• libro los muertos - Alvaro Bisama

    https://gigalibros.com/los-muertos.html

    Muertos que forman bandas de rock y muertos que cruzan avenidas en tablas de skate. Muertos que aprenden a tatuar y muertos que siguen la pista de otros mas muertos que ellos. Muertos que entran y salen de pueblos y ciudades sin nombre como arqueologos de un paisaje al borde del colapso. Muertos que abrazan antiguos delirios y muertos que se enamoran del muerto equivocado. Muertos consumidos por la soledad y muertos consumidos por la culpa y la locura.
    Muertos que no saben que estan muertos.

  • Libro de los muertos - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Libro_de_los_muertos

    El Libro de los muertos era parte de una tradición de textos funerarios iniciada por los más antiguos Textos de las Pirámides y Textos de los sarcófagos, que se ...

  • LOS MUERTOS | JORGE CARRION | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-los-muertos/9788439722328/1616448

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  • LIBRO DE LOS MUERTOS (5ª ED.) | FEDERICO LARA ...

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  • El libro de los muertos de los antiguos egipcios - Amazon.es

    https://www.amazon.es/El-libro-muertos-antiguos-egipcios/s?k=El+libro+de+los+muertos+de+los+antiguos+egipcios

    cARTEm. El Libro de los Muertos. Papiro de Ani. Zahi Hawass. Ignacio Ares. E. Wallis Budge. de Ignacio Ares, Zahi Hawass, et ál. ; El libro Egipcito de los ...

  • El libro Egipcito de los muertos Tapa blanda - Amazon.es

    https://www.amazon.es/El-libro-Egipcito-los-muertos/dp/8417030506

    El libro Egipcito de los muertos : BUDGE, WALLIS, IRIBARREN BERRADE, MIGUEL: Amazon.es: Libros.

  • Egipto. El libro de los muertos. Arqueología e Historia n.º4

    https://www.despertaferro-ediciones.com/revistas/numero/arqueologia-e-historia-n-o4-egipto-el-libro-de-los-muertos/

    Egipto. El libro de los Muertos · La religión y el mundo funerario en el Reino Nuevo por José Miguel Serrano · Un hogar para los muertos. · Vivir y sobrevivir tras ...

  • El libro de los muertos (2005) - Filmaffinity

    https://www.filmaffinity.com/es/film361480.html

    El libro de los muertos es una película dirigida por Kihachirô Kawamoto con Animación. Año: 2005. Título original: Shisha no sho (The Book of the Dead).

  • El libro de los muertos - Elias Canetti -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a374210/Elias-Canetti-El-libro-de-los-muertos

    El libro de los muertos, libro de Elias Canetti. Editorial: Galaxia gutenberg. Libros con 5% de descuento y envío gratis desde 19€.

  • El Libro de los Muertos - Objeto - TBC Wowhead

    https://es.tbc.wowhead.com/item=28677/el-libro-de-los-muertos

    El Libro de los Muertos es un objeto de misión necesario para Levixus el Invocador de Almas. Es obtenido de Levixus. En la categoría Objetos.

  • LIBRO DE LOS MUERTOS. LARA PEINADO, FEDERICO ...

    https://www.machadolibros.com/libro/libro-de-los-muertos_223091

    LIBRO DE LOS MUERTOS, LARA PEINADO, FEDERICO (EDITOR), 24,95€. El Libro de los Muertos, una de las obras capitales de la literatura religiosa de todos los ...

  • La unica historia de Julian Barnes

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    <>, reflexiona al inicio de la novela su protagonista. En la decada de los sesenta, cuando tenia diecinueve anos y regreso de la universidad para pasar el verano en casa de sus padres, Paul se apunto a un club de tenis en el que conocio a Susan Macleod, de cuarenta y ocho anos, casada no muy felizmente y con dos hijas ya mayores. Entre ese joven inexperto en asuntos de amor y sexo y esa mujer madura, ingeniosa, inteligente y que bebe mas de la cuenta se inicia una relacion que marcara a Paul el resto de su vida. Ahora, muchos anos despues, el evoca esa aventura juvenil, se confronta con una experiencia que fue crucial e indeleble y rememora los momentos felices, pero tambien los dolorosos que vinieron despues.

  • No solo socios (Hermanos St. James 2) de Jamie Beck

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    La vida perfecta de Cat St. James, modelo de portada, es pura apariencia. Por suerte, es una autentica maestra escondiendo la verdad a la camara y a los demas. Su actual problema se llama Hank Mitchell, el carpintero de voz suave al que dejo plantado hace unos meses. Verlo en la boda de su hermano no hace mas que empeorar su tristeza y despertar un inoportuno deseo que decide ahogar en champan.

  • Un romance entre recetas de Ariel Moncalvo

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    Emilio y Griselda se conocen en una Isla alejada de la ciudad. Ambos intentan escapar de su pasado, pero no les resulta nada facil. Ella es chef de un Hotel 5 estrellas y sabe muchas recetas de memoria. El tuvo su esplendor en Francia y ahora es un chef venido a menos, muy desordenado y desprolijo. Cuando aparece el romance, sus ex se hacen presentes intentando reconquistar a sus parejas. ?Como continuara la vida de Emilio y Griselda? ?Podran cortar con su pasado para recomenzar una vida? Este libro es una comedia romantica llena de enredos, donde el drama esta presente con cada historia que se les presenta.

  • Estremeces mi mundo de Mia Ford

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    Eran perfectos el uno para el otro hasta que el empezo a ser una famosa estrella de rock y una infidelidad los separo.

  • Yo pude salvar a Lorca de Victor Amela

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    <> Victor Amela
    La novela rescata la vida anonima de un vencedor de la guerra y vencido de la historia. Subido al tren de un ideal -como todos los demas-, la vida de Manuel Bonilla cruza la Alpujarra misera, la Granada de Lorca y la Espana de posguerra hasta depositar al lector -mediante la busqueda de su nieto- en la Barcelona actual. Un viaje cuyos giros y rebotes resonaran en la sensibilidad y en la entrana -familiar y colectiva- de cualquier lector de la Espana actual.

