• libro los mejores casos de max carrados - Ernest Bramah

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    <>. GEORGE ORWELL Hubo un tiempo en que las aventuras protagonizadas por Max Carrados, competian en popularidad en las paginas de The Strand Magazine con las del mismisimo Sherlock Holmes. Carrados cumplia con todos los requisitos del perfecto detective eduardiano: era inteligente, educado y, al igual que el personaje de Conan Doyle, el cosmopolita y adinerado Carrados contaba con la ayuda de un companero inseparable, el senor Carlyle. Sin embargo, habia algo que le hacia unico: Max Carrados era ciego. Algo que nunca supuso un impedimento para que, desde su estudio de Richmond, resolviera siempre con brillantez losmisterios a los que se vio enfrentado. El presente volumen ofrece una seleccion de sus mejores casos, aquellos en los que las habilidades deductivas del investigador, basadas en sus agudizados sentidos restantes, se muestran en su maximo esplendor.

  • Los mejores casos de Max Carrados: 354 (Libros del Tiempo)

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  • Los mejores casos de Max Carrados (Libros del Tiempo nº 354)

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  • LOS MEJORES CASOS DE MAX CARRADOS - Casa del Libro

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    15 nov 2017 — El libro LOS MEJORES CASOS DE MAX CARRADOS de ERNEST BRAMAH en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Los mejores casos de Max Carrados - Ernest Bramah - Fnac

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    Los mejores casos de Max Carrados, libro o eBook de Ernest Bramah. Editorial: Siruela. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • «Los mejores casos de Max Carrados», de Ernest Bramah ...

    https://laslecturasdeguillermo.wordpress.com/2018/02/26/los-mejores-casos-de-max-carrados-de-ernest-bramah/

    26 feb 2018 — George Orwell reconoció que el libro de Bramah, What Might Have Been, influyó en su 1984. Bramah creó los personajes Kai Lung un narrador ...

  • Los mejores casos de Max Carrados - Ediciones Siruela

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    Ernest Bramah · Traducido por:José C. Vales · Sello:Siruela · Colección:Libros del Tiempo 354 · ISBN:978-84-17151-18-8 · Código de almacén:7501354 · Edición:1ª, 2017 ...

  • Los mejores casos de Max Carrados: 354 (Libros del Tiempo)

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    Los mejores casos de Max Carrados: 354 (Libros del Tiempo) de Bramah, Ernest en Iberlibro.com - ISBN 10: 8417151184 - ISBN 13: 9788417151188 - Siruela ...

  • los mejores casos de max carrados - Machado Libros.

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    LOS MEJORES CASOS DE MAX CARRADOS, BRAMAH, ERNEST (1868-1942), 23,95€. «Desde las de Poe, las de Max Carrados son las únicas historias detectivescas que ...

  • Libro: Los mejores casos de Max Carrados - 9788417151188

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    Los mejores casos de Max Carrados.[ Bramah, Ernest; ]. Hubo un tiempo en que las aventuras protagonizadas por Max Carrados, competían en popularidad en las ...

  • Los mejores casos de Max Carrados - Bienvenidos a la fiesta

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    La colección con el título Los mejores casos de Max Carrados comienza con el primero de sus relatos, La moneda de Dionisos ... [Vista del libro en amazon.es.

  • La extranjera de Astrid Nilsen

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    Una misteriosa joven extranjera de adentra en la gotica Catedral de Burgos. Aunque se dirige al confesionario, tras sus palabras no hay confesion alguna sino preguntas sin respuesta. Durante cuatro dias relatara al sacerdote como su padre asesino a sangre fria a su madre, todo ocurrio veinte anos atras en un pequeno pueblo de Noruega. Un asesinato que nadie comprendio en su dia y tras el cual su padre huyo del pais abandonandola.
    El sacerdote espanol escuchara la confesion de la extranjera queriendo consolarla. Pero el relato de ella cobrara tanta fuerza que el cura se vera obligado a visitar su propio pasado. Un pasado que querria seguir manteniendo oculto y olvidado, un pasado de dolor, muerte y sacrificio del que ya no puede huir.

  • El pasado siempre vuelve de Sabina Rogado

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    Si lo que te gusta en tus lecturas es la combinacion de romance, misterio, y pasion, EL PASADO SIEMPRE VUELVE es la novela que estas buscando. Una novela que comienza con la boda de los protagonistas, y que alberga un oscuro y macabro secreto entre ellos...
    En la busqueda de una vida mejor, Jenny se embarca en un viaje que la llevara a pocas millas de Kansas. El lugar en el que termina trabajando en una cantina, y el lugar en el que conoce al hombre de sus suenos. Un hombre atento, amable, y atractivo... pero tambien un hombre completamente inalcanzable.
    ?El motivo? Esta casado.
    Es por ello que cuando su esposa muere, en circunstancias extranas, el caracter afable del cowboy se torna diferente. Convirtiendose en un hombre hurano, tosco, y frio. Un detalle que a Jenny no parece importarle el dia que Jim acude a ella para proponer que se case con el. Convencida de que sera feliz y cometiendo el grave error de olvidarse de las condiciones que su futuro esposo impone… Topandose con una realidad que empezara a manifestarse desde la noche de bodas, y que sera la consecuente de que una muchacha, con las ilusiones rotas, se haga a la idea de que su esposo esta dispuesto a mantenerse firme aunque ello suponga alejarse irremediablemente el uno del otro.
    ?Podra Jenny derribar las barreras que su esposo se empena en agrandar entre ellos y rescatar al antiguo Jimmy?
    ?Cual es ese misterioso secreto que planea sobre sus vidas desde el primer dia?
    Y lo que es mas importante: ?Que sucedera cuando Jenny sepa la espantosa realidad que le ha ocultado?

  • Mil ciguenas negras de Miroslav Penkov

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    Un joven inmigrante bulgaro regresa a su pais de origen para localizar a su abuelo, quien inesperadamente rompio todo contacto con la familia tres anos atras. Las pistas le conduciran a un pequeno pueblo en la frontera con Turquia y a un paso de Grecia, encaramado a la mitica montana
    de Strandja: un lugar envuelto en misterios paganos, en el que las ciguenas negras anidan en robles gigantescos. Alli, en las montanas, se ve arrastrado por su abuelo a un laberinto de medias verdades y acaba enamorandose irremediablemente de una chica musulmana que no esta a su alcance. Viejos fantasmas cobraran vida y conflictos que creian olvidados resurgiran de nuevo hasta que al pasado no le quede otra salida que rendirse a sus deshonrosos secretos.

  • Las esquinas rotas de Joaquin M. Barrero

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  • Los muertos no se ahogan de Alberto Meneses

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    La vida de Roberto esta en un pozo del que parece imposible salir. Suspendido de empleo y sueldo en la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, cada noche le asalta el mismo sueno, en el que una joven se arroja por un acantilado. Nada parece tener sentido, hasta que su jefe le pide que regrese al pueblo en el que nacio para ayudar en la investigacion de una extrana muerte. Una joven a la que no conoce se ha suicidado lanzandose por un acantilado y dejando en su telefono movil una nota dirigida a el. Obligado a volver al lugar del que huyo en el pasado y al que juro no regresar jamas, Roberto descubrira que Nueva de Llanes esconde oscuros secretos y, si no logra encontrar pronto al asesino, la muerte de la joven no sera la ultima. Los muertos no se ahogan es la primera incursion en el genero del thriller y la novela policiaca de Alberto Meneses, escritor con mas de una decena de libros publicados y miles de ejemplares vendidos.

  • La violeta de Garden House (Seleccion RNR), Nunila de Mendoza de Nunila De Mendoza

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  • Universidad para asesinos de Petros Markaris

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    Despues de unas entretenidas y merecidas vacaciones en el Epido, la region del norte de Grecia, de donde el matrimonio Jaritos es originario, el comisario regresa a la rutina para encontrarse con una sorpresa: el director Guikas se jubila. La plaza quedara de momento vacante, y el ya ex director propone al ministro que sea Kostas quien ocupe el cargo de manera interina, con la secreta esperanza de que este sepa jugar sus cartas y acabe siendo el el elegido. En estas, un ministro, antiguo profesor universitario de Derecho, es hallado muerto en su piso; al parecer, ha ingerido una tarta envenenada entregada por un desconocido. El ministro tenia muchas virtudes, pero tambien algun defecto, entre otros su pasion por los dulces. Y las investigaciones parecen conducir al mundo universitario, mas que al politico. Kostas Jaritos tendra que resolver este caso si quiere convertirse en <>.

  • La bailarina de Auschwitz de Edith Eger

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    Eger tenia dieciseis anos cuando los nazis invadieron su pueblo de Hungria y se la llevaron con el resto de su familia a Auschwitz. Al pisar el campo, sus padres fueron enviados a la camara de gas y ella permanecio junto a su hermana, pendiente de una muerte segura. Pero bailar El Danubio azul para Mengele salvo su vida, y a partir de entonces empezo una nueva lucha por la supervivencia. Primero en los campos de exterminio, luego en la Checoslovaquia tomada por los comunistas y, finalmente, en Estados Unidos, donde acabaria convirtiendose en discipula de Viktor Frankl. Fue en ese momento, tras decadas ocultando su pasado, cuando se dio cuenta de la necesidad de curar sus heridas, de hablar del horror que habia vivido y de perdonar como camino a la sanacion.
    Su mensaje es claro: tenemos la capacidad de escapar de las prisiones que construimos en nuestras mentes y podemos elegir ser libres, sean cuales sean las circunstancias de nuestra vida.

  • La ultima carta de Mercedes Guerrero

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    Mitad thriller mitad novela romantica, esta es la historia de la transformacion de una mujer enfrentada a si misma y a su cruda realidad.

  • Enganar a la muerte de Maryse Riviere

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    No hay suficiente agua para ahogar a un hombre, ni madera para una horca, ni tierra para enterrarlo. Oculto en la dura Irlanda, un librero de Montmartre intenta escapar a su destino. En realidad, se trata de un asesino en serie perseguido por las policias francesa --que le habia dado por muerto-- e irlandesa, que se escabulle como los espectros en el fondo de los pantanos, se fusiona con la niebla, languidece en los bares. Sombras y luces de leyendas celtas, misterios del alma irlandesa, el corazon de la accion policial…

  • No me quieres, no te quiero de Victoria Vilchez

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    Tessa sabe muy bien que el primer amor nunca se olvida, entre otras cosas, porque el destino parece empenado en cruzar su camino una y otra vez con el de Alex, el chico que le robo el corazon cuando tenia tan solo dieciseis anos. Su relacion acabo mal, o mas bien nunca termino, y ahora han vuelto a encontrarse. Cinco anos despues, Tessa no esta dispuesta a dejarse arrastrar por la tormenta de sentimientos que le provoca ese hombre repleto de tatuajes y con una sonrisa capaz de despojarla incluso de su voluntad. Pero una cosa es lo que ella quiera y otra muy distinta lo que su corazon no deja de susurrarle.
    ?Podran superar en esta ocasion el dano que se hicieron y todo lo que les sucedio en el pasado? ?O estan condenados a encontrarse y perderse una vez mas?
    Traicion, dolor, culpabilidad y una pasion que los empujara hacia el abismo y pondra a prueba su amor.

  • Al lado de Blake Pierce

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    La pasante del Equipo de Respuestas de Evidencia del FBI Chloe Fine, de 27 anos, se ve obligada a enfrentarse a su propio pasado oscuro cuando su hermana gemela perturbada necesita su ayuda… y cuando un cuerpo aparece muerto en su pequeno pueblo suburbano.

  • Beso feroz de Roberto Saviano

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    Con esta novela basada en la muy cruenta realidad napolitana, Roberto Saviano continua explorando las entranas de la Camorra. En Beso feroz retoma a los adolescentes mafiosos de La banda de los ninos alli donde los dejo. Si ese libro se cerraba con una madre clamando venganza por la muerte de su hijo, este arranca con el intento de llevar a cabo esa venganza de la forma mas terrible posible: asesinando a un bebe en la sala de recien nacidos de un hospital.

  • Estremeces mi mundo de Mia Ford

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    Eran perfectos el uno para el otro hasta que el empezo a ser una famosa estrella de rock y una infidelidad los separo.

  • Las noches de Gael de Sandra Bree

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    Una historia de amor y aventura ambientada en la fascinante epoca de la regencia.

  • Un duque para mi de Olga Salar

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    Marcus Middlethorpe, duque de Rothgar, esta decidido a evitar a las matronas que suenan con casarlo con sus aburridas hijas. Con ese fin, ha trazado un plan que esta seguro de que no puede fallar. Con lo que no ha contado es con el caracter de la dama que necesita como complice para que dicho plan tenga exito.

  • ?Amor o amo? de Cristina Gl

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    Erika, una joven de Menorca, sufrira una lucha interna entre su corazon y sus pensamientos, enamorada perdidamente del amor de su vida cuando era adolescente. Suerte o no suerte para ella, el amor por el perdurara. Liam es un joven australiano al que le gusta tenerla comiendo de la palma de su mano, ella ha hecho muchas cosas por el, pero este, tiene otros planes. Harta de que jueguen con ella, conocera a Alessandro, un italiano que le hara perder la nocion del tiempo y rompera cada uno de sus esquemas, volviendola completamente insaciable.

