• libro por un beso - Danperjaz L. J

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    Para Miranda Foster el amor era algo asi como un boleto de loteria premiado, que solo muy pocos podian ganar. La vida la llevo a enamorarse del hombre que no debia, y Rogelio Sambrano, enamorado de su mejor amiga, era el hombre equivocado. No estaba dispuesta a perder la cabeza por un hombre, pero tambien sabia que Rogelio era su boleto de loteria y debia jugar hasta ganar. O irremediablemente perder en el intento.

  • Por un beso (Bridgerton 7) (Titania época) : Quinn, Julia

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  • Por un beso (Bridgerton 7) Versión Kindle - Libros - Amazon.es

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  • POR UN BESO | JULIA QUINN | Casa del Libro

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    16 jul 2007 — Sinopsis de POR UN BESO ... Hyacint, la última hija soltera de la familia Bridgerton, ha perdido la ilusión por las temporadas de baile en Londres ...

  • Por un beso - Libro de Julia Quinn: reseña, resumen y opiniones

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    Hyacint, la última hija soltera de la familia Bridgerton, ha perdido la ilusión por las temporadas de baile en Londres. Aunque es joven y hermosa y ...

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  • POR UN BESO - QUINN JULIA - Sinopsis del libro, reseñas ...

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  • Por un beso, Julia Quinn - El blog de Sara Lectora

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  • La Montana de Jorge Borges

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    Roberto Montana.
    “Montana” para los Amigos.
    Ex-boxeador profesional.
    Hoy, boxeador de los suburbios.

  • Tu eres tierra firme de Maira Varea

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    El mundo se habia vuelto oscuro. Negro. Sus parpados, tercos, se afanaban por permanecer cerrados. El dolor se expandia por su cuerpo como el fuego en una mecha. Tenia sed y mas frio del que hubiese tenido que soportar jamas. No lucho. Habia agotado sus fuerzas en el ataque, y habian quedado desparramadas sobre la cubierta del barco, resquebrajado por la tormenta y por las pisadas de los asaltantes. Sin vapor, sin velas y sin ancla. Se rindio y se dejo mecer al ritmo del mar, resacoso tras la tempestad. Supuso que la muerte llegaria en cualquier momento y lamento, con su escasa consciencia, no recordar si la criatura de carne brillante y humeda que lo habia arrojado al agua era humana o no; si era una sirena, una serpiente mitologica o el mismisimo kraken. Quizas habia tenido muy cerca a un monstruo marino, despues de tantos anos de busqueda pertinaz. Se maldijo varias veces, por mil motivos: por no haber salvado a sus companeros, por no haber luchado mas; por no haber podido acabar tampoco aquella expedicion, ni dibujado el mapa con James o escrito su propio libro de leyendas; por no haber garabateado una carta para su familia desde hacia mas de seis meses. Por no haber logrado ni una triste empresa mas alla de haber intentado escapar de su destino. Por no ser nadie. Solo un hombre que tiritaba en una balsa a la deriva. Perdio el sentido y llego la nada. No iba a despertar, ?para que? Pero oyo una voz y regreso, a bocanadas, al oxigeno y a la vida. Abrio los ojos y vio a la sirena, que lo atraveso con sus ojos grises como el Mediterraneo en invierno y lo cubrio con un manto de pelo dorado. Ella acerco su rostro, palido, translucido, y le canto. A el. Y, en un instante, la inmensidad del mundo que habia recorrido durante anos quedo reducida al regazo en el que lo acunaba. Quedo preso. Encadenado. Hechizado. Cuando volvio a cerrar los ojos, se dio cuenta de que el Arthur que habia sido hasta entonces se habia quebrado en mil astillas contra el acantilado. Capitulo 1 LA MUJER DE SAL Formentera, 1862 Lena habia vivido tres abandonos, y habia aprendido que el mejor modo de superar el dolor que provocaban era saborearlos. Despacio y sin descanso, hasta volverlos insipidos. El primero, casi de nina, habia sido amargo. El segundo, acido. El tercero habia resultado muy salado. Sal de lagrimas. El ultimo todavia le escocia en la lengua, a pesar de que su corazon habia comenzado a limpiarse por fin. A veces, el graznido de una gaviota, el tacto de la arena en los tobillos o la primera estrella de la tarde le recordaban que en ese instante podria haber sido una mujer muy diferente. Cogio aire, y el frio de enero le quemo la garganta. --Este cielo me recuerda al dia en que se marcharon. El pensamiento se le escapo en voz alta, y ni el fuerte viento de llebeig que soplaba aquella manana evito que su amiga Marina, que caminaba a su lado, se volviera con una sonrisa y le preguntara: --?Quienes? Lena no contesto, pero Marina, que sabia leer sus silencios mejor que nadie, no tardo en comprender. Se puso seria, se cambio de mano el cesto que transportaba y enlazo su brazo al de ella, a la espera de una respuesta. --Todos --dijo Lena al fin--. ?Que mas da quienes si todos se marchan? Siempre es igual: sopla el viento, el cielo se vuelve gris, casi blanco, llega la bruma y… huele a perdida. --Las perdidas no huelen, Lena. Y no ha sido asi todas las veces; cuando Joan se fue, era verano. --Pero el cielo estaba blanco --insistio. Marina sacudio la cabeza, confusa. Lena se sintio culpable por rememorar momentos tristes; su amiga irradiaba felicidad desde su reciente compromiso y no se merecia que ella enturbiara su alegria recordando sus miserias. Una fuerte rafaga le descoloco el panuelo con el que se cubria el pelo. Se lo sujeto con la mano libre y aprovecho para mirar hacia arriba. --Es el cielo de la perdida. La despedida de los que se van para no volver. --Contuvo el aire un momento para que la emocion no dominara su voz--. De los que me dejan atras. Marina le estrecho el brazo con carino. --Un dia vendra alguien y se quedara contigo. Ya lo veras. --A esta isla no viene nadie, Marina; de aqui solo se puede salir, y no siempre, por mas que lo desees. --Lena… --Mira --la interrumpio incomoda--, ahi esta Toniet. El muchacho se les acerco corriendo, casi a saltos. Vestia su ropa de domingo, muy distinta a su habitual traje de payes, y se habia limpiado los zapatos y la cara. A Lena le llamo la atencion la sombra oscura que cubria su rostro, ya de por si moreno; se habia hecho un hombre, y no estaba segura de que eso le agradara. --?A donde van las dos mujeres mas hermosas de la isla? --pregunto con su perpetua sonrisa. Marina rio con escandalo y fingio estar avergonzada. Lena, en cambio, se acerco a el y le dio un beso en la mejilla, como hacia desde que era pequeno. --?Tu no vas a darme uno? --le pregunto Toniet a Marina con picardia. --Lo siento, pero yo ya tengo novio --le recordo Marina con orgullo. --Es verdad. Una lastima. Pero me queda mi Lena; ella si me querra. Ella le saco la lengua con una mueca jocosa, pues sabia que Toniet estaba bromeando. Sus familias eran vecinas, por lo que habian crecido juntos, y, aunque la diferencia de edad entre ambos no era muy grande, Lena habia visto como le cambiaban muchos panales. A sus ojos, Toniet seria siempre un nino. --?Por que te has puesto tan guapo? --le pregunto curiosa. El se miro de arriba abajo. --Porque acaba de llegar el nuevo farero --respondio avergonzado, con tono inocente--, y voy a presentarle mis respetos; con suerte, me dara trabajo. --?Un nuevo farero? Lena se volvio hacia Marina de inmediato, inquisitiva. Su amiga solo asintio y echo a caminar de nuevo, con Toniet a su lado. Los siguio con el animo abatido y con un nudo apretado en la boca del estomago, como cada vez que se acercaba al faro. Recorrieron aprisa los escasos metros que restaban hasta la torre, que fue creciendo frente a ellos, fuerte, blanca, ruda y poderosa. Imponente en medio de la desolacion del paisaje rocoso, apenas vestido con algun pino diseminado y ariscas chumberas. Desde que lo habian terminado de construir y habian culminado su altura con la cupula de cristal, Lena lo observaba fascinada todas las noches desde la ventana de su habitacion. Hasta entonces, su casa habia sido el ultimo vestigio de vida humana de la meseta de la Mola, antes de que esta se truncara en el abismo de un acantilado que parecia no tener fin. Por las noches, mas alla de las velas que descansaban en el alfeizar, solo se habia extendido la oscuridad, el fin del mundo o el vacio, iluminado apenas por la luna timida. En ese momento, en cambio, le parecia que su corazon palpitaba al ritmo de la luz del faro. Como si fueran dos extremos de un mismo ser. Porque ambos pasaban las horas buscando vida en la penumbra, la sombra de algun barco que regresaba al hogar. Cuando llegaron al edificio, salieron a su encuentro dos hombres. Rafael, el novio de Marina, se acerco a la joven e hizo amago de darle un beso en la mejilla, pero ella se lo impidio con una risita y fingio que recolocaba en la trenza sus preciosos rizos oscuros. Se sonrieron como bobos. Acababan de prometerse y vivian presos el uno en el otro. Marina no hablaba de otra cosa mas que de su enamorado, y contaba los dias que le quedaban para casarse y trasladarse a vivir al faro con el. Lena la escuchaba con carino sincero, pero a la vez la envidiaba hasta el dolor; porque era feliz y libre, amaba el mar y tenia un companero. Y porque pronto podria recorrer aquel impresionante torreon y asomarse a curiosear el infinito. Por suerte, el otro hombre hablo y la saco de su ensimismamiento. --Soy Quim. Y tambien me siento un poco ignorado por ese par. Lena no pudo contener la risa. Tenia un acento peculiar, exotico, e imagino que debia de haber llegado desde muy lejos. Si de algo estaba segura era de que, en aquella isla, no nacian fareros. --Yo soy Lena. --Lena… --Lo repitio en voz baja, despacio, como si paladeara una cucharada de miel. --De Magdalena --aclaro. Se mordio la lengua antes de decirle que sus lagrimas frias en las noches de tormenta hacian honor a su nombre. --?Vienes a menudo por aqui? Porque, mientras recorria ese camino infernal hasta este lugar apartado de todo, ha empezado a asustarme la posibilidad de no volver a hablar con ningun otro ser humano. --Con Rafael… --apunto ella. --?Tu crees? Miralo. Lena le hizo caso y descubrio a los novios mirandose sin decir nada, embelesados. La envidia la golpeo de nuevo, y fijo su atencion en el rostro de Quim. Le sorprendio que fuera guapo, porque Rafael no lo era en absoluto; y Lena, que no entendia de fareros y que apenas conocia a nadie de fuera de la isla, habia dado por hecho que todos eran feos, como si fuera un requisito de la profesion. Aquel, en cambio, tenia unos bonitos ojos marron oscuro y el pelo negro y ensortijado. --Yo soy Toniet. --El muchacho habia permanecido callado hasta entonces, pero aprovecho el momentaneo silencio para colarse entre ambos y tenderle la mano al nuevo farero--. Si tiene algun trabajo o lo puedo ayudar en algo, estoy a sus ordenes. Quim hizo una mueca a Lena que le parecio de fastidio. Luego, le sonrio. Ella tambien. El tenia una sonrisa bonita. --?Que tal si vacias aquella carreta mientras yo acompano a Lena a ver el faro? Al principio, se asusto. La idea de entrar en aquel coloso la abrumo. Pero antes de que la Lena prudente, recatada y responsable que llevaba siendo desde nina se hiciera con el control, acepto la invitacion y se dispuso a otear el horizonte junto a aquel hombre, que parecia haber llegado como una senal del destino. Porque los fareros no se marchaban. Los fareros no se echaban al mar. Los fareros se quedaban en tierra. *** Conto cien escalones y llego a lo alto con las piernas temblorosas. No por el cansancio, pues estaba acostumbrada a caminar cuesta arriba, cargada de sacos de trigo y carbon o tirando de la mula, sino por la expectacion. Mientras seguia a Quim, imagino lo que iba a ver, y el corazon le trono con fuerza en el pecho. No se habia atrevido a preguntarle a su guia por que motivo la estaba conduciendo hasta alli, y no tuvo fuerzas para pararse a pensar si era apropiado quedarse a solas con un desconocido. Ni siquiera Marina habia subido, y eso que llevaba tiempo cortejando con Rafael y visitaba la zona del faro con frecuencia. Contuvo la respiracion cuando abandonaron el corredor de las escaleras y salieron a la luz del dia. Sobre sus cabezas, una enorme cupula de cristal proyectaba destellos, de un extremo de la estancia circular a otro, y protegia de la intemperie la inmensa lampara que, apagada a aquellas horas, ocupaba la parte central. Quim se aproximo hipnotizado hasta el artilugio y empezo a explicarle algo sobre su funcionamiento con su extrana forma de pronunciar las palabras. Lena no le presto atencion, aunque su voz sonaba agradable. Se acerco mucho hasta el cristal, puso las manos con cautela sobre el y se asomo al mar. Y no vio nada. Solo agua. Mar. Olas grises coronadas de espuma. El lugar donde no se atreveria nunca a poner un pie. Entorno los ojos y forzo la vista, sin resultado. Percibio como Quim se acercaba y se detenia a su lado. No le veia la cara, pero Lena estaba segura de que sonreia. --No se ve America --musito decepcionada. --?America? Eso esta muy lejos. --?Tanto? La tristeza la abatio. Porque, si desde el punto mas alto de la isla, desde donde parecia que podria dominarse el mundo y su inmensidad, no se veia America ni se veia nada, entonces no podria seguir conservando ninguna esperanza de recuperar lo que habia perdido. Jamas obtendria lo que habia ahi fuera. Salvo, quizas, a un hombre dispuesto a quedarse encerrado en el mismo minusculo punto del universo en el que ella vivia. --?Querias ver America? Lena percibio burla en su voz, pero no le dio importancia. El venia de lejos, el tenia un trabajo importante. Habria estudiado y sabria miles de cosas mas que ella. --Una tonteria. --Reunio valor para iniciar una conversacion y disimular su ingenuidad--. ?De donde eres, Quim? --Naci y creci en Tarragona, pero llevo varios anos viviendo en diferentes faros del pais. --Se volvio y la miro a los ojos, y Lena se puso nerviosa--. Como aprendiz, ya sabes. Estaba buscando un lugar en el que establecerme. --?Vas a ayudar a Rafael? --Si. Nos encargaremos los dos de esto. ?Vienes a menudo por aqui? --Solo cuando Rafael no puede ir a ver a Marina a su casa y esta no soporta mas su ausencia. --Le parecio ver decepcion en su rostro, y eso la alento--. Pero vivo muy cerca; mi casa es la ultima de la Mola, esta justo antes de llegar a los acantilados. El abrio los ojos con admiracion y sorpresa. --Me parece increible que alguien quiera vivir en un sitio asi. --A mi tambien --confeso. Quim rio, pero ella no encontro cual era la gracia. Le habria gustado ver si seguiria riendo despues de haber pasado toda su vida cercado por el agua, tan terrorifica y tirana, sin atreverse a poner un dedo en ella. --?Tienes novio? Estuvo a punto de mentirle, pero vio un brillo de ilusion en sus pupilas y decidio ser sincera. --Tengo tres, pero no se donde estan. Se lo dijo porque era su verdad, porque dolia como un golpe en el vientre cada vez que lo recordaba. Y porque, si iba a quedarse en la isla, tarde o temprano alguien del pueblo se lo contaria. Tal vez, incluso le hablarian de la maldicion; eran todos muy ridiculos. El volvio a romper en carcajadas. --Eres muy graciosa, Lenita, ?sabes? --Es verdad --insistio--. Queria subir aqui para averiguar si podia ver a alguno. O a mi padre. Le dio la impresion de que iba a preguntarle algo, pero ella se pego mas al cristal y volvio a buscar en la lejania. Nada. Ni America, ni Denia, ni algun islote en el que pudiera haberse perdido la barca de un pescador. Le parecio todo mucho mas inmenso, y su isla, mas pequena. Se sintio mas encerrada. Aunque habria deseado echar a caminar, a correr, a nadar, se quedo inmovil y se lamento en silencio mientras era consciente de la inmensidad que tenia frente a si; pero tambien de la carga que le pesaba detras, en tierra, a la espalda. Se quedo sin fuerzas, petrificada; sacudida por un anhelo danino que la llamaba a escapar, por una curiosidad infinita por averiguar que podria esperarla mas alla, adonde nunca podria llegar; blanca y quieta, contemplando lo prohibido, la tentacion. Como una estatua de sal. Y entonces, entre la bruma, percibio una sombra, diminuta y solida. --Alli hay algo --dijo. Quim siguio la direccion de su dedo y entorno los ojos. --Son las olas --aseguro. --No, mira. Esperaron unos segundos, y lo que parecia un espejismo fue tomando forma conforme la marejada lo empujaba hacia la costa. Su contorno se definio y sus colores se dibujaron. Entonces, Quim se aparto de su lado y corrio hacia la salida con un grito que retumbo de un lado a otro de la cupula. --!Un hombre! !Se acerca un hombre! !Un naufrago! *** Lena siguio a Quim escaleras abajo, tan rapido que se quedo sin aliento; pero el saltaba los peldanos de dos en dos, y lo perdio de vista de inmediato. Cuando llego a la sala de la planta baja, se detuvo un instante, indecisa y desorientada. Entonces oyo gritar a los hombres y salio al exterior. Los vio alejarse del faro y de las pequenas viviendas colindantes, y correr a lo largo del acantilado. Marina, asustada, se aproximo hasta ella. --?Que ocurre? --pregunto. --Un naufrago. Hay un hombre en una balsa, a punto de estrellarse. Su amiga se tapo la boca para contener una exclamacion. Ambas se quedaron paralizadas, sin saber que hacer. Vieron como los dos fareros corrian hacia el unico punto por el que se podia descender, y Toniet entro al edificio despues de que estos le dieran alguna orden que ellas no habian alcanzado a oir. Una fuerte rafaga de viento les trajo el olor y rugido del mar contra las rocas, y Lena le puso al desconocido que habia avistado en la distancia el rostro de todos los hombres a los que ella habia perdido. El de su padre, que habia partido rumbo a America; el de Guiem, su amor de sonrisa dulce que la habia dejado con el corazon roto; el de Sebastia, su futuro sereno, que habia desaparecido una manana de otono en la que habia salido a pescar; tambien, el de Joan, su anhelado companero, aunque a el todavia le guardaba un poco de rencor. Y, sin pensarlo, echo a correr en direccion al lugar por donde habian desaparecido Quim y Rafael. Marina la llamo a voces y la siguio. Cuando, muchos metros mas alla, llego hasta el inicio de la escalinata tallada en la roca que descendia hasta el mar, oyo que le preguntaba si se habia vuelto loca. Lena se agarro la falda y bajo la pendiente con pasos seguros, a pesar de la inclinacion y la humedad que volvia la piedra resbaladiza. Era la primera vez que se atrevia a hacerlo, pero no dudo. En unos minutos, se encontro, sofocada, sobre el pequeno varadero que remataba una cala minuscula. El temporal mojaba sin descanso los tablones de madera y le salpicaban la ropa, los zapatos y la cara. Se le habian caido el panuelo y el lazo de la trenza, pero no se habia detenido a recuperarlos. Su peinado se deshizo y el fuerte viento le metio el pelo en los ojos y en la boca. Cuando consiguio apartarselo, los dos fareros se habian subido a una barca y remaban en direccion a la balsa, que se dirigia implacable hacia las rocas cercanas. Gritaban para alertar a su ocupante, pero este parecia inconsciente. Uno de ellos se lanzo al agua, Lena no pudo distinguir quien. Si vio como se agarraba a la barca y el otro le tiraba un remo y un cabo, con el que rodeo su propio cuerpo de inmediato. Le costaba nadar y se hundia en las olas de forma intermitente. Logro subir sobre la balsa del naufrago y empezo a remar desde alli. Su companero, unido a el por la cuerda, hizo lo mismo. Tardaron una eternidad en llegar hasta el pequeno muelle. Otra mas en amarrar las barcas. Lena se acerco a ayudarlos, pero la ignoraron. Solo queria ver al hombre al que acababan de rescatar. Se le habia pasado por la cabeza la idea absurda de que pudiera tratarse de uno de los suyos, e intento distinguir su cara. Lo sacaron inconsciente de la balsa; uno lo agarro de los hombros y el otro, por los pies. Lo soltaron sin miramientos sobre un pequeno reducto de arena y posidonia; cayo a plomo, con un sonido hueco al golpearse y con un gemido que les dejo claro, al fin, que estaba vivo. --Necesitamos algo para subirlo --dijo Rafael--. A peso es imposible, ni siquiera entre los dos. --Unas tablas --respondio Quim con seguridad--. Vayamos a por unas tablas y unas cuerdas. Se fueron a toda prisa y Lena se quedo alli abajo, con el mar que la amenazaba a escasos centimetros y con un hombre inerte sobre la arena. Lo observo de lejos, temerosa, y le parecio enorme. Fragil. Su ropa era ligera y estaba hecha harapos. Se acerco un poco y vio que se movia. La sacudio la compasion; estaria helado y dolorido. Se aproximo mas y estudio su rostro. Era joven, y su frente y sus mejillas estaban cubiertas de sangre seca que apenas la dejaba adivinar sus rasgos. Se agacho y se arrodillo a su lado. Quiso hacer algo, decir algo, pero ella no entendia de naufragos. Se pregunto que se sentiria al creer que ibas a morir ahogado, que nunca mas verias a tus seres queridos. Contuvo un sollozo al pensar que, en algun lugar del mundo, habria alguien que lo esperaria por siempre. Deseo hacer que volviera, que viviera por si quien lo aguardaba era tal vez una mujer, una muchacha ilusa que, como ella, sonaba con un futuro mejor. Le temblaban las manos cuando se arrastro hacia el sobre la arena mojada; tomo su cabeza con suavidad y la poso sobre sus piernas, sobre su delantal. El volvio a gemir. Y Lena, que de verdad no entendia de naufragos aunque lo deseara, simplemente le canto. Porque no sabia que otra cosa hacer. Le canto suave, lento, desde el nudo asfixiante de su garganta. Una cancion de cuna. Y luego, una tonada de amor. Canto y canto y lo consolo, como querria que alguien hubiera hecho con los suyos. El, entre suenos, murmuro algo, pero Lena no se asusto. Le aparto el pelo, oscuro y demasiado largo, del rostro. Le acaricio las mejillas heladas. Rozo sus labios agrietados con los nudillos y, aunque estaban amoratados y frios, su tacto le hizo recordar el sabor de su primer beso. Y el abrio los ojos. De golpe y oscurecidos por la sorpresa, confusos. Su expresion se suavizo en cuanto la miro a la cara. Lena enrojecio y quiso salir corriendo. Pero el sonrio, complacido, y volvio a cerrar los parpados con un suspiro de placer. Lena siguio cantando. Lo acuno con ternura. Y penso, como una ilusa, que no siempre era malo que azotara el temporal.

