• libro retrato de un asesino - Anne Meredith

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    <>: asi comienza Retrato de un asesino (1934), una de las primeras muestras de novela policiaca <>, donde la identidad del asesino es conocida desde la primera pagina y el suspense se elabora a partir de sus coartadas y de la incognita de si sera descubierto o conseguira escapar. Al mismo tiempo, la novela pertenece a la noble tradicion inglesa de los crimenes en Navidad, punto de partida, por lo general, para un siniestro retrato de familia. Anne Meredith no desaprovecha ninguno de estos elementos y se adentra en la psicologia criminal creando un gran personaje de asesino artista que entronca con otra conocida tradicion britanica, el esteticismo decadentista.

  • Retrato de un asesino: Crimen en Navidad (Rara Avis)

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    Retrato de un asesino: Crimen en Navidad (Rara Avis) : Meredith, Anne, de la Rubia Ortí, Daniel: Amazon.es: Libros.

  • RETRATO DE UN ASESINO | ANNE MEREDITH - Casa del ...

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    21 nov 2018 — El libro RETRATO DE UN ASESINO de ANNE MEREDITH en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • retrato de un asesino: jack el destripador caso cerrado

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    El libro RETRATO DE UN ASESINO: JACK EL DESTRIPADOR CASO CERRADO de PATRICIA CORNWELL en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Retrato de un asesino - Anne Meredith - Babelio

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    Críticas (5), citas (4) extractos de Retrato de un asesino de Anne Meredith. En primer lugar hay que avisar con este libro de algo... Quien vaya bu...

  • RETRATO DE UN ASESINO - MEREDITH ANNE

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    Iniciar sesión · RETRATO DE UN ASESINOMEREDITH, ANNE · Resumen · Información del libro · Compra este libro · Mi biblioteca · Otros libros que me pueden gustar.

  • RETRATO DE UN ASESINO (Libro en papel)

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    RETRATO DE UN ASESINO. CRIMEN EN NAVIDAD 18,53€ Ahora un 5% descuento. Envío gratis. Publicada en 1934, esta es una de las primeras muestras de novela ...

  • RETRATO DE UN ASESINO - ANTHONY GILBERT - Agapea

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  • Retrato de un asesino - Anne Meredith - Libros - Isliada

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    Adrian Gray nació en mayo de 1862 y murió violentamente a manos de uno de sus propios hijos el día de Navidad de 1931. El crimen fue espontáneo e ...

  • Retrato De Un Asesino - TROA Librerías

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  • RETRATO DE UN ASESINO · MEREDITH, ANNE - Tipos ...

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    Medidas: 125 X 200 cm. Páginas: 344. valoración (0 Comentarios) Comenta y valora este libro. Disponible 2 días.

  • Angel Caido. Amor Verdadero con el heroe de Elena Romero

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    Hace 3 semanas me salvo la vida.
    A costa de matar a dos hombres.
    Dos violadores en un callejon.
    Y llevarme en brazos a casa.

  • Musica en la noche de Aldous Huxley

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    Durante su vida, Aldous Huxley se gano la reputacion de ser uno de los gigantes de la prosa inglesa moderna y uno de los mejores comentaristas sociales de su epoca. Conocido sobre todo por sus novelas, Huxley se sentia tambien muy comodo con la forma del ensayo. Abarcando desde el periodismo hasta las resenas criticas y las reflexiones literarias, politicas, culturales y filosoficas, sus ensayos constituyen uno de los ejemplos mas finos del genero en la literatura moderna. Musica en la noche es ya todo un clasico. En este volumen, el autor de Un mundo feliz, comunica sus puntos de vista acerca de diversos temas --la tragedia, el silencio, el arte, la gracia, la historia, el puritanismo, la belleza --, apuntando siempre a cuestiones fundamentales de la condicion humana. La indudable originalidad del ensayista se ve favorecida por la gran cantidad de recursos que le proporcionan su vasta cultura y su enorme curiosidad. Los ensayos aqui reunidos sorprenden por las grandes intuiciones, los agudos comentarios y las ingeniosas e inesperadas observaciones que son ya la marca inconfundible de uno de los escritores mas influyentes del siglo XX.

  • Los trillizos sorpresa del multimillonario de Ciara Cole

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    El bebe sorpresa de un multimillonario. !por tres!

  • La fiebre del heno de Stanislaw Lem

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    Una agencia de detectives requiere los servicios de un astronauta norteamericano retirado para que ayude a esclarecer una serie de misteriosas muertes acaecidas en un balneario de Napoles. Varias personas han enloquecido y algunas se han suicidado sin que se conozca motivo para ello. Otras parecen haber muerto accidentalmente. Todas las victimas eran extranjeras, viajaban solas, rondaban la cincuentena y padecian algun tipo de alergia. Tanto la policia local como la Interpol consideran que no hay pistas suficientes para afrontar el caso con garantias, hasta que empieza a cundir la idea de que en cierto modo las muertes obedecen a algo mas perverso. ?Estaran sujetos los asesinatos al jugueton capricho de las leyes de la probabilidad y el caos? Obra maestra indiscutible de la ciencia ficcion, aderezada con los ingredientes de la novela clasica de suspense, La fiebre del heno es un autentico tesoro recuperado del genio Stanislaw Lem y una de las historias mas miticas de un autor irrepetible.

  • Los motivos del Lobo de Liliana Escliar

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    Dos anos atras, el fue el senuelo. La noche anterior, Daniel Parodi y su hija se habian desvelado con la noticia de la caida de un meteorito gigante en una ciudad impronunciable de Rusia, algo que segun los entendidos confirmaba el inminente fin del mundo. Zoe tenia diecisiete anos y una pasion morbosa por ese tipo de noticias. Creia en los fenomenos paranormales, los ovnis, la existencia de una conspiracion universal y el Apocalipsis, queria estudiar la carrera de Letras y en las ultimas semanas se habia <> al veganismo, una forma de vegetarianismo extremo que a Daniel, carnivoro consecuente, le parecia una aberracion. Sin embargo ahi estaba, insomne a las cinco de la manana frente a la heladera abierta llena de tofu, hamburguesas de lenteja y brotes de soja. Desde la muerte de Patricia --siete meses atras la habian empujado a las vias del tren para arrebatarle la cartera-- que Parodi no podia dormir. El, criminologo, jefe del laboratorio de investigacion forense de la Policia, no habia podido cazar al raterito que habia matado a su mujer. Habia hecho que Fabian, ese prodigio de las computadoras de solo veintidos anos, un adolescente lleno de granos y complejos que se le quedo pegado del curso de criminologia que dicto cinco anos atras y es como un hijo, destripara cuadro a cuadro el video de seguridad de la estacion de Belgrano. Habia visto las imagenes tantas veces, que podia recordar la secuencia sin errores: Patricia en el extremo del anden que va a Retiro ve aproximarse el tren hacia el paso a nivel de Juramento, mira la hora y despues hacia atras, como si esperara a alguien. En ese momento, una persona --?un hombre joven?-- entra en la imagen, le arrebata la cartera y Patricia cae hacia las vias boca arriba, como quien se tira en un colchon de agua. A las siete y media, todavia sin dormir, se lavo la cara y los dientes sin mirarse al espejo y fue a llevarle a Zoe el desayuno a la cama. Siempre lo habia hecho para <> y despues de la muerte de Patricia lo habia seguido haciendo para su hija. Para mimarla y, tambien, porque sin ese ritual no tendria por que ni para quien levantarse. La manana del dia que iba a morir, Zoe se desperto feliz. Iba a anotarse en la facultad. Cuando salio del cuarto, Daniel la miro y fue como cuando la veia jugar: se habia vestido y actuaba una urgencia eficiente <>. Habia desmontado todos los gestos de nena, como quien saca las munecas de los estantes. Le ofrecio llevarla pero no, claro que no. En cambio, le dio las llaves del auto e imposto, el tambien, el rol de viejo canchero y despreocupado que nunca habia sido. Hacia calor y se habia quedado dormido en el sillon, arrullado por el ruido del ventilador de techo mientras esperaba a Zoe. Desperto con el filo de un cuchillo en la garganta. Podia ver las gotas de sudor y sentir el olor de la transpiracion de su verdugo, ridiculamente enmascarado --penso-- como un ninja criollo. Daniel repaso mentalmente todos los movimientos que deberia hacer para llegar a la cocina, al estante donde guardaba su arma, pero no conto con que tenia quince kilos de mas y todos en la panza. Cuando intento incorporarse, el ninja lo noqueo de un golpe en la sien. Lo que siguio en esas horas que parecieron dias fue una rutina de tortura meticulosa en la que Parodi no tuvo, no pudo tener, ni siquiera la posibilidad de descontar el marcador con una trompada. El hombre no hablaba, no decia quien lo habia mandado ni por que. Lo habia atado por las munecas con una soga que despues izo hasta dejarlo colgado. Parodi estaba molido a golpes, apenas podia abrir los ojos, que empezaban a hincharse; la lengua era un pez globo contra la mordaza. El ninja lo habia pateado, escupido, cortado y a el lo unico que se le ocurria pensar era que asi colgado seguro parecia una pinata. No iba a matarlo. Nadie se cubre la cara para matar. Parodi tomo nota del tatuaje que asomaba del antebrazo de su torturador --algo asi como una esvastica deformada-- y penso que era cuestion de aguantar hasta que terminara. No habia entendido nada. Horas mas tarde, cuando Zoe entro y lo vio colgado de la viga como una pinata, el entendio que ya no habria tiempo para nada y que era --iba a ser-- victima por efecto transitivo: un <> inapelable como un balazo en la cabeza. El verdugo lo habia molido a palos y ahora esperaba justo eso: que Zoe entrara asi como entro, liviana y sin presentimientos. Que abriera esos ojos verdes que tenia, desorbitados de sorpresa y de miedo. Que lo mirara a el: --Papa, que pasa... ?Cuanta desesperacion entra en un segundo? Parodi quiso gritar <>, pero no pudo nada. La mordaza le anudaba la lengua y fue un segundo, o tal vez menos: su hija giro la cabeza y a lo mejor, ojala, no llego a ver como brillo el filo antes de cercenarle el cuello. Zoe se inclino hacia el como un muneco oscilante, los pies firmes en el piso, y golpeo con la frente la panza de Parodi. Cuando cayo --y Parodi juraria que pudo oir como crujia la frente de su hija contra el piso-- el verdugo saludo con una inclinacion de cabeza y salio tarareando: raton que te atrapa el gato/ raton que te va a atrapar/ raton que si no te atrapa/ manana te atrapara. Lo que siguio fue el derrumbe, una demolicion dia tras dia y piedra tras piedra de todo lo que alguna vez el fue o tuvo, que es lo mismo. Estuvo internado tres semanas en un limbo de morfina. El ninja le habia quebrado los dos brazos, la nariz y un par de costillas. Tenia un pulmon perforado, la cara reventada y varios dientes menos. Lo habia destrozado a conciencia, cuidadosamente, para romperlo sin matarlo, pero a el le dolia otro dolor. Era --intento explicarle a Ernesto-- como si le hubieran sacado toda la piel y estuviera cayendo en un pozo interminable y tan estrecho, que su cuerpo en carne viva raspara contra las paredes mientras caia. Ernesto, el viejo, no se movio de al lado de la cama en los veintitres dias. Se habia retirado de la Policia <>, en el 76, y desde entonces mal llevaba una libreria especializada en espias, detectives y buenos autores en general, sin best sellers ni novedades. Todo un exito. Era lo mas parecido a un padre desde que los de Daniel murieron en un accidente en la ruta 2 volviendo de Coronel Vidal, treinta anos atras. A Martin Parodi, que tambien se habia retirado de la Policia, se le habia metido en la cabeza que era un buen negocio criar conejos. Los habian chocado de atras y el Valiant en el que viajaban se despisto y dio tres vueltas antes de terminar con las ruedas girando en el aire. Nunca encontraron al culpable ni a los conejos. Cuando Parodi salio del hospital no tenia a quien llevarle el desayuno a la cama ni por que levantarse. O vestirse, o trabajar, o seguir vivo. Ernesto fue con el al departamento. Olia a cloro. Los de limpieza de escenas habian hecho un buen trabajo pero, aun asi, la sangre de Zoe habia dejado vetas negras en la madera del living. Daniel miraba el parquet descolorido desde la puerta, sin entrar. Estaba encogido, como si tuviera que agacharse para pasar por el marco. --No puedo. Era la casa que habian comprado con Patricia. Ahi habian comido su primera cena de casados, un picnic de pizza en caja de carton porque no tenian ni muebles, ni platos, ni cubiertos. Ahi habia llevado a su beba recien nacida y se habia desvelado con la primera fiebre. Ahi habia vuelto despues de enterrar a su mujer, pero ya no. No podia volver a vivir ahi. El viejo no insistio. Dijo <> y amontono en dos bolsos la ropa de Parodi. Cuando termino, cerro la puerta y podria haber tirado las llaves por la ventana. Daniel no volvio nunca mas. Meses mas tarde, cuando terminaron los tramites de sucesion, acepto la primera oferta que le hicieron y malvendio el departamento con muebles y todo. En 2005, la <> --un nombre que, segun el mismo Ernesto admitia, era muy <>-- habia cambiado a <>: un homenaje a la hermosa libreria catalana y un intento, fallido, de atraer mas clientes. Era una construccion de 1900 con piso damero, techos altisimos, una enorme mesa central donde se apilaban <> y estanterias en todas las paredes. En una de ellas, un riel sostenia la escalera con ruedas para desplazarse por los estantes superiores <>, decia, orgulloso, el viejo. Aunque la pelicula, con un Fred Astaire demasiado viejo para la librera Audrey Hepburn, decia tambien, era <>.

  • Chispa y humo de Sofia Navarro

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    Pidete una copa, elige tu asiento preferido y espera a que suene el jazz. En el barrio de Chueca, todos usan mascara, pero solo una mujer se disfraza de arana. Tarantula esta sola, terminando su ultimo cigarrillo antes de volver a casa. Deja de mirarla y de intentar adivinar quien es, que si la juzgas demasiado, acabara por saberlo todo de ti.

  • Desencadenadas de Eva Nieto

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    Padre Soltero:
    Julio:
    Podia tenerlo todo, pero podia quedarme sin nada. Todo dependia de Miranda.
    Mi padre iba a dejarme su imperio multimillonario en herencia, pero solo si me casaba y me convertia en un feliz padre de familia. ?El problema? Ya estuve casado, y ahora soy padre soltero.
    Solo podia ser peor. si consideramos que Miranda es la mejor amiga de mi ex.

  • No pidas clemencia (Max Anger Series 1) de Martin Osterdahl

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    <<No pidas clemencia es de una actualidad asombrosa. Osterdahl es el maestro de la conspiracion. !Leelo!>>
    Camilla Lackberg.

  • Fuera de juego – Chus Iglesias de Chus Iglesias

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    El desahogo de Alba despues de aquel partido, en el que habia insultado al arbitro a placer, no tenia comparacion con la verguenza que empezaba a sentir y mas cuando descubrio que David seria el nuevo tecnico de prevencion de riesgos y abogado de la asesoria en la que ella trabaja en Santiago de Compostela. Lo que esta claro es que el no ha llegado en son de paz precisamente, cuando ha comprobado que era la misma ninata del campo de futbol.
    Este hombre es un ligon empedernido que no esta dispuesto a atarse a nadie, aunque las cosas siempre pueden cambiar si te encuentras con alguien mas terco que tu, dispuesto a fastidiar lo que sea necesario.
    Despues de numerosas discusiones por temas de trabajo, que han llevado a su jefe a preocuparse por su relacion, este los enviara a Suiza en un viaje de negocios, alli quizas el le cuente ese secreto que tanto lo atormenta y por lo que muchos de sus amigos le han dado la espalda, y hace que por veces tenga ese humor de perros. Tambien podras descubrir lo bonito que es este pais y su sabrosa gastronomia, asi como la vida de los numerosos emigrantes que alli viven. Si te intriga su historia tambien descubriras con ellos esos amaneceres que tanto le gustan a David y por que ha aprendido a valorar tanto esas pequenas cosas que nos da la vida.
    Y ese local que es frecuentado por Yago el fiscal y Valeria la policia. Todos hablan de el y nadie sabe quienes son los duenos, otra grata sorpresa.
    En este libro descubriras los amorios de los protagonistas y sus amigos, un caso de acoso escolar y otro de violencia de genero por parte de la companera de trabajo de Alba, asi como bonitos amaneceres que dan nombre a esta saga.