  • La proteccion que necesitabas (Edentown 2) de Annabeth Berkley

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    Lacey Brown se desperto satisfecha. Se desperezo en la cama sin decidirse a salir de ella. No tenia ninguna prisa ni aliciente para levantarse, pero tampoco tenia nada que leer y le costaba estar sin hacer nada. La luz del dia entraba por la ventana y le permitia apreciar el limpio y funcional dormitorio. Realmente no necesitaba mas. Sonrio al sentirse tan afortunada. El pequeno piso que habia alquilado sobre la inmobiliaria cumplia con creces sus minimas necesidades. Era pequeno, economico y amueblado, y estaba situado en una de las calles principales del pueblo, por lo que siempre habia alguien paseando por alli. Ademas, los arboles de las aceras estaban salpicados de pequenas luces que aumentaban su encanto y la luminosidad de la calle por las noches, que era algo que agradecia. Decidio que exploraria el pueblo donde habia decidido afincarse. Edentown. Parecia un lugar agradable. No seria facil que Mathew la encontrara alli. Se habia ido con lo justo, sin apenas equipaje, en mitad de la noche. Habia pasado cinco dias viajando en diferentes trenes y autobuses, dando vueltas, sin rumbo, con la intencion de que si alguien quisiera seguirle la pista no pudiera hacerlo. Ella misma se habia sentido perdida varias veces hasta que habia llegado a ese pueblecito donde habia decidido quedarse. Estaba dispuesta a empezar de nuevo. Era una superviviente. Siempre lo habia sido... aunque a veces habia perdido las fuerzas o las ganas de seguir adelante, ahora las habia recuperado con mas energia que nunca. Se levanto decidida, apago la luz con la que se habia acostumbrado a dormir, y se ducho rapida, dispuesta a disfrutar de un nuevo dia. Salio a caminar con los leggins negros, una camiseta blanca y la sudadera deportiva. Apenas llevaba tres dias en Edentown y no habia podido reponer su vestuario. Mathew se llevaria las manos a la cabeza si la viera vestir asi. A ella tambien le habia encantado, al principio de su matrimonio, la obligacion de vestir << bien>>, con ropas de calidad y de marca, con tacones, vestidos y joyas, pero habia acabado sintiendose una esclava de ello. En esos tres dias, habia encontrado trabajo en una de las peluquerias del pueblo y habia podido mostrar su talento en la boda de los duenos del bonito hotel con vistas al lago. Afortunadamente, habia podido apoyarse en la formacion en Peluqueria y estetica, que realizo mientras aun vivia con su padre y de lo que nunca habia ejercido. Con su precaria condicion economica no habia podia aspirar a nada mas, pero realmente era algo que le habia gustado. Durante sus anos de matrimonio, ademas de practicar con ella tanto en peluqueria como en maquillaje, habia prestado especial atencion a los rostros de las mujeres con las que se codeaban y para ella era muy sencillo armonizar de manera natural los rasgos morfologicos de cada persona con lo que mas le podia favorecer. Se sentia satisfecha y orgullosa de ella misma, por primera vez en mucho tiempo. No podia pedir mas. Despues de pasear por los alrededores de aquel lago de aguas cristalinas, empezo a caminar hacia el bosque. Le gustaba la calma y la serenidad que se respiraba en el ambiente. Todo parecia muy idilico, sacado de una novela o de una de esas peliculas romanticas que tanto le gustaban. El sol a esa primera hora de la manana calentaba lo justo para no pasar calor. Nunca habia apreciado tanto el olor de los arboles, el color de las hojas, el canto de los pajaros, la tranquilidad… Sintio que habia llegado a casa... Oyo un aullido sofocado. Se extrano, pero siguio paseando distraida. Volvio a escucharlo y la curiosidad fue mayor. Siguio la direccion del sonido y llego hasta el rio. Era un paraje realmente bello con la naturaleza en su maximo esplendor. En mitad del rio descubrio a un perro agarrandose a un tronco atascado entre dos grandes piedras y que, afortunadamente le evitaban seguir sin control la corriente del agua. Se sobresalto como no esperaba. Bajo hasta la orilla y empezo a idear la manera de llegar hasta alli. Las lagrimas empezaron a resbalar por sus mejillas del miedo que sentia. Sabia de la desesperacion que podia sentir ese animal, solo, asustado, sabiendo que no podia salir de alli. Miro a su alrededor, no podia ayudarla nadie. Se quito la sudadera y las deportivas mientras le decia palabras carinosas al indefenso animal. Como no sabia nadar, rezo para que el rio no fuera muy profundo. No tenia claro que iba a hacer. Esperaba que el animal se acercara a ella. Se metio en el agua llamandolo, distrayendo su atencion de la corriente contra la que luchaba. Se estaba clavando las piedras en los pies. El agua estaba fria haciendola estremecerse, mientras con sus palabras de carino trataba de calmar al animal... y a ella misma. Llego un momento en el que sintio que no podia avanzar mas sin perder el fondo, pero aun estaba lejos del perro. Sin pensar, empezo a pedir ayuda a gritos mientras a la vez le decia palabras bonitas al perro. Las lagrimas seguian resbalando por sus mejillas. Intento avanzar, pero al perder el fondo metio la cabeza bajo el agua. Oscuros y amargos momentos llegaron a su mente. Sin poder salir, sin poder respirar, braceaba, intentaba revolverse, le faltaba el aire... Saco la cabeza del agua… Mathew no estaba alli, solo estaba el perro, pidiendo ayuda. Dio un paso atras volviendo a tocar fondo mientras su respiracion se regulaba y volvio a gritar pidiendo ayuda. Mike O'Roarke llego corriendo al oir los aullidos desesperados del perro y los gritos aterrados de una mujer. Sus dos perros le acompanaban al mismo ritmo. En un momento evaluo la situacion. Una quinceanera irresponsable que se creia que el rio era la banera de su casa. Serio y enfadado bajo al cauce del rio se quito la camiseta, las deportivas y los vaqueros, dio la orden a los perros de que lo esperaran alli y se lanzo al agua sin pensarlo. --Vuelva a la orilla--le ordeno al pasar a su lado sin mirarla. Lacey asintio y volvio sobre sus pasos con cuidado. Vio a los dos perros, uno marron, otro negro, esperando sentados a que el dueno regresara. Cuando llego a la orilla sintio el frio por todo su cuerpo y se abrazo para entrar en calor mientras se encogia entre los dos animales a observar la escena. Los dos animales se le acercaron dandole el calor que no sentia, y ella inconscientemente paso los brazos por encima de ellos. Mike calmo al animal cuando llego a el, y en cuestion de segundos consiguio que confiara y se dejara llevar hasta donde pudo tocar fondo. Entonces el perro salio corriendo, sacudiendose el agua. Lacey corrio a abrazarlo asustada y emocionada a la vez. Mike salio andando con calma. Se habia sorprendido de ver a la quinceanera abrazando a sus dos perros callejeros y ellos dandoles su apoyo. Parecia asustada, aunque se habia repuesto al ver salir al perro. --La proxima vez que quiera jugar con su perro en el agua, metalo en la banera --le dijo molesto ante su irresponsabilidad mientras se quitaba el exceso de agua de su cuerpo con las manos. Ella se puso tensa al instante y le miro agresiva para enfrentarlo. --No es mi perro. La frase perdio fuerza al mirar los frios ojos azules de aquel hombre. Era muy alto, mas del metro noventa, de hombros anchos y cadera estrecha. Sin poder evitarlo recorrio con la mirada el musculoso cuerpo, bronceado y mojado que exhibia, para volver a mirar el atractivo rostro de cabello oscuro. Parecia que no le importaba estar vestido solo con unos boxers negros. Se sonrojo, aunque claro, con ese cuerpazo no era de extranar, penso. El se sorprendio ante su escrutinio. No era tan nina como habia supuesto. Tan pronto le habia parecido un animalillo dispuesto a atacar como que de repente parecia haber sido consciente de que el era un hombre, y ella una mujer. Una mujer menuda, de rostro bonito y suave, completamente mojada, como el, y tiritando de frio. --?Como que no es suyo? --le pregunto serio mientras los otros dos perros rodeaban a su nuevo amigo dandole la bienvenida. Mike se fijo en los moratones que llevaba en los brazos mientras era mas que consciente que ella le seguia mirando con detenimiento. --No lo es --le dijo ella obligandose a desviar la mirada y alejandose de el yendo a por su sudadera--. Me lo encontre ahi --senalo al rio mientras el perro la seguia. --?Me quiere decir que el perro aparecio de la nada y usted que no sabe nadar se metio a sacarlo?--le dijo mas calmado mientras cogia su ropa del suelo y la sacudia. --No se si de la nada, solo se que estaba alli... Se termino de poner las deportivas. --Si se pone la sudadera se le mojara --le dijo el-- Espere un momento a hacerlo, o quitese la camiseta por lo menos. Ella se sonrojo por la sugerencia. No pensaba quedarse en sujetador delante de un desconocido, pero realmente se le mojaria la sudadera. Asintio en un primer momento, pero al instante se percato de que estaba otra vez obedeciendo ordenes, como siempre habia hecho, y decidio no hacerlo. Se levanto con la sudadera entre las manos. --Gracias... adios. El perro la siguio y ella se detuvo a los dos pasos para mirarlo sin entender. --?Esta segura de que el perro no es suyo? --le pregunto serio abrochandose los pantalones--. El parece no tenerlo claro. --Yo... --el perro se sento a su lado esperando que ella siguiera el paso. Miro al desconocido insegura -- ?Que hago? --Usted sabra --le dijo el-- pero mantengase alejada del rio si no sabe nadar y si va a llevarlo suelto ensenele antes a obedecer sus normas. Ella asintio confundida --?Que normas? El bufo molesto, terminando de atarse las deportivas. --Si no sabe cuidar de un perro no deberia tenerlo --se dirigio hacia ellos --Vamos, chico -- le dijo golpeandose el muslo para que le siguiera--, te vienes a casa. El perro dudo un poco y le siguio mientras Mike emprendia el regreso por donde habia venido. Lacey se quedo mirando como se alejaban. ?Tener un perro? Nunca se lo habia planteado. Volvio sobre sus pasos, hacia su apartamento, tiritando. ?Por que no habia tenido nunca un perro? ?O un gato? Llego helada de frio y se preparo un te rojo mientras se metia en la ducha. Una ducha muy caliente de la que no queria salir. Se envolvio en la toalla. Tenia que comprarse un albornoz, penso. Recorrio con la mirada el diminuto piso en el que recien vivia. Fue consciente de que estaba sola. Sola. Como siempre y como nunca a la vez. Le invadio una sensacion horrible mezcla de dolor y melancolia, pero no queria sentirse asi. Ahora era libre.

  • De Dublin a Nueva York de Maeve Brennan

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    Lo mejor de una autora inmensa, admirada por William Maxwell, Alice Munro, John Updike o Edna O’Brien.

  • Los peligros de fumar en la cama de Mariana Enriquez

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    A mi abuela no le gustaba la lluvia y antes de que cayeran las primeras gotas, cuando el cielo se oscurecia, salia al patio del fondo con botellas y las enterraba hasta la mitad, todo el pico bajo tierra. Yo la seguia y le preguntaba abuela por que no te gusta la lluvia por que no te gusta. Pero ella, nada, evasiva, con la palita en la mano, frunciendo la nariz para oler la humedad en el aire. Si finalmente llovia, fuera garua o tormenta, cerraba puertas y ventanas y subia el volumen del televisor hasta tapar el ruido de las gotas y el viento -- el techo de su casa era de chapa--; y si el aguacero coincidia con su serie favorita, Combate, no habia quien pudiera sacarle una palabra porque estaba perdidamente enamorada de Vic Morrow. Yo adoraba la lluvia porque ablandaba la tierra seca y permitia que se desatara mi mania excavatoria. !Que de pozos! Usaba la misma pala que la abuela, una muy chica, del tamano que usaria un nino para jugar en la playa, pero de metal y madera, no de plastico. La tierra del fondo albergaba pedacitos de botellas de vidrio color verde, con los bordes tan lisos que ya no cortaban; piedras suaves que parecian cantos rodados o pequenas rocas de playa, ?por que estarian en el fondo de mi casa? Alguien debia haberlas sepultado. Una vez encontre una piedra ovalada, del tamano y color de una cucaracha pero sin patas ni antenas. De un lado era lisa, del otro unas muescas formaban los claros rasgos de una cara sonriente. Se la mostre a mi papa, enloquecida porque creia encontrarme ante una reliquia, y me dijo que las marcas formaban un rostro de casualidad. Mi papa nunca se entusiasmaba. Tambien encontre dados negros, con los puntos blancos ya casi invisibles. Encontre restos de vidrios esmerilados verde manzana y turquesa. Mi abuela se acordo de que habian sido parte de una puerta vieja. Tambien jugaba con lombrices y las cortaba en pedacitos bien chiquitos. No me divertia ver el cuerpo dividido retorciendose un poco para al final seguir adelante. Me parecia que si picaba bien la lombriz, como una cebolla, sin dejar contacto alguno entre los anillos, no iba a poder reconstruirse. Nunca me gustaron los bichos. Encontre los huesos despues de una tormenta que convirtio el cuadrado de tierra del fondo en un charco de barro. Los guarde en el balde que usaba para llevar los tesoros hasta la pileta del patio, donde los lavaba. Se los mostre a papa. Dijo que eran huesos de pollo, o a lo mejor de bifes de lomo, o de alguna mascota muerta que debian haber enterrado hacia mucho. Perros o gatos. Insistia con lo de los pollos porque antes, en el fondo, cuando el era chico, mi abuela tenia un gallinero. Parecia una explicacion posible hasta que mi abuela se entero de los huesitos y empezo a arrancarse los pelos y a gritar <>. Pero el escandalo no duro mucho bajo la mirada de papa: el admitia las <> (asi las llamaba) de la abuela siempre y cuando no se desbordara. Ella le conocia el gesto de desaprobacion y se tranquilizo a la fuerza. Me pidio los huesitos y se los di. Despues me pidio que me fuera a la habitacion a dormir. Yo me enoje un poco porque no entendia la causa de la penitencia. Pero mas tarde, esa misma noche, me llamo y me conto todo. Era la hermana numero diez u once, mi abuela no estaba demasiado segura, en aquel entonces no se les prestaba tanta atencion a los chicos. Se habia muerto a los pocos meses de nacida, entre fiebres y diarrea. Como era angelita, la sentaron sobre una mesa adornada con flores, envuelta en un trapo rosa, apoyada en un almohadon. Le hicieron alitas de carton para que subiera al cielo mas rapido, y no le llenaron la boca de petalos de flores rojas porque a la mama, mi bisabuela, le impresionaba, le parecia sangre. Hubo baile y canto toda la noche, y hasta hubo que echar a un tio borracho y reanimar a mi bisabuela, que se desmayo por el llanto y el calor. Una rezadora india canto trisagios, y lo unico que les cobro fueron unas empanadas. --?Eso fue aca, abuela? --No, en Salavino, en Santiago. !Hacia un calor! --Entonces no son los huesos de la nena, si se murio alla. --Si que son. Yo me los traje cuando vinimos para aca. No la quise dejar porque lloraba todas las noches, pobrecita. Si lloraba con nosotros cerquita, en la casa, !lo que iba a llorar sola, abandonada! Asi que me la traje. Ya era huesitos nomas, la puse en una bolsa y la enterre aca en los fondos. Ni tu abuelo sabia. Ni tu bisabuela, nadie. Es que nomas yo la escuchaba llorar. Tu bisabuelo tambien, pero se hacia el tonto. --?Y aca llora la nena? --Cuando llueve nomas. Despues le pregunte a mi papa si la historia de la nena angelita era cierta, y el dijo que la abuela ya estaba muy grande y desvariaba. Muy convencido no parecia, o a lo mejor le resultaba incomoda la conversacion. Despues la abuela se murio, la casa se vendio, yo me fui a vivir sola sin marido ni hijos, mi papa se quedo con un departamento de Balvanera, y me olvide de la angelita. Hasta que aparecio al lado de la cama, en mi departamento, diez anos despues, llorando, una noche de tormenta. La angelita no parece un fantasma. Ni flota ni esta palida ni lleva vestido blanco. Esta a medio pudrir y no habla. La primera vez que aparecio crei que sonaba y trate de despertarme de la pesadilla; cuando no pude y empece a entender que era real grite y llore y me tape con las sabanas, los ojos cerrados fuerte y las manos tapando los oidos para no escucharla, porque en ese momento no sabia que era muda. Pero cuando sali de ahi abajo, unas cuantas horas despues, la angelita seguia ahi con los restos de una manta vieja puesta sobre los hombros como un poncho. Senalaba con el dedo hacia fuera, hacia la ventana y la calle, y asi me di cuenta de que era de dia. Es raro ver un muerto de dia. Le pregunte que queria pero como respuesta siguio senalando como en una pelicula de terror. Me levante y sali corriendo hacia la cocina, a buscar los guantes que usaba para lavar los platos. La angelita me siguio. Apenas una primera muestra de su personalidad demandante. No me amedrento. Con los guantes puestos la agarre del cogotito y aprete. No es muy coherente intentar ahorcar a un muerto, pero no se puede estar desesperado y ser razonable al mismo tiempo. No le provoque ni una tos, nada mas yo quede con restos de carne en descomposicion entre los dedos enguantados y a ella le quedo la traquea a la vista.

  • Papa se ha ido de caza de Penelope Mortimer

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    En la urbanizacion donde vive Ruth Whiting, las esposas se ajustan a un codigo de vestimenta, dirigen sus casas en la misma linea aburrida y prosaica, crian a sus hijos de la misma forma; todas prefieren el cafe al te, todas conducen coches, juegan al bridge, poseen al menos una pieza de joyeria valiosa y son moderadamente atractivas. Sin embargo, Ruth se esta volviendo loca. O, para decirlo de un modo politicamente correcto, acaba de sufrir <>. Pero la realidad es mucho menos dulce. Ruth se esta volviendo loca porque su vida la esta matando y su locura se ve agravada por la indiferencia de todos los que la rodean. Y entonces ocurre lo inesperado: su hija universitaria se queda embarazada de un companero que es estupido, y Ruth se ve enfrentada a sus peores miedos.

  • ?Como que a que huelen las nube? de Nina Pena Pitarch

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    Me pregunto, si a los tios les dolieran los testiculos una vez al mes tal como a mi me duelen los ovarios, tendrian ese aspecto siempre tan inmaculado y fuerte y esa actitud tan espontanea . Es mi teoria de la patada en los huevos. Una vez al …mes, cada veintiocho dias mas o menos, un pie invisible pero divino, les da una patada a los tios en sus partes, de tal forma que esten un par de dias con dolorcillo de testiculos. Serian ellos los que nos dirian por la noche en la cama “ahora no, que me duelen los testiculos”, serian ellos los que preguntarian si alguien lleva espidifen y se disculparian con la frase de “es que me ha bajado la patada en los huevos”, o se sentirian tristes, super hormonados, hinchados, poco atractivos y nos sorprenderian con un “es que me tiene que bajar la patada y estoy mas depre .
    Me pregunto si existirian las guerras si ellos tuvieran que cambiarse las compresas en las trincheras.

