• libro proxima estacion magisterio - Monica Gutierrez

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    El trueno hizo vibrar los techos acristalados de la estacion. Los cielos de Paris se derramaban y habia anochecido precipitadamente. La primera vez que las luces de la estacion parpadearon, cruzaba apresurada el vestibulo hacia el anden cinco con la maleta en una mano y el trasportin de Houdini en la otra. Empece a correr cuando Angela, que para ser experta en cruasanes y odiar las deportivas se le daba bien volar sobre sus tacones, grito algo incomprensible tres metros por delante. Nos las habiamos apanado para empaparnos el pelo, el abrigo y los zapatos al salir del taxi que nos habia traido desde el aeropuerto Charles de Gaulle. Las escaleras mecanicas estaban a punto a dejarnos a pie de anden cuando la iluminacion volvio a parpadear y finalmente se rindio. Una vez, mi abuela me dijo que no tuviese miedo si a mi alrededor de pronto se hacia la oscuridad porque quien lleva tanta luz en su interior no necesita focos. Si lo hubiese recordado en esos momentos quizas me hubiese sentido menos agobiada, pero la humedad, el exceso de equipaje y los golpes de un cabreadisimo Houdini dentro del trasportin no me hacian sentir exactamente resplandeciente. --Paciencia Houdini, ya llegamos. --?Por que te has traido a la bestia peluda? --Angela tuvo el detalle de parecer humana, despeinada y enrojecida, por la carrera. --Es un conejo enano, no puede quedarse solo mas de veinticuatro horas y no tenia con quien dejarlo. --Aprecias de verdad a todos tus amigos y familiares, ?eh? A oscuras, muerta de frio, de sueno, de hambre y del cansancio de los aeropuertos, me pregunte por enesima vez por que me gustaba viajar. Conocer mundo estaba bien, contemplar el patrimonio artistico de otras culturas era un privilegio, pero trasladarse hasta el interesante destino resultaba, en el mejor de los casos, incomodo. A punto de expresar en voz alta mis dudas sobre la buena intencion de Angela de invitarme a acompanarla, se encendieron las anaranjadas luces de emergencia y me quede boquiabierta y sin palabras. Comprobe en el panel informativo que aquello no fuese el anden nueve y tres cuartos, y respire con alivio --no habia metido tunica ni varita en el equipaje-- al recordar que los vagones del Hogwarts Express no eran azules, de un brillante azul profundo. El emblema dorado, que representaba a dos leones rampantes de largas lenguas y colas, relucia incluso bajo la deficiente luz. --Cie Internationale des Wagons-lits et des Grands Express Europeens --lei en voz baja. --Bienvenida al Belmond Venice-Simplon Orient Express, mademoiselle --Angela habia desaparecido y un hombrecillo vestido con casaca y pantalones azules ribeteados de amarillo y una gorra de plato demasiado grande para su cabecita intentaba arrebatarme la maleta. --Sigrid Merlo --me presente sin soltar mi equipaje--, de Moonlight Hoteles. --Mademoiselle Merlo, la estabamos esperando --Pese al disimulado forcejeo con la maleta, su sonrisa de dientes impecables, bajo un bigotito estilo hormigas-en-fila, no menguo ni un solo milimetro--. Gilberto, Agente de Acompanamiento. A su servicio. Obvie la rima, recupere el control de mi maleta con una firme sacudida y retrocedi un par de pasos para admirar aquella fabulosa maquina de otros tiempos. La semana anterior, Angela me habia entregado un sobre con toda la documentacion del viaje y me habia dado la enhorabuena. --El presidente me ha escogido para representar a Moonlight en el Summit de este ano. --?Que es eso? --Nadie sabe exactamente lo que significa Summit y llevamos tantos anos llamandolo asi que tampoco nos atrevemos a preguntar sin arriesgarnos a que nos tilden de borregos. Aproximadamente es como una convencion anual del sector a la que asisten directores de las principales cadenas hoteleras para debatir y reflexionar sobre cuestiones comunes. Tambien se hace un poquito de promocion y marketing. Que te inviten es muy buena senal para tu imagen de marca y que el presidente te escoja para representar a la cadena, es Bien, con mayusculas, para tu futuro profesional. Este ano, el Summit corre a cargo de los Belmond, se celebra en un viaje promocional de inauguracion de la temporada del Orient Express y tu te vienes conmigo. --?Nadie mas queria ir? Angela era licenciada en Derecho y habia ejercido algunos anos la abogacia hasta que su bufete la escogio para asesorar legalmente a Moonlight Hoteles y ella se quedo prendada de ese complejo ecosistema que era un hotel. Curso un master en direccion de empresas, trabajo un tiempo mano a mano con uno de los directores de Moonlight y encajo en aquella familia corporativa como si siempre se hubiese dedicado a la hoteleria. Me habia explicado alguna vez como habia progresado hasta llegar a directora de area, pero confieso que me aburria tanto cuando se ponia en plan mira-hasta-donde-puedes-llegar-si-te-aplicas-como-yo que solia aparentar que la escuchaba mientras pensaba en cualquier otra cosa. Angela, que quizas en aquellos momentos se vengaba de mi falta de interes en su carrera profesional, ignoro mi intervencion y tuvo la paciencia de explicarme que el legendario tren iniciaba su trigesima quinta temporada desde que se habia terminado de restaurar, en 1982, y la cadena Belmond, a la que pertenecia, habia propuesto celebrarlo con la organizacion del Summit de 2019. El gancho era el propio tren, la excusa la convencion anual y las veladas intenciones del consejo de direccion de los Belmond, la caza y captura de un acuerdo comercial beneficioso para las dayrooms de lujo en las principales capitales en las que efectuaba parada. Los propietarios hoteleros convocados al Summit se habian apresurado a confirmar asistencia y a enviar a sus mas encantadores directores y a sus gerentes o adjuntos--una pareja por firma, como en el Arca de Noe--, sabedores de que conocer el tren mas lujoso del mundo y sus servicios era una fuente de inspiracion a la que resultaba muy dificil resistirse. La cuestion moral consistia en que, aunque tecnicamente yo era la adjunta de Angela, me quedaban dos telediarios en Moonlight Hoteles. La semana anterior habia avisado de que, en quince dias laborables, dejaba el lujoso establecimiento de cinco estrellas que la prestigiosa cadena poseia en la avenida mas elegante de Barcelona porque habia aceptado el puesto de conservadora en el departamento de arte funerario griego y romano del Museu d'Historia. El actual senor Casalet --cuarta generacion familiar de hoteleros--, propietario de la cadena Moonlight, era un aficionado coleccionista de arte y quizas por eso pidio a recursos humanos que hiciese la vista gorda con mi doctorado en Historia cuando solicite un puesto de asistente a direccion en uno de sus hoteles. Concretamente, en el Moonlight Falls de Passeig de Gracia, la joya de la corona de los Casalet en el sur de Europa, supervisado por la indestructible abogada y directora general Angela Llorente, tormento de los recepcionistas, azote de los maitre, guardiana del hall e infierno de los subdirectores y demas gerentes. Mi amiga. --No voy a cambiar de idea --le adverti sospechando alguna ladina maniobra por su parte. Desde que le habia informado de mi marcha no habia dudado en chantajearme, emocional y financieramente, para que cambiase de idea y me quedase en Moonlight con ella--. Ya he firmado contrato con el Museu d'Historia. --?Eso que me contaste sobre expoliar los collares de los muertos? --Arte funerario griego y romano. Voy a imaginarme que has preguntado por las momias y sus ajuares rituales. --Tendras tiempo de sobra para imaginar lo que quieras mientras finges escuchar las conferencias durante el viaje. --?Es un chantaje para que no me marche de Moonlight? --Tomalo como un regalo de despedida. --El puesto de conservadora en el MdH es lo que siempre he deseado hacer, no puedo dejar escapar esta oportunidad. El trabajo de mi vida. --Bla bla bla. No te escucho, historiadora. --Deberias llevarte a Mauro, el director de Torremolinos, que debe ser muy duro pasar todo el invierno tropezandote con todas esas sillas de ruedas electricas de los abueletes britanicos cargando baterias en cada uno de los enchufes del vestibulo de su hotel. O a cualquiera de los nuevos que ascendieron a directores el ano pasado. No es que no te lo agradezca, pero me parece injusto para ellos. Me van a odiar. --Callate, santurrona. Que mas te da que te odien si nos abandonas. Seguro que te odian precisamente por eso --Entonces Angela hizo algo tan natural en ella como el vuelo en los arboles: dejo traslucir un poquito de emocion--. Ademas de mi adjunta, eres mi amiga, desde que te conozco no te has tomado unas vacaciones, y me apetece mucho disfrutar de este viaje contigo. El presidente me dio carta blanca para escoger acompanante y tu eres una de las empleadas mejor valoradas este ano. --Porque nadie contesta esos cuestionarios --deduje--. Pensaba que era un viaje de trabajo. --Una palabra mas y te sustituyo por Mauro y te mando tu ultima semana a cargar baterias electricas de abueletes britanicos en Torremolinos. --Voy a echarte de menos. --El sarcasmo no te favorece nada.

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  • Próxima estación Tapa blanda – 17 mayo 2020 - Libros - Amazon

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  • Cuentame una noctalia de Monica Gutierrez

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    Esta noche las estrellas se han borrado del cielo y el silencio es mas denso que de costumbre. Hemos terminado de cenar y mientras mi padre cabecea frente al televisor el reloj de la repisa de la chimenea me mira burlon. El arbol de Navidad sigue con sus luces de colores encendidas y en la chimenea algunos troncos gruesos arden despacio. Mi abuelo lee a Homero con sus gafillas de concha, moviendo laboriosamente los labios silenciosos y secos. Lena aprieta entre sus manos blanquisimas un libro sobre embarazadas. La ilustracion de la portada muestra a unas mujeres que parecen muy furiosas. Mi abuela me llama a la cocina. --El aire es espeso esta noche --dice sin mirarme. Y es cierto. La quietud se ha instalado en los umbrales de piedra de Mic-Napoca. Al otro lado de la ventana, un susurro inquieta a los gatos de Natasha. Me pregunto si Nicolai ya se habra ido a dormir, si tendra un peluche preferido al que abrazarse por las noches. --Tu tambien vas a preguntarme por que he vuelto, ?verdad, buna? Mi abuela no contesta pero la veo sonreir levemente en el reflejo de la ventana. --A veces pienso que he vuelto solo para fastidiarlos, para no tener que darles la razon a todos los que murmuraron <> cuando me fui. --Pero esa no es la razon de tu regreso. --Seria idiota si esa fuera la razon y todos sabemos que Traian Bratianu no tiene idiotas en su familia. Los hubiese mandado fusilar. Mi abuela se rie despacito. Esta muy guapa con su pelo blanco destacando a contraluz, como si fuese el aura de un hada muy vieja. --Habras dejado en Londres amigos y companeros de trabajo --adivina. --Les llamare despues de Navidades, para despedirme de ellos como se merecen. De momento, tengo apagado el movil y solo mis jefes del hospital saben que no voy a volver. --?Te dejaron marchar? --Claro que no --sonrio orgullosa y avergonzada al mismo tiempo--. Se lo han querido tomar como un ano sabatico. Ya veremos. --?Salias con alguien? ?Como se llamaba aquel chico? --Don. Me gustaba mucho, muchisimo, lo suficiente para pensar que... Estuve a punto de invitarle a pasar unas vacaciones aqui el ultimo verano que vine. --?Y que paso? --No lo se, buna ?Cuanto es suficiente? ?Cuanto no lo es? Me gusta el sonido de los platos entrechocando bajo el agua caliente, el movimiento circular de las manos habiles de mi abuela. Carraspea un poquito, duda, y finalmente me mira con sus ojos acuosos de hada sabia. --?Sabes lo que es una noctalia? Niego despacito, interesada en la historia, en cualquier historia que me ligue para siempre a la piedra bucurestina de esta casa, a las raices solidas y legendarias de los Bratianu, las que se hunden en los tiempos inmemorables cuando los turcos amenazaban nuestras murallas y Vlad el Empalador suspiraba por una princesa de mirada oscura y alma rebelde. --Las noctalia son los cuentos que se explican desde siempre alrededor de un buen fuego. Para que sea una verdadera noctalia, deben darse tres condiciones indispensables: que sea de noche, que haga frio y que todos los que esten sentados escuchando esten cansados. Solo asi la noctalia da consuelo, porque siempre encierra un mensaje de esperanza. Como un faro, una luz calida, para los que estan perdidos y exhaustos, en busca del camino. La abuela aparta su mirada de mis ojos malditos y mira por la ventana, aunque no pueda ver nada mas alla de las luces del patio, del merodeo de los gatos. La oscuridad se espesa todavia mas y me sorprende caer en la cuenta de que hoy no se oye el aullido de los lobos. ?Por que estaran tan callados esta noche? Mi abuela me lee el pensamiento, mi padre se duerme delante del televisor y mi abuelo sigue moviendo sus labios resecos deletreando a Homero. Lena pasa las paginas de su libro de embarazadas furiosas. Y entonces los vasos empiezan a tintinear en las estanterias de la cocina, tan ligeramente que al principio creo que me lo estoy imaginando. El temblor crece precediendo un ruido lejano, casi como de tormenta. Pero ninguna tormenta hace vibrar los cristales de la ventana de esa manera. La abuela me mira asustada y se apresura a hacer la senal de la cruz mientras murmura algo sobre unos santos. Afuera el susurro crece como la marea en el Mar Negro, inunda con firmeza la oscuridad espesa y por fin entra en la casa. Cuando llego hasta el comedor mi padre esta en pie, algo desconcertado, y toda la casa vibra con el fragor de lo desconocido. Lena ha cerrado el libro y se lleva una mano protectora a su abultado vientre. El abuelo no aparta los ojos de Homero pese a que debe llegarle el ruido desaforado de nuestro ritmo cardiaco. Al fin se apiada de nuestra ignorancia y grune en voz alta. --Son helicopteros. Pero no son rumanos ni rusos --se rasca una oreja y pasa una pagina del libro viejisimo--. Suenan como si estuviesen aterrizando en el campo de heno de detras de la fabrica. Y eso es todo. El abuelo hace muchos anos que ha perdido su capacidad para sorprenderse. Murmura alguna cosa sobre que ninguna guerra merece mas atencion que las proezas de Ulises o la espera de Penelope y hace un gesto a su mujer de que le molesta con sus aspavientos de catolica. Asi que papa y yo salimos solos a la noche ensordecedora. La tierra tiembla y el pulso se nos acelera en las sienes. Mic-Napoca se despierta asustada, se encienden luces por toda la plaza de la Biserica y algunos vecinos salen desconcertados por el ruido. Todos hipnotizados por el rugido de la oscuridad, por la reverberacion del aire y de la tierra. Los primeros gritos nos sacan de nuestro estupor, papa y yo corremos a casa en busca de un maletin de primeros auxilios y sacamos el coche de la plaza en direccion al campo de heno en la parte mas suroriental del pueblo. Podriamos ir a pie, pero asi tardaremos menos y podremos tener transporte en caso de que haya heridos. El lugar es una locura de reflectores y helicopteros, de soldados armados y cercas de madera, de gritos y ruidos, todo envuelto en una tormenta de heno volador por culpa de los rotores gigantescos. De la panza de los monstruos aspados saltan a tierra algunos hombres pintados de verde y negro. Emil Cordenu tironea de la manga de mi chaqueta. Lleva un buen rato llamandome pero es imposible oirle con tanto estruendo. Me senala dos cuerpos tirados en el suelo rodeados de algunos soldados. Mi padre ha desaparecido. De repente el mundo se ha vuelto del reves, la locura ha encontrado a Mic-Napoca pese a que no sale en todos los mapas y los oidos me empiezan a doler tanto como el estomago. Las dos figuras tiradas en el suelo son Cesare con su brazo en cabestrillo y su nueva mula. Cesare no esta mas herido de lo que se encontraba esta misma manana cuando le cambie los vendajes, excepto por una pequena brecha sangrante por encima de su ceja izquierda, pero su mula se queja espantosamente. Los soldados gritan a Cesare y a la mula pero ninguno de los dos parece entenderlos. Gritan en ingles. Son americanos. --Necesitan ayuda --les digo en voz tan alta como me permiten los helicopteros--. Estan heridos. Soy medico --les enseno el absurdo maletin--. No les entienden, no hablan su idioma. --Senora... --Uno de ellos se me acerca y me grita en el oido, pero yo ya estoy arrodillada junto a Cesare--. Senora, tiene que salir de aqui, mantengase fuera de la zona acordonada. Pero Cesare no quiere saber nada de marcharse sin su mula herida, pese a la coz del miercoles, pese a su brecha sangrante. Supongo que los une la corriente de simpatia que un tozudo puede tener por otro. Conozco a Cesare desde que era pequena y se que no me queda mas remedio que examinar la pata herida de su mula mientras un Apocalipsis americano ruge por encima de nuestras cabezas. --Senora, por favor --el soldado me coge del brazo con la intencion de arrancarme de alli. --Dejeme atender al animal. Si conseguimos que se ponga en pie saldremos enseguida de su zona acordonada --se lo prometo en el mejor ingles londinense, sin el mas leve rastro de acento de Mic-Napoca. Uno de los reflectores pasa sobre nosotros. Los cabellos rojos de Cesare me recuerdan a Ulises, pero es demasiado tarde para envidiar la calma proverbial de mi abuelo asi que me apresuro a tirar de la pata dislocada de la mula hasta ponerla de nuevo en su sitio. Y de pronto, la constancia de que puedo oir mis pensamientos me trae un terror mucho mas definido. Los helicopteros se van de vacio, tras haber sembrado el campo de heno de soldados y artefactos militares. El ruido ensordecedor de sus motores se aleja por el oeste y por un momento parece que de nuevo vaya a ser posible el silencio. Apenas a unos metros veo a nuestro primar junto a toda la representacion de nuestra polizei, cuatro hombres en total en medio de la debacle de luces y gritos. Son cuatro hombres desarmados y en bicicleta, palidos, delante de un despliegue que jamas habrian imaginado tener que presenciar. El jefe de nuestra brillante polizei sostiene con desgana su porra en la mano derecha. Me reiria si no estuviese tan asustada. La mula de Cesare sobrevivira. Los soldados ayudan a retirarla de alli y nosotros les seguimos fuera del hormiguero en el que se ha convertido el campo. No se cuanto tiempo he estado arrodillada junto a los heridos pero, cuando me levanto y doy por concluida la cura de primeros auxilios, estoy un poco mareada y tengo manchas de sangre y yodo en las manos, en la cara y en el vestido. Y estoy a punto de decirle alguna cosa amable al sargento cuando una mano invisible borra todas las estrellas del cielo y espanta el aire de la noche. Un estruendo recorre el espinazo de la tierra y la hace temblar. El aire vuelve convertido en el rugido de una bestia de otro mundo. El cielo se ha partido en dos. Es lo unico que puedo entender. El rugido inhumano nos llega mucho antes de que podamos siquiera vislumbrar su silueta. Me reverbera en el pecho y me desordena los latidos. Cuando era pequena mi abuela solia leernos a Lena y a mi fragmentos de la Biblia por si todavia podia salvarnos del agnosticismo cientifico de nuestro padre, por eso siempre asocio la idea del terror a las trompetas que anunciarian el fin del mundo. Pero esta noche comprendo que un avion de combate rompiendo la barrera del sonido en la oscuridad espesa sobre el campo de heno de Cesare, en Mic-Napoca, es mucho mas terrorifico. El ruido nos ensordece a todos mientras el impresionante avion de guerra nos sobrevuela a baja altura. Los soldados que me rodean por todas partes lo siguen con la vista. Se han olvidado de mi presencia. En realidad se deben haber olvidado de todo, incluso del sentido comun, porque no entiendo que intereses pueden haberles llevado a invadir un campo de heno de un pueblecito transilvano que no siempre ha salido en los mapas. El caza vuelve a sobrevolarnos. Me tiemblan las rodillas y no logro encajar del todo mi mandibula en donde deberia estar. El unico pensamiento coherente que me acompana entre tanto ruido es el de que esta vez ni siquiera toda la piedra de Vladimir Drakul, el Empalador, sera suficiente para protegernos. El cielo se ha roto y desborda nuestras murallas. Debo llevar mas tiempo del que creo que ha transcurrido en medio de una tormenta de heno, olvidada de todos, paralizada en medio de una noche sin lobos. Porque los cazas por fin se han marchado y, desde el unico helicoptero que ha quedado en tierra, una figura se acerca. Quiero pensar que si mi sangre tuviera unos niveles mas bajos de adrenalina y mi corazon latiese mas despacio, no me impresionaria tanto la escena de una sombra desconocida perfilandose desde la lejania. Quiero pensar que todo es culpa de mi estado de shock y de mi confusion. Pero esta noche sin luna no me hace concesiones.

