• libro respiro por ti - Poppy Garcia

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    Segundo jueves de mes Me estaba costando mantener el ritmo de la respiracion. Tan prieta, tan deseable y salvaje. Su espalda se movia como las olas siguiendo el ritmo de mis caderas. -!No pares, caramelo! !Por favor, no pares! Acelere solo para darle gusto a la vez que estiraba el brazo para jugar con sus pezones y, ya de paso, dejarme llevar. -!Aaahhh! -grito. Senti la presion desde todos los angulos y explote en ella ya sin aire en los pulmones. La fuerza de gravedad hizo el resto derramandonos los dos en aquella cama de suaves sabanas negras. Como en un baile sincronizado. De A a B, siguiendo una coreografia en la que cada vez teniamos mas practica, mas eficiencia y menos alma. Pero aquello era lo que era y no valian eufemismos. Ese era siempre el momento de la verguenza. Cuando me daba excusas a mi mismo de porque estaba alli, o mas bien, para que estaba alli. Estaba alli precisamente para disfrutar, aunque fuese a costa de pretender durante un rato. Una tarde cada varios meses. Pagando. Anos atras, Cuqui habia sido mi regalo de cumpleanos. Aquella noche no lo supe, pero pocas dudas tuve cuando encontre en mi billetera dias despues una tarjeta con su nombre y un corto mensaje adosado a un <>. Me cabree, mucho, pero he de admitir que duro poco. Una vez que asumi que ese seria el unico contacto que tendria con una mujer creo que hasta senti alivio. Primero, Cuqui era guapisima y, segundo, me gustaba el sexo con ella. Desde aquella primera noche nos habiamos visto de forma mas o menos regular; ella recibia su recompensa y yo la mia. La verguenza, aunque persistente, quedo algo mitigada cuando gire la cabeza para mirar a mi escort -tenia prohibido llamarla <>- tumbada de espaldas mirando al techo satisfecha de si misma. Cuqui era muy especial para ciertas cosas, aunque su naturalidad era reconfortante. Al igual que siempre, no tardo ni dos segundos en encenderse un cigarrillo. Una costumbre que yo personalmente odiaba y que ella parecia disfrutar. Cuqui era puro estereotipo, supongo que por su profesion, y el cigarrillo de despues del coito era imprescindible. En ningun otro momento la habia visto con un pitillo entre los dedos. -?Por que me llamas siempre caramelo? -pregunte. Normalmente no hablabamos demasiado; siempre hubo un silencio comodo entre nosotros. Ella no husmeaba en mi vida y yo no pedia explicaciones. Como debia ser. Con todo y eso, soliamos cruzar unas palabras mientras nos recuperabamos y con el tiempo esos momentos habian pasado de un par de minutos, antes de que yo recogiera mis cosas y pagara, hasta llegar a la media hora si no teniamos nada que hacer despues. Hoy parecia no importarle que zanganearamos un rato, asi que pregunte aquello porque realmente me intrigaba que me hubiese puesto un mote tan empalagoso. -No se. Me recuerdas a uno. Apoyo la cabeza sobre mi brazo estirado, mirando a la nada mientras intentaba hacer anillos con el humo. Anos practicando sin resultado. -Eres como uno de esos caramelos con envoltura de colores chillones con el logotipo de la empresa. -Paro un segundo para echar el humo por la nariz-. Cuando vas a abrirlo, te das cuenta de que el papel se ha quedado pegado al caramelo y ves venir que los dedos van a quedar pegajosos. Pero como es un caramelo, pues haces el esfuerzo. Al llevartelo a la boca tus papilas gustativas se corren de gusto de repente y cierras los ojos mientras disfrutas de la experiencia. Una vez comienzas a mover el caramelo en la boca, te acuerdas de que tienes pegado el envoltorio entre los dedos, asi que te deshaces de el y te chupas las yemas porque el regustillo es casi mejor que el caramelo en si. Tu eres igual. Un caramelo… Vaya analogia. Si estaba alli con ella era porque yo no era del gusto de nadie. No queria recordar la cantidad de motes que me habian puesto a lo largo de los anos; ninguno cercano a nada dulce, eso seguro. De hecho, desde bien pequeno a cada nuevo apodo la cosa empeoraba a la par que mi aspecto. Quien sabe cuando empece a parecer un engendro. Primero fueron los pies planos y el empeno del medico en ponerme botas ortopedicas; despues fueron las gafas de pasta de color marron mierda que mis padres debieron encontrar en oferta en la optica; con la pubertad aterrizo el maldito acne que me dejo desagradables marcas de por vida por toda la cara y lo peor, esos perpetuos carrillos rojos que decian a gritos <>. Por suerte mi cara no era redonda como la de un pan. Eso me hubiese dado la puntilla en el instituto. Basicamente era mas feo que un culo y para colmo, mis padres tuvieron que recurrir al maldito santoral para ponerme el peor nombre de la historia. Llamarme Artemio era algo que todavia llevaba fatal, tanto que no dejaba que nadie me llamara asi. Gracias a Dios, las botas ortopedicas dejaron de ponerse de moda; el genio mas genio de todos los tiempos invento las lentillas y el bigote y la perilla atraian ahora las miradas mas que los boquetes dejados por las espinillas llenas de pus y grasa que los miles de tratamientos dermatologicos no consiguieron disimular. Lo que no habia cambiado en absoluto con los anos era el asco, el desprecio o la pura y dura indiferencia del genero femenino hacia mi persona, sexualmente hablando se entiende. Jamas habia estado con una mujer porque le atrajera. Jamas. Siempre tuve amigas, eso si. Rodeado de feminas que decian lo encantador que era, no hacia mas que afianzarme en la idea de que ademas de feo, no conseguia hacerles llegar las sobredosis de testosterona que me hacian producir. Siempre pase inadvertido; al menos ningun otro chaval penso en mi como oponente lo que me evito algun que otro encontronazo con los malutos en el recreo, aunque no siempre. Lo dicho, mi testosterona pasaba desapercibida a todos los niveles. Pero debia agradecerle a Cuqui que, aunque solo fuese por agradar a un pobre cliente, me dijera que no era tan repelente. Quiza la profesion le daba un sexto sentido para reconocer y utilizar sobreproducciones de hormonas. Quien sabe. -?Me estas piropeando? -me salio con una media sonrisa. El hecho en si era realmente comico. -No. Solo digo la verdad. Estas riquisimo. Apago el cigarrillo en el cenicero de la mesilla y comenzo a besarme en el pecho. Mi respiracion empezo a acelerar e inconscientemente entrelace los dedos en su pelo. -No se si estoy preparado para una segunda ronda y ademas se esta haciendo tarde. -Por mucho que me gustase las cosas que me hacia, lo nuestro era un encuentro con unas reglas estipuladas y queria que siguiese siendo asi. Ademas, no queria forzar nada. Pero ella ni caso. -No te hagas el modesto, caramelo. Tu siempre estas preparado. Saco la lengua para empezar hacer dibujos sobre mi piel y luego soplo para mirar triunfante como todo se ponia de punta. Empezo a chupetear mientras bajaba restregandose con abandono y yo mire el reloj para asegurarme. Estabamos en tiempo de descuento asi que esta ronda iria por parte de la casa. Si a ella le daba igual… Mis dudas quedaron resueltas cuando se incorporo para ir a sacar un condon del cajon de la mesilla. Lleve las dos manos a su cabeza, cerre los ojos y deje gustoso que Cuqui me tratase como un dulce.

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    Dreame,a place for book-lovers to read different genres of fictions; a community that ... Lara Renaud, es la publicista, asesora de imagen, y amiga de Elían ...

  • Por ti respiro : Poppy García - Roca Libros

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    3 jul 2020 — Por ti respiro. Esther ¿Y si me dicen que todo se acabará mañana? No, imposible. Aunque a tenor de mis circunstancias, puede que todo ...

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    Ficha de la obra Respiro por Ti, de género Poesía, para leer, descargar, con toda su información, su descripción, su autor, Armando Zami.

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  • Descargar libro Respiro Por Ti [PDF / EPUB] - Gente Pez Libros

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    Descargar libro Lo que arriesgué por ti .. Marisa Sicilia. Dmitry ha dejado atrás París. Ha perdido su negocio, a sus amigos, a la mujer a la que amaba.

  • En la frontera del tiempo de Lina Galan

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    El caballero, sobre su caballo blanco y al frente de sus leales soldados, por fin siente que el hogar esta cerca. Los bosques de pinos o las suaves montanas daban fe de ello, dejando atras las vastas llanuras. Rodearon la aldea y su muralla y, sobre la elevacion mas alta, aparecio la gran fortaleza rodeada por la mas robusta muralla, como una madre que abre los brazos para proteger a sus hijos. Cruzaron el foso sobre el puente levadizo para entrar en el patio de armas, donde escuderos y pajes se apresuraron a atender a sus exhaustos y polvorientos senores y a sus igualmente fatigadas monturas. El senor de Montsolis, tras bajar de su caballo, alzo la mirada hacia las almenas, como siempre que volvia a casa. Pero, como siempre, nunca encontraba a nadie esperandole. Siempre que regresaba de alguna de las revueltas sarracenas o, como en esta ocasion, de una reunion en Las Cortes, imaginaba, fugazmente, que su dama le esperaba impaciente en alguna de las almenas o sobre el adarve de la muralla. Incluso en ese mismo instante le parecia estar divisando una oscura silueta femenina recortada sobre el rosado cielo del ocaso, con sus ropas y sus cabellos ondulando al viento. Sacudio la cabeza para salir de su ensonacion y volver a la realidad. Se quito el yelmo y se dejo ayudar por Nuno, su escudero, ofreciendole sus armas para su limpieza. Todavia con la cota de malla, aunque sacandose el mismo el almofar y la crespina por la cabeza, subio las escaleras de la torre del homenaje para encaminarse a sus estancias privadas. Primero, como tenia por costumbre, saludaria a su esposa, aunque ya sabia de antemano que ella apenas le devolveria el saludo. Ni siquiera le miraria a los ojos. En realidad, penso, no sabia de que color eran esos ojos que siempre miraban hacia el suelo. Ademas, apostaria su vida a que se encontraria flanqueada por sus inseparables guardianas, sus propias hermanas, que, como hermanas mayores del senor y en su calidad de viudas de sendos senores ciertamente notables, se encargaban de la organizacion domestica. Algo que a la propia senora del castillo parecia agradarle sobremanera, ya que era mas feliz bordando o tejiendo algun tapiz mientras sus cunadas revoloteaban a su alrededor como si quisieran protegerla hasta de su propio marido. Despues de pedir permiso, flanqueo la puerta de la estancia mas soleada del castillo, donde un grupo de mujeres bordaban y tejian y suaves murmullos femeninos llenaban el aire, aunque cesaran de repente al advertir la presencia del senor. Sus hermanas, Elvira y Mencia, tan frias como siempre, fueron las primeras en dirigirle algo parecido a una bienvenida. --Hermano --saludaron con un movimiento leve de sus cabezas. --Hermanas --correspondio el. Y seguidamente dirigio su mirada a su esposa--, esposa --y se Inclino levemente. Amicia parecio mover ligeramente los labios, aunque su marido no estaba seguro si como saludo o como plegaria por su poca deseada presencia. Asi que, volviendose a inclinar, pidio permiso para retirarse y salio para encaminarse a sus propios aposentos. Si, siempre habia deseado volver al hogar, despues de batallas o reuniones con nobles o con el rey. Pero cada dia que pasaba sentia mas un vacio interior y un hueco en su corazon que necesitaba llenar pero que cada vez se hacia mas y mas grande. Siempre tuvo claro que, como heredero de la baronia, tendria que casarse con la mujer elegida para el. Y asi fue. El mismisimo rey Jaime I le habia concertado el matrimonio con Amicia de Bearn, para evitar una guerra promovida por el rey frances que llevaba acechando al monarca desde hacia varios anos. De esta manera, el rey Jaime seguia dominando el sur de Francia y se aseguraba la fidelidad de su caballero al convertirlo por herencia y por matrimonio en Guillem I de Montsolis y vizconde de Bearn. Guillem recordaba ahora el dia de su enlace con Amicia. Nunca se habian visto antes, pero era algo que ocurria muy a menudo y no le importaba especialmente. Pero en el fondo habia esperado algo mas. Sus propios padres se habian entendido bastante bien. Incluso sus desapegadas hermanas habian tenido unos matrimonios aceptables. El habia imaginado al menos una companera que esperase su regreso, o para conversar sobre temas cotidianos, como compania en la mesa y, por supuesto, en su cama. Pero habian sido deseos vanos. Tras un ano de casados, no sabia como era la voz de su esposa, ni tan siquiera el color de su cabello, que siempre llevaba tapado por un virginal velo blanco, casi tan virginal como ella misma. Ese era otro tema que si le preocupaba. Ese matrimonio necesitaba descendencia, ya que la falta de hijos podria acarrear un serio problema incluso a nivel politico, puesto que el rey Luis intentaria reconquistar las tierras a falta de herederos. Pero hacia ya demasiado tiempo que no visitaba la cama de su esposa. Un rictus amargo se le formo en la boca al recordar la noche de bodas. Su experiencia con mujeres nobles podia ser exigua, pero esa noche intento comportarse como el caballero que era. Mientras recorria el angosto pasillo envuelto en su propia sombra proyectada por la luz de las antorchas, recordo. Recordo la camara nupcial, en la mas completa oscuridad, con solo un pequeno atisbo de la silueta de su esposa metida en la cama y tapada hasta la barbilla. A el, colocandose encima, mientras ella, rigida como una tabla, recitaba una letania de oraciones. Despues de esa noche vinieron varias mas, en las mismas condiciones y sin resultado de embarazo tras varios meses. No era de extranar. Pensaba que un acto realizado con tanto miedo y aversion no podria dar nunca como fruto un hijo. Guillem entro en sus aposentos privados y suspiro cansado. Se sintio viejo, aunque a sus veintiseis anos deberia sentirse en la flor de la vida, una mezcla de juventud y experiencia. Miro a su alrededor y se sintio relativamente satisfecho. La estancia, disponia de una antesala, con una mesa, silla y documentos para revisar, y del dormitorio, donde el mueble que mas resaltaba era la gran cama. Podia no importarle que la decoracion y el resto de mobiliario fuesen escasos y austeros, como indicaba la sencilla presencia de un baul, un arcon y una pequena comoda. Pero despues de anos ayudando a su rey en multitud de batallas, sobre todo la conquista de Valencia, viviendo en las mas atroces condiciones, para Guillem eran muy importantes el descanso y la comida. Por eso no encontraba nada frivolo poseer una gran y comoda cama y una mesa donde nunca faltara la buena comida. Mientras le preparaban una tina de agua para el bano, se asomo a la ventana y observo el paisaje. Al menos la vision del entorno familiar que lo rodeaba le daba la seguridad y la fuerza necesarias para pensar en el futuro. Por lo demas, Dios proveeria. Habia vuelto al hogar. CAPITULO 1 Barcelona, mayo de 2014 Correr calle Muntaner abajo para poder coger el tren, sin tropezar y sin que la atropellaran en el intento, era un riesgo al que cada dia se enfrentaba Beatriz, o Bea, como preferia que la llamaran. Bea trabajaba en un hospital de esa zona como enfermera y se consideraba afortunada de tener una profesion que le encantaba y por haber conseguido un puesto para los tiempos que corrian. Pero ese dia deseaba cuanto antes poner tierra de por medio. Hay dias en los que es mejor no levantarse de la cama, le oia decir muchas veces a su madre, y ese, especialmente, habia sido uno de ellos. Al levantarse por la manana, no le habia sonado la alarma del movil, ya que se le habia apagado sin bateria. Sin tiempo para desayunar, habia corrido hasta la boca del metro para descubrir que solo habia servicios minimos por la huelga de transportes, por lo que tuvo que coger un taxi, donde el pobre taxista se habia visto obligado a sortear velozmente el trafico de esa hora de la manana, debido a la orden imperiosa de una usuaria con los nervios de punta. Al llegar, habia tenido que aguantar la mala cara de la companera a la que relevaba y, para colmo, Oscar habia vuelto al hospital tras su excedencia. Ahora, volviendo para casa, y por fin en el interior del vagon, Bea se agarro a la barra, apoyo su frente en ella y cerro los ojos. ?Que mas podia haberle salido mal ese dia? ?Por que habia tenido que volver a verle a el?

  • El escritor de Gonzalo Carretero Contreras

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    Durante mas de una decada, el mundo ha acogido con expectacion las novelas de Arthur Carraway. Poco se sabe del misterioso escritor: rumores sobre sus problemas con el alcohol, sus traumas de la infancia y sus viajes a tierras lejanas solo anaden intriga a la iconica figura. Poco despues de la publicacion de su ultimo libro, su cuerpo es encontrado en la escena de un crimen, inconsciente, tendido sobre el cadaver del anciano senor Emmerton.