  • Las naranjas de Paris de L. A. Cooper

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    Hay estudios que afirman que para lograr superar una ruptura, una persona tarda aproximadamente tres meses por cada ano de relacion. No importa la intensidad, la cercania o la razon de la separacion, matematicamente hablando, solo hacen falta noventa dias para dejar atras trescientos sesenta y cinco. Por aquel entonces ya se habian cumplido los seis meses reglamentarios que Luis supuestamente necesitaba para superar el final de la relacion de dos anos con su exnovia. Lo habia intentado todo para dejar de pensar en ella. Salir de fiesta, viajar, encerrarse en casa, leer…, pero nada habia funcionado lo suficiente. Solo el tiempo lo estaba ayudando. El tiempo que aquel estudio decia, era eso lo unico que le ayudaba a seguir adelante y no venirse abajo. Eran las ocho de la manana de un martes siete de octubre cuando se desperto de aquel horrible sueno. Caminaba hasta el altar de la mano de su exnovia, feliz, extasiado, ilusionado por estar a punto de comenzar una nueva vida al lado del amor de su vida. Todo era perfecto hasta el momento en el que ella tenia que responder <>; era entonces cuando la joven se transformaba en una especie de serpiente gigante causando el panico de todos los presentes. El, de piedra pero aun enamorado, se quedaba viendola fijamente a los ojos, en silencio, detallando cada centimetro de la mirada de aquel espantoso bicho. <> le preguntaba despues de unos segundos. Y entonces, cuando estaba a punto de recibir una respuesta, se levanto. Su cuerpo estaba tan sudado que cualquiera que lo viese en ese momento pensaria que se habia acabado de dar una ducha. Su corazon latia como el trote de una manada de bisontes en un arido desierto. Y su cabeza, aun confundida, habia empezado un largo proceso de maquinacion con el fin de encontrar un significado a tan terrible pesadilla. Penso que darse un bano le ayudaria a despejarse, asi que fue lo primero que hizo despues de retorcerse en un crujiente e intenso estiramiento. Trabajaba con su padre por las mananas; aquel martes tenia que organizar un archivador con cientos de documentos. No era algo que realmente le gustase hacer, pero <>. Asi, mientras movia papeles y carpetas de un lado a otro, recordo que aquella tarde quedaria con Lindsay, una amiga americana que habia conocido casi tres anos atras en una fiesta de estudiantes internacionales que se celebraba en una de las discotecas mas importantes de la capital espanola. El contacto entre ambos habia sido practicamente nulo desde entonces. Ella habia vuelto a Estados Unidos y luego habia pasado un tiempo viviendo en Mallorca. El habia estado totalmente centrado en la relacion con su exnovia. Estaba nervioso. Por alguna razon sentia que dicho encuentro marcaria un antes y un despues para el. Acababa de leer El Alquimista de Paulo Coelho y tenia muy presente el tema del destino y de las oportunidades que no se pueden desaprovechar. Paso el resto de la manana y parte de la tarde ordenando papeles. Se tomo un segundo para revisar la hora en su reloj y fue cuando se dio cuenta de que habia estado demasiado concentrado en los archivos. Eran las cinco de la tarde y habia quedado con su amiga a las seis y media; tomando en cuenta que vivia en las afuertas de Madrid y que habian quedado en el centro, no le quedaba mucho tiempo para salir. Se vistio tan rapido como pudo. Una camisa, una chaqueta ligera que lo abrigase de los quince grados de temperatura que marcaba el termometro de su telefono y unos vaqueros comodos. Finalmente se perfumo con una colonia que encontro en el cuarto de su hermano, salio de casa y se subio al autobus rumbo a Moncloa, un distrito cercano a Ciudad Universitaria donde habia quedado con Lindsay. Durante el trayecto, pensaba en lo curioso que era quedar con una americana tan lejos de aquel pais. Luis era venezolano, por lo que la peculiaridad de la cita era aun mayor. Siempre habia sentido una predileccion especial por todo lo que tuviera que ver con Estados Unidos, y llevaba anos queriendo tener algun amigo americano, ahora tenia la oportunidad de hacerlo y, tratandose de una chica, todo era el doble de bueno. Llego al punto de encuentro primero que ella, asi que se quedo esperando recostado de una pared cercana a la salida de la estacion de metro de Moncloa. Hacia un dia precioso. Ni rastro de nubes en el cielo ni molestas rachas de viento. Empezaba a atardecer y Luis se quedo viendo el cielo mientras la voz de Lenny Kravitz viajaba por los cables de los auriculares hasta sus oidos. Lindsay llego unos minutos despues. Vestia una chaqueta ligera de color azul oscuro y unos vaqueros; su cabello lo llevaba recogido en un mono. No habia cambiado mucho desde la ultima vez que Luis la habia visto. El la saludo con dos besos y mientras se ponian al dia, empezaron a caminar hasta una cerveceria que habia no muy lejos de ahi. Para Luis, en un principio, aquel encuentro era complicado, no por culpa de Lindsay, quien hacia todo mucho mas sencillo, sino por su propia culpa. Era la primera vez que quedaba a solas con una chica desde que lo habia dejado con su ex. Sabiendo lo enamoradizo que era, tenia miedo de empezar a sentir algo por alguien nuevamente. --Entonces ?que has venido a hacer a Madrid este ano? -- pregunto el. --Ahora estoy trabajando como auxiliar de ingles en un colegio. Pero la verdadera razon es que quiero quedarme haciendo un master aqui y para eso necesito mejorar mi espanol. --?No lo hablas perfectamente? -- pregunto el joven confundido. Llevaban ya unos cuantos minutos hablando en espanol y Lindsay no habia cometido error alguno. --No, necesito tener un nivel C1 y a veces cometo errores. Ademas, hacer un master requiere mucho mas nivel que una conversacion normal -- contesto ella. Luis penso que seria un buen gesto ofrecerse para ayudarla a mejorar su espanol, asi que le sugirio quedar tantas veces como le hiciese falta; no habia mejor forma de aprender un idioma que practicarlo. Y, si ademas se podian tomar unas cervezas al mismo tiempo, todo sonaba mucho mejor. La conversacion siguio su curso. De vez en cuando habia algun silencio, que, para sorpresa del joven, no resultaba incomodo. Era como si no hubiera mejor forma de estar en silencio que con Lindsay en frente de el. Aquello le recordo a su epoca universitaria, por aquel entonces logro convencer a Elena, una chica que le gustaba mucho, de quedar una tarde para tomarse algo. Lo que en un principio era para el una oportunidad de empezar a salir con una chica espectacular, se termino convirtiendo en un calvario. Habia tantos momentos de silencio que el joven empezo a desear que todo acabase para irse a casa. --?Sabes que te pareces mucho a la protagonista de Bajo la misma estrella? -- dijo Luis despues de dar un largo trago a su botellin de cerveza. Ella se quedo mirandolo en silencio. Definitivamente era la primera vez que le habian dicho eso. Sin embargo, la chica de la pelicula era guapa, por lo que sonrio al suponer que la comparacion era un piropo. --Nunca me lo habian dicho -- dijo sonrojada. --Creo que va a ser hora de que me vaya, no se cuando sale el ultimo autobus hasta Majadahonda -- dijo Luis apenado. Era raro en el, pero despues de un par de horas seguia teniendo ganas de hablar con ella. Se despidieron poco despues. Ambos parecian igual de interesados en verse nuevamente, asi que decidieron hablar por Whatsapp unos dias despues para acordar el proximo encuentro. Luis caminaba a la estacion de autobuses cuando ocurrio aquello que lo cambiaria todo; la pulsera de oro que le habia regalado su exnovia hacia casi tres anos y que aun llevaba puesta en su muneca izquierda, se solto. El joven se detuvo y sus pulsaciones empezaron a subir deliberadamente. Era la primera vez que aquel brazalete se soltaba de su mano desde que se lo habia puesto. Habia jugado tenis, golf, nadado, levantado pesas…, y nada habia sido suficiente para soltarlo. Y ahora, sin esfuerzo alguno de por medio, se habia desprendido como si de ella dependiese hacerlo. Una complaciente sonrisa atraveso la cara del joven. <> se dijo a si mismo antes de guardar la pulsera en su bolsillo. Luego entro en el autobus, se sento y se quedo con la mirada perdida. <> penso. Capitulo dos Aquel domingo treinta de noviembre Luis se levanto casi a la una de la tarde. Su cabeza latia levemente por haberse bebido unas cuantas cervezas el dia anterior. La ultima vez que habia quedado con Lindsay habia estado a punto de besarla. Ambos habian bebido durante horas y la conversacion habia ido mejorando al mismo ritmo que las botellas llegaban y se iban. Fue casi antes de tener que volver a casa cuando Luis aprovecho para regalarle una rosa; ella acepto encantada, y entonces cuando el creyo que era el momento perfecto para besarla, le dio un ataque de nervios y fue incapaz de dar el paso. Ahora solo pensaba en lo tonto que habia sido. Llevaba mas de una semana sin hablar con ella y seguramente todo se debia a que ella se habia aburrido de el. Tenia toda la razon de hacerlo. <> se dijo a si mismo; El Alquimista siempre tenia razon. Le habia enviado un mensaje el viernes que no habia sido contestado; luego el sabado la habia felicitado por su cumpleanos y ella agradecio el gesto sin decir nada mas. Estaba mas que claro que todo habia acabado. Aquel iba a ser un domingo cualquiera, como todos; aburrido, gris, de peliculas tristes y television mala. Sin embargo, por alguna razon hasta el momento inexplicable para Luis, Lindsay aparecio. <> decia el mensaje que recibio en su movil a eso de las tres de la tarde. No tenia sentido. Ella se habia aburrido de el ?no? Le habia hecho pagar el no aprovechar la oportunidad de besarla. ?Por que aparecer otra vez? <> penso Luis mientras releia el mensaje con incredulidad. <> respondio. Sus manos temblaban ligeramente. Ella acepto minutos despues. Una fuerte mezcla de nervios y alegria invadio el cuerpo del joven. Por un lado se sentia bien, tenia una nueva oportunidad para hacer lo que no habia podido hacer unos dias atras. Sin embargo, eso mismo era lo que lo tenia tan nervioso, el hecho de que esa noche seria <>; tenia que besarla si o si, no hacerlo significaria dejar escapar la ultima oportunidad de dar un paso mas en la relacion. Y Lindsay parecia alguien con quien valia la pena avanzar. Ya casi eran las cinco de la tarde cuando Luis decidio vestirse y arreglarse para la cita. Se puso una camisa de tela de vaquero en conjunto con un pantalon del mismo estilo. Ya era invierno, asi que se abrigo con una chaqueta de nailon color azul marino, y despues de atar sus zapatos Timberland de cuerro marron, se peino y se perfumo frente al espejo de su cuarto de bano. --?Listos? -- se pregunto a si mismo. --Listos -- respondio su alter ego. * El camino en autobus fue totalmente reflexivo. Luis no paraba de intentar pensar y elaborar una tecnica infalible para besar a Lindsay, pero todas tenian fallos. No habia forma de planearlo, iba a tener que improvisar. Era la primera vez que lo haria, por lo que aquello lo ponia aun mas nervioso. Jamas habia tenido dudas de besar o no a una chica, siempre habia ido seguro de si mismo; lo que le pasaba con Lindsay no tenia precedente. Con la cara recostada de la ventana del autobus, penso en lo mucho que habia cambiado su vida en tan solo unos meses. Es increible pensar que dia a dia nuestra vida no cambia en absoluto, pero cuando expandimos la linea de tiempo, nos damos cuenta de cuantas cosas son diferentes en el presente. Aquella tarde Lindsay estaba mas hermosa que nunca, Luis no sabia si era porque llevaba tiempo sin verla o porque subconscientemente le estaba cogiendo carino. Fueron a la misma cerveceria de siempre. Cosmopolitan. Estuvieron un rato hablando de cosas sin importancia y al poco a poco la conversacion fue tomando tintes mas intimos. --?En serio tu primer beso fue casi a los diecisiete? -- pregunto Lindsay. --Si, y tarde casi un ano para el segundo, ambos fueron con chicas que ni siquiera me gustaban -- rio Luis. Todo estaba siguiendo el camino correcto para acabar como Luis queria que acabase, asi que penso que seria mejor continuar la conversacion en El Chapandaz, una especie de taberna que quedaba a unos pasos del Cosmopolitan y que, al ofrecer una luz mas tenue, un ambiente mas acogedor y un volumen de musica mayor, aumentaba las posibilidades de beso en un doscientos por ciento. Una vez sentados en el nuevo bar, reanudaron la conversacion que habian empezado minutos antes. --Te propongo algo -- empezo diciendo Luis que empezaba a sentir ya los efectos de la bebida. --Cada uno formulara una pregunta intima que debera ser respondida por ambos. Asi nos conocemos mejor, ?te parece? -- termino diciendo. Ella se limito a asentir, luego, con una mueca, le dio a entender a Luis que era el quien debia comenzar. --?Con cuantos chicos te has acostado? -- pregunto el. No tenia claro si en realidad queria saberlo, pero era necesario empezar con algo y aquella pregunta era lo unico que le venia a la cabeza en ese momento. Ella se quedo pensando por unos segundos, intentaba recordar la cifra sumando con los dedos de su mano derecha. --Menos de diez -- dijo luego. ?Y tu? --Una. --?En serio? --Si, hace unos tres anos, con mi ex. --?Y despues? Han pasado unos meses desde que lo has dejado con ella… ?No has estado con mas nadie? --No. Algunos besos, puede que un poco mas, pero no ha llegado a mayores -- respondio el. Lindsay asintio. Era curioso que un chico de veintidos anos solo hubiese tenido una experiencia sexual. Ahora le tocaba pregunta a ella. Antes de decir nada, dio un sorbo al inmenso vaso de <> que habian pedido. Era el trago especial de la casa; hecho con ron, ginebra, azucar, canela y escencia de menta.

  • El unico recuerdo de Flora Banks de Emily Barr

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    Todos recordamos nuestro primer beso.
    A Flora Banks es el unico recuerdo que le queda.

  • La forma de la oscuridad de Mirko Zilahy

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  • 4 Horizontal de Anna Casanovas

