• libro morir no es lo que mas duele - Ines Plana Gine

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    Un hombre aparece ahorcado en un pinar a las afueras de Madrid, con los ojos arrancados de cuajo. En uno de sus bolsillos se halla un papel con el nombre y la direccion de una mujer: Sara Azcarraga, que vive a pocos kilometros del escenario del crimen. Fragil, solitaria, bebedora de vodka en soledad, Sara rehuye cualquier contacto con las personas y trabaja desde casa. El teniente de la Guardia Civil Julian Tresser se hace cargo del caso, asistido por el joven cabo Coira, que se enfrenta por vez primera a una investigacion criminal, una investigacion dificil, sin apenas pistas, con demasiados enigmas. A medida que el teniente Tresser avance en sus indagaciones, descubrira unos hechos que daran un tragico vuelco a su existencia y le conduciran a un viaje a los infiernos que marcara su vida para siempre.

  • MORIR NO ES LO QUE MÁS DUELE | INES PLANA

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  • MORIR NO ES LO QUE MAS DUELE | INES PLANA

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  • Morir no es lo que más duele (ESPASA NARRATIVA) Tapa dura

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    Morir no es lo que más duele (ESPASA NARRATIVA) : Plana Giné, Inés: Amazon.es: Libros.

  • MORIR NO ES LO QUE MÁS DUELE - PLANA INÉS

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    Me leí el libro en dos días. El inicio engancha mucho, aunque ya a mitad de la historia intuí qué personaje podía tener algo que ver con el asesinato. De igual ...

  • Morir no es lo que más duele - Libro de Inés Plana - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/106662/morir-no-es-lo-que-mas-duele

    El thriller para los que creían haberlo leído todo Un hombre aparece ahorcado en un pinar a las afueras de Madrid, con los ojos arrancados de cuajo.

  • "Morir no es lo que más duele", de Inés Plana - Las Librerías ...

    https://www.laslibreriasrecomiendan.com/libro-de-la-semana/morir-no-es-lo-que-mas-duele-de-ines-planas/

    Los libreros tenemos la suerte de percibir de primera mano las sensaciones de un lector al toparse con un libro que le atrae. Por ello, hay que reconocer el ...

  • Morir no es lo que más duele - Inés Plana Giné - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Plana-Gine-Morir-no-es-lo-que-ms-duele/16613

    El libro consta de diecinueve capítulos y cuatrocientas treinta y nueve páginas. Nada más llegar a mis manos lo comencé. Pero por desgracia, tengo poco tiempo ...

  • Críticas de Morir no es lo que más duele (22) - Inés Plana Giné

    https://es.babelio.com/livres/Plana-Gine-Morir-no-es-lo-que-ms-duele/16613/critiques

    Este libro lo gané en Masa Crítica. Me ha encantado. No sé como describir mis sensaciones. El libro consta de diecinueve capítulos y cuatrocientas treinta y ...

  • MORIR NO ES LO QUE MÁS DUELE - INÉS PLANA

    https://www.delectoralector.com/morir-no-es-lo-que-mas-duele-ines-plana/

    12 feb 2018 — Una vez más, creo que el punto fuerte del libro son más los personajes que la propia trama y sí creo que la autora ha conseguido mantener al ...

  • Antes mueren los que no aman de Ines Plana Gine

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    En las Navidades de 2009, con un pais aplastado por la crisis, una funcionaria de la Seguridad Social muere al ser empujada violentamente contra una cristalera. Quien lo hace es una joven que huye del lugar sin dejar rastro. Este es el caso que investiga Julian Tresser, teniente de la Policia Judicial de la Guardia Civil, cuando surge la primera pista fiable sobre el paradero de Luba, una chiquilla de doce anos que desaparecio misteriosamente dos anos atras.

  • Las espias de Buenos Ayres de Mariana Guarinoni

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    Mujeres espias, intrigas politicas, pasiones y amores prohibidos sobre el final del Virreinato del Rio de la Plata. Un fresco excepcional de una epoca dificil que muestra claramente las estrategias de supervivencia de las mujeres de la epoca, asi sean ricas o indigentes.

  • A contracorriente (Bolsillo (terciopelo)), Noe Casado de Noe Casado

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  • EL AMARGO DON DEL OLVIDO: Nada es lo que parece, ni nadie es quien dice ser, A.V. San Martin de A. V. San Martin

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    Aqui es donde deberia dejar impresas esas pequenas pinceladas que resuman la historia de este libro. Pero la verdad es que poco importa que describa como es Ines, su protagonista; que narre de forma atrayente su pasado o deje constancia del incendio que todo lo trunca porque todo lo que diga puede ser cierto, o no, o tal vez cambiar antes de que termines de leer esta sinopsis.

  • Sharko de Franck Thilliez

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    La pareja de policias, Franck Sharko y Lucie Hennebelle, esta en apuros: ella, fuera de todo procedimiento legal, ha allanado una propiedad privada en las afueras de Paris y ha asesinado al hombre
    que investigaba, Julien Ramirez. Ha sido en defensa propia, pero si confiesa lo ocurrido ira a la carcel, y Sharko no piensa permitirlo. En el curso de la investigacion, descubriran que tras Ramirez hay una secta vampirica que comete las atrocidades mas perversas.
    Tras hallar trece cadaveres a los que han extraido hasta la ultima gota de sangre, y soportando la angustia de que sus companeros puedan descubrir lo que hicieron, Lucie y Sharko se enfrentaran a una enfermedad desconocida que la secta vampirica propaga deliberadamente.

  • Hasta que llegue el Caballero de Sue-ellen Welfonder

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    Lady Mariota MacNichol, acusada de haber asesinado al indigno hombre al que creia amar, se esconde en el deshabitado castillo de Cuidrach. Pero entonces, el nuevo lord de Cuidrach llega inesperadamente… Sir Kenneth MacKenzie es un feroz caballero bastante experimentado aunque su ultima conquista le dejo el corazon destrozado y el orgullo herido–. ?Cuanto tiempo transcurrira antes de que ambos compartan la cama? Y, lo mas importante, ?dejaran los fantasmas del pasado que puedan volver a creer en el amor?

  • Desde donde se domine la llanur de Megan Maxwell

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    Gillian es conocida entre los miembros de su clan como la Retadora por su caracter indomable, que siendo su mayor atractivo es tambien su gran maldicion. Enamorada de Niall desde la infancia, juntos vivieron una bonita historia de amor que se rompio cuando este partio a luchar junto al rey de Escocia sin despedirse de ella. Gillian se juro entonces que jamas lo perdonaria. Niall, por su parte, es tan testarudo y orgulloso como su amada. Ahora que ha regresado y vuelven a encontrarse, ninguno de los dos esta dispuesto a dar su brazo a torcer. Cada uno ha sufrido a su manera la ausencia del otro. Pero la vida es caprichosa, y la pasion que sintieron en el pasado comienza a apoderarse de ellos de nuevo. ?Seran capaces de resistirse? Castillo de Dunstaffnage, 1348 Las risas y los aplausos sonaban mientras la luz de los hachones iluminaba el salon del castillo de Dunstaffnage. Los juglares amenizaban el ala derecha del salon, la gente hablaba y bebia, y unos malabaristas entretenian a los mas pequenos en el patio de armas. Una vez acabada la actuacion para los ninos, el sonido de las gaitas tomo el patio de armas, y donde hasta hacia poco tiempo caritas embobadas habian observado a los malabaristas, ahora reian, danzaban y cantaban los guerreros con sus mujeres y las mozas del pueblo. Aquella celebracion se debia a que el laird Axel McDougall y su encantadora esposa, Alana, habian tenido su segundo y esperado hijo. Cinco anos atras habia nacido una nina, a la que habian llamado Jane Augusta McDougall, y a pesar de que Axel enloquecia de amor por la pequena, que era una preciosidad, como guerrero y laird de sus tierras anhelaba un varon. Su sucesor. Asi, cuando Darren Alexandre McDougall, nombre que le impusieron al pequeno, llego al mundo, su felicidad fue completa