  • Un dia de estos de Robyn Carr

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    Sullivan’s Crossing es un camping en el cruce de los senderos del Colorado y de la Gran Divisoria, donde todo el mundo es bienvenido, ya sea para una escapada de fin de semana o para un cambio de vida. Es un lugar maravilloso, donde muchas personas afrontan sus retos con humor, fuerza y amor.

  • Te reservo mis derechos de Cristina Gonzalez

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    Alvaro habia forrado con folios blancos las dos novelas que habian llevado a la escritora Irene Leblanc a hacerse famosa por sus textos de romance. El joven profesor habia leido ambos libros con verdadera adiccion y los habia releido varias veces en ocasiones posteriores. No obstante, no queria que su hermano se enterase de que era un apasionado de las novelas romanticas de Irene Leblanc. En general, preferia no revelarle a nadie su ferviente interes por aquellas historias de amor y pasion que eran tan populares entre el genero femenino. Por eso ocultaba las portadas tras la opacidad del papel. Alvaro se incorporo sobre el escritorio de su gran despacho. Abrio su portatil y se pregunto a si mismo si no estaba llevando aquella obsesion demasiado lejos. Sin esperar la respuesta, tecleo el nombre de su escritora favorita en el buscador de Google. Unas cuantas entradas de blogs de novela romantica bombardearon la pantalla. Tendria que asegurarse de borrar el historial antes de que Jesus se apoderase del portatil. Su hermano era el editor de Irene Leblanc. Y aun asi Alvaro todavia no habia tenido la oportunidad de conocerla en persona. El, a diferencia de su hermano, habia preferido dedicarse a la docencia universitaria. Estaba orgulloso de haber adquirido una plaza como catedratico con tan solo treinta y dos anos. Suspiro. Solo un pequeno flexo de luz anaranjada alumbraba el escritorio. Deslizo el puntero hacia el buscador de imagenes de Google. Tenia cierta curiosidad por saber como era ella fisicamente. Queria comprobar que su imaginacion volaba acorde con la realidad. - Vaya - musito en el silencio de su solitario apartamento. Su hermano no mentia. Irene era una mujer particular. Alvaro habia dado con una imagen de ella de cuerpo entero, sentada sobre un taburete y vestida con un bonito traje de raya diplomatica. La fotografia pertenecia a una entrevista que le habian realizado un ano atras. El sabia perfectamente que Irene tenia veintiocho anos, habia leido su biografia unas cuantas veces. Lo que mas le llamaba la atencion era que Irene estaba licenciada en medicina. Y, sin embargo, ella habia dejado de ejercer para escribir. Desde luego, la profundidad de aquellos ojos grandes y castanos debia de proceder de algun lugar. Tenia el aspecto de ser una mujer compleja. La curva de sus labios finos mostraba a una Irene melancolicamente sonriente. Alvaro sacudio la cabeza. Era consciente de que elucubraba demasiado acerca de ella. A medida que habia ido leyendo sus libros, habia forjado una imagen de la escritora en su cabeza. Por eso no habia querido ver las fotos de Irene Leblanc antes de imaginarsela a su manera. Y ahora que por fin la tenia frente a sus ojos, no le quedaba mas remedio que reconocer que no le defraudaba. Tal vez le hubiese gustado que tuviera el cabello mas corto. No se esperaba aquella melena tan espesa y oscura. - Esta bien asi... Es como tiene que ser - dijo el. Con una sonrisa de triunfo, apago el ordenador y se dirigio a la cocina para cenar algo de verdura cruda. Mientras rayaba un trozo de zanahoria para anadirlo a su ensalada mixta, su Iphone comenzo a vibrar sobre la encimera. - Siempre en el mejor momento... - susurro para si mismo mientras se secaba las manos rapidamente con el pano de cocina. Descolgo y contesto. - Diga. - Abre la puerta - dijo su hermano al otro lado del telefono. Colgo y camino hasta la entrada. Al abrir dijo: - Los timbres no estan hechos para ti. - Es cierto, sobre todo cuando no suenan - dijo su hermano. Jesus arrastro su maleta por el pasillo enmoquetado hasta llegar a la habitacion de invitados. Un cuarto que en realidad solo utilizaba el porque su Alvaro no solia invitar a nadie, a excepcion de su hermano mellizo. Alvaro miro el boton del timbre con desconfianza. Tres dias. Eso era lo que habia tardado en romperse desde que lo cambio. - Debe ser un mal contacto... - murmuro el con frustracion al comprobar que, efectivamente, no funcionaba. - !Asumelo! - grito Jesus desde la habitacion. Camino de nuevo hacia la entrada, a medida que se fue acercando a la puerta principal fue disminuyendo el volumen de su voz - ?Sabes? Llamar a un electricista no es algo degradante... Te lo aseguro. Alvaro lo ignoro y fue a buscar su caja de herramientas. Cuando logro encontrar el destornillador adecuado, regreso junto al timbre averiado, dispuesto a repararlo. Costase lo que costase. Jesus se reia entredientes mientras su hermano se peleaba con el primero de los tornillos. - Lo aprete demasiado... - farfullaba Alvaro. - Manana lo arreglas. Ahora quiero que cenemos juntos. Tengo que contarte algo genial. !Te va a encantar! - dijo su hermano emocionado. Alvaro abandono por un momento al timbre y a sus tornillos y le presto atencion. - Puedes decirmelo ahora... Mientras intento sacar... Esto... - forcejeaba y forcejeaba con el destornillador. Con resultados desalentadores. Jesus decidio soltar la perla para hacer reaccionar a su hermano. - Manana te presentare a la mismisima Irene Leblanc. Fue rapido. Fue inesperado. Fue doloroso. - !Joder! - grito Alvaro. Habia hecho tanta fuerza con el destornillador que este se habia escurrido hasta acabar rajandole la palma de la mano contraria. - Me gusta tu actitud. Es muy emotiva - bromeo Jesus. Alvaro se incorporo y entro en el piso. Cerro la puerta y camino hacia el cuarto de bano para rociarse con agua oxigenada. - ?Y que te hace pensar que quiero conocerla? Por supuesto, Jesus no sabia que su hermano era uno de los lectores mas acerrimos de Irene Leblanc. - Nada en absoluto. Pero te la presentare de todas maneras. Alvaro apreto los dientes cuando peroxido de oxigeno comenzo a burbujear sobre su herida. Aun tenia en su mente la sugerente mirada oscura de la escritora. - ?Y si no quiero? - se apresuro a decir el. - Ella necesita un buen egiptologo para documentarse. Esta escribiendo un romance ambientado en la epoca de Cleopatra. A Alvaro se le ilumino fugazmente la mirada. Afortunadamente, Jesus paso por alto aquel gesto. - ?Y por que yo? - pregunto el intrigado. - Porque eres mi hermano y saldras mas barato. Alvaro resoplo. Entonces Jesus dijo: - Y porque eres de los mejores que hay en esta ciudad. Ambos hermanos se miraron con complicidad. Despues Alvaro le estrecho a Jesus la mano sana y le dijo: - Yo la conozco primero. Despues ya vere si colaboro. Jesus se fue a dormir contento. Estaba absolutamente seguro de que su hermano aceptaria el trabajo. Para Jesus, Irene era una mujer particularmente atractiva. Y estaba convencido de que Alvaro seria incapaz de resistirse a sus encantos. CAPITULO 2 Irene sudaba la gota gorda encima del banco de abdominales. No recordaba cuando dejo que su madre la convenciera para ir al gimnasio. - Cielo, yo te quiero, y como te quiero, te digo que se te esta empezando a poner fofa la barriga - habia dicho ella. Irene, rezongando y maldiciendo, habia llamado por telefono al gimnasio que habia a cinco minutos de su pequeno apartamento. Y alli estaba aquel lunes por la manana, recuperando la tonicidad perdida. Esa tonicidad que parecia importarle mas a su madre que a ella misma. - Doce... - dijo a punto de exhalar su ultimo aliento. Incapaz de forzar sus musculos una vez mas, anadio: - Y doce. Miro su BlackBerry. Las diez y cincuenta y ocho. - Llego estupendamente tarde - dijo con resignacion. De camino al vestuario se pregunto la razon por la cual habia accedido a escribir una novela que ella no queria escribir. !Cleopatra! !Arg! !Y lo quieren vender como el antiguo Egipto! Penso Irene Leblanc mientras arrojaba su camiseta sudada en la bolsa. Y no es que no le fascinaran los egipcios. Habia leido "Sinuhe el egipcio" varias veces. Al terminar tercero de medicina, dedico su verano a aquel clasico. Admiro una y mil veces al escritor Mika Waltari. Pero Cleopatra... La pobre Cleopatra estaba ya muy manida. - !Pero lo habras escrito tu! Y tus historias siempre conmueven a tus lectores - le persuadio su agente. - Yo he escrito romances medievales... De esos en los que el enamorado siempre tiene ganas de suicidarse porque su amada no le corresponde. Son bonitos, platonicos y sumergen a las lectoras en una fantasia romantica. !Pero yo no escribo sobre egipcios, ni griegos, ni romanos! No tengo conocimientos suficientes... No tengo ni pajolera idea de como ambientar la trama. Ah y tampoco se me ocurre ninguna trama... - habia alegado Irene a su favor. - Llamare a tu editor y le dire que busque a alguien que si tenga esos conocimientos para que te ayude - habia respondido su agente con un fingido optimismo. Y asi es como Irene salia corriendo del gimnasio, ataviada con un chandal limpio - que no dejaba de ser un chandal - en direccion a su pequeno Citroen Saxo del ano de la polca. Habia quedado con el doctor en historia antigua: Alvaro Ferreras y con su editor - Jesus Ferreras, Chus para los amigos - en el despacho de su agente. No queria conocer al tal Alvaro, ni queria escribir sobre Cleopatra. No queria escribir sobre algo que no conocia y que no le gustaba. !Pero Irene Leblanc tenia que escribir sobre algo que se pudiera vender! - Tus libros a veces son aburridos. Tienes que ser mas dinamica, mas actual - dijo su agente a continuacion. - Supongo que Cleopatra es una mujer actual. !Ayer lei una entrevista suya en el Yo Dona! - habia ironizado Irene. - Te prometo que se vendera... Ademas, estas bloqueada, tu misma lo has reconocido. No se te ocurre nada, y necesitamos material para que sigas publicando. Bien, fueron estas palabras las que hicieron que Irene accediese a escribir sobre la amante de Julio Cesar. Su agente no quiso discutir mas. Sabia que Irene tenia potencial y que habia una editorial dispuesta a publicar un romance nacido entre piramides. - Los semaforos en las glorietas son un engendro... - se quejo ella al volante de su pequeno Saxo. Verde. Irene piso el acelerador y giro el volante

  • No hay salida (Lottie Parker 4) de Patricia Gibney

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    No hay nada mas peligroso que un rostro familiar
    Un grito corta el aire en un entierro en el cementerio de Ragmullin. Encogido en el fondo de una tumba abierta yace el cuerpo semienterrado de una joven. La inspectora Lottie Parker debe encargarse de la investigacion y enseguida sospecha que podria tratarse de Elizabeth Byrne, una joven desaparecida pocos dias atras al volver del trabajo en tren desde Dublin.
    Poco despues, otras dos mujeres de Ragmullin desaparecen, y Lottie y su equipo creen que un asesino en serie anda suelto. Ademas, las desapariciones son muy parecidas a la de un caso sin resolver de hace diez anos.
    Bajo presion por parte de su nuevo jefe y de la prensa, Lottie tratara de resolver el caso, pero ?lograra hacerlo antes de que haya mas victimas?

  • De regreso a mi de Maria Raquel Garcia Lopez

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    La vida la ha ido guiando hasta que se reencontro consigo misma, se dio cuenta que su vida, vista ahora en retrospectiva, habia sido un camino de regreso a ella, en este libro te cuenta todo lo que ella ha aprendido hasta su reconciliacion con ella misma, hasta llegar a ser su propia mejor amiga, hasta hacer las paces con ella misma. Poder estar consigo misma en tranquilidad. Su vida ha sido una reconexion con ella misma, el Universo, la Energia, la Fuente, Dios…como tu lo quieras llamar, a cada instante le estaba mandando sincronicidades (quizas tu lo llames casualidades) para que se reencontrara con ella misma.
    HAS VENIDO A SER TU, a quitar todas esas capas de miedo que impiden ser lo que ya eres, has venido a quitarte todas las capas de barro que impide que veas el buda que hay en tu interior de oro.

  • Tu y tu maldita forma de ver la vida de color de rosa de Yanira Garcia

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    <>. Mi historia comienza con un anuncio en varias webs buscando a alguien que supla la ausencia de Helena, mi anterior companera de piso.

  • No me llames muneca de Nari Springfield

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    Diana es una chica sencilla con una vida un poco complicada: a sus veintitres anos tiene dos gemelas, trabaja en una pequena libreria en La Cala del Moral y tiene miedo a enamorarse. Desde que su ex pareja la abandono al enterarse de su embarazo le cerro las puertas al amor y se centro en sus hijas y en su apasionante trabajo. Hasta que una noche dos ojos azules, electricos, forzaran la cerradura que tantos anos han mantenido sus sentimientos a raya.
    Matthew es un ligon cuya relacion con las mujeres no va mas alla de una torrida noche de pasion tras unas cuantas copas de alcohol. Sin embargo, tras esa fachada se esconde un escritor sin musa, un nino herido que teme a sus propios sentimientos, a las voces que le dicen que necesita ayuda y a las cuales acalla con fiestas y alcohol. Su vuelta al Rincon de la Victoria, donde paso los veranos de su infancia, es un vago intento de retomar la escritura de su ultimo libro. Pero dos ojos del color del mar le recordaran donde se esconden sus musas.
    Dos historias conectadas por un libro. Dos corazones rotos que buscan la caricia idonea para sanar.

