• libro mision olvido - Maria Duenas

    https://gigalibros.com/mision-olvido.html

    Incapaz de recomponer sus propios pedazos y con el fin de despegarse de su ayer, la profesora Blanca Perea acepta a la desesperada lo que anticipa como un tedioso proyecto academico en una insignificante universidad californiana.

  • Misión Olvido - María Dueñas | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-mision-olvido/68763

    28 ago 2012 — Apúntate y descubre cada mes todas las novelas contemporáneas. ¡No podrás parar de leer! Cargando... Otros libros de ...

  • MISION OLVIDO | MARIA DUEÑAS | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-mision-olvido/9788499981789/2011359

    Sinopsis de MISION OLVIDO ... Por la autora de El tiempo entre costuras. Incapaz de recomponer sus propios pedazos, la profesora Blanca Perea acepta a la ...

  • Misión olvido (TH Novela) Tapa dura - María Dueñas - Amazon

    https://www.amazon.es/Misi%C3%B3n-olvido-Novela-Mar%C3%ADa-Due%C3%B1as/dp/849998178X

    Misión olvido (TH Novela) : Dueñas, María: Amazon.es: Libros.

  • Trama de Misión Olvido - María Dueñas

    https://mariaduenas.es/mision-olvido/trama.php

    Una novela luminosa, un tributo a las segundas oportunidades, la reconciliación y la reconstrucción. El reencuentro con la autora que nos cautivó entre costuras ...

  • MISIÓN OLVIDO - DUEÑAS MARÍA - Sinopsis del libro ...

    http://quelibroleo.com/mision-olvido

    Incapaz de recomponer sus propios pedazos, la profesora Blanca Perea acepta a la desesperada lo que anticipa como un tedioso proyecto académico.

  • Misión Olvido - Libro de María Dueñas - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/73371/mision-olvido

    Resumen y sinópsis de Misión Olvido de María Dueñas ... Incapaz de recomponer sus propios pedazos y con el fin de despegarse de su ayer, la profesora Blanca Perea ...

  • Misión Olvido - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Misi%C3%B3n_Olvido

    Misión olvido es una novela de la escritora española María Dueñas, publicada en 2012. Fue el quinto libro más vendido en España durante ese año después de ...

  • MISIÓN OLVIDO. MARIA DUEÑAS - Librería Sinopsis

    https://www.libreriasinopsis.com/libro/mision-olvido_302824

    Desde los viejos franciscanos que fundaron las míticas misiones californianas a los hispanistas y escritores exiliados que a pesar de la nostalgia nunca ...

  • MISIÓN OLVIDO. MARÍA DUEÑAS. Comprar libro

    https://www.popularlibros.com/libro/mision-olvido_526545

    MISIÓN OLVIDO 20,81€ Ahora un 5% descuento. Envío gratis. Un giro del destino. Un viaje. Una segunda oportunidad. Blanca Perea, profesora de universidad, ...

  • Misión Olvido - María Dueñas - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Duenas-Mision-Olvido/14387

    Críticas (7), citas extractos de Misión Olvido de María Dueñas. ¡Qué bien escribe María Dueñas! Después de leer libros juveniles, es u...

  • Las hijas del Capitan de Maria Duenas

    https://gigalibros.com/las-hijas-del-capitan.html

    Nueva York, 1936. La pequena casa de comidas El Capitan arranca su andadura en la calle Catorce, uno de los enclaves de la colonia espanola que por entonces reside en la ciudad. La muerte accidental de su dueno, el tarambana Emilio Arenas, obliga a sus indomables hijas veinteaneras a tomar las riendas del negocio mientras en los tribunales se resuelve el cobro de una prometedora indemnizacion. Abatidas y acosadas por la urgente necesidad de sobrevivir, las temperamentales Victoria, Mona y Luz Arenas se abriran paso entre rascacielos, compatriotas, adversidades y amores, decididas a convertir un sueno en realidad.

  • Lluvia mortal de Jose Antonio Avila

    https://gigalibros.com/lluvia-mortal.html

    El cuerpo de Monica Zulueta aparece abandonado en una en una pista forestal del Goierri guipuzcoano. El comisario Xavier Uralde a cargo de la policia autonoma en la provincia, intuye complicaciones sobre las que le ha puesto en antecedentes un oficial de investigacion de la Guardia Civil. Segun le ha comunicado el teniente Ortega tres mujeres han aparecido muertas a lo largo del ano en otras provincias espanolas.

  • Las cadenas del deseo de Suzanne Forster

    https://gigalibros.com/las-cadenas-del-deseo.html

    En los juegos del sexo, no hay perdedor.

  • Un don un tanto molesto (+qav 2) de M. N. Mera

    https://gigalibros.com/un-don-un-tanto-molesto-qav-2.html

    Segunda parte de la saga familiar "Mas q. un amor de verano (+qav)"
    Maria
    De una manera u otra, y aunque no lo hubiera buscado, siempre habia estado unida a la muerte, por ello desde hacia un par de anos trabajaba en una funeraria. Mis companeros de trabajo enseguida se habian dado cuenta de los beneficios de tener una licenciada en bellas artes trabajando con ellos; yo era capaz de llevar a cabo cosas que ellos no sabian hacer y que ni siquiera les gustaban, por eso siempre me reservaban los casos mas complejos. Como el que tenia en ese momento entre manos. Aunque... ?Que estaba sucediendo? ?Seria otra sorpresa de mi don?

  • Si yo te contara de Mayte Pascual

    https://gigalibros.com/si-yo-te-contara.html

    Voy a vomitar, voy a vomitar, voy a vomitar...>>. --?Te encuentras bien, Nel? Alejo me saca de mis ensonaciones desquiciadas. Trago saliva e intento enfocarlo con un gesto de fingida profesionalidad. --???Yooo??? Perfectamente. --Vale. Lo que tu digas. --?Han llegado ya? --Aun no, pero no te preocupes. He hablado con Pedro y nos avisara cuando entren. <>. Alejo adivina mis pensamientos. --El guardia de seguridad, Pedro. --Perfecto. Avisame, por favor. En cuanto Alejo sale de mi despacho, me hundo en la silla. Estoy en un tris de meterme debajo de la mesa y no hacer acto de presencia hasta manana, pero estoy decidida a mantener el tipo como pueda. Rebusco en el primer cajon de la mesa y encuentro las pastillas que compre el ano pasado cuando tenia una gripe horrible que deberia haber pasado en cama. No hay ni rastro del ibuprofeno, asi que tendran que servir. Me tomo dos con un trago de Coca-Cola helada y noto cada una de las burbujas como cristales clavandose en mi garganta. No habia otro dia. No habia dias en la semana, en el mes, en el ano. Solo podia ser el dia despues de la cena de Navidad de la empresa el elegido por los socios del bufete para convocarnos a una reunion de grupo y tratar los objetivos del proximo ano. --!Ya estan aqui! !Estan en el ascensor! Alejo entra como un loco en el despacho y estoy a punto de tirarme toda la CocaCola encima. --!!Joderrrrr!! --Lo siento, lo siento, lo siento... --Se acerca a mi como una moto y comienza a revisarme el jersey que, como no, hoy he decidido que sea blanco--. No, no hay ni gota, no te preocupes. --Me observa frunciendo el ceno--. ?Seguro que estas bien? --Mira, Alejo, carino... --Intento hablar calmadamente y no perder los nervios--. Si vuelves a preguntarme eso, te juro que el que no estara bien seras tu. --Vale, vale, estas genial, lo pillo. --Alejo resopla y su flequillo se mueve teatralmente--. Espero que estes tan genial con los jefes y no con esa mala leche que te gastas, hija. --No te preocupes. Igual cuando acabe la reunion no me tienes que aguantar mas y me voy a mi casita a vivir del Estado... --Dices unas tonterias, nena... Justo cuando Alejo esta haciendo el mono en medio del despacho, la puerta se abre sin avisar. --Buenos dias, Penelope. --Marcos nos mira sin mostrar ninguna expresion. Echa un vistazo a mi companero y lo saluda con un gesto casi imperceptible--. Alejo. Cuando querais pasamos a la sala de juntas. --Claro que si, ahora mismo vamos. --Cojo todos los documentos que tenia preparados y voy hacia la puerta, aprovechando el camino para darle un empujon a Alejo, que se ha quedado petrificado. Me encantaria arrancarle la cabeza ahi mismo, pero me limito a lanzarle una mirada de grado diez, que recibe con gesto de panico. Correteamos por el pasillo detras de Marcos como sus perritos falderos y entramos en la sala de juntas los ultimos. Como no. --Buenos dias a todos. --Marcos espera a que Alejo y yo estemos sentados mientras los demas nos miran disimuladamente. Y yo me siento la mas gilipollas del mundo. Se positivamente que es muy probable que tenga los mismos coloretes que Heidi--. En primer lugar, nos queremos disculpar por no haber podido asistir anoche a la cena anual, pero acabamos de volver de Bruselas. Miro a Jacques y a Beltran, pero los dos tienen la misma expresion que Marcos: ninguna. No se si va con el puesto o si cuando tienes tanta pasta te da un aire y te conviertes en un muneco de cera, pero jamas he visto tres caras tan inexpresivas. --Por otro lado, hemos estado analizando todos los expedientes de este ano y, aunque no podemos negar que los resultados han sido muy buenos, queremos que los proximos doce meses sean, cuanto menos, excelentes. No puedo evitar mirar de reojo a Maria, que no hace mas que carraspear y tomar sorbos de su botella de agua. A pesar de sus cincuenta y cuatro anos, anoche se quedo con los mas jovenes hasta que no quedo ninguno. Juraria que la ultima vez que la tenia localizada estaba bailando una cancion de JLo con una pajita como microfono. Cuando nuestras miradas se cruzan, no hace falta nada mas. Ya es oficial. Somos dos miembros exclusivos del selecto club de la resaca. --Omar, Maria, Penelope. Nos gustaria hablar con vosotros cuando acabemos la reunion. Nos miramos con cara de terror. Ya esta. Se acabo. Manana mismo empiezo a actualizar el curriculo y a buscar trabajo. O quiza podria montarme mi propio bufete en casa, organizarme a mi ritmo, ir a clases de yoga y darme un tiempo para mi... --Penelope... --!Si! --Estoy a punto de saltar de la silla. Alejo me da en la espinilla con el tacon de su zapato y veo las estrellas. --?Has traido la sentencia Franklin? --Por supuesto. --Me levanto con paso vacilante y se la entrego. Por un momento, creo atisbar en su rostro de cera un gesto burlon que apenas dura un microsegundo. --Gracias. Debo felicitarte por este caso en concreto. Fue un exito rotundo. Sonrio discretamente, sintiendo que todo el mundo me esta mirando. --Muchas gracias, Marcos. Ha sido uno de los casos mas interesantes de mi carrera. Alejo se atraganta intentando aguantar la risa, y anoto mentalmente asesinarlo en cuanto estemos fuera de la reunion. --Por nuestra parte, no hay mucho mas que decir. Unicamente felicitaros las fiestas y desearos un feliz Ano Nuevo, ya que no se aun si tendremos oportunidad de vernos antes. --Igualmente --soltamos al unisono, como alumnos bien educados respondiendo al profesor. En cuanto ellos tres se levantan, todo el mundo sale por la puerta lo mas rapido que puede. Alejo me aprieta el hombro dandome animos y sale el ultimo, cerrando la puerta a su paso. --Bien, chicos. --Siento la tension en el aire y no es solo la mia--. Nos gustaria aprovechar la ocasion de nuestra visita para hablar con vosotros seriamente. Oigo una exclamacion ahogada. Omar se sujeta la cabeza con las dos manos y se que esta a punto de darle un infarto. En eso, Maria y yo tenemos cierta ventaja: nos sentimos tan mal fisicamente que este varapalo no nos hara tanto dano. --Nos gustaria agradeceros los anos y el esfuerzo que habeis dedicado a esta empresa... --Si, blablabla, blablabla, blablabla... Ya esta: se acabo. Vamonos a casita--... Y ofreceros puestos de mayor responsabilidad, que en un futuro muy cercano derive en ser socios de la empresa. <>. Los tres nos quedamos congelados, sin habla y absolutamente anonadados. --?Que habiais pensado? --consigo articular intentando romper el hielo. --Bueno, lo tenemos bastante claro: Maria, laboral; Omar, penal, y tu, el resto, Penelope, con especial interes en tema fiscal. Vaya por Dios. Me acaba de caer el marron mas grande de toda mi carrera profesional. Ahora mismo, el despido no sonaba tan feo. --Por supuesto, iria acompanado de una subida sustancial del sueldo. --Cuenta conmigo. --Se que Maria esta emocionada. Es la mejor abogada laboralista que conozco y va a disfrutar de lo lindo con este trabajo. --Yo acepto encantado, por supuesto. --?Penelope? --Claro, claro que si. --Aun estoy algo abrumada. Y aun tengo ganas de salir corriendo al bano y vomitar--. Estare encantada. Marcos echa hacia atras la silla y se levanta a camara lenta. --Solo queria pediros un poco de discrecion hasta que pasen estas fechas y podamos daros esos puestos de manera oficial. --No hay problema. --Bien, chicos, buen trabajo, a por ellos. Cuando estamos saliendo, aun absorta en la decision que he tomado, Marcos me detiene

  • Cinco destinos, catorce paradas de Lorena Perez Nolasco

    https://gigalibros.com/cinco-destinos-catorce-paradas.html

    Cinco destinos, catorce paradas, no es un libro al uso. En el no encontraras una historia con un principio y un final, sino muchas de ellas.
    En cada destino, prima la esencia de su naturaleza, en las historias que descubriras entre sus paginas.
    Un viaje que te mostrara todo tipo de emociones. Vivirlas, es tu eleccion.
    Leer es viajar y cualquier destino es perfecto.

  • Delirio de mi sangre de Karina Sagredo

    https://gigalibros.com/delirio-de-mi-sangre.html

    En la Italia de mediados del siglo XIX, un pais en ese entonces dominado por otros reinos, una familia de aristocratas revolucionarios establece su fortaleza en la cima del Monte Sant’Angelo, para guiar desde alli su guerra contra la tirania extranjera y su restablecimiento como una sola nacion republicana.Lorenzo, el hijo mayor, regresa a la casa familiar despues de una larga ausencia. Su imagen, su capacidad intelectual, sus valores patrioticos y sociales, llaman la atencion de la menor de los Castiglione.

