• libro la ultima bala - Juan Jose Revenga

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    Traficantes de armas, guerrilleros en todo el mundo y los principales carteles mexicanos de droga son los protagonistas de este ensayo ficcionado. Conoceremos los entresijos del narcotrafico de la mano de uno de los capos mas importantes y mas buscado, el capo del cartel del golfo; o a traves del famoso secuestrador <>, un criminal que estuvo al mando de una red criminal con los mas altos estamentos de la policia mexicana e incluso politicos en su nomina, entre otros.

  • LA ULTIMA BALA | JUAN JOSE REVENGA | Casa del Libro

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  • La última bala - Juan José Revenga | PlanetadeLibros

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    18 ene 2018 — ¿Te gusta estar al día de todo? Apúntate y te informaremos sobre los libros de más actualidad del momento. Cargando...

  • la ultima bala juan jose revenga: Libros - Amazon.es

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  • LA ULTIMA BALA - JUAN JOSE REVENGA - 9788416694860

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  • La última bala / Luis María González - Orpheus Ediciones ...

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    HomeLibrosNovela negraLa última bala / Luis María González ... La última bala es una trepidante historia negra ambientada en un Avilés minuciosamente ...

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    ULTIMA BALA, LA. LAS ENTRAÑAS DEL NARCOTRAFICO EN MEXICO, REVENGA, JUAN JOSE, 16,95€. Traficantes de armas, guerrilleros en todo ... Otros libros del autor.

  • LA ULTIMA BALA - LAIE

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    Traficantes de armas, guerrilleros en todo el mundo y los principales carteles mexicanos de droga son los protagonistas de este ensayo ficcionado.

  • Azken bala = la ultima bala - Meganova

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  • LA ÚLTIMA BALA: Las entrañas del narcotráfico en México

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    Ver todos los ejemplares de este libro. Descripción. Nuevos Condición: Nuevo Encuadernación de tapa blanda. 23x15 cm. 288 pp. Traficantes de armas ...

  • Una magia mas oscura de Victoria Schwab

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    Kell es uno de los ultimos magos viajeros con una extrana habilidad para viajar entre universos paralelos conectados por una ciudad magica.
    Existe un Londres Gris, sin magia y con un rey loco: el rey George III. Un Londres Rojo, donde se honra la vida y la magia y donde Kell crecio junto a Rhy Maresh, heredera de un imperio esplendoroso. Un Londres Blanco, donde la lucha por controlar la magia dejo una ciudad en ruinas. Y mucho tiempo atras, habia un Londres Negro. Pero ya nadie habla de eso.
    Oficialmente, Kell es el viajero Rojo, embajador del imperio de Maresh y responsable de circular la correspondencia entre los nobles de cada Londres. Extraoficialmente, es un contrabandista, al servicio de quienes esten dispuestos a pagar por objetos de mundos que jamas veran. Se trata de un hobby con consecuencias mortales, que ahora sufre en primera persona.
    En viaje, Kell se topa con Delilah Bard, una ladrona con aspiraciones idealistas. Ella le roba, lo salva de un enemigo letal y finalmente lo obliga a llevarla a otro mundo en busca de aventuras.
    Una magia peligrosa emerge y la traicion acecha en cada rincon. Para mantener a todos los mundos a salvo, tendran primero que pelear por seguir con vida.

  • Nadie hace el amor los martes de Tracy Bloom

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    Katy y Matthew, que fueron novios en su adolescencia, se reencuentran una noche en una fiesta de ex alumnos y acaban en la cama. A la manana siguiente deciden que no volveran a verse nunca mas.Y aqui acaba el asunto... Hasta que ocho meses mas tarde vuelven a encontrarse en una clase de preparacion al parto y Matthew se pregunta con inquietud si sera el padre de la criatura que espera Katy. Ajenos a este lio, la esposa de Matthew, neuroticamente perfeccionista, vive con gran angustia la perspectiva de dar a luz a gemelos; y en cuanto al novio de Katy, mucho mas joven que ella, se resiste a tomarse la paternidad en serio.La vida y el amor no son asuntos que puedan tomarse a la ligera. Katy y Matthew se veran obligados a enfrentarse a un torbellino de emociones y de sentimientos que no tenian previstos.?Como se las arreglaran para arreglar semejante desastre y seguir adelante con sus vidas?Una novela tierna, divertida, hilarante. Puro entretenimiento. Pura diversion

  • Mi nombre es Can Yilmaz de Kate L. Morgan

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    Olivia es una mujer que trata de salvar su maltrecho matrimonio que se ha convertido en enteramente convencional y rutinario. Ella siempre se imagino que su vida en Londres y al lado de Charles seria completamente diferente, pero se equivoco.
    En un momento decisivo de su vida, Olivia conocera a Can Yilmaz, un apuesto y viril turco que la ayudara a reencontrarse asi misma, y enfrentarse a todos sus fantasmas. Can Yilmaz parece ser su redencion y supervivencia, hasta el punto de valorar si continua con su actual vida o no.

  • Todo de mi (Hermanos Montgomery 3) de Moruena Estringana

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  • En el momento adecuado de Ana Castellar

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    Dos almas que buscan encontrarse.
    Dos personas que necesitan darle algo de color a sus vidas.

  • Los secretos del multimillonario (Los Sinclair 6) de J. S. Scott

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    Xander Sinclair, una estrella del rock en horas bajas, ha abandonado el centro de rehabilitacion, pero no ha dejado atras todos sus problemas. Vive encerrado en su mansion de Amesport, torturado por el recuerdo del asesinato de sus padres y aislado de sus hermanos.

  • Casi Ausente de Blake Pierce

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    Cuando Cassandra Vale, de 23 anos, acepta su primer trabajo como ninera, la asignan a una familia adinerada en una finca rural en las afueras de Paris, y todo parece demasiado bueno para ser verdad. Pero pronto descubre que detras los portones dorados hay una familia disfuncional, un matrimonio perverso, ninos conflictivos y secretos demasiado oscuros para ventilar.

  • Al destino no le gustan los curiosos (Tokio 1) de Altea Morgan

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    Lucia cree que ha encontrado su sitio.
    Akira tiene su futuro planificado por otros.
    Pero el destino tiene planes para ellos.

  • Shades & Lights de Daniela Alessandra

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    Nicholas es un atractivo empresario que durante una decada ha trabajado duro para obtener la fortuna que hoy posee. Acostumbrado a tener todo lo que desea, no invierte en cenas romanticas, flores o chocolates porque lo unico que realmente busca en una mujer es sexo.
    Sin embargo, su ordenado y vacio mundo se pondra de cabeza al conocer a Elizabeth, una joven fotografa, enemiga de los zapatos de tacon y la vida social, que con su alegria, dulzura y determinacion luchara para que Nicholas acepte el sentimiento que ha nacido entre ellos, sin imaginar que, al hacerlo, el tendra que enfrentar a los fantasmas de un pasado que marco su vida y lo convirtio en el hombre desconfiado que es hoy.

  • Sonando con Molly de Lori Beasley Bradley

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    Cuando la exitosa autora Sherri Lambert regresa a su ciudad natal despues de 40 anos, no espera encontrarse con Dylan Roberts, el rompecorazones de la escuela secundaria, ni tampoco con las visiones que atormentaron su infancia.

  • ?Quien me lo iba a decir? – Mercedes Perles de Mercedes Perles

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    NOVELA GANADORA DEL X PREMIO TERCIOPELO DE NOVELA ROMANTICA.

  • El rapto de la novicia, los canones de los Pujol y monsieur Pipet de Lagarde de Alfonso Ussia

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    El marques de Sotoancho, Cristian Ildefonso Laus Deo Maria de la Regla Ximenez de Andrada y Belvis de los Gazules, un peculiar senorito de la Baja Andalucia al que Ussia situa en La Jaralera, una residencia
    ficticia ubicada entre las provincias de Cadiz y Sevilla, regresa con una nueva aventura. Dentro de una galeria de personajes que incluye yihadistas, guardias civiles, monjas variadas y una madre superiora, aparece Paula, una joven novicia que en el convento lleva el nombre de sor Veronica, a la que desea raptar, muerto de amor por ella, junto con sus soldados yugoslavos, en una disparatada y divertidisima trama.

  • Anos de hotel de Joseph Roth

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    Durante las decadas de 1920 y 1930 Joseph Roth viajo por toda Europa. Sus vagabundeos, que lo llevaron de un hotel a otro, le brindaron la incomparable oportunidad de observar y escribir sobre los lugares que visitaba. En los articulos que publico, reunidos por primera vez en esta antologia, Roth retrato un continente abocado al cambio y sin embargo aferrado a la tradicion.

  • De angel a demonio de Jaime J. Palacio

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    Cuando reprimes el rencor demasiado tiempo en tu interior, acaba saliendo de la peor forma posible.
    Sergio Valcarcel, es un joven de veintiocho anos con una vida tranquila y normal, la cual se ve truncada cuando unos vecinos indeseables se mudan al piso de arriba. Debido a sus constantes ataques y molestias, Sergio comienza a dejarse dominar por su rencor reprimido y decide vengarse de todos aquellos que en el pasado le hicieron dano. Tras vender su alma al diablo, comienza a dejar tras de si, una reguero de muertes para tratar de mitigar su dolor.
    Carla Rubio, una policia de treintaicinco anos recien ascendida a inspectora de homicidios, seguira la estela de crimenes de este asesino vengativo que carece de sentido.

  • Amor entre las nubes de Mary J. Forbes

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  • Honrar con Whisky (Seguridad Trident 7) de Samantha A. Cole

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    APOYADO AL RAS, contra la pared del cobertizo que separaba a su companero de equipo y a el de su enemigo mortal, Curt 'Elmer' Bannerman se asomo a la vuelta de la esquina, buscando un objetivo. No habia nadie a la vista, pero eso no significaba que no estuvieran ahi. Habia muchos lugares para ocultarse, por lo que los 'tangos' podian estar en cualquier lugar. Miro a su companero, parado estoicamente a su lado, arma en mano, ladeo la cabeza hacia su destino. <>. La respuesta que recibio fue un movimiento de cabeza y un <> murmurado. <>. Zigzaguearon por la extension, y estaban casi a salvo cuando se dio cuenta de que los habia dirigido justo hacia una emboscada. !Mierda! Cubrio a su companero con su gran cuerpo, listo para defenderlo con su vida, y fue alcanzado en el pecho por un proyectil explosivo. Aturdido por haber sido atrapado desprevenidamente, se agarro el esternon y cayo de rodillas. <>. La celebracion fue seguida por risas y carcajadas cuando los chicos de Prichard salieron de sus puestos y lo bombardearon con bolas de nieve mientras celebraban el exitoso lanzamiento de Justin, de nueve anos, que derribo al ex SEAL de la Marina. Incluso Amanda su companera con seis anos, lo traicionaba arrojandole una bola de nieve en la cabeza. <>. Juguetonamente alcanzo a la pequena traviesa, pero ella corrio en busca de proteccion detras de Taylor, su segundo hermano mayor de diez anos, gritando todo el camino. Ryan, de doce anos y sus hermanos continuaron arrojando bolas de nieve a Curt, por lo que dejo escapar a Amanda, luego se puso de pie y rapidamente devolvio el fuego, asegurandose de no golpear a nadie en la cabeza. Su madre Dana, asomo la cabeza por la puerta trasera de la vieja casa de campo, que ya no era parte de una granja, aparte de unas cuantas gallinas y un gallo engreido. <>. Los ninos gritaron al unisono. Al parecer, se les habia abierto el apetito, que era tan grande como el de Curt. Sabia que Dana habia preparado su famoso estofado de ternera y se le hacia agua la boca sabiendo que estaba dentro esperandolos. O tal vez era la chef la que provocaba que se le hiciera agua la boca. Ya basta, cabron. Ella es la esposa de tu mejor amigo y, por lo tanto, esta prohibida. Mientras los ninos corrian al interior, Curt se acerco a Marco 'Polo' DeAngelis, donde su antiguo companero de equipo apilaba lo ultimo de la lena que los dos habian cortado antes de que los ninos salieran a jugar. Un dia antes, habian hecho el viaje hasta Stormville, Iowa, desde Florida. Marco desde Tampa y Curt desde Daytona Beach. Como miembros SEAL de la Marina del Equipo Cuatro ya retirados, se encontraban cuidando a la familia de uno de los suyos, uno de los caidos. Eric Prichard, el mejor amigo de Curt desde el entrenamiento basico, quien hacia mas de un ano habia sido asesinado por un criminal, en lo que originalmente parecia ser un accidente de atropello y fuga. Eric estaba ejercitandose en su carrera nocturna cuando fue atropellado y asesinado por un vehiculo desconocido. Mas tarde se supo que siete ex miembros del Equipo Cuatro habian sido atacados debido a una mision en la que habian estado hace anos. Antes de que el resto se diera cuenta, tres de los siete habian muerto y la amenaza habia sido eliminada. Curt no conocia todos los detalles, ya que el gobierno considero que la investigacion resultante era clasificada. Pero su antiguo lugarteniente y actual jefe de Marco en Trident Security, Ian Sawyer, le habia hecho saber discretamente que la muerte de Eric habia sido vengada, que se habia hecho justicia. Inmediatamente despues del funeral de Eric, un grupo de excompaneros de equipo habia elaborado un horario rotativo. Dos veces al mes, dos de ellos se dirigian aqui y se alojaban en un motel local. Luego pasaban el fin de semana haciendo todo lo que fuera necesario para la casa y la propiedad que Eric ya no podia hacer por su familia. Se habia colocado un techo nuevo, se habia renovado el bano principal y se habia cuidado el paisaje. Si no habia nada urgente que hacer, quienquiera que cubriera el turno del fin de semana hacia algo divertido con la familia, como acampar o un viaje a Six-Flags. Hoy, Marco y el habian pasado la manana haciendo un rapido trabajo pintando de rosa y violeta la habitacion de la pequena Amanda. Llevaba varias semanas diciendo que ya era demasiado grande para seguir manteniendo la tematica de Winnie Pooh que habia conservado durante los ultimos cuatro anos. Curt se acerco a su amigo mientras se sacudia la nieve de su cabello rubio. <>. <>, el hombre resoplo, su acento de Staten Island se hacia evidente. <>. Curt se rio, se inclino y saco una de las hachas del viejo tocon de arbol que habian cortado, luego tomo la que Marco le entrego. <>. <>. A pesar de que sus mejillas estaban rojas por el frio, el hombre de metro noventa y cinco centimetros y casi cien kilos se sonrojo. ?Era tan jodidamente obvio que le costaba mantener los ojos en las orbitas cuando Dana estaba cerca? Carajo. ?Y cuando diablos habia empezado? Si, ella era atractiva. demonios, ella era excitante, siempre lo habia sido. A pesar de que todavia cargaba con algo del peso que habia ganado durante sus cuatro embarazos, su cuerpo seguia siendo hermoso. Amaba a las mujeres curvilineas, y ella tenia una impresionante figura de reloj de arena. Mierda. No queriendo admitir que su amigo tenia razon sobre devorarla con los ojos, mintio. <>. Marco cruzo los brazos y puso los ojos en blanco. <>. <>. Con el ceno fruncido, Curt se volvio y camino hacia el cobertizo, pero Marco lo siguio. Maldicion. ?Por que su amigo no podia olvidarlo? Curt no tenia por que desear a la esposa de su mejor amigo. Estaba aqui para hacer lo correcto por la familia de Eric. Nada mas. <>. La voz de Marco era severa pero tambien llena de simpatia. <>. ?Que? Curt se sonrojo y se dio la vuelta tan rapido que Marco casi es golpeado en su polla congelada con un hacha. <>. El bastardo tuvo la osadia de sonreir. <>. <>. Claramente encontrando diversion en el comportamiento de Curt, Marco se encogio de hombros. <>. Brody 'Cabeza de Huevo' Evans era el mejor amigo y companero de equipo de Marco en Trident Security, asi como un ex miembro del Equipo Cuatro, y era el mayor experto en informatica del mundo, o casi. <>. Su mirada se dirigio a la entrada trasera de la casa, y la idea de Dana en los brazos de otro hombre le hizo hervir la sangre. Deberia haber sabido que ella iba a tener hombres persiguiendola algun dia, pero no tan pronto. Hace anos, le habia prometido a Eric que, si algo le sucedia, el cuidaria de Dana y se aseguraria de que ella y los ninos estuvieran seguros y protegidos. Y era una promesa que tenia la intencion de cumplir. Marco le dio una palmada en el hombro antes de quitarle las hachas. <>. Curt asintio, sus ojos nunca se apartaron de la puerta trasera. Si mantenia a raya a los otros acechadores, haria lo que tuviera que hacer. <>. <>. Pero en el momento en que entro en la cocina de la casa en el campo y vio a Dana sirviendo el estofado en tazones para todos, su valor se desvanecio. Eric seguia presente, en cada imagen, en cada expresion de los rostros de sus hijos y en cada latido del corazon de Dana. No podia hacerlo. No podia codiciar a la esposa de su mejor amigo. Ahora no . y ni siquiera dentro de diez anos. Todo lo que podia hacer era mantener todo a un nivel platonico y ser su hombre de confianza a quien acudir cuando necesitara ayuda con cualquier cosa. Apestaba ser un hombre que siempre hacia lo correcto. <>. Ignoro la sonrisa de suficiencia de Marco ante el apodo que Amanda le habia puesto desde que pudo decir su nombre por primera vez. A veces era vergonzoso, pero cuando su ahijada lo miraba con esos grandes ojos marrones, simplemente se derretia. <>. Sonrio y corrio al bano. Los ninos estaban en sus habitaciones jugando videojuegos mientras los dos hombres terminaban de colocar en su sitio los ultimos muebles de la habitacion de Amanda. Dana habia puesto las sabanas y el edredon nuevos en la cama, y planeaba poner las cortinas nuevas manana. En ese momento, estaba lavando otra carga. Le asombraba la cantidad de ropa que podian usar cuatro ninos en cuestion de dias. <>. Se habia estado preguntando cuando iba a decir algo su amigo. Durante toda la cena, su culpa lo habia estado carcomiendo. Era un idiota codiciando a la esposa de otro hombre. y no cualquier hombre, sino uno que le habia salvado la vida en una mision en Afganistan, y que al final se habia convertido en una jodida mierda. <>. Marco suspiro profundamente. <>. Empujo una silla blanca de respaldo recto debajo del escritorio a juego y Curt fruncio el ceno al otro hombre. <>. La infancia del hombre habia sido una mierda y la unica familia que realmente tenia, ademas de sus hermanos de armas, habia sido su hermana Nina, que habia fallecido de cancer hacia mas de un ano. Marco se lo habia tomado muy duro, y era bueno que sus companeros de equipo hubieran estado cubriendo su seis, cuidando su espalda y sacandolo de su depresion. <>. Miro por la puerta del dormitorio para asegurarse de que no hubiera ninos acechando y bajo un poco la voz. <>. Curt sabia todo sobre el estilo de vida BDSM del que hablaba su amigo, pero nunca habia sido para el. o para Eric. Si bien ninguno de los dos tenia problemas con que algunos de sus companeros de equipo asistieran a clubes como ese, e incluso que fueran propietarios de uno, no sentian la atraccion que los demas tenian. El sexo romantico, con ocasionales bofetadas y cosquillas, estaba bien para el. Simplemente no aceptaba comprometerse con la situacion de Dominante/sumisa. <>. Dejo el resto de la conversacion cuando Amanda entro brincando y se apresuro a ir a su estanteria. Cogio un libro, se lo entrego y salto a su cama, metiendose bajo las sabanas limpias. Marco le dio una palmada en la espalda mientras se dirigia hacia la puerta. <>. <>. Abrazo a su conejo de peluche favorito, se hundio en el interior de la cama individual para darle espacio y luego palmeo el lugar junto a ella. <>. Hizo lo que le dijo, pero su codo golpeo accidentalmente el marco de 5 x 7 en su mesita de noche. Despues de volverlo a acomodar, miro la foto de Eric, con su hija de cuatro anos sobre sus hombros. El estomago de Curt se apreto un poco. Maldita sea, extranaba al tipo. No te preocupes, amigo mio. Yo me ocupare de ellos.

