• libro lo que sucedio cuando me rompiste el corazon pdf - Rocio Carmona

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    Una novela fresca que te hara reir, te hara llorar, y te ensenara que un corazon roto puede seguir latiendo… mas fuerte que nunca. Mia acaba de romper con Alex y se enfrenta al verano barcelones con el corazon roto. Una situacion a la que se suma la perdida de su empleo, lo que la sumerge en una gran tristeza. Poco a poco, Mia emprende un viaje que le permite descubrir un mundo nuevo ante ella. Durante la travesia, se adentra en su propia soledad para vivir la apasionante aventura de descubrirse, atravesar el dolor y mirarse con valentia. Mientras recorre distintos estados emocionales, vive momentos magicos con personas entranables y divertidas, personajes muy reales con algo en comun: un corazon roto que sin embargo, mantiene el deseo de sonar en lo que puede suceder despues.

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  • Cari Mora de Thomas Harris

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    Hannibal Lecter tiene un sucesor.

  • El grito de la gaviota de Emmanuelle Laborit

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    El grito de la gaviota es el testimonio de una joven que, a los veintidos anos, ha conocido
    ya la soledad absoluta, la duda y la desesperacion, pero tambien la dicha, la solidaridad y la gloria. La adolescencia y la primera juventud de Emmanuelle Laborit son la historia de una lucha por subsistir en un mundo <> y por el reconocimiento de los derechos de los tres millones
    de sordos franceses, hasta conseguir que, en 1991, se ensenara por fin en los centros de educacion para sordos el lenguaje de signos. Con este triunfo colectivo y el personal, pero no menos emblematico, de su exito como actriz teatral, El grito de la gaviota cierra significativamente un itinerario personal tan breve como intenso.

  • Los destellos de Saturnalia de Yohana Recio

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    En una pequena localidad llamada Villanueva de la Rosa alguien acuno alguna vez que la Navidad no era exactamente eso que todo el mundo conocia, sino que habia una epoca anterior llamada Sarturnalia, donde todo lo que la Navidad habia echado a perder con su artificialidad, sus sonrisas falsas, sus encuentros indeseados y su interminable listas de dudas, se transformaba en naturalidad, en deseos compartidos, en ilusiones y en verdadera esperanza.

  • La Idea del Millon de Pablo Poveda

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    Caballero ha tenido una idea. de un millon de euros
    Una idea que no es suya y que pondra en peligro su vida

  • Perdida (Amnesia 2) de Mario Escobar

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    ?Estas listo para recordar?
    Descubre la novela de la que todo el mundo hablara este ano.
    “A veces la memoria nos pone a prueba y no nos atrevemos a recordar quienes somos”.
    Sinopsis 1o Parte.
    Internacional Falls, Minnesota, 4 de julio, una mujer es encontrada inconsciente y cubierta de sangre en el Parque Nacional de Voyaguer. El resto de su familia ha desaparecido y ella no parece recordar nada. El doctor Sullivan, director del centro psiquiatrico de la ciudad, y Sharon Dirckx, ayudante del Sheriff, intentaran que recuerde todo lo sucedido aunque sin saberlo pondran en juego sus vidas, su idea de la cordura y los llevara hasta dudar de lo que la paciente le esta contando. El tiempo corre en su contra y cada minuto cuenta para dar con los tres desaparecidos, antes de que sea demasiado tarde.
    Sinopsis 2a Parte:
    Una madre desesperada, despues de descubrir lo que le ha sucedido a su familia y luchar para que lograra sobrevivir. Ahora tiene que buscar a su hija en Canada, donde la ha llevado un grupo que explota a jovenes y las prostituye a ambos lados de la frontera. Para ello contara con la ayuda de la agente que ha arriesgado su vida para salvar a su familia. Las dos mujeres emprenderan la mayor aventura de sus vidas e intentaran recuperar a la chica.

  • Mas cerca aun de Natalie Daniels

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  • Quince segundos de Cristina Rodriguez Trueba

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    Te presento a Clara, vive sola y es una chica timida, introvertida y muy ordenada. Siempre cena a las nueve de la noche, respeta los horarios que ella misma se ha impuesto porque esos gestos hacen que se sienta mas segura.'Imaginate que eres Clara y que a las nueve menos dos minutos escuchas un ruido. Sales de la cocina y en el pasillo hay un desconocido con una cebolla roja en una mano. ?Que pensarias?: que es un ladron rarito. ?Y cuando a los pocos segundos desaparece delante de tus ojos?: que es un ladron y un escapista.No salgas de la piel de Clara. ?Cual seria tu reaccion si el volviese al dia siguiente a la misma hora?, y el siguiente, y el siguiente…: “se cuela por la ventana”, “tiene llaves de mi apartamento”, “me he vuelto loca”, “es un espiritu”…Siempre quince segundos. Se llama Beltran y tampoco sabe porque cada noche aparece en el pasillo de Clara. Es muy poco tiempo para hablar, para decirse lo que esta creciendo en sus corazones. Una novela con un argumento tan original y sorprendente que no podras parar de leer.?Encontraran el modo de estar siempre juntos?

  • Tremendo malentendido de Rosa Saenz

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    ?Alguna vez te han presentado a una persona y te has confundido totalmente en tu juicio de valor y, cuando has descubierto el error, has dicho: "tierra, tragame"?

  • Alas para volar de Miriam Prados

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    Volver a Madrid fue un sueno en si: perderme en sus calles, entre la multitud, sentarme en una cafeteria a leer un guion y vivir sus noches llenas de vida, tambien de recuerdos. Habia cosas a las que todavia no conseguia acostumbrarme, como llamar a ese estudio en el que vivia hogar o el sentimiento de soledad que a veces me invadia; no obstante, al final del dia siempre sentia que era el lugar en el que queria estar, y aunque aun se me escapase el trabajo, estaba recuperando aquella parte de mi en una ciudad que, sin saberlo, guardaba promesas. El tiempo que paso fue... revelador. Echaba en falta a los mios, especialmente a Lucas, quien casi todos los dias que llamaba me preguntaba cuando iba a volver y siempre le contestaba que pronto. Se me rompia un poco el corazon cada vez que lo escuchaba, pero el cambiaba de tema al momento y me contaba cualquier cosa a la que yo prestaba total atencion. Oscar y Nuria se las apanaron bastante bien, mi cunada pidio una reduccion de jornada que le permitia pasar mas tiempo con el nino y, a su vez, invertir en lo que una vez dejo aparcado: su trabajo como maquilladora profesional. Candela me echaba de menos como la que mas, habia venido a visitarme unas tres veces desde que me fui. Cada vez estaba mas cansada de su trabajo, era algo que hacia por inercia, pero aun le daba miedo apostar por algo diferente, algo que ella realmente quisiera hacer. Por otra parte, estaba aprendiendo a respetarse y quererse un poco mas, a dedicarse tiempo y crecer, era algo que admiraba de ella. En cuanto a Hugo, sabia que estaba bien, me lo dijo en algun mensaje que intercambiamos y Candela, que se refugio mucho en el cuando me fui, me aseguraba que asi era. La boda seguia hacia delante y con ello sus planes de futuro. ?Que si lo echaba de menos? Mentiria si dijese que no, sin embargo, es como si sintiera que ambos lo estabamos haciendo bien, quiza porque estabamos creando una calma ficticia, imaginaria, antes de volverla a romper. Capitulo 1 <> Me desperece y remolonee un rato en la cama mientras me llegaba el olor a cafe recien hecho. Matias era una de esas personas que preferian la cafetera italiana y que el olor a cafe tostado inundase la casa antes que someterse a un cafe de capsula. Por si os lo estais preguntando, no, Matias y yo no teniamos una relacion seria, simplemente intentabamos fluir, haciamos cosas juntos de vez en cuando y lo pasabamos bien. Yo diria que nos entendiamos en muchos aspectos, y aunque nunca me presiono ni saco el tema de conversacion mas que algun comentario al aire, se que a el le gustaria que siguiesemos fluyendo mas... a menudo. Algo como dejar mi cepillo de dientes en su casa y viceversa para no cargar con una bolsa cada vez que haciamos planes, pero yo lo tomaba como un paso mas, me asustaba y tiraba balones fuera. A veces, cuando la conversacion se acercaba, maniobraba con un beso y conseguia que nos olvidasemos de ello. Decidi levantarme de la cama y me fui directa al bano a poner en orden mi pelo y lavarme los dientes. Cuando estuve, volvi a mi habitacion, agarre la camisa de Matias para cubrir parte de mi desnudez y me la puse. Sali al salon, lo encontre con un pantalon liviano de pijama, apoyado en la barra de la cocina mientras consultaba su movil. Dejo de mirarlo en cuanto noto mi presencia y esbozo una de esas sonrisas descaradas con las que lograba que me sonrojase. --Buenos dias, Bella Durmiente --dijo apartando su cafe a un lado y colocandome entre sus piernas. Me saludo con un beso casto en los labios y me apoye en el hueco de su cuello--. Vaya, ?te has levantado retozona? Ronronee acariciando su piel con la punta de mi nariz y me estrecho aun mas contra si. --Matias... ?Que haces aqui conmigo? Todavia me lo sigo preguntando. Lo hacia porque el era un hombre pragmatico, profesional, detallista y un amante de categoria mientras yo... Yo era un desastre que vivia de ahorros y pequenos trabajos a la espera de que ocurriese un milagro. --Alejandra... --Levanto mi cara y me miro con esos ojos de un profundo azul--. Me siento bien contigo, ya te lo he dicho mil veces. --Mirate y despues mirame a mi. Por favor, es como si yo fuera la Sirenita macarra y tu el principe Eric con un palacete convertido en atico. Matias se rio y nego con la cabeza, divertido. --Olvidate de los mil motivos que te alejan de mi y piensa en los que te acercan. --?A parte del sexo? --A parte del sexo. Me quede pensativa y me mordi el labio. El sabia que yo era de las que cocinaban los sentimientos a fuego lento, muy, muy lento, especialmente cuando aun no habia olvidado a quien ya sabemos. Eso de que un clavo saca a otro clavo es mentira, ni lo saca ni lo sustituye, solo hace de ese vacio algo mas llevadero. --Tengo que entrar a trabajar en un rato, ?me devuelves mi camisa? --Ni hablar, me queda mejor que a ti. --Nos reimos y le rodee el cuello con mis brazos para acercarlo y juntar mis labios con los suyos en un beso que, segundos despues, dejo de ser inocente. --?Me vas a hacer quitartela? --Me miro con lascivia y mordio mi labio inferior. --Te espero en la ducha. --Me fui tras guinarle un ojo y lo deje terminando aquella taza de cafe. Las mananas de lunes eran, como decirlo, un asco. Olivia, mi amiga y agente, decidia que era dia de vernos para hacer cosas de provecho y asi poder localizar los castines que estaban abiertos. Llegue tarde a aquel Starbucks, tarde y atontada, para que negarlo, el agua y los orgasmos de buena manana eran un somnifero mas que un chute de energia y una patada en el culo. Cuando entre la localice en una de las mesitas con dos comodos sillones, ya que soliamos hablar largo y tendido. Olivia y yo nos conocimos cuando ambas estabamos terminando nuestras carreras, vino al musical que se estreno en mi promocion y se ofrecio desde un primer momento a ser mi agente. Recuerdo que me dijo que iba a parecerme algo de locos, pero que sin conocerme ya creia en mi. Poco despues comenzamos a trabajar juntas y no tardamos en depositar la confianza de la una en la otra, el problema fue que un tiempo despues... Bueno, ya sabeis lo que paso. Por eso, en cuanto volvi a Madrid no dude en llamarla. Me sorprendi cuando me conto que durante varios anos ella tampoco trabajo de agente, se habia dedicado a hacer varios cursos, le encantaban los idiomas, y acabo trabajando como profesora en una academia hasta que se quedo embarazada. Le propuse que volviesemos a trabajar juntas, yo necesitaba una agente y ella vio la oportunidad de volver a retomar todo aquello que una vez dejo y que echaba de menos, asi que volvimos a conectar en una especie de tandem que se extendia mas alla de lo profesional. --Buenos dias, Oli. ?Como esta mi pequenaja? --pregunte acariciando su ya abultada barriga. --Me ha dado una noche horrible, no pienso comer mas chocolate despues de las doce, le gusta demasiado, y lo peor es que me lo hace saber en forma de patadas --se lamento--. No aprendo. --Dile a Ivan que te lo esconda. Eso si, luego no lo amenaces de muerte si no te lo da. Nos reimos, me escape a la barra a pedir nuestros cafes y volvi minutos despues sentandome frente a ella y tendiendole su descafeinado. --?A que se debe hoy tu retraso? --Matias..., ya sabes. Olivia dibujo una sonrisa comprensiva. --Lo intenta. --Y lo aprecio. De verdad, lo hago, aunque aun me cuesta... --Me frote la sien y mire a Olivia --. Es como si sintiera que no es el mejor momento, pero cuando estamos juntos todo va bien. --Piensas demasiado, Ale, tanto que parece que no eres consciente de que no solo Matias lo esta intentando, sino que tu tambien. --Acaricio mi mano en un gesto carinoso y saco su agenda en la que tenia apuntadas mil fechas en un monton de colores a cual mas fluorescente. Estuvimos hablando de ese anuncio en el que participe, de la campana de publicidad que hice con una marca de zapatos y, en especial, de las audiciones fallidas a las que me presente desde que volvi. Le exprese un poco ese desaliento que me agitaba cuando algo se me resistia hasta que, finalmente, ambas nos recordamos que este mundo era asi de incierto, parecia que no cabian las seguridades en el. --Ayer publicaron una nota de prensa. Al parecer van a hacer una adaptacion de la pelicula Por primera vez. No se si sabes cual es, yo la vi hace anos y la verdad es que me gusto. --?Cuando es la audicion? --El dieciocho de mayo --contesto mientras subrayaba la fecha. --En poco mas de un mes... --Di un sorbo a mi cafe y rasque nerviosa ese carton que lo rodeaba. --Tienes que intentarlo, Ale. Yo confio en ti, si no ?que iba a hacer aqui con un bombo de cinco meses? Me hizo sonreir y asenti. Olivia se habia convertido en ese apoyo que necesitaba alli, ella me rescataba cuando me invadian sensaciones poco amables que me hacian dudar de lo que era capaz. Habian pasado muchos anos desde que nos vimos por ultima vez, pero decia que nada de lo que yo era habia cambiado, que seguia teniendo esa luz por la que desde que nos conocimos sintio que tenia que acompanarme ya que, segun ella, iba a llegar alto y lo queria ver. Cuando salimos de la cafeteria dimos un paseo por la Gran Via, me obligo a entrar en una de esas tiendas que tenia cositas en miniatura y a la que no se podia resistir. Cada vez que ibamos salia con algo para Alma, aquella vez fue un conjunto playero de lo mas mono. --Ay, Alma, tu madre no tiene remedio. --No puedo esperar a verla con estas cositas. Voy a esconder la bolsa, como Ivan vea que le compre algo mas me echa de casa. --Tienes muy poca fuerza de voluntad. --Ni te lo imaginas. Tan poca que mira como acabe aquella noche. --Miro hacia su barriga y me rei. Anduvimos hasta la estacion de metro y nos despedimos alli, prometiendole que la llamaria para comer un dia de esa semana. Al llegar a casa recogi todo lo que no me dio tiempo por la manana y me sente en el sofa mientras esperaba a que el suelo se secara. Mi telefono comenzo a sonar apoyado en la barra de la cocina, tuve que saltar del sofa a la silla, apoyar las rodillas en la pequena mesa y estirar uno de mis brazos hasta que lo alcance. --?Si? --respondi con la respiracion agitada. --?Te he chafado un polvo? No me digas que te he chafado un polvo. --No, mas bien ha sido un intento de <>. --Un dia de estos me llaman diciendo que te has roto la crisma por ahi. --Hoy no ha sido el dia, sali victoriosa. --Nos reimos y volvi al sofa--. ?Ya es tu hora del almuerzo? --Podria decirse que si. Mire el reloj y agite la cabeza.

