. --No se me ponga feo, doctor. Esto mata los bichos de las tripas --dijo Antonio Jose Bolivar, pero no pudo seguir hablando. Dos canoas se acercaban, y de una de ellas asomaba la cabeza yaciente de un hombre rubio.

  • Una Novia Embarazada (Novias Del Oeste 3) de Amaya Evans

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    Tiempo presente:Cloe Holland es una modelo de revistas, que esta feliz con su estilo de vida, llena de lujos y viajes. Solo le falta una cosa; un hombre que la valore y quiera tener algo serio con ella. Esta harta de los hombres cabeza hueca que la rodean. Todos pendientes de su fisico, pero sin sentimientos, ni conversacion inteligente. Un dia sale con unas amigas a un bar y todas se ponen de acuerdo en ir a una agencia matrimonial para conocer un hombre que valga la pena, pues todas estan en las mismas, buscando una relacion sentimental, que no dure un suspiro. Pasan los meses y se olvida del asunto hasta que un dia la llaman de la agencia en el preciso momento en que acaba de terminar con su novio y se entera de que esa relacion, ha dejado consecuencias.

  • La iglesia y sus enigmas de Lourdes Gomez Martin

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    La historia de la Iglesia esta llena de fenomenos sin explicacion aparente, personajes con facultades extraordinarias y objetos a los que se les atribuye un poder divino. Aunque la teologia catolica defiende que no sustenta su fe en estas manifestaciones, en las biografias de los santos encontramos multitud de prodigios y los templos cristianos estan rodeados de leyendas fascinantes. Esta obra profundiza en las reliquias mas importantes, como el Grial o la Sabana Santa; se adentra en los santuarios marianos que acogen las advocaciones mas enigmaticas, como Guadalupe o Fatima; asi como en el mundo de los milagros, las animas, el exorcismo o las luminarias.

  • Breve historia de la mujer de Sandra Ferrer Valero

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    Un apasionante recorrido por el protagonismo de la mujer en el ambito publico y privado desde la prehistoria hasta nuestros dias. Su papel determinante en diferentes culturas y la historia excepcional de su lucha hasta conseguir el derecho al voto y el control de su propio cuerpo. Una vision de conjunto que rompe estereotipos historicos.

  • Destruyendo un egolatra de Valentina O. Sierra

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    ?Como se destruye a un egolatra? Un chico altanero y desdenoso con una infancia que lo habia llevado casi a la quiebra emocional. La frialdad en su mirada se expandia como oleadas innegables de evitar y la crueldad estaba impresa como tinta negra propagandose en su ser. ?Como lo combatias? Simplemente, lo apuntabas con las armas. Un cabello esponjoso hasta los hombros, unos grandes y honestos ojos, ademas de un tierno corazon. Elizabeth contaba con aquellas armas que no estaban llenas de violencia exactamente, pero ?quien dijo que aquel gran egolatra podria resistirse?