  • El don de la batalla de Morgan Rice

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    Thor se enfrenta con su mayor y ultimo reto, al adentrarse mas en la Tierra de Sangre en un intento por rescatar a Guwayne. Al encontrarse con enemigos mas poderosos de lo que jamas hubiera pensado, Thor pronto se da cuenta de que se enfrenta a un ejercito de tinieblas, para el que sus poderes no estan preparados. Cuando descubre que un objeto sagrado puede otorgarle los poderes que necesita -un objeto que se ha mantenido en secreto durante mucho tiempo- debe embarcarse en una mision final para recuperarlo antes de que sea demasiado tarde, con el destino del Anillo en una balanza.

  • Cuando acabe el invierno de Angela Drei

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    Alex bajo del taxi frente al portal de la casa de Marie. Volvio a mirar el ramo de flores que habia comprado. Siete rosas rojas, una por cada mes. Recordaba el primer dia en que ella aparecio en su cafeteria con su gran bolso azul y sus gafas de sol. Habia cambiado mucho desde entonces. Ya no se escondia tras unos cristales oscuros, no tenia ojeras y su vestuario se habia llenado de color. Hasta su pelo era diferente. Sonrio como el bobo enamorado que era y toco el boton del videoportero mientras escondia las flores a su espalda. Marie le esperaba en la puerta, y el la siguio al interior con una sonrisa traviesa. En cuanto estuvieron dentro, Alex le entrego el ramo de flores. Ella las observo sorprendida. Siete rosas de un vivaz color rojo. Fruncio el ceno sin entender y lo miro en espera de una explicacion. --Hoy hace siete meses que apareciste en mi cafeteria. ?No te acuerdas? Alex disfruto al ver como ella se ruborizaba. No, estaba claro que no se acordaba. Pero el no se enfado, al contrario. Se sintio orgulloso y feliz de haberla sorprendido. --Vaya, asi que te has olvidado. --Lo siento, de verdad. No recordaba la fecha. --Pues algo tendras que hacer para que te perdone. Marie sonrio con coqueteria al ver como el le guinaba un ojo ladeando su sonrisa. Habia vuelto a ser el hombre sexi y atrevido de siempre. No quedaba ni rastro de aquella mirada triste, la que aparecia cuando los recuerdos del pasado llegaban si avisar. --No se que puedo hacer. Podemos salir y comer algo fuera..., o tal vez podemos quedarnos... El no la dejo continuar. Con un beso interrumpio lo que fuera que iba a decir y las rosas acabaron aplastadas entre ellos. --Las flores, deja que las coloque. Marie trato de apartarse un poco, pero el la tenia sujeta por la cintura con firmeza. --Te comprare mas. Te comprare flores cada dia --dijo sin separarse de ella--. Celebraremos el primer dia que te hice el desayuno, nuestra primera cita, la primera vez que te lleve en mi moto. Mientras hablaba, iba dejando besos desde su cuello hasta su hombro, y desabrocho el primer boton de su camisa para poder tener mas piel cerca de sus labios. Ella rio cuando sintio sus dedos cosquillear en su cintura subiendo la tela y entonces Alex se aparto lo suficiente para mirarla. --Me encanta escucharte reir. Adoro tu risa. --Y era cierto, la habia visto llorar incluso antes de saber su nombre y habia odiado cada lagrima que oscurecia su preciosa mirada de chocolate. Ahora tenia entre sus brazos a una Marie muy distinta, ligera y sonriente, vibrante como esas zapatillas con rayas doradas que se habia comprado el fin de semana anterior. Marie aprovecho ese momento para escabullirse y fue a la cocina. Antes de que las rosas estuvieran en un jarron con agua, Alex ya habia llegado y la envolvia entre sus brazos. --No te escapes --le rino mientras se colocaba tras ella. --Deja que las ponga en agua. --Solo si me prometes hoy no salimos de casa. --Esta bien, no salimos --acepto ella mientras colocaba las flores en un sencillo jarron de plastico junto a la ventana de la cocina--. ?Que quieres comer? ?Comida china, pizza, sushi? ?Que pedimos? --Tengo delante lo que quiero comer. Marie abrio mucho los ojos y fue a decir algo mas, pero el la cogio en brazos y cargo con ella hasta el dormitorio. --Vamos, galletita, me muero de hambre. --?Galletita? --Si, galletita. Estoy pensando que quiza con un poco de chocolate... ?Tienes sirope? ?Nata? Marie sintio como sus mejillas ardian y oculto el rostro con las manos. --No tengo de nada. Intento hacer dieta. --?Dieta? ?Para que? Mientras esperaba una respuesta, Alex no se quedo quieto. Fue desabrochando el resto de los botones de la camisa que ella llevaba y bajando por la linea de su esternon hasta descubrir su ombligo. --Pues veras, por culpa de alguien que conoces, los pantalones me quedan tan estrechos que no puedo casi abrocharmelos. --?Que pantalones? ?Estos? Alex se puso de rodillas entre sus piernas y desabrocho el boton de los vaqueros que ella llevaba puestos. --Tengo una solucion mejor: tira estos pantalones a la basura. Se inclino hasta dejar un beso en su estomago y ella intento incorporarse. --No es gracioso --dijo fingiendo mas enfado del que sentia. --No. No es gracioso. --Alex, deja de hacer el tonto y escucha. --Esta bien, te escucho --acepto y volvio a sentarse en la cama, aunque en lugar de mirarla a los ojos se quedo prendado del sujetador gris oscuro que resaltaba sobre su piel, tan palida como el azucar. --!Mirame a los ojos! --No puedo --dijo echandose a reir. Marie cogio la almohada y le golpeo, pero el era mucho mas grande y con un solo movimiento la tuvo inmovilizada bajo su cuerpo. --Estas preciosa. A mi me gustas. --?Te gusto gorda? --No estas gorda, Marie. Pero es que aunque lo estuvieras me daria igual. --Ya, seguro. --No estas gorda --repitio muy serio--. Y quitate los vaqueros. --?Que me quite los vaqueros? --?No te quedan estrechos? Pues quitatelos. O mejor, te los quito yo. Alex la sujeto de los tobillos y bajo los pantalones hasta conseguir deshacerse de ellos. Cogio uno de sus pies y beso con cuidado sus dedos. Llevaba las unas pintadas de rojo oscuro. Le encantaba que fuera tan coqueta: a Marie le gustaba llevar las unas de colores, aunque no llevara sandalias y nadie las viera. Eso era perfecto, porque sabia que ahora ella se ponia guapa para sentirse bien, no para agradar a los demas. --Eres tan suave… --susurro pasando los labios por su tobillo. Marie sintio un escalofrio cuando el aliento de el le hizo cosquillas. Su boca iba subiendo muy despacio dejando un camino de besos por el interior de su pierna. --?Sabes? Conozco una forma de quemar calorias. Alex dio un pequeno mordisco en su muslo antes de mirarla. --?Si? ?Cual? --pregunto Marie con un jadeo. --Primero tienes que quitarte toda la ropa. Mientras ella se dejaba desnudar, el no dejaba ni un trozo por besar. Era su plato preferido, su dulce Marie, la que habia conseguido atraparle y llenar su corazon. Siete meses. Todavia le costaba pensar que no estaba solo. Como su hermano le habia dicho, ella habia llegado para dinamitar los muros que habia construido, y ahora tenia que volver a aprender a vivir sin miedo a sentir. Podia ser feliz. Era como lanzarse del trampolin a diez metros. Daba miedo, pero sabia que merecia la pena esa sensacion de zambullirse y sentir cada musculo del cuerpo cargado de energia. Marie sintio sus manos, sus besos, que recorrian su piel hasta que todo fue calor. Su corazon latia cada vez mas rapido. No solo era sexo. Con Alex se convertia en una experiencia divertida donde ella podia devolverle cada caricia. El nunca ponia mala cara, nunca fruncia el ceno, ni siquiera cuando ella se echaba a reir de forma escandalosa porque le hacia cosquillas al besar su cadera. El sexo era genial con Alex. Vivir a su lado era genial. Se sentia segura y querida. No se avergonzaba si no llevaba la ropa interior conjuntada, si habia escogido un sujetador demasiado sexi o si ese dia estaba cansada y queria pasar la tarde viendo la tele con una vieja camiseta. Con el podia ser libre. --!Alex! --se le escapo un grito y rodeo sus caderas con las piernas para atraerle mas cerca, tanto que no habia ni un centimetro entre sus cuerpos. El tenia el cabello revuelto, respiraba agitado y en cada movimiento mezclaba sus jadeos. La beso largo y despacio. Su ritmo era lento, saboreaba cada gemido de ella. Terminaron temblando y sin aliento. --Dios, Marie, creo que no deberia haber ido a la piscina hoy. Si muevo cualquier musculo, voy a terminar desmayado. --Ha sido culpa tuya. Yo solo queria quedar a comer --repuso Marie. Alex habia terminado tumbado boca arriba en la cama, sin preocuparse por cubrirse con las sabanas, y su abdomen todavia subia y bajaba muy rapido. --?No te ha gustado? --pregunto mientras se ponia de lado para poder atraparla y volver a tenerla cerca. --No he dicho eso. El unico que te has quejado eres tu. --Llevas razon. Me quejo --dijo y la beso--. Me quejo de que eres tan suave que no puedo quitarte las manos de encima. Me quejo de que desde que te veo tengo ganas de desnudarte y hacer mil flexiones contigo. Y sobre todo me quejo --anadio mientras golpeaba con el dedo indice su nariz--, de que eres una cabezota que no quiere vivir conmigo y me hace ir todo el dia de aca para alla perdiendo un tiempo precioso que podriamos gastar en otras cosas, cosas interesantes como estar en la cama, en la ducha o sobre la alfombra del salon

  • Propiedad Comprada de Rosalia Reyes

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    Marco era el Rey del mundo.
    Pero un Rey sin Reina.
    Multimillonario, atractivo, playboy.
    Y una cama vacia en los dias duros.

  • El Amor Entre Una Chica de Mano Book

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    En un chale suburbano, en el gran dormitorio de estilo azul oscuro se estaba mostrando una imagen sexual, y toda la habitacion estaba llena de una atmosfera carnal. Marina Lopez acababa de volver del extranjero, al salir del aeropuerto llamo a un taxi. Sentada en el coche, Marina sonrio al contemplar los paisajes de la ciudad a traves de la ventana. En este momento, ella estaba nerviosa pero al mismo tiempo impaciente, ya que pronto podria ver al hombre que habia estado amando durante mucho tiempo. Marina saco una llave de repuesto que le dio Pedro Franco para abrir la puerta del chale. Al entrar, Marina oyo un sonido extrano, era como la voz de una mujer. Camino hacia el dormitorio y abrio la puerta de la habitacion. Sorprendidamente, encontro a su hermana Maria Lopez tumbada entre los brazos de Pedro. -?Que cono pasa aqui? Mi novio esta teniendo un polvo con mi hermana? Marina se cabreo de repente, senalando a las dos personas desnudas en la cama y grito: -!Pedro! !Maria! La alta voz de Marina hizo que Pedro y Marina dejaron de sus actos. Pedro al ver la cara bonita de Marina cabrearse, se puso nervioso, cogio la ropa rapidamente y se vistio. Maria cogio la manta y se tapo su cuerpo, insultando a Marina en su interior ya que habia intenrrumpido el momento perfecto. Tras ponerse las ropas Pedro se acerco a Marina nerviosamente y dijo: -Marina, no es lo que parece, puedo… Pedro no pudo terminar la frase, una bofetada le llego a su cara. -Pedro, asi que si no te dejo tocar, tocas a otra chica verdad? !Escuchame bien, ya hemos acabado! - Al terminar las palabras Marina se dio la vuelta para irse, las lagrimas le comienzan a caer. Este ataque tan repentino y el dolor que acababa de sufrir era inexplicable. Pedro sintio el mismo dolor que Marina, porque el amaba realmente a Marina, pero no pudo resistir la seduccion de otra mujer. A medianoche, las luces de neon iluminaban todo el bar. En frente de la barra, Marina estaba sentada en una silla, tomando el licor que le paso su mejor amiga Emily Velazque. Emily se sentia mal al ver a Marina asi, pero no sabia como consolarla. Cuando eran estudiantes, Pedro podia arrodillarse delante de Marina para declararse el amor, pero ahora, tal vez hubiera cambiado con el paso del tiempo. Ademas, su hermana mayor Maria Lopez, tenia mucha envidia de Marina, nunca la habia tratado como una hermana. Marina practicamente borracha, mirando el licor de su vaso y dijo: -?Emily, piensas que debo a este mundo? ?Por que la persona que estaba con Pedro tiene que ser mi hermana? !Dime por que! Emily movio los labios, pero no dijo nada. -Jajaja, -Marina sonrio, en sus ojos solo habia dolor, odio y furia. -!Pedro, hijo de puta, Maria, te odio! Comenzo a beber de nuevo cuando termino sus palabras. Ya era la madrugada, Emily al ver a Marina que ya estaba borracha tirada en la barra del bar decidio llevarla al hotel que estaba en frente del bar. Debido a que tenia que trabajar a esa hora, Emily llamo a su companera de trabajo para que la llevara al hotel. La companera de Emily la llevo al hotel, pero en el ascensor, Marina saco la tarjeta de la habitacion, insistiendo que podia encontrar la habitacion ella sola. Tras echar a la companera de Emily ella se fue a buscar su habitacion. Al salir del ascensor, Marina empezo a buscar la habitacion 522, pero cuando ella llego a la habitacion 521, vio que la puerta estaba semi abierta. Sin pensar nada dijo: -!Esta es! El camarero me ha abierto incluso la puerta. Sin pensar mas, abrio la puerta y entro directamente. Marina camino hacia el centro de la habitacion, al ver la cama gigante con una manta blanca le dio una sensacion de cansancio. Sin prestar atencion al ruido de ducha en el bano, se tiro directamente a la cama. Ella cerro los ojos y comenzo a dormir. El hombre del bano era musculoso y fuerte. Estaba claro que habia recibido algun entrenamiento duro, asi que podia obtener tan buena figura. El agua de la ducha caia por su cuerpo sexy y su cara fria, parecia que era un hombre guapo. Federico Carrasco apago el grifo de la ducha, cogio la toalla que estaba a su lado. Se seco el pelo, tapo su cuerpo con la toalla y salio del bano. Justo cuando quiso subir a la cama, se asombro de repente al ver a la persona tumbada en su habitacion. -?Como que ha aparecido una mujer de repente? ?Es porque soy VIP de este hotel de 5 estrellas y por eso me regalan una mujer?, -pensado Fede. Fede no se alejo, sino que se acerco lentamente para ver a la mujer tumbada en la cama. La mujer que expulsaba el olor al alcohol, tenia la cara palida. Su pelo desordenado transmitia una belleza natural y su rostro, no era tan hermoso, pero se contaba entre las guapas mujeres. Fede comenzo a observar a esta mujer de la cama, se sintio atraido por su belleza natural. Se quedaba mirando de pie a la mujer, de repente recordo una imagen en su mente. -Aquel ano, ella tambien era asi de natural, tenia una sonrisa dulce y un rostro listo. Pero donde esta ahora? ?Como se lo esta pasando? Aparecio numerosas preguntas en la mente de Fede. Viendo a la mujer de la cama, se sintio mal porque no esperaba que podria estar atraido por otra mujer que no fuera la chica de su memoria. Fede no paraba de recordarse a si mismo que la mujer que ahora estaba en la cama no era nadie, e incluso apenas tenia una cara bonita, tampoco tenia un cuerpo sexy. Pero por fin no habia conseguido controlarse y empezo una noche especial y larga. Capitulo 2 No hace caso a la familia Lopez Un dolor fuerte desperto a Marina, entonces ella abrio sus ojos involuntariemente. No obstante, se quedaba atontada cuando vio lo que estaba pasando. No se podia distinguir muy claramente la cara del hombre, pero le daba una sensacion de que seria muy guapo. Marina saco la conclusion de que este hombre tambien seria muy fuerte a traves de su piel de color de bronce y los hombros anchos. Cuando Marina por fin entendio lo que estaba pasando, el dolor ya le habia quitado la consciencia. Aunque sabia que era su primera vez, no estaba en condiciones de resistir lo que el hombre le estaba haciendo, porque ahora ya no tenia fuerza. Por la manana, los dos todavia estaban dormidos en la cama. De repente se oyo un ruido, Fede, quien siempre estaba alerta, al escucharlo abrio los ojos enseguida y se volvio para mirar hacia la direcion de la entrada. Cristian Melgar entro a la habitacion de Fede alegremente, queria despertarlo, ya que hoy ellos tenian que volver al ejercito para asistir a una reunion. Pero cuando llego a la puerta y vio a las dos personas en la cama, se sorprendio mucho. Despues de un buen rato, Cristian se recupero de la sorpresa y pregunto: -Fede, tu…tu…tu… El tenia muchas preguntas pero estaba tan sorprendido que no sabia como preguntarle. Al ver que la persona que entro en la habitacion era Cristian, Fede no le hizo caso. El tiro de la manta para arropar a la mujer en la cama, y luego se levanto de la cama para vestirse rapidamente. Cristian, con una sonrisa maliciosa, se dirigio hacia Fede y le pregunto: -?Que tal? ?Has pasado una noche muy romantica? -Vete. -Fede lo dijo furiosamente. Pero a Cristian no le importaban sus palabras, seguia riendose con malicia: -No pensaba que a nuestro jefe tambien le gustan las mujeres. ?Quien es ella? -No lo se. -Al contestar su pregunta, Federico ya se habia vestido bien y salio del dormitorio. -Di, para que has venido. -Fede pregunto. Cristian se apresuro para contestar. -Voy a llevarte al ejercito para asistir a la reunion y esta tarde tambien tienes que volver a la Casa Militar. Es orden del senor. Fede se mantenia callado, y despues de ordenar bien su ropa, dio una vuelta para salir de la habitacion. Al ver salir Fede, Cristian salto una mirada al dormitorio y luego siguio el paso de el. Cuando se desperto Marina ya era al mediodia. Ella abrio sus ojos, y miraba el techo, sintiendose un poco mareada. Luego observo las circunstancias, a ella todo le parecia muy raro. Se acordaba de que anoche estaba borracha despues de beber mucho, y Emily pidio a su companera que la llevara al hotel. Entonces, ahora debia estar en un hotel. En su mente aparecio la imagen de un hombre. Marina no recordaba su cara, pero sabia que anoche un hombre aparecio ante ella. Sintiendose confundida, Marina tiro de su pelo al azar. Quiso levantarse, porque parecia que se habia tumbado en la cama durante mucho tiempo. Pero cuando se movio un poco su cuerpo, sintio un dolor fuerte, lo que hizo que ella frunciera el ceno. Casi grito por el dolor de su cuerpo. En este momento, Marina se acordaba de que anoche cuando vio a esa hombre, tambien le dio un dolor insoportable. Bajo su cabeza y destapo la manta, sorpendidamente descubrio que ella estaba desnuda, y en su piel blanca se quedaban muchos chupetones. Al ver la mancha roja en la cama, las lagrimas brotaron de sus ojos. Despues de perder a la persona mas amada, ahora tambien perdio su virginidad. Lo peor era que incluso no sabia quien le habia quitado la virginidad. ?Seria un bastardo mas asqueroso que Pedro? Marina se quedaba totalmente pasmada, mirando al techo sin pensar en nada. Perdio todas esperanzas de la vida, ya que le habian quitado las cosas mas importantes para ella. Despues de un tiempo, Marina, soportando el dolor, se levanto de la cama. Recogio sus ropas tiradas por el suelo y entro en el bano. Media hora despues, ella salio del hotel. Se detuvo en la calle, mirando los coches y diciendose que aunque su corazon ya habia muerto, pero su cuerpo no. Entonces ella debia seguir su vida perseverantemente. Decidio volver a su casa. Al entrar, vio a su padre Miguel Lopez y su llamda tia Jenny Lara, asi como su llamada hermana Maria Lopez, quien le habia soplado el novio. Los tres estaban sentados en el salon discutiendo algo alegremente. La criada al ver que Marina entro, dio una sonrisa a ella y saludo a ella: -Hola, senorita Marina. Al oir la voz de la criada, las tres personas en el salon se volvieron hacia la direccion de Marina. -Puta zorra, para que vuelves ahora? Si ya no te da ganas de volver a esta casa, entonces no vuelvas. Sin ti, estamos todos mas felices. -Jenny Lara insulto a Marina de una manera muy grosera, ya que no era su propia hija, entonces no hacia falta hablar con ella educadamente. Marina no hizo caso a lo que dijo Jenny, porque ya se habia acostumbrado a su actitud. Durante estos veinte anos, esta tia casi la insultaba todos los dias. Marina se recordaba a si misma lo malo que era esa mujer. En aquellos tiempos, esta mujer se aprovecho de tener relaciones sexuales con su padre y amenazo a su padre con el matrimonio de negocios, e incluso echo a la madre de Marina fuera de esta familia. Estaba claro de que Marina nunca olvidaria todos los hechos Mirando a su padre, que no estaba muy lejos de ella, Marina dijo: -Padre, he vuelto. -Bueno, sientate. Estamos hablando sobre la boda de tu hermana. -Su tono era ordinario, aunque Miguel no queria mucho a Maria pero tampoco la odiaba. -?Quien es ella? Es indigna de enterarse de mi boda. -Maria miro a Marina con desden, seguia hablando: -Marina, debes entender bien que ahora soy la novia de Pedro. La tia Franco me ha prometido que sin duda alguna sere la nuera de la familia Franco. Capitulo 3 Casarla con un hombre rico Marina al pensar en Pedro y en Maria, le empezo a doler el corazon, aun que ella quiso olvidarse de todo eso pero, no era facil, los danos seguian estando ahi. -Estoy bien, por cierto felicidades. -Aguantando el dolor, Marina respondio con una voz suave. Maria ni si quiera quiso hablar con ella. -La hija de una zorra, por eso tiene tanta cara. Jenny Lara dijo enseguida: -?Ya ves, por que no te mueres con la puta de tu madre? ?Por que tienes que estar aqui? Si no era porque sedujiste a Pedro, mi hija ya se habria casado con el. -Tia, yo tambien pertenezco a la familia Lopez, y en aquel entonces era papa quien no me dejo ir con mi madre. Ademas Pedro y yo eramos companeros de clase por eso… -No termino de hablar, una bofetada le llego al rostro. Despues de darla la bofetada, Maria grito. -!Marina, escuchame bien, solo hay una hija en la familia Lopez y esa persona soy yo, Maria Lopez! Soy la vicepresidenta del la compania LOP. ?Y tu quien eres? Solo eres un lider de equipo del departamento de negocios en la compania. ?No tienes nada que comparar conmigo. No tienes nada que competir conmigo. Marina al recibir la bofetada, se agacho la cabeza sin decir nada. De repente los insultos de Jenny volvieron a llegar a los oidos de Marina . -Marina, te deje vivir en este chale porque me dabas pena, la puta de tu madre sedujo a tu padre y tu nacimiento ha sido un error. Si no era porque eche a tu madre a la calle, tal vez hoy sea la puta de tu madre la duena del chale. -Tia, mi padre y mi madre en aquel entonces ya se habian estado enamorados desde hace mucho tiempo, utilizaste a Maria para obligar a mi padre a casarse contigo. -Marina explico en voz alta, que podia aguantar todos los insultos hacia ella misma, pero nunca iba a dejar a los demas ofender a su madre. -!Puta zorra asquerosa! - Jenny se levanto de repente con la intencion de pegar a Marina, sin embargo, Miguel la impidio el paso. Como no podia acercarse a Marina, Jenny se detenia y la miro con odio, echando los insultos: -?Quien te ha dicho esto, la puta de tu madre? !Marina, si te digo la verdad! Soy yo quien habia concebido primero, la puta de tu madre no tuvo la misma suerte como yo. Ademas, la familia Lara habia ayudado tanto en los negocios de la familia Lopez, entonces era natural que contrajeramos matrimonio. Eres una perra mentirosa, deja de decir chorradas. Jenny apenas termino sus insultos. Cuando Marina estaba a punto de decir algo, Maria la interrumpio. -Papa, mama, parece que es mejor casar a ella lo antes posible. Temo que se vuelva a seducir a mi Pedro, porque es tan frivola. Si eso ocurre, a lo mejor perdere la posicion de la mujer del alcalde. -Maria lo dijo preocupadamente ya que siempre habia odiado a Marina. -De acuerdo, cualquiera que perjudique la felicidad de mi Maria es imperdonable, no dejare que eso ocurra. -Jenny mirando a Marina, hablaba con Miguel que estaba a su lado, -Manana prepara unas citas a ciegas para ella. El hombre debe ser rico y tenemos que cobrar mucha donacion esponsalicia para cubrir los gastos de ella durante estos anos. Miguel Lopez al mirar a Marina y a Jenny, no se atrevio a decir nada. En esta familia siempre mandaba Jenny, el no tenia derecho a tomar decisiones. Marina dejo de resistir su destino, porque habia perdido todas las cosas mas importantes para ella durante estos dos dias, ahora ya no le importaba nada. En la Casa Militar. Un anciano con uniforme militar estaba sentado en el asiento principal del salon. Fede y Cristian se ponian de pie a su lado, mateniendose callados y esperando la orden del anciano. Antonio Carrasco miro a los dos chicos de su lado contentamente. Los dos, creciendose juntos, eran ambos excelentes en el ejercito. Sobre todo estaba satisfecho con su nieto, Siendo tan joven, ya habia sido general de todo el ejercito. En toda la Casa Militar, casi todos envidiaban y admiraban a su nieto, debido a eso Antonio estaba muy contento con el Pero no se algro con una cosa, la que creia que era mas importante para la familia. -Cristian - Antonio rompio el silencio, y su voz era bastante imponente. Era el ex general principal del ejercito, y ahora todavia mantenia su dignidad. -Si, senor. -Cristian contesto enseguida. -?Ultimamente Fede todavia esta en el ejercito? ?Ha ido a las citas preparadas para el? - Antonio lo pregunto seriamente, mostrando la importancia de este asunto. -Eh… -Cristian no supo como contestarlo, porque no se atrevio a revelar que el mismo fue a las citas por Fede. Aunque no quiso hacerlo, Fede lo obligo. Si decia la verdad, tanto Antonio como Fede iban a enfadarse con el. -?Que pasa? - Antonio echo la misma pregunta otra vez. Al ver que las palabras de su abuelo lo pusieron en situacion violenta a Cristian, Fede dijo directamente: -Abuelo, recientemente he tenido en total ocho citas preparadas, pero solo he ido tres veces. Es una pena que no me gusten ningunas. Fede lo dijo sencillamente, pero en realidad no habia asistido a las citas ni una sola vez. Su respuesta era solo para satisfacer a su abuelo, si no lo decia de esta manera, envolveria a Cristian en este asunto. -?No te gusta ninguna de ellas? Esas senoritas son de las familias ricas y nobles en esta ciudad, todas estan bien educadas. ?De verdad no te gusta ninguna? Antonio estaba un poco enfadado, ya que no pensaba que su nieto era tan exigente. Fede no hablaba. A su lado Cristian tambien se mantenia callado, sabiendo que Fede estaba en condiciones de conllevar a su abuelo y no hacia falta preocuparse por el. Despues de un buen rato, Antonio lo ordeno severamente. -Continue las citas hasta que obtenga un certificado de matrimonio. Esta orden no intimido a Fede, porque no paraba de pensar en la mujer de anoche. En este momento, no pudo menos que extranar a la mujer y la sensacion fantastica de aquella noche. Al oirlo, Cristian de repente comenzo a reir. -?Continuar las citas hasta obtener un certificado de matrimonio? ?Esto esta empujando a este general frio a un callejon sin salida? El general indiferente ahora tiene que asistir a las citas a ciegas para buscar su pareja. Si los companeros de las tropas se enteran de esto, a lo mejor van a morirse de risa. Al escuchar la risa de Cristian, Fede inmediatamente se recupero de sus ilusiones. Miro a el fijamente con enojo y Cristian se puso serio de inmediato.