  • Enero de Sara Gallardo

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    <>. La angustia le nubla los ojos y lentamente dobla su cabeza, mientras con la mano arrea modestos rebanos de miguitas por el hule gastado de la mesa. Su padre acaba de decir algo sobre la cosecha y estira la mano pidiendo el repasador que enjuga por turno manos y bocas, y que la madre le pasa, atropellando en su prisa un perro que aulla y se refugia bajo el banco. Al caminar, su sombra pasa sobre las de los comensales, que la luz de un farol fija en los muros. <>, piensa Nefer. Los bichos vibran, aletean y caen contra el farol, vuelven a trepar por la lata, vuelven a quemarse y a caer, y nadie la mira inmovil en su rincon mientras comen inclinados sobre los platos y oyen de vez en cuando las frases que don Pedro cambia con el turco, que acaba de soltar los caballos del carro y traga su sopa resoplando. --Vacas overas --dice el turco--, como cien... lindas... --?Donde dice que las cruzo, Nemi? --pregunta dona Maria. --En el cruce, mas o menos. Irian para la feria, digo yo... --Si, manana hay feria... Pero ?de quien seran?... ?Vos no sabes, Juan, quien pensaba mandar hacienda para manana? Juan bosteza y clava sin oirla unos ojitos lacrimosos en el farol. --!Juan! --!Si, senora!... --hace poco que trabaja en el puesto y no le gusta parecer sonso. --Te estaba preguntando quien mandaria hacienda, vacas overas, dice, a la feria... Nefer piensa que hay bastante distancia entre la mesa y su cuerpo, pero que ha de llegar el momento en que le sea dificil pasar costeando el banco hasta su sitio. <> y se imagina rodeada de flores y gente triste, y al Negro apoyado en la puerta con la cara seria y los ojos por fin puestos en ella. <>, reflexiona con desaliento, y las ganas de morir se le pasan contemplando a su hermana que se rasca pensativamente un brazo, mientras espera que el turco acabe de comer para llevarse el plato. Las sombras trepan por la pared rugosa y se unen a la oscuridad del techo donde la paja se estira, lisa como un peinado. Alcira prende la radio y pasa de onda en onda hasta que se detiene en una audicion comica donde un falso italiano mantiene un dialogo a alaridos. Como quien habla junto a una catarata, don Pedro reanuda la charla con el turco: --Asi que caro se vendio, ?no? --Caro si, bastante, pero como yo digo, si la cosecha es buena barato le va a salir... <>. Un grito fuerte sube, se detiene en sus dientes y vuelve a bajar sin haber salido. Tomar aire un momentito no mas, salir de esta cocina donde el calor del farol bana las caras y la radio hace vibrar el aire, y dona Maria rie con Alcira de los chistes de los actores. Pero para salir tiene que hacer levantar a los que estan como ella sentados en el banco de espaldas a la pared, y ademas explicar por que quiere salir. No, cualquier cosa antes que llamar la atencion; tal vez tomando vino se sienta mejor. Alarga el brazo, toma la botella que don Pedro acaba de dejar, la lleva a sus labios y bebe cerrando los ojos; despues empuja la ventanita que se abre a su lado y un poco de aire fresco le da en la cara. Inclinandose busca la luz lejana de <>, pero no ve mas que el follaje de un arbol vecino. <>. <>. ?Que puede hacer una chica, sola en el campo, en un campo tan ancho y tan verde, todo horizonte, con trenes que se van a ciudades y vuelven quien sabe de donde? ?Que puede hacer? Las ricas son otra cosa. Piensa en Luisa, que a esta hora se sentaria en el comedor de la estancia. Su madre habia dicho: <>. ?Seria cierto? Pero ella, ella, Dios, ella, ?que habia hecho? Nada, no se acordaba, no importaba, era como un sueno, y ahora, entre toda esta gente tranquila en medio de la vida esta ella con angustia y miedo. Porque no se puede volver atras, el tiempo viene y todo crece, y despues de crecer viene la muerte. Pero para atras no se puede andar. Y el Negro, cuando supiese, cuando alla en el puesto, la Edilia dijera --y vaya si tenia la lengua afilada, y vaya si reiria-- y el Negro tal vez sonriese, tal vez hiciera una broma --no, ah no, y era su culpa, era culpa del Negro, porque ella ni sabia como habia sido, pero era culpa del Negro. Piensa que hubiera sido posible no conocerlo, y entonces es como si volviera a rodearla el dia que lo vio por primera vez. Siente de nuevo la liviandad del aire que un vientito alegraba. La familia entera fue a la doma porque hacia mucho que no se organizaba una con premios tan altos. Su primo, un rubio flaco de piernas chuecas, tenia probabilidades de salir vencedor. Nefer se recuerda achicando los ojos para verlo montar. Vuelve a ver el cuerpo sacudido sobre el recado y ese brazo indeciso que no se atrevia a revolear el rebenque. Detras de ella alguien habia dicho: --Lindo premio va a ganar si sigue castigando tan fuerte... Varias risas festejaron la gracia. Nefer, humillada en su primo, giro con desprecio la cara para enfrentar al burlon. Y cuando lo vio, con la pierna indolente cruzada en el recado y el cigarrillo en la boca, bajo los ojos. Fue la primera vez que vio al Negro Ramos, pero su fama de jinete lo precedia. --!Nefer! Te estan hablando, !si sera posma! ?Estas dormida? Al mirar ve los grandes bigotes de Nemi Bleis inclinados sobre ella y para no pensar en el rato que le habra hablado sin que lo oyera, fija los ojos en la red de venitas que cruza la nariz del turco. --?Como decia? --pregunta. --Si le dio buen resultado el genero que le vendi la otra vuelta para el casamiento de su hermana; el floreadito, ?se acuerda? --Si, como no, bueno resulto, si. Bueno resulto el casamiento de la Porota, cuando empezo su desgracia. Que no iba a recordar la fiesta en casa, el dia de calor, los asadores entre el galpon, y el corral, el Negro llegando en el alazan que domaba. Habia deseado el casamiento de la Porota por el, habia cosido su vestido para el, y antes todavia, cuando el turco llego con su carga de mercaderias, habia elegido el genero floreado porque penso que a el le gustaria. Poner remiendos en las bombachas rotas de sudor y roce de estriberas es feo; zurcir camisas es aburrido, pero el vestido, el vestido mil veces pensado, probado, deshecho y rehecho, con su forma definitiva apareciendo entre las manos, el vestido es otra cosa. Recuerda como se dispuso a plancharlo, con que atencion lleno la plancha de brasas y la saco al patio para que el aire las avivara. Si no fuera porque en la estancia <> habian llamado a un cura para la misa de un santo, los novios hubieran debido casarse en la ciudad. En el micro habrian ido, algun miercoles, muy derechos, con el vestido de la Porota colgado en una percha. Pero por la venida del cura podian casarse en la capilla, frente al boliche, y la fiesta se haria en la casa. Porota y Alcira habian ido a la ciudad para hacerse la permanente y volvian hechas unos carneritos, mientras ella planchaba. Lo recuerda muy bien; habia planchado ese vestido con tanto cuidado. Pensarlo daba ganas de llorar. Todo el tiempo habia esperado, y de pronto, entre dos o tres jinetes lo vio venir con su gran cuchillo de plata cruzado en la cintura. El trote hacia tintinear las monedas de su cinto resplandeciente y Nefer, ah, la Nefer cebando mate para las visitas junto a su hermana, ella no miro, volvio la espalda, se quemo las manos con el agua que vertia, pero oyo --durante un rato no fue mas que oidos-- como desmontaba, como ataba el caballo, las bromas que cambio con los amigos, los pasos con que cruzo el patio para entrar en la cocina y saludar. Cuando llego su turno respondio muy rapido: bieniuste, y despues le ofrecio el mate con los ojos bajos. Llego el almuerzo, servir a los invitados, ir y venir, el calor, las brasas latiendo en el suelo junto a los asadores que goteaban; los hombres se inclinaban a cortar lentamente sus pedazos; habia vino, habia empanadas --toda la vispera amasaron con la madre y las primas--, el sol golpeaba sobre el patio de tierra, las caras estaban rojas bajo la sombra de los talas, Jacinto se puso a tocar en el acordeon una musica alegre que llenaba el aire de la manana. Pero ella, Nefer con la fuente de empanadas o el fuenton de carne, Nefer con el vino o partiendo galleta, tenia ojos en la espalda, en los brazos, en la nuca, en todo el cuerpo, y sin mirarlo vio constantemente al Negro. Lo vio en cuclillas entre algunos amigos, comiendo con su gran cuchillo la presa de carne, un bocado y otro, limpiamente y sin prisa, sonriendo una veces y hablando otras. Todo el dia paso asi, con el Negro por centro. Pero junto al Negro estaba Delia. Si Nefer no tuviera las unas gastadas hasta la carne por el trabajo; si no fuera hermana de la novia; si no fuera ella misma, !como hubiera despedazado a desgarrones esa cara, ese cuerpo odiado, como hubiese terminado con esa risa de chaja! Molida a golpes la hubiera hecho rodar por tierra, la hubiera atado del pelo a la cola de un potro, la hubiera colgado de los pies, desnuda sobre el fuego, y al fin carbonizada, deshecha, hubiera dado su polvo a los caranchos, a los perros, a las comadrejas y a los zorros. Ah, Delia, hija de bolichero, desenvuelta y cuidada.

  • Las madres negras de Patricia Esteban Erles

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    En el convento de Santa Vela vive recluido un grupo de ninas huerfanas, victimas de destinos oscuros y malhadados. Quienes las han llevado hasta alli para buscarles un futuro mejor ignoran que el convento esta regido por la hermana Priscia, una mujer que solo entiende la entrega a Dios desde el fanatismo ideologico y el castigo del cuerpo y del alma. Ese universo cerrado parece obedecer en todo a la hermana Priscia hasta que una de las ninas, de nombre Mida, anuncia que Dios se le ha aparecido para decirle que El no existe. Con estos mimbres, Patricia Esteban Erles construye una novela llena de sensibilidad, profunda y cautivadora sobre la relacion entre creencia y conocimiento, ciencia y fe, fanatismo y razon, con el conflicto siempre latente entre el mundo de los adultos y el de la infancia. Esta novela de Patricia Esteban Erles, conocida hasta ahora por la extraordinaria calidad de sus cuentos, merecio el IV Premio Dos Passos concedido por unanimidad por un jurado compuesto por Pilar Adon, Marcos Giralt Torrente, Manuel Longares, Fernando Marias, Ines Martin Rodrigo, Clara Sanchez y Santos Sanz Villanueva.

  • Mas alla de marte y venus de John Gray

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    El autor del libro sobre parejas mas famoso de todos los tiempos vuelve con una guia actualizada para las nuevas generaciones. Un verdadero experto entiende que a medida que los tiempos cambian, los metodos que se consideraban probados deben ser reexaminados y actualizados. Hace mas de dos decadas, John Gray revoluciono la forma en la que concebimos al amor y la pareja con su libro Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus.

  • Los dias de Jesus en la escuela de J. M. Coetzee

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    La nueva novela del Premio Nobel de Literatura J.M. Coetzee, secuela de La infancia de Jesus, es una hermosa historia sobre la identidad, la amistad y la fuerza de los lazos familiares.

  • Una mascara imperfecta de Nina Andrassy

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    Disfrazar sus emociones era su arte y forma de vida.
    Alejandro Forrester era un bastardo que habia tenido que adaptarse a llevar una vida de la que siempre habia renegado. Forzado por su padre, desde muy joven debio enfrentar las decepciones y las burlas de las que fue objeto, por eso su compromiso con la descarada Berenice Valencia era un triunfo y un medio para conseguir un fin, aunque significara sacrificar a la mujer que queria.
    La sumision y la obediencia siempre habian regido su vida.
    Sofia Valencia era la hija perfecta con los padres perfectos y el novio perfecto de cara al mundo, pero en su corazon siempre estaria a la sombra del hombre al que en realidad amaba y que nunca tendria. Despreciada por su padre y obligada a aceptar un compromiso que no la hacia feliz, ademas debia ser testigo de como Alejandro, su gran amor, y su hermana planeaban su boda.
    Pero aunque el verdadero amor tarda en llegar, cuando se encuentra no hay poder humano que pueda contra el.

