• libro las doradas manzanas del sol - Ray Bradbury

    https://gigalibros.com/las-doradas-manzanas-del-sol.html

    Veintidos relatos, todos encantadores. Desde historias de pequenas ciudades, naves espaciales, e incluso serpientes marinas, Bradbury conjura poderosas imagenes para asombrarnos, algunos con giros asombrosos, otros no, pero todos y cada uno poseen cierto encanto. Desde el primer relato el lector es transportado al universo ilimitado de Bradbury; no en una realidad mundana, sino en fantasticos viajes a traves del tiempo y del espacio.

  • Las doradas manzanas del sol - Ray Bradbury - Planeta de ...

    https://www.planetadelibros.com/libro-las-doradas-manzanas-del-sol/300564

    16 ene 2020 — Las doradas manzanas del sol, de Ray Bradbury. Recuperamos una de las obras ... Libros de ciencia ficción. Comprar. El convector Toynbee.

  • Las doradas manzanas del sol (Ciencia Ficción) - Libros

    https://www.amazon.es/Las-doradas-manzanas-Ciencia-Ficci%C3%B3n/dp/8445076027

    Las doradas manzanas del sol (Ciencia Ficción) : Bradbury, Ray: Amazon.es: Libros.

  • Las doradas manzanas del sol Tapa blanda – 22 febrero 1996

    https://www.amazon.es/Las-doradas-manzanas-del-sol/dp/8445072439

    Las doradas manzanas del sol : Ray Bradbury: Amazon.es: Libros.

  • LAS DORADAS MANZANAS DEL SOL | RAY BRADBURY

    https://www.casadellibro.com/libro-las-doradas-manzanas-del-sol/9788445072431/507138

    El libro LAS DORADAS MANZANAS DEL SOL de RAY BRADBURY en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Las doradas manzanas del sol - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Las_doradas_manzanas_del_sol

    Las doradas manzanas del Sol es una colección de veintidós cuentos cortos (32 en la edición ... Recibe su nombre del último cuento del libro, que a su vez lo toma de la ...

  • LAS DORADAS MANZANAS DEL SOL · BRADBURY, RAY

    https://www.tiposinfames.com/libros/las-doradas-manzanas-del-sol/54135/

    Esta particular colección fue originalmente realizada en 1953, y sigue manteniendo su actualidad; y es aquí donde reside lo maravilloso de este libro, ...

  • Las doradas manzanas del sol - Ray Bradbury -5% en libros

    https://www.fnac.es/a7117793/Ray-Bradbury-Las-doradas-manzanas-del-sol

    16 ene 2020 — Las doradas manzanas del sol, libro o eBook de Ray Bradbury. Editorial: Minotauro. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Las doradas manzanas del sol - Ray Bradbury - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/7724/las-doradas-manzanas-del-sol

    Esta particular colección fue originalmente realizada en 1953, y sigue manteniendo su actualidad; y es aquí donde reside lo maravilloso de este libro, que trata ...

  • LAS DORADAS MANZANAS DEL SOL - RAY BRADBURY

    https://www.agapea.com/Ray-Bradbury/Las-doradas-manzanas-del-sol-9788445007440-i.htm

    Comprar el libro Las doradas manzanas del sol de Ray Bradbury, Minotauro (9788445007440) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería online Agapea.com; ...

  • Todas para una de W. Ama

    https://gigalibros.com/todas-para-una.html

    El curso termina, y las mejores amigas Gretta, Celia, Maria, Paula y Blanca se preparan para pasar un verano inolvidable.
    Todas estan muy felices… menos Maria.
    ?Que le pasa? Las chicas trataran de encontrar una solucion y se veran envueltas en una arriesgada aventura. ?Conseguiran su sueno de pasar el verano juntas?

  • Cuestion de prioridades de Javier Gimeno

    https://gigalibros.com/cuestion-de-prioridades.html

    Javier Gimeno presenta Cuestion de prioridades al concurso literario de Amazon 2019
    Casi 4000 casos de desapariciones infantiles en EEUU estan sin resolver.
    La doctora Myers no va a permitir que la desaparicion de su hija sea un nuevo caso olvidado.
    Con el firme proposito de encontrarla, acude a Snakeriver, una remota poblacion de Maine.
    La busqueda no sera facil, una ciclogenesis explosiva la acompanara durante la investigacion, ademas de una tormenta de recuerdos y sentimientos enfrentados.

  • La salvaje de Boston de Gloria V. Casanas

    https://gigalibros.com/la-salvaje-de-boston.html

    Boston 1880. Livia Canumil, discipula de las maestras que llegaron al pais de la mano del presidente Sarmiento, decide viajar a Norteamerica. Alli conocera a Jeremias Robinson, un ex boxeador irlandes atormentado por su pasado. La sociedad de Nueva Inglaterra catapulta a Livia hacia un tumulto de ideas novedosas y arroja a Jeremias a un tenebroso mundo de espiritus vengativos. Ambos viviran una gran historia de amor en un marco historico emblematico.

  • Espana sin Rey de Benito Perez Galdos

    https://gigalibros.com/espana-sin-rey.html

    El gran friso narrativo de los Episodios Nacionales sirvio de vehiculo a Benito Perez Galdos (1843-1920) para recrear en el, novelescamente engarzada, la totalidad de la compleja vida de los espanoles --guerras, politica, vida cotidiana, reacciones populares-- a lo largo del agitado siglo XIX. Primera entrega de la <>, ESPANA SIN REY retrata la Espana que sucede al destronamiento de Isabel II, en la que se debaten diversos intereses politicos y dinasticos a traves de una trama novelesca que se entrevera con los sucesos politicos y el debate parlamentario de 1869, en los que se barrunta ya una nueva guerra carlista.

  • Por que fracasan los paises de Daron Acemoglu

    https://gigalibros.com/por-que-fracasan-los-paises.html

    ?Que determina que un pais sea rico o pobre? ?Como se explica que, en condiciones similares, en algunos paises haya hambrunas y en otros no? ?Que papel tiene la politica en estas cuestiones? Que algunas naciones sean mas prosperas que otras, ?se debe a cuestiones culturales?, ?a los efectos de la climatologia?, ?a su ubicacion geografica? No, en absoluto. Ninguna cuestion relativa a la prosperidad de un pais esta relacionada con estos factores, sino que proviene de otro mucho mas tangible: la politica economica que dictaminan sus dirigentes. Son los lideres de cada pais, afirman los reconocidos profesores Daron Acemoglu y James A. Robinson en este libro, quienes determinan con sus politicas la prosperidad de su territorio, y asi ha ocurrido en todos los periodos de la historia, como demuestran en este apasionante estudio.

  • El arrebato de las golondrinas de Josep Capsir

    https://gigalibros.com/el-arrebato-de-las-golondrinas.html

    ?Que harias su tuvieses la oportunidad de matar al asesino de tu mujer?
    Sergio Azorin vio truncada su felicidad diecisiete anos atras. Alguien la rompio bruscamente y desde ese momento su vida se convirtio en un calvario. Ahora las heridas vuelven a sangrar, los viejos fantasmas regresan para atormentarle y ese hombre que tanto dano le hizo debe morir. ?Sera capaz de cometer un crimen a sangre fria? ?Sera capaz de convivir con ello?
    El arrebato de las golondrinas es una historia policiaca, plagada de pasion, de lealtad y de sentimientos encontrados banados en sangre.

  • Lustful paradise de Vanesa Garo

    https://gigalibros.com/lustful-paradise.html

    Adam Evans se reencuentra con Ashley Brown. Pronto descubre que ella ha cambiado. Ya no es aquella mujer recatada y timida con el sexo, sino, una completa experta.

  • Todos mis desastres (Mis desastres 1) de Marta Lobo

    https://gigalibros.com/todos-mis-desastres-mis-desastres-1.html

    Aura se quiere enamorar.
    Aura persigue el amor.
    Aura no lo encuentra, pero se divierte en la busqueda.

  • El emblema del traidor – Juan Gomez de Juan Gomez Jurado

    https://gigalibros.com/el-emblema-del-traidor-8211-juan-gomez.html

    Estrecho de Gibraltar, 1940. En el epicentro de una tormenta, el capitan Gonzalez rescata a un grupo de naufragos alemanes. Cuando cesa el temporal, el cabecilla le obsequia con un emblema de oro macizo. De la conversacion con ellos, Gonzalez no olvidara dos palabras: traicion y salvacion.

  • Mientras siga nevando de Iris Romero Bermejo

    https://gigalibros.com/mientras-siga-nevando.html

    En un ambiente de secretos, asesinatos y misterios, el amor se hara un hueco en los corazones de los protagonistas.

  • Entre los 35 y los 45. La ruptura de Beatriz Curi Chercoles

    https://gigalibros.com/entre-los-35-y-los-45-la-ruptura.html

    Es una novela romantica dirigida a un publico adulto, de facil comprension de lectura, muy dinamica y divertida.

  • Premonicion de Mariano Gambin

    https://gigalibros.com/premonicion.html

    La vispera de los carnavales de Rio de Janeiro es un momento en el que solo cabe pensar en divertirse. Luis Ariosto se reune con Antoinette de Montparnasse en la ciudad carioca para disfrutar de unas vacaciones merecidas. Pero sus planes se ven interrumpidos inesperadamente durante la recepcion al presidente de Rusia de visita en Brasil. Un peligro inconcebible es descubierto por la francesa.Ariosto y Antoinette se convierten en poseedores de un secreto vital por el que los servicios secretos de varios paises estan dispuestos a matar.

  • El diario de una bastarda (Diarios nobles 1) de Maria Isabel Salsench Olle

    https://gigalibros.com/el-diario-de-una-bastarda-diarios-nobles-1.html

    Alice Smith es una bastarda y no soporta que se lo digan. Ha vivido siempre a la sombra de sus perfectas hermanas reconocidas por la sociedad y lo unico que desea es llevar una vida tranquila lejos de las habladurias. Por fin encuentra la paz en Francia o eso piensa hasta que… un hombre muy apuesto y de ojos plateados le hace pedir perdon de rodillas, humillandola en publico.
    Ese sera el inicio de una rivalidad en la que Alice buscara recobrar su dignidad. Sin embargo, lo que no espera es enamorarse en el camino…
    Hugo Silvery es un acaudalado noble de origen ingles que se ha instalado en Francia para dejar correr sus vicisitudes lejos de la reprobacion de su padre. No soporta a la gente de clases inferiores y asi se lo demuestra a Alice, a la que considera poco mas que una campesina, pero no contaba con que ella fuera la mujer mas hermosa que habia visto nunca. Y sera la belleza femenina lo que le hara dificil despreciarla por ser una bastarda.

