• libro salvese quien pueda - Andres Oppenheimer

    https://gigalibros.com/salvese-quien-pueda.html

  • ¡Sálvese quien pueda!: El futuro del trabajo en la era de la...

    https://www.amazon.es/%C2%A1S%C3%A1lvese-quien-pueda-trabajo-automatizaci%C3%B3n-ebook/dp/B07FBSJ4N8

    Salvese quien "pueda" o quiera. Revisado en España el 10 de marzo de 2019. Compra verificada. Compré el libro por recomendación y ...

  • ¡sálvese Quien Pueda!: El Futuro del Trabajo En La Era de la ...

    https://www.amazon.es/%C2%A1s%C3%A1lvese-Quien-Pueda-Trabajo-Automatizaci%C3%B3n/dp/052556487X

    sálvese Quien Pueda!: El Futuro del Trabajo En La Era de la Automatización : Oppenheimer, Andres: Amazon.es: Libros.

  • ¡salvese quien pueda!: el futuro del trabajo y ... - Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-salvese-quien-pueda-el-futuro-del-trabajo-y-los-trabajadores-del-futuro/9788499929187/8705690

    El libro ¡SALVESE QUIEN PUEDA!: EL FUTURO DEL TRABAJO Y LOS TRABAJADORES DEL FUTURO de ANDRES OPPENHEIMER en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y ...

  • Salvese quien pueda - El Blog de Andrés Oppenheimer

    https://www.andresoppenheimer.com/nuevo-libro-salvese-quien-pueda/

    hace 6 días — Autodenominado un «optimista cauteloso», Oppenheimer opina que la ... Etiquetas: Andres Oppenheimer, nuevo libro, Salvese quien pueda.

  • ¡Sálvese quien pueda! | Penguin Libros ES

    https://www.penguinlibros.com/es/business/11812-libro-salvese-quien-pueda-9788499929187

    Hasta la mitad de empleos serán reemplazados por robots o por inteligencia artificial en las próximas décadas. ¿Estamos preparados?

  • ¡Sálvese quien pueda! - Andrés Oppenheimer -5% en libros

    https://www.fnac.es/a6289197/Andres-Oppenheimer-Salvese-quien-pueda

    Sálvese quien pueda!, libro de Andrés Oppenheimer. Editorial: Debate. Libros con 5% de descuento y envío gratis desde 19€.

  • ¡SÁLVESE QUIEN PUEDA! - ANDRÉS OPPENHEIMER

    https://www.alibrate.com/libro/-salvese-quien-pueda-/5b733cac66dff505c3be7d84

    Encuentra el libro ¡SÁLVESE QUIEN PUEDA! en Alibrate. Descubre reseñas, sinopsis, frases y más de este libro de ANDRÉS OPPENHEIMER. Puedes comprar el libro ...

  • SALVESE QUIEN PUEDA - Ibero Librerías

    https://www.iberolibrerias.com/salvese-quien-pueda-9786124272363-328609/p

    Con la lucidez y la elocuencia que le caracteriza, Andrés Oppenheimer aborda un fenómeno ... Oppenheimer nos ofrece en este brillante libro soluciones para ...

  • Libro: ¡Sálvese quién pueda! - Oppenheimer, Andrés - Marcial ...

    https://www.marcialpons.es/libros/salvese-quien-pueda/9788499929187/

    Sálvese quién pueda!.[ Oppenheimer, Andrés; ]. Abogados, contables, médicos, comunicadores, vendedores, banqueros, maestros, obreros, restauradores, ...

  • Cuarentaneras de Regina Roman

    https://gigalibros.com/cuarentaneras.html

    Este libro es una oda a la mujer y sus posibilidades, independientemente de su edad.

  • Una prometida inesperada (Inesperada 2) de A. S. Lefebre

    https://gigalibros.com/una-prometida-inesperada-inesperada-2.html

    Hacer su presentacion en la sociedad era la ilusion de todas las muchachas que entraban en la edad casadera y que querian contraer matrimonio, y la senorita Kalsie Robinson no era la excepcion. Desde nina sonaba con ese dia y se preparo arduamente para ese momento. Ella siempre ponia atencion a sus clases, y se esmeraba para aprender todo lo que su institutriz le ensenaba, y asi convertirse en la prometida perfecta y encontrar un esposo con el que pudiera hacer un buen matrimonio. Kalsie no aspiraba a casarse con un lord y mucho menos a obtener un titulo, como la mayoria de las mujeres. Era consciente de que su familia no era de la aristocracia, sin embargo, su padre siempre le decia que con su belleza y carisma lo haria, y dia a dia le repetia que uno de esos hombres con titulos se enamoraria de ella y le propondria matrimonio. En realidad, el senor Robinson estaba muy seguro de que todas sus hijas se iban a casar con un par del reino, incluso tenia la loca idea de que una de ellas podria llegar a duquesa. Las senoritas Robinson no solo eran muy hermosas, tambien dulces, amables y amorosas, y tenian la certeza de que se casarian por amor. Precisamente lo que Kalsie queria y deseaba con todas sus fuerzas. La mayor de las hermanas Robinson, Kalsie, era una sonadora, y anhelaba un matrimonio como el de sus padres, que, si bien al principio no fue perfecto, gracias al amor que se profesaban, supero sus problemas y hoy en dia era una pareja muy feliz. Y era por ello, que para escoger a un futuro esposo, antes de ir al altar, ambos debian estar enamorados el uno de otro. Kalsie era consciente de que no seria tan facil como aseguraba su padre, pero no improbable y se esforzaria. Solo esperaba que, si llegaba a enamorarse, ese amor fuera correspondido y no uno imposible, o jamas se casaria. Su madre siempre le decia que uno solo se enamoraba de verdad una vez, que lo demas eran simples ilusiones, y que cuando esa persona llegara lo sabria porque su corazon iba a palpitar diferente, y el mundo dejaria de existir. Kalsie estaba segura de que eso le sucederia cuando conociera a ese hombre especial. Durante su adolescencia, tuvo algunas de esas ilusiones. Incluso sabiendo que no era correcto para una muchacha de su posicion, le dio un beso furtivo a uno de los mozos de cuadras que la tenia deslumbrada, pero habia sido cuestion del pasado. Entre otras cosas porque aquel roce de labios no se sintio nada memorable. Kalsie era la hija de un respetable comerciante, cuyo nivel de vida era mas que aceptable para poder atender a sus tres hermanas y al heredero de su padre. Aunque el hermano mayor solia dar muchos quebraderos de cabeza al su progenitor. --!Como me hubiera gustado que nos presentaramos juntas! --La voz de su hermana Megan, con quien ella tenia mas afinidad, la devolvio al presente. Kalsie estaba sentada frente al tocador, en su habitacion, mientras Megan la ayudaba a elegir los pendientes y el collar que llevaria esta noche. --Lo se, hubiera sido maravilloso compartir esta experiencia juntas --le dijo con sinceridad Kalsie. Su hermana sonrio maliciosa. --Madre dice que te voy a quitar los pretendientes --se mofo Kalsie, aunque bien sabia que la belleza sin parangon de Megan era insuperable. --Quizas tenga razon, pero ya sabes lo que pienso al respecto. --Kalsie la adoraba, asi que siempre que sus hermanas fuesen felices, ella estaria mas que satisfecha con lo que le deparase el futuro. Su hermana Megan era un ano menor, y estaba igual de ansiosa por hacer su debut en sociedad, aunque ella tenia una idea un poco... diferente del matrimonio. Observo a su hermana y curvo los labios en una sonrisa, puede que su madre tuviera razon y los pretendientes se fijasen primero en Meg, y !como no hacerlo! Siempre considero que era la mas hermosa de las dos, aunque Megan pensaba diferente. Kalsie sabia que no era la apariencia de su hermana lo que llamaria la atencion de un hombre, sino su actitud. Megan tenia un don para molestar a los caballeros y estaba segura de que en cuanto apareciera alguien que la frenase, su adorada compinche de fechorias acabaria postrada a sus pies. Ese pensamiento hizo que Kalsie se sintiese insegura. Era cierto que ella tenia unas facciones amables en el rostro, su cabello y ojos eran acordes a la moda. Su figura delicada y elegante tambien era un buen punto a tener en cuenta. Al menos eso era lo que opinaba su madre. Pero su caracter no tenia la fuerza de Megan. Kalsie era menos temperamental, mas calmada y dulce. Habia tantas damas bellas con mas prestigio y contacto que ella en Londres... --?Que te apena, Kalsie? --quiso averiguar Meg al verla tan seria. --Me asusta el matrimonio. --?A ti te asusta? --su hermana menor no podia creer lo que oia. --Si --respondio con sinceridad la belleza rubia. --No deberia, porque estoy convencida de que, con tu adorable aspecto y tu temperamento tranquilo, haras que un hombre caiga a tus pies con un simple vistazo. --Megan compuso una mueca de disgusto y agrego--: Lo mio si sera complicado. --?Por que sera complejo casarte, Meg? --Kalsie no veia la complicacion por ningun lado. --Porque no hallare a ningun caballero que tolere mi temperamento. --Hay mucha competencia en el mercado matrimonial. No me siento demasiado comoda. --Quedate tranquila, hermana. En cuanto lo veas, sabras que es el. Sentiras la conexion y veras que todo ira bien. Solo ten un poco de fe en ti misma. Haras un buen matrimonio. No creo que ni que llegues a tener otra temporada. !Ellos querran robarte para casarse contigo! Las dos hermanas se echaron a reir. Megan la tomo por lo hombros con el fin de infundirle animos. Despues de unos breves minutos, las dos se sonrieron a traves del espejo. Las palabras de Megan hicieron que su corazon se asentase en una tranquilidad mas que bienvenida. Kalsie tenia la certeza de que, si la persona indicada apareciese, ese hombre solo tendria ojos para ella, sin importar las bellezas que lo rodeasen. --Solo debes preocuparte de los deseos de nuestra madre. Bien sabes que lo que quiere es deshacerse de nosotras pronto, pretende que tu te cases en esta temporada y yo en la siguiente porque dice que cuatro muchachas es demasiado trabajo para ella y que se centrara de una en una para casarnos bien. --Puso los ojos en blanco--. Me gustaria saber que hara con las gemelas, ellas si o si deben presentarse juntas y la volveran completamente loca con sus travesuras. Blair y Delila pueden ser como una plaga biblica. --Conociendo a madre, se inventara alguna excusa para dejar a una en casa. -- Comprendia que esas dos hermanas eran mucho mas dificiles de lo que lo eran Megan o ella misma. Casarlas cuando llegase el momento iba a ser una ardua tarea. Por suerte, para que eso sucediese faltaban anos. Ambas se echaron a reir, sus hermanas pequenas eran un poco peculiares y estaban seguras de que en el momento que hicieran su presentacion, les darian unos cuantos dolores de cabeza a sus padres, principalmente a su madre. --Ponte las perlas para el baile de hoy, Kalsie. El blanco resaltara mejor tus ojos --le aconsejo su hermana al tiempo que sacaba las joyas del estuche de terciopelo rojo. La joven rubia asintio ante el consejo de Meg. La doncella toco la puerta antes de entrar en la habitacion para ayudar a prepararse a Kalsie. Esa noche iria a su primer baile y asi daria inicio a su debut en la temporada. Los nervios se la comian por dentro. Kalsie, con el estomago encogido, se preparo lo mejor que pudo. Era un momento fundamental en toda joven inglesa de buena crianza. Ser presentada y lograr un buen partido era lo que su familia esperaba de ella. Sentia el peso de la obligacion sobre sus hombros. Un nuevo golpe en la puerta hizo que Kalsie olvidase sus temores. --Adelante --ordeno. Megan entro y la miro con los ojos como platos. Eso era una buena senal, puesto que su hermana menor no solia mostrar demasiadas emociones si no la impresionaban. --Estas muy hermosa con ese vestido. Kalsie le dio una sonrisa timida. --?Realmente lo crees? --Megan cabeceo afirmativamente--. Estoy tan nerviosa que no logro reconocerme. Megan se acerco a su espalda, delante se encontraba el espejo donde estaba admirandose, al situarse ahi, el reflejo de ambas mostro a dos hermanas que se comprendian y se amaban. Kalsie y Megan eran como el yin y yang, ella tenia el cabello rubio a diferencia de su hermana que era cobrizo, aunque sus ojos si eran identicos, pero eran muy diferentes. --Mirate, si esta noche no consigues al hombre ideal, es porque todos estan ciegos. Tu seras la dama mas hermosa en el salon de baile. No tengas dudas en eso. Kalsie sonrio, de alguna manera ella siempre lograba animarla. --Gracias, Meg. --Kalsie se giro y la abrazo. Megan nego con la cabeza. --Solo digo la verdad, y es momento que bajes. Nuestros padres te esperan. Estoy segura de que esta misma noche recibiras al menos dos propuestas matrimoniales. Ambas se echaron a reir. Deshicieron su abrazo y Kalsie se miro de nuevo al espejo. En esta ocasion se sentia la mujer mas hermosa del mundo. Tomo los guantes y el abanico de encima de la mesa, y salio de su habitacion junto a su hermana. Ambas bajaron. Sus padres se encontraban esperandola en el recibidor, al mirarla el senor Robinson, dibujo una amplia sonrisa en sus labios. Esperaba que Megan no se sintiera mal por no ser presentada y de que solo Kalsie pudiera tener el privilegio de la temporada. No. Seguro que su hermana menor agradecia no tener que pasar por esto ahora mismo. Megan decia que no estaba preparada para casarse. --!Te ves tan hermosa! --exclamo el senor Robinson con orgullo--. !Como me hubiese gustado que mis ninas no crecieran rapido! --adujo con nostalgia--. Sin embargo, hoy inicias tu primera temporada, y estoy seguro de que tambien sera la ultima. Te deseo mucha suerte y recuerda: tu eres un gran tesoro. Kalsie se puso de puntillas y beso a su padre en la mejilla. Adoraba a ese buen hombre que tanto las queria y protegia. --Es momento de irnos o llegaremos tarde --expreso la senora Robinson mientras observaba a su hija mayor con el mismo orgullo que lo habia hecho el padre. *** Durante el viaje en carruaje, su madre le dio algunas instrucciones de lo que no debia hacer en la velada. La senora Robinson le hizo sentir que la noche seria maravillosa. Asi que llegaron a su destino. Un baile con un ambiente distinguido. Caballeros elegantes, damas radiantes... Era un sueno y ella se sentia una princesa. Solo necesitaba que apareciese su principe azul. Despues de las presentaciones oficiales, Kalsie permanecio al lado de sus padres. Estaba muy sorprendida de los muchos caballeros que se acercaron para anotarse en su libro de bailes y eso le dio mayor confianza en si misma. En su mayoria todos eran hombres muy apuestos, muchos con titulos, aunque ninguno llamo su atencion de forma especial. La noche estaba siendo vertiginosa, y como estaba un poco agotada informo a su madre que iria a beber ponche, asi descansaria un poco. Llevaba casi toda la velada bailando y conversando, y le dolian pies. Localizo un par de sillas muy cerca de donde se encontraba, y se dirigio ahi, pero no consiguio llegar porque de camino, un caballero la intercepto, y Kalsie hubo de frenar su avance. Era alto, con una espalda ancha y una cintura estrecha. Muy elegante en su atuendo y apostura. Su cabello rubio, de un color similar al suyo, le gusto. La joven se quedo congelada al examinar su rostro. Era apuesto. Con facciones casi angelicales. Ella se fijo en su mirada, el color aguamarina de sus ojos le robo el aliento, pero mas lo que vio reflejado en ellos, porque al observarlo con especial atencion algo se removio en su interior. El carraspeo y eso hizo que Kalsie moviese la vista hacia su boca. Labios ricos, rosados y gruesos. !Ella no deberia pensar en los labios de un hombre! Se recrimino mentalmente para obligarse a recuperar la sensatez. --Disculpe que me haya interpuesto en su camino, milady, pero llevo un rato observandola y me preguntaba, si aun tiene algun baile disponible para concederme. --Su voz era profunda. Como terciopelo deslizandose en sus oidos. Kalsie salio de su ensimismamiento y curvo los labios, mas no sonrio. Debia mantenerse cauta. Habia visto al caballero llegar una hora despues del inicio de la velada porque le parecio un hombre apuesto, y el solo se habia dedicado a conversar con una copa de licor en sus manos, por lo que se sorprendio de que le pidiera un baile. Por suerte su madre le aconsejo que no aceptara todas las invitaciones asi que tenia un hueco. --Yo... --Kalsie se quedo en blanco. El parecio sentir la perturbacion de ella y sonrio complacido. --Si es que aun le queda alguno, por supuesto --la ayudo el. Ella irguio la espalda todo cuanto pudo y echo mano de su inteligencia para evitar perderse en lo que ese caballero le inspiraba. --No es correcto que un caballero avasalle a una dama sin la presentacion oportuna. El no parecio avergonzarse con la recriminacion. --Lo es para el resto, pero no para un hombre como yo. De todos modos, puesto que no veo a nadie que pueda hacer las presentaciones oportunas, y deseo bailar con usted, yo mismo me presentare. Soy Ethan Howard, marques de Wyatt y me gustaria tener un baile con usted. Ella no supo si echar a correr o seguir clavada en su lugar. Ese aplomo que detectaba en su voz, esa arrogancia... Estaba segura de que pretendia incomodarla. Kalsie hizo una reverencia conforme marcaba el protocolo. Ante todo, era una muchacha instruida. La mirada de uno y otro continuo fundiendose. --Es poco usual hacer algo como lo que ha hecho, milord. De todos modos, pasare por alto este pequeno desliz... Comprendo que un marques no esta habituado a seguir las normas. -- Estaba segura de que el titulo de el le habia permitido muchas licencias y ella no deseaba escapar de su mirada, esa que la tenia subyugada. --?Entonces me permitira conocer su nombre? --le dijo con humor. Ahi se confirmo que el era un marques muy arrogante y autoritario. --Soy la senorita Kalsie Robinson, milord. El tomo su mano enguatada y deposito un beso que Kalsie sintio llegar hasta su piel. !Era del todo atrevido en sus formas! Estaba segura de que pretendia ponerla nerviosa. Se prometio que no lo conseguiria, asi que aparto la mano con rapidez. Lo vio sonreirse y ella bufo por lo bajo. El no se demoro en anotar su nombre, y luego de brindarle una sensual sonrisa se retiro. Kalsie lo vio marcharse, avanzo los pasos que la separaban de su objetivo, esa silla que ahora necesitaba mas que nunca, suspiro de alivio al sentarse y extender las piernas. Lo que mas deseaba era poder quitarse los zapatos, pero eso no podia ser. Abrio el libro para observar el nombre del caballero y ver la caligrafia de ese extrano ejemplar masculino que... Kalsie suspiro sin ser consciente de haberlo hecho. Efectivamente se trataba de lord Wyatt. Sonrio al ver esos garabatos altos y elegantes, no pensaba aceptar mas bailes, no obstante, desde que lo vio entrar, sintio curiosidad por el, y no se atrevio a rechazarlo, aunque algo dentro de ella le impulsaba a correr en la direccion opuesta. No comprendia el motivo, pero sentia que el era mas complejo de lo que lo eran sus hermanas Blair y Delila. Descanso durante unos minutos y despues de bailar con un caballero muy agradable, el proximo seria lord Wyatt. El no tardo en acercarse a ella cuando llego su turno y sonrio con coqueteria al brindarle la mano para permitir que la llevase al centro del salon. Kalsie sintio una sensacion desconocida recorrer todo su cuerpo cuando ambos se volvieron a tocar de nuevo. Wyatt carraspeo, ella subio el rostro, y lo miro a los ojos, nunca habia visto unos tan hermosos como esos. Su tono aguamarina tenia un brillo que le volvio a robar el aire de sus pulmones. --Admito que pense que no tendria la oportunidad de bailar con usted. --La actitud de el en esos momentos no era tan tiranica como lo habia sido instantes antes. Eso la relajo. --Quizas si hubiese llegado unos minutos mas tarde, eso hubiera sucedido, milord. --!Ella estaba flirteando! Se sintio orgullosa de si misma. --No lo dudo, es usted una dama muy hermosa y he visto un unico hueco en su libro. Todos los caballeros la miran y admiran. Confieso que nunca me considere un hombre celoso... --dijo pensativo. Kalsie se sonrojo levemente. No esperaba que el dijese algo como eso. --Apenas es mi primer dia, milord. --No deseaba mostrarse vanidosa, pero queria hacerle ver que ella podria valer la pena. --Supongo que ya debe tener a mas de un caballero interesado en cortejarla, ?cierto? Kalsie perdio el paso y las fuertes manos de su companero de baile le hicieron volver a seguir los pasos del vals. No fue tanto en si la frase lo que la inquieto, fue la posesividad que percibio ahi. Ella fruncio el ceno primero y luego se obligo a sonreir. Estaba mas que claro que en efecto era un marques que no se andaba por las ramas. --Pudiera ser. --Pretendio parecer misteriosa. No queria pecar de ser una engreida malcriada. Wyatt la miro con seriedad.

