• libro oriente medio oriente roto - Mikel Ayestaran

    https://gigalibros.com/oriente-medio-oriente-roto.html

    Cuando Mikel Ayestaran decidio convertirse en reportero de guerra, dejando atras un apacible trabajo de redaccion, no tuvo demasiadas dudas sobre hacia donde iba a dirigir sus pasos. Oriente Medio no es la unica zona caliente del planeta, pero, de entre ellas, es la que no falta ningun dia en las secciones de internacional de los medios de todo el mundo. Marcada por profundas divisiones etnicas, politicas y religiosas, en la region las potencias mundiales y los regimenes locales dirimen sus diferencias a traves de terceros paises, y florecen grupos terroristas que han llegado a erigirse en amenaza global, como Al Qaeda o Estado Islamico.

  • Oriente Medio, Oriente roto - Mikel Ayestaran | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-oriente-medio-oriente-roto/249659

    6 jun 2017 — Es el propósito que persigue este libro, hecho de pedazos imprescindibles de una vida guiada por la brújula de la actualidad, a través de una ...

  • Oriente Medio, Oriente roto: Tras las huellas de ... - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Oriente-Medio-roto-huellas-abierta/dp/8499426115

    Enorme libro sobre los conflictos latentes en Oriente Medio de la mano del periodista Mikel Ayestaran, que narra hechos cotidianos -todo lo cotidianos que ...

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  • oriente medio, oriente roto: tras las huellas de una herida ...

    https://www.casadellibro.com/libro-oriente-medio-oriente-roto-tras-las-huellas-de-una-herida-abierta/9788499426112/5334616

    6 jun 2017 — El libro ORIENTE MEDIO, ORIENTE ROTO: TRAS LAS HUELLAS DE UNA HERIDA ABIERTA de MIKEL AYESTARAN en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ...

  • oriente medio, oriente roto - mikel ayestaran - Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/ebook-oriente-medio-oriente-roto-ebook/9788499426228/5560612

    El eBook ORIENTE MEDIO, ORIENTE ROTO EBOOK del autor MIKEL AYESTARAN en PDF al MEJOR PRECIO en Casa del Libro.

  • ORIENTE MEDIO, ORIENTE ROTO - LAIE

    https://www.laie.es/es/libro/oriente-medio-oriente-roto/9788499429847/944536

    ... a Oriente Medio hace ya una década. Es el propósito de este libro, hecho de pedazos imprescindibles de una vida guiada por la brújula de la actualidad, ...

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    https://www.altair.es/es/libro/oriente-medio-oriente-roto_162159

    Mikel Ayestaran es periodista y corresponsal de guerra en Oriente Medio, ... El propósito que persigue el libro es tratar de entender y explicar la realidad ...

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    Oriente Medio, Oriente roto, libro o eBook de AYESTARAN, MIKEL. Editorial: Peninsula. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Oriente medio, oriente roto | Mikel Ayestaran - Librería Desnivel

    https://www.libreriadesnivel.com/libros/oriente-medio-oriente-roto/9788499426112/

    Resumen del libro. Cuando Mikel Ayestaran decidió convertirse en reportero de guerra, dejando atrás un apacible trabajo de redacción, no tuvo demasiadas ...

  • oriente medio, oriente roto - tras las huellas de una herida ...

    https://www.elkar.eus/es/liburu_fitxa/oriente-medio-oriente-roto-tras-las-huellas-de-una-herida-abierta/ayestaran-mikel/9788499426112

    oriente medio, oriente roto - tras las huellas de una herida abierta. ... Libros » ciencias humanas y sociales » ciencias humanas y sociales » comunicación ...

  • Las cenizas del califato de Mikel Ayestaran

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  • Terapia del amor de A. G. Hobson

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    Mateo Garcia creia que finalmente logro su mayor deseo cuando la estudiante de pre-med, Sabelle Reyes acordo casarse con el. Supuso que pasarian el resto de sus vidas juntas. Es decir, hasta que se muere tragicamente en un accidente de coche. Lleno de dolor, busca la ayuda de un grupo local de terapia de dolor. Cuando un amigo se da cuenta de que no esta progresando, se lo remite al renombrado psiquiatra Priya Johar. Despues de conectarse con los amigos de Sabelle, descubre que su amada novia estaba llena de mentiras y enganos. Mateo da un giro para lo peor; Cada vez mas angustiado. Priya trata de tratarlo, con la esperanza de que pueda superar su dolor para dar vida y amar a otro intento. Eventualmente, ella es capaz de lograr su objetivo, ayudandole a aceptar las circunstancias y seguir adelante. Priya tiene un problema, ella se ha enamorado de Mateo. Ahora, con los sentimientos entre ellos la elaboracion de la cerveza, no es la amenaza de su arruinando su vida elegante y prominente carrera. Ambos luchan para obtener la curacion y el deseo de encontrar el amor verdadero.

  • La decision de Miquel Angel Lopezosa Criado

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    Rebeca es una joven que vive con una obsesion: ser inmortal. Y ese anhelo la llevara a salir todas las noches en busqueda de respuestas en los lugares mas insospechados y menos recomendables para una adolescente.

  • La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres – Siri Hustvedt de Siri Hustvedt

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    <<La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres>>. Asi define Siri Hustvedt esta ambiciosa reunion de sus mejores ensayos, escritos entre 2011 y 2015. Su vasto conocimiento en un amplio abanico de disciplinas como el arte, la literatura, la neurociencia o el psicoanalisis ilumina una teoria central en su obra ensayistica, la de que la percepcion esta influenciada por nuestros prejuicios cognitivos implicitos, aquellos que no provienen del entorno, sino que se han interiorizado como una realidad psicofisiologica.

  • Entre cada latido de Miguel Lopez

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    La noche toca insistentemente mi hombro para invitarme a salir. Mi ansiedad cada viernes en la noche es inevitable, pero aun es temprano. Tuve un duro dia de trabajo. Satisfactorio, pero agotador y, apenas entre a la casa, fui directo al bano a darme una buena ducha. Despues de cenar, me quede viendo un par de series en streaming en el televisor grande de la sala, hasta la medianoche, pero no alcance a sentir sueno. Por la ventana se podia apreciar una hermosa luna que comenzaba a crecer. Dentro de cinco o seis dias seguramente ya estaria llena, radiante en su maximo esplendor. Tengo que salir. Comence a maquillarme. ?Cual labial quedaria perfecto para una noche como esta? Hurgue dentro de mi estuche de cosmeticos y lo encontre; Evil Queen, este es el tono que me voy a poner hoy. Atom me miraba, hocico en el piso, con cara de tristeza, moviendo su cola sin mucha emocion. --Vuelvo pronto, no me veas asi. Tome los guantes, las llaves y el casco, y me despedi de el acariciando su peluda existencia. Abri la puerta del garaje y observe mis tres motos. No habia nada que pensar, era noche de velocidad. Encendi mi ninja de 636cc y, muy a pesar de mis vecinos que seguramente ya estaban dormidos, sali de alli haciendo rugir mi pequeno juguete. Tome la avenida principal hacia el centro de la ciudad. A esta hora de la noche, las calles estaban solas y la metropolis permanecia en silencio, salvo unas contadas excepciones. En el camino, gire a la derecha en el semaforo de mi antigua universidad, y rodee un par de cuadras hasta entrar en una zona residencial de casas viejas, pero bien acomodadas. Al final de una pared verde, se podia ver el enrejado negro de un jardin con arbustos bien podados. En una esquina tenia una veleta con forma de flecha que rechinaba con el movimiento del viento debido al oxido de sus bisagras expuestas a la intemperie. A esa hora de la noche, el silencio de la calle solo era interrumpido por el bamboleo de la veleta y el sonido de mi moto en ralenti. Di la vuelta en U en esa calle y tome de nuevo la avenida principal en el siguiente semaforo. Ocho cuadras mas adelante, me encontraba en la zona mas vieja de la ciudad, donde se concentran la mayor parte de los lugares bohemios. Frente al bar Always-Harley, decenas de moteros estaban reunidos. Justo al llegar acelere un par de veces mi motor para remarcar mi presencia y para que, quienes conversaban emocionados alrededor de la calle, me cedieran un espacio por donde pasar y asi poder estacionar lo mas cerca posible de la fachada del local. Apague el motor girando la llave, y con el pie izquierdo extendi la pata de cabra para sostener la moto y descender. Me quite el casco y trate de desenredarme un poco el cabello. --!Loura! !Preciosa! Dias sin verte por estas calles --me saludo Nano, uno de los chicos del grupo de moteros con quienes suelo compartir mas tiempo. --Hola Nano, ?como estas? Veo muchas caras nuevas hoy. --Lo normal si pasas muchos dias sin venir. Gente llega y gente se va, asi es la vida. --?Donde estan Kira y Leo? --Adentro, buscando algo de beber. --!Que oportuno! Vengo sedienta, voy adentro. ?Quieres que te traiga algo? --Lo que quieras traerme. De ti, todo es bien recibido. --Vale. Ya vuelvo. Ingrese al bar y el sonido de la musica comenzo a entrar por mis oidos sacudiendo todas las celulas de mi cuerpo. En Always-Harley les gusta colocar principalmente canciones de rock, alternando clasicos de los 70s, y mientras caminaba hasta la barra para pedir algo de tomar comenzaba a sonar una de las canciones mas famosas de Led Zeppelin, "Whole Lotta Love". Con los dos tragos en la mano, dirigi una ultima mirada a lo largo del interior del bar con la finalidad de ubicar a mis dos amigos. Vi primero a Leo salir del bano individual de caballeros, al final del pasillo, en la parte mas oscura de todo el sitio, y luego, segundos despues, por la misma puerta, vi salir a Kira. --Mira pues, se lo tenian bien guardado. --Nada serio, Loura, es solo una atraccion fatal --dijo Leo, sin verguenza alguna. --No quiero saber nada, no me expliquen nada --dije levantando la mano y cerrando los ojos brevemente, con tono exagerado, para resaltar mi actitud juguetona--. Lo que me parece objetable es que se aduenen del bano y pongan a sufrir a esa pobre gente que necesita drenar el alcohol que ha ingerido. --Fue solo un par de minutos, Loura --respondio Kira, apenada. --No te sonrojes tanto, Kira. Disfruta con orgullo --conteste y le di un beso en la mejilla para saludarla--. Vamos afuera que hay mejor ambiente alla. Los tres salimos del bar y atravesamos el estacionamiento hasta la avenida. Nano no estaba en el mismo sitio donde habiamos conversado hace un rato. --!Maldicion!, ?a donde se ha ido? --exclame. --Miralo, alla esta, conversando con aquella chica --respondio Leo mientras senalaba a nuestra derecha. --Ya lo vi. Miren esto --le dije a Kira y a Leo, y comence a caminar entre las personas, hasta donde estaba Nano. Nano hablaba con una chica un poco mas joven que el, de cabello largo y negro. A juzgar por su sonrisa y los gestos con sus manos, estaba intentando seducirla. --Toma carino, aqui tienes tu trago. Bebetelo rapido que tu madre me ha llamado y me ha dicho que nuestra beba se ha despertado llorando. Que posiblemente tiene fiebre --le dije a Nano mientras me interponia entre el y la chica, y le extendia mi mano con su trago. --!Descarado! Tienes mujer y una bebe, y me habias dicho que eras soltero --dijo la chica indignada, y luego se alejo de nosotros sin decir una palabra mas. --!Pero Loura! ?Por que has hecho eso? --dijo Nano, quejandose como un pobre chiquillo --. Ya estaba consiguiendo una cita con ella. --No te quejes, aqui hay muchas otras chicas. Ven un rato con nosotros que ya consegui a Kira y a Leo. Luego puedes seguir con tu caceria. --Pues ni modo, vamos. Pero esta me la vas a pagar un dia --contesto resignado. Estuvimos conversando mientras veiamos llegar cada vez mas moteros a los alrededores del lugar. Una exhibicion de marcas, modelos, de diferentes cilindradas. Era un escenario habitual a esta hora de la noche. No paso mucho tiempo antes de que algunos comenzaran tambien a presumir sus habilidades sobre dos ruedas, realizando diferentes acrobacias o demostraciones de arranques y frenadas. Mientras tanto, dos motos de categoria superbike se estacionaban en el centro del asfalto, en perfecta alineacion y mirando hacia la misma direccion de la avenida. Ambos pilotos parecian iniciar una cordial y acostumbrada discusion acerca de las capacidades de sus vehiculos. Todo parecia indicar que serian los primeros competidores de la noche. Tenian todas las intenciones de iniciar una carrera de velocidad. Las personas comenzaron a acercarse para ver las poderosas maquinas rivales, asi como a sus respectivos pilotos. Algunos de los espectadores buscaban pronosticar quien de ellos tendrian mayores probabilidades de ganar para saber a quien apostar. Es una loteria. Si no conoces la reputacion del piloto, si no lo has visto competir previamente, es dificil determinar el futuro ganador. Puedes revisar detalles como el estado de la moto, la condicion de los neumaticos, las posibles modificaciones externas del motor, todo influye, si, pero lo realmente determinante es la conduccion en la pista, y nunca sabras el valor real de la experiencia y las habilidades del piloto si no lo has visto correr antes. Sin embargo, a pesar de la incertidumbre, muchos estan decididos a hacer su apuesta. Las personas quieren sentir la adrenalina, bien sea sobre la moto, compitiendo, o bien como espectador que pone su dinero en juego. El dinero que se juegan, los vincula directamente con alguno de los rivales. Simbolicamente, estan subiendose tambien a esa moto. Para iniciar la carrera, solo falta un elemento. Alguien capaz de generar respeto entre los que ganan y los que pierden. Alguien confiable que reciba el dinero y que despues lo entregue a quien corresponda, descontando una pequena comision por su trabajo. Y en este lugar, esa persona suele ser Nano. --Lo siento amigos, parece que ya tenemos la primera carrera, luego seguimos hablando -- dijo Nano, despidiendose de nosotros. --Anda, anda, que necesitamos dinero para que nos invites la siguiente ronda --le dije bromeando, mientras correspondia la frase haciendole un gesto con las manos de que se alejara. Nano se acerco a los competidores, les estrecho las manos y comenzo a recitar las reglas en voz alta. --Senores... la carrera basica es una vuelta a la cuadra. Arranca aqui y termina aqui. La apuesta minima es de 500. Cada uno acepta que compite en condiciones justas, deben haber verificado previamente el equipo del contrincante. No se permite el cambio de moto o de piloto despues de acordar la apuesta. No se pueden golpear mientras esten corriendo. Cualquier violacion a las reglas implica la perdida automatica de la competencia y sere yo quien tenga la ultima palabra en caso de cualquier controversia. ?Estan de acuerdo? --!Si! --respondieron ambos pilotos al unisono, y entregaron el dinero correspondiente. --Ahora recibo las apuestas del publico. !Rapido, que estas motos ya estan listas para quemar el asfalto! Nano comenzo a recibir el dinero de las personas que decidieron apostar por alguno de los competidores. Para ayudarse, anotaba las cantidades y los nombres de cada uno de ellos en una pequena libreta. --Corredores… ?listos? Ambos asintieron, apretaron la palanca del embrague, colocaron la velocidad de la caja de cambios y comenzaron a acelerar los motores. --3… 2… 1… !fuera! Inmediatamente soltaron el embrague y se alejaron a toda velocidad del punto de partida. El rugido de los motores encendio el animo de los espectadores. Cada uno vitoreaba al piloto de su preferencia. Se alejaron por la recta de la avenida, recorriendo a lo largo toda la cuadra principal, y al llegar al primer cruce, aplicaron los frenos para reducir parcialmente la velocidad y poder efectuar el giro. A partir de ese punto, entraban en la etapa ciega de la competencia. Varios espectadores comenzaron a correr hasta la esquina contraria para verlos acercarse al completar la vuelta, desde la calle posterior de la cuadra. El sonido de los motores se escuchaba distante, pero luego de unos segundos, comenzo a sentirse con mayor fuerza, anunciando la proximidad de los competidores. Subitamente aparecio el primer corredor con una ventaja corta, pero dificil de superar en la recta final. Con serenidad y pulso de hierro paso frente a nosotros levantando el brazo izquierdo en senal de triunfo. El publico aclamaba la llegada con emocion. Ganadores y perdedores se expresaban entre gritos de felicidad y maldiciones quejumbrosas. Nano proclamaba oficialmente al vencedor que daba la vuelta para estacionar su moto frente al bar. Luego de chocar sus punos para felicitarlo, mi amigo contaba la parte que le correspondia como ganancia y se la entregaba de primero. Despues sacaba su libreta para comenzar la reparticion a los vencedores del publico.

  • No se tu nombre de Anairam Mirez

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    Alba siente que no encaja. Ni en su familia, ni en su trabajo, ni en su vida. Atascada en una relacion desgastada con Dani, su novio, siente que no avanza. Su abuela, mujer fuerte y autoritaria, enferma y el aparente equilibrio de su familia se desmorona, arrastrandola tambien a ella, que buscara respuestas, buceando en el hermetismo familiar. En el intento de ayudar a su abuela, Alba se enfrentara a un pasado y un presente plagado de medias verdades y secretos, enfrentandola a los demas. Jaime irrumpe en su vida, desbaratando su monotonia, abriendole un camino nuevo y la posibilidad de encontrar respuestas, y algo mas… Esperanza es una joven cuyos suenos se veran truncados por la realidad que le toca vivir: la guerra civil. Dos mujeres perdidas, dos epocas, dos historias paralelas que en algun momento llegan a encontrarse.

  • Kolia de Leandro Perez

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    Si esta historia fuera una pelicula, tendria que comenzar cuando mas de nueve mil gargantas cantan el himno a Burgos en el Coliseum, unos segundos antes de que un Madrid liderado por Luka Doncic juegue contra el San Pablo. Como esta historia es una novela, empieza cuando Kolia tiene que encestar tres tiros libres para ganar el campeonato de Espana cadete.

  • Los Guardianes de Javier Perez Campos

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    Aparecen en los limites de la vida, cerca de tu ultimo aliento.
    A veces son solo una voz. Otras, una presencia.
    Te guian, te ayudan y luego. desaparecen.
    Todas las culturas han hablado de ellos, pero durante siglos han sido olvidados. Es la hora de sacar a la luz una antigua verdad.
    ?Quienes son los Guardianes?
    En esta nueva investigacion, Javier Perez Campos ha seguido de cerca el fenomeno de las apariciones que salvan vidas. El resultado es un documentado relato en el que el autor recorre el tiempo y el espacio para conocer a los protagonistas de estos fenomenos. En su perseverancia para desentranar el misterio, incluso ha llegado a someterse a experimentos para generar fantasmas.

