• libro placeres prohibidos pdf - Grislanddy L. Hernandez

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    Solo algo en comun. Impulsos.

  • El libro de los placeres prohibidos (PDF) - Federico Andahazi

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    13 jul 2019 — Sinopsis: Es un relato a través de la carrera que corrió Johannes Gutenberg para inventar la imprenta mientras un asesino está sembrando el ...

  • El libro de los placeres prohibidos - Federico Andahazi

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    16 mar 2021 — El libro de los placeres prohibidos - Federico Andahazi - documento [*.pdf] En el Monasterio de las Adoratrices de la Sagrada Canasta, ...

  • Andahazi Federico - El Libro de Los Placeres Prohibidos | PDF

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  • El Libro De Los Placeres Prohibidos

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    Descargar libro El Libro De Los Placeres Prohibidos - En 1455, se celebra en la ciudad alemana de Meinz un juicio contra Johannes Gutenberg, ...

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    11 abr 2013 — Descarga el libro EL LIBRO DE LOS PLACERES PROHIBIDOS de FEDERICO ANDAHAZI gratis ✍ Disponible en formato .epub, .mobi y .pdf.

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    25 jul 2017 — Sinopsis:€ Una obra que trata el tema del erotismo mezclado de frma magistral con el tema de la ficción histórica y el suspenso policiaco.

  • El libro de los placeres prohibidos de Federico Andahazi

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  • El libro de los placeres prohibidos

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  • Placeres prohibidos - Libros De Mario

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  • Anhelo (Placeres prohibidos 3) - Adrian Blake - Debeleer.com

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  • Toxic Man (Destruccion 1) de Grislanddy L. Hernandez

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    El amor, un sentimiento que para Emilie Green y Damon Armstrong esta prohibido.
    Ella huyendo de su pasado y el teniendola en la mira. El es destruccion, peligro y dolor, mucho dolor. Que no te confunda su Rolex, su traje Kiton 50 creado por el mismisimo, Enzo Diorsi, esa sonrisa arrogante ladeada o su sensual boca y sobre todo no caigas en sus palabras intensas.

  • Tokio Blues de Haruki Murakami

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    Mientras aterriza en un aeropuerto europeo, Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 anos, escucha una vieja cancion de los Beatles que le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de los anos sesenta. Con una mezcla de melancolia y desasosiego, Toru recuerda entonces a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor y unico amigo de la adolescencia, Kizuki.

  • Solo una caricia de Maya Banks

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    Educada desde jovencita en una secta religiosa, Jenna no ha tenido contacto con el mundo exterior, lo unico que tiene son vagos retazos de recuerdos que parecen pertenecer a otra vida. Recuerdos a los que se agarra cuando los lideres de la secta descubren sus poderes sanadores. y la castigan. Anos de cautividad y sometimiento a las estrictas ordenes de la secta han convertido a Jenna en una mujer timida y docil. o eso es lo que todos creen. En realidad, esta esperando el mejor momento para escapar.

  • El Club Rojo de Rocio Verdejo

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    Alexa, no discutas, te guste o no te guste voy a ampliar tu seguridad. Puedo ceder en muchas cosas, pero no en eso. -- Por favor papa, lo menos que quiero es andar por la vida con dos nineras. Tengo veinticuatro anos, soy una mujer. -- Ya te lo dije no quiero hablar mas del asunto. He dicho que a partir de hoy te acompanaran Bruno y Jorge. No quiero correr ningun riesgo contigo. La chica no discutio mas con su padre sabia que cuando se ponia en ese plan era dificil convencerlo de nada. Esa discusion era comun entre Alexa y Gonzalo. Ambos tenian un caracter muy dificil, y la mayor preocupacion del hombre era la seguridad de su unica hija, pero tambien el tenerla vigilada. Gonzalo Martin Casado era un abogado y politico muy importante, perteneciente a una de las familias mas ilustres de Espana. Habia desempenado los mas diversos cargos dentro del gobierno, todos de gran importancia, habia sido ministro, diputado, e incluso habia llegado a ser asesor del Presidente de Gobierno. Tenia setenta anos, pero muy bien llevados, el estilo de vida que habia tenido le habia permitido mantenerse asi. Nacido en una cuna de oro, nunca habia tenido que trabajar fuerte, era el encargado junto con su hermano de los negocios de su familia. Pero la carga mayor la habia llevado Pablo, su hermano menor, porque Gonzalo desde muy joven se dedico a la politica, esa era su verdadera vocacion. Era un hombre muy respetado y muy influyente entre los miembros del partido, y en general en todo el pais. Se habia casado hace treinta y cinco anos con Ana Velazquez De Los Rios, por supuesto, tambien de una de las mejores familias de Madrid, ella con sesenta anos tambien aparentaba muchos menos, siempre se ha dedicado a ser la esposa perfecta. Siempre vestida de manera muy elegante, con excelente educacion y unos modales exquisitos, habian sido perfectos el uno para el otro, ella lo habia ayudado a escalar posiciones dentro del partido, era muy lista y siempre habia motivado a su marido a asumir retos. En realidad, ella era el cerebro y el el ejecutor, pero de cara a la sociedad ella era una esposa florero. Se habian casado muy enamorados, el con 35 anos ella con diez menos, por supuesto querian tener familia, necesitaban un heredero, perpetuar el apellido Martin. Pero se les hizo muy dificil, luego de diez anos de incontables tratamientos se rindieron. Pero ocurrio el milagro, quedo embarazada, y el dia de su aniversario de bodas numero once, nacio Alexa Martin Velazquez, una hermosa nina que llego a completar la felicidad de la pareja. Luego por mas que lo intentaron no pudieron tener mas hijos, pero para ellos la dicha de tener a su preciosa hija era mas que suficiente. Durante su ninez, Alexa vivio entre algodones y lujos, habia ido a los mejores colegios del mundo, sus amistades o mejor dicho conocidos pertenecian a la realeza y a las mas altas esferas sociales. Habia viajado por todo el mundo, con veinticuatro anos seguia siendo la nina mimada de papa. Tambien tenia una ventaja adicional, era una verdadera belleza, cuerpo de modelo, delgada, alta, una cabellera negra como el azabache, los ojos grises como un cielo tormentoso, labios carnosos y cara de muneca. Nunca habia trabajado a pesar de tener una carrera de leyes, estudio en Oxford como su abuelo, su padre, su tio y uno de sus primos. Todo por complacer a su padre, la chica era inteligente y no tuvo dificultad ninguna en terminar con buenas calificaciones la carrera. No tenia ningun interes en ejercer, aunque no tenia duda que mas pronto que tarde tendria que hacerlo. Su familia tenia, entre otros negocios un despacho de abogados, uno de los mejores de Madrid, pero iba a retrasar lo mas posible esa situacion. Afortunadamente su tio Pablo no tenia intenciones de retirarse y para beneficio de ella tenia dos hijos que si querian dedicarse a esto. Ella tenia otros intereses, o por lo menos eso le hacia creer a todos, era fiestera, compradora compulsiva, caprichosa, era una referencia en cuanto a vestir. La prensa de cotilleo la seguia por todas partes, era habitual en desfiles de modas, inauguraciones de restaurantes, discotecas, y todos los mejores sitios de la ciudad. Eso era lo que se esperaba y por supuesto lo cumplia a cabalidad. Todo el mundo queria estar cerca de Alexa, eso era sinonimo de estatus, pero no era tonta, no confiaba en nadie, simplemente les seguia el juego. Sus unicos y verdaderos amigos eran Brad y Sofia. La Alexa que ellos conocian era la real, la que conocian los demas era un personaje, ella solo interpretaba un papel. A Brad Taylor lo habia conocido en Oxford, era ingles, ambos empezaron a estudiar el mismo dia. Era muy guapo, alto, rubio, ojos azules, delgado, pero con musculos definidos, y lo mejor de todo era encantador, tanto, que Alexa perdio la virginidad con el a los dieciocho. Pero luego de un tiempo se dieron cuenta que funcionaban mejor como amigos que como novios. El chico era de una excelente familia de Londres, era el primer abogado, su padre era medico, pero el no tenia esa vocacion. Cuando Gonzalo lo conocio, le agrado, pero nada mas, para el, Alexa estaba prohibida para todos. No queria que nadie se le acercara con otras intenciones. Cuando terminaron la carrera, Alexa lo invito una temporada a Espana, y le habia gustado tanto que se quedo. Luego de unos meses comenzo a trabajar en el despacho de abogados de la familia Martin. Sofia Jimenez y Alexa eran amigas desde que eran ninas porque ella era hija de una de las mejores amigas de su madre y apenas se llevaban un ano de diferencia, asistieron a los mismos colegios, y siempre habian sido inseparables. Ella estudio veterinaria, tenia una clinica pequena, pero se sentia muy orgullosa de ella. A pesar de que su familia tenia dinero habia querido comenzar por algo pequeno. Igual que Alexa, iba a los mejores sitios, pero ella era diferente a su amiga, su familia la habia dejado hacer siempre lo que quisiera, no era asidua a las compras, ni tampoco se aguantaba a nadie que no le agradara, y no le gustaba seguir esos estupidos codigos sociales. Era una rebelde, pero en el buen sentido de la palabra. Ahora le habia dado por ponerse el cabello azul, tenia piercings en "sitios divertidos", como decia ella, y unos cuantos tatuajes. Pero era una chica bastante centrada, que amaba a los animales, y se involucraba en organizaciones que los defendian, amaba tambien la naturaleza y sobre todo amaba su cuerpo. Era vegetariana, hacia muchos ejercicios, nunca habia usado drogas, no bebia casi alcohol, aunque con semejantes amigos, en ocasiones no podia negarse a esto ultimo. Los tres a pesar de ser muy diferentes, eran los mejores amigos, y disfrutaban mucho estando juntos. Y sobre todo eran amigos incondicionales. Alexa tambien tenia intereses profesionales, pero nada que ver con las leyes, a ella le gustaban los negocios, y sobre todo lo relacionado con los inmuebles. Le encantaba el diseno de interiores su sueno siempre habia sido dedicarse a eso, y de hecho estaba buscando la manera de hacerlo. Con el dinero que su padre le asignaba, compro un pequeno departamento, en Malasana, lo iba a remodelar y luego lo venderia. Pero necesitaba dinero para eso, le gustaban mucho ese tipo de proyectos y tenia talento para ello, le habia decorado en su totalidad la clinica de Sofia y el resultado habia sido maravilloso. Pero si su padre lo supiera estaria en problemas. Estaba empenado en controlarle la vida, en todos los aspectos, profesional, sentimental, y su propia privacidad ya que estaba segura que no solo era vigilada por Bruno y Jorge, su padre nunca estaria tranquilo solo con ellos dos. Debian estar siguiendola por lo menos tres o cuatro personas mas. Esas ultimas semanas habia estado mas paranoico que nunca. Ella desconocia la causa, pero estaba muy molesta por ello. Pero ella siempre optimista le veia el lado bueno a todo, Bruno su guardaespaldas estaba para comerselo, era un mulato, muy guapo, era de Brasil, experto en artes marciales y experto en armas tambien. Por lo menos tenia algo agradable que admirar. -- Alexa, ?como piensas comenzar con el proyecto de Malasana con esos dos siguiendote a todos lados? -- Le pregunto Sofia, mientras revisaba un gatito que le habian traido a consulta. -- No tengo ni idea… Con Jorge podia, porque se quedaba en el coche y yo tenia un poco mas de libertad de movimiento, pero Bruno no se me despega. Ahora mismo esta plantado en la puerta de entrada. -- Le respondio Alexa con cara de hastio. -- Si ya lo vi, pero que suerte tienes amiga, ese Bruno esta guapisimo y tiene cara de ser un semental. Y la reputacion que tienen los brasileros es que son muy calientes y sexuales. ?Porque no te lo ganas a fuerza de polvos? -- Dijo Sofia sonriendo. -- No creas que no lo he pensado, pero estoy esperando para hacer mi jugada. Tiene muy pocos dias en el puesto. -- Dijo Alexa mirando por la ventana, hacia donde estaba su guarda espaldas. -- Asi voy a matar dos pajaros de un tiro. Le doy a mi cuerpo alegria y de paso consigo algo de libertad de movimiento. -- Eres una perra maquiavelica, pobre tipo. -- No te hagas la inocente, tu misma me has dado la idea. -- Si, pero del dicho al hecho… -- Dijo Sofia. -- Y acerca de eso de darle alegria a tu cuerpo, ?no saliste el sabado con Ricardo? -- Si, pero no terminamos enrollados. Ese hombre es insipido, sali con el solo porque mi padre me lo pidio, y para no tener problemas acepte. Ambas familias tienen negocios y tienen la falsa ilusion de que podamos llegar a mas. Pero creo que la misma noche de bodas me moriria del aburrimiento. -- Pero es guapo, tampoco seria mucho sacrificio. -- Le dijo Sofia, mientras terminaba con su paciente felino. -- Creeme si es un sacrificio, el chico no tiene ni idea de lo que hace, es puro estuche, la unica vez que nos acostamos intento hacerme sexo oral, y mientras lo hacia casi que me pongo a limarme las unas. Ambas soltaron una carcajada, el pobre Ricardo habia sido un tema de conversacion muy divertido. Cuando Alexa salio Bruno la siguio de manera automatica, aprovechando la oportunidad se contoneo mas de la cuenta, necesitaba comenzar a trabajarlo. Mientras lo hacia miro de reojo y vio que el moreno estaba muy concentrado y no precisamente en la seguridad. Ya habia plantado el gusanito, aunque todavia no estaba segura de que esa fuera una buena opcion, lo que menos queria era perjudicar a nadie, y si su padre se enteraba lo despediria de inmediato. Luego de salir de la clinica de Sofia fue a su departamento, habia conseguido mudarse sola, muy a disgusto de Gonzalo, la unica condicion es que estuviera cerca de su casa, en el Barrio Chamberi. A ella no le importo, de momento eso serviria. Esa noche tendrian una cena en el club social donde asistian, la familia Martin tenia una de las membresias mas antiguas y esa noche era el aniversario. Afortunadamente para Alexa, Sofia y Brad tambien asistirian. Por lo menos no se iba a aburrir. Para esa noche se decidio por un vestido verde esmeralda, bastante discreto, era largo, con un drapeado hasta la cadera que le hacia un cuerpo precioso. Alexa era delgada, pero con unas formas perfectas, se hizo un recogido que la hacia lucir bastante elegante, y un maquillaje muy suave, pero con los labios rojos, siempre los llevaba de ese color cuando salia por la noche. Sus padres pasaron por ella en la limusina, les gustaba mucho alardear de lo que tenian. Se saludaron como siempre y Gonzalo lleno de cumplidos a las dos mujeres mas importantes de su vida