  • Mujer madura liberada busca de Noa Xireau

    https://gigalibros.com/mujer-madura-liberada-busca.html

    La vida matrimonial de Malena cae en picado cuando descubre que su marido le esta siendo infiel con otras mujeres. Sin trabajo, sin un sitio a donde ir, ni un rumbo para su vida, Malena decide lanzarse a disfrutar de su propia sexualidad mientras encuentra una solucion a su situacion.

  • Por ti, por mi, por ellos… de Freya Asgard

    https://gigalibros.com/por-ti-por-mi-por-ellos-8230.html

    No puedo detenerme. Debo seguir huyendo. De eso depende mi vida. Fui traicionado por mi companero y ahora debo escapar. --!Mierda! --resoplo desesperado, y con espanto veo que el camino se termina; sin darme cuenta, me habia metido a un pasaje sin salida. Miro hacia todas partes en busca deun lugar seguro. No me queda tiempo. Apenas tengo unos pocos minutos de ventaja sobre mis perseguidores. No lo pienso dos veces y me encaramo a la pared que tengo enfrente. Si no hay un buen escondite en el patio, tomare rehenes. No me queda opcion. --Mierda, mierda, mierda --protesto en voz baja. Todo el mundo tiene cachureos en sus patios, muebles, cajas, escombros… juguetes. Menos en esta casa en la que se me ocurrio meterme. Nada. Ni un solo papel. Nada. !Vieja conche…! No, no dije la palabra. Mi padre me enseno a respetar a las mujeres y por el es que siempre cumpliria la promesa que me hizo hacer de nunca faltarles el respeto. Los seis metros de largo y los cuatro de ancho no me dan mucha seguridad, la puerta trasera de la casa esta abierta y aprovecho de entrar. Si no puedo esconderme, intentare escapar por el frente. O la duena de casa tendra que ser secuestrada. Asi de simple. No permitire que me cacen ahora que estoy tan cerca de la verdad. La musica en un pequeno reproductor es lo unico que da senales de vida. Desde el umbral puedo ver la casa completa. Al menos el primer piso. Todo esta en un solo lugar. Es una vivienda basica del Estado donde living, comedor, cocina y bano se amontonan en dieciseis metros cuadrados. La puerta del bano se abre y yo me parapeto tras la pared que divide el bano de la cocina. La mujer no me ve, sube al segundo piso, corriendo, envuelta en una toalla. Tengo un poco de tiempo para salir de esa casa sin que me vea. Ella al menos. Me dirijo a la puerta de calle pero, antes de abrirla, las luces de la torreta del auto de Rolando Meneses me detienen. Esta afuera. Esperando por mi. !Malditos traicioneros y vendidos! Me devuelvo y entro al bano, que sigue con la puerta abierta, al sentir los pasos de la mujer que se acercan a la escalera. No tengo opcion. Tendre que tomarla como rehen. Al exacto momento en el que ella pasa por la puerta del bano, salgo, la tomo por asalto y la arrincono contra la pared. Le cubro la boca con una mano, le sujeto el cuerpo de la cintura y le aprisiono ambas munecas con la otra. Alzo mis ojos a su cara y, por poco, la dejo escapar. Su rostro y sus ojos horrorizados son iguales a otros que conoci hace unos tres anos, solo que estos son marrones y los otros eran de un extrano violeta. --No grite, no le quiero hacer dano --aseguro con la voz mas suave que puedo imprimir. Es verdad, no quiero lastimarla, solo quiero un lugar seguro donde esconderme hasta que pueda salir y escapar. Ella asiente con la cabeza. --?Con quien vives? --interrogo y suelto un poco mi mano para que me conteste. Ella no contesta, dos gruesas lagrimas corren por sus mejillas y mojan mi mano. Su terror es evidente. --No te preocupes, no te voy a lastimar, tampoco quiero hacerle dano a tu familia, solo quiero estar seguro que nadie dara mi ubicacion. Mi corazon late desbocado ante esa mujer que me recuerda demasiado un pasado que esperaba volviera un poco despues. No ahora. --?Con quien vives? --repito. --Sola --contesta en un hilo de voz. --?Seguro? ?No hay un marido? ?Hijos? --No. --Espero que no me mientas. --Vivo sola y usted deberia saberlo bien --espeta casi molesta. Ya no llora. Su frente tiene dos arrugas de enojo, sus cejas estan casi juntas; sus ojos, entrecerrados, emiten miedo y odio; sus mejillas, palidas, me demuestran lo atemorizada que esta; sus labios los siento en mi palma, humedos, cerrados, y su menton tiene un leve temblor que me provoca culpa. Terminada esta inspeccion a su rostro, ella baja la vista. La dejo libre. Algo me dice que no escapara de mi. --Usted me quito a mis hijos --me refriega en la cara, intenta no demostrar su miedo, lo que no logra. Yo le doy la espalda y cierro los ojos. Si, no me habia equivocado, esta mujer es Paola Donoso. --?Yo te los quite? --pregunto con recelo a la respuesta, no quiero admitir que se muy bien quien es ella. Abro los ojos y ella esta justo frente a mi, eleva su menton para enfrentarme. Si se colocara de puntillas, quizas su rostro quedaria cerca del mio, sin embargo, su cabeza quedaba justo debajo de mi cara. --Si, mi ex esposo, un tipo con mucho dinero y poder, me acuso de abuso y usted, como detective, lo corroboro y se llevo a mis ninos con el, dejandome como a un perro atada a una silla --declara con lujo de detalle --Estas distinta --admito sin querer recordar ese instante. --Usted tambien, no lo reconoci enseguida. Aparta su mirada de mi y se voltea. Viste tan solo una polera larga y pantuflas y puedo apostar que no lleva ropa interior. --Las cosas han cambiado, vengo huyendo de la policia --explico para olvidar el curso de mis pensamientos. --?Y eso? --pregunta interesada y gira su cabeza para mirarme. --Fui traicionado --respondo encogiendome de hombros como si gran cosa--. Te queda bien el pelo corto, ?que le paso a tus ojos? --pregunto y me siento a la mesa, no soy capaz de mantenerme en pie. Estoy cansado, agotado de seguir huyendo y, encima, por haber venido a dar, precisamente, a este lugar. --?Por que se vino a meter aqui? --Ella se sienta ante mi y clava su mirada de odio en mi--. ?Usted cree que me interesa salvarlo de alguien? Usted se vendio y me arrebato a mis ninos, ?cree que tengo algo que perder? ?Sabe cuantas veces he deseado morir y no he sido capaz de hacerlo? Si usted lo hiciera por mi, juro que se lo agradeceria. Su voz natural e intensa me hace sentir una punzada de lastima por ella. Le habia hecho dano, mucho, y estoy seguro que nunca ella creera que ese fue el punto de partida para lo que hoy estoy viviendo. Quise arreglar ese entuerto y por ello fui traicionado por lo que ahora estoy huyendo como un delincuente cualquiera cuando hasta hace unos dias era el comisario de mi division: Crimen organizado. Una verdadera ironia. El timbre nos sobresalta, sobre todo a mi. Ella aguanta el aire, yo la miro con desconfianza, ?esperaba a alguien y no me habia dicho? --Debe ser alguna vecina --me indica con voz temblorosa. --No le digas a nadie que estoy aqui --advierto, estoy seguro que podria ponerme en evidencia en el momento en que lo quisiera, no le habia mostrado un arma ni tampoco la habia amenazado, no en un sentido formal. Paola alza el menton, al parecer es un gesto caracteristico de ella, y sale a abrir; yo me escondo tras la puerta, al menos asi puedo amedrentar un poco a la duena de casa. --Dona Berta, ?como esta? ?Paso algo? --saluda con voz demasiado alta antes de salir hasta la reja. --Ando de pasadita, vecina --responde una mujer de voz madura, una voz que me recuerda a mi antigua entrenadora--, le venia a decir que anda un delincuente por aca, lo mostraron en las noticias y como se que usted no ve television --censura la vecina--, le vine a avisar, ademas usted siempre pasa con la puerta del patio abierta… Digo, para que cierre todo, dicen que es muy peligroso y la policia esta por llegar, revisaran todas las casas, para que este atenta y no la pille de sorpresa. --Gracias, dona Berta, voy a cerrar todo enseguida --responde con un leve temblor en su voz. --La gente anda muy mala en estos dias, hay tanto delincuente suelto, aunque los peores son los de cuello y corbata, ?no? Con esos si hay que tener cuidado. El silencio se torna incomodo. Quiero salir, quizas Paola me delato y ahora vienen por mi. --Nos vemos, dona Berta, gracias. --Cuidese y recuerde que van a pasar por todas las casas. Molesto silencio otra vez. La puerta se abre despacio. Yo cierro los ojos. Espero. El sonido del cerrojo me obliga a volver a la realidad. Paola me esta observando, en su rostro hay confusion. Yo hago un gesto, no quiero demostrar lo vulnerable que soy en esta situacion. Aunque la haya acorralado y la haya amenazado, seria incapaz de lastimarla. --Creo que llego algo tarde la recomendacion --comenta de mal modo. --Gracias --respondo laconico. --No lo hice por usted, lo hice por ella, tiene familia y aunque es la vecina “copuchenta” del barrio, la que riega todas las noticias, es muy querida pues siempre lo hace por la preocupacion por los demas. Como ahora. No podia permitir que la secuestrara igual que a mi. No digo nada. No se que decir. Ella avanza hasta la cocina, yo me quedo alli, inmovil. Me siento fuera de lugar, quiero irme, esa es la verdad, estar aqui con ella no me sienta nada bien. Un ruido llama mi atencion: el hervidor electrico. Me acerco y me siento en la mesa, observandola. Ella se mueve presta buscando todos los utensilios y materiales para cocinar. --Si estuviera secuestrada, como dice, no podria estar haciendo eso --expongo con calma. --A usted mismo le va a dar hambre en un rato mas --responde de mal modo. --Pareces mas enojada que asustada. --No estoy asustada, usted no me intimida. --Estas enojada entonces. --?Y que quiere? Tengo que proteger y alimentar al hombre que me robo a mis hijos, ?le parece poco?

  • El que erizo mi piel de Martha Godiz

    https://gigalibros.com/el-que-erizo-mi-piel.html

    Miah, una mujer de 25 anos que vive constantemente en el pasado, recordando un viejo amor, el amor de Paul Ortsac. Las encrucijadas de los caminos alejan a ambos, Miah conoce a otro hombre, Julio Zurc, son sus ojos pardos lo que la cautivan, aunque no deja de recordar con frecuencia el fuerte tributo y la escandalosa y penetrante mirada de Paul.
    Para Miah, no fue facil asimilar que Paul la dejara y se fuera de aquella Isla. Ella se ve incierta entre dos pasiones totalmente diferentes.
    Sufre un aborto que la deja muy marcada a nivel moral, por otro lado, no se siente tranquila con la presencia de Dona Kent, la madre de Julio Zurc, por ello comienza a sospechar de ella……El oscuro pasado de Julio marca en su relacion un antes y un despues, ya que el no fue del todo sincero con ella. Mientras tanto ella intenta que Provenza, su floristeria, salga a delante. Es una mujer que vive con las esperanzas a flor de piel. Un presentimiento desalentador junto con una buena corazonada le advierte que algo cambiara.
    Fue su penetrante y exquisita mirada, fue su fuerte y esbelto cuerpo, sus musculos, la forma de tocarla,las palabras que solia susurrarle cerca de su oido. Eso fue lo que la enamoro.

  • Dia 21 (Los 100 2) de Kass Morgan

    https://gigalibros.com/dia-21-los-100-2.html

    Nadie ha puesto los pies en la tierra en siglos… hasta ahora.

  • #Malos. Mismo juego, nuevas reglas, Luis Avila de Luis Avila

    https://gigalibros.com/malos-mismo-juego-nuevas-reglas-luis-avila.html

  • La tercera Frida de Enrique Escalona

    https://gigalibros.com/la-tercera-frida.html

    Esa manana, la ciudad amanecio oculta por un manto de niebla que flotaba en silencio. El oficial aleman Karl Gurlitt salio del Hotel Le Royal seguido por dos soldados. Se internaron en la Plaza de Bellecour, caminando entre la bruma, sin poder ver los edificios de ventanas altas, balcones de hierro forjado, chimeneas de ladrillo y buhardillas con tejados que rodean la explanada. Tampoco era posible admirar la basilica que domina la colina de Fourviere en el horizonte. Solo quedaba a la vista, ademas de la blancura, la tierra rojiza que cubria la plaza. Oyeron gritos en la lejania y se detuvieron; era mejor ser precavidos. Lyon era conocida como la capital de la Resistencia, el movimiento frances que luchaba contra el invasor; es decir, contra ellos. Retomaron el paso. El sol habia aparecido como un halo entre las nubes. Un sol frio, sin fuerza para disipar la bruma de la noche. Karl penso que ya debian de haber llegado al otro lado de la plaza y temio haber perdido la linea recta. Nunca habia sido bueno para orientarse. Antes de la guerra atendia la tienda de antiguedades de su familia y rara vez salia de Hamburgo. Un viento gelido disipo algo la neblina y revelo la estatua del rey Luis XIV a caballo y senalando con un dedo la calle Emile Zola: la direccion que debian tomar. Caminaron en fila india por una banqueta estrecha y llegaron al edificio que hace esquina con la Plaza de los Jacobinos. Afuera estaba estacionada una camioneta de la que descendieron tres cargadores que se apresuraron a hacer el saludo nazi. Karl saco la llave del porton, lo abrio y el grupo paso frente a la puerta del departamento del matrimonio Mercier, los conserjes del edificio. --Estan subiendo. Han de traer las llaves de monsieur Barda --murmuro Claire. --Mejor. Asi no vendran aqui --susurro Antoine, su esposo. El dia anterior, un grupo de agentes de la Gestapo se habia llevado a Daniel y Berthe Barda, arquitectos franceses, de religion judia y habitantes del tercer piso. Karl Gurlitt estaba ahi para saquear su hogar. Su trabajo consistia en apropiarse de los bienes de las familias judias deportadas a campos de concentracion. Los muebles, las joyas, las antiguedades y las prendas lujosas se vendian en el mercado negro. Si aparecia alguna obra de arte clasico, la mandaba como regalo para el Fuhrermuseum que construia Adolf Hitler en Austria, el cual reuniria las obras incautadas a los paises ocupados. Karl abrio la puerta y encontro una decoracion peculiar, con muebles escasos y modernos, hechos con tubos cromados, tapizados en telas lisas y sin florituras. La duela de madera estaba libre de estorbos; unas discretas lamparas de acabado metalico decoraban las esquinas y habia una enorme pintura abstracta en la pared principal. --?Que es esto? --pregunto un soldado y senalo una pintura que mostraba frutas hechas con formas geometricas coloridas. --Es arte degenerado --contesto Karl. "Degenerado" era el termino que usaba el regimen nazi para describir el arte moderno y de vanguardia. Algunas de esas obras eran destruidas, y otras, revendidas a coleccionistas. Karl descolgo la obra, la coloco sobre la mesa y saco un sello que estampo en la parte posterior: la marca de la ERR, organizacion responsable de confiscar bienes culturales. Indico a los cargadores que se la llevaran, junto con una escultura de dos personajes abrazados y fundidos en un beso. Reviso un librero, encontro catalogos de exposiciones de arte, tratados de arqueologia y manuales tecnicos sobre arquitectura. Nada que le interesara. Entro a la recamara principal, se puso unos guantes y saco la ropa de los armarios. Encontro joyas que metio en una bolsa y un reloj que deslizo en su bolsillo. Siguio con la recamara de los ninos. Husmeo en un armario; movio algunos juguetes; no encontro nada interesante. Ordeno a los cargadores vaciar el piso. Dio instrucciones: los muebles, la estufa y los abrigos irian a una bodega; las cosas restantes serian usadas como combustible para la calefaccion. La memoria de una familia seria consumida por las llamas. Antes de irse, Karl se fijo en un cuadro sobre la chimenea. Era un dibujo hecho de lineas negras: parecia un laberinto y tenia algo de enigmatico. Lo descolgo y le coloco el sello por la parte de atras. Como era pequeno, decidio llevarselo el mismo. Los conserjes escucharon las botas militares bajando las escaleras. Temian que tocaran a su puerta, asi que contuvieron la respiracion hasta que escucharon que se cerro el porton. Antoine espero un instante, busco una silla, la puso cerca de la entrada, subio en ella y abrio la puerta de una alacena empotrada sobre el pequeno cuarto de bano. Un nino de tres anos se asomo, silencioso, y Claire lo recibio con un abrazo. --La senora Barda me lanzo una mirada insistente cuando paso por el pasillo. Ahi entendi que habia escondido al nino. El pequeno, de cabello rubio y lacio, tenia ojos de color gris muy claro, que transmitian miedo y tristeza. Se chupaba el dedo, abrazado a la senora Mercier. Aunque no comprendia a donde se habian llevado a sus papas, intuia que ya no volverian. Karl regreso a su habitacion en el Hotel Le Royal y se asomo por la ventana hacia la Plaza de Bellecour. La neblina se habia disipado. Habia soldados a un costado de la escultura del rey. Alguien habia pintado en la base VIVE LA FRANCE LIBRE con la Cruz de Lorena, simbolo de la Resistencia. Los alemanes solian decir que no les importaba quien lo habia hecho, sino quien pagaria por ello, asi que detenian a cualquiera que pasara para interrogarlo y amedrentarlo. El sol ya no se veia a simple vista; habia cobrado fuerza y deslumbraba. En un mes comenzaria la primavera y brillaria con toda su intensidad. Los dias cortos y oscuros del invierno no durarian por siempre. Tampoco la ocupacion alemana. Karl sabia que el Tercer Reich se derrumbaria antes de los mil anos que Hitler habia prometido. Mucho antes. Ya tenia listos sus documentos falsos y escaparia de Europa en la primera oportunidad que se le presentara. Admiro su botin personal. Se puso el reloj; la cubierta debia ser de oro; le quedaba bien. Luego coloco el cuadro sobre el buro para admirarlo. Personalmente no tenia nada contra el arte moderno, y ese dibujo de lineas en tinta negra le parecia bien hecho. ?Seria una obra valiosa? Ya no parecia un laberinto, sino dos piramides vistas desde arriba. Encontro algo escrito a mano en la parte inferior; una palabra en una lengua desconocida, que pronuncio con lentitud. Decia: "TEOTIHUACAN". 1 TU LO SERAS Esa manana de febrero las jacarandas de la Ciudad de Mexico amanecieron llenas de florecitas moradas. Los arboles de la colonia Roma lucian una explosion violacea y los ciclistas se detenian para sacar sus telefonos, tomar una foto y ser los primeros en reportar el inicio de la "temporada jacarandosa" en las redes sociales. Los turistas senalaban la colorida invasion desde el segundo piso del Turibus e incluso los automovilistas --que en esta ciudad de trafico suelen ser irascibles o indiferentes-- bajaban la ventanilla para contemplar el paisaje. Era un hermoso dia con un cielo azul que anticipaba el final del suave invierno capitalino. Damian Diosdado llego hasta el cruce de Mazatlan y avenida Veracruz y se detuvo para dar una vuelta completa sobre su eje y admirar las jacarandas en flor. Era un joven sensible a la belleza. De hecho, habia sido entrenado para reconocerla y encontrarla: era un detective especializado en buscar tesoros. Habia aprendido bien el oficio de su padre y de su abuelo, el fundador de la Agencia Diosdado. Era capaz de rastrear el destino de una escultura robada, de localizar una moneda o de investigar donde andaria el timbre faltante de una coleccion. Su aspecto era el de un joven alto, pero no demasiado; delgado tirando a flaco; moreno y de cabello negro. Usaba ropa anticuada: pantalon de pinzas, camisa negra abotonada hasta el cuello y un saco de lana a cuadros que habia encontrado entre las cosas que dejo su abuelo. Hay que decir que su estilo vintage no desentonaba entre la gente que habitaba ese barrio de artistas y creativos que vestian como les daba la gana: chicas con botas a la rodilla y piernas tatuadas; barbones de saco, chaleco y reloj de bolsillo, o corredores en ropa deportiva fosforescente que pretendian seguir en la decada de 1980. Esa manana, a Damian lo habia despertado la llamada de don Fernando Mondragon, un conocido exfuncionario de cultura y coleccionista de arte que le pidio ir a su casa de inmediato. Como se trataba de algo urgente, le entusiasmaba la posibilidad de conseguir un buen caso. Llego a la calle Valladolid, llena de flamantes edificios de departamentos que tienen por fachada entradas de garaje y letreros de no estacionarse --como si fueran hogares para carros y no para personas--. La unica casa antigua que sobrevivia era aquella de don Fernando, un pequeno castillo de ventanas altas y vitrales que reproducian el escudo de su familia. En cada esquina tenia remates de cantera con forma de dragon y en las paredes, frondosas enredaderas verdes. El lugar se veia tal y como hacia un siglo, excepto por las camaras de vigilancia que monitoreaban el exterior. Damian se detuvo frente al porton de madera, que tambien tenia tallado un dragon en relieve, y toco el timbre del interfon. Mientras esperaba a que abrieran, saco su celular para fotografiarse frente a la casa. Tenia una coleccion de selfies en sitios de la Ciudad de Mexico que parecian ser de otro pais. En esa foto podria decirse que estaba en Europa, tal vez en Francia. Claro, era una mera suposicion, porque Damian nunca habia estado en el Viejo Continente. Su trabajo como detective de tesoros era esporadico y ni siquiera podia pagar la renta de un departamento; dormia en el sillon de su despacho, sus gastos eran limitados y la posibilidad de un viaje al extranjero era mas bien lejana. Se oyo el tono indicador de que la puerta estaba abierta. Damian la empujo y se encontro con don Fernando. Era un hombre delgado, bien conservado, de abundantes canas, que vestia un traje de pana. Aunque no lo conocia en persona, lo habia visto en los diarios y en la television, inaugurando exhibiciones o dando entrevistas. Tras saludarse, caminaron por un pasillo cubierto de azulejos gastados, entre jarrones, plantas y medias columnas decorativas. Entraron a un salon de techo alto con vigas de madera e iluminado por los vitrales de dragones que se veian desde el exterior. Las paredes tenian cuadros de distintos tamanos. La mirada entrenada de Damian reconocio los azules intensos de Rufino Tamayo y un paisaje con un volcan en erupcion, el cual solo podia ser obra del pintor Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl. Don Fernando se veia apurado, poco dispuesto a hacer una visita guiada de su coleccion. Tomo asiento en una silla de respaldo alto y madera dorada que parecia un trono --algo excesiva y cursi, para ser sinceros-- y senalo a Damian un sillon estilo rococo para que se sentara. --Agencia de Detectives Diosdado --leyo don Fernando en la tarjeta que Damian le habia entregado. --Asi es. Me especializo en investigaciones sobre obras de arte y antiguedades. Mi abuelo la fundo y la continuo mi padre, pero el se fue de Mexico y ahora yo estoy al frente... --No necesita leerme sus cartas credenciales --lo interrumpio don Fernando--. Supe de usted por el caso de la moneda de la muerte y me sorprendio que hubiera encontrado ese extrano peso de plata para la familia Lorca. Ahora soy yo quien necesita sus servicios y tengo prisa por mostrarle algo. --?De que se trata? Don Fernando se levanto y camino hacia una de las esquinas del salon. Alli habia un caballete con una pintura de grandes dimensiones, tapada con una tela blanca, que descubrio de un tiron. Era una pintura al oleo de un par de metros de largo y poco mas de un metro de alto. Mostraba una de las escenas mas extranas que Damian hubiera visto: un escenario teatral enmarcado por unas gruesas cortinas rojas y una escenografia de hojas gigantes. En medio habia una mesa con patas de animal de la que salia sangre. Los primeros personajes eran un nino y una nina bien vestidos que miraban al espectador con gesto tranquilo; enseguida habia un monstruo de brazos largos, overol y cabeza diminuta que parecia ser un judas de cartoneria, como los que queman en Semana Santa. En el otro lado de la mesa habia un venado, un esqueleto gigante de carton y un personaje largo y flaco que tenia un brazo clavado en la mesa y el otro unido al munon de la figura central, nada menos que la inconfundible Frida Kahlo, en huipil y falda de tehuana. El conjunto recordaba la pintura de La ultima cena, de Leonardo da Vinci, pero en version de pesadilla. --?Es lo que estoy pensando? --pregunto Damian y se acerco a ver la firma de la pintora--. Esta debe ser La mesa herida. Don Fernando. !usted ha hallado la pintura perdida de Frida Kahlo! Don Fernando levanto los hombros con indiferencia y senalo el cuadro con la barbilla para que Damian continuara con su inspeccion.