  • El eco de las mentiras de Ian Rankin

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    En un bosque al sudeste de Edimburgo han encontrado el cadaver de un detective privado desaparecido desde hace mas de una decada. John Rebus conoce bien el caso, porque originalmente formo parte del equipo encargado de la investigacion, que estuvo plagada de errores e intereses ocultos. Ahora tanto Rebus como la policia tienen una segunda oportunidad para atrapar al culpable, pero las presiones de la familia de la victima y la prensa les dejan muy claro que se juegan mucho mas que la reputacion.

  • Los naufragios del corazon de Benoite Groult

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    La joven George siempre ha veraneado en el pueblo de la costa bretona donde vive Gauvain. Ambos se conocen desde que eran ninos. Con el tiempo, el se ha convertido en un tosco marinero que, en teoria, no deberia interesar lo mas minimo a alguien como ella, parisina, universitaria y de buena familia. Sin embargo, una noche, los dos se dejaran llevar por una atraccion tan poderosa que ignorara cualquier convencion social y que, inevitablemente, los unira en secreto para toda la vida.

  • Eh, soy Les de Andrea Smith

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    Cuando te mandan un verano entero a casa de tu padre, lejos de tus amigos, con su mujer y tus horribles hermanastros, sabes que tu vida no podria ir peor. Leslie Sullivan detesta a los horrigemes, pero eso no quita que uno de ellos le diese su primer beso, y que ahora el otro vaya a ser su profesor particular de matematicas.

  • Una muchacha indecente (Los Kinsberly 4) de Evelin Mordan

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    Llega la cuarta entrega de la serie de romance historico <> de Evelin Mordan.

  • Mi protector de Christian Martins

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    Harry Hunter siempre ha sido el mejor en lo que hace por varias razones: no tiene familia, ni amigos, ni pareja. Vive, exclusivamente, para cumplir con sus misiones y sobrevivir al dia a dia. Pero su rutina se ira al traste cuando le ofrezcan una nueva mision; una que no podra rechazar y en la descubrira a la joven Bailey Kim. La teoria se la sabe muy bien: no debe establecer lazos sentimentales si quiere continuar con vida. Pero en la practica es otra cosa. Bailey tiene algo especial que le atrae, algo que le impide desentenderse de todo y renunciar, algo que no le permite traicionarla. Protegerla, liberarla y cuidar de ella no sera sencillo, pero ya no tiene nada que perder.

  • A dos velas de Vi Keeland

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    Ava estaba saliendo con el hombre perfecto. Se habian encontrado en lados opuestos de la sala del tribunal. Despues de dos semanas de discutir un caso de alto perfil, las chispas ardian tanto que ella, se aseguraria de que el apuesto fiscal de distrito la clavara en la pared cuando entraran solos en el ascensor al final del juicio. Pero en cambio el la invito a salir. Y una cita agradable llevo a dos, dos derivo a tres y, finalmente, despues de cinco citas agradables, estaba lista para acabar con su periodo de sequia. Aunque Evan no estaba haciendo ningun movimiento. Asi que Ava decidio tomar el asunto en sus propias manos y sorprenderlo con una visita nocturna. Pero la sorprendida va a ser ella…

  • Felices los cuatro (Doble o Nada 5) de Veronica L. Sauer

    https://gigalibros.com/felices-los-cuatro-doble-o-nada-5.html

    “-Te estas equivocando, Santiago-me espeto Ivan ni bien Camila se marcho-. Nos estas fallando. ?Que es esto? ?Felices los cuatro?
    Lo que me faltaba: el dedito acusador de Ivan y una escena de celos. Era la primera vez que un tipo me montaba una. Pero ademas, ?como se atrevia despues de lo que me hicieron con Veronica?
    -No se como te da la cara para acusarme de algo. Anda a cagar, infeliz.
    Eso era una declaracion de guerra a toda regla. El se quedo de piedra y yo me fui con la certeza de que estabamos ante el principio del fin”.

  • Herejes e idiotas de Marta Roussel Perla

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    La lucha casi inmemorial entre la Iglesia de la Muerte y la Academia de Nigromantes transcurre sobre lo que queda de una tierra desolada, en la que ambas se disputan la poca civilizacion que todavia sobrevive.Es en este panorama que Aatami, un experimentado nigromante de la Academia, y su amiga Zoe, una legendaria guerrera de la Iglesia, descubren la historia olvidada que une a las dos sagradas instituciones, comprendiendo que tal vez aun haya esperanza para ese mundo devastado con el paso de los eones.Desafortunadamente, por sus caracteristicas, Zoe y Aatami no encajan demasiado bien con el entorno, de modo que su viaje para salvar el mundo implicara evitar conflictos mediante una estudiada distancia respecto a cualquier ser humano y, sobre todo, en tratar de no morir. El pronostico, por supuesto, no es bueno para ninguno de los implicados.

  • El olor de las casas de los demas de Bonnie-sue Hitchcock

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  • El Loro En El Limonero de Chris Stewart

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    Las vidas de Chris, Ana y su hija Chloe continuan en su cortijo El Valero. Un loro algo misantropo se colara en la familia, la chica lleva adelante su vida escolar en el pueblo, montan el telefono, los vecinos siguen con sus algo locas historias de amor y pendencias, y de golpe descubren que su amado valle quizas este una vez mas bajo la amenaza de ser sumergido por la construccion de una presa. Al mismo tiempo comienza la vida literaria de Chris y, tras el exito de su primer libro, Entre limones, los periodistas hacen el sendero del aislado cortijo hasta golpear inesperadamente su puerta y el hace recuento de su anterior vida: los duros tiempos en que iba a esquilar ovejas a Suecia (cruzando mares helados para llegar a remotas granjas); su primera toma de contacto con Espana para aprender a tocar la guitarra flamenca a los 20 anos; o su ilustrisima carrera musical, primero como bateria de un grupo escolar llamado Genesis (expulsado a los 17 anos, nunca hubiera podido ser un Phil Collins) y con su paso por el circo de sir Robert Fossett. Nuevos e irresistibles episodios de una historia entre limones.

  • Fuego en la montana de Penelope Dunn

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    Laura viene saliendo de una relacion toxica y tortuosa, y su amiga la ayuda a despejarse invitandola a pasar unos dias de vacaciones a la montana.

  • La Isla de las Voces de Robert Louis Stevenson

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    Stevenson fue un artifice del estilo. Creia que el ejercicio de la prosa es mas dificil que el del verso, ya que una vez compuesto un verso, este nos da el modelo para los otros, en tanto que la prosa exige variaciones continuas, gratas y encadenadas. Estudio el predominio de un sonido sobre otro y el juego eficaz de sus transiciones. El hecho de que en todas las literaturas el verso es anterior a la prosa parece justificar su tesis. ... Dos de los cuentos de este volumen tienen por escenario los mares del sur. Markheim ocurre en una ciudad indeterminada; Thrawn Janet en Escocia. Los he elegido porque son los que siguen perdurando en mi vieja memoria. Desde la ninez, Robert Louis Stevenson ha sido para mi una de las formas de la felicidad. Jorge Luis Borges

  • La fiera de las Highlands de Emma G. Fraser

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    Fort William. Invierno de 1740.
    Morrigan Campbell se encuentra entre la espada y la pared. Su padre la ha convocado para organizar un grupo de ladrones con el que robar a los ingleses, que no hacen mas que subir los impuestos, dejando en la miseria a gran parte de los escoceses. Sin embargo, Craig Murray, su marido, es un soldado que esta al servicio de los ingleses. Los obligaron a casarse siendo muy jovenes, no obstante, se aman como nunca lo hubieran imaginado.Sus vidas cambiaran para siempre cuando las obligaciones de Craig y el amor de Keith Cameron por Morrigan se interpongan entre ellos.

  • Fragmentos (Partials), Dan Wells de Dan Wells

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  • Familia de estrellas de Danielle Steel

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    Un homenaje de Danielle Steel a las mujeres fuertes que no se dejan vencer por las adversidades.

  • Mi negro pasado (Como agua para chocolate 3) de Laura Esquivel

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  • Fernando VII de Emilio La Parra

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    Fernando VII (1784-1833) ha sido considerado uno de los monarcas mas nefastos de la historia de Espana, tanto por su caracter, muy influenciable, determinado por su doblez y desconfianza hacia todo y hacia todos, como por sus actuaciones. Autoritario y cruel, ejercio un acusado poder personal y reprimio toda disidencia. Entre otras consecuencias, ello supuso la perdida de casi la totalidad de las colonias americanas y el declive de Espana como potencia internacional.
    Basado en multiples fuentes y documentos, en los relatos de la epoca y en las interpretaciones de la historiografia actual, Fernando VII. Un rey deseado y detestado --brillante ganador del XXX Premio Comillas de Historia, Biografia y Memorias en 2018-- traza la biografia de este contradictorio monarca, mitificado por algunos de sus contemporaneos, que lo convirtieron en el rey virtuoso e inocente, y detestado al mismo tiempo por casi todos. Su reinado marco el final de una epoca y el inicio de la politica moderna en Espana.

  • El hombre que caminaba solo de Claudio Hernandez

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    Un pasado turbio. Maria Angels esta postrada en una silla de ruedas y no puede quitarse de la cabeza el recuerdo de la cara de su hija, emergiendo del agua; tomando aire. Una cara que desdibujaba todos los rostros del espanto; sus ojos abiertos. Su boca en una O perfecta gritando a voz en vivo que la ayudaran. Sin embargo, se ahogo. Emilio, su pareja, se tiro al agua, pero solo pudo salvar a su propia hija; Aina. Desde entonces, cada dia que amanece es un calvario y cada noche que acecha es un vomito. Treinta anos despues, en Amer, cuando caen las primeras castanas de los castanos, vienen los asesinatos. Emilio descubre varios dedos adoptando una forma estrangulada, que emergen de unas hojas secas. Los dedos muestran un color purpureo y el hombre que caminaba solo, desde siempre, coge el telefono movil y avisa a la Policia Local. Cuando el coche patrulla con sus brillantes luces azules destellando entre las ramas de los arboles llega, Emilio no recuerda nada. El Alzheimer se le presenta en cualquier momento, pero cuando esta lucido, regresa el perfil intelecto de su profesion, la psiquiatria, de la que ya no ejerce. Unas horas mas tarde, cuando el juez forense levanta el cadaver, descubre que se trata de su hija Aina. Enloquece y sospecha de su hijo; al que abandono treinta anos atras. Sin embargo, las huellas y el ADN encontrado en el cuerpo de su hija, son de si misma. Y las muertes se suceden alrededor de su familia y todas las sospechas conducen a su hija muerta. Entonces el inspector de Policia Andres, de pocos modales y gran vicio por el tabaco, toma el relevo de la investigacion con su peculiar astucia. Y no es casualidad que el inspector Andres este alli.

  • Armas de titanes de Tim Ferriss

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    Durante dos anos Tim Ferriss realizo entrevistas en profundidad a mas de doscientos destacados personajes para su podcast The Tim Ferriss Show. Este libro recoge las rutinas, trucos, consejos, ejercicios y tacticas que estos triunfadores le contaron.

  • Te esperare todos los dias de Karla Trier

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    Sheila iba preparada para las vacaciones de su vida: el sol del sur, playas, fiestas y risas en su largo viaje en solitario.
    Lo que no imagino fue que Manu, un entrenador que trabaja para el estado, iba a hacer sus vacaciones aun mas interesantes. No solo por la atraccion, si no porque ese feeling se convirtio, para sorpresa de ella, en mucho mas. Pero las cosas no son tan sencillas en la vida, todo el mundo oculta secretos o tiene cosas que no quiere contar. Quizas hay que dejarse llevar y tomarse la historia como un amor de verano. ?O quizas los sentimientos ya son demasiado fuertes para eso?
    Una divertida novela en la que los personajes te enamoraran tanto como te haran reir.

  • Tengo los huesos desencajados de Miranda Trauma

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    ?Como sobrevive nuestro pie a unos zapatos de tacon? ?Y nuestros hombros a esos fantasticos bolsos de ocho kilos llenos de cosas <>? ?Por que hay que perder peso si sufres artrosis? ?Se puede prevenir un latigazo cervical? ?Como evitar posturas sexuales que danen tus articulaciones?

  • Y donde tu seas, yo sere (Samsari 2) de Mia Martin

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    Segunda entrega de la trilogia <>, iniciada con Di mi nombre.

