• libro luz de febrero - Elizabeth Strout

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    A primera hora de la tarde de un sabado de junio, Jack Kennison se puso las gafas de sol, se monto en su deportivo descapotable, se abrocho el cinturon de seguridad pasandoselo por encima de la prominente barriga y se fue hasta Portland, a casi una hora de viaje, a comprar una botella grande de whisky, cualquier cosa con tal de no encontrarse con Olive Kitteridge en el colmado de Crosby, Maine. Ni con aquella otra mujer que le habia hablado del tiempo mientras el esperaba en la cola del colmado con el whisky en la mano. !Del tiempo! Aquella otra mujer (no recordaba su nombre) tambien era viuda. Mientras conducia, se apodero de el algo muy parecido a la calma y, una vez en Portland, aparco y fue a dar un paseo junto al mar. El verano ya habia hecho acto de presencia y aunque todavia hacia frio para mediados de junio, el cielo estaba azul y las gaviotas sobrevolaban el muelle. Habia gente en las aceras, muchos jovenes con ninos pequenos o empujando cochecitos de bebe, y todos parecian conversar. Aquello no dejaba de asombrarlo: !como daban por sentado el hecho de estar los unos con los otros, de hablar! Nadie parecia prestarle atencion y se dio cuenta de algo que ya sabia pero que ahora entendia de otro modo: que era solo un viejo con una barriga fofa en quien no merecia la pena fijarse. Y casi resultaba liberador. Atras quedaban esos anos en que habia sido un hombre alto y guapo, sin barriga, que se paseaba por el campus de Harvard, y que llamaba la atencion. Los alumnos lo miraban con respeto y las mujeres, las mujeres tambien lo miraban. En las reuniones del departamento imponia; se lo decian sus colegas y el no lo dudaba, porque precisamente ese era su proposito. Ahora, al pasar por uno de los muelles frente a los que habian construido zonas residenciales, se le ocurrio que tal vez debiera trasladarse a vivir alli, donde habia agua por todas partes, y tambien gente. Saco el telefono movil del bolsillo, le echo un vistazo y volvio a guardarlo. Era con su hija con quien queria hablar. Por la puerta de uno de los edificios de apartamentos aparecio una pareja de su misma edad: el hombre tambien tenia barriga, aunque no tan grande como la suya, y la mujer parecia preocupada, pero por su manera de estar juntos le parecio que llevaban muchos anos casados. <>. Pasaron por delante de el (sin advertirlo) y cuando se giro para mirarlos un instante despues, le sorprendio --vagamente-- ver que la mujer se habia cogido del brazo del hombre mientras avanzaban por el muelle hacia aquella ciudad pequena. Jack se quedo alli quieto, mirando el mar; primero hacia un lado, despues hacia el otro. Una brisa que no habia notado hasta ese momento levantaba unas cabrillas en el agua. Alli atracaban los ferris que venian de Nueva Escocia. Una vez, Betsy y el se habian subido a uno. Habian pasado tres noches en Nueva Escocia. Hizo un esfuerzo por recordar si Betsy lo cogia del brazo; tal vez si. Y le vino a la mente una imagen de ellos dos bajando del ferri, ella cogida de su brazo. Se dio la vuelta para irse. --Menudo cabeza de chorlito. Nada mas decirlo, vio que un nino que habia cerca, en el muelle, se habia girado y lo miraba desconcertado, lo que queria decir que era un viejo que hablaba solo en un muelle de Portland, Maine. Y no conseguia comprender como el --Jack Kennison, con sus dos doctorados-- habia llegado a ese punto. --!Vaya, vaya! Eso tambien lo dijo en voz alta, despues de adelantar al nino. Habia unos bancos y se sento en uno que estaba vacio. Saco el movil y llamo a su hija; todavia no debia de ser mediodia en San Francisco, que era donde vivia ella. Le sorprendio que respondiera. --Papa --dijo--. ?Pasa algo? El alzo la vista al cielo. --Ah, Cassie --dijo--. Solo queria saber como estas. --Estoy bien, papa. --Ah, vale, bien. Me alegro de oirlo. Ninguno de los dos dijo nada durante unos instantes, hasta que ella le pregunto: --?Donde estas? --Oh, estoy en el muelle de Portland. --?Y que haces ahi? --le pregunto ella. --Nada, se me ha ocurrido venir a Portland. Ya sabes, para salir un rato de casa. Jack entorno los ojos y miro hacia el agua. Otro silencio. Entonces ella dijo: --Bien. --Oye, Cassie --dijo Jack--. Solo queria decirte que ya se que soy una mierda. Eso lo se. Para que lo sepas, nada mas. Se que soy una mierda. --Papa --dijo ella--. Venga, papa. ?Y ahora que se supone que tengo que decir yo? --Nada --respondio el, afable--. No tienes que decir nada. Solo queria que supieras que lo se. Se hizo otro silencio, esta vez mas largo, y el tuvo miedo. Ella dijo: --?Esto es por como me has tratado o por la relacion que tuviste todos esos anos con Elaine Croft? El bajo la vista y la clavo en los tablones del embarcadero, se fijo en las zapatillas deportivas negras, de senor mayor, sobre los tablones desgastados. --Por las dos cosas --dijo el--. O escoge tu la que prefieras. --Ah, papa --dijo ella--. No se que hacer. ?Que se supone que tengo que hacer por ti? El meneo la cabeza. --Nada, nina. No tienes que hacer nada por mi. Solo queria oir tu voz, nada mas. --Papa, ibamos a salir. --Ah, ?si? ?Y donde vais? --Al mercado de productos locales. Es sabado, y los sabados vamos a ese mercado. --Esta bien --dijo Jack--. Pues idos. Ya hablaremos. Adios. Le parecio oirla suspirar. --De acuerdo --dijo ella--. Adios. Y nada mas. Nada mas. Jack se quedo mucho rato sentado en el banco. La gente pasaba por delante, o tal vez habia ratos en que no pasaba nadie, pero el seguia pensando en su mujer, Betsy, y le entraban ganas de aullar. Solo entendia una cosa: que se merecia todo lo que le habia pasado. Se merecia estar llevando en ese momento una compresa para las perdidas como consecuencia de su operacion de prostata; se lo merecia. Se merecia que su hija no quisiera hablar con el, porque durante anos el no habia querido hablar con ella. Su hija era lesbiana; era lesbiana, y eso aun le provocaba cierta sensacion de incomodidad. Pero Betsy no merecia estar muerta. El que merecia estar muerto era el, pero Betsy no. Aun asi sintio una rabia repentina hacia su mujer: <>, murmuro. Cuando se estaba muriendo, era ella la que estaba furiosa. Le dijo: <>, y el le dijo: <>. Y ella le dijo: <>. Pero el se lo decia en serio. ?Como iba a echarle la culpa a ella? No podia hacer eso. Y las ultimas palabras que le dijo fueron: <>. Al levantar la vista y ver una gaviota, penso: <>. * * * El bar del Hotel Regency estaba en el sotano, las paredes eran de un verde oscuro y las ventanas daban a las aceras, pero estas quedaban muy arriba y casi lo unico que veia el eran piernas que pasaban. Se sento en la barra y pidio un whisky solo. El camarero era un tipo agradable. --Bien --respondio Jack cuando el joven le pregunto como estaba. --Pues me alegro --dijo el camarero.

  • LUZ DE FEBRERO | ELIZABETH STROUT | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-luz-de-febrero/9788417761417/11928799

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  • Luz de febrero (Nefelibata) Tapa blanda - Libros - Amazon.es

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    Tiene setenta años y aunque es más dura que una roca, sintoniza con los matices del alma humana. Está Jack Kennison, antiguo profesor de Harvard, que busca ...

  • Luz de febrero - Libro de Elizabeth Strout - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/104393/luz-de-febrero

    En Crosby, un pequeño pueblo en la costa de Maine, no suceden muchas cosas. Y sin embargo, las historias sobre la vida de las personas que viven allí ...

  • Luz de febrero, de Elizabeth Strout - Libros y Literatura

    https://www.librosyliteratura.es/luz-de-febrero-de-elizabeth-strout.html

    12 feb 2021 — Con Luz de febrero regresa Elizabeth Strout a la costa de Maine y a Olive Kitteridge, y de nuevo trae consigo una colección de historias cortas ...

  • LUZ DE FEBRERO - STROUT ELIZABETH - Quelibroleo.com

    http://quelibroleo.com/luz-de-febrero

    En "Luz de febrero" volvemos a encontrarnos con Olive Kiteridge, la protagonista de la novela homónima, con la que la autora ganó ... Información del libro.

  • "Luz de febrero" de Elizabeth Strout - Las Librerías ...

    https://www.laslibreriasrecomiendan.com/libro-de-la-semana/luz-de-febrero-de-elizabeth-strout/

    Aunque la notoriedad en el mercado español le llegó en 2016 con Me llamo Lucy Barton, el primer libro de Elizabeth Strout traducido al castellano fue Olive ...

  • Luz de febrero - - Duomo Ediciones

    http://www.duomoediciones.com/es/catalogo-editorial/luz-de-febrero-991.htm

    LUZ DE FEBRERO. ELIZABETH STROUT. En Crosby, un pequeño pueblo en la costa de Maine, no suceden muchas cosas. Y sin embargo, las historias ...

  • Luz de febrero - Elizabeth Strout -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a7980160/Elizabeth-Strout-Luz-de-febrero

    1 feb 2021 — Luz de febrero, libro o eBook de Elizabeth Strout. Editorial: Duomo. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • 'Luz de febrero': excelsa secuela - El Periódico

    https://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20210202/luz-invierno-secuela-elizabeth-strout-olive-kitteridge-11492720

    2 feb 2021 — EL LIBRO DE LA SEMANA. 'Luz de febrero': excelsa secuela ... una embarazada que da a luz después de un ridículo 'baby shower', ...

  • Me llamo Lucy Barton de Elizabeth Strout

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    Hubo una epoca, hace ya muchos anos, en la que tuve que estar en el hospital durante casi nueve semanas. Era en Nueva York, y por la noche tenia desde mi cama una vista clara, justo enfrente, del edificio Chrysler, con su esplendor geometrico de luces. Durante el dia la belleza del edificio se atenuaba, poco a poco se convertia simplemente en una gran estructura mas recortada contra un cielo azul, y todos los edificios de la ciudad parecian distantes, silenciosos, remotos. Era mayo, paso junio, y recuerdo que miraba la acera desde la ventana y observaba a las mujeres jovenes - de mi edad- que habian salido a comer, con su ropa primaveral: veia sus cabezas moverse mientras hablaban, sus blusas ondeantes con la brisa. Pense que cuando saliera del hospital no volveria a andar por la calle sin dar las gracias por ser una de aquellas personas, y lo hice durante muchos anos, recordar la vista desde la ventana del hospital y alegrarme por la acera por la que andaba. Al principio fue una cosa sencilla: ingrese en el hospital para que me extirparan el apendice. Despues de dos dias empezaron a darme de comer, pero no podia retener nada. Y de repente se presento la fiebre. No fueron capaces de aislar ninguna bacteria ni de explicarse que habia salido mal. Ni entonces ni nunca. Tomaba liquidos por una via intravenosa y antibioticos por otra. Iban sujetas a un palo metalico con las ruedas flojas que podia arrastrar de un lado a otro, pero me cansaba en seguida. Fuera cual fuese el problema que se habia aduenado de mi, desaparecio a principios de julio, pero hasta entonces me encontraba en un estado muy raro -literalmente una espera febril-, y angustiada de verdad. Tenia marido y dos hijas pequenas en casa, echaba terriblemente de menos a las ninas y llegue a temer que la preocupacion por ellas me pusiera mas enferma. Cuando mi medico, por el que sentia un profundo afecto -era un judio de mofletes caidos que llevaba una delicada tristeza a sus espaldas, cuyos abuelos y tres de sus tias habian muerto en los campos de concentracion, segun le oi contarle a una enfermera, tenia una esposa y cuatro hijos mayores aqui, en Nueva York-, ese hombre tan encantador creo que sintio lastima por mi y se encargo de que mis ninas -tenian cinco y seis anos- pudieran ir a verme si no tenian ninguna enfermedad. Las llevo a mi habitacion una amiga de la familia, y vi que tenian la carita sucia, y tambien el pelo. Entre con ellas en la ducha, empujando el aparato de las vias, pero gritaron: <>. Estaban realmente asustadas. Se sentaron conmigo en la cama mientras les secaba el pelo con una toalla y despues se pusieron a dibujar, pero con miedo, quiero decir, que no se interrumpian cada dos por tres para decir: <>. Hablaron muy poco. Sobre todo la pequena parecia incapaz de decir palabra, y cuando la rodee con mis brazos vi que sacaba el labio inferior y le temblaba la barbilla: era una criaturita que intentaba con todas sus fuerzas ser valiente. Cuando se marcharon no me asome a la ventana para verlas andar por la calle con la amiga que las habia traido y que no tenia hijos.

  • Nuestros mejores momentos de Audrey Ferrer

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    Elea es psicologa y su vida esta patas arriba.
    Marco solo es alguien de su pasado. Alguien enterrado, olvidado, carente de importancia... al menos eso es lo que ella quiere creer.
    Pero ?y si ese seductor de ojos verdes vuelve con su sonrisa ladeada para demostrarle que no esta dispuesto a rendirse?
    ?Y si se reencontraran en el MOMENTO menos idoneo?
    Paula es la mejor amiga de Elea, ademas de la mas picante y divertida. Podria ayudar a la psicologa en su desorden, si no estuviese demasiado ocupada con sus lios con dos hombretones.
    Un libro, pero dos historias de amor, dos conquistadores irrefrenables, muchas risas y... emocion.

