• libro la ultima bala - Juan Jose Revenga

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    Traficantes de armas, guerrilleros en todo el mundo y los principales carteles mexicanos de droga son los protagonistas de este ensayo ficcionado. Conoceremos los entresijos del narcotrafico de la mano de uno de los capos mas importantes y mas buscado, el capo del cartel del golfo; o a traves del famoso secuestrador <>, un criminal que estuvo al mando de una red criminal con los mas altos estamentos de la policia mexicana e incluso politicos en su nomina, entre otros.

  • LA ULTIMA BALA | JUAN JOSE REVENGA | Casa del Libro

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    Traficantes de armas, guerrilleros en todo el mundo y los principales carteles mexicanos de droga son los protagonistas de este ensayo ficcionado.

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  • LA ÚLTIMA BALA: Las entrañas del narcotráfico en México

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    Ver todos los ejemplares de este libro. Descripción. Nuevos Condición: Nuevo Encuadernación de tapa blanda. 23x15 cm. 288 pp. Traficantes de armas ...

  • Sucedio en Likanantai de Adela Pilowsky

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    Un pobre pueblo minero. Tres generaciones de una familia. Una vida colmada de secretos.

  • Hecho con amor de Lorraine Coco

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    ?Que ocurre cuando dos personas destinadas a encontrarse son con como el agua y el aceite? Fuertes, intensas, decididas… Dos volcanes a punto de erupcion. Poppy y Liam vienen de mundos muy parecidos, pero han decidido que sus vidas transcurran por caminos muy diferentes. ?Tendran el destino y Cupido los mismos planes para ellos

  • Torbellino de Joan A.

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    --!Punto de ajuste! --Llamo, incapaz de mantener el regocijo infantil de mi voz. Martin me mira con el ceno fruncido a traves de las gotas de sudor en su frente y hace rebotar la pelota de tenis con rabia. --!Falta! --Me rio, mientras el siguiente saque de Martin se estrella en la red entre nosotros. Su ceno fruncido se profundiza. Despues del inevitable punto final, cruzo la cancha y lo abrazo, nuestras camisetas manchadas de sudor pegadas en el calor de Nevada. --Definitivamente eres mejor abogado que un jugador de tenis --le sonrio. Martin y yo hemos sido amigos desde que tengo memoria. Fuimos juntos a la escuela y nos hemos mantenido unidos, una de las pocas personas de verdad en las que pude confiar despues de que empece a ganar dinero de verdad. Otras personas han ido y venido en mi vida, pero Martin ha permanecido constante. Poco mas de 30 anos, una vida de cenas corporativas y borracheras con los clientes se esta empezando a notar en el. Su cuello se ha vuelto mas grueso y rojo, y el estomago, que antes era plano, ahora esta cubierto con una capa cada vez mayor de grasa de confort. A pesar de ello, sigue teniendo su aspecto juvenil, y el tono gris de las sienes le ofrece un aire mas distinguido que le sirve bien. Su molestia por haber sido demolido profundamente se calma rapidamente, mientras me mira de arriba a abajo. --Esta bien para ti --refunfuna--. Sigues teniendo el mismo cuerpo flaco que tenias cuando eras un adolescente. Me rio. La verdad es que me dirigia igual que Martin hace unos anos. Feliz en una relacion segura y comoda y disfrutando de los frutos de la empresa de diseno de juegos que estableci a los 20 anos. Luego, cuando Laurie… se fue, las cosas cambiaron. Me uni al gimnasio, empece a ver a un entrenador personal 3 veces a la semana, y el hambre por los negocios volvio. Todo para mejor, me digo a mi misma. Aplaudo a Martin en el hombro. --Bueno, no todos los dias puedes comprar tu propio hotel en Las Vegas --digo alegremente --. Hemos probado las instalaciones, !creo que es hora de probar el bar! Martin se rie, toda la mala voluntad del partido de tenis se evaporo. --Cuidado --dice, dandose palmaditas en las tripas--. Terminaras como yo si no tienes cuidado. --?Que? --Digo, mientras nos dirigimos a los vestuarios--. ?Dos veces divorciado y feliz? --!Veamos si podemos encontrar un candidato para el divorcio numero 3! ***** El pelo todavia humedo del spa del hotel; tomo el ascensor con Martin hasta nuestras suites. Un golpe fuerte indica una parada en el vestibulo en el camino. Apenas son las 5 de la tarde, y el trafico peatonal es bastante ligero, pero cuando las puertas se abren, dos chicas entran en la cabina del ascensor con nosotros. Ambas estan bronceadas y son delgadas, y llevan su buena apariencia con ligereza. Evidentemente, acaban de llegar de la piscina, con el pelo brillante por el agua. Siento que Martin se mueve a mi lado y sonrio cuando levanta una ceja. La mas baja de las dos chicas, con un corte de pelo castano ondulado y piel bronceada, mira por encima del hombro y nos sonrie coquetamente. Le devuelvo la sonrisa y siento que Martin hace lo mismo. La otra chica tiene el pelo corto, recortado, casi como el de un chico, pero lo lleva con una confianza tranquila. Su piel es mas oscura que la de la otra chica, como la teca bordeada de miel, y la camisa blanca suelta que lleva atenua las lineas flexibles de su tonificado fisico. Cuando las puertas del ascensor se cierran, me atrapa mirando el reflejo del metal y sonrie suavemente. Nuestros ojos se encuentran por un instante, y yo soy el primero en dejar caer mi mirada. Las chicas salen en el noveno piso, y ambas sonreimos de nuevo mientras la chica mas baja dice un rapido ‘adios’. --?Numero 3? --Martin me susurra, mientras las puertas se cierran una vez mas. ***** El Bell tower Grand Hotel and Casino, domina el borde sudeste de la franja de Las Vegas. Desde la suite del atico, puedo disfrutar de las vistas panoramicas en 3D del horizonte de la ciudad. Al oeste, la ciudad brilla en toda su extravagancia de neon. Al este, la vista montanosa del Parque Nacional de Red Rock Canyon se puede ver simplemente, tenida de rojo y negro en la luz que se desvanece con la puesta de sol. Prefiero la vista desde este lado del hotel. A la mayoria de los clientes les gustaria ver el brillo y la chispa de los casinos y los fuegos artificiales, pero a mi siempre me ha gustado la tranquila soledad de las montanas. Las farolas de abajo todavia brillan, pero parecen transitorias y efimeras en relacion con la solida tranquilidad de esos distantes picos. Suspiro. Habia sido mi idea beber en el bar con Martin, pero ahora, de vuelta en la oscura habitacion del hotel, miro por las ventanas y puedo sentir la emocion del trato, y el zumbido del alcohol, evaporandose. Cuando los inversores se me acercaron inicialmente con la idea de comprar un hotel, me rei. Soy un disenador de juegos, y uno de exito, pero ?que sabia yo de hoteles? Sin embargo, como Martin sigue diciendome, parece que tengo el don de convertir todo lo que toco en oro. Empece con un par de boutiques en Kensington y Chelsea, y luego, 2 anos despues, a la madura edad de 31 anos, me encuentro como propietario de esta monstruosa empresa. Mientras las maquinas tragamonedas hacen ruido y zumbido a 30 pisos debajo de mi, casi puedo sentir el exito que irradia el lugar. Una pena que no se pueda decir lo mismo de mis relaciones. Como el Rey Midas antes que yo, me pregunto si estoy maldito. He dejado a Martin hundiendo cocteles en el bar y me he escabullido de nuevo arriba. Me digo a mi misma que fue por el vuelo de las 7 de la manana que tengo manana, pero en realidad solo queria escapar. Tengo ganas de hibernar, como un oso olfateando el invierno. Miro la brillante pantalla del reloj del hotel y veo que acaban de dar las 10 de la noche. Siempre he sido una lechuza nocturna, pero el zumbido del dia ha dejado un hueco, que espero en vano que el sueno pueda llenar. Me encogi de hombros ante la camisa y el traje confeccionados y los deje caer al suelo sin ceremonia alguna. Mientras me deslizo entre las crujientes sabanas blancas, cierro los ojos y escucho el debil zumbido del aire acondicionado, imaginando que puedo oir los sonidos de juerga y risas a nivel del suelo. La gente estara o bien montando la emocion del juego o bien revolcandose en la desesperacion de los suenos destrozados. La casa siempre gana, y ahora yo soy la casa. Extranamente no encuentro este pensamiento muy reconfortante. --?Crees que puede oirme? --?Crees que es un el? La sonrisa de Laurie ilumina su rostro. Siempre ha tenido un conjunto bastante duro en sus rasgos, una cualidad reservada que la hace parecer distante hasta que la conoces. Luego, cuando sonrie, parece una adolescente, llena de travesuras y asombro. --Claro, un verdadero nino de mama. Mi cabeza descansa en el estomago de Laurie, mis ojos miran fijamente a los suyos. --Asi que --repito--. ?Crees que puede entender a su padre? Su mirada se aleja. --El doctor dijo que el o ella --dice ella de forma puntual--, puede empezar a oir a las 18 semanas. Acaricio mi mano suavemente a traves de su barriga. --Ya sea un el o una ella, van a ser increibles --digo--. Igual que su mama. Un fuerte golpeteo me despierta de sobresalto. Entrecierro los ojos al reloj. A medianoche. --!Alex-an-der! --dice una voz a traves del estruendo. Gimoteo. --!Tenemos un vuelo manana! --Le grito a la puerta cerrada. La verdad es que me siento un poco desorientado. El sueno de Laurie parece aferrarse a mi como el humo. --!Alex, vamos! Abre. Acolche la puerta en ropa interior y la abri. Un Martin Caspers desgrenado esta de pie apoyado en el marco, una botella de champan medio borracha cuelga de una mano. Me sonrie. --?Que estabas haciendo? --pregunta, haciendome a un lado cuando entra en la habitacion. --Tenemos un vuelo a las 7 de la manana --le digo en respuesta, mientras empieza a hurgar en el mini bar. El pesca un gin-tonic premezclado y me lo da. --Vamos, tienes que jugar a ponerte al dia. --Martin --empiezo, pero su cara de fanfarron no admite discusion. Tomo el trago y lo devuelvo, el tonico efervescente y mordiente en el fondo de mi garganta. Sinceramente, agradezco su interrupcion. --Vamos --dice, tomando la botella vacia y entregandome otra--. Vamos a salir. --?Hay algo que pueda decir para convencerte de lo contrario? En respuesta me entrega mis pantalones. Linda --No se tu --dice Kristen, aplicando su brillante lapiz labial carmesi--, pero yo voy a tener sexo esta noche. Me rio. --Bueno, siempre y cuando no los traigas de vuelta aqui --digo--. Creo que puede ser un poco incomodo con tres en una cama. Hemos venido de vacaciones a Las Vegas, ya que Kristen recibio dos entradas gratis de un cliente en su estudio de moda. Ella tiene una pequena tienda con clase en el Soho, Londres, y el mes pasado literalmente se metio en mi apartamento cuando se entero de que uno de sus disenos estaba siendo seleccionado para un desfile de moda en Las Vegas. El desfile ha sido un gran exito, y estamos pasando unos dias extra para relajarnos bajo el sol del desierto. Desafortunadamente, la habitacion que nos han dado es para una pareja, pero no me importa. La cama es tres veces mas grande que la de mi pequeno apartamento en mi casa, y conozco a Kristen desde la escuela secundaria. --Dejare un sombrero en la puerta --sonrie Kristen astutamente, y me lanza el lapiz labial juguetonamente. Lo agarro habilmente y sacudo mi cabeza en un simulacro de horror. --No es mi color --digo. Kristen cruza la habitacion en su sosten y pantalones y me abraza. --!Todavia no puedo creer que uno de mis disenos estuviera en un desfile de moda americana! --dice--. Quiero decir, !Lady Gaga estuvo alli! --No creo que ni siquiera ella se ponga esto --digo, y le devuelvo el lapiz labial. --Estoy orgulloso de ti --agrego. --Gracias --ella sonrie, encogiendose de hombros en un vestido corto de lentejuelas plateadas. El color realza los reflejos de su cabello castano. --Ahora, es hora de beber. Hacemos disparos y luego salimos. La franja de Las Vegas parece invadir todas las ventanas mientras el taxi se desliza entre el trafico. Es como un asalto visual a los sentidos. Kristen resplandece como una nina pequena, todavia montando la euforia de su reciente exito. --Este lugar esta realmente sin descubrir --dice, por tercera vez. Esta un poco borracha y se le ha metido un rubor en las mejillas que la hace parecer aun mas guapa de lo normal. --Asi que, sigue diciendome --le sonrio, pero no me escucha. Sus ojos se centran en el brillante mundo exterior. Estoy realmente feliz por ella, pero una parte de mi se siente deprimida. No puedo poner el dedo en la llaga, pero todo el neon parpadeante y el glamour me hace sentir un poco vacia por dentro. --Estamos aqui --dice Kristen, literalmente aplaudiendo con emocion. El ruido y el calor nos golpea cuando salimos de la cabina. Es mas de medianoche, pero la ciudad no muestra signos de desaceleracion. Todo lo contrario, las cosas parecen estar acelerandose. El ritmo del club se escucha desde la calle. --!Vamos! --dice Kristen, agarrando mi mano mientras le pago al conductor. En el interior, la oscuridad se ilumina con la misma grandeza de neon que la franja exterior. Parece un microcosmos de Las Vegas en si, solo que sin las tragaperras. Kristen se cuela entre la multitud y nos mete en un espacio en el bar. --Crei que habias dicho que este lugar estaba sin descubrir. --Digo, mirando a la masa de gente alrededor. --?Que? --grita Kristen por el ruido. Vuelvo a sonreir y tomamos un par de copas. Nos abrimos paso hasta la pista de baile, y yo ronde por el perimetro. Me siento como un ciervo en la orilla de un lago, mirando a los depredadores. Kristen, por otro lado, es una depredadora. --Tenemos que entrar ahi --dice, senalando un area elevada marcada como ‘VIP’. Parece un punto de calma dentro de la tormenta. Glamorosas personas con ropa cara estan sentadas en profundos sofas, hablando en voz baja. Es evidente que el sonido solo debe llegar hasta aqui con los plebeyos. --Esten atentos a que alguien venga aqui abajo --me dice al oido. Su voz es humeda y gutural contra mi piel. Es como una cuerda de guitarra pulsada, zumbando y resonando. Yo bebo a sorbos mi bebida. Me siento fuera de mi alcance. No se por que exactamente. Nunca he sido del tipo timido y retraido, siempre me he sentido comodo dentro de mi propia piel, pero algo en este lugar me pone al limite. Puedo sentir el sudor picando en el borde de mi cuero cabelludo, y el calor y el ruido son opresivos. Tomo otro sorbo de mi bebida, dejando que el frio alivie mi garganta. El sabor me recuerda a cuando me colaba en los clubes en mi adolescencia, cuando salia para pasar una noche bebiendo y bailando con mis amigos, cuando les decia a nuestros padres que nos quedabamos en las casas de los demas. Creci en Londres, justo en el corazon de la ciudad. Mi madre era profesora, y me habia educado para que tuviera confianza en mi misma y me hiciera preguntas, sin dejarme nunca caer en las trampas con las que vi que muchos chicos de mi edad se veian atrapados. Nunca conoci a mi padre, pero no puedo decir que la falta fuera algo que me preocupara. Mi madre es una fuerza de la naturaleza, y ella ciertamente compenso por dos padres. --Vamos, bailemos --dice Kristen, obligandome a abandonar mi vaso. La presion de los cuerpos en la pista de baile es sofocante, pero Kristen golpea y engatusa a su pequeno marco en un hueco, y el espacio parece abrirse a su alrededor, tanto hombres como mujeres apreciando la vista. Ella se mueve seductoramente con el ritmo, y yo me uno a ella, sintiendome mas libre de lo que he sido en dias. Como un director de orquesta, parece que orquestamos a la multitud, y el DJ responde, recogiendo el ritmo y dejandonos llevar. Mi incomodidad desaparece. Capitulo Dos Alex El club es como un reflejo barato de la ciudad en las afueras. Las luces parpadeantes y la musica ensordecedora no contribuyen a aliviar la tension que siento, y la zona VIP que ha dispuesto Martin apenas es mas tranquila. Me siento a tomar una cerveza y escucho a Martin charlar con dos chicas americanas altas que estan a un trago de caerse del sofa. --Tu solo te haces el fresco y distante --dice sonriendo--, las voy a enrollar. Una carrera de charlar con los clientes le da a Martin un talento notable para sostener su bebida. Se emborrachara, ciertamente, pero solo hasta cierto punto. Parece que entonces se encuentra al borde de la embriaguez total, y a menudo es aqui donde salen a la luz algunas de sus mejores cualidades. En este momento, ambas chicas lo observan con atencion embelesada, la mano de una de ellas colocada selectivamente sobre su rodilla. Yo sonrio en la escena, pero sin ninguna calidez real. Ambas chicas tienen el pelo liso de una botella de peroxido y son delgadas y mimbre. No es mi tipo, y aunque lo hubieran sido, no estoy realmente de humor. Vuelvo a mirar mi reloj y pienso en el vuelo de manana a las 7 de la manana. La musica del club de repente cambia de marcha, ya sea respondiendo a un aumento de energia en la habitacion o dirigiendola. Dejo que mis ojos se desvien a traves de la abarrotada pista de baile y me siento atraida hacia un punto cercano al borde. Parece que la multitud se ha separado y veo a dos chicas bailando alli. Ambas son oscuras, una notablemente mas que la otra, y un completo contraste con nuestra actual compania. La mas baja se mueve seductoramente, el destello de su vestido de lentejuelas como luciernagas en las luces del club. La mas alta baila al ritmo de su amiga, pero algo en su movimiento parece mas seguro de si mismo, mas natural. Lleva un vestido blanco sin hombros, el lado derecho de corto, y dos finos pendientes plateados que se deslizan como gotas a lo largo del borde de su mandibula. Su cabello esta cortado, y esto atenua la curva de su columna vertebral y la piel lisa de su cuello y hombros. A medida que se mueve, su vestido se va perfilando un poco, revelando los muslos de color marron caramelo, tonificados y firmes. El movimiento de la chica es hipnotico. Con una repentina sacudida, los reconozco. Son las dos chicas que vimos antes en el hotel. En mi hotel. El pensamiento se aloja en mi cerebro. --Creo que me voy a enfermar. Una de las estadounidenses de repente se levanta de la mesa, arrastrando a su companera detras de ella. Se escabullen sin demasiada elegancia hacia el bano, el marcado contraste en su aspecto con las dos bailarinas es muy evidente. Martin parece despreocupado. --Creo que he esquivado una bala, amigo --dice. Siguiendo mi mirada, sus ojos se dirigen hacia las otras chicas. Como si sintiera su mirada, la chica mas bajita le devuelve la mirada, esa coqueta sonrisa que vuelve a sonar en sus labios. --?Te apetece bailar? --pregunta, y esta vez no discuto. Linda Cierro los ojos y dejo que la musica me bane. El ritmo se estrella contra mi, se mueve a traves de mi. Me olvido de las multitudes y las luces. Solo estoy yo, y Kristen y la musica. Kristen me roza y se siente sensual, como si la musica misma estuviera acariciando mi piel. Siento los bordes asperos de su vestido contra mi mientras se acerca, su voz calida en mi oido. --Mira detras de mi --grita. Levanto la vista hacia la zona VIP. Dos rubias altas se alejan de una mesa, y hay dos tipos sentados, viendolos salir con sonrisas. Uno de los hombres es mas pesado, con una cara traviesa, mientras que el otro es guapo, pero reservado. Sus ojos parpadean cuando de repente observan la pista de baile, y tiene el pelo rubio bien peinado, brevemente recortado a los lados con un cuidadoso ondulatorio en la parte superior. Podria representar igualmente a alguien que acaba de saltar de la cama, o a alguien que ha pasado horas frente al espejo. No puedo estar seguro. Algo en el hombre rubio me parece familiar. Su traje parece caro, y lo lleva con un aire confiado, pero extranamente sencillo. --Se estan hospedando en nuestro hotel --dice Kristen, y ella mira hacia atras por encima del hombro. Casi puedo sentir el gancho hundirse en el tipo mas grande. En pocos minutos estan caminando hacia nosotros. --?Les importa si nos unimos a ustedes? --dice, caminando directamente hacia Kristen. Me sorprende escuchar un acento londinense. --Depende de si puedes mantener el ritmo --grita Kristen, bailando lejos de el. Se mueve bien para ser un tipo mas grande. La rubia me mira con una extrana intensidad. Noto en el destello de la iluminacion que sus ojos son de un azul penetrante, tan profundos e impenetrables como un oceano. No nos hablamos, pero se mueve a mi lado, sus movimientos son confiados y seguros. Es alto, y puedo sentir su musculoso cuerpo bajo el traje bien cortado. Su baile se siente como un cortejo, formal y a la vez relajado. Nos acechamos unos a otros, como depredadores a la orilla del agua, pesandose unos a otros. Es como si me olfateara para buscar mi debilidad, y encuentro su mirada extranamente convincente. Mi mano roza el interior de su traje, no por casualidad acariciando las duras crestas de su estomago. Al mismo tiempo su mano encuentra mi espalda baja, acercandome por un instante, antes de soltarme y dejarme deslizar. No se cuanto tiempo bailamos, pero puedo sentir una linea de sudor contra la base de mi garganta. Miro hacia arriba, pensando en un trago, y veo a Kristen haciendome senas. Ella esta de pie junto al tipo mas pesado, con una sonrisa en su rostro, pronunciando las letras V-I-P con un regocijo no disimulado. Miro a mi pareja de baile y el tambien sonrie. La accion suaviza sus rasgos, haciendole parecer casi vulnerable. Me coge la mano.

