• libro morir de amor - Elizabeth Lowell

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  • MORIR DE AMOR | LINDA HOWARD | Casa del Libro

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  • MORIR DE AMOR - PIERRE DUCHESNE | Alibrate

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  • Morir de Amor Tapa blanda - Bogado Carrasco, Desirée

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  • Morir de amor - Libro de Linda Howard - Lecturalia

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  • Morir de amor - Mabel Paola López Jerez | PlanetadeLibros

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    27 ene 2020 — Morir de amor, de Mabel Paola López Jerez. “Este es un libro doloroso, en cuanto enseña en carne viva la violencia infligida a innumerables ...

  • morir de amor - Iberlibro

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  • MORIR DE AMOR - LINDA HOWARD - 9788496711327

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  • Tres maneras de inducir un coma de Alba Carballal

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    La enigmatica llamada de telefono que recibe Federico en la piscina municipal de Chamberi y una extrana oferta de trabajo son el punto de inicio de una aventura indagatoria protagonizada por un cuarenton con estudios universitarios y sin perspectiva alguna de futuro. Este, obligado por las circunstancias a convertirse en una suerte de espia mercenario, se vera envuelto sin remedio por una realidad turbia en la que nada es lo que parece, y en la que el odio, la venganza y la hipocresia terminaran por contagiarlo.

  • El retrato de Alicia de Clarisa Ozores

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    Alicia es una bailarina que acaba de ingresar en un importante teatro. Aunque resulta algo fria, el conocimiento de su propia belleza y el uso de la misma le granjea varios admiradores, entre los que destacan su intima amiga Sandra y el hijo de uno de los socios del teatro, Victor. Estos tres personajes, junto a la gerente del teatro -la senora Stohr-, seran los principales elementos de la obra, que se ira desarrollando a medida que ellos reconozcan sus propios sentimientos y avancen en sus vidas.
    Ambientada en un lugar sin nombre y una epoca desconocida, Alicia es una obra que pretende conocer y acercarse al ser humano desde el punto de vista mas intimista posible.

  • Una vez en la vida de Gilles Legardinier

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  • Donde se cumplen los suenos de Loren Mills

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  • Mariposa de hielo (Mariposas negras 3) de Concha Alvarez

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    Desde que recordaba, Lucien habia cuidado de sus hermanos y, ahora, debia alejarse de ellos. A veces, la felicidad lo embargaba al saber que ambos tendrian una vida plena y satisfactoria al lado de las personas que amaban. Sin embargo, en otras ocasiones, albergaba en su corazon un resentimiento hacia ese nuevo mundo al que ya no pertenecia. Ademas, don Angelo lo sometia a una espera sin fin, en pago por la salvacion de Gerard. En esos momentos de sentimientos encontrados invertia el tiempo en desarmar motores de motocicletas. Se limpio las manos manchadas de grasa en un trapo que lanzo a los pies de la sombra. --?Que haces aqui? Le alivio la idea de que hubiera llegado el dia de ajustar cuentas con el viejo. A Lucien no le gustaba arrastrar asuntos pendientes y, menos aun, con un bastardo de la categoria del rey de las sombras. --Don Angelo quiere verte --respondio el mensajero. Lucien estudio la postura tensa del perdido y sus ganas de pelear. Evaluo las posibilidades de ganar y concluyo que no lo venceria con facilidad, apostaria un milenio a que esa marioneta infernal lo habia visitado en compania de unos cuantos amigos. El angel, sin dejar de vigilar a la sombra, se vistio con otra ropa limpia que saco de una taquilla metalica. --No lo hagamos esperar. Obedecio el mandato de don Angelo, cumpliria lo que le pidiera, aunque no le agradara. Nunca jugaria con las vidas de Denis y Gerard. Dos segundos mas tarde, contemplaba la plaza de San Marcos. El lugar preferido del viejo, donde se dedicaba a su entretenimiento favorito. Escogia una paloma que sobrevolaba la turistica plaza, la apuntaba con uno de los dedos y esta se lanzaba en un vuelo suicida hacia el suelo. Al verla morir, dibujaba una sonrisa picara, como un nino ante una travesura sin importancia, mientras bebia un capuchino y elegia otra ave inocente. --Me alegra verte, hace mucho que no me visitas --dijo igual que si fueran viejos amigos. --He estado ocupado --mintio. --Cierto y apestas a gasolina, querido nino --afirmo, y sus ojos mostraron una ironia que provoco que el caido frunciera el ceno. A Lucien le disgusto que ese bastardo lo vigilara. Guardo silencio hasta que el camarero coloco sobre la mesa un capuchino y se retiro a servir a otros clientes. Tomo la taza y la retiro con desden a un lado. El perdido sonrio al ver la arrogancia de ese muchacho. Se reconocia en el. --?Que es lo que quiere? --Tener una charla con un amigo. --No somos amigos, asi que no perdamos el tiempo. --Tiempo es lo que nos sobra, querido nino. Lucien estaba a punto de perder la paciencia. Don Angelo poseia una mentalidad retorcida, incapaz de tolerar que un caido se sublevara sin tomar medidas contundentes. Observo a una de las aves y se dispuso a realizar el mismo juego, pero Lucien lo sujeto de la muneca. --Digame por que me ha hecho venir o me largo ahora mismo. El arcangel oscuro se solto del agarre de Lucien. Luego, lo inmovilizo con una gelida mirada. --No consiento los malos modales. --Un fulgor rojizo aparecio un instante en los ojos de don Angelo. Con un leve aleteo de los dedos, sin rozarlo, oprimio con una fuerza invisible el cuello de Lucien. Durante unos segundos, el joven creyo que moriria en aquella plaza veneciana--. Vamos, no luches contra mi --le pidio soltandolo--. No puedes vencer. Tan solo quiero que busques a alguien. --?Quien es? --consiguio pronunciar, aunque su voz le sono ronca. --La mujer de la fotografia que te entregue. Se llama Cinthia, poco se sabe de ella, salvo que es una estafadora y... --Y... --dijo Lucien ante el repentino silencio y desconfianza del viejo perdido. --Una cazadora de almas. --?Esta seguro? Ese linaje se extinguio hace varios eones. --Hasta que nacio ella. Lucien no daba por cierta la historia, si bien no discutiria con el rey de las sombras. Le entregaria a esa mujer o bruja, de ese modo, cumpliria con su trato y jamas volveria a ver al viejo. --?Lo sabe? --Ignora que es y desconoce de nuestra existencia. --?Como ha dado con ella? --Es una larga historia. --No pienso correr el riesgo, si no me cuenta todo lo que sabe --mintio. Don Angelo evaluo al caido, cualquiera que poseyera a una cazadora venceria la batalla entre el cielo y el infierno. Los mortales, con su falta de humanidad, viajaban al infierno sin necesidad de corromperlos. Pero no era tan ingenuo, en manos de los angeles, romperia el equilibrio entre las distintas fuerzas y se negaba a convertirse en el botones de ese hotel que era el Paraiso y el Averno. --Es mi hija... --reconocio al fin. --?Como es posible? --Por favor, mi querido nino, no pretenderas que te explique el cuento de las abejitas y las flores. --Lucien lo miro con intencion de destrozarlo, en cambio, el reanudo su relato--. No es ninguna leyenda --explico--. Las cazadoras de almas nunca mueren, solo agotan sus anos mortales. Se reencarnan en nuevas vidas sin recordar las anteriores. Si alguna de ellas lo hiciera, perderia el don de cazar almas y se transformaria en una simple mortal. --?Quien sabe de su existencia? --No estoy seguro... --Si quiere que lo ayude, debe ser sincero --exigio Lucien al interpretar que le mentia. Don Angelo fijo los ojos en los del angel. Dudo si poner en manos de ese muchacho la seguridad de su hija e incluso la de su propio reino. Lo tranquilizo comprobar que en su interior albergaba cansancio y soledad; carecia de ambicion. --Rafael la busca. Todos conocian la crueldad del sustituto de Gabriel. Rafael no descansaria hasta que diera con ella, pero no se acobardo ante las palabras de la sombra. Todo lo contrario, sin saberlo le habia dado la oportunidad de vengarse, tenian una cuenta pendiente. Por supuesto, sus dificultades aumentarian, si Rafael descubria que esa joven era la hija de don Angelo. El arcangel la mataria con el unico proposito de danar a su enemigo. Se removio en la silla, porque la cicatriz de su pecho palpito al revivir el recuerdo de como y quien lo hirio. --?Cuando la encuentre que hara con ella? --Eso no te concierne --dijo con voz dura--. Tu solo traela y recuerda que su voz es ambrosia a los oidos de un ser que en algun momento fue celestial. Algunos dicen que causa enajenacion en un angel, locura a un caido; mientras que a una sombra la vuelve inestable y peligrosa. --?Como puedo evitar la locura? --No permitas que te toque o dominara tu voluntad, ?entendido? Lucien asintio y miro la fotografia una vez mas. Era una muchacha sin un atractivo especial. Poseia unos ojos pardos y vivarachos endurecidos por las duras vivencias que habia padecido en los ultimos anos. Su pelo castano y largo disimulaba un rostro desigual. Su constitucion distaba de ser perfecta; de corta estatura, costaba imaginar que fuera hija del corpulento rey de las sombras. Le resultaba dificil de admitir, y menos entender, que esa chica de aspecto anodino fuera un monstruo tan temible como una cazadora de almas.

  • Otro amor para Julie (Bilogia Julie 1) de Carlota Manzano

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    Julie es una asesora laboral que vive felizmente, o al menos eso cree, en su duplex de Manhattan, que comparte con su pareja, un prestigioso abogado neoyorkino llamado Frank.

  • La grandeza de las cosas sin nombre de Enrique Arce

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    Las cosas importantes de la vida no tienen nombre,

  • De la indignacion a la esperanza de Jose Carlos Diez

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    Cinco anos despues de la publicacion de Hay vida despues de la crisis, Jose Carlos Diez regresa al analisis de la actualidad economica con un libro escrito desde la conviccion de que hay motivos para la esperanza y propone un plan para conseguir una Espana, una Europa y un mundo mejor para los ciudadanos.

