• libro ligeros libertinajes sabaticos - Mercedes Abad

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    Ligeros libertinajes sabaticos reune todos los requisitos que pueden satisfacer tanto al mas refinado erotomano como al lector que comience a iniciarse en el campo de la literatura erotica... He aqui una serie de historias rebosantes de imaginacion, llenas de sugerencias mas o menos veladas y, por encima de todo, llenas de deseo en el mas carnal de los sentidos. Sin perder un apice de su eficacia erotica, cada uno de estos relatos contiene un barniz de ironia que les hace apelar no solo a la sensualidad sino tambien a la inteligencia y al sentido del humor del lector.

  • Ligeros libertinajes sabáticos - Mercedes Abad - Planeta de ...

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    1 mar 1986 — Diez ingeniosas historias llenas de imaginación, deseo y humor. Sin la menor duda, Ligeros libertinajes sabáticos reúne todos los requisitos que ...

  • LIGEROS LIBERTINAJES SABATICOS | MERCEDES ABAD

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  • LIGEROS LIBERTINAJES SABÁTICOS - Tipos Infames

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    Ligeros libertinajes sabáticos: Descritas por Luis G. Berlanga como ereccionales o humedecedoras, según el caso, las historias que reúne este volumen ...

  • Ligeros libertinajes sabáticos | Mercedes Abad - Tuquelees

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    Una serie de historias rebosantes de imaginación, llenas de sugerencias más o menos veladas y, por encima de todo, de deseo en el más carnal de...

  • LIGEROS LIBERTINAJES SABATICOS (Libro en papel)

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  • LIGEROS LIBERTINAJES SABATICOS - MERCEDES ABAD

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  • La vida al fin y al cabo, Fernando Garcia Lobo de Fernando Garcia Lobo

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  • El milagro Spinoza de Frederic Lenoir

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    Una calida invitacion a buscar la felicidad en lo mas profundo de uno mismo.

  • H de homicidio de Sue Grafton

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    Este bien pudiera ser el caso hasta ahora mas peligroso y complicado de Kinsey Millhone. El nombre de la victima era Parnell Perkins y hasta muy poco antes de medianoche habia sido gestor de reclamaciones de la compania de seguros La Fidelidad de California, para la que tambien trabaja a veces Kinsey. Luego, alguien le pego un tiro y lo dejo tieso. Kinsey habia ido alguna vez de copas con Parnell y no le habia parecido un mal tipo. Aun asi, si dependiera de ella, no se habria metido en los lios en los que una tal Bibianna Diaz, cuyo nombre figura en los archivos de Perkins y que teme por su vida porque nadie se cruza impunemente en el camino del maniaco Raymond Maldonado, parece empenada en arrastrarla. Pero la vida nunca es tan simple y a Kinsey le molesta dejar sin mas a un companero en la cuneta y a un asesino suelto por el mundo.

  • La chica del abrigo azul de Monica Hesse

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    Mucho tiempo antes de que Bas muriera, nos enzarzamos en una pelea de mentirijillas acerca de quien tenia la culpa de que se hubiera enamorado de mi. <>. Le dije que se equivocaba. Que era desidia culparme de su amor por mi. Irresponsable, en realidad. Lo recuerdo todo de esa conversacion. Tuvo lugar en la sala de estar de sus padres y oiamos la radio nueva de la familia mientras le preguntaba la leccion para un examen de geometria que ninguno de los dos consideraba importante. La cantante estadounidense Judy Garland cantaba <>. Asi empezo la conversacion. Bas dijo que yo le habia obligado a amarme. Me burle de el porque no queria que supiera lo rapido que me latia el corazon al oirle decir las palabras <> y <> en la misma frase. A continuacion afirmo que yo tambien tenia la culpa de que quisiera besarme. Y yo le dije que si se lo permitia seria culpa suya. En ese momento su hermano entro en la sala y dijo que los dos teniamos la culpa de que al oirnos le entraran ganas de vomitar. Horas despues, camino de casa --cuando podia ir a casa a pie sin preocuparme de que me pararan los soldados, de saltarme el toque de queda o de que me detuvieran--, cai en la cuenta de que no le habia dicho que yo tambien le amaba. La primera vez que Bas me declaraba su amor, y me habia olvidado de decirle que le correspondia. Tendria que haberlo hecho. Si hubiera sabido lo que sucederia y lo que descubriria acerca del amor y la guerra, me habria asegurado de decirselo entonces. Esa es mi culpa. 1 Enero de 1943 Martes --Hola, preciosa. ?Que lleva ahi? ?Algo para mi? Me paro porque el soldado es joven y guapo, y porque su voz contiene un guino, y porque apuesto a que me haria reir una tarde en el cine. Es mentira. Me paro porque el soldado podria ser un buen contacto, porque quiza podria conseguirme articulos que ya no podemos comprar, porque es probable que tenga los cajones de la comoda repletos de filas y filas de tabletas de chocolate y de calcetines sin agujeros en la puntera. En realidad eso tampoco es cierto. En ocasiones prescindo de la verdad porque resulta mas facil fingir que tomo decisiones por motivos racionales. Resulta mas facil fingir que puedo elegir. Me paro porque el uniforme del soldado es verde. Es la unica razon por la que me paro. Porque viste uniforme verde, lo cual significa que no puedo elegir. --Son muchos paquetes para una chica tan guapa. Su holandes tiene un leve acento, pero me sorprende que lo hable tan bien. Algunos agentes de la policia verde no lo hablan y se enfadan al ver que no dominamos el aleman, como si hubieramos debido prepararnos toda la vida para el dia en que invadirian nuestro pais. Aparco la bicicleta, pero no desmonto. --Es la cantidad justa de paquetes, creo yo. --?Que lleva en ellos? --Se inclina sobre el manillar y palpa con mano indolente la cesta sujeta a la parte delantera. --?No le gustaria verlo? ?No le gustaria abrir todos mis paquetes? -- Suelto una risita y bajo las pestanas para que no se percate de que se trata de una frase bien ensayada. En la postura en que estoy, el bajo del vestido se me ha subido por encima de la rodilla y el soldado lo advierte. Es azul marino, de varios anos antes de la guerra, me queda demasiado estrecho y tiene el dobladillo deshilachado. Me muevo un poco para que el bajo suba aun mas, hasta la mitad del muslo, donde tengo la carne de gallina. Esta interaccion seria peor si el policia fuera mayor, si tuviera arrugas, los dientes manchados o una panza fofa. Seria peor, pero yo coquetearia de todas formas. Lo he hecho docenas de veces. Se inclina mas. Detras de el, el agua del Herengracht esta turbia y apesta a pescado. Podria empujarlo al canal y recorrer medio camino hasta casa en esta vergonzosa bicicleta de segunda mano antes de que el lograra salir chapoteando. Es un pasatiempo que me gusta practicar con cada agente de la policia verde que me para. <>. --Esto es un libro que le llevo a mi madre. --Senalo el primer paquete envuelto en papel--. Y ahi hay patatas para nuestra cena. Y esto es un jersey que me han remendado y que he ido a recoger. --Hoe heet je? --me pregunta. Quiere saber como me llamo y me lo pregunta con el estilo informal y desenfadado en que un chico preguntaria en una fiesta a una jovencita dentuda como se llama, y esto es una buena senal, pues prefiero con mucho que se interese por mi antes que por los paquetes de la cesta. --Hanneke Bakker. --Mentiria, pero no tiene sentido ahora que todos estamos obligados a llevar encima los documentos de identidad--. ?Y como se llama usted, soldado? Saca pecho cuando le llamo <>. Los jovenes todavia estan encantados con el uniforme. Cuando se mueve, veo un destello dorado alrededor de su garganta. --?Y que tiene en el medallon? --le pregunto. Su sonrisa flaquea mientras se lleva la mano volando al colgante que pende bajo el cuello de la camisa. El medallon, dorado y en forma de corazon, probablemente contenga la fotografia de una muchacha alemana con cara de pan que ha prometido serle fiel en Berlin. La pregunta ha sido una apuesta arriesgada, pero una apuesta que da buen resultado siempre que acierto. --?Una fotografia de su madre? Debe de quererle mucho para haberle regalado un colgante tan bonito. Se pone colorado mientras se mete la cadena bajo el cuello almidonado. --?De su hermana? --prosigo--. ?De su perrito? --Cuesta encontrar el equilibrio, la dosis adecuada de ingenuidad. Mis palabras han de contener la inocencia suficiente para no justificar que se enfade conmigo, y la mordacidad necesaria para que prefiera deshacerse de mi a tenerme aqui parada e interrogarme sobre lo que llevo--. No le habia visto nunca -- anado--. ?Esta apostado en esta calle todos los dias? --No me gustan las chicas tontas como usted. Vayase a casa, Hanneke. Cuando me alejo en la bicicleta, los mangos del manillar tiemblan solo un poquito. En gran medida le he dicho la verdad acerca de los paquetes. En efecto, los tres primeros si contienen un libro, un jersey y unas pocas patatas. Sin embargo, debajo de las patatas hay salchichas, compradas con cuatro cupones de racionamiento de un hombre muerto, y debajo llevo pintalabios y lociones, comprados con cupones de racionamiento de otro hombre fallecido, y mas abajo hay cigarrillos y bebidas alcoholicas, comprados con el dinero que mi jefe, el senor Kreuk, me ha entregado esta manana con ese fin. Ninguno de esos articulos es mio. La mayoria diria que trafico en el mercado negro, una actividad ilicita que consiste en el comercio clandestino de mercancias. Yo prefiero considerarme una <>. Encuentro cosas. Encuentro patatas, carne y manteca. Al principio encontraba azucar y chocolate, pero ultimamente resulta mas dificil hallar esos productos y solo los consigo de vez en cuando. Encuentro te. Encuentro beicon. Los ricos de Holanda siguen estando regordetes gracias a mi. Encuentro las cosas de que nos vemos obligados a privarnos, a menos que sepamos donde buscar. La ultima pregunta que he dirigido al soldado, acerca de si esa calle es su nuevo puesto..., ojala la hubiera respondido. Porque si en adelante va a estar apostado en esa esquina cada dia tendre que pensar en hacerme amiga suya o en cambiar de ruta. Mi primera parada de esta manana es la casa de la senorita Akkerman, que vive con sus abuelos en uno de los edificios viejos cercanos a los museos. Para ella son las lociones y los pintalabios. La semana pasada fue perfume. Es una de las pocas mujeres que conozco a quien aun le interesan mucho esos articulos; un dia me explico que espera que su novio le pida matrimonio antes de su proximo cumpleanos; la gente se gasta el dinero por razones extranas. Me abre la puerta con horquillas en el pelo, que lleva mojado. Debe de tener una cita con Theo esta noche. --!Hanneke! Pasa, que voy a buscar el monedero. Siempre encuentra alguna excusa para invitarme a entrar. Creo que se aburre durante el dia, a solas con sus abuelos, que hablan en voz demasiado alta y huelen a repollo. El interior de la casa es oscuro y agobiante. Al otro lado de la puerta, el abuelo de la senorita Akkerman desayuna sentado a la mesa. --?Quien es? --grita. --Es una entrega, abuelo --le responde ella a voces volviendo la cabeza. --?Quien dices que es? --Es para mi. --Me mira y baja la voz--. Tienes que ayudarme, Hanneke. Theo vendra esta noche a preguntar a mis abuelos si me dejan mudarme a su apartamento. Tengo que decidir que me pongo. Quedate aqui; te ensenare las opciones. No se me ocurre ningun vestido capaz de conseguir que sus abuelos aprueben que se vaya a vivir con su novio antes de casarse, si bien se que es algo que ocurre con mas frecuencia desde que empezo la guerra. Cuando la senorita Akkerman regresa al vestibulo, finjo reflexionar sobre los dos vestidos que ha traido, aunque en realidad miro el reloj de pared. No tengo tiempo para la vida social. Despues de aconsejarle que se ponga el gris, le indico con un gesto que coja los paquetes que sostengo desde que he llegado. --Son para usted. ?Quiere comprobar que todo esta bien? --Estoy segura de que es correcto. ?Te quedas a tomar cafe?

  • La maestra de Marilo Montero

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    La maestra es la historia de Maria de Maeztu y su sueno de abrir la mente, el estudio y la universidad a las mujeres de su epoca.

  • Un paseo para recordar de Nicholas Sparks

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    Cada mes de abril, cuando el viento sopla desde el mar y se mezcla con el aroma de las lilas, Landon Carter recuerda su ultimo ano en el instituto Beaufort. Era 1958 y Landon ya habia tenido una o dos novias. Juraba incluso, que ya se habia enamorado. Desde luego, la ultima persona de la que se imagino que lo haria era Jamie Sullivan, la hija del pastor baptista del pueblo. Jamie era una chica callada, que siempre llevaba la Biblia entre sus libros para el colegio, y que parecia contenta viviendo en un mundo aparte del resto de los adolescentes: cuidaba de su padre viudo, rescataba animales abandonados y era voluntaria en el orfanato. Ningun chico le habia pedido una cita jamas. Landon nunca hubiera imaginado hacerlo. Sin embargo, un giro del destino hizo que Jamie se convirtiera en la pareja de Landon para el baile. Y desde ese momento, la vida del chico cambiaria para siempre. Estar con Jamie le enseno las profundidades del corazon humano y le llevo a tomar una decision asombrosa que marcaria el comienzo de su madurez.