  • Sangre de Clara Penalver

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  • Construir un alma de Andres Ibanez

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    Nuestra verdadera vida todavia no ha comenzado. Estamos siempre esperando, preguntandonos llenos de angustia cuando sucedera algo por fin. No conocemos todo nuestro potencial. Somos extranos para nosotros mismos, y ni siquiera imaginamos todo lo que somos y podriamos llegar a ser. La mayor parte de nuestra conciencia se halla en estado latente. Vivimos una existencia de miedo y desesperanza, desconectados de nosotros mismos, llenos de envidia e insatisfaccion. Y sin embargo, tenemos la capacidad de despertar esa parte dormida de nuestra conciencia y de vivir en paz y plenitud. Construir un alma es un libro extraordinario porque se situa fuera de las categorias. Aunque escrito en un lenguaje tan poetico y elocuente como exacto, no es una obra literaria. Tampoco es un ensayo ni un libro de ideas. Es un manual que pretende transmitir un conocimiento practico. Es una invitacion a cambiar de vida, a abrir los horizontes, a investigar y a experimentar. Fruto de una vida entera de practica y ensenanza de la meditacion y del yoga en todas sus formas, destilacion de largos anos en busca del conocimiento, Construir un alma quiere proponer un camino posible por el que podemos seguir avanzando. Es el camino de los que piensan que nuestra cultura, sin duda la mas justa y compasiva que haya existido, debe seguir evolucionando. Nuestros verdaderos ojos todavia estan cerrados. Debemos descubrir como abrirlos.

  • Ojos de agua de Domingo Villar

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    Entre el aroma del mar y de los pinos gallegos, en una torre residencial junto a la playa, un joven saxofonista de ojos claros, Luis Reigosa, ha aparecido asesinado con una crueldad que apunta a un crimen pasional. Sin embargo, el musico muerto no mantiene una relacion estable y la casa, limpia de huellas, no muestra mas que partituras ordenadas en los estantes y saxofones colgados en las paredes. Leo Caldas, un solitario y melancolico inspector de policia que compagina su trabajo en comisaria con un consultorio radiofonico, se hara cargo de una investigacion que le llevara de la bruma del anochecer al humo de las tabernas y los clubes de jazz.

  • Memorias de un Heroe Ensangrento de Daniel Nieto

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    A mis mas estimados jovenes, sufridores del dia y de la noche, la cual es para vosotros perenne.
    Con esta mi mas sincera apelacion, se halla una advertencia, siendo esta la siguiente:

  • Una muerte merecida de Peter Swanson

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    Matar es facil, cualquiera puede hacerlo. Pasa constantemente, en un arrebato de furia la mujer mata al marido o viceversa.
    Pero matar sin que te pillen, eso es lo realmente dificil. Por suerte, Lily cree haber encontrado la solucion.
    Sin cuerpo no hay asesinato. Sin cuerpo, un muerto se convierte en un desaparecido.
    No es que Lily encuentre placer en ello, aunque tampoco siente remordimientos; hay personas en el mundo que merecen morir y hay asesinos que merecen salirse con la suya. Asi de simple, piensa en la gente que muere en un huracan, solo que el huracan que encontraran Ted, el marido, Miranda, la mujer, y Brad, el amante, se llama Lily.
    ?Crees que puedes entender a un asesino? Cuidado, Lily puede acabar convenciendote.

  • Casos de pruebas circunstanciales de Janet Lewis

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    Las tres novelas que forman la celebre trilogia de Janet Lewis <>, reunidas en un solo volumen.

  • Contigo amor de Ester Davo

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    TU HERMANA VOLVERA a la ciudad esta noche. Esperaba que pudieras quedarte por aqui hasta entonces, al menos hasta que llegue, seria lo ideal. --No se si puedo. El trabajo ha estado agitado y necesito volver a la ciudad. Mi mama me miro como si no me creyera o no pensara que era lo suficientemente importante como para dejar de lado lo que ella estaba pidiendo. No era el trabajo lo que me iba a retrasar. Era el hecho de que tenia otras cosas que hacer. No era el trabajo de 9 a 5 lo que me mantuvo ocupado, sino lo que hacia en mi tiempo libre y que ella no conocia, lo que me causo tanto dolor. Lo que se suponia que no debia saber, pero siempre sospecho algo cuando su regalo costaba demasiado durante las fiestas. Todavia estaba tratando de mantenerla en la oscuridad sobre el trabajo, asi que nunca fue una buena idea tratar de usarlo como mi excusa. --Vas a tener que hacer tiempo para Karla. No la he visto en todo el ano y seria bueno tener a mis dos hijos de vuelta en el mismo lugar. Sabes que nunca se queda mucho tiempo. ?No extranas a tu hermana? Aqui viene la culpa y sabia que iba a perderme en ella si no encontraba rapidamente una razon por la que no pudiera quedarme. --La echo de menos, pero creo que va a regresar por un tiempo. ?No se va a demorar un tiempo en volver a irse? Se suponia que me encontraria con Mario mas tarde. --Bueno, dile que venga. Yo tampoco lo he visto en mucho tiempo. Nunca te veo desde que te mudaste a la ciudad. Espero que Karla no haga lo mismo. Ustedes se van a la universidad y no regresan. Se supone que debes volver a casa despues de graduarte. --Tuve que ir donde estaba el dinero. Nadie de por aqui quiere pagar nada, asi que a menos que quieras que extraiga gasolina en la estacion, no hay nada para mi aqui. Se mecia de un lado a otro en su mecedora de madera, con un te en la mano. El porche ofrecia una buena vista y mama estaba disfrutando de la brisa. Lo que no entendia era por que todo se reducia a esto. ?Por que ella no podia ver que era miserable en este pequeno pueblo para alguien menor de cincuenta anos? No habia trabajos, ni gente a la que realmente quisiera ver por ahi. Hartford siempre habia sido el tipo de lugar que querias dejar. No importaba como llegabas alli, no era un lugar para quedarse. Era un lugar para saltar y no queria volver a la vida lenta que tenia aqui. Preferia la vida acelerada que habia hecho para mi en la ciudad. --Lo se hijo. Ojala estuvieras mas cerca y no tan ocupado… --Intentare venir mas. El viaje no es tan malo. Ella se sonrio a si misma y ambos sabiamos que habia ganado. Mama conseguia lo que queria con sus suaves sugerencias porque Karla y yo sabiamos que era su manera de manipularnos para que hicieramos lo que ella queria. Aunque lo sabiamos, no cambio la eficacia de sus tacticas despues de todos estos anos. --Bueno, me gustaria verlos mas y por una vez me gustaria que ambos estuvieran en casa al mismo tiempo y cenaramos juntos, echo de menos eso. Si ustedes empezaran a tener sus propios hijos, yo tendria nietos para mantenerme ocupada. --Vale, tu ganas. Me quedare hasta que vuelva Karla, pero no hablemos de nietos. Ni siquiera tengo una novia estable ahora mismo, asi que eso va a tener que esperar. --?Que hay de Andrea? Parecia una buena chica. Me rei para mi mismo y movi la cabeza. Andrea fue una chica con la que tuve un buen sexo y lo hacia como si su vida dependiera de ello, pero ella no era realmente el tipo de mujer con la que me gustaria casarme, si es que existiera tal cosa. Era algo pasajero y solo la habia mencionado antes para evitar una conversacion similar sobre mi vida amorosa. Nunca fue lo que queria conversar con mi madre. --Simplemente no funciono. Solo tengo veinticuatro anos. Nadie que yo conozca esta casado todavia. Es mejor encontrar la correcta, ?no? --Supongo, pero no esperes demasiado. Me estoy haciendo vieja y tu padre tiene cinco anos mas que yo. Me gustaria ver a mis nietos antes de dejar este mundo. Le sonrei y volvi a mover la cabeza. Era dificil que me irritara con ella y en este momento no podia hacerlo. Se salio con la suya, siempre lo hizo y no pude hacer nada al respecto. Los que nos conocian a los dos me decian que obtuve ese rasgo especifico de ella. Ni siquiera el diablo podria rechazarme. Bueno, ella era la unica persona a la que no podia convencer. --Bien, entonces tengo un par de llamadas que hacer y luego voy a recoger a Mario. --Vuelve para la cena. Voy a hacer tu plato favorito. Ahora me estaba sobornando con comida. Monica usaria cualquier cosa que estuviera en su poder y como siempre habia sido una gran cocinera lo utilizaba para chantajearme. No podia decirle que no a su lasana y ella lo sabia. --Estare aqui a las seis. Papa estara en casa para entonces, ?verdad? Monica asintio con la cabeza. --Como un reloj. Me gustaria que tuvieras algo como para que yo sepa donde estas y cuando esperarte. --Vale mama, tengo que irme. Volvere en un momento. Sali del porche antes de que me arrastrara a otra cosa. Realmente necesitaba volver a la ciudad de inmediato, pero iba a tener que esperar y ver como me iba. No habia forma de salir de la cena y luego ver a Karla. Karla era hostigosa como mi madre. Ella me obligaba a hacer las cosas. Eso es lo que habia hecho antes de cruzar el pais para ir a la universidad. Dudaba de que algo hubiera cambiado. La unica diferencia que vi en el verano cuando ella regreso fue que era mas molesta de lo normal. Al subirme a mi pequeno coche rojo, sali de la entrada, pero no lo suficiente, podia mirar a la mujer mayor en el porche. Me lo diria si pensara que estoy siendo demasiado torpe. Mire hacia atras en mi espejo retrovisor y juro que pude ver el ceno fruncido en su cara. Suspirando para mi mismo, pense en no volver. Sabia que la proxima vez que la viera habria consecuencias. Solo seria una cena, ?verdad? Entraria y saldria en un abrir y cerrar de ojos. Mario y yo tendriamos que conducir cuando todo terminara. Tenia asuntos de los que habia que ocuparse esta noche, de una forma u otra. Si no, tendria que resolverlo todo cuando volviera. Odiaba dejar el club desatendido por mucho tiempo, especialmente un sabado por la noche. Era como buscar problemas. CAPITULO 2 MARIO --?COMO demonios sabia que te encontraria aqui, Mario, con una mujer sexy en tus brazos? -- Mire a Camilo y movi la cabeza. --Porque vienes en el peor momento como siempre y solo hay un bar en toda la ciudad. ?Donde diablo iba a estar si no aqui tratando de probar la comida local? Ha pasado un tiempo desde que encontre una tan dulce. La mujer a mi lado se puso a reir, le gusto la atencion y me dio a entender que ella era el tipo de chica que estaba buscando. --Cierto. ?Y a quien tenemos aqui? Estaba mirando a la rubia sexy que acababa de conocer con el nombre de Lucy. Estaba seguro de que no era su nombre real, pero no importaba. La mujer era dulce y me apetecia un poco de azucar. Lucy lo haria muy bien. Ademas, queria ser bailarina y ser famosa en Chicago, asi que, ?quien era yo para matar sus suenos? Eramos duenos de un club en Chicago y siempre estabamos buscando chicas nuevas. Todas las chicas tenian otras aspiraciones, esperando esa unica oportunidad. Lucy queria ser actriz algun dia. Por ahora le iria bien desnudandose en el escenario. --Quiere venir con nosotros al club. Ella es Lucy y quiere bailar para nosotros, Camilo. Le dije que tiene lo que hace falta, ?no crees que si? Bonito cuerpo y una cara bonita. Creo que los chicos pagaran bien por verla desnuda. ?No lo harias? El la miro de arriba a abajo y yo pude ver un ligero brillo en sus ojos. --Si, ya lo veo, pero no es un buen momento para traer mas chicas. Tenemos que volver a cenar a mi casa antes de irnos. Monica no nos dejara ir sin compartir la cena y esperar a que llegue Karla. Dijo que tu tambien debes venir, asi que estoy aqui para recogerte. No quiero entrometerme en tu diversion que sin duda estas a punto de tener con esta encantadora jovencita. No iba a discutir con la madre de Camilo, especialmente si estaba cocinando. Desde que Camilo y yo eramos amigos desde hacia anos, siempre me habia encantado su cocina. Pero tenia razon sobre para que estaba alli. Queria deslizarme en esta mujer inmediatamente. No queria esperar, pero lo haria. Mi mama se habia ido hace mucho tiempo y ni siquiera la recordaba, asi que la mama de Camilo siempre me habia invitado a pasar las fiestas. Monica me hizo sentir bienvenido y no podia rechazarla. --Bueno, ella consigue lo que quiere. --Si que lo hace. ?Quizas puedas recoger a tu amiguita mas tarde cuando salgamos? Siempre podemos usar otra cara hermosa en el club. Lucy y si, tienes lo que hace falta. Estoy seguro de que muchos hombres van a perder mucho dinero tratando de estar de tu lado. Ella se rio y parecio tomarse un minuto para seguir la conversacion, pero no reacciono muy pronto. Era guapa, pero seguro que no era tan lista. Se trataba de como me gustaban. Menos pensamientos siempre es bueno para menos dolores de cabeza. Cuando le deje claro que estaba a punto de salir, le di mi numero y le dije que preparara algunas cosas para el viaje. Tambien le prometi que iba a hacerla gritar esta noche cuando todo estuviera dicho y hecho. --Tenemos algunos departamentos en la ciudad y puedes compartir con una de las otras chicas. Creo que esto va a ser un buen cambio para ti, Lucy. Chicago es una ciudad hermosa con todo tipo de oportunidades para mujeres atractivas como tu. Ella me miro fijamente y luego me beso en los labios antes de salir a hacer lo que le pedi. No me gustaba demasiado, pero era exactamente lo que los chicos buscaban en casa y yo siempre me apresuro a probar a las chicas nuevas. Tenia un anhelo por la rubia y me lo sacaria muy pronto. Era una situacion en la que todos saldriamos ganando.

  • Seduciendo a la chica de Sophie Kiss

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    Las maravillas del internet y el destino han juntado a esta pareja que viviran una intensa aventura con un final feliz.

  • Aqui se quisieron Carla y Nico (Los libros de Nico y Carla 3), A. M. Irun de A. M. Irun

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  • Amar una sola vez (El corazon de un libertino 2) de Kathia Iblis

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    Llega la segunda entrega de <>. Una historia ambientada en inglaterra de la epoca victoriana que comenzo con Un amor inesperado.

  • Llevame Siempre Contigo (Llevame contigo 3) de Yara Ariza

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    Jannice Hernandez tiene la mala fama, entre sus amigas, de siempre llegar tarde a todos lados. No se permite salir de casa sin estar bien arreglada, nunca se sabe a quien pueda encontrarse.

