• libro oro y ceniza - Pierce Brown

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    Darrow nacio esclavo. Pero se convirtio en un arma. Acabo con siglos de gobierno dorado y se convirtio en el heroe de una republica nueva y poderosa. Ahora debera arriesgar todo por lo que ha luchado en una ultima mision desesperada. Pero nuevos destinos se entrelazaran con el suyo.
    Una joven roja huye de la tragedia de un campo de refugiados y logra una nueva vida que ni siquiera habria sido capaz de imaginar. Un exsoldado se ve obligado a robar lo mas preciado del universo. o a pagarlo con su vida. Y Lisandro au Lune, el heredero en el exilio de la soberana, merodea por las estrellas, obsesionado por la perdida del mundo que Darrow ha transformado y sonando con el que brotara de sus cenizas.

  • ORO Y CENIZA (FICCIÓN SIN LÍMITES) Tapa blanda

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    ORO Y CENIZA (FICCIÓN SIN LÍMITES) : Brown, Pierce, Sánchez, Ana Isabel: Amazon.es: Libros.

  • Oro y ceniza (Amanecer Rojo nº 4) Versión Kindle - Amazon.es

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  • ORO Y CENIZA (AMANECER ROJO 4) | PIERCE BROWN

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    16 sept 2021 — ORO Y CENIZA ... por la pérdida del mundo que Darrow ha transformado y soñando con el que brotará de sus cenizas. ... Comprar el libro:.

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    21 jun 2018 — Oro y ceniza, libro o eBook de Pierce Brown. Editorial: Rba molino. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Un fin de semana de Peter Cameron

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    Un fin de semana de verano, en una casa en el campo, tres amigos se reunen en el primer aniversario de la muerte de Tony: su hermano, John, su cunada, Marian, y su antiguo companero, Lyle. El apacible reencuentro se ve perturbado por la presencia de un extrano, el joven pintor que ahora sale con Lyle. Lo quieran o no, los rituales del verano -un bano en el rio, una cena al fresco con invitados o un paseo nocturno- estaran marcados por la figura del amigo ausente y cada uno de los tres debera buscar su manera de encajar la perdida. Peter Cameron combina como pocos autores la satira social con la intimidad y la ternura, y obliga al lector a reflexionar sobre la propia experiencia, la dificultad de conocer verdaderamente a alguien o lo ambiguo de las relaciones sociales. Publicada originalmente en 1994, Un fin de semana sigue siendo, sin duda, una de las mejores novelas de su autor.

  • El cuento que nunca vio el final (Un mundo para Hector 1), Estefania Yepes de Estefania Yepes

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    Hector, a su corta edad, lo tiene todo. Una familia que le adora, un dormitorio que parece sacado de un cuento de hadas, todos los munecos de superheroes que admira e infinitos lapices de colores con los que dar rienda suelta a su imaginacion. Sin embargo, hay algo que a dia de hoy trae a Jana de cabeza pues, a sus tres anos de edad, Hector todavia no ha pronunciado palabra alguna. Jana, aparentemente feliz con su vida, con su pequeno, con su tienda y con la compania alocada de la pelirroja que tiene por amiga, siente que el vacio que impera en su vida se hace cada dia mas fuerte, mas intenso, llevandose a su paso el control de su propia voluntad, de su entereza y de todo cuanto habia construido hasta el momento, amenazandola sin piedad, poniendo en peligro su propia vida. y tal vez mucho mas que eso. Martin, un reputado psicologo especializado en el tratamiento y terapia en el ambito infantil, recibe el curioso expediente de un nino que, a pesar de los indicios iniciales que apuntan a un posible nuevo caso de autismo, esconde tras ese silencio extrano y permanente algo muy distinto a todo lo que ha visto hasta el momento.

  • Un atico con vistas de Eleanor Rigby

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    ?Quien dijo que era necesario salir de casa para encontrar el amor?

  • El silencio antes del invierno de Yolanda Revuelta

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    Tessa camino por la ya solitaria y vacia casa con la mirada baja y las manos en las caderas. Ya no quedaba nada de su antigua vida, solo blancas paredes desnudas y suelos relucientes de caoba. El camion de la mudanza se habia llevado los ultimos muebles y sus pertenencias, todo ello bien distribuido en enormes cajas de carton que aguardarian en un garaje hasta que ella encontrase algun lugar donde vivir. Ni siquiera los recuerdos se habian quedado; se habian esfumado de un plumazo, como sus ultimos diez anos de matrimonio. Habian comprado esa casa pocas semanas antes de casarse. Aquello fue amor a primera vista. Su porche flanqueado por dos enormes columnas griegas causaba un efecto clasico y tradicional que les habia enamorado. La casa estaba situada en uno de los distritos mas encantadores de Georgetown y se habian divertido decorandola y creando espacios nuevos donde creian que envejecerian juntos; nada mas lejos de la realidad. A su manera habian sido felices, a pesar de sus muchas noches vacias a causa de sus compromisos laborales y sociales que les privaban de la compania del otro. Su matrimonio, como el de muchos, iba a buen ritmo. Tenia sus desaceleraciones, pero se compenetraban bien y nada hacia presagiar aquel fatidico dia en el que Tom se sirvio su segunda taza de cafe. Deberia haberle extranado, el tenia mucho cuidado con la cafeina y no solia abusar de ella a causa de un amago de infarto que habia padecido dos anos antes y le habia mantenido postrado en una cama de hospital toda una semana. No estaba preparada para ver como todo lo que habian creado juntos estaba a punto de precipitarse por el desague. Una fatidica manana de sabado de septiembre, Tom le habia pedido el divorcio. --No soy feliz, Tessa --le dijo, sin mas. Aquella frase la dejo impactada y tuvo que tomar aire para poder continuar con esa extrana conversacion que cambiaria su vida tal y como la conocia hasta el momento. Escucho las razones y ella, mas sorprendida que dolida, decidio no luchar; quizas porque ya sabia que su matrimonio estaba herido de muerte antes de que su marido le dijese que llevaba dos anos teniendo una aventura con su secretario. !Que tipico y soez al mismo tiempo! !Su secretario! Debia confesarlo, le habia pillado desprevenida. Se habia amoldado de tal forma a la rutina diaria, que no habia notado esos cambios sutiles que algunas mujeres, mas avispadas que ella, solian cazar al vuelo. Jamas penso que Robert, el hombre con el que su ya exmarido trabajaba codo con codo mas de doce horas diarias, compartiese algo mas que despacho y almuerzos. Estaba claro que tres eran multitud. Tom no se habia andado por las ramas. Una semana mas tarde habia exigido a su abogado varias clausulas, entre ellas, una destacable y confidencial: si la incumplia, el la llevaria ante los tribunales, le haria pagar una alta cifra por danos morales y ademas le haria la vida imposible, tanto que ella desearia que se la tragase la tierra (bueno, eso ultimo era una lectura libre, pero sabia que Tom cumplia siempre lo que prometia). Deberia mantener la boca cerrada y no hablar jamas de los jamases de la vida privada de su marido ni del motivo de su divorcio. Punto final. Asi era la vida de un politico en Washington: llena de mentiras, rencores y chantajes a gran escala. Tan pronto estabas en la cima como al dia siguiente, por un pequeno o no tan pequeno desliz, te encontrabas nadando en el fango de los perdedores. No habia segundas oportunidades y Tom lo sabia mejor que nadie. Descalza, se dirigio a la ventana y apoyo las manos en el marco. Washington D.C. tenia su encanto; sin embargo, ella sabia mejor que nadie que podia llegar a ser una ciudad destructiva para aquellos que tuviesen el valor de querer conquistarla. A sus casi cuarenta anos estaba divorciada, sin un lugar donde vivir y lo peor de todo es que se habia quedado sin trabajo. Para alguien que adoraba su profesion, esto ultimo podia convertirse en la peor de las condenas. Su boca se curvo un poco hacia arriba cuando nuevos pensamientos comenzaron a tomar forma en su mente. Leccion numero uno: no trabajes nunca a las ordenes de tu marido. Leccion dos: cambiar de profesion, ser asesora politica a la larga puede llegar a ser demoledor. Leccion tres... Suspiro y el cristal se empano con su aliento. No habia leccion tres, porque quedaba anulada con las dos primeras. --Ser tu misma --susurro contra el cristal--. Y hacerte valer. Su movil vibro en el bolsillo de su pantalon. Se quedo mirando fijamente el nombre en la pantalla y un segundo despues, solto otro hastiado suspiro. Era de esperar que su abuela la llamase. Nada mas descolgar, escucho la armoniosa voz de la anciana. --!Hola, carino! Odiaba que el resto del mundo sintiese lastima por ella. Cerro los ojos unos segundos y decidio que no le iba a mentir. Ya lo hacia bastante consigo misma. --Hola, abuela. ?Que tal va todo? --Eso deberia preguntartelo yo a ti, ?no? Nancy Hereford irradiaba energia a sus ochenta y seis anos. Su apellido, de ascendencia noble, le habia abierto muchas puertas a lo largo de su vida. Pero Tessa sabia que su abuela, mas que una aristocrata, era un alma guerrera. Tras todos esos titulos nobiliarios habia una mujer luchadora y feminista que no se dejaba mangonear por el sexo contrario. --Intento no pensar demasiado en ello --dijo con entereza. Tessa escucho un bufido perfectamente audible a traves de la linea. --Deberias haberle cortado las pelotas cuando dormia. Nos habriamos ahorrado muchos disgustos --replico con voz gelida. Tessa no supo si reir o llorar ante el comentario. --El dramatismo nunca ha ido contigo, abuela. --Lo se, lo se --se apresuro a anadir la mujer--. Pero me espanta que te este haciendo sufrir. --Aprendere a vivir sin el. Un breve silencio se adueno de la linea. --Tienes que aprender mas que eso. Has venido a esta vida para cambiar las cosas, no para aceptarlas. ?Comprendes? Su abuela habia sido la primera persona a la que habia llamado para contarselo y ahora entendia mas que nunca el porque. --Si --respondio Tessa con voz contenida. --Bien, ahora sal de esa casa y aventurate. Los labios de Tessa se levantaron mas por un lado que por otro de la boca. --No es tan sencillo. --Intento no mostrarse afectada. --Nadie ha dicho que lo sea; sin embargo, debes ser valiente y mostrarte al mundo como la mujer que eres. Tessa se pregunto que tipo de mujer era ahora. Le daba la impresion de no conocerla, de ser una desconocida para si misma. --Eres una Hereford. Y eso ya lo dice todo. Quizas por sus venas corriese sangre aristocratica, pero su apellido no era el mismo que el de su abuela. Iba a replicar, pero la anciana tomo de nuevo la palabra. --Habia pensado que podrias pasar algunos dias en la casa de Cornualles. --Crei que la habias vendido. --!?Que te hizo pensar que haria algo asi?! Jamas podria deshacerme de esa casa --dijo con acritud--. Tu padre era el que se empenaba en que la vendiese, pero lo unico bueno que ha hecho ese hombre en la vida ha sido engendrarte a ti. Tessa esta vez sonrio. Estaba claro que Nancy Hereford no sentia ningun tipo de admiracion por su unico yerno. --?Que me dices? --No se, abuela... --respondio. Tessa, dubitativa. --Escuchame bien. Te voy a dar un consejo, aunque se que es lo ultimo que quieres oir en este momento: Todos quieren evitarse el dolor de la ruptura, pero necesitas sufrir ese dolor para sanar, ?comprendes? La mirada de Tessa se perdio en las nubes algodonosas de un cielo grisaceo que amenazaba lluvia. Su abuela, como ya era costumbre, tenia razon. --Eso es algo que no logre que tu madre entendiera y aun sigue pagando las consecuencias de un matrimonio fallido y un marido excesivamente egolatra. No obstante, ella es ella, y tu eres tu. --La voz de su abuela se escucho alta y clara a traves del telefono--. Lame tus heridas, pequena, y luego vuelve al mundo mas fuerte que nunca. Veinte minutos mas tarde, Tessa cerro la puerta de la casa. Fuera esperaba un taxi. No miro hacia atras, cogio el asa de su maleta, se ajusto el abrigo a causa de un viento frio y desagradable que soplaba con fuerza y, mas decidida que nunca, descendio los escalones del porche flanqueado por las dos inmensas columnas de estilo griego, que ya no le parecian ni tan elegantes ni tan exoticas. El taxista la saludo y, acto seguido, sin mediar una palabra mas, guardo su equipaje en el maletero. Una vez dentro del taxi, pregunto: --?A donde vamos? --Al aeropuerto --contesto Tessa, dejando atras diez largos anos de su vida. CAPITULO 2 El vuelo habia sido apacible y a pesar del jet lag, se sentia bien al estar tan lejos de Washington y de todos los problemas que habia dejado atras, o al menos eso esperaba. Mientras cruzaba el Atlantico sentada en su butaca de clase turista, el contrincante de Tom para el senado, Bruno Makinson, le habia telefoneado. Al parecer, su divorcio ya era un hecho consumado en el terreno politico. Segun Makinson, eran muchos los rumores y especulaciones que pululaban por los despachos de Washington D.C. sobre su ruptura matrimonial. Pero como era de esperar, Tom no habia confirmado ni desmentido nada en referencia a la noticia que habia cambiado sus vidas por completo, algo muy tipico de el. Y ella no iba a ser quien levantase la liebre, asi que se limito a cambiar de tema, muy a pesar de su interlocutor. El hecho en si le hizo sentirse vulnerable; sin embargo, la propuesta siguiente obro lo contrario. Permitio que su autoestima subiese como la espuma. Makinson le habia ofrecido trabajar en su campana, ella seria quien decidiria su salario y horario. De no haber estado en ese momento sobrevolando el Oceano Atlantico seguramente habria aceptado la sugerencia sin ningun tipo de reparo. Seria la venganza perfecta. Recordo las palabras de su abuela. En el fondo sabia que necesitaba unos dias para si misma, para recomponerse y volver al mundo como una mujer fuerte y dispuesta a mirar al frente, dejando atras las lamentaciones. Y asi se lo hizo saber a Makinson. Agradecio su interes, se despidio afectuosamente y colgo, con las ilusiones renovadas. Poner los pies en suelo ingles fue mejor de lo que esperaba. Llego a Londres, respondio algunos mensajes pendientes e importantes, otros directamente los borro, como los de algunos companeros que trabajaban en la campana electoral de Tom y decian estar preocupados por ella. Veinte minutos mas tarde tomo otro vuelo hasta el aeropuerto de Newquay. Durante el vuelo solicito un Uber y hojeo una revista del corazon que abandono a los pocos segundos, ya tenia suficiente con su vida como para interesarse en la de otros. Cerro los ojos y, antes de que pudiera darse cuenta, un dulce sueno la vencio. Una hora mas tarde aproximadamente, una pequena sacudida la hizo volver a la realidad: era una servicial azafata, que la aconsejaba abrocharse el cinturon para mayor seguridad. --Muchas gracias --dijo la azafata antes de alejarse--. Espero que el vuelo haya sido de su agrado. Tessa sonrio amablemente, a pesar de tener el cuello tenso. Estaba claro que no habia elegido una postura de lo mas recomendada para su pequena siesta. Nada mas aterrizar puso rumbo a la salida de forma precipitada. Estaba deseando llegar a la casa y darse un bano caliente para aliviar sus piernas cansadas y evitar que el incipiente dolor que comenzaba a fraguarse muy cerca de su sien fuese a mayores. Trato de no colisionar con otros pasajeros y sus maletas mientras notificaba al conductor la terminal y el numero de puerta por la que iba a salir. Cruzo la puerta y, nada mas hacerlo, entrecerro los ojos: un soplo de aire frio y humedo le dio la bienvenida. Las inclemencias del tiempo nunca le habian importado, pero habria agradecido unos calidos rayos de sol a su llegada. Se abrocho el abrigo e intento no echarse a temblar por el brusco cambio de temperatura. El coche solicitado ya la estaba esperando, con un unico destino: Tintagel. Unos dias en soledad era lo que necesitaba para purificar alma y mente. Atras quedarian Tom y un pasado del cual ya no queria saber nada. Pasar pagina se habia vuelto una necesidad.