  • Mi bonito del norte de Valentina Roma

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    Hola, soy Elizabeth Aurora de la Vega Fernandez, si, mis padres dicen que me querian, aunque me pusieran ese nombre... En fin... si ellos lo dicen. Cuando estan a punto de proclamarte miss cuernuda de Barcelona, ?te tienes que preparar un discurso o es algo simbolico? Digo, porque tendria que mirar que me pongo... No, en serio, son preguntas serias que tengo. Yo es que soy mucho de preguntar, por cierto... ?como sobrellevas el despues? ?Quieres vomitarle a todo el mundo como la nina del Exorcista cuando te preguntan "?Y tu novio, donde lo has dejado?" De momento no le he vomitado a nadie, la verdad... todo sea dicho. Aunque tengo muchas dudas, ?volvere a confiar en esos desgraciados? ?Los desterrare para siempre y me comprare un gato? Acompaname junto a mis amigos en esta aventura y prometo que no te arrepentiras. Eso si, ves preparando unas copas de vino y unas croquetas, que tenemos para rato.

  • Mil veces tu (Secretos y confesiones 1) de Ebony Clark

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  • Desviacion de Luce D'eramo

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    Relato autobiografico y autentica memoir de una joven de familia de clase alta y fascista que con apenas dieciocho anos se marcha de casa y se presta como voluntaria en los campos de trabajo nazis para comprobar con sus propios ojos que todo lo que se dice de ellos es falso. Ahi arranca una aventura vital realmente increible, la mezcla de cronica de primera mano del horror de los campos de concentracion con el caracter idealista de Luce (fruto de su personalidad y de su juventud). Por su compromiso con los presos, ella misma acaba en Dachau, campo del que, finalmente, logra escapar.

  • El sindrome de Wendy de Lucy Morton

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    Muchas son, sin saberlo, las personas que sufren el llamado "Sindrome de Wendy". Consiste en la necesidad de satisfacer a otra persona debido al miedo al rechazo, a no ser aceptada o a caer mal. Asi como el famoso "Sindrome de Peter Pan" cuenta con el problema de adultos que se comportan como ninos y no quieren crecer, quienes sufren el "Sindrome de Wendy" son aquellas personas que se encargan de cuidarlas y protegerlas. Wendy y Peter Pan, por asi decirlo, se necesitan el uno al otro. "Wendy" tiene la necesidad de satisfacer a quien tiene al lado, especialmente si es su pareja o sus hijos. Claro ejemplo es el padre o la madre que no ayuda en los deberes a su hijo, sino que los hace para facilitarle la vida en ese o en otros muchos sentidos; la ama de casa que asume todas y cada una de las obligaciones y responsabilidades del hogar sin contar con ayuda externa; o aquella persona que toma todas las decisiones para no causar problemas o quebraderos de cabeza a los demas y, ademas, justifica el mal comportamiento o la informalidad de la persona con la que convive. Las caracteristicas principales de quien padece el "Sindrome de Wendy" son: Cree que es alguien imprescindible en la vida de los demas. Nadie mas que ella puede ocupar su lugar y el resto, suele aprovecharse de la disponibilidad que tiene siempre Wendy. Todo se lo piden a ella y ella es feliz complaciendo al projimo. El amor para ella es un sacrificio, una resignacion. Dar sin esperar nada a cambio. Siente la necesidad imperiosa de cuidar y proteger a los demas como si fuera su madre y tambien termina asumiendo ese rol con su pareja, especialmente si esta, padece el "Sindrome de Peter Pan". Suelen encontrarse; es como aquel dicho de: siempre hay un roto para un descosido. Wendy evita que las personas de su alrededor se molesten, se enfaden o se disgusten. Necesitan caer bien cueste lo que cueste. Intenta hacer feliz a los demas de manera constante. Siempre quiere agradar, caer bien, que todo el mundo este a gusto y feliz, sobre todo en su presencia. Asume las responsabilidades en lugar de otra persona, aun cuando no es su trabajo. Pide continuamente perdon aunque no haga falta, aunque no haya cometido ningun error y o no sea la responsable del problema a resolver. Es propensa a deprimirse por la falta de atencion; la aceptacion social es sumamente importante para ella. Esta es la historia de una Wendy que, harta de ser siempre quien daba sin recibir nada a cambio aunque no lo esperara, se revelo contra su sindrome sin la ayuda de nadie. Combatio el "sindrome de Wendy" y decidio cambiar su vida radicalmente y su comportamiento hacia los demas cuando descubrio algo que sus ojos no deberian haber visto jamas. ?Tu tambien conoces a una Wendy? ?Quiza a un Peter Pan? Son frecuentes, existen en todas las partes del mundo y, seguramente hoy, caminando por la calle, has visto a uno. Pasan bastante desapercibidos como aquellos que proceden de otro planeta; como los angeles y los demonios que habitan la tierra; pero combaten una lucha interna feroz como quien es adicto al alcohol, a las drogas o es dependiente de la nicotina. Como quien tiene insomnio, es adicto al trabajo o lucha contra sus numerosos miedos. Como quien trata de superar una perdida, una ruptura o una crisis emocional de otro indole. Todos luchamos cada dia contra algo. Wendy lucha contra Wendy y Peter Pan; Peter Pan, por su parte, parece no darse cuenta de nada y trata de buscar desesperadamente a una Wendy que actue por el y este ahi siempre, amable, generosa y sonriente, para cuando la necesite. Espero que disfrutes de esta historia, breve pero intensa, en la que te espera un cumulo de sorpresas, momentos tiernos y otros mas rebeldes por parte de nuestra querida y confusa "Wendy"; tambien fantasia y un giro imprevisible de los que prometen dejarte KO. Lucy Morton CAPITULO 1 -- Todos quieren -y necesitan- a Wendy Mil veces he intentado decir que no. Y mil veces he dicho si. Otras tantas he tratado de pensar solo en mi y he terminado pensando en la persona que tenia al lado. ?Y para que? Se supone que todo lo hago porque me sale del corazon sin esperar nada a cambio, pero hoy me he caido en la calle por una maldita cascara de platano que algun incivico ha tirado al asfalto de la ciudad de Nueva York, y nadie ha venido a socorrerme. Nadie. Se que no soy Cindy Crawford, pero soy persona. Soy persona, me llamo Kate Middleton como la duquesa de Cambridge y estoy harta de que, cada vez que conozco a alguien, me suelte lo de: --?Como esta William? ?Donde has dejado al principe? Al principio sonreia con cara de boba y me excusaba diciendo que mi padre es ingles, de Watford, para ser exactos. <> --Jovencita. Jovencita, ?puedes ayudarme con la compra? Me pesan mucho las bolsas. --Oh, senora. Por supuesto. Deme, yo le llevo la compra. ?Donde vive? --A diez manzanas. Me entraron los sudores frios y a pesar del calor de julio, un escalofrio recorrio mi espina dorsal mientras cogia las cinco pesadas bolsas de la senora y me dispuse a recorrer a paso de tortuga junto a ella las eternas diez manzanas que quedaban hasta llegar a su hogar. No la conocia de nada; podia tratarse de una psicopata, una de esas ancianas peligrosas y asesinas; unas locas de remate. Pero me puse en su lugar. A los ochenta anos tambien me gustaria que una joven de treinta me ayudara con las bolsas, aunque tuviera que cruzar media ciudad. <> Yo iria caminando feliz, a mi paso y sin prisas, sin problemas ni dificultades, mientras observo a la boba que ha aceptado la "oferta". ?Cuantos le habrian dicho que no antes de que apareciera yo? ?Existe alguien en el mundo capaz de decirle que no a una anciana? <> --A lo mejor tienes cosas que hacer y te estoy entreteniendo --dijo la senora, a tan solo una manzana de llegar a su apartamento, situado en Queens. No dije nada y me limite a pensar en que era algo que podria haberme dicho antes. Seguro que lo habia pensado, pero prefirio callar y yo, por mi parte, odiaba tener ese pequeno momento de debilidad al pensar mal de ella y sus intenciones. Al llegar al portal me dio las gracias mirando mi cara de idiota cuando cogio las cinco bolsas como si de un culturista se tratara soportando unas mancuernas de tan solo cinco kilos. Yo, sin embargo, tuve que sufrir un desagradable hormigueo en mis cansados brazos mientras recorri de vuelta las diez manzanas hasta llegar al apartamento que compartia con mi chico, un aspirante a actor que solo habia conseguido protagonizar dos anuncios en la tele, por los que ya se creia George Clooney. Su nombre: Jerry, alias "mi George Clooney". Trato siempre de no reirme cuando se pone las gafas de sol y la gorra de los Mets diciendome: --Espero que no me reconozcan por la calle. Lo peor de todo, es que siempre lo dice en serio. Que realmente se lo cree. No sere yo quien le quite la ilusion. Mientras habla de sus suenos, con total confianza en si mismo, yo lo escucho pacientemente asintiendo y diciendole que todo le ira fenomenal. Al mismo tiempo estoy recogiendo la ropa que deja tirada en el dormitorio o en el mismo sofa del minusculo salon-comedor-cocina, para llevarla a la lavanderia; barriendo o fregando platos. Porque claro, a el nunca se le ocurriria fregar un solo plato. --!Soy una estrella, Kate! --suele decir, alzando los brazos. Es el tipico que esta constantemente haciendose selfies para las "fans" de sus redes sociales, incluidas esas fotos con el torso desnudo frente al espejo del lavabo. Pero es tan vago, que no va al gimnasio, y tiene que hacer poses raras y conseguir una iluminacion precisa, para que se le marque algo en el abdomen. La tableta de chocolate, dicen. No, "mi George Clooney" no tiene tableta de chocolate. Dudo, incluso, que tenga algo de cerebro. Eso es lo peor de todo. Que alguien como yo, se fijase, hace ya la friolera de cinco anos, en alguien sin cerebro. Normalmente me armo de paciencia con "mi George Clooney". Respiro una, dos, tres, cuatro... hasta cinco veces, para calmar a la fiera que tengo oculta en mi interior. Nunca saldra, por supuesto. No porque me domina el "Sindrome de Wendy" y no quisiera herir los sentimientos de nadie. "Mi George Clooney" y yo nunca nos hemos enfadado. Nunca hemos gritado. Somos dos companeros de piso, amantes y amigos muy silenciosos, que llevamos tres anos viviendo bajo el mismo techo. "Mi George Clooney" particular suele pasar las horas muertas en el sofa jugando a la Play o viendo la tele. Cuando a mi se me ocurre sentarme, tengo que hacerlo en un rinconcito y el pone los pies sobre mis rodillas para que le de un masaje. --!Estoy tan cansado! Y yo, que lo quiero con locura, le doy un masajito que lo relaja y le hace caer en un sueno profundo. Luego lo miro. Podria estar mirandolo durante horas mientras duerme. Y parezco una madre al verme pensar: --Miralo, si es como un angelito... Cuando duerme parece que no ha roto un plato en su vida. Pero yo se que ha roto cientos de platos. Hace dos anos, cuando llevabamos uno viviendo juntos, me puso los cuernos. Lloro, se puso de rodillas, me pidio perdon y por primera vez me invito a cenar. Al Mc Donald's, pero da igual. Invito el. Por primera vez. Eso era lo que contaba. Le perdone. No pense en mi o en mi orgullo de mujer, sino en el y su felicidad. Si su felicidad consistia en estar conmigo en vez de con la mujer con la que me habia sido infiel, ?quien era yo para negarselo? El me quiere y me necesita. Yo siempre estoy ahi como una imbecil. Siempre estoy ahi para el y para todo el mundo. --Kate. --Me llama mama un dia cualquiera--. ?Podrias ir a buscar a tu hermano al aeropuerto? A papa y a mi nos es imposible. --?A que hora? --A las doce. --Alli estare. Y la buena de Kate, como no tiene otra cosa que hacer, conduce hasta el aeropuerto para ir a buscar a su hermano de veinticuatro anos, que esta de "ano sabatico" viviendo la vida y viajando con el dinero de papa y mama. --Kate. --Es mi abuela, que me llama un dia cualquiera--. Me duele mucho la espalda, ?podrias hacerme la compra? Y la buena de Kate hace tres transbordos en metro para ir a hacer la compra a un super mercado cercano a la casa de mi abuela, llevarsela y llenarle la nevera. No me da el dinero. Me dice que a ver si le puedo limpiar un poco la casa, mientras ella ve un programa de cotilleo en television. Cinco horas en casa de la abuela y de vuelta a tres transbordos en el metro para llegar a mi casa, donde me espera "mi George Clooney" preguntandome que hay para cenar, que no sabe como se enciende el fuego. Y mientras preparo la cena, me llama una de las pocas amigas que tengo, Sarah, y me dice: --Ay Kate, no sabes lo que me ha pasado. --?Que te ha pasado? --pregunto alarmada. --Tengo un vestido en la tintoreria que necesito para manana por la noche, pero me sera imposible ir. ?Puedes ir tu?

