libro la trampa de la inteligencia
-
libro la trampa de la inteligencia - David Robson
https://gigalibros.com/la-trampa-de-la-inteligencia.htmlLas personas inteligentes no solo son tan propensas a cometer errores como todo el mundo, sino que son incluso mas proclives a incurrir en ellos. Repleto de vanguardistas investigaciones, analisis casuisticos, divertidas historias y consejos practicos, La trampa de la inteligencia explora los defectos inherentes a nuestra comprension de la inteligencia y de la experiencia, mostrandonos como fracasan incluso las mentes mas brillantes y las organizaciones mas prestigiosas.
-
Por qué la gente inteligente hace tonterías y cómo evitarlo ...
https://www.amazon.es/trampa-inteligencia-inteligente-tonter%C3%ADas-evitarlo-ebook/dp/B07V2K1JJTLa trampa de la inteligencia: Por qué la gente inteligente hace tonterías y cómo ... (Contextos) eBook : Robson, David, Borrajo, Fernando: Amazon.es: Libros.
-
Por qué la gente inteligente hace tonterías y cómo evitarlo ...
https://www.amazon.es/trampa-inteligencia-inteligente-tonter%C3%ADas-Contextos/dp/8449336163La trampa de la inteligencia: Por qué la gente inteligente hace tonterías y cómo evitarlo (Contextos) : Robson, David, Borrajo, Fernando: Amazon.es: Libros.
-
La trampa de la inteligencia - David Robson | PlanetadeLibros
https://www.planetadelibros.com/libro-la-trampa-de-la-inteligencia/29579826 sept 2019 — La trampa de la inteligencia, de David Robson. En la línea de grandes bestsellers como ... Apúntante a la newsletter de libros de Psicología.
-
LA TRAMPA DE LA INTELIGENCIA | DAVID ROBSON
https://www.casadellibro.com/libro-la-trampa-de-la-inteligencia/9788449336164/9660623En la línea de grandes bestsellers como Las trampas del deseo, de Dan Ariely, o Pensar rápido, pensar despacio de Daniel Kahneman, este libro nos revela por ...
-
Librería Dykinson - La trampa de la inteligencia - Robson, David
https://www.dykinson.com/libros/la-trampa-de-la-inteligencia/9788449336164/Resumen del libro. Las personas inteligentes no sólo son tan propensas a cometer errores como todo el mundo, sino que son incluso más proclives a incurrir ...
-
LA TRAMPA DE LA INTELIGENCIA - DAVID ROBSON - Agapea
https://www.agapea.com/David-Robson/La-trampa-de-la-inteligencia-9788449336164-i.htmComprar el libro La trampa de la inteligencia de David Robson, Ediciones Paidós (9788449336164) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería online ...
-
la trampa de la inteligencia - Librería 80 Mundos
https://www.80mundos.com/libro/la-trampa-de-la-inteligencia_274620LA TRAMPA DE LA INTELIGENCIA. POR QUÉ LA GENTE INTELIGENTE HACE TONTERÍAS Y CÓMO EVITARLO, ROBSON, DAVID, 22,00€. Las personas inteligentes no sólo son tan ...
-
La trampa de la inteligencia - David Robson -5% en libros
https://www.fnac.es/a6796921/David-Robson-La-trampa-de-la-inteligencia26 sept 2019 — La trampa de la inteligencia, libro o eBook de David Robson. Editorial: Paidos. Los mejores precios en libros y eBooks.
-
Libro La Trampa de la Inteligencia, David Robson, ISBN ...
https://www.buscalibre.es/libro-la-trampa-de-la-inteligencia/9788449336164/p/52009612Libro La Trampa de la Inteligencia, David Robson, ISBN 9788449336164. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros ...
-
Libro: La trampa de la inteligencia - 9788449336164 - Marcial ...
https://www.marcialpons.es/libros/la-trampa-de-la-inteligencia/9788449336164/La trampa de la inteligencia.[ Robson, David; ]. Las personas inteligentes no sólo son tan propensas a cometer errores como todo el mundo, ...
-
Morirse es de mal gusto de Francesc Mari
https://gigalibros.com/morirse-es-de-mal-gusto.htmlDurante una selecta velada en la mansion de Charles Richmond, aclamado productor de cine y jefe de los Estudios con el mismo nombre, tendra lugar un asesinato. El mayordomo de la mansion, Bernard, sera la victima.
-
El dibujo de su oscuro corazon (La luz de la sombra 2) de Sofia Ortega Medina
https://gigalibros.com/el-dibujo-de-su-oscuro-corazon-la-luz-de-la-sombra-2.htmlCarolina lo tenia todo: una familia que la adoraba, el hogar mas hermoso del mundo y su primer amor, Manuel…
-
Consejos de Amor de Elizabeth Harbison
https://gigalibros.com/consejos-de-amor.html-Nuestra invitada de hoy es Leticia Bancroft, autora del controvertido libro: Como seducir al hombre de tus suenos. Leticia, hablame de la acogida que ha tenido tu libro. -Hara que las mujeres retrocedan cincuenta anos -le dijo Bonnie Vaness a la television, secandose la nariz con un panuelo de papel-. Obviamente, tendra una gran acogida -aparto la manta, buscando el mando a distancia de la television, pero solo encontro panuelos de papel. Todos los anos, en noviembre, pillaba un resfriado monumental. Habia gastado cuatro cajas de panuelos en los ultimos tres dias. -En mi opinion -dijo Leticia-, la reaccion al libro ha sido fantastica. Pero vamos a pedir a algunas de las mujeres del publico que hablen de el. El publico irrumpio en un aplauso. Bonnie maldijo entre dientes y aparto los cojines, buscando el mando. -La verdad, no crei que fuera a funcionar -decia en ese momento una mujer con un aspecto muy normal. Parecia avergonzada de hablar ante un microfono. Bonnie dejo de buscar el mando y miro la pantalla. -Cuando oi hablar del libro, me ofendi. Pense que haria que las mujeres retrocedieran cincuenta anos... -!Exacto! -grito Bonnie. -... pero, por otra parte, ser yo misma tampoco me estaba llevando a ningun sitio. Asi que decidi leer el libro de Leticia. Me disfrace y fui a comprarlo a una libreria de otro pueblo -el publico solto una carcajada. Bonnie estornudo. -Mi historial sentimental era pesimo. Muchos novios y muchas rupturas. Llegue a pensar que no encontraria al tipo de hombre que queria, y tendria que conformarme con menos. Pero lo encontre. Y el ni siquiera se fijaba en mi. Bonnie se irguio en el sofa. Esa mujer podria ser ella. Un monton de novios desastrosos y horribles rupturas, miedo a tener que conformarse o quedarse sola. Despues, eso era lo peor, habia encontrado al hombre de sus suenos y el ni siquiera sabia que existia. -Pero este libro... -hizo una pausa y siguio emocionada-. Este libro me dio ideas para atraer su atencion. Tecnicas practicas, no un monton de filosofia. Casi sin darme cuenta, el hombre que no me habia mirado durante seis meses, me pidio que saliera con el. -Cuentales lo demas -intervino Leticia con entusiasmo. Miro al publico-. !Os va a encantar! -!Nos casamos la semana que viene! -la mujer mostro la mano izquierda, y un bonito anillo de diamantes. El publico grito entusiasmado e irrumpio en un largo aplauso. Bonnie apunto el nombre del libro. 1 Los hombres son criaturas muy visuales. Descubre sus colores favoritos y utilizalos. Se sentira comodo y tranquilo en tu presencia, sin saber por que. Ese es el primer paso de nuestro Plan de Seduccion. Recuerda, el color tiene mucha fuerza; vistete con sus colores favoritos y evita los que no le gusten. Una asociacion desagradable con el color de tu ropa puede llevarlo a evitarte, en vez de adorarte. Como seducir al hombre de tus suenos, Leticia Bancroft. -?Vas a entrar en el ejercito, o algo asi? Bonnie Vaness, que cerraba la puerta de su apartamento, se volvio y miro con impaciencia a Dalton Price, el encargado del edificio. -?Que quieres decir? -Ese traje que llevas. Es la tercera cosa verde y fea que te pones esta semana. Bonnie toco automaticamente el nuevo traje verde oliva que habia comprado en una boutique de Quince Street. Le habia costado media semana de sueldo. -La verdad es que serias buen soldado -siguio el-. Con un genio como el tuyo... -Callate, Dalton. -Eh, solo digo... -el se rio. -Se lo que dices. Que tengo un aspecto horrible. Gracias. -?Yo he dicho eso? -Dalton encogio los hombros-. No, senorita. No eres tu, es el traje. Pense que te gustaria oir una opinion objetiva, antes de salir al mundo vestida asi. Ella no lo miro. No queria que se diera cuenta de que le estaba poniendo los nervios de punta. Dalton Price llevaba poniendola nerviosa desde segundo de primaria, cuando iban juntos al colegio, en Tappen, Nueva Jersey. El la oyo llamar <
> a la profesora, accidentalmente. La atormento durante anos por eso, y por todos los errores que tuve la desgracia de cometer en su presencia. -?No tienes nada mejor que hacer que criticar mi ropa? -pregunto ella, consciente de que quiza Dalton tenia razon. Cuando se probo el traje, se habia dicho que el tinte verdoso que veia en su rostro se debia a la luz de los fluorescentes; pero empezaba a pensar que era el reflejo de la tela verde oliva. -?No tienes algun lavabo atascado que arreglar? -le pregunto. No queria que Dalton notara sus dudas. En el fondo, sentia curiosidad por el trabajo de Dalton. Diez anos antes, Dalton se habia marchado a una universidad del oeste. En el pueblo se rumoreaba que habia tenido mucho exito, que se habia hecho asesor financiero y se habia casado con una actriz. Pero Dalton habia regresado cuatro meses antes, divorciado y con una nina casi adolescente. Lo mas extrano era que no trabajaba como asesor financiero, sino como encargado de un edificio, antiguo y agradable, pero nada lujoso. Bonnie se preguntaba si realmente habia tenido exito o si los rumores eran fantasias de su madre. Al principio habia sido cordial con el, pero a los dos dias de llegar, Dalton empezo a tratarla con la impertinencia de antano, y ella hizo lo propio. Algunas cosas no cambiaban nunca. El clavo en ella sus ojos azules. Unos ojos que, como sabia bien, conseguian que las mujeres se derritieran a sus pies. A ella la irritaban. -Arreglo todo lo que necesita ser arreglado -dijo el, contestando a la pregunta. -?Si? -ella guardo las llaves en el bolso-. Entonces arregla mi ducha. Lleva goteando desde que Carter era presidente. -?Que Carter? -pregunto el. Bonnie lo miro boquiabierta, justo cuando Dalton esbozaba una sonrisa ironica-. Chica, siempre picas, es increible. -De eso nada, solo... -se detuvo. Era verdad. El le tomaba el pelo una y otra vez, siempre con exito. -?No tienes que ir al autobus? -pregunto el, interrumpiendo sus pensamientos. -!Uy! Si -la presencia de Dalton la desconcertaba-. Paula esta esperando abajo. Me matara si perdemos el autobus por perder el tiempo discutiendo contigo. -Estare aqui cuando vuelvas -sonrio y saco una llave inglesa del bolsillo-. Puedes gritarme despues. Entretanto, voy a arreglar el grifo de la senora Neuhouse. -?Y mi ducha...? -Esta en la lista -dijo el por encima del hombro, alejandose. -Me gustaria ver esa lista. -Pasa por mi casa esta noche. Te la ensenare. La guardo debajo de la almohada. -Limitate a arreglar la ducha, ?vale? -a ella le costaba creer que conquistase a las mujeres con frases tan manidas. Bonnie suponia que se fijaban en su atractivo fisico y no se preocupaban de mas. Eran idiotas. -!Papa! -una chica de pelo rubio dorado doblo la esquina corriendo-. !Espera! !Papa! Era Elissa, su hija de nueve anos. Bonnie no pudo evitar detenerse a observarlos juntos. La nina le gusto desde el momento en que la vio, pero tambien la cautivaba la relacion entre padre e hija. El padre de Bonnie habia muerto en un accidente de trafico cuando ella era muy pequena, y no tenia recuerdos de el. Dalton Price tenia muchos fallos, pero Bonnie admiraba su actitud paternal. -Pense que la senora Malone ya te habia llevado al colegio -dijo el, con una ternura que siempre emocionaba a Bonnie. Nelly Malone era una anciana que vivia en el edificio. Era casi como una abuela para Elissa y le encantaba pasar tiempo con ella. -He vuelto a olvidarme el dinero de la comida -dijo Elissa. -Ah, bueno -se metio la mano en el bolsillo y saco un billete de dolar-. ?Basta con esto? -Papi, solo la comida cuesta un dolar sesenta, ya lo sabes. Y el postre es aparte -movio la cabeza, pero sonrio-. Deberias abrir una cuenta en el colegio, igual que hacen casi todos los ninos. -No tienes por que empezar a vivir a credito tan joven -saco otros dos dolares, se los dio y le revolvio el pelo-. Ahi tienes, nena. Comprate un helado de postre. -!Bien! !Gracias! -rodeo su cuello con los brazos, le dio un beso y despues bajo corriendo las escaleras. -
La maldicion del circulo perfecto (El reino del Aguila 2), Moruena Estringana de Moruena Estringana
https://gigalibros.com/la-maldicion-del-circulo-perfecto-el-reino-del-aguila-2-moruena-estringana.html -
Veronica: “La leyenda… Cobra vida” (Biblioteca del terror 1), John Wolf de John Wolf
https://gigalibros.com/veronica-8220-la-leyenda-8230-cobra-vida-8221-biblioteca-del-terror-1-john-wolf.html -
Lealtad de Letizia Pezzali
https://gigalibros.com/lealtad.html?Que tienen hoy en comun nuestras relaciones amorosas y nuestra voracidad economica?