  • Babilonia de Yasmina Reza

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    Esta pegado a la pared, en la calle. De pie con traje y corbata. Tiene orejas de soplillo, la mirada asustada, el pelo corto y blanco. Esta flaco, los hombros estrechos. Sostiene bien visible una revista donde puede leerse la palabra Awake. El pie de foto reza Jehovah's Witness, Los Angeles. La foto es de mil novecientos cincuenta y cinco. Parecia un chiquillo. Murio hace tiempo. Vestia con decoro para repartir sus folletos religiosos. Estaba solo, penetrado de una perseverancia triste y torva. A sus pies se adivina una cartera (se ve el asa), con decenas de folletos impresos que nadie o casi nadie le cogera. Son tambien esos boletines impresos en un numero irrazonable los que recuerdan la muerte. Esos arrebatos de optimismo -demasiadas copas, demasiadas sillas…- que nos hacen multiplicar las cosas para volverlas de inmediato inutiles. Las cosas y nuestros esfuerzos. La pared ante la que se halla es gigantesca. Se adivina por su opacidad recia, por el volumen de la piedra tallada previamente. Debe de seguir alli, en Los Angeles. El resto se difumina en algun lugar: el hombrecillo con un traje holgado y orejas picudas que se habia colocado delante de el para repartir una revista religiosa, su camisa blanca y su corbata oscura, su pantalon raido en las rodillas, su cartera, sus ejemplares. ?Que importa lo que somos, lo que pensamos, lo que sera de nosotros? Estamos en algun lugar del paisaje hasta el dia en que dejamos de estar en el. Ayer llovia. He vuelto a abrir Los americanos de Robert Frank. Andaba perdido por la biblioteca, arrinconado en un estante. He vuelto a abrir el libro, que no abria desde hacia cuarenta anos. Recuerdo al tipo que vendia una revista, de pie en una calle. La foto es mas granulosa, mas palida de lo que esperaba. Queria volver a ver Los americanos, el libro mas triste del mundo. Muertos, surtidores de gasolina, gente sola con sombreros de cowboy. Al volver las paginas se ven desfilar las maquinas de discos, los televisores, los objetos de la nueva prosperidad. Se muestran tan solitarios como el hombre esos recien llegados sobredimensionados, demasiado pesados, demasiado luminosos, colocados en espacios no preparados. Un buen dia, se los llevan. Se daran otra vueltecilla, tambaleandose hasta el desguace. Estamos en algun lugar del paisaje hasta el dia en que dejamos de estar en el. Me ha venido a la mente el Scopitone del puerto de Dieppe. Saliamos, en el Dos Caballos, a la tres de la manana para ir a ver el mar. Yo no tendria mas de diecisiete anos y estaba enamorada de Joseph Denner. Ibamos siete en el coche, que rozaba el suelo con el culo. Yo era la unica chica. Conducia Denner. Ibamos a todo gas hacia Dieppe bebiendo cerveza Valstar roja. Llegabamos a las seis al puerto, entrabamos en la primera taberna y pediamos Picon con cerveza. Habia un Scopitone. Nos desternillabamos mirando a los cantantes. Una vez Denner puso Le Boucher de Fernand Raynaud y llorabamos de risa por el sketch y por el Picon. Luego volviamos a casa. Eramos jovenes. No sabiamos que era irreversible. Ahora tengo sesenta y dos anos. No podria decir que he sabido ser feliz en la vida, no podria puntuarme con un siete a la hora de mi muerte, como ese colega de Pierre que dijo bueno, pongamos un siete, yo diria mas bien un seis, porque me daria menos la impresion de ser ingrata o de herir a alguien, diria un seis haciendo trampa. ?Cambiara eso algo cuando este bajo tierra? A todo el mundo le importara un pito el que haya sabido o no ser feliz en la vida, y a mi tambien me traera importara un pito. El dia que cumpli sesenta anos, Jean-Lino Manoscrivi me invito a las carreras de Auteuil. Nos encontrabamos en las escaleras, los dos subiamos andando, yo para conservar un tipo pasable, el por su fobia a los sitios cerrados. Era flaco, no muy alto, el rostro picado, una larga frente que se extendia hacia atras y un mechon peinado hacia un lado con la famosa cortinilla de los calvos. Llevaba gafas de montura gruesa que lo envejecian. El vivia en el quinto, yo en el cuarto. Nos creaban cierta complicidad esos encuentros en la escalera que nadie usaba. En algunos edificios modernos, la escalera es independiente y fea, y solo sirve para las mudanzas. De hecho, los inquilinos la denominan escalera de servicio. Durante un tiempo, no nos conocimos del todo, yo sabia que el trabajaba en el ramo de los electrodomesticos. El sabia que yo trabajaba en el Institut Pasteur. El nombre de mi profesion, ingeniera de patentes, no le dice nada a nadie, y ya no intento explicarlo de manera atractiva. En una ocasion, Pierre y yo tomamos una copa entre parejas en casa de ellos. Su mujer era una especie de terapeuta new age despues de haber regentado una zapateria. Llevaban poco tiempo casados, quiero decir en comparacion con nosotros. Al cruzarme con JeanLino en nuestra escalera la vispera de mi cumpleanos, le habia dicho, manana cumplo sesenta anos. Me demoraba un poco y me salio asi. ?Usted no ha cumplido aun sesenta anos, Jean-Lino? Contesto que en breve. Yo veia que intentaba decirme algo amable pero no se atrevia. Al llegar a mi rellano, anadi, para mi se ha acabado ya todo, me retiro. Me pregunto si ya habia ido a las carreras. Le dije que no. Balbuceando, me propuso que, si estaba libre, nos vieramos al dia siguiente en Auteuil a la hora de comer. Cuando llegue al hipodromo, me lo encontre sentado en el restaurante, pegado a los cristales desde los que se domina el paddock. En la mesa, una botella de champan en un cubo, las revistas de turf esparcidas, cubiertas de anotaciones, cacahuetes desperdigados mezclados con boletos caducados. Me esperaba con el aspecto de quien recibe distendido a alguien en su club, en total contraste con lo que yo sabia de el. Nos zampamos no se que cosa grasienta que el habia pedido. Se exaltaba en cada carrera, levantandose, rugiendo, tenedor en ristre, arrastrando fragmentos de puerro oscilantes. Cada cinco minutos salia a fumar medio pitillo y regresaba con nuevas ideas. Nunca lo habia visto con semejante cantidad de energia y menos aun de alegria. La gente apostaba sumas insignificantes a caballos de potencial desconocido. El los sentia, tenia sus intimas convicciones. Gano algo, tal vez el precio del champan (dimos cuenta de toda la botella, sobre todo el). Yo me embolse tres euros. Me dije, tres euros el dia de tu sesenta cumpleanos, bueno. Comprendi que Jean-Lino Manoscrivi estaba solo. Un tipo a lo Robert Frank pero actual. Con su Bic, su periodico y sobre todo su sombrero. Se habia creado un ritual, habia aislado en el tiempo un espacio que lo subyugaba. En las carreras se crecia, incluso la voz le cambiaba

  • Complaceme de J. Kenner

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    Si te apasiono la excitante historia de amor entre Nikki y Damien en la trilogia <>, si seguiste su explosivo romance hasta el ultimo capitulo, no te puedes perder Complaceme.

  • Cautivo de tu mirada (Los Cherry 1) de Marian Arpa

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    Comienza la apasionante bilogia <<Los Cherry>>.
    Una historia de amor entre el Londres de la regencia y las altas tierras escocesas.

  • Muneca Bonita y Rota de Magenta Perales

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    Grayce tenia una vida normal.
    24 anos. Un marido normal.
    Una casa normal. Un trabajo normal.
    Y un secreto bien escondido.

  • El caso Lamber de Felipe Ojeda Redondo

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    INQUIETANTE HASTA LA ULTIMA PAGINA, MUCHO MAS QUE UN THRILLER.

  • El lazo invisible de Claudia Barzana

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    Cuatro mujeres unidas con la sutileza de un zurcido que hilvana lo que cada una percibe, lo que cada una anhela. Cuatro mujeres entrelazadas por la fuerza de eso que las vincula, que las hace amigas, que las hermana. Cuando el mundo vea por primera vez una guerra fuera de toda escala, el tejido que las une comenzara a rasgarse. Emma y Rose son amigas desde la infancia. Deciden instalar una casa de modas en Buenos Aires. Rose dibuja los modelos, disena, cose. Cada pieza es tambien una historia para contar, un universo en si mismo. Emma es quien se ocupa de seducir a las clientas, de invitarlas. Martina es hermana de Emma y una de las pocas mujeres cirujanas de la epoca. Acaba de recibir una invitacion para hacer una residencia en Paris, algo que, emocionada, quiere compartir con Sofia. Sofia es pianista, toca con las orquestas de tango en lugares de mala muerte en los que se siente feliz de que la escuchen sin que nadie la vea de verdad. Compone canciones en secreto para el hombre que la desvela.
    Cada una tiene un anhelo, cada una esta ligada a la otra por un lazo que amenaza con romperse cuando la Primera Guerra Mundial estalle. Emma y Rose deberan lidiar con revueltas sindicales, con un amor que va mas alla de las traiciones de la sangre. Martina elegira quedarse en un hospital de guerra a ayudar a los heridos y vivir el amor como si no hubiera un manana. Sofia buscara su pasado irlandes y a su amor, aunque eso la deposite en el ojo de la tormenta.
    Cuatro mujeres en tiempos de una guerra que iba a cambiarlo todo, cuatro amigas que se resisten a la distancia que se les impone. Claudia Barzana ha escrito una novela que es muchas a la vez, coral, intensa, que enhebra una trama sin fisuras.

  • Volver a creer (Haven Manor 2) de Kristi Ann Hunter

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    Una mujer que huye de su pasado, un hombre que solo busca la vida tranquila del campo y un encuentro que lo cambiara todo.

  • A lomos del destino de Constanza Chesnott

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  • El ultimo siempre pierde, Fran J. Marber de Fran J. Marber

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  • Asistente personal de Wilson Tovar

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    James McGregor, director ejecutivo de McGregor Industries, fallecio ayer por la noche despues de una larga batalla contra el cancer. James McGregor, de 63 anos...” Elizabeth apago la television, no podia soportar escuchar esto… Ella habia estado alli cuando sucedio, no necesitaba que se repitiera. Se sirvio otro vaso de whisky y se lo llevo a la boca con la intencion de tirarlo de una vez. Por un segundo vacilo, dudando si esta forma de duelo era una buena idea… Levanto el vaso y miro el liquido naranja que habia dentro. Suspirando al recordar la primera vez que habia bebido whisky. Habia sido con el Sr. McGregor, acababa de cerrar un trato comercial y buscaba celebrar. Abriendo el globo terraqueo en su oficina, saco una botella de whisky de 20 anos y dos vasos. Sin preguntarle si bebia algo, le sirvio un vaso. Ella se sento alli sin saber como responder cuando se lo entrego. “No se si bebes. Y no te preguntare, pero por favor brinda conmigo por el trato”. Dijo con una sonrisa amable. Ella se rio entre dientes pensando en eso. Recordando la sensacion de ardor mientras se deslizaba por su garganta haciendola toser. Desde ese momento, no habia tocado el material, hasta ahora. Agacho la cabeza y tiro el whisky por el desague de la cocina antes de irse a la cama. Una semana despues de la muerte de James McGregor, su hijo entro en su oficina. James Jr. Era un hombre bastante intimidante a su altura de 64. Entro en el edificio con su traje Armani y cruzo el pasillo a grandes zancadas. En el segundo en que su pie toco el suelo de marmol, todos se quedaron en silencio. Porque no habian visto a James Jr. en este mismo edificio en casi tres anos. La secretaria que estaba sentada detras del mostrador cogio el telefono nerviosamente y dijo: “Esta aqui”. La gente se separo mientras se dirigia al ascensor y lo subia hasta el ultimo piso. Sintio poca o ninguna emocion al salir del ascensor. En este punto, estaba solo, lejos de todas las miradas. Echo un vistazo a su alrededor, asimilando todo lo que habia cambiado. La ultima vez que estuvo aqui no habia pinturas, ni flores y, en general, no habia decoracion. Paso junto al escritorio vacio del asistente personal, notando el hecho de que estaba vacio. Habia oido hablar de la llamada asistente personal “perfecta” y esperaba que estuviera sentada alli. Cuando entro en la oficina de su padre e inmediatamente tomo el telefono. “Ven aqui, ahora”, le dijo a la secretaria del otro lado y de la linea. Natalie habia tenido miedo desde el momento en que lo vio que esto sucederia. De hecho, habia estado asustada desde el momento en que escucho que el vendria a la oficina. Habia trabajado en McGregor Industries durante los ultimos cinco anos como secretaria y en esos cinco anos habia conocido a James Jr. tres veces. La primera vez fue despues de haber trabajado alli solo durante un mes. Habia estado de fiesta en ese momento y habian aparecido fotografias en las noticias. Su padre no estaba particularmente complacido con sus acciones y lo maldijo frente a toda la oficina. La segunda vez fue mas de un ano despues, pudo ver que el habia cambiado. En lugar de sus habituales jeans y chaqueta de cuero, llevaba un chaleco con pantalones a juego. De hecho, le habian peinado el pelo y le habia desaparecido la barba incipiente. Esta vez el encuentro con su padre fue diferente. Hablaban mas como jefe y empleado que como padre e hijo. La ultima y ultima vez que lo vio fue hace poco menos de tres anos. Esta vez llevaba un traje completo. Tuvo una discusion con su padre cuando salio furioso del edificio, nadie sabia realmente de que se trataba la discusion, todo lo que sabian era que despues de eso, nunca volvio a visitar a su padre en el trabajo. Ahora estaba de vuelta otra vez. En el segundo en que lo vio entrar, supo lo que tenia que hacer. Tenia que decirle a Elizabeth que se fuera, y lo hizo. Pero tambien sabia que el querria saber donde estaba Elizabeth. Subio corriendo al ascensor y lo subio al ultimo piso. Durante el viaje, se aseguro de alisarse el vestido y arreglarse el cabello antes de que se lo quitara con calma. Casi conteniendo la respiracion, se acerco al hombre que se encontraba actualmente en la oficina de su antiguo jefe. “?Usted llamo?” Dijo de pie en la puerta que se abria. James se dio la vuelta para mirar a la mujer rubia. “?Donde esta ella?” Capitulo 1 Eran las 7 en punto cuando Elizabeth entro en la oficina. Sonriendo para si misma mientras caminaba hacia su escritorio. Casi todos los dias durante los ultimos tres anos habia entrado en esta oficina exactamente una hora antes que su jefe. Hoy, sin embargo, no sabia si veria a su ‘jefe’ en una hora. Sr. McGregor Jr. fue bastante impredecible. Ayer lo habia evitado a proposito, sintiendo que su primera vez de regreso a la oficina deberia ser sin ella. Solo habia conocido al chico una vez. Habia sido en su primer mes trabajando alli y, con toda honestidad, realmente no queria que se lo recordaran. Cerrando los ojos como para deshacerse de ese viejo recuerdo. Aunque solo conocio al chico una vez, habia leido lo suficiente sobre el como para sentir que lo conocia. De vez en cuando aparecia en una de esas revistas de chismes, siendo un idiota como de costumbre. Incluso la forma en que habia tratado a su propio padre le decia que no era bueno. Una vez que los abrio, miro el reloj y noto que eran las 7:10 am, lo que significaba que tendria que empezar. Eran las ocho en punto cuando McGregor salio del ascensor. Sus fosas nasales se llenaron de inmediato con el olor a cafe recien hecho. Miro a su alrededor tratando de localizar a la persona que lo habia elaborado, pero no encontro a nadie alli. Camino hacia la oficina y se sento detras del escritorio. Sobre la mesa del escritorio habia una taza de cafe y justo enfrente de el habia una nota. Estimado Sr. McGregor, Se espera que este en una reunion hoy en el tercer piso a las 9 en punto. Antes de eso, debera leer el documento que se encuentra a su derecha. (Miro a su derecha y vio un papel alli.) Despues de eso, tiene una cita para almorzar en el Pompadour. En cuanto a la tarde, la lectura de la ultima voluntad y testamento del Sr. McGregor se hara a las 3 pm. Saldre hoy ocupandome de varios deseos del Sr. McGregor sr. En caso de que me necesite, llame o envie un mensaje de texto al numero que figura en el reverso de este documento. Atentamente, Elizabeth Waverton PD. El cafe se hizo a las 7:57, negro sin azucar. Se burlo dando la vuelta al papel. ?Quien diablos se cree que es? Como se dice en la carta, habia un numero de telefono escrito alli, rapidamente saco su telefono e ingreso el numero. Por un momento quiso llamarla, pero luego decidio no hacerlo, en cambio, guardo el numero en su telefono y comenzo a leer el periodico. Eran alrededor de las once cuando James abandono la reunion. Sabia que despues de eso se suponia que debia ir a almorzar, pero ella no habia escrito. Asi que decidio llamarla. Tomo el ascensor hasta el ultimo piso y estaba a punto de llamar cuando la puerta se abrio y vio a una joven de cabello castano rojizo sentada detras del escritorio. Al principio penso que lo estaban ignorando cuando vio que ella estaba hablando por telefono. “Sr. Scanlon, con el debido respeto, esto fue arreglado hace meses”, dijo en un tono enojado. “No me importa, el Sr. McGregor quiere el rojo”. James la miro sorprendido por su tono de voz. Cuando la vio por primera vez, le habia parecido diferente de alguna manera, no fragil, pero tampoco como era ahora. La mujer vestia un body de color verde oscuro que supuso terminaria justo por encima de la rodilla. Llevaba pequenos pendientes de perlas y un delicado reloj en la muneca. Su cabello castano rojizo habia sido recogido en un pulcro mono en la parte superior de su cabeza. Llevaba lapiz labial rojo que parecia ser el adecuado para ella y el resto del maquillaje. Este sin duda tenia que ser la asistente personal ‘perfecta’. Siempre habia oido hablar mucho de ella a todo el mundo. La mayoria de las personas que tenian negocios con su padre, o amigos de el, conocian a la joven y todos la adoraban. Segun el mejor amigo de su padre, podia hacer una reserva en cualquier restaurante, incluso si estaba lleno. Otro de sus amigos le dijo una vez que ella podia hablar cuatro idiomas. No sabia si creia todo lo que decian sobre ella, pero ella sabia que incluso la competencia la amaba por completo. No fue hasta que estuvo de pie frente a el que se dio cuenta de que habia terminado su llamada telefonica. “Buenos dias senor.” Ella comenzo sin emocion, ni siquiera una sonrisa en su rostro. “Su cafe esta en su escritorio al igual que una copia de su horario para manana”. Dijo mientras los dos caminaban hacia su oficina. Por un momento escucho atentamente viendo de que estaba hecha, pero pronto tuvo suficiente. “?Donde estabas ayer?” Dijo interrumpiendola. “?Le ruego me disculpe?” Dijo frunciendo el ceno. “Solo pregunto esto una vez mas, ?donde estabas ayer?” Dijo constantemente enojandose. “Tuve un dia personal”. Ella respondio enderezandose. “?Un dia personal?” Se burlo, “Eres un asistente personal, ellos no tienen dias personales. Se supone que debes estar aqui en cada llamada”. “Sr. McGregor, no soy un perro faldero”. Dijo que su tono cambio ligeramente. “O creo que eso es exactamente lo que eres” comenzo, pero fue interrumpido por Elizabeth muy enojada. “!No soy un perro faldero! Y no soy su asistente personal. No sere, ni ahora ni nunca sere Tu asistente. Ya entregue hace dos semanas mi renuncia”. “?Hiciste que?” Dijo luciendo amenazador. “Me escuchaste. Al final de la semana, me ire, no te preocupes”. Dijo enderezandose el vestido. “Ahora, para volver al asunto actual. El trato con Young se ha resuelto y el Sr. Young lo ha invitado a cenar manana por la noche. En cuanto a la gala, la mayoria de las cosas estan preparadas, necesito su opinion sobre el arreglo de la reunion. Pero aparte de eso, todo esta hecho". Con eso ella comenzo a alejarse solo para darse la vuelta y decir: “Ah, y tu reserva para el almuerzo es a la 1 en punto”. Capitulo 2 James no tenia idea de como habia sabido que el Pompadour era su restaurante favorito. Tampoco sabia como se las habia arreglado para conseguirle una reserva para el almuerzo. El tampoco tenia ni idea de como sabia ella la forma en que le gustaba su cafe. Nunca habia conocido a la chica. Actualmente estaba sentado en una mesa para uno en el Pompadour esperando su almuerzo. Una parte de el todavia estaba furioso por su presentacion anterior a la Sra. Waverton. ?De donde saco ella los nervios para hablarle asi? “?Escuchaste sobre Elizabeth Waverton?” De repente escucho decir a una anciana en una mesa detras de el. “?Que quieres decir con Elenor?” Pregunto la otra dama. La curiosidad saco lo mejor de James cuando comenzo a escuchar la conversacion. “Se rumorea que va a dejar su trabajo”. Dijo Elenor. “Oh querida… Ella fue una de las mejores cosas que le ha pasado a esa empresa”. “Lo se, pero aparentemente ella no quiere trabajar para el nuevo CEO”. Ella continuo. “?Pero como llego a trabajar alli en primer lugar?” Dijo la dama que no era Elenor. “Ah, ahora que mi amigo es una historia interesante”. Elenor se rio. "Fue hace unos tres anos cuando la joven Elizabeth Waverton entro en el edificio de McGregor. En ese momento yo todavia trabajaba como la senora del cafe, llevandoselo al senor McGregor en persona. Yo estaba en el vestibulo cuando entro. Esa pobre chica parecia desesperadamente perdida mientras caminaba hacia la recepcion. Detras, sentada Natalie, por supuesto, le dijo que su entrevista de trabajo seria en el ultimo piso. Ahora Elizabeth nunca tuvo nada que ver con los negocios, ella era, oh, no se, algun tipo de cosa que no tenia nada que ver con lo corporativo. Subio a la oficina del Sr. McGregor para un trabajo totalmente diferente al que termino. Aparentemente no habia otro trabajo para ella y el Sr. McGregor dijo que necesitaba un asistente personal. Ella le dijo que no estaba hecha para esa profesion. Pero necesitaba tanto uno que le dijo que le pagaria el doble. Elenor se rio de eso. “Asi que fue entonces cuando nacio la asistente ‘perfecta'”, dijo la otra dama mientras tomaba un sorbo de te. “Oh, Dios, no querida, pasaron meses para que eso sucediera. Al principio, la pobrecita era terriblemente torpe. Nada parecia ir bien, ni se vestia y se veia como ahora. No se como”. Eso paso.” Dijo Elenor. Extrano, penso James, asi que ella no queria ser asistente personal en primer lugar… Todavia no le gustaba su actitud en absoluto. Faltaban cinco minutos para las tres cuando Elizabeth entro en la oficina del abogado del difunto Sr. McGregor. El anciano canoso levanto la vista de su escritorio y dijo: “Un poco demasiado temprano como siempre, Sra. Waverton”. Con una risa al final que se convirtio en tos. “Temprano como siempre, Sr. Jacobi.” Dijo sonriendo mientras caminaba hacia el hombre. “?Necesita ayuda con eso, senor?” Senalo la carpeta grande que estaba sobre el escritorio. “No, no, no querida, ?que clase de caballero te haria llevar eso?” Dijo dandole una sonrisa amable. Juntos hablaron y se dirigieron a la sala de conferencias mas grande donde se leeria el testamento. Fue cuando entraron cuando alguien se aclaro la garganta.