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    Amanda salio de la revista media hora mas tarde que de costumbre. Sam estaba un poco saturado de trabajo: Gabriel seguia en Barcelona, el y Agata habian hecho las paces y no regresarian a Londres hasta la siguiente semana. Se alegraba mucho por ellos; Gabriel se merecia ser feliz y la espanola, ademas de conquistar a uno de sus mejores amigos, era una chica fantastica a la que tambien echaba de menos. Se dirigio hacia el metro y bajo las escaleras silbando. La semana habia empezado bien e iban recuperando la normalidad poco a poco. Los ultimos meses habian sido una locura y Amanda, como secretaria de Sam, el director de la revista, habia ido de craneo e incluso habia llegado a temer que The Whiteboard cerrara para siempre. La publicacion habia vivido momentos muy criticos cuando articulos aun por publicar habian aparecido impresos en la competencia. Afortunadamente, Sam y Gabriel supieron reaccionar a tiempo y pocos dias atras habian atrapado al ladron. Por fin habia vuelto la calma, aunque debido a la ausencia de su mano derecha y redactor estrella, Gabriel, Sam seguia muy liado y hoy la habia retenido alli mas de lo habitual, pero no le importaba, tampoco tenia a nadie esperandola en casa. La puerta del vagon se detuvo justo delante de ella y Amanda entro y se sento en el extremo de uno de los bancos, pegada a la salida. Se coloco el bolso encima del regazo y saco el periodico; ahora empezaba uno de los mejores momentos del dia: el crucigrama. Le encantaba resolver crucigramas; se habia aficionado a ello de pequena, cuando su padre la retaba a que los terminara antes que el y, si lo lograba, le daba una piruleta. Por aquel entonces una piruleta, de esas rojas color sangre, era el mayor de los tesoros, sobre todo teniendo en cuenta que su madre era dentista y le tenia prohibido comer caramelos. El trayecto hasta su pequeno apartamento duraba media hora, ocho paradas encerrada en un metro abarrotado, pero asi tenia tiempo para resolver el crucigrama entero y, para seguir con la tradicion, comprarse una piruleta en el quiosco que habia al salir. El altavoz anuncio su estacion y a Amanda aun le faltaban un par de palabras. Bueno, aquel dia no lo habia logrado. Guardo el boligrafo y se puso de pie. Las puertas se abrieron. -Madagascar. Al escuchar la voz, Amanda se giro y vio a un chico mirandola. -?Perdon? El metro empezo a pitar para anunciar su salida. -Once vertical -dijo el con una sonrisa-. Madagascar. (c) 2008 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 1 4 HORIZONTAL: ROMA AL REVES Anna Casanovas Las puertas se cerraron a la vez que el le guinaba el ojo. Atonita, Amanda miro su periodico. <<11 vertical: Nacion insular situada en el Oceano Indico, frente la costa sudeste del continente africano, a la altura de Mozambique.>> -Madagascar -pronuncio en voz alta para si misma, mientras recuperaba el boligrafo alli mismo para escribirlo. Ahora solo le faltaba una palabra. Desvio la mirada para releer la otra definicion y, ahora si, dio con la respuesta. Habia acabado el crucigrama. Camino contenta hacia el quiosco y sin cuestionarselo demasiado, compro no una sino dos piruletas: una para ella y otra para su misterioso, y demasiado atractivo para ser real, ayudante. A pesar de que estaba convencida de que era imposible que volviera a verlo, Amanda se guardo el caramelo en un bolsillo del bolso, por si acaso. Entro en su casa, se quito los zapatos (usar tacones era uno de sus pocos vicios) y fue a la cocina para ver que podia prepararse para cenar. Las opciones se reducian a dos: leche con galletas o lasana congelada. Opto por la lasana, e incluso se premio con una copa de vino. Estaba contenta: el hermano listo de Brad Pitt -habia decidido llamar asi al chico del metro, pues tenia unos rasgos similares a los del actor pero con gafas y el pelo mas desalinado- le habia guinado el ojo. A ella. A Amanda Sole, castana, de metro y medio y con una figura con demasiadas curvas para los canones actuales. De pequena le habia preocupado, ahora ya no; habia pasado de <> a <>. No se enganaba a si misma, no era Monica Belluci ni Sophia Loren, pero habia aprendido a vestirse y sabia sacarse partido... aunque a veces tenia ganas de gritarles a ese monton de sacos de huesos que poblaban la capital britanica que se fueran al infierno. <> Y ella pecaba… Pero bueno, ahora, con veintiseis anos, y despues de varias dietas fallidas y sesiones maratonianas en el gimnasio, habia aprendido a quererse a si misma y era feliz. Al dia siguiente Amanda podria haber salido puntual pero prefirio mandar un par de e-mails mas y asi coger el metro a la misma hora que el dia anterior. Mientras bajaba las escaleras trato de convencerse de que no lo hacia para ver a ese chico, sabia que era imposible, pero no sirvio de nada y cuando no lo vio en la estacion perdio el buen humor. Se sento en un banco y, justo cuando iba a colocar el periodico en su regazo, el entro y las puertas se cerraron. Llevaba el pelo igual de despeinado que el dia anterior y tras dejar la bolsa en el suelo se coloco bien las gafas. Giro la cabeza a ambos lados, como si buscara a alguien, y cuando sus ojos (c) 2008 2 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 4 HORIZONTAL: ROMA AL REVES Anna Casanovas se toparon con los de ella, sonrio. Amanda giro la cabeza, pues penso que debia de saludar a alguien que estaba tras ella y no queria hacer el ridiculo, pero a su lado solo habia una anciana totalmente ajena a lo que estaba pasando. La habia sonreido a ella, asi que le devolvio la sonrisa. Estaba muy guapo pero se le veia cansado; estaba apoyado contra la barra de hierro que hay para sujetarse y un monton de colegialas impedian que pudiera acercarse a ella. Tenia que dejar de mirarlo, y cuando vio que el echaba la cabeza hacia atras y cerraba los ojos, opto por concentrarse en el crucigrama. Pasaron seis paradas y el vagon, aunque habia cambiado de inquilinos, seguia estando abarrotado. Levanto la vista hacia el lugar que habia ocupado el hermano de Brad y vio que ya no estaba. Iba a suspirar cuando escucho: -Kilimanjaro. Alzo la cabeza y lo vio de pie junto a ella. Habia aprovechado esos minutos para cambiar de sitio. -Doce vertical. -Senalo con un dedo. Amanda miro el crucigrama. <<12 vertical: Volcan situado en el parque nacional homonimo en Tanzania, que con sus 5.895 m es la montana mas alta de Africa. >> -Kilimanjaro. Me encanta la geografia -dijo a modo de explicacion. -Es obvio que a mi no. -Apunto la palabra-. Gracias. -De nada. ?Tenia que decir algo mas? ?Que? A ella no le pasaban esas cosas, ella no era una de esas chicas audaces y picaras que siempre saben que decir. No, ella era solo Amanda. Los altavoces anunciaron su parada y empezo a levantarse. Guardo el periodico y el boligrafo en el bolso y, al hacerlo, toco la piruleta. Lo penso un segundo; no, la verdad es que no lo penso. Decidio arriesgarse. -Es para ti. -Le dio el caramelo-. Por lo de ayer. -Vio que el la miraba atonito-. Por ayudarme a terminar el crucigrama. -Ya iba a retirar la mano cuando el cogio la piruleta. -Gracias. -Se la guardo en el bolsillo. El vagon se detuvo y abrio sus puertas. Tenia un pie ya fuera, cuando el le coloco una mano en el hombro. -Me llamo David. Sono el timbre y ella lo miro a los ojos. -Amanda. Aparto la mano para que no se la pillaran las puertas. (c) 2008 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 3 4 HORIZONTAL: ROMA AL REVES Anna Casanovas -Capadocia. -Le guino el ojo-. Diez vertical. Me debes otra piruleta. - Sonrio, y desaparecio junto con el tren. Amanda miro el periodico. <<10 vertical: Region historica de Anatolia central, en Turquia, que abarca partes de las provincias de Kayseri, Aksaray, Nigde y Nevsehir.>> No pudo evitar sonreir. Habia vuelto a terminar el crucigrama, y al salir compro dos piruletas: una para ella y otra para David. Siempre le habia gustado hacer crucigramas pero si hubiera sabido que hombres como ese compartian tambien esa aficion, se lo habria tomado mas en serio. Amanda se dijo que no estaba nerviosa. Cuando Jack le pregunto por que se habia puesto cuatro cucharadas de azucar en el cafe y no dos como de costumbre, le respondio que necesitaba glucosa. En realidad se habia olvidado de contar. Y cuando Sam le dijo que ese dia podia salir antes, ella fingio tener trabajo pendiente. Amanda nunca tenia trabajo pendiente. A la hora senalada, ni un minuto antes ni uno despues, se dirigio hacia el metro. Subio al vagon, y no vio rastro de David por ninguna parte. Las puertas se cerraron y el metro salio de la estacion sin que el apareciera. Suspiro, ya sabia que esas cosas sacadas de pelicula a ella no le sucedian. Le escocieron un poco los ojos. Vaya tonteria. No iba a llorar por algo asi. Saco el periodico, y lo abrio por la pagina del crucigrama. Ojala tuviera una pastilla de chocolate a mano. Ese dia no se compro ninguna piruleta. A decir verdad, paso junto al quiosco mirando hacia el otro lado, y al llegar a casa se cambio en seguida. Ponerse esa blusa entallada habia sido una soberana tonteria. Ceno pasta y fue a acostarse aun enfadada. Era mejor estar enfadada que dolida. David cruzo la calle como alma que lleva el diablo, salto los escalones de la parada de metro de dos en dos y esquivo a todas las ancianas que se interponian en su camino... pero nada evito que se le escapara el tren. Se quedo de pie viendo como el tunel engullia el ultimo vagon y maldijo por enesima vez al estupido de su jefe por haber organizado una reunion a ultima hora. Habia tratado de salir puntual, pero no, el imbecil de Andrew no callaba, y el no podia dejar de mirar el reloj. Si perdia el tren no veria a Amanda. Amanda. El nombre se le ajustaba como anillo al dedo. Era bonito y sensual, pero a la vez dulce, como un susurro. El lunes, cuando la vio por primera vez, casi se queda sin habla. Se la veia tan concentrada, tan preocupada con ese (c) 2008 4 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 4 HORIZONTAL: ROMA AL REVES Anna Casanovas crucigrama, y tan ajena a lo sensual que estaba mientras mordia ese boligrafo. El, que llevaba casi un ano sin sentir el mas minimo atisbo de deseo, habia dado gracias a Dios por haber llevado la bolsa precisamente ese dia y poder asi ocultar lo excitado que estaba. Eso no era normal. Al menos no para el. Se paso mas de diez minutos pensando en como acercarsele y cuando vio que iba a bajar, supo que tenia que arriesgarse. Ademas, se moria de ganas de decirle que una de las palabras que le faltaban era <>. Al dia siguiente, cuando ella le dio la piruleta, tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para no besarla. Se contuvo por dos motivos: primero, seguro que lo arrestarian, y segundo, ella no querria verlo mas. Y pasara lo que pasara, queria seguir viendola. Despues de ese ano horrible, queria seguir viendo a Amanda. Necesitaba recordar que no todo el mundo era como Eva y Charles. El jueves Amanda salio a la hora habitual, es decir, a la de toda la vida. La noche anterior habia decidido aterrizar en el planeta tierra y olvidarse de David y de todas las peliculas romanticas del mundo. Salio de la revista y se compro una chocolatina como premio por haber tomado una decision tan madura. Llego al metro, subio y... cuarenta minutos mas tarde abria la puerta de su casa furiosa por no haber terminado el crucigrama; ese dia tenia mas toponimos que de costumbre. Leyo un rato y se fue a dormir jurandose que no iba a sonar con guapos desconocidos que guinan los ojos en el metro. David maldijo su suerte y, a juzgar por el modo en que le miro la anciana que tenia al lado, las palabrotas que solto fueron de lo mas explicitas. Amanda no estaba en el vagon. Ni tampoco en la estacion. Mierda. Al llegar a su parada, bajo y, mientras recorria el camino que faltaba hasta su casa, decidio que no iba a resignarse. Ni hablar. ?Que sabia de esa chica? Nada. No, eso no era cierto. Sabia que le gustaban los crucigramas, que tenia la sonrisa mas dulce que habia visto jamas, que le gustaban los caramelos, que tenia los ojos preciosos, que cogia el metro a la misma hora que el y que se bajaba dos estaciones antes. Con eso habia bastante. Si el era capaz de crear el mejor programa del mundo para cualquier banco, bien podia dar con su misteriosa Amanda. Llego a su casa; con el dinero de la venta del piso habia decidido comprarse una pequena y destartalada casa en las afueras. Eva queria vivir en el centro de la ciudad, el no; en realidad lo odiaba. Odiaba las multitudes y los ruidos; le gustaba muchisimo estar alli y poder ir remodelando poco a poco todas las habitaciones. El (c) 2008 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados.

  • Historia de un duelo de Carol Schaefer

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    Narracion reflexiva y de autoayuda que parte del instante en que Sophie, personaje ficticio, da un vuelco a su existencia. Renuncia a una vida aparentemente hecha. Necesita soledad para encontrar la verdad sobre si misma. Se siente incompleta, asi que emprende la busqueda de la hija que murio hace mas de dos decadas.

  • Vuelves en cada cancion, Anna Garcia de Anna Garcia

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    A veces nos olvidamos de que, aunque este nublado y llueva, termina saliendo el sol.

  • El vizconde y la cazafortunas de Lorraine Heath

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  • Coaching de John Whitmore

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    Esta edicion revisada y ampliada de la <> del coaching profesional revolucionara como se aborda tradicionalmente la cultura de las organizaciones. Ejercicios practicos, ejemplos corporativos, dialogos de coaching y un glosario nuevo refuerzan el proceso de aprendizaje, mientras que un capitulo nuevo y crucial explica como medir los beneficios del coaching en terminos de rendimiento de la inversion.

  • Cuando llegue a Monfort de Noah Evans

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    Tras el abandono de su pareja y la muerte de su madre, Lina llega a Monfort en busca de una nueva vida. Animada por Lucia, una antigua amiga, se instala en la casa que comparte con Kitty y Margot. Lo que Lina no sabe es que la mayor sorpresa que le guarda Monfort, vive en la casa de al lado.

  • Julen. Irresistible y prohibido de Jess Gr

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    La cancion Pump It de Black Eyed Peas resuena por los altavoces ahogando el sonido ronco de mi BMW Serie 3. El viento despeina el pelo de la preciosa rubia con tetas enormes que se sienta a mi lado. Solo necesito una mirada de reojo para saber que esta noche va a ser muy agitada. --!Acelera! --grita, posando su mano sobre mi muslo. No pierdo ni un segundo y hundo el pie en el acelerador. Son las cuatro de la madrugada y las calles de Madrid estan casi desiertas, a excepcion de un punado de coches que no me cuesta nada adelantar. Tal vez deberia cerrar la capota superior del coche, pero la rubia ha insistido en que no lo hiciera. La verdad es que tampoco me molesta demasiado. Ya estamos en junio y las temperaturas son agradables. Ademas, aunque estuviesemos a veinte grados bajo cero, yo no sentiria frio alguno, no despues de todo lo que he bebido y tragado esta noche. --Dame otra --ordeno mirando a la rubia de soslayo. No recuerdo como se llama, Amanda, Alicia… Bah, que importa eso. Acabo de conocerla en una disco, y lo unico que puede interesarme es llevarla a mi picadero y follarmela antes de darle puerta--. !Otra, Rubia! --repito. Se quita el cinturon y gira su cuerpo hacia mi. Enseguida mi mirada va a parar a esos dos melones que sobresalen del sujetador que lleva a modo de camiseta. Coloca una pastilla amarilla en su escote y se acerca aun mas a mi. Yo sonrio de manera ladina y aparto la mirada de la carretera un momento, sin dejar de acelerar, para lamer ese trozo de piel y recoger la pastilla. La trago en seco y sigo chupando su escote al notar como su mano se dirige a mi entrepierna. La tengo dura, vaya que si. La rubia aprieta mi polla por encima del pantalon y siseo de placer. Quiero llegar ya al puto picadero o terminare tirandomela en el coche. --!Cuidado! --Su grito me hace alzar la cabeza justo a tiempo para mover el volante y esquivar un coche que circulaba por el sentido contrario. O tal vez era yo el que no iba bien. Da igual, me he apartado a tiempo. Ademas, ahora mismo dudo que sienta algo si me estampo contra otro coche. Mis extremidades estan adormecidas y me cuesta centrar la vista en la carretera. Supongo que la pastilla ya esta haciendo su efecto--. !Julen! --Un nuevo grito me hace dar otro volantazo. --!No grites, cono! --exclamo girandome de nuevo hacia ella. Veo el miedo en su mirada, y solo entiendo el motivo cuando las luces me ciegan y siento el impacto. [?][?][?] El policia lanza una carpeta sobre la mesa metalica y esta aterriza con un estruendo. --!Te estoy hablando! --grita justo frente a mi cara. Cierro los ojos con fuerza y siseo de dolor. Casi no soy capaz de mantener los ojos abiertos. ?Como pretende que mantenga una conversacion? Llevo horas encerrado en esta mierda de sitio. Se supone que mi abogado iba a llegar hace un buen rato, y hasta ahora no ha aparecido. --Lo se, ?podria hacerlo en un tono mas bajo? --!Oye, ninato, no me vengas con chulerias! --Golpea de nuevo la mesa, esta vez con la palma de su mano, y una vez mas siento un pinchazo en las sienes--. Una cria esta ingresada en el hospital con la cabeza abierta como un puto melon, ademas de varias costillas rotas y la cara desfigurada. ?Crees que esto es una broma? --Respiro hondo por la nariz y me acomodo en la silla echando la cabeza hacia atras. Solo quiero dormir unas cuantas horas tranquilo --. !Me cago en la puta! !Abre los ojos, joder! --Tras resoplar, hago lo que me pide, y el agente griton se apresura a abrir la carpeta y desperdigar un punado de fotos sobre la superficie de la mesa--. Mira esto y dime si es una broma. --Intento enfocar la mirada y analizo las imagenes. En una de ellas aparece la rubia con la cara cortada y cubierta de sangre. Otra esta tomada desde mas lejos, y en ella se puede ver como la chica ha atravesado la luna delantera del BMW. Joder, que putada--. Alison Martinez tiene solo dieciocho anos, y has arruinado su vida. --Fue un accidente --me excuso. --?Un accidente? --Me lanza un papel a la cara y no tengo reflejos para esquivarlo--. Conducias a ciento ochenta kilometros por hora hasta arriba de alcohol y MDMA[1] . No ha sido un accidente. Mierda. ?Me van a meter en la carcel? No creo. !Joder! Pestaneo un par de veces y me enderezo en la silla. Tal vez deba prestar atencion. Puede que este lio sea mas grave de lo que creia. --?Puedo beber agua? --pregunto al notar la garganta seca. Otro agente, que ni siquiera era consciente de que estaba con nosotros, se acerca y me tiende un botellin de agua. Tras beber un trago largo, respiro hondo y me centro de nuevo en las fotos--. La rub… Alison, ?esta bien? --Sobrevivira, pero no, no esta bien. Esa nina nunca volvera a ser la misma. --El agente resopla y se sienta en una silla frente a mi --. Ahora que te veo mas espabilado, explica que fue lo que paso. --No lo se --susurro desviando la mirada. --Si que lo sabes. ?De que conoces a la chica? --!De nada, joder! Sali con unos amigos, fuimos a una discoteca en el centro y la vi alli. Nos liamos y ella me pidio que la llevara a otro lugar para echar un polvo. Nada mas. --?No la habias visto antes de esta noche? --Niego con la cabeza--. Muy bien, ?y a donde os dirigiais? --A la Latina. Un amigo tiene un piso alli, y lo usamos para llevar a… Bueno, para… --A modo de picadero, ?no? --Asiento--. ?Donde conseguiste las drogas: en la discoteca, de algun amigo? Me froto la cara con las manos y niego con la cabeza. --No me acuerdo. Quiero hablar con mi abogado. --Esta a punto de llegar, pero antes vas a decirme de donde sacaste el extasis. Frunzo el ceno y clavo mi mirada en la suya. --No voy a decir una mierda sin mi abogado. El agente esta a punto de decir algo mas, pero la puerta se abre de pronto y un par de hombres entran en la pequena sala de interrogatorios. Tras ellos, puedo reconocer el uniforme de mi padre. Genial, ya ha llegado. --Buenos dias, soy el abogado del senor Julen de la Torre -- senala uno de los recien llegados. Mi padre se asoma tras el y me lanza una de sus miradas intimidatorias que tan bien se ignorar--. ?Alguien va a explicarme por que se esta interrogando a mi cliente sin mi presencia? El agente se levanta y se cruza de brazos frente a el. --La ley dice… --?De verdad quiere hablar conmigo de leyes, agente? --le pregunta el abogado--. Traigo una orden para su puesta en libertad de manera inmediata firmada por el juez don Santiago Tordesillas. --No es posible --sisea el agente arrebatandole el papel de las manos a mi abogado. --Ahi lo tiene. Mi cliente ha de ser liberado, no hay motivos para mantenerlo bajo vigilancia. --Conducia bajo los efectos del alcohol y las drogas superando el limite de velocidad. Eso es un delito contra la seguridad vial que conlleva a una pena de seis meses a dos anos de prision. --Eso hablelo usted con el juez, agente. --Una chica esta en el hospital con lesiones graves. --La familia no va a presentar cargos --aclara mi abogado--. Ademas, segun me han informado, encontraron una gran cantidad de pastillas en el bolso de esa chica. Es posible que ella le proporcionara las drogas. Con solo echarle una mirada a mi padre, se con seguridad que el se ha encargado de todo. Apuesto a que le ha ofrecido una buena pasta a la familia de la chica y el juez es amigo suyo. --Esto es… --El agente resopla y niega con la cabeza--. ?Asi funcionan las cosas en este pais? Un nino rico puede hacer lo que le de la gana porque su papa le saca las castanas del fuego cada vez que se mete en lios. --Agente… --El abogado sonrie y se ajusta la corbata con altivez--. Lo que usted piense o crea, no es relevante. Ahora, libere a mi cliente o presentare una denuncia en su contra. [?][?][?] Me despierto con un dolor de cabeza impresionante, aunque al menos ya no me siento tan ido como al acostarme. Ni siquiera se cuantas horas he dormido. Nada mas llegar a casa, me fui a mi habitacion y me lance sobre la cama. Mi padre no dijo ni una sola palabra en el coche, tampoco al llegar. Supongo que ahora me tocara aguantar uno de sus sermones. Joder, no tengo coche. ?Sera que me compra otro si se lo pido? Tal vez deberia esperar a que se le pase un poco el cabreo antes de hacerlo. Tras pegarme una ducha, me visto con un pantalon de chandal, y descalzo bajo a la planta principal de nuestra casa. Aqui he vivido toda mi vida, en el barrio de Salamanca, lugar donde nacimos mi hermano y yo. Al bajar las escaleras no puedo evitar sentir un pinchazo en el centro del pecho. Aun guardo buenos recuerdos de esta casa, cuando se escuchaban risas por las mananas, a mi madre tarareando alguna cancion. Ahora ella ya no esta, y mi hermano Hugo tampoco. Solo quedamos el Almirante y yo. Respiro hondo y sigo bajando las escaleras. Al asomarme al comedor, lo veo sentado en la cabecera de la mesa con un periodico en la mano. Para no variar, lleva puesto su uniforme. A veces pienso que lo usa hasta para dormir, como si vestirse con el le diera mas poder y autoridad del que ya tiene. Es un puto almirante de la Armada Espanola, esta forrado, y entre sus amigos mas allegados hay jueces y politicos. ?Que mas poder necesita? --Buenos dias --susurro sentandome a la mesa. La unica respuesta que recibo por su parte es una mirada por encima del periodico. Enseguida vuelve a centrarse en su lectura y Marisol, la mujer que trabaja en casa desde que era un nino, llega con mi desayuno. Normalmente me saluda de manera muy efusiva, pero hoy parece preocupada o cohibida por algo. Espero que el Almirante no se haya pasado con ella. En cuanto se marcha, ataco mis tostadas y me bebo el zumo de naranja de un solo trago. Estoy dandole el primer sorbo a mi taza de cafe cuando veo a mi padre doblar el periodico y dejarlo en la mesa junto a su plato, cuadra la espalda y me mira con atencion. --Tenemos que hablar --dice en su habitual tono serio. Ya, ahora es cuando me cae la del pulpo. <>. --?Que pasa? --pregunto tras limpiarme la boca con la servilleta de tela. --Creo que ha llegado el momento de poner las cosas claras -- afirma--. Lo que paso ayer no fue ninguna tonteria, y ya estoy cansado de pedir favores para librarte de los problemas en los que te metes. --Almirante… --No me interrumpas --ordena de manera cortante. Estrangulo la servilleta con el puno y aprieto la mandibula con fuerza, aunque hago lo que me dice. He aprendido a mantenerme callado en algunas ocasiones. Cuanto antes suelte todo, antes acabara esta conversacion y podre volver a mi vida normal--. Ya no eres un nino, Julen. Tienes veintiun anos, y hasta ahora te he estado protegiendo de ti mismo, pero eso se acabo. No voy a volver a permitir que esto pase en mi casa. --?Me estas echando? --pregunto alzando una ceja. Me clava su mirada furiosa y, por primera vez en mucho tiempo, temo lo que vaya a salir por su boca. --Es tu decision marcharte o quedarte, pero si decides seguir viviendo en esta casa, vas a acatar mis normas. --?Que normas? --Vas a entrar en la escuela naval de inmediato. --!Y una mierda! --exclamo. --No es una sugerencia, Julen. Estas descontrolado, lo que sucedio ayer es demasiado grave como para dejarlo pasar sin mas. Siempre fuiste un nino rebelde, desde la muerte de tu hermano… --?Puedes dejar a Hugo fuera de nuestras conversaciones al menos por una vez? --siseo aguantandome las ganas de pegar cuatro gritos. Odio que haga eso, que me recuerde que mi hermano esta muerto. !Ya lo se, joder! --He intentado educarte de la mejor forma posible, pero no fui capaz de llevarte por el buen camino, y me temo que ahora ya es demasiado tarde. La unica forma de enderezar tu conducta es entrando en la escuela naval. Alli sabran disciplinarte como yo no pude hacerlo. --No voy a ser militar --escupo. --No tienes otra opcion. Entras en la escuela naval o te vas de mi casa. Ya eres un hombre y tienes que asumir las consecuencias de tus actos.