  • De Plebeya a Princesa de Phavy Prieto

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    La historia mas romantica que ha provocado las risas a mas de veinticinco millones de lectores llega para deleitarnos con su inedito y exclusivo final nunca antes publicado.

  • San Francisco de Asis de G. K. Chesterton

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    Esta biografia es, sin duda, uno de los mejores relatos breves escritos por Chesterton: <>.

  • El mito de la transicion pacifica de Sophie Baby

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    La existencia de violencias politicas plantea, en toda sociedad, una serie de desafios que conocemos bien: en primer termino, la accion violenta y su contencion -sea en dictadura o ya en democracia-, pero tambien cuestiones de memoria y reconciliacion nacional, del papel de la ley y la violencia estatal, del papel politico de las victimas; muchas cuestiones que cabe abordar en un marco inedito -la transicion-hasta la aparicion de este magnifico libro. <> constituye un analisis revelador y pionero tanto de las violencias politicas que sacudieron Espana durante la transicion como del modo en que dichas violencias condicionaron y marcaron el devenir de la joven democracia espanola.

  • Enamorada de mi jefe (Los Graham 2) de Mia Del Valle

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    El destino una y otra vez se empenaba en decirnos que debiamos de estar juntos, y una y otra vez nosotros no lo escuchabamos, justificando nuestros encuentros como simples casualidades de la vida, o que la ciudad en la que viviamos era muy pequena. Pero aunque intentaramos alejarnos, ese cruel y estupido hilo rojo del que muchos hablan no dejaba de guiarnos a los brazos del otro.
    Mi nombre es Susan Williams, tengo cuarenta y dos anos de edad, y a la fecha ostento todos los estados civiles existentes, incluido el de amante <> fuera de eso soy una mujer comun y corriente, economista de profesion, amante de la moda y del buen vino, pero antes que comiencen a leer esta novela me gustaria advertirles que lo que estan a punto de descubrir no se trata de una simple historia mas, esta es mi vida... espero sepan comprender.

  • Los medicos no pagan ni el cafe de Paco Albano

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    fruterias en cada esquina. No se si me jode mas no entregarlo a tiempo y escuchar los gritos de mi jefe, o los comentarios ironicos de mis hermanos sobre mi alto nivel periodistico y la cancion de mi padre sobre que he de cambiar de medio si quiero ser alguien en el mundo de la prensa. Si no voy a la cena mi madre se enfadara. Si no entrego el articulo, mas que gritos quizas me envien a la oficina de empleo y no precisamente para escribir un articulo sobre el paro. Si no voy a la cena no vere ni a Monica ni a Patricia. !Fruterias!, ?pero a quien hostias le importan las fruterias? Yo estudie periodismo porque en las peliculas siempre descubren conspiraciones y llevan una vida un tanto canalla. Bueno… un poco canalla si lo soy; o eso me dice Monica cuando la trabajo entre las piernas y le comento si cree que Patricia se apuntaria a un juego a tres. Pero periodismo de investigacion no, eso no lo toco. Las ocho, aun he de ducharme y no se por donde empezar el articulo de las narices. Tenia previsto entrevistar tres o cuatro propietarios y solo he podido hablar con una dependienta que hacia un par de semanas que habia descubierto la fruta. !A la mierda!, intentare no volver tarde y manana me invento algunas entrevistas. Total, por un articulo que no leeran ni los amantes de los citricos, mejor cenar con la familia donde seguro que cato un buen vino, que uno de mis hermanos, importantes como son, habran descubierto esta semana en una de las muchas cenas de trabajo que tienen a menudo. De hermanos tengo dos: Javier, que es el mayor, es medico endocrinologo, esta casado y tiene dos hijos; y Alberto, que es el segundo, estudio biologia, pero trabaja en la industria farmaceutica persiguiendo medicos como Javier, tambien esta casado y tiene una hija. Yo soy el pequeno, me llamo Paco Albano y no tengo mujer ni hijos. Llego a casa de mis padres en moto, justo cuando la lluvia empieza a bajar con fuerza y entro al portal sin sacarme el casco para evitar mojarme el cabello. Ayer fui a la peluqueria y Ana me dejo la media melena como hacia anos perseguia. “Esta media melena te queda muy bien, pero debes cuidarla mucho”, me dijo. --Hola guapeton --dice mi madre al abrir la puerta. --Hola mama, ?soy el ultimo? --Pues claro que eres el ultimo, como siempre --dice Javier alargando la mano para encajar mientras mi madre me besa. Es cierto, estan todos, en una perfecta imagen de familia perfecta y divina. Doy dos besos a mi padre, Alberto me da uno de sus abrazos que no soporto, los ninos se me acercan para darme besos que me agobian, y yo me acerco a mis cunadas para darles besos que si me gustan. Primero Patricia, la mujer de Javier, elegante y preciosa como siempre; y dejo a Monica, la mujer de Alberto para el final; la beso y le paso el brazo por detras tocando ligeramente el culo que intuyo libre bajo el vestido, y la ereccion es instantanea. Mi padre me sirve una Voll-Damm, la unica que sabe que tomo, y me acerco al corro que forman mis hermanos y sus mujeres. Para variar, hablan de trabajo y ruego que no me pregunten en que estoy trabajando. --Y pues Paco, ?en que estas trabajando, ahora? --pregunta mi padre que ha aparecido por detras apoyando una mano sobre mi hombro. --Estoy preparando un reportaje sobre negocios emergentes en el sector de la alimentacion. --Parece muy interesante… --dice Patricia intuyendo que dira su marido. --Caramba hermanito… tal vez si que haremos de ti un periodista importante -- dice Javier --?Aun trabajas en el periodico gratuito? --pregunta Alberto. --Si… ya lo sabes… --sera hijo de puta, como si no lo supiera. --Deberias de buscar algo en uno de los grandes periodicos, ?ya mandas curriculums?; nunca haras nada en estas cuatro hojas que solo leen los que van en autobus o metro. --?Hemos venido a cenar o a juzgar al mas guapo de los hermanos Albano? -- dice Monica para salvarme. --Uy, uy, ?que no era yo el mas guapo? --se rie Alberto. --No, tu eres mi marido, pero eso no te convierte en el mas atractivo. No es solo su belleza deslumbrante y la sensualidad que desprende, es su seguridad y capacidad para poner a mi hermano en su lugar lo que provoca que esta mujer tenga acciones de mi cuerpo. --!Venga, ninos y ninas!, todos a la mesa, que la cena esta lista --grita mi madre desde la cocina. No se como me lo hago, pero siempre termino sentado al lado de los ninos. Para mi madre sigo siendo el pequeno y con los pequenos me coloca. La culpa de todo la tiene que llegue a este mundo con un espacio exageradamente grande desde que nacieron mis hermanos. Este ano cumplire los veintiocho anos, Javier celebro los cuarenta el ano pasado, y Alberto tiene justo diez mas que yo. Y si a esto le sumamos que los dos hermanos mayores tienen un fisico parecido, con el pelo canoso, con rasgos tanto del padre como de la madre, y que yo tengo un fisico mas suave -- femenino dicen algunas amigas-- y no me parezco a nadie de casa, me hace sospechar que me intercambiaron en la maternidad. --Tio Paco, ?que hacen los periodistas? --Explicamos las noticias. --?Que son las noticias? --Las cosas que pasan en el mundo. --!Ah!, papa manda mucho y da libretas y boligrafos a los medicos como el tio Javier para que usen las pastillas que fabrica. --Si, tiene un trabajo envidiable tu padre --y me levanto de la mesa con la excusa de ir al bano agotado de la charla con mi sobrina que, desgraciadamente, ha salido a padre y poco a madre. Monica me sigue con la mirada, y la idea que me siga hasta el bano y poder descubrir si hay algo o no bajo el vestido, me pasa por la cabeza. Entro en el bano, saco el movil del bolsillo delantero de mis vaqueros, y envio un mensaje a David y a Peter, mis colegas mas intimos: Stoy cena fmili, kdamos? David me contesta que alrededor de las doce estaran en el Masterium y que tiene una hierba de puta madre. Le contesto que alli estare en cuanto pueda escaparme. En la mesa, la conversacion es llevada por mis hermanos que hablan, como siempre, de medicina, congresos y estas hostias que llevo media vida escuchando. Mis cunadas, ahora si, me dan conversacion y hablamos un poco de todo, riendonos y haciendo broma. Como siempre, mi madre se ha superado con una cena excelente, y el vino, que hoy ha traido Javier, obsequio de no se que laboratorio farmaceutico, un capricho de los dioses. La noche acaba como ha empezado, con besos y abrazos, y me voy con las ganas de saber si bajo el vestido de Monica hay nada o no. Se lo digo al oido al darle un beso de despedida y ella sonrie agobiada. Justo al llegar al Masterium y bajar de la moto me llega un mensaje que imagino es de mis amigos, pero no... es de Monica: absolutamente nada… Entro rapido al Masterium a tomarme una cerveza y con ganas de fumarme la hierba de David para superar el dolor de huevos que me ha provocado la perversa de mi cunada. El local aun esta bastante vacio y no tardo en divisar a David y Peter en la barra de arriba acompanados de una rubia que no conozco. Encajamos y me presentan la chica, se llama Jennifer, habla un castellano muy distinto del que hablan los de la zona alta, y tiene unos pechos que con la noche que llevo no me ayudan a calmar mi estado de ansiedad sexual. Maika, la camarera, me pasa una Voll-Damm, y David el peta que acaba de encender a pesar que se supone que esta prohibido fumar. --Buenisima, me la ha pasado Manu, ?te acuerdas? --Si, era aquel colgado que vino a medio curso de Bachillerato, ?verdad? David y yo hace mil anos que nos conocemos, empezamos en P3 y hasta acabar el bachillerato, siempre juntos. El prefirio no seguir estudiando y trabaja en el negocio familiar, una parada en el mercado en la que se ha pasado media vida, y en donde cuando lo ves trabajar parece el hombre mas formal del mundo. --Escucha, David… tengo que escribir cuatro cosas sobre fruterias, tu que eres de mercado, ?sabes algo? --Yo conozco a los del mercado, ven el lunes y te los presento. --Manana tengo que tenerlo a punto. --Joder, Paco, ?y ahora me lo dices? --Ahora he recordado que trabajas en el mercado. Peter, que aun no habia abierto la boca, se descojona de risa y me dice que no cambiare nunca. --?Eres periodista? --pregunta Jennifer. --Si, guapa, es periodista, pero si no espabila pronto dejara de serlo. --!Vete a la mierda! Que quereis, cuando no me hacen escribir los horoscopos, me hacen escribir de sandeces. --Y pues, ?tu te crees que todos empiezan con una columna en el New York Times?

  • Los hermanos JO.DE.TE (Mon 7) de Cristo Alcala

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    Tres rostros, iguales.
    Pero tres personas, diferentes.
    El angel.
    El demonio.
    Y la balanza.
    Los tres famosos hermanos gemelos, Mon.
    Joviano, Denicio y Tesar.
    O como bien se los conoce.
    Por los hermanos Jo.De.Te.
    Porque son, sexis.
    Porque son, populares.
    Porque son, calientes.
    Y si te enamoras de uno, te jodes.
    Como lo hice yo.
    Pero con la gran pregunta.
    ?Con cual, me quede?

  • Los bisontes de Altamira de Alberto Vazquez-figueroa

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    La historia novelada de un antepasado muy remoto, aqui bautizado como Ansoc, el gran pintor que hace alrededor de 15.000 anos convirtio una cueva en el mas asombroso escenario de la vocacion artistica y el excepcional talento creativo del ser humano. Miles de anos despues, artistas de todos los estilos y procedencias siguen volviendo sus ojos con admiracion a esa cueva y a ese creador, que inspiro las reveladoras palabras atribuidas a Pablo Picasso: "desde Altamira todo es decadencia".