  • La tentacion de tu piel de Dina Reed

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    Aunque Kelly habia escuchado perfectamente las palabras del senor Sullivan, replico pestaneando muy deprisa: --?Ha dicho las Bermudas? El senor Sullivan asintio, se ajusto las gafas de pasta de carey y respondio con su seriedad y rigor habitual: --Llevas cuatro anos trabajando muy duro en esta compania y te mereces con creces el ascenso. Kelly agradecio el halago de su jefe con una sonrisa, mientras solo podia pensar en que no queria dejar Nueva York. Porque ?que iba a hacer ella sin los atascos de las mananas, los paseos por Central Park o las cenitas de los sabados con sus amigos en el Soho? Ella era una chica de ciudad, que vivia feliz en su pequeno apartamento, y que estaba muy a gusto trabajando como adjunta de direccion en una multinacional de los seguros. No le pedia nada mas a la vida... Preferia quedarse como estaba. Tranquila. Segura. Comoda. Ademas, ?que pintaba ella en las Bermudas? Ella no era de playa, ni de sol, ni de diversion, ni de nada de nada. Por no hablar de lo mas importante: el reto que suponia asumir la direccion de unas oficinas. Y no era que no creyera en ella misma, ni que pensara que no estaba preparada para el puesto, pero es que la alta direccion implicaba tanta responsabilidad y tanta exigencia que le estaba entrando un agobio tremendo. Porque ella solo queria estar en paz... Por eso, trago saliva y, con un nudo en el estomago, le confeso a su jefe: --Le agradezco la confianza, senor Sullivan, pero... El senor Sullivan la noto tan preocupada que en seguida le aclaro: --Vamos a cuidar hasta el ultimo detalle para que te sientas como en casa. El presidente de la compania posee una mansion en Tucker's Town, una de las zonas mas exclusivas de Bermudas, y la pone a tu disposicion para que te alojes en ella. Por el alquiler de tu apartamento no te preocupes, la compania correra con los gastos. --?Pero cuanto tiempo estaria fuera? --El tiempo que aguantes... --?Que? --Tu prueba, de momento la compania te ira pagando el alquiler, hasta que des el si definitivo. Y en cuanto a tus honorarios, los triplicaremos. Asi que, echa un vistazo al contrato, y ya solo queda que firmes y que manana mismo vueles para ese paraiso, en el que estamos convencidos de que cosecharas grandes exitos. El senor Sullivan le paso el contrato, que Kelly ojeo abrumada por la rapidez con la que estaba transcurriendo todo. Por eso, tras leerlo no le quedo mas remedio que decir: --Senor Sullivan, es un honor que la compania haya pensado en mi para el puesto, la propuesta no puede ser mas generosa; pero necesito tiempo... Kelly le devolvio el contrato, que el senor Sullivan guardo en la carpeta de firmas, luego le clavo la mirada y le pregunto con el ceno fruncido: --?Tiempo para que? Las buenas oportunidades hay que cazarlas al vuelo y esta lo es, senorita Taylor. Confia en mi. --Por supuesto que confio en usted. Y le estare eternamente agradecida por creer en mi cuando no tenia mas credenciales que unos anos de trabajo a tiempo parcial en una hamburgueseria. El senor Sullivan, un hombre de sesenta anos, pelo canoso, mirada franca, porte distinguido, semblante recio y maneras decididas, nego con la cabeza y preciso: --Cuando vi que ademas de tener un expediente excelente en Yale, sabias lo que era el trabajo duro: supe que estaba ante la candidata ideal. Y no me equivoque. Como ahora tampoco me equivoco al aconsejarte que aceptes el puesto. Tu etapa en las oficinas de Nueva York ha llegado a su fin... Y tu lo sabes. Tu talento esta pidiendo a gritos nuevos retos y esta es una gran oportunidad para crecer y potenciar tu curriculum. Kelly sabia que el senor Sullivan tenia razon, su punto de vista era el mas sensato y racional, pero su orden de prioridades era otro y asi se lo hizo saber: --Ya se que las cosas mas emocionantes suceden fuera de la zona de confort, pero es que yo me siento muy a gusto aqui. Y puedo asegurarle que en este momento de mi vida antepongo mi tranquilidad a todo. El dinero no es algo que me mueva, soy una chica de gustos sencillos. No me atraen los lujos ni las sofisticaciones, nunca he tenido el sueno de vivir en una mansion, ni tampoco aspiro a puestos de alta direccion. Yo aspiro a una vida como la que tengo, con mi trabajo que me gusta, con mi coqueto apartamento, mi familia, mis amigos, mi ciudad, mis aficiones... No quiero irme de Nueva York, senor Sullivan, ni dejar estas oficinas donde he encontrado a buenos amigos, ni renunciar a los almuerzos con mi familia cada domingo. Usted no sabe como es la tarta de queso con arandanos de mi madre... El senor Sullivan, a pesar de que era un hombre muy serio, se echo a reir, porque con Kelly era dificil no hacerlo. Era un encanto de chica, a la que apreciaba tanto que queria lo mejor para ella, por eso insistio: --Nueva York y todas sus maravillas siempre van a estar, senorita Taylor. Ademas, no te estamos ofreciendo un puesto en la otra punta del mundo. Las Bermudas estan a hora y pico de avion... --Ya, pero... --Y te recuerdo que yo no me jubilo hasta dentro de cinco anos --dijo el senor Sullivan con ironia. Pero Kelly, que estaba muy nerviosa, se lo tomo al pie de la letra: --!Por Dios, senor Sullivan, yo no quiero su puesto! El senor Sullivan se revolvio en el asiento y exclamo batiendo las manos: --!Pues muy mal hecho! !Deberias aspirar a el, porque tienes talento