  • El canon de hielo de Yunia Rodriguez

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    .Serena es una chica “comun” que quiere vivir en libertad, pero un giro inesperado la obliga a formar parte del haren del rey. Sin olvidar , ni por un segundo a su familia, y dispuesta a sobrevivir en aquel nido de fieras, lucha contra la traicion de su corazon, hecho que la lleva a enamorarse del soberano, un hombre del demonio, frio como el hielo.

  • Los amnesicos de Geraldine Schwarz

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    En la ciudad alemana de Mannheim, de donde es originario su padre, Geraldine Schwarz descubre que su abuelo Karl compro en 1938, a muy bajo precio, una empresa a sus propietarios judios, los Lobmman, mas tarde asesinados en Auschwitz. Tras la guerra, confrontado con un heredero que reclama una reparacion, Karl Schwarz opta por la negacion de sus responsabilidades como Mitlaufer, es decir, aquellos que, como la mayoria de alemanes, <>. Asi arranca una apasionante investigacion que cubre tres generaciones de la historia reciente de Europa y que nos obliga a reflexionar sobre los riesgos de la desmemoria y el auge del neofascismo en nuestro continente.

  • Belleza fatal de Mona Chollet

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    Mona Chollet, referente feminista con mas de 200.000 ejemplares vendidos en Francia, analiza, en este libro, las nuevas formas de alienacion femenina procedentes de la industria de la moda y del culto al cuerpo perfecto.

  • Descubriendo A Lisa Kleypas (Todo Saldra Bien 2) de Veronica Mengual

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    El anuncio del estado de alarma por la COVID-19 habia pillado a Mayca en la cama. Sola, sin bateria en la tableta y con el unico cargador de la casa roido por el perro. La joven se asomo al balcon. La policia estaba apostada en su portal haciendo un control de identificacion. No podia saltarse la orden de confinamiento solo para ir a casa de su madre a por un cargador de repuesto, por mucho que la novela que tenia a medias la llamase a gritos. Reviso las estanterias. Sostuvo en su mano y desecho rapidamente las diez primeras lecturas. Los libros que alli habia eran todos teoricos, de cuando estudiaba derecho. Mayca siguio revisando y... !Un momento! ?Sucedio en otono? ?Ese que clase de libro era? ?Quien era Lisa Kleypas? Y lo mas importante, ?que diantres hacia un libro de... duques y ladies en su estanteria? La incertidumbre de tener un ejemplar de este tipo la hizo tener que sentarse en el sofa. Hacia tanto tiempo que no tenia un libro en sus manos, que la joven habia olvidado el olor tan caracteristico que desprendia un ejemplar fisico. Leer en la tableta era como mas cosmopolita, mas moderno, mas comodo y ordenado. La portada capto su atencion. Se veia tan romantica y encantadora... No. Ese tipo de libros no era para ella. Aparto el libro a un lado. Ya se imaginaba que esa tal Lisa Kleypas, la autora de Sucedio en otono, hablaria de tontos bailes, condes, duques o grandes senores arrogantes y muchachitas sin cerebro donde la unica ocupacion seria <> un marido. No. Definitivamente, no. Ese tipo de lecturas era el que le gustaba a su madre, y a buen seguro, por algun olvido de esta, ese curioso ejemplar habia acabado en su estanteria. !Ay! Pero es que la portada se veia tan ensonadora y romantica... Volvio a sostener el libro entre sus dedos. Lo acaricio con suavidad. Ese estilo historico no casaba para nada con su estilo de vida... Ella era una mujer moderna que hacia lo que se le antojaba con quien le daba la gana... Aun asi... Nunca sabria como, pero Mayca acabo devorando los primeros capitulos con un hambre feroz. El, un duque, apuesto, seguro de si mismo, arrogante y en ocasiones tonto. Ella, una senorita americana de buena familia a la que ni tan siquiera le gustaba el... hasta el primer beso, claro. <>, penso Mayca cuando llego a la primera escena de sexo... vaya, vaya con la puritana mujer que se las daba de santurrona... y, !oye!, esa tal Lisa describia de un modo muy elegante un acto tan excitante... !Anda! !Y encima el duque se ha atrevido a dejar a la muchacha con ganas de mas en medio de un jardin que parecia del Eden! ?Como seguiria aquello? Las paginas pasaron y pasaron. Mayca se sumergio en un mundo apasionante donde se imaginaba con un precioso vestido de encajes y sedas deslizando sus pies por un elegante salon de baile, donde una orquesta de camara tocaba en directo un dulce vals. Mayca sentia los brazos del duque sobre su cintura. Se veia admirando los labios de el al tiempo que pedia que la besara. Ese Marcus era magnifico, pero habia en esa dichosa historia otro en discordia que... !Buah! Ella se quedaria sin dudarlo con el vizconde de St. Vicent. Sin apice de dudas, porque Mayca se veia capaz de hacerlo entrar en vereda. La pobre Lillian, la protagonista de la novela, se veia de armas tomar, pero Mayca estaba tan segura de que la americana no podria trasformar a ese sinverguenza... que apostaria su fortuna. ?Apostar su fortuna? De donde venia esa afirmacion. Ciertamente la novela era contagiosa... La historia avanzo y Mayca simpatizo con la heroina. Lillian habia cogido una cogorza curiosa. Si, efectivamente, su madre tenia razon al decirle a Mayca que con el alcohol una debia tener especial atencion. !La de temeridades que habia cometido ella misma bajo los efectos de un cubata fresquito en pleno verano! Y si, tambien las disfruto al igual que estaba haciendo Lillian. Pero los pretendientes de Mayca resultaron ser, a diferencia del de la protagonista, unos sapos asquerosos, que si bien fisicamente estaban requetebuenos, a nivel emocional eran... !Mejor olvidarlos! ?Y ahora un secuestro? !Madre del amor hermoso! Esta novela que no queria leer tenia de todo. El perro ladro y saco a Mayca de la historia. Se habia hecho de noche y se resistia a dejar el libro sin saber que haria Marcus al respecto. El perro volvio a ladrar. Entonces Mayca dejo de lado el libro y se marcho en busca del collar del can para darle un corto paseo reglamentario. Mayca bajo y subio por la escalera a la velocidad de la luz, pensando en la suerte que tenia de que el ordenador no necesitase de un cargador, porque ella iba a meterse en internet a averiguar si Sucedio en otono formaba parte de una saga, tal y como sospechaba, y si el denominado lord St. Vicent tendria su propio libro, porque necesitaba conocer la historia de ese libertino encantador; y si Lisa Kleypas tenia mas libros como el que se moria por concluir... !Por Dios! Lo que se habia perdido hasta la fecha... Despues de comprobar que habia material para dar y vender con la conocida como saga de las Florero, Mayca retomo el libro con temor. Deseaba conocer el final de la historia, pero a la vez no queria que terminase la novela. Hacia mucho tiempo que algo como aquello no le sucedia. Ciertamente estaba agotada de haber leido sobre multimillonarios que se enamoraban de cenicientas. !Agotada, celosa y furiosa! Llamaron a la puerta y ella chillo con frustracion. Estaba en lo mejor del libro. El perro volvio a ladrar. Se puso de puntillas y miro por la mirilla. El corazon comenzo a bombear fuerte. La ultima temeridad cometida bajo la influencia del alcohol estaba en su puerta. No iba impecablemente vestido ni se presentaba a lomos de un blanco corcel, pero el condenado venia mas guapo que nunca y las rodillas de Mayca temblaron, como lo habian hecho las de Lillian cuando Marcus... !Dios santo! Una novela de epoca, mejor dicho, una novela de las de su madre, anclada en la epoca victoriana, habia conseguido que ella estuviera pensando en darse un revolcon en medio de un jardin. --Hola --saludo el cuando la tuvo delante. --Buenas noches, milord. --Mayca apreto los labios cuando lo vio a el estrechar el entrecejo. --?Como has dicho? --?Que quieres, Lucas? Estamos en confinamiento. No deberias estar aqui. --Sabia que habia sonado brusca, pero le daba igual. El mostro una pequena bolsa de viaje. --Tal vez sea osado por mi parte, pero me encantaria pasar el confinamiento contigo. <>, penso Mayca. Con lo agustito que estaba ella con su novela historica. Si su madre se enterase de que tenia pensamiento de comprar lasta el ultimo libro romantico historico que fuera similar al que estaba leyendo... --No creo que... --No sabia como terminar la frase. El chico estaba bien. Se habia divertido con el, pero no le apetecia nada tenerlo en su casa durante el confinamiento. Mayca lo observo. Esa mirada que el estaba poniendo... La verdad es que era guapo. Sus ojos verdes, su pelo corto moreno, su ancha espalda... Lucas bien podria ser un duque. --?Seguimos siendo amigos, Mayca? --El no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. --Quedo claro que lo de la otra noche fue un error que no habia tenido que suceder jamas. --La joven trago saliva. ?Eso que habia cruzado el rostro de el habia sido decepcion? !Imposible! Los dos estuvieron de acuerdo en que el alcohol fue el culpable de la alteracion en su relacion. Mayca y Lucas eran amigos. Muy buenos amigos, tan amigos que ella no queria empenar la relacion haciendo algo como lo que habian hecho hacia una semana. Estos dias lo habia evitado porque la situacion era incomoda a mas no poder. --No seria la primera vez que pasamos un fin de semana juntos, Mayca. Lo hemos hecho en multitud de ocasiones --menciono el, tenso como un edificio de cincuenta pisos. --Yo... --Mayca estaba dubitativa. Por un lado, queria que todo fuese igual a antes de aquella noche, pero por otra ambos sabian que todo habia cambiado. ?Por que lo tenian que haber complicado? Ciertamente haber roto con el sapo asqueroso de Tony fue un claro detonante para que ella se lanzase a los brazos de un buen samaritano. Si. Justamente asi era Lucas, un tierno respaldo sobre el que acurrucarse cuando algo iba mal.... Y, claro... tanto, tanto se habia acurrucado ella entre sus brazos, que al final sus labios se encontraron y los dos se metieron en el cuarto de bano de la discoteca para acabar dando paso a una lujuria salvaje y breve que los dejo saciados, pero a la vez avergonzados. Las sensaciones al recordar aquella sordida escena eran muy contradictoras. !Ella no queria estropear su amistad! --?Mayca? --El la devolvio a la tierra porque estaba tan inmersa en sus cavilaciones que se habia olvidado de que tenia que dejarlo entrar o echarlo. --Habia pensado en leer un rato. --Lo cual no era mentira--. Y luego acostarme. --Sus mejillas se tineron de rosa como lo habian hecho las de Lillian. Mayca maldijo interiormente al darse cuenta de que esa novela le habia influido mucho mas de lo que pensaba. ?Desde cuando tenia ella tendencia a ruborizarse al hacer mencion a una cama? ?Y por que estupido motivo imaginaba a Lucas tendido en la cama llamandola con un sutil movimiento de cabeza? Y lo peor de todo, ?por que diantres no paraba de imaginarlo como un noble enfundado en un traje elegante a lo Beau Brummell? --Fantastico. Yo hare la cena. --Lucas se hizo hueco y entro. Mayca tenia justo en la punta de la lengua una replica cuando el empezo a hablar--. No tengo bateria en el movil, Mayca, ?donde puedo cargarlo? --?Eso es un cargador Samsung? --pregunto ella mientras su corazon daba saltos de alegria. --Claro, ?ya no recuerdas ni la marca del movil que tantas veces me has robado porque el tuyo se quedo muerto? --El le sonrio de un modo que ella encontro adorable. !Un momento! ?Adorable? De donde venian estos pensamientos y palabras tan desconcertantes... !Maldita novela de epoca que habia calado en ella hasta extremos impensables! Mayca nego con la cabeza para sacar de sus pensamientos las escenas de Marcus y Lillian de su mente... en especial las eroticas, porque ese duque que la tenia conquistada comenzaba a tener la cara de Lucas en sus pensamientos y eso era demasiado peligroso. --?Mayca? ?Te encuentras bien? --Ese que se parecia al duque le habia puesto la mano sobre la frente--. ?No me digas que te has infectado con el bicho? --?Bi...cho? --balbuceo ella mientras se dejaba frotar la frente con la mano tierna de el, y contemplaba sus finos labios. --El coronavirus. --No, por supuesto que no estoy enferma. --Ella se enfado porque el habia roto la magia. ?Magia? Mayca volvio a negar. Tal vez estuviera enferma, pero la causa habia sido ese tonto libro de duques y damas. --?Mayca? --El se acerco mas a ella para inspeccionarla--. Estas muy rara... ?no sera por lo de...? --!No! --lo corto energica. No queria revivir aquello. Mayca se aparto de el. Por alguna extrana razon que no se atrevia a examinar, estar cerca de Lucas se estaba convirtiendo en un juego muy peligrosos. Su amistad era demasiado valiosa para ponerla en peligro. Los dos estuvieron de acuerdo despues de... de... de... !Si!, de aquello. Sus familias eran intimas y la sana fraternidad que los dos habian alimentado durante tantos anos, no era algo nimio para ponerlo en juego por una tonteria como un polvo rapido. --!Esta bien! --El alzo las manos en senal de rendicion. Lucas comprendia perfectamente que ese era un tema tabu. Decidio callar. --Dame el cargador, por favor. --Mayca se lo arrebato de las manos. El no opuso resistencia. Su amiga era muy temperamental y el estaba acostumbrado a dejar que se saliese con la suya. Sin embargo, habia una cuestion sobre la que tenia mucho que decir y Mayca no iba a conseguir que el se rindiese tan facilmente. Ella salio directa en busca de la tableta para darle corriente. Se sento de nuevo en el sofa cerca del enchufe y conecto el aparato. Amazon iba a recibir una visita y las novelas de la saga estarian en su poder en menos de lo que cantaba un gallo. Lucas la vio tan absorta que la dejo en paz. Dejo con cautela su bolsa de viaje en el suelo, porque si bien en la casa habia dos habitaciones, el se habia cansado de acostarse en la cama que ella le habia asignado cuando el se quedaba en su piso. Lucas se metio en la cocina dispuesto a preparar la cena. Abrio la nevera. Al menos la comida nunca faltaba en casa de Mayca. Seguro que su madre le habia hecho la compra. Para comer prepararia unos macarrones a la carbonara y habia traido una botella de vino dulce que se llamaba El Novio perfecto. No es que fuera algo sutil, pero... ?que tenia que perder a estas alturas? Mayca era dura de roer. Hacia siete dias y diez horas que al fin la habia tenido para el. Ella llevaba dos semanas muy tocada por la decepcion de su ultimo ligue. Lucas estaba a un paso de pedirle que se dieran un tiempo en su relacion como amigos porque habia llegado al limite de tolerancia ya. Eran muchos anos sabiendose enamorado hasta las trancas de ella, y no podia soportalo mas. Pero aquella noche todo cambio. La musica de la discoteca, un par de copas, un tema que la hizo bailar pegada a el y de pronto estuvo comiendole la boca como un descosido y apretandola contra su cuerpo. Fue agonico pero placentero. Torrido pero emocionante. La necesidad que sintieron ambos lo llevo a meterse en un cubiculo de mujeres. Mayca acabo pegada contra la pared mientras el peleaba con la correa de sus vaqueros para meterse dentro de ella. ?Preliminares? No hubo tiempo mas que de besarla en la boca para tragarse los gemidos de ella para hacer aquello un poco mas discreto. A Lucas le importaba muy poco que los oyesen follar. Si, aquello que hicieron no fue mas que aliviarse. El se quedo con ganas de mas, de hacerle el amor. Desnudarla, lamerla y hablarle al fin de sus sentimientos.

