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  • Mentiras Peligrosas, de Becca Fitzpatrick – Reseña

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  • Mentiras peligrosas - Libro de Becca Fitzpatrick - Lecturalia

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  • MENTIRAS PELIGROSAS - BECCA FITZPATRICK - Agapea

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  • La ultima secuencia de Enrique Vasalo

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    La libertad es nuestro bien mas preciado, pero no eres consciente de ello hasta que intentan arrebatartela. Corri todo lo que pude hasta la siguiente bocacalle. Torci a la izquierda y segui corriendo. Mire hacia atras. No se veia a nadie. Aposte por la derecha en la siguiente manzana. Entre en un hipermercado y, durante casi una hora, estuve recorriendo las estanterias del fondo simulando que hacia la compra. Finalmente, y como tenia algo de dinero en el bolsillo, compre una gorra, unas gafas de sol y una camiseta tecnica de esas que usan los deportistas. La unica de mi talla era naranja; el color no podia ser mas llamativo. Camine por las aceras mas transitadas intentando pasar desapercibido hasta la primera cabina telefonica que encontre. No sabia que hacer. ?Llamo o no llamo? Solo habia pasado una hora desde mi huida. ?Les habria dado tiempo a pinchar el telefono? Decidi no arriesgarme y segui caminando. Al doblar la siguiente esquina, me tope con dos policias que se dedicaban a observar a todo el que pasaba por la acera. Me hundi la gorra lo que pude e intente parecer tranquilo. Note, con el rabillo del ojo, como me clavaban la mirada al pasar por su lado. No los habia dejado atras ni dos metros cuando les oi decir: --!Eh!, usted. Espere un momento. Me pare en seco. Mis piernas se volvieron flacidas y mi corazon parecia que iba a saltar del pecho. Me gire hacia los agentes tratando de esbozar una media sonrisa. Pero no me miraban a mi, sino a un hombre trajeado que estaba a mi lado y caminaba en mi misma direccion. --Senor, su cartera esta a punto de caerle del bolsillo. El tipo se metio la cartera hacia adentro y les dio las gracias. --No hay de que. Buenos dias, caballero. Segui recorriendo las calles sin pararme demasiado para no llamar la atencion. Todavia no podia creerlo. Hace unos dias estaba tocando fondo, derrotado sobre la maquina de escribir. Tan solo era un escritor fracasado mas al que nadie conocia. Y ahora mi foto salia en todos los noticiarios como la del hombre mas buscado. El enemigo publico numero uno. ?Que como pudo sucederme esto? Os lo contare empezando por el principio. 1. Sin inspiracion Despues de haber permanecido una media hora frente al folio en blanco, me levante del escritorio y empece a pasear por la habitacion. Luego recorri todos los cuartos y pasillos de la casa, desde la planta baja a la de arriba. Me recoste unos minutos en el sofa. Me lave la cara. Incluso subi a la terraza y me tumbe mirando al cielo. Pero nada. Por mucho que rebusque entre aquellas hermosas nubes esponjosas, que banadas por el sol parecian helados de vainilla, de alli tampoco se escurrio ni una gota de inspiracion. Empece a teclear en mi vieja Olivetti sin mas. Escribia todo aquello que me pasaba por la cabeza, por banal o absurdo que resultase. Sin importarme que las palabras no guardasen relacion entre ellas. No tarde en llenar algo mas de media hoja. Pare de escribir y empece a leer aquel galimatias. Tenia la esperanza de que alguna palabra, frase o secuencia resultase ser el germen de una gran historia: la chispa que diese la vida al monstruo, pero no, no hubo suerte. Arranque el folio de la maquina. Lo estruje hasta convertirlo en una bola y lo lance a la papelera. Choco contra la montana de los anteriores abortos que sobresalian en el cementerio de ideas y se estrello contra el suelo, pasando a engrosar el numero de planetas que gravitaban alrededor del agujero negro que se habia formado por culpa de mi vacio interior. Dios, me estaba volviendo loco. Estaba forzando el acto creativo. Pero es que no queria afrontar el hecho de que estaba seco, falto de ideas y de motivacion. Y lo que es peor, me estaba autodestruyendo. Tal vez la vela de mi creatividad se habia consumido ya. Debia de ser una vela corta. Hace dos anos vendi un guion, el primero que escribi, a una productora cinematografica. Aunque no me pagaron mucho por el, interprete el hecho como una senal: el principio de mi gran carrera como escritor. Abandone mi empleo (profesor en un instituto de secundaria) y me centre en la escritura. Desde entonces habia engendrado cinco guiones mas pero no habia conseguido venderlos, aunque todavia no habia perdido la esperanza y seguia probando suerte enviandolos a productoras cinematograficas. El dinero ganado con mi primer guion mas los ahorros de mi epoca de profesor habian estado financiando mi aventura como escritor, pero ese pozo estaba a punto de secarse. Pronto tendria que empezar a buscarme un empleo. Entretanto mis pensamientos seguian torturandome: tal vez me habia equivocado y ser escritor no era lo mio; yo no era capaz de tan dificil empresa; ?Quien me habia creido que era? Por lo visto en mi primer guion debia de haberme acompanado la suerte del principiante. Acto seguido, la borrachera de aquel primer "exito" alimento mi vanidad y en menos que canta un gallo mis pies dejaron de tocar el suelo. Me lo crei. Y mira como habia acabado. Espachurrado contra el suelo despues de haber caido desde las grandes alturas de mi ego. No se al resto de escritores, pero a mi no me basta escribir para crear buenas obras. Necesito creer en la historia. Tiene que cautivarme y llenarme por completo. En el mundo solo puede haber dos cosas: la historia y yo. El problema era que eso solo me habia ocurrido una vez: cuando escribi mi primer guion. ?Y que habia hecho desde entonces? Convertir mi maquina de escribir en una maquina de hacer churros que fabricaba historias en serie y sin alma. No sabia si volveria a encontrar una historia que me enamorara, ni tampoco una mujer. Escuche como el cartero deslizaba el correo por debajo de la puerta. Mientras me acercaba a recogerlo, pude reconocer dos de los tres sobres que habia en el suelo: el de la compania telefonica y el de la compania hidroelectrica. Pequenos pagos que empezaban a agobiarme al recordarme el poco dinero que me quedaba y que pronto se convertirian en un serio problema. El tercer sobre, debajo de los otros, apenas se veia. Le di la vuelta para ver quien era el remitente: "PRODUCCIONES CINEMATOGRAFICAS DELTA. Asunto: guion Un golpe maestro". No pude evitar empezar a sentirme nervioso y excitado. Hace unos meses telefonee a la productora DELTA para ofrecerles mi ultimo guion. Me dijeron que se lo enviara y que ya me contestarian cuando pudiesen para decirme si les interesaba comprarlo. Habian pasado mas de cuatro meses desde que les mande la copia y, ahora, por fin, iba a saber si lo querian o no. Un golpe maestro narra, en clave tragicomica, como un grupo de parados, angustiados por su situacion economica, se meten a ladrones profesionales y planean el atraco a un banco. Llegue a la conclusion, teniendo en cuenta la de pelis que hay sobre robos a bancos, de que era un genero por siempre demandado y que podria venderse con relativa facilidad. Me esmere al maximo en todos los aspectos: creando unos personajes principales creibles y bien motivados; disenando un golpe ingenioso que exigiera minuciosidad (ahi estaba la comedia, concretamente en la parte en la que se dedicaban a ensayar y cronometrar el plan: solian cometer numerosos errores que movian a la risa, o al menos esa era la intencion); y creando una tension creciente durante todo el tiempo que duraba el atraco. Esto era la capa superficial de la historia que, de alguna manera, apelaba al inconsciente de muchos espectadores, los cuales podrian admirar a unos personajes que, al contrario que ellos, si se atrevian a desatar sus instintos mas reprimidos. Con un arma en la mano y descerrajando tiros contra la autoridad, el cine ayudaba a proyectar una fantasia reprimida: la rebelion contra el sistema y el triunfo de la libertad individual. Pero, en esencia, no aspiraba a ser una pelicula freudiana, ni tampoco revolucionaria. Nada de eso. Solo pretendia denunciar las injusticias sociales. Esa era mi principal intencion. Denunciar los comportamientos aberrantes que genera el sistema. Abri el sobre despacio. Cargado con el mismo temor con que me habia enfrentado a las anteriores contestaciones de otras productoras, todas negativas. No pude evitar pensar que el hecho de haber recibido la carta disminuia las posibilidades de que el guion hubiese gustado: ?Por que iba un productor interesado a enviar una carta pudiendo llamar por telefono? ?Iba a perder el tiempo esperando varios dias a que una carta llegase a su destinatario? ?Para que? ?Para dar tiempo a que la competencia se le adelantase? Pero contra este pesimista razonamiento, luchaban las pocas esperanzas que aun albergaba en mi interior: tal vez el guion le habia encantado al productor, pero habia optado por enviar la carta para no parecer demasiado interesado. (Una estrategia para conseguir negociar el precio a la baja. Posiblemente el viejo zorro estaria frotandose las manos mientras se fumaba un puro habano y esperaba a que yo picara.) Con el pulgar y el indice, fui sacando la carta del sobre muy lentamente, como uno de esos jugadores de poquer que acostumbra a descubrir la suerte de su juego con lentitud. Estimado Sr. Bonet: Hemos leido detenidamente su guion. Nos ha parecido muy interesante. No obstante, no encaja con el tipo de peliculas que estamos produciendo en estos momentos. Le animamos a que en el futuro vuelva a remitirnos nuevas propuestas. Atentamente, PRODUCCIONES DELTA Puta mierda. Otro punetazo mas directo al estomago. Todo mi planteamiento de vida de los ultimos dos anos volvio a tambalearse. Estaba a punto de desmoronarse por completo. Y la verdad es que ya no me importaba, estaba cansado. Necesitaba un cambio. Airear mi vida. Me mire en el espejo del recibidor. Por un instante tuve la sensacion de que no conocia al que estaba enfrente. ?Quien era aquel tipo de casi cuarenta anos con algunas canas? Alguien que me taladraba con la mirada, alguien que habia dado conmigo despues de haberme buscado durante mucho tiempo y que ahora me pedia cuentas: ?Donde has estado todo este tiempo? ?Que has estado haciendo? ?A que has estado jugando? Note como una oleada de realidad barria toda la parafernalia que rodeaba mi vida y las armaduras de proteccion se desensamblaban y caian al suelo hechas anicos. Mira donde estas, inutil. Acabas de desperdiciar dos anos de tu vida. No tienes un duro. No tienes chica. Ni sexo: no habia tenido sexo con una mujer desde hacia mas de siete meses; cuando Susi, mi ultima amiga, decidio dejar de visitar mi alcoba los domingos por la noche harta de una relacion que no iba a ninguna parte, me dijo. Nada nuevo bajo el sol. Lo mismo dijeron las anteriores. A pesar de que nunca prometi nada, no pude evitar sentirme culpable. El ring del telefono me sobresalto. Tire del cable hasta hacer salir el aparato de entre un barullo de papeles. --Diga. --?Alberto? --Si, soy yo. ?Quien es? --pregunte. --Soy Javier. ?Como estas? Tarde unos instantes, pero reconoci la voz. --Ah. Hombre. Cuanto tiempo --dije con tono de feliz reencuentro (Javier era un amiguete de mi juventud al que hacia tiempo que no veia)--. ?Como va…? --Escucha. No me queda mucha bateria. Voy al grano. --Ok. Dime. --Estoy remodelando un viejo caseron en el campo (Javier trabajaba como aparejador en la constructora de su familia) y ayer encontre algo en el sotano de lo mas insolito. --?Ah si? ?Que es? --Material cinematografico antiguo. No se que es exactamente pero enseguida pense en ti. Di la orden de que nadie tocase nada hasta que hablase contigo. Quiza sea valioso, pense. --Puede ser --dije ocultando mi escepticismo y mostrandome educado e interesado en lo que me contaba. --?Podrias acercarte a verlo? Tu sabras si esto tiene algun valor o si por el contrario su destino es mas bien el camion del escombro. --Si, por que no. Me gustaria. --El caseron esta donde el Senor perdio la sandalia. Es imposible encontrarlo si no te acompana alguien que conozca el camino. Yo tengo que ir dentro de un rato. Si te viene bien... --Si, sin problema

  • Introduccion a Teresa de Jesus de Cristina Morales

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    Corre 1562 y Teresa de Jesus, a sus cuarenta y siete anos, esta alojada en el palacio de Luisa de la Cerda en Toledo. Consuela a su anfitriona de la melancolia provocada por la muerte de su esposo, espera a que prospere la fundacion de su nuevo convento y se dedica a escribir un texto destinado a convertirse en una obra decisiva en el nacimiento del genero autobiografico, El libro de la Vida, que debera complacer a sus superiores eclesiasticos y defenderla ante sus detractores.
    Pero… ?y si la santa hubiera redactado en paralelo otro manuscrito, un diario mas intimo, no destinado a complacer ni a defenderla ante nadie, sino a evocar su vida pasada y tratar de explicarse como ser humano? Eso es lo que imagina Cristina Morales, dando voz a una Teresa, si no libre de ataduras y compromisos, si consciente de ellos y contra ellos luchando. Una Teresa que se busca en sus recuerdos y se autoexplora en su escritura: evoca su infancia con juegos de romanos y martires, los padecimientos y humillaciones de su madre en sus multiples embarazos, su vida entre la disciplina y la rebeldia, su destino como mujer en una sociedad pensada por y para los hombres…
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    El resultado es la sugestiva reinvencion de una figura imprescindible de la literatura universal, escrita desde la libertad y la radicalidad que la propia Teresa de Jesus represento.

  • El gen: Una historia personal de Siddhartha Mukherjee

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    Magnifico, necesario y absorbente, Siddhartha Mukherjee, ganador del Premio Pulitzer por El emperador de todos los males, ha escrito una extraordinaria <> del gen y una respuesta a una de las cuestiones mas relevantes del futuro: ?Que significa ser humano cuando se es capaz de manipular la informacion genetica?