  • Austin (Sin reglas ni principio) de Alina Covalschi

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    A fuego lento se derriten los corazones helados. A fuego lento se queman los recuerdos frios. A fuego lento se enciende la pasion.

  • Alli estaras de Dawn Brower

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    Carly Gallagher no comete errores. Hasta que un dia comete uno que provoca la muerte de alguien a quien queria. Buscaria consuelo en el hombre del que esta enamorada. . . Si el fuese libre para corresponder a su amor.La vida de Phillip Morrison da un giro de ciento ochenta grados en cuanto conoce a Carly. Todo lo que creia ser cierto resulta ser lo contrario. Aun tiene muchas cosas por decidir, pero algo esta muy claro: ama a Carly y tiene que encontrar la manera de que sea suya.El caos se apodera la vida de los dos y, justo cuando parece que podran estar juntos, el destino les presenta otros planes. . .

  • Tiempo de lluvia de Helena Nieto

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    Laura acaba de quedarse viuda. Solo tiene cuarenta anos y una hija de quince, Rebeca. Ambas tendran que enfrentarse a una nueva realidad. Para Laura descubrir que su supuesto perfecto marido no era lo que aparentaba y para Rebeca, afrontar su adolescencia y los retos de esta. La ayuda de su cunado Edward sera fundamental en la vida de ambas.
    ?Superaran Laura y Rebeca todos los problemas que han surgido de repente? ?Podran vivir sin resentimientos dejando atras el pasado y perdonar para poder tomar las riendas de su nueva vida?

    Tiempo de lluvia es una historia de relaciones humanas, heridas emocionales y sentimientos de amor y perdon.

  • La Sumisa que hay en Mi (Saga Amigos Club Darkness 1), Iria Blake de Iria Blake

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  • Tu, mi deuda pendiente de Scarlett O'connor

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    !Scarlett lo ha hecho de nuevo! <> es una novela llena de sensualidad y erotismo que te volvera a hacer creer en el amor.
    -Melanie Rogers

  • La Hechicera de las Sombras de Carlos Andres Aguado

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    En un mundo epico de espada y brujeria, Valmariox, se desarrollan las vidas de un grupo de aventureros que se enfrentan a numerosos desafios para sobrevivir, al verse envueltos en la busqueda de un objeto magico que les pondra en el centro de un conflicto entre varios mundos. Abriendose paso a traves de una ciudad asediada por demonios de otras dimensiones, atravesando una jungla donde se esconde una civilizacion que posee poder sobre las sombras, visitando mundos magicos donde habitan titanes que custodian objetos-llave, sobreviviendo a mares de brumas entre planos o cruzando el desierto, los protagonistas tienen que ir tomando decisiones para evitar la destruccion del mundo tal y como lo conocen.Este libro ha sido escrito por el autor, basandose fielmente en lo sucedido durante las sesiones de un juego de rol, en el que planteo el escenario de la cronica y un equipo creativo diseno los personajes principales y tomo sus decisiones. En parte ellos eligieron como seria el libro, en parte fueron los dados.

  • La terapia 1 de Rober Ortega

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    Un violador. Un psiquiatra. Un juego mental donde alguien no es quien dice ser. LA TERAPIA es un thriller oscuro, psicologico y visceral que sumerge al lector en la historia de Raul Duque, un veinteanero recien salido de prision que debe acudir semanalmente a la consulta de un psiquiatra, el doctor Samuel Cebrian. Esta relacion desencadena un descubrimiento que convertira una consulta profesional en algo personal, librando una batalla a vida o muerte por un secreto que bajo ningun concepto deberia salir a la luz.

  • De joyas y guerreros de Andrea Luna

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    Todos buscamos algo. De alguna manera, a
    veces La busqueda se convierte en la esencia de
    nuestras vidas. ?Que buscas? ?Que harias para tenerlo contigo al fin?
    ?Y si buscaras el amor de tu vida, perdido en los
    confines dei fiempi? ?Que harias para que el
    reencuentro se produzca? ?En quien conliarias?
    Dicen que si dos almas estan destinadas a
    encontrarse ni el Universo podra contra su fuerza
    de atraccion…
    Para Leonor y William implicara reunirse
    atravesando mas de tres siglos de separacion.
    Una venganza extrema a finales dei siglo XVII
    llevara al joven caballero ingles a una busqueda
    imposible en la Patagonia Argentina dei siglo
    XXI. ?Podran Julian Sinclair, un esceptico
    investigador, y Pedro Nampelkan, un mapuche
    exiliado, ayudarlos contra una magia tan
    poderosa? Comienza a descubrir el poder de la
    Patagonia magica…

  • Calles de chatarra de Alejandro Guardiola

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    Una oscura noche, despues de una discusion familiar, la pequena Irina asiste impotente al asesinato de su hermana, sin que sea capaz de explicar nada ni a la policia ni a sus padres.

  • Desde el rompeolas de Helen Rytkonen

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    Vera llega a Londres por trabajo, pero con muchisimas ganas de sacarle partido a todo lo que le ofrece la gran ciudad. Tras la primera semana liderando su proyecto, pasa una noche increible en una fiesta privada donde conoce a Nigma, el companero perfecto para forjar nuevas experiencias, y ambos se quedan con ganas de mas.

  • Y llegaste tu 1 de Coral Moon

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    Aburrida, mire hacia el otro lado de la barra y mis ojos se encontraron con los suyos. Destellos de imagenes comenzaron a desfilar ante mis ojos, hasta que todo dejo de existir entre nosotros. Solo estabamos el y yo, mirandonos el uno al otro, deseando poseernos. Respire hondo, simplemente no llegaba a comprender como podia sentirme tan atraida por alguien a que apenas conocia. Por increible que parezca, senti que era el hombre de mi vida hasta que se abrio la puerta. Mire hacia ella con la boca abierta cuando la vi entrar y se dirigio hacia el para besar los labios que yo llevaba deseando besar otra vez. Me miro de una forma tan intensa… que por un instante se me olvido respirar.

  • Las casas de los ingleses de Nuria Pagratis

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    Violeta Lope viaja a Londres tras el misterio de un muerto -que no lo esta-, un joven -que no es quien cree ser- y una mujer que desaparecio hace anos.

  • Dos tumbas (Inspector Pendergast 12) de Douglas Preston , Lincoln Child

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    El agente especial Pendergast se enfrenta al desafio de un asesino en serie…