  • Los pecados del padre de M.j. Fernandez

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    A lo largo de veinticinco anos, en cuatro paises de Europa, un asesino en serie acaba con la vida de parejas jovenes, enganando a la policia para que crean que el muchacho en cada una de ellas es el culpable. Michael Sterling, comisario de Scotland Yard, que conoce su modus operandi y esta obsesionado con detenerlo, emplea todos sus esfuerzos para descubrirlo. La investigacion se lleva a cabo con un equipo policial que involucra dos paises, Inglaterra y Espana, mientras un pecado familiar surge del pasado para exigir su expiacion.
    Una novela intrigante con un final sorprendente.

  • Tenebris de Monica Benitez

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    Eiver --!Zaiguer! --lee nuestro adalid en voz alta y fuerte tras sacar un papel de la urna. Sonrio, Zaiguer es un chico fuerte y muy capaz de defenderse, a su lado, quiza logre sobrevivir un par de dias. --!Y por ultimo...! --grita metiendo la mano en la urna de las chicas. --!Me presento voluntaria! Mi voz suena por encima del silencio y de la inquietud que produce siempre este momento. Todos se giran hacia mi con asombro, lo que aumenta mi ritmo cardiaco al sentirme el centro de todo. --?Que demonios haces? --susurra mi amigo Brano a mi lado--?te has vuelto loca? --Tengo que encontrar a mi padre y a mi hermano--murmuro notando como me late el corazon con fuerza. --?Quien ha hablado? --pregunta el adalid. --Yo, Eiver--contesto hecha un mar de nervios y tambien cagada de miedo. --Acercate--ordena bajando de lo que el llama el pedestal. Aunque no es mas que una enorme roca plana que sobresale de la tierra. Todos los aldeanos se hacen a un lado para abrirme camino hasta el, que me espera con una sonrisa de labios finos y rectos que no se descifrar, mirandome con sus profundos ojos negros y ese pelo grisaceo y brillante que tapa parte de su futura calva. --Pudiste presentarte voluntaria hace meses, ?por que ahora? ?Es que hay algo que nos ocultas? Como era de esperar, se muestra desconfiado, tipico del hombre que nos gobierna. --No, senor--respondo con el corazon encogido--antes no estaba preparada, ahora si. --Ya--se rie con ironia--?A que te dedicas? --Herborista, soy herborista. Me mira con el ceno fruncido mientras un silencio sepulcral nos rodea esperando su respuesta, ahora mismo siento panico, antes esto era voluntario, cada semana dos personas se ofrecian para salir al otro lado de nuestros muros en busca de algun lugar donde trasladar nuestro asentamiento, nuestros recursos de agua se agotan, tres de nuestros cinco pozos ya estan totalmente secos, si no encontramos ese lugar pronto, no solo pasaremos sed, tambien pasaremos hambre. Al principio era asi, gente voluntaria la que se ofrecia, pero tras varias semanas viendo que nadie regresaba, los voluntarios dejaron de aparecer. Despues de una corta reunion entre el adalid y los miembros del consejo, se tomo la decision de incluir los nombres de todas las personas a las que ellos consideran prescindibles en dos urnas, una con los hombres y otra con las mujeres, y cada semana dos nuevas personas son elegidas para lo que todos consideran una mision suicida. --Nos sobran herboristas, lo cual te hace prescindible, ve a descansar, saldreis al amanecer--ordena dando la seleccion por concluida. Brano me coge del brazo con fuerza y me arrastra por todo el campamento hasta llegar a nuestro arbol, ese en el que tantas veces hemos reido y llorado juntos, donde nos hemos consolado el uno al otro. El es mi mejor amigo, mejor dicho, mi unico amigo teniendo en cuenta que aqui la amistad es un lujo que muy pocos se permiten, lo primero es la supervivencia, y si para ello tienes que traicionar a un amigo, se hace. Brano y yo no pensamos asi. --!Estas loca, joder! --grita iracundo--?como se te ocurre? Eres herborista, no sabes cazar, no sabes defenderte, ni siquiera sabes utilizar el cuchillo. No duraras ni una noche ahi fuera. --Me las apanare. --?Te las apanaras? Dime una cosa, ?que haras si algun salvaje de los asentamientos vecinos te ataca? ?O los moradores y los canibales? ?Te defenderas con una planta? -- pregunta mordaz, lo que me deja sin respuesta a la espera de que se calme. Por fin se sienta junto al tronco, encoge las rodillas y se las abraza mientras me observa intentando descifrar lo que pasa por mi mente. --?Por que? --susurra. --Ya lo sabes--contesto sentandome a su lado--tengo que encontrar a mi padre y a mi hermano. Brano suspira derrotado, sabe que nada me hara cambiar de opinion, y aunque lo consiguiera ahora ya es tarde, nadie puede retractarse de una decision asi. --Nadie ha vuelto, Eiver, mas de setenta personas han salido ya ahi fuera y ni uno solo de ellos ha vuelto, sabes que mi padre tambien esta entre ellos, pero tenemos que aceptar que estan muertos. --Me niego a pensar eso, quiza un lugar habitable donde cavar pozos esta mucho mas lejos de lo que pensabamos... --Los primeros partieron hace nueve meses, nadie puede caminar tan lejos sin toparse antes con el bosque oscuro de Tenebris, por no hablar de que antes se habran tropezado con varias comunidades de salvajes, con moradores, canibales... Salir ahi fuera es un suicidio y lo sabes. La piel se me eriza y un nudo de panico aterriza en mi pecho para quedarse, pero siento que es lo que debo hacer. --?Y que mas da? Ya has oido al adalid, soy prescindible, mi nombre esta en esa urna y tarde o temprano hubiese salido, solo he adelantado los acontecimientos. --Eso no lo sabes, quiza entre tanto hubiesen encontrado una solucion. --?Que solucion? --le corto--el agua se acaba, la mitad de los cultivos estan secos, las raciones diarias son cada vez menores, si no nos matan ahi fuera, acabaremos muriendo de sed o matandonos entre nosotros por las ultimas gotas de agua aqui dentro. --Si me hubieses dicho tu mierda de plan te hubiese acompanado. --Lo se, por eso no tenias que saberlo, aqui estas a salvo, Brano, estudias medicina, tu nombre jamas entrara en esa urna--sonrio. --Ya, pero olvidas que el agua se acaba--sonrie tambien. --Alguien encontrara un nuevo asentamiento, estoy segura. Seria muy heroico afirmar que ese alguien sere yo, pero no sera asi, Brano tiene razon, mis posibilidades de sobrevivir ahi fuera son muy pocas, por no decir ninguna. --Toma, llevate esto--dice entregandome su brujula. --Ni hablar, no puedo aceptarla, era de tu abuelo y se lo que significa para ti. --Escuchame, la vas a aceptar--ordena colocandola en mi mano--aqui la mision siempre es la misma, todos los que salen ahi fuera son enviados al este o al oeste para seguir la linea paralela del resto de asentamientos. --?Como sabes eso? --Oi parte de una conversacion entre el adalid y los consejeros, ya sabes como es la zona donde nos encontramos, ?no? --Pues la verdad es que nunca me ha quedado muy claro. --Da igual--dice cogiendo un palo y comenzando a dibujar en el suelo--este es nuestro asentamiento, y esto de aqui, las enormes montanas que ves ahi--senala a nuestras espaldas. Siempre me han producido mucha impresion, por mas que las veo a diario no consigo acostumbrarme a ellas, son enormes paredes verticales de rocas escarpadas que escalan hacia el cielo sin limite. Jamas hemos visto la cima, a partir de cierta altura siempre estan cubiertas por una densa niebla grisacea, son algo infranqueable. Sabemos poco de lo que sucedio durante los seismos, solo que murio mas del noventa por ciento de la poblacion mundial y que el mundo, tal y como era antes, dejo de existir para dejar paso a otro nuevo. Los mapas antiguos no sirven de nada, la orografia cambio completamente, donde antes habia una ciudad, ahora perfectamente puede haber una montana escarpada como la que tenemos aqui, o simplemente estar hundida bajo el mar. Segun los contadores de historias, esta montana no deberia estar aqui, se formo porque dos placas tectonicas chocaron con tanta fuerza que elevaron la tierra, dejando como prueba del impacto la monstruosidad junto a la que vivimos. --Esa montana se extiende a lo largo de toda la zona norte, nuestros exploradores nunca han encontrado el final, tanto en un sentido como el otro. Nuestro asentamiento, como todos los demas, se encuentra al pie de esta montana, por lo tanto--dice trazando una linea por debajo de la montana que ha dibujado--solo hay tres direcciones posibles cuando sales de aqui, este, oeste o hacia el sur. --El sur esta prohibido--susurro mientras un escalofrio me recorre la espalda. --Exacto, en el sur esta el bosque oscuro de Tenebris y ya sabes lo que se dice de el. --Que esta maldito--vuelvo a susurrar. Mi mente vuelve atras en el tiempo para recordar la ultima vez que nos sentamos alrededor de Kolian, el contador de historias de nuestro poblado. Desde que tengo memoria, todas las noches de luna llena nos reunimos todos en la explanada principal, se enciende una gran fogata, y Kolian, uno de los ancianos del poblado y al que todos conocemos como el contador de historias, nos recuerda entre otras muchas cosas, porque no debemos adentrarnos en el bosque oscuro, o Tenebris, como le llamamos nosotros. "Nadie que se haya adentrado en el bosque oscuro mas de cien pasos ha logrado salir, segun cuentan quienes han tenido la astucia necesaria para dar media vuelta a tiempo, en cuanto pones un pie dentro de sus limites, los dias se vuelven como las noches, la densidad de su vegetacion no deja paso a la luz del sol, el frio alli es como el peor de los inviernos. Cuentan que se oyen susurros de las almas perdidas, lamentos de quienes han sufrido las mas agonicas de las muertes..." Respiro profundamente y me centro de nuevo. --Ya sabes que la aguja de la brujula siempre senala el norte--dice mirandome fijamente. --Si. --Bien, porque si alguna vez te encuentras en apuros serios, quiero que utilices la brujula y te dirijas al sur. --?Hacia el bosque oscuro? --pregunto atonita. --Si. --Nadie ha salido de alli con vida, Brano--comento sorprendida de que mi amigo quiera que me dirija hacia una muerte segura. --Eso no lo sabes, ni tu, ni yo, ni nadie--sentencia. --?Que quieres decir? --Desde pequenos siempre nos han contado la misma historia, que nadie ha salido, pero ?y si no es cierto? Puede que no hayan salido porque a lo mejor lo han atravesado, y lo que han encontrado al otro lado ha sido mucho mejor que lo que tenemos aqui y simplemente hayan decidido quedarse. Le observo con una mezcla de miedo e intriga, Brano siempre ha destacado por su inteligencia, pero tambien por ser prudente, y esto ultimo no encaja con lo que me esta aconsejando. --Recuerda que todos los que han tomado la decision de entrar eran proscritos, gente que habia cometido algun delito penado con la muerte, es normal que no saliesen, Eiver, aqui les esperaba una muerte segura, en el bosque tenian una oportunidad. --No sabia que pensabas asi...

  • El amante de Jade (Joyas de la nobleza 5) de Catherine Brook

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  • Plan de fuga de Steve Hamilton

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    PARA SOBREVIVIR, A VECES ESTAS OBLIGADO A MATAR.
    Nick Mason salio de la carcel gracias a Darius Cole, jefe del crimen organizado de Chicago. El alto precio que tuvo que pagar por su libertad fue convertirse en un asesino profesional a las ordenes de Cole. Ahora esta atrapado y debe aceptar una mision que parece imposible: infiltrarse en un programa secreto de proteccion de testigos y matar a los tres hombres que enviaron a Cole a prision.

  • Corrupcion Policial, Don Winslow de Don Winslow

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    DENNY MALONE SOLO QUERIA SER UN BUEN POLICIA.
    Denny Malone es <>, un condecorado sargento del Departamento de Policia de Nueva York y el autentico lider de <>. Malone y sus hombres son los mas listos, los mas duros, los mas rapidos, los mas valientes, los mas malos. y lo mas corruptos.
    Ahora su corrupcion esta a punto de salir a la luz y Malone se vera obligado a transitar por la delgada linea que separa la traicion a todo aquello en lo que cree y su propia supervivencia. Ahora, Denny Malone debera decidir de una vez por todas que significa ser un buen policia.