  • Liberando a marina de Marcus Argentarius

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    Marina: una joven editora que busca tanto un trabajo como un amor con sentido y se siente perdida. Gaston: el mentor de Marina. Martin: el novio ocasional de Marina Agustina: una amiga de Marina con mas experiencia y mas abierta a la exploracion Fernando: un Dom (Dominador) con experiencia en la escena BDSM Prologo y glosario Dado que la historia tiene mucho de autobiografica, esta localizada en el contexto cultural en el que los hechos se dieron. Para esto, se utiliza mucho del lenguaje coloquial de Buenos Aires. A fin de facilitar la lectura, se ofrece un breve glosario de terminos sexuales. Concha: vagina Garche: forma vulgar de una relacion sexual, principalmente basada en la atraccion fisica Pija: pene Telo: hotel de parejas, donde se paga la estadia por turnos de dos horas Trola: forma coloquial de prostituta Introduccion Marina estaba perdida y no podia encontrar la salida. Lo peor era ni siquiera encontrar las palabras para articular esta perdida. Desde el primer novio de la secundaria1 (un dulce, pero fugaz amor) tuvo mas que parejas una sucesion de amigovios-garches2 que realmente no sumaron. Toda su energia estaba volcada en su carrera. Hace poco habia terminado la carrera en Letras que le habia resultado, tras una recomendacion de un profesor en un trabajo dentro de una editorial. En esta editorial, Mari la Seria, como le decian, consiguio trabajo como ayudante de un editor mayor, Sr. Gaston (siempre Senor, nunca Gaston), un hombre casado de 60 y tantos anos, dedos amarillos como sus dientes y olor a cigarrillo que habia penetrado toda su ropa. Cuando la conocio le pregunto “vos ?no sonreis nunca?” y ella, nerviosa, sonrio falsamente. El le dijo “mejor que no sonrias; este trabajo es lo unico que nos queda como importante: sacar la verdad de las mentiras que otros escribieron” y desde ese entonces, ella se sintio contenida y guiada por el Sr. Gaston. De a poco, al dejarse guiar, empezo a aprender de los libros: las ediciones, los papeles, que hacer cuando la distribuidora los guardaba. Empezo a aprender de los escritores: como en general mezclaban una gran sensibilidad con un gran narcisismo y por eso muchos, los mejores, erguian templos de papel. Aprendio del Yambo, del Trochee, de como los persas tenian la mejor poesia amorosa. Aprendio mientras se refugiaba, sola, en los libros, bajo la mirada del Sr. Gaston. Pero sobre todo aprendio del Sr. Gaston. Aprendizaje lento, pero detallista y apasionado que duro unos meses, hasta que Gaston murio de un ACV tan repentino como inevitable. Solo al verlo en el velorio, entre el perfume de la corona de la editorial y la del Jockey Club (dado que el Sr. Gaston tenia, al parecer, no solo la imagen de tanguero sino todos los vicios folkloricos) comprendio que lo amaba y lloro de tal forma que la viuda (una senora mayor, con una cara que pintada de verde hubiera sido una mascara de bruja) la sometio a un impiadoso interrogatorio. Tras pasar el duelo por el Sr. Gaston, Mari volvio a salir con sus amigas de la facultad. Merodeaban los mismos lugares, iban a las mismas fiestas de su epoca estudiantil que la aburrian. Con una amiga llamada Agustina con la que curso en varios anos charlaban de literatura erotica tras el exito que ese genero tuvo. Mari le contaba de los persas, y Agus del sadomasoquismo. Incluso con Agus incursiono en una fiesta BDSM en una facultad diferente a la suya. Pero todo el ambiente le resulto, para ser honesta, cansador. Gente mayor en trajes de latex pegandose con latigos y mostrando los genitales, parecian mas un grupo de pacientes psiquiatricos que los personajes poderosos, seguros en su sexualidad, que esperaba de sus lecturas. ?Existian aquellas personas que entendian que el control, el poder, era el maximo afrodisiaco? ?Que lo importante no es ejercerlo, sino sentirlo? Mari no encontro, en ese entonces, respuestas a sus preguntas. Un dia conocio a Martin; “mis amigos me dicen Tincho”, le dijo esa vez con el aire de quien imparte un secreto esoterico y ella se sintio morir un poquito adentro; luego comprendio que era ese aire lo que la hizo sentir asi, no lo banal de la situacion. Ese aire de saber algo que el otro no sabe, de tener cierto control. Ese dia ambos terminaron en la cama y a las pocas semanas, ya salian juntos. Martin (ya ella sentia que no le podia llamar “Tincho” sin sentirse uno de sus amigotes) era, en su opinion, mucho mas atractivo que ella. Mari era delgada, palida, de ojazos oscuros y una cierta fragilidad que recordaba a una grulla, que miraba el mundo elegantemente, con el pelo cuidadosamente cortado a la altura de su nuca, siempre en el costado de la habitacion, timida fuera de sus libros. Martin era alto, delgado y vestido como un poeta romantico. Sus ojos claros contrastaban con su pelo oscuro y siempre estaban enmarcados detras de anteojos que no tenian aumento, pero le daban una apariencia intelectual. Su pelo era cuidadosamente descuidado y toda su apariencia daba la impresion que era un hippie que de alguna forma habia conseguido modelar para marcas de ropa cara. Pero apariencia era la palabra correcta: Martin no tenia un pensamiento propio en su cabeza; estaba construido de superficies flotantes en el espacio. Todas sus charlas eran un reciclado del discurso pseudointelectual de la facultad; si bien Martin era dos anos mayor que Mari (quien estaba en la mitad de su veintena) no se habia recibido ni pasado de tercer ano. Una buena facha, junto con la seguridad que da tener una familia con varias empresas a su nombre, hacian que fuera mucho mas facil vivir como un eterno estudiante. Esta inmadurez hacia que cada salida con el fuera un suplicio: Mari necesitaba alguien que la ordenara, que le diera una estructura, que la hiciera sentir querida, apreciada y que le permitiera sacar lo que tenia dentro. Pero Martin siempre queria, esencialmente o quedarse contandole problemas con su familia (su padre no lo tomaba en serio y su madre lo celaba) o esperaba que Mari tomara el control. “?A donde queres salir hoy?” empezaria por decir (resignada) Mari. “No se…?donde tenes ganas?”, retrucaba Martin. “No se…?a comer?” ofrecia Mari, luego de un suspiro interno. “No tengo mucha hambre” decia Martin. “Ok ?queres ir al cine?” decia Mari, cada vez mirandolo y pensando “por favor !tomame, toma el control! Llevame a algun lado, sacame de aca y de mi” “No se que estan dando” decia Martin “mejor veamos netflix” y asi pasaban los dias. Pero lo peor no era eso: en su intimidad, Martin era profunda, profundamente aburrido. El sexo con el era rutinario y estaba marcado por la misma inmadurez que toda su vida poseia. La mitad de las cosas que decia eran pedidos, pero tan poco virilmente formuladas que sonaban como reclamos de un nene: “?no tenes ganas de chuparme?”, “Dale, vos sabes que tenes ganas…?no queres mirarme como trolita?” (una vez Mari quiso decirle “?como tu mami?” pero se contuvo) “?por que no te pones en cuatro3, si tenes ganas?” y la otra mitad surgia generalmente cuando Mari le hacia caso y se ponia en cuatro: esa posicion disparaba un sinfin de preguntas: “?Te gusta asi putita?”, “?Queres mas fuerte?”, “?Quien te dio asi?”, hasta el cansancio. Una sola vez Mari, ya hastiada de la rutina, le pregunto “?cual es la capital de Maldivas?” pero el o no la oyo o no la entendio. Todas sus sesiones terminaban indefectiblemente en que el acababa rapidamente, terminaba de arruinar todo con “?Te gusto?” (a lo que ella, odiandose siempre decia “si, me encanto”…pero ?que iba a decir?)y se daba vuelta para dormir. Mari odiaba esta situacion, pero sentia que no le quedaba otra. Demasiado timida para buscar a alguien por si sola, demasiado insegura en su sensualidad, pensando que Martin era demasiado para ella, en algun punto aceptaba y acompanaba, pero cada tanto tenia momentos de irritacion. ?Como hacer para salir de una trampa cuya caracteristica peor era su asfixia amorfa?

  • Las hijas perdidas de Simone St. James

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    Un lugar oscuro donde las chicas problematicas, las hijas de madres solteras o las que han cometido un desliz… desaparecen. ?Lograra Fiona Sheridan descubrir el misterio que envuelve Idlewild Hall?

  • Fyodor Mihailovic Dostoyevski de Mektuplar

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    Benim aziz ve iyi Babam, Oglunun senden harOlik istemesi iOin sana basvurmasini bir fazlalik olarak kabul edebiliyor musun? Tanri tanigim olsun ki, bu ne kisisel ihtiyaOlarim, ne de imkansizliklarin sonucu. Herhangi bir sekilde seni nasil soyabilirim? Onlari sikacagini bildigim halde, kendi et ve kanima bana bir iyilik etmelerini rica etmenin ne kadar buruk bir tadi var. Kendi kafam ve ellerim var. azgEr ve bagimsizim. Aslinda senden bir Kapek bile, istememem gerekir. Kendimi aci fakirligime gammem gerek. alEm yatagimdan bana destek olmani istemekten utanmam gerek aslinda. Olaylara bakacak olursan seni ancak gelecekle teselli edebilirim. Gelecek ki artik uzaklarda degil ve zaman seni gerOekleriyle ikna edecek. Su anda kelimenin tam manasi ile beni anlaman iOin sana yalvariyorum sevgili babacigim. -- Hizmet etmekteyim, istesem de istemesem de en yakin Oevremin zorunluklarina uymam gerekiyor. Neden bir istisna olayini? Baylesine istisnai davranislar genellikle en bEyEk hosnutsuzluklardan dogmaktadir. Bunu simdiden anlamis olman lazim sevgili babacigini. Bunun iOin de insanlara gerektigi kadar karismis durumdasin. Ve bundan dolayi lEtfen sayliyecegim seylere anem ver: Askere Akademinin her agrencisinin, kamp hayati en azindan kirk Ruble’ye ihtiyaO gasteriyor. (Bunu babam oldugunuz iOin yaziyorum.) Bu kirk Ruble’ye Oay, seker ve saire gibi ihtiyaOlar dahil degil. Rahatim iOin degil, ama en 13zaruri ihtiyaOlarim iOin bunlara sahip olmam gerekiyor. Yagmurda ve rutubette bezden bir Oadirda yatmak gerektigi zaman, hele insan, bayle bir havada egitimden EsEmEs ve yorgun danerse, bir bardak Oaya ihtiyaci olacak kadar hasta olabilir ki, bu son yillarda sik sik tecrEbe ile basimdan geOmistir. Senin sikintilarini da gazanEnde tuttugumdan atErE, Oay ve diger seylerden vazgeOip, senden sadece en zaruri ihtiyacim olan onalti Ruble’yi istiyorum. AIki Oift adi postal iOin.C Tekrar ediyorum, kitaplar yazi malzemeleri, kagitlarim, Oorap ve ayakkabilarim gibi esyalarimi bir yerde muhafaza etmem gerekiyor. Bunun iOin bir sandiga ihtiyacini var. Zira kampta Oadirdan baska hiO bir barinak yok. Yataklarimiz kilifsiz Ezerine Oarsaf artElmEs samandir. Simdi sana soruyorum, Sandigim olmazsa, nerede sakliyabilirim esyalarimi ? Sunu bilmen gerekir ki, benim bir sandigimin olup olmamasi Hazineyi irgalamiyor. Imtihanlar yakinda bi- tecegi iOin artik kitaba ihtiyacim olmayacak. Bundan bayle i giyimimle ilgilenecekleri iOin ayakkabi vesaire istemek zorunda kalmiyacagim. Oysa bos vakitlerimi kitapsiz nasil geOirebilirim? Bize verilen postallar aylesine katE ki, EO Oifti, sehirde bile giyilecek olsa, alti aydan fazla dayanmiyor. (Burada gerekli ihtiyaOlarin bir listesi var.) Son para havalenden onbes Ruble ayirdim. Iste garEyorsun sevgili Babacigim, en azindan yirmibes Rubleye daha ihtiyacim var. Haziran basinda kamp bitiyor. Eger oglunun bu aci ihtiyaOlarina destek olmak istiyorsan, Haziran’in basinda ona bu parayi gander. Bu dilegimde Israr etmeye cesaret edemiyorum: Fazla bir sey istedigim yok ama sEkranim sinirsiz olacaktir. II KARDESI MICHAEL’e. Petersburg, 9 Agustos, 1838 (Mektup, Dostoyevski’nin kardesine neden uzun sEredir yazmadiginin aOiklamasiyla baslar: Meteligi yoktur.) Tembel oldugum bir gerOek-Ook tembel. Eger benim hayata karsi yegane davranisim bu sEregelen tembellikse, sonum ne olacak ? Bilmem ki benim bu kasvetli halim beni asla birakacak mi ? Ve bayle bir haleti nahiyenin yalniz bir adama musallat olmasini dEsEnmek kionun ruhunun havasi dEnya ve ahretin bir karisimi gibi garEnmektedir. Ne tabiat disi bir ErEn, ta basindan beri iOindeki ruhsal yasalarina tecavEz edilmis… Bu dEnya bana, gEnahkar dEsEncelerle kaplanmis olan, ilahi ruhlarin arinmasi gereken istirap yeri gibi garEnEyor. Hissediyorum ki, dEnyamiz gepge-nis bir olumsuzluga egilmekte ve her gEzel, asil ilahi sey bir hiciv olarak karsimiza Oikmaktadir. Ve baylesine bir tabloda, kisi olagelirse, ki, o, ne fikirde ne de bir etkinin bEtEnEyle dengesindedir -o aslinda tek kelimeyle, tamamen kopmus bir kisidir- O zaman tabloya ne olacak? Tahrib edilmistir ve bundan bayle devam edemez. Ve kutsalin altinda sefillestigi bu kaba maskeyi sadece garebilmek ne mEthistir. Bir istegin tek gEcEnEn bu maskeyi paralamaya kafi gelip insanin ebede varabilecegini bilmek- BEtEn bunlari bilmek ve hala yaratiklarin en kEOEgE en sonu gibi hayata devam etmek… Ne korkunO! Ne asagiliktir insan! Hamlet! Hamlet! BEtEn bu uyusak ve aciz alemin iniltilerini aksettiren kaypak ve vahsi dilini dEsEndEkOe, ruhumdan en ufak bir iO Oekmesi, en ufak bir sitem kopmuyor… Kaderin o keskince baskisinin, acisinin altinda olan bu ruh, bEtEn EzEntEyE kapsayip, sadece kendi kalbini kir14 15maktadir. Pascal der ki: Felsefeye karsit olan kisinin kendisi filozoftur. DEzenin zavalli talihi. Kafi derecede saOmaladim. Sonuncunun disinda mektuplarindan sadece iki tanesi elime geOti. Yoksullugumdan bahsediyorsun kardesim. Ben de zengin degilim. Inanir misin ki, kamptan ayrildigim zaman bir kopek’im bile yoktu. estelik yolda soguk aldim (bEtEn gEn yagmur yagdi ve barinacak bir yer bulamadik). Nerede ise aOliktan hasta oldugum gibi, bogazimi islatacak bir yudum Oay iOecek bile param yoktu. Zamanla iyilestim ama, babamdan para gelinceye kadar, kamptaki en Oetin ihtiyaOlar kivrandirdi beni. BorOlarimi adeyip gerisini sarfettim. (Dostoyevski bu kisimda kardesinin durumu ve kendi mali gEOlEkleri hakkinda bazi aOiklamalar yapar.) Herneyse. Artik baska seylerden bahsetmenin zamani geldi. Okudugun kitaplarin Ooklugundan babErleniyorsun… Bu yEzden sana gipta ettigimi sakin aklina bile getirme. Peterhof’da en azindan senin kadar ben de okudum. BEtEn Hoffmann’lari Almanca ve RusOa olarak (Yeni aKater Murra henaz RusOa’ya Oevrilmis degil) Ayrica Balzac’larin da hemen hepsini (Bayak kisi Balzac!) Onun kisileri hep zekcyi kucaklayan yaratiklar. Sadece zamaninin ruhunu degil, binlerce yilin batan Oabalarini, insan ruhunun gelisip kurtulmasini belirtmek iOin Oalismistir. Bunlarin disinda Gatlie’-nin aFaustunu ve kisa siirlerini, Polevios’un tarihi aUgoli-noa ve aUndineayi okudum. (Baska bir zaman Ugolino’dan uzun uzun bahsedecegim.) Ve nihayet aCromwella ve aHer-nania hariO Victor Hugo’yu… HosOa kal. Bana mamkan oldugu kadar sik yaz. Zira mektuplarin benim iOin bir zevk ve teselli kaynagi oluyor. Hemen cevap ver. Mektubunu en geOinden on iki gan iOinde bekliyorum. Yaz bana ki tamamen Oakmiyeyim. Kardesin F. Dostoyevski. 16 Yeni bir plcnim var: Deli olmak. Bu, insanlarin akillarini kaybettikten sonra tedavi olarak tekrar, akillanmalari iOin yegane Oikar yoldur. Eger batan Hoffmann’lari okuduy-san, Alban’i hatirliyacaksin. Nasil buluyorsun onu? Anla-isilmazligi avuOlarinin iOine aldigi halde, onunla ne yapacagini bilmeden, Allah denen bir oyuncakla oynayan kisiyi seyretmek ne kadar mathis. III KARDESI MlCHAEL’e. Petersburg, 31 Ekim, 1838 Sana son yazdigimdan bu yana ne kadar zaman geOti sevgili kardesim. Bu kahrolasi imtihan, sana ve babama yazmama, I. N. Sidlovski’yi aramama engel oldu. (Not: Nikolay Sidlovski. Hazine memuru olan bu kisi, tumturakli soyut fikir ve egilimlerde siirler yazmis, daha sonralari iOki yazanden kendisini mahvetmistir.) Batan bunlardan ne kazandim? Daha terfi de edemedim. Ne korkunO! Batan bu sefaletin iOinde bir yil daha yasamak. Tam bir asagiligin kurbani oldugumu bilmeseydim, batan bunlara bu kadar kiz-rnayacaktim. Eger zavalli babamin gazyaslari ruhumu baylesine yakmasaydi, basarisizligim beni bu kadar azmiyecek-ti. Simdiye dek yaralanmis bir gurur hissinin ne oldugunu hiO bilemedim. Eger bayle bir his beni sarmissa, muhakkak kendi kendimden utanmam ve yazaman kizarmasi gerekiyor… Simdi sunu bilmen gerekir ki tam danyayi bir darbede ezip mahvetmek istiyorum… imtihanlardan evvel aylesi17 F: 2ne vakit kaybettim ki. Ayrica hasta ve sefildim. Bayle olmasina ragmen, kelimenin tam anlami ile batan Oabalarima. ragmen gene de birakildim. Bu kendisine ders yili iOinde biraz kastah davrandigim Cebir hocasinin verdigi bir kararla oldu. Bu davranislarimi bugan bile unutmamak basitligi ve adiligini gasteren Profesar bana kaOamak yollu bir sekilde, basarisizligimin nedenlerini aOikladi . On numara azerinden, ortalama dokuz buOuk tuttugum halde birakildim… Ama hepsine bos ver. Eger istirap Oekmem gerekiyorsa, Oekecegim… Bu konuda daha fazla kcgit ziyan etmek istemiyorum. Zira seninle konusmak firsati o kadar seyrek elime geOiyor ki. Dostum, bir ozan gibi felsefe yapiyorsun. Oysa insan ruhu devamli olarak en yaksek noktasinda olamiyacagi iOin yaptigi felsefe gerOek ve tam olmuyor. Kisinin daha fazla bilebilmesi iOin, daha az hissetmesi gerekiyor. Ya da bunun, tam tersi. Kararlarin Ook kus beyince- bu yaregin sadece bir Oilginligindan ibaret. BILMEK kelimesi ile kesinlikle ne demek istiyorsun ? Tabiat, ruh, ask ve Allah kisinin ancak yaregi ile hissedilebilir, yoksa akil yoluyla degil. Eger biz ruhlar olsaydik kisiligimizin salindigi ruhlar clemine yerlesebilirdik. Oysa bizler danya yaratiklariyiz ve fikirleri ancak tahmin edebiliriz, yoksa onu tam mcncsi ile kavramak elimizden gelmez. Ruhun iO merkezlerinde, geOici kuruntular arasinda zekcmizi gaden seye AKIL demekteyiz. Akil maddi bir kabiliyettir, oysa can veya ruh, yaregin fisildadigi dasanceler azerinde yasar. Dasance ruhta dogar. Akil ise-bir clet, ruh atesi ile gadalen bir makinadir. Insan akli ki (bunun azerinde en azindan bir balam durmak gerekir) bilgi malklerine sizdigi zaman; duygudan bagimsiz olarak Oalisir ve bu sebeple de yarekten uzaklasir. Ama gayemiz ask ve dogayi anlamaksa o zaman yaregin ululuklarina dogru yanelmek zorundayiz 18 IV KARDESI MICHAEL’e. Petersburg, l Ocak, 1810 Sitemlerine cevap verip, beni yanlis anladigini belirtmek istiyordum. Diger seylerin yaninda bahsetmek istedigim bazi seyler vardi. Oysa sana bu mektubu yazarken, aklima aylesine tatli anilar ve dasler geldi ki, baska seylerden bahsetmek elimde degil. Sadece bir noktaya temas etmek istiyorum. Sence bayak olan ozanlari ben hiO bir zaman, birbirleriyle kiyaslamayi ve aralarindaki farklara varmayi aramadim. Ve hiO bir zaman Schiller’le Pushkin arasina bir paralel Oekmedim. Bunu nasil dasanebildigini tahayyal edemiyorum! Mektubumun o balamande beni ikaz etmen gerekiyor, Schiller ve Pushkin’in isimlerini yan yana koymam mamkan olabilir ama, ben senin aradaki virgala farkedecegini tahmin ediyordum. En ufak bir benzerlikleri bile yok. Oysa Pushkin’le Byron arasinda bir benzerlikten bahsedilebilir. Ama Homerte Victor Hugo arasindaki iliskide beni tam anlami ile yanlis anladigindan eminim. Sunu demek istiyorum: (Efsanevi bir kisi olan Homer, bize, Tanri tarafindan yollanan Isa gibi bir kimsedir, ve ancak Isa ile kiyaslanabilir. Oysa Victor Hugo ile asla.) Aabala kardesim. Tam Oabala, Illiad’a girebilmek iOin. Dikkatle oku. (Sunu itiraf et ki, onu asla okumadin. Homer, Il-liada’da kadim danyaya, danya ve ahret argatlenmesini, Yeni danyanin Isa’ya borOlu oldugu gibi belirtti. Simdi beni an-liyabiliyor musun? Victor Hugo bir csiktir, bir melek kadar temiz, ve onun siirleri Hiristiyan dasancesinin sonuna dek, temizliginin belirtisidir. Bu konuda kimse onunla asik atamaz. Ne Schiller (Eger Hiristiyan bir ozansa) ne lirik Sha-kespeare, ne Byron ne de Pushkin Onun Fransizca Sonnet’- 19lerini okudum. Sadece Homer’in, hizmet ettigi tanrisal siire ve siirlerine karsi sarsilmaz bir inanci var-sirf bu bakimdan siirleri Victor Hugo’nunki gibi ama fikirleri, tabiatin kendisine verdigi anlatim basarisi bakimindan daha baska. Ben aslinda hiO bir zaman buradaki fikirleri kasdetmedim. Aslina bakacak olursan, bence Dersavin lirik bir sair olarak, her ikisinden de daha astan. HosOakal benim aziz dostum. Hamis.-- Seni bir kere daha azarlamam gerekiyor. Siirin seklinden bahsettigin zaman, bana oldukOa deli dolu garanayorsun. Ciddi saylayorum bunu. Uzun bir zamandan beri, senin bu konuda tam manasi ile normal olmadiginin farkindayim. Son zamanlarda, Puskin hakkinda bazi imalarda bulunuyorsun. Ben bunu istiyerek ele almadim. Senin tarzindan ise, gelecek mektubumda uzun uzadiya bahsedecegim. Zira su anda ne vaktim ne de imkcnim var. Latfen bana sayler misin, hangi alOalere dayanarak, tarzlarinin kata oldugunu ileri sarerek Racine ve Corneille’nin bizi tatmin etmedigini ileri sarebiliyorsun. Gidi seni sefil alOak! Ve nasil bir kastahlikla ilcve edebiliyorsun: aVe her ikisinin de kata birer sair olduklarini dasanebiliyor musun diye. aR.acine sair degil demek. Idealist, atesli, titiz olan Racine sair degil ha? Bunu sormaya nasil cesaret edebilirsin?a Onun aAndromaque’inia okudun mu bakalim? aIphigeniea sini okudun mu? Her hangi bir sekilde onun harikulade olmadigini iddia edebilir misin? Racine’in Achilles’i, Homer’-le ayni tarden gelmiyor mu? Seni temin ederim ki, Racine bunu Homer’den araklamis, ama ne sahane bir sekilde. Ne harikuladedir onun kadinlari. Onlari takdir edip anlamaya Oalis. Diyorsun ki: aRacine bir dahi degildir, bayle olunca nasil bir dram yaratabilir. Sadece Corneille’yi taklid ediyor.a Peki ya aPhedre’si?a Kardes, eger sen aPhedre’nina en saf ve en yaksek bir siir oldugunu kabul etmiyorsan, senin hakkinda ne dasanecegimi bilemiyorum.