  • Amar O Depender de Walter Riso

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    ?Amar o depender? Un libro de referencia en situaciones de crisis de pareja. Entregarse afectivamente no implica desaparecer en el otro, sino integrarse respetuosamente. El amor sano es una suma de dos, en la cual nadie pierde. La dependencia afectiva a la pareja tarde o temprano genera sufrimiento y depresion. Millones de personas en todo el mundo son victimas de relaciones amorosas inadecuadas y no saben que hacer al respecto, ya que el miedo a la perdida, a la soledad o al abandono contamina el vinculo amoroso y lo vuelve altamente vulnerable. Un amor inseguro es una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento y lastimarnos profundamente. Sin embargo, y al contrario de lo que parece establecer nuestra cultura, si es posible amar con independencia y aun asi seguir amando. Es posible eliminar las ataduras psicologicas y, pese a todo, mantener vivo el fuego del amor.

  • Morirse es de mal gusto de Francesc Mari

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    Durante una selecta velada en la mansion de Charles Richmond, aclamado productor de cine y jefe de los Estudios con el mismo nombre, tendra lugar un asesinato. El mayordomo de la mansion, Bernard, sera la victima.

  • Destino austral. Antologia de Yamila Bianqueri

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    C Diciembre en el fin del mundo omenzaba la segunda quincena del mes de noviembre, cuando Morena y Ainara mantuvieron una conversacion en la cual se proponian sacar a Saiana del pozo donde se ocultaba. No aguantaban ver como su amiga, la mujer que algun dia habia brillado, hoy era un fantasma, una sombra. En cambio, ella no queria saber nada de nadie, por una vez en su vida queria estar sola, esconderse y perderse en sus recuerdos de la mano de una botella de vodka. Lograr que no la molestaran era su principal objetivo. Segun su forma de ver las cosas, habia perdido todo, no le quedaba nada. La traicion de su reciente exmarido la tenia devastada. Le habria entregado hasta su ultimo aliento a cambio de que no llevara adelante esa estafa y sobre todo para que no la involucrara. Lamentablemente, ella no estaba al tanto de nada, por lo menos no lo estuvo hasta ese fatidico dia. Su palabra ya no tenia mas valor, su orgullo estaba danado y su trabajo se habia desvanecido. El castillo de ensueno que creia poseer se habia venido abajo, al igual que las casitas de naipes al soplarlas. Era consciente de que sus amigas querian ayudarla, pero el tema era que ella no queria recibir ese empujon. Definitivamente estaba convencida de que vivia mejor encerrada entre las paredes en las que algun dia fue feliz. Una de esas noches en las que se sintio extremadamente acorralada por los malos recuerdos, se dispuso a salir a caminar. No se fijo que era de madrugada, ni con que se vistio; solo procuro cubrir su cuerpo, aun le quedaba un poco de pudor. Anduvo abstraida en su propio mundo vagando sin destino, como si eso borrara todo lo que habia sucedido. Lamentablemente no fue asi, esa noche no solo se arriesgo a todo tipo de peligros, sino que tambien puso en riesgo a los demas al cruzar una avenida con el semaforo en verde. Estaba tan borracha que no sintio nada, ni los gritos de la poca gente que andaba por las calles, ni las bocinas de los autos, y mucho menos, el golpe que recibio su cuerpo al ser embestido por una camioneta. La ambulancia llego al lugar e inmediatamente atendieron a la mujer que yacia inconsciente sobre el asfalto. Le colocaron un cuello ortopedico y la cargaron en una camilla para poder trasladarla al hospital mas cercano. Al salir de su casa solo con lo puesto, Saiana no llevaba encima el telefono celular, ni dinero, no habia forma de que supieran quien era hasta que despertara y eso recien sucedio veinticuatro horas despues del accidente. Cuando abrio los ojos no entendia nada, se encontraba absolutamente desorientada y le dolian hasta las unas de los pies. Amenazada por las nauseas y el mareo que la atacaba trato de observar con atencion todo lo que la rodeaba. Al descubrir que se hallaba en la habitacion de un hospital quiso incorporarse, pero el fuerte dolor que martillaba su craneo se lo impidio. Busco tanteando con dificultad sobre la cama, hasta que dio con el boton para llamar a las enfermeras y lo presiono. Unos segundos despues la habitacion se lleno de gente. La revisaron, le hicieron una serie de pruebas y preguntas a las que pudo responder con bastante dificultad, y la dejaron descansar. A los pocos segundos cayo rendida, preguntandose por que se encontraba en ese lugar. Las enfermeras hicieron las anotaciones pertinentes en la historia clinica, que recientemente habian abierto para la paciente, y entre ellas comentaban sobre el estado en el cual ella habia ingresado. No entendian como una mujer tan hermosa se danaba a si misma de esa forma. Unas horas mas tarde se detenian frente al mostrador de la recepcion, un oficial de la policia, acompanado de dos mujeres absolutamente descontroladas a causa de los nervios. Estas le exigieron a la recepcionista, practicamente a los gritos, que les informara donde se encontraba la paciente Saiana Lopez; alegando que ellas eran las unicas familiares que ella poseia. Esto le fue comunicado al medico que la estaba atendiendo y el se encargo de darle el parte a las mujeres que estaban creando un surco en el piso de la sala de espera. Morena y Ainara escucharon atentamente las palabras que recitaba el doctor. Sus caras estaban tintadas por la angustia y el miedo que las inundaba. Jamas se esperaron que el pronostico fuese tan malo. Su amiga no estaba nada bien. El impacto habia dejado una secuela muy importante; Saiana tenia una conmocion cerebral. El medico les explico que unas horas antes, cuando la paciente desperto, presentaba todos los sintomas y que la confirmacion la habian obtenido al realizarle una tomografia computada. Lo favorable de esa situacion era que por el momento, se descartaban danos mayores y por eso no era necesario realizar un drenaje cerebral. El hombre les pidio que se tranquilizaran y que confiaran en que su amiga se pondria bien, no sin antes advertirles que habia probabilidades de que la paciente, por el momento, no volveria a ser la misma. Efectivamente la advertencia que el medico les habia hecho ese dia, no habia sido en vano. A Saiana le llevo semanas recuperarse fisicamente. Poco a poco, se fueron desvaneciendo los cardenales del rostro, del torso y de los brazos. La incapacidad para despertar fue desapareciendo y el entumecimiento de sus extremidades se fue esfumando. El habla fue lo que mas le costo mejorar, pero lo que mas les agobiaba a las tres era el estres postraumatico que persistia en el tiempo. Saiana pasaba de la tristeza a los ataques de ira en un abrir y cerrar de ojos. Asi como de repente llegaba la sensacion de soledad, esta se iba y la inundaba la culpa; si bien ella no sabia el porque de ese sentimiento, este estaba ahi. El dia del alta, al salir de la clinica, los recuerdos del accidente la golpearon con vigor. Sus piernas se tambalearon y estuvo a punto de caer, pero ahi estaban sus amigas para sostenerla y sacarla a flote. Al entrar a su departamento, nuevamente la sensacion de soledad la golpeo, seguia sin saber el porque de la existencia de ese sentimiento y eso la perturbaba. A causa del estres postraumatico, Saiana tenia una perdida de memoria a corto plazo y sus amigas, por recomendacion del doctor, no debian apresurarla ni animarla a recuperar sus vivencias. Por eso le habian preparado una sorpresa, la cual estaban a punto de darle. --Sai, tenemos algo para decirte --comento Ainara, nerviosa. La verdad era que no sabian como se iba a tomar todo eso. --Si ?que es lo que tienen que decir? --respondio indagando mientras tomaba asiento en el sofa de la sala de estar. Todo debia hacerlo con cuidado, ya que los movimientos exabruptos le provocaban ataques de vertigo. --Ambas creemos que lo mejor es alejarte de la ciudad por unas semanas. Por eso, hace unos dias, con autorizacion de tu medico, compramos tres pasajes aereos con destino a Tierra del Fuego. !Manana mismo partimos hacia Ushuaia o mejor dicho a la ciudad conocida mundialmente como la mas austral del mundo o como el fin del mundo! --expuso Morena encogiendose de hombros bajo la atenta mirada de su amiga. Saiana no podia creer lo que estaba escuchando. --?Ustedes se volvieron locas? ?Como se les ocurre planear un viaje cuando yo estoy en estas condiciones tan deplorables? --sentencio con tono firme pero calmado. Las otras dos se miraron entre ellas y despues clavaron sus ojos en la mujer que las miraba incredula. --No estamos locas, querida amiga. Buscamos una forma de que te relajes y ese lugar es el sitio ideal. Ya te voy advirtiendo que no aceptamos un no como respuesta --afirmo, poniendose de pie y extendiendo los brazos hacia las demas. Ellas se levantaron, se acercaron y aceptaron encantadas el abrazo grupal que se llevaba a cabo. Saiana seguia indecisa pero muy en el interior de su corazon sabia que seria lo mejor. No era capaz de despreciar todo lo que le daban, estaba mas que segura de que sus pilares la cuidarian y la ayudarian a salir adelante. Abrazadas caminaron hacia la habitacion en la cual, entre charlas, risas y alguna que otra anecdota, comenzaron y finalizaron de armar las valijas para el tan inesperado viaje que harian. El veinte de diciembre, las tres mujeres llegaron a Ushuaia, aquella ciudad que se ubicaba en las costas del canal Beagle rodeada por la cadena montanosa del Martial, en la Bahia de Ushuaia. Ese lugar contaba con un clima humedo, aunque era tal la persistencia del frio que en pleno verano austral estaba nevando y la temperatura no superaba los cero grados. El hotel donde se hospedaron era perfecto para la ocasion; no habia ni muchos, ni pocos huespedes. Estaba en una zona accesible para los turistas y no necesitarian manejarse en transporte publico en el caso que quisieran salir. Ya instaladas en su habitacion se dedicaron a descansar para luego, ducharse y bajar al restaurante a cenar.