  • Las manos van al pan de Meg Ferrero

    https://gigalibros.com/las-manos-van-al-pan.html

    --!Perdon! --se disculpo la camarera por el leve empujon propinado sin intencion y paso de largo con prisas, sin esperar a ver si su justificacion era aceptada. !Joder! Menuda educacion. Vale que el estuviera acostumbrado a otro tipo de lugares para comer, pero esto era el colmo. La chica, que habia pasado a su lado dejando un aroma intenso a curcuma, a canela y pudiera ser que tambien a curry, le habia lanzado, de manera literal, el plato a la mesa. Lo curioso habia sido el modo de hacerlo. Habia girado de tal manera la muneca que un plato asi lanzado, sin ese giro, hubiese acabado encima del comensal, pero ella lo habia dejado con maestria justo en su sitio, aunque con un estrepitoso repiqueteo, mientras el plato terminaba de asentarse en la mesa. Quiza fue ese gesto el que lo dejo tan descolocado que ni siquiera fue capaz de decirle a la camarera lo que pensaba de su escasa educacion. Y, encima, el empujon en el hombro. Aunque tenia que aceptar que eso no le habia molestado tanto como le gustaria reconocer. !Menuda cadera! Se giro de forma casi imperceptible para no ser descubierto en su curiosa inspeccion visual. Si, aquella mujer que contoneaba su generoso trasero de forma casi infantil era justo el tipo de muchacha por el que el, en cualquier otro momento de su vida, se hubiese sentido atraido. !Mentira! Se sentia profundamente atraido. Tanto, que su miembro viril comenzo a cobrar vida propia. !Habia que joderse! ?Cuanto tiempo llevaba sin estar con una mujer? Tampoco tanto como para ponerse asi. !Mierda! En otro momento no hubiese dudado en lanzarse al ataque, insinuarse con un despliegue indecente de todos sus encantos, que eran muchos, y conseguir su numero y una cita. Una cita que, estaba seguro, ambos tardarian en olvidar. Y eso con solo ver su silueta de espaldas. Su larga melena rubia ondulada, brillante y sedosa que, hubiese jurado, llevaba recien lavada con un algun champu de rosas, otro olor que lo seducia, llamaba de manera poderosa su atencion. Su ancha y fuerte silueta lo cautivo como hacia tiempo no le sucedia. Siguio mirando un instante mas, tan solo un segundo en el que se permitio volver a ser el mismo de siempre, el hombre que el creia ser, pero desistio al momento ya que la camarera no parecia que se fuese a volver para que el pudiese apreciar su rostro. No queria parecer un imbecil embelesado por una mujer delante del resto de los comensales, que no tardarian en seguir la direccion de su pose y su curiosa mirada. Ataco sin demasiado interes el rapido bocadillo que habia pedido y... sin previo aviso, el cumulo de sensaciones del sabor de aquel mordisco lo dejo sin respiracion. Paro incluso de masticar, con todo el bocado aprisionado en el interior de la boca, para no perderse ni uno solo de los diferentes sabores y aromas que llegaban a sus fosas nasales a traves de su cavidad bucal. !No podia ser! Pero si el habia ido a un bar "de mala muerte" en busca de alimento, mas que comida, en una rapida escapada desde el hospital. ?Quien se iba a imaginar que en un restaurante de menu del dia iba a encontrarse con semejante delicatessen? !Y encima en un bocadillo! Comenzo a masticar, ahora mas relajado, con todos sus sentidos puestos en el interior de su boca. Hasta se permitio el lujo de cerrar los ojos y dejarse atrapar por el instante. !Estaba exquisito! Tenia que apuntar todos los sabores, olores y sensaciones que el bocadillo le estaba haciendo experimentar. Saco de su pequena mochila, con rapidez, una ajada libreta de cuero sujeta por una goma y con innumerables papeles con notas dentro. Incluso se excito con el sonido del "click" de su boligrafo favorito, que era el que siempre daba el escopetazo de salida para alguna de sus creaciones, para algo que el adoraba hacer, para escribir. Y eso mismo fue lo que se dedico a hacer: escribir. Mordia, masticaba con cara de placer, tragaba y escribia. !Echaba de menos su trabajo! En cuanto volviera, esa seria su primera critica. La revista gastronomica para la que trabajaba le habia dado un largo permiso, pero el echaba en falta escribir y conquistar a la gente con sus palabras y piniones. Si, el era un critico gastronomico relativamente famoso. Trabajaba en la revista Tapas, nam,nam magazine, una revista mensual del grupo editorial de revistas como Esquire, Forbes o L'Of iciel. La definian como una revista de estilo de vida y gastronomia dirigida principalmente a foodies y urbanitas adictos a la cocina, de unos treinta y cinco anos y de clase media-alta o alta. !Adoraba su trabajo! Dejo un instante el boli sobre la mesa para atacar los ultimos bocados de su comida y giro la muneca para comprobar la hora. !Joder! Tenia que irse. Se limpio de manera descuidada y recogio todas sus cosas. La sonrisa en la cara, al salir del establecimiento, le recordo por un instante que estaba vivo y le devolvio las fuerzas que necesitaba para continuar. Volvio a girarse para buscar con la mirada a la camarera que le habia dejado, o practicamente arrojado, el plato con aquel bocadillo sobre la mesa. Tan solo pudo apreciar en la distancia su perfil, estaba claro que era lo mas que iba a conseguir evaluar de ella. Tenia que irse, pero ahora sabia donde habia una camarera con rostro desconocido que lo habia embaucado con sus curvas y su olor, y donde podia comerse un bocadillo de cinco estrellas de manera rapida y por unos pocos euros. ?Recordaba la felicidad? Si, ahora si, aunque fuese efimera y en forma de una desconocida con un bocadillo. No era un hombre muy exigente, ?no? Capitulo 2 El hospital estaba casi en frente del restaurante, asi que no tardo mucho tiempo en llegar. Lo dificil era encontrar la habitacion de su hermano. Los hospitales de la capital eran inmensos y, cuando comenzabas a recorrer los pasillos, era como ir de compras a Ikea: entrabas, pero no sabias por donde ibas ni cuando llegarias al lugar deseado. Se ponia malo con todo el trafico de gente de esos lugares, que parecian ponerse de acuerdo en ir en el sentido contrario a su marcha e impedirle llegar a su destino. --!Ya he vuelto! --dijo Carlos entrando a la vieja habitacion donde, por suerte, solo habia otro paciente con un familiar. --!Buenas! --saludo al resto de la gente. --Buenas tardes --contestaron, educados, los demas. --?Por que comes tan rapido? --comento molesto su hermano--. Ya sabemos que me voy a morir, pero no va a ser precisamente ahora, no tienes que ir con prisas a los sitios y volver como si te fuera la vida en ello. Carlos se quedo sin respiracion. ?Por que tenia que morirse? La vida no podia ser una puta mierda tan grande. Su padre acababa de morir de cancer y hacia un ano que lo habian hecho su madre y sus otros hermanos por el mismo problema. ?Seria algo genetico? !Joder! No se podia creer que su hermano lo banalizase de aquella manera. Ademas, todavia no estaba diagnosticado. Aunque todo apuntase a ello, lo habian ingresado para hacerle pruebas y descartar un tumor cerebral. Carlos era el hermano menor de una familia de cuatro hermanos. Habia nacido cuando su madre tenia cuarenta y seis anos, y en aquella epoca a eso se le llamaba "hijo de madre aneja", vamos, que fue el "goma rota" de turno, el error, un fallo de calculo por asi decirlo, ya que sus hermanos ya tenian mas de veinte anos cuando el nacio. Su infancia habia sido muy feliz, de eso no tenia ninguna queja. No habia tenido hermanos, eso si, habia tenido cinco padres. Un poco malcriado si que habia salido, si. Lo unico malo de toda esa infancia llena de dicha, en la que el habia sido el "juguetito" de la familia, era que todos habian sido muy mayores para el y la desgracia se cernio sobre sus vidas cuando el cancer los envolvio como un manto gris del que no se puede salir. No podia quejarse de sus padres, habian vivido muy bien y muchos anos hasta que murieron, pero no podia decir lo mismo de sus hermanos, y menos de Alfredo, el que ahora estaba tumbado en aquella triste cama de hospital. Apenas pasaba los sesenta y no parecia tener muchas esperanzas de un buen pronostico. Habia sufrido demasiado las demas perdidas de su familia y ese era su ultimo familiar cercano vivo. Bueno, estaban sus sobrinos y sus cunadas, pero las muertes de sus hermanos tambien los habian distanciado, amen de la diferencia de edad. --!Quiero estar aqui! ?Vale? --contraataco molesto--. ?Ha pasado el medico? --Pero si hoy no nos va a decir nada definitivo --amonesto con rapidez Alfredo. --Eso no lo sabemos. !Mierda! Esta espera me esta matando... --!No, chaval, me esta matando a mi! --se carcajeo su hermano. --No tiene ni puta gracia --protesto enfadado Carlos. --Si que la tiene, al menos reconocemelo. Alfredo siempre habia sido el mas simpatico de sus hermanos. No es que los demas hubiesen sido malhumorados, pero este era con el que mas afinidad habia tenido, quiza porque era el menor de los tres y el de una edad mas cercana a la suya. Era muy amable y campechano, afectuoso y muy sociable, risueno y siempre bromeaba, aun en las peores circunstancias. Los dos habian sufrido juntos las muertes de sus familiares y Alfredo era el que siempre habia tirado de el. La enfermera que entro en la habitacion interrumpio su conversacion. Hora de las constantes. Era una vieja estirada con la que Carlos no podia, le superaba que "una sota" como ella estuviese en una planta como la de oncologia. ?Se podia ser mas antipatica y desagradable? Lo malo, o lo bueno, segun se viese, de haber pasado tanto tiempo en esa planta era que ya se conocia a todo el mundo. --?Pueden salir los familiares? Ni un triste "por favor" o "?les importaria?". No. Esta entraba y pontificaba. Carlos no la podia ver ni en pintura. Salio de bastante mal humor de la habitacion y se planto en la entrada a esperar. Cuando "su majestad, la reina de Saba", salio de la habitacion sin decir ni una sola palabra, Carlos volvio a entrar y se sento en el incomodo ?sofa?, ?sillon?, ?silla? !?Como demonios se le podia llamar a aquello?! Desde luego, era de todo, menos comodo. Dejo que su hermano durmiera un rato la siesta mientras el aprovechaba para escribir sobre "su bocadillo". Aunque, junto con todo el despliegue de sabores y olores que el bocata le rememoro, se mezclo el deseo por la empleada de generosas caderas. !Joder! Otra vez su miembro viril lo importunaba con sus demandas cuando estaban fuera de lugar. Llego la noche y con ella el cambio de turno. Por fin se iba a ir la petarda de la enfermera de la tarde. La suerte que habian tenido era que tanto su hermano como su companero de habitacion estaban solamente para hacerse pruebas y lo cierto es que las enfermeras no tenian que entrar mucho, ya que los pacientes no precisaban medicacion. Comprobaban constantes y poco mas. El problema real que se le presento a Carlos fue su sorpresa cuando la enfermera del turno de noche entro para preguntar a los pacientes como estaban. Y esta, ?de donde cono habia salido? !Pero si el se conocia a todos los trabajadores de ese hospital! Que tia mas buenorra. !Vaya por Dios, esta no tenia que estar entrando y saliendo! --?Todo bien? --pregunto con voz dulce, mientras se sentaba y acomodaba de manera informal sobre la cama de su hermano y procedia a tomarle la tension de forma manual. !Pero si todas usaban el tensiometro automatico! Vale, no importaba, se supone que de esta manera era una tension mucho mas fiable y exacta, y el podria mientras devorarla con la mirada a sus anchas. Si, tambien se consideraba un experto erudito en el arte de la enfermeria y la medicina debido a todo el tiempo vivido en los hospitales. --Perfecto --contesto Alfredo ante su espectacular sonrisa. Carlos no pudo ni contestar, aunque la pregunta, entendia, no iba dirigida a el. Rubia, con el pelo mas que estirado en una altisima coleta y fuertota, como a el mas le gustaban. Esas mujeres con curvas en las que te puedes perder explorando... !Joder, que tetas! Queria hundir la cara ahi hasta perderse por completo. Y esas caderas anchas, esos muslos fuertes, pero prietos. !Dios! ?Estaria mal si le pedia el telefono? No era una nina, tampoco es que se fuera a asustar, ?no? Calculaba unos treinta y pocos, no veia anillo por sus dedos, aunque eso, en una enfermera, no era indicio de nada. Las buenas enfermeras no llevaban anillos ni las unas pintadas porque era antihigienico y porque se tenian que lavar las manos de forma continua. Si, Carlos sabia mucho de enfermeras, y en el mas amplio sentido de la palabra, ya que habia terminado liandose con alguna que otra. Y esta era una de las buenas. Sus perfectas unas limpias y bien recortadas junto con su accion de tomar la tension manual se lo decia a gritos. !Joder! ?Como iba a saber si estaba casada? Bueno, !a las trincheras! --!Hombre, enfermera nueva! --comento con un enorme despliegue de encanto. !Cono! Menuda mirada de reproche recibio a cambio. Fue entonces cuando se dio cuenta de que, si hablaba, no le dejaria oir la tension. Sus mejillas enrojecieron. ?Alguna vez le habia pasado? !Joder! No recordaba nunca antes un bochorno igual. La enfermera termino y le dirigio una mirada algo sorprendida. --Nueva... en esta planta. --Y volvio a dirigirle la mirada a Alfredo. -- Me llamo Lucia, he visto que estareis por aqui esta semana mientras te hacen pruebas --afirmo con una dulce sonrisa, que hizo que Carlos se removiera incomodo en esa mierda de silla-sillon-sofa--. No te preocupes, ya veras como no es nada y en una semanita estas de nuevo en tu casa. Tomate estos dias como un descanso merecido del trabajo, te relajas, lo disfrutas y ya veras que feliz. --Feliz, lo que se dice feliz... --contesto Alfredo embobado--, no lo se. Y dime tu como se descansa en una cama con estas sabanas que parecen esparto y con esta maravillosa comida que ofreceis. La carcajada de la enfermera dejo pasmados y boquiabiertos a los dos hermanos. ?Se podia ser mas preciosa y espontanea? --!Es cuestion de actitud! --afirmo guinando un ojo, como si le acabase de revelar el misterio del Santo Grial. Y se fue. Se fue sin que ninguno pudiese articular ni una palabra mas. Alfredo miro a su hermano automaticamente y comenzo a descojonarse. --Esta es de las que a ti te gustan, ?eh? Imaginate que de esta mierda conseguimos que por fin sientes la cabeza... Carlos lo miro molesto. --?Pero que sentar ni que sentar la cabeza? A mi dejame de tonterias. --Y bajando la voz, para que no lo oyesen los del al lado le dijo--: !Pero no jodas que no tiene el polvo del siglo! --Vaya que si lo tiene --contesto su hermano entre risas, mientras el otro paciente, espectador de la situacion, se quedaba con dos palmos de narices y sin la tension tomada.

