• libro los adictos - Paolo Roversi

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    Offenburg (Alemania), 1994 Al comisario Jurgen Fischer el nombre no le habia parecido nunca tan apropiado como aquella Nochebuena: Selva Negra. Se referia al inmenso bosque que rodeaba y deglutia, con sus imponentes abetos, aldeas y caminos de la region de BadenWurtemberg, una zona que se extiende, de norte a sur, a lo largo de cientos de kilometros. Obviamente, el origen de aquel apelativo se debia a la densisima vegetacion aunque, en aquel momento, el color predominante del paisaje era el blanco. Hacia horas que era noche cerrada y la nieve no habia dejado de caer desde la manana. Las pesadas botas de Fischer se hundian hasta los tobillos haciendole dificil avanzar. Acompanando al comisario iba Conrad Berger, un guia experto que, pese a conocer el lugar como la palma de su mano, despotricaba debatiendose por encontrar la direccion correcta. Fischer recordaba haber leido en una de las publicaciones para turistas a la venta en todas las librerias de Friburgo a Stuttgart que por alli habia mas de veinte kilometros de senderos para excursionistas: un autentico laberinto, teniendo en cuenta las actuales condiciones atmosfericas. Por no hablar de que, con aquella oscuridad y con los copos de nieve cayendo densos, parecia que estuviesen caminando por una landa remota de Alaska mas que por un paraiso de amenos paseos en el corazon de Alemania. Para hacer honor a la verdad, aquella zona no era ni siquiera competencia suya, pero los colegas de Friburgo, ya bajo minimos debido a las vacaciones, habian quedado aislados por la nevada y le habia tocado a el bailar con la mas fea. La llamada habia llegado cuando se encontraba a medio camino entre Baden Baden y Offenburg, donde vivia su hermana Adelmute. Como cada ano, se dirigia a su casa para pasar las fiestas. Sus superiores no tenian la mas minima duda de que aceptaria: Fischer no estaba casado ni tenia hijos, asi que el espiritu navideno no lo contagiaba y no tenia ningun problema en trabajar ni siquiera en Nochebuena. --Jurgen, hay que hacer una comprobacion de rutina. Y, visto que vas de camino a Offenburg, eres el que mas cerca esta... Te acompanara un guia experto para que no te pierdas en el bosque. Aunque no se habia podido negar, comenzaba ya a arrepentirse. La tormenta de nieve no daba senales de amainar y el rastro luminoso que habia dejado en el cielo la bengala que habia desencadenado todo aquello hacia ya un rato que se habia extinguido. Por suerte, Berger y los muchachos del rescate de montana habian tenido tiempo de calcular con cierta aproximacion el punto exacto desde el que se habia disparado aquel haz, y ahora Fischer y el guia se dirigian hacia alli. No sabian que les esperaba. Podia tratarse de cualquier cosa: una indisposicion, en cuyo caso Conrad se encargaria de estabilizar al paciente gracias a su cualificacion, a la espera del rescate. Si, en cambio, habia sucedido algo mas, bueno, Fischer estaba alli, con su placa y su pistola, precisamente para eso... Disparar una bengala de socorro, del tipo usado en el mar por las embarcaciones en dificultades, era una practica bastante comun en aquella zona para situaciones de emergencia. Por ejemplo, si las lineas telefonicas no funcionaban o, lo que era mas realista, si los habitantes de las cabanas esparcidas por el bosque no tenian siquiera telefono. Varias familias vivian en el corazon salvaje de la Selva Negra y quizas en aquel momento alguna estaba en apuros. Los dos hombres avanzaban despacio entre los troncos de altos arboles y un manto blanco que no dejaba de engordar. El guia llevaba en la mano derecha una brujula y buscaba el mejor recorrido para llegar al punto calculado. En la izquierda empunaba una linternita con la que iluminaba la nieve ante ellos. Estaban siguiendo lo que, en condiciones normales, debia de ser un sendero de tierra, pero que, en aquella situacion, era un trayecto arduo. Fischer se pregunto si estarian, de verdad, avanzando en la direccion correcta. Y a la busqueda... ?de que? No estaba claro. Habian transcurrido ya cuatro horas desde la senal de socorro, una eternidad si quien habia pedido ayuda estaba en peligro de muerte... Tras otras dos horas de esfuerzo, llegaron por fin a su destino. Berger echo un vistazo rapido y se volvio asustado hacia el comisario senalando algo ante el. La debil luz de su linterna ilumino una mancha roja en la nieve. A primera vista, parecia un animal herido. En la Selva Negra eran frecuentes escenas asi: cazadores y cazados empenados en la eterna lucha por la supervivencia. Podia tratarse de un ciervo o de un corzo atacado por lobos. Fischer se acerco otro paso: la victima no tenia ni patas ni pezunas, sino un par de robustas botas con suela antideslizante. La nieve dejo de caer de pronto. Solo entonces el policia se dio cuenta del gran silencio piadoso que lo rodeaba. Ante sus ojos se abria un pequeno claro delimitado por la espesura del bosque, un circulo perfecto en medio de los abetos. En el centro del escenario, aquel inquietante charco rojo. El guia encendio los focos que llevaba en la mochila, y entonces Fischer pudo ver aquel horror que seria incapaz de olvidar durante el resto de su vida... 1 Ginebra (Suiza), actualidad Rebecca Stark observaba fascinada el chorro de agua que se alzaba potente hacia el cielo desde el centro del lago Leman. Aquella manana de finales de abril era como si estuviese viviendo un sueno: un jet privado habia volado expresamente a Londres para llevarla a la cita. Habia embarcado en el London City Airport bajo la lluvia y desembarcado en Suiza, donde la habia recibido un templado dia de sol. Ahora estaba sentada en un sillon de diseno, en un lujoso despacho de grandes ventanales. Frente a ella, al otro lado de un escritorio con la superficie de cristal, se encontraba Grigori Ivanov, un magnate ruso del petroleo al que habia conocido hacia casi un ano, cuando lo habia tenido como paciente. Ivanov era un hombre alto y elegante, de unos sesenta anos, con ojos grises y el cabello del mismo color, muy corto. Llevaba un traje oscuro sin corbata y un reloj de oro, adquirido, casi seguro, en una de las muchas joyerias de la ciudad. Mientras lo escuchaba, Rebecca habia vuelto a las semanas --ocho en total-- durante las que su interlocutor habia estado a su cuidado. Entonces, el ruso no habia mostrado ni rastro de la seguridad y la determinacion de la que hacia gala ahora. Cuando lo habia conocido en su consulta de Kensington, se habia encontrado con un hombre de rostro demacrado, mirada huidiza y expresion apagada, fisicamente debilitado por las malas costumbres. Solo en aquel momento se dio cuenta Rebecca de que Ivanov le habia hecho una pregunta. --?Perdone? --He dicho que se estara planteando el por que he querido verla con tanta urgencia... La mujer no respondio. Se limito a inclinar levemente la cabeza. --Como sabe, soy muy rico y presumo de ser tambien un discreto hombre de negocios. Pero, para lo que tengo en mente, no pienso en los beneficios. Al menos, no en los inmediatos, porque todo se hace por interes propio, ?verdad? Sere directo, doctora: quiero que proporcione a otros la ayuda que me presto a mi. Mi deseo es que su metodo beneficie y cure a todas las personas posibles, a cambio de una compensacion justa, por supuesto. Rebecca lo miro interrogativa, como un jugador de ajedrez observaria a su contrincante en espera de su siguiente movimiento. --Le estoy proponiendo que trabaje para mi. ?Le interesa? Ella volvio a mirarlo desafiante, aunque en el fondo admirada. ?Podia fiarse de el? Segun el historial medico que ella misma habia redactado, si: estaba perfectamente curado. Hacia ya ocho meses que no se producian recaidas y, a ojos vista, el magnate era el vivo retrato de la salud. Por desgracia, y tambien esto lo habia aprendido con los anos, a menudo las apariencias enganan. Especialmente en el caso de enfermedades como las que ella trataba en su consulta, en las que los pacientes se convierten en habiles impostores y hacen de la mentira un arte para ocultar su perturbacion a los demas. Ivanov se puso en pie y Rebecca sintio que debia hacer lo mismo. Se acercaron al resplandeciente ventanal calentado por los rayos de sol. --Su metodo es fantastico, doctora. !Usted es fantastica! Por eso he decidido invertir. Rebecca no sabia si sentirse halagada o asustada.

  • LOS ADICTOS | PAOLO ROVERSI | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-los-adictos/9788417968205/11794305

    Una trepidante novela giallo sobre el lado más oscuro de la psique humana. La víspera de Navidad de 1994, siguiendo la señal de una bengala disparada en un ...

  • Los adictos - Paolo Roversi - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Los-adictos-Paolo-Roversi/dp/8417968202

    Los adictos : Roversi, Paolo, Hernández Rodilla, Itziar: Amazon.es: Libros.

  • Los adictos Versión Kindle - Libros - Amazon.es

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    Los adictos eBook : Roversi, Paolo, Hernández Rodilla, Itziar: Amazon.es: Libros.

  • Los adictos : Paolo Roversi - Roca Libros

    https://www.rocalibros.com/roca-editorial/catalogo/Paolo+Roversi/Los+adictos

    La víspera de Navidad de 1994, siguiendo la señal de una bengala disparada en un bosque de Offenburg, Alemania, es hallado el cuerpo de un hombre en la nieve.

  • Los adictos - Paolo Roversi - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Roversi-Los-adictos/115089

    Críticas (3), citas extractos de Los adictos de Paolo Roversi. Antes que nada, comentar que he podido leer este libro gracias a el en...

  • los adictos - Librería Publics.

    https://www.llibreriapublics.com/es/libro/los-adictos_2229099

    LOS ADICTOS, ROVERSI, PAOLO, 18,90€. ... Julie Arnaud, ninfómana; Tim Parker, comerciante adicto a la cocaína; y finalmente ... Otros libros del autor.

  • Reseña: Los Adictos, de Paolo Roversi - Crónicas Literarias ...

    https://www.cronicasliterarias.es/?p=3322

    18 ene 2021 — Los Adictos tiene un comienzo convincente con una psiquiatra inglesa que mediante ... trataremos de dar a conocer al público libros y cómics ...

  • Los adictos - Paolo Roversi -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a7801059/Paolo-Roversi-Los-adictos

    21 ene 2021 — Una trepidante novela giallo sobre el lado más oscuro de la psique humana. La víspera de Navidad de 1994, siguiendo la señal de una bengala ...

  • Los adictos - Libro de Paolo Roversi - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/104327/los-adictos

    La víspera de Navidad de 1994, siguiendo la señal de una bengala disparada en un bosque de Offenburg, Alemania, es hallado el cuerpo de un hombre en la ...

  • LOS ADICTOS - PAOLO ROVERSI - 9788417968205 - Agapea

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  • En Tus Brazos 1, Noe Casado de Noe Casado

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    Nicole lleva una vida que desean muchas mujeres de su edad: tiene una familia perfecta, un novio ideal y una carrera exitosa como abogada. Suele caer bien a la gente y nunca se desvia del camino correcto.
    Pero tras ese mundo modelico se esconde la verdadera Nicole: una mujer infeliz que anhela por encima de todas las cosas una noche de pasion y desenfreno que la haga temblar de placer.

  • En el huracan catalan de Sandrine Morel

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    A lo largo del convulso otono politico de 2017, los corresponsales en Espana han gozado de una privilegiada mirada sobre los acontecimientos que se produjeron antes, durante y despues del referendum catalan del 1 de octubre. En primer lugar, porque el propio
    Ejecutivo catalan les dio un protagonismo importante de cara a internacionalizar el conflicto. Y, en segundo lugar, porque contemplaban los hechos desde la perspectiva unica que da la falta de vinculacion emocional.
    Sandrine Morel, corresponsal de Le Monde en Espana, nos cuenta en este libro su version de lo acontecido con informacion de primera mano y con un resultado sorprendente. En la obra se reproducen declaraciones de los protagonistas desconocidas hasta ahora. Aunque no es este un analisis aseptico. La vision de Sandrine es critica y mordaz, y pone en evidencia las estrategias de manipulacion y movilizacion llevadas a cabo por las partes, a la vez que da su propia version de los hechos sobre los verdaderos motivos -historicos, politicos y economicos- que confluyeron en el proces.
    Un relato que pone luz a unos acontecimientos que forman ya parte de la historia de este pais y que siguen muy abiertos en nuestras propias vidas cotidianas.

  • La cautiva de Victoria Windspelle

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  • la muneca tatuada de Abigail Villalba Sanchez