  • Greed (Redemption 2) de Melanie Rogers

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    LOS ANGELES ES TIERRA DE PECADO, Y CUANDO VIVES EN EL INFIERNO, DEBES CONVERTIRTE EN DEMONIO PARA GOBERNAR.

  • Mujeres de Al de Teresa Ortiz-tagle

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    Te hallas ante la increible historia de dos mujeres.

    Fatima y Asunta, abuela y nieta, buscaran un enigma increible que las llevara hasta los confines del Islam y los reinos cristianos.

  • No hay vuelta atras (del infierno), Eduardo Arias de Eduardo Arias

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  • El objetivo (Will Robie 3) de David Baldacci

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  • El Mal de la Muerte de Marguerite Duras

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    El mal de la muerte contempla a un hombre aquejado de un mal terrible, devastador, que lo mata en vida: el de la impotencia de amar. Este hombre, en un intento desesperado de supervivencia, alquila por unas noches a una joven en cuyo cuerpo el espera aun encontrar, al menos por primera y ultima vez, esa vida que se le va, que se le ha ido ya, o que jamas tuvo. Pero, entre los gemidos del sexo, en el revuelo de las sabanas, semejante al de las olas del oscuro mar que les rodea, ella no percibe en el otra cosa que los estertores de una muerte irremediable.

  • 1980 de Juan Vila

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    Fui a Barcelona pero no estaba buscando a mi padre. Fui a presentar una novela y ya no quedaba ni rastro de el. Ni de el ni de la ciudad que conoci de su mano, la de los viajes en Navidad para pasar las fiestas con su familia, la de mi adolescencia despues, cuando todos los anos me acercaba con mis amigos desde el pueblo en el que veraneaba para darnos una vuelta y romper la rutina de muchos dias seguidos a base de playa por las mananas y fiesta todas las noches hasta las tantas. Esa Barcelona para mi tenia algo muy superior a Madrid, era mas culta y civilizada, como lo era mi padre respecto a nosotros. El burguesito catalan presumia de su gran danesa color azul y de su palco en el Liceo. Era alto y fuerte, con aire aristocratico, tenia el pelo blanco y la nariz muy grande, los ojos claros, unas manos como no he vuelto a ver otras iguales en mi vida, unos brazos de acero. Olia muy bien papa, sobre todo cuando olia a el mismo, recien levantado y sin duchar, sin haberse rociado todavia en perfume como haria luego antes de salir de casa. Papa desayunaba zumo de pomelo todas las mananas y unas tostadas de pan con aceite de oliva virgen, cuando eso aun no se llevaba y era imposible encontrar en Madrid, o en Barcelona, otro aceite que no fuera el refinado. Y frente a el, frente al burguesito catalan, estabamos nosotros, los barbaros de la capital, la familia ordinaria y desestructurada que se entendia a base de gritos y malos modos. La abuela, siempre a un paso de estallar en un nuevo ataque de furia, siempre imponiendo su voluntad como una fuerza desatada de la naturaleza, como un tornado o un terremoto, siempre a regimen para controlar su obesidad y siempre comiendoselo todo aunque solo le quedara un diente. La recuerdo muy bien chupando las cabezas de los pescados y el cuello de los pollos, rebanando los platos, acabandose cualquier resto que los demas hubiesemos podido dejar. Era casi un ser mitologico, primitivo y oscuro, la gran ogresa, como la llama uno de mis primos mas queridos. Luego tambien hablaremos de ella, de cuanto la quise y cuanto aun hoy la sigo queriendo. El padre, mi primer padre, habia muerto en un accidente de coche, completamente aplastado por un camionero borracho, y eso fue una bendicion para mi madre. Mama, de pronto, se encontro viuda y con la necesidad de sacar a sus tres hijos adelante. Pero tambien mama se sintio libre en esos anos de cambio y falsa revolucion en Espana, mediados de los setenta, se volco en el trabajo y en divertirse. Mama, por lo tanto, se volvio ausente, invisible para sus hijos, poderosa al margen de ellos, y descubrio emociones hasta entonces desconocidas en diferentes redacciones y con diferentes hombres. La abuela se hizo cargo de esos tres ninos que entre sus gritos, pellizcos y lanzamientos de zapatilla fueron creciendo. Nada especialmente dramatico. No hubo abusos sexuales ni torturas. No hubo malos tratos. Los tres ninos, nosotros, no pasamos hambre, ni frio, ni penalidades de ningun tipo. Fue una infancia afortunada y llena de privilegios. Los tres hermanos hemos superado ya los cuarenta anos y en todo ese tiempo aun no hemos conocido ni la guerra ni la carcel ni una epidemia ni un cataclismo. Incluso el buen trabajo de la madre y su ascendente carrera en los medios le permitio pagar un carisimo pero mediocre colegio en las afueras de Madrid. Cada dia un autobus iba a buscarnos y haciamos, dormidos en el mejor de los casos, los casi treinta kilometros que separaban nuestra casa junto al Retiro de ese espanto de color verde y amarillo en el que perdimos un monton de anos y en el que solo aprendimos lecciones nefastas para el dia de manana. O sea, para hoy. Porque hoy ya es el futuro, incluso lleva tanto tiempo siendolo que el futuro tambien ha envejecido y se ha marchitado, tiene un aroma ligeramente rancio. Lo que quiero decir es que esa infancia no fue terrible, pero si triste, tristisima, y, al menos para el menor de los hermanos, estuvo marcada por una soledad absoluta, tanto en casa con el primer padre muerto, la madre ausente y la abuela gritona, como en el colegio, donde todo resultaba extrano y lejano, extranisimo, casi de otro planeta. Hasta que de repente obro el milagro y el burguesito catalan aparecio en nuestras vidas sin la doga ni el palco, porque esos los dejo en Barcelona, pero si con su presencia real e integradora, con su gran cuerpo, con su decadente sentido de la disciplina y de la familia, con sus viejos principios, que igual eran falsos, pero que consiguieron frenar el desastre y a mi me rescataron de ese vacio en el que flotaba a miles de kilometros de cualquier otro nino o adulto, de la tierra y del mundo, de cualquier cosa, concreta o no, a la que yo pudiera agarrarme o en la que yo pudiera encontrar un refugio, una referencia, un punto de apoyo, lo que fuera, ya digo, con tal de esquivar la tristeza y el miedo, ese vacio y aislamiento, el frio en las tripas y en los pies, un frio mas imaginado que real, pero un frio que helaba por dentro y que a mi estaba a punto de matarme justo cuando aparecio el. ?Como yo no iba a amar Barcelona y todo lo que tenga que ver con mi padre?, ?como, incluso tantos anos despues, yo no voy a sentirme vinculado con esa ciudad aunque nunca haya vivido en ella ni tenga el menor interes en hacerlo, aunque en esa ultima visita me dejara un sabor tan amargo de boca? He dicho que estaba a punto de morir cuando aparecio mi padre. He hablado de un frio en las tripas y en los pies. No exageraba. Aunque me ha podido el lirismo. Fue mas bien fuego, y no habia forma de detenerlo. Afectaba, sobre todo, a la cabeza. Fiebre. Un calurosisimo verano en Almeria y yo ardiendo sobre la cama, sudando y derritiendome, a punto de iniciar uno de esos procesos de combustion espontanea. Mi temperatura corporal se habia fijado en los cuarenta y uno o cuarenta y dos grados. Me deshidrataba por mas que bebiera. Empezaba a morir y nadie sabia que estaba pasando. Era el primer verano de mi padre con nosotros. Mi madre y el ni siquiera se habian casado. La relacion empezo en invierno. Recuerdo perfectamente la primera vez que le vi, y eso muy pocos hijos pueden decirlo. Recuerdo tambien cuanto le odie. Es una escena que ambos comentamos muchas veces y bromeabamos con ella. Debio ocurrir a media tarde. Ya habia oscurecido. Mi madre llamo de forma histerica al portero automatico. Es algo que aun sigue haciendo. Una fuerza desatada de la naturaleza ella tambien, un torbellino, un terremoto. Mama, entonces y ahora, aparece de pronto y le da al botoncito. Le da, le da, le da. Lo mantiene apretado un buen rato. Lo suelta. Vuelve a insistir, golpea con su dedo en el boton una y otra vez, una y otra vez. Ahora toca que suene de forma continuada. Cinco, diez, quince, veinte segundos. Suelta y vuelve a empezar... Mas que una llamada es una exigencia y una importantisima noticia. Es el anuncio de su llegada. El mundo entero debe pararse y rendirle pleitesia. Yo a los siete anos aun participaba del juego, ?como no iba a hacerlo? Ella llamaba y yo corria a abrirle desesperado y gritando: mama, mama, ha venido mama. Como si su vuelta a casa no fuera algo cotidiano sino excepcional. Porque en efecto asi era. Yo corria tan rapido como podia. Atravesaba el larguisimo pasillo de casa. Llegaba al hall. Hacia una breve parada para abrir la puerta. Continuaba corriendo por el descansillo y me lanzaba escaleras abajo para encontrarme con ella, que siempre subia andando, y la abrazaba. Pobre idiota de mi. Cuanto la queria y cuanto la echaba de menos, como me dejaba manipular, como consentia que estrechara y estrechara el vinculo para esclavizarme, para hacerme absolutamente dependiente de sus necesidades y caprichos, para asfixiarme en mas de dos y mas de tres sentidos, y para luego, al final, abandonarme otra vez al vacio y a la tristeza, al miedo, a esa soledad absoluta. Aunque justo esa tarde, o esa noche, despues de la carrera, cuando por fin iba a abrazarla, le vi a el. Le vi y le odie. Ya lo he dicho, pero lo repito. Es un detalle fundamental en esta historia. ?Quien era ese senor?, ?como se atrevia a aparecer en mi casa?, ?iba a robarme a mi madre como ese otro hombre habia hecho antes?, ?se la llevaria el tambien a aquel maldito apartamento de la calle Alberto Alcocer, lleno de libros estupendos, de humo, de whisky? Un paraiso, ya lo creo, para la relacion furtiva, o mas o menos furtiva, que ella habia mantenido con un periodista casado. Mi madre vivia alli mientras nosotros esperabamos junto a mi abuela a que sonara, de la manera mas violenta e impertinente posible, el timbre del portero automatico anunciando su vuelta a casa. Aquella tarde, mama dejo al senor con el que venia en el salon. Creo recordar que le sento en la vieja mecedora de mi abuelo. Es esa otra escena que tengo guardada de forma clarisima en la memoria, aun reconociendo que es muy probable que me la haya inventado: solo diez o quince minutos despues, mi hermana, ya casi en la adolescencia o, si no, en la pubertad, trepa por el cuerpo del burguesito catalan hasta llegar a su meta: las rodillas, y se sienta en ellas. Trata de camelarselo, de seducirlo para conseguir eso que tanto desea. Quiza luego explique de que se trata y por que la actitud de ella esta mas que justificada. De momento, me limitare a senalar hasta que punto somos ya a esa edad --mis siete anos y los once o doce de mi hermana-- la basura o el incalculable tesoro que el dia de manana podra ver el mundo. La idea en si resulta aterradora porque supone que el resto, cualquier cosa que pase o que hagas despues, no servira de mucho, o no servira de nada.