  • Siete Llaves de Noel Romero

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    EL hombre del traje oscuro, marco un numero, mientras caminaba de un lado para otro, en el salon de aquel apartamento. --Dime que lo encontraste, -dijo la voz del otro lado. --Negativo, -respondio-. He registrado en todos lados y no he encontrado nada. ?Estas seguro de que es el? --!Absolutamente!, -chillo la voz-. ?Crees que soy tonto? Tiene que ser. Quedate por ahi cerca y cuando aparezca lo coges y ya sabes lo que tienes que hacer con el. Acto seguido, se oyo el caracteristico bip, bip, bip, indicando que, el que hablaba por el otro extremo, habia colgado. El tipo se arreglo el nudo de su corbata, salio al parqueo y se sento a esperar, pacientemente, el regreso de su victima. Al rato, lo vio entrar al edificio. Era un hombre de unos 50 anos, con el pelo bastante canoso, lo cual coincidia con la descripcion que le habian proporcionado. Espero un poco mas, dando tiempo a que subiera y llegara a su apartamento. Alli lo agarraria facilmente y sin llamar la atencion. Comenzo a subir por las escaleras, cuando, de pronto, la estridencia de la alarma de incendios, estremecio todo el edificio. Al llegar al pasillo, habia gente por todas partes. Se dio cuenta, inmediatamente, que el hombre habia sospechado al encontrar su casa desordenada y habia activado la alarma contra incendios para poder escapar aprovechando la confusion. <>, -penso-. Al final del pasillo habia una ventana y su instinto lo impulso a asomarse por ella alcanzando a ver al hombre, que usando la escalera de emergencia, habia llegado abajo y se alejaba corriendo por el callejon. Uno de sus compinches, se dio cuenta y se lanzo tras de el en una feroz caceria. El perseguido entro en otro callejon, se escondio unos instantes en una cabina telefonica. Vio pasar de largo a su perseguidor y penso que podia tener alguna posibilidad. Salio de su estrecho escondite y echo a correr desesperadamente por el callejon. Vio un auto que venia hacia el a toda velocidad. Se volteo hacia el lugar por donde habia entrado y otro auto venia por ahi. Estaba atrapado. No habia escapatoria posible. El hombre del traje oscuro, salio de uno de los autos y fue hacia el. Otro venia por detras. Un golpe en la nuca y sobrevino la oscuridad. Cuando recobro el conocimiento, estaba atado a una silla en medio de una habitacion mal alumbrada, sin ventanas y sin pintar. Frente a el en el otro extremo de la estancia solo una puerta de la cual colgaba, al parecer para dar suerte, una herradura. Miro a su interrogador, pero su cara no le era conocida. No habia una parte del cuerpo que no le doliera. Le habian propinado una paliza tal que sangraba por varios lugares y tenia un ojo y el labio inferior, hinchados. Entonces recordo los golpes, las preguntas. Tambien recordaba haberse despertado en una furgoneta y luego ese olor a cloroformo en la cara. Al parecer habia perdido el conocimiento y vuelto en si, varias veces. Su torturador se desesperaba porque no estaba obteniendo el resultado esperado. Las instrucciones que tenia el hombre del traje oscuro, eran precisas: conseguir las respuestas, al precio que fuera necesario. Asi que busco una pinza y con mucha sangre fria y sin remordimiento alguno, le saco la una del dedo menique de la mano izquierda. El trapo que amordazaba la boca del torturado, sirvio de amortiguador de los gritos de dolor, que sus pulmones lanzaban desesperados. Aun, asi, no hubo respuesta. Una macabra caja con dos cables terminados en pinzas de cocodrilo hizo su aparicion. Era, segun su inventor, el "extractor de la verdad". Le pregunto a su victima por ultima vez, siendo ignorado, una vez mas. Entonces, aprisiono las tetillas del desdichado con las pinzas, conecto la caja a un tomacorriente y le dio al interruptor. Con calma diabolica, dejo pasar varios largos segundos. En medio de terribles convulsiones, aquel pobre hombre atado a la silla, emitio varios gritos ahogados y entro en un estado semiconsciente. La segunda sesion estaba por comenzar, cuando se oyo una voz fuerte. --!Alto! Ya es suficiente, -dijo el recien llegado, en un tono que denotaba un indiscutible liderazgo. --Pero..., tu mismo me dijiste que... --Shhh, -dijo el jefe llevandose el dedo indice a los labios--. Echo un poco de agua en un jarro y se la tiro a la cara al cautivo, provocando que este despertara y lo mirara. --Nunca pensaste que este momento llegaria, ?verdad?, --le dijo, mientras sostenia la mandibula de su prisionero para que sus ojos quedaran frente a frente. --!Tu!, -apenas pudo pronunciar el torturado. Su mirada demostraba asombro. --Pero... ?como? !Entonces fuiste tu, quien mato a...! -No pudo continuar, pues le sobrevino un ataque de tos, que expelia saliva y sangre por todos lados. --No tienes idea de como di contigo, ?eh? Pues, te lo voy a contar, -dijo el recien llegado y acerco una pequena banqueta, en la que se sento quedando frente al hombre secuestrado-, para que veas que las casualidades no estan escritas y que el amor es la tonteria mas grande que se ha inventado. --Todo comenzo antenoche, -comenzo su narracion el captor-, durante una velada intima, en casa, con unos amigos. Una amiga de mi esposa, que se llama Sofia, relato una historia de amor, como esas tontas, que suceden en las novelas y que conmovio a todos los invitados, pero para mi, fue como una bocanada de aire fresco, al salir de un lugar cerrado y falto de oxigeno. --Resulta que esa tal Sofia, -prosiguio-, visita la tumba de su madre con frecuencia y cerca de alli esta enterrada una senora que ella conocio. Entonces, noto que, desde hace poco, un hombre misterioso, le llevaba flores todos los dias, estaba un rato con ella, llorando desconsoladamente y luego se iba. Y asi todos los dias. Una manana, Sofia y el amante anonimo, tropezaron, accidentalmente, en el cementerio y cuando este se agacho para ayudarla a recoger las cosas que se le habian caido, ella noto un tatuaje que el tenia en el brazo con el nombre de la difunta, pero con una pequena falta de ortografia. El se puso nervioso, se bajo, enseguida, las mangas de su chaqueta y se alejo rapidamente, mientras ella le agradecia. La mujer sintio no haber tenido tiempo para preguntarle acerca de su relacion con la senora enterrada alli. --Al enterarme de lo que decia el tatuaje, -siguio el desalmado-, supe, al instante, que te habia encontrado. Con un poco de mana, logre que mi esposa me dijera el lugar donde estaba enterrada la madre de su amiga. Ayer por la manana fui a esa tumba, pretendiendo ser un doliente, para espiar desde una distancia prudencial y no habian pasado ni 15 minutos, cuando apareciste. Yo no podia dar credito a mis ojos, pero alli estabas, "desolado", junto a la tumba de "tu amor", con un ramo de rosas rojas, llorando como un estupido adolescente enamorado. --Sabes, la vida recompensa a los que saben esperar. Solo tuve que seguirte y averiguar donde vivias. Por cierto que eso de que "todo el mundo tiene su precio", es mucha verdad. Lo que pasa es que el tipo de tu edificio, que nos dio el codigo de acceso y el numero de tu apartamento, puso su precio muy alto y ahora no va a poder disfrutarlo. El resto ya lo sabes, – concluyo. El jefe se volvio hacia el hombre del traje oscuro. --No creo que este vaya a hablar. Por lo pronto, vamos a poner vigilancia sobre el apartamento, porque es posible que alguien aparezca por alli. Pero, esta vez, -advirtio-, a quien quiera que entre alli, vamos a dejarlo hacer. Este error no podemos cometerlo mas. No podemos espantar al objetivo, ?entiendes?, asi que vamos a dejar actuar al proximo y asi nos llevara hasta su madriguera. --Es mas, -agrego-, en la medida de nuestras posibilidades, le vamos a facilitar las cosas. Recuerda que no queremos resultados intermedios, nuestro objetivo es el final y hacia alli debemos enfocar todos nuestros esfuerzos. No lo echemos a perder, ?si? --?Que hacemos con esta cosa, -pregunto el hombre del traje oscuro, senalando para el prisionero-. ?Lo liquidamos? --No, no, -contesto el jefe esbozando una macabra sonrisa-, creo que se me acaba de ocurrir una genial idea. Este se va a morir, el solito, no habra necesidad de matarlo. Me va a resultar mas util muerto que vivo, asi que, su mejor manera de ayudarnos, sera... "morir". Al otro lado de la ciudad, en el Asilo La Esperanza, la enfermera Susana Esquivel habia salido de la enfermeria y caminaba por el pasillo recto que llevaba, directamente, hacia el parqueo de las ambulancias. A su derecha se abria un estrecho corredor que daba acceso a otras dependencias de la Institucion como la sala de Rayos X, de Estomatologia y otras. Se disponia a entrar por alli, cuando la conocida sirena de una ambulancia que llegaba, la hizo detenerse. Los paramedicos pasaron de prisa por su lado en direccion a la enfermeria y la chica, por instinto, los siguio. Se acerco a la camilla y vio a un hombre todo magullado. En realidad se veia bastante mal. Entonces ocurrio algo imprevisto. El hombre se aferro al bolsillo de su bata de enfermera, mientras la miraba con unos ojos negros muy intensos y llenos de desesperacion que la pusieron incomoda. Con un poco de trabajo, logro soltar la mano del hombre de su bolsillo y trato de calmarlo, diciendole que todo iba a estar bien. Susana se dispuso a ayudar, pero Lidia, la Jefa de Enfermeras, le dijo que no hacia falta y que podia continuar con sus labores. Susana salio de alli con una extrana sensacion. No sabia por que, pero aquel hombre le transmitia algo familiar. Era como si tuviera que ayudarlo o algo asi. Cuando llego a su casa ese dia, por la tarde, se sintio en el paraiso. Habia sido un dia largo y agitado y se sentia muerta de cansancio. Se quito la bata, entro al comedor y la tiro sobre el espaldar de una silla. Se dirigio al refrigerador y se sirvio un gran vaso de leche fria. Fue a la sala y casi se tiro sobre el sofa. Conecto el televisor mientras se quitaba los zapatos y estiraba los pies adoloridos por estar de aqui para alla todo el dia. Se sonrio, porque los programas de la television parecian los mismos del dia anterior, igual que las noticias. Era viernes y penso que era bueno que le hubieran dado el fin de semana completo para descansar. No estaba segura de querer ir a ver a sus padres, pues ellos nunca habian aprobado su decision de ser enfermera y entonces, simplemente, decidio emanciparse y venir para la ciudad, donde alquilaba este apartamento. Se tomo la leche y llevo el vaso al fregadero. Recogio la bata para llevarla al cesto de la ropa sucia y la reviso. No seria la primera vez que lavaba ropa con cosas en los bolsillos. Entre varias recetas que saco de alli, encontro algo raro. Era una nota arrugada que no sabia de donde habia salido. La extrana nota decia que habia que ir a la terminal de trenes, buscar la taquilla No7 y abrirla con el codigo que incluia. Mas abajo, con una letra atropellada y escrita, al parecer, sobre algo blando y agregada a ultima hora, habia una direccion, un numero y una frase: toca el timbre. Al final se leia: para Alex. Susana reflexiono un instante, tratando de adivinar quien pudo ponerle aquella nota en su bata y entonces recordo aquellos ojos negros intensos y la mano del hombre aferrada a al bolsillo de su bata. <> -penso-. Entonces, volvio aquella sensacion de conexion con esa persona y como no tenia nada que hacer, porque no era muy de salir por ahi y menos sola, decidio ir al dia siguiente al Asilo, a ver como seguia el hombre y de paso, si estaba en condiciones de hablar, preguntarle por la nota. Por la manana, Susana llego a su trabajo como a las nueve y fue, directamente, a la enfermeria. Cuando pregunto, recibio una respuesta que la dejo en shock: el hombre habia muerto. Lidia le dijo que habia salido un momento y cuando regreso lo encontro inmovil, sin signos vitales, asi que llamo al doctor Montes de Oca, quien era la maxima autoridad para estas cosas, y el determino que ese senor habia muerto y se encargo de su traslado a la morgue, para la autopsia. Como el occiso no tenia identificacion, ni nadie lo habia reclamado, pues, se procedio a incinerarlo. A Susana le parecio muy extrano que se hubiera cremado a una persona, sin saber su identidad o por lo menos tratar de averiguarla o esperar a que apareciera un familiar. Salio del Asilo muy afligida y con ganas de llorar. ?Quien era aquel hombre y por que le habia dejado aquella nota? ?Por que, precisamente, a ella? Quizas no tuvo a quien mas darsela. Todas esas interrogantes, se agolpaban en la mente de la chica. Fue a la terminal de trenes y con la combinacion de la nota, abrio la taquilla 7. Alli habia una caja pequena, sellada con cinta adhesiva. Por fuera de la caja habia una direccion y de nuevo: para Alex. 2 Capitulo EL pequeno taller de mecanica de Alexander Martell, en el patio de la casa donde vivia, estaba tan sucio como siempre. Segun los viejos mecanicos, eso era una buena senal. Un cliente entrado en anos, que regularmente hacia aqui los cambios de aceite, siempre decia: "yo vengo a este lugar, porque no confio en los mecanicos bien vestidos y con las manos limpias." Con este taller, Alex, se ganaba la vida, desde que lo abrio a principios de enero. Era un joven atletico, bien parecido, le gustaba el deporte y montar su moto. Se habia graduado de mecanico a mediados del 2013. Justo un mes antes de graduarse, habia perdido a su madre, quien habia sucumbido en una batalla contra el cancer. Sabia que no se iba a hacer rico con este taller, pero lo llenaba profesionalmente y ademas, le alcanzaba para pagar las facturas y mantener en optimas condiciones a la nina de sus ojos: una moto roja y blanca. Le apasionaba la Geologia y tenia en su casa algunas muestras de minerales y rocas recogidos en el campo, durante varias excursiones. Esa manana, estaba trabajando debajo de una camioneta, cuando el sonajero del porton, le aviso de un posible cliente. Una chica de unos 22 anos, bellisima, mas bien delgada, esbelta, de pelo castano, largas piernas y una gracia natural para caer bien, entro preguntando por el. --Aqui abajo, -dijo el chico, asomando la cabeza y agitando una mano negra de grasa. Susana llego hasta la camioneta. Unos ojos vivarachos la miraban desde el suelo. --?Eres Alex?, -le pregunto, teniendo que levantar la voz para poder ser escuchada por encima de la musica altisima que "amenizaba" el taller. --El mismo que viste y calza, -respondio el joven, tambien gritando-. Sus ojos escanearon sin ningun pudor, como buen mecanico, a su interlocutora y llego a la conclusion de que hoy iba a ser su dia de suerte. --Alguien ha dejado esta cajita para ti, -grito la muchacha mientras caminaba hasta el equipo de audio que emitia la estridente cancion y lo ponia en pausa. --?Pudieras colocarla encima de esa mesa?, le pidio Alex, mostrandole sus manos llenas de grasa-. Ella puso la caja sobre una mesa de trabajo, en la que no cabia ni un alfiler y tuvo que hacer espacio para colocarla. --Menos mal que no se demoro tanto esta vez, -dijo el, pero la mirada de la chica le dio a entender que no sabia de lo que estaba hablando-. Entonces, el chico, senalando para la cajita le pregunto: --Esa es la pieza que encargue, ?verdad? Un encogimiento de hombros fue la respuesta.

  • El gen viajero, Silvia Carrandi de Silvia Carrandi

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  • Masones de Gioele Magaldi , Laura Maragnan

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    Gioele Magaldi traza la historia, los objetivos y los nombres de los masones en el poder gracias a informacion privilegiada de las redes masonicas internacionales, que por primera vez abren sus archivos confidenciales.

  • Mi tirano favorito de Olga Hermon

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    Llega una nueva historia de amor de Olga Hermon.

  • Mil soles esplendidos – Khaled Hosseini de Khaled Hosseini

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    Superando con creces el rotundo exito de Cometas en el cielo, la segunda novela de Khaled Hosseini salto de inmediato al primer puesto en todos los paises donde se ha publicado. Nueva demostracion del asombroso instinto de gran narrador de que goza el autor, el libro cuenta la conmovedora historia de amistad entre dos mujeres afganas de origenes muy dispares, cuyos destinos se entrelazan por obra del azar y de las convulsiones que ha sufrido Afganistan en los ultimos treinta anos. Hija ilegitima de un rico hombre de negocios, Mariam se cria con su madre en una modesta vivienda a las afueras de Herat. A los quince anos, su vida cambia drasticamente cuando su padre la envia a Kabul a casarse con Rashid, un hosco zapatero treinta anos mayor que ella. Casi dos decadas mas tarde, Rashid encuentra en las calles de Kabul a Laila, una joven de quince anos sin hogar. Cuando el zapatero le ofrece cobijo en su casa, que debera compartir con Mariam, entre las dos mujeres se inicia una relacion que acabara siendo tan profunda como la de dos hermanas, tan fuerte como la de madre e hija. Pese a la diferencia de edad y las distintas experiencias que la vida les ha deparado, la necesidad de afrontar las terribles circunstancias que las rodean, hara que Mariam y Laila vayan forjando un vinculo indestructible que les otorgara la fuerza necesaria para superar el miedo y dar cabida a la esperanza.