y formacion de sobra para hacerlo! !Y hacerlo mejor que yo, ademas! Pero de momento, yo tengo que seguir dando guerra... Y tu curtirte bien en ese maldito paraiso para prepararte a conciencia para dar el gran salto. El senor Pinkerton, tu predecesor, ha estado tres anos en el puesto y solo habla maravillas. Ahora se nos casa y ha pedido el traslado a Londres, de donde es su prometida. Asi que deja de rezongar y firma de una vez. !Cree y confia! !No hay otra! --No creo que se trate de una cuestion de confianza, sino que para mi es muy importante la familia, los amigos, trabajar en algo que me gusta... Y asi me siento segura. Ahora tengo una paz y un equilibrio que no quiero perder, senor Sullivan. Las aventuras y los retos estan muy bien, pero no se si tanto como la seguridad de tenerlo todo bajo control. Y yo ahora mismo tengo el control de mi vida... El senor Sullivan nego con la cabeza, se llevo la mano a la barbilla y le hablo como si lo hiciera con su propia hija: --Nunca se tienen las cosas bajo control, es una falsa percepcion, es un engano de la mente. Porque la vida es impredecible, lo unico que tenemos seguro es el cambio y es que, aunque nos resistamos, no van a dejar de pasarnos cosas. Y unas seran buenas, otras no tanto... Pero que mas da. Lo importante es la actitud con la que afrontamos las cosas. Y ese es el reto y eso es lo apasionante: enfrentarse al caos, a la incertidumbre, a los miedos y descubrir que puedes con eso y con mucho mas. Asi que no te conformes, senorita Taylor, nunca te conformes... Entiendo que tienes apegos, afectos, rutinas y... los exquisitos postres de tu madre, pero el mundo no se acaba ahi. Hay tantas cosas bonitas esperandote ahi fuera que seria una autentica pena que te las perdieras. Aparte de que te recuerdo que estudiaste bien duro, que te endeudaste hasta las cejas para estudiar en la mejor universidad, para tener el mejor de los futuros, para aprender, para crecer, para dar lo maximo de ti. ?Me equivoco? A Kelly las palabras del senor Sullivan, un hombre al que admiraba y respetaba como nadie, le estaban calando tan hondo que reconocio: --Mi familia es humilde, usted lo sabe. Mi padre es conserje y mi madre es limpiadora en un colegio. Por circunstancias de la vida no pudieron estudiar, pero se han matado para que mi hermana Elsa y yo podamos hacerlo. Y les estamos muy agradecidas por habernos permitido la oportunidad de tener una vida mejor... Y si, estudie muy duro, para tener un buen futuro... Quiero desarrollarme, crecer, dar lo mejor de mi... Pero... Kelly se callo porque no iba a contarle que desde hacia tres anos, cuando John la dejo, su orden de prioridades habia cambiado y ya solo queria estar tranquila y vivir sin sobresaltos. Y le dio mucha rabia y mucha pena, tanta que sus ojos se humedecieron, su gesto se tenso y el senor Sullivan tuvo que decirle para que se serenara: --Mi abuela solia decirme: "no hay pero que valga". Y no conozco mayor verdad. Olvidate de ese pero, y centrate en lo que quieres... ?Quieres desarrollarte, crecer y darlo todo? Kelly asintio, mordiendose los labios para no romper a llorar como una boba... --Por supuesto que quiero, senor Sullivan... Pero.... Kelly se mordio los labios otra vez, al tiempo que sentia una frustracion tremenda por tener siempre esa jodida palabra en los labios. No obstante, el senor Sullivan no dijo nada, tan solo se limito a tenderle su estilografica y asegurarle convencido: --Yo tambien tuve una epoca en que no podia parar de decir: "pero". Menos mal que una mujer muy sabia hizo que abriera los ojos... --Su abuela. --Exacto. Mi abuela Alana... Yo tenia el corazon roto, un mal de amores, que me dejo tan destrozado que llegue a creer que nada tenia sentido... Kelly alucino porque en la vida habria pensado que un hombre tan racional, tan logico y tan sensato como el senor Sullivan, hubiera sufrido hasta ese punto por amor... --Lo siento mucho, porque se lo que duele... --Duele tanto que parece que te arrancan la vida. Y yo perdi todo, la esperanza, la ilusion, las ganas, todo... Y eso que apenas acababa de terminar la carrera y se suponia que tenia un brillante porvenir. Trabajaba en un prestigioso bufete de abogados en Chicago, lo tenia todo para ser feliz. Pero perdi la ilusion de tal modo que cuando me salio una oferta de trabajo formidable en Nueva York, estuve a punto de rechazarla si no llega a ser por mi abuela, una irlandesa corajuda y luchadora que me obligo a que dejara Chicago... Y gracias a ella, no solo creci profesionalmente, sino que a los tres meses conoci, a Jane, mi esposa, el verdadero amor de mi vida, y la madre de mis tres maravillosos hijos... Kelly al escuchar el relato sincero y sentido de su jefe, no pudo evitar que dos lagrimones enormes recorrieran su rostro y sin pensarlo mas, agarro la estilografica y musito: --Yo tambien tuve una abuela irlandesa que, seguro que desde el cielo ahora mismo, me esta gritando que no sea tonta, y que firme de una maldita vez. El senor Sullivan asintio, sonrio emocionado y replico con absoluta seguridad: --Asi es. Kelly respiro hondo, se retiro las lagrimas del rostro con el dorso de la mano, estampo su firma en el contrato y luego susurro: --A las abuelas siempre hay que hacerlas caso... --Siempre. Y no me cabe duda de que la tuya tiene que estar orgullosisima de ti... Kelly sonrio agradecida y solo pudo susurrar muy emocionada: --Ojala, senor Sullivan, ojala...