  • Amor en invierno (Las Cuatro Estaciones 2) de Lola Cooper

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    Gadea y Rodrigo son dos de los mejores consultores de Madrid y trabajan en empresas rivales. Cada uno hara todo lo que este en su mano para vencer al otro, con juego sucio o sin el. Sin embargo, a pesar ser enemigos a muerte, ambos tienen que luchar contra la extrana atraccion que sienten.
    Cuando Gadea se encuentra a Rodrigo en la estacion de esqui donde tiene lugar un famoso congreso de consultores, maldice su suerte, pero sera alli donde, enfrentados a una de las situaciones mas dificiles de sus vidas, descubriran por fin lo que de verdad se esconde mas alla de esas fachadas de arrogancia y profesionalidad tras las que ambos se protegen.

  • Monster Addiction, Patrick Norton de Patrick Norton

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  • Las Perlas de las Reinas de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Somos realmente duenos de nuestras decisiones?
    Alix Mesniel, conservadora de Patrimonio Nacional, vive entregada a su trabajo y no se plantea mantener una relacion estable con ningun hombre. Esta preparando el traslado de varias obras de arte al nuevo Museo de las Colecciones Reales de Madrid cuando, de forma sorpresiva, aparece enterrado en una finca de Medina Sidonia (Cadiz) un cofre del siglo XVIII con la primera prueba creible del paradero de una joya legendaria de la Corona Espanola que desaparecio sin dejar rastro: Las Perlas de las Reinas. Durante la investigacion, Alix conoce a Beltran Gonzalez. El es experto en Historia, aventurero por naturaleza y el hombre que hara anicos su soledad. ?Existe logica ante lo inexplicable? Inician una relacion a pesar de sus diferencias y esclareceran turbios asuntos de la realeza mientras se acercan al destino final de la joya, pero un suceso inesperado dara un vuelco a la investigacion y provocara una debacle en sus emociones.

  • En algun lugar de venecia de Federico Basteri

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    Martin regresa a la ciudad de Venecia despues de diez anos en busca de una mujer cuya fotografia tomo sin conocer nada de ella.
    Aferrado a tan solo una ilusion y una idea, emprendera un viaje marcado por su pasion por las mujeres, su devocion a sus ideales de romance y su creencia en un amor puro.
    Pero durante su estadia en la mitica Ciudad de los Canales, se vera enfrentado a los crudos recuerdos de su primera visita y cuestionara sus propias convicciones.
    ?Encontrara Martin lo que busca? ?Sera la mujer de la foto todo lo que el busca?

  • Anatomia de un segundo de E. Wolf

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    Solo un segundo ha necesitado Catherine MacDonnell para saber que el hombre con el que va a casarse no es quien ella creia. Ese duque aparentemente arrogante y aburrido resulta ser tambien una inestimable ayuda para la Scotland Yard, en especial sus conocimientos medicos. En un instante, Huxley Hamilton se ha dado cuenta de que su matrimonio va a ser de todo menos inapetente y anodino. Y todo por los delirios de su futura mujer de encontrar un asesino con sus "artes adivinatorias". Un segundo es lo que tardan ambos en odiarse y quererse por igual. Pero hay algo que ambos desean, y es atrapar al asesino que esta llenando de cadaveres las calles de Londres, y parece que solo lo lograran si unen sus fuerzas.

  • Corazon Partido (Corazones de Combate 1.5) de Tarina Deaton

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    Denise Reynolds esta acostumbrada a tener una buena coraza para mostrarse al mundo como una mujer fuerte y capaz, pero mantiene muchas cosas enterradas en lo profundo de su ser.

  • TU NADA MAS, Ana Coello de Ana Coello

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  • Nuestra epopeya de Manuel Longares

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    Asi es nuestra epopeya. Pediamos la luna y nos dieron una carretera…

  • Mariana… siempre Mariana de Mirta Torrez

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    Novela romantica con detalles historicos que tiene todas las pasiones, sentimientos,diferencias sociales, ambicion,venganza, traiciones. De a ratos es una historia romantica y por momentos se carga de suspenso y accion y se vuelve un thriller.

  • La Sombra. Wendy Darling 3 de Colleen Oakes

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    Wendy Darling descansara una vez mas en los brazos del encantador Peter Pan, el dios-nino que desea poder sobre todas las cosas.
    Esta vez, sin embargo, Wendy no arde con pasion, sino con un secreto: con Hook como su aliado, ella esta ahi
    para vencer el mal que yace dentro de Peter,el mal que sostiene a todos los de nunca jamas rehenes: La Sombra.
    Wendy debera vencer sigilosamente a Peter desde el interior de su corazon; al mismo tiempo, convencer a Campanita de traicionar el amor retorcido que los une.
    Todos en Nunca Jamas se preparan para la guerra. Wendy hara todo lo posible para romper la conexion
    de Peter con La Sombra. Cuando llegue el momento, los piratas, las sirenas, los ninos perdidos y la familia
    Darling se levantaran en armas, pero si Wendy no puede invocar a La Sombra, todos seran destruidos por el alma oscura de Peter. La guerra ha llegado al paraiso, y Nunca Jamas ya no sera el mismo.

  • Loba negra de Juan Gomez Jurado

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    El thriller que los 250.000 lectores de Reina Roja estan esperando.

  • En el nombre del hijo de Donna Leon

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    Venecia: ciudad de riqueza. y de codicia. Gonzalo Rodriguez de Tejeda, originario de Espana, ha hecho una fortuna como comerciante de arte. Ya retirado, goza de una vida tranquila en Venecia en compania de su joven amante, al que ha decidido nombrar su heredero. Pero su familia conservadora, que nunca aprobo su estilo de vida permisivo, y sus amigos mas cercanos creen que esta cometiendo un error. ?Quien es su heredero elegido? El suegro del comisario Brunetti tiene un fuerte presentimiento y le pide
    ayuda, lo que llevara al comisario a investigar en lo mas profundo del corazon humano.

  • Mi ascenso, tu muerte de Miguel Angel Rosique

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    Javier trabaja en Tenerife, en la empresa de publicidad Creatif, trabajo sonado que le apasiona y en el que esta apunto de ascender, cumpliendo su meta de convertirse en el maximo responsable de la misma. Alvaro, joven ambicioso que hace poco trabaja en la empresa, en principio, buen amigo de Javier, pronto se convertira en un competidor implacable por el ascenso tan anhelado. Esto crea un oscuro caldo de cultivo en el que germinaran actos inconfesables, traiciones inesperadas, y despiadadas venganzas, llegandose a extremos inimaginables de maldad.

  • La aventura de sonar despiertos de Silvia Sancho

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    Todos me advirtieron de que no debia enamorarme de Sergio: nuestros amigos comunes, mi propia experiencia, hasta el mismo. Sergio llevaba la palabra <> escrita en los caracteristicos frunces de su ceno. Era un espiritu libre, indomable, salvaje. Su magnetismo era tan grande como su falta de compromiso. Con Sergio parecia imposible alcanzar la estabilidad que tanto habia buscado, mi sonado final feliz. El solo estaba dispuesto a ofrecerme dudas, calor entre las piernas y un empleo en su agencia, uno que nunca debi aceptar. No era una buena idea entregar mi corazon a un hombre asi, pero el resto del cuerpo. ?Es de ilusos creer que una aventura puede cambiarte la vida por completo?

  • El correo de Napoleon (Misterio y leyendas 2) de Miriam Conde

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    ?Que sucede cuando una monja desafia a Napoleon?
    Sor Elvira, la joven abadesa del convento de Santa Brigida, debe alojar a las tropas que se han aduenado de la ciudad. ?Lograra proteger a sus hermanas de la lujuria de los soldados?
    Al frente de su ejercito, Napoleon Bonaparte persigue a los ingleses. Tiene en su mano la victoria, pero debe alejarse del frente y aguardar en Valladolid las alarmantes noticias que le llegan de toda Europa.
    Cuando Sor Elvira y Bonaparte se encuentran por primera vez, el emperador esta indignado. A las puertas de su palacio han apunalado a un correo para robarle una valiosa carta.
    Obligada a entregar al culpable, Sor Elvira iniciara una frenetica busqueda tras las huellas del asesino, que la conducira por los campos de batalla napoleonicos hasta los salones parisinos.
    ?Quien quiere evitar que Sor Elvira descubra su secreto? ?Lograra la abadesa descifrar las claves y salvar su vida?

  • Distinta Clara de Alba Ballesta

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    Laia Crespo (veintipocos, hija unica) estudia un master en la Universidad de Barcelona, adonde se ha mudado, harta de viajes en tren desde Vilanova; sus padres no terminan de asimilar su ausencia. Comparte piso con otra chica y trabaja en una libreria-cafe. Un domingo, mientras echa un vistazo a una caja de libros de adolescencia que su madre le ha apartado, redescubre un pequeno volumen de poemas: Obras Completas de Clara Dubasenca (Tomo III).

  • La mujer que bordaba con hilos de cerezas de Montse Puchol

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    Todos ocultamos fantasias inconfesables entre las sabanas. Emma no era una excepcion. Un relato leido por casualidad le abrio la puerta a descubrir que habia otra forma de sentir y una manera distinta de vivir el deseo. Pero nada, en este mundo de etiquetas y falsa moral, es gratuito. Salirse del redil, tiene un alto precio.