  • Chantal (Paris 2) de Emma Madden

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    Entro en el invernadero intentando ignorar el telefono que no paraba de sonar, y se concentro en sus frutas sin pensar en nada, una media hora muy productiva hasta que no pudo mas, cogio el aparato y contesto a Harry, su ex, que llevaba dos dias acosandola. --!?Que quieres, Harry?!, si tienes algo que decirme hazlo a traves de mi abogada, ya lo sabes. --Es personal. Ha muerto mi padre. --Vaya... Se enderezo para prestarle atencion y recordo a su exsuegro, ese hombre britanico tan agradable, de los pocos de la familia Archer que desde el principio habia sido amable con ella, y se sintio un poco culpable. --Lo siento mucho ?Que ha pasado? --Un infarto de miocardio, el funeral sera la semana que viene, te aviso por si quieres venir a Manchester. --Te lo agradezco, pero no puedo, sin embargo, manda mis condolencias a toda tu familia, por favor. De verdad que lo siento mucho, ?tu como estas? --Me gustaria que vinieras, Chan, necesito que vengas a acompanarme. --Lo siento de veras por ti y por tu familia, Harry, pero no voy a ir, no puedo y tampoco es necesario, llevamos tres anos divorciados. --?Ni siquiera en un momento asi vas a bajar la guardia, Chantal?, ?cuando te has convertido en una hija de p...? No siguio escuchandolo, le colgo de inmediato, apago el telefono y volvio a su huerto respirando hondo. De verdad le daba mucha pena la muerte del senor Archer, que debia tener poco mas de setenta anos, pero no pensaba caer en las garras de Harry otra vez, nunca mas, porque ese tio era capaz de utilizar cualquier cosa con tal de manipularla. Cerro los ojos procurando no debilitar su posicion y no claudicar despues de tres anos de esfuerzos por quitarse a ese individuo de encima, y se puso a limpiar malas hierbas pensando en Etienne y Sol, que le habian contado esa manana que iban a ser padres. Una noticia maravillosa para todo el mundo, especialmente para su amigo, que siempre habia sonado con tener una docena de ninos correteando por su casa. Etienne, con el que se habia criado y al que consideraba un hermano, era hijo unico, al menos dentro del matrimonio de sus padres, y admiraba profundamente a las familias con muchos hermanos, en eso era muy convencional, y, aunque se habia pasado toda la vida ejerciendo de seductor de una noche y de rompecorazones oficial, al fin habia encontrado una mujer con la que sentar la cabeza y tener hijos, y eso no la podia alegrar mas porque ambos se lo merecian, tanto el como Sol, porque ambos eran increibles, y estaba segura de que iban a ser unos padres extraordinarios. Sin querer calculo que Sol iba a ser madre a los treinta y tres anos, una edad muy avanzada para el criterio de su abuela, pero una edad estupenda para los tiempos que corrian, y suspiro un poco contrariada, porque eran los anos que ella habia previsto para ser madre, por eso se habia casado justo antes de cumplir los treinta. Lamentablemente, con la joyita de marido que habia elegido, el proyecto de tener familia numerosa habia quedado aparcado desde el principio, se habia hecho inviable y en el fondo se alegraba, porque haber dado a sus hijos un padre con Harry Archer habria sido una verdadera faena. --!Chanty! La voz de Jean-Jacques la saco de golpe de sus elucubraciones y salio del invernadero para saludarlo. El entraba por el jardin muy abrigado y acompanado por un hombre de su misma estatura, muy atractivo, con el pelo y los ojos oscuros, que le sonrio incluso antes de que los presentaran, provocando que ella casi se cayera al suelo de la impresion. --Te he traido a Luca, hoy tenia la tarde libre y hemos venido a echar un vistazo. ?Puedes dedicarle unos minutos? --Claro. Hola, Luca, encantada de conocerte al fin. Se dieron la mano y el se la estrujo de una forma muy contundente, cosa que agradecio, porque odiaba a las personas que te rozaban los dedos y te dejaban a medias. --Lo mismo digo, encantado de conocerte, Chantal. Madre mia, tienes un senor invernadero --Dijo acercandose para mirarlo de cerca y ella asintio. --Lo construyo mi abuelo, yo solo lo mantengo lo mejor que puedo. --Y ?que cultivas? --Cerezas, fresas, frambuesas, moras... tambien algunas flores. Es grande y puedo tener un poco de todo. --Es muy solido, precioso, me encanta. --Gracias. --Y ?que es lo que quieres reformar concretamente? --La cocina y si me queda presupuesto el comedor e incluso la escalera. La casa es vieja, como podras ver tu mismo, y necesita un buen lavado de cara. --Perfecto, voy a echar un vistazo. Pronuncio con un leve acento que ella no identifico, y camino de vuelta a la casa. Chantal miro a Jean-Jacques, que le habia recomendado muchisimo a ese hombre, un contratista muy profesional que habia hecho la ultima reforma a su restaurante-vivienda-almacen de Montmartre, y le sonrio. --Vaya, es guapisimo. --Eso dicen las chicas del restaurante. --?No era que estaba muy liado y...? --Lo esta, esta muy liado, pero hemos tenido suerte y ha hecho un hueco para venir a ver la casa --Se acerco, la abrazo por los hombros y le beso la cabeza-- ?Que tal, pequenaja?, ?va todo bien?--Me ha llamado Harry, ha fallecido su padre. --Lo siento, pero no se para que te llama a ti. --Yo tampoco... y... Etienne va a ser padre --detuvo el paso y busco sus ojos--, esperan un bebe para el verano y estan muy felices. --Con Sol, supongo. --?Quien sino? --observo como se echaba a reir y ella fruncio el ceno-- ?De que te ries? --De que el cabron hasta para eso ha tenido suerte. --Jean-Jacques... --Siempre cae de pie, Chanty, hasta para superar el universo de tias superficiales y absurdas con las que ha salido toda la vida, y lograr que una mujer como Sol se enamore de el y le quiera dar hijos. Si eso no es suerte, no se lo que es. --Son tal para cual, estan muy enamorados y es una noticia maravillosa. Ellos estan felices, asi que no me seas tan cinico y alegrate un poco. --Y me alegro, trasladales mi enhorabuena. --?Ni en un momento asi de trascendental vas a llamar a tu mejor amigo? --Hace cuatro anos que no hablo con mi mejor amigo. --Igual ahora tienes un buen motivo para acercarte... !Jean-Jacques! Lo siguio al ver que le daba la espalda para entrar en la casa y lo sujeto por el brazo, pero el la esquivo muy serio y le clavo los ojos oscuros. --Chantal, te quiero, eres mi mejor amiga, mi hermana, pero, por favor, no te metas en esto, te lo he dicho muchas veces, no intentes mediar. Tu sabes lo que hay. No voy a llamar a Etienne Clermont-Torrenne, ni ahora ni nunca, y no quiero discutir contigo por su culpa. ?Lo tenemos claro? --Si. --Muy bien, muchas gracias. ?Entramos para hablar con Luca?, no creo que disponga de mucho tiempo para que le expliques lo que quieres hacer. 1 --Quiere otras dos tartas. --No puede poner tres tartas, es una boda, solo hace falta una. --A mi no me mires, Chantal, yo solo te transmito lo que me ha dicho llorando por telefono. --Merde! Exclamo enfadadisima, porque habia clientes que realmente era para matarlos, se limpio las manos y salio de la cocina para entrar en su despacho, cogio el telefono y llamo a Marlene, esa actriz tan famosa que se casaba a los cuarenta anos por tercera vez y que les estaba complicando la vida desde el principio, incluso antes de firmar el contrato para hacerse cargo de los postres y la reposteria de su boda. --Hola, Marlene, soy Chantal Durand. --Hola, cielo, acabo de hablar con tu ayudante y... --Lo se, por eso te llamo. ?Como es que ahora quieres dos tartas nupciales mas? La boda es manana. --Solo son dos tartas. --?Solo son dos tartas?, ?no te imaginas el trabajo que da una tarta y mas aun siendo de boda? --Bueno, yo... --Sin contar con que la tradicion manda UNA tarta, no dos o tres. --Bueno, eso es asunto mio. --Claro, si hubieses avisado antes y no a veinticuatro horas de tu banquete seria asunto tuyo, pero ahora es asunto mio y solo puedo decir que no, no puedo multiplicar mi plantilla para hacer dos tartas mas. --Tenemos un contrato. --Minuciosamente detallado y ahi aparece una sola tarta de boda. --Chantal... --Es lo que hay, Marlene, esto es un catering, una cocina con sus limitaciones, y a veinticuatro horas de tu boda no puedo hacer milagros, lo siento mucho. --Joder, es que se verian muy bonitas a cada extremo de la mesa principal y luego una en medio... --Haberlo pensado antes. --Ya me has amargado el dia, Chantal. --Lo siento mucho, tengo que dejarte. Adios. Le colgo y no penso ni diez segundos mas en ella, miro la oficina, que estaba un poco desordenada, la ignoro y regreso a su taller-cocina para seguir trabajando porque, afortunadamente, Marlene no era su unica clienta, tenian muchos encargos y muy poco tiempo para perderlo con las chorradas de la gente, mucho menos si esa gente era tan poco respetuosa con el trabajo de los demas. Echo un vistazo general a su equipo, seis chicas y dos chicos de cocina, mas Joan, la administrativa, y Marie, su mano derecha, vio que estaban todos concentrados en sus respectivas tareas, y decidio hacer lo mismo, es decir, centrarse en la suya, precisamente para rematar la tarta de boda de Marlene, que les habia quedado preciosa. En realidad, las tartas de boda le estaban salvando la vida desde hacia tres anos, justo despues de que Harry arruinara su restaurante, y de paso toda su existencia, cuando habia hipotecado su casa, pedido creditos a bancos e incluso dinero a un prestamista para tapar sus negocios ruinosos, sus vicios y su doble vida, porque encima le habia empezado a ser infiel nada mas casarse. Jamas se podria perdonar el haber tardado tanto tiempo en darse cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor. Ella era consciente de que sus padres, su hermana, Jean-Jacques y Etienne algo sabian, porque muchas veces habian intentado abrirle los ojos con respecto a las "maniobras" de Harry a sus espaldas, pero no habia hecho caso a nadie, se habia empenado en proteger y defender a su marido, se habia peleado con todo el mundo por el, y al final, la cruda realidad le habia estallado en la cara. Solo cuando el banco la habia llamado para advertirle que iban a subastar su piso, cuya hipoteca creia haber estado pagando religiosamente durante mas de tres anos, habia despertado, habia parado el mundo y se habia dedicado a comprobar personalmente sus cuentas, sus tarjetas y todo eso que Harry habia manejado a su antojo, y habia descubierto que estaban arruinados, que tenian infinidad de deudas y que estaban en la calle, porque ya no habia forma humana de rescatar su casa, y entonces, solo entonces, habia enfrentado a su maridido, que lo habia negado todo, claro, escurriendo el bulto para terminar culpandola a ella y a su restaurante de semejante ruina. Era curioso, porque incluso tres anos despues del divorcio, Harry Archer seguia negando la mayor, seguia negando que sus malas inversiones en bolsa, sus negocios absurdos patrocinando galas de boxeo, torneos de poker clandestino o apuestas deportivas, los habian empujado al abismo; seguia diciendo que no habia sido culpa suya e incluso delante de Etienne, que por ella, para no verla en la carcel, habia asumido la integridad de sus deudas, se atrevia a asegurar que su bistro en el distrito IX, junto a la Opera de Paris, los habia arruinado y llevado a la indigencia. Asi de cabron era, ni siquiera habia querido apechugar con sus errores y no le habia importado nada cargarla a ella con toda la responsabilidad. Ese era el amor que le tenia, y que seguia reclamando porque era un imbecil muy persistente, y apenas lo podia soportar. Apenas podia soportar pensar en el, menos hablar de aquella epoca oscura y aterradora en la que habia tenido que enfrentarse a empresas de cobros, llamadas de los bancos, acreedores... hasta acabar rindiendose, volviendo primero a casa de sus padres, luego pasando por aceptar el dinero de Etienne y por ultimo cerrando su precioso bistro, mientras iniciaba un proceso de divorcio igual de espantoso porque Harry no habia tenido ni la decencia de apartarse de su vida como un caballero. Y la pura verdad es que encima, a pesar de todo, se tenia que considerar una afortunada, porque al menos habia tenido a su familia, a Jean-Jacques y a un amigo rico como Etienne dispuesto a salvarla, y no la habian dejado sola. Gracias a todos ellos habia empezado de cero haciendo pasteles y tartas en la cocina de su madre para vender puerta a puerta en restaurantes y cafeterias, incluso en colegios u oficinas, y poco a poco, trabajando los fines de semana en el restaurante de Jean-Jacques, habia juntado dinero suficiente para contratar una ayudante y comprar artilugios de cocina mas sofisticados, y cuando el mismo Etienne, del que no queria recibir mas ayuda economica, la habia presionado para que se mudara a la casa que le habia comprado a su abuela en Belleville, casa donde ambos habian pasado muchos anos de su infancia, se habia independizado del todo, habia empezado oficialmente su catering alli y cuatro meses despues, con mucha ilusion, habia podido alquilar un taller grande y con muchas comodidades en el centro de Belleville, desde donde se estaban dando a conocer a todo Paris gracias a su reposteria y a sus ya celebres tartas de boda. Por supuesto, los contactos de sus amigos y su familia habian ayudado a allanarle el camino, los encargos de Jean- Jacques o de otros chefs conocidos le habian dado el primer espaldarazo, pero lo cierto es que se lo habian currado mucho, todo su equipo, empezando por Marie, que era un as en las redes sociales y los habia convertido en primera opcion para muchos clientes VIPS, y de ella misma, no pensaba quitarse el merito, porque llevaba dejandose la piel en su negocio tres anos enteros y sin parar ni siquiera los fines de semana. "Tantos estudios, tanto Le Cordon Bleu y tanto master en la Academia de Artes Culinarias Suiza para acabar regentando una pasteleria de toda la vida", decia su abuela Milu cuando se enfadaba con ella por no buscar trabajo en un restaurante de categoria, y tal vez tuviera razon, pero a ella le daba igual, porque lo importante era cocinar, crear piezas preciosas y deliciosas como la tarta de boda que tenia delante, y en el fondo daba igual donde lo hiciera. --Hola, guapa. --!Hola! --Levanto la cabeza para saludar a Sol, a la que no habia oido entrar en la cocina, y ella le sonrio dejando encima de la mesa varias cajas rectangulares de carton--. Vaya sorpresa. --Te traigo los Eclairs, ocho docenas. --!?En serio?!

  • El cazador de fantasmas de Arlette Geneve

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    Rachel es una medium sensitiva que ayuda a espiritus a mantener un ultimo contacto con sus familiares vivos, tambien a desenmascarar a falsos clarividentes, pero todo cambia cuando en una sesion para mostrar un fraude, un espectro peligroso contacta con ella. Rachel se encuentra ante un peligro muy real, y por eso busca la ayuda del unico que puede darsela.

  • En sus ojos de Ambar Mansilla

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    ?Puede una persona que solo quiere morir salvar a otra que solo quiere vivir?

  • El recuerdo del viento de Marta Marquez

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    El tenia treinta y un anos y su vida, una vez mas, volvia a dar un giro. Habian transcurrido mas de dos anos desde que habia dejado atras aquellas calles que le habian regalado tantos momentos, pero su barrio seguia tan vivo en su mente como en su corazon. Escondido alli, habia algo que le hacia recordar una y otra vez. Aunque creyo que nunca volveria, un suceso inesperado lo obliga a hacerlo, y el miedo se apodera de el otra vez , como le sucede siempre que tiene que volver. El viento del pasado regresa para llevarlo. El mismo que siempre le trae los mismos recuerdos. Ella tenia veintitres anos y continuaba como siempre. Seguia recorriendo las mismas calles una y otra vez y, pese a los anos transcurridos, seguia sintiendo que su vida aun no habia logrado completarse. Si miraba hacia atras, solo habia un momento en el pasado en el que se habia sentido parte del mundo que la rodeaba, pero eso ya no era mas que un antiguo recuerdo. Desde hacia mas de dos anos paseaba por las calles de la ciudad en busca de la emocion perdida, a la espera de volver a encontrarla tras alguna esquina. No podia evitar pensar que el aire que ahora respiraba habia dejado de ser el mismo. PRIMERA PARTE CAPITULO 1 David apuro el ultimo trago de whisky y dejo el ancho vaso vacio sobre la mesa. Apago el cigarrillo y respiro hondo. Todo estaba sumido en la oscuridad y el silencio reinaba a su alrededor. Consulto su reloj de pulsera. Faltaban veinte minutos para que las manecillas marcaran las dos de la madrugada. La noche era calida para ser septiembre, pero la madrugada habia traido con ella una fresca brisa marina. Se puso de pie y abrio un poco mas el gran ventanal que separaba la pequena terraza de la sala de estar. Ya en el interior, agradecio el calor que envolvia la sala. Al encender la luz todo se transformo. Lo que hasta hacia escasos segundos no eran mas que sombras que reptaban por las paredes, eran ahora sus enseres y recuerdos. Pudo ver el sofa negro que habia apoyado contra la pared y, frente a el, el mueble de estilo moderno de color ceniza que contenia dos fotografias, una en la que posaba junto a su amigo Damian y otra de el mismo cuando era un nino, una maqueta de un coche antiguo a escala y un gran televisor de plasma. Recorrio la sala de estar en unos pocos pasos y llego hasta el estrecho pasillo que separaba el cuarto de bano de su habitacion. El piso era tan pequeno que podia recorrerlo en menos de un minuto; pero no le importaba, era suficiente para el, ademas desde las ventanas podia ver el mar y con eso le bastaba. Se lavo los dientes frente al espejo y contemplo su imagen con cierta desidia. En los ultimos meses habia ganado algo de volumen y sus musculos eran ahora mas robustos y definidos. Las horas que pasaba en el gimnasio practicando boxeo daban sus frutos. Apago la luz y su imagen se perdio en el espejo, formaba ahora parte de la oscuridad. Camino hasta su habitacion. A traves de la ventana, se colaba la luz procedente de las farolas que habia en la calle y, aunque era una tenue claridad, pudo distinguir sin problema la gran cama de dos por dos que presidia la habitacion, las dos mesillas que habia a cada lado y en las que ahora no podia distinguirse el color chocolate que las banaba. La silueta del televisor que colgaba de la pared parecia querer fundirse con los graciles reflejos brillantes y blanquecinos de la luz. Se metio en la cama y se desprendio de la ropa que llevaba. Se quedo solo vestido con su ropa interior blanca. Cerro los ojos cuando el reloj digital marcaba las dos. La alarma lo desperto como cada dia. Eran las nueve de la manana. Se quedo unos minutos tumbado en la cama, enredandose entre las sabanas y sintiendo la irresistible tentacion de cerrar los ojos de nuevo y dejarse llevar por las olas del sueno. Al final, y no sin esfuerzo, se levanto de la cama despacio. Subio la persiana y sonrio cuando vio que el sol brillaba esplendoroso. Abrio la ventana y recibio el sonido del mar que se encontraba a tan solo unos metros. El mismo mar que escuchaba cada manana al despertar, que le gustaba contemplar cada noche antes de dormir, el que llevaba un par de anos regalandole el aroma salino que tanto le gustaba. El mismo olor que lo recibia cada manana al salir a la calle. Camino escasos metros hasta que llego a su coche, aparcado frente al bloque de apartamentos. El Opel Astra negro que hacia tantos anos lo acompanaba. El mismo que esperaba que lo escoltara en todos los viajes que estaban por venir. Poco mas de diez minutos despues, llego frente a la tienda de recambios de vehiculos en la que trabajaba desde hacia mas de un ano. Aparco su coche en el pequeno aparcamiento que habia junto a la trastienda y saludo con un movimiento de cabeza a su companero que tambien acababa de llegar. --Vamos a ver que hacemos con este lunes. --El chico sonreia, pero unas marcadas ojeras azules bajo sus ojos parecian indicar que el dia seria duro y que el fin de semana debia haberlo sido aun mas. David sonrio. Llevaba trabajando con ese chico desde el primer dia. Ruben tenia veinticinco anos y llevaba mas de siete trabajando en aquella tienda que era propiedad de un familiar. Nunca habia mostrado demasiado interes en los estudios, y todos siempre supieron que alli estaria su futuro. Era un joven alegre, de mirada traviesa y picara sonrisa. Divertido y amante de la fiesta, tambien era un chico responsable y carinoso con el que David habia entablado una amistad casi desde el primer minuto. Cuando lo miraba no podia evitar ver a la misma persona que el habia sido algun dia y de la que no conseguia desprenderse del todo. Miro el reloj. Eran casi las diez de la manana. Su jornada laboral estaba a punto de empezar. Los casi diecisiete meses que llevaba trabajando alli lo habian convertido en todo un experto sobre la materia, ademas, su desparpajo innato y su simpatia le encumbraban como uno de los mejores vendedores de la tienda, motivo por el que su jefe, Ramon, siempre accedia a todo lo que David le pidiera; lo cierto es que era un buenazo, bajo su apariencia de hombre robusto y barrigon se escondia uno de los corazones mas grandes que David se habia encontrado en toda la vida, era tranquilo y sosegado, aunque podia hacer temblar al mas valiente cuando arrugaba su frondoso bigote, sintoma inequivoco de que su paciencia se habia agotado. A las dos y cinco de la tarde se dirigio al almacen. En uno de los extremos, en una pequena sala que entre ellos habian habilitado con un par de viejos sofas, un antiguo televisor y una estrecha mesa de madera que ya nadie usaba, pasaban los ratos de descanso. Se dirigio a la maquina que habia junto a la puerta y cogio un refresco de cola y un sandwich de jamon york con queso. Comio en silencio pensando en lo que haria cuando su turno terminara. Aquel dia seria a las siete de la tarde, era un buen horario, le ofrecia la posibilidad de tener gran parte de la tarde libre, y el sin duda la aprovecharia golpeando un saco de boxeo, no se le ocurria otra forma mejor de hacerlo. Miro el cuadrante que habia colgado en la pared y lo memorizo en un segundo. Era una de las cosas que mas le gustaban de ese trabajo. Como la tienda abria de diez de la manana a diez de la noche de forma ininterrumpida, los trabajadores podian planificarse los turnos de forma que a todos los favoreciera. David siempre lo organizaba de forma sutil para coincidir con Ruben, su inseparable companero, y para que las prioridades de Ramon y de Miguel, el hombre de calva brillante y sonrisa constante que siempre le hacia reir con su inocencia e ingenuidad, se antepusieran a las de Alvaro. De todos sus companeros este ultimo era el unico con el que David apenas cruzaba mas de dos palabras. No soportaba la forma que tenia de andar entre los demas, creyendose siempre el mejor y el mas listo en todos los ambitos. Eran dos defectos que para David eran imperdonables y que convertian su relacion en imposible. Pero no le importaba, aquel hombre no era mas que alguien que pasaba por su vida de forma temporal, que olvidaria en cuanto lo perdiera de vista y que no volveria a recordar jamas. Aparco frente al gimnasio y cogio la mochila que estaba en el maletero. La temperatura era suave esa tarde de mediados de septiembre. Mientras caminaba, aspiro una bocanada y se dio cuenta de que el aire ya era diferente. El verano iba perdiendose entre las calles de aquella ciudad costera. Habia estado tan ocupado ultimamente que apenas habia reparado en ello y de pronto se sintio un tanto melancolico. El final del verano suponia un cambio, algo que en un lugar como Valencia se hacia aun mas pronunciado. Los turistas habian empezado a marcharse, la playa estaba cada vez mas vacia y el silencio que llegaba poco a poco cubria todo bajo un manto de nostalgia. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de su telefono movil. Lo busco en la mochila y sonrio cuando vio el nombre que aparecia en la pantalla. --Hola, Damian --dijo con la alegria implicita en la voz. Siempre que hablaba con su amigo, el que aun seguia siendo su mejor amigo, la felicidad lo invadia. Se alegraba de haber conseguido mantener la relacion de amistad con el a pesar de todo. --David, ?Como estas? Noto enseguida que la voz de su amigo era debil. --?Va todo bien? --pregunto sin mas dilacion. Hubo un silencio al otro lado que se prolongo durante unos segundos. --Estoy en Madrid --Damian respondio al fin. David fruncio el ceno. Su amigo vivia en Barcelona desde hacia casi dos anos. --?Estas de visita? --Mientras hacia esa pregunta noto que su estomago daba un vuelco. Siempre que pensaba en Madrid se sentia de la misma forma, no podia evitarlo. De repente sintio vertigo. El mismo que si estuviera frente a un precipicio. --Es mi padre, David. --La voz de su amigo se suavizo--. No esta bien. --?Que ha pasado? --Bueno, le han detectado cancer de pulmon. David abrio desmesuradamente los ojos y apreto los punos, no esperaba una respuesta tan directa. --Vaya... yo... no se que decir. Lo siento mucho. Muchisimo. --Sintio que daba un paso mas hacia aquel precipicio. --Lo se. --Damian parecio sonreir al otro lado--. Solo queria que lo supieras. Queria contartelo. Queria hablar contigo. --Sabes que yo siempre estare aqui. --Sonrio--. ?El como esta? --Bueno solo hace un par de dias que lo sabemos. Esta bien, ya sabes como es. He venido a pasar unos dias con el. Con ellos. David sintio que la sensacion de vahido era aun mas acuciante. Ellos. Aquella simple palabra significaba tanto para el que no pudo evitar sentirse fragil. --?Como esta ella? Esa palabra tan sencilla temblo en sus labios. Era incapaz de hablar de Sara, de pensar en ella sin sobrecogerse. --Esta bien. Sabes que es fuerte. Muy fuerte. --Claro. --Al pensar en la chica su mente volo cientos de kilometros, casi podia sentirse a su lado, como en los viejos tiempos, como cuando Sara era tan familiar como su propia sombra--. ?Cuantos dias estaras en Madrid? --Aun tengo un par de semanas de vacaciones, asi que aprovechare para quedarme aqui. No quiero irme ahora. No quiero dejarlos solos. Un pensamiento atraveso su cabeza a toda velocidad, como un rayo que vuela en un cielo de verano una noche de tormenta. Y tal y como lo penso, lo dijo en voz alta, y de inmediato se arrepintio de ello. Salto directamente hacia el precipicio sin pensarlo. --Ire a verte. Cuando termino de decir la frase cerro los ojos y susurro una maldicion. --Eso seria estupendo. --La voz de su amigo de repente habia cobrado fuerza. David sonrio. Aunque fuera duro para el, aunque volver a Madrid lo asustara mucho mas de lo que estaba dispuesto a reconocer, tenia que estar con su amigo en un momento como ese, queria estar con el. --Quiza pueda ir el fin de semana. --Ojala puedas hacerlo. Ven cuando puedas. --Te llamare en cuanto sepa algo. --Comenzo a caminar de nuevo y se apoyo contra un banco de piedra que habia frente al gimnasio--. Damian, estate tranquilo. Yo estoy contigo, ya lo sabes. --Lo se. Muchas gracias. Colgo el telefono y se quedo mirando la pantalla. Su mente estaba bloqueada. Aquella llamada habia cambiado todo en un segundo. De pronto habia tomado la decision de ir a Madrid, y ahora que empezaba a ser consciente del alcance de sus palabras, sentia miedo. Miedo de volver. Miedo de volver a verla.