  • El legado de Marcos Ruiz (Ojos Verdes 2) de Julio Marin Garcia

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    NO ERA UNA noche destacable ni para bien ni para mal. No era una noche de frio ni de calor. Mucha gente se habia metido en su cama con la intencion de finalizar un nuevo capitulo de sus vidas. Pero alli, en esa casa de grandes dimensiones, de gritos nocturnos y palizas inimaginables, habia tenido lugar un suceso caotico. Alli si habia sido una noche diferente, pues el coco se habia enfurecido tanto que lo habia puesto todo patas arriba. La sangre habia embadurnado todo el lugar y habia dejado una triste marca en el corazon de ese hogar. Los vecinos, atonitos, miraban como la policia y la ambulancia entraban y salian constantemente. Trataban de obtener toda la informacion que aquella escena les podia brindar. Y alli, muchos elementos que nada tenian que ver entre si acabaron unidos por la mancha de la muerte: un arcon, una silla de madera vieja y astillada, una soga, una bolsa de plastico y una nina paralizada que habia dejado de moverse. !Ah si!, se me olvidaba; tambien habia muchos muertos. EL CUENTO QUE NUNCA TERMINO HABIA UNA VEZ una mujer cuyos ojos verdes habian presenciado aterradores momentos. Unos ojos grandes y preciosos, con un color similar al de una esmeralda, que se habian corrompido, poco a poco, bajo la mirada de la invisibilidad. Habia intentado luchar contra la oscuridad que, durante muchos anos, fue su hogar. Habia puesto mucho empeno en convertirse en otra cosa, pero, finalmente, el coco aparecio de nuevo, mas fuerte, mas feroz y mas coco. Habia una vez una historia que tenia muchos caminos y cuyo final nadie conocia. El primer camino era el de una guerrera de ojos verdes que habia sobrevivido, durante anos, a un coco de ojos oscuros. El segundo camino, mas tortuoso, era el miedo de poder convertirse en aquello a lo que habia temido. El tercer camino era el peor. El tercero significaba que no podia convertirse en aquello porque, a su modo, aquello siempre habia formado parte de ella y, por tanto, vivia en su interior. La tercera mujer de ojos verdes abrio sus ojos para contemplar, de nuevo, como las cuatro paredes de aquel lugar volvian a apresarla. Hormigon y oscuridad; la carcel a la que siempre habia pertenecido. Salvo que, en ese momento, no pudo darse de cuenta de la verdadera realidad. La tercera mujer de ojos verdes estaba envenenada por dentro: el peor veneno no es el que mata, sino el que se queda para siempre. El que se queda y silencia. El que se queda y deteriora. El que se queda y rompe. El que se queda y revienta. Sara conocia ese veneno mejor que nadie. Y lo sabia perfectamente porque, ahora, Fran y Marcos siempre estaban a su lado. Y victima de nuevos recuerdos, jamas podra olvidar aquella aterradora noche en la que todo se embadurno de sangre y el monstruo resurgio mas terrorifico que nunca. Aquella noche en la que los suenos quedaron aislados bajo llave. ?QUIEN SOY? --?SABES POR QUE estas aqui? Asenti. ?Como no iba a saberlo? --?Quieres hablar conmigo? --me pregunto. ?Que otra opcion tenia? Me tenian encerrada. Volvi a asentir. --Bien, Sara, eres tu, ?verdad? --matizo la psiquiatra. --Si, soy Sara, ?quien iba a ser si no? --le conteste. Me gustaba ser borde, era una manera facil de quitarse a la gente de encima. Total, tenia muy claro lo que iba a decirme: que al igual que mi padre, yo tambien estaba loca. Y era cierto, pero la diferencia entre mi padre y yo era que me di cuenta de que algo no iba bien. Supe muy pronto que habia otras personas que vivian conmigo. Algunas eran buenas y otras trataban de confundirme. Lei en Internet que las causas del trastorno de identidad disociativo pueden ser ambientales o geneticas, aunque suelen asociarse a un trauma vivido en la infancia. Cuando lei eso me pregunte: ?cual de todos? ?Los maltratos fisicos? ?Los maltratos psicologicos? ?Las violaciones? !O mejor! Uno del que nunca se habla: la manera en la que todo el mundo ignoro la enfermedad de mi padre. ?Quien tiene la culpa de que los vea? ?De que se metan en mi cabeza y no me dejen ver la realidad con claridad? ?Mi padre, su padre o la gente que vive feliz su vida y a la que le importan un bledo los problemas de los demas? Todos tenemos las manos manchadas de sangre, nos guste o no reconocerlo, porque el ser humano es despreciable. Solo habia una razon por la que quise salir adelante y poder dejar atras todo ese caos, solo habia una razon por la que decidia tomar cada dia las dichosas pastillas, sonreir e, incluso, en ocasiones, mostrarme agradecida: mi hijo. El era la motivacion de mi vida. El fuego que mantenia viva mi llama. --?Puedes hablarme de las personas a las que ves? ?Cuando y como las ves? --pregunto, de forma directa. La doctora Eli era asi, no se andaba con tapujos y era convincente, aunque lo que mas destacaba de ella era su mirada. No sabia explicarlo muy bien en aquel momento, pero era diferente a la del resto de gente. Como si quisiera protegerme. --Si, pero ya se lo he contado muchas veces. Son cinco personas: la senora Carmen, que se aparece aleatoriamente en cualquier momento. Es una mujer solitaria, obsesionada con el bingo y tranquila. Ella es inofensiva, solo tacha cartones y habla de sus hijos. Y bueno, a veces parece que intenta protegerme, aunque todavia no se muy bien de que o de quien. Luego esta Adrian, que solo se aparece los domingos entre las cuatro y las cinco de la manana. Un nino que siempre esta llorando y quiere que le ayude a entrar a casa. Al parecer, sus padres estan borrachos y peleandose. Creo que es inofensivo, aunque odia a su padre con todas sus fuerzas, tanto que me hace dudar de sus verdaderas intenciones. Quiere algo de mi, que haga un movimiento, pero todavia no se muy bien por que. Los otros dos son Marcos y Fran, supongo que ya los conoce, y al igual que la senora Carmen, vienen y van cuando quieren, aunque hace mucho tiempo que Fran no se manifiesta, asi que tampoco hay peligro. Marcos y yo nos necesitamos. Supongo que parezco una loca hablando de necesitar a una persona que me he inventado, pero el me ayuda a estar bien. El jamas haria dano a nadie. Siempre esta protegiendome, supongo que trata de hacer mi estancia mas amena. La psiquiatra anotaba datos en una tablet. Queria encontrar algo, pero tampoco me decia el que.--Bien, Sara, hemos llegado hasta aqui en muchas ocasiones, pero nunca me dices quien es la quinta persona, que sabes de el o de ella. --Me puse nerviosa, no me gustaba que me preguntaran eso. Podia hablar de cualquier otra persona, pero no de ella. Ella no tenia rostro para mi o, al menos, en ese momento no queria ser consciente de su identidad. Aunque no lo parezca, nuestra mente tiene un mecanismo de defensa que nos ayuda a olvidar aquellas cosas que nos aterran, y yo queria olvidarlo todo. --Nunca se manifiesta fisicamente, solo esta en mi cabeza, pero me da la espalda, me manipula y toma decisiones que yo jamas tomaria. Esa persona es un demonio senora Eli, es mejor que se aleje de esa informacion, podria matarla. --?Fue esa persona la que te obligo a matar a aquel hombre en la arena? --me pregunto. Y lo recorde todo: la sangre, sus ojos verdes, sus gritos, su decepcion. Recorde todo y, al recordarlo, me asuste tanto que deje de hablar. SENTIMIENTOS ?TENIA DERECHO A tener sentimientos? ?Mis emociones eran reales? Me sentia apresada por mi misma. Todos los medicos me habian dicho que estaba enferma. Si, tenian razon, yo tambien lo sabia. Mi padre estaba loco y yo herede su locura. Pero… ?por que lo sabia? ?Por que era consciente de ello? Si estaba tan loca… ?no deberia dar por hecho que todo lo que veia era real, gritando como una posesa para que me hicieran caso? No lograba entender la situacion, no lograba entenderme a mi misma. Era como si estuviera en un callejon sin salida. --!Otra vez que no me toca nada! Joven, siete cartones mas --grito la senora Carmen. La estaba viendo ahi, sentada sobre la camilla, hablando con alguien invisible al que le pedia una y otra vez cartones de bingo. Y aunque parecia tan real como la verja que coartaba mi libertad, sabia que era producto de mi imaginacion, pero ?por que? ?Que significaban todas esas personas para mi? Era una locura. --Algun dia ganare el bingo, ganare algun dia, y me comprare una mantita electrica para calentarme la espalda. No sabes lo bien que se duerme con eso, nina. Ademas, tu tienes que cuidarte bien, tienes protegerte de la gente mala --me hablaba a mi, pero ?que podia decirle? Yo solo queria que desaparecieran, todos ellos. Queria poder verme a mi misma y elegir mi propia vida. No queria ser como mi padre, aunque cada vez me sentia mas atrapada en ese mundo irreal. Echaba de menos a mi hijo, ?que seria de el? ?Habria entrado a la universidad? ?Habria conseguido salvarse de ser como nosotros? Ni siquiera tenia idea del tiempo que llevaba encerrada. Esta vida era tan cruel como la que me toco vivir de nina. Y mas preocupante aun, ?de quien tenia que cuidarme? ?Por que siempre hacia hincapie en ello? ?Alguien habia tratado de danarme y por eso estaba en ese lugar? Intentar resolver el misterio me producia grandes dolores de cabeza. Tal vez ese era el verdadero sintoma de mi locura. --Doce cartones por aqui; y cambiame el rotulador, que este ya no tiene tinta --dijo de nuevo. --?Por que no se marcha? --le grite, indignada. Ya estaba cansada de tanta mentira. --Aun me quedan cincuenta euros. Voy a jugarmelo todo, nina --contesto. --Quiero que se marche de mi habitacion. !No ere real, senora Carmen! Es producto de mi imaginacion. !No van a conseguir separarme de mi hijo! !No quiero que siga viniendo aqui! --le grite furiosa. --Pero nina, ?por que me hablas asi? Yo solo estoy tratando de entretenerme. Mi hijo nunca viene a visitarme. El bingo es lo unico que tengo, dejame quedarme un poco mas. Dejame quedarme aqui contigo, yo puedo ayudarte, yo siempre voy a estar protegiendote. Me necesitas -- suplico con la voz rota. Y la senti, la senti tan real que no pude decirle nada mas. Estaba ahi: sus ojos, sus arrugas, su apariencia; ?como podia ser eso producto de mis pensamientos? ?Quien era yo realmente? ?De que tenia que protegerme? --Sabes que siempre seras la tercera mujer de los ojos verdes. Esa siempre ha sido tu identidad, y jamas podras huir de ella, solo disfrazarla --contesto una voz masculina. Me gire y lo abrace al verlo.

  • !O no hay trato! 2 de Carolina Gattini

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    Paula Garcia vive en el caos y el estres, rodeada de sobrinos desquiciantes y la locura de su familia. Tanto es asi, que el hecho de tener que trabajar durante dos semanas en la casa de los Garmendia, en medio de la montana, es como irse de vacaciones. Tener que tratar con el hurano hombre que vive ahi, o estar aislados del resto del mundo, no supone ningun problema. El unico inconveniente es que la terapia contra su adiccion al sexo no esta haciendo el efecto que deberia. Sobre todo cuando el le propone hacer un trato absurdo que echa por la borda todo su autocontrol.

  • Una estrella para el demonio de Ahna Sthauros

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    El antano general ruso Leivan Angelovitch se ha convertido en demonio de la lujuria por culpa del engano del Angel Caido llamado Dazel. Su hermosura y esa sensualidad que exuda de forma automatica lo han llevado a ser uno de los demonios mas poderosos, pero, ahora, sus existencia gira alrededor de dos conceptos: el odio y la venganaza.

  • Elizabeth Bilford de Sophie Saint Rose

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    Lady Elizabeth Bilford debe proteger su fortuna de la codicia de su abuela antes de que sea demasiado tarde. Lo que menos se espera es que sera el nuevo Duque de Stradford, al que desprecia con todas sus fuerzas, el que la ayudara a recuperar su herencia protegiendola de los atentados contra su vida.

  • Redencion (En los ojos de Van Gogh 3) de Betzacosta

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    Tercera y ultima entrega de la trilogia romantica <>, en la que asistiremos a la apasionante historia de amor entre Oliver y Samantha.

  • Los secretos de Assam (Aromas de te 4) de Janet Macleod Trotter

    https://gigalibros.com/los-secretos-de-assam-aromas-de-te-4.html

    Tras la Segunda Guerra Mundial, Libby Robson deja Inglaterra para volver a la India, el hogar de su infancia y en donde dejo a su queridisimo padre, James, catorce anos atras. La embriagadora belleza del subcontinente le da la bienvenida: el bullicio de Calcuta, la exuberancia de los campos de te de Assam., pero bajo la superficie se esta gestando una revolucion y los dias de la dominacion britanica estan contados.

  • Un hombre distinto de Julie Kenner

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  • Cenizas de Damian Comas

    https://gigalibros.com/cenizas.html

    <> Eduardo Antonio Parra

  • La llave de mi destino, Karol Miller de Karol Miller

    https://gigalibros.com/la-llave-de-mi-destino-karol-miller.html

    Manuel Baena es un doctor malagueno que pide su traslado a Londres para conseguir al amor de su vida, Alisa MacLeod. Ella es una joven reacia al compromiso, pero tampoco quiere que otras mujeres disfruten de la compania de el.
    Vanesa es una joven universitaria, alegre y divertida, que pasara las navidades con su hermano Manuel en Escocia junto con los amigos de este, los hermanos MacLeod. Alli conocera a Ian, el espiritu libre de los MacKenzie.
    ?Se hara Manuel con el amor de su vida? ?Descubrira Vanesa a un Highlander en sus navidades en Escocia?