-
La llave de la buena vida de Joan Garriga
https://gigalibros.com/la-llave-de-la-buena-vida.htmlEl mayor regalo que le hacemos a un hijo es, sin duda, entregarle su propia vida. A lo largo de ella, disfrutara de muchos momentos de crecimiento, expansion y felicidad, pero tambien sufrira otros de perdida, recogimiento y dolor. En el relato que abre este libro, unos padres deciden regalarle a su hijo, al cumplir los dieciocho anos, una llave de tres
dientes para ayudarle a abrir las distintas puertas que se iran mostrando ante si.
A partir del relato, Joan Garriga toma posicion y habla desde su amplia experiencia como terapeuta en un texto que nos ilumina en el intento de vivir plenamente en un mundo cada vez mas complejo. Los tres dientes de la llave son los tres recursos a los que debemos
acudir siempre, sea cual sea la situacion, y son la verdad, la valentia y la conciencia. Es decir, el ser uno mismo, el coraje para perseverar ante los contratiempos y el mantenerse despierto a la propia existencia y lo que nos rodea. Si usamos esta llave, alcanzaremos la buena vida,
que no es otra cosa que ser capaces de tomar y soltar con alegria aquello que la vida tiene reservado para nosotros, o, lo que es lo mismo, <>. -
Complice de Amor de Lily Cerda
https://gigalibros.com/complice-de-amor.htmlLa hija mayor de la familia Logan es una dama ya pasada de edad para contraer nupcias, aunque posee un corazon tierno y compasivo, por esta razon, recibe la herencia de un caballero que en verdad no era su padre, su forma de ser y el temor a Dios la llevan a conocer al Conde de su region, un anciano de corazon duro por el odio, el resentimiento y falto de compasion. El cual, la hace llamar a su presencia, para humillarla y burlarse de la senorita Zarina Logan por su creencia, pero este encuentro, hace que el anciano Conde se quede desconcertado con la joven dama, y ella poco a poco derrite la coraza del corazon de este, haciendole mas compasivo.
-
Un amor imposible de Graci Suarez
https://gigalibros.com/un-amor-imposible.htmlUna mujer decidida a conquistar el corazon de un hombre al que hace anos que no ve.
-
Pan de Bruja de Noela Lonxe
https://gigalibros.com/pan-de-bruja.htmlUn cuento de hadas oscuro sobre pactos secretos y mujeres magicas.
-
Coleccionista de recuerdos de Eva Guerrero
https://gigalibros.com/coleccionista-de-recuerdos.html -
Abigail de Lidia Castro Navas
https://gigalibros.com/abigail.html?Has sentido alguna vez una fuerte conexion con un desconocido? ?Una conexion que va mas alla de lo fisico y que el solo cruce de miradas te paraliza?
-
Tenias que ser tu de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/tenias-que-ser-tu.htmlAvariella queria ser madre. Se habia convertido en algo imperativo y el tiempo la apremiaba. Asi que habia que ponerse las pilas y cuando vio el anuncio de un viaje de solteros no dudo en pedir informacion porque estaba harta de las citas rapidas. Esperaba que ese viaje le cambiara la vida.
-
Al lado de Blake Pierce
https://gigalibros.com/al-lado.htmlLa pasante del Equipo de Respuestas de Evidencia del FBI Chloe Fine, de 27 anos, se ve obligada a enfrentarse a su propio pasado oscuro cuando su hermana gemela perturbada necesita su ayuda… y cuando un cuerpo aparece muerto en su pequeno pueblo suburbano.
-
Cazadores de nazis de Damien Lewis
https://gigalibros.com/cazadores-de-nazis.htmlCASI AL TERMINO DEL HOLOCAUSTO NAZI, uno de los episodios mas escalofriantes y crudos de la historia, sesenta agentes del Special Air Service (SAS) se enfrentaron a las ultimas defensas del Tercer Reich. El resultado fue catastrofico, treinta y uno de estos agentes sufrieron un destino terrible al ser masacrados por las tropas alemanas.
-
Retando al destino de Jana Westwood
https://gigalibros.com/retando-al-destino.htmlAnna es una bibliotecaria que vive con su amigo Pablo en el centro de Madrid. Un dia Pablo le pedira que le acompane a la fiesta de las bodas de oro de sus abuelos y alli conocera a su primo Julio, que le hara una propuesta laboral que no podra rechazar.
-
Entre letras y amor de Mary Kate Williams
https://gigalibros.com/entre-letras-y-amor.htmlSer escritora es transitar por un camino de constante esfuerzo y dedicacion. Lograr un espacio en la industria no es algo facil.
Al llegar a esta prometedora entrevista estaba preparada para cualquier cosa menos para encontrarme con mi viejo amor de secundaria. Alto, guapo y millonario hubiera sido suficiente para caer a sus pies, pero mi antiguo amor de juventud fue quien me dejo mi corazon sin animos de volver a amar. -
Imagina que no estoy de Adam Haslett
https://gigalibros.com/imagina-que-no-estoy.htmlCuando John es hospitalizado por depresion en Londres en los anos sesenta, su prometida, Margaret, se enfrenta a un dilema: seguir con sus planes a pesar de lo que ahora sabe o alejarse del sufrimiento que pueda ocasionarle. Finalmente decide casarse con John. “Imagina que no estoy” es la historia de lo que supone este acto de amor y fe. En el centro de la narracion esta el hijo mayor de la pareja, Michael, un fanatico de la musica, brillante y ansioso, que da sentido al mundo a traves de la parodia. Y la historia de como, en el transcurso de decadas, sus hermanos mas jovenes -la inteligente y responsable Celia y el ambicioso y controlado Alec- luchan junto a su madre para cuidar de la existencia cada vez mas preocupante y precaria de Michael.
-
!Devuelveme mis besos!, Priscila S de Priscila S
https://gigalibros.com/devuelveme-mis-besos-priscila-s.htmlLos planes de Belen y Martin se vieron truncados por una trampa de alguien al que aun no le ponian cara. Su boda sin celebrarse, su futuro a la basura y todos sus sentimientos convertidos en odio. Un odio infundado por terceras personas …
?Que les habra ocurrido para dejar de amarse con la misma intensidad?
?Quien pudo ser tan malvado de separar a una pareja que se adoraba?
Esas preguntas rondaban la mente de Belen, pero las respuestas se las daria quien no debia…
?Sabra Belen ver el desastre que se le avecina?
-
Quien se atreve, gana 1 de Yunnuen Gonzalez
https://gigalibros.com/quien-se-atreve-gana-1.htmlCaleb “Eagle” McGregor es un soldado del SAS que ha estado mas tiempo detras de las lineas enemigas en el extranjero, que en casa.
Tras los atentados del 2005 en Londres, ha protegido a la reina y a su patria. Se convirtio en el arma bien entrenada para mantener al enemigo lejos de Inglaterra.
A pesar de haber visto los horrores de la guerra, ha logrado conservar su humanidad. Hasta que un evento en combate lo obliga a regresar a Londres, con miedo a enfrentar la verdad que ha tratado de silenciar.
Los errores, la vida mundana y su abismo interno lo llevan a la mujer que da muestras de ser su salvacion desde el primer dia. Pero la felicidad no esta en el contrato de un soldado de fuerzas especiales, y tendra que decidir que es lo mejor para el y su carrera militar: el amor o la lealtad a la corona. -
Lagrimas del Pasado de Daphne Clair
https://gigalibros.com/lagrimas-del-pasado.html -
Casas vacias de Brenda Navarro
https://gigalibros.com/casas-vacias.htmlLa maternidad, que casi siempre asociamos con la felicidad, tambien puede ser una pesadilla: la de una mujer cuyo hijo desaparece en el parque donde estaba jugando, y la de aquella otra mujer que se lo lleva para criarlo como propio. Ubicada en un contexto de profunda precariedad fisica y emocional, la historia de estas dos mujeres, madres del mismo nino y madres, ademas, de un mismo vacio, nos confronta con las ideas preconcebidas que tenemos de la intimidad, las violencias familiares o la desigualdad social. Brenda Navarro ha conseguido un prodigio: caminar, sin caerse nunca, sobre la delgada linea que separa el olvido y la memoria, la esperanza y la depresion, la vida privada y la vida publica, la perdida y el encuentro, los cuerpos de las mujeres y el acto politico.
-
Incienso (Reyes Magos 2) de Judith Romero Baeza
https://gigalibros.com/incienso-reyes-magos-2.htmlGaia Kinov no sabe si ha hecho lo correcto al saltar por la ventana del colegio de magos, dejandolo todo atras. Pero ahora que se ha encontrado con un brujo sexual de lo mas apetecible que esta en deuda con ella, y que su amiga Dragius se ha comprometido a ayudarla, su unico objetivo es encontrar a sus hermanas, Juno y Alethea, y liberarlas al fin.
Baltasar deberia estar ayudando a restablecer el equilibrio del Pacto Sagrado, que Alexander rompio, para que todos los deseos de la humanidad se sigan cumpliendo. Tendria que cesar en la busqueda inutil de su bruja. Pero los increibles ojos bicolores de Gaia no dejan de colarse en sus suenos… y no son suenos agradables. Necesita encontrarla para saber que ocurre y no dudara en utilizar todos los medios que esten a su alcance. -
No hay vuelta atras (del infierno), Eduardo Arias de Eduardo Arias
https://gigalibros.com/no-hay-vuelta-atras-del-infierno-eduardo-arias.html -
El llanto que no cesa de Varios Autores
https://gigalibros.com/el-llanto-que-no-cesa.htmlEl llanto que no cesa es la primera antologia de terror y fantasia con el sello de Cruce de Caminos.
-
Nubosidad variable de Carmen Martin Gaite
https://gigalibros.com/nubosidad-variable.htmlSofia Montalvo y Mariana Leon fueron amigas en el colegio. Sofia, joven imaginativa, de caracter abierto, se ha visto atrapada en una anodina existencia de esposa y madre de familia. Mariana se ha convertido en una brillante psiquiatra de moda. Al cabo de mas de treinta anos, el azar las hace coincidir y el recuerdo de su amistad desencadena en ambas una revolucion interior que ira creciendo a lo largo del libro.
-
Las madres negras de Patricia Esteban Erles
https://gigalibros.com/las-madres-negras.htmlEn el convento de Santa Vela vive recluido un grupo de ninas huerfanas, victimas de destinos oscuros y malhadados. Quienes las han llevado hasta alli para buscarles un futuro mejor ignoran que el convento esta regido por la hermana Priscia, una mujer que solo entiende la entrega a Dios desde el fanatismo ideologico y el castigo del cuerpo y del alma. Ese universo cerrado parece obedecer en todo a la hermana Priscia hasta que una de las ninas, de nombre Mida, anuncia que Dios se le ha aparecido para decirle que El no existe. Con estos mimbres, Patricia Esteban Erles construye una novela llena de sensibilidad, profunda y cautivadora sobre la relacion entre creencia y conocimiento, ciencia y fe, fanatismo y razon, con el conflicto siempre latente entre el mundo de los adultos y el de la infancia. Esta novela de Patricia Esteban Erles, conocida hasta ahora por la extraordinaria calidad de sus cuentos, merecio el IV Premio Dos Passos concedido por unanimidad por un jurado compuesto por Pilar Adon, Marcos Giralt Torrente, Manuel Longares, Fernando Marias, Ines Martin Rodrigo, Clara Sanchez y Santos Sanz Villanueva.