  • Cinco para una (Volumen independiente), Kayla Leiz de Kayla Leiz

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  • Reclamada por sus parejas (Programa de novias interestelares 3) de Grace Goodwin

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    Desesperada por escapar de un hombre poderoso, decidido a hacerla pagar por haberlo desafiado, la unica opcion de Leah es ofrecerse como voluntaria del Programa de Novias Interestelares. Ella es asignada al planeta Viken, pero, a su llegada, se sorprende al descubrir que ha sido emparejada no solo con un hermoso e inmenso guerrero, sino con tres.

  • Nuestro secreto mas oscuro de Joan Llensa

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    Viernes, 7 de junio de 2019. Anochecer. En las afueras de Aurora. Ella esta de pie frente al chico. Tiene una leve sonrisa en el rostro, palido y bonito, que le acentua la mirada cristalina. Posee el cabello deslumbrante. Unos reflejos del crepusculo le dan un vivido latido, mas parecido a una forma de vida de otro mundo o a una cascada de fantasia violeta intenso. El chico le habla con dulzura, casi como si quisiera camelarsela. Ligando quiza. Su nariz puntiaguda destaca en un rostro huesudo y estrecho. Y su cabello desgarbado le da un aspecto de dejadez. Como su ropa; desgajada y sucia. Son dos polos opuestos. Ella agarra la mochila, que habia dejado a los pies, se la cuelga en el hombro y ladea la cabeza. Es entonces cuando la sonrisa se le tuerce y se le ensombrece el rostro. Ha percibido un movimiento detras del chico, que esta por girarse. La chica le aferra los brazos con fuerza y su atencion regresa a ella. Da un paso al frente y el la agarra de la cintura, malinterpretando las senales. La sombra a su espalda esta cada vez mas cerca. La muchacha susurra unas palabras que hacen reir al chico. Carcajea con la cabeza inclinada hacia atras y los ojos cerrados. A ella, sin embargo, se le transforma el rostro en puro terror. El miedo agranda sus ojos y los anega. Sus labios son ahora una mueca, igual que un mal trazo hecho por un nino pequeno; desgajado y deforme. No puede gritar. No puede moverse. La sombra se ha convertido en una enorme barra metalica que desciende a toda velocidad sobre el craneo del chico. El sonido le desgarra un trozo de alma. Como el trozo de algo que le ha salpicado el rostro. Quiere llorar. Quiere chillar. No lo hace. El peso del chico de rostro huesudo se deja caer inerte encima de ella en un instante que se alarga en el tiempo. No podra aguantarlo. Se abatira encima, y ella, a su vez, caera en el barro imposibilitandole asi la huida. La sombra agarra al chico en un abrazo que le envuelve el pecho. La chica ha caido y se ha golpeado la cabeza con una piedra. Su vision se torna borrosa y tambaleante. Sabe que se desmayara, perdera el conocimiento. Quiza sea lo mejor. El chico huesudo vuelve en si. Debe tratarse de un intento inconsciente del cuerpo por afanarse a la vida. Lucha en el aire, con brazos y piernas, golpeando a un enemigo que no puede ver. Un enemigo que lo abraza tan fuerte que le roba el aliento. Luego, cuando la lucha se vuelve mas una derrota que una defensa, el agresor afloja la tension y el cuerpo del chico cae al suelo embarrado junto a la chica. Ella se siente mareada. Todo le da vueltas. Lucecitas de colores. Borrones difusos que la envuelven. Es incapaz de moverse. ?Sera la siguiente? La sombra gigante no se da por vencida ni satisfecha. La puede distinguir como si se tratara de un titere que alguien dirige. Intuye como se arrodilla encima del chico y levanta los brazos en alto y las manos hechas punos. Pero, en un parpadeo ella ya no ve lo que ocurre a continuacion. Su mundo se ha vuelto negro. Y, con toda probabilidad, es lo mejor que podia sucederle. 2 OLIVIA Viernes, 7 de junio. Noche. Barrio residencial Los Alamos, Aurora. Estoy sentada en el viejo sillon del salon, frente a la ventana, cuando me sobresalta el timbre. Mis manos envuelven la humeante taza de cafe descafeinado con leche. Veo como las gotas de lluvia salpican el cesped del jardin. Se crea una burbuja que explota un segundo despues. Es tarde y la luz anaranjada de las luces del jardin ilumina con un aura fantasmal. El timbre suena de nuevo. Me intranquilizo. Miro el reloj. Las 22:13. ?Quien sera a estas horas? No es que sea muy tarde, pero una no espera visitas. Y menos un viernes. Se supone que es dia de sofa y tele. Al menos para nosotros. Me levanto sin ganas. Una presion en el pecho se apodera del aire de mis pulmones. Es algo irracional. Lo se. No tiene por que ser nada malo. Quiza Justin se ha olvidado de las llaves y solo sea eso. Despues de cenar acostumbramos a dar un paseo por el barrio. Nada mas lejos que poner en marcha la circulacion y mantener el cuerpo activo. Hoy se ha marchado solo. No me apetecia salir bajo el paraguas. Y me arrepiento enseguida. Siento una punzada de alerta que me dice que no es normal. Dejo la taza en la mesilla y me dirijo a la puerta sin dejar de darle vueltas a las posibilidades que se puedan presentar. Son apenas unos metros de distancia. Se me antojan eternos. Cuando llego me detengo un instante con la mano en el pomo y tomo aire, aspiro un breve sorbo de valentia. Abro justo en el momento que el timbre suena por tercera vez y entonces tengo la confirmacion de que ha ocurrido algo. Algo malo. La silueta ensombrecida de un hombre me esta mirando fijamente. Esta sorprendido como un nino al que descubres comiendose un caramelo a escondidas. Aparta el dedo del boton y el DONG retumba fuera de lugar. --Mama --susurra con la voz arrastrada y pesada. Es Justin, mi hijo. Esta llorando. A mi se me hunde el suelo bajo mis pies y me traga las piernas. Un temblor helado me recorre la piel. <>, me pregunto. Estoy a punto de echarle un sermon por presentarse de este modo. Pero se que no servira de nada. Esta aterrado. Mas incluso que yo misma. Se lo puedo ver en los ojos. Chispeantes. Llorosos. Temblorosos. En lugar de reprocharle nada, hago lo que haria cualquier madre. --?Que ocurre, carino? --Doy un paso hacia el con los brazos abiertos--. ?Por que estas llorando? ?Te has hecho dano? Justin me resquebraja el corazon con esos ojos miel y cae de rodillas al suelo. Rodea mi cintura con sus enormes brazos y me aprieta contra el. Esta empapado. ?Donde tiene el chubasquero? Su pelo negro le cae sobre el rostro. Parecen serpientes. O sanguijuelas. Hace unos meses que no quiere que se lo corte. Dice que quiere llevarlo como aquel cantante que le gusta tanto. ?Como se llama? No lo recuerdo. --Yo no queria hacerle dano, mama --murmulla. ?Hacerle dano? ?A quien ha hecho dano? No. Justin es un buen chico. Es incapaz de hacerle mal a nadie. <>, pienso. --Te lo prometo, mama. Lo prometo. Lo prometo. Me lo creo. Se lo digo. Me agacho en el suelo y le cojo la cara con mis manos. Le doy besos. Su rostro esta ardiendo. Quiza tenga fiebre. No se que ha hecho --o que cree que ha hecho--, pero el necesita que lo calmen, que lo cuiden. Y eso hago. Soy su madre. Su protectora. --No te preocupes por nada, carino --lo consuelo. Aprieto mis brazos en su robusto y ancho cuerpo. Abro los ojos. Una sensacion de vulnerabilidad se aduena de mi. <>, me pregunto. Y rapidamente mis ojos recorren la calle, los matorrales, las ventanas iluminadas de los vecinos. Por suerte para nosotros es dia de lluvia y estamos a salvo. No estoy segura, pero me anima pensarlo. Lo empujo hacia arriba para que se levante del suelo y el se deja llevar. <>, pienso. Si tuviera que levantarlo me seria imposible. Justin mide casi metro noventa, es ancho de hombros y pesa demasiado. No, no esta gordo. Es macizo. Una masa de musculos. Ya de bebe tenia un tamano poco habitual. El parto fue dificil, largo y muy doloroso. Senti cada contraccion como una muerte anunciada. Y la eternidad de cada empujon que acompanaba un desgarro mas a mi fragil cuerpo. Fue algo tan horroroso que me prometi a mi misma no volver a tener ningun otro hijo. Y lo cumpli. Tras el dolor, en cuanto esos ojitos color miel, casi ambarinos, se posaron en mi todo lo demas desaparecio. Dos lucecitas que pense que me reconocian y una ligera mueca parecida a una sonrisa. La mujer que le habia hablado y acariciado a traves de la piel durante nueve largos meses, le habia cantado canciones y, claro que si, me miraba por primera vez pensando en lo afortunado que era de tenerme como madre. --He hecho una cosa mala, mama. Mala de verdad. <>. En lugar de eso le digo: --Nada que no se pueda arreglar con un tazon de chocolate, carino. La frase estrella. Si. El chocolate calentito lo arreglaba practicamente todo cuando tenia ocho anos; las caidas en bicicleta, las rodillas ensangrentadas, los juguetes rotos o un simple dia triste. Una solucion que siempre traia la luz a los momentos oscuros. Me siento tan pequena mientras lo acompano a la cocina sin dejar de mantenerlo apretado a mi.--Sientate --le digo. El obedece. Me apresuro en abrir el armario y rebuscar la lata de chocolate instantaneo. Pongo el agua a calentar y se que debo comprender lo que ha sucedido para ayudarle. Le digo: --Justin, cielo. ?Que es lo que te hace estar tan nervioso? Aguanto la respiracion. El hace chocar sus unas con un ruido que me martillea los oidos. Le cuesta articular las palabras. Las tiene atascadas en la garganta. Decido animarlo, darle un poco de seguridad. Le doy un beso en la frente, tomo una bocanada de aire y digo: --Nada que no podamos solucionar. Vuelvo al agua, que ya hierve, y la vierto en la taza grande. La que tiene un dibujo de aquella serie que le gusta tanto. Le echo tres cucharadas de cacao y remuevo esperando oir su voz. --Es muy extrano, mama. --Ha funcionado. <>, pienso--. Yo no queria, pero... le iban a hacer dano. Un trueno lejano retumba en el cielo. Dejo de respirar. Quiero girarme y preguntarle mirando a sus ojos, pero no puedo hacerlo. Me da miedo lo que pueda contarme. Ahora lo se. De verdad hay algo de lo que preocuparme. Mi corazon lo sabia. Pero todavia no se nada en realidad. Ademas, soy su madre. Dios, ?que debo hacer? ?A quien le iban a hacer dano? ?Que ha hecho? --Cuentame, hijo --le digo y me giro ocultando el temblor que me invade. El tintineo de la cuchara contra la taza me delata. El no se da cuenta. La dejo encima de la mesa. Le abrazo otra vez y, por primera vez, me doy cuenta de que lleva la camisa manchada de barro. No. No es barro. Parece... Es sangre--. ?Estas herido, carino? Dejame ver. Miro su cuello, sus manos. Le levanto la camiseta y reviso su espalda, su torso. --No, mama. --Detiene la revision cogiendome de las manos--. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. El eco esta en mi cabeza reverberando. Entonces, ?sabe que es sangre? Yo no he dicho nada en voz alta. No puedo. Solo lo he pensado. Aun a sabiendas que estoy obligada a pronunciarme. Para eso soy la madre. Para eso soy la adulta. Sus ojos me suplican anegados. Finjo que mi corazon se cubre con un manto de hielo. Lo justo para que no se rompa en mil pedazos. --?Sangre? --pregunto haciendo como que no tiene importancia--. ?Algun amigo tuyo se ha hecho dano? Por favor, que sea eso. Te lo suplico, Dios. --Ya te he dicho que yo no queria, pero le iba a hacer dano. No entiendo nada. Hago acopio de toda la fuerza de la que poseo y me dispongo a preguntar. Debo saberlo todo y a la vez no quiero. --No podia dejar que le hicieran dano. Porque ella es mia. Cada vez estoy mas preocupada y desconcertada por lo que pueda haber hecho. --Justin, carino. ?De quien estas hablando, hijo? --De Judith, mama. ?Judith? ?La vecina? No entiendo que tiene que ver ella en todo esto. Ha dicho que era suya. Y la sangre de su camiseta, ?tambien sera de ella? --?Le ha ocurrido algo malo a Judith? Justin me mira muy serio. Sus ojos chisporrotean y sus labios se curvan hacia arriba. --La he salvado, mama. La he salvado. --Carino, debes contarme todo lo que ha ocurrido desde el principio. Justin asiente con la cabeza. Se lleva la taza de chocolate a los labios y da un buche. Entonces, se relame los restos que tiene alrededor de la boca. Y empieza a hablar. 3 SANTIAGO Sabado, 8 de junio. Manana. Los Desamparados, Aurora. El dia se ha levantado con aquella sensacion sofocante que te impide respirar bien. O por lo menos a mi. Odio el verano. Su pegajosa humedad, que no te quitas de encima en todo el dia y que, por las noches, incluso es peor. Y vamos de camino a eso. Primeros de junio y ya me siento fatal. --?Que tenemos esta vez? --me pregunta Alicia Bravo, mi companera. --Por lo que se, se trata de un yonqui de la ciudad al que le deben haber salido mal las cosas. El sargento Mendoza solo ha dicho que lo habian encontrado literalmente aplastado. Es el unico punto interesante del caso. Se lo digo a Alicia y le cuento mis pensamientos y suposiciones sobre los hechos. Que no tengo el menor interes y que solo se trata de uno mas en la larga lista de delincuentes de poca monta que salpican la comarca. Ella va asintiendo en silencio. Es una chica aplicada. A pesar de que acaba de salir de la academia de policia, tiene ese impetu por querer aprenderlo todo, por querer arreglarlo todo. Una energia y optimismo que me sobrepasa y que yo ya perdi hace anos. --?Crees que daremos con su asesino? Me rio. --?Y a quien le importa? Un drogadicto victima de un ajuste de cuentas. Con un poco de suerte se mataran entre ellos y no causaran problemas. A nadie le importa esta gentuza. A menos, claro, que se vean envueltos personajes publicos o atracos a establecimientos o viviendas. Entonces, se aprovecha para una buena campana en contra de nuestro trabajo. Las botas de Alicia ya tienen una capa de barro que se le pega al suelo. Es guapa. Lleva el pelo castano recogido en una cola alta, justo por debajo de la gorra. Tiene el cuerpo delgado y debo reconocer que esta muy sexi de uniforme. Nos acercamos al descampado donde ya estan los de la cientifica recogiendo pruebas. La escena es como un paraje extraterrestre y ellos como astronautas a quienes cuesta moverse por la falta de gravedad. Estan tan graciosos. Blanco y marron. Limpieza y suciedad. --?Tenemos algo? --pregunto. --Lo que imaginabamos. Todo apunta a un ajuste de cuentas entre bandas rivales. Es bien conocido que Olot, la capital de la comarca, esta en guerra por el control de sus calles. Es un enclave primordial entre la Costa Brava y Francia que los narcos quieren usar a su antojo. Que ya usan, mejor dicho. Algunos comercios de la zona ya estan siendo extorsionados desde hace meses y sueltan una buena cantidad de euros para obtener cierta proteccion. --Entonces, nada --lo corto. Quiero acabar cuanto antes. Estos altercados me aburren sobremanera--. Comencemos con el papeleo y cerramos el caso. --De eso nada, Tiago. Juan me sonrie. Que hijo de la gran puta. Sabe que me esta jodiendo y lo disfruta. --A mi no me retienes, aunque lo haya matado el ministro de Cultura. Lo pienso por un segundo y hasta me parece gracioso. Me produciria cierto placer ver al ministro envuelto en un caso, con el como sospechoso, aunque de asesinato... no lo veo. --Me temo que esta vez no te libras tan facil. Me da unos guantes de latex y unos patucos de plastico. Repite el proceso con Alicia. Me los pongo, observando a la inspectora Bravo. Me pregunto si mi entusiasmo al salir de la academia era la mitad del de ella. Ya ni me acuerdo. Han pasado siglos. Cuando terminamos de ponernos el equipo, seguimos a Juan --yo de mala gana-- por el descampado. El plastico se adhiere al suelo, que parece succionarme hacia abajo. Como si supiera que no debo avanzar, que no debo ver lo que hay alli. Y que mi final esta tan cerca que la tierra me reclama. Han cubierto la zona con una carpa de color amarillo chillon. ?A quien se le ocurre? No quieren que nadie lo vea, que no llame la atencion de curiosos y lo senalan asi. Una gran diana amarilla en medio del fango oscuro. Cuantas incongruencias. De momento no hay mirones salvo un viejo con un perro y una pareja de jovenes con los moviles en alto. --?Quien lo hallo? --pregunto fijandome en el viejo de pelo canoso. Me suena de algo, pero no logro situarlo. --Sandra Barcino --responde Juan. Saca la libreta de espiral de un bolsillo imposible en el traje cientifico y hojea. Luego sigue--: Vive en el barrio residencial de alli al lado. --Senala con el brazo--. Salio a correr por el bosquejo como todos los dias y casi se tropieza y cae encima del cadaver. Uno de los agentes, con un bigote tan ridiculo que me recuerda a Hitler, nos levanta la cinta del cordon policial. Nos agachamos y, tras un crujir en mi espalda, entramos en el cerco y me sorprendo enseguida. Mi cabeza se habia hecho una fotografia mental. Nada que ver con lo que mis ojos me muestran. Incluso veo a Alicia Bravo que reprime un grito. ?O una arcada? --Pero ?esto que...? --no logro terminar. Juan me ayuda. --Te dije que no podrias dejarlo. Tiene razon. Jamas habia visto algo asi. Siento un repentino interes morboso. Creo que he dejado de parpadear y mis ojos absorben los detalles que tengo delante. --Le golpearon la cabeza con aquella barra metalica. Mas tarde se la aplastaron con multitud de golpes --relata Juan--. Creemos que con esa gran roca de alli. --Senala con el boligrafo--. Tiene muestras de sangre y masa cerebral incrustadas. Asi como otros fluidos. Jamas he visto nada igual. El ensanamiento con el cuerpo parece apuntar a algo muy personal, muy pasional. Demasiado para un yonqui. <>, pienso. --Lo mas extrano es la zona pectoral. Hundida casi en su totalidad. Las costillas estan tan destrozadas que tengo la certeza de que en el laboratorio podre certificar que estan hechas pedazos. --?Con la piedra? Niega con la cabeza. --No lo creo. Es pronto y no te puedo dar una respuesta hasta que lo examine a fondo. Pero estoy convencido casi al cien por cien de que se lo han hecho con los punos. ?Con los punos? Juan debe ver mi sorpresa en los ojos porque responde sin que yo pronuncie palabra. --Los moratones que presenta en la dermis y la manera en que se han formado me hace pensar que lo han golpeado hasta aplastarlo. No se si habras visto algun documental de gorilas de los que hacen en National Geographic, pero asi es como creo que ha muerto. La inspectora Bravo se disculpa y se aleja de la carpa. Sin duda esta afectada por lo que ve. Ninguna academia te prepara para esto. Una cosa es hablar de un cadaver, y la otra es verlo y olerlo. La realidad es dura de cojones. --?Lo ha matado a golpes un gorila? --Sin ninguna duda ha sido alguien con una fuerza extraordinaria. Y si, se que te lo preguntas, estaba vivo en el momento en que lo han golpeado. Animal o persona aun no lo se, pero no podre darte mas detalles hasta que le realice un examen mas a fondo. --Ya estas tardando --le digo y dejo que siga con su trabajo. En cuanto salgo, me quito los guantes de latex y saco el telefono movil de mi bolsillo. Llamo a la jueza Pelayo, y le pido que se apresure con el levantamiento del cadaver. Necesito algo mas para poder investigar. Tengo esa extrana sensacion que acompana al peligro. Algo en mis entranas que me dice que hay algo mas que se nos escapa. Nunca hay tanto ensanamiento en los ajustes de cuentas entre traficantes. Se pegan cuatro tiros o siete cuchilladas y listo. No esto. Me seco el sudor de la frente y me acerco a Alicia Bravo. --?Estas bien? --He estado mejor, pero se me pasara, senor. --No es como en las peliculas, ?verdad? --digo para calmarla un poco. No funciona. Me falta tacto--. Y deja de llamarme <>. O Tiago o te buscas un nuevo companero. No soy tan viejo. Me regala una sonrisa. Se que mas por quedar bien conmigo que por la ayuda que le presto. --!Tiago! --La voz de Juan me hace girar de nuevo hacia el montaje de otro mundo--. Me olvidaba de otra cosa importante. --Sigue --le digo, viendo que le cuesta trabajo mantener el aliento y el equilibrio. --En la linde del bosque hemos encontrado una mochila. --Me senala el lugar donde veo a otros dos policias de la cientifica atareados recogiendo muestras.

  • La razon de su secreto de Virginia Sainz-rasines

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    ?Si tus hijos desaparecen, hasta donde serias capaz de llegar para encontrarlos?
    La desaparicion de dos ninos:
    Frederick y Hazel Dunne desaparecen de forma inesperada de su casa la manana del 23 de setiembre de 1942. Estaban al cuidado de Allie Watters, su ninera, y de Diane Cliston, la nodriza. No hay indicios de lo que puede haber sucedido. El matrimonio Dunne queda devastado y anos mas tarde, en octubre de 1947, una nueva tragedia golpea sus vidas al incendiarse el pueblo en donde viven, Bar Harbor, Maine.
    Una misteriosa herencia:
    La ilustradora de libros infantiles Adeline Moore y la escritora Martha Cravit heredan de forma inesperada una mansion abandonada en Bar Harbor, Maine. Ambas han llevado hasta ahora una placentera vida en Vermont, pero ?que misterio esconde este caseron que han heredado?
    Un secreto oculto:
    El descubrimiento de un barco americano perteneciente al astillero de Terrence Dunne, hundido en territorio canadiense, llevara a la detective Philippa Lowell y a la periodista Piper Cook a desenterrar una marana de secretos que se remontan a la segunda guerra mundial. Los fantasmas del pasado han regresado en busca de la verdad.
    Una fascinante novela que sumerge al lector en un laberinto de intriga y secretos.