  • La tia Cosima de Florencia Bonelli

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    En mis tiempos no tenia nombre. Ahora lo llaman bullying. Treinta y tres anos atras, con solo trece y una familia deshecha, comence a padecer las burlas y las agresiones de mis companeros del secundario, aunque, si debo ser justa, el que llevaba la voz cantante en la aplicacion del tormento era uno; los demas seguian su batuta como los obedientes musicos de una orquesta. Tomarme de punto no se presentaba como un desafio a la inteligencia ni un comportamiento original. Nada en mi inspiraba la palabra hermoso, ni siquiera lindo o agradable. Gorda, estrabica, palida, lo que realzaba la ligera pelusa negra sobre el labio superior, dientes chuecos y cejuda, encarnaba el epitome del objeto de burla. Los lentes con el parche en el ojo bueno se convirtieron en la frutilla del postre. Como solia ocurrir en mi vida, nada podia ser normal ni simple, por lo que a ese cumulo de desventajas fisicas se le asociaba un nombre con el cual llegue a reconciliarme, pero que en aquella instancia lo juzgue un castigo: Cosima. Lo habia elegido mi padre, y mi madre, como de costumbre, no habia dicho ni mu. El, empecinado en que me bautizasen en honor a su adorada madre italiana, me habia echado una maldicion. Para colmo, me llamaba solo Cosima. Cosima Facchinetti. Nada de Maria Cosima o Cosima Alejandra, que me habria permitido escapar por la variante. Simplemente Cosima, lo cual a el, mi atormentador, le inspiro la ocurrencia de apodarme la tia Cosima, en referencia al tio Cosa, el personaje de Los locos Adams. Confieso que habria deseado poseer un cabello tan tupido y largo que me cubriese de pies a cabeza. La agresividad de el me tomo inadvertida; no me la esperaba porque habiamos pasado juntos el verano del 82 y nos habiamos hecho amigos. Su familia, los Lanz Reuter, muy adinerados, poseia una quinta en el mismo country de mi madrina; es mas, los terrenos colindaban. Yo estaba alli porque mi madre habia caido en una depresion luego del abandono de mi padre y se olvidaba de mi. No cocinaba, no lavaba la ropa, no limpiaba, no hacia las compras, no pagaba las cuentas. Transcurria el tiempo echada en la cama, llorando un rato, insultando a mi padre en el proximo. Un dia, muerta de hambre, hurgue en su cartera en busca de dinero, decidida a embarcarme en una hazana digna de Indiana Jones, mi heroe favorito: caminar varias cuadras hasta el supermercado para comprar algo que llevarme a la boca. Yo, que jamas iba sola a ninguna parte, encontraba aterradora al tiempo que fascinante la oportunidad de salir en busca de comida. La aventura quedo en la nada cuando me di cuenta de que no habia ni un centavo en la billetera. En ese momento llamo mi madrina y la cuestion se zanjo rapidamente: me iria con ella a la quinta a pasar el verano mientras mi madre se recuperaba de la defeccion de mi padre. Lo conoci una tarde de enero, en la que, aburrida, sali a caminar. En realidad ya lo conocia; lo habia espiado varias veces mientras el se divertia en la piscina de su casa con una nena, la hermana menor, deduje. No le distinguia los rasgos desde esa distancia; sin embargo, al cruzarmelo en la calle supe que era el. Paso velozmente en la bici en direccion contraria. Segui caminando como si se hubiese tratado del viento, pese a que el corazon me bailo en el pecho. Unos segundos despues me alcanzaron el estruendo de un golpe y un grito. Me gire y lo vi caido en la calle; le salia sangre por la nariz. Corri a auxiliarlo. En silencio, sin intercambiar palabra, lo ayude a sentarse en el cordon. --Pone la cabeza hacia atras --le indique, familiarizada como estaba con los sangrados nasales. Me obedecio sin chistar. A continuacion le acerque mi panuelo --era previsora, jamas salia sin panuelo-- y se lo presione contra la nariz. Abrio los ojos, asombrado, y me quede mirandolo, cautivada pataleo que escapaba a mi mente de nina de doce anos, pero que percibia de ninera instintiva. Con el tiempo comprendi que se habia tratado de la tristeza de hallarme frente a una de las maravillas del mundo moderno, sus ojos, los mas bellos que he visto. Aun hoy desafio a quien sea a encontrar otros mas perfectos. De un azul cobalto, eran tan grandes que resultaban desproporcionados en su rostro de nene. Y, si su cabello era rubio, muy rubio, las pestanas, en cambio, eran negrisimas. Con los anos fui descubriendole otras perfecciones, como una nariz pequena y delgada , labios bien delineados, dientes parejos y mandibulas fuertes, hallazgos que solo servian para confirmar la belleza de el y acentuar mi fealdad. Cuestion que lo ayude a restanar la hemorragia nasal y lo acompane a su casa, caminando, porque la rueda de la bicicleta se habia torcido. No le pregunte que le habia sucedido; percibia que lo mortificaba que lo hubiese visto caido. El, en cambio, me ataco para aliviar el dolor causado por el orgullo herido. --Vos sos la que me espias cuando estoy en la pileta, ?no? --Si. --?Por que me espias? --No te espio solo a vos --me defendi--. Tambien miro a la nena. --Mi hermana --ratifico--. ?Por que nos espias? --Porque me divierte verlos. --?Queres venir a jugar a mi casa manana? --?A la pileta? --Si --contesto sin darse cuenta que la invitacion me gustaba poco y nada. Despues de haber padecido durante anos los comentarios acidos de mi padre acerca de mis habitos alimentarios y de las formas rellenas de mi cuerpo, vestir traje de bano me acomplejaba. Igualmente ese verano del 82 fuimos inseparables, el, su hermana Nora y yo. Desde la manana hasta la noche, haciamos todo juntos. Jamas habia sido tan feliz y, pese a que mi padre habia desaparecido de la faz de la Tierra despues de haber vaciado su empresa, por la noche ya no lloraba sino que imaginaba las aventuras que emprenderia con Ignacio al dia siguiente. Asi se llamaba, Ignacio; hasta nombre perfecto tenia. Aun recuerdo con claridad el instante en que me pregunto el mio. --Cosima --susurre. --?Que? --Co-si-ma. --Alzo las cejas en abierto asombro y yo me apresure a aclarar-: Es italiano -- como si la excusa valiese para justificar su rareza. Ignacio era vanidoso, manipulador y egoista, y Nora y yo acababamos haciendo lo que el queria. Si jugabamos a un juego de mesa y el iba perdiendo, lo que ocurria con frecuencia, abandonaba; simplemente decia: "Me harte"; se levantaba y se iba. Si jugabamos al viejito, teniamos que permitirle que nos atrapase, en caso contrario se ponia de mal humor. Atrapar a Nora resultaba facil; a mi no tanto, porque, pese a mis kilos de mas, era rapida y corria en zig zag, algo que lo irritaba sobremanera. El, que practicaba rugby y se consideraba uno de los mejores del equipo, no podia permitirse que una gordita bizca lo venciese. Si jugabamos a las escondidas y yo era la que contaba, lo dejaba llegar a la piedra antes de atraparlo; si contaba el, me escondia en un lugar visible para que me descubriese con facilidad. Pequenas concesiones que valian la pena si ayudaban a mantenerlo de buen humor, porque cuando estaba contento y sonreia era la vision mas esplendorosa que yo habia contemplado. De noche, antes de quedarme dormida, fantaseaba con que "se me largaba", como deciamos para significar que me pedia que fuese su novia. Nunca se me largo y, aunque no deberia haberme desilusionado, consciente de que el era demasiado hermoso para mi, lo hice, me desilusione. Que el marcase mis defectos me lastimaba profundamente. Una tarde me pregunto: --?Con que ojo me miras? --Con los dos. --?Ves doble como Clarence? --Hablaba del leon de la serie Daktari. --No --me apresure a contestar, aunque la respuesta debio haber sido si. --?Vas a tener el ojo torcido toda la vida? --Uso lentes y un parche en el ojo bueno para curarme. --?Un parche? ?Como un pirata? --Asenti--. Nunca te vi con el parche; tampoco con los lentes. --Estoy de vacaciones --me excuse. --?Y los lentes y el parche te van a enderezar el ojo? --Tal vez. --Porque no es muy lindo tener un ojo chueco. A mi me pone incomodo porque no se a cual de tus ojos tengo que mirar. Tambien me hirio profundamente cuando uno de sus amigos de rugby paso dos dias en la quinta y el me ignoro; ni siquiera me contesto cuando lo salude. Aferro a su amigo por el brazo y camino deprisa con la clara intencion de alejarse de mi. Jugue con Nora, pero no era lo mismo. Ignacio poseia un entusiasmo ausente en su hermana menor. El amigo se fue y el me busco, y yo lo recibi como si nada hubiese sucedido. Solo me limite a preguntarle: --?Por que no me saludaste el otro dia? --lo que merecio una encogida de hombros como respuesta--. ?Estabas enojado conmigo? --insisti. --No --fue todo lo que dijo. Una noche, casi al final de las vacaciones, mientras pensaba en mi principe azul, me sobresaltaron unos golpecitos en la ventana. Levante la persiana y ahi estaba el. Lloviznaba, por lo que tenia el rostro y el pelo cubiertos por una fina capa de agua. Abri. El se trepo con destreza y salto dentro. Observe sus zapatillas mojadas y embarradas y el piso de madera, y no me atrevi a pedirle que se las quitase. El no se percato de que lo ensuciaba. ?Que pasa? ?Que haces aqui a esta hora? Se quedo mirandome con una expresion en la que sus ojos azules y enormes me contemplaban con un gesto desolado. Me di cuenta de que las gotas de lluvia se le mezclaban con lagrimas y de que le temblaba la barbilla. --Mi papa y mi mama se van a separar --susurro, corto de aliento--. Nos lo dijeron esta noche, a Nora y a mi, despues de cenar. El quebranto en su voz y su semblante desvalido me causaron una impresion indeleble. El heroe vencido. La impresion enseguida se volvio compasion. Lo tome de la mano y lo conduje hasta la cama, donde lo obligue a sentarse en el borde. Le saque las zapatillas embarradas antes de indicarle que subiese. Nos sentamos como los indios, uno frente al otro. Habia resultado emocionante y extrano tocarlo y sentirlo confiado, mas bien entregado, mientras yo lo guiaba. El corazon me latia rapidamente. --?Tu papa se va de tu casa y ustedes se quedan con tu mama? --pregunte al fin. --No se --balbuceo y se limpio la nariz con la manga del pijama--. Creo que si. --Seguro que ustedes van a vivir con ella y a tu papa lo van a ver los fines de semana. Vos y Nora tienen suerte. Alzo la vista y me destino un ceno cargado de fastidio. --?Suerte, Cosima? Yo no veo la suerte por ningun lado. --Tienen suerte porque al menos tu papa no va a desaparecer como el mio. --Se le relajo el entrecejo y separo los labios para hablar, pero no emitio sonido--. Al menos tu papa y tu mama les avisaron que se iban a separar. Yo me entere antes de Navidad, un dia en que volvimos a casa con mama y ella empezo a gritar como loca cuando se dio cuenta de que papa habia hecho las valijas y se habia ido. --?Y ahora donde esta? Tu papa --aclaro, y yo me encogi de hombros--. ?No sabes donde esta tu papa? --se escandalizo. --No. Mama tampoco sabe. Y se lo pasa en la cama llorando. No se que vamos a hacer --me atrevi a murmurar, pues era mi gran preocupacion. Esos dias con Ignacio y Nora constituian un sueno, un recreo. Yo sabia que, tarde o temprano, el despertador sonaria y tendria que regresar a la nefasta realidad. ?Que queres decir con que no sabes que van a hacer? Resultaba evidente que mi situacion, a la cual juzgaba mas tragica que la suya, le interesaba al tiempo que despojaba de dramatismo a su coyuntura. --Nadie me lo dice, pero yo oi a mama cuando hablaba con mi madrina y le contaba que estamos en la quiebra. Mi papa se llevo toda la plata. No tenemos un peso. Abrio grandes los ojos y dibujo una "o" muda con sus labios suculentos y perfectos. Nada de lo explicado antes lo habia asombrado tanto como la noticia de la pesima situacion economica en la que nos encontrabamos mi madre y yo. --Papa se llevo todo --recalque-- y nos dejo a mama y a mi solas y sin nada. --Hijo de puta --murmuro, y yo me sobresalte pues nunca deciamos palabrotas--. Cuando yo me case --prosiguio, ajeno a mi estupor-- le voy a dar mucho dinero a mi esposa y jamas la voy a abandonar. Nada dije; me limite a envidiar a la chica que se convertiria en su esposa con un sentimiento fuerte, nuevo e incomodo. --?Queres leche con Nesquik y Merengadas? --le ofreci. Sabia Dios que yo las necesitaba --Si, que rico. Regrese con el botin, al cual habia agregado unas Sonrisas de frambuesa, las favoritas de Ignacio. Comimos en silencio. Yo bebia la leche y me esforzaba por no hacer ruido al tragar. Aunque apenas picoteaba una Merengada para que no pensase que era una gorda, me moria por retorcer el merengue y paparme una detras de la otra. A el le importaba todo muy poco excepto satisfacer su deseo, por lo que tragaba y masticaba con la educacion de un chimpance. En mi opinion, las confesiones reveladas y la comida compartida acababan de sellar una amistad perfecta en esa noche lluviosa de verano. Nunca me habia sentido tan cerca ni unida a otro ser humano como a Ignacio Lanz Reuter. Nos quedamos dormidos despues de acabar la leche y de charlar acerca de los pros y los contras de tener los padres juntos o separados. Nos reimos hasta que nos dolio la panza llena de Nesquik. A veces se quedaba callado y me miraba fijamente el ojo bueno, y yo deseaba convertirme en la Cenicienta, que era la chica mas hermosa que yo conocia, para inspirarle lo mismo que experimentaba yo al observarlo a el. Hubo un instante en el que fantasee con que se me largaria, no lo hizo. Igualmente, esa me parecio la mejor noche de mi vida. Por eso, cuando dos semanas mas tarde nos encontramos en el Saint Peter's English School senti alivio y felicidad. Era mi primer dia en esa escuela nueva y amenazadora; el, en cambio, la conocia desde jardin de infantes. Me acerque medio corriendo y lo salude. Lanz me destino una mirada como la que se le destinaria a un marciano. Dio media vuelta y se alejo. Me quede de una pieza. El desprecio que me habia hecho durante la visita de su companero de rugby se repetia, solo que en esta oportunidad no duraria dos dias sino que se prolongaria durante cinco anos, los peores cinco anos de mi vida. Esos recuerdos evoque la manana del 20 de mayo de 2015 cuando Marita, mi asistente, me entrego el tazon con cafe con leche y el listado de pacientes y distingui entre los nombres el de Ignacio Lanz Reuter. Despues de tantos anos su nombre aun me afectaba. Ese no era su nombre pues mis pacientes eran exclusivamente ninos. Debia de tratarse de su hijo; resultaba improbable que hubiese muchos Ignacio Lanz Reuter en Buenos Aires. --?Quien llamo para fijar la cita con este nene? Ignacio Lanz Reuter --aclare y lo senale. --?Asi se pronuncia? ?Roiter? --pregunto Marita y yo asenti--. Llamo la secretaria del padre, una mujer muy eficiente, muy profesional, diria casi maquinal, y se mostro insistente en que le dieramos el primer turno disponible, que pagarian lo que fuese para que vos atendieras a Ignacio lo antes posible. --?Asi dijo, que pagarian lo que fuese? --Que pagarian lo que fuese --repitio mi asistente--. Palabras exactas. Sonrei con ironia y sacudi la cabeza. Acababa de confirmar que se trataba de el. Por lo visto, las manas del senor Lanz Reuter no formaban parte del pasado. En su listado de valores el dinero y la belleza fisica constituian los pilares sobre los que se apoyaba el sentido de la vida, por lo que yo, fea y pobre, no tenia derecho a existir. Se trataba de un concepto en el que se habia empenado para que lo aprendiese. Sus metodos pedagogicos se refinaban de ano en ano. Un dia, en tercero, me encaro con su cohorte de idiotas, que le festejaban las bromas con risas similares a las de las hienas. --Tia Cosima, ?como haces para venir a este colegio si tu mama no puede pagarlo? Lo mire a los ojos y no le conteste. El sabia mejor que nadie que asistia a esa escuela carisima porque mi madrina, que era la directora, pagaba la cuota con un buen descuento. En caso de depender del sueldo de administrativa de mi madre habria concurrido a una escuela publica. En ocasiones, cuando las bromas y los comentarios de Lanz Reuter se volvian insoportables, le pedia a mi madre que me sacase del Saint Peter's. Me observaba con la mirada nublada de quien consume pastillas para regular la mayor parte de las funciones vitales y respondia simplemente "no". Intentar explicarle que el mio no era un capricho habria sido lo mismo que proponerme atrapar el viento con las manos, por lo que, como de costumbre, escondia mis sentimientos y seguia yendo a esa escuela a la que detestaba. El dia en que Lanz Reuter me pregunto por que iba al Saint Peter's si mi madre no podia pagarlo le sostuve la mirada hasta que se presento Carlitos Naum para defenderme como un caballero de brillante armadura, solo que mi caballero media un metro cincuenta y siete, pesaba cuarenta kilos y tenia pies equinovaros. Lanz Reuter lo apodaba Cuasimodo, aunque sabia bien que los defectos fisicos de mi querido amigo se compensaban con un coeficiente intelectual altisimo. Yo amaba y admiraba a Carlitos tanto como a mi golden retriever Indiana. Con ellos dos en el mundo, me convencia, no necesitaba de nadie, solo de una cuota de valor diaria para soportar las horas en esa maldita escuela. --Vamos, Cosi --intervino Carlitos y me tendio la mano--. No le hagas caso a este idiota. --?A quien le decis idiota, vos, Cuasimodo? --Haces bien en preguntar, Lanz Reuter. --Pronunciaba el apellido con la fonetica castellana porque sabia cuanto detestaba Ignacio que no se respetase la alemana--. Con tanto imbecil aqui --aclaro y barrio con el dedo a sus amigotes-- no podes saber a quien me refiero. Pero resulta ser que me refiero a vos, que sos el rey de los idiotas. Lanz, que con los anos y la practica del rugby se habia vuelto un mastodonte, lo empujo apenas. Carlitos, debil y poco equilibrado a causa de sus pies zambos, cayo sentado. Salte a socorrerlo. Lanz me retuvo por el brazo y me sonrio con malicia al decirme: --Que se levante solo, si puede, tu amigo el rengo.

  • Las raices del angel de Lucinda Riley

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    Una historia de olvido y recuerdo cuyas raices se hundiran en lo mas profundo de nuestra memoria.

  • El expreso de la Luz Negra de Philip Reeve

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    No es la primera vez que Zen y Nova viajan de un planeta a otro en tren. Provienen del Imperio de la Red, cuyas vias ferreas recorren media galaxia. Pero esta vez es distinto. Han pasado por un portal interplanetario que ni siquiera deberia existir. Han hecho cosas terribles para poder abrirlo, no saben a donde les conduce, y no esta nada claro que puedan regresar.

  • Guardar para Siempre de Lexy Timms

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    Esta es la Parte 5 de una serie de 8 libros

  • Donde la vida nos lleve de Monica Mira

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    ?Como sobrevive el amor al paso del tiempo? ?Se puede querer incondicionalmente a otra persona?