-
Hijas del Norte de Sarah Hall
https://gigalibros.com/hijas-del-norte.htmlMe llamo Hermana. Ese es el nombre que me pusieron hace tres anos. Es como me llamaban las demas. Es como me llamo a mi misma. Antes de eso mi nombre no tenia importancia. No recuerdo que se usara. Ya no respondere a ese nombre ni me oire decirlo en voz alta. No dare muestras de reconocerlo. No existe. Me llamareis Hermana. Fui la ultima mujer que salio en busca de Carhullan. Fue un mes de octubre de lluvias torrenciales cuando me puse en camino. En la ciudad, las hojas habian empezado a caer de los arboles y el suelo estaba cubierto de su pulpa amarilla. Los ultimos frentes tormentosos atravesaban la region del norte descargando aguaceros. El verano se retiraba. Daba la sensacion de que la atmosfera habia estallado por fin, y las mananas y las noches empezaban a ser mas frescas. Era un alivio no despertarme empapada en sudor en nuestra habitacion del barrio de adosados, salir de una pesadilla con esa humedad lechosa en el pecho. Siempre he dormido mejor en invierno, como si la frecuencia del pulso disminuyera. El frescor parecia limpiar tambien la ciudad. El olor a bacterias de la refineria y las plantas de fuel se dispersaba por la noche cuando las nubes se disipaban y aflojaba el calor. Los ultimos anos, desde la Reorganizacion Civil, el bochorno habia durado mas de lo normal; los meses frios se concentraban en una franja mas estrecha del calendario, y viviamos envueltos continuamente en una nube toxica de colza y arenas bituminosas, hacinados como peces en un ahumadero. El cambio de la temperatura trajo consigo una sensacion de euforia, un estado de alerta que iba mas alla de los nervios o la creciente conciencia de los peligros que sabia que estaba afrontando. Era reparador. El frescor me recordaba los tiempos de mi infancia. Las estaciones estaban entonces mas definidas, mas separadas. La gente mayor de la fabrica en la que trabajaba decia que de todas las tradiciones inglesas que estaban amenazadas el tiempo era la mas triste. Como si hubieramos tenido la posibilidad de elegir en referendum aquel clima semitropical. Todavia recuerdo las cosquillas frescas del granizo en la cara en el mes de marzo, cuando esperaba el autobus para ir al colegio. Y el rugido del viento que en otono lo zarandeaba todo, las cosas grandes y las pequenas. El frio en las venas en enero; las manos y los pies entumecidos a pesar de la lana y el vellon. Cuando eres joven no tienes miedo de las posibilidades. No crees que el mundo pueda destruirse o que vaya a ocurrirte una desgracia a lo largo de la vida. Incluso la lluvia es diferente ahora: imprevisible, violenta, no como la constante llovizna gris de las postales antiguas, de los chistes y las cronicas televisivas. Es una lluvia que parece herida. Rara vez se ve nieve en los montes, aunque la gente de la ciudad sigue buscandola por pura costumbre. Me dirigia a una zona alta y remota, y tenia la esperanza de volver a ver esas ventiscas blancas, si es que podia quedarme alli algun tiempo. Sali al amanecer, con la idea de alejarme de Rith sin que nadie me viera. Prepare una mochila ligera para resistir el largo camino hasta las montanas. Llevaba pocas cosas: ropa, botas, unas cuantas latas de comida, galletas, una cantimplora con agua y un botiquin, para el caso de que pudiera quitarme el dispositivo, aunque no sabia si era posible. Y llevaba un fusil de la Segunda Guerra Mundial, entre las sudaderas y los impermeables. La punta roma del canon rozaba la solapa de la mochila. Con el me proponia negociar en Carhullan. La noche anterior escondi la mochila en un callejon, detras de nuestro edificio, para salir sin peso, sin chocar contra las paredes y aranarlas al bajar las escaleras. Lo deje en un hueco oscuro y seco, detras de la camara principal del deposito de lluvia. Lo puse alli mientras las familias de las otras casas estaban cenando y antes de que mi marido volviera del trabajo, tanteando primero en el vacio con un palo para asegurarme de que no habia nidos de ratas. De madrugada sali de la cama sin despertar a Andrew y me vesti sigilosamente en el cuarto de bano comun. Me habia guardado una bolsa de plastico en un bolsillo de los pantalones para meter las cosas que necesitaba. En un estante habia una pastilla de jabon nueva, de la familia con la que compartiamos la casa, y decidi llevarmela. La eche a la bolsa con la pasta de dientes, el desodorante y una cuchilla de afeitar con varias hojas de repuesto. Dude un momento antes de abrir el botiquin de los vecinos. Encontre aspirinas, un paquete de compresas y una bolsita de polvos para la cistitis, caducados. Lo cogi todo. Despues cruce el pasillo y baje las escaleras. En la puerta principal espere unos minutos para asegurarme de que Andrew no me habia oido salir y procure tranquilizarme. El corazon me bombeaba la sangre a chorros. Notaba la corriente de ida y vuelta en las puntas de los dedos. Me dije que todo saldria bien. Llevaba meses entrenandome, levantandome temprano, y habia ensayado la huida. Siempre lograba salir en silencio y sin peligro y recorrer la ciudad a oscuras, evitando las zonas por las que merodeaban los perros asilvestrados, antes de volver a casa. Pero esta vez no era un simulacro. Respire hondo, solte el aire y espere. Lo ultimo que queria era que Andrew me siguiera, que me dijera que estaba loca, que armara un escandalo y despertara a todo el mundo. Jamas me dejaria marcharme con una mochila, salir de las zonas oficiales, a pesar de que estabamos enfrentados, nos odiabamos y no nos dirigiamos la palabra. Yo estaba atada a aquella casa. Los dos lo sabiamos. No teniamos ninguna otra alternativa. Si me hubiera descubierto, me habria llevado a rastras escaleras arriba, o me habria inmovilizado en la calle, a pesar de mis forcejeos, hasta que apareciese un supervisor de la Autoridad, y entonces habria puesto alguna excusa para explicar mi comportamiento, como que estaba colocada o habia tenido una pesadilla. Me habria dicho que esperara un poco, que por muy mal que estuvieran las cosas en ese momento conseguiriamos salir adelante, y despues nos separariamos, cuando el ambiente estuviera menos tenso, cuando fuera menos peligroso. Me apoye en la fachada, atenta al ruido de sus pasos por ultima vez. Lo unico que se oia en el piso de arriba era el zumbido del contador electrico en modo de espera, como una avispa. Levante la mirada. El cielo tenia el color oscuro del asfalto, como el esquisto que trituraban en los tanques de la refineria donde trabajaba Andrew. La mancha blanca de la luna asomaba como una ulcera hinchada y opaca por detras del forro de las nubes. Aun no se habian encendido las luces en Rith y nadie saldria a la calle hasta que se reanudara el suministro electrico, a las seis de la manana, para que la gente pudiera calentar el agua, cocinar y ver el primer parte informativo de alguno de los frentes meteorologicos o el sorteo de la loteria. Para entonces esperaba estar muy lejos. Por fin me acerque al callejon a recoger mi mochila. Sabia que tenia que darme prisa y no pensar mas de lo necesario. Normalmente la ciudad estaba muerta a esa hora, pero siempre era posible encontrarse con una patrulla de la Autoridad. Me ponia mala solo de pensarlo. No tendria ninguna posibilidad de explicarme. Y no queria enfrentarme a lo que estaba haciendo, y flaquear, aunque estaba segura de que no me pasaria. Despues de las ultimas semanas no podia pasarme. Cruce la ciudad, alejandome de las viviendas compartidas, y pase por delante del antiguo centro comercial, con las ventanas cubiertas con tablones, y por delante del almacen de las turbinas, donde las carcasas de metal esperaban apiladas desde hacia anos el momento del reparto. Las calles estaban desiertas y tranquilas. Unicamente los ladrillos rojos, la pizarra y el asfalto reflejaban cierto resplandor, presentando una version de la ciudad que parecia antigua y fantasmagorica. Costaba imaginar que hubiera tanta gente detras de las fachadas, durmiendo dos o tres en la misma habitacion, o despierta, hablando en voz baja para no molestar a las otras familias. Algunos estarian llorando y alguien quiza los consolaria, o nadie les haria caso. A otros les traeria sin cuidado que pudieran oirlos a traves de las paredes, arrastrando el cuerpo dolorido cuando el efecto del chute de efedrina barata empezara a esfumarse. Cada vez que me habia atrevido a ensayar la fuga, el ambiente de las madrugadas me parecia disminuido, como si en lugar de concentrar a la gente hubieran practicado un sacrificio selectivo. Al final de cada hilera de adosados se veian las siluetas de los contadores, como quistes pequenos y ruidosos disenados para leer el flujo de la energia de las tejas fotovoltaicas. Ahora los empleaban para regular el consumo de la antigua red de suministro domestico. Habia habido muy pocas mejoras despues de la Reorganizacion. El plan de recuperacion de diez anos empezaba a convertirse en un mito imposible. Me costaba no volver la cabeza para ver si alguien me seguia o me veia pasar. Me obligue a no mirar. Me dije que la mejor manera de seguir andando era poner la vista en un solo punto: adelante. Se oyo un leve chasquido en el cielo, y un trueno retumbo al oeste. Sabia que pronto empezaria a llover, que tendria que parar a ponerme el impermeable. Pero no podia permitirme el lujo de detenerme mientras siguiera dentro del perimetro. Quiza mas tarde, cuando estuviera lejos de alli y hubiera entrado en calor con el ejercicio, podria desnudarme. Me secaria antes que la ropa. Llevaba anos sin salir de Rith. Ningun civil habia salido de la ciudad, salvo para que lo trasladaran a un centro de detencion. No se permitia el transito de una zona a otra. La gente quedo atrapada en el sector en el que se encontraba cuando se hizo el primer censo despues del colapso. Solamente la Autoridad y los agentes del gobierno tenian necesidad de viajar o medios de transporte, y en esos casos solian ir en tren. Yo habia nacido en Rith y conocia bien el entorno: las calles empinadas y el maremagnum de los tejados, el cerro de Beacon y el castillo enfrente, en la cima de dos penas gemelas. Continue por el antiguo paso elevado de la carretera. Abajo habia montones de basura y escombros, y se oian susurros animales. Mas alla de las fronteras de la ciudad, en las llanuras, las carreteras se habian deteriorado. Estaban mucho peor de lo que me esperaba, hundidas y agrietadas tras anos de desuso. Las riadas se habian llevado tramos enteros. Al plantar el pie tenia la sensacion de estar atravesando un pedregal. En algunas partes habia crateres llenos de agua de lluvia. Metia las botas sin verlos y me empapaba los pantalones hasta las rodillas. Comprendi que era verdad lo que la gente decia en la fabrica y en las reuniones del distrito. Que solo estaban reparando las principales arterias, las que utilizaba la Autoridad. Al principio fui corriendo siempre que podia, muy atenta para no resbalar o torcerme un tobillo, y luego afloje el paso para afrontar el largo dia que tenia por delante. En media hora habia llegado al promontorio donde se encontraba la caseta blanca del puesto de peaje. No tenia ventanas, y una parte del tejado se habia hundido. Recordaba que en una clase de historia local nos contaron que tuvieron que reconstruirla en dos ocasiones, despues de que los escoceses le prendieran fuego. Ahora volvia a estar casi en ruinas. Los duenos debian de haberse marchado a Rith hacia mucho tiempo, con los demas vecinos de la periferia. A los pies del monte, un poco mas adelante, el antiguo puente de Yanwath seguia intacto. Lo habia cruzado muchas veces en coche antes de que se prohibiera el trafico. El semaforo que regulaba la circulacion estaba muerto, con los focos negros de mugre y el poste inclinado en los cimientos de hormigon. En la hondonada de la carretera, antes del punto en que empezaba a subir hacia los contrafuertes del puente, se habia formado un charco de agua arremolinada. Habia residuos flotando, casi imposibles de identificar; tal vez trastos superfluos de las casas de la parte alta del rio. Vadee el charco, llegue hasta el centro del arco y me asome a mirar por el parapeto. El rio Eden corria a mis pies, encrespado y turbio, a una velocidad aterradora. Vi en la penumbra el brillo del agua en movimiento en las orillas, la estela de los remolinos y las crestas blancas. Las lluvias habian reventado la ribera, y el caudal anegaba las acequias y los huertos a ambos lados. Se oian crujidos en las ramas mas bajas ahora que los arboles de la orilla habian perdido sus hojas. Las casas de campo mas cercanas al puente estaban sumergidas en el agua hasta las ventanas. Notaba un olor fuerte, a cemento, a tela mojada y a cieno: el olor familiar de las viviendas inundadas. La corriente se deslizaba por las paredes de las casas, pudriendo alfombras y cortinas. Diez anos antes me habia despertado con el mismo olor, cuando al bajar las escaleras me encontre la casa inundada por las aguas residuales. Sabia que, al otro lado del puente, la carretera pasaba por un pueblo desierto y se adentraba mas adelante en los abandonados parajes del antiguo parque nacional: en la zona que la generacion de mi padre conocia como el Distrito de los Lagos. Era mediodia cuando vi aparecer el coche, y estaba lloviendo a cantaros. Al principio pense que era el ruido del agua que arrastraba el viento o corria por los acuiferos por debajo del asfalto. Despues oi el cambio de marcha. Me aparte de un salto a la cuneta y di media vuelta, casi esperando ver la forma azul oscura de un coche patrulla y dispuesta a esconderme detras de una cerca de piedra. Una furgoneta civil, de color blanco, se acercaba despacio por la carretera destrozada. Parecia que tenia la suspension en mal estado y eso amplificaba el ruido, como si la carroceria se levantara del chasis, y vi que se zarandeaba al pasar por encima de un monticulo o un bache. Llevaba las ventanillas cubiertas de residuos, de vainas y de hojas arrancadas de los arboles por el ultimo diluvio. Desprendia un olor a grasa quemada y negra. Paso a mi lado y freno despues. Me acerque a la puerta del conductor y la ventanilla chirrio al bajarse. --?Adonde vas, chica? --Era un hombre con la cara roja como un trozo de cristal sacado de un horno. Me miro de arriba abajo con sus ojos claros. Estaba hecha una pena. Tenia el pelo chorreando y el chubasquero viejo y blanco empapado y pegado a la piel. Doble los hombros hacia delante y me cubri el pecho con los brazos. Se echo a reir. Tenia los dientes picados en los bordes, deslucidos y cubiertos por una capa amarillenta, y en la linea de las encias se veia una reveladora sutura de plata--. Bueno, parece un buen sitio para ir de excursion. ?Eres de los ultimos de los Wainwright? O a lo mejor quieres ser la primera que vuelve a subir a las cumbres y plantar tu bandera. Eso significa que las cosas han mejorado en la ciudad. Vamos. Sera mejor que subas al coche. Dude. No queria hablar con nadie en el camino y sabia que si me hacia preguntas podia tener problemas, pero me dolian los hombros y los pies y no tarde en decidirme. Di la vuelta por detras de la furgoneta hasta la puerta del pasajero. Me quite el chubasquero empapado y lo escurri. El conductor se inclino para abrirme la puerta, como hacia mi padre cuando me llevaba al colegio. Puso un trapo sucio encima del asiento, para que no lo mojara al sentarme. Deje la mochila a los pies del asiento y subi al coche. --Bueno --dijo--. Que encuentro tan oportuno, ?verdad? Metio la marcha y arranco. Tuve una sensacion extrana. Hacia anos que no subia a un coche. Me obligaron a entregar las llaves y la documentacion, como a todo el mundo, y se me habia olvidado lo que era llevar el control de un vehiculo, estar encerrada en el y al mismo tiempo libre de ir adonde una quiera. Ver como pisaba el embrague o movia la palanca del limpiaparabrisas me parecio un sueno o un recuerdo perdido. Habia un olor muy fuerte en la cabina, acido, como a ropa vieja o a vinagre mezclado con orina, o quiza fuera el olor corporal del conductor, que no se lavaba. Pero no me queje ni hice ademan de bajar la ventanilla. Me alegraba de librarme de la lluvia. Empezaban a dolerme las plantas de los pies, y eso que me habia puesto dos pares de calcetines gruesos. Empezaba a notar como si me clavaran alfileres y agujas en las puntas de los dedos y me puse a encogerlos y a estirarlos. No esperaba volver a viajar en coche. Llevaba meses entrenandome para la caminata en mi tiempo libre, al principio sin rumbo, solamente por pasar el rato, luego con un objetivo, rodeando la periferia de Rith, subiendo hasta la cima del Beacon y bajando otra vez. Andar no era un delito, aunque a Andrew le parecia absurdo que me arriesgara a ser atacada por los perros que buscaban comida en la ciudad y removian la basura en los vertederos. Decia que estaban sucios y desquiciados, y que andar por alli era como pedir a gritos que me mordieran. Atacaban a la gente de vez en cuando, aunque nunca con consecuencias fatales. En esas excursiones no podia llevar la mochila, para no levantar sospechas, y me sorprendio que pesara tanto. Me habia asegurado de comer bien la ultima semana: dos raciones de arroz en vez de una y sardinas para desayunar; incluso pense que estaba acabando con las provisiones y que Andrew lo pasaria mal el resto del mes. Estaba todo lo en forma y bien alimentada que podia. Pero rodear la ciudadela de madrugada y comer una lata de sardinas de mas era muy distinto de atravesar el parque nacional abandonado, con mis bartulos a cuestas. Habia recorrido unos veinte kilometros y estaba reventada. Tenia la espalda agarrotada por el peso de la mochila. Llevaba horas soportando chaparrones intermitentes y me rozaba el dobladillo de la ropa mojada. Cada paso me alejaba de la ciudad y me acercaba a mis propios limites. Que pudiera aparecer un vehiculo era improbable, casi milagroso, y di las gracias.