  • Siempre seras mi heroe de Natalia Roman

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    ?Hasta donde es capaz de llegar una madre por su hijo?
    Laura lleva una vida perfecta, pero de la noche a la manana, ese hombre con el que ha compartido los mejores anos de su vida sera el responsable de que todo su mundo se derrumbe como un castillo de naipes.
    El doctor Roman recibe la visita inesperada de una mujer que volvera su mundo patas arriba. ?Como reaccionarias si una loca entra en tu despacho, a punta de pistola, pidiendote tu medula osea?
    ?Sera capaz el doctor Roman de donar algo tan personal a un desconocido, que a la vez es parte de el sin saberlo?

  • Que nadie duerma de Juan Jose Millas

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    Un delirio de amor recorre la ciudad. Y bajo lo aparente, asoma lo extraordinario.

  • Cosas conocidas y extranas de Teju Cole

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    Teju Cole es un observador tan perspicaz como emotivo, dotado de una especial sensibilidad para captar la extraneza latente en las realidades conocidas. El amplio abanico de temas quetrata en los ensayos escritos para diversos medios y reunidos en este volumen atestigua la riqueza de sus intereses, que versan desde la politica hasta los viajes, pasando por la fotografia, la historia o la literatura. <>. La lectura de estos textos, persuasivos y desafiantes a un tiempo, nos brinda la oportunidad de observar el mundo desde perspectivas insolitas y descubrir cosas nuevas en el mas cotidiano de los paisajes.

  • Sirens I de Lena Valenti

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    Historia y mundo creado por Lena Valenti y Valen Bailon. Dicen que hay muchos mundos en este, pero nunca nadie los ha visto. Ahora, las puertas ocultas se abren para que ellos se den a conocer, esten los humanos preparados o no.Y no lo estan, porque nadie esta preparado para algo asi. El mundo Sirens esta repleto de amor, sensualidad, aventura, sexo, violencia, sangre, magia y leyendas… Leyendas de esas que se graban en la piel y se convierten en eternas. Bienvenidos a Sirens.

  • Dejala que caiga de Paul Bowles

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    Nelson Dyer reside en Nueva York donde trabaja de cajero en un banco. Hastiado de la irrelevancia de su vida, se traslada a Tanger en busca de un cambio radical y acepta un empleo en una agencia de viajes regentada por un viejo conocido suyo, Jack Wilcox. Pero, de hecho, lo que le interesa es sumergirse en los bajos fondos de la ciudad: sus bares y burdeles; sus salas de cine porno; sus aristocratas y sus prostitutas; y en turbias transacciones financieras. Determinado a conseguir que algo ocurra en su nueva vida, se ve arrastrado por una serie de acontecimientos cada vez mas siniestros de los que parece imposible escapar. Esta magistral narracion de un descenso a los infiernos es para muchos la mejor novela de Paul Bowles.