  • El hombre que siguio viviendo, Daniel Aguirre Rodriguez de Daniel Aguirre Rodriguez

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    En un futuro donde las mentes de las personas moribundas pueden ser transferidas a maquinas electronicas, son muchos los que eligen esta opcion, para asi continuar la vida junto a su familia y amigos.
    Esta es la historia de un hombre enfermo de muerte, quien es transferido; y cuya vida cambia en forma drastica desde ese momento, llevandolo a extranas vivencias y curiosas situaciones en un futuro incierto, donde la destruccion del medio ambiente sigue en aumento.
    En una Tierra postapocaliptica conocera nuevos amigos, y tendra una gran responsabilidad en sus manos

  • Historia de un legajo de Enrique Garza Grau

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  • Las montanas azules de Kimberley Freeman

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    En 1926 Violet Armstrong es contratada como camarera en el hotel-balneario Evergreen, donde celebridades de toda Australia pasan sus vacaciones de invierno, como Flora Ho!neychurch-Black y su disoluto hermano Sam. Entre Violet y Sam surgira un romance tan apasionado como prohibido, y que parece tener los dias contados porque pronto concluira la temporada de invierno. Sin embargo, todos ellos quedaran atrapados en medio de una gran tormenta de nieve de con!secuencias impredecibles. Tal vez sus secretos queden ente!rrados, pero cuando la nieve se derrita todos saldran a la luz. Ochenta y ocho anos mas tarde, Lauren Beck comienza a trabajar en una cafeteria de las Montanas Azules, primera etapa en un intento de devolver al hotel-balneario su antiguo esplendor. Alli conoce a Tomas, el arquitecto danes que su!pervisa el proyecto. Conforme su relacion se hace mas intima, Lauren descubre una serie de cartas de amor apasionado que se remontan a 1926, y que aluden a un asunto tempestuoso y a un secreto tragico. Lauren se empenara en desentranar este misterio largo tiempo olvidado, aunque la verdad oculta pue!da obligarle a cambiar toda su vida.

  • En tu casa o en la mia de Luz Guillen

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    Asi que te niegas a venir con nosotras esta noche, ?no? --Si, ya te he dicho que no me gusta ir de ligoteo. Nunca sabes a quien te vas a encontrar. --Lo eliges tu. Si el tipo te gusta... pues te lanzas y disfrutas de el. Si no, le das puerta y buscas a otro. --No me va eso, Merche. Yo ya tengo mis necesidades cubiertas y no me hacen falta nuevos alicientes. --No se que rollo te llevas con ese hombre. Si te gusta... pues vale. Pero si solo es sexo... podrias ir cambiando de pareja de baile de vez en cuando. Dudo de que a el le importase, Dani. --No es a el. Es a mi. Con Bruno la cosa funciona. Es bueno en la cama, ademas de amable, inteligente y simpatico. --Pero no hay nada emocional con el, por lo que dices. Nada te ata a esa pseudorrelacion. Puedes disfrutar de la variedad, de la nov... --No --la interrumpio Dani. Con cierta violencia, levanto la mano en senal de stop; estaba cansada de oir siempre la misma cantinela--, no me vas a convencer. Si quiero sexo en algun momento, llamo a Bruno y me doy un buen revolcon. No me apetece gastar mi tiempo en buscar una pareja sexual de una noche de la que no estoy segura de que pueda darme lo que me gusta en la cama. Con Bruno no tengo que molestarme en decir como, que y cuando. --Es una relacion de lo mas extrana la que mantienes con ese chico. En serio que no lo entiendo --enfatizo negando con la cabeza. --No tienes por que. A mi me funciona y es todo lo que importa. -- Aparto la mirada de los ojos de su amiga y fingio buscar algo entre los papeles que descansaban sobre su mesa. --De acuerdo. No voy a volver a discutir contigo sobre el tema, si no quieres. Aun asi, reconoceras que muy normal no es --insistio airada. --?Y quien te ha dicho que yo quiero una relacion normal? --Alzo los ojos hasta encontrarse con la mirada enfurrunada de Merche--. Bruno me da sexo. Sexo del bueno. No tengo complicaciones ni implicaciones de ningun tipo --afirmo decidida. Merche levanto la barbilla con chuleria, giro sobre sus talones y salio del despacho de su amiga para dirigirse al suyo. No entendia a Dani. Llevaba anos manteniendo la historia esa con Bruno y la situacion se conservaba como al principio. Ella lo llamaba, quedaban, tenian un sexo fantastico, al parecer, y se despedian hasta la siguiente llamada de Dani. Sin preguntas, sin mas acercamiento salvo el puramente sexual... No, Merche no concebia una relacion asi. Una cosa era el sexo ocasional, pero aquello era algo muy diferente. Dani miro la puerta por la que acababa de salir su amiga y companera entrecerrando los ojos. La queria, por supuesto, pero a veces era muy cargante. Con el tema de Bruno siempre se ponia extremadamente pesada. Si no entendia que preferia a Bruno, un hombre atractivo que la llevaba al septimo cielo en cuanto la tocaba y cuya charla era siempre interesante, a la incertidumbre de pasar un rato con un tipo del que no sabia nada, que podia tener el pito pequeno y hasta le podian oler los pies... pues peor para ella. Bruno era siempre una buena eleccion. Con el no habia error posible. Por otro lado, nunca le habia pedido pasar a otro nivel. Bruno tenia tan claro como ella que lo suyo era solo y llanamente sexo, buenisimo, sin nada mas que anadir a la ecuacion. Tanto pensar en su companero sexual provoco que se le despertara el deseo de sentir sus manos sobre su piel, su boca en sus pezones, su sexo anclandose en el suyo. Automaticamente, cogio su telefono movil y le mando un WhatsApp para quedar con el esa misma noche. ?En tu casa o en la mia? No obtuvo la replica rapida que solia recibir al mandar un mensaje como aquel. Espero durante una hora, sin exito. Mientras los minutos pasaban, iba alternando las miradas furtivas al aparato con su trabajo en el ordenador. Pero no hubo respuesta de Bruno. Volvio a intentarlo de nuevo. Tal vez no habia recibido el mensaje, aun a pesar de que se veia como leido.

  • Los trillizos Bradley, Noelle Stephanie de Noelle Stephanie

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    Cuando Naly decide apuntarse al programa de familias de acogida en la universidad, lo ultimo que espera es que el desorden ocupe su nueva vivienda. Los Bradley son de lo mas peculiar. Con unos padres empresarios que pasan sus dias de viaje, los tres hermanos identicos han tirado la casa por la ventana. No solo por su edad, sino tambien por su personalidad; Hal, Edward y Welsey, son de lo mas opuestos. Mientras Hal es totalmente coqueto, estupido, mujeriego y engreido; su hermano Edward es la persona mas misteriosa, callada y malhumorada que Naly ha podido conocer. Pero, en toda familia hay uno bueno: Welsey, el mayor de los trillizos es simpatico, confidencial y buen amigo. El chico perfecto, ?no? No obstante, su aspecto hace pensar que se acaba de escapar de una pelicula de los anos cuarenta. Naly, lejos de la oportunidad de irse, solo puede optar por solucionar la relacion. ?Podra ayudar a lo hermanos a solucionar sus diferencias? Y, si no es asi, ?se dejara arrastrar? Una historia de amor en la que todas las direcciones pareceran igual de correctas. La perfecta descripcion de la lucha de un amor dividido en tres partes. Porque, ?que hay mejor que vivir con un chico guapo? Vivir con tres.

  • Una isla sin mar de Cesar Silva Marquez

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    Cuando la huida se convierte en la unica posibilidad de vivir.

  • Perros y lobos de Herve Le Corre

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    Un thriller de ambiente sofocante y adictivo que confirma a Herve Le Corre como uno de los grandes maestros del crimen europeo.

  • El Jefe esta prohibido de Pia Brooks

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    Capitulo 1 Llueve. No es que no me guste la lluvia, lo haria si supiera que con ello caminaria con alguien bajo las pequenas gotas para ir a ninguna parte solo por cogernos de la mano y pasar el tiempo juntos, pero si lo que tengo que hacer es encerrarme todo el dia en una oficina enorme que parece pequena de la cantidad de personas que estamos trabajando en ellas, la cosa cambia un poco. Soy una tia algo peculiar, me lo recuerdo mientras compruebo por decima vez que he cerrado el coche, siempre me ha dado panico pensar que cuando salga no va a estar donde lo deje. Como si fuera tan facil robar un coche. Me coloco el panuelo del cuello con doble nudo a pesar de que se a ciencia cierta que en cuanto haga un poco de calor me entrara un agobio tremendo mientras consigo quitarmelo. Los tacones resuenan en la entrada del edificio, tan blanca y perfecta como todo lo que alli sucede. Una compania de modelos en la que se cuida de todo, hasta el minimo detalle. No me gusta en exceso la ropa que tengo que llevar pero, entiendo, o quiero entender, que para fotografiar diosas no puedo ir de cualquier manera. Llamo al ascensor y repiqueteo en el suelo mientras estiro un poco de ambas mangas de la americana. Por fin se abre, este maldito ascensor se rompera en algun momento. Siempre tardando un siglo. Me subo y agradezco que nadie mas lo haga. No estoy a gusto en los espacios cerrados que encima quieren albergar mas gente de lo que se debe. Pone maximo seiscientos kilos, pero no hace falta apurar por el amor de dios, que la gente quedandose en quinientos noventa y nueve va con una sensacion de seguridad que acojona. En el ultimo momento alguien detiene el ascensor. Genial. Solo veo un reloj demasiado caro en un primer momento, despues, Tom Harper, jefe de la compania se deja ver. Sube sin disculparse por la interrupcion. Supongo que eso de que el edificio sea tuyo te da una autoridad prepotente. Tendremos mas o menos la misma edad, pero a mi, el, me parece mucho mas mayor. Se podria esperar de un chico de treinta anos, de muy buen ver y forrado, que aprovechase para ligar con las modelos que entran y salen de este santo edificio, pero no. Y eso, lo hace mucho mas irritante. Trata a todo el mundo como si fueramos maquinas, sin sentimientos y ademas, sin horarios. Nunca es voluntario nada en cuanto al trabajo extra se refiere. Le miro un instante. Tiene la mirada fija en su carisimo reloj, como si no entendiese por que tardamos tanto en llegar a la planta correcta. Es verdad. Estaba tan distraida en criticar mentalmente a mi extrano jefe que no habia caido en la cuenta de que no oigo ya el ruido del motor. - ?Se ha parado? -Mi voz ha tenido que sonar dos tonos por encima de lo que deberia. Tom Harper me mira evaluandome con sus grandes ojos marrones y oscuros. -Digame que no se ha parado. -Nos sacaran en unos instantes, no se preocupe. -Su voz calmada me irrita mas. Intento sacarme el panuelo de la garganta. Este espacio es muy pequeno. ?Que hay del oxigeno? ?Por que no nos sacan ya? ?Es que da igual que vaya a morir el jefe de la estupida compania? Respira, Catherine. Mi voz me habla para que intente ser racional, pero eso es imposible. ?Por que el panuelo no se quita? Mi mano tiembla un poco. -Relajese. -Las manos tranquilas y seguras del jefe me quitan el panuelo desanudando sin prisa el lio que se habia hecho. -Quite. -Necesito salir de aqui ya. Me deshago de la americana y abro los primeros botones de la camisa para que vuelva el aire en mi pecho. -Tiene que relajarse, por dios. -Su voz parece mas irritada y me pregunto si tambien es claustrofobico. No, no lo parece. Esta demasiado tranquilo. Se quita la chaqueta de su traje y aunque debe haberle costado un dineral la dobla y la deja en el suelo. -Venga. -Su mano rodea mi muneca y sin parar de intentar tomar aire le sigo. Me sienta en el suelo y pone su chaqueta detras de mi cabeza. - ?Como se llama? -No le contesto. Ni si quiera sabe quien soy y eso que hago la mayoria de las fotos que le hacen ser tan estupidamente rico. - ?Trabaja aqui o viene a alguna reunion? -Idiota. -Es lo primero que sale de mi boca y no puedo evitarlo. Voy a morir y a pesar de haber sacrificado gran parte de mi vida social por ser la mejor en lo que hago no me reconoce ni mi jefe. Si salgo con vida de esto quiza deberia reconsiderar mis prioridades. -Me aprieta el sujetador. -Lo menciono en alto mientras empiezo a ver borroso. ?No piensan ni si quiera intentar sacarnos de aqui? - ?Me oye? -Noto que empieza a trastear por debajo de mi camiseta con decision. Un minuto despues puedo subir bajar el pecho algo mejor. Ha abierto el clic del sosten. Su nariz esta muy cerca de la mia y si no estuviera tan mareada me podria fijar bien en la fina linea de sudor que enmarca su musculado cuello. -Ya nos van a sacar de aqui. -Intenta levantarse y yo necesito que siga apretando su mano con la mia asi que le retengo. Me mira con intensidad. -Hable de lo que sea. No pienses en el hecho de que estamos encerrados. O de que, por lo visto, soy un idiota. -Se sonrie un poco cuando se insulta asi mismo. -Me llamo Catherine. Soy su fotografa estrella. -Me encojo de hombros y espero solo morir asfixiada. -Pero claro, usted esta muy pendiente de ir al gimnasio y a clases de como ser un borde y ni siquiera sabe ponerme cara. -En realidad. -Se acerca tanto para contestarme que mientras que susurra a mi oido puedo aspirar su fragancia a jabon limpio y masculinidad. -No deberia hablarme asi y menos si me dice su nombre. -Se rie un poco y eso hace que me encoja. ?Es excitacion lo que he sentido? -Se que usted piensa que no, pero, saldremos de esta y se arrepentira de todo en cuanto se le pase el ataque de panico. Quiero contestarle que solo le he dicho lo que todo el mundo piensa. Que no me confunde con su sonrisa encantadora y su cuerpo mas que visible con el sudor haciendo que se transparenten sus abdominales por la camisa blanca de algodon. Pero un tintineo agudo me lo impide. Las puertas se abren y veo al padre del jefe poner mala cara. El senor Harper tampoco era muy amable con los empleados cuando estaba a cargo. Hay mucha otra gente que se preocupa por el estado de salud de Tom. La gente se arremolina y se va conforme hablan con el. Ha podido salir con mucha elegancia a pesar de tener que subir con su propia fuerza la separacion entre donde se ha quedado atascado el ascensor y el piso desde el que nos han abierto. Las voces se van alejando un poco y me pregunto por un instante si es que piensan dejarme aqui. Claro, el senorito ya ha salido. A las empleadas que nos den. -Hay una empleada abajo. -La voz de Tom Harper no expresa emocion alguna. Posiblemente me saca de aqui por cortesia antes de despedirme. Pero, ahora mismo, poco me importa. El aire esta entrando por el hueco a bocanadas hasta mi y eso, es lo unico que importa. -Senorita. -Un bombero cae dentro a mi lado. Es bastante alto y me mira con amabilidad. - ?Esta bien? -Asiento sin mucha conviccion. - ?Es claustrofobica? -Asiento mientras me tiembla un poco el cuerpo. Tengo ganas de llorar. -La saco. Sus fuertes brazos me elevan y solo tengo que darle las manos a otro bombero que me tiende las suyas cuando yo ya estoy practicamente fuera. -Gracias. -Alcanzo a decir en el momento en el que ese primer bombero, apuesto por cierto, me lanza una sonrisa al salir detras de mi. -Deberia tomarse el dia libre. Su jefe lo comprendera. -Me da una botella de agua y se va tras preguntarme varias veces si necesito algo. "Su jefe lo comprendera". !Por supuesto que no! Porque ni siquiera ha tenido la decencia de esperar a que saliera de ese ascensor. Mi reloj digital pita y me percato de la hora que es. Tardisimo. Deberia estar en la sesion de fotos que llenaran las hermosas calles para este otono. Corro como puedo por las escaleras los pisos que quedan a pesar de que deberia sentarme para recomponerme. Al llegar al piso numero once abro la puerta que da al estudio y me doy de lleno con alguien que parece estar dispuesto a romper mi nariz con su hombro. -Es usted un iman de mala suerte. -Miro a mi jefe atonita. -Me ha manchado el traje. - Observo su perfecta chaqueta con un puntito de sangre que debe haber salido de mi nariz. -Va a hacer las fotos de otono usted, senor Harper. -Sin decir nada mas doy media vuelta para irme directamente por las escaleras hacia mi coche.