  • Las naranjas de Paris de L. A. Cooper

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    Hay estudios que afirman que para lograr superar una ruptura, una persona tarda aproximadamente tres meses por cada ano de relacion. No importa la intensidad, la cercania o la razon de la separacion, matematicamente hablando, solo hacen falta noventa dias para dejar atras trescientos sesenta y cinco. Por aquel entonces ya se habian cumplido los seis meses reglamentarios que Luis supuestamente necesitaba para superar el final de la relacion de dos anos con su exnovia. Lo habia intentado todo para dejar de pensar en ella. Salir de fiesta, viajar, encerrarse en casa, leer…, pero nada habia funcionado lo suficiente. Solo el tiempo lo estaba ayudando. El tiempo que aquel estudio decia, era eso lo unico que le ayudaba a seguir adelante y no venirse abajo. Eran las ocho de la manana de un martes siete de octubre cuando se desperto de aquel horrible sueno. Caminaba hasta el altar de la mano de su exnovia, feliz, extasiado, ilusionado por estar a punto de comenzar una nueva vida al lado del amor de su vida. Todo era perfecto hasta el momento en el que ella tenia que responder <>; era entonces cuando la joven se transformaba en una especie de serpiente gigante causando el panico de todos los presentes. El, de piedra pero aun enamorado, se quedaba viendola fijamente a los ojos, en silencio, detallando cada centimetro de la mirada de aquel espantoso bicho. <> le preguntaba despues de unos segundos. Y entonces, cuando estaba a punto de recibir una respuesta, se levanto. Su cuerpo estaba tan sudado que cualquiera que lo viese en ese momento pensaria que se habia acabado de dar una ducha. Su corazon latia como el trote de una manada de bisontes en un arido desierto. Y su cabeza, aun confundida, habia empezado un largo proceso de maquinacion con el fin de encontrar un significado a tan terrible pesadilla. Penso que darse un bano le ayudaria a despejarse, asi que fue lo primero que hizo despues de retorcerse en un crujiente e intenso estiramiento. Trabajaba con su padre por las mananas; aquel martes tenia que organizar un archivador con cientos de documentos. No era algo que realmente le gustase hacer, pero <>. Asi, mientras movia papeles y carpetas de un lado a otro, recordo que aquella tarde quedaria con Lindsay, una amiga americana que habia conocido casi tres anos atras en una fiesta de estudiantes internacionales que se celebraba en una de las discotecas mas importantes de la capital espanola. El contacto entre ambos habia sido practicamente nulo desde entonces. Ella habia vuelto a Estados Unidos y luego habia pasado un tiempo viviendo en Mallorca. El habia estado totalmente centrado en la relacion con su exnovia. Estaba nervioso. Por alguna razon sentia que dicho encuentro marcaria un antes y un despues para el. Acababa de leer El Alquimista de Paulo Coelho y tenia muy presente el tema del destino y de las oportunidades que no se pueden desaprovechar. Paso el resto de la manana y parte de la tarde ordenando papeles. Se tomo un segundo para revisar la hora en su reloj y fue cuando se dio cuenta de que habia estado demasiado concentrado en los archivos. Eran las cinco de la tarde y habia quedado con su amiga a las seis y media; tomando en cuenta que vivia en las afuertas de Madrid y que habian quedado en el centro, no le quedaba mucho tiempo para salir. Se vistio tan rapido como pudo. Una camisa, una chaqueta ligera que lo abrigase de los quince grados de temperatura que marcaba el termometro de su telefono y unos vaqueros comodos. Finalmente se perfumo con una colonia que encontro en el cuarto de su hermano, salio de casa y se subio al autobus rumbo a Moncloa, un distrito cercano a Ciudad Universitaria donde habia quedado con Lindsay. Durante el trayecto, pensaba en lo curioso que era quedar con una americana tan lejos de aquel pais. Luis era venezolano, por lo que la peculiaridad de la cita era aun mayor. Siempre habia sentido una predileccion especial por todo lo que tuviera que ver con Estados Unidos, y llevaba anos queriendo tener algun amigo americano, ahora tenia la oportunidad de hacerlo y, tratandose de una chica, todo era el doble de bueno. Llego al punto de encuentro primero que ella, asi que se quedo esperando recostado de una pared cercana a la salida de la estacion de metro de Moncloa. Hacia un dia precioso. Ni rastro de nubes en el cielo ni molestas rachas de viento. Empezaba a atardecer y Luis se quedo viendo el cielo mientras la voz de Lenny Kravitz viajaba por los cables de los auriculares hasta sus oidos. Lindsay llego unos minutos despues. Vestia una chaqueta ligera de color azul oscuro y unos vaqueros; su cabello lo llevaba recogido en un mono. No habia cambiado mucho desde la ultima vez que Luis la habia visto. El la saludo con dos besos y mientras se ponian al dia, empezaron a caminar hasta una cerveceria que habia no muy lejos de ahi. Para Luis, en un principio, aquel encuentro era complicado, no por culpa de Lindsay, quien hacia todo mucho mas sencillo, sino por su propia culpa. Era la primera vez que quedaba a solas con una chica desde que lo habia dejado con su ex. Sabiendo lo enamoradizo que era, tenia miedo de empezar a sentir algo por alguien nuevamente. --Entonces ?que has venido a hacer a Madrid este ano? -- pregunto el. --Ahora estoy trabajando como auxiliar de ingles en un colegio. Pero la verdadera razon es que quiero quedarme haciendo un master aqui y para eso necesito mejorar mi espanol. --?No lo hablas perfectamente? -- pregunto el joven confundido. Llevaban ya unos cuantos minutos hablando en espanol y Lindsay no habia cometido error alguno. --No, necesito tener un nivel C1 y a veces cometo errores. Ademas, hacer un master requiere mucho mas nivel que una conversacion normal -- contesto ella. Luis penso que seria un buen gesto ofrecerse para ayudarla a mejorar su espanol, asi que le sugirio quedar tantas veces como le hiciese falta; no habia mejor forma de aprender un idioma que practicarlo. Y, si ademas se podian tomar unas cervezas al mismo tiempo, todo sonaba mucho mejor. La conversacion siguio su curso. De vez en cuando habia algun silencio, que, para sorpresa del joven, no resultaba incomodo. Era como si no hubiera mejor forma de estar en silencio que con Lindsay en frente de el. Aquello le recordo a su epoca universitaria, por aquel entonces logro convencer a Elena, una chica que le gustaba mucho, de quedar una tarde para tomarse algo. Lo que en un principio era para el una oportunidad de empezar a salir con una chica espectacular, se termino convirtiendo en un calvario. Habia tantos momentos de silencio que el joven empezo a desear que todo acabase para irse a casa. --?Sabes que te pareces mucho a la protagonista de Bajo la misma estrella? -- dijo Luis despues de dar un largo trago a su botellin de cerveza. Ella se quedo mirandolo en silencio. Definitivamente era la primera vez que le habian dicho eso. Sin embargo, la chica de la pelicula era guapa, por lo que sonrio al suponer que la comparacion era un piropo. --Nunca me lo habian dicho -- dijo sonrojada. --Creo que va a ser hora de que me vaya, no se cuando sale el ultimo autobus hasta Majadahonda -- dijo Luis apenado. Era raro en el, pero despues de un par de horas seguia teniendo ganas de hablar con ella. Se despidieron poco despues. Ambos parecian igual de interesados en verse nuevamente, asi que decidieron hablar por Whatsapp unos dias despues para acordar el proximo encuentro. Luis caminaba a la estacion de autobuses cuando ocurrio aquello que lo cambiaria todo; la pulsera de oro que le habia regalado su exnovia hacia casi tres anos y que aun llevaba puesta en su muneca izquierda, se solto. El joven se detuvo y sus pulsaciones empezaron a subir deliberadamente. Era la primera vez que aquel brazalete se soltaba de su mano desde que se lo habia puesto. Habia jugado tenis, golf, nadado, levantado pesas…, y nada habia sido suficiente para soltarlo. Y ahora, sin esfuerzo alguno de por medio, se habia desprendido como si de ella dependiese hacerlo. Una complaciente sonrisa atraveso la cara del joven. <> se dijo a si mismo antes de guardar la pulsera en su bolsillo. Luego entro en el autobus, se sento y se quedo con la mirada perdida. <> penso. Capitulo dos Aquel domingo treinta de noviembre Luis se levanto casi a la una de la tarde. Su cabeza latia levemente por haberse bebido unas cuantas cervezas el dia anterior. La ultima vez que habia quedado con Lindsay habia estado a punto de besarla. Ambos habian bebido durante horas y la conversacion habia ido mejorando al mismo ritmo que las botellas llegaban y se iban. Fue casi antes de tener que volver a casa cuando Luis aprovecho para regalarle una rosa; ella acepto encantada, y entonces cuando el creyo que era el momento perfecto para besarla, le dio un ataque de nervios y fue incapaz de dar el paso. Ahora solo pensaba en lo tonto que habia sido. Llevaba mas de una semana sin hablar con ella y seguramente todo se debia a que ella se habia aburrido de el. Tenia toda la razon de hacerlo. <> se dijo a si mismo; El Alquimista siempre tenia razon. Le habia enviado un mensaje el viernes que no habia sido contestado; luego el sabado la habia felicitado por su cumpleanos y ella agradecio el gesto sin decir nada mas. Estaba mas que claro que todo habia acabado. Aquel iba a ser un domingo cualquiera, como todos; aburrido, gris, de peliculas tristes y television mala. Sin embargo, por alguna razon hasta el momento inexplicable para Luis, Lindsay aparecio. <> decia el mensaje que recibio en su movil a eso de las tres de la tarde. No tenia sentido. Ella se habia aburrido de el ?no? Le habia hecho pagar el no aprovechar la oportunidad de besarla. ?Por que aparecer otra vez? <> penso Luis mientras releia el mensaje con incredulidad. <> respondio. Sus manos temblaban ligeramente. Ella acepto minutos despues. Una fuerte mezcla de nervios y alegria invadio el cuerpo del joven. Por un lado se sentia bien, tenia una nueva oportunidad para hacer lo que no habia podido hacer unos dias atras. Sin embargo, eso mismo era lo que lo tenia tan nervioso, el hecho de que esa noche seria <>; tenia que besarla si o si, no hacerlo significaria dejar escapar la ultima oportunidad de dar un paso mas en la relacion. Y Lindsay parecia alguien con quien valia la pena avanzar. Ya casi eran las cinco de la tarde cuando Luis decidio vestirse y arreglarse para la cita. Se puso una camisa de tela de vaquero en conjunto con un pantalon del mismo estilo. Ya era invierno, asi que se abrigo con una chaqueta de nailon color azul marino, y despues de atar sus zapatos Timberland de cuerro marron, se peino y se perfumo frente al espejo de su cuarto de bano. --?Listos? -- se pregunto a si mismo. --Listos -- respondio su alter ego. * El camino en autobus fue totalmente reflexivo. Luis no paraba de intentar pensar y elaborar una tecnica infalible para besar a Lindsay, pero todas tenian fallos. No habia forma de planearlo, iba a tener que improvisar. Era la primera vez que lo haria, por lo que aquello lo ponia aun mas nervioso. Jamas habia tenido dudas de besar o no a una chica, siempre habia ido seguro de si mismo; lo que le pasaba con Lindsay no tenia precedente. Con la cara recostada de la ventana del autobus, penso en lo mucho que habia cambiado su vida en tan solo unos meses. Es increible pensar que dia a dia nuestra vida no cambia en absoluto, pero cuando expandimos la linea de tiempo, nos damos cuenta de cuantas cosas son diferentes en el presente. Aquella tarde Lindsay estaba mas hermosa que nunca, Luis no sabia si era porque llevaba tiempo sin verla o porque subconscientemente le estaba cogiendo carino. Fueron a la misma cerveceria de siempre. Cosmopolitan. Estuvieron un rato hablando de cosas sin importancia y al poco a poco la conversacion fue tomando tintes mas intimos. --?En serio tu primer beso fue casi a los diecisiete? -- pregunto Lindsay. --Si, y tarde casi un ano para el segundo, ambos fueron con chicas que ni siquiera me gustaban -- rio Luis. Todo estaba siguiendo el camino correcto para acabar como Luis queria que acabase, asi que penso que seria mejor continuar la conversacion en El Chapandaz, una especie de taberna que quedaba a unos pasos del Cosmopolitan y que, al ofrecer una luz mas tenue, un ambiente mas acogedor y un volumen de musica mayor, aumentaba las posibilidades de beso en un doscientos por ciento. Una vez sentados en el nuevo bar, reanudaron la conversacion que habian empezado minutos antes. --Te propongo algo -- empezo diciendo Luis que empezaba a sentir ya los efectos de la bebida. --Cada uno formulara una pregunta intima que debera ser respondida por ambos. Asi nos conocemos mejor, ?te parece? -- termino diciendo. Ella se limito a asentir, luego, con una mueca, le dio a entender a Luis que era el quien debia comenzar. --?Con cuantos chicos te has acostado? -- pregunto el. No tenia claro si en realidad queria saberlo, pero era necesario empezar con algo y aquella pregunta era lo unico que le venia a la cabeza en ese momento. Ella se quedo pensando por unos segundos, intentaba recordar la cifra sumando con los dedos de su mano derecha. --Menos de diez -- dijo luego. ?Y tu? --Una. --?En serio? --Si, hace unos tres anos, con mi ex. --?Y despues? Han pasado unos meses desde que lo has dejado con ella… ?No has estado con mas nadie? --No. Algunos besos, puede que un poco mas, pero no ha llegado a mayores -- respondio el. Lindsay asintio. Era curioso que un chico de veintidos anos solo hubiese tenido una experiencia sexual. Ahora le tocaba pregunta a ella. Antes de decir nada, dio un sorbo al inmenso vaso de <> que habian pedido. Era el trago especial de la casa; hecho con ron, ginebra, azucar, canela y escencia de menta.

  • Junior de Nadia Noor

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    La suave brisa de mayo mece con delicadeza el arco nupcial formado por flores niveas y una sinuosa hilera de yedra verde. En el ambiente reina la alegria, propia de una ceremonia de esas caracteristicas, y el olor salado del mar se desperdicia entre los caros perfumes femeninos. De fondo se escuchan los acordes de un piano, que entona una sentida cancion lirica, a la que nadie presta atencion. Estoy de pie, junto al altar improvisado, soportando con entereza los minutos previos a la llegada de la novia. Minerva, mi madre, me da un breve apreton en el brazo para infundirme animos. Su presencia me reconforta, aportandome templanza sin necesidad de palabras o gestos. Inclino la cabeza y nuestras miradas, del mismo tono grisaceo, se encuentran y nos sonreimos. Mi padre, Cristian, se mueve entre los invitados asegurandose que estan bien atendidos. Viste un traje color gris antracita, de corte impecable y tela exquisita, camisa blanca almidonada y corbata estrecha de seda natural. A sus cuarenta y cinco anos luce el mismo cuerpo atletico de siempre, que mantiene en forma con largas sesiones de gimnasio y duros entrenamientos. Dieciseis anos atras, se caso con mi madre biologica y, aun cuando sus principios como pareja fueron un tanto atormentados, mantienen en la actualidad uno de los matrimonios mas estables y envidiados del panorama futbolistico. Dejo de prestarle atencion a mi progenitor, levanto un poco la manga de mi impoluta camisa y consulto de forma disimulada el reloj. Faltan solo tres minutos para las doce. ?Por que narices pasa el tiempo tan despacio hoy? Las masas, las ceremonias, ser el centro de atencion no son mi punto fuerte, pero mantengo la calma sabiendo que algunos compromisos son inevitables. Como mi boda, por ejemplo. Cambio el peso corporal de una pierna a otra demasiado tenso para mantenerme quieto. Percibo como todos los musculos de mi cuerpo estan en fase de alerta maxima. Me pregunto si todos los novios pasan los mismos apuros antes del enlace. Lo mas seguro es que si. Necesito mantener la mente ocupada asi que vuelvo a consultar el reloj. Sus agujas se mueven con una lentitud demoledora que me saca de quicio. Dos minutos, eso es lo que falta para que la mujer que amo desde que tengo uso de razon, se acerque a mi vestida de blanco. Por delante de mis ojos pasa una sucesion de imagenes nuestras siendo ninos. Desde el primer instante en que la vi, mi corazon comenzo a latir por ella. Maria es valentia, coraje, firmeza, no hay obstaculo en el mundo que se le resista. Es pasion, fuerza, entusiasmo, un verdadero tsunami que arrasa con todo a su camino. Es hermosa y de buen corazon. <>, me felicito orgulloso. <>, me corrige una voz envidiosa en mi cabeza. Siente celos de mi felicidad y es comprensible. Pocas personas en el mundo tienen la suerte de casarse con su primer amor. Ese que te quita las ganas de comer, el sueno y te mantiene con la mirada atrapada en las esquinas del techo de tu cuarto. Me considero un hombre afortunado, hasta la fecha todos mis suenos se han hecho realidad. Mi yo al completo se encuentra en un estado apoteosico y mi autoestima en su nivel mas elevado. Los sonoros acordes nupciales interrumpen mis reflexiones provocando en todo mi cuerpo una inmensa explosion de calor. Un nudo grande se aloja en mi garganta, no se donde mirar ni que hacer con mis manos que, de pronto, me pesan mas de lo normal. El gran momento ha llegado y yo estoy demasiado agitado para disfrutarlo. <>. Inspiro lentamente y meto la mano en el bolsillo del pantalon aparentando sosiego. Dejo salir el aire de mis pulmones y le devuelvo la sonrisa a mi padre. Sus ojos oscuros me exploran con atencion, soy un maldito libro abierto, un ser incapaz de ocultar sus emociones. El lee entre lineas y me levanta el pulgar, para animarme. Ese pequeno gesto, muy nuestro, consigue reconfortarme. Cuadro los hombros y me armo de valor. Observo desde la distancia a mi prometida. A pesar del largo tramo que nos separa, nuestras miradas se encuentran y, lo que veo, hace que me tense todavia mas. Maria esta espectacular con su precioso vestido de seda, en tono beige, de corte sencillo y tela delicada. Una pretina con finas incrustaciones plateadas delimita la falda larga, simple y sin aderezos del corpino liso previsto de un moderno escote rectangular. Su pelo negro, lacio y lustroso esta adornado con decenas de flores minusculas y sus labios, pintados en un sutil rosa petalo, lucen exquisitas. Camina del brazo de su hermano menor, John, y, a primera vista, parece lo que es, una novia que se acerca al altar el dia de su boda. Pero algo no va bien, sus ojos miran en todas las direcciones menos en la mia y arden angustiados. Avanza insegura por el ancho pasillo central cubierto por una vistosa alfombra verde, su cuerpo esbelto esta tenso y sus hombros estrechos, cubiertos por el tul transparente del velo, rigidos. Aprieta los labios como si se estuviera aguantando las ganas de llorar. Si algunos minutos atras los nervios previos al enlace me reconcomian por dentro, ahora me siento invadido por gigantescas oleadas de panico. Me cuesta mantener la mano en el bolsillo, asi que la saco y me la paso por el pelo, sabiendo de antemano que me alterara todavia mas. Cambio el peso corporal de una pierna a otra y vuelvo a dejar la mano a buen recaudo, en el bolsillo del pantalon. Molesto conmigo mismo por este momento de inseguridad, trato de sobreponerme. <>, me calma mi yo interior. <>. Esa breve explicacion alivia mi ansiedad y renueva mis animos. Nos separan pocos metros de distancia asi que le sonrio buscando conectar con ella, pero su mirada perdida, da la impresion de hallarse a mil anos luz de mi. De pronto, detiene sus pasos y hace una sena con la mano, dando a entender que desea hablar. Este pequeno gesto tiene el poder de una rafaga ruidosa, ya que, en cuestion de segundos, todos los asistentes dejan de lado sus conversaciones y se centran en ella. <>, me pregunto para mis adentros, hecho un mar de dudas. El hombre que toca el piano, al advertir que debe interrumpir su pequeno minuto de gloria, levanta la mirada confundido. Con las manos aun sobre las teclas detiene la musica malhumorado. Se une a la multitud y centra su atencion en la novia. Mis sospechas se multiplican, observo decaido que la mayoria de los invitados esperan expectantes su discurso. En los dias previos a la ceremonia hemos ensayado varias veces el acto en si. El cometido de Maria era llegar hasta mi, enlazar sus manos con las mias, sonreirnos y sentarnos ante el alcalde encargado de oficiar la ceremonia. Solo eso. No entiendo nada. Ni yo, ni los trescientos invitados que no despegan los ojos de ella, esperando intrigados su discurso. Observo que al coger el microfono, sus manos tiemblan ligeramente y se muerde el labio inferior, tratando de no venirse abajo. Tengo un mal presentimiento pero no puedo impedir el avance de los acontecimientos. Tras unos instantes cargados de tension, saluda con timidez, provocando que el murmullo de los invitados se apague de golpe y un denso silencio envuelva la atmosfera. --Hola a todos y muchas gracias por venir. --Intenta mostrarse serena pero las palabras le salen atropelladas y su tono de voz suena diferente, como si fuera el de una desconocida. Recorre con la vista la multitud, aunque no mira a nadie en concreto. Tras unos segundos de titubeo lanza al mundo una noticia de lo mas desconcertante--. Lamento deciros que yo no... no voy a casarme hoy con Junior. ?!Que!? Un monton de senales de interrogacion se multiplican dentro de mi cabeza y hago un esfuerzo sobrehumano para que mi barbilla no colisione con el reluciente cesped que parece bailar bajo mis pies. Los peores presagios se estan materializando ante mis ojos abiertos como platos. Las rodillas se me convierten en gelatina y un gran vacio comienza a formarse en mi interior. Los labios se me resecan y no puedo tragar. Aprieto el puno hasta que los nudillos adquieren un tono blanquecino y acepto agradecido la mano que mi madre posa sobre mi brazo. No soy capaz de mirarla, ni a ella ni a ninguno de los trescientos invitados que me observan boquiabiertos. Y no puedo culparlos, han acudido vestidos con sus mejores galas dispuestos a acompanarme en el dia mas feliz de mi existencia y se encuentran con el marron del siglo. Nunca he experimentado la sensacion de caida libre al vacio y, si antes no sabia que hacer con las manos, ahora me sobran todas las partes del cuerpo. Los ojos me arden, el corazon se me contrae y una enorme garra se clava en mis entranas. Quisiera desaparecer, tener una capa bajo la cual ocultar mi metro ochenta de altura y esfumarme de alli. Pero no la tengo, asi que sigo de pie, con la cabeza bien alta, tratando de comprender lo incomprensible. Busco con insistencia conectar con ella y, esta vez, me devuelve la mirada. Sus ojos oscuros, de normal complemente limpios y serenos, lucen turbios y acuosos. Me mira con cierta emocion, una mezcla de amor y dolor infinito que, lejos de aclararme nada, me ahondan mas en la desesperacion. <>. Una vez superada la sorpresa inicial, me siento invadido por oleadas de enfado. <>, le recrimino en mi mente, porque soy demasiado orgulloso para hacerlo en voz alta. La confusion que habita en mi cabeza no hace mas que crecer. La situacion es muy reveladora: por algun motivo, extrano y desconocido, mi prometida esta renunciando a mi en publico. En la punta de mi lengua se amontonan decenas de preguntas pero el orgullo me impide hablar. Me sorprendo hasta yo cuando su nombre sale de mis labios en forma de doloroso lamento. --Maria. Al escucharme, traga con dificultad; es evidente que mi reproche silencioso la ha afectado. Alza la barbilla como si se estuviera preparando para una gran batalla y rompe de forma inconsciente los petalos de las rosas que forman el ramo nupcial que sostiene en la mano. Parece atormentada, pero no da senales de retractarse. Su voz suena impersonal, fria y, desprovista de todo sentimiento, cuando lanza su sentencia final: --Yo... lo siento Junior, tenemos que anular la boda, he comprendido que... no te quiero. Esas palabras que van dirigidas a mi se convierten al instante en navajas afiladas que se clavan con dureza en mi piel. Mantengo la compostura, aunque el sepulcral silencio formado a mi alrededor no me ayuda demasiado. La analizo con atencion y no aparto los ojos de ella hasta que no me sostiene la mirada. Parpadea angustiada y, por un breve instante, siento que lo que estoy viviendo es una alucinacion, un mero producto de mi imaginacion. No puedo estar pasando por esta pesadilla el dia que, supuestamente, deberia ser el mas feliz de mi vida. Sus siguientes palabras me rematan con tanta dureza que me pregunto de donde sacare las fuerzas para reponerme. --Eres el nino mimado de tus padres, demasiado infantil para ser un hombre de verdad. Por mi parte, la boda queda cancelada. A modo de camara lenta observo como deja de lado el microfono, se da la vuelta y, agarrando los pliegues del vestido, acelera el paso, seguida de su hermano, un adolescente de tan solo catorce anos, que agacha la cabeza, confundido ante el lamentable espectaculo ofrecido por su unica hermana. Nadie abre la boca para romper el molesto silencio que reina alrededor; los invitados se limitan a espiarme de reojo lanzandome ojeadas cargadas de lastima porque, ante el brusco e inesperado rechazo de Maria, han quedado demasiado impresionados. Durante todo ese tiempo yo sigo parado en el mismo lugar, bajo el arco cubierto de flores que da la impresion de reirse de mi y de mis ilusiones. Apenas puedo creer que la mujer que amo con locura desde que soy un nino me haya abandonado en publico. ?Que no me quiere? ?Que soy el nino mimado de mis padres? ?De que va toda esa locura? No se cuanto tiempo ha pasado desde que se fue. Soy incapaz de hablar, de pensar, y mucho menos de ir tras ella para pedirle una explicacion. Mi parte racional me pide reaccionar, aunque mi disperso cerebro funciona a medias. No existe un maldito manual de instrucciones que ensene a un novio rechazado la manera de comportarse, asi que me limito a presenciar impasible como mi vida se esta desmoronando. Mi orgullo esta gravemente herido y mi yo al completo hecho pedazos. Por un segundo, fantaseo con la idea de que el suelo se rasgue bajo mis pies y me hunda en el frio y acogedor corazon de la tierra. No quiero ver ni hablar con nadie. Pero mis deseos no son concedidos y el cuidado cesped no da senales de querer acogerme en sus entranas. <>. Hago un esfuerzo sobrehumano y muevo las piernas. Algo tan comun y automatico como caminar me resulta sumamente dificil. Minerva quiere acompanarme pero detengo su intento con un gesto. Mi padre se mueve alterado entre los invitados, tratando de restablecer el orden. Le toca capear el temporal, aunque eso no me preocupa, es un hombre de recursos y se que por mi, seria capaz de mover el sol de sitio si fuera necesario. De un modo u otro, quitara importancia al hecho que su unico hijo acaba de ser plantado ante el altar. Los invitados no me pierden de vista, pero nadie se atreve a importunarme ni a dirigirme la palabra, ni siquiera Alan, mi intimo amigo desde la infancia. Es jugador de baloncesto y mide diez centimetros mas que yo por lo que su presencia no pasa desapercibida. Cuando paso por su lado se limita a darme una palmadita consoladora en el hombro y me envia con sus ojos castanos, colmados de preocupacion, un mensaje del tipo: <>. Hago un gesto imperceptible de agradecimiento y sigo andando lo mas digno que puedo en direccion al hotel, que mi padre ha reservado en exclusiva para mi boda. A pesar de estar aturdido, me esfuerzo en guardar la compostura mientras avanzo, con la cabeza gacha y el rostro ensombrecido. Mis padres me alcanzan, deseosos de acompanarme en estos duros momentos; rechazo sus intentos con un gesto categorico. Soy un animal herido que necesita un lugar apartado para lamer sus heridas en solitario. La puerta giratoria de la entrada del hotel comienza a moverse al detectar mi presencia y, mi perfil, reflejado en el cristal atrae mi atencion. Sonrio con amargura. A pesar de las circunstancias, me mantengo en pie con dignidad. Mi exterior no esta tan danado como mi interior y eso hace que mi autoestima levante un poco la cabeza. Piso el reluciente suelo de marmol de la recepcion, soportando resignado las miradas de las empleadas que no saben como tratarme. Y no es para menos. A sus ojos, soy el estupido futbolista famoso que ha reservado un prestigioso complejo hotelero para celebrar su boda y, todo, para acabar rechazado por la flamante novia. El apuro de la recepcionista al entregarme la llave de la suite nupcial, me provoca un repentino y violento ataque de risa. Cuando logro calmarme, suelto la pregunta que me quema la lengua: --?Se ha marchado? La chica me fija con los ojos desorbitados, asintiendo levemente con la cabeza. Puedo ver en los iris azulados que se asoman entre sus pestanas encorvadas, la gran lastima que me tiene y siento rabia contra mi mismo por no haberme quedado callado. He sufrido una vertiginosa caida, no hay necesidad de que me arrastre por el suelo. --Si, senor Cros --responde en tono bajito y lastimero--. La nov... Quiero decir, la senorita Medina, ha cogido el primer taxi disponible. Ni siquiera se ha molestado en quitarse el vestido de novia. Me siento estupido, muy, muy estupido, ya que por una milesima de segundo albergo la esperanza de que me este esperando para darme una explicacion, para pedirme perdon. Mi corazon sangra, herido de muerte, anhelando ser reconfortado por un balsamo reparador. --Gracias. --Es todo lo que logro decir. Los siguientes segundos pasan con lentitud y un silencio embarazoso se forma entre nosotros. Me gustaria anadir alguna chorrada para que la empleada del hotel no se quede con mi imagen derrotada, pero es superior a mis fuerzas pensar. --A veces, las apariencias enganan --anade ella en tono disculpatorio, deseosa de echarme un cable salvavidas, como si esa frase hecha me fuera a ayudar en algo. --A veces, pero no siempre --respondo con amargura. La recepcionista me entrega la llave y, para alivio de ambos, damos nuestra pequena conversacion por finalizada. Reuno los pedazos rotos de mi orgullo maltrecho y me dirijo lo mas digno posible al ascensor. Mientras me subo a la tercera planta, donde se encuentra la suite reservada para mi noche de bodas, noto como el peso del mundo entero se aloja sobre mis hombros encogidos. Me quito con lentitud la pajarita que adorna el cuello almidonado de mi camisa y me desabrocho los tres botones superiores. Liberar el cuello de la presion hace que me sienta un poco mejor y me permito reflexionar sobre lo ocurrido. Maria, el amor de mi vida, me ha abandonado con unas palabras duras e hirientes. Desconozco el porque y, en este momento de crisis personal, sus razones carecen de importancia. Hay instantes en la vida en donde los hechos hablan por si solos. El ascensor se detiene y sus puertas se abren con un clic sonoro. Camino distraido hasta la habitacion 301, que encuentro al fondo del pasillo central. Entro y cierro la puerta a mis espaldas. Apoyo mi cuerpo en ella y me tapo los ojos, aliviado. Ahi, en la intimidad de esas cuatro paredes, me siento a salvo. Se que es una solucion provisional, en algun momento tendre que dar la cara al mundo y soportar las consecuencias de ser un novio rechazado.