  • No soy yo, eres tu (Tal para cual 2) de Ebony Clark

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    Un ano antes… -Por favor, senora, deje de aporrear la puerta. Ya le he dicho que hay aire suficiente y que no le va a pasar nada. Estuve a punto de mandarle a la mierda y anadirle que no cogiera ningun atajo y disfrutara del paseo. ?Es que aquel imbecil se creia que estaba hablando con una histerica? Ya sabia que no iba a pasarme nada y que aquello de asfixiarse en el ascensor era una leyenda urbana, que venian con reserva de aire suficiente como para no agobiarme. Pero aquel no era el problema. El problema era que tenia una vista en media hora y no llegaria a tiempo a menos que aquel idiota hiciera algo rapido. Pegue la boca a la ranura entreabierta de la puerta del ascensor. -Mira, como te llames… Es la cuarta vez este ano que alguien se queda encerrado en el ascensor. Para mi, la segunda, por si te interesa. -A lo mejor es que no hacen buen uso. Apenas acerte a entender lo que decia aquel heroe de pacotilla. No estaba segura, pero haciendo buen uso de mi racionalidad profesional, me hice la sueca a su comentario. Ya le diria yo en cuanto saliera lo que pensaba de sus opiniones y en el punto exacto de su anatomia donde podia guardarselas. Fingi ser una dulce damisela en apuros, cosa que solia funcionar la mayoria de las veces. -Oye… Ya se que no voy a morir, no estoy sufriendo ningun ataque de histeria ni nada parecido. La cuestion es que tengo que estar en el juzgado en media hora. Asi que, si pudieras darte un poco de prisa, te lo agradeceria muchisimo… Y cuando digo muchisimo, no estoy hablando en sentido figurado, ?vale? No se si los de tu gremio aceptan propinas o no, pero llevo en el bolso un billete de cincuenta euros que esta deseando encontrar nuevo dueno. Silencio al otro lado. Vaya, quiza la oferta no fuera de su agrado. Podia ser que me considerase una ronosa por el importe de la propina ofrecida. Bueno, cincuenta euros no estaban nada mal, ?no? Escuche un golpe seco en la puerta y me aparte enseguida. Al otro lado, pude ver un unico ojo de un color azul intenso, asomando por la ranura. El bombero que atendia la emergencia desde el otro extremo de la puerta del ascensor debia ser el dueno de aquel ojo. Y seguramente de otras partes del cuerpo humano que yo no podia distinguir, porque estaba atrapada en el maldito ascensor y aquel pequeno detalle lo impedia. -Ensenemelo. ?Que? Sacudi la cabeza, creyendo que habia escuchado mal. -?Como dices? -pregunte con desconfianza. -Que me lo ensene -ordeno el con tono seco-. Su billete de cincuenta euros. -?En serio? ?Puedes acelerar mi rescate con la ayuda de una propinita? Claro, yo no podia ver que la cara del bombero ya habia cambiado a varios colores, mientras continuaba con mi absurdo y repugnante intento de extorsion que, por otro lado, iba a jurar sobre la Biblia no haber cometido si se daba la ocasion. -Pues claro, senora. Para eso estamos. Hum, no se por que, pero algo en su voz me decia que intentaba tomarme el pelo. De todas formas, estaba desesperada. Lucas me esperaba al otro lado, impaciente. Nuestra clienta era un miembro muy influyente de la comunidad nordica del sur de la isla. Lucas era un gran orador, pero yo tenia todos los documentos del caso en mi maletin, conmigo dentro del ascensor. Y nuestros jefes ya nos habian advertido: como no le sacaramos hasta el ultimo euro al marido de Greta, un rico empresario madrileno dueno de varias salas de fiesta, ya podiamos buscarnos otro trabajo. Sin pensarlo, extraje el billete de mi cartera y lo deslice hacia arriba y hacia abajo por la ranura de la puerta, como si fuera la sexy y seductora pierna de una stripper en un bar de carretera. -Vaya, pues era verdad. Parece autentico. Solte una palabrota al escucharle. -!Pues claro que es autentico! Pero ?que te has creido? -le grite, furiosa. -No se… Mi padre siempre decia que no me fiara de los abogados, que son unas ratas mentirosas… Pero no, oiga, parece que usted es de fiar. Y no tiene pinta de rata… Bueno, al menos desde esta distancia no, ?por que no se acerca un poco mas para que pueda verla mejor? -Me encantaria acercarme mas, senor No Estoy Haciendo Una Mierda Para Rescatar A Una Buena Ciudadana… !Pero estoy sudando como si esto fuera el horno donde el diablo cuece a sus pecadores! Y si me muevo, la cosa va a peor… -A lo mejor es que lleva demasiada ropa. ?Por que no se quita esa bonita chaqueta de Bimba y Lola? Le queda muy elegante, eso si… Pero ahi dentro debe de haber unos treinta y cinco grados. -?Me estas sugiriendo que me desnude? Ay, Dios, esto es la pera… -De pronto cai en su sorprendente dominio de la moda femenina y le pinche en un arrebato infantil-: A ver, ?como sabes que mi chaqueta es de Bimba y Lola, eres un disenador frustrado o que? -Que va. Es que le regale una igual a mi madre por su cumpleanos, solo eso. Mire con disimulo mi chaqueta de punto gris con los punos y cuellos ribeteados en negro. Combinada con mis vaqueros y mocasines, me parecia una excelente eleccion para llevar al juzgado; arreglada pero informal, como diria la madre de mi mejor amiga. Sin embargo, ahora que el agente de emergencias mencionaba el regalo de su madre, me hizo sentir mayor y poco atractiva. Seguro que lo noto, porque al segundo siguiente quiso arreglarlo… sin exito, claro. -Oiga, no se enfade… Le queda bastante bien, en serio… Se parece un poco a esa abogada de una serie de hace un millon de anos… ?como se llamaba? Tiene que acordarse, mas o menos es de su epoca, ?no? <>, grite mentalmente, furiosa porque el tio, no contento con meterse con mi ropa, ahora me llamaba carroza en la cara. -Si, lo que tu digas… -corte bruscamente. -?O era Remington Steel? -se pregunto el en voz alta, hablando consigo mismo al principio-: Ahora no lo tengo muy claro, pero usted debe tener mas o menos la edad de mi madre, ?a que si? Seguro que se acuerda. -No soy cinefila -menti. – ?No? Pues deberia… ?No ha visto Ben-Hur, la version original? Me golpee la frente con una sonora palmada. ?De verdad? ?De verdad me habia tocado el bombero humorista? Estaba a punto de darme un ataque, pero no de risa precisamente. Iba a gritarle a pleno pulmon que se dejara de hablarme de series y peliculas, que se estaba pasando y mucho al insinuar que yo tenia edad para haberlas visto en algun cine el dia de su estreno. Me detuve al instante. Ya veia por donde iba… Mi instinto me decia que solo pretendia, muy mal, todo fuera dicho de paso, entretenerme mientras me sacaban de alli. Debia ser el psicologo del grupo. O el chistoso, no estaba segura. -Pero ?que dices? Mira, ?vas a sacarme de aqui o no? -apremie. -Ya le dije antes que si, senora. -Si, ya se que lo dijiste… Pero tambien dijiste que tenias que esperar que tu companero encontrase no se que llave maestra… Y yo no tengo tiempo que perder. Conque, ?quieres o no quieres los cincuenta euros? Otro silencio. -No se… ?Es que le sobran o que? La pregunta me dejo perpleja. Seguro que el intentaba darme conversacion, tal y como le habian ensenado en sus cursos sobre como enfrentarse a situaciones limite. Pero no era mi caso. Mire el reloj de pulsera y se me acelero el corazon. -Pero ?que cono importa si me sobran o no, no te estoy diciendo que te los quiero dar? -casi le grite, tratando de no perder el control. -Es que quiero que quede bien claro que me los quiere regalar. Aprete los dientes. -!Pues claro que te los quiero regalar! Toma, hombre, cogelo ya… Y te compras la edicion Oro de coleccionista de Ben-Hur y unas palomitas a mi salud… !Pero sacame de aqui! -Lo deje caer por la ranura y senti como unos dedos recogian el billete al otro lado de la puerta. Despues, un sonido que recordaba al crujido del papel de cebolla junto a un telefono. Una emisora de radio. <>. No pude contenerme por mas tiempo. Aporree el ascensor con los punos, con el maletin y hasta con un par de patadas al estilo Bruce Lee que habia visto en alguna pelicula. -!Oye, que me estoy enterando de todo! -chille. --… Vale, lo intentare… No te prometo nada… Esta como una regadera, en serio… Es que la oyes hablar y parece la abogada corrupta de una pelicula de la Mafia, tio… Bueno, una mezcla de eso y un palo de fregona desmelenado… Date prisa, tio, da un poco de miedo…

  • Pan de limon con semillas de amapola, Cristina Campos de

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    Durante el invierno de 2010, en un pequeno pueblo del interior de Mallorca, Anna y Marina, dos hermanas que fueron separadas en su juventud, se reencuentran para vender una panaderia que han heredado de una misteriosa mujer a la que creen no conocer.

  • Los ladrones de seda de Dirk Husemann

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  • La parte recordada de Rodrigo Fresan

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    ?Como recuerda un escritor?

  • El jardin de las delicias de E.m. Cubas

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    El Jardin de las Delicias es un club para el pecado, para realizar las fantasias prohibidas y desinhibirse de los tabues y la Dama lo regenta con mano firme…, hasta que un joven abogado atraviesa sus puertas pidiendole que sea su maestra.

  • Una deuda por amor de Erina Alcala

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    Papa --le dijo su hija mayor Isabel, que tenia 25 anos y acababa de llegar de la asesoria en la que trabajaba de secretaria en Ubeda, un pueblo de la provincia de Jaen. --?Que pasa Isabel? --Tienes una carta certificada de un bufete de abogados de Jaen. --?De un bufete de abogados de Jaen? ?y eso? --?Te la abro? --le dijo Isabel ya que su padre se encontraba bastante enfermo del corazon. --No. ?Ha llegado tu hermana? --Esta acabando el master. Hoy no venia a comer. --Vale. La casa en la que vivian en Ubeda desde que el se caso, no era suya y lo sabia, pero habian pasado ya 28 anos de aquello. Era una casa enorme, de las mejores del pueblo. Una casona senorial que el habia ido reformando con el tiempo. Aunque hacia tiempo que estaba igual. Y los olivos tampoco eran suyos. Y se imaginaba de que iba la carta del bufete y se echo a temblar, porque sus hijas no sabian que ninguna posesion era suya, y hacia diez anos que no le enviaba el dinero de los olivos a su amigo y dueno de todo. Su amigo de la infancia y vecino, Jesus Fuentes Eugenio Martin y Jesus Fuentes, eran amigos de la infancia y cuando hubo una desbandada de gente para irse a Australia en la que se dijo habia mucho trabajo, Jesus se fue a Nueva Zelanda. A la isla sur, en concreto al este, a Little River. Un pueblo maravilloso que con el tiempo se convirtio en turistico hasta tal punto en el que el y su hijastro, Hunter, tenian un pequeno hostal con 25 habitaciones, con rutas turisticas, tenian una pequena granja de alpacas para el turismo, y hacian bajadas sobre todo en rafting por el rio, senderismo, ofrecian comidas y actividades a los turistas. Jesus, habia comprado una buena casa y con el dinero que le iba enviando su amigo de la cosecha anual de la aceituna, hizo en los anos siguientes el hostal y su casa, preciosos, en lo alto de una colina, una gran explanada con vistas maravillosas. Era lo mas bonito que habia visto en su vida y alli se quedo. Se caso con una turista, Eva, que tenia un hijo de cinco anos, Hunter Wilson. Y no tuvo mas hijos, asi que Hunter era tan hijo suyo como si fuera propio, y Hunter, no conocio a otro padre. Y Fuentes le cambio el apellido por el suyo. Hunter se habia hecho un hombre, con 29 anos, al terminar la carrera de Derecho, se hizo cargo de las rutas, era un aventurero nato, y entre el y un chico Jacob, contratado, llevaban todo el turismo del hostal. Ademas, Hunter llevaba la contabilidad, porque su padre, ya no era sino relaciones publicas. La madre de Hunter murio cuando el tenia doce anos y se quedaron solos. Ahora tenia un trabajador para la granja, otro para tener a punto el almacen de las canoas y lo que hiciese falta. Una senora para la limpieza, cocinero y ayudante y dos camareros para el salon comedor. A veces contrataban una orquesta o el mismo chico del almacen de las canoas, divertia a los pequenos y a los mayores con juegos. Eran una pequena familia que fue aumentando con el tiempo. Pero Jesus estaba preocupado. Hacia diez anos que su amigo Eugenio no le contestaba y supo que estaba vivo y tenia dos hijas, pero se habia quedado con todo su dinero y propiedades y no le mandaba ni un dolar. Estaba irritado, y no tuvo mas remedio que llevarlo a juicio. No queria que su hijo Hunter supiera nada, ni siquiera sabia la cantidad de terreno que tenia y la casa. Porque Hunter tenia caracter y hubiera ido personalmente a sacarle los ojos por robar a su padre. Eugenio leyo la carta y supo todo el dinero que debia devolver e irse de la casa en 10 dias, asi como devolver las tierras a una agencia que las llevaria a partir de ese momento. Pero el no tenia dinero para pagarle lo que se le exigia y sus hijas no sabian nada. Y no tuvo mas remedio que llamarlo. --!Hola Jesus! --?Si? ?quien es? --Eugenio, Eugenio Martin. --Hombre, ya te he mandado que debes hacer, llevas 10 anos sin enviarme el dinero. He consultado con la fabrica de aceite y me debes cinco millones de euros, y mi casa. --Veras Jesus, hombre, no tengo ese dinero. --?Ah no? ?y en que te lo has gastado? --le dijo mas enfadado de lo normal. --He jugado, lo siento mis hijas ni lo saben. Desde que Rosa murio... --!Tienes hijas! --Dos, si. Una tiene novio, la mayor, Isabel, de 25 anos. --?Y la pequena? --23. --?Y debes dinero? --No, gracias a Dios no debo, pero no tengo, hare lo que quieras, pero estoy enfermo. --?De que? --Del corazon? --?Y juegas mi dinero? ?no estas enfermo? --Por Dios Jesus, perdoname. Hare lo que quieras. --?Tu hija menor como es? --Preciosa, ha estudiado turismo y acaba el master en un mes. --Muy bien, una asesoria me va a vender las tierras y me enviara el dinero. --Pero Jesus, ?de que voy a vivir? --De tu hija, tiene novio ?no? --Si y trabajan los dos. --Pues ya esta, --?Y la casa? --La casa te la dejare diez anos mas, si muero yo, se vendera, si mueres tu lo mismo. Ya tengo eso encargado. --Gracias, al menos... --!Ah! y quiero a tu hija menor. --?Como? --Que tengo un hostal turistico y la quiero. --Pero no puedes quitarme a mi hija. --?Ah no?, ?quieres vivir en la calle y pagarme los cinco millones que me debes? --No puedo, pero mi Raquel... --Bonito nombre, estara bien aqui, quiza tenga mas suerte y le guste a mi hijo. --!No puedes hacer eso! --Piensalo. En un mes todo lo tengo vendido. Te llamare y contesta. Te mandare el pasaje y algo de dinero para tu hija. Asi que ya sabes. Y le colgo. Y Eugenio se echo a llorar. --Papa, papa, ?Que te pasa? --le dijo Isabel. Y su padre le conto todo. --No se lo digas a Raquel. --Pero papa, ?como has gastado ese dinero? --Jugando. --Papa son cinco millones de euros, demasiado benevolo es ese hombre. Era tu amigo y confio en ti. Y hemos vivido muy bien gracias a el. Ya puedes despedirte de las tierras. --Si, estan en venta ya, si no estan vendidas ya. --Al menos yo gano algo y podemos quedarnos Luis y yo contigo. Tengo un sueldo y Luis y tu tienes la paga. Nos apanaremos. Pero el se viene a casa. --Hasta que nos la quiten. --Diez anos. --No voy a vivir diez anos hija. --Bueno, si Luis y yo podemos ahorrar para un piso, o alquilar uno, luego hablare con el en la asesoria. Luis trabajaba en la asesoria llevando comunidades de vecinos, y se habian enamorado. Pensaban vivir juntos en poco tiempo. --El problema es como se lo decimos a Raquel, pobre mi nina, no la veremos. --?Como puede pedirte a una hija? --Me la quiere quitar por la deuda. Mi hija vale mas de cinco millones y la casa. --Miralo por el lado bueno, ha hecho turismo, quiza si le decimos que tu amigo le ha propuesto irse a trabajar alli. Ella es aventurera. --?Y si no la tratan bien? --Cuando te llame el mes que viene, se lo dejas claro, que, si no la trata bien, nos vamos, lo malo es que en cuanto venga tu hermana y le digamos lo de mi amigo se pondra a hacer las maletas loca de contenta. --No tengo nada que darle, ni para el viaje. --Le pagan el pasaje, pero necesitare algo para que se lleve. --Yo le dare algo que tengo ahorrado. --Hija... --llorando. --Papa, lo has hecho muy mal, ese amigo tuyo confio en ti. Podiamos vivir bien y darle su parte y ?que has hecho?... no me lo puedo creer. Pero su padre se puso tan mal que lo tuvo que llevar al hospital. Habia tenido un infarto y llamo a su hermana y al trabajo para no ir. Por la noche le repitio el infarto y murio. --Dios mio --dijo Isabel--, ahora ?que hacemos? A los tres dias estaban en casa por la noche. Habian enterrado a su padre e Isabel cogio el papel de su amigo. --?Senor Fuentes? --Si digame. --Soy Isabel la hija de Eugenio Martin, mi padre ha muerto. En un mes intentaremos salir de su casa y cumplir lo acordado. Hablare con mi hermana. --Lo siento por tu padre, no lo esperaba. --No se preocupe, estaba ya muy enfermo. --Le mandare a tu hermana un sobre, con los pasajes y algo de dinero. --No hace falta, tengo algo ahorrado. --Se lo mandare. Utilizalo para alquilarte un piso. --Como quiera, tengo que hablar con ella y buscar un piso. Cuando lo tenga todo listo pueden vender su casa. --Lo siento hija. --Lo siento yo, por condonarnos la deuda de mi padre. Pero por favor trate bien a mi hermana. --No te preocupes, aqui estara bien. Bueno, ahora ya no tiene importancia. --Por la noche --Isabel le dijo a Raquel: --Sientate. --?Que pasa? Y le conto todo lo que habia pasado. --?Las tierras y la casa no eran nuestras? --Nada, no tenemos nada, cinco millones de euros de deuda. --Cinco millones, ni que trabajaramos las dos toda la vida podriamos pagar eso. --Lo se, por eso Luis y yo buscaremos un piso, el senor Fuentes quiere vender su casa. --?Y yo?, me quedaban dos semanas para acabar el master. --Te vas con el. --?Con quien? ?con el senor Fuentes? --A Nueva Zelanda, sola. --Si, es lo que papa le prometio. --Pero Isabel... --Tiene un hostal turistico te vendra bien, querias salir de Espana. Te va a mandar los pasajes hasta llegar a ese pueblo y dinero. --?Y los cinco millones? --Por los cinco millones, debes irte. --Por Dios, Dios mio y estuvo llorando un buen rato. ?Que hizo nuestro padre? --Lo que nunca debio hacer. El senor Fuentes confio en el le dejo una gran casa y un monton de terreno y podiamos ser ricos y se ha gastado todo y no ha mandado durante diez anos lo que le debia. --?Pero por que yo? --Ahora ya no sufrira papa. Es una buena oportunidad para ti, Raquel. --?Tu crees? --He estado viendo el pueblo, los paisajes y el hostal, toma mira... --Es maravilloso. --Si, el rio, los bajos, senderismo... --Pero tan lejos de ti... --Estoy con Luis, hermana.