  • Una Esposa Inconveniente (Novias Del Oeste 4) de Amaya Evans

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    Adalind Hamond, es una chica timida, encerrada en si misma, que llego a casa de Ellie y Phillip, por un milagro. La encontraron casi muriendo debajo de un arbol en sus tierras. Cuando el vio a la muchacha, la llevo enseguida a casa y junto con su esposa Ellie, trato de ayudarla, curar sus heridas y poco a poco la chica se recupero, pero casi no hablaba porque segun el medico, estaba muy traumatizada a causa de la muerte de sus padres en manos de comancheros. Ella logro escapar y fue por eso que se salvo de terminar como la mayoria de los ninos, violada o vendida en un burdel en el mejor de los casos. El tiempo pasa y ella crece para convertirse en una hermosa mujer. Mientras vive con Ellie y Phillip conoce a su amor platonico, Derek Sutton, al cual ve como un principe azul. En silencio se enamora de el y suena con ser su esposa algun dia. El problema es que Derek es un mujeriego consumado y cuando se entera de eso, le dice que solo la ve como una nina, rompiendo asi su corazon.

  • Trascender para ascender de Lorena Villarreal

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    Hablar de Gerardo Schmedling Torres es hablar de sabiduria y es hablar de amor. Una de sus principales virtudes fue saber transmitir su ensenanza de una manera facil y simple. Todo parece tan sencillo para el. En realidad lo es, solo que nuestro ego nos hace creer que es complicado. Agradezco profundamente haberme topado con Gerardo en mi vida, que aun cuando ya no me toco conocerlo personalmente ya que habia abandonado los planos fisicos, su ensenanza si me toco profundamente. Esta sigue y seguira viva por siempre. Gerardo supo estructurar la informacion que a el le fue revelada por maestros espirituales, y le dio forma a lo que ahora conocemos como Escuela de Magia del Amor. Aun cuando el ya no esta con nosotros, la semilla de amor que sembro esta esparciendose y dando frutos en distintos paises del mundo. Este libro esta inspirado en su ensenanza. Todo lo que en este libro escribo, lo aprendi de el, y solo de el. Simplemente soy un canal para que esta informacion de amor le llegue a los oidos dispuestos a escuchar, y a los corazones preparados para amar. Es mi deseo a traves de este libro hacerle un gran homenaje a este maravilloso maestro. Tambien deseo agradecer profundamente a Betty Padilla de Marcos (directora de la Escuela), quien al contacto con esta informacion resono de tal manera que se dio a la tarea de compartirla, y de hacer que la ensenanza de Gerardo se esparza por el mundo. Lorena Villarreal PROLOGO En la vida todos experimentamos momentos de dificultad y sufrimiento en distinto grado. Y fue precisamente situaciones de saturacion en dificultad y sufrimiento, las que me llevaron a la busqueda de respuestas para aquellas preguntas, que nada ni nadie antes habia podido resolver; una busqueda de la comprension profunda a las situaciones de mi vida y su origen. Fue asi que encontre --o mejor dicho me encontro-- una nueva informacion que inspiro en mi una necesidad de transformacion mental y espiritual. Las ensenanzas del filosofo colombiano Gerardo Schmedling T. consignadas en su gran legado pedagogico, filosofico y humanista: Escuela De Magia Del Amor, brindan al mundo, una nueva informacion de sabiduria, que amplia la comprension acerca de nuestro papel en el gran concierto universal, la causa de nuestros sufrimientos y la manera de trascenderlos. Ensenanzas que han transformado e inspirado la vida de miles de personas alrededor del mundo. Lorena Villareal, aplicada estudiosa de esta informacion, facilitadora de Escuela De Magia Del Amor y autora de esta obra, nos brinda de manera sencilla y clara, sus profundas comprensiones de estas ensenanzas. 150 poderosas reflexiones, que nos orientan a ver, desde nuevas perspectivas, los eventos mas dificiles y las creencias limitantes mas comunes en el total de la actual humanidad. Trascender para ascender, nos invita a inspirarnos en la magia del amor para transformarnos internamente, fluir con las Leyes Universales y obtener resultados cada vez mas satisfactorios y gratificantes. Espero disfruten tanto como yo, la lectura de estas paginas. Con carino, Betty Padilla de Marcos Directora Escuela de Magia del Amor Internacional Monterrey, Mexico Agosto de 2019 INTRODUCCION Escribi este libro sin saber que lo estaba escribiendo. De hecho, mi intencion solo era darle al alumnado de Escuela de Magia del Amor un apoyo para ir comprendiendo poco a poco de que se trata la vida, y como funciona este mundo tan enmaranado en el que vivimos. No es un libro con el que te vayas a picar, y lo vayas a terminar en tres dias. No esta disenado para eso. La idea es que te lo tomes con calma, y le des el tiempo adecuado para que la informacion se vaya asentando de poco a poco en tu mente y en tu corazon. Mi recomendacion es que leas una ensenanza al dia, y la vuelvas a leer, y la vuelvas a leer. Que la vayas reflexionando hasta que se haga parte de ti. Se constante. Se persistente. Se desafiante. Se osado. Tu mente no va a aceptar una informacion que no le parezca logica, por lo tanto, si en alguna ensenanza te atoras, hazla a un lado y continua con la que sigue. No te distraigas en eso. No pasa nada si algo de lo que escribo no resuena contigo. Es normal, y esta bien. No quiero que me creas nada de lo que en este libro escribo. De hecho, te invito a que no lo hagas. Creer no nos sirve sino para agrandar nuestro sistema de creencias (ego) del cual queremos salir. Por el contrario, te invito a dejar la informacion en tu mente en una carpeta imaginaria que diga "Archivo por verificar". En tu dia a dia, te iras enfrentando a experiencias en las cuales podras verificar la informacion. De "Archivo por verificar" la podras sumar a tu comprension de amor en el momento adecuado. A las verdades verificadas en ti. Has que no sea una creencia, sino que sea una verdad de amor. Cuando te encuentres en uno de esos dias que no sabes para donde hacerte, o que te sientes confundido, toma tu libro, haz tres respiraciones lentas y suaves, aquieta tu mente por unos instantes, y abrelo al azar. Casi te aseguro que se abrira en la pagina exacta que te llevara a encontrar una respuesta. Es mi deseo que estas ensenanzas lleven luz a tu mente, y que a traves de esa luz logres ir avanzando en este camino que todos caminamos, el cual nos conducira de regreso a casa, a ese oceano de amor inmensurable e infinito de donde salimos, y hacia donde vamos de regreso. Ya tienes la informacion. Ahora te toca a ti iluminar tu mente y compartir esa luz con tu entorno. Esparce tu luz. Que lo que toques se ilumine. Lorena Villarreal Testimonios Testimonio Ana Cecilia Flores Mi experiencia en la Escuela de Magia del Amor la puedo comparar con la Escuela de Medicina. A ambas pude ingresar cuando llegue a un punto de mi vida en la que estuve lista; entonces, la vida me ofrecio las facilidades necesarias. El inicio es el propedeutico. Alli determine si la informacion que recibia era lo que estaba buscando. En un principio, timidamente senti que avanzaba muy lento. Debo confesar que me asalto la duda de si este camino realmente era para mi, porque reconocia mis limitaciones y mi ignorancia. Las herramientas que comence a recibir en la Escuela de Magia del Amor, eran de cierta forma como los terminos medicos. Tenia que verificarlos. Sabia que aunque en un principio no les hallaba mucho sentido, poco a poco se irian acumulando. Al ponerlos en practica me mostrarian que valia el esfuerzo que me significaba trabajar para alcanzar mi sueno. Lo verdaderamente increible es que estas herramientas son como pequenas semillas, y la constancia en el estudio y el ejercicio de las lecciones son como el agua y los nutrientes necesarios que las haran germinar. Es verdaderamente increible como la informacion recibida, va permeando hacia lo profundo de mi mente, y poco a poco se va instalando una nueva manera de razonar y de actuar. Al igual que en la Escuela de Medicos comenzamos a emitir pequenos diagnosticos, en Escuela de Magia comenzamos a proyectarnos conscientemente desde nuestros valores, creando una realidad diferente en el entorno. Es sumamente agradable sorprenderme a mi misma evaluando cada situacion con las personas o con las dificultades que se me presentan. Ahora comprendo, acepto y respeto, en lugar de reaccionar, juzgar o querer cambiar al otro. Por el contrario, valoro la posibilidad de superar mis limitaciones y hago mi mejor esfuerzo. Llegara un dia que esta forma de actuar sea en automatico, y me lleve a vivir en una paz inalterable. Se que el camino aun es largo, pero tengo certeza en que el unico final que me espera es el anhelado. Dejare atras mi parte reactiva del reino animal, y mi graduacion sera pasar por completo al reino de los humanos.