  • La rueda de la vida de Elisabeth Kubler-ross

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    La rueda de la vida es el legado espiritual de esta extraordinaria mujer que, al reconciliarnos con la muerte, nos enseno a amar la vida.

  • La gravedad cuantica de Pedro Naranjo

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    A principios del siglo XX, dos teorias fisicas sacudieron los cimientos del conocimiento humano. La relatividad de Einstein revoluciono nuestra comprension del espacio, el tiempo y la materia; la mecanica cuantica, ideada por Planck, expulso el determinismo de las ecuaciones que rigen el microcosmos.La union de ambas teorias es, seguramente, el mayor desafio de la fisica teorica, el que permite la desaparicion de los conceptos de espacio y tiempo. Toda una revolucion en la comprension del universo.

  • Una semana basta de Luna Austin

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    Somos buenos en lo que hacemos, dos vendedores de vienes raices con experiencia, pero no nos soportamos.
    Ella es una engreida, no me deja hacer mi trabajo con sus juegos sucios, pero eso no impide que yo me destaque. Tengo un proposito y nada me hara distraerme.
    Basta con que nuestro jefe nos de la oportunidad de hacer la venta del siglo con un bien raiz de mucho valor para que esta guerra se desate...
    Ego, dinero y orgullo se ponen en accion... pero su cercania me hace descubrir puntos que tenemos en comun y asi como es de facil odiarla, tambien se me hace facil encantarme de ella.
    Y ahora no solo la comision de la venta es lo que ocupa nuestros sentidos.
    Mi mente y mis manos se pierden en su falda y me hacen volverme loco por ella. Todo es una mezcla de lujuria y drama romantico con esta mujer que me hace dudar de todo... junto a ella los objetivos cambian...

  • Amor y vino de Erina Alcala

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    Papa -le dijo Gino a su padre en su casona de la Toscana. -?Que pasa hijo? -He conseguido una importante venta a Estados Unidos, una red de restaurantes nuevos, en todo el pais, sobre todo en Nueva York. -Eso es estupendo, hijo, este ano nos viene mejor que nunca Gino. Tenemos excedente de cosecha que no vamos a poder vender. -Tu lo has dicho, pero hay un problema. -?Que problema si has encontrado donde introducir nuestros excedentes? -Lo seria si no nos faltara produccion. -Ahora te introduces en el mercado americano y vas a vender, no solo lo que nos sobra, sino lo que nos falta, que no tenemos y a ver de donde lo sacamos. Pero ?Por que has hecho eso? Eres demasiado impulsivo y competitivo, tenias que vender lo que nos sobra. Nada mas. -Me han pedido mas y no he querido decir no, porque perderiamos todo. ?Y si se echan para atras? -Pero hijo, si este ano ha sido muy buena la cosecha, -decia el padre sentado en la puerta, debajo de una gran parra que daba frescor al porche de piedra de la gran casona. Te has metido en un buen lio, a ver como salimos de el y donde encontramos unos vinos como los nuestros. El padre de Gino, Gaspare Santoro, habia sufrido una ciatica en la pierna y no podia moverse. Los dolores eran insoportables y ademas habia tenido una caida y el medico le recomendo reposo absoluto, pero Gaspare Santoro, no queria estar acostado, y lo tenian en su mecedora con la pierna en alto en el porche de la gran casona de piedra. Alli estaba bien. Y al frescor de la tarde. Cuando su hijo salio a hablar con el desde el despacho, se lo dijo. Y ambos estaban preocupados. El despacho lo tenia en pleno ventanal, desde donde veia todo el vinedo que tenian en la Toscana, un lugar maravilloso a las afueras de Grosseto, una ciudad antigua de mas de 81.000 habitantes, con un rio precioso, el Ombrone, a pocos kilometros de la costa del mar Tirreno. Gino se habia comprado una casa fabulosa cerca del rio, un barco pequeno y un jet no demasiado grande, pero iba todos los dias a los vinedos de su padre, donde trabajaba. A veces, se quedaba a dormir con sus padres y la abuela que aun vivia, en la gran casona que dominaba los vinedos interminables. Las bodegas, estaban situadas a la derecha de la casona, a un kilometro de ella. Desde que Gino salio de la universidad y antes, le habia encantado el campo, la bodega, los vinedos... Comprarse la casa, fue un lujo para llevar a chicas y tener algo propio en la ciudad. Era joven y queria algo suyo, y tenia mas que cualquier chico de su edad, claro que eran ricos. Eran uno de los bodegueros mas famosos de la Toscana, tambien los mas ricos. Y de la mitad de Italia. Tenian coches, para el campo, para salir... Gino tenia un BMV y hasta un pequeno avion privado que usaba cuando tenia que ir a ver clientes fuera del pais, donde exportaban mayoritariamente o dentro del pais, pero lejos. Y ahora acababa de introducirse en el mercado americano, con un problemilla por resolver. -?Y que piensas hacer Gino? Hijo eres impulsivo. No puedes ofrecer lo que no tienes, aunque te lo pidan. Le repetia el padre machaconamente. -Buscar un vino parecido al nuestro, este ano ha sido un ano de produccion para todo el mundo. -Pero ninguno es como el nuestro, lo sabes y no pues mandarle un vino diferente al que les has ofrecido, a ver donde vas a buscarlo hijo. ?Te has comprometido? -Si, lo he hecho porque si no, no sacamos nuestro excedente y el mercado americano es el que mas paga. -Pero Gino, yo jamas he hecho eso en mi vida. -Voy a solucionarlo, no te preocupes, tengo un mes para eso, mes y medio para enviarles los vinos aparte de a nuestros clientes habituales. Eso ya lo estan embotellando y metiendo en cajas en la bodega y enviandose. Mateo esta en ello con los trabajadores. Y yo tengo que ir a Espana. -A Espana, si, me voy esta noche en el jet. -Pero a Espana ?Por que? -Hay una ciudad en el sur, bueno, un pueblo grande, Jerez de la Frontera y espero no equivocarme. Un pueblo bodeguero por excelencia. Alli hay un vinedo, sus vinos son iguales a los nuestros. Y se que tienen excedentes suficientes, los que nos faltan y no tienen donde venderlos. -?Estas seguro? -Lo estoy, nuestro sumiller los ha probado, toma... -Y le puso dos copas delante.-El padre los probo. -No bebas demasiado con las medicinas. Solo probarlos. -Son iguales Gino. Bueno, un poco... -Son practicamente iguales. -Si, iguales del todo. Eso no es normal. ?Y conoces la bodega? -He estado estudiandola. Se llama Casa de la Marquesa. La lleva un tal Juan Luis Perez con sus hijas Soledad y Elvira. Perez, es viudo, Elvira se encarga de los vinedos y Soledad de la bodega, y las ventas y supongo que todo lo relacionado con el despacho. Con ella es con la que tengo que tratar. Estos son-y le enseno las fotos de padre y de sus hijas en la bodega. -!Que guapas son! Son chiquitas como me gustan. ?No te gusta alguna Gino? -!Papa!... Estamos en otra cosa. -Eres un soso. No te gustan sino esas con las que sales. Guapas, si pero no son mujeres para el campo. Y Gino no queria iniciar una y otra vez a misma conversacion con su padre. Vivia bien, mejor que queria, tenia todo en la vida y el trabajo que le encantaba. Le gustaba vestir bien cuando volvia de los vinedos e ir a sitios exclusivos. Para ellos trabajaba como un mono durante la semana y habia hecho de los vinedos lo que eran y su padre estaba muy orgulloso de el, pero en ese aspecto... -Ademas -continuaba Gino-puedo dejar el jet en el pueblo, tiene un pequeno aeropuerto. Ya hemos hablado con el aeropuerto. -Pero Gino, ?Sabes si tiene produccion para venderte? ?Has hablado con ellos? -No, ire directamente. -?Y si lo tiene vendido a otras personas? -De momento no, por eso nos vamos esta noche. -Bueno tu veras, pero ir sin llamar ni avisar me parece el factor sorpresa. -A ver si te vas a llevar tu la sorpresa y tienen vendidos los vinos... -Lo se de buena tinta. Les va a sobrar, y sera nuestra, se la compraremos. Han tenido demasiada produccion para los vinos jovenes como los nuestros. No tienen suficientes clientes. No es una gran bodega como la nuestra a gran escala. Asi que le haremos una oferta que no podran rechazar. -A ver si no vamos a ganar nada. -Vamos a ganar, ?Cuando has visto que tu hijo pierda algo? -Nunca, la verdad. Deberia retirarme en cuanto tenga bien la pierna. Tu madre me lo dice. -No digas tonterias papa, tienes 60 anos, y las bodegas te necesitan si no quieres ir al campo, solo echas un vistazo y a la bodega. -Bueno, ?Llevas dinero? -Claro. -?Cuanto piensas comprarles? -Todo lo que les sobre. Lo necesitamos. -Bueno, espero que tengas suerte. ?Cuando sales? -A las seis, tardaremos unas tres horas. Nos quedaremos en un hotel y manana por la manana les hago una visita, alquilo un coche. -Me llamas. -Claro que si papa. Dame un abrazo, me despido de mama, me tengo que ir, me llevo a Marco, viene conmigo, y Mauro el piloto. Y Virginia. -Tened cuidado. -Lo tendremos. El tiempo es bueno. -Suerte. Ya me cuentas. Y Gaspare Santoro, penso que le hubiese gustado tener el arranque de su hijo, pero su hijo habia comprado tierras aqui y alla y habia conformado uno de los vinedos mas grandes de lo que el jamas habia sonado. Era un buen hijo y estaba orgulloso de lo que habia conseguido en esos siete anos. En la bodega La Marquesa De Jerez, Soledad hablaba con su padre en el cortijo que tenian en el vinedo, la decima parte o mucho menos que el vinedo de Gino. Solo exportaban vino dentro de Espana, tenian sus clientes principalmente en Andalucia, el sur, pero ese ano la produccion era excesiva y Soledad, su hermana Elvira y su padre, estaban preocupados por ver a quienes vendian su excedente. Soledad buscaba a diario, pero nada, no habia manera. -Papa, ha habido demasiada produccion y no puedo sacarla toda. Vamos a tener un excedente sin poder sacarlo-le decia Soledad. -No te preocupes, -le dijo el padre -sigue llamando a clientes y les ofreces mas, busca clientes, restaurantes en el norte. -?Crees que no lo he hecho? llevo una semana y me temo que vamos a perder un buen dinero si no encuentro quien nos compre la cosecha. -Bueno, deja ya eso, es de noche, -su hermana Elvira-vamos a cenar y manana ya veremos con mas claridad, Soledad. Soledad, era la menor de las hermanas. Se llevaba 3 anos con su hermana, se preocupaba mucho por la Hacienda, llevaba todo, excepto los vinedos que esos eran de Elvira y habia trabajado bien ese ano, tanto que tenian vino de sobra. Soledad, echaba una ojeada a la bodega y llevaba las cuentas y ventas. Su padre era mas del campo. Pero ella habia estudiado en la universidad y habia hecho un curso de sumiller que le sirvio de mucho para su bodega. Tenian un vino tinto y otro dulce, pero su fuerte, era el vino blanco. La super produccion le preocupaba porque no tenia donde ubicarlo. Era una pena que tuviera una buena cosecha y se desperdiciara. Soledad era pequena, le pelo largo, unos ojos verdes grandes, de largas pestanas y un cuerpo bien proporcionado, con una trenza o una cola alta siempre para el trabajo, unas botas, vaqueros y camisetas, era lo que mas utilizaba. Su hermana Elvira era un poco mas alta que ella, pero eran guapas ambas, los ojos marrones como su madre, que les falto cuando Elvira tenia 10 anos y Soledad de 7, de un cancer. Si salian, se vestian como jovenes que eran con 24 anos Soledad y 27 Elvira. Trabajaban tanto que no salian apenas. Desde que su madre murio hacia unos anos, estuvieron cuidando de su padre y Soledad, terminaba la carrera y el curso, e iba todos los fines de semana a casa desde Sevilla donde estudiaba Administracion de Empresas. Y en ese tiempo fue Elvira la que con su padre se encargaba de todo, hasta que Soledad volvio y le descargo trabajo a su hermana. No tenian tiempo de nada, entre la enfermedad de su madre, su muerte, cuidar a su padre, no tenian tiempo para chicos ni para salir, ademas sus amigas estaban en Sevilla, las de las dos que habian estudiado alli. Sin embargo, ya estaba empezando a salir porque Elvira decia que eran jovenes y debian salir los fines de semana, que tenian hombres que se encargaban del campo y de la bodega y Maria que cuidaba la casa, le podia echar un ojo a su padre, porque ultimamente se desorientaba mucho. Estaba como en su mundo. Fue progresivo desde que murio su madre, pero le habian aumentado las ausencias. Lo bueno es que vivian en el cortijo que estaba a cinco kilometros de Jerez. A la manana siguiente, llego al cortijo y coche negro impresionante, como de ejecutivos. Pero ella sabia que era un coche alquilado del aeropuerto, los conocia, por otros clientes que iban al cortijo. Estaba saliendo de la bodega y se acerco a la casa donde paro el coche. Su padre estaba en el campo con Elvira y Maria, que se encargaba de la casa, salio a recibir a esos dos hombres impresionantes y elegantes. Y Soledad vio como Maria la senalaba. Cuando se acerco, los saludo. -!Hola! Soy Soledad Perez, duena de esta bodega, bueno mi padre es el dueno y ustedes son... dandoles la mano, primero al que parecia llevar la batuta en la conversacion y que era un modelo de tio bueno y moreno con unos ojos verdes de muerte. -!Hola! Senorita Perez. -Y le apreto la mano como hacen los ejecutivos, ni lacia ni demasiado fuerte, con entusiasmo. -Soledad por favor. -Entonces me llama Gino, Gino Santoro y el es mi secretario Marco. -?Son italianos? -Somos italianos, si senorita. De la Toscana. -?Y que hacen en mi bodega y en mi casa desde tan lejos? -Negocios.- Contesto Gino con firmeza y esa voz preciosa y susurrante que tenia como si te hiciera el amor, mirandola de arriba abajo. -?Nos sentamos, por favor? ?Quieren cafe, limonada, cerveza... Si no han desayunado Maria puede prepararles algo. -Gracias, cafe solo. Hemos desayunado. Se lo agradecemos. Y Soledad, le dijo a Maria que trajera cafe y leche y unas pastas. Les senalo el sitio en la gran mesa que a Gino le recordo a la que tenian en sus vinedos. Y se sentaron uno a cada lado de Soledad. -Habla bien espanol. -Si, gracias. -Hablo unos cuantos idiomas, ?y usted? -Ingles, italiano y Castellano simplemente. No me exigian mas en la carrera y no he tenido tiempo. Llevo esto casi sola. Pero, llamame, Soledad y te llamare Gino, eres joven -dijo ella alegremente. Era alegre y simpatica, una buena anfitriona. -Gracias, mejor asi, Soledad. Al menos nos entendemos, si no en castellano, en italiano. -Bueno, mi padre esta dando una vuelta al campo, aunque yo tomo las decisiones, pero puedes decirme mientras viene, que te trae desde tan lejos. Asi que usted dira, Gino Santoro. -Y Gino le sonrio.