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    “A veces, ni siquiera yo se quien soy, ni que me trajo aqui. El tiempo pasa a mi alrededor como un velo de lluvia llevado por el viento, como un susurro gritado a la nada. Pero estoy aqui, guardando un secreto que nadie quiere conocer, que a nadie le interesa. Estoy sola, completamente aislada en la negrura y, sin embargo… continuo esperando. ?Que espero? No lo se. ?A quien? Tampoco. Solo tengo la certeza de que, al final, tras los dias que escapan por mi ventana llegara algo, y ese algo, cambiara mi vida” Ara releyo las lineas que estaban escritas en la pared. Tras dos largas semanas de busqueda, habia encontrado la puerta que daba a esa habitacion. Por fin. Apenas se habia fijado si algo era diferente a la primera vez que habia entrado, pues lo unico que le interesaba era saber si aquellas frases seguian alli. Suspiro profundamente y las acaricio con la yema de los dedos, con dulzura. A pesar del tiempo que habia empleado en investigar sobre ellas, no habia encontrado nada que arrojara un poco de luz sobre su misterio. Incluso habia buscado mas letras en su habitacion, Aun sabiendo que en esas cuatro paredes no habia nada de interes. Era frustrante y, a la vez, emocionante. De hecho, era lo unico emocionante que habia alli. --?Quien demonios eras? --pregunto, en un susurro y arrastrando las silabas, como si le costara vocalizar. Carraspeo, sacudio la cabeza y dejo su voz escondida en un rincon, apartada para otro momento. Despues se sento en el suelo y apoyo la espalda en la pared, justo al lado del parrafo. Sus ojos violetas se entrecerraron, mientras luchaban contra el polvo que ella misma habia levantado. Intento no toser pero, tras un incomodo momento, su pecho se contrajo dolorosamente en una serie de espasmos. Poco a poco, el polvo se asento y Ara consiguio tomar un poco de aire, pese a que este no era el mejor. Efectivamente, la habitacion seguia tal y como ella recordaba: mas pequena que el resto, pintada en un brillante tono azul y decorado con pequenos elefantes amarillos. Aparentemente, la habitacion de un nino. Pero ?por que parecia que ese nino nunca habia nacido? Todo estaba sin usar, impecable… salvo por la gruesa capa de polvo que cubria todo a su alrededor. Tras unos segundos de completo silencio, en los que ni siquiera ella se atrevio a pensar, Ara se levanto y deambulo por la habitacion, como si fuera la primera vez que lo hacia. Observo cada detalle, cada minuscula particula que conformaba ese pequeno y extrano universo. Acaricio los juguetes pulcramente colocados en la estanteria, y sonrio cuando noto en ella una inesperada ola de carino y esperanza. Ignoraba por que, pero aquellos sencillos elementos llenaban su mente de musica, de risas y de un incontrolable anhelo. No era la primera vez que le pasaba, asi que desecho como pudo los sentimientos y continuo con su escrutinio, esta vez, para acercarse a la cuna. Nunca antes lo habia hecho pero, como de costumbre, ignoraba por que. Quiza fuera porque las letras la habian llamado mas la atencion o, simplemente, porque le daba miedo encontrarse algo alli que no quisiera ver. Esa vez, sin embargo, impulsada por esa repentina necesidad de saber mas, se acerco y aparto el cobertor de seda azul con toda la lentitud del mundo. Y la vio… Y grito. Como si la poca voz que le quedaba quisiera escapar. En la cuna habia una muneca, una pequena, desnuda y con los ojos abiertos. Y en su frente, bajo el pelo rubio, habia dos palabras escritas, dos palabras que a ella se le tornaron eternas, hermosas y siniestramente vacias. Porque, ?quien se atrevia a decir “te quiero” a alguien que, en realidad, no existia? *** Ignoraba cuanto tiempo habia pasado desde que cerro los ojos. ?Una, dos horas? ?Quiza mas? La oscuridad rodeaba todo lo que tenia al alcance de la mano, incluso el reloj que marcaba las cinco y media de la manana. Enzo se estremecio cuando el frio acaricio sus brazos desnudos y su rostro, apenas despierto. Somnoliento, se paso la mano por la barba de tres dias que nacia en su menton y despues, bostezo sonoramente. No recordaba cuando se habia quedado dormido, ni siquiera recordaba haberse desnudado. Fruncio el ceno, se rasco la nuca y contemplo el reflejo de la television encendida, justo frente a el. Una pelicula porno brillaba en la pantalla, aunque sus gemidos baratos quedaban ahogados por el silencio de la habitacion. Ignoro por completo la pelicula y cogio el mando que reposaba junto a su cadera, apenas cubierta por la sabana. Aun asi, no fue consciente de que los canales pasaban ante sus ojos, en un vano intento de venderse a el, a sus ojos y a ese bolsillo que, cada dia, se llenaba de mas billetes. En realidad, su mente estaba muy lejos de alli, oculta en un lugar al que nadie queria entrar, ya que podian perderse tanto como el lo estaba haciendo. Al cabo de un rato, Enzo suspiro, cerro los ojos y se levanto. Era evidente que no podia dormir y, si podia evitarlo, no iba a perder el tiempo. Cogio de la silla sus pantalones de traje, su camisa blanca y una corbata que le gustaba bastante. Despues se paso una mano por el pelo, dejo que este se alborotara bajo ella y se puso los zapatos. Justo en ese momento, su movil, que habia quedado relegado a uno de los bolsillos, vibro con insistencia. --?Si? --pregunto, con suavidad. --?Papa? ?Eres tu? --Una voz sutil, apenas un silbido, atraveso la barrera del sueno y le hizo despejarse. --?Ocurre algo, princesa? --Enzo suspiro profundamente y se detuvo junto al ascensor. Una triste sonrisa se dibujo en sus labios, como tantas veces a lo largo de esos dos meses. --No… o si, no lo se. --La voz de la pequena parecio titubear, porque casi desaparecio--. La abuela dice que no vas a volver hasta dentro de mucho. ?Es verdad? Enzo se estremecio con fuerza al notar la tristeza implicita en esa frase, una desolacion tan arrolladora como la que el mismo cargaba. Trago con fuerza, carraspeo y se obligo a dar un paso mas, a seguir adelante a pesar de todo. --Volvere, Adriana. No se cuando, pero lo hare lo antes posible --contesto, sin ser capaz de mentirla--. ?Te ha explicado la abuela por que no estoy alli? ?Por que tengo que quedarme aqui? El silencio parecio alargarse durante lo que solo fueron unos segundos. Casi podian escucharse las dudas de la pequena hacerse palabras. --No demasiado bien. Dice que tienes una mision, como los heroes que salen en la tele --susurro, emocionada--. ?Es verdad? --Es verdad, si. Pero no soy ningun heroe de la tele --contesto, en el mismo tono cadente y dulce de la nina--. Solo soy un hombre que hace lo que tiene que hacer. De nuevo, el silencio se apodero de la conversacion. Ninguno dijo nada durante unos momentos, hasta que Enzo cayo en la hora que era. Tomo aire y lo solto con un suave bufido. --?Te has dado cuenta de la hora que es, canija? ?No deberias de estar en la cama? -- ?Si? Oh. --Adriana dejo escapar una carcajada llena de dulce picardia--. Ahora voy, promesa. --?Promesa de verdad? --!De la buena! Enzo sonrio, como solo el podia hacer en esos momentos: calmadamente, con suavidad, con paciencia. Con carino. Su corazon acelero sus latidos hasta que resonaron sobre el ruido del ascensor al llegar, sobre el ultimo silencio de la conversacion. Suspiro, aferro el telefono con mas fuerza y apreto la mandibula hasta que esta crujio. Como echaba de menos estar con ella. Como anhelaba volver atras en el tiempo, a esos estupidos momentos en los que sus brazos no eran el unico refugio. Como deseaba regresar a ese ideal que mantenia vivo en su cabeza, cual frenetica llama a punto de morir. Como dolia la cruda verdad. --?Adriana? --susurro, con la voz rota. --?Si, papa? --Te quiero. --?Estas…llorando? --pregunto, con tanta tristeza que el sintio como se le encogian las entranas de puro desasosiego. --No, carino. Los heroes no lloramos --contesto y tras dejar que una lagrima desbordara sus ojos, colgo. *** Hacia un frio horrible en aquella habitacion y Ara no tardo en ser consciente de ello. Se cruzo de brazos, se mordio el labio inferior y observo, de nuevo, la dichosa muneca que habia trastocado su mundo en tan solo unos segundos. ?Cuanto llevaba alli? ?Y por que? ?Era para ella o, simplemente, pertenecia a esa habitacion, como todo lo demas? Frustrada, se aparto de la cuna unos pasos y miro a su alrededor, sin saber bien donde posar sus ojos. De pronto, alli donde posaba su mirada veia algo nuevo, algo inquietante que hacia que su corazon latiera desbocado. Incluso el espejo que la reflejaba, con sus perfectas grietas a los lados, le parecia distinto. Ara se estremecio cuando el miedo que llevaba por dentro amenazo con salir mas deprisa de lo que ella podia soportar. La sensacion de que todo se le iba de las manos no fue tan fugaz como pensaba porque permanecio con ella incluso cuando, momentos despues, decidio salir corriendo. Hacia anos que no recurria a eso y hacia incluso mas que no huia de nada. Al menos, no estando despierta o consciente. El resto… bueno, con el resto de los miedos no podia hacer nada, porque incluso ella sabia que en las pesadillas no habia una manera justa de lucha. El pasillo parecia infinitamente largo y oscuro, lo cual era curioso, porque estaba perfectamente iluminado por pequenas lamparas de pared que apenas titilaban. Como siempre, las puertas se sucedian unas a otras: hechas de madera, de cristal, acero. Habia puertas desvencijadas, rotas, nuevas… cada una cerrando la entrada a un secreto que, tarde o temprano, descubriria. Sin embargo, y aunque su curiosidad innata la llevaba a querer abrirlas todas, esa vez solo se detuvo al llegar a una puerta en concreto. Una discreta, blanca y limpia, con un brillante veintidos anclado en ella. Ara suspiro freneticamente, abrio la puerta y volvio a cerrarla tras de si. Poco a poco sus latidos fueron tranquilizandose, hasta que se convirtieron en un murmullo apenas tapado por el ronco sonido del ventilador que giraba en el techo de la habitacion. Alli se iniciaban sus recuerdos, precisamente en aquella habitacion. Podria decirse que, de alguna manera, todo habia empezado alli, aunque no entendia ni como, ni por que. De aquel lugar, con sus paredes pintadas en verde y con aquellas cortinas blancas que rozaban el suelo, solo podia decir cosas buenas. --Por fin en casa --susurro quedamente, mientras se quitaba la fina camiseta de manga larga y la dejaba en el respaldo de una silla, donde se podian ver otro monton de prendas apiladas. Nadie contesto a su timido saludo aunque ella tampoco esperaba respuesta. Ignoraba el tiempo que llevaba alli, pero nunca se habia encontrado con nadie mas, aunque tenia la certeza de que no estaba sola. ?Como iba a estarlo, a fin de cuentas? Tendria que ser tonta para creer que toda la comida, el agua y la ropa aparecian por arte de magia. Alli, en algun lugar, habia alguien mas y era cuestion de tiempo que le encontrara. Ara sonrio brevemente cuando la conocida sensacion de bienestar acaricio su piel erizada. Obvio la television apagada y los relojes que marcaban las seis de la tarde, y despues, tras acariciar el lomo de los libros que se acumulaban en la mesilla, se dirigio al bano contiguo. Adoraba la rutina del dia a dia, a pesar de todo: despertar, sonreir, descubrir que habia tras la siguiente puerta. Despues, regresar a aquella habitacion, perderse en la dulzura del agua caliente… y esperar al dia siguiente. Era agradable, aunque una tarea solitaria que, poco a poco, mermaba su espiritu. A veces, no podia evitar hacerse preguntas mientras el agua mecia sus caderas llenas de cicatrices, rojizas, que parecian recientes. ?Por que ella? ?Por que alli? ?Por que siempre tenia la sensacion de que su vida era un sueno inconcluso? Pero las respuestas nunca llegaban, o al menos, ella nunca sabia interpretarlas correctamente, lo que era realmente frustrante.

  • Un instante eterno de Yolanda Revuelta

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    Cuando Grace Morales llega al rancho, en Aspen, despues de recibir la peor noticia de su vida se percata de que tiene que pasar pagina lo antes posible si quiere dejar atras su pasado y hacer frente a su inminente presente. Su prioridad es que las heridas del ayer no se abran y regresar lo antes posible a Nueva York, la ciudad que ha escogido para vivir y que la mantiene alejada de Cooper. Pero no todo es tan sencillo porque se da cuenta de que no es inmune al amor del vaquero que la conquisto en su juventud.

  • El error del novio billonario de Kendra Little

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    El sexi hombre desnudo tumbado junto a mi me hace desear poder recordar la noche pasada. Dormia sobre su estomago y su rostro estaba girado sobre la almohada mirando hacia el otro lado. Con suerte no tendria una nariz aguilena ni estaria cubierto de acne… No, no importaba. Me negaba a mirar por encima de su clavicula. Le habia prometido a mis amigas-me habia prometido a mi misma-que iba a dejar de lado mis inhibiciones y que simplemente me divertiria este fin de semana. Eso era lo que las chicas solteras hacian en Las Vegas. Al parecer. Era mi primera vez en la Ciudad del Pecado y, hasta ahora, a juzgar por la perdida de memoria y el sexi tio desnudo, estaba cogiendole el tranquillo a lo de nada de inhibiciones y nada de consecuencias. Un momento de panico se aloja en mi esternon y me alejo hasta el lado mas alejado de la cama. No estabamos en mi habitacion de hotel. La mia venia con otras dos mujeres y sin espacio para estirarse, y mucho menos un tio. Esto era mas bien una suite. ?O era una casa? Estabamos en un dormitorio mas grande que mi apartamento entero alli en Roxburg. Estaba decorado en rojo y negro, con la reina y el rey de corazones insertados en paneles en una pared, detras de lo que probablemente eran armarios. Un sofa reposaba sobre una plataforma elevada cerca de la ventana. Me preguntaba cual seria la vista cuando se abrieran las cortinas. Tire de las sabanas y de la colcha de seda para ocultar mi desnudez. No es que el chico estuviera mirando. A juzgar por su respiracion regular, estaba profundamente dormido. Respira hondo, Amy. Solo porque estaba en una habitacion extrana con un hombre extrano no significaba que estuviera metida en un lio. Solo porque este tipo de cosas nunca me pasaban a mi no significaba que estuviera en peligro. Pero por si acaso, quizas me largaria antes de que se despertara. Seria una completa lastima no ver que aspecto tenia, sin embargo, y quizas conseguir su numero. Katy y Jemma se enfadarian conmigo si lo hiciera, ya que ese no era nuestro trato. Ellas querian que yo me enrollara con alguien, que tuviera diversion anonima y luego me marchara, sin compromiso. No se me daba muy bien esa parte. Marcharme y decir que no siempre habia sido mi problema en mis relaciones. En realidad, empezar relaciones con hombres geniales era mas mi problema, pero no les recorde a mis amigas ese dato. Habian estado tan entusiasmadas por llevarme a pasar el fin de semana en Las Vegas, y yo habia necesitado la distraccion del trabajo. Creo que el tipo a quien pertenecian los deliciosos hombros podia calificarse como una distraccion. Su piel se veia bronceada contra la sabana blanca como la nieve que apenas cubria su trasero. Dos pequenos hoyuelos besaban su piel a cada lado de la base de su columna vertebral. Tiras de musculo formaban el resto de esa espalda, con aspecto duro incluso en relajacion. Tenia hombros sobre los cuales una chica podria babear, o agarrarse. Debe de ir al gimnasio, o quizas su trabajo implica que haga un monton de levantamiento de pesos. Obsesos del gimnasio o albaniles no eran realmente mi tipo, pero yo no estaba aqui para conocer a mi tipo. Estaba en Las Vegas para echar un polvo y divertirme. Estaba bastante segura de que habia experimentado ambas cosas durante la noche. Ojala pudiera acordarme. Lo unico que recordaba era por que normalmente no bebia tanto: cocteles y Amy Grant no combinan bien. Lapsus de memoria no eran buenos para una ayudante del fiscal del distrito con la vista puesta en subir hacia la cima. Unas cuantas fiestas durante mis anos de universidad me lo habian ensenado. Desde que me gradue, solo bebia una o dos copas de vino. Esa era yo, siempre sensata. Esta chica sensata se iba a marchar mientras el chico sexi seguia dormido. Levante las sabanas y saque las piernas de la cama. Los temblorosos musculos de mis muslos me decian que definitivamente habia tenido sexo la noche anterior, y un monton. Esperaba que hubieramos usado proteccion. Quizas deberia comprobar la papelera… "Hmmm," me llego la amortiguada voz del chico. Su mano palmeo el espacio vacio de la cama donde yo habia estado tumbada unos momentos antes. Suspiro y empezo a darse la vuelta. "No te vayas todavia, Amy." Suelto una exclamacion. !Mierda! El chico que parpadea con cara de sueno es guapisimo. Espesas pestanas oscuras enmarcaban brillantes ojos azules que, incluso cuando estaban entrecerrados, parecian atravesarme. Sus mejillas estaban definidas pero no eran prominentes, su mandibula fuerte y un poco picara cubierta de vello matinal. Sus labios… joder, sus labios eran la perfeccion, ni demasiado suaves ni femeninos, pero tampoco duros. Yo queria recorrerlos con la punta de mis dedos, o con mis propios labios. Se estiraron en una sonrisa que era vacilante y dulce, invitandome a volver a reunirme con el en la cama. Pero no fue su sonrisa o su cara demasiado hermosa lo que hizo que tuviera todo el estomago revuelto. Era el mismo chico. Le conocia, aunque nunca nos habiamos presentado. Bueno, no antes de la noche pasada, de todos modos. Era Zac Kavanagh, el cuarto hijo de la familia mas adinerada de Roxburg, un donjuan, y--como si esas dos cosas no fueran suficientemente malas--el hermano mayor de Damon Kavanagh, a quien yo habia ayudado a meter entre rejas hacia dos anos. El no debe de recordar haberme visto en el juzgado, o no me estaria invitando a volver a su cama ahora. Recordaba la mirada brutalmente fria que su madre me habia prodigado el dia que la condena habia sido leida por el portavoz del jurado. Si las miradas pudieran matar, mi equipo y yo nos habriamos encontrado criando malvas. Hay que admitir que ninguno de los otros Kavanagh nos habia prestado mucha atencion, pero seguramente me habian visto. Pero Zac no estaba mostrando senales de reconocimiento. Yo habia cambiado desde entonces. Me habia cortado el pelo y me lo habia tenido de rubio. Y sin llevar mi ropa de juzgado consistente en pantalon y chaqueta, suponia que me veia diferente. Era posible que no me hubiera reconocido. Era otro motivo para escapar antes de que la luz del dia y la sobriedad le permitieran ver con quien habia pasado la noche. Se apoyo sobre su codo y examino mi longitud. La sonrisa se estiro. Yo cogi la almohada y la coloque delante de mi, cubriendo todas las partes importantes. El levanto la mirada hacia la mia, ya sin sonreir, y se sento. La sabana se arremolino en su regazo, revelando la V debajo de unos abdominales como una tabla de lavar. ?Quien hubiera imaginado que el guapisimo Zac Kavanagh tenia un cuerpo de infarto? "Es un poco tarde para ser timida," dijo el. "Yo, eh…" Sigue asi, Amy. Realmente genial. "Tengo que irme." Busque mi ropa, pero solo divise mis zapatos de tacon, tirados en el suelo como si los hubiera lanzado alli. Yo no tiro los zapatos, y especialmente los caros. Normalmente los pongo ordenadamente en un armario o un rincon, quizas metiendolos debajo de la cama. Debo haber estado borracha para simplemente quitarmelos asi. Esos estupidos tacones de aguja plateados fueron probablemente los que, para empezar, me habian metido en este lio. Eran definitivamente un elegante par de zapatos que me hacian parecer mas alta y mas delgada. Eso y el ajustado vestido negro. ?Donde estaba mi vestido? "Tu ropa esta en el salon," dijo el, senalando la puerta con la cabeza. "Nos desnudamos ahi fuera." Su mirada pasa hacia los zapatos. "Excepto por unos cuantos articulos importantes que fueron considerados necesarios. " ?Considerados necesarios? ?Que demonios? No queria entrar en una conversacion con el. El podria saber mi nombre, pero no podia saber quien era yo, y quedarme a charlar solo revelaria demasiado. Ademas, Zac Kavanagh era un mujeriego con mas muescas en su cabecero que estrellas hay en el cielo. Todo el mundo lo sabia. Estaba en los periodicos cada varias semanas con una chica diferente del brazo, normalmente una modelo o actriz, y siempre eran hermosas y con piernas largas. ?Como demonios habia caido yo en la trampa de este tipo? Era el tipo de hombre que yo evitaba como a la mierda. Demasiado guapo para su propio bien, demasiado arrogante para ser genuino, demasiado rico y mimado para preocuparse de nadie mas que de el mismo. Yo era mejor que eso, mas inteligente. No deberia haber acabado en su dormitorio. Tan pronto como volviera a mi propia habitacion de hotel, iba a tener unas fuertes palabras para Katy y Jemma. Primero, ellas no deberian haberme dejado beber tanto como para incluso hablar con alguien como Zac, y segundo, si lo hice, no deberian haberme dejado ir a su habitacion sola. "Amy, vuelve a la cama," arrullo. Si, arrullo. Habia dominado el arte de la voz suave e insistente. "No hace falta que te marches todavia." "Mis amigas me estan esperando."