  • Sexy Summer Love de Lorraine Coco

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    !Mierda, Stephen! ?Tan dificil es ponerse unos pantalones? --Summer puso una mano ante la pantalla de su portatil, colocado sobre la encimera de la cocina, y aparto el rostro para evitar que su mente se llenara con las imagenes que aparecieron ante ella. Hablaba con el cada dia y la mayor parte de las veces a traves del ordenador, pues sus horarios rara vez eran compatibles como para poder quedar a tomar un cafe siquiera. --No es dificil, pero si innecesario. Cualquier cosa que puedas estar viendo ahora mismo, asumo que ya la has visto antes. Y te recuerdo que durante muchos anos yo te vi banarte en pelotas. --!Era un bebe! Pero tu eres un maldito exhibicionista. --Y tu una mojigata, hermanita --resoplo--. Y ahora, vamos al grano. Me has sacado de la cama a las... ?Que hora es? --pregunto Stephen guinando los ojos mientras dirigia el rostro a la ventana que tenia a su espalda. Se habia sentado en el sofa, estirado las piernas cruzandolas por los tobillos y las habia apoyado sobre la mesa. Despues, para tranquilidad de Summer, dejo caer un cojin sobre sus partes, ocultandolas de su vista. --Son las nueve y media. Una hora mas que razonable para estar en pie -- le recrimino como una madre a un hijo rebelde. En ocasiones le daba la sensacion de que el era el hermano pequeno y no ella. --No cuando te has acostado a las seis --replico el revolviendose el cabello. Despues bostezo exageradamente y sacudio la cabeza. --?Y que hacias a esa hora? !No! No me respondas --se apresuro a decir batiendo la mano frente al rostro cuando vio la sonrisa ladina que se paseo por sus labios. Ya imaginaba a que tipo de actividades habia estado entregado. Stephen y ella no podian ser mas diferentes. Aunque fisicamente tenian cierto parecido, pues compartian el mismo color avellana de ojos y el cabello oscuro y ligeramente ondulado. Sin embargo, su hermano poseia un atractivo canalla acorde con su personalidad y vision bohemia de la vida, que no tenia nada que ver con la suya. Ella sin embargo solo era mona, <>, como la habia llegado a llamar un ex novio, pero carecia de ese magnetismo que hacia que Stephen estrenase amante cada noche. Y daba gracias por ello. A ella le gustaba la comodidad de una relacion estable. De conocer bien a tu pareja, de saber que podian contar el uno con el otro. En definitiva, la seguridad y el compromiso. Y por eso su relacion era sencillamente perfecta. Lo que le recordaba que habia llamado a su hermano para cerciorarse de que el catering para la cena que daba su prometido en una semana iba segun los planes establecidos. --?Tienes controlado todo lo de la cena? --comenzo preguntando mientras abria la agenda y revisaba la lista de tareas que precisaban su supervision para el evento--. Bradley se juega mucho. Las personalidades mas relevantes de Nueva York han confirmado su asistencia y espera que consigamos una gran recaudacion de fondos. Stephen parecio aburrirse con la segunda palabra de su discurso, pues se paso todo el bostezando cual leon de la Metro Goldwyn Mayer. --Tu prometido me aburre, y tu, cuando actuas como su perrito faldero, aun mas. Summer abrio y cerro la boca un par de veces como un besugo antes de contestar enfurecida. --!Eres incorregible! ?Es que no puedes tomarte nada en serio? --El pequeno golpe que dio a la encimera acompanando su pregunta la sorprendio hasta a ella. Sin embargo, su hermano ni parpadeo. --Me tomo muchas cosas en serio. Sobre todo las concernientes a mis restaurantes y mi reputacion. Tengo siete estrellas Michelin, y por eso, que pongas en duda mi profesionalidad y creas que servire a vuestros invitados algo por debajo de la excelencia culinaria, me ofende. Su rostro sin embargo no demostro dicha ofensa, muy al contrario, explayo una de sus sonrisas traviesas a la par que frias. --Pero no te lo tendre en cuenta --continuo en un tono condescendiente que la enfado aun mas--. Tu novio, el congresista, es un grano en el culo y se que solo me llamas porque ha debido pedirte que lo hagas una docena de veces antes de marcharse esta manana. Summer se mordio el labio inferior y aparto el rostro. Su hermano, que la conocia mejor que nadie, tenia razon. Bradley no solo se lo habia pedido esa docena de veces, sino que le habia dejado dos notas con el encargo; una sobre la mesita de noche y otra en la encimera de la cocina. Y aunque esa falta de confianza en su tarea de supervisar la cena pudiera ofenderla no se lo tenia en cuenta, pues sabia que, aunque exagerado, estaba nervioso por lo mucho que se jugaba si algo salia mal. Su prometido habia sido nombrado el congresista mas joven del estado de Nueva York, y ahora estaba a punto de conseguir un escano en el senado. Estaba muy orgullosa de el. Tanto como para haber abandonado temporalmente su carrera como marchante de arte y dedicarse a apoyarlo debidamente en su ascension politica. --Stephen... ?no vuelves a la cama? Las voces melosas de dos mujeres jovenes llegaron hasta sus oidos antes de que sus cuerpos desnudos apareciesen tambien en la pantalla. Las chicas se aproximaron a su hermano y empezaron a insinuarsele, acariciando su rostro y torso expuesto, sin ningun pudor. ?No eran ambas dos famosas supermodelos?, se pregunto durante un segundo mientras acercaba el rostro a la pantalla. --Hermanita, tengo que dejarte. El deber me llama --aseguro su hermano justo antes de cerrar la conexion, sin miramientos y dejandola con los ojos como platos. Summer sacudio la cabeza al tiempo que imitaba a su hermano y bajaba la tapa de su portatil, escandalizada. Tardaria algun tiempo en olvidar esa escena. Durante varios minutos miro a su alrededor, tamborileando con los dedos sobre la encimera de marmol en la soledad de su enorme cocina, una estancia diafana decorada en su totalidad en blanco. Desde que se mudaron a aquel atico en Tribeca, pensaba que ese espacio estaba totalmente desaprovechado. Ni Bradley ni ella cocinaban mas alla de alguna ensalada, unos sandwiches o las tostadas francesas que solia prepararle los fines de semana que estaba en casa. Nunca se habia sentido segura en la cocina, pero ademas, aquel ambiente tan pulcro y aseptico no despertaba tampoco la poca creatividad que tuviese para enfrascarse en la tarea. Con la taza en las manos, sentada en uno de los taburetes de diseno en medio de aquella masa blanca, volvio a sentirse muy sola. Asi pasaba los dias, esperando que Bradley la necesitase u ojeando paginas de viajes en internet. El recuerdo de que tenia que revisar algunas ofertas le arranco una sonrisa. Antes de pensarlo por segunda vez abrio de nuevo el ordenador y con pulsaciones rapidas tecleo la direccion de su buscador favorito de viajes. Mientras las diversas ofertas aparecian ante sus ojos con los destinos mas exoticos y sugerentes, dio un largo sorbo a su cafe, dejando que las imagenes llenasen sus retinas. !Viajar! Se moria por volver a hacerlo. Fue una de las razones por las que oriento su carrera hacia el arte. Ser marchante le habria permitido hacerlo con frecuencia en busca de las piezas mas cotizadas para sus clientes. Y durante los dos anos que estuvo ejerciendo tras la universidad lo habia disfrutado minuto a minuto. Pero entonces Bradley fue nombrado congresista. Mientras su prometido, entonces novio, habia estado dedicandose a la abogacia, no vio problema alguno en que ella pasase tiempo fuera del pais, ya que su apretada agenda tampoco les daba la oportunidad de disfrutar de demasiado tiempo juntos. Pero al comenzar su carrera politica, los multiples eventos a los que debia asistir cambiaron la mecanica de la relacion. Recordaba que durante aquellos dias estuvo a punto de negarse a dejar su carrera y de repente, Bradley la sorprendio pidiendole matrimonio. Su declaracion en uno de los restaurantes mas exclusivos de la ciudad fue perfecta y conmovedora. El le dijo lo mucho que la necesitaba y lo mucho que ansiaba compartir su exito, juntos. Y ella, sencillamente, cedio a su entusiasmo y suplica, convencida de que era el momento de sacrificar parte de si misma por apoyarlo. A fin de cuentas, si no se hacen sacrificios por la persona que amas, ?por quien si no? Pero haber tomado dicha decision totalmente convencida no quitaba que, en ciertos momentos como aquel, sintiese que parte de ella se habia perdido durante los ultimos anos. La agenda politica y sus compromisos como congresista mantenian a Bradley cada vez mas ocupado y con menos tiempo para ella. La mitad del tiempo que disfrutaban juntos era en presentaciones, discursos, cenas y eventos beneficos. Y la otra mitad la dedicaban a dormir en la misma cama. Por eso, ella se pasaba el resto de sus horas libres planificando viajes en los que pudiesen disfrutar de unos dias a solas y recuperar la locura y pasion que los llevo a enamorarse. Unos dias en los que solo se vieran el uno al otro. Y en los que el gabinete de asesores, secretarios, agentes de prensa y responsables de la campana de su prometido no los acompanasen como una pesada e incesante escolta. En ocasiones pensaba que su relacion se habia ampliado a una docena de personas que, por otra parte, ni la veian a ella. Y eso no hacia mas que incrementar su soledad. Tras el ultimo sorbo con el que apuro su cafe, una de las alertas de paquetes vacacionales llamo su atencion sobre las demas. El mar azul bajo el sol dorado inundo su retina como una promesa idilica. Casitas blancas salpicaban la costa griega mientras de sus balcones y terrazas, buganvillas fucsias rebosaban como queriendo precipitarse al mar. ?No seria el lugar perfecto para celebrar su proximo y septimo aniversario juntos? La pregunta desaparecio de su mente de un plumazo cuando un par de pitidos, anunciando un mensaje, la sacaron de su ensonacion. Tomo el movil de la encimera y abrio la aplicacion para leer: Carino, no me esperes esta noche. Tengo que quedarme a solucionar un par de problemas. Lo siento. Dejo el movil sobre la encimera con el mensaje abierto y miro por la ventana al tiempo que dejaba escapar el aire lentamente de los pulmones. Sin mirar, volvio a cerrar la pantalla del ordenador, sintiendo que le ardian los ojos por las lagrimas. Al instante se vio a si misma como una nina egoista y caprichosa. No tenia derecho a sentirse asi cuando sabia que Bradley estaba trabajando con ahinco por su futuro, por el futuro de ambos. Solo tenia que pensar que cuando por fin fuese senador se casarian y su vida juntos cambiaria para siempre. Se levanto del taburete con determinacion y limpio de su mejilla la unica lagrima que habia conseguido escapar a su control. Tomo aire una ultima vez y salio de la cocina con el proposito de ocupar ese dia en revisar personalmente cada aspecto del gran evento. Seria la mejor anfitriona del mundo y el se sentiria tan orgulloso que la colmaria de besos y atenciones. Seguro que mas adelante encontrarian el momento de hacer un viaje juntos.

  • La respuesta es amarnos siempre de Mahuer Arenas

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    Manuel tiene una vida simple y monotona hasta que la conoce.
    Alba es la locura personificada y sabe lo que quiere.
    Manuel intenta que Alba no se adentre en su corazon, pero le es imposible.
    Alba solo sabe que Manu es muy importante para ella.
    El esconde un secreto que le hace sentir verguenza y a ella solo le importa el. Lo que no saben es que estan mas conectados de lo que a simple vista parece.
    Entonces, se dan cuenta de que el destino existe y los quiere juntos.

  • El escudo de David de Lilyam Martino

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    El Escudo de David es una novela que combina hechos reales con ficcion, para destacar la lucha por la libertad y la defensa de los valores democraticos en un pais llamado Venedicta, gobernado por un regimen despotico que abuso de su autoridad para atropellar los derechos de los ciudadanos a vivir en libertad y con dignidad en pleno siglo XXI. Es una historia que puede ocurrir en cualquier pais si no se advierten y frenan a tiempo las apetencias del poder por el poder mismo por parte de sus gobernantes.Lilyam Martino se aparta de los numeros y el derecho para escribir una novela que destaca y rinde homenaje a la lucha de valientes jovenes guerreros que se cansaron de vivir en la oscuridad, y sin importarles las consecuencias, tomaron las calles para gritar su verdad, conquistar el derecho de un pueblo a ser libre y alcanzar con todas sus fuerzas la gloria de vivir en su pais y sonar con un manana de esperanzas.

  • Judas de Amos Oz

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    Judas, el regreso de Amos Oz a la novela, genero que no habia frecuentado desde Una historia de amor y oscuridad, plantea una audaz y novedosa interpretacion de la figura de Judas Iscariote en el contexto de una angustiosa y delicada historia de amor.

  • El Rostro De La Inocencia (Amores Imposibles 2) de Amaya Evans

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    Bienvenido a Heaven Manor
    Una casa para senoritas, muy conocida por gente de sociedad, a la que llegan jovenes pertenecientes a las mejores familias del pais cuya reputacion ha sido danada o destruida debido a algun escandalo. Por este motivo, y gracias a la verguenza que le han hecho pasar a sus familias, son enviadas a este centro de rehabilitacion de comportamiento para que cuando esten listas salgan de alli, a hacer una vida digna de su status social.

  • Bajo las estrellas de Jenn Bennett

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    Zorie y Lennon solian ser inseparables, pero desde hace un tiempo se han vuelto expertos en ignorarse. Cuando sus amigos los llevan enganados a acampar, la estratagema sale mal y de pronto los dos se encuentran atrapados en lo salvaje. Solos, lejos y sin hablarse. Sentimientos ocultos, secretos y heridas del pasado saldran a la luz durante el peligroso viaje de regreso a la civilizacion, y los viejos amigos deberan volver a confiar el uno en el otro para salir ilesos y recomponer su corazon.

  • Con otra mirada de Anabel Saiz Ripoll

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    Raul es un joven adolescente que vive en una gran ciudad y al que, de repente, la vida se lo pone del reves. Su padre sufre un infarto y, para recuperarse con calma, han de ir al pueblo de la familia materna. El pueblo es pequeno, parece que no ofrezca ningun atractivo, pero alla estan los abuelos de Raul y otros personajes entranables, como Veva, la maestra o Ursula, la contadora de cuentos o Beatriz. Poco a poco Raul se sentira captado por el embrujo del pueblo, por la emocion de las historias que aprende acerca de la familia y otros personajes y por la magia del lugar. Al fin, aprendera a observarlo todo con otra mirada y valorara lo que tiene de una forma muy especial. Raul crecera, sin duda, en las paginas de la novela.