  • El fatal paso entre los arboles de Jose Valero

    https://gigalibros.com/el-fatal-paso-entre-los-arboles.html

    Hector Valdes, un juerguista y tarambana empedernido, decide sentar la cabeza cuando su vida disoluta empieza a pasar factura a su salud. El cambio se consolida inexorablemente al conocer a una brillante estudiante de ingenieria que se convierte en su novia.
    Sin embargo, todo se tuerce cuando, al pasear con su novia por el bosque, de repente, esta desaparece. El tiempo ha cambiado, el ciclo de la luna ha cambiado, nada es lo que parece.
    A partir de ese momento comienza para el una inquietante pesadilla en la que lo ha perdido todo: su novia, la familia, el trabajo, el dinero, la autoestima, incluso la libertad. ?Que ha ocurrido? ?Ha perdido Hector la cabeza? ?Es un asesino? ?O es todo un engano?
    Hector vive una asfixiante pesadilla policiaca que le conduce a una cruel verdad de ciencia ficcion.

  • La hora muerta. Tomo 1 de Vicente Silvestre Marco

    https://gigalibros.com/la-hora-muerta-tomo-1.html

    Cuando Antonio extrajo un cigarrillo del paquete de tabaco y prendio el extremo no imaginaba que seria el ultimo que se fumaria en la vida. Eran la tres y media de la madrugada del veinte de mayo y habia terminado la ronda por su zona de patrulla, la circunscrita entre la valla interior y la exterior de la instalacion, aquella que todavia se consideraba territorio espanol. Las noches todavia eran demasiado frescas y lo unico que deseaba era quedarse en la garita de guardia hasta las cinco o cinco y cuarto, momento en que tendria que hacer la segunda y ultima ronda. Durante ese tiempo se tomaria un par de tragos de vodka y seguiria viendo la serie de television que tenia preparada en el ordenador portatil. Las patrullas eran, a su parecer, una tarea inutil, pero no es que se quejara por ello ya que eran parte del trabajo y, en resumidas cuentas, le gustaba su trabajo. En los ocho anos que llevaba como vigilante de seguridad, durante el turno de noche, jamas habia tenido ningun problema. Ninguno en absoluto. Ni el mas minimo suceso que mereciera ser anotado como tal, mas alla de las averias o desperfectos tipicos debidos al tiempo o al uso: una camara estropeada, un foco que perdia potencia, o cuando el aire acondicionado dejaba de funcionar correctamente. Esta ausencia de incidentes serios no era casual, sino que se debia como consecuencia directa al aislamiento que proporcionaba aquel emplazamiento agreste, recogido entre colinas plagadas de pinos silvestres, tejos y robles, y al que tan solo se podia acceder por una anodina y serpenteante carretera secundaria de montana que zigzagueaba sobre el escarpado terreno. Sin embargo, aquella noche habia sido una excepcion, por partida doble. Por una parte, se habia encontrado con la puerta de la valla interior entreabierta y, por otro lado, Javier, el companero del turno previo al suyo habia abandonado su puesto antes de que el llegara para recibir el relevo. Al menos eso es lo que Antonio supuso al no encontrar ni a Javier en la garita ni a su vehiculo aparcado como de costumbre. Lo cierto es que si Antonio se hubiera asomado por el pronunciado terraplen que quedaba muy cercano al aparcamiento habria distinguido el Suzuki todoterreno de Javier atravesando con el morro un tramo de la verja interior. Y si no hubiera cerrado la puerta metalica con una total ausencia de interes, habria distinguido el parpadeo tenue, semioculto entre la floresta, anaranjado y ritmico como un sol moribundo, procedente del edificio de los americanos. Pero no hizo ninguna de estas dos cosas. En su lugar, despotrico para si mismo sobre la falta de profesionalidad de su companero, anoto la ausencia en el registro de su turno, y se preparo para continuar viendo la ultima temporada de "The walking dead". A mitad de un capitulo, durante una de aquellas escenas en que Rick y Negan se enfrentaban otra vez --en aquella ocasion el enfrentamiento se produjo en las entranas de un edificio en ruinas-- le surgio la idea fugaz de que Javier, su companero del turno anterior, debia haber abandonado el puesto mucho antes de que el mismo llegara al complejo militar, ya que no se cruzaron durante la estrecha carretera de acceso, y esta se prolongaba solitaria durante casi una hora. Pero esta idea no prevalecio, solo fue el eco de un pensamiento que pronto quedo anegado por los vapores del alcohol y el agradable ensimismamiento de perderse en la serie de los muertos vivientes. A lo largo de todos aquellos anos trabajando como vigilante de seguridad habia reflexionado sobre el lugar en que trabajaba. Tanto el como el resto de los companeros de la empresa de seguridad, eran el primer y mas inofensivo obstaculo para acceder a aquella instalacion militar sin nombre. Su funcion principal consistia en controlar el acceso, dar paso a los trabajadores de la instalacion (en su mayor parte estadounidenses, al menos a sus ojos) y, en caso de necesidad, ponerse en contacto con su enlace de la Guardia Civil. No estaban armados ni tenian autoridad para usar la fuerza como medida disuasoria. A efectos practicos eran poco mas que espantapajaros con un comunicador. Con los anos se habia enterado de que el puesto estuvo antes ocupado por miembros de la Benemerita, pero tras alguna clase de acuerdo interno la tarea de vigilancia habia recaido en una empresa privada de la que se rumoreaba que el propietario era un alto cargo del ejercito. La unica diferencia con otros puestos en los que habia trabajado con anterioridad consistia en una clausula al final de su contrato laboral. Una clausula de confidencialidad que le prohibia filtrar informacion del lugar o el trabajo que realizaba. Otra soberana estupidez, ya que ellos apenas mantenian contacto con los trabajadores de la instalacion y no estaban al tanto de lo que sucedia entre sus muros, pero tampoco se quejaba por aquello ya que debido a esa clausula cobraba bastante mas de lo que cobraria en cualquier otro puesto de condiciones similares. Donde uno podia encontrarse en serias dificultades era a partir de la segunda verja, cuando pasaba a ser territorio estadounidense. Hacia tres anos, un companero veterano al que solo le quedaban unos dias para jubilarse, le habia confesado con aire conspirativo que el origen de aquella instalacion se debia a una concesion del gobierno de Espana a Estados Unidos, fruto de las simpatias y el acuerdo del Trio de las Azores, cuando los presidentes Aznar, Blair, y Bush hicieron causa comun para invadir Irak. Antonio no tenia motivos para dudar de aquella afirmacion. Alli tenian sus propios guardias. Y no eran vigilantes de una empresa armados con comunicadores, sino soldados profesionales. Rara vez los veia o se cruzaba con ellos, pero no creia que nadie en su sano juicio se le ocurriera atacar a militares pertrechados con fusiles de asalto. Se rumoreaba que en el interior del recio edificio, aparte de soldados, tambien podia encontrarse un importante numero de trabajadores a los que se suponian cientificos. Rara vez salian y, a principio de cada mes, llegaban camiones cargados con suministros, lo que les hacia pensar que la instalacion estaba preparada para una reclusion prolongada. El edificio, a pesar de tener diez pisos de altura, se hallaba construido en una cuenca natural, de forma que las montanas y los arboles se elevaban mas de una veintena de metros por encima del helipuerto que coronaba la parte superior, aprovechando la orografia del lugar para camuflarlo. Sin embargo, la cuestion mas interesante, la pregunta del millon, seguia sin respuesta. ?Que es lo que hacian alli? ?Que era lo que investigaban con tal secretismo hasta el punto de hacerlo en un lugar tan recondito? El companero veterano que se habia jubilado hacia unos anos afirmaba convencido --con el convencimiento de quien no necesita argumentos ni pruebas, solo su experiencia-- de que alli dentro hacian ensayos de armas que los militares estadounidenses no estaban dispuestos a probar en su propio pais. Javier, por otro lado, defendia que se trataba de una especie de Guantanamo; una prision fuera del radar, donde nadie pusiera en duda los metodos que empleaban para conseguir informacion.

  • Desterrados de Alfredo Molano

    https://gigalibros.com/desterrados.html

    < solo sean memoria, todo aquel que quiera conocer lo que sucedio
    en Colombia desde mediados del siglo XX al presente tendra que
    leer al sociologo, periodista y escritor Alfredo Molano Bravo>>.
    Jorge Cardona Alzate

  • Tal Vez Manana (Planeta Internacional), Colleen Hoover de Colleen Hoover

    https://gigalibros.com/tal-vez-manana-planeta-internacional-colleen-hoover.html

  • Ebrias decisiones de Antonio Preciado

    https://gigalibros.com/ebrias-decisiones.html

    El reloj del auto marcaba las 18:45 horas. Conducia el Mini convertible por el carril de alta velocidad sobre la avenida Garza Sada dirigiendome a casa de Daniel, el unico de mis amigos al que le emociona la idea de volverse mas viejo cada seis de octubre. Nos reuniriamos en su casa para cenar junto con su familia y celebrar su cumpleanos veintisiete: la excusa perfecta para abrir la botella de vino tinto que me acompanaba en el asiento del copiloto. "Espero que Daniel tenga un sacacorchos en casa", pense al voltear y asegurarme de que el cinturon de seguridad estuviera ajustado sosteniendo la botella. Mas vale prevenir que lamentar. Despues de atravesar la metropolis, llegue a la calle donde se encuentra su casa. Localizar espacio para estacionarse en el estrecho camino parecia imposible por la absurda aglomeracion de autos sobre las banquetas. Aparque en una esquina a cinco casas del portico. Verifique el acomodo del flequillo negro sobre mi frente en el espejo retrovisor. "Perfecto". Sali del auto; mi mano derecha sostenia la botella de vino y con la otra presione el boton de la llave para cerrar el coche. Me quede parado unos segundos frente a la entrada principal, imaginando a la familia de Daniel del otro lado de la puerta. Casi podia verlos sentados en circulo frente a la mesa del comedor repleta de platos con comida y de bebidas. Su madre organizando el viaje a Cancun para asistir a la boda de su sobrino el ano siguiente. Su hermana Gloria contando los meses que faltaban para dar a luz al nuevo integrante de la familia. Yo ya esperaba que sus hermanos me hicieran, en tono burlon, aquella pregunta que se volvia cada dia mas irritante: ?Cuando nos van a llegar las invitaciones de tu boda, Alonso? Pero estan muy acostumbrados a verme sin pareja; han dado por hecho que ese evento nunca lo celebrare en esta vida. Ni en la siguiente. Presione el timbre dos veces y Daniel aparecio del otro lado de la puerta, invitandome a pasar con unas palmadas en la espalda. --!Te haces del rogar! --dijo, apuntando al reloj digital en su muneca--. Habiamos dicho que llegarias hace una hora. El color blanco de la camisa hacia que su piel morena resaltara. Nuestra similar complexion y el metro setenta y cinco de altura han hecho que la gente nos pregunte en mas de una ocasion si somos hermanos. Caminamos por el corto pasillo hacia la cocina. Daniel tomo la botella de vino tinto y la coloco en la mesa del comedor. Conozco la casa a la perfeccion. Suelo venir los domingos cuando Daniel me invita a ver los partidos de Los Rayados de Monterrey. No soy fanatico del equipo y tampoco me interesa el futbol soccer, pero me gusta sentarme frente al televisor a beber una o dos cervezas... o tres. Salude a sus padres y hermanos. Tras la cordial y corta bienvenida, pase al bano. Moje mis manos y el rostro acercando mi cuerpo al lavabo de ceramica. Parado frente al espejo, me quede observando la profundidad de mis ojos cafe oscuro. Me pase los delgados dedos sobre la cara y note que mi aspecto mostraba senales de fatiga. Las ojeras por las trasnochadas de los dias y semanas anteriores comenzaban a notarse cada dia mas; la resequedad en mis labios suplicaba beber algo mas que alcohol. A pesar de eso, no me veia mal en absoluto. El aspecto joven y varonil reflejaba la edad precisa: veintiseis anos. Mantenia mi cuerpo esbelto y en su lugar gracias a las horas semanales de ejercicios cardiovasculares y pesas. La balanza de prioridades estaba muy bien distribuida: trabajo, ejercicio y vida social. Todos importantes, ninguno mas que otro, ?o si? Seque mis manos en los Levi's azul oscuro y sali del bano. Daniel me esperaba con una copa de vino tinto; todo el mundo sabe que es mi favorito. Nos dirigimos hacia el patio trasero donde sus hermanos preparaban cortes de carne sobre el pequeno asador. Habian instalado mesas plegables redondas con sillas alrededor, separamos dos de ellas. Mi mano izquierda sostenia la botella de vino que agarre de la mesa antes de salir al patio, y la derecha resguardaba la copa a medio llenar. --Ahora si, !cuentame! ?Ya decidiste donde quieres continuar la fiesta despues de la cena? -- pregunte justo antes de dar un sorbo a la copa. Me rodo una gota sobre el menton. --No, aun no decido --Daniel dio un sorbo a la botella de agua que saco de la nevera--. Ademas, no seremos muchas personas. Karen viene en camino, podemos discutirlo cuando llegue. Ya sabes que no puedo decidir por ella. Esperar a que llegue la novia de Daniel a cualquier lugar es como esperar una nevada en Monterrey: !absurdo! Karen es la persona mas impuntual que conozco. No me sorprenderia que llegara tarde a la celebracion de su propio funeral. Del bolsillo derecho de mi pantalon saque el celular. No tenia notificaciones de WhatsApp ni comentarios en mis estados recientes de Twitter y Facebook, pero si en mi ultima publicacion de Instagram, que era una foto de una lasana instantanea extendida sobre un plato de loza. La imagen hacia que el valor comercial del platillo aumentara su precio al triple. Junto al plato habia una copa de vino blanco y la botella de Verdeo importada desde Espana. La publicacion era del dia anterior con la descripcion: Cena para uno #Wine. Deslizando mi dedo sobre la pantalla, me dirigi al buscador de Google para escribir Horgans. La pantalla mostro el mapa de Monterrey y la ubicacion del club en el centro de la ciudad. Pase mi dedo sobre la informacion, y al encontrar el numero de telefono, marque. --Buenas noches, quisiera hacer una reservacion para hoy a las once --dije, y escuche a la chica al otro lado apretando un extremo del boligrafo, preparandose para apuntar--. !Claro! La reservacion a mi nombre, Alonso Rodriguez. Termine la llamada, di un trago a la copa y me dirigi a Daniel. --Ahora ya puedes decir a tus invitados hacia donde moveremos la fiesta el dia de hoy --dije guardando el celular sin notificaciones en el bolsillo. --Sabia que no aguantarias las ganas de ir a Horgans --y saco su celular. Escabulli la mirada por encima de su brazo: Daniel mandaba un mensaje a un grupo de WhatsApp llamado Parejitas para dar aviso a los integrantes sobre el nuevo plan de la noche. Yo no estaba incluido en ese grupo, ?por que habria de estarlo? El nombre del grupo era una ofensa a mi eterna solteria por eleccion, ?o seria por obras y planes del destino? No lo sabia y no me importaba… ?o si? --?Tienes pensado invitar a mucha gente? --pregunte--. ?A tus amigos de la oficina, a los del equipo de futbol? --y verti mas vino en la copa medio vacia. --La verdad solo voy a invitar a los de este grupo --Daniel me enseno la pantalla del celular con la conversacion reciente de las "parejitas"--. No le dije a nadie mas. Mis amigos tenian otros compromisos y casi nunca tienen dinero para ir a esos lugares. Ademas, Karen insiste en que convivamos mas con Anna y Ricardo. No entiendo por que, si nos vemos cada semana. En fin, seriamos solo nosotros cinco, incluyendote. El sonido del timbre interrumpio nuestra conversacion. Su hermana Gloria habia llegado en compania de su esposo y una enorme barriga de siete meses. --?Te molesta si te dejo por unos minutos mientras atiendo a mis invitados no alcoholicos? -- pregunto Daniel. --!Por supuesto que no! Tengo la compania que necesito --y levante la copa. Me quede solo y en silencio por un par de minutos mientras terminaba el liquido que restaba en la botella. Los hermanos de Daniel entraban y salian de la casa hasta el patio trasero cargando ingredientes para la cena. Puse mi mano sobre el bolsillo izquierdo del pantalon y note que algo faltaba. Me levante de inmediato de la silla y entre a la casa para buscar a Daniel. --Te vere junto con los demas afuera de Horgans --le grite mientras me aproximaba a la puerta con las llaves del auto en la mano. --?A donde vas? Acabas de llegar --pregunto Daniel acompanandome hasta la puerta--. ?Puedes esperar al menos a que termine la cena? Mi familia se ira despues de eso y no quiero que bebas alcohol con el estomago vacio. ?Recuerdas como te pusiste en nuestro ultimo viaje a Playa del Carmen? Lo recordaba, o al menos algunas cosas; por suerte no tenia memoria para las mas embarazosas. Hice una pausa antes de girar la perilla y me dirigi a Daniel. --Me acabo de dar cuenta de que olvide mi cartera en casa. Pero no te preocupes, te vere afuera de Horgans antes de las once. Dile a Karen que... Justo antes de cruzar la puerta, la cabellera rizada y castana de Karen se interpuso en mi camino hacia la salida. --?Te vas tan pronto? Apenas comienza la noche --dijo Karen entre risas, colocando su mejilla junto a la mia. El saco rojo la cubria desde los hombros hasta las rodillas, dejando al descubierto las medias negras. Los zapatos de tacon aumentaban su corta altura hasta casi emparejarse con la mia. El poco maquillaje en su cara y el labial rojo hacian que su piel blanca se viera mas palida de lo normal. --Olvide algo en casa y tengo que ir a recogerlo, pero no te preocupes, los vere en Horgans mas tarde. --?Quien decidio ir a ese lugar? --pregunto Karen. --Fue Daniel, le dije que debiamos esperar a que llegaras, pero es muy insistente --dije antes de salir por la puerta. Karen comenzo a reir y agito la mano, despidiendose. Daniel la recibio con un beso en los labios y la invito a pasar. La puerta se cerro a mis espaldas. Encendi el motor y me dirigi rumbo a casa. El trafico era denso: las filas de autos transitando entre municipios crecian mientras avanzaba la noche. El tablero marcaba diecinueve grados y las nubes se esparcian por el cielo de la ciudad. El Mini convertible circulo sobre la Carretera Nacional al sur de Monterrey hasta llegar a la caseta de vigilancia de la colonia Sierra Alta. El portero me saludo desde lejos y alzo la barrera metalica que dejo pasar al auto. Varado frente a la casa, esperaba a que el porton electrico se elevara para poder entrar. La camioneta Suburban de mi padre, el ingeniero Rodriguez, estaba estacionada dentro de la cochera. Conozco aquella maquina desde el exterior: podria contar con los dedos las veces que he subido al vehiculo, ya sea en el asiento del copiloto o en los traseros. El ingeniero Rodriguez nunca me ha dejado conducirla; su risa burlona dice que lo arruinaria, como con todo lo que pasa en mi vida. Esa risa no logra ocultar la verdadera intencion de sus palabras: "Nunca la vas a conducir, no tienes las aptitudes". Aparque al lado izquierdo de ese vehiculo medio metro mas alto que yo. El porton se cerro sin prisa detras de mi. Sali del auto y camine hacia la puerta lateral de la cochera para entrar a casa.