  • Amor Latente; Romance y Pasion con el Jefe de Policia de Isabel Conde

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    Argentina, Buenos Aires, 2015. Barbara Jensen se desperto de mal humor. Su vecino, la plaga del barrio, habia llegado a su casa a las tres de la madrugada haciendo un ruido insoportable. Si su automovil tenia un silenciador, hacia mucho tiempo que habia dejado de funcionar. Por desgracia, su dormitorio estaba situado justo al frente de la entrada del vecino; ni siquiera tapandose la cabeza con la almohada pudo amortiguar el ruido de aquel Volkswagen. Cerro la puerta oxidada de golpe, encendio la luz del porche --la cual, por algun cruel y desconocido proposito, estaba colocada de forma que le daba a ella directamente en los ojos si se volteaba de frente a la ventana, tal como era el caso--, dejo que la puerta de rejilla golpeara tres veces al entrar, salio de nuevo unos minutos mas tarde, luego volvio a entrar en la casa, y evidentemente se olvido de la luz del porche, porque momentos despues se apago la luz de la cocina, pero aquella maldita lampara del porche permanecio encendida. Si antes de comprar aquella casa hubiera sabido que iba a tener aquel vecino, jamas de los jamases habria firmado los papeles que decian legalmente que estaba destinada a la desgracia junto aquel sujeto. En las dos semanas que llevaba viviendo alli, aquel tipo habia conseguido el solito estropearle toda la alegria que le habia causado el hecho de comprarse su primera casa. Era un borracho. ?Pero por que no podia ser un borracho feliz?, se pregunto con amargura. No, tenia que ser un borracho desagradable, de los que hacian que una tuviera miedo de dejar salir al gato cuando el estaba en casa. Pantera no era gran cosa como gato --ni siquiera era de ella--, pero su madre le tenia mucho carino, de modo que Barbara no queria que le sucediera nada mientras estuviera temporalmente bajo su custodia. Jamas podria volver a mirar a su madre a la cara si sus padres regresaran de las vacaciones de sus suenos, un viaje de seis semanas por Europa, y se encontraran con que Pantera habia muerto o desaparecido. * * * * Por suerte para ella, se marchaba a trabajar a la misma hora que el; por lo menos, en principio creyo que el se iba a trabajar. Ahora pensaba que probablemente iba a comprar mas bebida. Si es que trabajaba, desde luego tenia un horario de lo mas extrano, porque hasta el momento no habia logrado percibir pauta alguna en sus entradas y salidas. De todas formas habia intentado mostrarse simpatica el dia en que el descubrio las huellas del gato en el parabrisas de la cafetera que tenia por coche; incluso le sonrio, pero el tipo no presto la menor atencion a aquel sonriente ofrecimiento de paz, sino que en cambio salto furioso de su automovil casi en el mismo momento de haber puesto las posaderas en el asiento. -- ?Que te parece si no dejas que tu gato se suba a mi coche? A Barbara se le congelo la sonrisa en la cara. Odiaba desperdiciar una sonrisa, sobre todo con un individuo sin afeitar, malhumorado y que tenia los ojos inyectados de sangre. Le vinieron a la mente varios comentarios feroces, pero los reprimio. Al fin y al cabo, ella era nueva en el barrio y con aquel tipo ya habia empezado con mal pie. Lo ultimo que deseaba era declararle la guerra. Asi que decidio probar una vez mas con la diplomacia. --Lo siento --dijo, manteniendo un tono tranquilo--. Procurare vigilarlo. Estoy cuidandolo hasta que vuelvan mis padres, asi que no va a estar aqui mucho tiempo. --Solo otras cinco semanas. El vecino contesto con un grunido murmurando cosas, volvio a entrar en el coche cerrando de un portazo y se alejo haciendo rugir el potente motor con un ruido de mil demonios. Barbara ladeo la cabeza, escuchando. La carroceria del Volkswagen ofrecia un aspecto deplorable, pero el motor sonaba suave como la seda. Habia muchos caballos debajo de aquel capo. Era evidente que la diplomacia no funcionaba con aquel tipo. Pero alli estaba ahora, despertando a todo el vecindario a las tres de la madrugada con aquel maldito automovil. La injusticia de ese hecho hizo que le entraran ganas de ir una noche hasta su casa y pulsar el boton del timbre hasta que el estuviera tan levantado y despierto como todos los demas. Solo que habia un pequeno problema. Le tenia un poco de miedo y eso no le gustaba. Barbara no estaba acostumbrada a retroceder ante nadie, pero aquel individuo la ponia nerviosa. Ni siquiera sabia como se llamaba, porque las dos veces que se habian visto no fueron encuentros de los de "Hola, me llamo fulano de tal". Lo unico que sabia era que era un personaje de aspecto desalinado y que por lo visto no tenia un empleo fijo. En el mejor de los casos, era un borracho, y los borrachos pueden ser mezquinos y destructivos. En el peor, estaria metido en algo ilegal, lo cual agregaba a la lista el calificativo de peligroso. Era un individuo grande y musculoso, con cabello oscuro y tan corto que casi parecia un militar. Cada vez que lo veia tenia el aspecto de no haberse afeitado en dos o tres dias. Si a eso se le anadian los ojos inyectados en sangre y el mal genio, la palabra que le venia a la cabeza era borracho. El hecho de que fuera grande y musculoso no hacia sino incrementar su nerviosismo. Aquel barrio le parecia muy seguro, pero ella no se sentia segura teniendo a semejante tipo por vecino. Grunendo para sus adentros, salto de la cama y bajo la persiana de la ventana. Con los anos se acostumbro a no cerrar las persianas, ya que era posible que no se levantase con el ruido del despertador, pero si con la luz del sol. El amanecer era mejor que un molesto sonido metalico para levantarse de la cama. Como varias veces se habia encontrado el despertador tirado en el suelo, supuso que la habria reanimado lo suficiente para atacarlo, pero no lo bastante para despertarla del todo. Ahora su sistema consistia en usar visillos y una persiana; los visillos impedian que se viera el interior del dormitorio a no ser que estuviera la luz encendida, y levantaba la persiana solo despues de haber apagado la luz para dormir. Si hoy llegaba tarde a trabajar, seria por culpa del vecino, por obligarla a depender del despertador en vez del sol. De vuelta a la cama tropezo con Pantera. El gato dio un salto con un maullido de sorpresa, y Barbara estuvo a punto de sufrir un infarto. -- !Dios santo! Pantera, me has dado un susto de muerte. No estaba acostumbrada a tener un animal domestico en casa, y siempre se le olvidaba mirar donde pisaba. Siguio balbuceando cosas referente a su vecino insoportable y el bendito gato de sus padres. Pensando que su vecino le impediria volver a dormirse, Barbara cruzo las manos por detras de la cabeza y contemplo el oscuro techo mientras trataba de enumerar todas las cosas que queria hacer con la casa. La cocina y el bano necesitaban modernizarse un poco, lo cual constituia una reforma muy cara que economicamente no estaba preparada para afrontar. Pero pintar la casa y poner persianas nuevas haria mucho por mejorar el interior, y ademas queria derribar la pared que separaba el salon y el comedor. Despejar aquel espacio para que el comedor fuera mas una continuacion que una habitacion independiente, con un arco que podria decorar con una de esas pinturas de falsa piedra para que pareciera de roca… Se desperto con el molesto sonido del despertador. Por lo menos aquel maldito trasto la habia despertado esta vez, penso mientras rodaba hacia un costado para silenciar la alarma. Los numeros rojos que brillaban ante sus ojos en la penumbra de la habitacion la hicieron parpadear y mirar una vez mas. --Mierda --gimio disgustada al tiempo que saltaba de la cama. Las seis cincuenta y ocho; la alarma llevaba casi una hora sonando, lo cual queria decir que era tarde. Muy tarde. --Maldita sea, maldita sea --recalco, mientras se metia en la ducha y, un minuto despues, volvia a salir. Mientras se lavaba los dientes, corrio a la cocina y abrio una lata de comida para Pantera, que ya estaba sentado junto a su cuenco mirandola con el gesto torcido. Escupio en el fregadero y abrio el grifo para que el agua arrastrara la pasta de dientes. --Precisamente hoy, ?no podias haber saltado encima de la cama cuando te dio hambre? Pero no, hoy decides esperar, y ahora soy yo la que no tiene tiempo de comer nada. Pantera dio a entender que no le preocupaba lo mas minimo que ella comiera o no, siempre que el tuviera su comida.

  • La pintora de hielo de Kristin Marja Baldursdottir

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    Una maravillosa epopeya sobre el talento, el amor y la busqueda de la libertad de una mujer en la Islandia de principios del siglo XX.

  • Libelulas Azules (Ethan Bush 3) de Enrique Laso

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    LA NOVELA DE LOS RECORDS. MILES DE LECTORES EN TODO EL MUNDO

  • Espiritus del pasado (Secretos del alma 2) de Victoria Magno

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    Un mundo nuevo, una familia desconocida, un amor imposible y un secreto aun mas grande que desvelar, se encierran en esta segunda parte de la serie <>.

  • Daniel, Musculos de Azucar de Isabel Conde

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    Daniel era un joven de 27 anos.
    Atractivo. Dotado...
    Fuerte. Divertido.
    Pero era mucho mas.

  • La Sorpresa del Marques (Caballeros 2) de Dama Beltran

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    Roger Bennett, el futuro marques de Riderland, se define a si mismo como un caballero dispuesto a ayudar a las pobres infelices carentes de placeres sexuales. Le gusta tanto su vida que desea continuar asi hasta el final de sus dias. Sin embargo, una persona truncara esa vida de libertinaje que tanto ansia mantener.
    Resignado por tener que vivir con una esposa a la que no conoce ni ama, decide enfrentarse con entereza a su futuro. Aunque cuando sus azulados ojos se clavan en Evelyn, descubre que todo aquello que deseo se ha evaporado. Pero el amor hay que trabajarlo y para un hombre al que le ha sido facil romper corazones, le resultara increible ver como el suyo se hace anicos como el cristal.

  • Furia y poder de D. Martin

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    Sebastian Costa llega a la ciudad paradisiaca de Los Cabos, en Mexico. A primera vista parece un hombre normal que disfruta de sus vacaciones, pero oculta un siniestro pasado. Un pasado en el que era un brillante medico que trabajaba bajo las ordenes de la Familia Di Tella, una de las mafias mas poderosas de Italia. Tras una cirugia de rutina termina ocasionando la muerte de uno de los miembros mas influyentes de la organizacion. Su complice y amante tambien se ve inmiscuida y juntos idean el plan de escape, solo que todo resulta terriblemente mal y la situacion se convierte rapidamente en una carrera contra el tiempo, en la que un misterioso amuleto podria ser la clave para salvar sus vidas…