  • Un nuevo dia de Robyn Carr

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    Era una manana gelida de noviembre, el sol asomaba por el horizonte y Marcie estaba temblando junto a su Volkswagen color verde lima. Tenia el equipaje, estaba preparada y tambien estaba tan emocionada como asustada por lo que iba a emprender. En el asiento trasero tenia una pequena nevera portatil con refrescos y algo de comer. En el asiento del acompanante habia un termo con cafe caliente y en el maletero habia metido una caja de agua embotellada. Tambien se habia comprado un saco de dormir por si no le gustaba el motel y en la bolsa de lona llevaba vaqueros, jerseys, calcetines gruesos y botas; lo mas indicado para recorrer los pequenos pueblos de las montanas. Estaba deseando ponerse en camino, pero Drew, su hermano menor, y Erin, su hermana mayor, estaban alargando la despedida. --?Tienes las tarjetas telefonicas que te di por si el movil no tiene cobertura? --le pregunto Erin.--Las tengo. --?Estas segura de que llevas suficiente dinero? --Estoy segura. --Faltan menos de dos semanas para el Dia de Accion de Gracias. --No creo que tarde tanto --afirmo Marcie para evitar otra discusion--. Encontrare a Ian enseguida. Creo que ya he delimitado mucho su posible paradero. --Vuelve a pensartelo, Marcie --insistio Erin intentandolo por ultima vez--. Conozco a algunos de los mejores detectives… el despacho de abogados los emplea constantemente. Podemos encontrar a Ian y entregarle las cosas que quieres darle. --Ya lo hemos discutido --replico Marcie--. Quiero verlo y hablar con el. --Podemos encontrarlo primero y luego podrias… --Diselo tu, Drew --le suplico Marcie. Drew tomo aliento. --Va a encontrarlo, hablar con el, averiguar que le pasa, pasar algun tiempo con el, darle los cromos de beisbol, ensenarle la carta y luego volvera a casa. --Pero nosotros podriamos… Marcie apoyo una mano en el brazo de su hermana mayor y la miro con firmeza. --Basta. No puedo seguir adelante hasta que haga esto y voy a hacerlo a mi manera, no a la vuestra. No hay nada mas que hablar. Ya se que os parece un disparate, pero voy a hacerlo. Se inclino y beso a Erin en la mejilla. Su hermana era esbelta, guapa, elegante y sofisticada, no se parecia en nada a Marcie, y habia sido como una madre para ella desde que era pequena. Le costaba mucho dejar de comportarse como una madre. --No te preocupes --siguio Marcie--, no tienes por que preocuparte. Tendre cuidado y no tardare en volver. Se volvio hacia Drew y tambien lo beso en la mejilla. --?No puedes darle un ansiolitico o algo asi? Drew estaba en la Facultad de Medicina y no podia hacer recetas. El se rio y abrazo a su hermana. --Acaba con todo esto lo antes posible. Erin va a volverme loco. --No lo pagues con el --Marcie miro a Erin con los ojos entrecerrados--. Ha sido idea mia y volvere antes de que os hayais dado cuenta. Se monto en el coche, se alejo y los dejo en la acera delante de la casa. Consiguio llegar a la autopista antes de notar que los ojos le abrasaban por las lagrimas. Sabia que sus hermanos iban a preocuparse, pero no podia hacer otra cosa. Bobby, el marido de Marcie, habia muerto hacia casi un ano, justo antes de Navidad, con veintiseis anos. Ocurrio despues de pasar tres anos en hospitales por una lesion cerebral que sufrio al servir como marine en Irak. Ian Buchanan fue su sargento y mejor amigo; segun Bobby, valia por veinte marines. Sin embargo, Ian dejo los marines poco despues de que Bobby cayera herido y no volvio a saber nada de el desde entonces. Desde que supo que Bobby no se repondria, desde que lloro su perdida mucho antes de que muriera, Marcie habia esperado sentir alivio cuando falleciera… al menos, por el. Penso que estaria preparada para empezar una vida nueva, una vida que habia suspendido durante anos. A los veintisiete anos y ya viuda, tenia mucho tiempo para cosas como viajar, salir o formarse, pero habia sido un ano improductivo y estaba bloqueada. No podia seguir adelante. No podia dejar de preguntarse por que el hombre al que Bobby habia querido como a un hermano habia desaparecido sin llamar ni escribir. Se habia distanciado de su padre y sus hermanos, tambien marines. Se habia distanciado de ella, la mujer de su mejor amigo. Ademas, estaban esos cromos de beisbol. Si hacia un esfuerzo inmenso de imaginacion, no podia imaginarse nada que su hermana abogada considerara mas ridiculo que su empeno en que Ian tuviera los cromos de beisbol que habian sido de Bobby. Sin embargo, desde que conocio a Bobby, cuando tenia catorce anos, supo lo obsesionado que estaba con su coleccion. Se sabia de memoria todos los jugadores y datos estadisticos. Resulto que Ian tambien era un loco del beisbol y que tenia una coleccion y ella sabia, por las cartas de Bobby, que habian hablado de hacer un intercambio. Bobby e Ian habian hablado de cambiarse cromos de beisbol mientras perseguian insurgentes por el desierto o eludian atentados suicidas en las ciudades, era un disparate. Tambien estaba la carta que Bobby le escribio desde Irak antes de que lo hirieran. Solo hablaba de Ian y de lo orgulloso que se sentiria si llegaba a ser como el. Era un marine de los pies a la cabeza estuvieran metidos hasta el cuello en una batalla o llorando por una carta de amor; era un hombre que se metia en los jaleos con los suyos, que los encabezaba con fuerza y valor, que nunca los defraudaba y permanecia siempre a su lado. Era divertido y los hacia reir, pero era un sargento exigente que tambien los obligaba a trabajar mucho, a aprender y a seguir todas las reglas al pie de la letra para que no corrieran riesgos. En esa misma carta, Bobby le dijo que esperaba que ella lo respaldara si decidia seguir esa profesion. Como habia hecho Ian Buchanan. Se sentiria muy orgulloso si llegaba a ser la mitad de hombre que era Ian; todos lo consideraban un heroe, alguien camino de convertirse en una leyenda. Marcie no estaba segura de que pudiera desprenderse de la carta, aunque trataba toda sobre Ian, pero el tenia que verla; Ian tenia que saber lo que sentia Bobby por el. Habia pasado un ano desde que Bobby murio placida y silenciosamente y ella habia pasado su cumpleanos, su aniversario y todas las vacaciones, pero tenia la sensacion de que ese asunto seguia sin estar resuelto; como si faltara una pieza muy grande para terminar con todo. Ian le habia salvado la vida a Bobby. No lo consiguio completamente, pero arriesgo la vida para llevar a Bobby a un sitio seguro… y luego desaparecio. Era algo omnipresente, algo que tenia que zanjar. No tenia mucho dinero, llevaba cinco anos con el mismo empleo de secretaria. Era un buen empleo con gente buena, pero con un sueldo que no seria suficiente para mantener a una familia. Tuvo la suerte de que su jefe le dio todo el tiempo que quiso cuando Bobby resulto herido, porque primero tuvo que viajar a Alemania y luego a Washington para estar cerca de el. Ademas, los gastos fueron enormes, mucho mayores de los que podian costear con la paga de el. Como marine que llevaba tres anos alistado, ganaba menos de mil quinientos dolares al mes. Exprimio al maximo las tarjetas de credito y pidio prestamos pese a que Erin y la familia de Bobby estuvieron dispuestas a ayudarla. Al final, su seguro de vida militar fue insuficiente para pagar las facturas y su indemnizacion por viudedad tampoco fue muy elevada. El milagro fue conseguir que lo mandaran a Chico, a su tierra. Algo que seguramente debia al empeno e insistencia de Erin. Muchas familias de soldados impedidos al cien por cien o que necesitaban un tratamiento a largo plazo tenian que irse a vivir cerca del paciente porque la Administracion no podia mandar al paciente a sus casas. Sin embargo, Erin consiguio que lo ingresaran en un centro de atencion medica privado sufragado por el Programa de Atencion Medica y Sanitaria para Civiles de los Servicios Castrenses. La mayoria de los soldados no tenian tanta suerte. Era un servicio complicado y bastante saturado por la cantidad de heridos. Erin se ocupo de todo y empleo su brillante cerebro de abogada para conseguir todas las ventajas y retribuciones posibles. Erin no quiso que Marcie ademas tuviera que preocuparse por el dinero. Erin lo hizo todo, incluso pago los gastos domesticos. Ademas, tambien conseguia costear los estudios de Medicina de Drew. Por eso, no acepto ni un centavo de ella para hacer ese viaje. Erin ya le habia dado demasiado. Drew tenia algun dinero para gastos, pero no era gran cosa y el era un estudiante de Medicina pobre. Habria sido mas juicioso esperar a la primavera, hasta que hubiera podido reunir algo mas de dinero para emprender ese viaje a las montanas del norte de California y buscar a Ian Buchanan, pero la proximidad del aniversario de la muerte de Bobby y de la Navidad hicieron que deseara con toda su alma zanjar definitivamente ese asunto. No podia dejar de pensar en que seria maravilloso tener las respuestas y retomar el contacto antes de las vacaciones. Estaba dispuesta a encontrarlo y a acabar con los fantasmas. Luego, cada uno seguiria con su vida… Capitulo 1 Marcie Sullivan entro con su Volkswagen en el pueblo. Era el sexto pueblo que visitaba ese dia y se encontro con que estaban adornando un arbol de Navidad. La gente que lo adornaba parecia demasiado pequena para semejante tarea; el arbol era gigantesco. Aparco delante de una cabana muy grande con un porche y se bajo. Tres mujeres se afanaban con el abeto de Navidad que media casi diez metros. Una era de su edad, tenia el pelo castano y sujetaba una caja abierta, quiza, con adornos. Otra era mayor, con el pelo blanco y gafas de montura negra y senalaba hacia arriba, como si estuviera al mando. La tercera era una rubia muy guapa que estaba subida a una escalera de tijera. El arbol se alzaba entre la cabana y una vieja iglesia, de madera, con dos torres altas y una vidriera todavia intacta; una iglesia que debio de ser muy bonita en algun momento. Mientras las miraba, un hombre salio al porche de la cabana, se detuvo, solto una maldicion y fue hasta la escalera con unas zancadas enormes. --No te muevas; ni respires --dijo el en voz baja pero con tono imperativo. Subio hasta que alcanzo a la rubia y la agarro con un brazo entre lo que le parecio un ligero abultamiento por el embarazo y los pechos. --Baja despacio --le ordeno. --!Jack! --exclamo ella--. !Dejame en paz! --Si es necesario, te bajare a la fuerza. Baja de la escalera despacio, inmediatamente. --Por amor de… --Inmediatamente --repitio el sin inmutarse. Ella empezo a bajar poco a poco mientras el la sujetaba. Cuando llegaron abajo, ella se puso en jarras y lo miro con furia. --!Sabia perfectamente lo que estaba haciendo! --?No tienes dos dedos de frente? ?Que pasaria si te cayeras? --Es una escalera muy buena. !No iba a caerme! --Puedes discutir lo que quieras, pero no voy a dejar que te subas a una escalera en tu estado --replico el tambien en jarras--. Me quedare vigilandote si hace falta. El miro a las otras dos mujeres. --Le dije que creia que no iba a parecerte bien --se justifico la del pelo castano mientras se encogia de hombros. El miro con furia a la mujer de pelo blanco. --Yo no me meto en asuntos domesticos. Es asunto vuestro, no mio --se defendio ella mientras se subia las gafas en la nariz. Marcie sintio anoranza. Solo llevaba unas semanas por esa zona, pero echaba de menos las disputas familiares, a sus amigas y el trabajo. Anoraba a la mandona de su hermana mayor, al bobo de su hermano pequeno y a la novia de turno que lo tuviera apesadumbrado. Echaba de menos a la enorme, divertida y apasionada familia de su difunto marido. No habia ido a casa a pasar el Dia de Accion de Gracias; le habia dado miedo ir un par de dias y no poder escapar por segunda vez de las garras de Erin. Su casa estaba en Chico, California, a un par de horas de alli, pero ni su hermana ni su hermano ni la familia de Bobby creian que lo que estaba haciendo fuera una buena idea. Por eso, habia llamado, habia mentido y habia contado que tenia algunas pistas sobre Ian y que estaba a punto de encontrarlo. Cada vez que llamaba, un dia si y otro no, decia que estaba acercandose, cuando no era verdad, pero tampoco estaba dispuesta a tirar la toalla. Sin embargo, una amenaza se cernia sobre su cabeza: le quedaba muy poco dinero. Ultimamente habia dormido en el coche para ahorrarse el motel y era muy incomodo porque la temperatura bajaba mucho en la montana. Era principios de diciembre y en cualquier momento empezaria a nevar o podia encontrarse con hielo en la carretera y salir disparada con el coche como un misil ladera abajo. Sencillamente, no podia soportar la idea de volver a casa sin haber cumplido esa mision. Si no lo conseguia, volveria para reunir algo de dinero y lo intentaria otra vez. No podia rendirse, ni por el ni por ella. Todo el mundo estaba observandola. Nerviosamente, se echo por encima del hombro el pelo rojo, ondulado y rebelde. --Si quiere… yo… mmm… podria subir. No me dan miedo las alturas… ni nada… --No hace falta que suba a la escalera --replico la rubia con un tono mas delicado y una sonrisa. --Yo subire --intervino el hombre--. O pedire a alguien que suba a la maldita escalera, pero tu no vas a subir. --!Jack! !Se un poco considerado! --No se preocupe por la escalera --siguio el con mas calma--. ?Podemos ayudarla en algo? Marcie se acerco al grupo, saco una foto del bolsillo interior del chaleco y se la enseno al hombre. --Estoy buscando a alguien. Se esfumo hace algo mas de tres anos, pero se que anda por aqui. Al parecer, recoge el correo en la oficina de correos de Fortuna. --!Caray! --exclamo el. --?Lo conoce? --pregunto ella con esperanza. --No --contesto el sacudiendo la cabeza--. No lo conozco y es muy raro. Es un marine --lo comprendio al ver la foto oficial de Ian--. No puedo creerme que haya un marine en ochenta kilometros a la redonda y yo no lo sepa. --Yo… --Es posible que no lo haya dicho; los marines y el tuvieron una relacion algo tormentosa al final. Al menos, eso he oido… El volvio a mirarla con un gesto mucho mas afable. --Me llamo Jack Sheridan. Mi esposa, Mel y Paige --dijo senalando con la cabeza a la mas joven--. Ella es Hope McCrea, la entrometida del pueblo. Extendio una mano y Marcie se la estrecho. --Marcie Sullivan --dijo ella. --?Por que busca a este marine? --le pregunto el

  • El sabor del ultimo verano de Emma J. Care

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    La emocionante precuela de la novela El fino hilo de la mentira.

  • La prision del Titan, Leah Jackson de Leah Jackson

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  • Dulce enemistad, Eva Benavidez de Eva Benavidez

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    Libro 1o de la serie Dulce Londres
    Amor a primera vista

  • La iglesia y sus enigmas de Lourdes Gomez Martin

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    La historia de la Iglesia esta llena de fenomenos sin explicacion aparente, personajes con facultades extraordinarias y objetos a los que se les atribuye un poder divino. Aunque la teologia catolica defiende que no sustenta su fe en estas manifestaciones, en las biografias de los santos encontramos multitud de prodigios y los templos cristianos estan rodeados de leyendas fascinantes. Esta obra profundiza en las reliquias mas importantes, como el Grial o la Sabana Santa; se adentra en los santuarios marianos que acogen las advocaciones mas enigmaticas, como Guadalupe o Fatima; asi como en el mundo de los milagros, las animas, el exorcismo o las luminarias.