  • Espada auxiliar de Ann Leckie

    https://gigalibros.com/espada-auxiliar.html

  • La Estatua de Sal de Leopoldo Lugones

    https://gigalibros.com/la-estatua-de-sal.html

    Si tuvieramos que cifrar en un hombre todo el proceso de la literatura argentina (y nada nos obliga, por cierto, a tan extravagante reduccion), ese hombre seria indiscutiblemente Lugones. Fue poeta, narrador, critico, historiador, lexicografo, orador y, sin mayor fortuna, helenista y traductor de Homero. (...) Yzur es el primer cuento de nuestra serie, que inaugura en nuestro idioma el genero de la ficcion cientifica. La lluvia de fuego imagina de un modo vivido y preciso lo que pudo haber acontecido en las ciudades de la llanura; tambien La estatua de sal es de origen biblico, pero Lugones enriquece la fabula que todos conocemos con un insolito misterio. Es evidente que el relato Los caballos de Abdera procede del soneto Fuite des Centaures de Heredia; pero no es menos evidente que supera a su modelo. Lugones en Un fenomeno inexplicable relata de un modo llano y pausado un hecho inaudito; en Francesca se atreve a competir con el canto V del Infierno y el hallazgo de esa aventura esta en el tono intimo. Abuela Julieta es uno de los mas delicados cuentos de amor; una de las mejores paginas de Lugones. Jorge Luis Borges

  • Mi duque atormentado de Amaya Evans

    https://gigalibros.com/mi-duque-atormentado.html

    Despues de varios anos de vivir en la escuela de los marqueses de Wilmington, Nancy Taylor asume un cargo imposible: enfermera del duque de Sutland. Sin embargo, a pesar de su enorme deseo por ayudarlo cuando se conocen, sabe que las cosas no seran tan sencillas, pues todo el mundo dice que el hombre es un ogro y vive amargado debido a su condicion fisica. Pero ambos tienen algo en comun; necesitan ser amados.
    De alguna manera, Nancy debe llegar a su corazon y en el camino hacia este, descubrira sus raices y un pasado doloroso, que le daran la fortaleza de luchar por su amor.
    Rupert Stanway, duque de Sutland, es un hombre mal humorado que vive molesto por la mala suerte de haber perdido su pie izquierdo y atormentado por las pesadillas del dia en que eso ocurrio. Pero cuando conoce a Nancy, se sorprende al escuchar su dulce voz y la forma en la que esta lo tranquiliza, de manera que la lleva a su casa para que trabaje como su enfermera. El problema es que ella poco a poco, con su caracter voluntarioso, se mete en su corazon. Pero… ?Podra ella sentir algo por un hombre incompleto?

  • El reloj mecanico de Philip Pullman

    https://gigalibros.com/el-reloj-mecanico.html

  • A Merced del Deseo de Tara Pammi

    https://gigalibros.com/a-merced-del-deseo.html

    Valentina siempre habia creido en la pasion que consumia tanto a Kairos, su marido, como a ella. Hasta que descubrio que su matrimonio no era mas que un frio trato de negocios. A pesar de que entre ellos habia una quimica innegable, ella se nego a permanecer unida a aquel griego despiadado. No obstante, antes de concederle el divorcio, Kairos le exigio que volviera a actuar otra vez como su adorable esposa. Y, cuando se encendio de nuevo la llama de la pasion, Valentina descubrio que estaba a merced de su propio deseo.

  • El Maestro Del Desastre de Samuel Sanaga

    https://gigalibros.com/el-maestro-del-desastre.html

    Perverso. La idea salio como le salen las ideas a todo gentio: por una minuscula probada, como se lo incito ella al entregarse al sendero de las hormonas. Ella, un cuerpo helado por la incertidumbre que le calaba las entranas, encorvada entre esos brazos como un nino pequeno. El, sudando frio, su piel palida, sus ojos enfermizos y vivaces arriba de orificios diminutos, sentia golpecitos en el pecho de adentro hacia fuera, y el darse cuenta de eso le inquietaba mas. La sentia liviana, porque no era la primera vez que la tomaba en sus brazos. Iba a trote, con el temor de escuchar el sonido de otros zapatos que los suyos en medio del silencio criptico. Llego a una esquina solitaria; al frente, a diez pasos, un muro de ladrillos viejos. Giro a la izquierda, fue estirando las piernas cuesta abajo. La humedad ya se sentia debajo de ese tremendo abrigo y tambien debajo de la capucha, una hilacha de liquido corria por la sien. ?Tan poquito has caminado y ya sudas? De tranco en tranco manoseaba la pierna de la chica, y evocaba movimientos frondosos de glorias bajo sabanas; pero las luces de los postes, uno en cada veinte pasos, imponian entornos amarillentos, hepaticos, en la pista de cerro muerto por la que se desplaza, que parecia aumentar de longitud con cada pisada. La adrenalina de hacer lo que hacia le permitia concentrarse mas en las hileras de casas mudas a la izquierda, y el muro de la derecha del estadio la Bombonera, que continuaba hasta terminar la ultima esquina del bullanguero 15 de Enero. El tipo desconocia el aire que deambulaba; por mas que vivio casi toda su vida en Lima, la frialdad era inusual, parecia penetrar desde los resquicios descubiertos de las ventanas oscuras, entre las lenguetas de tierra laterales a las veredas, le calaba la piel erosionada en puntos como gallina, hasta la punta de los mas reconditos bellos de su pulverizada conciencia. ?O es frio o eres tu el que tiembla tanto? Era precisamente la conciencia la que le estaba jugando una mala pasada. Miro al cielo vacio, Hasta la luna no quiere ser testigo de lo que hare hoy. Por la izquierda, a unos cuantos pasos, un gran grupo de piedras de cemento, desmonte de alguna casa remodelandose, quiza la que seguia. Al otro lado a medio metro debajo de la vista, una cabeza pequena, un par de ojos asustadizos, la criatura escualida denoto su olfato con un sonido, rompio el silencio de la madrugada comenzando a ladrar, el sujeto carajeo bajito y maldijo, se alejaba para prevenir muelas sucias en la piel. Sintio cerca del pie una roca de tamano regular y quiso saltarla, uno de los bordes le rasguno un tobillo, el cuerpo de la chica se le vencio al mar de piedras, el cayo apoyado en sus manos arriba de ella como si la protegiera, en posicion de cuadrupedo. Quedo perplejo un instante observandola, Gerald giro un tanto la cabeza, una roca le elevaba por su lado occipital. El tipo sintio dolor ajeno, se reprochaba, !Como llegue a este punto! Se levanto sintiendo hinchazon en las palmas de las manos. Alargando los brazos, quiso recogerla mientras los ladridos lo aturdian; puteo al perro, cogio una piedra y le asesto en pleno pescuezo. Sus ladridos se opacaron y se alejaron al igual que su silueta a la luz de un poste, al profesor le quedo en la cabeza el sonido de la piedra impactando esa piel. Recogio a la adolescente en sus brazos y reanudo la corrida. Su mente maquinaba forzosa, por querer callar la conciencia que brotaba; recuerda ocasiones entretejidas en telaranas, una sobre otra, cuando la perforaba con gusto y todo, sus movimientos, sus melodiosos gemidos bajo su cuerpo, sus temblores, las canciones que canturreaban luego de la accion en un limbo de oscuridad total, juntitos, endiablados, en medio de cuatro estrechas paredes. Quiso recordar mas, pero un sentimiento le golpeo el foco de su atencion; empezo a ralentizar sus pasos. A solo unos cuantos metros de la ultima esquina, el profesor dejo de correr. Quedo inerte un instante, mirando al suelo. Su memoria opera: la vez que se pasearon el parque de La Reserva, el la empujo hacia uno de los chorros que formaban arcos acuaticos cubriendo sus cabezas, emocionados con los reflectores de luz, ambos metiendo las manos en los arcos para lanzarse el agua como ninos; Tambien vino la vez en que ella se asomo al salon del primero C mientras el espectaba desde el pupitre a los uniformados haciendo tareas, se acerco y le dejo en las manos un poema que le habia compuesto, cuyas letras manejadas de su mano, le hicieron sentir un sabor a madurez y verano mezcladas en un solo cuerpo, y no pudo despedirse de el mas que con una estrechada de manos por miedo a que los chiquillos de primero vieran cosas imprudentes; Finalmente le vino a la cabeza la ocasion en que, sentados en un banco de madera labrada, apreciando un grupito de ninos dando vueltas en el centro de una alameda, ella le apreto las mejillas con dulzura como nunca sintio que se lo habia hecho mujer, mirandole a los ojos y susurrando: Te amo. La letra de una cancion de Grupo 5 pasaba por su mente, ?Por que tengo ahora estos recuerdos tan triviales? Todas esas imagenes, siempre con una Gerald sonriente, pudica, le hicieron analizar en como el amorio desequilibrado que vivieron los llevo a perder toda pulcritud; Tanto horror, tanta inconciencia, tanto condenado. Por fin bajo el rostro para verla: la muchacha tenia los parpados cerrados, tan dulce se veia con la carita blanca apegada a su pecho, silenciosa, drogada. Empezo a dudar; con todos los pensamientos de arrepentimiento y empatia que le apesadumbraban, deseaba hacerle algun bien y dejar de pensar --por lo menos por unas horas-- en si mismo y en su hambre de venganza, y la depresion de no volver a sentir -- ?Que cosa?-- el ocio, los bailes, las canciones, sus rodillas, sus muslos, su… !Ya! Carajo, ya se habia invertido mucho tiempo como para pensar en tirar la toalla justo ahora, en la penultima etapa. Aquella voz estridente le persuadio a seguir. Dio tres pasos agigantados. Freno de nuevo, los brazos, las piernas y el torso entero llevaban un temblorcillo que aumenta mientras mas piensa. Miro al frente, la calle despejada. Volvio a avanzar, cruzo el umbral de la reja en la que terminaba el barrio quincineriano, giro en diagonal a la izquierda donde lo esperaba el carro azul, al costado de un terreno baldosado y con cesped, con ciertos banquitos de concreto. Abrio la puerta trasera y acomodo a la chica durmiente en los asientos. Gira la vista, observa el tramo de la pista que va en subida, Tanto me he demorado en esa poca calle. Dejo a la adolescente con el cuerpo estirado y cerro la puerta. Acerco la muneca izquierda y apreto el boton de la luz. Eran las tres. Froto las palmas de las manos por los ojos y parte del rostro. La observaba recostada sobre su lado izquierdo. La piyama solo consistia en una camiseta rosada y un pantaloncillo plomo y delgado, y penso nuevamente en que Esto pudo haber terminado mejor. Giro la vista a la derecha, un misero pedazo de cesped del terreno baldosado. Sacudio la cabeza y las manos para darse valor. Entro al vehiculo y giro la llave. Tremulo, arranco a gran velocidad. II --Claro que esos sentimientos llegan cuando estas mas hundido, para terminar de fregarte --Ricardo hablaba senalando hacia abajo con la vista. Tenia apariencia trasojada, como si no hubiera dormido la noche anterior. Gerald cruzo los brazos sobre la carpeta. --Ya hasta hablas como filosofo... o, mejor dicho, pretendes hacerlo --respondio. --Tu no tienes enamorado, ?no, Gerald? --Stefany pregunta, dejo de maniobrar el lapicero azul y manoseo su barbilla. --No. --Geraldine es una intelectual, cualquier mequetrefe no estara a su altura --afirmo Ricardo palmeando la carpeta y sonriendo. Gerald permanecio seria. --No es que sea sobrada, simplemente no me da la gana. --Lo que pasa es que eres un poco alzada, Gerald, no lo niegues --dijo el companero bromeando; abajo de su barbilla, se lucia el lapicero al lado de una letra mayuscula escrita en el cuaderno. Lo tomo, observo su cobertura negra. --Que no soy alzada. --Si lo eres, se te nota en los ojos. --Eres mal educado --reprendio Stefany--, no sabes expresarte con amabilidad a una chica. --Soy directo, mujer. --Te apuesto que nunca tuviste enamorada. Gerald oprimio la punta con tinta haciendo el punto final al parrafo. Dejo caer al lapicero sobre el cuaderno. --?Tu crees en el amor? --Stefany le hablo apoyando la cara sobre sus manos. --Yo creo que ese... ese manojo de emociones... florece... en la juventud. Stefany junto los parpados. --Oye, ?que te has fumado? --Nada que te importe. --No necesitas decir cosas elegantes a cada rato. Gerald apoyo la nuca en sus manos, mirando hacia el techo. Los amorios no la preocupaban, preferia pensar en su ninez, ?Te acuerdas? Tu cabello era olitas diminutas, y tu mentecilla se preocupaba en juegos libres, caricias, ganarles las canicas a los ninos, los malditos ponies que nunca te compraron, en vez de preocuparte en rellenar cuadernos, presentar tareas ineficaces, escuchar a tus companeros hablar estupidez y media. Ella baja la vista para observarlos: sus palabras son ausentes a sus meditaciones, dos ojos masculinos hundidos arriba de pomulos redondos, casi una senal de depresion, una voz dulce; la companera de al lado, robustita, lentuda, intercambiaba palabras como no lo hacia con muchos. Los uniformados de todo el sitio se prestaban a socializar; el profesor, estrabico de sus actividades, sentado en su pupitre, ojeaba un cuaderno y una hoja se caia para un lado, tenia cuadraditos rellenos de numeros diminutos, y Gerald se preguntaba de que color eran esas notas, Mas rojas que azules, de seguro. Giro la cabeza a la izquierda y miro a los demas; unos copiando la tarea de la pizarra, otros, tan ajenos al texto, intercambiaban frases y abrian grande la boca, tan profunda como un tunel, y los ojos, como si no pareciese que se estan riendo de lo sucia que esta la falda de una companera, otro se burla senalando al alumno que apoyaba la cabeza y los brazos sobre la carpeta, muerto en suenos, delante de ella. Dejo caer los brazos a los costados. Nunca hizo falta las presiones atolondradas ni los castigos risibles de ineficaces padres para que mantuvieras buena posicion en los puntajes ?no, Gerald? Eres de las muchachas que poco se encuentra, y que poco se conoce, y con el soporte social de conversar con muchos y amistarte solo con algunos cuantos. En sus pensamientos mas comunes idealizaba que nadie podia negar lo atractivo y lo presentable de su fisionomia, un par de ventanas cristalinas con dos pelotitas negras brillosas, con apariencia de piedad, y en medio una nariz regular y lisa, como la tez blanca. De lejos, parecia que su rostro llevara una forma casi redonda, pero su mirada era de las que pronosticaban a la primera impresion un gesto de pureza, armoniosa con la personalidad esbelta que demostraba. Se acordo del consejo de alguien, que solo le hacia falta lentes para combinar lindura e intelectualidad, pero ella aborrecia la idea. "Las personas que usan lentes son muy intelectuales". Gerald puso las cejas pesadas, ella conocio a personas de erudicion que no necesitaron mejorar la apariencia con un par de vidrios, y lo confirmo al mirar a la derecha, en el grupo de cuatro carpetas mas cercano a la puerta, El Duro lanzaba a sus companeros repulsivas babosadas y mentadas de madre, llevaba puesto un par de ojos adicionales como apariencia de "intelecto"; tambien giro al sentido contrario para divisar, en el otro grupo, a la companera que hoy se puso en la vista un par de lunas con monturas rosadas y pensaba lo mismo que sus companeras le decian: "Se te ve lindo", "Te asienta". Gerald la miro bien, !?te asienta?! No pudo evitar que salga un sonido risueno. --Tonta-- el pensamiento salio literalmente de su boca. Miro a su costado, Stefany escribia concentrada, no la escucho, parece. Volvio a poner las manos tras la nuca, relajandola. Ricardo ha levantado la vista para verla. Ella percibe a su companero por el rabillo del ojo, se formula la duda si le esta viendo los pechos o si esta mirando hacia otra direccion. Dirigio el iris hacia el, el muchacho bajo la mirada al cuaderno donde transcribia. --Se ve que escribes muy rapido, Gerald. --Ella ha devuelto la vista al techo. --Asi es. A dos carpetas de distancia, Jorge, un palillo alagado, torcido, con la piel de un matiz oscuro, la miraba de reojo a su izquierda. Jugaba con un D.N. I. ajeno en una mano, leia el apellido Castillo. --Maldita --susurro entre dientes. --Oye, tu si te pasas. --Aurelio se acomodaba el cordon amarillo que se le caia del hombro. Estaba riendo. --De que cosa. --Angello le miraba con ojos vivos. --Lo de hacer una de esas jugadas. Pero seria bacan, ?no? --Si, pues, tenemos que hacerlo. --Verdad, la profesora de historia dejo tarea ?no? --dije yo. --Creo que si --dijo Aurelio, y siguio el tema-; pero no hay maestro mas jodido que Paul. ?Te contaron lo que hizo en el bano? --En el bano pasa de todo. Claro. --El tiene tino para eso. --Si, ?no?, ese huevon revento una rata-blanca en el water, ya te imaginaras como salio la aguita marron como volcan --dijo Angello, la risa se le salia atorada, y sus ojos se ponian mas chinos. Los tres saliamos del salon despues que la campana del recreo habia sonado, ya medio salon habia desaparecido. Nos ibamos al bano. --A mi me han contado que dos anos antes, uno de quinto se grabo cagando encima de una carpeta. --!Ja, ja, ja! --Y fue en el salon donde estamos ahora. Yo los escuchaba casi sin hablar mucho, el pasillo no tenia mucha gente que estorbaba el paso, hasta llegar a donde queriamos. El bano tenia una reja nueva, observamos las losetas limpias y celestinas del lavadero de un lado, antes eran de un color blanco falso, porque parecian con manchas amarillentas de tanto uso. Cuando entramos los cuadritos de losa estaban tan nuevos que hasta reflejaban las caras. Se veian mejor a comparacion de antes, cuando los banos de los hombres estaban en el segundo piso y no habia ni puerta, un marco de fierros oxidados rodeaba la entrada, y algunos de los bloques donde estaban los inodoros no tenian ni puerta. --Me gustaria hacer algo mejor que eso --dijo Angello mientras se acercaba a una puertilla y la abrio. --!Oigan, oigan, miren aqui! Angello ?Te refieres a esto? --Aurelio senalaba el inodoro y nos acercamos a mirar. Al fondo de la tasa en medio de la aguita repugnante, habia un DNI enmicado y con la cara de una chica en la parte frontal. Rieron mas fuerte que antes. --Ella no es.... --No jodas. --Ella no es... --!Esa es Gerald! alaaa, esto es literalmente la prediccion del futuro --dijo Angello. --Pues, si sigue siendo como es --dijo Aurelio. --?Como "es"? --dije yo. --!Ah, perdon, Ricardo! no debi decirlo contigo aqui. --Aurelio me tocaba de un hombro y luego se tapaba la sonrisa con la mano. En el recreo, ha llevado una silla cerca a la puerta, y sentada, observaba el desfile desorganizado de jovenes de todas las clases y tamanos, y le distraen de sus pensamientos dos criaturas enanas que parecian saltar delante suyo a toda prisa como crias de chivo. Los nuevos que entraron a secundaria siguen pareciendo ninos, ?no?, y que feo, Gerald, estos mocosos parecen ser mas vivos de lo que eramos el C en primero. Por andar correteando casi le arrancan los audifonos que estan colgando del cierre de su casaca, que reproducen una cancion a bajo volumen. Se los pone a los oidos. Entrelazadas como canasta, dos de sus companeras van tomadas del brazo al quiosco, igualitas como la mayoria del colegio: las vastas de las faldas cuatro dedos mas subidas de la rodilla, los cuellos de la camisa sin abotonar, bordeadas por una especie de culebras oscuras y largas, y los monos que no estan detras de la cabeza sino arriba en la coronilla, deformes, informales, sujetos con un cole de distintos colores, ?De donde salio esa moda tan lacra? Quiza nunca lo sepas, Gerald; para ti las vacaciones ya terminaron, fueron dos semanas pequenisimas, solo una interrupcion a diez meses de rutinarias ensenanzas, un pequeno viajecito a provincia, para visitar a los primos, unas cuantas vueltas a la Lima jodida, y de vuelta seis horas y media adentro de esta cazuela pintada de azul, casi todos los dias, acompanada de chibolos excentricos y estrabicos que se creen de lo mejor, aunque para algunos de ellos, las vacaciones nunca terminan. El timbre ha sonado y ella prefirio meterse sin comprarse algo para el estomago. El recreo duro veinte minutos y hacia falta cinco para que todas las cabezas dejen de chapar en los sitios oscuros, los hombres dejen la pelota y todo el mundo se encuentre en el aula. Los del quinto C entran mas despacio, porque parece que el profesor de fisica no llega todavia. --Y eso que el es puntual --ha dicho Saltachin--. Hoy toca fisica ?no? --?Ya no te acuerdas? --le dijo El Duro-- Mejor si no viene. Ambos estiran las piernas por el pasillo, se alejan del salon, pero grande es su sorpresa al ver llegar a una mujer de contextura regular, de cabello corto color rubio artificial, y usando un par de ojos adicionales con monturas doradas y redondas como un reloj de pendulo. --Mierda, alla esta Elia. --Ah, que pesada.