  • El rastro de los cuerpos de Jose Miguel Tomasena

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    Circulabamos por uno de esos tuneles mal hechos que hacen en Mexico, en el que cada tres dias se mata alguien, porque en lugar de hacerlo en linea recta, lo construyeron con mas curvas que una carretera de montana. Tania manejaba. Era medianoche y casi no habia trafico. Al salir de la primera curva nos encontramos con un perro tirado a la mitad de la avenida. Tania alcanzo a esquivarlo y se orillo. ?Esta vivo?, pregunto mirando por el retrovisor. En efecto, el perro aun movia la cabeza y parecia hacer un gran esfuerzo por moverse. Antes de que yo pudiera decir algo, Tania ya se habia bajado del coche y corria entre los carriles hacia el animal herido. Vi el reflejo de unos faros en la pared del tunel y escuche el sonido de un motor que se acercaba. Le adverti a gritos del peligro y Tania se hizo a un lado. Por un momento temi que el coche rematara al animal ahi, enfrente de nosotros, pero alcanzo a esquivarlo y paso entre nosotros zumbando el claxon. Era una hembra. Una pointer cafe que tenia las tetas hinchadas y que nos miraba con sus enormes ojos grises. Sus aullidos retumbaban en el tunel. El golpe le habia dislocado la cadera, y aunque intentaba usar las patas delanteras para moverse, la parte trasera de su cuerpo parecia un tren volcado. Tania se cubrio la nariz y la boca con las manos. Tenemos que ayudarla, suplico. Me acerque al animal, arrastrando los pies. La perra gruno, mostrandome los colmillos, sin dejar de mirarme. En sus ojos habia furia, pero sobre todo habia dolor, miedo. Ya, dije extendiendo la mano para tocarla, no te vamos a lastimar, pero la perra me respondio con una dentellada caliente que apenas pude esquivar. Del punto ciego del tunel, iluminado por unas farolas con luz naranja que pendian del techo humedo, aparecian coches a toda velocidad. Sus luces blancas nos cegaban y parecia que nos iban a embestir, pero luego frenaban, cambiaban de carril y, en algunas ocasiones, nos mentaban la madre con el claxon. ?Que vamos a hacer?, dijo Tania. Levante los hombros. Esta muy lastimada, respondi, y ella me suplico que hicieramos algo, por favor. ?Que? Dime. Pues no se. Algo. Entonces se acerco a la perra, muy despacio, extendio la mano y la perra levanto la cabeza y siguio los movimientos de Tania. Tranquila, susurro como una encantadora de serpientes o domadora de leones. No te voy a hacer nada. La perra lanzo un aullido de dolor que retumbo en el tunel. No tengas miedo, dijo Tania mientras volvia a acercarse. Ya, ya, te vamos a ayudar. La perra seguia tensa, mirando su mano, pero acepto que le tocara la cabeza. Eso, dijo. Te vamos a sacar de aqui. En sus ojos vi consuelo mientras Tania la acariciaba, cierta calma, la confianza en que seria salvada, y yo ya estaba pensando como conseguiriamos subirla al coche y acomodarla en el asiento trasero, a donde la llevariamos, quien conseguiria salvarla, cuando el motor de un camion bufo desde la boca del tunel, la perra se asusto y lanzo un mordisco sobre la mano de mi esposa. Era un camion de mudanzas que no tenia por que circular por ahi. Un letrerote lo decia clarito al inicio del tunel: NO BICIS, NO MOTOS, NO CAMIONES. Pero si en Mexico puedes destripar a tu vecino y regarlo por la ciudad en bolsas negras, puedes secuestrar autobuses llenos de migrantes, desechar los residuos de tu fabrica en el rio, esclavizar indigenas para que cosechen tomate, comprar elecciones con monederos electronicos, ?que puede pasarte por meter un camion de mudanzas a un tunel mal hecho? El chofer imbecil todavia nos sonrio al pasar y hasta agito su manita para saludarnos. Estoy bien, dijo Tania. Yo habia pegado un grito mas escandaloso que los grunidos de la perra, pero era una herida superficial: dos rasgunos en el dorso de la mano. Yo sabia que Tania se impresionaba facilmente con la sangre desde que se cayo de una patineta cuando era nina y se abrio la cabeza, pero ella insistia en la perra, la perra, habia que salvarla. No se puede, dije. Esta muy lastimada. Y ella: La perra, hay que salvarla. Y yo: Es muy peligroso, nos tenemos que ir. Estabamos solos, en la salida de una curva ciega, a media noche, ante un animal dispuesto a morir peleando. ?Quienes eramos nosotros? ?Que podiamos hacer? Pero Tania nunca se daba por vencida, creia que siempre se podia hacer mas, siempre algo mas. Nunca me perdono que yo quisiera protegerla y yo no me perdono no haber podido hacerlo, aunque esa noche consegui imponerme y llevarla de regreso al coche. Luego tuve que soportar su desprecio durante tres o cuatro dias: yo era un cobarde, un insensible, un pusilanime. No podemos dejarla, me suplico por ultima vez en el coche, despues de que yo tomara el volante. Mirate la mano, Tania, ?que quieres hacer? Y entonces ella vio la sangre, dos hilos que le escurrian por el antebrazo y que en algunas partes ya se estaban secando, y vio la mancha roja casi negra en los dedos y en la muneca, en su falda de flores. Saco un Kleenex de la guantera, que al entrar en contacto con la sangre se quebro en oscuras lombrices alargadas. Vamonos, dijo, mientras se ponia el cinturon, sin voltear a verme. Luego recargo la cabeza contra el respaldo y empezo a llorar. Quise tocarla, pero esquivo mis caricias. Por el retrovisor pude ver a la perra haciendose mas pequena mientras nos alejabamos, hasta que nuestro coche salio a la superficie y el tunel se convirtio tan solo en una boca iluminada en medio de la noche. Tal vez Tania tenia razon. Tal vez pudimos haber avisado a una patrulla, o hablar al 066, o poner senales de advertencia en la entrada del tunel para que los otros conductores nos dieran tiempo. Cuando recuerdo sus aullidos de dolor, pienso incluso que pudimos haberla rematado con nuestro Chevy. Le habriamos hecho un favor: la violenta compasion. Quien sabe cuanto tiempo estuvo asi, cuantas horas tuvieron que pasar antes de que le dieran el golpe definitivo. Todavia pienso en ella, como si aun estuviera esperando nuestra respuesta. La imagino escupiendo sangre o arrastrando su cuerpo, escucho sus aullidos magnificados por el tunel, y siento que aun estamos ahi, que en realidad no nos movimos, que todo lo que nos paso despues es una ilusion, que nunca existio el coche en el que supuestamente nos fuimos al hospital a que curaran la mano de Tania y que ella y yo seguimos intentando salvar a una perra que de antemano estaba condenada.

  • Reparar a los vivos de Maylis De Kerangal

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    Le Havre. Simon Limbres regresa con sus amigos de una adrenalinica sesion de surf. La camioneta en la que viaja choca contra un arbol. Poco despues de ser ingresado en el hospital, el joven muere, pero su corazon sigue latiendo. Thomas Remige, un especialista en trasplantes, debe convencer a unos padres en estado de shock de que ese corazon podria seguir viviendo en otro cuerpo. Y salvar, tal vez, una vida. Este es el contundente arranque de la novela, que mantiene al lector en vilo hasta las ultimas lineas.

  • Epigenetica de Joel De Rosnay

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    Un libro que muestra como el modo de vivir influye en nuestros genes.