  • Rachel se va de viaje (Familia Walsh 2) de Marian Keyes

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  • Por ti pagaria las consecuencias de Laura Kaestner

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    Dixie Cabbot y Ahmed Tarik se criaron juntos en la campina francesa, cobijados por un parentesco lejano, rodeados de caballos y tradiciones vitivinicolas, y compartieron su primer despertar en el amor, seguros de que estarian juntos para siempre. Sin embargo, el destino les jugo una mala pasada: reclamos familiares, amores escondidos, reproches maritales y un adulterio fueron causantes de su separacion. Veinte anos despues vuelven a encontrarse en las mismas tierras y esta vez el destino les dara la posibilidad de una revancha, de demostrarse que, a pesar del tiempo, todo sigue intacto en el mismo lugar.

  • 13 de Steve Cavanagh

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  • Siete tumbas, un invierno de Christoffer Petersen

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    UN ASESINATO QUE PUEDE HACER CAER EL GOBIERNO DE GROENLANDIA
    Despues de haber sido torturado por un criminal, el agente David Maratse apenas puede caminar sin dolor. Incapacitado para ser policia en Nuuk, la capital de Groenlandia, decide retirarse a una pequena poblacion de la costa oriental. Alli, cada verano los habitantes cavan siete tumbas antes de que el interminable invierno endurezca la tierra, con la esperanza de que sean demasiadas. Ese ano, sin embargo, no podian imaginar que apareceria el cadaver de una joven en las gelidas aguas articas. Su asesinato puede cambiar el destino de la mayor isla del mundo y obligara a Maratse a abandonar su retiro forzoso.

  • La melodia de Holland de Scarlett Butler

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    ?Sabeis esa sensacion de aborrecerte a ti misma? ?Esa maldita sensacion de odiarte, de no ser capaz de mirarte al espejo, de no saber por que cono sigues viva y por que demonios una sobredosis aun no te ha llevado del puto infierno en el que vives? Pues ese es mi dia a dia desde hace anos. Vivir de esa manera, atormentandote a ti misma, sumiendote poco a poco en el infierno, es la peor de las torturas. Convivir con alguien a quien no quieres, al que ni siquiera soportas, es la peor de las pesadillas. Y pasa un dia y otro y nada te hace aliviar esa carga emocional que llevas a cuestas, ese peso que se cierne sobre ti, cual espada de Damocles, sin saber si hoy sera el dia en el que te atreveras a hacerlo y desapareceras de la faz de la tierra para siempre. Sentir cada noche al cerrar los ojos que muerta es como mejor estarias, sin agobiar mas a tu madre, a tus amigos, sin recibir las criticas que te marcan el alma, sin sufrir el dolor de respirar cada segundo... Desaparecer, ese era mi sueno cada vez que me metia una raya de coca en el bano de una discoteca de lujo en Manhattan, cuando dejaba que un tio que apenas conocia me follara como quisiera, cuando sorteaba los coches en pleno atasco a primera hora de la manana bastante borracha y colocada... Llega el dia que tu mundo se derrumba, no porque hagas una de estas locuras y el destino por fin te ponga en tu sitio, sino porque el detalle mas infimo detona tu vida y te estalla en toda la cara. Ese es el dia que las inseguridades que te han acompanado toda tu vida, los miedos a decepcionar mas a la gente, las criticas ponzonosas, el dolor y la tristeza acaban contigo y el mundo cede sobre tus pies. Pero, antes de todo eso, el rayo de esperanza, la creencia de pensar que puedes dejar todo eso atras, que puedes avanzar y ser de una vez por todas feliz, aunque en tu pequeno universo esa palabra tenga un significado completamente diferente al del resto de habitantes del planeta, aparece. Y, por un instante que crees eterno, piensas que puedes conseguirlo, que puedes dejar de ser esa nina insegura y llena de miedos y dolor, que puedes demostrar a los que jamas te comprendieron que eres capaz de salir de ahi y ser la chica que alguna vez sonaste ser. Ese rayo de esperanza tenia nombre propio, que lastima que la esperanza sea tan fragil y se desvanezca delante de tus ojos, siendo tu misma la que acabe destrozando no solo tu vida, sino la de el tambien. Repaso mentalmente mi vida, esa que, dicen, aparece por delante de tus ojos en un instante y, sin preocuparme demasiado acerca de que me encontrare al otro lado cuando todo esto acabe, pido perdon a mi familia, mis amigos, a la banda..., pero, sobre todo, imagino esa carta imaginaria que habria deseado escribirle. Lamento tanto haber destruido su vida, cuanto me duele saber que a partir de ahora debera seguir solo adelante, avanzar, crecer, madurar, enamorarse de nuevo, crear su propia familia, conseguir sus suenos... Mientras yo me hundo mas y mas en la oscuridad. Oigo un pitido, gritos y sollozos; y despues, por fin, la nada. 1. EL FIN Liam: Lo he intentado, a conciencia, he deseado salir, escapar, volver a ser la persona que te mereces, pero he fracasado. Se que piensas que soy una cobarde, aunque no me lo digas, que no he tenido el suficiente coraje ni el valor, ese que a ti te sobra, porque para estar con alguien como yo se necesita ser muy valiente. Pero la realidad es que estoy rota, podrida, enferma... Muchas veces te dije que saldria de esto, por ti, por mi, por nuestro futuro. Y se que lo he hecho mal, que he tratado de alejarte de mi vida, que me odiaras, me repudiaras y te dieses la oportunidad con esa mujer que anda por ahi esperandote. A ella le diria tantas cosas, pero me queda poco tiempo ya. Le explicaria como sonries cuando tocas las cuerdas de la Harley Benton, como cobijas a la gente bajo los abrazos que te encanta dar, como eres responsable y, cuando te comprometes con alguien, luchas hasta el final, incluso cuando te quedas sin fuerzas. Tantas veces he escuchado eso de <> que se me revuelven las tripas, porque no es verdad. Y no es que no fuera suficiente, es que a mi no me basto porque estoy destrozada, inservible. Quiza no entiendas esto que te digo, yo misma a veces no me comprendo. No me merezco tu perdon ni tus lagrimas, ni siquiera que me despidas. Y se que es mucho pedir, pero quisiera que me recordaras en mis momentos de lucidez, en esos dias que viajabamos en tu moto conociendo lugares nuevos, en esas locuras que cometiamos locos de felicidad al sentir al otro al lado, en esos instantes en los que tocabas el piano y yo me unia a ti, acariciando tu pelo y tu cuello, observandote, rozando las teclas contigo... Ya no me aferrare mas a ti como si tu pudieras salvarme, porque nadie puede. Ya no te arrastrare mas al infierno y te hare quedarte a ver como me desintegro sin remedio. Percibo el camino que me queda por recorrer, y a ese no puedes acompanarme. Adios, Liam, mi baston, mi amigo, mi complice, mi Lindell particular, mi sueno, mi amante, mi aliento... todo mi ser. Aunque no tenga derecho, te pido perdon. Siempre te voy a llevar dentro, llenando esos espacios rotos y vacios en la piel. Siempre estuviste ahi. Te amare con el alma toda la eternidad, Holland 2. RESACA Unos ronquidos la obligaron a abrir los ojos, y sintio el peso de un cuerpo sobre ella. Entre la neblina de la resaca consiguio vislumbrar una pierna y un brazo encima de ella. Abrio y cerro los ojos un par de veces y se los restrego, tratando de enfocar la imagen que tenia junto a ella. <>, el baboso de anoche que no la dejaba en paz en la fiesta le estaba sobando la teta izquierda. Sigilosamente, se separo y salio de la cama. Sin poder enroscarse la sabana alrededor del cuerpo, el frio de la habitacion la hizo sentirse vulnerable por primera vez desde que llego a esa sordida suite. Eso solia ocurrir cuando estaba sobria y era consciente de los tremendos errores que cometia, como el de acostarse con tipos como aquel. Rebusco por el cuarto la ropa y se la puso con avidez, saliendo de alli cuanto antes. Al cerrar con cuidado la puerta de la habitacion, salio al saloncito de la suite. Sean estaba espatarrado sobre el sofa con Will tumbado a su lado boca abajo. Botellas de vodka y whisky llenaban el ambiente de la habitacion con su olor. Cerca de la ventana, habia dos chicas en ropa interior, abrazadas. No se queria imaginar la fiesta que se tuvieron que dar esos dos anoche, aunque no creia que fuera muy diferente de la suya propia. Busco el bolso y las botas Dolce & Gabanna, y abandono la suite con ellas en la mano. En el hall encendio un cigarrillo tras la mirada reprobatoria del gerente, pero, como sabia perfectamente quien era, no le quedo mas narices que contenerse. <>, el aire de autosuficiencia se reflejaba en su cara con la sonrisa dibujada en los labios por tener ese poder. Esa autosuficiencia, siempre producto de las resacas, ya que ella era mucho mas timida que eso y le daba pavor crear un conflicto con nadie, pero ya se sabe que el alcohol da un poder especial. Se fumo el cigarro, observando a la gente llegar con las maletas: parejas agarradas de la mano que no se despegaban ni con agua caliente, familias enteras con ninos berreando desde primera hora de la manana y senoras de alto standing con el botones siguiendolas con sus maletas. --?Quieres apagar el puto cigarrillo? !Y baja los pies de esa mesa de cientos de dolares! --Los gritos de Marcus retumbaban en su cabeza y le hacian desear un par de aspirinas y un cafe bien cargado. Apago el cigarrillo en el cenicero y, antes de poder bajar los pies, lo hizo el, sentandose a su lado--. Supongo que los chicos estaran arriba, borrachos como cubas, y tendre que sacar a alguna chica de la suite. Se encogio de hombros, pues no tenia ni idea a quien se tiraron anoche ni tampoco se quedo a verles la cara. Fue a abrir la boca para decirle que quiza a quien tendria que sacar de la habitacion seria a un tio de metro ochenta bastante lapa, pero Marcus la conocia muy bien a esas alturas. --Mejor sera que me ocupe de las ninas y el tio con el que seguro te fuiste a la cama. Espera aqui sin moverte. --La amenazo con el dedo y el metro noventa y ochenta kilos de peso avanzo hacia el ascensor. Volvio a subir los pies a la mesa y se recosto en el mullido sillon. Podria quedarse dormida de un momento a otro, pero el nino que no paraba de berrear decidio que no era momento de siestas. Aun asi, cerro los ojos y se los tapo con el brazo, buscando una postura comoda. --?Que mierda se supone que es esto? ?Es que no sabes hacer nada a derechas? No se como puedes ser tan tonta. --La nina de ocho anos sostenia la pajarita de papel con manos temblorosas antes de que ella la cogiera con sus manos y la rompiera en pedazos. La ninita se mordia los labios, tratando de evitar el llanto, pero era inevitable y las lagrimas resbalaban por sus mejillas ante la risa malefica de ella... --Despierta, Hol. --Dio un salto en el sillon, despertandose de una de las pesadillas recurrentes que la perseguian cada dia. Marcus estaba frente a ella, observandola, preocupado, sabia lo que le pasaba, pero ella negaba con la cabeza. Will y Sean estaban detras de el, bostezando y estirandose. --Vamos, muneca, me muero de hambre. Te invito a un cafe mientras me cuentas que tal anoche el <>. --Sean le dio la mano y se levanto, sonriendole por sus comentarios sarcasticos. Marcus y Will les siguieron hasta la cafeteria de enfrente del hotel, donde desayunaban escuchando las marranadas que esos dos hicieron anoche con las dos chicas. Marcus no dejo de poner los ojos en blanco y reganarlos para que madurasen de una vez. <>, le dieron ganas de decirle, pero, si intervenia, tambien iria a por ella y era demasiado temprano para empezar una discursiva sobre la vida, por lo que opto por beberse el cafe en silencio. Dos horas mas tarde, estaba en casa, acariciando a Zeppelin, su gato, tumbada en el sofa con una jaqueca del quince. De vez en cuando se amodorraba y se quedaba dormida. Su vecino decidio a eso de las siete de la tarde que era suficiente cuando empezo a poner a toda pastilla los exitos de AC/DC, que no era que no le gustasen, pero, joder, que algunos no habian descansado nada en toda la jodida noche. El movil vibro en la mesa y, al acercarse a por el, Zep salto al suelo. Lo abrio y vio un mensaje de Poppy, una de sus mejores amigas. ?Como fue anoche el concierto? Se que siempre teneis fiestas y que debes estar cayendote de sueno y cansancio por las esquinas, pero el cabron de Martin se ha largado y estoy mas jodida que una yonqui. Al leer el mensaje de su amiga, le hizo gracia la eleccion de palabras: yonqui y jodida. Menos mal que por lo menos se reia, ignoro tal comparacion y la llamo al momento. --Deja de llorar, Poppy. --Oir a su mejor amiga desganitarse y sollozar entre frases inconexas no era el plan que la esperaba para una tarde de domingo con la resaca del siglo. Mejor seria quedar con ella, ya que al menos asi podria darle algun abrazo para consolarla mientras celebraba por dentro que se hubiera deshecho del incompetente de Martin. Dios, !es que no lo soportaba! Parecia ser la ultima en darse cuenta de lo gilipollas que era, siempre decidiendo por su amiga, prohibiendole ir a segun que sitios y juntarse con cierta gente, entre ellos, ella misma. Media hora mas tarde, se encontraba en casa de su amiga, esperando que Jocelyn y Mathew llegasen. No la pudo convencer para que se levantara de la cama, asi que alli estaban las dos, repanchigadas entre almohadones blancos y una colcha de flores que por poco le dio urticaria. Y es que su amiga era tan diferente a Holland, a ella le encantaban los decorados con estampaciones floreadas, animalitos y corazones. <>. El timbre de la puerta sono y salio a atenderlo porque parecia que su amiga con llorar tenia mas que de sobra. A los pocos minutos, llegaron los amigos: Jocelyn, con una botella de cava y Mathew, con otra de vino tinto. Las penas con alcohol son menos, que se solia decir, y ellos lo cumplian al pie de la letra siempre. Al llegar la medianoche, estaban los cuatro tirados en el suelo del salon, brindando entre copas de champan y vino, sin hacer ascos a nada, recordando como se conocieron, como Jocelyn y Mathew se acostaron estando borrachos en una de las fiestas de la discografica hasta que Poppy volvio a hablar de lo <> que era Martin y lo mucho que deseaba que volviese. Como siguiera asi, la que iba a querer que volviera seria ella, pero para darle la paliza de su vida por ser tan cabron. --Poppy, no te merecia y lo sabes --dijo Jocelyn, alzando su copa de champan antes de darle un trago. A su amiga nunca le gusto su actitud con el, de hecho, tuvieron mas de un encontronazo por su culpa, pero, maldita sea, no veia lo que el grupo de amigos que la adoraban. Estaba completamente cegada, enamorada y atontada. Mathew entro por suerte a la carga, apoyando la version de la morena. --Jocelyn tiene razon y mira que no me gusta darosla porque os venis muy arriba y no hay quien os soporte. -- La mencionada le tiro un cojin del sofa y Mathew lo esquivo como pudo. La cantidad de alcohol en sangre iba subiendo y eran poco conscientes de sus actos. --?Por que no mejor hablamos de otra cosa? No se, por ejemplo, de que tal fue anoche el concierto, Holland. ?A cuantos tios te llevaste a la cama y como fue? --Le saco el dedo corazon a su amigo, pero las otras dos se sumaron al interrogatorio, obligandola a musitar algunas breves respuestas. --El concierto, al parecer, estuvo sensacional. Hoy ha salido en las noticias, llenasteis el estadio --comento Poppy, olvidandose un poco de su propia pena, dandole una tregua al resto. --Como siempre que se celebra el Summer Stage --quito hierro al asunto, aunque sus amigos sabian de sobra del exito internacional del grupo. --?Y Josh? Fue su ultimo concierto, ?verdad? ?Se ha largado ya? --Fulmino con la mirada a Jocelyn al escuchar su pregunta. Eso era de lo ultimo que le apetecia hablar, pero entonces se dio cuenta por que el tio baboso acabo en su cama. Era la ultima noche que daban un concierto con Josh. Ese mismo dia se largaba de sus vidas para siempre, de la de la cantante en concreto. De repente, comenzo a recordar cuando terminaron el concierto el beso que le dio delante de miles de personas y del enfado que reflejaba su cara. Tambien se acordo de la bronca monumental que tuvieron en el backstage, acabando en el camerino, aunque esta no acabo como las otras, en sexo desenfrenado y sudoroso. Su ultimo cartucho fue ponerlo celoso con el <>. Asi fue como acabo en su cama. Por supuesto, no pensaba contarles nada de eso a ellos o empezarian a psicoanalizarla una vez mas. Bastante habia tenido ya con los psicologos a los que habia ido a lo largo de su vida como para soportar de nuevo mas charlas y chorradas. Por desgracia, no le habian servido de gran ayuda. --Si que se ha marchado. --Mathew rompio el tenso silencio en el que se sumieron mientras ella recordaba la noche anterior. Las tres lo miraron, esperando una respuesta que no tardo en llegar--. Josh es mi amigo y me escribio desde el aeropuerto para despedirse. No me mires asi, Hol, ya sabes lo que el significa para mi. Se levanto tan deprisa que se desestabilizo y creyo que se iba a caer, pero tenia tanta furia rugiendo en su interior que se sostuvo de alguna manera. ?Su amigo? !Pero ella era su novia hasta que decidio dejarla! --Vete a la mierda, Mathew. Tu sabes lo importante que es el en mi vida y ha decidido marcharse, claro, segun tu amigo, es lo mejor para mi. Es un cobarde y un ser rastrero. Jamas creo que pueda perdonarle el abandono al que me ha sometido. !Es un maldito hijo de puta! --estallo en gritos y, sin ser plenamente consciente de lo que hacia, cogio la copa de champan que se estaba tomando y la tiro contra el mueble de Poppy. No era suficiente, agarro la botella de vino e hizo lo mismo, pero, antes de poder coger alguna otra cosa, Mathew se levanto y la agarro desde atras, pegando su pecho a su espalda. --Calmate, ya esta, shhh... --Paso de la rabia al llanto en un milisegundo. Tras expulsar varios chillidos que la estaban asfixiando, Poppy y Jocelyn desaparecieron de su radio de accion y Holland se dejo caer en el sofa junto a Mathew, su mejor amigo, el que mejor la entendia y el que siempre luchaba por verla feliz. Lunes por la manana, con la cabeza embotada. Tras el episodio de histeria que protagonizo en casa de Poppy, compadecia a sus pobres amigos por soportarla. Despues de que Mathew la sujetara para que no empezase a hacer ninguna tonteria mas y Jocelyn le diera un tranquilizante, durmio en la cama de su amiga durante horas. No recordaba si la trajeron a casa despues o si habia sido esa misma manana, a veces tenia lagunas y no recordaba bien que hacia. No sabia que haria sin esos tres. Los Cuatro Mosqueteros, como les puso una noche de borrachera Poppy en la que se quitaban los babosos de encima unos a otros, peleandose con medio local. Aunque, a decir verdad, Mathew fue el unico medio sobrio que evito que las tres chicas no se metieran en mas follones. El era su mejor amigo, a pesar de convertirse en el mejor amigo de su exnovio, ese que se largo dejando colgada a la banda y, aun asi, a pesar de ser amigo de Josh, lo seguia queriendo. Siempre habia estado en sus grandes crisis, soportando lo que le dijera y aguantando estoicamente toda la mierda que salia por su boca en esos momentos. Le dio mucha pena que su noche de pasion desenfrenada, como lo explicaba Jocelyn, con su amiga no cuajara porque cada vez que ella lo miraba, se veia claramente que estaba hasta el tuetano por ese chico. Y aunque Jocelyn fuera de flor en flor, picoteando y entrando y saliendo con unos y otros, estaba convencida de que, si Mathew un dia le decia ven, ella lo dejaria todo. Sonaron unos golpes en la puerta y se arrastro, literalmente, desde la cama a abrir la puerta. Marcus estaba al otro lado con un cafe de Starbucks y una sonrisa de buena manana. Se aparto a un lado y entro en su loft. --Loca, ya puedes estar bien despierta, que en tres horas llega el nuevo guitarrista y te quiero mas que espabilada. --Dejo el cafe en la mesa mientras comenzaba a mirar la Blackberry, tecleando con velocidad pasmosa. Al instante, le sono y se movio por el salon, descolgando el aparato. Miro los papeles que tenia sobre la mesa con las referencias sobre el nuevo guitarrista mientras se bebia el cafe. El chico en cuestion no es que hubiera tocado con grandes artistas ni en ningun grupo precisamente, entonces, ?por que cono iba a tocar en su banda? Sospechaba de algun enchufe, quiza era el futuro yerno de Marcus, aunque Becky era aun una adolescente inmadura y a ella le parecia que la chica tenia otros gustos. Marcus termino de hablar por telefono y le reprocho que se hubiera bebido su cafe. --Pues no haberlo dejado en mi mesa --le contesto mientras seguia mirando los papeles que hojeo con la informacion del nuevo integrante. Su manager odiaba que le cotilleasen las cosas, pero ya la conocia bastante bien, asi que, seguramente, supo que lo iba a hacer.