  • Felices para siempre (Cinder y Ella 2) de Kelly Oram

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    ?Que sucede despues de que Cenicienta consiga a su principe azul?
    El final de una historia es a menudo el comienzo de otra. La estrella de Hollywood Brian Oliver y su princesa, Ellamara Rodriguez, han encontrado por fin el amor fuera del mundo virtual. Pero, tras dejar atras el anonimato, la joven pareja se enfrenta a una nueva serie de problemas.
    El estres, los seguidores enloquecidos y la presion de la fama de Brian haran mella en la relacion, y los dos jovenes dudaran si son capaces de disfrutar de su flamante historia de amor. ?Podran Brian y Ella hacer frente a los obstaculos que encuentren en su camino y vivir el “felices para siempre” con el que suenan?

  • Vida de este capitan de Alonso De Contreras

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    Los mejores libros jamas escritos.

  • Desterrada de Sophie Saint Rose

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    Hela se consideraba una mujer fuerte, tan fuerte como sus hermanos, pero sus remordimientos a llevaron a cometer un terrible error que destrozaria a su familia. Rechazada por los suyos y desterrada de las tierras que la habian visto nacer, deseaba morir. Ya no tenia nada que perder y solo le quedaba su deseo de venganza. Matar a sus enemigos era la unica opcion que tenia para calmar su alma y ni el mismisimo Kol Solberg iba a detenerla.

  • Seduciendo Al Jefe de Mia Ford

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    Cliff Sali del ascensor y respire profundamente. Era lunes, el peor dia de la semana para la mayoria, pero el dia en que me senti vivo despues de un largo fin de semana de aburrimiento. Me encantaba trabajar desde siempre. Me encantaba el desafio, el dominio, probarme a mi mismo que estaba ganando en el juego de la vida. La gente pensaba que no era un juego… bueno, se equivocaban o, simplemente, estaban demasiado asustados para jugar. Asi es como siempre lo he visto yo y me ha ido bien. Sonrei mientras veia a mis empleados corriendo de un lado a otro para realizar sus tareas y mantener los trabajos a los que se aferraban desesperadamente. Tenia un gran personal y estaba muy agradecido, aunque tambien les pagaba muy bien. Probablemente, por eso trabajaban tan duro. Si hicieran el mismo trabajo para cualquier otra compania ganarian la mitad del dinero. Era un hecho. Tenia muchas aspiraciones y siempre estaba haciendo cosas. Cuando tenia tiempo libre me aburria, a menos que hiciera deporte. Me encantaba estar en movimiento para no oxidarme. No entiendo que haya gente tan holgazana. Camine por el pasillo ignorando a toda la gente que me sonreia. La mayoria de ellos eran solo <> que pensaban que si conseguian mi favor les ayudaria a escalar puestos, pero la unica forma de subir la escalera era ganandosela. A diferencia de la mayoria de las empresas, no le daba los buenos trabajos a la gente que conocia. Eso era estupido. Yo le daba los trabajos a la gente que los merecia. Por eso mi compania habia crecido tanto y solo tenia treinta y dos anos. Estaba entrando en mi oficina cuando me di cuenta de que Margot, mi secretaria, estaba acompanada de una mujer alta, esbelta, con unas curvas increibles, una cara preciosa, una sonrisa muy dulce y el cabello largo de color castano. Y esos ojos… vaya, podria perderme en ellos. Era preciosa y, por un momento, hasta me puse nervioso en su presencia. No podia recordar la ultima vez que me habia puesto nervioso por algo, pues desde hacia mucho tiempo habia eliminado las emociones y las expectativas de mi vida. --?Que sucede? --pregunte. --Hola, Cliff --dijo Margot, con esa dulce sonrisa que habia llegado a apreciar. Era la persona mas pomposa que habia conocido --. Esta es Sadie Blane. --Hola, Sadie Blane --dije. Ella me saludo y yo empece a alejarme. Estaba muy ocupado y no tenia tiempo para conocer a nadie a primera hora de la manana. --Cliff. --Margot me detuvo--. Sadie se va a hacer cargo de mi puesto de trabajo. Es su primer dia. Estaba confundido. --?Como? ?Que quieres decir? Ella suspiro. --Te lo dije el otro dia, pero no lo supe hasta ayer a ultima hora y tu ya no estabas. Tampoco pude localizarte por telefono, pero recursos humanos le ha dado la aprobacion. --?De que estas hablando, Margot? --Lo dejo --dijo--. Mi madre esta empeorando. Necesito cuidarla durante un tiempo. --Siento oir eso --dije--. Lo entiendo, pero esto es demasiado repentino. Tendrias que habermelo dicho con tiempo. --Lo se y lo siento, pero Sadie es fantastica. Se acaba de graduar con honores en la estatal de Ohio. --Genial --dije--. Yo fui a Pitt, asi que lo mismo terminamos odiandonos. --Sonrei para hacerle saber que estaba bromeando--. Encantado de conocerte --dije--. Esta bien, ponla al corriente de todo, y Margot, lamento que te vayas. Cuidate. --Lo hare. Gracias. Entre en mi oficina. Estaba molesto porque Margot se iba. Era una secretaria increible. Llevaba tres anos conmigo y conocia la empresa por dentro y por fuera. Demonios, mas importante aun, me conocia por dentro y por fuera. Iba a hacer falta una persona especial para reemplazarla y no estaba tan seguro de que Sadie lo fuera. Pero era muy hermosa. Eso no lo podia ignorar. No dejaba de pensar en lo que podria haber sido conocerla en un club nocturno, invitarla a bailar y luego ver a donde nos llevaba la noche… Si, eso habria sido genial. Mire por la ventana de mi oficina a traves de la rendija de las persianas venecianas. Maldicion. Esas caderas… las piernas tan largas y delgadas, suaves pero tonificadas. Senti mi polla agitandose en mis pantalones. Me estaba excitando mucho. Joder. Me iba a costar acostumbrarme a la nueva secretaria. Intentaba mantener la regla de no salir nunca con nadie con quien trabajara, pues era como abrir la puerta a un enorme desastre. Podian salir mal demasiadas cosas, especialmente, al ser un hombre con dinero. La gente intenta aprovecharse de eso. Me sente detras de mi escritorio y puse los pies en alto. Agarre mi bola de estres y empece a apretar lentamente la mano alrededor de ella. Me vendria bien aliviar la tension que ya estaba sintiendo. Eran las ocho de la manana, pero llevaba levantado desde las tres. Siempre me despertaba a esa hora. Era la mejor manera de empezar el dia. Me despertaba, hacia pesas y luego salia a correr. Por ultimo, tomaba un buen desayuno sobre las seis de la manana. Luego pasaba una hora en el tanque de aislamiento sensorial, donde tenia las meditaciones mas increibles que uno podia imaginar. Era maravilloso. Sin embargo, incluso con todas esas practicas que ponian mi cuerpo y mi mente en un lugar armonioso, seguia siendo un manojo de nervios cuando llegue al trabajo. La verdad es que me sentia un poco sin rumbo desde que rompi con mi exnovia Alice dos semanas antes. No esperaba que me afectara de la manera en que lo habia hecho, pues tenia problemas para dejarla ir. No estaba listo para un compromiso a largo plazo en este momento de mi vida, pero cuanto mas envejecia mas dificil me resultaba recuperarme de las relaciones. ?Que me estaba pasando? ?Estaba empezando a sensibilizarme? ?Se estaba acercando la etapa de ser padre? Me estaba volviendo un solitario. Lo sabia. Al principio, cuando acababa el dia y volvia a mi casa vacia, enorme y solitaria me invadia una sensacion de felicidad. Era libre para hacer lo que quisiera. No tenia responsabilidades. Pero ahora empezaba a parecerme triste. Estaba solo todo el tiempo. Bueno, tenia amigos y me divertia bastante, pero la mayoria de ellos estaban empezando a sentar la cabeza y yo habia empezado a salir solo. A veces traia a alguien a casa, aunque estaba cansado de las relaciones sin sentido. Por otro lado, me costaba entregarme a una mujer. Tenia miedo de hacerlo, aunque no estaba seguro de la razon. Quizas era miedo al compromiso y a perder el control. Siempre habia pensado que algun dia tendria esposa e hijos, pero no queria que eso sucediera pronto. Quizas, al evitar las relaciones me estaba alejando de la verdadera felicidad. Me servi una gran taza de cafe negro. Bebi el fuerte elixir de la cafeina y pense en los fallos que habia en mi vida personal. ?Por que pensaba tanto en esto ultimamente? La puerta se abrio en ese momento y aparecio Sadie. Estaba sola, asi que me figure que Margot se habia ido y que nunca la volveria a ver despues de tres anos trabajando para mi. La rabia estaba hirviendo a fuego lento dentro de mi, ya que era obvio que la nueva secretaria no tenia ni idea de lo que estaba haciendo. Tenia que ponerla en su lugar rapidamente y establecer el orden jerarquico. No era su maldito amigo para que irrumpiera asi en mi despacho, era su jefe. --Ronald Gilding ha llamado --dijo Sadie--. Confirmo la reunion para las diez en punto, pero solo dispone de una hora y no de dos. --?Sabes que tienes que llamar a la puerta antes de entrar? -- Ella me miro como si le hubieran dado una patada en la boca del estomago--. Te he hecho una pregunta --repeti. Se lamio los labios nerviosamente y comenzo a tartamudear. --Lo siento… yo… yo solo pense… --No se entra en mi despacho sin llamar a la puerta. ?Me he explicado bien? Sera mejor que aprendas como funcionan las cosas por aqui muy rapido si quieres durar, ?me entiendes? --Eh, si --dijo--. Lo siento mucho. Salio de la oficina y entonces me di cuenta de algo interesante. --Detente --dije. Ella se quedo congelada--. Ven aqui. --Hice un gesto con el dedo. Camino lentamente hasta mi mesa. Estaba rigida y nerviosa, pero tambien guapisima. Maldicion. Mi polla se ponia mas dura a cada segundo que pasaba con ella. Pense en inclinarla sobre el escritorio y destrozar su cono apretado y humedo. Queria soltar mi carga dentro de ella. --?Que es eso que llevas puesto? --le pregunte. Senale el collar alrededor de su cuello. Era una larga cadena de oro con un corazon colgando de ella. El corazon tenia una daga atravesandolo. La pieza era interesante. --Un amigo me lo regalo. --?Que clase de amigo? --Un amigo de la familia. Por mi graduacion universitaria. --Ese amigo… ?tiene mas o menos la misma edad que tu padre? --pregunte. Ella tuvo que inclinarse para que yo pudiera observarlo de cerca, aunque tambien le eche una mirada a su precioso escote. --Si --dijo--. El es… --?Crees que ese amigo quiere follarte? --le pregunte. Ella se puso muy nerviosa mientras la pregunta flotaba en el aire. No se movio. --?Que? Eso es… --?Suena raro? Bueno, este collar es un regalo romantico. ?Que clase de hombre le da esto a la hija de su amigo que tiene la mitad de anos que el? Empezo a parpadear rapidamente mientras trataba de pensar. --Ya habias pensado en eso antes, ?verdad? --Yo… realmente, no lo se… --tartamudeo. --Oh, si que lo sabes… ?Te atrae ese amigo? --No --dijo, demasiado rapido. --?Por que? ?Porque es mayor? Aun asi, ?es atractivo? ?O te atrae su edad y experiencia? ?Tal vez su estatus? ?O te atraen otras habilidades? Estaba disfrutando de la conversacion. Me estaba divirtiendo mucho escarbando en su cerebro y viendo sus reacciones. Ella no se enfado, solo se asusto, se puso nerviosa y se ruborizo. Si la conociera diria que incluso se estaba excitando. Pues ya eramos dos. En cinco segundos podria estar muy dentro de ella. --No lo se… yo… --No sabia que decir. --Bueno, a pesar de que no sabes que responder, has elegido llevar el collar. ?Tu familia sabe que el te lo regalo? ?O te lo dio en privado? --En privado --dijo. --?Y no se lo has dicho a tu familia? --No, no lo saben. --?Por que no? --Porque… --Porque podrian pensar que hay algo mas entre vosotros dos. No hago suposiciones de la nada. ?Alguna vez has fantaseado con ese tipo? ?Alguna vez has fantaseado con alguien a quien no puedes tener? --Tengo que volver al trabajo. --Se irguio de repente. --Bien --dije--. Pero no te olvides de llamar a la puerta la proxima vez. Y no pierdas ese collar. Te queda muy bien. No dijo nada, pero se detuvo un momento como si quisiera decir algo. Luego salio del despacho. Suspire con una sonrisa mientras me relajaba en mi silla. Capitulo 2 Sadie Me servi una taza de cafe y me sente de nuevo frente a mi mesa. Estaba casi temblando despues del encuentro que acababa de tener con Cliff. Habia sido tan condenadamente intenso... No podia dejar de repetirlo en mi cabeza. Debi haberme puesto furiosa. Deberia haberme sentido casi violada. El tipo me habia preguntado a quemarropa sobre sexo, alguien que acababa de conocer. Mi jefe… Debi haberme sentido terriblemente ofendida y enojada, pero no lo estaba. No, no lo estaba. Habia cometido un fallo al no llamar a la puerta. ?En que estaba pensando para irrumpir asi en su oficina? Mierda. Que estupida. Y jamas me habria imaginado que tendriamos esa conversacion. El me habia reganado y me senti como una nina, como si fuera inferior a el, ya que con un chasquido de dedos podia echarme a la calle cuando quisiera. Margot me habia advertido de que era un hombre muy intenso. Ella habia tenido que dejar su trabajo de repente y a mi me habian llamado de la agencia de inmediato. Conseguir un trabajo no habia sido nada facil porque me habia graduado en filosofia. No me plantee trabajar en el mundo de los negocios hasta que asisti a un seminario el otono pasado y me di cuenta de que deberia haber estudiado algo relativo a los negocios. Podria haberme dedicado a ejercer como profesora universitaria, ya que era de los pocos trabajos para los que estaba realmente cualificada en base a mi educacion, pero no me apetecia dedicarme a eso. Me habia mudado de Columbus a Nueva York hacia cuatro semanas y habia esperado a que sonara el telefono. Ayer, finalmente, sono. Y ahora estaba aqui. Tenia que conseguir que esto funcionara. En el momento en que vi a Cliff mi corazon se derritio. Senti que me iba a desmayar. El era perfecto. Poderoso, fuerte y sexy. Sus ojos eran penetrantes y su cuerpo era duro como una roca. Podia ver sus musculos debajo de su traje ajustado. Era un tipo decidido y esperaba que todos actuaran de la misma manera. Me di cuenta de que no tenia tiempo para nadie que no estuviera de acuerdo con el. Y eso me atrajo. En el momento en que lo conoci senti algo especial. No era solo el hecho de que fuera mi jefe. Era algo diferente… una fuerte conexion. Y eso era peligroso. Tenia demasiado trabajo por delante para dejar que un hombre me desestabilizara. No tenia tiempo para un romance. Por supuesto, no es que pensara que el quisiera tener un romance conmigo. Probablemente, tenia una mujer diferente en su cama cada noche. ?Por que perderia el tiempo con alguien como yo? De todos modos, no debia pensar en esos terminos. Queria convertirme en alguien importante en el mundo de los negocios y necesitaba aprender sobre este mundillo desde cero. Ahora que trabajaba en Jones Global, por fin tenia la oportunidad de aprender y tener un buen curriculum. Esperaba durar al menos un ano en esta empresa y no arruinarlo. Mierda. Tenia que centrarme, pero es que el me habia afectado. La forma en que hablaba, el dominio cuidadoso y tranquilo, los ojos sin emociones, la mirada fria, el susurro profundo de su voz, la forma en que habia tocado mi collar... Todo era tan caliente. Podia sentir su mirada moviendose sobre mi, rodando sobre mi cuerpo, y estaba segura de que habia mirado mi escote. Debi haberme puesto algo menos sexy, aunque me alegre de que me mirara y le gustara lo que habia visto. Hice las tareas diarias que me asignaron y trate de concentrarme. Pense que deberia haber pedido ayuda a alguien, pero no queria parecer una inepta. Me gustaba el trabajo, y me habia encantado oir a Cliff empleando ese tono de mando conmigo, ese angulo seductor y la forma en que me habia mirado directamente mientras me preguntaba si mi amigo de la familia (que era el mejor amigo de mi padre) queria follarme. Estaba segura de que si. Se llamaba Daniel Pace y era el mejor amigo de mi padre desde hacia muchos anos. Siempre habia sabido que sentia algo por mi. A veces me habia dado cuenta de que sus ojos acariciaban mi cuerpo. El dia que me gradue me dio ese regalo. Me llevo a un lado durante la fiesta en mi casa y me dijo que queria que tuviera el colgante. <>, me habia dicho. Y luego agrego que debia mantener en secreto que me lo habia dado. <>, habia argumentado. Eso lo resumia todo. No tenia ni idea de las expectativas de Daniel, sobre todo, porque me fui de casa al dia siguiente para venir a Nueva York. El collar era precioso y cada vez que lo tocaba pensaba en el. Tal vez eso era lo que el queria, ya que nunca habia pensado en Daniel de esa manera hasta que me dio el collar. A partir de ese momento empece a pensar en el de otra manera. Era un hombre guapo, pero era veinte anos mayor que yo. ?Como habia podido Cliff saber todo eso solo por el collar? ?Quizas por la forma en que respondi? Ese tipo conocia a la gente casi instantaneamente. Era como un depredador midiendo a su presa. Todo eso era tan seductor... Era como si rezumara sensualidad por sus poros. No podia evitar sentirme lujuriosa. A la hora de mi almuerzo entre en la sala de descanso y decidi tomar un sandwich de la maquina expendedora. No tenia mucho tiempo para almorzar, ya que tenia mucho que hacer y aprender. Coloque un dolar en la ranura y espere a que saliera el sandwich, pero hacia la mitad del proceso la maquina se bloqueo. Mierda. Aprete el boton unas cuantas veces y luego golpee la maquina con frustracion.