  • El caso de la familia desaparecida de Raul Garbantes

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  • La Nave de Terry Pratchett

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    En alguna parte, lejos, muy lejos, una nave espera para llevar a los gnomos a casa, al lugar del que llegaron... Ante la amenaza que ahora supone la cantera para el hogar de los gnomos, uno de estos, Masklin, es consciente de que necesitan encontrar la forma de ponerse en contacto con esa nave. Para ello tiene que ir a Florida (donde quiera que quede eso) y asistir al lanzamiento de un satelite de comunicaciones (fuera lo que fuese eso). Es un plan ridiculo, imposible, pero Masklin no lo sabe, asi que intenta llevarlo a cabo de todos modos. Y el primer paso es hacer ese viaje en otro, aunque este es un poco diferente a los que ya conoce: un camion con alas, el Concorde. Lo unico que se propone es robar uno de aquellos vehiculos que llaman coches. Pero cuando uno solo mide diez centimetros en un mundo de humanos, las cosas tienen la desagradable costumbre de complicarse mucho.

  • Mi bonito del norte de Valentina Roma

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    Hola, soy Elizabeth Aurora de la Vega Fernandez, si, mis padres dicen que me querian, aunque me pusieran ese nombre... En fin... si ellos lo dicen. Cuando estan a punto de proclamarte miss cuernuda de Barcelona, ?te tienes que preparar un discurso o es algo simbolico? Digo, porque tendria que mirar que me pongo... No, en serio, son preguntas serias que tengo. Yo es que soy mucho de preguntar, por cierto... ?como sobrellevas el despues? ?Quieres vomitarle a todo el mundo como la nina del Exorcista cuando te preguntan "?Y tu novio, donde lo has dejado?" De momento no le he vomitado a nadie, la verdad... todo sea dicho. Aunque tengo muchas dudas, ?volvere a confiar en esos desgraciados? ?Los desterrare para siempre y me comprare un gato? Acompaname junto a mis amigos en esta aventura y prometo que no te arrepentiras. Eso si, ves preparando unas copas de vino y unas croquetas, que tenemos para rato.

  • El silencio bajo el agua (Los Elementos 3) de Brittainy C. Cherry

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    “Siempre estare ahi para escuchar tu silencio.”

  • Hotel Graybar de Curtis Dawkins

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    En este debut, Curtis Dawkins, condenado a cadena perpetua por el asesinato de un hombre, retrata la vida de la prision y sus habitantes. A traves de diferentes relatos y narradores, Dawkins revela las idiosincrasias, el tedio y la desesperacion de sus companeros de celda y la lucha de estos por mantener vivas sus almas a pesar de su situacion. Tambien se describen los entresijos de la carcel: como funciona el sistema de trueque, basado en los tatuajes; los juegos de cartas o el trafico de cigarrillos.

  • Blaze – Stephen King de Stephen King

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    Clay Blaisdell, llamado Blaze por todos, mide dos metros y pesa ciento treinta y seis kilos. Es un verdadero gigante. Sin embargo, hasta conocer a George Rackley nunca habia hecho nada grande.

  • Hispania. El sueno de un rebelde de Agustin Tejada

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    Hispania, ano 76 a. C.

  • El alto mando de la oscuridad (Cronicas del Horizonte 2) de Kim Richardson

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    Contra todas las apuestas, Alexa sobrevive a las garras del dios pagano Hades y regresa a Horizonte, pero a un costo muy alto. Le falta una parte de su alma y, en ese vacio, se cultiva cierta obscuridad.

  • Y, de pronto, llegaste tu de Kris L. Jordan

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    ?Como un jugador profesional de football americano termina viviendo en un pueblecito de la sierra de Madrid?
    Dean Woods, es de los mejores Quaterbacks del mundo. Conoce la fama y el lujo, muchas mujeres han pasado por su cama y la mayoria de sus compatriotas le adoran
    como si fuese un Dios. Pero eso no le hace feliz y, tras la muerte de su padre, cae en una depresion. Su vida cambia radicalmente cuando, gracias a su unico amigo Pedro, acaba en un avion camino de Espana huyendo de la prensa. Alli conocera a Marta, una mujer unica y muy especial, con una pintoresca y atipica familia.

  • En busca de Anastasia de Irene Adler

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    Londres, 1919. Una pequena multitud se ha reunido para el funeral del doctor Watson. Entre quienes rinden homenaje al ayudante del gran detective esta Irene Adler, que casi cincuenta anos despues ha regresado para buscar a sus viejos amigos. Solo con ayuda de ellos podra defender a Mila, su hija adoptiva, de las intenciones de un enemigo muy poderoso. ?Conseguira convencer al arisco e infalible Sherlock Holmes y a Arsene Lupin, el fascinante y poco fiable bandido, para recomponer el extraordinario trio de otros tiempos?

  • Julia en las Highlands de Kate Dawson

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    Julia vive con su abuela. Tiene tres amigas a las que conoce desde que iban a primaria, y eso une mucho.
    Julia no cree en el amor y tiene el convencimiento de que todos los principes se acaban convirtiendo en ranas.
    La madre de Julia era una artista y dejo un cuaderno de dibujos para cuando ella cumpliera los veinticinco anos.
    Un cuaderno y un detallado viaje a Escocia que organizo para que hiciera sola.
    ?Se encontrara Julia a si misma en ese viaje?
    ?O quiza tenga algun tropiezo con una excitante y pelirroja rana?

  • Te regalare las estrellas de Jojo Moyes

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    Por la autora de Yo antes de ti, una fabulosa historia sobre cinco extraordinarias mujeres que intentan cambiar su mundo con el poder de los libros.

  • El adelantado Juan de Onate de Alber Vazquez

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    Juan de Onate es el ultimo de los grandes conquistadores espanoles y ha decidido encontrar el reino perdido de Quivira, un lugar cuya ubicacion exacta nadie conoce, pero cuyas riquezas son legendarias.

  • Escarlata veneciano de Maria Luisa Minarelli

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    Venecia, 1792. Pasear por el bellisimo laberinto de la ciudad ha dejado de ser seguro, tras el asesinato en serie de tres personas. El avogadore Marco Pisani, alto funcionario de la Serenisima, esta a cargo de la investigacion. Es un hombre ilustrado, idealista a la vez que pasional y enamorado de su ciudad, pese a que percibe su imparable decadencia. Por sus canales, mercados, palacios, barrios pobres, astilleros. deambula sin descanso para ir uniendo las piezas de su puzle. Y asi, poco a poco, el lado oscuro de una sociedad victima de los conflictos familiares, los vicios y los chismes, ira emergiendo y dejara al descubierto una amarga e inesperada realidad.

  • Sangre y rosas (Beatrix Rose 3) de Mark Dawson

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    Beatrix Rose ha eliminado ya varios nombres de su lista de objetivos: cuatro de ellos estan muertos y ahora solo quedan dos. Sus enemigos saben que va a por ellos y que esta muy cerca. El cazador se ha convertido en presa.

  • La decision de Ivanova (Ivanova 3) de Clara Ann Simons

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    Al volver de su ultimo viaje de trabajo en Hanover, Lucia debe enfrentarse a la realidad.

  • Bienvenidos a Occidente de Mohsin Hamid

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    Bienvenidos a Occidente es una bellisima fabula sobre los refugiados, una novela con una solida posicion etica que nos cuestiona en que mundo queremos vivir. Por Mohsin Hamid, uno de los autores mas reputados de la actualidad.

  • El origen del mal de Jose Carlos Somoza

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  • Luna de obsidiana (Poesia y relatos. Vida, delirios, amor, dolor y muerte) de Rake M. De Levalois