-
El callejon escondido de Sela Garcia Pedrera
https://gigalibros.com/el-callejon-escondido.htmlOlivia es la elegida para restablecer la energia que nutre la dimension intemporal en la que ahora habita; pero sera su hija Celia, una joven de hoy, quien llevara a cabo esta mision en la Tierra enfrentandose a las sombras malignas que luchan por conseguir ese poder custodiado en la libreria de un callejon escondido. En la intrigante busqueda del libro que contiene el secreto para conseguirlo, Celia descubrira sus poderes, el valor de la familia y la amistad, y conocera el deseo y el amor autenticos.
Una lucha entre dos amores, entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte, entre el miedo y la determinacion. Una alegoria de la lucha vital, en la que los suenos, a veces, pueden hacerse realidad. -
No puedo pedir mas de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/no-puedo-pedir-mas.htmlCindy estaba encantada de trabajar para Malcom Halifax. Era su mano derecha y se compenetraban muy bien, aunque el tenia un caracter reservado. Algunos dirian que era malhumorado y un ser sin sentimientos, pero Cindy estaba segura de esos estupidos estaban equivocados. Hasta que un dia se dio cuenta de que su maldita empresa era lo primero y que no la apreciaba en absoluto. ?Como podia haberse equivocado tanto?
-
El destino tiene otros planes (Seleccion RNR), Nuria Rivera de Nuria Rivera
https://gigalibros.com/el-destino-tiene-otros-planes-seleccion-rnr-nuria-rivera.html -
Entrega certificada de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/entrega-certificada.htmlSymone cruzo la calle a toda prisa cargando con su pesada bolsa de cartera y esquivando un taxi que hizo sonar el claxon. Al llegar a la acera suspiro abriendo la bolsa para hacer el reparto y sonrio al ver el sobre rojo -- Claro, hoy es jueves. -- dijo para si subiendo las escaleras del numero cuarenta y siete. El portal estaba abierto y no veia al portero por ningun sitio. El senor Patterson bajaba en ese momento, asi que encantada se acerco con los sobres en la mano-- Le ha llegado carta, senor Patterson. Como todos los jueves. -- miro en el monton del edificio y saco dos cartas para el. --Gracias, ?Sybil? --Symone. Symone Murray. El hombre ya debia tener sesenta y tantos, pero era tan atractivo como un actor de cine. Incluso con su pelo moreno cubierto de canas, se conservaba muy bien para su edad. -- ?Eres nueva en este trabajo? Creo que antes repartia las cartas un hombre, ?verdad? --Phill, pero se jubilo hace un ano. Ahora esta zona es mia. --lo miro maliciosa-- Usted es mio. El hombre se echo a reir y Jack, el portero, se acerco poniendose la chaqueta. Estaba claro que habia ido al bano-- Buenos dias, Symone. --Buenos dias, Jack. ?Como va ese intestino? --Mucho mejor, gracias. --Ya sabes, come mucha fibra. Hasta manana. -- se volvio y le guino un ojo al senor Patterson, que sonrio agradablemente. Hizo su ruta saludando a todo el mundo y charlando un rato con ellos, pero se puso a llover, algo que no era extrano en Nueva York a finales de septiembre. Su pelo castano, que habia tardado una hora en dejar impecable con la plancha la noche anterior, ahora era una masa de rizos desgrenados -- Mierda de tiempo. -- era lo que mas odiaba de su trabajo. El tiempo. En invierno era una pesadilla repartir el correo porque siempre llegaba empapada y muerta de frio cuando nevaba. Desde el ano anterior, que era cuando habia empezado a trabajar en correos, habia pillado cinco resfriados. Habia tenido la nariz roja durante todo el invierno y eso que habia probado de todo. Su amiga Tavie decia que parecia una payasita. Y no solo eso. En verano se asaba con aquellos pantalones ridiculos y los zapatones con cordones. Ademas, la camisa azul le quedaba enorme. Era el uniforme menos sexy del mundo. Asi no se comia ni un rosco y llevaba sin sexo... bueno ahi su trabajo tenia poco que ver, porque hacia dos anos que no echaba un polvo. Cuando por fin llego a casa, se quito la chaqueta de punto azul y puso los ojos en blanco al oir los jadeos de su companera de piso en su habitacion. -Esto es estupendo. -- siseo viendo que el piso estaba hecho un asco mientras iba hacia la nevera y cuando la abrio, pudo comprobar que Tavie no habia ido a comprar esa manana como habia dicho que haria. --Espaguetis otra vez. -- dijo resignada abriendo la alacena. Se puso a cocer los espaguetis sacando una lata de salsa bolonesa ya preparada y cuando tenia la comida ya a punto, escucho el grito de satisfaccion de Tavie terminando la faena. Su novio salio de la habitacion con unos gayumbos rojos sonriendo como un bobalicon mientras se apartaba el cabello rubio de la cara -- Ehh. Ese era el saludo de Cris. Siempre decia Ehh. Estaria bueno, pero era el tio con menos cerebro del mundo. Todavia no entendia como Tavie estaba con el. Por los orgasmos que le proporcionaba seguramente. Cuando su amiga salio de la habitacion atandose la bata de seda rosa que su madre le habia regalado a Symone por Navidad, se dijo que ya tenia bastante-- Esto no puede seguir asi. --Vamos, ?estas enfadada? --No trabajas, tengo que encargarme yo hasta de hacer la comida. !No has ido a la compra! -- dijo enfadada-- !Y hasta coges mis cosas sin mi permiso! -- !Somos amigas! -- exclamo Tavie recogiendo su cabello rubio en una coleta alta mientras la miraba como si dijera disparates. -- !Precisamente por eso! !Si queremos seguir siendo amigas, esto tiene que cambiar! Tavie la miro con sus ojos azules mientras que los verdes de Symone brillaban de rabia por no pegarle cuatro gritos -- Esta bien. Veo que igual me he pasado, pero no me he dado cuenta, te lo juro. -- !Solo faltaria que hubieras sido tan egoista a proposito! --Necesita un polvo. -- dijo Cris cogiendo de la olla unos espaguetis con la mano y metiendoselos en la boca. -- !Cierra la boca, Cris! -- dijeron las dos a la vez. --Esta bien. A partir de ahora colaborare mas. -- su amiga se acerco a los espaguetis y saco un plato de la alacena sirviendose. Cogio un tenedor y se sento sobre la encimera comiendo tranquilamente -- Ire a la compra por la tarde. --dijo sin darle importancia. Cuando un espagueti cayo como a camara lenta sobre la bata que ni ella habia estrenado, lo vio todo rojo-- !Largo! Tavie mastico lentamente dejando el plato sobre la encimera-- Cris, corre. -- ?Que? -- pregunto su novio con la boca llena. -- !Corre! !Tiene esa mirada de loca! Cris la miro y ella indignada grito -- !No tiene gracia! Tavie solto una risita-- Lo siento. Prometo ser buena. Siempre le decia lo mismo y por muy amigas que fueran, aquello ya era el colmo. Nego con la cabeza y Tavie perdio la sonrisa poco a poco-- Hablas en serio. --Mira el apartamento, Tavie. !Tienes veinticinco anos y no limpias, no colaboras, te comes todo lo que compro y este gorron tambien! !No aportas dinero a la renta porque no trabajas y encima tienes el descaro de reirte de mi! !Y me has estropeado una bata que me ha regalado mi madre! --Tavie se sonrojo-- Nos conocemos desde hace anos y cuando te dije que podias vivir aqui, se suponia que era algo temporal. !Llevo un ano manteniendote y estoy harta! --Entiendo. -- dijo muy digna bajando de la encimera-- Hare las maletas. -- ?Y a donde vas a ir? -- pregunto Cris con la boca llena. --A tu casa. Cris abrio los ojos como platos-- !No puedes venir a mi casa! !No entro ni yo! Tavie jadeo indignada-- ?No me quieres en tu casa? --No es eso palomita...-- siguio a su furiosa novia y Symone se mordio el labio inferior sintiendo remordimientos. --No cedas, no cedas. -- se dijo a si misma en voz baja. Saco un plato del armario y cuando llego a la olla vio que estaba casi vacia. Eso la decidio. Furiosa fue hasta la habitacion y cerro de un portazo. Se quito el horrible uniforme y salio con su albornoz rosa hacia el bano. Alli se encontro con Tavie, que estaba recogiendo sus cosas. Symone se sintio fatal sobre todo porque se conocian desde los diez anos y Tavie abrio los ojos como platos cogiendola de la muneca y metiendola en el cuarto de bano a toda prisa-- !No lo digas! -- ?El que? --Cris me acaba de decir que esta bien que me quede en su casa y si te echas atras, nunca querra que viva con el. Symone entrecerro los ojos-- !Lo has hecho a proposito! --Tecnica de supervivencia. -- hizo una mueca--Siento lo de la bata. Ahi me he pasado. --se volvio y siguio recogiendo sus innumerables potingues-- Vamos, parece que no me conoces. Tampoco soy tan desordenada. --Increible. -- siseo-- Tu no estas bien de la cabeza. --En el amor y la guerra todo vale. -- se volvio y le dio un beso en la mejilla-- Te llamo manana. Atonita la vio irse del bano como si nada. Miro el estante casi vacio, pensando que ese pringado no tenia ninguna oportunidad con su amiga. Se lo iba a comer vivo. Se paso lo que quedo del dia recogiendo el apartamento y yendo a la compra. Cuando al fin se tumbo en la cama hizo una mueca porque echaba de menos a Tavie. Siempre hablaban antes de irse a dormir y era un habito que echaria de menos. -- Bueno, Symone... es hora de buscarte un novio. Una semana despues estaba en la central de correos recogiendo la correspondencia de su zona, cuando repasando que todas las cartas estuvieran colocadas por calles, se dio cuenta que faltaba algo. Sin saber que era, las reviso dos veces, pero tenia las cartas de todos los portales y de todas sus calles--Que raro. -- susurro metiendolas por orden de entrega, para ir sacandolas segun las iba necesitando. Esa vez llevaba un carrito porque tenia demasiado volumen y no le cabian en la bolsa. Odiaba el dichoso carrito. Sonrio porque afortunadamente no llovia. Cuando llego al numero cuarenta y siete de la cincuenta y ocho, sonrio cogiendo las cartas para entregarlas-- Buenos dias, Jack. --Buenos dias, Symone. -- de repente se puso palido y salio corriendo. --Vaya. -- subio las escaleras --Pobre hombre. --iba a dejar las cartas sobre la mesa, pero se decidio a meterlas en los buzones para que no tuviera que hacerlo el. Estaba echando las cartas en el buzon de Patterson cuando se detuvo en seco. Paso una carta tras otra -- !Mierda! !La carta roja! Seguro que la habia dejado en la central porque nunca faltaba. Hizo sus entregas en tiempo record corriendo por su zona sin detenerse con nadie. Cuando llego a la central, dejo el carrito en su sitio y fue a la zona de reparto para revisar su cajetin. Al verlo vacio, se llevo la mano a la frente pensando en ello--Mierda, mierda. -- ?Que ocurre? -- pregunto su supervisora mirandola fijamente a traves de sus gafas de pasta negras. --Oh, nada. Creo. Es que un usuario esperaba una carta y me he pasado a mirar por si estaba alli. --No habra llegado. Si se hubiera enviado, la habrias repartido. -- entrecerro los ojos--A no ser que la hayas perdido. Symone abrio los ojos como platos-- Por supuesto que no, senora Liles. Yo no he perdido nada. La mujer sonrio asintiendo-- Nunca hemos tenido una queja de ti y seguro que esta vez sera igual. Esa carta no ha llegado. Punto. --Si, senora Liles. --Bien. ?Has terminado? --Si, senora. Miro su reloj y sonrio encantada-- Muy bien. Un tiempo excelente. Puedes irte a casa. Cuando la mujer se volvio a echarle la bronca a otro, gimio mirando su cajetin-- !Mierda! Despues de darle vueltas durante una hora, se acerco al portal del senor Patterson para disculparse. Estaba convencida que la carta habia desaparecido en algun punto porque las recibia todos los jueves y se sentia culpable porque era mas que evidente que eran cartas de amor. Symone se imaginaba que seria un amor imposible y que solo les era posible comunicarse asi, como en los romances del siglo diecisiete. La posibilidad de que por culpa de ella no hubiera recibido la carta de la semana, le provocaba una desazon que no se iba. Asi que como decia su madre, cuando habia que disculparse, cuanto antes mejor. Entro en el portal y saludo a Jack-- ?Como estas? El hombre que debia tener unos treinta anos sonrio como si estuviera encantado con la pregunta y Symone incomoda porque pensara que tenia interes en el, miro a su alrededor disimulando. -- Mucho mejor. Es que tengo el colon irritable, ?sabes? Y si me pongo nervioso...