  • Tachando dias de Monica Benitez

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    Elena Salgo de la reunion sin tener muy claro el motivo por el que Almudena ha querido que asistiera. Imagino que se ha equivocado, aun asi, no comento nada y camino tras ella por el pasillo, observando como sus pies se mueven uno tras otro con su caracteristica elegancia, esa que hace que mi jefa parezca que levita en lugar de caminar. --Pasa --ordena autoritaria, invitandome a entrar en su despacho. --Creia que teniamos una reunion con el personal, Almudena --comento mientras las dos tomamos asiento, una frente a la otra --?por que me has metido en una reunion con los directivos? --Porque quiero que te acostumbres. --?Que me acostumbre? --me sorprendo. Almudena se recuesta en el respaldo de su acolchada silla de cuero y deja que esta haga muelle y la balancee ligeramente. Cruza las piernas y deja descansar las manos sobre su regazo. No puedo evitar mirarla con agrado, nunca he visto a una mujer con cincuenta anos tan bien llevados. --Estoy agotada, Elena --confiesa suspirando --me paso el dia enterrada entre montanas de papeles y estoy cansada, me gustaria tener algo mas de tiempo para mi. --Bueno, si es eso puedo echarte una mano si quieres, ya sabes que no me importa --me ofrezco sin acabar de comprender. --Dime una cosa, Elena. ?Cuantos anos llevas conmigo? ?Diez, doce? --Ocho. --Ocho --repite con agrado--, ?y no te gustaria ascender? --?Que quieres decir? --Lo que digo es que quiero que ocupes mi puesto. Su propuesta me sorprende tanto que soy incapaz de encontrar las palabras adecuadas para agradecerle su confianza, en lugar de eso, estoy ante ella conteniendo la respiracion con los ojos muy abiertos. Alucinada por lo que acaba de decirme. --Eres mi mano derecha, Elena, tu mejor que nadie sabes todo lo que hago y, sobre todo, eres la unica capaz de hacer las cosas como a mi me gustan. --Bueno, mejor hacerlas a tu gusto que escuchar tus broncas --comento haciendo uso de una confianza que me he ganado de forma justa. --Bueno, ?que me dices? --insiste, extendiendo los brazos intentando abarcar de forma abstracta todo lo que me ofrece. --No te entiendo, ?quieres dejar el puesto? --pregunto con angustia. --No, no, claro que no --sonrie aliviandome--, no te librarias de mi tan facilmente, eso te lo aseguro. Estare por aqui en un segundo plano, solo quiero que lleguen a mi mesa las cosas que requieran mi firma y un informe semanal con todas las novedades, pero por lo demas, quiero que tu seas yo. Obviamente no a cambio de nada, te aumentare el sueldo un veinte por ciento, y si lo haces bien, a partir del ano que viene te dare un cinco por ciento de las acciones de la empresa. ?Que me dices? --?Lo puedo pensar? --pregunto superada por la situacion. --Por supuesto que no. Ruedo los ojos y sonrio, conozco a Almudena lo suficiente como para saber que es tan implacable como impaciente. --De acuerdo --claudico asintiendo--, pero hay muchas cosas que no se hacer, casi no conozco a los demas directivos, no se como lidiar con ellos, ni... --Relajate --me corta sonriente al ver mi cara de agobio. --Ya te he dicho que estare aqui. No espero que lo lleves todo de un dia para otro, soy consciente de que hay muchas cosas que tengo que ensenarte todavia, pero para eso necesito que todo tu tiempo sea mio, y cuanto antes comencemos mejor para mi. --Pero ?y mis cosas? Alguien tendra que hacerlas, Almudena, no puedo abarcarlo todo. --Por supuesto que no, para que yo pueda ensenarte a ti, antes tendras que ensenar tu a alguien. He contratado a una chica con un curriculum intachable y a la altura del tuyo. Se ha tenido que trasladar a la ciudad por motivos personales y eso la obligo a abandonar su antiguo trabajo, asi que ahora es nuestra, puedes leer su curriculum si quieres --dice tendiendome una carpeta de color verde claro. La cojo y la sostengo un segundo entre los dedos, pero estoy demasiado sobrepasada por lo que mi jefa acaba de ofrecerme y no me siento capaz de ponerme a leer nada. --Me fio de ti --digo sin mas, dejandola sobre la mesa. --Bien, porque llegara en diez minutos --asegura tras mirar su reloj de pulsera--, le he pedido que se pase hoy para que os conozcais, pero no empezara hasta manana. Tienes quince dias para ensenarla bien, Elena, despues seras para mi. --?Quince dias? --pregunto asustada--, es muy poco tiempo, Almudena. Tu has visto a diario lo caotico que es mi puesto. --Tendra que espabilar igual que lo hiciste tu en su dia, ademas, tampoco desapareceras, si tiene alguna duda puede venir a consultarte, aunque no deberia porque su puesto anterior era muy parecido al tuyo. En fin, me alegro de que hayas aceptado. Sonrio y miro a Almudena con agradecimiento. Se que habla sinceramente, de cara a los clientes y trabajadores se muestra como una mujer fria, distante y malhumorada, pero hace tiempo que consegui derribar sus defensas y soy perfecta conocedora de su autentico caracter; carinoso y comprensivo, aunque solo en ocasiones excepcionales. Alguien llama a la puerta, las dos nos ponemos en pie y Almudena rodea la mesa para colocarse a mi lado. Quiere que la nueva se sienta comoda en este primer encuentro y le parece mucho mas cercano hablar con ella sin distinguir posiciones, una humildad que tambien utilizo conmigo en mi entrevista y que siempre he admirado de ella. Apoya el culo sobre la mesa mientras yo la miro sin saber muy bien que hacer. --Recibela tu, al fin y al cabo, sera tu subordinada --sugiere Almudena. Me dirijo hacia la puerta y la abro con decision para dejar pasar a la nueva redactora jefa de la revista, debo mostrarme firme y segura si quiero estar a la altura del puesto que Almudena acaba de ofrecerme. La chica se detiene en seco en cuanto me ve, me observa con el rostro desencajado por la sorpresa mientras yo siento el corazon martillearme el pecho y un calor que me abrasa por dentro mientras la miro de arriba abajo corroborando que es ella. --No me jodas --farfulla en voz baja. Al reconocerla me he quedado tan paralizada que he sido incapaz de reaccionar a tiempo. Emma toma una gran bocanada de aire para intentar calmarse, pero al no conseguirlo, hace lo que sin duda debe llevar mucho tiempo deseando hacer; alza su mano y me da un sonoro bofeton cargado de rabia que me cruza la cara y me deja con la mejilla ardiendo y el oido zumbando. Aturdida y algo desconcertada por lo que acaba de pasar, la observo cogerse la mano para calmar el picor que sin duda debe haberle provocado la torta que me ha dado, y despues de dedicarme una mirada llena de ira, sale por donde ha entrado y se marcha sin decir una palabra. Cierro la puerta de un empujon y apoyo la espalda en ella a la vez que me coloco la mano en la cara sintiendo que esta a punto de explotarme. Es la primera vez que me dan un bofeton y no me imaginaba que doliese tanto, aunque ese dolor no es nada comparado con la opresion que he sentido en el pecho al ver su forma de mirarme. Cargada de rabia y de ira, pero sobre todo de un dolor que yo le provoque cuando tome la que sin duda ha sido la peor decision de mi vida.

  • Quien tuvo la culpa de Corin Tellado

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    Aquella manana del 21 de junio, Mary recorrio la calle Alcala con mas rabia que placer. Hacia un calor sofocante. El sol, con su rostro redondo, parecia burlarse de todo transeunte que, fatigoso cruzaba apresurado la calzada. Mary salio de la RENFE con el billete en su poder, y piso la calle tomando direccion al Retiro, donde esperaba hallar la tranquilidad espiritual que precisaba para calmar los nervios, que aquella manana se sentian a flor de piel, tensos, agudos, pareciendo salir del cuerpo y clavarse como pinchos. --!Mary! Volviose en redondo, y una sonrisita de felicidad ilumino el rostro que momentos antes mostraba solo amargura. --i Sole! ! Que alegria, chiquilla! Un abrazo, seguido de la risa franca de ambas. --?Y el veraneo? -- pregunto Sole, mirandola con picardia--. ?Cuando marchas a Gijon, con tus hermanos? Vengo del colegio, y alli me han dicho que habias salido. Mary le mostro los billetes. --Vengo de la RENFE. Salgo el dia treinta. !Me tar da mas...! La otra la miro dudosa. --?De veras, lo dices? ?Tan mal van tus asuntos sentimentales? --?Crees que me voy por eso? --Se que no. Tu familia te reclama. --No guasees, que es asi. --Si no lo dudo, querida. Pero lo de Pepe... El rostro exotico de Mary tuvo una contraccion. --Aquello paso. --?Estas segura? ?Que si lo estaba? !Cualquiera lo sabia! Ella menos que nadie, porque el corazon, por ser un organo demasiado sensible y rebelde a la vez, habia de continuar exigiendo su parte en la vida, y ella ya no tenia que darle, porque todo se lo habia llevado el amor. !Insensato amor! --Debe pasar, Sole; y eso es lo que me interesa; tener la voluntad suficiente para olvidar, para domenar el deseo, para ahogar la pasion. ?Crees que lo podre conseguir? La otra muchacha la miro con detenimiento. !Era tan alegre, tan desconcertante y linda aquella Mary un algo inconsciente, pero maravillosa en su mismo despiste...! --Si te lo propones, si -- repuso convencida, pues la conocia lo suficiente para hacer la afirmacion basada en algo concreto--. Vete a Gijon y olvida. Trata de cultivar las buenas amistades que dejaste alli hace cuatro anos, y veras como al fin y a la postre, eres feliz. Mereces ser muy dichosa, y lo seras. -- Despues, tras una breve pausa, anadio dulcemente --: Pienso que aun volveras con el. Nego, no con demasiada conviccion. --?Y tu? -- pregunto luego, con carino--. ?Cuando os llega el bebe de Paris? El rostro de Sole se ilumino. --Prontito -- dijo feliz--. !Si supieras, Mary, con que ilusion lo esperamos...! Debes casarte, Mary, y entregarte sin reservas al hombre que te toque en suerte. --?Crees que me tocara alguno? La otra respondio, totalmente convencida: --Te tocara. Mereces ser muy feliz por todo lo des graciada que fuiste hasta ahora. Muchas veces me digo, querida Mary, que tu misma has tenido la culpa de todo. --?Yo? Sole afirmo: --!Si supieras lo bonito que es perder alguna vez de nuestra parte...! Tienes un caracter complicado e irascible, y para ser feliz, todo lo feliz que ambiciona una mujer de tu temperamento, es preciso domenar los impulsos de la sangre y los sentidos para dejar solo paso al corazon. --!Vaya perorata! --?Crees que no hablo con logica? --?Quien lo duda? --Entonces, atiende mi consejo y vete a Gijon, convencida de que con Pepe ya no hay nada que hacer. En primer lugar, el no te conviene. Emboto tus sentidos, apago los deseos de tu corazon, y dejo tus ansias de mujer presas en su persona; no digo en su alma, porque dio muestras de tenerla muy mal definida. --! No hables asi! --?Es que aun le quieres? Mary suspiro hondo. !Le dolia tanto hablar de aquello...! Y no es que le causara pesar el recuerdo: es que la llaga aun sangraba, y las gotas rojas parecian subirle a la boca dejando en ella aquel amargor. --Te lo dire cuando vuelva para octubre -- dijo sonriente, cambiando totalmente la expresion de su rostro alegre por naturaleza, en aquella manana ensombrecido por la melancolia--. Creo que atendere tus consejos. Tal vez me enamore de nuevo en Gijon Sole rio alegremente. --!Si fuera asi...! --?Crees que no lo conseguire? --!Que se yo! Estoy por decir que si, puesto que jamas has deseado algo que no lo lograras. ! Pero es que esto del amor es tan diferente...! De todas formas, se me antoja que vas camino de Gijon totalmente amargada, dispuesta quiza a reirte de todo, y quien sabe si hasta de la misma vida. Mary salto impulsiva, con aquel tono que Coral, mucho tiempo despues -- cuando en la ciudad del carbon se hicieron las amigas mas intimas que Mary pudiera imaginar--, definio diciendo: <> --?No crees que la vida se reira de mi? Sole nego rotunda: --No, querida. Presiento que de ti no lograra reirse nadie. --!Pero si se rien hasta las piedras! --Sigues como siempre. Eres un torbellino donde no se puede atar un solo cabo. Ni siquiera las amarguras te hacen variar. --No consentire jamas que una amargura mengue mi alegria. --!Cuanto me satisface oirte...! Mi lema es aquel aforismo tan viejo, pero que para mi encierra un gran consuelo: <> --Tras una breve pausa, prosiguio --: Siento que marches por mi hermana Pili, puesto que le sera muy dificil adaptarse sin ti, pero por otra parte me alegro. Alli olvidaras todos los sufrimientos pasados, y te sentiras mas la Mary alegre y feliz que hemos visto a nuestro lado en aquel colegio donde reinaba la felicidad en un grupo de bellas muchachas, la principal, tu. --! Que halagador! Sole dio una palmada en la esbelta espalda de su amiga. --Te veo ardiendo por dejarme -- dijo--. Vete, y si no puedes venir a casa a despedirte, nosotros iremos al colegio a darte un abrazo. * * * Continuo caminando en direccion al Retiro. Su intencion era guiar sus pasos hacia el colegio, pero no lo hizo asi, pensando que de llegar a la residencia en aquellos instantes, todas acudirian a su lado queriendo saber lo que sucedia para que el rostro se viera crispado con aquella mueca indefinida que lo delataba todo y, sin embargo..., !decia tan poco! Muy despacito enfilo el paseo predilecto. al que acudia en aquellos momentos en que Pepe aun formaba parte de ella misma. !Que lejanos dias! !Que lejanos, y que cerquita los, sintio ahora, porque le parecia que de nuevo se hallaba viviendolos! ?Por que el corazon era tan complejo? ?Por que sentia? ?Por que no moria a la par que el amor? Desalentada dejose caer en un banco solitario, y miro con nostalgia todo lo que la rodeaba. Segun los ojos vagaban en torno, la imaginacion fue hilvanando con esfuerzo los recuerdos que aun atenazaban su corazon, y vivio por ultima vez todo lo sucedido, pues sabia por demas que aquel dia daria punto final a su novela sentimental: despues de lanzarse por la corriente de la vida, jamas tornaria a su lado: !nunca! Penso tambien, anhelando con imperio ser justa consigo misma, en que el no habia tenido toda la culpa de lo sucedido. No; ambos se habian hundido en el lodazal del olvido por no ser, quiza, ni ella ni el, lo suficientemente constantes y leales para lograr consagrar una vida a otra, dejandose de sacudidas violentas que tormentan el espiritu aunque hagan vibrar el cuerpo. * * * Siempre habia imaginado su regreso a Gijon alegre y feliz en compania del hombre que habia creido querer. Las luchas por las que habia pasado en aquellos cuatro anos transcurridos dentro de las cuatro paredes de aquella santa casa, donde la <> tanto y tanto le habia hecho recordar a Dios, parecian desvanecerse segun los dias se sucedian unos a otros y Pepe se aferraba mas a sus sentidos, pues en el corazon jamas habia tomado parte. Su vuelta a la ciudad del carbon, donde todo era negro, le pareciera blanco y atractivo a ella, que anhelaba verse envuelta en su bruma grisacea en compania de aquel hombre que habia creido amar con toda su alma. Una vez mas tuvo que confesarse que el amor no existia, que todo era mentira, y hasta la misma vida era un engano que torturaba en vez de satisfacer. !Todo mentira! La misma existencia era falsa y cruel. Pero mas que nada los hombres, que se dejaban manejar por la mano blanca de un tonto prejuicio. Ahora, todo era diferente. Perdido el, llegadas las vacaciones, nunca se sentiria todo lo feliz que quiza imaginaban los familiares que alla, en Gijon, esperaban ansiosos su llegada. El retorno a la ciudad natal, fria y deprimida, obligada a fingir lo que en forma alguna podia experimentar el corazon. De pronto, brusca y fiera, enojada consigo misma, pusose en pie y echo a andar sin rumbo fijo. Estar quieta, cuando los nervios parecian salirse del cuerpo. le parecia de todo punto imposible. Con aquel gesto, tan suyo, lanzo el rojo cabello hacia atras, dejando al descubierto la mirada intensa de sus ojos claros, quietos, que lucian la expresion entre acariciadora y fria que los hacia aun mas personales si esto era posible en Mary, la mujer que jamas dejo de ser <> aunque la vida azotara su alma con sus mas duros trallazos. Los ojos, aquellas gemas que expresaban candor y crudeza a la vez, quisieron decir: <> --Si no quiere ayudarme, que me mate de una vez y en paz -- oyose decir a si misma con la voz falsa que descubria en ella un fondo que solo guardaba para las ocasiones en que su corazon gemia, dejandola postrada, sin deseo siquiera de continuar luchando por una causa tan pobre como era la misma vida que le tocara en suerte. <> se dijo de nuevo, saliendo a la calle y enfilando la direccion del colegio. Muchos ojos se volvieron admirativos, clavandose avariciosos en la silueta estilizada de la mujer que, ajena a todo, caminaba gentil por la acera. No era bonita Mary, no; pero tenia, en cambio, algo en su persona que atraia y subyugaba. Su rostro de ovalo perfecto, aunque con pomulos un tanto agudizados, poseia un sello tan personal que nadie, despues de contemplarla, se hubiera atrevido a negar su atractivo, que se manifestaba en los menores gestos y rasgos de la carita de epidermis blanca, donde la boca grande dejaba ver unos dientes irregulares, salpicados con dos gotas de oro que hacian resaltar aquellos labios sensuales, siempre humedos y entreabiertos como pidiendo, vehementes, una caricia. Enmarcaba el exotico rostro una cabellera rojiza, sedosa y brillante, donde se perdia la mirada codiciosa del apasionado varon. II La habitacion, completamente revuelta, causaba en Mary un disgusto terrible. Ya no recordo su ruptura con Pepe, ni la conversacion que habia tenido lugar en mitad de la calle con aquella Sole, amiguita del corazon que tan bien y con tanto acierto sabia aconsejarla. Buena estaba ella en aquellos momentos para recordar nada, cuando sus ojos, muy abiertos, vagaban desesperadamente por la estancia, donde no habia cosa en su sitio. Todo se hallaba desordenado: la maleta abierta sobre una silla, los zapatos esparcidos por el suelo... !Ay, Senor, pero si ella siempre habia creido que todo cogia en una maleta, y resultaba que ahora no cabia nada! Suspiro con ansia, como si se ahogara. Y como la paciencia habia llegado al limite, dio un grito llamando a todas sus companeras, cuyas risas aun crisparon mas sus nervios ya de por si alterados: -- !Loli, Pili, Mary, Tere! !Ay, Dios, os quiero ver en seguida a mi lado! Cuatro rostros aparecieron en el quicio de la puerta abierta de par en par. --?Aun estas asi? Mary se lanzo al suelo, donde tuvo que bufar como una fiera. --! Estoy desesperada! -- grito destempladamente --. Os juro que si tengo que continuar metiendo ropa en la maleta, dejo mi viaje para cuando tenga menos. !No cabe nada! Todas a una se lanzaron sobre la maleta. Pero Mary, no conforme con la ayuda de sus atolondradas companeras, lanzo el <> grito que la caracterizaba, cuyo eco llego a los oidos de la senorita Sagrario, la encargada de contener los impetus de aquella juventud que residia dentro de las cuatro gruesas paredes de la residencia, donde ella era el angel bueno, la ayuda y el sosten espiritual de muchas de aquellas almas inconscientes que caminaban por la vida sin saber por que lo hacian. Una de ellas era Mary, que se presento anhelando mucho carino y mas amparo, y fue a encontrarlo en el corazon blando y sensible de la buena mujer que tan bien y con tanto acierto supo comprenderla. --!<>! Y al grito furioso de la muchacha, la puerta de la alcoba volvio a abrirse dando paso a la cara dulce de la <>. --<>, querida, por favor... ?Por que yo no puedo hacer nada sin usted? -- grito la muchacha, lanzandose al encuentro de la senorita--. No me cabe nada de ropa en la maleta. La <> sonrio compresiva, mirando dubitativa los ojos muy abiertos de Mary. --Jesus, Jesus, hija, estas que no hay quien te aguante. Anda, vete, y olvidate por un momento del viaje. Yo tratare de colocar tus cosas en la maleta. Y, en unos segundos, las manos agiles del angel bueno del colegio fueron colocando todo en forma que, cuando Mary y sus companeras se dieron cuenta, ya todo se hallaba dentro y las llaves en las manos de la <>. --Toma -- dijo esta, alargandoselas a Mary --. Ahora, a calmar los nervios y esperar que el tren se halle dispuesto para salir en direccion a la tierra que tanto anhelas ver. Mary, que jamas dejaba asomar a sus gemas claras el resquemor de una lagrima, sintio el reguero dilatado correr raudo por la mejilla satinada, mientras pedia con voz entrecortada, como si quisiera alegrar los corazones, y mas que ninguno el suyo, que se sentia anegado en dolor: --!La tila, <> de mi alma! Traigame esa clasica tila que calma tan bien mis nervios, y que sabe Dios cuando la volvere a tomar. En vez de romper el silencio que ella hubo dejado, con un sollozo mas, estallo una carcajada general, a la que se unio la risa de la dulce <>. --Jamas dejaras de ser tu, Mary, nunca; ni siquiera cuando te veas pasando el mayor apuro de tu vida lograras cambiar ese caracter terriblemente burlon que tan poco te favorece y que tanto divierte a los demas. Y al hablar, su rostro reflejaba la pena que le causaba ver marchar a su mejor amiguita; pena infinita que laceraba su corazon bueno, que tan bien sabia disculpar las extravagancias de la irascible chiquilla. Cuando todo hubo sido dispuesto, y Mary quedo de pie bajo el dintel, dijo la <>: --?No se te olvida nada, Mary? Esta corrio a su lado, apretandose contra ella. --Un abrazo, querida <>. La senorita nego. --?No es eso? -- pregunto Mary. --No. Tu santina... Y solo aquello basto para que a la mente de Mary acudiera la virgencita que tanto y tanto habia consolado su dolor. Fuese a la capilla, donde, postrada una vez mas, pidio amparo y consuelo para su angustiado corazon. Con la boca, nada pidio. Aunque quisiera, estaba segura de no poder conseguirlo. !Era tanto lo que deseaba, y tan grande el peso que llevaba sobre su alma...! Alli habia sufrido y disfrutado. Mas de una vez acudio al rinconcito donde la santina, sonriente, la miraba con sus ojos acariciadores como si se dispusiera a hablar y reir, pidiendole que jamas dejara de domenar su voluntad que era lo unico que le quedaba, y lo unico tambien que podia sostenerla en su lugar, en el lugar que corresponde a toda mujer de bien, de dignidad que no claudica ante un tonto y falso oropel, cuando la vida no es oro y alegria, sino dolor y crudeza, falsedad y algo mas que ella no queria analizar porque lo temia... -- Diviertete mucho -- dijo la <>, dandole el ultimo abrazo --; comulga mas, y no olvides a Santa Gema, que tanto te protege. Mary asintio en silencio, devolviendo con ansia el abrazo. Mas tarde, cuando en compania de muchas de sus discipulas y companeras de fatigas, se vio ante el tren que habia de conducirla a la querida tierrina, dijo alguien, sonriendo con picardia: --Todo esto lo hubieras cambiado por una sola despedida. Mary se encigio de hombros. --Ahora solo pienso en llegar alli. --?No llevas recuerdos? --Los vuestros, muy gratos. --?Nada mas? Mary se encogio de hombros. --No debo llevar mas. Es impropio de mi lo contrario. Y como el tren habia advertido que la marcha se hallaba proxima, Mary subio al vagon, asomando luego la cabeza rubia por la ventanilla. --Adios, queridas. Nada respondieron. !Dolia tanto verla marchar! --Hasta octubre -- dijo Pili, limpiando una lagrima. --Hasta octubre. Y como el tren se perdia lentamente, solo se vio la mano larga y fina que, temblorosa, se alzaba diciendo el ultimo adios. Luego, la mole negra fue un puntito tenue, difuso en la lejania hasta que desaparecio camino de Gijon, donde Mary no contaba hallar la tranquilidad espiritual que tanto necesitaba para calmar su desasosiego y su congoja.