  • Atame y no me sueltes de Laura Palma Avila

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    Segunda parte de Atame Comandante.

  • Una investigacion ardiente de Jule Mcbrige

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    El agente del FBI Oliver Vargo decidio consultar los expedientes de sexo para hacerse una idea de como seria la mujer mas sexy del mundo. Lo que no esperaba era encontrarse con un ejemplo viviente. La bella Peggy Fox lo intrigaba… y, sobre todo, lo excitaba demasiado. ?Quien era esa misteriosa mujer que parecia tan empenada en seducirlo?

  • Amore se escribe con licor de limon de Olivia Ardey

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    Daniela accede a viajar hasta Italia para asistir al entierro de su abuela, una mujer agria y resentida que corto toda relacion con su padre el dia que este decidio casarse con una extranjera. La intencion de Daniela es regresar cuanto antes, pero la lectura del testamento lo cambia todo.
    En Napoles sufre el rechazo de su familia. La unica hermana de su padre la desprecia y Rocco, el yerno de esta, no piensa perder el control de la empresa heladera de los Barone. Pero Daniela no se achanta ante tanta inquina y decide luchar por lo que es suyo.
    Rocco Santoro acumula mucha amargura desde el accidente en el que murio su mujer. Daniela, por su parte, acaba de salir de un noviazgo desastroso y lo ultimo que le conviene es fijarse en ese rival de boca sexy y mirada hostil.
    Viejas afrentas familiares y el peso de la culpa incitan una lucha de voluntades en una romantica ciudad donde es dificil frenar al corazon.

  • La presa del tigre de Wilbur Smith

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    Oceano Indico, 1710. La costa malabar esta infestada de comerciantes codiciosos, piratas temerarios y hombres con sed de venganza. Pero para un Courtney, el mayor peligro siempre proviene de su propia familia...

  • Sugar Baby de Luis Avila

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    ?Una forma de pareja o un acuerdo comercial?
    La universidad de Tania peligra y ella esta dispuesta a todo con tal de conseguir el dinero suficiente para poder pagarla. Asi es que entra a una web donde buscar Sugar Daddies, lo cual da inicio a su nueva vida de Sugar Baby. Joyas, zapatos, carteras, mansiones, un mundo de lujos se extiende delante de si con una enorme cantidad de peligros, entre ellos. que ningun hombre se obsesione con ella.
    Pero la peor amenaza de todas seria enamorarse.
    ?Cuanto esta dispuesta a dejar de si misma con tal de conseguir lo que necesita?
    #SugarBaby #Tania #Marco #Aiden

  • A cuerpo de gato de Hiro Arikawa

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    Una novela ironica y conmovedora que gracias a la ocurrente mirada de su narrador, un gato, nos reconcilia con la vida.

  • La penumbra que hemos atravesado de Lalla Romano

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    La habitacion, pequena como una celda, estaba pintada de un fiero amarillo; la cama, enorme, de hierro, con unas rayas que trataban de imitar la madera. En el aire, bochornoso, flotaba un desagradable olor a humo. Revoloteaban dos moscas, como las que tiemblan en unos ojos enfermos. Me habia tumbado y trataba de no pensar. El somier, a cada minimo movimiento, gemia con un sonido de organo. De pequena oi muchas veces criticar los hoteles. Decian que habia pulgas. A mi, aquello me parecia una especie de privilegio que tenian los hoteles. En las casas saltaba la alarma si se encontraba una pulga, que apenas vista desaparecia como un duende, y habia que buscarla con empeno y aplastarla entre las unas. Algo horrible que yo observaba con repugnancia. Los ninos pobres, las companeras de escuela, tenian infinidad de ronchas rojas en el cuello, eran picaduras de pulga. Porque dormian sin sabanas. Tambien Muro tenia pulgas a veces; pero las pulgas de los perros no atacaban a las personas. Una vez, papa encontro chinches en un hotel. (Los chinches, mas temibles aun que las pulgas, eran una rareza, casi un lujo. ) Habia levantado la almohada: los chinches, negros, planos, corrian por la sabana. Papa lo contaba despacio, con una precision fabulosa. Y yo veia los chinches como la imagen lejana, minuscula, de un ejercito de guerreros protegidos con sus escudos, en marcha sobre una llanura nevada. Aunque quiza no fue en un hotel. Quiza fue en el Santuario de Sant'Anna di Vinadio, donde papa era alojado con gran consideracion. Tenia derecho a una habitacion para el solo, la de la administracion; mientras el resto de peregrinos dormian todos juntos. De aquel lugar, papa nos traia a los ninos escapularios. Eran pequenos retales de felpa con imagenes de Santa Ana, atados a un cordon de aspera lana negra. Debian colgarse al cuello, bajo la ropa. Pero nunca llegamos a llevarlos. Papa no regresaba jamas de un viaje sin un regalo. De Turin nos traia ramilletes de miosotis o de muguete en cucuruchos de papel; de la montana nos traia flores raras, como la llamada <>, una flor azul, rigida y de hojas dentadas como un broche. En Ponte nunca estuve en un hotel; todos los parientes solian alojarse en nuestra casa. Pero es cierto que, en aquel tiempo, los hoteles empezaron a encontrar su lugar en la forma de vida del pueblo. El mas familiar era el Europa, que ocupaba dos pisos del edificio de nuestra casa; eramos amigos de Lino, dueno del Tre Colombe, que se llamaba asi porque el era cazador; luego estaba el Hotel del Giglio, en la Piazza Nuova, que habia disenado papa y era de lujo. Quiza no era de lujo ni siquiera el Giglio. Una vez lei en una guia que todos los alojamientos de Ponte Stura eran de cuarta categoria. Me dio pena. ?Acaso era tan misero el pueblo donde papa habia sido admirado, amado, donde <> habian sido felices, donde <>? Me parecio un desprecio, una humillacion. (La pobreza manifiesta del pueblo no me importaba mas que la de cualquier otro. ) Lo increible fue que Ponte Stura continuara existiendo. Inmediatamente despues de irnos, desde la ciudad a la que nos habiamos mudado, miraba hacia las montanas que cercaban el horizonte y pensaba: alli esta... pero en realidad lo que queria decir es alli estaba... Respecto a nuestra partida, solo recuerdo que era otono y llovia. Tambien que mama repartia toda suerte de objetos: animales disecados que habia encontrado en la casa cuando llego recien casada, algunos muebles, los cuadros que no vinieron a la nueva vivienda. Quiza regalo tambien todos mis preciosos tebeos pensando que, puesto que ya iba a pasar a secundaria, no volverian a interesarme. No recuerdo nada mas. Se que estabamos en guerra, fue el otono de Caporetto, y se respiraba un aire de derrota. Nos dabamos cuenta, de pequenas, de que mama evitaba hablar de Ponte. Apretaba los labios, como con gesto de desden. Aquello me entristecia. Sabiamos que habia estado Madrina, y que habian estado <>. (En la ciudad, mama no recibio mas visitas ni frecuento a mas senoras.) Segun nosotros, eran tonterias. Ella no se explicaba. Le parecia, incluso, que en verano Ponte no era fresco, que no habia paseos a la sombra. Pero en uno de sus ultimos dias, en una tregua de su enfermedad, exclamo subitamente: <>. La antigua felicidad que mama habia perdido junto con Ponte, cuando era pequena, yo la percibia solo por breves instantes, en inesperados relampagos. Era, creo, como una corriente profunda que alimentaba mis raices, mientras yo me sentia azotada por conflictos, incertidumbre y miedo. En esos momentos me esforzaba por aislar o recuperar el hilo de los recuerdos. La singularidad de ese esfuerzo consiste en que pertenece a aquel tiempo. Fue entonces cuando empezo. Apenas fui capaz de reflexionar, consegui distinguir un presente y un pasado; en el mismo pasado distinguia dos tiempos; uno comprendia mi primera infancia y la vida de mis padres, tiempos de los que, a retazos, lograba rescatar la memoria; antes se daba otro tiempo aun mas vago, los antecedentes: episodios de la infancia y juventud de mis padres. (La historia y los cuentos coinciden en algo que no es temporal, porque no iba ligado a mi existencia ni a la de los mios.) Esta cronologia era amplia, compleja y, ademas, esquematica, igual que decimos: alto, medio y bajo Imperio. El sentimiento dominante era el de haber llegado tarde: cuando lo mas importante ya habia sucedido. El tiempo maravilloso era siempre <>. Tambien pertenecian al <> algunas fiestas que yo trataba de imaginar. Su encanto venia sugerido por la forma en que mama nombraba los lugares, las personas. Los nombres eran pronunciados por ella con expresion hieratica mas que nostalgica y, sin embargo, fugazmente, como solia hacer, de forma que aparecian y desaparecian y resultaban mucho mas misteriosos. Papa y mama fueron en trineo a Festiona. Festiona la recuerdo muy bien: era una aldea al lado del Stura, oculta en el bosque, adonde se iba a recoger setas; estaba algo lejos, no muy conocida, sin ninguna particularidad, solo que era muy humeda, como todas las poblaciones que se encuentran cerca de los bosques. Pero pensando que habian ido hasta alli con un trineo, una tarde de invierno -?llevaban tambien cascabeles?- y que regresaron por la noche -?usaron antorchas?- se convertia en un lugar remoto y fabuloso. Habian alcanzado el Ponte di Festiona pasando por la carretera nacional. El trayecto no es muy largo cuando se hace en verano. Pero yo lo imaginaba larguisimo y, ademas, recorrido a velocidad de sueno.