  • La leyenda del lipizano de M. F. Masvil

    https://gigalibros.com/la-leyenda-del-lipizano.html

    De las cenizas de la guerra nacera una leyenda…

    La lipizana, una de las mas bellas y finas razas de caballos que existe en el mundo… Sus ejemplares son los favoritos de las principales escuelas ecuestres del planeta.
    Son animales muy agiles, dotados de movimientos graciles, mucha inteligencia y agudos sentidos.
    Desarrollan, con sus jinetes, fuertes lazos que solo pueden equipararse con el de los hermanos entre si…
    Estos caballos tienen, ademas, una particularidad que los hace unicos: nacen con su pelaje de color negro o muy oscuro y al crecer, se les vuelve blanco, el por que ocurre este cambio es todo un misterio.
    Toda raza tiene una historia y las mejores merecen su leyenda…
    He aqui un relato que se remonta a antes del principio y cuenta cual fue el origen de todo lo que hace a estos caballos tan especiales.
    Una historia de amor y sacrificio, donde el valor y la mas pura lealtad daran origen a una magica y conmovedora leyenda que sera, simplemente… inolvidable.

  • Mi media naranja de Elizabeth Betancourt

    https://gigalibros.com/mi-media-naranja.html

    Amber Moore es una joven bastante impulsiva, alegre y extrovertida. El pequeno pueblo de Beaufort en Carolina del Sur, donde lleva viviendo veintisiete anos con sus padres le empieza a aburrir y a agobiar. Todos sus amigos se han alejado ya que o estan casados felizmente y han formado familias o tienen carreras que les han permitido irse fuera de la pequena localidad, asi que en cuanto recibe una invitacion de su tia Meredith para visitarla a Nueva York y ayudarla con su nueva pasteleria, no lo duda. !Es la oportunidad perfecta para ver mundo y de paso encontrar a su media naranja, la que lleva esperando toda su vida!

  • Murillo de Antonio Cavanillas De Blas

    https://gigalibros.com/murillo.html

  • El artesano de Sharon Bolton

    https://gigalibros.com/el-artesano.html

    ?UN PADRE DEVOTO O UN DESPIADADO ASESINO?

  • Decir no no basta de Naomi Klein

    https://gigalibros.com/decir-no-no-basta.html

  • No todo se vende de Patricia Gomez Martin

    https://gigalibros.com/no-todo-se-vende.html

    Tras fugarse de su boda, ser secuestrada por el que iba a ser su marido y ser liberada por la policia, la vida de Vera cambiara por completo.
    Son solo cinco dias, de domingo a jueves, en las que las pesadillas seran las reinas de su noche. Y, durante el dia, por mucho que se esconda, siempre encontrara cajas rojas con un contenido diferente cada vez, acompanadas de rosas negras.
    Estas seran las responsables de que sus prioridades sean diferentes.
    So objetivo diario sera seguir con vida.

  • Caza de brujas de Colleen Cross

    https://gigalibros.com/caza-de-brujas.html

    <<…Una cautivadora historia sobrenatural. Si te gusta el misterio te encantaran Cendrine West y su extravagante familia de brujas.>> Cendrine West esconde un secreto, no quiere ser bruja. Tampoco es que sea una de las buenas, algo que su tia Pearl no deja de recordarle. Pero no puede huir de sus raices, y menos en el pequeno pueblo de Westwick Corners, donde la familia de brujas West lleva generaciones causando problemas. Todo empieza cuando aparece un cadaver justo antes de la boda de Cendrine. Su investigacion detectivesca desvela una conexion sobrenatural y un secreto sobre su prometido que preferiria no haber descubierto. Cendrine se ve obligada a poner a prueba su brujeria. ?Sera lo bastante buena como para salvar a su familia y a todo el pueblo? La escena del crimen apunta a su malhumorada tia Pearl que ha prometido acabar a toda costa con el turismo en el pueblo. Ademas, esta empenada en echar a Tyler Gates, el nuevo y atractivo sheriff, al igual que hizo con sus predecesores. Por si no fuera suficiente, el fantasma de la abuela Vi quiere entrar en accion. Cendrine promete ayudar a su tia, aunque ella misma salga perjudicada. Mientras se construye la acusacion contra la tia Pearl vuelan chispas entre Cendrine y Tyler. ?Podra Cendrine encaminar la investigacion (y su corazon) en la buena direccion? Si te gustan las historias de misterio con una dosis de humor y un toque sobrenatural, te encantara esta paranormal historia de brujas. A 1 cababa de sacar el movil del bolso porque estaba sonando, cuando la tia Pearl llego volando a mi nueva sala de redaccion. Literalmente. Algo totalmente prohibido durante las horas de luz. El hecho de que fueramos brujas no era un secreto guardado a cal y canto en el pequeno pueblo de Westwick Corners, pero mejor no ir alardeando de ello. Se planto en el marco de la puerta y grito: --!Cendrine! La tia Pearl solo usaba mi nombre completo cuando estaba enfadada. Yo tambien tenia derecho a estarlo. Llevaba en la oficina desde las seis de la manana para ponerme al dia. Era casi mediodia y estaba cansada, hambrienta y sudorosa, y encima el aire acondicionado habia decidido estropearse en el momento mas oportuno. Y el resto del dia estaba a punto de complicarse. Bueno, no si podia hacer algo por evitarlo. La ignore mientras mi telefono seguia sonando y comprobe el nombre que aparecia en pantalla. Era mama otra vez. Ya me habia llamado media docena de veces esa manana con preguntas sobre el ensayo de la boda y la inauguracion oficial del hostal Westwick Corners, ambas cosas previstas para ese mismo dia. Tendria que haberme quedado en casa. --Cendrine, el nuevo sheriff es un imbecil. Quiero que lo pongas al dia de todo --dijo desde el umbral de la puerta, esperando una reaccion por mi parte. --No --respondi dandome a vuelta y contestando al telefono. Mama estaba frenetica. --Cen, no encuentro a Pearl. Me preocupa que se haya ido y haya hecho otra de sus locuras. Active el altavoz y levante las cejas en direccion a la tia Pearl. --Esta aqui, conmigo. La tia Pearl se acerco a mi mesa y le grito al telefono: --No necesito ninguna ninera, Ruby. Soy perfectamente capaz de divertirme sola. --Eso es lo que me preocupa --respondio mama--. No puedes seguir echando a la gente del pueblo, sobre todo si son autoridades. No esta bien. --?Por que no me pones un dispositivo de seguimiento? Por Dios. --La tia Pearl se dejo caer en una silla frente a mi mesa--. No soy una nina. --A veces actuas como tal. Parece ser que yo no era la unica que se preguntaba con que tipo de bienvenida habia recibido la tia Pearl al nuevo sheriff. Era mejor no alardear de nuestras habilidades. Los West fueron una de las familias fundadoras, hace mas de un siglo, cuando mis bisabuelos se instalaron en Westwick Corners. Sin embargo, podiamos dejar de ser bienvenidos en cualquier momento. La tolerancia de los demas tenia un limite. La tia Pearl ignoro mi respuesta. Tal vez nuestro legado familiar le habia hecho creer que tenia derecho a comportarse asi. Era una lastima, porque su continua falta de respeto por las reglas amenazaba nuestra convivencia en el pueblo, aunque parecia no importarle lo mas minimo. Me arranco el movil de las manos y bramo: --Es una molestia, Ruby. Cen va a tener que explicarle todo. Recupere mi movil. --No voy a hacer nada de eso. Lo que tu quieres y lo que hace que se vendan periodicos son dos cosas muy diferentes, tia Pearl. No puedo ayudarte. El Westwick Corners Weekly esta a punto de publicarse. Habia conseguido mi trabajo comprandole el periodico al anterior propietario cuando se jubilo. La mayor parte de la industria local habia decaido cuando desviaron la carretera estatal hace unos anos. La mayoria de jovenes de mi edad se habian marchado a lugares con mas futuro poco despues. Los pocos que nos quedamos ganabamos lo justo para sobrevivir. Escuche la voz de mi madre a traves del telefono: --Cen, Pearl solo intenta ayudar. Te tomas tu trabajo demasiado en serio. No me sorprendio el repentino cambio de tono de mi madre. Simplemente se habia posicionado del lado de su hermana mayor para minimizar los danos colaterales y curarse en salud. Como la tia Pearl normalmente se salia con la suya, mama habia adoptado la estrategia de evitar los conflictos. Una estrategia que, a largo plazo, creaba mas problemas de los que resolvia. --Tengo que irme. Nos vemos en unas horas. --Mama habia permitido que la tia Pearl siguiera con su mal comportamiento tras los inutiles intentos por mantener la paz. No sabia como habia movido los hilos la tia Pearl para conseguir lo que queria. Yo, en cambio, me mantenia firme. El resultado final era que mi tia y yo siempre acababamos tirandonos de los pelos. La tia Pearl se hundio en la silla y resoplo: --Esto no es un periodico. Solo hay publicidad y cupones de descuento coleccionables. ?Por que malgastar tu tiempo? Nadie lee los articulos que escribes. Aceptalo, Cen. Este periodico es una porqueria. --Por lo menos me gano la vida de forma honesta. --Cada vez que me estaba de bajon, la tia Pearl me hacia sentir aun peor. Aunque no le faltaba razon. Habia invertido todo mi dinero en un trabajo a tiempo parcial mal remunerado, y ni siquiera se me daba bien. Habia pocas opciones para ganarse la vida en el pueblo, asi que la mayoria de nosotros teniamos que ser emprendedores--. Podrias decir algo amable para variar. Mi tia se quedo mirandome en silencio unos segundos. Eran pocas las veces se quedaba sin palabras. Mas me valia escuchar su ultima retahila de improperios si queria salir de la oficina a tiempo. Se inclino hacia adelante. --Te dare una exclusiva para que, por una vez, tengas una historia decente. El nuevo sheriff es un corrupto y quiero que publiques sus delitos. --?Que delitos? --Comprobe el reloj. Era casi mediodia--. El sheriff Gates solo lleva unas horas en su puesto. ?Que delito podria haber cometido en tan poco tiempo? --Tiene un pasado, Cen. Un pasado oscuro. --?Acaso no lo tienen todos? Tyler Gates era el quinto sheriff en seis meses. Solo atraiamos a desertores, holgazanes e indeseables a los que no emplearian en ningun otro lugar. Estaba dispuesta a dejarle un poco de margen, ya que una figura de autoridad era mejor que ninguna. Teniamos lo mejor que podiamos conseguir. --Se por que dejo su ultimo trabajo. --Pearl me guino el ojo--. Es un escandalo. --?En serio? Lo unico bueno del cambio de autoridades era que las habilidades sobrenaturales de mi familia se mantenian mas o menos en secreto. Lo malo era que no tendria que ser asi. La razon principal por la que abandonaban su puesto era por la delincuente que tenia justo enfrente. --Si, en serio. Y una cosa mas, el cartel de la autovia atrae al tipo de gente equivocado. --Entorno los ojos mientras se ponia de pie para parecer mas alta. Toda ella era indignacion e intimidacion. --Atrae a turistas, tia Pearl. Es el tipo de gente que necesitamos. La tia Pearl odiaba a los visitantes, y, a menos que dejara sus travesuras, Westwick Corners estaba destinada a convertirse en otro pueblo fantasma del estado de Washington. Nuestro pueblo no tenia industria local, solo ancianos granjeros por los alrededores que no gastaban mucho. El turismo era nuestra unica opcion, asi que habiamos pasado meses reavivando Westwick Corners para darle la imagen de un lugar idoneo para una escapada rural de fin de semana. Tenia el presentimiento de que el fruto de nuestros esfuerzos estaba a punto de echarse a perder. --?A que huele? Olisquee el aire preocupada porque el tipico aroma a lavanda pasada de la tia Pearl hubiera cambiado por un desagradable olor a gasolina. La ultima vez que olio a gasolina se habia metido en el radar de la policia del estado de Washington. Ni al pueblo ni a la familia nos convenia que eso se volviera a repetir. La tia Pearl sonrio con superioridad pero guardo silencio. --El pueblo voto si a la nueva senalizacion de la autopista, tia Pearl. Los siento pero la mayoria manda. Casi nunca venian visitantes desde que la interseccion de la autovia habia sido desviada a Shady Creek hacia unos anos. Teniamos que cambiar ese hecho urgentemente.

  • Los Crimenes Azules (Ethan Bush 1) – Enrique Laso de Enrique Laso

    https://gigalibros.com/los-crimenes-azules-ethan-bush-1-8211-enrique-laso.html

    Los cadaveres de dos jovenes hallados en la orilla de un lago de forma casi simultanea. Un condado cuyos habitantes guardan oscuros secretos. Un prometedor agente especial de la Unidad de Analisis de Conducta del FBI asignado al caso. Un crimen sin resolver similar acaecido casi dos decadas antes… Sumergete en una intrincada investigacion que hara las delicias de los amantes del genero.
    EL COMIENZO DE UNA SAGA QUE LLEVA VENDIDAS MAS DE 550.000 COPIAS

  • Lo supe en cuanto le vi de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/lo-supe-en-cuanto-le-vi.html