  • Especial luna de miel de Rebeca Montes

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    Aquel no era su primer viaje en avion. Ni siquiera se podria decir que fuese su primer viaje con el. Pero mientras caminaba apresurado entre el gentio del aeropuerto, su maleta rodando detras, no pudo evitar sonreir, feliz. En aquel rincon del mundo que se asemejaba mas a una burbuja turistica, los idiomas que se escuchaban por todas partes variaban de un espanol que Keith entendia solo a medias y un ingles fluido. Las personas apresuradas a su lado tambien parecian proceder de los mas variados destinos, a juzgar por retazos de conversaciones que el no llego a comprender. --?Donde vamos ahora? --pregunto mientras se detenia y se colocaba junto al que, desde hacia mas de un ano, era su marido. --Tenemos que buscar la empresa donde reservamos el coche. No fue dificil encontrar la hilera de cristaleras con decenas de anuncios sobre el renting y los precios. Chris ignoro a todos aquellos que intentaron llamar su atencion desde las puertas para entrar en la indicada. Alli, un joven de tez morena y bonitos ojos oscuros los atendio en un ingles perfecto, les hizo rellenar un monton de papeles y los acompano afuera, hacia un aparcamiento donde un reluciente coche azul los esperaba. --Es automatico, como lo pidieron. Y podra devolverse en nuestra empresa del aeropuerto del Chetumal en la fecha acordada. Disfruten de su viaje. El calor nada mas salir le hizo transpirar en apenas cinco minutos. No estaba acostumbrado a esa humedad sofocante que a las once de la manana parecia succionarlo todo. Se habia banado en repelente para protegerse de los mosquitos, y su piel se veia aun mas palida por el exceso de crema protectora para el sol. Chris habia tenido el tino de ignorar el inmenso sombrero que compro en el aeropuerto de Nueva York para cubrirse tanto la cabeza como los hombros. Ya sabian los problemas que tenia con las quemaduras. Keith habia debatido largo y tendido con su esposo sobre el destino de su viaje. Iban a ser diez dias y queria pasarlos lo mas relajados posible. La suma de mar y naturaleza seria un conjunto perfecto para que ambos pudieran deshacerse de algo del estres propio de los ultimos meses. El plan, en un principio, no era ir a Cancun, sino a un lugar mas pequeno y, supuestamente, menos concurrido en aquellas fechas: Tulum. Segun las fotos, aquel pueblecito turistico tenia uno de los yacimientos mayas mas importantes pegado a la playa. Una playa caribena, para mas enfasis. Desde alli se podian visitar, ademas, un monton de lugares que en imagenes parecian paraisos perdidos en medio de selvas hermosas. --?Quieres comer algo antes de partir o cuando lleguemos al hotel? Chris, con unas bermudas oscuras y una camiseta de algodon amplia, no habia conseguido en absoluto aquello que busco: el pasar desapercibido. Sus cabellos rubios, sus ojos castanos y aquel rostro atractivo no hacian sino atraer miradas de forma constante. Llevaba ademas aquel aura de seguridad que uno inmediatamente vinculaba con el dinero. Era algo que para aquellas alturas se pegaba de forma innata a su esposo. Por suerte, al final decidio no ir con aquellas chancletas horribles y se pudo unas zapatillas deportivas. --Cuando lleguemos. Sera junto la hora de comer, ?verdad? No deberiamos tardar ni dos horas, se supone. --Entonces solo compraremos agua para el camino y listo. Fue Chris quien se acerco hasta un puesto junto a la salida donde vendian botellas de todo tipo. Tras comprar un par de ellas, metio las maletas en el maletero mientras Keith configuraba el GPS del coche. Era una carretera recta, por lo que no deberian tener problemas. El aire acondicionado pronto se hizo necesario y Keith no dejo de mirar por su ventanilla, inmerso en un paisaje donde solo se veia verde y mas verde. De vez en cuando pasaban algun pueblo pequeno, que usualmente detenia el recorrido de los coches con altos resaltos en la carretera. Llegaron a Tulum antes de las dos. El pueblo era diminuto. Apenas unas calles que se extendian alrededor de la avenida principal. Pero por insistencia de Chris, que no creia que fuese necesario quedarse en un hotel alli, ambos tenian una bonita habitacion en el paseo de la playa, donde los hoteles mas caros se apinaban con sus rincones al mar privados y sus suites de lujo. Nada mas llegar, un chico uniformado los recibio, los dejo aparcar en un lugar privado y los condujo hasta la recepcion. Desde ella se veia una piscina larga que terminaba en una especie de cristalera con vistas al mar. Mas alla, una especie de terraza restaurante con bancos acolchados y toldos oscuros. Pero la mayor sorpresa fue cuando ese mismo muchacho los guio a traves de un camino de tierra y madera hasta dar con una cabana de dos pisos oculta entre arboles. Era como una casita encantada en medio del bosque, y justo frente a la playa. --Esto no es lo que reservamos --murmuro confundido. Christopher se volvio hacia el, atrayendole de la cintura mientras sus labios se posaban sobre los de Keith en un breve y sonoro beso. --?Sorpresa? Pense que te gustaria. !Y como no! Una hamaca grande pendia de dos arboles robustos, un porche de suelo de madera tenia unos sillones grandes y seguramente comodos. La puerta era de cristal, pero unas telas blancas cubrian en interior. El trabajador abrio la puerta y Keith, simplemente, sintio ganas de llorar. Verdaderamente parecia algo salido de un cuento. Con decorados rusticos y cuidados, telas claras y diafanas, sillones llenos de cojines. Era amplio y abierto, ofreciendo las vistas al mar. Era perfecto. --Gracias --susurro. El chico salio de la casa tras entregarle Chris la propina. Keith no sabia que queria hacer mas, abrazar a aquella persona insufrible por momentos o correr hacia el mar para lanzarse de cabeza a las cristalinas aguas. Gano el, como siempre, y cuando casi salto sobre ese cuerpo alto y hermoso, Chris le agarro para ayudarle a colocar las piernas alrededor de su cintura. --Me encanta --susurro mientras dejaba un rastro de besos por aquella piel que empezaba a dejar notar la barba del dia. Le encantaba sentir la aspereza contra el, sentirle a el apretado contra su cuerpo. Chris lo cargo por la casa, seguramente buscando la habitacion, y Keith se encontro pronto tendido en suaves y frescas sabanas. La cama tenia una tela fina que colgaba del techo y Keith, mientras elevaba el trasero para dejar a Chris sacar su ropa interior, penso que los mosquinos se quedarian fuera aquella noche. Le escucho grunir algo mientras se deshacia de su propia ropa, alli frente a el. Y Keith, durante unos instantes, penso que quizas deberia apuntarse a un gimnasio. Su cuerpo delgado no era propenso a conseguir grasa de mas, pero comparado con aquel cuerpo moldeado y marcado, parecia bastante simple. --Estas pensando demasiado, Keith --dijo Chris--. Tendre que esforzarme mas. --No hace falta, esposo. Solo me recreaba con esos abdominales tuyos. Quizas me apunte a tu gimnasio. --No duraras ni dos semanas. --Eso no es... Pero aquella boca le silencio con un beso, y Keith gimio mientras le sentia tumbarse junto a el, acariciando su abdomen y bajando la mano hasta encontrar su miembro, ya mas que despierto. --Esposo, aun tengo la camiseta. Fuera. El sonrio, esa sonrisa ladina que tan bien se le daba, y se separo un momento para sacarla. Con el tiempo, Keith habia descubierto que su marido tenia una suerte de fetiche con las bocas. Le gustaba besar. Podian tirarse mucho tiempo acostados en la cama, despues del sexo, mientras que aquellos labios finos volvian una y otra vez sobre los suyos. Le besaba durante el sexo. Y a veces cuando estaban solos. Chris no era persona de muestras publicas de afecto. Keith pronto aprendio aquello tambien, pero no importaba. Porque mientras aquellos dedos se enredaban en su cabello y tironeaban de el, colocando las piernas de Keith sobre sus hombros y abriendole a su ereccion, lo unico que tenia claro era que lo amaba. --Voy --susurro Chris contra su oreja mientras se introducia en el, y Keith le dejo hueco cuando empezo a mordisquearle la oreja, empezando un lento vaiven que pronto encontro aquello que buscaba. Fue rapido al final, ambos buscando el placer en brazos del contrario. Fue hermoso por ser quien era, si. Y tambien por estar donde estaban. Tiempo despues, y limpios de los estragos del sexo, ambos salieron en busca de comida, demasiado hambrientos como para pensar si quiera en ir a banarse un rato. El comedor era enorme y bonito, como con grandes ventanales que rodeaban todo permitiendo las vistas y manteniendo fuera los mosquitos. --Cuidado con el picante. No querras pasarte el resto de los dias malo del estomago --dijo Chris una vez los sentaron a la mesa y tomaron el menu. --Me gusta el picante --respondio mientras revisaba los pescados frescos del dia. --El picante de casa no es nada comparado con este. Aquella parte de Keith que habia ganado confianza en si mismo y que queria libertad de elegir, casi le hizo ir a por cualquier platillo tipico mexicano con su buena racion de chile. Por suerte, su parte racional era mas inteligente que eso, y finalmente pidio consejo al camarero en cuanto a los pescados. Chris opto por carne y ambos comieron frente a las aguas azules mientras el aire acondicionado refrescaba sus pieles. Fue a media comida que lo noto. Las miradas. Uno pensaria que con el tiempo se habria acostumbrado, pero de hecho no era asi. Y las mujeres que se comian al rubio con la mirada, muchas de ellas medio vestidas en sus ropas de bano y con algun pareo, eran siempre un recordatorio contante de lo diferentes que eran ellos. Miro su plato, subitamente enfadado, y tomo toda su copa de vino de un trago, casi ahogandose al instante. --?Que demonios estas haciendo? No tienes ningun aguante con el alcohol. Para su disgusto, Keith chasqueo la lengua, mirando a su esposo con el ceno fruncido. Sabia que no debia parecer muy amenazador, pero Chris alzo una de sus cejas mientras preguntaba: --?Que pasa? --Nada. Nada --repitio con mas enfasis.

  • Cuando Pase tu Ira de Asa Larsson

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    La novela mas vendida de Asa Larsson. Un asesinato despierta viejos fantasmas de colaboracionistas nazis en Kiruna. Wilma y Simon son dos jovenes enamorados que han decidido sumergirse en el helado lago de Vittangijarvi, en el norte de Suecia, en busca de los restos de un avion aleman perdido en 1943. Mientras bucean, alguien corta la cuerda de seguridad de Wilma y tapa el orificio de salida en el hielo. No podran escapar. Cuando la primavera se acerca al norte de Suecia, el cuerpo de Wilma emerge de las aguas del rio Tornealven. Al mismo tiempo, una figura fantasmal aparece en los suenos de Rebecka Martinsson, la reputada abogada de Kiruna. ?Es el fantasma del cuerpo que ha aparecido en el rio? Junto a la inspectora de policia Anna-Maria Mella, Rebecka se sume en un enigma que despierta antiguos rumores de colaboradores nazis en Kiruna, un lugar donde la verguenza y el secreto controlan los recuerdos de la guerra. Y un asesino esta dispuesto a seguir matando para mantener el pasado enterrado para siempre bajo el hielo y la nieve. <>, Booklist. <>, SKTFtidningen. <>, Aftonbladet.

  • Arriesgando: Libro 2 (Para siempre), Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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  • Cuando el abecedario empieza por la Z de Laura Cardenas