  • En busca de la felicidad de Douglas Kennedy

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    Una dramatica historia sentimental ambientada en la Nueva York de los anos 50, escrita por uno de los grandes autores estadounidenses.

  • Estoico y frugal de Pedro Juan Gutierrez

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    Asi arranca Estoico y frugal: en efecto, el cubano Pedro Juan llega a Madrid en medio de un gelido invierno, con un libro ya publicado y una incipiente carrera literaria en marcha, y alli vivira aventuras vitales y sexuales sin freno. A Carolina, que un buen dia se marcha a Londres, la sustituiran una madre y un hijo que lo acogen en su casa repleta de juguetes antiguos, un circulo de mujeres maduras nada asexuadas, una fotografa belga aficionada al sadomaso que tiene un amante gay y voyeur, una chica que esta haciendo una tesis sobre literatura cubana. Y despues, viajes a Burgos, Benidorm, Alemania e Italia, donde siguen los encuentros singulares: con un escritor que lo lleva a un club gay, con un serbio enloquecido, con un viejo amigo de la antigua RDA, con una fotografa que se dedica a sacar fotos en la morgue romana. Y, entre lance y lance, Pedro Juan se plantea su futuro y se pregunta si quiere ser un autor famoso y de exito o un autor invisible.

  • La maestra de titeres de Carmen Posadas

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    Si ha habido una mujer destinada a brillar, esa es Beatriz Calanda, la protagonista de la nueva novela de Carmen Posadas. La autora hace un recorrido por los sesenta ultimos anos de la historia de Espana a traves de la exhibicion que <> hace de su vida exagerada y excesiva.

  • Sebastian en la laguna de Jose Luis Serrano

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    Aquel verano vi mi primer muerto, morado, hinchado, guapo aun, con los rizos revueltos. Ahogado en la laguna, aunque quiza estaba ya muerto cuando se puso de pie. Muerto antes que ahogado, eso decian los del pueblo. Tampoco es que haya visto muchos mas despues: tan solo a Alfredo Kraus y a mi padre. Hermoso, porque el era hermoso incluso morado y muerto, con el pelo revuelto, ensangrentado y lleno de algas, tardaron horas en encontrar el cadaver, enredado entre los juncos, con la cara fria y el torso desnudo, ese bellisimo torso que tantas veces habia visto henchirse con su respiracion. Resultaba extrano verlo ahora tan quieto, en la arena, junto a la verja azul. Era de noche y se habia levantado una ligera brisa, como casi todas las noches de verano junto a la orilla de la laguna, tan oscura. Estaba tumbado boca arriba, rodeado por los vecinos de los apartamentos. Mama bajaba corriendo por las escaleras, un poco desencajada, supongo que para impedir que mis hermanas y yo lo vieramos. Pero yo ya lo habia visto (no asi ellas: el padre del muerto se habia llevado a todos los ninos pequenos a la parte de atras, a pesar de su dolor, quiza para preservar la intimidad del cadaver, tan desnudo). Yo lo sigo viendo muchas noches, hermoso, amoratado y frio. Fosforescente. Por las algas, supongo. Con el pelo apelmazado por los coagulos de sangre ya medio seca. Tumbado boca arriba con los brazos extendidos. La boca semiabierta y los ojos cerrados. Rigido como los alamos en invierno. Se escurrio en la barca y se golpeo en la cabeza con el motor, luego se intento incorporar y, cuando estaba de pie, se desequilibro y cayo al agua, pero estaba ya muerto, no murio ahogado, quiza estaba ya muerto cuando se puso de pie, eso decian. 2 Pero yo no se si voy a poder contar algo porque no se puede contar nada nunca, porque el presente se va y cuando se va ya todo es mentira, o es incompleto, y lo que recordamos y lo que inventamos se mezcla, y pasan mas presentes, uno cada segundo, uno cada fraccion de segundo, y cuantos mas pasan mas nos alejamos y la verdad se nos antoja cada vez mas inaprensible. Ni siquiera yo mismo se si vi o imagine y mas aun al cabo de los anos, treinta ya, o casi, o quiza sean mas, porque todo se mezcla y cuando uno se cuenta una historia o alguien nos cuenta una historia dejamos de saber si lo que de verdad paso fue realmente lo que paso o lo que nos contaron fue mas real, porque es imposible contar una historia sin mentir, que me lo digan a mi, aunque yo intente hacerlo y no sea consciente de las mentiras, solo hay presente y es imposible captarlo todo en cada instante, asi que se escapa y entonces ya no es posible contarlo sin mentir porque solo dura un segundo, una centesima de segundo y entonces intentamos contar lo que acaba de pasar, una estrella fugaz, un orgasmo, un latido que se ha hecho esperar mas de lo debido, pero ya mentimos sobre la trayectoria de la estrella, sobre la intensidad del orgasmo (que ya es imposible reproducir porque no deja huella, como el dolor no deja huella, algo que me ha sido muy util para enfrentarme a algun dolor de muelas: vencerlo en cada instante puesto que no es acumulativo, aunque no dirian lo mismo los que de verdad sufren dolores terribles, quiza les valga lo que digo, ojala lo hiciera), sobre la duracion del latido que no llega. Lo habia intentado hacia unos anos con alguna redaccion para el colegio, pero no me habia salido bien, o yo no habia quedado especialmente contento con el resultado. No con el resultado literario sino con lo que paso despues: no me gusta del todo, eso dijo mama, has inventado cosas, no ocurrio exactamente asi, lo has idealizado, entonces papa le dijo que era una envidiosa, eso dijo papa, y una enredadora y se monto una buena. Esto fue lo que escribi: Habia una vez un colegio de una ciudad pequena de provincias. El edificio estaba en el borde de la ciudad antigua y tenia dos puertas: una que comunicaba con el centro de la ciudad, por la que cada manana entraban los hijos de los abogados, los medicos y los maestros, y otra trasera que daba a los barrios de los obreros. Sus hijos tenian que cruzar cada dia una calle de cuatro carriles con un trafico espantoso por un paso de cebra sin semaforos. Algunos acabaron alli sus cortas vidas. En esa puerta trasera habia un terreno triangular lleno de cardos y escombros que pertenecia al Ayuntamiento. Uno de los maestros, que habitualmente cuidaba el comedor, decidio dedicar ese tiempo que les quedaba libre a los ninos que no iban a comer a casa, entre las clases de la manana y la tarde, para ensenarles a cultivar un jardin. Recogieron los escombros, arrancaron los hierbajos, cavaron la tierra, la regaron y, finalmente, empezaron a plantar. Dedicaron una parte, la mas externa, a poner plantas con flores: rosales, geranios, margaritas. Y en el interior, junto a la valla, los chavales aprendieron el milagro de la vida con las lentejas, las judias o los garbanzos que traian de casa y que rapido empezaban a germinar con sus altos tallos verdosos. Asi, los ninos que cruzaban del otro lado empezaron a presumir de jardin e incluso algunos padres del centro rodeaban el patio del colegio para ver aquellas lozanas margaritas y sentir la fragancia de las rosas. Un dia, el Ayuntamiento comunico a la direccion del colegio que ese terreno era suyo y que tenia previsto acondicionarlo para poner un jardin. La direccion, sorprendida, le hizo saber que ya habia un jardin, y que los ninos estaban encantados. Pero el Ayuntamiento penso que era peligroso, que estaba junto a la carretera, y que los ninos no debian salir del recinto vallado del colegio. A los dos meses, el jardin era de nuevo un estercolero lleno de hierbajos y, poco despues, fue asfaltado. Una senora que miraba cada dia desde su ventana a los muchachos trabajando con tanta ilusion, escribio varias cartas a los periodicos, y el Ayuntamiento, algo avergonzado, concedio el titulo de ciudadano ejemplar al maestro. Pero el jardin ya era solo un trozo mas de asfalto gris en una ciudad llena de asfalto gris. Recuerdo la tarde de mayo en la que el maestro hizo cerrar las persianas de la clase: <>. Desde la calle llegaba el sonido de la excavadora que arrancaba las rosas y las plantas de tomates. Pero el maestro abrio un libro y comenzo a leerlo. Se llamaba <>. Ese dia supe que mi padre era un hombre especial y que el mundo era, en general, una mierda. Asi que me enfade mucho y deje de escribir porque si todo era siempre mentira o no era nunca del todo verdad no me apetecia seguir enganando. Hasta hoy, que he dibujado circulos en la arena de la playa recordando a Olivier, el subnormal, que parecia un pajarillo, esperando, casi ansiando, que me lleve con el, con los felices, sin preocuparme por verdades o mentiras y sin saber si voy a ser capaz de contar una historia sin hacer dano a nadie. 3 Hacia ya varios anos que pasabamos una parte de las vacaciones de mi padre en la laguna. Unas veces en julio, otras en agosto. Alquilabamos un apartamento muy agradable, de tres habitaciones (una para mis padres, otra para mi y la tercera para mis dos hermanas pequenas, las mellizas), con un salon enorme que daba a una terraza soleada frente a la laguna. El apartamento formaba parte de un bloque horizontal de dos pisos de ladrillo visto, el unico que habia en la orilla y que seguramente incumplia todo tipo de normativas. Eran otros tiempos. Ahora habria sido construido en el mismo sitio, pero cumpliendo todo tipo de normativas y algun politico de medio pelo se habria hecho rico. La fila de apartamentos salvaba el desnivel entre el pie de la montana y la laguna. Los apartamentos superiores, seis en total, a los que se accedia desde la carretera, como el nuestro, eran todos de alquiler, pero casi siempre las mismas familias los ocupabamos ano tras ano. A los apartamentos inferiores se entraba por una rampa de asfalto que desembocaba en la zona en la que tomabamos el sol, una especie de playita artificial con arena un poco gruesa separada de la laguna por una verja de hierro azul y una hilera de alamos blancos, que dejaban paso a unos cuantos sauces llorones en los extremos. En la verja habia tres puertas que daban a unas escaleras desde las que nos lanzabamos al agua siempre helada, y que servian para que la gente mayor bajara a refrescarse, agarrados siempre a la escalera porque la laguna era muy profunda. Esos pisos inferiores estaban ocupados por las familias duenas de todo el bloque, todos emparentados entre si y que habian hecho fortuna con una fabrica textil en la epoca en la que los pantalones vaqueros se pusieron de moda. Ahora eran ya mayores y sus hijos rondaban los veinte o treinta anos, y cada vez aparecian menos por la laguna. La alegria llegaba de los apartamentos de alquiler (<>, eso decian <>): montones de crios pequenos y ruidosos que correteaban o gateaban por la arena, o montaban en bici o se pasaban las horas muertas en la piscina con forma de rinon (tan sombria siempre, tan helada, con el suelo lleno de hojas resbaladizas y podridas, pese a que el agua se cambiaba a diario, llenandola desde la laguna por la manana y vaciandola en ella cada noche), con los labios morados y temblando de frio. Porque en la laguna casi nunca hacia demasiado calor, al menos no hacia ese calor de julio o agosto de la ciudad. Salvo a las tres de la tarde, la hora en la que Sebastian salia de su casa, en la esquina de la izquierda. Tambien era la hora de Olivier, pobrecico, el subnormal. 4 Sebastian era de <>. Tenia unos veinte anos y los ojos azules, y un bigotillo rubio que a mi me hacia mucha gracia. El pelo rizado y alborotado siempre, sin peinar, como un emperador romano, eso decia papa, este chico parece un emperador romano. Su madre era noruega, pero llevaba ya montones de anos en Espana y hablaba un castellano divertidisimo, muy de pueblo, pero con un acento complicado cuya procedencia nadie era capaz de adivinar. Su otro hijo, Tadeo, vivia en Nueva York y yo solo lo habia visto un par de veces en mi vida, moreno, muy moreno y con una barba larga y descuidada, habia salido al padre, al empresario textil con fabrica en uno de los poblachones grandes cercanos a la laguna. Tadeo tenia una moto pequenita y negra en la que nos daba paseos a los ninos las veces que aparecia por los apartamentos, pero yo ya llevaba dos o tres anos sin verle. No era tan guapo como Sebastian, eso desde luego. Pero bastante mas sociable. Salvo ese ultimo ano, que no pudo ni salir de su habitacion