  • Ayudame a sentir. Entre sus brazos de Orlando Curtes

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    Ayudame a sentir y Entre sus brazos
    Dos historias diferentes donde luchar por el amor sera el ingrediente comun para unos personajes que pelearan por conservar a la persona correcta en su vida.

  • Sal de mi camino, Valentin de Sarang Hee

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    <>. Mi mantra mananero es una verdad fuerte y bonita la cual muere en mis labios con la entrada en escena de mi archirrival, Valentin. No hace falta que levante la cabeza del teclado para saber que esta entrando. Su perfume eau du toilette de Channel, es su aviso de llegada, cual memorandum reconocido por el edificio entero. Sus pasos acompasados se escuchan cada vez mas cerca y una vez llega a nuestra oficina, como de costumbre, ni siquiera nos dedica un ‘buenos dias’. Valentin no saluda, nunca. Su comportamiento no nos sorprende ni un poco, ni a mi, ni al resto del equipo de chicas en el departamento. Ese acto o, mejor dicho: ese no acto, es muestra constante de la mala educacion del hombre. En un principio todas nos mortificabamos por ello, algunas de las muchachas no sabian que hacer; si no saludarlo de plano, o seguir haciendolo para recibir como respuesta un incomodo silencio sepulcral. En la actualidad nos hemos acostumbrado y no gastamos saliva ni energia en saludarlo. --Senor Valentin, los reportes que me solicito ayer estan encima de su escritorio; al igual que su cafe, y los curriculos de los mejores prospectos para la division de China. Celine, una menuda mujer de treinta anos, es la secretaria de direccion y tiene la tarea de todos los dias hacer lo mismo; recibir a Valentin e informarle de cualquier novedad, entretanto, el camina a su oficina, con la mirada en Jupiter. --Bien, revisare todo. Para su conocimiento voy a estar en una llamada internacional, que nadie me moleste por las siguientes horas. --Si, senor --responde una aliviada Celine. Con su primera mision del dia cumplida ella se aleja de la oficina de cristal, mejor conocida como la "pecera", con su semblante mas relajado que antes. Pasa frente a mi escritorio y hace su acostumbrada senal de alivio, le sonrio y le doy un pulgar para arriba. --Aruba. --Valentin dice mi nombre para llamar mi atencion. --Valentin --le respondo sin dejar de mirar mi computador, mas porque se que le molesta que lo ignore, que porque realmente este muy metida en lo que estoy haciendo. --?Tendras listo lo que te pedi ayer? --pregunta y asiento, sin despegar los ojos del brillante aparato. --Casi ya, en menos de veinte minutos estara en tu bandeja de correos. --No hace falta que levante mis ojos para saber que su mirada a Jupiter ha aterrizado y ahora esta puesta en mi. --Me parece perfecto, asi lo revisamos juntos antes de que te vayas a casa. Con todo dicho entre los dos, se mete en su oficina y se termina la conversacion. Todas de cierta forma respetan a Valentin, no solo porque es el jefe del departamento. El se preocupa por cosas que van mucho mas alla de la produccion y operacion, tambien le importa que su equipo aprenda y que sus colaboradores sean capaces de tomar decisiones en cualquier caso urgente. Eso, de alguna manera compensa la lengua inclemente del maleducado y engreido jefe. No se anda por las ramas, si te ganas una respuesta mordaz de su parte, la tendras seguro. !Oh, si lo sabre yo! Que fui su primera victima. Nunca olvidare esa manana de ingreso en la que, entre diez candidatos, el y yo estuvimos sentados uno al lado del otro, llenando pruebas psicologicas y examenes para determinar que tan buenos eran nuestros perfiles para el puesto. Fue un largo dia de preguntas parecidas en complejidad a problemas de fisica y respuestas a la altura. Al final de la tarde de ese dia nos habian dado los resultados, en los cuales yo aparecia como seleccionada y me di cuenta de que el tambien. Pletorica como estaba, me atrevi --con una sonrisa de boba satisfaccion personal por el logro -- a invitarle a tomarnos unas cervecitas para soltar el lastre. Mi ERROR. Ese hombre que me parecio en su momento un elegante y educado caballero; alto, de rostro bonito y ojos claros, casi en el mismo tono de su pelo castano. Me miro por encima de un hombro y sin pena alguna me dijo:--Yo no salgo con companeros de trabajo y mucho menos si son mujeres solteras que puedan malinterpretar las cosas. Mi semblante cambio al instante, estaba herida en mi orgullo femenino debido a ese despreciable desconocido, quien pensaba que como no tenia novio --cosa que aun no se como supo-- iba a acosarlo o algo asi. Pero, sobre todo, yo estaba molesta por esa forma desdenosa de mirarme, !como quien tiene un moco en la nariz! En fin, desde ese momento entre nosotros se ha instalado una especie de guerra muda, una de poder y conocimiento. Gracias a esa competitividad escalamos rapido, y hemos sido ascendidos, premiados y reconocidos varias veces, casi siempre uno delante del otro. Quizas por ello siempre he tenido la absurda sensacion de que me esta leyendo el pensamiento: si me lanzo a por un proyecto, el tambien, si hago un cambio novedoso en algo, el lo mejora en otro... y asi ha sido todo el tiempo. Es tanto el sofoco que causa en mi toda nuestra historia, que es inevitable no sentirme predispuesta, como si el pesado hombre estuviese en mi camino. Hace un ano que la competencia individual ha cesado, ambos fuimos promovidos a la vez para encargados del departamento de diseno grafico y perfil de la marca. Actualmente el es el Gerente y yo la Subgerente, por lo que la tregua esta en el aire, ambos estamos concentrados en hacer de este departamento el mejor y tocandonos la moral uno al otro, no iba a funcionar. Inconscientemente levanto la cabeza un momento de la hoja de calculo en la que estoy trabajando y le veo a traves de los cristales de su oficina, enfrascado mas de lo usual en una discusion telefonica. Aun asi, sus ojos se encuentran con los mios por un instante. Incomoda y poco interesada, le retiro la mirada y sigo en lo mio. Se supone que el y yo debiamos compartir ese espacio cerrado y privado que es la pecera y que dejariamos al resto de chicas en los cubiculos, trabajando sin la presencia de un jefe tan cerca. Cuando surgio el tema me negue en rotundo a compartir un espacio tan pequeno con el. Es cierto que estamos en tregua, pero bien, lo que se dice bien, no nos llevabamos como para compartir oficina. Sin mucho palabreo el se quedo con la pecera, mientras yo nadaba con los otros peces del estanque, y no me arrepentia de nada. Sigo concentrada en redactar un correo para enviar el informe contable del departamento, reviso lo que escribo, en el interin mi extension telefonica suena. En la pequena pantalla se refleja el numero de la extension de Maite, mi chica estrella. Tomo la llamada sin dejar de teclear el correo. --?Has visto la cara de sieso que ha traido hoy? Parecia que tenia un palo en el culo… --La diatriba, una que he escuchado antes. --!Maite! --la reprendo evitando a duras penas sonreir--. Te he dicho que no esta bien que hables asi de tu jefe. No es etico ni profesional, bajo ningun concepto, aceptar que tus colaboradores ofendan a sus superiores, incluso cuando estos se lo merezcan, como es el caso puntual de Valentin. --Aruuu, sabes que solo hablo del demonio con ustedes y es porque no entiendo como un hombre que se ve tan bien fisicamente es tan odioso e imbecil. ?Valentin verse bien?, si. No le miro mucho ni por asomo. No quiero que me vuelva a culpar de que le acoso. Al principio me costaba ignorar lo bien parecido del tio, ahora, sin embargo, lo hago con la misma facilidad con la que piso una cucaracha... Sin remordimiento. --Hay de todo en la vina del senor, Maite, vive con eso. --Con mi comentario intento quitarle hierro al asunto. --!Claro que no! Pero no te he llamado para eso: ?Aun esta en pie lo de esta noche? -- inquiere animada. Su voz es peculiar y un poco chillona, incluso a traves de la bocina del telefono. --?La cena de inauguracion de la semana del Amor? Si, a las nueve en punto nos casaremos con par de cervezas y un plato de pasta japonesa. --Con ese pensamiento tambien me animo un poco y dejo a un lado el correo casi listo. --Esa es mi jefa, iremos todas y la pasaremos bien, total, manana no se trabaja. ?Que haras hoy? Tendremos la tarde libre. --Tengo todo organizado para ir al spa y relajarme el resto de la tarde --le comento girando el asiento, en tanto rebusco algo en una carpeta. --Wao, que envidia, yo tengo que ir con mi madre a visitar a mis tias, imagina lo que me espera --se queja Maite. --No te lamentes, podria ser peor. --Define peor… --Podrias tener una desagradable cita… --Eso no es malo, yo encantada. Necesito darle alegria a este cuerpo. --Su voz no ha bajado nada, seguro la han escuchado el resto de las chicas. --Por Dios, Maite, ?como eres tan descarada? --cuestiono divertida. --Pues asi como asi. Se me da natural. --Ya veo que si. De todas formas, si quieres puedes venirte al spa conmigo --la invito. --Nah, ve tu sola, en la noche nos vemos. --Ok. Terminamos la llamada y yo releo el cuerpo del correo, luego adjunto el informe para Valentin, y envio mi mayor pendiente del dia. Al instante mi cuerpo se siente superrelajado, satisfecha de que hoy podre llegar a casa temprano y dejarme hacer de todo en las manos sagaces de un masajista profesional. Espero unos minutos la respuesta de Valentin al correo enviado, aprovecho y le pongo agua al cactus en mi escritorio, es la unica decoracion que tengo en mi cubiculo. Aprecio mucho la hermosa y redonda plantita con espinas que una vez al ano florece para mi, fue un regalo de hace dos navidades. Hicimos un angelito, una actividad de regalar y recibir presentes por varias semanas, para integrar al equipo y reirnos un poco. Ese dia Maite le regalaba a Valentin, y se le ocurrio envolver en una bolsa muy mona una camiseta estampada en el frente con el colerico munequito de la pelicula, Intensamente. Al ver el presente y la cara de Valentin tan igual a la del dibujo, nos reimos hasta llorar. Despues le toco el momento al jefe de entregar su presente y lanzo un discurso: --Este obsequio es muy especial, Aruba, ven aqui. Es para ti y cuando lo elegi lo hice pensando en todo lo que veo en ti. Ya sabia que era el quien me regalaria esa semana, las chicas no se guardan nada. Recibi la bolsa y al introducir la mano me pinche los dedos, lance un grito sutil hasta que saque el bonito pero hiriente cactus. La maseta tenia ojitos y de la planta salia una notita, la abri y alli ponia: "No todo lo que tiene espinas es feo... si no, mirate a ti." Las chicas tambien se rieron de mi expresion al leer la nota y del regalo. Unos dias bastaron para que me encarinara del peculiar y coqueto regalo, tanto que ahora la plantita es la consentida de la oficina. Con Clementina regada --asi se llama el cactus-- vuelvo a mirar el correo, sigue sin llegar una respuesta. Me levanto para ir a la impresora, el aparato es uno solo para toda la oficina. Plantada frente al monstruo blanco me pierdo mirando el calendario grande, que cuelga en la pared del frente. Es sabado siete de febrero y desde hoy hasta el catorce --dia marcado con un corazoncito flechado en el calendario-- la gente actua como loca, comprando cosas para regalar a sus amados. La maquina termina, recojo los impresos y me alejo pensando que para mi este sera un San Valentin mas. Hace unos meses que termine con el chico con el que me estaba liando, gracias a que el muy jodido ya se estaba poniendo intenso, y yo no necesito eso, por lo menos no lo necesitaba de el, que aparte de ponerme cachonda no me hacia sentir nada mas. Valentin con la rabia y tension que causa en mi, significa mas que ese chico. Es una escalofriante comparacion entre el hombre con el que peleo y el hombre con el que me liaba desnuda y al que me montaba como amazona salvaje, pero es la correcta para describir lo poco que me importaba esa relacion con esa criatura con cuerpo de modelo frustrado… --!Auch! --gimo al golpearme la frente con un costado de Valentin, hasta el choque no habia notado su presencia. Estamos solos el y yo en ese pequeno cuarto, levanto mi mirada y lo encuentro observandome serio, con sus ojos de avellana puestos en mi y su mandibula apretada. --?Sera que levantas la cabeza y miras para adelante cuando caminas? --Estamos solos, no hay que fingir que nos llevamos bien. --?Sera que sales de mi camino, Valentin? Por favor, vete a la luna. Yo misma te pago el pasaje. --No te daria esa satisfaccion, ni aunque mi vida dependiera de ello. --Su comentario mordaz y antipatico. --Cuidado con lo que deseas, que los suenos se hacen realidad. Por ahora solo sal de mi camino, esa colonia tuya es demasiado fuerte para estas horas y me molesta.

  • El viaje de don quijote de Julio Llamazares

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    2016, ANO CERVANTES

  • Espiritu de invierno de Elena Morilla Margallo

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    El rey Filian de Baldrenia esta muy enfadado con sus nortenos, tanto que ha decidido ir en persona a poner orden entre los pueblerinos. El siempre debe tener lo que desee, aunque los intereses no coincidan con los de sus subditos. Llevado por el orgullo y la codicia pierde la vida al caer a un lago helado. Cuando parece que todo ha terminado para el aparece la Senora del Invierno. La reina de los espiritus de la estacion le da una nueva forma para que pueda pagar la deuda que ha contraido con ella. ?Podra el ambicioso monarca hallar la forma de solventar sus errores?

  • Acompanando a Simone de Beauvoir de Sami Nair

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    No se nace mujer, se llega a serlo”: esta afirmacion surge como una flecha de El segundo sexo, obra maestra de Simone de Beauvoir, que provoco un verdadero choque cultural en 1949. Mas alla de la “fabricacion” de la mujer, hoy vivimos la toma de conciencia de la forja de los seres humanos, de las identidades aceptadas o impuestas, del rol, en definitiva, apremiante del entorno y de la educacion sobre el individuo. Fundadora del pensamiento feminista moderno, filosofa, escritora, ensayista, militante comprometida, libre e independiente, ha marcado como nadie su tiempo e influye decisivamente sobre el nuestro.