  • Encuentros en una agencia matrimonial de Sonsoles Fuentes

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    Doce relatos de amor basados en historias reales.

  • Acero y gloria de Alvaro Van Den Brule

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    De Italia a Flandes o de Filipinas a Mexico, los tercios espanoles combatieron por la Monarquia Hispanica con gran honor y bravura.

  • Simplemente Perfecto (La pareja perfecta 1) de Karin Doyle

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    No por falta de propuestas de matrimonio, y luego de llevar mas de cuatro anos dando vueltas por entre los mas respetables salones de bailes londinenses, lady Lucinde Aldridge se encuentra soltera. Sus esperanzas de encontrar un marido que cumpla con sus requisitos parecen estar perdidas, y cada dia esta mas convencida de que vivira en una eterna solteria. Ella no pide demasiado, lo unico que desea es que su futuro marido sea alguien que vea mas alla de su exterior y su cuantiosa dote, que trate de conocer como realmente es, y que tal vez, solo tal vez, encienda en ella la chispa de la que tanto ha oido hablar.

  • Leccion de amor de Ebony Clark

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    Muchas personas en Juanita Fun creian que Lane McCrane era una mujer sin sentido del humor. Su palido rostro enmarcado por aquella espesa mata de cabello castano oscuro, sus ojos azules y los generosos labios que sonreian escasamente, podrian haber hecho de ella mujer hermosa si lo hubiese permitido. De hecho, lo era aun cuando ella pretendiera todo lo contrario, esforzandose lo minimo en destacar sus encantos. La forma en que rehuia la coqueteria confirmaba que no estaba interesada en destacar entre una multitud. Lane solia vestir de manera informal, con ropa comoda que le permitiera moverse con agilidad entre sus pequenos alumnos y con la que no tenia que preocuparse del peligro de las manchas de chocolate y otras sustancias que hacian gritar de pavor a las demas maestras. Mejor unos tejanos que una falda corta. Mejor una camiseta de algodon que unos inutiles volantitos. Mejor zapatillas planas que arriesgados zapatos de tacon. Mejor convenientemente vestida que sugerentemente medio desnuda. Ninguno de sus companeros de trabajo habia podido averiguar si aquel empeno de la joven en esconder cada centimetro de su cuerpo respondia a un alarde de puritanismo o por el contrario, ella deseaba ocultar alguna espantosa cicatriz. O sencillamente, y aquella era la opinion mas extendida, a Lane McCrane no le importaba si los demas la consideraban o no atractiva. De cualquier modo, nadie se habia interesado lo bastante como para tratar de descubrirlo. Nadie sabia nada de ella mas que lo que ponia en las excelentes referencias que habia aportado en su curriculo. Por supuesto, aquellas referencias habian sido comprobadas con meticulosidad como era costumbre en la escuela. Veintiocho anos, de madre norteamericana, se habia criado en un orfanato despues de que su padre las dejara y su madre fuera internada en un sanatorio. Por desgracia, la madre de Lane se habia abandonado al alcohol y los medicos la habian desahuciado cuando Lane solo contaba con cinco anos. Y asi, del orfanato a unos cuantos hogares de acogida, era un milagro que hubiera sobrevivido y sacado su titulo de maestra con excelentes notas. Sus antiguos profesores se sentian orgullosos de poder hablar bien de la senorita McCrane, aunque no ocultaron su sorpresa cuando la senora Andrew les habia llamado desde aquel pequeno pueblo perdido en la geografia del arido paisaje de Nuevo Mexico, la Tierra de Encanto. Habian creido que Lane estaria ya casada y seria madre de uno o dos crios. Pero no. Por alguna razon, ella estaba alli. En Juanita Fun, el lugar donde la gente se levantaba a las dos de la madrugada con el unico objetivo de ver cruzar una estrella fugaz. Fuera como fuera, Lane McCrane habia elegido aquel sitio para echar raices. Era cuanto sabian de ella. Nada de novios ni amigos ni familia. Por lo mismo, no era extrano que fuera algo hurana en sus relaciones personales. Los demas profesores la saludaban cada manana mientras servian el cafe en sus tazas, pero evitaban cualquier contacto. <>, la llamaban a sus espaldas, aludiendo a su agrio caracter y en mas de una ocasion, la misma Lane habia escuchado aquel comentario por los pasillos, aunque fingia que no le dolia. Incluso por el pueblo la llamaban ya asi y la senora Andrew creia que no era justo para ella. Una mujer tan joven y bonita... Merecia algo mas que la compania de Patty Sims, otra profesora y quiza su mejor y unica amiga, y de unos cuantos mocosos, por mas que ella siempre dijera que su trabajo era lo mas importante en su vida. Lane era una joven agradable con sus pequenos alumnos, no cabia duda. Les escuchaba, se preocupaba por ellos y les dedicaba toda su atencion. Siempre tenia una palabra amable a pesar de que eran unos diablillos incansables. Y durante las clases, Lane se transformaba y dejaba de ser la mujer seria e inaccesible a cuyos pensamientos nadie podia llegar. Los chicos de su clase la adoraban en realidad. Pero con los adultos era otra historia. Es lo que pensaba todavia la directora de la Escuela Clarence cuando Lane se sento y la miro con expresion preocupada. La senora Andrew sonrio para tranquilizarla. En los dos meses que Lane McCrane llevaba trabajando alli, nunca habian recibido una sola queja sobre su comportamiento con los ninos. De hecho, muchos padres habian elogiado el trabajo que realizaba con ellos. Decian que sus hijos se mostraban mas receptivos, creativos y educados y lo achacaban al buen hacer de su maestra. Sin embargo... Echo una breve ojeada a la nota enviada por Clyde Bransow. La habia dejado sobre la mesa intencionadamente. Queria ver la reaccion de Lane cuando la descubriera porque, a pesar del aprecio que sentia por la nueva maestra, necesitaba estar segura de que no se equivocaba con ella. Hasta el momento, solo disponia de la version de Clyde, no muy fiable por cierto, dado su mal caracter y escasa paciencia. AmeliaAndrew conocia a Clyde desde que era un mocoso y sabia distinguir por el contenido de su nota cuando estaba realmente enfadado. Mientras la leia le venia a la mente una clara imagen del hombre: la mandibula apretada, escupiendole las palabras al papel, contrariado por el atrevimiento de la maestra, quien, por otro lado y como el mismo seguramente habria deseado anadir, <>. Era el estilo de Clyde. Ruidoso como un toro en una cristaleria, preparado para ponerse sus pinturas de guerra siempre que la batalla mereciera la pena. Por otro lado, y aqui es donde empezaba a preocuparse, estaba complemente segura de que el temperamental Clyde estaba a punto de conocer a un adversario de su talla. Lo peor de todo es que sospechaba que ninguno de los dos cederia un milimetro, por lo que su papel de mediadora se presentaba bastante dificil. --Senorita McCrane, ?sabe por que la he hecho venir a mi despacho? --pregunto con tono amable; era importante romper la tension en el ambiente. Lane le devolvio la mirada, sin poder evitar que sus ojos volaran con cierto disimulo hasta la nota firmada con el apellido Bransow. --Creo que si, senora Andrew --contesto y su voz era firme--. Es por el chico Bransow, ?no es asi? --En efecto. Parece que el pequeno Ben ha tenido problemas ultimamente --observo, aguardando la reaccion de la joven. Lane no dijo nada--. ?No va a contarmelo, Lane? --No es importante --mintio, pensando que era lo mejor para el chico. Lane se mordio los labios con una mezcla de rabia y remordimientos. ?Por que habia tenido que dirigirse a la senora Andrew precisamente? Clyde Bransow podia haber contestado a alguna de las diez notas que le habia enviado para citarle en la escuela. Sinceramente, habria querido solucionar aquello sin que las cosas fueran a mayores, pero aquel incidente el dia anterior... El terrible comportamiento de Ben lo habia acelerado todo. Y ahora, debia justificar ante la senora Andrew su silencio y se sentia fatal por haberselo ocultado. --?En serio? Entonces, ?puede decirme por que su padre me envia esta acalorada nota en la que me pide que le explique por que no somos capaces de controlar a su hijo? --El senor Bransow debio preguntarme primero, antes de enviar esa nota. Quiza debio preguntar tambien a su hijo y asi por lo menos conoceria el sonido de su voz --replico, tratando de mantener la calma. En realidad, le apetecia, y mucho, expresar abiertamente la opinion que le merecia el tal Clyde Bransow. Se contenia como podia. La sangre le hervia en las venas al imaginarse al insociable senor Bransow, dueno del mayor rancho del pueblo y tambien de la mayor cabeza dura por lo que sabia, desoyendo sus peticiones y derivando su responsabilidad como padre, una vez mas. Lane tenia la teoria, y si, aceptaba que estaba siendo prejuiciosa, de que Clyde Bransow habia perdido todo interes por la educacion de su hijo desde la muerte de su esposa, cinco anos antes. Pero sus prejuicios no eran del todo gratuitos. Aunque no solia prestar atencion a los chismes, no podia evitar escuchar algunos. Parecia que el senor Bransow habia sabido rodearse de gente amable y eficiente que le hiciera aquel trabajo. Personas que, como ella, suplian con su carino las atenciones que Clyde seguramente negaba a su hijo. Y aunque solo le habia visto en una ocasion, durante el baile de inauguracion del nuevo aserradero, habia bastado para que la mala imagen que tenia de el se confirmara.

  • Tenia que ser mi hermanastro de Liah Jones

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    Hace quince anos que Fernando se traslado a Nueva York. Al cruzar el Atlantico dejo atras a su familia, sus padres, su hermanastra y a su adorada sobrina. Una huida hacia adelante buscando un olvido que nunca llega, hasta que recibe la inesperada visita de su hermana, quien trae consigo un secreto que cambiara la vida de ambos

  • El pacto de Michelle Richmond

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    Si una institucion garantizara que tu matrimonio durara para siempre, ?te inscribirias sin conocer la letra pequena?