  • Saber perder de David Trueba

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    Sylvia cumple dieciseis anos el dia en que comienza esta novela. Para celebrarlo organiza una falsa fiesta que solo tiene un invitado. Horas despues sufrira un accidente que significara su entrada en la vida adulta. Su padre, Lorenzo, es un hombre separado que trata de tapar los agujeros que el fracaso laboral han causado en su rutina. Ariel Burano es un joven jugador de futbol que deja Buenos Aires para fichar por un equipo espanol. La caja de los triunfos no parece dificil de abrir para su superdotada pierna izquierda y sera cuestion de tiempo que el estadio coree su nombre. El anciano Leandro, en cambio, es precisamente tiempo lo que no tiene. Estos son los cuatro personajes principales de Saber perder. Con las relaciones entre ellos se trenza un apasionante relato de supervivientes. Una mirada inteligente, llena de humor y emocion, pero que reivindica, por encima de todo, la maravillosa aventura de vivir. <> (Ricardo Senabre). El mejor libro del ano segun El Cultural de El Mundo. Premio de la Critica 2009.

  • Leon Kamikaze de Alvaro Garcia Hernandez

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    Me llamo Leon, Leon Kamikaze. Nunca tuve una familia ni siquiera unos amigos. Me enamore una vez… He tenido tres vidas. En la primera, el mundo me rechazo. En la segunda, todos me odiaron. En la tercera, aun no se quien soy. Me llamo Leon, Leon Kamikaze, y este es el rastro que me ha traido hasta AQUI. Libro ganador del Premio Gran Angular 2016

  • Vuelveme a enamorar de Sarah Rusell

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    Martina despierta sin poder imaginarse que lleva un mes en el hospital, en coma, tras un accidente. No solo ha perdido la memoria, tambien todo su mundo.
    Nelson, un chico que va a verla al hospital y al que ella no reconoce, la ayudara.
    Nelson y Martina mantenian una relacion y el estara alli en cada momento para ayudarla a que los recuerdos vuelvan a su mente.
    ?Volvera a enamorarse de el?

  • El poso amargo del cafe de Maria Menendez-ponte

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    Brusli deberia estar muerto y no lo esta. A pesar de ello, este joven se encuentra en el infierno. Su vida cada vez esta mas fuera de control y el apenas se reconoce en el espejo: problemas con las drogas, con la policia…en algun lugar debe de haber un atisbo de esperanza.

  • Traslado Forzoso (En Compania de Vampiros 1) – A.R. Morena de A.r. Morena

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    Carlos es un importante hombre de negocios de Nueva York y, ademas, un vampiro.

  • 50 consejos para ser escritor de Colum Mccann

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    De la mano de Colum McCann, ganador del National Book Award y profesor de escritura creativa en Nueva York, llega el perfecto regalo para los amantes de los libros. De una forma fascinante y motivacional, este libro es una llamada a mirar el mundo con ojos de escritor. Una oda al poder del lenguaje, un testimonio tan feroz como honesto de las marcas que deja la escritura como profesion, una invitacion a los aspirantes a escritores a aprender las reglas pero tambien a romperlas. Estos 50 ensayos son, en ultima instancia, un desafio y un estimulo para que una nueva generacion de escritores encuentre algo de verdad y de luz en el
    oscuro mundo del arte.

  • Las ninas muertas de Cancun de Javier Chavez Ataxca

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    Los cadaveres de dos ninas gemelas son descubiertos en Cancun; es septiembre de 1988 y este paraiso juvenil del Caribe mexicano se prepara para el ataque destructor del huracan Gilberto. En esas horas de panico la abuela de las pequenas hace un hallazgo doloroso que detona otro crimen, mientras el asesino tiene en la mira otra nina indiscreta, amiga de las gemelas.
    A la investigacion en el pantano se suma Toribio Marquez, un soldado en retiro que tiro a matar en la masacre estudiantil del dos de octubre de 1968. Montserrat Valdivia es la directora de la Policia Judicial en un polo turistico inocente en esos anos por su imperceptible carga de crimenes, hasta la aparicion de los primeros cadaveres infantiles con la senal de la cruz.
    Inspirada en episodios reales, Las ninas muertas de Cancun se desarrolla en las etapas juveniles de este polo turistico del Caribe mexicano, cuando los crimenes ocurrian en otros rumbos parasitados por la maldad que hoy nos inunda.

  • Amurao. La boda roja de Fran Barrero

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    La boda roja

    Una pareja de recien casados es encontrada muerta en los aseos del salon en que celebraban su enlace. Nadie parece haber visto nada. Cristina Collado y su nuevo companero, Victor Garza, tendran que componer el extrano rompecabezas. Los analisis de la forense Maite Redondo y del equipo de la policia cientifica seran de vital importancia para resolver el caso.

  • EL MISTERIO DEL A-380 de Margotte Channing

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    espues de acceder a la sala de embarque y de ver la cantidad de gente que habia en la cola esperando para entrar en el avion, decidieron sentarse en unos asientos que habia junto a un gran ventanal. --Voy a aprovechar para decirle a Bob que estamos embarcando--Natalia miro con las cejas enarcadas a Isabel, en una pregunta sin palabras que esta contesto, --Es su amigo del F.B.I.--suspiro al ver que Natalia no se conformaba con una explicacion tan parca. Queria saber mas, como siempre, y eso muchas veces chocaba con la forma de ser de German, que casi nunca contaba lo que le pasaba por la cabeza--nos ha buscado un hotel al lado del rio, al parecer es de un primo suyo que nos va a hacer un buen precio. Ademas, Bob va a ir a recogernos al aeropuerto para llevarnos alli y presentarnos a su primo. Pero en cuanto estemos instalados alquilaremos un coche--Roberto y Natalia asintieron, y todos se giraron hacia German que leia en voz alta un mensaje de su amigo, --Me pide que le disculpemos, pero que nos va a llevar al hotel un companero porque el tiene que salir de Washington, --?Un companero? --German asintio y se puso de pie mirando a su alrededor, luego, volvio a mirar la pantalla de su movil durante unos segundos, y levanto la vista para observar de nuevo a las personas que esperaban en la fila de embarque. --Esperad un momento--se dirigio al final de la fila, deteniendose ante un chico alto y rubio. Le dijo algo que hizo que el otro lo mirara asombrado y que sacara el movil del bolsillo de su chaqueta; leyo algo en la pantalla y, sorprendido, sonrio a German y le dio la mano; un momento despues, los dos se dirigian hacia ellos charlando amigablemente, --Pero bueno ?y ese quien es? --Isabel queria mucho a su amiga, pero a veces era muy pesada. --No tengo ni idea--ella tambien estaba extranada de verlos hablar en ingles como si se conocieran de toda la vida. Cuando llegaron junto a ellos, German les presento, --Este es Fred, el amigo de Bob--todos se levantaron para saludarle--el tampoco lo sabia, pero tenia un mensaje de Bob pidiendole que nos lleve al hotel --el americano parecia totalmente desconcertado, pero tambien que intentaba asumir lo ocurrido con la mayor naturalidad posible--ya le he dicho que podemos coger un taxi, que no se preocupe. --Bob me ha mandado el mensaje hace bastante rato, pero estaba despidiendome de mi novia y no lo he visto--Isabel sonrio al contemplar sus sonrientes ojos azules-- no me importa llevaros, me pilla de camino a casa, ademas, el hotel esta bastante lejos del aeropuerto. Pero la razon mas importante por la que teneis que venir conmigo es que, si no lo haceis, Bob me mata, segun sus propias palabras--todos rieron, y Natalia dijo: --?Que os parece si nos colocamos en la fila?, ya no hay tanta gente-- todos se movieron hacia el mostrador, y Natalia no desperdicio la oportunidad. --?Tu novia es inglesa? --Isabel la miro intencionadamente para que no siguiera cotilleando, pero al americano no parecio molestarle. Afortunadamente la cola se movia rapidamente, por lo que Fred no estaria a su disposicion mucho tiempo. --Si, trabaja en la biblioteca britanica en Londres, y como ella habia venido dos veranos a mi casa durante las vacaciones, ahora me tocaba a mi viajar aqui. --Mirad, un mostrador solo para los de primera--senalo Isabel --no me extrana, con lo que cuesta el billete--miro a Natalia que asintio, porque habian mirado los precios para ver si se los podian permitir, aunque fuera por esta vez. Lamentablemente no era asi, y despues de recuperarse del ataque de ansiedad que habian sufrido al ver lo que costaban, decidieron que para ellos viajar en business era mas que suficiente. Ya casi estaban en el mostrador y justo en ese momento pudieron ver por primera vez el avion, --Pero !este bicho es enorme! ?cuantos pasajeros caben ahi? -- German sonrio al escuchar la pregunta de Isabel, mientras aceptaba un chicle de Natalia, que los repartia entre el grupo incluyendo a Fred, para aliviar la presion de los oidos en el despegue. --Unos 600, se puede montar con diferentes configuraciones desde fabrica, segun las especificaciones de la compania que lo compre--Roberto se habia puesto en plan enciclopedia; con sus gafas nuevas y la mirada tan seria parecia mas empollon que nunca, incluso mas que en el colegio cuando ya le llamaban asi. German recordaba la de veces que se habia peleado con algun companero porque le llamaban cuatro ojos. Isabel echo a German una mirada divertida como si supiera lo que estaba pensando, mientras Roberto seguia hablando sobre las caracteristicas del avion--en el que vamos a viajar nosotros no esta al maximo de su capacidad, porque han dejado bastante espacio para primera y para business. Aunque no lo creais, hay alguna configuracion con la que pueden viajar mas de 800 personas. --?Y eso, como lo sabes? --ante la pregunta de Isabel, Natalia puso los ojos en blanco, porque ya estaba harta del avion y todavia no habian subido. Ella habia tenido que escuchar a Roberto toda la retahila en casa desde hacia dias, incluso lo habia amenazado con dejarlo dormir solo con el folleto del avion y ella irse a otra habitacion, de lo plasta que se habia puesto. --Internet --afortunadamente tuvo que callarse porque le pidieron su tarjeta, entonces, Natalia e Isabel senalaron a una pareja que paso ante ellos con gafas de sol, y que se dirigia al mostrador de primera. La azafata muy sonriente, despues de comprobar sus tarjetas de embarque, les dejo pasar. Todos los miraron fijamente especialmente Natalia ya que, si su novio era un friki con todos los inventos y aparatos que creaba el hombre, ella lo era con los famosos. --!Arlena Star, y Mad Brake! --Roberto la miro de reojo, porque por su tono de voz era como si de golpe hubiera vuelto a ser una adolescente. Miro luego a German, pero este estaba observando sonriente a las dos mujeres que cuchicheaban sobre la pareja. Roberto decidio pinchar un poco a Natalia, al fin y al cabo, hacia horas que no lo hacia. --?Quienes son? --Isabel y Natalia se volvieron indignadas, como si el que no los hubiera reconocido fuera una afrenta personal. --!Roberto!, no me creo que no los hayas reconocido--inspiro profundamente para poder seguir hablando, porque la indignacion hace que consumas mas oxigeno--!son dos actores famosisimos! --Bueno...tampoco te pases Natalia, ella puede, el...lo fue hace muchos anos. Pero tambien hace mucho que no sale en los medios por su trabajo, precisamente--German echo un capote a su amigo porque era muy consciente de la fuerza que tenian Isabel y Natalia juntas. Y los hombres se tenian que ayudar para poder sobrevivir en determinadas circunstancias. --Pues yo creo que es un logro que haya conseguido mantenerse en la industria y que no terminara siendo un alcoholico o drogadicto, despues de la infancia que tuvo siempre entre camaras y alejado de su familia--Natalia justificaba a aquel desconocido como si fuera algun pariente suyo, pero Isabel lo miro con los ojos entrecerrados porque sabia lo que estaba haciendo, y German le devolvio la mirada sonriente,

  • Lili, la intrepida hija del duque de Nieves Hidalgo

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    Vuelve Nieves Hidalgo. Vuelve <> con la historia de Lili, personaje de Rivales de dia, amantes de noche.

  • Bajo la superficie de Heidi Perks

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    Cuando, al volver del colegio, la adolescente Abigail Ryder descubre que su familia ha desaparecido, se queda desolada.
    Aquello no tiene sentido. Faltan cosas de la casa y el cuarto de sus hermanastras esta completamente vacio. Pero la policia la tiene por una chica problematica, y la abuela Eleanor le dice que olvide a la familia y se marche, de modo que Abigail no tiene mas remedio que afrontar el futuro? sola.
    Catorce anos despues, Abi y Adam son una feliz pareja que se plantea la posibilidad de ser padres. Pero cuando el pasado vuelve para acosarla, a Abi solo le queda un camino: retroceder con el fin de poner al descubierto la verdad? y desvelar los horribles secretos que una madre ha estado ocultando todos estos anos.