  • A un latido de ti de Monica Maier

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    Llueve en Madrid. El otono ha llegado impregnandolo todo con su melancolia y me pierdo por las calles, tratando de encontrarle algun sentido a tu ausencia. No existe nada mas absurdo que la idea de no volver a verte; todo mi ser se rebela contra ello. Como no hacerlo cuando en casa las paredes me devuelven el eco de tu risa, tu olor me encuentra en cada habitacion y la cama todavia guarda el calor de mi piel cubriendo la tuya cuando haciamos el amor. Pero ya no estas y tengo que salir. No para escapar, sino para reencontrarte en las calles que vivieron nuestro amor; en mananas de comernos con los ojos sentados en cualquier terraza aguantandonos las ganas; en tardes de caminar abrazados con pereza y noches de besos robados al amparo de algun portal; porque la memoria es traicionera y te aleja de mi lado a cada momento un poco mas. Los peores son los dias cualquiera. Uno de esos en los que de pronto me veo sujetando una caja de chocolatinas rellenas de menta que acabo de comprar en el supermercado, a pesar de que siempre las he odiado porque me saben a pasta de dientes, y, sin previo aviso, el recuerdo del gusto a chocolate en tus labios estalla en mi cabeza oprimiendome el corazon y la garganta, y recordandome que el mundo es menos mundo hoy que no estas aqui. Al menos para mi, que trato de averiguar que hacer con mi vida ahora que no es tuya. Te extrano. Te quiero. Siempre. Aitor Capitulo 1 Paula La vida supone evolucion, cambio constante. Es un camino plagado de baches, intersecciones y desvios que nunca sabes con exactitud a que destino te van a hacer llegar. La mayoria de las veces todos esos vaivenes no dependen de nosotros y nos vapulean, confunden y abruman. Aqui estoy yo, andando una nueva parte de ese camino. En realidad, ahora mismo me encuentro sentada en un taburete colocado de forma estrategica en un rincon apartado, donde no pueda estorbar, reflexionando sobre lo humano y lo divino, y observando con disgusto como mi familia al completo transporta, desembala y organiza mis enseres y objetos personales. Se asemejan a un pequeno ejercito de eficientes hormigas, capitaneado por la hormiga reina --que en este caso no es otra que mi madre ejerciendo su autoridad e impartiendo ordenes a diestro y siniestro--, que trabaja de buen humor y sin descanso. Doy un pequeno trago desganado de la botella de agua que, unos minutos antes, mi padre ha puesto entre mis manos. La situacion no coincide en nada con la idilica imagen que habia dibujado en mi mente la semana anterior, cuando telefonee a mi hermano Jaime para pedirle que me echase una mano con la mudanza. La idea inicial consistia en que el y Victor se encargarian de las cajas mas pesadas y el resto seria cosa mia; queria disfrutar el momento, llenar cada armario, cada cajon, tomandome tiempo para hacer mios los espacios y rincones del que es mi nuevo hogar. El primer lugar que solo me pertenece a mi. El gesto de disculpa en el rostro de mi hermano al bajar del coche esta misma manana deberia haberme puesto sobre aviso, justo antes de que el resto de puertas se abriesen y viera descender a mis progenitores seguidos de mi prima, Alicia; a la que supongo que Jaime ha convencido con la intencion de usarla como escudo ante mi mas que probable furia. --Carino, ?donde quieres que ponga esto? --la voz de mi madre me saca de mis cavilaciones y se eleva alta y clara sobre el desorden de ruido y murmullos que llena el salon. Sujeta con las dos manos, bien visible, un corse de cuero negro y un ligero a conjunto que recuerdo haber comprado en un ataque de locura con la intencion de darle una sorpresa a Victor a su regreso a Espana, pero que nunca he tenido ocasion de estrenar y no entiendo como ha podido ir a parar a una caja rotulada en grandes letras mayusculas con las palabras: <>. El silencio inunda la sala y todas las miradas vuelan desde la pieza de lenceria hasta mi cara que, a juzgar por el calor que desprende, debe de haber tomado una coloracion cercana al purpura. Salto de mi asiento y le arrebato la prenda de las manos a mi madre entre las risas, apenas contenidas, de mi hermano y mi prima. --Yo lo guardo. --Victor se encuentra situado a mi espalda, por lo que no puedo ver su expresion --y casi lo prefiero-- y a mi padre evito mirarlo por motivos obvios. Recorro el pasillo a toda velocidad, entro en el dormitorio y, tras abrir varios cajones, suelto la escueta prenda en el primero que encuentro vacio; tarea nada facil, puesto que mi madre ha pasado por alli con antelacion y se ha encargado de colocar en un perfecto orden toda mi ropa, que ya llena armarios y cajoneras. Me dejo caer sobre el edredon que cubre la enorme cama de matrimonio y mi mirada se pierde en la recien aplicada pintura blanca del techo. De fondo, escucho el caracteristico crujido de la puerta al abrirse y unas ligeras pisadas sobre la tarima. No me muevo y al instante el colchon se hunde bajo el peso de otro cuerpo. --Lo estas llevando muy bien. Resoplo y Alicia me rodea con uno de sus brazos. --Solo estan preocupados. Tienes que darles tiempo. Necesitan saber que te encuentras a salvo --dice mientras coloca la cabeza sobre mi hombro --. Es su manera de demostrarte que te quieren. Un amor un tanto excesivo y asfixiante a veces, pero amor al fin y al cabo. Ademas --se incorpora apoyandose sobre un codo y hunde el dedo indice en mis costillas--, no se de que te quejas. Daria mi brazo izquierdo. --Alicia es zurda--, porque mi madre se ofreciese a ordenarme la casa. Mis labios se extienden en una sonrisa; mi tia no esta tan loca, dentro de las virtudes de su hija, el orden no ocupara nunca un lugar destacado. Solo hay que ver su piso, una suerte de bazar caotico y eclectico en el que la unica capaz de encontrar algo es ella misma. Se tumba de nuevo sobre el colchon imitando mi posicion y dejamos que el silencio nos envuelva en la comoda familiaridad que da toda una vida compartida. Sobre el papel, Alicia, es mi prima, la hija mediana de la unica hermana de mi madre. En todo lo demas es mi mejor amiga, mi hermana, la persona que mejor me conoce y en quien mas confio. Nos criamos juntas, a un par de calles de distancia, y ese vinculo de la infancia se ha fortalecido con el paso del tiempo hasta convertirse en un lazo indisoluble. Tanto que desde hace unos anos tambien compartimos trabajo. Su formacion como publicista y la mia en Bellas Artes se complementan a la perfeccion en el pequeno negocio de ilustracion y comunicacion con el que nos ganamos la vida. --Con que cuero --dice alzando una ceja--. Fijate que yo siempre pense que tus gustos eran mas del tipo seda y encaje. Claro que todo el mundo tiene derecho a cambiar. A decir verdad, llevas unos meses bastante rara, muy mandona y de mal genio. Me giro para mirarla y arrugo la frente en un claro de gesto de incomprension. --Ay, Paula, me parece que te han puesto el corazon de una dominatrix --exclama llevandose las manos al pecho con aire dramatico. Estiro el brazo y, con fuerza, le estampo un cojin en la cara. Las carcajadas se escuchan ahogadas bajo la tela. --Tu tomatelo a broma --me advierte cuando consigue detener el ataque de risa. Acomoda el cojin sobre la almohada e incorporandose se recuesta contra el cabecero--, pero el otro dia lei un reportaje en la revista QUO que hablaba de la memoria celular del corazon y aseguraba que se habian dado casos en los que el trasplantado adoptaba facetas de la personalidad del donante --su expresion se torna seria--. Esperemos que tu ama dominante, al menos, no fuera adicta al sexo. Aunque eso casi le iba a compensar a Victor el tema de los azotes. Le pellizco la pierna y se queja tratando de contener las carcajadas. --Quieres dejar de decir tonterias. --Tienes razon. En tu caso la mala leche ya te venia en los genes. --Me da un beso, salta de la cama y sale corriendo hacia la puerta huyendo de mi venganza. --Ali --la llamo y se detiene antes de cruzar el umbral--. ?Sabes que te quiero? --lo digo de corazon, porque siempre es capaz de leer en mi interior y sacarme una sonrisa, incluso en el peor de los momentos. Su gesto se dulcifica al escuchar mis palabras. --Y yo a ti, cielo. Pero tienes que prometerme que me regalaras el corse, creo que es mas de mi estilo. --Me tira un beso y abandona la habitacion dejandome con una sonrisa pintada en los labios y la desazon anterior ya muy lejos de mis pensamientos. Unas horas despues las pesadas puertas metalicas del ascensor se cierran ocultando a mis sonrientes padres que se despiden agitando la mano. Espero a que su imagen desaparezca por completo e inspiro con fuerza. No quiero pecar de desagradecida, se que es su buena intencion lo que les mueve, pero necesito un poco de paz. El dia ha resultado agotador. Quien se iba a imaginar que consumiria mas energia controlar el mal humor que colocar todas las cajas de una mudanza. Mas aun, porque no he podido mover un dedo bajo la severa mirada de ceno fruncido de mi madre, que me clavaba al asiento cada vez que intentaba ocuparme de algo. Mi hermano y mi prima, alegando una cita ineludible, se han quitado de en medio con mi tercer grunido de la tarde. Sin embargo, mi madre resulta mas dificil de amedrentar y solo ha accedido a marcharse cuando no ha quedado una sola caja por vaciar. Cierro la puerta y tarareando feliz pongo rumbo al salon. Victor, se ha acomodado en un rincon del sofa con un brazo extendido sobre el respaldo y mira ensimismado la pantalla del televisor. Observo su pelo castano claro, algo revuelto y su cara de facciones dulces, casi aninadas, cubierta en algunos puntos por una suave barba que apenas se aprecia. Me encanta su belleza serena y su aire, a medio camino, entre lo intelectual y lo friki. Pienso en la primera vez que lo vi. Lo nuestro no fue un flechazo, ni mucho menos, sino que mas bien se cocino a fuego lento. Nos presento un amigo comun en un cumpleanos. Poco a poco la amistad dio paso al amor y aqui seguimos, cuatro anos despues. Claro que no todo ha sido de color rosa. El ano que paso trabajando en Alemania supuso una dura prueba. Durante el transcurso de esos meses, en los que apenas nos pudimos ver, la sensacion de que nos estabamos alejando sobrevolo mas de una vez mi mente, haciendo que las dudas acerca de la fortaleza de nuestra relacion me acosaran. Entendia que no tenia opcion, que con el estado del mercado laboral del pais no podia oponerse a las directrices de su empresa --a no ser que quisiese verse engrosando las cifras de parados--, pero aun asi no lograba no sentirme insegura. Por suerte, conseguimos sobrevivir a la distancia. Mi repentina enfermedad justo a su vuelta tampoco lo puso facil. Victor estuvo a mi lado desde el primer momento y fue uno de mis mayores apoyos ante el miedo y la impotencia. Hasta ahora hemos conseguido superar los malos momentos y continuamos juntos. Espero que por mucho tiempo. Cojo carrerilla y me dejo caer a su lado, acurrucandome en el hueco de su cuello. --Crei que no se iban a marchar nunca. Victor me envuelve con su brazo, atrayendome mas cerca. --Existia la posibilidad, pero tu padre aprecia demasiado la noche de salsa como para permitir a tu madre saltarsela. --?Y tu que opinas de esta nueva costumbre? --Pues que voy a opinar, que me parece fenomenal que vivan su vida como quieran ahora que no tienen responsabilidades ni ninos a los que cuidar. --?Crees que nosotros seremos asi de marchosos cuando seamos viejecitos? --A ver, viejecitos no es la palabra que yo usaria para definir a tus padres --dice divertido--. No lo se, carino, queda mucho para eso. --Cierto, porque somos jovenes. --Despacio trepo sobre sus piernas hasta quedar sentada a horcajadas--.Y la gente joven disfruta de la vida. -- Me acerco a sus labios y los beso con suavidad. Victor coloca la mano en mi nuca e intensifica el beso. Nuestras bocas encajan a la perfeccion. Burlo el borde de su camiseta y deslizo la palma de mi mano por la piel caliente de su abdomen. Sus dedos recorren mi espalda, delineando las protuberancias de mi columna. Nos gira dejandonos caer hasta que su cuerpo queda apoyado contra el mio sobre los cojines del sofa. Acaricio su pelo mientras me miro en sus ojos castanos, oscurecidos por el deseo. --T

  • Amor de humo y algodon de Natalia Sanchez Diana

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    La vida de Sophie, hija del conde Samuel Hastings, cambia cuando descubre que tiene un hermano y que su tio, dueno de un molino de algodon en Manchester, ha sido asesinado.
    Aprovechando el parecido entre su padre y su tio Byron, este les deja escrito un plan para que suplanten su identidad y averiguen quien le ha matado.
    Para ello, tendran que relacionarse con los seis molineros mas poderosos y descubrir sus intrigas, mientras se ven envueltos en las luchas sindicales del movimiento obrero.
    Sophie no sabra en quien puede confiar, pero su corazon tal vez si.

  • Seduciendo al corazon de Elizabeth Urian

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    Una nueva novela de Elizabeth Urian que todos sus lectores esperaban.

  • El terco rezo de las nubes de Pedro Zavala

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    El terco rezo de las nubes, del escritor y filosofo mexicano Pedro Zavala, es un libro de cuentos de ciencia ficcion dividido en tres partes de cuatro historias cada una, todos definidos por la distopia: tecnologia y deshumanizacion. El caos se presenta a lo largo de esta obra; sin embargo, es en el “El amanuense” donde se vislumbra la desgracia: un grupo de copistas espanoles de la Edad Media se ve amenazado por una maquina que pretende reemplazar sus labores escribanas; varios cuentos mas adelante, todo sera drogas, androides, centros espaciales y robots: la sociedad del futuro se colapsa.
    Los personajes de El terco rezo de las nubes son otro elemento destacable, y es que desconciertan sus personalidades serenas e inmutables ante la destruccion de la humanidad: seres que entran y salen del planeta Tierra a placer, delincuentes exiliados en Marte, comerciales que anuncian equipos de proteccion para salir a la calle y la distribucion de productos que resisten las altas temperaturas de la intemperie.
    El terco rezo de las nubes es un libro para cuestionar las acciones colectivas a traves de la historia, para anticipar el cambio que se avecina, y tal vez, para reconocer el fracaso del proyecto de modernidad, pues que pareciera que las personas somos cada vez menos indispensables, y por tanto, menos valiosas.

  • Dominada de Sheila Maldonado

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    Frederick Valverde, escritor y musico, atormentado por un pasado siniestro, busca en el sexo la liberacion de sus penas. Se sumerge en ambientes lascivos liberando sus propios demonios. Se encuentra en uno de sus conciertos con una mujer muy especial que se convierte en su musa, pero que sin pretenderlo, la arrastra a sus infiernos. En Venecia la adiestra para que sea su esclava y ella accede a ser su mejor discipula

  • Flores rotas de Luis Miguel Sellanes

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    FLORES ROTAS es una novela romantica corta que se desarrolla en la capital de la Costa del Sol en Espana, muy actual y aguda, que deja al desnudo los sentimientos y las pasiones humanas con situaciones imprevisibles, humor y erotismo.