  • Intemperie de Jesus Carrasco

    https://gigalibros.com/intemperie.html

    Un nino escapado de casa escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres quelo buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante el es una llanura infinita y arida que debera atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada sera igual para ninguno de los dos.

  • El terco rezo de las nubes de Pedro Zavala

    https://gigalibros.com/el-terco-rezo-de-las-nubes.html

    El terco rezo de las nubes, del escritor y filosofo mexicano Pedro Zavala, es un libro de cuentos de ciencia ficcion dividido en tres partes de cuatro historias cada una, todos definidos por la distopia: tecnologia y deshumanizacion. El caos se presenta a lo largo de esta obra; sin embargo, es en el “El amanuense” donde se vislumbra la desgracia: un grupo de copistas espanoles de la Edad Media se ve amenazado por una maquina que pretende reemplazar sus labores escribanas; varios cuentos mas adelante, todo sera drogas, androides, centros espaciales y robots: la sociedad del futuro se colapsa.
    Los personajes de El terco rezo de las nubes son otro elemento destacable, y es que desconciertan sus personalidades serenas e inmutables ante la destruccion de la humanidad: seres que entran y salen del planeta Tierra a placer, delincuentes exiliados en Marte, comerciales que anuncian equipos de proteccion para salir a la calle y la distribucion de productos que resisten las altas temperaturas de la intemperie.
    El terco rezo de las nubes es un libro para cuestionar las acciones colectivas a traves de la historia, para anticipar el cambio que se avecina, y tal vez, para reconocer el fracaso del proyecto de modernidad, pues que pareciera que las personas somos cada vez menos indispensables, y por tanto, menos valiosas.

  • Las hijas del Onix de Maria Benitez

    https://gigalibros.com/las-hijas-del-onix.html

    Edad Media. Una adolescente natal de una aldea francesa es acusada de herejia ante la Inquisicion. Sophie, incredula, pide ayuda a su abuela, que le confirma solemnemente las sospechas de la acusacion. Se ve obligada a huir, con una serie de objetos que le permitiran descubrir su verdadera naturaleza. Termina en la capital, donde es obligada a vivir como novicia en un monasterio, guardando bajo el habito un innombrable secreto.
    Durante su viaje conocera a personajes insolitos, asi como el amor, el dolor. Todo ello en busca de la verdad sobre quien es Sophie Botreau y cual es su destino.

  • El Buitre de Franz Kafka

    https://gigalibros.com/el-buitre.html

    La elaboracion, en Kafka, es menos admirable que la invocacion. El argumento y el ambiente son lo esencial; no las evoluciones de la fabula ni la penetracion psicologica. De ahi la primacia de sus cuentos sobre sus novelas; de ahi el derecho de afirmar que esta compilacion de relatos nos da integramente la medida de tan singular escritor. Jorge Luis Borges

  • Nacion de Marte 3. Hard Science Fiction de Brandon Q. Morris

    https://gigalibros.com/nacion-de-marte-3-hard-science-fiction.html

    --EMPUJA --DIJO THEO--, !Y TEN CUIDADO! El objeto triangular comenzo a moverse despacio hacia el. Permitio que el borde delantero se deslizara hacia sus manos enguantadas. La estructura, creada a partir de paneles de cristal adheridos a la base, era sorprendentemente pesada. Dio un pequeno paso hacia atras y aseguro su agarre de la base antes de que toda la estructura pudiera deslizarse fuera de la zona de carga del rover. --Vale, para --dijo--. Ahora te necesito aqui. --De acuerdo --oyo responder a Rebecca por la radio del casco. Salto con elegancia desde la zona de carga y llego al otro extremo de la estructura. La base, un grueso panel de plastico de unos tres metros de largo y ancho, podia transportarse con facilidad por dos personas. Sin embargo, encima se encontraban dos paneles rectangulares de grueso cristal, apoyados entre si, que formaban caras opuestas de una estructura con forma de cuna que habia sido cerrada al insertarle dos paneles triangulares de cristal en los laterales. --?Ves la zona de montaje? --pregunto Theo. --Si. Habian nivelado la zona el dia anterior y hoy habian situado el rover cerca. Estaban en la cima de la colina que se cernia sobre su pequeno asentamiento. El prisma de cristal iba a situarse alli como la joya de una corona. --Y, !tira! --ordeno. En perfecta sincronia, lo levantaron del rover y caminaron de lado la corta distancia desde el vehiculo hasta el lugar elegido--. Y abajo --dijo. Se mantuvieron mientras se agachaban para bajar la estructura hacia la superficie. La soltaron como estaba planeado y volvieron a enderezarse. Theo dio un paso atras. Rebecca miro colina abajo y saludo con la mano. Habia visto a alguien que los observaba. La presencia del asentamiento solo era evidente si mirabas dos veces, ya que la mayor parte estaba situada bajo tierra. --Traere el primer contenedor --declaro Theo. Esta era la parte mas debil de su plan. Habian traido contenedores de agua y los habian mantenido dentro del caldeado rover. Iban a llenar la estructura de cristal con el agua... con rapidez, si tenian en cuenta que la temperatura del aire era de cuarenta grados bajo cero. No tenian mucho tiempo antes de que el agua se congelara. --Abrire la valvula de llenado --dijo Rebecca. Esta era la "division del trabajo" que habian planeado. Theo se acerco al rover y saco el primer contenedor de la zona de carga. Volvio deprisa a la cuna de cristal, abrio el sello del contenedor mientras caminaba y vertio el agua dentro de la estructura. --!Funciona! --exclamo Rebecca--. !Felicidades! --Gracias. El contenido del primer contenedor habia cubierto el fondo de la estructura. Recorrio a toda prisa el camino entre la estructura y el rover ocho veces mas. Habia calculado, por supuesto, la cantidad de agua que necesitaria para llenarla. El nivel del agua subia en proporcion a cada vertido porque la estructura se estrechaba desde el fondo hasta la cima. Sin embargo, Theo no fue lo bastante rapido con el ultimo recipiente. El agua se congelo antes de que pudiera verterla y solto un bufido de frustracion. --Deberia estar bien asi --dijo Rebecca--. Mira... solo faltan un par de centimetros en la parte de arriba. --Cierto --respondio mientras le echaba una mirada al sol. Era temprano por la tarde, pero su posicion ya estaba bastante baja--. Volvamos abajo --le insto. Estaba excitado. Nada dependia de esta estructura, ni su supervivencia ni el destino de la humanidad. Y este hecho era precisamente lo que la hacia tan especial. Era un puro lujo. Se subieron al rover de un salto. Como Rebecca llego al vehiculo primero, se sento en el lugar del conductor. Bajaron la colina a toda velocidad. Tenian que dar un largo rodeo porque la pared del crater era demasiado empinada como para tomar una ruta directa. Theo se agarro con fuerza a Rebecca desde atras para evitar ser lanzado fuera del traqueteante rover. Era muy divertido hacer estas salidas con Rebecca. Ella fue tambien la inspiracion tras su idea de construir una cuna de cristal llena de agua. Ella habia estado comentando con nostalgia que probablemente nunca volveria a ver un arcoiris. Esta estructura se encargaria de ello. Llegaron a la base del crater. --Para, por favor --dijo Theo. Rebecca detuvo el rover. Theo se inclino hacia delante y toco la pantalla del mapa junto al panel de control. --Deberia estar por aqui. Rebecca volvio a arrancar el motor. Condujo despacio hasta el lugar que Theo habia marcado en el mapa. --Debe de ser aqui --dijo ella. Theo miro la hora. --Faltan veinte minutos. Se quedaron uno al lado del otro, sus brazos tocandose. Era imposible que pudieran sentir el calor del otro a traves del grueso tejido de sus trajes espaciales, pero a Theo le parecia que si que podia. Observaron el borde de la pared del crater. --AHORA --DIJO THEO. El sol estaba a punto de desaparecer tras la pared del crater. Ese era el momento. Sus rayos alcanzaron la cuna de cristal, la cual, haciendo las veces de un prisma, dividio la luz en sus diversos componentes y aparecio un arcoiris. Era pequeno pero claramente visible. La luz del sol era mucho mas debil que en la Tierra, pero conforme el crepusculo se instalaba a su alrededor, el arcoiris se volvio mas claro. --Es precioso --exclamo Rebecca. --Como tu --respondio Theo con suavidad. --Gracias --dijo ella. Miraba con firmeza los colores generados por el prisma. Theo se situo tras ella y le rodeo la cintura con sus brazos. --Imagina que estamos en una playa del Caribe despues de una tormenta tropical. --Estoy alli contigo ahora. La arena es calida y suave bajo mis pies. El aire huele a mar. Sol 316, Base de la NASA --?LANCE? --?Si, Sarah? --?Cuanto obtienes de multiplicar doscientos sesenta y ocho por veinticuatro, dividido por veinticuatro coma sesenta y seis, mas cincuenta y seis? Miro a su novia, quien estaba sentada frente a el ante un ordenador. <>, penso. Sin embargo, lo que estaba haciendo en ese momento era tan aburrido que no le importo la distraccion. Se suponia que debia estar comparando las cantidades de agua y fertilizante usadas durante las ultimas dos semanas con la cantidad de comida que habian recolectado. En realidad eso era tarea de Sarah, ya que era la biologa de la tripulacion y estaba a cargo del huerto, pero el la estaba ayudando. Lance hizo mentalmente los calculos que ella le planteaba. Como Sarah no habia mencionado ningun parentesis, doscientos sesenta y ocho por veinticuatro dividido por veinticuatro coma sesenta y seis era mas o menos doscientos sesenta, mas cincuenta y seis, el resultado era trescientos dieciseis. <>. Lance se levanto de un salto. Por supuesto, en Sol 56 ellos habian... Rodeo su escritorio y se situo detras de su novia para empezar a frotarle los hombros. --?Ha empezando? --pregunto. --Creo que si. Nunca he pasado por esto, pero si yo fuera medico y otra mujer me dijera que estaba teniendo un dolor como este, mi diagnostico seria obvio. Parece que es super puntual. --Tenemos que decirselo a Mike y a Ewa --dijo Lance--. Deprisa, vamos a llevarte a la enfermeria. Pero Sarah permanecio en su asiento. --No hace falta darse prisa --respondio con calma--. Aun puedo caminar por mi misma. --Entonces ire saliendo yo --dijo Lance--, y avisare a Ewa. Aparte de Sarah, no habia mas medicos en la base y, por eso, Ewa habia recibido entrenamiento para el parto. Como granjera experimentada, sabia como traer terneros al mundo. Sarah se habia reido a carcajadas al oirlo y dijo que sentia que estaba en las mejores manos posibles. Ewa no estaba de turno en ese momento, asi que Lance la busco en su habitacion. Esa parte de la estructura subterranea aun olia a pintura fresca. Las habitaciones alli no habian estado preparadas para entrar a vivir hasta hacia dos semanas. Hasta entonces, Ewa se habia "alojado" mas que "vivido" en un almacen. Llamo a la puerta y ella le invito a entrar. Ewa estaba tumbada sobre una cama improvisada, cuyo somier habia soldado ella misma. Un gran saco plano relleno con hierba seca de su propio huerto hacia las veces de colchon y hacia que su habitacion oliera un poco a heno. --Ha empezado --dijo Lance sin mas preambulo. Ewa se incorporo. --Manten la calma --dijo ella. Le caia sudor por la espalda aunque la habitacion de Ewa estaba a apenas veinte grados. ?De que demonios estaba hablando? Lo que estaba sucediendo ahora era el mayor milagro que el universo podia ofrecer. Y, ?se suponia que debia mantener la calma? --Es mas facil decirlo que hacerlo --confeso mientras se frotaba la barbilla. --Lo superaremos --contesto Ewa--. Todo parece ir muy bien. El bebe se ha desarrollado extremadamente bien. Ewa tenia razon. Ni la baja fuerza gravitatoria ni la alta radiacion parecian haber danado al feto. Las imagenes de la ecografia revelaban a un ninito que estaba bien desarrollado del todo. No obstante, Lance estaba preocupado. Ningun humano habia nacido jamas en otro planeta. Y sus habilidades medicas eran limitadas. La expedicion de la NASA habia estado aprovisionada para una visita a Marte, no para instalarse alli permanentemente. En contraste con los miembros del proyecto espacial Ciudad Marte, que habia recibido fondos privados, y que tambien estaba situado alli en Marte, su hijo no recibiria vacunas ni inyecciones de vitamina K como era costumbre con los recien nacidos tras el parto. Las relaciones entre su base y Ciudad Marte eran tensas en ese momento, ya que se habian negado a jurarle lealtad a su administrador. --?Vas a venir ahora? --pregunto Lance. --Dentro de un momento --dijo Ewa--. Me cambiare de ropa y me lavare. Tu deberias hacer lo mismo si quieres estar presente durante el parto. ?Quieres? El asintio. Por supuesto que queria. Iba a ser la primera persona en darle a su hijo la bienvenida a Marte. EL NACIMIENTO FUE RUIDOSO, ESTRESANTE Y SANGRIENTO. Y HEDIA. LANCE ESTABA EMPAPADO en sudor. Se sento sobre sus talones para apoyar a Sarah en el pedestal mientras ella grunia y empujaba. Le corrian lagrimas por el rostro, pero la unica razon por la que se dio cuenta fue por el sabor salado en su boca. Se sentia responsable por el sufrimiento de Sarah mientras que todo lo que el podia hacer era mirar. Se alegro cuando ella le apreto la mano con tanta fuerza que le dolio, y cuando se le quedaron las piernas dormidas y le empezaron a arder bajo su peso se alegro tambien. Tal vez de ese modo el podria reducir su dolor un poco al menos. Sarah respiraba al ritmo que le marcaba Ewa. Ya era una madre ejemplar en esos primeros instantes de la vida de su hijo. Un grito final y ya habian terminado. Los musculos de Sarah se relajaron y Lance tuvo que sujetarla con firmeza para evitar que se deslizara hasta el suelo. Parecia que su cuerpo se habia quedado sin fuerzas. La abrazo con fuerza. --?Quieres hacerlo? --Ewa le estaba tendiendo un par de tijeras. ?Que se suponia que tenia que hacer con ellas? Nego con la cabeza. --El cordon umbilical --dijo Ewa--. No es dificil. --Le puso las tijeras en la mano derecha y le dijo que hacer--. Ahora. El manipulaba las tijeras con la mano derecha mientras seguia sujetando a Sarah entre su brazo izquierdo y su cuerpo. El cordon umbilical ofrecio poca resistencia. Ahora habia separado a su hijo de su madre. Lance contuvo un sollozo. Era una despedida y una bienvenida. Nunca habria pensado que el parto fuera tan... tan dramatico. --?Puedes ayudarla a subirse al catre?