  • El secreto del solsticio de verano, Christine Kabus de Christine Kabus

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  • Hombre de honor de Judy Christenberry

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    FACTURAS, facturas y mas facturas. Abby Stafford suspiro mientras repasaba el correo. La cena estaba sin hacer y Robbie, en el salon, miraba la television con gesto impaciente. Podia oir la musica de su programa favorito mientras el cantaba a todo pulmon, desafinando como siempre. Si no le hubiera dado un quesito para que se entretuviera, estaria yendo detras de ella por todo el apartamento, como un cachorro hambriento. Robbie tenia cuatro anos y medio, pero ella solia llamarlo carinosamente <>. Como su padre, penso. Pero Robbie era lo mas importante del mundo para ella. Un golpecito en la puerta interrumpio sus pensamientos. Tenia que ser Gail otra vez. Por mucho que le dijera a su vecina que no estaba interesada en que le buscase una cita, la mujer no cejaba en su empeno. --Ya te lo he dicho, Gail --suspiro, mientras abria la puerta--. No estoy interesada. --Y yo no soy Gail. El timbre de esa voz era inolvidable, terriblemente familiar. Antes de que pudiese levantar la mirada, las facturas se le cayeron de la mano, planeando suavemente hasta el suelo. Abby penso que iba a pasarle lo mismo, aunque ella caeria con menos gracia. El hombre al que habia amado desde que tenia dieciseis anos por fin habia aparecido en su casa. --?Que haces aqui? --pregunto, con voz temblorosa. No habia visto a Nick Logan en cinco anos, desde el funeral de su padre. Desde que la muerte de Robert Logan habia destrozado sus planes de boda. Sus suenos de irse a Cheyenne y dejar atras Sydney Creek, el pueblo en el que ambos se habian criado. Abby lo miro. Lo miro desde el pelo oscuro hasta las botas. Aquel hombre habia mejorado con la edad. Seguia siendo igual de alto, pero ahora parecia mas musculoso, gracias, sin duda, a su trabajo en el rancho. Y tenia arruguitas alrededor de los ojos castanos, seguramente de guinarlos para evitar el sol. Nick tambien se tomo su tiempo para observarla mientras sostenia el sombrero Stetson con una mano. --He venido a verte. Pero el tono de su voz no era agradable. Era duro, como el. No habia nada de la delicadeza con la que solia tratarla anos atras. --Yo… no sabia que estuvieras en la ciudad. --Si, bueno. Cuando Julie me escribio para decirme cuanto la habias ayudado desde que se mudo a Cheyenne, pense que debia venir a darte las gracias. Habia sido un placer ayudar a la hermana de Nick; eran amigas desde siempre. --Es muy amable por tu parte, pero… --No te equivoques, Abby. No me siento precisamente amable --la interrumpio el dando un paso adelante--. !Estoy furioso contigo! --?Por que? --Como si no lo supieras. Ella lo sabia, pero no pensaba admitir nada a menos que tuviera que hacerlo. De modo que mintio: --Pues no, no lo se. !Y si vas a ser tan grosero, por mi puedes desaparecer otros cinco anos! --Abby estaba a punto de darle con la puerta en las narices cuando oyo la voz de Robbie a su lado. --Mama, ?la cena esta lista? La mirada de Nick se suavizo al ver al nino. --Hola. Me parece que no nos conocemos. ?Como te llamas? --le pregunto, poniendose en cuclillas. --Robbie. ?Tu quien eres? Abby trago saliva. --Nick, no, por favor… El la miro un momento. En sus ojos no habia simpatia alguna. --Soy un amigo de tu madre --le dijo--. Me llamo Nick. Y me alegro de conocerte --anadio, ofreciendole su mano. Robbie la estrecho, sonriendo. --?Eres un vaquero? Abby nunca le habia hablado sobre vaqueros. Habia evitado ese tema, pero hacia unos dias su profesora les habia leido un cuento sobre un perro que ayudaba a un vaquero a guiar el ganado. Y desde entonces su hijo no hablaba de otra cosa. --Si --contesto Nick--. Soy un vaquero. ?Te gustan los vaqueros? Robbie asintio con la cabeza. --?Y montas a caballo? --Claro. ?Quieres que vayamos a montar juntos? Robbie miro a su madre. --?Puedo, mama? --!No! Tienes que ir al colegio manana, carino. Y ahora ve a lavarte las manos. Estamos a punto de cenar. Evidentemente, Nick no se tomo muy bien el rechazo. --Antes de irte, Robbie, quiero preguntarte una cosa. Pareces muy mayor. ?Cuantos anos tienes? Esa era la pregunta que Abby no queria que contestase. --Cumplire cinco en… ?cuantos meses, mama? Ella no respondio. En lugar de hacerlo, lo empujo suavemente hacia el cuarto de bano. Luego se volvio, rezando para que Nick se hubiera ido. Pero el hombre seguia alli, sus anchos hombros ocupando todo el umbral de la puerta. --?Por que no me lo habias dicho? No tenia sentido negarlo. Ademas, le debia una respuesta. --Me dijiste que debia irme a la ciudad, que debia vivir mi vida, ?te acuerdas? -- Abby intento, sin conseguirlo, borrar la amargura de su tono. --!Pero no sabia que estuvieras embarazada! --Yo tampoco. Nick respiro profundamente, pasandose la mano por el pelo oscuro. --Podrias habermelo dicho. Estamos en el siglo XXI, Abby. Hay muchas maneras de ponerse en contacto con la gente. Ella se estiro todo lo que le permitia su metro setenta y tres de estatura. --?Para que? ?Para angustiarte aun mas? Tu madre no se separaba de tu lado y habia cinco ninos que dependian de ti. ?Necesitabas otro? --!Abby, es mi hijo! ?Crees que le habria dado la espalda? --No, a el no, pero a su madre si --contesto ella, apartando la mirada. Todo se habia ido al traste cuando el padre de Nick murio. Las responsabilidades y las obligaciones hacia su familia le pesaban como una losa, haciendo que no le quedase nada para Abby, la mujer de la que, supuestamente, estaba enamorado. --Abby, intente hacer lo que me parecio mejor para ti. --Ah, ?si? ?Y quien me habia puesto a tu cargo? El la miro, turbado. Nadie le llevaba la contraria, nadie se atrevia a enfrentarse con el. Pero Abby no pensaba echarse atras. --?Ibas a quedarte en Sidney Creek despues de terminar la carrera? ?Eso era lo que querias? --pregunto Nick. --Queria poder elegir --contesto ella. Nick nego con la cabeza. --No podia dejar que hicieras eso. Te habias esforzado mucho para terminar la carrera y tenias un trabajo esperandote en Cheyenne… --Y tu tambien --lo interrumpio Abby. --Pero yo tenia otras responsabilidades. ?No entiendes que tuve que hacer lo que hice? Ella asintio con la cabeza. --Yo tambien. --?Esconderme que tenia un hijo durante casi cinco anos? --le espeto el. Abby no queria que aquello se convirtiera en una bronca, de modo que respiro profundamente. --Lo mejor es que te marches, Nick. --!De eso nada! Tu has tenido a Robbie durante cinco anos, ahora es mi turno. Esta ciudad no es sitio para criar a un nino.

  • Ajuste de cuentas (Jack Reacher 7) de Lee Child

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    Mientras pasea por Boston, Jack Reacher ve el rostro de un hombre al que conocio cuando estaba en el ejercito y que deberia llevar muerto diez anos. Desde ese momento, Reacher solo tiene un proposito: acabar con el. No va a ser nada facil. Su presa esta relacionada con una red ilegal que esta siendo investigada por la DEA. Reacher se vera obligado a actuar como agente infiltrado para lograr su objetivo.
    Sabe que es una mision suicida, pero el no es de los que deja los trabajos a medias.

  • Urian de Adrian Blake

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    Mi nombre es Urian… aunque no siempre me he llamado asi. Por mi trabajo de fotografo de moda vivo rodeado de mujeres increibles, pero ninguna logra captar mi atencion… porque solo me importa ella. Olivia es la duena de mis pensamientos… aunque lo nuestro sea imposible. Soy un angel caido, condenado a vagar por el mundo sin encontrar el amor por no seguir unas reglas que me parecian ridiculas. Pero ahora algo ha cambiado. hay algo en Olivia que me hace tener esperanzas, y quizas… solo quizas, aun haya salvacion para un alma atormentada como la mia.

  • Hombres elegantes y otros articulos de Milena Busquets

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    El lector que se asome a estas paginas se encontrara con textos que hablan del mejor bano del verano; los besos perfectos; una loca expedicion a la isla de Faro emprendida a los dieciocho anos con una amiga para conocer al admirado Ingmar Bergman (al que no lograron ver ni de lejos); Ana Maria Moix comprando en una carniceria; los gestos que nos indican que ha llegado el otono y los pequenos detalles que anuncian que esta a punto de asomar la primavera; la perdida de seres queridos y los hijos que se convierten en adolescentes; las pompas de jabon; los cuentos de Chejov y de Isak Dinesen; el inagotable mundo de Proust y la gente que se siente obligada a asegurar que lo ha leido cuando en realidad no lo ha hecho, como pasa tambien con el Quijote y tantos otros clasicos de relumbron; Umberto Eco, con toda su oronda humanidad, sentado en el sofa de casa de la madre de la autora; Barcelona y Cadaques como escenarios de una vida; la politica que nos irrita y algunos gestos de los politicos que nos recuerdan que tambien ellos son humanos; Ana Maria Matute y la novela con la que renacio; el aburrimiento; los perros; los amigos y las amigas; los profesores del Liceo Frances; la muerte de Leonard Cohen; las peliculas de Woody Allen; el personaje preferido de Mary Poppins, una definicion acaso poco ortodoxa de la elegancia masculina y un breve listado de hombres elegantes.

  • La reina de azucar (Los Zuccarelli 4) de Mar B. Prat

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    Eleanor se siente parte de la familia Zuccarelli y ha entendido que, aunque perdiese a sus padres y a su hermana, todavia puede tener su propia familia sin tener que sentirse culpable. Se considera una Zuccarelli mas y se siente agradecida por todas las personas que tiene a su lado. En especial, Jaxson. Finalmente estan juntos en casa y preparandose para convertirse en padres de una nina. Pero como siempre, no todo en esta familia es convencional ni agradable.
    Despues de unos meses muy dificiles como pareja y tambien como familia, se acercan semanas con nuevos retos. Jenna Zuccarelli, la hermana de Jaxson que le abandono, ha regresado es la principal sospechosa de provocar los ataques que han causado tanto dano. Parece que ha usurpado la identidad de la extinguida sexta familia original, los Delle Donne, pero solo son sospechas. Los Zuccarelli tendran que averiguarlo mientras se preparan para los inminentes cambios de su familia y para la esperada llegada de su nuevo miembro.

  • Lady Anne de Lydia C. Ramirez

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    En el Londres del siglo XIX, lady Anne Phillips, ha conseguido dejar atras su tortuoso pasado y desea decidir su propio destino. Ha visto sufrir a sus hermanas por amor y no ansia pasar por lo mismo. Todo dara un giro inesperado cuando un americano muy rico llamado Alexander Richmond altere todos sus planes y suenos. ?Sera Anne capaz de aceptar su destino? ?O debera revelarse contra el? “Era una especie de batalla en la que no habia un vencedor, sino un par de tontos”

  • Las redes del terror de Jose Maria Faraldo

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    Las redes del terror traza la historia de las policias secretas de la Europa comunista, como se formaron e iniciaron su actividad represiva. Describe su labor de espionaje, su accion para combatir la disidencia y la vigilancia que ejercieron sobre la poblacion. Se centra primero en la policia secreta sovietica (desde la Cheka, el NKVD y el KGB) para analizar despues otros tres casos (la Stasi en la Republica Democratica Alemana, la Securitate en Rumania y el SB en Polonia). Estudia la influencia de las actividades de las policias en las transiciones a la democracia y los <> causados por la exposicion al publico de los nombres de los delatores y colaboradores. Como ejemplo de la accion de las policias secretas, el autor utiliza documentos ineditos de los archivos de los cuatro casos mencionados, parte de ellos relacionados con Espana, los espanoles y las labores llevadas a cabo por sus espias en Espana. Este es un libro sobre lo que significa la vigilancia y la represion y, aunque se refiere especificamente a la epoca comunista, entronca con los debates en torno a facebook, wikileaks y la vigilancia por parte de las agencias estatales y las empresas de redes sociales.

  • La forma del agua de Guillermo Del Toro

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    El visionario cineasta Guillermo del Toro y el renombrado autor Daniel Kraus combinan su formidable talento en una historia de amor tan conmovedora como fascinante."La forma del agua" esta ambientada en la ciudad de Baltimore en plena Guerra Fria, en el centro de investigacion aeroespacial Occam, al que hace poco ha llegado un ser tan extraordinario como potencialmente valioso: un hombre anfibio capturado en el Amazonas. Lo que sigue es una emotiva historia de amor entre este ser y una de las mujeres de la limpieza en Occam, quien es muda y se comunica con la criatura por medio del lenguaje de signos.Desarrollada desde el primer momento como un rompedor lanzamiento simultaneo –una misma historia recreada por dos artistas en los medios independientes de la literatura y el cine–, "La forma del agua" entreteje la fantasia, el terror y el genero romantico a fin de crear un relato que resulta tan trepidante en el papel como en la gran pantalla. Preparate para una experiencia distinta a todo cuanto has leido o visto.

  • Mi jefe de Whitney G

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    La carrera de Claire Gracen como directora de marketing no podia ser mas meteorica, y, ademas, estaba felizmente casada con el hombre del que habia estado enamorada desde la adolescencia; su vida era perfecta.

  • Perfecta para mi de Rita Morrigan

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    Julieta Diaz no era una persona sin expectativas; de hecho, en algunas ocasiones habia llegado a creer que sus suenos se habian convertido en el centro de su existencia. Cuando solo faltaban unos dias para su trigesimo quinto cumpleanos podia asegurar, sin atisbo de dudas, que sus objetivos eran claros. Sabia exactamente lo que queria, lo unico que le impedia lograrlo era su total y determinante falta de dinero. Lo que no dejaba de ser hasta cierto punto paradojico, pues desde pequena habia hecho todo cuanto le habian dicho que tenia que hacer para conseguir sus propositos. Sus padres se marcharon de la aldea a la gran ciudad y siempre habian subsistido con multiples dificultades. Fueron ellos los que le inculcaron la necesidad de un buen curriculum academico para optar a los mejores empleos. Y pronto Julieta se dio cuenta de que esto ultimo era esencial para alcanzar una posicion economica que le permitiera una existencia feliz. Estudio mucho hasta licenciarse con honores en Turismo. Habia elegido este sector porque era un valor en alza para el futuro. No obstante, cuando habia llegado el momento de comenzar a recoger los frutos de su esfuerzo surgio la dichosa crisis economica, y los valores seguros dejaron de existir. Aunque se podia decir que ella todavia contaba con el ultimo de ellos: la esperanza. Apenas se permitia el pago del alquiler de su apartamento con las traducciones esporadicas que algunas empresas le encargaban, pero ella seguia creyendo que algun dia conseguiria vivir tal y como queria. Y lo que deseaba con todas sus fuerzas era poder restaurar la casa que su abuela le habia dejado en herencia para devolverle su antiguo esplendor, convirtiendola en un encantador hotel rural a donde la estresada gente de la ciudad acudiera en busca de paz. Sus padres habian ahorrado para que ella y su hermano pudiesen ir a la universidad. Jamas se habian ido de viaje y en diciembre, cuando a su padre le daban vacaciones en la fabrica de coches en la que trabajaba, su familia se trasladaba a la aldea en la que sus abuelos vivian, a la casa en la que varias generaciones de Diaz habian nacido. Alli, fuera del claustrofobico piso urbano que compartia con su familia en la ciudad, Julieta habia sido feliz. Toda aquella situacion aportaba cierto grado de ironia a su existencia. Pues sus planes consistian en contradecir el sacrificio que sus padres habian realizado treinta anos atras, cuando abandonaron el pueblo. Habian llevado una existencia sin lujos para que sus hijos aspiraran a una vida mejor, y ahora ella creia haber encontrado su futuro en aquel mismo sitio. Al final, resultaba que su felicidad se encontraba en el lugar del que sus progenitores habian huido. No solo resultaba ironico; era comico, y hasta tragico. A diferencia de sus preocupados y atareados padres, el recuerdo de sus abuelos siempre le habia transmitido mucha serenidad. Como pescador, su abuelo habia desarrollado un caracter paciente que a Julieta le recordaba a una roca en mitad del oceano. Por el contrario, la abuela era una mujer pequena y nerviosa que se pasaba el dia de un lugar a otro. A Julieta le encantaba ir a pescar con su abuelo. Le gustaba caminar largas distancias entre los senderos de la costa para luego sentarse mirando al mar, aguardando a que los peces picaran. Claro que ningun pez, ni siquiera uno despistado, habia caido nunca en su anzuelo. Pero el tiempo a solas con su abuelo les permitia hablar durante horas, con la unica compania de los pajaros suspendidos en el viento y el fascinante sonido del mar. --Tu abuela es como la marea --le dijo el un dia mientras observaban el horizonte, aguardando a que algun pez mordiera el anzuelo. Julieta le miro con curiosidad, y el sonrio al ver su gesto de desconcierto. --Ella va y viene, y algunas veces se agita nerviosa como el mar --explico. Julieta observo el horizonte con aire sonador cuando el sol ya comenzaba su descenso hacia el ocaso. --?Y tu que serias entonces? --pregunto, volviendo los ojos a su abuelo--. ?Un barco? La sonrisa de el se hizo aun mas amplia, hasta que las arrugas se le marcaron alrededor de los ojos. --Eso lo dices porque me trae y me lleva a su antojo --dijo, con la voz afectada por la risa--. No, Julieta. Yo seria el acantilado; que aguanta las tempestades, impidiendole desbordarse. Sonriendo, Julieta asintio. Pero se quedo largo rato en silencio pensando en la metafora de su abuelo. Adoraba oirles discutir hasta que los dos terminaban muertos de la risa, hasta que su abuelo tomaba en brazos a su abuela y los dos desaparecian durante horas. Eran la pareja perfecta: diferentes, pero aun asi complementarios. Como la marea y el acantilado. A Julieta le gustaba fantasear con que en el mundo existia una persona igual para ella. Desde hacia tiempo, aprovechaba cualquier oportunidad para escaparse al pueblo para verles. Despues de cincuenta anos juntos, los abuelos parecian vivir en un eterno noviazgo. Tal vez fue por eso que, tras la muerte de su marido, su abuela apenas espero dos meses para reunirse con el. Le fue imposible vivir sin su roca. Y Julieta sintio como la base de su pequeno y perfecto universo junto al mar se tambaleaba Varias semanas despues de aquello, descubrio sorprendida que le habian nombrado como heredera de su casa. El viejo caseron se encontraba en la costa, a tan solo unos kilometros del pueblo. El alto y escarpado acantilado se encumbraba sobre el oceano como una fortaleza inexpugnable, y alli, encarando a los vientos, se alzaba la vivienda de sus antepasados. Frente a ella, unicamente se extendia el horizonte infinito que el cielo dibujaba con el mar. **** La senal luminosa que indicaba que la bateria de su camara digital se terminaba, aparto a Julieta de sus cavilaciones y la trajo al presente. Debia darse prisa en terminar aquellas fotos de la casa de sus abuelos, o tendria que volver al dia siguiente; siempre y cuando eso fuera posible ya que, por el aspecto del cielo y el atronador ruido del mar en los acantilados, se diria que se avecinaba una buena tormenta. Y si eso acontecia no sabia cuando podria volver, pues con las fuertes lluvias el camino hasta alli se volvia intransitable. Ese era precisamente uno de sus encantos; estaba lejos de todo y era tan hermoso que sobrecogia. Miro a traves del objetivo de la camara, intentando que la desnuda rama del roble centenario apareciese en primer termino. La idea era que los desconchones de la fachada se apreciaran lo menos posible. Su casa debia presentar el mejor aspecto en su Plan de Empresa, aquel informe en el que basicamente exponia su idea de la forma mas atractiva posible a los bancos e instituciones. Con todo lo que habia aprendido en la universidad y la ayuda de una amiga economista, Julieta aguardaba que aquel dossier que llevaba dias preparando terminase por conquistar a muchos inversores. Porque la reforma iba a ser cara, y ella apenas conseguia llegar a fin de mes con sus limitados ingresos. Los abuelos le habian contado que la vivienda habia sido edificada por un rico antepasado cubano como regalo para una amante, la cual, al parecer, decidio abandonarle en cuanto descubrio lo inhospito del lugar. La influencia de la arquitectura colonial era clara: los dos pisos y la buhardilla del desvan, la doble escalinata de acceso a la entrada principal, el majestuoso pasamano de piedra al que le faltaban varios balaustres, la gran vidriera de la galeria que ocupaba todo el frontal del primer piso, y que era uno de los elementos que a Julieta mas le apetecia ver restaurado. El edificio habia estado pintado de azul cielo pero, salvo en algunas esquinas en las que todavia se apreciaban algunos restos de pintura, nada quedaba del color original de la casa, que ahora ofrecia una triste mezcla de tonos ocres. Todo en el decadente palacete revelaba el pasado de una familia que desde hacia decadas habitaba una vivienda desproporcionada a su estatus. Pues, ?cuantos pescadores podian mantener un palacio al borde del mar? Julieta apreto el boton de la camara tras echar otro vistazo al desconsolado aspecto de la casa de sus antepasados. Estaba decidida a rescatarla de la demolicion y a construir su futuro alli. Dispuesta a no prestar atencion a quienes le decian que lo mejor que podia hacer era venderla, tomar el dinero que le dieran por aquella ruina, y olvidarse del asunto

  • Algunas princesas no buscamos principe azul de Lina Galan

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    Laura, Simon y yo misma. Tres amigos y tres maneras diferentes de vivir el amor, a pesar de estar juntos casi toda nuestra vida, aunque seamos una pina desde que nos catalogaron de frikis en el instituto.

  • El caso de las japonesas muerta de Antonio Mercero

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    Un nuevo nombre se ha sumado a la gran novela negra espanola encabezada por Lorenzo Silva y Dolores Redondo.