    Si, mama. Todo es perfecto. --Rosaura contemplo la impresionante vista desde el hotel. Sus preciosos ojos verdes brillaron de la alegria. El sol se estaba poniendo y su reflejo en el mar lo hacia idilico. Las casitas blancas relucian a su alrededor y al estar al borde de un acantilado, daba la sensacion de poder tocar el mar con la palma de la mano. --?Entonces estas disfrutando de tus vacaciones? --Si. --Se echo a reir y se volvio para ver a sus amigas que discutian en la habitacion que tenian que compartir. Algo a lo que ninguna de las tres estaba acostumbrada, pero sus padres se habian negado en redondo a que las tuvieran independientes, por su seguridad. Su padre no se habia quedado muy contento con eso de que se fueran de viaje las tres solas y habia sido un triunfo que diera su consentimiento. Sobre todo despues de ver la pelicula esa donde secuestraban a una chica cuando estaba en Paris. Sus amigas estaban a punto de pegarse cuatro gritos tirando las dos de un vestido que tenia pinta de ser carisimo. --Se van a matar en cualquier momento. Ir al bano y vestirse es una odisea. Su madre se rio con ella. --Seguro que Liza lo acapara y Margaret la saca a rastras por los pelos. --Mas o menos. --Aparto un mechon negro de su frente. --Mama, esto es tan hermoso... ?Ya te he dado las gracias? --?Con las notas con las que has terminado la universidad? No tienes que darlas, cielo. Has sido la hija mas facil de criar. --Se echo a reir. --Y tengo siete para comparar. --?Como estan? Los echo de menos. --Ocupados. Tati es la que mas te echa en falta. Su hermana menor compartia casi todo con ella y era normal que la echara de menos porque llevaba casi dos meses fuera de casa. --En una semana ya estare ahi. --De momento disfruta de Santorini. Ya tendras tiempo de regresar. Mirando un velero precioso que estaba en alta mar se dijo que tenia razon. --Dale un beso a papa de mi parte. --Sentira no haber estado aqui para darte un repaso. Riendo dijo --Lo se. ?Quieres que llame mas tarde? --No, hija. Sabemos que estas bien y es lo que importa. Ya te interrogaremos cuando llegues. --Muy bien. Estare preparada --dijo divertida. --Te quiero. --Y yo a ti, mama. --Colgo el telefono y suspiro. Como les echaba de menos. Puede que fueran las vacaciones de sus suenos y que llevaran un ano preparandolas con mucha ilusion, pero despues de tanto tiempo recorriendo Europa estaba algo cansada e impaciente por regresar a lo que seria su nueva vida. Se habian acabado los libros y era hora de poner en practica todo lo que habia aprendido. Pero su madre tenia razon. Esa vida la esperaria. Tenia que disfrutar el momento. Miro el barco de nuevo. Era un velero impresionante. --?Te han dado un repaso? Se volvio hacia Liza que recogia sus rizos pelirrojos en lo alto de la cabeza con una goma. --No, solo estaba mama. --?El jefe no estaba? Te has librado. --Suspiro ilusionada. --!Estamos en Grecia! --?Por que cada vez que llegamos a un sitio nos recuerdas donde estamos? --Por si aun estais borrachas de la noche anterior y no os enterais. Jadeo divertida. --Perdona, pero aqui la unica que se ha pasado durante el viaje has sido tu. --?Quereis prepararos para la cena, pesadas? --pregunto Margaret desde la habitacion--. Vamos a llegar tarde. --Estamos de vacaciones, sargento. No hay horarios. --Liza sonrio maliciosa. --Te encanta sacarla de quicio, reconocelo. --Bah, un poquito. --Paso el brazo por sus hombros y miraron el mar. Margaret se puso a su lado. --Esto es el paraiso. --Nuestra ultima semana --dijo Margaret con pena--. Me quedaria aqui para siempre. Los padres de su amiga estaban pasando por un divorcio especialmente dificil y ese viaje habia sido una via de escape. Paso el brazo por sus hombros y la acerco a ella. --Estamos aqui. Sabia que no se referia solo al viaje y Margaret sonrio con tristeza. --Lo se. --Venga, hagamos caso a Margaret y a cambiarse. !Quiero ver la marcha que tiene esta isla! Margaret y Rosaura levantaron sus cejas morenas viendo como su amiga corria hacia el bano y se encerraba. --La mato. Reprimio la risa. --Piensa que cuando vuelvas tendras todo el bano para ti. --Es lo unico que me atrae de volver a America, te lo aseguro. --Sus ojos castanos se ensombrecieron y agacho la barbilla. --Eh... Seguro que cuando llegues todo habra cambiado. Se encogio de hombros. --Me da igual. Yo me mudo en cuanto llegue. Si quieren seguir discutiendo cada cinco minutos por quien se queda la casa, yo no estare para verlo. Apreto los labios entendiendo perfectamente lo que queria decir porque lo habia presenciado. La madre de Margaret habia pillado a su marido con los pantalones bajados mientras su asistente personal le hacia un favor en su despacho. Pero el abogado de el le habia recomendado que no se fuera de casa hasta que el juez dijera que tenia que hacerlo. La casa habia sido de su padre y a Margaret le quedaban dos semanas para terminar la universidad. No le dijeron que se divorciaban hasta que se graduo y al llegar a casa vio el panorama. Una autentica guerra entre sus padres en la que ella estaba en medio. Y lo mas duro era que ninguno de los dos se daba cuenta de lo que le estaban haciendo a su hija. --Tienes razon. Es su vida y con ella pueden hacer lo que les venga en gana. --!Pero que no te jodan a ti, que me voy a cabrear! --grito su amiga desde el bano antes de abrir la puerta y sacar la cabeza--. ?Y si nos cogemos un piso juntas? --Sonrio de oreja a oreja. --Seria divertido. Ambas se echaron a reir. --Ni hablar. --Rosaura nego con la cabeza. --Quiero seguir siendo vuestra amiga muchos anos, gracias. Ademas, yo ya tengo piso. --Nina rica malcriada. Se echaron a reir porque ella estaba para hablar y los ojos de Rosaura brillaron. --Pero al lado del mio hay uno de dos habitaciones que papa todavia no ha vendido, por si lo queriais. Las chicas chillaron de la alegria abrazandola. --!Nunca vas a librarte de nosotras! Las abrazo con carino. --Eso espero.

  • Como besar a un canalla de Amanda Mariel

    https://gigalibros.com/como-besar-a-un-canalla.html

    Un malentendido que rompe los lazos de la amistad, impulsa a lady Natalie a encontrar el amor de su vida.

  • El Alcalde y la Activista de Laura Benet

    https://gigalibros.com/el-alcalde-y-la-activista.html

    Cristina aparco su coche frente al lujoso hotel donde tendria la reunion. Habia llegado el momento. A sus veinticinco anos, era la presidenta de Ecomovie, una asociacion dedicada a la defensa del medio ambiente, y por fin habia conseguido una audiencia con el alcalde. Ese hombre debia entender que no podia jugar con la salud de las personas. Que no podia permitir que se construyera esa urbanizacion. La vida salvaje tambien era importante. Sonrio. Lo conseguiria. Sabia ser convincente. -Debe de ser por aqui -murmuro mirando a su alrededor. De estatura media y morena, Cristina era guapa, pero destacaba sobre todo por sus llamativos ojos azules y su personalidad arrolladora. Su mayor atractivo era su valentia y su decision. Su cita era a las doce y faltaban cinco minutos. Perfecto. No llegaria ni pronto ni tarde. Solo le faltaba encontrar la sala donde la recibiria el alcalde. La Sala 3. Un letrero senalaba la ubicacion de dicha sala, y Cristina se dirigio hacia alli. -!Cristina! -una voz conocida la llamo desde unos metros atras. -!Carlos! -exclamo Cristina sonriendo. Vaya. !Que casualidad! Cristina conocio a Carlos en una boda. En realidad, en una boda doble. Andrea y Teresa, sus mejores amigas, se casaron con Alberto y Daniel, dos amigos de Carlos. Durante el banquete que siguio a la ceremonia, alguien, no recordaba quien, se lo presento. Y a ella le parecio superatractivo. Alto, rubio y con la cara cuadrada, no solo la dejo impactada, sino que lo paso realmente bien con el. Carlos y ella estuvieron flirteando durante toda la noche. Bailaron, rieron, pero no llegaron a nada. Carlos le gustaba y esperaba que la llamara, pero todavia no lo habia hecho y ella estaba algo mosqueada. -Justo estaba pensando en llamarte -dijo Carlos cogiendole las manos y mirandola a los ojos. Se mostraba tan contento de verla, que Cristina lo perdono enseguida. -Estas guapisima -dijo el haciendola girar sobre si misma-. ?Que haces por aqui? -Una reunion con un pez gordo -contesto ella evasiva. No le gustaba dar datos sobre sus actividades-. Un tio desagradable de verdad -fruncio el ceno. -!Pobrecita! ?Como de desagradable? -pregunto el solidario. -Seguro que tiene sobrepeso y una papada descomunal -Cristina sonrio de su imaginativa descripcion-. ?Y tu? -Una reunion tambien, pero la mia es aun peor -Carlos bajo la cabeza-. Es con una tocapelotas. Una senora que se ha pasado las ultimas semanas fastidiando de todas las formas que se le ocurrian. Supongo que no tendra sobrepeso – Carlos suspiro con paciencia-. Pero si lo tuviera, puede que no estuviera tan amargada y que no les amargara la vida a los demas. Se miraron a los ojos y ambos sonrieron con simpatia. Cada uno compadeciendose del otro. -?Nos tomamos un cafe en cuanto nos libremos de ellos? -pregunto Carlos mientras se dirigian juntos hacia las salas de reuniones. -Vale -contesto ella-. Supongo que ese tio me echara en media hora o asi. -Pues yo creo que tambien podre librarme de la mia mas o menos en ese tiempo. Quedamos en la cafeteria despues. -De acuerdo -sonrio ella. Casi habia llegado a su destino. -?A que sala vas? -pregunto el. -A la tres. ?Y tu? Carlos paro en seco y miro los papeles que llevaba en la carpeta. Leyo algo, incredulo, y luego fijo la vista en Cristina con los ojos muy abiertos. -!Eres la activista! -acuso-. Cristina Bartual, ?verdad? !Me has tomado el pelo! -?De que me hablas? -pregunto Cristina sorprendida. -Tienes una reunion con el alcalde, ?no es cierto? Cristina afirmo con la cabeza. ?Como lo sabia? Y ademas, ?que le pasaba? Estaba muy raro. -?Lo conoces? -pregunto Carlos al cabo de unos instantes, que a Cristina se le hicieron eternos. -No -contesto ella-. No lo he visto nunca en persona. No tengo ningun interes en conocer a ese tipo de gente -explico muy ufana-. Son unos explotadores. Hablare con el, intentare convencerle de algo que es mas que evidente que debe hacerse, y luego espero no volver a verlo nunca. ?Por que lo preguntas? -Soy yo. Carlos Fuenlabrada soy yo. Cristina se quedo traspuesta unos segundos. Eso no podia ser verdad. ?Carlos el alcalde? El majisimo Carlos, tan agradable y educado, no podia ser ese tipo egoista y marrullero que habia concedido la licencia para la construccion del bodrio. Imposible. Ademas, el alcalde no podia estar tan bueno. El alcalde tenia que ser gordo. Y feo. Por las cosas que hacia. Carlos la miraba con el ceno fruncido. -!Me tomas el pelo! -exclamo ella. -Hablo en serio. Mira -dijo el mostrandole los datos de la reunion a la que ambos tenian que acudir. Cristina estaba viviendo una pesadilla. Nunca se le habria pasado por la cabeza que, el Carlos alcalde, fuera tambien el atractivo Carlos que tenia frente a ella. -Preparate -dijo finalmente, sobreponiendose a su incomodidad, y entrando decidida en la Sala 3-, porque esa tocapelotas enjuta y amargada va a hacer honor a su nombre. -Bien -contesto Carlos entrando tras ella-, porque el gordo de la papada no va a dejarse amedrentar. * * * La reunion estaba siendo un desastre. Cristina no podia convencerlo de nada, Carlos no daba su brazo a torcer en ninguno de los puntos que trataban, y ninguno de los dos cedia. -!No quieres entenderlo! -exclamo Cristina. -Eres tu la que se empena en no aceptar las ventajas de una gran urbanizacion. La gente podra comprar su primera vivienda con mas facilidad. -?Y que pasa con el medio ambiente? ?No te das cuenta de la repercusion ecologica? -pregunto Cristina desesperada- Eso sera un desastre. -Hemos calibrado las ventajas y los inconvenientes -dijo Carlos sin inmutarse. -Esa zona incluye un humedal. Muchas aves anidan ahi. Pero Carlos se empenaba en no entenderlo. Durante mas de media hora estuvieron calibrando fuerzas. Se levantaban, volvian a sentarse, amenazaban, razonaban,… y seguian discutiendo. Pero naturalmente, la autoridad jugaba con ventaja y Cristina se fue con las manos vacias. Salio tal y como habia entrado, pero con un sentimiento de rabia y frustracion anadido. -!Olvidate del cafe! -dijo Cristina cuando salio. Tuvo que esforzarse en no cerrar de un portazo- Y hasta nunca. !Ojala que no se hubiera enterado de que Carlos, el Carlos que ella conocia, era tambien el alcalde! Aun le costaba creerlo. Carlos, el simpatico y encantador Carlos, seria el responsable del deterioro de una zona paradisiaca. Esa urbanizacion acabaria con la vida animal de la zona. Total para que unos cuantos urbanitas, que no tenian ni idea de las consecuencias, pudieran comprar sus casas algo mas baratas. Subio al coche enfadada y se dirigio hacia el emplazamiento donde pretendian construir el bodrio. Alli habia quedado con los demas activistas y socios de Ecomovie. -Manana empieza la movida -dijo como saludo. -?Como ha ido? -pregunto Alejandro, uno de los manifestantes-. !Ah! – exclamo al mirar su cara con atencion- Parece que no muy bien. Alejandro era un joven arquitecto muy vinculado a las asociaciones en defensa de la naturaleza. Alto, rubio y en buena forma fisica, era muy atractivo, y Cristina sabia que ella le gustaba. Pero a ella no le gustaba el. Le faltaba garra y era demasiado predecible. Aunque era un buen tipo y un buen amigo. Podia confiar en Alejandro. No como en otros. -Pues no, no ha ido bien. Habra que movilizarse. Todos prometieron acudir al dia siguiente. No eran muchos, pero tenian que impedir la tala de dos alcornoques. Eran muy antiguos y merecian un respeto, pero los constructores querian cortarlos para meter las excavadoras. -Nosotros vendremos a las ocho -dijo Alejandro. -Supongo que empezaran a las nueve -contesto Cristina-, pero saben que estaremos aqui, asi que nunca se sabe. -No saldra bien -dijo Alejandro con tristeza-. Lo intentaremos, pero no saldra bien. No era el momento de hundirse, y Alejandro era demasiado pesimista. -Yo seguire intentando parar esto de la forma habitual -hizo una pausa-. Pegando la paliza -sonrio-. Pero no conseguire nada. El alcalde es demasiado cazurro. Lo que si espero es tocarle las narices lo bastante como para que nos haga caso a la larga. Al final, ganaremos. -?Y que pasara con los alcornoques? -pregunto Alejandro. -De los alcornoques te puedes despedir. No llegaremos a tiempo. * * * Cristina se dirigio preocupada hacia el pueblo cercano. No habia comido en todo el dia y necesitaba nutrirse. ?Donde podria encontrar fruta fresca? Porque no le servia cualquier comida. Cristina era vegana. No comia ni animales ni sus derivados. Y no siempre le resultaba facil encontrar alimentos adecuados y nutritivos fuera de casa. Por suerte, pronto encontro una fruteria y pudo comprar la cena y el desayuno del dia siguiente. Ya mas tranquila, se dirigio hacia su hotel. Mejor dicho, hacia el que habia sido su hotel hasta ese dia. Porque ya no podria quedarse alli, pero tenia que recoger su maleta