  • La Amante Robada Del Jeque de Jessica Brooke

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    Amy Monroe sonrio al mirar la postal enviada por su hermana, Alexis. Aproximadamente dos anos atras, su hermana habia sido secuestrada por el jeque Farzad Yassin y ahora era su jequesa. En la foto que le habia enviado, estaban ella y su hijo, Farid, jugando en los vastos jardines de su palacio. Era una imagen adorable y aunque al principio Amy no se habia sentido emocionada con el nuevo rumbo que habia tomado la vida de su hermana, ahora estaba contenta. Este tipo de felicidad no se puede fingir y, ademas, Farid era realmente el nino mas mono que nunca hubiera conocido. Una parte de ella estaba muy celosa de su hermana, que habia encontrado a alguien, aunque hubiera sido practicamente de la forma menos convencional posible. Y si, una parte de Amy tambien se preocupaba porque Alexis practicamente habia arruinado su carrera de abogada por un romance, pero en todo el tiempo que habian vivido juntas, nunca habia visto a su hermana sonreir tanto. Suspirando, dejo la postal y las fotos que la acompanaban y se dirigio a su armario. Buscando torpemente en su interior, se puso el omnipresente conjunto de pantalones negros y camiseta y se paso los dedos por su cabello negro, que llevaba corto y despuntado. No ere su color natural y, en los ultimos tiempos, se habia sentido tentada de hacerse mechas de color azul medianoche o moradas. Trabajaba en una cafeteria proxima al campus de la Universidad de Boston. Probablemente, esto le hacia sentirse mas cerca de formar parte de la contracultura del campus. Poniendose una diadema para sujetar su pelo corto hacia atras, Amy cogio su bolso y corrio hacia la puerta. Iba a ser una larga noche, puesto que tenia el ultimo turno y la cafeteria se cerraba a la una de la madrugada. Siendo un pequeno negocio familiar, se habia hecho todo lo posible que Lem's pudiera obtener el permiso para vender alcohol. Puesto que podian convertir un cafe en cafe irlandes y tenia una lista habitual de bandas de garaje locales y bandas universitarias que tocaban alli, siempre abrian hasta tarde por la noche. Aun asi, Amy lo preferia. Era horrible levantarse antes de que amaneciera, especialmente en los interminables inviernos de Boston. Teoricamente, despues de graduarse, habia ido alli a intentar estudiar un Master en Bellas Artes, en Escritura Creativa. Lo dejo poco despues y se dio cuenta de que, a pesar de que tenia mucha ambicion, ahora mismo lo unico que parecia encajar con su actitud general y su hastio, era servir cafe con muf ins. No era exactamente donde habia pensado que estaria a los veintitres. Cono, fuera de bromas, teniendo en cuenta que dos amigas de su circulo mas intimo eran literalmente reinas de sus propios paises, realmente parecia una vaga. No es que lo fuera exactamente, pero se sentia como si hubiera metido la pata, ya que no tenia ni idea de que se suponia que iba a hacer con su vida o, incluso, que era lo que queria hacer. Claramente, servir cafe mezclado con licor a companeros de estudios borrachos no era lo que queria, pero era lo mejor que podia hacer por el momento. Se acercaba el final de su turno. Era jueves, lo que significaba que no habia bandas tocando (eran los especiales de las noches de los viernes y los sabados) y estaban al inicio del semestre. La gente no estaba lo bastante desesperada todavia para estar tecleando energicamente sus trabajos trimestrales con su sexta taza de cafe. Lo estarian. Coger un buen sitio cerca de una salida en Lem's, en epoca de finales podia convertirse en una competicion sangrienta. Sin embargo era una noche tranquila y, excepto dos clientes habituales sentados en la parte de atras leyendo novelas rusas del tamano de un maldito sujeta-puertas, estaba sola por lo que se puso fregar, restregando el fregadero y la maquina de capuchinos. Al menos, habia estado sola. Veinte minutos antes de la hora de cerrar, el hombre mas guapo que nunca habia visto entro en la cafeteria. Era alto, media mas de un metro ochenta, de hombros anchos y tez morena, olivacea. Sus ojos eran un sorprendente y profundo tono verde jade y llevaba la barba muy recortada. El unico de sus rasgos que podia "estropearle" era una cicatriz cerca de su ceja izquierda, pero, en realidad, estaba segura de que podria hacer volverse a cualquier chica entusiasta. Cuentale la historia de la "herida de guerra" y acabara siendo incluso mas encantador que al principio. Cono, si solo sus ojos eran suficiente para que Amy se perdiera en ellos. "?Como puedo ayudarle?" pregunto ella. "Dvar," dijo el, sonriendo y leyendo despues su identificacion. "Y tu eres Amy." "Asi que, ya sabemos que sabes leer, genial. Entonces, puedes elegir lo que necesites." "?Y que pasa si lo que necesito eres tu?" Ella se sonrojo y se le pusieron los ojos en blanco. No habia tenido una cita desde hacia mucho tiempo. No era que no fuera atractiva. Francamente, desde que habia sido patinadora artistica (no muy buena, pero bueno) cuando era jovencita, siempre habia estado pendiente de conservar su estilizada figura. Estaba delgada, pero tambien era bajita. Media escasamente un metro cincuenta y cinco, si midiera cinco centimetros mas, y era delgada y esbelta. Nunca habia sido el tipo de mujer que dejaba a la gente con la boca abierta cuando entraba en una habitacion. No tenia ese tipo de exito. Sin embargo, la manera en que Dvar la estaba observando, bueno, parecia un hombre que se hubiera arrastrado por el desierto y hubiera encontrado un oasis. Era abrumador, pero le gustaba, admitio para si mientras se ponia el flequillo detras de la oreja. "Eso no esta en el menu, pero tenemos un cafe moka explosivo y quedan unos pocos brownies. La gente adora nuestros bagels de brotes germinados." Dvar solto una risita. "?En serio?" "Cualquiera que sea un estudiante universitario tratando de ser vegano, macrobiotico o lo que sea, lo que no es tan raro." "Creo que prefiero tomar algo con un poco mas de sustancia", dijo, con su voz como un profundo ronroneo. ?Que tienes para mi?" "Tenemos un magnifico capuchino mezclado con Bailey's. Te lo preparare ahora mismo", dijo ella, ya hirviendo la leche. Amy no pudo evitar sonrojarse bajo la mirada fija del hombre. En serio, habia visto modelos de fotografia menos atractivos. ?Seria ese su trabajo? Quiza era un modelo de Nueva York, que, vaya usted a saber por que motivo, habia decidido que era el momento de visitar Boston - porque., ?a quien no le encantan las pilas y pilas de nieve y basura que nunca pueden recogerse? Dios mio, no es que lo use mucho, pero si tiene que volver a sacar su coche de la nieve una sola vez mas, se volveria loca. Dvar le sonrio cuando termino de preparar su bebida. Despues, se agacho a cogerla de su mano y fue obvio que se estaba tomando su tiempo deliberadamente, que no lo habia hecho por error cuando sus dedos se cerraron sobre los de ella al coger la taza. "Ha sido todo un placer que me sirviera una belleza como tu." Amy se sonrojo de nuevo y se retiro el flequillo despuntado de los ojos. Dios mio, ahora desearia haber mantenido su pelo en su color castano dorado natural y con algo que recordaba a los bucles. Cono, hacia mucho tiempo que no tenia a un hombre - y menos aun a uno tan abrasadoramente sexy - prestandole atencion. No era como si siempre tuviera la sensacion de tener el mejor cebo. "Entonces, demuestremelo con una buena propina. Una chica tiene que ganarse la vida." El sonrio y fue una sonrisa de un megavatio como nunca habia visto antes. De repente, parecia como si su teoria de que el trabajaba como modelo no fuera tan disparatada. Dvar saco un billete de veinte del bolsillo de su chaqueta con su mano libre y lo dejo en el bote de las propinas. "Yo no me preocuparia por eso, Amy." "Gracias, pero por muy amable que seas, veinte dolares no van a alejar a los lobos de mi puerta durante mucho tiempo." El asintio con la cabeza y retrocedio, y ella quiso gimotear un poco por la perdida de contacto y de proximidad fisica. "Entonces, ten cuidado con esos lobos. Nunca sabes cuando vas a encontrarte con ellos." Con eso, el senor Alto, Oscuro y Delicioso habia vuelto a salir por la puerta, dejando a Amy con su anodina vida. Suspirando, termino de limpiar la cocina de atras y cogio tambien el cubo de la fregona. Tenia mucho que fregar todavia. *** En Boston hacia un frio terrible. Obviamente, eso no era noticia. Estaban en mitad de la mayor y mas potente ola de frio que la ciudad nunca hubiera conocido. Cada fin de semana parecia haber una nueva tormenta de nieve y todo el mundo hablaba del record de nevadas y como, pronto, seria literalmente el invierno con mas nieve registrado. Al notar que sus dientes castaneteaban al volver hacia su apartamento, Amy se cino mas el abrigo al cuerpo. Se habia dejado las condenadas orejeras en la cafeteria y lamentaba haber cometido un error tan estupido. Ya las sentia como dos cubitos de hielo y aun tenia que caminar, al menos, cuatro manzanas mas. De todas formas, no es exactamente que lo estuviera pasando bien. Los montones de nieve le llegaban a las pantorrillas y se sentia como si se estuviera hundiendo, sin importar como de ligera y agil tratara de ser con sus botas. Puf, necesitaba vacaciones. Bueno, su hermana se habia ofrecido a organizar su visita y el sol del desierto tenia que ser mejor que la interminable aguanieve. Sacudiendo la cabeza, saco el movil y empezo a marcar el largo codigo internacional que le permitiria hablar con Alexis. No habia llegado muy lejos antes de oir unos pies que se arrastraban tras ella. Amy se volvio a mirar y fruncio el ceno. Habia unos cuatro tipos detras de ella y todos ellos eran de tez morena. Algunos tenian barbas pobladas y frondosas, negras o incluso canosas, un poco parecidos a los hombres que habia visto en la ceremonia de la boda de su hermana. Parecian estar un poco fuera de lugar. Fruncio el ceno, arrepentida y se movio hacia el lateral de la ocupada acera. "Lo siento. Estaba ocupando todo el espacio de la calle. No ha sido muy amable por mi parte. ?Saben que? Continuen y ya me preocupare de llamar por telefono mas tarde. " Los hombres no se movieron, solo la miraban fijamente como si fuera un filete gratis en un buffet. Metiendo su telefono en el bolsillo, Amy trato de tomarselo con calma. Asintio y volvio al centro de la acera. "Bien, entonces yo me movere primero. De nuevo, siento haber ocupado todo el espacio, fue sin querer," termino, comenzando a caminar a un ritmo que era mas rapido que antes, pero no era una realmente correr. Tenia miedo de que empezaran a perseguirla si se ponia a correr. Asi fue, en cuanto ella comenzo a andar, ellos comenzaron a caminar detras de ella, los pasos de los hombres sonaban regulares y comedidos detras de los suyos propios. Cuando paso por delante de una peluqueria con los cristales muy tintados, Amy temblaba por razones que nada tenian que ver con el frio. Los cuatro hombres estaban apenas a quince centimetros de ella y caminaban siguiendo sus pasos. Sujetando su bolso con mas fuerza, decidio que tratar de ignorarlos no iba a ayudar. Claramente, querian algo de ella, ella estaba aterrorizada de pensar lo que eso podria significar exactamente. Podia adivinarlo y sin embargo, pensar en ello le revolvia el estomago. Solo quedaban dos manzanas (muy nevadas) hasta su apartamento. Respirando profundamente y deseando lo mejor, comenzo a correr. Le quemaban los pulmones y deseo que no fueran casi la una y media de la madrugada. Dios mio, como deseaba poder ser mas rapida, no sentir que se resbalaba un poco mas a cada paso que daba. En la primera manzana, los hombres siguieron pesadamente sus pasos, tan cerca que uno tiro de la correa de su bolso y le empujo, dejando que se rompiera, dejando que se llevara todo. Ya reemplazaria las condenadas tarjetas de credito mas tarde, siempre y cuando no se convirtiera en una victima mas en las estadisticas. La segunda manzana no fue tan facil. Estaba cerca de su bloque de apartamentos cuando se resbalo en una gran placa de hielo. Amy se estrello duramente, vio las estrellas y el mareo ya llegaba a ella desde que su cabeza se golpeo contra el cemento. Habia cuatro pares de manos sobre ella y se retorcia en su agarre, golpeando y gritando a cada intento de tocarla. No fue suficiente. El mas alto de los hombres, de casi metro noventa y cinco, con una gran barba canosa, finalmente consiguio sujetarle los brazos a la espalda. "!Dejenme ir!" grito. Arqueando el cuello, miro alrededor, pero la calle estaba vacia. "Dejenme ir y no se lo dire a nadie, se lo juro." El mas alto sacudio la cabeza y le paso algo oscuro, una especie de pasamontanas, por la cabeza y no pudo ver nada excepto el tejido negro. "No, senorita Monroe, eso no va a funcionar. Despues de todo, necesitamos llevarle ante nuestro jefe a la nueva jequesa. " Eso fue todo lo que supo porque despues de palabras de tan mal aguero, algo afilado mordio su cabeza detras de la oreja y todo fue oscuridad. Capitulo Dos El jeque Dvar Yassin de Jardania seguramente tenia cosas mas importantes que hacer. Lo cual, en realidad, no era mentira. Sus primos, Farzad y Munir, ambos de naciones vecinas, estaban interesados en conseguir un frente organizado frente a los mercenarios y el ejercito de Lebano [1] , para, finalmente y de una vez por todas, conseguir pararles a ellos y al populacho al que provocaban. Dvar no podia objetar nada a este plan. Despues de todo, el pais beligerante habia creado en Jardania mas problemas de los que le correspondian, especialmente tras su agresion a la frontera oriental. Estaban corrompiendo a los grupos insurrectos dentro de las propias fronteras de Jardania y estaban ocurriendo cosas horribles, atrocidades que nunca hubieran pensado que pudieran suceder en su reino. Habia estado con sus primos en una larga cumbre, de tres dias de duracion la semana pasada. Parecia como si, en este punto, la guerra total fuera inevitable. Dvar solo esperaba que Estados Unidos se alineara con ellos. Despues de todo, Emma, la esposa de su primo Munir, tambien era hija de un poderoso senador. Nada podia ayudar porque los problemas estaban llegando a todas las tierras que gobernaba la dinastia Yassin y solo podia ponerse peor. Pero no podia pasarse la vida encerrado en la sala de guerra, y confiaba en que sus primos fueran capaces de manejar todo el asunto durante una semana o mas, el tiempo que necesitara para consolidar los asuntos que necesitaba poner en marcha. Era posible... bueno no era posible, era seguro, Dvar estaba rabiosamente celoso de sus primos. Ambos habian encontrado novias increibles y seductoras al raptar mujeres americanas. Farzad parecia particularmente encantado con Alexis Monroe y, francamente, tras haber espiado a su bonita y menuda hermana en la celebracion de la boda unos meses antes, Dvar podia ver por que. La familia entera era mas que notable. Se habia enamorado totalmente de la hermana pequena, Amy, desde lejos. Este era el motivo por el que se encontraba sentado a una mesa, en medio del patio principal de la Universidad de Boston, vigilando a la chica. Queria hacerse una idea de como era antes de llevarla con el a Jardania. Hasta el momento, podia decir que sobre todo se cuidaba a si misma. Aunque habia dejado la escuela de graduados, era muy probable que estuviera en el campus, sentada en el patio, viendo pasar a la gente, o no pocas veces encerrado en lo mas profundo de la biblioteca. Era una intelectual. Al recordar su tinte y sus piercings - una verdadera jequesa no los llevaria - se sorprendio un poco. Era bastante reganona, cosa que el habia podido oir por si mismo en la boda. Amy no habia medido sus palabras hablando con Farzad, especialmente respecto a los metodos de seduccion de su primo. Sin embargo, su lado mas tranquilo y amable habia sorprendido y encantado a Dvar. Habia algo en las personas observadoras que podia ser educado, que podia ser controlado y alentado para que llegara a ser el tipo de equilibrio y pensamiento cuidadoso por el que destaca una verdadera jequesa. Ella se movio un poco y miro por encima de su hombro, y el levanto el periodico hasta su cara. Desde que empezo a vigilarla, algunas veces casi le habia sorprendido haciendolo, al casi verle mirarla fijamente. Amy era avispada ademas de estar pendiente de su entorno. Por supuesto, Dvar habia servido y conducido su propio ejercito durante varios anos. Tampoco era facil de sorprender. "Maravilloso," se dijo a si mismo. "Lo hara esplendidamente." *** Hakim, su sirviente de mas confianza, entro en la parte privada de su jet. El hombre mayor llevaba sujeto el paquete pequeno, colorido y blasfemante que Dvar habia estado esperando. "Mi jeque, hemos puesto a salvo a la senorita Monroe, como pidio. Estamos ya en el aire y estaremos en Jardania en las proximas diez horas." El sonrio y asintio en direccion a la chica. "Esta bien, ahora dejanos" "Es un poco problematica, mi senor." Se rio, realmente conmovido de que Hakim estuviera preocupado por el. Aunque si la fierecilla estuviera diciendo palabrotas sin parar y, francamente, tratando de golpear cualquier cosa que estuviera cerca de ella, apenas media un metro cincuenta y probablemente pesaria unos cuarenta kilos chorreando agua. "Creo que podre manejarla." "Fue capaz de magullar a Asaad, senor." "Entonces, puede que ella disfrute con diferentes juegos," dijo, asintiendo hacia Hakim. "Ahora, por favor, vete." Hakim titubeo un momento mas antes de hacer una reverencia y volver a la parte principal del avion. El pasamontanas todavia cubria la cabeza de la chica y sus manos estaban atadas a su espalda con bridas. Dvar se aprovecho de la situacion y cerro la puerta, asegurando la cerradura. "Ahora," dijo el, rodeandola y rozando su clavicula con la mano. Le habian quitado el abrigo antes de atarla. Por eso, lo que vio fue la misma camiseta negra que se cenia incitante a sus bonitos pechos. Podia incluso sentir su piel, tambien, suave y cremosa. "Esta a mas de veinte mil pies de altitud. No puede escapar si quiere hacerlo y no le aconsejo que salga de esta habitacion. Yo juego sucio, senorita Monroe." Ella jadeo y el pudo ver como se encogia incluso bajo la oscura capucha negra que llevaba. "?Por que me esta haciendo esto?" El se encogio de hombros y retiro la negra capucha que cubria su cara. Sus ojos, agudos, inteligentes y tan azules como el cristal tallado, se fijaron en el. Amy parpadeo algunas veces mas, como si estuviera tratando de orientarse. "Te conozco, ?verdad? En cualquier caso, no solo de la cafeteria." El asintio. "Estabas muy enfadada con mi primo, Farzad, y con como habia tratado a tu hermana, segun tu percepcion." Se volvio hacia el, y pudo ver el fuego que quemaba en aquellos inolvidables y profundos zafiros. "?Que tu que? ?Es que me estas gastando alguna broma rara? Yo no estoy metida en esa mierda de la princesa arabe. !Quiero irme a casa!" Se abalanzo contra el y trato de golpearle. Dvar tenia que reconocerle el merito, la chica era rapida. LA esquivo, justo por los pelos y giro para ponerse detras de ella. Empujandola hacia la cama, la giro para que quedara de frente a el, sujetandola entre su cuerpo y el colchon. "Bueno, esto no ha sido muy agradable, fierecilla." Ella se retorcio debajo de el, pero el tenia unos cuarenta y cinco kilos de musculo encima de ella y no tenia ninguna esperanza de poder moverle. "!Joder, quitate de encima!" El sonrio y beso su garganta dejando que su lengua se demorara, lamiendo el punto en el que se sentian los latidos de su corazon. "No, eso vendra despues, mi jequesa. Aunque eso no quiere decir que no podamos divertirnos un poco aqui. ?Nunca has querido unirte al Club de la Milla de Altura?" Se quedo tan quieta como una estatua debajo de el. "Quiero irme a casa. No quiero ser reina como mi hermana y sin duda, no he firmado para esto." "No, no creo que lo hicieras," dijo el. "Ahora, voy a levantarme y tu no te vas a mover de esta cama. Si lo haces, no van a gustarte las consecuencias." Ella asintio desde debajo de el. "No vas a hacerme dano, ?verdad?" "Hay algunos juegos que me gustan, fierecilla, pero nada de eso es relevante aqui o ahora. No te arrojare de nuevo a una cama si tu no huyes o intentas pegarme otra vez. ?Te parece un acuerdo justo? Sere civilizado mientras tu tambien lo seas." "!No se que significa civilizado para ti en ese retrogrado y diabolico agujero del desierto del que vienes, pero para mi significa que no se secuestran mujeres que van del trabajo a casa y se les atan las manos!" dijo ella. El se puso de pie y le devolvio una sonrisa de suficiencia, mientras ella se ponia boca arriba. "Bueno, fierecilla, cada familia tiene sus costumbres. Los hombres Yassin saben lo que quieren. Vemos lo que deseamos y lo cogemos para nosotros. Definitivamente, tu eres algo que, sin mas, deseaba tener desde el momento en el que puse mis ojos en ti." "Bueno, no puedo decir que el sentimiento sea mutuo, imbecil." El se encogio de hombros. "Necesitamos encontrar cosas mejores que hacer con esa boca tuya, Amy." "Creo que tengo millones de cosas que puedo decirte. ?Te he dicho que te vayas al infierno?" El se rio entre dientes. No le extranaba que su primo estuviera embelesado por su hermana Alexis. Tenia mucho caracter, era muy intensa. Suponia un desafio mayor que ninguno planteado por cualquiera de las mujeres de su harem. Definitivamente, era una distraccion que merecia la pena frente a las preocupaciones de la guerra y el caos. Dvar se rio profundamente otra vez y se inclino sobre ella. No se dejo caer de nuevo en la cama o la aprisiono con su peso, simplemente se inclino sobre ella para besarla en los labios. Amy cerro fuertemente los labios y no se movio bajo el. Eso no podia quedarse asi, no si el tenia algo que decir al respecto. Finalmente, estiro una mano y amaso su pecho. Lo noto suave y blando a su contacto, de forma natural. Era pequena y delgada, pero el adoraba la sensacion de tener su delicado pecho en la mano. Ya podia sentir como se endurecia el pezon a traves del fino tejido de la camiseta y el sujetador. Dvar paso su pulgar sobre su pecho y ella se estremecio, el pezon se endurecio instantaneamente debido a sus atenciones. Puso la boca en la oreja de ella. "No te plantees siquiera intentar morderme." "No lo hacia," dijo ella, pero su tono era debil y titubeante. Habia pensado en ello. Una vez mas, probaba que era una luchadora, una excelente cualidad par una jequesa, para una futura madre de la dinastia Yassin. "No me gusta esto." "Tu pezon se ha endurecido con mi contacto" dijo el, enfatizando sus palabras con un movimiento circular alrededor del pezon, disfrutando de como se sentia bajo sus esfuerzos. "Tu respiracion se ha convertido en jadeos irregulares. Joder, hasta se te estan dilatando las pupilas. Estas mas excitada de lo que tu quisieras." Enfatizo sus palabras besandola en los labios, dejando que sus dientes mordisquearan la suave carne. No la hizo sangrar, nada tan dramatico como eso, pero disfrutaba la sensacion de tener su labio, tan suave y vulnerable, entre los dientes. Amy tomo aire bruscamente y se estremecio debajo de el. Sus parpados temblaban y ella lo evaluo, con los ojos entrecerrados y expresion hambrienta a pesar de su enfado. El sonrio de nuevo y la beso, bajando por su garganta y yendo hacia su clavicula. Le rozo el hombro con los dientes, disfrutando la forma en la que se estremecia al tocarla. Su mano todavia masajeaba su pecho y el no podia esperar para sentir su calor rodeando toda su longitud, sentirse en casa al hundir su carne dentro de ella. Pero para eso aun queda mucho tiempo, deja que te lo diga. Nada es divertido si lo coges todo desde el principio. Despues de todo, ?la paciencia no es una virtud? Aun asi, quiza disfrutar un poco mas de diversion no estaria mal. Beso sus labios una ultima vez e incluso permitio que su lengua invadiera la boca femenina, enroscandose con la de ella y luchando por dominar el beso. Incluso entonces, ella se retorcia y luchaba debajo de el, como si ni siquiera un beso fuera algo que Amy rindiera gratuitamente. Dios, ella estaba tan motivada y era tan testaruda como el. Esto se iba a convertir en un duelo de voluntades que el no podia esperar a ganar. Al besarla, hundio su firme dureza en sus caderas, prometiendole mucho mas cuando llegaran a casa, a Jardania. Se puso de pie, sonriendole. "Hasta pronto, fierecilla... ?cuando te volvere a ver?" "?Me dejaras ir, gilipollas egocentrico?" exigio ella, "No, tenemos que jugar, de verdad."