-- de repente palidecio y salio corriendo. Symone se quedo mirando su espalda con la boca abierta y entonces comprendio que se ponia nervioso al verla. Hizo una mueca esperando que se le pasara, porque le iba a ver casi todos los dias a no ser que la cambiaran de ruta. Algo poco probable. Sujetandose la correa del bolso que cruzaba su pecho fue hasta el ascensor y pulso el octavo. Se miro al espejo y se aparto un rizo castano de la frente. Se paso el dedo por debajo de sus ojos verdes para quitar algo del rimel que se le habia corrido y tomo aire dandose valor porque no sabia como iba a reaccionar el pobre hombre. Esperaba que estuviera en casa. Salio del ascensor y admiro un precioso cuadro que estaba en el pasillo. Era una preciosidad que representaba un puente sobre un rio lleno de flores acuaticas. En su barrio ese cuadro duraria alli tres minutos. Fue hasta la puerta A y toco el timbre. Miro a su alrededor y se sobresalto cuando abrieron la puerta. Una mujer de la edad del senor Patterson le sonrio dulcemente y Symone fruncio el ceno mirando la letra de su puerta. Se suponia que ese hombre no tenia esposa. Nunca habia enviado una carta a la mujer de Patterson, pero temio meter la pata, asi que pregunto-- ?Es la senora Patterson? --Oh no, querida. Soy su asistenta. ?Traes una carta certificada para Richard? Suspiro de alivio-- No, pero necesito hablar con el de un asunto importante. La mujer asintio con una agradable sonrisa mirandola con sus ojos azules --Por supuesto. Pasa, que le aviso. La llevo a un salon que estaba elegantemente decorado. Era masculino en tonos marrones y el gran sofa de cuero le recordo a los que se veian en las peliculas inglesas. Todo estaba puesto con mucho gusto. Habia un cuadro que le llamo la atencion porque no pegaba con la decoracion clasica de ese hombre. Era el retrato de una mujer en tonos pastel. Era preciosa, con su pelo rubio y sus ojos verdes brillando de alegria mientras se reia. Seguro que era alguien importante para el. --Enseguida le aviso. ?Quieres tomar algo? --No, gracias. --se sento en el sofa sacando la correa del bolso por la cabeza para colocarlo a su lado en el sofa-- Acabo de tomarme un cafe. La mujer asintio girandose y yendo hacia una puerta que habia a su izquierda. Llamo a la puerta -Adelante. La senora entro en lo que parecia un despacho. Desde el sofa vio que el senor Patterson estaba sentado detras de un escritorio muy fino. La mujer le dijo algo que ella no llego a entender desde alli y el hombre se levanto rodeando el escritorio. Cuando salio, Symone sonrio levantandose del sofa. Al verla sonrio agradablemente --Pero si es nuestra repartidora de noticias. --Que manera mas delicada de decir repartidora de facturas. El hombre divertido le indico el sofa -- Por favor, sientate. Tienes que estar cansada despues de recorrer las calles toda la manana. Symone se sento mientras la mujer recorria el salon para entrar en otra puerta a su derecha. --Bueno, Symone... ?ha ocurrido algo? -- se sento en la butaca al lado del sofa y ella pudo ver en sus ojos que tenia la esperanza que hubiera sido asi. --Queria disculparme por no haberle traido el sobre rojo hoy. -- dijo preocupada-- En realidad no se que ha pasado y temo haberlo perdido. --Tuteame, por favor. -- la miro con sus ojos grises y apreto los labios-- ?Por que te disculpas si no sabes que ha ocurrido? --Me he imaginado que la culpa ha sido mia, porque ella no falla ni una semana. -- se sonrojo intensamente-- Perdon. Supuse que era una mujer quien... --Tienes razon. -- la interrumpio con una triste sonrisa-- En treinta y dos anos no ha fallado nunca. --eso la hizo sentirse peor aun. Que hubiera pasado en su turno, era tener mala suerte --Desgraciadamente creo que a ella puede haberle pasado algo y por eso no ha escrito la carta de esta semana. --Pero puede enterarse, ?verdad? --pregunto ansiosa. Richard nego con la cabeza --No puedo llamar a su casa. --Entiendo. -- susurro mirando la tristeza en sus ojos -- Si esta casada, puedo ... --No esta casada. Es viuda. Symone le miro confundida-- ?Y si es viuda por que razon no pueden mantener contacto? -- al darse cuenta que habia preguntado algo demasiado personal, se puso como un tomate y susurro --Lo siento, no es asunto mio. El hombre suspiro y miro el cuadro --Cuando conoci a Valeria si que estaba casada. --a Symone se le corto el aliento-- Llevaba casada cinco anos y tenia una hija con su marido. -- ?Como se conocieron? Richard sonrio con nostalgia-- En el cine. Habia ido sola porque su marido no soportaba el cine europeo. Estabamos en la cola de las palomitas y tropece con ella. Fue amor a primera vista. --Oh, que bonito. --Intentamos separarnos, de verdad. Pero era superior a nuestras fuerzas. --miro a Symone a los ojos-- Le pedi mil veces que le dejara y cuando lo iba a hacer, su marido tuvo un problema de salud que le impidio hacerlo. --Algo de corazon, seguro. -- dijo haciendole reir-- En las grandes historias de amor siempre pasa algo asi. --No paso solo eso. Yo me enfade y... --Se separaron. --No queria hacerle dano a su marido, ni a su hija, asi que cuando se entero de que estaba embarazada de mi, no me dijo nada. -- Symone se llevo una mano al pecho sintiendo mucha pena por el -- Yo me case con otra, pero el matrimonio no duro ni dos anos. Me estaba divorciando cuando vi a Valeria en Central Park con el nino en el carricoche. Cuando nos encontramos, volvimos a sentir lo mismo que cuando estabamos juntos, asi que fue inevitable. Pero cuando un dia el nino me llamo papa en uno de nuestros encuentros, ella me miro con horror y ya no quiso volver a verme, sintiendose muy culpable por todo lo que habiamos provocado. --Asi que tu hijo vive en la ignorancia. Richard asintio. -- ?Y su marido? --Murio hace siete anos. -- ?Y por que no estan juntos, si se puede saber? El senalo una foto que habia sobre una estanteria y Symone abrio los ojos como platos al ver a un hombre guapisimo, riendo con la mujer rubia al lado. Tenia los ojos grises y miraba a la camara, pero Symone sintio que la miraba a ella --Esta buenisimo. Richard se echo a reir a carcajadas-- Segun su madre, tiene un exito terrible con las mujeres. No le extranaba nada-- Seguramente usted tambien lo tendria porque son igualitos. -- Symone miro la foto y a su anfitrion varias veces. --Ese es el problema. Que cuando me vea, sabra todo lo que ha pasado y su madre no puede soportar que sepa que le ha enganado. Que ha enganado a toda la familia. Seria demasiado para ella. -- !Por Dios, llevan asi treinta anos! -- dijo ella indignada-- Tienen derecho a ser felices de una vez. El se cabreara, pero tendra que aceptarlo. !No es un nino! Richard la miro con admiracion --Eso mismo le he dicho a Valeria, pero... --Se niega. --Sus hijos son el amor de su vida. --Symone suspiro mirando la foto-- Ademas, no se lo que ha pasado, asi que hasta que no se ponga en contacto conmigo tengo las manos atadas. --Pues me voy a enterar. -- dijo levantandose del sofa decidida-- ?La direccion? Richard abrio los ojos como platos-- ?Que? -- !No puedes pasarte con esta incertidumbre varios dias! Me das la direccion y voy a preguntar por ella. !Soy cartera! De algo tiene que servir mi profesion. El hombre parecio pensarlo-- No es mala idea. --Tu no puedes ir, pero yo si. -- sonrio radiante-- Y si tengo suerte puede que vea a tu hijo. --No le contaras nada, ?verdad? --Soy cartera. -dijo ofendida-- Soy discreta por naturaleza. Si supieras las cosas que se. -- ?Como que? --Soy una tumba. Richard se echo a reir y sus ojos brillaron. Se levanto y fue hasta su despacho donde escribio en un post-it lo que suponia que era la direccion. Cuando volvio, parecio pensarselo mejor con el post- it en la mano-- No dudes mas. Por mi no se enterara de nada. Preguntare por ella. !Incluso puede que no pase nada y yo haya perdido la carta! Richard apreto los labios y le entrego la nota-- Valeria Thorton. --Muy bien. Volvere. -- dijo yendo hacia la puerta con paso firme --Tardare un par de horas. Tengo que pasar por la central. --De acuerdo. Estare aqui esperando. Saliendo del piso apreto los labios. Pobre hombre. Llevaba esperando toda su vida. Su unico nexo de union con su familia eran esas cartas y ella iba a descubrir que estaba pasando. Capitulo 2 A toda prisa fue hasta la central con la esperanza de que hubiera en el cajetin de su calle alguna carta a nombre de Valeria Thorton. Sonrio porque tuvo suerte y discretamente cogio la carta, que era de un banco. Hizo una mueca porque le vendria mejor una certificada, pero le serviria para tener una excusa. Cuando la habia guardado en el bolso, paso su supervisora ante ella. --Symone, ?que haces todavia aqui? --Se me olvido algo en la taquilla y me he pasado a ver como iba el trabajo para manana. La senora Liles la miro asombrada-- No deberias pensar tanto en el trabajo. Eres joven. Sal a divertirte. --Es que me gusta que todo este en orden. --Esta entrega en tu trabajo, me hace pensar que puede que te recomiende para un ascenso a clasificacion. !Dios mio, que horror! Estar todo el dia sentada clasificando cartas por codigo postal. Preferia helarse de frio. --No se moleste. Ya conozco a los vecinos y estoy muy a gusto en la ruta. --Estupendo. Ahora vete y disfruta de lo que queda del dia. --Lo hare. Hasta manana. Salio de alli a toda prisa y corrio a la parada de metro para ir a la calle sesenta y cuatro este. Estaba claro que tenian mucho dinero y Symone esperaba que eso no hubiera tenido nada que ver a la hora de no separarse de su marido. Cuando llego a la casa de tres pisos, miro la fachada de ladrillo rojo y se paso las manos sudorosas por su chaqueta antes de sacar la carta de su bolso. Con la carta en la mano cruzo la calle y subio los cinco escalones que llevaban a la puerta, decorada con un llamador de cobre en forma de leon. --Vamos alla. -- toco el timbre y puso una sonrisa en la cara. -- !Ya voy yo! -- escucho desde dentro de la casa y cuando abrieron la puerta Symone sintio que se le detenia el corazon. El hijo del senor Patterson estaba ante ella con una camisa blanca y unos pantalones negros. Las mangas de la camisa estaban enrolladas hasta los codos mostrando su vello negro y Symone trago saliva al ver el color dorado de su piel. Estaba para comerselo -- ?Si? La voz grave del macizo le hizo levantar la vista a sus ojos grises, igualitos a los de su padre. -- ?Queria algo? --Oh. -miro la carta como si leyera el nombre que se sabia de memoria-- ?Valeria Thorton? --Es mi madre. -- extendio la mano, pero ella la aparto de el sorprendiendolo. -- ?Y eso como lo se? -- ?Perdon? -- ?Esta en casa? --Mi madre esta en el hospital. -- respondio molesto-- ?Me da la carta? -- ?En el hospital? -- pregunto alarmada-- Estara bien, ?no? Richard la miro asombrado y respondio entre dientes-- ?Es asunto suyo? -- !Me gusta saber que mis asignados estan bien! Es de buen cartero. --Querra decir de buena cartera cotilla. Symone jadeo ofendida-- ?Esta bien o no? --Ha tenido una infeccion de vesicula y han tenido que operarla de urgencia. Iba a entregarle la carta cuando la volvio a apartar-- ?Pero esta bien? --Los medicos dicen que si. Tardara unas semanas en recuperarse, pero se pondra bien. Le tendio la carta y Richard iba a cogerla cuando volvio a separarla-- ?En que hospital esta? --Oiga, senora... -- !Senorita! --exclamo ofendida-- Senorita Murray. -- ?Me da la carta de una buena vez? -- !Es por si algun vecino quiere enviarle flores! --En el Lenox Hill. -- respondio entre dientes. -- ?Habitacion? --Trescientos dieciseis. Ella sonrio radiante-- Gracias. -- le entrego la carta, pero cuando el la cogio Symone no la solto-- Por cierto. ?Esta soltero? La miro asombrado-- ?Y eso que tiene que ver con mi madre? --No, si esa pregunta es para mi informacion personal. --No es asunto suyo. --Pues veras… ?te importa que te tutee? No, ?verdad? Pues veras... si de algo me he dado cuenta en el dia de hoy, es que no hay que desaprovechar las oportunidades, porque luego vienen los arrepentimientos. --?No me diga? -- tiro de la carta, pero ella no la solto cogiendola con la otra mano--!Esto es ridiculo! -- ?Esta soltero o no? -- !Si! Y si todas las mujeres son como usted, lo estare muchos anos. Ella se echo a reir dejandolo de piedra-- ?Novia? Se dio por vencido -No. --No eres gay, ?verdad? -- !No! --Tengo un trabajo estable y no estoy mal. ?Quieres casarte conmigo? La miro como si le hubieran salido dos cabezas antes de cerrarle la puerta en las narices. Symone parpadeo mirando el llamador. Parecia que el dichoso leon se reia de ella. -- ?Eso es que no? -- pregunto en alto para que la oyera --Vale, te meto la carta por debajo de la puerta. -- metio la mitad de la carta por la ranura y cuando la carta desaparecio sonrio sin poder evitarlo-- !Por cierto, me llamo Symone! Espero su respuesta, pero al no escuchar nada bajo los escalones lentamente sonriendo como una tonta. !Que hombre! Caminaba por la acera y volvio la vista a la ventana. !La estaba mirando! Ella le saludo con la mano y el cerro la cortina a toda prisa. --Le has gustado. Sino no se hubiera quedado mirando. -- dijo para si loca de contenta. Cuando llego a casa de Richard padre, entro en el portal donde Jack en cuanto la vio se sonrojo intensamente. -- Hola. --Hola, Symone. Sobre lo de antes... --Hablamos luego, tengo prisa. -- dijo entrando rapidamente en el ascensor dejandolo con la palabra en la boca. Cuando llego al octavo, Richard abrio la puerta el mismo, lo que demostraba el estado de nervios en el que se encontraba-- Sabes que estamos en el siglo veintiuno y que existen los moviles, ?verdad? -- ?Esta bien? Entro en el piso sonriendo de oreja a oreja-- Esta bien. La han operado de la vesicula de urgencia, pero esta bien. Richard suspiro de alivio pasandose una mano por la frente -- ?Por que no vas a verla? Esta en el Lenox Hill. Habitacion trescientos dieciseis. -- ?Como te has enterado de eso? --Sonsaque a tu hijo. -- le guino un ojo-- Se me resistia, pero al final hablo. Por cierto, ?como es que no os llamais por telefono? Richard se sento en la butaca --Empezamos con lo de las cartas. En aquella epoca no habia moviles y cuando Richard le regalo uno hace diez anos, no me quiso dar el numero porque su marido pagaba las facturas. --Entiendo. --Despues Richard se encargaba de esas cosas y seguimos como estabamos. --Pero os veis, ?verdad? En algun momento teneis que veros. --Una vez a la semana nos vemos aqui. Suele venir el lunes porque es el dia que tiene mas desocupado. Su