  • La canguro de los Parker de Norah Carter

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    Faltan solo dos horas para mi cumpleanos, !lo se!, no esperaba comenzar mis veintiun anos cuidando a los hijos de los Parker, pero el dinero me viene bien. Hoy asisten a una fiesta y estaran fuera de casa hasta las tantas de la madrugada. Como buena ninera que soy, les dije que no era ningun problema hacer horas nocturnas para cuidar y velar los suenos de sus hijos, que sufren de pesadillas, total, duermo mejor que en mi propia cama... No me puedo quejar de los Parker. Tienen una hermosa casa, muy lujosa para mi gusto. Tengo una habitacion asignada para cuando me tengo que quedar a dormir. Es comoda y practica, se ha vuelto mi tercera estancia, ya que vivo en la universidad, y en casa de mis padres tengo mi dormitorio original. --Hola, Elena, ?que haces, chochete? --mensaje de Lucy. Suspire recostada en el sofa de cuero de la sala de estar de los Parker. --Nada, mirando el techo y medio ojeando Facebook --respondi. De respuesta, me envia una carita riendose a carcajadas, seguido de: --Mas bien diras, espiando el perfil de Ed, ?no? Pongo los ojos en blanco y le respondo: -- ?Que haces tu? -- !Claro chocho, tu cambia de tema hija!, estoy esperando a Rick, tenemos casa sola para nosotros, hoy mis padres estan en una cena de negocios del trabajo de papa. Me siento rapidamente en el sofa y le doy al boton de marcado rapido. !Jajaja!, oigo como se rie Lucy. Sonrio y le pregunto: -- ?Lo haras hoy? -- ?El que? --responde con aire de inocencia. Pongo una vez mas los ojos en blanco. -- !Ah, no se! ?Ponerte a tejer los calcetines de tu abuela? Se rie con fuerza del otro lado de la linea y dice con malicia: --tejer no, joder !siii! Me rio con ganas y le contesto: !dije tejer, no, joder! Ella suelta una risita y dice: --igual, me voy a "correr", jajaja... Nos reimos a mas no poder. Despues de unos minutos, le digo en voz baja: --Ten cuidado Lucy... -- !Que siii...! --y finalizo la llamada. Suspire viendo la pantalla del movil, 10:15 p.m. Mire a mi alrededor, esta casa es una belleza. Soy ninera de los hijos de los Parker, desde los diecisiete anos de edad, sus peques apenas tenian un ano de vida cuando los conoci, son dos hermosos gemelos varones de cinco anos. Se mudaron hace seis meses a esta casa, su antiguo hogar era lindo, pero este te quita el aliento, es mucho mas grande. Me rei, su casa anterior era grande, mas que la de mis padres la cual es de estilo clasico, esta es de estilo toscano y la antigua de los Parker, muy moderna para mi gusto. Aqui solo he estado tres veces y aun no me acostumbro. Movida por la curiosidad, me levanto para recorrer la casa, ya que las veces que me quedo a dormir, siempre lo hago acompanada de los padres, sobre todo de la Senora Karen, que se pasa todo el dia ocupada con su trabajo de diseno de interiores. El Senor Parker, "Jim", es uno de los mejores abogados, segun dice su esposa, con mucho orgullo. Son gente amable, no son engreidos, lo que si, son muy ricos, pero no son de aparentar. Contemple, la gran sala de estar, habia unas puertas grandes que guiaban a la piscina, no tenian cortinas que las cubrieran, ni falta que les hacia, dejaba apreciar la hermosa cascada artificial de la piscina. De noche, con las luces encendidas, parecia un cuento de hadas. Me pare delante de las puertas sin tocarlas, no queria dejar marcas en los vidrios. Suspire una vez mas, me di cuenta que toda la noche lo habia estado haciendo. El mensaje que me dejo Ed, hace menos de una semana, me traia malos recuerdos, ya habian pasado casi seis anos... no le echaba de menos, fue un completo imbecil conmigo. Me pregunte, ?cuando iba a superar lo que me hizo? Mosqueada por ese pensamiento, camine hacia la sala de juegos. La distribucion de las habitaciones era: dos, en la primera planta, (la de los ninos y una de invitados) y dos en la planta baja, (la habitacion principal y otra mas de invitados). Entre en la sala de juego, la cual tenia una mesa redonda como la de los casinos de poker supuse, un comodo sofa de tres plazas, de color marron con un contraste rosado claro, cuatro cojines con tonos a juego con el sofa y el resto de la sala. Sinceramente, no sabia nada de diseno. Segui mirando. Habia dos butacas, un mueble y una mesa de madera, con algunos adornos tallados encima. Apague las luces y continue mi recorrido. Fui a parar a la sala de TV, era mucho mas pequena que la de juegos. Habia una television de pantalla plana encastrada en la pared, un sofa de cuero negro en forma de media luna. Entre el sofa, y un carrito de licores, descansaba una mesa redonda con revistas. A cada lado del carrito, habia dos butacas algo incomodas a simple vista. Presidia la sala, una chimenea, esta, mas pequena que la de la sala de estar. Un bonito reloj de pared, una hermosa lampara de techo circular y otras dos de pared y ventanas con cortinas verdes, no habia mas que ver. Mire la pantalla considerando ver una pelicula, pero aquella salita con el sofa dandole la espalda a la puerta, me generaba incomodidad. Pase por el estudio, pero no entre, ya sabia como era, lo vi un dia cuando el Senor Parker me llamo para pagarme mis servicios como ninera, se me hacia raro entrar, el Senor Parker, "Jim" lo usaba mucho, sentia que era como entrar sin permiso en su dormitorio. Lo que me quedaba por ver del piso inferior era la cocina y el comedor, el cual tiene una pared divisoria con tres ventanas sin vidrios, donde hay jarrones grandes en cada una, "molaba mucho". Del otro lado de esa pared, se encontraba la sala para desayunar, el resto era la habitacion principal de los Parker y mi habitacion de invitados. Decidi ir a la cocina. De pronto, un ruido de algo rompiendose me sobresalto. Me quede quieta en el pasillo, fuera del estudio. Notaba mi corazon a mil, respire profundo presa del panico, y recorde que los ninos a veces se levantaban por alguna pesadilla, pero el hecho de estar husmeando por las salas de recreacion y que me pillaran los senores Parker (Si es que regresaron mas temprano de lo acordado), me hacia morirme de verguenza. Aunque la senora Parker, me dijo que me sintiera como en mi casa, que usara las salas a mi antojo, era obvio que se referia a la sala de estar, la sala de TV, la cocina, y mi habitacion temporal. Apresure el paso y oi vidrios siendo arrastrados. Ahogue un grito al ver una figura alta, un hombre sin duda, estaba barriendo lo que sea que se le habia caido. Para mi suerte no se habia percatado de mi presencia, pues estaba de espaldas. Mire a mi alrededor y lo primero que logre tener a mano, fue una piedra mediana, bueno, realmente era una estatuilla tallada en piedra porque tenia, ojos y boca. Me acerque despacio, sin hacer ruido hacia su espalda con la piedra/estatuilla en la mano, le pregunte casi gritandole, ?quien eres? !Lo se!, es lo mas estupido que he hecho en mi vida, en las pelis no preguntan, golpean primero y luego preguntan. El hombre dio un brinco y seguidamente, solto un taco. -- !Joder!, ?pero que cojones…? --se volvio y me miro sobresaltado. Mis ojos se abrieron y mi mandibula casi se desencaja cuando lo vi de frente. Si, sin duda es un hombre, !y que hombre...! !Joder! No creo que pase de los veinticuatro anos. Es impresionante. Ojos marrones, para perderte en ellos, nariz recta, boca con unos labios carnosos, que seguro harian maravillas... Tenia el cabello largo, por lo que pude apreciar cuando estaba de espalda, de color marron oscuro que se le rizaba un poco a los lados y en el medio. -- !Joder!, me acabas de matar del susto. -- ?Yo?, ?pero que dices?, tu eres el que entras y rompes, lo que sea que hayas roto --dije moviendo las manos en el aire con reproche. Su expresion cambio, se torno suave y burlona, para mi sorpresa y timidez repentina. Me observo sin disimulo de arriba abajo y sin dejar de sonreirme, mientras su mirada me recorria completamente, todo mi cuerpo se estremecio. --Tu, debes de ser la ninera, disculpame si te asuste o te di una mala impresion -- ?Mala impresion? Si casi me corro cuando me ha repasado de arriba a abajo... --Soy Hal, el hijo de Karen --dijo con expresion neutra, pero en su voz note recelo. --Yo soy Elena, y bueno, efectivamente soy la ninera --dije tratando de sonreir, con un molesto brote de timidez. !Y como no! El, lo noto. Para no caer en un silencio incomodo, le dije que obviamente, sus padres no estaban… bueno, su madre y su padrastro, ya que no era un secreto que Hal, no era hijo del Senor Parker. La Senora Parker, mencionaba con carino a su hijo. Recuerdo una vez, una semana exacta despues de mis diecinueve cumpleanos, la Senora Parker, estaba muy sentimental hablando de su hijo. "Esta casi terminando la universidad" la oi decir, pero lo dijo con un aire de tristeza, que no entendi. --Tu madre y el Senor Parker, regresaran sobre las cinco de la manana. No sabia como referirme al Senor "Jim". Hal, sonrio sin ganas. --Lo se -- dijo. Luego termino de barrer los pocos cristales que quedaron esparcidos por el suelo, logre ver que era un vaso de cristal. Sin saber que mas decir, el rompio el silencio que se estaba formando. --Descuida, no te quitare tiempo, solo vine a… --se quedo pensando con expresion dura por unos segundos, mirando hacia mi direccion, pero perdido en sus pensamientos, luego su expresion relajada regreso y me miro a los ojos, continuo hablando --, buscar unas cosas y me voy --finalizo sin sonreir. -- Descuida, es decir, esta es tu casa no tienes que explicarme nada, solo supuse que no sabias que ellos... Mire hacia el montoncito de cristales rotos apilados en el recogedor de basura. Me senti como una idiota, era obvio que el estaria al tanto de lo que hacen o no hacen su madre y el Senor Jim. Sentia como el calor se concentraba en mis mejillas e hice una nota mental, descubrir mas tarde que "cono" me estaba pasando, jamas me mostre insegura con ningun chico, bueno mentira, solo cuando tuve mi primera vez con Ed... -- !Esta, no es mi casa! Su tono de voz, me hizo subir la mirada, al encontrarme con sus ojos marrones que se tornaron mas oscuros y ver su expresion, supe que estaba molesto. --Es la casa de mi madre, yo nunca he vivido aqui --dijo moderando el tono, pero aun asi se le escuchaba irritado. --Bueno, de ambos --finalizo volviendose, dandome la espalda con el recogedor en mano. Como no sabia que mas decir, me volvi y me fui de la cocina. Sin pensar, mis pies me llevaron a mi habitacion, no queria subir a ver a los peques, la ventaja de que tengan cinco anos, es que no es necesario ir a verlos a cada rato como cuando tenian un anito de vida. Sin embargo, sufren de pesadillas desde hace ocho meses y aunque sus padres me dijeron que solo fuera a verlos cuando griten o me vengan a buscar, yo, los supervisaba al menos una vez cada rato, hasta que me fuese a dormir. Cuando fui a encender la luz de la habitacion de invitados de abajo, senti una mano en mi hombro y esta vez solte un grito. -- !Joder...! Tranquila, soy yo. --Pero, ?estas loco o que? Solte aun con el corazon en la boca. Hal Se rio con ganas. --Lo siento de verdad, desde que llegue solo te he asustado --dijo sonriendome con un brillo en los ojos. No se si eran ideas mias o las luces que se reflejaban en sus ojos, pero su color marron claro, parecia cambiar con su humor. No pude contestarle nada, ya que no solo sus ojos captaron mi atencion, tambien esos dos hoyuelos en cada lado que se le formaban al sonreir ampliamente, sin duda es demasiado guapo para su propio bien. Y mis mejillas una vez mas, me traicionaron volviendose fuego. Me miro divertido. -- Eres muy asustadiza, ?no? Negue con la cabeza. --Yo creo que si --insistio. -- !Pues no! --dije encendiendo la luz del techo de la habitacion y entrando en ella. Entro detras de mi. Y bueno, ?el no tenia que ir a recoger sus cosas? Suspire con ese pensamiento y me volvi para mirarlo, seguia con esa expresion como de burla y algo mas. !Ya, vale!, no podia mas con este tio, me estaba tocando las narices. -- ?Que te causa tanta gracia? --Pregunte cruzandome de brazos y mirandolo con cara de pocos amigos. --Nada, eres, adorable --dijo mordiendose el labio inferior. Lo mire atonita y me descruce de brazos, luego me pellizque el puente de la nariz. --Mira, no se que decir, cosa rara en mi, que no diga nada. --Asi que, te deje sin palabras, !que interesante...! --dijo paseandose por la habitacion, con aire arrogante y divertido al mismo tiempo. Cosa que me hizo sentir mucho mas calor, solo que ahora no se alojaba en mis mejillas... Comenzaba hacer calor en esta habitacion. --Voy a ver a tus hermanos --dije tratando de finalizar la conversacion, logre decirselo mirandolo a los ojos, no queria seguir echando mas lena al fuego... Su expresion ahora era de horror, estoy segura que la vi por unos segundos antes de que se volviera rapidamente hacia la ventana. -- ?Estas bien? --Le pregunte sin pararme a pensar, que le hizo poner esa cara de miedo. No tardo mas que dos segundos y se dio la vuelta con expresion neutra. --Si, ya me tengo que ir -- paso por mi lado hacia la puerta. Suspire, por... ya ni se cuantos suspiros he dejado escapar, !vaya noche!, que tio tan misterioso. Por un segundo se me cruzo por la cabeza que, a lo mejor, no era el hijo de la Senora Karen, pero en varias zonas de la casa, hay fotos de un nino pequeno con esos mismos ojos marrones que me miraron llenos de horror, hacia un momento. No son dificiles de reconocer, claro que en el momento que lo sorprendi en la cocina, estaba de espaldas a mi. Sali de la habitacion, para buscar como ocupar mi mente, camine hacia la sala de estar y me dirigi al sofa para sacar de mi bolso, una camara digital. Desde que conoci esta casa, me apetecia mucho tomar fotos de la cascada y mas de noche. Con camara en mano y movil en el bolsillo trasero de mis jeans, ya que mi atuendo del dia de hoy consistia en unos vaqueros azul claro, algo gastados con rotos en ambas rodillas y ajustados a la cadera. Una blusa de manga larga en color gris sin cuello, casi que parecia mas un sencillo sueter solo que esta, se amoldaba a mi pecho y a mi pequena cintura. Bueno no soy una tia de pechos enormes, me gusta pensar que caben en mi mano. Bueno..., no entran en mis manos, son mas bien medianas, ni grandes, ni pequenas, son perfectas. Total..., mientras me gusten a mi, esta bien. Al abrir las puertas, senti el aire fresco que me dio en la cara. Una leve brisa con ese deje de calor que indicaba que estabamos en verano. Mis ojos recorrieron maravillada el lugar, la paz que senti comenzo a despejar mi cabeza, inhale y exhale profundamente. La piscina se veia tan apetecible... Lamentablemente, no se nadar y estoy en horas de trabajo. No creo que los senores Parker, aunque me tengan confianza, me inviten alguna vez a nadar. Me acerque al borde de la piscina. Habia dos hamacas que se veian muy comodas para tumbarse y echarse una siestecita. En ese momento mirando el agua de un azul tan oscuro como el cielo, me pregunte como de profunda estaba. Me agache y meti una mano en el agua, estaba calida. Me sorprendi, pense que estaria fria. Mire alrededor de los bordes, buscando algo que me indicara que la piscina era templada, nunca supe como funcionaba eso, a lo mejor solo estaba calida, por estar expuesta al sol todo el dia. Cuando me fui a levantar, repentinamente se me resbalo de la muneca mi pulsera favorita, llevaba tiempo que el seguro se abria facilmente, con un quejido me puse de rodillas e hice todo lo posible con las manos para que no siguiera hundiendose, pero era inevitable, la pulsera pesaba ya que estaba hecha de plata. -- !No, no, no! --dije frustrada, al perder de vista la pulsera. Me levante y camine en busca del lugar donde guardaban los Parker las cosas para la limpieza de la piscina, si tenia suerte, conseguiria una red limpia piscinas, y asi, intentaria pescarla. -- !Aja!, !bingo! -- Vi una puerta metalica, camuflada con el mismo color de la pared. Rece para que no estuviera cerrada con llave, por suerte estaba abierta. Usando la linterna de mi movil, di con el interruptor de la luz casi de inmediato y me sorprendio un poco, ver aquel armario de la limpieza. No necesite buscar mucho ya que practicamente tenia frente de mi, la herramienta que necesitaba, la tome y di un grito, cuando una arana me subio por la mano derecha, sacudi el brazo violentamente. Cogi la red que se me habia caido al suelo del susto, y sin detenerme a cerrar la puerta, corri de vuelta a la piscina. Cuanto antes recuperara mi pulsera mejor. Seguia imaginandome siendo pillada por los Parker, en una situacion comprometida, al tomarme la confianza de abrir puertas y coger cosas de su propiedad, sin consentimiento alguno

  • Cuatro poetas en guerra de Ian Gibson

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    Antonio Machado, Juan Ramon Jimenez, Federico Garcia Lorca y Miguel Hernandez son cuatro de las mejores voces poeticas de la Espana del siglo XX. Unidos no solo por su absoluta dedicacion a las letras, sino por su lealtad a la Segunda Republica, enarbolaron una defensa acendrada de la libertad y la democracia.

  • Hablemos claro sobre el comercio mundial de Dani Rodrik

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    La globalizacion no ha beneficiado a todo el mundo. Muchos trabajadores europeos y estadounidenses han resultado excluidos debido a la externalizacion de ciertos trabajos industriales a China, Mexico y otros lugares. Al mismo tiempo, el proceso de internacionalizacion ha favorecido al sector de las finanzas y a profesionales altamente especializados, capaces de beneficiarse de unos mercados en expansion descontrolada.

  • La dulzura de Daniel Mugica

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    La joven Gadea desaparece el mismo dia en el que, en la estacion madrilena de Atocha, los trenes estallan. Es un 11 de marzo. Sus hermanas Estela y Malena la buscan denodadamente, temen que estuviera en uno de aquellos trenes. Y la busca tambien Juda, escritor frustrado, enamorado de ella hasta el tuetano. Pero pasan las horas, los dias, y no hay noticias de Gadea. Durante esa angustiosa busqueda, los diversos personajes que la trataron rememoran el tiempo pasado junto a ella, el modo en que influyo en sus vidas, y las circunstancias que propiciaron su internamiento en un lobrego centro psiquiatrico; una decision adoptada por Eneko, su padre, un hombre marcado por el fundamentalismo religioso, cuyas obsesiones gravitan sobre el clan familiar.

  • Lola (Moteros 3) de Patricia Sutherland

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    .Porque, a veces, el amor llega cuando menos te lo esperas…

  • Balsamo de Juan Antonio Vallejo Narvaez

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    Atipica, hipnotica, brutal. Un thriller que no te dejara indiferente.

  • Me separe, aunque le amaba demasiado de Mar Montilla

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    Tomar la decision de separarme no fue agradable. Y sabia que tendria que ser yo la que diera ese paso, porque el jamas lo haria. No resulto sencillo, desde luego, pero fue lo menos complicado de todo lo que tuve que afrontar, en consecuencia. Decir que una ruptura resulta siempre dolorosa y traumatica seria hablar demasiado a la ligera; y anadir que se ha de pasar un periodo aproximado de un ano para elaborar el duelo es caer en un topico. No se puede generalizar, depende de cada circunstancia. En mi caso no fue la falta de amor la que me empujo, sino el instinto de supervivencia. Mi marido habia caido en las garras de una adiccion y despues de anos y anos intentando ayudarle a salir de ese pozo comprendi que lo unico que estaba logrando era hundirme con el. No es facil convivir con un adicto, ya sea alcoholico, drogadicto o ludopata. Te conviertes en su complice y cada paso en falso que el da te salpica a ti, inevitablemente. Todo lo tuyo queda en un segundo plano, te vas anulando, borrando tu propia existencia sin apenas dejar rastro... hasta que el se convierte en el centro unico y exclusivo de tu universo. O mejor dicho: su adiccion y el. Eso me sucedio. Y cuanto mas enganchado estaba el a su droga, mas enganchada estaba yo a el, como si fuese mi propia droga. Tarde en darme cuenta. Y cuando por fin tome conciencia, solte su mano, le deje caer y sali corriendo sin mirar atras, con mi pequeno hijo en los brazos. Paradojicamente, mi ex se recupero en menos que canta un gallo (no de su enfermedad, sino de la separacion) y no derramo ni una sola lagrima. No pidio perdon, no me rogo que volvieramos a intentarlo... !Quedo liberado! Para una servidora, en cambio, fue como un desgarro. Triste forma de descubrir lo efimero de sus sentimientos hacia mi. Habia dejado de quererme mucho tiempo atras. Se habia acomodado, eso si, los humanos somos animales de costumbres. He necesitado varias sesiones de terapia y leer unos cincuenta libros de autoayuda para ser capaz de asimilar tan cruda certeza. Al mes de separarnos ya me habia reemplazado por otra. Romper con tu pareja sin haber dejado de quererla equivale a arrancarte de cuajo el corazon, tirarlo al suelo y pisotearlo, que es lo que yo hice. Y superar eso resulta una tarea ardua que requiere olvidarse de prisas y poner una voluntad ferrea. Pasas por varias etapas. Primero resuelves el papeleo y estas tan ocupada arriba y abajo que no te paras a pensar en que esta pasando. Despues tu ex se echa novia y tu, incapaz de desear a otro hombre que no sea el, te subes por las paredes. Mas adelante te autoconvences de que no te importa en absoluto lo que haga y tu puedes pasartelo tan bien o mejor, ligando mas incluso, pero obviamente no lo consigues, y si lo logras resulta desastroso porque comparas a todos los hombres con tu ex y ninguno esta a su altura. Y de repente caes en picado y te das de narices contra el frio y duro suelo. ?Que es lo que te pasa? No consigues encontrar pareja, todo te incomoda, todo te pone de mal humor, no tienes vida sexual y, para colmo, el te empieza a hablar de divorcio. ?Divorcio? ?Es que piensa volver a casarse? ?Ya...? Han transcurrido varios anos, aunque a ti te parezca que fue ayer. El tiene su vida encauzada y da la impresion de que le va a las mil maravillas sin ti, tan feliz con su nueva companera. Quiere casarse con esa a la que tu odias con toda tu alma y que encima va a ser la madrastra de tu precioso retono y la madre de sus posibles futuros hermanitos. Te quieres morir. ?Que has hecho tu mientras tanto? Te das cuenta, horrorizada, de que has seguido pensando en el... un poquito. Sonandole, anorandole, poniendote guapa cada vez que venia a buscar al nino. Admites, no sin cierta inquietud, que aun estas un pelin enamorada, muy a tu pesar, quizas de una idealizacion, tal vez de un fantasma. Necesitas coquetear para sentirte viva. Y no deseas coquetear con otros, sino con el. Te miras al espejo y no te reconoces. ?Pero que estas haciendo? ?Arrastrandote tras el hombre que te ha amargado la existencia...? Se acabo. Y empiezas a recibirle en pantuflas y sin maquillar. Total, a el que le importa si deambulas por tu casa como una zarrapastrosa. Recoges a tu hijo como si fuera un paquete de SEUR, no intercambias ni una palabra con el que estuviste casada tantos anos que ni te acuerdas, le das con la puerta en las narices y no vuelves a saber mas de el hasta quince dias despues. Entonces, justo entonces, te enfrentas por primera vez a la realidad: estas sola. Mujer, separada, treinta y tantos, con un hijo. Esa eres tu. Se te cae el mundo encima. Sola ante ti misma, frente a frente, te contemplas una vez mas en el espejo. Con calma, sin evasivas... y no te gustas. Parece que ha transcurrido un siglo entero desde que conociste al que fue tu companero y ya no lo es. Presa del panico descubres ante ti un abismo infinito. Ya no tienes que arreglar tu los desaguisados provocados por el; ya no tienes que rescatarle de sus continuas recaidas; ya no tienes que tirar del carro de un matrimonio desastroso; ya no tienes que pelear para separarte; ya no tienes que batallar con cientos de tramites... Eso quedo atras. Y entonces, justo entonces, empiezas a comprender el asunto tal y como es: el hombre al que le hubieras dado la luna si te lo llega a pedir esta rehaciendo su vida con otra mujer que no eres tu. Y a ti no te queda mas remedio que aceptarlo. Tienes cosas por las que luchar y ninguna de ellas es el. Un hijo, una profesion, amigos, familia... Lloras y lloras con desespero. Experimentas un dolor visceral pero por primera vez tuyo, como si acabaras de parir. Es el principio del fin. Lo vas a superar. Tu historia, la tuya propia (y no la que viviste con tu inestable marido, que ahora es tu ex) acaba de empezar. Tienes ante ti un maravilloso libro con todas sus paginas en blanco... !empieza a escribir! Nadie dice que vaya a ser facil o divertido. Aun asi, debes hacerlo por ti misma. Y por tu hijo. Duele, lo se. La herida esta abierta pero se cerrara y, con el paso de tiempo, ira cicatrizando. ?Y...? ?Eso es todo...? ?Tanto sudor y lagrimas para sentir este vacio, sin mas...? Asi es. Tienes dos opciones: seguir corriendo con los parpados cerrados, tropezando cada dos por tres con la misma piedra; o detenerte a analizar que ha pasado y por que, para empezar a caminar con los ojos bien abiertos. Tu decides.