  • Benjamin en Capri de Lorenzo Silva

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    En el decimo volumen de la serie Vidas.zip, Lorenzo Silva vuelve a presentar su particular vision de la actualidad en forma de cuentos cortos, a menudo narrados desde el punto de vista de los protagonistas de las noticias o de los ciudadanos anonimos que sufren su impacto. Benjamin en Capri. Vidas.zip. Ano X es una recopilacion de las mas de cincuenta historias que Silva escribio por decimo ano consecutivo para la edicion digital del diario El Mundo, en los meses que van desde la primavera del ano 2018 hasta la del 2019.

  • La pasion lo es todo de Milagro Sanchez

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    Lucas es el irreconocible que salvo a Jacqueline de una acometida a manos de otro estudiante. Jamas se habia fijado en este enigmatico chico hot y tatuado, pero desde ese momento se lo encuentra por todas partes. La atraccion entre ellos es instantanea y arrolladora. Pero ?puede Jacqueline confiar en el o acabaran los misterios de Lucas interponiendose entre ellos? Juntos lucharan contra el mal y la responsabilidad, pero ademas van a descubrir el poder inesperado del amor.

  • Fuimos destino de Veronica Blacksmith

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    La vida de la joven Sara es perfecta: buena estudiante, aunque de familia humilde, quiere ir a estudiar magisterio a la universidad junto a su primer amor Javier, con quien planea casarse… Sin embargo, un grave accidente familiar provocara que todos sus planes de futuro al lado de Javier queden truncados. Su familia acaba arruinada, asi que Sara se ve empujada a casarse con un hombre algo mayor que ella, pero muy rico, cuyo matrimonio serviria para salvar la maltrecha economia de su familia, para ello debera abandonarlo todo: sus suenos, su carrera, su amor… y marcharse a vivir a Inglaterra.
    No obstante, el transcurrir de los anos, y el caprichoso destino, conseguiran que, tras la muerte de su marido, Sara se encuentre de nuevo con Javier en Espana. A su vez, Sara se vera envuelta en una telarana de intrigas politicas y financieras que le haran tomar conciencia del mundo en el que se habia estado moviendo su acaudalado esposo.

  • Una marquesa enamorada (Amor amor 3) de Mile Bluett

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    Continua la serie <> de Mile Bluett con esta historia de amor con tintes de intriga y misterio.

  • Real Money de Lynda Rees

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    El agente de bienes raices, el novio de Chloe Roberts, el alguacil adjunto Leo Sanders, sospecha que su madre, Ava, mato al rico amante de Ava. El mafioso reformado, su abuelo Tony, se ha recuperado recientemente de la muerte y es otro sospechoso. La vida amorosa de Chloe esta al borde de la distincion, y no puede esconder la nariz de la investigacion. Mientras tanto, el asesino tiene hambre de sangre nueva.

  • Con sabor a muerdago de Raquel Campos

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    Eleanor Raven estaba acostumbrada al esplendor de Londres, se habia criado rodeada de lujos. Las fiestas no empezaban sin ella, pues era la mas popular. Todas las damas querian su compania pero para irritacion de todas ellas, su mejor amiga era Gabrielle Carter, una joven sencilla, sin titulo ni abolengo. Se habian conocido en una residencia para senoritas. Los padres de Gabrielle habian hecho el esfuerzo de llevarla a esa residencia para que se convirtiera en una dama. Era su unica hija y quisieron darle lo mejor. Ella lo habia pasado mal al principio rodeada de tanta joven de alcurnia, pues se habia sentido desplazada. Pero habia conocido a Eleanor y su vida habia cambiado. Habian sido inseparables desde ese instante. Gracias a Gabrielle, el caracter caprichoso de la otra se suavizo, y Eleanor enseno a la otra a tener mas confianza en si misma. Eran jovenes y hermosas, y tenian toda la vida por delante. Los padres de Eleanor la llevaron porque era una residencia con mucho nombre, y se decia que de alli salian autenticas senoritas. No se esperaban esa profunda amistad por parte de su hija, pero pronto tuvieron que aceptarla al darse cuenta de que la joven era muy noble y se hacia de querer enseguida. Gabrielle amaba en silencio a Peter, el hermano mayor de Eleanor. A pesar de que decian que era un libertino y un crapula, ella no podia dejar de adorarlo en silencio. En cambio, Eleanor no habia estado enamorada nunca. Algunos hombres habian empezado a cortejarla, pero no habian logrado nada con ella. La Navidad llegaba y las amigas hablaban entusiasmadas de sus planes. Los padres de Gabrielle le habian dicho que podia ir a la casa de sus tios y pasar alli las fiestas, y podia invitar a Eleanor si queria. Pensaron que seria bueno para ella cambiar el clima de la capital por un ambiente calido y hogareno. A Eleanor le entusiasmo la idea, y mas el hecho de pasar las fiestas con su amiga. Ademas de conocer otro sitio, ya que no habia salido nunca de Londres. -Sera maravilloso pasar las Navidades fuera de casa… -Es muy diferente de aqui, Ellie. Mis tios no tienen criados que les hacen las cosas y… -Sera bueno hacer las tareas por una misma y que te dejen vivir un poco sin tantas normas. -Si, alli no hay tantas normas. Mis tios son muy sencillos, y te aseguro que las Navidades con ellos son entranables. No las olvidaras, siempre las guardaras en tu corazon. -Que bien, Gabi. Ademas, mis padres tienen un concepto equivocado de mi. No soy como ellos creen, lo que sucede es que tengo que comportarme como una dama delante de ellos. -Alli podemos ser libres durante unos dias -las dos jovenes rieron, felices por su pronta y merecida libertad. -Le pedire permiso a mis padres esta misma tarde. No creo que pongan problemas si vamos juntas, y ademas a casa de tus tios. -El unico problema es el camino, es largo y tedioso y mas aun en carruaje. -Seguro que mi padre nos ofrece su carruaje, el cochero es de confianza. Lleva anos trabajando con nosotros. -Seria estupendo. Voy a hablar con mis padres en cuanto vengan, estaran encantados de que vayamos a ir. Las muchachas paseaban por Hyde Park, era una soleada manana invernal y la gente habia aprovechado para salir a la calle despues de unos dias nevando. Adoraban pasear y gracias que habia parado, porque Eleanor estaba aburrida en casa. No tenian problemas de dinero, su casa era una de las mas bonitas de la manzana. Pero no era plenamente feliz, habia ido un dia a visitar a Gabrielle, que estaba enferma y quedo horrorizada al ver que la casa donde vivia era pequenisima. Mas no tenia importancia, porque cuando conocio a los padres de su amiga quedo encantada con ellos. Eran una familia unida, un verdadero hogar. El suyo no se podia llamar asi; su padre casi siempre estaba fuera en sus negocios, su madre siempre estaba en casa de alguna amiga o en el club que habian formado. El unico que vivia su vida libre era su hermano, y sus padres no tenian muy buen concepto de el, ya que habia elegido trabajar fuera del negocio familiar, y nada menos que de periodista. Eleanor lo envidiaba, vivia su vida sin dar explicaciones. Se habia comprado una pequena casita en un bonito barrio lejos del lujo de donde vivian ellos porque decia que se acercaba mas a la realidad de la vida. Su padre habia discutido mucho con el y al final lo habia dejado por imposible. Ahora se veian una vez a la semana, asi no tenian problemas. Y Eleanor disfrutaba de esas visitas como si fueran un balsamo para su corazon. Claro, la gente pensaba que eran una familia modelo y en las fiestas eran los primeros en ser invitados y los ultimos en marcharse. A ella le cansaba esa vida, necesitaba un cambio. Por eso, cuando venia su hermano lo escuchaba embelesada mientras hablaba de la clase obrera, de los problemas que tenian y de las huelgas que organizaban para reivindicar sus derechos. Le habia dicho muchas veces que se fuera a su casa a vivir con el, pero en el fondo queria a sus padres aunque sabia que ellos iban a la suya. Sabia que si se iba con Peter, para ellos seria como un escandalo. Tenian en un alto concepto lo que la gente pudiera opinar sobre ellos. Era como si viera su reaccion, asi que aguantaba y se comportaba como una hija perfecta. No queria tener problemas y disgustarlos. -Te has quedado callada de pronto, ?en quien pensabas? -En mi hermano, va a estar solo estas fiestas y se me hace un nudo en el estomago. Gabrielle observo a su amiga, la conocia tan bien como a si misma y sabia que era verdad. Eleanor queria a su hermano… y ella tambien; pero claro, en silencio. Nadie sabia nada de lo que sentia y nunca se creia los comentarios que se decian de el, para ella era un hombre maravilloso y preocupado por las personas que lo rodeaban. -Vente a mi casa a comer, le daremos la noticia a mis padres. Seguro que les encanta verte. – Gabrielle estaba muy feliz. Eleanor sonrio, siempre era un placer visitar la casa de Gabi. Se sentia tan bien en esa casa que las visitas pasaban en un suspiro. Las jovenes se dirigieron a ese hogar, donde olia a dulces y recibian carinosos abrazos. Sus padres no se preocuparian, a veces no estaban ni a la hora de comer y eso lo convertia en un hogar frio. Los padres de su amiga se alegraron mucho al verla. Las muchachas contaron los planes que tenian y ellos pensaron que el viaje era largo y que tendrian que pernoctar a mitad de camino. No podian ir ellas solas. -Es un contratiempo, pero podeis encontrar a alguien que os acompane. Eleanor, ?no tienes un hermano? -La joven asintio-. Pues lo invitas y ya esta. Yo mando una carta para avisar cuando vais a llegar y arreglado. -No se si mi hermano querra acompanarnos, a lo mejor tiene trabajo y… -Se lo podemos preguntar. Es raro que trabaje en unos dias tan senalados y… Eleanor observo a su amiga, cada vez que su hermano salia a relucir en alguna conversacion, ella no podia evitar ponerse roja. Aquello ya empezaba a mosquearla. -Ya nos contaras, Eleanor, el interes de mi hija en tu hermano si casi no se han visto y… -Mama, no tengo interes… -Hija, aunque te gustara… aunque solo fuera un poco, no pasa nada. Tienes edad suficiente para estar casada, yo lo hice con tu edad. Ademas eres una joven muy bonita y… Eleanor a lo mejor se nos queda encandilada con Derek y… -?Quien es Derek, Gabrielle? -Derek es mi primo, vive con mis tios -Eso no me lo habias contado. -Eleanor abrio los ojos como platos. -Amiga, has rechazado a casi todos los solteros de Londres. ?Por que te iba a interesar mi primo? Eleanor no dijo nada mas, pero se quedo pensando en ese misterioso hombre y en como iban a pasar las fiestas. Cuando acabaron de comer, decidieron que irian las dos a hablar con Peter, tenian que saber si las acompanaria en el viaje. Luego, si no queria pasar alli las fiestas, bien podria volverse de nuevo a la capital. Fueron andando hasta el edificio donde trabajaba Peter, pues se encontraba muy cerca de su barrio. El Daily News era uno de los periodicos con mas tirada de la ciudad. Trabajaban muchos periodistas y demas profesionales de las letras y la comunicacion. Su hermano llevaba trabajando desde hacia ya unos anos, habia estudiado derecho para seguir los pasos de sus padres, pero a ultima hora e influenciado por las cosas que habia vivido alli, decidio hacer algo que le gustaba mucho: contar las cosas que sucedian de manera objetiva. A el no le gustaba enmaranar las noticias para sacarlas mas partido; no, lo que mas le gustaba era esclarecer los hechos de algun suceso. Era algo que sus superiores siempre le habian alabado, eso era lo que siempre le contaba a Eleanor.

  • El eterno legado (La hija de la Sacerdotisa 1) de Elisabet Castany

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    ?Que pensarias si todo lo que creias saber sobre tu familia no es mas que una compleja y escabrosa mentira? Amy, una joven profesora de arte en una escuela de Barcelona, descubre tras la muerte de su padre unas misteriosas cartas relacionadas con la desconocida familia de su madre. La necesidad de saber y un peligro inminente que la acecha la llevan a Llo, un pequeno pueblo situado en las montanas del Pirineo frances. Pronto se vera inmersa en una espiral de mentiras y traicion donde conocera de primera mano la verdad sobre sus origenes. Luchar contra la amenaza que pesa sobre su persona no sera tarea facil, tampoco lo sera enfrentarse a lo que le tiene preparado su propio destino. El misterio, la historia, el amor y un gran secreto ancestral se entremezclan para dar vida a esta poderosa historia que te cautivara por completo. ?Te atreves a empezar?

  • Ali en el pais de las maravillas de Alberto Vazquez-figueroa

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    Ali en el pais de las maravillas es una divertida aventura, una descarada parodia del tiempo que nos ha tocado vivir y los absurdos contrastes en los que se desenvuelve una humanidad que pretende ir a Marte, cuando aun no conoce la Tierra.

  • Jamas en la vida de Fernando Ampuero

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    Historias breves de experiencias cruciales --quince historias, para ser precisos; unas son de corte realista, otras (pocas) de impronta fantastica--, que se proponen indagar en el misterio de la existencia. De esto va Jamas en la vida, la nueva coleccion de cuentos de Fernando Ampuero. Libro ironico, ambiguo, evocativo, donde los personajes traen a su paso un aire liviano pero cargado de significados. Como muchos libros del autor, Jamas en la vida recrea con prosa tersa y sencilla los gozos y penurias del encandilado asombro de estar vivos.