  • Perdoname… me enamore de Viktoria Yocarri

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  • El arte de la fuga de Vicente Valero

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    En verdad ninguno de los frailes apinados en aquella celdilla fria y oscura consiguio ver que el alma saliera de su boca, solo puntos amarillos de saliva expulsados de la lengua llagada, cuando el estertor se transformo en un suspiro ultimo, negro como el crujido de un alamo en la noche de invierno. Asi pues, pensaron todos entonces, el alma de los santos enamorados tambien era invisible; es decir, que se escurria como cualquier otra entre los labios resecos, casi azules, sin ser vista ni oida, para buscar inmediatamente despues, ansiosa, la frente ungida con los oleos y poder de esta manera tomar impulso hacia lo mas alto, deslizarse por fin hacia una paz definitiva. Hubieran dado todo cuanto poseian --aunque esto es, por supuesto, solo un decir, pues nada poseian aquellos pobres rezadores-- por contemplar el cuerpo moreno y entregado de la Amada, incluso sospechando que aquel deseo pudiera ser impuro, como tantos otros deseos del hombre, si bien las sagradas escrituras nada decian sobre aquel asunto. Pero Juan acababa de morir, se trataba ya de un hecho indiscutible, y en aquella covacha desnuda ni los descalzos de Ubeda ni aquellos otros llegados de Baeza y La Penuela habian conseguido vislumbrar el vuelo ultimo del alma, aunque Dios ya andaba por todas partes en aquella hora nocturna, nadie podia dudarlo, Dios era un olor bendito que emanaba de la carne podrida y de sus vapores todavia calidos, una luz humeda, casi irrespirable. Hacinados e inquietos, aquellos hombres flacos y devotos de la Virgen del Carmen se habian asomado a la boca del moribundo con la esperanza de ver. Alli buscaron, con los ojos bien abiertos, emocionados, unidos en el mirar, un ultimo rescoldo, una sombra palpitante, la mariposa de la fe. El poeta, el santo, el mistico, aquel fraile distraido y un poco loco --?cual de todos ellos era entonces o a cual se le esperaba mas alla de la vida y la muerte?-- se habia consumido entre estertores, despues de haber escuchado una vez mas las preciosas margaritas de Salomon, el canto perfecto del amor perfecto, y sus ojos empezaban a divisar una oscuridad nueva, todas las llagas de su cuerpo ardian como antorchas en la noche --?a que esperaba entonces el Amado?--, mientras los frailes besaban sus manos y sus pies, esperaban la salida fulgurante de la esposa. Dejaremos dicho aqui para empezar que durante aquel largo otono andaluz del ano 1591 hubo sol y hubo tormentas, despues de los ultimos sudores empezaron a caer las hojas de los arboles, llego por fin un dia la nieve a las cimas serranas, el cielo se lleno de nubes grises. Nadie sabe como seran sus ultimos dias, si hara frio o calor, si llovera y los rios inundaran calles y sembrados, si habra sequia y enfermaran los animales, o si la luz del sol, como una mano de madre imperecedera, acariciara una a una todas las palabras de la despedida. Puede que Juan supiera, sin embargo, cuando escogio Ubeda y no quiso ir a Baeza ni a Linares, como le suplicaron los frailes campesinos de La Penuela --aquel lugar silvestre donde comenzaron sus heridas--, que en su morir habria cielos de otono cada vez mas frios y solitarios, como los que su alma deseaba, pero el abrazo tambien de los hermanos descalzos y la fe no menos calida de los vecinos que nada sabian de el, que nunca habian oido hablar de sus canciones, y que su cuerpo imploraba tal vez como el de un nino desamparado. Durante aquellos casi ochenta dias ultimos que paso Juan en el convento ubetense, las noches fueron haciendose cada vez mas largas y oscuras, como el dolor de la carne y la soledad del sacrificio, pero no por ello la dulzura del otono estuvo ausente en aquella celdilla con su plenitud de estacion profunda y generosa. Asi, durante aquellos dias, hubo pajaros tambien en la ciudad, estorninos y petirrojos, grullas de paso, zorzales y codornices. Hubo un repetido runrun de aguas sobre las piedras de las murallas y de las iglesias, que Juan podia oir tendido en su camastro, tal vez con cierto placer, o al menos con el alivio que la lluvia concede siempre a los sedientos, y un viento que soplaba y batia las ramas de chopos y naranjos. Pudo beber el zumo rojo de la granada, morder la carne amarga del membrillo. Y por el estrecho ventanuco es posible que entraran alguna vez tambien el aroma de los limoneros y la rafaga candente del relampago. Que al padre Crisostomo, prior del convento, no le viniera nadie con monsergas de milagros ni de versos, el era un hombre de pulpito y de tratados gruesos. No habia visto nunca a un santo, pero si a muchos extraviados que se decian poetas, incluso a algunos herejes alumbrados que habian merecido el castigo riguroso pero justo de Roma. Lo mejor era hablar poco con el enfermo y, a ser posible, que nadie supiera que estaba alli con ellos. No era este prior, a decir verdad, un hombre envidioso, pero si un fraile asustadizo, cumplidor y obediente, que maldecia la hora en la que a Juan se le habia ocurrido ir a morirse a su convento. Cuando lo vio llegar, aquel anochecer caluroso de septiembre, a lomos de un burro fatigado, ya se temio lo peor. Y lo peor era entonces solamente que aquel hombre a quien su propia orden habia perseguido, encarcelado y ahora tambien desterrado, cuyas cartas habian sembrado las clausuras de palabras dudosas y de sofocos misticos, llegara ahora a Ubeda para repartir rimas y milagros. Se prometio entonces a si mismo, mientras Juan se bajaba con dificultad del pollino, que no se lo permitiria y, sobre todo, que no se dejaria enganar por el, por su habito raido y sucio, por su ya celebre jerigonza de nadas y desiertos, y menos aun por sus jaculatorias contra incendios y tormentas. Que habia venido a buscar exactamente el perseguido, sin embargo, lo sabria el prior muy pronto, cuando Juan cayo desmayado en la puerta del convento, con sus llagas y sus calenturas, porque aquella debilidad tan cierta --con aquel rostro suplicante y famelico, con aquel temblor de piernas-- le dio a entender que el enfermo lo habia elegido precisamente a el para que guiara su alma por el sendero ultimo de la noche y se compadeciera de su cuerpo en los dolores terribles, y con ello tal vez para ser seducido tambien, oh Virgen piadosa, por aquellas metricas italianas del demonio. Para los hermanos aquellas heridas inmensas y aquel morir en la celda mas oscura del convento pronto se transformaron en pura alegria, una gracia especial del Amado, la musica presentida y tantas veces solicitada. Se lloraba por los pasillos y, a hurtadillas del prior, cantaban las canciones de Juan, se abrazaban y se besaban; la felicidad era entonces aquello, un ir y venir entre lagrimas incontenibles, traer las vendas limpias y dar a lavar las sucias, lamer las sucias por el camino, llevarse a la boca el pus, la sangre negra, la saliva del poeta, agradecerle a Dios aquellos liquidos, aquel enfermo unico. Una y otra vez por los pasillos se oian las canciones del alma y el esposo, que tan bien se sabian todos, aprendidas en otros conventos lugubres --tan oscuros y frios como aquella mazmorra toledana donde habian sido compuestas casi quince anos atras--, dichas y repetidas muchas veces, calladas tambien otras muchas, segun soplara el viento de la regla o del prior, favorable u hostil a la musica amatoria y al cantor de Avila, pero siempre luminosas en el corazon secreto de los humildes. Ah, el coro de descalzos, voces olvidadas por el mundo, rezadores de la vieja ciudad de Ubeda: Bartolome de San Basilio, dulce y generoso, antiguo discipulo de Juan; Alonso de la Madre de Dios, inteligente y agradecido, lector de salmos y profecias; Bernardo de la Virgen, hermano lego, de dia y de noche a los pies del moribundo, siempre el perro mas fiel; Diego Pablo de Jesus, modesto y pequeno como un jilguero de la vega, bondadoso; Pedro de San Jose, mundano y alegre como un vino nuevo de aldea. Coro insospechado de servidores, adoradores de llagas putrefactas, moscas benditas. Todo empezo en aquel solitario retiro de La Penuela, lleno de olivos y de vinas, entre ermitanos labradores, adonde Juan habia llegado a principios de agosto, en plena canicula, para cumplir nuevo destierro, sin oficio, solo como un descalzo mas. La brisa de Sierra Morena invadia todas las mananas aquellas celdillas blancas con su olor a tomillo y a encinar humedo, con su musica de currucas tempraneras. Una docena de hermanos barbudos y penitentes regaban las coles en silencio, sembraban el ajo y la cebolla, o recogian la aceituna. Habia en aquel lugar tan puro una alegria de uva andaluza y de amor a la Virgen, unos cielos azules sobre los roquedales altos, una fe felicisima. Por fin el poeta que amaba las soledades y la luz podia tambien gozar de ellas, despues de tantos anos de disputas capitulares y de vicarias nomadas, despues de interminables andaduras. Por fin el fraile que amaba la obediencia podia tambien gozar de ella como un imberbe novicio castellano. Se dijo despues que, en aquellos dias soleados, iba a rezar todas las tardes junto a una vieja fuente de montana, rodeada de laureles y lentiscos, por donde saltaban las liebres, susurraban las tortolas y vigilaban los cernicalos. De rodillas y con las manos unidas en el pecho, como era habitual en el, aspirando siempre a lo mas alto, a veces levitaba, esto tambien se dijo despues. De su boca brotaba entonces la palabra como el agua de la fuente, fresca y natural, transparente y solitaria. Era Juan en La Penuela, a solas con la esposa que llevaba dentro, en coloquio verdadero, con ella y con su Dios enamorado. No habia amargura en su corazon ni recuerdo alguno de sus perseguidores que, sin embargo, no cejaban y aun dilataban sus discursos difamatorios por las extensas comarcas del carmelo. O tal vez si, puede que hubiera cierta amargura todavia, esto lo decimos nosotros ahora, algun resentimiento, pues fue aqui mismo tambien donde escribio que mejor se estaba en compania de piedras y garbanzos que de apostoles locuaces, de criaturas mudas que de hombres envidiosos. Comia entonces pan de habas con hierbas cocidas y era feliz. Ya de noche, dormia sobre unos manojos de romero tejidos y de sarmientos a modo de zarzo y era feliz. Encendia la llama de amor viva, una y otra vez, reescribiendo pasajes inconclusos, penetrando en honduras incandescentes, dejandose iluminar por ella. Hasta que un dia de aquellos de verano llegaron tambien las fiebres, y con ellas el cansancio y el sueno, la mirada vidriosa, aquella sed.

  • Tu asistente ideal de Emma K. Johnson

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    Con su amor sanaran las heridas en sus corazones.

  • El vendedor de silencio de Enrique Serna

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  • Atraccion Inesperada de Teresa Castillo Mendoza

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    La vida de Candace Green parecia tener bastantes problemas hasta que llego su nuevo jefe.

  • El asesinato de Laura Olivo de Jorge Eduardo Benavides

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    XIX Premio Unicaja de Novela Fernando Quinones Colorado Larrazabal es un expolicia peruano negro, de origen vasco, que ha abandonado su Lima natal tras haberse enfrentado a un caso de corrupcion en la epoca de Fujimori. Sobrevive en Madrid, en el barrio de Lavapies, haciendo trabajos ocasionales para el abogado peruano Tejada, tambien expatriado, y mantiene una relacion sentimental semi-clandestina con una joven marroqui, Fatima. Tras resolver el secuestro del padre de Fatima a manos de unos delincuentes de poca monta, su casera le encomienda ocuparse del caso de su sobrina, una joven periodista a la que todos los indicios senalan como unica sospechosa de la muerte de una celebre agente literaria, Laura Olivo, con la que estaba viviendo un torrido romance. Mientras Larrazabal se adentra para su investigacion en el mundo de las agencias literarias y en el lado menos amable del ambiente editorial, el lector se asoma a un entretenido fresco de escritores reconocibles y desencantados, novelas perdidas y ambiciones frustradas. Larrazabal es un buen policia y sufre la perplejidad que le causa un mundo complejo en el que se siente desplazado y donde a veces lo que no vemos esta justo delante de nuestros ojos. Personajes verosimiles, dialogos agiles, ambientes reconocibles, una sutil ironia y una estructura muy bien construida llevan al lector con mano maestra de sorpresa en sorpresa ofreciendole tambien materia para la reflexion. Como en los mejores clasicos del genero.

  • Un amor mas en la ciudad de Daniela Arias

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    Sofia apreto los labios y se dio media vuelta para buscar su telefono en la cartera. Ya sabia lo que Mario iba a decirle. --?Entonces nunca debi haber malinterpretado el hecho de que te quedaras en mi casa casi todos los fines de semana por las ultimos tres meses? !Eso se llama una relacion, Mario! --Mira Sofi, me ha encantado estar contigo pero yo no quiero confundirte mas. Fui claro cuando te conoci aquella primera noche que estuvimos juntos. Yo no quiero romance, solo pasarla bien. --Yo tambien, pero no podemos negar lo que ha pasado aqui. --No, pero creo que tu eliges ponerle subtitulos a mis palabras y a mis acciones, Sofi. Escucha lo que te he dicho y creeme: yo no quiero una relacion ahora. Soy muy joven para formalizar algo. Me encantas, pero yo no estoy entusiasmado como creo que si lo estas tu. --Ok, ok. Yo no quiero nada aqui... Adios Mario. Sofia se le acerco tomandole el cuello y apoyandole los labios en la mejilla, esperanzada en que el proximo viernes por la noche Mario tocaria a su puerta buscando otro fin de semana de diversion. --Adios Sofi, y si me permites decirte algo: yo creo que debajo de la imagen de chica de fiesta que pintas al principio, tu buscas una pareja. Piensalo. Adios. Sofia intento concentrarse en el ruido de los pajaros o en el calor que ese sol invernal le regalaba a su piel, pero tuvo que escuchar lo que este muchacho, cuatro anos mas joven que ella, le decia acerca de sus motivaciones en la vida -- !uff! ?Y este quien se ha creido? ?Un guru? Mientras buscaba un taxi libre, imposible de conseguir esa tarde de domingo, llamo a Catalina para su usual descargo de ruptura amorosa: --!Y de nuevo Cata! Que ya no se lo que les pasa a los hombres, son todos unos cobardes al fin y al cabo. Me ha cortado, !te dije que esto olia mal! --Hola Sofi, Lo siento nena. ?Y como lo has tomado? ?Estas bien? Vente a casa y hablamos, carino. --Si, si. Buscando taxi para ir a tu apartamento. Nos vemos alli. *** Sofia entro, abrazo a Catalina y luego se dirigio a la cocina a buscar su postre favorito. --Este postre ya no se puede llamar "Cata Carrot Cake", se deberia llamar "Le han roto el corazon a Sofia otra vez" --dijo mientras cortaba un largo trozo que seria acompanado con su te de jengibre favorito. --Sirvete todo lo que quieras, lo he preparado ayer y es solo para ti. --Suerte que he hecho los ejercicios de intervalo toda la bendita semana Cata, comere sin culpa. --Pero cuentame, ?que ha pasado? --dijo su amiga mientras le recogia su largo pelo castano para que no se manchara con el pastel. --No te aburrire con detalles, porque esto ya parece guion de novela dramatica de media tarde, pero al final de la conversacion Mario se puso en modo zen y me ha dicho que yo solo aparento buscar fiesta pero que en realidad busco romance. !Pufff! --Sofia se dio media vuelta para mirarla y agrego:-- !Si vuelve el proximo viernes yo sere la maestra zen y debera escucharme! --Parecia muy agradable este tal Mario, lo siento por ti Sofi, ya habra alguien para ti. --Pero Cata, esto es lo que le vine diciendo, que yo no quiero nada, pero tampoco puedo evitar las senales. Todo comienza de fiesta y son ellos los que me indican que quieren mas. Que yo no estoy loca. --Esta bien Sofi, solo manten la mente abierta y reflexiona sobre lo que te ha dicho el y otras personas mas. --?Eres Team Sofia o Team Mario? --Team "ya no le rompen mas el corazon a Sofi" --dijo riendo Cata mientras la abrazaba--. Quedate esta noche en casa, comemos algo rico y abrimos un vino. Manana vas al trabajo directo, carino. --?Y vas a prestarme la falda que heredare el dia que vengas con un crio en el vientre y ya no te entre mas? --dijo Sofia con una sonrisa mientras se tocaba la cola. --Si, ya te he prometido que algun dia esa falda sera mi herencia para ti. !Me haces sentir que soy vieja, Sofia! Las amigas pasaron una noche de risas, vieron una comedia y bailaron algo de musica acorde a una ruptura romantica: la banda sonora de Bridget Jones 2, al borde de la razon. *** Sono el despertador por quinta vez cuando Cata entraba corriendo a la habitacion de invitados para subir las persianas y asi sacar a su amiga de una larga noche de sueno reparador. --Sofi, !es tarde amiga! --le dijo mientras le acariciaba la cabeza para que recobrara la conciencia. --Mmm. !No Mario, no! --No soy Mario, soy Cata !y llegaras tarde a la oficina! --?Que? !Oh no! --dijo Sofia mientras saltaba de la cama hacia el bano. --Ve, ve. Aqui te dejo la falda con algunas remeras para que elijas. ?Llamo a un taxi o iras con el metro? --Metro, metro --balbuceo Sofia con una cantidad excesiva de pasta de diente en la boca. Se vistio pero no pudo recogerse el cabello como hacia siempre. Eligio la remera mas formal y se coloco por debajo de la falda que resaltaba su cintura. Tomo las sandalias bajas que habia traido con ella y corrio a la salida. --Sofi, ?puedes creer que me he quedado sin cafe? !Te lo debo amiga! --Esta bien carino, no te preocupes --le tiro unos besos con la mano y salio en busca del ascensor... Capitulo II Martin y Juana llegaron a la ciudad cansados de cargar valijas y recuerdos. Obligados, despues de un corto funeral, a dejar el pueblo que los habia visto crecer. Su madre se habia dedicado en cuerpo y alma a cuidarlos para que ellos pudieran estudiar. Martin sabia que llegaria el dia en que se fuera de su pequeno pueblo, pero nunca penso que seria en estas circunstancias. El y su hermana solos en la gran ciudad para poder salir adelante. Se sentia muy agradecido por el hecho de que su madre le pagara los cursos online de diseno que ahora deberian rendir sus frutos. Por suerte un tio lejano, Jose, lo contacto con una consultora dedicada al mundo de IT que pudo ayudarlos a conseguir su primer puesto fijo en una empresa dedicada al marketing digital. Cuando bajaron de la camioneta con todas sus posesiones, miraron hacia arriba y se dieron cuenta de que el edificio no tenia fin. Alli arriba simplemente se fundia con el sol. Subieron al piso 17 y abrieron la puerta del apartamento 3. Juana corrio, se apuro a espiar las dos habitaciones disponibles y eligio la que tenia una ventana que dejaba ver algo parecido a una callecita con cafes. A Martin no le importaba, solo queria que se acomodaran las cosas y empezar, de alguna manera, a vivir. Esto era la mudanza para el: empezar a vivir la vida con la que siempre habia fantaseado. Una gran ciudad, cafes, bares, callecitas secretas y un mundo entero por descubrir. --Mi habitacion da a una callecita llena de cafes, hay una bakery justo en la esquina, !ire a ver si tienen cookies y chocolate caliente! --Ok, ve, ?tienes dinero? --Si, si. --Toma un poco mas por las dudas. --Yo no voy a pagar de mas. Martin se arrimo a la ventana y se puso a mirar a la gente que pasaba, apurada, con tazas de alguna bebida caliente que les animara el cuerpo para seguir caminando a pesar del crudo frio invernal. Sentia emocion y al mismo tiempo queria tener la cabeza en frio para poder hacer todo bien. Deberia trabajar, ahorrar, poner a su hermana a estudiar, on line o presencial, los primeros cursos de diseno de indumentaria y luego veria como hacer para juntar el dinero necesario para el instituto de los suenos de Juana, el lugar donde estudiaban los grandes. Y ademas de todo esto, quedaba un poco de espacio para desear un poco de diversion. Aprender a catar cafe, vinos. Ver musica en vivo. Recorrer cada rinconcito de la ciudad. --No encontre en la esquina pero a mitad de cuadra hay una tienda de chocolates que hace su propio chocolate caliente, !huele delicioso! Y encontre cookies con jengibre, las probaremos y si no van ya sabremos que fue un error. Martin rio y le hizo senas para que se sentara en el suelo con el. --Mmmm !muy rico chocolate! --!Si!, a mama le hubiera gustado. --Mama nunca vendria a esta parte del mundo a probar un chocolate caliente --Martin se quedo mirando la taza. --Es verdad... Probar un chocolate que no fuera el de su madre hubiera sido algo cercano a una traicion para Martin mientras vivia en el pueblo, ahora sentia que buscaba un reemplazo para algo que nunca mas sucederia. Su madre jamas volveria a traerle chocolate caliente; a besarle la cabeza y acariciarle el hombro mientras el estudiaba. Martin y Juana ordenaron toda la casa esa misma tarde, porque a Martin no le gustaba el desorden y Juana conocia su mal humor ante el mismo. Esa noche cenaron la pizza favorita de Juana. --!Manana es tu gran dia hermano! ?Tienes nervios? --No lo se. Solo quiero llegar y ver el ambiente. Hay lugares que suelen ser mas pesados, pero he escuchado cosas buenas de esta compania. --Seguro que si, ademas seguro les encantaran tus disenos. --Eso espero. Bueno, limpiemos este desorden y vayamonos a dormir que manana quiero levantarme temprano --Pero recien son las nueve. --!Si! Tardisimo, !y mientras ordenamos la cocina se haran las diez! Manana te despertare a las seis asi puedes ver que cursos online tomaras. --Pero... hermano, !ya casi soy mayor de edad!, ?no crees que puedo elegir mi horario de manana? --Nada de eso Juana, te levantas y empiezas, luego a la tarde cuando vuelva podemos ir a recorrer juntos, pero debemos trabajar duro si queremos quedarnos aqui. Los ahorros no duran toda la vida y siempre es mejor no gastarlos. --!Puff! --Juana se levanto para llevarse los platos a la cocina. Yo lavo, tu ve a descansar. Luego de una ducha, Martin fue a su dormitorio y recordo encender el celular. Tenia mensajes de algunos amigos del pueblo deseandole una vida feliz y un mensaje de voz de Jose, su tio lejano, ofreciendole una bienvenida a la ciudad. Se verian el proximo fin de semana para pasear los tres juntos por algunos puntos de la ciudad. *** Cuando sono la alarma, Martin miraba el techo de la nueva habitacion, con el corazon acelerado y las manos un poco sudadas. Se levanto, se ducho y luego de despertar a su hermana desayunaron juntos. --Te dare la contrasena de mi ordenador y veras desde alli que cursos tomaras --Martin tomo su laptop y la desbloqueo para Juana. --Esta bien, debemos pensar en comprar un ordenador solo para mi. Y tambien necesitare una mesa de corte, tengo espacio en la habitacion asi no la dejamos en la sala. --Si, lo veremos esta semana despues de que elijas curso. --Sabes, es muy triste que mama ya no este aqui, pero estoy contenta de que estemos juntos. Gracias por no dejarme sola en el pueblo. --Jamas te hubiera dejado con la prima Rosita, ella es muy buena pero no es tu familia, yo lo soy. Ademas quiero que estudies duro y seas alguien en la vida. Juana se acerco y lo abrazo. --Me ire, no quiero llegar tarde y no se como me ira con el metro. --!Ten un lindo dia Martin, te quiero! Martin la abrazo con fuerza para que Juana supiera que el tambien la queria... a pesar de que nunca le respondia con palabras. Capitulo III Martin estaba encantado con el hecho de que tan solo habia tardado diecisiete minutos en llegar a la oficina. Aun faltaban algunos minutos para que el reloj marcara las nueve de la manana. Vio una casa de cafe que tenia un pequeno cartel: Tenemos chocolate caliente. "Ya me agrada este lugar", penso. Entro, se coloco en la fila y pidio un chocolate caliente con una cookie. --?Nombre? --dijo el cajero que aparentaba no haber dormido muy bien.