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    La primera vez que se vieron fue una fria tarde de otono. Alex salia del cafe Berlin hablando por telefono. Gesticulaba de manera exagerada, caminaba nervioso con pasos cortos de un lado a otro de la puerta del local, por lo que se intuia una conversacion tensa. Vestia ropa informal. Su cabello castano desalinado, loco, entre rizado y grenudo. Sus ojos verdes y su barba de nino rebelde la hicieron perder la vista en un todo que solo el formaba. No le importo el descaro, y sin respeto lo miro, lo analizo y le gusto. Cuando Alex sintio su presencia, clavo su mirada apartando levemente el auricular de su oreja. --?No te han dicho nunca que es de mala educacion escuchar una conversacion ajena? Ella no hizo la mas breve mueca por contestar, pero tampoco aparto la mirada. Mientras tanto, el volvia a su conversacion: --Disculpa, ?te importa si te llamo mas tarde? --Volvio a mirarla a los ojos .--Soy Alex -- dijo extendiendo su mano amigablemente. Ella, tan solo contesto: <>. --!Vaya! Voy a hacer un nuevo intento. ?Me permite la senorita cotilla que la invite a un cafe? --No escuchaba la conversacion. --?Ah, no? Dejo caer el peso de una pierna a otra. --Tan solo te miraba a ti y no creo que tras esta respuesta deba aceptar tu cafe. --No entiendo el por que, ?que tiene de malo tu respuesta? --No lo se. !Pidele al destino que nos volvamos a ver y entonces lo aceptare! Con media sonrisa pintada en la cara camino calle abajo, segura y tranquila. --!!Zoe!! --grito Alex--. ?Que significa esto? --!!!No lo se!!! !!!Pero tu no dejes de jugar!!! --???A que??? --!!!!A esto!!! ... En la madrugada de una noche cualquiera, entre el gentio de un humeante y centrico local diviso su sonrisa. Se acerco y con el cuidado de no ser descubierto, se hizo un hueco entre la muchedumbre, le sonrio y le susurro al oido. --?Me permite la senorita chismosa que la invite a un cafe? --?Perdona? !Son las tres de la madrugada! --?Hay un horario estipulado para tomarse un cafe contigo? --?Hay cafeterias abiertas a las tres de la manana? --Si ese es el problema... confia en mi instinto cafetero. --No voy a ir contigo a tu casa, si es eso en lo que estas pensando. --Te prometo que no iremos a mi casa, que no cogeremos el coche, que estaremos separados por una distancia minima de medio metro y que sera un lugar suficientemente iluminado. ?Me das la oportunidad? --?Deberia? --No lo se. ?Deberias? Debia hacerlo. Fue ella quien insistio en que prosiguiera ese juego y, como aliciente, el caprichoso destino los habia llevado al mismo rincon de Madrid. No queria salir. Bastante tenia ya con ver las mismas caras durante ocho horas al dia, pero la obligacion laboral y la conciencia la llevaron a lucir la mejor de sus sonrisas en una aburridisima cena y posterior copa. Necesitaba una excusa para salir de alli y el se la ofrecio. Pero de vuelta a la realidad y aun deseando saber mas de su desconocido, recordo que en el fondo no sabia de el mas que su nombre y el modelo de su telefono movil. Alguien le dijo una vez que para ganar primero hay que arriesgar. Se marcho con el. Concurrido, iluminado, abierto 24 horas y el cafe... autocalentable. Todo disponible en la gasolinera mas cercana. --?Te han dicho alguna vez que tienes un gusto pesimo para elegir cafe? --No me has dado opcion a mucho mas. Prometo que el proximo no tendra nada que ver. --!Ah! ?Pero habra proximo? --Si sobrevivimos a este te garantizo que hare todo lo posible para que haya muchos mas. Se sorprendia a si misma viendose en esa situacion. Le hablaba con tal sinceridad que asustaba, incluso pareciendo cortante e ironica, sin apartar la mirada de sus ojos. Como acto reflejo, se comportaba asi cuando tenia la suficiente confianza. Y este no era el caso. Con Alex dejo de lado el protocolo del <> y, simplemente, fue ella. ?Por que? No tenia la menor idea, pero tampoco le importaba. --?Que hacia una chica como tu parada a las puertas del Berlin? --Buscaba historias. Historias para fotografiar. --Y te intereso la mia. --Te repito que no escuche la conversacion. Me interesaste tu. --!Vaya! Pues creo que no valgo la pena como modelo. --No te veia como modelo. Eras... una historia. Formabas parte de la ciudad. El viento, tu estado nervioso y gesticulando en exceso. Caminando sin cuidado. Inestable y a la vez confiado. Pendiente de no llamar la atencion y de que tu conversacion no fuera algo publico. La tarde arrugada, los tonos anaranjados y como complemento, estabas tu. --Pero, no me fotografiaste. --!Fui descubierta! --Fuiste poco sutil. --Tal vez. --Te propongo un trato: otro cafe y dejo que me fotografies. Ella nego con la cabeza. --Te fotografiare cuando menos te lo esperes. ... --?Y tu? ?Eres chica de ciudad o un complemento? --Soy una chica <>. --?De que zona? --Tengo un estudio en el centro. El cual para no decir que es pequeno digo que es minimalista. --?No tienes familia? --?Quien es ahora el chismoso? --Mujer, se llama conversacion. --Tengo. !Claro que tengo! Mi padre vive en las afueras con su mujer y sus dos rebeldes hijos adolescentes. Mi madre vive en la otra punta de la ciudad, con su marido. Y yo... fui el error en un matrimonio malavenido. Curioso, ?verdad? --!Vaya! Toda una mujer con historia. --?Y tu? --Trabajo aqui. Me vine hara dos anos el mes que viene. Y mi familia es feliz y bien avenida. Tengo un hermano y un perro. --?A que te dedicas? --?Ademas de a discutir al telefono? Trabajo en ingenieria. --?Y procedes? --De la Ciudad Condal --respondio con un perfecto acento catalan. El sarcasmo de una chica perdida en su ignorancia respecto a la persona que tenia frente a si se convirtio en una conversacion normal y distendida, sincera, e incluso a ratos, interesante. Su nerviosismo de quinceanera adolescente escondida en el cuerpo de una chica de casi treinta anos desaparecio tras el primer trago de aquel horrible cafe. Eran casi las seis de la manana, se encontraban caminando por el centro de la ciudad con las manos perdidas en los bolsillos y la vista clavada en la puntera de sus zapatos aprovechando los descuidos para mirarse a los ojos. Siendo conscientes de lo poco que iban a dormir y lo duro que les iba a resultar ir a trabajar. Un portal rojo de madera, antiguo, pero reformado, daba pie al estudio minimalista en el que Zoe vivia. --Bueno, hemos llegado. --!Que pena! --!Son las seis de la manana! Voy a tener un dia muy productivo, no se por que, pero lo preveo. Durante unos segundos que parecieron eternos permanecieron mirandose a los ojos sin decir nada. El queria besarla. Ella queria que la besara. --Espero que pases bien lo que queda de noche --dijo al tiempo que le regalaba una sonrisa inocente y se daba media vuelta para volver calle abajo. --Igual. Cuando lo vio alejarse, subio las escaleras de la entreplanta refunfunando entre dientes: -- Eres idiota. !Bocazas! La senorita marisabidilla. !Vas de lista y te pierdes las mejores! ?Pero que te pasa, Zoe? !Asi te va! Que todos te huyen... !Das miedo!. <>, !que gran frase de despedida!… <>. Apuntatela, que esta hara historia. Los minutos pasaban mientras daba vueltas en la cama sin suerte, en el intento de poner en orden las ideas aun a sabiendas de que lo esperado era mucho mas y no fue conseguido. La sensacion que tenia era mas que buena. Volviendo a la misma situacion una y otra vez. No lo conocia, al menos hasta hacia unas horas no era mas que un desconocido, con cara y telefono, que le gusto mas de lo pensado en una tarde de otono y en esa fria noche, en la soledad de su casa solo tenia una cosa clara: deseaba volver a verlo, volver a pasar los minutos con el, saber cada detalle de su vida, volver a ver como le salia una pequena arruga en la comisura de los labios cada vez que sonreia, volver a ver como se acariciaba el pelo de forma nerviosa en los momentos de inseguridad, su manera absurda de mover las manos al hablar y todo lo que en ese momento de soledad se maldecia por no haber descubierto y por ello, no poder recordarlo. Notaba su olor como si lo tuviera cerca y lo mas increible es que no lograba entender como alguien como el se habia fijado en alguien como ella. Quedaba menos de una hora para que amaneciera y no sabia si dormia o sonaba despierta. ... En la redaccion, el sueno era su fiel aliado. Su mejor amiga, Marta, era una de esas chicas estandar del departamento de deportes. Con pinta de modelo de alta costura, cabello largo, castano claro, y ropa a la moda. Zoe era distinta. No solia ni ir muy arreglada ni muy maquillada. En cambio, tenia ese tipo de belleza natural, y fuese como fuese y se pusiera lo que se pusiera, siempre conseguia estar perfecta. Tenia una elegancia natural y una sonrisa sincera que no solia desaparecer de su cara. No se veia guapa, odiaba su manera de vestir, sus cabellos indomitos, su cara de buena manana, y se reia de si misma cuando analizaba como habia sido capaz de salir asi de casa. En definitiva, era una chica feliz con su vida y eso la hacia radiante a ojos de los demas. Marta no acudio a la cena, asi que era ajena a todo. Aunque conocia la historia del Berlin y el berlines, a quien apodaron asi en un alarde de originalidad. De como se quedo petrificada y como el la descubrio teniendo que ejercer de borde y sarcastica. --!Zoe! --grito desde la entrada --?Que tal anoche? --No te perdiste nada. --?Seguro? Deja que te vea --Se acerco con cuidado realizando un completo analisis de arriba abajo y de abajo arriba.-- Cansancio, ojeras, maquillaje para disimularlas, tu ropa grunge sustituida por ropa normal, apatia con tu mejor amiga, ojos brillosos. !Tu has follado, carino! --!Marta! --?Que? ?Dime que no? --!Pues no! Pero... tampoco he dormido. --?El berlines? --!!Si!! Encima es un encanto. Me llevo a tomar el peor cafe de mi vida a las tres de la manana y resulto ser... !perfecto! Tras ellas aparecio una de las companeras de cena y copa, que en un absurdo intento de simpatia intento saber cual fue su destino. --Zoe, !desapareciste muy rapido! ?Donde te metiste? --Me fui a casa, me dolia un poco la cabeza. --Mentirosa --chirrio Marta entre dientes y recibiendo como respuesta un codazo--. !Me debes un desayuno y un monton de detalles! ... A la vuelta del trabajo lo vio sentado en el portal de su casa, mirandose fijamente a los pies, como si analizara cada surco de desgaste, cada costura o cada resquicio de insignificancia que el uso y el tiempo hubieran dejado alli, inapreciables para el resto y con tanto sentido para el en ese preciso momento. Sintio nervios en el estomago al acercarse, y aun a sabiendas de que el no la habia visto miraba de un lado a otro intentando pasar desapercibida. Dejo caer a su lado una moneda de cinco centimos sonriendo inquieta. --Pareces un indigente.

  • Julieta de Anabella Franco

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    Con Nada mas que una noche y Camino al placer, entre otros titulos, Anabella Franco logro posicionarse entre las autoras de novela romantica argentinas preferidas por las lectoras. En Julieta, su septima novela del genero, aborda una historia atrapante y realista, con una de las protagonistas femeninas mas audaces de la novela romantica.

  • En una casa blanca a la orilla de Abril Camino

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    Candela lo ha perdido todo.
    Su perfecta vida ha saltado por los aires.
    Esta muerta de miedo. Y de dolor.
    Esta perdida.

  • La magia de las pequenas cosas de Estelle Laure

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    MI madre deberia haber vuelto a casa ayer, despues de sus dos semanas de vacaciones. Catorce dias. Decia que necesitaba un respiro de todo {vease tambien: nosotras) y que volveria antes del primer dia de clase. Yo sabia que no iba a aparecer por lo que recibi ayer en el correo, pero estuve despierta durante toda la noche de todas formas, confiando en que todo eran paranoias mias y que mi instinto, que no solia equivocarse, hubiera cometido un terrible error. La puerta no chirrio, las tablas del suelo no crujieron y vi salir el sol reflejado en la pared, pero en el fondo sabia la verdad: estabamos solas, Wrenny y yo, al menos por el momento. Wren y Lucille. Lucille y Wren. Hare lo que tenga que hacer. Nadie podra separarnos y para eso debo conseguir que todo parezca tan normal como sea posible. Fingir. Porque las cosas no podrian estar mas lejos de la normalidad. La normalidad se fue con mi padre. Experimentaba una rara sensacion de estar flotando mientras le hacia a Wren unas trenzas, segun ella, demasiado apretadas, preparaba el cafe, el desayuno, el almuerzo para las dos, sacaba su ropa, su mochila, y la acompanaba a su primer dia en la clase de cuarto, saludando a todos en el vecindario mientras intentaba esquivar a cualquiera que pudiese tener el descaro de preguntarme donde demonios estaba mi madre. Pero lo hice todo mal, ?sabes? Estaba como fuera de lugar. Deberia haber hecho cafe y haberme vestido antes de nada. Wren deberia vestirse despues del desayuno y no antes, porque cuando come se pone perdida. Y a partir de esta manana, al parecer ya no le gusta el atun (<>) aunque ayer era su favorito, pero lo descubri cuando ya estaba guardado en la mochila y deberiamos estar saliendo por la puerta. Meti varias pilas de ropa en la lavadora, doble mis cosas, colgue las de mi madre, guarde con cuidado las de Wren en los cajones de su comoda, pero resulta que ya nada le queda bien. ?Como ha crecido tanto en dos miseras semanas? Tal vez porque estos catorce dias han sido eternos. Estas son las cosas que mi madre solia hacer cuando nadie se daba cuenta. Ahora me doy cuenta. Me doy cuenta de que no esta. Me doy cuenta de que no hace. Me gustaria pinchar a Wren, descubrir por que no me pregunta donde esta mama el primer dia de clase, por que mama no esta aqui. ?Sabe en su fuero interno que esto tenia que pasar, que la noche que vino la policia solo fue el principio y que esta es la necesaria e inevitable conclusion? A veces uno sabe cosas. En Fm, hice todo lo que hubiera hecho mi madre. Al menos, intente hacerlo. Pero el universo sabe perfectamente que estoy jugando a algo, fingiendo contar con un manual que ya me gustaria tener. Aun asi, cuando la despedi con un beso en su cabecita morena, Wren entro contenta en el edificio. Eso tiene que contar. Hace una manana muy agradable. El verano aun no sabe que esta a punto de despedirse y recorri a paso rapido las nueve manzanas que hay entre el colegio de Wren y el instituto. Cuando por fin llegue a la puerta estaba sudando a mares. Y ahora estoy aqui, en clase. La cancion que Wren cantaba mientras ibamos al colegio me ha provocado un sordo dolor de cabeza. Llego un poco tarde a la clase de Literatura, pero casi todo el mundo llega tarde el primer dia. Muy pronto todos sabremos exactamente donde debemos estar y cuando y donde sentamos. Seremos obedientes zombis. Eden esta aqui, siempre a su hora, lo bastante temprano como para reclamar el asiento que quiere, con un brazo sobre el respaldo de la silla vacia a su lado, hasta que me ve y lo deja caer a un costado. Literatura es la unica clase en la que vamos a estar juntas este ano, y eso es un asco total. Es la primera vez. Me gusta mas cuando podemos pasar el dia una al lado de la otra. Al menos nuestras taquillas son contiguas. Mola tanto Eden, pero a su manera. No posee la clase de encanto que dice <>. Es mas bien la clase de tia que mira y espera y ve muchas cosas… mola porque piensa. Su espeso y llameante pelo practicamente flota sobre el respaldo de la silla y lleva puesta su armadura en forma de chaqueta de cuero. Uno podria pensar que es un poco excesivo para el mes de septiembre en Cherryville (Nueva Jersey), pero es que en este instituto tienen el aire acondicionado a tope, asi que hace tanto frio como en un cine y la verdad es que me habria gustado llevar una chaqueta. Tambien desearia haber guardado alguna prenda de abrigo en la mochila de Wren, pero estoy segura de que en un colegio de primaria no ponen el aire acondicionado tan fuerte. Creo que la direccion del instituto ha decidido que congelarnos podria ayudar a controlar nuestras indisciplinadas hormonas. Pues se equivocan. El senor Liebowitz me lanza una mirada reprobatoria mientras me siento. He interrumpido groseramente su tipico discurso malhumorado sobre el curso escolar, sobre que no piensa aceptar tonterias de nadie esta vez, que solo porque estemos en el ultimo curso no significa que podamos actuar como idiotas e irnos de rositas. O tal vez me este mirando asi porque tambien el sabe lo de mi padre. La gente rie tontamente a mi alrededor, pero es como si Eden y su chaqueta de cuero amortiguasen todos los ruidos. Mientras la tenga a ella, estoy bien. Ademas, no suelo perder el tiempo con otra gente. Puede que Digby sea su mellizo, pero es conmigo con quien comparte su cerebro. Mientras tanto, Liebowitz parece Mister Rogers1 , asi que puede grunir y pasearse tanto como quiera que a mi no me afecta nada. Al final, no es mas que un blando que esta deseando irse a casa y ponerse un cardigan de punto y unas zapatillas para cuidar espectacularmente de sus plantas y ponerles un poco de Frank Sinatra o algo. Ya se calmara. Siempre empieza el curso asi de estirado. Y, en realidad, es comprensible. El instituto es un psiquiatrico. En los psiquiatricos necesitan poner barrotes en las ventanas, guardias de seguridad en la puerta. Eso nunca lo harian aqui. Eden me da una patadita con el pie y eso me devuelve al presente. No me gusta el presente, asi que le devuelvo la patada, preguntandome si hacer <> con mi mejor amiga puede considerarse una tonteria. --Ven a cenar a casa --me dice sin despegar los labios. --Wren --le contesto de igual manera, encogiendome de hombros. La preocupacion por mi madre se refleja en mis ojos sin proponermelo. Ella sacude la cabeza. Luego dice <> en un susurro. Vuelvo a encogerme de hombros, intentando apartar la mirada. --Trae a Wren. Mi madre puede darte de comer al mundo entero. Asiento con la cabeza. --Digby tambien estara --vuelve a darme una pata-- dita. Me quedo muy quieta. Miro a Liebowitz mientras sus finos labios blancuzcos forman palabras. --Bueno, es que vive en tu casa. Fabuloso. --Chicas --nos advierte Liebowitz con su tonito canLe diria que estoy harta de su nueva obsesion por los chistes sobre gordos, pero no estoy de humor para perder el tiempo, asi que hago como que me rio y sigo adelante. Quiero entrar en la casa y rapido porque luego esta la otra cosa. Y por <> quiero decir lo que me hace sudar solo por estar alli. Y por <> me refiero a Digby, a quien conozco desde los siete anos, pero que ultimamente me transforma en una mema atontada, una boba integral. Preguntame mi nombre cuando estoy en su presencia y no podria decirtelo. Seguramente diria algo asi como: <> y tendrias que limpiarme la baba que me cayera por la barbilla. Lo se. No mola nada. Pero de verdad. Alto, sudoroso y sin camiseta, de modo que los musculos estan ahi para que una los mire. No es que reluzca exactamente porque su piel es blanco nuclear y cuando toma el sol le salen pecas, asi que ahora, despues de todo un verano al aire libre, esta cubierto de ellas. Pero al ver su pelo aplastado contra la frente, su cuerpo largo y fibroso, saltando para encestar, solo quiero caer de rodillas en el camino de entrada para decir: <>, escribir sonetos, pintarlo y adorar esa curvita donde el cuello se encuentra con el hombro que es tan, pero tan perfectisima. Es guapisimo. Y por eso cuando me dice <> al pasar a su lado apenas levanto el dedo menique en senal de respuesta. Hay dos grandes problemas aqui, aparte de que es el hermano mellizo de Eden y eso es raro. Uno, que ha tenido la misma novia desde el principio de los tiempos. Esta pillado. Ella lleva su chaqueta, el certificado de matrimonio esta practicamente firmado. Los angeles bendicen la maldita relacion. Y dos, si alguna vez tuviese una oportunidad, como por ejemplo si el me besara, moriria por implosion. Se que debo de parecer una nina de doce anos suspirando por un famoso, y no la futura mujer extremadamente serena y duena de si misma que soy en realidad, pero algo en el hace que pierda la cabeza. Algo en como se mueve, en su mismidad, me rompe de la cabeza a los pies. Asi que espero que no me bese nunca porque seria un desastre total. Nadie tiene que verme desmoronandome asi. Y menos el. No, en realidad, tal vez menos yo misma. La madre de Eden, Janie, ha hecho albondigas. No sabe cocinar solo para cuatro personas o incluso para seis, va que tiene una empresa de catering y organizacion de eventos, asi que su nevera siempre esta llena de entremeses y sobras de comida. Si va a preparar algun plato, cocina muchisimo. Es evidente, por el olor que impregna la casa, que las albondigas han estado todo el dia cociendose a fuego lento. La esencia de la albondiga se ha abierto paso por todas partes. Las miro un momento: Eden y Janie. Dos pelirrojas trabajando juntas sobre la encimera de la enorme y nueva cocina, de espaldas a nosotras. Todo esta tan ordenadito. tan en su sitio en su casa de ensueno, exactamente como ellas querian, asi que la cocina parece una extension de Janie. Eden y su madre se parecen tanto, salvo que Janie va mas arreglada. Eden lleva su ropa de ballet, como siempre que no esta en el instituto, como si volviese a una piel necesaria. Janie le da un culetazo, ella se lo devuelve. Es como hacer piececitos, pero con el trasero. A Eden le gusta hacer piececitos de todo tipo. Estan cortando hortalizas para la ensalada, las dos flacuchas y muy eficientes, y unidas. Paso un brazo sobre los hombros de Wren y la empujo hacia mi cuando Beaver Cleaver, BC, el golden retriever, salta sobre ella y Janie nos ve por fin. --Hola, chicas.