  • Recuperar la pasion de Laurey Bright

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  • Donde esta mi jersey islandes de Stig Dagerman

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    Que bien, asi me gusta. Que me reciban como a un senor. Ahi esta Ulrik, en la esquina del anden, con botas de cuero y su mejor sombrero, el de ala ancha, mirando alicaido a la explanada de la estacion. Lleva brazalete de luto y lazo negro. A su espalda la yegua ramonea entre las flores del arriate. Habra que ir en coche de caballos, no lo hacia desde que era nino. Me reciben como a un senor solo porque padre ha muerto. En otro caso tendria que ir a pie hasta que el fango me cubriera las canas de las botas. Si, claro que no voy a olvidarme del entierro de madre. El mismo de siempre. No, que va, no sale a mi encuentro aunque me vea bajar del vagon. Como si yo no tuviera bastante con lo que cargo, la corona y la maleta llena de botellas de aguardiente. Podia haber facturado la corona, pero vete tu a saber. Bien recuerda uno lo que ocurrio con la corona de madre. Tanto la maltrataron en el transporte que parecia mentira apanar nada. De verguenza me moria durante el entierro, tratando de cubrir las flores con cintas para que nadie las viera. Y acaso cree alguien que sirve de algo reclamar a la compania del ferrocarril. Que va, nada de eso. Lo unico que hacen es escurrir el bulto y alli se queda uno como un pasmarote. Bueno, ahora por lo menos me saluda, Ulrik, Ulrik, como le deciamos de pequenos. Saluda con el sombrero y esboza una sonrisa. Parece un palurdo, pero que otra cosa podria esperarse. Y ahi va el chapista, borracho los sabados como de costumbre. Se detiene y quiere hablar. Sabe lo que llevo en la maleta con solo verla. Recibe mi pesame mas sincero, me dice el chapista, pronto le llego la hora al viejo. Lo vi un dia antes y estaba en plena forma. Ya se sabe que padre bebia mas de la cuenta al final de sus dias, pero no va a ser el chapista quien venga aqui a pregonarlo en medio de la estacion. Me pregunto si estara invitado. Bebian juntos, eso si, padre y el, pero no por eso va a tener que estar invitado. !Atiza! Ahora se me cae el brazalete. El anterior lo perdi, salgo un sabado de parranda y cuando vuelvo a casa el brazalete ha desaparecido. Y no porque se lleve el luto precisamente en la ropa, !pero mira que perderlo en medio de una borrachera! Alelado se queda uno aunque fuera un mes despues del entierro. La mujer ha vuelto a comprarmelo muy holgado. O acaso este yo demasiado flaco para brazaletes. A saber. En todo caso se me cae hasta la muneca. Y parezco un desmanado. Maldita sea. Y Ulrik. Es lo que suele hacer cuando vengo a casa. No echa una mano aunque uno deje la maleta en el suelo y lo este deseando. Y decir, no dice una palabra, no responde aunque le diga hola una y dos veces. Pero siempre fue cerril y atravesado. Ulrik. Agarra tu la corona, hermano, le digo, y le doy una palmadita en el hombro. Hermanos somos en todo caso y circunstancia, no va a ser en vano. Bien, la caja de la corona cabe justo bajo el asiento trasero. Pero la maleta la llevo conmigo. Ulrik chasquea la lengua. Blenda, la condenada yegua, gira torpe con el belfo atiborrado de flores del jefe de la estacion. Deja ahi la maleta, muchacho, dice Ulrik. Pero bien sabe uno lo que paso cuando el entierro de madre. Tage, el hermano pequeno, quiso llevarla para darselas de forzudo y, pum, golpeo la maleta contra un puntal de la cerca y reventaron dos botellas. No hubo mas remedio que salir por ahi y tratar de hacer acopio de aguardiente en plena tarde de sabado. Sera mejor que lleve la maleta conmigo. En todo caso hace calor. ?Que si ha llovido? No, llover no ha llovido desde hace un mes por lo menos. Buen mes de octubre, hay que decirlo. Enviamos tarde las cartas, dice Ulrik, pero asi y todo las mandamos. Las cartas. Pasamos por delante del banco, la casa del medico y el cafe del minigolf. Ahi es donde trabajaba Frida. No fue mala idea ser novio suyo. Entonces entraba al cafe por la puerta trasera y la consumicion me salia gratis. El tiempo que duro. Pero la verdad es que siempre fue de provecho tener a Frida ahi. La recibiste a tiempo, claro, pregunta Ulrik. O mas bien lo afirma para justificarse. Ah si, las cartas. La carta. Pues si que llego, pero bien podia haberla escrito antes, Ulrik. Pero siempre ha sido reservado y no, que va, escribir no escribe una linea en vano. Y asi llego la carta, el domingo pasado, de forma enteramente inesperada. Yo me habia pasado todo el dia en el hipodromo de Solvalla, apostando a las carreras y con ciento cincuenta coronas en premios, ?cuantas veces ocurre eso? Que disculpado esta uno cuando no esta sobrio del todo. La carta, va la mujer y la pone encima del contador de la luz y empieza a hacerse la remolona, a ver si cojo la carta tan pronto como llego a casa. Como cuando murio madre, pero entonces recibi una carta como es debido de Lena, la hermana pequena, la que ahora esta ingresada en el sanatorio, cosa que sin duda tranquiliza. Abro la carta, es lo que hago, la leo y releo y me lleva tiempo aclararme. Algo perplejo se queda uno al recibir un mensaje luctuoso y no estar realmente sobrio. La mujer no puede dejar de advertirmelo, pero ya le devolvere yo la pelota, vaya que si. Y bien, me digo, el viejo no es de los que han desperdiciado una sola gota y quien sabe: acaso se ha dicho que estaba completamente sobrio al morir. Pero aun asi me siento algo afectado, igual que en el entierro de madre, cuando salimos por ahi a pedir aguardiente para el velatorio y por la noche ya estabamos alegremente achispados y con resaca durante todo el entierro. Ropa tienes, por supuesto, dice luego la mujer, eso si, tendre que comprarte otro brazalete, claro, el anterior lo perdiste en medio de una borrachera. Tendre que oirla hasta el dia que me muera. Y el tejado del guardia, que salio volando y se le vino abajo. Si, eso dicen, que salio volando. Ahora esta sentado en el patio. Fuma en pipa y tiene un papel en la mano. Tambien se ha hecho con una hamaca desde la ultima vez. Estara buscando informacion sobre quien pudo haberle echado el tejado abajo. Un engreido, es lo que siempre he pensado. Ahora nos adelanta un coche, un flamante Chevy, a estrenar. Se lo digo a mi hermano, pero que va, que va a saber mi hermano lo que es un Chevy, ni siquiera un Chevrole, por lo que le toca. Que pena por Lena, se saca Ulrik de dentro, no la han dado permiso para venir a casa. Si, pobre Lena, la hermana pequena, por lo menos tiene algo especial. No es como Ulrik, cerril y atravesado, ni tampoco como Lydia, la hermana mayor, gorda y presumida desde que se caso con el tratante de aparatos de radio del pueblo. Los domingos sale con traje folclorico y se ha hecho voluntaria del cuerpo auxiliar del ejercito. !La hermana de uno! Ya se sabe que lo unico que hace es mirar a los demas por encima del hombro. Bien me acuerdo del revuelo que armo durante el entierro de madre por darse la casualidad de que uno cometiera un desliz la manana del entierro. !Mira que tener un hermano tan cafre!, eso fue lo que me dijo. Pues mira, si de mi depende, de eso se libra. Lena es otra cosa. Se parece mas a uno, no teme hablar, no es nada arrogante ni mira a nadie de soslayo, nunca lo hizo. Y tuvo que contagiarse de tisis en casa de ese estupido de Lundbohm, solo por no caldear su habitacion. Ama de llaves de semejante patan, el diablo tenia que ser. El Chevrolet viene de vuelta, seguro que ha estado en Turisten y viene de regreso. A Turisten vienen a tomar copas hasta de la ciudad. Si pudiera salir esta noche. Pero bien recuerdo lo que paso durante el entierro de madre. Toda una bronca. Bronca y amargura. El Chevrolet aminora la marcha y no porque la yegua se asuste, porque Blenda ha servido en un regimiento acarreando los canones de los cabos. Coche y carreta se detienen y quedan a la misma altura, y quien baja la ventanilla del coche y asoma la jeta sino Holmgren el Panadero. Algo mas calvo esta desde el entierro de madre, pero tiene la misma nariz roja. Tambien tiene la cara colorada pero quiza se deba al bronceado. Capaz. Te acompano en el sentimiento, me dice Panadero aunque parezca tan alegre como siempre, siento lo de tu padre. Pero vente a dar una vuelta esta noche si no tienes nada mejor que hacer. Que no es que Knutte ande todos los dias de parranda, dice Panadero. No desde el entierro de madre, le digo tratando de parecer compungido aunque no me resulte nada sencillo cuando pienso en las juergas que me he corrido con Panadero. El aguardiente que hemos bebido juntos podria bastar para pasarnos borrachos como minimo la mitad de un ano. Ya veremos, ya veremos, le digo. Nada fijo le puedo prometer estando Ulrik delante. Pero Ulrik chasquea la lengua y restalla con la fusta para que la condenada yegua arranque en segunda y pegue un tiron tremendo. Pero la maleta la llevo bien sujeta entre las rodillas para no correr ningun riesgo. El Chevrolet arranca y se aleja. Precioso coche, digo, y no es que deje de sentir cierta curiosidad por los posibles de Panadero para ir dandoselas de coche. La ultima vez me pidio prestadas diez coronas para poder sacar a la mujer a dar un paseo. Ella llevaba tres dias sin salir de casa. Al menos eso fue lo que me aseguro. Pero vete tu a saber. Tanto larga Panadero. En el fondo es un buen muchacho. Primero acierta una quiniela, dice Ulrik. Y luego le toca la loteria. De modo que pronto va a morir pimplando. Eso suena a envidia. Envidioso y atravesado, eso es lo que siempre ha sido Ulrik. Ahi va, dando trallazos con la fusta mientras Blenda cabecea despacio en direccion a Turisten. Fuera de Turisten estan los camiones de la cerveza. ?Tienes cerveza en casa? Si no tienes, paramos y apanamos una caja, le digo. Pero entonces Ulrik se enfurruna. Restalla con la fusta para que la yegua llegue al puente en dos o tres trancos. Es que no puedes pensar en otra cosa estando padre muerto, me reconviene. !Cerveza y aguardiente, no tienes otra cosa en la cabeza! Pues claro que si, hombre, podria haberle dicho. Recordarle el dinero que he estado enviando a casa durante ocho anos para el tabaco de padre y !cuantos vestidos no enviaria la mujer a madre en su dia! Pues claro que hemos tenido algo mas en la cabeza, si es que le da por ahi. Y ademas, lo de la caja de cerveza ha sido con la mejor voluntad. Bien recuerda uno lo que paso en el entierro de madre. Al final solo hubo agua y quienes fueron los que tuvieron que avergonzarse, Ulrik y uno que yo me se. Tambien podria recordarle eso. Llegado el caso.

  • Un Lord Con Wifi (Tecleame te quiero 4) de Isabel Jenner

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    Vuelve la serie <>, de Isabel Jenner, con esta cuarta y esperada entrega.