  • La ordenada vida del doctor Alarcon de Tadea Lizarbe

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    El doctor Alarcon es un medico de atencion primaria de gran intelecto que, a pesar de sus altas capacidades, tiene problemas para relacionarse y tampoco cree necesitarlo. Su vida esta meticulosamente planificada, una vida en la que lo inesperado y las amistades no tienen cabida.

  • Las cenizas del califato de Mikel Ayestaran

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  • La isla de las ultimas voces de Mikel Santiago

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  • Sentencia de pasion de Marta De Diego

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    Brendam, un exitoso abogado, que no cree en los compromisos y disfruta de la vida. O al menos eso cree el.
    Laura, exitosa abogada, que lleva una vida sexual activa, pero no de un modo tradicional.
    Una noche, un incidente, un beso de agradecimiento.

  • Creedme de Ken Armstrong , T. Christian Miller

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    Una investigacion sobre varios casos de violacion en Estados Unidos que muestra los mecanismos que pone el descredito sobre las victimas.

  • La trenza de Laetitia Colombani

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    Con cerca de medio millon de ejemplares vendidos en Francia y casi treinta traducciones en curso, La trenza fue uno de los fenomenos editoriales de 2017. En esta narracion vibrante y conmovedora, Laetitia Colombani -guionista, directora y actriz de reconocido prestigio- aborda las historias de tres mujeres que, nacidas en continentes muy dispares, comparten unas ideas y sentimientos que las unen en un poderoso anhelo de libertad.

  • Los buenos suicidas (Inspector Salgado 2) de Toni Hill

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    En una ciudad que ha perdido el brillo, un policia lucha contra las sombras.
    Segunda parte de la trilogia del inspector Salgado.

  • Lo que significas para mi de Mile Palma

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    Ella pensaba que los amores de la infancia eran eternos y Harry, ese amor que tenia desde pequena, quizas le de la razon a sus pensamientos. Alexia lo dara todo, pensando que el final sera feliz, pero en la vida, todo tiene un final. ?Lo tendra tambien este amor?

  • La flor de la verdad (Amores callados 1) de V. E. Dickinson

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    Londres 1850
    Lady Soledad Winston es una joven dama de la alta sociedad, que, de la noche a la manana, se ve perdida en un mundo de mentiras, asesinatos y chantajes, que llevan a sus padres al cadalso. Victima inocente de cuanto su familia ha ideado para llegar a lo mas alto y de una amistad de doble filo. Sin embargo, informado sobre lo que sucedia, lord James Jones, le ofrece el hombro en el cual se pueda apoyar, disfrutando de agradables salidas con lady Thompson, de placidos paseos por Hyde Park y de bailes donde dejan claro que se llevan mas que bien, aunque desconocen que ambas vidas tienen mucho en comun.
    Pero lord James tambien tiene sus propios problemas, entre ellos, poder localizar y ayudar a un medio hermano que termina trabajando en las minas a la edad de 9 anos, pero a medida que va solucionando sus conflictos, se le va presentando la oportunidad de hacer feliz a la joven de la cual se ha enamorado nada mas verla, pero la vida no le da la ocasion para vivir ese amor junto a su amada, hasta que ella, una vez informada de ese amor, comprende que tambien le ama. Sin embargo, no puede ir con el.
    Pero ?de verdad no le importa a el su pobreza? ?De verdad a el no le importa que ella sea hija de quien es? ?Como van a vivir si tambien el ha perdido su fortuna? ?Tendran que vivir la vida en los barrios bajos?

  • Solo una noche (Por Siempre) de Moruena Estringana

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    Violeta era una nina muy carinosa y despierta. No habia dia que no deseara que sus padres regresaran del trabajo para verlos, pero siempre tenian algo mejor que hacer. Un beso, una caricia y se metian en sus despachos. Violeta se canso de mendigar amor. Se metio en muchos lios para llamar su atencion sin conseguir nada. Ni siquiera un fuerte castigo donde dejaran claro que le importaba. Por sus trabajos no paraban de cambiarse de ciudad. A Violeta le costaba hacer amigos y con los novios era demasiado permisiva porque buscaba algo que no encontraba en casa. Les daba todo sin pedir nada y eso la convertia siempre en la facilona de la clase. Un mote que odiaba. En la universidad las cosas mejoraron. Decidio estudiar Psicologia porque era buena analizando a la gente, aunque penosa haciendolo con ella. Su forma de ser la acercaba a tios que solo querian rollos pasajeros y la alejaba de las mujeres porque la veian competencia. Entonces en un master encontro a alguien tan rota como ella, tan perdida como ella... Encontro a Delia. Su amistad era nueva para ella, algo real a lo que aferrarse, y por eso, cuando Delia se marcho de su vida, supo que entre seguir a unos padres que la ignoraban o a una amiga que la entendia, se quedaba con esa fuerte amistad que esperaba que nada rompiera porque Violeta estaba cansada de mendigar amor desde que nacio. Capitulo 1 Violeta --!Que romantico! Delia ha venido a mi casa, la que antes fue la suya, para contarme la pedida de mano que le hizo ayer Chris en el baile de primavera del orfanato. Delia y Chris se quieren desde hace media vida, pero no ha sido hasta hace dos anos que decidieron empezar su historia de amor. Chris es musico y cantante, y por eso Delia pasa mucho tiempo sola mientras el trabaja. Son perfectos el uno para el otro y yo los quiero a los dos. --Ha sido maravilloso. --Mira su precioso anillo. --Me alegro mucho por ti. ?Se lo has contado a Ryan? --Esperaba que estuviera aqui, pero ya veo que pasa fuera otra noche. --Esta conociendo a otra nueva chica... Se cansara de ella pronto, como siempre. --Pues como tu, que no consigues centrarte en uno solo. --?Para que centrarme en un solo tio cuando existe Tinder? --Sonrie--. Por regla general los tios saben darse placer, pero no darnos placer a nosotras, y tras mucho buscar, he llegado a esta aplicacion. Si me acuesto con uno egoista pienso: ?Lo tengo que educar para que sea mejor o pruebo con otro? Al final siempre pruebo con otro. Me cansa ser profesora en la cama. --?Y has encontrado alguno bueno? --No, pero oye, estoy haciendo un estudio sobre el dano que hace el porno en nuestros encuentros de cama. Al menos el porno para hombres. Es mas para pasar el rato. --Me creo lo de tu estudio. ?Y que tal en el trabajo? --Bien, me pagan por ayudar a los trabajadores si tienen un mal dia. Me han contratado en una empresa para estar ahi por si alguno de sus trabajadores llega con ansiedad o con depresion para levantarles el animo y ayudarles. Por consiguiente, me conozco todos los chismes de la empresa porque no vienen a contarme que estan mal, sino que vienen siempre a quejarse de alguien y asi evitar lanzar su furia sobre esa persona en publico. Me llamo a mi misma el saco de boxeo, pero, por suerte, nadie me golpea fisicamente. Nadie quiere que le diga que pienso o mi opinion para solucionar el problema. --Me alegro. ?Quieres salir a tomar algo? --?Tienes la noche libre? --Chris se ha marchado para ir a un concierto, pero por suerte en una semana regresara. --Me alegra mucho que se haya relajado y ahora no tenga que pasar tanto tiempo fuera. --La verdad es que si. --?Y que tal es vivir en tu nueva casa? --Esta genial, salvo cuando estoy sola y no has respondido a mi pregunta. --Me niego a creer que tus hermanos te dejen sola mucho tiempo. Les encanta pasar tiempo contigo en tu casa. --Si. ?Se puede saber por que no respondes? --Tengo una cita de Tinder... y mejor que vaya sola. --Ah..., vale. Es normal. --Si quieres la cancelo. --No. Vete. ?Lo vas a traer aqui? --No, eso nunca. Mi dormitorio es sagrado y paso de ensuciarlo con un idiota que tal vez ni sepa follar. --Vale, pues me quedo aqui. Te gorroneo la nevera y me pongo una peli.--Genial --Le doy un beso a mi pelirroja preferida--, pero ahora ayudame con la ropa. Quiero estar impresionante. --Eres impresionante. --Lo se. Me ayuda con la ropa y una vez lista me marcho a donde he quedado con mi cita, en un pub no muy lejos de mi piso. Al llegar hay cola. Me molesta mucho hacer colas. Las considero una perdida de tiempo. La gente no te devuelve el tiempo perdido. En vez de pagar a los del pub por entrar, me deberian pagar ellos a mi por regalarles mi tiempo en esta cola. Un tiempo que no recuperare nunca... Siento que me estoy rayando por los nervios. Siempre me pasa cuando quedo con un tio. Digo que no espero nada, pero en realidad lo quiero todo. Algo que no ha llegado a mis veintisiete anos. Llego a la puerta y busco el carnet, cosa que deberia tener ya preparada. Lo saco y se lo tiendo al de la puerta. Me deja pasar tras pagar la entrada que corresponde a una consumicion gratis. Entro y busco a mi cita. No tardo en verlo en la barra. Esta muy bueno, como ya sabia, pero los filtros le han ayudado a estar mejor. Siempre me pasa. Me hago una idea al ver su foto y luego en persona cambia. En mi foto salgo en pijama y tomando una copa de vino. Sin maquillar ni nada. Me hice muchas... bueno..., Ryan me ayudo a hacerme muchas y, al final, cansada de que ninguna me gustara, me puse el pijama y me tome una copa de vino. Me hizo esa foto y me encanto porque estaba relajada y porque pense que con poco mejoraba en las citas. Al verme agranda los ojos. Le gusta lo que ve y no quiere ni darme conversacion. Vale que se que estas citas es para encontrar sexo gratis, pero siempre espero una charla, una conquista... Unos besos dulces... Al final nos vamos hacia su coche. Lo aparca en un callejon y sin mas me besa con rudeza; que en menos de tres minutos lo tenga dentro de mi, ya ni me sorprende, y que acabe en menos, tampoco. Me besa al acabar y dice: --Ha sido maravilloso. --Para ti, si, pero para mi ha sido una mierda. Pero oye, gracias por recordarme una vez mas que busco un puto unicornio en un mundo sin magia. Salgo del vehiculo y me marcho sintiendome sucia. No deberia. Yo he buscado esto y tristemente sabia lo que pasaria: se acabaria la magia, la emocion de ver como era mi cita y tendria que lidiar con un polvo rapido, y horrible. Perdi la virginidad con quince anos. Llevo doce anos lidiando con encuentros sexuales que siempre me dejan vacia y sucia. Llego a casa. Delia esta viendo una pelicula y al verme agranda los ojos. --?Ya? --Y porque he tardado en llegar a casa. El capullo solo necesito seis minutos... o menos. --Lo siento. --No pasa nada. Es lo mismo de siempre, pero con otro nombre y otra cara.Me marcho y me doy una ducha de esas que parece que deseas quitarte la piel. Cuando ya no me queda ni rastro del perfume barato de mi cita, me marcho a buscar a Delia. Me siento a su lado y esta me abraza. Ella siempre sabe lo que necesito. Es mas que una amiga. Es la hermana que nunca he tenido. Cuando Ryan llega, se sienta a nuestro lado y nos quedamos los tres en silencio viendo la tele. Son mi familia, porque la de verdad, desde que me fui de casa, ya ni se molestan en fingir que se preocupan por mi. Solo preguntan si necesito mas dinero en la cuenta. Capitulo 2 Violeta Entro en mi nuevo gimnasio. Lo han abierto hace poco. Tiene muy buena pinta, y habia una oferta de inauguracion. En verdad, no me encanta el deporte, pero me gusta ir al gimnasio para disfrutar de las vistas y a veces hasta se liga. Ya me he repuesto de mi cita del otro dia. Es mejor pasar pagina, pensar que un dia encontrare a alguien que me mire a mi y no me vea solo como un juguete sexual. Claro que tal vez para eso deberia dejar de mirar Tinder y ligar de la manera tradicional... si es que ahora en estos tiempos existe una. De mi trabajo todos los tios son mayores de cuarenta y alguno hay sexi... pero casado. Y no, los comprometidos estan vetados. Ni mirarlos. De mis amigos, Ryan y yo nos acostamos borrachos y ni me acuerdo si fue bien o no. El tampoco se acuerda, y lo preferimos asi. Somos buenos amigos. Y sus amigos... son companeros de trabajo y estan todos comprometidos. Asi que tampoco puedo usar esa via de ligoteo. Es por ello que sera mejor que deje para mas tarde decidir que hacer con mi vida y me centre en admirar las vistas. Salgo del vestuario con unas mallas rosas fosforito y una camiseta de tirantes amarilla tambien fosforita. Me gusta que se me vea bien, pero ademas me encanta el color. Llenar mi vida de alegria. Voy a la zona de pesas bailando con la musica que hay puesta. El sitio esta muy chulo y limpio; lo que le gustaria a Delia. Me fijo en varios culturistas. Hay uno de espaldas con un culo impresionante que hace que me detenga, hasta que me doy cuenta de que estoy admirando su culo con demasiado descaro y me pongo a hacer ejercicio. Se levanta y su espalda es amplia y maravillosa. Hay muchos igual de guapos, pero este chico moreno me atrae como ningun otro. Estoy deseando que se de la vuelta, para confirmar si es o no un chico gamba, de esos que tienen una cara dificil de mirar. Se gira y de la impresion se me cae la pesa en el pie. Grito de dolor. --?Violeta? --dice Arnol acercandose. Arnol era el guardaespaldas de Chris hace unos anos, y por eso lo conozco. Claro que es tan profesional que por mucho que pase infinidad de veces por su lado, nunca me hizo caso. Desde hace tiempo dejo su trabajo y va por libre. Se acerca y trato de mover el pie, pero me duele. --Me he roto el pie. Me voy a quedar coja... --Coja no se, pero con esa ropa a mas de uno lo dejas ciego --me indica para animarme. Luego me alza entre sus brazos con una facilidad que me sorprende. No tengo un cuerpo esqueletico. Poseo unas preciosas curvas gracias a que paso de controlar lo que como. No me voy a quejar. Miro a Arnol de cerca. Lleva el pelo moreno revuelto. Sus ojos marrones son mas increibles de cerca, ya que me fijo en las motas doradas que hay en ellos. Son mas claros de lo que esperaba. Y su cara... su cara es perfecta. Este hombre ha sido muchas veces el dueno de mis fantasias sexuales. Hace casi tres anos que no lo veo y esta mucho mas guapo de lo que recordaba y mucho mas bueno. Entramos en una pequena sala de enfermeria. Me deja en una camilla y me quita la zapatilla para ver si tengo algo roto. Pienso que se mueve como Pedro por su casa, pero ahora mismo estoy tan sorprendida, que no trato de buscarle una explicacion a su forma de actuar. Lo acabare descubriendo. --?Sabes de medicina? --pregunto al ver como me toca. Se nota que sabe lo que hace. --Hice un curso de enfermeria hace anos. --Ahh... si... olvidaba que eres un viejo. --Alza una ceja sorprendido al escucharme. Por lo que recuerdo, actualmente tiene treinta y tres anos. --Si tu lo dices. --Me mira con una medio sonrisa--. No tienes nada roto, pero te va a salir un moraton. Por suerte tus pesas eran de un kilo cada una.--Soy una chica lista. --Me mira sin decir nada mientras busca una venda--. No sabia que habias vuelto. --Si, he venido hace poco para trabajar con mi amigo en el gimnasio. --?Ya no quieres proteger a nadie? Me empieza a vendar el pie sin mirarme. --Me he cansado de dar mi vida por otros. --Pero Chris es tu amigo. --Si, pero necesito una vida donde no implique que me puedan meter un tiro. --La verdad es que seria una lastima... --me observa--, porque es triste que la gente muera. Alza la ceja. --Entonces, ?te gusta el deporte? Hace anos no tenias mucho fondo fisico. --En verdad, no me gusta mucho, pero me encantan las vistas. --Sonrie por mi espontaneidad--. Las tuyas incluidas. --Mirar es gratis. Esto ya esta. Trata de caminar. Me bajo y ando. Me duele un poco, pero es soportable. --Si llego a ir descalza, hubiera sido peor. --Si, la proxima vez mira sin ponerte en peligro. --Por regla general lo tengo controlado, pero no esperaba encontrarte. --Es la primera vez que alguien se rompe el pie por mi --dice con tono jocoso--. Es mejor que descanse por hoy. --No, mejor me siento en la cafeteria a disfrutar de las vistas. --Ten cuidado. No ciegues a nadie con tu ropa. --Hay que poner color a la vida --le indico y salimos de la enfermeria --. Me ha gustado encontrarte. Tu culo sigue siendo el mejor que he visto en mucho tiempo. Se rie. --No has cambiado --me dice antes de irse, y no se si esto es algo bueno o no. A la gran mayoria de la gente mi sinceridad la encuentra agresiva. Mejor no pensar asi. Me marcho a la cafeteria con una sonrisa en la cara, una que hace mucho no lucia.