hija tiene dos hijos y le quitan mucho tiempo. Ademas, tiene que seguir yendo a sus causas beneficas porque si no sus hijos se extranarian. --Asi que esta muy ocupada con la familia y eso. --Viene cuando puede. A veces me sorprende cuando tiene una tarde libre. Le parecia terrible tener que esperar siempre a que ella pudiera hacerle un hueco. Ese hombre tenia la paciencia del santo Job. Symone se sento en el sofa-- ?Vas a ir a verla? --Por mi iria ahora mismo, pero si Steffani esta alli, se sabra enseguida la verdad. --Por tu parecido con el. --Exacto. --Steffani es su hija mayor, supongo. Richard asintio preocupado-- Ya no lo soporto mas. Todo esto es... --Has tenido mucha paciencia. ?Como lo has soportado? La miro a los ojos-- Si hubieras conocido al amor de tu vida, harias lo que fuera por estar con el, aunque sea un minuto al mes. -el corazon salto en su pecho al oirle hablar -- Se que ella sufre tanto como yo, pero el amor que siente por sus hijos la retiene. Y a mi tambien. No quiero hacerles sufrir. Despues de tantos anos le tengo tanto carino a Steffani como a mi hijo. --senalo una foto donde estaba toda la familia junta. Una chica rubia rodeaba con el brazo al que debia ser su marido, un hombre moreno con cara de buena gente. Al lado del marido estaba Valeria y al otro lado Richard que miraba a sus dos sobrinos sentados en el suelo ante ellos. El gran arbol de Navidad indicaba que estaban en fiestas. El unico que faltaba era el y miro a Richard con pena. --Lo siento. Richard sonrio intentando disimular su estado de nerviosismo-- Nunca nos habia pasado algo asi y estoy preocupado. -- ?Quieres que manana vaya a verla? Si no hay nadie, le dare mi telefono para que hable contigo. Sus ojos grises brillaron-- ?Haras eso por mi? --Claro. -le miro maliciosa-- Ademas, tengo la intencion de ligarme a tu retono. Richard se echo a reir a carcajadas --No te rias. -- dijo indignada-- Lo conseguire. Me gusta. -- ?Te gusta, eh? -- dijo hinchando el pecho --Es un partido estupendo. --Eso ya lo he visto. --Y lleva su empresa con mano de hierro. -- se notaba que estaba muy orgulloso de el. --Eso a mi no me importa. -- dijo levantandose del sofa-- Yo me mantengo sola. Richard la miro pensativo-- ?Sabes que eres una persona estupenda? Nada me gustaria mas que se uniera a una mujer como tu. Symone se sonrojo por el piropo-- Hare lo que pueda. -- fue hasta la puerta y Richard la siguio-- ?Quieres que le diga algo si no puede llamarte? --Que la amo mas que a mi vida. Esa respuesta le corto el aliento y espero que alguien la amara asi algun dia --Lo hare. -- susurro. Forzo una sonrisa y salio del piso. --Gracias, Symone. Gracias por todo. --No es nada. Estamos para servir. -- le guino un ojo haciendole reir y Symone se sintio mucho mejor. Al dia siguiente hizo su reparto como todos los dias, deseando que llegara el fin de semana porque estaba agotada. Antes de ir al hospital, decidio cambiarse de ropa y se puso unos vaqueros ajustados negros y un jersey verde que resaltaba el color de sus ojos. Se maquillo ligeramente y como no le daba tiempo a plancharselo dejo sus rizos castanos sueltos, llegandole la melena a mitad de la espalda. Como no podia presentarse con las manos vacias a visitar a una enferma, decidio comprarle algo de parte de Richard. Entro en la floristeria del barrio y miro a su alrededor. -- ?Puedo ayudarla en algo? Se volvio hacia un chico que por su camisa supo inmediatamente que era gay. Un heterosexual no se pondria ese tono de rosa--Quiero el ramo de flores mas bonito del mundo. Quiero que cuando lo vea, se quede con la boca abierta y sepa que la persona que se lo regala la quiere con locura. --Tu novio es muy afortunado. -- dijo mirandole las piernas. Pues no, no era gay. --No es mi novio. Es un amor imposible que perdura a lo largo de los anos. -- comento distraida mirando un pequeno ramillete de violetas. -- ?Cual es su flor favorita? --No tengo ni idea. -le miro a los ojos que eran de un increible color azul. Llevaba lentillas, era gay -- ?Alguna sugerencia? --Oh carino, tengo miles. -- se volvio hacia los jarrones de cristal llenos de flores que tenia metidos en un expositor refrigerado -- Las rosas son tan tipicas en estos casos. No, tiene que ser algo especial. Gladiolos. -- ?Esas no son para los funerales? --Que va. Los que te vendo son un hibrido con colvillei. -- a ella le sonaba a chino --Mira, estos blancos enormes son magnificos. Eran bonitos. Sus grandes petalos blancos que se curvaban hacia abajo eran delicados y con clase. Perfectos para Valeria. -- ?Son muy caros? --Te hare precio y te saldran mas baratos que las rosas. --Muy bien. Hora de demostrar lo que vales. --Eso es todo un reto. Cogio todo el jarron y lo puso sobre la mesa de trabajo. En menos de cinco minutos habia hecho un enorme ramo envuelto con un precioso celofan y un gran lazo de seda rojo. Era perfecto. -- Eres un artista. --Gracias. -dijo cogiendo la tarjeta de credito que le tendia. --Te recomendare por ahi. El sonrio divertido --Te iba a hacer descuento igual. --Ahora te recomendare mas. El florista se echo a reir y cuando le entrego el recibo, lo firmo pensando que ese mes tendria que hacer algun ajuste por los setenta pavos que se acababa de gastar. Pero si le gustaba, mereceria la pena. Cogio el ramo de flores que casi la cubria y se lo coloco en el costado-- Hasta la proxima... --Alan. --Symone. -- le tendio la mano-- Hasta la proxima, Alan. El se la estrecho divertido y la acompano hasta la puerta. Cuando se la abrio para que saliera, la sorprendio tendiendole una rosa azul. Symone abrio los ojos como platos-- !Es azul! --Preciosa y fuera de lo normal. Como tu. -- ?Es de verdad? -- toco los petalos suavemente y si que era de verdad. Le miro a los ojos-- Gracias es muy bonita. --Ya me contaras si le ha gustado. Symone sonriendo casi se choca con un hombre que entraba y que le dio un beso a Alan en los labios. --Claro que te lo contare. Adios Alan. Cuando llego a la tercera planta del Lenox, salio del ascensor y busco la habitacion trescientos dieciseis. La puerta estaba cerrada, asi que llamo. Cuando se abrio la puerta y vio frente a ella a su Richard sonrio radiante-- !Hola! --Dios, ?que haces aqui? -- pregunto exasperado. --He venido a ver a tu madre. Richard la miro atonito y ella se lo comio con los ojos. Iba con un traje gris que resaltaba el color de sus ojos y la camisa blanca con la corbata azul le sentaban de miedo. -- ?Quien es, hijo? --Tu cartera. Symone le puso una mano en el pecho para empujarlo y que la dejara pasar. La mujer rubia que habia visto en las fotos estaba sentada en la cama algo despeinada y con cara de cansancio. Symone se quedo de piedra al ver la habitacion repleta de flores y algunos ramos eran impresionantes. --Hola, no se si se acuerda de mi, pero soy la sobrina de Patt-- la miro a los ojos mientras se acercaba a la cama y Valeria sonrio sonrojandose -- ?La recuerda? --Si, por supuesto. -- ?La sobrina de Patt? ?Que Patt? -- Richard se cruzo de brazos mirandola como si fuera un peligro. --Va, tu no la conoces. --se volvio hacia Richard y le sonriendole le tendio las flores -Para ti. -- ?Para mi? --Si, ella ya tiene muchas. Valeria se echo a reir---Eso es cierto. ---a miro a los ojos-- Asi que eres la sobrina de Patt. ?Como se encuentra? --Se asusto un poco al enterarse de que estabas en el hospital, pero ahora esta mucho mejor. Esta deseando que le hagas una llamadita para tranquilizarse. --Llama a esa amiga tuya, mama. -- dijo Richard mirando el enorme ramo de gladiolos --Si esta preocupada... Valeria la miro a los ojos emocionada-- No tengo aqui el movil y no se me el numero. --Tranquila. -- ella saco el telefono que tenia preparado y busco al padre de Richard en la agenda. Ahora tenia que entretener a Richard para que no escuchara la conversacion y lo haria encantada. Pulso el boton verde tendiendole el telefono y se giro hacia Richard, que miraba a su alrededor sin saber que hacer con el ramo. -- ?Como estas, guapo? --el la miro como si quisiera salir corriendo-- ?Me has echado de menos, cielito? -- ?Cielito? -- ?Te gusta mas carinito? -- dio un paso hacia el y Richard dio un paso atras con el ramo en la mano -- ?Te gustan mis flores? Son gladiolos. -- ?Esto no se usa en los funerales? Ella se echo a reir porque habia preguntado lo mismo que ella-- Pues no. Pero en las bodas si. ?Te has pensado mi proposicion? Richard buscando una salida miro a su madre, que hablaba con Patt sonriendo radiante. -- Te aseguro que soy un buen partido. -- dijo llamando su atencion. La fulmino con sus preciosos ojos grises rodeados por unas pestanas oscuras y muy largas. Symone suspiro sin poder evitarlo-- Se cocinar muy bien. --Tengo asistenta. --Y hago unos masajes estupendos. Soy fisioterapeuta, ?sabes? -- ?No eras cartera? --La crisis economica. -- dio otro paso hacia el. --Tengo un masajista increible. --Pero no serian como los mios. --Richard puso los ojos en blanco e impaciente volvio a mirar a su madre -- ?Que tal si vamos a comernos una hamburguesa? --Tengo una cena de negocios. -- dijo mirando su reloj de pulsera --Y creo que tengo que irme. -- !No fastidies! !Lo estoy haciendo yo todo! -- puso las manos en las caderas mirandole con el ceno fruncido-- ?Lo de la cena es cierto o es una manera de decirme que no quieres nada conmigo? --Lo primero y lo segundo. Le miro decepcionada-- No te gusto. En sus ojos leyo que creia que estaba chiflada y Symone se echo a reir-- Vamos, dimelo. Si no te gusto, no hay nada que hacer. -- ?Siempre haces esto con los tios? -- pregunto interesado. -- !Ja! !No has dicho que no! -- le senalo con el dedo-- Vamos carinito, si quieres vamos al cine. --Me gusta llevar a mi la iniciativa. -- dijo molesto. -- ?Es eso? Pero si hubiera sido por ti, hubieras cogido la carta sin preguntarme nada... --Sigo sin preguntarte nada. ?Eso no te dice algo? -- dejo el ramo sobre el alfeizar de la ventana. Con lo grande que era se cayo al suelo. Symone entrecerro los ojos. --Ese ramo me ha costado una pasta. Lo menos que podias hacer, es meterlo en un jarron y aparentar que te gusta. --No era para mi. -- !Te lo he regalado yo! !Si tu me regalaras algo, lo cuidaria! Richard se agacho a cogerlo enfadado-- No quiero que me regales nada. -- le puso el ramo en el pecho soltandolo y ella lo agarro antes de que cayera al suelo --De hecho, no quiero saber nada de ti. No me interesas. ?Lo entiendes? -- !Richard! -- exclamo su madre mirandolo asombrada-- ?Y tus modales? --su hijo se sonrojo por la reganina --!Disculpate ahora mismo! --Mama, si me disculpo, no me librare de ella. -exasperado se acerco a su madre y la beso en la mejilla-- Me tengo que ir. Symone se coloco ante la puerta y sonrio --Vale, puede que haya ido demasiado deprisa, pero estoy segura que te volveras loco por mi. --Richard no salia de su asombro -- Eres mi media naranja y no me voy a dar por vencida facilmente. ?Ahora me das un besito de despedida? Richard se volvio hacia su madre-- ?Ves lo que queria decir? Valeria solto una risita-- Dale el besito para que te deje salir. -- !Ni hablar! No pienso dejar que me chantajee. --Symone puso morritos y cerro los ojos esperando su beso. Richard gruno-- Esto es increible. --Me van a doler los mofletes. -- dijo sin apenas mover los labios. -- ?No tenias prisa? -- pregunto Valeria divertida. --?Sabes lo que es el acoso? Symone no se movio de su sitio. Esperaria lo que hiciera falta. Cuando se abrio la puerta empujandola hacia delante, Richard se escabullo antes de darse cuenta. La enfermera que llevaba una bandeja en la mano les miro asombrada. -- !Ya te pillare! -- !Que mas quisieras! Bufo mirando a Valeria que sonreia con su telefono en la mano-- ?Que tal todo con Patt? --Fantastico. ?Que tal todo con Richard? --Se resiste, pero todavia no he utilizado todas mis artimanas. --Estoy impaciente por enterarme de ellas. Sonriendo se acerco a la cama-- ?Como te encuentras? Patt esta algo nervioso. --Me duele un poco, pero no se lo digas. -la miro a los ojos-- ?Como os habeis conocido? --Soy su cartera. --Valeria abrio la boca entendiendo-- Falto tu carta. Se pasaron hablando una hora de como habia logrado enterarse de donde estaba y charlando de todo un poco. -- ?Como puedes vivir asi? -- pregunto sentada a su lado sin recriminarla. --No lo se. -- susurro con la mirada perdida-- Todo empezo sin buscarlo y era tan inevitable...A veces me pregunto como seria mi vida sino hubiera entrado en ese cine hace treinta y dos anos. -- ?Y el verdadero amor? -- ?Que clase de amor es este? Richard no conoce a su hijo y he mentido a todo el mundo. -- sus ojos se llenaban de lagrimas-- Me da tanto miedo hacerles dano. Que me odien por lo que hice... No sabia que decir a eso. Ella no tenia hijos, pero suponia que el amor a un hijo era superior a todo lo que se puede sentir. --Bueno, espero que lo arregleis. -dijo levantandose de su silla--Ahora tengo que irme. --Gracias por venir y por todo lo demas. --No me lo agradezca. He conocido a su hijo. -- le guino un ojo mientras ella se reia -- Por cierto, ?donde trabaja? --En el edificio Thorton de Beekman Street. -- !No! -- exclamo asombrada. !Tenia su propio edificio! --Si. Le encontraras en la ultima planta, querida. Symone hizo una mueca-- Algo se me ocurrira. --Seguro que si. -- sonrio divertida-- No tengo ninguna duda.