  • Nada es para siempre de Noe Casado

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    El hedor procedente de la sangre, orines y otros desechos humanos hacia el aire irrespirable y se adheria a la basta tela del habito. La ventilacion de las celdas era insuficiente y la paja, que debia cambiarse cada diez dias, se hacia cada treinta, porque el alguacil y los carceleros estaban conchabados con el paisano que debia ocuparse de que las condiciones de los reos fueran aceptables. Un negocio fraudulento que daba beneficios a quienes cobraban una miseria por trabajar; no era el unico negocio en el que se falseaban las cuentas. Todos en aquella prision tenian algun que otro chanchullo para meterse unas monedas extra en la bolsa. A pesar de que las ventanas de las celdas no disponian de cristal ni de ningun otro elemento que las cubriera y de que el aire atravesaba los barrotes, jamas se respiraba aire limpio. Ni siquiera en invierno, cuando soplaba el cierzo. Aquel olor tan nauseabundo no se iba nunca. Un olor que, por mucho que las lavanderas se empenaran y dejaran durante dias las prendas oreandose, nunca terminaba de eliminarse de la ropa. Aunque era superado por otro quiza menos habitual, el de la desesperacion de los que iban a morir tras sufrir tormento, pues, culpables o no, su destino estaba sellado desde que se habia formulado la acusacion. El ultimo interrogatorio al que me habia visto obligado a asistir como inquisidor fue el de un hombre acusado de judaizante, porque una vecina aseguraba que no lo veia echar tocino en el puchero. Acusaciones como esa eran comunes y la razon esgrimida por el reo era que no disponia de recursos para comprar tocino. Lo facil hubiera sido hacer las comprobaciones, sin embargo, resultaba mas ejemplarizante detenerlo y arrancarle una confesion bajo tormento. Y ahi lo habia dejado, desangrandose, con una pierna rota, esperando ser ejecutado, aunque, dado su estado, lo mas probable es que fuera una ejecucion en efigie. * * * Bip… bip… bip… El maldito zumbido avisando que entraba un mensaje hizo que se sobresaltara. Por poco el movil no acabo estampado contra la pared. Odiaba los adelantos tecnologicos, porque, a pesar de que hacian la vida mas facil a muchas personas, para el eran sin duda sinonimo de esclavitud. Incluso los avances medicos, que tantas vidas salvaban, no eran de su agrado, pues mucho hijo de puta se beneficiaba de ellos. Ya nada quedaba al azar, todo estaba contaminado. LM se incorporo maldiciendo. Se noto sudado y puso cara de desagrado. Tenia la espalda dolorida, ya que llevaba unos dias durmiendo sobre un delgado colchon. Por alguna razon que preferia no analizar, se habia impuesto un castigo que consistia en prescindir de ciertas comodidades. Intentaba que los malditos suenos no regresaran. Eran como una enfermedad que no se ha curado bien. De vez en cuando lo atormentaban impidiendole dormir o, peor aun, haciendo que su humor, ya de por si agriado, se agriara todavia mas. Aparto la aspera sabana de un manotazo y se levanto para ir al bano. Ni siquiera se molesto en encender la lamparita que habia colocado a un lado del colchon para leer de noche. Que mania tenia la gente de abusar de la luz. Por la claraboya se filtraba la suficiente como para no tropezar con nada. Siempre que finalizaba una mision, buscaba un lugar apartado en el campo, donde por la noche la unica luz fuese la del reflejo de la luna; y hasta esta descansaba algunos dias, proporcionandole oscuridad total. Tras orinar, regreso al desvan que utilizaba como dormitorio y miro la hora. Apenas eran las cinco. Maitines, algo a lo que por mucho que pasaran los anos seguia acostumbrado. Desecho la idea de volver a dormir, asi que busco algo con lo que cubrirse. En ese aspecto los avances si le gustaban, con un pantalon y una camiseta estaba listo y la comodidad del algodon era muy de agradecer. Llevaba en esa vivienda poco mas de un mes, lo justo para preparar la mision que le habian encomendado. Una de tantas. Ya no le importaban nada ni el motivo ni el posible beneficio, nada. Le daba todo igual, solo cumplia con su parte del trato. Le habian enviado un maldito artefacto, tableta lo llamaban, en el que encontraria toda la informacion, sin embargo, el habia insistido en que hubiese tambien documentos impresos. La tableta era otro cacharro que, igual que el telefono movil, evitaba. Lo primero que miro fueron los datos del companero que le habian asignado y arqueo una ceja al ver la fecha de nacimiento, 1905. Eso no tenia sentido segun las normas. Unas normas que todos, incluido el, habian aceptado sin cuestionarlas cuando se les ofrecio una forma de redimirse. Cuando estaba a punto de morir, una mujer a la que no pudo ponerle rostro ni edad, le hablo de la posibilidad de vivir para siempre a cambio de servirla. Cuando la acuso de bruja, sufrio unos dolores infernales, mucho mas insufribles que las heridas que llenaban su cuerpo. Desde entonces, habia sido tan necio y tan cobarde que nunca planteo la pregunta que se formulaba desde hacia siglos: ?aquello acabaria alguna vez? No, no acabaria nunca. Sus misiones habian sido numerosas. Solo cambiaba el pais, la gente, las costumbres. El tiempo avanzaba, pero el no, el seguia siendo el mismo, eso si, mimetizado con el ambiente para no llamar la atencion. Debio cerrar los ojos, aguantar el dolor producido por aquellas cuchilladas que lo desangraban poco a poco y esperar la muerte en aquel camino embarrado a la salida de Medina del Campo. No lo hizo y ahora estaba harto, aunque resignado, y a punto de empezar otra mision con un <>. Segun la norma, tras aceptar servir indefinidamente a cambio de salvar la vida, cualquiera de ellos debia pasar oculto en un monasterio al menos cien anos desde su <>, para que nadie pudiera reconocerlo. LM tuvo que sobrellevar los primeros anos de su obligado retiro en la abadia de Hautecombe. No podian correr riesgos y por eso, cada pocos anos, diez a lo sumo, se trasladaban a otro monasterio, siempre antes de que alguien se percatara de que no envejecian y comenzaran las preguntas incomodas. Por ese motivo se sorprendio al leer el expediente de quien iba a ser su companero en aquella mision, porque el tal Bastien von Hayek, solo llevaba setenta y cinco anos recluido. Su ultima estancia habia sido en el priorato de Silverstream, en Irlanda. LM fruncio el cejo al seguir leyendo; no le hacia mucha gracia aguantar a un novato nacido en Hallstatt, Austria, y que en el momento de su <> tenia cuarenta anos. El ninato, como lo llamaba ya mentalmente, habia sido piloto de la Luftwaffe y, tras ser derribado, habia conseguido escapar, pero debido a sus lesiones ya no le permitieron volver a pilotar, asi que lo premiaron con un buen destino: el gueto de Terezin, en Checoslovaquia, con un alto rango dentro de las SS. Bueno, iban a formar una pareja sin igual, un inquisidor y un nazi. Tendrian mucho de que hablar, sin duda, penso LM no sin cierta ironia. La mision consistia en acceder a los archivos de la familia Alcazar de Virrey. Era el primer paso para averiguar que paso con los cuadros expoliados en Austria a una importante familia judia tras la invasion nazi de 1938 y que, por diferentes motivos, acabaron en manos de un militar espanol. No se trataba del primer encargo de esa indole. Por desgracia, a lo largo de la historia habian sido innumerables los casos de arte robado, por lo que no suponia ninguna novedad. Ademas, casi siempre, por desgracia, se repetia el mismo patron. O por suerte para el, porque asi la tarea se simplificaba. Aunque ya hacia mucho que nada lo emocionaba, a veces agradecia que se complicaran las cosas, de esa forma se aburria un poco menos. LM llevaba ya un rato concentrado en la lectura y el dia clareaba. Miro de reojo y con desconfianza la moderna cafetera. Odiaba ese brebaje traido de las Indias, que la humanidad tomaba cada dia. El preferia un sencillo cuenco de avena con miel, aunque los cereales de ahora sabian a tierra y la miel era una mierda adulterada. Como no disponia de avena, busco algo de pan ya duro del dia anterior, calento leche en un cazo y lo fue partiendo en trozos irregulares. Echo una cucharada de azucar y espero a que el pan absorbiera la leche, mientras lo removia a fuego lento.

  • Las chicas buenas tambien pueden ser malas, Sarah Myers de Sarah Myers

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    Se podria definir a Wendy como; una buena chica.

  • Un acuerdo con el Diablo (Una Propuesta casi Indecente 3) – Mia del Valle de Mia Del Valle

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    De los siete pecados capitales, seis rigen mi vida. la avaricia, la gula, la codicia, la envidia, ira y el peor de todos. el orgullo.
    Tengo 29 anos y poseo todo lo que podria hacer feliz a un hombre de mi edad: dinero, mujeres, autos y en nueve anos viaje mas de lo que muchos pueden.
    Pero estoy peleado con la vida. No le dirijo la palabra a Dios desde hace un tiempo, y pocas cosas me roban una sonrisa genuina.
    Soy un descreido. No confio en las personas y creo que todo tiene un precio.
    En este momento de mi existencia la conoci a ella. errante, sin ataduras, mundana. yo le llamo gitana, pero ella se llama a si misma “alma libre”. Aunque ya no mas… porque bien se, que no la dejare partir jamas. pero si asi fuera, una parte suya sera mia para siempre.
    Permitanme que me presente. soy Juan Ignacio Cortes Lopez. y para ella, soy El Diablo.

  • Amor, siempre mi amor de Connie Daniels

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    Fui una fisioterapeuta por obligacion pero de eso ya un buen tiempo. Ahora me dedico a realizar mis suenos. Tengo un pequeno cafe en la ciudad y es lo justo y necesario para hacer de mis dias los mas luminosos. Hasta ahora.
    Ver pasar por la puerta a mi ex, que no solo era alguien a quien me costo olvidar si no que su presencia traia a mi un doloroso recuerdo, fue algo mas que sorprendente. Verlo revivio todo por lo que pasamos. Lo ame con todas mis fuerzas, pero su vida como jugador de futbol americano no se podia complementar con formar un familia y finalmente todo se desmorono.
    Ahora, despues de tantos anos, estaba aqui, y elevaba mi pulso, no lo odiaba pero no estaba segura de quererlo cerca. Pero las circunstancia de la vida son como son y aqui estaba, ayudandolo para ayudarme.
    De aqui en mas este pedazo de mi vida, se vuelve enredos, enfrentar miedos y tomar decisiones... No es facil darse cuenta que a quien se ama de verdad nunca se le olvida y tampoco es facil saber si vale la pena perdonar a este nivel. Pero donde hubo fuego, cenizas quedan y aqui esto se puede volver incendio...

  • El cerco de Daniel Sorin

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    … Contenido …Un asesino serial elige sus victimas entre los integrantes de los reality show y la farandula artistica. Desquiciado o vengativo, sus crimenes son tan crueles como perfectos. No deja ni huellas ni rastros que permitan seguir sus pasos. Solamente un macabro modus operandi.