  • Sentada al borde de la cama de Roberto Sanchez

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    No lo podia entender. No me cabia en la cabeza que hubieras dejado tu vida en mis manos. Y menos que lo hubieras escrito en ese papel del demonio. Era imposible que supieras nada cuando lo firmaste. Al dia siguiente se cumplia el plazo, Marta. Se habia empezado a descubrir toda la verdad sobre ti, sobre mi. Quedaban veinticuatro horas para que me dieras alguna senal y tomara una decision. Si hubieras podido oirme, habria bastado ese tiempo para ponerte al dia de lo que ocurrio desde que entraste en ese sueno profundo, en ese silencio que te estaba matando a ti y que nos habia condenado a las dos. Me costo reconocerte. Quizas porque entre deslumbrada. Llegue con los ojos llorosos, como se me ponen cada ano por esas fechas cuando empieza la primavera lanosa de Madrid. Vi el numero en la puerta: 227. Como para no creer en las casualidades. El veintidos, Marta, el de la suerte. Y el veintisiete, el que nos salvo una vez; tu numero fetiche. Entre mi conjuntivitis y la media luz, no me habia fijado, pero aquella habitacion tenia hechuras de una suite de hotel a la que hubieran ido vaciando poco a poco; ahora un cuadro, mas tarde un aplique, manana una alfombra, hasta que la dejaron unicamente con lo puesto, en los huesos. Como estabas tu. Pero una suite, al fin y al cabo. Llevabas un ano ajena a todo, dormida, inmovil, en mitad de aquel vacio, en una cama pequena, diminuta, amarrada a la vida por un lio de cables y tubos. Olia a clavo y a zotal. A consulta de dentista. Tambien habia algo tuyo en el ambiente. Me transporto a mil momentos, aunque se me agolpaban todos y ninguno era capaz de colocarse en su sitio. Lo intento ahora al escribirlo. Observe un frasco medio abierto de tu perfume de toda la vida sobre el estante inferior, junto a un liquido desinfectante y tu reloj de pulsera que seguia parado. A saber desde cuando. Por la hora podria ser desde el instante fatal. Me costo reaccionar. Me debati entre dar aquel paso o salir huyendo. Cuando estaba a punto de sentarme junto a ti, volvi una vez mas hacia la puerta para preguntar cuanto tiempo podia quedarme. Desee que me dijeran, marchese, vayase cuando quiera. En cambio, me respondieron que estuviera tranquila, que me tomase mi tiempo: <>. Me temblaba todo. Queria que despertaras. Lo deseaba, y sin embargo te hablaba en susurros, como cuando me colaba a hurtadillas en tu habitacion a la hora de la siesta. Pero no vi tus zapatillas ni a un lado ni otro de la cama, ni tuve que apartar tus trapitos que habrian estado hechos un higo, tal cual hubieran caido en aquel galan que era otro esqueleto, o revueltos de cualquier manera sobre la butaca en la que deje el bolso. Un sillon abatible para las visitas. Me hubiera quedado a dormir alli mas de una noche, pero sabes que no podia correr ese riesgo. Llevaba los documentos que habia leido millones de veces. Los entendia menos que los valores de las dos pantallas que te custodiaban. Respecto a estas, supuse que todo estaria bien mientras fueran marcando una misma cadencia, mientras no saltara la alarma y se llenara todo aquello de enfermeras. Imagino que tambien de policias. Me fio de ti. De lo que escribiste. Por muy sospechoso que resultara que antes del accidente hubieras sido capaz de dejar las instrucciones sobre tu legado dispuestas con tanta precision. Si descartamos la brujeria, no se me ocurre ninguna otra posibilidad. He barajado muchas hipotesis, pero no dejan de ser conjeturas. Ninguna de ellas esta exenta de cierta dosis de conspiranoia. Y no faltan razones para alimentarlas: desde tu posible conexion con las tramas corruptas del excomisario Bermejo, a tu peligrosa cercania con el ministro del que fuiste companera de pupitre. No habia aparecido todavia el tipo del tatuaje, el que conducia el Tiguan de color negro. No habia sido capaz de encontrarlo. Tampoco quedaba rastro del dinero. Cada manana, cuando me despertaba, lo unico que sabia es que era martes, o lunes, o jueves ...y que me llamaba Alicia. Poco mas. Me sorprendia alli, donde fuera, boca abajo, restregandome con una almohada desconocida, intentando recordar donde habia dormido. Hundia bien la nariz y aspiraba con fuerza. Nunca me resultaba familiar la funda aspera de turno que habrian lavado mil veces, aunque no recientemente. Digo mil porque es cuando empiezan a brotarle esas pequenas borlitas con las que me aranaba las mejillas. Era la casa de un hombre. Otro mas. Un tipo que ni siquiera habia tenido el detalle de colocar unas sabanas limpias. Aquellas desprendian un olor espeso, con una solera que no se consigue facilmente. Mira que hay que vestir una cama durante muchos dias seguidos y que no le hayan concedido ni unos minutos diarios de ventilacion para llegar a acumular ese buque al que me refiero. !Que asco, por Dios! Bueno, esas no serian precisamente las blasfemias que saldrian de mi boca unas horas antes, cuando las hubiera mordido con todas mis fuerzas, cuando estuviera poniendo de mi parte para aumentar el pozo sin fondo de germenes que acumulaba. Soy asi de generosa cuando me lo estan dando todo, ya lo sabes. A ese tipo tambien le habria dicho que me llamaba Alicia. Una de todas esas Alicias en las que me habia convertido durante ese ano. Todas las que habian estado buscando a nuestro hombre. He perdido la cuenta de las mentiras a las que he tenido que recurrir para llegar a saber la verdad, Marta. En ninguna de esas citas habia sido quien soy para quienes creen conocerme: la mujer que acaba de cumplir los cuarenta --cuarenta y pocos--, la profesional de exito, la de la envidiable solvencia economica para los tiempos que corren; esa tipa con una formacion solida, leida, cultivada, intelectualmente inquieta, con ciertas necesidades culturales. Y sin abuela que estoy. Eso es. Empece sin una idea sobre lo que podia ocurrirme. Sin prejuicios. Total, era una mujer soltera, sin obligaciones ni ataduras sentimentales; que seguia sin conocer lo que es tener una relacion estable; que sabia que a su edad eso no es muy normal; que no esta bien visto socialmente; que levanta sospechas. Todavia hoy en dia. Sobre todo, en una mujer. Das pie a que te tachen de rarita, a que les des mala espina y quieran salir huyendo. <>, se pregunta el personal. Sabes que no soy de esas que tienen aversion a las de su especie. En todo caso soy algo timida. Me obsesiono por el que van a pensar de mi si hago esto o si digo aquello otro. Quizas sea esa la coraza con la que me protejo de mis inseguridades y mis complejos y la que acaba dando una idea bastante distorsionada de mi; de una persona altiva o distante. Eso recuerdo que me dijiste nada mas conocernos, Marta. O Dolly, porque en la Facultad de Derecho todos te llamaban asi. ?De donde te venia? De muneca, explicabas; que asi te habian bautizado en el instituto de Connecticut donde cursaste el equivalente al COU espanol. Claro que, con el tiempo, cualquiera que llegara a conocerte sabia que era mucho mas cauto poner en cuarentena todas las anecdotas con las que tu misma, cuando no tus hagiografos, contribuyeron a alargar la sombra de tu carisma hasta convertirte en una leyenda. Habia que ir con sumo cuidado al aproximarse a tu perfil, no fuera a ser que acabara contaminado por alguno de esos bulos prenados de intencion. Tambien me dedique a eso: a indagar. Porque siempre habia dado por bueno lo que me contaste sobre tu pasado. ?Por que tendria que dudar? Supuse que el hecho de ser una profesional del engano no obliga a ser una mentirosa compulsiva con la gente que quieres. Hemos sido amigas y me has querido, ?verdad, Marta? A grandes rasgos, si una se pone a bucear en tu biografia, parece que no existe ninguna duda de que Marta Suarez Enjuanes nacio en Elche, en 1976. Hija de Margarita, aparadora de calzado de profesion, y de un viajante de comercio al que nunca llegaste a conocer. O sea, a efectos de inventario, toda la vida has llevado a cuestas el sambenito que se le pone en los pueblos a las hijas de madres solteras. Porque poco o muy poquito se sabia de quien te habia dado el Suarez del primer apellido. Nunca te contaron ni tan siquiera que tipo de estampados, de telas o de pulimentos llevaba ese vendedor en su cartera. El tal Suarez dejo de dar senales de vida despues de recibir la noticia de que de su ultima visita no habia fructificado unicamente un pedido millonario de los que solia facturar a Calzados Anton. Ahi entrariamos en el capitulo de las especulaciones. Ninguna probada. Aunque me contaste, con cierta guasa, que habia dos teorias que corrian como la polvora y con mejor suerte que el resto: las dos tenian en comun tu parecido con el propio patron de la marca, con Amadeo Anton, una retirada que iba algo mas alla de la casualidad. Mas adelante descubriste que tambien teniais maneras de proceder muy similares. Eso mismo, tal cual me lo confiaste, lo pude corroborar sobre el terreno. Alli volvi a oir la hipotesis que sostiene que nunca hubo un Suarez como tal, sino que tu serias la consecuencia de la furtiva relacion de tu madre, Margarita, con el patriarca de la empresa. Una relacion consentida por su mujer. ?Consentida? ?Por que? Al parecer, a cambio de que Amadeo Anton no le pusiera a ella cortapisas a sus pulsiones amatorias, que iban en direccion contraria, ya me entiendes. Las verdaderas preferencias sexuales de la senora eran conocidas, pero tanto los padres de uno como de otra no las tuvieron en cuenta. Es mas, las pisotearon cuando arreglaron la boda entre ellos. Lo hicieron con noble intencion de salvar su alma. Tambien para que no se diluyera la sociedad patrimonial que sumarian entre las dos familias. Pero, chica, sigue teniendo peso y hace furor entre el chafardeo la otra escuela, la que argumenta realmente eras nieta de Amadeo Anton, nada de hija. Porque este, en uno de sus escarceos extramaritales, dejo embarazada a una alemana que, camino de Denia para embarcar hacia las islas y perder sus rumbos en las playas ibicencas, recalo en Elche sin saber muy bien ni como ni por que. E igual que aquel destino no entraba en sus planes, tampoco le encajaba en su futuro idealizado lo de cargar con la criatura del bombo que se llevaba de recuerdo. A Anton no le resulto dificil convencerla de que volara ligera y que dejara a su cargo al bebe; tu madre, a la postre. Puso en el empeno una dosis de afilada labia, incluida una sutil insinuacion que quizas a alguien muy quisquilloso le podria haber sonado como un principio de extorsion. Tambien puso en la mochila de la alemana un argumento muy atractivo: un rulo de billetes de mil pesetas. Asi se las gastaba el abuelo.

  • Los que corren contra el viento de Maria Correa Luna

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    Un hombre que lo tiene todo, una mujer que se sabe capaz de todo corren contra el viento.?Que es eso a lo que se enfrentan?Un viento quiere arrasarlos, impedirles avanzar hacia lo que buscan: el pasado los desafia, un misterio de ese pasado que se extiende sobre ellosy sobre el mundo.

  • El veneciano de Blas Malo

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    Todo son sospechas. Nadie esta a salvo. Y en el palacio ducal todo son pesares. Europa se desgarra en guerra. Francia combate contra Austria y contra Inglaterra, y Venecia defiende su neutralidad, pero las coraces tropas francesas del ambicioso general Bonaparte se han extendido por todo el Veneto y han esparcido su veneno a traves de sus agentes.