  • Siempre seras mi heroe de Natalia Roman

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    ?Hasta donde es capaz de llegar una madre por su hijo?
    Laura lleva una vida perfecta, pero de la noche a la manana, ese hombre con el que ha compartido los mejores anos de su vida sera el responsable de que todo su mundo se derrumbe como un castillo de naipes.
    El doctor Roman recibe la visita inesperada de una mujer que volvera su mundo patas arriba. ?Como reaccionarias si una loca entra en tu despacho, a punta de pistola, pidiendote tu medula osea?
    ?Sera capaz el doctor Roman de donar algo tan personal a un desconocido, que a la vez es parte de el sin saberlo?

  • Os salvare la vida de Joaquin Leguina

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    Os salvare la vida es una solida y emocionante novela que recrea la vida de Melchor Rodriguez, personaje
    historico y singular absolutamente apasionante con un papel infravalorado hasta ahora durante la Guerra Civil y en la trayectoria del anarcosindicalismo espanol. El Angel Rojo, como es conocido, defendio a ultranza siempre, aun a riesgo de su propia vida, todo aquello en lo que creia y puso fin a las lamentables sacas producidas a principios de la guerra, sacas que se cobraron la vida de miles de espanoles. Director de Prisiones, evito vejaciones en las carceles y ejecuciones irregulares y arbitrarias. Tras la guerra, fue detenido y juzgado. En uno de los consejos de guerra al que fue sometido, en una escena casi de pelicula, solo el testimonio del general del bando nacional Munoz Grandes y miles de firmas de personas a las que habia salvado, de todo sesgo politico, evitaron que lo condenaran a pena de muerte.

  • Cicatriz (Narrativas hispanicas) de Sara Mesa

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    Ahi esta, dice el. Senala el edificio mas alto de la avenida, un bloque de dieciseis plantas viejo y rojizo, con desproporcionados alerones y pequenas ventanas que espejean bajo el sol. Se detienen en la acera de enfrente y alzan la cabeza para mirarlo. Junto a las senales del abandono --cristales rotos, persianas descabalgadas, antiguos anuncios de alquiler--, se distinguen carteles de oficinas aun en funcionamiento: un bufete de abogados, dos auditorias, dos asesorias fiscales, una academia de idiomas. Como te dije. Esta casi vacio, murmura. Ella asiente en silencio. Cruzan la calle. El interior es oscuro y esta recalentado. En el vestibulo flota una especie de polvo en suspension que les hace carraspear. El color del enlosado palidece en el centro, donde debido al uso ha perdido el brillo. Tras su mostrador de madera, el portero no les pregunta adonde se dirigen. Los observa inmutable, masculla un saludo y enseguida vuelve a bajar los ojos hacia un folleto de publicidad que escruta con detalle. La pareja se monta en uno de los ascensores y pulsa el boton de la ultima planta. Ella mira hacia el suelo y los lados; el, casi inmovil, la mira de frente. El ascensor chirria y traquetea como un viejo montacargas. Se concentran en el chisporroteo del fluorescente del techo, que se enciende y apaga intermitentemente. El indicativo luminoso esta fundido; no pueden saber por donde van hasta la brusca sacudida final. Salen a un distribuidor sin luz. Huele a humedad; en las esquinas se acumulan los residuos. Un tramo mas de escaleras conduce a una azotea a la que no puede accederse en ascensor. La pareja sube con lentitud; el va delante, abriendo camino. Una ventana con los cristales casi opacos por la mugre vierte algo de claridad en el ultimo espacio, un cuadrado de cuatro por cuatro metros por donde no ha pasado nadie en mucho tiempo. Enfrentan sus miradas, se observan de arriba abajo. Ella lleva una falda negra de seda, una sencilla camiseta verde y unas sandalias del mismo tono. El viste un pantalon de lino, polo de manga corta, una americana tambien de lino, zapatos de piel con la puntera levemente estrecha. Hace mucho calor; los dos estan sudando. Sonrien azorados. El le entrega una bolsa. Ella la coge, mete la mano y saca una camiseta estampada en tonos grises y azules. Titubea, dandole vueltas a la prenda entre los dedos. Luego, con rapidez, se quita su camiseta y se pone la que el acaba de darle. Tarda tan solo unos instantes, lo suficiente como para que el otee su torso desnudo, el sofisticado sujetador de encaje negro. Mueve un poco la mano hacia su cuerpo, sin llegar a rozarla. ?Como la ves?, pregunta ella. Bien. Te queda muy bien. Vuelven a sonreir. El se aproxima, la besa en la boca. Ella se deja, con los brazos caidos y la espalda ligeramente arqueada hacia atras. El la toma por la cintura. Ella continua sin moverse, sin corresponder. La suelta.

  • Cuando todo esta perdido (Canada 6) de Mariah Evans

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    Tienes en tus manos la ultima novela de la serie Canada: Cuando todo esta perdido.

  • Finge que soy tuyo de Jessa James

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    Hace dos anos Es en la mitad de una noche de llovizna de primavera que la pierdo. “Adios, John”, le digo al hombre mayor que esta doblando las sillas plegables grises con un golpe. Estamos en un sucio sotano de iglesia, pero al menos la iglesia nos deja reunirnos gratis aqui. “Charlie”, dice John. Sus mejillas estan sonrojadas y sus ojos son de un azul profundo. Sus ropas son de varias tallas mas grandes y de un beige plano. El asiente su cabeza canosa hacia mi y luego regresa a doblar el resto de las sillas. Tomo un ultimo trago de mi cafe y hago una mueca al sentir lo dulce que estaba. Le puse demasiada azucar, pero ya no puedo hacer nada. Echo los residuos en mi vaso de papel y la servilleta de papel que tengo empunada con las migas de una galleta simple de la tienda. “Cuidado”, dice alguien y me detengo justo antes de chocarme con un anuncio que cuelga del techo. El techo es tan bajo que solo hay unos centimetros entre ellos y mi cabeza. Supongo que no hay muchos tipos que parezcan vikingos caminando por aqui. Aun asi, aprecio que me hayan avisado. “Gracias”, dije, pero la persona que me advirtio estaba casi afuera de las puertas de metal que van hacia el estacionamiento. Miro alrededor, un poco desanimado. Soy un tipo grande, estuve en el Ejercito y en la CIA. Termine aqui por mis ataques de panico y mis pesadillas. Mi esposa Britta me dijo que era esto o dormir todas las noches en el sofa, porque no habia forma de que ella siguiera permitiendo que la despertara todas las noches. Entre ella estando embarazada de nueve meses en ese entonces y yo que no cabia en el sofa… sabia que necesitaba ayuda. Asi que hice algunas llamadas. Acudi a tres tipos de terapia grupal y aqui estoy. Suspiro, recordando algunas de las ideas presentadas durante la sesion, recorriendolas en mi cabeza. La idea de la vulnerabilidad, de permitirte ser vulnerable alrededor de otra persona era muy mencionada. Al escuchar a algunas personas hablar, me alegre de seguir teniendo a Britta a mi lado. Ella me trajo del abismo cuando regrese de Siria y ahora ella es la que me mantiene cuerdo. Saco mi telefono. Estoy pensando cosas buenas sobre ti, le escribo a Britta. No hubo una respuesta inmediata, pero esta bien. Pongo mi telefono en el bolsillo trasero de mis jeans. Deberia irme. Todavia hay algunas personas hablando en la mesa de refrigerios, pero el resto de mi nuevo grupo de apoyo, Los veteranos de combate hablan, ya se han ido. Mientras me dirijo hacia las puertas dobles de metal, mis ojos recorren el sotano una ultima vez, revisando automaticamente las paredes moldeadas y la alfombra azul barata en busca de… ?Que? Me pregunto yo. ?Enemigos? ?Amenazas? Deje todo eso atras en el paisaje arenoso de Alepo, lugar en el que estuve como operativo de la CIA. Eso fue hace un ano y sin embargo, recien estoy comenzando a recuperarme. Por eso voy a las sesiones grupales de terapia. Bueno, debo dar credito cuando algo lo merece: Britta y nuestra hija recien nacida tambien son una parte integral de mi recuperacion. Observar la panza de Britta crecer y luego sostener a Sarah por primera vez… eso cambio algo en mi a nivel molecular. Ahora no se que haria sin ellas. Son la luz de mi vida, aunque sea tan cursi como Debbie Boone. Abro la puerta y entrecierro mis ojos a la luz del sol. Esta comenzando a llover, pero eso es algo constante aqui en Seattle. Ademas, la lluvia es un descanso refrescante del horrible calor del sotano de la iglesia. Las gotas de lluvia caen en mis brazos y mi cara, son un alivio helado. Me pongo mi rompevientos azul y me dirijo a mi auto. No quedan muchos autos en el estacionamiento de la iglesia; es un sabado por la tarde y es un bonito dia, a pesar de la llovizna. La mayoria de las personas en Seattle seguramente estan en algun brunch o de excursionismo o de compras ahora mismo. Estoy listo para ir a la biblioteca y encontrarme con Britta y Sarah. Las imagino en mi cabeza: Britta con su largo cabello negro y su linda sonrisa. Sarah en su enterizo, del mismo color de mama y con mis ojos verdes. Las imagino en mi cabeza, Britta lleva al bebe en su pequeno arnes frontal mientras Sarah duerme. Sarah solo tiene tres meses, pero Britta dice que nunca es demasiado temprano para presentarle la biblioteca. Nosotros hemos estado conversando sobre que cosas deberiamos leerle a Sarah. Britta dice que no importa, pero deseo comenzar a leerle al bebe las noticias en varios idiomas. Despues de todo, nunca es demasiado temprano para alentar el pensamiento critico, ?cierto? Mi mente esta enfocada en eso cuando me deslizo a mi auto y enciendo el motor. Salgo del estacionamiento y voy a la izquierda, mis manos estan en el volante y mi memoria muscular se encarga. Cometi el error de encender la radio en el auto. No puedo escucharlo sin involucrarme en las historias, desarrollar sentimientos personales sobre ellas y guardar cada historia en mi baul mental con total precision. Estoy a unos tres kilometros de mi casa cuando me doy cuenta de que he avanzado en piloto automatico. La biblioteca esta al otro lado. Miro el reloj en mi auto. Probablemente llegare tarde para encontrarme con Britta. Al voltear me dirijo al noroeste, el mismo camino que recorreria si saliera de mi casa. Algo en la radio me distrae; estoy irritado porque la Casa Blanca esta intentando meter sus narices en lo que sucede en Siria y lo esta haciendo mal. Veo un choque adelante cuando giro en una esquina, pedazos doblados de metal rodeados por varios autos de policia con las luces encendidas. Un policia esta alejando a las personas; otro esta colocando cinta policial alrededor de la escena. Casi giro a la derecha para evitar el trafico que se acumulaba, pero no lo hago por alguna razon. Quizas es porque a todos les gusta ver un accidente de trafico. A todos nos gusta en secreto ver el auto volteado, nos gusta intentar descubrir como sucedio. Comenzamos a pensar y suspirar de alivio que no fuimos nosotros mientras nos alejamos. De cualquier forma, estoy escuchando la radio y dandole golpecitos al volante mientras espero que el policia me deje pasar. Giro mi cabeza para mirar el accidente mientras espero, juzgando la distancia entre los dos autos. Era imposible que alguien volviera a conducir alguno de los dos autos. Demonios, si alguien no murio en un choque tan horrible, deberian agradecerles a sus malditas estrellas de la suerte. El auto A era un Dodge Charger nuevo, negro y brillante y estaba destrozado. El auto B estaba de lado, la parte de abajo daba hacia mi auto y claramente habia rodado varias veces. Parece que el auto A golpeo al auto B y el auto B rodo para frenarse y quedo de esa forma. Intento ver que auto es, pero todo lo que puedo ver es que el auto B es un SUV negro. Un presentimiento me recorrio la columna. Britta conduce un SUV negro, un Nissan Pathfinder negro. Tranquilo, me digo a mi mismo. Ella esta en la biblioteca, probablemente preguntandose donde estas. Avanzo lentamente por la linea. Finalmente es mi turno de avanzar y lo hago lentamente. No puedo evitar mirar el auto A y el auto B y los numerosos policias caminando, tomando notas y fotografias. Ya casi pase el choque, estoy por avanzar cuando algo atrae mi atencion. Uno de los oficiales de policia esta catalogando algunos objetos personales que probablemente vinieron del auto B y esta colocando una manga en una bolsa enorme de evidencia. La manta es familiar para mi. Hecha para un bebe, muestra la escena de dos osos pescando en un rio. La cosa es que, solo he visto ese diseno de manta en un solo lugar: en una manta hecha a mano, hecha para Sarah por la madre de Britta. Presiono el freno mientras mi cerebro comienza a recalentarse y a trabajar al maximo. Quizas la madre de Britta compro la manta y hay muchos tipos en el mundo. O quizas… El auto detras de mi toca su bocina y me sobresalta. Avanzo de nuevo y me estaciono apenas logro superar el accidente. Mi corazon esta palpitando, toda la sangre se me esta yendo a la cabeza y hace dificil que pueda pensar. Me volteo y miro el accidente. La manta ya no es visible. Intento ver el modelo de la SUV, pero es imposible desde este angulo. Comienzo a temblar mientras me saco el cinturon y saco el telefono de mi bolsillo. Britta me saluda mientras sostiene a Sarah; esa es la fotografia en mi pantalla mientras marco su numero con dedos torpes. Suena cuatro veces. Suena la quinta vez y veo por mi espejo retrovisor que la mujer que esta guardando las cosas agarra una de las bolsas. Mi corazon se detiene cuando veo que esta sosteniendo un telefono. No. No, no puede ser. Salgo del auto, consciente del hecho de que los bordes de mi vision estan mareados y poco claros. Esa es la primera senal de un ataque de panico, pero eso era lo ultimo en mi mente ahora. “?Senor?” una mujer joven se me acerco mientras yo comienzo a avanzar. “El accidente”, dije, sin siquiera mirar a la oficial. Estoy demasiado concentrado mirando las cosas que siguen en el suelo, intentando ver si reconozco algo. “?Donde estan las personas que estan heridas?” Ella se estira para detenerme cuando yo intento acercarme. “Senor, necesita…” Agarre su muneca, mi mirada desesperada atrapo la suya. Mi corazon comenzo a latir mas rapido, tan rapido que pense que me iba a desmayar. Mi respiracion estaba agitada, mi vision borrosa y mis manos temblaban. Estoy totalmente fuera de control. “Puede ser mi esposa”, logre decir. Solte su muneca y agarre el cuello de mi camisa. “Mi hija. Necesito saber…” Avance por su lado, ignorando lo que estaba diciendo, “?Senor? !Senor!” Camine determinado hacia el auto B hasta que vi una rosa de seda destenida en el suelo, rodeada de un millon de pedazos de vidrio… y sangre. Todo la sangre de un cuerpo. Mi corazon apretaba y mis piernas estaban tiesas. Veo a mi derecha y hay un oficinal de policia hombre mayor al lado del auto B. El esta hablando en su telefono y haciendo observaciones. Ni siquiera me mira, esta demasiado ocupado examinando el dano a la SUV. “Es una lastima”, dijo el, sacudiendo su cabeza. “Viene un conductor borracho, mata a una mujer, casi mata a su bebe y sin embargo logra salir sin un rasguno. Es una maldita lastima.” No. No puede ser verdad. La primera oficial me alcanza, me agarra por el codo y grita por ayuda. Caigo de rodillas y vuelvo a mirar la rosa de seda. No. Britta no. No es posible. Debe haber algun error. “?Esta bien?” pregunto la oficial que me agarraba del codo. La miro y la oscuridad amenaza con quitarme la claridad. Mis manos intentan agarrar mi pecho. Intento hablar, pero no tengo aliento para decir algo mas que un suspiro. “Mi corazon”, dije. Todo se puso negro.