  • Nadie hace el amor los martes de Tracy Bloom

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    Katy y Matthew, que fueron novios en su adolescencia, se reencuentran una noche en una fiesta de ex alumnos y acaban en la cama. A la manana siguiente deciden que no volveran a verse nunca mas.Y aqui acaba el asunto... Hasta que ocho meses mas tarde vuelven a encontrarse en una clase de preparacion al parto y Matthew se pregunta con inquietud si sera el padre de la criatura que espera Katy. Ajenos a este lio, la esposa de Matthew, neuroticamente perfeccionista, vive con gran angustia la perspectiva de dar a luz a gemelos; y en cuanto al novio de Katy, mucho mas joven que ella, se resiste a tomarse la paternidad en serio.La vida y el amor no son asuntos que puedan tomarse a la ligera. Katy y Matthew se veran obligados a enfrentarse a un torbellino de emociones y de sentimientos que no tenian previstos.?Como se las arreglaran para arreglar semejante desastre y seguir adelante con sus vidas?Una novela tierna, divertida, hilarante. Puro entretenimiento. Pura diversion

  • Mas cerca aun de Natalie Daniels

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  • Puerta de noche (Sombra de vampiro 6) de Bella Forrest

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    Derek y Sofia por fin disfrutan de un merecido descanso. Alojados en un complejo de vacaciones con buena comida, sol y mar, Sofia esta encantada de presenciar la reintroduccion de Derek en el mundo de los humanos.

  • Buenas noches querida de Gi Maelys

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    Se aproxima un verano escalofriante.Caden es asechado por un serial fanatico del arte, y sus dilemas respecto a la mujer que ha conocido, no le permiten pensar con claridad.Su secreto esta por ser descubierto, la policia va tras el, hay un caso que debe resolver y el es el centro de todo.Caden es inteligente, precavido, metodico… y es un asesino.

  • El sargento Barbancho de Eduardo Rodriguez Perea

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    En un pueblo de la sierra cordobesa y a plena luz del dia, aparece el cadaver de una bellisima muchacha.

  • A traves del honor (Highlands 2) de Alexia Seris

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    Logan McRae lo ha perdido todo tras desafiar a Ian, el Laird de Nairn. Tras el ultimatum de este, abandona las tierras que una vez fueron su hogar para partir hacia un futuro incierto y un destino desconocido. Athdara McGregor es la primogenita de su clan, marcada con un don, la pesada carga que lleva dentro de su corazon la obliga a salir al encuentro de aquel a quien debe ayudar para recuperar su honor y su valia. Solo hay un problema, el caballero al que debe ayudar es el highlander por el que lleva suspirando toda su vida. Secretos, intriga, amistad, lealtad, mentiras, traicion, pasion y un amor tan intenso como la vida en Escocia. La segunda entrega de la trilogia “Highlands” no te dejara indiferente. ?Te atreves a adentrarte en la Escocia medieval?

  • El secreto de la contadora de historias de Sejal Badani

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    Una historia magistral sobre la fuerza imparable del amor y el invencible deseo de sonar.

  • Papito Multimillonario de Stephanie Foss

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    Cada centimetro de mi estaba iluminado. Lo necesitaba desesperadamente.
    -Vas a tener que parar en un momento -se estremecio-. Apenas puedo controlarme.

  • Llamame jueves, Ava Cleyton de Ava Cleyton

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    Una manana del mes de abril Alex Kupert se despierta totalmente aterrada porque no puede dejar de pensar en el ni un solo instante. Pero ?quien es el y que ha sucedido para que ella, esposa ejemplar y enamorada de Emilio, su marido de toda la vida y padre de sus tres hijos, tiemble cada vez que recibe un WhatsApp suyo? Se llama Leonardo Peces y, hasta la fecha, era tan solo un amigo. Alex, incapaz de comprender sus propios sentimientos, encuentra en la reposteria una valvula de escape. Y en el afan de luchar contra lo que parece inevitable, el hecho mismo de no poder frenar la avalancha que presiente con la fuerza brutal de la madre naturaleza en la cumbre del Everest, el blog de la Kupert's Cook resulta ser un gran exito en las redes sociales.

  • Natasha de Esteban Navarro

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    Sabino se enamora de Natalia, una chica a la que conoce en el autobus. Los dos comienzan a salir juntos, pero cada vez que Sabino la acompana hasta su calle ella no quiere que la siga mas alla de una esquina donde se va caminando sola.
    Pasadas unas semanas, Natalia fallece en un fatal accidente de trafico. Cuando Sabino se entera descubre que no viajaba sola y que su acompanante, tambien muerto, era un varon apodado 'Turco'. La policia le toma declaracion a Sabino y entonces se entera que la chica no es quien le dijo que era. Para empezar ni siquiera se llamaba Natalia.

  • Un bolso y un destino de Leigh Himes

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  • El poder de la intuicion de David Topi

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    Todos hemos experimentado en mas de una ocasion la magia de la sincronicidad. A veces nos vemos ante situaciones que tachamos de enormes casualidades, eventos que nos suceden en el momento justo en el lugar justo, precisamente cuando mas los necesitamos y sin saber ni como ni por que han irrumpido en nuestra realidad. Nuestra vida esta repleta de mensajes, senales, acontecimientos que nos empujan hacia un lado, obstaculos que nos impiden ir hacia otro… Pero, ?quien o que genera y organiza todo eso que nos ocurre de forma tan milimetrica? ?Es la sincronicidad el mecanismo que subyace bajo la Ley de la Atraccion? ?Cual es el papel del inconsciente colectivo en todo esto?

  • Huyamos, ahora que podemos (Volumen 1) de Garcia De Saura

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    Cuando Iris y Ana fueron a las fiestas de Villa Despelucame el Ovejo, el pueblo de al lado, no imaginaron que terminarian la noche huyendo del lugar del crimen. Por un despiste y una mala decision, acabaron cargandose a Don Pepino, patron del pueblo, principal reclamo de peregrinacion e ingresos, y con el. varios siglos de historia.
    Convertidas en profugas de la justicia, haran todo lo posible por despistar a los vecinos que, de forma incesante e incluso bajo recompensa, buscaran a los culpables.
    Pero el destino les pondra en su camino a dos desconocidos y seductores forasteros, que acabaran siendo sus mayores aliados. ?O sera solo lo que ellas quieren creer?
    Descubre esta apasionante historia cargada de intriga, romance, morbo y mucho humor, donde nada es lo que parece y todo parece lo que es.

  • Lo que significas para mi de Mile Palma

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    Ella pensaba que los amores de la infancia eran eternos y Harry, ese amor que tenia desde pequena, quizas le de la razon a sus pensamientos. Alexia lo dara todo, pensando que el final sera feliz, pero en la vida, todo tiene un final. ?Lo tendra tambien este amor?

  • El pecado y la carne de Rafael Salcedo Ramirez

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    ?Un psicopata nace o se hace? La respuesta tal vez no este entre las lineas de esta obra, aunque si una propuesta que pudiese conducir a ella. Sirve a esta cuestion la descripcion tanto de la ninez como la adolescencia y juventud de Nathaniel Waterhouse, que ocupa buena parte de la historia ambientada en Ludlow -un pintoresco pueblo al norte del Estado norteamericano de Maine- en la que se ponen de manifiesto su precocidad, su instinto depredador, asi como sus actos presididos por una insana tendencia a la crueldad; los cuales ejecuta con una frialdad que hiela la sangre de cuantos forman su circulo intimo y ante los que se vanagloria de su capacidad de persuasion, que constituye su letal arma manipuladora de la realidad a la que retuerce hasta adaptarla a sus espurios intereses.

  • Toda una vida para recordar de Nuria Pradas Andreu

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    Con solo dieciseis anos, Sophie Simmons deja a su familia para ir a Los Angeles durante la Gran Depresion persiguiendo un sueno: trabajar como dibujante en Disney Studios. Pronto descubrira, sin embargo, que no es un mundo para mujeres. Y asi, entre amores y desamores, encajando los golpes que le da la vida, Sophie luchara hasta el final en medio de una epoca convulsa que marcara un antes y un despues entre los profesionales de la animacion de principios del siglo xx.
    Toda una vida para recordar es una novela con una protagonista femenina decidida, un entorno historico fascinante y una lograda mezcla de personajes de ficcion y de la vida real.

  • Ese pais al que te pareces de Tobie Nathan

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    El Egipto multicultural y las decadas mas convulsas del siglo xx se convierten en el escenario de un amor imposible.