  • Los Divinos de Laura Restrepo

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  • Un hombre al mando de Laurelin Paige

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    Tenia el brazo levantado y el movil en la mano mientras buscaba cobertura cuando lo oi. Un maullido leve. El tipico sonido de un gatito en apuros. Aguce el oido y examine a mi alrededor. Detras de mi, cuatro estructuras con forma de silo se erigian apinadas. Abajo, el bar de la azotea bullia de actividad. Enfrente, el Empire State atraia todas las miradas, resplandeciente con los colores del arcoiris (en honor a la manifestacion en favor del colectivo LGBTQ, convocada para ese fin de semana), pero el exceso de luces centelleantes de discoteca del local hacia palidecer la atraccion turistica. Habia mucho barullo, una de las razones por las que me habia escabullido a la parte mas alta del edificio: queria hacer una llamada. El otro motivo que me habia empujado a subir a la azotea era que todavia no habia conseguido que en mi pantalla apareciera mas de una raya de cobertura. Los maullidos, conclui, debian de proceder de los depositos, sirvieran para lo que sirvieran. Imagine que hacian las veces de trastero para guardar objetos mecanicos para el edificio: para el sistema electrico, el aire acondicionado y vete a saber que mas. Algun arquitecto de esos de prestigio habia decidido, por alguna razon, que unas torres cilindricas de un tono bronce con tapas que parecian un sombrero conico asiatico eran el mejor modo de hacer que el material industrial quedara mas bonito. De verdad, la ultima moda en diseno de la ciudad de Nueva York escapaba a mi entendimiento. Para mi, tenian una pinta rarisima. Ademas, los habian colocado en la parte mas alta de un edificio de sesenta plantas, de modo que la probabilidad de que hubiera oido a un gatito extraviado era bastante infima. De todas formas, el ruidito habia cesado. Es probable que hubiera sido el chirrido de un generador o que me lo hubiese imaginado. Volvi a centrarme en el movil. Dos rayas si me situaba en esa direccion. Termine de subir los tres escalones que faltaban para llegar por fin a la planta superior. !Tres rayas! Con eso bastaria. Pero... volvi a oir al gatito. Otra vez. Y otra. Quedaba descartado que fuera algo mecanico. Baje la mano con la que sostenia el telefono y empece a rodear uno de los depositos. Si no se trataba de un gato (porque tan arriba no podia ser, ?no?), ?que era entonces? ?Esos ruidos los podian hacer las ratas? Solo de pensarlo me puse a temblar. Lo cierto es que no tenia ningun motivo para ponerme a buscar de donde procedia el sonido. Pero ?y si era un gatito? Quiza los del bar hipster de abajo tenian uno aqui en la azotea para que mantuviera a raya a los ratones. No era una idea tan descabellada y me empezo a picar la curiosidad, asi que, en contra de lo que me dictaba el instinto, segui rodeando el segundo deposito. De pronto, me quede petrificada. Aquel ruidito no lo emitia un animal, sino una mujer. Se encontraba a unos cinco metros y apoyaba la espalda en la pared de ladrillos de una chimenea al otro lado de los depositos. Tenia los ojos cerrados, llevaba un vestido de fiesta remangado por la cadera y los sonidos que emitia eran gemidos de placer, no de sufrimiento. Segun parecia, se los estaba provocando el hombre situado delante de ella. En concreto, su mano, que se movia entre sus piernas. Y !uf!, a juzgar por la expresion de la mujer, el hombre sabia lo que hacia. Retrocedi con sigilo y a toda velocidad mientras rodeaba el deposito y solte el aire despacio. No sabia si echarme a reir o... bueno. ?Es que que otra reaccion iba a tener, si no? Desde luego, el cosquilleo instantaneo de excitacion que se me habia despertado entre los muslos no era la respuesta adecuada. Vamos, que lo mejor era reirse. Me rei en silencio, para no molestar a los <>. Sin embargo, cuando el impulso de tomarmelo con humor se desvanecio, el cosquilleo seguia ahi. Hacia mucho tiempo desde la ultima vez que habia echado un polvo. La ultima relacion seria que habia tenido termino en verano, y luego busque un clavo que sacara a otro calvo durante el fin de semana de Halloween, pero, desde entonces, nada... y estabamos a principios de septiembre. !Madre mia, pero si ya casi hacia un ano! No me extranaba que sintiera tanta curiosidad por aquel par de desconocidos que se metian mano en un rincon apartado de la juerga en la azotea. La excitacion indirecta era demasiado tentadora. Sin hacer ruido, rodee el deposito de puntillas con el cuerpo pegado al edificio. Solo queria... echar una miradita. Guau. Esta segunda vez, la escena era tan sensual como la primera. Mas incluso ahora, que la mujer empujaba las caderas hacia la mano de el. La forma en que el hombre le sostenia las manos por encima de la cabeza, el hecho de que no se estuvieran besando, que los unicos puntos de union entre sus cuerpos fueran la mano de el que le agarraba las munecas y la otra metida entre sus piernas, constituian un espectaculo obsceno, lisa y llanamente. Y cuando ella solto otro gemido, por poco no se me escapo uno a mi tambien. Tome nota mental: <>. Tanto, que habia olvidado por completo la razon por la que habia subido a la azotea. Tanto, que me palpitaba la entrepierna. Tanto, que ni se me ocurrio esconderme cuando la mujer profirio un ultimo grito ahogado y se estremecio al llegar al orgasmo. Era evidente que aquel era el preciso instante en que deberia haberme ido. Bueno, vale, deberia haberme ido antes, pero como no lo habia hecho, el momento era ese. Sin embargo, me quede ahi, pasmada por la actitud indiferente con la que el hombre se saco un panuelo de un bolsillo interior del esmoquin y se limpio la mano antes de metersela en el bolsillo. Ni siquiera se lo ofrecio a la mujer. No fui la unica que se dio cuenta. Ella puso mala cara mientras se recolocaba el vestido, pero enseguida recupero la sonrisa. Se echo la melena castana por encima del hombro (oscura, pero no tanto como la mia), se acerco a el y le toco la entrepierna. --Va, Eden, que tu ya has terminado... --Aunque no alcanzaba a oirlo todo desde mi escondite privilegiado, si que vi con claridad que el le apartaba la mano. --Pero tu no --dijo ella entre susurros. El la miro fijamente unos segundos. Ojala hubiera estado de cara a mi para poder ver su expresion. Oye, que complicado era espiar a gente que no cooperaba. --No te esfuerces --repuso al final. Una negativa, clara como el agua. No necesite verle el rostro para saberlo--. La unica razon por la que he hecho que te corrieras ha sido para que me dejes en paz. <>. !Menudo imbecil, el tio! Bueno, o quiza no. Habia que tener en cuenta que, antes de rechazarla, le habia provocado lo que, a todas luces, habia sido un orgasmo de calidad excepcional. Claro que carecia de la informacion necesaria para formarme una opinion a partir de lo que habia visto. Pero era dificil no figurarme los detalles de la situacion mientras observaba la escena como quien come palomitas, y, en mi imaginacion, al tipo se le daba tan bien follar como tener los modales de un autentico imbecil. La experiencia me habia ensenado que ambas caracteristicas iban de la mano. Eden se aclaro la garganta, pero parecia que sabia cuando retirarse: --Tu te lo pierdes. Sabes perfectamente que te trato muy bien. --Si, exacto. Ese es el problema. Madre mia, menudo cabron. Era el tipico tio que necesitaba poner distancia. El tipico que solo se enrollaba contigo una vez y si te he visto no me acuerdo. Recorde que habia alquilado el bar de abajo entero, en la azotea, para celebrar una fiesta con invitados de clase alta, y lo cale: un ricachon arrogante que se creia que tenia privilegios. Todo un casanova, vamos. Lo mejor que Eden podia hacer era salir disparada en direccion contraria. Se le borro la sonrisa. Irguio la espalda y lo fulmino con la mirada. --Eres un imbecil. <>. El casanova se encogio de hombros. --Ya te lo adverti. --Me avisaste, pero sabias que, al hacerlo, darias ni mas ni menos que la imagen contraria. Mira, ?sabes que? Te mereces estar tan amargado. Parecia que estaba a punto de irse, lo que significaba que yo debia salir por patas, pero vacile al ver que el alargaba la mano y la agarraba del brazo. --Espera, Eden. La expresion de esta se suavizo, aliviada, como si hubiera deseado que el la detuviera. Yo tambien sabia lo que era albergar esa esperanza. Ademas, estaba bastante segura de que Eden sabia donde se metia cuando se habia enrollado con este cabron, pero, aun asi, me costaba no empatizar. Le solto el brazo y le acaricio el rostro. Y, justo cuando creia que el casanova quiza no estaba tan mal, espeto: --Limpiate antes de bajar. Se te ha corrido el rimel. Eden se aparto de golpe y, sin mediar palabra, se fue echa una furia. Una furia que venia derechita hacia mi. <>. Sali disparada y rodee el deposito lo suficiente para que no me viera cuando bajara las escaleras, pero no tanto como para que don imbecil me viera desde el otro lado. Entonces, espere mientras trataba de oir sus pisadas para saber cuando podria salir de mi escondite. Por lo visto, el cabron caminaba de forma muy silenciosa, porque no se oia ni una mosca. Asi que me puse a contar hasta doscientos, solo para estar segura de que habia pasado el tiempo suficiente. Y me pase de los doscientos tambien, porque perdi la cuenta un par de veces cuando me asalto una imagen de la escena tan sensual con la que me habia encontrado. Sin duda, en la lista de pendientes debia anadir <>. No podia seguir asi. Al fin, asome la cabeza por donde lo habia visto la ultima vez. No habia nadie. Avance unos pasos para asegurarme. No estaba en ninguna parte. Suspire, aliviada. --?Buscas a alguien? Di un bote al oir la voz a mi espalda. Gire sobre los talones y lo vi de pie, entre las sombras, donde habia estado escondida hacia tan solo unos segundos. Era imposible que supiera que yo estaba alli. Imposible. Igual de imposible que que supiera que los habia visto. Llegue a esas conclusiones en un instante, de modo que me hice la inocente: --Me habia parecido oir a un animal. Un gatito atrapado. Solo estaba echando un vistazo. <>. --Un gato. En la azotea de un edificio de sesenta plantas. --No se lo creyo, como era logico. --Ya, a mi tambien me parecia raro. Por eso estaba echando un vistazo. --Aja. Estaba tan nerviosa que me habia puesto a sudar. Tenia muy presente que habia venido a la fiesta haciendome pasar por quien no era y, aunque no habia ninguna razon para que este tipo lo pusiera en duda, la posibilidad habia hecho que me pusiera en guardia. Pero eso no tenia por que ser positivo per se. Porque deberia haber defendido mi version (era la verdad, al fin y al cabo) y haberme largado. El seguia entre las sombras, con el rostro oculto en la oscuridad. Tampoco es que fuera a tratar de impedirmelo. Con todo, esas dos silabas encerraban una provocacion, un reto implicito, y quien me conocia sabia que yo no era de las que salian corriendo ante un desafio. Di un paso adelante para acercarme. --?Aja? ?Aja, que? ?Que quieres decir con eso? ?No me crees? Se encogio de hombros con la misma indiferencia que le habia demostrado a Eden. --Aja solo quiere decir aja. --Ah. --Quiza me lo habia imaginado. Toda esta odisea habia sido un error. ?Por que habia creido que seria capaz de hacerlo sin perder los papeles? Tal vez era el tipo de persona que no se achicaba ante un desafio, pero tampoco era estupida, y haber venido a esta fiesta habia sido una absoluta insensatez. Ademas, estaba imaginando conflictos donde no los habia--. Bueno, pues... --dije y me di la vuelta para alejarme de ese hombre misterioso. Del mismo modo que habia alargado la mano para detener a Eden, elevo la voz para detenerme a mi. --?Sabes? Creo que has venido a echar un vistazo porque has oido algo y luego te has topado con otra cosa. Y en vez de irte..., has preferido quedarte. Gire sobre mis talones de nuevo. --No me he... --perdi el hilo de golpe. Habia salido de las sombras y ahora, por primera vez, le vi la cara. Y era impresionante. Impresionante nivel: te quedabas sin respiracion. Impresionante nivel: braguitas chorreando. No me extranaba que Eden se hubiera muerto del gusto con el. Los hombres normales y corrientes no eran asi. Este era como un modelo de portada de revista. Si me hubiesen obligado a describirlo, no habria sido capaz de decir que lo hacia tan atractivo. Todo. La forma en la que encajaban sus rasgos. Los pomulos marcados. La mandibula cincelada y manifiesta bajo una barba castana, cuidada y corta. Los ojos... (habia demasiada poca luz para identificar el color, pero estaban colocados en el lugar perfecto). Y, aunque su apariencia por detras se disimulaba bastante, el traje confeccionado a medida que llevaba revelaba lo suficiente de la parte frontal para apreciar que tenia un cuerpo muy bien definido como quien no solo tiene un gimnasio en casa, sino que tambien se pasa horas en el. Me sorprendio tanto, me pillo tan desprevenida, que vomite las palabras antes de tener la oportunidad de refrenarlas: --Ostras, menudo pibon. La verguenza me subio por el cuello hasta el rostro. Mi piel olivacea no se sonrojaba con facilidad, pero la sangre todavia se me acumulaba en la cara cada vez que hacia el ridiculo. Y acababa de hacer un ridiculo monumental. Era imposible arreglarlo. Mientras me mosqueaba conmigo misma y me moria por el bochorno, el metio cucharada como si nada: --Justo estaba pensando lo mismo de ti. Me acababa de tirar los tejos. Y hacia nada que le habia provocado un orgasmo a otra mujer. Pero que bien lo habia calado. Era un donjuan de manual. Me eche a reir, en parte por los nervios y tambien porque no me lo podia creer. --Eh... no. Eso no. No vamos... No. Gracias, pero creo que me voy a ir. Estaba tan nerviosa que no habia acabado de dar la media vuelta cuando me detuvo de nuevo. --No, espera. Lo siento. No queria pasarme de la raya. Como lo has dicho tu primero, creia que podia responderte en los mismos terminos. Reflexione unos segundos antes de contestar (algo que sabia que deberia hacer mas a menudo). Bueno, vale. Habia decidido que no era mas que un ligon, pero no tenia pruebas de ello. Y luego habia sido yo quien le habia soltado aquello a un completo desconocido. Sin duda, era yo quien se habia pasado de la raya. --Si que lo he hecho --admiti--. Lo siento, me ha salido solo. --No hace falta que te disculpes. --Su sonrisa brillaba como el oro. Resultaba hipnotica. Capaz de convencer a muchas mujeres para cometer estupideces con tan solo exhibirla. Desee que ese <> no me incluyera a mi. Pero tambien era realista, asi que me puse en guardia porque lo mas probable era que yo tambien formara parte de dicho grupo. Y todavia estaba alli parada. --Tambien se aplica a que te hayas quedado aqui arriba despues de presenciar lo que te has encontrado. --Estaba decidido a obligarme a admitir lo que habia visto. Eran meras suposiciones. Solo tanteaba el terreno. Sin embargo, ?habia alguna razon de peso para negarlo? Sentia curiosidad por saber hacia donde queria llevar la conversacion, de modo que me limite a preguntar: --?Y? --Y eso, combinado con el comentario que has hecho sobre mi fisico, me ha dado a entender que esta conversacion podria terminar de una forma muy distinta. --Avanzo hacia mi al acecho, como un depredador. Lo juro. Como un depredador. Que locura lo sensual que podia resultar un hombre con tan solo dar un par de pasos. Y una locura todavia mayor era lo mucho que me estaba afectando. Y, ay, la madre, me habia costado unos segundos procesarlo, pero ?de verdad acababa de soltarme eso? --Por favor --dije, con un grunido de irritacion que iba tan dirigido a mi como a el--. Solo porque te he pillado en plena faena por casualidad, ?crees que ahora yo tambien voy a querer? --No, claro que no. --Se volvio a encoger de hombros con indiferencia--. Solo porque te hayas quedado mirando... Otra oleada de sangre me incendio las mejillas. El habia estado de espaldas a mi durante todo el rato. Eden ni siquiera me habia visto y era ella quien estaba de cara a mi. ?Me habia equivocado? Quiza en la pared de ladrillo habia algo reflectante. Me gire para examinar el lugar donde habia estado el. Volvi la vista atras hacia el punto donde habia estado yo. No, para nada. Imposible. No me habia visto. Me gire para enfrentarme a el con una sonrisa de satisfaccion. --Es imposible que lo sepas. Entonces, me devolvio la misma sonrisa, porque acababa de confesar que, en efecto, me habia quedado mirando. --Estaba evaluando si habia sido consentido --anadi, en un arranque. --Claro, te preocupaba la seguridad de otra mujer. --Exacto. --La mentira me hizo sentir honrada. Como si, en realidad, me hubiera comportado como una heroina en vez de una mirona, motivada por la preocupacion de si Eden estaba sufriendo una violacion o no. Su sonrisita de autosuficiencia me decia que no lo enganaba, pero me siguio el juego: --Espero que hayas llegado a la conclusion de que era consentido. --Al menos por parte de ella. --Lo dije porque pense que seria una pulla, pero, al oirlo, me di cuenta de que parecia que estuviera tonteando. Joder. Quiza si que tonteaba. Su expresion reflejaba la misma duda. --No me he visto obligado a hacer nada que no quisiera. Pero si, razon no te falta. Estaba un poco distraido. En cambio, tu tienes toda mi atencion. --Dudara o no, tenia un descaro impresionante. Y a mi me encantaban los ligones atractivos y descarados. Pero enrollarme con uno no formaba parte del plan de esa noche, asi que tenia que irme. --Ah, muy bien --continue, echa un lio y atontada--. Vale. Si. Me... Bueno. Gracias, pero no. Solo habia subido para hacer una llamada, asi que voy a ello. --Tuve la sensatez de largarme, pero fui incluso mas sensata al decirle mientras me iba--: Por favor, no me sigas. Bueno, quiza no habia sido la sensatez lo que me habia impulsado a echar un ultimo vistazo en su direccion. Queria saber si estaba mirando como me iba. Y, quiza soy una idiota, pero me encanto saber que, efectivamente, lo hacia. Capitulo 2 Teyana respondio tras el primer tono de llamada. --Cuentamelo todo. Yo seguia con la cabeza perdida entre los depositos, en ese desconocido tan atractivo y exasperante. Seguramente, deberia haberme esperado a que me bajara el sofoco antes de llamar, pero me moria por ponerme al telefono para que pareciera que estaba haciendo algo, por si se le ocurria seguirme. No obstante, no habia sido el caso y ahora estaba condenada a hacer un esfuerzo por hablar. Solte algo a medio camino entre un grunido y un suspiro. --Todo iria mejor si estuvieras aqui --asegure, y era la verdad, pero no lo habria expresado como una quejica si hubiese estado centrada. Al instante, trate de suavizar mi comentario--. Quiero decir, se que no seria lo mejor para ti, pero lo seria para mi, y no trato de hacer que te sientas mal, pero es que me gusta que me acompane mi amiga. Joder, que insensible. Mira que centrarme en como me sentia yo y lo mierda que era tener que estar sin ella en vez de preocuparme porque Teyana si que sufria a nivel fisico. Sabia comportarme como una buena amiga para alguien que padecia una enfermedad cronica y agotadora, pero, de vez en cuando, metia la pata hasta el fondo. --Lo siento --anadi, mientras desee haber comenzado por ahi. --Eh, va, no empieces... --Como solia pasar, Tey termino por consolarme a mi--. Soy muy consciente de que mis brotes no solo son una molestia para mi. --Pero es que ahi esta el problema: que solo para mi son una molestia. Para ti, son algo mucho peor. --Si --reconocio--. Son una absoluta mierda. Ojala pudiera estar contigo, de verdad. Ese habia sido el plan original: venir juntas. De hecho, cuando habia visto la invitacion entre la correspondencia de mi jefa, mi idea habia sido tirarla a la basura y no darle mas vueltas, pero Tey me la habia quitado de las manos y los ojos se le habian iluminado con un plan. <>, le habia senalado yo. <>. <>. <>. Fue entonces cuando me lo plantee en serio. Kendra nos habia prestado ropa a Teyana y a mi millones de veces desde que las tres nos conocimos y nos hicimos amigas cuando cursabamos el master en la Universidad de Georgetown. Aunque ya no eramos tan intimas como entonces (convertirse en mi jefa tras la graduacion habia cambiado las dinamicas de la relacion), sin duda me habria prestado algo de haber estado alli. Claro que, si hubiera estado alli, yo no habria fisgado entre su correspondencia y no habria descubierto que se celebraba esta fiesta. Tey debio de darse cuenta de que mi conformidad se abria paso: <>. Los Sebastian pertenecian a la realeza estadounidense. Tenian dinero invertido en todo, desde el acero y el petroleo hasta medios de comunicacion y tecnologia, de modo que, practicamente, la ciudad entera les pertenecia. Su apellido figuraba en tantos edificios como el de los Rockefeller, entre los que se contaba el Sebastian Center, la sede principal de la mayor parte de sus negocios en Nueva York. Y una fiesta con estos fabulosos millonarios como anfitriones resultaba, sin duda, tentadora. <>, habia insistido Tey. <>. Y como razon no le habia faltado en ese sentido, y dado que ultimamente estaba un tanto resentida con Kendra, yo habia accedido. Pero entonces, Teyana sufrio un brote que la mando derechita a la cama y en posicion fetal. Solo habia aceptado acudir a la fiesta para que ella pudiera vivirla de forma indirecta a traves de mi. Hacia tanto tiempo que eramos amigas que era consciente de que, a veces, lo unico que podia hacer para aliviar su enfermedad era vivir mi propia vida al maximo. En muchos sentidos, el hecho de que Teyana padeciera esta enfermedad me habia impulsado a ir mas lejos de lo que habria ido yo sola. Y eso me hacia sentir incluso mas culpable. --?Como te encuentras? --le pregunte esta vez. --Mareada, y es como si alguien no dejara de clavarme un cuchillo de sierra entre las costillas. Pero, sobre todo, estoy aburrida, asi que distraeme y cuentame como va la fiesta. --Bueno... --Lo cierto era que apenas habia pisado la fiesta. Me habia paseado de una punta a la otra de la azotea, habia pillado unos cuantos aperitivos exoticos de las bandejas que se paseaban por el local y, por fin, habia subido por la escalerilla para buscar cobertura y llamarla. Sin embargo, esta version de la noche no iba a distraerla, asi que trate de echarle mas miga: --Todo el mundo va muy elegante, por supuesto. Ropa exclusiva, de diseno. De hecho, me da la sensacion de que no voy todo lo arreglada que deberia, y mira que llevo un Dolce & Gabbana. --He visto la foto. Encajas a la perfeccion, te lo aseguro. Baje la mirada en direccion a la falda de tul rosado. --Parezco una bailarina. --Pareces la primera bailarina del ballet de Nueva York, en todo caso, y eres un pibonazo. Y punto. ?Que mas? Venga, cuenta.