  • El cuarto de la criada de Fiona Mitchell

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    Un canto a la libertad y a la dignidad de aquellas mujeres a quienes nadie suele escuchar: las empleadas domesticas.

  • Buscame y me encontraras de Roberto Rosillo Espinosa

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    El detective Carcosa recibe el encargo de la senora Gertrudis, una adinerada mujer de la capital granadina, que desea saber si su esposo, un ambicioso y reputado empresario puede tener alguna relacion con el horrible crimen que hace estremecer la ciudad. Carcosa, con su amplia experiencia en homicidios, su arrojo y su capacidad analitica y deductiva tendra que infiltrarse en los entresijos de un grupo de hombres de poder que al amparo de la impunidad que les da su estatus y su anonimato, parecen estar vinculados con una serie de crimenes en la ciudad, y no desistira atando un cabo tras otro hasta llevar a buen puerto la resolucion del caso, poniendo en jaque a un punado de hombres de poder pertenecientes a una secta que practica el canibalismo gourmet.

  • Carol de Patricia Highsmith

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    Claire Morgan, una autora desconocida y que eligio permanecer en el mas absoluto anonimato, publico en 1952 una novela, El precio de la sal, notablemente audaz para la epoca. Los criticos trataron el libro con una mezcla de desconcierto y respeto, pero el exito de publico fue inmediato, y se vendieron mas de un millon de ejemplares de la edicion de bolsillo. La novela no volvio a editarse, y ahora reaparece con el titulo Carol, que originalmente le habia dado su autora, y firmada por esta con su verdadero nombre.

  • El artesano de Sharon Bolton

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    ?UN PADRE DEVOTO O UN DESPIADADO ASESINO?

  • Einstein para despistados de Allan Percy

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    En Einstein para despistados, de la serie <>, el prestigioso Allan Percy recoge 85 grandes reflexiones de este genio y las traslada a situaciones practicas de la vida cotidiana.

  • El naufragio de Lola Garcia

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    Todo empezo en 2012, cuando Artur Mas regreso de la Moncloa con la negativa de Mariano Rajoy a abordar un pacto fiscal para Cataluna. Aquel presidente de la Generalitat designado a dedo por Jordi Pujol emprendio entonces una carrera imparable abrazado al independentismo en el que nunca habia militado. Avanzo en la via del desafio al Estado espanol como quien se adentra en un bosque de espesa maleza que se va cerrando a sus espaldas, en la confianza de que su rival en la Moncloa cederia o seria obligado a hacerlo por los lideres europeos.

  • Nunca debiste jugar de David Casares

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    ?Que pasaria si te ves sumergido en un juego del que no puedes salir? ?Eres con la capacidad de llevar a cabo lo que sea primordial para estar vivo? Quizas tienes que perder a tus seres queridos. ?Jugarias?
    A Paython, todos estos temores se le hicieron situacion. Una chica de 17 anos que no tuvo mas remedio que vivir una pesadilla.
    Ella se arriesgo, ?lo harias tu?

  • Sirens 3 de Lena Valenti

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    Historia y mundo creado por Lena Valenti y Valen Bailon.

  • En plena confusion. Decidida de Patricia Geller de

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    Solte mis pertenencias en la habitacion del hotel al que habiamos llegado tras un vuelo mas que nefasto. En mi vida me habia sentido con mas ganas de llegar a mi destino, pero no por el lugar y ni siquiera por la compania, sino por salir huyendo del cerrado espacio en el que me asfixiaba debido a lo que contenia dentro… lo que callaba. Continuamente me mordia los labios para no romper a llorar mientras iba escribiendo en silencio mas sensaciones. El me facilito las cosas, ya que decidio, sin tener que pedirle nada, instalarse en otra habitacion, una contigua a la mia. No se encontraba muy lejos, pero tampoco estaba alli, a mi lado, como tendria que ser. No tenia ni idea de como ibamos a hacerlo. Mire la libretita en la que lo habia plasmado todo mientras volaba hasta alli, preguntandome cuanto mas tendria que escribir para poner punto y final a aquel infierno, cuanto mas quedaba por vivir y... descubrir. Francamente y con la mano en el corazon, reconocia que era lo mejor que habia podido hacer en mucho tiempo, deshojar cada parte de mi propia historia hasta entonces, leyendo a la vez que escribia, aunque quedaran lagunas, dudas... Aun asi, me habia servido de mucho, de tanto que no sabia como habia podido cometer esa terrible cadena de errores. A veces esperamos demasiado algo y, cuando llega, no es lo que habiamos imaginado. Eso era exactamente lo que me sucedia a mi. ?Cuantas veces os habia comentado las ganas que tenia de que llegaran mis dias de vacaciones? Pues ahi estaban. Mas tarde de lo previsto, pero eso era lo que menos me preocupaba, porque ya nada era igual… aunque trate de convencerme de que seria lo mas acertado. La situacion era la siguiente: Dani y yo, la preciosa Roma, silencio, dolor, dudas, rabia, contencion. Podria mencionar una y mil sensaciones mas, pero el resto resultaban mas que evidentes. A pesar de plantearme ese viaje con la intencion y necesidad de dar fin a ese calvario de una manera u otra... no sabiamos que decirnos. Con lo mucho que nos conociamos, las palabras no fluian entre nosotros. La conexion, sin mas, se habia perdido. Y luego quedaba Aaron, que nunca me perdonaria aquello, lo sabia. Me lance en la cama, boca abajo, impotente por no poderme arrancar la dolorosa opresion que hacia sangrar mi pecho, que me punzaba y me destrozaba cada vez con mas dureza. La misma que casi no me permitia respirar, recordandome una y otra vez los tropezones y cagadas que habia cometido en los dos ultimos anos de mi vida. Intensidad no habia faltado, ?a cambio de que? Era una sonadora, una ilusa por creer en las historias de amor. Quiza por ello me estaba dando ese tortazo. No podia olvidar la cara de Aaron cuando cruce el control de seguridad del aeropuerto para dirigirme al avion, su grito de impotencia y desesperacion por detenerme. Alli me di cuenta de mi error; sin embargo, tras su maldita frase, <>, supe que debia poner distancia para no terminar mas destrozada. Tambien supe que aquella no era la mejor opcion, y mucho menos con la persona que me acompanaba. Entonces, con esa soledad, con las reflexiones, con la vuelta al pasado gracias a la lectura y escritura, lo entendi.