  • La conspiracion de las sombras de Rodrigo Munoz Blazquez

    https://gigalibros.com/la-conspiracion-de-las-sombras.html

    Ricardo Tierno es un brillante inspector de homicidios, cuyos servicios como agente del bien llegan a requerir importantes asociaciones internacionales, pero sin ningun tipo de protocolo social.
    En el Madrid de un futuro cercano, Cupido, un asesino en serie, al que hay que capturar. Ricardo tiene como nuevo companero a Carmelo Blazquez, una persona brillante y candida con quien choca en muchos puntos, pero coinciden en los realmente importantes.
    Fruto de esta convivencia nace una amistad en la cual al genio se le contagia la humanidad y, al hombre, la genialidad.

  • Warlock de Rachel Rp

    https://gigalibros.com/warlock.html

    Aldara es una humana simple a la que le han arrebatado a quien mas amaba, se lo llevaron sin mas, ella no dudara en ir a buscarlo aunque le cueste su libertad.
    Duxlan va a convertirse en el proximo rey de Alfoz 1 y debera elegir a las humanas simples que se convertiran en sus fuentes de energia. Se presentan todo tipo de mujeres, pero hay una que le ha llamado especialmente la atencion. Una que no parece estar interesado en el. Pero eso va a cambiar, y el se encargara de ello.

  • Con los ojos del cielo de Andrea Valenzuela Araya

    https://gigalibros.com/con-los-ojos-del-cielo.html

    Robert Price es un respetado medico. A sus treinta y siete anos la vida lo ha golpeado duramente, arrebatandole lo que mas ama, su querida esposa Sofia fallecida hace un ano.
    No hay hora o momento del dia en que los recuerdos consuman cada parte de su ser al rememorar el accidente que lo cambio todo y que a tan solo cinco meses de matrimonio lo marco definitivamente, y para siempre.
    Con este tragico suceso comienza la historia que lo llevara a comprender que la vida continua, que todo camino por el cual ha transitado ha sido debidamente planificado por su propio destino; que todas las cosas tienen su razon de ser y que por mas cruel que pueda ser la vida, siempre habra una luz de esperanza que esta aguardando para brindarte una mano, pero que en su caso podria llegar a ser algo mas que eso.
    Porque...
    ?Aun puedes continuar despues de haberlo perdido todo?
    ?Todavia crees que nada ni nadie podra cambiar tu destino?
    Y... ?Aun crees que estas solo?

  • El color que no existia de Fran Pahino

    https://gigalibros.com/el-color-que-no-existia.html

    El color que no existia es la historia de la fuerza de la constancia, de como luchar por los suenos de cada uno y mantener una fe tan poderosa e intensa que nos situara al borde de la locura al contemplar lo que la ciencia y la razon tratan de imposible.

  • El secreto de Lena de Clarisa Ligarde

    https://gigalibros.com/el-secreto-de-lena.html

    “Un thriller psicologico que te sorprendera”.