  • Pecados oscuros (Seguridad Platinum 3) de Kelly Myers

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    Me acomodo un mechon de pelo rubio detras de la oreja, miro a traves del objetivo de la camara y enfoco a la feliz pareja. !Chasquido! Congelo el fotograma en la toma perfecta. Creo que se puede ver literalmente el amor del uno por el otro brillando en sus ojos. Me alegro por mis clientes, una pareja recien comprometida, pero no puedo negar que una parte de mi esta un poco celosa. Nunca nadie me ha mirado con tanta adoracion. Dejo escapar un pequeno suspiro y hago unas cuantas fotos finales mas. <>, pienso. --Creo que hemos terminado --indico y les dedico una brillante sonrisa. La pareja intercambia otro beso, probablemente el centesimo desde que empezamos la sesion de fotos, y vuelvo a guardar la camara en su estuche. --Gracias, Avery --dice la futura novia--. Estoy muy emocionada por ver las fotos. --Deberia tenerlas listas en una semana --le comento. --!Que bien! Estamos deseando compartirlas con todos nuestros amigos y familiares. Me fuerzo a sonreir de nuevo y le doy mi tarjeta al futuro novio. --Me alegro de haber podido formar parte de vuestro momento especial. Si alguna vez necesitan algo mas… Creo que ni siquiera me escuchan porque se vuelven a besar con ahinco. --De acuerdo, entonces. Estare en contacto --informo y hago un gesto incomodo con la mano. Me encanta hacer fotos y fotografias de todo tipo, pero, Dios, a veces me cuesta hacer las de parejas de recien casados y las de bodas. Pero, bueno, son mi pan de cada dia, asi que me aguanto y consigo las mejores fotos que muestren su amor eterno. Me imagino que al menos la mitad se divorciara dentro de cinco anos, de todos modos. Esa es la estadistica, ?verdad? <>, pienso, y me dirijo a mi coche, mas alla de estar lista para dejar el parque con su entorno de Disney de pajaros cantando, cielos azules y parejas besandose. No suelo ser tan amargada cuando se trata de parejas felices, pero ultimamente me resulta mas dificil. Me meto en mi Jeep Wrangler, coloco la funda de mi camara en el asiento del copiloto y bajo la visera. Abro el espejo y estudio mi reflejo. Por fuera, tengo 32 anos, pelo largo, rubio y ondulado, ojos azules y una complexion delgada a pesar de mi amor por el azucar. Supongo que puedo agradecerselo a los buenos genes y al hecho de que mido 1,70 metros, asi que supongo que mi peso se distribuye uniformemente en mi alta estatura. En el interior, las cosas son un poco mas complicadas. Suspiro, me subo la visera y me pongo las gafas de sol. Ser Avery Archer no ha sido facil. Pero me esfuerzo por no regodearme en la autocompasion. Aunque todo se desmorono para mi dos anos antes, me aferre a lo profundo, supere todo el dolor y vivo mi vida de la mejor manera que se. Porque eso es lo que habria hecho Luke. Mientras me alejo del parque y vuelvo a mi apartamento, siento que mi mente vuelve a divagar, intentando dar sentido y entender como todo salio tan horriblemente mal. Ahora vivo en la soleada ciudad de Los Angeles, pero creci en Lima, Ohio, una pequena ciudad donde todo el mundo se conoce y ahora mismo, en noviembre, probablemente hace 40 grados, si tienen suerte. Miro hacia arriba, agradecida de ver palmeras y no ramas esqueleticas desnudas y medio congeladas. Mi hermano mayor, Luke, y yo estabamos muy unidos, con solo dos anos de diferencia. Le admiraba y queria hacer todo lo que el hacia. Mis padres adoraban a Luke y pensaban que el no podia hacer nada mal. ?Yo, en cambio? A sus ojos, no podia hacer ninguna cosa bien. Nada era lo suficientemente bueno y siempre estaban tan centrados en Luke que yo sentia la necesidad de probarme a mi misma. Es la razon por la que me uni a la CIA. <>, pienso, mientras entro en el aparcamiento. Apago el coche y me quedo sentada durante un minuto mientras los recuerdos me invaden. Luke se alisto en la Marina despues de terminar el instituto y estaba decidido a ser un SEAL: habia encontrado su vocacion, lo que estaba destinado a hacer, y fue a por ello con una pasion y un celo implacables. Para Luke no habia plan B. Luke fue al Campo de Entrenamiento y luego a Coronado, California, para la primera fase del BUD/S, el entrenamiento basico de Demolicion Submarina/SEAL. Es un proceso de seleccion agotador de seis meses, de prueba de fuego, en el que la mayoria de los aspirantes a SEAL abandonan o se lesionan. Mis padres y yo no podiamos estar mas orgullosos. Luke era el mejor de los mejores y estaba ahi fuera demostrandolo. El entrenamiento de los SEAL de la Marina es notoriamente intenso y son pocos los candidatos que lo superan. Mi hermano dijo que la tasa de abandono era de alrededor del ochenta por ciento. Pero Luke supero todo el entrenamiento, se convirtio en miembro de pleno derecho y recibio su insignia Trident. Mientras el demostraba continuamente que formaba parte de la elite, yo daba tumbos en mi primer ano de universidad, sin saber que queria hacer. Un dia, paseaba por el Sindicato de Estudiantes para ver los distintos puestos instalados para una feria de empleo. En cuanto vi al representante de la Agencia Central de Inteligencia, supe lo que queria hacer. Iba a entrar a la maldita CIA. Era muy inteligente, se me daban bien los rompecabezas y tenia facilidad para los idiomas. Seria una gran analista, ayudaria a mi pais y haria que mis padres se sintieran orgullosos. Parecia una obviedad. Asi que me especialice en Ciencias Politicas, me licencie y me presente a la CIA. Tras varias rondas de pruebas y entrevistas, me aceptaron. Luego, tuve que completar el entrenamiento basico en la Escuela Sherman Kent de Reston, Virginia, a las afueras de Washington DC. Para entonces, Luke habia entrado en el DEVGRU (Naval Special Warfare DEVelopment GRoUp), comunmente conocido como SEAL Team Six, que es literalmente la creme de la creme de los guerreros. Tenia su base en Virginia Beach y solo estaba a unas tres horas y media en coche, lo que era genial. Me senti como Luke, que habia pasado por tanto entrenamiento, ya que yo pase por el Programa de Analistas de Carrera, o CAP, que me dio un conocimiento profundo de como pensar, escribir e informar de acuerdo con las normas de la CIA. A mis ojos, Luke estaba ahi fuera salvando el mundo. Puede que yo solo tuviera un trabajo de oficina, pero estaba reuniendo informacion que ayudaria a los SEAL como el a acabar con los malos. Me sentia muy bien. Entonces, la cague. La cague tanto que acabe matando a mi hermano y a su equipo, perdiendo la relacion que tenia con mis padres y dejando mi trabajo de analista. Eso fue hace dos anos y ahora estoy aqui, sin poder perdonarme. Es como si estuviera atrapada en el limbo. No puedo avanzar y ciertamente no quiero retroceder. Asi que me quedo en el medio, ahogandome en la culpa, sin saber que hacer. Simplemente… perdida y tambaleandome… Con un suspiro, cojo la camara y el bolso, salgo del Jeep y subo a mi apartamento. Es pequeno pero acogedor, escondido en un barrio residencial de North Hollywood en el Valle. Puede que aqui haga un calor obsceno en verano, pero el alquiler es decente y nadie me molesta. Nadie me molesta hasta el punto de que no tengo amigos. Excepto Liberty. Abro la puerta y mi pastor aleman se acerca corriendo. Le doy un gran beso y le pongo la correa. --Espera, Libs --digo y me dirijo a mi habitacion. Me pongo una camiseta, unos leggings y unas zapatillas de tenis y me recojo el pelo en una coleta. Luego cojo la correa de Liberty y salimos a correr. A Liberty le encanta el ejercicio y correr me ayuda a despejar la cabeza. Porque, por mucho que pase el tiempo, no puedo olvidar los acontecimientos que provocaron la muerte de personas a las que quiero. Aumento la velocidad, me esfuerzo mas. El topico afirma que el tiempo cura todas las heridas, y puede que al final lo haga, pero esa no ha sido mi experiencia. Mis cicatrices arden y sangran cada maldito dia. Trabajar como analista era un reto y disfrutaba recibiendo informacion clasificada de diversas fuentes, para luego examinarla y evaluarla. Mi antiguo trabajo consistia en reunir informacion de todo el mundo procedente de particulares, medios de comunicacion extranjeros y vigilancia por satelite. Dado que esta informacion variaba en cuanto a su fiabilidad y exhaustividad, me correspondia a mi extraer de toda ella informacion coherente y util. Para mi, era como si me enviaran las piezas rotas de un jarron de todo el mundo y tuviera que pegarlas en el orden correcto para ver como era el jarron. Era buena en lo que hacia hasta que deje de serlo. Hasta que comparti informacion que resulto ser erronea. Mortalmente equivocada. Me sacudo los recuerdos y Liberty y yo terminamos nuestra carrera. Me siento un poco mejor despues, y le doy un poco de agua fresca mientras me como un par de trozos de chocolate. Luego, me meto en la ducha. Despues, me pongo un pijama y una vieja camiseta con el emblema de los SEAL de la Marina --un aguila con un ancla, una pistola y un tridente en sus garras-- que solia pertenecer a Luke. Me tumbo en el sofa y Liberty salta y se acomoda a mi lado. Mientras acaricio su suave pelaje negro y fuego, abro el portatil y compruebo mi correo electronico. Miro los mensajes, en su mayoria de clientes, y me detengo cuando veo uno que me llama la atencion. No reconozco la direccion de correo electronico, pero hay algo que me produce un cosquilleo. Lo abro y leo el breve mensaje: <>. G. Por un momento, no puedo moverme. No puedo respirar. Me quedo sentada, congelada por el shock, releyendo el mensaje. ?Informacion que limpiara mi nombre? ?Es eso posible? Parpadeo, intentando hacerme a la idea de que tal vez la mierda conocida como Operacion Armagedon no sea culpa mia. Que tal vez no soy la unica responsable de enviar a mi valiente hermano y a su equipo a una muerte segura. Porque todos murieron excepto uno. Un hombre muy alto, guapo y musculoso llamado Ryker Flynn. Dejo escapar un suspiro tembloroso, recordando la primera vez que nos vimos. Mi hermano y Ryker estaban de permiso y vinieron a visitar a mis padres durante unos dias. Se habian conocido en el campo de entrenamiento de Great Lakes (Illinois), congeniaron y se entrenaron juntos hasta llegar a la cima. Ese fin de semana, yo tambien vine a casa para poder ver a Luke. No esperaba que mi corazon diera un vuelco cuando puse los ojos en Ryker. Su pelo corto y oscuro y sus ojos del color del whisky caro, hicieron que las mariposas de mi estomago revolotearan. Nunca olvidare que cuando me saludo por primera vez, al mirar su rostro bronceado y robusto, me quede sin palabras. Maldita sea. Todavia se me acelera el corazon cuando pienso en el. La atraccion me pillo desprevenida y me parecio ver una chispa de interes por su parte, pero entonces Luke se metio en el asunto y se pusieron a hacer cualquier locura que hacen los militares cuando estan de descanso. No me cabe duda de que se trataba de cantidades abundantes de alcohol y de mujeres. Diablos, eran SEAL de la Marina de los Estados Unidos. La mierda por la que pasaron para formar parte de ese equipo de elite… se merecian relajarse. Mas tarde, ese fin de semana, mi madre preparo una cena para todos nosotros y pude sentarme frente a Ryker y babear discretamente sobre el durante toda la comida. Mientras que mi hermano era ruidoso y siempre hablaba, Ryker era mas tranquilo. Sin embargo, poseia una presencia imponente. Escuchaba atentamente todo lo que decia e incluso me hizo bastantes preguntas sobre el trabajo de analista. Cuando le hable un poco de lo que hacia, parecia impresionado. Obviamente, ninguno de los dos podia divulgar demasiada informacion porque todo lo que haciamos era clasificado. Pero encontramos un punto en comun y disfrute mucho hablando con el. Porque Ryker me escuchaba como nadie lo habia hecho antes. Mostro interes, entusiasmo y respeto. Luke y Ryker se marcharon a la manana siguiente y, a partir de entonces, solia verle una o dos veces al ano. Vivia para esas breves visitas cuando volvia con mi hermano y siempre me aseguraba de estar en casa. Un par de veces, incluso conduje hasta Virginia Beach para verlos. Siempre recordare cuando Ryker vino a pasar las vacaciones con nosotros. Sus padres habian muerto en un accidente de coche a principios de ese ano. Era hijo unico y no tenia ninguna otra familia cercana, asi que, por supuesto, Luke insistio en que pasara la Navidad y el Ano Nuevo con nosotros. Era Nochebuena y mi vuelo se retraso. Mis padres se quejaron de tener que recogerme porque querian asistir a la misa de Nochebuena. Asi que Ryker se ofrecio a recogerme en el aeropuerto mientras Luke y mis padres iban a la iglesia. No esperaba ver a Ryker y al instante me arrepenti de haberme maquillado lo minimo, de haberme recogido el pelo en un mono desordenado y de haberme puesto mis viejos y comodos pantalones de chandal. Debia de estar hecha un desastre despues de esperar todo el dia y volar durante horas, pero Ryker no parecio darse cuenta. Me saludo con un gran abrazo de oso, cogio mi equipaje y me guio hasta el todoterreno de mis padres. Fue el mejor saludo que he recibido y recuerdo que olia a pino, todo navideno y boscoso. Durante el viaje de vuelta, nuestra conversacion fue facil y ligera. Caian rafagas de nieve y, cuando volvimos a casa de mis padres, preparamos cacao caliente. Ryker encendio un fuego y nos sentamos en el sofa a hablar durante casi dos horas. Creo que fue la mejor noche de mi vida. Y luego envie a Ryker a una sangrienta emboscada. Era un milagro que hubiese sobrevivido. Apenas llego vivo al punto de extraccion y lo sacaron justo a tiempo. Sus heridas fisicas eran extensas, asi que solo puedo imaginar el trauma mental que sufrio. El sentimiento de culpa que he soportado desde aquella noche ha estado a punto de romperme en varias ocasiones. Pero es algo con lo que he aprendido a vivir y a manejar. Algunos dias son peores que otros, especialmente los cumpleanos, las vacaciones y los aniversarios. Siempre estuve muy enamorada de Ryker Flynn y una pequena parte de mi se preguntaba si el sentimiento era mutuo. Pero, todo cambio despues de la Operacion Armagedon. Cualquier afecto que Ryker pudiera tener por mi desaparecio y fue reemplazado por un odio amargo. Porque fui yo quien la cago. Lleve a Luke, Ryker y al resto de su equipo a una matanza y asumi la culpa, la culpa, la caida. Pero ahora, ?alguien me decia que tal vez no era mi culpa? ?Que tenian informacion que podia limpiar mi nombre? Parecia demasiado bueno para ser verdad, pero tenia que averiguar. Si podia aliviar mi conciencia de la aplastante carga que habia sentido esos dos ultimos anos, lo haria en un santiamen. Pero, aun mas que eso, podria enfrentarme a Ryker, a mis padres y a todos los que me culpaban de la muerte de Luke y de los demas. Y, tal vez, finalmente ser capaz de perdonarme a mi misma. Estoy decidida a descubrir la verdad, pero no se si puedo confiar en este <> Voy a necesitar ayuda. Alguien en quien confie. Confio en Ryker. El problema es que ya no quiere ni mirarme. La ultima vez que hablamos, dejo muy claro lo que sentia por mi: me odiaba y nunca me perdonaria que llevara a sus hermanos a esa masacre para que murieran. Intento apartar las cosas terribles que dijo y me concentro en la esperanza de que este misterioso <> pueda tener informacion que me ayude a seguir adelante por fin. Acaricio a Liberty y decido que voy a localizar a Ryker y a pedirle ayuda. Aunque probablemente me mande a la mierda. Capitulo 2 Ryker --Y tambien quiero dar la bienvenida a Harlow al equipo --dice Jax Wilder, levantando su copa de champan--. Siento que vayas a tener que lidiar con un grupo de machos alfa, pero intenta darnos un poco de margen. Todavia estamos aprendiendo. Mi mirada se desplaza hacia la belleza de pelo oscuro y Harlow Vaughn inclina su copa con una sonrisa. Todos estamos en la oficina de Jax, el ex policia de Los Angeles que fundo esta empresa, Platinum Security, y utilizamos nuestra formacion gubernamental y nuestros instintos asesinos para trabajar como guardaespaldas, localizadores, investigadores y cualquier otro trabajo turbio por el que nos paguen los clientes. Somos un grupo variopinto formado por antiguos militares, la CIA y, ahora, un hacker gracias a la nueva incorporacion de Harlow. Algunos podrian llamarnos el fondo del barril, pero nuestras habilidades son mortales y hacemos lo que sea necesario para hacer el trabajo. --Por ultimo, a Lexi. Tienes las manos llenas con esta --dice Jax y asiente con su oscura cabeza hacia Griffin Lawson, el ex-operativo de la CIA y nino bonito de nuestro grupo disfuncional. --Muchas gracias --murmura Griff, con el brazo alrededor de los hombros de la guapa pelirroja. Griff, mi mejor amigo, acaba de regresar de Nueva York tras ayudar a Lexi a encontrar a su hermano secuestrado y un tesoro de valor incalculable que vale millones. Ahora esta enamorado de la pequena y aguerrida pelirroja que tiene a su lado. No han dejado de mirarse el uno al otro desde que entre. Tengo que admitir, que se esta volviendo un poco demasiado. Griff siempre ha sido un jugador, asi que verlo tan loco por una mujer es extrano. No puedo creer que mis dos mejores amigos esten enamorados. Y, parece que estas mujeres les han ayudado a poner sus demonios a descansar. Sinceramente, nunca pense que veria este dia. De hecho, Jax se casara con Easton Ross la proxima semana. --Pero, considerate afortunada porque es uno de los mejores hombres que conozco --anade Jax--. Asi que, salud --dice y levanta su copa. --!Salud! --Todos dicen al unisono y brindan. El ambiente es ligero, casi festivo, y entonces suena mi movil. Me excuso y me acerco a la esquina, miro el identificador de llamadas y no reconozco el numero. Podria ser un cliente potencial, asi que contesto. --Ryker Flynn --digo. Hay una pausa al otro lado de la linea. Luego: --?Ryker? Soy Avery. Se me contrae el estomago cuando oigo la unica voz que no queria volver a escuchar. La voz angelical que persigue mis suenos, que me tortura en numerosas noches de soledad y que nunca he podido olvidar. Por mucho que lo haya intentado. Avery Archer, la diablesa de pelo rubio y ojos azules a la que me encanta odiar. La mujer responsable de la muerte de mi mejor amigo Luke y del resto de mi equipo SEAL. Estoy tan sorprendido que no digo nada. No podria ni aunque quisiera porque se me aprieta la garganta y no creo que pueda sacar una palabra. --Por favor, no cuelgues --dice. --Joder --maldigo en voz alta. Todo el mundo me mira por encima y a mi me importa una mierda. Me dirijo a la salida, con el ceno fruncido y se que me debe salir humo por las orejas. --?Todo bien? --pregunta Griff. --No --gruno, saliendo furioso de la oficina. Abro la puerta principal de un empujon y salgo a la calle porque necesito un poco de aire. Respiro profundamente y gruno al telefono--: ?Que quieres? La oigo tragar saliva. Puedo sentir sus nervios tensos a traves de la linea telefonica. --Necesito tu ayuda. --?Me estas tomando el pelo? --Ryker, por favor. Encontre algo de informacion sobre… esa noche. Sobre la Operacion Armagedon y… bueno, no creo que las cosas sean lo que parecen. <> me pregunto. Ella asesino a todo mi equipo. ?Como puede no ser lo que parece? --Continua --lanzo entre dientes apretados. --No quiero hablar de esto por telefono. ?Podemos quedar en algun sitio? Entrecierro los ojos. La idea de volver a ver a Avery es como un cuchillo que me atraviesa el corazon y, a la vez, puro regocijo. Dios, estaba enamorado de ella hasta que… --Ire a verte --sugiere--. Vivo en el area de Los Angeles. --Yo tambien --digo. --!Oh! Vale, bueno, estoy en North Hollywood. --Te mandare un mensaje con mi direccion --le comento y miro mi gran y robusto reloj militar--. ?Puedes llegar a las cinco? --Claro. --Bien --suelto y termino la llamada. <>, pienso. Inhalo profundamente varias veces y vuelvo a controlar mi respiracion. Luego, le envio un mensaje con mi direccion, saco las llaves de un bolsillo y me subo a mi Expedition. Solo vivo a unas manzanas de East Hollywood. No tenia ni idea de que Avery viviera tan cerca. Me imaginaba que seguia cerca de Washington D.C. en algun lugar o tal vez en Ohio con sus padres. <>, recuerdo. Era la hermana menor de Luke y, por lo tanto, estaba completamente prohibida. Pero, eso no significaba que no pudiera imaginar como seria con ella. Imaginarme pasando mis dedos por su pelo dorado y besando esos labios carnosos y rosados hasta que se hincharan. Rosa. Cada vez que veo ese estupido color, sigo pensando en ella. Avery es femenina, delicada e inocente. Y no me hagas hablar de como huele. Dulce como el azucar. Nunca olvidare la primera vez que la vi. Luke y yo finalmente tuvimos un tiempo de permiso y fuimos a visitar a su familia en Ohio durante el fin de semana. Hablo de su hermana, por supuesto, pero, mierda, era impresionante. Nunca lo habia mencionado. Recuerdo mi primera mirada y me quede literalmente con la boca abierta. Avery parecia una modelo: alta, delgada, con el pelo rubio y los ojos de color aciano bordeados de azul medianoche. Tenia curvas en todos los lugares adecuados y mi cabeza se lleno de pensamientos lujuriosos. Tuve que recordarme a mi mismo que era la hermana menor de Luke y trate de alejar todos los pensamientos inapropiados, pero fue dificil. <>. Ese fin de semana, durante la cena, por fin pudimos hablar y descubri que era analista de la CIA. Luke solo habia mencionado que ella trabajaba para el gobierno. No me habia preparado en absoluto para conocer a su hermana. No se que esperaba. Supongo que no mucho y ella me tomo completamente por sorpresa. No solo era increiblemente hermosa, sino tambien super inteligente. Una fuerza para tener en cuenta, comprendi. En cualquier otra situacion, la habria invitado a salir y habria planeado llevarla a mi cama despues, pero no podia hacer eso con Avery