  • Crimen de Agustin Espinosa

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    Crimen (1934) es, probablemente y pese a que su estructura rechaza con ferocidad cualquier clasificacion, la primera novela surrealista publicada en Espana. Un texto bello y desasosegante, incardinado en la estetica vanguardista de la Europa del momento, que sin atender a tabues explora las mas oscuras pulsiones del ser humano. Asi, el recuerdo de un crimen maestro servira al alucinado narrador para reunir un delirante catalogo de homicidas ilustres: jazmines que envenenan a doncellas durmientes, hombres crucificados en el balcon de su camara nupcial, estatuas que usan sus senos como arma en un doble infanticidio..
    Elogiada por Azorin y Gomez de la Serna, la obra de Espinosa fue silenciada por motivos politicos y los pocos ejemplares disponibles hubieron de ser ocultados o destruidos. Tras su rescate en 1974, su valor ha ido acrecentandose calladamente hasta convertirla por derecho propio en un clasico secreto de la literatura espanola del siglo XX.

  • En mal lugar de Esther Mor

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    Ella solo se ha registrado en ese hotel apartado de la civilizacion para una transaccion rapida, un intercambio sin complicaciones con un ciente habitual. Nada debia complicarse, pero desde el primer momento se ve envuelta en una misteriosa trama en la que nadie es lo que parece, empezando por Harold, el anciano gerente del establecimiento. ?Te parece que estas ante un relato sobrecogedor? ?Crees que vas a leer algo espeluznante o terrorifico?Pues te equivocas, querido lector, lo mas probable es que tus carcajadas sean escuchadas por los vecinos a traves de las paredes.