  • Llegaste cuando te habia olvidado de Dalia Ferry

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    Victoria, es una joven escritora que tendra que hacer frente a su propio pasado y rescribir la historia de su abuela. Una historia que la llevara a Paris y al famoso puente de los enamorados. Alli debera buscar un candado, que solo abre la llave que su abuela le dejo en herencia.
    Pablo es un misterioso chico que aparece de repente en la vida de Victoria, nada mas subir al avion con destino a la ciudad de la luz. Lo que ellos no saben es que el destino es muy caprichoso y en ocasiones uno no sabe de donde puede llegar el amor.

  • Dale vida a tu cerebro de Raquel Marin

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    Raquel Marin nos explica que tiene el cerebro, como funciona y que debemos comer para mantenerlo joven.

  • Mitades imperfectas de Eberth Solano

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    El anhelante cambio de Annabelle Jones y la cadena dolorosa del antiguo amor de Peter Brown se uniran al sumergirse en una adictiva aventura con claras convicciones y restricciones; sin embargo, el deseo entre las dos partes sera un incentivo que ninguno sera capaz de controlar.
    Se trata de un juego en el cual no existen los sentimientos, solo el punzante deseo y el rescate de un recuerdo perdido. Pero cuando descubran que son mitades imperfectas, que las diferencias, temores y sufrimientos del pasado pueden separarlos, creeran que lo mejor sera alejarse uno del otro.
    ?Pero sera demasiado tarde? ?Tendran el amor suficiente para superarlo?

  • Marea toxica de Chen Qiufan

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    El nuevo talento de la ciencia ficcion llegado de China.

  • Caldeo (Mon 3) de Cristo Alcala

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    Mi nombre, es Caldeo.
    Y fui despojado de mi pasado.
    Mitad Africano.
    Mitad, de nadie.
    Yo no hablo con palabras.
    Porque, ellas demuestran emocion.
    Y durante mis 20 anos de vida, no he podido procesar o entender de ellas.
    Nada es mas fuerte que mi voluntad de sobrevivir, porque acepto mis demonios mucho antes de que otros, sepan que los tiene.
    No siento emociones como la culpa, verguenza, simpatia o remordimientos.
    Mi naturaleza, son como los tatuajes que llevo siempre en mi piel.
    Gobierno con mis amigos la Universidad con su campus y en las noches, con mi banda en el bar WeySky.
    Los hombres, me respetan y temen.
    Las mujeres, me adoran.
    Porque, soy su enorme y silencioso, puto rey.

  • Verdades y mentiras (Suaves petalos de amor 2) de Encarna Magin

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    Segunda entrega de la trilogia <> de Encarna Magin, iniciada con Sonrisas y lagrimas.

  • Lo que hacemos por amor de Margot Early

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    Mary Anne Drew estaba enamorada de un hombre que se iba a casar con otra mujer, asi que, para conquistarlo, decidio comprar una pocion amorosa. No estaba convencida de que los hechizos y las pociones funcionaran, pero tenia que hacer algo. Desafortunadamente, el brebaje se lo bebio otro hombre, Graham Corbett y, a partir de entonces, empezaron a pasar cosas extranas.

  • La cocinera de Oak Farm (Oak Hill 3) de Marian Viladrich

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    Tercera entrega de la serie <>, iniciada con La chica de su hermano y Regreso a Oak Hill.