  • No soy un experimento de Melania Virues Morilla

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    Nos encontramos en un futuro no muy lejano en el que la ciencia crece dia a dia a pasos agigantados. Africa acaba de cumplir 19 anos y es un experimento. El doctor Flynn, es un cientifico que consiguio clonar a Alba; y Africa, es el resultado de aquello, de su experimento. Africa esta cansada de estar encerrada, cansada de ser una ‘rata de laboratorio’, por lo que decide escapar.?Que sera de Africa cuando consiga escapar sin una identidad ni sitio a donde ir? ?Y si ella no es el unico clon?

  • El poder del perro de Don Winslow

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  • Asi se cuelga a una bruja de Adriana Mather

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    Odio ancestral y un misterio que impregnan una historia increible en Salem.
    Salem, Massachusetts, es la ciudad en la que tuvieron lugar los infames juicios contra las brujas, y tambien es el nuevo hogar de Samantha Mather, que recien llegada de Nueva York junto a su madrastra, no es recibida precisamente con los brazos abiertos. Sam es descendiente de Cotton Mather, uno de los responsables de aquellos juicios y, casi de inmediato, se convierte en la enemiga de Las Descendientes. Y adivinad quienes fueron sus antepasadas…
    Por si eso fuera poco, Sam se enfrentara cara a cara con un fantasma de verdad (aunque sea alguien tecnicamente muerto). Atractivo y con mal genio, quiere que Sam deje de tocar sus cosas. Ademas, Sam descubrira pronto que ella misma es el centro de una maldicion centenaria que afecta a todo aquel que tiene alguna relacion con los juicios.

  • Toda una vida para recordar de Nuria Pradas Andreu

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    Con solo dieciseis anos, Sophie Simmons deja a su familia para ir a Los Angeles durante la Gran Depresion persiguiendo un sueno: trabajar como dibujante en Disney Studios. Pronto descubrira, sin embargo, que no es un mundo para mujeres. Y asi, entre amores y desamores, encajando los golpes que le da la vida, Sophie luchara hasta el final en medio de una epoca convulsa que marcara un antes y un despues entre los profesionales de la animacion de principios del siglo xx.
    Toda una vida para recordar es una novela con una protagonista femenina decidida, un entorno historico fascinante y una lograda mezcla de personajes de ficcion y de la vida real.

  • Seda y acero de Kat Martin

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    Novela romantica de la autora de Amantes furtivos, que hara las delicias de todas sus lectoras, y encontraran en ella todo lo que necesitan de una buena historia de amor.