  • En el momento justo de Chris De Witt

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    ?Volvera la protagonista de esta historia a confiar en los hombres?

  • Hannah de Christian Galvez

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    El Diario de Anna Frank
    El Angel de Varsovia
    La Lista de Schindler
    Ahora conoceras al Guardian del Ponte Vecchio

  • Deslumbran (Diamante 1) de Elizabeth Hayley

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    Ella es una necesitada artista, el un galan multimillonario. Siobhan llego a Nueva York con un proposito: quiere convertirse en una artista de exito. Para pagar sus cuentas, mientras tanto, trabaja como anfitriona en The Stone Room, un bar para atractivos millonarios. Ella esta sola y a gusto, hasta que Derick, un multimillonario experto en tecnologia, le roba el aliento.

  • Sin Rostro ni Rastro de Juliana Corrales

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    Doce del mediodia y el calor agobiante caracteristico de Ciudad Bolivar se hace inclemente para los habitantes de aquella pintoresca ciudad, capital del Estado Bolivar ubicado al sureste de Venezuela, localizada en la ribera sur del Rio Orinoco, se puede ver el agite de sus pobladores, presurosos por llegar a sus casas para luego regresar a sus labores. Los semaforos cambian constantemente y ni a si el trafico cesa, se pueden ver tambien los malabaristas que de momentos entretienen a mas de uno de los que en la cola aguardan esperando que el semaforo cambie a luz verde y asi seguir a sus destinos, desde malabares con aros y pelotas hasta cuchillos, piruetas con llamas, los mas osados. Por su parte las paradas de los transportes colectivos estan abarrotadas. Se escuchan los gritos de los vendedores ambulantes y en las aceras mas de un mendigo esperando la caridad de quien amablemente les de algo de comer. Sumergidos en este panorama se encuentran los indigenas provenientes de vecinos estados del oriente venezolano, entre guaraos del Delta, descendiente de los chaimas del Estado Monagas, de igual modo los pemones del mismo Estado Bolivar; llegados de la Gran Sabana, los piaroas de Amazonas y por ultimo los karinas de Anzoategui. Todos ellos caracterizados por aquella inocencia, tranquilidad y habilidades para todo tipo de artesania, migraron con la finalidad de conocer otro estilo de vida, dejaron sus culturas para vivir en el calor de la ciudad, viviendo en plazas, terminales de pasajeros, algun terreno baldio de la ciudad o donde los agarre la noche y mientras no llega esta, se dedican a las ventas callejeras de artesania y flores traidas de sus tierras, es lo que a simple vista se puede visualizar en aquel estado venezolano. Santo tomas de Guayana o Angostura del Orinoco, como era conocida antes de 1846, la actual Ciudad Bolivar, que se caracteriza por ser una ciudad universitaria, muchos de sus pobladores son jovenes estudiantes que migraron de distintas partes del pais desde el occidente hasta el oriente, reconocida por formarse alli profesionales de diversas carreras desde ingenieros hasta profesionales de la salud. En esta ciudad se encuentra una de las escuelas de medicina, mas reconocidas del pais, perteneciente a la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oriente Nucleo Bolivar. Es una nueva semana de clases en la mencionada escuela, los estudiantes regresan luego de un fin de semana, unicos dias que son duenos de su tiempo, por asi decirlo, debido a las exigencias academicas de esa reconocida universidad; por aquel porton azul entrada principal, se ven venir a mas de un estudiante, todos presurosos por entrar a las aulas y laboratorios de las distintas asignaturas, esperando reunirse cada quien con su grupo de amistades para contarse anecdotas del fin de semana y planificar las actividades universitarias. La escuela tiene un pasillo algo oscuro, y al final de este los laboratorios de anatomia, los estudiantes que cursan la materia aguardan en la entrada, una vez vista la teoria para proceder a las practicas. !Permiso por favor! Abrire el laboratorio. Se escucha la voz de Medina, -uno de los obreros encargados de realizar esta tarea, "den un permiso que el senor necesita abrir" continua diciendo unas de las estudiantes. Dando paso todos se hacen a un lado, se empujan y gritan unos con otros! Sudorosos y con deseos de entrar, hasta que por fin el encargado logra abrir el laboratorio, pasan todos de forma desorganizada y se ubican a cada lado de los mesones; cuya caracteristica principal es su hechura en granito, en el centro de los planchones se podia ver un drenaje central para que el formol que destilaban los cadaveres que alli reposaban corriera por el mismo, estos cadaveres se encontraban cubiertos con sabanas blancas, las cuales hacian juegos con las paredes pulcras del laboratorio y con las batas que lucian orgullosamente todos los estudiantes que en el laboratorio se encontraban presentes, tambien se podian visualizar amplios ventanales que en cada practica era obligatorio abrir debido a la carencia de extractores para que los vapores emanados por el formaldehido del que estan impregnados los cadaveres puedan salir, dejando que la brisa desahogue un poco el ambiente. Entusiasmados los estudiantes por aprender de la interesante asignatura que mostraba a detalle cada una de las partes del cuerpo humano de forma macroscopica permanecen atentos. Lo unico que hacia desagradable la estadia en el lugar era la congestion que mas de uno sentia en las mucosas nasales, pero en especial la conjuntiva ocular producida por el asfixiante vapor de aquel quimico irritante, lagrimeaban por lo fuerte que era aquel producto empleado para la preservacion de los cuerpos sin vida. Ocho estudiantes por meson era la distribucion para la practica, pero en mas de uno de ellos se encontraban un numero superior a ocho, debido a la poca capacidad que este laboratorio tenia y la sobrepoblacion. Todo los estudiantes dispuestos a aprender y a acatar las indicaciones que el profesor instructor les suministraba paseandose por todo el laboratorio con su bata blanca puesta dando ejemplo de la disciplina que debian tener, pide que retiren las sabanas blancas que cubrian los cadaveres que posteriormente serian diseccionados por capas empezando por la piel seguido por el plano subcutaneo, muscular y oseo para lograr la apertura de las cavidades toracicas y abdominales, dejando expuestos todos los organos de aquellos cuerpos frios sin vida y donados por el servicio de anatomia patologica, o de medicina forense del hospital de la ciudad. Al fondo del laboratorio un grupo de ocho estudiantes retiran la sabana y se deja ver el cadaver de una joven mujer con rasgos indigenas, con facciones unicas, cabello largo, negro y lacio de labios gruesos piel triguena, quien aun estando en aquel meson conservaba un rostro angelical y en su pelvis resaltaba la presencia del utero en estado de gestacion. Parecia dormir placenteramente, la muerte no logro quitarle su belleza nativa sin igual de las mujeres de su tierra, cada uno de los estudiantes compartia acerca de sus experiencias gustos ajenos a la medicina el cual tenian todos en comun, aquella confianza entre todos crecio tanto a tal punto que llegaron a conocerse tan bien que sin ser iguales en personalidad formaban grupos de amigos y las practicas en los laboratorios se hacian amenas. Todos los lunes el laboratorio era un sitio de encuentros, donde planeaban sus reuniones para estudiar en las residencias de cada uno de ellos o simplemente para salir a bailar, comer helado y asi cualquier actividad que les fuese de agrado. Uno de estos tantos lunes reunidos en las practicas. Juan Camilo un joven estudiante invita a todos los que en ese grupo se encontraban y al cual el pertenecia al cumpleanos de una amiga que vivia en el edificio donde el residia, la reunion tendria lugar el dia viernes por la noche, pero parecia ser que a Mariano y Ana Elisa la idea de asistir no les resultaba atractiva. Mariano no compartia ese tipo de reunion, era de conocimiento por todos que frecuentaba mas los lugares donde hacian presencia bandas de rock, se hablaba de grupos musicales reconocidos en este genero; Mariano era apasionado por la lectura y mas si estaba relacionada a los acontecimientos de la segunda guerra mundial y en especial al personaje Adolfo Hitler, por el hecho de que los bisabuelos del joven, llegaron a Venezuela huyendo de una muerte segura por ser estos judios, resultaba ser sus gustos diferentes a las ciencias medicas; por su lado la joven Ana Elisa dedicaba sus dias a solo estudiar, siempre apatica a la hora de salir a otro sitio distinto a la universidad; un poco acomplejada por unos cuantos kilos de mas, obsesionada por cualquier tipo de dieta de la que le hablaran, pero nunca lograba verse como ella deseaba y era de saber por ella que su desespero por lograr rapido los resultados la hacian decepcionarse de cuanta dieta hiciera, su unico refugio para desligarse un poco de su problema de peso era la carrera universitaria y obtener el mejor promedio.