  • El lugar donde el tiempo se equivoca de Laura Cardenas Sanchez

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    a. A la vuelta de su ultimo viaje el desconcierto la espera tras la puerta de su hogar. Aliada de un miedo que hasta ahora desconocia y acompanada por las contradicciones que lleva implicita la soledad, decide volver a poner tierra de por medio y escudarse en su mejor aliado, el trabajo.

  • Juegos prohibidos 4, Emma M. Green de Emma M. Green

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  • Y apareciste tu … de Norah Carter, Monika Hoff

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    Tras esa llamada, sabia que mi vida iba a dar un giro inesperado, mire a mi pequeno Daniel y le dije que me ayudase a preparar las maletas, el estaba muy feliz ya que por primera vez iba a montarse en un avion. Desde hacia 4 anos, dese que mi hijo vino al mundo, toda mi vida giraba en torno a el, lo saque sola hacia delante ya que me converti en madre soltera, fue algo imprevisto e inesperado, de una corta pero intensa relacion, tras decirle que estaba embarazada me dejo muy claro que el se desentendia totalmente del tema y que si pensaba continuar hacia delante lo iba a hacer solita... Y aqui estoy yo, con el pilar mas importante que la vida me ha dado, tome la decision mas acertada, aunque sabia que me iba a ser muy dificil sacarlo sola hacia delante. Aunque mis padres es cierto que me intentaron ayudar mucho... pero yo queria que la responsabilidad cayera sobre mi, asi que fui buscandome la vida para trabajar y sacar al pequeno hacia delante. Lo triste fue que en Espana la situacion estaba muy dificil en el tema laboral asi que tuve que decidirme por mandar algunos curriculums a algunos paises de Europa para trabajar como recepcionista en algun hotel. Yo habia terminado el Grado en Filologia Inglesa pero al llegar Daniel a mi vida, no pude dedicarme a mi oficio de pleno, asi que habia trabajado en academias particulares o para dar clases privadas, algo que me encantaba. Por ello me decidi por Londres, aparte de su amplio abanico laboral. Sabia que tendria suerte alli y encontraria trabajo, aunque no lo imaginaba tan rapido. Pero me habia costado tomar la decision por todo lo que ella conllevaba, sobre todo me habia costado explicarselo a mis padres, iba a separarlos de su nieto. Estaba muy nerviosa el dia que lo dije y la impresion para ellos fue grande, pero al final, aunque dolidos, lo entendieron. Aun mas fuerte fue decirselo a Daniel ya que a su edad no entendia demasiado, pero se lo hice ver como una aventura que ibamos a vivir y estaba deseando que empezara. Por fin llego esa llamada donde me proponian un contrato de trabajo en Notting Hill en Londres, en un pequeno hotel, me pedian incorporarme a principios de septiembre por lo que faltaban muy pocos dias, trabajaria solo de lunes a viernes en el turno de manana, cosa que me venia genial para poder organizarme con Daniel. Me organice para encontrar casa en la misma calle, asi que nada mas que llegase, tendria solventada esa parte, me iba a ir unos dias antes para poder inscribir al pequeno en el colegio y poder organizarme para empezar la rutina con el nuevo trabajo. Daniel empezo a echar tantas cosas en su maleta que me tuve que empezar a reir, tenia una gran inteligencia para los cortos 4 anos que tenia, le hacia mucha ilusion irse a vivir a otro lugar, de todas formas me parecio una idea genial para que el comenzase a hablar otro idioma. La puerta sono y Daniel fue corriendo ya que sabia que eran sus abuelos. -- Hola, precioso --dijo mi padre cogiendo en brazos al pequeno mientras se lo comia a besos y mi madre intentaba quitarselo para hacer lo mismo. -- Me voy en un avion --dijo el pequeno feliz por el viaje que iba a realizar. -- Pues yo en ese avion ire pronto a verte --dijo mi padre mientras lo seguia abrazando. -- ?Alguien me puede saludar a mi? --dije reclamando mi lugar ante la risa de mi hijo. Rapidamente vino mi madre a darme un gran abrazo y decirme que nos iba a echar mucho de menos a mi y al pequeno, pero que haria por vernos pronto, estaban apenados por la marcha de su nieto y me habian propuesto quedarselo aqui al principio mientras que me instalaba, pero yo no podia irme y dejar a mi hijo aqui, eso no se me pasaba por la cabeza, sin el seria incapaz de irme a ver ninguna parte. Mi padre se paso toda la tarde jugando con Daniel y mi madre no paraba de darme consejos e intentar ayudar en todo, estaba muy triste pero sabia que era por el bien de nosotros. Los siguientes dias lo pasamos arreglando todo, Daniel iba contandole a todo el mundo que se iba a montar en el avion y a mi me hacia mucha gracia con la ilusion que habia abordado todo ese tema.

  • ?Un futbolista? No, gracias de Angela Franco

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    Bet, una chica de Otivar (un adorable pueblo rural) se traslada a Madrid con su Yorkshire intolerante al gluten para trabajar de administrativa en el famoso Bulcano de Cis Futbol Club. A pesar de sus grandes torpezas y sus exclusivas amistades, intenta llevar una vida tranquila. Lo que no sabe Bet es que, la cena de navidad de la empresa le tiene reservada una sorpresa y hara que su vida de un giro de 180o.
    ?Abandonara sus prejuicios dejandose llevar por sus sentimientos? ?Apostara por una estabilidad emocional? ?Lo dejara todo por temor a las consecuencias?
    Una comedia romantica llena de risas, amistad, atracciones incontroladas, sentimientos encontrados.

  • ?Quien teme al lobo? (Inspector Sejer 3) de Karin Fossum

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    Un nuevo caso del carismatico comisario Sejer.

  • El sacrificio del Verdugo de Noelia Amarillo

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    Un mundo de fantasia donde nada es lo que parece, las princesas son salvajes driades; los plebeyos, principes encantadores, y el rey, el mas insaciable de los verdugos.