  • Eres de otra galaxia de Gema Samaro

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    Eran las cuatro de la manana y a Isabel la desperto un estruendo, como si al viejo pino del jardin le hubiera alcanzado un rayo y lo hubieran abierto en canal. Pero no llovia, tan solo soplaba un viento infernal que, como comprobo a traves de los visillos de la ventana, el arbol soportaba tan altivo como siempre. --?Que ha sido ese estrepito? !Ha sonado como si se hubiera caido del cielo una albondiga gigante de laton! --comento preocupada la abuela Berta, una mujer de ochenta y dos anos, alta, espigada y elegante, que de pronto aparecio en la puerta del dormitorio de Isabel, con la cabeza canosa llena de rulos, una bata de estampado de leopardo y con Chicho, un mastin leones que llevaba del susto el rabo entre las piernas, escondido detras de ella. --?Albondiga gigante? !Anda que no tienes imaginacion! Pense que habia sido el pino, pero ahi sigue plantado... --respondio Isabel, con la vista puesta en la ventana. Isabel era una chica menuda, morena, de enigmaticos ojos de color avellana, nariz respingona y sonrisa enorme que acababa de cumplir veintiocho anos la semana anterior. --La culpa es de tu abuelo --comento la abuela situandose a su lado frente a la ventana. --?Que pinta el abuelo? --pregunto extranada Isabel, mientras acariciaba la cabeza de Chicho para calmarlo. --Se empeno en levantar esta casa en mitad de la nada y tarde o temprano tenia que suceder... -- susurro la abuela Berta, misteriosa. La casa estaba enclavada en mitad de la serrania de Cuenca, en un precioso valle entre montanas por el que discurria un arroyuelo... --?Suceder el que? --pregunto Isabel en tanto que el viento golpeaba con fuerza las contraventanas de madera. --Pues esto... Algo raro en mitad de la noche y !estamos solos los tres! !Mira que le dije que comprara la casa del pueblo que esta frente a la iglesia, rodeada de unas maravillosas cotillas de bien, que dan mucha mas confianza y seguridad que la alarma de Prosegur! --!Menos mal que no te hizo caso! Me encanta la sensacion de estar aislada del mundo, !me fascina saber que no hay nadie en dos kilometros a la redonda! !En ningun sitio siento tanta paz como aqui! --exclamo Isabel, ajustandose el cinturon del pijama negro de seda. --Sobre todo despues de escuchar un ruido rarisimo en mitad de la noche... !Voy a llamar a la Guardia Civil! --hablo la abuela nerviosa, mientras sacaba el telefono movil del bolsillo de su bata. --?Para que? El ruido ese ha podido ser cualquier cosa... Todo parece en orden ahi fuera... -- comento Isabel tranquila, echandose la melena ondulada hacia atras. --!Si esta negro como boca de lobo! !No se ve una mierda! Y mira lo asustado que esta Chicho... --dijo la abuela acariciando la cabeza del perro que estaba muy inquieto. --Chicho se pone asi tambien cuando paso la aspiradora... --!Yo jamas le he visto la cara de flipado que tiene ahora mismo! !Fijate que pupilas, si parece que acaba de salir de un after! --Chicho se lamia de los nervios los labios y tenia las orejas hacia atras--. !Este barrunta algo! !Yo voy a llamar a Antonio que esta de guardia esta noche para que venga a inspeccionar la zona! --Espera un poco, abuela. !No seas exagerada! --?Esperar a que? ?A que entren a asaltarnos los tipos que viajan dentro de la albondiga? !Voy a llamar a Antonio y vamos a esperarle aferradas a las escopetas! --comento la abuela Berta mientras marcaba el telefono de la Guardia Civil--. ?Antonio? Soy Berta Soto, de la Casa de San Juan, estoy aqui con mi nieta y acabamos de escuchar un sonido muy extrano, asi como si se hubiera caido un albondigon de hojalata del cielo... Antonio, que dormitaba en un sofa desvencijado, se froto los ojos y mascullo: --!No me joda, dona Berta! --!Madre mia, abuela, que imagen! Antonio va a pensar que se te ha ido la mano con el anis... -- la reprendio su nieta en voz baja. --?Que le pasa a la imagen? --repuso Berta, extranada. --Lo pillo, no se preocupe. Me hago una idea perfecta, dona Berta --aclaro Antonio. --Cuanto me alegra escucharlo porque mi nieta dice que vas a pensar que estoy borrachita. --!No, por Dios, dona Berta! Cuenteme... --Antonio se incorporo de un respingo y replico, entre maravillado y solicito, a pesar de tener un aviso en mitad de la noche--. ?Cree que se le ha podido caer un OVNI en el jardin? --!Como se nota que eres fan de Cuarto Milenio, Antonito! No eches a volar tanto la imaginacion, que mas bien creo que debe ser un grupo de exmilitares de alguna republica rara que deben usar helicopteros del Pleistoceno para asaltar las fincas... Y ya sabes lo que les pasa a esas naves que no pasan unas revisiones como Dios manda. A mi me da que se les ha escacharrado el bicho aqui cerca y, si no han quedado muy perjudicados con el aterrizaje forzoso, deben estar a punto de atacarnos... --!Mantenga la calma, dona Berta, que en seguida acudimos a su casa! --Aqui os esperamos, Antonio, calmadas y abrazadas a las escopetas. !Nos vemos! Dona Berta colgo y su nieta le pregunto preocupada: --?Lo de las escopetas va en serio? --!Y tanto! !Ayudame a bajarlas del altillo del armario de mi cuarto! --ordeno la abuela con un gesto de la mano para que la siguiera hasta el dormitorio. Isabel resoplo desesperada, mientras se ponia un rebecote gris que tenia a los pies de la cama: --!Esto es absurdo! !Solo ha sido un ruido que ha podido ser cualquier cosa! --Exacto. Y como esa cosa puede medir dos metros y plantarse en la casa con pasamontanas y terribles intenciones, no pienso quedarme de brazos cruzados... La abuela abandono la habitacion con Chicho muerto de miedo detras y a Isabel no le quedo mas remedio que seguir a su abuela, para evitar que se cayera de la silla al bajar las escopetas del armario. Luego, a reganadientes, se subio a una vieja silla de nogal, abrio el altillo y le paso a la abuela una escopeta con preocupacion: --!Madre mia como pesa esto! Espero que este descargada... --?Por quien me tomas? --replico la abuela tomando la escopeta--.!Mujer precavida vale por dos! !Cogete la otra para ti! --?Estas segura de que vas a poder cargar con ella con tu artrosis? La abuela Berta arrugo el ceno y, desenfundando la escopeta, respondio: --Tengo mas agallas que artrosis. --Las pelis de Tarantino te han trastornado por completo... --replico Isabel dando un manotazo al aire. --Deja de parlotear y date prisa que mira el acojone que tiene encima Chicho... --!De verte! --solto Isabel, mientras la abuela quitaba el polvo a la escopeta con un pano y a continuacion, la abria de un golpe seco. --Chicho es muy perceptivo, hay algo ahi fuera que lo tiene muy ansioso... --comento la abuela mirando a traves del tubo con su ojo bueno, o sea con el de solo ocho dioptrias. Chicho ladro nervioso, como si asi quisiera avalar las palabras de su duena. --No creo que tanto como la estampa de la abuela pistolera... --comento Isabel, con sorna. --Cierra el pico, nina --ordeno Berta al tiempo que sacaba del fondo del cajon, donde guardaba las bragas de cuello vuelto, la caja con los cartuchos. --Voy a necesitar mucha terapia para asimilar todo esto... --musito Isabel bajandose de la silla con la escopeta en ristre, mientras la abuela cargaba la suya. --Tranquila que la estoy cargando con el seguro puesto... !Es imposible que te deje trauma! --Yo no se usar esto. !La mia ni la cargues! --Trae para aca... --exigio la abuela, cogiendo la escopeta-- y dejate de chorradas que no sabemos cuantos tios pueden viajar en la albondiga. Y por el funcionamiento de la escopeta ni te preocupes, se manejan como cuando te gusta un chico: cabeza fria, apuntas y disparas... --Abuela me estas dando miedo, se te esta poniendo la cara de Clint Eastwood en Sin perdon... --mascullo Isabel, a la vez que su abuela cargaba la otra escopeta--. ?Y estas cargando esa cosa sin gafas?

  • Las flores y los tanques de Luis Zaragoza

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    Una revolucion para crear un sistema hasta entonces inedito que uniera lo mejor del socialismo y la democracia, que alumbrase una formula de justicia en libertad; una contrarrevolucion para restaurar el capitalismo y arrancar a Checoslovaquia de la ” comunidad socialista ” ; una reforma del regimen comunista para hacer mas eficaces sus metodos y estructuras. Todo eso fue y a la vez no fue lo que se conocio en el mundo como Primavera de Praga, dependiendo de quien la juzgase y de donde pusiera el foco. Porque el proceso no tuvo una direccion y un sentido unicos. Este es el relato de aquella experiencia tan breve como apasionante, llena de esperanzas y contradicciones, de oportunidades y amenazas, tan peculiar como para que hace cincuenta anos el mundo lleno entonces de conflictos mirase expectante a un pequeno pais en el corazon de Europa. Una experiencia que los checos y eslovacos quisieron desarrollar de forma pacifica, incluso cuando la URSS y otros cuatro miembros del Pacto de Varsovia la interrumpieron por la fuerza. La resistencia inicial a la ocupacion, con una unidad y un ingenio que nadie habia previsto, volvio a asombrar al mundo y llego a hacer pensar que el sueno, tal vez, pudiera ser posible, pese a todo.

  • Si me quisieras de Arlene Sabaris

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    La voz en mi cabeza vuelve a estallar en un escandaloso cantico repetido, ordenandome que apague el televisor. La serie de suspenso que estoy mirando ya casi esta llegando a su ultimo capitulo, y a pesar de que son las dos de la madrugada, me niego a pulsar el boton del control remoto para detenerla. Manana debo trabajar muy temprano y sin embargo aqui estoy, observando a los insipidos personajes descubrir un asesino que hace dos capitulos ya he descubierto (estoy segura de saber quien lo ha hecho). Espero a que se marque <> el mensaje que le he escrito a Marco unos minutos atras. A veces hace eso… me coloca un mensaje, le contesto y luego pasa un buen rato para que responda nuevamente. Pareciera que se le ocurre decirme algo, lo escribe sin pensarlo mucho y luego se pone a hacer quien sabe que, porque pueden pasar dias sin que sepa de el. No se por que me escribe, pero peor aun no tengo idea de por que respondo. Tengo rabia conmigo misma otra vez, decido alejar el telefono y, enfrentemoslo, es medico y tiene razones para estar despierto a estas horas, pero yo, por el contrario, debo lucir descansada y feliz como una mariposa en menos de cinco horas para mostrar mi mejor cara a un equipo de ventas de diez personas. Me gusta mi trabajo. He avanzado velozmente en estos ultimos tiempos y lejos ha quedado la pasante presurosa que recorria las oficinas de la multinacional farmaceutica, tratando de suplir las necesidades de todo el que me llamara. Hace ya seis anos de aquella reunion en la que me avisaron que podia quedarme como empleada fija dando asistencia administrativa. Me habian asignado especificamente al area de Registros, que era el lugar mas aburrido del mundo pues yo tenia un grado recien adquirido en Mercadeo, pero era trabajo, en un lugar importante donde habia muchos chicos guapos. Ademas, quedaba muy cerca del apartamento que compartia con mi mejor amiga y pagaban muy bien, incluso cuando solo era pasante. Sin embargo, mis metas eran claras, yo me queria ir al Departamento de Ventas… alli estaba la actividad mas interesante de toda la empresa y tocaba ir a mostrarle los medicamentos a los medicos mas encantadores. !Un trabajo genial! No fue tan facil cambiar el rumbo. El puesto de visitador era muy codiciado y toco esperar tres anos a que se abriera una vacante. Estuve tentada a buscar otro trabajo, pero la economia iba de mal en peor y debia dar gracias al universo que no fui victima de una de las multiples reducciones de personal que se dieron en aquella epoca. Sobrevivi con estoicismo a las crisis y aproveche la oportunidad cuando se presento. Ahora tengo mayores responsabilidades y manana es un gran dia para mi equipo pues lanzaremos un nuevo producto. Decido, sin titubeos, llevar mi movil al salon de estar para recargarlo y regreso a la habitacion decidida a dormir. El pijama de rayas azules casi borradas se confunde con las sabanas de cuadros y parezco una pintura vanguardista mientras me preparo para finalmente ir a la cama. Nunca he podido conciliar el sueno si me siento prisionera, y la coleta que recoge mi cabello corto pronto desaparece dejando los rizos dorados esparcidos en la almohada. El edredon me cubre por completo y arropo mi cara con el, percibiendo el suave perfume de jazmines del detergente nuevo que he comprado, ha sido una buena adquisicion. Me entretengo con cualquier pensamiento irrelevante cuando escucho el sonido del mensaje que han respondido. Vuelvo a cubrirme con el edredon tapandome el rostro, no pienso levantarme a responder… <>, me digo y respiro profundo para creerlo. No… ya he esperado una hora, y si bien quiero saber lo que dice, no voy a darle la satisfaccion. Lo vere manana… da igual, estoy dormida, o al menos deberia estarlo. Quiza deberia levantarme a colocar el movil en silencio, asi ya no lo escucho… !No! !Es una trampa! Que chille cuanto quiera, no ire… lo leere por la manana. Y asi, luchando con mis mas temidos demonios, venzo al fin y consigo olvidar que ha escrito. Duermo profundamente casi enseguida, pero las horas pasan volando y de repente son las siete de la manana y la lejana melodia del movil anunciando que debo tomar agua me despierta. Ya en pie, descubro las cortinas del amplio ventanal de mi cuarto, es una de las razones por la que escogi este piso, bueno… eso y que la estacion del tren esta a unos pasos y en dias como hoy, que la lluvia amenaza con empapar la manana, pues es de lo mas conveniente. El paseo de la Bonanova se muestra ligeramente activo ante mi, las calles humedas reciben sus primeros visitantes y el sol, aunque timido, despide sus primeros rayos reflejandose sobre la calle recien despierta. Respiro con profundidad y doy vuelta para continuar mi rutina de la manana. Remuevo de su perchero el vestido violeta de falda a media pierna que me han regalado en la oficina por mi cumpleanos, espero que me quede, porque esta tela se ajusta al cuerpo como guante a la mano. El escote discreto en forma de corazon, las mangas cortas al estilo tulipan y la cintura ajustada me dicen que ha sido Paula quien lo ha escogido. Estas caderas no caben en todas partes y por mas que me guste eso cuando uso pantalones, necesito que el cliente, esta manana, mantenga los ojos en la presentacion. Incluyo una chaqueta oscura de mangas tres cuartos a mi vestuario, pero dudo de mis zapatos negros de tacon con esta lluvia. <>, pienso y decido ponermelos de todos modos. Debi suponer cuando me corte el pelo este verano que estos rizos no iban a llevarse bien con la lluvia. Lucen mas encogidos de la cuenta, asi que coloco una pisa pelo de piedras brillantes para apaciguarlo al estilo Marilyn Monroe y asi verme menos divertida. Me maquillo sin exagerar con un labial lila y delineo mis ojos; los dias grises se reflejan en ellos y un poco de rimel les dara mas luz. !Vamos, que luzco preciosa! Si no nos compran la investigacion, al menos me haran la foto para la revista medica del mes. Me dirijo con mi paraguas hacia el tren, resistiendo las ganas de leer el mensaje de Marco, asumiendo que en realidad sea suyo. Esperare a estar en el vagon porque asi no podre responder de inmediato. Voy armando la presentacion en mi cabeza y rezando que mi equipo tenga todo listo. Cuando termine esta reunion debo dar una charla de bienvenida al personal de nuevo ingreso, almorzare con mi amiga Laia y espero ir a casa temprano. Es viernes. El vagon llega y entro con impaciencia esperando encontrar un asiento vacio. Por suerte, un chico se pone en pie para la proxima parada y solo voy unos minutos sosteniendome del extremo de un asiento. Finalmente abro el bolso y tomo el telefono con la misma curiosidad que venci minutos antes cuando lo he agarrado de la mesa de mi habitacion sin mirarlo. Efectivamente, tengo no uno, sino varios mensajes de el. Viernes 2:22 a.m. Marco: ?Estas despierta? Marco: ?Raquel? Marco: ?Ahora vas a ignorarme? Supongo que todas las dominicanas que conozco me ignoran… Marco: Te escribia, ademas de saber como estabas y si te habia gustado la pelicula, porque he decidido ir al congreso… Marco: Tu estaras alli, ?no? No pensaba ir, pero he cambiado de opinion y me voy manana para aprovechar el fin de semana… bueno, hoy… es de madrugada. Marco: Estas ahi leyendo en silencio o ya estas dormida? Marco: Bien… tu ganas, Raquel. Lo siento, mi movil se ha descargado antes y por eso no te habia contestado. Espero respondas en la manana… ?cenamos? Mi vuelo llega a Barcelona al mediodia y estare en el mismo hotel del congreso. ?Sera que por fin nos conocemos en persona?

  • El fin del Alzheimer de Dale E. Bredesen

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    Todos sabemos de alguien que le ha ganado la batalla al cancer, pero nadie conoce ningun sobreviviente de Alzheimer… hasta ahora.

  • ?Que paso cuando se terminaron las perdices? 2 de Gema Tacon

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    Ariel vuelve con mas fuerza que nunca aunque sigue teniendo el corazon dividido. Lo que no sabe es que el tiempo no espera por nadie, y que a su regreso las cosas han cambiado mas de lo que jamas imaginaria. Junto a Merida, Blanca, Aurora, Lilo y otros nuevos companeros de locuras tendra que desmontar las ilegalidades de las mayores villanas de la historia. Aprendera a marcha forzada que ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. ?Sabra elegir esta vez o se volvera a equivocar? ?Dejara titere con cabeza?
    En sus lineas encontraras intriga, accion, aventura, romance y humor. Descubriras que los cuentos de hadas y que los principes azules no siempre son como los recordabas.
    ?Quieres comenzar a traumatizarte?

  • No me ignores de Lola Roman Barea

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    En esta vida no basta con ser buena persona, pues hay ocasiones que da golpes muy bajos de los que uno no puede huir y debes defenderte. Esta escrito en tu destino, que si asi ha de ser, asi sera, pero, por muy mal que te trate la vida, hay que saber identificar donde se encuentra el limite del mal.Es el caso de Dhana Allen, una buena chica (aplicada, responsable y afectuosa) que no supo controlar sus impulsos, pues antes de fallecer su progenitor, comienza a recibir crueles maltratos fisicos y psicologicos por parte de la desvergonzada de su madre y, del cruel y desagradecido supuesto mejor amigo de su padre.