  • Un amor a la italiana de Norah Carter, Monika Hoff, Patrick Norton

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    Ya estaba montada en el avion. No habia vuelta atras porque la decision ya estaba tomada. Dejaba atras veinticinco anos de mi vida viviendo bajo el techo familiar. Me habian ofrecido un puesto de trabajo en Roma por un ano. Ni siquiera lo pense. Se lo comente a mi familia y, aunque les daba pena que me fuese de Espana por un ano, comprendian que era una oportunidad unica. --Ciao -- dijo una voz masculina. Levante la cabeza para comprobar que era un chico que se iba a sentar al lado de mi, pero, ?por que me decia adios? !Ni que yo me fuese a mover! Mira que era guapo aquel chaval, pero me puso de mal humor. --No, no me voy a mover, este es mi sitio asignado -- dije sonriendo ironicamente. --No le dije que se fuese -- dijo con ese acento italiano tan sensual. --Me has dicho Ciao... --Es un saludo. ?Que tiene de malo? -- dijo sonriendo mientras se sentaba. --Ciao es adios... --Ciao es una palabra italiana y se usa como saludo o despedida indistintamente -- dijo guinando el ojo a la vez que se quitaba el sombrero de paja que llevaba y le quedaba tan bonito. Ahora dejaba al descubierto una media melena preciosa. --Pues siempre entendi que era a modo despedida. --Se nota que no has estado en Italia y que es la primera vez que vas a ir. --Si, pero imagino que me dara tiempo a terminar hablando hasta italiano ya que vengo por un ano. --Wow, eso es genial, imagino que vas a una casa compartida con gente que conoces -- dijo de forma amigable buscando la complicidad de mis respuestas. --!Que va!, alquile un estudio pequeno para mi sola. Lo bueno es que me lo paga la empresa -- apostille poniendo una sonrisa de oreja a oreja. --Interesante todo esto que me dices. Muy interesante -- murmuro como si estuviese dandole vueltas en la cabeza a una idea. --?En que estas pensando? -- pregunte con extraneza. --Bien, te voy a dar la tarjeta de mi restaurante donde esta mi numero, tienes que ir a probar mi mejor pizza, una pizza hecha a lena. Dicen que es la mejor de toda Italia. La primera vez que vayas invita la casa y ya veras como repetiras -- volvio a guinar el ojo mientras me daba la tarjeta con un aire muy seductor. --Perfecto, si estoy invitada, fijo que voy, ?es tuyo el restaurante o eres el encargado? -- me estaba gustando hablar con aquel chico que parecia un buen conversador. --Es mio, herencia de mi padre. Trabajo alli durante muchos anos e hizo de aquel horno un lugar de referencia gastronomica en muchas guias turisticas. Eso no es facil, creeme -- manifesto con orgullo, mirandome a los ojos. --!Que bien! No debe ser facil -- apunte yo con intencion de que se sintiera comodo y siguiera hablando conmigo. --Por cierto, me llamo Alessandro. --Yo soy Amanda -- esboce una sonrisa. Me encanto aquel nombre, pues me recordaba a una de mis canciones favoritas de Lady Gaga. "Alessandro" era un nombre sugerente y sutil, un nombre que enamora y, sobre todo, si aquel joven era lo mas parecido a un actor de cine. Y lo era. Sus facciones armonicas, su menton levemente pronunciado y sus ojos oscuros no dejaban lugar a dudas. Pero yo no podia pensar ahora en ligar con un tipo del que no conocia casi nada y en un momento en el que debia preocuparme de otras cosas mucho mas importantes. Iba a vivir en un pais que no conocia, lejos de casa y de mi familia. Aunque siempre me he adaptado perfectamente a las nuevas situaciones, ahora, por un tiempo, iba a ser una extrana en un lugar que me resultaria hostil durante las primeras semanas. Era logico y eso no debia inquietarme. Pero aquel chico ... Alessandro… me estaba poniendo nerviosa y, cuando digo "nerviosa", no me refiero a un estado de ansiedad preocupante, sino mas bien a un estado de excitacion que iba creciendo segun pasaban los minutos. --?De que trabajaras? -- pregunto con interes, arrugando sus labios carnosos. --Estudie Turismo y me ha contratado una empresa receptora de espanoles para diferentes traslados, sobre todo al puerto de Civitavecchia donde han de coger sus cruceros. Tambien me encargare de recibir a los viajeros que vienen para una estancia en Roma. Creo que voy a estar bastante entretenida -- acabe riendo sin dejar de mirarlo a aquellos ojos negros y rasgados. --Me parece muy interesante. Estoy seguro de que es un trabajo muy divertido y ameno. Preparate para trabajar mucho porque Roma es un rio continuo de gente. Ademas, el turismo es una fuente de ingresos muy importante para la ciudad -- comento Alessandro con seriedad mientras yo presentia que mi vida habia cambiado ya desde el momento en que me embarque. --Bueno, tambien llegara en cada grupo el tipico quisquilloso que se queja de todo. Y eso es lo peor de esta profesion: mantener la paciencia y ser lo mas diplomatica posible cuando la gente se impacienta por cualquier motivo. --Claro, entiendo, pasa lo mismo en el restaurante. Lo bueno es tener clase para resolver ese tipo de conflictos con el mejor talante posible. Y no es facil. Es rara la semana que algun cliente no me saca de quicio con excusas tan tontas como que la pizza esta fria o que la salsa esta demasiado salada. Al final, acabo por no cobrarles para que se tranquilicen y no presenten ninguna reclamacion -- dijo con un tono ironico. --Pero se estan aprovechando de ti, Alessandro. Como se corra la voz, van a ir a tu restaurante a comer gratis a todo el que se le ocurre -- anadi yo con estupefaccion. --No. No es frecuente. No pasa todos los dias. Por suerte, la mayor parte de los clientes estan deseando probar mis platos y tengo siempre una lista de espera. Algunos turistas reservan semanas antes -- dijo con orgullo. --Lo que me cuentas es fantastico, Alessandro. Me alegro mucho por ti. Ahora ya no tengo ningun pretexto para no ir a probar tu comida. Si tienes esas listas de esperas, es que la comida debe ser exquisita -- comente yo haciendome la tonta, como si fuera una estudiante quinceanera --. Si, espero que, cuando vaya, no me pille con uno de esos dias de mal humor. En esos dias no hay Dios que me soporte y exploto enseguida por cualquier cosa -- dije encogiendo los hombros y riendo. --Una mujer con caracter -- rio el tambien. --Tampoco es para tanto. Estaba bromeando, Alessandro. --Me quedo mas tranquilo. Aunque las espanolas teneis fama de ser mujeres muy pasionales. Las italianas tambien, ?sabes? --Estoy muy ilusionada y esta conversacion me esta animando. Dejo atras a mucha gente que quiero -- comente con cierto tono de tristeza, como si buscara en aquel chico un poco de carino

  • Galerna de Teresa Hernandez

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    Como escenario, las frias y bravas aguas del Mar Cantabrico. A merced de los temporales, se lleva a cabo cada temporada, una lucha epica entre los valientes hombres de un pueblo marinero y las descomunales ballenas, que cada ano, llegan a las costas de Cantabria en sus viajes migratorios. Esos bellisimos y tranquilos animales se enfrentaran y jugaran una partida a vida o muerte contra aquellos pescadores, “Los Senores del Mar”, que llevados por la necesidad de subsistir, tanto ellos como sus familias el resto del ano, intentaran conseguir un preciado tesoro que albergan las ballenas en su interior, echandose a la mar para darlas caza. Deva, es una joven intrepida, con una mentalidad diferente, en una sociedad dominada por los hombres. Debido a su gran caracter y a su espiritu libre, llega a convertirse en una increible y apasionada cazadora de ballenas, ganandose el respeto y la admiracion de todos sus companeros de batalla. Cuando ya pensaba que le seria imposible enamorarse y encontrar un hombre que supiera aceptar su peculiar forma de entender y enfrentarse a la vida, aparece de improviso, e inconsciente en la playa, un desconocido. Este forastero llegara cargado de muchos secretos y grandes peligros. Ese acontecimiento dara un vuelco a su vida.

  • Nadie se muere de esto de Fatima Casaseca

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    Dicen que para solucionar cualquier problema el primer paso es reconocer que lo tienes, y la verdad es que, visto asi, parece facil. Como si reconocer algo no fuese mas que un tramite, una diligencia anodina consistente en admitir aquello que ya se sabia pero que, por alguna razon estupida y caprichosa, uno se empena en negar de manera sistematica. Sencillisimo, vaya. Poco menos que un juego de ninos si no se pasase algo por alto. Algo importante, fundamental. Y es que, para reconocer, primero siempre hay que conocer; es decir, percatarse, notar o percibir, pues dificilmente puede admitirse algo que se ignora. Yo misma, por ejemplo, hasta hace poco ignoraba que era una cobarde. Que soy bastante soberbia si que lo intuia, mas que nada porque es casi lo unico que llevan reprochandome en serio mi padre y mis hermanas desde que tengo uso de razon. Pero ?cobarde yo? No lo habria imaginado jamas. Nunca. De hecho, llevo --o llevaba-- toda la vida considerandome osada y transgresora, diferente, mejor incluso, y pavoneandome por ello dia si, dia tambien, con unas infulas que ahora se me antojan de lo mas ridiculas y cuyo recuerdo aun me sonroja, provocandome dolorosas punzadas de verguenza. Un recuerdo no muy lejano, todo sea dicho, porque aunque esta historia comenzo meses atras, su absurdo desenlace se produjo hace apenas unas semanas. Una resolucion que por mucho que mi padre se empene en considerar necesaria y, por eso mismo, acertada, a mi solo me parece triste. Triste, cobarde e indecorosa. Y con el amargo regusto que le queda a una al descubrir que ha estado demasiado tiempo haciendo el gilipollas. Me llamo Elena Garcinuno, por cierto, y voy a cumplir treinta y cuatro anos. El ultimo sabado de enero, hace casi siete meses, llame a mi hermana pequena en estado de shock. Al principio, como viene siendo lo habitual en estos casos, Natalia se cabreo con Alberto. Aunque quizas <> no se ajuste del todo a la sarta de improperios que le dedico, que lo puso de vuelta y media. Es probable que aquel dia no jugase a favor de Alberto el hecho de que mi hermana no le ha tragado nunca y que los ultimos cinco anos, por educacion y porque me quiere, se ha limitado a dejarme caer, como si fuera una observacion objetiva y sin malicia, que es un blandengue y que no entiende que veo en el. Con lo macarra que es Natalia, todo un detalle por su parte. Asi que durante esa conversacion telefonica no desaprovecho la oportunidad y se desquito a gusto; y no se le paso por la cabeza concederle siquiera la presuncion de inocencia. De todas formas, como esto es a toro pasado y estoy intentando ser sincera y despiadada conmigo misma --y valiente, claro--, reconozco que llamando a Natalia sabia perfectamente donde me metia y que eso era justo lo que buscaba. Pero es que la situacion era de todo menos simple y lo que yo tenia esa manana era el orgullo dolorido y un ataque de colera monumental y descontrolado que me urgia canalizar antes de verle. Que estaba llorando a moco tendido, vamos. Mientras aporreaba la pantalla del telefono era consciente de que, si me lo hubiese encontrado dandose un revolcon con otra, o intentandolo, habria sido todo muchisimo mas facil. Sobre todo por lo espontaneo. Conociendome, seguro que le habria abofeteado, escupido e insultado, y que despues me habria escapado a gimotear y a seguir injuriandole en algun bar, alternando amigas y familia. Y copas, eso por supuesto, mogollon de copas. La cuestion --y aqui residia el problema fundamental, mi problema fundamental-- era que no le habia pillado, asi, con las manos en la masa como quien dice, sino un mensaje antiguo en su Facebook que, ademas de parecer una despedida, por lo menos temporal, resultaba bastante ambiguo. Eran apenas tres lineas, tal vez cuatro, y aunque no era sexualmente explicito en su contenido, el hecho de no conseguir ubicar a la remitente --una tal Pilimindrina-- en mi lista mental de legitimas amistades femeninas de Alberto, ni lograr identificarla por su foto de perfil --una figura sin contornos ni facciones, a lo lejos, frente a lo que me parecio el Coliseo romano-- disparo todas mis alarmas. Ella, Pilimindrina --apodo que me la sugeria traviesa e inocente al mismo tiempo, como pilindri o pelandrusquilla, una aleacion irresistible para cualquier ego masculino--, habia escrito, hacia mas o menos un ano, que le habia hecho muy feliz conocerle, que desde aquellos dias pasados juntos en Barcelona no habia podido dejar de pensar en el, en las circunstancias que les impedian mantener una relacion mas estrecha, y que esperaba con ilusion y expectativa que el destino volviera a ponerlo en su camino pronto. Bla, bla, bla. Un zorron en toda regla, conclui, pues si hablaba de circunstancias adversas es que sabia de mi existencia. Y se la sudaba. Lo peor, no obstante, era que Alberto, mi en teoria entregadisimo novio, le habia contestado unos dias despues en un tono similar: <>. Aun a riesgo de parecer una neurotica, confieso haberme aprendido la respuesta de memoria, emoticonos incluidos, pero es que tuve que repasarla varias veces para confirmar que de verdad ponia eso y no otra cosa, tal era mi desconcierto. Que vaya ingenua, se burlaba Natalia, como si no estuviese clarisimo lo que significaba. Menudo cabron, cabronazo, pedazo de cabron, repetia machacona. Peor que eso, decia, una mosquita muerta es lo que es. Y es que Alberto --Albertito, como lo apodo despectiva nada mas conocerle--, el novio ideal, guapo y pijo, la envidia de todas mis amigas, el mas estupendo, detallista y sacrificado, siempre respetando mis tiempos y sin presionarme, nunca me habia dado motivos para sospechar de el.

  • El odio que das de Angie Thomas

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    Starr es una chica de dieciseis anos que vive entre dos mundos: el barrio pobre de gente negra donde nacio, y su escuela situada en un elegante barrio residencial blanco. El dificil equilibrio entre ambos se hace anicos cuando ella es testigo de la muerte a tiros de su mejor amigo, Khalil, a manos de un policia. A partir de ese momento, todo lo que Starr diga acerca de la aterradora noche que cambio su vida podra ser usado de excusa por unos y como arma por otros. Y lo peor de todo es que, tanto los de un lado como los de otro, la tienen en el punto de mira y amenazan con poner en riesgo su vida.

  • Touchdown de Ludmila Ramis

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    Un amor abstracto se delimito con cada mirada, palabra y accion, hasta definirse como una relacion fascinante en su sencillez, y, a veces, en su complejidad.
    Kansas Shepard es una espontanea y comica universitaria que siempre termina enredada en lios que no ocasiona. Malcom Beasley, por otro lado, es del tipo de personas que evitan todos los problemas. El sigue una rutina estructurada y permanece lejos de los rebeldes ciclones de los sentimientos humanos y de los imprevistos.
    Cuando estas dos personalidades deben vivir bajo el mismo techo, la coexistencia, que parecia imposible en un principio, resulta ser el detonante de una aventura que terminara por arrasar tanto con el corazon de Kansas como con el del jugador de los Jaguars, el numero 27.
    ?El resultado?
    Un touchdown.