  • A primer latido (Corazones desahuciados 1) de Ascen Nunez

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    ?Que fuerte vinculo la une y la conduce irremediablemente a los brazos de Alberto?

  • El conflicto de Eden de Annemarie Brear

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    North Yorkshire, Inglaterra. Agosto, 1901 Eden reposaba sobre el pasto reconfortante, con los ojos cerrados contra el brillo del sol, mientras este banaba con sus rayos su rostro. Podia escuchar el zumbido de los insectos que caminaban junto a su cabeza; emitian un sonido laxo, perezoso, muy parecido a como ella se sentia en aquel momento. El calor veraniego impregnaba su cuerpo a traves del delgado vestido de lino azul. Sus piernas y brazos pesaban mucho; su mente estaba tranquila. Los ecos de las risas continuaron con la brisa caliente. Mientras sus hijas se remojaban en el rio Aire, ahi junto a las rocas, donde se produjo una estrepitosa revuelta. Las chicas intentaban hacer participe a su padre de tal diversion, lo salpicaban de agua lo mejor que podian. Eden, por su parte, se deslizaba suavemente por el pasto, aplastando la hierba circundante con cada movimiento que hacia, liberando el aroma de la vegetacion. Suspiro con completa satisfaccion y su rostro esbozo una sonrisa de gusto culposo. Dias como estos, ociosos, eran extranos pero muy bellos. Todo lo que existia en su mundo era bueno. --?Como despierto a una bella durmiente? Cuando Eden desperto vio a su esposo, que estaba a unos pocos pasos de ella, con una expresion traviesa en su rostro. --!No con las manos mojadas, te lo digo, Nathan Harris! Este dejo caer su cuerpo y apoyo su cabeza en el pecho de ella. --Esposa, eres una mujer cruel. --Asi es. --Ella cerro nuevamente los ojos y acaricio su cabello castano--. ?Las chicas estan muy mojadas? --Si y contentas. --Con una mano acariciaba su pecho, con la otra recorria su silueta a traves de la falda--. De hecho, estan tan ocupadas hablando que podemos divertirnos unos minutos… --En verdad lo crees, ?eh? --Riendose, tomo la mano juguetona de su marido--. Prefiero quedarme aqui, en silencio y no hacer nada, para variar. --Esta bien, tu relajate, yo me divertire un poco…. --Su voz se convirtio en un susurro ronco al mordisquear la piel suave debajo de la oreja izquierda de su mujer. Eden abrazo el cuello de su esposo, introduciendo sus dedos en el cabello de este. --Te adoro, esposo. --Awww, mi nina…. --Nathan la beso y luego se engancho sobre su codo, el amor que sentia por ella se reflejaba en sus pupilas grises. Ella acaricio su mejilla, aspera como cerdas. --En un par de anos cumplire treinta, ya no sere mas una nina. --Siempre seras mi nina, a la que amare. --El tapo el sol mientras bajaba la cabeza para darle otro beso tierno y suave, con sabor a la cerveza que habia bebido durante la comida. Frotando su nariz con la de ella, recorrio con sus manos su cintura, ella, por su parte, la apreto con fuerza contra el. --Incluso, cuando tu cabello se tine de color gris y ya no tengas dientes, seguiras siendo mi nina --dijo Nathan. Balbuceando de risa, ella lo abofeteo carinosamente. --!Descarado! ?Te dices llamar un amante? Nathan rodo sobre su espalda, llevandola con el. --?Quieres que te demuestre que tan buen amante puedo ser? --El procedio a desabrochar el boton superior de su vestido, pero en ese momento sus hijas, Josephine y Lillie, llegaron corriendo. Sentada y acomodandose la falda, Eden le sonrio a sus queridas pequenas, que cayeron en una marana de enaguas y risitas humedas. Sus ninas estaban bien alimentadas y sanas, no como otros ninos del pueblo. Habian tenido la oportunidad de asistir a la escuela, en vez de trabajar en los molinos y las minas de la zona. Ella y Nathan habian acordado que sus hijas tuvieran acceso a la educacion, como sus padres, para procurarles una mejor vida. Al escuchar a Josephine contarle a Nathan los colores de una libelula que vio, Eden les dio manzanas rojas, arrancadas de los arboles frutales de su propiedad. Despues de que las chicas se marcharon nuevamente, Eden recogio el pequeno picnic. --?En que momento paso tan rapido el tiempo, Eden?, ?En que momento crecieron? --Murmuro Nathan al verlas correr por la loma, riendo con inocente alegria. Ella lo miro. --Apenas tienen siete y seis anos, todavia no son mujeres. --Lo se, pero extrano cuando las arrullaba en mis brazos. Creia que podia protegerlas mejor en ese entonces. --Tambien puedes hacerlo ahora. --No como quisiera. A veces quiero cerrar la puerta de la cabana y no abrirla mas. Ella se sento sobre sus talones y lo miro detenidamente. Era la primera vez que notaba la delgada capa color plata en su cabello, y que las lineas que recorrian de su nariz hasta su boca, eran mas profundas. Era un hombre atractivo, un hombre tranquilo. Lo que suele llamarse un pensador profundo. El medito y sopeso sus pensamientos y acciones, que estaban en contraste con ella. Ella hacia todo con prisa, aun no terminaba de hablar de un tema cuando ya estaba deseosa de comenzar otro. Siempre estaba ocupada, es por eso que hoy en dia es tan especial. Por primera vez en mucho tiempo, estaba descansando sin hacer nada, solo comia y observaba a su familia. Ahora, el cambio de humor de Nathan atenuo su brillo de felicidad. Por mucho que ella lo amara, a veces era dificil convivir con un hombre tan serio. Volteo hacia ella y sonrio con tristeza. --No me hagas caso. Ya sabes como soy. --Se puso de pie de un salto y dijo: --Ire a buscar a las chicas. Eden se levanto, tomo su mano y lo detuvo. --Hemos pasado un dia increible juntos. El respondio: --Si. Ella se acerco y lo beso. --Ahora que ya no trabajo en el Salon, podemos tener mas dias como este. El dejo escapar un suspiro hondo y dibujo una sonrisa con su dedo. --Soy mas feliz sabiendo que ya no estaras mas en ese lugar. Ya era hora de que Annabelle te dejara ir para estar mas tiempo con tu familia. Realmente no te necesitaba o podria haberte reemplazado. --No queria irme, disfrutaba trabajar con ella. Somos muy cercanas. Es como una hermana. --Pero ahora que se caso, ya no te necesita mas. Eden, al escuchar eso, se alejo. --Eso es cruel. Me haces sentir culpable por ser cercana a los Bradbury. --Lo siento, pero esa familia tiene demasiado poder sobre ti. --El dirigio la mirada a otro lado --. Siempre ha sido asi. --Hemos estado juntos desde que eramos pequenas. ?Por que mencionas esto de nuevo? Sabes cuanto quiero a Annabelle. Sabes de la relacion que existe entre nuestras dos familias. --Lo se. He sido el unico que lo ha padecido. Eden lo miro fijamente, no creia lo que estaba escuchando. --Eso no es justo, Nathan. Tenemos una buena vida gracias a la amistad que tenemos con los Bradbury. El refunfuno. --Puedes tener una amistad. --Simplemente trabajo para ellos. --Piensan muy bien de ti. --Mientras haga un buen trabajo que les signifique una ganancia economica. No es como si cenaramos con ellos o fuesemos a su casa a tomar el te. --He cenado con ellos porque son mis amigos --replico Eden; su ira se hacia mas grande. Puede que no pertenezca al mismo estrato social, pero nunca me han hecho sentir… --No quiero discutir contigo, hoy no. Ademas, es innecesario volver a este argumento ahora que ya estas en casa. --Despues de besarla en la nariz, la dejo para que reconsiderara su comentario. Frustrada por la discusion, recogio la manta sobre la que habian comido y la doblo, intentando no condenar sus sentimientos. Sin embargo, la residencia y las personas que trabajaban ahi, habian sido muy importantes en su vida, y lo habian sido mucho antes de conocer a Nathan. Durante diez anos habia sido companera de Annabelle, la hija del Coronel James Bradbury, pero incluso antes de ser su empleada, fue su amiga de la infancia, asi como de sus hermanos, Joel y Charlie. Siempre habia pertenecido a ese grupo: caminaban por el bosque, jugueteaban en el rio, iban de caza y hacian picnics. Ella se sentia parte de la familia, aunque a veces era dificil pasar de ser la sirvienta a ser una amiga. Annabelle y Charlie eran como sus hermanos. Su mente vacilo al pensar en Joel. Se habia hecho a la idea de no pensar en el, y casi siempre lo lograba. El habia estado fuera por mucho tiempo y pertenecia a otro ambito de su vida. Una etapa en la que habia sido joven y despreocupada… Sacudio su cabeza, evitando que los recuerdos llegaran a su mente, y deseando que Nathan no hubiera mencionado a los Bradbury. Su relacion, poco comun, se remonta a su bisabuelo, Morley, quien era el jefe de guardia de la finca, una posicion que le paso a su hijo. Toda la familia de Eden habia trabajado para la finca desde que su bisabuelo era joven. Su madre habia sido la doncella de la abuela y la madre de Annabelle, y su padre habia sido su cochero. Paso su infancia jugando en los terrenos de la finca, y siendo hija unica, pudo disfrutar de una amistad muy especial con los ninos del Salon. Parecia natural seguir los pasos de su madre y convertirse en sirvienta y companera de las mujeres Bradbury. Cuando su bisabuelo se jubilo, fue premiado, por su lealtad y buen servicio a la familia Bradbury, con una pension, una casa de campo y tres acres en las tierras libres a las afueras de la finca, en lo que se conoce como Bottom Wood. Ellos, al convertirse en pequenos terratenientes, se habian ganado un lugar respetable en la aldea local. De pronto, Eden levanto la vista cuando vio que sus hijas corrian hacia ella, con Nathan caminando detras, para disculparse. Lillie le dio un pequeno ramo de flores silvestres, Eden la beso en la parte superior de su pequena cabeza. --Gracias querida. Ven, vamos, es hora de regresar a casa. Necesitas cambiarte la ropa humeda, ademas tienes cosas por hacer. ?Podemos dejarlo para despues, mama? Josephine hizo un puchero, arrastrando los pies mientras recogian la canasta y la manta. Su cabello oscuro colgaba en mechones despeinados por su espalda. --Ya te he explicado antes. Los animales tienen que ser alimentados. ?Te gustaria irte a dormir sin cenar? --Eden volteo malhumorada hacia su hija mayor, que estaba a punto de refutarla--. Haces muy poco, no como los otros ninos. Se agradecida. --No seas dura con ella, Eden --murmuro Nathan, quitandole la cesta--. Siento haberte arruinado el dia.