  • Olvida el para siempre de Toni Fernandez

    https://gigalibros.com/olvida-el-para-siempre.html

    Adam vive la vida en sonrisas, Camila en recuerdos.
    El es un amante de la pintura, ella no sabe todavia que amar.
    Entre pinceles, camisetas divertidas y una mascota con nombre de personaje de Pixar, se dejaran llevar hasta sentir que las piezas comienzan a encajar.
    Pero ?que sucede cuando esas piezas no son las correctas? Ninguno de los dos puede sustituirlas, mucho menos romperlas. Tal vez ni siquiera puedan huir de ellas.
    Y tal vez, despues de todo, no exista un para siempre para ellos.

  • Eso que llamamos Casualidades de Lorena R. Jeffers

    https://gigalibros.com/eso-que-llamamos-casualidades.html

    Casualidad: Causa o fuerza a la que, supuestamente, se deben los hechos o circunstancias imprecisas, especialmente la coincidencia de dos sucesos.
    Adrian Ramirez, un drogadicto y baterista desempleado, cree en las casualidades mas que en cualquier cosa. O tal vez no. Con su vida derrumbandose vertiginosa e irreparablemente, rentas atrasadas y un corazon roto debido a su ultima relacion fallida, el piensa que alguna fuerza superior esta en su contra. Es decir, ?que mas podria ser? Dios, el Destino y el Cosmos, incluso Satanas, lo odian a muerte. Fin de la historia.
    Sin embargo, la tarde en la que regresa de una fallida entrevista de trabajo y se encuentra con un bebe tirado en el basurero, Adrian se da cuenta de que la vida es mucho mas que un juego de dados. A veces, solo a veces, Dios y el Destino nos empujan al fondo del oceano, sin salvavidas, solo para ensenarnos a nadar.

  • Los Guardianes de Javier Perez Campos

    https://gigalibros.com/los-guardianes.html

    Aparecen en los limites de la vida, cerca de tu ultimo aliento.
    A veces son solo una voz. Otras, una presencia.
    Te guian, te ayudan y luego. desaparecen.
    Todas las culturas han hablado de ellos, pero durante siglos han sido olvidados. Es la hora de sacar a la luz una antigua verdad.
    ?Quienes son los Guardianes?
    En esta nueva investigacion, Javier Perez Campos ha seguido de cerca el fenomeno de las apariciones que salvan vidas. El resultado es un documentado relato en el que el autor recorre el tiempo y el espacio para conocer a los protagonistas de estos fenomenos. En su perseverancia para desentranar el misterio, incluso ha llegado a someterse a experimentos para generar fantasmas.

  • Pecado y pecadores de Julio E. Zambrano

    https://gigalibros.com/pecado-y-pecadores.html

    Danielle Fontaine vive su sueno. Ha hecho su debut en las pasarelas de Paris y alcanzo la cumbre. Su noche de triunfo, sin embargo, se hace anicos cuando Roberto Rossi, un amante del pasado, regresa inesperadamente queriendo retomar aquel fallido romance. Su unica noche de pasion se torna violenta y Danielle viaja a America dejando atras su mayor exito. Llega a South Beach, Miami, con poco equipaje y una gran necesidad de trabajar.

  • Dulce animal de compania de Triunfo Arciniegas

    https://gigalibros.com/dulce-animal-de-compania.html

    Una apasionante novela sobre la delgada linea que separa el amor del deseo.

  • Ven… te cuento de Ivonne Vivier

    https://gigalibros.com/ven-8230-te-cuento.html

    Una recopilacion de 11 historias cortas, algunas cargadas de romanticismo y otras solo de sensualidad, aunque todas sazonada con una pizca de picante. El condimento necesario para dejar en la mente del lector el saborcito de la fantasia.

  • La leyenda de la Peregrina de Carmen Posadas

    https://gigalibros.com/la-leyenda-de-la-peregrina.html

    Hasta ahora, en los cerca de cuarenta anos que llevo dedicada al viejo oficio de juntar palabras, no habia encontrado material literario mas fascinante que el ser humano, sus pasiones e intrigas, sus luces y sobre todo sus sombras. Sigo pensando lo mismo, pero sera porque me estoy haciendo vieja, que de un tiempo a esta parte he empezado a recuperar un modo de ver la realidad que se parece mucho al que tenia de nina. Entonces, pongamos que con tres, cuatro o cinco anos, el mundo lo habitaban tanto personas como objetos y los segundos estaban para mi tan vivos como las primeras, tenian su personalidad y sus particularidades; podia, por tanto, odiarlos, temerlos, relacionarme con ellos. Descuiden. No es que me haya dado por hablar con muebles o abrazar estatuas. Pero debe de ser verdad eso de que con la vejez vuelve uno a recuperar la infancia, porque noto que empiezo a prestar mas atencion a esos silenciosos espias de nuestras vidas, mudos centinelas que ya estaban ahi antes de que nacieramos y seguiran estandolo cuando nos hayamos ido. Todo empezo con cierta joya familiar olvidada y reaparecida tras la muerte de mi madre, un anillo con una gran piedra azul. Ella la habia heredado de mi abuela en forma de colgante, que a su vez la recibio de la suya siendo entonces un broche y que aqui sigue, cuatro o cinco generaciones mas tarde, distinta en cada una de sus reencarnaciones, pero eternamente joven despues de ser testigo de vidas y pasiones, de tantos suenos cumplidos o plegarias no atendidas. Andaba dandole vueltas a esta idea, preguntandome que historias podria contar aquel zafiro de sus distintos duenos y si habria alli una posible novela cuando, buscando en internet informacion para uno de los articulos que escribo para el XL Semanal, fui a dar con un cuadro que conocia pero que nunca me habia llamado especialmente la atencion. ?Por que habia de hacerlo? Al fin y al cabo, el retrato que Antonio Moro hizo de Maria Tudor no es de los mas interesantes de su autor y la modelo dista mucho de ser una belleza. Aun asi, esta desafortunada mujer, que fue reina de Inglaterra y segunda esposa de Felipe II, y a la que la historia recuerda como Maria la Sanguinaria, luce en el cuadro una esplendida y solitaria perla. ?Seria la famosa perla Peregrina?, me pregunte. Tenia que serlo. En alguna parte habia oido comentar que Felipe II se la regalo el dia en que se casaron. La Peregrina. La perla mas codiciada de todos los tiempos. En aquel momento solo sabia que, casi medio milenio mas tarde, acabo en el joyero de Elizabeth Taylor. Pero ?como llego de Felipe II a Hollywood? ?Por cuantas manos hubo de pasar, en cuantas historias de amor, de desamor, de traicion, de abnegacion, de codicia y de sangre se habria visto involucrada? Si los objetos hablasen. Si fueran capaces de contarnos sus secretos mas inconfesables. Tambien los mas alegres, divertidos y hasta chuscos porque de todo debe de haber visto esta <> --asi es como se la describe en la testamentaria de Felipe II antes de anadir--: <>. Yo no se hacer hablar a los objetos, pero La Peregrina habla por si sola. Lo hace desde los cuadros de los grandes maestros que a lo largo de su existencia la pintaron: Antonio Moro, Pantoja de la Cruz, Van der Hamen, Rubens, Velazquez... Y habla ademas desde los libros de historia y desde las memorias de ilustres viajeros como la controvertida condesa D'Aulnoy, quien al verla un caluroso dia del Corpus prendida en el sombrero de Carlos II el Hechizado la describio como <>. O el duque de Saint-Simon, que la admiro en tiempos de Felipe V y tambien la menciona en sus memorias. Con estos mimbres he ido trenzando su historia. Lo mas dificil ha sido resistir los cantos de sirena que intentaban arrastrarme hacia las muchas y falsas leyendas que se han tejido alrededor de la Peregrina, cuyo nombre, por cierto, no se debe al hecho de haber peregrinado de mano en mano a lo largo de tantos siglos, sino que tiene que ver con la quinta acepcion de la palabra, la que sirve para describir aquello que se considera raro, extraordinariamente bello o unico. La Unica, la Sola, la Solitaria... con estos nombres se la conocio tambien en alguna de sus muchas vidas, pero ?por cual de todas ellas empezar? ?Por la primera, cuando un esclavo la encontro en el Archipielago de las Perlas alla en Panama? ?Por el momento en que llego a manos de Felipe II? ?O deberia tal vez empezar por la (pen)ultima de ellas, cuando Richard Burton se la regala a Elizabeth Taylor un dia de San Valentin? Si, creo que empezare por ahi. He aqui lo que la propia Elizabeth Taylor cuenta de ella en su autobiografia[1]: [...] Me encontraba rodando una pelicula en Las Vegas. Cuando Richard no estaba trabajando se ponia siempre de un humor negro e irascible. Acababa de regalarme la Peregrina y Ward Landrigan, de la casa de subastas, nos la habia hecho llegar desde Nueva York. Pendia de un finisimo collar en forma de cadeneta de platino rematado de diminutas perlas, y me encantaba sentirla colgando de mi cuello. La perla era tan tactil que no podia dejar de acariciarla. La historia de esta perla es muy fuera de lo comun. Al comprar la Peregrina, nos entregaron un librillo con su historia y su arbol familiar, asi como un listado de las personas que la habian poseido. Era simplemente increible. Sin embargo, antes de hablar de sus duenos, sucedio algo que debo contar: No hacia mucho que me habian traido la Peregrina desde Nueva York. La perla colgaba, como digo, de una delicada cadenita que yo apretaba en mi mano como un talisman, mientras caminaba de aca para alla en nuestra habitacion del Caesar’s Palace --teniamos reservada la planta superior entera para nosotros, y el equipo de rodaje ocupaba casi la otra mitad--. Me sentia resplandeciente, como en un sueno, y queria gritar de alegria, pero Richard tenia uno de sus dias <>... Bueno, el es gales, por lo que a veces su alegria era perversa y se volvia oscuro. Pero cuando yo me siento feliz, necesito demostrarlo y lo grito y lo aullo. Solo queria lanzarme sobre el y besarlo por todas partes. Pero conocia bien a Richard, y sabia que no era el momento de mostrarse demasiado efusiva. En cualquier caso, no habia nadie mas con quien hablar, nadie a quien ensenarle la joya, y !yo estaba a punto de volverme loca! En un momento dado fui a tocar la perla... Y !ya no estaba! Mire a Richard y, gracias a Dios, el no me estaba mirando. Me fui al dormitorio y me tire encima de la cama. Con la cabeza enterrada en las almohadas me puse a gritar. Lentamente, y con mucho cuidado, reconstrui en mi cabeza cada paso que habia dado en el dormitorio. Me quite los zapatos, las medias y a cuatro patas me puse a tantear y buscar la perla por todas partes... y nada. Pense: tiene que estar en el salon, delante de Richard. ?Que voy a hacer? !Me va a matar! Porque el adoraba esa pieza. Todo lo que fuera historico era importante para el, y esta perla es unica en el mundo. Es una de las piezas mas extraordinarias que jamas han existido. Yo sabia que en el fondo se sentia orgulloso, y que eso era lo que, de vez en cuando, le hacia andar por ahi como un personaje de comic con una nube negra tronando sobre su cabeza. De modo que sali y, tarareando tralala tralala, me puse a andar de aqui para alla por toda la habitacion, buscando sentir la perla con mis pies descalzos. Intentaba parecer tranquila y como si tuviera algun objetivo, pero por dentro me sentia a punto de vomitar. Levante la vista para mirar a mi pequines blanco, y al otro pequines, color caramelo, que era de Richard. Dios mio, !como adoraba a ese perro! Era su hora de comer, y los cachorritos devoraban felices sus cuencos de comida. Mientras los miraba, diciendo: <>, de pronto note que uno masticaba un hueso. Tarde una eternidad en caer en la cuenta. <>. Tuve que morderme la lengua para no gritar de nuevo. Con mucha naturalidad abri la boca del cachorrillo y dentro estaba la perla mas perfecta del mundo. Y gracias a Dios no estaba aranada. Al final, acabe contandoselo a Richard. Pero !tuve que esperar por lo menos una semana!