  • !Devuelveme mis besos!, Priscila S de Priscila S

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    Los planes de Belen y Martin se vieron truncados por una trampa de alguien al que aun no le ponian cara. Su boda sin celebrarse, su futuro a la basura y todos sus sentimientos convertidos en odio. Un odio infundado por terceras personas …
    ?Que les habra ocurrido para dejar de amarse con la misma intensidad?
    ?Quien pudo ser tan malvado de separar a una pareja que se adoraba?
    Esas preguntas rondaban la mente de Belen, pero las respuestas se las daria quien no debia…
    ?Sabra Belen ver el desastre que se le avecina?

  • El orgullo del dragon (El dragon y el unicornio 1) de Iria G. Parente

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    Viria es la tierra de los hombres; Gineyka, la de las mujeres.

  • Al caer la noche de Mary Kubica

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    Jessie Sloane esta intentando reconstruir su vida despues de pasar anos cuidando de su madre enferma. Alquila un nuevo apartamento y solicita plaza en la universidad. Pero, cuando en la universidad le informan de que su numero de la seguridad social no es valido, Jessie descubre un sorprendente detalle que le hace dudar de todo lo que cree saber.

  • El color de las buganvillas de Maria De Piano

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    Aventura, crueldad, magia y traicion se entrelazan en una historia de amor que trasciende el tiempo y las fronteras. La historia inicia en Espana en los tiempos de la conquista con un naufragio en las costas cubanas y culmina en la Cuba fidelista de los tiempos presentes.
    El jurado que premio novela, galardonada con el premio Foro Taller Sagitario de Novela Corta 2017, destaca que “su trama resulta interesante ya que nace en el Siglo XV, tiene presencia en el XVIII culminando en pleno siglo XXI. Vemos que el fenomeno migratorio, la busqueda de identidad y sus implicaciones genealogicas ha estado siempre con nosotros. Bien escrita y documentada, de ritmo agil. Sensual y con descripciones vivas y adecuadas. Sorprende el nivel cultural de la obra, de estructura ambiciosa evidenciada en sus saltos temporales y de escenarios.”
    “Maria Laura De Piano nos ha recordado, en sus interesantes y absorbentes paginas; que vivir es ser eslabon en una secuencia de realidades, y que aunque solemos desconocerlas, de alguna forma nos estan tocando” – Beatriz Valdes.

  • Algo maravilloso de Barbara Freethy

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    Es el tipo de historia sobre la que el periodista de investigacion Matt Winters escribe, no la que quiere vivir. Cuando descubre un bebe recien nacido en su puerta, entra en panico... entonces con desesperacion se vuelve a su hermosa y tentadora vecina Caitlyn Deveraux para que le ayude. Despues de todo, !se supone que las mujeres saben todo en cuanto a bebes!

  • Cuando el final se acerca de Kathryn Mannix

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    <>. Sunday Times <>. The Times <>. The Observer Cuando el final se acerca explora el gran tabu de nuestra sociedad y la unica certeza que todos compartimos: la muerte. Kathryn Mannix, doctora pionera y especialista en cuidados paliativos, nos ofrece respuestas a las preguntas mas intimas en torno al proceso de la muerte, y lo hace con una delicadeza y sinceridad que conmueven. A traves de una serie de relatos tomados de su experiencia clinica, en las cuatro decadas que lleva ejerciendo como medico, la autora expone que enfrentarse a la muerte de manera clara y abierta, con serenidad y conocimiento, encierra un gran poder terapeutico. Las historias que incluye esta obra nos muestran como los que van a morir se aferran a los que se quedan; no porque estos sean mas valientes, o personas fuera de lo comun, sino porque eso es lo que hacemos los seres humanos. Estos testimonios nos guian para saber como actuar en los momentos mas dificiles. Algunos son conmovedores, otros son tragicos, a veces son incluso divertidos, y siempre entranan sabiduria. Este es un libro necesario para todos: para los que estamos afligidos o pasando por un duelo, para los enfermos y tambien para los que estamos sanos. Al leerlo, estaremos todos mejor preparados para la vida, y tambien para la muerte.

  • La receta del amor en pareja de Victoria Cardona

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    ?Como animar y revitalizar el amor para que perdure una union profunda, la correspondencia de sentimientos y asi alcanzar la felicidad? Las claves para un amor en pareja que perdure las encontramos en las demostraciones de carino, la entrega total con ternura y pasion, el respeto por la autonomia y promocion de la personalidad del conyuge, la comunicacion sincera y el buen humor ante les dificultades.

  • La culpa de Carlos Sanchez

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    Carlos es el unico responsable de la muerte del marido de la mujer que ama, Angela. Ademas de la culpa, su conciencia tendra que soportar el dolor que siente y la preocupacion por la mujer de la que esta enamorado, conviertiendolo en alguien que no es.

  • Un Ambiente Extrano de Patricia Cornwell

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    Kay Scarpetta viaja a Dublin para ofrecer unas conferencias en la Facultad de Medicina del Trinity College, pero el proposito real de la forense es investigar una serie de homicidios ocurridos en Irlanda diez anos atras. Estos presentan algunas similitudes con el caso del Carnicero, que ha infundido el panico en los habitantes de Virginia, y Scarpetta intenta establecer hasta que punto los asesinatos cometidos a ambos lados del Atlantico presentan caracteristicas comunes. A su vuelta a Estados Unidos todo se precipita: el torso de una mujer aparece en un vertedero de basura con los miembros amputados. El arma ha sido una sierra de carnicero, como en los casos irlandeses, pero la forma de amputar los miembros no responde al mismo patron...

  • La Otra Gente de C. J. Tudor

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    Lo primero en lo que se fijo fue en los adhesivos que bordeaban la luneta del coche y recubrian el parachoques: <>. <> <> <> <> Vaya batiburrillo de mensajes. Aunque una cosa quedaba meridianamente clara: el conductor era un capullo. Gabe habria apostado lo que fuera a que llevaba una camiseta con un eslogan y tenia en la oficina una foto de un mono con las manos en la cabeza y el letrero: <>. Le sorprendia que el tipo pudiera ver algo entre tantas pegatinas. Por otro lado, al menos proporcionaba material de lectura a la gente durante los atascos. Como aquel en el que se encontraban atrapados en ese instante. Una larga fila de vehiculos avanzaba a paso de tortuga a causa de las obras en la autopista; daba la sensacion de que se habian iniciado en algun momento del siglo anterior y que durarian hasta bien entrado el milenio siguiente. Gabe suspiro y tamborileo con los dedos sobre el volante, como si asi pudiera aligerar el trafico o hacer que apareciera una maquina del tiempo. Ya casi iba con retraso. No del todo. Aun no. Todavia estaba dentro de los limites de lo posible que llegara a casa a tiempo. Pero no albergaba muchas esperanzas. De hecho, las esperanzas lo habian abandonado cerca de la salida 19, como a todos los conductores lo bastante espabilados para confiarse a su GPS y tomar un desvio por una carretera comarcal. Lo mas frustrante era que ese dia habia conseguido salir a buena hora. Habria podido llegar sin problemas a las seis y media, a tiempo para la cena y para acostar a Izzy, como le habia prometido --prometido de verdad-- a Jenny que haria esa noche. <> Eso le habia dolido. Ella queria hacerle dano. Por supuesto, Gabe habria podido replicar que era el quien habia preparado a Izzy para el colegio por la manana, mientras Jenny salia pitando para reunirse con un cliente. Era el quien habia consolado a su hija y le habia aplicado crema antiseptica en el menton cuando el temperamental gato de la familia (adoptado por Jenny) la habia aranado. Pero no le ha dicho nada, porque ambos sabian que eso no compensaba todas las ocasiones perdidas, los momentos en que el no habia estado alli. Jenny era una mujer bastante razonable, pero en lo que a asuntos familiares se referia, tenia los limites bien marcados. Si alguien los traspasaba, ella tardaba mucho tiempo en dejarlo volver al redil. Era una las cosas que el amaba de ella: su devocion inquebrantable hacia su hija. La madre de Gabe habia sido mas devota del vodka barato, y el nunca habia conocido a su padre. Juro que el seria distinto, que siempre estaria al lado de su pequena. Y sin embargo alli estaba, atrapado en la autopista, con muchos numeros de llegar tarde. Otra vez. Jenny no se lo perdonaria. No queria pensar demasiado en las posibles consecuencias. Habia intentado llamarla, pero habia saltado el buzon de voz. Ahora le quedaba menos de un uno por ciento de bateria en el movil, que se apagaria en cualquier momento, y justo ese dia, como no podia ser de otra manera, Gabe se habia dejado el cargador en casa. No podia hacer otra cosa que permanecer sentado, luchando contra el impulso de pisar el acelerador a fondo y llevarse por delante los demas vehiculos, tabaleando sobre el volante con agresividad mientras contemplaba al puto don Pegatinas que tenia delante. Muchos de los adhesivos parecian viejos, pues estaban descoloridos y arrugados. Por otro lado, era un coche antiguo. Un Cortina, o algo por el estilo. Estaba pintado con un espray de aquel color tan de moda en los anos setenta: una especie de dorado sucio. Platano mohoso. Crepusculo contaminado. Sol moribundo. El inestable tubo de escape escupia de forma intermitente un turbio humo gris. El parachoques entero estaba salpicado de herrumbre. Gabe no alcanzaba a ver el distintivo de la marca. Seguramente se le habia caido, junto con media matricula. Solo quedaban las letras <>, <>, y parte de un numero que podia ser un 6 o un 8. Fruncio el ceno. Estaba convencido de que aquello no era legal. Seguro que el cacharro de mierda no estaba ni en condiciones de circular, ni asegurado, ni en manos de un conductor cualificado. Mas valia no acercarse demasiado. Estaba planteandose cambiar de carril cuando el rostro de la nina aparecio tras la luneta, justo en el centro del marco formado por los adhesivos medio despegados. Parecia tener unos cinco o seis anos, cara redonda, mejillas sonrosadas y el fino cabello rubio recogido en dos coletas en lo alto de la cabeza. Lo primero que le paso a Gabe por la cabeza fue que ella deberia llevar puesto el cinturon de seguridad. Lo segundo que penso fue: <>. La nina clavo la vista en el. Se le desorbitaron los ojos. Abrio la boca, dejando al descubierto el diente delantero que le faltaba. Gabe recordaba haberlo envuelto en un panuelo de papel antes de colocarlo debajo de la almohada para que lo recogiera el Ratoncito Perez. Sus labios formaron la palabra <>. En ese momento, una mano procedente del asiento delantero la agarro del brazo y tiro de ella hacia abajo con brusquedad. Ella desaparecio de la vista. Se esfumo. Ya no estaba. Gabe se quedo contemplando el espacio vacio tras el parabrisas. <> Imposible. Su hija estaba en casa, con su madre. Probablemente viendo el Disney Channel mientras Jenny preparaba la cena. No podia ir en el asiento de atras del coche de un desconocido, en direccion a Dios sabe donde y sin el cinturon de seguridad abrochado. Las pegatinas le impedian ver al conductor. A duras penas alcanzaba a vislumbrarle la cabeza por encima del <>. A la mierda. Toco el claxon de todos modos. Luego hizo senales con las luces. Parecio que el cacharro aceleraba un poco. Las obras de la autopista terminaban unos metros mas adelante, y las senales de ochenta kilometros por hora cedian el paso a las que indicaban el limite de velocidad nacional. <> Piso el acelerador. Su coche era un Range Rover nuevo. Tiraba como una bestia. Aun asi, el viejo y destartalado monton de chatarra que tenia delante se alejaba. Apreto el pedal con mas fuerza. El velocimetro subio poco a poco, a ciento diez, ciento veinte, ciento treinta y cinco… Cuando empezaba a ganar terreno, el automovil de delante se paso de golpe al carril central y adelanto varios coches. Gabe lo siguio con un viraje brusco, cerrandole el paso a un camion de alto tonelaje. El estruendoso bocinazo estuvo a punto de dejarlo sordo. El sentia que el corazon estaba a punto de reventarle el pecho como un puto alien. El coche de delante zigzagueaba peligrosamente entre los demas vehiculos. Gabe se vio acorralado por un Ford Focus, a un lado, y un Toyota, delante. Mierda. Echo una ojeada al retrovisor y se desvio al carril lento antes de colarse rapidamente delante del Toyota. En ese instante, un Jeep que se incorporaba desde el carril de adelantamiento le rozo el capo. Gabe freno en seco. El conductor del Jeep puso las luces de emergencia y le mostro el dedo medio. --!Que te den, gilipollas de mierda! El monton de chatarra, que le sacaba ya varios coches de ventaja, continuo serpenteando entre el trafico hasta que las luces traseras desaparecieron a lo lejos. Gabe no podia seguirle el ritmo. Era demasiado peligroso. Ademas, se dijo, sin duda se habia confundido. Por fuerza. No podia tratarse de Izzy. Era imposible. ?A santo de que iria montada en ese coche? Se sentia cansado, estresado. Estaba oscuro. Debia de tratarse de una ninita que se parecia a Izzy. Una ninita que se le parecia un monton, que tenia la misma cabellera rubia recogida en coletas, la misma mella entre los dientes delanteros. Una ninita que lo habia llamado <>. Mas adelante una senal luminosa rezaba: <>. Podia parar alli y llamar a casa para quedarse mas tranquilo. Pero ya iba a llegar tarde; mas valia que siguiera adelante. Por otro lado, ?que importaria si se retrasaba unos minutos mas? Se aproximaba a la salida. <> En el ultimo momento, dio un volantazo a la izquierda y piso las bandas sonoras blancas, provocando un concierto de bocinazos. Acelero por la rampa y llego a la estacion de servicio. Gabe casi nunca paraba en estaciones de servicio. Le parecian deprimentes, llenas de infelices que habrian preferido estar en otra parte. Perdio unos minutos valiosos corriendo de un lado a otro entre los diversos establecimientos de alimentos en busca de un telefono publico, hasta que al fin encontro uno medio escondido cerca de los aseos. Un unico aparato. Ya nadie usaba telefonos publicos. Perdio varios minutos mas buscando suelto hasta que cayo en la cuenta de que aceptaba pago con tarjeta. Se saco la de debito de la cartera, la introdujo y marco el numero de casa. Jenny nunca lo cogia al primer timbrazo. Siempre estaba ocupada haciendo algo con Izzy. A veces decia que le habria gustado tener ocho pares de manos. El deberia pasar mas tiempo en casa, penso. Echarle una mano. --?Diga? Era la voz de una mujer, pero no de Jenny. La voz de una desconocida. ?Se habria equivocado de numero? No lo marcaba muy a menudo. Culpa de los moviles, tambien. Comprobo el numero en la pantalla. Era el del telefono fijo de su casa, sin asomo de duda. --?Diga? --repitio la voz--. ?Es usted el senor Forman? --Si, soy el senor Forman. ?Y usted quien cono es? --Soy la inspectora de policia Maddock. --Una inspectora de policia. En su casa. Atendiendo su telefono--. ?Donde esta usted, senor Forman? --En la M1. Es decir, en una estacion de servicio. De camino de vuelta del trabajo. Balbuceaba. Como si fuera culpable de algo. Aunque en realidad lo era, ?no? Culpable de un monton de cosas. --Tiene que volver a casa, senor Forman. Lo antes posible. --?Por que? ?Que pasa? ?Que ha pasado? Una larga pausa. Un silencio denso, opresivo. Uno de aquellos silencios prenados de palabras sobrentendidas, penso el. Palabras que estaban a punto de joderle la vida por completo. --Se trata de su esposa… y de su hija.

  • Oh my Gothess de Lucia Arca Sancho-arroyo

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    En la red, Dark Gothess es una bloguera que escribe sus reflexiones y sentimientos en una bitacora personal. El misterioso Cold Raven es su mas fiel seguidor.