  • Educar en lenguaje positivo de Luis Castellanos

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    Las palabras tienen gran importancia en el funcionamiento de nuestra vida y del tipo de palabras que utilizamos a diario para comunicarnos con nuestro entorno depende mucho la forma en que funcionamos. Nuestras palabras pueden ser nuestro peor enemigo o nuestro mejor aliado. Es necesario generar una nueva cultura del lenguaje y crear metodos de seguridad linguistico-emocional que puedan beneficiar a todos los agentes implicados en la educacion.

  • La duquesa ultrajada (Damas poderosas 1) de Noa Pascual

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    El duque de Whellingtton debe proteger a su unica hija antes de morir. Para ello, llega a un acuerdo con el marques de Bristol sellando un contrato en el que el segundo hijo del marques, Duncan St. John, y su hija Penelope, se desposaran a finales de verano, ofreciendoles un tiempo de cortejo; una decision que no es bien recibida por los protagonistas, puesto que ninguno tiene intencion de casarse.
    Sin embargo, la muerte del gran duque trastoca todos los planes, convirtiendo a Penelope en la mujer mas poderosa de las islas britanicas; una mujer que tendra que luchar para llegar a ser la gran duquesa que se espera de ella y poder doblegar a cualquier persona, pues debe proteger sus ducados y no puede amilanarse ante nadie.

  • El Mundo de Cameron (Fargo 1) de Lizbeth Azconia

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    Cameron Baltazar sonrie mucho; lo hace como si estuviera a punto de soltar una carcajada y, no obstante, supiera lo incorrecto que seria. He cruzado la pierna izquierda sobre la derecha, y no ha dejado de mirarme a los ojos. Tuerzo una mueca para disimular el nerviosismo. El, que no se ha molestado en vestir como uno de esos empresarios pomposos, se ajusta la manga de su camisa. Ya la lleva remangada hasta los codos. Y con desgarbo, echa su amplia espalda en la silla detras del escritorio. Como es de esperarse en una empresa que se ha declarado en quiebra, la oficina a la que me han hecho pasar se encuentra a medio vaciar. Los estantes, los dos libreros altos que estan en el muro izquierdo, el mueble detras de Cameron; se han desocupado. Me recuerda a mi habitacion en Willamette. Y tambien a la voz de Rox --mi companera de cuarto-- cuando me pregunta por que nunca coloco fotos de mi familia. Carraspeo para evitar esos recuerdos. Cam sigue mirandome y sigue sonriendo. --Dejame ver si entendi --dice de pronto, con una ceja enarcada--; me caso contigo y a cambio tu... --Arreglo el desastre que esta hecha Fargo --digo, firme--. Desde mi punto de vista, es un trato bastante justo y equilibrado. Mi abogado cree que es una locura, pero no sabe nada de la vida. Estudio en Harvard. Es lo mejor que puede decir sobre si mismo. --Debes estar bromeando --recalca mi interlocutor. Se lo nota de verdad muy sorprendido --. La semana pasada declare la quiebra de Fargo, ?si lo sabes? --Se levanta lentamente. El apoya las manos en el escritorio. Yo las observo, y la voz de Chester --mi primo-- retumba en mi cabeza, diciendo <>. --Hemos estado en contacto por alrededor de seis meses, Cameron --le espeto. Finjo observarme una una con desinteres, pese a que lo que realmente quiero es escudrinar su gesto ante mi respuesta. Hace meses lei todo lo referente a la Petroquimica Fargo, formada por varios accionistas hace mucho tiempo y llevada a la quiebra por el ultimo director: Roy Baltazar, el hermano mayor de Cameron, quien, segun lo que me dijo mi investigador, tiene problemas con la bebida y el juego. Cameron es muy distinto de el. Por eso decidi que era el indicado. --En serio crei que estabas jugando: pense que eras una de esas sindicalistas gastandome una broma --dice, ahora en tono mas serio. --Respondias como si me creyeras. El curva sus dos cejas al tiempo que suspira. --Me gusta conservar el buen humor no importa que. --Permiteme reiterar la oferta --digo al tiempo que me pongo de pie. Contorneo el escritorio, recargo la cadera en el filo y me cruzo de brazos; la ventana detras de Cameron me ofrece una vista palida de Downtown, en Houston--. Necesito tu apellido, y tu necesitas capital y accionistas. --Parece que no sabes lo que significa la quiebra --murmura Cameron a mi lado, circunspecto. Bajo la vista para encontrarme con la suya. Es de tono azulado, aunque nada nitido; las fotos que vi de el en internet lo muestran con una sonrisa en el rostro. Incluso esas en las que no deberia de estar sonriendo. Me ha dado la impresion de que se le da bien guardar las apariencias: Chester me lo advirtio cuando le lleve la investigacion final. Cameron puede ser el centro de un circulo ominoso, rigido, elevado socialmente... pero tambien se lo conoce por su empecinamiento al tratar de salvar Fargo. Ademas, si mi primo no me hubiera dado luz verde, jamas lo hubiera hecho. Esto: proponerle matrimonio a un desconocido para, por fin, limpiar nuestro nombre. --Se lo que significa --susurro--; lo que te ofrezco es una reestructuracion completa. Nada de accionistas foraneos. Unicamente quiero a cuatro. Y al principio, yo representaria al cuarto. Tu te puedes quedar con el otro veinticinco por ciento. --A mi es que no me entra en la cabeza que una muchacha como tu, de tu edad, quiera casarse por estos fines. Disculpame, no lo entiendo. Se ha erguido por completo ahora. La silla retrocede despacio hasta golpear el mueble de atras. Cameron se lleva las manos al pelo, alborotandoselo. Es castano claro, ondulado y rebelde. O tal vez es que tampoco le importa no peinarlo lo suficiente. Me pregunto que diria Ches de su cabello. --?Traes tu movil contigo? El duda, pero como a pesar de todo sigue siendo un caballero, termina sacando el telefono de su bolsillo en el vaquero que lleva puesto. Me lo entrega. Sacudo la cabeza para rechazarlo. --Gregor McMillan --le espeto--. Goglealo. --Yo no... --Solo hazlo. Para que no cambie tu buen humor. Una ceja enarcada me senala que acabo de dar en el clavo. Con un gesto alicaido --una ligera sombra de duda--, Cameron sacude la cabeza. Pero lo hace. Teclea velozmente en su movil, y se muerde el labio inferior mientras aguarda a que el buscador le de la informacion que me ayudara a convencerlo de aceptar. Cualquiera diria que es amenazar lo que estoy haciendole, pero mis metodos para salir adelante no han sido nunca cuestionados por una persona que no haya nacido en cuna de oro, rodeada de comodidades, sin problemas de autoridad, con dos padres estables y una familia unida. Yo no tuve nada de eso. Ni siquiera cuando mi padre y el padre de Chester vivian. Tenia cinco anos y gateaba entre montanas de cocaina. Lo que sea que diga la alta sociedad de Estados Unidos me importa un pepino. Y no se que tipo de personas criaron a Cameron, pero lo que si se es que su impresion es genuina. Aun asi, lo que veo es a un tipo sencillo, de modales sencillos y con reacciones verdaderamente sencillas. No podria ser mas adecuado para el trabajo que quiero hacer este ano antes de que Chester deje la prision. Tengo que sorprenderlo. Con mirada critica, Cameron alza las cejas y pone su atencion curiosa en mi. --Eres tu --me dice al tiempo que pone la pantalla de su movil frente a mi rostro. Si, esa soy --me ha mostrado un dibujo del juicio--; en la corte cuando sentenciaron a Ches a siete anos de carcel por contrabando y otras cosas. Su condena fue reducida por el trato que hizo con la fiscalia y con el cual pudieron desmantelar toda una red antigua de mafia que gobernaba en el noroeste de EEUU. Me cuesta seguirme mirando alli, sentada detras del abogado que conseguimos a proposito para no levantar sospechas. Hubo algo que mi primo le oculto a la policia, pero en ese entonces yo solo tenia quince y si algo hacen bien los hombres es subestimar a una chica que, para ellos, seria incapaz de romper un plato. Mmm... Con veintidos, a punto de convencer a un ex nino rico de ayudarme a lavar un monton de dinero con su empresa quebrada gracias a un imbecil, ya he roto toda una vajilla. Al final, despues de analizarme ahi, delgaducha, palida y llorosa, digo--: Debi demandarlos por ese angulo horrible. --Ok --suspira Cameron--. Eres hija del fallecido capo McMillan. --Su entrecejo se arruga. Se guarda el telefono en el bolsillo trasero del pantalon. Y, pese a no verse asustado en lo absoluto, me pregunta--: ?Deberia tener miedo?

  • Amor de humo y algodon de Natalia Sanchez Diana

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    La vida de Sophie, hija del conde Samuel Hastings, cambia cuando descubre que tiene un hermano y que su tio, dueno de un molino de algodon en Manchester, ha sido asesinado.
    Aprovechando el parecido entre su padre y su tio Byron, este les deja escrito un plan para que suplanten su identidad y averiguen quien le ha matado.
    Para ello, tendran que relacionarse con los seis molineros mas poderosos y descubrir sus intrigas, mientras se ven envueltos en las luchas sindicales del movimiento obrero.
    Sophie no sabra en quien puede confiar, pero su corazon tal vez si.

  • Manual de exilio de Velibor Colic

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    <> Como aprobar su exilio en treinta y cinco lecciones. Asi se subtitula esta extraordinaria novela autobiografica que destila humor, ternura y tambien una ironia y una amargura feroces. Escrita con una crudeza inmisericorde, Colic nos hace pensar a cada momento en nuestros privilegios como habitantes del Primer Mundo. Y el, el exiliado de una guerra cercana, de un pais hermoso pero en ruinas, que podria escupirnos a la cara nuestra desidia respecto a aquella guerra, comparte sin embargo con nosotros, sus lectores, la pasion por un mundo hecho tambien de belleza. Late en cada pagina una pregunta: ?donde esta el Paraiso que un dia se nos prometio?

  • La Estatua de Sal de Leopoldo Lugones

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    Si tuvieramos que cifrar en un hombre todo el proceso de la literatura argentina (y nada nos obliga, por cierto, a tan extravagante reduccion), ese hombre seria indiscutiblemente Lugones. Fue poeta, narrador, critico, historiador, lexicografo, orador y, sin mayor fortuna, helenista y traductor de Homero. (...) Yzur es el primer cuento de nuestra serie, que inaugura en nuestro idioma el genero de la ficcion cientifica. La lluvia de fuego imagina de un modo vivido y preciso lo que pudo haber acontecido en las ciudades de la llanura; tambien La estatua de sal es de origen biblico, pero Lugones enriquece la fabula que todos conocemos con un insolito misterio. Es evidente que el relato Los caballos de Abdera procede del soneto Fuite des Centaures de Heredia; pero no es menos evidente que supera a su modelo. Lugones en Un fenomeno inexplicable relata de un modo llano y pausado un hecho inaudito; en Francesca se atreve a competir con el canto V del Infierno y el hallazgo de esa aventura esta en el tono intimo. Abuela Julieta es uno de los mas delicados cuentos de amor; una de las mejores paginas de Lugones. Jorge Luis Borges

  • LOLA. Todas las promesas que se ahogaron en el mar de Nazaret Yeste Vilchez

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    Lola vive en la descomunal Manhattan. Es joven, dulce y una gran profesional del mundo de la moda. Sin embargo, el fantasma de su unica relacion esta a punto de arrojarla al vacio. Literalmente. ?Por que no lo olvidas, Lola? ?Por que no empiezas de cero? ?Por que no te bajas de ahi antes de que te hagas mas dano?

  • Todo de mi (Hermanos Montgomery 3) de Moruena Estringana

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  • Mis Tres Amores de Teresa Carpenter

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    La vida de Rachel Adams cambio de repente cuando la nombraron tutora de dos pequenos huerfanos. Resultaba muy dificil convertirse de la noche a la manana en la madre de dos bebes tremendamente exigentes. que no tardaron en robarle el corazon.

  • Las flores del frio de Silvia Carrandi

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    “En la vispera del Dia de Todos los Santos, el 31 de octubre de 1937, sucedieron en Penon tres hechos tragicos. Mi padre desaparecio. A mi madre estuvieron a punto de matarla, y yo, descubri, en la fuerza con la que alguien se colgaba de las campanas de la iglesia, que vivia en un valle lleno de mentiras.”