  • Nunca Te Olvidare de Natalia Lee

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    Parecia un dia soleado de verano. Algunos ninos ruidosos jugaban en el cesped, mientras que otros paseaban en bicicleta con sus padres por el parque. Habia mucho verde por todas partes, y Mel se apoyaba contra el tronco de un arbol, aprovechando la sombra fresca que ofrecia. Inesperadamente, la figura de una mujer aparecio a pocos metros de la nina. La luz brillante que emanaba de ella eclipso los hermosos ojos azules de Melissa durante unos minutos, hasta que finalmente se detuvo. Frente a ella, descalza y con un vestido blanco que cubria la mayor parte de su cuerpo, estaba Helena, su madre. Aunque Mel queria abrazarla y besarla, debido al anhelo que sentia, la bella mujer no dejo que su hija se acercara. -Solo escuchame, Melissa, tenemos poco tiempo. – declaro. -Pero mama … -No, no hables, por favor. Se todo lo que estas sintiendo, querida. Se de tu angustia, tu tristeza, el miedo a volver a Nueva York … Es normal que tengas miedo. Todos tenemos miedo cuando tenemos que enfrentar cosas mas grandes que nosotros. Pero se necesita fuerza, hija, especialmente ahora que conoceras a muchas personas. Algunos no son lo que parecen, de hecho, son falsos, egoistas, pero puedes estar segura de que tambien encontraras otros que son justos, verdaderos y que te han estado esperando durante mucho tiempo. Simplemente no se han dado cuenta todavia. Se que lo que te estoy diciendo ahora no parece tener sentido, pero lo importante es que sabes que siempre estare a tu lado para protegerte. Confia en mi, carino, todo estara bien, no te preocupes. Por unos momentos Mel guardo silencio, totalmente paralizada . Su cerebro habia articulado una serie de frases y preguntas para la madre, pero ninguna palabra podia salir de su boca. Helena, por su parte, tampoco dijo nada mas. Solo miro a Melissa con ternura y sonrio. La suave luz de antes comenzo a envolver su cuerpo nuevamente, hasta que se volvio tan intensa que Melissa tuvo que apartar la cara para proteger sus ojos de la luz exasperante . -Senorita? !Senorita, despierta, por favor! "Dijo una voz desconocida, que ahora sonaba cada vez mas cerca de la luz cegadora. Desconcertada, Mel abrio los ojos bruscamente, al mismo tiempo que daba un pequeno golpe en la silla gracias al susto. Las gafas en sus manos rodaron directamente al piso del avion, uniendose a una revista que se habia caido alli desde que se durmio. -Disculpe las molestias, senorita, pero vamos a aterrizar. Por favor, abrochense los cinturones. Aun bajo la influencia del extrano sueno, Melissa solo sacudio la cabeza. La joven azafata sonrio mostrando su llamativo lapiz labial rojo y continuo recorriendo el pasillo del avion, despertando a las pocas personas que todavia estaban dormidas . “Fue un sueno, solo un sueno”, penso Mel, mientras buscaba sus gafas en el suelo. Pero aunque trato de convencerse de que todo era solo un gran desastre debido a su cerebro cansado, el encuentro con su madre parecia tan real como el hecho de que ella estaba alli, en ese avion, rumbo a los Estados Unidos. Cuando finalmente encontro las odiadas gafas con lentes gruesos, Mel se los puso en la cara de todos modos y se ajusto el cinturon como lo habia ordenado la azafata. Mirando por la pequena ventana a su izquierda, pudo ver un enorme lago brillando bajo el sol de la tarde, y su avion que se acercaba cada vez mas a la pista del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy. -Si, bienvenida de nuevo a America, dijo Melissa. , respirando profundamente mientras se ajustaba las gafas, y se miro a si misma en el claro reflejo del cristal. – Finalmente llegaste a casa … * * * * * A pocos kilometros de distancia, en el corazon verde de Manhattan, Aaron Stonewell estaba distraido. Sentado en el cesped brillante de Central Park a la sombra de un arbol, no parecio notar a las dos ciclistas que pasaban por tercera vez (y a proposito, por cierto) frente a el. No es que no fueran bonitas, por el contrario, eran dos chicas impresionantes. Pero la atencion y los ojos de Aaron ahora estaban completamente pegados a la pantalla de su MacBook que mostraba en pequenos intervalos las innumerables fotos tomadas en el ultimo show de su banda de punk rock, Nonsense . Por mucho que ya las habia visto millones de veces solo esa tarde, era imposible para el no admirar toda la vibracion de la audiencia que parecia desbordarse a traves de la pequena pantalla del ordenador. Aunque ese era solo el decimo espectaculo de su banda inexperta, se habian conmocionado y eso valia mas para el que la pequena tarifa ofrecida por el propietario del pequeno club en Brooklyn donde tocaban. Aprovechando la distraccion de Aaron, una figura se escabullo a sus espaldas y, teniendo cuidado de no llamar su atencion, camino de puntillas hasta que estuvo muy cerca del nino. Sin embargo, la persona no contaba con el revelador crack de una rama de arbol seca que termino pisoteando por simple descuido. – Buen intento, Marvin James! se burlo Aaron, volviendose hacia su amigo. – Como ladron, soy un gran bajista, ?no? – Pregunto el chico de ojos negros, depositando su bajo en el suelo y sentandose justo al lado de Aaron. -Di, ?que estas viendo en ese cuaderno que te alegra tanto ? -Son las fotos de nuestro ultimo show. – respondio Aaron con cierto orgullo. – Disfrutan demasiado, ?no? Mira la emocion de la multitud! -Si Total! – Marvin estuvo de acuerdo, estirando el cuello para verlos. – Lastima que Sophie, tu nueva musa inspiradora, no fuera. -!Y Chloe , tu pequena pasion eterna , tampoco aparecio alli! espeto Aaron bruscamente. -Oye, solo soy el hijo del conserje de la escuela. !No tengo oportunidad con esa chica! Tu, hombre … Ah … !Puedes tenerla en cualquier momento! ?Olvidaste que te llaman a ti y a Oliver “Los hermanos perfectos”? Todas las chicas de la Academia Eugenne Sinclair babean por vosotros , incluso las mas veteranas … – Ah, esta bien … !Deja de exagerar , MJ! La mayoria solo sabe mi nombre por mi hermano. Y ademas, la unica chica que realmente me importa no se preocupa por mi ", suspiro Aaron, bajando la cabeza. El hecho de que Aaron Stonewell fuera adorado por gran parte del ala femenina de la escuela no era nada nuevo para nadie. El otro “Hermano Perfecto”, como las chicas comenzaron a llamarlo al final del sexto grado, tenia una belleza inusual. Era alto, delgado, con penetrantes ojos verdes, como los que no puedes dejar de mirar, y cabello negro corto e intenso, un poco desarreglado en el frente. Como si eso no fuera suficiente, ademas tenia una cara hermosa y una sonrisa brillante que hacia que todos a su alrededor sonrieran tambien. Su unico defecto real era que estaba enamorado de la ahora ex novia de su hermano Oliver. Y por mucho que Marvin le mostraba a su amigo la gran cantidad de chicas que se derretian por el en los pasillos de la escuela y en los espectaculos, era Sophie la que le gustaba y Aaron sufria debido a su increible indiferencia. -Olvidate de esa chica , sabes que todavia le gusta Oliver. Manana deberian comenzar a salir de nuevo. Lo hicieron tanto … No es la primera vez que pelean. – dijo MJ, ahora colocando el ordenador de grafito de Aaron en su regazo para ver mejor las fotos. -Pero esta vez fue grave, el idiota de mi hermano estaba con otra chica y Sophie lo vio. !Esta podria ser mi oportunidad! Creeme, no hay chica como ella en esta ciudad. Marvin, quien hasta entonces parecia no estar de acuerdo con su amigo, comenzo a sonreir. De hecho, Sophie debia ser la unica criatura en Manhattan, o quizas en todo el planeta, capaz de ser tan hermosa y tan egoista al mismo tiempo. Simplemente no se comparaba en maldad con Darth Vader de Star Wars, porque era de otra galaxia muy, muy lejana y la disputa se limitaba solo al espacio terrestre. -Estoy de acuerdo, ella es muy bonita. Pero no se, creo que le falta algo … – respondio Marvin, presionando las teclas del MacBook para que las fotos pasaran a una velocidad mas rapida. “?Le falta algo?”, Repitio Aaron, frunciendo el ceno como si su amigo hubiera dicho algo increible. -?Que puede faltar en una chica completamente perfecta? Aunque la respuesta de MJ era “corazon”, algo lo hizo detenerse repentinamente y reir en voz alta senalando la pantalla del ordenador . Alli, en una foto que parecia muy antigua, habia dos ninos sonrientes y abrazados, que no recordaba en absoluto haber visto en el ultimo espectaculo de la banda. -Oye! ?Quienes son la rellenita y el chico que tiene aparatos en los dientes? -Le pregunto Marvin al amigo, aun riendose. Cuando Aaron miro el MacBook, no pudo entender como esa foto que debia haberse perdido por los innumerables archivos que tenia su ordenador, habia parecido alli, junto con los registros del concierto, no tenia sentido . -Bueno, el de los aparatos soy yo. – Aaron comenzo a explicar un poco avergonzado. – Y la rellenita es Melissa, la hermana de Sophie que regresa a Nueva York. -?De verdad? ?Este feo eres tu? – se burlo Marvin, pareciendo no creerlo. – Wow … Has mejorado mucho eh, hombre! Y que cosa mas absurda, la nina llega hoy y esta foto de ella aparece asi, de la nada … Oye, pero ?por que la tienes en tu ordenador ? Pasion infantil, ?verdad? Es? Pregunto, alzando las cejas maliciosamente y golpeando ligeramente a su amigo. Aaron puso los ojos en blanco y volvio a llevar el ordenador a su regazo. -No inventes , Marvin. Melissa y yo jugabamos juntos cuando eramos ninos y eso es todo. Despues de que ella se fue con su madre a Brasil, nunca volvimos a hablar. Quiero decir, incluso nos enviamos correos electronicos al principio, pero luego la comunicacion se volvio mas rara. La zona horaria diferente tampoco ayudo y ella siempre estaba ocupada ayudando con la ONG de su tia. Entonces, ya sabes, la amistad se extinguio gradualmente. – explico Aaron, mientras cerraba el cuaderno. Habia un toque de tristeza en su voz, pero sabia como disfrazarlo. La verdad es que el y Melissa eran grandes amigos. “!Los mejores del mundo!”, Como Aaron incluso se llenaba la boca para decir cuando hablaba de su amistad con la pequena Mel. Se habian conocido en Central Park, mientras jugaban a los columpios bajo la supervision de sus nineras, y desde ese dia se mantuvieron unidos de tal manera que no pudieron hacer nada mas el uno sin el otro. Tenian una especie de hermosa amistad, una que todavia era demasiado pura para ser sacudida por las hormonas de la pubertad, cuando la linea divisoria entre ninos y ninas se fortalece y los hace parecer seres de planetas totalmente diferentes. Pero el destino decidio ser implacable con los dos amigos, y cuando Melissa menos lo esperaba, ya estaba en un avion que se dirigia a Sudamerica con su madre, dejando a Aaron solo y lloroso en Nueva York. Hoy en dia, incluso despues de que hayan pasado cuatro largos anos, el nino todavia recordaba tristemente la separacion forzada de su mejor amiga . Era una herida ya curada, que a veces dolia cuando veia algo que le recordaba a Mel, pero eso ya no importaba demasiado. El pasado estaba detras de ellos y ahora no serian mas que simples extranos el uno para el otro. – Bueno, y hablando de Melissa … – dijo Aaron con un suspiro, volviendose hacia MJ -… Creo que es hora de ir al hotel Meditteranean para empacar las cosas para la presentacion. Hoy la tarifa vale la pena y nos pagaran por adelantado. -Oh, ni me digas! Despues de esa bagatela que ganamos en el ultimo show, incluso pense en renunciar a mi carrera. – se burlo el bajista, saltando. Aunque llegarian un poco mas tarde de lo acordado con el dueno del hotel, Aaron y Marvin caminaron en silencio hacia la salida oeste de Central Park, cada uno pensando en lo que mas le importaba. El bajista de los altos salarios y Aaron en ver a Sophie de nuevo, hasta que sus pensamientos derivaron sin querer al recuerdo infantil de Mel. Por unos momentos recordo las travesuras que los dos habian hecho juntos cuando eran ninos y esto lo hizo sonreir, pero pronto la imagen infantil de la amiga se perdio y Sophie volvio a dominar su mente haciendo que su corazon volviera a dolerle. * * * * * El vestibulo de la Terminal Tres estaba lleno cuando Melissa aterrizo en el aeropuerto JFK. Parecia que todos los ninos estadounidenses habian decidido viajar en la primera semana de sus vacaciones escolares, a juzgar por la cantidad exorbitante de ninos y ninas que jugaban con los carritos de equipaje bajo la mirada impaciente de sus padres. Llevando sus dos pesadas maletas, Mel miro a su alrededor en medio de toda esa agitacion cuando reconocio a su padre, a pocos pasos de ella, con un elegante traje gris que lo hacia verse serio, un alto ejecutivo. Albert, al parecer, no habia cambiado tanto como ella habia pensado. Aunque su cabello ahora tenia algunos mechones blancos en las sienes, aun conservaba la forma encantadora que hacia que la madre de la nina muriera de celos cuando aun estaban casados. -Hola papa. – Mel lo saludo, luego de caminar torpemente hacia el. -Melissa?! Dios, no puede ser! !Carino, como has crecido ! Albert se sobresalto mirandola de pies a cabeza. – !Estas muy alta y hermosa ! Mel sonrio levemente y se sonrojo, bajando la cabeza para mirar al suelo. No estaba acostumbrada a escuchar cumplidos y, como no estaba satisfecha con su apariencia, tenia una imagen muy distorsionada de si misma. -Oh, no te pases, papa! Alta si, pero hermosa ? ?Esta chica miope? – bromeo, abrazandolo con timidez, sin acercarse demasiado. Despues de tanto tiempo fuera y un sujetador finalmente (y muy bien) lleno, Mel no sabia como comportarse con Albert. No eran como dos extranos, pero tampoco tenian la tipica intimidad de padre e hija. Ademas, ya no era esa nina de diez anos, y la falta de contacto habia abierto un profundo abismo entre los dos que solo el tiempo podia salvar. -Es bueno tenerte por aqui otra vez. No te puedes imaginar como tu hermana y yo te hemos extranado todos estos anos. Dijo, con la voz rebosante de emocion. Cuando acurruco a su hija en ese abrazo timido, pero lleno de anhelo, Albert cerro los ojos e inmediatamente su mente lo transporto al pasado a cuatro anos atras, cuando habia abrazado a Melissa por ultima vez en ese mismo aeropuerto. Fue una separacion dolorosa y los anos que siguieron fueron aun mas tristes, ya que gracias a la terquedad de Helena, su ex esposa, que se nego a darle la direccion donde vivia, nunca puedo visitarlos en Brasil y mucho menos enviar los regalos de cumpleanos y Navidad que compro todos los anos a Mel. Ni siquiera la pension que depositaba regularmente en el banco todos los meses para pagar la educacion de su hija, su ex esposa la toco. -Espera, dejame mirarte de nuevo. dijo Albert, liberandose de los brazos de Mel. – !No puedo creer que mi pequena nina ahora sea una adolescente de catorce anos ! 14 -Es asi padre, si lo soy. – Mel murmuro, un poco incomoda con toda esa atencion. -Pero ya es suficiente, esta conversacion se esta volviendo demasiado dificil. Siempre dijiste estas mismas cosas por telefono despues de que te envie mis fotos por correo electronico, ?recuerdas? A pesar de la alegria que sentia, Albert decidio no molestar mas a Melissa con esos comentarios sobre el crecimiento, tipicos de las tias solteronas en las reuniones familiares. Queria que se sintiera bien por haber regresado y, sobre todo, que se olvidara de la muerte de su madre que habia sucedido meses atras. Luego, volviendose hacia el guardia de seguridad del traje negro que esperaba inmovil como un soldado ingles a pocos metros de distancia, Albert hizo un leve gesto con la mano para que se acercara el empleado. -Toma hija, creo que esto es tuyo. dijo, tomando algo de las manos del empleado y colocandolo justo despues de la cabeza de Mel. Al instante reconocio su vieja gorra azul para mascotas de los Yankees de Nueva York , el equipo de beisbol que amaba de nina. Ya ni siquiera recordaba las reglas del juego, ya que en Brasil el deporte popular era el futbol, pero no podia contenerse ante algo que le recordaba tanto a su infancia. -Wow! Pense que lo habia perdido durante el traslado a Brasil. Muchas gracias papa! – le agradecio Melissa, mientras ajustaba la gorra en su cabeza. -No, hija, no me lo agradezcas todavia. Tengo otra pequena sorpresa para ti y creo que te complacera mucho mas que esta. Incluso sin fuerzas debido al viaje y su cuerpo pidiendo a gritos una cama, la apariencia cansada de Melissa se animo repentinamente . Tenia curiosidad por saber de que hablaba Albert. ?Sorpresa? Dijo Mel , frunciendo el ceno. – Ah, padre, dime … por favor. -No puedo. Tendras que ser paciente. Por ahora, creo que sera mejor que caminemos a la limusina. Aunque parte de la ciudad esta pasando las vacaciones de verano en los Hamptons , el trafico de Manhattan puede no ser muy bueno a esta hora. dijo, senalando el equipaje de Melissa para que lo llevara el guardia de seguridad. Aunque no le pagaban por eso , sin embargo, lo hizo de todos modos, sin lugar a dudas. – Vamos! No he estado en una limusina en mucho tiempo. Creo que ni siquiera recuerdo como es por dentro … Mel exagero, recordando sus dias de infancia, cuando todavia iba y venia por Manhattan, llevada a donde quisiera por el chofer de su padre. Un coche como ese estaba muy lejos de la realidad que ella vivia en el interior de Brasil. Como su madre y su tia Veronica habian abrazado la causa ambiental, siempre preferian usar bicicletas o transporte publico para ir a algun lado. Obviamente, no eran las formas mas faciles y rapidas de moverse, sino formas politicamente correctas para evitar que se arroje innecesariamente mas dioxido de carbono al aire y se agote la capa de ozono. ?Que dirian las dos si vieran a Mel entrar en una limusina que gastara tanto combustible ? La chica ni siquiera se lo queria imaginar … Pero tambien, ?que podia hacer ella? Su padre estaba en la lista de los 100 hombres mas ricos de los Estados Unidos segun la revista Forbes. Si no tuviese una limusina, ?que utilizaria ? Autobus? Metro? Coches compartidos? En realidad no … Eso era para los mortales pobres, no para el poderoso propietario de la cadena hotelera The Meditterranean . Y, como hija del dueno, Melissa tendria que acostumbrarse nuevamente, voluntaria o involuntariamente, a esta vida llena de mimos y privilegios. Albert cruzo rapidamente el vestibulo, feliz de tener a su hija de regreso a su lado y, cruzando la puerta automatica que conducia a la calle, se dirigio hacia la magnifica limusina que se detuvo ante ellos con precision cronologica. -Entonces? ?Lista para tu primera vuelta? pregunto, mientras el chofer abria la puerta del lujoso coche para que la chica entrara. Al ver la limusina justo delante de sus ojos, Mel trago, totalmente deslumbrada. Era dificil pensar en los casquetes polares que se derretian a miles de kilometros de distancia gracias a las emisiones de CO2, cuando algo tan hermoso, brillante y lujoso estaba parado frente a ti. -Disfruta, querida . Es del hotel y solo atiende a clientes VIP , pero hoy ordene que estuviera completamente a tu disposicion. – Una limusina? ?Solo para mi? Vamos , papa, a esto llamas una pequena sorpresa? – Mel se admiraba a si misma mientras se acomodaba en el suave asiento del auto. Albert se sento a su lado riendo y despues de cerrar la puerta de la limusina, fue al frigorifico y tomo una botella de agua mineral Glaceau para calmar su sed. -Pero no dije que esta sea la sorpresa. continuo, recordando lo que les esperaba en el restaurante del hotel. – Aun no has visto nada, hija. Y para ser sincero, las emociones de esta noche apenas comienzan. Capitulo 2- PIMIENTA Y DIENTES Despues de tantas retenciones tipicas de Manhattan, la limusina entro en Park West Street, donde se encontraba el famoso y admirado hotel The Meditteranean . Con sus ojos atentos al continuo movimiento de personas caminando por las aceras esa tarde, Mel pronto reconocio el maravilloso verde de Central Park que aparecia en el lado derecho de la calle. – ?Estamos ahi? pregunto ella, ajustando sus odiadas gafas que insistian en deslizarse casi hasta la mitad de la nariz. -No creo que no estes reconociendo el hotel, hija. A pesar de que se sometio a algunas renovaciones, no esta tan diferente. dijo Albert, saliendo del coche . Cuando Mel salio de la limusina y miro la imponente fachada del Mediterraneo , le era imposible no admirar, como si fuera la primera vez, el majestuoso hotel frente a ella. Es cierto que habia crecido en esos pasillos y conocia incluso los detalles mas pequenos del lugar, sin embargo, despues de tantos anos de distancia, regresar y mirar todas esas pequenas ventanas blancas, las banderas estadounidenses ondeando en el viento y los pisos que casi se perdian de vista. Fue emocionante para ella. ” Wow, no puedo creer que este aqui de nuevo ” , penso Mel mientras entraba en el gran salon de The Meditteranean con su padre. Cuando pisaron la lujosa alfombra que completo la sofisticacion del lugar, Melissa pronto fue reconocida por el gerente del hotel, y tambien por el imbecil encargado del hotel de su padre, Pierre Le Blanc. Al mismo tiempo, dejo el mostrador donde estaba supervisando al personal que registraba a los huespedes , para sonreir y encontrarse con ella y Albert. -Mademoiselle Fenner , que honrra los terrmes aqui! Pero, maldito mon Dieu , !como creciste y adelgazaste ! ?Cuando fue emborra dificilmente podria olharr porr el balcon y agorra es mi tamano. Oh! Me estoy haciendo viejo. Dijo dramaticamente, con su acento frances divertido que se nego a perder. -Es bueno verlo tambien, senor. dijo la chica, todavia un poco timida. Mel sabia que habia cambiado mucho, despues de todo, habia perdido varios kilos y era mucho mas alta, pero estar alli escuchando ese bla bla bla acerca de cuanto pero habia perdido y crecido era casi una tortura. No le gustaba recordar sus dias de “peso pesado” como algunos companeros de escuela la llamaban en ese momento. "Si , es verdad. Era una bola de manteca que tenia un trasero mas grande que la luna y del tamano de un enano. Satisfecho? “Fue la respuesta grosera que tenia en la punta de la lengua, pero que no se atreveria a decir Era demasiado educada y no le gustaba herir los sentimientos de los demas. Afortunadamente, uno de los empleados del hotel arrojo torpemente el equipaje de un huesped importante del carrito del equipaje y Pierre dejo la conversacion para ir y reganarlo con toda la autoridad que el trabajo del gerente le garantizaba. Solo despues de deshacerse de Le Blanc, Melissa puede notar realmente el impresionante entorno a su alrededor. El vestibulo del hotel parecia mucho mas lujoso ahora que en su infancia. En el centro estaba la gran recepcion flanqueada a la derecha y a la izquierda por dos escaleras de marmol gigantes, por las que siempre se deslizaba por la barandilla para desesperacion del gerente Le Blanc. Ahora habia un pequeno salon luego de la entrada, para la comodidad de los huespedes y visitantes, asi como muchas plantas, flores y obras de arte que se extendian a traves de las diversas paredes del lugar decoradas exactamente en estilo europeo. En el techo, ademas de una pintura inspiradora con angeles y nubes, estaba el costoso candelabro de cristal, con un diseno firmado por Tiffany, que era dificil de no notar debido a su intenso brillo. A pesar del poco tiempo que paso en el Salon, Mel quedo impresionada por lo sumamente sofisticado que era ahora The Mediterranean . -Es maravilloso, lo se. – dijo Albert en el elevador , mientras miraba a la nina a traves del reflejo del espejo lleno de arabescos florales. – Hoy somos el segundo mejor hotel de Manhattan. Solo estamos detras del Plaza. Pero ya estamos haciendo mejoras para resolver esta situacion. -Dios, papa, no pense que The Mediterranean estuviera asi. Parece mas un palacio que un hotel. – exagero Melissa. -Si, pero ahora es tu palacio, querida. – Anadio sonriendo, saliendo por la puerta de metal que acababa de abrir. En el pasillo bien iluminado lleno de pequenas estatuas de marmol, Mel y su padre caminaron hacia la puerta de madera y vidrio del Chateau D’ore. A pesar del silencio pedregoso que dominaba el lugar y la ausencia de personas que entraban y salian del restaurante, lo que seria normal en ese momento, la chica no se dio cuenta de la misteriosa atmosfera que se cernia alli. -Tu primero, hija. – ordeno Albert enigmatico, empujandola ligeramente por la espalda. Cuando Mel entro en el restaurante, todavia vacilante, se vio sumida en la oscuridad. Al no ver nada frente a ella , penso en retroceder unos pasos hacia la puerta, pero de repente se encendieron las luces y cayo una lluvia de globos de colores y mucho papel picado. Varias personas, en su mayoria adolescentes que estaban dentro del restaurante, la recibieron dandole la bienvenida. -Es un placer tenerla con nosotros, senorita Fenner . Sea bienvenida. – dijo una mujer con cabello rojo, apareciendo justo frente a ella . Parecia haber pasado la treintena recientemente y tenia ojos en forma de almendra que la hacian sentir envidia. Mel abrio la boca, pero todavia estaba demasiado sorprendida para responder algo. ?Quienes eran todas esas personas? ?Y por que demonios tu padre no te advirtio sobre eso? Al menos podria haberse puesto ropa mas presentable que la que llevaba puesta. -Querida, esta es Rebeca Pitty, mi secretaria personal. Ella fue quien me ayudo a planear toda esta fiesta para ti. dijo Albert, senalando a la mujer. -?Ah, si? Gracias , senorita Pitty. – saludo Mel, todavia un poco confundida , pero devolviendo la sonrisa amistosa a la secretaria. Sophie, que estaba a solo unos metros de distancia, se acerco a los tres, seguida de cerca por Chloe y Vicky , sus inseparables amigas que se parecian mas a un par de guardaespaldas que la perseguian. Cuando las hermanas finalmente se encontraron cara a cara, Mel tuvo la ligera impresion de que Sophie no estaba muy entusiasmada con su regreso. La miro de arriba abajo como si la ropa de Melissa fuera una ofensa en ese lugar, y respiro hondo, como lo haces cuando vas a tomar una medicina horrible. -Bienvenida, Melissa. – dijo la hermana entre dientes, abrazandola con cuidado para no arrugar su top de Marc Jacobs . Gracias a Mel, Sophie se estaba perdiendo el lanzamiento de la nueva coleccion de Rihanna en una galeria super moderna en Soho , la meca de la moda de Nueva York, y no estaba contenta con eso. Su presencia alli era obra de Albert, que le habia ordenado que asistiera a la fiesta de bienvenida de su hermana bajo la pena de cancelarle todas las tarjetas de credito si no se presentaba. -Es bueno verte de nuevo, Sophie. – l respondio Mel, un poco timida . – Ha pasado tanto tiempo, ?no? -Sabes que ni siquiera me di cuenta? – respondio la hermana, con un timbre seco en su voz. -Wow! Pense que eran gemelas como Mary Kate y Ashley Olsen, pero al mirar a ambas ahora, se puede ver que tienen muy pocas cosas en comun. – Comento Vicky , analizando a Mel como si fuera un animal exotico en exhibicion. De hecho, las hermanas no eran muy parecidas. Despues de todo, no eran identicas , y el tiempo habia colaborado aun mas para acentuar estas diferencias. Sophie era hermosa como una pintura. Tenia el pelo rubio liso y la piel blanca que la hacia parecer una muneca de porcelana, ademas de tentadores ojos azules y finos labios rosados. Aunque Mel tenia el mismo color que los ojos y el cabello de su hermana, al mirarla se sentia fea. En realidad no lo era, pero cuando se comparo con Sophie, descubrio que su cabello ondulado y opaco no se comparaba con el de ella . Si solo Albert le hubiera contado sobre la fiesta antes, tal vez habria logrado vestirse un poco para no verse tan sin sal frente a todas las personas elegantes y bien arregladas. !Oh, como queria salir de alli y volver a Brasil! “?Tienes alguna preferencia musical, querida ?”, Pregunto Albert de repente. – No tenia idea de lo que te gustaba, asi que contrate una banda y un DJ especialmente para tu fiesta de bienvenida. Que quieres escuchar -Bueno, hmm … Dejame ver … Realmente me gusta esa cantante, Pink, ?sabes? – dijo Mel, fingiendo no darse cuenta de que Sophie miraba sus zapatillas grises All Star y arrugaba su nariz. Aunque no tenia idea de a quien era esa “Pink” que mencionaba su hija, Albert fue inmediatamente a un rincon de la habitacion para responder a su solicitud. Alli, apretujados entre el bar y la puerta del balcon debido a la cantidad de invitados a la fiesta, estaban Aaron, Marvin y Doug, ya en posesion de sus instrumentos, esperando que Albert pasara su repertorio para comenzar otro espectaculo sin sentido. -Bueno, ya que Sophie no nos presenta, soy Victoria McQueen. dijo Vicky , extendiendo la mano para estrechar la mano de Melissa. -Hola, bienvenida . Ya me conoces, soy Chloe Von Bondenburg . – saludo a la otra chica con cabello castano, flequillo corto y ojos color miel. – Chloe ” Dumbo “? ?La que estudiaste conmigo en la Academia Sinclair ? !No puede ser! !Tenias orejas enormes! Mel disparo, sin querer. Sophie y Vicky se miraron con miedo, esperando que Chloe explotara. Melissa habia tocado inadvertidamente un tema delicado para la chica y eso era sinonimo de detonacion, pero en lugar de una respuesta grosera, Chloe se sonrojo.