  • Amor intempestivo de Rafael Reig

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    Con mas de cincuenta anos, seguia echandome de menos a mi mismo, y empece a escribir en un cuaderno de doscientas cuarenta paginas tamano cuartilla, de pie, en un barril del bar de Lucia, con un whisky y frente a la piedra de La Maliciosa coronada de nieve. Tarde meses en llenarlo y cuatro anos en llegar hasta el final, desde el que ahora escribo. Las novelas --como la vida-- se leen desde el primer capitulo hasta al ultimo, pero se escriben siempre desde el final --tambien como la vida, que solo adquiere sentido una vez vivida--. Intente apartarlo de mi, escribi otras cosas (las novelas Senales de humo y Para morir iguales), pero el cuaderno de tapas negras seguia esperandome sobre la mesa con sus ciento veinte paginas escritas a lapiz por una sola cara; y otras tantas en blanco, al dorso. Quedaba una cara de mi que no me atrevia a descubrir. Como si hubiera hecho la cama al contrario, con la almohada a los pies, oia el ruido amenazador de mis pasos acercandose. Por eso decidi terminar la otra cara de las paginas: para salir a mi encuentro. Todo empezo con una reunion de viejos amigos, fantasmas del pasado. El Festival Ene se celebra en el Circulo de Bellas Artes de Madrid y cada ano lo organiza una persona distinta, a la que llaman comisario. En 2016 la comisaria fue Marta Sanz y --como es costumbre-- lo lleno todo de amigos de su edad, escritores nacidos en los anos sesenta. Marta me invito a lo que la prensa llama <> --como llama a las elecciones <>-- para que participara en una mesa redonda. Acepte por ver a los amigos y porque no puedo resistirme a nada que me proponga Marta, menos aun con su placa de sheriff. Tambien necesitaba que me diera el aire. Llevaba mas de un ano sin escribir, porque me habia convencido de que mis novelas eran como los inventos del profesor Bacterio: o no funcionaban o, si lo hacian, era siempre en contra del lector. La mesa redonda, que tuvo lugar el viernes 4 de noviembre a las 21:30, se titulaba <>, y el programa (que conservo) la presentaba asi: Hace veinte o treinta anos coincidieron en las aulas y en el bar de la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Autonoma de Madrid cuatro muchachos que se han convertido en figuras centrales de las letras espanolas por su labor docente y literaria. Javier Azpeitia, Eduardo Becerra, Antonio Orejudo y Rafael Reig reviviran viejas conversaciones y sus temas de interes de ayer y de hoy. Me recordo a los dibujos de mi infancia, las Merrie Melodies, que se anunciaban como <>. Quiza fuera intencionado y Marta Sanz queria insinuar que nuestros <> son propios de los dibujos animados. Baje temprano a Madrid en el autobus de linea, el 684 de Larrea, decidido a administrarme en el oportuno bar la anestesia necesaria para afrontar la intervencion. Contra todo pronostico, la charla sobre el exito y el fracaso, sobre la lealtad y la traicion, no solo me parecio entretenida, sino que me devolvio las ganas de escribir. Esa noche dormi en Madrid y volvi a casa a mediodia, y al dia siguiente me levante, como siempre, a las cinco de la manana. Desayune y me di una ducha que termine con agua fria, hasta que empezo a salir el agua de <>, como se dice en el pueblo con tono solemne e intimidatorio. Aqui el agua siempre sale del grifo muy fria, te deja los dedos morados, pero llega un momento en el que aparece de pronto un agua heladora que viene de la remota tuberia profunda, soterrada bajo el nevero perpetuo de la montana, y que puede hacer que se te pare el corazon de golpe. Eso dicen en Cercedilla. Llevaba tanto tiempo resistiendome a escribir, que el ordenador se nego a arrancar. Por eso me fui a escribir a mano en el barril. David, el amigo informatico que todos tenemos, probo el <>, que no funciono, y me dijo que iba a buscar un <>. Segun me explico, el ordenador almacenaba el estado del sistema en varias fechas a las que podia retroceder para ponerse en marcha tal y como se encontraba entonces. Lo que hubiera sucedido a partir de ese momento, desapareceria --programas, archivos, documentos-- y volveriamos atras (sin memoria ni deseo) para empezar de nuevo. La idea me parecio sugerente. Igual que los ordenadores, quiza nosotros tambien establezcamos hitos en el tiempo, a los que volver cuando ya no seamos capaces de seguir adelante: antes de la primera novia, de la primera claudicacion, del nacimiento de un hijo, de la muerte de un ser querido. Como era previsible, la mesa redonda me transporto a uno de esos instantes: antes de terminar la carrera, cuando todos eramos genios y todavia inmortales. En mi caso, ese estado se prolongo un ano mas, porque obtuve una beca como lector en la Tufts University, en Boston, donde pude seguir siendo inmortal y un genio, mientras mis companeros preparaban la oposicion a secundaria y daban clases particulares o repartian pizzas en motocicleta para poder hacer el doctorado. Treinta anos despues, ya calvos, mediocres y mortales, con barrigas, canas y ojeras, arrastrando los pies y llevando a cuestas divorcios, hipotecas, deudas y sinsabores, nos fuimos encontrando en la famosa Pecera del Circulo, junto a la mujer desnuda esculpida por Moises Huerta y bajo los lienzos del techo pintados por Jose Ramon Zaragoza. Era dificil no mirar aquel cuerpo de marmol, tendido a nuestros pies en una postura muy poco natural, y con los ojos cerrados. No esta dormida, nos dijo Chavi Azpeitia: esta muerta. En mi familia todos tenemos dibujos de Zaragoza, que era de Cangas de Onis y debio de ser buen amigo de mi abuelo Benito. Sus pinturas, demasiado clasicas, sin duda se parecen al modelo y son --como tantos matrimonios-- fieles pero aburridas. De los dibujos lo que llama la atencion es que todos los que tenemos son de hombres desnudos. Alli, mirando con timidez el hermoso cadaver y las acartonadas pinturas, estabamos la presunta generacion de los sesenta, que casi nunca ibamos al Circulo de jovenes. En los ochenta aquello era poco mas que un casino de provincias, cuando decidieron resucitarlo con una primera medida decisiva: cobrar la entrada. A veinte duros. Y por supuesto funciono, aunque nosotros siguieramos yendo al Deportes (que estaba al lado de la editorial Cambalache), al Casa Riera, al Galdos o a tabernas como La Dolores. Si existiera una <> (pero no es mas que una conjetura), su caracteristica mas sobresaliente tendria que ser nuestra inoportunidad. ?Que clase de jovenes sonarian con ser novelistas cuando la literatura ya habia perdido toda relevancia social? Los ultimos que llegaron a tiempo fueron los que tenian diez o quince anos mas que nosotros: Javier Marias, Munoz Molina, Millas, Mendoza, Llamazares... Con veinte anos, en los ochenta, les vimos triunfar, pero no nos dimos cuenta de que eso nunca iba a volver a suceder. Debiamos de ser los tontos de la clase, el peloton de los torpes, porque el resto de los jovenes de nuestra edad no querian ser escritores, sino cantantes, directores de cine, arquitectos o simplemente ricos. Si existiera esa generacion (pero insisto, se trata de una idea de bombero), habria que llamarla <>, siempre estuvimos, como dice el diccionario, <>. Asi nos va. Nuestros predecesores aguantan el tipo como pueden, a sabiendas de que son un anacronismo. Miralos: uno escribe a maquina y se comunica por fax, otro se hace pasar por neoyorquino de Brooklyn con acento andaluz, otro se mete en armarios empotrados que dan a su otro yo... En fin, se comportan como cunados con una copa de mas en la boda de su hermana, o como filatelicos obsesos y empecinados. ?Y nosotros? No somos mas que un hatajo de acreedores, se nos debe la gloria y vamos reclamandola por los rincones. Nuestras novelas pertenecen todas al mismo genero literario que los cartones que ponen los mendigos al lado de su manta: pedimos una limosna de gloria contando nuestra triste vida, y lo llamamos autoficcion. Eso somos las <> que escupiamos en corro <>. Salvo por la ausencia de torres de vigilancia, aquella Universidad Autonoma de Madrid era identica a una prision provincial de grises muros de hormigon, aislada y laberintica, con patios interiores y escaleras supernumerarias que dificultaban la huida. La blanda hierba que decoraba el campus tambien le daba --combinada con la arquitectura penitenciaria-- ese aspecto de inocencia simulada que caracteriza a los laboratorios farmaceuticos y a los emplazamientos militares secretos. Lo mas acogedor era el bar de la Facultad. !El inolvidable bar de Juanjo! Con la no menos inolvidable tortilla de patatas en olla que hacia Mercedes, la mujer de Juanjo. Aquellos eran los tiempos, primera mitad de los ochenta, y en el bar de Juanjo habia parejas de literatos discutidores: Gerena y Echevarria, al que llamabamos Echabarriga, Chavi Azpeitia y Eduardo Becerra, Pepe Ridao y Juan Blazquez, y Orejudo y yo. Ninguno esperabamos cumplir los treinta: moririamos jovenes, como los heroes, fulminados por nuestro propio talento, igual que el olmo viejo hendido por el rayo (y en su mitad podrido). Juan era el mas ambicioso de todos: bebia ginebra por las mananas y ni siquiera confiaba en cumplir los veinticinco. El bar tenia una barra en forma de ele; el lado corto acababa junto a una ventana que daba a la entrada principal; el largo recorria la sala hasta una pared, tras la que estaba la estacion de tren. En las otras dos paredes habia repisas para dejar las copas, los cafes o los botellines, y para apoyar el codo con displicencia y la cadera dibujando esa curva caracteristica de Praxiteles. El pequeno espacio de barra junto a la ventana era el lugar privilegiado, que ocupaban siempre los modernos, palidos, ojerosos, recien exhumados de sus tenebrosas sepulturas en el Penta, la Morasol, el Morgenstern o el Rock-Ola. Los plumiferos nos repartiamos el resto: Chavi Azpeitia y Eduardo Becerra en el otro extremo de la barra, Echabarriga y Gerena en la repisa mas cercana a la puerta; Orejudo y yo en el angulo de la ele; Blazquez y Ridao, al lado de la entrada: todos incansables en nuestra liturgia de bendiciones y maldiciones. !Tolstoi es Dios! Mejor Dostoievski: !es el Demonio! !Clarin es un estrenido! !Las novelas de Galdos huelen a repollo, como un descansillo de escalera! !Neruda es mas plomo que el catastro! !Pues anda que Vallejo: un indio deslumbrado por las baratijas del simbolismo frances! Y asi cada manana. ?De que hablabamos? De nosotros mismos, todo el tiempo, de la identidad que intentabamos construirnos. Por eso eramos tan categoricos --estabamos dando palos de ciego-- y por eso estabamos tan impacientes: !teniamos los dias contados! Y sin embargo Azpeitia y Becerra siguen vivos (uno es un escritor bastante reconocido y el otro es catedratico), y viven tambien Echabarriga (alto cargo en una multinacional de fabricacion y distribucion textil) y Gerena (que fue actor y periodista, y ahora arregla el pais en las tertulias de la tele); y vive y publica libros Pepe Ridao (aunque ahora se llame Jose Maria y sea embajador, ademas de un ensayista importante), por no hablar de Orejudo y de mi, que insistimos en publicar novelas, pero cada vez mas cansados, porque ya solo hablamos de nosotros mismos, incapaces de encontrar nada de mayor interes. El unico que murio --pero no antes de los veinticinco-- fue Juan Blazquez, que tantas ambiciones tenia, el primero que publico una novela, aunque ya no volvio a escribir jamas hasta su muerte, de una cirrosis devastadora, a la edad de Garcilaso y sin ninguna gloria, salvo la de ser recordado por sus amigos treinta anos despues en la barra de un bar, a partir de la tercera copa. Alli los que queriamos ser escritores nos vigilabamos unos a otros. ?Y si alguno de pronto iba y escribia la gran novela de nuestro siglo? Esa era la amenaza, y a mi entonces lo que mas me aterrorizaba era que la escribiera Antonio Orejudo. Durante varios anos fuimos inseparables. Mas que amistad, se trataba de una folie a deux que ambos alimentamos, no tanto por espiritu de cooperacion, sino sobre todo porque ninguno estabamos lo bastante locos como para mantener el delirio por nuestra cuenta. Convertirse en novelista es como atracar un banco o cometer un crimen: se necesitan complices. Asi sucedia con Gerena y Echabarriga, con Chavi y Eduardo, con Ridao y Juan, y con Orejudo y conmigo. Solo he conocido a alguien lo bastante chiflado y con tanto ego como para intentarlo en solitario: Benavides. Una vez, seria por el 86, tras el referendum de la OTAN, en el semaforo de la calle Sagasta, a punto de cruzar hacia la taberna de Araceli, Jose Carlos Benavides nos revelo a Orejudo y a mi que el iba a ser <>. Tal cual. Casi nos atropellan, porque nos quedamos paralizados, mudos de admiracion, e intercambiamos esas miradas que indican que uno se halla por fin en presencia de un autentico orate. Benavides compaginaba Derecho y Filologia, asi que poco despues afirmo que Tomas y Valiente queria que, en su momento, le sustituyera en el Tribunal Constitucional, y luego que Lazaro Carreter le estaba tanteando para la Academia Espanola. Todo lo decia con el aplomo de los lunaticos: era fascinante. Y siempre actuaba solo, como un agente secreto o un francotirador. Durante un tiempo fue secretario de Estado de Cultura y ya no se por donde andara ahora: quiza haya remplazado a Lola Flores, a Tina Turner o a la madre Teresa de Calcuta --nada estaba fuera de su alcance-- o quiza este dando alaridos encerrado en una gavia. Orejudo y yo colaboramos para convencernos el uno al otro de algo no menos disparatado que las salidas de pata de banco de Benavides: que ambos ibamos a cambiar el curso de la literatura universal. Juan Blazquez en cambio no representaba una amenaza para nadie por una razon obvia: follaba demasiado. Gustaba a las chicas, las volvia locas, como si acabara de despertarlas de un profundo sueno en pleno dia, o tal vez de rescatarlas de una pesadilla. Tenia ojos azules, labios grandes y abultados, un flequillo rebelde que atravesaba la frente buscando un atajo, y cara de nino bueno, interrumpida de pronto por una sonrisa esquinada y provocativa que parecia decir: se lo que quieres, aunque tu todavia no lo sepas, y te lo voy a dar. Esa sensacion de peligro inminente --?quien no prefiere seguir ignorando su deseo oculto?-- debia de ser lo que les gustaba de el: el fondo pantanoso de sus labios bajo el agua diafana de su mirada. ?Que necesidad tenia de escribir novelas, si ya era tan atractivo? Ademas, para tener exito en los ochenta, bastaba con declararse cantante, actor, pintor o disenador; ya no era necesario ni aconsejable encerrarse a escribir cientos de folios que nadie iba a leer de todas formas. Los plumiferos nos habiamos convertido en mamarrachos, nos dabamos mucha importancia, pero actuabamos como exploradores polares cuando los polos --y la misma Antartida-- ya estaban repletos de McDonald's y cajeros automaticos. Mis unicos amigos no plumiferos eran los del club de ajedrez que formamos algunos de la Facultad, el club Al Paso, con el gran Ostolaza de presidente, el gordo Tomas, Macarena, Escalona y Carmen Avellan (a la que quise tanto y me dejo sin mas por Jaime Escalona). A Juan Blazquez mis amigos ajedrecistas le causaban bastante asombro: se negaba a creer que quisieran --tal y como afirmaban-- llevar vidas normales y corrientes. Estaba convencido de que esas vidas siempre desembocan en diverticulos en el colon, en la ominosa tos improductiva o en una inflamacion cronica de los tobillos. No eran mas que una perdida de tiempo, del buen humor y de la circulacion de retorno, eso decia, con su vaso de ginebra en la mano. Nosotros creiamos que solo se hacia escritor el que no tenia mas remedio. Si no tienes cuentas pendientes con el mundo, no te pones a escribir novelas. Eso es lo que les faltaba tanto a Juan como a Benavides: la inagotable energia del rencor. A final de cuarto Blazquez ya empezo a dejar de tener encanto. Cuando volvia del bano no era raro que trajera el pantalon manchado de pis, vomitaba en las fiestas o se quedaba dormido; y sus comentarios puede que siguieran siendo agudos, pero apenas se entendian tras la segunda ginebra. Nada mas terminar la carrera, se caso con Ines Baraona, una chica de provincias bastante pavisosa, y dejo de escribir. ?Por que dejo de escribir? Frente a una pregunta como esa hay varias respuestas posibles. La mas natural y razonable es otra pregunta: eso depende de para que escribiera. Otras opciones son: porque tenia otras cosas que hacer. Porque se aburria. Porque no recibio la recompensa que esperaba. Porque le parecia un esfuerzo excesivo. Porque prefirio la ginebra. Porque no se le ocurria nada. Ademas, ?que tiene de misterioso que alguien deje de escribir? Escribir no es tan importante. Todo el mundo deja muchas cosas: una carrera universitaria, a su pareja, de comer carne, una ciudad, de fumar, de llevar corbata o de ponerse vaqueros; pero nadie se preocupa, intrigado, de por que Fulano habra dejado de jugar al parchis, a las damas o a la petanca. En la Pecera le preguntamos a Azpeitia como sabia que la mujer de la escultura estaba muerta. Lo se, aseguro: y todos la conoceis. Creo que no fui el unico que se sintio acusado, tambien quiza culpable. ?Quien es?, pregunto Becerra, y en ese momento la comisaria Sanz nos aviso de que teniamos que empezar la tertulia. Al salir de alli ninguno pudo evitar mirar hacia el suelo, a la mujer desnuda, pero a mi me dio verguenza o quiza preferi despedirme, mirando al techo, de los tres tristes lienzos del amigo de mi abuelo: El Amanecer, El Dia y La Noche.

  • El tiempo es algo muy liviano de Aurea Vicenta Gonzalez

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    En un futuro inmediato, entre avances tecnologicos que ya se atisban hoy, tres generaciones de mujeres perseveran en su empeno: ser ellas mismas.
    La atenta contemplacion de un lienzo de El Greco ofrecio en su dia a la mas anciana la expectativa de un hallazgo por el que todavia lucha con denuedo, pese a la edad.
    El afan de estudios superiores aproxima a la mas joven con su ancestro, al tiempo que su capacidad de empatia crece y se manifiesta.
    El respeto obra el milagro de la reconciliacion con el pasado, algo que jamas llego a imaginarse la protagonista.
    Amistad, lealtad, temores, dicha, desilusiones, esperanzas..., todo puede acarrearlo la vida sin que importe la edad fisica del ser humano ni la epoca en la que discurra su existencia ya que segun el poeta "Hoy es siempre todavia".