  • Mas Alla Del Fin Del Mundo de Julieta Valdes

    https://gigalibros.com/mas-alla-del-fin-del-mundo.html

    Avanzamos tierra adentro y cuando paramos, se formo alrededor del camion una nube de polvo. Bajamos el equipaje, yo cargando con la mochila y mama arrastrando una maleta mas ancha que ella. Hubo quizas unas veinte paradas antes que nosotros, cada pasajero podia bajarse a su antojo haciendole una simple senal al chofer. No habia paradas, solamente caminos y siguiendolos con la vista descubria la silueta de algunas casas, alejadas de todo. Fue un schock haber dejado la ciudad y su amontonamiento de casa, oficinas y edificios, para llegar a este lugar donde apenas se podia distinguir un par de casas en la inmensidad del campo. El polvo se aquieto, el autobus ya se habia alejado y quedamos las dos, mama y yo, en este lugar donde no se veia mas que una gran extension de tierra, arboles y colina abajo un lago que reflejaba la luz del sol. Suspire. Esto era como llegar al fin del mundo, pero peor porque de ahora en adelante tendriamos que vivir ahi. Pregunte: – ?Estas segura que es aqui? Y mama contesto con una inclinacion de la cabeza y una sonrisa, como contestaba ultimamente a mis preguntas ironicas. Maldije entre dientes a la abuela por legarnos semejante lugar y a papa por haber muerto y habernos dejado sin nada, pero ya mama se encaminaba por un sendero que subia. Era un camino estrecho y empinado por el cual las ruedas de la maleta iban atascandose, era un sendero mezcla de arena y piedras, un sendero al que no le habian dado mantenimiento y que la hierba volvia a invadir. Yo miraba a la izquierda y a la derecha y me preguntaba donde estaba el pueblo y donde habria una oficina del correo. Habia dejado atras mis amigos de toda la vida, mi escuela, mi calle, mi casa y sentia la necesidad de ponerme a escribir. Quejarme con ellos de este nuevo hogar y esperar noticias de alla. Si seguian los mismos maestros, que habian hecho durante el verano, si la directora seguia siendo una bruja imposible. Y todo lo demas que no podria saber ni preguntar porque de ahora en adelante mi vida se llevaria a cabo del otro lado del mundo. Divagaba pensando en las cartas que iba a escribir y a quien y quien seria la primera de mis amigas en contestarlas cuando la cabana se alzo frente a mis ojos. Era una construccion de un solo piso, de piedra y madera, y podria haber salido de una postal hasta que abrimos la puerta y nos recibio un olor a moho, a madera humeda y una sala de muebles desvencijados: un sillon que solia ser cafe estaba perdiendo su color y cuando me quise sentar en el reposet me hundi y levante polvo. Habia telaranas y mama se apresuro en abrir las ventanas, entro un aire fresco, propio de la montana y me espante al imaginar el frio de las noches. – Tiene que haber cobijas en algun lado. - me dijo mama como si pudiera leerme el pensamiento. – Voy a buscarla, tu puedes escoger el cuarto que mas te gusta. Era un poco presuntuoso hablar de elegir mi cuarto porque en realidad solo habia dos opciones, un cuarto grande y con papel tapiz de flores que debia haber sido de la abuela y me daba un poco de terror, y otro mas sencillo que debia ser un estudio y cuarto de invitados que tenia paredes en azul cielo, un escritorio y una ventana que daba al valle y al lago. Deje mis cosas y me sente sobre la cama, comprobe que no estaba tan mal y me deje caer para ver al techo. Esta era mi nueva realidad y no habia mucho que podia hacer al respecto. Podia haber guardado mi ropa, pero lo deje para mas tarde y tuve antojo de un vaso de leche y ver la tele. Esto me hizo pensar que no habia visto una television en ninguno de los cuartos, recorri toda la casa, me fije en cada rincon de la sala, pero no vi el aparato, tenia que asegurarme: – Mama, ?no hay television? - grite bastante histerica. – Creo que no. Tendremos que preguntar en el pueblo si las antenas llegan hasta aqui. – Si, por supuesto, esto era lo unico que faltaba. Vivir en un pueblo mugriento con polvo, borregos y nada mas. Me tire sobre el sillon y retuve las lagrimas. No sabia si estaba triste, enojada, o ambas cosas. Queria, sobre todo, culpar a alguien de mi desgracia, pero solo estaba mama que ya estaba encargandose de limpiar con agua los muebles y a la que no podia culpar, ya habia cargado con todo lo de papa, luego lo de la abuela, y ahora la mudanza; no estaba para lidiar ademas con una prepuberta encaprichada, ya veria como hacerle con lo de la television. Me puse a ayudarla, tomando otro trapo para ir quitando la capa de polvo a los muebles y ella dijo: – Bueno, no hay television, pero tengo que ensenarte algo. Al lado del cuarto de mama habia una recamara mas pequena con uno de esos sillones reclinables y estanterias de piso a techo. Cada nivel estaba cubierto de libros: pequenos, medianos y grandes, de piel y de papel rigido, nombres y nombres que desfilaban ante mi. La pequena biblioteca, a diferencia de la casa, estaba impoluta. No me habia podido traer todos mis libros de la ciudad, era imposible y descubrir este cuarto era como entrar a un paraiso. De inmediato fui recorriendo los estantes y leyendo el nombre de los volumenes, habia algunos titulos que conocia, pero muchos que eran una novedad para mi. Habia novelas de misterio que databan de los anos cincuenta y que tenia cubiertas como posters de peliculas antiguas, habia novelas de ciencia ficcion y habia clasicos, empastado y con las letras doradas. Mama debio haber emparejado la puerta lentamente porque cuando voltee ya no estaba y no volvio a llamarme hasta que llego la hora de cenar. La tarde paso en un suspiro, siempre he tenido fascinacion por los libros, desde pequena y el sillon estaba tan comodo que uno no necesitaba pararse. Supuse que habia atardecido cuando me levante para prender la luz, sin soltar el libro que estaba en mis manos y me encontre con los ojos color avellana de mama asomados a la puerta, y ella me recordo que todavia habia que comer y acomodar nuestras pertenencias. – Tu abuela pasaba mucho tiempo en este cuarto. – Yo tenia un recuerdo bastante borroso de la abuela. Recordaba que me hacia comer cosas que no me gustaban y mas adelante que llevaba una mascara para ayudarla a respirar. Ahora, tambien ella habia muerto y escuchar hablar de ella me hacia sentir acompanada. Mama me conto como era periodista y habia vivido en unos anos donde no era facil ser mujer, estar divorciada y mantener a sus hijos. Me conto que sus libros favoritos eran de ciencia ficcion y que, si buscaba bien, debia de encontrar tambien en algun rincon los cuadernos que se habia propuesto transformar en una novela que nunca habia terminado. Mi nueva recamara tenia una boveda y una cama con un colchon suave, todo en tonos azules. Habia traido conmigo mi ropa, mis peluches favoritos, mi diario; lo que cabia en una maleta. Trataba de no recordar demasiado la casa que habiamos dejado atras ni tampoco todas las cosas que habiamos tenido que vender. En un par de meses la vida habia cambiado por completo y con un suspiro acomode una foto de los tres: papa, mama y yo; una foto tomada en el jardin donde yo vestia mi traje de bailarina y los dos me abrazaban. Mama me habia comprado antes de irnos unas calcomanias en forma de estrellas que podian pegarse a la pared y brillaban en la noche. Las acomode sobre la boveda y puse la ropa en los cajones y en el armario. Por la ventana podia verse el lago y, a un lado, las tejas de otras casas, cada una separada de la otra por varios kilometros. Esto era tan distinto de nuestra ciudad donde todas las casas del barrio estaban pegadas unas a otras y donde los vecinos se saludaban cuando salian, porque a fuerza de vivir pegados conocian el nombre y la historia de todos y cada uno. Antes de acostarme redacte una larga carta para mi mejor amiga donde me quejaba amargamente de haber sido expulsada a la ultima frontera del mundo en un lugar donde solo vivian borregos y algunos leneros (no tenia idea si eran leneros, pero algo tenia que contar y esta era la idea que me hacia de las personas que habitaban las otras cabanas). Asi llene tres cuartillas, ida y vuelta de puros reproches. No le dije que desde mi ventana el lago se veia hermoso ni que la luna se reflejaba en el. Tampoco le hable de mis estrellas que contemple durante largo rato porque no queria llorar. No queria aceptar que estaba triste, de lejos era mejor estar enojada y me quede dormida. En los dias siguientes, descubriria que tan distinto era vivir mas alla del fin del mundo. CAPITULO 2 Al dia siguiente mama me acompano hasta la oficina de correo, caminamos unos cuarenta minutos para llegar al pueblo, pero el dia estaba despejado y los paisajes hermosos. El pueblo no era mas que un par de calles y las tiendas con los esenciales, pedi los timbres y el encargado se inclino hacia mi. Tenia un bigote muy poblado y al igual que los demas hablaba cantadito: – La pequena se parece mucho a la abuela, ?verdad? – Eso dijo, nada mas, y mama se rio y me guio hasta la salida. La frene de la manga: – ?Es cierto? ?La abuela paso mucho tiempo aqui? ?Tu tambien? Veo que conoces a mucha gente. ?Por que yo no conocia el lugar? Acribillada por mis preguntas, mama me llevo a tomar un chocolate caliente, a la unica cafeteria que daba al lago y tenia mesas adentro y afuera, mucha madera y el mejor chocolate caliente que he probado en mi vida rematado de una generosa cantidad de crema chantilly. Mis nervios se iban calmando mis nervios y mientras yo enfriaba el espeso liquido, mama hablo; tiene una voz suave y puede hablar mucho tiempo sin que nadie se aburra. No lo hacia a menudo, pero cuando se decidia a contar una historia cautivaba la atencion de cualquiera. Durante su relato, miro mucho por la ventana hacia el lago y de vez en cuando me acariciaba la mano como para hacerme saber que estaba consciente de mi presencia. – Este lugar es un santuario, Isabelle, un refugio para mujeres podria decirse. Tu abuela se enamoro muy joven de un hombre que estaba por casarse, era un matrimonio de conveniencia, pero el tenia que cumplir y ellos nunca pudieron estar juntos. Entonces tu abuela partio y estuvo en muchos paises andando y trabajando. Luego, encontro este lugar y en el supo que podria curarse y volver a vivir. Solo leia y escribia y asi se recuperaba. Cuando por fin volvio al mundo no tardo en hallar marido y me tuvo a mi. Tu abuelo al igual que tu papa nunca se entero de la cabana. Era un secreto bien protegido y yo habia venido de soltera, a veces con tu abuela, a veces sola. La abuela paso muchos meses cuando ya no trabajaba intentando escribir un libro que nunca acabo. Por mi lado, yo tambien estuve aqui unas semanas, recien terminada la carrera de farmacologia para escoger que iba ser de mi futuro. Como te decia este es una especie de lugar sagrado al que no podia llevarte porque aun no era tiempo y porque tu papa no debia enterarse. – Entonces, ?es una cabana secreta, mama? – Es un lugar magico. Ojala tambien para ti funcione la cabana y las dos podamos curar nuestras heridas antes de regresar al mundo. Es verdad que cada dia te pareces mas a la abuela: eres terca como una mula y sabes ser muy ironica. Trataremos de hallar un retrato o una foto para que pueda ensenarte como era tu abuela de joven. Hasta quizas, algun dia, escribas un libro. ?Quien sabe? Por el momento, debemos de preparar tu regreso a la escuela y puedes aprovechar estas semanas para conocer el lugar y familiarizarte con los caminos. Nada dijo de papa ni de la falta que nos hacia a las dos, pero comprendi que el dolor era de ambas y casi agradeci no estar en un lugar donde tuviera que recordarlo todo el tiempo. Nos fuimos del cafe abrazadas y siguiendo su consejo me fui al bosque a hacerme amiga de mi nuevo hogar. – Te vere en casa. - le dije a mama y ella me sonrio antes de emprender el camino de regreso. A un costado del pueblo estaba la entrada con varios senderos para caminata, uno de los caminos el que indicaba ser el mas corto iba a dar a un claro y en centro del claro una gran piedra, contra ella me recargue para descansar de la caminata y ahi, por primera vez desde hace unos meses, pude llorar a gusto, lejos de las miradas y hasta perder el aliento. Cuando volvi mama tenia preparada una sopa de cebolla, mi favorita, y comimos las dos a la luz de unas velas que encontramos en un cajon de la cocina. Mama dijo que habia encontrado un baul con algunas fotografias y tambien un retrato. Aunque la sopa estaba deliciosa me apure lo mas que pude y hasta lave mi plato. – Lista, ya podemos ver el baul.- Mama que no habia terminado se rio y termino su sopa a toda velocidad. Nos acercamos al baul, era verde con puas de metal, estaba rodeado por agarraderas de cuero y cuando lo abrimos se escapo un olor a humedad. Era como desenterrar un tesoro. Adentro habia cajas de piel con alhajas y tambien varios albumes. Habia fotografias en sepia que la verdad daban un poco de miedo. Estaba mi abuela y tambien sus padres vestidos de negro. Luego, habia unas mas recientes donde aparecian mi mama y la abuela juntas y era cierto, las tres teniamos un parecido imposible de negar. Tambien habia unas fotos de mama cuando era muy pequena y tenia un copete horrendo y hacia cara de puchero. Me rei mucho y le hice un poco de burla por las muecas. – Es porque no te acuerdas como era tu de pequena- me dijo en son de broma. Al final, en el fondo del baul desenterramos un retrato hecho a lapiz donde aparecia la abuela con una cara muy seria, estaba de medio perfil con una camisa de lino aunque el retrato se enfocaba sobre todo a la cara. Sus rasgos eran los mios, la misma nariz delgada, la boca pequena en forma de corazon y la mirada. Me impresiono la semblanza y senti tristeza de no haber conocido mejor a la persona de quien, quizas, habia heredado mas de lo que sospechaba. Acompanando el retrato se encontraba un fajo de hojas, tecleadas en maquina de escribir, atados con una cinta de seda. En los margenes habia anotaciones en lapiz, correcciones imagine y mama parecio reconocer la letra: – Esta debe ser la novela de la abuela. Las cartas y el resto de lo que pudo escribir me pidio que lo quemara asi que eso es lo que queda. Lo puedes leer si te interesa. No tuvo que repetirlo dos veces. Esta misma noche, me lleve el legajo a la cama y con ayuda de la lamparita de buro fui descubriendo el manuscrito hasta que el alba empezo a despuntar y la luz se hizo camino por la ventana. Desperte hacia el medio dia y todavia me faltaba bastante por leer. Sin embargo, mama habia elaborado otros planes para nosotras. Una cesta con comida me indico que ibamos a pasar la tarde fuera y, a reganadientes, abandone el libro. En el pueblo, que para entonces ya habia apodado El Fin del Mundo, pasamos a la tienda principal que tambien era la unica. El negocio era atendido por una pareja en sus cincuentas y era como un super mercado con todo tipo de cosas. Vendian desde el periodico, la leche, pescado, carne y medicinas. Los estantes de metal estaban repletos. La duena del local nos explico: – Cuando el invierno llega, muchas veces la carretera queda cortada y mas vale estar bien surtidos. Puse una cara de preocupacion terrible. ?Que queria decir esto? Estariamos completamente cortados del mundo, la idea era espantosa pero la gente del lugar no parecia estar preocupada, debian de estar acostumbrados, pero yo pasaba de una sorpresa a la otra. Mama compro dos canas de pescar y tambien unos anzuelos que por fortuna era de plastico. Habia visto los recipientes de plastico donde guardaban moscas verdes y lombrices, algo que no estaba dispuesta a agarrar con las manos. Descendimos hasta el lago que de cerca se apreciaba mucho mas grande que desde la ventana. En un banco de arena nos acomodamos y mama me enseno a lanzar el hilo, amarrar los anzuelos y a fijar la cana en la arena. – Mama, eres toda una exploradora de la naturaleza. - le dije, sinceramente impresionada porque no habia visto a mi mama mas que en su bata de trabajo o adentro de la casa, ella me guino un ojo. Una vez que estaban en posicion me quede parada pensando que de inmediato iba a sacudirse la cana y tendria un jugoso pez en la linea, pero mama saco de la canasta una novela y se acomodo en el suelo: – ?Y ahora que? - pregunte un poco desperada. – Ahora nada. Hay que esperar, pero ya vendra, mientras puedo leerte algo si quieres. Me sente y ataque el salami que teniamos guardado mientras mama iba leyendo Mujercitas, uno de mis libros favoritos. De vez en cuando la historia se ponia muy tensa y entonces mama se mordia el labio inferior antes de continuar, un tic que ha tenido desde que tengo memoria. Yo vivia suspendida de su voz y de las hermanas que habitaban esa casa. A la mitad, hizo una pausa para descansar y tomar agua, quiso saber como avanzaba el libro de la abuela: – ?No lo has leido? – era extrano que ella no lo hubiera hojeado. – No, tu abuela me platico que estaba escribiendo, pero nunca quiso ensenarme nada asi que preferi dejarlo en paz. – Es bastante raro, habla de una vieja leyenda y de una isla olvidada donde las mujeres tienen poderes magicos. Algo pasa y el personaje principal tiene que abandonar su mundo para irse a vivir a la isla. Mama estaba viendome sin parpadear, parecia sacudida por mis palabras y no entendia muy bien que podria haberla perturbado. Pronto nuestra platica quedo interrumpida porque mi cana empezo a moverse y ladearse hacia adentro del lago. Entre las dos corrimos a sostener la cana y jalamos del torniquete un pez que media lo que mis dos manos juntas y que agitaba sus escamas, reflejando el sol. Estaba muy bonito y entre mas lo miraba menos podia pensar en comermelo. Mama estuvo de acuerdo conmigo y lo liberamos en el agua. Dio un salto y se alejo soltando burbujas. Me senti aliviada: – ?Que vamos a cenar? – Ya haremos crepas- mama se encogio de hombros y regresamos a la cabana. En la noche, mama me platico que habia un colegio en una ciudad cercana. Ahi podria terminar mi ultimo ano de secundaria. Tomaria un camion por las mananas y el mismo me regresaria en las tardes. – ?Te sientes lista para volver, Isa? - sabia que mama estaba inquieta y que no sabia si podia volver despues de lo de papa, pero me sentia lista, tenia miedo, pero tambien queria volver a la normalidad. – Lo estoy, Ma, te lo prometo. - la abrace. Todavia me separaban varias semanas antes del regreso a la escuela y dividi mi tiempo entre largas caminatas y estancias prolongadas en el estudio que se habia vuelto mi cuarto favorito. Termine el libro de la abuela y me parecio bastante bueno. Quien sabe por que no se habia animado a ensenarlo a otras personas o publicarlo. El pais del que hablaba era tan fantastico, tan diferente que me dieron ganas de conocerlo. Una tarde estaba tratando de alcanzar uno de los estantes mas altos de la pequena biblioteca, habia arrimado la silla y sobre la silla habia puesto un cojin y ahi estaba en un equilibrio precario balanceandome para poder agarrar un volumen grueso, de pasta marron, que me parecia especialmente atractivo. En algun momento las patas de la silla perdieron su punto de balance, intente retenerme de los libros y de la madera, pero el resultado fue que cai contra el suelo sepultada por varios manuscritos.