  • Tierra sin hombres de Inma Chacon

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    El aguacero descargo sobre el camposanto como si quisiera cobrarse una deuda. Los goterones rebotaban sin interrupcion sobre los paraguas que rodeaban el ataud, resignado a recibir el diluvio soportando el sonido constante de la lluvia al estrellarse contra la tapa. Mientras, los deudos permanecian con la mirada clavada en el hoyo. Ni una sola corona de flores, ni una lagrima, ni un ramo descuidado, ni un suspiro, ni un rezo, ni un gesto de desolacion. Solo el ruido del agua. Y, a lo lejos, el mar, embravecido y triunfante, levantado sobre si mismo para que todos supieran que tambien el habia acudido al entierro. Ninguno de los presentes recordaba haber vivido un temporal semejante. Se habia formado cinco dias atras, cuando el horizonte comenzo a llenarse de nubes que se ennegrecian a medida que se acercaban a tierra y alcanzaban la costa, alimentandose unas a otras, despacio, amenazantes, hasta formar una masa de nubarrones que encapoto el cielo de Cobas y se precipito sobre las colinas donde se desperdigaba la aldea. Desde entonces, no habia dejado de llover. Desde el promontorio donde se encontraba el cementerio se divisaba el monte que albergaba la mina de oro que cambio el destino de Elisa, una mina explotada a cielo abierto en tiempos de los romanos, que permanecio dormida hasta poco antes de la Gran Guerra, cuando una empresa britanica decidio abrir un tunel para acceder a la antigua explotacion, en busca de recursos con que financiar el conflicto que se avecinaba. Las expectativas de la compania fueron tan grandes que comenzo a extenderse por los alrededores, como una plaga invisible, una enfermedad contra la que los lugarenos trataron de protegerse: la contagiosa fiebre del oro. La aldea empezo a llenarse de mineros que alteraron la vida cotidiana de la localidad. Se construyeron casas importantes para los ingenieros --con sus trajes de chaqueta, sus pajaritas y sus sombreros de bombin-- y barracones para los trabajadores, cuyas constantes trifulcas se resolvian con demasiada frecuencia a tiros de pistola que resonaban como el presentimiento de una maldicion. Los ingleses comprendieron enseguida que los beneficios no compensaban los costes y, para alegria de los vecinos, no tardaron en marcharse. Pero aun no se habian apagado los ultimos suspiros de alivio cuando llego una empresa francesa para horadar una nueva galeria desde la mina hasta la orilla del mar. Para lavar los minerales construyeron una estructura de hormigon frente a la playa de Ponzos, que muy pronto se convertiria en la mayor atraccion de la chiquilleria y en lugar prohibido para las mozas casaderas. Elisa no recordaba si aquel laberinto de hormigon llego a funcionar alguna vez, porque la presencia de los franceses en la zona tambien resulto muy breve. Sin embargo, ya fuera producto de su memoria o de su fantasia, se veia a si misma extasiada, mirando como llegaba hasta el lavadero el oro entreverado en la piedra, en vagonetas que se desplazaban por medio de railes, para terminar despues en unas balsas de decantacion donde se separaba el metal noble de las impurezas. Tampoco sabia si era cierto o no, pero ella diria que desde cualquier punto y desde cualquier casa, imponiendose de nuevo como la premonicion de un maleficio, se podia oir el sonido que producian las calderas de vapor al impulsar las ruedas de dos inmensos molinos donde se trituraban las extracciones. Y mientras los parroquianos vivian los ecos de la mina como una amenaza constante, Elisa los escuchaba como el preludio de una emocion desconocida. Con los franceses volvieron las peleas y las pistolas, los escandalos de faldas, los conflictos entre trabajadores y patronos, el alcohol, el juego, el espejismo de la abundancia en las manos de los mineros y el derroche. La fiebre y el delirio. El mal del que habian intentado protegerse los aldeanos. El tiempo habia pasado sobre la mina como un tornado, el antiguo lavadero se encontraba abandonado a su suerte, cubierto de hierbas, envuelto en el mismo manto de agua que rebotaba sin misericordia sobre los paraguas del cementerio y habia convertido el suelo de Cobas en un lodazal. Elisa se miro los zapatos, empapados y hundidos en la tierra que esperaba el cuerpo sin vida del hombre con el que