  • Una comida en invierno de Hubert Mingarelli

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    Al amanecer, en uno de los desolados inviernos de la Segunda Guerra Mundial, tres soldados alemanes se arrastran por los helados campos de Polonia. Tienen ordenes de rastrear la zona y volver con <>. Tras atrapar a un joven judio escondido en el bosque, el grupo hace un alto en una cabana abandonada antes de regresar al campamento con su presa. Mientras con sus escasos recursos intentan encender fuego y preparan la cena, se suma al cuarteto un cazador polaco cuyo virulento antisemitismo eleva la tension de una atmosfera ya de por si a punto de estallar. A medida que avanza la velada y las implicaciones ultimas de su mision van perfilandose con mayor claridad, las lealtades y vinculos de unos hombres hambrientos, agotados e inmersos en un conflicto cuyas dimensiones y consecuencias estan muy lejos de poder calibrar, se veran puestas en entredicho.

  • Estirpe de Federico Basteri

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    Es el ano 2032 y la ciudad de Rosthalion esta a punto de realizar un referendum historico que la convertira en un Estado autonomo e independiente. Mientras tanto, las mafias locales se entablan en una guerra abierta por el control del misterioso contenido de un ataud y la oficial de policia Gabrielle Blake se encuentra a cargo de una investigacion como ninguna otra en su corta carrera. La repentina captura de un sospechoso con caracteristicas sobrehumanas la arrastrara hacia un mundo terrorifico de enganos, conspiracion y experimentos en eugenesia que remiten a las practicas llevadas a cabo por el regimen Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Pronto, Gabrielle descubrira pistas que la guiaran hacia un viejo adversario de su padre y a desentranar una red de mafia y corrupcion dentro de la ciudad como nunca antes vista. En una carrera contrarreloj, y albergando una sed de venganza, Gabrielle buscara detener una amenaza que ha permanecido oculta por anos y que de concretarse pondria en peligro la vida de miles de personas.

  • Sone en La Habana de Dolores Conquero

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    LA HISTORIA QUE NADIE SE HABIA ATREVIDO A CONTAR
    Tras muchos anos deseando conocer Cuba, Alicia, acompanada de su hija, viaja a La Habana de vacaciones. Alli conoce a Yodiel, un joven de quien no puede evitar enamorarse.

  • Cambiar de idea de Aixa De La Cruz

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    Aixa de la Cruz firma una adictiva y brutal cronica en primera persona sobre su paso a la treintena. Cambiar de idea es un giro radical en la escritura de su autora, un punto de inflexion idoneo para reflexionar sobre el paso a la edad adulta.

  • El Mal de la Muerte de Marguerite Duras

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    El mal de la muerte contempla a un hombre aquejado de un mal terrible, devastador, que lo mata en vida: el de la impotencia de amar. Este hombre, en un intento desesperado de supervivencia, alquila por unas noches a una joven en cuyo cuerpo el espera aun encontrar, al menos por primera y ultima vez, esa vida que se le va, que se le ha ido ya, o que jamas tuvo. Pero, entre los gemidos del sexo, en el revuelo de las sabanas, semejante al de las olas del oscuro mar que les rodea, ella no percibe en el otra cosa que los estertores de una muerte irremediable.

  • Tu, sucia rata de Fernando Lalana

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    Chicago 1931. El alcohol esta prohibido y los gansteres se han hecho los duenos de la ciudad. El dinero ilegal obtenido por el trafico de whisky es capaz de comprar a muchos corruptos, da igual de que estamento sean. De vez en cuando, una matanza cambia las tornas y un nuevo jefe se alza con el poder, pero todo sigue igual. ?Es posible que triunfe el amor en un ambiente asi, lleno de asesinatos y venganzas? ?Heredan los hijos los pecados de los padres? Annie solo tiene 18 anos y ya es una experta conductora en atracos; despues de todo, su padre, victima en la matanza de San Valentin, le enseno todo sobre coches. Y Junior, con sus 22 anos, es el nino mimado de su padre, Frank Nitti, el lugarteniente de Al Capone. ?Que futuro puede esperarles a dos jovenes como ellos por muy enamorados que esten?

  • Paranormal de Daniel Fenoll Mediana

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    Daniel Fenoll Medina (12 mayo de 1977, Alicante). Nacido en el seno de una familia humilde, le toco vivir una infancia marcada por la mezcla que existe entre las desdichas provocadas por la falta de recursos y una lucha continua para sobrevivir en las calles de un barrio marginal; uno de esos lugares donde las mafias imponen sus propias reglas. En el intento de dar a conocer a la persona que hay escondida detras de esa coraza, nos expone una pequena cronologia de su vida, en la que ademas ha sido objeto de toda clase de fenomenos extranos. En este libro encontraras el testimonio real de una serie de sucesos que te haran pensar en otras formas de vida y en lo que nos espera despues de esta.

  • Te casaras conmigo de Sophie Saint Rose

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    Sandra Stanton no soporta a su atractivo vecino. Un conflicto familiar hizo que se distanciaran hace anos y en la actualidad no paraba de fastidiarla. Hasta que una estampida lo cambio todo. !Ahora se empenaba en casarse con ella!

  • El manana sin mi de Emili Bayo

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    Novela ganadora del premio Valencia 2019 Alfons el Magnanim de Narrativa en Castellano.

  • El principe indomito de Tara Pammi

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    Reclamaba a su heredero, el producto del desliz de una noche.

  • El otro lado de Carlos Navas Martinez-marquez

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    En Lost Signal, el pueblo mas aislado del condado de Maryland, oscurece antes que en cualquier otra zona de Norteamerica.
    Las leyendas de los lugarenos aseguran que muchos de sus habitantes perdieron la cordura en los ultimos anos, hastiados por la soledad, las largas distancias y la dificultad para las comunicaciones, aunque todavia quedan atisbos de lucidez entre los 23 habitantes que actualmente viven alli.
    Corinna Sanders y Jeffrey Logan establecen un extrano lazo de amistad que les lleva hasta una recondita casa en lo mas profundo del bosque, una construccion forestal con un pasado realmente perturbador.
    El interior de la casa parece albergar un juego psicologico que ambos quieren llevar demasiado lejos. Pero Corinna ha descubierto que salir de las oscuras dependencias de Fairmont Creek no va a ser el unico de sus problemas.
    El cuerpo de River Ville, un hombre fallecido en extranas circunstancias, completa un puzzle sobrecogedor en el que ninguna de las piezas encaja, aunque todo parece estar inquietantemente relacionado.
    ?Quien es River Ville? ?Que secretos esconde su cuerpo? ?Quienes son y que pretenden Corinna y Logan?
    ?Encontraran la ansiada verdad antes de que sea demasiado tarde para todos?
    Las extranas y desconcertantes revelaciones que van encontrando vaticinan que algo mucho mas escalofriante esta a punto de suceder…

  • Ciencia Ficcion. Seleccion 22 de Aa. Vv

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    Estas antologias son una seleccion de los relatos publicados en la revista estadounidense The Magazine of Fantasy and Science Fiction, considerada la mas importante del mundo en los generos de anticipacion y fantasia cientifica.

  • En la casa vacia de Manuel Barea

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    “Tu cuerpo no es nada frente a un muro de hormigon.”

    ?En que momento exacto se torcio todo? ?En que punto tu cuerpo se convirtio en un estorbo, en un cruel recordatorio de un pasado al que no tienes mas remedio que volver? Posiblemente estas sean algunas de las preguntas que se hace Eva, la protagonista de esta novela, a quien el peso de las miradas, las palabras y los deseos ajenos resulta cada vez mas insoportable. Presa de un dolor fisico constante y de una rutina que tampoco parece tener fin, se ha visto obligada durante los ultimos diez anos a malvivir encadenando trabajos como chapuzas a domicilio y camarera, realizando dia tras dia el mismo trayecto sin escalas, ese que va desde la apatia a la resistencia y viceversa. Sin embargo, cuando finalmente el dinero se acabe y su casera le ordene abandonar su hogar, Eva tambien se vera obligada a regresar al unico lugar que en el fondo ha conocido, la casa de sus padres, la de su infancia, aquella que una noche abandono sin mirar atras. Ahora, de vuelta en el pueblo donde se crio, el Infierno primigenio, debera elegir entre vivir para siempre en el pasado o recorrer un camino distinto a aquel que los demas ya han elegido por ella.