  • Desaparecida. La historia de Hugo de Dylan Martins Y Janis Sandgrouse

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    --Hola, Hugo. --Hola, Andrew, te necesito --murmure agobiado echandome el pelo hacia atras. --?Que paso? --La pequena Laia ha desaparecido... Seis meses habian pasado desde la boda de Andrew con Laia, de ahi a que Alicia le pusiera el nombre a su hija, ya nuestra hija, porque la amaba como si fuera mia. A Alicia la conoci gracias a Andrew, cuando intervenimos en liberar en Marruecos a Laia, en aquel entonces una espanola que se caso con un marroqui que la sometio a una cautividad por dos anos, de ahi que la escritora Ariadna Baker, contara su historia y por ende el principio de la mia en una trilogia llamada Laia, ademas de Cautiva. Hoy en dia Andrew y Laia, vivian felices en las Highlands de donde era el, ademas habia pedido una excedencia para disfrutar de ella y los hijos que ya tenian, tres, Dylan, Hugo y Janis. La nina fruto del amor entre ellos y los ninos frutos del corazon tan grande que poseian, ya que eran adoptados. A Andrew lo conoci en varias cooperaciones conjuntas, ya que el era inspector en Escocia y yo en Espana, asi que nos vimos siguiendo a las mismas bandas de narcotraficantes que intervenian, tanto en su pais como en el mio, pero lo que realmente nos unio fue su historia con Laia, hoy su mujer y amiga de mi pareja Alicia. A Alicia la conoci y poco despues la dejo el marido, renunciando a la pequena Laia por irse con una mujer a algun lugar de Europa, donde se quedo con ella. poco despues supimos que esta lo dejo y el no regreso a Espana, pero, consciente de todo lo que dejo aqui, comenzo a amenazar a Alicia hasta que yo me puse serio. Fue en las Navidades antes de la boda de Andrew, cuando Alicia y yo nos comenzamos a dejar llevar por eso que nos dimos cuenta que sentiamos el uno por el otro, hace un ano, pero no lo confirmamos hasta el enlace de estos, Fue en las Navidades antes de la boda de Andrew, cuando Alicia y yo nos comenzamos a dejar llevar por eso que ahi donde sellamos nuestro amor con un beso. La verdad es que esa boda fue la confirmacion de un amor que se habia ido engrandeciendo en medio de un cautiverio y problemas que se sucedieron por un largo tiempo y en el que nos vimos en una espiral de acontecimientos. Al final ese caso se convirtio en mucho mas que algo laboral, Andrew se enamoro de ella y yo la ame como a una hermana, esa que se que tiene los mismos sentimientos hacia mi. Y a pocos dias de hacer un ano con Alicia y esa preciosa nina a la que amo como si fuera mia, desaparece... Ni veinticuatro horas de la llamada y ya tenia a Andrew y su familia en Huelva, en el piso que estos tenian alli de Laia y de donde era Alicia, la mujer de mi vida. Ademas, yo estaba con ella y la nina afincado en mi tierra, Cadiz, en donde ejercia mi profesion de policia en cubierto y donde escribia mis novelas, ya que publicaba en una plataforma enorme y que, para sorpresa mia, tenia muchas lectoras. Pero un dia antes de esa llamada a Andrew, nuestra pequena Laia desaparecio, si, por arte de magia. Estaba en el salon jugando con sus munecas en una manta en el suelo y Alicia preparando la comida, solo se despisto unos minutos para ir a mover la pasta y cuando regreso al salon, ni rastro de la pequena, eso si, la puerta de la terraza estaba abierta, alguien habia entrado... En mi trabajo cambie todo el rumbo y dije que ahora la prioridad era encontrar a mi nina sana y a salva, no podia soportar el dolor de saber que le podria estar pasando y no podia mirar a la cara a Alicia, que estaba desgarrada de dolor, sin dejar de llorar y gritando de impotencia. Laia y Andrew iban a dejar en Huelva a sus hijos con los padres de ella, asi que lo hicieron todo rapido y se vinieron a Cadiz, ella para arropar a su mejor amiga y el, para ayudarme a encontrar a la pequena Laia… Andrew se acerco a mi mientras Laia, corria a los brazos de Alicia. --La vamos a encontrar, lo vamos a hacer --dijo dandome un abrazo. --Te necesito, aunque se que ahora no tienes competencia, te quiero a mi lado, tu cabeza es una de las mejores para desenredar los casos. --Aqui me tienes, no me hace falta tenerla, solo la lealtad que siento por ti, Hugo ?Crees al igual que yo quien es? --Si, Pedro, el padre biologico de la nina, seguro que se la llevo a algun lugar de Europa. acontecimientos. Al final ese caso se convirtio en mucho mas que algo laboral, Andrew se enamoro de ella y yo la soportar el dolor de saber que le podria estar pasando y no podia mirar a la cara a Alicia, que estaba desgarrada de --Le tuvo mucha inquina a Alicia cuando le salio mal la otra relacion y se dio cuenta de que lo habia perdido todo, actuo con mal sentimiento contra ella pagando toda su ira, asi que hay que abrir la linea por esa parte, sin dejar otras abiertas, nunca se sabe. --En eso estamos, hemos pedido las camaras de seguridad de todo el perimetro de nuestra casa, para ver los coches que se movieron en esas horas antes de su desaparicion y a los minutos despues, queremos ver todas las coincidencias. --Eso esta perfecto. Alicia estaba derrumbada, daba pena mirarla y eso me estaba poniendo mucho peor. Nos metimos en mi despacho, ahi podiamos hablar tranquilos, lo bueno es que Laia estaba con ella, eran como hermanas y cuando paso lo de ella en Marruecos, Alicia hizo todo lo habido y por haber por recuperarla, asi que ahora contaba con ella, esa mujer que estaria dispuesta a estar ahi para todo... --Amo a esa nina mas que a su madre y eso que Alicia es el amor mas grande que senti por una mujer, pero esa nina... --Se me saltaron las lagrimas. --Lo se, habia mucha quimica entre ustedes... --Solo tiene cuatro anos y me miraba como si fuera Dios, se le iluminaba la cara con solo sacarle la lengua o hacerle una gracia. --Hugo, la vamos a encontrar --me apreto el hombro. --?Sabes? --Dime. --Las cosas no estaban marchando bien el ultimo mes con Alicia. --?Y eso? --pregunto cambiando el gesto de su cara. --Se que me ama como yo a ella, pero algo pasaba que nunca consegui averiguar, se que algo habia, no te digo que estuviera con otro hombre ni mucho menos, eso jamas se me paso por la cabeza, pero habia algo, le pregunte muchas veces y siempre me decia que no le pasaba nada o que estaba cansada. Quiero recuperar a nuestra hija y a ella, necesito a las dos en mi vida, no podria vivir sin ellas, me volveria loco. --?Ella dijo en algun momento que la desaparicion iba por parte de Pedro? --No, es mas dice que no, que el no vendria a por ella. --Esto me esta oliendo raro. --?Por que dices eso? --Sabes que tenemos un sexto sentido, pero siempre me dijiste que yo tengo un septimo, ese que no lo tiene cualquier policia. --?Y que piensas? --Aqui esta pasando algo mas, dejame avanzar un poco mas y te digo, pero creo que aqui hay algo que se nos esta escapando de las manos. --Vamos a hacer lo que quieras, tiramos por donde digas, tengo toda la fe puesta en ti, pero tenemos que traer de vuelta a Laia, de lo contrario... --La traeremos. --?Ella dijo en algun momento que la desaparicion iba por parte de Pedro? --No, es mas dice que no, que el no vendria a por ella. --Esto me esta oliendo raro. --?Por que dices eso? --Sabes que tenemos un sexto sentido, pero siempre me dijiste que yo tengo un septimo, ese que no lo tiene cualquier policia. --?Y que piensas? --Aqui esta pasando algo mas, dejame avanzar un poco mas y te digo, pero creo que aqui hay algo que se nos esta escapando de las manos. --Vamos a hacer lo que quieras, tiramos por donde digas, tengo toda la fe puesta en ti, pero tenemos que traer de vuelta a Laia, de lo contrario... --La traeremos. Capitulo 2: Alicia Me la habia quitado, Pedro me la habia quitado... No podia ni nombrarlo, llevaba un mes recibiendo amenazas que no le pude contar a Hugo, si lo hacia, la iba a matar, me lo habia advertido mil veces desde unas semanas atras y es que cuando mi pareja se metio por medio y le contesto a los mensajes, lo enfurecio mucho mas y desde ahi me lo tuve que tragar todo sola. Sabia que ropa llevaba mi hija, si habiamos ido a una farmacia, al colegio, a comprar pan, lo sabia todo y me lo advirtio, iba a matarla si le contaba algo a el. Solo queria una cosa... recuperarnos a las dos. Estaba en Irlanda, pero esa informacion solo la sabia yo, asi que, si era el artifice y lo era de la desaparicion de Laia, ya se la habia llevado alli y yo, yo tenia que ir a por ella, no podia ponerla en riesgo, no podia contarselo a Hugo. Lo tenia todo preparado, solo tenia que buscar la excusa perfecta, ya tenia en el maletero de mi coche una bolsa con ropas, solo tenia que salir sola de aquella casa e irme al aeropuerto de Jerez, coger un vuelo y luego hacer una escala para Irlanda, no podia ir directa, sabia que, si lo hacia, Hugo daria con mi rastro. --Laia ?Confias en mi? --Le dije a mi amiga, cogiendole las manos. --A estas alturas de mi vida y me preguntas eso --dijo ella, negando. --Se donde esta mi hija, pero si esta la policia por medio, la va a matar, el lo tiene todo perdido y la nina le importa una mierda. Por favor no puedes hablar de esto con ellos. --No Alicia, no me pidas eso --se le saltaron las lagrimas --. Sabes que ellos me liberaron, y eran mas peligrosos, era una banda. Por Dios Alicia, tenemos que contarselo. --Si le cuentas algo, o si le llega a suceder cualquier cosa a mi hija por haberle dicho algo, te juro que no te lo perdonare jamas --le dije, apretando los dientes --. Sacame de aqui, vamos a inventar una excusa, pero sacame de aqui sin que sospechen nada, si no lo haces, vas a salir de esta casa y de mi vida por poner a mi hija en riesgo con ropas, solo tenia que salir sola de aquella casa e irme al aeropuerto de Jerez, coger un vuelo y luego hacer una --la mire en tono amenazante, me dolia, pero tenia que conseguir que me ayudara a salir --Demuestrame que quieres a mi hija y confia en mi. --Lo hare, a pesar de saber que me estoy equivocando, pero lo hare. Ella se fue al despacho a buscar a los chicos y les dijo que me iba a llevar a dar una vuelta en el coche para que me diera el aire y queria hablar conmigo fuera de esas cuatro paredes, que luego volveriamos. Y asi fue, salimos de alli, ni pase a despedirme de Hugo, no queria que me viera, no queria que notara algo en mi rostro. Nos dirigimos al aeropuerto de Jerez, a cuarenta minutos, con la suerte que aborde un vuelo que compre de ultima hora y al que me subi, despues de dejar a Laia llorando y temblando. Ella se pensaba que mi destino estaba en Londres y eso era lo que queria, despistarlos a todos. Si algo tenia claro es que no iba a poner en riesgo la vida de la persona que mas amaba en este mundo junto a Hugo, a mi pequena Laia, el motor de mi vida. El vuelo lo pase entre nervios, llorando, apague el movil para siempre, habia comprado una tarjeta de prepago en el aeropuerto y yo tenia el numero nuevo de Pedro, ese que no tenia Hugo, asi que me pondria en contacto nada mas llegar. Y eso hice, aterrice en Londres y llame a Pedro. --Ya estoy en Londres, en dos horas vuelo a Irlanda. --Te espero en el aeropuerto. --Vale. --No le hagas nada a Laia, por favor, no le hagas nada, estoy dispuesta a quedarme contigo. --Bien, asi me gusta, recuperar lo que me pertenece --murmuro y colgo. En ese momento senti que el mundo se me terminaba de caer encima y por completo. Jamas imagine que Pedro fuera capaz de tener tanta maldad y sangre fria para abandonarnos renunciando a su hija, luego secuestrarla y ahora querer formar junto a nosotros esa familia que el destruyo, lo peor de todo, sin importarle nada, a costa de todo y todos. Nos dirigimos al aeropuerto de Jerez, a cuarenta minutos, con la suerte que aborde un vuelo que compre de ultima Durante el siguiente vuelo lo pase llorando, hasta tal punto que una de las azafatas vino dos veces a preguntarme si estaba bien o necesitaba algo.

  • Miedo a perderte de Linda Winstead Jones

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  • El efecto Frankenstein de Elia Barcelo

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    Una intriga en la que confluyen los generos de novela policiaca y gotica. Todo comienza cuando el joven Max se despierta en una casa en ruinas; su cuerpo esta cruzado por enormes cicatrices que evidencian que ha sido atendido por un cirujano, pero el no recuerda nada. Nora estudia Medicina en la ciudad alemana de Ingolstadt y esa misma noche de Carnaval conoce a Max cuando ambos salvan a una nina de morir ahogada en el Danubio. La atraccion es inmediata. El problema es que pertenecen a epocas distintas

  • Una casa en la palmera de Margarita B. Sainz

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    Santander 1930.Ines Calleja se ve obligada a huir de su casa despues que su novio la abandonase para casarse con otra. Humillada y rechazada por la sociedad, conoce durante el viaje a Lucia Madrazo, que tambien ha abandonado su pueblo dejando atras un doloroso pasado. Juntas abriran un negocio en Sevilla, donde triunfaran.Pancho Madrazo, hermano de Lucia, regresa a Espana desde Mexico, donde ha hecho fortuna. Atractivo y culto, es un hombre hecho a si mismo. Cuando conoce a Ines sabe con certeza que es la mujer de su vida pero pronto descubrira, y quizas demasiado tarde, que en la vida no siempre es posible conseguir todo lo que se desea.

  • Cuerdas en el Corazon (En Compania de Vampiros 2) – A.R. Morena de A.r. Morena

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    Tom. Un vampiro atormentado por su pasado.
    Marta. Una humana nacida con poderes especiales.
    El destino los unio y los prejuicios les separaron.
    El decide que la gran tension sexual que fluye entre ambos no es suficiente. Ella permite que su orgullo maneje sus acciones.
    Pero ?estaran tomando la decision correcta?
    Cada uno seguira su camino tomando direcciones opuestas.
    Su obstinacion velara sus ojos, cegandoles ante una de las leyes basicas de la vida. El mundo es una esfera que gira y gira, hasta colocarnos en el lugar que nos pertenece.
    No hay deuda que no se pague, ni plazo que no se cumpla.

  • Heredera por sorpresa de Andrea Laurence

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  • La sombra de una venganza de Delfina Farias

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    Atras quedaron los enganos, amarguras y tristezas del pasado. Manuel, Davy y Sofi viven felices junto a su numerosa familia. Cuando sus negocios se lo permiten, viajan por el mundo perdiendose en paises increibles y disfrutan su gran amor. Una duda atormenta al gallego Manuel Ocampo Falcao todos los dias de su vida, sera aun mas fuerte con la llegada de Lucio el ingeniero, porque sacara a la luz una gran mentira que hara temblar hasta su cordura. Un enemigo se agazapa en las sombras tratando de destruir su felicidad y quebrar la paz familiar. !Los Falcao estan mas vivos que nunca y juntos enfrentaran a un nuevo enemigo! ?Lograran a pesar de todos los problemas encontrar la paz y tranquilidad que consiguieron a traves de los anos? ?Sera el mas temible o el mas siniestro? Mil preguntas y solo una respuesta… Descubre que se oculta en La sombra de una venganza

  • Me enamore de mi mejor amigo de Valeriam Emar

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    CLAVO los ojos en la botella mientras giraba en el suelo. Rogo que se detuviera en Frank. Su mejor amigo no la delataria si su primer beso apestaba. Apreto los punos como signo de victoria cuando el cuello de la botella desvio al tonto Mike. Era un juego estupido, ?pero de que otro modo una nina de doce anos aprenderia a besar? El pecho se le inflo. La botella se detuvo en Frank. Deby, la anfitriona de la fiesta, los hizo pasar al armario. La puerta se cerro cuando ellos ingresaron al pequeno ambiente oscuro. --Por suerte me toco contigo, Alex --dijo el--. No queria besar a ninguna nina --susurro. Frank ademas de ser su amigo, era su vecino. Supo que serian amigos desde el dia que lo vio bajar del camion de mudanza con sus padres. Parecia un nino introvertido y ella se le acerco con su bicicleta y lo invito a la fiesta que daria ese fin de semana, y desde ese entonces, no se habian vuelto a separar. --Tendras que besarme... No podia ver el rostro de Frank, pero sabia que acababa de poner los ojos en blanco. --No lo hare --se nego--. Y no puedes obligarme. --Si no lo haces, les dire a todos que tienes mal aliento --lo amenazo --. Y de ahora en adelante, seras conocido como Frank el apestoso. --Y yo les dire que todavia sigues jugando a las munecas --replico. Ella se quedo boquiabierta. --No es cierto, ya estoy grande para esos juegos de nina. --?Soy tu vecino, recuerdas? Te veo por la ventana cuando le das el te a tus Barbys. Apreto los labios y le dio un pisoton. --No vuelvas a espiarme. Frank solto un chillido y la empujo. --No vuelvas a pisarme. --?Esta todo bien ahi adentro? --pregunto Deby del otro lado. Sabia que todos estaban pendientes de ellos y que esperaban a que salieran del armario con un resultado. Y entre los invitados estaba Sam, su companero de clases. Queria besar a Sam, pero primero debia practicar para hacerlo bien. --?No sientes curiosidad, Frank? --?De que? Solto un bufido. --De lo que se siente dar un beso. --No. --?No prefieres que nuestro primer beso sea con alguien que conoces bien? El se quedo en silencio. --Algun dia tendras que besar Frank, y no sabras como hacerlo y quedaras como un tonto. --Tu ganas --accedio finalmente--. Pero si me llenas de saliva, te pateare el trasero y no me importara si eres nina. Ella sonrio ampliamente. --No lo hare... El se aclaro la garganta. --?Y... como hacemos? --Cierra los ojos, inclina la cabeza... --le fue indicando. Sus bocas se encontraron por varios segundos y se alejaron de golpe. --?Sentiste algo? --le pregunto despacio. --No --respondio el--. ?Y tu? --Tampoco --mintio. En realidad, habia sido asombroso. Ahora estaba preparada para besar a Sam. --Deberiamos salir --dijo Frank, abriendo las puertas del armario. --Frank... --?Si? --Gracias --expreso--. Gracias por ser mi mejor amigo. 1. ENTREVISTA Quince anos despues... APOYO las manos sobre las rodillas para que las piernas dejaran de temblarle. No era la unica que esperaba en la sala para ser entrevistada por Jason Harbor. El elegiria a su nueva asistente. Ella queria el puesto. El era el dueno de una revista de moda y para una disenadora de indumentaria recien recibida, era un paso importante para estudiar de mas cerca el mercado. Tal vez hasta algun dia sus vestidos saldrian en la portada de la revista Harbor. Sus suenos fueron interrumpidos cuando una de las postulantes la codeo y le susurro: --?Conoces a Jason? Estudio a su competidora a traves de los ojos entornado. Si ella queria ser la asistente de Jason Harbor, debia poner manos a la obra para ganarselo. --!Oh, si! --Gimio--. ?Tu no? La postulante nego con la cabeza. --Es mi primera entrevista --le hizo saber--. Tengo miedo de que el sea uno de esos jefes grunones que trata mal a sus empleados. Ella apoyo una mano en su brazo. --Entonces has venido al sitio equivocado --dijo--. Su asistente anterior dejo su puesto porque el la enloquecio... y las malas lenguas dicen que el hasta la golpeo --anadio en un tono de confidencia. La postulante abrio grande los ojos. --?Enserio? --Oh, carino, no quiero que te asustes --murmuro--. Pero deberias pensarlo dos veces si quieres que este sea tu primer empleo. --?Como te llamas? --Alex. --No sabes cuanto te agradezco que me hayas dicho todo esto, Alex. --?Y... que haras? --Seguire buscando en otro sitio --respondio--. ?Y tu porque estas aqui si sabes que el es un asco? --Tengo hijos pequenos que mantener --mintio. --Oh, lo entiendo --levanto los pulgares y agrego--: Mucha suerte, Alex --le deseo antes de salir de la sala. Y acababa de despachar a su primera contrincante. Echo una ojeada a la espaciosa y elegante sala y estudio su competencia. Todavia le faltaban seis mas. Cogio el maletin y se levanto de la butaca para sentarse al lado de la postulante que tenia mas actitud para llevarse el puesto. Saco una goma de mascar y se la ofrecio. --No gracias --continuo--. Una buena asistente no mastica goma de mascar --le dijo la estirada con cara de amargada. Ella le sonrio para mostrarse mas amigable. --?Vienes por el puesto de asistente, verdad? --No, vengo a calentar la silla. --Noto que te gustan las bromas... Aparto la vista hacia la ventana y blasfemo por lo bajo. No seria sencillo deshacerse de ella. Carraspeo y agrego: --?Sabes? Te dire esto porque me caes bien --empezo diciendo--. Trabajo para la revista Harbor y me enviaron para que evaluara a las postulantes. Su contrincante comenzo a prestarle mas atencion. --Y tu pareces tener todas las cualidades para ser contratada --y lo decia enserio. La postulante enarco una ceja. --?Ah, si? --Felicidades, pasaste a la segunda ronda. --?Segunda ronda? Ella abrio el maletin y saco una birome y anoto una direccion en un papel. --Debes ir a este edificio para culminar con la entrevista. La postulante sujeto el papel y leyo la direccion. --Pero queda a una hora de aqui --protesto. Ella le quito el papel de la mano. --No te preocupes, elegire a otra. --No he dicho que no pueda ir --volvio a apoderarse de la direccion. Sus labios se curvaron en una amplia sonrisa. --Bienvenida a la familia Harvor. --?Debo entregarte a ti todos mis datos? --?Tus datos? !Oh, si! La postulante le entrego su curriculo antes de abandonar el edificio Harvor. Abrio la carpeta y leyo sus datos. Menuda experiencia. No tenia duda, habia hecho bien en sacarla del medio. Tambien lo hizo con las otras postulantes, hasta que finalmente quedo sola en la sala. El famosisimo Jason Harvor salio de su despacho. En persona se veia mas apuesto que en las revistas. Su rostro tenia facciones duras, pero eran condenadamente atractivas. Todo el decia seguridad, masculinidad y poder. Se paso una mano por el pelo y sonrio. Jason era soltero, tenia treinta y nueve anos y le gustaba jugar al tenis. Eso le habia dicho a una periodista en una entrevista que habia leido en la manana mientras desayunaba. --?Y las demas postulantes? --pregunto el, cenudo. Ella se encogio de hombro. --No lo se, parece que he sido la unica a la que le ha interesado el empleo. --Bien, no importa, pasa a mi despacho. Sujeto el maletin y paso por delante de el para ingresar a la oficina. Su perfume importado era exquisito. No pudo evitar ver su precioso trasero cuando rodeo el escritorio y se sento. Ella tomo asiento cuando el se lo pidio y le entrego su curriculo. Jason se puso sus gafas de lectura, abrio la carpeta y empezo a leer sus datos. --?Alex, verdad? --Si. --Hablame sobre ti, Alex. Odiaba cuando las entrevistas comenzaban de ese modo. ?Que mas podia decir de lo que ya estaba escrito en su curriculo? Respiro hondo y sonrio. Un empleado positivo siempre tenia mas chance para ser contratado. --Soy Alex Bloom, y acabo de recibirme como disenadora de indumentaria. El se cruzo de brazos y la miro con sus intensos ojos oscuros. --?Y por que una disenadora quiere ser mi asistente? --Porque seria un honor trabajar para la revista Harvor y creo que... --Bla, bla, bla... no dices nada nuevo --la interrumpio el capullo. Habia hecho un gran esfuerzo para deshacerse de las demas postulante y no dejaria que un gilipollas como el, por mas guapo que fuese, no le diera el empleo. --Si tuvieras que definirte, ?como lo harias, Alex? Como alguien que todavia seguia buscando sus suenos, aunque eso significaba haber comenzado varias carreras y dejado a mitad de semestre porque sentia que no eran para ella, o que el empleo que mas tiempo le duro fue de tres meses. Vale, ella a veces era una persona inestable. ?Pero quien no lo era?