  • Justo de Carlos Bassas Del Rey

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    La verdadera justicia debe ser fria, implacable, desapasionada. Y para aplicarla, Dios decidio que cada generacion contara con treinta y seis Justos, los tzadik, hombres anonimos que mantienen el equilibrio entre el Bien y el Mal sobre la faz de la Tierra. Justo Ledesma es uno de ellos. Un viejo irascible que discurre por las calles de un barrio, el de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, que ya no es el suyo; de una ciudad, Barcelona, que dejo de serlo hace tiempo. Un hombre cansado que, consciente de que su fin esta cerca, decide saldar cuentas con su pasado; con un pasado que regresa de forma inesperada cincuenta anos despues.

  • La melodia de Holland de Scarlett Butler

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    ?Sabeis esa sensacion de aborrecerte a ti misma? ?Esa maldita sensacion de odiarte, de no ser capaz de mirarte al espejo, de no saber por que cono sigues viva y por que demonios una sobredosis aun no te ha llevado del puto infierno en el que vives? Pues ese es mi dia a dia desde hace anos. Vivir de esa manera, atormentandote a ti misma, sumiendote poco a poco en el infierno, es la peor de las torturas. Convivir con alguien a quien no quieres, al que ni siquiera soportas, es la peor de las pesadillas. Y pasa un dia y otro y nada te hace aliviar esa carga emocional que llevas a cuestas, ese peso que se cierne sobre ti, cual espada de Damocles, sin saber si hoy sera el dia en el que te atreveras a hacerlo y desapareceras de la faz de la tierra para siempre. Sentir cada noche al cerrar los ojos que muerta es como mejor estarias, sin agobiar mas a tu madre, a tus amigos, sin recibir las criticas que te marcan el alma, sin sufrir el dolor de respirar cada segundo... Desaparecer, ese era mi sueno cada vez que me metia una raya de coca en el bano de una discoteca de lujo en Manhattan, cuando dejaba que un tio que apenas conocia me follara como quisiera, cuando sorteaba los coches en pleno atasco a primera hora de la manana bastante borracha y colocada... Llega el dia que tu mundo se derrumba, no porque hagas una de estas locuras y el destino por fin te ponga en tu sitio, sino porque el detalle mas infimo detona tu vida y te estalla en toda la cara. Ese es el dia que las inseguridades que te han acompanado toda tu vida, los miedos a decepcionar mas a la gente, las criticas ponzonosas, el dolor y la tristeza acaban contigo y el mundo cede sobre tus pies. Pero, antes de todo eso, el rayo de esperanza, la creencia de pensar que puedes dejar todo eso atras, que puedes avanzar y ser de una vez por todas feliz, aunque en tu pequeno universo esa palabra tenga un significado completamente diferente al del resto de habitantes del planeta, aparece. Y, por un instante que crees eterno, piensas que puedes conseguirlo, que puedes dejar de ser esa nina insegura y llena de miedos y dolor, que puedes demostrar a los que jamas te comprendieron que eres capaz de salir de ahi y ser la chica que alguna vez sonaste ser. Ese rayo de esperanza tenia nombre propio, que lastima que la esperanza sea tan fragil y se desvanezca delante de tus ojos, siendo tu misma la que acabe destrozando no solo tu vida, sino la de el tambien. Repaso mentalmente mi vida, esa que, dicen, aparece por delante de tus ojos en un instante y, sin preocuparme demasiado acerca de que me encontrare al otro lado cuando todo esto acabe, pido perdon a mi familia, mis amigos, a la banda..., pero, sobre todo, imagino esa carta imaginaria que habria deseado escribirle. Lamento tanto haber destruido su vida, cuanto me duele saber que a partir de ahora debera seguir solo adelante, avanzar, crecer, madurar, enamorarse de nuevo, crear su propia familia, conseguir sus suenos... Mientras yo me hundo mas y mas en la oscuridad. Oigo un pitido, gritos y sollozos; y despues, por fin, la nada. 1. EL FIN Liam: Lo he intentado, a conciencia, he deseado salir, escapar, volver a ser la persona que te mereces, pero he fracasado. Se que piensas que soy una cobarde, aunque no me lo digas, que no he tenido el suficiente coraje ni el valor, ese que a ti te sobra, porque para estar con alguien como yo se necesita ser muy valiente. Pero la realidad es que estoy rota, podrida, enferma... Muchas veces te dije que saldria de esto, por ti, por mi, por nuestro futuro. Y se que lo he hecho mal, que he tratado de alejarte de mi vida, que me odiaras, me repudiaras y te dieses la oportunidad con esa mujer que anda por ahi esperandote. A ella le diria tantas cosas, pero me queda poco tiempo ya. Le explicaria como sonries cuando tocas las cuerdas de la Harley Benton, como cobijas a la gente bajo los abrazos que te encanta dar, como eres responsable y, cuando te comprometes con alguien, luchas hasta el final, incluso cuando te quedas sin fuerzas. Tantas veces he escuchado eso de <> que se me revuelven las tripas, porque no es verdad. Y no es que no fuera suficiente, es que a mi no me basto porque estoy destrozada, inservible. Quiza no entiendas esto que te digo, yo misma a veces no me comprendo. No me merezco tu perdon ni tus lagrimas, ni siquiera que me despidas. Y se que es mucho pedir, pero quisiera que me recordaras en mis momentos de lucidez, en esos dias que viajabamos en tu moto conociendo lugares nuevos, en esas locuras que cometiamos locos de felicidad al sentir al otro al lado, en esos instantes en los que tocabas el piano y yo me unia a ti, acariciando tu pelo y tu cuello, observandote, rozando las teclas contigo... Ya no me aferrare mas a ti como si tu pudieras salvarme, porque nadie puede. Ya no te arrastrare mas al infierno y te hare quedarte a ver como me desintegro sin remedio. Percibo el camino que me queda por recorrer, y a ese no puedes acompanarme. Adios, Liam, mi baston, mi amigo, mi complice, mi Lindell particular, mi sueno, mi amante, mi aliento... todo mi ser. Aunque no tenga derecho, te pido perdon. Siempre te voy a llevar dentro, llenando esos espacios rotos y vacios en la piel. Siempre estuviste ahi. Te amare con el alma toda la eternidad, Holland 2. RESACA Unos ronquidos la obligaron a abrir los ojos, y sintio el peso de un cuerpo sobre ella. Entre la neblina de la resaca consiguio vislumbrar una pierna y un brazo encima de ella. Abrio y cerro los ojos un par de veces y se los restrego, tratando de enfocar la imagen que tenia junto a ella. <>, el baboso de anoche que no la dejaba en paz en la fiesta le estaba sobando la teta izquierda. Sigilosamente, se separo y salio de la cama. Sin poder enroscarse la sabana alrededor del cuerpo, el frio de la habitacion la hizo sentirse vulnerable por primera vez desde que llego a esa sordida suite. Eso solia ocurrir cuando estaba sobria y era consciente de los tremendos errores que cometia, como el de acostarse con tipos como aquel. Rebusco por el cuarto la ropa y se la puso con avidez, saliendo de alli cuanto antes. Al cerrar con cuidado la puerta de la habitacion, salio al saloncito de la suite. Sean estaba espatarrado sobre el sofa con Will tumbado a su lado boca abajo. Botellas de vodka y whisky llenaban el ambiente de la habitacion con su olor. Cerca de la ventana, habia dos chicas en ropa interior, abrazadas. No se queria imaginar la fiesta que se tuvieron que dar esos dos anoche, aunque no creia que fuera muy diferente de la suya propia. Busco el bolso y las botas Dolce & Gabanna, y abandono la suite con ellas en la mano. En el hall encendio un cigarrillo tras la mirada reprobatoria del gerente, pero, como sabia perfectamente quien era, no le quedo mas narices que contenerse. <>, el aire de autosuficiencia se reflejaba en su cara con la sonrisa dibujada en los labios por tener ese poder. Esa autosuficiencia, siempre producto de las resacas, ya que ella era mucho mas timida que eso y le daba pavor crear un conflicto con nadie, pero ya se sabe que el alcohol da un poder especial. Se fumo el cigarro, observando a la gente llegar con las maletas: parejas agarradas de la mano que no se despegaban ni con agua caliente, familias enteras con ninos berreando desde primera hora de la manana y senoras de alto standing con el botones siguiendolas con sus maletas. --?Quieres apagar el puto cigarrillo? !Y baja los pies de esa mesa de cientos de dolares! --Los gritos de Marcus retumbaban en su cabeza y le hacian desear un par de aspirinas y un cafe bien cargado. Apago el cigarrillo en el cenicero y, antes de poder bajar los pies, lo hizo el, sentandose a su lado--. Supongo que los chicos estaran arriba, borrachos como cubas, y tendre que sacar a alguna chica de la suite. Se encogio de hombros, pues no tenia ni idea a quien se tiraron anoche ni tampoco se quedo a verles la cara. Fue a abrir la boca para decirle que quiza a quien tendria que sacar de la habitacion seria a un tio de metro ochenta bastante lapa, pero Marcus la conocia muy bien a esas alturas. --Mejor sera que me ocupe de las ninas y el tio con el que seguro te fuiste a la cama. Espera aqui sin moverte. --La amenazo con el dedo y el metro noventa y ochenta kilos de peso avanzo hacia el ascensor. Volvio a subir los pies a la mesa y se recosto en el mullido sillon. Podria quedarse dormida de un momento a otro, pero el nino que no paraba de berrear decidio que no era momento de siestas. Aun asi, cerro los ojos y se los tapo con el brazo, buscando una postura comoda. --?Que mierda se supone que es esto? ?Es que no sabes hacer nada a derechas? No se como puedes ser tan tonta. --La nina de ocho anos sostenia la pajarita de papel con manos temblorosas antes de que ella la cogiera con sus manos y la rompiera en pedazos. La ninita se mordia los labios, tratando de evitar el llanto, pero era inevitable y las lagrimas resbalaban por sus mejillas ante la risa malefica de ella... --Despierta, Hol. --Dio un salto en el sillon, despertandose de una de las pesadillas recurrentes que la perseguian cada dia. Marcus estaba frente a ella, observandola, preocupado, sabia