-
Flores fuera de estacion de Margarita Leoz
https://gigalibros.com/flores-fuera-de-estacion.htmlUn inesperado viaje en pareja, un joven poco decidido a convertirse en adulto, una visita a la infancia olvidada; historias con un aire familiar, conocido, que contienen un elemento imprevisto, sorpresivo, que las transforma y las universaliza. Los personajes que pueblan estos relatos son antiheroes, seres perdidos, empujados por la corriente. Todos viven en un no-lugar, en un entorno que les resulta extrano, ajeno, transitorio. Se enamoran de forma platonica, tienen suenos que no se atreven a cumplir, desean ser otra persona. Son personajes que viven a contrapie, fuera de lugar.
-
El sentido del rumor de Marc Argemi
https://gigalibros.com/el-sentido-del-rumor.htmlLas redes sociales son el habitat que estaba esperando el rumor para recuperar su hegemonia en el competitivo mundo de la informacion. Datos sin contrastar, fotografias manipuladas, afirmaciones fuera de contexto o simples y llanas mentiras se mezclan con estadisticas oficiales, mensajes institucionales, declaraciones de famosos, comentarios de sesudos expertos y la produccion informativa de los principales medios de comunicacion.
-
La voz del silencio de Kelly Dreams
https://gigalibros.com/la-voz-del-silencio.htmlKara R. Marzoa siempre cumplia sus promesas, incluso las hechas a los muertos. Descendiente de una antigua estirpe, habia heredado el don de la vision, lo que le permitia comunicarse con los espiritus. Asi que, cuando su abuela dejo precipitadamente este mundo, hizo suya su ultima voluntad; viajar a Escocia para devolver a su lugar de origen una reliquia familiar. Una tarea en apariencia sencilla, termino por convertirse en un viaje lleno de obstaculos, uno en el que descubriria que su don no era mas que un grano de arena en una inmensa montana de acontecimientos que traerian consigo la revelacion de inesperados secretos y el resurgir de un pasado enterrado tan profundamente que solo ella podia escuchar su voz.
Como draoidh, Broderick Campbell habia nacido con un unico cometido, mantener el equilibrio de su tierra natal, una tarea que habia desempenado sin problemas hasta que aparecio ella. Ironica y problematica, tenia el poder suficiente para desestabilizar su mundo y poner patas arriba su propia tranquilidad. Durmientes que despiertan, encuentros con la muerte, asesinatos rituales, un pasado enterrado. Kara hace que todo cambie a su alrededor y que el infierno amenace con desatarse bajo sus pies, una amenaza demasiado peligrosa como para que pueda permitirse perderla de vista. -
La improbabilidad del amor de Hannah Rothschild
https://gigalibros.com/la-improbabilidad-del-amor.htmlUna novela deslumbrante sobre el amor, un famoso cuadro desaparecido y un oscuro secreto del pasado. Una brillante combinacion de thriller, romance y satira sobre el mundo del arte.
-
Reflejos del pasado de Mar Fernandez
https://gigalibros.com/reflejos-del-pasado.htmlSelena Anderson es una mujer que adora su trabajo y su amada Alabama. Pero su vida dara un brusco giro cuando recibe la llamada de Andrew Kimball, un prestigioso abogado de Nueva Orleans. Esa llamada le descubrira una familia que desconocia poseer, y a pesar de que no estar muy contenta con la idea, decide tomarse su viaje a Nueva Orleans como una aventura. Alli conocera a Evolet Wilson, su tia abuela y la plantacion de sus ancestros.Meses despues debera regresar para la lectura del testamento de Evolet. Todo cambiara cuando descubre que alguien le ha dejado un misterioso diario en la recepcion del hotel. Sus suenos se mezclan con la realidad, y el enigma que entrana el diario la llevara a protagonizar una alocada carrera por descubrir el secreto de la plantacion junto a Andrew Kimball.?Conseguira llegar a la verdad??Lograra aceptar los sentimientos que Andrew despierta en su interior?
-
Un Vaquero Leal (Rancho Atkins 1), Tess Curtis de Tess Curtis
https://gigalibros.com/un-vaquero-leal-rancho-atkins-1-tess-curtis.html -
Jamas seras Mia, pero… (El Tutor 2) de Paula Rossello Frau
https://gigalibros.com/jamas-seras-mia-pero-8230-el-tutor-2.html<
En Madrid Leandro alterna su trabajo con los partidos de Korfball con sus amigos, aunque no se espera el desafortunado giro profesional que pondra en peligro la empresa por la que tanto lucho.
Y por su parte Ivy esta estudiando con teson para lograr su objetivo de ser oceanografa, pero llevada por la lealtad tomara una peligrosa decision.
Cuando Hans regrese, por fin, para reunirse de nuevo con Ivy, la mision esta lejos de culminar aun.
Sin que puedan imaginarlo ni evitarlo Hans, Leandro e Ivy se veran inmersos en una trama del mas alto nivel de corrupcion.
?Lograran los tres salir indemnes?>>. -
Siroco, Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich
https://gigalibros.com/siroco-veronica-a-fleitas-solich.htmlNatalia lleva meses recorriendo el mundo junto con su amiga Agustina, sin tener un destino fijo, sin preocuparse por otra cosa que no sea disfrutar de los lugares a los que el viento las ha arrastrado. Cuando estan a punto de regresar a su pais, les ofrecen trabajar como camareras para la escuderia Bravio.
-
Las chicas de la bahia de Susan Mallery
https://gigalibros.com/las-chicas-de-la-bahia.htmlNicole Lord queria ser una buena esposa, pero habia una gran diferencia entre apoyar a su marido y mantenerlo. El habia dejado el trabajo para escribir un guion de cine que ella no habia visto nunca. Ni siquiera ayudaba a cuidar de su hijo y era ella quien tenia que ocuparse de la casa y trabajar a jornada completa.
-
Sabor a ti (Carta de sabores 2) de Dacar Santana
https://gigalibros.com/sabor-a-ti-carta-de-sabores-2.htmlSegunda entrega de la serie <
>. -
Aristoteles en 90 Minutos de Paul Strathern
https://gigalibros.com/aristoteles-en-90-minutos.htmlLa coleccion Filosofos en 90 minutos incluye interpretaciones breves, pero autorizadas, de los mas grandes pensadores de la humanidad y descifra sus filosofias en una forma amena y accesible que las hace interesantes y comprensibles a casi cualquiera. Aristoteles fue preceptor de Alejandro Magno. La Historia no registra detalles de esta relacion, pero sabemos que, con el tiempo, Alejandro estuvo a punto de firmar la sentencia de muerte de Aristoteles, si bien se olvido y se dispuso, en su lugar, a invadir la India. De no ser por este golpe de suerte, habriamos perdido al hombre cuya filosofia habia de dominar el pensamiento europeo durante los 1.500 anos siguientes.
-
Un mes de besos, abrazos y caricias de Monica Benitez
https://gigalibros.com/un-mes-de-besos-abrazos-y-caricias.htmlCuatro amigas.
Un corazon roto.
Un amor no correspondido.
Un mes de vacaciones.
Y un pacto que lo cambiara todo. -
Hija de la Fortuna de Isabel Allende
https://gigalibros.com/hija-de-la-fortuna.htmlEliza Sommers es una joven chilena que vive en Valparaiso en 1849, el ano en que se descubre oro en California. Su amante, Joaquin Andieta, parte hacia el norte decidido a encontrar fortuna, y ella decide seguirlo. El viaje infernal, escondida en la cala de un velero, y la busqueda de su amante en una tierra de hombres solos y prostitutas atraidos por la fiebre del oro, transforman a la joven inocente en una mujer fuera de lo comun. Eliza recibe ayuda y afecto de Tao Chi’en, un medico chino, quien la conducira de la mano en un itinerario memorable por los misterios y contradicciones de la condicion humana. Hija de la fortuna es un retrato palpitante de una epoca marcada por la violencia y la codicia, en la cual los protagonistas rescatan el amor, la amistad, la compasion y el valor. En esta, su mas ambiciosa novela, Isabel Allende presenta un universo fascinante, poblado de entranables personajes que, como tantos otros de la autora, se quedan para siempre en la memoria y el corazon de los lectores.
-
El jardin de las delicias de E.m. Cubas
https://gigalibros.com/el-jardin-de-las-delicias.htmlEl Jardin de las Delicias es un club para el pecado, para realizar las fantasias prohibidas y desinhibirse de los tabues y la Dama lo regenta con mano firme…, hasta que un joven abogado atraviesa sus puertas pidiendole que sea su maestra.
-
Los vecinos de Fredrika Bremer
https://gigalibros.com/los-vecinos.htmlUn autentico exito internacional del siglo XIX
-
La fuerza de un destino de Marti Gironell
https://gigalibros.com/la-fuerza-de-un-destino.htmlCon veintiun anos, Ceferino Carrion huye de la gris y asfixiante Espana franquista en busca de aires nuevos, por lo que embarca en un buque desde Le Havre con destino a los Estados Unidos. En Nueva York cambiara de identidad y se convertira en ciudadano estadounidense como Jean Leon. Su peripecia vital lo lleva hasta California, donde su espiritu emprendedor y una serie de golpes de suerte lo situan a un paso de la gloria, junto a las estrellas de cine a las que admira y de las que se convertira en amigo y confidente.
Con James Dean planea abrir La Scala, un restaurante que, a pesar de la muerte prematura del actor, seconvertira en un referente en el Hollywood de los anos cincuenta y sesenta y que conto con clientes habituales como Paul Newman, Warren Beatty, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor o los Kennedy.