  • En la arena de Gijon de Gabriela Exilart

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    Una Espana dividida por sus ideas. Dos hermanos enfrentados por la misma mujer.
    ?Quien ganara la guerra? ?Quien triunfara en el amor?

  • Maquinas como yo de Ian Mcewan

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    McEwan explora la ciencia ficcion: ?puede una maquina llegar a entender y juzgar la complejidad moral de las decisiones de un ser humano?
    Londres, anos ochenta del siglo pasado. Pero un Londres distopico y alternativo, en el que la historia ha seguido algunos senderos diferentes. Por ejemplo, el Reino Unido ha perdido la Guerra de las Malvinas y el cientifico Alan Turing no se ha suicidado atormentado por las consecuencias del juicio al que fue sometido en los anos cincuenta por su homosexualidad, sino que sigue vivo. No solo vivo, de hecho, sino plenamente activo, y dedicado al desarrollo de la inteligencia artificial, campo en el que ha conseguido un hito: la creacion de los primeros seres humanos sinteticos, unos prototipos a los que da el nombre -segun su sexo- de Adan y Eva.
    Charlie compra uno de los Adanes de la primera hornada, pensados para hacer compania y ayudar en la casa, y con ayuda de su amante, la joven Miranda, lo programa a su gusto. Pero Miranda oculta un terrible secreto,
    y ese ser sintetico practicamente perfecto, sin las fisuras pero tambien sin los matices morales de los verdaderos humanos, acabara descubriendolo.

  • Todos queremos ser Hippies en verano de Esther De La Torre Gordaliza

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    A Micaela le ha dejado su novio y acude a una bruja mexicana para que le ayude a ser duena de su destino. Unas senales le llevan a viajar sola desde Madrid hasta la Isla de Ons, en Pontevedra, Galicia. La Isla de Ons es famosa por tener un agradable campamento hippie. Pero tambien por ser el lugar donde acontecieron antiguas historias sobre hadas y brujas y donde lo real y lo sobrenatural se confunde. Al llegar a la isla, Micaela camina a traves de un impresionante bosque hasta una playa solitaria frente al Atlantico, donde le esperan el misterio y la magia.

  • Desdicha (El experimentado detective Hensley 1) de Raul Garbantes

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  • Celos y envidia de Liah Jones

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    Paula y Miguel adolecen de varios pecados, uno de ellos capital. Los dos sufriran en su piel ser victimas y verdugos del mismo sentimiento.

  • La vida de Dani de Christian Martins

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    La vida de Dani es perfecta.
    Se va a casar con Guillermo (alto, guapo, rico) y esta organizando la boda de sus suenos. Todo va sobre ruedas hasta que. Hasta que Alvaro, un amor de su juventud, reaparece en su vida.
    Una noche loca en una piscina marcara un antes y un despues.
    ?Sera capaz de ocultarle a su futuro esposo una infidelidad?
    Y si Alvaro no significa nada para ella. ?Por que diablos tiene tanta ansiedad? ?Por que no consigue sacarlo de sus pensamientos?

  • Eva y Brad (Saga Security Ward 3.1) de N. Q. Palm

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  • El hilo de sangre de Ernesto Mallo

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    Ernesto Mallo, figura insoslayable del panorama negro-criminal, cierra poderosamente la serie dedicada a su mitico investigador.<>. JUSTO NAVARRO, BabeliaUn inesperado giro del destino ha hecho subitamente rico al Perro Lascano: el comisario ha recuperado el amor de Eva y se ha jubilado de su puesto en la policia. Su vida se ha vuelto previsible, tranquila y segura. Pero, siendo desde siempre un hombre de accion, el Perro no sabe aburrirse. Por eso, cuando un criminal que agoniza en un hospital penitenciario dice saber quien asesino a los padres de Lascano cuando este era solo un nino, el excomisario se embarca de inmediato en una obsesiva persecucion entre Buenos Aires y Barcelona, poniendo asi en peligro cuanto ama, para despejar la incognita que lo ha acompanado toda la vida. Pero la verdad que le aguarda sera muy distinta de cuanto hubiera podido imaginar…Intenso, emocionante y conmovedor, el ultimo caso del ya mitico investigador creado por el argentino Ernesto Mallo es mucho mas que una novela policiaca. Se trata de un relato certero y desnudo sobre la condicion humana, construido como un preciso mecanismo de relojeria que, a la vez que tensa y pone en guardia todos los sentidos del lector, fascinado y temeroso por lo que pueda acontecer a continuacion, lo empuja inevitablemente a volver la pagina y dejarse arrastrar de lleno por la inigualable potencia de lo narrado.

  • Una Mancha en la Cama, Magela Gracia de Magela Gracia

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    Una mancha en la cama es la historia de una mujer amante del sexo; sexo morboso, sexo salvaje, sexo ajeno… Ajeno, sobre todo eso. Se deleita con el sexo de otros. La protagonista tiene una imaginacion desbordante, y busca inspiracion donde uno menos se lo espera. Le gusta sacar escenas pornograficas de las cosas cotidianas que observa en el parque, y luego, en la intimidad de su casa, las transforma a su antojo para crear una pequena historia, con la que disfrutar, despues, manchando las sabanas de su cama. Porque la mejor mancha que puede tener una sabana es la que luce, orgullosa, despues de una buena sesion de sexo. Una mancha en la cama es un libro de relatos, imaginados por una mente perversa, para el disfrute de hombres y mujeres que no le tengan miedo a dejar volar su imaginacion, apartando los prejuicios, y dejando que sea la entrepierna la que mande. Porque, si te excita… no puede ser malo.

  • Fanny de Carles Soldevila

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    La transicio de noia de sa casa a dansarina ofereix massa atractius psicologics per no temptar els literats. Carles Soldevila n'ha bastit una novel*la en forma de confessio de la protagonista, o, per dir-ho amb els seus mots, de monoleg interior: Fanny. Aquesta novel*la no sols es un dels majors exponents de la prosa elegant de Soldevila, sino una de les millors novel*les que ha produit la literatura catalana en els darrers cinquanta anys.

  • Los Graham de Mia Del Valle

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    Los Graham no son una familia normal y aunque aparentan ser educados y correctos, el clan tiene demasiados secretos como para poder mantenerlos ocultos por mucho tiempo mas.
    Derek, el hijo mimado del clan es un cerdo engreido, que pasa sus dias dando ordenes a todo aquel que se ponga en su camino, Diana su secretaria no lo soporta, y luego de una borrachera en la cena navidena le canta las cuarenta al multimillonario… pero la cosa no queda asi, ya que sin querer Diana se ha metido en la boca del lobo y ahora debera buscar la forma de escapar sin salir herida en el camino.

  • Mi mundo se lleno con el sonido de tu voz de Cristina Prada

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    Un trabajo. Dinero. Un marido.

  • Un marques para mi (Nobles 4) de Olga Salar

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    Lady Alice Alvanley estaba cansada de fingir que todo iba bien, cansada de sentirse sola e incomprendida, de que sus padres apenas tolerasen su presencia en sus vidas.
    Por todo ello, habia decidido independizarse de ellos y, ?que mejor manera de hacerlo que buscandose un marido que la sacara de alli?
    Lucius Whinthrope no podia quitarse de la cabeza a la osada Lady Alice. Primero habia tenido que intervenir para que esta no estropeara el compromiso de su hermana y, despues de que este, por fin, se hubiera formalizado, parecia encontrarsela alla donde fuera. ?Se habria convertido el marques en su nuevo objetivo?

  • Dame un ano de tu vida de Maria Border

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  • La tienda de la esquina en la bahia de Cockleberry de Nicola May

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    Rosa Larkin tiene mala suerte en Londres, por lo que cuando hereda una tienda de una esquina casi abandonada en un pintoresco pueblo de Devon, su primer pensamiento es venderlo por dinero en efectivo y ordenar su vida. Pero nada es sencillo sobre este legado. Si bien la identidad de su benefactor sigue siendo un misterio, el, o ella, ha dejado una importante condicion legal: que la tienda no pueda venderse. Rosa toma la decision de intentarlo y pone de su parte para hacer que la tienda vuelva a funcionar. Pero, ?puede hacerlo ella sola? Y si no, ?quien la ayudara a tener exito, y quienes trabajaran en secreto para verla fracasar?
    Con resultados sorprendentes y sinceros, Rosa, acompanada en todo momento por su pequeno perro salchicha, Hot, desentranara lentamente los secretos sombrios de la herencia y tambien sacara a la luz su propia herencia, oculta durante mucho tiempo. La Tienda de la Esquina en la bahia de Cockleberry es un viaje de autodescubrimiento llenos de momentos impredecibles.

  • Arandanos con mandarina (Un te con amor 2) de Mar P. Zabala

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    Llega Mar P. Zabala con la segunda entrega de la serie <>.

  • Solamente Tu Secretaria, Emma K Johnson de Emma K. Johnson

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    En su amor esta el exquisito equilibrio entre los negocios y el placer.