  • Mariposas en tu estomago 08 de Natalie Convers

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    <<... de pronto un conejo blanco con grandes ojos rosados se cruzo ante ella. En realidad no habia nada de extrano en ello y Alicia no se sorprendio ni siquiera cuando le oyo decir: !Ay, Dios mio, que tarde se me esta haciendo! Y aunque mas tarde, al recordarlo, le choco que no le hubiera sorprendido, lo cierto es que en aquel momento le parecio de lo mas natural. Y fue entonces cuando el conejo saco un reloj de bolsillo de su chaleco para consultar la hora, antes de echar a correr de nuevo, y solo entonces se dio cuenta la nina de que nunca en su vida habia visto un conejo con chaleco ni, mucho menos, con reloj de bolsillo. Alicia se levanto de un brinco y, muerta de la curiosidad, corrio por la pradera hacia el lugar donde se encontraba el conejo, y llego justo a tiempo de verle desaparecer por una gran madriguera que se abria al pie de un seto. Y no tardo Alicia en seguirle...>> Alicia en el Pais de las Maravillas. LEWIS CARROLL Cuarenta y cinco minutos antes... Hay alguien parado frente al estudio de Alex. Su pose relajada, aunque firme en los puntos precisos del cuerpo, parece indicar un fuerte dominio de si mismo y del mundo que lo rodea, una actitud de la que solo pueden presumir los senores de la alta aristocracia del siglo XVIII en las novelas romanticas. Pero no es solo eso lo que me lleva a no delatar mi presencia todavia, no... Su vestimenta impecable e incluso un poco excentrica posee un aire como de dandi ingles moderno de quien busca la sofisticacion hasta el extremo de destacar. Todo esto y lo anterior hace que opte por ser precavida. Continuo mi escrutinio y observo sus hombros, que no dejan de resultar masculinos, a pesar de no ser muy amplios. Una linea ancha y en diagonal de color granate recorre la camisa azul claro en la parte superior de su espalda, como un tajo hecho en la piel, hasta donde llega peinado en una coleta su lustroso cabello, tan oscuro como las alas de un cuervo. Un escalofrio viaja por mi espina dorsal. Trago saliva. Ajeno a mi examen, el hombre se mantiene con una expresion neutra mientras se apoya en lo que al principio me parece un baston, pero que al entrecerrar los ojos comprendo que es, en realidad, un paraguas de color cafe. Su extravagante comportamiento y la postura que adopta le confieren un aura de misterio y peligro que me produce una oleada de desconfianza. De repente, el hombre alza la vista al cielo; la mano libre le hace las veces de visera sobre los ojos, a pesar de que el sol esta cubierto. Hipnotizada por ese gesto que parece tan natural, sigo su mirada. El techo terraqueo parece casi euforico con sus irregulares jirones de nubes cada vez mas oscuros en movimiento, como si danzaran algun tipo de baile exotico y secreto que nadie mas, excepto sus grises nubarrones, igual que amantes, puede ejecutar. El corazon me palpita mas fuerte ante la expectativa de que pronto caera una encomiable tormenta, y no puedo evitar contagiarme de ese despliegue de animosidad, porque a pesar de que los dias de lluvia no siempre han gozado de buena reputacion entre la gente de la ciudad, para mi hay una pequena metafora en las tormentas. Son senal de que algo importante va a ocurrir en cualquier momento, pero tambien de que algo esta a punto de acabar. De forma inesperada, el hombre se vuelve, aun con la cabeza inclinada, de modo que no me ve. No obstante, me sobresalto un poco al reconocer su nariz aguilena, la cual podria hacerle pasar casi por el mismisimo Adrien Brody de ser unos centimetros mas alto... --!Cara de rata! --digo en voz alta de manera descuidada. No me quedo para comprobar si me ha oido. De inmediato me llevo las manos a la boca, me muerdo con los incisivos superiores el labio inferior como si no fuera suficiente y salgo corriendo avergonzada hasta refugiarme detras de dos contenedores de basura cercanos. Una vez que me he dejado caer poco a poco y sin hacer ruido sobre uno de los lados del segundo contenedor, los ojos se me cierran y trato de captar el sonido de pasos, de respiracion; en resumen, de cualquier cosa que pueda delatar que el me ha seguido. Pero los segundos transcurren mientras siento cada latido de mi corazon, que bombea sangre con fuerza por mis munecas, por mi pecho e incluso por mi boca, y nada sucede. Hago acopio de una valentia que no siento, inclino la cabeza hacia el lado derecho y me obligo a echar un vistazo. Hugh, el antiguo galerista de Alex, continua alli plantado frente al estudio. Un repentino sudor frio hace que me hormiguee la piel en la nuca. Ha faltado poco... Suspiro de alivio, aunque no demasiado fuerte. Por algun motivo, mi instinto me dice que el me reconocera si me ve, porque no fui precisamente un alarde de elegancia y decoro la primera vez que nos cruzamos en Londres durante la exposicion de Alex. Con solo recordarlo, noto calor en las mejillas. Por suerte, esta misma manana Alex ha salido temprano de mi casa y, en lugar de dirigirse al estudio como de costumbre, ha ido directo a reunirse con su madre con la promesa de que intentaria por fin hablar sin mas mentiras con ella. Esbozo una sonrisa sarcastica al recordar nuestra ultima conversacion. --!Eh, mi musa! Si mi madre te ve, enloquecera antes de que yo pueda decir la primera palabra. Solo seras una distraccion --me explico Alex en tono condescendiente, y luego se acerco para acariciarme la cabeza dado que yo no respondia, pero me aparte: no estaba de humor para ser lisonjeada como un gato ni para corresponderle. Aquellas palabras con las que Alex habia puesto fin a nuestra discusion me dolieron, y provocaron un extrano y frio distanciamiento entre los dos que aun no puedo quitarme de la cabeza. Y si bien accedi a no acompanarlo, todavia me preocupa el modo como Alex pueda manejar la situacion. Con su caracter a veces ironico, en otras ocasiones apasionado, pero tambien obstinado y versatil, imagino que puede estar ocurriendo en estos momentos cualquier cosa. No obstante, una parte de mi, resentida por todos los rechazos de la madre de Alex, se retuerce de jubilo. Por una vez dejo que todas mis emociones se liberen y me atrevo a pensar que quiza ella se lo merezca. De repente, un ruido peculiar, del tipo que produce una puerta oxidada al abrirse, me devuelve a la realidad.

  • Los Maple de John Updike

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    En 1956 el conocido escritor John Updike publico un cuento, <>, sobre una pareja joven, Richard y Joan Maple, al comienzo de su matrimonio. En las dos decadas siguientes, regreso a estos personajes una y otra vez, trazando sus anos juntos: los reencontramos criando a sus hijos, viviendo momentos de felicidad y enfrentandose a la infidelidad y el distanciamiento. En 2009 los relatos se reunieron en un solo volumen, como una novela, con un epilogo que nos devuelve a la vida de los Maple mucho despues de su desgarrador divorcio.
    A lo largo de sus vicisitudes, esta peculiar pareja muestra mas vitalidad, alegria de vivir y amor que muchas parejas casadas felizmente.

  • Palmira Blues de Lorenzo Silva

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    En el septimo volumen de la serie Vidas.zip, Lorenzo Silva vuelve a presentar su particular vision de la actualidad en forma de cuentos cortos, a menudo narrados desde el punto de vista de los protagonistas de las noticias o de los ciudadanos anonimos que sufren su impacto. Palmira blues. Vidas.zip. Ano VII es una recopilacion de las mas de cincuenta historias que Silva escribio por septimo ano consecutivo para la edicion digital del diario El Mundo, en los meses que van desde la primavera del ano 2015 hasta la del 2016. En estos articulos, el autor reflexiona sobre los grandes titulares con su habitual sintesis y las observaciones afiladas a las que nos tiene acostumbrados. La masacre de Paris que conmociono al mundo; la foto viral e insoportable de Aylan, el nino sirio tendido inerte sobre la arena de una playa griega; y el atasco democratico que sucedio a las elecciones espanolas del 26 de diciembre de 2016 son algunas de las noticias que el autor trata en este volumen. Eso si, sin dejar de cuestionar las lacras, injusticias e irregularidades que arrastra nuestra sociedad: desde la violencia de genero hasta la baja presion fiscal que se aplica a los millonarios futbolistas de elite en contraposicion a las declaraciones de gente humilde que <>. Como el propio Lorenzo Silva explica, <

  • Lugar equivocado, momento justo (Bourbon Street Boys 2) de Elle Casey

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  • Un amor sin contrato, Marcela Balluri de Marcela Balluri

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    Jane estaba acostumbrada a meter la pata, era el precio de tener ese caracter del demonio. Pero arrojarle una cerveza a ese estupido peon y decir frente a el que el jefe era un bueno para nada, habia sido un error de los gordos…
    Basicamente porque el estupido peon y el jefe bueno para nada eran la misma persona.
    Ahora tendra que lidiar con el hasta que el trabajo acabe, tratando de salir victoriosa en cada pelea ya que el parece empenado en cabrearla y seducirla a partes iguales.
    Un momento, ?seducirla? Bah, si eso que sentia en el estomago no eran mariposas, segura como el infierno que eran parasitos y !solo eso!

  • La Sumisa que hay en Mi (Saga Amigos Club Darkness 1), Iria Blake de Iria Blake

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  • Solo un deseo de Olga Salar

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  • Olvida el para siempre de Toni Fernandez

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    Adam vive la vida en sonrisas, Camila en recuerdos.
    El es un amante de la pintura, ella no sabe todavia que amar.
    Entre pinceles, camisetas divertidas y una mascota con nombre de personaje de Pixar, se dejaran llevar hasta sentir que las piezas comienzan a encajar.
    Pero ?que sucede cuando esas piezas no son las correctas? Ninguno de los dos puede sustituirlas, mucho menos romperlas. Tal vez ni siquiera puedan huir de ellas.
    Y tal vez, despues de todo, no exista un para siempre para ellos.

  • Nuestro Caos, Sira Duque de Sira Duque

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  • Ebano (Enfrentados 2) de Mercedes Ron

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    Amar nunca fue tan peTheme Settingsligroso como en <>, la nueva saga de Mercedes Ron.

  • Llamame jueves, Ava Cleyton de Ava Cleyton

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    Una manana del mes de abril Alex Kupert se despierta totalmente aterrada porque no puede dejar de pensar en el ni un solo instante. Pero ?quien es el y que ha sucedido para que ella, esposa ejemplar y enamorada de Emilio, su marido de toda la vida y padre de sus tres hijos, tiemble cada vez que recibe un WhatsApp suyo? Se llama Leonardo Peces y, hasta la fecha, era tan solo un amigo. Alex, incapaz de comprender sus propios sentimientos, encuentra en la reposteria una valvula de escape. Y en el afan de luchar contra lo que parece inevitable, el hecho mismo de no poder frenar la avalancha que presiente con la fuerza brutal de la madre naturaleza en la cumbre del Everest, el blog de la Kupert's Cook resulta ser un gran exito en las redes sociales.

  • Las noches en las que el cielo de Cristina Prada

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    La historia de Reese y Sophie y todas las situaciones que aparecen en ella estan inspiradas en la ciudad de Pristina y otros lugares de Kosovo, y los conflictos en la antigua Yugoslavia que tuvieron lugar entre 1991 y 1999. Hemos querido ser tan fieles a la realidad como hemos podido, pero nuestra intencion es contar las emociones que se vivieron y se viven alli y, sobre todo, una historia acerca de la amistad, la felicidad y, como siempre, el amor mas incondicional. Agradecimientos Este libro es un sueno hecho realidad. Desde que me autopublique hace ya dos anos he vivido muchisimas cosas maravillosas y todas os las debo a vosotros. A mi marido Giuseppe y a mi hijo Pasquale. Os quiero muchisimo. Sois toda mi felicidad y nunca tendre palabras suficientes para agradeceros todo lo que me apoyais. A ti, que aguantas los <> o <> y que siempre tienes una sonrisa y un abrazo que darme, que me haces reir cada dia, que me haces feliz cada dia, que te quiero mas y mas cada dia. Y a mi pequeno, que promete portarse bien para dejar trabajar a mami y que se arma de paciencia y siempre acepta cuando le digo que hoy no podemos ir al parque, pero que manana vamos a estar el doble en los columpios. SOIS MI VIDA. A mi familia, a la que tiene DNI espanol y a la que usa Carta de Identidad italiana. Ya sea aqui, en Napoles o en cualquier parte del mundo, os quiero muchisimo, aunque a veces discutamos. Ademas, llevarse bien absolutamente todo el tiempo tiene que ser muy aburrido. A Carmen. Eres una persona increible y te mereces que te pasen cosas no buenas sino espectaculares. Me apoyas, me escuchas, me ayudas y siempre sabes coger al unicornio desbocado por el cuerno, mirarme a los ojos y decirme: bajate de la nube y haz las cosas bien. Ademas, eres la mejor organizadora del tiempo que he conocido y la creadora de expresiones geniales como <> o <>. Te quiero mucho querida. A Tiare. ?Que haria sin ti? Solo espero poder devolverte alguna vez todo lo que haces por mi: el apoyo, la paciencia y los consejos que me das. Eres una persona generosa y buena y cualquiera que te conozca mas de dos segundos sabe que es una suerte tenerte como amiga. Me encanta trabajar contigo y espero poder seguir haciendolo muchos anos. !Arriba Empotradoras Films! A Silvia, Montse, Aroa y Tiare (otra vez). Desde que montamos el chat del Messenger nos hemos reido, hemos llorado y nos hemos contado todo lo que nos pasaba. Ahora resulta que si no os digo buenos dias por las mananas y buenas noches cuando ya estoy en la camita, parece que me falta algo. Sois increibles y lo unico que nos falta es que nos toque a alguna el sueldo Nescafe para toda la vida y nos costee a las demas una quedada una vez al mes para beber Martinis Royale y reirnos en directo. Os quiero muchisimo. A mis chicas del Face. A Patri, Campanilla, Jessica, Nacary (y su guapisimo Lionell), Irene, Super Emma (!Vivan el Capitan America y Marty McFly!), Pam, Beatrice, Adeila, Beatriz, Abby, Danny, Iris, Ana, Sam, Rebekah, Macarena, Olimar, Cecilia (gracias por todo lo que haces por nosotros), Rocio, Elena, Saray, Loli (tienes un arte que no se puede aguantar), Ana Belen, Noe, Esther, Mitera, Noelia, Rita, Laura, Reyes... y todas las chicas del grupo Aqui Manda Ryan Riley y las que llevan los perfiles de Ryan y Maddie en Twitter (son geniales)... Nada de lo que me ha pasado seria lo mismo sin vosotras, chicas. A la Editorial Planeta y a sus sellos Esencia y Zafiro. A todas las personas que trabajan alli. Un libro es el resultado final del esfuerzo de mucha gente, no solo del escritor. Muchas, muchas gracias a todos. Tambien quiero aprovechar para dar las gracias y mandar un saludo a todas mis compis, de mi editorial o no, con las que me encanta charlar y pasar el rato. Son unas profesionales increibles y unas companeras todavia mejores: Patri, Chloe, Chari, Lola, Scarlett, Sam (otra vez), Elena, Irene, Ana, Connie, Maria (Alissa), Alejandra, Mita... y se que me estoy olvidando de alguien, asi que como dirian en Napoles: !un beso circular para todas!

  • La boda secreta del billonario (Las hermanas Hart 1), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • Prohibido Repetir (Sensaciones 2) de Mia Alcaraz

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    El amor es un sentimiento complejo que nos acompana desde que nacemos, pero nadie ha dicho que amar sea sencillo y aun menos enamorarse. Es lo que le ocurre a Aitor, que esta enamorado desde la infancia de la misma mujer, la cual precisa algo mas que abrir los ojos para darse cuenta de que dejo escapar en su juventud.
    Por su parte, Mabel ha hipotecado parte de su vida por la persona equivocada por el simple hecho de creer que estaba enamorada del padre de su hijo, Lolo, sin saber ver que su verdadero amor siempre ha estado a su lado y nunca se ha rendido.
    Prohibido Repetir>/i>, es la historia de un amor tan puro que no se marchita con el paso del tiempo, es la prueba de que cuando se ama de verdad nunca se deja de intentarlo, pues solo existe un objetivo final: ser feliz.

  • Domina, L.S. Hilton de L.s. Hilton

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    Segundo volumen de la trilogia que ha estado en boca de miles de lectores en todo el mundo.EL PASADO DE JUDITH RASHLEIG LA PERSIGUE DE NUEVO. UN JUEGO FRENETICO EN EL QUE, AHORA, SI NO GANA, MUERE.