  • Fuera de control de Cris Tremps

    https://gigalibros.com/fuera-de-control.html

    Cuando tu vida esta fuera de control, el amor es lo unico seguro.

  • Razones para odiar a Bruno Ballester de Alex Divaro , Fanny Ramirez

    https://gigalibros.com/razones-para-odiar-a-bruno-ballester.html

    Se suponia que seria una noche tranquila para Camila, dejaria la energia fluir, escucharia musica y escribiria un rato. En cambio termino inmiscuyendose con uno de los escritores mas vendidos del pais, al criticar las partes eroticas de sus novelas. Sin embargo, es esa ocurrencia la que logra sacar del tedio en el que se encontraba esa noche, a Bruno Ballester, que con alevosia se dispone a fastidiarla por tal osadia.

  • El ojo en la puerta de Pat Barker

    https://gigalibros.com/el-ojo-en-la-puerta.html

    Londres 1918. La Primera Guerra Mundial parece no tener fin. Los soldados siguen muriendo por centenares de miles en las trincheras. Y mientras cada vez son mas los que se rebelan y optan por el pacifismo, mayor es tambien la represion y el rechazo social hacia los que apuestan por la paz y en contra de un patriotismo ciego que solo acepta la destruccion del enemigo. Billy Prior trabaja para el Servicio de Inteligencia del Ministerio de Municiones.

  • Bienvenida a casa de Lucia Berlin

    https://gigalibros.com/bienvenida-a-casa.html

    < deseando sentirme en casa.>>

  • Los 3 Arboles del Dinero de Raimon Samso

    https://gigalibros.com/los-3-arboles-del-dinero.html

    HAY MUCHAS CLASES DE RIQUEZA, ESTE LIBRO TE DESCUBRE LA VERDADERA

  • La Cabana_ Donde la Tragedia Se de Wm. Paul Young

    https://gigalibros.com/la-cabana-donde-la-tragedia-se.html

    Cuando la imaginacion de un escritor y la pasion de un teologo se fecundan entre si, el resultado es una novela del orden de La cabana. Este libro puede ser para nuestra generacion lo que El viaje del peregrino fue para la de John Bunyan, su autor. !Asi de bueno es! Eugene Peterson, profesor emerito de teologia espiritual, Regent College, Vancouver, B.C. Mientras leia La cabana me di cuenta de que las preguntas que se despliegan en esta cautivadora novela eran preguntas que yo llevaba muy dentro de mi. Lo maravilloso de este libro no es que ofrezca faciles respuestas a preguntas abrumadoras, sino que te invite a acercarte a un Dios de misericordia y amor, en el que encontramos esperanza y sanacion. Jim Palmer, autor de Divine Nobodies (Nadies divinos) La cabana es una invitacion unica en su genero a viajar al corazon de Dios mismo. En medio de mis lagrimas y exclamaciones de jubilo, fui realmente transformado por la amorosa piedad con la que Wm. Paul Young levanto el velo que tan a menudo me separaba de Dios y de mi mismo. Con cada pagina, los complicados sies y noes que distorsionan una relacion hasta convertirla en religion eran arrasados, conforme yo comprendia al Padre, el Hijo y el Espiritu por primera vez en mi vida. Patrick M. Roddy, ganador del Emmy como productor de ABC News Envuelta en creativa brillantez, La cabana es espiritualmente profunda, teologicamente iluminadora y vitalmente impactante. La recomiendo al maximo. Por cierto, estamos regalando ejemplares de la novela que es de dar gusto. Steve Berger, pastor de Grace Chapel Leipers Fork !Por fin una novela sobre el encuentro de un hombre con Dios, poseedora de integridad literaria y audacia espiritual! La cabana traspasa los cliches tanto de la religion como de la mala literatura para revelar algo bello y rotundo sobre la danza integral de la vida con lo divino. Esta historia se lee como una plegaria: como el mejor tipo de plegaria, llena de sudor y maravilla y transparencia y sorpresa. Cuando la lei, me senti en comunion con Dios. Si este ano lees una obra de ficcion, que sea esta. Mike Morrell, zoecarnate.com Una excepcional pieza literaria que te lleva directamente al corazon y naturaleza de Dios en medio del angustiante sufrimiento humano. Esta increible historia te retara a considerar la persona y el plan de Dios en terminos mas amplios de los que sonaste jamas. David Gregory, autor de Dinner with a Perfect Stranger (Cena con un perfecto desconocido) La cabana cambiara para siempre tu manera de pensar en Dios. Kathie Lee Gifford, coanimadora de Today Show (Programa de hoy) de la NBC Pense de verdad que este libro era un libro mas. Creanme, amigos: !no lo es! Cuando aparecen los carros alegoricos, por lo general los dejo ir. Pero en el caso de La cabana no solo me he subido al carro, sino que ademas no dejo de pedirle al conductor que se detenga para recoger a todos mis amigos. No recuerdo cuando fue la ultima vez que un libro, y mucho menos una obra de ficcion, tuvo tal impacto sanador en mi vida. Drew Marshall, conductora de radio, The Drew Marshall Show Si Dios es todopoderoso y esta lleno de amor, ?por que no hace algo con el dolor y el mal en nuestro mundo? Este libro responde esa antiquisima pregunta con sorprendente creatividad y asombrosa claridad. Con mucho, uno de los mejores libros que yo haya leido en mi vida. James Ryle, autor de Hippo In the Garden (Hipopotamos en el jardin) Seductor, con giros que desafian nuestras expectativas mientras nos ensenan eficaces lecciones teologicas sin condescendencia. Yo estaba llorando para la pagina 100. No podras leerlo sin involucrar tu corazon. Gayle E. Erwin, autora de The Jesus Style (El estilo de Jesus) Este libro va mas alla de ser la novela bien escrita llena de suspenso que es, y que te obliga a dar vuelta a la pagina. Desde la muerte de nuestro hijo Jason, el Senor nos ha guiado hasta un reducido numero de esos libros que cambian la vida, y este es el primero de la lista. Cuando llegues a la ultima pagina, habras cambiado. Dale Lang (rockcanada.org), padre de un estudiante muerto en el tiroteo de Columbine La cabana es una hermosa historia de como Dios sale a nuestro encuentro en medio de nuestras penas, atrapados por las desilusiones, traicionados por nuestros propios supuestos. El nunca nos deja donde nos encontro, a menos que insistamos. Wes Yoder, Ambassador Speakers Bureau La creatividad e imaginacion de La cabana te cautivaran, y antes de darte cuenta estaras experimentando a Dios como nunca. Las intuiciones de Wm. Paul Young no solo son cautivadoras, sino tambien biblicamente ciertas y fieles. No te pierdas esta transformadora historia de gracia. Greg Albrecht, director de Plain Truth Magazine (Revista La Pura Verdad) !Su libro es una obra maestra! Hay lagrimas en mis ojos y un nudo en mi garganta. Solo puedo pensar en quienes deberian leer sus palabras, y estoy convencida de que cada persona que lea este libro tambien conoce a otras necesitadas de sus palabras.

  • Los secretos del faro de Santa Montefiore

    https://gigalibros.com/los-secretos-del-faro.html

    <> Country Wives <> Amazon Misterio y romance en un paisaje idilico Ellen Trawton esta a punto de casarse con un hombre al que no ama, su trabajo la deprime y su madre se entromete en todos los aspectos de su vida. Cuando un dia descubre un punado de cartas dirigidas a su madre por una tia Peg, cuya existencia hasta entonces desconocia, decide huir. ?Que mejor lugar para romper todo contacto con el pasado que el imponente paisaje de Connemara? Pero tras la salvaje belleza de ese perdido rincon de Irlanda se oculta un misterio que parece imposible de desentranar.

  • Cinco para una de Kayla Leiz

    https://gigalibros.com/cinco-para-una.html

    Tenia problemas. Graves problemas. Tremendos problemas. No era solo haberse ido de casa dos dias antes con lo puesto y el dinero que llevaba encima: la situacion era mucho peor. Mucho… Mucho… ?Donde cuernos estaba? Miro a su alrededor tratando de asimilar algo, que en su mente se le encendiera una bombilla y le dijera donde podia estar... !algo! Pero esta parecia tener un cartel en su lugar: <>, lo que mas le conviniera. Temblo escondiendose dentro de su chaqueton. Esa noche iba a hacer frio. Y ella estaba en apuros. Dejando a un lado el hecho de no saber donde estaba --esto tenia una buena solucion si lograba encontrar un alma, a poder ser viva y calentita para robarle algo de calor, mientras le preguntaba donde se hallaba--, el problema era que no tenia ni un centimo en el bolsillo. El dinero se habia esfumado a pesar de que habia llevado cierta cantidad. ?Y por que? Por ser una estupida y confiar en las personas. ?Como iba a saber que esa ancianita octogenaria iba a tener las manos tan largas? Gimio ante el recuerdo de los ahorros perdidos. Adios a una comida decente, adios a un billete de autobus hacia un lugar mas tranquilo, adios a... a todo. El viento helado la hizo sisear y se enfundo mas en el abrigo, arqueandose para calentarse un poco los muslos, pues los dedos de los pies ya no los sentia hacia rato. Necesitaba encontrar un sitio donde poder pasar la noche, uno donde no hiciera frio; no lo soportaba y ahora este se tomaba la revancha atormentandola a conciencia. Saco la mano para sostener el movil. Podia llamar por telefono, quiza la estuvieran buscando o se alegraran de saber de ella. Como un rayo, el grito aparecio en su mente deteniendo cualquier avance para encender el telefono. Suspiro y lo enterro de nuevo en su chaqueton. Mejor continuar andando y mantenerse despierta que quedarse quieta y morir de hipotermia. O estaba en un pueblo desierto o algo pasaba en aquel lugar. Eran las doce de la noche, sabado o domingo, dependiendo de los segundos que llevara ya la hora, ?no habia jovenes por ahi? Necesitaba saber donde se encontraba, y no solo para dejar de sentirse como una autentica recien llegada. Un sonido vulgar y digno de un bruto le llamo la atencion. Se volvio lo suficiente para ver a un hombre… ?O era una mujer? Ya se preocuparia por el genero despues. Parecia un gigante bostezando mientras cerraba con llave la puerta de su casa. Las luces de las farolas, encendidas desde que llego, no le dejaban apreciar mucho de esa persona, pero le llamaban poderosamente la atencion dos cosas: el color oscuro de su piel y el hecho de llevar un tocado de mujer y un vestido a juego. Se quedo mirando embobada sin saber por que. Era altisimo y fortachon, como uno de esos hombretones que se dedican a la lucha libre profesional y que se veian por television o en los videojuegos. Pero toda masculinidad estaba desinflada por el vestido rojo, escotado por delante, con dos rellenos para simular pechos, y el pelo negro recogido en un mono del que sobresalian mechones discretos pero simetricos unos de otros, como si hubiera dedicado bastante tiempo a ello. Llevaba zapatos de tacon de color rojo, no demasiado altos; tampoco los necesitaba pues debia de medir uno noventa, si no mas. Los ojos eran de un color ocre, refulgente ante tanta oscuridad; tenia una peca al lado de la comisura izquierda… Un momento, esas cosas no se podian ver desde lejos… Reacciono cuando una enorme mano la zarandeo levemente. --?Estas bien, carino? --pregunto una voz claramente de hombre aunque intentaba darle un toque <> sin demasiado exito. Levanto la cabeza casi hasta dolerle el cuello y observo a ese hombre, segura ya de que era de sexo masculino, eso o una mezcla de humano y gigante, que la miraba con amabilidad. --Disculpe. --?Eres nueva aqui? --pregunto. <> Era curioso como todo el mundo empleaba este adverbio para referirse al lugar donde se encontraba. ?No podia decir simplemente el nombre de la localidad? La primera persona, o gigante, que se encontraba y tenia que decir <>. --?Donde…? --?Tienes…? Se miraron los dos callando las preguntas que iban a hacer, estallando en risas de repente. ?Cuantas posibilidades habia de que dos completos desconocidos fueran a hablar al mismo tiempo? --?Que haces aqui sola? ?Te has perdido? Nego intentando sonreirle. ?Por que no estaba nerviosa con el? Era casi el doble de alto que ella, quien apenas llegaba al uno cincuenta, y encima hacia dos veces, o tres, su complexion. Y, sin embargo, el hecho de ir vestido como una mujer le quitaba toda fiereza. --Ven conmigo, iremos a un sitio donde calentarte --agrego cogiendola del brazo. Ella afianzo sus pies en el suelo ejerciendo algo de resistencia. Una cosa era sentirse bien a su lado, otra ir adonde el quisiera. --Me llamo Jerome. Esa es mi casa y, si no nos damos prisa, todos estaran pillados. --?Todos? --pregunto frunciendo el ceno. --Date prisa, carino. Hoy quiero que Ithan sea solo para mi. ?Me haras ese favor? ?Si? Ver a un tipo de casi dos metros suplicando, con las manos unidas en un rezo y una de sus piernas levantada hacia atras, no era la idea de un macho, desde luego. --Te prometo que no te llevo a ningun lado malo, solo es el Fever Club. --?Fever Club? Jerome abrio los ojos y levanto las cejas. Se tapo la boca abierta con la mano. ?Acaso habia dicho algo grave? --?No lo conoces? Dios Santo, una mujer como tu deberia ver eso, y a los cinco. Tienes que ir, vamos --contesto; esta vez tirando sin ningun pudor. No es que ella pudiera ganar ante uno como el, a no ser que tuviera una piedra y emulara a David contra Goliat. Y aun asi, seguro que si le tiraba la piedra solo le haria cosquillas. Caminaron --si se podia llamar asi a tener que dar tres pasos por cada uno de Jerome-- por las intrincadas calles, todas desiertas en esos momentos salvo por alguna que otra mujer que corria adelantandolos. ?Que pasaba alli para que las mujeres… y los gais se pusieran histericos? --No me has dicho tu nombre --puntualizo Jerome--. ?Tienes nombre? --Por supuesto… Puedes llamarme Ex. El la miro de reojo arqueando una ceja. --No es muy normal que digamos. --Tampoco lo es un hombre como tu vestido de mujer --replico ella. Levanto la vista hacia Jerome y vio que sonreia. --Les vas a gustar a los chicos, no suele haber mucha sangre fresca por aqui