  • Tuyo Para Siempre de Gwendolen Hope

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    A este tengo que hacerlo sufrir. Es parte del encargo, y si ese fue el pedido, solo puedo pensar que debe merecerselo. A mi, honestamente, no me importa. Puedo usar el baston y demorar unos cuarenta segundos o tomarme dos buenas horas en la bodega que Turturro pone a mi disposicion para esta clase de trabajos. Este, por ejemplo, debe terminar en la bodega, eso fue lo que me dijeron. Y alli terminara. Apago el cigarrillo y lo veo saldar la cuenta del restaurante con el camarero. Tiene el estomago colmado con su ultima cena y yo estoy listo para irme con el. Ha dejado de nevar pero la calle aun se encuentra resbaladiza, por este motivo una mujer que pasa a mi lado esta a punto de perder el equilibrio y habria terminado en el suelo si el hombre que la acompanaba no la hubiese sostenido. Rien del accidente que han evitado, luego intercambian algunas palabras, se besan rapidamente en los labios y me superan. La gente feliz me deja totalmente indiferente; no la envidio, no la compadezco. Simplemente no comprendo como se puede tener tanta necesidad de alguien mas. Sera que yo siento que no necesito a nadie. Me envuelvo con mas fuerza en mi chaqueta. Hace frio. Tengo que estar listo. Miro al otro lado de la calle. Mi objetivo ha pagado la cuenta pero aun no ha abandonado la mesa. Esta estudiando su telefono. Escribe, escucha una nota de voz. Luego, a su vez, graba una. Soy paciente, metodico, no me importa esperar, ni bajo la nieve, ni bajo el sol que quema la piel. Lo importante es completar con exito el trabajo que me han encomendado. Finalmente hace a un lado su telefono y se pone de pie. Se coloca su abrigo, en el ingreso saluda al maitre, quien le hace una reverencia. La ultima. Atraviesa la puerta del restaurante y se encuentra en la calle. Yo cruzo, comprobando fugazmente que no vengan coches, y me posiciono detras de el. Confundirse entre las personas que pasan, hoy es facil. Son las nueve de la noche y estamos proximos a Navidad, las calles del Queens estan repletas de personas que van en todas las direcciones, con las cabezas gachas y las manos llenas de regalos y bolsas de compras. Todos estan atontados por las luces, nadie mira exactamente donde deberia. Regresan a casa para cenar o pasar la noche luego de una jornada de trabajo y diligencias. La gente es adicta a estos habitos, tanto que no nota lo demas, lo que la rodea, los detalles. Mi hombre no es la excepcion. En lugar de girarse cada tanto para comprobar si alguien lo sigue, mira fijo, saca el telefono y responde una llamada, termina y devuelve el movil al bolsillo. Y con todo, no se trata de un santo, una minima sospecha deberia tener. Sin embargo, no. Se detiene en una tienda y me veo obligado a demorar el paso y luego a detenerme tambien yo, a distancia para no ser descubierto. Finjo estudiar un escaparate pero lo mantengo bajo control con el rabillo del ojo. Cuando las calles estan discretamente atestadas es dificil hacer lo que tengo que hacer sin ponerme en evidencia. Pero no me importa. Ni un gramo de preocupacion pesa sobre mi alma. Me siento completamente vacio y no me detengo a preguntarme si eso es algo bueno o malo. Mi objetivo comienza a caminar de nuevo y lo mismo hago yo. En la esquina gira. Se dirige a buscar su coche. Vive un tanto lejos de aqui y yo he estudiado bastante bien sus movimientos como para saber que no utiliza medios de transporte publicos. Se mueve en su propio automovil y nosotros estamos en las proximidades de un gran parking subterraneo. Podria haberlo dejado alli abajo. Parking subterraneo quiere decir camaras de vigilancia. Tengo que poder interceptarlo antes. Para mi sorpresa, no baja al aparcamiento sino que se dirige a otro lado. Gira en un callejon aun menos concurrido. Se acerca a un coche pequeno, coge las llaves de su bolsillo y, mientras tanto, mira una vez mas al telefono. Esta maldita mania de los moviles hace que la gente se vuelva estupida, como el. Si no estuviese mirando su telefono, podria ver a un hombre con gorro de lana aproximandose y tener una pequena duda acerca de lo que quiere. Pero no, no lo hace. De modo que, cuando apresuro el paso, me avecino y le hablo, desconoce por completo la situacion y no se encuentra preparado. --?Tienes fuego? --le pregunto cuando estoy practicamente a su lado. --No --responde en forma poco cortes y sin levantar la vista. Mirar menos el telefono en ocasiones puede salvar vidas, seria necesario tenerlo presente. Ya he sacado la mano derecha del bolsillo, la que empuna la pequena jeringa llena de Rohypnol. La clavo en su cuello con un gesto seco. Se gira, insulta y me mira primero con sorpresa y luego con terror. Sostengo su mirada mientras tomo las llaves directamente de su mano. Con un brazo rodeo su cintura para evitar que caiga y con el otro abro la puerta del coche. Se ha aflojado y rapidamente lo deposito en el asiento del conductor, luego con un par de maniobras muevo su cuerpo al sitio del pasajero. Le ajusto el cinturon de seguridad y me ubico detras del volante. Su cabeza se balancea, la posiciono de modo tal que parezca que esta dormido. Bien, ahora puedo trasladarlo a mi lugar secreto para terminar aquello con lo que acabo de comenzar. Si debe sufrir, sufrira. *** Me tomo cuatro horas, de las cuales una la utilice para limpiar. Sali del viejo sotano arrastrando dos bolsas de residuos negras y reforzadas. Las cargue en el furgon para descartarlas. Luego regrese y limpie con meticulosidad. Lo hago siempre, cada vez que vuelvo aqui todo debe estar en perfecto orden. Me muevo en absoluto silencio, como de costumbre. Ninguna distraccion, nada de musica, nada de pensamientos que se entrometan en mi cabeza. Es mi trabajo, lo demas no me importa. Llevo el furgoncito al vertedero que funciona dia y noche. Hay un hombre de Turturro en el ingreso. Me conoce, sabe que debe dejarme pasar y de hecho lo hace, levanta la barrera sin hacer preguntas y estoy dentro. La maquina que se ocupa del tratamiento de los residuos trabaja siempre y yo despacho alli los dos sacos. Hecho. Giro y me voy sin sentir nada: ni alivio, ni remordimiento, ni nervios. Nada de nada. ?Que puedo hacer? Beber algo. En este momento, es la unica idea que consigue despertar algo de interes en mi. Subo nuevamente al furgon y lo llevo al sotano. Tomo el coche y conduzco hasta un bar que se encuentra en la carretera principal, al que visito con bastante frecuencia. No dejo que nadie aqui dentro se me acerque demasiado ni entre en confianza conmigo y, mientras nadie ponga atencion en mi, podre continuar viniendo. Me siento en la barra y el barman me pregunta que quiero. --Un whisky solo --respondo. He aprendido a decirlo asi, aunque lo que verdaderamente querria es un rakija torcibudella, de esos que bebia cuando era chico en Sofia. Tomaba fundamentalmente brlja porque el alcohol de calidad no podia permitirmelo. Bebo pequenos sorbos del liquido, disfrutandolo. Es lo unico bueno, lo unico que esta noche puede suscitar un sentimiento positivo en mi. Pero pronto se acaba y deja tras de si un sabor amargo. Apuro la copa y abandono el bar. Necesito descansar. Capitulo 2 Anna Han llamado a la puerta. --!Yo voy! --Ya estoy bajando las escaleras que del piso de arriba conducen al salon, por lo tanto no me cuesta nada acercarme a la entrada. Tocan nuevamente, quien quiera que sea debe estar impaciente y yo se quien es. --!Voy! --digo en direccion a nadie en particular. Abro la puerta de casa y una rafaga de aire frio me golpea precisamente en el momento en que veo a mi hermana y a su novio en el portico. --Haznos pasar, !hace un frio de perros! Su entrada a la casa trae salpicones de agua mezclada con nieve por doquier y una sensacion de frio intenso y penetrante. Rose tiene un abrigo verde salvia que se enlaza en la cintura y que cubre gran parte de sus piernas. Guantes, bufanda y gorro son negros, al igual que su bolso. Pero su bufanda es demasiado ligera y el gorro lleno de lentejuelas es solo decorativo si se tiene en cuenta el frio que hace por estos dias. Ronald, su novio, es tan elegante como ella pero sufre menos el frio. Su abrigo gris debe ser pesado, con toda esa piel de oveja en el interior, y ademas lleva guantes acolchados que parecen mantener sus manos bien calientes. Para los hombres es mas simple ser elegantes. Para los hombres todo es siempre mas facil, al menos en mi familia. Rose hace que Ronald la ayude a quitarse el abrigo y mientras tanto no deja de hablar. Se deshace del sombrero y una cascada de cabellos oscuros y gruesos flota sobre sus hombros. Sus ojos brillan por el entusiasmo. Ha vivido alguna aventura, esta contenta y no puede esperar para contarnoslo. --?Donde esta mama? Tenemos que hablar del almuerzo de Navidad, aun no hemos acordado la segunda parte del menu y debemos hacerlo cuanto antes. Los padres de su novio pasaran Navidad con nosotros y Rose quiere causar la mejor de las impresiones. Es por eso que en estos ultimos dias previos al evento esta siempre alterada y nerviosa. Sera la ocasion perfecta para una presentacion oficial, un paso mas para sellar la amistad de nuestras familias. Yo no tengo novio, por lo tanto no puedo comprender que se siente pero creo que, incluso si lo tuviera, de todos modos no entenderia. Rose y yo somos completamente diferentes y no solo esteticamente hablando. Ella tan femenina y refinada, y yo tan simple y practica. --?En que punto te encuentras con tus regalos? --me pregunta jadeante mientras hurga en su bolso. --Voy bien --respondo. Para no decir que no he comenzado aun. --Debes darte prisa, si esperas al ultimo minuto no encontraras nada. --Ha cogido su celular y comienza a revisar sus mensajes. No encontrar nada en Manhattan es practicamente imposible, pero no se lo senalo porque Rose esta en pleno delirio. En cambio miro a Ronald, quien me hace un guino comprensivo que yo devuelvo con una sonrisa. En terminos generales me gusta Ronald, es perfecto para Rose. Y no lo pienso solo yo, lo piensa tambien mi familia y en especial mi padre, Joe Turturro. Si el no lo quisiera, mi hermana no podria ver a Ronald ni siquiera con binoculares. En la familia Turturro uno no se casa por amor o por eleccion. El matrimonio es un contrato, un trampolin, un modo de estrechar alianzas entre familias. Afortunadamente mi padre quiere. Y quiere porque Ronald es un Russel y su familia es lider en el sector de la cria intensiva de aves de corral. Parece que, para mi progenitor, los Russel son socios indispensables en la gestion de su cadena de restaurantes. Sea como sea, Ronald es un hombre guapo, parece enamorado de Rose y eso es suficiente para mi. Sera el mechon rubio que cae sobre su frente o ese aire de principe azul de cuento de hadas. Son perfectos el uno para el otro, como dos piezas de un puzzle que encastran a la perfeccion para formar un diseno. Los sigo al gran salon de la planta baja, alli a donde me dirigia antes de que llamaran a la puerta. El gran pino fue ubicado frente a la ventana que da a la calle. Siempre en el mismo sitio, cada ano, desde que tengo memoria el arbol de Navidad en mi casa nunca ha cambiado de ubicacion. Marita, nuestra ama de llaves, esta de pie en el ultimo peldano de las escaleras y sigue con la frente fruncida las instrucciones de mi madre que le dirige: un poco mas arriba, un poco mas abajo, para colocar la guirnalda. Mi madre lleva un vestido moteado que no estiliza su figura en absoluto, pero a ella no le importa porque es de disenador y eso es lo unico que basta para convertirlo automaticamente en una prenda apta para formar parte de su guardarropas. No puede conjugar la pasion por la moda con la que siente por la mesa, especialmente por la pasta y los platos italianos, pero tambien eso parece no interesarle. Para ella unicamente es importante hacer ver que tenemos dinero, lo demas viene solo. --Rose, Anna, vengan aqui. ?No deberia estar mas alto ese grupo de bolas rojas? ?Aquel bajo el puntal? !Marita, date prisa con ese puntal! --Marita se pone en puntillas balanceandose hacia delante y hacia atras y por un instante pienso que sucederia si cayera de la escalera. Mi hermana se lanza inmediatamente en la discusion y tambien ella le da instrucciones a Marita. A mi, sinceramente, no me importa. Solo me limito a notar lo similares que son mi madre y mi hermana. Rose es mas alta y mas delgada pero dentro de treinta anos sera redonda como mama. Tienen los mismos ojos oscuros y el cabello de una tonalidad de negro que parece casi azul. Ambas poseen un desarrollado sentido del buen gusto y no saldrian de casa si no pudieran hacer combinar correctamente zapatos y bolso. Yo soy diferente. Tengo la impulsividad y la impaciencia de mi padre, ademas de dos ojos de color verde melancolico y tez clara. Verde melancolico. No verde claro u oscuro o verde intenso. Durante un periodo lo defini como "bosque" para ser menos cruda, pero mi madre siempre ha dicho melancolico, un adjetivo que por si solo tiene el poder de absorber toda la poesia del verde. Luego esta mi palidez. Siempre me veo asustada, con estos grandes ojos que destacan en un rostro demasiado redondo. No soy fea, pero tampoco guapa, lo que es seguro es que soy muy diferente a Rose. No tengo su altura, no tengo su clase, no tengo su belleza. Solo tengo el mismo apellido. Marita ejecuta las ordenes de pie sobre la escalera, mientras mama y Rose no consiguen decidirse. Llaman nuevamente a la puerta. Estoy lista para ir otra vez, ya que soy la menos implicada en la decoracion, pero Ronald me detiene en el corredor tomandome por un brazo. Literalmente me frena, con bastante energia, como si pudiera escapar de su agarre. --Deja, voy yo. --No entiendo el por que pero le hago un gesto de asentimiento con la cabeza. Me adelanta y con su altura obstruye mi campo visual. No deberia importarme, pero soy curiosa por naturaleza y el brazo por el que Ronald me ha cogido me duele todavia un poco. Echo un vistazo nuevamente hacia el salon y luego miro la entrada. La puerta esta abierta, hay un hombre en el umbral, que veo con dificultad debido a la presencia de Ronald. Intercambian algunas palabras, luego el prometido de mi hermana lo hace entrar y entonces yo lo veo al pasar. No lo conozco, debe ser alguien que esta aqui para ver a mi padre. Es alto, robusto y macizo. No me mira. Giro de inmediato la mirada hacia el corredor que lleva al estudio. Ronald va a sus espaldas, escoltandolo, aunque el desconocido es mas alto y poderoso que el. Ambos desaparecen rapidamente de mi vista. Un escalofrio recorre mi cuerpo. No se por que, pero ese hombre me ha causado un sentimiento de inquietud y miedo. Rose se asoma. --?Ronald? --Esta con papa --respondo-- con un tipo que acaba de llamar a la puerta. --Quisiera agregar "alguien que mete miedo con solo verlo" pero me contengo. Fue simplemente una sensacion y es usual que a casa vengan personas desconocidas, socios de negocios de mi padre. Pero son en su mayoria hombres distinguidos, envueltos en abrigos de cachemira, no tipos grandes y robustos que parecen recien salidos de la carcel. --?Quien? --No lo se. Casi dos metros de alto, macizo, no le he visto bien la cara. Rose no responde, entonces dejo de mirar el corredor y me giro. Su rostro esta serio, casi asustado. --?Lo conoces? Pero no tiene tiempo de responder porque la voz de mi madre interrumpe la conversacion. --?Quereis venir? ?O tengo que hacer todo sola? *** Han pasado mas de cuarenta minutos. Casi hemos terminado de adornar el arbol y yo he ido cien veces del salon al corredor, asomandome con frecuencia ante el mas minimo sonido. Quiero ver al hombre que se encerro con Ronald en el estudio de mi padre. Tengo curiosidad, ni siquiera yo se por que. Era tan alto, grande, con un aire esquivo y misterioso. No misterioso. Temible. Debo llamar a las cosas por su nombre. Estoy colocando las guirnaldas que hemos decidido no usar en la caja que se encuentra justo fuera de la sala de estar, cuando escucho que la puerta del estudio de mi padre se abre y luego se cierra. Pasos en el corredor. De dos personas. Me tenso pero permanezco inclinada guardando los adornos y luego levanto la cabeza para mirar. Ronald escolta al desconocido hasta la puerta de entrada. Lo miro nuevamente, esta vez de espaldas y una vez mas tengo la sensacion de encontrarme junto a un hombre que da miedo. Ronald abre la puerta de casa. No se estrechan la mano y el hombre se marcha ya. Yo estoy inmovil, como hipnotizada, mirando ese par de hombros gigantes que hacen parecer pequeno incluso al novio de mi hermana. El sujeto voltea por un instante en mi direccion. Ahora si, me ha visto, estoy segura. Por una fraccion de segundo nuestras miradas se cruzan y advierto una extrana sensacion en la base de la espina dorsal, como un hormigueo insistente, una senal de alarma que induce a escapar a toda velocidad sin mirar atras. Me siento como paralizada mientras Ronald abre la puerta y el tipo sale. Se va. El novio de mi hermana abandona el corredor y regresa sobre sus pasos en direccion al estudio de mi padre. Hay algo en el suelo, un trozo de papel, tal vez un boleto, no se que es. Yace alli, en la alfombra. Sin pensarlo, avanzo hasta la puerta ahora cerrada. Podria ser suyo, del hombre que acaba de dejar nuestra casa. Podria ser importante o no representar nada. No estoy segura que es lo que me lleva a hacerlo, pero abro la puerta. Una rafaga de aire frio me golpea, como antes, sin piedad, pero de todas formas avanzo y bajo los pocos escalones que separan nuestra casa de la calle. El hombre de enorme figura y contextura de luchador ha hecho varios pasos ya y esta casi llegando a la esquina. Mis pantuflas se empapan con la nieve y mis pies comienzan a enfriarse, pero de todos modos avanzo, con una mezcla de temor y expectativa. Ni siquiera se por que lo estoy haciendo pero probablemente me arrepentire. --!Disculpe! --llamo. Pero el no voltea. Hay viento y avanzo con dificultad. --!Hey! --continuo y lo alcanzo. Mi voz tan cercana hace que se gire y, en el instante en el que voltea su cuerpo hacia mi, me pregunto que se me paso por la cabeza. Me detengo y siento que me falla la respiracion. El me mira y yo no se que decir. Parece que lo he olvidado. El hecho es que hay algo raro en su cara. Tal vez la mirada. Si, debe ser eso, tiene un ojo mas abierto y en el otro el parpado esta algo bajo, ambos son de un azul intenso pero no exactamente identico. En conjunto posee una belleza ruda y desconcertante, una belleza no para ser admirada sino temida. De cerca su rostro es serio. Si esta sorprendido no lo deja ver, mas bien parece indiferente. No sabria bien como definir su aspecto, sino diciendo que me resulta interesante en un modo tosco y casi temible. Tiene la barba rasurada pero evidentemente, acaba de volver a crecerle, negra y poblada. Sus cabellos, por lo poco que se puede ver en las sienes, son oscuros y cortisimos y sus labios estan cerrados y se ven duros. Parece un condenado a cadena perpetua que evadio su pena. Esta comparacion me salta en mente tan de repente que ciertamente no consigue tranquilizarme. No dice nada, espera que yo le esclarezca por que lo detuve. Y subitamente parece que lo he olvidado. Extiendo la mano, la que tiene el folleto y, para mi gran pesar, tiemblo. --Creo que se te ha caido a ti --le digo tendiendole el papel pero mirandolo a los ojos. Esos ojos: ?que tienen de diferente? El alarga su mano y toma lo que le doy sin dejar de mirarme. Nuestros dedos se rozan ligeramente pero no esta prestando atencion a mi mano. Me mira solo a mi. No dice gracias, no dice nada. --Tal vez es importante --dejo caer avergonzada. Algo no esta bien. ?Por que no habla? ?Por que no dice nada? Aunque sea un simple gracias seria suficiente para romper la tension. --Ok, era solo eso --agrego casi arrepentida de mi impulsivo gesto. Yo soy impulsiva. Si no lo fuera no lo habria seguido, me hubiese quedado adornando el arbol de Navidad y no hubiese pasado mas de media hora con las orejas paradas para controlar quien salia del estudio de mi padre. Ahora que he aplacado mi curiosidad, ?que he ganado? Solo verguenza. Cuando ya he perdido las esperanzas de que este tipo pudiera decir algo, me sorprende. --Gracias --pronuncia con un acento extrano. Tiene una voz baja y profunda. --De nada --respondo. Es extranjero, seguro. --?Como te llamas? --me arriesgo. Si ha hablado una vez... Parece pensarlo mientras no deja de penetrarme con sus ojos. Luego mira a su alrededor, como comprobando si habia alguien mas ademas de nosotros, como si satisfacer mi curiosidad no fuese una buena idea y estuviese dispuesto a hacerlo solamente si no hubiese gente en las inmediaciones. --Andrei --responde al final. Definitivamente es extranjero. --Entonces, !chau, Andrei! --digo. El no me devuelve el saludo. Simplemente me da la espalda y se va.