hubiera querido ser feliz. Junto al cumulo de arena que le cubriria para siempre, habia una pila de conchas que ella misma ordeno recoger en la playa de Ponzos para que las colocasen sobre la sepultura. Las mas pequenas irian en los bordes y las grandes sobre el lecho, a modo de un manto que le protegiese de la humedad. El viento desplazaba las rachas de agua de un lado a otro, transformadas en remolinos que acabaron por traspasar la tela de su vestido negro. El rugido era tan fuerte que ni siquiera permitia escuchar el rezo del sacerdote en el ultimo responso. Sin embargo, entre acometida y acometida, Elisa creyo oir el sonido de las campanas que doblaban desde la ermita de la isla de Santa Comba, el lugar donde habia empezado la historia que estaba a punto de enterrar. Antes de que los oficiales cargasen sus palas, mientras el cura pronunciaba el Requiescat in pace, y sin que nadie lo hubiera podido predecir, las nubes comenzaron a abrirse y dejo de llover. Elisa cerro su paraguas, miro hacia arriba y presto atencion a las campanas. !Si, eran las de la ermita! Las mismas que redoblaban en las romerias de cada ultimo domingo de agosto desde que ella tenia memoria. Las que sonaban la tarde en que se comprometio con el hombre mas bueno de la tierra. El que la habia querido toda una vida. El mas dulce y sonriente de la vecindad. Eloy el de las cesteiras, el hijo del tio Mauricio y la tia Juanita. No habia otro, desde el cabo Prior al alto de La Bailadora, que supiera mirar con mas ternura que el, con sus ojos enormes y oscuros, profundos como la bocamina y serenos hasta decir basta. Las mujeres de su familia se habian dedicado, de generacion en generacion, a vender cestos de mimbre en las ferias del concejo. Elisa las habia visto desde su ventana cientos de veces, una detras de otra, desde la zona donde se situaba su casa, las Covarradeiras, hasta perderse de vista en la ladera del monte, cargadas de cestos que transportaban sobre la cabeza atados entre si para formar un solo bulto que superaba con creces el tamano de sus cuerpos. Y a medida que avanzaban aquellas procesionarias por la carretera bordeada de pinos que conducia a Ferrol, se iban incorporando las vendedoras de leche con tres grandes cantaras de zinc cargadas del mismo modo, unidas por las asas, sobre la cabeza, sin mas proteccion que <>, un panuelo enrollado como un pequeno cilindro que actuaba de base para la carga. Cuando era pequena, Elisa solia preguntarse como conseguian aquellas mujeres mantener el equilibrio durante las dos horas que tardaban en cubrir la distancia que las separaba de Ferrol: casi nueve kilometros que tambien harian de vuelta en fila de a uno. Su madre, Rosalia la de las leiteiras, era una de esas mujeres. La hija de un marinero que se pasaba la vida en barcos mercantes y de una mujer enfermiza que aprendio a escribir para que nadie tuviera que leerle las cartas que de vez en cuando le enviaba el marido, y que murio antes de que Rosalia cumpliese los catorce anos, no sin haberle ensenado a equilibrar el peso de las lecheras sobre la cabeza, y a leer y a escribir cuando llegaba la noche. Rosalia se habia casado a los dieciseis anos con Mateo, un mozo de la zona del Priorato que regreso de la emigracion argentina para hacerse cargo de la herencia de sus abuelos, y le dio a Rosalia dos hijas y una vida repleta de ausencias.

  • La buena hija de Karin Slaughter

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    La nueva y deslumbrante novela de una de las autoras mas vendidas del panorama literario internacional: un thriller absorbente que mezcla el suspense psicologico con la investigacion de un misterio sin resolver.

  • Donde se cumplen los suenos de Loren Mills

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  • Dos amores para Cassie 3 – Mark Miller de Mark Miller

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    Tras su aventura por Europa, Cassie regresa un ano despues a su casa para intentar reconstruir su vida y su destrozado corazon. Devline ha estado junto a ella en todo momento, pero sus planes para reencontrarse se truncaran.
    Y sera en ese momento cuando David, su amor, regresara. ?Cuales seran sus intenciones? Y lo que es mas importante: ?que decidira el corazon de Cassie?
    Dos hombres y una sola eleccion para el corazon de la protagonista.