  • Por amor de mi amor de Gadea Fitera

    https://gigalibros.com/por-amor-de-mi-amor.html

    El dia que a Columna Ara le entregan la carta, no sabe que su mundo, tal y como lo conoce, va a dejar de existir. Con los ultimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial resonando y Espana sumida en una dura posguerra, debera dejar atras Zaragoza y partir rumbo a la Costa Azul en busca de respuestas.

  • El limite de Jose Miguel Gaona

    https://gigalibros.com/el-limite.html

    Tras el exito de su anterior libro, Al otro lado del tunel, el doctor Gaona, psiquiatra de reconocido prestigio y colaborador en varios medios de comunicacion (programa Iker Jimenez, de neurologia y experiencias paranormales, director del Proyecto Tunel, etc.) retoma el tema de la muerte como limite y demas fenomenos de este tipo desde un punto de vista cientifico.

  • El tren de los suenos rotos de Jose Antonio Quesada Coves

    https://gigalibros.com/el-tren-de-los-suenos-rotos.html

    Karam es un joven marroqui al que se le ha quedado pequeno su pais, asi que decide viajar a Espana con el fin de hacer realidad sus suenos. Granada es el punto de partida de un largo y ajetreado viaje. El negocio familiar del trafico de hachis le permite conseguir dinero rapido en el continente europeo con el que cumplir sus objetivos. Pero el amor, las drogas y unas extranas amistades se cruzan en su camino de forma inesperada, haciendo que todo se precipite con los atentados del 11-M de 2004 en Madrid.
    Esta obra narra la persecucion de los suenos de un hombre que busca la felicidad en el lugar equivocado.

  • Callejon sin salida (Nocturnos 1) de Leticia Blanco , Lucia Brisbane

    https://gigalibros.com/callejon-sin-salida-nocturnos-1.html

    Natalia y su grupo de alocadas amigas siempre han sonado con viajar a Nueva York. Tras anos de ahorro y planificacion, finalmente ese sueno se hace realidad.
    Sin embargo, una vez en la ciudad, descubren un local clandestino que hara cambiar todos sus planes, el Dead End. Una serie de acontecimientos llevaran a Natalia y a su mejor amiga Melisa, a vivir una desagradable situacion. Entonces conocera a Ryan, el cual poco a poco va ganandose su corazon.
    Desde el primer momento Ryan y Natalia sienten una conexion innegable y una atraccion sobrenatural que no seran capaces de evitar. Pronto, Nati descubre algo abrumador sobre el: Ryan es un vampiro y asegura que ella es su Luaidh: su ser amado.

  • El Maestro (Broken Souls 2) de Meghan Reed

    https://gigalibros.com/el-maestro-broken-souls-2.html

    ?Crees en los cuentos de hadas?

  • Perdon de Ida Hegazi Hoyer

    https://gigalibros.com/perdon.html

    Habia una cama en la acera. Desde el cruce al final de la calle, se veia que habia una cama delante de nuestro portal, alguien que se estaba mudando al bloque, o del bloque, algo que cortaba el paso. Pero hasta que estuve muy cerca, hasta que ya estaba entrando, no vi que era nuestra cama, que eran nuestro edredon y nuestras almohadas, y que todo parecia una instalacion en medio de la calle, visible de pronto, quiza por fin, bajo la luz adecuada. Era festivo, ya casi verano, llegue a casa y nuestra cama estaba en la calle. La habias hecho. El edredon estaba bien doblado, las almohadas sin huellas de cabezas y la colcha, que en realidad nunca usabamos, tendida sobre el cabecero. Un corte de la noche eternamente interrumpido. Es probable que me detuviera, que sintiera un espera, un para, no subas. Y hacia calor, era mediodia, el cielo estaba en llamas. Subi una planta. Dos peldanos, dos pasos, luego el resto de la escalera. No habias dejado la puerta abierta. Habias echado el pestillo. Y eso no lo olvidaria nunca, sabias que yo era la unica que tenia llave. La perra salio corriendo. En cuanto abri la puerta, salio disparada. Y entonces vi. Y entendi. Tus fotos, nuestras fotos, ya no estaban colgadas en la pared. Los rascacielos estaban en el suelo, dandome la espalda, dos marcos blancos. Este era el aspecto que tenia la habitacion: la ventana estaba cerrada y las persianas bajadas. Las puertas de los armarios cerradas, las lamparas apagadas y, en medio del cuarto, donde tendria que haber estado la cama, una silla de la cocina volcada. No habia ruidos ni aire que se dejara respirar. Eran las doce del mediodia. No me acerque a ti. Pero entre en la habitacion. Di un rodeo a lo largo de las paredes, hacia la ventana, hacia el dia. Subi las persianas, abri la ventana y podria haber saltado, no habria pasado nada, al fin y al cabo nuestra cama estaba abajo, a mis pies, situada con precision para las caidas. Pero no salte, senti arcadas, eso fue todo lo que consegui, una infima gotita de bilis que cayo a los pies de nuestra cama, luego respire profundamente, una vez, y sali corriendo. Fue la ultima vez que te vi, al pasar note que no olias a nada y, cuando llegue abajo, cuando sali, la calle era otra y el cielo habia cambiado, las casas se habian ladeado y los tejados estaban a punto de derrumbarse, los arboles galopaban, los coches eran de otro mundo y las personas, todas las personas, ya no eran humanas. No tenia adonde ir. Me tumbe bajo el edredon y me deje sentir lo que quedaba de ti y de nosotros. Me tumbe bajo nuestro edredon, en la cama que estaba en la calle bajo el cielo devorador y supe, ya, que siempre veria distinto aquel cuarto. La otra habitacion: la ventana esta abierta, la lampara de la mesilla encendida. Llego a casa medio dia antes. Son las doce de la noche. Estas durmiendo en la cama. O te has acostado y te vas a dormir. O estas en el bano cepillandote los dientes. O estas en el salon viendo la tele. O estas sonando. Estas caliente. Tienes un calor. Estas dormido en la cama. Me tumbo a tu lado. 2 La primera vez que te vi, acabe completamente desnuda. Estabamos junto al mar, era verano o finales de primavera. Fue dos anos antes, al final de la tarde, y la luz se alargaba. No recuerdo con quien habia ido, pero en ese momento estaba sola, paseaba por la orilla y habia mas gente, gente comiendo, gente cantando en competicion con las gaviotas, y yo paseaba por la orilla, sintiendo la arena hundirse bajo mis pies, con el sol de frente, diez mil flechas sobre el mar de brillos. Cuando te vi, todo desaparecio. Tu tambien estabas solo. Sentado mas adentro, mas alejado del agua. No vi lo que hacias, no vi si leias o dibujabas o escribias, pero mas tarde me contaste que pensabas, que era eso lo que hacias, que habias ido al mar a filosofar y que entonces llegue yo, y esta fue nuestra historia, el unico comienzo. Te vi y acabe completamente desnuda. Te vi y, que quede claro, yo te vi primero. Estuve un buen rato mirandote. El agua me llegaba a la mitad de las pantorrillas y estaba fria, pero tu dabas la impresion de ser un mundo mas calido. No porque tuvieras una belleza extraterrenal, ni una tranquilidad inquietante, ni un flirteo incomodo, no tenias nada de todo eso. Pero te atrevias a estar presente sin entablar ningun contacto con nadie. Estabas tan solo... y eras lo mas hermoso que habia visto en mi vida. Y cuando me miraste, cuando me viste, debiste de verme negra y sagrada al mismo tiempo, fue como si asumieras y descartaras en una sola y unica mirada. Entre nosotros se extendian todas las personas. Entre nosotros se extendian los gritos, la arena, las piedras y las voces. Y no pense, ni un solo pensamiento me cruzo la mente, no vi todos los ojos que habia ante mi, sencillamente me desvesti. Para ti. Me solte la goma del pelo, me arranque la ropa y me plante frente a ti, frente a ese mundo sin amo que se extendia entre nosotros, y tu te levantaste y viniste hacia mi, habia un aplauso en las olas. Viniste hacia mi y yo estaba de pie en el agua y no desviaste la mirada y no desvie la mirada y eras alto y flaco y yo era baja y estaba desnuda y tenias veinticinco anos y yo veinte y bajaste hasta el agua y pisaste mi ropa y yo permaneci inmovil en la tremula luz. Jamas volveria a ver nada parecido. Levantaste la piedra mas grande que encontraste. Estaba medio hundida en el agua, a mis pies, y debia de pesar como un hombre joven. Pero lograste levantarla y llevartela al pecho, aunque te temblaron los brazos y, al pasar a mi lado, me miraste, hasta muy abajo, y pasaste tan cerca que pude oler tu sal, y supe que procedia de algo limpio. Olias exactamente como debias, llevabas vaqueros y te adentraste en el agua, despacio, con aquella piedra enorme, mientras el agua iba subiendo, mas adentro, mas arriba. No llegaban ruidos de tierra. Habia silencio en las masas. Y cuando el agua te llego a las caderas, te paraste, y con el mar hasta el vientre, me esperaste, y cuando llegue, tenias los brazos rojos. Estabamos de pie en el mar. Estabamos de pie en la luz. Tu eras alto y flaco, yo era baja y estaba desnuda, y arrojaste la piedra mas grande del mundo. Y lo hiciste por mi. Y aunque no llego muy lejos, tampoco se trataba de eso. Despues nos quedamos sentados en la hierba, teniamos frio, no dijimos gran cosa. La basura flotaba en el borde del agua, casi todo el mundo se habia marchado, y entonces me rodeaste con el brazo y dijiste: Soy realista y de ciencias, y lo dijiste con una sonrisa y no tuve nada que replicar a eso. Yo trabajo en una guarderia, dije, y retomamos el silencio. Estabas manipulando un sedal y yo simulaba no fijarme en lo que hacias. En lo grandes que tenias las manos. En lo largas que tenias las pestanas. En como se te abria la boca cada vez que mirabas mar adentro, como si anoraras algo, como si te inventaras algo. Estabamos muy pegados el uno al otro. Tambien la piel tiene un lenguaje. Al montarnos en el ultimo autobus, ya eramos novios. Al bajarnos, me diste el anillo. Ya no hay ni un tu ni un yo, me dijiste, y tuve la certeza de entender a que te referias. Habias trenzado el sedal para formar un circulito que me pusiste en el dedo. El anular izquierdo, vena amoris, llega directamente al corazon, me susurraste. Era un anillo de sedal transparente, firmemente trenzado y de puntas afiladas, y despues de ponermelo, lo ajustaste y le hiciste un nudo. El sedal de pesca es lo mas fuerte que hay, me dijiste, y luego lo cortaste con los dientes. Te metiste mi mano entera en la boca. El sol estaba desapareciendo y la sal ya empezaba a picar sobre la piel. Note enseguida que era un anillo incomodo, un anillo que iba a molestarme, pero tu decias que era fuerte, mas fuerte que el oro, mas fuerte que la sangre, que ya no habia ni un tu ni un yo. Este anillo no se rompera nunca, esas fueron tus palabras y tuviste razon. Asi fue como nos prometimos, con un sedal. Y recuerdo aquel dia. Recuerdo como nos hicimos mayores el uno al otro. Como insistimos en no ser una casualidad. La primera noche. Las primeras palabras que siguieron. Como ya nada parecia casual.

  • Prisionero del agua de Alexis Diaz-pimienta

    https://gigalibros.com/prisionero-del-agua.html

    Cuando se publico por primera vez (Espana, 1998), esta novela cubana gozo de gran acogida entre el publico y la critica. Obtuvo el Premio Alba-Prensa Canaria ese mismo ano. En enero de 1999 la ya desaparecida revista literaria Ajoblanco la selecciono entre uno de los cinco libros “mas buscados” por los espanoles. En diciembre de 1998, en el suplemento El Cultural, del diario ABC de Espana, fue seleccionada como una de las diez mejores operas primas del ano en ese pais.