  • Christmas Sweet Christmas (Christmas’s Tales 2) de Eva P. Valencia

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    En San Francisco era conocida como Bridget Thomas, columnista en la revista Cosmopolitan Magazine, miembro del equipo de Friends of the Earth (una organizacion progresista de defensores del medioambiental para lograr un mundo justo y saludable) y vegana hasta la medula desde que tenia uso de razon, o desde mucho antes de que esa filosofia de vida se convirtiera en una simple moda. A todos los efectos, esa era mi tarjeta de presentacion en la gran ciudad: desde el 1 de enero hasta el 14 de diciembre. ?Curioso, verdad? Deduzco que tras mi planteamiento inicial, mas de uno/a habra echando cuentas y se habra preguntado quien era yo los diecisiete restantes dias... Pues bien, para vuestro interes y cotilleo personal os revelare que esos dias en cuestion era Brid: la adorable primogenita del alcalde de McAdenville, quien regresaba a casa de su progenitor cada invierno para pasar esos dias en familia a McAdenville, un precioso pueblo ubicado a las afueras de Charlotte en Carolina del Norte, cuyo principal reclamo turistico en Navidad desde 1956 era el de cambiar su habitual nombre por el de Christmas Town USA, ademas de ornamentar con mas de 450.000 luces de colores a los arboles de los alrededores, a los puentes, a las viviendas, a las bibliotecas y a las escuelas del lugar. Y si no fuera porque me causaba urticaria tanto derroche energetico, debia reconocer que se trataba de un autentico deleite para los sentidos. Era precioso, sin igual y sobre todo, magico. !Pero no! Bridget Thomas, jamas aprobara semejante agravio, ademas siempre estara a la vanguardia y en contra de cualquier acto que suponga un perjuicio al planeta. !A nuestro unico, fascinante e irreemplazable planeta! Es por ello que, cuando se avecinan dichas fechas, suelo buscar mil escusas para evitar regresar a McAdenville. Mentirijillas piadosas del tipo de: mentir sobre mi asistencia como dama de honor a la boda (imaginaria) de mi mejor amiga Charlotte. O mentir sobre estar en plena grabacion de un reality show en una isla desierta junto a famoseo casposillo. O mentir sobre el avistamiento de Ovnis cerca de Ashburt, el barrio en el que resido. A esto ultimo he de anadir que, para dar mas autenticidad a mi historia, realice un par de fotomontajes con la ayuda del Photoshop con imagenes extraidas de las peliculas de Skyline y E.T. el extraterrestre. O incluso recuerdo la ocasion en la que permaneci en bolas y como me trajo Dios al mundo, durante horas y a la intemperie, en el balcon de mi apartamento para asi pillar una buena galipandria y evitar ir. !Oh, que recuerdos aquellos! (Sonrei picarona). Sin embargo, pese a mi perseverancia, nada de eso funciono pues, como dice el refranero, mas sabe el diablo por viejo que por diablo, Kenneth Thomas, o sease: mi padre, quien se las sabia todas de calle, jamas dio credibilidad a ninguno de mis cuentos chinos. Y en honor a la verdad, yo tampoco me los hubiese creido. Asi que, otro ano mas me hallaba en el porche de su casa, a puntito de asir la aldaba de hierro fundido de la puerta, hinchando el pecho y a su vez, conteniendo la respiracion antes incluso de tomar conciencia de la gravedad del asunto. --!Brid, carino! La robusta voz de mi padre me envolvio por la espalda en un santiamen, al mismo tiempo que tambien lo hicieron sus brazos a mi menudo cuerpo. Aclaracion para la pleople: mi padre era un fornido hombre de pueblo cuya indumentaria no habia variado en las ultimas decadas. Llevaba la tipica camisa de cuadros, una bandada de cowboy rodeando su cuello, unos jeans desgastados y esas botas altas con la punta pronunciada. !Unicamente le faltaba el sombrero de vaquero y las chaparreras para parecer a John Wayne protagonizando Rio Bravo! --!Santo Cielo, Brid! ?Acaso no te dan de comer esos estirados snobs de la ciudad? -- Gruno-- !Estas tan delgada que pareces una varita de nardo! Inmediatamente, se separo de mi obligandome a dar una vuelta completa sobre mis talones y asi poder escudrinarme a conciencia de arriba abajo y de abajo arriba. --!No empieces, papa! --le sermonee y puse los brazos en jarras para dar mas enfasis a mi desagrado. --?Que no empiece, Brid? Pero, ?tu te has visto? --apremio con machaconeria. --Claro que me he visto, tengo espejos por todo el apartamento... !Como todo hijo de vecino...! Puse los ojos en blanco ante tal obviedad, supuse que no era mas que una pregunta retorica. --Pues no me lo parece... --refunfuno y yo no pude evitar sonrei al oir como un pitido muy sutil y comico, similar al de un globo al desinflarse o como el de una trompetilla, se le escapo de uno de sus orificios nasales-- !Un buen chuleton entre pecho y espalda! !Eso es lo que necesitas, cojones! Iugh! ?Carne? ?Ternera? ?Matar animales? Fue imaginar a un trozo de carne quedarse encajado entre diente y encia y os juro que... !me entraron ganas de vomitar...! --!Papa! !Dejalo ya, por favor! --me queje para zanjar el tema lo antes posible o estaba predestinada a profanar la inmaculada nieve blanca que habitaba bajo mis pies, con la putrida regurgitacion que acechaba con salir disparada de mi garganta de un momento a otro-- Sabes de sobra que no tolero bien la proteina animal; hace anos que me detectaron esa intolerancia. Fruncio el ceno con desabrido. --!Pamplinas, hija! Se perfectamente como hacer que desaparezcan esas..., !esas manias modernas que alguien te ha metido en la cabeza! Me clavo repetidas veces un dedo sermoneador en la frente. !Uf! !Uf! Y !Uffffff! !Santa paciencia! Mi padre era un ser testarudo por defecto, pero con el paso de los anos se habia vuelto mas tozudo si cabia. !Era tozudo como una mula! Y lo peor de todo no era eso, !no que va! Lo peor de todo era que lo hacia sin darse cuenta, de forma inconsciente. !Vamos! Calcadito a mi vecino del tercero cuarta quien a mi parecer sufria enajenacion mental transitoria en determinadas situaciones (cuando a el le interesa serlo, claro). --Venga, Brid. Acabemos esta conversacion en casa --anclo la llave en la cerradura y abrio la puerta, luego planto su gigante palma en mi espalda y me empujo hacia el interior-- !Fuera hace un frio del carajo! --!Ni que lo digas, dos bajo cero! --prorrumpi tras echar un rapido vistazo a la pequena estacion meteorologica que tenia instalada junto al viejo balancin de madera y que tenia mas anos que Matusalen. --Ademas, !ya empiezo a notar como se me congelan hasta las pelotillas! Al oir la ultima palabra no tuve mas remedio que negar con la cabeza pues mi padre entre otras muchas cosas, tambien era un deslenguado y malhablado, pero debia reconocer que tenia su puntito de gracia. O al menos, a mi siempre me lo habia parecido. Sonrei para mis adentros. --Brid, ?te hace un buen tazon de leche con chocolate? Esta vez me permiti el lujo de mirarle de soslayo justo antes de cerrar la puerta tras de mi. --?Tienes leche de soja? Y en el impase de tiempo en el que el depositaba las llaves en una caja reciclada de fresas a modo de vacia-bolsillos, me miro de hito en hito con la intencion de responder a mi pregunta pero, a ultima instancia, prefirio hacer mutis. Y yo que se lo agradeci en el alma, pues el viaje desde San Francisco habia sido muy largo y no tenia ni ganas ni espiritu para empezar una discusion con el. A fin de cuentas yo, Brid, la hija del alcalde de la preciosa villa de McAdenville, habia venido con la solemne intencion de pasar unas tranquilas y desapercibidas Navidades en familia... junto a el. 2 Bridget Thomas 15 de diciembre de 2014 Lo mejor de estar en fase vacacional es abrir los ojos por la manana y darte cuenta de que no tienes que madrugar, que puedes y que ademas debes levantarte a las tantas sin rendir cuentas a nadie, caminar descalza sobre el suelo laminado de madera de roble para acabar sentada en el alfeizar, degustando con total parsimonia un delicioso y calentito te de hibisco mientras observas a traves de la ventana la calma hecha pueblo. Para que me conozcais un poquito mas os explicare que naci aqui, en McAdenville, lugar en el que permaneci hasta la mayoria de edad. Un ano despues, decidi que necesitaba ver mundo y mundo que vi al dar un cambio radical a mi vida pues me embarque en un acto cargado de bastante ignorancia y una pizca de osadia. Perseguia un sueno: mi sueno, el de ayudar a mejorar el mundo (la palabra salvar siempre me ha resultado demasiado fatua). ?Me preguntais que si lo he logrado? Pues como es obvio, la respuesta es una gran negativa. Peeeero, permitidme alegar algo en mi defensa y en la defensa de mis colegas activistas, que unidos hasta la fecha, hemos ganado varias batallas pese a que aun quede muchiiiiiiiiiiisimo camino por recorrer. Y lo peor de todo es que ese camino no es precisamente llano, ni siquiera tiene un happy ending similar a la pelicula Sonrisas y Lagrimas de Robert Wise, sino que es una encaramada montana colmada de obstaculos al mas puro estilo Wipeout. Alrededor de las once de la manana sali a la calle. Afortunadamente para mi regocijo personal, la sostenibilidad habia llegado en parte a McAdenville, pues tuve ocasion de alquilar un patinete electrico para dar una vuelta completa por el vecindario y comprar un par de bricks de leche de soja, fruta y verduras. Alimentos vitales para mi alma y que brillaban por su ausencia en la colmada despensa de mi padre. En esas estaba cuando de pronto, al pretender doblar la esquina en Elm Street, fui embestida por algo contundente que me lanzo con violencia contra el asfalto. En apenas tres segundos (tiempo en el que trate de incorporarme como pude, enderezarme y recomponer el abrigo), una figura humana se acerco a zancadas a mi encuentro. A primera instancia crei que se aproximaba para averiguar mi estado y en ultima, para ofrecerme su ayuda. Peeeero, !nada mas lejos de la realidad! --!?Se puede saber que cono haces?! --Me espeto el susodicho con bastante chuleria-- !?Suicidarte?! !?Asesinarme?! ?Acaso no sabes identificar una senal de prohibido girar a la derecha? Abri los ojos como platos. --?Perdona? Aprovecho mi aturdimiento momentaneo para quitarse el casco y asi pude comprobar que se trataba de un tipo joven, alto, moreno y con una penetrante mirada azul que no cesaba de lanzarme dardos venenosos por doquier... !en lugar de socorrerme de una maldita vez! Desde luego, la humanidad al completo necesita con perentoriedad regresar a sus origenes mas basicos, pues estaba convencida de que un Australopithecus era infinitamente mas civilizado que el energumeno del siglo XXI que tenia frente de mi. Sacudi la cabeza pues en un visto y no visto imagine al ejemplar ya extinguido agarrando del pelo a una primate mu'mona (entiendase el sarcasmo) y arrastrandola a la cueva mas cercana para obligarla a tener descendencia y asi preservar la manada de salvajes. !Unga, unga, unga...! --?Una senal de prohibido? --mire con rapidez en todas direcciones, moviendo la cabeza aqui y alla, aleteando las pestanas pero nothing-- ?Donde? --Ahi, rubita --carraspeo y luego senalo con retintin-- Aaaa-hiiii... Me dijo la ultima palabra como si estuviera a camara lenta. <>. --Que sepas que has tenido mucha suerte pues acababa de salir del taller y no conducia deprisa. Iba solo con la primera marcha... Desvio la mirada hacia su moto, una del tipo Harley-Davidson. Yo hice lo mismo. --!Acababan de pintar el carenado...! --se quejo exasperado al tiempo que apretaba los labios, como si ese chatarra tuviera alma propia y se la hubiese ultrajado, como si le hubiese ofendido. Volvi a poner los ojos en blanco, esta vez casi se me quedaron encajados tras la nuca. El tipo dio un paso hacia mi y luego otro. --Espero que ese chisme y tu tengais seguro. !Ups! !Tierra tragame...! Trate de engullir un poco de saliva la cual se quedo atascada al principio de la laringe. Luego, cuando pude despegarla de las paredes, me quede en completo silencio al tiempo que aguantaba la respiracion. Uno... Dos... Tres... El tipejo me observaba con una ceja levantada. ?Que le pasaba? ?Acaso nunca habia visto a nadie ponerse violeta? Bajo la ceja despacio y luego tosio en su puno a modo de disimulo. --Primero fue el patin, luego el patin con mangos, mas tarde el patin electrico... --tercio el en tono sarcastico casi rozando lo absurdo--... !Animo, ya pronto inventareis la moto! El susodicho alias hombre de cromanon estallo en carcajadas y yo abri la boca atonita ante su cerril declaracion. !Pedazo insolente! ?Quien se creia que era? ?Charlie Rivel? !No tenia ninguna gracia! Queria matarle... lentamente, necesitaba matarle pero con mis manitas, nada de armas blancas. Esto... ?he mencionado lo de matarle lentamente? Pues eso: queria ma-tar-le len-ta-men-te. --Vamos, rubita, no te ofendas tanto… Que tan solo ha sido una pequena broma, para romper el hielo y eso... --arqueo la ceja de nuevo. !A ver si con tanto movimiento ascendente y descendente se quedaba lisiado de por vida! Cruce los dedos. --Bueno, como mi moto solo ha sufrido un pequeno rasguno y veo que todos tus huesos siguen intactos, pues eso... que me piro, que el menda tiene algo de prisa --finalizo su alegato con un guino y se llevo la mano derecha con los dedos juntos hacia la sien para emular al saludo militar. Y para mas inri, el sujeto sonrio precedido de una suave carcajada. Luego, sin perder mas tiempo del debido, se puso el casco, tenso la correa y encendio el motor de la moto. Segundos despues, desaparecio, no sin antes provocar un derrape con la rueda trasera con modesta seguridad. Y la menda se quedo en medio de la calle Elm Street con el patinete electrico cuyo eje estaba doblado, con mis asentaderas al rojo vivo y mi ego ecologista a la altura del betun (pero: organico). Of course!

  • Savanna, tentadora Obsesion (Bilogia; Los chicos Bradford 2), Mar Fernandez de Mar Fernandez

    https://gigalibros.com/savanna-tentadora-obsesion-bilogia-los-chicos-bradford-2-mar-fernandez.html

  • Belleza fatal de Mona Chollet

    https://gigalibros.com/belleza-fatal.html

    Mona Chollet, referente feminista con mas de 200.000 ejemplares vendidos en Francia, analiza, en este libro, las nuevas formas de alienacion femenina procedentes de la industria de la moda y del culto al cuerpo perfecto.

  • Cuando te vuelva a ver de Andrea Valenzuela Araya

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    Paralizada en el umbral de aquella habitacion, no cesa de observar a quien se halla frente a sus ojos conectada a una infinidad de maquinas, respirando levemente mientras lucha, segundo a segundo, por no perder lo que le queda de vida. Asimismo, no puede creer que esto este sucediendo, menos despues de que ambas estan alli, en el mismo sitio y a la misma hora, como si todo esto fuera una maldita jugarreta del destino. Si, de un incierto, mezquino, demoledor y horrible destino que le oprime el pecho con sus gelidas manos quitandole las pocas fuerzas que le quedan y consiguiendo, ademas, que desvarie y piense que nada de esto esta ocurriendo cuando todo parece ser tan desequilibrado, agobiante y a la vez, demasiado real. Sin entender el por que, da un par de pasos acercandose con muchisimo recelo hacia quien yace recostada en una cama de hospital con leves signos vitales en su cuerpo, notando el ritmo erratico y debil de su corazon que, a todas luces, le brinda una angustiosa sensacion de panico que no logra disimular, al igual que el llanto que la invade y que brota de si con mas y mas desesperanza. --Despierta --le pide con la voz temblorosa mientras que, con suma delicadeza, coge una de sus manos para entrelazarla a una de las suyas--. Despierta --vuelve a repetirle cuando las lagrimas empiezan a nublar su vision--. No es hora de jugar --le reclama, endureciendo su cadencia--. ?Me estas oyendo? Se que lo haces... Oi tu llamado, por eso estoy aqui --suspira, manteniendo en pie toda su entereza--. Asi que pelea... --le exige, desafiante--. Pelea como una guerrera por lo que mas quieres y lucha por tu... --se detiene, cerciorandose que lo que dira es una grandisima imbecilidad cuando, evidentemente, sabe que ambas son la misma persona--... por nuestra vida --se estremece ante la frialdad que emana de su propia piel--. Vamos, Josefina, !despierta! !Tienes mucho por que vivir! !No es hora de jugar a las escondidas! --Se aferra a su fragil extremidad con todo su corazon puesto en ello--. !Oyeme, por favor! !Oyeme y no te dejes vencer cuando sabes de sobra que estoy aqui contigo! --Algo mas que un par de lagrimas corren raudas por sus mejillas--. !No te rindas! !No decaigas y lucha por lo que suenas, por lo que anhelas y por...! --No logra pronunciar siquiera la totalidad de esa frase cuando las fuerzas parecen abandonarla--. !Por favor! --Cierra los ojos y vuelve a suplicarle con esas dos unicas palabras que forman parte de su ferviente letania--. !Por favor, Jo! --Reitera, rasgandose la garganta sin dejar de repetirlo, tenazmente. Quiere gritar, pero no consigue hacerlo porque por mas que lo intenta el sonido de su voz se apaga rapidamente en intensidad--. !No nos abandones! !No es hora de partir! --Se lanza sobre su menudo cuerpo para remecerla cuando el pitido del monitor cardiaco se acelera al grado de hacerle comprender que sus segundos estan siendo contados--. !Despierta, maldita sea! !Tienes que vivir! --Vocifera enloquecida perdiendo el aliento y la compostura--. !Tienes que quedarte! ?Me oyes? !Tienes que salir de esta por ti, por el y por nosotros! --Desconsolada, llora sobre su lecho cuando sus piernas no consiguen sostenerla--. !Estoy aqui, Jo! !Estoy aqui, contigo, y no voy a abandonarte nunca, pero tu no renuncies ahora! --Le demanda en un grito ahogado--. !No renuncies ahora! --. Pero ya es tarde, y bien lo sabe al ver entrar en la habitacion al equipo medico preparandose para el peor de los casos--. !Josefina! --Grita con impetu, cayendo al piso de rodillas--. !No es justo! !No ahora por amor de Dios! --La pierde por completo de vista mientras a su alrededor todo sucede tan de prisa--. !No permitas que se quede solo! !Lucha! !No nos dejes asi! --Se arrastra por el suelo hacia un costado de la cama, pero de un momento a otro, levanta la cabeza al oir la pujante voz del medico exigiendo que se desarrolle el procedimiento de resucitacion, que a los pocos segundos se hace efectivo descargandose en ella con furia, con dolor, quemandole la piel, explotandole el pecho mientras balbucea un "!Ayudame, Jo!, que silenciosamente emiten sus labios cuando consigue alzar una de sus manos en su direccion--. !Hazlo por Simon! --exclama fuerte y claro al escuchar un grito ensordecedor que lo invade todo y que parece ser el suyo, sin que nadie mas que ella logre reconocerlo, para luego ya no oir nada mas en aquel cuarto que, de pronto, y como por arte de magia, se ha sumido en el mas completo, aterrador y absoluto de los silencios. 1 Cuarenta y ocho horas antes. Algunos timidos rayos de sol se cuelan por entremedio de las cortinas semi abiertas de ese dormitorio. Aquel cuarto que, vagamente iluminado cobija, noche tras noche, el amor, la pasion, la lujuria, el desenfreno y el sublime deseo de esos dos amantes que, ante un nuevo dia, renacen desnudos, sonolientos y envueltos entre sus propias extremidades que, con fuerza y terquedad, se niegan a desprenderse, menos a abandonarse del todo. Cuando el abre los ojos e inspira profundamente el dulce aroma que expele la piel de su companera, esta se aferra aun mas a su cuerpo como si temiera perderlo. ?Y el? Rapidamente, reacciona de la misma manera, percibiendo aquella increible sensacion de pertenencia y bienestar que solo ella logra otorgarle al compenetrarse, junto con el, en una perfecta armonia y sincronizacion que todavia consigue enmudecerlo, ademas de asustarlo. Porque a tan solo tres meses de relacion, Simon no puede concebir, menos creer que se haya enamorado tanto. Pero, ?de quien? Nada menos que de Josefina, la hermosa mujer de mirada ingenua y castana que yace entre sus brazos y se mueve quedamente mientras emite un debil, pero audible susurro de autentica fascinacion y entusiasmo. --?Ya son las seis con treinta? --pregunta sin admirarlo a la profundidad de sus ojos claros--. !Dime que aun no lo son! --exclama, pero mas bien como si fuera una suplica al mismo tiempo que la alarma programada de su movil se lo certifica, dejandoselo mas que claro. --?Eso responde a tu pregunta? --contesta Simon, acariciandole con delicadeza el puente de su nariz con la suya. --Si --admite de mala manera, abriendo al fin sus ojos para perderse en su apacible mirada--. Y eso tambien me dice que debo levantarme para ir a trabajar. --Ya. ?Y como pretendes hacerlo sin apartarte de mi? --Con su grave cadencia se lo murmura, consiguiendo con ello erizarle hasta el mas fino vello de la piel, tal y como logro hacerlo la primera vez cuando la sorprendio cantando la letra de la melodia de Keane y "Somewhere only we know" que tan afanosamente bailaba mientras trabajaba al interior de la libreria en la cual ambos se encontraron, sin advertir como el la admiraba hipnotizado desde el umbral de la puerta. --Cada vez es mas dificil --afirma coqueta. --Si, cada vez es mas dificil dejarte ir --le corrobora, atrayendola mas hacia si hasta que logra montarla sobre su desnudo cuerpo--, cuando solo ansio que te quedes aqui conmigo. Josefina sonrie encantada porque adora cuando Simon, a traves de sus tan sinceras palabras, le declara su amor. Ese amor que tambien siente por el, pero que no se atreve a demostrarselo asi, tan facilmente