  • Solo un beso para encontrarte (Besos 3) – Olivia Kiss de Olivia Kiss

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    Cuando Hollie Stinger era una nina, tuvo que soportar las burlas constantes de sus companeros de clase porque era timida, ademas de llevar gafas y aparato. Logan Quinn era uno de los cabecillas del grupo que siempre se metia con ella y, por desgracia, ha decidido volver a Sound River, el pequeno pueblo donde ambos crecieron.
    Logan, el chico malo por excelencia, esta de vuelta. Y una de las ultimas cosas que esperaba al pisar de nuevo aquel lugar era descubrir que, durante su ausencia, Hollie habia dejado de ser un patito feo para convertirse en un cisne. Broma del destino o no, sus caminos parecen cruzarse. ?Conseguira Logan conquistar el corazon de Hollie? ?Puede ella fiarse de el.?

  • Monica sin frenos de Elsa Tablac

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    La doctora Monica Arqueros entreabrio los ojos aquella manana y lo primero que penso fue que habia demasiadas respiraciones en esa habitacion. Sintio la punzada resacosa entre las cejas y noto un excesivo calor humano a izquierda y derecha. Tardo varios segundos en darse cuenta de que esa no era su cama. Esto no era ninguna novedad. Lo de tardar en ubicarse, quiero decir. Solia tener algunos problemas para situarse al abrir los ojos todas las mananas, debido a su sueno profundo. Pero alli no habia ningun equivoco. Esa manana se desperto acompanada de dos hombres. Otra vez. A su derecha dormia Raul. A su izquierda, Martin. Era la tercera vez, el tercer viernes consecutivo, que aquello sucedia y un torbellino de pensamientos la azotaba en los dias posteriores. Aquel sabado se habian despertado en casa de Martin. Era un apartamento enorme situado en el centro de la ciudad, en pleno Eixample barcelones, no demasiado lejos de donde Monica vivia. Sin embargo, y a pesar de que su piso no estaba nada mal, el de Martin era mucho mas impresionante y, desde luego, demasiado grande para una sola persona. De las conversaciones veladas que mantuvieron aquellos dias, dedujo que se trataba de una herencia familiar, gracias a un comentario fugaz de el, que venia a decir algo asi como que con su sueldo de bombero nunca hubiera podido acceder a aquel impresionante apartamento con toques modernistas. Monica volvio a cerrar los ojos y percibio claramente los ronquidos de ambos. Hundio el rostro en la almohada y trato de relajarse. Tal vez no era tan mala idea dormir un rato mas y, con toda probabilidad, disfrutar de una buena sesion de sexo cuando los chicos se despertasen. Aunque no eran precisamente madrugadores. Levanto la cabeza y echo un vistazo al despertador que habia sobre la mesilla de noche de color blanco nacarado. Eran las ocho y diez. Ella era super madrugadora, rara vez se levantaba mas tarde de las siete y media. Se giro y encaro a Raul --ya no tenia ningun problema en reconocerse a si misma que era su favorito de los dos, a pesar de que primero habia conocido a Martin--. Acerco su cuerpo desnudo al de el debajo de las sabanas, buscando su calor. Repto hacia el hueco que quedaba entre su cuello y la almohada y espero acontecimientos, pero el ni se inmuto. Acerco su mano al miembro de el, semierecto y lo acaricio. Nada. Cinco minutos despues, Monica decidio escapar de aquella cama y de aquella casa y aprovechar la manana. En medio como estaba de los dos bomberos, iba a ser muy complicado salir de ahi sin despertar al menos a uno de ellos. Y aquellos despertares eran lo que peor llevaba de la absurda situacion en la que se habia visto envuelta. Absurda pero demasiado irresistible. Reunio toda su energia matutina y salto por encima de Raul. Empezo a vestirse en silencio. Localizo rapidamente toda su ropa interior, los vaqueros y la blusa que se habia puesto para aquel tercer encuentro a tres bandas. En ese momento se sintio como una "ninja" del amor y casi solto una risita ante su propia ocurrencia. Se coloco las zapatillas deportivas y se dirigio al salon, donde se sento un momento en el brazo del sofa para abrocharse los cordones. Cuando se incorporo, se encontro con la mirada escrutadora de Raul, que la habia seguido hasta el salon nada mas levantarse. --?Huyendo a escondidas, doctora? Ella sonrio y enseguida sintio que sus mejillas se encendian. A el le habia dado tiempo de colocarse unos calzoncillos slip negros y ajustados y estaba plantado delante de ella como la tentacion que era. Monica se incorporo y el se acerco para abrazarla. Entonces sucedio algo que la desconcerto, porque Raul la beso de forma inequivoca, entreabriendo los labios con su lengua y entreteniendose mas de lo normal, aprisionandola entre sus biceps. Mmmmm, ?realmente queria marcharse? En el momento en que sus cuerpos se separaron, ella completamente vestida y el semidesnudo, Monica se dio cuenta de que era la primera vez que Raul y ella estaban solos de esa forma, compartiendo cierta intimidad. Miro hacia la puerta del salon, esperando que Martin apareciese de un momento a otro y les interrumpiera, pero no lo hizo. Seguia durmiendo. Raul tambien habia salido a hurtadillas de la habitacion. --Me gustaria quedarme un rato mas, pero tengo que irme. He de hacer unos recados. --?Un sabado a las ocho de la manana? Pense que podriamos salir a desayunar -- contesto el, aun sin dejarla marchar y sin perder aquella sonrisa que la estaba volviendo loca por momentos. Monica levanto las cejas en senal de sorpresa. Si que era cierto que los tres habian compartido un desayuno frugal los dos sabados anteriores, pero se habia limitado a un poco de fruta, cafe y tostadas, lo que tenian respectivamente en casa de Martin y en la suya propia. En ningun momento se habian dirigido al piso en el que vivia Raul. Pero, ?lo estaba entendiendo bien o le estaba proponiendo que fuesen ellos dos solos a una cafeteria? La doctora reculo:--Bueno, suena muy tentador, pero Martin se pasa las mananas del sabado durmiendo y yo…soy bastante madrugadora. El le confirmo sus sospechas: --No, dejemoslo que duerma. Me refiero a salir a desayunar nosotros... tu y yo. Me visto en un momento y vamos a algun sitio por aqui cerca. ?Que te parece? --Me encantaria, de verdad. Pero no puedo entretenerme mas hoy. Y bueno, lo de anoche, estuvo genial, pero creo que no puedo comprometerme todos los viernes...-- lo aparto suavemente y se acerco a uno de los taburetes de la cocina para recoger su chaqueta y su bolso. El gesto contrariado de Raul no le paso desapercibido, pero por suerte, el no insistio. Tal y como se habian desarrollado los acontecimientos, no podia permitirse en aquel momento un signo de debilidad. A pesar de lo comoda que estaba su lado, se sentia "rara" dejando fuera a Martin. --Entiendo. ?Hablamos esta semana? --Claro, hablamos --contesto ella. --Vale. Te llamo, entonces. Aquello empezaba a ser raro. En ningun momento le habia dado a Raul su telefono. El punto de contacto entre ambos nunca habia dejado de ser Martin, que seguia durmiendo a pierna suelta. De repente sintio que la temperatura de aquella casa subia y subia. Monica necesitaba aire. Le dio a Raul un beso en la mejilla y salio rapidamente del apartamento, buscando la calle con cierto desespero. ?Como has podido meterte en semejante berenjenal? Fue lo primero que penso Monica cuando llego al portal del edificio y salio por fin a la calle. Para colmo, esperaba que el sol le diera de lleno en el rostro y se encontro con una poderosa nube que amenazaba tormenta. Echo a andar sin mirar atras, aunque tampoco esperaba que Raul la estuviese siguiendo, la verdad. La doctora echo mano del metodo cientifico para analizar la situacion. Las cosas estaban asi. Habia empezado a tontear con Martin hacia unos meses. Lo conocio a traves de "una conocida aplicacion de contactos", que era la expresion que usaba habitualmente cuando alguien osaba preguntar y a ella no le apetecia resumir todo en una palabra (que no era otra que Tinder). Habian quedado en un par de ocasiones, un par de cenas aqui y alla, unos cocteles en dos o tres bares de moda, unas sesiones de mantita y Netflix y, cuando todo parecia que estaba mas o menos encaminado a convertirse en algo serio, o al menos "en algo", Martin desaparecio del mapa. Dejo de contestar a sus mensajes. Muerto. Devorado por un tiburon. Atropellado por un autobus. A partir de entonces, Monica lo dio oficialmente por desaparecido y procedio a cambiar su nombre en la agenda telefonica de su movil. Martin paso a ser "Ryan Ghosting". ?Que paso despues? Bien, lo que os podeis imaginar… La doctora Arqueros se entretuvo con su ajetreada actividad profesional como dermatologa, consultora cosmetica, fan de las sesiones de pilates, y deslizadora de fotos de hombres en la "conocida aplicacion de contactos" y se olvido por completo de que este chico, Martin, 37, bombero, existia sobre la faz de la tierra. Existe una fuerza sobrehumana, algo energeticamente dificil de explicar, que hace que los hombres regresen de entre los muertos una vez ha pasado un tiempo prudencial y olisquean desde una inexplicable distancia que ya has pasado pagina. En efecto: un buen dia, Ryan "Martin" Ghosting resucito en forma de mensaje de Whatsapp. ?Que hacer ante tal desgracia? Lo logico, lo que hay que hacer SIEMPRE en esta situacion tan desconcertante, sin dudar, repetimos; SIEMPRE; es borrar el susodicho mensaje y hacer como que nunca ha existido. Y para ya rozar la perfeccion, lo ideal es bloquear al muerto viviente en cuestion en tu agenda del telefono. Pero para ser sinceras, Monica habia retomado sus flirteos bastante rapido y no le afecto demasiado esa reaparicion estelar de Martin. Habia estado desaparecido exactamente cinco semanas. Y el muy capullo sabia que habia obrado mal, pero escurrio el bulto con cierta torpeza, alegando un viaje de trabajo. Si, era bombero y no habia ido a apagar fuegos al Amazonas, pero si puso como excusa un viaje a Brasil para participar en un simposio internacional de apagafuegos. En definitiva, era una excusa aparatosa, pero Monica lo paso un poco por alto.

  • Dulce despedida de David Nicholls

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    Durante un verano que va a cambiar su vida, Charlie conoce a Fran...
    En 1997, Charlie Lewis es el chico que nadie recuerda en la fotografia del instituto. No le ha ido muy bien en sus examenes. En su casa, se ocupa de su padre, aunque esta seguro de que deberia ser al reves, y, si piensa en el futuro, lo hace con cierto terror.
    Hasta que Fran Fisher irrumpe en su vida y, muy a su pesar, Charlie empieza a tener esperanzas.
    Pero si Charlie quiere estar con Fran, debera aceptar un desafio que podria hacerle perder el respeto de sus amigos y que requerira que se convierta en otra persona. Debe unirse a la Compania. Y si la Compania parece una secta, la verdad es aun peor.
    Al parecer, el precio de la esperanza es Shakespeare.
    Conmovedora, graciosa, encantadora y devastadora, Dulce dolor es una comedia tragica sobre el duro camino hacia la adultez y la confusion de la vida familiar, una celebracion de la capacidad de reanimar que tiene la amistad y la explosion breve y ardiente del primer amor, al que solo se puede mirar una vez que la llama se ha apagado.