  • No fue pecado de Vanesa Serna Martinez

    https://gigalibros.com/no-fue-pecado.html

    Lynn no es ni la sombra de lo que solia ser cuando tenia quince anos. Su semblante es frio, duro, y poco cree en las personas, inclusive su padre le ha dicho tener un corazon de piedra, algo que definitivamente la preocupa. No obstante, tiene un motivo para seguir adelante y dar lo mejor de si misma, para demostrar que, a pesar de tener el corazon roto, si es posible volver a creer, a sentir, pero, sobre todo, a amar.Dan es preso de los secretos y negocios familiares. Lo unico que desea es tener una vida normal, una donde pueda liberarse de aquella penumbra que tanto dolor le ha causado, para disfrutar de los placeres ocultos y necesarios que tanto tiempo se privo por culpa del plomo.Estas dos almas cruzan caminos en una fiesta donde la seduccion y atraccion gobierna entre ambos. Sin embargo, tienen miedo de meter la pata y equivocarse como tantas veces lo han hecho, pero eso no sera un obstaculo para que el deseo, la pasion y la necesidad de sentir sus cuerpos unidos cese.Dos desconocidos. Un lugar. Unos besos curativos que sanaran hasta la mas profunda herida.

  • La intimidad publica de Beatriz Sarlo

    https://gigalibros.com/la-intimidad-publica.html

    En La intimidad publica, Beatriz Sarlo analiza, con sagacidad e inteligencia, este nuevo mundo de experiencias que tiene como actores principales a los famosos. Los principales diarios publican en la pagina Web y en papel noticias dedicadas al show; esas efimeras novedades suelen generarse en los programas de la manana o de la media tarde y tambien en algunos "tanques" de la noche como Showmatch. Se amplifican y difunden en las redes sociales, especialmente en las cuentas de sus protagonistas. Es un gran circulo que se retroalimenta y que genera una especie de democracia de los sentimientos.

  • Y lo conoci en… de Lorena Fuentes

    https://gigalibros.com/y-lo-conoci-en-8230.html

    Un Match.Un polvo.Una rubia de ojos verdes que llegara a mi vida para darle un giro de ciento ochenta grados, pero ella y sus amigas me juzgaran por ser el Lobo Feroz, solo que Caperucita viene a que le clave los dientes por voluntad propia.Amor. ?Que es el amor?No se que esperar de mi Rubita, pero todo lo que ella pueda darme, lo tomare. Yo no cai del Cielo, digamos que emergi del Infierno, mis demonios estan cerrados bajo llave, pero ella es capaz de calmarlos.

  • Traicion de sangre de Ariel A. Berretta

    https://gigalibros.com/traicion-de-sangre.html

    Los Cantu-Fernandez son una respetada y modelica familia de Santiago que ha hecho fortuna empezando desde abajo. Pero en una sociedad zarandeada por la violencia de las mafias en connivencia con los poderes del Estado, su prosperidad no pasa desapercibida. Ni siquiera para las ambiciones espurias de los de su propia sangre.
    Basada en hechos reales, esta novela de ritmo trepidante refleja con crudeza el oscuro mundo de la delincuencia organizada, y la codicia que anida, como contravalor, en una sociedad que ha sido corrompida hasta la medula por su clase dirigente.

  • ME HACE BIEN AMARTE de E. Manzanares

    https://gigalibros.com/me-hace-bien-amarte.html

    Son las ocho de la noche y voy directamente al despacho del presidente de la compania donde trabajo. Si mi amiga Ana se entera hacia donde voy le daria un ataque de nervios y me reniria, me diria que soy muy impulsiva, solo que no puedo seguir viendo que mi amiga no hable del acoso al que la tiene sometida su jefe de area por el miedo de no poder sacar adelante a su familia, si la despiden del trabajo y el cual acaba de perder porque el idiota de su jefe inmediato se lo quito porque no cayo en sus insinuaciones. Llego a la oficina veo que sigue la secretaria en su mesa, tan amable que es ella… !Es un limon agrio esta mujer! Al verme me pregunta con ese tono de reina en su trono. -Buenas noches… ?Que se le ofrece? – me mira de arriba abajo. Si no fuera porque necesito una entrevista con su jefe, le digo unas cuantas por ser tan prepotente. -Buenas noches, necesito ver al senor Kozlov - termino de decirlo y veo que abre mucho los ojos y una sonrisa burlona se pinta en esos labios tan delgados y duros que tiene esta mujer. – ?Tiene cita? – me dice bajando la vista a su libreta. -Bien sabes que no tengo ninguna cita, es algo importante lo que necesito hablar con el senor Kozlov. -Si no tienes cita, no puedo hacer nada lo siento. - sonrie burlonamente. Esa risa burlona en sus duros labios que ganas de borrarsela con un bofeton, me reprendo por ser tan salvaje antes de decirle: – Que cansado debe ser soportarte a ti misma diariamente. - le digo al ver que no hara el esfuerzo de ayudarme a hablar con su jefe. Es tan cuadrada que no la soporto ni tampoco ella me soporta a mi. Cada vez que baja a comer a la cafeteria nos deja con un agobio por creerse el centro del mundo. Anoto mentalmente que la proxima vez que vaya le pondre sal en vez de azucar al cafe que siempre pide. No tengo idea del porque nos caemos tan mal, pero de soportarnos nada. Siempre que nos topamos no tiramos muy mala leche una a la otra. – ?Que has dicho? – casi pierde la postura. – Lo que escuchaste Pilar, ni mas ni menos... No te cansas de ser tan insoportable. No digo mas y me siento en un sofa de la sala donde voy a esperar mi oportunidad para hablar con el senor Kozlov. Antes de decidirme a venir pregunte por el jefe mayor y me dieron buenas referencias, por eso me atrevi a venir. Al ver que me siento y abre la boca para decirme algo y no le da tiempo. Porque en ese preciso momento se abre la puerta del despacho y sale por la puerta el hombre mas atractivo que he visto en mi vida. Tiene un aura de poder y belleza que no parece de este mundo, estoy segura que asi de bellos son los angeles caidos. Se me seca la boca es muy alto y yo que siempre he pensado que no soy de estatura media, en este momento reconozco que si lo soy. Si me pusiera a su lado le llagaria por debajo del nudo de la corbata, todo en el es sensualidad, elegancia y clase. Es muy guapo y tiene un rostro muy varonil, usa una barba incipiente esas que ahora se dejan por moda, no creo que se le olvidara afeitarse este dia, pero sea por olvido o moda le queda increible. Es de cabello rubio oscuro y piel blanca pero no de esos que parecen muertos vivientes por lo palido que estan, el traje que viste es en color gris debe ser hecho a medida porque le queda perfecto sobre su cuerpo. Si vestido da mucho en que pensar, no quisiera saber cuales serian mis pensamientos, si lo viera sin nada de ropa. Mas bien si quisiera saberlo, no me hare la mojigata. !Tengo que parar de estar divagando! He tomado muy mal momento para volver a salir en circulacion, mejor calmo mi mente alborotada y me centro en el motivo por el que he venido a su oficina. Veo que habla con la odiosa de su secretaria y al termina su asunto con la amargada de Pilar y voltea hacia donde estoy. Tiene unos ojos grises que son como un cielo nublado en invierno y los clava en los mios, me pongo muy nerviosa. Siento recorrerme una sensacion muy agradable, es como si mil mariposas caminaran por todo mi cuerpo. Al mirar sus ojos siento como si solo el y yo existieramos, quiero apartar mis ojos de los suyos y no logro desviar la mirada, me atrae como un iman. Y sin imaginarlo ninguno de los dos, nuestras almas conectaron y dos corazones que sin conocerse han empezado a latir al mismo ritmo. Me ha dejado clavada en medio de la sala de recepcion y sin saber si debo salir corriendo de aqui o pedirle disculpas por invadir su reino. Es tan fuerte lo que me esta haciendo sentir, mi corazon late desbocado como si hubiera corrido cien kilometros sin parar, me confunde completamente y por un momento olvido el motivo que me trajo a su oficina. Se ve tan serio y su mirada es de hielo y ahora entiendo porque Pilar es una insufrible, no debe de ser facil trabajar en este congelador y no es el ambiente el que este frio, es la actitud de estos dos. Trato de reponerme es la oportunidad que estoy buscando, el impacto de conocerlo a dado una sacudida a mi deprimido mundo. En verdad es un galan como los que leo en mis novelas preferidas. Antes de poder abrir la boca y que salga algun sonido veo que esta esperando que yo diga algo, es tanto el impacto de tener un hombre asi delante de mi. Que no puedo mas que darme un bofeton en mi imaginacion para reaccionar. -Buenas noches senor Kozlov… Estoy pidiendo una cita para hablar con usted de algo muy importante. – ?Muy importante? - me dice con una voz tan impersonal y fria. Y aun asi hace que mis huesos se derritan por dentro que hasta temo que me escurra por el suelo como agua. Que impacto conocer al jefe con razon nunca se da conocer por el comedor que es donde yo trabajo, sabe que al poner un pie en la cafeteria se lo comen vivo y sin sal. Me rio mentalmente de mi pensamiento y me recuerdo que tengo que aprovechar esta oportunidad y me empujo a seguir hablado. – Se que debo pedir una cita antes de venir, pero no creo que sirva de mucho que me den una cita para el proximo mes y asi poder hablar con usted. Voltea a mirar a su secretaria que esta con una cara de perro que no puede con ella y en mi mente estoy pidiendo que alguien me ayude de alla arriba para que me reciba y pueda hablar del problema de Ana. -Pilar puedes irte… Atendere a la senorita despues de que termine la conferencia, no es necesario que te quedes, nos vemos manana. Con ese cabello tan estirado y su vestimenta tan formal y sin decir nada de su semblante tan severo Pilar da miedo, hasta puede que sienta un poco de pena por ella. Se ve tan amargada la pobre. -Nos vemos manana senor Kozlov, encima de su escritorio deje los papeles que me pidio. – Hasta manana – le dice y antes de voltear hacia donde estoy. – Cuando termine la reunion, me podra decir el asunto tan importante que la trajo a mi oficina senorita... – espera para que le de mi nombre. – Barrat ... Amelia Barrat. – me mira con esos ojos grises hermosos. – La llamo cuando termine la conferencia. – se da la vuelta y entra a su oficina. No puedo dejar de notar ese cuerpo de hom

  • Me vuelves loco de Isabel Keats

    https://gigalibros.com/me-vuelves-loco.html

    Ali es dona manias: el panuelo de pensar, los desayunos hiperproteicos, la obsesion por la limpieza y el running al amanecer. Debajo de su excentrico comportamiento y su cuerpo de supermodelo, solo hay una chica que busca desesperadamente ordenar sus sentimientos. No es feliz (todavia).

  • El diamante negro de Andrea Kane

    https://gigalibros.com/el-diamante-negro.html

    Aurora Huntley cree haber encontrado la forma de evitar el matrimonio forzoso al que la quiere condenar su hermano Slade, conde de Huntley. En una taberna, un extrano accede a montar una escena que arruine su reputacion. Pero todo se escapa de control cuando ella descubre que el extrano es Julian Bencroft, duque de Morland, miembro de una familia en eterna disputa con los Huntley.

  • Veronica: “La leyenda… Cobra vida” (Biblioteca del terror 1), John Wolf de John Wolf

    https://gigalibros.com/veronica-8220-la-leyenda-8230-cobra-vida-8221-biblioteca-del-terror-1-john-wolf.html

  • Poseida 3, Lisa Swann de Lisa Swann

    https://gigalibros.com/poseida-3-lisa-swann.html

    Una increible sorpresa le espera a Liz: !Sasha la invita a Hong Kong para trabajar en un caso de varios millones de dolares! ?Sabra estar a la altura del desafio que le propone su querido y tierno millonario? Entre su amor inquebrantable por el y las discusiones que no parecen terminar nunca, Liz comienza a vislumbrar las grietas del alma que torturan a su bello amante.

  • El cementerio de la vida de Juan Pablo Pascual Casanova

    https://gigalibros.com/el-cementerio-de-la-vida.html

    Samuel puede parecer que lo tenga todo, dinero, un buen trabajo y una familia que lo quiere. A pesar de todo, una sensacion de vacio permanente convive con el a diario.Un dia, huyendo de esa sensacion, camina sin rumbo hasta que sus pasos lo llevan al cementerio de su ciudad. Alli conoce a una enigmatica joven que le propone un trato. El debe decirles a todos lo que realmente piensa y al cabo de cinco dias ella le dira el verdadero sentido de la vida.