  • Ya Te Dije Adios, Ahora Como Te Olvido de Walter Riso

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    Hay relaciones afectivas y personas que nos marcan a fuego, como si se enquistaran en nuestro ADN y en la esencia que nos define. Cuando esto ocurre, no solo vivimos con ellas, sino por ellas, lo cual complica cualquier ruptura o disolucion. Perderlas genera un vacio angustiante y devastador. En estos casos, la gente que se separa o es abandonada por su companero o companera se pierde a si misma en un laberinto de dolor y desesperacion. ?Como superar la ausencia de quien fue vital para nuestra vida amorosa? Pues no se trata de olvidar, literalmente, a quien quisiste alguna vez o aun amas, ni de ignorar su existencia o desconocer la historia del vinculo que sostuviste. Lo que logra un duelo afectivo <> es poder recordar sin dolor, sin amor y sin resentimientos. No es una amnesia profunda, es una transformacion y un desvanecimiento de aquellos sentimientos que te ataban a la persona que fue tu pareja: <> o, si se quiere, una forma de <>. Si has llegado a la conclusion de que <> por tu ex, significa que te has vaciado de carino, que te has liberado. Tu cuerpo ya no reconoce aquello que sintio una vez o lo recuerda a duras penas, pero ese <> es basicamente cognitivo y no emocional. Desde este punto de vista, cuando de amor se trata, decir <> es sinonimo de <> o <>. Aceptar una perdida, en ultima instancia, significa desvincularse, desligarse o desapegarse de la persona que ya no esta, lo cual no implica odiarla o desearle el mal, porque eso tambien te someteria a tu ex. El odio puede atarte tanto como el mas fuerte de los amores. Mas bien se trata de alcanzar cierta <> o, de ser posible, una amistad, tal como sucede en aquellas parejas que terminan su relacion cordialmente y de comun acuerdo. No obstante, es verdad que a veces llegar a esta <> se complica bastante si hubo violaciones de los derechos personales y maltratos fisicos o psicologicos, pero aun en estos casos, la experiencia terapeutica muestra que es posible alejarse emocionalmente de quien fue tu media naranja, por mas agria que haya sido, para que no te siga lastimando. Aunque en este instante lo veas imposible y lejano, lo que sientes se evaporara como lo hace el aroma de un perfume que dejo de utilizarse. Los duelos afectivos muestran una diferencia crucial con aquellos duelos en los que la persona ausente ha fallecido fisicamente. En los primeros, la expareja sigue vivita y coleando, y la mente, por un tiempo (a veces corto, a veces largo), puede alimentar la esperanza y la posibilidad de restablecer lo que se rompio; como si dijera: <>. Esa pizca de ilusion, que se instala incluso cuando el desamor del ex o de la ex es evidente y definitivo, dificulta muchas veces la resignacion: <>, o la aceptacion de la situacion: <>. Hay una rendija, una luz, un pequeno anhelo que nos murmura: <>. De ahi la testarudez amorosa de los que no se dan por vencidos y se dedican a esperar el milagro de una resurreccion afectiva. Sin embargo, no toda ruptura es catastrofica. Si tu pareja te amargaba la existencia y se fue con un nuevo amor, quiza sufras al principio (asi sea irracional o inexplicable tu dolor), pero si procesas bien la informacion, terminaras agradeciendo a la divina providencia que ya no este en tu vida. En cambio, la perdida afectiva inesperada en una relacion que era buena o muy buena puede convertirse en un tsunami emocional. Una paciente me decia: <>. Esta descripcion se repite en infinidad de casos y tiene como factor sorpresa dos sentimientos que se entremezclan: la desolacion y la decepcion. Aunque mi paciente se equivocaba en algo: no todo <>. Uno no descubre de repente que no ama a su pareja y decide irse. El desamor se va tejiendo por lo bajo y no pasa desapercibido para quien lo siente, en este caso concreto, su esposo. Recapitulemos. Desolacion, porque la orfandad emocional te llega hasta los huesos. Decepcion, porque piensas que tu gran amor deberia haberte avisado a tiempo, si la indiferencia toco a su puerta. Entonces la mente, que siempre es parlanchina, repite, con un martilleo que taladra el cerebro y el corazon: <>, <> o <>. Esta claro que no todas las perdidas se procesan igual. Variables como la personalidad, la seguridad en uno mismo, la historia afectiva de la pareja o el sistema de valores, entre otras, actuan para facilitar o lentificar la tolerancia y la elaboracion de la afliccion. No obstante, muchos autores sostienen que el duelo esta determinado por algunas etapas mas o menos generales. En el caso concreto del duelo <> y de acuerdo con mi experiencia clinica, es posible considerar algunos estadios moviles, que a veces se superponen y tambien se diferencian en tiempo e intensidad. Sin pretender establecer un marco de referencia rigido, podriamos definir siete momentos: aturdimiento/negacion, anhelo/recuperacion, busqueda de explicaciones, ira/indignacion, culpa/humillacion, desesperanza/depresion y recuperacion/aceptacion. Vale la pena recalcar que no todos los dolientes siguen necesariamente estos pasos. He visto pacientes que mezclan algunos o se saltan otros, pero los elementos que menciono suelen estar presentes de una forma u otra. ?Que hacer entonces? Lo veras y entenderas a lo largo de cada capitulo de este texto: luchar por la vida. A reganadientes, a las malas, con las unas, como quieras, pero no hay otra opcion. Puedes sentarte a llorar tu mala suerte, a lamentarte de la <> soledad, a sentir lastima por tu aporreado yo y autocompadecerte. O, por el contrario, puedes levantar la cabeza y aplicar una dosis de racionalidad a tu desajustado corazon. Analiza las siguientes reflexiones. Piensalas con cada atomo de tu cuerpo, con lo mas profundo de tu ser: * Si te dejo, si se fue como un soplo, si no le importaste, si te hizo a un lado con tanta facilidad, si no valoro lo que le diste, si apenas le dolio tu dolor, si decidio estar sin tu presencia, ?no sera, y lo digo solo como hipotesis, que no te merece? * Y si te dejo porque ya no te ama, porque se le agotaron los besos y hasta la mas simple de las caricias se le convirtio en tortura, ?no sera, y lo digo solo como hipotesis, que ya no te ama? * ?Y no sera que, si fue cruel o se le termino el amor, ya no tiene sentido insistir en resolver lo que ya esta resuelto? ?No sera que hay que quemar las naves, cerrar el capitulo y construir un nuevo proyecto de vida? Este libro es una guia practica para ayudar a los que se ven obligados a superar una perdida afectiva e intentan sobrevivir dignamente. Reuno aqui un paquete de estrategias que son muy eficientes para acompanar o facilitar el proceso de perdida y hacerlo mas llevadero, respetando desde luego su normal desarrollo. Tambien se pretende evitar que la persona aquejada caiga en un duelo complicado. Este libro no eliminara el dolor que necesariamente debes sentir para salir adelante, pero lo hara mas comprensible y llevadero: lo transformara en un sufrimiento util. E incluso es posible que el trauma que hoy te desmorona invierta su tendencia y te lleve a un crecimiento postraumatico, a partir del cual desarrolles tu potencial como nunca lo habias hecho antes. La premisa es como sigue: si logras desvincularte de tu ex (o de cualquier amor imposible que ronda tu vida) de manera adecuada, podras reinventarte como te de la gana. El tiempo ayuda, es cierto, pero hay que ayudar al tiempo. Sin acelerarte, al ritmo natural que marque tu proceso interior y siempre avanzando. De ti depende y de nadie mas. Toma la decision profunda de soltar de manera definitiva los lastres afectivos que no te dejan crecer y te sorprenderas de lo que eres capaz. Que tu fortaleza interior marque el paso de un adios definitivo y contundente. CAPITULO 1 <> La cuerda cortada puede volver a anudarse, vuelve a aguantar, pero esta cortada. Quiza volvamos a tropezar, pero alli donde me abandonaste no volveras a encontrarme. BERTOLT BRECHT La confusion inicial y la importancia de un plan B <>, me decia una joven mujer devastada emocionalmente. Su culpa no hacia mas que contribuir a una depresion avanzada. Se repetia una y otra vez: <>. Realmente lo habia intentado, pero su marido era un maltratador incurable y muy resistente al cambio. En cierta ocasion, el hombre me confeso: <>. Y aun asi, ella se debatia en un conflicto tan punzante como irracional: por un lado, lo queria y esperaba que el se convirtiera en una persona pacifica y amorosa; y por otro, pensaba que no era justo el trato que le daba. Su enredo mental quedo plasmado en una de sus afirmaciones: <>. La mente y el corazon enfrentados a cien kilometros por hora y el alma en vilo: esperar lo imposible, anorar lo que podria haber sido y no fue. Algunas victimas del desengano dicen que se ven a si mismas como si fueran los actores de una pelicula que estan observado. Ajenas a su propio yo, la vivencia se hace cada vez mas irreal. Si te encuentras comenzando la experiencia de una perdida o ya pasaste por ella, sabes de que hablo. Lo sabes muy bien porque lo llevas encima, incrustado a fuego, como si te hubieran robado tu energia vital. Para colmo, no falta quien llegue a darte animo de la manera mas tonta: <>… Y tu piensas: <>. Eres un manojo de sintomas que no puedes descifrar y todo se revuelve en ti. Pero si la ruptura afectiva es un hecho, no te autoenganes. No es un sueno, es realidad pura y dura. Ya descubriste la verdad, la estas viviendo en tu propia carne: pueden dejarte de querer y renunciar a ti; no hay amor garantizado y eterno. El desamor se cuela en cualquier momento y hace estragos, porque nadie tiene el <> de amarte, asi tu ego se resienta. De todas maneras, te lo aseguro, saldras de esta. Que estes leyendo este libro u otros es un comienzo. El criterio profesional dice que el duelo dura un tiempo determinado, que no es para toda la vida y que lo que hoy lloras, despues es probable que te parezca una tremenda burrada. Como esos novios o novias de otras epocas por los cuales hubieras dado la vida y hoy los recuerdas, en el mejor de los casos, con una pizca de ternura. Preguntate y veras: ?que te produce hoy pensar en el ex de la adolescencia? Ni la mas minima taquicardia, ?verdad? Ni cenizas quedan. En todo el mundo hay millones de personas victimas de la perdida afectiva que vuelven a recuperar el habla, los suenos y la esperanza. Eso si, hay que recorrer un camino de reestructuracion mental y emocional y rescatar la capacidad de amar <>. Adquiriras una nueva identidad, un nuevo <>, ya que nadie puede seguir siendo el mismo cuando se somete al desamor. Ahora ya no eres <>, eres libre, con la soledad a cuestas y rehaciendote, revisandote, asi sea en cuidados intensivos. Te preguntas: <>, y mi respuesta es simple: <>. Quiza pensaste que lo tuyo era especial y estaba auspiciado por alguna fuerza cosmica, pero te equivocaste. Todo fluye, todo cambia de manera constante, incluido lo que somos y como nos relacionamos. No hay un designio oculto que te haya senalado especificamente a ti para hacerte inmune al amor que duele. Simplemente ocurrio. Un paciente me decia: <>. Es decir, era su ser. ?Como puede alguien llegar a representarlo <> y anular el mundo? ?Cual es la causa de semejante actitud? ?Un problema de calculo? ?Haber confiado demasiado en el amor? ?Algun lavado cerebral que termino aplastando millones de neuronas? Tomalo como ejemplo: si tu pareja lo es todo para ti, tu solo seras un triste reflejo de quien amas. Tu pareja es, o fue, una referencia afectiva, pero no puede constituirse en el unico y ultimo significado de tu existencia. Mi paciente redujo su experiencia vital a la persona amada porque se entrego mas alla del limite y ahora iba de aqui para alla como un alma en pena, sin motivacion interna, sin autodireccion. La <> de su vida, su <>, se habia marchado y no tenia un plan B, y en el amor siempre hay que tener uno. Habia llegado el momento de tomar el control de su vida, mandar sobre si mismo, y no sabia como hacerlo. Preguntate: ?tienes el control de tu persona, por si el amor te da la espalda? Si te ocurrio algo similar y tu pareja resulto ser una especie de administradora o regente que ordenaba tus pasos y tu felicidad, planeaste mal tu vida. Hay que reprogramarla. ?Que es un plan B? Estar preparado para seguir viviendo intensamente, asi el otro te mande a paseo. Armar un kit con, al menos, cinco estrategias de afrontamiento que tienen que ver con la posibilidad de crear un nuevo estilo de vida (a lo largo del libro iras construyendo tu conjunto personalizado de competencias para afrontar la perdida): 1. Ser capaz de abrazar la soledad y sacarle jugo. 2. Aprender a perder y comprender que hay cosas que escapan a nuestro control. 3. Fortalecer la independencia y la autonomia. 4. Desarrollar un espiritu de aventura y audacia. 5. Haber adquirido un interes vital absorbente que le de sentido a tu vida (pasion, ganas o entusiasmo por una causa). Si posees estas habilidades, te sera mucho mas facil sobrellevar el desamor de cualquiera, el dolor sera menos intenso y no te incapacitaras ni andaras pidiendo limosna afectiva. Podrias pensar que nadie proyecta una ruptura de pareja, sin embargo, la experiencia muestra que si es conveniente hacerlo de manera realista, para que no te tome por sorpresa. No hablo de pesimismo malsano, sino de poder desarrollar una actitud preventiva. Todo el mundo habla sobre la importancia de vivir en pareja, de salvar el matrimonio, de amar al otro sobre todas las cosas, pero nadie nos alerta sobre la posibilidad de un hundimiento amoroso. Todos necesitamos un manual de primeros auxilios para aprender a ser un <> del amor, si toca. Los sacerdotes y los notarios deberian exigir este kit de salvamento, u otro parecido, para poder unir en matrimonio a alguien: <>. Una persona muy creyente en su religion me decia: <>, y yo le respondi: <>.

  • Cabezas cortadas de Pablo Gutierrez

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    Maria se marcha al extranjero escapando de la mediocridad y el aburrimiento. Un cuaderno, un sueldo precario y un techo son todo lo que necesita. A su alrededor, brigadas de voluntarios persiguen a los inmigrantes, hay redadas nocturnas y suburbios donde no se adentra el hombre blanco. Atraida fatalmente por un deseo de destruccion, se guarece en el pasado y se adentra en una espiral de mentiras y autoenganos mientras vuelca sus recuerdos en unas paginas que pueden convertirse en un arma para cortar
    cabezas.
    Cabezas cortadas es una novela sobre una generacion perpleja y vapuleada por la crisis, y sobre la ira y el desconcierto que sobrevienen cuando la juventud se agota y los suenos se desvanecen.

  • Siroco, Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    Natalia lleva meses recorriendo el mundo junto con su amiga Agustina, sin tener un destino fijo, sin preocuparse por otra cosa que no sea disfrutar de los lugares a los que el viento las ha arrastrado. Cuando estan a punto de regresar a su pais, les ofrecen trabajar como camareras para la escuderia Bravio.

  • Rendicion (Premio Alfaguara de novela 2017), Ray Loriga de Ray Loriga

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  • Cafe Dorianne de Xanti Ramirez

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    El famoso Cafe Dorianne, en el centro de Madrid, ha acogido durante su larguisima existencia a todo tipo de clientes: desde reconocidos artistas, politicos, escritores y deportistas de elite, a gente completamente anonima; como esa pareja que desde una apartada mesa del comedor observa con curiosidad todo lo que pasa alli dentro. ?Quienes son? ?Que es lo que tanto les sorprende? Y sobre todo, ?Cuanto tiempo llevan alli sentados?