  • Velo de silencio (Velo 2) de Silvia Barbeito

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    Marta siempre ha sido una chica timida, dulce e inocente, pero ahora que ha descubierto sus poderes magicos necesita a su lado a alguien que la ayude a desarrollarlos y a liberarse. Alguien como Niall.
    Pasada la magica noche de Imbolc, Niall y Marta llevan a cabo un ritual ante la diosa Danu para reforzar las protecciones del Velo. Pero en el complejo mundo de la magia nada es lo que parece, y todo lo que se presta es necesario devolverlo. A cambio de su favor, Danu pide un acto de vida: un apasionado encuentro que los sacudira a ambos hasta los cimientos y provocara consecuencias indeseadas.
    La presion soportada revelara por fin los poderes de Marta, y, para sorpresa de todos, se convertira en un ser demasiado poderoso y atractivo como para que Niall pueda resistirse a ella.
    Mientras se enfrentan a los peligros que acechan desde el Otro Lado, Niall y Marta se ven envueltos en un juego de pasion donde sus corazones acabaran inmersos sin remedio.

  • Complices de Estefania Jimenez

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    Un valiosisimo diamante. Un misterioso cuadro de Picasso con una historia oculta. Aire, el ladron mas embaucador y atractivo del mundo. . y Sofia, que puede caer en sus redes. A Sofia, joven directora de seguridad, la contrata su tio, el poderoso magnate del mundo del arte Ricardo Marquez, para que proteja su coleccion privada.

  • Las guerras civiles de David Armitage

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    ?Que es una guerra civil? La guerra civil es una de las formas menos comprendidas de las distintas maneras de agresion humana. Las ideas de lo que son las guerras civiles, y de lo que no son, han tenido una larga tradicion de debates academicos y politicos. Cuando se habla de guerra las palabras se convierten en armas y en ocasiones la definicion de guerra civil ha dependido de la posicion de quien la formula: si era gobernante o sublevado, vencedor o vencido, participante u observador externo. El que un conflicto sea calificado de guerra civil puede ayudar a otras naciones a implicarse o a mantenerse al margen, como ocurrio a lo largo de la Historia en casos como la Revolucion americana o la ultima guerra del Golfo. Sin contar que a veces la politica actual en el mundo occidental “parece una guerra civil llevada por otros medios”.
    En Las guerras civiles el profesor David Armitage estudia esta forma de conflictos a lo largo de la Historia: desde la antigua Roma hasta nuestros dias, pasando por el Renacimiento, las revoluciones de los ultimos cuatro siglos, la guerra civil de Estados Unidos, la de Espana… A traves de pensadores como Hobbes, Locke, Sidney, Clausewitz…, que teorizaron sobre las mismas, establece una genealogia de las a veces nociones erroneas de lo que es una guerra civil. Una herencia intelectual que ha marcado las decisiones politicas tomadas hasta ahora con respecto a las mismas y que deberia ayudarnos a pensar en esta forma de violencia en el futuro.

  • Traviesa & sabrosa de Minerva Hall

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    Fulmino la diminuta tarjeta de visita roja con letras doradas por infinitesima vez en las ultimas dos semanas y se dijo que no podia tener miedo de aquel minusculo pedazo de papel, que habia llegado a sus manos de la forma mas inesperada posible. Jillian no temia a nadie, mucho menos a un objeto inanimado que no tenia poder alguno, no mas alla de recordarle algo que deseaba tener desesperadamente y que no se atrevia a coger. Ironias de la vida. Ella, una ex-agente encubierta de una de las agencias mas famosas del pais, asustada de un diminuto papel. Si tan solo tuviera el valor de arrojarlo a la basura y olvidar aquella gilipollez, pero lo habia recuperado varias veces, incluso habia remendado los pedazos que Susan, en un arrebato, habia dejado abandonados durante un rapido almuerzo en la mesa del cafe. Si sus mejores amigas supieran las historias y los impulsos que la rondaban, pensarian que se habia vuelto completamente loca y, lo peor, no les faltaria razon. Incluso ella misma empezaba a pensarlo. Se pregunto si estaba preparada para lo que suponia hacer aquella llamada. Sabia que habia algun misterio alli, uno que probablemente no querria descubrir, en vista de la actitud de las mujeres que, de poseer un interes mas que evidente, habian pasado a desechar la posibilidad como si se tratara de un absurdo. No habian pensado eso la primera vez que habian hecho la propuesta de que llamara y se pusiera en contacto con quienquiera que fuera el que estuviera detras de aquel intento de agencia de gigolos-acompanantes o lo que fuera. Sentia curiosidad y tentacion a partes iguales, pero hacia tanto tiempo desde su ultima experiencia sexual, que dudaba estar preparada para afrontar a un profesional. Y si luego resultaba que habia un loco tras aquella linea erotica de tres al cuarto, podria acabar todo muy mal. No era como si alguien pudiera batirla en una lucha honorable cuerpo a cuerpo. Era muy buena en varias disciplinas. Sin embargo, los locos tendian a cambiar las reglas, usar armas de fuego o atacar en diferencia numerica. Habia aprendido una valiosa leccion en su ultima mision, una que jamas le permitirian olvidar. Cerro los ojos aferrando con tanta fuerza su taza de cafe que le sorprendio que no se hiciera anicos entre sus dedos. No queria rememorar viejos recuerdos. Estaba harta de aquello, del miedo que todavia tenia la capacidad de paralizarla anos despues de pifiarla. Deberia mandar a la mierda todo y a todos, sobre todo esa paralisis que la hacia sentir impotente, asustadiza, como una ratita sin entrenamiento. Si tan solo tuviera el valor de descolgar el telefono y tomar el riesgo. ?Que tendria de malo? Si los rumores que le habian llegado a Susan eran ciertos, solo obtendria una noche de placer; si, por el contrario, aquello no era mas que una tonta broma, solo ella seria consciente de su metedura de pata. Si habia algun loco detras, aprovechandose de mujeres ingenuas, podria desenmascararlo y acabar con el. Solo habia ventajas alli. Y los poderes superiores sabian lo mucho que necesitaba una distraccion. Y si esta se la proporcionaba un hombre sexy y que sabia que hacer con sus manos mucho mejor. Dejo la taza en el fregadero tras dar un ultimo sorbo y cogio el inalambrico antes de que el valor la abandonara. Tecleo el numero y contuvo el aliento mientras esperaba a que alguien respondiera al otro lado. Cuando el telefono hizo un chasquido que anticipaba la respuesta, su corazon se salto un latido, para acabar, mas decepcionada de lo que esperaba, escuchando una voz grabada en el contestador automatico. >>Ha contactado con La Otra Estacion, ahora mismo no podemos atenderla, pero su llamada quedara registrada en nuestra base de datos. Si nuestro numero ha llegado a sus manos, es posible que este interesada en contactar con uno de nuestros agentes. Este servicio es gratuito y tan solo requiere de respuesta a un pequeno cuestionario sobre sus preferencias, que se le enviara por e-mail a la direccion que nos facilite cuando suene el pitido. Recuerde que nuestros servicios son discretos y que debera firmar una clausula de confidencialidad en nuestro contrato. Existimos por y para su placer. Sea paciente y no olvide dejarnos su direccion electronica. Gracias por usar nuestros servicios. Cuando la voz termino, el pitido indico que habia llegado el momento de dejar el e-mail. Tuvo sus dudas, pero conteniendo la respiracion lo explico tan pronto como pudo, de carrerilla, sin pensar demasiado en lo que estaba haciendo. Aquel debia ser el cuestionario del que las chicas habian hablado. Conseguir un agente para cumplir sus fantasias era algo que una chica no podia rechazar tan facilmente, por lo que no dejaba de sorprenderla que hubieran ignorado la posibilidad de disfrutar de sexo sin compromiso. Todas ellas, a excepcion de Arizona y ahora Julieta que estaban comprometidas y satisfechas, tenian sus necesidades. Necesidades que no eran faciles de atender en un pueblo como aquel, en el que no habia suficiente gente como para pasar desapercibido si decidias echar una canita al aire. Lo que te hacia preguntarte por la autentica discrecion de La Otra Estacion. Dios, un bombero ardiente solo para ella… Abrio su portatil y lo encendio. No estaba segura de que fueran a enviarle el cuestionario tan rapido, pero apenas podia parar quieta, ansiosa y con los nervios a flor de piel. Era su dia de descanso, por lo que su Dojo permanecia cerrado, a pesar de estar a mitad de semana. Solo llevaba unas horas en casa y ya se subia por las paredes, como siempre que decidia tomarse un dia libre. Jugo con la maltratada tarjeta una vez mas y nego. Se estaba volviendo completamente loca. Contactar un servicio secreto de citas… ?en que agujero de Alicia se habia caido? <>. Volvio a coger su telefono, preguntandose si debia o no debia llamar a Susan y confesar. Lo dejo sobre la mesa. Si lo hacia, probablemente acabaria echando el cierre a la floristeria y presentandose en su casa en cuestion de segundos. Trataria de convencerla de hacer o no hacer algo que no sabia si estaba dispuesta a aceptar o dejar pasar de largo. !Estaba hecha un lio! Tenia cuarenta recien cumplidos y no dejaba de pensar como una colegiala, maldita fuera. Despues de toda su experiencia, de todo lo que habia visto, algo tan nimio como una aventura, tenia la facilidad de ponerla tan tensa como la cuerda de un arco a punto de disparar la flecha. <>. Si fuera tan facil en la realidad como parecia en su cabeza… Pero la mente tendia a jugarnos malas pasadas, si lo sabria bien ella. Respira profundo, mentalizate, entra en estado de relajacion. !Puedes hacerlo! No era el mejor momento para el yoga. Dio un salto cuando un estridente sonido la aviso de que tenia un nuevo mensaje en su bandeja de entrada. Tomo aire, aparto la silla de la mesa y trato de sentarse erguida. Arrastro con suavidad el raton hacia el asunto y pico casi con temor. En cuanto se cargo la pagina y vio el logo tuvo que abanicarse. Varios hombres, todos ellos vestidos de uniforme (no solo bomberos, habia algunos policias y, si la memoria no le fallaba en lo que a uniformes oficiales se referia, hasta algun militar), llevaban la chaqueta abierta, mostrando sus duros pectorales. Algunos con vello y otros depilados. Algunos evidentemente marcados y otros con una mera sutileza que a veces resultaba mas excitante que lo evidente. No se veian sus rostros y aparecian enmarcados por aquellas doradas letras: <>. Trago saliva, repentinamente acalorada. ?Seria la menopausia? Era demasiado joven para tener sofocos. <>, jadeo incapaz de contener mas su respuesta. Bajo la mirada y leyo el encabezado del correo. >>Hemos recibido su mensaje y ha sido preseleccionada para participar en nuestro programa. Si todavia sigue interesada, por favor lea atentamente las siguientes preguntas y conteste sinceramente. Recuerde que la informacion que nos entrega es completamente confidencial y secreta. Cuando nuestro programa procese todos sus datos, recibira un nuevo correo con el agente seleccionado, que se personara en su domicilio en las proximas veinticuatro horas. Esperamos que disfrute de nuestro servicio. <>, pronuncio en voz alta a la vacia estancia. Deslizo la barra lateral y accedio al cuestionario tomando una respiracion profunda. ?Para que esperar mas? Si iba a hacer aquello, era mejor terminar con el asunto cuanto antes. Leyo las escuetas preguntas y no pudo evitar esbozar una sonrisa ante alguna de ellas. <>. Podria haber anadido un comentario jocoso sobre el uso de la manguera, pero ?para que? Estaba demasiado trillado y a ella le gustaba ser original. Incluso si conocia a cierto bombero que tenia la facultad de sacarla de sus casillas desde hacia anos. Bombero que ultimamente habia decidido trasladarse a Gold River en un vano intento de tener una segunda oportunidad. Y eso no iba a pasar, de ninguna manera. Se detuvo un instante, preguntandose si existia la posibilidad de que el agente que le enviaran fuera Christian Santos, se dijo que eso no sucederia, porque ese hombre no habia hecho una obra benefica en su vida y, por lo que ella sabia, tenia un gusto en mujeres muy especifico. No aceptaria cualquier cita a ciegas con el unico fin de complacer a una desconocida. Y desde luego no jugaria con su pequeno amigo (si era sincera, podia recordar que no habia sido tan pequeno), en el lugar en el que vivia, dormia y trabajaba. No era un hombre de compromisos, de ningun tipo, si lo sabria bien ella. Y por mas que fuera su cruz personal, por mas que la hubiera perseguido a traves de cientos de kilometros solo para hacer su vida mas dificil, no significaba que sintiera nada especial por ella. Lo habia dejado claro en varias ocasiones del pasado. Continuo con las preguntas, respondiendo sinceramente, ?por que no? Estaba cansada de portar esa mascara de chica dura, de hacerle creer a todo el mundo que nada le importaba, que la vida era una aventura y que era dichosa no solo con su solteria, sino con todas las decisiones que habia tomado en el pasado, presente y lo que habia elegido para su futuro. Una gran y burda mentira. <>, dijo a la habitacion vacia. Queria el principe, la historia de amor y una boda de cuento. Queria el amante ardiente, salvaje, que supiera que tocar y como llevarla al mas intenso y exquisito placer. Tambien ansiaba al amigo, con el que compartir sus temores, sus ilusiones, las esperanzas de futuro. Deseaba el pack completo, desde hacia anos. Y nunca lo admitiria en voz alta, mas alla de la soledad de su habitacion. Concluyo el cuestionario, abriendo su corazon y sintiendose un poco estupida por ello, pero lo envio antes de recuperar su buen juicio. Si lo eliminaba ahora, todo seguiria como estaba. Su rutina, su futuro vacio… Enviandolo tenia la oportunidad de vivir una aventura, por breve que fuera. !Y necesitaba accion! No queria esperar mas tiempo. Cuando aparecio la habitual cantinela en su pantalla reflejando que <>, se mordio el labio, nego y gruno: <>. CAPITULO 1 --Eh, Chris. Acaba de entrar un mensaje al Otro Correo --insinuo su companero sin dar detalles, no sabian quien podia estar escuchando y si el jefe se enteraba, podrian tener grandes problemas--. Salgo ya para mi cita, ?podrias ocuparte tu? Habia tenido un dia de mierda. Aburrido como una ostra en la estacion, jugando con una pelota de goma, golpeando la pared y escuchando aquel estupido sonido ritmico que empezaba a hacerle querer rechinar los dientes. Se pregunto una vez mas que diablo se le habia metido en el cuerpo para llegar hasta aquel pueblo perdido de la mano de dios, cuando habia tenido todo en su trabajo anterior. Incluida la discrecion necesaria para su vida alternativa. La Otra Estacion habia estado en funcionamiento durante diez anos y los chicos que la componian habian visto como una aventura seguirlo e instalarse en Gold River, incluso si se veian privados de la excitacion de su trabajo oficial en la gran ciudad