  • Furuzan de Yaz Geldi

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    1971'de cikan ilk kitabi Parasiz Yatili'yla edebiyatimizda benzerine pek rastlanmayan bir yanki uyandirdi Furuzan. Daha ilk adimda oykuculugumuzun en guclu adlari arasinda yer aldi. Elestirmen Mehmet H. Dogan'in deyisiyle, "Sanki o yer bostu, onun icin ayrilmisti da geldi oturdu yerine". Sait Faik Hikaye Armagani'ni kazanan Parasiz Yatili'yi 1972'de Kusatma, 1973'te Benim Sinemalarim izledi. Pes pese cikan bu uc kitaptaki oyku dunyasinin ozgunlugu, diriligi, ic tutarliligi, butunlugu, kendi kendini yetistirmis bir yazar olan Furuzan'in yaratici gucunun yani sira on hazirliginin saglamligini da koyuyordu ortaya. Elestirmenlerce yapilan "Furuzan olayi" nitelemesi, "oykuye sayginlik kazandirdi" saptamasi, Gecenin Oteki Yuzu (1982) ve Sevda Dolu Bir Yaz (1999) baslikli kitaplarinda yer alan oykulerle de dogrulandi. Nasil bir dunya yaratti Furuzan? Kimleri, neyi anlatti? Nasil anlatti? Bugune kadar yayimladigi oykulerinin toplami genis bir zamani kucaklar. Ama her oykunun zamani, mekani bellidir; oykunun fonunda duran toplumsal iliskiler de. Onde duran, kahramanlarin bireysel seruvenleri, icinde bulunduklari durum, yasadiklari hayat, o hayatin ic dunyalarinda yarattigi calkantilardir. Oykuyu oren butun ogelerin okur tarafindan eksiksiz algilanmasini, kalplere ve zihinlere muhurlenmiscesine naksedilmesini saglar. Toplumun cesitli kesimlerinden insanlari, pek cok hayati ayni basariyla verir oykulerinde; ama oncelik "yoksullarda, hor gorulenlerde, varsil olmadiklari icin bircok seyden eksik ve geri kalanlarda"dir; ozellikle de cocuklarda yeniyetmelerde… Bir soylesisinde belirttigi gibi, degisik hayatlar icinde horlananlarin ve buna neden olanlarin profillerini cikarmistir oykulerinde. Yalniz oykulerinde degil, urun verdigi butun yazinsal turlerde. Daha yolun basindayken yaptigi bir secimdir bu. "Ilginc konularla degil, tarihin ilkcaglardan beri kayda dustugu acilarla ilgileniyorum" diyerek ozetler secimini. Alabildigine genis bir perspektiftir bu. Savaslari, yikimlari, gocleri, haksizliklari ve bunlarin neden oldugu acilarin tumunu icerir. Oyku kisilerinin onemli bir bolumu de iste bu acilari yasayan insanlardir. Balkanlardan goc edip gelmis, varliklari orada kalmis, yeni yurtlarinda yoksullasmis, yurekleri sevgi dolu, onurlu insanlar… Sair Haydar Ergulen'in yerinde vurgusuyla, "Turk edebiyatinda 'cocukluk' denince, akla ilk gelen isimdir Furuzan". Oykulerinin cogunda anlaticilar cocuk kahramanlardir. Okurlarin kalbinde sarsilmaz yerleri olan bu kahramanlarin adlarini saymak, onlar uzerine bir iki soz soylemek bile sayfalar tutar. Elinizdeki seckide karsilasacaginiz Redife, handa caycilik yapan Seyyid, parasiz yatili sinavina giren kucuk kiz, "Yaz Geldi"de acinasi bir bayram yerini buyulu bir evren olarak yasayan, aksi gorunusunun altindan yaraticiligin tohumlari fiskiran, ama bunu bilincine varmadan tasiyan ozgur ruhlu kiz onlardan yalnizca birkacidir. Hepsi yoksuldur ve hepsi yoksullugun acilariyla birlikte ic dunyalarinin sasilasi zenginligini duyumsatirlar bize. Daha dogrusu Furuzan oylesine ustalikla kurgular ki oykulerini, anlattigi kisiler oylesine sahici, yasanan durumlar oylesine inandiricidir ki, kendimizi oyku okuyor gibi degil de sanki oradaymisiz, yanlarindaymisiz gibi hissederiz. Furuzan oykulerinin bu denli sevilmesinin, kitaplarinin yayimlandiklari tarihlerden bugunlere kadar pek cok baski yapmasinin nedenlerinden biri de sahicilik duygusunu cok guclu bir bicimde yaratabilme basarisidir. Sinemasal anlatim kullandigi cokca soylenmistir, ama burada soz konusu olan, yalnizca onun gibi has edebiyatcilarin gerceklestirebildigi edebiyata ozgu gorselliktir. Sayisiz ayrintiyla orer oykulerini. Her ayrinti islevseldir: Renkler, isiklar, kokular, sesler, bicimler… Oyku kisilerinden her birinin kendine ozgu dili, kullandigi sozcukler, o sozcukleri kullanis bicimleri, sususlari, duruslari… Bu seckinin Furuzan'in oyku seruvenindeki butun yaklasimlari orneklemedigini soylemeye bile gerek yok. Amacimiz onun dunyasina acilan bir kapi aralamakti. Bu kapidan gecenlerin onun tutkulu birer okuru olacagindan kusku duymuyorum; oykuleriyle birlikte romanlarinin, siirinin ve diger calismalarinin da. Tipki daha once okumus olanlar gibi… Nursel Duruel Istanbul, Mayis 2009 Parasiz Yatili -- Sen cikinca isin bitip gene yuruyerek iner, Misir Carsisi 'ndaki begendigimiz borekci var ya, kanarya kuslari olan, orda ogle yemegimizi yeriz. N'olacak kirk yilda bir ziyafet. Onun icin Cagaloglu'na yuruyerek gidip gelmekten yorulmayiz, degil mi benim kizim? Istersek tatli bile yeriz. Kopruden de eglene gule doneriz. Anne-kiz sabah kalabaliginin arasinda, yabanci, cabuk yuruyorlardi. Annesi durmadan konusuyordu. Boyle konuskanliginin oldugu gecmisteki tek gunu, hastaneye hastabakici olarak aldiklari gundu. Cocuk, o zamanlar ucuncu siniftaydi. Onlugu agarik bir kara olmustu. Kis basmisti. Bu, kosedeki komurcuden komur alma gunlerinin baslamasiydi. Mangal yakmayi ogrenmisti. Kapida ilk cirayi atesleyip komurleri dikine onlarin uzerine yerlestiriyordu. Boruyu koyunca citirtilar basliyor, kucuk kivilcimlar cevreye saciliyordu. Komurler kizarip ates olmaya donunce her seyi unutup -arka sirada oturmayi- Kizilay Kolu'ndan yemek yemeyi -ulusal bayramlarda siir okumamayi- ilk yalazlarin maviligi yitene dek bekliyordu sokak kapisinda. Odalarina mangali aldiginda urktugu seyler yok oluyor, eski ceviz masalarinda - annesinin en onurlandigi esyalariydi- calismaya oturuyordu. Mangalin o harli halini cok seviyordu. Annesi korlari kullemenin gerektigini, cunku bununla ancak ertesi gune isinacak atesleri kalabilecegini soylerdi. Kulleri guzel, parlak korlarin ustune kapayip birini -en kizilini, en mavi mavi olanini acikta birakirdi-, derslerinden ara verip mangala baktiginda sicacik duran tek kor, odanin siginma olanagini artirirdi. Iste o, "hastabakici olursun" dedikleri gun annesi kapiyi acip girdiginde bir sey degismisti. Cunku annesi bilmedigi, gormedigi haller icindeydi. Konusmasiyla, disarinin ari havasiyla dolduruvermisti odayi. -- Aliyorlar beni, bir iki gune kadar basliyorum. Bashemsireye ciktim, iriyari bir kadin. Sorulari sordu. "Daha once calistin mi? Kocan ne zaman oldu? Bu is dur durak bilmez, fakat marifetli olmak lazim degil, caliskan olmak gerek, yatak duzeltmeyi, tukuruk hokkalarini dokmeyi, ordekleri temiz tutmayi becermek yeter. Belki zamanla hastalarin atesini alacak kadar basarili olursun. Haftada iki gun izinli cikarsin, pazar gecesi donersin. Cocugun var mi? Birakacak kimsen yok ha? 'Kendini yonetir, uslu,' diyorsun. Ama kucukmus. Hic sinifta kalmadi mi? Aferin ona. Genc, guzel kadinsin. Burada oluru olmazi bulunur. Ciddi ol. Bir sey denirse senden bilirim. Malum, kancik kopek kuyruk sallamadikca hikayesi. Boya filan da istemez. Kendinden mi yanaginin, dudaginin rengi? Iste bilmem artik. Doktorlardan, sundan bundan yakinmak yok. Bir iste kalici olmak isteyen basta gelenlerine uyar. Uykun hafif mi?" Dusun, bir is bulduk artik. Ilk parayla bir ceki komur alacagim. Sana da lastik cizme. Belki izinli geldigim gunler sinemaya bile gideriz. Hic belli olmaz. Isimizi iyi yaptiktan sonra kim ne diyebilir? Cikip ev sahibine haber vermeliyiz. Artik aksamlari yogurt alirken sokak kapisini hizli carpmasin. Dedim ya biz calistiktan sonra… Uykum da hafif. Boluk porcuk uyumaya alistim yillardir… Annesi ise baslayinca onun ismi "bizim hastanedeki isimiz" oldu. Ilk evden ayrilacagi gece tahinhelvasi aldilar bakkaldan. Peynirle tukenmez yaptilar, masalarina mavi cicekli musambalarini serdiler. Bu musamba eve babasinin yasadigi gunlerdeki duzenden kalmis, ferahligin, korkusuzlugun anisiydi. Nicin babasini hep yasayacak sanmislardi? O da olecek gibi gorunmuyordu. Oyle durust, oyle kesin bir adamdi ki; olumun sinsiligi ona hic golge dusurmemisti. Evine her gece ekmek alip gelen bir erkegin yoklugu, sessizlik olup yerlesmisti odalarina. "Yasli da degildi," demisti annesi. "Hic sekiz yasinda bir cocuk babasiz kalir mi?" Musambalarini annesi gereksiz yere bir iki kez silmisti. Tukenmez tabagindaki peynirlerin cizirtisi dinmemisti. Tahinhelvasinin sekeri gevsemis, puruzleniyordu. -- Ev sahibiyle konustum. Hic korkma, geceleri oda kapisini kapa sikica, uyu. O sabah namaza kalktiginda seni, kapiyi vurup uyandiracak. "Cocuktur," dedim. "Cocuk uykusu doyumsuz olur, kalkamaz kendi kendine." Her sabah helvayla ekmek yersin. Cay zaten sevmiyorsun. Elim yaniyor, diyorsun. Okuldan gelince mangalimizi yakar sicacik oturursun. Gece kapagi ort atese. Ha benim kizim, sakin unutma. Benim aklimi evde birakma. Sen akilli kizsin. Geceleri hic korkma. Dedim ya ev yalniz degil. Sen korkak degilsindir. Bak sana neler alacagim. Agir hastalara ozel yemek cikarmis, onlardan kalan tavuklar falan olurmus haslanmis. Sariveririm pakete, gizli degil ha, zaten dokuluyormus. Ziyafet cekeriz kendimize. -- Ben o yemekleri istemem anne. Yalniz hani, "Ordekleri temiz tutmak lazim," demisti ya, o kadini, ordeklerini anlatirsin bana. Annesi susmustu. Tam dudaklarinda duran bir seyleri soylemekten vazgeciverip. Gece yataga girdiklerinde -beraber yatiyorlardi epeydir- yarinki derslerden birinin beden egitimi oldugunu bile unutmustu. Oysa beden egitimi dersine o katilmazdi. Onun gibi katilmayanlarla, koridorlarda, hep acik kalmis alt kat musluklarinin sesini dinleyerek, golgeli isiksiz camlardan kisi, kentin yapilarini seyrederlerdi. -- Sort, lastik pabuc, soket corap beyaz olacak. Beyaz fanila bluz gerek. Iki tane olursa daha iyi. Terleyince degismek icin. Yuruyuste 23 Nisan, 29 Ekim herkes cicek gibi olmali, duzenli, bakimli. Ben, yapamadik anlamam. Istedikten sonra, istemek yeter. Yardim kolundaki cocuklarimiz icin de dusunduklerimiz var tabii. Ama bunu daha elzem giyim esyalarina ayirmak kararindayiz. Onlukle katilacaklar. Onlukler gicir gicir utulu. Kizlarda tafta kurdele. Temiz, tertemiz olmali herkes. Her Turk cocugunun gorevidir temiz olmak. Ne diyorum size? Disler her gun ovulmali. Kulaklarda sari topak kirler gorursem agridi, akinti yapti anlamam, yersiniz cetveli. Alt kat musluklari hic kapanmazdi nedense?. Ders arasinda ogrenciler musluklarin basina doluyordu. Hepsi su icerlerdi. Susayan da susamayan da. Itismek, suyun avuctan suzulup kol yenlerinden iceri girmesi, bahcede eglenmenin geregi olan bagrislarin baslangiciydi. Ders zili calincaya dek duyulmayan su sesleri, siniflara girilince one gecerdi. Annesinin sirtina sarilmisti. "Her dedigini yaparim anne, sen uzulme. Zaten ogleleri okulda yemek yiyorum. Aklin bende kalmasin." Annesi hic kipirdamamisti. Uyumadigi belliydi. Bedeni rahat, gevsemis degildi. Annesinin isitan kokusunu duymak icin iyice sokulmustu sirtina. Geceyi dinlemisti uzun sure. Uyumak istemiyordu. Ilk kez gecenin uzunlugunu ogrenmeye baslamisti. Sabah kalktiginda kapi vuruluyordu. Annesi yoktu. Okul onlugu, kalin iplik coraplari, yun hirkasi duzenli iskemledeydi. Disardan vurulan kapinin sesiyle uyandigini anlayinca kalkmis, "Halidanim Teyze" diye seslenmisti. Ev sahibi kadin helaya -ayni helayi kullanirlardi- kovayla su dokuyordu. Giyinip masanin basina oturmustu. Kis aydinligi patiska perdelerden gecip koseli, usutucu yayilmisti. Okul cantasini alip odadan cikarken -hicbir sey yememisti o sabah- gerisin geri donup iskemleye oturmustu. Sonra da sessiz aglamaya baslamisti. -- Sen pekiyiyle bitirdin okulu. Ilkokulu yoksul bir cocugun pekiyiyle bitirmesi kolay is degil. Parasiz yatili okullarina aliyorlarmis sizleri. Oyle dediler bana. Muhtarlikta fakirlik ilmuhaberi cikarirken tanimadigim bir kadin, "Ben de oglumu zabit okuluna sokacagim, ama kefil istediklerini, bir mali rehin gostermek lazim oldugunu soylediler, caresizlendim hanimcigim," dedi. "Mal kim? Biz kim? Malimiz olsa yuzsuyu doker miyiz el kapilarinda?" Bizim icin olmaz oyle sey. O kadin dogru bilmiyor. Hal kagidini aldigim gibi ciktim. Kimselere de danismadim hic. Zabit okullari pahalidir. Yok silahti, yok zabit elbisesiydi di mi ya? Hem canim sormadim. Gerekmez de. Sen gir bugun imtihana, her sorduklarini catir catir bileceksin. Gerci binlerce ogrenci katiliyormus, aralarindan yuz, yuz elli kisiyi aliyorlarmis. Gene de sen kazanacaksin, gor bak… Benim akilli uslu kizimsin. Isterlerse oyle mal mulk gibi bir sey, ben derim ki, ne demek? Benim kizim kalmaz sinifta. Devlet masrafina ziyan vermez. Bunlari okulun mudurune, boyle bir bir anlatirim. Hemen anlar. Hem canim o da bizim gibi bir insan. "Benim kizim yillardir yalniz uyanir sabahlari," derim. "Hic simardigi olmamistir kimseye. Bir gun bile citirtisi duyulmamistir" derim. "Sanki o cocuk olmamistir," derim. Yokustan yukari cikarlarken sirt hamallarinin yuklendigi kagit toplarin ustune dogru yagmur ciselemeye basladi. Yumusak bir haziran yagmuruydu. Kizla annesi gerekmeden, karsiya gecmek icin polisin arabalari durdurmasini bekliyorlardi. Yagmurun yagisi hizlanmisti. Ikisi de bu onemli gun icin suslenmislerdi. Anne boynuna ipek esarp takmisti, cocuk sacini islatip tasli tokasiyla toplamisti. -- Korkuyor musun? Hic konustugun yok sabahtan beri. Hadi hadi Salipazari'ndan bu tasli tokanin esini alacagim sana. Sonra bizi tayin edecekler. Sen okulu bitirip ogretmen olunca, ben de calismam hastanede. Beraber cikar gideriz. Koltuklar aliriz. Onlara cicekli basma ortuler dikerim ben. Bir de kabul gunumuz olur. Konuklari agirlamak icin, eger unutmadimsa, anasonlu galeta yaparim. Masraf kapisi olmaz. Belki, bir de kucuk hali aliriz. Hasta pisligi dokmekten, koridorlarda kosusturmaktan kurtulurum. Hele o lizol kokusu yok mu, icini usutuyor insanin. Bir de hep olumu dusunmek. Soyle bir dagin eteginde olur gidecegimiz yer, benim kizim. Herkes Istanbul'da kalalim dermis. Hepsini sordum bilenlere, ogrendim iyicene. Hukumet tabii seni alir. Biz Istanbul'u ne yapacagiz? Bize bir ev, kisin komurlugumuzde odun-komur gerek. Bir de mutfagimiz olur degil mi? Eger kefil falan derlerse, demezler ya, o kadinin uydurmasi, ogluna guvenmemesi. Sormadim ordan burdan o isi. Sade sen ogretmen olunca n'olacak onlari ogrendim. Bize nereye tayin cikarsa oraya gideriz, di mi? -- Bu okulu kazanacaklarin hepsi de benim gibi yoksul cocuklari mi, anne? Onu da ogrendin mi? -- Oyle ya, yoksul cocuklari ki, parasiz yatili icin imtihan oluyorlar. -- Oyleyse ben burayi kazanirim. Uzulme. Sinavi pekiyiyle bitiririm. Artik burada, arkadaslarim olur. Haftada iki gun sen hastaneden, ben okuldan cikip eve doneriz. Sana da konuk gunlerinde bakkal biskuvisi alirim. Sinavlarin yapildigi okul karsi yone dusuyordu. Yeniden gectiler caddeyi, urke urke. Ara sokaktan yuruduler. Yuksek bir duvarin yanindaki kapida durdular. Okulun ogrenci giris kapisiydi bu. Icerden ugultular geliyordu. Yagmur tas duvarlarin arasindan cikan aykiri yesillikleri parlatmisti. -- Bizden de erken gelenler olmus. Gec mec kalmis olmayalim? Hademe giyimli bir kadin onlara dogru yurudu, tasli yoldan. Bezgin, alisik bakislariyla anne, kizin ustunden disarida bir seye bakiyordu. Anne, saygili sordu: -- Geciktik mi acaba? Cocuklarin cogu gelmis. Hademe kadin ilgisiz, -- Parasiz yatili imtihanlarinin cocuklari hep erken gelir. Hic gecikmezler. Cocuk annesinden ayrildi. Kiyisi duvarli tas yolda yurumeye basladi. Hademe kadin, gormedikleri bir iskemleyi gormedikleri bir catinin oraya cekip oturmus, yun ormeye baslamisti. Cocuk, donemecte arkasina bakti. Dis kapida annesi yagmurun altinda gulumseyerek duruyordu.