  • La extincion de las especies de Diego Vecchio

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    Gracias al legado de Sir James Smithson, Zacharias Spears funda en Washington D. C. un museo destinado a albergar las colecciones de especimenes recolectados en las expediciones de exploracion del Oeste, amenazados por el apetito sacrilego de las polillas. El sueno de Mr. Spears es poner al alcance de todos la posibilidad de viajar hasta espacios y epocas remotas, recorriendo por dos centavos y en cuarenta minutos aquello que se halla separado por miles de millas y millones de anos. El sueno, parece ser, se hace realidad. Al museo afluyen multitudes con sed de fosiles y medusas flotando en una solucion de formol al diez por ciento.
    Pero los museos, como la literatura, son criaturas canibales, dispuestas a engullir piedras, plantas, pelicanos embalsamados, monedas, fetiches, cabelleras escalpadas, obras de arte, reptiles voladores o nadadores, ahogados o desplumados en el Cretacico antes de devorarse unos a otros. Con una pizca de ingenio, una buena iluminacion y un cuidador que vigile que nadie toque nada, cualquier particula del mundo puede ser expuesta en una vitrina o colgada en una pared.
    La extincion de las especies es una historia natural de los museos, que nacen, se expanden, se agotan y se derrumban para atesorar aquello que fue, que ya no es, ni volvera a ser, pero que se obstina en persistir. Es, tambien, una historia alternativa y estrafalaria sobre la fe en el progreso, el ansia de descubrimiento, la pulsion taxonomica, la mania de coleccionar y restaurar. Es, en fin, una novela coral y singular, impecable y deliciosa; es una novela inextinguible.