  • Sobreviviendo En Auschwitz de Primo Levi

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    Me habia capturado la Milicia fascista el 13 de diciembre de 1943. Tenia veinticuatro anos, poco juicio, ninguna experiencia, y una inclinacion decidida, favorecida por el regimen de segregacion al que estaba reducido desde hacia cuatro anos por las leyes raciales, a vivir en un mundo poco real, poblado por educados fantasmas cartesianos, sinceras amistades masculinas y languidas amistades femeninas. Cultivaba un sentido de la rebelion moderado y abstracto. No me habia sido facil elegir el camino del monte y contribuir a poner en pie todo lo que, en mi opinion y en la de otros amigos no mucho mas expertos, habria podido convertirse en una banda de partisanos afiliada a <>. No teniamos contactos, armas, dinero ni experiencia para procurarnoslos; nos faltaban hombres capaces y estabamos agobiados por un monton de gente que no servia para el caso, de buena fe o de mala, que subia de la llanura en busca de una organizacion inexistente, de jefes, de armas o tambien unicamente de proteccion, de un escondrijo, de una hoguera, de un par de zapatos. En aquel tiempo todavia no me habia sido predicada la doctrina que tendria que aprender mas tarde y rapidamente en el Lager, segun la cual el primer oficio de un hombre es perseguir sus propios fines por medios adecuados, y quien se equivoca lo paga, por lo que no puedo sino considerar justo el sucesivo desarrollo de los acontecimientos. Tres centurias de la Milicia que habian salido en plena noche para sorprender a otra banda, mucho mas potente y peligrosa que nosotros, que se ocultaba en el valle contiguo, irrumpieron, en una espectral alba de nieve, en nuestro refugio y me llevaron al valle como sospechoso. En los interrogatorios que siguieron preferi declarar mi condicion de <> porque pensaba que no habria podido justificar de otra manera mi presencia en aquellos lugares, demasiado apartados incluso para un <>, y juzgue (mal, como se vio despues) que admitir mi actividad politica habria supuesto la tortura y una muerte cierta. Como judio me enviaron a Fossoli, cerca de Modena, donde en un vasto campo de concentracion, antes destinado a los prisioneros de guerra ingleses y americanos, se estaba recogiendo a los pertenecientes a las numerosas categorias de personas no gratas al reciente gobierno fascista republicano. En el momento de mi llegada, es decir a finales de enero de 1944, los judios italianos en el campo eran unos ciento cincuenta pero, pocas semanas mas tarde, su numero llegaba a mas de seiscientos. En la mayor parte de los casos se trataba de familias enteras, capturadas por los fascistas o por los nazis por su imprudencia o como consecuencia de una delacion. Unos pocos se habian entregado espontaneamente, bien porque estaban desesperados de la vida de profugos, bien porque no tenian medios de subsistencia o bien por no separarse de algun pariente capturado; o tambien, absurdamente, para <>. Habia, ademas, un centenar de militares yugoslavos internados, y algunos otros extranjeros considerados politicamente sospechosos. La llegada de una pequena seccion de las SS alemanas habria debido levantar sospechas incluso a los mas optimistas, pero se llego a interpretar de maneras diversas aquella novedad sin extraer la consecuencia mas obvia, de manera que, a pesar de todo, el anuncio de la deportacion encontro los animos desprevenidos. El dia 20 de febrero los alemanes habian inspeccionado el campo con cuidado, habian hecho reconvenciones publicas y vehementes al comisario italiano por la defectuosa organizacion del servicio de cocina y por la escasa cantidad de lena distribuida para la calefaccion; habian incluso dicho que pronto iba a empezar a funcionar una enfermeria. Pero la manana del 21 se supo que al dia siguiente los judios iban a irse de alli. Todos, sin excepcion. Tambien los ninos, tambien los viejos, tambien los enfermos. A donde iban, no se sabia. Habia que prepararse para quince dias de viaje. Por cada uno que dejase de presentarse se fusilaria a diez. Solo una minoria de ingenuos y de ilusos se obstino en la esperanza: nosotros habiamos hablado largamente con los profugos polacos y croatas, y sabiamos lo que queria decir salir de alli. Para los condenados a muerte la tradicion prescribe un ceremonial austero, apto para poner en evidencia como toda pasion y toda colera estan apaciguadas ya, como el acto de justicia no representa sino un triste deber hacia la sociedad, tal que puede ser acompanado por compasion hacia la victima de parte del mismo ajusticiador. Por ello se le evita al condenado cualquier preocupacion exterior, se le concede la soledad y, si lo desea, todo consuelo espiritual; se procura, en resumen, que no sienta a su alrededor odio ni arbitrariedad sino la necesidad y la justicia y, junto con el castigo, el perdon. Pero a nosotros esto no se nos concedio, porque eramos demasiados, y habia poco tiempo, y ademas ?de que teniamos que arrepentirnos y de que ser perdonados? El comisario italiano dispuso, en fin, que todos los servicios siguieran cumpliendose hasta el aviso definitivo; asi, la cocina siguio funcionando, los encargados de la limpieza trabajaron como de costumbre, y hasta los maestros y profesores de la pequena escuela dieron por la tarde su clase como todos los dias. Pero aquella tarde a los ninos no se les puso ninguna tarea. Y llego la noche, y fue una noche tal que se sabia que los ojos humanos no habrian podido contemplarla y sobrevivir. Todos se dieron cuenta de ello, ninguno de los guardianes, ni italianos ni alemanes, tuvo el animo de venir a ver lo que hacen los hombres cuando saben que tienen que morir. Cada uno se despidio de la vida del modo que le era mas propio. Unos rezaron, otros bebieron desmesuradamente, otros se embriagaron con su ultima pasion nefanda. Pero las madres velaron para preparar con amoroso cuidado la comida para el viaje, y lavaron a los ninos, e hicieron el equipaje, y al amanecer las alambradas espinosas estaban llenas de ropa interior infantil puesta a secar; y no se olvidaron de los panales, los juguetes, las almohadas, ni de ninguna de las cien pequenas cosas que conocen tan bien y de las que los ninos tienen siempre necesidad. ?No hariais igual vosotras? Si fuesen a mataros manana con vuestro hijo, ?no le dariais de comer hoy? En la barraca 6 A vivia el viejo Gattegno, con su mujer y sus numerosos hijos y los nietos y los yernos y sus industriosas nueras. Todos los hombres eran lenadores; venian de Tripoli, despues de muchos y largos desplazamientos, y siempre se habian llevado consigo los instrumentos de su oficio, y la bateria de cocina, y las filarmonicas y el violin para tocar y bailar despues de la jornada de trabajo, porque eran gente alegre y piadosa. Sus mujeres fueron las primeras en despachar los preparativos del viaje, silenciosas y rapidas para que quedase tiempo para el duelo; y cuando todo estuvo preparado, el pan cocido, los hatos hechos, entonces se descalzaron, se soltaron los cabellos y pusieron en el suelo las velas funebres, y las encendieron siguiendo la costumbre de sus padres; y se sentaron en el suelo en corro para lamentarse, y durante toda la noche lloraron y rezaron. Muchos de nosotros nos paramos a su puerta y sentimos que descendia en nuestras almas, fresco en nosotros, el dolor antiguo del pueblo que no tiene tierra, el dolor sin esperanza del exodo que se renueva cada siglo. El amanecer nos ataco a traicion; como si el sol naciente se aliase con los hombres en el deseo de destruirnos. Los distintos sentimientos que nos agitaban, de aceptacion consciente, de rebelion sin frenos, de abandono religioso, de miedo, de desesperacion, desembocaban, despues de la noche de insomnio, en una incontrolable locura colectiva. El tiempo de meditar, el tiempo de asumir las cosas se habia terminado, y cualquier intento de razonar se disolvia en un tumulto sin vinculos del cual, dolorosos como tajos de una espada, emergian en relampagos, tan cercanos todavia en el tiempo y el espacio, los buenos recuerdos de nuestras casas. Muchas cosas dijimos e hicimos entonces de las cuales es mejor que no quede el recuerdo. Con la absurda exactitud a que mas adelante tendriamos que acostumbrarnos, los alemanes tocaron diana. Al terminar, Wieviel Stuck?, pregunto el alferez; y el cabo saludo dando el taconazo, y le contesto que las <> eran seiscientos cincuenta, y que todo estaba en orden; entonces nos cargaron en las camionetas y nos llevaron a la estacion de Carpi. Alli nos esperaba el tren y la escolta para el viaje. Alli recibimos los primeros golpes: y la cosa fue tan inesperada e insensata que no sentimos ningun dolor, ni en el cuerpo ni en el alma. Solo un estupor profundo: ?como es posible golpear sin colera a un hombre? Los vagones eran doce, y nosotros seiscientos cincuenta; en mi vagon eramos solo cuarenta y cinco, pero era un vagon pequeno. Aqui estaba, ante nuestros ojos, bajo nuestros pies, uno de los famosos trenes de guerra alemanes, los que no vuelven, aquellos de los cuales, temblando y siempre un poco incredulos, habiamos oido hablar con tanta frecuencia. Exactamente asi, punto por punto: vagones de mercancias, cerrados desde el exterior, y dentro hombres, mujeres, ninos, comprimidos sin piedad, como mercancias en docenas, en un viaje hacia la nada, en un viaje hacia alla abajo, hacia el fondo. Esta vez, dentro ibamos nosotros. Todo el mundo descubre, tarde o temprano, que la felicidad perfecta no es posible, pero pocos hay que se detengan en la consideracion opuesta de que lo mismo ocurre con la infelicidad perfecta. Los momentos que se oponen a la realizacion de uno y otro estado limite son de la misma naturaleza: se derivan de nuestra condicion humana, que es enemiga de cualquier infinitud. Se opone a ello nuestro eternamente insuficiente conocimiento del futuro; y ello se llama, en un caso, esperanza y en el otro, incertidumbre del manana. Se opone a ello la seguridad de la muerte, que pone limite a cualquier gozo, pero tambien a cualquier dolor. Se oponen a ello las inevitables preocupaciones materiales que, asi como emponzonan cualquier felicidad duradera, de la misma manera apartan nuestra atencion continuamente de la desgracia que nos oprime y convierten en fragmentaria, y por lo mismo en soportable, su conciencia. Fueron las incomodidades, los golpes, el frio, la sed, lo que nos mantuvo a flote sobre una desesperacion sin fondo, durante el viaje y despues. No el deseo de vivir, ni una resignacion consciente: porque son pocos los hombres capaces de ello y nosotros no eramos sino una muestra de la humanidad mas comun. Habian cerrado las puertas en seguida pero el tren no se puso en marcha hasta por la tarde. Nos habiamos enterado con alivio de nuestro destino. Auschwitz: un nombre carente de cualquier significado entonces para nosotros pero que tenia que corresponder a un lugar de este mundo. El tren iba lentamente, con largas paradas enervantes. Desde la mirilla veiamos desfilar las altas rocas palidas del valle del Adige, los ultimos nombres de las ciudades italianas. Pasamos el Breno a las doce del segundo dia y todos se pusieron en pie pero nadie dijo una palabra. Yo tenia en el corazon el pensamiento de la vuelta, y se me representaba cruelmente cual deberia ser la sobrehumana alegria de pasar por alli otra vez, con unas puertas abiertas por donde ninguno desearia huir, y los primeros nombres italianos... y mirando a mi alrededor pensaba en cuantos, de todo aquel triste polvo humano, podrian estar senalados por el destino. Entre las cuarenta y cinco personas de mi vagon tan solo cuatro han vuelto a ver su hogar; y fue con mucho el vagon mas afortunado. Sufriamos de sed y de frio: a cada parada pediamos agua a grandes voces, o por lo menos un punado de nieve, pero en pocas ocasiones nos hicieron caso; los soldados de la escolta alejaban a quienes trataban de acercarse al convoy. Dos jovenes madres, con sus hijos todavia colgados del pecho, gemian noche y dia pidiendo agua. Menos terrible era para todos el hambre, el cansancio y el insomnio que la tension y los nervios hacian menos penosos: pero las noches eran una pesadilla interminable. Pocos son los hombres que saben caminar a la muerte con dignidad, y muchas veces no aquellos de quienes lo esperariamos. Pocos son los que saben callar y respetar el silencio ajeno. Nuestro sueno inquieto era interrumpido frecuentemente por rinas ruidosas y futiles, por imprecaciones, patadas y punetazos lanzados a ciegas para defenderse contra cualquier contacto molesto e inevitable. Entonces alguien encendia la lugubre llama de una velita y ponia en evidencia, tendido en el suelo, un revoltijo oscuro, una masa humana confusa y continua, torpe y dolorosa, que se elevaba aca y alla en convulsiones imprevistas subitamente sofocadas por el cansancio. Desde la mirilla, nombres conocidos y desconocidos de ciudades austriacas, Salzburgo, Viena; luego checas, al final, polacas. La noche del cuarto dia el frio se hizo intenso: el tren recorria interminables pinares negros, subiendo de modo perceptible. Habia nieve alta. Debia de ser una via secundaria, las estaciones eran pequenas y estaban casi desiertas. Nadie trataba ya, durante las paradas, de comunicarse con el mundo exterior: nos sentiamos ya <>. Hubo entonces una larga parada en campo abierto, despues continuo la marcha con extrema lentitud, y el convoy se paro definitivamente, de noche cerrada, en mitad de una llanura oscura y silenciosa. Se veian, a los dos lados de la via, filas de luces blancas y rojas que se perdian a lo lejos; pero nada de ese rumor confuso que anuncia de lejos los lugares habitados. A la luz misera de la ultima vela, extinguido el ritmo de las ruedas, extinguido todo rumor humano, esperabamos que sucediese algo. Junto a mi habia ido durante todo el viaje, aprisionada como yo entre un cuerpo y otro, una mujer. Nos conociamos hacia muchos anos y la desgracia nos habia golpeado a la vez pero poco sabiamos el uno del otro. Nos contamos entonces, en aquel momento decisivo, cosas que entre vivientes no se dicen. Nos despedimos, y fue breve; los dos al hacerlo, nos despediamos de la vida. Ya no teniamos miedo. Nos soltaron de repente. Abrieron el porton con estrepito, la oscuridad resono con ordenes extranjeras, con esos barbaros ladridos de los alemanes cuando mandan, que parecen dar salida a una rabia secular. Vimos un vasto anden iluminado por reflectores. Un poco mas alla, una fila de autocares. Luego, todo quedo de nuevo en silencio. Alguien tradujo: habia que bajar con el equipaje, dejarlo junto al tren. En un momento el anden estuvo hormigueante de sombras: pero teniamos miedo de romper el silencio, todos se agitaban en torno a los equipajes, se buscaban, se llamaban unos a otros, pero timidamente, a media voz. Una decena de SS estaban a un lado, con aire indiferente, con las piernas abiertas. En determinado momento empezaron a andar entre nosotros y, en voz baja, con rostros de piedra, empezaron a interrogarnos rapidamente, uno a uno, en mal italiano. No interrogaban a todos, solo a algunos. <> y segun la respuesta nos senalaban dos direcciones diferentes. Todo estaba silencioso como en un acuario, y como en algunas escenas de los suenos. Esperabamos algo mas apocaliptico y aparecian unos simples guardias. Era desconcertante y desarmante. Hubo alguien que se atrevio a preguntar por las maletas: contestaron: <>; otro no queria separarse de su mujer: dijeron <>; muchas madres no querian separarse de sus hijos: dijeron <>. Siempre con la tranquila seguridad de quien no hace mas que su oficio de todos los dias; pero Renzo se entretuvo un instante de mas al despedirse de Francesca, que era su novia, y con un solo golpe en mitad de la cara lo tumbaron en tierra; era su oficio de cada dia. En menos de diez minutos todos los que eramos hombres utiles estuvimos reunidos en un grupo. Lo que fue de los demas, de las mujeres, de los ninos, de los viejos, no pudimos saberlo ni entonces ni despues: la noche se los trago, pura y simplemente. Hoy sabemos que con aquella seleccion rapida y sumaria se habia decidido de todos y cada uno de nosotros si podia o no trabajar utilmente para el Reich; sabemos que en los campos de Buna-Monowitz y Birkenau no entraron, de nuestro convoy, mas que noventa y siete hombres y veintinueve mujeres y que de todos los demas, que eran mas de quinientos, ninguno estaba vivo dos dias mas tarde. Sabemos tambien que por tenue que fuese no siempre se siguio este sistema de discriminacion entre utiles e improductivos y que mas tarde se adopto con frecuencia el sistema mas simple de abrir los dos portones de los vagones, sin avisos ni instrucciones a los recien llegados. Entraban en el campo los que el azar hacia bajar por un lado del convoy; los otros iban a las camaras de gas. Asi murio Emilia, que tenia tres anos; ya que a los alemanes les parecia clara la necesidad historica de mandar a la muerte a los ninos de los judios. Emilia, hija del ingeniero Aldo Levi de Milan, que era una nina curiosa, ambiciosa, alegre e inteligente a la cual, durante el viaje en el vagon atestado, su padre y su madre habian conseguido banar en un cubo de zinc, en un agua tibia que el degenerado maquinista aleman habia consentido en sacar de la locomotora que nos arrastraba a todos a la muerte. Desaparecieron asi en un instante, a traicion, nuestras mujeres, nuestros padres, nuestros hijos. Casi nadie pudo despedirse de ellos. Los vimos un poco de tiempo como una masa oscura en el otro extremo del anden, luego ya no vimos nada. Emergieron, en su lugar, a la luz de los faroles, dos pelotones de extranos individuos. Andaban en formacion de tres en tres, con extrano paso embarazado, la cabeza inclinada hacia adelante y los brazos rigidos. Llevaban en la cabeza una gorra comica e iban vestidos con un largo balandran a rayas que aun de noche y de lejos se adivinaba sucio y desgarrado. Describieron un amplio circulo alrededor de nosotros, sin acercarsenos y, en silencio, empezaron a afanarse con nuestros equipajes y a subir y a bajar de los vagones vacios. Nosotros nos mirabamos sin decir palabra. Todo era incomprensible y loco, pero habiamos comprendido algo. Esta era la metamorfosis que nos esperaba. Manana mismo seriamos nosotros una cosa asi. Sin saber como, me encontre subido a un autocar con unos treinta mas; el autocar arranco en la noche a toda velocidad; iba cubierto y no se podia ver nada afuera pero por las sacudidas se veia que la carretera tenia muchas curvas y cunetas. ?No llevabamos escolta? ?...tirarse afuera? Demasiado tarde, demasiado tarde, todos vamos hacia <>. Por otra parte, nos habiamos dado cuenta de que no ibamos sin escolta: teniamos una extrana escolta. Era un soldado aleman erizado de armas; no lo vemos porque hay una oscuridad total, pero sentimos su contacto duro cada vez que una sacudida del vehiculo nos arroja a todos en un monton a la derecha o a la izquierda. Enciende una linterna de bolsillo y en lugar de gritarnos <> nos pregunta cortesmente a uno por uno, en aleman y en lengua franca, si tenemos dinero o relojes para darselos: total, no nos van a hacer falta para nada. No es una orden, esto no esta en el reglamento: bien se ve que es una pequena iniciativa privada de nuestro caronte. El asunto nos suscita colera y risa, y una extrana sensacion de alivio. En el fondo El viaje duro solo una veintena de minutos. Luego el autocar se detuvo y vimos una gran puerta, y encima un letrero muy iluminado (cuyo recuerdo todavia me asedia en suenos): ARBEIT MACHT FREI, el trabajo nos hace libres. Bajamos, nos hacen entrar en una sala vasta y vacia, ligeramente templada. !Que sed teniamos! El debil murmullo del agua en los radiadores nos enfurecia: hacia cuatro dias que no bebiamos. Y hay un grifo: encima un cartel donde dice que esta prohibido beber porque el agua esta envenenada. Estupideces, a mi me parece evidente que el cartel es una burla, <> saben que nos morimos de sed y nos meten en una sala, y hay alli un grifo, y Wassertrinken verbotten. Yo bebo, e incito a mis companeros a hacerlo, pero tengo que escupir, el agua esta tibia y dulzona, huele a cienaga.