  • Debut de Christina Rosenvinge

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    Christina Rosenvinge recoge en su Debut mas de veinticinco anos de canciones y recorre los lugares, los relatos y las reflexiones que subyacen a sus letras.

  • Quien no de Claudia Pineiro

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    El sorprendente nuevo libro de Claudia Pineiro, un conjunto de relatos que, como breves escenas cotidianas, abordan situaciones en las que todos podemos sentirnos reconocidos.

  • Bajo tus ordenes de Alina Covalschi

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    Un gran desengano amoroso es el culpable de que Clara decida ingresar en una academia militar. Miedosa pero valiente, infantil pero adulta. Harta del amor pero enamoradiza. Necesita escapar de la realidad y volver a ser la que era antes.
    Acostumbrada a una vida lujosa y de libertad, se ve obligada a trabajar duro y a cumplir las ordenes que los demas le dan.
    Su comportamiento, rebelde por naturaleza, llama la atencion del comandante Gibbins. El mismo que decide darle una leccion que no olvidara en la vida.
    Fantasmas del pasado, miedo al amor y una irrefrenable pasion son los protagonistas de la nueva vida de Clara.

  • ?Quisieras aferrarte a mi? de Lis Catalina

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    ?Te gustan las historias con giros inesperados? Ya sabes, al estilo “sales de tu casa y te encuentras a un delfin disfrazado de Homero Simpson caminando por la calle…” Ok no exageremos, esa situacion es poco probable. Pero si de giros hablamos, son giros inesperados, drama, humor y estupidez lo que encontraras en esta historia.
    *~*~*~*
    ?El… la observa? !?A ella?! ?Es eso normal? ?Desde cuando psicopatear a Samanta Evans se habia convertido en la prominente tarea del apuesto Alexander? Y no digamos que es algo comun, como una de esas miradas a lo lejos por un amor deseado !Por el dragon no! Son miradas netamente calculadoras y frias ?En que momento ella se convirtio en una especie de horrible ecuacion sin resolver? O podriamos decir que el es la ecuacion… ?Quien entiende este lio? .
    ?Sera solo un loco maniatico acechador? O los argumentos tras este chico van mucho mas alla de la simple obsesion que Samanta cree que el tiene hacia ella…

  • Poseida 5, Lisa Swann de Lisa Swann

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    Algunos dias antes, en una playa paradisiaca de Saint Martin, Sacha y Liz eran aun dos enamorados que daban rienda suelta a su pasion, pero ahora, Liz esta sola con los recuerdos de su historia de amor. El hombre de su vida ha escapado de la muerte, sin embargo, ha perdido la memoria. Liz esta dispuesta a todo por reavivar los recuerdos de Sacha, y debe hacerlo rapidamente, ahora que el matrimonio de su guapo multimillonario y la maquiavelica Allisson se ha anunciado. El tiempo corre, Liz no tiene mucho tiempo para salvar su amor… ?Tendra exito?

  • Botones y dolor 3 de Penelope Sky

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    Cuando se me presento la oportunidad de escapar, lo hice. Ahora estoy en Nueva York, intentando rehacer mi vida. A pesar de llevar un rastreador en el tobillo, Crow no ha venido a buscarme. Ni siquiera me ha llamado. Le confese la profundidad de mis sentimientos, pero el los rechazo con crueldad. A lo mejor se ha olvidado de mi. Un dia, vi los botones sobre la encimera al entrar en mi apartamento. Yo no los habia dejado alli, y no habia mas que una explicacion para su presencia. A lo mejor Crow no se habia olvidado de mi, despues de todo.

  • Seducida por la tentacion Trilogia Tentacion de Helena Sivianes

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    Tres anos, eso es lo que he perdido de mi vida, tres anos que le regale para que me tratara como el quisiera, cuando todo me parecia maravilloso y los dias de color de rosa. Pero he sufrido, he llorado luchando por una relacion que no llegaba a ningun lado. Por fin veo la luz. Las lagrimas son solo eso, lagrimas. He derramado demasiadas durante dos meses. Cuando empezaba a encontrarme bien, a salir del agujero, el aparecia otra vez en mi vida para hundirme mas en la miseria, hacerme sentir debil y totalmente dependiente de el. Fue muy doloroso como ocurrio todo, de la noche a la manana. Como fui tan idiota para no darme cuenta antes. Senales habia, pero yo estaba enamorada, o eso creia. Ahora, tras todo este tiempo alejados el uno del otro, me he dado cuenta de que no es asi. Llamemosle rutina, eso es lo que era mi vida, comoda, sencilla y sin complicaciones, y ahora era el quien necesitaba de mi, quien me lo iba a decir. --!He dicho que te olvides de mi! --le grite a Pedro tras la puerta de mi apartamento--. !No quiero volver a verte! !Tu lo jodiste todo y yo no quiero ni necesito arreglarlo, haz que te entre en esa cabeza tan dura que tienes! --Venga, Dani, no seas cria, los vecinos te estan escuchando, dejame entrar y lo hablaremos --intentaba calmarme con su voz seductora, como tantas otras veces lo habia hecho, con exito. --No gritare mas, pero hazme el favor de irte --consegui decir, mas calmada--. Por favor, vete, no me hagas mas dano --dije mientras deslizaba la espalda por la puerta de entrada de mi apartamento. Estuve asi varios minutos, en esa posicion, sin decir nada, aguantando las lagrimas para poder escuchar el sonido de sus pasos alejarse de la puerta, y sin darme cuenta me quede dormida abrazada a mis piernas. Los encuentros con el siempre me dejaban agotada emocionalmente. Desde hacia dos semanas venia un dia si y otro tambien en mi busqueda. Le habia dado la opcion de explicarse cuando todo ocurrio, pero despues de dos meses perdio su oportunidad, yo habia pasado pagina y no queria seguir sabiendo de el. Hice caso a mis amigas, Tere y Merche. El siempre supo que decir y como decirlo, aunque a mi me cabreara, pero gracias a ellas ahora me sentia bastante mejor. --Lavate la cara, peinate y quitate ese maldito pijama --me decia Merche los primeros dias tras dejarlo con Pedro--, aqui no se acaba el mundo, asi que arriba y vamonos, no me seas idiota. Y asi fue, me sacaron de casa, me obligaron a arreglarme, me ayudaron a concentrarme en mi trabajo y aqui estoy, dos meses despues. Pensaba que todo estaria mejor, no sabia que el volveria a las andadas, no les quise decir nada, pero... Sono el timbre de casa y me desperte sobresaltada. Aun estaba sentada en el suelo, apoyada en la puerta. Me levante despacio y atisbe a traves de la mirilla de la puerta. Ahi estaban mis dos amigas y traian cara de pocos amigos. Joder con la vecina cotilla, maldito sea el dia en que le di el numero de estas dos para casos de emergencia. --No te hagas la tonta y abrenos la puerta, que te estamos escuchando respirar detras. --Tere y su impaciencia. Descorri la cadena que habia echado hacia un rato, cuando aparecio Pedro, y abri la puerta. Sabia que mi cara no era la mejor para recibirlas; seguro que parecia un oso panda, con el rimel y la sombra de ojos por toda la cara, y encima me acababa de despertar, asi que las ojeras no beneficiarian mi look y denotarian mi estado de animo. --Antes de que digais nada --las senale con el dedo--, me lo dijisteis y soy una completa idiota, asi que ayudadme a recoger esto un poco, me ducho, me visto y nos vamos, no quiero pasar ni un solo minuto mas aqui hasta el momento de tirarme a dormir la mona en mi cama. Y dicho y hecho; no abrieron la boca y, como si estuvieran en su casa --a veces pienso que si, porque estan mas aqui que en las suyas--, se fueron a la cocina, sirvieron tres copas de lambrusco y se dedicaron a recoger un poco el estropicio que tenia por mi salon. Siempre me decian que no entendian como podia trabajar en medio de aquel caos, pero ese caos era mi paraiso. --De verdad, Daniela Garcia, no se como consigues trabajar aqui --me gritaba Merche, la responsable del grupo. Buenos consejos y un punto de humor algo seco, pero aun asi la queria con toda mi alma. Si no fuera de ese modo, seguro que no seria mi amiga. Merche es alta, con un cuerpo de infarto, pelo largo y negro, unos impresionantes ojos azules y todo curvas y elegancia. Si tuviera que decir a quien me recuerda, sin duda seria a la actriz Megan Fox, aunque desde luego Merche es mucho mas guapa. --Y date prisa en arreglarte si no quieres que entre en la ducha y te corte el agua caliente. --No seas borde, Merche --la critico Tere--, entra y hazlo del tiron, ?no ves que le hace falta agua helada para aclararse las ideas? --Y esta es mi terremoto, mi rubia, aunque de tonta no tiene un pelo, alocada, extrovertida, sin pelos en la lengua y otro bellezon donde los haya, algo mas baja que Merche y con curvas mas redondeadas. La jodida estaba buena a reventar; y es que con esas curvas, el pelo tan rubio, los ojos verdes, los labios carnosos y la gracia natural para hablar tenias que quererla si o si. Aquella bruja era mi bruja particular y, como si lo viera venir, sali corriendo de la ducha y la vi entrar, tambien corriendo, con un vaso lleno de hielos que me tiro por la cabeza. --!Seras gilipollas! --le grite mientras intentaba aguantar la risa--. Anda, vete para el salon que en diez minutos estoy lista. Cuando sali de mi habitacion las dos se quedaron mirandome. Sabia que aprobaban lo que veian. Les dije que no queria estar alli, que necesitaba a toda costa salir de fiesta; ese idiota no me amargaria una noche mas y estaba decidida a dejarlo claro. --Pero, chica, que guapa estas --me regalo Merche--. ?Ese vestido es nuevo? Me habia decidido por uno rojo de tirantes finos y corte a medio muslo que resaltaba las formas de mi cuerpo. Cuando me di la vuelta, vieron que la parte trasera dejaba poco a la imaginacion, pues el vestido muestra mi espalda casi hasta donde empieza a perder su nombre. --Joder, chica, estas para que te echen un polvo de los de multiorgasmos --primera de la noche--, y si no lo hacen avisame que le pateo el culo. Esta noche las chicas estaban de acuerdo en darme una tregua y no hablaron nada de lo que habia pasado poco antes de que llegaran a mi casa. Era viernes y me veian animada para una noche de fiesta en Sevilla que con nuestros veintiocho anos no podiamos desperdiciar. Fuimos a cenar y acabamos en la terraza Bilindo. Despues se quedarian en casa; las necesitaba cerca de mi. Al dia siguiente no trabajaban y yo tenia que terminar el papeleo de la fiesta que estaba organizando para un congreso en un hotel y cerrar el catering. La noche estaba siendo increible. Bebimos lo justo porque tenia que estar despejada y no levantarme muy tarde, asi que a eso de las cuatro de la manana decidimos regresar. En mi casa tenian disponible la habitacion de las visitas, aunque en el armario habia mas ropa que la que una visita esporadica podria usar. Y asi fue como mi tarde espantosa se convirtio en una noche de chicas, risas y diversion