  • El diario amarillo de Carlota de Gemma Lienas

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    <>. Esta es la respuesta que les da a Carlota y a Marcos su padre cuando le hacen una pregunta a proposito de las drogas. Pero entonces, ?como podra decidir Marcos si fuma porros o no en la fiesta a la que lo han invitado? Carlota, determinada a conseguir tanta informacion como le sea posible, escribe este nuevo diario que tienes en las manos. A partir de testimonios que va recogiendo y de las explicaciones que recibe de su entorno mas inmediato y, sobre todo, de un medico de su club de futbol preferido, Carlota se adentrara en el complejo mundo de las drogas, convencida, como siempre, de que solo cuando dispones de toda la informacion puedes realmente decidir. El diario amarillo de Carlota no es exactamente una novela ni un diario, sino un libro a caballo entre la ficcion y la no ficcion que procura responder a una serie de interrogantes: ?Que tipos de drogas hay? ?Que efectos provoca cada una? ?Que es la adiccion? ?Y el sindrome de abstinencia?

  • Hasta que nos volvamos a encontrar de Maya Moon

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    Descubre la romantica historia de Alex y Olivia de mano de Maya Moon.

  • Solo una caricia de Maya Banks

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    Educada desde jovencita en una secta religiosa, Jenna no ha tenido contacto con el mundo exterior, lo unico que tiene son vagos retazos de recuerdos que parecen pertenecer a otra vida. Recuerdos a los que se agarra cuando los lideres de la secta descubren sus poderes sanadores. y la castigan. Anos de cautividad y sometimiento a las estrictas ordenes de la secta han convertido a Jenna en una mujer timida y docil. o eso es lo que todos creen. En realidad, esta esperando el mejor momento para escapar.

  • Angel suicida de Charlotte Backman

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    Y una mierda. Si creian que no formaria parte de la investigacion, significaba que me conocian muy poco. El shock inicial se convirtio en tristeza y ahora, un dia despues de haber encontrado el cadaver de mi hermanastra tirado en el campo de futbol de debajo del Puente de Manhattan, solo siento ira. Esta ira sera la que me ayude a resolver que sucedio la pasada noche alrededor de las nueve y media, que fue, segun ha revelado la autopsia, la hora en la que Alice, con tan solo veinticuatro anos, perdio la vida. Segun mis superiores esta ira puede nublar mi mente y conseguir que no me centre; yo he logrado convencerles que no sera asi. Que nadie mejor que yo para atrapar al mal nacido que ha lanzado a mi hermanastra de un puente acabando con su vida. --Hacia cinco anos que no la veia --confese--. Somos hermanas por parte de padre, nos llevamos trece anos y nuestra relacion siempre ha sido nula. Para mi, aunque tengamos la misma sangre, es practicamente una desconocida. Dios sabe que me estaba muriendo por dentro; que solo podia recordar a Alice cuando era un bebe indefenso y yo una nina de trece anos a la que se le caia la baba y la besuqueaba todo el tiempo. A pesar de todo, logre sacar fuerzas. A pesar del sueno, a pesar del cansancio, a pesar de no poder entender nada ni el porque de todo esto. Mi serenidad logro convencerles. Todos estan de mi parte; no quiero su compasion, trato de no derramar lagrimas en publico y de disimular mi tristeza mostrandome mas seria y concentrada de lo normal. Aun no he pasado por casa, Jerry me ha aconsejado que deberia descansar y que Matt ha preguntado unas ciento tres veces por mi. Lo mas duro de todo esto ha sido llamar a mi padre. Se ha quedado mudo, se que durante unos segundos ni siquiera ha podido respirar. Una parte de mi tiene ganas de abrazarlo. La otra, prefiere esconderse. Me aterra tenerlo delante y tener que mirarle a los ojos en el momento en el que tenga que ver a su nina pequena sobre una camilla de metal. Blanca, pura y preciosa; con su melena rubia bien peinadita y sin su risa caracteristica o su mirada traviesa. Alice era una buena chica. No merecia este final. Nadie merece un final asi y quien haya creido que si, lo va a pagar muy caro. El examen toxicologico no ha dado muestras de alcohol u otro tipo de sustancia en su sangre. ?Accidente? Descartado. ?Suicidio? Me niego. ?De quien era si no el trozo de tela? Alguien la tiro del puente. La sangre del vagabundo era la de mi hermana y el trozo de tela perteneciente a una camisa a cuadros roja y negra, una prueba concluyente en la investigacion. Mi hermana debio arrancarsela al asesino antes de caer. Hoffman, el vagabundo, recibio una buena reprimenda por haber entrado en el campo de futbol donde cayo mi hermana, haberse llevado una prueba y haber tocado la sangre. Por lo demas, no se han encontrado mas huellas que las de Hoffman; mechones de cabello o restos de piel debajo de las unas de la victima, por ejemplo. Alice no se defendio. O no le dio tiempo a defenderse. Mi padre llega al anatomico forense donde esta el cuerpo de Alice a las tres de la tarde. Abatido y ausente, nada mas llegar me da un frio abrazo. No lo siento aqui. No conmigo. Esta en otro lugar que no logro alcanzar. --?Que le han hecho a mi nina, Gaby? ?Que le han hecho? Estoy segura que en estos momentos se alegra de que la madre de Alice falleciera hace tres anos a causa de un cancer. Las madres nunca superan las perdidas de sus hijos y menos en circunstancias tan extranas e inexplicables. Los padres tampoco, pero sobreviven en la mayoria de casos. Mi padre sobrevivira. Se niega a ver el cuerpo de Alice. Es algo extrano, pero cada uno reacciona a su manera. --No quiero verlo. No puedo, Gaby. No puedo. Se echa las manos a la cara; se derrumba delante de mis narices y pienso que de un momento a otro se va a desmayar. No lo hace, es duro como el acero. Yo, sin embargo, estoy alimentandome a base de cafes americanos y creo que la tension, que esta por las nubes, me va a pasar factura. --Papa, se que es muy duro. Pero tienes que recordar algo. ?Alice tenia algun enemigo? ?Sospechas de alguna persona? --Hacia tres meses que no la veia, Gaby --reconoce, con las mejillas inundadas en lagrimas--. No queria saber nada de mi. Su respuesta me paraliza; no se hacia donde llevar la conversacion. ?Tres meses sin verla? ?Tres meses en los que Alice no queria saber nada de papa? ?Por que? ?Que habia pasado? ?Que me habia perdido? CAPITULO 3 15 de septiembre, 2014 Alice Papa me llama cientos de veces a lo largo del dia. Pero no puedo dejar que me vea asi. No puedo. Es la tercera vez que me pega. Me he quedado en un rincon del apartamento aguantando sus punetazos, sus tirones de cabello y las dolorosas patadas en las costillas. Apenas me puedo mover. ?En que me he convertido? <> Lloro. Lloro hasta que me quedo sin lagrimas y entonces, cuando menos lo espero, me quedo dormida. Estoy dentro de un profundo sueno del que no quiero despertar, porque, al abrir los ojos, la realidad me golpea aun mas fuerte que el. Es un Monstruo. No tiene piedad. Bebe sin control y se que los porros y la coca lo estan dejando sin neuronas. Deberia ir a la comisaria mas cercana y denunciarlo. O llamar a Gaby. Gaby siempre saber solucionarlo todo. No es precisamente la hermanastra de los suenos de cualquier joven de veinticuatro anos, pero cuando la llamo esta. No quiero molestarla, tiene un hijo pequeno, su propia familia y un trabajo que la absorbe practicamente las veinticuatro horas del dia; pero hoy, mas que nunca, necesito hablar con ella. Contarle la verdad. Decirle que soy lo peor a la hora de tomar buenas decisiones. Que no soy como ella y que me arrepiento de no haber escuchado a mis amigas, cuando aun estaba a tiempo de dejarlo. Me levanto. Apoyo la mano en la pared y por poco me llevo la cortina por delante. Camino a rastras, me doy cuenta que me sale sangre de la cabeza al ver como gotea por el suelo de parque. <>, pienso. Voy hasta mi dormitorio. Me agacho con mucho esfuerzo y cojo una cajita de laton; en su interior hay un diario que tengo abandonado desde hace tiempo. Tengo

  • !SOS! Secuestrados Por El Nacionalismo de Dolores Agenjo

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    El 9 de noviembre de 2014, dia en el que se habia convocado la consulta ilegal sobre el futuro de Cataluna, la autora de este libro, entonces directora de un instituto en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), se nego a entregar las llaves del centro para que alli se colocaran las urnas, enfrentandose de esta manera a las directrices de la Consejeria de Educacion. Esta valiente decision es el punto de partida de un libro sin mordaza en el que Dolores Agenjo denuncia la situacion de muchos catalanes que se sienten espanoles y los resultados de una educacion en el odio, un autentico lavado de cerebro que ha hecho que ser espanol en Cataluna se convierta en un acto heroico. !SOS! Secuestrados por el nacionalismo es un grito de ayuda para una gran mayoria silenciosa que quiere recuperar la libertad. Un lucido testimonio acerca de una realidad que no puede, ni debe, pasar desapercibida.