  • Deseo salvaje (Gargolas 1) de Eva Mcberry

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    El dia empezo como cualquier otro: me levante poco antes del amanecer, tome un desayuno rapido con los demas sirvientes del castillo y nos preparamos para empezar nuestro trabajo. Me tocaba subir a atender a lady Siena, asi que antes de entrar me mire al espejo para comprobar que estuviera impecable, como a ella le gustaba. Lady Siena siempre criticaba a todo el mundo; para ella, nada es perfecto. No se cansaba de decirme lo horrible que me quedaba el uniforme. Parecia que le encantaba hacer que los demas se sintieran inferiores en su presencia. Aun asi, me arregle un poco para que no pudiera molestarme tanto. Mis ojos verdes parecian cansados, ya que la noche anterior habia estado despierta hasta tarde. Me recogi mi cabello castano en un mono alto y estire un poco el mandil de mi uniforme. Llego la hora de subir. --Llegas tarde --me dijo Alexa, otra criada como yo--. Lady Siena ya se esta vistiendo. --No es tan tarde, se ha levantado mas temprano. ?Pasa algo? Ella puso los ojos en blanco. Parecia fastidiada. --?No lo recuerdas? Hoy se va todo el dia al castillo de Lady Davina. --Oh... Es verdad. --Lady Davina era la mejor amiga de mi senora. Habia olvidado que hoy era su cumpleanos. --Lo bueno es que se va hasta manana. Hasta entonces no veremos a la bruja esa. --Sonrio y yo le correspondi. --Al menos sera un descanso, ya me tiene... No pude continuar; la puerta de la habitacion de Lady Siena se abrio de golpe y ella aparecio ya arreglada para su fiesta. Alexa y yo hicimos una reverencia de respeto. Ella nos miro y fruncio el ceno. Avanzo para pasar justo entre nosotras. --Quitate de mi camino, Williams --me espeto con desprecio--. No quiero pisar basura. --Me mordi la lengua. Aunque ya estaba acostumbrada a esos insultos, siempre dolian. Me movi a un lado y, aun asi, Lady Siena piso la parte baja de mi vestido--. !He dicho que te quites, inutil! --grito molesta. --Lo lamento, milady --dije sumisa, ya que sabia que le gustaba que le hablaran asi. --Callate, no te he dado permiso de que me dirijas la palabra. --Ni siquiera en un dia de fiesta cambiaba de humor. Dios, no tenia ni veinte anos y ya parecia una vieja amargada. No la entendia. --Milady, ?alguna indicacion durante su ausencia? --pregunto Moira. Ella era el ama de llaves, apenas la habia visto llegar. --Solo aseguraos de que todo este en orden. Me imagino que ya esta listo mi carruaje. --Por supuesto, milady. No se preocupe. --Perfecto. Y vosotras, trabajad. No quiero parasitos en mi castillo. Permaneci inclinada y agache la cabeza con sumision mientras ella avanzaba. Cuando salio de la habitacion, al fin Alexa y yo suspiramos tranquilas. Todos en el castillo McCord odiabamos a lady Siena, pero solo nos tocaba aguantar. Y como dice la gente, cuando el gato se va, los ratones hacen fiesta. Apenas escuchamos el carruaje de lady Siena alejarse, todos nos relajamos. Fuimos libres para arreglar las cosas a nuestra manera, conversar y reir. Solo nos conteniamos cuando Moira pasaba cerca, esa mujer amargada. Me parecia que el dia seria normal como cualquier otro, excepto por la ausencia de la senora del castillo. Llevaba un ano trabajando aqui y, aunque es vivir en tension constante, no podia quejarme de mi suerte. Lady Siena era un monstruo a veces, pero al menos tenia una cama, comida y ropa limpia. El resto de aldeanos de Abercrombie no tenian la misma suerte. Odiaba como me trataba, y aun asi estaba agradecida. El castillo McCord quedaba en lo alto de una colina, desde la que se podia ver todo el valle. No sabia cuantos anos tenia este lugar, pero si que era muy antiguo. Habia escuchado que estaba en pie desde hacia quinientos anos, tal vez mas. Lady Siena era la heredera, pero le rendia cuentas a alguien mas, alguien que le daba el dinero para mantenerla. Nunca lo habia conocido, pero imaginaba que debia ser su padre. Al llegar la noche todos cenamos tranquilos. Es increible como se relajaba la servidumbre sin la presencia de esa odiosa mujer. Se creia mucho solo porque era hermosa y rica, pero sin todo eso no era nadie. Creia que tenia derecho a pisotearnos a todos, y no teniamos mas opcion que aguantarnos y acatarlo. Lo malo era que, al amanecer, empezaria otra vez la aburrida rutina. !Que rapido se iba el dia! Fui a la habitacion que compartia con Alexa y charlamos sobre la fiesta del pueblo de la proxima semana. Teniamos planeado ir con nuestras mejores galas, que no eran gran cosa y ni siquiera parecian nuevas. Alexa tenia un novio llamado Ewen, un chico que trabajaba en la mina. A mi me pretendia Scott, el capataz. A veces me parecia guapo, pero la gente decia que era un patan. Quiza lo fuera; a mi no me gustaba de verdad. Mama insistia en que debia aceptarlo porque era el mejor partido que tendria. Puede que fuera cierto, pero yo no queria eso para mi vida. Queria amar al hombre con el que me casara. Queria amor, pasion, locura. Y si, estaba sonando mucho. Nos dormimos, ya agotadas. Pero entonces ocurrio algo extrano. Me desperte de madrugada y estaba lloviendo. Una tormenta. Era extrano, porque el cielo habia estado despejado todo el dia. Serian poco mas de las tres de la madrugada, o eso creia. Intente dormir, pero un rayo impacto cerca del castillo. Alexa parecia imperturbable; ella ni se dio cuenta. Las tormentas nunca habian de mi agrado. Ahora me incomodaban, pero cuando era nina me daban miedo. No iba a poder dormir esa noche. Cerre los ojos, esperando conciliar el sueno, pero de pronto la cosa empeoro. Algo cayo en el techo. Algo duro como una piedra. <>, pense. Lo peor fue que hasta me parecio escuchar pasos, pero no eran normales. Duros, pesados. Bien... esto era muy extrano. Tenia dos opciones en ese momento: quedarme en cama o ir a ver que rayos pasaba. Dude bastante rato y, como no podia dormir, finalmente sali a ver que pasaba. Cogi un candelabro y encendi las velas. Camine por los pasillos del castillo. Todo estaba oscuro y no habia ni un alma fuera. Empece a asustarme. Que tonta era; no tenia que haber salido. Ya no escuchaba los pasos pesados, asi que quiza fue solo mi imaginacion. Me di la vuelta, dispuesta a volver a mi cuarto, cuando de pronto vislumbre uno de los balcones del castillo. Por poco se me cayo el candelabro; no podia creer lo que estaba viendo. Ahi fuera habia algo que jamas en la vida habia visto. Enorme, grueso, con grandes alas. Era una especie de hombre de piedra, o eso me parecio de espaldas. Sabia que tenia que huir, por lo que retrocedi un paso. Y en ese preciso instante, aquel ser se giro. Yo lance un grito y me eche a correr despavorida, justo en el momento en que mis ojos se cruzaron con los suyos. Eran azules y brillantes. Nunca habia sentido una mirada tan intensa. No pude dormir, me quede en cama temblando, pensando que esa criatura vendria a por mi. Fui la primera en levantarse. El castillo dormia y la lluvia habia parado, apenas estaba aclarando el cielo. Camine a la despensa para buscar huevos que freir, pero ya no quedaba ninguno. Tendria que salir al almacen un momento. Abri la puerta y solte un grito de sorpresa. No estaba sola: habia un hombre recostado en el suelo y al parecer estaba herido. Me quede pasmada viendolo y por un instante no supe que hacer. Entonces el abrio los ojos y me devolvio una mirada azul intensa que se me hizo muy familiar. Mi cuerpo estaba temblando... Capitulo 2 Keitan La noche habia sido terrible. Aunque volver a mi hogar en Abercrombie estaba dentro de mis planes, no imagine que seria de esta manera. Las cosas entre nuestra comunidad se habian puesto tensas, muy peligrosas en realidad. Por eso tenia que volver, ahora proteger a Siena debia ser una de mis prioridades. Todo se precipito cuando me atacaron. No los conocia, pero de lejos me parecieron dos mequetrefes debiles que alguien de mi categoria podria vencer con facilidad. Error mio, no debi confiarme. Acabe a duras penas con uno de ellos, pero el otro me persiguio por los cielos. Me amenazo, dijo que iria por Siena y la destrozaria. Entre en panico y por eso me adelante para llegar al castillo y vigilar que ese miserable no la tocara. Para mi alivio, Siena no estaba en el castillo, asi que solo quedaba esperar a ese miserable para hacerle frente y acabar con el. Lo vi llegar a lo lejos, a pesar de la lluvia su silueta era inconfundible. Enormes alas, rostro fiero. Esa gargola iba pagar la osadia de amenazarme. Vole hasta el y luchamos. Admito ahora que despues de siglos de sentirme invencible, senti una especie de emocion de que me tocara un rival a mi altura. Lo derrote, pero no sali ileso de aquello. Ni siquiera tuve la fuerza suficiente para esconder su cadaver. Mi cuerpo tampoco mantuvo la forma de gargola, era demasiada energia. Volvi a mi cuerpo humano, que aunque era mas blando y debil, al menos se recuperaba mas rapido. Solo tendria que aguantar un poco el dolor, pero era mejor asi. Era preferible que algun aldeano viera a un hombre herido, no a una bestia sangrando. Mis heridas se iban regenerando poco a poco mientras trataba de llegar a mi castillo para descansar alli. Subi la colina a paso lento mientras intentaba cubrir la herida de mi vientre. Podia sentir como se iba cerrando, aunque aun faltaba para eso. No moriria desangrado, por suerte. Camine hasta la parte trasera; queria entrar con discrecion y no armar alboroto. Crei que lo lograria, pero el cansancio me vencio y cai rendido justo antes de pasar a la cocina. Maldita sea mi suerte. Quiza era mejor que me quedara ahi un momento, el hormigueo de mis heridas regenerandose era cada vez mas intenso, solo tendria que dejar que mi cuerpo hiciera su trabajo. Cerre los ojos, pero poco despues senti algo, un grito quiza. Habia alguien ahi, frente a mi. Pude sentir su presencia y su aroma. Era un aroma dulce que se me hizo familiar por alguna razon. Olia delicioso. Aquello era pureza, dulzura, feminidad. A pesar de lo cansado que estaba, abri los ojos y la mire. Oh... era ella. La mujer que vi anoche en el castillo mientras esperaba a mi rival. Anoche estaba oscuro, pero aun asi percibi sus hermosos ojos. En ese momento senti deseos de ir hasta ella, pero el deber de proteger mi raza fue mas fuerte. Ahora al fin la tenia al frente. Una muchacha, al parecer una sierva de mi castillo. La mire sin parpadear. Su aroma de mujer me fascino. Oculta tras ese traje de criada habia una muchacha exquisita que encendio mis sentidos. Estaba herido, era cierto, pero me sentia duro. Ella tambien me miraba impactada. Sonrei. A pesar del dolor que sentia, verla era un placer. Al fin, aunque timida, la muchacha se acerco a mi. --Dios mio… ?Se encuentra bien? ?Necesita ayuda? --Estoy herido --conteste al fin. Ella asintio y se agacho a mi lado. Vio mi herida y abrio los ojos como platos. --?Puedo? --me pregunto. Queria ayudarme, asi que yo asenti. --Puedes tocarme. --No pretendi sonar atrevido, pero ella lo interpreto asi y enrojecio. Despues de unos segundos, la muchacha aparto la tela de la camisa que use para cubrir la herida. Rasgo un pedazo de su pulcro mandil blanco y lo puso ahi. Sentia sus manos temblorosas, la estaba poniendo nerviosa. --Tengo que limpiar la herida. --Y yo necesito recuperarme. Tengo que entrar al castillo. --?Que? No... es que no puedo hacer eso. Trabajo aqui, pero no puedo meter gente. Lady Siena me echaria a patadas. --Ella no tiene que enterarse, ?verdad? --Le guine un ojo. No quise contarle en ese momento que yo era el conde del castillo. Su nuevo senor. Se enteraria luego; la prioridad era curarme y descansar. --No lo se, yo no lo conozco. ?Y si es un ladron? --Me conoceras bien luego, te aseguro que jamas le haria dano a una mujer. Mucho menos a una tan bella. --Enrojecio otra vez y me percate de que asi se veia mas hermosa. Su arrebatadora inocencia me maravillo. --Lo ayudare, pero en cuanto se recupere tiene que irse del castillo. No puedo arriesgarme a perder mi empleo. --No lo haras, te lo aseguro. Conozco a lady Siena, soy un pariente muy cercano. --Ella abrio la boca, sorprendida. Esperaba haberla convencido. --Bien, venga conmigo. Trate de no hacer ruido. --Por cierto, preciosa, ?cual es tu nombre? --Aurora. --Aurora... --repeti, y ella sonrio. Que delicia de nombre. Me ayudo a ponerme de pie. Hice un esfuerzo por sostenerme y di gracias por sentirme ya mejor. Ese pequeno descanso me habia servido de mucho. La rodee con un brazo, ella me sostuvo mientras me conducia al interior del castillo. Miraba todo con discrecion y curiosidad, las cosas no habian cambiado mucho desde la ultima vez que estuve aqui. Aurora me llevo hasta la zona donde solia dormir la servidumbre. Abrio la puerta y entre a la que debia ser su habitacion. Al pasar, otra muchacha nos vio. Estuvo a punto de gritar de sorpresa, pero logro contenerse. --Aurora, ?quien es este hombre? --Ayudame y luego te cuento --contesto ella. La otra muchacha parecia confundida, pero al verme herido simplemente decidio apoyar a su companera. Me acomodaron en la que distingui como la cama de Aurora, gracias a que todo estaba impregnado de su delicioso olor. --Gracias --murmure yo. La chica asintio despacio y Aurora tiro de ella para llevarla a un lado. --Ahora mismo vuelvo --me dijo Aurora, y arrastro a la otra chica fuera de la habitacion. --?De donde has sacado a ese hombre? --le pregunto la otra criada. Hablaba en voz baja, suponiendo que no las escucharia. Claro, si yo fuera un hombre comun y corriente eso seria posible. Pero yo no soy humano. Puedo escuchar mas de lo que se imaginan. --Lo encontre herido fuera, necesita ayuda. Dice que es amigo de lady Siena, asi que... --?Y tu te lo has creido? Seras estupida. Van a echarte de aqui por dar cobijo a extranos. --Eso no pasara. Lady Siena aun tardara en llegar, asi que solo tienes que guardarme el secreto. ?Cuento contigo, Alexa? Por favor... Despues de unos segundos de duda, la chica contesto: --Solo por esta vez, nadie puede darse cuenta o nos echaran a las dos. --Gracias. Necesito agua tibia, tambien algo para curar esa herida. ?Puedes ayudarme con eso? --Esta bien. Tu quedate con el, enseguida vuelvo. --No tardes --le pidio Aurora a su amiga. Luego escuche los pasos de esa Alexa alejandose de la habitacion. Sonrei ante la idea de quedarme a solas con Aurora en su cama. Vaya, vaya. Apenas la conocia y ya estaba en una situacion comprometedora con una criada. Aurora volvio a la habitacion, cerro la puerta con cerrojo y avanzo hasta quedar a mi lado. La herida seguia cicatrizando, pero tenia la piel cubierta de sangre seca. Cuando ella la limpiara, se daria cuenta de que la herida que tenia ya no existia. ?Que iba a decirle? No me quedaba mas remedio que improvisar. --Eh... Bueno..., Alexa guardara el secreto --dijo algo nerviosa--. Voy a limpiarle la herida, pero le advierto que si necesita otro tratamiento no podre hacerlo. No se nada de medicina. --No creo que sea necesario --conteste sin dejar de mirarla. --Tengo que... --?Quitarme la camisa? --Ella asintio, enrojeciendo otra vez--. Hazlo, no pasa nada. No voy a comerte. --Sonrei. Deberia calificar eso como mentira piadosa. Queria comermela, pero en un sentido delicioso. Con sus finas y temblorosas manos, Aurora se acerco para quitarme la camisa. Pronto quede desnudo de la cintura para arriba. Mi sonrisa se amplio cuando me di cuenta de que le estaba ofreciendo un espectaculo que estaba disfrutando. Cuando llamaron a la puerta, Aurora fue a abrir rapidamente y dejo pasar a una apresurada Alexa. Ella tambien me miro y enrojecio. ?Que podia hacer? Normalmente causaba este efecto en las mujeres, no podia evitarlo. --Aqui tienes, ?lo haras tu? --le pregunto Alexa. --Si, yo me encargo. --Aurora puso el recipiente con el agua a un lado de la cama, en una pequena mesa. Cogio un pano limpio, lo humedecio, y empezo a limpiar la sangre seca de mi herida. Para ese momento yo ya no tenia heridas visibles, mi cuerpo las habia regenerado. Aun estaba agotado y necesitaba recuperar las energias, pero ya nada era de gravedad. Tal como imagine, Aurora se sorprendio al no ver ninguna herida. --?Que ha pasado con...? --pregunto confundida. --Magia --le dije, bromeando, aunque hablaba muy en serio. --Que raro... --dijo extranada--. Por cierto, ?como te llamas?