  • Construyendo un amor (Los alemanes 3) de Noni Garcia

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    L legar hasta este hotel, en pleno centro de la ciudad, ha sido una locura total. Se que estamos en la principal fiesta de Cadiz, que los carnavales son algo mas sagrado que el Oktober Fest en Alemania, pero esto es muy pequeno para albergar a tanta gente. Bueno, lo importante es que Sabine y yo por fin hemos podido acceder al aparcamiento, dejar el coche en la plaza que teniamos reservada y subir hasta el salon donde se va a celebrar la gala de carnaval. Cuando mi amiga me comento que su novio la habia dejado y que tenia la reserva hecha, no me apetecio mucho asistir; estoy en un momento en que necesito mucha paz, tranquilidad, templar mis nervios y no tener que estar dando explicaciones a nadie, y aqui trabajan varios amigos de mis padres, entre ellos el director. Pero despues me convencio y decidimos disfrazarnos de forma que nadie nos reconociera: ella de Frankenstein, yo de zombi. He de decir que la maquilladora es increiblemente buena, tremendo susto me he llevado al mirarme al espejo cuando ha terminado. No parezco ni yo, asi que he decidido usar mi segundo nombre; asi nadie podra encontrarme, saber quien soy y atosigarme a preguntas. Esta noche sere Nicole, Maria se ha quedado en Zahara de los Atunes. Es alucinante la decoracion que han usado para la fiesta: las luces, los efectos, la musica y el ambiente son inmejorables. Hay mucha gente, pero no hasta el punto de no poder moverte, de ser asfixiante; todos tenemos suficiente espacio vital para no agobiarnos. Nos dirigimos a la barra y Sabine pide por las dos. Para ella, un refresco de naranja, ya que nunca bebe alcohol, y para mi un ron con cola. Lo remuevo mientras sigo deleitandome con todo lo que me rodea y avanzo hacia una de las cristaleras para mirar la calle. La gente tiene mucha imaginacion en esta tierra, se ven los disfraces mas inusuales, desde el tipico hombre vestido de mujer hasta un elaborado traje de superheroe. Me giro para buscar a Sabine, pero algo se interpone en mi camino y mi copa acaba estrellada en el suelo. Y si, es algo, porque no tengo muy claro de que va disfrazado este chico... o chica. No sabria decir. --Disculpe, marinera. !Jar! --se excusa con voz de pirata. --La culpa es mia, que no se por donde voy, todavia no he sorbido suficientes cerebros --le suelto en aleman al bicho mas chungo de Piratas del Caribe, que el muchacho ya podria haberse disfrazado de Jack Sparrow. Una sonora carcajada brota de su garganta y yo me quedo a cuadros. No se si se rie porque le hace gracia mi idioma, mi horripilante cara o porque habla aleman y ha entendido perfectamente lo que acabo de decir, y mucho me temo que ha sido por esto ultimo. <>. --Lo que menos esperaba encontrarme aqui, esta noche, es a una alemana con humor --me dice en un aleman, con tono de pirata nuevamente, tan perfecto que creo que ni yo soy capaz de conseguir, y eso que soy autoctona. --Pues ya ves, no todos los alemanes son unos estirados --le espeto ya en espanol. --?Y tiene nombre la alemana que hay debajo de ese horroroso zombi? --Yo sere una zombi horrorosa, pero tu no te quedas atras... Mi nombre es Nicole. --El mio es Jacobo --se presenta mientras me tiende la mano para que se la estreche, y yo hago lo propio. Me mira a los ojos, sonrie y tira de mi. Me pilla tan de sorpresa que me dejo arrastrar hasta no se donde, porque no tengo ni idea de adonde me lleva, hasta que para en seco en medio de la sala, coloca mi mano izquierda sobre sus biceps, agarra mi cintura con la mano del brazo que estoy tocando y entrelaza la otra con la que me queda libre. Entonces soy consciente de que suena Valio la pena de Marc Anthony. <>, sonrio para mi misma mientras lo pienso. Llevo anos dando clases de bailes latinos y flamenco, a ver que es capaz de hacer, tampoco quiero dejarlo en ridiculo. Empieza suave, sin dar mucha cana, pero cuando ve que le sigo el ritmo, va aumentandolo poco a poco. <>. Lo damos todo en la pista, incluso se forma un cerco a nuestro alrededor para que tengamos espacio suficiente para hacer todos los giros y movimientos. La cancion termina e intentamos recobrar el aliento mientras recibimos una gran ovacion de los que nos rodean. Yo, que queria pasar desapercibida, que nadie me reconociera, soy el centro de todas las miradas junto a este desconocido que estoy segura de que tampoco se llama Jacobo; es mucha casualidad que su nombre sea la traduccion del nombre del protagonista de la pelicula de la que va caracterizado. Aun cogidos de la mano, nos dirigimos a una de las barras que hay en el salon. Yo pido un ron con cola, el pide lo mismo, y brindamos por nada en concreto. --Bueno, voy a buscar a mi amiga, que la he dejado esperando su bebida... --Creo que tu amiga esta de lo mas entretenida con mi amigo. --!Madre mia! Nos habiais echado el ojo... Acabo de ser consciente de que el golpe que nos hemos dado, y que se ha saldado con mi copa en el suelo, no ha sido casual. --Realmente, mi amigo se fijo en tu amiga, yo solo tenia que entretenerte para que el le entrara... --Pues, hala, ya me has entretenido, vete a dar una vuelta, que no te necesito para disfrutar de la noche --le escupo sin miramientos. Reconozco que me ha sentado como una patada en el estomago que su unico proposito fuese alejarme de Sabine. --No me has dejado terminar de hablar. --No es necesario. --Nicole, escuchame, que ha sonado muy mal. El muy maldito tiene un tono de voz tan sensual, que escuchar mi nombre ha hecho que decida darle la oportunidad de terminar de hablar. La cuestion es que me suena de algo ese tono grave. --Si bien tus pintas no habrian hecho que me acercara a ti por decision propia, al igual que tu no te hubieras acercado a mi, que de hecho ese era el proposito de este disfraz, me alegra haber podido bailar contigo y estar ahora compartiendo una copa. --Tienes razon. Y mi intencion era la misma que la tuya, que nadie se acercara a mi, pasar desapercibida. Los dos nos echamos a reir, estamos en la misma situacion y, sin quererlo, nos hemos juntado. Cuando conseguimos controlar el ataque de risa, brindamos y damos un largo sorbo a la copa. Mucho me temo que los dos tenemos problemas del corazon, me lo cuenta su mirada triste, la que esta oculta bajo kilos de maquillaje. --Pues creo que nadie se nos iba a acercar con nuestras pintas, pero si queremos asegurarnos de que sea asi, deberiamos permanecer el resto de la noche juntos. Se que tiene toda la razon del mundo, pero me apetece picarlo un poquito, le vendra bien volver a reirse, puede que asi se difumine un poco la bruma de sus ojos. --!Que forma mas rara tienes de ligar, pirata! --Pero yo no estoy... --No puedo aguantarlo mas y me rio--. !Eres mala, zombi alemana! Suelta la copa, esto va a costarte otro baile. Y casi no tengo tiempo de hacer lo que me pide, tira de mi de nuevo hasta la pista, aunque esta vez la cancion es mas lenta y puedo disfrutar mas del contacto con sus musculados brazos, de su aroma a perfume caro, del intenso color marron de sus ojos... Es alto, fuerte y ahora mismo me un coraje tremendo no poder ver su rostro, estoy segura de que es un hombre muy guapo y, si no lo es, lo suple con la sensualidad de sus movimientos y con esa voz que juraria haber escuchado antes. Y asi pasamos la noche, bailando una cancion tras otra y bebiendo una nueva copa cada vez que parabamos para recobrar el aliento, cosa que pasaba demasiado a menudo debido a la intensidad con la que nos moviamos. --Nicole, ?has bebido demasiado? --La voz de Sabine nos interrumpio cuando estabamos brindando por los arboles del campo, ya que no nos quedaban mas motivos por los que hacerlo. --Creo que si, Sabine. Y no importa si hablas en aleman o en castellano, aqui el pirata chungo lo entiende perfectamente. --Hola... --Jacobo --se presenta, tendiendole la mano a mi amiga. --Pues nada, no te preocupes, nos volvemos... --!Anda ya, tonta! Tu termina la noche con Batman, que yo me vuelvo en un taxi. --?Estas loca? Va a salirte muy caro un taxi hasta Zahara. --?Y que mas da? --Como Batman se va a quedar contigo, yo pago el taxi hasta Chiclana y ella el resto del trayecto. Asi no le sale tan caro, ?os parece bien? --Vale, pero escribeme cuando llegues, ?de acuerdo? Sabine se despide de mi con un abrazo y repitiendome que le escriba cuando llegue a casa, aunque dudo mucho que ella vaya a estar pendiente del telefono en las proximas horas, ademas, sabe de sobra que yo nunca me acuerdo de avisarla cuando llego. Jacobo y yo apuramos la copa antes de salir de la sala. Una vez en la salida, pedimos al recepcionista que nos consiga un taxi y nos vamos a la puerta para esperarlo. Sigue sin soltarme la mano, a pesar de que ya no estamos arriba, de que no estamos bailando. Tiemblo porque hace frio, estamos en pleno mes de febrero y mi ropa no abriga mucho. Se da cuenta y me rodea con sus fuertes brazos. Levanto la cara para mirarlo, el baja la suya para sonreirme, y no necesitamos hablar. Los dos sabemos que ese taxi no llegara hasta Zahara, que se quedara en Chiclana. No tengo ni idea de quien es el hombre que se esconde bajo el disfraz, pero si se que me apetece pasar un buen rato de cama con el, por el simple hecho de haber convertido en estupenda una noche que se planteaba aburrida, por su conversacion, por su forma de bailar y porque me atrae, no hay mas. Unimos nuestros labios hasta que el contacto se ve interrumpido por la llegada del taxi. Nos subimos a el y Jacobo le da la indicacion: --Al hotel Riu Chiclana. <>, pienso mientras me abrocho el cinturon de seguridad. Buen botin tuvo que conseguir este piratilla para permitirse pasar una noche de sexo en uno de los hoteles mas caros de Chiclana. N os bajamos del taxi y tiro de su mano hacia el interior del hotel. Ahora creo que no ha sido muy buena idea traerla a mi lugar de trabajo, pero ya estamos aqui y esa habitacion siempre esta disponible para mi. Le pido que me espere en los butacones que hay frente a la recepcion, asi evitare que conozca mi verdadero nombre, que es lo menos oportuno en este momento. --Leo, dame la tarjeta de mi habitacion. --?Disculpe? --!Joder! Soy Roberto, que estoy disfrazado y borracho, no quiero llegar asi a casa porque puede que este por alli mi padre, quedo en venir en estos dias. --Porque me lo dices y he reconocido tu voz... Ni loco hubiera pensado que eras tu. Aqui la tienes, ?necesitas algo mas? --Si, que me subas una botella de ron, refrescos de cola y me des dos tarjetas mas, estoy esperando a un par de amigos, y por la manana tendran que salir. --?Un par de amigos o una zombi...? --No seas indiscreto, dame las tarjetas y que me suban lo que te he pedido. Leo desaparece detras de la recepcion y me dirijo hasta donde esta Nicole, que imagino que sera su nombre real, no creo que sea tan mentirosa como yo, que he usado uno que no tiene nada que ver con el mio... O si, porque asi era como queria mi madre que me llamara; menos mal que a mi padre se le ilumino la bombilla y termino por registrarme como Roberto. Le tiendo la mano para ayudarla a levantarse. Sinceramente, no se cual de los dos esta mas borracho, pero de lo que no pienso preocuparme en este momento es de eso. Necesito un respiro, desintoxicarme un poco de Carmela; muy a mi pesar, estoy muy colgado de ella, y ella ama a Sebastian, por mas que se niegue a reconocerlo. Casi acabamos en el suelo antes de llegar al ascensor. Debido a la gran cantidad de alcohol que hemos tomado, nuestro cuerpos son incapaces de andar al mismo ritmo y chocamos sin control. Una vez dentro, no duda ni un momento en lanzarse a devorar mi boca. Esta chica, que tengo la impresion de que es bastante mas joven que yo, es puro fuego, pura pasion, y voy a disfrutarlo sin pensar en nada mas, aunque... --Me encantaria ver tu rostro sin este espantoso maquillaje. --Es carnaval, y este espantoso maquillaje ha conseguido llevarte a la cama. --?Vas a seguir echandome en cara que no me fijara en ti, que yo fuera el compinche? --Hoy use este disfraz porque no queria ser yo, si me deshago de toda esta pintura, volvere a serlo. --?Yo tampoco puedo? --No lo compliques, me ire a Alemania el lunes. Dejemos que esto sea un bonito recuerdo de carnaval. --?Ni tan siquiera las lentillas? Me arden los ojos... --Pues sera de otra cosa, porque las lentillas las perdiste en el tercer cubata --se rie y me contagia la risa. Ahora recuerdo ese momento, me deshice de ellas en el bano, no las aguantaba mas. --Entonces bastara con un poco de colirio. Vuelvo a besarla hasta que se abre la puerta. Por el camino a la habitacion, cada uno empieza a desabrochar sus ropas, parece como si nos fuera a faltar tiempo. Entramos a empujones, cerramos de un portazo y comenzamos a tirar prendas por la habitacion, hasta que suena el toc toc de la puerta; seguro que son las bebidas. Le pido que se esconda bajo las sabanas, ya que solo le queda puesta la ropa interior. Despacho rapido al camarero y Nicole aparece de entre las sabanas muerta de la risa. Mas bien, sale volando de ellas su lenceria, lo que quiere decir que esta completamente desnuda, y yo no tardo ni treinta segundos en estar igual que la jovencita que me espera en la cama. Tiro del nordico y mi vista se deleita con su cuerpo desnudo. Me cuelo entre sus piernas, devoro con ansia sus labios, aunque no tardo mucho en abandonarlos y mordisquear su cuello, y, lejos de quejarse, se arquea y me regala varios suspiros de placer. Mi lengua se pasea libremente por su torso desnudo hasta llegar al pezon de uno de sus perfectos y redondos senos, juego con el hasta que se endurece y hago lo mismo con el otro. Continuo mi camino por su vientre plano adorando por unos sutiles abdominales y un pequeno lunar junto al ombligo con forma de corazon. Llego hasta su depilado pubis y mi sorpresa es mayuscula al descubrir tatuado en el una preciosa Campanilla.

  • Mi Nombre es N de Robert Karjel

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    Ernst Grip, miembro del Consejo de Seguridad sueco, ha sido convocado en Nueva York, pero ignora por que. La agente del FBI Shauna Friedman esta alli para recibirlo, quiere que hable con uno de los prisioneros en una base militar secreta, pero ?por que Grip tiene la sensacion de que esta siendo interrogado? El prisionero, conocido como N, es sospechoso de haber perpetrado un ataque terrorista pero nadie sabe quien es o para quien trabaja. Sin embargo, N no es el unico que guarda secretos. Entre N y Grip existe un peligroso vinculo que los une irremediablemente, y tendran que aprender a confiar el uno en el otro si quieren mantenerse con vida.

  • En el azul de tu mirada de Jasmine Rogers

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    La noche pasaba y no lograba conciliar el sueno asi que sali del dormitorio, para dirigirme a la biblioteca y leer un poco. Quizas de esta manera conseguiria no pensar y caer rendida, pero tuve la sorpresa de encontrarme alli con Aidan. --?Tampoco puedes dormir? --me pregunto. --La verdad es que no. Se levanto y se dirigio al mueble bar para servirme una copa. No pude dejar de observarle. Solo vestia unos finos pantalones de pijama, resaltando la tenue luz de la estancia, la desnudez de su espalda y de su torso fibroso en cada uno de sus movimientos. Pense que seria mejor volver a la cama. La tentacion era demasiado fuerte. Fui hacia la puerta y me disculpe: --Siento causarte molestias, pero creo que me marcho a dormir. Se acerco rapidamente hacia mi para cerrar la puerta, quedando atrapada entre esta y el, creyendo morir de deseo cuando senti el calor de su cuerpo contra mi espalda, y escucharlo susurrar con su aliento ardiente sobre mi cuello. --Di que no me amas y dejare que te vayas. Di que todo lo que paso en Espana ya lo has olvidado. --No me hagas esto, Aidan. --Responde, por favor. Gire para enfrentar mi rostro al suyo, y fijando mi mirada en sus azules ojos confese: --Te amo, y si en algo han cambiado mis sentimientos, ha sido para amarte aun mas que antes. Para mi sorpresa, me alzo en sus brazos y salio de la biblioteca. --Aidan... --susurre. --Sssshhh. Mi corazon comenzo a latir fuertemente, porque en sus ojos, y en cada reaccion de su cuerpo a nuestro contacto... sabia hacia donde me conducia. Cruzamos el umbral de su dormitorio, y mientras me posaba lentamente sobre la cama, me inundaba de besos colocandose a la vez sobre mi. Todo el me aturdia, su aliento, su forma de besarme... temiendo volver a sufrir de nuevo cuando nos marchasemos. Pero el deseo que seguia sintiendo por el, era innegable e inevitable, y no seria yo quien le apartase de mi lado. --Dejame amarte, pero para siempre. No quiero mas ratos, te quiero siempre, completa. --Sus susurros me quitaron todo el temor. Le bese como nunca, sintiendo como sus caricias abrasaban cada centimetro que sus manos recorrian de mi cuerpo mientras me desnudaba poco a poco, haciendome temblar y que mi piel se erizara respondiendo intensamente a cada contacto con su piel. Y aquella noche de nuevo, nos entregamos totalmente el uno al otro, con ansia, con desesperacion, con todo el amor y pasion contenida en aquellos anos y que ya me habia demostrado hacia unas semanas, reafirmando con rotundidad que lo nuestro nunca se apagaria, nunca... CAPITULO 1 Cuatro anos atras... --!Gracias a usted! --exclamo con aire amable la voz que se escuchaba tras el telefono. Nos despedimos y finalice la llamada. A continuacion, me dispuse a dar saltos como una loca en medio del salon. Ana, mi companera de piso me observo con los ojos como platos. --Eso es... ?que si?--me pregunto. --!Si, si, si, si! --grite como una loca. Ana se unio a mis gritos, y seguimos saltando, gritando y riendo juntas durante un buen rato, hasta que cansadas, nos lanzamos exhaustas hacia el sofa. --Cuenta, cuenta --dijo Ana emocionada. --Londres, Ana. !En una semana! --conteste. Y volvimos a gritar y a reir. Hacia casi un mes que mi contrato de trabajo en la cafeteria habia finalizado, para tristeza de Lorreine, la duena de la misma, y sobre todo para mi, ya que, en las semanas siguientes, "PARIS, MON AMOUR", cerraria sus puertas dejando treinta anos de esfuerzo, amor y dedicacion, encerrados detras de ellas. Habia trabajado dos anos en aquella pequena pero preciosa cafeteria decorada con un estilo muy parisino, con sus grandes ventanales que te invitaban a observar la gente pasar, deleitandote con un estupendo cafe banado con sirope de caramelo y esa gran cantidad de espuma de leche que debias retirar forzosamente con tu lengua de la comisura de los labios cada vez que tomabas un sorbo del mismo. Aaahhh... observar el bullicio de la ciudad, mientras que la tranquilidad dentro de la cafeteria hacia volar tus pensamientos... "PARIS, MON AMOUR" era... otro mundo. Pero a Lorreine, aquella mujer de pelo blanco y mirada decidida, y despues de tantos anos sacando adelante su preciosa y acogedora cafeteria... le habia podido la crisis y la apertura de una enorme y moderna cafeteria, a unos cincuenta metros. De esas que te preparan el cafe para llevar, sin mucho mimo ni dedicacion, pero con precios "low cost" y mensaje de "hola, buenas tardes, aqui su cafe. El siguiente, por favor". Dos semanas antes de que se convirtiera en un hecho el no poder volver a trabajar en la cafeteria, Lorreine nos habia reunido a todos al concluir la jornada en el "PARIS, MON AMOUR", y con lagrimas en los ojos, nos habia comunicado la mala noticia. Apesadumbrados, y despues de barajar entre todos las posibilidades que Lorreine ya habia estudiado en dias anteriores, regresamos a nuestras casas, sabiendo lo que el futuro proximo nos deparaba. Aquella noche, en la cama, no pare de dar vueltas y vueltas, pensando, desvelada... y recorde la opcion que antes de aceptar el puesto de camarera en "PARIS, MON AMOUR", habia tenido en mente. !Londres! Trabajar en Londres. Finalizando mis estudios de psicologia, nos hablaron de agencias que podian conseguirte trabajo en diversas zonas de Reino Unido a cambio de alojamiento en alguna de las residencias que poseian alli. La agencia ganaba un dinero por la estancia, y tu podias trabajar en el Reino Unido y perfeccionar a la vez el idioma. Pero en aquel entonces me surgio la posibilidad de poder realizar un curso para poder impartir clases de espanol a extranjeros; y a la vez, la oportunidad de trabajar en la cafeteria, asi que ambas cosas se convirtieron en mi primera opcion. Pero ahora si, ahora habia llegado la hora de volar... y la oportunidad de poder trabajar en una de las tabernas del centro de Londres, y sin mas, dije: !SI! --Bueno, pues una semana para preparar mi equipaje --dije a Ana, echandome para atras en el sofa. Ana me miro, y me pregunto con semblante serio: --Cris... ?que le diras a Alex? --?A Alex? Pues nada, que me voy a trabajar a Londres, que voy a decirle. --?Y nada mas? --dijo Ana frunciendo el ceno. --Ana, por Dios --conteste a mi gran amiga, haciendo que mis ojos se pusieran en blanco--. Hemos salido juntos durante cinco anos, pero eso termino. Amigos, nada mas --anadi, haciendo aspavientos con las manos. Alex y yo habiamos salido juntos cinco anos, pero llego un determinado momento en el que me di cuenta de que ya no le amaba, y seguir juntos, solo nos haria mas dano, tanto a el como a mi, porque yo ya no podia darle todo lo que el queria: compartir nuestras vidas. Supongo que lo que me hacia seguir con el, era la pura costumbre, el hecho de acomodarnos a una relacion que debio terminar mucho tiempo atras. No podia negar, sin embargo, que me sintiera insegura, y que el hecho de no amar a nadie, me hacia sentir una extrana sensacion de vacio. No buscaba a ningun companero para compartir mis sentimientos, pero si anhelaba encontrarlo, ansiaba el sentir esos abrazos, esos besos y esas caricias, esa comprension, sensibilidad y ternura que hacia ya meses que al lado de Alex habian desaparecido. Sin embargo, muchos de nuestros amigos, incluso el mismo Alex, conservaban aun la esperanza de que algun dia volviesemos a ser novios otra vez. Para mi, esa opcion, no era ya para nada factible.