  • La primavera ausente (El Trastorno de Elaranne 1) de Ruben H. Ernand

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    Hace siete anos una devastadora epidemia, conocida como la Plaga, asolo los cinco reinos de Balaeron. Kirius, superviviente de la terrible enfermedad, vive en una prospera ciudad del reino de Merethia junto a su abuelo, bibliotecario de la ciudad. El joven arrastra unas extranas secuelas que perturban su mente y lo apartan de los demas. Un ser imaginario, al que el llama el Ausente, le habla haciendo que su cordura este siempre en peligro. Kirius intenta combatir su propia oscuridad interior confiando en que los suenos de seguir los pasos de su padre, a quien nunca conocio, se conviertan en realidad.

  • Mentiras y poder de Jorge Del Alba

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    Primera parte de la trilogia “Mentiras y poder”

  • Hotel Hillover de Claudio Hernandez

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    El Hotel Hillover era uno de los hoteles mas lujosos de toda la ciudad, o para ser mas exactos, de todo el estado de Maine, y podria ser uno de los habituales de Colorado: alli tambien existen hoteles especiales. Construido por primera vez en el siglo XIX--ya que fue reconstruido tres veces--, el hotel era ahora uno de los mas populares entre los turistas que la habitaban con sus estupidas sonrisas en contraste con el comienzo frio que tuvo hace mas de cien anos. Myer trato de no parecer aburrido mientras repetia esto a los nuevos invitados que acababan de llegar. El acababa de ordenar a viva voz, que se enviaran sus equipajes al piso de arriba y ahora los acompano a las habitaciones que habian reservado de antemano. Esas pequenas joyas que empezaban por el primer piso hasta acabar en el cuarto. Myer tenia poco mas de treinta anos. Era alto, de piel bronceada y clara, barba incipiente, ojos verdes y cabello castano claro que se peinaba cuidadosamente con cera antes de salir a cualquier parte. Llevaba una camisa blanca debajo de su traje negro y se enfundaba en esa chaqueta susodicha, con una pajarita a juego alrededor de su cuello que no era precisamente una estola. Los huespedes que se quedaron en el hotel, en adelante sencillamente hotel a secas; no eran personas comunes o se deberia decir: normales. El hotel era muy exclusivo y solo tenian acceso a su cache aquellas personas adineradas de todo el pais o de los diferentes estados que bordeaban Maine. Estos personajes residian durante largas temporadas, excepto en invierno, en este hotel, mientras estaban en Arkansas, Nueva York o Washington a traves de la magia de los telefonos moviles con su cobertura 5G. Todo el mundo sabia que punetas era. Si, todo el mundo. Las personas con una cartera en el bolsillo, de las que se consideraban normales, no podrian pagar las facturas de un hotel como este, aunque tambien conocian ese jodido 5G. Myer habia estado trabajando en el hotel durante los ultimos seis anos y su vida habia cambiado drasticamente desde el dia uno: todo empezo con una entrevista de lo mas enrevesada y extrana que uno podia imaginar. A veces la recordaba y otras, sufria de amnesia. Eso era bueno. Todos los invitados que ahora se arremolinaban cerca de el eran de familias adineradas y siempre le dejaban generosas propinas que al final acababa en su estomago en forma de alcohol. Ademas de eso, el dueno del hotel, un tipo que siempre hablaba en la penumbra de su despacho, le pagaba un buen salario--unos treinta mil al ano-- porque trabajar como conserje era un trabajo importante. Claro que lo era. Responsabilidad pensaba. Demasiado tiempo de dedicacion al completo para que el corazon del monstruo que pugnaba de la montana siguiera latiendo con naturalidad. Despues de subir las escaleras que no resonaban a su taconeo cruzo los pasillos y mostro el largo camino a los nuevos huespedes que derivaban hacia sus respectivas habitaciones. Su mano extendida bajo una incipiente sonrisa que lo hacia parecer un payaso de feria, los guiaba. --Debes estar cansado despues de este y jodido largo viaje --dijo Myer al aire, porque nadie giro la cabeza sobre sus rodillos de carne--. Puedo recomendarte los mejores espaguetis de la ciudad, una vez que hayas descansado. ?Supongo que querras cenar mas tarde? --Y esa persona no era nadie porque todavia no le escuchaban. Despues del chasco inevitable, acompano a los invitados a sus habitaciones, que estaban bien iluminadas, eran acogedoras y muy exuberantes con un papel tapiz dorado clasico que emitia vibraciones muy vintage: que fino ha quedado eso. Todas las habitaciones tenian muebles de roble oscuro, elegantes camas con dosel y chimeneas decorativas en un extremo como un ojo avizor. Estaban estrategicamente colocadas y discretas para evitar el riesgo de un posible incendio. <> Los pisos de las habitaciones estaban alfombrados. Los pasillos exteriores estaban tambien, bien iluminados, con una serie de luces alineadas en las paredes que parecian las del metro de Nueva York. Mientras se ocupaba de los clientes y terminaba con ellos casi atragantandose al comer una docena de hamburguesas, ahora, bajo las escaleras como solia hacer cuando terminaba el trabajo durante un dia si, y otro tambien. Y asi hasta la saciedad y el aburrimiento. Y es que algunas veces pensaba que, un hombre normal se habria ido a casa con su esposa e hijos despues de un largo dia de trabajo, porque ese es el unico lugar del mundo donde encontraria consuelo, pero no, Myer tenia que joderse. Para el, su salvacion estaba, bueno, oh, si, lo encontraria en el buen vino... Y en esas tupidas noches se reencontraba con un par de amigos siempre sonrientes con unas dentaduras que destellaban como focos. Simples asistentes del punetero hotel, que eran a su vez, sus companeros de bebida. Bebian todo cuanto sus estomagos aguantaban. Y la cabeza empezaba a sentirse sedosa y a escuchar como un zumbido. El y sus amigos, bebian mucho, juntos, todas las malditas noches para ahogar sus penas despues de todo. Aunque era un perfecto borracho, Myer tuvo el cuidado de no beber cuando estaba de servicio. Toda una odisea. Si lo hubiera hecho, no se habria tolerado y lo habrian despedido del trabajo al dia siguiente. Bueno, que pedante sonaba todo esto y que tan sencillo era. Sin preambulos ni metaforas de por medio. --Hola, Paul --dijo Myer moviendo la cabeza y los ojos cuando anadio--. Y Will, ?que tal? --Asintio con la cabeza con premura mientras sacaban botellas en un atroz tintineo. Estaban en el sotano, donde Myer mantenia la caldera. Tenia la experiencia necesaria para que el maldito dragon--como lo llamaba el --funcionase a la perfeccion y bajase de presion cuando se hinchaba como un globo. Tantos fueros las ocasiones que esto sucedio, que nadie mas se atrevia a acercarse a la caldera. --Bien jodido, jefe. Como siempre --sonrio Will. En los cinco minutos siguientes, llenaron sus vasos y bebieron haciendo estragos como unas alcantarillas en medio de una tormenta de otono. Despues de acabarse la primera ronda, Myer lleno los vasos de nuevo y bebieron hasta que se sintieron ligeramente mareados y por otra parte; complacientes. Esto les arrancaba sonrisas de idiotas y gastaba bromas aburridas.