  • 10 dias para navidad de Carmen Amil

    https://gigalibros.com/10-dias-para-navidad.html

    Christine se encuentra, de repente y sin saber muy bien como, regentando una casa rural en un pueblo de las montanas. Debido a una mala experiencia, ha perdido el espiritu navideno. Hasta que aparece Jaime, que parece empenado en conseguir que Christine vuelva a creer en la Navidad. Tiene un plan para cada uno de los diez dias que le quedan en el pueblo, pero… ?conseguira que Christine recupere su pasion por estas fiestas?

  • La frontera de Don Winslow

    https://gigalibros.com/la-frontera.html

    La explosiva y mas que esperada conclusion de la trilogia Cartel.

  • Despues de ver (Nada mas verte 2) de Mhairi Mcfarlane

    https://gigalibros.com/despues-de-ver-nada-mas-verte-2.html

    En Nada mas verte, aquel que desaparecio de su vida regreso… pero ?que sucedio despues?
    Una vez juntos, luego se separaron. Rachel y Ben vivieron muchos altibajos hasta llegar aqui. Ahora, juntos y enamorados otra vez, todo lo vivido les parece que ha valido la pena.
    Sin embargo, cuando alguien que habia desaparecido de la vida de ambos vuelve a aparecer, los problemas regresan. ?O no? ?Seran, al final, felices para siempre?

  • Nunca en la escalera de Maureen Johnson

    https://gigalibros.com/nunca-en-la-escalera.html

    ?Donde buscas a alguien que en realidad nunca esta?

  • Mapamundi de Christophe Paul

    https://gigalibros.com/mapamundi.html

    Cuando Natalia le dice a su amiga Zi, que desde hace dos dias unos hombres estan vigilando su calle camuflados en un coche, los acontecimientos se precipitan. Escapan milagrosamente de un secuestro y huyen sin saber por que. Una huida hacia lo desconocido, en la que se mezclan un enigmatico mapamundi robado, la sombra del emperador Alejandro Magno y poderosos intereses…

  • Un poder turbio de Mario Saez

    https://gigalibros.com/un-poder-turbio.html

    Dean Saunders , un especialista informatico con un gran prestigio y una mente descomunal, se ve involucrado accidentalmente como testigo de la desaparicion de un cadaver, penso que nadie lo habia reconocido o sospechado de el. No podia estar mas equivocado. De la noche a la manana, su vida cambio radicalmente. Todo aquello por lo que habia luchado se convirtio en cenizas. La huida era su unica opcion si no queria cruzarse con una muerte segura. Nada mas lejos de la realidad. Gracias a un aliado que se cruzo en su camino, a su coraje y gran determinacion iba a demostrar todo lo contrario. Dean no se iba a quedar con los brazos cruzados. Su fin no era desaparecer, tenia otros planes para cambiar el rumbo de su vida. Para bien o para mal, solo el destino se encargara de juzgarlo….

  • El coleccionista de sonrisas de Raquel Rodrein

    https://gigalibros.com/el-coleccionista-de-sonrisas.html

    Una tranquila localidad del condado de Fife, Escocia, se convierte en el escenario de una triste tragedia que sacude a todo el pais. Dos anos mas tarde, Sam Hamilton continua sumido en una profunda depresion, ha abandonado su trabajo y logra encontrar cierto alivio a su pena a traves de la pintura. Hasta que una manana recibe una llamada que vuelve a derrumbar su mundo.
    Olivia Muriel viaja a Edimburgo con motivo de una oferta laboral y con el objetivo de cerrar un capitulo de su vida. La ruptura con Duncan Murray, el hombre por el que estuvo dispuesta a cambiarlo todo, le ha dejado un inconsolable vacio y muchas preguntas. En busqueda de respuestas empieza a escarbar en los recuerdos y descubre un pasado del hombre a quien amaba que desconocia. Frustrada ante tantas incognitas, esta dispuesta a llegar hasta el final con todo el dolor que ello conlleva.
    ?Y si la persona que amas no es quien dice ser?
    Olivia tendra que remontarse muchos anos atras para desenterrar secretos que Duncan jamas le revelo.
    Un conmovedor relato sobre esas personas que dejaron una huella en nuestras vidas y la verdad que nunca nos contaron.

  • La invasion del pueblo del espiritu de Juan Pablo Villalobos

    https://gigalibros.com/la-invasion-del-pueblo-del-espiritu.html

    Trece mil ochocientos millones de anos despues del nacimiento de nuestro Universo, en una ciudad del poniente, dos amigos inmigrantes enfrentan una crisis vital. Max acaba de perder su restaurante porque el propietario no le ha renovado el contrato de alquiler; Gaston debe dormir a su perro, Gato, diagnosticado con una enfermedad terminal. Max se encierra en el local del restaurante a vegetar, mientras Gaston deambula por las paginas de esta novela intentando rescatarlo. El cierre del restaurante no es mas que otro signo de la imparable transformacion del barrio, que inquieta

  • Planes de Boda de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/planes-de-boda.html

    Emma Emerson despues de salir a toda prisa de su pueblo natal en Texas, tiene que lidiar con su nuevo jefe. Malhumorado y sin sentido del humor, Kaine la vuelve loca. Literalmente. Asi que decide con su futura suegra que tiene que casarse con el.

  • En mi camino de Bea Melworren

    https://gigalibros.com/en-mi-camino.html

    Helena vive ?su vida? No, en realidad no es suya, sino de su madre, que con una gran habilidad consigue manipularla a su antojo.

  • Mensajes desde el infierno de Meg Gardiner

    https://gigalibros.com/mensajes-desde-el-infierno.html

    Dos asesinatos. Las victimas llevan la firma del Profeta, un psicopata calculador que hace veinte anos sembro el terror en la bahia de San francisco y luego desaparecio. Aquel asesino en serie destruyo al padre de Caitlin Hendrix cuando era una nina. Ahora ella es policia y no piensa dejarle escapar. Aunque para ello tenga que asomarse al abismo.

  • Mi error fue enamorarme del novio de mi hermana. Parte 1 de Moruena Estringana

    https://gigalibros.com/mi-error-fue-enamorarme-del-novio-de-mi-hermana-parte-1.html

    Jenna siempre se ha sentido diferente. Con sus diecinueve anos no aparenta mas de quince y para eso no ayuda mucho su despreocupado aspecto. Hija de un importante empresario nunca se ha sentido a gusto en sociedad. No encaja en ese mundo. Su mundo es la pintura, le encanta perderse en su cuadros y plasmar la belleza que solo ella es capaz de ver.

  • Donde enterre a Fabiana Orquera de Cristian Perfumo

    https://gigalibros.com/donde-enterre-a-fabiana-orquera.html

    Verano de 1983:
    En una casa de campo en la Patagonia, a quince kilometros del vecino mas proximo, un prestigioso politico despierta en el suelo. No tiene un solo rasguno, pero su pecho esta empapado en sangre y junto a el hay un cuchillo. Lo ultimo que recuerda es que viajo hasta alli para pasar un fin de semana con Fabiana Orquera, su amante. No se imagina que ya nadie volvera a verla. Ni viva, ni muerta.
    Treinta anos despues:
    Nahuel, un periodista sin pelos en la lengua, ha pasado casi todos los veranos de su vida en esa misma casa. Cuando encuentra alli una vieja carta que plantea una serie de enigmas para llegar a la verdad sobre la desaparicion de Fabiana Orquera, Nahuel sabe que tiene en sus manos la historia del ano. Sin embargo, al descifrar el primer acertijo recibira un golpe muy bajo que solo da lugar a una interpretacion posible. Hay alguien dispuesto a impedirle a toda costa que responda la pregunta que lleva treinta anos flotando en el aire frio de aquella inhospita parte del mundo.
    ?Que paso con Fabiana Orquera?

  • Rescate en Berlin (Amor y Guerra 2) de Alexis J. Regnat

    https://gigalibros.com/rescate-en-berlin-amor-y-guerra-2.html

    Estar “quemado”, tampoco iba a resultar tan malo para el capitan en la reserva Anthony Daylight Strieber.
    Ya no podia volver a primera linea del servicio britanico de “los informadores”. Era un hombre de treinta que llevaba mas de doce anos sin un solo dia de descanso en su trabajo. Ser el instructor y entrenador de futuros agentes, era un trabajo agradable, le hacia compartir sus vastos conocimientos y ejercitarse a diario fisicamente, con jovenes con muchas ganas de luchar.

  • La Elegida del Vampiro de Gema Perez

    https://gigalibros.com/la-elegida-del-vampiro.html

    Adam tiene toda la eternidad por delante.
    Dalila, a sus 20 anos, solo unas decadas.
    Adam ya no siente ilusion por nada.
    Dalila aun esta descubriendo el mundo.