  • MI VIDA ENTRE SOMBRAS 1 de Maria C. Garcia

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    Adentrate en una historia repleta de pasion, amor e intriga.
    Eric es un rico empresario adicto al trabajo que hace tiempo renego del amor.
    Sheyla es una secretaria trabajadora e inteligente que se siente feliz con una vida monotona y controlada, alejada por fin de su doloroso pasado.
    Cuando sus caminos se cruzan ella siente que algo la atrae hacia ese hombre tan frio y complicado como irresistible, a pesar de que el estilo de vida que la ofrece constituye un desafio en si mismo. Pronto descubre que sus demonios lo consumen por dentro, impidiendo que se comprometa. Ajena al peligro que acecha en la lejania, Sheyla se sumergira en un nuevo mundo que la llevara a lugares inesperados protagonizados por la pasion y el deseo ?Te atreves a ir con ella?

  • Cuentos clasicos para conocerte mejor de Jorge Bucay

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    A partir de los cuentos clasicos podemos conocer mucho sobre el comportamiento humano. Nuestros miedos, fantasias e ilusiones; los objetivos propuestos y logrados, y los retos y obstaculos a que tenemos que enfrentarnos. Jorge Bucay relata a los lectores, en un lenguaje moderno y lleno de magia, 15 cuentos e historias clasicos (El patito feo, La bella durmiente, La sirenita, etc.), con la moraleja tradicional y una nueva interpretacion personal que va mas lejos para ahondar en lo peor y lo mejor de nosotros y nuestros comportamientos.
    Un libro lleno de ensenanzas para conocernos mejor, pero tambien una relectura deliciosa de los cuentos de nuestra infancia con muchos datos curiosos sobre como surgio cada relato y se ha mantenido a lo largo del tiempo y en las diferentes culturas.

  • Pon un geo en tu vida (Un cuerpo muy especial 2) de Sandra Bree

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    Con Sandra Bree y su segunda entrega de la bilogia <>, las carcajadas, los suspiros y la diversion estaran garantizados.

  • A ciegas de Josh Malerman

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    NO ABRAS LOS OJOS. Hay algo ahi fuera. Algo espantoso, que hace que la gente enloquezca y se suicide ante su sola vision. Nadie sabe que es ni de donde viene.

  • La nina que miraba los trenes partir de Ruperto Long

    https://gigalibros.com/la-nina-que-miraba-los-trenes-partir.html

  • Lola (Moteros 3) de Patricia Sutherland

    https://gigalibros.com/lola-moteros-3.html

    .Porque, a veces, el amor llega cuando menos te lo esperas…

  • Legiones de Roma, Stephen Dando Collins de Stephen Dando Collins

    https://gigalibros.com/legiones-de-roma-stephen-dando-collins.html

    La historia definitiva de todas las legiones imperiales romanas

  • El nacimiento de un Imperio de Esteban Suarez Miceli

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    EL NACIMIENTO DE UN IMPERIOA punto de estallar la guerra que cambiara el curso de la historia, una guerrera y un centurion luchan por sobrevivir en un mundo lleno de violencia e intrigas.

  • El sueno de la razon de Berna Gonzalez Harbour

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    La comisaria Ruiz vuelve a Madrid para preparar su defensa. El viejo Jefe Superior de la policia ha logrado su suspension en venganza por una antigua investigacion y Maria esta temporalmente fuera del cuerpo.
    Pero eso no la va a frenar. Es el mes de mayo, tiempo de fiestas en torno al rio Manzanares, y la aparicion de unos animales muertos es el primer indicio de una anomalia que pronto dejara mas huellas letales: la ejecucion de una joven becaria de Historia del Arte en uno de los puentes del rio. Y no sera la unica.

  • Dejate tentar (Citas de Amor 1) de Anna Dominich

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    Susana lleva una vida apacible. En realidad, muy apacible. Es una chica normal con las inquietudes e inseguridades propias de cualquier mujer en la treintena. Lleva una temporada sola y se da cuenta de que por fin le gustaria encontrar el verdadero amor.
    Despues de una noche de copas, acaba cometiendo una locura y decide crear un perfil en una pagina de contactos llamada <>. A partir de ahi, empiezan los problemas. De repente, la solitaria Su, se ve envuelta en un lio amoroso.
    Aparecen en su vida un ejecutivo con problemas de madurez y un fisioterapeuta demasiado guapo para la salud. A su vez, conoce a un misterioso hombre llamado Sombra que parece que siempre sabe exactamente lo que tiene que decir. Ella no lo tiene nada claro.
    ?Con quien te quedarias tu?

  • Vidas en Peligro (Amor en Seattle 2) de Rachel Van Dyken

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    Todos guardamos un secreto

  • Amor de segunda de Pilar Parralejo

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    Hacia apenas media hora que habia llegado del trabajo y, estaba en medio de una ducha reparadora cuando escucho los gritos de su padre mezclarse con el llanto de su madre en el salon. De repente una decena de motivos le cruzaron la mente. ?Su hermano? ?Una mala noticia por telefono? ?Habian despedido a su padre? Sin dudarlo estiro el brazo y descolgo la enorme toalla amarilla para secarse e ir a ver. Corrio descalza por el pasillo hasta el salon y se quedo helada al ver a sus progenitores de rodillas en el suelo, ante un perfecto desconocido con gafas, que iba acompanado de una joven de unos dieciocho o diecinueve anos, ambos muy elegantes y bien arreglados. --Castiganos a nosotros --suplicaba el padre con los ojos llenos de lagrimas. Liam, su hermano, no decia nada. Miraba la escena como si el no tuviera nada que ver con ninguno de ellos, aun asi parecia tenso y su rostro lucia un tanto mas palido que de costumbre. --?Que pasa? --Pregunto Katherine mirando a su hermano, a sus padres y por ultimo a los desconocidos que estaban en pie frente a ellos. --Kate, hija, ve a tu cuarto --pidio la madre completamente angustiada. El desconocido la miro como si estuviera jugando y devolvio la atencion a sus padres. --Ese es el precio. Quiero una respuesta para manana --exigio, a lo que la mujer se inclino hacia adelante y arranco a llorar escandalosamente con la cara casi pegada al suelo. Katherine se acerco a la pareja y se coloco frente al hombre, mirando hacia arriba porque era bastante mas alto. No debia ser mucho mayor que ella, si es que lo era. Sus ojos verde oscuro parecian atravesarla a traves de los cristales de sus gafas, aunque no daba la sensacion de haber sentimientos negativos en su mirada. --?Que respuesta? --inquirio ella. Su padre empezo a rogar a voz en grito, asustandola. Por un momento penso que ese hombre era un mafioso, un acreedor o algo por el estilo--. ?Que respuesta? --Repitio. Su voz no sono tan firme esta vez. --Senorita Mason, supongo que no sabes los secretitos de tu hermano. --Pero Brant, estoy bien… --interrumpio la muchacha de expresion dulce y bonita voz que acompanaba a ese hombre. --Samantha casi te mueres por culpa de ese… --se contuvo, apretando los dientes, antes de insultarlo gratuitamente--, !por dios, no digas que estas bien! --Kate, tuvo que buscar donde apoyarse al escuchar eso, y su cabeza empezo nuevamente a divagar por si sola, imaginando escenas en las que su hermano atacaba a esa nina de mil y una formas distintas--. Tu hermanito engano a mi hermana y le vendio drogas sin decirle como consumirlas. Esa noche fue a casa la policia para informarnos de que Sam estaba muy grave en el hospital. Le he estado investigando y se que es mayor de edad y que ademas, si le denuncio, ira a prision una muy buena temporada por lo que hizo. Y sabemos lo que puede pasarle si va alguien tan joven. --El matrimonio Mason lloraba desconsoladamente mientras la muchacha tiraba de la manga de la americana de su hermano--. El precio es muy facil de pagar. Te casaras conmigo a cambio de la libertad de tu hermano --Kate palidecio. Sentia una mezcla de consternacion e incredulidad. --?Se trata de una broma? --Pregunto con un hilo de voz. --Kate, ve a tu cuarto --grito el padre, alzando la voz mas que nunca. --Con ellos no se puede dialogar sin que se pongan a gritar o a llorar --dijo Brant con un tono frio y distante--. Esta es mi tarjeta por si quieres anular la cita. Sino, manana te espero a las siete en el restaurante japones Raisu. Sin anadir una sola palabra mas, la pareja de desconocidos se dio la vuelta y se marcharon, dejando a la familia Mason en el salon de su casa completamente destrozados. Sin decir nada, Kate se giro y camino por el pasillo hasta su habitacion. Ese extrano le habia contado lo ocurrido y Liam no lo habia desmentido, aun asi no entendia nada, ?por que demonios tenia que casarse ella con ese hombre por algo que habia hecho su hermano? La tarjeta que ese tipo le habia dado aun estaba entre sus dedos y la miro como si pudiera encontrar en ella alguna respuesta. --Brant Lennox --musito al leer el nombre--, abogado de L&A. Se dejo caer contra la cama antes de darse cuenta de que aun iba envuelta en la toalla. Justo cuando termino de ponerse el pijama sus padres pasaron al dormitorio, sentandose uno al lado del otro en el borde del colchon. Unos segundos despues entraba su hermano, apoyandose en el marco de la puerta. --Ese hombre es abogado… --Santo cielo… --Emerald, la madre, empezo a llorar nuevamente--. ?Que vamos a hacer? Liam ira a la carcel y si ese joven es abogado, sabra como pedir la mayor condena… Tu hermano tiene antecedentes… --No tienes que hacer esto, hermanita --hablo por primera vez el muchacho--. Ire a su casa y me disculpare. Antes de hacerlo ella iba muy borracha, ni siquiera se habria enterado de la dosis aunque se lo hubiera repetido. --?Hacerlo? --Grito el padre--. ?Hacerlo? --Repitio mas fuerte esta vez, lanzando a su hijo la toalla que Kate habia dejado a los pies de la cama--. Maldito sinverguenza. Eres un miserable nino problematico. Tuvimos que pagar una fortuna por ti hace un ano por tus drogas, y ahora esto… !Vete! Te quiero fuera de mi casa ahora mismo. Arreglatelas tu solo con tus problemas. --John, respira. Este no es momento para echarlo. Vamos a aclarar este asunto primero. Kate solo miraba la escena sin poder actuar. Temia que esa chica hubiera sido forzada por su hermano y que luego hubiera sido el quien le hubiera dado esas drogas para que no recordase nada y no pudiera acusarle. Conocia las amistades toxicas de su hermano, y sabia que, aunque el no era malo, cuando iba bebido accedia a cualquier cosa que sus amigos sugirieran, incluso hacerle eso a una chica de aspecto delicado como Samantha. Se llevo las manos a la cara mientras suspiraba. ?Como un dia tan bueno derivaba en una tarde tan espantosa? --?Que haremos? --pregunto firme, apoyando el trasero en el espejo de la puerta de su armario. --Cualquier cosa, ya encontraremos la solucion. Pero casarte con ese hombre no, eso esta claro --dijo la madre. --Si no lo hacemos asi, ese abogado… --?Sabeis? Es temprano pero necesito descansar. Asi que, ?por que no salis para que pueda dormir un poco? Pensaremos en esto manana por la manana, antes de que me vaya a la tienda. Cuando el padre paso al lado de Liam le dio un golpe en la espalda, indicandole que saliera del cuarto de su hermana, pero este entro en la habitacion y cerro la puerta para, acto seguido sentarse en el lugar en el que habian estado sus padres. La miro mordiendo el piercing de su labio inferior con nerviosismo. --Si te casas con ese tio te hara lo que yo le hice a su hermana. --?Y que le hiciste exactamente? --pregunto con tono monotono, deseando que no le dijera lo que habia estado imaginando un rato antes. --No la viole, si es lo que crees --aclaro Liam de inmediato--. Tal vez no fui lo suave que una virgen hubiera querido. Y a lo mejor le hice dano. No lo se. Pero no la viole --Katherine suspiro cubriendose los ojos con una mano--. Llevabamos tonteando toda la noche y cuando las amigas de Sam se fueron con mis amigos la invite a unas copas. Luego la convenci para que fueramos al coche del hermano de Tim. Ella iba borracha y yo tambien… Simplemente paso. Las drogas no se las vendi, ella las saco de mi bolsillo antes de ponerme los pantalones. Y antes de que pudiera decirle que no tomase mas de una se llevo a la boca unas cuantas pastillas. Cuando se desmayo me asuste, y sin saber que hacer con ella la dejamos en la puerta del hospital. --Eso es lo mas horrible que he oido nunca. Brant tiene razon con querer meterte en la carcel, maldita sea. Esa chica podria haber muerto por tu inconsciencia. --?Entonces? El padre habia estado escuchando tras la puerta e irrumpio en el dormitorio, dando manotazos a su hijo, en la cabeza, en la espalda, en los brazos… Aquello no era lo que le habian ensenado de pequeno, aquel no era un comportamiento digno de una persona normal, y esa actitud enfermiza iba a arrastrarlos a todos a un pozo negro de verguenza y falto de moralidad. Kate detuvo las manos de su padre y dio un toque con el pie a su hermano para que saliera de la habitacion. --?Que dijo exactamente ese hombre para que tuviera que casarme con el? --Que si enviaba a tu hermano a la carcel los convictos lo liquidarian en menos de una semana por lo que le hizo a su hermana y que tu eras su mejor baza para vengarse de el. --Manana me reunire con ese abogado para hablar sobre sus requisitos. --Hija no… --Ya no tengo quince anos, papa. Puedo valerme por mi misma y pararle los pies a ese tipo si quiere propasarse. Solo hablaremos, tratare de arreglar este asunto como pueda. Padre e hija se fundieron en un abrazo fraternal antes de que el hombre le diera un beso en la frente y saliese del dormitorio para dejarla a solas. DOS Paso la noche con los ojos como platos, manoseando sin para la tarjeta del abogado, debatiendose si llamarle o no hacerlo, si asistir o no a su cita con el y pensando continuamente que iba a ser de su vida si se le ocurria aceptar semejante trato. ?Casarse con el porque su hermano abusase de esa chica? Debia tratarse de una broma, una oscura y retorcida broma. Katherine estaba enamorada, y era asi desde los trece anos, cuando conocio a Devon McDeal. Habian salido durante anos antes de que le ascendieran a director de marketing de una importante empresa de cosmeticos y tuviera que irse una temporada a Londres. Entonces dejaron su relacion en standby con la promesa de retomarla cuando el regresase un par de anos despues, periodo de tiempo que aun no se habia cumplido. Ese era el principal motivo por el que no tenia deseos de aceptar el castigo en nombre de su hermano. Cuando amanecio se alegro de que fuera sabado y tener ese fin de semana libre, asi que no tenia que ir a trabajar. Le encantaba ser dependienta de una papeleria, adoraba el material escolar, y disfrutaba vendiendo boligrafos, libretas o cuadernos de caligrafia, pero esa manana no tenia animos mas que para terminar con todo ese asunto y descansar. Se estiro sobre la cama antes de levantarse y fijo la mirada en la tarjeta de Brant. Soplo, tratando de que el aire se llevase tambien su frustracion, pero parecia algo dificil de lograr. Al acercarse la hora acordada rebusco en su armario que ponerse. Era un perfecto desconocido, aun asi debia presentarse decente, con algo que pudiera pasar por desenfadado pero a su vez fuera acorde a la situacion. Nunca tuvo que vestir de traje ni con nada parecido, desde que salio de la universidad hacia un ano, habia empezado a trabajar en una de las papelerias mas grandes e importantes de la ciudad, y en su trabajo no era necesario un atuendo mas formal que el suyo habitual, asi que saco uno de sus vaqueros ajustados de siempre, una camisa blanca de algodon y unos zapatos de tacon amarillos que conjuntaria con un cinturon fino del mismo color. Peino su larga y ondulada melena de color chocolate y metio en el bolso su movil y sus llaves antes de salir. Se fue antes de que sus padres llegasen del trabajo, asi que no tuvo que escuchar nuevamente sus lamentos por lo que iba a hacer. Nunca habia estado en esa parte de la ciudad, a pesar de haber vivido alli toda su vida, asi que tampoco conocia ese restaurante, cuyas mesas bajas obligaban a los comensales a comer sentados en el suelo. Entro ignorando al hombre del atril y se adentro en busca del abogado, que estaba sentado, solo y al lado de las puertas de madera que separaban el salon de un jardin de estilo japones que habia detras. Sin siquiera saludarle, se sento frente a el, escudrinandolo con la mirada. Iba perfectamente arreglado, muy elegante, pero su rostro era serio e inescrutable. --Asi que has venido… --He venido. Pero no voy a aceptar alegremente casarme con un desconocido a menos que los motivos tengan la suficiente fuerza. --?Fuerza? --Pregunto con el ceno fruncido--. ?Te parece poco fuerte que tu hermano emborrachase a mi hermana, abusase de ella y que luego para colmo le vendiera drogas? --No se las vendio. --Asi que estas enterada. Lo que seguro que no sabes es que mi hermana, que solo tiene diecinueve anos, quedo embarazada despues de esa noche. Estando en coma, y de tres semanas, tuvieron que hacerla abortar porque ese bebe estaba absorbiendole la vida y hacia peligrar seriamente su recuperacion. --Katherine se llevo las manos a la boca completamente sobrecogida --. Mira, no me gustas, no estoy enamorado de ti, no te conozco ni quiero hacerlo, pero…