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    LUNA DE OBSIDIANA ?Que sabra de dolor quien nunca ha amado un rayo de luna? ?Que sabra de suenos quien en el aro de Saturno nunca tuvo cuna? ?Que sabra de frustracion quien no ha tratado de acariciar el sol? ?Que sabra de tristeza quien no se ha enamorado de las estrellas? ?Que sabras tu del amor, nina triste que lloras frente al espejo? Que ahogas en abismos canela esas lunas avellana. Tu, que hace tan poco abrazabas a tus munecas. Tu, a quien todo el mundo ama. Rie, nina mia, mi Luna de brillante mirada, rie entre mis brazos tus penas, no escondas lagrimas bajo la almohada. Y sin que tu me lo pidas, creare para ti un firmamento de letras donde desterrar tu afliccion con versos escritos con el oro de tu pelo y prosa con la plata de mi amor. Y alli, en ese refugio de locura becqueriana te acariciare siempre sin prisas, para que solo exista el brillo de tu sonrisa, mi deslumbrante Luna de obsidiana. AIRES DE AMOR Suspira el suave silencio del sempiterno viento callado, cantando con leve trino el tibio deseo del enamorado. Dormido, al cielo palido mira, observa las mariposas, su aletear aleve, la luna gira, diosa adorada de todas las diosas. Volaba al pasado el pesado manto, con violencia la lluvia caia, potente soplaba el viento en el oscuro dia mientras, sin sentir alegria, exhalan sus palidos labios tristes endechas y plantos. ANTARES Es el sentido, leve bruma que el presente adormece y a tus ojos envilece hasta la tenue espuma. Nace, crece, se reproduce y no muere, porque, una vez surgido, brama, aulla... Un rugido... y deja la vida en un cruce de dolor, odio y deleite. Sensuales, acople perfecto, mecidos por mareas lunares, dos seres pasionales sin tara ni defecto. Consumando el sentimiento, amando rostro al viento bajo la estrella de Antares, luz de nuevos cantares, disfrutando del momento. EL BESO DE CAIN Llevamos la frente marcada por el hijo de Eva y Adan. Lucimos sus labios dorados, senal de pecados no perdonados, que no nos abandonaran. Somos hijos del aire, luz, tierra, fuego y mar. Somos canciones volubles, rapsodas de vidas solubles abandonados al cantar. !Cain, padre del hombre, somos tu creacion! Vastagos de oscuras traiciones, bastardos de diez soles, descendientes de la pasion. PLEGARIA Madre Luna, Madre Luna, ?por que me has abandonado? Tu, que cuando lloro me haces cuna, ?por que me has traicionado? Madre Luna, Madre Luna, tu que siempre has sido mi amparo, no dejes sola a tu hija con el corazon destrozado. FILIA DEOS De l'univers empiri arriba el son violaci, somni purpuri, galaxia de pols farinaci. Fogos meteor curvilini, cua d'arrels de caire arbori, caracter fort i sanguini, anima d'amor incorpori. ?Ascendire a tu? Sentiment epicuri. El meu ego te rostre apol-lini, soc de Zeus fill espuri i de Pluto consanguini. Baixo a l'Hades, camp elisi del mon soterrani i em rodejo d'escut ossi que viure i morir es simultani. FILIA DEOS Del universo empireo llega el sueno violaceo, sueno purpureo galaxia de polvo farinaceo. Fogoso meteoro curvilineo, cola de raices de tipo arboreo, caracter fuerte y sanguineo, alma de amor incorporeo. ?Ascendere a ti? Sentimiento epicureo. Mi ego tiene rostro apolineo, soy de Zeus hijo bastardo y de Pluton consanguineo. Bajo al Hades, campo eliseo del mundo subterraneo, y me rodeo de escudo oseo, que vivir y morir es simultaneo HOY SONE CONTIGO. He sonado un futuro en el que tus ojos son cielo, las montanas tu pelo y tus labios las nubes que beso suave porque yo soy el viento. He sonado una vida en la que tu boca es un mundo donde no existen las prisas, donde en oscuro tumulto de sabanas blancas se escuchan gemidos, gritos y risas. He sonado con un paraiso de calido abrazo en el que con lazos bordados, aislados del ruido, unimos las manos en fiel compromiso bajo centenarias ramas de roble y aliso. Hoy, mi amor, sone contigo. INCERTIDUMBRE ?Y ahora que hago yo con estos latidos sin dueno? ?Con estas miradas sin cielo? ?Con estas sonrisas sin miedo? ?Con estas manos sin tiento? ?Y ahora que hago yo con estas caricias sin dedos? ?Con estos gemidos de telo? ?Con estos orgasmos sin cuerpo? ?Con estas plegarias sin credo? ?Y ahora que hago yo con estos labios sin besos? ?Con este anillo de empeno? ?Con esta lluvia sin truenos? ?Con estas pasiones sin freno? ?Quieres decirme…? !Joder! !?Que hago con esta voz sin aliento?! !?Y con este sufrimiento reseco?! !?Y con este grito en silencio?! Y… ?con este corazon sin suenos? LA BESTIA DE HADES En el Bosque Tenebroso se oculta la Bestia que, mas grande que un oso, malvado y fatal, devasta los campos la bestia infernal. Elegida por Hades, entre millares, para llevar a cabo las mas atroces maldades. La Bestia de Hades, malvada y febril. La Bestia de Hades, elegida entre mil. En el lago de azur mata al cisne, blanco o negro, de color no distingue. Y el hombre se extingue sin el porque saber. Por retar a la Bestia estais condenados por el dios del Infierno a desaparecer. La Bestia de Hades, malvada y febril. La bestia de Hades, elegida entre mil. MUERO Cuando el odio y el amor chocan, cuando la distancia nos separa, cuando vuestras voces no me tocan, cuando son otros ojos los que ven mi cara… Entonces muero. Cuando el tiempo no aviva el olvido, cuando miro al cielo y no os veo, cuando el corazon esta partido, cuando negando a un dios en vosotros creo… Entonces muero. Cuando vuestro cuerpo son cartas, cuando el alma son palabras, cuando mente y esencia de amor estan hartas, cuando el Siempre son baladas… Entonces muero… Cuando miro atras y no sois mas que sombras, cuando no miramos el mismo cielo, cuando mi cabeza os suena, perfectas obras, cuando, entre lagrimas, traslucidos os veo… Entonces... muero…

  • Lobos de Ruben Gozalo

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    Siempre le encargan las mierdas. De cualquier clase. No le hace falta ver The Wire para comprender que la mierda cae de golpe y hacia abajo. Sin avisar. A veces, lo mejor es hacerse el sueco, mirar hacia otro lado y ponerse una pinza en la nariz. Aunque el hedor sea irrespirable. Rara vez cuestiona las ordenes. Sobre todo cuando habla Don Silvano. Si, senor. No, senor. Lo que usted ordene. Que la Tierra es cuadrada. Por supuesto, senor, inconcebible que fuese de otra manera. La paciencia no es una virtud de su jefe. Dos principios rigen su vida: aqui y ahora. Si considera que alguien le mira mal, no duda en arrancarle los ojos. Pero si es bizco, Don Silvano. Razon de mas para dejarle ciego. ?Acaso no ves que ese hijo de puta me mira mal? Seguro que me ha echado un mal de ojo. Jose es bueno con la pala y la cal. Se considera un autodidacta. Nadie le ha ensenado, pero con los encargos del Don aprende deprisa a deshacerse de la basura. Ya ha perdido la cuenta de los sujetos a los que ha tenido que enterrar en los ultimos meses. Se conoce al dedillo casi todos los rincones de la sierra de Madrid. A traves de la luna del coche inspecciona el aparcamiento, atestado de vehiculos. El reloj marca las doce y cuarto. El objetivo sigue sin aparecer. Unas nubes grises amenazan con enturbiar la apacible manana otonal. De vez en cuando, ve a alguna mujer con un carrito de la compra saliendo del supermercado y a algun sin techo husmeando en los contenedores de basura. Le molesta la espera. Lleva reclinado sobre el asiento del conductor las ultimas cuatro horas. Los minutos se eternizan. Los segundos parecen inabarcables losas de tiempo. Para hacer mas llevadera la jornada enciende la radio. Solo hablan de corrupcion y recortes. Ajustes y mas ajustes para cuadrar las cuentas de la Administracion. Los politicos se estan cargando el sistema. Peligran la sanidad, la educacion, las ayudas a la dependencia. El pais naufraga a la deriva, sumido en una grave crisis institucional. No hay timon y los burocratas que gobiernan solo piensan en meter la mano en la caja. Senadores con cuentas en Suiza. Partidos que se financian con cajas B. Politicos que viven en un universo paralelo al sufrimiento de la gente. Y a todo esto, frases cargadas de eufemismos. A la marcha de los jovenes al extranjero en busca de trabajo la denominan movilidad exterior. A los recortes los han bautizado como reformas estructurales, las subidas de impuestos se han convertido en cambios en la ponderacion fiscal y para referirse al rescate de la banca es preferible emplear terminos como fondo de liquidez. Jose prefiere el castellano castizo. Eso de adulterar el lenguaje no va no el. Si uno es el mayor cabron sobre la faz de la Tierra, es el mayor cabron sobre la faz de la Tierra y punto. Esta tarde se reanudara el juicio contra el exbanquero de la caja de ahorros madrilena que, sin ningun tipo de pudor, se llevo hasta los marcos de las puertas, comenta el locutor. Sabe que si algo sale mal perdera el empleo. Su jefe no pertenece a ninguna ONG. Tampoco concede segundas oportunidades. Eso si, todos los domingos acude a misa y los lunes es de los de rosario y novena. Por sus pecados. Por sus muertos. Que son muchos. Durante anos se dedico al negocio de la seguridad. Al principio en poligonos, fabricas, tiendas y centros comerciales. Muchas horas y poco dinero a fin de mes. La mayoria de las veces le pagaban en B. O sea, en negro, sin seguro ni alta en la Seguridad Social. Era eso o nada. Y de algo hay que vivir. Porque el aire, nutrientes, tiene pocos. Cansado de chuparse horas y horas a la intemperie, de revisar bolsos a las senoras al salir de los establecimientos, de custodiar furgones y cachear a pobres diablos, se hizo guardaespaldas. Empezo desdoblando funciones, de chofer y maton, a tiempo parcial. Durante unos meses, se convirtio en la sombra de un empresario. Le acompanaba a todos los sitios. Incluso cuando iba a casa de sus amantes. Mientras se las tiraba, le hacia esperar en la habitacion contigua. Con frecuencia, los jadeos entrecortados y los chirridos del somier se filtraban a traves de los tabiques. Cuando eso ocurria, trataba de pensar en otra cosa. La alineacion del Atleti el ano que gano la Copa y la Liga. Simeone, Caminero, Molina, Pantic... La lista de la compra de la semana. Espaguetis, carne picada, tomates, galletas, unos cuantos cartones de leche, pollo, salami... Pero su excitacion iba en aumento. El sudor le recorria la frente, la carotida se le hinchaba bajo la piel y se tenia que aflojar la corbata. Por momentos, le entraban tales sofocos que debia ir a refrescarse al cuarto de bano. Dejaba correr el agua durante unos minutos, que se le hacian eternos. Su cara se proyectaba en el cristal. La mandibula tensa, los pomulos contraidos y la inquietud dibujada en sus ojos. Oscuros. Relucientes. Como si estuviesen banados en una pelicula de barniz. En esos instantes se acordaba de los consejos de un amigo suyo. Gerardo, para disminuir la libido y evitar que los pensamientos lujuriosos se apoderasen de su mente, pensaba en su abuela. Una mujer de noventa anos, desdentada, en silla de ruedas y mas fea que Picio. Esa tecnica le servia para alejar el sexo de su cabeza. Pero a el ese metodo no le funcionaba en absoluto. De hecho, al pensar en su abuela se excitaba aun mas, al acordarse de unas fotos picantes que se hizo la yaya de joven, donde estaba rebuena. Asi las cosas, cada vez que su antiguo jefe visitaba a alguna de sus amantes, Jose terminaba con un terrible dolor en la entrepierna. Que mierda hago yo aqui. !De perrito faldero para un gilipollas!, se decia furioso. Una noche tuvo que entrar en la habitacion de improviso, alarmado por los gritos de su jefe. Pedia que le socorriesen. !Detenla, por Dios! !Quiere matarme! Al atravesar el umbral de la puerta, se quedo sin palabras. El tipo que le habia contratado se hallaba bocabajo. En cueros, atado de pies y manos, con unas correas a la cama. Junto a el, una rubia de vertigo enfundada en un body, con un liguero y unos zapatos rojos, mas relucientes que una puesta de sol en Granada. La mujer, con los pechos al aire y carcomida por el odio, le estaba introduciendo una barra de metal por el culo. !Hijo de perra! !Asi que vas a llevar a esa fiesta a tu esposa y a mi que me jodan, eh! !Pues toma! !Pedazo de cabron! !Quitamela de encima! Le toco llevar al tipo a Urgencias. En plena noche. Menudo papelon. La tapiceria del BMW se puso perdida. Sangre por todas partes. El hombre gimoteando. !Ay, me muero! !Me muero! Y en el recto, un boquete del tamano de un tunel. Los medicos mirandole el trasero. Inspeccionando. Preguntando. ?Que ha pasado? ?Como se lo ha hecho? !No se como vamos a poder sacar eso de ahi! Hay que llevarle al quirofano, deprisa. No pudo volver a sentarse durante los tres meses siguientes. Un desgarro de vertigo. Ciento noventa y siete puntos de sutura. Y cuando caminaba, lo hacia con las piernas bien abiertas. Los pies en forma de uve. Un andar de pato mareado. Le despidieron por aquello. Por supuesto. Vuelve a mirar el reloj. Problemas. El fulano ya deberia estar alli. Quiza le ha ocurrido algo. Eso no es bueno. Al menos, para los intereses del Don. Quiere algo limpio. Sin ruidos ni fuegos artificiales. No como la ultima vez. Que la cosa se salio de madre. Era un asunto en apariencia sencillo. Aunque facil, en esta vida, ya no hay nada. Debia ajustar cuentas con un constructor que no queria pagar las tarifas de Silvano. La proteccion tenia un precio. Los que se retrasaban sufrian percances. Accidentes. Contratiempos. La idea era secuestrar al hijo del empresario. Un nino de papa. Un pijo progre de los de o sea, de verdad, te lo juro. Con su Jaguar, su acento insufrible, su camisa de Ralph Lauren y el telefono movil pegado a la oreja. Una noche lo abordo en su apartamento. De una patada destrozo la puerta. Al chico le entro el panico. Se puso a gritar y a correr por las habitaciones. Desde el balcon de la vivienda trato de pasar al piso de al lado. Salto. Calculo mal la distancia. El joven se precipito al vacio desde mas de treinta metros de altura. A pesar de la rapidez con la que llego la ambulancia, no se pudo hacer nada. Se partio el cuello. La policia ni se molesto en investigar el caso. Balconing fue el veredicto. Una practica muy extendida entre los jovenes a los que solo les interesaba el sexo, las drogas y la busqueda de nuevas emociones. El constructor no tardo en abonar los atrasos y la penalizacion por demora. Era padre de familia. Tenia otras tres hijas. Suena el movil. El politono es una cancion de Rosa Leon. El brujito de Gulubu: Habia una vez un bru. Un brujito que en Gulubu. A toda la poblacion embrujaba sin ton ni son. Pero un dia llego el Doctor manejando el cuatrimotor. ?Y saben lo que paso? En la pantalla aparece la foto de su mujer. Obesa. Con quince kilos de mas. Pelo negro. Mirada estrenida. Dientes amarillos de tanto fumar. Apariencia de simio al despertarse dentro de una jaula. Mal follada. Tras unos cuantos tonos, lo coge ofuscado. Odia que le llamen durante su horario laboral. El curro es sagrado. Como el futbol. Las canas en la tasca de Paco. O las incursiones nocturnas de los sabados por la noche con sus amigos. !Que pasa! Tienes que ir a recoger al nino al colegio. !Y que mas! Estoy currando. Hoy no puedo, Jose, te lo dije. Debo acompanar a mi hermana al medico. ?Que le ocurre? Cosas de mujeres. El conoce de sobra cuales son los asuntos de las mujeres: hablar mal de los hombres, ir de tiendas y dejar la cuenta del banco en numeros rojos. Tiritando. Eso se le da de fabula a Eva. ?A que hora sale? A las tres. !Parece mentira que no sepas ni eso! Lo de su hijo tiene explicacion. Un preservativo roto. O un no preservativo. Ni siquiera es capaz de recordarlo. Ocurrio durante una noche de borrachera y los detalles continuan siendo confusos. Un polvo apresurado. Un no te preocupes, Jose. Que no pasa nada. Y pasa. Por supuesto que pasa. Siempre pasa. A todas horas. En todos los sitios. En cualquier epoca. La practica de la marcha atras tiene sus consecuencias. Millones de espermatozoides flotando por ahi. Bichitos agitados. Con inquietudes. Uno que se adelanta. Sortea los obstaculos. Se burla del resto. Fecunda el ovulo. ?Aun no te ha venido la regla? Suele retrasarse, carino. En tan solo unos meses a Eva se le ensanchan las caderas, la tripa le sobresale por el pantalon, el tamano de sus pechos crece, lo mismo que los pezones y, de vez en cuando, le entran antojos. ?Me compras ese vestido? Si, el de mil trescientos euros. El de color gris. Es precioso. ?Te gusta? Y Jose paga. !Que remedio! La VISA pasa de un establecimiento a otro. De la tarjeta magnetica saltan chipas. De tanto gasto le arde el bolsillo. Y los caprichos de su novia se suceden a una velocidad de vertigo: bombones, porras, pepinillos en vinagre, snacks, jamon iberico de bellota, queso de oveja, chuletas de cordero, toston asado, angulas, caviar. A los que hay que sumar algun que otro anillo y varias pulseras. Y de la figura estilizada, del escultural cuerpo tostado por los rayos del sol del verano, no queda ni su sombra. Varices, estrias, celulitis, pliegues de piel en lugares inimaginables. Esta atrapado. Pillado. Jodido. Encarcelado. Pintar la habitacion. Elegir la cunita, la silla de paseo, la ropa, los patucos, el sonajero y el kit de bano del bebe son los siguientes pasos. !Ah, no, Jose, antes de tener al nino hay que casarse! De blanco y por la iglesia, como Dios manda. !Que van a pensar mis padres! Lo cierto es que a el le importa una mierda lo que piensen sus futuros suegros. Ni siquiera los conoce. Tampoco siente ningun deseo por conocerlos. Cuanto mas lejos esten mejor. Meses mas tarde, se entera de que el sentimiento es reciproco. ?Y no querras que vivamos en tu furgoneta? ?Que tiene de malo? Es grande, espaciosa, y muy confortable. Lo ultimo de lo ultimo. Necesitamos una casa, ?me oyes? Y poco despues un empleado de una sucursal bancaria le habla sobre las magnificas condiciones de la hipoteca. Comenta terminos que le suenan a chino. Cuota mensual, productos vinculados, TAE del 5%, interes suelo, Euribor mas 0,45% y un seguro en caso de que le ocurra cualquier percance. !Por el amor de Dios! !Que me va a ocurrir! !Si solo tengo veintisiete anos y, segun el ultimo chequeo que me realizaron a traves de la mutua de la empresa, mi corazon esta mas sano que un roble! El del banco omite la letra pequena. En el contrato hay mucha. Minuscula, invisible. Ni con lupa se distinguen los caracteres de algunas de las clausulas. Por eso no se preocupe, le comenta el director. Firme aqui y ahi. Es un chollo, se lo garantizo. Por una casa que vale ciento cuarenta mil euros terminara pagando el triple. Porque el dinero hay que devolverlo. Si o si. De otra forma el banco se queda con el aval. La casa del pueblo de sus padres, las tierras, el tractor, el viejo Renault 19 y hasta su furgoneta. Las deudas se cobran. Desde el principio de los tiempos. Desde que el hombre es hombre. Nadie hace nada por otro semejante. Y eso lo sabe. !Vaya que si lo sabe! El altruismo no existe. Solo lo utilizan las empresas a traves de sus planes de responsabilidad social corporativa, con el unico objetivo de ahorrarse dinero y decir a la sociedad: mirad que buenos somos. Aunque se hayan llevado por delante la mitad del Amazonas o hayan dejado la capa de ozono hecha un cristo. Meses mas tarde aparece Luisito. Llega con antelacion. !Zas! Un regalo que llora a todas horas. ?Es que no se puede dormir ni un solo dia en esta casa? Yo ya me he levantado tres veces. Te toca a ti darle el biberon. Pero ?que clase de padre eres? Se caga y se mea al menos cinco veces diarias. Llora. En cuanto pierde el chupete. Berrea. Con su sueldo, apenas gana para panales y los potitos cuestan un rinon. Lo mismo que la guarderia y los gastos van surgiendo a medida que trascurren las semanas. Los meses. El bebe crece deprisa. La ropa ya no le sirve y hay que comprar mas. Del sexo en el matrimonio ni hablar. No, carino, hoy tengo jaqueca. Eva se las ingenia muy bien: Estoy muy cansada. !Ni te imaginas como me duelen las muelas! Lo siento mucho, amor, pero me encuentro en ese periodo del mes. Tengo infeccion, carino. !Otra vez sera! Cuando Luis cumple tres anos surge un tema espinoso. La escolarizacion del nino. Su educacion se convierte en una cuestion prioritaria que desata discrepancias en el seno familiar. ?No querras que nuestro hijo vaya a un colegio publico?, le pregunta su esposa con los brazos en jarras y el humo emergiendo de sus orejas. ?Que tiene de malo? Ya sabe que esa noche dormira en el sofa y la Cuaresma tendra caracter anual. Asi que en los proximos dias le tocara comprar unas revistas guarras y practicar a escondidas. Las putas son demasiado caras. Y, ademas, con su sueldo seguro que no le llega ni para un trabajo oral. No hay mas que verte. Yo fui a uno y no me paso nada. Aprendi un monton. !Hasta llegue a ser guardia de seguridad! Por favor, no pretenderas que nuestro hijo se convierta en un zoquete. !Mira tu caso, por ejemplo! Eres un inutil. !Una victima de la LOGSE!