  • Tres Capas, Maxima Suavidad de Nieves Hidalgo

    https://gigalibros.com/tres-capas-maxima-suavidad.html

    !Que ganas tenia de que acabara la maldita reunion! Cuando Fernando Orellana se pone petardo, se pone de verdad. Le encanta escucharse, al muy becerro. Estoy convencida de que antes de presentarse en la sala de reuniones se planta delante del espejo y ensaya; no es normal que, cada dos frases, te suelte una que te obliga a abrir Google y consultar la RAE para saber que punetas esta diciendo. --Repeticion, por favor. Le he interrumpido tres veces alzando la mano. No le ha gustado, claro, le repatea que lo hagan cuando esta soltando su discurso, pero me ha importado menos que cuarto kilo de pimientos fritos que se haya cabreado tras el coro de risas. No soy lela. De hecho, siempre saque estupendas notas en lengua. Pero es que lo de Orellana me supera, de verdad. Me gusta conversar, intercambiar ideas, no acudir a un soliloquio de frases rimbombantes. Por la rabia que he visto en su mirada se que, de haber podido, me hubiera echado de la reunion. O enviado de cabeza al departamento de personal para que me preparasen el finiquito. Pues que se joda, que a mi no puede ponerme de patitas en la calle. Por varias razones: soy muy buena en mi trabajo --la falsa modestia me cabrea--, soy rapida y tengo mas ideas que una raposa. Al menos eso me decia siempre mi abuela. Ademas, poseo un buen porcentaje de acciones en el negocio. Y por si eso fuera poco, mi padre es el dueno de Imagine, una de las mas reconocidas empresas de decoracion a nivel nacional. Nuestros proyectos de arquitectura e interiores destilan pasion y no se cinen a los deseos del cliente: los sobrepasan. El negocio va viento en popa y es muy posible que abramos una delegacion en Nueva York el ano que viene, cuya direccion me ha ofrecido mi padre y yo he rechazado. Me gusta viajar, pero no me acostumbraria a vivir fuera de Espana, mucho menos a separarme de el. No, no, no, esto ultimo, lo de ser la hija del dueno, no tiene nada que ver, que os veo venir. Quiero que quede constancia de que me he ganado el puesto a pulso, mi adorado padre no me ha regalado nada --salvo pagarme la carrera-- y comence haciendo recados de un despacho a otro. ?Que os habiais creido? Aprendi del mejor, que para mi es el; tal vez por eso me costo lo suyo demostrar mi valia profesional ante ese peso pesado. Y muchas veces no estamos en absoluto de acuerdo porque su estilo es sobrio, pleno de elegancia, y el mio alocado, puede que incluso excesivo. Pero gusta; es de lo que se trata en un negocio. --?Te marchas? Belen se acerca a mi mesa y deja la carpeta de color sepia. Dentro, mi proyecto para un tenista que quiere redecorar un chale que acaba de adquirir. Le he pedido que me de su opinion, conoce el negocio mas que muchos de nosotros, no en vano lleva veinte anos ejerciendo de secretaria de mi padre. Quiero saber que le parece mi idea porque no se anda con panos calientes, si algo le agrada te lo dice, y si no tambien, por eso siempre nos hemos llevado de lujo a pesar de la diferencia de edad. Ha cumplido medio siglo, aunque cualquiera lo diria viendola tan guapa, todavia con un buen tipazo, siempre perfectamente peinada y maquillada. Esa es una de las cosas que siempre me recrimina desde el carino, que no me importa demasiado la pinta que lleve. Es que para mi lo que prima es la comodidad, con unos pantalones anchos y una camiseta voy lista. Para calzar, manoletinas, aunque me diga que cuando camino con ellas mis andares se asemejan a los de Jhon Wayne. --Tengo que hacer compra, mi frigorifico parece el desierto de Gobi y no me queda ni un rollo de papel higienico. --Llevate alguno de aqui. --Gracias, pero no. Solo uso de triple capa, maxima suavidad. Y rosa, a ser posible. --Estas como un cencerro, tesoro. --Asi soy yo: maniatica para ciertas cosas. Bueno, ?que te ha parecido? --Senalo la carpeta con la barbilla. --Me gusta. --Asi, sin mas. --No parece buena senal y me corre un gusanillo de preocupacion por el cuerpo. --Atrevido. --Era lo que buscaba. --Entonces has acertado. No, en serio --sonrie--, creo que es sensacional. Lo que no se es lo que va a decir tu padre. --El proyecto es mio, a ti te ha gustado... ?Que va a decir? Sabes que valora tus opiniones tanto o mas que yo. Asiente, se da la vuelta y chasca los dedos por encima del hombro. --Buen finde, preciosura. --?Quieres que te acerque a casa? --Me quedo un rato para terminar unas facturas. Pero recuerda que me debes una comida, no te la perdono. Es cierto. Prometi que hoy comeriamos juntas y que yo pagaria, pero ha sido imposible. --El pestino de Orellana no nos ha dejado respirar con el asunto del complejo hotelero, ya has visto que incluso nos han traido un catering. El lunes te voy a invitar a Viridiana, reservo esta misma tarde, y te juro que se te van a caer las lagrimas cuando pruebes los huevos fritos con trufa de Abraham Garcia, lucero mio. Se echa a reir, mueve la cabeza como dejandome por imposible y se aleja con ese caminar elegante y sensual que a mi me gustaria tener. Busco la nota que he hecho de la compra y apunto el nombre del restaurante; con tantas cosas como tengo en la cabeza o lo anoto o se me olvida y no quiero quedar como una cerda con Belen, que le tengo mucho carino. Doy un vistazo al reloj, reniego por lo bajo, agarro la carpeta, la meto en mi bolso para darle el ultimo toque al proyecto el fin de semana, y salgo a escape del despacho. Casi choco con mi padre en el pasillo. --?Sales ya? --Acabo un par de cosas y me marcho. No te retrases para la cena y ponte algo decente, si no es mucho pedir. --Me advierte mientras pulso el boton del ascensor y se abren las puertas. --Prometo presentarme tan maravillosa como la Cenicienta cuando conoce al principe. No puedo disimular el gesto de fastidio. Despues de la semana agotadora que llevamos lo que menos me apetece es tener que soportar una cena de negocios. Trabajo muy bien bajo presion, soy una maquina, pero me vuelvo irritable. Lo mejor en esos momentos es que se olviden de mi y me dejen sola. Hoy, ademas, la reunion con Fernando ha terminado de mandar al carajo el poco humor que me quedaba. Sin embargo, no puedo negarme a echar una mano a mi padre, asi que adios a llegar a casa, quedarme en bolas y tirarme en el sofa con un paquete de palomitas a ver una de esas peliculas antiguas en blanco y negro que tanto me gustan. Tenia previsto ponerme Testigo de cargo. La he visto un monton de veces y no me canso de la magistral actuacion de Charles Laughton en el personaje de sir Wilfrid Roberts. Si, no puedo remediarlo, soy friki de las peliculas antiguas. Meto la rodilla para que no se cierren las puertas del ascensor y me doy la vuelta. --Papa, ?cuando vas a decidirte a pedirle matrimonio a Belen? Ejerceria de anfitriona mucho mejor que yo. Tuerce la boca y se queda mirandome unos segundos. --Sin retrasos, Kindelan --repite antes de alejarse. Sonrio mientras el ascensor me lleva hasta la planta baja. Siempre se dirige a mi por el apellido cuando se enfada, pero he visto un brillo especial en sus ojos al conjuro del nombre de Belen. Todos en la empresa sabemos que mantienen una relacion desde hace anos, lo normal seria que se dejaran de juegos y se casaran. Belen es soltera, una mujer de bandera, y el un hombre bastante apuesto y viudo desde hace mas de quince anos, que merece ser feliz. Una vez en la calle paro el primer taxi que veo. Normalmente voy en autobus, no me gusta utilizar el coche en Madrid, pero hoy no tengo tiempo, he de hacer mil cosas: comprar --llevo una lista tan larga como la de Schindler y no puedo dejarlo para manana porque es domingo y en el supermercado de mi urbanizacion no abren--, ducharme, lavarme el pelo, maquillarme un poquito y llegar al chale de mi padre en Guadarrama. 2 Jaime --Bien, pues te veo el viernes que viene. --Siento que hayas tenido que atenderme en sabado, Jaime. De no haber sido por la excursion... --No pasa nada, ya sabes que para ti estoy disponible siempre. Cierro el expediente, rodeo la mesa y alzo la mano para chocarla con la del muchacho. Estoy orgulloso de el. Como lo estoy de mi trabajo. Cuando empece a tratarlo hace un ano, tras su intento de suicidio, me costo lo suyo conseguir que confiara en mi, pero la terapia, la medicacion y la confianza han dado excelentes resultados. Es un chaval estupendo y, poco a poco, ha ido superando la muerte de sus padres en un accidente de avioneta. La primera vez que lo tuve frente a mi, me identifique con el de inmediato, tal vez porque tambien yo me quede solo a su edad. Me masajeo la nuca, que noto tensa, guardo los papeles y la sesion grabada en la caja fuerte, apago el ordenador, las luces, tomo la chaqueta y cierro la consulta. Llevo una semana demoledora. Mientras bajo en el ascensor me recuesto y cierro los ojos un momento. Se me ha levantado un ligero dolor de cabeza, lo que siempre me pone de mal talante. Sueno con llegar a casa, abrir una cerveza bien fria, cenar cualquier cosa y dormir doce horas seguidas. Ya ni recuerdo cuanto tiempo hace que no me tomo un fin de semana completo. Habia previsto disfrutar de este, pero el destino se ha confabulado en mi contra y, aparte de tener que cambiar la visita de Oscar a hoy, he de acudir a una cena que preveo aburridisima. !Que demonios entiendo yo de interiorismo! Si mis tios quieren redecorar los cinco apartamentos que han adquirido en Benalmadena, perfecto. Seguro que cualquier empresa puede dejarlos preciosos, no me entra en la sesera que quieran mi opinion. Ni siquiera me va a dar tiempo a echar una cabezadita porque antes he de pasar por el super -- visita imprescindible-- y la cena es en Guadarrama. Arranco el coche, saludo con la mano al guarda de seguridad antes de subir la rampa del garaje y me meto de lleno en el caotico trafico de Madrid. Apenas recorro dos kilometros cuando entro en un atasco de los que hacen epoca. Durante unos tres minutos nadie protesta, todos estamos acostumbrados mas o menos a lo que se monta en la capital. Pero despues empieza la juerga: unos tocan el claxon, otros se asoman por las ventanillas, alguno hasta se baja del vehiculo para increpar a los causantes del embotellamiento, aunque ninguno sepamos que o quien lo provoca porque solo alcanzamos a ver un coche de bomberos a lo lejos y las luces azules de la policia. El disco se pone en verde seis veces mas antes de que, por fin, empecemos a movernos. Solo es una ilusion: cien metros mas adelante volvemos a quedar varados. Por descontado, regresan las protestas junto con el irritante y continuado estrepito del claxon del gilipuertas que llevo detras, que me esta poniendo la cabeza como un bombo. --!Joder! --Golpeo el volante con las dos manos, abro la puerta y salgo para encararme con el --. ?Quieres que te diga donde cono puedes meterte la bocina? Vale, estoy de acuerdo en que no es la reaccion mas logica en un profesional de psicologia y psiquiatria. Se supone que una de mis misiones es calmar a la gente, ?verdad? Pero no he podido reprimirme, debe ser el cansancio acumulado el que me ha hecho perder los papeles. O el maldito dolor de cabeza, que me tiene loco. Igual debo consultar con algun colega, a lo peor estoy menos lucido que los clientes a los que intento ayudar. Ponerme como un energumeno no es normal en mi. Por fortuna, los coches empiezan a avanzar, asi que me olvido de la discusion y de aquel idiota que, por otro lado, se ha quedado mas callado que un muerto al verme la cara de mala leche. Durante el trayecto no dejo de pensar en mi ilogica reaccion. No solo he sacado los pies del tiesto, he sacado las dos piernas. Es el agotamiento, no me cabe duda. Tengo que descansar mas o acabare en el psiquiatrico. Lo que necesito es silencio y tranquilidad, sobre todo tranquilidad. Una se me va y otra se me viene, me dan ganas de llamar a mi tio y excusarme para la cena. Lo malo es que soy una persona de palabra y la he dado. Debo mucho a tio Jorge y a tia Elvira, fueron los que me criaron tras la muerte de mis padres; no se donde hubiera acabado sin ellos porque a los quince anos era un anarquico que iba en contra de cualquier sistema, me saltaba una clase si y otra tambien y tenia companias poco recomendables. Meto el coche el parking del supermercado y entro. Algo pasa. Por norma, un sabado y a esas horas apenas hay gente. Sin embargo, veo filas interminables de carros cargados hasta la bandera y funcionan las tres cajas al mismo tiempo. Conozco a una de las cajeras, Monica, por haber tratado a su madre el ano pasado. Me acerco a su puesto y le pregunto la causa de tanto jaleo. --?En que mundo vive, doctor Samper? Hay huelga de reponedores del sector a partir del lunes. Empujando ya mi propio carro me doy cuenta de que, con frecuencia, estoy en of respecto a lo que pasa alrededor, parece que vivo en otro planeta. ?Que hay huelga de reponedores? No tengo ni idea de como se dirige un super, pero suena a grave. Y debe serlo cuando las colas en las cajas llegar hasta el fondo del local. A mi, por de pronto, me han chafado la lista que llevo preparada; tendre que comprar alguna cosa mas, por precaucion. Soy meticuloso a la hora de adquirir productos, voy anotando lo que me hace falta y solo me llevo eso, nada de acaparar lo que no necesito o cargar con todas las ofertas. Segun escucho a la senora que pasa a mi lado charlando con otra, la sentada puede ir para largo. El primer pasillo es el de los productos de limpieza. En mi lista, el papel higienico esta redondeado con rotulador, lo que quiere decir que es lo unico que no se me puede olvidar porque no me queda mas que el rollo que hay puesto. Para mi sorpresa, las estanterias estan practicamente vacias: servilletas, papel de cocina y, por descontado, papel higienico, brillan por su ausencia. Solo queda un paquete. Rosa. Va a quedar muy cool en mi cuarto de bano, pero tendre que aguantarme, de modo que me voy a por el y... Y una mano lo atrapa al mismo tiempo que yo.

  • Estas bajo mi mando de Olivia Chipres

    https://gigalibros.com/estas-bajo-mi-mando.html

  • Mi mayor descubrimiento de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/mi-mayor-descubrimiento.html

    Damaryss se puso los guantes de algodon e impaciente se acerco a la mesa. --Dios mio... -- susurro admirando los grabados de la piedra plana del tamano de un ladrillo. --Es azteca sin duda. --Paso el dedo por los redondeados dibujos. --Esta en muy buen estado. Casi no se ha degradado. --Es autentica --dijo Cristal--. Los tecnicos han corroborado la autenticidad de los grabados y las pruebas del carbono catorce de los huesos encontrados a su lado situan al fallecido en el ano mil quinientos diecisiete. Mas o menos. Ya sabes como va esto. Levanto la vista hasta su ayudante y le guino uno de sus ojos verdes. --Al parecer has aprovechado mis vacaciones. --En cuanto llego, todo fue una locura. Te hubiera llamado pero el jefe se negaba a que te interrumpieran las vacaciones por una piedra. Que le habia costado dos anos que te cogieras unas. Que ni aunque encontraramos el mismo Santo Grial te llamaria y que como lo hicieramos alguno de nosotros nos capaba. --Damaryss rio divertida. --Esas fueron sus palabras. -- Emocionada rodeo la mesa. --?Que opinas? --Que es azteca. No hay duda. ?Quien la ha traducido? --Yo. Apreto los labios. --Pues si fuera tu profesora te suspenderia, senorita. Esto es un perro no un ciervo --dijo senalando el simbolo redondeado--. Y hay dos en la piedra. --Mostro los perros en las dos esquinas. --Estos son fieles y valientes... Estan rodeados de dioses que les protegen, tienen un camino que seguir --dijo senalando el trazo entre las imagenes que iba hacia la parte izquierda de la piedra--. Protegen algo que esta aqui en el centro que no tenemos porque esto esta a la mitad. --Senalo un trazo recto. --Pero parece el principio de una casa... Protegen el hogar, sus costumbres, su cultura. --Se enderezo entrecerrando los ojos. --Perros... --?Damaryss? --Su ayudante la miro interrogante con sus ojos azules. --?Que pasa? Se volvio y a toda prisa fue hasta el ordenador. --En los anos sesenta se encontro algo... Dejame pensar. ?Donde lo habia visto? --Se aparto su cabello moreno de la cara antes de abrir los ojos como platos. --!En el Smithsonian! --Tecleo a toda prisa y pincho en el raton muchas veces hasta que chillo de la alegria volviendo la pantalla. Cristal dejo caer la mandibula al ver la otra parte de su grabado. --Es exactamente igual. --!Si! Cuatro perros que protegen algo que esta en el centro. Falta el pedazo del medio. ?Se puede comprobar que el cadaver era azteca? --No, estaba en muy mal estado. Solo pequenos restos oseos. --?Y donde fue encontrado? --En una cueva. En Alabama, cerca de Tuscaloosa. --?Tan al este? Son mas de dos mil kilometros... --Se quedo mirando la pantalla. --Esta fue encontrada en Kansas, en unas obras de un centro comercial en Burlington. --Increible. ?Separaron los pedazos a proposito? --Y los trasladaron desde el valle de Mexico hasta aqui. Y en la epoca de la que era el cadaver nos indica... --La llegada de los espanoles a las Americas. --Exacto. Llegaron los conquistadores y enviaron a cuatro fieles guerreros a llevar un grabado a cada parte de lo que ahora son los Estados Unidos. --Protegian algo. --Exacto. Algo que los conquistadores no podian encontrar. --Se levanto senalando la piedra y mostrando los dioses que acompanaban a los perros en su camino. --Algo por lo que necesitaban el viento --dijo senalando otro simbolo--. Para saber como sortear los obstaculos. Algo tan sagrado que no podian destruir para evitar que se lo arrebataran. Solo podian alejarlo y esconderlo para que nunca lo encontraran. --Tanto como para adentrarse tan al norte. Pero solo tenemos dos piedras. --Cristal chasqueo la lengua apartando un mechon de pelo rubio. --Y no es por nada, pero si esa se encontro en los sesenta despues de mas de cuatrocientos anos y esta ahora, ?cuando crees que encontraremos la siguiente? --Muy graciosa. !Es un descubrimiento increible! Seguramente en toda tu carrera como arqueologa no veras nada igual. --Acabas de explotar mi burbuja como Indiana Jones. --Muy graciosa. --No tenemos nada. --Suspiro sentandose en una silla. --Y yo que creia que cuando llegaras descubririas el Dorado o algo asi. --No, el Dorado no lo trasladarian cuatro hombres. Y yo sigo pensando que estaba en Peru. --Se le corto el aliento. --Pero si que esas piedras esconden algo mas... Algo que ocultaron. No solo lo alejaron. --?Y si es un mapa como iban a encontrarlo despues para recuperar eso tan valioso? Porque hay que ser muy listo para encontrar las piedras en todo el territorio de los Estados Unidos. --No lo entiendes. No es un mapa de vuelta, es un mapa de ida. Es exclusivamente para llegar desde su asentamiento hasta el lugar donde escondieron eso tan valioso. A Cristal se le corto el aliento. --?Solo lo utilizaron para llegar aqui? --Exacto. Y como su mision en la vida era proteger lo que habian transportado, fuera lo que fuera, se alejaron con una piedra cada uno a una parte del territorio americano separando el mapa en varios pedazos. ?Y por que no las destruyeron despues de llegar a su objetivo? Por los dioses que les cuidaron durante el viaje. Unas piedras sagradas que tampoco podian destruir, asi que simplemente se alejaron dirigiendose a un punto mas al norte. Su ayudante miro la piedra. --?Y por que los hombres estan separados en el mapa? -- Distraida miro hacia la jefa que estaba sacando algo de la fotocopiadora. Puso la fotocopia al lado de la piedra y ambas entrecerraron los ojos porque no eran exactamente iguales. --Mira, aqui se bifurcan las lineas --dijo Damaryss senalando la fotocopia. --Y todas son distintas. Esta de aqui es mas curvada. Parece un garfio. Apreto los labios. --Algo se nos escapa. Dos de los perros corresponden a dos hombres y solo encontramos en cada excavacion una piedra con un cuerpo. Si fuera un mapa para cada uno de ellos no cuadra. ?Donde quedaron los dos cuerpos que faltan? ?Por que estan representados en la piedra y despues desaparecieron? --Puede que murieran en el camino. En aquella epoca se morian por todo. --Y estas rutas... Trae un mapa geologico de Mexico. --Deberiamos escanearlo y que lo hiciera el ordenador. --Ponte a ello. Quiero saber a que corresponden esas rutas. --Ahora me pongo, jefa. Mirando la fotocopia apreto los labios. --Tenemos mucho trabajo por delante. Suspiro viendo a Cristal dormida sobre su mesa y miro su reloj. Las dos de la manana. La verdad es que no sabia por que se daban tanta prisa. Las piedras llevaban por ahi quinientos anos. Se notaba que necesitaba mas vida social. Ajusto de nuevo la imagen de la supuesta ruta y la giro para cuadrarla con el mapa. No sabia si era el tamano o es que estaba totalmente equivocada. Cogio la piedra de nuevo y fruncio el ceno. La linea de arriba empezaba algo mas separada del guardian que la de abajo. --!Cristal! Su ayudante se sobresalto levantando la cara con un folio pegado a la cara y se lo quito de golpe asustada. Sus cabellos rubios estaban totalmente despeinados y la trenza que llevaba siempre, estaba deshecha despues de tres dias alli metidas. --?Que? ?Que pasa? Sonrio sin poder evitarlo. --Ven, mira esto.

  • La maldicion del verdugo de Nesa Costas

    https://gigalibros.com/la-maldicion-del-verdugo.html

    “Cinco condiciones mueren, cinco familias son la causa. Si tan horrible, violenta y aterradora considerais nuestra existencia que asi sea. Generacion tras generacion, el mundo que os desprecia tanto como lo despreciasteis sera vuestro.”
    A Reyes nunca le habian gustado los cambios, y estaban siendo demasiados. Su hermano se iria a la universidad, su grupo de amigos se distanciaria al empezar el bachillerato. Adrian, ese amor a todas luces imposible, no parecia capaz de verla como otra cosa que una cria. En resumen, el maravilloso mundo en el que llevaba quince anos viviendo se resquebrajaba, y nadie parecia darse cuenta de que estaba a punto de acabarse.
    A Saul nunca le habian gustado las responsabilidades, pero caian sobre el sin importar su criterio. Desde que la maldicion entro en su vida, su dia a dia era un infierno. Compaginar el trabajo en la fabrica con sus tareas sobrenaturales lo envenenaban, igual que no poder quitarse de la cabeza a la pelirroja de aire sereno. Un imposible en mayusculas tanto por las tramas normales, como por las peculiaridades magicas. En resumen, el desastroso mundo en el que llevaba veintitres anos viviendo lo asfixiaba, y nadie parecia darse cuenta de que los peligros iban en aumento.
    “No se cuestionan las ordenes. No se duda del lider. No se juega con las normas.”

  • Sobre lagartijas y monstruos de Carlos Diaz

    https://gigalibros.com/sobre-lagartijas-y-monstruos.html

    Pepa y Corso, un matrimonio en la cincuentena, rememoran en primera persona los acontecimientos del verano de 1980, cuando Los Once (su pandilla de amigos del colegio) se disponia a disfrutar de unos meses repletos de mananas de playa, tardes de pesca, amores juveniles y confidencias. Aquel prometedor verano, en la transicion entre la escuela y el instituto, se vera truncado por una tragedia que definira la vida de todos para siempre.

  • Mas cerca aun de Natalie Daniels

    https://gigalibros.com/mas-cerca-aun.html

  • Como detener el tiempo de Matt Haig

    https://gigalibros.com/como-detener-el-tiempo.html

    Tom Hazard esconde un secreto: puede que parezca un hombre de unos cuarenta anos pero, debido a una rara enfermedad, lleva vivo desde hace varios siglos.
    De hecho, tiene aproximadamente cuatrocientos anos y, entre otras muchas cosas, ha actuado con Shakespeare, ha explorado el mar con el capitan Cook y ha compartido cocteles con Scott Fitzgerald.
    Tom debe cambiar a menudo de pais y de identidad para preservar su secreto. De este modo, ha sido testigo y protagonista de grandes momentos historicos. Ahora solo desea sentirse un hombre mas. Asi,
    se instala en Londres tratando de llevar una vida corriente y empieza a trabajar en un instituto como profesor de Historia, donde ensena a los ninos sobre guerras y sucesos de los que ha sido testigo de primera mano.
    Una historia de amor eterno sobre un hombre perdido en el tiempo, la mujer que podria salvarlo y las vidas necesarias para aprender a ser feliz.

  • Mientras suenas (Rancho Triple K 4) de Laia Sinclair

    https://gigalibros.com/mientras-suenas-rancho-triple-k-4.html

    Hannah Summer ha estado enamorada durante toda su vida de Mac Rayne y ni el tiempo ni la distancia han conseguido hacer que lo olvide. Cuando Mac regresa a Cascade para ocupar la plaza de sheriff, cree tener una oportunidad, pero el comportamiento distante de Mac y una monumental pelea con sus padres, hacen que Hannah decida tomar las riendas de su vida y dejarlo todo atras para perseguir su sueno.
    Pero Mac tambien esta enamorado de Hannah, aunque un oscuro secreto de su pasado, que lo reconcome y lo averguenza, lo ha mantenido apartado de ella.
    ?Sera capaz Mac de superar sus miedos e ir a buscarla para declararle su amor? ?Conseguira convencerla de que le de una segunda oportunidad? Y Hannah, ?podra perdonarle todo el dolor que le ha causado? ?Sera capaz de volver a confiar en el?

  • Espia de Dios, Juan Gomez de Juan Gomez Jurado

    https://gigalibros.com/espia-de-dios-juan-gomez.html

    Roma, 2 de abril de 2005. El Papa Juan Pablo II acaba de morir y la plaza de San Pedro se llena de fieles dispuestos a darle el ultimo adios. Al mismo tiempo, se inician los preparativos para el conclave del que ha de salir el nombre del nuevo Sumo Pontifice. Justo entonces dos cardenales aparecen asesinados siguiendo un macabro ritual que incluye la mutilacion de miembros y mensajes escritos con simbologia religiosa. Un asesino en serie anda suelto por las calles de Roma, y la encargada de perseguirlo sera la inspectora y psiquiatra criminalista Paola Dicanti. A la cruel astucia del psicopata se unen las trabas que los servicios de seguridad del Vaticano ponen a la investigacion: oficialmente las muertes de los cardenales no estan ocurriendo y el conclave debe celebrarse a toda costa. La aparicion del padre Fowler, un ex militar norteamericano, supondra un nuevo desafio para Dicanti, reacia a confiar en el misterioso sacerdote. Pero Fowler conoce el nombre del asesino y guarda un secreto aun mas temible: su propio pasado.