  • V. I. D. A. de un culo inquieto de Ana Albiol

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    PROLOGO En mi pequena familia es muy tipico contar las mismas anecdotas ano tras ano, y por los siglos de los siglos. Sin duda, una de las mas significativas es el dia en que Ana vino al mundo. O el mundo vino a ella. Como es normal en su naturaleza, desperto a la V.I.D.A. de forma prematura y enseguida la metieron en la incubadora. Cuando mi abuela llego al hospital fue directa a la sala de recien nacidos. Aun no sabia cual era su nieta, pero pronto se dio cuenta de que un bebe enano con gorro y peucos rojos estaba moviendo el culo energicamente para lograr darse la vuelta. --Ese culo inquieto tiene que ser mi nieta. Y es que hay gente que nace con cierta magia, y luego esta Ana. No se ciertamente si es magia o admiracion, pero es una de mis personas favoritas. Ana es un motor imparable, es una de esas personas que han crecido escuchando diariamente que no saben lo que quieren, que nunca sera feliz por ser demasiado inconformista. Tiene una vitrina de medallas de oro por nadar a contracorriente. Con su fuerza imparable ha sido capaz de demostrarnos --a nosotros y al mundo entero-- que no solo se tiene que querer una cosa, que no existen las limitaciones sino las oportunidades. Y que podemos serlo todo. Podemos quererlo todo. Que es posible cambiar de opinion, que tenemos derecho al cambio sin pedir perdon. La verdad es que aunque muchos le atribuyen suerte, yo creo que la suerte se la lleva trabajando desde la cuna. La suerte es la actitud con la que afrontamos nuestra vida cada dia. Ana no lo ha tenido nada facil, pero justamente de eso trata esta historia: de humanidad, de humildad, de valentia por mostrar publicamente lo que muchos llevan pesando dentro del corazon. Esta es una historia de luces y sombras. De verdad, de aceptacion y de crecimiento. No es un libro, es una vida. Una vida puesta al servicio de otros, porque si a ella le importa algo de verdad, es la libertad. No solo la suya, la vuestra. La nuestra. Para ella la libertad es que encontreis vuestras propias respuestas y que, pese a quien le pese, transiteis vuestro propio camino. Asi que esta es una puerta hacia la libertad, es una puerta hacia su intimidad, es una puerta hacia su interior para que conectes con el tuyo. Ana es un canal de luz y este es un mapa de ruta para que entiendas que absolutamente todos los puntos se conectan, para que confies en la V.I.D.A., para que confies en tu historia y sonrias al comprenderlo todo. Laura Albiol @mequieromiamor LENTEJAS, FUTURO YCALZONCILLOS <>. Volvia del colegio, era hora de comer y en la mesa habia lentejas. No son mi plato favorito, pero aquel dia todo me valia, estaba emocionada porque habia llegado el momento de elegir carrera. !Lo tenia clarisimo! Cualquier titulo que me acercara a mi vocacion: la comunicacion. Mi experiencia en este campo se remonta a 1988, cuando sin haber cumplido un ano de vida empece a hablar. Desde entonces, antes me ahogo que me callo. Comunicar es mi gran pasion. Hablo en publico desde que tengo uso de razon, y estoy segura de que haber pasado mis primeros anos de vida en un horno de venta de pan ayudo considerablemente. Mi madre emprendio haciendo empanadillas y, mientras ella trabajaba sin descanso, yo me entretenia hablando con las vecinas del banquito de enfrente. Con cuatro anos la ayudaba a despachar pan, con doce presentaba actos oficiales de mi falla delante de cientos de personas y con veinte me atrevi con un monologo humoristico. La escritura tambien estuvo presente desde muy pequena a traves de redacciones y cartas a mi misma; en ellas volcaba mis reflexiones y sentimientos. Hace poco encontre una que decia: <>. Diez anitos. Ya apuntaba maneras. Pese a que tenia clara mi vocacion, sabia que mi eleccion de carrera se podia ver truncada por las altas notas de corte para entrar en la universidad publica. La privada no era una opcion en nuestra economia familiar. Fuera como fuera, llegue ilusionada pensando en mi futuro y con la esperanza de que encontraramos una solucion para poder estudiar. Me sorprendio que mi padre estuviera en casa; trabajaba conduciendo un camion y rara vez coincidiamos entre semana. Lo pille con la cuchara dentro de la boca y en calzoncillos blancos de algodon. Aunque mi memoria es corta y muy selectiva, nunca olvidare esa imagen. --!Papa! Ha llegado el momento, tengo que elegir carrera y ya se lo que quiero. !Comunicacion! ?Que te gusta mas, Periodismo, Audiovisuales o Publicidad? !Me apetecen todas! --?Carrera? Ana, aqui no estudiamos carreras. Quien quiera ir a la universidad que se busque las habichuelas. --No aparto la cara de las lentejas. Cuanta legumbre. Lo VIVI como una traicion personal. Tenia talento, ganas de comerme el mundo, era inteligente, despierta, y mis padres no me apoyaron. Me senti frustrada y limitada; en la publica no habia pupitre para mi casi siete mediocre y me veia incapaz de pagar por mi misma una carrera privada. En aquel momento solo pude CULPAR a mis padres. El capitalismo se fue de rositas. Y aun hay gente que se cree el discurso de que vivimos en un Estado con igualdad de condiciones y oportunidades. Y una mierda. El criterio al decidir si era apta para estudiar lo que me apasiona dependio de dos cifras: la de la cuenta del banco y la de mi nota de corte. El resto no importo. Aspectos como la vocacion, el potencial, las ganas de aportar a la sociedad, la inteligencia emocional o la creatividad aun no tienen cabida en nuestro sistema. Y asi nos va. Con miles de titulados ejerciendo sin sentir pasion por lo que hacen y miles de apasionados intentando buscarse la vida para poder hacer lo que aman. Durante los anos siguientes mi rabia interna salia a pasear de vez en cuando y arremetia contra mis padres sin motivo aparente; la procesion, con mas de quinientos penitentes, tres bandas de musica y veintidos pasos, iba por dentro. Los perdone y me perdone por ello hace muy poco. Me matricule en Empresariales porque tenia <>. Alli conoci a mas gente en mi situacion; nos animabamos los unos a los otros pensando en nuestro futuro, lleno de oportunidades y contratos indefinidos. Al mismo tiempo que intentaba estudiar una carrera que no me gustaba, busque independencia financiera con un trabajo a media jornada en una cadena de perfumerias. Aqui se dio mi encuentro con el mundo de la cosmetica y el maquillaje. Mi interes por las <> habia sido minimo hasta el momento: raya de ojos blanca y labial marron chocolate --mama, ?por que lo permitiste?--, pero el descubrimiento me vino de perlas. Tenia la piel acneica y, comparandome con la evidente belleza de mi hermana, me sentia un patito feo. Ella era la guapa y yo, la lista. La alta cobertura y los correctores fueron aliados de mi autoestima en mis inicios con las brochas. Tambien descubri que me gustaba el trato con la clienta, darle un toque de color y ver como sonreia al mirarse en el espejo, aunque tenia claro que los horarios comerciales no encajaban con mi plan de vida. Fue en una clase de estadistica aplicada cuando me di cuenta de que estaba perdiendo el tiempo. Y deje la carrera. Es incoherente estar rodeada de numeros cuando quieres letras. El curso siguiente probe Psicologia. Me sentia inferior al resto de mis amigas por no tener titulo universitario y el maquillaje me permitio darme cuenta de que la parte que mas disfrutaba de mi trabajo era poder hablar con mi clienta y ayudarla a que se sintiera mejor. La tecnica y el producto eran accesorios de la profesion, lo que realmente me llenaba era conectar con la persona que tenia delante. Dure un curso. No era capaz de compaginar el trabajo de lunes a sabado con los estudios, y tampoco me veia ejerciendo como terapeuta. Poco a poco fui perdiendo el rumbo; no tenia ni idea de que queria hacer con mi vida. Seguia sonando con la comunicacion, pero cada vez lo veia mas dificil y mas lejos. Me rendi y me deje arrastrar. Acabe pidiendo un prestamo personal para hacer un curso de maquillaje y, aunque solo tenia veinte anos, me hicieron responsable del area de promociones y eventos de la perfumeria. El nuevo puesto consistia en realizar servicios de maquillaje y manicura en los diferentes puntos de venta de la empresa. No soporto el sonido de la lima, por cierto. Aun conservo una clienta de aquella epoca, mi querida Pilar. Tambien compre una Vespa azul para ganar tiempo; seguia con horario partido, manana y tarde. ?Que mente privilegiada disena esos horarios del infierno? ?No veis que atentan contra la calidad de vida y, por tanto, contra la motivacion, el rendimiento del personal y el bienestar social? Para devolver el dinero al banco empece a trabajar en una pizzeria por las noches. El plano laboral se comio mi parte personal y recuerdo morir de envidia cuando mis amigos hacian planes de fin de semana o preparaban su Erasmus. Yo tambien queria un Erasmus. Siento que me perdi una parte importante de mi juventud y, si me despisto, aun me culpo por ello a veces. Es cierto que me gustaba lo que hacia, que para lo joven que era estaba muy bien valorada en la empresa, pero siempre supe que no era mi sitio. Y los dias empezaron a pesar. ?Que color de oveja eliges ser? Pronto note que algo no iba bien dentro de mi; la queja paso a ser mi estado habitual y culpaba de mi infelicidad a todo el que se cruzaba por delante. Pese a que siempre estaba acompanada por mi gran grupo de amigos, companeras de trabajo, familia y novio, mi estado de animo oscilaba entre la ira, la tristeza y la apatia. Estaba jodidamente amargada. Intente por todos los medios que nadie se diera cuenta, me asustaba que mi gente dejara de quererme. Utilice mis recursos para la interpretacion y me dedique a fingir que todo estaba bien mientras me rompia por dentro, pero mi cuerpo empezo a somatizar mi conflicto emocional y el estomago se me hizo un nudo marinero.

  • Amores de barra de Elias Torres Catena

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    La llegada de Marta agita por sorpresa la vida emocional del artista que siente el despertar de su creatividad y recupera tambien el entusiasmo por la escritura. Decide por un tiempo aparcar los guiones de sus espectaculos de humor para rescatar de su baul algunas historias que tenia listas para escribir, estas hablan de ternura, de tristeza, de amor, de metas no alcanzadas y de objetivos perdidos de vista.
    El amor en forma de persona, el amor en la mochila de cada ser y siempre en el lugar inesperado, sorprendente y desconcertante pero siempre una balsamo para el alma. Ajeno a las ideas y a las banderas, el amor aparece como necesidad y como derecho universal asignandonos tambien el deber de cuidar unos de otros y el deber mutuo de hacernos reir.

  • No me llames bana-perros de Iris Vermeil

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    Son las diez menos diez. Faltan diez minutos para que empiece mi jornada laboral. He aparcado mi Vespa a la vuelta de la esquina. Voy esquivando a la gente que pasa a toda prisa por mi lado y sin prestarles atencion miro la pantalla del movil. Llevo los auriculares puestos y escucho una de mis canciones favoritas de bachata y, para no pensar en el dia que me espera imagino que estoy en mitad de un videoclip vestida de fiesta, rodeada de tios buenos, subida a unos tacones de infarto y pintada como una puerta. Camino mirando hacia el suelo y al levantar la vista veo a lo lejos que ya hay varias personas esperandome en la puerta de la peluqueria. Todo lo que habia creado en mi mente se esfuma haciendome volver a la realidad. --Buenos dias, ?hace mucho que esperan? --pregunto educadamente. --No, tranquila. Acabamos de llegar --responde una senora. No se porque siempre la gente suele decir eso ?sera por quedar bien? Seguramente llevan alli un buen rato y no quieren admitirlo. Quito los candados de la persiana y la subo con esfuerzo. Nadie, repito, nadie me pregunta ?Helena, quieres que te ayude? Eso es mucho pedir. Aunque bueno, yo ya estoy acostumbrada. No, no es que vaya al gym ni nada de eso... yo no estoy hecha para levantar pesas ni correr hacia ningun sitio durante minutos eternos. Eso no va conmigo. Yo levanto persianas de las antiguas, de las que pesan mas que un muerto. De esas del siglo pasado, ya que, la buenaza de mi jefa y no lo digo con ironia no se le ha pasado por la cabeza cambiarla por una electrica. No vaya a ser que la mujer se arruine, mejor me arruino yo la espalda. Quito la alarma y rezo para acertar a la primera el numero secreto, como salte nos deja a todos sordos, si lo digo es porque me ha pasado anteriormente. --Pasen, pasen --digo--. Un segundo, voy a cambiarme. --Si, si, no tenemos prisa. Se ve, se ve. Pienso para mis adentros. Me quito los pantalones y al momento, pican al timbre. Debera ser Alma, mi companera. Oigo que los senores le abren. Mejor para ella, porque no pensaba salir en bragas. Las unicas que tenemos llaves de la pelu somos mi jefa y yo, y ella no se ha molestado en hacer mas copias. Me pongo mi uniforme de peluquera canina, una especie de casaca nada sexy de color negra con pequenas huellas de perro de colorines y cambio mis deportivas por unos zuecos blancos. Ah, ?que no os lo habia dicho? Si. Soy peluquera canina. Trabajo como tal desde los veinte anos, cuando deje la carrera de fisioterapia y decidi que mi vida eran los animales. Ahora tengo veintiocho. Adoro trabajar con ellos, sin embargo, reconozco que hay que tener una paciencia... vamos que me falta poco para que me hagan Santa porque hago cada milagrito... Y no solo porque algunos tengan un caracter dificil de controlar, sino, porque los duenos no nos suelen reconocer el esfuerzo que hacemos a diario, a nosotros los profesionales. Como el mes pasado, que vino una senora por primera vez y me dijo que le cortase el pelo cortito a su bichon maltes de seis meses. Todo iba bien hasta que la senora se fue y me quede con el perro. Eso no era un perro, era una oveja. ?Como era posible que tuviera el animal por casa con esos nudos? ?Nudos? Mejor dicho rastas... A punto estuve de llamarla y decirle; Senora, ?usted sabe lo que es un peine? Ademas, no era de color blanco sino gris y del oscuro. Bueno total, que no queria esquilarlo con la maquina e hice lo que habia que hacer. Desenredar y cortar, desenredar y cortar y asi me pase casi dos horas... Se presento preguntando que si ya habia acabado. Le dije con mucha simpatia lo que sucedia y me dijo; Pues, ya me llamaras mas tarde. Cuando finalice el trabajo lo bane con un champu hidratante, le puse acondicionador y lo seque. Una vez seco, volvi a desenredar e hice un corte monisimo con la carita redondita. !Parecia un peluche! Llame a la senora entusiasmada; Senora, que Tobby ya esta listo y perfumado. En cinco minutos la tenia en la puerta. ?Y que creeis que dijo la senora? --!Dios mio! ?!Que le has hecho a mi Tobby!? !!Esta precioso, parece de concurso, eres la mejor peluquera canina Helena!! Voy a recomendar a todas mis amigas del PipiCan que vengan aqui. !!Ja, que os lo habeis creido!! Ya me hubiera gustado ya, que me dijera eso.... --!Parece un conejo! --?Como? --respondi. Ya os podeis imaginar mi cara de incertidumbre. --Lo queria corto pero no tanto. No me gusta. --miro al pobre bichin con cara de asco. Vale. Pense ?La mando a freir esparragos o a la playa? ?Que hubierais elegido? --Quiza esta mas corto de lo que usted se imaginaba, pero Tobby tenia muchos nuditos y hemos tenido que hacerlo asi para que quedara todo igualado. Seguro que el se siente mucho mejor y mas fresquito. --Esta horrible, ?tanto has tardado para esto? Respire hondo y conte hasta diez. --Em... yo lo he hecho lo mejor que he podido y creo que esta guapisimo, si a usted no le gusta... --Ya veras cuando lo vea mi hija, el disgusto que va a tener. --El pelo vuelve a crecer, yo le recomiendo que lo cepille a diario y lo traiga mas a menudo para que su cabello lo mantengamos brillante y saludable. --Bueno, bueno... en casa tambien lo puedo banar yo eh que no es tan dificil... Estaba a una borderia mas de sacar el caracter de leona que tengo escondido. Ese que me viene de familia y que sale cuando me tocan lo que no tengo. --Se que usted puede hacerlo en casa pero de ese modo el se acostumbra a nosotras y al ruido del secador, de las tijeras... --Venga va, cobrame que tengo que ir a recoger a mi nieto al colegio -- interrumpio mi explicacion. --Mire, seran treinta y cinco con veinte. --!!Que!! --grito. --!?Treinta y cinco euros por dejar a mi perro como un conejo?! Diez minutos estuve aguantandola hasta que me cabree y textualmente le dije; --Mire senora, yo he hecho mi trabajo como tenia que hacerlo y lo mejor que he podido. Si usted no lo valora no puedo hacer nada mas. Debo cobrarle por las horas que he pasado con su perro. Pero en realidad queria decirle; Si no le gusta como trabajo, ahi esta la puerta. !No vuelva mas, desagradecida! !A ver en que peluqueria la aguantan! Y se fue pero de pagar vaya si me pago. Dudo mucho que regrese y mejor, porque para soportar cosas asi... Luego hay otro tipo de clientes, los que te son fieles y vienen cada mes. Hablan bien de ti a sus conocidos y asi va prosperando el negocio y tu motivacion al trabajar va creciendo. A esos si que les estoy muy agradecida. --Hola Helena --me saluda Alma al entrar al vestuario--. ?Que tal el fin de semana? --Meh, mas de lo mismo... --?No te fue bien con Santi? --Uf, ni me lo nombres.

  • Pasion fantasmal de Esmeralda Lynn

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    A pocos meses de casarse con su novio de toda la vida, la desempleada Cassy recibe una extrana noticia; ha heredado una vieja casona victoriana que le pertenecia a sus ancestros.