  • Corazon congelado (Corazones en Manhattan 5) de Camilla Mora

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  • Ecos del pasado (Forastera 7) de Diana Gabaldon

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    La saga narra las aventuras de Claire y Jaime en el siglo XVIII, y es una obra maestra de la novela historica, escrita por una de las autoras mas queridas de nuestros tiempos. El ex jacobita Jamie Fraser esta plenamente inmerso enla Revolucion americana, que defiende a capa y espada, hasta que se le presenta un conflicto interior que puede dar al traste con sus ideas, con su felicidad y hasta con su vida: en el bando del ejercito ingles que debe sofocarla rebelion se encuentra su hijo ilegitimo, un joven teniente del ejercito britanico, y el encuentro es inminente. Para resolver la cuestion esta la esposa de Jamie, Claire, una mujer que ha viajado en el tiempo desde los anos cuarenta del siglo XX -donde cuenta con otra familia- hasta el siglo XVIII y que, claro esta, juega con ventaja. Graciasa las peculiares caracteristicas de Claire, mucha sangre no llegara al rio; al menos sangre familiar.

  • Besa y Mata de Ellery Queen

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    Todas las pistas que podrian llevar hasta la mujer desaparecida se encuentran cegadas por cadaveres burdamente asesinados. Nada parece tener sentido; sin embargo, es preciso y urgente encontrar las razones del embrollo, aunque se intuya que la investigacion llevara a los mas duros y calamitosos resultados. El amor y la muerte se encuentran, se separan y caminan juntos tras el rastro de una mujer que quiza haya sucumbido a los encantos del uno y a los horrores de la otra.