  • Seduccion Vengativa de Trish Morey

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    Su vengativa seduccion. !los uniria para siempre!

  • La Reina del Tearling (La Reina del Tearling 1), Erika Johansen de Erika Johansen

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    Intriga, romance y peligrosas batallas en este espectacular debut, el comienzo de <>, una adictiva trilogia que ha seducido a los productores y a la protagonista de las peliculas de Harry Potter.

  • El conflicto de Eden de Annemarie Brear

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    North Yorkshire, Inglaterra. Agosto, 1901 Eden reposaba sobre el pasto reconfortante, con los ojos cerrados contra el brillo del sol, mientras este banaba con sus rayos su rostro. Podia escuchar el zumbido de los insectos que caminaban junto a su cabeza; emitian un sonido laxo, perezoso, muy parecido a como ella se sentia en aquel momento. El calor veraniego impregnaba su cuerpo a traves del delgado vestido de lino azul. Sus piernas y brazos pesaban mucho; su mente estaba tranquila. Los ecos de las risas continuaron con la brisa caliente. Mientras sus hijas se remojaban en el rio Aire, ahi junto a las rocas, donde se produjo una estrepitosa revuelta. Las chicas intentaban hacer participe a su padre de tal diversion, lo salpicaban de agua lo mejor que podian. Eden, por su parte, se deslizaba suavemente por el pasto, aplastando la hierba circundante con cada movimiento que hacia, liberando el aroma de la vegetacion. Suspiro con completa satisfaccion y su rostro esbozo una sonrisa de gusto culposo. Dias como estos, ociosos, eran extranos pero muy bellos. Todo lo que existia en su mundo era bueno. --?Como despierto a una bella durmiente? Cuando Eden desperto vio a su esposo, que estaba a unos pocos pasos de ella, con una expresion traviesa en su rostro. --!No con las manos mojadas, te lo digo, Nathan Harris! Este dejo caer su cuerpo y apoyo su cabeza en el pecho de ella. --Esposa, eres una mujer cruel. --Asi es. --Ella cerro nuevamente los ojos y acaricio su cabello castano--. ?Las chicas estan muy mojadas? --Si y contentas. --Con una mano acariciaba su pecho, con la otra recorria su silueta a traves de la falda--. De hecho, estan tan ocupadas hablando que podemos divertirnos unos minutos… --En verdad lo crees, ?eh? --Riendose, tomo la mano juguetona de su marido--. Prefiero quedarme aqui, en silencio y no hacer nada, para variar. --Esta bien, tu relajate, yo me divertire un poco…. --Su voz se convirtio en un susurro ronco al mordisquear la piel suave debajo de la oreja izquierda de su mujer. Eden abrazo el cuello de su esposo, introduciendo sus dedos en el cabello de este. --Te adoro, esposo. --Awww, mi nina…. --Nathan la beso y luego se engancho sobre su codo, el amor que sentia por ella se reflejaba en sus pupilas grises. Ella acaricio su mejilla, aspera como cerdas. --En un par de anos cumplire treinta, ya no sere mas una nina. --Siempre seras mi nina, a la que amare. --El tapo el sol mientras bajaba la cabeza para darle otro beso tierno y suave, con sabor a la cerveza que habia bebido durante la comida. Frotando su nariz con la de ella, recorrio con sus manos su cintura, ella, por su parte, la apreto con fuerza contra el. --Incluso, cuando tu cabello se tine de color gris y ya no tengas dientes, seguiras siendo mi nina --dijo Nathan. Balbuceando de risa, ella lo abofeteo carinosamente. --!Descarado! ?Te dices llamar un amante? Nathan rodo sobre su espalda, llevandola con el. --?Quieres que te demuestre que tan buen amante puedo ser? --El procedio a desabrochar el boton superior de su vestido, pero en ese momento sus hijas, Josephine y Lillie, llegaron corriendo. Sentada y acomodandose la falda, Eden le sonrio a sus queridas pequenas, que cayeron en una marana de enaguas y risitas humedas. Sus ninas estaban bien alimentadas y sanas, no como otros ninos del pueblo. Habian tenido la oportunidad de asistir a la escuela, en vez de trabajar en los molinos y las minas de la zona. Ella y Nathan habian acordado que sus hijas tuvieran acceso a la educacion, como sus padres, para procurarles una mejor vida. Al escuchar a Josephine contarle a Nathan los colores de una libelula que vio, Eden les dio manzanas rojas, arrancadas de los arboles frutales de su propiedad. Despues de que las chicas se marcharon nuevamente, Eden recogio el pequeno picnic. --?En que momento paso tan rapido el tiempo, Eden?, ?En que momento crecieron? --Murmuro Nathan al verlas correr por la loma, riendo con inocente alegria. Ella lo miro. --Apenas tienen siete y seis anos, todavia no son mujeres. --Lo se, pero extrano cuando las arrullaba en mis brazos. Creia que podia protegerlas mejor en ese entonces. --Tambien puedes hacerlo ahora. --No como quisiera. A veces quiero cerrar la puerta de la cabana y no abrirla mas. Ella se sento sobre sus talones y lo miro detenidamente. Era la primera vez que notaba la delgada capa color plata en su cabello, y que las lineas que recorrian de su nariz hasta su boca, eran mas profundas. Era un hombre atractivo, un hombre tranquilo. Lo que suele llamarse un pensador profundo. El medito y sopeso sus pensamientos y acciones, que estaban en contraste con ella. Ella hacia todo con prisa, aun no terminaba de hablar de un tema cuando ya estaba deseosa de comenzar otro. Siempre estaba ocupada, es por eso que hoy en dia es tan especial. Por primera vez en mucho tiempo, estaba descansando sin hacer nada, solo comia y observaba a su familia. Ahora, el cambio de humor de Nathan atenuo su brillo de felicidad. Por mucho que ella lo amara, a veces era dificil convivir con un hombre tan serio. Volteo hacia ella y sonrio con tristeza. --No me hagas caso. Ya sabes como soy. --Se puso de pie de un salto y dijo: --Ire a buscar a las chicas. Eden se levanto, tomo su mano y lo detuvo. --Hemos pasado un dia increible juntos. El respondio: --Si. Ella se acerco y lo beso. --Ahora que ya no trabajo en el Salon, podemos tener mas dias como este. El dejo escapar un suspiro hondo y dibujo una sonrisa con su dedo. --Soy mas feliz sabiendo que ya no estaras mas en ese lugar. Ya era hora de que Annabelle te dejara ir para estar mas tiempo con tu familia. Realmente no te necesitaba o podria haberte reemplazado. --No queria irme, disfrutaba trabajar con ella. Somos muy cercanas. Es como una hermana. --Pero ahora que se caso, ya no te necesita mas. Eden, al escuchar eso, se alejo. --Eso es cruel. Me haces sentir culpable por ser cercana a los Bradbury. --Lo siento, pero esa familia tiene demasiado poder sobre ti. --El dirigio la mirada a otro lado --. Siempre ha sido asi. --Hemos estado juntos desde que eramos pequenas. ?Por que mencionas esto de nuevo? Sabes cuanto quiero a Annabelle. Sabes de la relacion que existe entre nuestras dos familias. --Lo se. He sido el unico que lo ha padecido. Eden lo miro fijamente, no creia lo que estaba escuchando. --Eso no es justo, Nathan. Tenemos una buena vida gracias a la amistad que tenemos con los Bradbury. El refunfuno. --Puedes tener una amistad. --Simplemente trabajo para ellos. --Piensan muy bien de ti. --Mientras haga un buen trabajo que les signifique una ganancia economica. No es como si cenaramos con ellos o fuesemos a su casa a tomar el te. --He cenado con ellos porque son mis amigos --replico Eden; su ira se hacia mas grande. Puede que no pertenezca al mismo estrato social, pero nunca me han hecho sentir… --No quiero discutir contigo, hoy no. Ademas, es innecesario volver a este argumento ahora que ya estas en casa. --Despues de besarla en la nariz, la dejo para que reconsiderara su comentario. Frustrada por la discusion, recogio la manta sobre la que habian comido y la doblo, intentando no condenar sus sentimientos. Sin embargo, la residencia y las personas que trabajaban ahi, habian sido muy importantes en su vida, y lo habian sido mucho antes de conocer a Nathan. Durante diez anos habia sido companera de Annabelle, la hija del Coronel James Bradbury, pero incluso antes de ser su empleada, fue su amiga de la infancia, asi como de sus hermanos, Joel y Charlie. Siempre habia pertenecido a ese grupo: caminaban por el bosque, jugueteaban en el rio, iban de caza y hacian picnics. Ella se sentia parte de la familia, aunque a veces era dificil pasar de ser la sirvienta a ser una amiga. Annabelle y Charlie eran como sus hermanos. Su mente vacilo al pensar en Joel. Se habia hecho a la idea de no pensar en el, y casi siempre lo lograba. El habia estado fuera por mucho tiempo y pertenecia a otro ambito de su vida. Una etapa en la que habia sido joven y despreocupada… Sacudio su cabeza, evitando que los recuerdos llegaran a su mente, y deseando que Nathan no hubiera mencionado a los Bradbury. Su relacion, poco comun, se remonta a su bisabuelo, Morley, quien era el jefe de guardia de la finca, una posicion que le paso a su hijo. Toda la familia de Eden habia trabajado para la finca desde que su bisabuelo era joven. Su madre habia sido la doncella de la abuela y la madre de Annabelle, y su padre habia sido su cochero. Paso su infancia jugando en los terrenos de la finca, y siendo hija unica, pudo disfrutar de una amistad muy especial con los ninos del Salon. Parecia natural seguir los pasos de su madre y convertirse en sirvienta y companera de las mujeres Bradbury. Cuando su bisabuelo se jubilo, fue premiado, por su lealtad y buen servicio a la familia Bradbury, con una pension, una casa de campo y tres acres en las tierras libres a las afueras de la finca, en lo que se conoce como Bottom Wood. Ellos, al convertirse en pequenos terratenientes, se habian ganado un lugar respetable en la aldea local. De pronto, Eden levanto la vista cuando vio que sus hijas corrian hacia ella, con Nathan caminando detras, para disculparse. Lillie le dio un pequeno ramo de flores silvestres, Eden la beso en la parte superior de su pequena cabeza. --Gracias querida. Ven, vamos, es hora de regresar a casa. Necesitas cambiarte la ropa humeda, ademas tienes cosas por hacer. ?Podemos dejarlo para despues, mama? Josephine hizo un puchero, arrastrando los pies mientras recogian la canasta y la manta. Su cabello oscuro colgaba en mechones despeinados por su espalda. --Ya te he explicado antes. Los animales tienen que ser alimentados. ?Te gustaria irte a dormir sin cenar? --Eden volteo malhumorada hacia su hija mayor, que estaba a punto de refutarla--. Haces muy poco, no como los otros ninos. Se agradecida. --No seas dura con ella, Eden --murmuro Nathan, quitandole la cesta--. Siento haberte arruinado el dia.

  • El blanco color del odio (Cronicas de las Camaras 1) de Abigail Villalba Sanchez

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    Las Camaras son el ultimo resquicio de rebeldia de aquellos que son como Ertael: angeles caidos, malditos por la furia de Dios y condenados a una existencia de permanente sufrimiento. Pero alli, ocultos a la vista de El, los angeles se deshacen de su luz y buscan entre las sombras ese momento de paz que tanto anhelan… pues, por encima del dolor, se alza el orgullo que busca la libertad.

  • Solo somos tu y yo (Unidos por el amor 2) de Fernanda Suarez

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    Segunda entrega de la serie de romance historico, ambientada en la Inglaterra de la regencia, <> de Fernanda Suarez.