  • Hasta que te rindas de Victoria Vilchez

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    Una fiesta y un bar es todo lo que creen necesitar las amigas de Elizabeth para empujarla a superar su reciente ruptura amorosa. Solo que la cosa va a irseles un poco de las manos... Y cuando se de cuenta de en donde se ha metido es probable que ya sea demasiado tarde. Una intensa, divertida y romantica historia que te atrapara.

  • El trato mas dulce, Amanda Laneley de Amanda Laneley

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    Lucy esta a punto de hacer un trato que cambiara su vida.
    Desde nina, a Lucy la ha acomplejado su apariencia. Aunque es una brillante asesora de negocios, se siente invisible para los hombres. Despues de vivir una humillante situacion, decide que las cosas no pueden seguir asi. Necesita un cambio y lo necesita ya.
    La solucion viene de la mano de Max, un atractivo personal trainer que suena con tener su propio negocio. Max es esforzado y perseverante, pero no demasiado habil como emprendedor.
    El trato es simple: Lucy asesorara a Max con su empresa y, a cambio, el le ayudara a mejorar su aspecto y a conseguir el amor del hombre de sus suenos.
    ?Que podria arruinar un arreglo en apariencia tan ventajoso? Nada. excepto el amor.
    ?Podra Max emparejar a Lucy con otro cuando descubra que la quiere para si?

  • Universos infinitos de Guillermo Tato

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    ?Alguna vez has imaginado como habria sido tu vida si esa noche magica hubiese acabado de otra manera?

  • La Ultima Mentira de Mary Kubica

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    El mundo de Clara Solberg estalla en mil pedazos cuando su marido y su hija de cuatro anos tienen un accidente de trafico. Nick muere, pero Maisie sale extranamente ilesa. El suceso se cataloga como accidente… hasta que dias mas tarde, Maisie empieza a tener terrores nocturnos que hacen que Clara se cuestione que sucedio realmente esa fatidica tarde.

  • Extintos de Armando Cuevas Calderon

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    El sorprendente descubrimiento de una tumba neandertal en Siberia contradice la fecha de la desaparicion de la especie y arroja luz sobre la verdadera causa de su repentina extincion. Por otra parte, el profesor Lebedev, antropologo ruso encargado de las excavaciones, cree haber encontrado algo aun mas extraordinario, y, despues de entregar un enigmatico paquete a Laura Anglada, una paleogenetista espanola, abandona el yacimiento misteriosamente.
    ?Que significado tiene el contenido del paquete? ?Que ha encontrado el profesor? Y, sobre todo, ?que relacion guarda el yacimiento neandertal con su nuevo descubrimiento?
    Dispuesta a averiguar que hay detras de todos estos enigmas, Laura viajara hasta Alaska acompanada de su ayudante Owen. Pero no estaran solos; Echevarria, un antropologo rival, los seguira dispuesto a no detenerse ante nada con tal de apropiarse del supuesto hallazgo.
    Una lucha a muerte debera librarse contra la naturaleza salvaje y la ambicion humana antes de que un secreto oculto durante milenios vea la luz. Un secreto tan increible que desquebrajara los cimientos de la paleontologia moderna y dara un nuevo rumbo a la historia de la humanidad.

  • Te oigo, pero no te escucho de Maria Ferrer Payeras

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    Marina ha pasado cuatro meses en coma. Despues de una larga rehabilitacion, esta harta de medicos y de seguir encerrada en casa. Por eso, decide instalarse una temporada cerca del mar.
    Tiene un secreto. Desde que desperto, oye una voz en su interior. El psiquiatra le ha dicho que no es mas que ella misma instandose a la accion. Sin embargo, se trata de Tatiana, un alter ego juerguista, mandon y soez que no la deja un minuto en paz.

  • No se tu nombre de Anairam Mirez

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    Alba siente que no encaja. Ni en su familia, ni en su trabajo, ni en su vida. Atascada en una relacion desgastada con Dani, su novio, siente que no avanza. Su abuela, mujer fuerte y autoritaria, enferma y el aparente equilibrio de su familia se desmorona, arrastrandola tambien a ella, que buscara respuestas, buceando en el hermetismo familiar. En el intento de ayudar a su abuela, Alba se enfrentara a un pasado y un presente plagado de medias verdades y secretos, enfrentandola a los demas. Jaime irrumpe en su vida, desbaratando su monotonia, abriendole un camino nuevo y la posibilidad de encontrar respuestas, y algo mas… Esperanza es una joven cuyos suenos se veran truncados por la realidad que le toca vivir: la guerra civil. Dos mujeres perdidas, dos epocas, dos historias paralelas que en algun momento llegan a encontrarse.

  • La aldea de Silvia Salgado

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    Carlota Santamaria es una arquitecta separada, madre de un hijo adolescente, que lleva una vida tranquila en Madrid. Fotografia casas y escribe sobre diseno en una revista de interiores. ?Pero es feliz?
    Un anuncio en la seccion de empleo de un periodico le hace replantearse su vida, una ONG solicita arquitecto para reconstruir una aldea en Chengdu, en China, que colapso durante el terremoto de 2008.
    ?Abandonarias todo por cumplir un sueno? ?Empezar de cero?

    Atrevete a acompanar a Carlota en este viaje interior mas alla de las fronteras del Continente Asiatico, atrevete a descubrir la aventura y el amor, a vivir la vida que siempre quisiste tener.
    ?Estas preparado para superar tus miedos?

  • Contradireccion, sin frenos y sin ti de Pat Casala

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    Kristie sigue sin tener las cosas claras. No quiere volver a confiar en Luke ni perdonarle otro desliz y tampoco es capaz de olvidar sus sentimientos por Dennis. Necesita poner distancia, pensar, dejarse mecer por las olas y aprender a hacer surf mientras consigue hallar la forma de centrarse, pero el verano en California no es suficiente para encontrar la respuesta a sus dudas.. Luke intenta recuperarla, va en su busca, quiere convencerla con palabras, como siempre, pero la ha herido demasiadas veces con su actitud y sus actos. Quizas ya es tarde para reconducir la situacion. O puede que se merezca una ultima oportunidad.
    Los recuerdos de su relacion con Dennis la bombardean. El fue el amor de su vida, la persona que estuvo a su lado durante los dificiles anos de su infancia a cargo del sistema estatal de tutela de menores y, aunque no sabe si podra perdonarle algun dia como acabaron, tampoco puede quitarselo de la cabeza.
    Tras enfrentarse a un giro inesperado y descubrir que Dennis guarda demasiados secretos peligrosos acerca de su pasado, Kristie debera decidir a quien pertenece su corazon.

  • Tiempos dificiles (Scarlet Falls 1) de Melinda Leigh

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  • Suenos (Italia 2) de Elizabeth Betancourt