lo que le pasaba, pero ella negaba con la cabeza. Will y Sean estaban detras de el, bostezando y estirandose. --Vamos, muneca, me muero de hambre. Te invito a un cafe mientras me cuentas que tal anoche el <>. --Sean le dio la mano y se levanto, sonriendole por sus comentarios sarcasticos. Marcus y Will les siguieron hasta la cafeteria de enfrente del hotel, donde desayunaban escuchando las marranadas que esos dos hicieron anoche con las dos chicas. Marcus no dejo de poner los ojos en blanco y reganarlos para que madurasen de una vez. <>, le dieron ganas de decirle, pero, si intervenia, tambien iria a por ella y era demasiado temprano para empezar una discursiva sobre la vida, por lo que opto por beberse el cafe en silencio. Dos horas mas tarde, estaba en casa, acariciando a Zeppelin, su gato, tumbada en el sofa con una jaqueca del quince. De vez en cuando se amodorraba y se quedaba dormida. Su vecino decidio a eso de las siete de la tarde que era suficiente cuando empezo a poner a toda pastilla los exitos de AC/DC, que no era que no le gustasen, pero, joder, que algunos no habian descansado nada en toda la jodida noche. El movil vibro en la mesa y, al acercarse a por el, Zep salto al suelo. Lo abrio y vio un mensaje de Poppy, una de sus mejores amigas. ?Como fue anoche el concierto? Se que siempre teneis fiestas y que debes estar cayendote de sueno y cansancio por las esquinas, pero el cabron de Martin se ha largado y estoy mas jodida que una yonqui. Al leer el mensaje de su amiga, le hizo gracia la eleccion de palabras: yonqui y jodida. Menos mal que por lo menos se reia, ignoro tal comparacion y la llamo al momento. --Deja de llorar, Poppy. --Oir a su mejor amiga desganitarse y sollozar entre frases inconexas no era el plan que la esperaba para una tarde de domingo con la resaca del siglo. Mejor seria quedar con ella, ya que al menos asi podria darle algun abrazo para consolarla mientras celebraba por dentro que se hubiera deshecho del incompetente de Martin. Dios, !es que no lo soportaba! Parecia ser la ultima en darse cuenta de lo gilipollas que era, siempre decidiendo por su amiga, prohibiendole ir a segun que sitios y juntarse con cierta gente, entre ellos, ella misma. Media hora mas tarde, se encontraba en casa de su amiga, esperando que Jocelyn y Mathew llegasen. No la pudo convencer para que se levantara de la cama, asi que alli estaban las dos, repanchigadas entre almohadones blancos y una colcha de flores que por poco le dio urticaria. Y es que su amiga era tan diferente a Holland, a ella le encantaban los decorados con estampaciones floreadas, animalitos y corazones. <>. El timbre de la puerta sono y salio a atenderlo porque parecia que su amiga con llorar tenia mas que de sobra. A los pocos minutos, llegaron los amigos: Jocelyn, con una botella de cava y Mathew, con otra de vino tinto. Las penas con alcohol son menos, que se solia decir, y ellos lo cumplian al pie de la letra siempre. Al llegar la medianoche, estaban los cuatro tirados en el suelo del salon, brindando entre copas de champan y vino, sin hacer ascos a nada, recordando como se conocieron, como Jocelyn y Mathew se acostaron estando borrachos en una de las fiestas de la discografica hasta que Poppy volvio a hablar de lo <> que era Martin y lo mucho que deseaba que volviese. Como siguiera asi, la que iba a querer que volviera seria ella, pero para darle la paliza de su vida por ser tan cabron. --Poppy, no te merecia y lo sabes --dijo Jocelyn, alzando su copa de champan antes de darle un trago. A su amiga nunca le gusto su actitud con el, de hecho, tuvieron mas de un encontronazo por su culpa, pero, maldita sea, no veia lo que el grupo de amigos que la adoraban. Estaba completamente cegada, enamorada y atontada. Mathew entro por suerte a la carga, apoyando la version de la morena. --Jocelyn tiene razon y mira que no me gusta darosla porque os venis muy arriba y no hay quien os soporte. -- La mencionada le tiro un cojin del sofa y Mathew lo esquivo como pudo. La cantidad de alcohol en sangre iba subiendo y eran poco conscientes de sus actos. --?Por que no mejor hablamos de otra cosa? No se, por ejemplo, de que tal fue anoche el concierto, Holland. ?A cuantos tios te llevaste a la cama y como fue? --Le saco el dedo corazon a su amigo, pero las otras dos se sumaron al interrogatorio, obligandola a musitar algunas breves respuestas. --El concierto, al parecer, estuvo sensacional. Hoy ha salido en las noticias, llenasteis el estadio --comento Poppy, olvidandose un poco de su propia pena, dandole una tregua al resto. --Como siempre que se celebra el Summer Stage --quito hierro al asunto, aunque sus amigos sabian de sobra del exito internacional del grupo. --?Y Josh? Fue su ultimo concierto, ?verdad? ?Se ha largado ya? --Fulmino con la mirada a Jocelyn al escuchar su pregunta. Eso era de lo ultimo que le apetecia hablar, pero entonces se dio cuenta por que el tio baboso acabo en su cama. Era la ultima noche que daban un concierto con Josh. Ese mismo dia se largaba de sus vidas para siempre, de la de la cantante en concreto. De repente, comenzo a recordar cuando terminaron el concierto el beso que le dio delante de miles de personas y del enfado que reflejaba su cara. Tambien se acordo de la bronca monumental que tuvieron en el backstage, acabando en el camerino, aunque esta no acabo como las otras, en sexo desenfrenado y sudoroso. Su ultimo cartucho fue ponerlo celoso con el <>. Asi fue como acabo en su cama. Por supuesto, no pensaba contarles nada de eso a ellos o empezarian a psicoanalizarla una vez mas. Bastante habia tenido ya con los psicologos a los que habia ido a lo largo de su vida como para soportar de nuevo mas charlas y chorradas. Por desgracia, no le habian servido de gran ayuda. --Si que se ha marchado. --Mathew rompio el tenso silencio en el que se sumieron mientras ella recordaba la noche anterior. Las tres lo miraron, esperando una respuesta que no tardo en llegar--. Josh es mi amigo y me escribio desde el aeropuerto para despedirse. No me mires asi, Hol, ya sabes lo que el significa para mi. Se levanto tan deprisa que se desestabilizo y creyo que se iba a caer, pero tenia tanta furia rugiendo en su interior que se sostuvo de alguna manera. ?Su amigo? !Pero ella era su novia hasta que decidio dejarla! --Vete a la mierda, Mathew. Tu sabes lo importante que es el en mi vida y ha decidido marcharse, claro, segun tu amigo, es lo mejor para mi. Es un cobarde y un ser rastrero. Jamas creo que pueda perdonarle el abandono al que me ha sometido. !Es un maldito hijo de puta! --estallo en gritos y, sin ser plenamente consciente de lo que hacia, cogio la copa de champan que se estaba tomando y la tiro contra el mueble de Poppy. No era suficiente, agarro la botella de vino e hizo lo mismo, pero, antes de poder coger alguna otra cosa, Mathew se levanto y la agarro desde atras, pegando su pecho a su espalda. --Calmate, ya esta, shhh... --Paso de la rabia al llanto en un milisegundo. Tras expulsar varios chillidos que la estaban asfixiando, Poppy y Jocelyn desaparecieron de su radio de accion y Holland se dejo caer en el sofa junto a Mathew, su mejor amigo, el que mejor la entendia y el que siempre luchaba por verla feliz. Lunes por la manana, con la cabeza embotada. Tras el episodio de histeria que protagonizo en casa de Poppy, compadecia a sus pobres amigos por soportarla. Despues de que Mathew la sujetara para que no empezase a hacer ninguna tonteria mas y Jocelyn le diera un tranquilizante, durmio en la cama de su amiga durante horas. No recordaba si la trajeron a casa despues o si habia sido esa misma manana, a veces tenia lagunas y no recordaba bien que hacia. No sabia que haria sin esos tres. Los Cuatro Mosqueteros, como les puso una noche de borrachera Poppy en la que se quitaban los babosos de encima unos a otros, peleandose con medio local. Aunque, a decir verdad, Mathew fue el unico medio sobrio que evito que las tres chicas no se metieran en mas follones. El era su mejor amigo, a pesar de convertirse en el mejor amigo de su exnovio, ese que se largo dejando colgada a la banda y, aun asi, a pesar de ser amigo de Josh, lo seguia queriendo. Siempre habia estado en sus grandes crisis, soportando lo que le dijera y aguantando estoicamente toda la mierda que salia por su boca en esos momentos. Le dio mucha pena que su noche de pasion desenfrenada, como lo explicaba Jocelyn, con su amiga no cuajara porque cada vez que ella lo miraba, se veia claramente que estaba hasta el tuetano por ese chico. Y aunque Jocelyn fuera de flor en flor, picoteando y entrando y saliendo con unos y otros, estaba convencida de que, si Mathew un dia le decia ven, ella lo dejaria todo. Sonaron unos golpes en la puerta y se arrastro, literalmente, desde la cama a abrir la puerta. Marcus estaba al otro lado con un cafe de Starbucks y una sonrisa de buena manana. Se aparto a un lado y entro en su loft. --Loca, ya puedes estar bien despierta, que en tres horas llega el nuevo guitarrista y te quiero mas que espabilada. --Dejo el cafe en la mesa mientras comenzaba a mirar la Blackberry, tecleando con velocidad pasmosa. Al instante, le sono y se movio por el salon, descolgando el aparato. Miro los papeles que tenia sobre la mesa con las referencias sobre el nuevo guitarrista mientras se bebia el cafe. El chico en cuestion no es que hubiera tocado con grandes artistas ni en ningun grupo precisamente, entonces, ?por que cono iba a tocar en su banda? Sospechaba de algun enchufe, quiza era el futuro yerno de Marcus, aunque Becky era aun una adolescente inmadura y a ella le parecia que la chica tenia otros gustos. Marcus termino de hablar por telefono y le reprocho que se hubiera bebido su cafe. --Pues no haberlo dejado en mi mesa --le contesto mientras seguia mirando los papeles que hojeo con la informacion del nuevo integrante. Su manager odiaba que le cotilleasen las cosas, pero ya la conocia bastante bien, asi que, seguramente, supo que lo iba a hacer.