  • A escondidas de Tina Franco

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    Una historia romantica y ardiente entre dos viejos amigos.
    Ella, una chica sensible, audaz y moderna pero respetuosa de sus padres.
    El, un chico bueno que se convirtio en un militar ardiente que roba miradas por donde va.

  • El Muro (Todo Saldra Bien 6) de Pintina Cuneo

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    Silvana intentaba conciliar un sueno que tardaba en aparecer, uno imposible desde hacia dias. Unicamente pretendia dar una cabezada, una siesta, aunque fuese corta, seria de gran ayuda, ya que llevaba varias noches durmiendo mal, noches eternas en las que no dejaba de dar vueltas en la cama. Horas interminables de pensar. De pensar en mil cosas de manera continua. La primera semana de cuarentena habia pasado ya, y lo habia hecho con la sensacion de no acabar de creer lo que estaba sucediendo. Pero debia enfrentarse a los proximos siete dias de aislamiento y los pronosticos no eran nada halaguenos. Cada vez que escuchaba que las semanas podian alargarse la noticia le provocaba una terrible desazon anadida a su ya alterado estado de nervios. Y su vecino de patio no estaba ayudando demasiado. Agotada de escuchar aquel golpeteo infernal, se deshizo de la manta del sofa con un gesto brusco y se levanto de un salto. Aquel hombre del bajo de al lado llevaba dando pelotazos contra el muro divisorio casi una hora, estaba desquiciada ya. Su paciencia habia llegado al limite. Con gran estrepito, abrio la puerta corredera que comunicaba la cocina con el patio y proyectando la voz hacia la tapia se encaro con aquel extrano con el que le habia tocado convivir. --!Eh! !!El de la pelota!! Sabia que era un hombre a quien se estaba dirigiendo, esa presencia incomoda que compartia casa con otros dos chicos mas, al menos asi lo creia, porque en ocasiones, demasiadas para su gusto, las voces en la casa de al lado se multiplicaban hasta el infinito. Si, tenia unos vecinos muy sociables, unos escandalosos chicos que hacian mas vida en el patio que en el interior de su vivienda. No podia ponerle cara a ninguno de ellos, puesto que rara vez coincidia con alguno de los inquilinos de su edificio. Por horario de trabajo, porque no era muy dada a entablar conversaciones superficiales con la gente o porque la mayoria de veces que salia de casa, si escuchaba que alguien utilizaba el ascensor, esperaba unos segundos tras su puerta hasta que le llegaba el sonido del portal al cerrarse, evitando asi un encuentro con cualquier vecino. En otras ocasiones, y al regresar a casa, habia detenido sus pasos antes de llegar al edificio. No entraba en este hasta que el portal se quedaba completamente vacio. No, Silvana no era muy sociable y tampoco creia que fuese algo imprescindible, no al menos con los vecinos. Por lo que desconocia por completo la cara del rey del tenis al que le estaba dando alaridos en ese instante. El incansable pom, pom, pom, siguio retumbando en su cerebro. Silvana, separandose de la puerta de la cocina, se acerco mas y grito de nuevo, con el mismo exito que la primera vez. Entonces se alejo unos pasos del muro y haciendo bocina con ambas manos grito con todas sus fuerzas: --!Para! !!!Para con la pelota, por Dios!!! Silencio. Los ojos de Silvana se abrieron de manera sorpresiva. No podia creer que el ruido hubiese cesado. Entonces respiro aliviada, aunque, a decir verdad, que no se escuchase nada tan solo sirvio para que fuese mas perceptible el dolor pulsante en sus sienes y sabia que este se debia unicamente al incordio al que el vecino la estaba sometiendo. --Creo que el partido hace tiempo que lo perdiste, ?por que no dejas ya de dar pelotazos y te vas a leer un rato? --Perdona, ?me estas hablando a mi? --pregunto una voz desde el otro lado. --?Acaso hay alguien mas en todo el edificio reventando pelotas contra mi muro? --Tambien es mi muro, ademas, son las cinco de la tarde, no la una de la madrugada --se defendio el. --?Quieres que te recuerde lo que haceis tus amigos y tu a la una, a las dos, a las tres y a las seis de la madrugada? --Silvana, con los brazos en jarras le hablaba a aquella pared como si pudiera tener ante ella a la persona a la que estaba recriminando. --?A las cuatro y a las cinco no sabes lo que hacemos? Silvana fruncio el ceno extranada, no entendia la pregunta. --?Que dices? --Como no has nombrado esas horas y de las tres de la madrugada te has pasado a las seis, pues no se, por eso te pregunto. --!Vaya! Eres gracioso, ?eh? Molesto y gracioso, lastima que esten los teatros cerrados y no puedas acudir a hacer tu monologo semanal. Espero la replica, sabia que no tardaria en llegar. --Tu eres <>, ?no? --?Que me has llamado? --Pues eso, la tacones, la que se pasa el dia como si desfilase por las pasarelas de Roma, Milan y Paris en sesion continua. ?Se te ha ocurrido alguna vez quitarte los zapatos cuando vuelves a casa? --No vives en el piso de abajo, no se por que te molesta, en cambio no sabes lo irritante que es escuchar vuestras risotadas cada vez que montais un botellon aqui afuera, como si fueseis monicacos de quince anos. Sin hablar, claro esta, de esas ninatas salidas a las que invitais de vez en cuando para que vosotros parezcais mas burros de lo que habitualmente ya sois. Escucho murmurar, pero sin llegar a entender nada. De repente sono un gran pelotazo. --Uno: tengo tus tacones clavados en el cerebro, no sabes como retumban, como me taladra el cerebro ese tac, tac, tac. ?De que crees que estan hechas las paredes? ?De hormigon y acero? Otro pelotazo se escucho con mas intensidad. --Dos: mis companeros y yo nunca hemos molestado entre semana y hasta donde yo se ningun vecino se ha quejado. Ya iba a replicarle a eso cuando un tercer pelotazo sono como si quisiera reventar el muro. --Tres: !!vecina cotilla!! Si tanto te gusta escuchar conversaciones, no lo hagas tras la tapia, ven un dia y asi compruebas lo burro que me puedo llegar a poner. --!?Cotilla?! Pero si vuestras tontadas se escuchan hasta en Saturno y sin necesidad de satelite. Ya daba por zanjada la discusion cuando un nuevo pelotazo se estrello dandole un susto tremendo. --Cuatro: me aburro, !no sabes cuanto! --La pelota volvia a golpear en el muro--. Cinco: hay que hacer deporte, aunque estemos de cuarentena. --Nuevo pelotazo--. Seis: soy el mismisimo Nadal en la final de Roland Garros... Silvana no se quedo a escuchar el predecible <>, entro a la carrera en la cocina y agarrando la jarra del agua que descansaba sobre la encimera, la lleno a rebosar hasta arriba del todo y salio de nuevo. Aquel hombre continuaba dando pelotazos y contando, y con cada numero soltaba una sandez igual o peor que la anterior. Entrecerro los ojos, queria adivinar por el sonido de su voz a cuanta distancia estaria de la separacion; pasados unos segundos de duda lanzo con todas sus fuerzas el agua por encima de su cabeza. El sonido ceso al instante para escucharse una retahila de improperios. --Once --anuncio Silvana--, tras un largo partido es conveniente darse una ducha. --Me has calado las zapatillas al completo, ?lo sabes? --Vaya, ?solo las zapatillas? Pues que lastima. Los improperios continuaron sonando unos minutos mas, pero ella prefirio ignorarlos. Se encamino hasta el salon y busco con el mando algo que ver en television. Al cabo de un intenso repaso, del canal uno hasta el ciento y pico, el sonido del timbre la sobresalto. El corazon se acelero en su pecho. Cuando los timbrazos dieron paso a los golpes, Silvana apago el televisor, repitiendose, convencida, que no pensaba abrir, puesto que intuia quien estaba tras la puerta. --!!Abre, tacones!! --No se habia equivocado, el era su intuicion. Entonces se asusto, quiza habia ido demasiado lejos en lo de vengarse del tipo aquel. Agobiada, busco sus cascos, escucharia musica en su telefono, <>, penso, acomodandose en el sofa. Silvana, frente a la puerta del frigorifico, repasaba sus provisiones. No eran muy abundantes, la compra quincenal que habia hecho antes del inicio de la cuarentena estaba llegando a las ultimas. A medida que pasaban los dias se sentia mas nerviosa. Unicamente habia salido a la calle para tirar la basura al contenedor situado frente a su edificio, pero aventurarse hasta la tienda le generaba estres y ansiedad solamente de pensarlo. En varias ocasiones se habia arreglado, colgandose el bolso al hombro para permanecer inmovil durante unos eternos minutos con la mano posada en el picaporte sin atreverse a salir. Le entraban sudores de saberse rodeada de gente, de estar frente a la cajera, guardando su compra en bolsas, una compra que la dependienta debia tocar irremediablemente. Se imaginaba que encontraria clientes en los pasillos a los que deberia evitar, que tocaria los productos que otros ya habian tocado antes y que habian devuelto a las estanterias, tendria que coger cesta, una cesta que tocaban todos. El verbo 'tocar' tenia una dimension tan gigantesca que era en lo unico que pensaba si barajaba la opcion de pisar la calle, bloqueandose por completo. Ser asmatica y no disponer de mascarilla no facilitaba las cosas. Quiza deberia recurrir a alguien y pedir ayuda, un vecino tal vez. Entonces, una figura sin rostro vino hasta ella; si, el tenista del muro, raqueta en mano, probablemente estaria mas que dispuesto a hacerle la compra para despues lanzarsela hasta su patio como si de proyectiles se tratase. Agito la cabeza frustrada, harta con aquel encierro que sabia necesario pero que la estaba sobrepasando. Ni siquiera sabia si tenia el humor suficiente para enfrentar la tercera semana de confinamiento. El teletrabajo de las mananas era un gran alivio para no pensar en todo lo que el mundo estaba viviendo. Dias atras habia tomado la resolucion de dejar de ver las noticias, las cifras eran tan desoladoras que acababa llorando. Luego se renia. Las personas que queria estaban bien, tenia un trabajo, uno que iba a conservar cuando todo pasase, un empleo que no habia perdido como por desgracia le estaba ocurriendo a tanta gente. No podia evitarlo y se sentia tremendamente egoista, unicamente tenia que estar en casa, pero habia dias que se le hacia muy cuesta arriba. En los dias de bajon no hacia nada fuera del trabajo: no leia, sus ejercicios de yoga directamente los eliminaba de su rutina, comia cualquier cosa y se le hacia de noche sin quitarse el pijama y hecha un completo desastre. Otros, en cambio, era invadida por el espiritu de la limpieza y entonces ordenaba, clasificaba y quitaba el polvo hasta de lugares donde nunca se habia preocupado en mover los muebles.