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    Sentada en el bar, sumida en sus pensamientos, siquiera oia la triste musica de fondo que tanto se asemejaba a su estado de animo. Ya desde un inicio sabia que emprender el viaje hasta Italia era un riesgo, pero estaba dispuesta a arriesgar porque la seguridad en la que vivia en casa de sus tios era una ilusion, una carcel disfrazada de solidez, de una garantia de vida tranquila que era estatica sin cambio alguno, estando en un bucle que consistia en rutinas interminables de aburrimiento. No lamentaba haberse ido de "Boring", pero ni en sus peores pesadillas se habria imaginado que perderia todo por culpa de una mentira, por culpa de una farsante maquiavelica que a simple vista no parecia alguien de quien temer... Durante el viaje, aquel viaje inolvidable en el que habia conocido a Angela y a Domenico, habia pensado que podia fracasar con el proyecto que habia emprendido, pero por cuestiones economicas, no por el odio de toda una comunidad que la habia tratado al principio como una persona que merece respeto y carino, para despues sin siquiera escucharla, juzgarla y echarla de sus vidas como si fuera un perro callejero. Sus ojos todavia se empanaban al recordar lo perdida que se sentia al salir de la casa de Domenico. La habian sentenciado sin siquiera darle la minima oportunidad de poder defenderse. Habia creido que en seis meses la conocerian, sabrian la clase de persona que era y sobre todo, sabrian lo mucho que habia entregado de su amor a todos ellos. Una lagrima se deslizo por su mejilla sonrojada y Melania la borro con rabia, diciendose a si misma que ninguno de ellos valia la pena, ninguno de ellos merecia una sola lagrima suya, ninguno, excepto su angelito... Si seguia alli, planeando y luchando por descubrir las mentiras de Antonella, era por Angela y por su casa, habia trabajado muy duro como para abandonar el unico hogar real que habia tenido en la vida. --Disculpe, senorita... Espero no molestarla, pero creo que necesita compania. --La voz de un hombre interrumpio sus reflexiones. Le miro sin llegar a verle, lo cierto es que se sentia desde hacia semanas como en un mundo lleno de niebla espesa que la permitia abstraerse de la realidad. No queria sumergirse en su mundo interior, pero el dolor por la perdida de aquello que siempre habia anorado tener y por fin parecia haberlo logrado, la mortificaba. --Nnno, no pasa nada. --Murmuro Melania en respuesta. El hombre sonrio y toco su mano, fue entonces cuando la pelirroja por fin se fijo en el. Era un hombre atractivo, debia rondar los treinta y cinco anos, moreno y de estatura promedio. Iba vestido de manera informal y debia admitir que tenia una sonrisa bonita. Su gesto no parecia el tipico de un varon joven que intenta llevarse a la cama a una chica que se encuentra en un bar en los suburbios de la Toscana. Parecia que deseaba genuinamente ayudarla, al menos escuchandola, si, tenia pinta de ser un buen oyente. --?Por que una joven inglesa tan bella esta sola en esos lares y con la mirada tan triste? -- Pregunto aquel hombre cuyo acento en ingles era dulce y gracioso. --Es una historia muy larga. --Contesto Melania, haciendo un intento de esbozar una sonrisa que mas bien parecia una mueca y en un italiano perfecto, casi de nativa. --Se me da bien escuchar. --Respondio el moreno. Su mirada era calida y su voz muy tranquila y serena, tanto que resultaba calmante. --Eso parece... ?Eres un escritor que busca inspiracion en historias tristes? ?O tal vez, un sociologo que intenta estudiar el comportamiento de las feminas extranjeras en Italia? ?O, eres alguien sin una vida propia que no tiene nada mejor que interesarse en las vidas ajenas? Melania no habia pretendido resultar tan borde, pero ultimamente no parecia ella misma, no se sentia como la mujer serena, dulce, simpatica y graciosa que generalmente era. Algo en su interior se habia roto... --Perdona, no queria... --Intento disculparse, pero el hombre la dedico una sonrisa, como diciendo: No pasa nada. --Soy criminologo, me acabo de tomar las vacaciones y decidi venir a este sitio que se caracteriza por sus buenas costumbres y la paz. Mi trabajo muchas veces impide esa tranquilidad mental que deseo. --Dijo el desconocido dejando a Melania sorprendida. Ella jamas habia conocido a un criminologo y aquello resultaba de lo mas interesante. --!Vaya! No me extrana... ?Es como en "Mentes Criminales"? Me refiero, seguro que has visto cosas espeluznantes... --Dijo Melania con la curiosidad tipica de una nina pequena. --La realidad supera la ficcion. --Contesto el hombre y en sus ojos ella pudo apreciar cierta tristeza, pero fue solo por unos segundos tras los cuales la expresion del moreno volvio a ser afable y sus ojos brillantes, chispeantes como el lucero vespertino. --Entiendo... ?Y que te parece la Toscana hasta ahora? --Pregunto Melania cambiando de tema, aunque se moria por saber mas sobre las cosas que debia haber visto aquel desconocido tan atractivo. Su imaginacion volaba por las nubes, imaginandose situaciones, historias dignas de un episodio de NCIS. --A La Toscana la podria definir como un paraiso idilico donde el tiempo se ha detenido. -- Respondio el criminologo. --Oh, recuerdo que yo habia pensado lo mismo cuando pise estas tierras. --Dijo Melania con cierta melancolia. --?Y ahora? ?Opinas de la misma manera? --Pregunto el hombre que al parecer se interesaba por el comportamiento humano incluso fuera del trabajo. --Claro que si, lo que pasa es que... No se, es dificil de explicar. --Dio una respuesta bastante ambigua la pelirroja, pues ya no confiaba en las personas como antes y tanto interes repentino por parte del desconocido sonaba sospechoso. --Intenta explicarlo. Creo que has sufrido mucho, parece que alguien a quien amaste con todo el corazon te destrozo emocionalmente... No pareces desear soltar tu dolor a un perfecto desconocido. Lo cual es comprensible y ademas, aconsejable. Pareces una buena chica, alguien capaz de escuchar... Tal vez tu podrias ser mi oyente por unos minutos, a mi no me importa que seas una desconocida, casi que lo prefiero, siento que me puedo expresar mejor con alguien a quien no conozco, alguien cuya opinion en el fondo no me importa, alguien a quien tras una charla amena no volvere a ver. --Dijo el moreno sonriendo, Melania correspondio a su gesto. --Entonces tienes una historia... --Dijo ella, mas para si misma que para el, reflexionando en voz.--En esta clase de sitios siempre hay alguien con una historia, dispuesto a ahogar el dolor con una copa o un rapido revolcon. --Yo solo vine a por una o varias copas. --Dijo la pelirroja, dejando clara su postura. --Tu corazon pertenece a alguien, inconscientemente pones barreras a cualquiera que quiera ligar contigo porque sientes que le debes lealtad a esa persona. --Dijo el desconocido sin inmutarse, con una voz pragmatica. --!No le debo nada a ese! --Contesto Melania con voz ronca, con los ojos reflejando su llanto interior. --Lo que yo decia, un corazon roto. --Dijo el moreno levantando una ceja y ella le miro rabiosa. --!Deja de analizarme! Mi cabeza es mia y solo yo puedo estar dentro de mi coco. La respuesta de la inglesa le hizo reir al criminologo, a ella le parecio que su risa era agradable al oido y sin poder evitarlo, tambien lanzo una carcajada. --Cuentame tu historia. --Dijo al cabo de un rato la pelirroja, tomando un gran sorbo de su jarra de cerveza. --Me suspendieron del trabajo por un trauma... --!Oh dios mio! --Exclamo Melania horrorizada, con los ojos abiertos de par en par. --No es por algo que haya visto, esas cosas no suelen afectarme, solo unos cuantos casos durante mis primeros anos de oficio, pero el ser humano esta hecho para encontrar la forma de poder avanzar a pesar de ver las cosas mas horrorosas hechas por seres que han caido en la miseria de su existencia. --Respondio el con una voz inexpresiva, probablemente una tecnica que habia aprendido como forma de suprimir sus emociones para desempenar su trabajo. --?Y entonces? --Pregunto Melania consternada por lo frio que parecia al hablar de su trabajo. --El ano pasado mi hermano, Alphonso, se suicido. Fue de forma repentina, el parecia estar bien meses atras, pero se enamoro perdidamente de una chica a la cual yo nunca llegue a conocer. Encontre su cuerpo sin vida en su habitacion, pues compartiamos piso, el colgaba desde el techo y en su mano habia una carta desgarradora en la que describia ese amor enfermizo que sentia hacia esa mujer llamada Chiara. Al parecer, ella nunca correspondio a su amor, pero a pesar de eso era extrano ese comportamiento en mi hermano, el no era un cobarde, todo lo contrario y jamas antes se habia obsesionado de esa forma con una mujer hasta perder la cabeza. Lei todas las cartas que le habia escrito, solo se repetia ese nombre y la belleza que poseia la mujer, pero ninguna pista sobre la identidad de Chiara, tan solo su nombre de pila. Llegue a tener una gran mania de encontrar mas respuestas para poder explicarme la razon de que mi hermano hubiera tomado tal decision, una resolucion radical y sin logica... Pero, no hallaba las respuestas a todas mis preguntas, mi jefe lo noto, me dio un plazo para recomponerme y dedicarme de nuevo de pleno en mi trabajo, pero no pude... Es por eso que Basilio, mi superior me suspendio temporalmente y vine aqui... Creo que me vendra bien. --Termino de relatar el hombre y anadio. --Te acabo de contar parte de mi vida y sin embargo, ni te he dicho mi nombre. Me llamo Cristiano. La historia de lo que le habia pasado al criminologo habia dejado a Melania con un malestar en las entranas. --Yo Melania. Espero que estas tierras apacibles realmente te ayuden, es algo atroz lo que ha pasado y puedo comprenderte perfectamente, puedo entender las dudas que te asechan, sobre todo, teniendo en cuenta que tu hermano era alguien con todos los tornillos bien puestos... Es extrano el cerebro, su funcionamiento... !Un dia piensas normal y ves las cosas con logica y perspectiva, al otro has perdido las facultades! --Asi es, pequena pelirroja. He hablado de esto solo con mi terapeuta.

  • Doce Anos y un Instante de Anna Casanovas

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    Sebastian Nualart cometio un grave error en su adolescencia, y a causa de ello su familia tuvo que mudarse a Cadiz para que empezase de cero. Fueron tiempos dificiles, pero despues de recuperar el carino de sus hermanos y conocer a Cecilia, Sebastian penso que el sacrificio habia valido la pena. Pero el pasado no ha quedado atras, y la mejor noche de su vida acaba por convertirse en un infierno. Sebastian se ve obligado a huir de nuevo, esta vez mucho mas lejos y con la certeza de que no podra regresar jamas. Doce anos mas tarde, Cecilia es una mujer fuerte y decidida, que no esta dispuesta a ceder ante el hombre que la abandono sin darle la menor explicacion. Pero Sebastian ha estado esos doce anos luchando por volver a verla, y ni ella ni nadie van a impedirselo.

  • Mejor el diablo de Ian Rankin

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    En 1978 una joven llamada Maria Turquand fue asesinada en una habitacion de hotel. Se investigo a los sospechosos, pero el culpable nunca aparecio. John Rebus siempre tuvo la sensacion de que algun detalle importante se le escapaba a la policia. Ahora ha decidido recuperar el caso y parece que eso aun puede acarrear imprevisibles consecuencias. No es lo unico que le preocupa al exinspector Rebus. Darryl Christie, aspirante a controlar las actividades delictivas en Edimburgo, ha recibido una paliza que lo ha dejado fuera de combate. Todas las miradas recaen sobre un viejo conocido de Rebus: el ganster Big Ger Cafferty, que asegura haberse retirado del negocio.

  • Para siempre, Norah Carter, Monika Hof, Patrick Norton de Norah Carter

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  • El viejo barco de Zhang Wei

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    El viejo barco es una revolucionaria obra de ficcion china que ha conmovido a lectores de todo el mundo.

  • Inapropiadamente hermosa (Confesiones en la noche 1) de Marion Marquez

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    Incapaz de regirse a las normas de la sociedad de Londres de 1835, Lady Emmeline Laughton estaba lejos de ser la dama apacible y docil que todos esperaban, pero con su caracter dulce y atrevido era capaz de entrar hasta en el corazon mas duro. Con su constante ceno fruncido y sus modales perfectos, Joseph Whitemore, Marques de Thornehill, era el hombre mas enigmatico que ella hubiese conocido. Emmeline se ve inmediatamente tentada a averiguar quien es el hombre que se esconde detras de todo el misterio, sin saber que en el proceso, podria terminar develando el secreto de su propio pasado.

  • El amor de la senora Rothschild de Sara Aharoni

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    Un amor entranable que forjo una de las familias mas emblematicas de la historia del judaismo: los Rothschild.

  • Te encontre en el olvido de Hilda Rojas Correa

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    David es un hombre de veintinueve anos, tiene dos trabajos, estudia de noche e intenta llevar su relacion amorosa con Ingrid al siguiente nivel.
    Ainelen es tecnico en enfermeria cuya vida amorosa esta llena de malas elecciones y parece que nunca rompe su patron al momento de elegir pareja. Su unico y mas fiel amigo, Marcelo, le dice que es demasiado ingenua e inocente cuando se trata de hombres. Tanto, asi, que acaba de descubrir que su prometido ya lleva un ano de casado con otra.
    Sus vidas estan a punto de cruzarse inesperadamente. El destino le da la peor jugada a David y a la vez le ofrece a Ainelen una oportunidad para cambiar su rumbo.
    ?Sabran como utilizar las cartas que les ha entregado la rueda de la fortuna, o se rendiran sin siquiera jugar?

  • Boda con un extrano (Millonarios italianos 3) de Florencia Palacios

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    Tercera entrega de la saga millonarios italianos.
    La presente es una novela de romance, erotismo con cuotas de misterio y suspenso, distinta a las anteriores.
    Boda con un extrano.
    Una manana Isabella despierta en un hospital sin recordar nada, aturdida y con un fuerte dolor de cabeza, solo sabe que ha perdido la memoria y toda su historia parece atrapada en una especie de limbo.
    A su lado hay un hombre guapo y seductor, un italiano que lleva anillo de casado y la trata como a una reina.
    No sale de su asombro al enterarse que ese hombre es su marido.
    No puede creer su buena suerte. pues de repente recuerda que era una chica profuga y solitaria.
    Descubrir la verdad se convertira en su obsesion y tambien descubrir quien es ese hombre que dice ser su esposo y del que no puede recordar nada.