  • Crimenes Exquisitos, Vicente Garrido; Nieves Abarca de

    https://gigalibros.com/crimenes-exquisitos-vicente-garrido-nieves-abarca.html

    El cuerpo de Lidia Naveira, una joven de la alta sociedad corunesa, aparece flotando en el estanque de Eiris recreando la famosa Ofelia de Millais.
    ?Que relacion tiene este crimen con el macabro asesinato acontecido meses antes en la Abadia de Whitby?
    La inspectora Valentina Negro, con ayuda del famoso criminologo Javier Sanjuan, liderara una investigacion que la llevara a colaborar con Scotland Yard, en una oscura trama a caballo entre A Coruna y Londres.
    Lo que nadie puede llegar a sospechar es que en la vertiginosa cuenta atras para atrapar al asesino, deberan enfrentarse a las obsesiones mas inconfesables de la sociedad actual.

  • La red purpura de Carmen Mola

    https://gigalibros.com/la-red-purpura.html

  • Mentiras en La Hora del Te de Susana F. Ameijeiras

    https://gigalibros.com/mentiras-en-la-hora-del-te.html

    Consiguio vaciar su habitacion de cualquier trasto inutil a la misma velocidad que eliminaba de su interior todo pensamiento inservible. Los dos habitaculos se eliminaron a la vez sin haberse puesto de acuerdo. Ya no quedaba nada a lo que poder echar mano para seguir buscando; habia agotado todos sus recursos: los externos y tambien los internos. Estaba vacio. --Senor... La cabeza del senor se dio la vuelta muy despacio; le costaba despegar su cuerpo erguido mirando a traves de aquella enorme cristalera que, de manera curiosa, todavia estaba brillante y limpia. La cristalera era la unica superviviente de todo aquello; quizas, aquel senor todavia la necesitaba para algo. --Dime, Carlos. --Creo que ya esta todo, senor. --Querras decir que ya no queda nada. Carlos balbuceo. --Puede que, para usted, senor, no quede nada, pero yo le aseguro que, para mi, irme de aqui hace que comience todo. El senor levanto las cejas; en realidad, las retorcio de una manera extrana. Aquellos ojos parecian moverse de una manera poco usual detras de sus pequenas gafas cada vez que al senor le llamaba algo la atencion. --Entonces, nos vamos ya, senor. --Estoy listo. Carlos conducia el coche mientras aquel hombre iba detras. Una de sus cejas habia quedado arqueada, sintoma inequivoco de que algo estaba pensando. Tal vez su cabeza todavia seguia sin estar vacia del todo; quizas, todavia se agarraba a algo. Siendo sinceros, aquel hombre a poca cosa podia agarrarse, ya que, por no tener, no tenia ni un hogar. Lo habia perdido todo o casi todo. --Carlos, ?has guardado el dinero donde te dije? --Si, senor --contesto Carlos--. ?Sigue queriendo que lo traspase a la cuenta que me dio? --Si, hazlo cuando puedas, gracias. Carlos miraba de vez en cuando a aquel hombre por el espejo retrovisor. Habia sido su mano derecha durante muchos anos, su chofer, su asistente personal, su chico de los recados... Si Carlos no habia fallado, entonces, ?que habia sido lo que habia provocado aquel desastre? Carlos era solo un chico normal, sin mas. No tenia pretensiones; no buscaba reconocimiento. Cualquier persona lo habria etiquetado, tal vez, de pusilanime o, quizas, habria pensado que carecia de objetivos, de foco, de ilusion, de reconocimiento... Todo lo que se le ocurria pensar a aquel hombre eran etiquetas, muchas etiquetas. Todo lo pasaba por una etiqueta. Era posible que las etiquetas pudieran resolver sus dudas. Quizas una mala colocacion de estas habia producido todo aquel caos que lo habia llevado a perder anos de trabajo. Una mala organizacion, un mal enfoque como lider... --Senor, ?se encuentra bien? El hombre levanto despacio la mirada. --Si, estoy bien. Mas de media hora en el coche casi habia conseguido que aquel hombre terminara echandose una pequena cabezada en el asiento de atras, pero ya habian llegado a su destino y debia bajarse. --Senor, deje que le abra la puerta. --Gracias, Carlos. El hombre miro aquella oficina donde debia dejar las llaves de todas sus posesiones. Algo le agarro el pecho. Suspiro levemente y se volvio a sentar. --Senor, debe hacerlo y, cuanto antes, mejor. --Lo se, Carlos, lo se. Hubo un silencio pequeno, o no. --Carlos, ?tienes dinero en la cartera? Creo que necesito dar un paseo, tomar el aire y beber un vaso de agua. Carlos lo miro, sin juicio, solo lo miro. Eran muchos anos con el. Lo normal era que Carlos quisiera asegurarse de que el senor estuviera bien. --Tome, senor, lo espero en el coche. Aquel hombre entro en una cafeteria. Intuitivamente, se sento en la mesa con menos atractivo de todas: la que estaba justo al lado de la puerta de la cocina y por la que salian todos los olores cuando algun camarero la abria. El sitio no podia reflejar mejor el valor que se daba a si mismo: ninguno. --Un cafe, por favor --pidio de manera correcta aquel hombre con el hilo de voz justo para ser amable con alguien una vez mas. El camarero poso un pequeno tazon con algo de leche y dos gotas de cafe. Aquel hombre miro la taza, un poco antigua y con restos de lo que podria haber sido el cafe anterior alli vertido. <>, penso. El senor abrio despacio el sobre del azucar, tambien malogrado por la torpeza del camarero al depositar el cafe encima de la mesa, y comenzo a fijarse como aquellos pequenos granos caian de una manera casi perfecta: no habia una sola arena de aquel azucar que se desviara hacia ningun lado. Siendo el un hombre que, en sus mejores tiempos, tomaba cafe casi a diario, el olor que desprendia aquella mezcla comenzo a parecerle muy desagradable. Su estomago termino por rechazar aquel olor y dejo el cafe. En ese momento en que no tenia ni un cafe que tomar, comenzo a sentir una extrana emocion que no controlaba. Se asusto; aquel hombre siempre lo controlaba todo. Fueron quizas los dos peores segundos en mucho tiempo: sudor, desesperacion, miedo, nervios... Por una vez en su vida sintio lo que siempre habia tenido miedo de sentir: vacio, desesperanza y ansiedad. --Ja, ja, ja. --Algo interrumpio la lucha interna de aquel hombre; unas risas y unas voces que venian de algun sitio llamaron su atencion. El senor miro. Llamo al camarero. --Un boligrafo, un papel y un vaso de agua. --Si, caballero. --Ah, una ultima cosa --continuo el senor--. Llevese este cafe y planteese cambiar de marca. Escribio y escribio, etiqueto y etiqueto; las anotaciones se iban amontonando en la mesa. Pidio mas y mas papel. Sus manos sudorosas empezaron a temblar al no poder seguir el ritmo intenso de su escritura. Carlos ya se habia asomado a la cristalera, tambien brillante (quizas lo unico brillante), de la cafeteria, pero Carlos esperaba; Carlos no tenia prisa. Solo era una persona fiel con ganas de seguir sirviendo a su senor. Carlos no protestaba. Aquel hombre dejo el boligrafo, pidio un whisky y respiro, siempre cabizbajo, pero respiro. Tras pagar la cuenta, salio en busca de Carlos, que esperaba pacientemente en el vehiculo. --Carlos, a mi casa. --Senor... --Lo se, tengo que devolver las llaves, pero todavia me queda algo por coger. Por favor, a mi casa. Carlos no dijo nada, arranco el coche y dejo a aquel hombre justo en la entrada de su casa. El senor abrio el portal, subio las escaleras y abrio la puerta. Solo fueron unos minutos. --Ya esta, Carlos, ahora vamos al banco. --No se preocupe, senor; eso ya lo hago yo como usted me mando. --No, Carlos, hay cambio de planes; yo me encargo del dinero. --Como usted quiera. El senor se fue, tal vez a cualquier habitacion de un hostal. Devolvio las llaves de todas sus pertenencias y tuvo muy claro lo que tocaba hacer a partir de ese momento. Carlos tambien se fue. Sus caminos no se volvieron a juntar.

  • Los duenos de internet de Natalia Zuazo

    https://gigalibros.com/los-duenos-de-internet.html

    Este libro propone cambiar la logica monopolica de internet y aduenarnos de nuestro propio modo de relacionarnos con la tecnologia para vivir en un mundo mas equitativo.

  • Senales del destino (Edentown 6) de Annabeth Berkley

    https://gigalibros.com/senales-del-destino-edentown-6.html

    Bronwyn Evans fruncio su bonita nariz cuando empezo a oler a quemado. Supuso que seria el olor de las ruedas de su jaguar al contacto con el asfalto en ese caluroso dia de verano. Llevaba conduciendo varios dias, sin rumbo, sin prisa, sin dar vueltas a nada mas que a desaparecer y huir de la vida que llevaba en Los Angeles. Penso en que deberia encontrar pronto alguna idea sobre que hacer con su futuro, porque se habia recorrido casi todo el pais, sin llegar a ninguna conclusion o sin tener una direccion clara de hacia donde dirigir sus pasos. Habia metido parte de su ropa en tres maletas enormes, cerrado su piso y empezado a conducir. Su intencion era establecerse en algun lugar, y que le enviaran alli el resto de sus pertenencias, pero aun no habia encontrado ningun sitio que le gustara lo suficiente. En un principio habia pensado en encontrar alguna senal que le indicara donde parar, pero hacia tiempo que habia dejado de pensar en ello. El olor a quemado se intensifico. Eso empezo a no gustarle demasiado. Quiza debia parar en alguna gasolinera o encontrar algun taller mecanico. Sin detener el coche busco en su movil un asistente de viaje para pedirle la direccion de la gasolinera mas cercana y dirigirse a ella. Poco despues y siguiendo las indicaciones que habia recibido, paso por un cartel de bienvenida a un pueblo. ?Edentown? ?A que le sonaba ese nombre? Llego a duras penas hasta la gasolinera. Notaba como su coche iba disminuyendo la velocidad hasta finalmente pararse junto a un surtidor. Dexter Campbell se estaba secando el sudor de su frente cuando el Jaguar blanco descapotable de los anos 90, con el que llevaba sonando desde que recordaba paro en su gasolinera y empezo a echar humo escandalosamente. ?Quien podia hacer eso con semejante reliquia? Se enfado. Ese coche era un clasico, se merecia un respeto. Salio del taller mecanico que habia junto a la gasolinera, tambien de su propiedad, visiblemente molesto. Ese tipo lo iba a escuchar. Otro ricachon despreocupado, penso dirigiendose a el. Bronwyn salio algo asustada del coche en cuanto empezo a ver el humo. --No explotara, ?verdad? --pregunto al mecanico que iba hacia ella con cara de pocos amigos. Agradecio la suerte de que hubiera un taller mecanico junto a la gasolinera, pero no podia dejar de pensar en el humo que salia del coche con todo su equipaje dentro. --No, senorita, no explotara --le dijo enfadado abriendo el capo para que todo el humo terminara de salir. No vio a nadie mas acompanandola y se percato de las tres enormes maletas de color dorado que habia en su interior. Otra turista con la cabeza vacia. La miro para decirle lo que pensaba sobre la imprudencia de no controlar el agua del coche, pero se quedo sin palabras. Era preciosa. Su largo y ondulado cabello castano recogido en una coleta, sus bonitos ojos azules de oscuras pestanas, su boca carnosa y sugerente, su escultural figura de largas piernas apenas cubiertas por un vaquero corto de color claro. Su discreto escote que apenas disimulaba lo que ocultaba... Abrio y cerro los ojos varias veces. ?Se podia ser tan guapa? Debia de ser un sueno. --?Que le ocurre al coche? ?Tiene arreglo? --le pregunto preocupada sin dejar de mirar a su inseparable companero desde hacia diez anos. Dexter se obligo a dejar de mirarla para volver a mirar el coche. --?Cuanto hace que reviso el agua del motor? Bronwyn se encogio de hombros ?Cuando habia sido la ultima revision? --No lo recuerdo --le dijo sincera. Miro al hombre de musculosos brazos cruzados sobre la camiseta gris que llevaba con mas de una mancha de grasa. Lo que sintio al verlo hizo que todos sus sentidos se pusieran alerta. Era muy guapo, de cabello castano y ojos verdes. Alto y realmente atractivo. El mono de mecanico del que se habia quitado la parte superior y anudado a la cintura no hacia mas que estimular su imaginacion. Aunque recordaba haber hecho alguna sesion de fotos en algun taller mecanico en sus primeros trabajos como modelo, ese hombre no tenia nada que envidiar a sus companeros de trabajo. No. Se obligo a dejar de mirarlo. Todos los hombres eran unos egoistas, y ella habia decidido no volver a saber nada de ellos. --?Es grave? --le pregunto volviendo la atencion al coche. Dexter la miro con paciencia. --Espero que no tenga prisa, senorita... --Bronwyn --le respondio ella. Dexter sonrio atractivo. --?Tienes nombre de bizcocho de chocolate con nueces? Bronwyn levanto la ceja sorprendida. --?Brownie? No --le dijo seria--. Me llamo Bronwyn. Dexter volvio a mirarla. Tambien era preciosa cuando estaba molesta. Podria perdonarle haber tratado tan mal a esa reliquia de cuatro ruedas. --?No nos hemos visto antes? --No --le dijo cortante--. Es la primera vez que vengo por aqui. --?Y desde donde vienes, Brownie? --le pregunto sacando las maletas del coche sin darle explicaciones. --Bronwyn --insistio ella--. Vengo desde Los Angeles. --?Conduciendo? --le pregunto asomandose sobre el motor del coche que habia dejado de humear. --Si --le explico ella acercandose tambien a mirar las tripas de su coche sin saber que estaba viendo, o que tenia que mirar. --Pues el viaje se te ha acabado de momento --le explico Dexter notando su presencia junto a el. La miro a los ojos, haciendo un gran esfuerzo para no mirarle dos palmos mas abajo. --?De verdad? ?No puedes hacer algo? Dexter le sonrio atractivo. Le habia parecido musica celestial para sus oidos. --Podria hacer muchas cosas contigo, pero no con tu coche --le dijo seductor--. El --senalo acto seguido al coche sin darle opcion a la replica airada que le iba a dar a juzgar por la expresion de su cara-- va a tener que pasar calculo que unos tres dias en el taller. Te has cargado el radiador y el motor, bonita ?Cuanto tiempo has pasado conduciendo sin agua? Bronwyn se encogio de hombros. --?No tenias parpadeando una luz roja? Bronwyn no lo recordaba. Apenas le gustaba conducir, pero ese coche se lo habian regalado en uno de sus primeros trabajos y le habia hecho sentirse muy orgullosa de ella y del dineral que le habian pagado. Le parecia logico largarse de Los Angeles con el y recordarse que podia conseguir cualquier cosa que se propusiera. Dexter evito mirarla. Bastante calor sentia ya. ?Como se podia mal tratar asi a un clasico como era aquel coche? Sus maravillosas y largas piernas la iban a librar de la bronca que le hubiera echado y del precio que le hubiera cobrado a un hombre cualquiera. --Puedes esperar a quien quieras alli dentro --le senalo una pequena dependencia de la gasolinera. --?A que te refieres? --le pregunto ella confundida. Aun le estaba dando vueltas a eso de que el coche tardaria tres dias en estar arreglado. --Si algun amigo viene a buscarte --le dijo--. Te podria acercar esta maravilla a donde me dijeras --le sonrio atractivo. Bronwyn desvio su mirada. Ese hombre era increiblemente atractivo y lo sabia. Ese tipo de hombres siempre habian sido su debilidad, pero sabia por experiencia que eran egoistas, prepotentes y manipuladores, y tenia mas que claro que no queria volver a hablar siquiera con alguien asi. --?Y aqui hay algun sitio donde quedarse? No tengo prisa --le pregunto encogiendose de hombros. Nadie la esperaba, nadie iba a echarla de menos. Dexter sintio que le faltaba el aire. ?Iba a quedarse en Edentown? ?Y el era el primero en saberlo? Algo debia haber hecho muy bien en otra vida para que una oportunidad asi se presentara. --Tienes un hotel cerca del lago, el Eden's Star, pero me extranaria que hubiera alguna habitacion libre. Estamos en temporada alta... --?Entonces? Dexter se le acerco un poco mas. Lo suficiente para que ella se diera cuenta de que el estaba mas que dispuesto a estar con ella. Bronwyn lo miro altiva. Dexter dio un paso atras extranado. --?Seguro que no nos hemos visto antes? --Si, estoy muy segura --le dijo ella muy seria. Lo recordaria sin duda. Era demasiado guapo. Y ella hacia mucho tiempo que solo se codeaba con modelos, empresarios millonarios y personas consideradas V.I. P. por lo que, aunque hubieran coincidido en algun sitio, ella no se habria fijado en alguien que no fuera de su entorno. --?Que otras opciones tengo? --?Para tres o cuatro dias? Puedes venirte a mi casa. --Eso te gustaria, ?verdad? --le pregunto Bronwyn empezando a enfurecerse. --No te lo voy a negar --le contesto el. Bronwyn resoplo antes de darle la espalda y agarrar sus enormes maletas. --?Por lo menos me podrias indicar como llegar a algun sitio? --le pregunto molesta. Dexter la siguio con una mueca. --Deja aqui tus maletas. Cuando sepas donde ir llamame y te las llevare. La posibilidad de mi casa sigue en pie --le cogio el movil que llevaba en la mano y le grabo su telefono movil--. Me llamo Dexter Campbell y --volvio a sonreirle--. Si vienes conmigo no pasaria nada que tu no quisieras. Bronwyn le cogio el movil de la mano. --Ni lo suenes --le respondio--. Antes dormiria en un banco del parque. --Eso es porque no me conoces --le sonrio sintiendose ligeramente frustrado. Volvio a coger su telefono y se llamo a si mismo.

  • Colin (Sin reglas ni principios 3) de Alina Covalschi

    https://gigalibros.com/colin-sin-reglas-ni-principios-3.html

    Todas las posibilidades de ser feliz desaparecen para Colin cuando se ve obligado a dejar ir al amor de su vida. Un trato y su mal comportamiento son los culpables de su nueva situacion.
    Pero como el bien sabe, la vida da muchas vueltas. Dos anos despues, alguien le hace saber que la persona que mas quiere necesita su ayuda mas que nunca.
    Un territorio desconocido, una banda de moteros mas que peligrosa, drogas y armas son las cosas que le esperan en su nuevo viaje.
    Esta dispuesto a hacer lo que sea necesario para que Freya vuelva a casa.
    ?Lo conseguira? ?Freya podra perdonarlo? ?Sera suficiente el amor para vencer todos los obstaculos que les tiene preparado el destino?