  • La Amante Encubierta del Coyote de T. S. Ryder

    https://gigalibros.com/la-amante-encubierta-del-coyote.html

    ?Que se supone que debe hacer una detective cuando el atractivo sospechoso que esta investigando comienza a besarla. y mas?

  • Miscelanea, Ana Alvarez de Ana Alvarez

    https://gigalibros.com/miscelanea-ana-alvarez.html

    Primera obra de la escritora que te enganchara de la primera a la ultima pagina.

  • La caja de Pandora de Lindsey Davis

    https://gigalibros.com/la-caja-de-pandora.html

    La nueva novela de la reina del genero policiaco en la Antigua Roma.

  • Breogan, Amando a una Libelula (Steel 8) de Rose Gate

    https://gigalibros.com/breogan-amando-a-una-libelula-steel-8.html

    Nunca imagine que llegaria a ser el otro.
    Nunca imagine que encontraria placer mas alla de la Dominacion.
    Nunca imagine que desearia dejar de ser el amo para ser el hombre.
    Nunca imagine que una mujer casada hiciera temblar los cimientos de mi existencia.
    Nunca imagine que me enamoraria.
    Nunca imagine que me alejaria de mis principios por amor.
    Nunca imagine que la palabra Mia se difuminara en mis labios, cuando me ardia en el corazon.
    Nunca imagine que entregaria mi alma a una Libelula.

  • El protector de Marliss Melton

    https://gigalibros.com/el-protector.html

    ?Que pasaria si un dia descubres que eres el blanco de un grupo terrorista y el unico hombre que puede ayudarte es un sexy ex Seal?
    Eryn McClellan ensena idiomas en Washington DC, hasta el dia en que se convierte en el blanco de terroristas. El FBI interviene, pero cuando parece que solo la estan usando como cebo, el general McClellan solicita la ayuda del unico hombre en el que sabe que puede confiar: el ex SEAL de la Armada Ike Calhoun.
    ABRAZANDO LA SOLEDAD
    En su remota cabana en las montanas Blue Ridge, Ike penso que habia dejado la Guerra atras. Sin embargo, ahora esta atrapado protegiendo a una belleza de ojos azules de agentes federales ambiciosos y yihadistas enloquecidos. Aunque mas inquietante es el hecho de que la encantadora Eryn, parece decidida a destruir su aislamiento autoimpuesto.
    Ike hace todo lo posible para resistir sus formas embriagadoras, pero puede sentir como su resistencia se va desmoronando poco a poco. Con el FBI pisandole los talones y los terroristas no muy lejos, Ike voluntariamente libra una guerra de un solo hombre en defensa de la mujer cuya pasion y fe le han dado la fuerza para superar su pasado.
    Pero, ?sera suficiente para mantenerla a salvo?

  • El temblor del heroe de Alvaro Pombo

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    Roman es un profesor universitario jubilado al que invade la nostalgia de los dias luminosos de la pedagogia en que fascinaba a sus alumnos despertandoles el amor por el saber y ayudandoles a alcanzar una vida mas noble y mas alta.