  • Un trocito de cielo para Nathan Littman 1 de Andrea Adrich

    https://gigalibros.com/un-trocito-de-cielo-para-nathan-littman-1.html

    El dia que el gerente del Eurostars, el hotel mas lujoso de Madrid, anuncia que un importante empresario norteamericano se va a alojar en la suite ejecutiva principal del hotel durante un mes, Daniela, la camarera de pisos que se va a encargar de atenderlo, intuye que va a ser un mes muy largo.
    Nathan Littman es un hombre dificil, reservado, intimidante, rodeado de misterio; con muy mal genio y con una reputacion de insufrible que lo persigue alla donde va. Pero lo que no saben es que es un hombre que vive atormentado por el dolor y la culpa de un pasado que lo ha convertido en una persona altiva y solitaria.
    Si ya Nathan Littman es dificil de tratar, todo se complica aun mas cuando sale a la luz la verdadera razon por la que se hospeda en el hotel, y que no es simplemente un cliente mas del Eurostars.

  • Madame B de Sandrine Destombes

    https://gigalibros.com/madame-b.html

    Una ultima revision general y Blanche Barjac podria cerrar la puerta del piso. Ya habia acabado con las manchas que quedaban y estaba impaciente por volver a casa. Le dolian los hombros y estaba convencida de que se le habian pelado las rodillas de estar toda la noche agachada. Habia tenido que cambiar la alfombra y la disposicion de los adornos, pero en general se sentia bastante satisfecha. Tenia que empezar a hacer deporte cuanto antes. Todos sus musculos se lo pedian a gritos. Adrian ya la habia advertido. A partir de cierta edad, ese trabajo se convertia basicamente en un desafio fisico. Pero Adrian tenia setenta y seis anos, y todo lo que decia parecia en mayor o menor medida un consejo de sabio, asi que Blanche se habia acostumbrado a escuchar solo lo que le interesaba. Tendria tiempo para pensar en la artrosis y el reumatismo. Iba a cumplir treinta y nueve a finales de ano. Lo unico que necesitaba era hacer un poco de ejercicio. Desde hacia unos meses, Blanche habia empezado a separar residuos. Ella misma llevaba las bolsas de basura, recicladas y reciclables. Era su toque personal. Implicaba algunas gestiones mas, pero al fin y al cabo cada uno debia poner un poco de su parte. Por supuesto, siempre quedaban algunos desechos inclasificables, sobre los que Blanche no habia encontrado ninguna indicacion en internet o que simplemente no podia tirar. Por lo general, dejaba que Adrian se ocupase de ello. Con cuarenta anos de experiencia a sus espaldas, la eficacia de sus metodos habia quedado mas que demostrada. El habia intentado transmitirle todo su saber, pero Blanche preferia que se reservase algunos secretos. Sabia que, mientras aun tuviera cosas que ensenarle, el viejo hombre permaneceria a su lado. Blanche cerro con cuidado para no dar un portazo al salir. El propietario le habia asegurado que en esa planta no vivia nadie mas, pero la discrecion siempre era de rigor, sobre todo a altas horas de la noche. Por mas que llevase ropa neutra y fuese con la cabeza gacha en todo momento, la carretilla plegable llena de bolsas de colores era lo bastante llamativa para que alguien pudiera recordarla, llegado el caso. Sin embargo, tenia un punto a su favor. Nadie se fijaba en una senora de la limpieza. A lo sumo, algun testigo podria recordar la estatura o su aspecto a grandes rasgos, pero jamas seria capaz de describir su rostro con precision. En el ascensor que la llevaba al aparcamiento, Blanche reflexiono sobre su vida y su profesion. Hasta el momento su trabajo era irreprochable, pero ?por cuanto tiempo mas? Adrian ya no era joven, y sin el tendria que dejarlo. Con el dinero que habia ahorrado podria mantenerse unos cuantos anos, pero ?que haria en su dia a dia? Su madre habria sabido encontrar las palabras para calmarla, pero ya no estaba, y desde hacia un tiempo la echaba muchisimo de menos. Apreto las mandibulas varias veces. No era el momento ni el lugar para ponerse a dudar del futuro o rememorar el pasado. Aun tenia un arsenal de cosas por hacer antes de enviar las fotos del resultado. Le llevaria como minimo una hora de viaje llegar a casa de Adrian, sin contar la parada en el vertedero. Despues tendria que examinar la informacion que contenian el ordenador y el movil que habia rescatado en el piso y hacer capturas de pantalla de lo que considerase relevante antes de destruir a conciencia ambos dispositivos. Y aun faltaria quemar los ultimos indicios y su propia ropa antes de poder disfrutar de un desayuno en familia bien merecido. Ser limpiadora requeria cierto rigor y Blanche Barjac era una de las mejores. 2 Hacia una semana que Blanche esperaba pacientemente un nuevo encargo. Habia vuelto a su estudio de la rue Halle, en el distrito XIV de Paris. En cualquier otra parte se habria pasado los dias caminando arriba y abajo, pero alli el techo abuhardillado no le permitia dar mas de cinco pasos seguidos. Habia aprovechado el obligado descanso para poner sus documentos en orden. Oficialmente, Blanche se comprometia a eliminar todo rastro de sus intervenciones. Una vez cumplida la mision, los clientes no tenian nada que temer. Estaba en juego su propia reputacion. Adrian incluso le habia dejado una frase preparada por si le preguntaban sobre el tema. Pero Adrian tambien la habia advertido acerca de la precariedad laboral del sector y la necesidad de tomar ciertas precauciones. Aparte de obligarla a abrir un plan de ahorro al inicio de su carrera profesional, el viejo hombre le habia ensenado como cubrirse las espaldas. No se trataba de chantajear a nadie, sino de tener un seguro de vida. Si llegasen a detener a uno de sus clientes, Blanche necesitaba poder recordarle hasta que punto era imprudente implicarla. Por eso conservaba con sumo cuidado un souvenir mas o menos incriminatorio de cada mision: el arma del crimen, una fotografia, un mensaje… No era una decision premeditada, pero hasta la fecha sus grandes limpiezas siempre le habian permitido hacerse con algun elemento inculpador. Los objetos los almacenaba Adrian en su cobertizo, y Blanche se encargaba de digitalizar y archivar lo demas en su ordenador. Una base de datos le facilitaba tener los expedientes actualizados. Blanche acababa de rellenar la ficha 92 y se preguntaba que sentiria cuando llegase a la numero 100. Puede que se regalase un viaje para celebrarlo. Sonaba con conocer Argentina, pero siempre encontraba alguna excusa para posponerlo. En realidad, Blanche era incapaz de alejarse de Adrian. Era un pilar para ella, su protector. Desde hacia un tiempo la animaba a que se distanciase un poco, a que pasase unos dias sin contactar con el. Sin embargo, el resultado era poco convincente. Blanche habia vuelto a morderse las unas y se olvidaba a menudo de tomar la medicacion. Este ultimo argumento habia sido mas efectivo que ningun otro, asi que Adrian la esperaba a ultima hora del dia. Mientras tanto, Blanche ocupaba el tiempo como podia. Catalogar el ultimo encargo que habia hecho no le llevo mas de media hora. Era un caso clasico de limpieza que no habia exigido demasiado trabajo. A un hombre de negocios casado y con dos ninos se le habia ido la mano con el trabajador sexual que habia recibido en casa mientras su pequena familia disfrutaba de la nieve en Courchevel. Su primera reaccion fue llamar a su abogado, quien le aconsejo los servicios de RecureNet & Associes.

  • Los discipulos de Baco de Daniel Garcia Gimenez

    https://gigalibros.com/los-discipulos-de-baco.html

    La investigacion sobre unos asesinatos relacionados con el mundo del vino llega a manos de una agente de policia. El encuentro con un confidente la embarcara en una carrera que esta obligada a ganar sin conocer quienes son sus oponentes. Un mafioso ruso, una arqueologa furtiva, el archivero de la catedral de Barcelona, una rubia enigmatica, un antiguo oficial nazi, un sicario de mirada tierna y un enologo crapula cruzan sus caminos con un objetivo unico: descubrir el secreto oculto en una botella de vino centenaria.

  • El mejor de los pecados de Mario Benedetti

    https://gigalibros.com/el-mejor-de-los-pecados.html

  • La senora Fletcher de Tom Perrotta

    https://gigalibros.com/la-senora-fletcher.html

    Eve Fletcher es una mujer divorciada de poco mas de cuarenta anos que vive en una tranquila ciudad de Nueva Jersey. Ahora que su hijo se acaba de ir de casa para empezar la universidad piensa que ha llegado el momento de dedicarse un poco mas a si misma, de aprovechar todo el tiempo que tiene a su disposicion. Eve se apuntara a un curso universitario sobre <>, donde conocera a gente de lo mas variopinta, se obligara a cultivar nuevas amistades, descubrira la pornografia en internet y las aplicaciones de citas, y hara cosas que meses atras le hubieran parecido inconcebibles. Mientras, Brendan, su hijo, se dara cuenta de que su idea de lo que seria la peripecia universitaria estaba completamente obsoleta y de que la vida en el campus esta muy lejos de los estereotipos que habia imaginado. En esta novela, Tom Perrotta -uno de los escritores norteamericanos con mas talento para captar la placida existencia suburbana- construye una divertidisima satira sobre la vida actual, un certero e ingenioso fresco sobre el sexo, el amor y la identidad en el siglo XXI.