  • El Secreto De Gibola de Ane Odriozola Cia

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    Nerea Fabbi Isasmendi era una joven donostiarra de veintisiete anos a la que la vida habia tratado bien, o esa sensacion tenia al menos ella. Era alegre, inteligente, tenia don de gentes y unos bonitos ojos negros que resaltaban junto a su larga melena de color chocolate. La mayor desgracia que habia sufrido en su vida, por llamarlo de alguna manera, era la separacion de sus padres, algo que no le habia supuesto ningun trauma, ya que sucedio cuando apenas contaba cuatro anos. Desde que tenia uso de razon, sus padres habian vivido cada uno por su lado, por lo que no sentia ninguna anoranza por los tiempos en los que los tres formaban una misma familia. Simplemente, no recordaba aquella epoca. Era cierto que le hubiera gustado no ser hija unica, pero era algo que tambien tenia sus ventajas, asi que tampoco se lamentaba por ello. De padre italiano y madre euskaldun, Nerea siempre supo que al terminar sus estudios se emplearia en la empresa inmobiliaria familiar que fundara su abuelo muchos anos atras y en la que su madre trabajaba. Desde bien pequenita habia pasado infinidad de tardes en la oficina, observando como su madre conversaba con los clientes, y era un trabajo que le gustaba. Su abuelo Bittor, al que ella siempre habia admirado, habia luchado durante toda su vida por sacar adelante la empresa y lo habia hecho realmente bien. Habia conseguido que su inmobiliaria fuera una de las mas importantes y con mayor volumen de compraventa tanto de Donostia como de alrededores. Sus servicios incluso traspasaban la muga, llegando hasta Hendaya, Biarritz o Baiona. Su abuelo, que ya tenia noventa y cinco anos, habia sido el tipico hombre incapaz de alejarse del trabajo y disfrutar de su jubilacion. Todo el que lo conocia sabia que no era hombre de paseos por la playa de la Concha, tardes jugando al mus o txikiteo por la parte Vieja. El era un hombre de negocios, y asi era como disfrutaba, haciendo negocios. Habia gozado durante largo tiempo de una salud de hierro, y siguio participando en muchas de las compraventas que se gestionaban a traves de su inmobiliaria hasta que cumplio los noventa anos. Se consideraba a si mismo una persona trabajadora y perseverante; quizas algo intransigente en segun que cosas, y siempre habia sido consciente de cual era su mayor debilidad: su nieta Nerea. Sentia predileccion por aquella joven carinosa, despierta, resuelta y con ganas de aprender. Se habia encargado personalmente de su formacion y la consideraba su relevo para el futuro de la empresa, por lo que en cuanto cumplio los dieciseis anos, decidio llevarla con el a todas las reuniones con clientes a las que ella pudiera acudir sin que faltara a ninguna clase, por supuesto. Daba lo mismo si la reunion era con un cliente que queria vender un piso, comprar un garaje o incluso asesoramiento para el alquiler de una nave industrial. Ella lo acompanaba siempre que podia y, tras la reunion, acudian a tomar un chocolate caliente en invierno o un helado en verano para <>, como su abuelo solia decir. --Aitona, ?como le has podido decir que habia otros dos compradores interesados y que tenia diez minutos para decidirse o perderia la compra? ?No me habias dicho que era el unico interesado en el piso? --le pregunto la joven a su abuelo. Bittor cogio un churro, lo mojo en su chocolate y le dio un mordisco. --Y asi es. No se ha interesado nadie mas por ese piso en los ultimos cinco meses. --Entonces, ?que ha sido eso, un ordago? --Exactamente --dijo el y continuo con la explicacion antes de que su nieta pudiera decir nada mas--. Si te has fijado en la expresion del hombre en la visita a la casa, habras notado que le ha gustado. El sabe que no es un piso en Miraconcha, pero que es de lo mejorcito que se puede permitir. El problema de este tipo de clientes es que su propio criterio no es suficiente para ellos. Dudan de si estaran haciendo bien en comprar o no, y necesitan saber que hay mas personas interesadas. Les parece que, si lo quieren tambien otros, sera porque es una buena compra, y es entonces cuando deciden ir a por ello. Al final, quedan satisfechos pensando que han sido mas rapidos e inteligentes que los demas. --Pues no se con los otros, pero con este, !has acertado de pleno! De los diez minutos que le has dado, !no ha tardado ni cinco en querer cerrar el trato! --Ahora ya lo sabes. Cuando encuentres a un cliente asi, !le lanzas un ordago! --le contesto el guinandole un ojo. --Pues ya puedes decirme donde has aprendido a interpretar asi, !porque hasta yo me lo he creido! Bittor rio con ganas ante la ocurrencia de su nieta, pero no pudo evitar que los recuerdos vinieran a el. Hubiera querido contestarle que habia sido la vida misma la que le habia obligado a interpretar; hablarle de los secretos que nunca le habia confesado y de los remordimientos que sentia cuando echaba la vista atras. Pero, en lugar de eso, decidio coger el ultimo churro que quedaba en el plato e introducirlo en el poco chocolate caliente que quedaba en su taza. Habia pasado mucho tiempo de todo aquello y preferia no recordar. El telefono sono mientras ella se estaba duchando. Se aclaro el pelo lo mas rapido que pudo y salio a toda prisa, pero para entonces habia dejado de sonar. Decidio meterse nuevamente en la ducha cuando en su movil empezo a sonar una cancion de Chayanne a todo volumen. <>, penso. Contesto la llamada; era su madre la que llamaba con tanta insistencia. --Nere, ?donde estas? Te he telefoneado a casa, pero no contestas --le dijo Lourdes a su hija. --Estoy en casa, ama, pero es que estaba en la ducha. !Tienes el don de la oportunidad! --contesto ella. --!Vaya por Dios! Te llamaba para decirte que hoy no puedo subir a ver al abuelo. Me sabe mal porque no lo he visto en toda la semana, pero me reuno con el presidente de una comunidad que quiere que llevemos la administracion del edificio y hemos quedado esta tarde. ?Iras tu a verlo, por favor? Ademas, la ultima vez me comento que queria hablar contigo de algo importante. --Claro, no hay problema. No hace mucho que lo visite, pero ire hoy nuevamente. Esta tarde a ultima hora, Jon y yo nos marchamos a pasar el fin de semana a los Pirineos, pero para entonces ya habre bajado de la residencia. --Cogio una toalla y escurrio su pelo--. A ver que tal lo veo hoy. En mi anterior visita estaba bastante apagado, como sin muchas ganas de nada. --?Y que quieres? !Son noventa y cinco anos! Su cuerpo esta cansado, su cabeza esta cansada... Mentalizate de que no va a ir a mejor --dijo Lourdes, intentando preparar a su hija para lo que era inevitable. Tras pasar por la oficina y cerrar un par de temas que tenia pendientes, Nerea cogio su moto y recorrio la distancia que habia entre la oficina y la residencia de ancianos en la que vivia su abuelo, en el barrio de Aiete. Habian estrenado el verano y el tiempo era calido, lo que hizo que disfrutara especialmente del paseo. Paso cerca del parque de Aiete, situado en una de las colinas que rodean la ciudad. Su majestuoso palacio habia sido escogido como residencia veraniega por distintos aristocratas, como la reina Isabel II, la reina Maria Cristina o Alfonso XIII, y desde que su abuelo vivia en una residencia cercana, se habia convertido en el lugar preferido para sus tardes de paseo. Aparco cerca de la puerta principal y llamo al timbre. Realmente aquel edificio no daba la sensacion de ser un hogar para ancianos. De hecho, en la puerta principal se podia leer sobre un cartel dorado y con una caligrafia senorial: <>. Siempre le habia dado la impresion de que mas bien parecia un hotel. El trato del personal habia sido siempre excepcional, las instalaciones estaban muy cuidadas, las habitaciones eran individuales y, lo mas importante, su abuelo estaba contento alli. Saludo a la recepcionista, que le indico que el anciano se encontraba en su habitacion. Subio las escaleras de dos en dos, llamo a la puerta y entro. Bittor Isasmendi habia sido un hombre activo, con iniciativa y energia para llevar a cabo multitud de proyectos. Las veinticuatro horas del dia no eran suficientes para todas las ideas que tenia en mente, pero, a esas alturas de su vida, se encontraba muy cansado, tanto fisica como mentalmente. Ni siquiera habia sido consciente de los anos que tenia a sus espaldas hasta que cumplio los noventa. Y no fue el hecho de ser nonagenario lo que le provoco tal debilitamiento, sino la muerte de su esposa, su adorada Leonor. Con nombre de reina y doce anos menos que el, ella habia sido la pieza fundamental e imprescindible de su vida. Era una mujer dulce, atenta, leal y poseedora de una paciencia infinita gracias a la cual el pudo dedicar gran parte de su tiempo a sus proyectos empresariales. Ella sabia como calmarlo, como animarlo o como consolarlo, segun la ocasion, y, aunque siempre habia permanecido a la sombra de su marido, el le atribuia a ella gran parte de su exito. Hasta que un dia cualquiera, de pronto, ella fallecio, sin previo aviso. Se encontraba en la terraza de su casa regando las plantas cuando cayo al suelo repentinamente. Un derrame cerebral le arrebato a la mujer de su vida en cuestion de segundos, el tiempo que el tardo en ser consciente de que el declive de su vida tambien era inminente. Su hija y su nieta hicieron todo lo posible para que Bittor se repusiera de aquel duro golpe. Lo visitaban a diario y contrataron a una persona para que lo atendiera y acompanara de forma permanente. Pero no funciono. No podia soportar ver a otra mujer trabajando en la cocina de su esposa, ni regando sus plantas, ni sentada en el sillon donde ella solia leer las revistas de papel cuche que tanto le gustaban. Empezo a sentirse un extrano en su propia casa, ya no estaba comodo alli y por eso, decidio visitar varias residencias de ancianos. Cuando se decanto por una de ellas dio la noticia a su familia. A partir de aquel dia, podian visitarlo en su nuevo hogar. --Aitona, ?que tal estas? --lo saludo Nerea desde la puerta. Se acerco hasta el, le dio un beso en la mejilla y un abrazo con cuidado de no moverle la sonda que llevaba para el oxigeno. Hacia unos meses que el medico se lo habia recomendado y el notaba sus beneficios. --!Kaixo maittia! Me alegro de verte. Pensaba que hoy vendria tu madre. --El tambien le dio un beso. --Queria venir, pero tiene trabajo, asi que he venido yo. --Me parece perfecto. Me gusta que venga ella, pero me gusta mas que vengas tu --dijo sonriendo a su nieta. --?Cuanto tiempo te queda enchufado a esta maquina? ?Le digo a la enfermera que te la quite y nos vamos a pasear al parque? Hoy hace un dia precioso para uno de nuestros paseos --dijo Nerea con ganas de animar a su abuelo. --No, hoy estoy bastante fatigado. Perdoname, pero no estoy para paseos. Ademas, quiero hablar contigo de algo importante. Tengo algo que pedirte, algo que quiero que hagas. Si no te importa, hoy nos quedamos aqui. --Claro aitona, como prefieras --contesto Nerea--. ?Y que es eso que quiere que haga por usted, caballero? --Nerea hizo una reverencia extendiendo el brazo hacia su abuelo, un gesto totalmente exagerado que hizo que los dos rieran. El anciano continuo: --Pues veras... Ya se que no te gusta que te hable de lo que sucedera cuando yo fallezca, pero, antes de que me cortes, escuchame un momento. --Parecia estar muy decidido a seguir la conversacion, asi que esta vez su nieta no le detuvo con frases como <> o <>. El anciano no se anduvo con rodeos--. He pensado mucho sobre esto y quiero que te quedes con mi casa. Yo no la voy a necesitar porque pienso terminar mis dias aqui, por lo que no veo el motivo para que no te mudes cuando quieras. Tu piso es muy bonito, pero no me puedes negar que se te ha quedado pequeno. Mi casa tiene mas de cien metros cuadrados, garaje para dos coches y esta en pleno Boulevard. Con lo que te he ensenado en todos estos anos, !espero que no me rechaces un caramelito asi! --Bittor guino uno de sus cansados ojos a su nieta. --Aitona, tu casa es tuya y mudandome alli me pareceria que estoy invadiendo tu espacio, aunque no tengas intencion de volver. De momento, Jon y yo nos arreglamos, asi que puedes estar tranquilo --contesto ella. --!Terca como una mula! Sabia que dirias eso. Vamos a ver, no pretendo que te mudes a mi casa sin mas, lo que deseo es que mi casa pase a ser tuya, escriturarla a tu nombre, sin tener que esperar a que la heredes cuando yo muera. Me gustaria ver como la reformas y la pones a tu gusto. Pronto formaras una familia y tendras ninos, y dificilmente podreis estar comodos en un piso tan pequeno. --?No estas corriendo demasiado? --dijo ella riendo--. !Todavia no tengo intencion de quedarme embarazada! Ademas, ?has hablado sobre esto con mi madre? --pregunto. --Si. Ella sabe que mi casa la heredaras tu, igual que sabe que el negocio pasara a sus manos. En su dia tuvimos nuestros mas y nuestros menos, pero no puedo negar que su trabajo en la inmobiliaria ha sido impecable durante todos estos anos. Por eso creo que es justo que la agencia la herede ella. Con el tiempo terminara en tus manos, pero, de momento, pienso que tiene que ser asi. --No se, aitona, me sabe mal quedarme con tu casa. Es como si te estuviera quitando algo que es tuyo --protesto. --Yo ya no la necesito, y me haria muy feliz que fuese para ti. Prometeme que hoy mismo llamaras a mi gestor y te pondras en marcha con este tema. La joven no tuvo mas remedio que aceptar. Cuando su abuelo se empecinaba en algo, no habia replica posible. Continuaron conversando sobre temas triviales hasta que la maquina de oxigeno se detuvo. Entonces, Bittor se sento en una silla de ruedas de la que solia echar mano los dias en los que mas agotado se sentia y, empujado por Nerea, dieron una vuelta por la residencia. Salieron al jardin, merendaron, charlaron y tras disfrutar un ratito mas de la buena temperatura de aquella maravillosa tarde de verano, Nerea lo llevo de vuelta a su dormitorio. Le dio un beso en la frente, un abrazo y se despidio de su abuelo. --Acuerdate de lo que hemos hablado. Habla con mi gestor. Agur, maittia. --?Senorita Fabbi? Puede pasar, adelante. --La secretaria del gestor de su abuelo le indico cual era el despacho en el que la estaban esperando. Al salir de la residencia, viendo que todavia tenia un par de horas hasta reunirse con Jon, habia hecho la llamada que le habia pedido su abuelo. El gestor le pidio que pasara por la oficina, alegando que aquellos no eran temas para tratar por telefono. En quince minutos habia aparcado su moto y estaba frente a la gestoria. --Supongo que esta al tanto del deseo de su abuelo de hacerle una donacion en vida y que por eso me ha llamado. ?No es asi? --le dijo el con una actitud muy profesional. --Asi es. Vengo de visitarlo y me ha insistido en que debia hablar con usted. Se que quiere poner su piso a mi nombre. --Esta en lo cierto. De hecho, los papeles estan preparados; el siguiente paso es acudir al notario para tramitar los documentos de transmision. --Bien, pero hay algo que quiero preguntarle antes de firmar documento alguno. --Nerea no estaba del todo convencida de lo que su abuelo se proponia--. ?Esta usted seguro de que el tiene claro el asunto de la donacion? A mi me ha insistido en el tema, pero ya esta muy mayor y no quisiera hacer nada que le pudiera perjudicar. --Puede usted estar tranquila por eso. Hace anos que su abuelo me hizo participe de su intencion. Cuando tomo la decision de ingresar en la residencia, tambien decidio el destino que le daria a su hogar. El quiere que pase a sus manos y yo lo tengo todo preparado. Nerea conocia la gran amistad que habia entre su abuelo y aquel hombre. Bittor habia realizado un sinfin de gestiones a lo largo de muchos anos con el padre del hombre que se encontraba frente a ella. Siempre que hablaba de el decia que era <>. Una vez jubilado, la gestoria habia pasado a manos del hijo y, a pesar del cambio, su abuelo habia depositado toda su confianza tambien en el, tal y como lo habia hecho con su padre. --Si no tiene inconveniente, necesito una fotocopia de su carne de identidad para gestionar la cita con el notario. Ella saco su cartera del bolso y le dio el documento. El gestor salio de la oficina dejandola sola. En la mesa habia sendas carpetas con un sinfin de documentos en su interior; en la portada de una de ellas se podia leer: <>. Deseo abrirla para ver que era lo que habia dentro, pero no se atrevio. El gestor tenia que llegar de un momento a otro con la fotocopia de su DNI. La puerta se abrio, el hombre se asomo y con cara de disculpa dijo: --Lo siento mucho, pero la fotocopiadora no funciona. Vamos a cambiar el toner, a ver si asi solucionamos el problema. Enseguida estoy de vuelta con usted. No cerro del todo la puerta, pero casi. Ella no lo dudo. Curiosa por naturaleza, le dio la vuelta a la carpeta que llevaba el nombre de su abuelo y la abrio. Dentro se encontro con infinidad de documentos, entre los que habia copias de escrituras, documentos bancarios... Pero lo que mas le llamo la atencion fue un papel que contenia lo que parecia un listado. El titulo que presentaba el encabezado del documento era: <> y le seguian una lista de propiedades, como el piso que queria donarle, la agencia inmobiliaria, acciones bancarias... y, por ultimo, un apunte que a Nerea le parecio muy extrano: <>. Justo en aquel momento el gestor entro en la habitacion con la fotocopia en la mano. Al ver lo que Nerea estaba haciendo, se abalanzo sobre la mesa y cerro el expediente rapidamente. --!Estos documentos son confidenciales! El hombre se mostro enfadado con ella y tambien consigo mismo por haber cometido el error de marcharse dejando los documentos a su alcance. En realidad, no habia nada que la nieta de Bittor Isasmendi no pudiera ver, pero en todos aquellos anos habia aprendido que la confidencialidad hacia sus clientes era algo inquebrantable. Nerea se sintio como si le acabaran de pillar copiando en un examen. Con las mejillas coloradas por la verguenza, pidio disculpas y continuaron la reunion. El quedo en llamarla cuando tuvieran cita con el notario, y, sin mas dilacion, dieron por finalizado el encuentro. Antes de salir del despacho, ella se giro y dijo: --Se que no deberia de haber mirado sus papeles y de nuevo le pido disculpas, pero hay algo que me ha llamado la atencion. Entre los bienes de mi abuelo figura un caserio del que nunca habia oido hablar. ?Que sabe usted de eso? --Pues no mucho, la verdad. Debe de ser el caserio de algun familiar de su abuelo. El ultimo propietario fallecio y parece ser que el es el pariente mas cercano, por lo que ahora le pertenece, pero los papeles estan sin regularizar. Su abuelo no esta muy interesado en el --le explico el gestor. Nerea saco el movil de su bolsillo nada mas salir de la gestoria y le mando un mensaje a su novio: <>. A Jon no le extrano que su novia de pronto le hubiera cambiado todos los planes; era muy aficionada a hacerlo. En el ultimo momento se le ocurria que seria buena idea cambiar de rumbo, y dicho y hecho. Penso en rebatirle el cambio, pero sabia que ella le esperaria con un discurso lleno de argumentos para justificar ese fantastico plan de ultima hora, por lo que penso que le seria mas rentable aceptarlo directamente. Escribio en su movil: <>, y le dio a enviar. Sonrio al pensar la cara que pondria ella al leer el mensaje. Era una broma de pareja. El le llamaba churri y ella fingia que se enfadaba por utilizar con ella un apelativo tan barriobajero. Nerea vio llegar la furgoneta y le hizo una sena a Jon para que el viera donde lo estaba esperando. Jon se bajo del coche, beso a su novia y subio los trastos al maletero. Estaban obstaculizando la calzada y no habia tiempo para mas. Se subieron los dos al vehiculo, se ataron los cinturones de seguridad y se pusieron en marcha. --A ver, senorita. ?Que es ese cambio de planes? !Si lo tenemos todo preparado para ir a los Pirineos! --Tranquilo, la siguiente vez que vayamos seguiran ahi, en el mismo sitio. Te propongo un plan alternativo, mucho mas cerquita. Nos vamos a pasar el fin de semana a Legazpi. Quiero echar un vistazo a la zona y si hay suerte, encontraremos lo que estoy buscando. Hay algunas cosas que he hablado con mi aitona y con su gestor esta tarde que tengo que contarte. Le relato a su novio con todo tipo de detalle la conversacion que habia tenido con su abuelo y la visita a la gestoria. Jon la escucho en silencio, y cuando termino, dijo: --Vamos a ver. Asi que tu aitona te regala uno de los mejores pisos que te puedas imaginar en pleno Boulevard donostiarra y tu te preocupas por un caserio del que puede que tu aitona solo sepa el nombre. A lo mejor esta en ruinas o simplemente ya no queda nada de el, pero, aun asi, has decidido que es el plan perfecto para pasar el fin de semana: !a la caza del caserio perdido! --Jon intento sonar sarcastico, pero no lo consiguio. --!Venga, Jon! Esta cerca y puede que encontremos lo que busco o puede que no, pero sin irnos muy lejos seguro que veremos lugares que merecen la pena. --Vale, vale, me rindo. Eres capaz de pasarte todo el camino justificando el viaje. Al final voy a terminar preguntandome: ?como no se nos habria ocurrido antes? --Jon sonrio. Cogieron la A1 y dejaron a un lado localidades como Lasarte, Tolosa, Ordizia, Beasain... En menos de una hora estaban en Zumarraga, cogiendo el desvio hacia Legazpi. Pasaron por delante del parque de bomberos y llegaron a lo que parecia la entrada del pueblo, una recta con diversas fabricas a ambos lados. Una vez en el centro, aparcaron en el parking subterraneo que habia junto al ayuntamiento. Salieron del aparcamiento por las escaleras centrales y lo primero que hicieron fue buscar a alguien a quien preguntar por el caserio en cuestion. Un matrimonio mayor se encontraba sentado en uno de los bancos situados en los porticos de la iglesia, mirando hacia un parque lleno de ninos que corrian de un lado a otro. El hombre debia tener dificultades de movilidad porque tenia dos bastones apoyados en el banco, uno a cada lado. A su derecha se encontraba la que creian seria su mujer, una senora de pelo blanco que sin duda en su juventud habria sido muy guapa y elegante, puesto que todavia lo seguia siendo. Se acercaron y Nerea les pregunto si conocian el caserio Gibola. --Gibola... --El hombre dudo un momento--. Ninguno de los dos hemos nacido aqui. Yo soy de Ordizia y mi mujer es gallega, pero llevamos muchos anos viviendo en Legazpi, y yo juraria que el caserio Gibola esta en Brinkola, un barrio que esta a unos diez minutos en coche de aqui. Deberiais preguntar a alguien de alli. Tras dar un pequeno paseo por el centro del pueblo, volvieron al parking y programaron el GPS direccion Brinkola. En aproximadamente diez minutos y despues de atravesar otro barrio llamado Telleriarte, pasaron por debajo de un puente de siete arcos realmente alto donde el GPS les indico que habian llegado a su destino. Enfrente de un estanque lleno de patos, gansos, ocas y hasta un pavo real, vieron a un hombre vestido con pantalones de mahon, una camisa de cuadros y calcetines de artilla con albarcas de goma en los pies, el calzado tipico de los caseros. Detras del hombre habia un cartel que indicaba el nombre del caserio y la venta de pan casero: <>. Pararon la furgoneta y se acercaron a el. --Arratsalde on, ?Vendes pan? --le pregunto Jon al hombre antes de que Nerea tuviera tiempo de decir nada. --Berdin --contesto el casero--. Si, tengo pan casero, leche, huevos... productos de caserio. Me dedico a ello. --Pues un pan casero y un par de litros de leche ya nos llevariamos --contesto Jon. Le encantaba la leche de caserio. No tenia nada que ver con la leche que se compraba en el supermercado, tenia muchisimo mas sabor. Y con el pan le pasaba lo mismo--. ?Podria ser? --Si, claro. Leche tengo toda la que querais y el pan es de hoy mismo. Los viernes hay mercado en el pueblo y suelo hacer mas cantidad. Si me acompanais os lo doy enseguida. Aparcaron a un lado la furgoneta y lo acompanaron unos metros hasta la entrada del caserio. El casero se hizo con la leche y el pan, y mientras lo ponia todo en una bolsa, Nerea aprovecho para preguntarle por el caserio Gibola. --Estamos buscando un caserio y nos han dicho que esta por aqui. Su nombre es Gibola. ?Lo conoces? El casero puso cara de sorpresa. Nerea y Jon no supieron como interpretar aquella expresion. --Si que lo conozco. No queda lejos de aqui, pero no encontrareis a nadie alli. Esta deshabitado. ?Por que lo buscais?

  • Amor de niebla y destino de Natalia Sanchez Diana

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    Lucian Monroe se ha pasado la vida luchando por mejorar los derechos de los trabajadores en los molinos de Manchester pero una fatidica noche, un acontecimiento violento le obliga a huir.Desde que perdio a su esposa, no ha vuelto a tocar a una mujer porque se hizo una promesa.
    Todo se tambalea cuando coincide con Catalina Wright, a la que han enviado lejos para casarla con algun aristocrata que quede prendado de su cautivadora belleza y de la riqueza de su hermano.
    Pero lo que quiere Catalina es encontrar su lugar en el mundo y descubrir la pasion.
    Lo que empieza con un favor inocente, se complica cuando ambos descubren el deseo y el pasado reclama su venganza.
    Rebelate contra las normas.
    Lucha, camarada.
    Y enamorate.

  • El Segundo Capitulo de Mara Luna

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    Mara es una mujer quien, al divorciarse a los cincuenta y cuatro anos, despues de treinta y dos de matrimonio, siente que su mision en la vida ha concluido. Esta mas que lista para morir.
    Pero ese no es el plan que Dios tiene para ella por el momento.
    Con el paso del tiempo, hay eventos que la hacen empezar a cuestionarse las creencias con las que ha crecido, y poco despues inicia la busqueda del “hombre de su vida”, sin imaginar entonces lo que por ese camino iba a encontrar.

  • No puedo dormir contigo, carino (Los peligros de enamorarse de un libertino 2) de Raquel Mingo

    https://gigalibros.com/no-puedo-dormir-contigo-carino-los-peligros-de-enamorarse-de-un-libertino-2.html

    Llega la segunda entrega de la serie <> con la historia de Helailla y Keylan.

  • Las trampas del deseo, Dan Ariely de Dan Ariely

    https://gigalibros.com/las-trampas-del-deseo-dan-ariely.html

    ?Por que compramos lo que compramos? ?Somos realmente duenos de nuestras decisiones o se nos puede manipular como consumidores? ?Tienen trampa las ofertas? Que influye en que un producto nos parezca caro o barato? ?Gasta mas quien paga con tarjeta de credito? ?Por que compramos cosas que no necesitamos? ?Influyen las marcas en nuestro grado de satisfaccion ante un producto? ?Hay robos mas eticos que otros? ?Somos compradores compulsivos e irracionales? Este libro apasionante, riguroso y ameno responde a estas y otras muchas preguntas sobre nuestras decisiones cotidianas, como consumidores y como ciudadanos, a partir de experimentos punteros llevados a cabo por el prestigioso especialista en psicologia del consumo Dan Ariely. El autor nos proporciona nuevas y sorprendentes conclusiones sobre la naturaleza humana, que ayudaran al lector a tomar mejores decisiones en su vida personal y laboral.