  • Una vocacion imposible de Juan Jose Millas

    https://gigalibros.com/una-vocacion-imposible.html

    Una vocacion imposible recoge los cuentos completos del conocido como <>. En este volumen el lector encontrara la inconfundible mirada de Juan Jose Millas: historias paradojicas en las que lo descabellado adquiere un aire cotidiano y en las que la realidad revela su lado mas sorprendente; relatos en los que explora las relaciones familiares y amorosas, el mundo del trabajo y la vida social, la relacion entre el individuo y su cuerpo, entre la intimidad y lo colectivo, con la originalidad, el humor y la precision que caracterizan su escritura.
    Este es un libro indispensable para conocer el universo literario de Juan Jose Millas. En sus paginas, los relatos destilan el desbordante talento del autor a la hora de observar la realidad, siempre desde un angulo inusitado, y su maestria como uno de los escritores que mas ha explorado las posibilidades narrativas del genero.

  • La Prueba de Hierro: Magisterium 1, Cassandra Clare de Cassandra Clare

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  • El amanecer de tu sonrisa de Inma Cerezo

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    Un ranchero empenado en olvidar.

  • A Veces El Amor de J M Raphaelle

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    ?Alguna vez has estado ahi...completamente destrozada...rogando que regrese un amor que hace mucho ya no es tuyo? Pero despues pasa algo...Y si pones atencion, si te permites ver lo que te espera, quiza hasta te cambie la vida.

  • Phoebe, una mujer indomita de Pilar Lepe

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    Phoebe, vive con sus tres hijos y un padre invalido en Portreath, un pueblo minero ubicado al norte de Cornualles. Ella es viuda, y sola se ha hecho cargo de su familia, por lo cual tiene un caracter fuerte y desconfiado.
    Colby, es un conde, un hombre fino acostumbrado a la buena vida y a las malas costumbres.
    Huyendo de su ultimo desliz, se ve envuelto en un naufragio, y es asi como llega literalmente a los pies de esta mujer, cuando ella y sus hijos esperaban la llegada de los arenques.
    Las chispas saltaran entre ellos, porque desde el principio el desprecio sera mutuo. Y a pesar de que a su alrededor todos quieren que estos dos se entiendan, ellos no haran nada por facilitar las cosas: Phoebe es una mujer dificil, y por el contrario, Colby quiere que todo sea facil.
    Sin embargo, gracias a una solida promesa hecha por Colby, tendran que comenzar a limar asperzas, porque de lo contrario el futuro que les espera, sera todo, menos feliz.

  • Lo esencial de Miguel Mila

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    Sus lamparas, sus sillas de cana o sus iconicos bancos barceloneses forman ya parte de nuestro imaginario, pero su obra es mucho mas amplia, atenta siempre a las necesidades humanas y con un profundo sentido de la funcionalidad y de la estetica. Miguel Mila ha sido tambien un ecologista avant la lettre y un defensor de <> y de la <> como elementos decisivos a la hora de disenar.
    Ha habido libros que estudian y analizan su obra, y un importante documental, pero nunca antes un <>. En Lo esencial, Mila habla de si mismo, de su obra, sus principios y sus ideas, pero tambien de su familia (tan vinculada a la historia de Barcelona), de su propia vida y de la educacion de sus hijos.

  • Perverso Seductor Mentiroso de Christina Lauren

    https://gigalibros.com/perverso-seductor-mentiroso.html

  • La voluntad del rey de Eleanor Rigby

    https://gigalibros.com/la-voluntad-del-rey.html

    La exitosa novelista erotica Kathleen Priest lleva tres anos perdida en el
    mapa… y nadie sabe por que. Lo que antes era un derroche de inspiracion,
    se ha convertido en las cenizas de una fama ahora desconocida; todo a raiz
    de un incidente que le impidio volver a teclear una sola palabra, asi como
    renegar de las relaciones y el amor. Su objetivo de pasar desapercibida
    trabajando como camarera en un club exclusivo habria sido cosa hecha si
    el prepotente, ambicioso y rico King Sawyer no hubiera puesto sus ojos en
    ella.
    El es ese desagradable toque de atencion que necesitaba para despertar
    del letargo, y lo peor es que lo sabe y pretende convertirse en el
    protagonista de sus fantasias. Pero Kathleen no va a ceder tan facilmente a
    los caprichos de la clase de hombre del que huye. Asi comienza un
    delirante tira y afloja en el que todo juego sucio estara permitido… Incluido
    el prohibido, el mas peligroso de todos: aquel que podria convertir hasta a
    un rey en el esclavo de sus deseos.

  • La primera vez que mate de Gonzalo Jerez

    https://gigalibros.com/la-primera-vez-que-mate.html

    <>. Verano en Madrid. Un adolescente sale a pasear de madrugada para intentar calmar el calor sofocante que derrite la ciudad cuando, sentado en un parque, se encuentra en una situacion que le hace reaccionar de una forma inesperada. Esa noche sera el pistoletazo de salida para una doble vida en la que se dedicara a dar rienda suelta a su imaginacion, creando obras de arte a la par que imparte justicia contra aquellos que, segun el, merman de un modo u otro la sociedad, haciendoles formar parte de sus creaciones.

  • Por Siempre Mia (Beaumont 1) de Heidi Mclaughlin

    https://gigalibros.com/por-siempre-mia-beaumont-1.html

    Nunca supuse que seria una estrella de rock. Tenia toda una vida planeada para mi. Jugar futbol en la Universidad. Ir a la NFL. Casarme con mi novia del colegio y vivir felices para siempre.

  • La mujer que cavo una tumba de Ed Ramirez

    https://gigalibros.com/la-mujer-que-cavo-una-tumba.html

    Los sucesos narrados ocurrieron en 2014 en Sarajevo, donde Anarishkova, una agente rusa, cavaria una tumba despues de haberse involucrado con al menos dos centros de inteligencia de paises distintos: Alemania y Estados Unidos.

  • No solo amigos (Hermanos St. James 1) de Jamie Beck

    https://gigalibros.com/no-solo-amigos-hermanos-st-james-1.html

    Escapando de una infancia solitaria y convulsa, Vivi ha crecido junto a los St. James, la familia de su mejor amiga, y desde hace trece anos vive enamorada de David, el introvertido hermano mayor. Hace tiempo que cada uno tiene su vida, pero Vivi no puede evitar seguir esperando que David se fije en ella durante las proximas vacaciones familiares en Block Island. El acude a la isla con su nueva novia, una chica con las miras puestas en el compromiso, pero pronto se da cuenta de que en su corazon va creciendo despacio y sin remedio una incipiente atraccion por Vivi. ?Es posible que la este empezando a ver como algo mas que una amiga?

  • Mi dulce infierno de Josefina Rossi

    https://gigalibros.com/mi-dulce-infierno.html

    Llevaba dos anos en esta hermosa ciudad de Alaska, por primera vez en mi vida estaba teniendo estabilidad y paz. Mi abuela me habia heredado todos sus bienes cuando murio y con ello me regalo un lugar al que pertenecer. Tenia una rutina, trabajaba para la estacion de bomberos de la ciudad y aun que estaba rodeada de hombres fuertes y hermosos, solo uno me quitaba el aliento. !Dios!, pero era un odioso, siempre que podia estaba intentando volverme loca. Pero justo esta semana tenia mi calefactor malo en casa y como la estacion tenia las tripulaciones en servicio pense en tomar una ducha con agua caliente.

  • La revolucion transhumanista de Luc Ferry

    https://gigalibros.com/la-revolucion-transhumanista.html

    Ha surgido una nueva ideologia con sus sabios y sus profetas, sus eminencias y sus intelectuales, que lleva el nombre de <>: una corriente cada vez mas poderosa, que, con el apoyo de medios cientificos y materiales considerables, milita a favor del uso intensivo de las celulas madre, la clonacion reproductiva, la hibridacion hombre/maquina, la ingenieria genetica y las manipulaciones germinales, que podrian modificar nuestra especie de forma irreversible, todo ello con el fin de mejorar la condicion humana. El progreso de las tecnociencias en estos ambitos es de una amplitud y una rapidez inimaginables, es silencioso, no llama la atencion de los politicos y apenas la de los medios de comunicacion, de modo que se produce a espaldas de la mayor parte de la poblacion y practicamente no esta regulado. Esta nueva situacion nos obliga a reflexionar, a anticiparnos a las abisales cuestiones que estos nuevos poderes del hombre sobre el hombre plantearan inevitablemente en los proximos anos, en los planos etico, politico, economico, pero tambien espiritual.

  • ?Es este mi marido? de Corin Tellado

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    Maril esta decidida y nadie va a cambiar su idea, casi obsesiva, de continuar algo que empezo cuando era una nina. Un viaje, un terreno hostil, frio, helador… son los componentes de la historia de Maril. Otro personaje irrumpe en escena con tanta fuerza como sinceridad y descaro. Maril trata de aguantar una situacion sin salida pero la vida le dara otra oportunidad, y las historias escritas no siempre tienen el final esperado…

  • Operacion Beowulf de Eloy M. Cebrian

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    Ambientada en los meses en los que la aviacion nazi bombardeo Londres de manera intensa y constante buscando la rendicion de Gran Bretana durante la Segunda Guerra Mundial, una pareja de jovenes una muchacha inglesa y un joven austriaco inicia una investigacion en los pasadizos que han aparecido tras el derrumbamiento de un tunel del metro. La busqueda les conducira al descubrimiento de unas ruinas prerromanas lo cual desatara una divertida aventura para los dos con un final inesperado. (2010-10-06)

  • Es facil dejar de fumar, si sabes como de Allen Carr

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    Reconocido mundialmente como el sistema mas eficaz para dejar de fumar, quien sigue el metodo EASYWAY no solo dejara de fumar de inmediato, sino que lo encontrara facil y disfrutara del proceso.
    Funciona para todos, incluso para el fumador empedernido. Cualquiera que siga sus instrucciones se mantendra como no fumador y estara feliz de serlo durante el resto de su vida.