  • La sombra del pasado de Patricia Hortiguela

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    Cuando me levante esa manana no me imaginaba que iba a ser un dia tan extrano. Ahora me encontraba en un atasco sin saber bien a donde dirigirme. Solo buscaba huir rapidamente. Habia conseguido guardar algunas cosas en una pequena maleta, lo imprescindible. El atasco estaba consiguiendo ponerme muy nerviosa. Cuando estaba quieta, mi cabeza no paraba de dar vueltas y eso no era bueno, ya que podia arrepentirme y regresar. Habia decidido irme y no queria ni debia regresar. Esta ultima vez habia sido la gota que habia colmado el vaso. No iba a permitirle que volviera a tratarme asi, no me lo merecia. Deseaba escapar de ese circulo vicioso y malicioso en el que me encontraba. Los coches de delante no avanzaban debido a algun suceso que desde mi posicion no llegaba a distinguir. El tiempo iba empeorando, habia empezado a nevar con fuerza y si no nos moviamos pronto la carretera iba a estar intransitable. Ademas, los coches no paraban de tocar el claxon y eso me desquiciaba. Busque en la guantera, recordaba tener un mapa de carreteras. Despues de sacar los papeles del coche, un paquete de clinex y unos cedes antiguos encontre el libro de mapas. Hubiera preferido usar el GPS del movil, pero tenia poca bateria y queria mantenerla, por si acaso. Me costo un poco situarme en el mapa, indague hasta encontrar una carretera alternativa. Habia decidido ir hacia el norte porque siempre me habia gustado el mar y me parecia un buen lugar donde empezar de nuevo, ademas de que estaba lejos de mi anterior residencia. Solo queria alejarme de el todo lo que pudiera y lo mas rapidamente posible. Tuve que hacer unas cuantas maniobras y hasta cometer alguna infraccion para conseguir llegar a la carretera que queria. Se trataba de una carretera comarcal poco transitada y mal asfaltada, pero por lo menos me estaba moviendo de nuevo. Continue por ella atravesando pequenos pueblos cada vez mas aislados los unos de los otros. El paisaje era hermoso incluso cubierto por la nieve. No estaba muy acostumbrada a conducir con nieve. En Madrid, de donde era, el clima era muy bueno y pocas veces nevaba. Ojeaba de vez en cuando el mapa para orientarme un poco, pero no estaba muy segura de que fuera por buen camino. Me estaba dejando guiar por la carretera. Conduje por lo que parecia un puerto, tuve que reducir para subir lentamente. El tiempo iba empeorando. La carretera era cada vez mas empinada pero ya no podia hacer otra cosa, no habia sitio para dar la vuelta. Corone y empezo el descenso. El coche se aceleraba por su propio peso y tenia que frenar lentamente para evitar que me derrapara por la nieve cuajandose en el asfalto. Tuve miedo, debia ir con cuidado si no queria salirme y caer por el desfiladero. Iba concentrada en la carretera, en las curvas y en frenar el coche para no embalarme demasiado, cuando el sonido del movil me sobresalto. Por la melodia, sabia de sobra quien me llamaba; era el. Habia regresado a casa y se habia dado cuenta de que no estaba. Un gran miedo me invadio porque estaria furioso. El estomago se me encogio como otras muchas veces me habia sucedido cuando el se enfadaba conmigo. Con el tiempo habia empezado a conocerlo muy bien y cuando se enfurecia se volvia peligroso, irascible y violento. Cualquier cosa, por nimia que fuera, era suficiente para que saltara y empezara una discusion, en las cuales yo siempre salia perdiendo por mas que me disculpara. El movil no paraba de sonar, estaba empezando a dudar si cogerlo o no, pero no debia hacerlo porque el me convenceria para regresar y ya estaba harta de esa relacion tan danina. Subi la musica para asi dejar de escuchar el movil, pero era imposible; en cuanto acaba la melodia, volvia a empezar. Se notaba que estaba desesperado por hablar conmigo. Un sonido de mensaje me indico que habia dejado algo en el buzon de voz. Al rato, otro mensaje mas. Como pude, toque la tecla para oir los mensajes: <>. Otro mensaje: <>. Y luego, mas mensajes, cada uno mas subido de tono: <>. Un escalofrio me sacudio el cuerpo. Si me cogia, me lo haria pagar; de eso estaba segura. Sabia que debia dejar de escuchar esos mensajes del buzon de voz, pero no podia. <>. Empezaron a temblarme las manos solo de imaginarme lo que me haria si volvia o si me encontraba. La sola idea me dejaba sin respiracion. Rompi a llorar de puro miedo. Las lagrimas me brotaban sin control. Me costaba ver bien la carretera entre la nieve y el llanto. Decidi dejar de oir sus mensajes o no conseguiria calmarme. Al dejar el movil, cogi sin querer una llamada suya. En cuanto me di cuenta de lo que habia hecho, empece a temblar, me faltaban las fuerzas. No era capaz de colgarle, por lo que le escuche decir a gritos: --?Por que te has ido? Mas te vale que vuelvas. ?Donde esta mi cena? Te voy a tener que dejar las cosas claras sobre quien manda en esta casa. ?Por que no me hablas, maldita estupida? --Yo... --fue lo unico que consegui que me saliera por la boca. Queria decirle tantas cosas, pero no me salia la voz como en las otras veces me habia sucedido cuando hablaba o intentaba hablar con el. El miedo me paralizaba. --Yo, yo... ?solo sabes decir eso? Si es que eres tan idiota que no vales para nada. Si no fuera por mi, nadie estaria contigo --ataco. Mi voz interior intentaba coger fuerzas y gritarle que no iba a regresar, que no queria volver a verlo y que me estaba yendo muy lejos de su lado, pero no salia nada de mi boca. --Mas te vale que estes viniendo para aca --amenazo. No respondi. --No encontraras a nadie que te soporte y menos que te quiera, asi que deja de hacer el idiota y vuelve a casa --ordeno. --No --consegui decir muy bajito. --?Acaso has dicho algo? Como tenga que ir a buscarte te rompere todos los huesos del cuerpo --amenazo. Su amenaza me hizo estremecer hasta el punto de que movi el volante sin querer y perdi el control del coche. Hice una maniobra un poco brusca al intentar recuperarlo y consegui lo opuesto, perdi la adherencia a la calzada y derrape. Perdi el control. El coche patinaba en la calzada llena de nieve y se embalaba sin poder impedirlo. Frene fuertemente en un intento por detenerlo, pero las ruedas resbalaron y provocaron que el coche se fuera de culo hacia la derecha. Di un volantazo en la otra direccion para evitar que se cruzara en la carretera. Comence a ir de un lado a otro sin conseguir controlarlo, ni parar. Una curva cerrada aparecio delante de mi y supe que no podria tomarla. Seguia deslizandome por la calzada sin adherencia y a bastante velocidad. Cuando llegue a la curva, intente girar dando otro volantazo, pero el coche torcio sin control, girandose y cambiando de sentido, ahora iba de culo descendiendo. Golpee el quitamiedos y despues cai marcha atras por la ladera. No podia ver por donde iba, solo notaba los golpes, los envites y el ruido de ramas chocando con la carroceria. Veia como la carretera por donde me habia caido se alejaba de mi y como los arboles me rodeaban en mi descontrolada caida. Estaba asustadisima, pense que me iba a matar. Que triste final para mi vida, era la unica idea que me surcaba la cabeza. Moriria en esa carretera y nadie me encontraria ni me echaria en falta. Cerre los ojos esperando el triste desenlace. No puedo asegurar cuanto tiempo estuve cayendo puesto que a mi me parecio una eternidad. Un fuerte golpe detuvo el coche, oi ruidos de cristales rotos y la carroceria abollandose. El cinturon me agarro fuertemente al asiento y salto el airbag que me golpeo duramente en la cara y los brazos. La luna del coche se desquebrajo y todo se volvio oscuridad. --Es la ultima vez que se repite esto, no te pueden volver a expulsar -- recrimino Joaquin. --No ha sido culpa mia, estaban pegando a Juan y yo solo lo defendi -- respondio Tomy, su sobrino. --Sabes que no me gusta que te metas en peleas, debias haber intentado ayudarle sin violencia. --Te prometo que para la proxima lo tendre en cuenta--respondio Tomy, sonriendo. --Alguien iba demasiado rapido en la curva --comento Joaquin al llegar a la curva de la carretera. Se veia que el quitamiedos habia sido arrancado. --Se habran llevado un gran susto --opino Tomy. --Parece que las marcas de las ruedas son recientes, voy a parar y asegurarme que no hay nadie herido. Tu quedate en el coche y ten el telefono a mano por si hay que llamar a emergencias --manifesto. --Pero puedo ayudarte --suplico Tomy. --Quedate en el coche y obedece --ordeno Joaquin. --Vale. Joaquin salio del coche y se acerco a la curva, tuvo que inclinarse bastante para ver bien por la linde. Le parecio distinguir un coche entre la maleza y los arboles. Rapidamente busco el mejor sitio por donde descender con cuidado, ya que la pendiente era pronunciada y resbaladiza debido a la nieve. Fue bajando hasta llegar a un abollado Opel Corsa negro. El coche estaba de morros, por lo que habia caido hacia atras. Joaquin penso que eso podia haber salvado a los ocupantes. La luna del coche estaba desquebrajada, asi que se acerco a la puerta del piloto para poder comprobar si habia alguien en el interior. Entonces vio a una chica que parecia estar inconsciente, golpeo el cristal para ver si reaccionaba, pero no hubo respuesta. Joaquin se imagino lo peor. Intento abrir la puerta, pero estaba atascada; por ahi era imposible. Se dirigio a la puerta del copiloto y esta si se abrio, aunque con dificultad. Echo un rapido vistazo al interior y pudo comprobar que dentro del vehiculo solo estaba la chica. Tenia que sacarla de alli. Antes de entrar en el coche, Joaquin comprobo que el vehiculo estaba atascado y que no iba a seguir descendiendo por la ladera porque un gran arbol lo habia detenido. Se acerco a la joven y la llamo suavemente para ver si se despertaba, pero no hubo respuesta. Se sento en el asiento del copiloto y reviso por encima sus heridas. Tenia un golpe en la cabeza por el que sangraba y algunos cortes superficiales, pero no parecia algo grave; seguramente gracias a que llevaba puesto el cinturon de seguridad. Se lo desabrocho y suavemente la saco del asiento colocandosela en su regazo. No pesaba gran cosa, asi que le fue facil moverla. Al tenerla tan cerca, aprovecho para observarla detenidamente. Tenia el cabello castano claro y por los hombros, unos labios carnosos y la tez con un color rosado. Era una joven hermosa, no le cabia duda de ello. Con la mano la limpio unos pequenos trozos de cristal que tenia en la cara y cuando lo estaba haciendo la joven abrio los ojos. Unos ojos verdes impresionantes lo miraron. Al ver a ese hombre tan cerca de mi me asuste, aunque al tiempo su dulce mirada me tranquilizo. No sabia muy bien por que, pero sentia que no iba a hacerme dano. Intente moverme y el dolor me paralizo. Entonces cai en la cuenta de que habia tenido un accidente y que ese hombre me estaba ayudando. --Por favor, no me lleves a un hospital --suplique. Si iba a uno mirarian mis contactos y lo llamarian a el. Entonces sabria donde encontrarme y nada habria valido la pena. --Tendria que ir a que le revisaran --opino el. --No hace falta --lloriquee. Creo que el percibio mi desesperacion y aunque yo sabia que no lo comprendia no insistio mas. --Esta bien, no iremos al hospital --acepto Joaquin. --Gracias --respondi aliviada. --Sera mejor que salgamos del coche --sugirio. La idea de salir del coche me parecio bien, todo dentro de el me recordaba al accidente. Lo unico bueno es que no me encontraba tan mal. Tenia el cuerpo dolorido, pero no tenia nada roto. Ademas, estando en los brazos de ese hombre incluso me sentia a gusto. Su cercania en vez de ponerme nerviosa me provocaba el efecto contrario. La verdad es que si hubiera podido me habria quedado asi un rato largo. Me imaginaba que esa satisfaccion tambien se debia a estar lejos de Mateo y de su asfixiante control; hacia mucho tiempo que no me sentia un poco libre. Joaquin salio con cuidado del coche conmigo en brazos. Una vez fuera, me dejo suavemente. Cuando pose los pies en el suelo perdi un poco el equilibrio, pero el me sujeto para que no me callera. Sus manos agarrandome fuertemente desprendian una seguridad que me hacian sentir muy rara y a la vez tranquila. No me sujetaban de forma posesiva ni intentaban hacerme dano; al contrario, lo hacian para ayudarme. Era tan diferente a la forma como me agarraba Mateo. --?Se encuentra bien? --me pregunto preocupado. Asenti con la cabeza. Vi entontes como estaba el coche o mejor dicho lo que quedaba de el. Estaba destrozado, parecia mentira que hubiera sobrevivido al accidente puesto que estaba irreconocible. La parte de atras estaba hundida y no se distinguian los asientos traseros porque habian desaparecido en un amasijo de hierros. Si en vez de caer hacia atras hubiera caido con el morro por delante, no lo estaria contando. Un horrible escalofrio me sacudio, podia haber muerto. Habia huido para vivir y casi me mato yo sola. La asimilacion de ese hecho me conmociono y explote. No pude aguantar mas toda la tension, el miedo y la adrenalina que tenia. Rompi a llorar como una nina y no podia parar, mi cuerpo se agitaba con cada lloro. Joaquin al verme tan desconsolada creo que hizo lo unico que se le ocurrio para calmarme. Me abrazo. Un abrazo fuerte e intenso hasta que mis lloros empezaron a menguar. Cuando me agarro senti toda su fuerza y su calor. Escuche el latido de su corazon y senti su suave respiracion que me acariciaba la cabeza. Ese dulce abrazo hizo que mi miedo desapareciera y poco a poco consegui calmarme. Una vez que me recompuse, el olor de su fragancia me penetro. Olia a hombre, junto a algo que parecia animal, pero lejos de desagradarme me encanto, era reconfortante y muy varonil. El calor que su cercania desprendia me hizo dejar de temblar, ya no tenia frio ni tampoco miedo, aunque debia tenerlo, no solo por el accidente sino porque era un desconocido el que me abrazaba, pero no lo tenia. Ese hombre me hacia sentir bien incluso despues de un accidente y no sabia como lo conseguia. Habia dejado de llorar y me sentia totalmente recompuesta. --Tio Joaquin, ?llamo a emergencias? --pregunto alguien desde arriba. Levante la mirada hacia donde venia la voz y pude ver lo lejos que se encontraba la carretera y por donde habia caido. Me estremeci solo al recordarlo y entonces el me apreto mas fuertemente para tranquilizarme y sirvio. --No hace falta Tomy, esta bien. Ahora subimos --respondio. Su voz era tan viril, lo mire a la cara. Entonces me di cuenta de lo guapo que era. Tenia el cabello corto y de color castano oscuro. Unos grandes ojos marrones y unas bonitas facciones, su nariz y sus labios tenian el tamano perfecto y eran muy masculinas. Como seguia abrazandome, pude comprobar que su cuerpo estaba musculado y que tenia un porte atletico; ademas, era mas alto que yo. Fui entonces consciente de la cercania de su cuerpo con el mio y empece a acalorarme solo de pensar en ello. No habia estado tan cerca de ningun hombre a excepcion de Mateo y el no me hacia sentir nada de eso. Jamas me habia agarrado con tanto carino. --?Cree que sera capaz de subir por la ladera? --pregunto mientras me separaba de su dulce abrazo. Sali de mi ensimismamiento y mire la cuesta; dije si con la cabeza. --De todas formas, la ayudare --manifesto. Me coloco la mano en la espalda y me empujo suavemente para que iniciara el ascenso. Poco a poco fuimos subiendo por la resbaladiza ladera. Era muy empinada y nos costaba ascender. Mis zapatillas casi sin suela no eran el mejor calzado para esa tarea y provocaban que me resbalara continuamente. Aunque el siempre me ayudaba para que no me cayera, sujetandome por la espalda. Nos agarrabamos a las ramas para ir subiendo. Nos toco un tramo que era muy empinado y complicado. El se adelanto y una vez que estuvo bien sujeto me dijo: --Agarrese a esas ramas e intente llegar hasta mi mano. Asenti y cogi las ramas que me indicaba. Con la otra mano agarre otra rama que estaba mas arriba y, al soltarme para intentar ascender, el pie derecho me resbalo y cai al suelo. Para frenar el golpe puse la mano derecha y me hice dano en la muneca. Ademas, por culpa de la acumulacion de la nieve descendi un buen trozo de ladera. --!Mierda! --blasfemo el. Me levante todo lo rapido que pude y me disculpe por la torpeza: --Lo siento mucho. Joaquin no pudo evitar que la joven se cayera, no pudo agarrarla desde su posicion y solo vio como se resbalaba. Bajo rapidamente hasta ella, que ya estaba levantandose del suelo. --?Esta bien? --pregunto preocupado. --Si, es que soy muy torpe, perdona --me justifique de nuevo. --No tiene por que disculparse, es culpa mia por no haberle ayudado mejor. Soy yo el que lo siente --se disculpo Joaquin. Me sorprendio su respuesta y no supe que contestar. Mateo jamas me habria dicho eso, me habria chillado e insultado por mi torpeza. Ese hombre a todas luces era muy diferente. --Deme la mano y no la soltare --prometio mirandome fijamente a los ojos. Yo lo mire atonita y supe que lo decia de verdad, la honestidad de sus ojos me lo dejaba claro. No lo dude ni un instante, podia fiarme de el. Asi que le di mi mano izquierda y me deje guiar, a sabiendas de que no me soltaria. Ya no hubo mas incidentes y subimos hasta la carretera. Al llegar arriba, vi a un muchacho joven que estaba al lado de un coche. --Dices que esta bien, pero tiene muy mal aspecto --opino al verme. --No seas desagradable, Tomas --contesto enfadado, al tiempo que me soltaba la mano y se dirigia a su coche--. Perdon --se disculpo mirandome. --Seguramente tengas razon y tenga una pinta horrible --dije para quitar miga al asunto. El joven asintio y me sonrio. Era un muchacho guapo tenia el pelo negro y la tez morena. Tendria unos 12 anos mas o menos y una mirada vivaz. Me revisaba de arriba a abajo inspeccionandome. Yo me mire y pude darme cuenta de por que me observaba asi: tenia la ropa manchada y empapada debido a la caida. Solo llevaba puesta una camisa de manga larga y unos vaqueros azules que dificilmente podrian verse con tanta suciedad y barro. Mis manos estaban sucias y me imaginaba que tambien tendria la cara igual. Debia de tener un aspecto espantoso. Me sacudi un poco la suciedad de la ropa y de las manos, pero fue inutil. Empece a sentir frio, habia anochecido y la nieve era ya muy compacta. No estaba segura de cuanto tiempo habia estado en el coche puesto que era de dia cuando estaba conduciendo, pero la verdad es que tampoco me importaba demasiado. --Juraria que llevaba una manta en el maletero --dijo el hombre. --Apuesto lo que quieras a que la usaste con algun animal --indico el muchacho. --!Mierda! Es cierto --respondio. Se quito su cazadora, se acerco a mi situandose delante y me la coloco en los hombros. Se aseguro de que no se me cayera y me dijo: --Asi entrara en calor. Su mirada era tan intensa y a la vez tan tranquila que me embelesaba. --Gracias, pero tu tendras frio --opine. --No se preocupe por mi, usted necesita entrar en calor mas que yo -- contesto. Le sonrei como agradecimiento. Que hombre tan detallista, pense. Mateo jamas hubiera hecho eso por mi. --Habra que llamar a la Guardia Civil -comento mientras buscaba el movil en sus pantalones vaqueros. --Preferiria que no --intervine. Me miro extranado y entrecerro los ojos frunciendo las cejas de una forma encantadora. --Es lo normal en estos casos, se da parte y si pueden sacaran el coche. --No me importa el coche. --Seguramente tampoco te iba a servir de mucho despues del accidente -- intervino el muchacho. El hombre me observada sorprendido por mi negativa de avisar a la Guardia Civil. La verdad es que no queria dar parte alguno, pero por como me miraba intuia que ese hombre no lo iba a dejar pasar. Lo que menos queria era que Mateo se enterara de mi accidente y de donde me encontraba porque me haria regresar. Un escalofrio de miedo me recorrio todo el cuerpo. Me abrigue mas con la cazadora que me habia prestado, intentando entrar en calor y que el miedo desapareciera. No queria volver a ver a Mateo, la sola idea me aterrorizaba. Cerre los ojos para coger fuerzas. Existia la posibilidad de que, como el coche era mio, igual no tendria por que enterarse de nada. Rogaba a Dios que asi fuera porque si el hombre insistia mucho o llamaba a la Guardia Civil, no me quedaria mas remedio que dar parte. --Podemos dejarlo para otro momento, no me veo con ganas --dije intentando que dejara el tema. --Esta bien --acepto. Le sonrei con gratitud. --?Quiere que la llevemos a algun sitio o que llamemos a alguien para que venga a buscarla? --me pregunto. --No, gracias --respondi. --Pero ?que va a hacer? No se puede quedar aqui. Y si no quiere que llamemos a alguien, diganos a donde acercarla -insistio. --Puede tutearme, me sentiria mejor --intente cambiar de tema. --Esta bien --contesto. --?A donde quieres que te llevemos? --volvio a formular la misma pregunta. --No iba a ningun sitio en concreto --respondi sinceramente.

  • El color de la maldad de Armando Rodera

    https://gigalibros.com/el-color-de-la-maldad.html

    A pesar de sus diferencias, el inspector Bermejo y el sargento Roncero se embarcan juntos en la investigacion de un caso relacionado con el secuestro de una joven pareja. Sin embargo, no tardaran en descubrir que se enfrentan a algo aun mas inquietante: sus pesquisas los ponen tras los pasos de un frio y meticuloso asesino en serie. De pronto empiezan a sucederse homicidios, uno tras otro, y el unico hilo del que pueden tirar son las macabras pistas que el psicopata les deja en los cadaveres que abandona en los escenarios de sus crimenes. Unidos por el deseo de acabar con el salvaje ritual de muerte y destruccion, los agentes intentaran atrapar al monstruo antes de que culmine su malefica serie de asesinatos.