  • Indestructible de Rosa Alcantara Menendez

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  • Cardeno adorno de Katharina Winkler

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    El destino de miles de mujeres en todo el mundo parece condensarse en esta poderosa novela <>. A la memoria, durante su lectura, nos viene aquella frase de Spinoza: <>. La historia de Filiz, nacida en un rebano, como ella misma cuenta, de numerosos hermanos y hermanas, es la historia de muchas mujeres. Duermen al raso, cuidan los corderos, se protegen de los lobos, se cuidan entre ellos y la madre los protege del padre. <> Las jerarquias ancestrales siguen ejerciendo una violencia interna, inhumana.

  • La trampa de Ele Serfstone

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    Hugo esta solo, o asi es como se siente. Su mama murio cuando el aun era muy pequeno. No la recuerda, por eso no la extrana. En cuanto a su papa, digamos que las cosas no van muy bien con el. No hablan, y el contacto fisico es practicamente nulo. Es, como si no existiera. Pero las cosas cambian el dia en que su papa decide pasar pagina y empezar a salir de nuevo. Con el tiempo se enamora de una mujer con la que decide casarse. Asi la familia crece, ahora tiene una nueva mama y un nuevo hermano. Todo normal, ?o no?

  • Nueva historia de la Revolucion rusa de Sean Mcmeekin

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    La historia mas original, polemica y definitiva sobre la Revolucion Rusa en el ano de su centenario.

  • El fin de los escribas (La biblioteca de los muertos 3), Glenn Cooper de Glenn Cooper

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    La fecha del fin del mundo se acerca. La poblacion teme ver cumplida la profecia de la abadia de Vectis. Algunos, sin embargo, conservan la esperanza.

  • Poder contarlo de Ferran Torrent

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    Valencia, ano 1982. Messie y Llargo regentan varios negocios sospechosos, como una sala de juegos clandestina y combates de boxeo irregulares. Esta relativa calma se ve truncada cuando Messie convence a Llargo para rememorar los viejos tiempos y unirse a un antiguo socio y a dos jovenes de extrema
    izquierda que planean robar el importante banco Intrans.

  • Almas viejas de Miranda Mora

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    ? Puede el amor vencer a la muerte?. Atrevete a descubrirlo sumergiendote en la vida de Tessa. Acompanala en un relato cargado de amor, historia y erotismo, que te hara replantearte muchas cosas de una manera diferente. Disfruta de esta historia en la que se entremezclan pasado y presente para darle sentido a la vida de la protagonista.

  • Los vecinos de Fredrika Bremer

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    Un autentico exito internacional del siglo XIX

  • Un amigo seductor, Alina Covalschi de Alina Covalschi

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    Celia se mueve entre lo que es correcto y lo que su corazon le dicta. Un tutor que ha intentado llevarla por el buen camino y un amigo o mas bien un hermano, son todo lo que tiene en la vida.

  • La parte inventada de Rodrigo Fresan

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    ?Como funciona la mente de un escritor?

  • Como un diamante de Jacqueline Baird

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    Tenia licencia para emocionar.

  • Blake Wolf de Arwen Mclane

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    Blake Wolf es el CEO de una gran multinacional en la ciudad de Philadelphia. Es un hombre frio y poseedor de un duro corazon. No tiene piedad, ni siente lastima por nada ni nadie, ya que la vida se ensano desde bien pequeno con el.

  • De vuelta al mercado de la solteria – Deiby Diaz de Deiby Diaz

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    Ana a los 41 anos se enfrenta a la solteria inesperada tras el abandono de su esposo, por no haberle dado un hijo durante los 10 anos que convivieron como pareja, sin importar que decir la verdad del por que no ha quedado embarazada le puede ayudar a recuperarlo, prefiere callar tras escucharlo decir "No te amo y embarace a otra mujer". Una frase que la hace perder su confianza y la lleva de vuelta al mercado de la solteria, como una mujer madura con sobrepeso, un corazon roto y una reposteria en quiebra.

  • La donante, Stevie Turner de Stevie Turner

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    Cuando sabes que has conocido al amor de tu vida, lo ultimo que esperas es que tu hermana lo atraiga y lo aleje de ti. Clare Ronson se encuentra en esta situacion cuando su hermana Isabel se casa con el cantante y guitarrista Ross Tyler. Para empeorar la amargura y los celos de Clare, Ross alcanza la fama y el exito y se convierte en un exiliado fiscal multimillonario con una casa en Francia. Clare decide no hablarse con Ross e Isbael durante treinta anos, pero cuando una tragedia ocurree en 2002, Ross aparece en Inglaterra y llama a la puerta de Clare. Ahora ella debera intentar olvidar el pasado para ayudar a su hermana.

  • La noche de los ninos de Toni Morrison

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    Dura y tierna a la vez, La noche de los ninos esta aqui para dar energia a la voz de las mujeres y trazar caminos insolitos que nos liberen de la soledad. Por la Premio Nobel de Literatura Toni Morrison.

  • El Cielo De Bitinia de Miguel Angel Manrique

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    Nicomedia, provincia de Bitinia. Ano 284 d.C. El cuerpo del emperador Numeriano es descubierto sin vida. El caos se apodera del Imperio romano en su etapa mas critica ya que se encuentra envuelto en una profunda crisis politica e ideologica. La depresion y la decadencia amenazan con destruirlo todo. Los continuos conflictos religiosos entre cristianos y paganos son cada vez mas frecuentes y virulentos, tratando de disputar la supremacia oficial del Imperio. El incremento politico del ejercito tiene al Senado entre las cuerdas y pone en riesgo la soberania de Roma. Pero la muerte del emperador no ha pasado desapercibida: alguien sabe quien y como ha perpetrado el asesinato. Alguien tiene el poder de cambiar el rumbo del Imperio romano.

  • Las mil caras de la Luna de Eva Villaver

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    No tenemos que regresar a la Luna, porque siempre hemos estado alli.

  • A medianoche de Sophia James

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    Las mas oscuras horas de la noche traian las mas intensas pasiones…

  • El secreto de Marrowbone de Sergio G. Sanchez

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  • Susurros de blues, Maria Border de Maria Border

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    Mateo era un joven compositor de blues. Al inicio de un concierto descubrio a Elizabeth entre el publico, y quedo prendado de sus ojos azules y su piel blanca. El impulso que en un principio lo llevo a susurrarle canciones de amor, se acrecentara hasta convertirla en la unica musa de sus creaciones.
    Ella supo que desafiaba reglas inquebrantables, pero no pudo evitar amarlo.

  • Vainilla de Megan Hart

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    El gusto se adquiria. lo unico que necesitaba el era adquirirlo.Elise tenia muy claro lo que le gustaba en la cama, y se aseguraba de conseguirlo. Su sed de dominacion estaba saciada desde hacia tiempo gracias a unos cuantos hombres mas que felices de inclinarse ante ella.Sin embargo, la satisfaccion sexual no era lo mismo que el amor, y ella ya se habia quemado en el pasado por ofrecer su corazon con excesiva libertad.Niall era guapo, inteligente, triunfador y dulce. dulce como la vainilla. Al instante de conocerse, su atraccion hizo saltar chispas, a pesar de que el no compartia sus gustos sexuales. Aunque Elise intento evitarlo, termino por sucumbir y enamorarse de el, pero ?como podria funcionar una relacion en la que ambos amantes querian colocarse encima?