  • Basta con vivir de Carmen Amoraga

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    Pepa es una mujer madura en quiebra emocional. Siente que ha malgastado su vida y culpa al mundo de su aparente desgracia. Sola, enfadada y amargada, siente como una herida la felicidad del resto, y para protegerse del dolor no encuentra otra forma que vivir dentro de una coraza que oculta sus verdaderos sentimientos.

  • Decisiones arriesgada de Mar Carrion

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    Megan Lewis es una joven periodista que trabaja en un periodico importante de Pittsburgh y que escribe sobre asesinatos violentos. Cuando una noche acude a la casa de su vecina de enfrente y descubre accidentalmente su cuerpo apunalado y sin vida, decide investigar el brutal asesinato. La victima trabajaba como chica de compania en La Orquidea Azul, una agencia cuyos clientes son hombres influyentes y adinerados. Para asegurarse el puesto de redactora jefe del periodico, Megan decide infiltrarse en la agencia, pero pronto se encontrara con los obstaculos que el policia encargado de la investigacion, el atractivo detective de homicidios Derek Taylor, pone en su camino. Megan tendra que debatirse entre la atraccion que siente hacia el policia, que es mutua y evidente, y el deber profesional que la reclama.

  • Una familia decente de Rosa Ventrella

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    En un decadente barrio italiano, un amor inesperado crece como una flor en una tierra yerma.

  • Rendicion (Premio Alfaguara de novela 2017), Ray Loriga de Ray Loriga

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  • El camino de Greta de Rosa Boliart

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    Greta, Yolanda y Marta son tres amigas que deciden realizar el Camino de Santiago. El primer dia conocen a un hombre que viaja solo y con el cual comparten vivencias.
    Al salir de sus rutinas cotidianas surgen situaciones que ponen al descubierto actitudes y secretos personales. Las diferencias entre ellas aparecen cuando conversan sobre temas que antes no habian tratado y una de ellas se siente atraida por el desconocido.
    Al regresar a sus casas ya nada es igual, ni la relacion entre ellas, ni la relacion de la protagonista con su entorno familiar. Greta confecciona un plan para cambiar de vida, pero un reves causado por una circunstancia repentina le hace dar un vuelco a sus planes al tener que tomar la decision mas importante y dura de su vida.

  • Alma Tuya (Amor Encantado 1) de

    https://gigalibros.com/alma-tuya-amor-encantado-1.html

    No solo los vivos merecen la oportunidad de amar…

  • Ella’s Twisted Senior Year (Traduccion) de Amy Sparling

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    Habiendo pasado la mayor parte de su ultimo ano volando por debajo del radar, lo ultimo que Ella Lockhart esperaba era tener un tornado en su casa, dejandola sin hogar. Ya es suficientemente malo que toda la escuela ahora se compadezca de ella, pero ?tuvieron que dejar sus padres que los vecinos los aceptasen?

  • Un paseo por el bosque de Bill Bryson

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    Con casi 3.500 km de longitud, el sendero de los Montes Apalaches es el camino pedestre mas largo del mundo. Discurre por el Este de Norteamerica a lo largo de catorce estados, desde Maine hasta Georgia, y atraviesa algunos de los paisajes mas indescriptiblemente bellos del continente.Sin apenas experiencia en senderismo, desafiando las adversidades meteorologicas y geograficas, y menoscabando el peligro de una fauna hostil (desde el improbable oso americano hasta el amenazado mejillon de agua dulce), el socarron Bill Bryson decide emprender el camino acompanado unicamente de su acida capacidad descriptiva, una mochila cargada de cosas inutiles y su tosco amigo Katz, cuya forma fisica es incluso mas lamentable que la suya propia.

  • Talion de Santiago Diaz

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    Marta Aguilera, una periodista comprometida con su oficio, recibe una noticia que cambiara su destino: un tumor amenaza su salud y apenas le quedan dos meses de vida. Sin nada que perder ni nadie a quien rendir cuentas, Marta siente que la realidad es un lugar amenazante y decide ocupar el tiempo que le queda impartiendo JUSTICIA.
    En una carrera contrarreloj por su propia vida y contra la inquebrantable inspectora Daniela Gutierrez, Marta Aguilera tratara de aplicar su particular ley del talion.
    Un thriller impactante y distinto a todos los demas. Una novela que leeras como si tu mismo fueras el protagonista.

  • Un trienio en la sombra de Antonio Jesus Pinto Tortosa

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    No escribo estas paginas esperanzado en que alguien las lea… Asi comienza el relato del protagonista de esta historia, que al final de su vida decide rendir cuentas consigo mismo y hacer examen de conciencia, examinando un acontecimiento que marco su vida. Transcurria la primera decada del reinado de Isabel II, dias despues de la Navidad de 1840, tras el ascenso del general Espartero a la presidencia del Gobierno, Antonio Robledo, perteneciente a una importante familia de Antequera, fue asesinado a las puertas de la Iglesia de San Pedro.

  • Una navidad para Lola de Hugo Sanz

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    La vida de Marc parecia completa gracias al carino de su pequeno hijo, el apoyo de sus padres, un trabajo que le entusiasmaba y buenos amigos con los que pasar el tiempo libre. Unicamente el amor parecia darle esquinazo...
    Sin embargo, aquella Navidad el destino le tenia preparado el mejor de los regalos: conocer a Lola, una chica muy especial que desde el principio despunto como candidata ideal para ocupar su corazon.
    Lo suyo se fue forjando poco a poco, disfrutando ambos jovenes con intensidad de cada uno de los momentos que podian compartir, tanto a solas, como en compania de sus respectivos complices, Alex y Carmen, presos a la vez de una fascinante atraccion.
    El mimo de Lola hacia Nico, el hijo de Marc, fue el detonante para que el entendiera que ella representaba una oportunidad que no podia dejar escapar...
    ?Era oro todo lo que relucia? ?Por fin triunfaria el amor, desinteresado y sin reservas? ?Representaba aquello el principio de una romantica relacion alumbrada por las brillantes luces propias de las fechas mas entranables del ano?
    Una historia preciosa con sabor navideno...

  • El caliz y la espada de Bernardo De Worms

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    Corre el ano 797 y el reino de Carlomagno esta a punto de alcanzar su apogeo. La espada del monarca se ha convertido en garante de la estabilidad de la Iglesia en cuanto se refiere a su poder secular, pero tambien de su expansion a nivel de dominio espiritual en Europa. Pronto el Papa Leon III lo coronara Emperador de occidente. Sin embargo, en una abadia de Alemania, se conserva, protegido por el mayor secreto, un objeto fabuloso que, se dice, otorga un poder ilimitado al Rey; pero que, por esa misma razon, despierta un prurito inmoderado de posesion entre sus enemigos. A la muerte del nonagenario Ramiro, discipulo del monje que lo habia sacado de Espana para evitar que cayera en manos de los musulmanes y cuya reputacion de mago omnimodo lo habia convertido en su temible custodio, se desencadena en la abadia, entre los diferentes grupos de espias a sueldo de las grandes potencias de la epoca, una lucha cruel por apoderarse de el o, cuanto menos, de usarlo en beneficio propio. Para ello, no dudaran en asesinar y torturar. Sin embargo, cuando al fin consiguen hallarse ante el objeto de todos sus deseos, mueren sistematicamente, pues desconocen la clave que les hubiera permitido un uso eficaz. Bernardo, un joven novicio recien llegado al monasterio, acabara descubriendola.

  • Una chica mala para Dorek – Emily Delevigne de Emily Delevigne

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    Irina Maxwell es una reconocida modelo internacional que disfruta de su apacible vida junto a su hija Amy. De origen humilde, ha luchado mucho por darle a su pequena un buen hogar, alejada de los hombres y de los multiples problemas que causan… hasta que Dorek Nowak decide cruzarse en su camino una vez mas.

  • Referencial de Ignacio Ferrando

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    Tras varios anos de esterilidad creativa, el pintor Ismael G. es invitado a impartir una asignatura de Historia del Arte en la misma universidad donde, hace 23 anos, estudio la carrera de Bellas Artes. Inseguro y lleno de dudas, acabado como pintor, decide repetir, palabra por palabra, el curso que el mismo recibio en el pasado del que fuera su antiguo profesor, hoy desaparecido en extranas circunstancias. Durante esa clase, habla con sus estudiantes de que ninguna obra de arte puede existir de modo aislado, sino que todas, de un modo u otro, estan entrelazadas y forman parte de un mismo tejido referencial. Y mientras lo hace, Ismael cree reconocer, entre los estudiantes de las primeras filas, a un muchacho identico a si mismo, como si, al igual que ocurre en el arte, tambien la vida se repitiera buscando los mismos paralelismos y patrones.

  • Desgracia impeorable de Peter Handke

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    Publicada en 1972, “Desgracia impeorable” ocupa un lugar destacado dentro de obra de Peter Handke (1942), uno de los escritores actuales mas importantes, polemicos y populares en lengua alemana. En el libro, escrito pocas semanas despues del suicidio de su madre por una sobredosis de narcoticos, la angustia lleva al autor a profundizar en la memoria y encontrar para sus recuerdos formulaciones adecuadas. Y, en esta prosa cristalina, el relato preciso de la existencia de la madre (un mero salir adelante en que cobra fuerza la voluntad por dejar de ser <> para convertirse en <>), construido sobre un recuerdo vivido intensamente, se transforma en un ajuste de cuentas con la realidad, asi como en una lucida reflexion sobre la tarea del escritor.