  • La testigo de Emma K. Johnson

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    Carino, este tipo tendra que limpiarse las babas cuando te vea --dijo Claudia al verme hacer mi mejor esfuerzo por no picarme los ojos con el delineador. --Ay si, seguramente --conteste, dejando la cochinada esa en mi mesita-- !Me rindo! !Mirame! Me veo... !Ridicula! --Sexy --me interrumpio--. Te ves sexy, muchacha --dijo Claudia al poner sus manos en mis hombros--. John me dijo que le encantaban tus ojos verdes, y asi con ese color resaltan todavia mas. Mi buena amiga. No se que hubiera hecho sin su apoyo. --?Te vas a poner eso? --pregunto frunciendo el ceno al ver la ropa que habia puesto en la cama. Me encogi de hombros y deslice mis manos encima de mis piernas. Siempre me relaja pasar mis dedos encima de la franela de mi pantalonera. Gire y vi el pantalon de mezclilla y la camisa que Claudia estaba viendo desde el pie de la cama. Creo que esa camisa era lo unico que me habia comprado cuando estuve casada con Pedro y que aun guardaba. --?Que tiene de malo? --pregunte, echando mis grenas rebeldes detras de mis hombros. --?Te llevara a un concierto de rock o a un bar de motociclistas? --dijo, levantando la camisa de la cama y mirandola como si quisiera usarla como trapo de limpieza. --No... No lo creo. --!Entonces tiene mucho de malo! --exclamo antes de irse a mi closet-- Fernanda, ?te gusta John? --Esta... guapo --dije. Nunca habia sido una chica que saliera mucho con chicos. En la prepa siempre fui una nina bien portada. Pedro fue mi unico novio y termine casandome con el. Pero no estaba hecha de piedra. Claro que veia a otros chavos y pensaba "esta lindo", pero asi como me sentia cuando sabia que Pedro iba a hacerme el amor o que me volteara a ver con deseo... No, ningun otro hombre mas que mi ex. !Y como queria que eso cambiara! --?Guapo? --grito Claudia desde las profundidades de mi closet-- Carino, John esta mucho mas ardiente que Pedro alguna vez lo fue. Okey, tenia buen cuerpo el tipo, pero ?esa nariz en forma de pelota de golf? !Yack! !No se que le viste! --Le vi algo --dije mirando el suelo del cuarto--. Dure cinco anos casada con el, despues de todo. --!Y que bueno que lo mandaste al carajo! --Sabes, no todo fue malo con el --dije, sacudiendo la cabeza y sobandome las manos--. Nunca me golpeo ni me maltrato ni nada. --!Uy! Que consuelo --dijo Claudia, asomandose y girando sus ojos hacia arriba--. Hay muchas maneras de maltratar, carino. ?Cuando te dejo salir conmigo? Negue con la cabeza. --?Cuando te dejo salir con tus companeras y companeros de trabajo? Volvi a negar. --?Cuando te dejo siquiera tener cuenta de redes sociales? Resople. El unico celular que tuve durante mi matrimonio fue de esos que solo servian para llamar y recibir llamadas. --Y ni empecemos con la ropa que te dejaba usar --dijo estremeciendose antes de entrar de nuevo a mi closet. Claudia tenia razon. No me apetecia regresar a una relacion que solo me habia hecho dano. --!Necesitamos ir de compras! --exclamo Claudia saliendo de mi closet. Me tomo de la mano y me llevo a jalones a su cuarto. Ahi abrio su armario y saco un vestido azul cielo de cuello circular. --!Vamos a ver! --dijo Claudia poniendolo frente a mi-- Oh si, esto servira. --!No me voy a poner esto! --?Por que no? Somos de la misma talla. Me levante y tome el vestido. --No lo se... --Midetelo. --!Estas loca! Vamos a ir a tomar un cafe, no a bailar. --?Y tu como sabes? Quiza despues del cafecito John quiera llevarte a otro lado... Y no necesariamente a bailar --dijo alzando las cejas y con una mueca burlona. Lleve el vestido de vuelta al armario. --Es mi primera cita en mucho tiempo, Clau. Dudo que lleguemos tan lejos. --!Ay, Fer! --exclamo-- ?Tienes idea de lo deprimente que es verte encuevada aqui todos los dias despues de trabajar? Claudia suspiro y se quedo paseando su vista por todo su armario. Me sente en la orilla de la cama. !Como admiraba a Claudia! Me habia cansado de todas las veces que me preguntaban en el trabajo por "la negrita guapa" que me iba a recoger. ?Y como no iban a querer con ella? Tenia un cuerpazo digno de concursos de belleza, igual de alta que yo, una mirada de esas que pueden hablar por si mismas, y el alma de cualquier fiesta a la que asistia. Para mi era un milagro que siguieramos siendo amigas antes, durante, y despues de mi divorcio. Pedro nunca la quiso. Siempre penso que era una mala influencia para mi con su vida fiestera y sus "ideas feministas", segun el les decia. Claro que Claudia tampoco quiso a Pedro. --!Ponte esto! --grito, lanzandome unos jeans. --Espera --me quite mi pantalonera y puse el pantalon. Claudia se asomo. --!Demonios! Chica, tienes mejor culo que yo. Me ataque de la risa al mirarme al espejo con el comentario de mi amiga. Estaba algo justo pero no estaba mal. No, no estaba nada mal. --Ahora ponte esto --dijo Claudia, dandome una blusa negra de tirantes. Me quedaba holgada de la panza y cintura, pero mis pechos quedaban justos y parecian que cualquier brinquito los haria saltar de mi escote. --!Andale! --dijo Claudia, abrazandome por atras y mirandome a los ojos en el espejo-- Te voy a decir una cosa: Si John puede seguirte viendo a los ojos durante su cita o es maricon o es un caballero. Me quede mirandome al espejo. No se veia de mal gusto mi escote, pero no me sentia comoda revelando tanto de mi. --Con Pedro jamas me hubiera podido vestir asi. --Fernanda, ?que dijimos? --dijo Claudia al darme la vuelta y mirarme a los ojos. --Que ya no hablariamos de ese imbecil. --?Que quieres que haga? Me miro como estoy vestida y escucho su voz en mi cabeza. --Dejame adivinar --dijo Claudia con el ceno fruncido--: ?Por que chingados te arreglaste? ?Quieres que se te queden viendo en la calle? ?Para que quieres que otros gueyes te vean las tetas y el culo? --dijo con voz grave y exagerada. Sonrei y mire mi perfil en el espejo. --Tambien me diria que me quitara esta mugre de la cara -- pase mi mano abierta frente a mi rostro--, que parezco payaso --el imaginarme a mi ex esposo diciendome esas cosas, y muchas otras peores, hizo que se humedecieran mis ojos--. Mas bien me diria que parezco puta. --!No no! --exclamo Claudia, acercandose y dandome un abrazo-- !Que lo metieran a la carcel es lo mejor que pudo haberte pasado! !Ya estas di-vor-cia-da! !Ya no le respondes al baboso ese! --No puedo hacer esto, Clau --me escape de su abrazo y fui hacia la ventana abrazandome de los brazos--. Todavia... todavia lo veo en los rostros de otros hombres. --Amiga, no todos son asi. --?Pero y si John es como Pedro? --Ay, amiga, ?por que crees que te lo presente? !Porque es todo lo opuesto a tu ex! --No estoy lista, Clau... Hablale y dile que... --No, ni madres --Claudia tomo mi celular y me lo estampo en la mano--. Si vas a cancelarle, hazlo tu. Solo me tomo unos segundos teclear un mensaje y enviarlo. --Listo --dije. Claudia gruno. -- ?Como esperas conocer a alguien si nunca sales de la casa? --No lo se... Pero... No, todavia no... Baje la cabeza y regrese a mi habitacion. Me sente en el escritorio y mire mis libros. "?Que estabas pensando, Fer?" pense, abriendo el libro. "Ahorita con mi certificacion no tengo tiempo de andar saliendo con nadie." Sono la campanita de mensajes de mi cel. Lo abri y vi el mensaje de John: --Al menos dejame llevarte esta flor que te compre. Que tierno. Debi contestarle, pero cuando trate de imaginarlo en mi puerta regalandome una rosa me asalto el recuerdo de la mirada imponente de Pedro sobre mi. Deje el cel en la mesa y de reojo vi que mi bote de basura ya estaba lleno de papeles. Tome mi cesto y recorri toda la casa para juntar las basuras de todos los botes. Un viejo habito de cuando estaba casada. Siempre que estaba a punto de explotar por algo juntaba toda la basura de la casa y la llevaba afuera. Y esa noche no era distinto. Ansiaba continuar con mi vida. Habia sido toda una odisea divorciarme con Pedro en la carcel. Y luego de escucharlo decirme todas las cosas que me dijo la unica vez que se me ocurrio irlo a visitar pense que me sentiria libre cuando ya terminara todo. Suspire cuando llegue al tambo y levante la tapa. Recorde cuando Pedro y yo eramos novios. Me regalaba rosas siempre que nos veiamos, hubiera jurado que conocimos todos los parques de la ciudad, y todo el tiempo me decia lo hermosa que era. Cerre el tambo luego de echar la basura, y me abrace los brazos. El aire estaba fresco, y parpadee mas rapido para no llorar. Talle mis ojos y sobe mis parpados mientras lo hacia. Me prometi que ya no lloraria por mi matrimonio fracasado. --Estas mejor que antes, estas mejor que antes --me repeti una y otra vez teniendo los ojos cerrados hasta tranquilizarme. Volvi a la casa y Claudia estaba encerrada en su habitacion hablando con algun muchacho. No sabia lo que estaba diciendo, pero identifique el tono que estaba usando. Habia visto a mas de un hombre doblarse a la voluntad de mi amiga cuando les hablaba asi. La envidie en ese momento. Fui a la cocina y me servi un vaso con agua mientras miraba fuera de mi ventana en completa oscuridad. Estaba viendo el vaso en mi mano cuando escuche un motor apagarse seguido de una puerta de coche azotarse. Levante la mirada y vi un auto negro con los vidrios polarizados estacionado a uno metros debajo el farol de una de las casas frente a las nuestra... Creo que el unico farol que funcionaba en toda mi calle. El que estaba junto a la mia llevaba meses fundido. El tipo que bajo del coche se quedo parado junto al vehiculo. Levanto la mirada y un escalofrio paso por mi espalda al verle. Claudia no vivia en el vecindario mas seguro, pero aquel tipo daba miedo. Tenia la cabeza rasurada y una barba de candado bastante gruesa. No se miraba muy alto, pero si muy corpulento. Traia una camisa negra ajustada, y sus manos se veian tambien negras. Debia estar usando guantes o algo, lo que se me hizo raro pues no estaba tan frio como para usar guantes.

  • Surcando el cielo de Maria Canizares

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    Chloe es la unica chica que ha conseguido entrar en Silver Wings en mucho tiempo, el programa mas exigente en la mas prestigiosa academia de pilotos del ejercito.
    Decidida a ser la numero uno de su promocion, no dejara que nada ni nadie se interponga en su camino… ni siquiera en atractivo y arrogante capitan Black.
    William Black, capitan a pesar de su juventud, posee una hoja de servicio envidiable y anos de experiencia en combate.
    Todos conocen su leyenda en la academia Silver Wings, y nadie se atreve a retarlo. Hasta que aparece Chloe.
    Secretos y mentiras del pasado volveran tejiendo una oscura sombra sobre ambos y lo que, sin poder evitar, comienzan a sentir el uno por el otro.

  • Territorio de luz de Yuko Tsushima

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    El apartamento tenia ventanas a los cuatro lados. Cuando mi hija era todavia pequena, vivimos durante un ano en el ultimo piso de un viejo edificio de tres plantas; eramos las unicas inquilinas, y por esa razon teniamos la planta entera para nosotras, asi como la azotea. En el bajo habia una tienda de fotografia, y las dos siguientes plantas albergaban oficinas. Una pertenecia a una empresa que fabricaba y enmarcaba escudos familiares de oro macizo; la segunda era una asesoria contable, y la tercera, una escuelita para aprender a tejer. En todos los meses que pase alli, solo hubo una oficina que no se ocupo nunca: una de la segunda planta que daba a la avenida. A veces, por las noches, mientras mi hija dormia, me colaba alli a hurtadillas, abria un poco la ventana y disfrutaba de las vistas, ligeramente distintas a las del tercero. Otras veces me limitaba a pasearme por las habitaciones vacias; era como estar en un lugar secreto que nadie mas conocia. Por lo visto, antes de mi llegada, toda la tercera planta habia sido la vivienda del antiguo propietario del edificio, lo cual explicaba que solo se pudiera acceder a la azotea desde mi apartamento y que en esa azotea hubiera un cuarto de bano enorme. Eso estaba muy bien, pero por esa misma razon parecia que el cuidado de la torre de agua y de la antena de television habia recaido sobre mi, y la nueva propietaria dio por hecho que yo me ocuparia de bajar las escaleras para cerrar la persiana mecanica de la entrada por las noches, cuando la gente de las oficinas ya se hubiera marchado. La empresaria que habia comprado el bloque se apellidaba Fujino y era bastante conocida en la ciudad. Rebautizo su adquisicion como <>, con la idea de empezar a alquilarlo con fines residenciales y no para albergar oficinas, como habia sido el caso hasta entonces. Yo fui su primera inquilina. Al parecer, como no estaba segura de si lograria alquilar el piso --al fin y al cabo, se trataba de un edificio bastante deteriorado y los apartamentos no tenian una distribucion normal--, le puso un precio muy bajo, para tantear el mercado. Tuve mucha suerte, porque fue una tremenda casualidad que yo lo encontrara justo en ese momento, como tambien fue casualidad que el edificio hubiera sido bautizado con el apellido del hombre que todavia era mi marido. A esto se debio que la gente me confundiera constantemente con la propietaria. Al subir por las escaleras rectas, estrechas y empinadas, se llegaba a una puerta de aluminio, que quedaba justo enfrente de otra puerta, esta vez de hierro: era la salida de emergencia. Habia muy poco espacio en el descansillo entremedias, y para abrir la puerta del piso habia que, o bien bajar un peldano, o bien inclinar el cuerpo hacia el umbral de la salida de emergencia. La llamaban <>, pero en realidad no era mas que una serie de barrotes de hierro perpendiculares al suelo; de ocurrir alguna emergencia, habria sido mas seguro rodar escaleras abajo con mi hija en brazos. Sin embargo, en cuanto abria la puerta, me encontraba en un apartamento que derrochaba luz a cualquier hora del dia. El parque rojo que se extendia desde la entrada hasta el fondo del salon hacia que la sensacion de luminosidad resultara especialmente intensa, hasta tal punto que tenia que entornar los ojos cuando llegaba con la vista acostumbrada a la penumbra de las escaleras. --!Anda, que calentito! !Que bonito! Mi hija, que estaba deseando cumplir los tres anos, se puso a soltar grititos la primera vez que se sumergio en aquel bano de luz. --Es muy calido. El sol es una maravilla, ?verdad? --le dije. Mi hija empezo a corretear por el salon y respondio, toda orgullosa: --Claro que si, ?es que no lo sabias? Me di cuenta entonces de que aquella luz me estaba permitiendo, ya desde el primer momento, proteger a mi hija del gran cambio que acababa de producirse en su vida, y senti el impulso de darme a mi misma una palmadita en la espalda. La ventana que recibia la luz de la manana estaba situada en una pequena habitacion de menos de dos tatamis, contigua a la entrada. Decidi que ese seria mi dormitorio. Al asomarme por aquella ventana orientada al este podia ver el vecindario, los tendederos de ropa y las azoteas de otros edificios mas pequenos que el Fujino. Se trataba de una zona comercial ubicada enfrente de la estacion de tren y no habia casas con jardin, pero daba gusto ver las macetas y las tumbonas que la gente colocaba en alfeizares y azoteas, donde de vez en cuando aparecian personas mayores envueltas en sus yukata.[1] Habia ventanas orientadas al sur en cada una de las habitaciones que se sucedian en fila --en la pequena, en el salon y en el cuarto de seis tatamis--; al asomarse, uno podia ver parte del tejado de una casa vieja y una callejuela con bares y restaurantes de yakitori. El trafico era intenso a pesar de lo estrecho de la calle, y el estruendo de las bocinas llegaba hasta el salon. Al oeste, es decir, al fondo de aquel piso tan angosto y alargado, habia una gran ventana por la que el sol y el ruido se infiltraban sin piedad. Desde esa ventana se veia la avenida, con sus autobuses y su rio de cabezas negras atravesando el paso de cebra, hacia la estacion si era por la manana, hacia el lado contrario si era por la tarde. Tambien se veia a la gente esperando el autobus en la parada situada frente a la floristeria, al otro lado de la carretera. Cada vez que pasaba el autobus, o algun camion, el piso entero se ponia a temblar y los platos tintineaban dentro del aparador. En la esquina de mi edificio confluian tres vias, dibujando una interseccion en forma de cruz si se tenia en cuenta la callejuela que se extendia al oeste. Varias veces al dia el semaforo y el trafico se sincronizaban, dando lugar a un breve silencio que apenas alcanzaba a disfrutar: desaparecia enseguida cuando el semaforo se ponia en verde y los coches aceleraban impacientes haciendo tronar sus motores. Desde el extremo izquierdo de esa misma ventana tambien se atisbaba el bosque, un parque extenso que antano habia formado parte de la mansion de un daimio. Solo se veia un trocito, pero ese pedazo de verde era fundamental para mi. Suponia el principal atractivo de la ventana. --?Eso? Eso es el Bosque de Bolonia --les decia a las visitas cuando me preguntaban al respecto. Aquel parque situado a las afueras de Paris me sonaba a cuento de hadas, aunque solo fuera por el nombre, como Bremen o Flandes. El mero hecho de pronunciarlo me resultaba de lo mas divertido. A lo largo de la pared norte del salon se alineaban un armario, un aseo y las escaleras para subir a la azotea. El aseo tenia su propia ventana, por la que se veian los trenes y la estacion. A mi hija le encantaba aquella pequena ventana. --!Se ven los autobuses y los trenes! !Toda la casa se echa a temblar! --empezo a presumir en la guarderia delante de sus maestras y amigos. Sin embargo, nada mas mudarnos, le subio la fiebre y se paso en cama casi toda una semana. La tuve que dejar en casa de mi madre, que vivia sola en otro barrio, no muy lejos de alli, para poder ir al trabajo. La biblioteca estaba dentro de las oficinas de una emisora de radio, y yo me encargaba de organizar los documentos relacionados con la programacion, ordenar las cintas, tramitar los prestamos, etcetera. Despues del trabajo me acercaba a casa de mi madre, me quedaba con mi hija hasta pasadas las nueve y finalmente volvia sola a mi edificio. Estoy segura de que, si hubiera llamado a mi marido, me habria ayudado sin dudarlo, pero yo preferia importunar a mi madre antes que depender de el. No dejaba de sorprenderme el miedo que tenia a que mi marido volviera a acercarse a mi. Me aterraba mi exceso de dependencia. Mi marido me sugirio repetidas veces que regresara a casa de mi madre. --Tu madre esta sola, debe de sentirse triste, y para ti tambien es duro cuidar a la nina por tu cuenta. Me quedaria mas tranquilo si supiera que, despues de nuestra separacion, vas a estar con tu madre. El ya habia encontrado un apartamento a orillas del ferrocarril. Tenia previsto mudarse al mes siguiente de que el piso se quedara libre. Yo, en cambio, no sabia adonde ir, no podia pensar, todavia no habia sido capaz de asimilar su decision. Seguia albergando la esperanza de que quiza, al dia siguiente, me dijera entre risas que todo habia sido una broma. ?Para que entonces iba a preocuparme de si me mudaba o no me mudaba, y adonde? --No pienso volver a casa de mi madre --respondi--. Cualquier cosa menos eso. No quiero tratar de disimular asi tu ausencia. Fue en ese momento cuando me dijo que me ayudaria a buscar piso. --Si intentas hacerlo sola, seguro que te enganan. Y si terminas mudandote a un sitio raro me quedare intranquilo y no podre dormir. Asi que no te preocupes y dejamelo a mi. Estabamos a finales de enero y llevabamos varios dias de buen tiempo cuando empece a visitar inmobiliarias con mi marido. Nos citabamos a la hora de comer en alguna cafeteria cercana a mi trabajo y preguntabamos en las agencias de los alrededores. Lo unico que yo tenia que hacer era estar callada y seguirlo a el. Mi marido les explicaba a las inmobiliarias las caracteristicas que queria: un piso de dos habitaciones con mucha luz y un bano completo, y que no costara mas de 30 000 o 40 000 yenes al mes.