  • Demuestrame que me quieres 2 de Sophie Saint Rose

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    Sybil, a punto de terminar un master e iniciar una nueva vida, no puede creerse la proposicion de su cunada. !Estaba loca! ?Trabajar para el egocentrico, creido e irresistible John Follman? No debia estar en sus cabales para sugerirle algo asi. Pero lo malo era que su familia sabia perfectamente como convencerla apelando a su orgullo profesional. Eso y que algo en su interior le decia que trabajar para el seria todo un reto. Ahora tenia que demostrarle su valia.

  • Adiccion (Medianoche 2) de Claudia Gray

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    Tras una larga temporada sin verse, Bianca y Lucas buscan la forma de infringir las estrictas normas de la academia Medianoche para poder continuar con su intensa y complicada historia de amor. Pero ?hasta donde estan dispuestos a llegar? Nadie sabe tan bien como ellos que el amor mata o muere…

  • La conspiracion de los Illuminati de G. L. Barone

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    En lo mas profundo de la noche, una inmensa fogata ilumina repentinamente la ciudad de Turin y la peor de las noticias se dispersa por todo el mundo: el Santo Sudario ha sido destruido. Cuatro meses despues, en Roma, un escandalo convulsiona al Vaticano: el coronel Weistaler, jefe de la guardia suiza, ha sido asesinado brutalmente. ?Que une a estos acontecimientos aparentemente tan distantes? La investigacion de Stella Rosati, una joven fiscal italiana, revela la extrana relacion entre la elite de la Santa Sede, el presidente del Banco Vaticano, traficantes de armas y celulas terroristas islamicas. A la investigacion de Stella se unira Andreas Henkel, un exagente checo ahora al servicio del Vaticano.

  • Si te gusta comer, aprende a adelgazar de Dr. Nicolas Romero

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    En Si te gusta comer, aprende a adelgazar, el doctor Romero nos dara recomendaciones para tener un peso perfecto, pero, lo mas importante, sin dieta y sin estar obsesionados con la comida. Nos ensenara a tener una actitud nueva ante la comida, sin que el estres del dia a dia nos influya.

  • Las espias de Buenos Ayres de Mariana Guarinoni

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    Mujeres espias, intrigas politicas, pasiones y amores prohibidos sobre el final del Virreinato del Rio de la Plata. Un fresco excepcional de una epoca dificil que muestra claramente las estrategias de supervivencia de las mujeres de la epoca, asi sean ricas o indigentes.

  • Victor Ros y el Gran Robo del Oro Espanol de Jeronimo Tristante

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    Victor Ros se ha tomado unas vacaciones despues de un caso que casi le cuesta la vida. Pero el crimen nunca cesa y, de nuevo, la Brigada Metropolitana de Madrid requiere sus servicios. El Banco de Espana ha sufrido un intento de robo, pero solo era una maniobra de distraccion mientras se cometia el autentico delito: la sustraccion de las dos terceras partes del tesoro nacional en lingotes de oro que se encontraba en otro bando de la capital. La unica pista con la que cuentan es el nombre que pronuncia uno de los asaltantes del Banco de Espana antes de morir: Aldanza. Ros es el unico que da credito a este testimonio, ya que ve en esta gran puesta en escena la impronta del criminal Aldanza, al que todos consideran muerto. Una serie de pistas senalan Londres como el lugar donde encontrara al sospechoso y, en consecuencia, el oro. Pero las cosas no son faciles para nuestro protagonista; una sombra del pasado intentara acabar con su vida aprovechando las distracciones del caso. Lo que no esperaba Ros es contar con la ayuda de todo un mito de la historia del siglo XIX: su admirado y celebre Sherlock Holmes.

  • Monserrat de Vanessa Nieto

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    Algunos anos atras, cuando las personas religiosas aun llamaban a sus hijos por el nombre de algun personaje de la Biblia, santo o virgen, se encontraba Monserrat, una chica que no entendia como su devota madre le habia castigado desde el dia de su nacimiento bautizandole asi. Ella no tenia nada de virgen, su piel no era morena y tampoco sus abuelos eran de la bella Cataluna, de donde procedia su nombre. En checo no existia ningun sonido parecido, por lo cual pocas personas lograban llamarle correctamente. Llego un dia en a notar su nombre, gracias a una postal que recibio de una importante capital de Suramerica. Alli existia una montana llamada Monserrat, con una gran iglesia blanca en su cima, donde se podia contemplar toda la ciudad. Habia sido un amigo de su infancia, cuyos padres se mudaron alli, quien le envio la tarjeta. El queria recordarle su belleza, no solo la de su nombre, no solo la de su apariencia, sino tambien la de su corazon. Todos los dias leia la postal que su amigo le habia enviado varios meses atras. Su mirada se perdia en la foto. Pasaba horas intentando imaginar lo que en aquella iglesia en la cima de la montana se encontraba. Desde muy pequena habia escuchado que los conquistadores construian sus iglesias en los lugares donde los indigenas solian adorar a sus dioses. Estos lugares eran magicos, perfectos escondites de tesoros. La iglesia de aquella foto que jamas se habia imaginado que existiera, y menos con su nombre, le producia mucha curiosidad. Monserrat no creia en nada, ni tampoco pretendia que alguien creyera en ella. Desde la muerte de su madre solo se dedicaba a desperdiciar el tiempo. Con mucha dificultad logro terminar la secundaria y no porque no fuera la estudiante mas brillante, sino porque en todas las clases no hacia mas que concentrarse en observar la ventana del salon, como si su madre estuviera a punto de asomarse, tal como lo hacia de costumbre para saludarle. Despues de terminar sus estudios lo unico que le quedaba por hacer era pasear por la ciudad y trabajar algunas horas del dia en un pequeno cafe. Vivia en el castillo mas grande del mundo: el Convento Central de la Republica Checoslovaca. Las monjas habian intentado expulsarla en varias ocasiones; su comportamiento no era de buen testimonio para las recien iniciadas y despertaba la envidia de las hermanas mayores, quienes deseaban tener juventud y suerte para disfrutar la vida que habian visto pasar frente a sus ojos. La unica plegaria que se le escuchaba rezar era la que cada noche, sentada sobre su cama y junto a una pequena lampara, hacia al leer la postal: "Olvida tu historia personal. Suena y llega tan alto como quieras. Cree". Antes de la firma tambien se podia leer: "Esta foto es del lugar donde las estrellas del cielo se mezclan con las flores del campo". Monserrat se quedaba dormida pensando en la forma de borrar su pasado, buscando olvidar su soledad, el dia en el que murio su madre, las duras penitencias en el convento, los maltratos que sufrio hasta que tuvo edad para defenderse, y el unico lugar en el que le gustaba estar: la escuela. Como olvidar que alli habia aprendido todo lo que creia saber; en su escuela veia, aunque fuera solo en libros, lugares lejanos, con personas distintas y de costumbres extranas. La clase de sociales era su favorita, le permitia volar, ver otros mundos y estar mas cerca de el: el chico mas timido de la escuela, tenia ojos grandes que sobresalian en un rostro palido con algunas pecas sobre las mejillas. El era su mejor amigo y lo conocia desde el primer dia de escuela. Era el unico nino que esperaba en el patio a que su padre llegara a recogerle. Monserrat se acerco y le pregunto: --Ya no hay mas ninos en la escuela, ?que haces aqui? --Si hay mas, ?no ves que tambien estas tu? --Pues yo espero a mi madre, ella es maestra aqui. --Se sento a su lado--, si quieres te puedo ensenar la escuela mientras llegan por ti. Desde entonces se hicieron los mejores amigos. Juntos descubrian no solo los pasadizos mas ocultos de la escuela, sino tambien los de sus corazones. Con el tiempo otros chicos del colegio los empezaron a molestar. Ellos siempre permanecian juntos en el tiempo de descanso y el la acompanaba a casa sin importarle que los demas dijeran que eran novios. El fue el unico que se quedo a su lado, aunque fuese en silencio y por varios dias, mientras ella intentaba procesar la muerte de su madre. Ademas, fue quien le ayudo a cargar, hasta el convento de su tia, la unica herencia que le dejo su madre: viejos y pesados libros que usaba en la escuela. Con el corazon saltando por encima de su pecho, despues de haber corrido un par de kilometros para llegar al convento, sin aire en sus pulmones y con lagrimas secas sobre sus mejillas, el le entrego un pequeno libro con tapas endebles de cuero cafe: Las Mil y una Noches, y con un fuerte y largo abrazo se despidio. Debia mudarse a America del Sur porque a su padre le habian ofrecido la presidencia de Calderas Czech y la representacion de la empresa en la industria de fundicion de hierro requeria su experticia. A sus 15 anos, sin opciones de trabajo, sin la haber terminado la escuela y sin alguna otra alternativa, se mudo a mas de 9.000 km de ella. Monserrat leia las historias mil y una veces, pensando en su regreso, esperando que un dia fuera la voz de su amigo la que susurrara las historias de Sherezade a su oido antes de que, entre sollozos, quedara tendida sobre su cama. Pero eso nunca sucedio, pasaron las semanas, los meses e incluso un par de anos hasta que, finalmente, ella perdio la esperanza. Lo unico que le restaba era empezar a vivir lo que los adultos llaman realidad. CAPITULO 2 Una de las mil y una noches en las que sostenia la postal, que extranamente decia su nombre, intentaba entender como su amigo le pedia olvidar su historia personal. ?Acaso pretendia que se olvidara de el?, ?era solo una astuta forma de decirle que el la pensaba, que, asi como habia un lugar desde el cual se podia ver una capital entera, tambien habia un lugar donde se concentraba todo el jardin del Eden: sus brillantes ojos verdes? El se lo confeso un dia antes de marcharse, le susurro al oido que la amaba, ante lo cual, la unica respuesta de Monserrat fue agachar la mirada. Pretendia guardar en secreto las lagrimas que se derramaban por su partida. Ahora no entendia por que despues de tanto tiempo el habia decidido volver a escribirle. Ella le echaba de menos todos los dias, algunas veces un poco mas que otras, pero esa postal debia significar algo. Se preguntaba si el aun tenia sentimientos por ella y si la pensaba tanto como ella a el. Era tiempo de averiguarlo. A la manana siguiente, a la luz del alba, Monserrat se presento ante su tia, la Madre Superiora, quien la habia recibido de nina en el convento por la promesa que en el lecho de muerte habia hecho a su hermana. Los vestigios de la Segunda Guerra Mundial cobraron con hepatitis la vida del padre de la nina y, anos despues, el contagio de la falla hepatica se transformo en un cancer de higado jamas diagnosticado en su hermana, responsabilizandola de la educacion y el cuidado de la nina. --?A que vienes hija? --Le pregunto la Madre Superiora antes de que ella pudiera pronunciar palabra. --Madre --respondio--, quiero ir a Sur America. Sobresaltada su tia alego: --?pero de que estas hablando?, ?acaso sabes donde queda eso?, ?pero si tu nunca has salido de aqui?, ?en que momento se te han metido ideas tan locas a la cabeza?, ?que vas a ir a hacer a America? Iba a continuar con su sermon, pero el llanto de la chica la detuvo. Monserrat estaba ahogada en lagrimas y entre sollozos replico: --Si es necesario entregar mi vida como misionera para tener tu apoyo y tu bendicion, y asi poder ir a America, lo hare. Tras escuchar aquellas palabras que le mostraban a Monserrat como nunca antes la habia conocido: fuerte, decidida, capaz de entregar su vida por un amor superior al propio; una joven por la que rogo poder ver, le bendijo diciendo: --No es necesario hija, los sacrificios que hacemos al Senor son voluntarios, de lo contrario, no tendrian recompensa. Que Dios te acompane y que te cuide el Altisimo porque yo no lo podre hacer mas. Metio su mano dentro de la tunica marron y, despues de abrir y cerrar algunos bolsillos es su interior, le alargo a su sobrina una pequena bolsa de pano desgastado; hacia parte de los tesoros que su padre les habia dejado a ella y a su madre. Esas pocas monedas de oro le serian de gran ayuda. --Tu madre hubiese querido que las tuvieras contigo para ir al encuentro con tu destino. Su corazon estaba conmovido, jamas le habia dado un abrazo o una caricia a su sobrina. No la volveria a ver. Sabia que el momento habia llegado, que ya estaba escrito que Monserrat debia partir. --Con que este era el sueno --penso mientras levantaba su mirada a la una en punto. Meses atras, mientras dormia en medio de un Ave Maria --podria decirse que era una vision mas que un sueno--, ella vio como un ruisenor daba brinquitos dentro de una jaula, lo detallo por varios minutos, hasta que tuvo piedad y finalmente abrio la compuertilla lateral. La avecilla echo a volar. Se sentia tranquila, estaba haciendo lo correcto al ayudarle. Con una leve reverencia y los ojos aguados, dio media vuelta y se retiro.

  • Soldada Urbana de Jorge Borges

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    Alicia no lo tenia nada facil.
    Madre ausente.
    Padre alcoholico.
    Y ningun futuro.

  • Hermanos Landvik. Serie Completa de Laura Sanz

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    Las tres novelas de los hermanos Landvik en un solo volumen. Incluye La historia de Cas, La lucha de Jan y La culpa de Till.
    “Tres hermanos. Tres historias unidas por los acontecimientos, la familia, la pasion y el amor.”

  • Amore se escribe con licor de limon de Olivia Ardey

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    Daniela accede a viajar hasta Italia para asistir al entierro de su abuela, una mujer agria y resentida que corto toda relacion con su padre el dia que este decidio casarse con una extranjera. La intencion de Daniela es regresar cuanto antes, pero la lectura del testamento lo cambia todo.
    En Napoles sufre el rechazo de su familia. La unica hermana de su padre la desprecia y Rocco, el yerno de esta, no piensa perder el control de la empresa heladera de los Barone. Pero Daniela no se achanta ante tanta inquina y decide luchar por lo que es suyo.
    Rocco Santoro acumula mucha amargura desde el accidente en el que murio su mujer. Daniela, por su parte, acaba de salir de un noviazgo desastroso y lo ultimo que le conviene es fijarse en ese rival de boca sexy y mirada hostil.
    Viejas afrentas familiares y el peso de la culpa incitan una lucha de voluntades en una romantica ciudad donde es dificil frenar al corazon.