  • Nada que tu no quieras de T.s. Williams

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  • Cuando la vida te da un martillo de Kate Tempest

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    Cuando la vida te da un martillo es una primera novela de gran alcance, que ilumina a una generacion de jovenes adultos para quienes pareciera que la vida en sociedad cada vez ofrece menor cabida. Con una escritura de un lirismo suave, preciso, las vidas de los protagonistas de esta novela transcurren entre anhelos frustrados y ambiciones no realizadas, como si Londres fuera un gran teatro -por momentos tan terrible como hermoso- que cobra vida gracias a la mirada aguda de Kate Tempest, para fungir como escenario donde se desarrolla la tragicomedia humana, siempre renovada por las vertiginosas transformaciones, y tambien siempre igual a las primeras historias sobre su discurrir.

  • Asimetria de Lisa Halliday

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  • Venganza de amor de Vanessa Lorrenz

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    Londres 1845 Las manos comenzaban a dolerle de tanto tallar el piso, dejo de fregar las baldosas para levantarse y estirar el cuerpo. Casi lloro al ver que su vestido se habia mojado con el agua del cubo, estaba destrozado. No es que fuera un buen vestido, pero por lo menos cubria su cuerpo proporcionandole el calor que necesitaba. Maldijo al ver que se le estaban empezando a formar ampulas de tanto fregar. Esa era la tonica de todos los dias desde que habia llegado a ese orfanato. Bueno, tal vez no siempre, pero si desde que las demas ninas se encargaban de hacerle la vida imposible, siempre salia reganada y con un castigo tras otro. Suspiro pensando que aun le faltaba lavar las sabanas de las camas y, gimio pensando que las tenia que pasar por el agua caliente para que quedaran pulcramente limpias. Sophie no comprendia a sus once anos de edad como la vida daba tantas vueltas. Vivia en una pequena casita junto a sus padres, que eran campesinos. Mientras ambos vivieron, ella tuvo la mejor infancia que una nina puede tener, aunque no tenian muchas pertenecias, por lo menos si todo el amor de sus progenitores. Hasta que la desgracia toco a su puerta: las fuertes tormentas subieron la creciente del rio, sus padres, al percatarse de que su pequena parcela se destruiria, salieron para tratar de salvar lo poco que les permitiera el clima, sin saber que la corriente los arrastraria a los dos dejandola en el abandono. Esa fue la historia que le dijeron a ella cuando le dieron la amarga noticia. No tenia ningun familiar al cual le pudieran dar su custodia, realmente fue una suerte que alguien se preocupara por ella, y no la dejara desamparada. Claro que ahora que sufria todo ese maltrato por parte de las huerfanas del orfanato, deseaba que nadie la hubiera ayudado, aunque se quedara en la indigencia. Termino de fregar el suelo, y para cuando tiro el ultimo cubo de agua, sus manos estaban practicamente en carne viva. En cuanto llego a la habitacion que compartia con otras quince ninas, saco un saquito de tela que guardaba de debajo de la cama y contenia un unguento que le habia dado una senora en el mercado al ver el estado de sus manos. La buena mujer se habia quedado horrorizada al ver las llagas que habia en ella, y en un gesto de compasion le regalo el unguento para que se lo aplicara por las noches. Tal vez funcionaria con mayor eficacia si no tuviera que estar todo el dia fregando pisos y cacharros. Las demas companeras ya estaban en sus camas mientras ella lloraba curandose las manos. Sintio unos brazos rodeandola y se limpio las lagrimas antes de darse la vuelta y fundirse en un abrazo con Lidia, otra de las huerfanas que habian llegado tambien tras perder a sus padres. --Te duele mucho, Sophie. Te prometo que manana te ayudare a fregar los pisos. --No es necesario, Lidia. --Miro su amiga con sus ojos marrones; tenia una melena castana trenzada de manera que no se le soltara ningun cabello--. Ahora me pondre este unguento y se me calmara el dolor. --Dejame ayudarte a trenzarte el pelo. Dejo que su amiga la ayudara, mientras ella terminaba de curar sus heridas, despues se puso su bata de dormir de tela rigida que le habia dado la madre superiora, y se acostaron juntas en la misma cama. --?Sabes, Lidia? Algun dia saldremos de aqui, y haremos lo imposible por no tener ninguna carencia. Te lo prometo. Entraremos en sociedad y tendremos hermosos vestidos que seran la envidia de todas las debutantes-- dijo mientras acariciaba el cabello de su amiga. --Si, y nos casaremos con un conde, nos llevara a vivir a su castillo. --Si, nos llevara a vivir a un castillo. Sonrio pensando que esperaba encontrar la fuerza para cumplir con esa promesa, porque no pensaba seguir viviendo en la miseria. Eso lo juraba. Capitulo 1 Londres 1853 El corazon amenazaba con salirsele del pecho, solo tenia unas semanas para buscar un lugar donde irse a vivir junto con Lidia. La madre superiora habia sido muy clara: se tenian que ir de ahi porque ya pasaban de la edad aceptada dentro del orfanato. --Por suerte he pedido algunos favores para no dejarlas en la indigencia. Una modista las estara esperando para que la sirvan. Deben de ayudarla en todas las labores que ella les pida. A cambio tendran techo y comida. Pero ya se arreglaran con ella en cuanto lleguen. Tienen una semana para prepararlo todo, en cuanto llegue la carreta con las provisiones, se marcharan con ellos. Te dare una carta para Madame Rosset. Ahora toma esto. --La madre superiora le tendio un pequeno bolsito de tela mugriento--: eran las pocas cosas de valor que encontraron en tu choza. Al escuchar esas palabras, miles de sentimientos se agolparon en su pecho. Su infancia estaba atrapada en ese pequeno bolsillo. Lo tomo con las manos temblorosas, sabiendo que ahi estaba su vida. --?Sabe si aun esta disponible la casa donde vivian mis padres? --No, desafortunadamente la casa solo era arrendada; como todas las de la zona, le pertenece al conde de Kent. La dio en alquiler en cuanto saliste de ahi. Lo siento. Sabia que no le quedaba nada, pero por un segundo guardo la esperanza de darle una visita al que en algun momento fue su hogar. Acaricio el lacito con el que estaba amarrado el pequeno bolsito, ahi estaba todo lo que significaba su pasado. --Gracias, madre superiora. Estaremos preparadas para partir. Salio del despacho de la mujer que habia sido para ellas la unica figura materna en los anos que estuvieron ahi. Lidia estaba sentada en el banquillo donde se cepillaban el cabello. Su amiga miraba al vacio, sumida en sus pensamientos, ajena a la preocupacion que embargaba a Sophie. En cuanto las dos pusieran un pie fuera del orfanato, nada seria igual; unicamente se tendrian la una a la otra para protegerse. --?Que sucede Sophie? No me digas que se entero la madre superiora de que hemos metido otro gatito al orfanato. Debemos convencerla de que las ninas pequenas se han encarinado tanto con el que no podemos dejarlo en la calle. --No, de hecho, me mando llamar para decirme que tenemos que tener nuestras pertenencias listas, saldremos de aqui en cuanto llegue la carreta con las provisiones. Al parecer, una modista nos estara esperando para que comencemos a servir para ella. --!?Nos estan echando de aqui?! No pueden hacernos esto, ?como vamos a sobrevivir? Las demas huerfanas... ?Que pasara con ellas? ?Quien las cuidara ahora? --Tenemos que irnos, es hora de comenzar una nueva vida fuera de estas paredes, las hermanas de la caridad ya no pueden mantenernos. Tenernos aqui genera gastos. Y sabes que las donaciones de las damas de sociedad cada vez son menos. --?Y adonde vamos a ir? No conocemos nada mas alla de estas paredes. --Lidia parecia realmente afectada. --Ya veras como nos ira mejor --dijo tratando de infundirle algo de animo. --Tengo miedo de lo que vamos a encontrar alla afuera. Quiero seguir aqui. --Sabes que la unica forma de que te quedes aqui es tomando los habitos y consagrando tu vida a Dios. ?Tu has sentido el llamado del Senor? Porque yo definitivamente no lo he sentido. Necesito saber que nos depara la vida fuera de aqui. Por mucho que la nueva experiencia le diera miedo, tambien sentia un cierto nerviosismo por descubrir cosas venideras. --Tampoco lo he sentido, pero me aterra pensar que andaremos las dos solas por el mundo. Recuerda lo que le paso a Emily, no supimos nada de ella hasta que la encontraron tirada en un callejon oscuro del puerto. Solo Dios sabe lo que tuvo que pasar. Pero su muerte fue horrible. --Ay, Lidia, no debemos pensar que nos pasara algo asi. Ademas, nosotras trabajaremos para una modista. No creo que nos suceda nada malo, simplemente no debemos acercarnos al puerto. Sabes que esa zona es peligrosa. Trabajaremos todo lo que podamos para comenzar una vida. --Tengo miedo, Sophie, miedo de no saber como vivir. ?Acaso tu no tienes miedo? --Si, claro que tengo miedo, pero tambien una deuda pendiente que cobrar y, para eso necesito salir de estas paredes. --No entiendo de que estas hablando.

  • Baluarte, Elvira Sastre de Elvira Sastre

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  • El secreto del solsticio de verano, Christine Kabus de Christine Kabus

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  • El caso Paternostro de Carlo F. De Filippis

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    DESPUES DEL COMISARIO MONTALBANO, LLEGA EL COMISARIO VIVACQUA.
    Carlo F. De Filippis suma su nombre a la gran novela negra europea con Camilleri, Lemaitre y Dazieri a la cabeza.

  • La madre del cordero de Juan Eslava Galan

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    <>
    ?Que diferencia una iglesia de una catedral? ?Por que se representa el Espiritu Santo mediante una paloma? ?Por que al evangelista san Juan se le muestra unas veces imberbe y otras con barba? ?Como distinguimos a san Judas Tadeo de Judas Iscariote? ?Hubo una santa tutelar de las prostitutas? ?Que determina el grado de santidad de una reliquia? Con la inmensa capacidad divulgativa y el refinadisimo sentido del humor que lo caracterizan, Juan Eslava Galan nos guia por el arte religioso espanol mas importante y nos ensena a interpretarlo y a disfrutarlo.
    El autor nos ayudara a descifrar el arte religioso que nos rodea a traves de su historia y sus representaciones y, en consecuencia, a entender la cultura en la que vivimos y que a menudo desconocemos o hemos olvidado.

  • Un buen tio de Arcadi Espada

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    Que pensamos cuando oimos el nombre de Francisco Camps? Sin ninguna duda, en un corrupto, en un condenado. Pero, ?que paso con este hombre, este politico, para convertirlo en un cadaver?

  • Como has cambiado mi mundo 1 de Laura Barcali

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    Si os gusto Dentro del Laberinto, esta novela cuenta la historia desde otro punto de vista. ?Tal vez el verdadero? Y la continua con nuevos personajes, que no pueden evitar caer en la voragine de este maravilloso universo.

  • El diario de Marian de Tommy Owens

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    Segunda mitad del siglo XVIII. Marian es una inocente muchacha de diecisiete anos perteneciente a una noble familia del sur de Espana. Ella se siente completamente dichosa estando junto a su madre, a la que idolatra, y a su buena amiga Margarita, a la que adora. Pero su mundo de felicidad se derrumba cuando su padre la fuerza a contraer matrimonio con un primo parisino muy rico y treinta anos mayor al que ni siquiera conoce, Donatien de Chatillon.

  • Una noche en el Tamesis (Un dia en el Tamesis 3) de Diaz De Tuesta

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    !Vuelve Diaz de Tuesta con el esperado final de la trilogia <>, para deleite de todos sus lectores!