  • El asunto Danvers de Elsa Tablac

    https://gigalibros.com/el-asunto-danvers.html

    Mientras contemplaba el tibio anochecer sobre la City de Londres desde el piso veintiseis de la Torre NatWest, Julian Danvers noto una presencia a su espalda. No le hizo falta contemplar el reflejo en la ventana para saber que se trataba de Susan Laymon, su eficaz secretaria. Parpadeo antes de dar la espalda a la ventana, regresando bruscamente a la realidad. ?Cuantos minutos llevaba ensimismado, contemplando el ajetreo de la ciudad desde el pasillo acristalado? --Julian, son casi las nueve de la noche. Creo que me marcho ya…Si no necesitas nada mas, quiero decir --dijo Susan, con la voz algo entrecortada, fruto de un reciente catarro. Contemplo su maquillaje y su cabello rubio ceniza recogido en lo alto de la coronilla, impecables desde las nueve de la manana. --Por supuesto, Susan. Siento mucho que el dia se haya alargado. ?Sabes si ya esta aqui mi cena? La secretaria lo observo atonita. Hacia un buen rato que habia llegado la comida, encargada a traves de una app a Solomon's, uno de los restaurantes favoritos de Julian. Echo un vistazo a su mesa. Ni siquiera se habia molestado en sacarla de la bolsa de papel. O tal vez no la habia oido cuando le aviso de que la cena ya estaba sobre la mesa de su despacho. Julian contemplo el minimo gesto de decepcion en su boca y el sutil juego de miradas. Entendio a la velocidad de la luz todo lo que estaba pasando por la mente de su secretaria. No le gustaba nada que se quedase en las oficinas de Danvers Holdings hasta tan tarde, pero llevaba un par de dias consumido por todo aquel asunto del problematico informe para McKinney. Y, en un plano mas personal, por la imperiosa necesidad de deshacer de una vez por todas su compromiso con Athena Richardson, su prometida. No podia alargarlo ni un dia mas. La fecha de aquella boda que nunca tendria lugar se acercaba peligrosamente. La secretaria, ya con el bolso sobre el hombro y el abrigo en la mano, se encamino de nuevo hacia su mesa, dispuesta a organizar su cena, pero Julian se adelanto rapidamente. --No, no te preocupes, Susan. Marchate ya a casa. Yo mismo me ocupo de calentarlo todo en el microondas, faltaria mas. Ya te he entretenido demasiado por hoy --le dijo, acompanando la orden con una de las sonrisas a las que recurria para salirse siempre con la suya. Ella torcio el gesto en senal de agradecimiento, pero el cansancio era mas que obvio en cada uno de sus movimientos. En su meteorico ascenso como consultor economico siempre habia sentido debilidad por las secretarias mayores y experimentadas. Sonrio mientras la veia abandonar la oficina, apagando las luces a su paso y dejandolo en una incierta penumbra. Hacia unos anos que Susan habia pasado la cincuentena. Tecnicamente podria ser su madre --el estaba a punto de cumplir treinta y tres-- y sin embargo, despues de tres anos a su lado, seguia encontrandola atractiva. Pero nunca cruzaria ese limite con ella, a pesar de que a veces su intuicion le decia que ella lo miraba de una forma demasiado intensa. Julian metio los recipientes de carton de Solomon's en el microondas y espero a que su cena estuviese de nuevo caliente. Se rio de su ocurrencia con respecto a Susan. Jamas se le habria pasado por la cabeza tener un lio con una de sus maternales secretarias. Para regocijo de su prometida, Athena, siempre habia preferido trabajar con mujeres mucho mayores que el. Su primera asistente, Rachel, apenas se habia quedado a su lado seis o siete meses. En cambio con Susan, o con su antecesora, la nordica Kristiane --ya jubilada-- no tendria esos problemas. No sentian ese hambre por escalar profesionalmente, esa voracidad profesional que las obligaba a saltar de un empleo a otro. En su caso, necesitaba a alguien a quien pudiese confiar practicamente todas sus intimidades. Athena. Suspiro, y de repente el dolor de cabeza que habia estado atenazandolo durante toda la tarde se manifesto en forma de severo pinchazo en su sien derecha. Supuestamente todo estaba casi a punto para la boda, pero las cosas habian ido demasiado de prisa entre ellos y ahora sentia la imperiosa necesidad de echar el freno. Se sentia un cerdo por ello, y a cada dia que pasaba esa sensacion iba en aumento. No solo por el hecho de abandonarla casi a las puertas del altar, sino porque era del todo consciente de que estaba retrasandolo. La decision estaba practicamente tomada desde hacia un mes, y aun no habia reunido el valor necesario para decirselo. Para decirle que lo suyo no tenia futuro. Que no estaba preparado para el matrimonio. Aun no. Que sentia que se habian apresurado demasiado, porque apenas hacia dos anos que se conocian, y uno que habian empezado a salir formalmente. Que lo de casarse habia salido de su boca en un euforico momento durante sus ultimas vacaciones en Ibiza, bajo los efectos del alcohol. Cualquier excusa serviria. O todas a la vez. Cualquier excusa, excepto la real: que no estaba enamorado de ella. Que no la queria como ella a el. Y que en los ultimos meses habia algo de su comportamiento que no le encajaba. Obviamente, eso era lo unico que era incapaz de confesar. El "ding" del microondas lo expulso de su ensonacion. Saco los dos recipientes de carton del microondas y se dirigio de nuevo a su mesa. Realmente no sabia por que no se habia marchado a su recien estrenado apartamento en Newington, o incluso a cenar en Solomon's, en lugar de dar cuenta de aquella triste cena en una oficina gelida y fantasmal. Pero, en el fondo, sabia muy bien el motivo: era miercoles, y los miercoles Athena acudia a su apartamento para pasar la noche con el. En realidad, seria el momento perfecto para enviar la cena directamente a casa, sentarse a tener esa conversacion serena y romper con ella, pero se autoconvencio con una burda excusa: habia tenido un dia duro en la oficina. Necesitaba una copa antes de regresar a casa. O mas bien, tenia que trabajar un rato mas en el informe McKinney antes de permitirse el lujo de dormir. Noto como se le cerraba el estomago. Alli estaba Julian Danvers, inmovil, en su enorme mesa de cristal sin saber muy bien que hacer. Finalmente, agito el raton y activo la pantalla de su gigantesco ordenador Mac. Busco la aplicacion de Facetime y llamo a Athena. Su novia contesto enseguida, como siempre. Alli estaba, esperandolo en su apartamento, cada vez mas integrada en su papel de ama de casa del siglo veintiuno. Se aseguro de que la camara del ordenador recogiera sin posibilidad de duda el lugar en el que se encontraba, su oficina en la torre NatWest. Ella arrugo la nariz al verlo rodeado de comida y de papeles. --Ya... ya se lo que me vas a decir... --Lo siento mucho, carino. Aun me queda un buen rato en la oficina. McKinney me matara si no tiene sus previsiones para el proximo ano al final de esta semana. --?No te espero despierta, entonces? --Es mejor que descanses... Intentare no hacer ruido cuando llegue. Athena esbozo una triste sonrisa. --Mas bien me gustaria todo lo contrario. Que me despertases cuando llegues. Sabia muy bien por que Athena lo decia. Ya eran tres miercoles seguidos los que habia llegado tarde a casa por "quedarse trabajando hasta bien entrada la noche". Y se habia dormido en el enorme sofa del salon, con la excusa de no despertarla. Pero Athena no era idiota. A veces, si veia que podia salir beneficiada, se hacia la tonta, pero no lo era en absoluto. Sabia que algun tipo de conversacion seria se cernia sobre ellos. De hecho, hacia dias que no le consultaba nada respecto a los preparativos de la boda. Ella tambien esquivaba el tema, intentando ganar tiempo. Julian suspiro. La cena, o lo que quedaba de ella, se estaba enfriando de nuevo. La cuestion era que ya no tenia hambre. Insistio, y con ello zanjo la conversacion: --Intentare no despertarte cuando llegue a casa. Buenas noches, Athena. No espero a que ella contestara. Cerro la aplicacion y su despacho quedo de nuevo en la penumbra, tan solo iluminado por la carisima lampara de Tom Dixon que tenia junto al ordenador, la unica pieza de diseno que albergaba la majestuosa oficina acristalada con vistas al Tamesis. No podia dejar pasar ni un dia mas. Manana desayunaria con su prometida y le diria lo que probablemente ya sospechaba: que la boda quedaba cancelada. Julian revolvio con cierta desgana los deliciosos tallarines Parsley de Solomon's, uno de sus platos favoritos. El mismo que aquella noche era incapaz de terminarse. Lo del informe para McKinney era totalmente cierto, y a pesar de que durante el fin de semana pasado habia avanzado bastante, sabia muy bien que "Kinney", como ya se permitia llamar a uno de sus mejores clientes, ni siquiera recordaba la fecha que habian fijado. Si lo llamaba el lunes siguiente para decirle que tenia los datos listos para sus proximas inversiones le contestaria balbuceante que OK; que todo bien, que se lo enviase con un mensajero y que ya le echaria un vistazo. Kinney tenia un problema evidente con el alcohol, y eso, por increible que parezca, tiene sus ventajas a la hora de estirar las fechas de entrega.

  • Planes de Boda de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/planes-de-boda.html

    Emma Emerson despues de salir a toda prisa de su pueblo natal en Texas, tiene que lidiar con su nuevo jefe. Malhumorado y sin sentido del humor, Kaine la vuelve loca. Literalmente. Asi que decide con su futura suegra que tiene que casarse con el.

  • Mariposas en tu estomago 08 de Natalie Convers

    https://gigalibros.com/mariposas-en-tu-estomago-08.html

    <<... de pronto un conejo blanco con grandes ojos rosados se cruzo ante ella. En realidad no habia nada de extrano en ello y Alicia no se sorprendio ni siquiera cuando le oyo decir: !Ay, Dios mio, que tarde se me esta haciendo! Y aunque mas tarde, al recordarlo, le choco que no le hubiera sorprendido, lo cierto es que en aquel momento le parecio de lo mas natural. Y fue entonces cuando el conejo saco un reloj de bolsillo de su chaleco para consultar la hora, antes de echar a correr de nuevo, y solo entonces se dio cuenta la nina de que nunca en su vida habia visto un conejo con chaleco ni, mucho menos, con reloj de bolsillo. Alicia se levanto de un brinco y, muerta de la curiosidad, corrio por la pradera hacia el lugar donde se encontraba el conejo, y llego justo a tiempo de verle desaparecer por una gran madriguera que se abria al pie de un seto. Y no tardo Alicia en seguirle...>> Alicia en el Pais de las Maravillas. LEWIS CARROLL Cuarenta y cinco minutos antes... Hay alguien parado frente al estudio de Alex. Su pose relajada, aunque firme en los puntos precisos del cuerpo, parece indicar un fuerte dominio de si mismo y del mundo que lo rodea, una actitud de la que solo pueden presumir los senores de la alta aristocracia del siglo XVIII en las novelas romanticas. Pero no es solo eso lo que me lleva a no delatar mi presencia todavia, no... Su vestimenta impecable e incluso un poco excentrica posee un aire como de dandi ingles moderno de quien busca la sofisticacion hasta el extremo de destacar. Todo esto y lo anterior hace que opte por ser precavida. Continuo mi escrutinio y observo sus hombros, que no dejan de resultar masculinos, a pesar de no ser muy amplios. Una linea ancha y en diagonal de color granate recorre la camisa azul claro en la parte superior de su espalda, como un tajo hecho en la piel, hasta donde llega peinado en una coleta su lustroso cabello, tan oscuro como las alas de un cuervo. Un escalofrio viaja por mi espina dorsal. Trago saliva. Ajeno a mi examen, el hombre se mantiene con una expresion neutra mientras se apoya en lo que al principio me parece un baston, pero que al entrecerrar los ojos comprendo que es, en realidad, un paraguas de color cafe. Su extravagante comportamiento y la postura que adopta le confieren un aura de misterio y peligro que me produce una oleada de desconfianza. De repente, el hombre alza la vista al cielo; la mano libre le hace las veces de visera sobre los ojos, a pesar de que el sol esta cubierto. Hipnotizada por ese gesto que parece tan natural, sigo su mirada. El techo terraqueo parece casi euforico con sus irregulares jirones de nubes cada vez mas oscuros en movimiento, como si danzaran algun tipo de baile exotico y secreto que nadie mas, excepto sus grises nubarrones, igual que amantes, puede ejecutar. El corazon me palpita mas fuerte ante la expectativa de que pronto caera una encomiable tormenta, y no puedo evitar contagiarme de ese despliegue de animosidad, porque a pesar de que los dias de lluvia no siempre han gozado de buena reputacion entre la gente de la ciudad, para mi hay una pequena metafora en las tormentas. Son senal de que algo importante va a ocurrir en cualquier momento, pero tambien de que algo esta a punto de acabar. De forma inesperada, el hombre se vuelve, aun con la cabeza inclinada, de modo que no me ve. No obstante, me sobresalto un poco al reconocer su nariz aguilena, la cual podria hacerle pasar casi por el mismisimo Adrien Brody de ser unos centimetros mas alto... --!Cara de rata! --digo en voz alta de manera descuidada. No me quedo para comprobar si me ha oido. De inmediato me llevo las manos a la boca, me muerdo con los incisivos superiores el labio inferior como si no fuera suficiente y salgo corriendo avergonzada hasta refugiarme detras de dos contenedores de basura cercanos. Una vez que me he dejado caer poco a poco y sin hacer ruido sobre uno de los lados del segundo contenedor, los ojos se me cierran y trato de captar el sonido de pasos, de respiracion; en resumen, de cualquier cosa que pueda delatar que el me ha seguido. Pero los segundos transcurren mientras siento cada latido de mi corazon, que bombea sangre con fuerza por mis munecas, por mi pecho e incluso por mi boca, y nada sucede. Hago acopio de una valentia que no siento, inclino la cabeza hacia el lado derecho y me obligo a echar un vistazo. Hugh, el antiguo galerista de Alex, continua alli plantado frente al estudio. Un repentino sudor frio hace que me hormiguee la piel en la nuca. Ha faltado poco... Suspiro de alivio, aunque no demasiado fuerte. Por algun motivo, mi instinto me dice que el me reconocera si me ve, porque no fui precisamente un alarde de elegancia y decoro la primera vez que nos cruzamos en Londres durante la exposicion de Alex. Con solo recordarlo, noto calor en las mejillas. Por suerte, esta misma manana Alex ha salido temprano de mi casa y, en lugar de dirigirse al estudio como de costumbre, ha ido directo a reunirse con su madre con la promesa de que intentaria por fin hablar sin mas mentiras con ella. Esbozo una sonrisa sarcastica al recordar nuestra ultima conversacion. --!Eh, mi musa! Si mi madre te ve, enloquecera antes de que yo pueda decir la primera palabra. Solo seras una distraccion --me explico Alex en tono condescendiente, y luego se acerco para acariciarme la cabeza dado que yo no respondia, pero me aparte: no estaba de humor para ser lisonjeada como un gato ni para corresponderle. Aquellas palabras con las que Alex habia puesto fin a nuestra discusion me dolieron, y provocaron un extrano y frio distanciamiento entre los dos que aun no puedo quitarme de la cabeza. Y si bien accedi a no acompanarlo, todavia me preocupa el modo como Alex pueda manejar la situacion. Con su caracter a veces ironico, en otras ocasiones apasionado, pero tambien obstinado y versatil, imagino que puede estar ocurriendo en estos momentos cualquier cosa. No obstante, una parte de mi, resentida por todos los rechazos de la madre de Alex, se retuerce de jubilo. Por una vez dejo que todas mis emociones se liberen y me atrevo a pensar que quiza ella se lo merezca. De repente, un ruido peculiar, del tipo que produce una puerta oxidada al abrirse, me devuelve a la realidad.

  • Correspondencia a una dama de Blanca Santoro

    https://gigalibros.com/correspondencia-a-una-dama.html

    Esta novela nacio de un reto particular. Hace unos meses me propuse escribir una carta romantica y colgarla en mi perfil de Instagram. Soy una autentica enamorada de las epistolas y queria darme el placer de escribir una. Lo que no sospechaba era que acabaria por engendrar 64 cartas de amor. Si, toda una correspondencia que, como puedes suponer, iba a convertir mi muro de Instagram en algo totalmente diferente a lo que es: un espacio intimo donde suelo hablar de literatura. Asi que decidi reunir esas epistolas en un pequeno libro y lanzarlo al mundo para que todos los romanticos pudieran deleitarse de su lectura; tanto, espero, como yo disfrute al crearlo. Y es que el amor tiene mil caras y no todas las personas lo sentimos de igual manera ni lo expresamos del mismo modo. Todos somos unicos y, como tal, esta historia de amor tambien lo es.