  • La historia de Elsa Morante

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  • El secreto del solsticio de verano, Christine Kabus de Christine Kabus

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  • El rey recibe de Eduardo Mendoza

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    Barcelona, 1968. Rufo Batalla recibe su primer encargo como plumilla en un periodico: cubrir la boda de un principe en el exilio con una bella senorita de la alta sociedad. Coincidencias y malentendidos le llevan a trabar amistad con el principe, que le encomienda, entre otras cosas, escribir la cronica de su peculiar historia. El opresivo ambiente de la gris Espana franquista pronto se quedara pequeno para Rufo, que viajara a Nueva York con poco dinero, grandes esperanzas y el difuso objetivo de hacer algo emocionante con su vida.
    Rufo Batalla sera testigo de los fenomenos sociales de los anos setenta, como la igualdad racial, el feminismo, el movimiento gay o el desplazamiento de los grandes centros culturales y la deriva de la cultura hacia nuevas formas de expresion, fenomenos que en buena parte hicieron del presente lo que es hoy. Y dejara constancia, no tanto de los hechos como de la forma en que lo vivieron quienes los presenciaron.
    Con la conocida union de maestria narrativa y refinamiento estilistico del autor, personajes reales e imaginarios, tipicos del universo de Eduardo Mendoza, se dan la mano en esta novela, brillante inicio de la trilogia Las Tres Leyes del Movimiento, que recorrera los principales acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX.

  • Tachando dias de Monica Benitez

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    Elena Salgo de la reunion sin tener muy claro el motivo por el que Almudena ha querido que asistiera. Imagino que se ha equivocado, aun asi, no comento nada y camino tras ella por el pasillo, observando como sus pies se mueven uno tras otro con su caracteristica elegancia, esa que hace que mi jefa parezca que levita en lugar de caminar. --Pasa --ordena autoritaria, invitandome a entrar en su despacho. --Creia que teniamos una reunion con el personal, Almudena --comento mientras las dos tomamos asiento, una frente a la otra --?por que me has metido en una reunion con los directivos? --Porque quiero que te acostumbres. --?Que me acostumbre? --me sorprendo. Almudena se recuesta en el respaldo de su acolchada silla de cuero y deja que esta haga muelle y la balancee ligeramente. Cruza las piernas y deja descansar las manos sobre su regazo. No puedo evitar mirarla con agrado, nunca he visto a una mujer con cincuenta anos tan bien llevados. --Estoy agotada, Elena --confiesa suspirando --me paso el dia enterrada entre montanas de papeles y estoy cansada, me gustaria tener algo mas de tiempo para mi. --Bueno, si es eso puedo echarte una mano si quieres, ya sabes que no me importa --me ofrezco sin acabar de comprender. --Dime una cosa, Elena. ?Cuantos anos llevas conmigo? ?Diez, doce? --Ocho. --Ocho --repite con agrado--, ?y no te gustaria ascender? --?Que quieres decir? --Lo que digo es que quiero que ocupes mi puesto. Su propuesta me sorprende tanto que soy incapaz de encontrar las palabras adecuadas para agradecerle su confianza, en lugar de eso, estoy ante ella conteniendo la respiracion con los ojos muy abiertos. Alucinada por lo que acaba de decirme. --Eres mi mano derecha, Elena, tu mejor que nadie sabes todo lo que hago y, sobre todo, eres la unica capaz de hacer las cosas como a mi me gustan. --Bueno, mejor hacerlas a tu gusto que escuchar tus broncas --comento haciendo uso de una confianza que me he ganado de forma justa. --Bueno, ?que me dices? --insiste, extendiendo los brazos intentando abarcar de forma abstracta todo lo que me ofrece. --No te entiendo, ?quieres dejar el puesto? --pregunto con angustia. --No, no, claro que no --sonrie aliviandome--, no te librarias de mi tan facilmente, eso te lo aseguro. Estare por aqui en un segundo plano, solo quiero que lleguen a mi mesa las cosas que requieran mi firma y un informe semanal con todas las novedades, pero por lo demas, quiero que tu seas yo. Obviamente no a cambio de nada, te aumentare el sueldo un veinte por ciento, y si lo haces bien, a partir del ano que viene te dare un cinco por ciento de las acciones de la empresa. ?Que me dices? --?Lo puedo pensar? --pregunto superada por la situacion. --Por supuesto que no. Ruedo los ojos y sonrio, conozco a Almudena lo suficiente como para saber que es tan implacable como impaciente. --De acuerdo --claudico asintiendo--, pero hay muchas cosas que no se hacer, casi no conozco a los demas directivos, no se como lidiar con ellos, ni... --Relajate --me corta sonriente al ver mi cara de agobio. --Ya te he dicho que estare aqui. No espero que lo lleves todo de un dia para otro, soy consciente de que hay muchas cosas que tengo que ensenarte todavia, pero para eso necesito que todo tu tiempo sea mio, y cuanto antes comencemos mejor para mi. --Pero ?y mis cosas? Alguien tendra que hacerlas, Almudena, no puedo abarcarlo todo. --Por supuesto que no, para que yo pueda ensenarte a ti, antes tendras que ensenar tu a alguien. He contratado a una chica con un curriculum intachable y a la altura del tuyo. Se ha tenido que trasladar a la ciudad por motivos personales y eso la obligo a abandonar su antiguo trabajo, asi que ahora es nuestra, puedes leer su curriculum si quieres --dice tendiendome una carpeta de color verde claro. La cojo y la sostengo un segundo entre los dedos, pero estoy demasiado sobrepasada por lo que mi jefa acaba de ofrecerme y no me siento capaz de ponerme a leer nada. --Me fio de ti --digo sin mas, dejandola sobre la mesa. --Bien, porque llegara en diez minutos --asegura tras mirar su reloj de pulsera--, le he pedido que se pase hoy para que os conozcais, pero no empezara hasta manana. Tienes quince dias para ensenarla bien, Elena, despues seras para mi. --?Quince dias? --pregunto asustada--, es muy poco tiempo, Almudena. Tu has visto a diario lo caotico que es mi puesto. --Tendra que espabilar igual que lo hiciste tu en su dia, ademas, tampoco desapareceras, si tiene alguna duda puede venir a consultarte, aunque no deberia porque su puesto anterior era muy parecido al tuyo. En fin, me alegro de que hayas aceptado. Sonrio y miro a Almudena con agradecimiento. Se que habla sinceramente, de cara a los clientes y trabajadores se muestra como una mujer fria, distante y malhumorada, pero hace tiempo que consegui derribar sus defensas y soy perfecta conocedora de su autentico caracter; carinoso y comprensivo, aunque solo en ocasiones excepcionales. Alguien llama a la puerta, las dos nos ponemos en pie y Almudena rodea la mesa para colocarse a mi lado. Quiere que la nueva se sienta comoda en este primer encuentro y le parece mucho mas cercano hablar con ella sin distinguir posiciones, una humildad que tambien utilizo conmigo en mi entrevista y que siempre he admirado de ella. Apoya el culo sobre la mesa mientras yo la miro sin saber muy bien que hacer. --Recibela tu, al fin y al cabo, sera tu subordinada --sugiere Almudena. Me dirijo hacia la puerta y la abro con decision para dejar pasar a la nueva redactora jefa de la revista, debo mostrarme firme y segura si quiero estar a la altura del puesto que Almudena acaba de ofrecerme. La chica se detiene en seco en cuanto me ve, me observa con el rostro desencajado por la sorpresa mientras yo siento el corazon martillearme el pecho y un calor que me abrasa por dentro mientras la miro de arriba abajo corroborando que es ella. --No me jodas --farfulla en voz baja. Al reconocerla me he quedado tan paralizada que he sido incapaz de reaccionar a tiempo. Emma toma una gran bocanada de aire para intentar calmarse, pero al no conseguirlo, hace lo que sin duda debe llevar mucho tiempo deseando hacer; alza su mano y me da un sonoro bofeton cargado de rabia que me cruza la cara y me deja con la mejilla ardiendo y el oido zumbando. Aturdida y algo desconcertada por lo que acaba de pasar, la observo cogerse la mano para calmar el picor que sin duda debe haberle provocado la torta que me ha dado, y despues de dedicarme una mirada llena de ira, sale por donde ha entrado y se marcha sin decir una palabra. Cierro la puerta de un empujon y apoyo la espalda en ella a la vez que me coloco la mano en la cara sintiendo que esta a punto de explotarme. Es la primera vez que me dan un bofeton y no me imaginaba que doliese tanto, aunque ese dolor no es nada comparado con la opresion que he sentido en el pecho al ver su forma de mirarme. Cargada de rabia y de ira, pero sobre todo de un dolor que yo le provoque cuando tome la que sin duda ha sido la peor decision de mi vida.

  • Penitencia de Ruben Gozalo

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    Mav es un perdedor. Tiene una vida de mierda, va saltando de un empleo precario a otro y hace tiempo que su novia le abandono. Su existencia es tan patetica que hasta su ex se quedo con la unica cosa que le importaba: Sid, su perro.
    Un dia, uno de sus amigos le recomienda una aplicacion movil para flirtear y ligar con desconocidas. La app le abre un nuevo mundo de posibilidades. Sin embargo, su peor pesadilla esta a punto de hacerse realidad.

  • Vikingos (Senores del Norte 1) de Becka M. Frey

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    Kaira, hija de un guerrero berseker, es testigo de la salvaje violacion de este a su madre. Como consecuencia de ese trauma se refugiara en las armas hasta el punto de ganarse el apodo de Corazon de Hielo.
    Ake ha sido bendecido por los dioses. Convertido en un fiero guerrero que no le teme a la muerte abandonara la aldea que lo vio nacer, pues es sinonimo de recuerdos que quiere olvidar, y se embarcara en un viaje sin retorno para convertirse en el nuevo senor de Skuldelev.
    Pero el destino cruzara el camino de ambos y Kaira sera confundida con una esclava a la que Ake convertira en su cautiva. Perturbado por los sentimientos que despierta en el, intentara luchar contra ellos, ya que Ake se hizo a si mismo la firme promesa de no volver a enamorarse y, mucho menos, de otra esclava.
    Un romance que debilitara las barreras que ambos se han autoimpuesto y que desembocara en una pasion arrolladora.
    Un viaje apasionante a traves de una civilizacion igual de salvaje que fascinante.

  • La mujer que no sabia llorar de Gaspar Hernandez

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    El protagonista de esta historia, alter ego del autor, es un becario de diecinueve anos que trabaja en un periodico de comarcas. El es un chico altamente sensible que disfruta de su trabajo hasta que un buen dia se acuesta con la sexologa del periodico, Daniela Costa, una experta en su campo, atractiva, alta, delgada y elegante, pero fria como el hielo. Una mujer que esconde un secreto en el fondo de su alma que le bloquea las emociones.
    Solo a traves del orgasmo es capaz de dejarse llevar y sacar el dolor que esconde en lo mas profundo de su ser.
    Esta es la historia de la joven Daniela Costa. La historia de la mujer que no sabia llorar.

  • Una manana en el Tamesis de Diaz De Tuesta

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    Una manana en el Tamesis
    Libro 1o de la serie UN DIA EN EL TAMESIS
    James Keeling, duque de Gysforth, ha hecho una apuesta con sus amigos, en Brooks’s: dara un paseo matinal en barca por el Tamesis con una dama totalmente desconocida, alguien a quien no haya visto jamas, y con la que no haya hablado nunca. Algo que parece imposible de cumplir hasta que, durante una partida de cartas, coincide con un muchacho consumido por el ansia del juego, el nuevo y flamante conde de Saxonshare.
    Lady Bethany Howland, hija del antiguo conde de Saxonshare, sabe que esta abocada a la ruina mas completa. Su primo y tutor esta dilapidando la fortuna familiar con su enfermiza aficion al juego y la mala vida, y ella no tiene modo de impedirlo. Atrapada por los convencionalismos de la sociedad en la que vive, su unica ilusion es el romantico enamoramiento que siente por el duque de Gysforth, al que solo ha visto de lejos.
    El hombre que, una manana en el Tamesis, le rompera el corazon.

  • Bajo la red de Iris Murdoch

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    Jake Donaghue, un escritor y traductor intelectual y bohemio, deambula por un Londres inacabable intentando mejorar su situacion tanto emocional como economica. Su novia, que se ha enamorado de un corredor de apuestas, le pide que se vaya de la casa que han compartido hasta ese momento. Donaghue se ve obligado a buscar un nuevo lugar en el que vivir, y recala en el hogar de una antigua novia, la cantante Anna Quentin. Es entonces cuando el destino lo lleva hacia un viejo conocido, Hugo Bellfounder, un abstruso filosofo con el que Jake tuvo ciertos desencuentros en el pasado. Iluminado, pero victima de una continua desazon vital, Jake Donaghue no abandona su idea de convertirse en un verdadero escritor mientras el mundo parece derrumbarse a su paso.

  • Suenos y realidades de Juana Manuela Gorriti

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    Juana Manuela Gorriti reinvento el genero gotico y creo una de las obras mas transgresoras de las letras latinoamericanas del siglo XIX. Con prologo de Mariana Enriquez y notas introductorias de Alejandra Laera.

  • Los ultimos dias de Rabbit Haye, Anna McPartlin de Anna Mcpartlin

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    Rabbit Hayes ama su vida, normal y corriente como es, y tambien ama a la gente extraordinaria que hace que esta vida sea aun mejor. Ama a su ingobernable y vital familia: a su hija Juliet y a Johnny Faye, ambos con un corazon de oro.

  • Juegos de Seduccion de Ana Rodriguez

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    Ano 2003. Laura y Luis se conocen en una sala de chat. Ella siente que encontro al amor de su vida. ?Sera asi?
    ?Se esta enamorando de una persona o de un personaje? ?Que intenciones motivan el encuentro? Romance e intriga. ?Que vemos cuando nos enamoramos?
    Una historia de amor. ?O desamor?