  • No eres mi dueno (El Club 5) de Nina Klein

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    No eres mi dueno es la quinta parte de la serie "El Club".

  • Correr el tupido velo de Pilar Donoso

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    Una extraordinaria, brutal y honesta investigacion

  • La espia que me amo de Jenny Touss

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    PROLOGO Soy Hans Shulz, natural de Colonia (Alemania Occidental) en cuya ciudad poseo un negocio de maquinaria agricola, tengo 32 anos, mi estatura es de 1,84, intensamente rubio, ojos azules y fisicamente bien dotado, las mujeres dicen de mi que soy muy guapo, no soy yo precisamente el mas indicado para realizar esa afirmacion pero la verdad es que nunca he tenido problemas con el sexo femenino, estoy soltero y mi nivel de vida es medio/alto, o sea el dinero no me falta. Por mi negocio, una vez al mes debo trasladarme a la Alemania Oriental, debido a que uno de mis mejores clientes es precisamente el Ministerio de Agricultura con el cual tengo el compromiso de supervisar y reparar en su caso la maquinaria que ellos me compran, por este motivo en la frontera todo el mundo me conoce y respeta sobretodo por las buenas amistades que poseo, incluso cuando hay algun roce entre Gobiernos y suelen ser frecuentes casi siempre me utilizan como intermediario para tratar de suavizar las relaciones. La historia que nos ocupa, se inicia en la primavera del ano 1966 cuando en una sala de fiestas conoci a la mas preciosa de las chicas "Irina" 1,76 de estatura y unas medidas mareantes, 106 -- 64 -- 104, tetas y caderas parecen un poco exageradas pero no, dentro de su estatura esas medidas le quedaban perfectas, era una real hembra, muy morena, con el pelo color negro azabache y unos ojos negros muy brillantes, una verdadera Pantera en todo el sentido de la palabra, incluso sus movimientos eran felinos. CAPITULO (I) Irina. Eran las 20 horas de un 12 de Mayo (Viernes), despues de unos dias de intenso trabajo me apetecia divertirme por lo cual me trace rapidamente un plan, primero me tomaria una buena cena en uno de mis restaurantes favoritos y luego me daria una vueltecita por una sala de fiestas, donde solian parar algunas de mis muchas amigas. En el restaurante habia bastante gente no obstante el camarero que me conocia como cliente habitual, rapidamente me consiguio una mesa en un lugar bastante discreto, en plena cena senti como un hormigueo por todo el cuerpo, la sensacion de que alguien te esta mirando fijamente, eleve la cabeza y discretamente lance una mirada a mi alrededor, mis ojos chocaron con unos brillantes ojos intensamente negros, estos estaban enmarcados en la cara mas bonita que hacia muchisimo tiempo no habia visto, era un rostro exotico con un pelo negro en semi melena color azabache, aquel rostro me impacto profundamente, cuando nuestras miradas se cruzaron ella fruncio los labios haciendo un mohin queriendo imitar una sonrisa y rapidamente desvio la suya, yo segui mirandola bastante descaradamente pero ella ya no volvio a dirigirme la mirada, al finalizar la cena y al momento de pagar la cuenta me di de cuenta de que ella habia desaparecido, me quede bastante decepcionado pues mi intencion era intentar un acercamiento, encogiendome de hombros distraidamente me dirigi andando a la sala de fiestas, mi cuerpo pedia marcha pero la imagen de aquel rostro estaba grabada a fuego en mi cerebro, entre en la disco y me di una vuelta buscando a alguien conocido, al no encontrar a nadie me dirigi a la barra, de espaldas habia una chica que vista por atras tenia un culo y unas piernas despampanantes, aparentemente parecia casi tan alta como yo, si la parte delantera se correspondia a la trasera aquello no era una mujer era un monumento, me acerque y me situe a un metro de ella mas o menos pero ella como pareciendo intuir mi intencion me dio la espalda, yo me moria por vele el rostro de pronto ella se giro con un cigarrillo en la mano pidiendome fuego, me quede como un perfecto bobo el cigarrillo que yo tenia entre los dedos se me cayo al suelo y no supe reaccionar "Era la chica del restaurante" Ella lanzo una risita cristalina... -- !Que te pasa! ?Es que nunca has visto a una mujer? -- !Oh! !Perdona! Te vi antes en el restaurante y ahora me has sorprendido, ruego me disculpes, realmente esta actitud es mas de un nino que no la de un adulto, pero debes coincidir conmigo que no todos los dias se encuentra uno con una belleza semejante. -- !Oh! Muchas gracias por el cumplido pero no es para tanto. La imagen que tenia delante era impresionante, en el restaurante solo le habia visto la cara, luego la vi de espaldas y la vision era fenomenal, la parte frontal era mareante, tenia puesta una camisa blanca abotonada de forma tal que dejaba adivinar sus tremendos pechos donde se veia ademas parte del sujetador negro que los cubria el vientre era totalmente plano y sus caderas rotundas, ella mirandome con una sonrisa burlona me dice... -- !Que! ?Has terminado el examen? -- !Oh! Perdona, realmente estoy tonto ?Quieres tomar una copa? -- No, prefiero bailar ?Me acompanas? La cogi de la mano y nos dirigimos al centro de la pista, esta estaba bastante concurrida y nos confundimos en medio de la gente, la tome de la cintura, ella paso sus brazos por atras de mi cuello aproximando suavemente su cuerpo al mio el perfume que emanaba era embriagador y el suave calor que su cuerpo emitia fue irresistible, sin poder evitarlo mi pene se disparo, la ereccion que tenia era brutal, ella lo noto de inmediato, dio un respingo y se separo, miro hacia abajo, lanzo otra de sus risitas... -- !Por Dios! ?Solo con aproximar mi cuerpo al tuyo ya te has puesto asi? Yo estaba avergonzado y mas colorado que una grana, aquella chica me desconcertaba absolutamente, era totalmente desinhibida y no se cortaba por nada, el dominio de si misma y las situaciones para mi eran totalmente desconcertantes, no obstante me sobrepuse y trate de coger las riendas de la situacion. -- Mira nena no todos los dias tiene uno la suerte de tener un cuerpo como el tuyo entre los brazos, y mi amigo... ese de ahi abajo, siempre saluda con toda cortesia en cuanto huele algo tan fantastico como tu. Por cierto, no nos hemos presentado, mi nombre es Hans y estoy encantado de conocerte. -- El mio es Irina y creo que hoy es mi dia de suerte, creo haber dado con el macho que andaba buscando, pero no te equivoques !Que andaba buscando, en el buen sentido de la palabra! Dicho esto y sin cortarse un pelo me dio un ligero beso en la comisura de los labios volviendo a pegar su cuerpo al mio, en todo este tiempo mi amigo seguia en pie de guerra, en ningun momento perdio su vigor y ella por supuesto lo noto pero esta vez en lugar de retirarse se pego mas a el, mi amigo que tiene un olfato prodigioso se las ingenio para situarse justo en medio de los preciosos muslos de aquella preciosidad, el calor que percibia era sublime, Irina se movia de una forma terriblemente sensual y debido a un tremendo esfuerzo de voluntad evite correrme en los pantalones, ella se dio cuenta y entonces separo su cuerpo del mio, me miro muy seria luego miro su reloj y me susurro... -- Tengo que marcharme, se me hizo muy tarde, tienes que disculparme. -- Pero... !Irina! ?Te puedo acompanar? -- No Hans, hoy no. Si me das tu numero de telefono te llamo y saldremos otra noche ?Vale? Hoy es imposible !Lo siento! En cuanto le di mi numero de telefono Irina salio casi corriendo del local, estaba tan desconcertado que cuando me quise dar cuenta ya ella habia desaparecido, me quede destrozado y de muy mal humor, no sabia que hacer, en ese momento alguien me toco el hombro, me gire, era mi amiga Elsa. Elsa aparecio justo cuando mas la necesitaba (Irina me habia dejado frenetico) Elsa me dijo hola y seguidamente se abrazo a mi para comenzar a bailar, al pegarse a mi noto la potencia de mi instrumento (seguia manteniendo una ereccion monumental) ella bajo discretamente su mano y lo abarco en todo su diametro... -- !Diablos! ?Quien te ha puesto asi? Tenia que estar muy buena para ponerte de esta forma, hacia tiempo que yo no te recordaba la picha tan dura, esto hay que aprovecharlo ?Que te parece si nos vamos? Yo lo estaba necesitando a marchas forzadas y acepte de inmediato... -- ?Adonde vamos? -- A mi apartamento que queda mas cerca, no quiero perder tiempo, esa barra tan dura que portas entre las piernas me ha puesto a mil. Elsa desde luego no tenia punto de comparacion con Irina, era mas bien bajita 1,66 y sus medidas rondarian los 86 -- 63 -- 92. Tenia los pechos pequenitos pero en compensacion tenia unos pezones preciosos, en cuanto los cogias con la boca costaba trabajo soltarlos, sus caderas y culo estaban muy bien formados y su cono era un pozo de placer, nunca estaba satisfecha, siempre pedia mas y mas, salimos de la disco y nos dirigimos a su apartamento que quedaba a cinco minutos de camino, Elsa vivia en un atico a una altura de unos seis pisos, en cuanto entramos en el ascensor bajo la cremallera de mi pantalon, le falto tiempo para sacar mi polla fuera, sin pensarlo dos veces se puso de rodillas y se la metio toda en la boca, de inmediato mi amiga recupero todo su vigor, cuando el ascensor estaba llegando al atico comence a lanzar chorros de semen en la boca y cara de Elsa... -- Pues si que estabas bueno, si no llego a ordenarte ahora no se que pasaria, cuando quieras me cuentas quien te excito tanto ?De acuerdo? Entramos en el apartamento de Elsa, la chiquita se lo merecia todo por lo cual tiernamente la atraje hacia mi y la bese con pasion mientras mis manos acariciaban cada rincon de su cuerpo, segun nos dirigiamos a su habitacion nos desnudabamos mutuamente, Elsa desnuda siempre me sorprendia, tenia 32 anos sin embargo su cuerpo esa como el de una nina de 15 o 16, su piel blanca y lisa, sus tetitas duras y redonditas con los pezones puntiagudos, su vientre totalmente plano, sus caderitas y culo perfectamente formados, sus muslos redonditos y lisos entre los cuales alojaba una vagina ligeramente abultada con labios finos y lisos, su monte de Venus tenia poco pelo pero muy bien distribuido, en fin Elsa desnuda era una muneca que me ponia siempre a mil, por supuesto a ella mi cuerpo la enloquecia a parte de la buena estatura que tengo soy bastante atletico y mi amigo en todo su apogeo mide 19 por 4,5 centimetros, Elsa me empujo sobre la cama e inmediatamente cogio mi polla con sus manos y boca comenzando a realizar diabluras, yo me retorcia de placer, ella era divina acariciando y chupando, su lengua giraba sobre el prepucio al igual que un molino de viento mientras sus manos recorrian lentamente el tronco arriba abajo, el placer que sentia era infinito, tuve que cogerla de los pelos y retirarla, no queria correrme nuevamente (todavia) si ella seguia no aguantaria mucho mas, la cogi delicadamente y la deposite sobre la cama, la puse de espaldas a mi y comence a acariciar con mi boca y lengua sus hombros, cuello, lobulos de las orejas (a ella eso la enervaba) mientras mis manos en la parte delantera acariciaban suavemente sus tetitas y pezones, su vientre, muslos y monte de Venus en un ir venir constante, Elsa gemia y se retorcia de placer y ansiedad, con su mano intentaba coger mi pene y yo se lo impedia tercamente excitandola mas y mas, gire su cuerpo y colocandome sobre ella la bese apasionadamente, luego mi boca se dirigio golosa a sus puntiagudos pezones, chupar de ellos era una verdadera delicia pero ella queria mas y con sus manos empujo mi cabeza hacia abajo, mi lengua fue dibujando filigranas por su plano vientre mientras ella gemia dulcemente, cuando alcance su chochito aquello era una laguna, sus flujos salian al exterior, el aroma que desprendia era deliciosamente fuerte y penetrante, la punta del clitoris asomaba por la comisura de sus labios mayores y mi lengua comenzo a dar rapidas pasadas sobre aquella puntita, ella entonces flexiono sus rodillas y elevo el culo, abrio las piernas al maximo y con sus manos en mi cabeza incrusto mi cara en todo su cono, mi lengua comenzo a darle pasadas lentas y profundas de abajo arriba y de arriba abajo asta que ella cogio mi cabeza con las dos manos y me la situo sobre su clitoris, era la senal, se lo abarque con los labios chupandolo y acariciandolo con la punta de la lengua, ella entonces lanzo un gran grito y comenzo a convulsionares, su cuerpo temblaba como una vara movida por el viento, cuando Elsa tenia un orgasmo de estas caracteristicas era espectacular y el que acababa de disfrutar habia sido uno de los mejores, pero la cosa no habia terminado ahi yo estaba que me bebia los vientos, mi amiga estaba a reventar, me deslice suavemente sobre ella acariciandola y esperando que se relajara (para eso solo tardo unos segundos) en cuanto noto mi polla cerca de su vagina la cogio con su mano y la dirigio al centro de la misma, empuje mis caderas y comenzo a deslizarse por aquel canal como cuchillo en mantequilla, fue una penetracion lenta y suave hasta que mis huevos hicieron contacto con su culo entonces los dos iniciamos un movimiento coordinado de mete y saca, lento al principio pero incrementandose paulatinamente de modo que los dos nos fuimos acercando al unisono a la cumbre del placer supremo, mis embestidas comenzaron a ser profundas y firmes, cada vez mas rapidas, Elsa habia cruzado hacia rato sus piernas sobre mi espalda y su culo imitaba el movimiento de una bailarina Turca (era alucinante) yo seguia manteniendo firme al mismo tiempo mis envestidas, de pronto los dos comenzamos a gemir, ella me arano la espalda y yo le mordi una de las tetitas (gracias al cielo no nos hicimos dano) mi semen inundo lo mas profundo de sus entranas entre gritos de placer de ambos, el orgasmo fue monumental, los dos quedamos rendidos y profundamente agradecidos el uno al otro, este habia sido uno de los mejores polvos de nuestras vidas y curiosamente en ningun momento paso por mi cabeza el monumento de Irina, seguro que Elsa me lo agradecio profundamente.

  • Country Love – ERIKA MARC de Erika Marc

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    A los catorce anos y de forma fortuita, Marianne Phillips y Michael Keeps se conocieron en el rancho Phillips, ubicado en las inmediaciones de la ciudad de Bristol (la llamada <>), en el estado de Tennessee.
    La antigua rivalidad entre sus familias los obligo a separarse, pero diez anos despues, un evento desafortunado los hizo coincidir nuevamente. Lo que acontece en adelante les confirmara que el sentimiento que los unio nunca murio, sino que el tiempo lo fortalecio.
    Sin embargo, en el presente nada sera sencillo.
    ?Podran vencer los obstaculos y, finalmente, lograran unir sus vidas?
    ?O una terrible verdad oculta los separara definitivamente?
    Descubre si Marianne y Michael lo conseguiran, siguiendo esta historia juvenil cargada de amor, musica country y country pop.

  • Rebelde & Real 2 de M. J. Maravend

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    Despues de su ruptura con el principe Henry, Adriana Mora decide rehacer su vida en Paris como administradora de los negocios de su amigo, el afamado coiffeur, Xavier. Aunque vive en una ciudad que le encanta y tiene un trabajo que le gusta mucho, Adriana no se siente completa. aun sigue enamorada de Henry aunque se lo niegue a ella misma. Por su parte, Henry se entera de la cruel mentira que lograron separarlo de Adriana y decide hacer todo y mas para obtener su perdon. ?Ella aceptara sus disculpas o lo ignorara? Por otra parte, Chelsy, la ex y actual novia del principe no se quedara de brazos cruzados y les hara la vida imposible a ambos.
    Llega el desenlace y segundo libro de una comedia romantica que esta llena de amor, romance, situaciones desopilantes y humor.
    “Rebelde & Real” es una historia de amor donde se ve el trasfondo de la vida de un principe en el siglo XXI, asi como los problemas y complicaciones que puedan surgir si se enamora de una plebeya latina.

  • La Revolucion rusa contada para escepticos, Juan Eslava Galan de Juan Eslava Galan

    https://gigalibros.com/la-revolucion-rusa-contada-para-escepticos-juan-eslava-galan.html

    El triunfo de la Revolucion rusa transformo el mundo y fue trascendental para la historia de la politica contemporanea. Este libro, riguroso y ameno, nos ayudara a entender los motivos que provocaron el derrocamiento de los Romanov y el triunfo de la Revolucion.

  • Sitiados de Mercedes Santos

    https://gigalibros.com/sitiados.html

    Ano 1810.

  • La enamorada muerte de Orlando Diedrich

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    “.y murio de parasitos, porque el agua no era potable.”
    Me disculpo; estaba ultimando un negocio tardio. Me presento; soy la enamorada muerte.

  • Deja que todo arda de Joana Arteaga

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    Una muerte sin resolver, una historia de amor que son dos y un mensaje claro: NO AL ACOSO

  • Yo, bufon del rey de Mahi Binebine

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    Novela finalista del Premio Renaudot

  • Deseo concedido de Megan Maxwell

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    Si algo tiene claro Lady Megan Philiphs es que ningun hombre doblegara su caracter y su voluntad. Acostumbrada a cuidar y velar por la seguridad de sus hermanos, Megan es una joven intrepida, de bello rostro moreno, a la que le divierten los retos y no le asusta el sonido del acero.

  • Nadie nos separara jamas de Sophie Saint Rose

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    Charlotte Harlow volvia a casa despues de estudiar su carrera de medicina para encargarse del consultorio del pueblo. Sorprendio a todos al anunciar que se habia comprado la Mansion Howard, por la que medio pueblo estaba fascinado. Un nuevo vecino que aparentemente no la tragaba, era lo que la fascinaba a ella…

  • En busca de Anastasia de Irene Adler

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    Londres, 1919. Una pequena multitud se ha reunido para el funeral del doctor Watson. Entre quienes rinden homenaje al ayudante del gran detective esta Irene Adler, que casi cincuenta anos despues ha regresado para buscar a sus viejos amigos. Solo con ayuda de ellos podra defender a Mila, su hija adoptiva, de las intenciones de un enemigo muy poderoso. ?Conseguira convencer al arisco e infalible Sherlock Holmes y a Arsene Lupin, el fascinante y poco fiable bandido, para recomponer el extraordinario trio de otros tiempos?

  • Casi compatibles de Anna Garcia

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    Elliott y Rachel no son compatibles porque tienen un pasado muy diferente.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque viven en barrios totalmente distintos.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque tienen trabajos muy dispares.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque sus amigos no tienen nada en comun.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque sus hobbies no tienen nada que ver.
    Elliott y Rachel no son compatibles porque tienen diferentes prioridades en la vida.
    Elliott y Rachel si son compatibles porque los entrometidos de sus amigos asi lo deciden y porque, a veces, un 49% de compatibilidad es suficiente para darse cuenta de lo perfectos que son el uno para el otro.
    Son. Casi compatibles.

  • Hombres Equivocados de Clara Montecarlo

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    El Montanero: Romance, Erotica y Segunda Oportunidad con el Viudo
    Adam Murphy.
    Viudo. Guardabosques. Montanero.
    Lobo solitario. Depresivo. Amargado.
    Ese era yo, solo en mi montana.

  • Te odiare hasta que te quiera de Priscila Serrano

    https://gigalibros.com/te-odiare-hasta-que-te-quiera.html

    La fachada de mujer dura de Noelia deja al descubierto a alguien fragil cuando Marcos, el que fue su mejor amigo y quien desaparecio anos atras, sin explicaciones, vuelve a su vida. Lo que ella pensaba que solo era un recuerdo, regresa, convirtiendo lo que en su dia fue amistad en una enorme atraccion. Pero Marcos sigue sin contarle la verdad sobre su marcha.
    ?Que y por que lo oculta? ?Cual es su miedo? ?Que lo odie y la pierda de nuevo?
    El tendra las respuestas a todas estas preguntas cuando decida contarle la verdad.

  • El Secreto de la Sirena de Laura Garcia

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    Tras una tragedia familiar, Aneris decide dejarlo todo atras para regresar a su pueblo natal con la finalidad de desenterrar su pasado.