  • Una esposa obediente (Novias Del Oeste 1) de Amaya Evans

    https://gigalibros.com/una-esposa-obediente-novias-del-oeste-1.html

    Tiempo Presente --Tierra llamando a Ellie--dijo alguien a su lado. Era su hermana, que estaba ese dia acompanandola en la floristeria. -- ?En que pensabas? --Solo agradecia lo que tengo--le dijo sonriendo. -- ?No te gustaria ser la duena de este sitio?--le pregunto senalando con su mano todo a su alrededor. Ellie se rio--Claro que si tontica, pero ahora me conformo con estar administrandolo. --No veo la hora de que podamos trabajar juntas en la floristeria. -- ?De verdad te gustaria?--no se imaginaba a su hermanita en una floristeria, la veia mas con un salon de belleza o una tienda de ropa. Siempre la veia pendiente de su atuendo, comprando cosas de maquillaje y mirando canales y revistas de moda. -- !Claro!--hablo emocionada--siempre he querido trabajar contigo en un sitio que sea de las dos. --Pero si estas estudiando Peluqueria, ?como vas a tener una floristeria? --Podemos tener algo que incluya las dos cosas ?No te parece? --Umm, no lo se...ya veremos, primero necesito que termines esa carrera. --No falta mucho y mientras te sigo ayudando aqui--se acerco a ella--hablando de otra cosa, tengo algo que decirte. -- ?Que sera?--la miro con ojos entrecerrados. Conocia bien a su hermana y sabia que habia hecho alguna travesura. --Es que ayer estaba con mi amiga Wendy en el mall y vimos un local, donde hay una agencia de novias. -- ?Si?--he escuchado de esos sitios, que locura que haya gente que se presta para eso. --No me parece nada malo, de hecho hay gente que no tiene mucha vida social y es por eso que van alli. De hecho... yo entre. -- ?Que tu hiciste que? --Lissi, tu no necesitas estar en un sitio asi, eres una chica joven, tienes amigos y Dios sabe que tienes una agitada vida social. --Si, es verdad, pero es que yo no fui alli por mi, fui por ti. Un silencio sepulcral se hizo en el local. Luego de un minuto Ellie le pregunto con cierto temor--: Era para ayudar a alguien, me imagino. --Si, era para ayudarte a ti. -- ?Pero es que te has vuelto loca? Yo nunca he dicho que necesite un esposo o novio. --No lo dices, pero se que necesitas una vida amorosa. Estas muy sola hermana y no quiero verte asi. --Pues da la casualidad de que no necesito nada de eso y me haces el favor y vas a ese sitio y sacas de alli todo lo que tenga que ver conmigo. --Pero Ellie. --Ya te lo dije, no quiero saber nada mas de eso--se alejo furiosa de alli y entro a la bodega. Lissi, se dio la vuelta y salio furiosa tambien por haberle dicho a su hermana, mejor se hubiera quedado callada y no se habrian peleado, ahora tendria que ir a ese sitio a cancelar todo. Dias despues... --Ellie, tienes una llamada--le dijo una de las trabajadoras del lugar. --Ya la tomo--estaba terminando de atender una clienta. Un momento despues llego a la oficina-- ?Bueno?--contesto la llamada. --Buenas tardes, hablo con la senorita Ellie Drum. --Si, con ella habla. ?En que puedo ayudarla? --Habla con Madeleine Crawford. Hemos recibido su perfil hace unos dias en nuestra agencia matrimonial y tenemos algunos buenos prospectos para usted, de hecho hay varios caballeros interesados. --Disculpe--interrumpio a la mujer, antes de que siguiera hablando. Yo no he dado permiso para que mi perfil este en su agencia. -- ?Perdone? Creo que no entiendo. --Si, es que mi hermana fue la que llevo mis datos y me inscribio alli, pero yo no he dado mi consentimiento para eso. --Me apena mucho escuchar eso. Somos una agencia muy seria y no estanos acostumbrados a este tipo de incidentes. No se como pudo pasar, ya que por lo general necesitamos la firma de la persona para que podamos hacer todo esto. Le pido disculpas por el inconveniente. --No se preocupe, solo necesito que quiten mi perfil de su agencia, de hecho le dije a mi hermana que lo hiciera, pero veo que no me hizo caso. --No se preocupe, lo haremos inmediatamente. De todas formas, le pido el favor de que pase por la oficina de la agencia para que la conozca y de paso pueda ver con sus ojos que eliminamos su nombre de nuestra base de datos. --Pues no lo se...la verdad estoy algo ocupada. La mujer insistio--sera solo un momento, le aseguro que no tardara nada y en cambio podra quedar tranquila sabiendo que usted misma vio como sus datos se eliminan y quedan seguros. --Bien, tratare de pasar esta misma tarde un momento. ?Podria por favor enviarme su direccion en un mensaje de voz a mi celular? -- Muy bien, asi lo hare. La estaremos esperando. Que tenga un buen dia. En la noche, Ellie, fue a la dichosa agencia, que estaba bastante lejos de donde trabajaba, todo estaba oscuro y penso que no habia nadie. Seguramente ya era muy tarde y no se iban a quedar esperando hasta que ella fuera. Cuando se daba la vuelta para irse, escucho un ruido desde adentro y vio una luz, que venia de una oficina. Que raro, penso haber visto que esa oficina estaba oscura. Una mujer sonriendo se asomo--Buenas noches. --Buenas noches, soy Ellie. -- ?Como estas querida? Soy Madeleine. Estamos en obras y parece que se ha quemado un fusible y nos ha dejado a oscuras. Sigue por aqui--le dijo ensenandole el camino. Llegaron a una oficina bastante bonita con fotos de varias parejas en la pared. Habia algunas vestidas con ropas como del oeste e incluso habia unas vestidas con ropas de la edad media. Que extrano--penso. --Esas son fotos de parejas que se han conocido en la agencia--dijo emocionada--No me canso de mirarlas y pensar en que esta agencia ha ayudado a tantos a conocer el amor de su vida. --Me imagino que eso la hace feliz--dijo tratando de disimular si incomodidad ante el hecho de que ella no queria estar alli, ni tenia intencion de aparecer en una de esas fotos con cara de pastel. --Bueno, linda. Vamos a ponernos manos a la obra, quiero que llenes este papel y me des tu firma. Miralo detenidamente para que veas lo que dice, alli estas dando consentimiento para eliminar tus datos de nuestra agencia. Ella lo leyo y estuvo de acuerdo. Luego de firmar, la mujer la dejo sola un momento y le dijo que ya volvia. Ella se quedo viendo nuevamente las fotos un rato, hasta que se oyo un estruendo y la oficina quedo totalmente a oscuras. !Grandioso! ?Ahora como diablos saldria de alli? -- ?Hola? ?Hay alguien alli? Senora Crawford--llamo. Nadie le contesto. Comenzo a sentir frio y decidio salir de alli para ver que pasaba. Abrio la puerta y se encontro con que afuera si habia luz y habia una especie de cuarto antiguo. Dio unos pasos por curiosidad y la puerta detras de ella se cerro y ante sus ojos aterrados, desaparecio sin dejar evidencia alguna, de haber estado alli. Donde antes estaba la manera de salir de alli, habia una solida pared y la puerta de esa habitacion, ahora estaba del otro lado. --Pero... ?Que diablos sucede aqui? Madeleine, esto no es gracioso. Senora hagame el favor de dejarme salir de aqui--grito alto--Oh Dios, y ahora ?Que podia hacer? ?Esa mujer era una loca? Miro hacia todos lados y se asomo a la ventana. Habia mucha vegetacion, pero mas adelante el terreno se veia arido. Habia una especie de carreta vieja y un caballo pastando muy cerca. Salio de alli, para encontrarse con una enorme bestia que se le tiro encima haciendola gritar. -- !Auxilio! !Esta cosa va a matarme, alguien que me ayude! De repente, la cosa encima de ella se retiro y un hombre aparecio frente a ella-- ?Que demonios hace usted en mi casa? -- ?Quien es usted? ?Donde esta la senora Madeleine?--miro para todos lados, encontrandose con un perro enorme, que parecia un lobo y que la miraba con curiosidad. -- ?Quien es Madeleine? --La senora duena de la agencia, estabamos hablando y se fue la luz. Todo quedo a oscuras. Lo siguiente que supe es que estaba aqui--volvio a mirar al perro--Esa bestia deberia estar amarrada, puede matar a alguien. --Mire, senorita--le dijo de una forma como si lo dudara--No se quien es usted y que quiere, pero le agradezco que salga de mi casa, antes de que deje de portarme como un caballero. Ademas esta bestia es mi perro, se llama Goliat y lo unico que hacia era saludarla, porque afortunadamente le cayo bien. No quiero decirle lo que puede hacer con un extrano en la casa. Ella se sintio tonta--Muy bien, entonces debo agradecer a Goliat que no me haya matado--dijo mirando al perro con ojos entrecerrados--. En cuanto a irme, no puedo hacerlo. ?Que quiere que le diga? la agencia matrimonial estaba aqui hace un momento. -- ?Agencia? --Si--lo miro como si fuera idiota.

  • La Cabana_ Donde la Tragedia Se de Wm. Paul Young

    https://gigalibros.com/la-cabana-donde-la-tragedia-se.html

    Cuando la imaginacion de un escritor y la pasion de un teologo se fecundan entre si, el resultado es una novela del orden de La cabana. Este libro puede ser para nuestra generacion lo que El viaje del peregrino fue para la de John Bunyan, su autor. !Asi de bueno es! Eugene Peterson, profesor emerito de teologia espiritual, Regent College, Vancouver, B.C. Mientras leia La cabana me di cuenta de que las preguntas que se despliegan en esta cautivadora novela eran preguntas que yo llevaba muy dentro de mi. Lo maravilloso de este libro no es que ofrezca faciles respuestas a preguntas abrumadoras, sino que te invite a acercarte a un Dios de misericordia y amor, en el que encontramos esperanza y sanacion. Jim Palmer, autor de Divine Nobodies (Nadies divinos) La cabana es una invitacion unica en su genero a viajar al corazon de Dios mismo. En medio de mis lagrimas y exclamaciones de jubilo, fui realmente transformado por la amorosa piedad con la que Wm. Paul Young levanto el velo que tan a menudo me separaba de Dios y de mi mismo. Con cada pagina, los complicados sies y noes que distorsionan una relacion hasta convertirla en religion eran arrasados, conforme yo comprendia al Padre, el Hijo y el Espiritu por primera vez en mi vida. Patrick M. Roddy, ganador del Emmy como productor de ABC News Envuelta en creativa brillantez, La cabana es espiritualmente profunda, teologicamente iluminadora y vitalmente impactante. La recomiendo al maximo. Por cierto, estamos regalando ejemplares de la novela que es de dar gusto. Steve Berger, pastor de Grace Chapel Leipers Fork !Por fin una novela sobre el encuentro de un hombre con Dios, poseedora de integridad literaria y audacia espiritual! La cabana traspasa los cliches tanto de la religion como de la mala literatura para revelar algo bello y rotundo sobre la danza integral de la vida con lo divino. Esta historia se lee como una plegaria: como el mejor tipo de plegaria, llena de sudor y maravilla y transparencia y sorpresa. Cuando la lei, me senti en comunion con Dios. Si este ano lees una obra de ficcion, que sea esta. Mike Morrell, zoecarnate.com Una excepcional pieza literaria que te lleva directamente al corazon y naturaleza de Dios en medio del angustiante sufrimiento humano. Esta increible historia te retara a considerar la persona y el plan de Dios en terminos mas amplios de los que sonaste jamas. David Gregory, autor de Dinner with a Perfect Stranger (Cena con un perfecto desconocido) La cabana cambiara para siempre tu manera de pensar en Dios. Kathie Lee Gifford, coanimadora de Today Show (Programa de hoy) de la NBC Pense de verdad que este libro era un libro mas. Creanme, amigos: !no lo es! Cuando aparecen los carros alegoricos, por lo general los dejo ir. Pero en el caso de La cabana no solo me he subido al carro, sino que ademas no dejo de pedirle al conductor que se detenga para recoger a todos mis amigos. No recuerdo cuando fue la ultima vez que un libro, y mucho menos una obra de ficcion, tuvo tal impacto sanador en mi vida. Drew Marshall, conductora de radio, The Drew Marshall Show Si Dios es todopoderoso y esta lleno de amor, ?por que no hace algo con el dolor y el mal en nuestro mundo? Este libro responde esa antiquisima pregunta con sorprendente creatividad y asombrosa claridad. Con mucho, uno de los mejores libros que yo haya leido en mi vida. James Ryle, autor de Hippo In the Garden (Hipopotamos en el jardin) Seductor, con giros que desafian nuestras expectativas mientras nos ensenan eficaces lecciones teologicas sin condescendencia. Yo estaba llorando para la pagina 100. No podras leerlo sin involucrar tu corazon. Gayle E. Erwin, autora de The Jesus Style (El estilo de Jesus) Este libro va mas alla de ser la novela bien escrita llena de suspenso que es, y que te obliga a dar vuelta a la pagina. Desde la muerte de nuestro hijo Jason, el Senor nos ha guiado hasta un reducido numero de esos libros que cambian la vida, y este es el primero de la lista. Cuando llegues a la ultima pagina, habras cambiado. Dale Lang (rockcanada.org), padre de un estudiante muerto en el tiroteo de Columbine La cabana es una hermosa historia de como Dios sale a nuestro encuentro en medio de nuestras penas, atrapados por las desilusiones, traicionados por nuestros propios supuestos. El nunca nos deja donde nos encontro, a menos que insistamos. Wes Yoder, Ambassador Speakers Bureau La creatividad e imaginacion de La cabana te cautivaran, y antes de darte cuenta estaras experimentando a Dios como nunca. Las intuiciones de Wm. Paul Young no solo son cautivadoras, sino tambien biblicamente ciertas y fieles. No te pierdas esta transformadora historia de gracia. Greg Albrecht, director de Plain Truth Magazine (Revista La Pura Verdad) !Su libro es una obra maestra! Hay lagrimas en mis ojos y un nudo en mi garganta. Solo puedo pensar en quienes deberian leer sus palabras, y estoy convencida de que cada persona que lea este libro tambien conoce a otras necesitadas de sus palabras.

  • Sumisa de tres minotauros (Sumisas 4), Saray Gil Diaz de Saray Gil Diaz

    https://gigalibros.com/sumisa-de-tres-minotauros-sumisas-4-saray-gil-diaz.html

    Krystal trabajaba para Malik como empleada de hogar, entraba y salia de la mansion cuando queria, mientras que no le molestara demasiado a el no le importaba, hasta que llegaron los senores minotauros, tres imbeciles que llenan la casa de preservativos y le ponen un horario absurdo lleno de exigencias. Pero lo malo llega cuando incumple las normas del mundo de los cambiantes, junto a una amiga se adentra en uno de los locales secretos donde ellos tres la encontraran y arrastraran hacia un mundo de placer, pero alguien los vigila y quieren arrebatarsela.

  • Una semana contigo (Una semana contigo 1), Monica Murphy de Monica Murphy

    https://gigalibros.com/una-semana-contigo-una-semana-contigo-1-monica-murphy.html

    Fable no ha tenido una vida facil. Tiene dos trabajos y es quien se encarga de cuidar a su hermano pequeno. A pesar de ser una chica preciosa e inteligente, siempre acaba saliendo con chicos que no le convienen y solo buscan divertirse un rato con ella.
    Drew no solo es uno de los chicos mas populares y la estrella del equipo de futbol, tambien es el chico mas guapo de toda la universidad.
    Cuando Drew le pide a Fable que finja ser su novia durante una semana ninguno de los dos se imagina que las mentiras puedan dar paso a algo mucho mas real.
    Pero todo el mundo guarda secretos, y Drew tiene mas de los que le gusta reconocer. ?Conseguira Fable averiguarlos todos?

  • Dos hermanas de David Foenkinos

    https://gigalibros.com/dos-hermanas.html

    La nueva novela del autor mas versatil de la literatura francesa y <> (J. Ernesto Ayala- Dip, Las Provincias), con tres millones de lectores y quince premios literarios.

  • Dulce e irresistible (Tal y como eres 1) de Andrea Munoz Majarrez

    https://gigalibros.com/dulce-e-irresistible-tal-y-como-eres-1.html

    La autora de Charlotte Beverly y Alguien especial nos presenta Dulce e irresistible, el primer libro de su bilogia romantica Tal y como eres.