  • Las manos van al pan de Meg Ferrero

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    --!Perdon! --se disculpo la camarera por el leve empujon propinado sin intencion y paso de largo con prisas, sin esperar a ver si su justificacion era aceptada. !Joder! Menuda educacion. Vale que el estuviera acostumbrado a otro tipo de lugares para comer, pero esto era el colmo. La chica, que habia pasado a su lado dejando un aroma intenso a curcuma, a canela y pudiera ser que tambien a curry, le habia lanzado, de manera literal, el plato a la mesa. Lo curioso habia sido el modo de hacerlo. Habia girado de tal manera la muneca que un plato asi lanzado, sin ese giro, hubiese acabado encima del comensal, pero ella lo habia dejado con maestria justo en su sitio, aunque con un estrepitoso repiqueteo, mientras el plato terminaba de asentarse en la mesa. Quiza fue ese gesto el que lo dejo tan descolocado que ni siquiera fue capaz de decirle a la camarera lo que pensaba de su escasa educacion. Y, encima, el empujon en el hombro. Aunque tenia que aceptar que eso no le habia molestado tanto como le gustaria reconocer. !Menuda cadera! Se giro de forma casi imperceptible para no ser descubierto en su curiosa inspeccion visual. Si, aquella mujer que contoneaba su generoso trasero de forma casi infantil era justo el tipo de muchacha por el que el, en cualquier otro momento de su vida, se hubiese sentido atraido. !Mentira! Se sentia profundamente atraido. Tanto, que su miembro viril comenzo a cobrar vida propia. !Habia que joderse! ?Cuanto tiempo llevaba sin estar con una mujer? Tampoco tanto como para ponerse asi. !Mierda! En otro momento no hubiese dudado en lanzarse al ataque, insinuarse con un despliegue indecente de todos sus encantos, que eran muchos, y conseguir su numero y una cita. Una cita que, estaba seguro, ambos tardarian en olvidar. Y eso con solo ver su silueta de espaldas. Su larga melena rubia ondulada, brillante y sedosa que, hubiese jurado, llevaba recien lavada con un algun champu de rosas, otro olor que lo seducia, llamaba de manera poderosa su atencion. Su ancha y fuerte silueta lo cautivo como hacia tiempo no le sucedia. Siguio mirando un instante mas, tan solo un segundo en el que se permitio volver a ser el mismo de siempre, el hombre que el creia ser, pero desistio al momento ya que la camarera no parecia que se fuese a volver para que el pudiese apreciar su rostro. No queria parecer un imbecil embelesado por una mujer delante del resto de los comensales, que no tardarian en seguir la direccion de su pose y su curiosa mirada. Ataco sin demasiado interes el rapido bocadillo que habia pedido y... sin previo aviso, el cumulo de sensaciones del sabor de aquel mordisco lo dejo sin respiracion. Paro incluso de masticar, con todo el bocado aprisionado en el interior de la boca, para no perderse ni uno solo de los diferentes sabores y aromas que llegaban a sus fosas nasales a traves de su cavidad bucal. !No podia ser! Pero si el habia ido a un bar "de mala muerte" en busca de alimento, mas que comida, en una rapida escapada desde el hospital. ?Quien se iba a imaginar que en un restaurante de menu del dia iba a encontrarse con semejante delicatessen? !Y encima en un bocadillo! Comenzo a masticar, ahora mas relajado, con todos sus sentidos puestos en el interior de su boca. Hasta se permitio el lujo de cerrar los ojos y dejarse atrapar por el instante. !Estaba exquisito! Tenia que apuntar todos los sabores, olores y sensaciones que el bocadillo le estaba haciendo experimentar. Saco de su pequena mochila, con rapidez, una ajada libreta de cuero sujeta por una goma y con innumerables papeles con notas dentro. Incluso se excito con el sonido del "click" de su boligrafo favorito, que era el que siempre daba el escopetazo de salida para alguna de sus creaciones, para algo que el adoraba hacer, para escribir. Y eso mismo fue lo que se dedico a hacer: escribir. Mordia, masticaba con cara de placer, tragaba y escribia. !Echaba de menos su trabajo! En cuanto volviera, esa seria su primera critica. La revista gastronomica para la que trabajaba le habia dado un largo permiso, pero el echaba en falta escribir y conquistar a la gente con sus palabras y piniones. Si, el era un critico gastronomico relativamente famoso. Trabajaba en la revista Tapas, nam,nam magazine, una revista mensual del grupo editorial de revistas como Esquire, Forbes o L'Of iciel. La definian como una revista de estilo de vida y gastronomia dirigida principalmente a foodies y urbanitas adictos a la cocina, de unos treinta y cinco anos y de clase media-alta o alta. !Adoraba su trabajo! Dejo un instante el boli sobre la mesa para atacar los ultimos bocados de su comida y giro la muneca para comprobar la hora. !Joder! Tenia que irse. Se limpio de manera descuidada y recogio todas sus cosas. La sonrisa en la cara, al salir del establecimiento, le recordo por un instante que estaba vivo y le devolvio las fuerzas que necesitaba para continuar. Volvio a girarse para buscar con la mirada a la camarera que le habia dejado, o practicamente arrojado, el plato con aquel bocadillo sobre la mesa. Tan solo pudo apreciar en la distancia su perfil, estaba claro que era lo mas que iba a conseguir evaluar de ella. Tenia que irse, pero ahora sabia donde habia una camarera con rostro desconocido que lo habia embaucado con sus curvas y su olor, y donde podia comerse un bocadillo de cinco estrellas de manera rapida y por unos pocos euros. ?Recordaba la felicidad? Si, ahora si, aunque fuese efimera y en forma de una desconocida con un bocadillo. No era un hombre muy exigente, ?no? Capitulo 2 El hospital estaba casi en frente del restaurante, asi que no tardo mucho tiempo en llegar. Lo dificil era encontrar la habitacion de su hermano. Los hospitales de la capital eran inmensos y, cuando comenzabas a recorrer los pasillos, era como ir de compras a Ikea: entrabas, pero no sabias por donde ibas ni cuando llegarias al lugar deseado. Se ponia malo con todo el trafico de gente de esos lugares, que parecian ponerse de acuerdo en ir en el sentido contrario a su marcha e impedirle llegar a su destino. --!Ya he vuelto! --dijo Carlos entrando a la vieja habitacion donde, por suerte, solo habia otro paciente con un familiar. --!Buenas! --saludo al resto de la gente. --Buenas tardes --contestaron, educados, los demas. --?Por que comes tan rapido? --comento molesto su hermano--. Ya sabemos que me voy a morir, pero no va a ser precisamente ahora, no tienes que ir con prisas a los sitios y volver como si te fuera la vida en ello. Carlos se quedo sin respiracion. ?Por que tenia que morirse? La vida no podia ser una puta mierda tan grande. Su padre acababa de morir de cancer y hacia un ano que lo habian hecho su madre y sus otros hermanos por el mismo problema. ?Seria algo genetico? !Joder! No se podia creer que su hermano lo banalizase de aquella manera. Ademas, todavia no estaba diagnosticado. Aunque todo apuntase a ello, lo habian ingresado para hacerle pruebas y descartar un tumor cerebral. Carlos era el hermano menor de una familia de cuatro hermanos. Habia nacido cuando su madre tenia cuarenta y seis anos, y en aquella epoca a eso se le llamaba "hijo de madre aneja", vamos, que fue el "goma rota" de turno, el error, un fallo de calculo por asi decirlo, ya que sus hermanos ya tenian mas de veinte anos cuando el nacio. Su infancia habia sido muy feliz, de eso no tenia ninguna queja. No habia tenido hermanos, eso si, habia tenido cinco padres. Un poco malcriado si que habia salido, si. Lo unico malo de toda esa infancia llena de dicha, en la que el habia sido el "juguetito" de la familia, era que todos habian sido muy mayores para el y la desgracia se cernio sobre sus vidas cuando el cancer los envolvio como un manto gris del que no se puede salir. No podia quejarse de sus padres, habian vivido muy bien y muchos anos hasta que murieron, pero no podia decir lo mismo de sus hermanos, y menos de Alfredo, el que ahora estaba tumbado en aquella triste cama de hospital. Apenas pasaba los sesenta y no parecia tener muchas esperanzas de un buen pronostico. Habia sufrido demasiado las demas perdidas de su familia y ese era su ultimo familiar cercano vivo. Bueno, estaban sus sobrinos y sus cunadas, pero las muertes de sus hermanos tambien los habian distanciado, amen de la diferencia de edad. --!Quiero estar aqui! ?Vale? --contraataco molesto--. ?Ha pasado el medico? --Pero si hoy no nos va a decir nada definitivo --amonesto con rapidez Alfredo. --Eso no lo sabemos. !Mierda! Esta espera me esta matando... --!No, chaval, me esta matando a mi! --se carcajeo su hermano. --No tiene ni puta gracia --protesto enfadado Carlos. --Si que la tiene, al menos reconocemelo. Alfredo siempre habia sido el mas simpatico de sus hermanos. No es que los demas hubiesen sido malhumorados, pero este era con el que mas afinidad habia tenido, quiza porque era el menor de los tres y el de una edad mas cercana a la suya. Era muy amable y campechano, afectuoso y muy sociable, risueno y siempre bromeaba, aun en las peores circunstancias. Los dos habian sufrido juntos las muertes de sus familiares y Alfredo era el que siempre habia tirado de el. La enfermera que entro en la habitacion interrumpio su conversacion. Hora de las constantes. Era una vieja estirada con la que Carlos no podia, le superaba que "una sota" como ella estuviese en una planta como la de oncologia. ?Se podia ser mas antipatica y desagradable? Lo malo, o lo bueno, segun se viese, de haber pasado tanto tiempo en esa planta era que ya se conocia a todo el mundo. --?Pueden salir los familiares? Ni un triste "por favor" o "?les importaria?". No. Esta entraba y pontificaba. Carlos no la podia ver ni en pintura. Salio de bastante mal humor de la habitacion y se planto en la entrada a esperar. Cuando "su majestad, la reina de Saba", salio de la habitacion sin decir ni una sola palabra, Carlos volvio a entrar y se sento en el incomodo ?sofa?, ?sillon?, ?silla? !?Como demonios se le podia llamar a aquello?! Desde luego, era de todo, menos comodo. Dejo que su hermano durmiera un rato la siesta mientras el aprovechaba para escribir sobre "su bocadillo". Aunque, junto con todo el despliegue de sabores y olores que el bocata le rememoro, se mezclo el deseo por la empleada de generosas caderas. !Joder! Otra vez su miembro viril lo importunaba con sus demandas cuando estaban fuera de lugar. Llego la noche y con ella el cambio de turno. Por fin se iba a ir la petarda de la enfermera de la tarde. La suerte que habian tenido era que tanto su hermano como su companero de habitacion estaban solamente para hacerse pruebas y lo cierto es que las enfermeras no tenian que entrar mucho, ya que los pacientes no precisaban medicacion. Comprobaban constantes y poco mas. El problema real que se le presento a Carlos fue su sorpresa cuando la enfermera del turno de noche entro para preguntar a los pacientes como estaban. Y esta, ?de donde cono habia salido? !Pero si el se conocia a todos los trabajadores de ese hospital! Que tia mas buenorra. !Vaya por Dios, esta no tenia que estar entrando y saliendo! --?Todo bien? --pregunto con voz dulce, mientras se sentaba y acomodaba de manera informal sobre la cama de su hermano y procedia a tomarle la tension de forma manual. !Pero si todas usaban el tensiometro automatico! Vale, no importaba, se supone que de esta manera era una tension mucho mas fiable y exacta, y el podria mientras devorarla con la mirada a sus anchas. Si, tambien se consideraba un experto erudito en el arte de la enfermeria y la medicina debido a todo el tiempo vivido en los hospitales. --Perfecto --contesto Alfredo ante su espectacular sonrisa. Carlos no pudo ni contestar, aunque la pregunta, entendia, no iba dirigida a el. Rubia, con el pelo mas que estirado en una altisima coleta y fuertota, como a el mas le gustaban. Esas mujeres con curvas en las que te puedes perder explorando... !Joder, que tetas! Queria hundir la cara ahi hasta perderse por completo. Y esas caderas anchas, esos muslos fuertes, pero prietos. !Dios! ?Estaria mal si le pedia el telefono? No era una nina, tampoco es que se fuera a asustar, ?no? Calculaba unos treinta y pocos, no veia anillo por sus dedos, aunque eso, en una enfermera, no era indicio de nada. Las buenas enfermeras no llevaban anillos ni las unas pintadas porque era antihigienico y porque se tenian que lavar las manos de forma continua. Si, Carlos sabia mucho de enfermeras, y en el mas amplio sentido de la palabra, ya que habia terminado liandose con alguna que otra. Y esta era una de las buenas. Sus perfectas unas limpias y bien recortadas junto con su accion de tomar la tension manual se lo decia a gritos. !Joder! ?Como iba a saber si estaba casada? Bueno, !a las trincheras! --!Hombre, enfermera nueva! --comento con un enorme despliegue de encanto. !Cono! Menuda mirada de reproche recibio a cambio. Fue entonces cuando se dio cuenta de que, si hablaba, no le dejaria oir la tension. Sus mejillas enrojecieron. ?Alguna vez le habia pasado? !Joder! No recordaba nunca antes un bochorno igual. La enfermera termino y le dirigio una mirada algo sorprendida. --Nueva... en esta planta. --Y volvio a dirigirle la mirada a Alfredo. -- Me llamo Lucia, he visto que estareis por aqui esta semana mientras te hacen pruebas --afirmo con una dulce sonrisa, que hizo que Carlos se removiera incomodo en esa mierda de silla-sillon-sofa--. No te preocupes, ya veras como no es nada y en una semanita estas de nuevo en tu casa. Tomate estos dias como un descanso merecido del trabajo, te relajas, lo disfrutas y ya veras que feliz. --Feliz, lo que se dice feliz... --contesto Alfredo embobado--, no lo se. Y dime tu como se descansa en una cama con estas sabanas que parecen esparto y con esta maravillosa comida que ofreceis. La carcajada de la enfermera dejo pasmados y boquiabiertos a los dos hermanos. ?Se podia ser mas preciosa y espontanea? --!Es cuestion de actitud! --afirmo guinando un ojo, como si le acabase de revelar el misterio del Santo Grial. Y se fue. Se fue sin que ninguno pudiese articular ni una palabra mas. Alfredo miro a su hermano automaticamente y comenzo a descojonarse. --Esta es de las que a ti te gustan, ?eh? Imaginate que de esta mierda conseguimos que por fin sientes la cabeza... Carlos lo miro molesto. --?Pero que sentar ni que sentar la cabeza? A mi dejame de tonterias. --Y bajando la voz, para que no lo oyesen los del al lado le dijo--: !Pero no jodas que no tiene el polvo del siglo! --Vaya que si lo tiene --contesto su hermano entre risas, mientras el otro paciente, espectador de la situacion, se quedaba con dos palmos de narices y sin la tension tomada.

  • Desafios por amor (Los Irwin 2) de Noa Pascual

    https://gigalibros.com/desafios-por-amor-los-irwin-2.html

    Los hermanos Irwin eran el orgullo de sus patriarcas, la armonia de tonalidades era pareja a sus caracteres y sus vidas componian el mejor lienzo de la galeria. pero tres de ellos, necesitaban ayuda para afrontar el amor.
    ?Existe en la vida mayor desafio que enamorarse?
    ?Por que amar a una sola mujer, cuando puedo tener a una diferente cada noche? Se preguntaba Victor Irwin.
    ?Parecia Dallas Irwin tan ciego como “Temis”, la Dama de la Justicia, para reconocer a su verdadera dama?
    Neill Irwin, no conocia el fracaso laboral, todo eran exitos y triunfos, excepto su conflicto entre mente y corazon.
    ?Podria Beca reconducir a sus hermanos y demostrarles lo equivocados que estaban respecto al amor?
    TGL

  • Prisionera (Los caballeros del tiempo 2) de Jimena Cook

    https://gigalibros.com/prisionera-los-caballeros-del-tiempo-2.html

    Cuando llega la noche ella aparece en sus suenos, perdida, en peligro y con un secreto que oculta tras su mirada…

  • Crimenes Dramaticos de Adrian Aragon

    https://gigalibros.com/crimenes-dramaticos.html

    Una novela negra de suspense e intriga

    La conocida actriz Sandra Alvares es encontrada muerta en un callejon aledano a la opera de Miami. Esta con su vestido de gala, pero no lleva encima objeto alguno, por lo que podria haber sido un robo mas.

  • Me arriesgo a dormir contigo de Lidia Paez

    https://gigalibros.com/me-arriesgo-a-dormir-contigo.html

    Ariadna Leon es joven, decidida, impulsiva, amiga de sus amigos, brutalmente sincera, segura de si misma y sin filtro al hablar (o eso dicen los que la conocen).

  • La tumba en llamas: Hasta los Huesos IV, Lena Valenti de Lena Valenti

    https://gigalibros.com/la-tumba-en-llamas-hasta-los-huesos-iv-lena-valenti.html

  • Antes de septiembre de Mario Escobar Goleros

    https://gigalibros.com/antes-de-septiembre.html

    La conmovedora historia de una familia separada por el Muro de Berlin y su lucha por reunirse de nuevo.

  • Tras el riesgo (eLit 3) de Tori Carrington

    https://gigalibros.com/tras-el-riesgo-elit-3.html

    Nicole Bennett no solo era una chica mala, tambien era una ladrona. Y, aunque habia pasado malos momentos, nunca la habia seguido un tipo como Alex Cassavetes. El problema no era que la estuviera investigando, sino que ella tambien queria investigarlo a el… muy a fondo.Alex jamas habia conocido a una mujer como Nicole: era salvaje, desinhibida… y muy sexy. Pero tambien era su unica pista en un importante caso de robo. El peligro de intentar atrapar a un ladron con la ayuda de una ladrona era que podria ser el al que le robaran… ?el corazon?

  • Lazos de humo de Maria Iglesias

    https://gigalibros.com/lazos-de-humo.html

    La historia de Adam Cassidy es un secreto a voces: el, enigmatico naufrago, desaparecio despues de dejar en la aldea cantabra el germen de una estirpe de individuos de cabellos rojizos y espiritu indomable. En 1871, mas de un siglo despues de aquella visita, llega al mundo German Diaz.

  • Gente asi 1 de Vicente Lenero

    https://gigalibros.com/gente-asi-1.html

    Este libro reune diecisiete historias de Vicente Lenero, una de las plumas mas representativas de Mexico.

  • Los ladrones de seda de Dirk Husemann

    https://gigalibros.com/los-ladrones-de-seda.html

  • El aliado de Ivan Repila

    https://gigalibros.com/el-aliado.html

    Al conocer a una importante activista del movimiento feminista, el protagonista de esta novela, un hombre contemporaneo que se considera igualitario, se da cuenta de que el mundo aun no esta donde deberia en cuestiones de igualdad. Convencido de que toda conquista social ha requerido una revolucion violenta para llegar a ser efectiva, decide emprender una campana anonima de machismo extremo para provocar un cambio radical. Poco a poco desarrollara una doble vida, como cabecilla de un grupo anonimo y violento ferozmente machista que actua en varios niveles de la sociedad, y como
    pareja de la lider del movimiento feminista que le da replica en las calles. El precio a pagar para <>, convertirse en el ser que mas odia la mujer que ama.