  • Todas las malditas decisiones de May Boeken

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    Rebeka, veinteanera y bilbaina, odia las despedidas de soltera, pero muy a su pesar se encuentra en Londres celebrando una. Mientras lamenta su suerte en la barra de un bar, conoce a Gary, norirlandes treintanero, quien se presenta a si mismo como una estrella del rock. Tras una noche de risas, cervezas y chupitos, Rebeka se despierta en casa de Gary. Y menuda sorpresa cuando descubre que no solo es una estrella del rock: es el cantante y fundador de Everlasting Wound, uno de los grupos con mas tiron del momento.

  • El artefacto de German Sierra

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    Esto no es la vida real. Esto no es ficcion. Esto no es una novela. Esto no es una salida. Aunque quizas si una huida. Un fuego ligero de bombas barbaras abstractas ilumina el futuro. Es igual que construir un arca. Antes del diluvio, cuentan, los humanos se apareaban con dioses, angeles, cocodrilos... Luego evolucionamos para convertirnos en parasitos que sorben mentes, que flotan en ojos inyectados de sol de dioses amnesicos, empujandolos a devorar estrellas gigantes, a crear y destruir, secuencialmente, universos. Esto no es un sueno. Esto no es una pipa. Esto no es una cancion de amor. El dia despues de que me telefoneara mi ex alumno, un pajaro azul madrugador choco contra la ventana de mi sala de estar y se rompio el cuello y dejo la huella de un beso fantasma gris con restos rojo-sangre de labios destruidos por el bisturi de un cirujano loco e hizo un ruido como si alguien golpeara un gong chino con una bola de masa de pizza. Yo estaba bebiendo cafe y zumo de naranja mientras leia en mi iPhone los correos electronicos que habia recibido durante la noche / leia las noticias de Google en la pantalla del ordenador / me fumaba un Marlboro / celebraba que se habia terminado por fin el semestre y no tenia que coger el puto autobus del campus a las 7:30 y grunirle los buenos dias a la muchedumbre tentacular, compuesta mayormente de estudiantes hipnotizados por el feerico resplandor lechoso de sus telefonos y fundiendose entre ellos igual que una colonia de murcielagos se combinan para formar a Dracula / con la luz polvorienta del sol lijandoles las caras / con los edificios de ladrillo de inspiracion italiana de la colina a punto de derretirse y derramarse sobre la entrepierna verde de algun titan subterraneo en proceso de despertarse. Mi casa -esta casa nacida vieja que compre hace un par de anos, cuando decidi abandonar mi diminuto apartamento del centro y trasladarme a una zona residencial zombificada mas proxima al campus- estaba exactamente igual que la noche anterior; no habia rastros de otros seres humanos, residuos de ideas absurdas abandonados al letargo profundo y a los subsiguientes suenos todavia suspendidos del techo, entre otros frutos oscuros putrefactos de la noche arrastrados por la brisa como polvo resplandeciente que cae sobre las finas briznas de la hierba. Las mananas, cuando no tienes que estar temprano en el trabajo, son la mejor hora del dia para estar solo, sin lavar y aturdido. No hice ningun caso del pajaro: me sentia tranquilo, las calles eran un monumento silencioso a la perpendicularidad, mis libros estaban bien ordenados en los estantes, un millon de hojas verde-espejo hacian trizas la luz del sol ametrallada, no tenia que ir a trabajar temprano... Los bichos carroneros y las hormigas esclavas se encargarian del cadaver, dejando un ominoso amuleto de huesos mondos entrecruzados y plumas delante de mi puerta. Me limite a tomar nota mentalmente de que habia que duchar la ventana: los pajaros son considerablemente mas sucios de lo que parecen. El tiempo venia de todas partes, pandemoniacamente, comiendose las lineas electricas, corrompiendo la luz misma, la gravedad misma, la mente misma. El tiempo llegaba con una rapidez violenta -como Mori abofeteandome, haciendose trizas encima a punto de correrse-, con aspereza y sucio de polvo de miedo, residuos organicos, cascotes volcanicos y ojos relucientes, inflados naufragados. Nunca has oido hablar de nosotros. No sabes nada de mi. Nada menos. Sin embargo, es perfectamente verosimil, e incluso muy probable, que te podamos contar entre los miles y quizas millones de personas que han presenciado el resultado indirecto de nuestra actividad. Nuestro trabajo esta ahi fuera, temblando de forma imperceptible, con un ligero zumbido, en las sombras, esperando a que enciendas las luces de tu maquina. Tu, maquina, eres. En otra epoca, las maquinas se imaginaban un futuro en el que se fundirian encantadas con los hombres; ahora los humanos perseguimos un destino mecanico que sentimos electrico y nos imaginamos bajo control. Sintesis de estrellas. Nunca, hasta ahora. Entretanto. Aunque. Quizas, suponemos, has vislumbrado nuestro trabajo pero nunca le has prestado la bastante atencion (tan ingrato es, y tan sometido -el reconocimiento del talento que ponemos en juego- a los caprichos del azar) como para emitir tu voto o por lo menos ponerle un corazon a alguna de las encuestas que, con periodicidad rigurosa y disimulo creciente, llevan a cabo ciertas franquicias multinacionales especializadas en evaluar companias como la nuestra. Startups. Companias recien llegadas. Caidas del cielo. En lo mas alto al principio, en plena caida ahora. Absurdo, lo se. Ritmos vanidosos. Al final de la jornada, solo un individuo de cada mil -o de cada diez mil, es imposible calcularlo con precision- se ve realmente afectado por las conclusiones de nuestras cogitaciones... ...y entre estos, solo unos pocos reaccionaran tal como nuestros clientes esperan y confian a fin de considerar bien gastado el dinero que nos pagan para poder volver a sus casas convencidos de haber hecho un buen trabajo. Todo es cuestion de porcentajes, de sutiles fluctuaciones de un indice, atribuibles -en este maldito negocio no hay nada estrictamente demostrable- a nuestra intervencion, dado que el publico sobre el que podriamos ejercer cierta influencia todavia es demasiado escaso como para esperar que tengamos un impacto enorme. A veces creo que somos una especie de manifestacion del otro mundo, espiritus sin cuerpo hablando con cuerpos sin espiritu. Entretanto, la luz. O la materia oscura. Esa cosa esponjosa que fluye y suena que repta por el abismo afotico. La parte potable de la piel interior, entranas iridiscentes llenas de pliegues y cubiertas de liquen lipido, palidas o sanguineas, lugar-medusa. Por fuera todo es calculo: grandes datos. Despues de asustar a la muerte, es posible penetrar en los moluscos comestibles de la piel. Hay varias formas de hacerlo, pero muy pocas son indoloras e inocuas. Poros y orificios. Hay festines bacterianos identicos a lenguas rigidas y salinas. Si no has leido las instrucciones con detalle, vuelve a las paginas anteriores: en caso contrario no podras ensamblar la figura. Observa este texto a traves del microscopio adjunto. Por lo menos el instrumento optico tiene la ventaja de simular una semejanza. Ves paisajes, mapas que muestran que no hay interior, sombras oscuras de mobiliario, de carne mal iluminada. El dolor es mecanico, o bien una traduccion de la mecanica al idioma borboteante de la sarna. A traves de la espuma de vidrio -puede ir despacio, con delicadeza y cuidado- la agonia es como acercarse a un horizonte o comprar lividez en un supermercado. Vacunarse puede ser aconsejable. (Estariamos encantados de proporcionarle el numero exacto de ordenadores y dispositivos moviles en los que se ha visualizado nuestro neuro-anuncio, asi como informacion estadistica adicional y metadatos sobre ubicaciones de GPS, sistemas operativos, navegadores, derivaciones, busquedas previas, etc. Una pequena porcion de los grandes datos. Pero resulta imposible establecer con precision cuanta gente ha prestado atencion -?y que es eso, a fin de cuentas?, ?la asignacion de recursos de procesamiento de la que habla John Anderson?- al anuncio, y durante cuanto tiempo les siguio resonando en la memoria... Una simple porcion de informacion irrelevante y vertiginosa que salta de la retina al talamo y al cortex visual primario y al hipocampo y al cortex inferotemporal, y desaparece -?se desmadra?- sin dejar rastro... O algo mas permanente, un engrama, un recuerdo en una unidad de memoria capaz de reclutar actividad de otras redes, agregando informacion dentro de un contexto determinado y...) En realidad este texto no lo estoy escribiendo yo, quizas lo esta escribiendo mi amigo y ex socio profesional Gaspard Pont. Ni siquiera se si Gaspard Pont todavia esta vivo y escribiendo en secreto en vez de, por ejemplo, fumando cristal y follandose a chavales. Me limito a fingir que esta sentado en algun lugar, delante de la pantalla de un ordenador, asumiendo que cada vez que supuestamente escribe "yo" en realidad esta haciendo un mapa de bits de mi yo. Y alla voy, mi mente escapa del lenguaje de programacion en el que supuestamente ha de estar enjaulada, cavando un hoyo nuevo en el vacio, flotando en el aire con la suave ingravidez de los anuncios. Gaspard Pont estaria escribiendo en un idioma extranjero tanto para el como para mi, pero que usamos para comunicarnos entre nosotros. Mi idioma es Muerte, el creador de mundos. Escribir en un idioma extranjero es como estar enamorado de alguien desconocido por Internet: una exploracion continua de huellas radiantes y probablemente falsas de su conducta. El diria idioma extranjero y no segundo idioma porque no es un idioma que hable con regularidad, solo una jerigonza literaria dotada de una estructura-historia celular-molecular muy particular en la sopa de sodio que le llena la cabeza. Pero, a quien le importa. Ahora escribir es una accion distribuida que involucra a gente viva y muerta y a un monton de maquinas no vivas, cosas que simplemente avanzan automaticamente en espiral, palabras que aparecen en una pantalla o en una piel o en cualquier superficie inscribible para disponerse como bandadas de pajaros o insectos que se organizan espontaneamente en forma de frases y parrafos y que se yo en cualquier idioma o idiomas, letras romanas mezcladas con ideogramas, iconos, jeroglificos, manchones abstractos, infectandose entre si, moldeandose entre si como organismos en recombinacion perpetua. No estoy escribiendo. Estoy acostado en una habitacion que no es la habitacion donde estas tu ahora; y ciertamente tampoco es la habitacion de Alvin Lucier. Estoy incomodamente acostado en el suelo de esta habitacion, boca arriba, callado, atado y con los ojos vendados. La habitacion no esta vacia, pero como diria Estragon: no le falta vacio. La de Lucier era una sala de rumores; quizas estuviera intentando sugerir que toda sala esta encantada y que hasta la ultima voz es una voz fantasmal. En su ensalmo, Lucier estaba grabando el sonido de su voz y reproduciendolo de nuevo en la sala, una y otra vez, hasta que las frecuencias resonantes de la habitacion se reforzaban a si mismas y eso destruia toda semejanza con su habla, salvo quizas el ritmo. Lo que oyes cuando escuchas sus grabaciones son por tanto las frecuencias resonantes naturales de la sala articuladas por el habla. El consideraba esta actividad no tanto la demostracion de un hecho fisico, sino mas bien una forma de pulir cualquier irregularidad que pudiera tener su habla. Quizas Lucier tambien estuviera intentando mostrar que todo craneo es una sala -una camara grotesca de hidroxilapatito provista de arcos, bovedas y ventanas- susceptible a las presencias fantasmales. (Esto tiene cierta importancia aqui, porque es posible que yo sea una de las pocas personas que han sido testigos de un craneo encantado).

  • Irene y el Sr. Naranja de J.m. Martinez Pedros

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    Esta es la historia tragicomica de Irene y el Sr. Naranja. Ella una viuda sin problemas economicos, aburrida de su rutina, puritana, grunona y solitaria. El, harto de ser guapo y mear colonia, intentando escapar de su propia vida y creyendo que encontraria la solucion, se convirtio voluntariamente en esclavo. A partir de entonces. Ambos pasaran por una serie de aventuras y desventuras; el realismo magico se funde con escenas tragicomicas, tan teatrales como surrealistas; el dolor de unos hace reir a otros y nada ocurre como uno se espera.