  • Sinfonia del destino de Graci Suarez

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  • El cadaver que sostengo de Antonio Cremades

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    Estaba desnudo, tumbado boca arriba y cubierto por una sabana hasta el pecho. Apoyaba la cabeza sobre una mano, y con la otra me estaba peinando las cejas. En cuanto a mi picha, descansaba inerte sobre el muslo derecho, como un lagarto tomando el sol sobre una roca. Era la habitacion de una chica a la que habia conocido poco mas de una hora antes. Se llamaba Marisa. Habia sacado para mi un viejo colchon que guardaba debajo del suyo, supuse que para ocasiones como esta. El colchon estaba ahora en el suelo de la habitacion, a un metro de su cama. Ella se estaba lavando los dientes. Llevaba minutos en el bano y el grifo no dejaba de sonar. Me imagine que se estaba dando una ducha rapida, o quiza lavandose el papo en el bidet. Me parecio un gesto solidario, me habia comido cien chichis que olian a pis y a sudor tras toda una noche de copas. Yo habia salido a tomar canas con Hilario aquella tarde. Siempre que salia con el, ligaba. El, nunca. Y eso que era el el que entraba siempre a las tias, pero lo hacia de una manera arrogante y agresiva que indefectiblemente las ponia en guardia. Pese a esto, el jamas se planteo cambiar de tactica. Yo creo que le gustaba mas provocar que seducir. Lo peor de salir con el era que siempre se acercaba a las pavas por la calle, y a mi eso me ponia incomodisimo. Lo hacia freneticamente, sin parar. Si una pasaba de el, entraba a la que venia por alli, y luego a la siguiente. Yo no podia justificar de ninguna manera, ni ante las tias ni ante mi mismo, el hecho de que las hubieramos entrado: no podia haber otra razon que porque queriamos ligar con ellas, y eso les otorgaba un poder sobre nosotros, desnivelaba la situacion, no combatiamos en igualdad de condiciones. Era preferible que no estuvieran seguras de si uno estaba interesado en ellas o no, y eso solo era posible en situaciones aparentemente casuales: las dependientas, las camareras de las cafeterias, las companeras de clase. Tenia que haber un escenario que amparase mi relacion con ellas, algo que justificase que estuviera hablando con ellas. Que yo pudiera pasar tiempo con ellas por algo que teniamos en comun y que no implicase que la tia me molase. En realidad, ese dia solo habiamos estado bebiendo. No habiamos salido con intencion de mojar. Eran las seis de la manana. Volviamos andando por una calle del centro, hacia la parada del autobus, que ya empezaba a circular a esas horas. Estabamos hablando sobre las puertas que te abre el hablar idiomas, e Hilario decia que se habia quedado pasmado alguna vez que me habia escuchado hablar en frances. Yo no lo hablaba muy bien en realidad, pero estaba demasiado cansado como para discutir. De pronto, vio venir a dos tias en sentido contrario y se lanzo a por ellas. Me dijo que le siguiera la corriente, desoyendo mis suplicas para que nos volviesemos tranquilos a casa. Entonces empezo el circo para el. Le encantaban los enredos, las situaciones pintorescas. Les pregunto si les apetecia desayunar con el y con su amigo frances. A la mas bajita se le encendio la cara. Me pregunto en frances que si era frances, y le dije con una sonrisa timida que en realidad era belga. Entonces la conversacion se bifurco, y echamos los cuatro a andar hacia donde iban ellas, sin confirmar si se iba a desayunar o no. La bajita y yo ibamos delante hablando en frances, e Hilario iba detras con la otra. Yo me reia para mis adentros oyendolos. Hablaban mas alto que nosotros. Hilario estaba diciendo que me habia recogido esa tarde en el aeropuerto y que yo iba a pasar unos dias en su casa. Decia que le venia de perlas cada vez que yo lo visitaba porque yo tenia mucho dinero y no reparaba en gastos, asi que cada vez que yo me presentaba el se daba la vidorra a mis expensas. Le aseguro que podiamos pegarnos los cuatro un desayuno inolvidable, que total, iba a pagar yo. A la alta no parecia hacerle gracia. Mientras tanto, Marisa me iba explicando que ella habia estudiado tres anos de frances en la escuela de idiomas y que su sueno era vivir algun dia en Paris. Como ella tambien estaba oyendo lo que decian los de detras, me pregunto si yo confiaba en mi amigo, y que si hacia mucho que lo conocia. Yo le conteste con una sonrisa ingenua, como de turista japones, que si, que confiaba ciegamente en el, que la amistad para mi era lo mas importante. Entonces me dijo que tuviera cuidado, que habia algo en el que no le gustaba. Aunque Hilario no entendia ni jota de lo que ella me estaba diciendo, su discurso por detras no hacia sino reafirmarla: ya estaba en que los tres podian, si se lo sabian montar, vivir los proximos quince dias del bobo de su amigo. Para entonces acababamos de llegar a otra parada de autobus. La que iba con Hilario dijo que ella se iba, que no le apetecia desayunar. No se queria ni siquiera despedir de Hilario, que disfrutaba pidiendole un beso que todos los presentes sabiamos que no le daria. Le dijo a Marisa que se iba, que si la iba a acompanar o que. Estaba algo tensa. Marisa me miro con dulzura y me pregunto en frances que donde iba a dormir. Yo le dije que con mi amigo, claro. Entonces me dijo que ella tenia sitio en su casa y que no se quedaba tranquila si yo me iba con el. Yo le pregunte si estaba segura de que no molestaba, y ella me dijo que no, que lo preferia. Me despedi de Hilario y nos encaminamos despacio hacia su piso.

  • La CancioN Del Lobo. Wolfsong de T. J. Klune

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    Suspiro por lo bajo de forma brusca y le tomo un momento voltearse en mi direccion. -?Cuando llegaste a casa? -Hace un rato -me dio una comezon que no se sintio nada bien. Papi echo un vistazo al reloj viejo sobre la pared. La cobertura plastica del frente estaba agrietada. -Es mas tarde de lo que pensaba -sacudio la cabeza-. Mira, Ox... Parecia nervioso. Confundido. Mi padre era muchas cosas: un alcoholico, rapido para enfadarse y atacar con palabras o punos, un dulce demonio con una risa que retumbaba como esa vieja Harley Davison que habiamos MOTAS DE POLVO/ FRIO Y METAL enia doce anos cuando papi puso una maleta al lado de la puerta. T-?Para que es eso? -le pregunte desde la cocina. reparado el verano anterior. Pero jamas se lo veia nervioso, jamas parecia confundido. No como lo estaba ahora mismo. Presenti algo terrible. -Se que no eres el muchacho mas listo del mundo -me dijo mientras ojeaba su maleta. Era cierto, no habia sido provisto de una gran inteligencia. Mi mama una vez dijo que yo estaba bien. Mi papa pensaba que era lento. Mama le respondio que no se trataba de una carrera. Papa ya habia bebido demasiado whisky y comenzo a gritar y romper cosas. No la golpeo. No aquella noche, de hecho. Mama lloro mucho, pero el no la golpeo, yo mismo lo verifique. Cuando comenzo a roncar en su vieja silla, me escurri a mi habitacion y me oculte bajo mis mantas. -Lo se, senor -replique. Me miro de nuevo y jurare hasta el dia en que me muera que vi amor en sus ojos. -Mas tonto que un buey -dijo. No se oia malicioso viniendo de el. Tan solo lo era. Me encogi de hombros. Esa no era la primera vez que me lo decia, incluso cuando mama le habia pedido que dejara de hacerlo. Estaba bien, era mi papa, sabia mas que cualquier otra persona. -La gente hara que tu vida sea una mierda. -Soy mas grande que la mayoria -afirme, como si eso significara algo. Y lo era, las personas me temian, aunque no queria que asi fuera. Era grande, como mi papa. El era un hombre de gran tamano con un temperamento inestable gracias a la bebida. -La gente no te comprendera. -?Eh? -No te entenderan. -No necesito que lo hagan -en verdad queria que lo hicieran, pero podia comprender por que no lo harian. -Debo irme. -?A donde? -Lejos. Mira... -?Lo sabe mama? -Claro... Tal vez. Sabia que sucederia, probablemente lo sabe desde hace tiempo -rio, pero no se oyo como si encontrara gracioso lo que acababa de decir. -?Cuando regresaras? -di un paso hacia el. -Ox, la gente sera mala. Solo ignoralos y manten tu cabeza baja. -La gente no es mala, no siempre -no conocia a demasiadas personas. De hecho, no tenia amigos. Pero la gente que si conocia no siempre era mala. Simplemente la mayoria no sabia que hacer conmigo. Eso no estaba mal, yo tampoco sabia que hacer conmigo. -No me veras por un tiempo -agrego-. Tal vez por mucho... -?Que hay del taller? -le pregunte. Papi trabajaba en lo de Gordo. Siempre olia a metal y grasa cuando regresaba a casa, y sus dedos estaban ennegrecidos. Tenia camisas con su nombre bordado con puntadas de rojo, azul y blanco: Curtis. Siempre pense que esa era una de las cosas mas maravillosas. La marca de un gran hombre, tener tu nombre grabado en una camisa. En ocasiones me permitia acompanarlo. Me enseno a como cambiar el aceite cuando tenia tres, como cambiar un neumatico a la edad de cuatro y como reconstruir el motor de una Chevy Bel Air Coupe de 1957 cuando tenia nueve anos. Esos dias llegaba a casa oliendo a grasa, aceite y metal, y sonaba que tenia una camisa con mi nombre bordado. Diria Oxnard o tal vez solamente Ox. -A Gordo no le importara -dijo mi padre. Se sentia como una mentira. A Gordo le importaba todo. Era algo malhumorado, pero una vez me dijo que cuando fuera lo suficien temente mayor, podria pedirle empleo. "Los tipos como nosotros deben mantenerse juntos", me dijo. No supe que quiso decir, pero me basto el hecho de que pensara en mi. -Oh -fue todo lo que pude decirle a mi padre. -No me arrepiento de haberte tenido -dijo-. Pero me arrepiento de todo lo demas. -?Esto se trata de...? No sabia de que se trataba. -Me arrepiento de estar aqui -continuo-. No puedo tolerarlo. -Bueno, eso esta bien -respondi-. Podemos solucionarlo. Quizas podriamos irnos a algun otro lugar. -No hay solucion, Ox. -?Cargaste tu telefono? -le pregunte porque jamas recordaba hacerlo-. No olvides cargarlo para que pueda llamarte. Hay cosas de Algebra que aun no entiendo. La senora Howse me dijo que podia pedirte ayuda. Aunque sabia que mi padre no entenderia los problemas numericos mas que yo. La llamaban Prealgebra. Eso me asustaba porque si ya era dificil siendo pre, ?que pasaria una vez que solo fuera Algebra, sin el pre incluido? -Maldita sea, ?acaso no lo entiendes? -grito. Conocia ese gesto, era su expresion de enfado. Estaba colerico. -No -le respondi, porque no lo entendia. Intente no encogerme por el miedo. -Ox, no habra ayuda para Algebra, ni llamadas por telefono. No hagas que me arrepienta de ti tambien. -Oh... -Ahora tienes que ser un hombre, por eso intento explicarte todo esto. La mierda te va a llegar, solo deberas sacudirtela y seguir adelante -tenia los punos apretados a los costados. No sabia por que. -Puedo ser un hombre -le asegure porque tal vez eso lo haria sentir mejor. -Lo se -respondio. Sonrei, pero aparto la mirada. -Debo irme -concluyo al fin. -?Cuando vas a regresar? -pregunte. Dio un paso vacilante en direccion a la puerta, con la respiracion repiqueteando en su pecho. Tomo su maleta y se marcho. Pude oirlo arrancar su vieja camioneta afuera, el motor tardo en encenderse. Se oia como si necesitara una nueva correa de distribucion. Tendria que re - cordarselo mas tarde. -?Ox? -pregunto. Se veia muy cansada-. ?Que sucede? -Hola, mama. -?Por que estas llorando? -No estoy llorando -y no lo hacia porque ahora era un hombre. -?Que sucedio? -acaricio mi rostro. Sus manos olian a sal, patatas fritas y cafe mientras frotaba sus pulgares sobre mis mejillas mojadas. Baje la cabeza para mirarla. Siempre habia sido pequena y yo, en algun momento del ano pasado, habia crecido mucho. Ojala recordara ese dia, debio haber sido monumental. -Cuidare de ti -le prometi-. Ni siquiera debes preocuparte. -Siempre lo haces -su mirada se suavizo. Pude ver las lineas alrededor de sus ojos, el cansado conjunto de su mandibula-. Pero... -se detuvo. Tomo aire-. ?El se marcho? -pregunto y su voz se oyo tan pequena. -Eso creo -enrosque su cabello con mi dedo. Oscuro, como el mio, como el de papa. Eramos todos oscuros. -?Que te dijo? -me pregunto. -Ahora soy un hombre -repeti. Eso era todo lo que necesitaba oir. Mama se partio de la risa. Mama llego tarde a casa esa noche, luego de trabajar doble turno en el restaurante. Me encontro en la cocina, de pie en el mismo lugar en donde estaba cuando mi papa atraveso la puerta. Las cosas eran diferentes ahora. Tampoco se llevo fotografias. Solo un poco de ropa, su afeitadora, su camioneta y algunas de sus herramientas. Si no lo hubiera conocido mejor, hubiera pensado que jamas estuvo aqui. Sono un par de veces hasta que un mensaje dijo que el telefono ya no estaba en servicio. La manana siguiente tuve que disculparme con mama, habia colgado con tanta fuerza que quebre la base del telefono. Ella dijo que estaba bien, y no volvimos a mencionarlo nunca mas. -Mantenlas limpias y Dios te libre si las encuentro tiradas afuera. Se oxidaran y te dare una paliza. Esta mierda no es para jugar, ?entiendes? -me dijo. -Si -respondi y las toque con reverencia porque eran un regalo. No podia encontrar las palabras para decir lo completo que se sentia mi corazon. Papa no se llevo el dinero cuando nos dejo. Al menos no todo. Aunque tampoco habia demasiado, a decir verdad. Lo llame en el medio de la noche, cuatro dias despues. enia seis cuando mi papi me compro mi propio set de herramientas. No de las que eran para ninos. Nada de colores brillantes ni plastico, eran de metal frio y reales. T Un par de semanas tras su partida, me hallaba de pie en la habitacion de ellos (de ella). Mama estaba en el restaurante otra vez, en un nuevo turno. Sus tobillos estarian adoloridos cuando llegara a casa. La luz del sol se vertia a traves de una de las ventanas sobre la pared del fondo y atrapaba las pequenas particulas de polvo. Olia a el dentro de la habitacion. A ella. A ambos, a una mezcla de los dos. Pasaria mucho tiempo hasta que el se desvaneciera. Pero al final lo haria. Abri la puerta del armario y uno de los lados estaba casi vacio, aunque quedaban algunas cosas. Las pequenas partes de una vida que ya no era vivida. Como su ropa de trabajo, cuatro camisas que colgaban al final del armario. Lo de Gordo, en cursiva. Todas decian Curtis. Curtis, Curtis, Curtis. Toque cada una de ellas con la punta de mis dedos. Quite la ultima de su gancho, la deslice por mis hombros. Era pesada y olia a hombre, sudor y trabajo. -Okey, Ox -me dije-. Tu puedes hacerlo. Entonces comence a abotonarla. Mis dedos se trababan sobre sus botones, muy grandes y redondos. Era torpe e ingenuo, solo manos y piernas, sin encanto y soso. Era demasiado grande. Acabe con el ultimo boton y cerre mis ojos, respire profundo. Recorde como lucia mama esa manana: las lineas moradas debajo de sus ojos, sus hombros caidos. -Se bueno, Ox, mantente lejos de los problemas -me habia dicho, como si los problemas fueran la unica cosa que yo conociera. Como si me metiera en problemas a menudo. Abri los ojos y me enfrente al espejo que colgaba en la puerta del armario. La camisa era demasiado grande o yo era demasiado pequeno. No estaba seguro de ninguna de las dos cosas. Me veia como un nino disfrazado, como si fingiera ser alguien mas. -Soy un hombre -dije con voz baja luego de fruncir el ceno al ver mi reflejo. >>Soy un hombre -no creia en mis palabras. >>Soy un hombre -repeti con una mueca de dolor. Al final me quite la camisa de mi padre, la devolvi al armario y cerre las puertas. A mis espaldas, las motas de polvo siguieron flotando en la luz solar que desaparecia.

  • ?Y si fuera Lucas? (Cinco chicos con suerte 2) de Mayeda Laurens

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    Despues de la historia de Alex, vuelve Mayeda Laurens con otra divertida novela en esta segunda entrega de la serie Cinco chicos con suerte.

  • Esmeralda de Elena Romero

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    Soy un tiburon de los negocios.
    Multimillonario. Trajeado.
    Acostumbrado a mandar.
    Y a ganar.

  • Mientes tan bien de Audrey Ferrer

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    Matias, con su descaro, su sonrisa turbia y ese puntito canalla que lo delata, llega a una aldea casi deshabitada. Necesita alejarse de uno de sus desastres. Ya ha asumido que alli va a catapultarlo el aburrimiento, pero se equivoca: ese diminuto universo con habitantes singulares parece hecho a medida para sus calamidades. Entre los nuevos vecinos le espera ella…Tessa es dureza, vehemencia, desafio, irreverencia, pasion. La chica con gasolina en vena que uno desearia inflamar. Ella luchara para alejarlo. El batallara para conquistarla con sus versos teatrales y su ingenio. Pero no sera sencillo... Ambos deberan aceptar que las guerras contra las mentiras que uno se cuenta estan abocadas a rendirse en los labios ajenos. ?Que verdades y que mentiras les pertenecen?

  • El precio de la amistad de Kjell Askildsen

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  • La leyenda 1 de Eilana Osorio Paez

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    Cuando el universo se conspira y nace convertido en hombre para proteger a la mujer que esta destinado a cuidar… Cuando el amor es mas grande que cualquier mal generado por la codicia del ser humano…Una leyenda surge desde los primeros anos de la humanidad en la Tierra, al descubrir que la corrupcion cae sobre la naturaleza y la maxima creacion se cree dueno de todo lo que lo rodea.