  • Pidemelo con flores de Ariadna Baker

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    Rosas, claveles, orquideas, margaritas... no sabria cuales elegir, y es que todas las flores me vuelven loca desde nina. Y mi madre, como si ya hubiese intuido desde antes de yo nacer mi gusto por ellas, tuvo a bien ponerme el nombre de Azucena. Para mas inri, me apellido Ramos. Recuerdo que, siendo aun muy pequena, mi abuela me llevaba por todos esos campos de Castilla plagados de girasoles y amapolas solo por ver mi cara de satisfaccion. Mi sensacion era la de adentrarme en otro mundo; un mundo magico inventado solo para mi. Alli no me hacian falta munecas, ni amigas ni nada por el estilo para entretenerme. Con sus vivos colores, gozaba como la enana que todavia era. Creo que esa pasion la herede de ella precisamente. A mi abuela Maruja tambien le encantaban, aunque tampoco teniamos que ir muy lejos para deleitarnos con tan fascinantes obsequios de la naturaleza. Ese ser tan entranable siempre tenia el suelo del patio de su casa lleno de tiestos con hortensias y geranios. Daba gloria ver tambien las buganvillas rosas y violetas en los macetones, trepando en verano por los enrejados buscando el sol; un hechizante espectaculo multicolor y un embriagador abanico de aromas procedentes de la lavanda y la dama de noche, esta ultima, una de sus flores preferidas. Cuanto daria por volver a verla con la regadera en mano y hurgando con sus dedos entre la tierra de las macetas para trasplantarlas. O podando con las tijeras los rosales del jardin trasero de aquella coqueta casita. Por desgracia, todo eso queda ya tan solo en mi memoria y en un sinfin de fotos que conservo como oro en pano. Contemplandolas, me parece estar oyendola aun. --Mira, Azu --asi solia llamarme carinosamente--, ya van a empezar a abrirse los capullitos de esos claveles. --Me los senalaba con el dedo. --Que bonitos. Van a ser blancos, yaya. --Ummm --negaba con la cabeza--. No, creo que estos van a ser rojos. Yo la miraba incredula, examinando el blanco de las puntas de esos petalos que comenzaban a asomarse. --Que no, yaya, que estos son blancos, mira. Los tomaba entre mis dedos para hacerle ver que era yo quien tenia la razon. Cualquiera me la quita cuando la tengo... --Bueno, ya veras que te estas equivocando --me contestaba con gesto burlon aprovechando mi inocencia. Me contradecia tan solo para picarme. --Te digo yo que seran rojos. O rosas... Asi estabamos siempre. La echo muchisimo de menos. Mi abuela, con ese carisma que tenia, era un personaje al que no solo queria una; la adoraba todo el mundo en el pueblo. Fallecio el dia antes de yo cumplir los quince anos y, ademas, de repente. Sin estar enferma ni nada que se le parezca, el de ahi arriba hizo la "gracia" de pararle su corazoncito una soleada manana de sabado de aquel mes de abril, cuando la pobre mujer se encontraba enfrascada en sus labores de jardineria, para no variar. El mio tambien se detuvo por unos instantes al enterarme de tan fatidica noticia y todavia no me he recuperado por completo de aquel mazazo. Algo se quebro dentro de mi para siempre con su partida, pero ese dia, en mi dolor, me jure que mantendria vivo su legado; que esas maravillosas flores que adornaban su casa no se marchitarian mientras yo pudiese evitarlo. Lo hice durante un tiempo, pero claro... nada dura eternamente. Mi madre y mi tia Carmen decidieron vender aquella casa en que fui tan feliz durante mi infancia aprendiendo el oficio. En nuestro pequeno pueblo segoviano no seria tarea facil encontrar un comprador, pero la casualidad quiso que, al cabo de seis meses, un matrimonio que se encontraba de paso por alli posase sus ojos en el letrero de "Se vende". Y estoy segura de que las flores, todavia en todo su esplendor gracias a mis mimos, jugaron un buen papel en ello. El dia de la entrega de llaves llore lo indecible, a sabiendas de que nunca mas podria poner mis pies alli. No podia imaginarme todo aquello en manos extranas. Me apenaba sobremanera pensar que esos increibles colores se apagaran por dejadez o cualquier otro motivo. --Hija, no tenia sentido mantenerla. Una casa vacia lo unico que hace es deteriorarse. --Mi madre trataba de consolarme. --Lo se, mama, pero no te haces una idea de la pena que me da. Esas personas solo la quieren para vacaciones, asi que las plantas se van a morir en un suspiro. No voy a poder pasar nunca mas por delante de la cancela porque me va a dar algo si miro para dentro. La casa de mi abuela quedaba bastante retirada de la nuestra, casi saliendo del pueblo ya, por lo que podria evitarme semejante sofocon si queria. Sin embargo, me estaba equivocando de medio a medio. La familia en cuestion vivia en Segovia capital y, tras la compra, comenzo a ir por alli todos los fines de semana. Rosalia, la nueva propietaria, parecia compartir el mismo gusto de mi abuela y mio por las flores, y es que no solo las cuidaba con esmero, sino que se dedico a plantar un sinfin de ellas mas, cosa que podia verse a traves de los barrotes. Yo la espiaba a escondidas y en cierto modo me sentia aliviada viendo que nada de aquello se habia perdido. Al reves. El patio lucia como nunca, como si el espiritu de mi abuela estuviese tambien constantemente en guardia velando por el. Justo por aquellos dias comence a salir con Javier, un chico del pueblo al que conocia desde la ninez. El mismo colegio y el mismo instituto nos vieron crecer dia a dia. Javier era hijo del farmaceutico, lo digo asi sin mas senas porque en nuestro pueblo todo se contaba por unidades; una farmacia, un supermercado, una panaderia, una carpinteria... Lo unico que faltaba por aquellos lares era una floristeria, y aunque la idea de poner mi propio negocio de flores era un sueno que siempre me rondo la mente, fue el quien mas me animo a materializarlo. --Carino, no hay nada que te haga mas feliz en este mundo. Estaria genial que te dedicases a eso porque lo de trabajar en lo que a uno verdaderamente le gusta no tiene precio --me dijo.

  • Atrapada en el espejo de Gemma Lienas

    https://gigalibros.com/atrapada-en-el-espejo.html

    Laura Bellido es una joven arquitecta con estudio propio, un marido atractivo y simpatico y un hijo de seis anos. No tiene problemas economicos, ni de ningun otro tipo y parece una mujer feliz. Nada hace pensar que una noche, despues de una cena romantica para celebrar los exitos laborales de su marido, Laura acabara desnucada por las curvas de Garraf. Cuando Gina, su amiga intima que vive en el extranjero, recibe la noticia de su muerte, tiene el presentimiento de que hay algo que se le escapa. Esta intuicion inicial va tomando forma cuando se instala en Barcelona y profundiza en la vida, aparentemente estable, de su amiga. A partir de las conversaciones con la gente mas cercana a Laura, Gina empieza a encajar las piezas del cristal donde se esconde la verdadera historia de Laura.Gemma Lienas, con la habilidad narrativa que le caracteriza, construye una novela de gran tension psicologica que cautivara al lector desde las primeras paginas. De una profundidad conmovedora y llena de detalles reveladores sobre las relaciones de poder entre las personas, Atrapada en el espejo es una novela coral que se adentra en la complejidad de las contradicciones humanas.

  • Siete susurros de Roser A. Ochoa , Yolanda Garcia

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    Desde el principio de los tiempos han existido romances que se hicieron eternos. Entre estas paginas encontraras siete efimeras historias de amor, cargadas de ternura, sensualidad, nostalgia, magia, alma…

  • El asesino del via crucis de Marcos Nieto Pallares

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    Una serie de asesinatos inspirados en las catorce estaciones del via crucis arrastrara a los detectives Jeff Sanders y Dan Patterson a una carrera contrarreloj en busca de un inmisericorde criminal. Un caso que sacara a la luz un secreto inconfesable. Un sorprendente y desgarrador final que te hara pensar, ?que hubiera hecho yo en el lugar del detective?

  • Estrellaria mi estrella de Irene Ferb

    https://gigalibros.com/estrellaria-mi-estrella.html

    Estrella se regala una nueva vida.
    Ella no es cobarde, ella brillaba. Ella no es miedosa, ella se alzaba
    en la oscuridad. Ella no es una, ella era el universo. Y alguien
    muy malo se lo intento arrebatar.
    Estrella descubre que solo hay alguien que espanta a sus fantasmas,
    descubre que solo sus besos saben a mas y que solo el
    le despierta las ganas de sonreir por nada. Pero el esta total e
    infinitamente prohibido.
    Edu se regala una nueva vida.
    El quiso el universo y se quedo sin nada. El siempre ganaba hasta
    que lo perdio todo.
    El se enamoro pero no se lo dijo. Edu huye de la derrota pero se
    topa con un ser tan puro y fresco que siente que de nuevo vuelve
    a respirar. Pero ella esta total e infinitamente prohibida.
    Estrellarian su estrella. hoy.
    Quizas exista una oportunidad, un fugaz crepusculo en el que las
    constelaciones se alineen a su favor, pero ?sabran verlo?

  • Ali en el pais de las maravillas de Alberto Vazquez-figueroa

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    Ali en el pais de las maravillas es una divertida aventura, una descarada parodia del tiempo que nos ha tocado vivir y los absurdos contrastes en los que se desenvuelve una humanidad que pretende ir a Marte, cuando aun no conoce la Tierra.

  • Una noche y nada mas, Whitney G de Whitney G

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  • El ultimo faraon de Wilbur Smith

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    Egipto es atacado. El viejo faraon Tamoses yace mortalmente herido y la antigua ciudad de Luxor esta rodeada. Solo Taita sera capaz de conducir a su tierra de nuevo a un destino de gloria.
    En la hora mas desesperada, el ex esclavo y ahora general del ejercito de Tamoses se prepara para la batalla final. Su ingenio nunca es mas agudo que cuando todo parece perdido. La oportuna llegada de un antiguo aliado altera el equilibrio de fuerzas y pronto el ejercito egipcio celebra la retirada del enemigo. Pero apenas entra victorioso en Luxor, Taita es atrapado y acusado de traidor. Tamoses ha muerto y un nuevo faraon detenta el poder.

  • A la caza de un seductor de Alexia Mars

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    Con paso decidido, Sara cruzo el verdoso parquecito que adornaba la entrada de la Ciudad de la Justicia. Traspuso las grandes puertas de cristal y se dirigio al puesto de control. Armando, el guardia civil que controlaba las entradas y salidas, la saludo con una brillante sonrisa. --?Otra vez por aqui, letrada? --Me temo que si, Armando --le respondio ella con tono apagado. --Vaya, no parece usted muy alegre hoy. ?Un dia duro? --apunto observando el aura de tristeza que la rodeaba. --Peor, me siento como si fuese la primera vez que vengo al juzgado. --Y sin que el la oyese senalo--: Bueno, y en cierto modo asi es. --Tranquila, eso nos ha pasado a todos. Vera como manana ve las cosas de otro color. No hay nada que no se arregle con un sueno reparador. --Sara penso en su problema y deseo que pudiese desaparecer tan facilmente. No, lo suyo no se solucionaba durmiendo. --Eso espero --le contesto, mientras pasaba por su lado--. Que tenga un buen dia, Armando. --Lo mismo le digo, abogada. -- Inclino la cabeza a modo de despedida y observo el contoneo de las caderas de la atractiva joven. Suspiro. <> Las puertas del ascensor se abrieron y Sara emprendio el camino hacia el mostrador. Un recorrido que habia hecho cientos de veces, pero que ahora se le antojaba diferente, quiza porque esta vez le atania directamente... Miro el reloj. Nueve menos diez. Bien, tendria que aguardar hasta que llegase su turno. Se dirigio a la zona de espera y tomo asiento. De reojo observo a la mujer que hablaba con la auxiliar y un extrano nerviosismo invadio cada poro de su piel. Cerro los ojos e inspiro. ?!Que le pasaba!? Esto era lo que tanto habia deseado, ?no? Taconeo con sus stilettos negros y entrelazo las manos, masajeando inconscientemente la preciosa alianza que todavia decoraba su dedo anular. Su corazon, ya de por si agitado, sufrio una sacudida cuando un estruendo seguido de un poderoso <> sono tras ella. Observo la escena con el ceno fruncido; una joven habia arrollado a un hombre y ahora se encontraba encima de el, rodeados por un monton de papeles. La rubia del abrigo fucsia se puso en pie con dificultad y se deshizo en disculpas con su victima, quien farfullo algo acerca de <>, recogio sus documentos y desaparecio entre maldiciones.

  • Pax Romana de Adrian Goldworthy

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  • Charras de Hernan Lara Zavala

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    Charras es un retrato perfectamente construido de uno de los casos mas impactantes de Yucatan: el asesinato del el lider estudiantil Efrain Calderon Lara (Charras).

  • En silencio de Marin Ledun

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    PRIX TRANSGFUGE MEJOR NOVELA NEGRA FRANCESA
    Sur de Francia. Un hombre esta encerrado en un cobertizo aislado. Tras seducirlo, su secuestradora, Emilie, le disparo a quemarropa. El puede gritar todo lo que quiera porque nadie va a oirle: estan en una perrera, en medio de la nada. Ella le dice que hace cinco anos, cuando era una joven enfermera, fue victima de un conductor.

  • Un mapa en la cabeza de Ken Jennings

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    ?Por que nos fascinan tanto los mapas? Un libro unico y sorprendente sobre las curiosidades,
    historias y anecdotas presentes en los mapas y en la capacidad que ha tenido la cartografia para
    transformar el mundo.

  • Lucky Jim de Kingsley Amis

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    Jim Dixon se encuentra en una situacion delicada. No sabe si va a poder conservar su puesto de profesor de Historia Medieval en la universidad, ya que para ello tendria que publicar un articulo que le granjeara la admiracion de la academia. Y no solo eso:tambien ha de mantener una buena relacion con el profesor Welch, el jefe de su departamento, un hombre pedante y despistado que probablemente no olvide con facilidad que Jim proviene de una familia de clase media baja y que las altas esferas academicas no son precisamente su fuerte. Y todo esto mientras intenta conquistar a Margaret, una de sus companeras de trabajo que se esta recuperando de un intento de suicidio a causa de la ruptura con su exnovio. ?Le acompanara a Jim la suerte para conseguir sus propositos? Una nueva traduccion de la primera y aclamada novela de Kingsley Amis, que le valio el prestigioso Premio Somerset Maugham. Una satira de la vida universitaria britanica que, aderezada con una deliciosa y mordiente misantropia, constituye una de las obras mas inolvidables de la literatura comica britanica.