  • La cuarta alianza de Gonzalo Giner

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  • November 9, Colleen Hoover de Colleen Hoover

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  • Efectos colaterales del amor de Krystal Sutherland

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    Henry cree en el amor para toda la vida. Y cuando conoce a Grace, excentrica y coja, se enamora perdidamente de ella contra todo pronostico. Pero el pasado de ella oculta secretos que aun esta intentando
    superar, y un nuevo amor no forma parte de sus planes futuros.
    Juntos, recorreran el emocionante y complicado camino del primer amor, con consecuencias imprevistas.
    Dos personajes con sentimientos a flor de piel y mentes brillantes esforzandose por comprender la eterna lucha entre corazon y cabeza, entre recuerdo y esperanza.

  • Un cielo de hechizos de Morgan Rice

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    En UN CIELO DE HECHIZOS (A SKY OF SPELLS), (LIBRO # 9 de EL ANILLO DEL HECHICERO – THE SORCERER’S RING), Thorgrin finalmente regresa a ser el mismo y debe enfrentarse a su padre de una vez por todas. Se produce una batalla epica, cuando los dos Titanes se enfrentan unos a otros y Rafi usa su poder para convocar a un ejercito de muertos vivientes. Con la Espada del Destino destruida y el destino del Anillo en la balanza, Argon y Alistair tendran que convocar a sus poderes magicos para ayudar a los valientes guerreros de Gwendolyn. Pero incluso con su ayuda, todo podria estar perdido si no fuera por el regreso de Mycoples y su nuevo companero, Ralibar.

  • Campanita, la decision de Samuel de Belgica Cortes Jimenez

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    Hace cuatro anos que Samuel Hardy estudia pedagogia en Historia en la PUCV, no solamente es considerado uno de los mas inteligentes de la carrera, sino que es uno de los mas atractivos de su generacion con su atletico fisico, largo cabello rubio e intensa mirada verde. Aunque es un chico relajado y casanova dentro de sus conocidos, nadie sabe realmente que sus pensamientos estan posados en Ginevra Jones, la enigmatica chica considerada la Reina del Hielo dentro de sus companeros.
    Descubre si Samuel es capaz de seguir con la travesia de conocerla, y si es que logra decidir avanzar adelante con su vida luego de conocer a la verdadera Campanita.

  • Como te veo yo de Abril Camino

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    !Cumpleanos feliz! !Cumpleaaaaaanos feliz! --La voz de una Hazel absolutamente desafinada entra atronadora en mi dormitorio, cuando aun no he tenido tiempo de abrir del todo los ojos--. Te deseeeeeeo, Holly Rose. !Cumpleaaaaaanos feliz! Siempre me he preguntado como es la vida de las personas que no son capaces de reirse de si mismas. O, mejor dicho, siempre me he compadecido de ellas. He tenido la suerte de criarme en una casa en la que la carcajada estaba a la orden del dia, y creo que eso ha moldeado mi caracter de una manera que algun dia tendre que recordar agradecerles a mis padres. Cuando abandone el nido para ir a la universidad, vino el segundo gran golpe de fortuna de mi vida: dar con una companera de habitacion tan payasa que hace que mis padres hasta parezcan serios. Con Hazel entendi que ser hija unica no es un impedimento para tener una hermana, una que me regalo la vida y la casualidad de que el orden alfabetico nos colocara juntas en aquella residencia universitaria de Stanford. Por todo eso, por lo mucho que la quiero y por la enorme capacidad de ambas de reirnos de nuestros avatares vitales, consiento el espectaculo que tengo ante mis ojos: Hazel, portando una bandeja llena de cupcakes, coronados por una vela con el numero uno. No, no cumplo un ano hoy. De hecho, mi cumpleanos es en primavera, y el verano hace ya semanas que ha acabado. Hoy hace un ano que no me acuesto con nadie, y a Hazel le ha parecido fantastico despertarme con este festejo, justo en el que va a ser mi primer dia de trabajo. --Sopla la vela, Holly. Y, por lo que mas quieras, pide como deseo echar un buen polvo. --Cada dia es mas dificil soportar tus excentricidades. --Pese a mis palabras, le hago caso. En lo de soplar la vela, no en la eleccion del deseo. En realidad, como me ocurre siempre, me acuerdo de que deberia haber pedido algo cuando la cera ya amenaza con estropear la cobertura del pastel--. Pero gracias por el desayuno, pequena. --A tus ordenes. Siempre. --Me da un beso en la mejilla y se lanza en mi cama. Se mete bajo las sabanas y se acurruca para combatir el frio de estas horas de la manana. Frio en octubre. Ver para creer. --?A quien le has robado todo esto? --?Y quien te ha dicho que no me he pasado la noche cocinando para ti? --El hecho de que la casa no este en llamas me ha dado una pista. --Nueva York es el puto paraiso. Hay una pasteleria en Queens que envia cupcakes a domicilio las veinticuatro horas. Eres tan marmota que ni has oido el timbre. --Ya veremos si Nueva York te sigue pareciendo el paraiso cuando llegue el invierno. --!?El invierno no es esto?! Somos dos chicas del sur de California recien llegadas a la ciudad que nunca duerme. Hazel se crio en una de esas zonas de Los Angeles que nadie recomendaria a los turistas, arrastrando una historia familiar de la que odia hablar y que yo solo conoci gracias a una noche de borrachera en la que se le solto la lengua. Yo, en cambio, creci en las colinas de West Hollywood, en una casa en la que, en cada armario, cabria nuestro apartamento actual entero, y en la que Hazel encontro, bajo la manta protectora de mi madre, lo mas parecido a un hogar que la vida decidio darle. Me gusta California. Me gustan el sol y la playa; me fascina el encanto decadente del Hollywood que se ve en las peliculas y del que solo se conoce desde cerca; tengo, ademas, la firme conviccion de que poder ir todo el ano en sandalias es un lujo que no se paga con dinero. Pero... !Ay, Nueva York! Cuando, hace un par de meses, me vi ante las pantallas de Times Square, con Hazel a mi lado y con nuestro miedo compartido por estar por primera vez tan lejos de casa, entendi que habia encontrado mi lugar en el mundo. No era la primera vez que visitaba la ciudad. Habia estado muchas veces con mis padres y tambien en un viaje con amigos el segundo ano de universidad. Pero, en ese momento, ya no estaba en calidad de turista. Tenia en la mochila las llaves y el contrato de alquiler de nuestro nuevo apartamento, asi que ya nos sentiamos neoyorquinas. Estabamos en casa. En realidad, nuestro piso queda un poquito lejos de Times Square. A unos cuarenta y cinco minutos en metro y mas kilometros de los que estoy dispuesta a calcular. En el Brooklyn profundo, por mas que desde la azotea del edificio se vislumbren las copas de los arboles de Prospect Park. Es un apartamento de unos cuarenta metros cuadrados, con dos habitaciones que en algun momento tendremos que molestarnos en decorar, un cuarto de bano diminuto y un saloncocina que podria ser retro, pero me temo que se queda en viejo. Pero... a quien le importa. Es Nueva York. --Como no muevas el culo, vas a llegar tarde en tu primer dia --me recuerda Hazel, sacandome de la ensonacion que todavia me produce pensar que estoy viviendo en la ciudad con la que siempre fantasee. --?Me ayudas a elegir que ponerme? --!Venga ya! ?La mismisima Holly Rose no tiene decidido el atuendo de su primer dia de trabajo desde hace una semana? --Si, por supuesto que si. --Se me escapa una carcajada porque, si Hazel tuviera un dia especialmente malevolo, rebuscaria entre mis cosas y encontraria un cuadro con todas las posibles combinaciones de ropa que me he planteado para el dia de hoy--. Pero es el rollito que se trae la revista el que me hace dudar. Dentro de una hora y cuarenta y siete minutos, si la eleccion de ropa o mis todavia precarios conocimientos del sistema de metro no lo impiden, comenzara mi vida laboral. Cuando me gradue en Periodismo y Lenguas Modernas en Stanford, hace unos meses, dedique unas semanas de mi vida a enviar curriculums a diestro y siniestro. No quedo una sola publicacion, canal de television, emisora de radio o agencia de noticias en todos los Estados Unidos que no recibiera ese exiguo documento en el que se detallaba que tenia un expediente estupendo en la carrera, pero ninguna experiencia profesional. Ah, y tambien tenia un orgullo muy arraigado que me impidio, desde el primer momento, tirar de los contactos de mis padres para acabar colocada en un puesto que, sin duda, no me mereceria. Contra todo pronostico, a principios del mes de agosto, recibi la llamada que me ha traido hasta aqui. Hasta Nueva York y hasta esta manana de nervios instalados en el estomago. No habia oido hablar de la revista online Millenyal en toda mi vida, pero fingi al telefono que era una lectora asidua de esa pequena publicacion de temas variados dirigida al publico neoyorquino menor de treinta anos. Buscaban una redactora junior, y la prueba de acceso consistia en elaborar un articulo de opinion sobre un tema libre y un reportaje completo sobre algun aspecto relacionado con el arte y con Nueva York. Creo que acepte, en parte, por el reto que suponia prepararlo todo. Elegi, puede que con muy poca cabeza, dedicar la columna a hacer un alegato de los votantes de Donald Trump y sus motivaciones, a pesar de que me habia pasado semanas despotricando contra ellos. Para el reportaje, espere a que Hazel y yo nos mudaramos a Nueva York, algo que ya habiamos decidido incluso antes de que llegara mi oportunidad laboral, y me pase dos semanas recorriendo las calles de South Bronx con mi camara reflex, aparentando mucha seguridad cuando me encontraba con alguna banda, pero cruzando internamente los dedos para no dar con la persona inadecuada. De aquella experiencia salio un reportaje de dieciseis paginas titulado El arte urbano de los grafitis de South Bronx y una entrevista personal en la sede de la revista, que acabo conmigo firmando, casi sin tener tiempo para asimilarlo, un contrato de un ano para trabajar alli. --Pantalon negro y camisa vaquera es una combinacion ganadora. --Hazel entra en el cuarto de bano con una percha en cada mano, y yo me limito a echar un vistazo a lo que ha elegido, con el cepillo de dientes metido en la boca. --?No sera demasiado informal?

  • Oli busca el mar de Edurne Cadelo

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    Oli es joven y algo timida, nunca ha tenido una vida facil y siempre intenta complacer a los demas.
    Ella odia lamerse las heridas y siempre prefiere mirar hacia adelante.
    Hace tiempo que la encontro el amor.
    Alberto es un guapo actor que odia la fama, pero que disfruta de su trabajo.
    El ha tenido una infancia dificil y sigue arrastrando sus propios fantasmas, siempre prefiere regodearse en el pasado en vez de mirar al futuro.
    Hace tiempo que dejo de creer en el amor.
    Unas vacaciones, un encuentro, una conexion, la playa y el mar.
    Dos almas oscuras dispuestas a encontrar la luz.
    Si la busqueda de los mares es la metafora de la busqueda de la felicidad, ?seran capaces Oli y Alberto de encontrar su mar?.

  • Jardin de invierno, Kristin Hannah de Kristin Hannah

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    Una gran historia de amor ambientada en la Segunda Guerra Mundial de Kristin Hannah, la autora de El Ruisenor.