  • Capricho del destino de Mairi Duan

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    El murmullo continuo de un rio cercano comenzo a devolverla a la consciencia. Intento abrir los ojos, pero los parpados se negaron a obedecer las ordenes de su cerebro mientras sentia en las sienes el desbocado palpitar de su corazon. La cabeza no paraba de darle vueltas, su cuerpo estaba dolorido y tenia la garganta completamente seca. Se esforzo de nuevo por abrir los ojos y, lentamente, una tenue claridad parecio vislumbrarse a traves de las pestanas de Elena, que permanecia inerte, boca arriba. Su cerebro poco a poco fue interpretando las imagenes que entraban por su retina, formando figuras que hacia unos momentos eran indefinidas: un poderoso roble de casi treinta metros de altura, con su grueso y rigido tronco grisaceo, se erguia imponente delante de ella. Busco en su memoria los ultimos minutos queriendo recordar en que momento se habia tumbado bajo aquel solitario arbol, sin embargo, su mente parecia vacia. Con dificultad, consiguio incorporarse hasta sentarse sobre una mullida alfombra verde mientras sus ojos registraban el entorno que la envolvia: agrestes montanas ascendian desde un inmenso valle abierto por el que discurria un rio que se perdia en el interior de un bosque de pinos, donde el silencio solo era interrumpido por el sonido del agua en su recorrido chocando con piedras y arrastrando todo lo que encontraba a su paso. No tenia ni idea de donde estaba ni como habia llegado a parar alli, ni siquiera recordaba haber estado en ese lugar anteriormente. Estrujo su cerebro buscando alguna pista que le ayudara a recordar lo sucedido, pero sus recuerdos permanecian aletargados, solamente inconexas rafagas de imagenes sin sentido acudian a su cabeza sin que Elena supiera que significaban o pudiera relacionarlas con nada: un autobus en medio de la noche, el silencio, un fuerte resplandor, oscuridad, la presion de las manos de Alicia mientras caia... --sus ojos se abrieron desmesuradamente girando la cabeza en todas direcciones. --!Alicia! ?Donde estas? --Como si tuviera un resorte, se levanto rapidamente para buscar a su amiga, pero tuvo que volver a sentarse cuando la cabeza comenzo a darle vueltas amenazando con hacerle perder de nuevo la conciencia. Cerro los ojos para recuperar el control y, despues de unos minutos que se le antojaron eternos, los abrio, moviendo muy lentamente la cabeza, escrutando a su alrededor en busca de alguna senal del paradero de Alicia. Unas deportivas negras sobresalian por detras de un arbusto a pocos metros de ella. Controlando la urgencia de salir corriendo por riesgo a desvanecerse, se levanto muy despacio y se acerco a ella. --Alicia, ?estas bien? --Tomo su pulso, suspirando de alivio al verificar que seguia viva. Su respiracion era regular y el color de su piel sonrosado, un poco palido, pero con vida. Examino con cuidado su cuerpo en busca de alguna herida o contusion que pudiera significar algun traumatismo, pero estaba intacta, ningun rasguno, simplemente desmayada. Se sento junto a ella sujetando sus manos, como si temiera que al soltarla pudiera desaparecer y se relajo esperando a que se despertara; quizas ella supiera donde estaban. Cerro los ojos y dejo su mente en blanco. Cuando su respiracion y el ritmo de su corazon se normalizaron nuevas imagenes comenzaron a agolparse en su memoria y poco a poco los ultimos momentos vividos fueron pasando por su cabeza como si fuera una pelicula, haciendose cada vez mas nitido. <> --!Las Highlands! !Claro! --Abrio los ojos --!Seguimos en Escocia! --Sonrio satisfecha. -- Pero, ?donde? --Fruncio el ceno--. ?En que parte de Escocia? Y, ?como demonios hemos llegado aqui? Obligo a su mente a indagar mas profundamente en sus recuerdos. <> --!Mi cabeza! --Alicia se habia soltado de la mano de su amiga mientras intentaba incorporarse --?Que... que ha pasado? --Espera --Aconsejo Elena poniendo las manos sobre sus hombros para impedir que se levantara--. No te levantes de golpe o te marearas. --?Donde estamos? --Volvio a preguntar mientras movia la cabeza de un lado a otro intentando abarcar el mayor espacio posible que su posicion en el suelo la permitia. Elena tardo unos segundos en contestar. --No tengo la mas repajolera idea. Esperaba que tu pudieras decirmelo. No recuerdo casi nada. --?Hemos sufrido algun accidente? --Que yo sepa no. --?Y los demas? --La impaciencia pudo mas que la prudencia y, desoyendo lo que Elena la habia aconsejado, intento levantarse para, unos segundos despues, volver a tumbarse. --Te dije que no te incorporases tan rapido. Respira despacio e intenta calmarte. No se lo que ha pasado, ni donde estamos ni donde estan los demas. Alicia permanecio quieta hasta que volvio a ser duena de su cuerpo. Sentia que la cabeza le iba a estallar y no conseguia recordar por que estaba alli tumbada, todo parecia borroso. --Hemos debido de sufrir algun traumatismo, por eso esta todo tan confuso. Necesito levantarme. --Hazlo despacio. --Vale. A medida que se incorporaba, su expresion iba cambiando mientras contemplaba el valle que las envolvia. Miro desconcertada a Elena. --No recuerdo este lugar. --Yo tampoco --comento encogiendose de hombros--. No tengo ni idea de donde estamos. Supongo que seguimos en Escocia pero no se en que lugar de Escocia ni tampoco como hemos llegado hasta aqui. ?Que es lo ultimo que recuerdas? Alicia busco en su memoria intentando retroceder todo lo posible y lentamente el autobus volvio a su mente, el castillo, la cena, la tormenta... Arrugo la nariz cuando la imagen de una luz resplandeciente y posteriormente una oscuridad total se atascaron en su memoria, sin comprender muy bien que significaban. De pronto sintio un escalofrio al experimentar un extrano vertigo recordando aquella oscuridad surgida de la nada y luego... --No... no... tiene sentido --objeto--. No se... --Las palabras se quedaron atrapadas en su garganta, buscando una forma de darles coherencia. --Aunque te parezca que no tiene sentido, Alicia, ?que es lo que recuerdas?--. Volvio a inquirir mirandola fijamente. Alicia, con los ojos muy abiertos y la boca desencajada, queria explicar lo que recordaba pero no sabia por donde empezar. Aquello no tenia ni pies ni cabeza. --No se, Elena. Recuerdo que... despues de cenar en el castillo de Eilean Donan cogimos el autobus y luego me quede dormida. --Y... cuando despertaste... ?que recuerdas? Alicia cambio de posicion y titubeo antes de continuar. --Cuando regresabamos a Fort William me desperto el frenazo del autobus y al abrir los ojos... --Se detuvo, no sabia como seguir. No tenia muy claro que es lo que vio. --?Que viste? --Insistio Elena. --No lo se --Nego con la cabeza--. Recuerdo una brillante luz, quizas otro autobus o un camion. No se lo que era, solo que era una luz muy potente. Luego se apago de repente y todo quedo a oscuras. ?Tu recuerdas lo mismo? --inquirio preguntandose si habian sido imaginaciones suyas. --Si, y tampoco tengo claro que era esa luz. Es como si mi cerebro hubiera borrado esa parte. No se que ocurrio cuando se apago, me vienen imagenes sin sentido. --?Que imagenes? Elena buscaba las palabras correctas para describir aquellas extranas imagenes. --Una especie de... tunel o pozo, muy oscuro. --Y caimos en el, ?verdad? Elena se quedo callada mirando a los ojos de Alicia sin saber que contestar. No era consciente de haber caido en aquel pozo, tunel o lo que fuera, sin embargo recordaba la sensacion de vertigo y angustia cuando todo lo que estaba a su alrededor desaparecio y ella se vio inmersa en una oscuridad total. --No lo se, Alicia. No recuerdo que nos cayeramos. --Yo creo que si, que caimos en ese pozo, no se como, pero caimos. Al principio estaba muy oscuro pero cuando estabamos llegando al final... la luminosidad era tan brillante que tuve que cerrar los ojos. Despues... todo se desvanecio. --Si hubieramos caido en un pozo, estariamos heridas y ni tu ni yo tenemos un solo rasguno. --Entonces ?por que no sabemos donde estamos? La unica respuesta logica es que hayamos sufrido un accidente y tengamos algun tipo de amnesia anterograda, por eso no recordamos nada posterior al accidente. Y todo apunta a que ese accidente se debe a la caida en ese agujero. ?No crees que tiene logica? --Si, es posible --contesto sin estar muy convencida. --Lo unico que tenemos que hacer --afirmo satisfecha de haber solucionado el enigma --es llegar al pueblo mas cercano y regresar a Fort William. Si no recuerdo mal nos hospedamos alli, ?no?--Si, en Fort William. --Seguramente alli alguien podra aclararnos que nos ha pasado. --Supongo. --Pues pongamonos en camino, cuanto antes, mejor. --De acuerdo --comento a falta de una propuesta mejor. Iniciaron la marcha hacia el rio para poco a poco adentrarse en el bosque donde los enormes pinos de corteza roja fueron envolviendolas a medida que se zambullian entre sus poderosos troncos, que se elevaban hacia el cielo formando una barrera vegetal que impedia penetrar los rayos de sol. Las dos amigas caminaban en silencio, enfrascadas en sus pensamientos, oteando a su alrededor. Elena se preguntaba como era posible que estuvieran tan alejadas, llevaban varios kilometros recorridos adentrandose cada vez mas en el profundo bosque y no habian encontrado ninguna senal humana, ningun camino, ni letrero, ni siquiera basura que indicara que por alli habia pasado algun ser humano. De pronto se paro en seco haciendo que Alicia, que seguia de cerca sus pasos, chocara contra ella y, cuando fue a quejarse por lo precipitado de la parada, Elena puso un dedo en los labios gesticulando suavemente con la otra mano para comunicar a su amiga que permaneciera callada. --Shhh. Creo que he oido algo --susurro oteando cuidadosamente a su alrededor. --?Que has oido? --inquirio Alicia que, imitando a su amiga, se habia colocado a la defensiva buscando encorvada sin saber muy bien el que. --Creo que era un grito. --?Un grito? !Entonces hay alguien cerca! --Solto esperanzada girando la cabeza en todas direcciones mientras se movia ruidosamente entre las hojas secas esparcidas por el suelo. --Si no dejas de hacer tanto ruido no sabremos donde estan. Ralentizaron su respiracion para poder escuchar con mayor claridad mientras sus ojos escrutaban a su alrededor en busca de cualquier movimiento que delatara una presencia humana. Un chillido se escucho desde algun lugar en el interior del bosque haciendo que sus miradas se desviaran en aquella direccion. --Ha sido por alli. --Senalo Alicia dirigiendo sus pasos hacia aquel punto cuando la mano de Elena la agarro por el brazo impidiendo que continuara. --Espera. --?Que pasa? --Me ha parecido que... pedia ayuda. --?Ayuda? --Se alarmo Alicia. El aullido de una voz infantil mezclado con otras voces mas graves, evidentemente adultas, unidas a un sonido de forcejeo y lucha paralizo a ambas que se miraron con expresion preocupada. --Esto no me gusta --Nego Alicia con la cabeza-. Deberiamos ir en busca de ayuda. --?Donde, Alicia? No sabemos donde estamos ni donde esta el nucleo urbano mas cercano. --Pues continuamos en la direccion que ibamos y seguro que encontramos a alguien. !Joder! Cuando mas necesitas un movil no lo tienes a mano. --Alicia, parece un nino que esta en apuros, no podemos irnos y dejarle sin mas, no nos perdonariamos haberle dejado a su suerte. Alicia sabia que Elena tenia razon. --?Y que podemos hacer nosotras?

  • Te seguire de Yunuen Galvan

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    Alice es una chica enamoradiza y fria que perdio a su primer amor por miedo. Despues de varios anos la vida le volvio a poner una nueva persona en su camino; pero, ?Que pasara si su viejo amor aparece de nuevo?, ?Sera capaz de dejar ir una nueva oportunidad para regresar a donde siempre tuvo el sueno de estar?"Te seguire" es una obra que aborda el tema del amor no correspondido y las diferentes maneras en las que se llega a superar los sentimientos; trata de una manera sutil el hecho de que en muchas ocasiones por intentar perseguir a una persona que no esta escrita en tu destino, te olvidas de ver quien si lo esta.

  • Encuentros en una agencia matrimonial de Sonsoles Fuentes

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    Doce relatos de amor basados en historias reales.

  • Una marquesa enamorada (Amor amor 3) de Mile Bluett

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    Continua la serie <> de Mile Bluett con esta historia de amor con tintes de intriga y misterio.

  • Mi mapa de ti de Isabelle Broom

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    Unas vacaciones en la impresionante isla griega de Zakynthos, con sus cielos azules perfectos, playas de arena blanca y aguas cristalinas, deberian ser un sueno hecho realidad para cualquier persona. menos para Holly. Para ella es mas bien una pesadilla.
    Al llegar a la isla, para poner en orden una casa que acaba de heredar, Holly no tiene ni idea de que esperar. Y la verdad es que no esta preparada para los secretos familiares que esta a punto de descubrir.
    Con la ayuda de Aidan, su atractivo vecino, Holly se dispone a explorar la isla con la esperanza de reconstruir su propia historia perdida. Sin embargo, la vida real, incluido el novio que dejo atras, amenaza con alcanzarla.
    Holly piensa que esta siguiendo los secretos del pasado. Pero, ?es posible que acabe configurando un mapa de su futuro?

  • Desconocidos de David Lozano

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    Dos vidas que se cruzan de madrugada a traves de las redes. Pronto daran el siguiente paso: una cita a ciegas. Sin embargo, encontrarse con un desconocido siempre entrana riesgos. Porque todos ocultamos secretos. Un cadaver. El cuerpo de un muchacho, desfigurado por la violencia de la caida. Una vida joven arruinada para siempre, una muerte que suscita mas preguntas que respuestas.