  • Algo mas que una burlona sonrisa irlandesa (Socios Irlandeses 3) de Begona Gambin

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    Llega la esperada tercera entrega de la trilogia <>.

  • No te mentiria dos veces de Diaz De Tuesta

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    “--Callate, tonto --le dijo y se alzo contra el. Le tomo las manos y cubrio con ellas sus pechos--. Si no vas a ayudar, haz el puto favor de callarte.”

  • El Refugio De Los Invisibles de Alberto Cerezuela

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    Ya no esta. Se ha ido. No hay vuelta atras. ?Como hemos llegado a esto? ?Por que lo permitimos? Sinceramente, no me creia capaz de hacerlo. Yalgunos piensan que soy debil. No me conocen. No saben de mi dolor. La necesitaba tanto... Pero ya no puedo seguirla. Ytodo por mi culpa. Solo han pasado unas horas y sigo teniendo dudas. ?Podre vivir sin ella? No lo se. Lo seguro es que no habia eleccion. Despues de hacerlo pense en mi abuelo. El, que habia luchado en una guerra civil y estuvo varios meses recluido en un campo de concentracion frances, decia que un hombre, con el tiempo, se acostumbra a todo. Puede vivir en la India a mas de cuarenta y cinco grados, y tambien en Siberia a treinta bajo cero. Tambien se acostumbra a andar con muletas, incluso a ir en silla de ruedas. !Y a perder un brazo! Acostumbrarnos, segun mi abuelo, era la absurda manera que tenemos las personas para seguir siendo felices a pesar de las desgracias. Pero yo no se si sabre estar sin ella. ?Me acostumbrare a no ver su sonrisa? ?Aque no eleve mis celos al maximo exponente? ?Ano volver a percibir su olor? Yo creo que no, aunque no hay que subestimar la fuerza de un hombre. Su ausencia me definira a partir de ahora. ?Y que podre hacer cuando la eche tanto de menos que el pecho me reviente? Quiero aguantarlo, debo aguantarlo. Debemos ser consecuentes con nuestras decisiones. Nuestro amor es inmortal. Contigo al fin del mundo, nos deciamos. Yya nada de eso vale. Ni siquiera voy a ser capaz de volver a nuestro refugio. Sin un nosotros ha dejado de ser ese lugar donde nos haciamos invisibles. Donde escapabamos de todo y de todos: el castillo del rey. El hombre que tiene miedo busca refugio en los montes, en los bosques sagrados o en los templos. Sin embargo, tales refugios no sirven, pues alli donde vaya, sus pasiones y sus sufrimientos lo acompanaran. (BUDA GAUTAMA) 1. EL TELEFONO DE LA INSPECTORA Reyes Martinez sono esa manana demasiado pronto. Ella solia levantarse cuando los rayos del sol de Cabo de Gata entraban por las rendijas de su persiana y se estrellaban directamente en su cara. No tenia despertador. Ni siquiera alarma en el movil. En los ultimos dias apenas habia conseguido dormir tres horas seguidas sin ayuda del Alprazolam que su medico, el doctor Pedro Mezquita, le recetaba a pesar de que sabia que estaba enganchada. Ademas, estaba de suerte: no habia tenido ninguna pesadilla, o al menos no la recordaba. --!Dios! Es el comisario Malvido. ?Que querra tan temprano? Era muy raro que su jefe la llamase. Algo grave tenia que haber pasado, y de pronto sintio un mal augurio por el cuerpo. Por eso decidio hacerse un rico cafe de pota que le habia descubierto su amiga Nieves, criminologa de La Coruna, antes de devolverle la llamada al cascarrabias de su superior. No hizo falta, Ramon Malvido volvio a llamar. --Dime, Ramon --contesto con un tono a medio camino entre la incertidumbre y la curiosidad. --!Martinez! --Asi solia llamarla cuando se ponia serio, sacando de quicio a Reyes--. !Siento haber profanado tu ritual de cada manana, pero necesito que vengas cagando leches! Malvido conocia perfectamente la rutina de Reyes. De hecho, era la persona mas cercana que tenia. La trataba como una hija aunque a ella no le gustaba que el resto de companeros pensasen que era el ojito derecho del jefe. El ritual al que se referia consistia en unas cuantas carreras por la playa hasta llegar a la iglesia de Las Salinas, trayecto que aprovechaba su perro Gordon para chapotear en el agua; llegar a casa y degustar un cafe tras la ducha, mientras leia unas veinte paginas del ultimo titulo que habia comprado en una libreria que recientemente habian abierto en el barrio. --!Eres un malhablado, te lo he dicho mil veces! ?Que ha pasado? --contesto ella mientras notaba como el acelere de su corazon iba in crescendo. --!Ha aparecido un cadaver en la Alcazaba, y todo apunta a una muerte en extranas circunstancias! Una muerte en la Alcazaba. Aquello paralizo a Reyes durante unos segundos. No podia ser en otro lugar. Y precisamente tenia que ir ella. --!Martinez, joder! ?Estas ahi? ?O es que te ha comido la lengua el gato? --De nuevo aparecio el malhumor del comisario. --!Si, es que me ha pillado de sopeton! Como en Almeria nunca pasa nada... --respondio la inspectora, aunque su interlocutor sabia perfectamente lo que ocurria. --!Vente para aca y por el camino avisa al subinspector Campillo! --fueron las ultimas palabras del comisario antes de colgar. Era paradojico que Reyes esa noche, despues de mucho tiempo, no tuviese ninguna pesadilla, justo la manana en que tenia que volver, por primera vez en anos, al barrio donde tuvo las peores de su vida. 2. EL TIMBRE DEL TELEFONO asusto a Lucas Campillo. No esperaba la llamada. Se encontraba dejando a sus ninas en la puerta del colegio. --!Dadle un beso a papa! --comento a sus dos amores, como asi las llamaba. Y es que Laura y Alejandra habian cambiado la vida del joven policia. Reyes era su superior, y el lo acataba con la mayor profesionalidad posible, pero a veces el caracter autoritario de su companera le impedia disfrutar al cien por cien de su trabajo. --Buenos dias, inspectora. ?Ha pasado algo? --Campillo, tenemos que ir rapidamente a la Alcazaba. El director del conjunto monumental aviso a emergencias esta manana, y los zetas que se personaron alli han confirmado el hallazgo del cadaver de una chica. --Y a nosotros, como cabezas del Grupo de Homicidios, nos toca investigar --interrumpio el subinspector mientras se le abria la boca de un bostezo. --?Es que te han dado guerra las ninas esta noche, Luquitas? Por eso yo no quiero saber nada de traer familia al mundo --sentencio Reyes. --Para traer familia al mundo, como tu dices, primero necesitas alguien que te ayude. Y no me refiero a alguno de esos tios que conoces en el Bar de Jo y que no pasan del primer asalto --termino de decir Lucas al tiempo que comprendia que se habia pasado. Era consciente de que no son formas de dirigirse a un superior, pero la verdad es que le tocaba las narices que le llamasen Luquitas. El consideraba que su trabajo era impecable y que merecia una oportunidad como inspector, pero todo el mundo sabia de que pie cojeaba el comisario. Aun asi, se contuvo porque el motivo de su bostezo no eran las ninas. Los angelitos habian dormido a pierna suelta. Lucas no habia pegado ojo escuchando ese podcast de misterio que tanto le gustaba. La noche anterior habian estado hablando del edificio n.o 1 de la calle Tres Forques, en Valencia, una finca en la que habian muerto once personas desde 1957, todos de distinta forma. Era el bloque de pisos maldito mas famoso de Espana. --!Subinspector, no hay tiempo que perder! Nos vemos al principio de la calle Descanso, justo en el cruce con la Almedina --ordeno Reyes. 3. ELLA FUE LA PRIMERA EN LLEGAR. Le temblaban las piernas y eso que no era una mujer impresionable. De hecho, era la inspectora jefe del Grupo de Homicidios, pero aquel barrio la habia marcado demasiado. Habia vivido hasta los dieciocho anos en la calle Cisne, muy cerquita de La Guajira, esa asociacion cultural que, desde su casita azul, habia lavado la cara del barrio con sus conciertos, exposiciones y actividades varias. Las vistas a la Alcazaba que brindaba a los clientes, desde su terraza, no tenian precio. Era el mejor exponente del toque multicolor que tenia La Almedina, junto a las almenas y los rosales, y a las pintorescas casas pintadas de la calle Descanso. A medida que Reyes subia hacia la Alcazaba, cada paso era un golpe en la espalda. Los mismos que recibia su madre a manos de su padre cada vez que este se emborrachaba. La inspectora no habia hablado a nadie sobre sus origenes. <>, le decian en la comisaria. Pero no queria revivir aquellas heridas. --?Cuando fue la ultima vez que visitaste la Alcazaba? --pregunto Lucas Campillo, con la clara intencion de arrancar una palabra a su companera, que permanecia callada desde hacia varios minutos. --Nunca he puesto un pie dentro. --!Es imposible! --espeto Campillo--. Asi nos va a los almerienses, que preferimos gastarnos un dineral en hacer turismo en el extranjero, cuando aqui tenemos un patrimonio espectacular. !Hasta los de fuera nos valoran mas! Acuerdate de Juego de Tronos, que se rodo aqui hace unos anos. --?Juego de que? --!Vaya! No recordaba que dona intelectual no veia la tele --murmuro en tono jocoso Lucas--. Ella solo lee libros sofisticadisimos. En realidad, los libros que Reyes Martinez leia, lejos de lo que pueda parecer, eran de todo menos sofisticados. Le encantaban las novelas romanticas. Quiza para evadirse de lo que dia a dia veia en la calle, o por un deseo reprimido de enamorarse y casarse, algo a lo que ya practicamente habia renunciado. --No duermes para descansar, duermes para sonar... !Bonita frase, inspectora! Aunque no se que demonios pinta en esta calle. --Vete tu a saber, Campillo, vete tu a saber --respondio Reyes para acabar con la conversacion. Claro que sabia la historia de esa frase. Era de Walt Disney y homenajeaba a los ninos. A todos los ninos que, como ella, habian crecido jugando en aquel pequeno parquecito, hoy bastante deteriorado por la falta de cuidado y el paso del tiempo. Aquello le volvio a recordar a sus padres. Las palizas que el le propinaba a ella y como, una vez completado su desahogo, sentaba a la pequena en su regazo mientras terminaba de emborracharse empinando la botella de vodka. Eran los unicos momentos que podia compartir con su padre, al que por alguna absurda razon idolatraba en aquel momento hasta el punto de aceptar los chupitos de alcohol que el le ofrecia antes de caer desplomado de sueno en su vieja mecedora. Al dia siguiente, para paliar los remordimientos y lavar su conciencia, su padre le traia algun juguete: una muneca, una caja con cromos de Barbie y hasta una Nintendo NES. Pero, aun siendo una nina, sabia que lo importante no era tener muchos juguetes, sino tener con quien jugar, y de eso carecia. Para que no llorase, Lucia, su madre, le contaba la historia de un nino que no se asustaba ante nada. Se llamaba Juan sin Miedo. !Que valiente era! El solo habia derrotado a varias criaturas, fantasmas, brujas y ogros. Aquello tambien era mentira. Jamas ha existido alguien que no tenga miedo. Porque hay muchos tipos: miedo a perder a tus seres queridos, miedo al monstruo que vive dentro de tu armario o debajo de la cama, miedo a no poder pedir ayuda cuando mas lo necesitas, miedo a que mueran todas esas mariposas que revolotean en tu tripa cuando te gusta un chico... o miedo a no saber que sera de ti cuando un buen dia tienes que llamar a la policia porque encuentras a tu madre llena de moratones sobre un charco de sangre, y a tu padre colgado del techo del dormitorio. Por suerte, el primer policia que llego prometio ser su heroe. Se hizo cargo de ella, la obligo a apuntarse a la Academia de policia y estuvo velando siempre por su carrera y por su vida. Su heroe no volaba ni tenia superpoderes, se llamaba Ramon y estaba a punto de jubilarse como comisario de Almeria. --?Donde vais tan solicos, maderos? --Una voz ronca y seca hizo volver a Reyes de sus pensamientos. Era un patriarca gitano que habia taponado, con su silla, la parte final de la calle Descanso, justo antes de llegar a la estatua del rey Jayran, gran oficial del ejercito califal y primer rey de la taifa de Almeria. Su mirada intimidaba. Apenas se le distinguia nada mas en un rostro poblado por una gigantesca barba blanca y su larga cabellera. --Dejenos pasar, solo queremos hacer nuestro trabajo. Con suavidad, la inspectora Martinez intento que aquel senor no les diera problemas. Ella sabia quien era. Y el quien era ella. --Mariquilla, te voy a dejar pasar, pero ten mucho cuidado. Espero que encontreis al malnacido que le ha hecho eso a la pobre paya. --?Y usted como sabe que ha pasado algo con una mujer? --interrumpio Lucas con gesto malhumorado. --Yo se todo lo que ocurre en mi barrio, criatura: el diablo sabe mas por viejo que por diablo. El ya os ha elegido, camina junto a vosotros... y cuando coge a alguien, no lo suelta jamas.