  • No me mires asi, nena de Kris Buendia

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    !Maldicion! ?Que ocurre? --Salto en un solo pie al ver que el elevador se ha detenido. De acuerdo soy toda una valiente, pero cuando se trata de estar encerrada en el ultimo piso del elevador de la empresa Barbieri Advertising para la cual empece a trabajar hoy, todo lo valiente se puede ir al carajo en un segundo. --!La madre que los pario! --Vuelvo a gritar y esta vez siento una mano grande y fuerte sobre mi hombro. No se si esta confortandome o si esta reprendiendome por mi lenguaje. Me importa una mierda, estamos atrapados, podemos morir en cualquier momento. ?Y cuanto lleva ahi de todas maneras? De acuerdo, Amy relajate. --Senorita, por favor tranquilicese. Joder, he entrado al elevador sin darme cuenta que habia alguien, pense que estarian vacios y es porque me salte cinco minutos antes de mi almuerzo para encontrar el mejor lugar en la cafeteria de la esquina que vi hoy por la manana. --?Que me que? --Casi es una ofensa--No me pida que me tranquilice cuando mi vida puede terminar aqui en este elevador de mala muerte. Ni si quiera se por que le estoy siguiendo la conversacion. Por su tono de voz es un hombre fuerte, pero estoy empezando a maldecir esta oscuridad porque no puedo verlo como quisiera. Vaya, Amy. No es momento para que te pongas cachonda. La luz empieza a brillar, mi subconsciente me dice gire sobre mi propio eje y vea al hombre que me ha tocado el hombro. Lo hago sin pensarlo y como la torpe que soy mi bolso cae al suelo, haciendo que el hombre misterioso se agache para recogerla. Pelo castano. Oh, mierda la lampara del elevador ha vuelto a fallar precisamente cuando el iba a levantar su rostro para verme. ?Donde he visto ese pelo castano antes? --Tenga--Me entrega tanteando por la ausencia de luz y rapidamente tomo mi bolso y lo aplasto contra mi pecho. --Gracias. --?Siempre eres asi? --?Ya nos empezamos a tutear? --Lo siento--Se disculpa--Me deje llevar. --Pues agarrese para que no se lo lleven, senor... --?Siempre eres asi? --Otra vez con las preguntas--Me quejo ya sintiendo que me va a dar algo porque este hombre me esta sacando de quicio. Empieza a reirse a carcajadas, ahora me siento dichosa de poder escuchar solamente yo esa carcajada varonil del caballero misterioso. Su acento italiano es sexy. Sera porque me encuentro aqui y se ha dado cuenta que no soy de aqui que, me sigue la corriente. --Mire--Me llevo las manos al cuello y doy gracias a Dios y los santos porque no puede verme--Mejor piense en algo para sacarnos de aqui, me voy a desmayar en cualquier momento. --Tranquila--Vuelve a tocarme y esta vez ese roce manda chispas a todo mi cuerpo--Pronto saldremos de aqui, he llamado a los tecnicos del edificio. ?Y cuando los llamo que no me di cuenta? --No sabia que habian de esos--Mi insolencia sale de nuevo a la luz --Para ser una empresa prestigiosa, cuyo dueno es italiano, y que si tuviese la oportunidad de tenerlo de frente para maldecirlo por tener elevadores en mal estado. Jamas pense que me pasaria algo como esto. --?Maldecirlo? --Pregunta curioso. --En mi idioma es que le diria un par de cosas que seguramente me despediria en ese momento, pero es que los elevadores hacen que me de algo. --?Le de algo? --Oiga, ?Usted no se cansa de hacer preguntas? --Ahora si me enfado. --Le hare la ultima pregunta--Ignora lo que dije--?Cual es su nombre? Vaya, con este hombre no se cansa. --?Si le digo mi nombre me va a dejar en paz y nos sacara de aqui? Como si eso fuese posible. --Si. --Amy Collins, hoy es mi primer dia de trabajo, el que va a ser mi jefe no se ha aparecido en toda la manana y por eso me he escapado para almorzar en vez de estar esperando un hombre con cara dura segun me han contado. --Hombre de cara dura--No ha sido una pregunta--?Entonces no sabes quien es tu jefe? --Nop--Hago que suene la “p” mas fuerte de lo normal. Si vamos a estar aqui mas tiempo juro que voy a matar a dos hombres hoy. El primero sera el y el segundo el maldito quien sera mi jefe. Pero primero: --?Y usted es?… La luz regresa y el elevador se abre por dos hombres con trajes color naranja, deben ser los tecnicos del Barbieri Advertising. --Gracias a Dios--resoplo y cuando levanto mi vista para agradecerle a esos hombres que hicieron mas que el que estaba dentro conmigo, con mi ceno fruncido les pregunto: --?Que sucede? --S...senor Barbieri--Dice uno de ellos--Disculpe la tardanza. --No se preocupen--Dice la voz detras de mi y juro que he dejado de respirar--Hagan el favor de revisar todos los elevadores de la empresa-- Hace una pausa--No quisiera que alguien se desmayara aqui dentro si algo asi vuelve a suceder. --S… si, senor Barbieri. No me muevo. No parpadeo. No hablo. ?Senor Barbieri? Hago una memoria mental y maldigo esta vez para mis adentros. El hombre que estaba conmigo, el que soporto mi insolencia y mala leche, al que le dije que iba a maldecirlo. Es el Senor Barbieri. Mi jefe. 2 ?Mi jefe? !Jo...joder! He amenazado con cantarle sus tres. !Y en sus narices! --?Senorita Collins? --Pregunta alguien y yo sigo como una loca ridicula sin moverme--Senorita Collins haga el favor de responder. ?Ahora me ordena? De pronto la misma electricidad--Miento--Ahora una muy fuerte corre por todo mi cuerpo al sentir las manos del senor Barbieri en mi cintura para que salga del elevador. Hago lo que silenciosamente me pide y salgo sin decir mas. Los tecnicos hacen una nena reverencia en presencia del jefe y yo me encuentro haciendo lo mismo. --?Senorita... --Bien--Lo interrumpo--Estoy bien...senor Barbieri. Levanto la mirada y !Maldicion! Ahi esta ese rostro. Nariz respingona. Cabello castano. Ojos verdes que acompanan esa mirada sensual. Voz recargada de: "Quiero cogerte aqui y ahora" !Joder contigo, Amy! Que contigo todo es coger. --No me mires asi, nena. Y haz el favor de no hacer temblar tu voz y mucho menos tartamudear--Exige y mis entranas empiezan a sacudirse al escuchar ahora esa voz de mando--Me gustaba mas la mujer asustada del elevador... ademas de insolente y que ha amenazado a su jefe con--Ladea la cabeza--?Maldecirlo? Oh, diosito este hombre me hace sentir cosas con solo verlo y no es precisamente maldecirlo. !Aunque deberia! El muy cabron me esta intimidando, pero ni leches. !Ni loca! --Senor... --Brandon. Me llamo Brandon. Trago, trago y estoy segura que me he tragado hasta la lengua porque ahora me cuesta responderle. A pesar de ser un manojo de nervios para mis adentros no se lo demuestro y me mantengo firme despues de escuchar semejante barbaridad. --Yo--Hago una pausa breve y recuerdo no tartamudear como una cria--Yo lo lamento, pero usted es mi jefe. Por lo tanto lo llamare por: <> --En el ascensor me dijiste <> ?A que ha venido el cambio? --Estaba asustada. Y me disculpo por mi comportamiento, senor Barbieri. Veo a nuestro alrededor y la gente del edificio ha empezado su rutina. Veo el reloj en mi muneca y en efecto ya es hora del almuerzo. Varias miradas se cruzan entre nosotros y ahora me siento como una anormal por estar frente a mi jefe. !Al jefe de todos! --?Almuerzas conmigo? ?!Pero de que va!? !Madre que hoy si me da algo! --No. --Es hora del almuerzo--Ahora es el quien ve su caro reloj de oro en su muneca--Ademas es mi manera de disculparme por haber venido un poco tarde en tu primer dia de trabajo. No se cuanto tiempo lleves en Italia, y si quieres, puedo ensenarte los alrededores. --Eso no es problema, senor... --Brandon. --Senor Barbieri--Le gruno--No es necesario y no tengo nada que disculparle. Si me disculpa. Hago el movimiento de irme, pero de pronto me detiene del brazo. Casi tropiezo con ese roce que cada vez que lo siento es mas electrico y estoy segura que ya tengo los pelos de punta. Como si una eternidad pasara, clava esos ojos verdes en mi. Repasa mi rostro, mi cabello y el muy sinico ve mi pequeno escote y sonrie. !Dios, esa sonrisa! El ultimo accesorio que da a juego con ese trajo oscuro y elegante. --Almuerzas conmigo. De nuevo... no ha sido una pregunta. ... Practicamente soy arrastrada hasta su BMW y la hora pico a esta hora no ayuda en nada. Mis nervios se han ido y ahora me siento como una ninfomana pensando guarradas. Su perfume se ha apoderado de cada poro de mi piel y tengo mucho calor. Pero no es porque el clima aqui dentro no sea agradable. Es por esos jodidos ojos verdes. --?Que te gustaria comer? --Rompe el silencio mientras esperamos que el semaforo cambie a verde. --Iba al restaurante de la esquina--Veo hacia la ventana en vez de su rostro--Solamente tengo una hora. No dice nada y ese silencio hace que lo vea. Tiene su mirada puesta en mi pero no sonrie. ?Lo he enfadado? Ahora soy yo la que no dice nada, sino que hago lo mismo. Lo veo. Lo estudio. Lo deseo. !Joder, lo deseo en este momento! --?Senor? --Me obligo a preguntar aclarando mi garganta. --Brandon--Insiste--Pero asi me gusta, que me veas a la cara cuando me hablas y no que te escondas viendo hacia la ventana. --No me estaba escondiendo. --?Ah, no? Niego con la cabeza y veo sus manos que aprietan mucho el volante a pesar de que el auto no se esta moviendo. Tiene manos grandes y seguro que mis pequenos pechos pueden ser envueltos en una sola mano sin problema. El semaforo se ha puesto en verde y la bocina detras de nosotros hace que mi hombre de cara dura reaccione !Y yo tambien! --Cara de poquer--Siseo enfadada por lo que me hace pensar. --?Disculpa? --Eh... nada, que tengo mucha hambre. --He reservado en el Amore. ?Y cuando reservo en el Amore? Lo quedo viendo pasmada. Primero en el elevador y ahora esto. Esta asustandome un poco esa mania controladora. ?Sera con todo asi? Yo creo que no. Todavia no conoce a Amy Collins. Y estoy segura que lo que me gusta controlar sera un arma de doble filo tanto para el como para mi. Al momento de ver el gran letrero en letras doradas y cursivas, abro mi boca al ver la fachada del restaurante. Nunca habia imaginado un lugar tan bonito, pero es porque me gusta mas estar en <> que compartiendo el ambiente con gente estirada como el. --Llegamos, senorita Collins. --?Por que me llama de esa manera si a usted no le gusta que le diga <>? !Sere idiota! El senor Barbieri se aproxima como un iman buscando mis ojos, mis labios y hasta mi alma cuando dice: --?Te gusta que te lleven la contraria? --Pregunta respirando en mi cara y la barrita de excitacion se esta empezando a cargar. Labios carnosos. Es lo unico que puedo ver en estos momentos. --Responde. --No. Entonces saca su lengua y remoja sus labios, apenas levanta la comisura de su labio para sonreir y cuando pienso que no hay mas distancia entre nosotros, vuelve a sacar su lengua y la pasa por mi labio inferior. !Oh, si Barbieri! Cierro mis ojos y espero por mas. De pronto siento el aire que no proviene de su respiracion y abro mis ojos.

  • AMOS Y MAZMORRAS X de Lena Valenti

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    EL MUNDO DE LA NOCHE Y EL PECADO.
    UNA CIUDAD CORRUPTA Y PROHIBIDA.
    TRES HERMANOS DOMINANTES, SALVAJES Y MALDITOS.
    Y UNA MUJER QUE NO ESTA PARA TONTERIAS.
    QUE EMPIECE EL JUEGO.

  • Los espaguetis de Gonzalo de Viviana Rivero

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    Viviana Rivero nacio en Cordoba (Argentina) y vive repartida entre esa ciudad, Buenos Aires y Madrid. Es abogada y ejercio plenamente antes de dedicarse a su pasion principal: la escritura. Tambien fue coach en grupos para el crecimiento y desarrollo de las mujeres. Su primera novela, Secreto bien guardado, fue recibida calurosamente por un publico muy amplio. Escribio, ademas, Lo que no se dice, Y ellos se fueron, La dama de noche, La magia de la vida, Los colores de la felicidad, Mujer y maestra, Si, Zafiros en la piel y El alma de las flores. Sus libros se editan en Argentina, Mexico, Colombia, Chile, Uruguay, Espana, Italia, entre otros paises. Secreto bien guardado se convirtio en una miniserie que se emitio por Netflix. Mes de agosto, primer miercoles Gonzalo tomo el ultimo trago del cafe de su taza y se arrellano en la butaca de la cantina de la facultad donde daba clases. Desde el primer dia que comio alli, hacia casi cuatro anos, les tenia amor a esas sillas anchas, de pana suave y colores estridentes. Era agradable sentarse en una despues de ensenar derecho comercial durante la manana entera a sus alumnos de la carrera de Abogacia. El, que tambien trabajaba de profesor en la universidad publica, habia aprendido a disfrutar y valorar esos espacios comodos y con buena climatizacion que las privadas tenian. Miro la hora y desistio de ponerse a leer el libro que tenia guardado en su mochila. Cruzo las piernas y, apoyando los codos sobre la mesa, se inclino hacia adelante. Acababa de terminar de comer un sandwich; era su menu de los miercoles. Ese dia siempre almorzaba uno, queria quedar libre rapidamente para poder observar el espectaculo que semanalmente venia disfrutando alli; ese que estaba seguro empezaria en los proximos minutos: la profesora de Filosofia, que comia con ganas un plato de espaguetis. Habia algo en esa chica y en esa situacion que lo electrizaba, que lo punzaba, para que enganarse... que lo excitaba. Sensacion que le llamaba poderosamente la atencion. Porque si bien el, a esta altura de su vida, con 38 anos, habia estado con alguna que otra mujer, tenia claro que le gustaban los hombres. Los anos de busqueda de su identidad sexual le habian dejado manifiesta su inclinacion. Por lo menos tenia esa seguridad hasta un mes atras, cuando descubrio que mirar a esta joven rubia comer espaguetis con bolonesa le producia un tremendo cosquilleo al mejor estilo de los que habia sentido con los dos grandes amores que habia tenido en su vida, esos que habian sido sus parejas durante largo tiempo. Porque con Marcos Macedo, el ultimo hombre con el que estuvo, acababa de romper despues de dos anos. Y la verdad es que, aunque a veces lo extranaba, trataba de agarrarse de esa tabla salvavidas que era el lema de su existencia: carpe diem. Vivir el momento. ?Para que anorar lo que se perdio? Si lo unico que teniamos era el hoy. El pasado no se acordaba de nosotros y el futuro aun no nos conocia. Sumado a que lo que sirvio para ayer muchas veces no servia para hoy. Carpe diem y punto. Se hallaba enzarzado en sus pensamientos filosoficos cuando vio a la profesora entrar a la cantina y se puso contento; no tenia miedo de escarbar en su interior para saber cuanto le podia gustar una mujer. Si tenia que ser sincero, esa sensacion de excitacion tan fuerte le gustaba; se trataba de una verdadera montana rusa, sobre todo porque se la provocaba el sexo femenino. Lucia Hellmans ingreso al salon y se sento en la mesa junto a la ventana que usaba cada miercoles; luego dejo su cartera y lanzo un suspiro largo; estaba cansada, acababa de terminar una larga manana dando clases. Saludo con un hola lejano al profesor que tenia enfrente, pidio al mozo los fideos de siempre y se dedico a controlar los mensajes de su celular. Leyo los dos mensajes y respondio con un "No" unido a un pretexto tanto la invitacion de una de sus amigas como la de un hombre a cenar. Los dos planes la aburrian. Gonzalo, sentado enfrente, la miro toda, le gustaba el cabello rubio y lacio que ella llevaba recogido. Le agradaba su piel muy blanca, su poco maquillaje, el sweater negro de cuello alto, el pantalon oscuro y las botas de taco que llevaba. La chica tenia clase; le calculaba unos 35 anos, aunque por momentos le parecia menos. El miercoles que la descubrio en la cantina, le habia llamado la atencion esa manera tan de ella de comer los fideos. Su imagen lo habia mantenido hipnotizado, dejandolo sumergido en una lucha por observarla y por no hacerlo; tratando de disimular la atraccion que sentia. El segundo miercoles el llego a la misma hora y cuando la encontro, ya sentada y comiendo, se resigno y ya no lucho contra nada sino que se dedico a disfrutar del cuadro que ella y los fideos componian; el tercer miercoles fue igual y hoy, que era el cuarto, en verdad la situacion se le habia vuelto una obsesion. Porque en el instante en que el mozo puso el plato con espaguetis en la mesa, a Gonzalo el corazon le dio un vuelco, que el encontro ridiculo. ?De donde provenia esta excitacion extrana que tenia en el cuerpo? Quiso ponerse a filosofar sobre lo que sentia, pero le fue imposible; la imagen de la profesora lo atrapo. Lucia enredo en el tenedor una porcion de espagueti enrojecido por la bolonesa y lo comio muy lentamente, disfrutando el sabor y aspirando el aroma. Gonzalo pudo advertir que ella acomodo el bocado contra el paladar y lo dejo alli un instante, el tiempo justo para unir el disfrute de la boca ante el sabor y el de la nariz ante el aroma. Espaguetis, bolonesa y deleite. Enseguida la mano blanquisima de la profesora movio el tenedor de manera circular en el contenido del plato, sin despegar ni por un instante la mirada de la comida. Luego introdujo en su boca un segundo bocado y cuando lo hubo tragado se mordio el labio inferior en senal de placer; y nuevamente espaguetis, bolonesa y deleite.