  • Desesperada (Novias 2) de Eva Alexander

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    Ni la mitad. Estaba recorriendo la carretera que me llevaba a mi ciudad natal y no sentia ni la mitad de la felicidad que deberia sentir, esa felicidad que era un sueno para mi. Mi primer recuerdo era de la entrada a la ciudad, el camino rodeado de arboles verdes y altos hasta el cielo. Recuerdo que iba sentada en el asiento de atras sosteniendo un muneco de Mickey Mouse, mirando por la ventanilla del coche y escuchando a mis padres hablar. Se por lo que me contaron mis padres y por las fotos que llenaban cada pared de nuestra casa que ese dia volviamos de Disneyland, que me llevaron para celebrar mi tercer cumpleanos, pero lo unico que yo recuerdo es que estaba muy feliz, que mientras el coche iba por esa carretera era la nina mas feliz del mundo. Mi madre decia que era porque era la primera vez que salia de la ciudad y que nada se puede comparar con la felicidad de volver a casa. No digo que no tenia razon, pero no he vuelto a sentir esa felicidad, ni ahora ni en las otras veces que he vuelto a casa. Tal vez tiene algo que ver con el hecho de que mis padres ya no estan. ?Tal vez? Seguro que si. Estaba volviendo a casa, mejor dicho, estaba corriendo de vuelta a casa. He conseguido hacer un desastre de mi vida y todo por buscar esa felicidad que ahora me doy cuenta de que no existe para mi. Anos y anos de busqueda para nada, tiempo perdido, esfuerzo y lagrimas en vano. El nunca llego. El, el hombre que me haria tan feliz como mi padre hizo a mi madre. Se que estas pensando, que estoy persiguiendo un sueno que no es mio, que si algo fue bueno para mi madre no necesariamente sera bueno para mi. Que estoy buscando algo para sentirme cerca de ellos, de tenerlos a mi lado a pesar de que llevan veinte anos muertos. Deberia saber mejor que eso, ?verdad? Al fin y al cabo, soy psicologa, se todo lo que hay que saber sobre traumas. !Dios! A cualquier paciente le diria que deberia olvidar el pasado, le ayudaria a encontrar algo mas en que centrar su atencion. Pero ?lo hago? No, yo sigo adelante con la busqueda de ese hombre sin importar las consecuencias y eso es lo que me ha llevado a este momento, a volver a casa llorando. Abandone mi consulta, mis pacientes, mis amigos, para ir a casa a llorar, a curar mis heridas. Lo que no sabia era si iba a conseguirlo, nunca en mi vida estuve tan herida, tan humillada y avergonzada. Nunca senti ese dolor tan atroz en mi corazon. La ultima vez que pase por algo parecido consegui sobrevivir aqui, en casa, tuve ayuda, mucha, y por eso estaba volviendo. Kent Village, mi ciudad natal, la ciudad de mis padres, la ciudad donde nacieron mis abuelos y bisabuelos. Un pueblo pequeno en la montana rodeado de bosques, donde la gente vivia tranquila y eso era justo lo que necesitaba. Soledad, tranquilidad. Queria ir a pasear por el bosque, respirar el aire fresco y aclarar mi mente. Queria poner orden en mi vida y este era el lugar perfecto. Poco despues de entrar en el pueblo gire a la derecha echando un vistazo a la senal oculta por las ramas de los arboles. Mountain Lounge. !Dios! Mi padre era el mejor del mundo, pero ahi habia fallado y mira que no era muy dificil encontrar un buen nombre para las cabanas. No se como hizo para encontrar clientes, pero lo consiguio. Las cabanas estaban siempre reservadas, invierno y verano, los huespedes llegaban para pasar un buen rato. No habia mucho que ver excepto la montana, pero me imagino que eso era lo que ellos buscaban. Soledad, tranquilidad. Se notaba la falta de cuidados y no solo en los hierbajos que rodeaban el camino, el propio camino era un desastre. Mi pequeno hibrido Lexus de color rojo solido era perfecto para la ciudad, para la montana no tanto y solo de pensar en la factura del taller mecanico me entraba un ataque de panico. Habia ahorrado durante mucho tiempo para comprarme el coche y no pense que un dia iba a tener que hacer un viaje en la montana por caminos llenos de rocas, baches y socavones que iban a destrozarlo. Era mi culpa por haber salido corriendo de la ciudad y no pensar en el coche, pero la verdad es que no pense en nada mas que no fue correr. Correr de mi vida. Correr de esa mirada que veia cada vez que cerraba los ojos. Correr de esa palabra pronunciada con tanto asco. Desesperada. Ahora tampoco era un buen momento para pensar en lo que me hizo coger el coche y venir aqui, tenia que concentrarme en llegar a las cabanas con el coche de una sola pieza. Muchos minutos despues llegue al claro que debia ser el aparcamiento, pero en cambio era solo un mar de hierbajos. Ni loca iba a dejar a mi precioso coche ahi asi que segui adelante y me detuve delante de la fuente. Justo enfrente estaba la cabana principal y a los lados las otras cabanas. Tres a la izquierda, tres a la derecha y otras cuatro detras de estas. Todas formaban un circulo y en el medio estaba la fuente, una que habia construido mi madre con piedras que recogio en el rio que bajaba de la montana t corria detras de la propiedad. Tenia una forma extrana, piedra sobre piedra con el agua saliendo de un lugar que no podia ver, y de pequena pasaba horas mirando e intentando averiguar que era. A veces me parecia que era un elefante, otras que era una nube. Cuando estaba convencida de que habia conseguido dar con la forma justa iba corriendo a contarle a mi madre y ella me abraza riendo, diciendo que debia intentar una vez mas. Nunca averigue lo que mi madre quiso construir y tal vez no esta mal, tal vez es asi como debe ser, tal vez deberia pasar el resto de mi vida sentada en el porche intentando descifrar el misterio de la fuente. Las cabanas estaban en mal estado y no queria imaginarme como estaban en el interior, con el exterior tenia suficiente. Pintura que una vez fue blanca ahora estaba gris ahi donde quedaba algo, algunas ventanas estaban rotas, el techo de la cabana Rosa tenia un agujero. Si, cabana Rosa. Mi padre nombro el establecimiento y mi madre las cabanas. Rosa, Blanca, Roja, Azul, Verde, Morada, Gris, Violeta, Amarillo y Turquesa. La verdad es que mis padres hicieron muchas cosas que ahora me cuesta entender, mira que hicieron con los nombres con lo facil que hubiera sido poner numeros como en los hoteles. Baje del coche y al poner el pie en el suelo maldije. Mis sandalias eran tan ideales para este sitio igual que el Lexus para un camino de montana. Salir corriendo no fue una buena idea y ahora me tocaba pagar el precio. Maldije entre dientes mientras caminaba y sentia los tacones hundiendose en el barro, mientras la hierba raspaba mis tobillos. Me sente en el pequeno banco que estaba enfrente de la fuente y mire la cabana principal. Mi casa. Yo naci ahi, mi madre se puso de parto durante la nevada mas horrible de ese invierno y sobrevivi gracias a que mi abuela estaba de visita y ayudo a mi madre. Creci ahi, dije mis primeras palabras, di mis primeros pasos, hice muchas cosas y me faltaban muchas por hacer. Este sitio siempre fue mi lugar feliz y ahora solo era uno abandonado, deteriorado por el tiempo y por el dolor. Veinte anos cambian un lugar, cambian a las personas. Cerre los ojos y recorde como estaba antes. Las cabanas blancas, las flores de todos los colores brillando en tiestos en cada porche. El sonido del hacha de mi padre cortando los troncos para la chimenea. El olor a galletas que estaba horneando mi madre. Las risas de los ninos que llegaron por la manana con sus padres y se hospedaban en la cabana Blanca. No habia soledad o tranquilidad, solo ruido, risas y felicidad. Lo queria para mi, lo busque sin encontrarlo durante los ultimos diez anos de mi vida y empiezo a creer que lo estuve buscando en el lugar equivocado. Abri los ojos mientras una idea se formaba en mi cabeza, pero no tuve tiempo para dejarla fluir. El sonido de un coche llego y aun despues de tantos anos reconoceria ese motor entre miles. Era un milagro que todavia estuviera funcionando y tambien era un milagro que la persona que lo estaba conduciendo pudiera hacerlo. Me quede quieta mientras aparcaba el coche, mientras bajaba y caminaba hacia mi y solo cuando se detuvo detras de mi me levante. --Hola, abuela --dije sonriendo. --Hija. Eso fue todo, una sola palabra y las lagrimas empezaron a salir a una velocidad increible como si el tono de la abuela fue la senal de que podrian comenzar. --Hija --repitio la abuela mientras yo le rodeaba los hombros con los brazos y la abrazaba con fuerza. Llore recordando la ultima vez que lo hice en los brazos de ella. Fue hace veinte anos cuando la policia llamo a la puerta y dijo que mis padres habian fallecido en un accidente de coche. El ultimo fin de semana de cada mes era para mis padres, era su ritual, su tiempo de enamorados como lo llamaba mi padre y el accidente ocurrio justo cuando volvian de uno de esos fines de semana. Nunca supe a donde iban, si iban en coche o en avion, y no me importaba ya que ellos volvian felices. Yo pasaba esos dias con los abuelos y hacia todo lo que mis padres me prohibian. Era feliz hasta ese dia, cuando mi padre ignoro los avisos de tormenta y condujo a casa, bueno, debido a la falta de visibilidad y a la carretera mojada condujo hacia un barranco. Cayeron, el coche exploto, se incendio y no quedo nada para enterrar. Me quede huerfana a los diez anos y gracias a mis abuelos, los padres de mi madre, he sobrevivido. Estaba en su casa cuando me dijeron sobre mis padres y es ahi donde me quede hasta que me fui a la universidad. Nunca mas volvi a casa. Dos dias despues del funeral la abuela quiso llevarme a casa para recoger algo de ropa y en cuanto tomo el camino que llevaba a las cabanas empece a llorar y a gritar. Paso lo mismo semanas despues, meses despues, hasta que entendieron que no podia, que no queria volver a este lugar que habia sido mi hogar. Ya no lo era, lo que lo convertia en mi hogar eran mis padres y ellos ya no estaban ahi asi que no tenia sentido volver. Los abuelos respetaron mi decision, no vendieron la casa, no la cuidaron, no la tocaron, la dejaron como estaba que fue lo que yo les pedi. Hasta cuando llego el momento de enfrentar al pasado, de olvidar y de darle una oportunidad al futuro, de darme la oportunidad de ser feliz sin la necesidad de tener lo que ellos tenian. Sin amor. La abuela sintiendo que mi crisis habia terminado rompio el abrazo y en esos dos segundos que tarde en bajar mis brazos ella consiguio sacar un panuelo que me entrego. Blanco, planchado, doblado perfectamente y con sus iniciales bordadas. C.A.K. Caroline Anne Kent, mi abuela que a sus ochenta anos tenia una mirada que expresaba vitalidad, confianza y optimismo y eso es algo que yo no habia heredado. La confianza la tenia, bueno, en mi vida profesional si, en lo de privado no tanto. ?El optimismo? Nunca lo tuve y con cada paciente que no conseguia ayudar me iba mas hacia el lado oscuro, ese en el que no habia esperanza. --Has vuelto --dijo la abuela. --Si --asenti limpiando mi rostro con el panuelo que olia a vainilla. --Vamos a devolverle la gloria a este lugar --dijo ella mirando hacia las cabanas. ?Como diablos sabia que habia vuelto para hacer justo eso cuando ni yo misma no lo sabia hasta hace poco? La mire con los ojos entrecerrados y ella me atrapo. Se acerco, levanto la mano y acaricio mi mejilla. Sus ojos azules, y los de mi madre, brillaban con una emocion desconocida mientras que sus labios esbozaban una pequena sonrisa ensenando sus dientes perfectos. Ochenta anos y tenia la dentadura perfecta, el cutis de una mujer de sesenta y el cabello blanco, pero ni una de esas cosas delataban su verdadera edad. Para cualquiera podria pasar por una mujer mucho mas joven y mas de una vez me pregunte como lo hizo. Como sobrevivio a una infancia dificil, a la perdida de dos bebes, a la muerte de la unica hija que le quedaba y finalmente a perder al que fue su amor durante mas de cincuenta anos, el abuelo.--Este es tu lugar, Jane, siempre lo fue. Solo tenias que darte cuenta tu misma --declaro la abuela antes de darse la vuelta y caminar hacia la casa principal. Me quede mirandola, extranada por la agilidad de sus pasos. Parecia que estaba flotando, su chaqueta de punto que le llegaba hasta los tobillos pareciendo la capa de un superheroe. Malva, su chaqueta era de color malva igual que la falda y la camisa. El pequeno sombrero era blanco como el cabello que le caia poco por debajo de los hombros. Seguramente olvido que tenia cita en la peluqueria para cortarlo, a la abuela le gustaba el mismo corte desde hace mas de cincuenta anos. Corte bob a la altura de la mandibula y le sentaba tan bien que hace anos se lo robe, ahora era mi corte de cabello y la unica diferencia era que mi color era castano, un castano normal y aburrido. La abuela llego a la puerta y empezo a buscar en sus bolsillos, en los de la chaqueta, en los de la falda. Nada, la llave no estaba. Sonrei acercandome al pillar del porche, el de la izquierda donde justo a metro y medio de altura habia un escondite. Mi padre hizo un agujero en la madera y ahi guardaba la llave de repuesto, mejor dicho, las llaves. Veras, la abuela es muy olvidadiza en cuanto a las llaves y no es de ahora que ya tiene ochenta anos, no. Eso le viene de muy joven, es alguna mierda genetica que heredo mi madre y luego yo. Mi padre, harto de volver de donde estaba para abrirle la puerta a mi madre cada vez que ella olvidaba las llaves tuvo la idea de esconder algunas. Llaves, muchas llaves. Es extrano como funciona la mente humana, mi madre recordaba cada lugar en las que estaban escondidas, pero nunca recordaba coger la llave cuando salia de casa. A mi me pasa algo parecido, tanto que tengo al cerrajero en la lista de contactos favoritos. Intente todo lo posible, poner una nota en la puerta para verla antes de salir, colgarla de una cadena a mi cuello como los ninos, hice cincuenta copias y las guarde en todos mis bolsos. ?Y sabes que? Pues que en vez de mirar hacia la puerta y ver la nota yo miraba mis zapatos, la cadena me la quitaba cuando llegaba a casa y olvidaba ponerla de nuevo, las cincuenta llaves se acabaron un dia y olvide hacer otras copias. Al final renuncie y puse una cerradura electronica ya que el codigo nunca se me olvidaba. La parte mala es que no es muy barata y para reemplazar todas las cerraduras de las cabanas iba a salir muy caro, tanto que no podia permitirmelo. Voy a tener que seguir el ejemplo de mi padre y encontrar nuevos lugares para guardar llaves fuera de la casa. Recordar hacer copias tambien era buena idea. Menos mal que no hay muchos robos en el pueblo que si no los ladrones tendrian una manera muy facil de entrar a mi casa. --Jane, la puerta se ve muy floja. ?Por que no le das una patada a ver si la abres? -- pregunto la abuela. Mire la puerta despues de recoger la llave de su escondite y muy floja no parecia, la verdad es que la madera se veia muy solida. Y sucia, me arme de valor mientras miraba las telas de aranas y buscaba a esos bichos que me provocaban un miedo atroz. --?Por que romper la puerta si tengo una llave? --pregunte acercandome. --Esta es mi chica. --Sonrio la abuela. Meti la llave en la cerradura y la gire, la puerta se abrio haciendo un ruido espeluznante y juro que casi espere ver una arana gigante en la casa. Pero no, el sonido era algo normal en una puerta que llevaba veinte anos cerrada. Tal vez deberia reconsiderar mi decision. Tal vez. Segui a la abuela dentro, pero mientras ella iba hacia la cocina Dios sabe porque, yo me quede en la entrada. Justo delante estaba el escritorio que usaba mi madre para todo relacionado con las cabanas. Encima estaba el ordenador y la agenda de mi madre con su boligrafo favorito. Detras, en la pared, estaba el armario de las llaves con llaveros coloridos para saber a que cabana pertenecia. Amaba ese rincon, de pequena me sentaba ahi y me imaginaba que era mayor, que este era mi negocio. Pero lo que mas amaba era la agenda de mi madre, que no se porque razon encontraba tan fascinante. Me acerque al escritorio e ignorando el polvo cogi la agenda y la abri. Nombres, fechas, numeros de telefonos. Mi madre nunca me dejo tocarla y creia que ahi escondia secretos oscuros, pero lo unico que habia era la lista de clientes y las citas de mi madre. Jueves, diez de la manana, peluqueria. Viernes, ocho de la tarde, cena en el CP. Sabado, diez de la noche, CP con FP. Esas eran las ultimas notas de mi madre, las ultimas citas que hizo y de repente ya no quise recordar. Cerre la agenda y la deje en el mismo lugar. Limpie el sudor de mis manos en el vestido veraniego que llevaba y camine hacia el salon. Era el lugar en el que mas tiempo pasabamos como familia, fue mi lugar favorito, pero ahora solo podia sentirme agobiada. Las paredes de un marron extrano, las estanterias que cubrian todas las paredes de la habitacion, los muebles grandes y feos, los objetos que llenaban cada superficie. Me estaba ahogando, la habitacion parecia que me queria ahogar y tuve que dar media vuelta e ir a buscar a la abuela. La encontre en la cocina. Limpiando. --?Abuela? --Coge un trapo y ayudame --dijo ella. Despues de seis horas de conducir sin una sola parada para comer o ir al servicio, lo que menos me apetecia era limpiar suciedad de veinte anos. Estaba mirando los trapos y buscando la manera de convencer a la abuela de que esto era una mala idea cuando ella se dio la vuelta, puso las manos en las caderas y me miro. --?Vas a limpiar o vamos a casa y me cuentas sobre lo que te ha traido de vuelta a casa? --pregunto la abuela. Suspirando di un paso hacia la mesa y cogi un trapo. --Voy a limpiar --murmure. --Lo sabia. Claro que lo hacia, ella lo sabia todo y antes de darme cuenta iba a saber la razon de mi vuelta, pero no ahora. Lo que importaba en ese mismo instante era pasar tiempo con la abuela en lo que fue mi casa durante los primeros anos de mi vida y lo que esperaba que iba a ser mi hogar hasta el fin de mis dias.