  • La chica que no podia respirar de Tania S. Aguilar

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    Estaba a punto de matarme. No era la primera vez que lo intentaba pero si la vez que mas cerca estaba de conseguirlo. Si, la primera vez que me sentia completamente indefensa, que habia aprovechado la ocasion para doblegarme, mis sentidos, mi cuerpo, todo mi ser, quedaban a expensas de sus manos, de su fuerza, de esa fuerza que ejercia sobre mi. Sentia como el agua penetraba en mi garganta y anegaba mis pulmones, sentia sus dedos ejerciendo la presion exacta en el centro de mi cuello tratando de inducirme el mas absoluto dolor y la consecuente muerte. Sentia que perdia la vida, que se me escapaba y que el la recogia. Lo peor no era que yo pudiese morir, lo peor era pensar que me ganaba la partida de un juego al que habiamos jugado los dos durante mucho tiempo, demasiado tiempo. Lo peor era pensar que todo terminaba aqui, ahora y de esta manera y que mi hijo, el hijo del que el habia renegado en el embarazo, quedaba a expensas de este ser despreciable que no tenia escrupulos en intentar ahogar a su madre. Pero a veces lo peor tambien trae consigo lo mejor. A veces, cuando creemos que todo esta a punto de finalizar, que todo se acaba y que no hay vuelta atras, de repente vemos la luz, se abre paso entre las tinieblas y el corazon recupera su pulso, el aire regresa a los pulmones y la consciencia vuelve a la realidad. Un angel aparece por casualidad y te salva la vida. Todo sucedio dos dias despues de cuando decidi dar un portazo, no solo un portazo a la vivienda que habiamos compartido los ultimos cinco meses si no un portazo a nuestra relacion, un portazo a la pesadilla. Al dia siguiente, deje a Iker con la tia Marivi que vivia cerca de nuestra casa para poder acercarme a la vivienda comun y recoger algunas cosas. Todavia no tenia claro como iba a proceder, el dia despues del incidente en el felpudo, cuando acudi con la Ertzaintza, recogi lo basico para pasar la noche con mi tia pero necesitaba encontrarme en el piso sola, reflexionar sobre lo sucedido, permanecer en silencio y tranquila un rato. Sabia que el estaria trabajando y que disponia de unas cuatro horas hasta las seis que el regresaba del trabajo, aunque yo volveria a casa de la tia hacia las dos para dar el pecho al nino. Estaba agotada, no tanto fisicamente si no mentalmente, habian sido dos dias muy duros y apenas habia podido conciliar el sueno un par de horas entre atender al nino de madrugada para darle las tomas, las preocupaciones de la tia y el agotamiento mental propio de los ultimos acontecimientos. Por eso, mientras estaba en el piso comun, recreandome en la habitacion, tomando un poco de aire en la terraza y observando las fotos familiares que nos habiamos realizado, entre en el bano y se me antojo prepararme un bano con espuma, sales de bano y aromas esenciales con perlas de yoyoba y bolitas de Marsella. No recordaba la ultima vez que habia tenido ocasion de dedicarme unos minutos y disfrutar de un merecido bano relajante, no recordaba la ultima vez que habia disfrutado de mi propio espacio, de mi propio trozo de vida, de mi soledad. Prepare la banera, coloque unas velas aromaticas y me sumergi, sintiendo la espuma por mi cuerpo y jugando con las bolitas y perlas entre brazos y piernas. Aunque no conseguia desprenderme de las ideas que me rompian por dentro y de revivir la escena con el nino en el felpudo y su padre sujetandome por el pescuezo, intente evadirme de la realidad y borrar mentalmente esa secuencia para fundirme con el extasis que me producia el momento de relax burbujeante. Por un instante, me olvide de todo. Por un instante, fui plenamente feliz y senti esas burbujas anidando sobre mi cuerpo como florecillas que se adhieren a una mariposa o a un hada de un bosque y se funden con sus alas. Por un instante, fui protagonista. Pero ese instante se rompio de nuevo. La superficie del agua borboteo por encima de mi cara y algo llamo mi atencion, como una alarma, abri los ojos instintivamente y vi la cara de Damian dibujandose borrosa sobre el agua por efecto de las ondas que esta le producian al observarme, pero antes de que me diera tiempo a reaccionar, coloco sus manos sobre mi garganta, de nuevo, como hacia dos dias y apreto con fuerza. Bajo el agua, apenas distinguia sus rasgos, apenas podia visualizar nada que no fuera una fuerza enfurecida y una ira en su mirada y el gesto de sus labios apretados para imprimir toda la fuerza posible sobre mi. Estaba totalmente indefensa y a diferencia de la otra vez, el agua me impedia moverme mas alla del diminuto espacio que me permitia rebasar los bordes resbaladizos de la banera, golpeandome contra ellos y deslizandome hacia atras en cada empujon. Me veia a mi misma como una ilusion optica, acabando de la peor manera posible, de la peor manera imaginable. Me veia reflejada en el cristal de la mampara que, cubierta por el vaho y la condensacion, evocaba una imagen distorsionada en blanco y negro donde se apreciaban timidamente brazos y piernas y agua desbordandose por la banera. La vida se me escapaba, sin remedio... Pero entonces, un milagro llamado Marivi aparecio por la puerta del bano y atino un sartenazo en la nuca al agresor, dejandolo k.o durante unos minutos. Mientras recuperaba el aliento y recobraba las fuerzas que habia perdido en el forcejeo, mi tia me alcanzaba un albornoz y me animaba a salir de alli: Hija, ya se que estas asustada y aturdida pero vistete rapido y vamonos de aqui, este loco puede despertar en cualquier momento y no se si puedo propinarle otro sartenazo - me explico Marivi. Gracias, tia. Me has salvado la vida - la abrace pero me separo para asegurarse de que habia escuchado y entendido su mensaje, con evidente actitud seria mostrando preocupacio

  • Un capricho del corazon de Kate Ross

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    siempre, tiene la costumbre de dejarme abandonada en terrenos desconocidos. A veces pienso que es para poner a prueba mis capacidades y que me esta observando desde algun lugar, orgullosa y expectante con que haga las cosas como ella quiere. Otras, solo pienso que me tuvo demasiado joven y que a veces soy un impedimento para su diversion, por lo que me abandona. La primera vez fue en un restaurante cuando tenia cinco anos. Su cantante indie favorita del momento estaba en el mismo local, por lo que arrastro a papa con ella para que las fotografiaran juntas. Casi me pierdo buscandolas. La segunda ocasion fue durante mi graduacion de primaria. Termine pasando la fiesta con Marc, un nino de mi salon con el que nunca hablaba, porque ellos se sentaron con el director y sus familias. La tercera durante la boda de la tia Anastasia, y ahora, casi es un habito que me dejen a solas en la sala de los vecinos, los Jones, mientras ellos disfrutan con sus nuevos mejores amigos en su salon de juegos a las apuestas. Es asi como hemos de costearnos un auto nuevo. Molesta con ella y con papa, su alcahueta en partes iguales, me abrazo a mi misma y me dirijo al jardin de los Jones. Tienen cerezos que justamente estan floreciendo en esta epoca del ano. Alli tambien estan sus dos hijos, gemelos, llamados Dean y Liam. Estan sentados en una escalera que da con un granero en el que su padre almacena la podadora con la que tambien corta el cesped de mi casa a cambio de una cerveza con papa. Liam le dice algo Dean y este afirma, no responde a cada comentario de su hermano. Mis vecinos siempre han sido excentricos, pero sus hijos los superan, en especial Dean. Hay tantos rumores alrededor de el, desde sectas a ventas de drogas. Que la mayoria de las personas no se acercan a el sin importar que sea inteligente y el capitan del equipo de lacrosse. Yo solo pienso que corrio la mala suerte de ser demasiado timido o introvertido al lado de su hermano. En lugar de acercarme, me detengo como siempre tras un cristal, en esta ocasion el de la ventana de la cocina de la Senora Jones y los observo. Ambos poseen cabello cafe, se lo cortan igual. Casi tienen la misma contextura, creo que Dean, es un poco mas ancho. Se que poseen exactamente los mismos ojos azules verdosos. Presiono mi palma contra el cristal, manchandolo con mi aliento, mirandolos interactuar entre ellos. Son tan parecidos, fisicamente, imposibles de diferenciar a menos que te digan lo contrario, pero tan diferentes. El lenguaje corporal de Liam mientras habla grita pasion. El de Dean, mientras escucha, resentimiento. Me empapo con la vision de ambos, pero, sobre todo, con la de este ultimo. Con su aura oscura. Con su expresion desolada. Con su mirada recelosa. Tengo tantas ganas de abrazarlo, que duele. -- ?Divirtiendote? Salto y me alejo con el sonido de la voz de mama. Ella esta bajando las escaleras. Se ve tan bonita como siempre en un vestido veraniego. Sus rizos estan atados en un lindo mono en la cima de su cabeza. Su mano sostiene una copa con vino tinto. Aliso la falda de mi uniforme para intentar distraer su atencion del temblor de mis dedos. En especial, ella no puede darse cuenta de mi obsesivo y patetico pasatiempo. Se que me enviaria a un convento si lo supiera. --Quiero ir a casa --digo--. Ya cenamos, ?puedo? --Si --responde sorprendiendome, pues rara vez me permite volver sin despedirme. Es una obsesiva compulsiva con los buenos modales--. Pero antes debes contestarme algo. Trago. Conozco esa mirada en su rostro. Es la mirada de, yo se que escondes algo... -- ?Que cosa? -- ?Cual de los dos te gusta mas? -- ?Ah? --Me oiste, Elizabeth. No me gusta repetir dos veces. --Pero mama... Se acerca, ahora es la curiosidad lo que predomina en sus facciones. No se que hacer, nunca le he dicho a nadie sobre esto. Nunca le he confesado a nadie que mi pasatiempo, es espiar a mis vecinos. Y mucho menos, que me toco pensando en ellos. Mis mejillas se sonrojan mucho mas al pensar en eso. Siempre trato de ser tan discreta, pero aun asi, siento que lo sabe. Que ella y papa estan al tanto. -- ?Cual, Elizabeth? --Insiste. Separo los labios para responder, pero me interrumpe--. Piensalo bien pequena, son de buena familia, pero mientras Liam es dulce y amable, Dean es tachado como un monstruo. Es cierto que es inteligente y probablemente sera exitoso, pero es un chico peligroso. Se como es. Al principio la adrenalina opaca la realidad, te sientes al limite, volando y luego cuando se acaba, la caida es dura. No quiero eso para mi ninita. Puedo identificar autentica preocupacion por mi en su tono de voz. Eso es raro... Mama suele renirme porque hago las cosas mal y quiere que sea mejor, quiere tener a alguien de quien estar orgullosa y a quien exhibir, pero la mayoria de las ocasiones, no se preocupa de nada mas. No de mi estado emocional, no de mi autoestima... Ese es papel de papa. Muerdo el interior de mi mejilla, mi corazon se resiente ante lo que estoy a punto de decir. Convenzo a mi consciencia de que solo es para salir del paso, pero, aun asi, se siente tan mal. Casi como si me traicionara a mi misma, como si lo traicionara, aunque ni siquiera he llegado al punto en el que deposite su confianza en mi. Me doy la vuelta y regreso a mi posicion de acosadora, mirandolos, buscando cualquier gesto en el que me impida decir lo que mama espera oir. Lo unico que obtengo es indiferencia. --Liam, me llama la atencion. Y justo cuando digo las palabras, su cabeza se eleva y casi puedo leer sus labios. No se si estoy loca, pero tambien imagino un destello de decepcion en sus ojos. Anguilla, territorio britanico de ultramar, me abrio sus puertas con la mas linda vision aerea que he tenido en anos: un mar azul que se aclara hasta fundirse con el blanco de la arena, montanas hechas de diferentes motitas de verde, techos rojos y palmeras. Lo primero que hago al bajarme de la avioneta que me trajo desde San Martin, otra isla a ocho kilometros, pero mas poblada, es tomar una honda bocanada de aire. Mi nariz cosquillea adaptandose a la sal hasta que me refugio dentro del pequeno aeropuerto. Rostros desconocidos me observan con curiosidad mientras pego mi frente a la ventana panoramica de cristal con vista a la playa, anonada con el paraiso que me rodea, esperando mi maleta. Pensaran que soy una loca inglesa a la que le falta un tornillo, pero no me importa en lo absoluto. He venido aqui escapando de basar mis acciones en lo que deseen los demas, asi, que pueden besar mi trasero. Para probarlo saco mi telefono y me tomo selfies haciendo caras, coloco labios de pato de Kylie y subo un monton de historias. Para cuando he terminado ya no se molestan en ocultar sus expresiones aburridas y consternadas. Les sonrio. Mi maleta ya ha salido y no tengo problemas bajandola, asi que hago una salida triunfal ocultando mi cara con el sombrero. Este viaje se trata de mi, no de ellos. Es todo lo contrario a lo que hubiera pasado en Londres. --Senorita Black, ?es usted? --Es un senor de cuarenta anos en traje con barba prominente. Sostiene un cartel con mi nombre. Hay un corazon arriba del palito de la i. Asiento--. Debo llevarla al resort, pero necesito confirmar su identidad. Me llamo Edward. Le ofrezco mi mano al chofer que contrato la agencia. El la estrecha con duda, pero su seno se relaja cuando le enseno mi pasaporte y confirma que soy yo. No se me ocurre que tipo de crimen podria cometer alguien haciendose pasar por mi, no soy rica, pero supongo que es algo bueno. No tendre que preocuparme por la seguridad. --Permitame --dice robando el mango de mi pequena maleta de mis manos y metiendola en el maletero --. Listo. --Se sacude el polvo y abre la puerta del asiento trasero del Cadillac estacionado frente al aeropuerto--. Por favor. --Gracias --susurro adentrandome en un viaje al pasado. El coche, aunque antiguo, esta bien cuidado, el cuero debajo de mi se siente nuevo. No hay ningun tipo de mal olor dentro, ni a gasolina o contaminacion, nada. Es perfecto. Despues de un largo viaje relajo mi cabeza contra el espaldar del asiento. Sister Rosetta suena de fondo. Lo ultimo que veo antes de quedarme dormida y perderme el camino es la sonrisa de Edward a traves del retrovisor. **** Llevo mas de veinticuatro horas sin dormir, asi que mi siesta continua en la habitacion de Anguilla Ville, el resort, en su comoda y gigantesca cama con sabanas de algodon. Ni siquiera desempaco o me cambio para estar mas comoda, sueno con osos de goma, tragos de vodka y conmigo vestida de sirena. Doce horas mas tarde, me levanto preguntandome donde esta mi principe encantado. Froto mis ojos con actitud perezosa, me levanto y doy pasos vacilantes en la oscuridad hasta alcanzar las persianas. Cuando las abro descubro que el exterior luce exactamente igual que el anterior. Arrugo la frente y tomo mi telefono para ver la hora en la pantalla.

  • Un lugar para mi de Melissa De La Cruz

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    Parece que estoy entre dos tierras, como si todo lo que hubiera hecho hasta ahora fuera una mentira. Como si me estuviera rompiendo, destrozandome. ?Quien soy? ?A donde pertenezco?
    Jasmine de los Santos siempre ha hecho lo que se esperaba de ella. Guapa y popular, ha estudiado duro, haciendo que sus padres, inmigrantes filipinos, se sientan orgullosos, y esta lista para recibir las recompensas en forma de una beca universitaria completa.
    Y entonces, todo se rompe. Una invitacion a un premio escolar nacional obliga a sus padres a revelar la verdad: sus visas expiraron hace anos. Toda su familia son ilegales. Eso significa que no hay beca, tal vez ni siquiera universidad y, sobre todo, una amenaza real de deportacion.
    Por primera vez, Jasmine se rebela, probando todas las cosas de adolescentes que nunca ha tenido tiempo de hacer. Mientras intenta darle sentido a su nuevo mundo, aparece Royce Blakely, el encantador hijo de un congresista, poniendolo patas arriba.
    Jasmine no tiene ni idea de donde encaja --si es que lo hace--, en el sueno americano. Todo lo que sabe es que no va a darse por vencida. Porque cuando las reglas con las que has vivido ya no valen, lo unico que puedes hacer es inventarte las tuyas propias.

  • Algo mas que echarte de menos de Elisa Mayo

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    Un viaje a Paris.
    Dos amigos que son algo mas que amigos.
    Una carta guardada en un cajon.
    Soledad.
    Unos ojos oscuros como el cafe.
    Una visita inesperada.
    Darse cuenta de que estas enamorado.
    Sentimientos que se confunden.
    Un triangulo donde sobra un angulo.
    El despertar.

  • El desvan de la casa de los Shepher de Tamar Yellin

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    Despues de muchos anos de ausencia, Shulamit, una profesora de estudios biblicos en Inglaterra, regresa al hogar de sus antepasados: Jerusalen. Alli redescubrira su historia y la de los suyos. De la mano de antiguas cartas, diarios y documentos se topara consigo misma, al descubrir de donde y de quienes proviene. De la esperanza de su bisabuelo, que viajo hasta Babilonia persiguiendo las sombras de la mitica historia de las Diez Tribus Perdidas. Del desden de su abuelo, que huyo de la guerra. Del desengano y de la resignacion de sus padres y sus historias de amor no correspondido. De una familia tan diferente y extraordinaria como todas las demas, absorbida por el paso de los anos y el silencio de la irrelevancia: la condena al anonimato del tiempo que se va. Al poco de llegar, Shulamit descubre que los Shepher, los suyos, viven entre disputas, pendientes de un extrano y misterioso codice que, al parecer, en realidad nadie conoce muy bien, pero que concentra la atencion de estudiosos, de expertos, de religiosos, y de familiares cercanos y distantes, aunque la mayoria desconoce los motivos de tanto interes y expectacion.