  • Compromiso temporal de Natalie Anderson

    https://gigalibros.com/compromiso-temporal.html

  • La nueva vida de Kendall (Liam 1) de Aitor Ferrer

    https://gigalibros.com/la-nueva-vida-de-kendall-liam-1.html

    Si tres meses antes me hubiesen dicho lo que iba a cambiar mi vida, no me lo habria creido... Con veintiseis anos estaba viviendo un momento de desconcierto total, todo mi mundo se habia puesto patas arriba y sin sentido, asi que me encontraba en un vuelo en el que esperaba que fuese mi escapatoria y el comienzo de una nueva vida lejos de todo el caos que se habia formado a mi alrededor. Me presento, mi nombre es Kendall y hasta antes de suceder todos mis males yo era una chica muy feliz... Tenia un novio de muchos anos, desde que teniamos diecisiete anos, Jorge, un chico que nadie podia predecir que nueve anos despues, por capricho de su madre, me mandara a freir esparragos. Aquello me dejo echa polvo, pero no tanto como cuando un mes despues en el que aun no habia superado ni lo mas minimo aquello, mi madre, la unica persona que tenia en mi vida, murio en una operacion de corazon, ahi fue cuando me di cuenta de que, ya no me quedaba nada a lo que aferrarme. En ese momento, llevaba tres anos publicando novelas romanticas en una famosa plataforma y la verdad es que tenia mogollon de seguidoras y mis novelas se vendian perfectamente, en ese aspecto estaba muy feliz ya que sacaba un buen sueldo al mes, no una millonada, pero si que me daba para vivir desahogadamente, ademas, hacia mi otra pasion dos veces en semana, esos dias que iba a la academia de baile de un gran bailaor flamenco con el que llevaba desde pequena y es que bailar era mi pasion. Eso que por ahora iba a quedar en un segundo plano, no me veia en Miami bailando flamenco, pero bueno, alguna que otra "pataita" si que me echaria. Si, iba rumbo a Estados Unidos y ahora os explicare que me llevaba hasta alli. Resulta que una de mis primeras lectoras era puertorriquena, Alexandra, afincada desde hacia muchos anos en Miami y casada con un cubano llamado Luis, que era representante de actores. Alexandra y yo, siempre hablabamos por privado y eso llevo a las videollamadas, se convirtio en mi confidente, mi gran amiga y jamas nos habiamos conocido en persona, pero os puedo garantizar que eramos como dos hermanas. Cuando paso lo de mi madre, me dijo bien claro que me fuera a su casa una temporada o el tiempo que quisiera, ademas en su jardin tenia un pequeno apartamento de invitados que me dejaba gustosamente para vivir alli. Despues de mucho pensarlo accedi y ahora estaba volando hacia aquel lugar de la Florida. Lo mas fuerte de todo es que yo estaba enganchada a una serie americana de accion que, era un equipo de polis de investigacion donde habia un actor llamado Liam Jones, de cuarenta y un anos, rubio, de ojos azules, cara angelical y la locura de todas las feminas, incluida yo, que cada vez que escribia lo hacia pensando en el, era toda mi inspiracion y como se dice, mi amor platonico, ese con el que siempre fantaseaba y seguia en las redes, pero sin seguirlo, vamos que entraba directamente cada dia para ver si habia una actualizacion, eso si, no le daba ni un me gusta, yo solo cotillear. De Liam, la gracia es que su representante era Luis, el marido de Alexandra, con lo cual me prometio que cuando volviera a Miami de los rodajes me lo presentaria, yo con tirarme una foto con el, ya era como si me tocara la loteria, asi que esperaba que algun dia sucediera aquello. La casa de mi madre la vendi para poder pagar la parte de impuestos de la herencia y lo poquito que me sobro lo deje en el banco para cualquier cosa que me hiciera falta, asi que en Espana solo me quedaba el banco de la plazoleta donde yo vivia, en el que me sente tantos anos, en el que me rei y llore a partes iguales, por lo demas, nada, todo iba en mi maleta. Durante el vuelo me enganche a una de las tantas pelis que ponen para que elijas, como no, cogi una peli de Liam, ademas de esa serie tan famosa que ya iba por la cuarta temporada, el chico habia hecho mogollon de pelis y bien buenas, era un pedazo de actor como la copa de un pino y el hombre con la mirada mas seductora del planeta. Y lo bueno de todo, es que sabia que algun dia iba a tener la oportunidad de saludarlo, aunque fuera un solo minuto, pero tenia la absoluta conviccion de que tendria esa suerte y la verdad es que me hacia mogollon de ilusion, fantaseaba hasta con que ropa ponerme y como saludarlo. Aterrice en Miami y a pesar de lo muy afectada que iba con todo, me salio una sonrisa, era como que ese cambio iba a ser importante en mi vida. Si mi Alexandra era bonita por video y fotos, en persona era espectacular, era glamur en estado puro, tenia clase, era pura clase. Nos fundimos en un abrazo que duro una eternidad, luego lo mismo con su marido al que le tenia mucho carino, solia aparecer en medio de las videollamadas de nosotras para saludarme, incluso alguna que otra noche nos quedamos los tres charlando muertos de risa, era de lo mas simpatico y bromista. Llegamos a la casa y aunque la conocia por esas llamadas, verla en persona era una pasada, todo era a lo grande, habitaciones, cocina, salon y cuartos de banos. Ademas, dicha cocina y salon daban al patio donde estaba el balancin, mesas, sofas, neveras, piscina, barbacoa y hasta tele, ademas del apartamento que iba a ser mi hogar por un tiempo, que, por cierto, era muy coqueto. Tenia dos habitaciones, bano, cocina y un salon que daba al patio ese que quedaba en comun. Me duche e instale colocandolo todo, un rato despues aparecio ella para decirme que ya estaba la cena. Fue una velada llena de confidencias, lloros, risas, abrazos y que duro muchas horas antes de que, con un abrazo de verdad, me despidieran los dos antes de dormir, fue un abrazo en conjunto, pero de esos que sientes de verdad, me estaban arropando de corazon y eso se notaba, era evidente. Los siguientes dias puedo jurar que fueron un cambio total, me despertaba y desayunaba con Alexandra, siempre estaba levantada la primera, luego ella se ponia con su portatil a trabajar y yo con el mio a escribir en aquel porche que tenia una zona medio cerrada con aire acondicionado, una pasada, nuestro rincon donde pasabamos tantas horas. Me sentia querida, no me senti un estorbo en ningun momento, ella se meaba al ver que ponia media pantalla con el Word en el que escribia y en la otra, una foto de Liam, ese que ella conocia bien, es mas, eran amigos por la relacion que tenia laboral tan estrecha con su marido, ni mas ni menos que su representante. Eso si, como dije, Liam era un amor platonico, pero lo de Jorge, era un amor de verdad y no me lo podia quitar de la cabeza. Habia sido una decepcion muy grande la que me habia llevado y eso que sabia que su madre nunca me pudo ver, vamos, que no hizo nada por ocultarlo, todo lo contrario. El primer mes alli fue un soplo de aire fresco, escribia cada manana, saliamos alguna noche de cena y copas, fuimos a la playa de Miami beach y los cayos, donde precisamente tenian alli un barco y navegamos en el, en varias ocasiones, ademas de las barbacoas que se hacian en su casa y a las que venian muchos amigos a los que ya les habia cogido carino en ese tiempo. Capitulo 2 Estaba muy emocionada con el avance de la novela, la verdad es que me habia pillado inspirada ese mes, a pesar de la tristeza que soportaba. Esa manana llevaba escrito un monton y apenas eran las doce, iba a dejar de escribir cuando llegaran sus amigos, Ernesto y Milano, dos modistos que eran sus mejores amigos y como decian cada vez que me veian, los mios tambien. Ese dia tocaba barbacoa, ademas era viernes, dia en que nunca faltaba una, la verdad es que me lo pasaba genial con aquellas charlas y risas que nos pegabamos, todos eran latinos, puertorriquenos o cubanos. Me habia dado un ataque de risa mientras escribia la escena de una pija que era mas repelente que todas las cosas, pero la estaba bordando. --Kendall, perdona que te corte la escena esa tan graciosa que debes estar haciendo --dijo Alexandra, asomando la cabeza por el salon y aguantando la risa y yo que la conocia sabia que me iba a soltar un disparate, era lo mas comica del mundo. --Nada, dime --le dije con tono de que soltara alguna de las suyas. --Que llego Liam para la barbacoa --se echo a reir agarrada al quicio y poniendo sus manos entre las piernas. --Dile que pase que le voy a ensenar el dicho de "poner mirando a Cuenca" --solte una carcajada. --?Cuenca? --pregunto el mismisimo Liam arqueando la ceja y saliendo al porche. Pense en ese momento dos cosas: o me tiraba a la piscina y no sacaba la cabeza, o corria hacia la salida sin mirar atras, otra no me quedaba. --Kendall, el es Liam --reia Alexandra, y yo seguia sentada sin reaccionar. --Hola, Kendall --extendio su mano por encima de la mesa viendo que no me iba a levantar para darle un beso. --?Estas bien? --pregunto Alexandra, al ver que no atinaba ni a darle la mano. --Creo que me dio un golpe de calor y me estoy mareando --murmure, sintiendo que mi tension debia estar por los suelos, ademas de verdad, que notaba que me estaba quedando lacia. --Tumbate que te pongo las piernas en alto --dijo Liam, viniendo directo a tumbarme en ese balancin donde yo me ponia a escribir. --No, tu no --murmure cayendo hacia atras, mientras pensaba que por Dios el no me tocara. --Tu si --fue lo ultimo que escuche decir a Alexandra, mientras perdi la conciencia unos segundos. Y fue cuando abri los ojos que vi que tenia los pies encima de un puf que pusieron en el balancin y Alexandra me hablaba mientras Liam me echaba el aire en la cara con un carton. El problema es que al verlo de nuevo tan cerca de mi yo no me queria levantar, queria volver a perder el conocimiento, ese tio impactaba demasiado y a mi me temblaba todo. --Kendall, bebe un poco --dijo Luis, dandome una lata de Coca Cola. --Echame un poco de ron --murmure apretando los dientes y causando una carcajada en todos, mientras me notaba hasta sudores frios. --No --dijo Liam en voz baja, mientras sonreia mirandome. --No hables, que no se repone --solto Alexandra, causando una carcajada a Luis y una risa floja en Liam. Me incorpore y di un trago a la Coca Cola, tan patosa yo que me cayo por encima de la camiseta. --Ay, Dios --me puse la mano en la cara mientras negaba. --Es muy guapo el chico del fondo de pantalla --murmuro mirando mi portatil y viendose el. --?Ese quien es? ?Que hace ahi? Alexandra joder, que graciosa eres --dije tirandole los balones a mi amiga y cerrando el portatil a toda leche. --Mira que ponerme en el portatil de la chica --dijo Liam, a modo de reprimenda a Alexandra, obvio que bromeando. --Es que queria que tuviera presente a mi amigo y mejor actor de los Estados Unidos -- sonrio con ironia, yo me fui levantando sin querer ni mirar y recogiendo las cosas para irme a cambiar, estaba hecha un cristo con ese lamparon de Coca Cola. --Bueno, voy a cambiarme --sonrei abrazada al portatil y pasando por su lado. --No te has presentado --murmuro Liam, cuando pase junto a el. --Ya otro dia --dije caminando directa al apartamento. ?Otro dia? !La madre que me pario! Mas imbecil y no nacia. Me rei al entrar a la vez que me tumbe en la cama pensando que asi no habia imaginado jamas mi encuentro. Me duche de nuevo mientras intentaba relajarme y pensar como solucionar la que habia liado en un momento !Me maree! ?Se podia ser mas gilipollas? Y encima la Coca Cola, su foto y eso de "otro dia" !Que me tragase la tierra! Queria ponerme mona, pero sin parecer que iba a salir, o sea, de barbacoa, pero algo que me quedara bien, y es que el estaba tan mono, aunque ese de todas las hechuras lo estaba. Liam llevaba un pantalon corto vaquero, unas zapatillas "Vans" y una camiseta de una firma de surf en color blanca y es que se le veia con una planta que impresionaba, hasta asi urbano, el tio tenia una percha increible. Me decante por un vestido de punto blanco de tirantes, tipo camiseta, debajo me puse un bikini en color negro. Estuve como media hora detras de la puerta santiguandome y rezando para no tener ni una metedura mas de pata, pero conociendome, capaz era de liarla a mas no poder. Dos golpes en la puerta me sobresaltaron. --Kendall ?Estas bien? --pregunto Alexandra, espere un poco e hice la que iba a abrir. --Si, es que me llamo una amiga de Espana que hacia mucho que no sabia de ella. --Pero si te has dejado el movil fuera --se echo a reir. --Da igual, nosotros hablamos por telepatia --solte una carcajada. --Venga sal, que Liam esta esperando. --?A mi o a Ernesto y Milano? --Esos dos han dicho que no pueden venir, les surgio un compromiso, solo estaremos los cuatros. --Yo paso de salir, ahora si que me da --cerre las piernas con mi mano en medio, mientras lloraba de la risa nerviosa. --Venga vamos --me jalo del brazo y tiro de mi hacia fuera, luego cerro la puerta. --Te mato --murmure detras de ella.

  • AMOS Y MAZMORRAS XI de Lena Valenti

    https://gigalibros.com/amos-y-mazmorras-xi.html

    EL REINO DE LOS CALAVERA YA ESTA EN MARCHA.

  • Contrato prenupcial de Pilar Portocarrero

    https://gigalibros.com/contrato-prenupcial.html

    Raymundo esta obsesionado con Amanda, a pesar de haberse convencido de que ella fue la amante de su mejor amigo.
    El siente que es una insensatez, pero la quiere sin excusas, aunque tenga que pagar un alto precio por tenerla solo para el.

  • Una maleta cargada de suenos de Carmen Caceres

    https://gigalibros.com/una-maleta-cargada-de-suenos.html

    Una maleta cargada de suenos" mas que novela es una exposicion de la situacion social de los paraguayos, de clase menos favorecida, que se ven forzados a emigrar dejando a su familia, amigos, costumbre, su pais, para sumergirse en un mundo desconocido y lleno de desafios. La maleta contiene suenos de los paraguayos que parten a buscar la tierra prometida. ?Seran ellos capaces de cumplir sus suenos o los mismos permaneceran guardados en la oscura maleta de la desesperacion? Amalia, personaje de la obra, recapacita: "Mi segunda noche en Espana... La primera detenida en el aeropuerto de Barajas y la segunda encerrada en este rincon oscuro de un lugar desconocido".

  • Testigo secreto de Jessica Andersen

    https://gigalibros.com/testigo-secreto.html

  • Tierra americana de Jeanine Cummins

    https://gigalibros.com/tierra-americana.html

    Lydia Quijano Perez vive en Acapulco, Mexico, donde regenta una libreria. Tiene un hijo de ocho anos, Luca, el amor de su vida, y un maravilloso esposo que es periodista. Y aunque la situacion en Acapulco comienza a agrietarse debido a los carteles de la droga, Lydia lleva una vida confortable.

  • La huella de la noche de Guillaume Musso

    https://gigalibros.com/la-huella-de-la-noche.html

    Un internado prestigioso atrapado bajo la nieve. Tres amigos a los que ata un tragico secreto. Una joven de la que se apodera la noche.

  • Sherlock Holmes a la caza de Jack el Destripador de Arquimedes Gonzalez

    https://gigalibros.com/sherlock-holmes-a-la-caza-de-jack-el-destripador.html

    En noviembre de 1889 Francis Tumblety, senalado como la persona vinculada a los asesinatos de varias mujeres en Whitechapel, Inglaterra, escapo en barco con destino a Nueva York, Estados Unidos. Los policias enviados por Scotland Yard para capturarlo jamas lo localizaron...
    Entre enero y febrero del siguiente ano se reportaron las muertes de seis mujeres en diferentes ciudades de Nicaragua.
    Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador es una novela historica y policial que relata la llegada de Jack El Destripador a Nicaragua y tambien el arribo del famoso detective britanico Sherlock Holmes en su busqueda del asesino mas famoso de todos los tiempos.
    Este libro fue publicado en el 2002 con un prologo del escritor Sergio Ramirez Mercado (incluido en la contraportada), con un tiraje de 4,500 ejemplares. El libro fue reimpreso en el 2005 con un tiraje de 3,500 ejemplares. Una ultima edicion se hizo en el ano 2007 de 3,500 ejemplares.
    En el ano 2005 el detective britanico Trevor Marriot publico el libro Jack El Destripador, La Investigacion del Siglo XXI, en el que asegura que efectivamente el asesino pudo haber viajado de Nueva York a Nicaragua.
    En enero de 2009 el libro se presento en la Libreria Estudio en Escarlata, en Madrid, Espana. Entre el ano 2010 y el ano 2011, este libro fue el mas vendido en el genero de Suspenso, Crimen y Misterio en Amazon en espanol.

  • Trubel de Tamara Ortiz Santiago

    https://gigalibros.com/trubel.html

    Solo le basto ver sus ojos para saber que caeria rendido ante ella. Su cabello era rubio, sus ojos azules eran tan claros que le robaban el aliento. Su mirada era timida y su sonrisa coqueta.Trubel y Klarissa se entregaron entre ellos, se mostraron que eran lo mas importante que tenian el uno para el otro.Pero no todo siempre acaba bien. Surgen acontecimientos que hacen que las cosas se tuerzan. Y ellos desgraciadamente estaban a punto de descubrirlo.

  • Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos de John Berger

    https://gigalibros.com/y-nuestros-rostros-mi-vida-breves-como-fotos.html

    Combinando la soberbia profundidad de sus ensayos y criticas artisticas con la riqueza emocional de su ficcion y su poesia, en esta obra John Berger vuelve por primera vez la lente de su arte sobre si mismo. Asi, se concentra en sus emociones personales y su vida y se cuestiona sobre ciertos aspectos tan trascendentales como ?que es lo que nos lleva a amar? Berger vuelve a mostrarnos otra manera de ver, ofreciendonos, ademas, una magnifica declaracion acerca del enfrentamiento entre la devastacion y el amor en nuestro mundo.

  • Los mares del alba de Mar Cantero Sanchez

    https://gigalibros.com/los-mares-del-alba.html

  • Lo que callan los muertos de Ana Lena Rivera

    https://gigalibros.com/lo-que-callan-los-muertos.html

  • Atrapada de Carolina Fuentes

    https://gigalibros.com/atrapada.html

    Soy Nicole Soza, una graduada hace 1 ano de Doctorado, tengo 30 anos y mi nuevo jefe me tiene prisionera, y yo, solo tengo una opcion, seguirle el juego, es mi unica arma de defensa si quiero salir de aqui, comportarme de acuerdo a lo que Erick me pide y esperar a que me saque de este lugar para cumplir con “mi mision de cautiverio”. Darle un hijo. No tengo que olvidar eso, quien soy y que tengo que hacer de toda esta situacion, el quiere algo, yo tambien. Mi libertad.

  • Una irresistible excepcion de Loles Lopez

    https://gigalibros.com/una-irresistible-excepcion.html


    Laura, una mujer de ciudad, se refugia en un pequeno pueblo de Soria huyendo de un pasado traumatico. Una mala experiencia hizo que dejara la medicina, pero cuando Angel, el alcalde, se entera de que hay una doctora entre ellos, tratara de convencerla para que se quede a ejercer en aquel remoto lugar.