  • Todo esta muy oscuro (Las doce puertas 3) de Vicente Raga

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    ?Te atreves a entrar en el universo de Las doce Puertas? Piensalo bien porque te costara salir.

  • Travis y Emily_ El pasado imper de Abril Camino

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    Cuando las ruedas del avion tocaron con suavidad el asfalto de la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional JFK de Nueva York, Travis sintio la vieja tension de la expectativa. Las mismas sensaciones que solian embargarlo en los minutos previos a saltar al campo antes de un partido. Ilusion y nervios. Emocion y ansiedad. El habitual crujido de su rodilla derecha le recordo que el futbol era ya historia para el. Como casi todo lo que le habia parecido divertido cuando era joven. Cuando era joven. Hacia dos anos que habia dejado Nueva York para volver a Arizona, y tenia la sensacion de haberse hecho viejo desde entonces. Habia trabajado de sol a sol, al ritmo que su padre habia marcado, y ni siquiera habia buscado un lugar decente donde vivir. Pocas semanas antes de que el se instalara en Phoenix, su hermano Mark se habia mudado al rancho que la familia poseia en las afueras de la ciudad, y Travis se limito a ocupar su antiguo apartamento sobre el garaje. En el fondo de su alma, incluso sin ser consciente de ello, siempre habia sabido que regresaria a Nueva York. Sentado en el autobus que lo llevaba al sur de Manhattan, se sentia como un turista novato. Buscaba la silueta de los rascacielos sobre el East River, el sol dibujando el crepusculo de aquella tarde de final de verano sobre las azoteas de Brooklyn, el ritmo frenetico de la ciudad. Pero el no era un turista. El habia vivido cuatro anos en Nueva York y no habia vuelto a sentirse en casa en ningun otro lugar. Aquella ciudad aparentemente fria y despiadada era su lugar favorito en el mundo. Pese a los dos anos de ausencia, tardo segundos en trazar en su cabeza el recorrido que debia hacer en metro hasta el pequeno estudio que habia alquilado en el SoHo[1], a pocas manzanas de Little Italy[2]. Su hermano Preston lo habia elegido para el, teniendo en cuenta el exiguo presupuesto con el que contaba para los primeros meses. Su padre se habia tomado su desercion con deportividad y le habia ofrecido una asignacion similar a la que aun le pasaba al mas pequeno de los cuatro hermanos, Parker, pero el la habia rechazado. Queria comprobar si, viviendo como cualquier persona de su edad que empezaba en su primer empleo, conseguia sentir, al fin, que tenia veinticuatro anos. Encontro la llave sobre el marco de la puerta de entrada, donde Preston se la habia dejado, lanzo sus bolsas de viaje a una esquina del salon-cocinacomedor-dormitorio, y se rio con ganas al ver la nota que le habia escrito su hermano gemelo. Ademas de hacerle unas cuantas propuestas para las siguientes cuatro mil noches de sabado, lo informaba de que le habia comprado dos packs de Budweiser y se los habia metido en el frigorifico. A eso debia de referirse la leyenda urbana de que los gemelos se comunicaban de forma telepatica. Una cerveza, en ese preciso instante, sentado en el sofacama de su nuevo apartamento, era la perfeccion. Por desgracia, a Preston tambien se le habia ocurrido concertar una reunion fraternal, segun sus propias palabras, aprovechando que las fiestas de San Gennaro se celebraban en esos dias en su barrio. Tras cinco horas de vuelo y con la perspectiva de tener que ubicar todas sus cosas en un apartamento que cabria en la parte de atras de la camioneta que solia utilizar en Arizona, sus ganas de pasar la tarde bebiendo chianti[3] y comiendo cannoli[4] eran mas bien escasas. La propuesta incluia tambien a Parker y a su novia Amy. Travis habia conocido a Amy ese verano en el rancho familiar, donde habian coincidido todos durante una semana de vacaciones. Entre sus padres y la propia Amy habian conseguido convencer a Parker de que casarse ese mismo verano era una locura incluso para su nivel de impulsividad habitual. Pero Parker seguia siendo Parker, asi que solo lograron retrasar el enlace un ano. Ahora, tenian nueve meses por delante para organizar una boda. Un motivo mas para alegrarse de haberse ido de Phoenix y mantenerse alejado de la locura de preparativos en la que ya habia entrado su madre. Travis podia estar agotado por el viaje desde Arizona y deseando echarse a dormir, pero no enganaria a nadie si dijera que no le apetecia ver a sus hermanos. Le encantaban los dias, cada vez mas escasos, en que se reunian todos. Mark seguia en el rancho, de donde parecia que nadie podria sacarlo jamas, pero los otros tres Sullivan iban a compartir vida en Nueva York. Quiza Preston tuviera razon, y la ocasion mereciera celebrarse. Habia echado de menos a Preston los dos ultimos anos. Jamas lo diria en alto y, por supuesto, preferiria cortarse la lengua que reconocerlo delante de el. Adoraba a Mark y a Parker, pero la relacion con su gemelo siempre habia sido especial. Habian compartido amigos, deportes, locuras y tambien alguna novia. Al acabar la universidad, Preston habia aceptado la oferta de un viejo amigo de su padre para trabajar con el durante dos anos en Londres. Travis, en cambio, habia sido mas conservador y habia regresado a Arizona. Habia viajado a Londres cuatro veces en los dos ultimos anos para visitar a su hermano, y lo habia visto muy integrado en aquella ciudad loca en que los coches circulaban por el lado contrario, se bebia te en lugar de cafe, y los reyes vivian en palacios. Pero Travis lo conocia lo suficiente como para saber que el tampoco podia vivir lejos de Nueva York. Los dos llevaban dos anos sintiendo que se habian dejado un trozo de su alma en la Gran Manzana. En cuanto le surgio la oportunidad, a traves de un viejo conocido de Beta Theta Pi, de disfrutar de una beca como profesor adjunto en la misma escuela de Leyes de Columbia en la que todos los hermanos habian estudiado, Preston no dudo en cruzar de nuevo el Atlantico e instalarse en la ciudad. Durante una enajenacion mental transitoria, llegaron a pensar en compartir apartamento, pero llevaban demasiado tiempo luchando por diferenciarse el uno del otro como para caer ahora en ese error. Ademas, Preston se habia convertido en una especie de moderno al estilo europeo y se habia instalado en Brooklyn. A Travis, en cambio, no lo moverian de Manhattan ni los desorbitados precios de la vivienda, ni la incomodidad de convivir a diario con los turistas ni las mas que probables plagas de ratas a las que se enfrentaria en su viejo edificio. Cuando oyo el timbre de su portero automatico, tiro al fregadero la bolsa de hielo que se habia colocado un rato antes en la rodilla, y bajo las escaleras de tres en tres antes de recordar dos cosas: que la rodilla lo estaba matando y que un par de horas antes creia que no le apetecia demasiado ver a sus hermanos. || --Pero, ?que demonios te ha pasado, Preston? --Travis se rio con ganas de su hermano gemelo, que ya no lo parecia, con su pelo casi tan largo como el de Parker, su barba cuidadosamente desalinada y unas gafas de montura de pasta negras. --!Tu tambien no, por Dios! ?Crees que no he tenido suficiente con Parker? --Es que me esta costando mucho decidir si me horroriza mas el hermano pijo puro o el hermano pijo reconvertido en hipster --se burlo el menor de ellos. --Al menos nosotros no nos dedicamos a tatuarnos hasta los dientes. -- Travis entorno los ojos en direccion a su gemelo, con una interrogacion llena de sospecha--. ?No, Preston? --No, joder. Eso si que no. --Preston miro a su hermano pequeno y senalo el vendaje plastico que lucia en la parte interior de su antebrazo izquierdo--. ?Otro? Parker le respondio con una media sonrisa y un encogimiento de hombros, justo antes de protestar por que lo trataran como si aun tuviera doce anos delante de su prometida. --Perdona, Amy. Creo que ya intuiste este verano que no es agradable convivir con los hermanos Sullivan. --Podria llegar a acostumbrarme a vosotros. Al fin y al cabo, me toca lidiar con el mas rebelde, ?no? --Oh, si, todo un dechado de rebeldia el pequeno Park. Creo que esa imagen quedo atras cuando decidio casarse a los veintidos, por muchos tatuajes que se haga para disimularlo. --Que os jodan a los dos --respondio Parker, aunque su sonrisa contradecia sus palabras--. ?Cuando empiezas en el trabajo? --La semana que viene. Tengo tres dias para acabar de instalarme, buscar gimnasio para la rehabilitacion y emborracharme un par de veces como minimo. --?Rehabilitacion? ?Sigues con problemas en la rodilla? --le pregunto Amy, ignorando los planes de los otros dos hermanos sobre esas prometidas borracheras. --En teoria, ha mejorado con la operacion. Pero llevo dos semanas sin ir al gimnasio, y ha empezado a dolerme de nuevo. --En el gimnasio de Columbia hay descuentos para antiguos alumnos. Si quieres, me entero de como funciona y te paso la informacion --se ofrecio Preston. --Perfecto. Me queda mas o menos cerca de la oficina. --Si tu oficina esta cerca de Columbia, lo que no entiendo es por que has decidido vivir en el extremo opuesto de la ciudad. --He rechazado el dinero de papa. Asi que no me puedo pagar nada mas arriba del SoHo. --Yo pago en Harlem por un piso de dos habitaciones la mitad que tu por ese zulo --se burlo Parker. --No voy a vivir en Harlem. No te ofendas, Amy. --Su futura cunada le sonrio, quitandole importancia al comentario con un gesto de su mano--. Y, antes de que digas nada, Preston, mucho menos voy a vivir en Brooklyn. || Brooklyn, Harlem o hasta el mismisimo Phoenix ya no le parecian tan mala opcion a Travis cuando asumio que ni la cuarta parte de su impecable ropa de marca cabria en aquel piso. Iba barajando la opcion de guardar algun par de zapatos en el horno, mientras cubria caminando el breve trayecto entre su despacho y el gimnasio del campus en el que Preston le habia conseguido plaza. Se habia pasado la noche del sabado bebiendo con su gemelo y bailando en un rooftop de la Quinta Avenida, en un plan del que Parker se descolgo a ultima hora para ir a ver el musical Wicked con Amy y su hija. !Cielo santo, el mundo estaba loco! El domingo habia pagado las consecuencias de la noche anterior. Primero, tratando de echar de su apartamento, con la mayor elegancia que fue capaz de reunir, a la rubia siliconada bajo la cual habia visto amanecer; y, despues, aliviando con hielo e ibuprofeno el persistente dolor de su rodilla. La decision de retomar los ejercicios de rehabilitacion, habia asumido al fin, respondia mas a una necesidad que a un capricho. Cuando llevaba menos de media hora en el banco de cuadriceps, ya sudaba como si acabara de dar veinte vueltas a las pistas de atletismo de su instituto. De hecho, pocos anos antes, daba las vueltas que hicieran falta sin sudar como un pollo escaldado. Fue a echar mano de la botella de agua que, inteligentemente, habia comprado en una de las maquinas de los vestuarios, cuando reparo en la chica que ocupaba el banco a la derecha del suyo. Daba igual cuantos asaltos le hubiera proporcionado la rubia del sabado o cuanta intencion tuviera Travis de portarse bien en esas primeras semanas de trabajo. Tendrian que haberle arrancado los ojos para no fijarse en aquella mujer. Vestida con unas mallas largas de licra negras, una simple camiseta blanca de tejido tecnico y unas zapatillas de running, estaba tan concentrada en sus ejercicios que Travis se podia permitir el lujo de mirar sin disimulo. Pese al esfuerzo que se reflejaba en su ceno fruncido, la dulzura de su cara no podia pasar desapercibida a nadie que la mirara. Llevaba el pelo rubio -y que Travis apostaria a que era natural, para variar- recogido en un mono alto, y unos enormes ojos marrones no apartaban la vista de la punta de sus zapatillas. Cuando Travis acabo de beber, volvio a su rutina y decidio que trabajaria mas suave solo para prolongar su estancia en el gimnasio y esperar a que ella se levantara. No pensaba desaprovechar la oportunidad de disfrutar de ese culo enfundado en unas mallas brillantes como chocolate fundido. Igual de rico. Una hora despues, Travis habia perdido toda la esperanza y casi toda la dignidad, forzando unos ejercicios que estaban a punto de costarle un ataque cardiaco. Se levanto exhausto, preguntandose de donde sacaba aquella chica la resistencia. Seguro que habia entrado en Columbia con alguna beca de deporte. --Los primeros dias siempre son mas dificiles --le comento la chica del culo perfecto (ya habia decidido que no seria necesario verlo para juzgarlo), con voz dulce y sin atisbo de burla, cuando el paso por su lado camino de los vestuarios--. Pronto cogeras la forma. Travis se limito a asentir. Maldita sea. Habia quedado como un debilucho delante de una chica que no debia de tener ni siquiera edad legal para beber.

  • Enlazados (Tecleame te quiero 2) de Isabel Jenner

    https://gigalibros.com/enlazados-tecleame-te-quiero-2.html

    En esta segunda entrega de la serie <>, Abigail quiere una aventura en el Salvaje Oeste. A Josh solo parece importarle su rancho.