  • Llueve sangre sobre el asfalto (Balas y Whisky 1) de A. J. Raven

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    Cuando la policia llego al motel, las gotas de sangre aun se deslizaban sin prisa desde el colchon de la cama hasta el suelo de aquel mugriento cuchitril. Hallaron a la asesina tumbada, esbozando una ligera sonrisa y abrazada al cadaver como si fuera una nina dando amor a su osito de peluche. Los dos estaban desnudos alrededor de un charco de sangre y vomito. La prensa local, El Evening Journal , catalogo los crimenes como uno de los mas atroces que habian ocurrido en la ciudad. Sin embargo, no pudo igualarse al asesinato ocurrido cinco anos atras perpetrado por un joven que violo, atropello y quemo a una disminuida por la simple razon, de querer divertirse. Asi mismo, esa misma prensa, la que a veces enganaba a su publico inyectando en el papel tinta envenenada, le otorgo el sobrenombre de la asesina de gordos o la asesina del pene. La comisaria que llevo el caso, la veintidos, su capitan declaro que en mas de los diez anos al frente de la jefatura, jamas habia contemplado un crimen igual; tan sadico y tan salvaje a la vez que despiadado. El capitan tambien anadio que, cuando vio las fotos del primero de sus crimenes, por poco le da un infarto... 1 Para Berta Rogers, por fin llego el dia que tanto habia esperado. Tras ganar su primer caso para el bufete Bender and Bolin , uno de los mas prestigiosos de la ciudad, consiguio aquel puesto fijo como abogada al que siempre habia aspirado. Terminada como becaria a los veintisiete anos de edad, su jefe, un chupatintas de cincuenta anos adicto a la nieve y a las putas caras llamado Andreu Bolin, le asigno un caso facil de llevar, puesto que quiso tantear a una abogada cuyo futuro brillaba en esplendor. El caso en cuestion no fue nada mas que un simple robo en una tienda de licores en donde su asaltante, --un ninato de clase alta que empunaba una pistola de juguete--, sustrajo quinientos dolares en metalico y botellas por valor de cien dolares. En total la suma ascendio a mil dolares. Lo que hizo la mente de la abogada fue cambiar los roles. Al delincuente lo puso como victima y a la victima, como el delincuente. La oscuridad se hundia en la ciudad de los vientos. Era una noche del segundo mes del ano en donde semanas atras, los carnavales habian sazonado un poco las malogradas calles con aquellos disfraces y pelucas de distintos colores, hombres zancudos, animales y un sinfin mas de parafernalia sin sentido. Una noche invernal en la cual la nieve gritaba con sutileza por cada rincon de aquellas arterias ennegrecidas, atormentadas, llenas de maldad, odio y desesperacion. Una capa de cinco centimetros de espesor arropaba las aceras como una madre arropa a su hijo. Los coches dormian con sumo placer bajo un manto de escarcha, las alcantarillas emitian un humo lechoso, triste, y las campanas del ayuntamiento daban las diez en punto. Berta elegia vestido para la fiesta que sus amigas habian preparado por ganar su primer caso. Acababa de salir de la ducha de su casa de dos plantas en el 1149 de la calle 90, en Dunning, al este de la ciudad. En su habitacion, al lado de la cama, frente al espejo, se probaba vestidos. Cogio el negro y se lo probo. No le gusto como la quedaba debido a que pensaba que ese color le hacia tener el culo gordo. Lo dejo apartado y agarro el rojo. Se lo probo mirandose al espejo sin embargo, tampoco le gustaba; pensaba que ese color era para descocadas, tal vez para su amiga Kate. Lo aparto a un lado de la cama y se decanto por el negro. Para nada le hacia tener el culo gordo. Berta era guapa, bastante guapa. Tenia unas medidas de ensueno en una altura de un metro sesenta. Su pelo rubio ondulado, destellante como el oro bajo los rayos del sol, resbalaba hasta sus pequenos y redondos hombros. Los ojos eran grandes como ensaladeras y el color parecia una hermosa pradera verde. La nariz pequena y redonda estaba unida a una sonrisa que daba felicidad a un rostro cuya piel, era de un blanco tan bello que se asemejaba a las alas de un angel. Tambien era una chica brillante, divertida, generosa, culta y con un gran corazon aunque este se transformaba cada vez que se ponia la toga y subia al estrado, convirtiendo ese corazon en un organo inerte. Sus pasiones como cualquier muchacha de su edad, era la moda; a Berta le encantaba la ropa, sobre todo la ropa cara comprada en las tiendas de la calle llamada The Mag Mile. Ademas de comprar ropa, la gustaba nadar al igual que jugar al tenis, ir a sitios caros y la buena comida. A veces, solia salir con un chico de cuerpo musculoso y cabeza vacia, algo informal, un mero revolcon, puesto que a ella la agradaban los chicos inteligentes. Pero que no lo fueran mas que ella. Berta salio de su casa a las once. Un taxi esperaba en la acera con el motor encendido. En su interior se hallaban sus tres amigas: Kate, Wen y Lany. Kate Miller era la mas atrevida y ligera del grupo. Fue companera de Berta y Lany en la misma clase. En la actualidad, ejercia como veterinaria, un trabajo que era su pasion; poder salvar y cuidar animales indefensos era su vida. Era lista, atenta, generosa, fogosa y coqueta. Unas cualidades dentro de un cuerpo perfecto, delgado a su vez que con curvas, y un pelo negro lacio, que llegaba por debajo del cuello. Su cara albergaba unos labios finos, nariz ancha y unos ojos de color gris. Sus pasiones, aparte de cuidar animales moribundos, era la fiesta. La encantaba salir a desmadrarse y pasarlo bien entre copas y chicos. Despues, estaba Wen Zhao. Era una chica algo timida proveniente del gigante asiatico que al terminar de graduarse se hizo profesora adjunta. Poseia un cuerpo fino como el hilo de una cana de pescar. Alguno de sus dioses asiaticos no la bendijo con culo ni pechos; ese dios de ojos rasgados se cachondeo de ella al hacerla plana como una tabla de planchar. El pelo, corto hasta el cuello, parecia un estropajo. La cara era como un pan de hogaza, una frente protuberante y una nariz chata con las aletas definidas. Lectora empedernida de autores confucianos, iba un curso por debajo cuando conocio a las chicas. Sus padres se trasladaron de China despues de nacer Wen. Su padre quiso un futuro mejor el cual, el gigante asiatico no podia proporcionarle, abrio una tienda de licores y comestibles en el barrio chino que no le fue nada mal. Por ultimo, estaba Lany Lopez. De origen cubano, era una portentosa belleza latina. Tenia un pelo moreno largo hasta llegar a media espalda. En las puntas, unas mechas de color verde que hacian juego con sus ojos. Una piel caramelizada, unos labios finos y una nariz aguilena era todo lo que ofrecia su cara. La espalda y las piernas reflejaban tatuajes. Era la rebelde del grupo. Controlaba todo a su paso; era fria calculadora y dominante, pero buena amiga. Le gustaba las motocicletas (cuanto mas grandes mejor) y enfundarse en ropa de cuero. Poseia una lengua viperina y portaba un toque gotico. --?Listas para desmadrarnos esta noche? --pregunto Kate. --Si, pero sin pasarnos --dijo Lany. --?Creeis que este vestido me hace gorda? --inquirio Berta. --Estas deslumbrante --dijo Wen--.Mirame a mi, parezco una tabla de madera, en cambio tu, estas guapisima. --Estas perfecta --anadio Kate--. Ese vestido te hace unas tetitas ricas, dejame tocar. Estiro la mano y la toco un pecho. --!!Deja mis tetas!! --exclamo Berta entre risas. --Yo no tengo tetas --pronuncio Wen. Berta y Kate rieron. --Oiga --espeto Lany al taxista--. Cuando quiera arranque, !eh! --Si no me dicen adonde van… --Al club The Warehouse. El club se ubicaba en el 206 de South Jefferson Street, en el area comunitaria de Greektown. Se habia construido sobre la estructura de una antigua fabrica de tres pisos. Cinco anos atras de la apertura del club, aquella fabrica de calzado fue destruida por un incendio que se inicio a las tres de la madrugada. Los bomberos atribuyeron el suceso a unos viejos cables pelados que recorrian la pared del tercer piso. A los seis meses del incendio, la casualidad hizo que el terreno pasara a un politico de dudosa procedencia. El Warehouse era el club de moda en la ciudad. Cada noche, atraia alrededor de dos mil personas sedientas de una buena juerga. A veces, Berta, Kate y Lany, se podian pasar quemando la pista desde la noche del viernes hasta el medio dia del domingo. Era un club en donde se permitia el sexo al descubierto, eso hacia que estuviera libre de agresiones. Lo mismo lo podias hacer en el bano que en la pista o junto a la cabina del DJ. Tambien era la sede para los hombres negros homosexuales repudiados, tratados como leprosos por su comunidad. Alli se podian juntar y darse amor sin que ningun dedo les senalara. En aquel lugar podian ser ellos mismos. El residente, el que hacia vibrar la pista, era Frankie Knuckles, un DJ afroamericano rollizo, calvo, con gafas de pasta y una perilla. Habia salido de los bajos fondos de la ciudad conocida como la Gran Manzana para empezar a despuntar experimentando con la musica electronica. --Seguro que aparece tu ex novio --dijo Lany a Kate. --Espero que no, quiere volver pero no estoy dispuesta, paso de el. --Venga chicas, relajaos y disfrutemos de la noche --sentencio Wen. El taxista las dejo en la puerta del club. La fachada se iluminaba de blanco por unos pequenos focos que rotaban de forma aleatoria en ambos lados de la puerta. Estaba custodiada por un portero que se podia asemejar a un orangutan, con una piel negra como el carbon y recubierto de musculos en una altura de un metro noventa. Portaba un traje negro y camisa blanca, ambos de una talla menos. Parecia que iba a reventar el traje y colgarse desde el Willis Tower, el rascacielos mas alto de la ciudad. La fila de personas que esperaban entrar al lugar de nacimiento de la musica electronica, daba la vuelta a Jackson Boulevard. Una alfombra roja te acercaba hasta la puerta en donde aparte del orangutan, habia una banda de terciopelo rojo colocado en dos postes de contrachapado banado en oro. Bajaron del taxi y fueron directas hacia el portero. Eran bien conocidas por el dueno pero sobre todo, por el primero. De esa manera, consiguieron saltarse toda la fila sin esperar ni pasar frio en la tortuosa noche. Ellas solo iban a calentar. Kate habia conseguido un reservado para un dia tan especial. --Bienvenidas, chicas --dijo el portero con una voz grave. El orangutan aparto la banda de terciopelo. Berta abrio la puerta y se adentraron a un mundo de lujuria y desenfreno en donde el limite era inexistente.

  • Agatha Raisin y el manantial de la muerte de M.c. Beaton

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    El nuevo caso de la detective mas peculiar de la campina inglesa.
    Para esquivar sus embrollos emocionales, Agatha Raisin se ha dejado reclutar por su antigua firma de marketing para llevar a cabo una jugosa mision: ser la relaciones publicas de una compania de aguas interesada en el manantial de Ancombe, el pueblo vecino de Carsely. El consejo parroquial del pueblo se encuentra dividido entre apoyar a la compania y permitir que extraiga agua diariamente del manantial o dejar las cosas como estan… El dia que Agatha decide ir a dar un paseo hasta el manantial, da con una sorpresa: junto a la fuente esta el cadaver de Robert Strutters, el presidente del consejo de Ancombe.

  • La vida secreta de la mente de Mariano Sigman

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    Un viaje a lo mas intimo del pensamiento humano. Como piensan y se comunican los bebes. Como elegimos y que hace que confiemos en los demas. Como nace la conciencia en el cerebro y como nos gobierna el inconsciente. Que sucede en el cerebro durante los suenos. Que hace que nuestro cerebro este mas o menos predispuesto a cambiar. Como podemos aprender y ensenar mejor.

  • La venganza no prescribe de Eva Zamora

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    El pasado ni olvida ni perdona

  • El coral y las aguas de Juan Eduardo Zuniga

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    Juan Eduardo Zuniga (Madrid, 1919) es un escritor fundamental en la literatura espanola de los siglos XX y XXI. Vinculado a la narrativa social de la generacion del medio siglo, opto por un simbolismo a la vez realista y magico para renovar el lenguaje de la novela y el cuento. En este volumen recogemos las dos novelas que ha publicado: “Inutiles totales” (1951) y “El coral y las aguas” (1962), en las que ya anticipa su personalidad literaria. En 2003 obtuvo el premio de la Critica y en 2016 el Premio Nacional de las Letras Espanolas.

  • El museo de los espejos de Luis Montero Manglano

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    Un secreto mortal se oculta en las pinturas del Museo del Prado.

  • Dejen todo en mis manos de Mario Levrero

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    Un viaje detectivesco e iniciatico en busca del <>.

  • Cada siete olas de Daniel Glattauer

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  • Psicosis 1 de Robert Bloch

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    Norman Bates oyo el ruido y se estremecio. Era como si alguien estuviera golpeando los cristales de las ventanas. Levanto la mirada, rapidamente, dispuesto casi a ponerse en pie, y el libro resbalo de sus manos para caer en su amplio regazo. Entonces comprendio que aquel ruido era tan solo lluvia, la lluvia que caia al morir la tarde, cuyas gotas golpeaban la ventana de la salita. No se habia dado cuenta de la llegada de la lluvia, ni de la penumbra. Pero la salita estaba ya bastante a oscuras, y antes de proseguir su lectura alargo la mano para encender la lampara de sobremesa. Era una lampara anticuada, con una pantalla adornada y lagrimas de cristal. Podia recordarla desde que tenia uso de razon, y su madre se negaba a desprenderse de ella. A Norman no le importaba; los cuarenta anos de su vida habian transcurrido en aquella casa y era agradable y tranquilizador sentirse rodeado de cosas conocidas. Alli dentro todo estaba ordenado; los cambios solo se producian en el exterior. Y la mayor parte de ellos llevaban en si una amenaza en potencia. ?Y si se le hubiera ocurrido pasar la tarde paseando, por ejemplo? Tal vez se hubiese encontrado en alguna solitaria carretera vecinal o incluso en los pantanos, cuando empezo a llover. Se habria calado hasta los huesos, y se hubiera visto obligado a regresar casi a ciegas a su casa, en la oscuridad. Y el enfriamiento que seguramente hubiera cogido le habria podido causar la muerte. Ademas, ?a quien le gustaria estar fuera de casa, despues de oscurecer? Era mucho mas agradable encontrarse en la salita, leyendo un buen libro. La luz alumbraba su cara regordeta, se reflejaba en sus gafas de lentes montados al aire, y banaba su rosado cuero cabelludo bajo el escaso cabello rufo, cuando se inclino para proseguir su lectura. Era un libro realmente fascinante, y no debia extranarle que no hubiese observado el rapido transcurso del tiempo. Norman jamas habia encontrado parecida abundancia de curiosa informacion como en The Realm of the Incas, de Victor W. von Hagen. Por ejemplo, aquella descripcion de la cachua, o danza de la victoria, en la que los guerreros formaban un gran circulo, moviendose y retorciendose como una culebra. Leyo: <>[1] . Norman sonrio permitiendose despues el lujo de un tranquilizador estremecimiento. Grotesco pero efectivo... Si, debio haberlo sido. !Desollar un hombre --vivo, probablemente-- y luego estirarle el vientre para utilizarlo como tambor! ?Como lo harian para conservar la carne del cadaver, para evitar que se corrompiera? Y, ademas, ?que mente habria concebido semejante idea? No era un pensamiento agradable, pero cuando Norman entorno los ojos casi pudo visualizar la escena: una multitud de guerreros pintarrajeados y desnudos, retorciendose al unisono bajo un cielo salvaje y ardiente, y al viejo, sentado en cuclillas ante ellos, arrancando un inacabable ritmo del vientre hinchado y distendido de un cadaver, cuya boca se mantendria probablemente abierta fijandola con grapas de hueso, para que pudiera salir por ella el sonido. Los golpes dados en el vientre repercutirian en los encogidos orificios interiores y surgirian, ampliados y con toda su fuerza, por la muerta garganta. Por un momento Norman casi oyo el redoble (y entonces recordo que tambien la lluvia posee ritmo) y unos pasos... En realidad, percibio los pasos antes de oirlos; un largo habito venia en ayuda de sus sentidos cuando su madre entraba en la habitacion. Ni siquiera tuvo que levantar la mirada para saber que estaba alli. No miro, sino que fingio seguir leyendo. Su madre habia estado durmiendo en su habitacion, y Norman sabia lo malhumorada que solia estar al levantarse. Por tanto, lo mejor era no decir nada y confiar en que, por una vez, no estuviera de mal humor. --?Sabes que hora es, Norman? Norman suspiro y cerro el libro. Sabia que tendria dificultades con ella; aquella pregunta era un desafio. Habia tenido que pasar frente al reloj del vestibulo para ir a la salita y pudo ver facilmente la hora. Pero no lograria nada discutiendo. Norman consulto su reloj de pulsera y sonrio. --Las cinco dadas --repuso--. No sabia que fuera tan tarde. Estaba leyendo... --?Crees que no tengo ojos? Ya veo lo que has estado haciendo. --Se acerco a la ventana y miro afuera, a la lluvia--. Y tambien veo lo que no has hecho. ?Por que no encendiste el rotulo al oscurecer? ?Y por que no estas en el despacho, como debieras? --Empezo a llover muy fuerte y no crei que hubiera transito con este tiempo. --!Bah! Con ese tiempo es mas probable tener huespedes. A mucha gente no le gusta viajar cuando llueve. --!Pero si nadie viaja ya por esta carretera...! Todo el mundo utiliza la nueva. Norman advirtio la amargura de su propia voz; le parecio sentirla en la garganta e intento contenerla, pero por fin tuvo que librarse de ella. --Ya te dije lo que sucederia, cuando nos dijeron confidencialmente que cambiaban el trazado de la carretera principal. Entonces hubieras podido vender el parador, antes de que la noticia fuera de dominio publico. Hubiesemos podido comprar tierras a buen precio junto al nuevo trazado, y estariamos tambien mas cerca de Fairvale. Ahora podriamos tener un nuevo parador, una casa nueva y dinero. Pero no quisiste hacerme caso. Nunca prestas atencion a lo que te digo. Siempre ha de ser lo que tu quieres y lo que tu piensas. !Me enfermas! --?Si, muchacho? La voz de su madre era falsamente suave; Norman no se dejo enganar. Tenia cuarenta anos y le llamaba <>; y ademas le trataba como a tal y eso empeoraba las cosas. !Si al menos no tuviera que escucharla! Pero tenia que hacerlo, sabia que no podia rebelarse, que siempre tendria que escucharla. --?Si, muchacho? --repitio aun con mayor dulzura--. Te enfermo, ?eh? No, muchacho, no soy yo quien te enferma, sino tu mismo. Y ese es el verdadero motivo de que estes aun aqui, junto a una carretera secundaria. Nunca tuviste valor, ?eh, muchacho? Nunca tuviste el valor de marchar de casa, de buscarte un trabajo o alistarte en el ejercito o echarte novia...

  • Bajo la lupa de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle

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    Seleccion, traduccion y notas de Rodolfo Martinez
    Si Edgard Allan Poe inventa el relato policiaco con “Los crimenes de la calle Morgue“, es Arthur Conan Doyle quien lo convierte en un genero maduro y adulto con el que es, sin duda, el mejor detective consultor del mundo: Sherlock Holmes, residente en Baker Street, Londres.
    En esta seleccion, Rodolfo Martinez recopila y traduce sus dieciseis relatos favoritos de Conan Doyle protagonizados por Holmes. En ellos el lector podra encontrar algunos de los mas brillantes momentos del detective junto con el retrato, impresionista pero certero y agudo, de una epoca y una sociedad. Cada historia ha sido elegida atendiendo no solo a los elementos policiacos del caso, sino al propio interes de este, ya sea literario, de estudio de personajes o de analisis social, cuando no de los tres.
    Sin duda una seleccion imprescindible para conocer a fondo a Sherlock Holmes, su mundo y su epoca.
    El signo de los cuatro
    Escandalo en Bohemia
    Un caso de identidad
    El detective moribundo
    El interprete griego
    El hombre del labio retorcido
    EL tratado naval
    La caja de carton
    El problema final
    La casa vacia
    Los planos del Bruce-Partington
    Los bailarines
    Charles Augustus Milverton
    El problema del puente de Thor
    La melena de leon
    Su ultima reverencia