Con una vida de pelicula, Jean Leon demostro que, con sacrificio y esfuerzo, los suenos, incluso el de elaborar su propio vino, estan al alcance de la mano. -
Alas para volar de Miriam Prados
https://gigalibros.com/alas-para-volar.htmlVolver a Madrid fue un sueno en si: perderme en sus calles, entre la multitud, sentarme en una cafeteria a leer un guion y vivir sus noches llenas de vida, tambien de recuerdos. Habia cosas a las que todavia no conseguia acostumbrarme, como llamar a ese estudio en el que vivia hogar o el sentimiento de soledad que a veces me invadia; no obstante, al final del dia siempre sentia que era el lugar en el que queria estar, y aunque aun se me escapase el trabajo, estaba recuperando aquella parte de mi en una ciudad que, sin saberlo, guardaba promesas. El tiempo que paso fue... revelador. Echaba en falta a los mios, especialmente a Lucas, quien casi todos los dias que llamaba me preguntaba cuando iba a volver y siempre le contestaba que pronto. Se me rompia un poco el corazon cada vez que lo escuchaba, pero el cambiaba de tema al momento y me contaba cualquier cosa a la que yo prestaba total atencion. Oscar y Nuria se las apanaron bastante bien, mi cunada pidio una reduccion de jornada que le permitia pasar mas tiempo con el nino y, a su vez, invertir en lo que una vez dejo aparcado: su trabajo como maquilladora profesional. Candela me echaba de menos como la que mas, habia venido a visitarme unas tres veces desde que me fui. Cada vez estaba mas cansada de su trabajo, era algo que hacia por inercia, pero aun le daba miedo apostar por algo diferente, algo que ella realmente quisiera hacer. Por otra parte, estaba aprendiendo a respetarse y quererse un poco mas, a dedicarse tiempo y crecer, era algo que admiraba de ella. En cuanto a Hugo, sabia que estaba bien, me lo dijo en algun mensaje que intercambiamos y Candela, que se refugio mucho en el cuando me fui, me aseguraba que asi era. La boda seguia hacia delante y con ello sus planes de futuro. ?Que si lo echaba de menos? Mentiria si dijese que no, sin embargo, es como si sintiera que ambos lo estabamos haciendo bien, quiza porque estabamos creando una calma ficticia, imaginaria, antes de volverla a romper. Capitulo 1 <
> Me desperece y remolonee un rato en la cama mientras me llegaba el olor a cafe recien hecho. Matias era una de esas personas que preferian la cafetera italiana y que el olor a cafe tostado inundase la casa antes que someterse a un cafe de capsula. Por si os lo estais preguntando, no, Matias y yo no teniamos una relacion seria, simplemente intentabamos fluir, haciamos cosas juntos de vez en cuando y lo pasabamos bien. Yo diria que nos entendiamos en muchos aspectos, y aunque nunca me presiono ni saco el tema de conversacion mas que algun comentario al aire, se que a el le gustaria que siguiesemos fluyendo mas... a menudo. Algo como dejar mi cepillo de dientes en su casa y viceversa para no cargar con una bolsa cada vez que haciamos planes, pero yo lo tomaba como un paso mas, me asustaba y tiraba balones fuera. A veces, cuando la conversacion se acercaba, maniobraba con un beso y conseguia que nos olvidasemos de ello. Decidi levantarme de la cama y me fui directa al bano a poner en orden mi pelo y lavarme los dientes. Cuando estuve, volvi a mi habitacion, agarre la camisa de Matias para cubrir parte de mi desnudez y me la puse. Sali al salon, lo encontre con un pantalon liviano de pijama, apoyado en la barra de la cocina mientras consultaba su movil. Dejo de mirarlo en cuanto noto mi presencia y esbozo una de esas sonrisas descaradas con las que lograba que me sonrojase. --Buenos dias, Bella Durmiente --dijo apartando su cafe a un lado y colocandome entre sus piernas. Me saludo con un beso casto en los labios y me apoye en el hueco de su cuello--. Vaya, ?te has levantado retozona? Ronronee acariciando su piel con la punta de mi nariz y me estrecho aun mas contra si. --Matias... ?Que haces aqui conmigo? Todavia me lo sigo preguntando. Lo hacia porque el era un hombre pragmatico, profesional, detallista y un amante de categoria mientras yo... Yo era un desastre que vivia de ahorros y pequenos trabajos a la espera de que ocurriese un milagro. --Alejandra... --Levanto mi cara y me miro con esos ojos de un profundo azul--. Me siento bien contigo, ya te lo he dicho mil veces. --Mirate y despues mirame a mi. Por favor, es como si yo fuera la Sirenita macarra y tu el principe Eric con un palacete convertido en atico. Matias se rio y nego con la cabeza, divertido. --Olvidate de los mil motivos que te alejan de mi y piensa en los que te acercan. --?A parte del sexo? --A parte del sexo. Me quede pensativa y me mordi el labio. El sabia que yo era de las que cocinaban los sentimientos a fuego lento, muy, muy lento, especialmente cuando aun no habia olvidado a quien ya sabemos. Eso de que un clavo saca a otro clavo es mentira, ni lo saca ni lo sustituye, solo hace de ese vacio algo mas llevadero. --Tengo que entrar a trabajar en un rato, ?me devuelves mi camisa? --Ni hablar, me queda mejor que a ti. --Nos reimos y le rodee el cuello con mis brazos para acercarlo y juntar mis labios con los suyos en un beso que, segundos despues, dejo de ser inocente. --?Me vas a hacer quitartela? --Me miro con lascivia y mordio mi labio inferior. --Te espero en la ducha. --Me fui tras guinarle un ojo y lo deje terminando aquella taza de cafe. Las mananas de lunes eran, como decirlo, un asco. Olivia, mi amiga y agente, decidia que era dia de vernos para hacer cosas de provecho y asi poder localizar los castines que estaban abiertos. Llegue tarde a aquel Starbucks, tarde y atontada, para que negarlo, el agua y los orgasmos de buena manana eran un somnifero mas que un chute de energia y una patada en el culo. Cuando entre la localice en una de las mesitas con dos comodos sillones, ya que soliamos hablar largo y tendido. Olivia y yo nos conocimos cuando ambas estabamos terminando nuestras carreras, vino al musical que se estreno en mi promocion y se ofrecio desde un primer momento a ser mi agente. Recuerdo que me dijo que iba a parecerme algo de locos, pero que sin conocerme ya creia en mi. Poco despues comenzamos a trabajar juntas y no tardamos en depositar la confianza de la una en la otra, el problema fue que un tiempo despues... Bueno, ya sabeis lo que paso. Por eso, en cuanto volvi a Madrid no dude en llamarla. Me sorprendi cuando me conto que durante varios anos ella tampoco trabajo de agente, se habia dedicado a hacer varios cursos, le encantaban los idiomas, y acabo trabajando como profesora en una academia hasta que se quedo embarazada. Le propuse que volviesemos a trabajar juntas, yo necesitaba una agente y ella vio la oportunidad de volver a retomar todo aquello que una vez dejo y que echaba de menos, asi que volvimos a conectar en una especie de tandem que se extendia mas alla de lo profesional. --Buenos dias, Oli. ?Como esta mi pequenaja? --pregunte acariciando su ya abultada barriga. --Me ha dado una noche horrible, no pienso comer mas chocolate despues de las doce, le gusta demasiado, y lo peor es que me lo hace saber en forma de patadas --se lamento--. No aprendo. --Dile a Ivan que te lo esconda. Eso si, luego no lo amenaces de muerte si no te lo da. Nos reimos, me escape a la barra a pedir nuestros cafes y volvi minutos despues sentandome frente a ella y tendiendole su descafeinado. --?A que se debe hoy tu retraso? --Matias..., ya sabes. Olivia dibujo una sonrisa comprensiva. --Lo intenta. --Y lo aprecio. De verdad, lo hago, aunque aun me cuesta... --Me frote la sien y mire a Olivia --. Es como si sintiera que no es el mejor momento, pero cuando estamos juntos todo va bien. --Piensas demasiado, Ale, tanto que parece que no eres consciente de que no solo Matias lo esta intentando, sino que tu tambien. --Acaricio mi mano en un gesto carinoso y saco su agenda en la que tenia apuntadas mil fechas en un monton de colores a cual mas fluorescente. Estuvimos hablando de ese anuncio en el que participe, de la campana de publicidad que hice con una marca de zapatos y, en especial, de las audiciones fallidas a las que me presente desde que volvi. Le exprese un poco ese desaliento que me agitaba cuando algo se me resistia hasta que, finalmente, ambas nos recordamos que este mundo era asi de incierto, parecia que no cabian las seguridades en el. --Ayer publicaron una nota de prensa. Al parecer van a hacer una adaptacion de la pelicula Por primera vez. No se si sabes cual es, yo la vi hace anos y la verdad es que me gusto. --?Cuando es la audicion? --El dieciocho de mayo --contesto mientras subrayaba la fecha. --En poco mas de un mes... --Di un sorbo a mi cafe y rasque nerviosa ese carton que lo rodeaba. --Tienes que intentarlo, Ale. Yo confio en ti, si no ?que iba a hacer aqui con un bombo de cinco meses? Me hizo sonreir y asenti. Olivia se habia convertido en ese apoyo que necesitaba alli, ella me rescataba cuando me invadian sensaciones poco amables que me hacian dudar de lo que era capaz. Habian pasado muchos anos desde que nos vimos por ultima vez, pero decia que nada de lo que yo era habia cambiado, que seguia teniendo esa luz por la que desde que nos conocimos sintio que tenia que acompanarme ya que, segun ella, iba a llegar alto y lo queria ver. Cuando salimos de la cafeteria dimos un paseo por la Gran Via, me obligo a entrar en una de esas tiendas que tenia cositas en miniatura y a la que no se podia resistir. Cada vez que ibamos salia con algo para Alma, aquella vez fue un conjunto playero de lo mas mono. --Ay, Alma, tu madre no tiene remedio. --No puedo esperar a verla con estas cositas. Voy a esconder la bolsa, como Ivan vea que le compre algo mas me echa de casa. --Tienes muy poca fuerza de voluntad. --Ni te lo imaginas. Tan poca que mira como acabe aquella noche. --Miro hacia su barriga y me rei. Anduvimos hasta la estacion de metro y nos despedimos alli, prometiendole que la llamaria para comer un dia de esa semana. Al llegar a casa recogi todo lo que no me dio tiempo por la manana y me sente en el sofa mientras esperaba a que el suelo se secara. Mi telefono comenzo a sonar apoyado en la barra de la cocina, tuve que saltar del sofa a la silla, apoyar las rodillas en la pequena mesa y estirar uno de mis brazos hasta que lo alcance. --?Si? --respondi con la respiracion agitada. --?Te he chafado un polvo? No me digas que te he chafado un polvo. --No, mas bien ha sido un intento de < >. --Un dia de estos me llaman diciendo que te has roto la crisma por ahi. --Hoy no ha sido el dia, sali victoriosa. --Nos reimos y volvi al sofa--. ?Ya es tu hora del almuerzo? --Podria decirse que si. Mire el reloj y agite la cabeza. -
El libro de los viajes equivocados de Clara Obligado
https://gigalibros.com/el-libro-de-los-viajes-equivocados.htmlTodo viaje puede desarrollarse en tres ambitos: el interior, el que transcurre en el tiempo y el que transita por el espacio. El que tiene como dimension el espacio colma los sentidos, el temporal alimenta la experiencia, aunque es el viaje interior el que puede cambiar al ser humano. Pero ?puede un ser humano modificar el sentido del universo?
-
Al rescate del amor de Isabella Abad
https://gigalibros.com/al-rescate-del-amor.htmlEs el ano 1843. Las oscuras y traicioneras aguas del Rio de la Plata, en el cono sur americano, se han cobrado otro navio: Nuestra Senora de la Caridad. Con el se hunde tambien una hermosa y enigmatica escocesa y su historia de amor, amen de un pequeno tesoro.
Ciento setenta anos despues, una expedicion de rescate se organiza para encontrar los restos del naufragio. El buzo y capitan argentino Sebastian Cortes ignora que, al poner a rodar sus suenos de exploracion subacuatica, tambien activa una trama antigua de ambiciones y venganza.
A bordo de su buque, el Incitatus, y custodiado por la bella Elvira Gamboa, de la familia noble de los Bedford, la busqueda se tenira de pasion y romance. Pronto todo se desvirtua y prima la lucha entre los deseos de poder del Conde de Bedford y los de revancha de los O’Connell, clan que clama justicia por su antecesora abandonada y enganada para morir lejos de su tierra natal.
Un pequeno cofre en el lecho marino, un clan de airados escoceses, una rancia familia noble inglesa, un amor del pasado y otro del presente.
Una historia en dos tiempos que te asegura romance, pasiones y suspenso. -
La habitacion en llamas, Michael Connelly de Michael Connelly
https://gigalibros.com/la-habitacion-en-llamas-michael-connelly.htmlNo hay muchas victimas que mueran una decada despues de que se cometa el crimen. Asi pues, cuando un hombre fallece por las complicaciones derivadas de un balazo recibido diez anos antes, a Harry Bosch le corresponde un caso en el que el cuerpo todavia esta fresco pero apenas hay ninguna otra pista. Incluso para un policia veterano seria un caso complicado. Y la nueva companera de Bosch en el Departamento de Policia de Los Angeles, la detective Lucia Soto, no tiene ninguna experiencia en homicidios. A Bosch y a Soto se les encarga resolver un caso que resulta tener alta tension e implicaciones politicas. Empezando por la bala que ha permanecido alojada durante anos en la columna vertebral de la victima, los detectives deben conseguir nuevas pistas a partir de pruebas reunidas anos atras, y estas pronto revelan que el disparo no tuvo nada de aleatorio. Cuando la investigacion gana velocidad, conduce a otro caso sin resolver en el que todavia hay mas en juego: las muertes de varios ninos en un incendio ocurrido veinte anos atras. Pero cuando su trabajo empieza a amenazar carreras y vidas, Bosch y Soto deben decidir si vale la pena arriesgarlo todo para encontrar la verdad o si es mas seguro dejar que algunos secretos permanezcan enterrados.