  • La chica que queria ser princesa (Chicas Magazine 5) de Olivia Kiss

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    Olivia Miller es la hija pequena de una familia adinerada, asi que esta acostumbrada a lograr todo lo que quiere. Y en esos momentos desea un caballo, un coche nuevo, mas credito en su tarjeta y... que su familia deje de pensar que es una chica tonta, aunque eso nunca lo admitira en voz alta porque es demasiado orgullosa. De modo que, cuando su hermano y director de la revista Golden Miller le da otra oportunidad para demostrar su valia, ella esta dispuesta a conseguir entrevistar a ese famoso cantante de rock llamado Liam Carter.

  • Guardiana 2 de Nesa Costas

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    Cada paso que das te moldea, dando forma a quien eres. Como no dejas de moverte, es dificil saber en que puedes terminar convirtiendote.
    El escenario cambia y los lleva al terreno de Tarik. La vida en el poblado no es facil, sobre todo para Clara. La incertidumbre los mantendra a la defensiva; no saben que va a pasar, no les gusta lo que sienten. El pasado regresa de forma inesperada, obligando a ambos a posicionarse.
    Nuevos aliados, viejos enemigos. Clara y Tarik tendran que dar con el mejor modo de hacer frente a la mayor amenaza.
    Ciudades, poblados y aldeas ecologicas han perdido significado. La infeccion puso fin a las distancias, ahora se quedan sin tiempo.

  • Interludio con el Sr. Darcy de Abigail Reynolds

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    Elizabeth Bennet habia rehusado la insultante propuesta de matrimonio del Sr. Darcy se la forma mas severa, sin descubrir hasta despues que habia juzgado su caracter extremadamente mal. En Orgullo y Prejuicio, ella tiene una segunda oportunidad con el debido a un encuentro accidental en la hacienda de el, pero ?que hubiera ocurrido si ese encuentro nunca hubiera ocurrido? ?Podria el Sr. Darcy recuperarse del golpe de perder a la unica mujer que habia amado nunca? ?Podria Elizabeth perdonarse alguna vez por haber sido tan cruel con el?

  • Te debo un sueno (Bdb) de Sandra Heys

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    Serie El quinteto de la muerte

  • Mi eterna protegida de C. J. Benito

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    Gabriel acaba de ser expulsado de la CIA y ahora se ve obligado a trabajar como guardaespaldas en la empresa privada de un amigo. Su primer servicio es tranquilo,
    acompanar a una dulce abuelita a la que le sobran los millones pero todo dara un giro radical cuando su jefe le asigna otro servicio. Ahora debera hacerse cargo del
    equipo de seguridad de la famosa cantante de pop, Alexia Moore.

  • Bombay ultima venganza de Alfredo De Braganza

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    Dentro de unos minutos comenzaria el desfile por la calle principal de la esperada cabalgata de Reyes. En una calle lateral dos musulmanes terminaron de rezar en el interior de una furgoneta. Ansiaban convertirse en martires de la lucha contra los enemigos del islam. Eran jovenes y habian sido facilmente influenciables. Jamil Ahmed volvio al asiento frente al volante y Zaidan Al-Nasser al de copiloto. Se tomaron unas pastillas para paliar el nerviosismo. Un grupo de jovenes pasaron alegremente por la acera hablando muy alto. Uno de ellos empujo a otro entre risas, golpeando la espalda contra la carroceria de la furgoneta y asustando a los dos pasajeros de su interior. Se marcharon jovialmente sosteniendo anchos vasos de plastico con cerveza. En aquel suburbio de Madrid el ambiente en la calle no podia ser mas alegre y entusiasta. Zaidan recibio una llamada al movil. Un hombre con voz profunda, hablo en arabe: --Os repito de nuevo las instrucciones. No os mostreis nerviosos cuando salgais a la calle. Tomaos vuestro tiempo. Jamas corrais cruzando una calle, porque llamareis la atencion. Que Ala os acompane. El agente de policia Garcia caminaba observando todo a su alrededor. Saludo a un par de conocidos y se felicitaron las fiestas. El ser alto lo consideraba una ventaja. Cuando se enfundaba sus botas aumentaba unos centimetros a su metro noventa y cinco. Sus companeros se lo tomaban con sorna, ya que decian que podian ver su cabeza destacada sobre un tumulto de gente. Su altura era una ventaja ya que servia de punto focal a cualquier companero perdido entre una multitud. Alertados sobre la posibilidad de un ataque terrorista, se habian implantado medidas especiales. El comisario les advirtio antes de salir de patrulla: --Pretenden hacer cuanto mas dano posible de la forma mas espectacular posible. Por ello quieren atentar contra las costumbres culturales de nuestro pais. Mas que nunca teneis que estar ojo avizor. Pueden ser terroristas suicidas a pie de calle, me parece lo mas probable. Pero tambien pueden hacer uso de vehiculos, una moto, un coche, una furgoneta o un camion. Se quedo quieto estudiando todo a su alrededor. Un grupo de turistas embobados se mezclaba con publico local indiferente a la algarabia de la calle. El ayuntamiento habia permitido a reganadientes la instalacion de camaras de video temporales en la calle. Argumentaban que era una forma de controlar a la ciudadania y que iba en contra el derecho a la privacidad. Pero la policia las veia necesarias, ya que cubrian los puntos ciegos que dejaban al girar y de ese modo nadie podria colarse. El sonido era ensordecedor, el publico habia aumentado considerablemente. Al cruzar un paso de peatones, se fijo en una furgoneta gris aparcada extranamente al lado de un contenedor de basura. El grupo de turistas le abordo; uno de ellos sujetaba un plano urbano. En el interior de la furgoneta, Jamil Ahmed y Zaidan Al-Nasser se abrazaron. --Que Ala te acompane --entono Jamil. Su companero musito la misma bendicion. En el interior de la comisaria un joven policia recien graduado llamo la atencion a su superior. --Acabamos de recibir una llamada anonima. Dice que va a producirse un atentado en la cabalgata. --Dejame escucharla. Desde un ordenador reprodujeron la grabacion. --Escuchenme, porque no lo repetire mas, Dentro de unos minutos estallara una bomba en la cabalgata. Concretamente, en la calle Poveda a la altura de la sucursal del BBVA. Tienen que prevenirlo deteniendo a dos jovenes de origen marroqui. A pesar de la urgencia de las ordenes que circularon por radio, el denso trafico de peatones hacia casi imposible el movimiento de una calle a otra en un corto periodo de tiempo. El agente Garcia se encontraba hablando en un ingles macarronico con el grupo de turistas americanos, que prestaban con sonrisas su jovial uso del idioma, cuando Jamil se percato a traves del parabrisas de su presencia, y se quedo absolutamente petrificado. Solo le basto al policia alzar la cabeza para chocar su mirada con la de los pasajeros del interior del vehiculo sospechoso. En aquellos momentos el desfile estaba llegando a la altura de la sucursal bancaria. --Tenemos que actuar, ya --dijo Jamil. --Todavia no es el momento. El agente Garcia alerto a traves de su walki-talkie. Aparto con su enorme brazo al americano que sostenia el plano urbano, generando comentarios en ingles por sus sorprendidos companeros ante aquella reaccion tan inesperada. Con la mano sobre la pistola enfundada comenzo a caminar deprisa, avanzando hacia el vehiculo. --Arranca --ordeno Zaidan--. Ahora es el momento. No podian esperar mas. Jamil giro la llave del encendido y la furgoneta cobro vida. Viendo que el vehiculo comenzaba a moverse, el agente Garcia salio de la acera hacia el asfalto gritando con aspavientos a todos los transeuntes para que se alejaran. No habia duda: dos jovenes de aspecto sospechoso en un vehiculo dispuestos a usarlo como herramienta para cometer un atentado. El reguero de gente no se tomada en serio sus indicaciones, no se movian con apremio. Saco el arma y efectuo dos tiros al aire. La gente corrio en todas direcciones. Jamil piso el acelerador revolucionando el motor al maximo. Giro con violencia el volante y se dirigio directamente hacia el policia situado en medio de la calzada. El agente Garcia se coloco en posicion de tiro. Disparo, una bala en direccion al conductor, luego puso la rodilla en el suelo y efectuo otro tiro hacia la rueda derecha. El primer disparo habia perforado el cristal alcanzando en el cuello a Jamil. Estaban a punto de golpearle cuando el segundo disparo hizo estallar una rueda delantera. Ambos jovenes sintieron que el panico se apoderaba de ellos. Vieron al policia levantarse y disparar por tercera y cuarta vez contra el parabrisas. Una bala alcanzo la cabeza de Zaidan y otra se alojo en el pecho de Jamil. Jamil perdio el control del volante e instintivamente su peso corporal presiono el freno. Entre chirrido de neumaticos la furgoneta giro a la izquierda. Trazando una curva, golpeo con violencia el bordillo, choco contra un bolardo y salio disparada por el aire, hasta caer volcada sobre el lado derecho con un golpe sordo en la calle principal. Un grupo de policias corrieron y comenzaron a gritar para dispersar al publico y urgiendo a la gente para que se apartasen de los balcones y las ventanas. Se empezaron a oir los sonidos de las sirenas. Cuando la noticia se propago como la polvora, la primera respuesta inmediata fue de alivio al saber que no habian muerto personas inocentes. Se alabo al agente Garcia, al comisario y a todo el cuerpo de policia de la comisaria. Se concedieron diferentes medallas y premios, bien merecidas. Hubo entrevistas en radio, prensa y television. En su circulo de colegas el agente Garcia argumento que la premonicion habia jugado un papel fundamental en todo aquello, asi como la suerte. Sin embargo, la reaccion en la sombra de los cuerpos de seguridad del Estado y en los medios de inteligencia fue muy distinta. En la furgoneta no habia explosivos. No sabian si alegrarse por haber evitado una matanza o afligirse porque casi habian permitido que ocurriera. ?Negligencia? La asuncion de responsabilidades no tardo en llegar. Del suspiro se paso luego a un ambiente de ansiedad, donde periodistas y jefes de la oposicion buscaban culpables. Exigian responsabilidades. ?Por que no habian detectado a esa celula terrorista? ?Y si hubieran llevado explosivos? ?Y si en vez de usar la furgoneta se hubieran inmolado a pie en la cabalgata? La impresion de lo que hubiera podido suceder era espeluznante. Hubo miedo. Durante los siguientes dias fueron ya pocos los medios periodisticos que aplaudieron a los servicios de seguridad, relegando al ostracismo al agente Garcia, a quien se le achaco el haber matado a sangre fria a dos jovenes inmigrantes inocentes. Las pruebas que aducian era que no llevaban armas ni explosivos. Argumentaron que la presencia intimidatoria del agente Garcia los asusto tanto que tan solo pretendian huir del lugar. Incluso diferentes organizaciones pro derechos humanos y de ayuda al refugiado criticaron al ministro del Interior. Se organizo una concentracion frente al ayuntamiento de la localidad, en la que participo un numeroso grupo de miembros de la comunidad musulmana de Madrid. Llamaron fascista y asesina a la policia, se leyeron discursos y poemas de protesta y se enarbolaron banderas y pancartas de distintas procedencias y de todo tipo. Pero el suceso tuvo una vida corta. Tras la festividad navidena se reanudo la liga espanola de futbol. Un tren descarrilo cerca de Londres y cuatro estudiantes espanoles resultaron heridos. Un grupo pop de Corea del Sur ofrecio un concierto en Madrid y otro en Barcelona durante una gira. Y de ese modo, el valor de lo sucedido pocos dias atras fue menguando entre la opinion publica. La impotencia e indefension en la inteligencia espanola y en los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado era abrumadora. Se quedaron mortalmente preocupados sobre cuando y donde podria prepararse un nuevo golpe. Los terroristas habian demostrado a las autoridades espanolas que tenian el control sobre la vida o la muerte de personas inocentes. I

  • Los crimenes de Shamersville de David Zafra Ruiz

    https://gigalibros.com/los-crimenes-de-shamersville.html

    !Necesitaba matarlas!
    Algo espeluznante se cierne sobre Shamersville en el
    fatidico invierno de 1899. El cadaver de una joven
    hallado en el sanatorio psiquiatrico pone en alerta
    a toda la comarca. El detective Alfred Tilman y su
    ayudante, el capitan Edward Stone, comienzan a
    profundizar en los hechos, cuando es anunciada la
    segunda victima. Tras las muertes se esconde un asesino
    sin escrupulos que desmiembra a sus victimas.
    El mutismo y miedo de los habitantes hara que el
    trabajo del detective y su ayudante sea mas complejo
    de lo inicialmente esperado.
    Nadie era consciente del sufrimiento que estaba
    aun por llegar...

  • Lecciones de amor de Ali Cronin

    https://gigalibros.com/lecciones-de-amor.html

    Cuatro chicas, tres chicos. Casi 18 anos. Todos tan reales como tu.

  • El guardian de las sombras de Vidal Fernandez Solano

    https://gigalibros.com/el-guardian-de-las-sombras.html

    Cuando cae la noche, las sombras se aduenan del mundo y de nuestra mente. El temor atavico a la oscuridad pervive en el interior de cada uno, intacto a pesar del paso de las eras desde que el ser humano moraba en las cavernas, tras la luz de las hogueras.Tememos todo lo se oculta mas alla del velo negro: la vida despues de la muerte, el universo, las sombras que reptan dentro y fuera de nosotros.A lo largo de catorce relatos de diverso sesgo narrativo: terror, historico o ciencia ficcion, el autor explora ese territorio prohibido en los rincones del alma: la inseguridad, la incertidumbre, el miedo.Si reunes valor y te adentras en esos parajes, no olvides llevar tu propio fanal de luz.

  • Espejo, hombro, intermitente de Dorthe Nors

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    Sonja, que tiene ya mas de cuarenta anos, vive en Copenhague. Sono con ser escritora, pero se gana la vida como traductora de thrillers nordicos ultraviolentos. La suya es una profesion solitaria, que contribuye a aislarla. Su vida es rutinaria y no se siente muy feliz con ella. Y, para colmo, empieza a padecer vertigos, acaso provocados por un problema en el oido interno, o tal vez anuncio de un proceso depresivo.

  • Tres sillas de Anea de Maribel Alvarez

    https://gigalibros.com/tres-sillas-de-anea.html

    Nada mas acabar la Guerra Civil espanola, cuatro mujeres solteras alrededor de la veintena adoptan a una sobrina de cinco anos que ha quedado huerfana despues de la contienda. La nina actuara como testigo presencial de las conversaciones de las adultas: mujeres guapas de cierto nivel social con el unico objetivo de encontrar un buen partido para casarse en un tiempo en que los hombres escasean.
    Tres sillas de Anea nos situa en el Oviedo de posguerra, una ciudad asolada por la destruccion y donde se cierne la mas envenenada de las mojigaterias.

  • Agatha Raisin y el manantial de la muerte de M.c. Beaton

    https://gigalibros.com/agatha-raisin-y-el-manantial-de-la-muerte.html

    El nuevo caso de la detective mas peculiar de la campina inglesa.
    Para esquivar sus embrollos emocionales, Agatha Raisin se ha dejado reclutar por su antigua firma de marketing para llevar a cabo una jugosa mision: ser la relaciones publicas de una compania de aguas interesada en el manantial de Ancombe, el pueblo vecino de Carsely. El consejo parroquial del pueblo se encuentra dividido entre apoyar a la compania y permitir que extraiga agua diariamente del manantial o dejar las cosas como estan… El dia que Agatha decide ir a dar un paseo hasta el manantial, da con una sorpresa: junto a la fuente esta el cadaver de Robert Strutters, el presidente del consejo de Ancombe.