  • Lugares oscuros de Gillian Flynn

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    Una historia addictiva y formidablemente escrita que, a traves del misterio, indaga en el papel de la memoria y nos adentra en los sentimientos mas crudos del ser humano.

  • Algo mas que Vecinos yo lo quiero todo de Olivia Saint

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    Cuando el amor de tu vida esta frente de tus ojos, todo confabula para que el encuentro sea inevitable y puedan vivir momentos unicos juntos.
    Amelia es una mujer con muchos misterios, independiente, amante de la vida, pero habia algo que nunca habia hecho en su vida: tomar riesgos y tomar lo que quiere, cuando lo quiere. Un dia luego de un acontecimiento inesperado ella decide cambiar las riendas de su vida hacia su propio bienestar y no el de los demas, como hizo durante toda su vida. Sucesos inesperados llevaran a Amelia a descubrir al amor de su vida que la envolvera en un espiral de deseo y pasion que jamas olvidara.

  • La Senora McGinty ha Muerto de Agatha Christie

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    La senora McGinty aparece asesinada. James Bentley, su inquilino, es acusado del crimen y condenado a la horca, pero el superintendente Spence de Scotland Yard no cree que sea el verdadero culpable y, para demostrarlo, pide ayuda a Hercules Poirot. El detective belga conseguira desentranar una verdad que las pistas mas superficiales habian ocultado.

  • Amor Latente; Romance y Pasion con el Jefe de Policia de Isabel Conde

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    Argentina, Buenos Aires, 2015. Barbara Jensen se desperto de mal humor. Su vecino, la plaga del barrio, habia llegado a su casa a las tres de la madrugada haciendo un ruido insoportable. Si su automovil tenia un silenciador, hacia mucho tiempo que habia dejado de funcionar. Por desgracia, su dormitorio estaba situado justo al frente de la entrada del vecino; ni siquiera tapandose la cabeza con la almohada pudo amortiguar el ruido de aquel Volkswagen. Cerro la puerta oxidada de golpe, encendio la luz del porche --la cual, por algun cruel y desconocido proposito, estaba colocada de forma que le daba a ella directamente en los ojos si se volteaba de frente a la ventana, tal como era el caso--, dejo que la puerta de rejilla golpeara tres veces al entrar, salio de nuevo unos minutos mas tarde, luego volvio a entrar en la casa, y evidentemente se olvido de la luz del porche, porque momentos despues se apago la luz de la cocina, pero aquella maldita lampara del porche permanecio encendida. Si antes de comprar aquella casa hubiera sabido que iba a tener aquel vecino, jamas de los jamases habria firmado los papeles que decian legalmente que estaba destinada a la desgracia junto aquel sujeto. En las dos semanas que llevaba viviendo alli, aquel tipo habia conseguido el solito estropearle toda la alegria que le habia causado el hecho de comprarse su primera casa. Era un borracho. ?Pero por que no podia ser un borracho feliz?, se pregunto con amargura. No, tenia que ser un borracho desagradable, de los que hacian que una tuviera miedo de dejar salir al gato cuando el estaba en casa. Pantera no era gran cosa como gato --ni siquiera era de ella--, pero su madre le tenia mucho carino, de modo que Barbara no queria que le sucediera nada mientras estuviera temporalmente bajo su custodia. Jamas podria volver a mirar a su madre a la cara si sus padres regresaran de las vacaciones de sus suenos, un viaje de seis semanas por Europa, y se encontraran con que Pantera habia muerto o desaparecido. * * * * Por suerte para ella, se marchaba a trabajar a la misma hora que el; por lo menos, en principio creyo que el se iba a trabajar. Ahora pensaba que probablemente iba a comprar mas bebida. Si es que trabajaba, desde luego tenia un horario de lo mas extrano, porque hasta el momento no habia logrado percibir pauta alguna en sus entradas y salidas. De todas formas habia intentado mostrarse simpatica el dia en que el descubrio las huellas del gato en el parabrisas de la cafetera que tenia por coche; incluso le sonrio, pero el tipo no presto la menor atencion a aquel sonriente ofrecimiento de paz, sino que en cambio salto furioso de su automovil casi en el mismo momento de haber puesto las posaderas en el asiento. -- ?Que te parece si no dejas que tu gato se suba a mi coche? A Barbara se le congelo la sonrisa en la cara. Odiaba desperdiciar una sonrisa, sobre todo con un individuo sin afeitar, malhumorado y que tenia los ojos inyectados de sangre. Le vinieron a la mente varios comentarios feroces, pero los reprimio. Al fin y al cabo, ella era nueva en el barrio y con aquel tipo ya habia empezado con mal pie. Lo ultimo que deseaba era declararle la guerra. Asi que decidio probar una vez mas con la diplomacia. --Lo siento --dijo, manteniendo un tono tranquilo--. Procurare vigilarlo. Estoy cuidandolo hasta que vuelvan mis padres, asi que no va a estar aqui mucho tiempo. --Solo otras cinco semanas. El vecino contesto con un grunido murmurando cosas, volvio a entrar en el coche cerrando de un portazo y se alejo haciendo rugir el potente motor con un ruido de mil demonios. Barbara ladeo la cabeza, escuchando. La carroceria del Volkswagen ofrecia un aspecto deplorable, pero el motor sonaba suave como la seda. Habia muchos caballos debajo de aquel capo. Era evidente que la diplomacia no funcionaba con aquel tipo. Pero alli estaba ahora, despertando a todo el vecindario a las tres de la madrugada con aquel maldito automovil. La injusticia de ese hecho hizo que le entraran ganas de ir una noche hasta su casa y pulsar el boton del timbre hasta que el estuviera tan levantado y despierto como todos los demas. Solo que habia un pequeno problema. Le tenia un poco de miedo y eso no le gustaba. Barbara no estaba acostumbrada a retroceder ante nadie, pero aquel individuo la ponia nerviosa. Ni siquiera sabia como se llamaba, porque las dos veces que se habian visto no fueron encuentros de los de "Hola, me llamo fulano de tal". Lo unico que sabia era que era un personaje de aspecto desalinado y que por lo visto no tenia un empleo fijo. En el mejor de los casos, era un borracho, y los borrachos pueden ser mezquinos y destructivos. En el peor, estaria metido en algo ilegal, lo cual agregaba a la lista el calificativo de peligroso. Era un individuo grande y musculoso, con cabello oscuro y tan corto que casi parecia un militar. Cada vez que lo veia tenia el aspecto de no haberse afeitado en dos o tres dias. Si a eso se le anadian los ojos inyectados en sangre y el mal genio, la palabra que le venia a la cabeza era borracho. El hecho de que fuera grande y musculoso no hacia sino incrementar su nerviosismo. Aquel barrio le parecia muy seguro, pero ella no se sentia segura teniendo a semejante tipo por vecino. Grunendo para sus adentros, salto de la cama y bajo la persiana de la ventana. Con los anos se acostumbro a no cerrar las persianas, ya que era posible que no se levantase con el ruido del despertador, pero si con la luz del sol. El amanecer era mejor que un molesto sonido metalico para levantarse de la cama. Como varias veces se habia encontrado el despertador tirado en el suelo, supuso que la habria reanimado lo suficiente para atacarlo, pero no lo bastante para despertarla del todo. Ahora su sistema consistia en usar visillos y una persiana; los visillos impedian que se viera el interior del dormitorio a no ser que estuviera la luz encendida, y levantaba la persiana solo despues de haber apagado la luz para dormir. Si hoy llegaba tarde a trabajar, seria por culpa del vecino, por obligarla a depender del despertador en vez del sol. De vuelta a la cama tropezo con Pantera. El gato dio un salto con un maullido de sorpresa, y Barbara estuvo a punto de sufrir un infarto. -- !Dios santo! Pantera, me has dado un susto de muerte. No estaba acostumbrada a tener un animal domestico en casa, y siempre se le olvidaba mirar donde pisaba. Siguio balbuceando cosas referente a su vecino insoportable y el bendito gato de sus padres. Pensando que su vecino le impediria volver a dormirse, Barbara cruzo las manos por detras de la cabeza y contemplo el oscuro techo mientras trataba de enumerar todas las cosas que queria hacer con la casa. La cocina y el bano necesitaban modernizarse un poco, lo cual constituia una reforma muy cara que economicamente no estaba preparada para afrontar. Pero pintar la casa y poner persianas nuevas haria mucho por mejorar el interior, y ademas queria derribar la pared que separaba el salon y el comedor. Despejar aquel espacio para que el comedor fuera mas una continuacion que una habitacion independiente, con un arco que podria decorar con una de esas pinturas de falsa piedra para que pareciera de roca… Se desperto con el molesto sonido del despertador. Por lo menos aquel maldito trasto la habia despertado esta vez, penso mientras rodaba hacia un costado para silenciar la alarma. Los numeros rojos que brillaban ante sus ojos en la penumbra de la habitacion la hicieron parpadear y mirar una vez mas. --Mierda --gimio disgustada al tiempo que saltaba de la cama. Las seis cincuenta y ocho; la alarma llevaba casi una hora sonando, lo cual queria decir que era tarde. Muy tarde. --Maldita sea, maldita sea --recalco, mientras se metia en la ducha y, un minuto despues, volvia a salir. Mientras se lavaba los dientes, corrio a la cocina y abrio una lata de comida para Pantera, que ya estaba sentado junto a su cuenco mirandola con el gesto torcido. Escupio en el fregadero y abrio el grifo para que el agua arrastrara la pasta de dientes. --Precisamente hoy, ?no podias haber saltado encima de la cama cuando te dio hambre? Pero no, hoy decides esperar, y ahora soy yo la que no tiene tiempo de comer nada. Pantera dio a entender que no le preocupaba lo mas minimo que ella comiera o no, siempre que el tuviera su comida.

  • Un mundo sin ti de Bel Diciembre

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    Vuelve Bel Diciembre con una novela romantica llena sensibilidad, ternura y sentimientos a flor de piel.

  • La dama de la ciudad prohibida, Jesus Maeso de la Torre de Jesus Maeso De La Torre

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    Una intriga historica en el exotico mundo de las concubinas imperiales chinas.

  • Cuatro siglos de esclavitud trasatlantica de Kenneth Morgan

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    Desde que en 1501 los Reyes Catolicos autorizaron la entrada en America de esclavos africanos, mas de doce millones de seres humanos fueron transportados a traves del Atlantico y vendidos como trabajadores forzados. Se calcula que dos millones de africanos murieron en esta travesia. ?Por que la esclavitud fue consentida por lideres religiosos, politicos y filosoficos durante tanto tiempo? ?Como es posible que las clases educadas del mundo occidental aprobaran y promocionaran una actividad que, anos mas tarde, ha sido considerada como una barbarie?

  • La chica con pies de cristal de Ali Shaw

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    Con esta fabula sobre el amor, bella, singular y exquisitamente triste, el escritor britanico Ali Shaw ha visto como su primera novela se convertia en un hallazgo literario. La chica con pies de cristal ha recibido excelentes criticas en Inglaterra y Estados Unidos, ha obtenido el Premio Desmond Elliot y ha sido finalista del Premio Costa de Primera Novela y del Premio Crawford, ademas de traducirse a catorce idiomas. Extranos sucesos ocurren en el remoto archipielago de Saint Hauda. Criaturas de una rara belleza sobrevuelan la marisma helada y animales albinos encuentran refugio en los bosques, mientras las medusas iluminan con destellos electricos el oscuro fondo del mar. Tras unas breves vacaciones en una de las islas, la joven Ida Maclaird descubre que sus pies se estan volviendo de cristal. Alarmada, Ida regresa a Saint Hauda en busca de una explicacion a este fenomeno.