  • Alex, la indomita sobrina del conde de Nieves Hidalgo

    https://gigalibros.com/alex-la-indomita-sobrina-del-conde.html

    Londres. 1819 El intenso olor penetraba por los resquicios de la ventana que aun no se habia reparado, desgajada por un rayo que se habia colado por ella y recorrido la galeria de lado a lado dos noches antes. Por mas que intento sujetar los tablones que, de momento, cubrian los desperfectos, las intensas rafagas de viento los soltaban una y otra vez. Era como si el cielo hubiera querido castigar Londres durante los ultimos quince dias: las calles se encontraban casi intransitables y el Tamesis, utilizado como alcantarilla de la ciudad, se habia desbordado en diversos puntos, provocando que la pestilencia se extendiese por toda la urbe. Jerome Graham recoloco el tablon y maldijo en voz alta, en un tono tan subido que su reverberacion le sobrecogio. Se cerro cuanto pudo el cuello de su levita de pano grueso y se dispuso a acabar la ronda. No le gustaba aquel trabajo, pero daba gracias por tenerlo; al menos, podia llevar un plato de comida caliente a su casa, lo que ya era mucho despues de haberse pasado meses buscando ocupacion. Alli se estaba caliente y la tarea no era fatigosa. Sin embargo, tener que deambular solo durante las grises tardes por las distintas salas, una vez cerradas a los visitantes, lo ponia nervioso. La enorme mansion del siglo XVI en el barrio de Bloomsbury habia sido adquirida por el Gobierno a cambio de veinte mil libras, para convertirla en el museo que habia abierto al publico sesenta anos antes, justo el 15 de enero de 1759. El funcionario que lo contrato le aseguro que era una suerte servir de celador en un lugar repleto de cultura y obras de arte, pero a el le importaban poco los libros, manuscritos o cuadros, asi como las antiguedades egipcias, griegas, o de donde procedieran. Lo unico que le movia a hacer sus solitarias rondas, provisto del candil de aceite, era el digno jornal que permitia comer y vestirse a su familia. Por el, hubiera vuelto a los muelles; entre el barullo de los estibadores no tenia que estar constantemente mirando a su espalda. Alli, por el contrario, el silencio del museo lo impresionaba de tal manera que en cada rincon creia ver figuras que se movian, y con los susurros del aire por cualquier corriente el vello se le ponia de punta. Sobre todo, aquella tarde. Juraria que habia escuchado pasos en la sala donde se exponian los restos egipcios, pero se convencio de que su imaginacion, siempre propensa al recelo, le jugaba una mala pasada. ?Quien iba a colarse en el museo para robar? Todo cuanto se exponia en vitrinas o sobre pedestales era mas viejo que Matusalen y la mitad estaba roto. Incluso aquella piedra, que habian traido de lejos y que todo el mundo iba a admirar, no era mas que un trozo de basalto lleno de garabatos que ni el mas listo podia entender. Desde luego, si el fuera un ladron, la casa Montagu seria el ultimo lugar al que entraria a desvalijar. Con andar cansino atraveso la sala en la que se custodiaban los famosos manuscritos de sir Hans Sloane, aquel medico y naturalista que dejo en testamento su herencia al Gobierno britanico, paso despues por otra anexa que contenia cientos de volumenes antiguos, y se dirigio hacia la zona del museo en la que se encontraban los restos del antiguo Egipto. Esas salas en concreto eran en las que con mas recelo hacia su ronda. Cada vez que entraba en ellas tenia la sensacion de que alguien tiraba de su desgastada levita. Procuraba inspeccionarlas lo antes posible, sin detenerse a mirar los ojos vacios de las estatuas o los cuerpos envueltos en putrefactas vendas que descansaban en las vitrinas. Comprobado que todo estaba en orden, tomo el camino de las escaleras que bajaban a los sotanos. Alli habia multitud de cajas sin abrir, cuadros envueltos en papel aceitado y hasta un feretro de solo Dios sabia la epoca. Su rutinario trabajo pasaba por confirmar que todo estuviera tranquilo y si, por casualidad, se hubiera colado alguna rata en el recinto, acabar con ella. Alzando el farol por encima de su cabeza recorrio el lugar, miro a un lado y otro, reviso los rincones donde dias antes viese algun roedor muerto y regreso hacia las escaleras. Dio un vistazo al reloj de bolsillo, unica herencia de su padre, y comprobo que en una hora mas acabaria su turno. Peter Sunset lo reemplazaria para hacer el de la noche. Ascendia ya cuando creyo oir un crujido. Se volvio, levanto el candil y sus ojos atisbaron el lugar. El sonido se repitio. Ya no le cupo duda de que algun infecto bichejo estaba haciendo de las suyas. Renegando entre dientes desanduvo el camino y se armo con la porra que siempre colgaba de su cadera. --Ven aqui, precioso --dijo a la oscuridad--. Ven con papa. El silencio lo envolvio como un mal presagio, pero siguio su avance tratando de ubicar al animalejo. Algo se movio detras de una pila de cajas y Jerome mostro su dentadura mellada forzando una sonrisa, seguro de haber localizado al intruso. Avanzo con cautela dispuesto a aporrearlo, rodeo el feretro de madera pintada y... Antes de que pudiera saber lo que estaba sucediendo, un objeto contundente choco contra su craneo obligandole a sumirse en la inconsciencia. La figura embozada que lo habia dejado fuera de combate paso por encima del cuerpo, escondio la pequena estatua que acababa de sustraer bajo los pliegues de su capa y desaparecio en la oscuridad. Capitulo 1 Londres. 1819 Regresar a Londres habia sido, sin duda alguna, una de las peores decisiones de su vida. Lejos de Inglaterra, abstraida por la voragine que suponia cada hallazgo, el recuerdo doloroso de su desden se habia mitigado, aunque, no por ello, estaba olvidado. Si algo tenia era buena memoria y jamas se lo perdonaria. La aficion de su madre por la cultura egipcia arrastro a su padre, anos atras, a abandonar su trabajo como profesor en Eton para sumarse al equipo arqueologico de Giovanni Battista Belzoni. Ella, por tanto, se habia criado a caballo entre Londres y la tierra de los faraones, llegando a convertirse en una aplicada colaboradora. Como cualquier joven, a veces echaba de menos acudir a las fiestas londinenses, aunque en Egipto no faltaron las veladas en algun hotel o en la mansion de un millonario excentrico deseoso de agasajarlos. Ella procuraba alejarse de toda la parafernalia que, por costumbre, seguian manteniendo sus padres: acicalarse para las cenas, aunque estuvieran rodeados de dunas y polvo. Lo veia una estupidez suprema, a la que la mayoria de las veces tenia que plegarse para no enfadarlos. Como el esnobismo de Belzoni de tener que utilizar a un capataz de intermediario cuando queria preguntarle algo a uno de los egipcios que achicaban tierra. En mas de una ocasion se lo dejo ver porque para ella cualquier hombre era igual a otro, pero el italiano solo sonreia, se encogia de hombros y la dejaba con la palabra en la boca. Lo que si echaba de menos cuando no estaba en Londres eran las partidas de ajedrez con su tio, reir con las bromas de su primo Jason y ponerle al dia de sus secretos a Nicole, su esposa. No era un bicho raro, como solia decir de ella la condesa viuda en tono jocoso, a la que, a pesar de no ser su abuela, tenia como tal. Pero si era cierto que ciertas costumbres de la aristocracia no iban con ella. Se encontraba mucho mas a gusto enfrentandose a la amplitud de los espacios abiertos y recibiendo el sol en el rostro, que poniendo buena cara a personas que no le interesaban. Era la vida que deseaba y que le agradaba. Por desgracia, a pesar de la distancia y el tiempo transcurrido, seguia sin poder evitar que un hombre le quitase el sueno. Uno a quien, parecia haber quedado claro, ella no le interesaba en absoluto. El trabajo en las excavaciones apenas le habia dejado tiempo para pensar en otra cosa que no fuera extraer de las arenas del desierto los vestigios de una civilizacion milenaria. Pero la actualidad mandaba y hubieron de regresar a Londres para poner al dia las inversiones de su padre en la industria textil, interesarse por una fundacion en la que colaboraba y estar presentes en la celebracion en honor del heredero de Jason y Nicole, vizcondes de Wickford: Cayden Lionel Rowland. [1] Sabia que pisar Creston House implicaba volver a enfrentarse a la espiral de emociones que para ella suponia la presencia de Daniel Bridge. Creyo poder controlarlas, que iba a ser capaz de dominar los latidos de su corazon cuando volviera a verlo, mostrarse distante con el. !Que ilusa! Apenas pisar el salon donde todos se encontraban reunidos, aquel estupido organo enamoradizo comenzo a dar saltos en su pecho. Porque el estaba alli, como bien suponia. Daniel Bridge no solo era el medico de la familia Rowland, sino amigo personal de Jason desde que le salvara la vida durante la guerra, y se contaba con el para cualquier acontecimiento; incluso disponia de una habitacion permanente reservada para su uso en Creston House. Ahogo un suspiro porque, si cabia, lo encontro mas guapo aun que cuando se marcho a Africa por ultima vez. Relego el momento de saludarlo tanto como pudo, dedicandose a repartir sonrisas y abrazos a los demas, consciente de la presencia de Daniel en la sala y de su inevitable reencuentro. Alto, ancho de hombros, luciendo ese cabello rubio que ella sono tantas veces con despeinar y aquellos ojos azules que, mal que le pesara, habian invadido sus noches, era imposible obviarlo. Su boca la llamaba como un canto de sirenas y no pudo sino recordar aquella primera vez en que, como despedida, antes de que partieran de Inglaterra, la habia besado. Para ella habia supuesto un vuelo hasta las nubes, materializar un anhelo tanto tiempo deseado que quiso repetir. Asi se lo pidio, como una boba, con los ojos colmados de ilusion juvenil. Como respuesta, Daniel la habia apartado de el, dejandola con una sensacion de frustracion que se prolongo hasta el ridiculo por haberse manifestado tan entregada. Claro que peor fue a su regreso, en aquel maldito baile de mascaras en el que el se presento disfrazado de Lucifer, todo vestido de rojo, por completo irreconocible, y la abordo cuando buscaba un momento de paz en los jardines. Habia tomado su mano para llevarla hacia la espesura, la habia besado y luego, cuando ella se encontraba en el septimo cielo, la habia dejado aturdida con una frase que arruino sus expectativas: --Sigues besando como una nina. Evocar el modo en que se burlo de ella hizo que se la llevaran los demonios de nuevo. No lo habia olvidado, era imposible dejar de lado su desprecio. Se le avinagro el gesto. Y justo entonces, a su espalda, escucho su voz. --Hola, Alex. Se volvio esbozando una sonrisa forzada. Aunque consiguio mantenerla asi, fria y desangelada, dandole a entender que se la dedicaba por puro compromiso, empezo a escuchar en su interior el retumbar de unos latidos que la delataban. Tan fuertes eran que temio que Daniel pudiera escucharlos, asi que se ladeo un poco para aceptar la copa de champan que le ofrecia uno de los criados, tratando de darse tiempo y calmarse un poco. --?Como te va, Bridge? --pregunto de modo escueto, rehusando mirarlo a la cara. Daniel se mordio los labios para contener una sonrisa por su saludo tan banal. Alexandra no habia cambiado en nada, seguia siendo aquella muchacha discola, empecinada y tozuda. Bueno, si que notaba un cambio en ella: estaba preciosa, mucho mas bonita. Con razon habia acaparado su atencion desde el mismo momento en que hizo acto de presencia: su cabello rubio claro recogido en bucles, sus ojos vivaces e inteligentes, casi plateados, su estrechisima cintura... Y !condenada fuese!, con un escote que magnificaba sus atributos mas de lo que el hubiera querido y que le provoco un tiron en la ingle.

  • Por el Sendero del Puma de May Blacksmith

    https://gigalibros.com/por-el-sendero-del-puma.html

    Olivia Cobos es una mujer divorciada de 43 anos, dedicada a su trabajo y sus hijos. En una cena de empresa, coincidira con un chico mas joven con el que pasara la noche. La casualidad hara que se reencuentren y que su vida monotona y rutinaria de un giro de 180o para convertirse en una montana rusa llena de altibajos, de sentimientos dificiles de gestionar, de dudas e inseguridades que le obligan enfrentarse a sus miedos e impulsandola a disfrutar de lo que se presenta en cada momento.
    Una novela intima, donde la protagonista nos hara participes en primera persona de cada una de las situaciones en las que se ve envuelta. Llena de sentimientos que nos haran vivir momentos comicos, dramaticos y llenos de pasion.

  • Sin compromiso (Nuevos Tiempos) de Curtis Sittenfeld

    https://gigalibros.com/sin-compromiso-nuevos-tiempos.html

    Mucho antes de que llegase a Cincinnati, todo el mundo sabia que Chip Bingley andaba buscando esposa. Dos anos antes, Chip --graduado por el Dartmouth College y por la Facultad de Medicina de Harvard, vastago de los Bingley de Pensilvania, que durante el siglo XX habian hecho fortuna con el negocio de las piezas de fontaneria-- habia aparecido, por lo visto con alguna reticencia, en el famosisimo reality televisivo Tal para cual. A lo largo de ocho semanas, durante el otono de 2011, veinticinco solteras habian convivido en una mansion de Rancho Cucamonga, en California, compitiendo por el corazon de Chip: celebraban citas en las que iban a jugar al blackjack a Las Vegas o a catas de vino en los vinedos del valle de Napa mientras se peleaban y se ponian a parir entre ellas delante del pretendiente y tambien a sus espaldas. Al final de cada episodio, le daba a cada una o bien un beso en los labios, lo que significaba que continuaba compitiendo, o bien un beso en la mejilla, que queria decir que tenia que volverse a su casa de inmediato. En el ultimo episodio, cuando solo quedaban dos mujeres --Kara, una antigua animadora universitaria de veintitres anos con unos ojazos y una melena rubia rizada, profesora de instituto en Jackson, Misisipi; y Marcy, una dentista morena de veintiocho anos, hipocrita pero atractiva, de Morristown, Nueva Jersey--, Chip se puso a llorar como una magdalena y rehuso proponer matrimonio a ninguna de las dos. Ambas eran increibles, extraordinarias, inteligentes y sofisticadas, afirmo, pero no sentia hacia ninguna de las dos lo que el llamaba <>. En cumplimiento de las normas de la Comision Federal de Comunicaciones, la consecuente diatriba de Marcy quedo reducida a una serie de palabras interrumpidas por pitidos que a duras penas ocultaban su colera. --No quiero que conozca a las chicas por haber estado en esa chorrada de programa --le decia la senora Bennet a su marido durante el desayuno una manana de finales de junio. Los Bennet vivian en Grandin Road, en una amplia casa de estilo Tudor de ocho habitaciones en el barrio de Hyde Park de Cincinnati--. Ni siquiera lo he visto. Pero estudio en la Facultad de Medicina de Harvard, ?sabes? --Eso me comentaste --respondio el senor Bennet. --Despues de todo lo que hemos pasado, no me importaria tener un medico en la familia. Llamalo interes si quieres, pero yo mas bien diria que es una cuestion de inteligencia. --?Interesada tu? --repitio el senor Bennet. Cinco semanas antes, el hombre habia pasado por una revascularizacion coronaria de urgencia; tras una convalecencia complicadita, hacia pocos dias que habia recuperado su habitual actitud sardonica. --Chip Bingley ni siquiera queria presentarse en Tal para cual, pero su hermana lo propuso como candidato. --Entonces un reality no es muy distinto del Premio Nobel de la Paz, pues en ambos se requiere de candidatos propuestos por terceros. --Me pregunto si esta de alquiler o ha comprado la casa --dijo la senora Bennet--. Eso nos indicaria cuanto tiempo tiene pensado quedarse en Cincinnati. El senor Bennet bajo su rebanada de pan. --Teniendo en cuenta que hablas de un completo desconocido, tu interes en los pormenores de su vida me parece desmedido. --Yo tampoco lo consideraria un desconocido. Trabaja en Urgencias en el Christ Hospital, lo que significa que Dirk Lucas debe de conocerlo. Chip es bienhablado, no como esos jovenes vulgares que suelen salir en la tele. Y es muy atractivo, ademas. --Pensaba que nunca habias visto el programa. --Me trague unos minutos de pasada mientras las chicas lo veian. --Miro malhumorada a su marido--. No deberias discutir conmigo; es malo para la recuperacion. En cualquier caso, Chip podria haber hecho carrera en la television pero decidio volver a la Medicina. Y se nota que viene de buena familia. Fred, estoy convencida de que el hecho de que se haya mudado aqui justo cuando Jane y Liz se encuentran en casa supone un resquicio de esperanza para nuestros problemas. Las dos hijas mayores de las cinco hermanas Bennet llevaban una decada y media viviendo en Nueva York; a causa del susto motivado por la salud de su padre habian vuelto repentina, si bien temporalmente. --Carino, si una marioneta hecha con un calcetin, que tuviera herencia y un diploma de Medicina de Harvard, se mudase aqui, tu estarias convencida de que su destino era casarse con una de nuestras chicas. --Burlate todo lo que quieras, pero el tiempo no pasa en balde. No, Jane no aparenta los cuarenta que va a cumplir en noviembre, pero cualquier hombre que sepa su edad le dara vueltas y vueltas a lo que ello supone. Y Liz la sigue de cerca. --Muchos hombres no quieren hijos. --El senor Bennet le dio un sorbo al cafe--. Ni yo lo tengo claro todavia. --Una mujer de cuarenta puede dar a luz, pero no es tan facil como los medios de comunicacion nos hacen creer. La hija de Phyllis y Bob ha probado toda clase de metodos y al final se tuvo que conformar con el pequeno Ying de Shanghai. --Se levanto y se miro el reloj de oro ovalado--. Voy a llamar por telefono a Helen Lucas, a ver si puede organizar algo para presentarme a Chip. Capitulo 2 La senora Bennet era quien siempre bendecia la mesa en las comidas familiares --sentia predileccion por las oraciones de la Iglesia anglicana-- y, aquella noche, apenas hubo pronunciado la palabra <>, anuncio con entusiasmo incontenible: --!Los Lucas nos han invitado a su barbacoa del Cuatro de Julio! --?A que hora? --pregunto Lydia, de veintitres anos, la pequena de las Bennet. Mary, que tenia treinta, le dijo: --Hasta que no se haga de noche no puede haber fuegos artificiales. --Nos han invitado a una prefiesta en Mount Adams --intervino Kitty. Ella tenia veintiseis, la mas cercana tanto en temperamento como en edad a Lydia, aunque contraria a las conductas fraternales tipicas; iban juntas a todas partes, y era la pequena quien llevaba por el mal camino a la otra. --Pero si no os he dicho quien va a estar en la barbacoa. --Desde su extremo de la larga mesa de roble de la cocina, la senora Bennet estaba euforica--: !Chip Bingley! --?El llorica de Tal para cual? --dijo Lydia, y Kitty solto una risita mientras aquella anadia--: Yo no he visto nunca a ninguna mujer llorar lo que lloro el en la temporada final. --?Que es un llorica de tal para cual? --pregunto Jane. --Ay, Jane --le dijo Liz--. Que inocente y pura eres. Has oido hablar del programa Tal para cual, ?verdad? Jane entrecerro los ojos. --Creo que si. --Pues el salia alli ahi hace un par de anos. Era el tio que codiciaban veinticinco mujeres. --Creo que no os imaginais el terror que ha de experimentar un hombre al verse asi de superado en numero --comento el senor Bennet--. Yo muchas veces me echo a llorar, y eso que aqui solo sois seis. -- Tal para cual es degradante para la mujer --dijo Mary. --Esa es tu opinion, claro --tercio Lydia. --Pero a la temporada siguiente van a ser una mujer y veinticinco chicos; eso es paridad --dijo Kitty. --Las mujeres se humillan de una manera a la que no llegan los hombres. Estan desesperadisimas --replico Mary. --Chip Bingley estudio en la Facultad de Medicina de Harvard --dijo la senora Bennet--. No es uno de esos ordinarios de Hollywood. --Mama, su ordinariez hollywoodiense es lo unico que interesa de el aqui en Cincinnati --le dijo Liz. Jane se volvio hacia su hermana. --?Tu sabias que estaba aqui? --?Tu no? --?A por cual de nosotras quieres tu que vaya, mama? --pregunto Lydia--. Es mayor, ?verdad? Entonces doy por hecho que a por Jane. --Gracias, Lydia --comento aquella. --Tiene treinta y seis, asi que es tan adecuado para Jane como para Liz --contesto la senora Bennet. --?Por que no Mary? --pregunto Kitty. --No me parece el tipo de Mary. --Porque es lesbiana y el tal Chip no es mujer --anadio Lydia. Mary la fulmino con la mirada. --Lo primero: no soy lesbiana. Y aunque lo fuese, prefiero ser una lesbiana a una sociopata. Lydia sonrio con superioridad. --Puedes ser las dos cosas. --?Lo estais oyendo todos? --Mary se volvio hacia su madre, en un extremo de la mesa, luego a su padre, en el otro--. Lydia esta fatal de la cabeza. --Las dos teneis la cabeza perfectamente --dijo la senora Bennet--. Jane, ?como se llama esta verdura? Sabe distinta a otras veces. --Son espinacas. Las he estofado. --A decir verdad --intervino el senor Bennet--, hay un aspecto para el que no os funciona muy bien la cabeza. Sois adultas, tendriais que estar viviendo por vuestra cuenta. --Papa, vinimos para cuidarte --respondio Jane. --Pues ya estoy bien. Volveos a Nueva York. Tu tambien, Lizzy. Ya que eres la unica que se niega a aceptar un centavo y, no por casualidad, la unica con un empleo de verdad, se supone que debes dar ejemplo a tus hermanas. De lo contrario, te arrastraran con ellas. --Jane y Lizzy saben lo importante que es para mi el almuerzo --dijo la senora Bennet--. Por eso siguen aqui. El acontecimiento al que se referia era el almuerzo benefico anual de la Liga Femenina de Cincinnati, programado aquel ano para el segundo jueves de septiembre. La senora Bennet era miembro de la Liga desde los veinte, aquel ano era la presidenta del Comite de Organizacion del acto y, lamentablemente (como recordaba a menudo a los integrantes de la familia), la enorme presion y responsabilidad de dicho papel le impedian cuidar de su marido durante la convalecencia. --A ver: la invitacion de los Lucas es para cuatro. Lydia y Kitty: teneis tiempo de sobra para veniros con nosotros y llegar a vuestra fiesta antes de los fuegos artificiales. Helen Lucas va a invitar a unos cuantos jovenes del hospital aparte de a Chip Bingley, asi que seria una pena que os perdieseis la oportunidad de conocerlos. --Mama, a diferencia de nuestras hermanas, Kitty y yo somos perfectamente capaces de conseguir novio por nuestra cuenta --replico Lydia. La senora Bennet miro al otro extremo de la mesa, a su marido. --Si alguna de nuestras hijas se casase con un medico, me quedaria satisfecha, si. Pero Fred: me atreveria a decir que, si eso hace que se vayan de casa, tu tambien lo estarias.