  • La ciudad, Luis Zueco de Luis Zueco

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  • Persona normal de Benito Taibo

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    Desde que el tio Paco se hizo cargo de el, Sebastian ha vivido aventuras increibles: tuvo un encuentro inesperado con un enorme felino, consiguio un mapa estelar para un pobre extraterrestre perdido en la Tierra, sobrevivio el embate de un enorme monstruo marino, peleo al lado de los sioux para defender su territorio de los colonizadores... ?Que pasa con Sebastian? ?Acaso no es una <>?

  • Otro amor para Julie (Bilogia Julie 1) de Carlota Manzano

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    Julie es una asesora laboral que vive felizmente, o al menos eso cree, en su duplex de Manhattan, que comparte con su pareja, un prestigioso abogado neoyorkino llamado Frank.

  • Corazon que rie, corazon que llora de Maryse Conde

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    No es facil vivir entre dos mundos, y la nina Maryse lo sabe. En casa, en la isla caribena de Guadalupe, sus padres se niegan a hablar criollo y se enorgullecen de ser franceses de pura cepa, pero, cuando la familia visita Paris, la pequena repara en como los blancos los miran por encima del hombro. Eternamente a caballo entre la lagrima y la sonrisa, entre lo bello y lo terrible, en palabras de Rilke, asistimos al relato de los primeros anos de Conde, desde su nacimiento en pleno Mardi Gras, con los gritos de su madre confundiendose con los tambores del carnaval, hasta el primer amor, el primer dolor, el descubrimiento de la propia negritud y de la propia feminidad, la toma de conciencia politica, el surgimiento de la vocacion literaria, la primera muerte.

  • Dame un motivo de Gwendolen Hope

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    Tras la muerte de Isaac Myers, sus hijos heredan Llanura de los Robles, tierra que es un simbolo familiar, a la que todos han estado indisolublemente ligado por generaciones. Edward Sanders y sus hijos, ricos industriales, duenos de las tierras con las que confina la propiedad Myers, quieren apropiarse a toda costa de ella y estan dispuestos a utilizar todos los medios posibles, tanto licitos como ilicitos, para alcanzar su proposito. Victoria Sanders, en particular, quiere ganar esas tierras mas que nada en el mundo y, por ese motivo, no duda en jugar sucio. ?Pero que sucede cuando conoce a Cam Myers y se da cuenta que lo que esta en juego no es unicamente la propiedad sino su propia felicidad?

  • La ultima historia que contar de Buho

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    Janet intentaba conciliar el sueno en aquella cama improvisada que habia armado en mitad del salon de la casa de su hermano. Faltaban pocas horas para el funeral de su cunada y no habia querido dejarle solo en aquel momento tan fatidico de su vida. Jackson estaba destrozado. Podia verlo en la forma en la que se arrastraba por toda la casa, de habitacion en habitacion, sin mediar una sola palabra con ella. Parecia un alma en pena, un muerto viviente que erraba sin rumbo por el mundo. << Vete >> , le decia, << dejame en paz, quiero estar solo >> . Esas eran las unicas palabras que repetia, en bucle, una detras de otra. Janet sentia lastima por el. Sabia que Ana habia sido el gran amor de su vida y que, aunque ella hacia mucho tiempo que habia perdido la esperanza de sobrevivir, el nunca se habia rendido. Siempre creyo que al final la fuerza de su mujer ganaria la batalla contra la enfermedad. Pero se equivocaba. La enfermedad habia ganado, tal y como los medicos habian predicho que sucederia. Toc, toc, toc... Tres golpes firmes y secos la obligaron a abrir los ojos. Miro el reloj que colgaba sobre la repisa del salon y comprobo que eran las dos menos cuarto de la madrugada. Toc, toc, toc... Los golpes provenian de la cocina. Jackson debia de estar preparandose algo para comer, y eso era bueno. Muy bueno. ?Cuanto llevaba su hermano sin alimentarse? Lo veia escualido y palido. Parecia un saco de huesos con una careta cadaverica en el rostro. Aquellas ojeras ennegrecidas delataban el sufrimiento que habia padecido durante los ultimos meses de su vida. Toc, toc, toc... Janet tuvo un mal presentimiento y se incorporo sobre el colchon. Encendio la lampara de pie de la estancia y volvio a comprobar el reloj de la repisa. Sonrio al ver todos los libros que descansaban en la estanteria y penso en su cunada. Habia sido una gran lectora. Se fijo en uno en concreto. << Esperanza >> , de Paula Brown. Esperanza. Aquel si que era un buen titulo. Toc, toc, toc... El mal presentimiento volvio a instaurarse en ella y, confusa, se incorporo y camino por el oscuro pasillo. La luz de la cocina estaba encendida. La puerta abierta. Una escalofriante imagen se proyectaba en la sombra de la pared; su hermano estaba sentado y su silueta se perfilaba con detalle, pero habia algo extrano en aquella sombra. En su pecho…, habia algo que no encajaba. Janet sintio que se quedaba sin respiracion y camino un paso al frente para asomar la cabeza a traves del umbral. Entonces, lo vio y lo comprendio todo. Los ojos se le empanaron de inmediato. Jackson estaba sentado en la silla, en mitad de la estancia, y un cuchillo atravesaba su pecho. Toc, toc, toc... Tenia la mirada perdida en la lejania y estaba totalmente ido mientras que, con el puno de la mano derecha, golpeaba con fuerza aquel punal que cada vez desgarraba mas su carne, introduciendose en su interior. Clavandose mas hondo y mas hondo en su esternon. El grito ensordecedor de Janet inundo la casa. La muerte seguia presente entre aquellas paredes. 1 Paula reviso su bandeja de correo electronico por decimoquinta vez en aquella manana. Los emails se iban aglomerando, uno detras de otro, y ni siquiera se atrevia a abrirlos. Algunos pertenecian a su editora, otros, en cambio, provenian de sus mas fieles y antiguos lectores. Suspiro profundamente antes de cerrar la pantalla. En algun instante tendria que armarse del suficiente valor como para dar la cara, pero por el momento no se veia ni remotamente capaz. Tic, tac. El tiempo jugaba en su contra. A pesar de que seguia en el top de ventas, las ganancias de su ultima novela cada vez iban descendiendo mas y mas. Abrio la pagina vacia del procesador de textos y se quedo mirandola con una sensacion de desasosiego que iba in crescendo dentro de ella. En lugar de comenzar con las primeras palabras de una historia, opto por realizar esa maravillosa lista que su terapeuta le habia recomendado y con la que pretendia solucionar el problema de su bloqueo mental. Ella, la chica prodigio, estaba sin ideas. Su mente, que siempre era un bullicio constante de personajes, tramas y reflexiones, se habia quedado vacia. En blanco. Cuando cerraba los ojos y pensaba en lo proximo que iba a escribir, no encontraba nada; solamente una neblina blanca que lo empanaba todo y que le hacia sentirse acabada. Intentaba decirse a si misma que no lo estaba. Aun no habia alcanzado la treintena y llevaba a sus espaldas una centena de exitosas novelas. Prometia ser una de las grandes, de las que marcaba historia y de las que, anos despues, todo el mundo hablaria. Quizas, en algun futuro, sus descendientes tropezarian con su nombre en los libros de literatura y en los textos de las enciclopedias. No podia saberlo a ciencia cierta, pero era lo suficientemente inteligente para saber que, si continuaba por ese camino, lo conseguiria. Solamente necesitaba ser aplicada y mantener la constancia. Y por supuesto, volver a la normalidad. Pero, ?como espantaba la maldita neblina blanca que se habia metido como un gusano en el interior de su cerebro? ?Como retomaba su escritura y hacia desaparecer el panico que sentia ante la maldita pagina en blanco? Si, era una chica lista, asi que habia hecho unos calculos rapidos para imaginar que seria de su vida en caso de que el contenido que almacenaba entre las paredes de su craneo se hubiera quedado hecho pure e inservible. Si su cabeza seguia sin funcionar, entonces... Tendria que revender los derechos de sus historias y buscar un tiburon que pudiera ejercer de agente literario y explotar todo lo que tenia hasta que no quedase nada mas de lo que tirar. Penso que, llegado ese momento de desesperacion, tendria que vender su centrico y luminoso atico londinense. Y tambien que, lo mas probable y sensato, seria encontrar algun negocio rentable en el que invertir algo de dinero antes de que sus cuentas bancarias comenzaran a parpadear en rojo. << No voy a quedarme sin ideas >> , se dijo, mirando la pagina vacia. Joder. Ni siquiera necesitaba escribir una historia, lo unico que tenia que hacer era esa maldita y absurda lista que su terapeuta le habia recomendado. Y ni eso fluia. Una lista de actividades. Una lista que supusiera un cambio de rutina y que le obligase a abandonar su zona de confort. Paula volvio a mirar la pagina en blanco y sonrio. Nunca habia necesitado ningun cambio de rutina y, mucho menos, absurdas listas como aquella. Encontraba la inspiracion en cosas banales y sencillas, como una conversacion ajena en la mesa contigua de la cafeteria en la que cada manana desayunaba un croissant y un nespresso. Rara era la ocasion en la que terminaba una de sus historias sin que la siguiente ya asomara entre sus pensamientos, borboteando con cada vez mas intensidad y proclamandose nueva protagonista de sus proximas semanas. Pero nada. No habia nada borboteando entre aquella maldita y espesa neblina blanca. Dejo la pagina en blanco. Ni siquiera se molesto en poner un << 1 >> que enumerase el principio de la lista de actividades. En lugar de hacerlo, apago la pantalla y se levanto de su escritorio. Aquel pequeno rincon de la casa era su santuario, donde realmente se sentia en paz consigo misma. O, en realidad, donde realmente se habia sentido en paz hasta aquel instante. Se dejo caer en el sofa y observo las manchas de humedad que habian comenzado a carcomer los techos blanquecinos de su atico. Penso que debia llamar al seguro para solventar aquel problema cuanto antes, pero despues se rio de lo patetico que sonaba. Aquel era el menor de sus problemas. La menor de sus preocupaciones. Escucho la melodia de su telefono sonar en algun rincon de su casa, pero no se molesto en buscarlo. Fuera quien fuese, no le interesaba. Nadie le interesaba. Admitir que se sentia a la deriva y sin rumbo era demasiado humillante como para expresarlo en voz alta, asi que procuraba mantener lejos de su persona a cualquier persona que pudiera ser capaz de pronunciar la temida pregunta: << ?en que estas trabajando ahora? >>. Cerro los ojos y respiro profundamente. Sintio como los pulmones se le llenaban de aire y como su pecho ascendia ligeramente. Pero no se quedo satisfecha, seguia sintiendose... mal, muy mal. Y ese sentimiento cada vez iba a peor. Una vez mas, volvio a pensar en el imbecil de su terapeuta. Si, Paula pensaba que era un autentico idiota y que sus consejos no servirian para nada; pero estaba tan desesperada y dispuesta a cualquier cosa que habia decidido probar suerte. Roger, se llamaba. Roger Hawkins. Debia de rondar los cincuenta y parecia un fracasado con corbata y cara de pocos amigos. De un simple vistazo, Paula adivino que era un hombre divorciado que seguia llorando por su mujer. En todas las sesiones llevaba la corbata torcida, la camisa sin planchar y los cuellos manchados de cafe. Supuso que debia de estar pasandole una buena pension a la susodicha por el descosido que mostraba en los pantalones roidos de traje que no renovaba a pesar de las caras tarifas que imponia a sus clientes. Tampoco habia pasado por alto la alianza que seguia llevando en su mano. Pero todo eso solamente eran imaginaciones suyas. En realidad, no tenia ni idea de como era la vida conyugal del idiota de su terapeuta. Lo que si que sabia era que, segun Roger Hawkins, estaba sufriendo un bloqueo mental por aburrimiento. Y eso no podia ser cierto porque ella adoraba su vida, su rutina y, por supuesto, sus pequenos espacios de aburrimiento. Seguia con los ojos cerrados y la neblina seguia flotando a su alrededor. Tenia que llamar a su editora para estirar los plazos de entrega lo maximo posible. Necesitaba ganar tiempo y que no le echasen atras el siguiente adelanto de royalties que le correspondia... Intento imaginar como se enfrentaria a esa conversacion, pero no fue capaz. El sueno comenzo a envolverla lentamente despejando la nebulosa blanquecina que solia acaparar su cabeza cuando estaba despierta. Ultimamente estaba cansada, muy cansada. Cuanto menos hacia, mas inactiva y cansada se sentia. Era como si ese maldito bloqueo mental tambien la estuviera paralizando fisicamente, agotandola. Paula sintio miedo. En ocasiones tenia la sensacion de que estaba comenzando a desaparecer del mundo con lentitud. Poco a poco, muy despacio... Pero despareciendo. Si no frenaba esa niebla, terminaria completamente perdida. Entonces escucho el sonido del tren. De la locomotora, mas bien. La neblina se fue despejando poco a poco mientras el sonido de la friccion producido por la via al paso de las ruedas iba cobrando volumen hasta convertirse en ensordecedor. Parpadeo varias veces, confusa, y se dio cuenta de que estaba en mitad de las vias, anclada. Queria moverse. Queria hacerse a un lado y quitarse del medio, pero no podia. Sentia que las leyes de la gravedad se habian modificado y que, de pronto, su cuerpo pesaba una tonelada. Intentaba levantar la planta de sus pies del suelo, pero no era capaz. No podia moverse. Por fin atisbo la locomotora. Habia doblado una curva y habia aparecido en su campo de vision. El corazon se le acelero al instante, pero la repentina paralisis que atrofiaba sus extremidades seguia sin permitirle apartarse a un lado. El humo de la chimenea cada vez estaba mas cerca y Paula calculo que, en cuestion de segundos, aquella maquina de carbon y pistones terminaria arrollandola y haciendo de sus huesos papilla de ferrocarril. Cerro los ojos. El corazon le latia con tanta fuerza que podia escucharlo en el interior de sus oidos. Estaba a punto de morir. Estaba a punto de desaparecer.

  • La casa de los angeles rotos de Luis Alberto Urrea

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    “La casa de los angeles rotos” es una saga familiar epica, encabezada por el patriarca Angelote, que transcurre durante la ultima fiesta de cumpleanos que este celebra en su casa de San Diego con ocasion de su inminente muerte a manos de un cancer letal.
    Pero cuando la madre de Angelote, mama America, fallece en fechas cercanas a la fiesta, este debe organizar tambien su funeral y decide celebrar dos actos familiares en el mismo fin de semana: una doble despedida. Entre los asistentes esta su tocayo Angelin, que vuela desde Seattle para presentar sus respetos y despedirse, y que se encuentra con la gente con la que comparte un progenitor pero, como el fin de semana no para de recordarle, no su vida.

  • Cielo infinito (El piso mil 3) de Katharine Mcgee

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    Bienvenidos de nuevo a la ciudad de Nueva York, en el ano 2119. En la glamurosa supertorre de mil plantas que se alza en el corazon de Manhattan, millones de personas llevan una vida en la que los escandalos son los protagonistas. Leda, Watt, Rylin, Avery y Calliope pugnan por evitar que salgan a la luz sus mayores secretos, que amenazan con destruirlo todo y empujar sus idilicas existencias al vacio.

  • Amanecer sin ti de Patricia Geller

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    En teoria ya es catorce de febrero, pues son justo las doce y veinte de la noche. Este ano me encuentro sola, el ano anterior fue... ?como describirlo? Si, muy doloroso. La ocasion es diferente, mucho, aunque esta noche la habia imaginado de otra forma… Mas segura, menos intranquila. Estoy con los nervios a flor de piel, el momento se acerca y Rodrigo no esta aqui. A veces, el querer estar o las ganas de estarlo no son suficientes, pero el tiempo me ha ensenado a resignarme. Como diria la cancion de Vanesa Martin y Alex: ya no puedo cambiar lo que siento... Mas agotada que de costumbre me asomo a la ventana y contemplo desde la altura los rascacielos de Manhattan... Mi sueno era regresar aqui y lo estoy, pero el no se halla conmigo. Me cubro con una manta y frente a este paisaje tan necesitado, recuerdo los tres momentos cruciales de nuestra vida todavia siendo pareja... Y me vengo abajo a pesar de haber prometido lo contrario. Aquel dia senti unos timidos besos por la nuca e instintivamente me encogi, con la piel de gallina y emitiendo un discreto gemido. No me acostumbraba a la sensacion, cada dia era un nuevo despertar, si; pero mis sentimientos tan intensos como el primero en el que nos besamos, nos rozamos y sentimos en la intimidad. Con los ojos cerrados aun, me coloque bocarriba y sonrei. Ahi estaba el, sin saber disimular lo mucho que le gustaba que lo recibiera asi. No lo imaginaba de otro modo. --Buenos dias, dormilona. --Hundi los dedos en su cabello, mimosa--. Disfruta de este paron como mereces. No sabes lo que odio tener que irme antes que tu. --Te estare esperando con mas ganas. Mucha suerte en el casting de hoy. --Gracias, carino, y no olvides que te compensare. Esta noche cenaremos fuera de casa. Nos espera una maravillosa habitacion de hotel para una velada inolvidable. Ilusionada con los planes que llevabamos dias planificando, lo empuje hacia mi. Ya estaba vestido, siempre elegante para la ocasion. En cuanto nuestros labios se rozaron senti esas cosquillas en el estomago. Era cursi, si, pero estaba tan enamorada... --Te quiero --susurre sobre su boca. --Yo mas. Me termino de besar y seguidamente recorrio con sus labios el resto de mi rostro. Haciendome disfrutar con la sensacion. Rodrigo era carinoso, responsable... atento. Y, sobre todo, mio. Entregado a lo nuestro. --Nos vemos a la vuelta --se despidio burlon, acariciandome la cintura--. Todavia no he salido y ya me muero de ganas por volver. --Aqui estare, ojazos. Risuena, lo vi marcharse y me debati si seguir en la cama aprovechando mi tiempo libre para descansar o, por el contrario, levantarme y organizar el viaje que teniamos pendiente. !Por fin de vacaciones a Manhattan! Cuantas ganas de volver a casa, aunque solo fuera para un par de semanas. Pero me daba vida, regresaria con las energias necesarias para continuar tan lejos. Sobre todo, para intentar amoldarme a otro trabajo que no era de lo mio. Uno mas... Desde mi llegada aqui habia probado en muchos empleos. Daba el cien por cien a pesar de no llenarme profesionalmente. Como camarera, relaciones publicas, secretaria, !incluso cuidando ninos! ?Cual seria el proximo? Una vez regresara de Manhattan me pondria a la busqueda, sin estancarme. Estabamos ahorrando para volver a montar una agencia de viajes, la echaba de menos, en esa ocasion seria en Madrid, donde residiamos Rodrigo y yo en la actualidad. La de Manhattan, al marcharme de alli, me vi obligada a cerrarla. No me lo pense mas, di un salto y entre en el bano que teniamos a la izquierda del dormitorio. Sin pausa, pero sin prisa, disfrute de una relajante ducha. En albornoz, cogi el telefono y baje a la primera planta. En el ultimo escalon solte una pequena risita. Michelle: Gracias por el desayuno un dia mas, ojazos. ?Te he dicho que me encanta lo detallista que eres? Rodrigo: Alguna que otra, si. No mereces menos. Relajate y aprovecha para desconectar. Te amo. Antes de sentarme en el sofa cogi el ordenador y lo puse junto al variado desayuno. El dia tenia pinta de ser bastante largo, por lo que me propuse adelantar tramites y todo lo relacionado con nuestro proximo viaje. !Los nervios ya me abordaban! A las diez de la noche de ese dia mire por enesima vez por la ventana. Nada, ni rastro de Rodri. Su coche aun no alumbraba el oscuro campo que nos rodeaba en la sierra. De modo que termine tumbandome de lado en el ya famoso sofa, a la espera. Estaba mas que preparada; con un vestido rojo, corto y precioso. Una pequena maleta equipada con lo necesario para disfrutar de nuestra noche. !Que ansiedad! Aburrida, decidi llamar a Cristina, una antigua companera de trabajo y amiga. --Pero bueno, la desaparecida, ?donde andas metida? --respondio simpatica. --En casa. Ayer termino mi contrato en el bar en el que estaba trabajando. Creo que han sido los seis meses mas largos de mi vida. Odio los turnos partidos. --Ya te digo, asi ando yo en el supermercado, aburrida. Si necesitas algo mientras encuentras otro trabajo, avisame. Hace falta personal. --Vale... Suspire agobiada. --?Que pasa, Michelle? Me daba miedo confesarlo en voz alta. Sin embargo, necesitaba desahogarme. --Echo de menos muchas cosas, Cris. Siento que el tiempo se esta yendo y no lo estoy aprovechando como me gustaria. Pero se que para Rodrigo es importante conseguir su sueno. --Tome aire, no era facil--. Si no fuera por el, diria que no soy feliz. --Es decir, que no lo eres, pero te aferras al amor que le tienes para disfrazar... --No, no... Yo... A ver, Cristina, no se como explicarlo. --No hace falta, Michelle, ya lo has hecho. Oi un ruido detras por lo que me incorpore sobresaltada. Rodrigo se encontraba en la puerta de casa. Quieto, con la mirada perdida en mi, aunque al mismo tiempo como si no estuviera alli. Absorto en sus propios pensamientos, lo conocia lo suficiente. --Manana te llamo, Cris. Lance el telefono y corri hacia sus brazos, era mi unico apoyo cerca. Su recibimiento fue lejos del esperado. Me dio un beso rapido, alejandome para volver a tener espacio. --?Todo bien? --Me preocupe--. ?Te han cogido? --Ya me llamaran... --Y observandome a los ojos anadio con un duro tono de voz--: He acabado pronto, pero he estado con unos amigos por ahi. --No entiendo. Llevo esperando horas, tenemos planes, ?no te acuerdas? Me observo de arriba abajo y asintio. Luego camino hacia la cocina, ignorandome. Me parecio ver que tragaba el nudo que se le habia formado en la garganta. ?Que estaba sucediendo? --Rodri, ?a donde vas? --le reproche siguiendolo--. Tenemos una reserva. --Estoy cansado, lo dejamos para otro dia. --?Como?

  • Eden de Pilar Parralejo

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    El pequeno reloj de pared marco las seis con su habitual y peculiar crujido, avisando a Ellie que ya era hora no solo de su fin de jornada sino de la particular fiesta de cumpleanos que tenia en menos de una hora. Se levanto, con una sonrisa de oreja a oreja despues de apagar su ordenador y, tras guardar todo debidamente, cogio su abrigo del perchero, lo dejo sobre su escritorio, se colgo el enorme bolso de su hombro derecho y camino hacia el despacho de su jefe, un tipo guapisimo del que llevaba casi tres anos platonicamente enamorada. Y es que… ?Como no estarlo? Chris era un seductor nato, rubio, ojos verdes, cuerpo atletico, alto, con una voz hipnotizadora… Tenia lo que ella consideraba un gran defecto y es que, aunque era como un Dios encarnado, era el tipo mas mujeriego del mundo, nada que una chica decente, como lo era ella, necesitaba. Llamo a su puerta con un par de toques y, cuando Chris le dio permiso para abrir, simplemente le dijo que ya era la hora de marcharse y que, si no necesitaba nada mas, se marchaba. --Puedes irte. --Dijo con una sonrisa--. Pero antes espera. Se levanto de la silla de cuero blanca y se acerco a ella. Ellie trato de dar un paso atras al creer que iba a hacer lo que ella pensaba, y no se equivoco, no al menos del todo. Chris la rodeo por la cintura, trayendola contra si, se inclino ligeramente y la beso. No fue un beso como el que cualquiera hubiera deseado, ella aparto la cara y sus labios terminaron en su mejilla izquierda, hecho que le hizo sonreir ya que Chris sabia que iba a hacer justo lo que hizo. --Feliz cumpleanos. --Gracias --respondio ella, colorada como un tomate. Chris volvio a su sillon con una sonrisa en la cara y ella simplemente salio de alli. En los casi tres anos que llevaba trabajando para Chris, ni una sola vez le habia felicitado en su cumpleanos. Supuso que, como todo estaba patas arriba por la boda de su hermano, el tambien estaba, en cierto modo, un poco traspuesto. Estaba recogiendo su abrigo cuando escucho unos tacones aproximandose. Al girarse se encontro con Tessa, la prometida de Kalos, el hermano de Chris. Esta se sorprendio al verla, como si acabase de pillarla infraganti con algo. --?Ya te marchas? --Pregunto, fingiendo desinteres. Ellie supo a lo que se referia con esa pregunta, y tampoco tenia motivos por los que quedarse, de forma que asintio con la cabeza y se alejo de su mesa--. Buenas noches. --Buenas noches, senorita Carpenter. Tenga un buen fin de semana. --!Tu tambien! --Exclamo con una sonrisa. Tessa era una mujer deseable, preciosa, simpatica, con buen cuerpo y muy buen gusto a la hora de vestir, sexy y provocativa sin ser vulgar. La miro un instante sintiendo algo de envidia, pero siguio su camino hacia el ascensor oyendo como se dirigia al despacho de Chris. Estaba subiendo al autobus cuando recordo la bolsa que habia olvidado bajo la mesa de su escritorio, algo que no podia dejar ahi sin mas hasta el lunes. Era el regalo para su sobrina, quien, de casualidad, tambien cumplia los anos el mismo dia que ella, solo que con casi veinte anos de diferencia. Habia caminado durante diez minutos y supuso que ya no habria nadie en el edificio, normalmente todos salian a la misma hora. --Hola Milo --sonrio al guardia de la entrada. --?Trabajo de ultima hora? --Que va. He olvidado algo de vital importancia en mi mesa. Corrio por la recepcion hasta el ascensor y llamo, esperando impaciente a que bajase. Habia quedado con su familia en una hora y ya habia perdido veinte minutos. Cuando las puertas se abrieron en la planta numero veinte, el corazon se le detuvo. Los gemidos de Tessa se mezclaban con los de Chris y llenaban toda la planta. Lo peor no era saber que su jefe estaba teniendo sexo en su oficina creyendo que no habia nadie, sino saber que, quien estaba teniendo sexo con el no era otra mas que su cunada, la prometida de su propio hermano. Se acerco despacio a su mesa para tirar del regalo de su sobrina y sin querer, desvio la mirada hacia el despacho. Chris arremetia contra Tessa, quien estaba completamente desnuda y pegada al cristal mate que separaba su despacho de la recepcion, desde el que se veia todo, algo borroso, pero sin dificultad, incluyendo a Chris, quien tenia los pantalones en los tobillos. Ella tuvo que ser testigo de ello sin querer. Desvio la mirada inmediatamente, tan avergonzada como deberian estar ellos y, sin hacer el menor ruido, regreso al elevador. En el vestibulo ni siquiera se despidio debidamente del guarda, simplemente le hizo un gesto con la mano y salio del edificio con un sentimiento de injusticia indescriptible. Kalos era un tipo bastante seco, y malhumorado. Fisicamente era igual de atractivo que su hermano Chris, o mas. Su pelo era oscuro, lo tenia algo mas largo que Chris y sus ojos no eran verdes, sino de un tono oscuro que parecia negro. Era mas alto que su hermano y con una complexion mas trabajada. Pero era una persona dificil de tratar en la empresa, solia reganar a los empleados que no hacian bien su trabajo, se enfadaba si las cosas no salian como el queria y era hosco y demasiado estricto con los horarios, todo lo contrario que su hermano, a quien todo parecia darle igual. A pesar de ser como era, le supo mal que, tanto su hermano como su prometida, estuvieran haciendole eso, en el mismo edificio en el que los dos trabajaban. Se arrepintio de haber vuelto a por el regalo, tendria que haber comprado otra cosa de camino y haberle dado el de la oficina en otro momento, de esa forma no se sentiria tan incomoda como lo estaba haciendo. --?Y esa cara? --Pregunto Jackson, el cunado de Ellie, quien estaba fuera, fumando, cuando ella llego. Habia estado tan sumida en sus pensamientos que no se habia percatado del trayecto desde la oficina hasta la casa de su hermana. --No es nada --dijo, sonriendo ampliamente. Adoraba a su cunado. Despues de su padre era el hombre al que mas admiraba. Cuando su hermana Chloe tenia dieciseis anos, se cayo al subir a un autobus, con tan mala pata que se dio contra un bordillo de la acera y se rompio la espalda. Fue la caida mas tonta de la historia, pero le costo sus piernas y desde entonces era invalida. Jackson habia estado toda su vida enamorado de ella y, aunque Chloe le rechazo creyendo que ya no era aceptable para ningun hombre, el insistio e insistio. A pesar de no poder salir con ella como lo haria con cualquier chica, no se separo de su lado y anos mas tarde se casaron. La adoraba, la queria con locura y junto a sus hijas, eran la familia mas entranable del mundo. Se acerco a el y, despues de un abrazo y un beso en la mejilla, entro en la coqueta casita en la que vivian. Saludo a sus padres igual que habia hecho con su cunado, con un abrazo y un beso en la mejilla, se inclino para besar tambien a su hermana mayor y levanto en brazos a la pequena cumpleanera. --Muchisisimas felicidades, mi pequena Missy. --Dijo levantandola por las axilas lo mas alto que pudo y empezo a girar con ella, algo que a la nina le encantaba. --Muchisisimas felicidades, tia Lizzy --rio. A pesar de llamarse Elisabeth, no le gustaba que la llamasen asi ya que le parecia un nombre demasiado serio para lo que ella era, siempre prefirio Ellie o Lizzy. Despues de bajarla, la llevo hasta el uno de los sofas del salon y le dio su regalo. --?Que es? --Pregunto la nina al ver la caja con un papel morado brillante envolviendola. --No es un elefante… --La nina rio--. Tampoco es… un panda… --le dijo, riendo esta vez ella --. Anda, abrela. La pequena no lo penso. Abrio el regalo rompiendo el papel y, cuando vio que se trataba de la muneca que mas queria, solto la caja a un lado y salto a los brazos de su tia. Envidiaba la familia tan bonita que hacian, los envidiaba por no haber podido hacer ella tambien una familia, mas aun, cuando tambien su hermana menor estaba felizmente casada y con un par de gemelos en camino. Pero Ellie no habia conocido al hombre indicado, si a chicos con los que salir a divertirse o con los que pasar el rato, pero no hombres con los que formar un hogar. Ese pensamiento le trajo a la mente a su jefe, al hermano de su jefe y a la prometida de este. Se pregunto si las familias ricas eran todas tan disfuncionales como la que iba a formarse el siguiente fin de semana, cuando la bella Tessa y Kalos se casaran. Mientras la nina corria a ensenarle a su hermana pequena su mas preciado regalo de cumpleanos, Chloe agarro la mano de su hermana y la llevo a la cocina mientras con la otra mano arrastraba su silla. --Hoy estas distante. --Le dijo. --No… Es solo que he olvidado el regalo de la nina al salir y cuando he vuelto a por el he tenido que ser testigo de una infidelidad. --Uuuuh… cuenta, cuenta. --Pidio curiosa. --Eran Chris y la prometida de su hermano. Chloe se llevo las manos a la boca con sorpresa. Ella no conocia a ninguno de ellos, pero Ellie le habia contado lo guapo y sexy que era su jefe. --Entiendo que estes asi… --Estaban en su despacho… contra los cristales de la mampara… --?Y como has contenido a la justiciera que llevas dentro? --Queria sacarla a pasear antes de ir a casa. Iba a ir al apartamento de Kalos, que vive a tres calles de aqui, y a decirle lo que he visto. --No te metas. Esa gente se junta con individuos como ellos. Chris es un mujeriego, la prometida de Kalos una indecente… ?Como crees que sera el? --Ellie levanto los hombros en un gesto de duda. --Casi no lo conozco. Solo lo poco que lo he visto en la oficina. Es despota, y altivo, y soberbio. Es malhumorado y grunon. --A lo mejor por eso su prometida le engana con su hermano, porque es todo lo opuesto. --No se… Pero no importa. No quiero pensar mas en ellos. Volvamos a la fiesta --le dijo, girando la silla de su hermana y empujandola de vuelta al salon. La fiesta no duro mucho, Jackson habia comprado billetes para llevar a su familia a Disney World, en Orlando, por lo que saldrian de viaje esa misma noche y estarian toda la semana en la otra punta del pais. A las ocho de la tarde se despidio de ellos en la puerta de su casita y emprendio camino hasta su apartamento. De camino a la parada del autobus miro en direccion al apartamento de Kalos, vivia a solo una manzana de ahi. Podia ir, decirle que su prometida y su hermano le estaban enganando y volver para coger su transporte. Asi lo hizo. Tomo una respiracion profunda, se aferro con fuerza al asa de su bolso y se encamino al lujoso edificio de tres plantas en el que vivia uno de los dos directivos de la empresa para la que trabajaba.

  • El gran dinero de John Dos Passos

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    Con El gran dinero (1936), John Dos Passos concluia esa magna obra que es la <>, iniciada en 1930 con Paralelo 42 y continuada en 1919 (1932). El proyecto mas ambicioso que ningun novelista estadounidense haya afrontado.

  • Tocar las estrellas de Katie Khan

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  • No robaras de Blas Ruiz Grau

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